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Filipenses capítulo 1 a Colosenses capítulo 4 Semana del 14 Octubre (año de servicio 2014) Piensa en esto: ¿Qué sentía Pablo por las cosas que había dejado atrás? (Filip. 3:8.) [14 de oct., w12 15/3 pág. 27 párr. 12.] *** w12 15/3 No mire “a las cosas que deja atrás” *** 12. ¿Cómo consideraba Pablo todo lo que había dejado atrás? 12 El apóstol Pablo dejó atrás muchas oportunidades cuando se hizo cristiano (Fili. 3:4-6). ¿Alguna vez se arrepintió de haberlo hecho? Él mismo responde: “Cuantas cosas eran para mí ganancias, estas las he considerado pérdida a causa del Cristo. Pues [...] considero también que todas las cosas son pérdida a causa del sobresaliente valor del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor. Por motivo de él he sufrido la pérdida de todas las cosas y las considero como un montón de basura, a fin de ganar a Cristo” (Fili. 3:7, 8). Tal como nadie añora una bolsa de basura que ha tirado al contenedor, Pablo nunca se arrepintió de haber desechado lo que el mundo le ofrecía. Para él, ya no tenía ningún valor. Introducción si págs. 223-224 Libro bíblico número 50: Filipenses Escritor: Pablo Dónde se escribió: Roma Cuándo se completó: c. 60–61 E.C. CUANDO el apóstol Pablo recibió en una visión el llamamiento para llevar las buenas nuevas a Macedonia, él y sus compañeros —Lucas, Silas y el joven Timoteo— obedecieron con prontitud. Viajaron en barco desde Troas en Asia Menor hasta Neápolis y partieron inmediatamente para Filipos, a unos 15 kilómetros (9,5 millas) tierra adentro a través de un desfiladero. Lucas describe aquella ciudad como “la ciudad principal del distrito de Macedonia”. (Hech. 16:12.) Se llamó Filipos en honor del rey macedonio Filipo II (padre de Alejandro Magno), quien capturó la ciudad en 356 a.E.C. Después fue tomada por los romanos. En 42 a.E.C. fue escena de batallas decisivas que ayudaron a fortalecer la posición de Octavio, que más tarde llegó a ser César Augusto. En conmemoración de la victoria, él convirtió Filipos en colonia romana. 2 Cuando Pablo visitaba una nueva ciudad, solía predicar primero a los judíos. Sin embargo, en su primera visita a Filipos alrededor del año 50 E.C. halló que allí había pocos judíos y que estos aparentemente no tenían sinagoga, pues solían reunirse para orar a orillas de un río fuera de la ciudad. La predicación de Pablo pronto produjo fruto, y entre los primeros conversos estuvo Lidia, comerciante y prosélita judía que en seguida abrazó la verdad acerca del Cristo e insistió en que los viajeros se hospedaran en su casa. Ella “sencillamente nos obligó a aceptar”, 1

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Filipenses capítulo 1 a Colosenses capítulo 4Semana del 14 Octubre (año de servicio 2014)

Piensa en esto: ¿Qué sentía Pablo por las cosas que había dejado atrás? (Filip. 3:8.) [14 de oct., w12 15/3 pág. 27 párr. 12.]

*** w12 15/3 No mire “a las cosas que deja atrás” ***

12. ¿Cómo consideraba Pablo todo lo que había dejado atrás?12 El apóstol Pablo dejó atrás muchas oportunidades cuando se hizo cristiano (Fili. 3:4-6). ¿Alguna vez se arrepintió de haberlo hecho? Él mismo responde: “Cuantas cosas eran para mí ganancias, estas las he considerado pérdida a causa del Cristo. Pues [...] considero también que todas las cosas son pérdida a causa del sobresaliente valor del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor. Por motivo de él he sufrido la pérdida de todas las cosas y las considero como un montón de basura, a fin de ganar a Cristo” (Fili. 3:7, 8). Tal como nadie añora una bolsa de basura que ha tirado al contenedor, Pablo nunca se arrepintió de haber desechado lo que el mundo le ofrecía. Para él, ya no tenía ningún valor.

Introducción

si págs. 223-224 Libro bíblico número 50: Filipenses

Escritor: Pablo Dónde se escribió: Roma Cuándo se completó: c. 60–61 E.C.

CUANDO el apóstol Pablo recibió en una visión el llamamiento para llevar las buenas nuevas a Macedonia, él y sus compañeros —Lucas, Silas y el joven Timoteo— obedecieron con prontitud. Viajaron en barco desde Troas en Asia Menor hasta Neápolis y partieron inmediatamente para Filipos, a unos 15 kilómetros (9,5 millas) tierra adentro a través de un desfiladero. Lucas describe aquella ciudad como “la ciudad principal del distrito de Macedonia”. (Hech. 16:12.) Se llamó Filipos en honor del rey macedonio Filipo II (padre de Alejandro Magno), quien capturó la ciudad en 356 a.E.C. Después fue tomada por los romanos. En 42 a.E.C. fue escena de batallas decisivas que ayudaron a fortalecer la posición de Octavio, que más tarde llegó a ser César Augusto. En conmemoración de la victoria, él convirtió Filipos en colonia romana.

2 Cuando Pablo visitaba una nueva ciudad, solía predicar primero a los judíos. Sin embargo, en su primera visita a Filipos alrededor del año 50 E.C. halló que allí había pocos judíos y que estos aparentemente no tenían sinagoga, pues solían reunirse para orar a orillas de un río fuera de la ciudad. La predicación de Pablo pronto produjo fruto, y entre los primeros conversos estuvo Lidia, comerciante y prosélita judía que en seguida abrazó la verdad acerca del Cristo e insistió en que los viajeros se hospedaran en su casa. Ella “sencillamente nos obligó a aceptar”, escribe Lucas. No obstante, ellos pronto encontraron oposición, y Pablo y Silas fueron golpeados con varas y luego echados en prisión. Mientras estaban en prisión ocurrió un terremoto, y el carcelero y su familia, al escuchar a Pablo y Silas, se hicieron creyentes. El día siguiente Pablo y Silas fueron puestos en libertad, y visitaron a los hermanos en el hogar de Lidia y los animaron antes de salir de aquella ciudad. Pablo tenía vívidos recuerdos de las tribulaciones que acompañaron el establecimiento de la nueva congregación en Filipos. (Hech. 16:9-40.)

3 Unos cuantos años después Pablo pudo visitar de nuevo a la congregación filipense durante su tercera gira misional. Luego, unos diez años después de haber fundado la congregación, una conmovedora expresión del amor de los hermanos de Filipos impulsó a Pablo a escribirles la carta inspirada que se ha conservado en las Santas Escrituras con el nombre de aquella amada congregación.

4 El consenso general entre los comentaristas bíblicos es que el escritor de la carta fue Pablo, como se declara en su primer versículo, y con buena razón. Policarpo (69?–155? E.C.), en su propia carta a los filipenses, menciona que Pablo les había escrito. Comentaristas bíblicos primitivos como Ignacio, Ireneo, Tertuliano y Clemente de Alejandría citan de la carta como escrito procedente de Pablo. Se hace mención de ella en el Fragmento Muratoriano del siglo II E.C. y en los demás cánones antiguos, y aparece junto con otras ocho cartas de Pablo en el Papiro Chester Beatty núm. 2 (P46), del que se cree que data de alrededor de 200 E.C.

5 El lugar y la fecha en que se escribió la carta pueden establecerse con razonable certeza. Al tiempo de escribirla, Pablo era un prisionero custodiado por la guardia de corps del emperador romano, y había mucha actividad cristiana a su alrededor. Concluyó su carta con los saludos de los fieles de la casa de César. Estos hechos, combinados, indican que fue de Roma desde donde se envió la carta. (Fili. 1:7, 13, 14; 4:22; Hech. 28:30, 31.)

6 Pero ¿cuándo se escribió la carta? Parece que Pablo ya había estado en Roma suficiente tiempo como para que las noticias acerca de su aprisionamiento como cristiano y las razones para ello se esparcieran entre toda la guardia pretoriana del emperador y entre muchas otras personas. Además, había pasado suficiente tiempo para que Epafrodito llegara de Filipos (a unos 1.000 kilómetros [600 millas] de distancia) con un obsequio para Pablo; para que las noticias de la enfermedad de Epafrodito en Roma llegaran a Filipos; y para que expresiones de pesar por la condición de este se enviaran de Filipos a Roma. (Fili. 2:25-30; 4:18.) Puesto que el primer aprisionamiento de Pablo en Roma tuvo lugar alrededor de 59 a 61 E.C., es muy probable que él escribiera esta carta alrededor de 60 ó 61 E.C., un año o más después de su primera visita a Roma.

1

7 Los dolores experimentados al engendrar a aquellos hijos en Filipos mediante la palabra de verdad, el cariño de los filipenses y la generosidad que mostraron al obsequiar cosas necesarias a Pablo (lo cual él mantuvo presente durante sus muchos viajes y penalidades) y las grandes bendiciones de Jehová sobre el comienzo de la obra misional en Macedonia forjaron en conjunto un fuerte vínculo de amor mutuo entre Pablo y los hermanos filipenses. Ahora el don bondadoso de los filipenses, seguido por la preocupación que mostraron al indagar acerca de Epafrodito y el progreso de las buenas nuevas en Roma, impulsaron a Pablo a escribirles una carta conmovedora y afectuosa para edificarlos y animarlos.

Capítulo 1

it-2 pág. 1074 Superintendente

La congregación no tenía ninguna cantidad fija de superintendentes. Su número dependía de los varones capacitados y reconocidos como “ancianos” que hubiera en una congregación dada. En la congregación de Éfeso había varios de esos superintendentes. De igual manera, al escribir a los cristianos filipenses, Pablo se refiere a los “superintendentes” (Flp 1:1), indicando que eran un cuerpo que combinaba sus esfuerzos para superentender los asuntos de la congregación.

Un examen de las Escrituras Griegas Cristianas indica que los superintendentes, o ancianos, de cualquier congregación tenían la misma autoridad. En sus cartas a las congregaciones, el apóstol Pablo no distingue a ninguno de ellos como el superintendente, ni dirigió ninguna de las cartas a ningún individuo como tal. La carta a los Filipenses se dirigió “a todos los santos en unión con Cristo Jesús que están en Filipos, juntamente con los superintendentes y siervos ministeriales”. (Flp 1:1.) El profesor Manuel Guerra y Gómez observó lo siguiente a este respecto: “Desde luego epíscopos en el protocolo de la epístola a los Filipenses no supone una autoridad monárquica; es más bien un término que nombra a las personas de evidente estructuración plural y colegial encargadas de la dirección y del gobierno en la comunidad cristiana de la ciudad macedónica. A su vez los diáconos, según el significado general de la palabra, son los ayudantes, los ministros de los epíscopos y que por lo mismo estaban al servicio de los creyentes”. (Epíscopos y Presbyteros, Burgos, 1962, pág. 320.)

*** it-2 pág. 234 Lidia ***

rogó a Pablo y a sus compañeros que se quedasen con ella, diciendo: “Si ustedes me han juzgado fiel a Jehová, entren en mi casa y quédense”. Ellos no pudieron rechazar este sincero ofrecimiento de hospitalidad. Lucas, compañero de viaje de Pablo y escritor de Hechos, añade: “Sencillamente nos obligó a aceptar”. (Hch 16:11-15.)

Más tarde, Pablo y Silas fueron de nuevo a la casa de Lidia una vez que se les liberó de la prisión. Allí animaron a los hermanos y luego partieron de Filipos. (Hch 16:36-40.)

Quizás debido en parte a la hospitalidad de Lidia, Pablo escribió a los filipenses: “Siempre doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes en todo ruego mío por todos ustedes, mientras ofrezco mi ruego con gozo, por causa de la contribución que ustedes han hecho a las buenas nuevas desde el primer día hasta este momento”. (Flp 1:3-5.)

*** bt cap. 16 “Pasa a Macedonia y ayúdanos” ***

18. a) ¿Cómo imitan a Pablo los superintendentes cristianos? b) ¿Cómo podemos “defender y establecer legalmente las buenas nuevas”?

18 Hoy, los superintendentes cristianos también enseñan con el ejemplo. Están dispuestos a hacer lo mismo que esperan de sus hermanos. Además, todos los cristianos, al igual que Pablo, evaluamos con cuidado la forma y el momento en que utilizaremos nuestros derechos legales para recibir protección. Cuando es necesario, recurrimos a los tribunales locales, nacionales e incluso internacionales para conseguir el amparo jurídico que nos permita seguir adorando a Dios. Pero nuestra aspiración no es realizar reformas sociales, sino, más bien, “defender y establecer legalmente las buenas nuevas”, tal como indicó el apóstol a la congregación de Filipos unos diez años después de su encarcelamiento en esa ciudad (Fili. 1:7). Y sea que nuestras gestiones tengan éxito o no, estamos decididos, como Pablo y sus compañeros, a “declararles las buenas nuevas” a todas las personas en cualquier lugar al que nos dirija el espíritu santo (Hech. 16:10).

*** w97 15/3 Inclinemos el corazón al discernimiento

19. a) ¿Cuál fue la esencia de la oración de Pablo a favor de los filipenses? b) ¿Cómo puede ayudarnos el discernimiento si no entendemos algo bien?

19 El discernimiento espiritual nos ayuda a permanecer leales a Dios y a su pueblo. Pablo dijo a los cristianos de Filipo: “Esto es lo que continúo orando: que el amor de ustedes abunde todavía más y más con conocimiento exacto y pleno discernimiento; para que se aseguren de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no hagan tropezar a otros hasta el día de Cristo”. (Filipenses 1:9, 10.) A fin de razonar correctamente, necesitamos “conocimiento exacto y pleno discernimiento”. La palabra griega que se traduce en este texto “discernimiento” denota “percepción moral sensible”. Cuando aprendemos algo, debemos percibir su relación con Dios y Cristo, y meditar sobre cómo magnifica la personalidad y las provisiones de Jehová. Esto potencia nuestro discernimiento y aprecio por lo que Jehová Dios y Jesucristo han hecho por nosotros. Si no entendemos algo completamente, el discernimiento nos ayudará a comprender que no debemos abandonar nuestra fe en todas las verdades importantes que hemos aprendido sobre Dios, Cristo y el propósito divino.

*** w08 15/11 Veamos el cuidado de la salud como lo ve Jehová ***

8. ¿A qué puede llevarnos la inquietud excesiva por las cuestiones de salud?

9. ¿Cuál es una de las cosas más importantes que hay, y por qué?

8 Incluso podríamos llegar al punto de darle más importancia a nuestra salud que a los asuntos espirituales. Además, la inquietud excesiva por estas cuestiones podría hacer que intentáramos imponer en otras personas nuestra opinión sobre determinados

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tratamientos, dietas o complementos alimenticios. No obstante, observemos el principio que se desprende de estas palabras de Pablo: “[Asegúrense] de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no hagan tropezar a otros hasta el día de Cristo” (Fili. 1:10).

¿Qué es lo más importante?9 Quienes se han asegurado de las cosas más

importantes participan de lleno en la labor de curación espiritual que se lleva a cabo hoy día. Esta labor, que se realiza mediante la predicación de las buenas nuevas y la enseñanza de la Palabra de Dios, nos beneficia a nosotros y a quienes enseñamos (Pro. 17:22; 1 Tim. 4:15, 16). En ocasiones, las revistas La Atalaya y ¡Despertad! incluyen experiencias de hermanos que padecen enfermedades graves. Muchos de ellos han visto que, para no pensar demasiado en sus problemas, lo mejor es concentrarse en ayudar a la gente a conocer a Jehová y sus maravillosas promesas.

*** w07 15/4 Alabemos a Jehová en la congregación

18, 19. ¿Cuál es el deseo de los cristianos devotos de todas las congregaciones?

18 Recordemos que el apóstol Pablo dirigió la siguiente exhortación a los cristianos de la congregación macedonia de Filipos: “Esto es lo que continúo orando: que [...] estén llenos de fruto justo, que es mediante Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios”. Eso supondría hablar de su fe en Jesús y de su maravillosa esperanza a personas que no formaran parte de la congregación (Filipenses 1:9-11; 3:8-11). Por consiguiente, Pablo animó a sus hermanos: “Mediante él [Jesús] ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre” (Hebreos 13:15).

19 ¿Se deleita usted alabando a Dios “en medio de la congregación”, como hizo Jesús, y glorificando con sus labios a Jehová ante quienes aún no lo conocen ni lo adoran? (Hebreos 2:12; Romanos 15:9-11.) Hasta cierto punto, la respuesta dependerá del concepto que tengamos sobre el papel que cumple en el propósito de Dios la congregación a la que pertenecemos. En el siguiente artículo veremos cómo Jehová dirige y utiliza las congregaciones y cuál es su función en nuestra vida.

*** it-1 pág. 467 César ***

Al parecer, Pablo escribió su carta a los Filipenses durante su primer encarcelamiento en Roma (c. 60-61 E.C.). En la conclusión de esta carta, Pablo transmite saludos de los hermanos de Roma y “especialmente [de] los de la casa de César”. (Flp 4:21, 22.) La expresión “la casa de César” no se refiere necesariamente a la familia inmediata de Nerón, quien gobernaba para ese entonces, sino que podía aludir a quienes formaban parte de la administración pública, esclavos del César y funcionarios de segundo orden. No se especifica si estos cristianos de la casa de César fueron fruto de la predicación de Pablo. Si estaba detenido en un lugar próximo adonde se encontraba la guardia pretoriana (Flp 1:13), se hallaba en las inmediaciones del palacio de Nerón y, por lo tanto, cerca de muchos miembros de la casa de César, a los que pudo haber predicado. (Hch 28:16, 30, 31.) Prescindiendo de cómo entrara en contacto con estos cristianos de la casa de César, es obvio que ellos tenían un interés especial en los

hermanos de Filipos. Como esta ciudad era una colonia romana donde había muchos soldados retirados y funcionarios estatales, es posible que muchos cristianos tuviesen allí parientes o fuesen amigos de aquellos a quienes Pablo transmitía saludos.

*** w91 1/10 págs. 20-21 ¿Cuál es la clave del cristianismo verdadero? ***

Un motivo correcto

Sí, el amor hace que los cristianos sean como el Dios a quien adoran. Eso significa que los motivos de ellos son como los de Dios. Sobre todo, ¿qué impulsó a Jehová Dios a enviar a Jesús a la Tierra para darnos la oportunidad de alcanzar vida eterna? El amor. “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16.) Entonces, ¿cuál debe ser nuestro motivo al hacer la voluntad de Dios? Por supuesto, el amor. “Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos.” (1 Juan 5:3.)

¿Es posible servir a Dios con motivo incorrecto? Sí. Pablo mencionó que algunas personas de su día servían por envidia y rivalidad. (Filipenses 1:15-17.) Eso pudiera sucedernos a nosotros. Este mundo hace mucho hincapié en la competencia, y ese espíritu puede afectarnos. Puede que uno se enorgullezca porque piensa que es mejor orador público que otros o porque distribuye más literatura que otros. Puede que comparemos nuestros privilegios de servicio con los de otra persona y nos demos demasiada importancia... o que cedamos a la envidia. Pudiera ser que un anciano sienta celos por su posición de autoridad hasta el grado de estorbar el progreso de un hombre más joven que tenga buenas aptitudes. El deseo de adquirir ganancia personal pudiera llevarnos a cultivar la amistad de cristianos más acaudalados y a pasar por alto a los más pobres.

Eso puede suceder porque somos imperfectos. Sin embargo, si —como Jehová— hacemos del amor nuestro motivo principal, lucharemos contra esas tendencias. El egoísmo, el deseo de glorificarnos a nosotros mismos, o el orgullo presuntuoso pueden hacer que perdamos el amor, de modo que ‘no derivemos absolutamente ningún provecho’. (Proverbios 11:2; 1 Corintios 13:3.)

*** it-1 pág. 546 Contienda ***

En el siglo I E.C. el apóstol Pablo tuvo que tratar con personas dadas a la contienda. Algunos estaban declarando las buenas nuevas debido a un espíritu de contradicción, probablemente con el propósito de darse importancia y socavar la autoridad e influencia de Pablo. No obstante, él no permitió que esta actitud le robase la felicidad que le proporcionaba saber que se estaba dando publicidad a Cristo. (Flp 1:15-18.)

*** w95 1/3 pág. 30 Un dilema teológico ***

En Filipenses 1:21, 23, Pablo dice: “En mi caso el vivir es Cristo, y el morir, ganancia. Estas dos cosas me tienen en premura; pero lo que sí deseo es la liberación y el estar con Cristo, porque esto, de seguro, es mucho mejor”. ¿Hace referencia Pablo en este versículo a un “estado intermedio”? Eso piensan algunas personas. Sin embargo, Pablo dice que le tenían en premura dos

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posibilidades: la vida o la muerte, y menciona una tercera posibilidad al añadir: “Pero lo que sí deseo es la liberación y el estar con Cristo”. ¿Se refiere a una “liberación” para estar con Cristo inmediatamente después de la muerte? Pues bien, como ya hemos visto, Pablo creía que se resucitaría a los fieles cristianos ungidos durante la presencia de Cristo. Por lo tanto, debe haber estado hablando de los sucesos de ese período.

*** w08 15/8 pág. 28 Puntos sobresalientes de las cartas a los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses y a los Colosenses ***

1:23 y nota. ¿Qué “dos cosas” tenían a Pablo perplejo, y qué “liberación” deseaba? Debido a las circunstancias en las que se encontraba, Pablo se sentía perplejo porque tenía dos posibilidades ante sí: vivir o morir (Fili. 1:21). Aunque no dice cuál de ellas escogería, sí expresa lo que realmente deseaba: “la liberación y el estar con Cristo” (Fili. 3:20, 21; 1 Tes. 4:16). Dicha “liberación”, que ocurriría durante la presencia de Cristo, le permitiría a Pablo recibir el galardón que Jehová había preparado para él (Mat. 24:3).

*** w10 15/9 La unidad identifica a la religión verdadera ***

9. ¿Cómo fortalece nuestra unidad la comisión que nos ha dado Dios?

9 Los superintendentes cristianos también contribuyen a la unidad. ¿De qué modo? Encabezando la obra de evangelizar. El espíritu de hermandad que une a quienes servimos juntos a Dios es mucho más fuerte que el de las personas del mundo que se reúnen por motivos sociales. La congregación no es un club adonde se va a pasar el rato, sino una organización fundada con el fin de honrar a Jehová y llevar a cabo una comisión: predicar las buenas nuevas, hacer discípulos y fortalecer a los cristianos (Rom. 1:11, 12; 1 Tes. 5:11; Heb. 10:24, 25). Por eso, el apóstol Pablo pudo decir lo siguiente de sus hermanos: “Ustedes [...] están firmes en un mismo espíritu, esforzándose lado a lado con una misma alma por la fe de las buenas nuevas” (Fili. 1:27).

*** it-1 pág. 493 Ciudadano, ciudadanía ***

En la misma carta exhortó a sus compañeros creyentes a ‘portarse de una manera digna de las buenas nuevas’. El significado literal de la palabra griega traducida ‘portarse’ (po·li·téu·o·mai) es “comportarse como ciudadano”. (Flp 1:27, nota.)

Capítulo 2

*** w86 15/1 pág. 18 Recobre el poder; no se canse

Es interesante notar que la palabra para ánimo usada en Filipenses 2:1 y Hebreos 6:18 viene del verbo griego que significa “ejercer una leve influencia con palabras” o “hablar a alguien de una manera positiva y benévola”.

*** cf cap. 3 “Soy [...] humilde de corazón” ***

20. ¿Cómo podemos saber si somos humildes?

¿Seguiremos el modelo de Jesús?

20 Pablo nos exhorta: “Mantengan en ustedes esta actitud mental que también hubo en Cristo Jesús” (Filipenses 2:5). Como Jesús, tenemos que ser humildes. Ahora, ¿cómo sabemos si la humildad está arraigada en nuestro corazón? Pues bien, Pablo nos recuerda que no “ha[gamos] nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con humildad mental que los demás son superiores” (Filipenses 2:3). Por lo tanto, la clave es cómo vemos a los demás en relación con nosotros. Tenemos que considerarlos superiores, o más importantes. ¿Seguiremos ese consejo?

*** w04 15/12 ¿Aceptamos la ayuda de Jehová? ***

21, 22. a) ¿Qué resultado se produce cuando los cristianos de la congregación siguen el consejo de Filipenses 2:4? b) ¿Por qué son importantes hasta las más pequeñas muestras de bondad?

21 Sea o no superintendente, el cristiano fiel no puede vigilar “con interés personal solo sus propios asuntos, sino también [...] los de los demás” (Filipenses 2:4). Cuando los miembros de la congregación siguen este consejo inspirado, se producen bellas muestras de bondad. Por ejemplo, a cierta familia le sobrevino una tragedia múltiple. Cuando el padre y su hija pequeña regresaban del supermercado, tuvieron un accidente automovilístico en el que ella perdió la vida y él quedó muy malherido. Al salir del hospital, se encontraba tan maltrecho que apenas se valía por sí mismo. Su esposa, muy abatida, no podía atenderlo. De modo que un matrimonio de la congregación acogió en su hogar a esta apenada pareja y la cuidó durante varias semanas.

22 De más está decir que los actos de bondad no siempre se demuestran en circunstancias tan penosas ni exigen tantos sacrificios. A veces nos beneficiamos de ellos en escala mucho menor. Pero de cualquier forma, ¿no es verdad que los agradecemos, por pequeños que sean? ¿Recordamos ocasiones en que las amables palabras o las buenas acciones de nuestros hermanos fueron justo lo que necesitábamos? Pues este es un medio del que Jehová suele valerse para cuidarnos (Proverbios 17:17; 18:24).

*** w08 15/8 pág. 28 Puntos sobresalientes de las cartas a los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses y a los Colosenses ***

2:5-11. El ejemplo de Jesús demuestra que la humildad no es señal de debilidad, sino de fortaleza moral. Además, Jehová ensalza a los humildes (Pro. 22:4).

*** rs pág. 412-pág. 413 Trinidad ***

Filipenses 2:5, 6:

VV (1934) dice: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual á Dios”. (Scío tiene la misma fraseología. VM dice: “no estimó el ser igual a Dios como cosa a que debía aferrarse”.) Sin embargo, en NM la parte final de este pasaje dice: “quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a un arrebatamiento [griego: har·pag·mon′], a saber, que debiera ser igual a Dios”. (NC, EH (1964), Str, FF transmiten la misma idea.)

4

¿Cuál idea concuerda con el contexto? El versículo 5 aconseja a los cristianos que imiten a Cristo en el asunto que se está considerando. ¿Pudiera instárseles a no pensar que fuera una “usurpación”, sino su derecho, ‘ser iguales a Dios’? ¡Por supuesto que no! Sin embargo, pueden imitar al que “no dio consideración a un arrebatamiento, a saber, que debiera ser igual a Dios”. (Compárese con Génesis 3:5.) Una traducción de esa índole también está de acuerdo con Jesucristo mismo, quien dijo: “El Padre es mayor que yo”. (Juan 14:28.)

The Expositor’s Greek Testament dice: “No podemos hallar ningún pasaje en el que [har·pa′zo] o alguna de sus formas derivadas [incluso har·pag·mon′] tenga el sentido de ‘mantener en posesión’ o ‘retener’. Parece que significa, de manera invariable, ‘apoderarse de’, ‘arrebatar violentamente’. Por consiguiente, no es permisible deslizarse del verdadero sentido de ‘intento de agarrar’ a uno que es totalmente diferente: ‘adherirse a’” (Grand Rapids, Michigan; 1967, edición dirigida por W. Robertson Nicoll, tomo III, págs. 436, 437).

*** w87 15/2 Las dos insuperables expresiones del amor ***

12, 13. a) ¿De qué manera fue singular la expresión de amor de Jesús? b) ¿Cómo llama atención Pablo al gran amor de Jesús?

La segunda de las mayores expresiones del amor12 Ahora usted quizás pregunte: ‘¿Cuál fue la

segunda de las mayores expresiones del amor?’. Jesucristo dijo: “Nadie tiene mayor amor que éste: que alguien entregue su alma a favor de sus amigos”. (Juan 15:13.) Es verdad que en la historia de la humanidad ha habido personas que han sacrificado su vida por otras. Pero la vida de las que hicieron esto era solo una vida limitada; tarde o temprano habrían muerto, de todos modos. Sin embargo, Jesucristo era un humano perfecto que tenía derecho a la vida. No estaba encaminado a la muerte heredada como lo estaba y lo está todo el resto de la humanidad; y nadie pudiera haberle quitado la vida por la fuerza a Jesús sin que él lo permitiera. (Juan 10:18; Hebreos 7:26.) Recuerde sus palabras: “¿ [...] crees que no puedo apelar a mi Padre para que me suministre en este momento más de doce legiones de ángeles?”. (Mateo 26:53; Juan 10:17, 18.)

13 Algo que contribuye también a que apreciemos el amor implicado en lo que Jesús hizo es la consideración del siguiente aspecto: Él había dejado una gloriosa existencia como criatura espiritual en los cielos, donde había vivido como compañero íntimo y colaborador del Soberano universal y Rey de la eternidad. Con todo, por amor altruista, Jesús hizo lo que nos dice el apóstol Pablo: “Aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a un arrebatamiento, a saber, que debiera ser igual a Dios. No; antes bien, se despojó a sí mismo y tomó la forma de un esclavo y llegó a estar en la semejanza de los hombres. Más que eso, al hallarse a manera de hombre, se humilló y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento”. (Filipenses 2:6-8.)

*** cf cap. 3 págs. 32-33 párrs. 18-19 “Soy [...] humilde de corazón” ***

18 Jesús destacó por qué lo había hecho al decirles: “Yo les he puesto el modelo” (Juan 13:15). ¿Les llegó por fin la lección al corazón? Bueno, esa misma noche volvieron a discutir sobre quién era el más importante (Lucas 22:24-27). Pese a todo, Cristo no perdió la paciencia con ellos, sino que les recalcó una vez más que fueran humildes. Luego les dio la lección más impresionante de toda su vida humana: “Se humilló y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento” (Filipenses 2:8). En efecto, se sometió voluntariamente a una muerte humillante, condenado sin razón como delincuente y blasfemo. De este modo, el Hijo de Dios demostró que era incomparable, pues de todas las criaturas que Jehová había creado, fue la que dio la mayor prueba, perfecta en todo sentido, de humildad.

19 Es probable que fuera esta lección de humildad —la lección definitiva que dio Jesús como hombre— la que grabara este punto de forma imborrable en el corazón de sus apóstoles fieles. La Biblia relata que estos hombres realizaron su servicio con toda humildad durante años y hasta décadas. ¿Qué puede decirse de nosotros?

*** w08 1/2 pág. 13 ¿Por qué orar en el nombre de Jesús? ***

Al orar en su nombre, honramos a Jesús mismo. Esto es muy apropiado, pues es la voluntad de Jehová que “en el nombre de Jesús se doble toda rodilla [...], y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre” (Filipenses 2:10, 11). Y, aún más importante, orar en el nombre de Jesús ensalza a Jehová, quien ofreció a su Hijo a favor nuestro (Juan 3:16).

Para que percibamos la importancia del puesto que Jesús ocupa, la Biblia le atribuye varios títulos y nombres. Todos ellos nos ayudan a darnos cuenta de las muchas bendiciones que recibimos gracias a lo que Jesús ha hecho, está haciendo y aún hará por nosotros. (Véase el recuadro “El papel crucial de Jesús”, en la página 14.) En efecto, a Jesús se le ha dado “el nombre que está por encima de todo otro nombre”, es decir, toda autoridad en el cielo y sobre la Tierra (Filipenses 2:9; Mateo 28:18).

*** w94 15/12 pág. 24 ¿Se debe orar a Jesús? ***

Reconocimiento de Jesús en nuestras oraciones

Jesús murió como sacrificio de rescate por la humanidad; Dios lo resucitó y lo ensalzó a un puesto superior. Como se puede imaginar, todo esto produjo un cambio en relación con las oraciones aceptables. ¿De qué forma?

El apóstol Pablo explica la enorme influencia que ejerce en la oración el puesto que ocupa Jesús, al decir: “Por esta misma razón, también, Dios lo ensalzó a un puesto superior y bondadosamente le dio el nombre que está por encima de todo otro nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo y de los que están sobre la tierra y de los que están debajo del suelo, y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor, para la gloria de Dios el Padre”. (Filipenses 2:9-11.)

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¿Implican las palabras “en el nombre de Jesús se doble toda rodilla” que debemos orarle? No. La frase griega que se utiliza aquí “denota el nombre en el que se une toda rodilla que se dobla, mediante el cual todos rinden adoración unidos (πᾶν γόνυ). El nombre que ha recibido Jesús impulsa a todos a la adoración unida”. (A Grammar of the Idiom of the New Testament, de G. B. Winer.) En efecto, para que una oración sea aceptable, debe presentarse “en el nombre de Jesús”, pero ha de dirigirse a Jehová Dios y sirve para glorificarlo a él. Por esta razón Pablo dice: “En todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios”. (Filipenses 4:6.)

Tal como todo sendero lleva a un destino, así Jesús es el “camino” que conduce al Dios Todopoderoso. “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”, enseñó Jesús a los apóstoles. (Juan 14:6.) Por esa razón, debemos presentar nuestras oraciones a Dios mediante Jesús y no directamente a Jesús mismo.

*** w98 1/11 Sigamos obrando nuestra propia salvación ***

16. ¿Cómo podemos ‘obrar nuestra propia salvación’ con éxito?

16 Prestemos atención a lo que Pablo escribió: “Por consiguiente, amados míos, [...] sigan obrando su propia salvación con temor y temblor; porque Dios es el que, por causa de su beneplácito, está actuando en ustedes a fin de que haya en ustedes tanto el querer como el actuar” (Filipenses 2:12, 13). La palabra griega original que se traduce por ‘obrar’ significa en este pasaje terminar algo. De modo que ninguno de nosotros está condenado a fracasar o abandonar. Jehová Dios debe confiar en que podemos terminar la obra que nos ha encomendado —la obra que nos lleva a la salvación—, o de otro modo no hubiera inspirado esas palabras. Pero ¿cómo podemos lograrlo? No por nuestras propias fuerzas. Si tuviéramos la fuerza suficiente, no habría necesidad de ‘temer y temblar’. Más bien, Jehová ‘actúa en nosotros’ cuando su espíritu santo obra en nuestra mente y corazón y nos ayuda a ‘querer y actuar’. Con tal ayuda amorosa, ¿hay razón por la que no podamos tomar las decisiones correctas y vivir de acuerdo con ellas? No, no la hay (Lucas 11:13).

*** w08 15/8 pág. 28 Puntos sobresalientes de las cartas a los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses y a los Colosenses ***

2:12, 13. ¿De qué manera nos ayuda Dios a “querer” y a “actuar”? El espíritu santo de Jehová influye en nuestra mente y corazón y nos motiva a esforzarnos al máximo en su servicio. De modo que contamos con la ayuda de Dios para ‘obrar nuestra propia salvación’.

*** w02 15/11 págs. 16-17 Sigamos sirviendo hombro a hombro ***

Evitemos la murmuración8 Para mantener la unidad y seguir contando con el

favor divino, hemos de atender el consejo de Pablo: “Sigan haciendo todas las cosas libres de murmuraciones” (Filipenses 2:14, 15). Una vez liberados del yugo egipcio, los israelitas infieles murmuraron de Moisés y Aarón y, por extensión, de Jehová Dios. Por tal razón, ningún hombre de los que

entonces tenían 20 años o más, a excepción de los fieles Josué y Caleb y los levitas, entró en la Tierra Prometida, sino que todos murieron durante el viaje de cuarenta años que emprendió Israel por el desierto (Números 14:2, 3, 26-30; 1 Corintios 10:10). ¡Qué altísimo precio pagaron por murmurar!

9 Este caso ejemplifica lo que puede ocurrirle a toda una nación de murmuradores. Pero ¿y a los que critican a título personal? Pues bien, Míriam, la hermana de Moisés, y su hermano Aarón dijeron lo siguiente: “¿Es simplemente por Moisés solo por quien Jehová ha hablado? ¿No ha hablado también por nosotros?”. “Y Jehová estaba escuchando”, añade el relato (Números 12:1, 2). ¿Cuál fue el desenlace? Dios humilló a Míriam —quien, al parecer, había tomado la iniciativa en esta queja— hiriéndola de lepra y confinándola fuera del campamento por siete días hasta que quedara limpia (Números 12:9-15).

10 Murmurar no es simplemente quejarse una vez de algo mal hecho. Quienes murmuran de continuo atribuyen demasiada importancia a sus sentimientos o posición, por lo que atraen la atención sobre sí mismos en vez de dirigirla a Dios. De no controlarla, tal situación causa desacuerdos entre los hermanos y estorba su empeño por servir a Jehová hombro a hombro. Y esto es cierto, pues quienes murmuran airean siempre sus quejas, con la esperanza de que otros les den la razón.

11 Por ejemplo, alguien tal vez critique la manera como discursa o atiende sus obligaciones cierto anciano de la congregación. Si escuchamos a la persona que se queja, quizá empecemos a pensar como ella. Antes de sembrarse en nosotros la semilla del descontento no nos molestaba la actuación del anciano, pero ahora sí. Finalmente, nada de lo que este haga nos parecerá bien, y entonces es posible que también nos quejemos de él. Este tipo de conducta no tiene cabida en la congregación del pueblo de Jehová.

12 Murmurar de hombres cuyo deber es pastorear el rebaño de Dios quizá nos lleve a la injuria. Criticarlos o calumniarlos invocando el mal sobre ellos puede perjudicar nuestra relación con Jehová (Éxodo 22:28). Los injuriadores que no se arrepientan no heredarán el Reino de Dios (1 Corintios 5:11; 6:10). El discípulo Judas dijo que estos murmuradores estaban “desatendiendo el señorío y hablando injuriosamente de los gloriosos”, es decir, de los hombres responsables de la congregación (Judas 8). Dado que aquellos murmuradores no contaron con la aprobación divina, hacemos bien en no seguir su malvado proceder.

13 Cierto es que no todas las quejas desagradan a Dios. De hecho, él no pasó por alto “el clamor de queja” acerca de Sodoma y Gomorra, sino que destruyó a estas impías ciudades (Génesis 18:20, 21; 19:24, 25). En Jerusalén, poco después del Pentecostés del año 33 E.C., “se suscitó una murmuración de parte de los judíos de habla griega contra los judíos de habla hebrea, porque a sus viudas se las pasaba por alto en la distribución diaria”. Por consiguiente, “los doce” corrigieron la situación nombrando “siete varones acreditados” sobre aquel “asunto necesario” de la distribución de alimentos (Hechos 6:1-6). Los ancianos de la actualidad no deben ‘tapar sus oídos’ a las quejas legítimas (Proverbios 21:13). Y en vez de criticar a sus hermanos en la fe, han de ser animadores y edificantes (1 Corintios 8:1).

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14 Todos nosotros tenemos que evitar la murmuración, pues el espíritu de queja nos perjudica en sentido espiritual. Manifestar una actitud quejumbrosa perturbaría nuestra unidad. En vez de eso, permitamos que el espíritu santo nos haga abundar en amor (Gálatas 5:22). Atenernos a ‘la ley real del amor’ nos ayudará a seguir sirviendo a Jehová hombro a hombro (Santiago 2:8; 1 Corintios 13:4-8; 1 Pedro 4:8).

*** w07 15/3 pág. 14 La luz es maravillosa ***

Pensemos también en cómo recompensa Dios nuestros esfuerzos por cumplir con la comisión que nos ha dado. No hay nada que pueda asemejarse al privilegio de ser “iluminadores en el mundo”. Al reflejar la luz de la Palabra de Dios mediante nuestra manera de hablar y actuar, prestamos un servicio vital a las personas de buen corazón (Filipenses 2:15). Y nos sentimos contentos cuando predicamos y enseñamos con entusiasmo porque sabemos que ‘Dios no es injusto para olvidar nuestra obra y el amor que mostramos para con su nombre’ (Hebreos 6:10).

*** w00 15/11 pág. 12 párr. 10 Los cristianos somos felices al prestar servicio ***

10 Pablo hizo mención de otro servicio público cuando escribió: “Aun si yo estoy siendo derramado como libación sobre el sacrificio y servicio público a los cuales los ha conducido la fe, me alegro y me regocijo con todos ustedes” (Filipenses 2:17). Sus arduas labores a favor de los filipenses constituían un servicio público desempeñado con amor y diligencia. Hoy también existe un servicio público semejante, realizado especialmente por los cristianos ungidos, quienes forman “el esclavo fiel y discreto”, que brinda a su debido tiempo el alimento espiritual (Mateo 24:45-47). Son además, como colectividad, “un sacerdocio santo” encargado de “ofrecer sacrificios espirituales aceptos a Dios mediante Jesucristo” y declarar “en público las excelencias de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa” (1 Pedro 2:5, 9). Como Pablo, se regocijan por tener tales privilegios, aunque impliquen ‘derramarse’ en el cumplimiento de sus deberes. Y sus compañeros de las “otras ovejas” se les unen y los apoyan en la obra de anunciar a la humanidad quién es Jehová y cuáles son sus propósitos (Juan 10:16; Mateo 24:14). ¡Qué grandioso servicio es este y cuánto alborozo les produce! (Salmo 107:21, 22.)

*** w99 15/9 págs. 30-31 Timoteo: “un hijo genuino en la fe” ***

Datos sobre la personalidad de Timoteo

Timoteo estaba con Pablo en Roma cuando el apóstol, encarcelado, escribió lo siguiente a los cristianos perseguidos de Filipos: “Espero en el Señor Jesús enviarles dentro de poco a Timoteo, para que yo sea un alma alegre cuando llegue a saber de las cosas que tienen que ver con ustedes. Porque no tengo a ningún otro de disposición como la de él, que genuinamente cuide de las cosas que tienen que ver con ustedes. Porque todos los demás buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús. Pero ustedes saben la prueba que él dio de sí mismo, que, cual hijo con su padre, sirvió como esclavo conmigo en el

adelanto de las buenas nuevas” (Filipenses 1:1, 13, 28-30; 2:19-22).

Esas palabras ponen de relieve el interés de Timoteo en sus compañeros cristianos. A menos que se haya ido en barco, tuvo que viajar a pie cuarenta días desde Roma hasta Filipos, con un recorrido corto a través del mar Adriático, y luego viajar otros cuarenta días de regreso a Roma. Timoteo estaba dispuesto a hacerlo para servir a sus hermanos.

Aunque Timoteo viajó mucho, a veces no estaba bien de salud. Parece que tenía un problema estomacal y sufría “frecuentes casos de enfermedad” (1 Timoteo 5:23). No obstante, se esforzó por causa de las buenas nuevas. Con razón Pablo tenía una relación tan estrecha con él.

*** w10 15/6 págs. 12-13 Sigamos edificándonos unos a otros ***

“Hablen confortadoramente a las almas abatidas”10 Durante su estancia en Roma como prisionero a

causa de su fe, Pablo recibió la visita de Epafrodito, quien había realizado un largo y fatigoso viaje desde Filipos como representante de su congregación. Tenía la misión de entregarle al apóstol una ayuda económica y además quería quedarse junto a él un tiempo para aliviar sus dificultades. El problema fue que, al llegar a Roma, cayó enfermo y estuvo “casi a punto de morir”. Creyendo que había fracasado, se hundió en la depresión (Fili. 2:25-27).

11 Hoy muchos sufren depresión por diversas causas. Según la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 5 personas la padecerá en algún momento de la vida. Y los siervos de Jehová no somos inmunes a este mal. Es posible que nos desanimen factores como los problemas para mantener a la familia, la mala salud y los errores cometidos. En el caso de Epafrodito, ¿cómo podían los filipenses infundirle aliento? Siguiendo la recomendación que les hizo Pablo: “Denle la acostumbrada acogida en el Señor con todo gozo; y sigan teniendo aprecio a hombres de esa clase, porque a causa de la obra del Señor llegó a estar muy próximo a la muerte, al exponer su alma al peligro, para compensar de lleno la ausencia de ustedes aquí para prestarme servicio personal” (Fili. 2:29, 30).

12 Nosotros también debemos consolar a los hermanos que están desanimados o deprimidos. Seguramente encontraremos algo positivo que decirles sobre su servicio a Jehová. Quizás hayan hecho grandes cambios a fin de bautizarse o para emprender el ministerio de tiempo completo. Podemos recalcarles que tanto nosotros como Jehová valoramos mucho sus esfuerzos. Y aunque algunos cristianos ya no hagan tanto por culpa de la edad o la salud, siguen mereciendo todo nuestro respeto por sus años de servicio fiel. Sin importar cuál sea la situación implicada, todos debemos seguir siempre esta exhortación de Jehová: “Hablen confortadoramente a las almas abatidas, den su apoyo a los débiles, tengan gran paciencia para con todos” (1 Tes. 5:14).

*** w96 15/8 págs. 28-29 Epafrodito, el enviado de los filipenses ***

¿Con qué espíritu partió Epafrodito? Su encargo consistía en rendir un “servicio personal”, o lei·tour·gí·a,

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a Pablo. (Filipenses 2:30.) El significado originario de esta voz griega era el de prestación de un servicio voluntario al Estado. Más tarde, el concepto se amplió al servicio que el Estado imponía a los ciudadanos particularmente cualificados para ello. Un erudito comenta lo siguiente sobre el uso de este término en las Escrituras Griegas: “El cristiano es el hombre que trabaja para Dios y para los hombres; primero, porque lo desea de todo corazón, y, segundo, porque es compelido por el amor de Cristo, que lo constriñe”. En efecto. Epafrodito manifestó un excelente espíritu.

‘Expuso su alma al peligro’

Valiéndose de una palabra tomada de la jerga del juego, Pablo dice que Epafrodito ‘expuso [pa·ra·bo·leu·sá·me·nos] su alma al peligro’, o, literalmente, “se jugó” la vida por el servicio de Cristo. (Filipenses 2:30.) No debemos creer que cometió alguna insensatez, sino, más bien, que la ejecución de su servicio sagrado entrañaba cierto riesgo. ¿Intentó, a lo mejor, efectuar su misión de socorro durante una estación rigurosa del año? ¿Perseveró en su empeño por completar el viaje después de haber enfermado en alguna etapa del camino? Sea como fuere, Epafrodito “estuvo enfermo casi a punto de morir”. Posiblemente se esperaba que permaneciera al lado de Pablo para atenderlo, y de ahí que el apóstol quisiera excusar su prematuro regreso. (Filipenses 2:27.)

A pesar de todo, Epafrodito fue un hombre valeroso que estuvo dispuesto a exponer la vida altruistamente por socorrer a los necesitados.

Preguntémonos: ¿Hasta qué punto me aprestaría yo a sacrificarme por asistir a mis hermanos espirituales que se encuentran en circunstancias difíciles? Tal espíritu dispuesto no es opcional para el cristiano, pues Jesús dijo: “Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros”. (Juan 13:34.) Epafrodito realizó su servicio ‘casi al punto de la muerte’, por lo que fue un ejemplo de alguien que tuvo la “actitud mental” que Pablo recomendó a los filipenses. (Filipenses 2:5, 8, 30, Kingdom Interlinear.) ¿Estamos dispuestos a llegar hasta ese extremo?

Capítulo 3*** w01 1/4 pág. 5 Las bendiciones del Reino están a su alcance ***Las bendiciones del Reino están a su alcance

PABLO, el apóstol cristiano, dominaba varios de los idiomas principales de su época, había cursado el equivalente a estudios universitarios y disfrutaba de todos los derechos y ventajas de la ciudadanía romana (Hechos 21:37-40; 22:3, 28). Semejantes referencias le abrían la puerta a la fama y a la riqueza. Sin embargo, confesó: “Cuantas cosas eran para mí ganancias, estas las he considerado pérdida a causa del Cristo [...] y las considero como un montón de basura, a fin de ganar a Cristo” (Filipenses 3:7, 8). ¿Por qué hizo tal afirmación?

Anteriormente conocido como Saulo de Tarso y perseguidor de los que ‘pertenecían al Camino’, Pablo abrazó el cristianismo tras contemplar en visión al resucitado y glorificado Jesús (Hechos 9:1-19). La experiencia que vivió en dirección a Damasco lo convenció sin sombra de duda de que Jesús era el Mesías o Cristo prometido, el futuro gobernante del

Reino. Aquel incidente provocó un cambio radical en su vida, como lo indica el contundente comentario antes citado. En otras palabras, Pablo fue un hombre sincero que se arrepintió de su mal proceder (Gálatas 1:13-16).

*** w12 15/3 No mire “a las cosas que deja atrás” ***

12. ¿Cómo consideraba Pablo todo lo que había dejado atrás?

13, 14. ¿Cómo podemos imitar el ejemplo del apóstol Pablo?

12 El apóstol Pablo dejó atrás muchas oportunidades cuando se hizo cristiano (Fili. 3:4-6). ¿Alguna vez se arrepintió de haberlo hecho? Él mismo responde: “Cuantas cosas eran para mí ganancias, estas las he considerado pérdida a causa del Cristo. Pues [...] considero también que todas las cosas son pérdida a causa del sobresaliente valor del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor. Por motivo de él he sufrido la pérdida de todas las cosas y las considero como un montón de basura, a fin de ganar a Cristo” (Fili. 3:7, 8). Tal como nadie añora una bolsa de basura que ha tirado al contenedor, Pablo nunca se arrepintió de haber desechado lo que el mundo le ofrecía. Para él, ya no tenía ningún valor.

13 Si notamos que estamos empezando a pensar demasiado en oportunidades “desaprovechadas”, haríamos bien en imitar a Pablo. ¿Cómo? Apreciando lo que ahora tenemos. Ciertamente, nuestra relación con Jehová y nuestro historial de fidelidad tienen un valor incalculable (Heb. 6:10). Además, lo que este mundo pueda ofrecernos no tiene ni punto de comparación con el inmenso valor de las bendiciones espirituales de que disfrutamos hoy y las que llegarán en el futuro (léase Marcos 10:28-30).

14 ¿Cómo podemos seguir fielmente adelante? Unos versículos después, el propio Pablo explicó cómo lo lograba él: “Olvidando las cosas que quedan atrás, y extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá” (Fili. 3:13). El apóstol destacó dos pasos que son imprescindibles. Primero, olvidar las cosas que dejamos atrás, en lugar de malgastar nuestro valioso tiempo y energías preocupándonos en exceso por el pasado. Y segundo, “extendernos” hacia adelante para alcanzar nuestro objetivo, como si fuéramos atletas que están cruzando la línea de llegada.*** w06 15/2 Se reúnen las cosas en los cielos y las cosas en la Tierra ***

8. ¿Qué indican los ungidos cuando participan del pan? (Véase el recuadro de la pág. 23.)

8 Los ungidos participan de los sufrimientos de Cristo y están dispuestos a sufrir una muerte como la suya. Pablo, uno de los miembros de este grupo, afirmó que estaba preparado para sacrificarlo todo con tal de “ganar a Cristo a fin de conocerlo a él y el poder de su resurrección y una participación en sus sufrimientos”. Como vemos, Pablo estaba listo para someterse “a una muerte como la de él” (Filipenses 3:8, 10). Muchos cristianos ungidos han padecido en sus cuerpos carnales “el tratamiento mortífero que se dio a Jesús” (2 Corintios 4:10).

[Recuadro de la página 23]El “cuerpo del Cristo”

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En 1 Corintios 10:16, 17, hablando de la singular importancia que tiene el pan para los hermanos de Cristo ungidos por espíritu, Pablo usó la palabra “cuerpo” en un sentido especial. Dijo: “El pan que partimos, ¿no es un participar del cuerpo del Cristo? Porque hay un solo pan, nosotros, aunque muchos, somos un solo cuerpo, porque todos participamos de ese solo pan”. Cuando estos cristianos participan del pan de la Conmemoración, declaran su unidad dentro de la congregación de los ungidos, que es como un cuerpo con Cristo como Cabeza (Mateo 23:10; 1 Corintios 12:12, 13, 18).

*** pe cap. 20 Resurrección... ¿para quiénes, y dónde? ***

21. (a) ¿Cuándo empieza la “primera resurrección”? (b) ¿Quiénes, indudablemente, ya han sido resucitados a la vida celestial?

21 Por eso, los que siguen en orden para ser resucitados después de la resurrección de Cristo son los 144.000. Ellos tienen parte en “la primera resurrección,” o “la resurrección más temprana.” (Filipenses 3:11) ¿Cuándo sucede esto? “Durante su presencia,” dice la Biblia. Como hemos aprendido en capítulos anteriores, la presencia de Cristo empezó en el año 1914. Así que ya ha venido el “día” para “la primera resurrección” de cristianos fieles al cielo. Indudablemente los apóstoles y otros cristianos primitivos ya han sido levantados a la vida celestial.—2 Timoteo 4:8.*** w12 15/3 pág. 28 párr. 14 No mire “a las cosas que deja atrás” ***

14 ¿Cómo podemos seguir fielmente adelante? Unos versículos después, el propio Pablo explicó cómo lo lograba él: “Olvidando las cosas que quedan atrás, y extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá” (Fili. 3:13). El apóstol destacó dos pasos que son imprescindibles. Primero, olvidar las cosas que dejamos atrás, en lugar de malgastar nuestro valioso tiempo y energías preocupándonos en exceso por el pasado. Y segundo, “extendernos” hacia adelante para alcanzar nuestro objetivo, como si fuéramos atletas que están cruzando la línea de llegada.

*** w90 15/11 pág. 25 ¡Sigamos adalente hacia la meta! ***

Hacia la meta: “Olvidando las cosas que quedan atrás, y extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá —escribió Pablo—, prosigo hacia la meta para el premio de la llamada hacia arriba por Dios mediante Cristo Jesús”. (Filipenses 3:13, 14.) El apóstol estaba esforzándose vigorosamente como un corredor en una carrera. No perdía tiempo ni esfuerzo mirando atrás, sino que seguía adelante hacia su objetivo... como un corredor que se esfuerza por llegar a la meta. En el caso de Pablo y otros cristianos ungidos, el premio era vida celestial mediante una resurrección después de haber terminado un derrotero de fidelidad a Dios en la Tierra. Sea nuestra esperanza celestial o terrestre, sigamos íntegros ante Jehová y adelantemos hacia la meta como Testigos de él. (2 Timoteo 4:7.)*** w00 1/9 págs. 8-9 Reflejemos la actitud mental de Cristo ***

Corrijamos las actitudes defectuosas

10 ¿Es posible que haya quienes tengan que corregir alguna actitud defectuosa? Sí. Tal fue el caso de algunos cristianos del siglo primero. Pablo habló sobre la actitud apropiada en su carta a los Filipenses, donde escribió: “No que lo haya recibido ya [vida celestial por medio de la resurrección más temprana], ni que ya haya sido perfeccionado, sino que prosigo para ver si también puedo asir aquello para lo cual yo también he sido asido por Cristo Jesús. Hermanos, todavía no me considero como si lo hubiera asido; pero hay una cosa en cuanto a ello: Olvidando las cosas que quedan atrás, y extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá, prosigo hacia la meta para el premio de la llamada hacia arriba por Dios mediante Cristo Jesús. Nosotros, pues, cuantos somos maduros, seamos de esta actitud mental” (Filipenses 3:12-15).

11 Estas palabras de Pablo muestran que cualquiera que piense que no necesita progresar después de hacerse cristiano tiene una actitud equivocada. No ha adoptado la actitud mental de Cristo (Hebreos 4:11; 2 Pedro 1:10; 3:14). ¿Es desesperada la situación de tal persona? De ningún modo. Dios puede ayudarnos a cambiar nuestra actitud si realmente lo queremos. Pablo siguió diciendo: “Si ustedes se inclinan mentalmente de otro modo en sentido alguno, Dios les revelará la actitud mencionada” (Filipenses 3:15).

12 Ahora bien, si queremos que Jehová nos revele la actitud apropiada, tenemos que poner de nuestra parte. El estudio de la Palabra de Dios bajo oración, con la ayuda de las publicaciones cristianas que suministra “el esclavo fiel y discreto”, hará posible que los que “se inclinan mentalmente de otro modo” cultiven la actitud apropiada (Mateo 24:45). Los ancianos cristianos, a quienes el espíritu santo ha nombrado “para pastorear la congregación de Dios”, se complacerán en ayudarles (Hechos 20:28). Estamos muy agradecidos de que Jehová tome en consideración nuestras imperfecciones y nos ofrezca ayuda amorosa. Aceptémosla.

*** w01 1/8 pág. 21 Dejemos que la fuerza de la costumbre obre en favor de nosotros ***

A los seguidores de Cristo se nos exhorta a que “sigamos andando ordenadamente en esta misma rutina” (Filipenses 3:16). Este texto transmite la idea de una acción habitual que sigue un procedimiento establecido. Los buenos hábitos son ventajosos porque no tenemos que pausar y meditar para decidir cada paso, pues ya hemos fijado un proceder que seguimos por costumbre. Los hábitos arraigados se convierten casi en un acto reflejo. Tal como los buenos hábitos de un conductor prudente lo llevan a tomar decisiones en décimas de segundo para eludir los peligros de la carretera y proteger su vida, las buenas costumbres nos permiten tomar con prontitud decisiones adecuadas en nuestra carrera cristiana.

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El escritor inglés Jeremy Taylor lo expresó así: “Las costumbres son las hijas de la acción”. Si poseemos buenos hábitos, no nos costará mucho realizar buenas obras. Por ejemplo, para quien suele predicar regularmente es más fácil y placentero salir al servicio del campo. Leemos que los apóstoles, “todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús” (Hechos 5:42; 17:2). En cambio, aquel cuya presencia en el ministerio es solo ocasional tal vez se ponga nervioso y necesite más tiempo hasta adquirir confianza en esta vital obra cristiana.

*** si pág. 225 párr. 13 Libro bíblico número 50: Filipenses ***

13 “Unidamente háganse imitadores de mí”, dice Pablo. ¿Cómo hemos de imitarlo? Una manera es siendo autosuficientes en toda circunstancia. Prescindiendo de que Pablo tuviera abundancia o estuviera en necesidad, aprendió a ajustarse a las circunstancias sin quejarse, a fin de seguir efectuando celosamente y con regocijo el ministerio de Dios. Además, todos debemos ser como Pablo al mostrar tierno cariño a los hermanos fieles. ¡Con cuánto gozo y cariño habló del ministerio de Timoteo y Epafrodito! ¡Y cuán allegado se sentía a sus hermanos filipenses, a quienes llamó “amados y anhelados, mi gozo y corona” (3:17; 4:1, 11, 12; 2:19-30)!

*** it-2 págs. 269-270 Madero de tormento ***

Las personas que abrazaron el cristianismo, pero que después emprendieron un derrotero inmoral, demostraron ser “enemigos del madero de tormento del Cristo”. (Flp 3:18, 19.) Sus acciones mostraron una total falta de aprecio por los beneficios que se derivaron de la muerte de Jesús en el madero de tormento. Habían “hollado al Hijo de Dios” y habían ‘estimado como de valor ordinario la sangre del pacto por la cual habían sido santificados’. (Heb 10:29.)

*** w08 15/4 págs. 4-5 Rechacemos las “cosas que nada valen” ***

No dejemos que los deseos carnales se conviertan en nuestro dios

11 En su carta a los Filipenses, Pablo señaló otra cosa que podría convertirse en un dios. El apóstol dijo lo siguiente de algunos conocidos suyos que habían abandonado el cristianismo: “Hay muchos —solía mencionarlos frecuentemente, pero ahora los menciono también llorando— que andan como enemigos del madero de tormento del Cristo, y su fin es la destrucción, y su dios es su vientre, [...] y tienen la mente puesta en las cosas de la tierra” (Fili. 3:18, 19). ¿Por qué dijo Pablo que el vientre de aquellas personas había llegado a ser su dios?

12 Porque al parecer permitieron que los placeres carnales eclipsaran su servicio a Jehová. Es probable que algunos de ellos comieran y bebieran en exceso, hasta el grado de caer en la glotonería y la borrachera (Pro. 23:20, 21; compárese con Deuteronomio 21:18-21). Otros quizás hayan decidido aprovechar al máximo las oportunidades que ofrecía el mundo de aquel entonces y hayan dejado de servir a Dios. Que no sea así en nuestro caso: nunca permitamos que el deseo de disfrutar de lo que llaman “la buena vida” nos haga

aflojar el paso en el servicio que le damos a Jehová con toda el alma (Col. 3:23, 24).

*** it-2 pág. 834 Resurrección ***

Los hermanos fieles de Cristo, que se unen a él en los cielos, renuncian a la vida humana. El apóstol Pablo muestra que habrán de tener un nuevo cuerpo transformado, o amoldado, para su nueva existencia: “En cuanto a nosotros, nuestra ciudadanía existe en los cielos, lugar de donde también aguardamos con intenso anhelo a un salvador, el Señor Jesucristo, que amoldará de nuevo nuestro cuerpo humillado para que se conforme a su cuerpo glorioso, según la operación del poder que él tiene”. (Flp 3:20, 21.)

Capítulo 4

*** w03 15/1 ¿Es fuerte su fe? ***

18. ¿Qué es probable que sucediera en el caso de Evodia y Síntique?

18 Claro, dado que somos imperfectos, “todos tropezamos muchas veces” (Santiago 3:2). Cuando surgieron ciertas desavenencias entre dos cristianas, Pablo escribió respecto a ellas: “A Evodia exhorto, y a Síntique exhorto, a que sean de la misma mente en el Señor. [...] [Sigue] prestando ayuda a estas mujeres que se han esforzado lado a lado conmigo en las buenas nuevas” (Filipenses 4:1-3). Lo más probable es que estas mujeres piadosas resolvieran su disputa pacíficamente siguiendo consejos como el que hallamos en Mateo 5:23, 24. De igual modo hoy día, aplicar con fe los principios bíblicos contribuirá muchísimo a promover la paz.

*** w92 15/11 Sirva a Jehová lealmente ***

10. Aunque al parecer a Evodia y Síntique se les hizo difícil resolver un problema personal, ¿cómo vio Pablo a esas mujeres?

10 Se requiere esfuerzo para mantener un espíritu de compañerismo. Por ejemplo, parece ser que a las cristianas Evodia y Síntique se les hizo difícil resolver un problema que tenían entre sí. Pablo las exhortó “a que [fueran] de la misma mente en el Señor”. Luego añadió: “También te solicito, genuino compañero de yugo, que sigas prestando ayuda a estas mujeres que se han esforzado lado a lado conmigo en las buenas nuevas, junto con Clemente así como también con los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida”. (Filipenses 4:2, 3.) Esas mujeres piadosas habían luchado lado a lado con Pablo y otros cristianos “en las buenas nuevas”, por lo que tenía la seguridad de que ‘sus nombres estaban en el libro de la vida’.

*** w11 15/4 “El fruto del espíritu” glorifica a Dios ***

11. ¿Por qué es tan necesario que sintamos gozo al adorar a Jehová?

11 El apóstol Pablo hace esta invitación a todos los cristianos: “Siempre regocíjense en el Señor. Una vez más diré: ¡Regocíjense!” (Fili. 4:4). ¿Por qué es tan importante que nos sintamos felices al adorar a Jehová? Porque así le damos a él nuestro apoyo en la cuestión de la soberanía que planteó Satanás. Recordemos que el Diablo afirma que nadie obedece a Dios de todo corazón (Job 1:9-11). Por eso, si lo adoráramos por

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deber, pero sin alegría, le estaríamos dando un sacrificio de alabanza incompleto. En vista de este hecho, procuramos seguir la exhortación del salmista: “Sirvan a Jehová con regocijo. Entren delante de él con un clamor gozoso” (Sal. 100:2). Ciertamente, para glorificar a Dios hay que servirle con espíritu alegre, con verdaderas ganas.

*** w09 1/7 pág. 12 Cómo sentir paz en este mundo lleno de problemas ***

Cómo conseguir la paz de Dios

En Filipenses 4:4, 5, la Biblia nos dice cómo obtenerla: “Siempre regocíjense en el Señor. Una vez más diré: ¡Regocíjense! Llegue a ser conocido de todos los hombres lo razonables que son ustedes. El Señor está cerca”. Pablo escribió estas palabras mientras estaba injustamente encarcelado en Roma (Filipenses 1:13). En lugar de lamentarse por su situación, animó a sus hermanos cristianos a ‘regocijarse en el Señor’, como de seguro él también lo hacía. Así indicó que su felicidad no dependía de las circunstancias, sino de su relación con Dios. Igualmente, prescindiendo de los problemas que tengamos, cualquiera de nosotros puede aprender a disfrutar del servicio a Dios. ¿Cómo? Esforzándose por conocer mejor a Jehová y por hacer su voluntad. De este modo, tendrá una vida más feliz y tranquila.

Pablo también anima a los cristianos a ser razonables. Esto implica no esperar demasiado de uno mismo. Debemos entender que no somos perfectos y que es imposible ser los mejores en todo. Así pues, ¿para qué perder horas de sueño tratando de sobresalir? Tampoco esperaremos perfección de las personas con quienes tratamos. Como resultado, mantendremos la calma cuando alguien haga algo que nos moleste. Es interesante que la palabra griega que se vierte “razonables” también se traduce “dispuestos a ceder”. Si somos flexibles y cedemos en cuestiones de preferencia personal, evitaremos entrar en polémicas, que lo único que hacen es perturbar nuestra paz y la de los demás.

El versículo 5 concluye diciendo: “El Señor está cerca”. Tal vez parezca que dicha declaración está fuera de contexto, pero no es así. Por un lado, nos da la seguridad de que está muy cerca el día en que Dios elimine este mundo malvado y establezca su Reino en la Tierra. Y por otro, nos anima al garantizarnos que, aun hoy, él está cerca de todos los que lo buscan (Hechos 17:27; Santiago 4:8). Saber esto nos ayudará a seguir el consejo de Pablo de regocijarnos y ser razonables. Además, tal como recomienda el versículo 6, no nos inquietaremos demasiado ni por los problemas que tenemos ahora ni por el futuro.

Al leer los versículos 6 y 7, nos damos cuenta de que la paz de Dios es el resultado directo de la oración. Para algunos, la oración es simplemente una forma de meditación que les infunde tranquilidad. Sin embargo, la Biblia explica que, en realidad, es el medio que tenemos para comunicarnos con Dios. Esta es una comunicación real, tan estrecha como la que tiene un niño con su padre, a quien le cuenta sus penas y alegrías. ¡Qué tranquilizador es saber que ‘en todo podemos dar a conocer nuestras peticiones a Dios’! Así es, podemos expresarle a Jehová todo lo que llevamos dentro.

El versículo 8, a su vez, nos anima a concentrarnos en pensamientos positivos. Pero no basta con eso: como indica el versículo 9, también tenemos que poner en práctica los buenos consejos que da la Biblia. De este modo, disfrutaremos de la tranquilidad de tener una buena conciencia, pues como dice el refrán: La mejor almohada es la conciencia sana.

En efecto, todos podemos sentir paz interior, pues Jehová se la da a quienes lo buscan y siguen su guía. Claro está, antes hay que conocerlo, y eso solo se consigue examinando su Palabra, la Biblia. Y aunque seguir sus normas no siempre es fácil, el esfuerzo bien vale la pena. Si así lo hacemos, “el Dios de la paz estará con [nosotros]” (Filipenses 4:9).

*** w05 15/7 “Sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son” ***

19. ¿Qué deben abarcar nuestras obras de fe?19 ¿Qué deben abarcar nuestras obras de fe? Pablo contesta: “Las cosas que ustedes aprendieron así como también aceptaron y oyeron y vieron relacionadas conmigo, practiquen estas; y el Dios de la paz estará con ustedes” (Filipenses 4:9). Damos prueba de lo que somos si practicamos lo que hemos aprendido, aceptado, oído y visto, es decir, todo lo que está implicado en la dedicación y el discipulado cristianos. “Este es el camino. Anden en él”, nos manda Jehová mediante el profeta Isaías (Isaías 30:21).

*** w94 1/9 ¡Regocijémonos en Jehová! ***

16. Ilustre cómo pudiera perder el gozo el cristiano si no practica lo que ha aprendido.

¿Es la predicación una carga, o un gozo?16 “Las cosas que ustedes aprendieron así como

también aceptaron y oyeron y vieron relacionadas conmigo, practiquen estas; y el Dios de la paz estará con ustedes.” (Filipenses 4:9.) Los cristianos recibirán la bendición de Dios si practican lo que han aprendido. Una de las cosas más importantes que han aprendido es la necesidad de predicar las buenas nuevas a otras personas. De hecho, ¿quién podría disfrutar de tranquilidad mental o tener gozo si retuviera información de las personas de corazón honrado cuya vida depende de oírla? (Ezequiel 3:17-21; 1 Corintios 9:16; 1 Timoteo 4:16.)

*** w01 15/6 pág. 7 Cómo tener una actitud equilibrada con respecto al dinero ***

“He aprendido el secreto”

Pablo dijo en una de sus cartas: “Realmente sé estar en escasez de provisiones, realmente sé tener abundancia. En toda cosa y en toda circunstancia he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, tanto de tener abundancia como de padecer necesidad” (Filipenses 4:12). El apóstol parecía tan confiado y optimista, que sería fácil suponer que su situación era halagüeña cuando escribió estas palabras. Pues bien, en ese momento se encontraba encarcelado en Roma (Filipenses 1:12-14).

Si tenemos en cuenta este aleccionador hecho, el pasaje transmite un mensaje impactante sobre sentirnos satisfechos no solo con los bienes materiales, sino también con nuestras circunstancias. Tanto la riqueza extrema como las graves penurias económicas ponen a

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prueba nuestras prioridades. Pablo habló de las ayudas espirituales que le permitían encontrarse contento independientemente de cuáles fueran las circunstancias económicas: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de [Dios,] que me imparte poder” (Filipenses 4:13). En lugar de depender de sus bienes, muchos o pocos, o de sus circunstancias, buenas o malas, confiaba en que Dios cubriría sus necesidades. Como consecuencia, se sentía satisfecho.

*** w90 1/9 pág. 30 ¿Seguirá usted andando en la verdad? ***

Imite al apóstol Pablo

Otro que aguantó muchas cosas que pudieran haberlo desanimado fue el apóstol Pablo. Tuvo que encararse con divisiones y conflictos de personalidad entre los hermanos, y aguantó un serio problema de salud, persecución, penalidades físicas y problemas —hasta oposición— en las congregaciones. (1 Corintios 1:10; 2 Corintios 10:7-12; 11:21-29; 12:7-10.) ¿Por qué no se desanimó Pablo hasta el punto de darse por vencido? Él explica: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder”. (Filipenses 4:13.) Él no trató de llevar las cargas por sí solo. Más bien, Pablo acudió a Jehová para que lo sustentara. (Salmo 55:22.)

*** it-2 págs. 1154-1155 Tribulación ***

Pablo mismo agradeció el consuelo que recibió de sus compañeros creyentes durante sus tribulaciones. Por esta causa alabó a los cristianos filipenses; les dijo: “Ustedes actuaron bien al hacerse partícipes conmigo en mi tribulación”. (Flp 4:14.) Como los filipenses estaban sinceramente interesados en Pablo, le ayudaron a aguantar la tribulación cuando estuvo recluido en Roma, proporcionándole ayuda material. (Flp 4:15-20.)

*** w11 1/3 pág. 23 ¿Lo sabía? ***

¿Quiénes eran “los de la casa de César” que Pablo mencionó en su carta a los Filipenses?

▪ Entre los años 60 y 61 de nuestra era, el apóstol Pablo escribió una carta desde Roma a la congregación de Filipos. En dicha carta incluyó saludos de “los de la casa de César”, quien en ese momento era el emperador Nerón (Filipenses 4:22). Ahora bien, podría parecer extraño que alguien de la casa de Nerón enviara saludos a unos cristianos. ¿Cuál es la explicación?

No hay que dar por sentado que “la casa de César” era necesariamente la familia inmediata del emperador. Más bien, la expresión se refiere a los miles de personas —entre ellas esclavos y libertos— que estaban a su servicio tanto en Roma como en las provincias. Algunos trabajaban en los palacios, tierras y demás propiedades del emperador —en puestos de servicio o de administración—, mientras que otros tal vez formaban parte del propio gobierno.

Todo indica que algunos de los que estaban al servicio del emperador en Roma se habían hecho cristianos, aunque no se sabe si fue debido al ministerio

de Pablo. En cualquier caso, parece ser que tenían un interés especial por la congregación de Filipos. Como aquella ciudad era una colonia romana habitada por funcionarios del gobierno y soldados retirados, es posible que algunos cristianos filipenses fueran amigos de “los de la casa de César”, cuyos saludos transmitió Pablo.

*** w12 15/2 pág. 18 párrs. 1-2 Cómo mantener un buen espíritu en la congregación ***

dinero; sin embargo, fueron un ejemplo de generosidad y amor hacia sus hermanos en la fe (Fili. 1:3-5, 9; 4:15, 16). Por eso, el apóstol Pablo concluyó así la carta que les dirigió por inspiración divina: “La bondad inmerecida del Señor Jesucristo esté con el espíritu que ustedes manifiestan” (Fili. 4:23). La actitud de la congregación de Tiatira era similar. De ahí que Jesucristo, después de haber recibido la gloria celestial, también la felicitara: “Conozco tus hechos, y tu amor y fe y ministerio y aguante, y que tus hechos recientes son más que los de antes” (Rev. 2:19, 20).

2 Cada congregación de los testigos de Jehová se caracteriza por cierto espíritu, o actitud general. Algunas se destacan por su cariño y calidez, mientras que otras sobresalen por su apoyo a la predicación y su gran estima por el ministerio de tiempo completo. ¿De qué manera puede contribuir cada uno de nosotros a la unidad y al progreso espiritual de la congregación? Cultivando personalmente un buen espíritu (1 Cor. 1:10). Si desarrolláramos una mala actitud, produciríamos el efecto contrario: la congregación se enfriaría e incluso se volvería permisiva con los pecados graves (1 Cor. 5:1; Rev. 3:15, 16). Así pues, ¿qué espíritu manifiesta nuestra congregación, y qué podemos hacer para fomentar un buen ambiente?

COLOSENSESIntroducción

*** si págs. 226-227 Libro bíblico número 51: Colosenses ***

Escritor: Pablo Dónde se escribió: Roma Cuándo se completó: c. 60–61 E.C.

DEJANDO atrás Éfeso, dos hombres viajaban hacia el este a través de Asia Menor a lo largo del río Meandro (Menderes). Cuando llegaron al afluente llamado Lico, en el país de Frigia, giraron al sudeste para seguir el río a través del valle rodeado de montañas. Ante ellos había una vista hermosa: fértiles dehesas verdes con grandes rebaños de ovejas. (Los productos de lana estaban entre las principales fuentes de ingresos de aquella región.) Siguiendo por el valle, los viajeros dejaron atrás, a la derecha, la opulenta ciudad de Laodicea, centro de la administración romana para el distrito. A su izquierda, al lado opuesto del río, podían ver Hierápolis, famosa por sus templos y aguas termales. Había congregaciones cristianas en ambas ciudades y también en el pueblecito de Colosas, a unos 16 kilómetros (10 millas) valle arriba.

2 Los viajeros iban hacia Colosas. Ambos eran cristianos. Por lo menos uno de ellos conocía bien

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aquella región, pues era de Colosas. Su nombre era Onésimo, y era un esclavo que regresaba a su amo, quien era miembro de la congregación de aquel pueblo. El compañero de Onésimo era Tíquico, quien no era esclavo, y tanto Onésimo como Tíquico eran enviados del apóstol Pablo que llevaban una carta de él dirigida a los “fieles hermanos en unión con Cristo en Colosas”. No sabemos si alguna vez Pablo visitó Colosas. La congregación, compuesta principalmente de no judíos, probablemente fue fundada por Epafras, quien había trabajado entre ellos y ahora estaba con Pablo en Roma. (Col. 1:2, 7; 4:12.)

3 El apóstol Pablo fue el escritor de esta carta, como lo declara en sus palabras iniciales y las de conclusión. (1:1; 4:18). Su conclusión también declara que cuando la escribió se hallaba en prisión. Esto sería cuando estuvo en prisión en Roma por primera vez, en 59-61 E.C., cuando escribió varias cartas de estímulo, entre ellas la carta a los colosenses, que fue despachada junto con la carta dirigida a Filemón. (Col. 4:7-9; File. 10, 23.) Parece que la carta a los de Colosas fue escrita más o menos al mismo tiempo que la carta a los efesios, pues muchas ideas y frases son iguales.

4 No hay base para dudar de la autenticidad de la carta a los colosenses. El que esta estuviera entre otras epístolas paulinas en el Papiro Chester Beatty núm. 2 (P46), de alrededor de 200 E.C., muestra que los cristianos primitivos la aceptaban como una de las cartas de Pablo. Su legitimidad queda atestiguada por las mismas autoridades primitivas que testifican de la autenticidad de las demás cartas paulinas.

5 ¿Qué impulsó a Pablo a escribir una carta a los colosenses? En primer lugar, Onésimo regresaba a Colosas. Epafras se había unido poco antes a Pablo, e indudablemente su informe sobre las circunstancias que había en Colosas fue otra razón para que se escribiera la carta. (Col. 1:7, 8; 4:12.) Cierto peligro amenazaba a la congregación cristiana colosense. Las religiones de aquel tiempo estaban desintegrándose, y constantemente se formaban nuevas religiones mediante fusionar o mezclar partes de las viejas. Había filosofías paganas que envolvían ascetismo, espiritismo y supersticiones relacionadas con idolatría, y estas, junto con la abstinencia de ciertos alimentos y la observancia de días entre los judíos, pueden haber influido en algunos de la congregación. Prescindiendo de cuál fuera la dificultad, parece que fue suficiente razón para que Epafras hiciera el largo viaje a Roma para ver a Pablo. No obstante, se ve que la congregación no estaba en peligro inmediato por el informe estimulante de Epafras en cuanto al amor y la firmeza que se desplegaban en ella. Al oír el informe, Pablo salió resueltamente en defensa del conocimiento exacto y de la adoración pura al escribir esta carta a la congregación colosense. Recalcó la superioridad que Dios había dado a Cristo frente a la filosofía pagana, la adoración de ángeles y las tradiciones judías.

Capítulo 1

*** it-1 pág. 824 Epafras ***

(abreviación de Epafrodito).

Ministro fiel de Cristo que predicó las buenas nuevas a los colosenses y así los familiarizó con la bondad inmerecida de Dios, y que muy probablemente

desempeñó un papel importante en que se fundara la congregación de Colosas. Durante el primer período de prisión de Pablo, Epafras fue a Roma con un informe alentador en cuanto al amor y la constancia de la congregación de Colosas. (Col 1:4-8.) Parece que se quedó en Roma al menos por un tiempo, pues en su carta a los Colosenses Pablo incluye sus saludos y les asegura que este esclavo de Jesucristo siempre se esfuerza “a favor de [ellos] en sus oraciones, para que al fin estén de pie completos y con firme convicción en toda la voluntad de Dios”. Según el testimonio de Pablo, este amado coesclavo también se esforzó mucho a favor de los hermanos de Laodicea y Hierápolis. (Col 4:12, 13.) En su carta a Filemón, Pablo también envía los saludos de Epafras y se refiere a él como “mi compañero en cautiverio en unión con Cristo”. (Flm 23.) No debe confundirse a Epafras con Epafrodito de Filipos.

*** w01 1/11 pág. 18 párrs. 18-19 ‘Vistámonos de gran paciencia’ ***

18 Pablo escribió estas palabras en su carta a los cristianos de Colosas (Asia Menor): “Por eso nosotros también, desde el día en que lo oímos, no hemos cesado de orar por ustedes y de pedir que se les llene del conocimiento exacto de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que anden de una manera digna de Jehová a fin de que le agraden plenamente mientras siguen llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento exacto de Dios, siendo hechos poderosos con todo poder al alcance de la gloriosa potencia de él para que aguanten plenamente y sean sufridos con gozo” (Colosenses 1:9-11).

19 La gran paciencia constante de Jehová no será una prueba para nosotros si estamos “[llenos] del conocimiento exacto de su voluntad”, a saber: “que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad” (1 Timoteo 2:4). Continuaremos “llevando fruto en toda buena obra”, en particular la de predicar “estas buenas nuevas del reino” (Mateo 24:14). Si seguimos haciéndolo con fidelidad, Jehová nos hará “poderosos con todo poder”, lo que nos capacitará para ‘aguantar plenamente y ser sufridos con gozo’. Al obrar así, ‘andaremos de una manera digna de Jehová’ y disfrutaremos de la paz que da saber que le estamos ‘agradando plenamente’.

*** w02 1/12 Disfrutemos del estudio personal de la Palabra de Dios ***

14. ¿Cómo debe influir nuestro estudio personal en lo que decimos y hacemos?

14 Pablo destaca el mismo asunto al instar a los cristianos de Colosas a “and[ar] de una manera digna de Jehová a fin de que le agraden plenamente [...] llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento exacto de Dios” (Colosenses 1:10). Con estas palabras, Pablo vincula el hecho de andar de una manera digna de Jehová con ‘llevar fruto en toda buena obra’ y ‘aumentar en el conocimiento exacto de Dios’. De modo que para Jehová no solo cuenta lo mucho que estimamos el conocimiento, sino el grado al que nos ceñimos a su Palabra en lo que decimos y hacemos (Romanos 2:21, 22). Lo anterior significa que nuestro estudio personal ha de influir en nuestra forma de pensar y actuar si queremos agradarle.

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*** w91 15/5 Tengan gran paciencia para con todos

18. ¿Cómo podemos ser sufridos con gozo?

¿Ser sufridos con gozo?18 Pablo oró que a sus compañeros de creencia de

Colosas se les llenara del conocimiento exacto de la voluntad de Dios para que anduvieran de una manera digna de Jehová, le agradaran y llevaran fruto en toda buena obra. Así ‘se les haría poderosos con todo poder al alcance de la gloriosa potencia de él para que aguantaran plenamente y fueran sufridos con gozo’. (Colosenses 1:9-11.) No obstante, ¿cómo puede alguien desplegar gran paciencia con gozo, o ser ‘sufrido con gozo’? Esto no es una contradicción, pues el gozo que se menciona en las Escrituras no es solo asunto de estar contento o alegre. El gozo que es fruto del espíritu incluye una sensación de satisfacción profunda por haber hecho lo que es correcto ante Dios. Es también una expresión de la esperanza de recibir la recompensa que se ha prometido porque se ha ejercido gran paciencia. Por eso Jesús dijo: “Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos; porque de esa manera persiguieron a los profetas antes de ustedes”. (Mateo 5:11, 12.)

*** w02 1/10 Cultivemos la obediencia mientras se acerca el fin ***

3. ¿Qué reino recibió Jesús cuando ascendió al cielo?

El primer reino de Jesús3 Cuando Jesús ascendió al cielo, no tomó

inmediatamente el cetro para gobernar a los pueblos del mundo (Salmo 110:1). Sin embargo, sí recibió un “reino” con súbditos que le obedecían. El apóstol Pablo se refirió a este con las palabras: “[Dios] nos libró [a los cristianos ungidos por espíritu] de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió al reino del Hijo de su amor” (Colosenses 1:13). Tal liberación comenzó en el Pentecostés del año 33 E.C., día en que se derramó espíritu santo sobre los discípulos fieles de Jesús (Hechos 2:1-4; 1 Pedro 2:9).

*** bh cap. 4 ¿Quién es Jesucristo? ***

13. ¿Qué quiere decir la Biblia cuando afirma que el Hijo es “la imagen del Dios invisible”?

13 Jehová y su Hijo primogénito disfrutaron de una relación muy estrecha durante millones y millones de años, mucho antes de la creación de las estrellas y la Tierra. ¡Qué gran amor deben de haberse tenido! (Juan 3:35; 14:31.) Este Hijo querido era tal como su Padre. Por esa razón, la Biblia dice que él es “la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15). En efecto, igual que los hijos suelen parecerse a sus padres de muchas maneras, este Hijo celestial de Dios también reflejaba las cualidades y la personalidad de su Padre.

*** w01 1/9 pág. 31 Preguntas de los lectores ***

Colosenses 1:16 dice respecto al Hijo de Dios: “Todas las otras cosas han sido creadas mediante él y para él”. ¿En qué sentido fueron creadas todas las cosas “para” el Hijo de Dios, Jesús?

Jehová utilizó a su Hijo unigénito como el obrero maestro en la creación de todas las otras cosas, es decir, todo excepto el mismo Jesús (Proverbios 8:27-30; Juan 1:3). Apropiadamente, estas obras le proporcionan placer al Hijo y, en este sentido, son “para” él.

Sabemos que los padres humanos esperan recibir mucho placer de sus hijos, a quienes ellos han engendrado, y a menudo ese es el caso. Por ello, el proverbio bíblico habla de “un hijo en quien [el padre] se complace” (Proverbios 3:12; 29:17). De igual manera, Jehová Dios recibió placer de Israel cuando la nación fue fiel (Salmo 44:3; 119:108; 147:11). También le da mucho gozo ver la fidelidad de sus siervos leales en la actualidad (Proverbios 12:22; Hebreos 10:38).

Por lo tanto, era propio que Dios permitiera que su colaborador, Jesús, obtuviera placer de sus logros. De hecho, Proverbios 8:31 dice que el Hijo ‘estuvo alegre por el terreno productivo de su tierra, y las cosas que fueron el objeto de su cariño estuvieron con los hijos de los hombres’. Es en este sentido que Colosenses 1:16 dice: “Todas las otras cosas han sido creadas mediante él y para él”.

*** it-2 pág. 834 Resurrección ***

Resurrección celestial. A Jesucristo se le llama “el primogénito de entre los muertos” (Col 1:18), porque fue el primero en ser resucitado para vida eterna. Su resurrección fue “en el espíritu”, es decir, para vivir en el cielo. (1Pe 3:18.) Además, cuando se le resucitó, se le concedió una forma superior de vida y una posición superior a la que había tenido en los cielos antes de venir a la Tierra. Recibió inmortalidad e incorrupción, algo que ninguna criatura carnal puede tener, y fue hecho “más alto que los cielos”, para ocupar, después de Jehová Dios, la posición más alta del universo. (Heb 7:26; 1Ti 6:14-16; Flp 2:9-11; Hch 2:34; 1Co 15:27.) Fue el propio Jehová Dios quien lo resucitó. (Hch 3:15; 5:30; Ro 4:24; 10:9.)

*** w11 15/8 pág. 24 párrs. 6-7 Jehová, “el Dios que da paz” ***

6 La Biblia también afirma acerca de Cristo: “Dios tuvo a bien el que toda la plenitud morara en él”. Como vemos, Jesús es la figura clave en el cumplimiento del propósito divino. ¿Y qué propósito tiene Jehová? “Reconciliar de nuevo consigo mismo todas las otras cosas, haciendo la paz mediante la sangre que derramó [Jesucristo].” Notemos que, al hablar de “todas las otras cosas” a las que Dios reconcilia consigo mismo, se mencionan dos grupos: “las cosas en los cielos” y “las cosas sobre la tierra”. ¿A quiénes se refieren estas expresiones? (Léase Colosenses 1:19, 20.)

7 ¿A quiénes se les llama “las cosas en los cielos”? A los cristianos ungidos, quienes gracias al rescate son “declarados justos” como hijos de Dios y gozan de paz con él (léase Romanos 5:1). Se les llama así porque tienen la esperanza de ir al cielo para “reinar sobre la tierra” y servir como sacerdotes de Dios (Rev. 5:10). ¿Y quiénes son “las cosas sobre la tierra”? Las personas que se arrepienten de sus pecados y esperan vivir eternamente en este planeta (Sal. 37:29).

*** it-2 pág. 797 Reconciliación ***

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Así que, por medio de Cristo, Dios ha abierto el camino que le permite “reconciliar de nuevo consigo mismo todas las otras cosas, haciendo la paz mediante la sangre que [Jesús] derramó en el madero de tormento”. Como resultado, los que en un tiempo estaban “alejados y eran enemigos” debido a que tenían la mente fija en la maldad podían beneficiarse de la reconciliación, que se logra “por medio del cuerpo carnal de [Jesús] mediante su muerte”, lo que permite que se les presente “santos y sin tacha y no expuestos a ninguna acusación delante de él”. (Col 1:19-22.) A partir de ese momento, Jehová Dios podía ‘declarar justos’ a los que seleccionase para ser sus hijos espirituales, quienes no estarían bajo ninguna acusación, pues ya estaban completamente reconciliados con Dios y en paz con Él. (Compárese con Hch 13:38, 39; Ro 5:9, 10; 8:33.)*** w94 15/12 Jehová puede hacerlo poderoso ***

19, 20. ¿De qué depende el que seamos santos y sin tacha?

¿Con qué propósito se da poder?19 Los que somos reconciliados con Dios

contraemos responsabilidades. En un tiempo vivimos dominados por el pecado y alejados de Dios. Pero ahora que hemos cifrado fe en el sacrificio de Jesús y no tenemos la mente puesta en las obras inicuas, nos encontramos, de hecho, en una condición ‘santa y sin tacha y no expuestos a ninguna acusación delante de Dios’. (Colosenses 1:21, 22.) Imagínese: tal como Dios no se avergonzó de aquellos testigos fieles de la antigüedad, tampoco se avergüenza de nosotros, de que le invoquemos como nuestro Dios. (Hebreos 11:16.) Nadie en la actualidad puede acusarnos de que llevamos indebidamente Su ilustre nombre ni de que tenemos miedo de declararlo por toda la Tierra.

20 Ahora bien, observe la advertencia que añadió Pablo en Colosenses 1:23: “Con tal que, por supuesto, continúen en la fe, establecidos sobre el fundamento, y constantes, y no dejándose mover de la esperanza de esas buenas nuevas que ustedes oyeron, y que se han predicado en toda la creación que está bajo el cielo”. Por tanto, mucho depende de que permanezcamos fieles a Jehová y sigamos los pasos de su querido Hijo. Jehová y Jesús han hecho mucho por nosotros. Demostremos que los amamos siguiendo el consejo de Pablo.

*** w10 1/3 pág. 29 Antiguos viajes fuera del Mediterráneo ***

[Recuadro de la página 29]Las buenas nuevas “se han predicado en toda la creación” Cerca de los años 60 y 61 de nuestra era, el apóstol Pablo escribió que las buenas nuevas se habían predicado en toda la creación que estaba bajo el cielo (Colosenses 1:23). ¿Quiso decir con esto que los cristianos ya habían llegado a la India, el Lejano Oriente, África, España, la Galia, Gran Bretaña, los países bálticos y la tierra a la que Piteas llamó Thule? Probablemente no, aunque no podemos asegurarlo. Sin duda, las buenas nuevas se estaban declarando en muchas partes. Por ejemplo, los judíos y los prosélitos que abrazaron el cristianismo en el Pentecostés del año 33 llevaron sus nuevas creencias a lugares tan lejanos como Partia, Elam, Media, Mesopotamia, Arabia, Asia Menor, Roma y partes de Libia cercanas a Cirene; es

decir, a todo el mundo conocido por los lectores de las cartas de Pablo (Hechos 2:5-11).

*** w94 15/12 Jehová puede hacerlo poderoso ***

23, 24. ¿Qué es el secreto sagrado mencionado en Colosenses 1:26?

25. ¿Cuál debe ser nuestra actitud ahora, según indica Colosenses 1:29?

23 El ministerio de las buenas nuevas que se centran en Cristo significaba mucho para Pablo. Quería que otros comprendieran el valor del papel que Cristo desempeña en el propósito de Dios; por eso lo llamó “el secreto sagrado que fue escondido de los pasados sistemas de cosas y de las generaciones pasadas”. Sin embargo, no iba a permanecer siempre como un secreto. Pablo agregó: “Ahora ha sido puesto de manifiesto a sus santos”. (Colosenses 1:26.) Cuando estalló la rebelión en Edén, Jehová prometió que habría mejores condiciones en el futuro y predijo que ‘la descendencia de la mujer magullaría la cabeza de la serpiente’. (Génesis 3:15.) ¿Qué significaba esto? Fue un misterio durante generaciones, sí, durante siglos. Con el tiempo vino Jesús y ‘arrojó luz sobre la vida y la incorrupción mediante las buenas nuevas’. (2 Timoteo 1:10.)

24 Como hemos visto, el “secreto sagrado” se centra en Cristo y el Reino Mesiánico. Pablo habló de “las cosas en los cielos”, refiriéndose a los que participarán en la gobernación del Reino con Cristo. Estos desempeñarán un papel importante en colmar de bendiciones a todas “las cosas sobre la tierra”, es decir, a los que disfrutarán de un Paraíso eterno en este planeta. Por lo tanto, era muy apropiado que Pablo hiciera referencia a “las gloriosas riquezas de este secreto sagrado”. (Colosenses 1:20, 27.)

25 Pablo anhelaba ocupar su lugar en el Reino. Sin embargo, sabía que no podía simplemente recostarse y esperar. “Verdaderamente trabajo duro, esforzándome de acuerdo con la operación de él y que obra en mí con poder.” (Colosenses 1:29.) Observe que Jehová, mediante Cristo, dio poder a Pablo para que realizara un ministerio salvador. Jehová puede hacer lo mismo con nosotros hoy. Pero debemos preguntarnos: ‘¿Tengo el mismo espíritu de evangelizador que tenía cuando aprendí la verdad?’. ¿Qué contestaría usted? ¿Qué nos ayudará a todos a seguir ‘trabajando duro y esforzándonos de acuerdo con la operación del poder de Jehová’? Este asunto se analizará en el siguiente artículo.

Capítulo 2

*** w09 15/7 Busquemos los tesoros “cuidadosamente ocultados” en Cristo ***

5. ¿En qué contexto habló Pablo de tesoros espirituales?

6. ¿Por qué debe interesarnos el consejo de Pablo?5 Justo antes de decirles estas palabras a

los hermanos de Colosas, el apóstol les aseguró que estaba luchando por el bien de ellos, pues quería que “los corazones de ellos [fueran] consolados, a fin de que [...] [estuvieran] unidos armoniosamente en amor” (léase Colosenses 2:1, 2). ¿Por qué estaba tan preocupado el apóstol? Al parecer porque sabía que

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algunos miembros de la congregación estaban promoviendo filosofías griegas o insistiendo en que se siguiera cumpliendo la Ley mosaica, y temía que esto hubiera afectado a los demás. Por eso les advirtió lo siguiente: “Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo” (Col. 2:8).

6 Hoy día, nosotros también tenemos que luchar contra la influencia de Satanás y de su mundo malvado. Las filosofías mundanas, como el humanismo secular y la teoría de la evolución —que descartan la figura de Dios—, han moldeado la vida de la gente, así como su manera de pensar, sus metas y sus principios morales. Las festividades más populares de este mundo están basadas en mentiras religiosas. La industria del entretenimiento busca satisfacer los más bajos instintos de la gente, y buena parte del contenido de Internet supone un verdadero peligro para jóvenes y adultos. La exposición constante a estas y otras influencias malsanas fácilmente puede afectar nuestra manera de ver la guía que Dios nos da. Y esto, a su vez, podría hacer que dejáramos de aferrarnos a la esperanza de obtener la vida que realmente es vida (léase 1 Timoteo 6:17-19). Por lo tanto, si no queremos caer en las astutas trampas de Satanás, es preciso que entendamos bien el sentido de las palabras que Pablo dirigió a los colosenses y que tomemos en serio su consejo.

*** w94 15/12 Unidos por el vínculo perfecto de amor

8, 9. a) ¿Qué paso es fundamental para que contribuyamos a la armonía de la congregación? b) ¿Cómo ha conseguido usted conocimiento de Cristo?

La armonía está enlazada con el conocimiento8 Uno de los puntos principales que mencionó Pablo

fue que la armonía cristiana está relacionada con el conocimiento, sobre todo el de Cristo. Pablo escribió que los cristianos deberían “[estar] unidos armoniosamente en amor, y con miras a alcanzar todas las riquezas de la plena seguridad de su entendimiento, con miras a un conocimiento exacto del secreto sagrado de Dios, a saber, Cristo”. (Colosenses 2:2.) Desde que empezamos a estudiar la Palabra de Dios, hemos adquirido conocimiento, es decir, hemos aprendido hechos. A fin de entender cómo encajan muchos de estos con el propósito divino, tenemos que comprender el papel crucial que desempeña Jesús. “Cuidadosamente ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.” (Colosenses 2:3.)

9 ¿Es así como se siente usted en cuanto a Jesús y la función que desempeña en el propósito de Dios? Muchas personas de la cristiandad tienen siempre a Jesús en los labios y afirman que lo han aceptado y que han sido salvadas. Pero ¿lo conocen en realidad? En absoluto, pues la mayoría de ellas aceptan la doctrina antibíblica de la Trinidad. Usted no solo conoce la verdad a este respecto, sino que probablemente tiene bastante conocimiento de lo que dijo e hizo Jesús. Se ha ayudado a millones de personas a conocerlo mediante un estudio instructivo del libro El hombre más grande de todos los tiempos. Sin embargo, debemos seguir profundizando nuestro conocimiento de Jesús y sus caminos.

*** w94 15/12 pág. 16 Unidos por el vínculo perfecto de amor ***

La distracción puede perjudicar la armonía12 Si el conocimiento exacto facilita el que ‘estemos

unidos armoniosamente en amor’, ¿cuáles son las consecuencias del “falsamente llamado ‘conocimiento’”? Todo lo contrario, a saber, controversia, discordia y desviación de la fe. Por lo tanto, tenemos que cuidarnos del conocimiento falso, como advirtió Pablo a Timoteo. (1 Timoteo 6:20, 21.) Pablo también escribió: “Esto lo digo para que nadie los alucine con argumentos persuasivos. Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo”. (Colosenses 2:4, 8.)

13 Los cristianos de Colosas estaban rodeados de la insidiosa influencia del falsamente llamado conocimiento. Muchos habitantes de Colosas y de los alrededores apreciaban grandemente las filosofías griegas. También había judaizantes que querían que los cristianos guardaran la Ley mosaica, que incluía la observación de días festivos y ciertos requisitos respecto al alimento. (Colosenses 2:11, 16, 17.) Pablo no se oponía a que sus hermanos adquirieran conocimiento exacto, pero tenían que cuidarse de que nadie se los llevara como presa mediante argumentos persuasivos, convenciéndolos de que había que adoptar un punto de vista humano en cuanto a la vida y lo que hacían. Puede entenderse que si algunos miembros de la congregación permiten que tales conceptos y enfoques de la vida antibíblicos guíen su modo de pensar y sus decisiones, la armonía y el amor de los hermanos de la congregación se verán perjudicados.

14 Puede que alguien piense: ‘Sí, comprendo el peligro que acechaba a los colosenses, pero yo no corro el riesgo de que me afecten los conceptos griegos, como el del alma inmortal y el de un dios trino; tampoco veo el peligro de que se me induzca a participar en las fiestas paganas de la religión falsa que abandoné’. Muy bien. Conviene estar firmemente convencido de la superioridad de la verdad sencilla revelada mediante Jesús que se encuentra en las Escrituras. No obstante, ¿pudiera ser que estuviéramos en peligro debido a otras filosofías o ideas humanas populares en la actualidad?

*** w98 1/6 págs. 9-10 párrs. 2-3 ‘Sigan andando en unión con Cristo’ ***

2 Tal como el padre considerado ayuda a su hijo a andar con él, Jehová nos ha suministrado la mejor ayuda posible: la de su Hijo unigénito, a quien envió a la Tierra. En cada paso que dio Jesucristo durante toda su vida terrenal, reflejó a la perfección a su Padre celestial (Juan 14:9, 10; Hebreos 1:3). De modo que para andar con Dios, tenemos que andar con Jesús. El apóstol Pablo escribió: “Por lo tanto, como han aceptado a Cristo Jesús el Señor, sigan andando en unión con él, arraigados y siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe, así como se les enseñó, rebosando de fe en acción de gracias” (Colosenses 2:6, 7).

3 Los estudiantes sinceros de la Biblia quieren andar en unión con Cristo, esforzándose por seguir sus

16

pasos perfectos, y por ello se bautizan (Lucas 3:21; Hebreos 10:7-9). Tan solo en 1997, más de trescientas setenta y cinco mil personas de todo el mundo dieron este paso fundamental, lo que significa un promedio de mil todos los días. Este aumento es emocionante. Sin embargo, las palabras de Pablo recogidas en Colosenses 2:6, 7 muestran que andar con Cristo implica más que solo bautizarse. El verbo griego que se traduce por “sigan andando” denota una acción continua, constante. Además, Pablo añade que andar con Cristo implica cuatro cosas: estar arraigados en Cristo, edificarse en él, estabilizarse en la fe y rebosar en acción de gracias. Examinemos cada una de ellas y veamos cómo nos ayudan a seguir andando en unión con Cristo.

*** w08 15/8 pág. 28 Puntos sobresalientes de las cartas a los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses y a los Colosenses ***

Respuestas a preguntas bíblicas:

2:8. ¿Qué son “las cosas elementales del mundo” contra las que Pablo previene? Son los elementos básicos que componen el mundo de Satanás y los principios que guían y motivan a la gente, como la filosofía, el materialismo y las religiones falsas, entre otros (1 Juan 2:16).

*** w09 15/7 Busquemos los tesoros “cuidadosamente ocultados” en Cristo ***

10. ¿Qué podemos aprender sobre Jesús al leer Colosenses 1:19 y 2:9?

10 “En él mora corporalmente toda la plenitud de la cualidad divina.” (Col. 1:19; 2:9.) Después de pasar millones y millones de años con su Padre celestial, Jesús ha llegado a conocer mejor que nadie su personalidad y su voluntad. Y cuando llevó a cabo su ministerio aquí en la Tierra, le enseñó a la gente lo que él había aprendido. Además, su conducta siempre reflejó los valores y cualidades que su Padre le había inculcado. Por eso pudo decir: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también” (Juan 14:9). Toda la sabiduría y el conocimiento de Dios están escondidos en Cristo, es decir, moran o residen en él. Por eso, la mejor manera de conocer a Jehová es conociendo a Jesús.

*** w89 1/2 pág. 31 Preguntas de los lectores ***

El pacto anterior, el de la Ley, primero tenía que ser quitado del camino como pacto cuyo propósito se había cumplido. (Gálatas 3:19, 24, 25.) El apóstol Pablo escribió: “[Dios] bondadosamente nos perdonó todas nuestras ofensas y borró el documento manuscrito contra nosotros, que consistía en decretos y que estaba en oposición a nosotros; y Él lo ha quitado del camino clavándolo al madero de tormento”. (Colosenses 2:13, 14.) ¿Significa eso que el pacto de la Ley fue reemplazado por el nuevo pacto al momento de morir Jesús?

No, pues el nuevo pacto había de ser inaugurado con la sangre del sacrificio apropiado y con una nueva nación, el Israel espiritual. (Hebreos 8:5, 6; 9:15-22.) Jesús fue resucitado el 16 de Nisán, y 40 días después ascendió al cielo. (Hechos 1:3-9.) Diez días después de su ascensión, o en el día del Pentecostés, Jesús derramó sobre sus discípulos “el espíritu santo prometido” que había recibido de su Padre, y el Israel espiritual vino a la existencia. (Hechos 2:33.) Por medio

de Jesucristo como Mediador, Dios establece el nuevo pacto con el Israel espiritual.

*** it-2 pág. 721 Procesión triunfal ***

En Colosenses 2:15 la situación es bastante diferente. Allí se muestra a los gobiernos y las autoridades enemigos bajo el control de Satanás como los cautivos y prisioneros de la procesión triunfal. Jehová, el Vencedor, los desnuda y exhibe en público como derrotados, como los vencidos “mediante ello”, es decir, el “madero de tormento” mencionado en el versículo anterior. La muerte de Cristo en el madero de tormento no solo proveyó la base para quitar el “documento manuscrito”, el pacto de la Ley, sino también hizo posible que se liberase a los cristianos de la esclavitud a los poderes satánicos de la oscuridad.

*** g92 8/11 pág. 21 ¿Agradan a Dios todas las fiestas religiosas? ***

Los cristianos no están obligados a participar en tales fiestas y procesiones religiosas. Con relación a las fiestas cuya celebración ordenaba la Ley que Dios dio al antiguo Israel, el apóstol Pablo escribió: “Que nadie los juzgue en el comer y beber, o respecto de una fiesta, o de una observancia de la luna nueva, o de un sábado; porque esas cosas son una sombra de las cosas por venir, pero la realidad pertenece al Cristo”. (Colosenses 2:16, 17.) Los cristianos de Colosas no debían permitir que nadie juzgara su posición ante Dios sobre la base de si guardaban o no las fiestas de la ley mosaica.

*** w08 15/8 pág. 28 Puntos sobresalientes de las cartas a los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses y a los Colosenses ***

2:18, 23. Quien finge humildad para tratar de impresionar a los demás tal vez se prive de cosas materiales o trate su cuerpo con severidad, pero lo único que logra con esa “humildad ficticia” es demostrar que está “hinchado [...] por su disposición de ánimo carnal”.

*** it-2 págs. 236-237 Ligamentos ***

Cuando Pablo previno contra la “humildad ficticia” de alguien que hace profesión de ser cristiano, dijo: “No está firmemente adherido a la cabeza, a aquel de quien todo el cuerpo, suministrado y armoniosamente unido por medio de sus coyunturas y ligamentos [syn·dé·smōn], sigue creciendo con el crecimiento que Dios da”. (Col 2:18, 19.) Aquí se compara a la congregación cristiana ungida a un cuerpo con una cabeza. Se muestra la interdependencia de sus miembros al decir que está “armoniosamente unido por medio de sus coyunturas y ligamentos”; por lo tanto, Pablo usa la expresión “ligamentos” de manera metafórica con relación al cuerpo espiritual de Cristo, que tiene a Jesús como su cabeza. Como tal, Jesús satisface las necesidades de los miembros del cuerpo mediante las “coyunturas y ligamentos”, es decir, proporciona los medios y las disposiciones necesarias para suministrar el alimento espiritual, además de comunicación y coordinación. (Compárese con 1Co 12:12-30; Jn 15:4-10.) En el cuerpo humano literal, cada miembro desempeña un papel para su buen funcionamiento y crecimiento, pues recibe y transmite nutrimento y órdenes a otros miembros del cuerpo. Las circunstancias son similares en el caso del cuerpo congregacional de Cristo.

17

*** g95 8/3 pág. 11 ¿Le agrada a Dios vernos sufrir?

En ninguna parte de las Escrituras se da base para el ascetismo, como si la negación de nuestras necesidades o la renuncia a las comodidades de la vida nos congraciara con Dios. Tocante a las penitencias dolorosas, observe lo que dijo el apóstol Pablo: “Esas mismísimas cosas, en verdad, tienen una apariencia de sabiduría en una forma autoimpuesta de adoración y humildad ficticia, un tratamiento severo del cuerpo; pero no son de valor alguno en combatir la satisfacción de la carne”. (Colosenses 2:23.)

En sus años de monje, Martín Lutero se torturaba literalmente. Más tarde, sin embargo, se volvió contra dichas prácticas aduciendo que fomentaban la idea de dos caminos conducentes a Dios, uno más noble que el otro; en tanto que las Escrituras enseñaban un único camino a la salvación, a saber, el ejercicio de la fe en Jesucristo y en su Padre, Jehová. (Juan 17:3.) Tampoco faltaban aquellos que veían en los rituales dolorosos una forma de obtener salvación por méritos propios.

Capítulo 3

*** w08 15/4 Rechacemos las “cosas que nada valen” ***

13. a) ¿Qué es la codicia, y a qué equivale, según Pablo? b) ¿Cómo se puede evitar la codicia?

13 Pablo mencionó otra cosa que constituye adoración falsa. Él escribió: “Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría” (Col. 3:5). La codicia es un deseo excesivo de poseer algo, como bienes materiales. También puede incluir el deseo de disfrutar de placeres sexuales inmorales (Éxo. 20:17). Pablo indicó que tales deseos equivalen a idolatría, es decir, a la adoración de dioses falsos. ¿Verdad que se trata de un asunto serio? Jesús empleó una impactante metáfora para señalar la necesidad de controlar a toda costa los malos deseos (léase Marcos 9:47; 1 Juan 2:16).

*** g03 8/6 pág. 19 Evitemos el lenguaje hiriente ***

Aborrezcamos las bromas obscenas

El lenguaje obsceno no es un fenómeno reciente. ¿Le sorprendería saber que en tiempos apostólicos, hace casi dos mil años, también se utilizaba? Por ejemplo, parece ser que algunos miembros de la congregación de Colosas proferían indecencias cuando se enojaban. Tal vez lo hicieran para atacar o herir a otros intencionalmente o para desquitarse. Del mismo modo, muchas personas de la actualidad emplean palabras obscenas cuando tienen arranques de ira; de ahí que la carta de Pablo a los Colosenses siga siendo pertinente hoy. El apóstol les aconsejó: “Deséchenlas todas de ustedes: ira, cólera, maldad, habla injuriosa y habla obscena de su boca” (Colosenses 3:8). Por tanto, es evidente que se exhorta a los cristianos a evitar tanto los arrebatos de ira como el lenguaje obsceno que a menudo los acompaña.

*** w98 15/5 pág. 25 Usted puede progresar espiritualmente ***

Desnúdense de la vieja personalidad”

Como Edward comprendió, el progreso espiritual requiere confianza en Jehová. Cultivar una “nueva personalidad” semejante a la de Cristo también es esencial. ¿Cómo puede lograrse? El primer paso es ‘desnudarse’ de aquellos rasgos que componen la vieja personalidad (Colosenses 3:9, 10). Tal como a un diamante en bruto se le han de quitar las imperfecciones, como por ejemplo, minerales extraños, para hacer de él una gema radiante, así han de eliminarse las actitudes “que pertenecen al mundo” para que nuestra nueva personalidad pueda resplandecer (Gálatas 4:3).

*** w90 1/4 “La Palabra de Dios es viva, y ejerce poder” ***

3, 4. ¿Cuánto cambia la personalidad de los cristianos?3 La palabra griega que se traduce “transfórmense”

en Romanos 12:2 viene de la palabra me·ta·mor·fó·o. Esta señala un cambio total, como la metamorfosis de una oruga en mariposa. Es un cambio tan completo que la Biblia lo llama un cambio de personalidad. En otro pasaje bíblico leemos: “Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse de la nueva personalidad, que mediante conocimiento exacto va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha creado”. (Colosenses 3:9, 10.)

4 Al escribir a la congregación de Corinto, Pablo mostró hasta qué grado se efectuaron cambios de personalidad en el primer siglo. Dijo: “Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios. Y, sin embargo, eso era lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes han sido lavados”. (1 Corintios 6:9-11.) Sí, personas inmorales y belicosas, ladrones y borrachos se habían transformado en cristianos ejemplares.

*** w88 15/5 Sirvamos a Jehová de común acuerdo

9. Aunque en el pasado no pensáramos bien de los extranjeros, ¿por qué no debe ser así ahora que somos cristianos?

Tienen una nueva personalidad9 Nuestros hermanos y hermanas espirituales de

toda la Tierra también son deseables porque han prestado atención al consejo de ‘desnudarse de la vieja personalidad con sus prácticas, y vestirse de la nueva personalidad’. “Mediante conocimiento exacto [la personalidad] va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha creado, donde no hay ni griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, extranjero, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todas las cosas y en todos.” (Colosenses 3:9-11.) Si alguien anteriormente no pensaba bien de un judío, un griego u otros que para él fueran extranjeros, ahora que es cristiano su manera de pensar debe ser diferente. Sin importar la raza, nacionalidad o cultura, los que poseen “la nueva personalidad” cultivan y manifiestan el fruto del espíritu de Dios: amor, gozo, paz, gran paciencia, bondad, benignidad, fe, apacibilidad y autodominio. (Gálatas 5:22, 23.) Esto les atrae el cariño de los que junto con ellos adoran a Jehová.

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*** w01 1/11 págs. 16-17 ‘Vistámonos de gran paciencia’ ***

Vestidos de gran paciencia14 El apóstol Pablo asemejó la gran paciencia y

otras cualidades piadosas a prendas de vestir que los cristianos deben ponerse una vez que se desnudan de las prácticas que caracterizan “la vieja personalidad” (Colosenses 3:5-10). Escribió: “Como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia. Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes. Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión” (Colosenses 3:12-14).

15 Cuando los miembros de la congregación ‘se visten’ de compasión, bondad, humildad mental, apacibilidad, gran paciencia y amor, son capaces de resolver los problemas y avanzar unidos en el servicio de Jehová. En especial han de ser sufridos los superintendentes cristianos. Tal vez se presenten ocasiones en que tengan que llamarle la atención a otro siervo de Dios, pero hay distintas maneras de hacerlo. Pablo señaló cuál era la mejor actitud cuando escribió estas palabras a Timoteo: “Censura, corrige, exhorta, con toda gran paciencia y arte de enseñar” (2 Timoteo 4:2). En efecto, a las ovejas de Jehová siempre hay que tratarlas con gran paciencia, dignidad y ternura (Mateo 7:12; 11:28; Hechos 20:28, 29; Romanos 12:10).

*** g 3/12 pág. 10 ¿Cómo hacer las paces? ***

Perdonar sin reservas

¿Qué dice la Biblia? “Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes.” (Colosenses 3:13.)

¿Cuál es la dificultad? Quizás usted tenga una verdadera “causa de queja” y crea que la relación con el ofensor merece terminar. O tal vez piense que este debe pedirle perdón primero. Pero ¿y si dicha persona no sabe que lo ha ofendido o considera que usted es quien lo ha lastimado? En ese caso, el problema quedará sin resolver.

¿Qué hacer? Siga el consejo bíblico de perdonar sin reservas, en especial si la falta no fue grave. A fin de cuentas, si Dios llevara un registro de nuestros errores, ¿quién podría dar la cara ante él? (Salmo 130:3.) La Biblia dice que “Jehová es misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa. Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos polvo” (Salmo 103:8, 14).

Fíjese también en este proverbio bíblico: “La perspicacia del hombre ciertamente retarda su cólera, y es hermosura de su parte pasar por alto la transgresión” (Proverbios 19:11). La persona perspicaz ve más allá de las apariencias, es capaz de discernir la razón por la que alguien dice o hace algo poco amable. Pregúntese: “¿Por qué me trataría así? ¿Estaría bajo presión, o quizá tenía cansancio o algún malestar?”. Identificar los verdaderos sentimientos y motivos, así como las

circunstancias del ofensor, podría templar su indignación y ayudarle a pasar por alto las faltas.

*** w07 1/12 pág. 6 Personas de todo el mundo ya disfrutan de paz y unidad ***

Hoy día, los testigos de Jehová disfrutan de paz y unidad en más de doscientos treinta países y territorios gracias a que obedecen las enseñanzas de Dios. ¿En qué se basa su unidad? El apóstol Pablo escribió: “Vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión” (Colosenses 3:14). En este versículo, la palabra griega que se traduce “vínculo” también se utiliza para referirse a los ligamentos del cuerpo. Estos ligamentos, que son resistentes como sogas, cumplen una importante función: sostener los órganos en su lugar y mantener unidos los huesos.

Pues bien, el amor funciona de una manera parecida: tiene el poder de unir a las personas. El amor cristiano hace mucho más que impedir que la gente se mate entre sí: logra que personas de antecedentes muy distintos vivan unidas y en paz. Gracias a ese amor, pueden guiar su vida por lo que se conoce como la Regla de Oro: “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos” (Mateo 7:12). Este principio enunciado por Jesús ha ayudado a mucha gente a vencer sus prejuicios.

*** g 10/07 pág. 27 “Muéstrense agradecidos” ***“Muéstrense agradecidos”

▪ La Biblia alienta reiteradamente a los siervos de Dios a ser agradecidos. Salmo 92:1 dice: “Es bueno dar gracias a Jehová”. Así mismo, el apóstol Pablo exhortó: “Muéstrense agradecidos” (Colosenses 3:15).

Tenemos buenas razones para ser agradecidos. Robert Emmons, profesor de la Universidad de California en la ciudad de Davis, dijo: “Los estudios sobre el agradecimiento están llegando a la conclusión de que los sentimientos de gratitud son sumamente útiles para ayudar a la gente a encarar las dificultades de la vida cotidiana —en particular el estrés— y para elevar su autoestima”.

La revista Time señala algo más: “Las personas que se consideran agradecidas [...] tienden a ser más vitales y optimistas, padecen menos estrés y experimentan menos episodios de depresión mayor que la población en general”.

Sin embargo, la Biblia predijo que “en los últimos días” muchas personas serían, lamentablemente, ‘amadoras de sí mismas y desagradecidas’ (2 Timoteo 3:1-5). ¿Cómo evitamos los cristianos verdaderos contagiarnos de esta actitud? El Autor de la Biblia dice: “Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar” (Isaías 48:17). La obediencia a las leyes divinas nos libra de muchas de las aflicciones que les sobrevienen a quienes van tras metas egoístas. Además, tenemos la seguridad de que Jehová ve nuestros esfuerzos y que sabrá recompensarlos (Hebreos 6:10). Tales beneficios son un motivo para que demos “gracias a Jehová” (Salmo 107:8).

*** w98 15/2 pág. 4 Por qué ser agradecido ***

19

Muéstrense agradecidos”

La Biblia nos insta a cultivar un espíritu de gratitud. Pablo escribió: “Con relación a todo, den gracias. Porque esta es la voluntad de Dios en unión con Cristo Jesús en cuanto a ustedes” (1 Tesalonicenses 5:18). Y aconsejó a los colosenses: “Que la paz del Cristo controle en sus corazones [...]. Y muéstrense agradecidos” (Colosenses 3:15). Muchos salmos contienen expresiones de agradecimiento, lo que indica que la gratitud sincera es una virtud divina (Salmo 27:4; 75:1). Evidentemente, a Jehová Dios le agrada que le demos las gracias en asuntos de la vida cotidiana.

*** w94 1/5 pág. 11 párrs. 11-12 Cantemos alabanzas a Jehová ***

11 El apóstol Pablo sabía que el canto puede animarnos, de modo que nos da dos exhortaciones con relación a este asunto. En Efesios 5:18, 19 leemos: “Sigan llenándose de espíritu, hablándose a sí mismos con salmos y alabanzas a Dios y canciones espirituales, cantando y acompañándose con música en el corazón a Jehová”. Y en Colosenses 3:16 leemos: “Que la palabra del Cristo resida en ustedes ricamente en toda sabiduría. Sigan enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, alabanzas a Dios, canciones espirituales con gracia, cantando en sus corazones a Jehová”.

12 Observe que en ambos casos Pablo hace varias referencias al canto, pues menciona ‘salmos, alabanzas a Dios, canciones espirituales y cantar con música en el corazón’. Además, introduce sus comentarios a los colosenses diciendo que de este modo podemos ‘enseñarnos y amonestarnos unos a otros’.

*** w88 1/3 Modo responsable de ver el tener hijos en este tiempo del fin ***

17. ¿Qué consejo dio el apóstol Pablo a los colosenses, y cómo puede seguirse ese consejo hoy día?

“Háganlo todo en el nombre del Señor”17 Precisamente antes de dar consejo sobre

asuntos familiares, el apóstol Pablo escribió: “Cualquier cosa que hagan en palabra o en obra, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre mediante él”. (Colosenses 3:17-21.) Prescindiendo del estado en que se encuentre el cristiano, debe estar agradecido a Jehová y aprovechar su situación para ‘hacerlo todo en el nombre del Señor’.

*** tp cap. 12 El respeto a la autoridad es esencial para vivir en paz ***

20, 21. a) ¿Cómo muestra la Biblia que la autoridad del esposo y de los padres no es absoluta? b) Por eso, ¿a qué decisión pudieran encararse una esposa cristiana o hijos creyentes, y cuál debe ser su móvil?

20 Tenga presente que toda la armazón de la autoridad familiar se origina de Dios. Así, los hombres han de estar en sujeción a Cristo, las esposas a sus esposos “como es decoroso en el Señor”, y los hijos a sus padres “porque esto es muy agradable en el Señor”. (Colosenses 3:18, 20; 1 Corintios 11:3.) Esto significa que la autoridad del esposo sobre la esposa, y de los padres sobre los hijos, es relativa. Es decir, el cónyuge y los hijos cristianos están sujetos a Dios y Cristo primero, y obedecen el consejo de ellos. Para algunos cónyuges

o padres incrédulos, al principio esa idea pudiera ser desagradable. Pero realmente resulta para bien de ellos, porque ayuda a hacer más confiables y más respetuosos al cónyuge y a los hijos creyentes.

21 Sin embargo, ¿qué hay si un esposo hubiera de exigir que su esposa hiciera algo que no fuera “decoroso en el Señor”? Lo que ella haga demostrará si realmente “teme al Dios verdadero” o no. (Eclesiastés 12:13.) Lo mismo es cierto cuando los hijos tienen suficiente edad para entender y obedecer la Palabra de Dios. Si sus padres no comparten el deseo de ellos de servir a Jehová, los hijos tienen que decidir si mostrarán lealtad a Dios o compartirán la suerte de los padres que no lo hacen. (Mateo 10:37-39.) Pero aparte de su obligación principal a Dios, los hijos deben ser sumisos en “todo”, aunque eso signifique hacer cosas que no les agradan. (Colosenses 3:20.) Puede ser que tal proceder hasta atraiga a sus padres a las provisiones de Jehová para la salvación. Ciertamente es “muy agradable en el Señor” el que el móvil de uno sea Jehová y sus justos caminos, en vez de desobediencia nacida de un espíritu de independencia.

*** w08 15/9 Cómo puede usted lograr que su matrimonio sea una “cuerda triple” ***

9. a) ¿Qué obligaciones tiene el esposo? b) Según Colosenses 3:19, ¿cómo debe tratar el esposo a su esposa?

9 Para que Dios forme parte de un matrimonio, este debe esforzarse por obedecer las normas divinas. El esposo es el principal responsable de satisfacer las necesidades físicas y espirituales de su casa (1 Tim. 5:8). Además, debe tener en cuenta las necesidades emocionales de su esposa. En Colosenses 3:19 leemos: “Esposos, sigan amando a sus esposas y no se encolericen amargamente con ellas”. Un comentarista bíblico explica que en este pasaje la expresión “encolerizarse amargamente” significa “golpear a la esposa, hablarle con rudeza o negarle el apoyo, el afecto, el cuidado, la protección y el sustento”. Esa clase de comportamiento es totalmente inaceptable en un hogar cristiano. En cambio, cuando el esposo ejerce su autoridad de forma bondadosa, a su esposa se le hace más fácil seguir su dirección.

*** w95 1/6 págs. 28-29 La obediencia piadosa en las familias divididas por razones religiosas ***

Hijos que muestran obediencia piadosa

El consejo de Jehová a los hijos que viven en familias divididas por razones religiosas es el siguiente: “Sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es muy agradable en el Señor”. (Colosenses 3:20.) Notemos que se menciona al Señor Jesucristo. De modo que la obediencia a los padres no es absoluta. En cierto sentido, el consejo de Hechos 5:29, de “obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”, también incumbe a los jóvenes cristianos. Surgirán ocasiones en las que tendrás que decidir qué hacer sobre la base de lo que sabes que es correcto según las Escrituras. Puede resultar en algún castigo por negarte a rendir un acto de adoración falsa. Aunque esta no es una perspectiva agradable, te puede consolar y hasta

20

alegrar saber que sufres por hacer lo que es correcto a los ojos de Dios. (1 Pedro 2:19, 20.)

Dado que los principios bíblicos guían tus pensamientos, puede que discrepes de tus padres en ciertos asuntos. Eso no los convierte en tus enemigos. Aun si no son siervos de Jehová dedicados, merecen la debida honra. (Efesios 6:2.) Salomón dijo: “Escucha a tu padre, que causó tu nacimiento, y no desprecies a tu madre”. (Proverbios 23:22.) Trata de entender el dolor que sienten al verte seguir unas creencias extrañas para ellos. Habla con ellos, y ‘que llegue a ser conocido lo razonable que eres’. (Filipenses 4:5.) Comparte tus sentimientos y preocupaciones. Apégate con firmeza a los principios piadosos, pero ‘si es posible, en cuanto dependa de ti, sé pacífico con todos los hombres’. (Romanos 12:18.) El hecho de que obedezcas la dirección de tus padres le demuestra a Jehová que deseas seguir obedeciendo como súbdito de su Reino.

*** w05 15/6 pág. 22 párr. 18 Padres, provean a las necesidades de su familia ***

18 Jehová incluso toma la iniciativa de amar a sus hijos terrestres. Como señala 1 Juan 4:19, “él nos amó primero”. Particularmente el padre debe copiar el ejemplo de Jehová tomando la iniciativa para crear un vínculo amoroso con sus hijos. La Biblia lo insta encarecidamente a que no exaspere a los hijos “para que ellos no se descorazonen” (Colosenses 3:21). Pocas cosas descorazonan tanto a un hijo como sentir que su padre o su madre no lo aman o no lo valoran. El padre que tiene dificultades para expresar sus sentimientos debe recordar el ejemplo de Jehová, quien hasta habló desde los cielos para manifestar que aprobaba y amaba a su Hijo (Mateo 3:17; 17:5). ¡Cuánto debió de reconfortar esto a Jesús! Igualmente, las expresiones sinceras de amor y aprobación de los padres dan a los hijos ánimo y fortaleza.

*** it-1 pág. 832 Esclavo ***

La aceptación del cristianismo colocaba sobre los que estaban en servidumbre la responsabilidad de ser mejores esclavos, “no siendo respondones, no cometiendo robos, sino desplegando buena fidelidad”. (Tit 2:9, 10.) Incluso si sus amos los trataban de manera injusta, tenían que rendir debidamente. Al sufrir por causa de la justicia, imitaban el ejemplo de Jesucristo. (1Pe 2:18-25.) “Esclavos —escribió el apóstol Pablo—, sean obedientes en todo a los que son sus amos en sentido carnal, no con actos de servir al ojo, como quienes procuran agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón, con temor de Jehová. Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres.” (Col 3:22, 23; Ef 6:5-8.) Esa conducta excelente para con sus amos evitó que acarrearan reproche al nombre de Dios, ya que nadie podría culpar al cristianismo de producir esclavos perezosos y que no servían para nada. (1Ti 6:1.)

*** w12 15/1 págs. 21-22 Ofrezcamos sacrificios a Jehová con toda nuestra alma ***

SACRIFICIOS COTIDIANOS

4 A veces no es fácil captar qué relación tienen las actividades del día a día con los sacrificios a Jehová. A primera vista, el cuidado del hogar, las clases, el trabajo, las compras y otras tareas semejantes tienen poco que ver con los asuntos espirituales. Sin embargo, si nos hemos dedicado a Jehová o pensamos hacerlo dentro de poco, es importante enfocar tales labores con la debida actitud. Somos cristianos las veinticuatro horas del día y debemos aplicar los principios bíblicos en todos los campos de la vida. Bien dijo Pablo: “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres” (léase Colosenses 3:18-24).

5 Las actividades cotidianas no forman parte del servicio sagrado que prestamos los cristianos. Sin embargo, Pablo nos exhorta a realizarlas “de toda alma como para Jehová”, lo cual debería ponernos a reflexionar sobre todos los aspectos de la vida. Por ejemplo, hacemos bien en preguntarnos: “¿Es siempre digna mi conducta y mi ropa? ¿O a veces me daría vergüenza identificarme como testigo de Jehová, sea por mi comportamiento o por mi aspecto?”. ¡Qué triste si fuera ese el caso! Los siervos de Dios no queremos nunca dejar en mal lugar su nombre (Isa. 43:10; 2 Cor. 6:3, 4, 9).

6 Pensemos en diversas áreas de la vida y cómo influye en ellas nuestro deseo de trabajar “de toda alma como para Jehová”. Al hacer este análisis, recordemos que él esperaba que los israelitas siempre le sacrificaran lo mejor que tuvieran (Éxo. 23:19).

*** cl cap. 10 ‘Hagámonos imitadores de Dios’ en el uso del poder ***

18. ¿Qué espera Jehová de nosotros?

Servir a Jehová con ‘todas las fuerzas’18 El amor a Jehová nos mueve a participar de lleno

en el ministerio cristiano. ¿Qué espera él de nosotros en este particular? Algo que todos podemos dar, independientemente de nuestras circunstancias: “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres” (Colosenses 3:23). Al enunciar el mayor mandamiento, Jesús dijo: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12:30). Sí, Jehová nos pide que lo amemos y sirvamos con toda el alma.

*** w97 15/6 pág. 32 “Sirvan como esclavos al Amo, Cristo” ***

Puede que en varios países la gente no esté sometida a esclavitud literal hoy, pero muchos se ven obligados a trabajar largas horas en condiciones difíciles y, a veces, hostiles. Se hallan bajo la pesada carga de lo que pudiera denominarse esclavitud económica.

Existe, sin embargo, un tipo de esclavitud que no es oneroso. El apóstol Pablo instó a sus hermanos en la fe: “Sirvan como esclavos al Amo, Cristo”. (Colosenses 3:24.) Quienes optan por ser esclavos de Cristo encuentran alivio a sus pesadas cargas. Jesús mismo dijo: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. Tomen sobre sí mi yugo y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque

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mi yugo es suave y mi carga es ligera”. (Mateo 11:28-30.)

Aceptar el yugo de Cristo no nos exime de la obligación que tenemos de proveer a nuestra familia en sentido material. (1 Timoteo 5:8.) Pero sí ofrece libertad de muchos de los enredos de las búsquedas materialistas. En lugar de hacer de las comodidades físicas la principal meta en su vida, los cristianos se contentan con lo básico. (1 Timoteo 6:6-10; compárese con 1 Corintios 7:31.)

Capítulo 4*** w93 1/7 págs. 18-19 Andemos en sabiduría para con el mundo ***

“Sigan andando en sabiduría para con los de afuera.” (COLOSENSES 4:5.)

LOS cristianos de los primeros tiempos que vivían en las ciudades del mundo romano se enfrentaban constantemente a la idolatría, la inmoralidad, la búsqueda de placeres y las costumbres y los ritos paganos. Los que vivían en la ciudad de Colosas, en la región centrooccidental de Asia Menor, se encaraban con la adoración de la diosa-madre y el espiritismo de los frigios nativos, la filosofía pagana de los pobladores griegos y el judaísmo de la colonia judía. El apóstol Pablo aconsejó a la congregación cristiana que ‘siguiera andando en sabiduría para con los de afuera’. (Colosenses 4:5.)

2 Hoy día, los testigos de Jehová se enfrentan a problemas similares, e incluso a algunos más. De modo que también tienen que obrar con sabiduría cuando tratan con los que no son parte de la congregación cristiana verdadera. Muchas personas de instituciones religiosas y políticas, así como de los medios de comunicación, se oponen a los Testigos. Algunas de ellas tratan de manchar la reputación de los testigos de Jehová y de indisponer a la gente contra ellos atacándolos directa o, en la mayoría de los casos, indirectamente. Tal como a los primeros cristianos se les veía injustamente como una “secta” fanática e incluso peligrosa, los testigos de Jehová de la actualidad muchas veces son el blanco del prejuicio y de ideas falsas. (Hechos 24:14; 1 Pedro 4:4.)

*** w10 15/6 Hablemos “con gracia” y nos llevaremos mejor con los demás ***

4. ¿Por qué es esencial expresarse con educación y buen gusto?

5. ¿Con qué no debe confundirse la buena comunicación? Explíquelo con un ejemplo.

6. ¿Qué implica hablar con discreción?

¿Qué implica hablar “con gracia”?4 El apóstol Pablo dio un consejo que es

fundamental aplicar en toda situación, sea dentro o fuera de la congregación, e incluso en el hogar: “Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal” (Col. 4:6). En otras palabras, debemos expresarnos con educación

y buen gusto. Así fomentaremos la buena comunicación y la paz.

5 La buena comunicación no debe confundirse con decir siempre lo que opinamos y sentimos, sobre todo si estamos disgustados. Las Escrituras indican que perder los estribos es una muestra de debilidad, y no de fortaleza (léanse Proverbios 25:28 y 29:11). “Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres” de la época, pero en cierta ocasión no logró soportar la actitud rebelde de su nación. Por el contrario, se salió de sus casillas y no le dio a Jehová la gloria que debía. Es cierto que expresó claramente sus sentimientos, pero Dios no quedó complacido. Por ello, aunque lo había tenido como caudillo de la nación por cuarenta años, no le permitió entrar junto con los israelitas en la Tierra Prometida (Núm. 12:3; 20:10, 12; Sal. 106:32).

6 Las Escrituras alaban a quienes hablan con discreción, es decir, con sensatez y tacto: “En la abundancia de palabras no deja de haber transgresión, pero el que tiene refrenados sus labios está actuando discretamente” (Pro. 10:19; 17:27). Pero ser discreto no exige quedarse callado. Más bien, requiere comunicarse “con gracia”, usando la lengua como bálsamo calmante, y no como un puñal (léanse Proverbios 12:18 y 18:21).

*** w98 15/7 pág. 8 Tíquico: un coesclavo de confianza ***

Tíquico no era simplemente un cartero. Fue un mensajero personal de confianza, pues Pablo escribió: “Todos mis asuntos se los hará saber Tíquico, mi amado hermano y fiel ministro y coesclavo en el Señor. Con el mismísimo propósito de que sepan de las cosas que tienen que ver con nosotros, y para que él consuele sus corazones, lo envío a ustedes” (Colosenses 4:7, 8).

El estudioso E. Randolph Richards señala que el portador de una carta “frecuentemente constituía un vínculo personal complementario al vínculo escrito entre el autor y los destinatarios. [...] [Una de las razones] que hacían necesario que hubiera un mensajero de confianza era [que] este muchas veces brindaba información adicional. Una carta puede describir una situación de manera breve, habitualmente desde el punto de vista del autor, pero se espera que el mensajero relate al destinatario todos los detalles”. Aunque la carta contuviera enseñanzas y cuestiones urgentes, el emisario de confianza podía comunicar oralmente otros asuntos.

*** w00 15/12 Ayudemos al prójimo a andar de una manera digna de Jehová ***

16, 17. ¿Qué podemos decir sobre los hermanos mencionados en Colosenses 4:10, 11?

16 Pablo escribió: “Aristarco, mi compañero de cautiverio, les envía sus saludos, y también Marcos el primo de Bernabé (respecto de quien ustedes recibieron mandatos de recibirlo con gusto si alguna vez fuera a ustedes), y Jesús, que se llama Justo, los cuales son de los circuncisos. Solamente estos son mis colaboradores para el reino de Dios, y estos mismos han venido a ser para mí un socorro fortalecedor” (Colosenses 4:10, 11).

17 En este pasaje Pablo identificó a varios hermanos dignos de mención especial. Dijo que eran de los circuncisos, o sea, de antecedentes judíos. En Roma

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había muchos judíos circuncisos, algunos de los cuales se habían convertido al cristianismo. Pues bien, aquellos que Pablo mencionó habían acudido en su ayuda. Probablemente no dudaban en relacionarse con los cristianos de origen gentil y con gusto acompañaban a Pablo en la predicación a los gentiles (Romanos 11:13; Gálatas 1:16; 2:11-14).

*** w04 15/9 “Sigan adquiriendo poder en el Señor”

15, 16. Cite un ejemplo bíblico de que el apoyo de los hermanos en la fe nos ayuda a permanecer firmes

15 El rugido cercano de un león en la sabana africana quizá haga que los antílopes salgan corriendo a toda velocidad para ponerse a salvo. Sin embargo, los elefantes son un ejemplo de apoyo mutuo. El libro Elephants—Gentle Giants of Africa and Asia (Los elefantes: mansos gigantes de África y Asia) explica: “Una estrategia defensiva muy común en una manada típica es formar un círculo, con los cuerpos de los adultos en la parte exterior de modo que los pequeños queden protegidos en el interior”. Ante tal muestra de fortaleza y cooperación, los leones rara vez atacan a los elefantes, ni siquiera a los jóvenes.

16 Cuando Satanás y sus demonios nos amenazan, nosotros también debemos mantenernos juntos, hombro a hombro con los hermanos que están sólidos en la fe. Pablo reconoció que algunos cristianos habían sido “un socorro fortalecedor” para él durante su encarcelamiento en Roma (Colosenses 4:10, 11). El término griego traducido “socorro fortalecedor” aparece una sola vez en las Escrituras Griegas Cristianas. Según el Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, de Vine, “una forma verbal de este vocablo significa medicinas que alivian la irritación”. Como un bálsamo, el apoyo de siervos de Jehová maduros alivia el dolor provocado por el sufrimiento emocional o físico.

*** w08 15/2 Tengamos siempre presente a Jehová

6, 7. a) En lo que tiene que ver con la oración, ¿qué ejemplo nos dejó Epafras? b) ¿Por qué debemos orar a favor de los demás?

6 La Biblia también nos exhorta a que oremos “unos por otros”, aunque no siempre veamos de inmediato una respuesta clara a nuestras oraciones (Sant. 5:16). Por ejemplo, Epafras, “un fiel ministro del Cristo”, oró insistentemente por sus hermanos en la fe. Pablo escribió lo siguiente desde Roma: “Epafras, que es de entre ustedes [colosenses], esclavo de Cristo Jesús, les envía sus saludos, y siempre está esforzándose a favor de ustedes en sus oraciones, para que al fin estén de pie completos y con firme convicción en toda la voluntad de Dios. Yo verdaderamente doy testimonio de él, que se empeña mucho a favor de ustedes y de los que están en Laodicea y de los que están en Hierápolis” (Col. 1:7; 4:12, 13).

7 Las ciudades de Hierápolis, Laodicea y Colosas se ubicaban en la misma región de Asia Menor. En Hierápolis, los cristianos vivían entre adoradores de la diosa Cibeles. En Laodicea, el problema era el materialismo. Y en Colosas, el peligro lo constituían las filosofías humanas (Col. 2:8). No es de extrañar, pues, que Epafras —quien era colosense— se preocupara por orar a favor de los hermanos de su ciudad. Él siempre oraba por ellos, aunque la Biblia no dice cómo se

contestaron sus oraciones. También nosotros debemos orar constantemente por nuestros hermanos. Aunque no nos entrometemos en asuntos ajenos, es probable que sepamos de familiares o amigos que estén pasando por una prueba difícil (1 Ped. 4:15). Una buena manera de ayudarlos es pedir por ellos en nuestras oraciones. A Pablo le hicieron mucho bien las oraciones de sus hermanos, y las nuestras pueden tener el mismo efecto en los demás (2 Cor. 1:10, 11).

*** g91 22/11 pág. 7 La Biblia se adelantó a la ciencia en combatir la enfermedad ***

Cuando en Colosenses 4:14 se llama a Lucas el médico “amado”, no hay duda de que se alude a sus aptitudes espirituales más bien que a sus habilidades médicas. Sin embargo, el privilegio de que disfrutó al escribir bajo inspiración parte de las Sagradas Escrituras no se le hubiera otorgado a alguien cuya práctica médica fuera poco ética o contraria a la Biblia.

Algunos datos sugieren que Lucas practicaba medicina moderna para su época, pues utilizó terminología y descripciones médicas que sugieren la influencia de Hipócrates. Cierto es que Hipócrates no acertó siempre, pero intentó introducir la lógica en la práctica médica y denunció la superstición y las teorías médicas pseudoreligiosas. Además, la sencilla ilustración de Jesús registrada en Lucas 5:31 —“los que están sanos no necesitan médico, pero los que se hallan mal sí”— hubiera tenido poco valor si no se aceptase que los médicos de la época podían curar hasta cierto grado las enfermedades.

*** w08 15/8 pág. 28 Puntos sobresalientes de las cartas a los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses y a los Colosenses ***

4:16. ¿Por qué no es parte de la Biblia la carta a los cristianos de Laodicea? Tal vez porque no contenía información que fuera necesaria hoy día, o quizás porque mencionaba puntos que ya aparecían en otras cartas del canon bíblico.

*** w08 15/1 “Sigue vigilando el ministerio que aceptaste en el Señor” ***

14. ¿En qué aspecto fue Pablo un ejemplo para sus hermanos en la fe, y qué consejo dio?

‘Sigamos vigilando nuestro ministerio’14 El apóstol Pablo tomó con mucha seriedad su

ministerio y exhortó a sus hermanos en la fe a hacer lo mismo (Hech. 20:20, 21; 1 Cor. 11:1). En una ocasión dirigió esa exhortación a alguien en particular, a un cristiano llamado Arquipo. En su carta a los Colosenses, Pablo escribió: “Digan a Arquipo: ‘Sigue vigilando el ministerio que aceptaste en el Señor, [para] que lo cumplas’” (Col. 4:17). No sabemos ni quién era Arquipo ni cuáles eran sus circunstancias, pero está claro que había aceptado un ministerio. Si nosotros nos hemos dedicado a Jehová, también hemos aceptado un ministerio. ¿Lo ‘vigilamos’ o examinamos de continuo para asegurarnos de que lo estamos cumpliendo?

Fuente Watchtower library 2012.

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