1 1 dos hombres: el egipcio taher pacha y el barón de...

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BEPTIMA PAGINA ELMUNDODEPORTIVo Dom1no. 22 de sepifembre de 19 El Estado de California ha dado al boxeo de los Estados Unidos, muy buenos pugilistas. Jiasta re- cordar a algunos campeones man- diales inolvidables en la historia del boxeo de final y principio de siglo, como el de los plumas, Abe Attel y el elegante James J. Cor bett y en una época más reciente a John Henry Lewis, magnífico campeón de los semipesados, sin olvidar a los excepcionales Jack Dempsey y Max Baer, que si no nacieron dentro de sus fronteras cimentaron en sus rings una fama que todavía perdura. .. En esta tierra, en otro tiempo invadida por los buscadores de oro y aventureros de todas las calañas y hoy una de las más prósperas, por no asegurar la que más del ámbito estadounidense, nació tam blén el peso pesado de color, Ed die Machen, un hombre que cii estos últimos tiempos ha dado mu- cho que hablar, al margen de lo deportivo, pues según se dijo, se le detuvo porque al parecer hiten- taba suicidarse. Lo declaró Machen y puede ser verdad, como también puede ser... una publicidad muy bien lograda, ya que en los Estados Unidos y en torno a SUS figuras, del teatro, del cine o del deporte, todo es posible... Sin embargo, nosotros vamos a aceptar la noticia como vino y se- guiremos ecreyendo» la versión que se nos sirvió. sin menoscabo de que a larga distancia observemos al paso pesado de Redding, a ira- vés de lo que pda realizar como boxeador, en el futuro de su, di- gamos, segunda carrera. . Indudablemente, Eddie es un buen boxeador. Eso nadie lo duda porque los resultados que se re- gistran en su historial apoyan el aserto. Debutó como profesional en 1955 y durante este año celebró once combates, venciendo en todos ellos; los diez primeros por k. o. 1956 no te fue menos propicio: ocho combates, ocho victorias, con algunos nombres de relieve por aquel entonces. El cubano Julio Mederos, resistente como’ tina ro- ea, batido a los puntos y el céle bre púgil de la misma nacionali dad, Nino Valdés, que si alcanzó el limite de los asaltos en la pri mera oportunidad caería en el des- quite en ocho asaltos. Limitó su actividad en 1957, con cinco com bates que también tradujo en vic torias dos sobre el ex campeón de ios semipesados Joey Maxim, . otra a costa de Bob Baker, a los puntos y un k. o. sobre Edgardo Romero, y por último el cierre con la inferioridad de Tommy Hurri cane Jackson, el irreflexivo pelea- doy en el décimo y último asalto. Sin conocer la derrota, para Ed tEa Machen, todo Ci monte era orégano. Quizá a veces los hoaa bres necesitan tropezar para con- vencerse a si mismos que tampo co Son Invulnerables. . . y esto le ocurrió a Machen: tropezó en el que fue el peor año de su vida de pugilista : 1958. En Texaa, otro hermano de ra za, de piel quizá más oscura que él, estaba avanzando a pasos de gigante hacia el titulo mundial de todas las categorías. Se llamaba Zora Folley. y permanecía imba tido, con el historial limpio de de- rotas en el que no se registraba ni tan siquiera un combate nulo. Folley fue llamado a San Fran cisco para enfrentarse a Maehen, en una especie de semifinal para el tItulo mundial, a la distancia de doce asaltos. Y la pelea, muy lejos de ser un espejo de correc ción, dada la gran categoría de los rivales, resultó incolora, impropia de la clase demostrada hasta aquel día por aquellos boxeadores ex- eepcionales. Terminó en combate nulo. Uno de esos veredictos pla dosos que los árbitros deben adop tar, por no correr el albur de des- calificar a uno o a los dos con- tendientes, que más valdría algu nas veces... ¿Fué aquél un principio de deca dencia de Eddie Machen? No se puede asegurar, pero lo cierto es que cinco meses después aceptó encontrarse con el entonces cam peón de Europa, del peso pesado, Ingemar Johansson, en Gotembur go, y el «vikingo» le puso k. o. en menos de un asalto. Aquello, aunque pasó m u e h o tiempo, no pudo ser olvidado por Eddie Machen. Sus depresiones nerviosas le sacaron de quicio y el hombre arrastró durante mu- cho tiempo ese sabor amargo de una derrota que quedó como una idea fIja en su subconsciente. . . Me- dio afio de descanse le dio cierta iranquflidad y ya bien metido en 1959 consigue alele triunfos en otros tantos combates. Pero todo y venciendo, Machen no se encontraba a mismo. Y al iniciarse 1960 su antiguo cono- cido Zara Folley, le vencería en doce asaltos, decantando el con- cepto de rivalidad entre ambos a su favor Aquello exasperó a lId- dic y después de obtener varios triunfos de cierto relieve sobre Billy Hunter Alex Mitefí y Alon ro Johnson, más tarde perdería con Sonny Liston, hombre del que se apartaban cuanto podían, pre cisamente los más destacados, por el peligro que encerraban sus pu- ños demoledores. Machen perdió a los puntos, pues su depurada técnica le permite salir airoso fien- te a los más fuertes golpeadores y hasta vencerles. Pero Liston cm- pezaba a abrirse en serio camino hacia el título y pocos le podrían parar.. . Así que, Machen, en un momento de franca preocupación, siempre pensando en su «verdugo» Ingemar Johansson e imposibilita do de lograr el desquite que siem pre le negó el sueco, hubo de ce- der frente al «tanque» Liston, sir- viendo sólo de plataforma para acreditar un poco más al que se perfilaba como futuro campeón de los pesos pesados... De todos es conocida el resto de la historia de Eddie Machen, por la reciente publicidad que se hizo de ella en todo el mundo, a raíz de su intento de suicidio, Machen, que como tantas figuras del cua drilátero también se halla en deu da con el severo Fisco de los Es- GIMEN ‘‘ O: “A los 33 años abandonaré el tenis. Aún me quecwn siete” -j tiid.” Andrés Gimeno volverá dentro dentro de poco a Barcelona, pero únicamente lo hará de paso. En su «tournée» por tierras hispanas, que durará siete días, tiene pro- gramadas las ciudades de Palma de Mallorca, Barcelona y S’Aga ró. Cuatro campeones, Rod Laver, Lewis Hoad, Ayala y Andrés Gi meno harán, dentro de poco, las delicias del público en las pobla ciones predichas. —Desde hace cuatro años veni’ mos jugando juntos los cuatro. —Qué proyectos hay después de esta corta gira? —Descansar en Barcelona un par de semanas. Llevo ocho me- ses lejos de mi tierra. He estado por Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos y tengo ganas de estar entre los míos. —Y tras el descanso? —De nuevo a «trabajar». —Esta vez por dónde? —Cannes, Dublin, Ginebra y otra vez a Nueva Zelanda. Total, otros ocho meses lejos de Es- paña. Notése cómo Andrés Gimeno añora a su patria. Desde que Jack Kramer le convenció para que pa- smc al profesionalismo, no ha pa- rado un instante de viajar. Aprovechando una pausa, agre ga: —Para noviembre espero mi pri mer hijo. La felicitación que le enviamos Se hace extensiva a su esposa. Cambiando el rumbo de la con- versación nos -ponemos a compa rar, aunque todas las compara- ciones son odiosas. —,‘,En qué nos aventajan los aus tralianos? —En los medios. Sus raquetas y pelotas son mejoresdel orbe. —,,Pero los medios no lo hacen todo? —De acuerdo, en otra cosa que también nos ganan es en la pro- paración física. Aquí está algo abandonada. —,,Qué edad cuentas? —Veintiséis. —,Hasta cuándo con la raqueta? —La edad tope para todo te- nista son los treinta y tres. Son contados los que pasan de esta edad. —A qué piensa dedicarse cuan- do cuelgue la raqueta? —Tengo montado un negocio de plásticos, pero añil es pronto pa- ra pensar en ello. ¿No le parece? tados Unidos, trata de lograr con- tratos bien retribuidos. Y quizá también esto tenga algo que ver con su desesperación al no con- seguirlo. El quiere cumplir con todo, pero antes debe embolsar las sumas necesarias para vivir holga damente con su familia y pagar cuando pueda lo que adeuda... Después de unas semanas de ja- ternamiento, Machen parece otro hombre. El reposo, los sedantes y la vida tranquila del hospital, le proporcionaron u a a beneficiosa beatitud... y el peso pesado de Ca- lifornia, salió hacia el hogar com pletamente repuesto, sin acusar re- siduo alguno de sus antiguas de- presiones nerviosas... Ya no es un convaleciente, sino un hombre completamente curado que inició sus entrenamientos, dan- do largos paseos por las campiñas, acudiendo más tarde al gimnasio, donde se preparó como nunca, pa- ra hacer una reaparición que acre— 1itase sus aspiraciones de antaño al título mundial. —Fui el número uno dijo Ma- chen y quiero volver a serlo... Y esta misma semana, para hacer buenas sus palabras el hombre de Redding, en Santa Mónica, pobla ción de su dorada California, ven- cié. en su reaparición a Olli Wil son por k. o. en seis asaltos. Un adversario que no es una gran fi- gura, pero que para probar las fuerzas del reaparecido, no está nada mal... Claro que una cosa es Wilson y otra Liston y comnañía, De ma- nera que el juicio sobre Eddie Ma- chen, debe quedar. por hoy, en suspenso o en observación de lo que nos vaya demostrando en el porvenir... José CANALIS : .,:, . , . , .. ,, r 1 _1 _ » : : , . . Dos hombres: el egipcio Taher Pacha Y elBarón deGueli, fueron sus creadores .. Los Juegos Mediterráneos que Al Barón de Esponellá se ayer quedaron inaugurados en la bella capital napolitana. tie nen ya su historia. una histo ria que ya ha iniciado su segun da década. gendelosjuegosdeOlifllPiaY debe el que los II Juegos En la Grecia clásica, al alar- a imagen y semejanza suya —, aunque sin alcanzar de mucho otros de los que la historia tam 5 e c e le b r a r a n e n B a r c elo ti a su gran espleaflor surgieron bién da amplia cuenta. También a la sombra de los actuales Jue gas Olfmpicos renovados por el barón Pierre de Coubertin, han que hemos de ceñir esta referen- borador que tuvo Taher Pacha. b a r ó n de Espone, que por municipio : el barón- de Espone ido proliferando otros que reu- cia histórica—, su alumbramien- basta conseguir que los Juegos aquel entonces acababa de con- ha terminó su gestión edilica y nen países de zonas territorial- to no tuvo lugr hasta trece años Mediterráneos fueran una reali- seguir la constitución de la pri- al poco tiempo se producia l mente o políticamente afines, después de su muerte. Fue uno dad. rnera Ponencia de Deportes mu- cambio de alcalde y de la casi como por ejemplo los Mediterrá- de sus fieles colaboradores, un En el año 1949, el proyeéto fue nicipal de España y de que éste totalidad de los concejales. fleos, los del Ccnmovelth Br4- gran propagador del ideal ohm- aprobado por ei C. 1. 0. y dos lograra conseguir la firma del al- Afortunadameote, a pesar de tánico los Panamericanos, los del pico el egipcio Taher Pacha, re- años más tarde los primeros calde barón de Terradas. a la so- liaberse producido un cambio Caribe, y otros varios. que el Comité Olímpico Internacional presentante del C.I.O. en su país, Juegos Mediterrineos se celebra- licitud de que fuera concedida tan radical, nuestro municipio controla y que os ha reglamen- quien lanzó la idea de la cele- ban con gran brillantez en Ale- la celebración 1e los II Juegos mantuvo firmemente su propó bración de unos Juegos que reu- jandría. La idea había triunfado. Pediterráneos de 1955 a Barcelo- sito y el proyecto siguió adelan. tado y clasificado como Juegos nieran a todos los países del pero era necesario afianzarla. El ca. . te, bajo la dirección del joven y Regionales. litoral mediterráneo. Idea feliz, impulso corrió a cargo del barón Presentada por Güeli la candi- flamante concejal don Juan An Fue el propio Coubertin quien por ser este mar la cama del de Güell. Convencido. de que datura oficial d nuestra ciudad, t o n i o Samaranch Torrelló, a sceptó y refrendé la idea de ce- olimpismo. para conseguirlo era ncesario ti’abajó incansablemente p a r a quien el nuevo alcalde puso al lebrar estos Juegos interzo- - intervención personal. decidió poder reunir los votos precisos frente de la Ponencia de Depor- cales, sin duda imbuido por su Pacha, encntró inmediata- pulsar el ambiente para celebrar para que el «cónclave olímpico» les. deseo de continuar en lo posible, mente un hombre que se sumó los segundos Juegos en Barcelo- lo aprobara. y consiguió su pro- )s tradición helénica, de la que con entusiasmo a su idea, y que na. pósito: el Congreso del Q. 1. 0. fueron el éxito que todos recor- Los II Juegos Mediterráneos ae impuso la misión de ser con- secundó su magnífico propósito. &niador. Este hombre fue un barcelonés Empeño audaz era en aquellos proclamé la ciudad de Barcelo- damos. Exito franco y rotundo, Pero, esta idea del renovador ilustre, gran helenista y persona momentos, dada la difícil situa- na, escenario de los Juegos Me- tanto en organización. como en de la doctrina olímpica, tardó que además de haberse ganado ción por que atravesaba nuestra diterráneos para el afio 1955. concurrendia de participantes. varios años en plasmarse en rea la confianza de Coubertin, lo- hacienda municipal. Y fracasó Pero en este momento crucial, Hubo competiciones de 19 depor- lidad, hasta el punto de que él gró afirmar su personalidad en en los primeros intentos. cuando la ciudad había adquiri- tes —, más oue en la mayoría ademas, nuestra ciudad presentó una serie de Instalaciones depor tivas modélicas. Taher Pacha tuvo la satisfac consolidada su obra. Su gran co- ción de poder ver firmemente laborador, el barón de Oüql, no pudo gozar de ella, porque fa- lleció poco ants. A Barcelona siguió Beyruth en 1959, pero en la capital del no pudo verla consumada. el seno del C. . O. : don Santia- Tuvo la suerte finalmente, de do voluntariamente compromiso de los Juegos Olímpicos —, cori Por lo que a los Juegos Medi- go Güeli y Bacigalupi, barón de que pasara a capar la tenencia tan importante, se produjeron un total de más de 1.500 atletas, terráneos se refiere. e—tema al Güeli, fue el más decidido cola- de alcaldía su gran amigo, el cambios importantes en nuestro representando a diez países. Y, bano los Juegos acusaron un marcado retroceso en todos los aspectos ; en organización, en Excmo. señor barón de Güeli es ofe mero de participantes y, sobre todo. en dotación de instalado rice deportivas. Ahora le ha llegado ej turno a Nápoles, y tenemos la segu ridad de que en la capital napo litana, los Juegos Mediterráneos volverán a rayar a gran altura. Nápoles tiene ei ejemplo (le los soberbios Juegos Olímpicos que Roma celebró y seguirá su pauta. La gran competición mediterrá nea saldrá de ello fortalecida. Sin embargo. .. Sin embargo un peligro amenaza la continuidad de estos Juegos. El de las dis criminaciones raciales, el de los ódios políticos entre países limi trotes de determinada zona del litoral mediterráneo. Situación difícil la que ha planteado esta lamentable actitud. contraria a los principios de convivencia hu mana preconizada por la doc- Irma del olimpismo. En deporte. al menos, no pueden ser admi sibles actitudes que tiendan a repudiar a hombres de otras ra zas, de diferentes creencias o, sencillamente, porque sustenten ideales nolítiros opuestos. Este es un problema que re- quiere una rápida solución, inclu so cori vistas al futuro de los Juegos Olímpicos. Así lo han en- tendido algunas federaciones in ternacionales, y como primera medida han decidido no conce der la organización de campeo natos de Europa o del Mundo, ni Juegos Regionales, a los países que no garanticen la libre par- ticipación a todos los países. La Federación Internacional de At letismo ha dado el ejemplo, al negar oficialidad a las pruebas de atletismo de estos Juegos Me- diterráneos, por no haber sido admitida la participación de Is rael motivo por el cual la com petición se celebrará bajo el nombre de Juegos Atléticos de Nápoles. Lamentable es todo esto y de difícil solución. Al menos por el momento. - Luis MELENDEZ muchacho de insignificante apariencia decían los técnicos y la prensa. Y Madame Jazy estaba contenta, muy contenta. Porque su hijo podría batir records, podría lograr triunfos y éxitos para el atletismo francés. Lo que quizá nadie sabía que aquel muchacho.., que ya comenzaba a ser importante en Francia, había ganado ‘muchos años antes otra dramática y decisiva carrera para ,- - -r- -- - - . 4 —, , ‘‘ . . 1 , ‘ , , ,‘ , ,.- ganar su vida. En aquella ocasión no fueron sus finas piernas las que lograron el éxito. Fue el cariño de una madre. Y ahora ya pueden hablarle a Madame Jazy de los records de su hijo. Su marca persiste y perdura. Es la que estas dos jornadas ha hecho vibrar a toda Francia a través de la pantalla pequeña. . Antonio VALLUGERA ,. -‘ ,- : - - ‘:i. -‘ >: 1 . Francia se halla en plenos festejes deportivos. Su encuentro atlético con la U.R.S.S. será, sin duda, uno de los mayores acontecimientos deportivos del afio. Y ahora, en estos momentos que se habla de distancias y recorde ; de tiempos y homologaciones. en el país galo; tal como ordenan los cánones tienen su Napoleón. Cuando la temporada futbolística se inicia es Kopa quien asume el nombre del forjador de la historia de Francia. Luego le reemplaza , el normando Anquetil, cuando los calores del verano anuncian la llegada del «Tour». Y cuando en esta ocasión el otoño señala el , inicio de su época, Michel Jazy ocupa todos los rotativos de Francia. Tres campeones de similar aspecto. Tres grandes monsieurs del de- porte galo. Y sin embargo, tres hombres de apariencia frágil, de constitución anárquica, que no exteriorizan el calificativo de fueras de serie del deporte francés. Pero no se trata en esta ocasión del personaje, sino de alguien, que viviendo a la sombra de su estela está directamente vinculado con el personaje. Madame Jazy fue ayer y volverá a serlo hoy, uno - de los millones de telespedtadores que seguirán las mínimas evolu nones del Francia - U.R.S.S. de atletismo. Deseará que su pequeño Michel hoy convertido en un mozo de veintiséis años famoso e Importante logre el triunfo. Que bata su propia marca mundial. Que decida con sus tiempos este (<match)) tan trascendental para . la historia del atletismo galo. Pero sus deseos no serán tan inquietos e impacientes como la mayoría de esos millones de franceses. Para ella, para Madame Jazy, la madre del campeón, el gran éxito es contemplar a su hijo a través de la pequeña pantalla. Lo demás, sus marcas, sus tiempos. . . • sus triunfos. le mteresan bastante menos. - Cuando batió el record del mundo de los 2.000 metros, Jules Ladoumegue, la gran gloria del atletismo francés de los años treinta e ídolo hasta que apareció en el firmamento galo Michel Jazy, escribía en eFrance-Soir» : «—Desde 1931 ningún francés batía un record del mundo. ves, pequeño Jazy, un record del mundo ha vuelto a Francia y en seguida, - incluso los muertos del atletismo, se han puesto en pie. ..» - Títulos y loas por el estilo se publicaron en todos los rotativos franceses. c:aía periodista, fuera o no especialista en deportes, le dedicó su ditirambo y le confió su emoción en términos muy pare- cidos. En el mismo «France-Soir» apareció en un apartado espacio, como complemento de las loas dedicadas al campeón. una entrevista con - Madame Jazy. Cuando el periodista le preguntó si estaba satisfecha del éxito de su hijo, contestó. . . «Ustedes no lo saben bien. Francia se ha emo donado por el triunfo de mi hijo y yo corno buena francesa también me alegro. Pero ningún éxito lo cambiaría por el de saber que los pulmones de mi hijo eStán sanos». Madame Jasy había luchado du rante años y años por evitar la enfermedad de su hijo. La lucha .; con la enfermedad que sostuviera Madame Jazy fue mucho más titánica y emocionante que la que mantuviera su hijo contra las manecillas del crono por batir el record del mundo. El padre y el abuelo de Michel Jazy hablan muerto víctimas de la misma enfermedad : silicosis. El abuelo del recordman del Inundo abandonó Polonia en 1920 y trabajó como minero en Calais. El esposo de Madame Jazy fue también víctima de la misma enfermedad. Madame Jazy huyó de Calais en tragica carrera contra la muerte que amenazaba a su único hijo, víctima ya del microbio. Madame Jazy llegó a París y no tuvo horas de descanso mientras su Miehel se reponía poco a poco. Luego• cuando los médicos le dieron de alta, Madame Jazy quiso estar segura de la total curación de su hijo. y mientras, comenzó a trabajar en una imprenta, a la vez que Inició bién la práctica del deporte. Michel Jazy se hizo hombre. Un atleta excepcional había en aque’

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Page 1: 1 1 Dos hombres: el egipcio Taher Pacha Y el Barón de ...hemeroteca-paginas.mundodeportivo.com/./EMD01/HEM/1963/09/22… · invadida por los buscadores de oro y aventureros de todas

BEPTIMA PAGINA ELMUNDODEPORTIVo Dom1no. 22 de sepifembre de 19

El Estado de California ha dadoal boxeo de los Estados Unidos,muy buenos pugilistas. Jiasta re-cordar a algunos campeones man-diales inolvidables en la historiadel boxeo de final y principio desiglo, como el de los plumas, AbeAttel y el elegante James J. Corbett y en una época más recientea John Henry Lewis, magníficocampeón de los semipesados, sinolvidar a los excepcionales JackDempsey y Max Baer, que si nonacieron dentro de sus fronterascimentaron en sus rings una famaque todavía perdura. . .

En esta tierra, en otro tiempoinvadida por los buscadores de oroy aventureros de todas las calañasy hoy una de las más prósperas,por no asegurar la que más delámbito estadounidense, nació tamblén el peso pesado de color, Eddie Machen, un hombre que ciiestos últimos tiempos ha dado mu-cho que hablar, al margen de lodeportivo, pues según se dijo, se

le detuvo porque al parecer hiten-taba suicidarse.

Lo declaró Machen y puede serverdad, como también puede ser...una publicidad muy bien lograda,ya que en los Estados Unidos yen torno a SUS figuras, del teatro,del cine o del deporte, todo esposible...

Sin embargo, nosotros vamos aaceptar la noticia como vino y se-guiremos ecreyendo» la versión quese nos sirvió. sin menoscabo deque a larga distancia observemosal paso pesado de Redding, a ira-vés de lo que pda realizar comoboxeador, en el futuro de su, di-gamos, segunda carrera.. Indudablemente, Eddie es unbuen boxeador. Eso nadie lo dudaporque los resultados que se re-gistran en su historial apoyan elaserto. Debutó como profesionalen 1955 y durante este año celebróonce combates, venciendo en todosellos; los diez primeros por k. o.1956 no te fue menos propicio:ocho combates, ocho victorias, conalgunos nombres de relieve poraquel entonces. El cubano JulioMederos, resistente como’ tina ro-ea, batido a los ‘ puntos y el célebre púgil de la misma nacionalidad, Nino Valdés, que si alcanzóel limite de los asaltos en la primera oportunidad caería en el des-quite en ocho asaltos. Limitó suactividad en 1957, con cinco combates que también tradujo en victorias dos sobre el ex campeónde ios semipesados Joey Maxim,

. otra a costa de Bob Baker, a lospuntos y un k. o. sobre EdgardoRomero, y por último el cierre con la inferioridad de Tommy Hurricane Jackson, el irreflexivo pelea-doy en el décimo y último asalto.

Sin conocer la derrota, para Ed

tEa Machen, todo Ci monte eraorégano. Quizá a veces los hoaabres necesitan tropezar para con-vencerse a si mismos que tampoco Son Invulnerables. . . y esto leocurrió a Machen: tropezó en elque fue el peor año de su vida depugilista : 1958.

En Texaa, otro hermano de raza, de piel quizá más oscura queél, estaba avanzando a pasos degigante hacia el titulo mundial detodas las categorías. Se llamabaZora Folley. y permanecía imbatido, con el historial limpio de de-rotas en el que no se registrabani tan siquiera un combate nulo.

Folley fue llamado a San Francisco para enfrentarse a Maehen,en una especie de semifinal parael tItulo mundial, a la distanciade doce asaltos. Y la pelea, muylejos de ser un espejo de corrección, dada la gran categoría de losrivales, resultó incolora, impropiade la clase demostrada hasta aqueldía por aquellos boxeadores ex-eepcionales. Terminó en combatenulo. Uno de esos veredictos pladosos que los árbitros deben adoptar, por no correr el albur de des-calificar a uno o a los dos con-tendientes, que más valdría algunas veces...

¿Fué aquél un principio de decadencia de Eddie Machen? No sepuede asegurar, pero lo cierto esque cinco meses después aceptóencontrarse con el entonces campeón de Europa, del peso pesado,Ingemar Johansson, en Gotemburgo, y el «vikingo» le puso k. o. enmenos de un asalto.

Aquello, aunque pasó m u e h otiempo, no pudo ser olvidado porEddie Machen. Sus depresionesnerviosas le sacaron de quicio yel hombre arrastró durante mu-

cho tiempo ese sabor amargo deuna derrota que quedó como unaidea fIja en su subconsciente. . . Me-dio afio de descanse le dio ciertairanquflidad y ya bien metido en1959 consigue alele triunfos enotros tantos combates.

Pero todo y venciendo, Machenno se encontraba a sí mismo. Yal iniciarse 1960 su antiguo cono-cido Zara Folley, le vencería endoce asaltos, decantando el con-cepto de rivalidad entre ambos asu favor Aquello exasperó a lId-dic y después de obtener variostriunfos de cierto relieve sobreBilly Hunter Alex Mitefí y Alonro Johnson, más tarde perderíacon Sonny Liston, hombre del quese apartaban cuanto podían, precisamente los más destacados, porel peligro que encerraban sus pu-ños demoledores. Machen perdióa los puntos, pues su depuradatécnica le permite salir airoso fien-te a los más fuertes golpeadoresy hasta vencerles. Pero Liston cm-pezaba a abrirse en serio caminohacia el título y pocos le podríanparar.. . Así que, Machen, en unmomento de franca preocupación,siempre pensando en su «verdugo»Ingemar Johansson e imposibilitado de lograr el desquite que siempre le negó el sueco, hubo de ce-der frente al «tanque» Liston, sir-viendo sólo de plataforma paraacreditar un poco más al que seperfilaba como futuro campeón delos pesos pesados...

De todos es conocida el resto dela historia de Eddie Machen, porla reciente publicidad que se hizode ella en todo el mundo, a raíz desu intento de suicidio, Machen,que como tantas figuras del cuadrilátero también se halla en deuda con el severo Fisco de los Es-

GIMEN ‘‘ O:“A los 33 años

abandonaré eltenis. Aún mequecwn siete”

-jtiid.”

Andrés Gimeno volverá dentrodentro de poco a Barcelona, peroúnicamente lo hará de paso. Ensu «tournée» por tierras hispanas,que durará siete días, tiene pro-gramadas las ciudades de Palmade Mallorca, Barcelona y S’Agaró. Cuatro campeones, Rod Laver,Lewis Hoad, Ayala y Andrés Gimeno harán, dentro de poco, lasdelicias del público en las poblaciones predichas.

—Desde hace cuatro años veni’mos jugando juntos los cuatro.

—Qué proyectos hay despuésde esta corta gira?

—Descansar en Barcelona unpar de semanas. Llevo ocho me-ses lejos de mi tierra. He estadopor Australia, Nueva Zelanda yEstados Unidos y tengo ganas deestar entre los míos.

—Y tras el descanso?—De nuevo a «trabajar».—Esta vez por dónde?—Cannes, Dublin, Ginebra y

otra vez a Nueva Zelanda. Total,otros ocho meses lejos de Es-paña.

Notése cómo Andrés Gimenoañora a su patria. Desde que JackKramer le convenció para que pa-smc al profesionalismo, no ha pa-rado un instante de viajar.

Aprovechando una pausa, agrega:

—Para noviembre espero mi primer hijo.

La felicitación que le enviamosSe hace extensiva a su esposa.

Cambiando el rumbo de la con-versación nos -ponemos a comparar, aunque todas las compara-ciones son odiosas.

—,‘,En qué nos aventajan los australianos?

—En los medios. Sus raquetasy pelotas son mejoresdel orbe.

—,,Pero los medios no lo hacentodo?

—De acuerdo, en otra cosa quetambién nos ganan es en la pro-paración física. Aquí está algoabandonada.

—,,Qué edad cuentas?—Veintiséis.—,Hasta cuándo con la raqueta?—La edad tope para todo te-

nista son los treinta y tres. Soncontados los que pasan de estaedad.

—A qué piensa dedicarse cuan-do cuelgue la raqueta?

—Tengo montado un negocio deplásticos, pero añil es pronto pa-ra pensar en ello. ¿No le parece?

tados Unidos, trata de lograr con-tratos bien retribuidos. Y quizátambién esto tenga algo que vercon su desesperación al no con-seguirlo. El quiere cumplir contodo, pero antes debe embolsar lassumas necesarias para vivir holgadamente con su familia y pagarcuando pueda lo que adeuda...

Después de unas semanas de ja-ternamiento, Machen parece otrohombre. El reposo, los sedantes yla vida tranquila del hospital, leproporcionaron u a a beneficiosabeatitud... y el peso pesado de Ca-lifornia, salió hacia el hogar completamente repuesto, sin acusar re-siduo alguno de sus antiguas de-presiones nerviosas...

Ya no es un convaleciente, sinoun hombre completamente curadoque inició sus entrenamientos, dan-do largos paseos por las campiñas,acudiendo más tarde al gimnasio,donde se preparó como nunca, pa-ra hacer una reaparición que acre—1itase sus aspiraciones de antañoal título mundial.

—Fui el número uno — dijo Ma-chen — y quiero volver a serlo...Y esta misma semana, para hacerbuenas sus palabras el hombre deRedding, en Santa Mónica, población de su dorada California, ven-cié. en su reaparición a Olli Wilson por k. o. en seis asaltos. Unadversario que no es una gran fi-gura, pero que para probar lasfuerzas del reaparecido, no estánada mal...

Claro que una cosa es Wilson yotra Liston y comnañía, De ma-nera que el juicio sobre Eddie Ma-chen, debe quedar. por hoy, ensuspenso o en observación de loque nos vaya demostrando en elporvenir...

José CANALIS

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Dos hombres: el egipcio Taher PachaY el Barón de Gueli, fueron sus creadores..

Los Juegos Mediterráneos que

Al Barón de Esponellá seayer quedaron inaugurados enla bella capital napolitana. tienen ya su historia. una historia que ya ha iniciado su segunda década.

gendelosjuegosdeOlifllPiaY debe el que los II JuegosEn la Grecia clásica, al alar-a imagen y semejanza suya —,

aunque sin alcanzar de mucho

otros de los que la historia tam 5 e c e le b r a r a n e n B a r c e lo ti asu gran espleaflor — surgieronbién da amplia cuenta. Tambiéna la sombra de los actuales Juegas Olfmpicos renovados por elbarón Pierre de Coubertin, han que hemos de ceñir esta referen- borador que tuvo Taher Pacha. b a r ó n de Espone, que por municipio : el barón- de Esponeido proliferando otros que reu- cia histórica—, su alumbramien- basta conseguir que los Juegos aquel entonces acababa de con- ha terminó su gestión edilica ynen países de zonas territorial- to no tuvo lugr hasta trece años Mediterráneos fueran una reali- seguir la constitución de la pri- al poco tiempo se producia lmente o políticamente afines, después de su muerte. Fue uno dad. rnera Ponencia de Deportes mu- cambio de alcalde y de la casicomo por ejemplo los Mediterrá- de sus fieles colaboradores, un En el año 1949, el proyeéto fue nicipal de España y de que éste totalidad de los concejales.fleos, los del Ccnmovelth — Br4- gran propagador del ideal ohm- aprobado por ei C. 1. 0. y dos lograra conseguir la firma del al- Afortunadameote, a pesar detánico los Panamericanos, los del pico el egipcio Taher Pacha, re- años más tarde los primeros calde barón de Terradas. a la so- liaberse producido un cambioCaribe, y otros varios. que elComité Olímpico Internacional presentante del C.I.O. en su país, Juegos Mediterrineos se celebra- licitud de que fuera concedida tan radical, nuestro municipiocontrola y que os ha reglamen- quien lanzó la idea de la cele- ban con gran brillantez en Ale- la celebración 1e los II Juegos mantuvo firmemente su propó

bración de unos Juegos que reu- jandría. La idea había triunfado. Pediterráneos de 1955 a Barcelo- sito y el proyecto siguió adelan.tado y clasificado como Juegosnieran a todos los países del pero era necesario afianzarla. El ca. . te, bajo la dirección del joven yRegionales.litoral mediterráneo. Idea feliz, impulso corrió a cargo del barón Presentada por Güeli la candi- flamante concejal don Juan An

Fue el propio Coubertin quien por ser este mar la cama del de Güell. Convencido. de que datura oficial d nuestra ciudad, t o n i o Samaranch Torrelló, asceptó y refrendé la idea de ce- olimpismo. para conseguirlo era ncesario ti’abajó incansablemente p a r a quien el nuevo alcalde puso allebrar estos Juegos interzo- - intervención personal. decidió poder reunir los votos precisos frente de la Ponencia de Depor-cales, sin duda imbuido por su Pacha, encntró inmediata- pulsar el ambiente para celebrar para que el «cónclave olímpico» les.deseo de continuar en lo posible, mente un hombre que se sumó los segundos Juegos en Barcelo- lo aprobara. y consiguió su pro-)s tradición helénica, de la que con entusiasmo a su idea, y que na. pósito: el Congreso del Q. 1. 0. fueron el éxito que todos recor-Los II Juegos Mediterráneosae impuso la misión de ser con- secundó su magnífico propósito.&niador. Este hombre fue un barcelonés Empeño audaz era en aquellos proclamé la ciudad de Barcelo- damos. Exito franco y rotundo,

Pero, esta idea del renovador ilustre, gran helenista y persona momentos, dada la difícil situa- na, escenario de los Juegos Me- tanto en organización. como ende la doctrina olímpica, tardó que además de haberse ganado ción por que atravesaba nuestra diterráneos para el afio 1955. concurrendia de participantes.varios años en plasmarse en rea la confianza de Coubertin, lo- hacienda municipal. Y fracasó Pero en este momento crucial, Hubo competiciones de 19 depor-lidad, hasta el punto de que él gró afirmar su personalidad en en los primeros intentos. cuando la ciudad había adquiri- tes —, más oue en la mayoría

ademas, nuestra ciudad presentóuna serie de Instalaciones deportivas modélicas.

Taher Pacha tuvo la satisfac

consolidada su obra. Su gran co-ción de poder ver firmementelaborador, el barón de Oüql, nopudo gozar de ella, porque fa-lleció poco ants.

A Barcelona siguió Beyruth en1959, pero en la capital del Lí

no pudo verla consumada. el seno del C. . O. : don Santia- Tuvo la suerte finalmente, de do voluntariamente compromiso de los Juegos Olímpicos —, coriPor lo que a los Juegos Medi- go Güeli y Bacigalupi, barón de que pasara a capar la tenencia tan importante, se produjeron un total de más de 1.500 atletas,

terráneos se refiere. e—tema al Güeli, fue el más decidido cola- de alcaldía su gran amigo, el cambios importantes en nuestro representando a diez países. Y,

bano los Juegos acusaron unmarcado retroceso en todos losaspectos ; en organización, en nú

Excmo. señor barón de Güeli

es

ofe

mero de participantes y, sobretodo. en dotación de instaladorice deportivas.

Ahora le ha llegado ej turnoa Nápoles, y tenemos la seguridad de que en la capital napolitana, los Juegos Mediterráneosvolverán a rayar a gran altura.Nápoles tiene ei ejemplo (le lossoberbios Juegos Olímpicos queRoma celebró y seguirá su pauta.La gran competición mediterránea saldrá de ello fortalecida.

Sin embargo. . . Sin embargo unpeligro amenaza la continuidadde estos Juegos. El de las discriminaciones raciales, el de losódios políticos entre países limitrotes de determinada zona dellitoral mediterráneo. Situacióndifícil la que ha planteado estalamentable actitud. contraria alos principios de convivencia humana preconizada por la doc-Irma del olimpismo. En deporte.al menos, no pueden ser admisibles actitudes que tiendan arepudiar a hombres de otras razas, de diferentes creencias o,sencillamente, porque sustentenideales nolítiros opuestos.

Este es un problema que re-quiere una rápida solución, incluso cori vistas al futuro de losJuegos Olímpicos. Así lo han en-tendido algunas federaciones internacionales, y como primeramedida han decidido no conceder la organización de campeonatos de Europa o del Mundo,ni Juegos Regionales, a los paísesque no garanticen la libre par-ticipación a todos los países. LaFederación Internacional de Atletismo ha dado el ejemplo, alnegar oficialidad a las pruebasde atletismo de estos Juegos Me-diterráneos, por no haber sidoadmitida la participación de Israel motivo por el cual la competición se celebrará bajo elnombre de Juegos Atléticos deNápoles.

Lamentable es todo esto y dedifícil solución. Al menos porel momento. -

Luis MELENDEZ

muchacho de insignificante apariencia — decían los técnicos y laprensa. Y Madame Jazy estaba contenta, muy contenta.

Porque su hijo podría batir records, podría lograr triunfos yéxitos para el atletismo francés. Lo que quizá nadie sabía que aquelmuchacho.., que ya comenzaba a ser importante en Francia, habíaganado ‘muchos años antes otra dramática y decisiva carrera para

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ganar su vida. En aquella ocasión no fueron sus finas piernas lasque lograron el éxito. Fue el cariño de una madre.

Y ahora ya pueden hablarle a Madame Jazy de los records desu hijo. Su marca persiste y perdura. Es la que estas dos jornadasha hecho vibrar a toda Francia a través de la pantalla pequeña.

. Antonio VALLUGERA

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1 .

Francia se halla en plenos festejes deportivos. Su encuentro atléticocon la U.R.S.S. será, sin duda, uno de los mayores acontecimientosdeportivos del afio.

Y ahora, en estos momentos que se habla de distancias y recorde ;de tiempos y homologaciones. en el país galo; tal como ordenan loscánones tienen su Napoleón.

Cuando la temporada futbolística se inicia es Kopa quien asume el nombre del forjador de la historia de Francia. Luego le reemplaza ,

el normando Anquetil, cuando los calores del verano anuncian lallegada del «Tour». Y cuando en esta ocasión el otoño señala el ,

inicio de su época, Michel Jazy ocupa todos los rotativos de Francia.Tres campeones de similar aspecto. Tres grandes monsieurs del de-

porte galo. Y sin embargo, tres hombres de apariencia frágil, deconstitución anárquica, que no exteriorizan el calificativo de fuerasde serie del deporte francés.

Pero no se trata en esta ocasión del personaje, sino de alguien,que viviendo a la sombra de su estela está directamente vinculadocon el personaje. Madame Jazy fue ayer y volverá a serlo hoy, uno -de los millones de telespedtadores que seguirán las mínimas evolunones del Francia - U.R.S.S. de atletismo. Deseará que su pequeñoMichel — hoy convertido en un mozo de veintiséis años famoso eImportante — logre el triunfo. Que bata su propia marca mundial. Que decida con sus tiempos este (<match)) tan trascendental para .la historia del atletismo galo. Pero sus deseos no serán tan inquietose impacientes como la mayoría de esos millones de franceses. Paraella, para Madame Jazy, la madre del campeón, el gran éxito escontemplar a su hijo a través de la pequeña pantalla. Lo demás,sus marcas, sus tiempos. . . • sus triunfos. le mteresan bastante menos. -

Cuando batió el record del mundo de los 2.000 metros, JulesLadoumegue, la gran gloria del atletismo francés de los años treintae ídolo hasta que apareció en el firmamento galo Michel Jazy, escribíaen eFrance-Soir» :

«—Desde 1931 ningún francés batía un record del mundo. Tñ ves,pequeño Jazy, un record del mundo ha vuelto a Francia y en seguida, -

incluso los muertos del atletismo, se han puesto en pie. ..» -

Títulos y loas por el estilo se publicaron en todos los rotativosfranceses. c:aía periodista, fuera o no especialista en deportes, lededicó su ditirambo y le confió su emoción en términos muy pare-cidos.

En el mismo «France-Soir» apareció en un apartado espacio, comocomplemento de las loas dedicadas al campeón. una entrevista con -

Madame Jazy.Cuando el periodista le preguntó si estaba satisfecha del éxito de

su hijo, contestó. . . «Ustedes no lo saben bien. Francia se ha emodonado por el triunfo de mi hijo y yo corno buena francesa tambiénme alegro. Pero ningún éxito lo cambiaría por el de saber que lospulmones de mi hijo eStán sanos». Madame Jasy había luchado durante años y años por evitar la enfermedad de su hijo. La lucha .;

con la enfermedad que sostuviera Madame Jazy fue mucho mástitánica y emocionante que la que mantuviera su hijo contra las ‘

manecillas del crono por batir el record del mundo.El padre y el abuelo de Michel Jazy hablan muerto víctimas de

la misma enfermedad : silicosis. El abuelo del recordman del Inundo abandonó Polonia en 1920 y trabajó como minero en Calais. El esposo de Madame Jazy fue también víctima de la misma enfermedad.Madame Jazy huyó de Calais en tragica carrera contra la muerteque amenazaba a su único hijo, víctima ya del microbio. MadameJazy llegó a París y no tuvo horas de descanso mientras su Miehelse reponía poco a poco. Luego• cuando los médicos le dieron dealta, Madame Jazy quiso estar segura de la total curación de su hijo.y mientras, comenzó a trabajar en una imprenta, a la vez que Inició

bién la práctica del deporte. Michel Jazy se hizo hombre. Un atleta excepcional había en aque’