02 smithson
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TEXTOS CITADOS
FASCCULO 02 17XI2009 ETSAC. TEORA DE LA COMPOSICIN Prof. Fernando Agrasar
Este segundo fascculo incluye fragmentos citados de diferentes textos de Alison y Peter Smithson, que recogen aspectos del ideario arquitectnico de estos autores desarrollado en la asignatura. La mayor parte de ellos estn recogidos en la antologa: SMITHSON, P & A, Changing de Art of Inhabitation. Mies pieces, Eames dreams, The Smithsons, Artemis, Londres, 1994, [Edicin espaola: Cambiando el arte de habitar, GG. Barcelona, 2001]
Los fragmentos citados son:
- Patio and Pavilion, Peter Smithson, Exposicin This is tomorrow, Whitechapel Art Gallery Londres, escrito para Third Programme de la BBC,
Verano 1956
- El futuro del mobiliario (The Future of Furniture) Alison Smithson Architectural Design, Interior Design, abril 1958.
- Tcnicas y tecnologa (Techniques and Technology), Peter Smithson. ltima de las charlas a los estudiantes de la Architectural Association School
de Londres, publicada en The Architects Journal, 21 mayo 1959.
- Lo oculto y lo expuesto: meditaciones sobre Braun (Concealment and Display: Meditations on Braun), Peter Smithson
Apndice 15 de enero de 1964, revisado el 14 de junio, 1966, publicado en
Architectural Design.
- Signos de ocupacin (Signs of Occupancy), Peter Smithson Conferencia escrita para el seminario Wittwatersrand, Semana Santa, 1970,
publicado en Plan, vol. 56 n 8 en agosto 1971 y en Architectural Design en
febrero de 1972.
- Explicacin oral de Signos de ocupacin (Signs of Occupancy) - Tres pabellones del siglo XX: la casa Farnsworth, la de los
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Eames y Upper Lawn. (Three Pavilions of the Twentieth Century: the
Farnsworth, the Eames, Upper Lawn), Alison Smithson.
Conferencia pronunciada con motivo del seminario Un fragmento de un enclave
(A Fragment of an Enclave), celebrado en Barcelona, noviembre 1985.
- La silla (The chair), Peter Smithson Escrito para el Stuhlmuseum de Tecta, Burg Beverungen, Catlogo Der Kragstuhl,
1986
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Patio and Pavilion
Peter Smithson, Exposicin This is tomorrow, Whitechapel Art Gallery,
Londres, escrito para Third Programme de la BBC, Verano 1956.
En la exposicin colectiva Patio and Pavilion, habamos trabajado
con un tipo de hbitat simblico en el que habamos encontrado
respuestas, de una u otra forma, a las necesidades bsicas del ser
humano -una vista del cielo, un pedazo de tierra, intimidad, la
presencia de la naturaleza y de los animales cuando los necesita- y a
los impulsos bsicos del ser humano -expandirse y controlar, moverse.
La forma real es muy sencilla, un patio o un sitio cerrado en el que
se asienta un "pabelln. El patio y el pabelln se amueblan con
objetos que son smbolos de las cosas que necesitamos, por ejemplo, la
imagen de una rueda para el movimiento y las mquinas.
El mtodo de trabajo se ha establecido mediante un acuerdo entre el
grupo sobre la idea general: los arquitectos proporcionan una estruc-
tura y los artistas proporcionan los objetos. De este modo, la tarea
de los arquitectos trataba de proporcionar un contexto para que el
individuo se identifique en su interior y la tarea de los artistas
consista en ofrecer signos e imgenes a los escenarios de esta
identificacin, se encuentran dentro de un solo acto, lleno de esas
inconsistencias y apariencias irrelevantes de cada momento, pero lleno
de vida.
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El futuro del mobiliario
(The Future of Furniture) Alison Smithson, Architectural Design,
Interior Design, abril 1958.
Tanto para el purismo como para la Bauhaus el mobiliario es
equipamiento. Sin embargo, para nosotros, y retrocediendo tres
dcadas (de finales de los cincuenta a finales de los veinte), resulta
obvio que no es un equipamiento annimo, sino mobiliario como en
cualquier otro perodo. Se inclua en la misma esttica y portaba la
misma idea que la arquitectura. Ejemplos de ello los tenemos en los
armarios para una habitacin de un joven de la Exposicin de Bruselas
de 1935, que se haban diseado especialmente para parecer
equipamiento de oficina, o el banco para almacenar de la casa de
exposicin del Salon d'Automne de 1929, que parecen accesorios de una
tienda de lencera cara. Para los arquitectos de los aos veinte,
apenas exista un equipamiento annimo real. Por una parte, las
cosas que elegan, como el fregadero y los azulejos blancos, eran
objetos de oficios que retenan algo
de la fase inconsciente de la revolucin industrial y, por otra parte,
los electrodomsticos que seleccionaban, como cocinas con formas
sencillas y funcionales, o se deban tanto a la ingenuidad de la
industria como a cualquier deseo de lneas puras.
La cocina del arquitecto moderno pionero europeo era muy sencilla, con
poco equipamiento. Pero incluso durante los aos veinte en Estados
Unidos, los electrodomsticos planteaban un problema de organizacin.
En 1930, la Compaa de Gas de Brooklin haba contratado a Lilian
Galbraith para realizar un estudio de los movimientos en una cocina de
3 x 3,65 m. Este estudio centra la atencin del pblico sobre la
organizacin, como se haca en Europa y en Estados Unidos. De ese
modo, se redujo el espacio entre los distintos elementos del
equipamiento de la cocina y se consigui una buena organizacin
funcional de la misma.
Durante los aos cincuenta, la atencin segua puesta en el espacio y
la organizacin, particularmente por parte de los arquitectos del
CIAM, an as, las antiguas formas de los sistemas cerrados
permanecieron inalteradas. Giedion tipific la persona del espacio
CIAM; en 1948, en su libro La mecanizacin toma el mando segua
escribiendo sobre las antiguas estancias -la cocina, el bao, el
comedor, etc.- cuya organizacin siempre se poda mejorar mediante
procesos de trabajo revisionistas.
Nuestra generacin estaba acostumbrada a que Le Corbusier fuese capaz
de dar forma a cualquier situacin modificada. Como se podra esperar,
la cocina de la Unit de 1946-1952, de Charlotte Perriand, formaba
parte del conjunto arquitectnico del mismo modo que lo hacan los
pilotis, y haba impactado a los jvenes arquitectos tanto como los
mismos pilotis. Sin embargo, era una cocina rediseada que en Europa
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nos confunda en el tema durante los aos cincuenta. En Estados
Unidos, la cocina al viejo estilo europeo de la casa Farnsworth, 1945-
1950, tena el mismo efecto.
Durante los aos veinte, tenan una concepcin mstica sobre la
mquina y, en consecuencia, se dedicaron de lleno a sus piezas bsicas
de equipamiento, pero a finales de los cincuenta tendieron a
atiborrarse de electrodomsticos caseros. Incluso dentro de la nocin
de ncleo mecnico (en una organizacin palladiana), la cocina y el
garaje estadounidenses ocupaban casi la mitad del volumen de la casa.
El arquitecto tena poco control sobre esas estancias cuyas paredes se
llenaban de electrodomsticos que, a lo largo de los aos, cambiaban
fundamentalmente para no dejar ningn espacio (concebido por un arqui-
tecto) original. La industria de los electrodomsticos fij las
dimensiones y el diseo.
Resultaba obvia la necesidad de encontrar un mtodo para tratar el
gran nmero de posibilidades de combinacin de electrodomsticos, para
impedir que impusiesen sus variadas estticas dentro del espacio de la
casa.
Veinticinco aos despus de que los estudios de movimiento de Lilian
Galbraith llamasen la atencin sobre la optimizacin de los espacios
de trabajo, el conjunto de los electrodomsticos poda abolir la
necesidad de espacio de trabajo en el viejo sentido. Tambin podamos
asumir que el electrodomstico de gran tamao podra convertirse
pronto en algo del pasado.
Este cambio de concepto no se aplic a las piezas de adaptacin dentro
de la habitacin para redistribuir toda la vivienda, sacando partido a
la flexibilidad o la movilidad real que permitan los
electrodomsticos. Por lo tanto, no tenamos habitaciones ms
prcticas, sino un cambio total de los elementos fijos de la
habitacin.
Esto fue la base de la Casa Electrodomstico. La Casa Electrodomstico
proporcion al electrodomstico zonas definidas en las que operar. Los
cubculos de los electrodomsticos contenan todas las conexiones de
servicios, todo el almacenaje, todo el equipo y aparatos, y mantenan
su ruido, su vibracin y su movimiento dentro del cubculo. La cascara
del cubcuIo formaba la estructura permanente que defina el espacio
de la vivienda, mientras que el interior se poda vaciar y volver a
equipar segn los dueos, la moda y los cambios que las necesidades
demandasen. El mundo cambiante de la publicidad agresiva, el diseo y
dems, se enchufaba dentro del cubculo y se pona bajo control, sea
en unidades enteras o formado por mdulos de partes prefabricadas o
todo aquello que el mercado ofreciera.
Esta parte cambiante de las casas, que se mira a s misma, se alej
del espacio mismo de la vivienda que poda amueblarse del mismo modo
que las casas de toda la vida, con una mayora de objetos mviles.
Durante los aos veinte, el purismo, la Bauhaus y De Stijl posean sus
piezas slidas del equipamiento de la vivienda que defina los es-
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pacios y que estaba relacionado con el mobiliario ligero y mvil
(equipamiento). Pero seguan amueblando viejas estancias: el bao y
la cocina. A partir de los cincuenta debi haberse notado un cambio de
orientacin para establecer un paralelismo con la vivienda japonesa:
el almacenaje pasa desapercibido en los espacios pero, al mismo
tiempo, los define, al contrario que la casa occidental que haba
tendido a ensearlo todo.
La Casa Electrodomstico representaba un alejamiento del caos
electrodomstico-mueble hacia una vivienda ordenada. El tipo de
mobiliario que esta casa necesitaba ya exista, ya que el perodo de
posguerra haba creado sus piezas originales como lo haba hecho el
primer perodo de la arquitectura moderna. Este mobiliario de posgue-
rra haba sido, de hecho, pionero en lo que se refiere a la nueva
movilidad y la esttica informal.
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Tcnicas y tecnologa
(Techniques and Technology), Peter Smithson, ltima de las charlas a los
estudiantes de la Architectural Association School de Londres, publicada en
The Architects Journal, 21 mayo 1959.
Las tcnicas de produccin en serie estn cambiando cada vez ms
nuestro modo de vivir y de de pensar sin el consentimiento de la
vanguardia tradicional (los artistas e intelectuales y sus mecenas).
Ahora la innovacin, o cambio de estilo penetra en la sociedad
horizontalmente, desde la industria de la produccin en serie y sus
publicistas, con retroalimentacin de las antiguas bellas artes.
En esta situacin, se hace necesario cambiar el enfoque global de las
actividades ms artsticas de la arquitectura y se hace necesario
producir distintas alternativas. Por ejemplo, se debe ofrecer una
alternativa deseable a la vivienda a las inmobiliarias privadas, una
nueva imagen popular con todo el empuje que la vivienda pareada Tudor
posea durante los aos treinta. Se debe inventar una vivienda
compatible con la produccin en serie, o utilizar componentes de
produccin en serie y construir dentro de su organizacin un mtodo
para agrupar una vivienda con otra; se debe ofrecer un nuevo modelo
urbano: uno que acepte el coche con la misma gracia con la que las ca-
sas de Bath aceptaron el carruaje.
La relacin entre los medios y la arquitectura es la misma que la que
existe entre el lenguaje comn y la poesa. Del mismo modo, una vez
que estos medios se han utilizado individualmente, lo annimo se
convierte en especfico, se le da un significado especial.
Es posible que la arquitectura del futuro se pueda expandir y se pueda
desarrollar una disciplina urbana de algunos puntos fijos y algo de
cambio. En semejante arquitectura, la escasez de vida puede permitir
soluciones en las que el primer proceso es el ltimo. No habra ningn
problema de mantenimiento. En la actualidad, se asume que la mayora
de los edificios son permanentes y, en consecuencia, ya que sus
materiales requieren un mantenimiento si se quiere que perduren, los
problemas de mantenimiento deben ser un factor a tener en cuenta en su
evolucin.
Muchos edificios que adoptan tcnicas industriales o seudoindustriales
(tales como los muros cortina) crean superficies tan complejas y de
tantos materiales que su estructura resulta casi imposible de
mantener. Tener que pintar las superficies, aplicarles aceites a otras
o Iimpiarlas con estropajos de aluminio, si resulta difcil, est
condenado a abandonarse; y, finalmente, la esttica de complicacin
del edificio est condenada a invalidarse. Es posible que esto
represente el precio que hubo que pagar por transferir tcnicas desde,
digamos, la industria automovilstica, que est relacionada con una
vida de trabajo de dos a diez aos sin mantenimiento, a edificios que
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normalmente se conciben para que su vida abarque la de numerosas
generaciones humanas.
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Lo oculto y lo expuesto: meditaciones sobre Braun
(Concealment and Display: Meditations on Braun), Peter Smithson,
Apndice 15 de enero de 1964, revisado el 14 de junio, 1966, publicado en
Architectural Design.
Pensando en el edificio del Economist, nos hemos concienciado de que
se ha realizado un cambio lgico en nuestras actitudes hacia las
mquinas y las instalaciones. Al mismo tiempo, hemos comenzado a
comprender las razones de nuestro gozo por el diseo de Citren/Braun.
Las instalaciones y mquinas en un gran edificio, todas las
necesidades que hay que servir, lo impredecible del diseo de las
carcasas de objetos sencillos como interruptores, termostatos y dems
... todos tienden a crear una mezcolanza confusa que no expresa en
absoluto su funcin.
Y cul es su funcin? Slo encender la luz y el aire acondicionado y
eliminar los desperdicios.
El alumbrado como mobiliario es una idea aceptable en la cocina de una
granja (la bombilla y la pantalla son smbolos de las brillantes faro-
las y pavimentos de la ciudad), pero quinientas bombillas en un
edificio de oficinas resulta ridculo.
Lo mismo pasa con el radiador; uno en una habitacin es el sustituto
de una chimenea, algo del que poder estar cerca, pero quinientos en un
hospital resulta celacntico, como ser un prisionero en el siglo XIX.
Luz ambiental, aire ambiental, nada de obsesiones por los detalles,
tomar conciencia poco a poco de que la dulzura del funcionamiento es
arquitectura. En un gran edificio nos vemos implicados en la
organizacin de mecanismos y servicios con un claro objetivo formal en
mente, ya que, como haba declarado Louis I. Kahn, el falso techo no
expresa nada, ni las instalaciones que esconde, ni la estructura que
est sobre l, ni de lo que est hecho, ni del espacio que est
debajo. No expresa nada.
En un edificio real, la luz, el espacio y el aire son uno. Respirar el
aire, sentir el espacio, saber cmo actuar. Cmo guardar el sentido de
lo que ocurre: de dnde procede la luz, cmo entrar y salir, por dnde
discurren las tuberas y dnde est el hueco del ascensor. He ah la
cuestin.
En el edificio del Economist, la respuesta parece ser un plan sencillo
con un ncleo obvio de instalaciones, una supresin de tuberas con
una jerarqua fcilmente identificable de paneles de acceso desde lo
cerrado a lo accesible, puertas que atravesar que no pueden
confundirse con armarios, la luz, en general, dispuesta para que
parezca que nos rodea, aire que llega y se va de un modo obvio pero
discreto, y la disposicin del almacenaje y de zonas de trahajo de
manera que indican su utilizacin intencionada. A travs de un camino
tortuoso, se ha llegado a una conclusin relacionada con la repeticin
y el nmero, algo que nos preocupaba en el CIAM 9 de Aix-en-Provence
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en 1953. En aquella poca, este pareca ser uno de los temas ms
importantes de los que all se discutieron, pero no se vea que la
consiguiente exploracin de los modelos numricos y el tamao de los
grupos sociales llegase a ningn lado.
De repente, pareca que lo crucial para las grandes cifras y para la
repeticin era una especial clase de anonimato del diseo (una conclu-
sin que, en 1953, nadie se molest en analizar) y esto es una
conclusin importante y civilizadora.
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Signos de ocupacin
(Signs of Occupancy), Peter Smithson, Conferencia escrita para el
seminario Wittwatersrand, Semana Santa, 1970, publicado en Plan, vol. 56 n 8
en agosto 1971 y en Architectural Design en febrero de 1972.
La casa ideal es la que uno puede hacerla suya sin alterar nada.
Hacerla suya de manera habitual, es decir, dentro de los lmites de la
moda del momento y sin sentir presin alguna por comunicar la trivial
singularidad de cada uno o por acomodarse de manera absurda.
En Inglaterra, apenas hay que demostrar esto.
El paseo ms trivial por Kensington o Bath ofrece la vista, a travs
de las puertas abiertas, de un elegante recibidor o de un oxidado
cochecito de nio; los sonidos flotando desde las ventanas superiores;
las luces encendidas sobre las cortinas forradas o la bombilla de 40
vatios 19: sobre el t de un pensionista; el olor a flor, a manteca
usada o a gato. Bajo un formato en apariencia esttico, la riqueza de
esta mezcla es increble.
La bsqueda de un estilo que pueda cumplir este ideal ha sido el
centro de nuestro esfuerzo (sobre todo desde los aos de economa
media) y explica la reflexin que muestra la casa de los Eames y
nuestro seguimiento de cerca de la evolucin gradual y sutil de las
fachadas moduladas del Mies tardo.
Lo que parecera que estamos buscando es el diseo ms amable que,
mientras sigue proporcionando un bosquejo de las medidas de las
estructuras y sucesos internos (habitaciones, actividades, colocacin
de las instalaciones, apoyos), se mantiene abierto a la interpolacin,
e incluso la sugiere, sin que se cambie.
En las antiguas granjas de los alrededores de Florencia y Parma, se
puede ver de qu base ha surgido la arquitectura del renacimiento. Ha
surgido de las muy meditadas granjas de slida construccin. Su
organizacin era tal, que se podan separar los usos rurales del
trabajo duro y se podan considerar capaces de alcanzar la perfeccin,
de convertirse en placer e ideas. Aparte de estas granjas, las casas
de campo se convirtieron en un concepto bsico del lenguaje formal de
tres siglos, alrededor del cual los sucesivos estilos agruparon sus
significados.
Rex Martienssen fue uno de los pocos que se expresaban en trminos del
lenguaje formal del perodo heroico de la arquitectura moderna, tanto
como indicador cuanto como realce del uso cotidiano.
Una descripcin visual, como la realizada por Martienssen sobre la
Cit de Refuge (1929-1933) de Le Corbusier, de la secuencia de pre-
parativos para una entrada se puede compaginar con una descripcin de
la misma secuencia mediante una mano guiada o con una descripcin de
la experiencia del camino recorrido a pie, ya que se ve implicado todo
el cuerpo.
Deberamos aceptar que las cosas que estamos a punto de tocar deberan
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ser como si estuviesen presuavizadas por la mano del hombre, de que
los objetos cercanos a nosotros deberan ser perfectos y
tranquilizadores, incluso bellos, y parece razonable que todos los
materiales y su manejo deberan indicar y realzar su uso.
Pero nos cuesta permitimos pensar as, ya que el movimiento moderno
como movimiento era puritano (tanto en lo malo como en lo bueno) y se
encomendaba a actitudes que encontramos innaturales y difciles de
ignorar debido a la fuerza de sus fundadores. Por ejemplo, al
movimiento moderno se le encomendaba resolver los problemas de la
mayora y acept la idea de la normalizacin para proporcionar las
cifras que exiga la produccin en serie. Tambin en la fase heroica
del movimiento moderno slo la produccin en serie poda resolver los
problemas de la mayora.
Se poda aceptar que la normalizacin implicara una cierta
inarticulacin, imprecisin e incluso inconveniencia por un bien mayor
y porque, an ms importante, la normalizacin expresaba realmente el
L'Esprit Nouveau.
Durante la dcada de 1990, los procesos mecnicos pueden conseguir los
perfiles y el grado de suavidad o dureza que el uso requiere, ms que
imponer limitaciones.
Como haba quedado patente, ya desde comienzos de los aos cincuenta,
el grado de acabado poda contarnos cosas, como en la Unit de Le
Corbusier en Marsella con su spero contenedor (el marco urbano) y
su bien acabado contenido (la clula-vivienda) y en el 860 de Lake
Shore Drive de Mies en Chicago con su sencilla fachada pblica y con
lugares que uno puede hacerse suyos. Pero no hemos pensado as sobre
estos edificios cuando eran nuevos, sino que ha sido a travs de la
vieja Disneylandia de Los ngeles y, ms recientemente, de Port
Grimaud, lugares indicadores del disfrute sin reparo que de repente
uno comienza a pensar de modo diferente.
Gran parte del lenguaje formal utilizado en Port Grimaud no nos es
accesible porque los usos fundamentales no pueden sobrevivir fuera de
las circunstancias tan artificiales de una ciudad de juegos del hombre
rico. Por ejemplo, no se puede trasponer la articulacin del modelo de
calle, su forma y su animacin con pequeas tiendas y cafeteras con
ensanchamientos apropiados para peatones en calles de muro contra
muro. Aquellas tiendas y cafeteras sirven a turistas y vecinos para
entretenerles (comprar en elegantes tiendas y comer en caras
cafeteras forma parte de la diversin veraniega). Estas cosas son
especiales dentro de la situacin. Este tipo de tiendas va en aumento.
Pero bajo las circunstancias de las tpicas viviendas urbanas, el
nmero de tiendas pequeas es reducido, y el de cafeteras menor an.
De hecho, la tendencia de todo estudio de mercado de un pas
industrial civilizado tiende a disponer menos tiendas pero de mayor
tamao.
Menos tiendas pero de mayor tamao significa permitir el acceso a
grandes vehculos y disponer de grandes extensiones de aparcamiento
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para los clientes. El supermercado medio es menos atractivo que la
fbrica media de componentes para tractores. Por lo tanto, donde
existe afluencia real, la pequea tienda se reinventa a s misma como
una tienda especializada o de platos preparados. Pero, al haber menos
afluencia, resulta inevitable que haya metros y metros slo de casas,
sin medios para articularse o con los que animarse.
Sin embargo, esto no debera asustamos. Hay pocas tiendas de la
esquina en Bath, pero tambin hay cientos de metros de viviendas tan
habitables y relajadas como cualquier otra en cualquier otro lugar, y
esto se consigue mediante un rico y flexible lenguaje formal basado
enteramente en el uso de la vivienda: casas/calle/calle de
servicio/metros de servicio/edificios de servicio/jardines/terreno de
las casas.
As como los constructores de Bath decidieron que la forma de casa
adosada les funcionara, nosotros pensamos que, para la ciudad, nos
funcionara la forma de calle elevada. Es, a nuestro parecer, una
forma slidamente establecida, capaz de articularse mediante sus
subformas hacia una casa ideal habitable y relajada.
Lo que hemos intentado al desarrollar la idea bsica, calles elevadas
conectadas y dando la oportunidad de acercamiento, de compaa; grupos
de viviendas claramente definidos para un apoyo social mutuo;
adecuados umbrales para proteger e identificar las viviendas dentro
del grupo, es desarrollar la forma y las subformas de manera que
indiquen con claridad el uso que se debe dar al lugar. As, aunque sin
plena conciencia de todo lo que se les ha dicho, sus ocupantes no
dudan sobre qu parte se supone que debe ser la tranquila y qu parte
la bulliciosa, por dnde se supone que hay que caminar y por dnde
conducir, dnde jugar, dnde conversar o dnde dejar una ambulancia.
El lenguaje formal del edificio indica y refuerza el uso.
En Robin Hood Gardens, la calle elevada est destinada claramente al
movimiento horizontal. Los ascensores son cajas de movimiento verti-
cal. El lugar en donde se encuentran los descansillos y las cajas de
ascensor es un lugar definido. La propia calle elevada se articula de
tal modo que la parte de cada puerta de entrada se ofrece para que el
propietario de la vivienda tome posesin de ella.
Las viviendas estn definidas como recintos, pero el uso interno
concreto se ha dejado abierto a interpretaciones que reflejen el uso
intercambiable de las estancias que requieren las viviendas comunes.
El movimiento de los vehculos se mantiene en un foso, visible y
claramente bajo el nivel del suelo. Un foso que retiene el ruido y
mantiene el humo del coche, ms pesado que el aire, bajo el nivel de
las viviendas y los espacios abiertos ocupados por la gente.
Hemos intentado desarrollar el lenguaje formal para indicar y reforzar
el uso.
El hormign visto que pueda verse de cerca se ha pulido y moldeado
para que pueda ser autolimpiable y bien cuidado, para que se pueda
tocar. Sin embargo, el hormign visto que se ve de lejos es ms tosco,
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es hormign por el que pasar de largo y en el que no vivir.
La carpintera que se palpa presenta suaves bordes redondeados y est
hecha de excelente madera de tablones rectos sin nudos que invita a
posteriores encerados y pulidos.
Cuando se prev mucho uso o una exposicin climtica, la madera se
protege con una pintura brillante que sugiere que se la frote, que se
vuelva a pintar. Y as sucesivamente.
Todo esto, escrito, parece tan banal que a menudo uno se pregunta por
qu merece la pena decirlo. Pero, a pesar de que haya sido normal para
toda Europa desde el auge de las culturas burguesas en el siglo XIV,
hoy en da no es frecuente que un lenguaje formal se base en el uso
comn y en el disfrute del uso comn.
Durante el perodo heroico, De Kiefhoek de J. J. P. Oud en Rotterdam,
una urbanizacin de viviendas sociales municipales corriente, se
levant desde su base con un cario que sigue siendo brillantemente
obvio. Se ha dado forma y se ha colocado cada trozo de madera y cada
tubo tan deliberadamente como cualquier otro en las antiguas casas de
Delft o Gouda. Cada cambio de seccin de la calle y cada retranqueo se
ha hecho para expresar el uso. An as, en nuestros trminos, De
Kiefhoek son viviendas en serie con el presupuesto ms bajo. Oud
construa con la tecnologa de su tiempo, para el carcter distintivo
social de su poca. Seguramente, el enfrentamiento contra la invencin
de un lenguaje formal de uso comn no tiene porqu ser ms difcil en
nuestros das de lo que lo fue para Oud.
Charles Eames dijo que el diseo slo poda llegar a la India si se
llevara a cada pueblo a travs de algo cuyo uso fuera universal.
Resulta perfectamente posible desarrollar un lenguaje formal sobre la
base del disfrute de uso para la arquitectura de una sociedad
industrializada.
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Explicacin oral de Signos de ocupacin
(Signs of Occupancy)
Martienssen dice de La Cit de Refuge de Le Corbusier en Pars: El
propsito de refugio implica una poblacin en constante cambio, al
mismo tiempo que es un monumento, un punto focal y un hotel. En la
actualidad, no somos conscientes de la disposicin general de las zo-
nas de trabajo (la cancela, el porche, la pasarela y el vestbulo).
Hay una sucesin graduada de las fases de cierre o lmite que se puede
categorizar como constructivista. El esquema general, la entrada, la
distribucin, los dormitorios, los comedores y los talleres destacan
de sus montonos alrededores con pureza cristalina y se establece el
atributo monumental en una geometra potente aunque elemental. Por la
naturaleza misma de su tratamiento, con la gran fachada de luz
orientada a sur y la vigorosa policroma del porche alto de entrada,
la Cit de Refuge se convierte en un punto focal para aquellos a los
que da la bienvenida. Las mltiples exigencias se ajustan con
exactitud a un solar nada prometedor. El grueso del volumen destaca
con sinceridad y claridad con formas sencillas, pero el enfoque, la
adecuada relacin entre la calle inhospitalaria y la proteccin lti-
ma, se consigue con mayor complejidad, con juicio y sensibilidad,
encontrando una libre satisfaccin en el plano hiperprctico. Este
enfoque graduado penetra visualmente desde la calle y aporta una
transicin cuyo cambio de direccin y elasticidad de volumen es capaz
de introducir un alto grado de experiencia sensible. La cancela de
malla de alambre encierra pero no oscurece un patio delantero que da
paso, tras unos pocos escalones, a un porche elevado y parcialmente
abierto de estricta intencin cbica, por lo que se deduce que un
cambio de direccin le lleva a uno a un nivel superior, a travs de
una pasarela, a un vestbulo circular.
Una descripcin es inadecuada para transmitir cules son, en esencia,
las experiencias de movimiento y percepcin, pero resulta sugerente
comparar tal penetracin modulada con la ms comn entrada directa en
un volumen aislado sin transicin en nuestra propia poca. Los
egipcios, los griegos y los romanos eran meticulosos al proporcionar a
pequeos trabajos una amplia rea de adaptacin.
Hablar de malla de alambre de esta manera, como si fuera una bandeja
de bronce del siglo XVII de una mezquita de El Cairo podra parecer
ridculo pero, de hecho, lo que se describe es lo que en realidad fue.
La sensibilidad de Le Corbusier la elev desde la necesidad al
disfrute de uso.
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Tres pabellones del siglo XX: la casa Farnsworth, la de
los Eames y Upper Lawn.
(Three Pavilions of the Twentieth Century: the Farnsworth, the Eames,
Upper Lawn), Alison Smithson, Conferencia pronunciada con motivo del
seminario Un fragmento de un enclave (A Fragment of an Enclave),
celebrado en Barcelona, noviembre 1985.
La definicin de idilio segn el diccionario es la siguiente: una
descripcin de una escena o incidente pintorescos, en especial en la
vida de campo; un episodio adecuado a ese concepto.
Estos tres pabellones encarnan el idilio como un lugar donde
renovarse; como una fuente de energa propia. Por lo tanto, se
considera al pabelln como un lugar hecho idilio; un sueo de un
estilo de vida sin estrs, un dominio (a menudo un gran jardn) que
suele estar en lo pretendidamente salvaje, es decir, en la naturaleza.
Los tres pabellones son eficaces invenciones formales para el lugar en
la naturaleza: el fragmento de un enclave imaginario cuya integridad
depende del comportamiento decente de los otros. En el sentido de san
Jernimo, un estudio desde donde estimar, contemplar, considerar y
evaluar la ciudad.
Dos de los tres pabellones han pasado a ser inhabitables, como idilio,
debido al ruido. En el primero, por un nuevo puente de la autopista
estatal, virtualmente dirigida hacia su parcela, con un aumento
significativo del trfico durante los aos cincuenta y sesenta, junto
con un camping en la orilla opuesta del ro. Por supuesto, ya tiene un
segundo dueo.
En el segundo pabelln vive su habitante original. Est situado en una
cornisa sobre el Pacfico en un extremo de Hollywood Hills. La altura
que la separa de la playa permite que la vivienda est en una zona de
sombra acstica (por el respaldo de la colina y por haberla
retranqueado respecto al borde de la cornisa en el ltimo momento,
cuando ya se tena el acero en el terreno). El ruido del trfico y de
la playa ha aumentado de forma dramtica desde finales de los aos
cuarenta, pero en la cornisa se oye una especie de rumor ocenico que
se ve justificado por la extensa vista del ocano.
El tercer pabelln tambin tiene un segundo dueo, ya que el terreno
alrededor de la pequea finca dentro de un enclave de tierra de
cultivo se ha convertido en un lugar hostil para el habitante, es de-
cir, se ha visto ocupado por vaqueros mecnicos.
El pabelln llamado casa Farnsworth fue construido por Mies van der
Rohe para la doctora Edith Farnsworth entre 1945 y 1950. Peter
Smithson lo visit clandestinamente en 1958. Veintisis aos despus,
en 1984, ha pasado a un segundo dueo
y, a finales de ese otoo, Peter y yo estuvimos en l un corto tiempo.
El segundo pabelln haba sido construido por Charles y Ray Eames para
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convertirse en 1949 en su hogar y en su estudio. A principios de la
dcada de los cincuenta, un cartel grande y estrecho en lneas negras
sobre blanco de tiza, anunciaba la serie de sillas de alambre de los
Eames y en medio de la ilustracin de la maraa de las patas apareca
posado un cmplice mirlo. El pjaro sigue viviendo en su pabelln con
sus prototipos de sillas de alambre, de las que est orgulloso.
El territorio del pjaro es la meseta.
Es un pjaro bastante carioso. Un pjaro guardin: sus ojos pequeos
y brillantes nos divisan desde su territorio.
Dejamos al pjaro en su idilio.
El Folly/Solar Pavilion en Upper Lawn de Wiltshire es el tercero. Al
principio apenas le hacamos fotografas, luego, poco a poco, las
cmaras lo enfocaban ms a menudo. Al principio con la excusa de
cambio de estacin o de una excursin programada. Al final, porque
habamos visto en l diferentes aspectos de nuestra vida.
Con las puertas abiertas, el patio fluye a travs del pabelln y ste
se asienta en l y en el jardn amurallado, como en un enclave. La
vista era su dominio.
El pabelln no tena derecho de proteccin ms all del muro.
Al principio se vivi en l como en un campamento, con su decoracin
como encontrada.
Durante los das de lluvia leemos. El estndar de comodidad aumentaba
de forma gradual, as como la cantidad de luz de los atardeceres.
Tena una vista que barra unos trescientos grados.
El patio y el jardn, al estar amurallados, eran una habitacin ms
fuera de la casa.
Los das de aquel penltimo fin de semana de febrero fueron hmedos,
tranquilos, para vivirlos desde el interior.
El territorio resulta necesario para mantener el pabelln como idilio,
para permitir la ilusin de una vida idlica. El pabelln en un
enclave en un dominio, esto es lo importante en toda esta historia, no
las soluciones formales, que son muy personales y que ya son historia.
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La silla
(The chair), Peter Smithson, Escrito para el Stuhlmuseum de Tecta, Burg
Beverungen, Catlogo Der Kragstuhl, 1986
De todas las piezas del mobiliario, la silla es la que mejor puede
acarrear, como algunos relicarios porttiles, la esencia del estilo de
su poca.
La gente rara vez colecciona aparadores, tocadores o taburetes, pero
coleccionar sillas es comn: es posible que las veamos como mascotas
domsticas (tienen patas, pies, brazos y espaldas); son simtricas en
un eje, como los animales, como nosotros mismos.
El acto de delimitar territorio comienza con nuestra vestimenta, con
su estilo, con nuestros gestos y nuestras posturas cuando la llevamos
puesta. Con una silla, extendemos nuestro sentido de territorio ms
all de nuestra piel. Con una silla, nos imponemos primero sobre el
espacio ciego.
Se podra decir que cuando diseamos una silla creamos una sociedad y
una ciudad en pequeo. Esto nunca haba sido tan obvio como en este
siglo. Se tiene una nocin perfectamente clara del tipo de ciudad y
del tipo de sociedad que suea Mies van der Rohe, a pesar de que l
nunca haya hablado mucho sobre el tema. No es una exageracin decir
que la ciudad miesiana est implcita en la silla Mies.
Cuando diseamos una silla creamos una sociedad y una ciudad en
pequeo: Mies van der Rohe, El Lisitzky, Rietveld, Le Corbusier,
Marcel Breuer, Jean Prouv, Charles y Ray Eames, A. y P. Smithson; el
Estrado del Juez, las Butacas del Gobierno, la Silla de la
Presidencia, la Silla de la Ingeniera Mecnica, el Trono Real, el
Trono Celestial.