01 vi congreso falta programa y estatutos (t.i)

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VI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA MANIFIESTO DEL VI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA ¡A todos los obreros y campesinos! ¡A todos los trabajadores de todo el mundo! ¡A todos los pueblos coloniales oprimidos! ¡A los soldados y marinos de los ejércitos y de las flotas capitalistas! ¡Compañeros! ¡Hermanos! El VI Congreso de la Internacional Comunista representante de todos los trabajadores revolucionarios de todos los continentes, pueblos, naciones y razas, levanta su voz desde Moscú, la capital roja del nuevo mundo que se está construyendo, y hace un llamado a todo el pueblo trabajador para que prepare todas sus fuerzas con objeto de rechazar los ataques cada día más descarados del capital . Explotando en forma rapaz la fuerza obrera, exprimiendo su jugo vital, desgastando febrilmente el organismo de los proletarios, convertidos en simples apéndices de la técnica capitalista, poniendo Al servicio del becerro de oro los sorprendentes descubrimientos de la ciencia, adaptando nuevas y maravillosas máquinas y aparatos, aplicando cada día en mayor escala el trabajo a la cadena, echando a la calle a millones de proletarios y dándoles piedras en vez de pan, el capital, soberano del mundo, parte en guerra contra los derechos y las libertades de la clase obrera, reduce aún más el nivel de su existencia, enarbola el machete ensangrentado del terror blanco y amparándose hábilmente tras de una fraseología falaz y seductora sobre la paz del mundo, coloca los destructores barrenos de una nueva guerra mundial. El imperialismo vuelve nuevamente a poner la bayoneta a la orden del día. Exacerbase cada día más la concurrencia entre las pandillas financiero-capitalistas de los países más importantes, y su presión sobre las colonias es cada vez más intensa, al mismo tiempo que 1

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VI congreso de la Internacional Comunista

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VI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA

MANIFIESTO DEL VI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA

A todos los obreros y campesinos!

A todos los trabajadores de todo el mundo!

A todos los pueblos coloniales oprimidos!

A los soldados y marinos de los ejrcitos y de las flotas capitalistas!

Compaeros! Hermanos!

El VI Congreso de la Internacional Comunista representante de todos los trabajadores revolucionarios de todos los continentes, pueblos, naciones y razas, levanta su voz desde Mosc, la capital roja del nuevo mundo que se est construyendo, y hace un llamado a todo el pueblo trabajador para que prepare todas sus fuerzas con objeto de rechazar los ataques cada da ms descarados del capital. Explotando en forma rapaz la fuerza obrera, exprimiendo su jugo vital, desgastando febrilmente el organismo de los proletarios, convertidos en simples apndices de la tcnica capitalista, poniendo

Al servicio del becerro de oro los sorprendentes descubrimientos de la ciencia, adaptando nuevas y maravillosas mquinas y aparatos, aplicando cada da en mayor escala el trabajo a la cadena, echando a la calle a millones de proletarios y dndoles piedras en vez de pan, el capital, soberano del mundo, parte en guerra contra los derechos y las libertades de la clase obrera, reduce an ms el nivel de su existencia, enarbola el machete ensangrentado del terror blanco y amparndose hbilmente tras de una fraseologa falaz y seductora sobre la paz del mundo, coloca los destructores barrenos de una nueva guerra mundial.El imperialismo vuelve nuevamente a poner la bayoneta a la orden del da. Exacerbase cada da ms la concurrencia entre las pandillas financiero-capitalistas de los pases ms importantes, y su presin sobre las colonias es cada vez ms intensa, al mismo tiempo que intentan apretar ms an el lazo alrededor del cuerpo gigantesco de la Unin de las Repblicas Proletarias. Los Estados Unidos de Amrica, en cuyas puertas martimas se levanta la estatua de la Libertad, tienden cada vez ms sus tentculos imperialistas sobre nuevos pases y continentes, entre los cuales se hallan las antiguas tierras pertenecientes a Inglaterra, su rival ms importante.

Apoyndose en sus arcas bien repletas, llenas a reventar del oro acuado con la sangre derramada en los campos de Europa, el capital norteamericano intenta derrumbar la repblica de Mxico, enva sus expediciones punitivas a Nicaragua, manda sus buques de guerra a los puertos de China, y despus de haber atado slidamente con la cadena dorada del crdito a una serie de pases europeos y sudamericanos, les cierra imprudentemente la boca cuando ellos se resisten a cumplir su santa voluntad.

En las costas del Ocano Pacfico, en los ilimitados territorios de la China, los Estados Unidos se encuentran frente a frente con el imperialismo rapaz, falso y astuto del Japn, el cual ha ocupado ya con sus tropas una parte considerable de la tierra china, y lleva a cabo una guerra de exterminio contra todas las fuerzas del pueblo chino que no quieren someterse a su brbaro y sangriento rgimen.

Decenas de millones de trabajadores, campesinos y artesanos chinos, han sido arrojados bajo el taln de hierro del imperialismo japons, el cual, al mismo tiempo que asuela al pueblo chino y se apresta para un duelo terrible con su rival americano, tiene la posibilidad de tomar aliento gracias a sus provocaciones contra la Unin Sovitica.

Estas provocaciones constituyen un eslabn en la cadena de la hostilidad general de todos los pases imperialistas hacia el pas de la dictadura proletaria, que vive y se desarrolla, reconstruyndose en todos sus aspectos, a despecho de las aullidos de rabia procedentes del campamento enemigo y del fragor de las armas con que pretenden en vano atemorizar a la dictadura socialista de los trabajadores para que se ponga a los pies de sus adversarios.

A pesar de todas las contradicciones existentes entre las potencias capitalistas, a pesar de su mutua y profunda enemistad, preparan cada vez ms sistemticamente, da a da, hora por hora, utilizando todos los medios, con la Gran Bretaa al frente, la guerra contra la Unin Sovitica.

Las tentativas de bloqueo econmico-financiero por parte de una serie de potencias, desde los poderosos Estados Unidos de Norteamrica hasta la lastimosa Austria, ese mutilado tronco en el sistema de los estados europeos; la ruptura de las relaciones diplomticas, as como la organizacin de alianzas diplomticas y militares, contra la Unin de Repblicas Socialistas Soviticas; las continuas amenazas provocativas por parte de la repblica del mariscal Pilsudski, ese soldadote arrogante que cnicamente eleva la pretendida representacin popular al rango de prostituta, y que con tanta ms fuerza hace resonar los tacones de sus zapatos, cuanto ms vergonzosa y humillantemente lame las botas de los generales y ministros de Inglaterra y Francia; los preparativos que casi abiertamente realizan los estados mayores de la Entente en los pases blticos y en Rumania; las descaradas provocaciones, en fin, por parte del imperialismo japons, todo ello debe inspirar alarma a todos los trabajadores honrados, a todos los proletarios, a los oprimidos del mundo entero que ven en la URSS su verdadera patria, arrebatada a costa de la sangre ardiente de los hijos de la clase obrera, a los terratenientes, a los capitalistas, a los violadores de todo derecho, a los enemigos del pueblo trabajador.

Al mismo tiempo que llevan a cabo una guerra criminal en la China, que bombardean las ciudades de dicho pas, toman posesin del mismo, arrebatan al pueblo chino sus ltimas fuentes de existencia, exterminan a sus hijos ms enrgicos, preparan la embestida de unos contra otros y organizan sus fuerzas para lanzarse en Contra de la URSS; que se arman hasta los dientes, en el mar como en la tierra, bajo el agua como en el aire, que movilizan la ciencia para la guerra ms destructora, brbara e inhumana, la cual asfixiar a la humanidad con sus gases envenenados obligndola a retorcerse de dolor con ayuda de enfermedades mortales artificialmente inoculadas; que montan procesos medievales contra la teora de Darwin, la ms notable de las teoras del siglo XIX; que dictan leyes feroces contra las ideas peligrosas; que sientan en la silla elctrica a Sacco y Vanzetti ese crimen monstruoso que hace arrancar involuntariamente lamentos de maldicin y de venganza contra el capital, las aves de presa civilizadas, los carniceros de los estados mayores, los pillos de la diplomacia secreta, los reyes de los bancos y de los trusts, junto con todo su cortejo espiritual y mundano, ponen la voz en grito para denunciar la barbarie de los bolcheviques y proclaman su amor al prjimo y sus sentimientos pacficos.

La historia de la humanidad no ha conocido nunca tanta hipocresa y tanto tartufismo como los del imperialismo, ni ideologa ms falaz y corrompida que la ideologa pacifista contempornea de este ltimo, cuya profesin consiste en hacer la guerra en la forma ms abyecta, ms brbara, ms contrarrevolucionaria y ms destructora.

Cuanto ms furiosamente aumenta la concurrencia por los armamentos, tanto ms enrgicamente los agentes oficiales y no oficiales del imperialismo compiten entre s para ensalzar la paz, forman tratados pacifistas, organizan conferencias y reuniones, preparan proyectos y proposiciones.

La Sociedad de las Naciones, este vstago de Versalles, el tratado ms espoliador de las ltimas dcadas, oculta la actividad militar real de sus miembros mediante la elaboracin de proyectos de desarme.

La URSS pone al descubierto este juego, los grandes amantes de la paz se niegan a desarmarse. La comedia diplomtica se convierte en una grosera farsa. Cae la mscara de la paz y el colmillo imperialista aparece a la vista de todo el mundo.

Pero la Sociedad de las Naciones es en primer lugar una organizacin contrarrevolucionaria y al mismo tiempo antiamericana. Es por esto que la repblica del dlar inscribi su pacto en el orden del da por boca de su dependiente.

La hegemona del capital norteamericano, poseedor del mejor utillaje, de la mayor reserva de oro y de la mejor tcnica de guerra, deba recibir su reconocimiento jurdico internacional.

Se declara la prohibicin de la guerra. El Japn no guerrea con la China, sino que simplemente defiende sus intereses; los Estados Unidos no sofocan por medio de la guerra a Nicaragua, sino que simplemente defienden el orden, todos los estados capitalistas no se arman para la guerra: solamente desean luchar por la civilizacin.

Ocultando sus apetitos imperialistas y sus intenciones guerreras tras el cortinaje de humo de los pactos de paz y del opio de la palabrera pacifista, los grandes negociantes de la poltica imperialista toman todas las medidas para poder refrenar a su tiempo a la clase obrera, romper la espina dorsal del movimiento revolucionario en las colonias, debilitar el frente interior de las Repblicas Soviticas. El terror y la corrupcin, la explotacin implacable de los obreros y el soborno de sus elementos directores, el frente compacto contra las vastas organizaciones de masas cuando stas amenazan hacerse peligrosas, la poltica de escisin y debilitamiento de las filas proletarias, los ataques policiacos cada vez ms violentos contra los partidos comunistas: he aqu la ensea de los tiempos que corremos.

En Inglaterra y en los Estados Unidos, en Francia y en el Japn, la ola de represiones marcha al encuentro de la inaudita ola de terror en la Italia fascista y los Balcanes, y las ejecuciones en masa en la China. El hacha de la civilizacin trabaja sin descanso, y los verdugos imperialistas contemplan sin pestaear a sus vctimas, aunque sienten que la sangre de los decapitados es la semilla de millares de vengadores. En estos momentos, cuando todo el mundo huele a plvora y sangre, cuando las contradicciones de los capitalistas llegan de nuevo a una tirantez extrema, cuando se hace ms aguda la lucha de clase del proletariado, cuando se levantan millones de esclavos coloniales, y marchan a la defensa de la URSS, baluarte de todos los movimientos emancipadores, nuevas filas de oprimidos, aparece de nuevo en el primer plano el papel traidor de la socialdemocracia, de la II Internacional y de su sucursal de Amsterdam.Desde el punto de vista de los intereses de la clase proletaria, ahora ms que nunca es indispensable una entera conciencia de las particularidades de clase del proletariado, de lo irreconciliable entre sus intereses y los del capital y del estado capitalista.

Como respuesta a los insolentes ataques del capitalismo, a la explotacin inhumana, a la desocupacin, a la poltica de devastacin de las organizaciones obreras, al terror fascista, es necesario un contraataque proletario.

Y justamente en estos momentos los lderes de los partidos socialdemcratas, traicionando descaradamente todas las tradiciones de la lucha de clases, pisotean con sus patas soeces la dignidad ms elemental del proletariado y predican la colaboracin de clases, la paz en la industria y la democracia econmica bajo la bota rapaz del capitalismo trustificado!

La paz industrial en el campo econmico y la coalicin con la burguesa en el campo poltico, he aqu los frutos que nos ofrece la prudencia de la socialdemocracia traidora. Desde el punto de vista de los intereses del proletariado, es ahora particularmente indispensable poner al descubierto cada tentativa de preparacin militar de la burguesa, sealar el peligro de guerra, tocar a rebato.

Precisamente en estos momentos, los polticos socialdemcratas construyen acorazados y aparecen como iniciadores de las leyes militares ms infames. Ellos se arrastran ante el imperialismo, mejoran activamente los ejrcitos imperialistas, ensalzan a la Sociedad imperialista de las Naciones, calumnian a la URSS, y se enternecen ante el documento falaz de los verdugos de Sacco y Vanzetti, escupen su venenosa saliva pacifista.

Al mismo tiempo que los socialdemcratas tratan en cualquier forma de ocultar los verdaderos preparativos militares del imperialismo, acusan de imperialismo a la URSS.

Ya de antemano, estos hroes del agosto de 1914 se arrastran de rodillas, echndose a los pies de los estados mayores de las potencias imperialistas!

Los social-traidores estn ya con la mano tendida para recibir anticipadamente la recompensa por los das en que, calado el casco guerrero, se hallarn entre las filas de la burguesa luchando contra los soldados de la revolucin proletaria.

Desde el punto de vista de los intereses del proletariado, ahora ms que nunca es necesaria la unidad entre el proletariado industrial de las metrpolis con las masas trabajadoras de las colonias.

Sin embargo, los partidos socialdemcratas se han puesto en esta cuestin de parte de los imperialistas opresores, de parte de los Estados imperialistas rapaces y de sus agentes. Los socialistas franceses apoyaron a su gobierno cuando el fuego de sus caones barra las aldeas del Rif y las ciudades de Siria.El gobierno de MacDonald trat de sofocar abiertamente el movimiento revolucionario en la India, y ahora los miembros del Partido laborista se encargan de cumplir en la India las rdenes de burguesa britnica.

Todos los partidos socialistas apoyan en la prctica a sus gobiernos en la cuestin china, permitindose en casos exclusivos, y bajo la presin de las masas, hacer tmidamente observaciones crticas a los proyectos de la burguesa.

El Congreso socialista de Bruselas que en modo alguno apoyo al Kuomintang en su perodo revolucionario se solidariza abiertamente con l cuando ste se ha convertido en perro de presa del capitalismo y en verdugo abominable del movimiento obrero.

El Congreso de Bruselas adopt resoluciones ignominiosas sobre la cuestin colonial, copiadas casi al pie de la letra de los documentos de la Sociedad opresora de las Naciones.

La socialdemocracia se ha convertido en la fuerza principal de destruccin entre los trabajadores de los pases industriales y las masas trabajadoras de los pases coloniales. Finalmente, desde el punto de vista de los intereses de la clase proletaria, hoy ms que nunca es indispensable la unidad de la clase obrera.

En la lucha contra el enemigo organizado, poderoso, en la lucha con los gigantescos trusts, con el poder estatal del capital que vela por los intereses de la oligarqua financiero-capitalista, es necesaria la mxima unidad en las filas obreras. Precisamente ahora, cumpliendo el encargo directo de la burguesa imperialista, sus agentes, los socialdemcratas, producen la escisin en las filas obreras.Los lderes de los partidos socialdemcratas y de los sindicatos reformistas, apstoles de la coalicin de la burguesa, con sus trusts y sus gobiernos, de la paz industrial y de la coalicin con los grandes negociantes de la bolsa y de los bancos, hacen todo lo posible para excluir a los comunistas y a los obreros revolucionarios de las organizaciones de masas, dividen a los sindicatos, hostigan a las organizaciones deportivas y quebrantan las filas de los librepensadores obreros.Cuanto ms firmemente apoyan la unidad con la burguesa, tanto ms ferozmente luchan en contra de la unidad obrera. La Internacional Comunista hace un llamado a todos los obreros y a todos los trabajadores para que estrechen sus filas, consolidando la unidad de toda la clase obrera y los campesinos explotados, la unidad de los trabajadores con los pueblos oprimidos de las colonias, en contra de los opresores, en contra de todos sus enemigos de clase.

El VI Congreso de la Internacional Comunista ha adoptado un programa internacional obligatorio para todas sus secciones. Por primera vez en la historia del movimiento obrero revolucionario, la clase obrera recibe en sus manos un programa cuyo contenido sirve de ley a millones de proletarios organizados de todo el mundo, a todas las naciones y razas. El programa de la IC no es un documento de capitulacin con la burguesa, ni de paz humillante con ella; no es una declaracin farisea, infame y podrida de unin con la burguesa, unin que no indica otra cosa que traicin vil y la desercin al campamento enemigo. El programa de la Internacional Comunista es l gua en la lucha de millares de oprimidos, en contra de sus opresores, en la lucha de los trabajadores blancos, negros y amarillos, bajo los trpicos y en las ms lejanas regiones del globo, en las fbricas y en las plantaciones, en las minas y en las vas frreas, en los bosques y en las estepas, y por doquier donde existe la lucha de clases.

Es el programa de la unidad obrera y de la lucha a muerte con la burguesa.

Es el programa de la inevitable dictadura mundial del proletariado.La Internacional Comunista apela a todos los trabajadores a consolidar sus filas bajo las banderas de la lucha de clase, bajo la ensea de la revolucin proletaria y de la dictadura de la clase obrera. El mundo capitalista, a costa de grandes esfuerzos se ha levantado de entre los escombros acumulados durante la guerra imperialista, pasando por sobre los cadveres de los obreros aplastados por la gigantesca prensa de explotacin, en medio del silbido de su ltigo hostigador de esclavos. Pero el capitalismo comienza de nuevo a ahogarse bajo el peso de sus contradicciones. El destino histrico lo arrastra de nuevo con fuerza irresistible al remolino de grandes catstrofes cuyo siniestro aliento se propaga por el mundo. Temiendo a su propio destino y siendo instrumento del mismo, al mismo tiempo que no se decide a desatar los genios malficos de la guerra, hace todo lo posible para que se libren de sus cadenas y comiencen su danza sangrienta. Engaando a todos con su balbuceo pacifista y apretando al mismo tiempo los gatillos de sus fusiles automticos, el imperialismo criminal conduce de nuevo al mundo al borde de lo inevitable.

La Internacional Comunista incita a todos los trabajadores a emprender el contraataque. Es ya necesario desde este momento organizar incansablemente las filas combatientes, unir a las masas, enviar fieles mensajeros de la clase obrera al ejrcito y a la marina; prepararse para el da y la hora en que, en respuesta a los viles llamamientos de los imperialistas para que los proletarios se libren a la destruccin mutua, ser necesario volver sobre sus ejes los pesados caones y dirigir los proyectiles contra las cabezas de los imperialistas, que sern el mejor blanco durante la guerra imperialista.La bestia del imperialismo, que se limita a contemplar con mirada turbia el pasado histrico, y es incapaz de descorrer la cortina del futuro, se consuela con la ilusin de la relativa tranquilidad de Europa, la cual recibe peridicamente porciones vitales de elixir dorado de manos del vampiro americano.Pero el ojo avizor del proletariado, que ha experimentado sobre sus espaldas todas las excelencias de la racionalizacin capitalista y todas las ventajas de la paz industrial, distingue la gigantesca acumulacin de contradicciones del capitalismo y el incremento constante de la lucha de clases.

La huelga en Inglaterra, la insurreccin en Viena, las huelgas en Alemania, los resultados de las elecciones en Francia y en Alemania, la reaccin de los obreros alemanes frente a la traicin de la socialdemocracia, la obstinada resistencia de los obreros y campesinos chinos, el hervor del volcn revolucionario en la India, donde ha aparecido ya el humo que anuncia la erupcin; el descontento, cada da ms pronunciado, en la Amrica del Sur; el desenvolvimiento de la conciencia revolucionaria entre los negros, y otros sntoma innumerables, Acaso no demuestran que el topo de la historia hace su obra minando los fundamentos de la sociedad burguesa?La Internacional Comunista llama a todos los trabajadores, en primer lugar a los obreros industriales, a la lucha por la defensa de cada pulgada de las posiciones conquistadas, a la lucha contra la ofensiva del capital, a la lucha contra la explotacin despiadada; contra la esclavitud del proletariado, contra la poltica imperialista, contra la guerra. La Internacional Comunista invita a todos los trabajadores y oprimidos a defender la revolucin china, las cabezas de cuyos mrtires y hroes caen cercenadas por las hachas de los verdugos.La Internacional Comunista incita a todos los proletarios honrados a levantar una muralla de hierro en torno de la Unin Sovitica, sobre la cual cierne su espada el imperialismo.

La internacional Comunista llama a la lucha abierta contra la falsedad y el engao pacifistas, a la ruptura completa con la burguesa y a la solidaridad en las filas proletarias para la lucha sin cuartel contra los enemigos del proletariado.

Contra la unidad socialdemcrata con la burguesa!

Por la unidad proletaria de clase! Contra el social-imperialismo!

Por l apoyo a los hermanos de las colonias!

Contra el engao pacifista!

Por la lucha incondicional en contra de la guerra imperialista!

Contra el reformismo y el pacifismo!

Por la revolucin proletaria!

Viva la dictadura proletaria de la URSS!Viva la revolucin proletaria mundial!

VI Congreso de la Internacional Comunista, Mosc, 1 de septiembre de 1928.TESIS SOBRE LA SITUACIN Y LAS TAREAS DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA

Introduccin

1. Despus de la primera guerra imperialista mundial, el movimiento obrero ha atravesado diversas fases histricas de desenvolvimiento, expresin de las diferentes etapas de la crisis general di I sistema capitalista. El primer perodo, perodo de crisis aguda del sistema capitalista perodo de intervenciones revolucionarias directas del proletariado, cuyo punto culminante fue el ao 1921, termin, de una parte, con la victoria de la URSS sobre las fuerzas de la intervencin y de la contrarrevolucin interior, la consolidacin de la dictadura proletaria y la organizacin de la Internacional Comunista; y de otra parte, con penosas derrotas del proletariado de la Europa Occidental y con la iniciacin de una ofensiva general de la burguesa. El ltimo eslabn de este perodo fue la derrota del proletariado alemn en 1923. Esta derrota fue el punto de partida del segundo perodo constituido, gradualmente, por la estabilizacin parcial del sistema capitalista, por el proceso de elevacin de la economa capitalista, por el desenvolvimiento de la extensin de la ofensiva del capital, por nuevos combates defensivos del ejrcito proletario debilitado por sus graves derrotas; adems, este perodo fue el de un rpido proceso de mejoramiento de la URSS, de serios xitos en la edificacin del socialismo y de una influencia poltica creciente de los partidos comunistas sobre las grandes masas del proletariado. En fin, el tercer perodo es, en el fondo, el de elevacin de la economa capitalista y, casi paralelamente, la de la URSS ms all de sus niveles de antes de la guerra (iniciacin del llamado perodo de reconstruccin, nuevo crecimiento de las formas socialistas de la economa sobre la base de una tcnica nueva). Para el mundo capitalista, este perodo es el de un rpido desenvolvimiento de la tcnica, un intenso crecimiento de los cartels, de los trusts, de las tendencias al capitalismo de estado y, conjuntamente, el de un poderoso desenvolvimiento de las contradicciones de la economa mundial, movindose en formas determinadas en todo el curso anterior de la crisis del capitalismo (mercados reducidos, existencia de la Unin Sovitica, movimientos coloniales, agudizacin de las contradicciones internas del imperialismo). Este tercer perodo, que ha agravado partcularmente la contradiccin existente entre el crecimiento de las fuerzas productivas y la reduccin de los mercados, hace inevitable una nueva fase de guerras entre los estados imperialistas, de guerras de estos ltimos contra la URSS, de guerras de liberacin nacional contra los imperialistas y sus intervenciones, de gigantescas batallas de clase. Al agudizar las contradicciones internacionales (contradicciones entre los pases capitalistas y la URSS, ocupacin militar del norte de China como comienzo de su desmembramiento y de la lucha entre los imperialistas, etc.) y las contradicciones internas de los pases capitalistas (radicalizacin de las masas de la clase obrera, intensificacin de la lucha de clases), al desencadenar los movimientos coloniales (China, India, Egipto, Siria) este perodo conduce fatalmente, por un nuevo desenvolvimiento de las contradicciones de la estabilizacin capitalista, a un nuevo quebrantamiento de la estabilizacin capitalista y a una aguda agravacin de la crisis general del capitalismo.I. LA ECONOMA MUNDIAL Y SU TCNICA2. Es incontestable que el desenvolvimiento considerable de la tcnica de los pases capitalistas toma en algunos de ellos (Estados Unidos, Alemania) el carcter de una revolucin tcnica. Por una parte, el gigantesco crecimiento del nmero de motores de combustible interna, la electrificacin, el desenvolvimiento de los procedimientos qumicos en la industria, los nuevos mtodos para obtener combustible y primeras materias sintticas (bencina, seda artificial, etc.), el empleo de metales ligeros, la considerable extensin de los transportes automviles; por otra parte, las nuevas formas del trabajo combinado con el desenvolvimiento excesivamente rpido del trabajo a la cadena, han elevado de nuevo las fuerzas productivas del capitalismo. Sobre esta base se desenvuelve la cifra de negocios del comercio exterior y se eleva considerablemente la exportacin de capitales; es preciso notar que esta forma de ligazn econmica entre los pases ha crecido sensiblemente con relacin al perodo de antes de la guerra.

3. En el campo de la economa se observa un crecimiento excesivamente rpido de los monopolios capitalistas (cartels, trusts, consorcios de bancos, que tienen tambin una creciente influencia sobre la agricultura). Paralelamente a la organizacin del capital en cartels y trusts dentro de las fronteras nacionales se desenvuelve tambin el proceso de crecimiento de los grupos financiero-capitalistas internacionales. Tambin se observa un crecimiento de las tendencias al capitalismo de estado, tanto bajo la forma del capitalismo de estado en el verdadero sentido de la palabra (centrales elctricas del estado, empresas industriales y de transportes municipales) como bajo la forma de una creciente fusin de las organizaciones patronales con los rganos de poder del estado.4. La crisis general del capitalismo toma nuevas formas y desenvuelve las contradicciones especficas sobre la base de estas modificaciones radicales de la estructura de todo el sistema econmico del capitalismo de Europa a Amrica, y la creciente tendencia de Europa, organizada en trusts y reforzada, de libertarse de la dominacion econmica de los Estados Unidos, el desenvolvimiento del capitalismo en los pases coloniales y semicoloniales, la enorme desproporcin entre el ritmo de crecimiento de la potencia econmica y militar de los diferentes pases y la extensin de sus posesiones coloniales, el peligro que amenaza las posiciones de los imperialistas en las colonias y ante todo en China, el desenvolvimiento de la URSS como factor de radicalizacin de la clase obrera de todos los pases y de las masas trabajadoras de las colonias, opuesto al sistema capitalista mundial, todas estas contradicciones, en resumidas cuentas no pueden menos de conducir a una nueva explosin.5. Las fuerzas productivas del capitalismo acrecentadas entran cada vez ms en conflicto con los lmites de los mercados interiores reducidos por la ruina de posguerra en los diferentes pases capitalistas y por la creciente pauperizacin de las masas campesinas en las colonias, y con la estructura de la economa mundial de postguerra, cuyas contradicciones se han agudizado y complicado extremadamente por el nuevo antagonismo de principio entre la URSS y los pases capitalistas. La ruptura del equilibrio entre Europa y Amrica encuentra su expresin ms viva en el problema alemn y en el declive del imperialismo britnico. Alemania, que se ha desenvuelto rpidamente, gracias, en gran parte, a los crditos americanos y que est constreida a pagar las reparaciones y los intereses de sus deudas, no encuentra mercados suficientes para la exportacin de sus mercancas y todo el sistema de sus relaciones se mantiene por los crditos americanos renovados siempre, que, a su vez, aumentan la capacidad de competencia de Alemania en el mercado mundial. La debilitacin del imperialismo britnico se manifiesta directamente por la continuidad de la decadencia y del marasmo de la industria britnica, cuyas principales ramas de exportacin, a pesar de la creciente ofensiva contra el nivel de vida de la clase obrera, son cada vez menos capaces de sostener la competencia en el mercado mundial. Se manifiesta por la reduccin constante de la exportacin de capitales britnicos y por la prdida de la posicin dominante de la burguesa inglesa, como acreedora y banquera mundial.

Se manifiesta sobre todo por una desocupacin crnica considrale. Esta decadencia econmica, en relacin con el desenvolvimiento los dominios y el despertar revolucionario de las colonias, se traduce por la tendencia a la disgregacin del imperio britnico.

6. Los xitos en el campo de la tcnica y de la organizacin han contribuido a una desocupacin en masa crnica, en los principales pases industriales. El ejrcito de los sin trabajo es varias veces superior al ejrcito industrial de reserva de antes de la guerra y no es absorbido totalmente en los perodos de coyuntura favorable. En los Estados Unidos, por ejemplo, donde la tcnica ha hecho los ms considerables progresos, paralelamente a un fuerte crecimiento de la produccin, se produce una reduccin de la mano de obra empleada por el capital industrial. Aun en los pases donde existe este desenvolvimiento de la tcnica, la racionalizacin, causa de una gran extensin de la produccin, entraa una intensificacin enorme y una terrible aceleracin del trabajo, un gasto extremadamente agotador de la mano de obra. La mecanizacin del trabajo permite a los capitalistas emplear cada vez ms la mano de obra no calificada (adolescentes y mujeres) y, en general, remplazar la mano de obra alineada por la no calificada. Las tentativas de atenuar estas dificultades por la constitucin de cartels europeos e internacionales reproducen sobre una base ms amplia y bajo nuevas formas la competencia (determinacin de la cuota de produccin, lucha contra las empresas no adheridas a los cartels, etc.) entre Inglaterra y los estados del continente europeo y sobre el propio continente, con su divisin poltica y econmica y sus numerosas barreras aduaneras. En estas condiciones, el problema de los mercados y de las esferas de inversin de los capitales se hace extraordinariamente agudo. De aqu resulta la aproximacin de una nueva fase de grandes colisiones militares, de una guerra de intervencin contra la URSS, de aqu se desprende la inminencia muy prxima de una intervencin en China. En definitiva, el desenvolvimiento de las contradicciones de la estabilizacin capitalista conduce, pues, fatalmente, a la transformacin del perodo de la estabilizacin actual, en perodo de grandes catstrofes.

II. LAS RELACIONES INTERNACIONALES Y LOS PROBLEMAS DE POLTICA EXTRANJERA7. Las relaciones entre los estados capitalistas y la URSS, la actitud del imperialismo hacia China, las relaciones entre Europa, sobre todo entre la Gran Bretaa y los Estados Unidos, constituyen la base de las relaciones internacionales en general en el perodo actual. El desenvolvimiento de Alemania, causa del reagrupamiento de las potencias, es uno de los principales factores de los cambios en las relaciones entre los estados de Europa.8. Es preciso reconocer que el factor esencial del desenvolvimiento actual del capitalismo en general es el traslado del centro econmico a los Estados Unidos de Amrica y, sobre esta base, el crecimiento de su agresividad imperialista. En calidad de acreedor permanente de Europa, los Estados Unidos son la palanca del desarrollo de Europa, consolidan al mismo tiempo sus posiciones en casi todas las partes del mundo: la Amrica Latina se transforma progresivamente, por la suplantacin del capital britnico, en una enorme esfera de influencia de los Estados Unidos, que reprimen en el continente americano toda resistencia a sangre y fuego (Nicaragua, etc.); el Canad, incluso la misma Australia, gravitan cada vez ms hacia ellos en la lnea de la colaboracin econmica la hegemona de los Estados Unidos est all asegurada por adelantado. En el mundo entero, los Estados Unidos prosiguen un vasto plan de conquista de las principales fuentes de materias primas y de debilitacin de las posiciones de Inglaterra, destruyendo su monopolio del petrleo y del caucho, minando su base en la produccin del algodn en Egipto y en el Sudn, etc.; en frica, los Estado Unidos desarrollan amplios planes destinados a minar la potencia de Inglaterra en el campo de la produccin del algodn; en China chocan con el Japn e Inglaterra y ocupan una posicin ms slida atrincherndose por el momento detrs del principio de la puerta abierta, pero, de hecho, participan en el reparto de China. As, el imperialismo de la Amrica del Norte pasa siempre de la poltica de penetracin pacfica a la poltica de ocupacin militar directa de las colonias.9. Esta rpida expansin de los Estados Unidos choca fatalmente con los intereses del capitalismo britnico en decadencia, pero todava poderoso. Las contradicciones entre la repblica del dlar, con su intenso ritmo de desarrollo, pero poseyendo relativamente muy pocas colonias, y el imperio britnico en declinacin, constituyen el eje de las contradicciones internacionales del perodo actual. Es donde se encuentra el nudo de la prxima lucha por el nuevo reparto del mundo colonial (y no solamente del mundo colonial).

La colaboracin anglo-americana se ha transformado en una rivalidad anglo-americana feroz, que desarrolla las perspectivas de una enorme colisin de fuerzas.

10. La influencia del americano en Europa se ha manifestado, sobre todo, en el desarrollo econmico de Alemania. De una potencia que yaca en el fondo de la ruina econmica, Alemania se ha elevado de nuevo a una gran altura, con la ayuda de los crditos sistemticos de los Estados Unidos. El papel principal de Alemania ha subido tambin, por tanto. El crecimiento del capitalismo monopolista en Alemania provoca, de una parte, la creciente disgregacin del Tratado de Versalles, y de otra, una orientacin de Alemania, que se precisa cada vez ms, en el sentido occidental, es decir, imperialista y antisovitico. Si en los tiempos de su humillacin econmica, poltica y nacional, Alemania buscaba un acuerdo con el estado proletario, nico estado dirigido contra la esclavizacin imperialista de Alemania, las crecientes tendencias del imperialismo alemn empujan cada vez ms a la burguesa alemana a una posicin antisovitica.11. Este hecho debe tambin modificar los grupos de potencias europeas. La existencia de numerosas contradicciones internas en Europa (ante todo el antagonismo franco-italiano en los Balcanes y en el frica del Norte) sobre la base de una general inestabilidad de relaciones, provoca un reagrupamiento permanente de las potencias. Sin embargo, a travs del abigarramiento de estos reagrupamientos cambiantes, se precisa una tendencia fundamental: la de la lucha contra la Unin Sovitica. Los innumerables acuerdos y tratados entre pequeos y grandes estados (Polonia, Rumania, Italia, Hungra, Checoslovaquia, estados limtrofes, etc.) dirigidos contra la URSS y firmados segn directivas procedentes de Londres y de Pars, expresan esta tendencia con una claridad cada vez mayor. El cambio de posicin de Alemania termina, en cierta medida, una fase de este proceso de preparacin de la guerra del bloque contrarrevolucionario de los imperialistas contra la URSS.12. La lucha por los mercados y las esferas de inversin de capitales, no solamente est llena de amenazas de guerra contra la URSS y entre los estados imperialistas, sino que ha conducido ya a una gran guerra de intervencin por el reparto del inmenso mercado chino. All donde los imperialistas estn en presencia de un objeto de explotacin y de un movimiento revolucionario que mina la dominacin de los principios capitalistas, la formacin de bloques imperialistas generales es de lo ms probable. Por esto es por lo que, paralelamente al bloque de las potencias imperialistas contra la URSS, existe una intervencin militar contrarrevolucionaria general, contra las fuerzas de la revolucin china. Pero esta lucha comn contra la revolucin china desarrolla profundas contradicciones de intereses en el seno del bloque de los imperialistas, en primer lugar entre el imperialismo rapaz y francamente anexionista del Japn y la enorme potencia del imperialismo americano que, en la etapa actual, se viste con la toga del pacifismo. As, la guerra de los imperialistas contra el pueblo chino puede desencadenar un formidable conflicto entre ellos.III. EL PODER DE ESTADO DE LA BURGUESA Y EL REAGRUPAMIENTO DE LAS FUERZAS DE CLASES13. En la enorme mayora de los pases capitalistas, la poltica de la burguesa est determinada actualmente por dos tareas esenciales: primero, el aumento de la capacidad de competencia, es decir, el desarrollo de la racionalizacin capitalista; segundo, la preparacin de la guerra. Desde el punto de vista social, de clase, esta poltica de la burguesa conduce, de una parte, a reforzar la presin sobre la clase obrera y a elevar el grado de su explotacin y, de otra parte, para contrarrestar las consecuencias de esta aguda explotacin, al empleo de mtodos de corrupcin econmica y poltica, de los cuales es el agente, cada vez en mayor grado, la socialdemocracia.14. La centralizacin del capital y la participacin de la gran propiedad en la organizacin general del capital financiero, por medio del sistema bancario, consolidan cada vez ms las fuerzas de los grandes explotadores, cuyas organizaciones se fusionan directamente con los rganos de poder del estado. Si el sistema llamado del capitalismo de estado de guerra fue en gran parte un sistema econmico de estado de sitio abolido al final de la guerra, el crecimiento de las tendencias del capitalismo de estado, que reposa actualmente en el desarrollo de las fuerzas productivas y la concentracin rpida de la economa, es a su vez una premisa objetiva de la movilizacin econmico-militar para las colisiones del porvenir. En el reparto de las fuerzas productivas, el desplazamiento que se opera hacia la industria qumica juega un papel primordial en la guerra moderna y subraya todava ms toda la importancia de este hecho.15. Esta evolucin de relaciones entre el estado y las organizaciones patronales, la concentracin de todas las fuerzas de la burguesa en el estado burgus, provocan en todos los pases capitalistas una evolucin reaccionaria de todo el rgimen del estado burgus. Esta evolucin, expresin tpica del perodo actual del capitalismo, se expresa en el terreno poltico por la crisis general de la democracia y del parlamentarismo burgus y deja sus huellas en todas las colisiones econmicas entre el capital y el trabajo, dndoles una agudeza inaudita. Toda gran huelga econmica enfrenta a los obreros con trusts capitalistas gigantes, estrechamente ligados al poder de estado de los imperialistas. Cada una de estas huelgas adquiere por esta razn un carcter poltico, es decir, un carcter general de clase. El desarrollo de cada una de estas huelgas le imprime un carcter de huelga dirigida contra el estado. Este estado de cosas obliga a la burguesa y a su poder de estado, a recurrir a complicadas formas de corrupcin econmica y poltica de ciertas capas de la clase obrera y de sus organizaciones polticas y sindicales. La ligazn de los cuadros superiores de los sindicatos reformistas y de los partidos reformistas con las organizaciones patronales y el estado burgus transformndose los obreros en funcionarios del estado y funcionarios de las organizaciones patronales, la teora y la prctica de la democracia econmica, de la paz industrial, etc., etc. constituyen los medios preventivos contra el desarrollo de la lucha de clases.16. Al mismo tiempo, los estados imperialistas perfeccionan cada vez ms sus instrumentos y sus mtodos de represin contra los destacamentos revolucionarios del proletariado, en particular contra los partidos comunistas, nicos partidos que organizan y mantienen la lucha revolucionaria de la clase obrera contra las guerras imperialistas y la creciente explotacin. Estas medidas estn ligadas tambin directamente con la preparacin de la guerra en los estados imperialistas, pero reflejan, al mismo tiempo, la gran agudeza de las contradicciones de clase y en particular la agudeza de todas las formas y de todos los mtodos de lucha de clases que se traducen por la aplicacin, cada vez ms frecuente, por parte de la burguesa, de los mtodos fascistas de opresin. Se cuenta entre stas: el bill sobre los sindicatos de Inglaterra, la ley militar de Paul Boncour y la represin contra los comunistas en Francia, las leyes sobre la proteccin del estado (por ejemplo, en los Balcanes), la destruccin de los sindicatos y el terror contra los comunistas en Italia, terror en el Japn, en Polonia, las matanzas de comunistas, de obreros y de campesinos revolucionarios en China y la represin contra los revolucionarios en general en las colonias, las tentativas de disolucin de la Unin de Combatientes del Frente Rojo en Alemania, etc., etc. En los pases donde los partidos comunistas son todava legales, la burguesa, con la ayuda de la socialdemocracia se esfuerza por hacerlos ilegales. Por esto es que la preparacin de las masas a la lucha y el combate enrgico contra las repetidas tentativas de ataques de la burguesa estn a la orden del da.17. Crece paralelamente, bajo formas muy variadas, la resistencia de la clase obrera, repuesta ya de las graves derrotas del periodo precedente. El desarrollo de las contradicciones de la estabilizacin capitalista, la racionalizacin, el paro creciente, la presin cada vez ms fuerte sobre la clase obrera, la ruina de la pequea burguesa, etc., acentan inevitablemente la lucha de clases y ensanchan su base. A esto se aade el proceso general de radicalizacin de la clase obrera en los pases europeos, el debilitamiento de la influencia de los partidos puramente burgueses sobre la masa de los obreros que se ligan en parte a la socialdemocracia y en parte al comunismo, el paso de los elementos ms combativos de la clase obrera, de la socialdemocracia al comunismo, ya que aqulla se apoya cada vez ms sobre las capas pequeo-burguesas y desplaza por tanto su base social, de la clase obrera hacia la pequea burguesa. La influencia de los partidos comunistas crece en el seno de la clase obrera. Si el principio del perodo de estabilizacin y de ofensiva general del capital ha suscitado grandes luchas defensivas, la nueva fase determina tambin la aparicin de vastas luchas de masas: ante todo, la ola de huelgas en diferentes pases (Alemania, Francia, Checoslovaquia, etc.), la insurreccin del proletariado de Viena, las manifestaciones con ocasin de la ejecucin de Sacco y Vanzetti, el movimiento en favor de la URSS, etc. As, la reproduccin de las contradicciones de la estabilizacin capitalista, la agudizacin creciente de la lucha de clases conducen, a pesar de las contramedidas tomadas por la burguesa y la socialdemocracia, a una diferenciacin ideolgica y al crecimiento de las fuerzas revolucionarias en el seno de la clase obrera, y a la consolidacin de las posiciones del comunismo en el seno del movimiento obrero internacional.

IV. LA LUCHA DE CLASES, LA SOCIALDEMOCRACIA Y EL FASCISMO18. A pesar de la agravacin de la lucha de clases, el reformismo da indicios de su vitalidad y de su tenacidad poltica, en el movimiento obrero de Europa y Amrica. La causa general, social y econmica, de este hecho fundamental, est en el desarrollo lento de la crisis del capitalismo, en el crecimiento de algunas de sus partes principales y en la declinacin relativamente lenta de las otras. Los hechos siguientes se refieren a esto: consolidacin creciente de posicin de los Estados Unidos como explotador, acreedor y usurero mundial (prosperidad de los Estados Unidos); gran potencia colonial de Inglaterra, que pierde, de modo progresivo solamente sus posiciones en el mercado mundial; desarrollo de la economa alemana, etc. En relacin con este primer proceso, existe un proceso secundario de integracin de los aparatos del estado y de las organizaciones patronales con los cuadros superiores de las organizaciones obreras dirigidas por la socialdemocracia, formacin de nuevos funcionarios con burcratas obreros (funcionarios de Estado, de las municipalidades, de las organizaciones patronales, funcionarios al servicio de las organizaciones comunes de obreros y de capitalistas, representantes del proletariado en la administracin de correos, en los consejos de los ferrocarriles, donde toman la palabra en nombre de los sindicatos, de la cooperacin, etc.).19. Este proceso de aburguesamiento de los cuadros superiores de la burocracia obrera es conscientemente apoyado y favorecido por la socialdemocracia, que ha pasado de la defensa tmida al apoyo abierto y a la edificacin activa del capitalismo, de las frases sobre la lucha de clases a la prediccin de la paz industrial, de la defensa de la patria a la preparacin de la guerra contra la URSS (Kautsky), de la defensa, de palabra, de las colonias, a un apoyo directo de la poltica de opresin colonial, del pacifismo pequeo-burgus a la edificacin de la Sociedad de Naciones imperialista, del revisionismo falsamente marxista al liberalismo del Labour Party britnico.20. Esta posicin ideolgica corresponde entera y prcticamente a la actividad de la socialdemocracia y de los lderes sindicales reformistas, en primer lugar su campaa para la aplicacin de los mtodos americanos de corrupcin y de descomposicin de la clase obrera (actividad del Bureau Internacional del Trabajo, Conferencias de Delegados del Consejo General y del Labour Party con las asociaciones patronales en Inglaterra, el Consejo Econmico Nacional en Francia, la Schlichtungswesen en Alemania, las leyes de arbitraje obligatorio en diferentes pases escandinavos, creacin de un rgano comn Cmara de Comercio y Cmara Obrera en Austria, etc.). El prfido papel de la socialdemocracia y de los lderes de los sindicatos reformistas durante las huelgas y las crisis polticas, durante los conflictos y las insurrecciones en las colonias, su justificacin del terror contra los obreros (huelga inglesa, insurreccin de Viena, huelga de los obreros de los metales en Alemania, disparos contra los obreros en Checoslovaquia y en Polonia, insurreccin en Indonesia, revolucin en China, insurreccin en Siria y en Marruecos, etc., etc.) se completan actualmente con sus encarnizados ataques contra los comunistas y los obreros revolucionarios (poltica de exclusin y de escisin de los sindicatos, de las cooperativas y de otras organizaciones de masas en diferentes pases).

21. Esta poltica de divisin de la clase obrera es ampliamente practicada por los lderes reformistas que, por orden de la burguesa, excluyen a los mejores elementos revolucionarios de las organizaciones de masas del proletariado. Es ella una parte integrante de su poltica de colaboracin con la burguesa. Su objeto es minar desde el principio la unidad interior de las filas proletarias y debilitar as su resistencia frente a los ataques del capital. Esta poltica es uno de los eslabones indispensables de toda su poltica social-imperialista (poltica de los armamentos, poltica antisovitica y de bandidaje en las colonias). Para contrabalancear estas tentativas reformistas de disgregacin del frente proletario, los comunistas deben emprender y desarrollar, actualmente sobre todo, una contraofensiva enrgica para resistir a la poltica reformista de escisin de las organizaciones de masas del proletariado (sindicatos, cooperativas, asociaciones culturales y deportivas, etc.) por la lucha de masas para la unidad de clase.Los pretendidos lderes de izquierda de la socialdemocracia juegan un papel particularmente odioso en los manejos escisionistas del reformismo. De palabra preconizan la unidad, pero de hecho apoyan siempre y sin reservas los mtodos criminales de escisin de la II Internacional y de los partidarios de Amsterdam.

22. En el campo de la poltica exterior, el estado mayor de la socialdemocracia y de los sindicatos reformistas de los pases imperialistas expresa de una manera consecuente los intereses del estado burgus. Apoyar este estado, sus fuerzas armadas, su polica, sus aspiraciones de expansin, su hostilidad de principio contra la URSS, apoyar los tratados y acuerdos expoliadores, la poltica colonial, las ocupaciones, las anexiones, los protectorados y los mandatos; apoyar a la Sociedad de Naciones y la odiosa campaa de las potencias imperialistas contra la URSS, participar en el engao pacifista de las masas, en la preparacin de guerra contra las repblicas proletarias, en el engao a los obreros coloniales (Purcell a las Indias, resolucin de la II Internacional sobre la cuestin colonial) tales son los trazos esenciales de la lnea de conducta efectiva de la socialdemocracia en el terreno de la poltica exterior.23. La socialdemocracia ha jugado, durante todo el perodo transcurrido, el papel de ltima reserva de la burguesa, de partido obrero burgus. Gracias a ella, la burguesa ha desembarazado el camino para la estabilizacin del capitalismo (serie de gabinetes de coalicin en Europa). La consolidacin del capitalismo ha hecho superflua en cierta medida, la funcin de la socialdemocracia como partido dirigente. Su sustitucin en las coaliciones y la formacin de gobiernos puramente burgueses han sucedido a la era llamada del pacifismo democrtico. Jugando, por una parte, el papel de oposicin y por otra el de agitador y propagandista de la poltica del pacifismo realista y de la paz industrial, la socialdemocracia ha mantenido bajo su influencia capas importantes de la clase obrera, ha conquistado una parte de los obreros que abandonaron los partidos burgueses, ha adquirido influencia entre las capas de la pequea burguesa en vas de radicalizacin (elecciones en Francia y en Alemania) y ha entrado de nuevo en los gobiernos en Europa central. Es preciso darse cuenta, sin embargo, de que estos nuevos gobiernos de coalicin, con la participacin directa de la socialdemocracia, no pueden ser ni sern jams, una simple repeticin de las combinaciones precedentes, especialmente en lo que concierne a las cuestiones de poltica exterior en general, y a las cuestiones de poltica militar en particular. La direccin de la socialdemocracia desempear aqu un papel infinitamente ms prfido que en todas las etapas anteriores.

Es preciso igualmente tener en cuenta que, en relacin sobre todo con la poltica de las coaliciones de la socialdemocracia y con la evolucin de sus lderes oficiales, es posible un refuerzo del ala izquierda de la socialdemocracia (austromarxismo, tranmelismo, ideologa del Independant Labour Party en Inglaterra, del maximalismo en Italia) engaando con esto a las masas obreras con mtodos ms sutiles y, por consecuencia, ms peligrosos para la causa de la revolucin proletaria. La experiencia de los perodos crticos (revolucin de 1923 en Alemania, huelga inglesa, insurreccin de Viena), as como la actitud de los socialdemcratas de izquierda en la cuestin de la preparacin de la guerra de los imperialistas contra la URSS, han demostrado que los lderes socialdemcratas de izquierda son de hecho los enemigos ms peligrosos del comunismo y de la dictadura del proletariado. Esto es particularmente confirmado por la innoble conducta de la socialdemocracia austraca, este partido modelo del ala izquierda de la II Internacional, durante los sangrientos combates del proletariado de Viena, en julio de 1927. Esta completa derrota de los Bauer, Adler y Ca. demuestra con evidencia que el austromarxismo, acentuando cada vez ms claramente sus tendencias reaccionarias, sobre todo despus de la represin de la insurreccin de Viena, traiciona constantemente en la prctica, de una manera innoble, a la clase obrera y es, en manos de los reformistas, el instrumento ms peligroso para engaar a las masas revolucionarias. Por esto es por lo que, aun teniendo en cuenta el proceso de radicalizacin de los obreros en el propio seno de la socialdemocracia y esforzndose por extender cada vez ms su influencia entre ellos, los comunistas deben desenmascarar implacablemente a los lderes socialdemcratas de izquierda, como los ms peligrosos agentes de la poltica burguesa en el seno de la clase obrera y conquistar a la masa obrera que abandona fatalmente a la socialdemocracia.24. Aun asegurndose el concurso de la socialdemocracia, la burguesa, en los momentos crticos y en condiciones determinadas, organiza una forma fascista del rgimen.

La marca caracterstica del fascismo es que en el momento del quebrantamiento del rgimen econmico capitalista y en razn de circunstancias objetivas y subjetivas, la burguesa se aprovecha del descontento de la pequea y de la media burguesa urbana y rural y aun de ciertas capas del proletariado, para crear un movimiento de masas reaccionario con el fin de detener en su camino el desarrollo de la revolucin. El fascismo recurre a mtodos de violencia directa para romper la fuerza de las organizaciones de clase obrera y de los campesinos pobres y para tomar el poder. Una vez en el poder, el fascismo se esfuerza por establecer la unidad poltica y orgnica de todas las clases dominantes de la sociedad capitalista (bancos, gran industria, gran agricultura) y realiza su dictadura integral, abierta y consecuente. Pone a la disposicin de las masas dominantes sus fuerzas armadas, especialmente adiestradas para la guerra civil. Realiza un nuevo tipo de estados apoyndose abiertamente en la violencia, la opresin y la corrupcin, no solamente de las capas pequeoburguesas, sino tambin de ciertos elementos de la clase obrera (empleados, antiguos lderes reformistas transformados en funcionarios de estados, funcionarios sindicales o del partido fascista, campesinos pobres y proletarios desorganizados reclutados en la milicia fascista).

El fascismo italiano ha conseguido en estos ltimos aos, por diferentes procedimientos (apoyo del capital americano, opresin social y econmica extrema de las masas, ciertas formas de capitalismo de estado) atenuar las consecuencias de la crisis poltica y econmica interior y ha creado un tipo clsico de rgimen fascista.

Tendencias fascistas y embriones de fascismo existen ahora en todas partes, bajo una forma ms o menos desarrollada; la ideologa de la colaboracin de clases ideologa oficial de la socialdemocracia tiene muchos puntos comunes con la del fascismo. Los mtodos fascistas aplicados a la lucha contra el movimiento revolucionario existen bajo una forma embrionaria en la prctica de numerosos partidos socialdemcratas y de la burocracia sindical reformista.En las relaciones internacionales, el fascismo prosigue una poltica de violencia y de provocacin. La dictadura fascista en Polonia y en Italia manifiesta cada vez ms tendencias agresivas y es para el proletariado de todos los pases una amenaza constante para la paz, un peligro de aventuras militares y de guerras.V. LOS PASES COLONIALES Y LA REVOLUCIN CHINA25. La crisis general del sistema capitalista mundial encuentra actualmente una brillante expresin en las insurrecciones y las revoluciones coloniales y semicoloniales. La resistencia a la poltica imperialista de los Estados Unidos (Mxico, Nicaragua), el movimiento de la Amrica Latina contra los Estados Unidos, la insurreccin de Siria y de Marruecos, la efervescencia constante en Egipto, en Corea, la insurreccin en Indonesia, el proceso de desenvolvimiento de la crisis revolucionaria en las Indias, en fin, la gran revolucin en China: todos estos acontecimientos indican el papel gigantesco de las colonias y de las semicolonias en la lucha revolucionaria contra el imperialismo.26. El principal de estos hechos, acontecimiento de importancia histrica mundial, es la gran revolucin china. Arrastra directamente en su rbita decenas de millones e indirectamente centenas de millones de hombres, enorme masa humana que, por primera vez, participa con tal fuerza en la lucha contra el imperialismo. La inmediata vecindad de la China con las Indias y la Indochina eleva la importancia de la revolucin china hasta un grado considerable. En fin, el curso mismo de esta revolucin, su carcter democrtico, su direccin inevitable hacia una revolucin proletaria, manifiestan en toda su amplitud a los ojos del proletariado mundial, el papel internacional de la revolucin china.27. Siendo la revolucin china una revolucin antiimperialista y de liberacin nacional, es al mismo tiempo, por su contenido objetivo y en su fase actual, una revolucin democrtico-burguesa que se transformar en revolucin proletaria. En el curso de su desenvolvimiento, de la movilizacin de amplias masas obreras y campesinas, del desenvolvimiento efectivo de la revolucin agraria que, de una manera plebeya, arregla las cuentas con los propietarios terratenientes (la gentry, los tukaos), la burguesa nacional (del Kuomintang) despus de varios golpes de estado, ha pasado definitivamente al campo de la contrarrevolucin, a una alianza con los feudales y a un acuerdo con los expoliadores imperialistas. Por esto es por lo que la lucha contra el imperialismo es inseparable de la lucha por la tierra y de la lucha contra el poder de la burguesa contrarrevolucionaria. Es inseparable de la lucha contra los terratenientes (gentry, tukaos) contra los militaristas, contra sus guerras intestinas, que causan el pillaje de las masas populares y refuerzan la posicin de los imperialistas. La liberacin de China no es posible ms que por la lucha contra la burguesa china, por la lucha para la revolucin agraria, la confiscacin de las tierras de los terratenientes y la exoneracin de los campesinos de los inauditos impuestos que pesan sobre ellos. La emancipacin de China es imposible sin la victoria de la dictadura del proletariado y de los campesinos, sin la confiscacin de tierras, sin la nacionalizacin de las empresas extranjeras, de los bancos, de los transportes, etctera, etctera.

Estas tareas no pueden ser resueltas ms que con la condicin de una insurreccin victoriosa de las masas campesinas que marchan bajo la direccin y la hegemona del proletariado revolucionario chino.

El perodo actual de la revolucin china se caracteriza por las circunstancias siguientes: el bloque de los imperialistas, de los feudales y de la burguesa, a pesar de la existencia de contradicciones interiores en este bloque, ha infligido una grave derrota al proletariado y a los campesinos y destruido fsicamente una parte importante de los cuadros del partido comunista. El movimiento obrero no se ha repuesto an completamente de sus derrotas. El desenvolvimiento del movimiento campesino contina en numerosas regiones; all donde la insurreccin campesina fue victoriosa fueron constituidos rganos del poder campesino y a veces soviets de campesinos. El partido comunista se refuerza interiormente y se hace ms coherente, su autoridad y su influencia crecen entre las masas obreras y campesinas. En general, teniendo en cuenta el diferente desenvolvimiento en las diversas partes del inmenso territorio de China, es preciso caracterizar el perodo actual como una fase de preparacin de las fuerzas de las masas para un nuevo impulso revolucionario.28. En las Indias ha comenzado un recrudecimiento del movimiento nacional revolucionario. Esta nueva ola se caracteriza por la intervencin independiente del proletariado (huelgas textiles en Bombay y de ferroviarios en Calcuta, manifestaciones del primero de mayo, etc.). Esta nueva oleada revolucionaria tiene sus races profundas en toda la situacin del pas. La industrializacin, que se aceler considerablemente durante la guerra y en el perodo de posguerra, se ha hecho lenta. La poltica del imperialismo britnico dificulta el desenvolvimiento industrial de la India y conduce a la expropiacin y a la pauperizacin de los campesinos. Las tentativas de crear una pequea capa de campesinos ricos que sirva de apoyo al gobierno britnico y al feudalismo indgena, por medio de reformas agrarias insignificantes, van acompaadas de una explotacin y de una pauperizacin creciente de las masas campesinas. La rapaz explotacin de los obreros que, por regiones, ha conservado una forma semiesclavista, se liga a una intensificacin extrema del trabajo. En la lucha contra esta brbara explotacin, el proletariado se liberta de la influencia de la burguesa y del reformismo, por ms que el aparato sindical est todava en manos de los reformistas. El movimiento campesino, desorganizado en 1922 por la traicin de Ghandi y objeto de represiones violentas por parte de la reaccin feudal, marcha lenta pero inevitablemente hacia un nuevo impulso. La burguesa liberal nacional (ala directora del partido swarajista) obligada de nuevo a renovar su oposicin ms o menos leal con respecto al imperialismo britnico, a causa de la intransigencia de este ltimo, intenta, a pesar de sus intervenciones antibritnicas, establecer un acuerdo con l a expensas de las masas trabajadoras. Por otra parte, todo el desenvolvimiento de la India empuja a las masas de la ciudad y del campo, en primer lugar a los campesinos arruinados y pauperizados, al camino de la revolucin, nicamente el bloque de los obreros, de los campesinos y de la parte revolucionaria de los intelectuales, estar en condiciones, bajo la direccin del proletariado, de romper el bloque de los imperialistas, de los hacendados y de la burguesa oportunista, de desencadenar la revolucin agraria y de destrozar el frente imperialista en las Indias. La unin de los elementos y de los grupos comunistas en un poderoso Partido Comunista, la unin de las masas proletarias en los sindicatos, la lucha sistemtica para desenmascarar en ellos completamente y expulsar a los lderes social-traidores: tales son las tareas indispensables de la clase obrera de la India y las condiciones necesarias de una lucha revolucionaria de las masas por la independencia.29. El nuevo impulso de la revolucin china y la inevitable agravacin de la situacin revolucionaria en la India pueden crear una situacin poltica mundial nueva y destruir la relativa estabilizacin del rgimen capitalista. El desenvolvimiento de los conflictos entre las potencias imperialistas, su bloque contra la URSS y la profunda agudeza de la lucha entre el imperialismo y el mundo colonial, confirman una vez ms el carcter general de la poca como poca de guerras y de revoluciones.VI. LA TCTICA Y LAS TAREAS FUNDAMENTALES DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA30. La lucha contra la guerra imperialista inminente, la defensa de la URSS, la lucha contra la intervencin en China y contra su reparto, la defensa de la revolucin china y de las insurrecciones coloniales: tales son las principales tareas internacionales del movimiento comunista en el actual perodo; la solucin de estas tareas debe estar ligada a la lucha cotidiana de la clase obrera contra la ofensiva del capital y debe ser subordinada a la lucha por la dictadura del proletariado.31. La lucha contra la amenaza de guerras imperialistas entre pases capitalistas y de una guerra imperialista contra la URSS debe hacerse sistemticamente, da tras da. Esta lucha es imposible sin desenmascarar implacablemente el pacifismo que, en las condiciones actuales, es uno de los principales instrumentos en manos de los imperialistas para preparar las guerras y disfrazar esta preparacin. Esta lucha es imposible sin desenmascarar a la Sociedad de Naciones, uno de los principales instrumentos del pacifismo imperialista. Y, en fin, esta lucha es imposible sin desenmascarar a la socialdemocracia, que ayuda al imperialismo a cubrir con la bandera del pacifismo la preparacin de nuevas guerras. En este terreno, las tareas esenciales de los partidos comunistas son: desenmascarar constantemente, con hechos, la accin de la Sociedad de Naciones; sostener continuamente las proposiciones de desarme de la URSS; desenmascarar, en este terreno, a sus gobiernos respectivos (interpelaciones en los parlamentos, manifestaciones de masas en las-calles, etc.), aclarar siempre la cuestin del armamento de los estados, imperialistas, de la industria qumica, de los presupuestos de guerra, de los tratados y de los complots pblicos y secretos del imperialismo, del papel de los imperialistas en China; denunciar las mentiras de los pacifistas realistas socialdemcratas, concernientes al superimperialismo y el papel de la Sociedad de Naciones; aclarar y explicar siempre los resultados de la primera guerra mundial, su preparacin secreta militar y diplomtica, la lucha contra el pacifismo de toda especie y propaganda de las consignas comunistas, en primer lugar de la consigna de la derrota de su propia patria imperialista y de la transformacin de la guerra imperialista en guerra civil; trabajo entre los soldados y los marinos, creacin de clulas clandestinas, accin entre los campesinos.32. La victoria de los imperialistas en su lucha contra la URSS no significara solamente la derrota del proletariado de la URSS, sino tambin la ms grave derrota del proletariado internacional desde que ste existe. El movimiento obrero retrocedera decenas de aos. La ms violenta reaccin reinara en toda Europa. Si la clase obrera ha hecho conquistas importantes gracias a la influencia de la Revolucin de Octubre y como resultado de las revoluciones de Alemania, de Austria y otros pases, la derrota del proletariado de la URSS abrira una nueva pgina de la historia con un terror contrarrevolucionario de una violencia y de una ferocidad inauditas. As, la defensa de la URSS no puede dejar de ser el centro de nuestra atencin. Es por esto por lo que la alarma por la suerte de la URSS, contra la cual se levantan las fuerzas militares de los imperialistas,, debe suscitar un trabajo sistemtico para preparar la transformacin: de la guerra contra la URSS en guerra civil contra los gobiernos imperialistas, en guerra por la defensa de la URSS.33. La lucha contra la guerra imperialista, la lucha por la defensa de la revolucin china y de la URSS, exigen que la clase obrera acente su internacionalismo de combate. La experiencia ha demostrado que los partidos comunistas no estn a la altura de estas tareas internacionales. Ya el VII Pleno Ampliado constat que casi todos los partidos de la IC manifestaron una energa insuficiente en la lucha para sostener la huelga inglesa y la revolucin china. En diversos casos, en particular en la lucha contra la intervencin en China, la capacidad de movilizacin de las secciones de la IC se manifest de una manera insuficiente. El Congreso llama la atencin de todos los partidos comunistas sobre la necesidad de remediar estas lagunas, de sostener una accin sistemtica en estas cuestiones (amplia exposicin en la prensa, literatura de agitacin y de propaganda, etc.) y proceder de una manera ms enrgica a su autoeducacin y a la educacin de las masas proletarias en su espritu internacional y de lucha.34. El sostenimiento del movimiento colonial, sobre todo por parte de los partidos comunistas de los pases imperialistas opresores, es una de las tareas ms importantes del momento actual. La lucha contra la intervencin en China, contra la represin de los movimientos de liberacin en todas las colonias, el trabajo en el ejrcito y en la marina, el apoyo enrgico a los pueblos coloniales sublevados: tales deben ser las medidas que se tomen en el ms prximo porvenir. El Congreso encarga al CE de la IC que conceda ms atencin a los movimientos coloniales, que reorganice y refuerce las secciones encargadas de este trabajo.

El Congreso subraya tambin particularmente, la necesidad de organizar por todos los medios el movimiento de los negros en los Estados Unidos de Amrica y de los dems pases (en particular en frica del Sur). En consecuencia, el Congreso exige que se emprenda una lucha decisiva e implacable contra todas las manifestaciones del chauvinismo blanco.35. En los pases capitalistas avanzados, donde se desarrollarn los ms decisivos combates por la dictadura proletaria y por el socialismo, la tctica general de los partidos comunistas debe ser orientada contra toda integracin de las organizaciones obreras en las organizaciones capitalistas privadas o del estado, contra la unin de los sindicatos con los trusts, contra la paz industrial, contra el arbitraje obligatorio, contra el poder gubernamental de la burguesa y contra los trusts. Los partidos comunistas deben explicar incansablemente a las masas obreras, los ntimos lazos que existen entre la predicacin de la paz industrial y del arbitraje, la represin contra la vanguardia revolucionaria del movimiento proletario y la preparacin de la guerra imperialista.36. Teniendo en cuenta la intensa trustificacin de la industria, las tendencias al capitalismo de estado, la interpenetracin de las organizaciones del estado y de los trusts con el aparato de los sindicatos reformistas, teniendo en cuenta la nueva ideologa completamente burguesa y activamente imperialista de la socialdemocracia, es preciso igualmente intensificar la lucha contra estos partidos obreros de la burguesa. El refuerzo de esta lucha resulta de la modificacin de la relacin de fuerzas y de la posicin de la socialdemocracia que ha entrado en un perodo ms maduro desde el punto de vista del imperialismo de su desenvolvimiento. El Congreso aprueba, pues, enteramente, la tctica trazada por el X Pleno del CE de la IC. La prueba de esta tctica en la experiencia de las elecciones francesas y del movimiento ingls ha confirmado enteramente su absoluta justeza.37. Esta tctica modifica la forma, pero no cambia de ningn modo el contenido principal de la tctica de frente nico. El refuerzo de la lucha contra la socialdemocracia desplaza el centro de gravedad del frente nico hacia la base, pero de ningn modo disminuye, incluso le aumenta, el deber de los comunistas de hacer la distincin entre los obreros socialdemcratas que se equivocan sinceramente, y los lderes socialdemcratas, viles servidores de los imperialistas. Igualmente la consigna ir a las masas (incluso a aquellas que siguen a los partidos burgueses y a las que siguen a la socialdemocracia) no es de ningn modo retirada del orden del da, sino, por el contrario, se plantea todava ms en el centro de todo el trabajo de la Internacional Comunista.

La tarea esencial del partido es: solicitud hacia las necesidades cotidianas de la clase obrera; enrgica defensa de las ms pequeas reivindicaciones de la masa obrera, profunda penetracin en el seno de todas las organizaciones de masa del proletariado, cualesquiera que sean (sindicales, culturales, deportivas, etc.), consolidacin de las posiciones del partido en las fbricas y talleres, en las grandes empresas en particular, trabajo entre las capas atrasadas del proletariado (obreros agrcolas) y entre los sin trabajo, ligando completamente las pequeas reivindicaciones cotidianas con las consignas fundamentales del partido. La conquista y la efectiva movilizacin de las masas no sern posibles ms que por la realizacin de estas tareas.38. En el terreno del movimiento sindical, el Congreso hace el ms enrgico llamamiento a todos los partidos para intensificar hasta el mximo el trabajo, precisamente en este sector del frente. La lucha por la influencia de los comunistas en los sindicatos debe hacerse actualmente tanto ms enrgica cuanto que, en varios pases, los reformistas tienden a la exclusin de los comunistas (y en general de los elementos de izquierda) de las organizaciones sindicales. Sin la consolidacin de las posiciones necesarias, los partidos comunistas se arriesgaran a ser aislados de toda la masa proletaria organizada en los sindicatos. Por esto es por lo que los comunistas deben, con una accin cotidiana paciente y abnegada, conquistar a los ojos de las masas de los sindicados una autoridad de organizadores experimentados y hbiles, de luchadores no solamente por la dictadura proletaria, sino tambin por las reivindicaciones parciales de la masa obrera, autoridad de dirigentes en la conduccin de huelgas. En estas luchas, los partidos comunistas, la oposicin sindical revolucionaria y los sindicatos revolucionarios, no podrn conquistar el papel dirigente ms que por una lucha encarnizada contra la socialdemocracia y la burocracia sindical polticamente corrompida. Para obtener xitos decisivos en la conquista de las masas, es preciso sobre todo conceder una gran atencin a la minuciosa preparacin de las huelgas (trabajo de masas, consolidacin de las fracciones sindicales, etc.), su realizacin hbil (creacin de comits de huelga y utilizacin de los comits de empresa) y dar a las masas la explicacin poltica de las causas y de las condiciones del xito o del fracaso de cada huelga o conflicto econmico.Ante el frente nico del estado burgus, de las organizaciones patronales y de la burocracia sindical reformista que, juntos, se esfuerzan por aplastar los movimientos de huelga con el arbitraje obligatorio, la tarea esencial consiste en dar libre curso a la energa y a la iniciativa de las masas y, si la situacin se presta a ello, desencadenar un movimiento de huelga incluso contra la voluntad de la burocracia sindical reformista. Sin dejarse arrastrar por la provocacin de los reformistas, que tienden a la exclusin de los comunistas y a la escisin del movimiento sindical, y tomando las medidas necesarias para paralizar los golpes inesperados de los reformistas, es necesario luchar por todos los medios contra la tctica de capitulacin. (Unidad a todo precio, renuncia a defender a los camaradas excluidos y sostener una lucha enrgica contra el arbitraje obligatorio, subordinacin absoluta al aparato sindical burocrtico, atenuacin de la crtica con respecto a la direccin reformista, etc.) Organizar a los desorganizados, conquistar los sindicatos reformistas, organizar a los excluidos, unir a la federacin sindical revolucionaria, si las condiciones son propicias (en los pases donde el movimiento sindical est escindido), las organizaciones locales que hubieran sido ganadas para el movimiento sindical revolucionario: tales son las tareas que estn en el orden del da. Los comunistas no deben, en ningn caso, abandonar la iniciativa en la lucha por la unidad del movimiento sindical nacional e internacional. Deben sostener una enrgica lucha contra la poltica escisionista de la Internacional de Amsterdam y de sus secciones nacionales. A causa de la agravacin de la lucha entre el comunismo y el reformismo, es de toda importancia desenvolver la accin de las fracciones sindicales comunistas, de la oposicin sindical, de los sindicatos revolucionarios y reforzar por todos los medios el trabajo y la actividad de la Internacional Sindical Roja.

Los partidos comunistas deben apoyar la accin del secretariado del Pacfico y del secretariado sindical de la Amrica Latina, en la medida en que estos ltimos se sostengan en el terreno de la lucha de clases, sostengan una lucha revolucionaria contra el imperialismo y se esfuercen por conquistar la independencia de las colonias y de las semicolonias.39. La creciente importancia de la juventud en la industria, a causa de la racionalizacin capitalista, la creciente amenaza de guerra, plantean con una agudeza particular la cuestin del refuerzo de la accin entre la juventud. El Congreso encarga a la Internacional Juvenil Comunista que estudie la cuestin de su tctica y de sus medios de trabajo, partiendo de la necesidad de organizar ms ampliamente la juventud obrera, emplear mtodos ms variados para reclutarla, responder ms viva y ms activamente a las aspiraciones econmicas, culturales, generales y tericas de la juventud, aun guardando el carcter poltico de combate de los jvenes comunistas.

En virtud de la creciente importancia de la juventud en la produccin es necesario, por una parte, reforzar el trabajo de las secciones sindicales; por otra, tomar medidas para organizar bajo la direccin de la Federacin de la Juventud Comunista, asociaciones especiales de jvenes que tengan por tarea la lucha por las necesidades econmicas de la juventud obrera, all donde no est admitida en los sindicatos. La lucha econmica, la participacin en la direccin de las huelgas y, en casos particulares, la organizacin de huelgas de jvenes, la accin en los sindicatos, la lucha por la admisin de los jvenes en los sindicatos, la penetracin de las juventudes comunistas en todas las organizaciones, cualesquiera que sean, que comprendan en su seno a la juventud obrera (sindicatos, organizaciones deportivas, etc.), la accin antimilitarista, una curva decisiva en la tctica y los mtodos para intensificar la accin de masas: tales son las principales tareas de la Internacional Juvenil Comunista, sin la solucin de las cuales no estar en estado de organizar una verdadera lucha de masas contra el imperialismo y la guerra. Estimando que este cambio de tctica hacia la accin de masas es necesario, el Congreso exige de parte de todas las secciones de la IC y del CE de la IC que se conceda una ayuda ms sistemtica a las organizaciones de la juventud comunista y que stas sean dirigidas de una manera ms regular. Los partidos Comunistas y las federaciones de juventudes comunistas deben conceder una redoblada atencin al trabajo entre los hijos de los obreros y a la actividad de las federaciones comunistas de nios.

Al mismo tiempo, el Congreso encarga al CE de la IC que tome por mediacin del secretariado internacional femenino, medidas destinadas a reforzar el trabajo entre las obreras industriales y entre las masas trabajadoras femeninas en general, utilizando a este efecto la experiencia de las asambleas de delegadas obreras.40. Con la creciente amenaza de nuevas guerras imperialistas, la accin de los partidos comunistas en los campos, entre amplias masas de trabajadores, adquiere una particular importancia. Basndose en los resultados de las elecciones en Francia y en Alemania, el Congreso decide intensificar el trabajo entre los obreros agrcolas y los pequeos campesinos. El Congreso llama particularmente la atencin sobre la necesidad de intensificar el trabajo entre los campesinos, advirtiendo que este trabajo est abandonado por la mayor parte de los partidos comunistas. El Congreso encarga al CE de la IC que tome todas las medidas para reanimar el trabajo entre los campesinos, sobre todo en los pases agrarios (Rumania, pases balcnicos, Polonia, etc.), as como en Francia, en Alemania, en Italia, etc. El Congreso encarga al CE de la IC que tome urgentemente medidas para reanimar el trabajo de la Internacional Campesina y exige que todas las secciones de la IC sostengan este trabajo.41. El Congreso encarga al CE de la IC que tome todas las medidas necesarias para ayudar a las organizaciones que sostienen una lucha de emancipacin en los pases capitalistas y en las colonias, que movilizan la masa de los trabajadores en defensa de la URSS y de la revolucin china, que ayudan a las vctimas del terror blanco, etc. Es necesario intensificar y mejorar el trabajo de los comunistas en las organizaciones como los grupos de unidad, la Liga contra el imperialismo, la Asociacin de Amigos de la URSS, el SRI, el SOR, etc., etc. Los partidos comunistas estn obligados a ayudar por todos los medios a estas organizaciones, a contribuir a la difusin de su prensa, sostener sus secciones locales, etctera.42. La represin creciente y la nueva intensificacin de la lucha de clases, en relacin con la posibilidad de guerra, plantea a los partidos comunistas la tarea de emprender y resolver en tiempo oportuno la cuestin del aparato ilegal, susceptible de asegurar la direccin de inminentes combates, la unidad de la lnea y de la accin comunistas.VII. BALANCE DEL TRABAJO: LOS XITOS, LOS ERRORES Y LAS TAREAS DE LAS DIVERSAS SECCIONES43. El Congreso comprueba los numerosos y considerables xitos obtenidos en el trabajo de la IC. Entre estos xitos es preciso sealar: el crecimiento de la influencia del comunismo, la propagacin de su influencia en los pases de la Amrica Latina, en frica, en Australia y en varios pases de Asia (refuerzo de las posiciones del comunismo en el Japn, extensin de su influencia en China); la extensin de la influencia de la IC en los pases del imperialismo, a pesar de la estabilizacin parcial del capitalismo y la solidez relativa de la socialdemocracia (Alemania, Francia, Checoslovaquia, Gran Bretaa), el crecimiento de los partidos ilegales que progresan a pesar de los inauditos golpes del terror policiaco y fascista (Italia y Polonia de una parte, y por la otra China y Japn), en China sobre todo el terror tiene un carcter inaudito de asesinatos en masa; en fin, la bolchevizacin creciente de los partidos comunistas, la acumulacin de experiencias, la consolidacin interior, la liquidacin de las luchas intestinas, la liquidacin de la oposicin trotskista en la IC.Pero es preciso anotar al mismo tiempo varios defectos importantes en las secciones de la IC: el desenvolvimiento, todava dbil, del internacionalismo combativo; un cierto provincialismo que se manifiesta por una subestimacin de la importancia de las cuestiones de alcance particularmente grande; insuficiencia del trabajo en los sindicatos; incapacidad de consolidar orgnicamente el crecimiento de la influencia poltica y la estabilidad de los efectivos del partido; la insuficiente atencin de algunos partidos al trabajo entre los campesinos y las minoras nacionales oprimidas; cierto burocratismo del aparato y de los mtodos de trabajo de los partidos (insuficiente ligazn con las masas, insuficiente iniciativa para reclutar adherentes, insuficiente trabajo vivo de las clulas de base y traslado del centro de gravedad sobre el trabajo de los funcionarios del partido); el nivel terico y poltico, relativamente bajo, de los cuadros del partido, la ligazn a veces dbil con las grandes empresas, la reorganizacin de los partidos sobre la base de las clulas de empresa, lejos de terminarse todava, etctera.

44. El Partido Comunista ingls, cuya actividad ha sido apreciada por el VII Pleno Ampliado, se encuentra actualmente ante nuevas tareas. El brusco cambio a la derecha de los lderes del Consejo General y del Labour Party, el mondismo, el proceso de transformacin del Labour Party en un partido social liberal por el modelo de los partidos socialdemcratas del continente (aplicacin de una disciplina poltica apropiada, ms fuerte centralizacin del aparato, etc.), la exclusin de los sindicatos de los comunistas y de los elementos revolucionarios en general, la iniciacin de la escisin de los sindicatos por los reformistas (por ejemplo, en Escocia) y, de otra parte, el crecimiento de las tendencias de izquierda entre los obreros de fila, todo esto impone al Partido Comunista ingls una posicin de clase ms clara, una lucha decisiva contra el Labour Party. El partido comunista ingls, que ha demostrado saber aproximarse a los sindicatos y que sostiene hbilmente su trabajo en varios aspectos prcticos, no ha comprendido, sin embargo, inmediatamente, la nueva situacin; en su ltimo congreso ha cometido un gran error proclamando como consigna central la de un gobierno obrero controlado por el Comit Ejecutivo del Labour Party. El IX Pleno del CE de la IC ha tomado, en relacin con la nueva situacin de Inglaterra, una resolucin tctica que marca un cambio en todo el trabajo del PC ingls. La experiencia ha demostrado que esta lnea tctica corresponde a la situacin nueva particular que existe en Inglaterra y en el movimiento obrero ingls. La completa independencia de clase del partido comunista, la lucha irreductible contra el Labour Party, la enrgica denuncia de la paz industrial con el rey de la industria qumica, el fascista Mond; la extensin y la consolidacin orgnica del movimiento minoritario; la direccin de las huelgas; la lucha activa contra la poltica exterior del gobierno y contra el Labour Party; la lucha contra la intervencin en China y contra la preparacin de la guerra contra la URSS, el apoyo a la revolucin hind: stas son las tareas fundamentales del partido comunista en el momento actual. Al mismo tiempo el partido debe tomar todas las medidas para aumentar sus efectivos para desarrollar su trabajo en las empresas, para reforzar su aparato, para ligarse ms con las masas de las fbricas y de los talleres, para suprimir la estrechez que existe todava en su ideologa y en sus principios polticos, etc., etc. El Congreso de la Internacional Comunista establece un deber del partido el desarrollar una amplia discusin sobre su cambio de tctica y sobre sus mtodos de aplicacin.45. La justa apreciacin de la lnea poltica y del trabajo del Partido Comunista francs fue establecida en el VI y en particular en el IX Ejecutivo Ampliado. Este ltimo reconoci que era necesario proceder a un cambio de tctica en la poltica del Partido Comunista francs con respecto a las elecciones parlamentarias. Al mismo tiempo, el Ejecutivo subray la necesidad de cambiar la actitud del PCF hacia el partido socialista y liquidar definitivamente en sus filas las viejas tradiciones parlamentarias y cartelistas. La experiencia de la lucha electoral ha demostrado la exactitud de la campaa electoral. Aparecieron varios errores y lagunas en la actividad del Partido, campaa electoral demasiado superficial, ausencia de una ligazn de este trabajo con la lucha directa del proletariado, debilidad de los cuadros medios del partido, insuficiente accin entre los obreros agrcolas y entre los campesinos. Por todo esto, el partido francs tiene ahora como tareas principales: reforzar la accin de masas en el seno del proletariado industrial, en particular en las fbricas, intensificar el reclutamiento, mejorar radicalmente el trabajo sindical, desplegar ms actividad en la direccin de las huelgas y en la lucha directa del proletariado en general, organizar a los obreros no sindicados, aplicar una democracia sindical ms amplia en todos los grados de la organizacin en el seno de la CGTU, mejorar el trabajo de los comunistas en los sindicatos. El partido debe intensificar su accin antimilitarista y anticolonial y su actividad entre los obreros extranjeros. En la vida interior del partido, ste debe ante todo luchar enrgicamente contra las corrientes de derecha que se oponen cada vez ms abiertamente a la lnea poltica del partido (desviaciones parlamentarias, vestigios de las corrientes anarcosindicalistas, tendencia al restablecimiento de las organizaciones territoriales). Al mismo tiempo el partido debe vencer las tendencias de izquierda (exageracin del papel del partido y autoritarismo por parte de los comunistas en los sindicatos, negacin de la tctica de frente nico, etc.). En el terreno de la organizacin, el partido debe tomar medidas para ampliar su base en las grandes empresas y consolidar sus clulas, para animar en ellas la vida poltica y reclutar nuevos adherentes.46. El Partido Comunista italiano, a pesar del excepcional terror de que es objeto, ha sabido conservar su organizacin ilegal y continuar su propaganda y su agitacin, en su calidad de nico partido que lucha efectivamente por la destruccin del fascismo y del rgimen capitalista. Ha sabido ganar una influencia decisiva entre los elementos ms activos de la clase obrera, gracias a los cuales la CGT ha podido subsistir, a pesar de la traicin de los lderes reformistas. Sin embargo, el partido ha cometido la falta de no haber modificado a tiempo los mtodos de su trabajo de organizacin, para poder conservar su entera combatividad revolucionaria en la nueva situacin, en las condiciones de la reaccin y de las leyes de excepcin fascista. Por esto es por lo que las tareas de organizacin adquieren en este momento una importancia exclusiva para el partido italiano (formacin de nuevos cuadros, restablecimiento de poderosas organizaciones de masas, nuevos mtodos de agitacin, de trabajo, etc.).

En su vida interior el partido ha liquidado el bordiguismo, ideologa antes dominante entre los miembros del partido, y, en gran parte, ha asegurado los puntos de vista ideolgicos y polticos. Estos xitos permiten al partido continuar con una energa redoblada su lucha contra las desviaciones de derecha (negativa a luchar por el papel dirigente del proletariado), porque en las condiciones actuales estas desviaciones son un serio peligro para el partido. Al mismo tiempo, el Partido Comunista italiano debe levantarse enrgicamente contra toda tendencia a negar o a reducir las posibilidades de una vasta accin, para la conquista de las masas que se encuentran bajo la influencia de corrientes antifascistas, no comunistas o que el fascismo se esfuerza por influir. El Congreso encarga a los camaradas italianos que utilicen ms que antes las posibilidades del trabajo en el seno de las organizaciones fascistas de masas y creen organizaciones de masas independientes, con el fin de extender la influencia del partido.

47. Los tres millones y cuarto de sufragios recogidos por el Partido Comunista de Alemania en las ltimas elecciones demuestran, por una parte, el considerable crecimiento de la influencia comunista sobre las masas obreras, y, por otra, la fuerte contradiccin entre la influencia del partido y la fuerza de sus efectivos (estabilidad de los efectivos del partido 3.250.000 electores para 125.000 miembros cotizantes del partido). Los xitos que en cierta medida han sido obtenidos en el movimiento sindical no corresponden de ningn modo a la amplitud de las tareas que en este terreno le corresponden al partido. Como un gran xito, es preciso sealar la Asociacin de Combatientes del Frente Rojo, que se transforma en una organizacin de masas