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    Los Camlidos Sudamericanos

    Guanaco, Llama, Vicua y Alpca.

    Introduccin:

    Son mamferos herbvoros pertenecientes al Orden Artiodactyla, Familia Camelidae, bajo la denominacin de Camlidos Sudamericanos se engloba a dos especies silvestres, la Vicua y el Guanaco; y a dos domsti-cas, la Llama y la Alpaca. La crianza de alpacas y llamas constituye una actividad econmica de gran importancia para un vasto sector de la poblacin altoandina, principal-mente de Per y Bolivia y, en menor grado de Argentina, Chile y Ecuador. Se estima que alrededor de 500 mil familias campesinas de la Regin andina dependen directamente de la actividad con camlidos sudamerica-nos, adems de otras que se benefician indirectamente de ella. Los principales productos que se derivan de los camlidos sudamericanos son:

    1. La fibra, cuyas caractersticas singulares, principalmente en los casos de la Vicua y la Alpaca, hacen que tengan en general una altsima cotizacin en el mercado internacional.

    2. La carne, cuyo valor nutritivo es similar y en ciertos casos superior a otras carnes.

    3. Las pieles y cueros, con mltiples usos industriales y artesanales. 4. El estircol que se usa como fertilizante o como combustible. 5. Adems la llama por su tamao y fortaleza, se utiliza tambin como

    animal de carga y cumple un papel importante en el transporte en las reas rurales carentes de vas de comunicacin.

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    En las zonas altas, donde la agricultura y ganadera comn no son viables, la crianza de los camlidos constituye el nico medio de subsisten-cia de las familias campesinas. Las especies silvestres Vicua y Guanaco, que se consideran antece-sores de la alpaca y la llama, respectivamente, constituyen un valioso re-curso gentico y econmico que debe ser conservado y aprovechado sus-tentablemente. Con los programas nacionales de conservacin y participa-cin campesina en los pases de origen, puestos en marcha por los gobier-nos durante los ltimos aos se ha logrado impedir la depredacin e incre-mentar su nmero. HABITAT

    El hbitat de los camlidos sudamericanos est constituido principal-mente por las formaciones ecolgicas de Puna y Altos Andes que se distri-buyen desde el norte del Per hasta el norte de Argentina, incluyendo las respectivas reas altoandinas de Bolivia y Chile; teniendo como caracters-ticas generales de ser ms hmeda hacia el norte donde se contina hacia el Pramo, y ms seca hacia el sur. La altitud de las punas oscila entre los 3,800 y 4,500 msm. con una temperatura promedio de 6 C a 8 C y 400 y 700 mm. de precipitacin. Actualmente tambin constituye hbitat de llamas, alpacas y vicuas los Pramos del Ecuador. Para el caso del guanaco adems de las forma-ciones anteriores puede considerarse como hbitat propia; zonas ms bajas como la etapa desrtica, el matorral, las lomas costeras y la formacin cha-quea del Paraguay. En general, los camlidos pueden vivir desde el nivel del mar hasta ms de 5,000 m. de altitud. La alpaca puede vivir alrededor de las zonas hmedas o bofedales; la vicua en cambio prefiere las praderas altas y la llama habita en todos los niveles prefiriendo los lugares secos. La vegetacin dominante en caso de las punas est conformada prin-cipalmente por gramneas, alternadas con especies de porte reducido, compuestas y escasos bosques de los gneros Polylepis, Buddleia y Pu-ya.

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    Anatoma, Fisiologa y Hbitos

    Todos los camlidos sudamericanos, presentan glndulas metatarsia-nas, labio leporino, organizacin social polgama, utilizacin de estercoleros, ausencia de significante dimorfismo sexual y ovulacin inducida con una sola cra por parto y por ao. Las cuatro especies tienen el mismo cariotipo, pudiendo cruzarze en-tre ellas y producir hbridos frtiles. Asmismo tienen una vida productiva de aproximadamente 14 aos, quedando aptos para la reproduccin a los 2 aos. Poseen 3 estmagos, dos pares de almohadillas al trmino de la se-gunda falange, y la ltima falange se encuentra cubierta con uas, cojinete, almohadilla plantar, no deteriorando el suelo con el pisoteo. El crecimiento de los incisivos es continuo, semejante al de los roedores y poseen glbulos rojos elpticos, pequeos y anucleares. Son territoriales, especialmente la vicua y el guanaco conformando grupos sociales tipificados como familias, tropillas de machos y solitarios; actan en grupos, siendo gregarios. En situacin de agresividad voltean las orejas hacia atrs y levantan la cara y la cola, especialmente los machos durante la poca de celo; se re-vuelcan en tierra suelta, arena o ceniza y defecan en sitios preestablecidos que utilizan como seas de territorialidad entre familias. Produccin.

    Sus productos primarios son la fibra y carne y los secundarios: cuero piel y estiercol. La fibra de los camlidos se clasifica como fibra textil de origen ani-mal de naturaleza proteica, considerndose como fibras textiles especiales. Las caracteristicas fsico-mecnicas de la fibra de los camlidos son influenciadas por factores de edad, sexo, altitud de zona de crianza, alimen-tacin, genticos, etc. Uno de los parmetros ms importantes en la clasificacin de la fibra para su posterior uso textil es la longitud, separndose las ms largas para el peinado y las ms cortas para el cardado. Las fibras ms finas presentan ausencia de mdula; lo cual le otorga una ventaja en el teido. La fibra del camlido es slida a los rayos del sol, lavado, uso y pro-cesos fsico-qumicos.

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    La carne es rica en proteinas, conteniendo la de alpaca 21.274% y la de llama 24.821%, poca grasa y poco contenido de colesterol. Las cuatro especies de camlidos sudamericanos pueden cruzarse entre ellas produciendo hbrido frtiles, pero de caractersticas fenotpicas y genotpicas inconstantes entre generacin y generacin. El cruce natural ms comn es entre la llama macho y la alpaca hem-bra conocido como huarizo y menos frecuente entre la llama hembra y la alpaca macho conocido como misti. Un hbrido por monta natural o inseminacin artificial es el paco vicu-a, resultante del cruce de una alpaca hembra y una vicua macho produ-ciendo un individuo con fibra casi de la finura de la vicua pero de mayor rendimiento. Algunos autores opinan que son recomendables estos cruces por considerar que no se obtiene ninguna ventaja real. Tericamente es posible el cruce entre cualesquiera de los camlidos sudamericanos y los camellos del viejo mundo que sera hecho por mtodos artificiales.

    Guanaco

    El Guanaco es el camlido ms grande de los camlidos silvestres; vive en un amplio rango de ambientes, desde el desierto caluroso hasta las zonas fras y hmedas y desde el nivel del mar hasta los 4.000 mts. de alti-tud. Tiene un delgado y lanudo pelaje relativamente corto, de color caf claro con tonos negros en la cabeza. El rea de alrededor de los labios es blan-cuzca, como as tambin las orejas, la parte inferior del cuerpo y la parte interna de las piernas. Se han descrito cuatro subespecies geofrficas: 1. Lama guanicoe guanicoe: ubicada en la Argentina y Chile al Sur de los 38. 2. Lama guanicoe huanacus: restringido a Chile. 3. Lama guanicoe cacsilensis: que habita en los altos Andes de Per y Bolivia desde los 830' y Noreste de Chile. 4. Lama guanicoe voglii: restringido en la vertiente oriental de los Andes de Argentina entre los 21 y los 32 de latitud sur.

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    El guanaco tambin es un animal gregario conformado: Grupos Fami-liares polgamos, Tropillas de Machos, Machos Solitarios. Es pasteador y ramoneador con preferencia por lo primero, llegndose a alimentar en casos extremos de races y tallos subterrneos y tomar in-clusive agua de mar. Los grupos son sedentarios, en la medida en que la alimentacin no escasee, de ser as, migran.

    Caractersticas de los guanacos Longitud 1.50 a 2.20 m. Alzada 1.20 a 1.50 m. Peso 120 a 150 kg. Finura de fibra 15 a 19 micras Largo de fibra 3 a 4.5 cm. Peso de velln 0.40 kg. Poblacin actual en el Per 4,000

    El rango de distribucin del guanaco es extenso, presentndose en forma discontnua entre el norte del Per y Tierra del Fuego (Arg.), desde el nivel del mar hasta los 4.600m de altitud. Por efecto de la cacera descon-trolada y el deterioro de sus hbitats naturales sufri una retraccin del 58% en Argentina, 75% en Chile y Per, est reducido a su mnima expresin en Bolivia y Paraguay, mientras que en Ecuador se lo considera extinguido (Puig 1991). En la regin Altoandina y Punea las poblaciones son pequeas, en-contrndose en muchos casos en una disminucin progresiva de sus nme-ros. En la porcin ms austral de su distribucin (regin patagnica y Tierra del Fuego) se presentan las poblaciones ms grandes (Puig 1991). En la actualidad la especie no se encuentra amenazada de extincin a nivel continental. Sin embargo, las ltimas evaluaciones por regin efectua-das por el GECS para las Listas Rojas de UICN, detectan una serie de po-blaciones que ha disminuido drsticamente su tamao y corren riesgo de desaparecer. Algunas de ellas habitan terrenos muy degradados, que su-frieron un uso ganadero extensivo por ms de cien aos. La Convencin sobre el Comercio Internacional de Especies Amena-zadas de Flora y Fauna (CITES), considera al guanaco en su Apendice II, permitindose el comercio de sus productos bajo regulacin planificada por la autoridad administrativa del recurso de cada pas.

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    La Unin Mundial para la Naturaleza (UICN), a travs de su GrupoEs-pecialista en Camlidos Sudamericanos (GECS), brinda una base interna-cional de apoyo cientfico-tcnico a travs de documentos, asesorando a los pases en sus acciones de manejo del guanaco y sus habitats, y a CITES en su toma de decisiones. Grandes esfuerzos se realizan para reemplazar la cacera comercial de cras (chulengos), desaconsejada por quitar sustentacin a la poblacin dado que tiende a provocar fuertes disminuciones poblacionales y a defor-mar la pirmide de edades. Existen actualmente dos opciones para manejo sostenido del guananco: - La formacin de un plantel de animales en semicautiverio a partir de cras capturadas a temprana edad. -El manejo de una poblacin silvestre con esquila viva y suelta, y extraccin de excedentes poblacionales. Los planteles en semicautiverio son ms apropiados para sitios con buena disponibilidad econmica y operativa, mientras que el aprovecha-miento en libertad ofrece mayores beneficios en ambientes con poblaciones abundantesen guanacos. Entre Parques Nacionales, Reservas Provinciales y Privadas, son 27 las reas protegidas de Argentina habitadas por guanacos, y 8 las de Chile. Estn localizadas en distintos ambientes, desde la Puna a tierra del Fuego, y de la Cordillera de los Andes a ambos Ocanos en Patagonia. Al-gunas presentan abundancia de guanacos, mientras otras incluyen slo marginalmente sitios habitados por guanacos. Entre las que mayor relevan-cia han tenido pueden mencionarse el Parque Torres del Paine (XII regin, Chile) y la Reserva La Payunia (Mendoza, Argentina).

    Mientras la simple eliminacin de la cacera furtiva del guanaco puede en algunos casos ser suficiente para desencadenar un proceso de recupe-racin poblacional, hasta recuperarsu nivel ptimo, no es raro el caso de poblaciones diezmadas que habitan ambientes fuertemente deteriodados, donde la proteccin del hbitat juega un rol importante para la recuperacin del guanaco. Las reas de conservacin que protegen la especie necesitan ser for-talecidas, dado que muchas de ellas no disponen de plan de manejo, in-fraestructura apropiada ni presupuesto especfico. Hbitats importantes de-ntro del rea de ocupacin del presupuesto especfico. Hbitats importantes dentro del rea de ocupacin del guanaco podran perderse, al no estar re-presentados en los sistemas de reas protegidas.

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    Vicua

    La Vicua constituye el camlido silvestre sudamericano ms peque-o, escaso y frgil; y probablemente es la forma ancestral de la alpaca, con especial adaptacin a sitios de altura. Habita las regiones altas de los An-des entre los 3.000 y los 4.600 metros. Su rango de distribucin actual se extiende aproximadamente desde los 1 30' en los pramos del Ecuador hasta los 29 00' de latitud sur en Argentina. Tienen largos y sedosos mechones de color blanco sucio que cuelgan del pecho y lo protegen del fro cuando se echa. El cuello lomo y los lados son de color caf claro o canela ; el vientre y el interior de los muslos son de color blanco. La cabeza es pequea con orejas y ojos prominentes. El cue-llo es largo y su cuerpo muy estilizado. Se han descrito dos subespecies: 1. Vicugna Vicugna Vicugna: de mayor tamao y color ms claro que la segunda subespecie caracterizndose por la presencia de un mechn pec-toral blanco y el color canela tpico. 2. Vicugna vicugna mensalis: que se caracteriza por un marrn ms claro, subiendo el color blanco ventral hasta la mitad de las costillas y carece del mechn pectoral. En cuanto a organizacin social sigue ms o menos el mismo patrn que el del guanaco siendo ms sedentario y territorial que ste. La poca principal de paricin es entre febrero y abril y la gestacin dura poco ms de 11 meses. En cunto a la alimentacin, la vicua es casi exclusivamente pasto-readora, prefiriendo las zonas ricas en pasto con zonas de agua. Prefieren gramneas cortas, herbceas y algunas plantas suculentas; raramente co-men pastos duros; ocasionalmente ramonean la tola. La vicua entre todos los camlidos tiene el privilegio de poseer la fibra de origen animal ms fina del mundo.

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    Caractersticas de las vicuas Longitud 1.25 a 1.50 m. Alazada 0.75 a 1.00 m. Peso 33 a 55 kg. Finura de fibra 12 a 15 micras Largo de fibra 2 a 4 cm. Peso de velln 0.20 kg. Poblacin actual en el Per 120,000

    La distribucin de la vicua se restinge a las provincias biogeogrficas Pu-nea, Prepunea y Altoandina. Ambos camlidos silvestres presentan hoy una distribucin en parches, provocada por la cacera descontrolada y el detrioro de sus hbitats naturales. Se ha fijado como lmite tentativo entre las dos subespecies de vicuas el paralelo 18 S. Aunque no se dispone de informacin acabada sobre distri-bucin y abundancias a nivel subespecfico, se considera que todas las vi-cuas del Per, las del altiplano norte, centro y parte del altiplano sur de Bo-livia, y las de la regin de Tarapac en Chile pertenecen a la subespecie nortea. Por otro lado, todas las vicuas de Argentina y las de las regiones de Antofagasta y Atacama en Chile son de la subespecie austral.

    En la actualidad la especie no se encuentra amenazada de extincin a nivel continental. Sin embargo, las ltimas evaluaciones por regin efectuadas por el GECS para las Listas Rojas de UICN, detectan una serie de pobla-ciones que ha disminuido drsticamente su tamao y corren riesgo de des-aparecer. Algunas de ellas habitan terrenos muy degradados, que sufrieron un uso ganadero extensivo por ms de cien aos. La Convencin sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna (CITES), considera al guanaco en su Apendice II, permi-tindose el comercio de sus productos bajo regulacin planificada por la au-

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    toridad administrativa del recurso de cada pas. La Unin Mundial para la Naturaleza (UICN), a travs de su GrupoEspecia-lista en Camlidos Sudamericanos (GECS), brinda una base internacional de apoyo cientfico-tcnico a travs de documentos, asesorando a los pa-ses en sus acciones de manejo del guanaco y sus habitats, y a CITES en su toma de decisiones. Grandes esfuerzos se realizan para reemplazar la cacera comercial de cr-as (chulengos), desaconsejada por quitar sustentacin a la poblacin dado que tiende a provocar fuertes disminuciones poblacionales y a deformar la pirmide de edades. Existen actualmente dos opciones para manejo soste-nido del guananco: - La formacin de un plantel de animales en semicautiverio a partir de cras capturadas a temprana edad. -El manejo de una poblacin silvestre con esquila viva y suelta, y extraccin de excedentes poblacionales. Los planteles en semicautiverio son ms apropiados para sitios con buena disponibilidad econmica y operativa, mientras que el aprovechamiento en libertad ofrece mayores beneficios en ambientes con poblaciones abundan-tesen guanacos. Entre Parques Nacionales, Reservas Provinciales y Privadas, son 27 las reas protegidas de Argentina habitadas por guanacos, y 8 las de Chile. Es-tn localizadas en distintos ambientes, desde la Puna a tierra del Fuego, y de la Cordillera de los Andes a ambos Ocanos en Patagonia. Algunas pre-sentan abundancia de guanacos, mientras otras incluyen slo marginalmen-te sitios habitados por guanacos. Entre las que mayor relevancia han tenido pueden mencionarse el Parque Torres del Paine (XII regin, Chile) y la Re-serva La Payunia (Mendoza, Argentina). Mientras la simple eliminacin de la cacera furtiva del guanaco puede en algunos casos ser suficiente para desencadenar un proceso de recupera-cin poblacional, hasta recuperarsu nivel ptimo, no es raro el caso de po-blaciones diezmadas que habitan ambientes fuertemente deteriodados, donde la proteccin del hbitat juega un rol importante para la recuperacin del guanaco. Las reas de conservacin que protegen la especie necesitan ser fortaleci-das, dado que muchas de ellas no disponen de plan de manejo, infraestruc-tura apropiada ni presupuesto especfico. Hbitats importantes dentro del

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    rea de ocupacin del presupuesto especfico. Hbitats importantes dentro del rea de ocupacin del guanaco podran perderse, al no estar represen-tados en los sistemas de reas protegidas.

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    Los Camlidos Domsticos

    Es el mayor de los camlidos domsticos sudamericanos, asemejndose en casi todos los aspectos morfolgicos al guanaco cacsilensis. Es el animal ms dcil de todos los camlidos, tambin se caracteriza por ser rstica, mansa, ver-stil, tmida y por reconocer fcilmente al dueo; su uso es preferentemente como animal de carga y tiene excelentes perpesctivas como animal carnicero por su alto rendimiento y peso. Su distribucin geogrfica se localiza desde la zona de Pasto en Colombia hasta el centro de Chile y norte de Argentina. Se han descrito dos subespecies: 1. Raza de pelambre corto o poco velln llamada __"Ccara", "Q'ara" o "Pelada": caracteri-zada por el __poco desarrollo de fibra en el cuerpo, adems de __ausencia de fibra en la cara, cue-llo y piernas. 2. Raza Lanuda tambin llamada "Ch'aku": es la menos __comn de las dos Variedades, con velln algo __semejante al de la alpaca, con fibras largas y finura __media. La llama es primordialmente pastoreadora y ramoneadora, desarrollndose en zonas con pastos rsticos. El color de su fibra es marrn (claro y oscuro) y mezclas, correspondiendo stos a los llamados colores naturales. El velln presenta hasta un 20% de cerdas largas y protuberantes fciles de descerdar y el resto son fibras cortas y finas de 20 a 26 micras.

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    * Longitud 1.50 a 2.00 m. * Alazada 1.10 a 1.50 m. * Peso 108 a 155 kg. * Finura de fibra 25-34 micras * Largo de fibra 6-15 cm. * Peso de velln 1.7 kg., variable *Poblacin actual en el Per 1150,000 La distribucin de la vicua se restinge a las provincias biogeogrficas Punea, Prepunea y Al-toandina. Ambos camlidos silvestres presentan hoy una distribucin en parches, provocada por la cacera descontrolada y el detrioro de sus hbitats naturales. Se ha fijado como lmite tentativo entre las dos subespecies de vicuas el paralelo 18 S. Aunque no se dispone de informacin acabada sobre distribucin y abundancias a nivel subespecfico, se considera que todas las vicuas del Per, las del altiplano norte, centro y parte del altiplano sur de Bolivia, y las de la regin de Tarapac en Chile pertenecen a la subespecie nortea. Por otro lado, todas las vicuas de Argentina y las de las regiones de Antofagasta y Atacama en Chile son de la subespecie austral.

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    Es considerablemente ms pequea que la Llama, raramente es utilizada como animal de carga, siendo ms bien criada para produccin de fibra y carne, el uso de su fibra es el principal ingreso de la cra de alpaca y es un producto bien valorizado, no se utiliza como animal de carga. Su actual distribucin geogrfica se extiende desde Ecuador (reciente introduccin) hasta el Lago Poopo en Bolivia, con un menor nmero de animales en el norte de Chile y Argentina. Se presentan dos razas: 1. La Huacaya: que se caracteriza por tener un velln __parecido al del ovino Corredale, com-puesto por fibras __finas de unas 24 micras perpendiculares al cuerpo de __buena longitud y pre-sencia de ondulaciones; 2. La Suri: que se caracteriza por tener el velln como el __del ovino de Lincoln con fibras mas finas que la __huacaya, agrupadas en mechas espiriladas o rizadas, __que crecen paralelas al cuer-po. Se alimenta, al igual que la vicua, de plantas suculentas, pero a diferencia de sta es mas afecto hacia las plantas herbceas que a las gramneas, slo ramonean cuando hay extrema necesidad. El color de la fibra es variado, aunque ms uniforme que el de la Llama, v del blanco al negro, presentando tonalidades del marrn claro, oscuro, as como el gris plata, todos ellos como colores naturales. La fibra de la alpaca presenta poca calidad afieltrante con un dimetro promedio de 22 a 24 micras, cuyo color blanco es la mejor cotizada en el mercado.

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    * Longitud 1.20 a 1.50 m. * Alazada 1.00 a 1.20 m. * Peso 59 a 90 kg. * Finura de fibra 20-30 micras * Largo de fibra 7-23 cm. * Peso de velln 1.6 kg., variable * Poblacin actual en el Per 3000,000

    Ciertas situaciones logran que volvamos a valorar el placer y la utilidad que genera investigar ...

    La vicua (Vicugna vicugna) es el camlido silvestre ms pequeo que habita las zonas altoandinas y punea de la Argentina, Bolivia, Chile y Per, y cuyo pelaje est compuesto por la fibra de origen animal ms fina del mundo: 12 micrones de dimetro en promedio. La coloracin de las vicuas es variable: existe una subes-pecie (Vicugna vicugna mensalis) que habita principalmente el Per, en la cual el pelaje canela oscuro clasificado en el comercio internacional de fibra como co-lor vicua se distribuye en el lomo y los flancos del animal, mientras que la vi-cua que habita en la Argentina pertenece a la subespecie Vicugna vicugna y es

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    mucho ms clara, por lo que su fibra tiene menor valor comercial. Son animales territoriales, y su organizacin social se basa en grupos familiares y grupos de animales solteros , cuya distribucin es muy variable (vase Paisaje con vicua , Ciencia Hoy, 4; 46-55, 1989). La vicua, end-mica de la regin andina, form parte de la cultura y economa local. El manejo anterior a la con-quista hispnica estaba basado en la tcnica del chaku, o sea esquila y suelta posterior de los animales. Desgracia-damente, en este siglo la poblacin de vicuas disminuy drsticamente debido a la caza indiscriminada. A partir de la dcada del 60 se implement una legislacin estricta y la creacin de reas para su proteccin. Estas medidas permitieron la recuperacin de las poblaciones; tuvieron xito, entre otras razones, porque fue-ron aceptadas y acatadas por las comunidades rurales locales. Es dentro de este contexto que un grupo de pobladores de la Puna jujea una cooperativa de llameros en Cusi-cusi y la familia Maidana, de Cieneguillas (zona de reserva MAB, El hombre y la Biosfera, UNESCO) detectaron ciertos proble-mas: las poblaciones de vicuas comenzaron a extenderse, y los animales pasto-reaban en las zonas de crianza de llamas. Los llameros transmitieron sus inquie-tudes al ingeniero Hugo Lamas, quien los asesora en el manejo de los animales desde su cargo en el Instituto de Biologa de la Altura (INBIAL), dependiente de la universidad nacional de Jujuy; l, a su vez, se comunic con la autora de este tra-bajo para solicitar su colaboracin.

    Vicuas con cra. Jujuy

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    Puesto que era necesario estimar el nmero de >animales, su localizacin y su relacin con los pobladores, se realiz este estudio procediendo a recorrer una amplia zona des-de Abrapampa Jujuy hasta el rea de Vilama, lugar en que convergen las fronteras de Bolivia, Chile y la Argentina (vase la figura 1). Cuando se detectaba la presencia de vicuas se fotografiaba el rea, se registraban los datos de longitud, latitud, altitud y el nmero de animales. Tambin se identificaba el tipo de grupo que formaban esas vicu-as los animales solteros o los grupos familiares , su estructura y actividad prin-cipal. Este trabajo no fue sencillo, ya que en la poca en que se realiz el estudio durante el mes de septiembre los machos de los grupos familiares expulsaban las cr-as de aproximadamente ocho meses de edad, las cuales se incorporaban a las tropas de solteros.

    Figura 1. Ubicacin geogrfica de Cieneguillas, Cusi Cusi y Vilama

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    Esta primera recorrida nos permiti diferenciar dos agrupaciones de animales: una perteneciente al sistema puneo en la zona de Cieneguillas en campos pertenecientes a la familia Maidana y la otra al sistema altoandino de Vilama. En algunos de los campos de Cieneguillas se han instalado alambrados para ove-jas, lo cual no constituye una barrera para las vicuas, ya que los saltan con faci-lidad. Adems, como los pobladores han sido respetuosos de las leyes proteccio-nistas de vicuas, sus propiedades son un ejemplo de convivencia entre la explo-tacin pecuaria de llamas y ovejas y la presencia majestuosa y silvestre de la vi-cua. Se censaron ms de 450 vicuas en los campos de los hermanos Maidana. La composicin del grupo familiar promedio consista en un macho, tres hembras y dos cras, mientras que el promedio de animales en los grupos de solteros fue de 17; este valor tena una dispersin muy alta tres como mnimo y 60 como mxi-mo , lo cual es comn en esta clase de agrupaciones. Un dato im-portante fue que el por-centaje de pa-ricin dentro de los grupos familiares era muy elevado 68% por lo que se pudo inferir que estas poblaciones de vicuas no haban llegado a la capacidad de carga ambiental y que estaban aumentando, ya que no haban lle-gado a su mxima densidad. Se calcul una densidad de 0,06 vicuas por hect-

    Grupo familiar de vicuas de un tolar mixto.

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    rea o, lo que es lo mismo, una vicua cada 18 hectreas. Es necesario destacar que en estos campos las vicuas no estaban solas, sino que pastoreaban en compaa de llamas y, en algunos casos, tambin de ovejas. En Cusi-cusi, Vilama, se censaron 616 animales que formaban grupos ms nume-rosos que en la zona de Cieneguillas. Su comportamiento tambin era diferente. En algunos casos las vicuas se mimetizaban con el entorno altoandino y mostra-ban mayor frecuencia de comportamiento de alerta; tambin reaccionaban rpi-damente, con distancias de fuga o sea la distancia mnima a la cual se puede acercar un observador antes de que el animal emprenda la huida mucho mayo-res, hbito comn en aquellos animales sometidos a disturbios y/o furtivismo (vase La brava reserva de laguna Brava , Ciencia Hoy, 28:25-32, 1995). Los propietarios de los campos en Cieneguillas se quejaban por un lado por la presencia de vicuas en sus terrenos, y por el otro por la imposibilidad de explo-tarlas comercialmente. Los pequeos criaderos de vicuas no seran para ellos una solucin (vase el recuadro "Modelos de manejo de vicuas"). Las quejas principales residan en que la presencia de las vicuas no permita el descanso de los campos en rotacin, que estos animales eran portadores silvestres de sarna y que, adems, atraan a los pumas. Los dueos de los campos explicaron que las vicuas penetraban en sus territorios por presin ambiental , buscando pastu-ras, fuentes de agua y tranquilidad, y que una vez que estaban instaladas era im-posible expulsarlas. Explicamos a los pobladores que no se haban detectado vicuas sarnosas en sus campos y que, en realidad, son los animales domsticos llamas y ovejas quienes atraen a los pumas. Tambin se aclararon los trminos de los benefi-cios de la explotacin de la fibra de vicua. Veamos algunos datos: el precio de mercado para la fibra de vicua en nuestro pas es de aproximadamente 300 pe-sos por kilo; por cada esquila de vicua se obtienen 200 gramos de fibra, pero los animales se pueden esquilar cada tres aos, lo cual significa una ganancia de so-lo 20 pesos por ao por vicua. Adems, la obtencin de la fibra requiere de una

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    metodologa y mano de obra de alto costo, y a su vez el mercado es suntuario, y por lo tanto muy variable. En Cusi-cusi nos reunimos con aproximadamente veinte miembros de la Coopera-tiva Agro Ganadera Cuenca del Ro Grande de San Juan. Estos pobladores expu-sieron sus demandas y problemas con respecto a las vicuas, al igual que los de Cieneguillas, pero adems hacan referencia a un nmero de vicuas mucho ma-yor que los animales censados por nosotros. Tambin sostenan que las vicuas comen da y noche, por lo que se les aclar que esta visin no es correcta, ya que esta especie tiene hbitos exclusivamente diurnos. La primera conclusin a la que se lleg despus de las dos reuniones con los po-bladores es que se haban distorsionado algunos de los inconvenientes provoca-dos por las vicuas, especialmente en lo concerniente al contagio de sarna, ya que en ninguno de los 1069 animales registrados se observaron signos de esta enfermedad.

    Es comn declarar pla-ga o especie perjudi-cial a aquellos anima-les que se quiere explo-tar comercialmente. Por ejemplo, se han dejado de usar recuas de mulas y burros para el trans-porte, por lo cual estos animales se han asilves-trado, multiplicado, y

    habitan en toda la Puna. Un burro pastorea el equivalente de ocho vicuas, pero los burros no fueron motivo de queja. Se deduce que es porque los burros no tie-nen valor econmico...

    Ovejas en Cieneguillas

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    De todas maneras, es cierto que las vicuas compiten con las llamas en el pasto-reo, por lo que es necesario generar estrategias que permitan a las vicuas seguir recuperando sus poblaciones al mismo tiempo que deben contemplarse las nece-sidades de los habitantes. Es importante destacar que creemos haber logrado que los pobladores entendieran la importancia de tener en cuenta los conocimientos cientficos existentes como base para encarar un proyecto de manejo de fauna sil-vestre. Posibles soluciones Se describen a continuacin cuatro acciones que podran solucionar la problem-tica ambiental diagnosticada en esta campaa:

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    1. Uso de las vi-cuas silves-tres con esqui-la

    En Cie-neguillas a 3500m sobre el nivel del mar , la existencia de campos alambrados hara posible la esquila de los animales, aunque sera necesario realizar pri-mero un plan de trabajo, un estudio detallado de la poblacin a manejar, un anlisis de las condiciones topogrficas y de recursos que permitan eva-luar una ruta de fuga los lugares por donde los animales escaparan frus-trando la posibilidad de capturarlos , y un pequeo ensayo de esquila con seguimiento posterior para determinar sus consecuencias; no hay que olvi-dar, por supuesto, los trmites administrativos pertinentes. En Vilama, a 4600m sobre el nivel del mar, las condiciones ambientales ms severas agregan un factor de riesgo importante a la mortalidad postesquila. Por otro lado, los animales censados estaban muy dispersos, lo cual implica un es-

    Formacin volcnica llegando a Cusi-cusi

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    fuerzo adicional de captura que influir negativamente en el resultado del cociente costo/beneficio de la fibra obtenida.

    2. Criaderos privados

    La cantidad de vicuas detectadas en la zona estudiada hara inne-cesaria la instalacin de criaderos. Recordemos que en el primer documen-to para la apertura del mercado norteamericano a la fibra de la vicua se recomienda no comprar fibra de esta procedencia, ya que los criaderos no evitan el furtivismo ni garantizan la conservacin de vicuas silvestres. Es decir que la existencia de vicuas dentro de un criadero alambrado no est relacionada con lo que sucede fuera de este; peor an, los criaderos pue-den reducir los esfuerzos por mantener a las poblaciones silvestres, lo cual redundara en la prdida de la variabilidad gentica y el consabido peligro que esto implica.

    3. Subsidio al productor

    Se propone esta idea porque existen pobladores que han demostrado un compromiso hacia la conservacin de las vicuas, y como consecuencia de esta actitud actualmente deben aceptar estos animales en sus campos de pastoreo. La tolerancia y el cuidado de las vicuas deberan ser com-pensados.

    En el caso que estamos presen-tando el pastoreo de vicuas limita la pastura para las llamas, lo cual ocasiona un cier-to lucro cesante. Los pobladores locales determi- Grupo de solteros de vicuas en Vilama

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    naron que el pastoreo de dos vicuas es equivalente al de una llama, por lo tanto se decidi calcular la prdida econmica, medida en costo de fibra de llama de la mejor calidad que genera una vicua. Suponiendo que toda la fibra de la llama sea homognea y de la mejor calidad, cada llama rendi-ra un beneficio de cinco pesos por ao, sin contar los costos de manuten-cin, sanidad, esquila, etctera. Es decir que si dos vicuas equivalen a una llama, el productor deja de ganar con la evaluacin ms optimista dos pesos y medio por ao por tolerar una vicua pastoreando con sus llamas, por lo cual debera recibir un subsidio de dos pesos y medio por vi-cua por ao. Una opcin diferente de este subsidio, sera la disminucin y/o exencin de algn tipo de gravamen o impuesto a los pobladores que tienen vicuas en sus campos.

    4. Eco-turis-mo

    5. El atractivo tu-rsti-co de la fau-na sil-vestre y de los paisajes prstinos aumenta en forma sostenida desde hace aos, as como los destinos exticos y aislados. El viaje desde Cieneguillas hasta Cusi-cusi es de una belleza escnica tal que muchos ecoturistas de-

    Nicols y Susana Maidana, poseedores de campos con vicuas en Ciene-guillas, miembros de la cooperativa "Los pioneros", con la autora y el Ing. Lamas.

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    searan disfrutar. Por el contrario, la zona altoandina de Vilama es suma-mente atractiva, pero est destinada a un subgrupo selecto de viajeros, debido a la altura y a la falta de infraestructura.

    6. Cieneguillas, cercana a La Quiaca y de fcil acceso por la ruta 9, puede ser un potencial centro de ecoturismo. La posibilidad de estable-cer una reserva en la zona no debera descartarse.

    La historia de las vicuas ha tenido momentos crticos; se haba llegado a la casi extincin de la especie (vase el recuadro Los camlidos extraandinos ). En este momento en que las poblaciones se recuperan, es necesario generar proyec-tos creativos que no pongan en juego nuevamente la supervivencia de las vicu-as. Recordemos que a veces el uso de la fauna silvestre puede ser econmica-mente sustentable o sea que no se comprometa su capacidad de renovarse sin serlo ecolgicamente. Es decir que el valor comercial de una especie no ase-gura su conservacin, por lo que hay que tener en cuenta que cualquier explota-cin de fauna silvestre debe ser rigurosamente regulada a niveles comunales, na-cionales e internacionales. Por otro lado, el valor de mercado de la fauna puede aumentar la probabilidad de conservacin si se la utiliza correctamente. Una sociedad es sustentable solamen-te si tanto la condicin humana como la del ecosistema son satisfactorias; si una de ellas es afectada en forma negativa, la sociedad se convierte en no-sustentable. Este punto de la articulacin sociedad-naturaleza es vital en el tema de los camlidos. El tema del uso sustentable de las vicuas genera conflictos puesto que afecta in-tereses econmicos importantes. Estos animales poseen un alto valor econmico, biolgico, cultural y mstico. Estuvimos a punto de perder la batalla. Ahora las vi-cuas estn recuperadas; de nosotros depende no volver a equivocarnos. Agradecimientos La autora desea expresar su agradecimiento a los miembros de la Cooperativa Los Pioneros de Cieneguillas, y especialmente a la familia Maidana, quienes la invitaron y le posibilitaron traba-jar en sus campos. Tambin agradece la hospitalidad y calidez de los miembros de la Cooperativa

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    de la Cuenca del Ro Grande de San Juan, as como la colaboracin de Yanina Arzamendia en el trabajo de campo. Una mencin especial merece el ingeniero Hugo Lamas, capaz de tender puentes entre la ciencia y la gente, y que sabe transformar el trabajo de campo en una tarea siempre agradable .

    Bibiana Vil: Doctora en Ciencias Biolgicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA), y realiz estudios posdoctorales en la Wildlife Conservation Research Unit, Zoology, Oxford. Profesora Asociada en la Universidad Na-cional de Lujn e investigadora del CONICET.

    VICUA (Vicugna vicugna) Antonio Brack

    1. Problemtica: Per posee el 85% de la poblacin mundial de vicuas, con 140 mil cabezas. Este camlido sudamericano vive hasta 20 aos y est adaptado al clima de la puna, entre los 3,500 y 5,000 m. La vicua posee una fibra tan fina y suave como la seda, cuyo valor llega a los $ 385 por kg, equivalentes a 2,000 kg de lana de ovino andino. En nuestra sierra hay casi 18 millo-nes de ha de pastos naturales aptos para el forraje, donde se podran manejar hasta 1 milln de vicuas para la produccin de su cotizada fibra, as como su cuero y piel. Criar vicuas es una magnfica opcin para el desarrollo de los Andes !

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    2. Acuerdos Internacionales: La exportacin de vicuas frtiles y de cualquier otro material de reproduccin (vulos, embriones congelados, semen congelado, etc.) est prohibido y regulado por el Convenio para la Conservacin y Manejo de la Vicua, firmado en 1979 entre Per, Bo-livia, Chile, Argentina y Ecuador. 3. Manejo: Existe el peligro que salga subrepticiamente material reproductivo de vicua y tal parece que algn pas vecino ya lo ha obtenido, a travs de vicuas vivas y tambin de pacovicu-as. El pacovicua es el cruce entre alpacas y vicuas, es un hbrido que posee 50% de material gentico de las dos especies antes mencionadas. Al cruzar pacovicuas entre s, en la primera ge-neracin (F1) el 25% salen vicuas puras, el 25% alpacas y el 50% pacovicuas... al volver a cru-zar los hbridos, se repite la proporcin. No es conveniente exportar pacovicuas ya que otros pa-ses podran obtener material gentico de vicua y convertirse en competidores, hacindonos per-der el potencial econmico que representa la fibra de vicua para la economa altoandina. Los decisores polticos deben tomar acciones y no permitir de ninguna manera la exportacin de material gentico. 4. Propuesta: Impulsar la cra intensiva de vicuas en mdulos de 10 a 30 mil ha. 5. Sectores: Agricultura, Sector Privado y Comunidades. 6. Experiencias: En la sierra peruana, R.N. Pampa Galeras - Brbara d'Achille. 7. reas Prioritarias: Huancavelica, Ayacucho, Apurmac, Arequipa, Puno, Cusco, Junn y Li-ma. 8. Garantas: El marco legal vigente que garantiza contratos entre el estado y las comunidades altoandinas dueas de las tierras aptas. 9. Beneficios: Econmico: US$ 14 millones anuales por produccin de fibra, carne, piel y cuero. Ecolgico: Recuperacin de tierras degradadas y control del sobrepastoreo. Social: 5 mil empleos. 10. Oportunidades: Acuerdo de Preferencias Arancelarias Andinas - ATPA, que permite el in-greso de fibras finas de camlidos a los mercados de USA, libres de aranceles. 11. Requisitos: Pertenecer a una comunidad organizada o poseer tierras arriba de los 3,800 msnm. 12. Tiempo de Maduracin: 5 aos.

    ALPACA (Lama pacos)

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    Antonio Brack

    Alpaca Suri

    1. Problemtica: Per posee la mayor poblacin mundial de alpacas, con cerca de 3 millones de ejemplares, y dos variedades domesticadas: Suri y Huacaya. La raza huacaya tiene fibra corta y rizada, y son la mayora. La raza suri vive casi exclusivamente en Puno y su poblacin est decli-nando, por lo que corremos el riesgo de perder su fina y sedosa fibra de hasta 40 cm de largo. Hoy en da, debido a la falta de manejo, predominan las alpacas blancas y muchas alpacas manchadas. La prdida de la finura de la fibra de alpaca debe resolverse con un manejo adecuado, en vista que el precio est en estrecha relacin con su calidad. 2. Manejo: Resulta urgente seleccionar alpacas en diferentes hatos, de acuerdo a sus colores, evi-tando el cruce con las manchadas o "moromoros", con el fin de mejorar la calidad de su fibra. Otra opcin interesante para el manejo de la alpaca, es la cruza entre hembras de alpaca de fibra grue-sa con machos de vicua, con el fin de obtener pacovicuas de fibra muy fina. Pero para ello hay que tener en cuenta que estos hbridos, a pesar de ser frtiles, no son permanentes, y si se cruzan entre ellos retornan a alpaca y vicua. 3 Propuesta: Impulsar la cra, seleccin y manejo de alpacas. 4. Sectores: Agricultura, Sector Privado y Comunidades. 5. Experiencias: En toda la sierra peruana. 6. reas Prioritarias: Huancavelica, Ayacucho, Apurmac, Arequipa, Puno, Cusco, Junn, Lima y otros departamentos. 7. Garantas: El marco legal vigente que garantiza contratos entre el estado y las comunidades altoandinas dueas de las tierras aptas.

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    8. Beneficios: Econmico: Si se mejora la finura de la fibra y se aprovecha en forma integral esta especie (fibra, cuero y carne) y su transformacin, sera una actividad de US$ 50 millones anuales. Ecolgico: Por sus caractersticas ayudaran a controlar la desertificacin de los Altos Andes; no erosionan los suelos por pisoteo en vista que cuentan con una almohadilla en la planta de sus patas y la ua o casco no toca el suelo. Social: Es una de las pocas oportunidades de mejorar las condi-ciones de pobreza de las comunidades altoandinas junto con el turismo, la minera y la acuicultura. 9. Oportunidades: Acuerdo de Preferencias Arancelarias Andinas - ATPA, que permite el ingre-so de fibras finas de camlidos a los mercados de USA, libres de aranceles. Per posee 18 millo-nes de hectreas de pastos naturales o forraje para los camlidos. 10. Requisitos: Pertenecer a una comunidad organizada o poseer tierras arriba de los 3,800 msnm. 11. Tiempo de Maduracin: 5 aos.

    LLAMA (Lama glama) Antonio Brack

    1. Problemtica: La llama es la forma domstica del guanaco, y su domesticacin se dio probla-mente en los Andes de Per y Bolivia, y en la costa norte de Per, miles de aos atrs.

    2. Poblacin: La poblacin peruana de llamas llega a cerca de 900,000 cabezas y a nivel mundial viven aprox 2.5 millones. En forma tradicional y natural slo existen llamas en Per, Bolivia, Chi-le y Argentina. En la poca prehispnica fue introducida a Ecuador y Colombia, y a partir del siglo XIX a otros pases. Actualmente, hay poblaciones de llama en USA, Canad, Nueva Zelandia, Australia, Francia, Italia y otros pases que han sabido valorarla. 3. Historia: La llama fue criada intensamente durante la poca prehispnica como nico animal de carga, ya que tiene la capacidad de transportar hasta 75 kg. Existan enormes piaras de llamas car-gueras para trasladar los productos y hasta hubo una raza especial, mucho ms grande y fuerte, para esos fines... hoy, esa raza es muy rara. La carne de llama era consumida fresca y secada al sol, con fines de almacenamiento, en forma de charqui. Cuentan los cronistas que acompaaron a los conquistadores, que en los almacenes o colcas existan enormes reservas de charqui. La fibra de llama era utilizada para hacer telas, ponchos, tapices y otras indumentarias. Del cuero de llama

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    se hacan sogas y lazos de gran resistencia. Sin embargo, su uso como animal de carga ha perdido vigencia con la introduccin de los equinos y la amplia red de carreteras en la Sierra. Hoy en da, pases de Europa y USA consideran a la llama como un animal muy ecolgico, muy eficiente en cuanto a su consumo de agua y alimentos, resistente al clima y a las enfermedades, y lo han adop-tado como medio de transporte dentro de sus reas protegidas. 4. Manejo: Se le puede cruzar con la alpaca y al hbrido se le conoce como huarizo o llapaca, que tiene la ventaja de producir fibras ms finas que la llama y en mayor cantidad que la alpaca. Al cruce con la vicua se le conoce como llamovicua. De otro lado, Per posee 18 millones de hec-treas de pastos naturales altoandinos, que pueden servir como forraje para la llama y el resto de camlidos, quienes digieren los pastos con un 22 % ms de eficiencia que los ovinos, eso significa que hay una mejor oportunidad de negocio criando camlidos. 5. Propuesta: Impulsar la crianza y manejo de llamas. 6. Sectores: Agricultura, Sector Privado y Comunidades. 7. reas Prioritarias: En toda la sierra peruana, Huancavelica, Ayacucho, Apurmac, Arequipa, Puno, Cusco, Junn, Lima y otros departamentos. 8. Garantas: El marco legal vigente que garantiza contratos entre el estado y las comunidades altoandinas dueas de las tierras aptas. 9. Beneficios: Fibra: para la confeccin de telas, que reciben el nombre de bayeta, y que se usan para hacer costales, alforjas y otros utensilios de gran durabilidad, as como arneses para los caba-llos. Tambin podra dar origen a una agroindustria moderna para la confeccin de alfombras y otros artculos. Cuero: tiene un excelente potencial para talabartera fina, y este aspecto debe ser estudiado y desarrollado. Carne: por vivir de pasturas naturales, podra tener un excelente poten-cial como carne "orgnica" de caractersticas especiales, por su bajo contenido de colesterol. 10. Oportunidades: Acuerdo de Preferencias Arancelarias Andinas - ATPA, que permite el in-greso de fibras finas de camlidos a los mercados de USA, libres de aranceles. 11. Requisitos: Pertenecer a una comunidad organizada o poseer tierras arriba de los 3,800 msnm. 12. Tiempo de Maduracin: 5 aos.

    GUANACO (Lama guanicoe)

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    Antonio Brack

    1. Problemtica: El guanaco es una especie silvestre y se le encuentra desde el norte del Per (dpto. de La Libertad) hasta el Sur de Chile y Argentina, con una pequea poblacin en el Chaco de Bolivia. La poblacin total a nivel mundial llega a ms de 500,000 cabezas, con la mayor de ellas en Argentina.

    2. Poblacin: En el Per, el guanaco es una ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCIN, con una pobla-cin que no supera los 5,000 ejemplares, por lo que urge crear estrategias para su proteccin y el aumento de su poblacin. Posteriormente, podr pensarse en su aprovechamiento.

    3. Historia y Hbitat: En la poca prehispnica la poblacin de guanacos era mucho mayor, y an hoy en da se encuentran ciudades que le hacen honor a su nombre, como Hunuco. El guanaco vive desde el nivel del mar hasta los 3,800 m, es un tpico migrante que visita las vertientes occidentales andinas, durante el verano, cuando stas, gracias a las lluvias, abundan en pastos; y tambin llega a las lomas costeras, entre junio y setiem-bre, cuando estas formaciones vegetales reverdecen debido a la accin de las neblinas. En la actualidad, las rutas de migracin del guanaco se han cortado por las carreteras y los poblados, y ahora slo acude a contados luga-res, como las lomas de Atiquipa y las de Chparra.

    4. Propuesta: Impulsar la proteccin del guanaco a travs de reservas privadas o reas protegidas.

    5. Sectores: Agricultura, Sector Privado y Comunidades.

    6. reas Prioritarias: En toda la sierra peruana y sera deseable reintroducirlo en la costa.

    7. Garantas: El marco legal vigente que garantiza contratos entre el estado y las comunidades altoandinas dueas de las tierras aptas.

    8. Potencial: Fibra: tiene entre 18 a 24 micrones de dimetro, pero con abundantes cerdas, lo que implica un proceso de descerdado. Con la fibra fina es posible hacer telas finas. Cuero: ofrece un interesante potencial para el curtido y la elaboracin de artculos de cuero, y tiene una alta resistencia a la traccin. Carne: es de tipo sil-vestre, con bajo contenido de grasas, lo que favorece la salud humana. Adems, por ser silvestre, no recibe va-cunas, medicamentos u otros insumos veterinarios, y por ello su carne tiene excelentes posibilidades como "car-ne natural u orgnica", de buena aceptacin en los mercados mundiales. Material Gentico: es de inters para cruces con llama y obtener ciertas caractersticas especiales para la finura de su fibra.

    9. Oportunidades: Acuerdo de Preferencias Arancelarias Andinas - ATPA, que permite el ingreso de fibras finas de camlidos a los mercados de USA, libres de aranceles.

    10. Requisitos: Pertenecer a una comunidad organizada o poseer tierras arriba de los 3,800 msnm.

    11. Tiempo de Maduracin: 5 aos.

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    Tcnicas de Inoculacin de Microchip en: Guanacos (Lama guanicoe) y Vicuas (Vicugna vicugna) Por Md. Vet. Alhel Gonzales Chaves y Lic. Marcelo Silva Croome (*) [email protected]

    Resumen:

    El objetivo es describir la inoculacin de microchip en guanacos y vicuas como m-todo de fiscalizacin por organismos competentes. Se trabaj en establecimientos de Santa Cruz, Chubut y Ro Negro (ao 1999) donde se realizan tcnicas de captura y cra de guanacos en semicautiverio y en Salta (ao 2000), donde se desarrollan tcnicas si-milares en vicuas. Se utiliz el sistema TROVAN, subcutneamente en zona escapular, registrndose en planillas.

    Se inocularon 744 guanacos pertenecientes a 7 establecimientos de Ro Negro, 1 de Santa Cruz y 1 de Chubut. El 80 % eran cras y juveniles, y el 20 % adultos. En Ro Ne-gro fueron inoculados 570 animales (121 adultos y 449 juveniles). En Chubut, 128 ani-males (23 adultos y 105 juveniles) y en Santa Cruz 46 animales (todos juveniles). Res-pecto a las vicuas, se implantaron 74 animales de un solo establecimiento, 74% adultos y 26 % cras - juveniles.

    La inoculacin de un total de 818 animales ocurri sin alteraciones patolgicas ni muertes o prdidas de microchip a la verificacin, concluyndose que esta tcnica es se-gura y confiable para la fiscalizacin y monitoreo de la cra de estos camlidos por parte de los organismos competentes en la materia.

    Introduccin

    La tcnica de identificacin mediante la implantacin de microchip, es novedosa aqu en la Argentina. Existen varios sistemas. Uno de ellos, el sistema TROVAN, se utiliza en el pas hace menos de 10 aos.

    Al poder utilizarse la inoculacin tanto en establecimientos ganaderos, piscifactoras, mascotas domsticas, as como en especies silvestres, prontamente se extendi a zool-gicos y criaderos de fauna silvestre con el objeto de facilitar la identificacin de animales para individualizar planteles reproductores y evitar consanguinidad, controlar los plante-les existentes en colecciones zoolgicas a fin de supervisar su evolucin en el tiempo, realizar un seguimiento individual para el manejo cientfico de poblaciones en cautividad

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    y facilitar el seguimiento de los ejemplares en los intercambios entre instituciones u otros.

    La tcnica consiste en la introduccin en forma intramuscular o subcutnea de un microchip, en zonas del cuerpo que varan segn la especie animal, previa prepara-cin de la zona (depilado o desplumado y desinfeccin).Los microchips tipo TROVAN (uti-lizados en este trabajo), se caracterizan por tener un cdigo alfanumrico de 10 dgitos, inalterable e irrepetible, que permite la posibilidad de 500 billones de combinaciones po-sibles. Su tamao es de 2,2 mm x 12 mm, y se encuentra encapsulado en cristal biolgi-co, el que no produce reaccin tisular (rechazo) ni migracin (si bien esto ltimo, segn la bibliografa consultada, depende del punto de inoculacin).

    Para su introduccin se utiliza un inoculador especialmente construido para estos fi-nes. Este tipo de tcnica, si se realiza correctamente, es incruenta, sin generar derra-mamiento de sangre ni dejar secuelas o producir alteraciones. Diferente bibliografa es-tablece que no producen cambios tisulares, ni trastornos fsicos, ni efectos colaterales o alteraciones en la conducta en el animal. La lectura del mismo se realiza mediante un lector con funciones variables que van desde la simple lectura hasta acciones mltiples como lectura, bsqueda y grabacin.

    La capacidad de memoria en estos aparatos llega en algunos casos a 3160 lecturas. El sistema TROVAN ha sido adoptado a nivel internacional por C.B.S.G (Grupo de Espe-cialistas de Cra en Cautividad) para su uso en zoolgicos; por la convencin CITES (Convencin Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) para su uso en especies protegidas en todo el mundo y a nivel nacional, por la DFyFS (Direccin de Fauna y Flora Silvestres de la Secretara de Desarrollo Sustenta-ble y Poltica Ambiental).

    La falta de publicaciones en el pas sobre esta tcnica determina la carencia de meto-dologas stndard para la inoculacin, tipos de microchip mas adecuados segn especie animal o zonas corporales donde inocular. Como consecuencia, muchas veces se trabaja en base a experiencias personales que se transmiten oralmente o en base a la improvi-sacin, sin tener en cuenta los inconvenientes que esto significa para los animales (heri-das, infecciones, muertes por estrs) y para los productores (prdidas de microchip y animales).

    El objetivo de este trabajo es describir el sistema de marcado mediante la implanta-cin de microchip en guanacos y vicuas como posible mtodo de fiscalizacin y monito-reo de la cra de estos camlidos silvestres por parte de los organismos competentes.

    Materiales y mtodos

    Para la realizacin del presente estudio se trabaj con establecimientos de la Provin-cia de Santa Cruz, Chubut y Ro Negro (ao 1999), donde se estn desarrollando tcni-cas de captura, mantenimiento y cra de guanacos en estado de semicautiverio y en la provincia de Salta (ao 2000), donde se desarrollan tcnicas similares en vicuas. Res-pecto a los guanacos, al momento de la captura, se escogen a los chulengos de pocos das de vida, con lo cual sta se ve facilitada, aumentando el riesgo de traumatismos y muertes si la misma se llevara a cabo con ejemplares juveniles o adultos.

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    Luego de varios meses de manejo en corrales de cra, los ejemplares son trasladados a potreros de grandes dimensiones (promedio 5.000 has). Esto no sucede en vicuas, donde se utilizan potreros ms chicos, tratando de mantener la estructura familiar. El perodo inicial de manejo permite un grado superlativo de amansamiento de los anima-les, con el posterior beneficio que esto implica cuando al procederse al traslado a los po-treros definitivos, se logra el arreo de los mismos con gran facilidad, minimizando los riesgos antes descriptos.

    En el momento de proceder a realizar alguna ac-tividad con los ejemplares (vacunaciones, despara-sitaciones, diversos anlisis, inoculacin de chip, etc.) se procede a su encierro dentro de corrales con un sistema de mangas similares a los utilizados en ganado domstico y por este medio se van cap-turando individualmente. Tanto en el manejo de guanacos como de vicuas, la mayora de las ve-ces, los productores tienen en cuenta la divisin en grupos segn edades.

    Las diferencias entre las metodologas de manejo de guanacos y vicuas se deben principalmente a diferencias de tipo econmico y social, pero en rasgos generales, es bsicamente la misma. Para el marcado se utiliz el sistema TROVAN, de origen alemn, con su correspondiente inoculador y lector. Los animales fueron maneados y encapucha-dos (slo los adultos), para evitar, en el primer caso, patadas, y en el segundo, morde-duras, escupidas y la posibilidad de observar una va de escape, realizndose la inocula-cin subcutneamente en la zona escapular derecha previo corte de pelo y desinfeccin con antispticos.

    Todos los guanacos y vicuas, sin importar la edad, fueron inoculados en la misma zona. El lado escogido para realizar el implante, se debi exclusivamente a la practicidad para el operador, pero respetando en lo sucesivo dicha ubicacin, con lo cual se facilita la lectura posterior. Luego de realizado el implante se procedi a topicar nuevamente con antisptico y a utilizar el lector para comprobar el xito de la operacin, liberndose des-pus a los animales. La inoculacin se registr en planillas donde constan lugar de inocu-lacin, N de microchip, edad y sexo del animal.

    Resultados y Discusin:

    Se inocularon un total de 744 guanacos pertenecientes a 7 establecimientos de Ro Negro, 1 establecimiento de Santa Cruz y 1 establecimiento de Chubut. El 80 % de los animales estuvo representado por cras, cuyas edades oscilaban entre los 3 y 8 meses, en tanto que el 20 % estaba representado por animales adultos (edades comprendidas entre 18 meses y 3 aos).

    En la provincia de Ro Negro, fueron inoculados un total de 570 animales: 121 adultos y 449 juveniles. En la provincia de Chubut, se inocularon un total de 128 animales: 23 adultos y 105 juveniles; y en la provincia de Santa Cruz, se inocularon un total de 46 animales, todos ellos juveniles. Cuatro meses despus en Ro Negro, se verificaron el 50 % de los establecimientos. En ninguno se registraron muertes ni alteraciones (bicheras,

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    infecciones, etc.) por la inoculacin de microchip en los ejemplares de guanacos o prdi-das de los mismos y las lecturas se realizaron sin inconvenientes.

    Respecto a las vicuas se implantaron microchip en la paleta derecha de un total de 74 animales. El 74% de los mismos era adulto (edades entre 18 meses y 14 aos) y el resto (26%) eran juveniles, con edades comprendidas entre 6 das y 12 meses. Los ani-males pertenecan a 1 establecimiento de cra de la provincia de Salta. La inoculacin de microchip en un total de 818 animales (guanacos y vicuas) se realiz sin alteraciones patolgicas ni muertes o prdidas de microchip a la verificacin, de lo que se puede con-cluir que esta tcnica puede considerarse segura y confiable para la fiscalizacin y moni-toreo de la cra de estos camlidos por parte de los organismos competentes en la mate-ria.

    Cabe destacar la facilidad de lectura as como la conveniencia de la zona elegida para la inoculacin dada la baja incidencia de golpes o fracturas que pudieran afectar la inte-gridad del microchip e interferir en su futura lectura. @

    Referencias:

    (*) De la Direccin de Fauna y Flora Silvestres, Secretara de Desarrollo Sustenta-ble y Poltica Ambiental (Argentina).

    El resumen de este trabajo fue presentado en el "III Encuentro de Medicina de Pequeos Rumiantes del Cono Sur y I Congreso de Especialistas en Pequeos Ru-miantes y Camlidos Sudamericanos, del 26,27 y 28 de Octubre de 2000. Facul-tad de Ciencias Veterinarias, Universidad de Buenos Aires, Argentina."

    Trabajo aceptado por la Asociacin Mexicana de Tcnicos Especialistas en Ovino-cultura, A. C., para exponer ante el Comit Cientfico del Segundo Congreso Lati-noamericano de Especialistas en Pequeos Rumiantes y Camlidos Sudamericanos y el XI Congreso Nacional de Ovinocultura, mediante nota del 11 de abril del 2001, cuyo texto reza lo siguiente: Estimados participantes. Me es grato informar-les que el Comit Cientfico del Segundo Congreso Latinoamericano de Especialis-tas en Pequeos Rumiantes y Camlidos Sudamericanos y el XI Congreso Nacional de Ovinocultura, a celebrarse del 22 al 25 de mayo de 2001 en la Ciudad de Mri-da, Yucatn, ha emitido un dictamen favorable, y su trabajo titulado: Tcnicas de inoculacin de microchip en guanacos (Lama guanicoe) y vicuas (Vicugna vicug-na), ha sido ACEPTADO en la modalidad de PRESENTACIN ORAL. Para tal efecto, se dispondr de 10 minutos para la exposicin y 5 minutos para preguntas, pu-diendo utilizar proyector de diapositivas o can. Agradecemos su valiosa participacin. Atentamente. Firmado: M en C Mara del Rosario Jimnez Badillo - Secretaria de AMTEO

    Bibliografa:

    DIARIO OFICIAL DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS - N 268, 14 de septiembre de 1992. Pg. 110.

    DIRECCIN DE FAUNA Y FLORA SILVESTRES, Secretara de Desarrollo Sustenta-ble y Poltica Ambiental, Datos inditos -1999 -2000.

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    ID SYSTEMS: The magazine of automated data collection- One leap ahead of ex-tinction-An RF/ID system tracks an endangered species at the site of Sidney's new Olympic Stadium by Mark Nichoson-June 1996 -Vol. 16, N 6

    KLEINTIERPRAXIS- Ao 37, (Ao 1992) - pg. 51 -.54. OLD ENGLISH SHEEPDOG Club Argentino - Comunicado a sus Socios - Arq. Ga-

    briel Molinari

    PRIMERAS JORNADAS DE IDENTIFICACIN ELECTRNICA DE ANIMALES - Buenos Aires, 29 de mayo de 1996 - Buenos Aires, Argentina.

    REVISTA WEEKEND "Sistema de identificacin computada - Manejo de Fauna". Behlert Olaf, Willms Nobert. Ejemplar N 47, Abril de 1993 - Buenos Aires, Argen-tina.

    Silva Croome, M; Carcacha, H; Labraa, M; Gonzlez, A; Gonzales Chaves A; IDENTIFICACIN DE ANIMALES SILVESTRES MEDIANTE LA UTILIZACIN DE TRANSPONDERS - Comunicacin oral. Primer Congreso de Ambiente y Calidad de Vida Catamarca 2000. 26, 27 y 28 de octubre del 2000. Organizado por la Facul-tad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad Nacional de Catamarca. Argenti-na.

    Silva Croome, M; Gonzales Chaves, A; IDENTIFICACIN DE GUANACOS (Lama guanicoe) y VICUAS (Vicugna vicugna), MEDIANTE LA UTILIZACIN DE "TRANS-PONDERS SUBCUTNEOS"- Asistente con presentacin de trabajo. Res. N 776/00. III Encuentro de Medicina de Pequeos Rumiantes del Cono Sur y I Con-greso Argentino de Especialistas en Pequeos Rumiantes y Camlidos Sudameri-canos- 26,27 y 28 de octubre del 2000. Organizado por el rea de Pequeos Ru-miantes del Departamento de Produccin Animal de la Facultad de Ciencias Vete-rinarias de la Universidad de Buenos Aires. Argentina.

    La Vicua

    La vicua es un camlido que puede medir de 80 a 90 cm., con un largo de 1.60 a 1.75 metros siendo de color marrn en la parte superior del lomo y los laterales; su pecho es blanco, su fibra o lana extrada esta considerada la ms fina del mundo. Este camlido esta perfectamente adaptada a la puna, ecorregin de los Andes entre los 3.800 y 5.200 metros sobre el nivel del mar, el Per es el pas que posee el mayor nmero de estos animales (142.000 segn censo del 2001), las vicuas tambin habitan en Chile, Argentina y Bolivia.

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    El kilo de su fibra se cotiza en 308 dlares en el mercado internacional por sus caractersticas de abrigo y finura, la cual puede resistir bajas temperaturas. De cada ejemplar se obtiene entre 200 y 300 gramos de lana. Su nombre cientfico es vicugna vicugna, pertenece a la clase de los mamferos, orden artiodactyla y familia camelidae, es exclusivamente herbvora, y su dieta esta compuesta por la hierbas que pueden encontrar en pastizales y pajonales. Las hembras tienen una sola cra, que nace tras 11 meses de gestacin, entre diciembre y abril, en especial en febrero, luego del nacimiento de la vicua se desarrolla un perido de lactancia que dura cerca de 6 meses. En este lapso las hembras pastan junto a sus cras, mientras el macho vigi-la. La vicua es un animal silvestre, gregario y territorial en el que se distinguen 3 tipos de grupos: I: El grupo familiar constituido por un Macho "Jainacho", las hembras en promedio de 4 y las cras del ao. El macho familiar defiende su territorio contra otros machos familiares y los ma-chos jvenes. Las cras machos son expulsadas del grupo a los ocho meses de edad. II. Los machos jvenes que no han llegado a edad reproductiva se agrupan en conjuntos que pueden llegar a los 200 individuos en zonas sobrepobladas formando tropillas errantes que mi-gran a trabes de amplias reas, en conflicto permanente con los machos familiares III. Las vicuas solitarias, por lo general, son machos familiares viejos despojados de sus territo-rios.

    ECONOMIAS REGIONALES: EL NEGOCIO DE LA LANA FINA La vicua acua y no se apuna Crece el negocio de la vicua argentina. La calidad textil de su fibra natural es de las ms buscadas y mejor pagadas en el mundo. LILIANA COBELO.

    LA MARCA EN EL ORILLO. De la Puna al mundo, con la marca Vicua Argentina.

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    La Puna tambin existe. Y tras un largo tiempo de soledad, viento y polvareda, su desarrollo integral ha dejado de ser la quimera de unos pocos. El eje del crecimiento es el agro, junto a las artesanas y el turismo. En la actividad pecuaria el mayor potencial est en el aprovechamiento de la fibra de vicuas. Se viene trabajando desde hace tiempo en varios frentes: mejoramiento en la conduccin de las tropas, sanidad y en la propia esquila. De esta manera, y a travs de la asistencia tcnica permanente de los criadores se ha ido logrando mejorar, y mucho, la calidad de la fibra. Tanto inters en la vicua tiene sus motivos: el pelo de vicua es uno de los ms cotizados por su calidad textil. Es fino, suave al tacto y sedoso, las tres razones de su alto valor comercial. En la actualidad, el velln se est pagando a 363 dlares el kilo, mientras que la fibra proveniente de garras y barrigas cotiza a 100 dlares. Cada animal produce un total de 350 gramos de fibra (200 de lana velln y 150 de barriga y garras) y es esquilado bianualmente. En total, repartidos entre Jujuy, Salta, Catamarca, San Juan y La Rioja existe una poblacin silves-tre de casi 70.000 vicuas, 1.850 ejemplares viven en semicautividad, y hay alrededor de 25 cria-deros. En la Puna de Salta-Jujuy la mayora de las vicuas est en un sistema INTA-Cambio Ru-ral, de trabajos cooperativos, con el criadero de INTA como proveedor de tecnologa, de gentica y de animales. En general, la cra est en manos de minifundistas. La Argentina no quiere quedarse atrs en este negocio. Ms a partir de los indicios de reactiva-cin que est teniendo en pases que estn naturalmente dotados para su cra y son competidores de la Argentina (como Chile y Per), y por el crecimiento que se observa en la demanda mundial de lana fina. Si tomamos slo el caso de Chile, all est aumentando rpidamente el nmero de animales en cra: 250 el ao pasado y 1000 en ste. En el pas trasandino hay fuertes capitales de-trs de la cra, 4 criaderos tienen 1000 animales, concentrados en la Primera Regin, al norte del pas. Abran cancha En 1964 el INTA de Abra Pampa se inici en la cra de la vicua con 16 animales. Hoy ya son 1800 los ejemplares en produccin. Con mtodos de agarre, captura y esquila y un programa sani-tario, estos camlidos sudamericanos de 35 kilos, producen 350 gramos de una fibra con una finu-ra de 10 a 15 micrones -la lana ms fina de oveja es de 19 micrones-, medulacin de menos del 1%, rindes al lavado superiores al 85% y una formidable resistencia a la traccin -de 35 Newton por kilotex-. El sistema de produccin organizado por el INTA est integrado por el Campo Experimental de Altura de Abra Pampa y 23 criaderos de Jujuy y Salta, pertenecientes a pequeos productores de origen coya. Cada minifundista que desee asociarse al sistema, por contrato, recibe de la firma Pelama Chubut los materiales de alambrado y corrales y del INTA 36 animales. Los productores devuelven a la firma el valor de los materiales en dos aos, abonndolos con fibra, y reintegran al

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    INTA 3 cras por ao, durante 12 aos, de forma de realimentar el sistema y permitir que otros "crianceros" se integren a la produccin. As, aseguran en el INTA, los productores, como mnimo, duplican su ingreso bruto. Tambin se logra conservar la especie, dado que hasta la implementacin de este sistema de semicautividad, las vicuas eran cazadas para usar su fibra. Ultimo momento En tanto, en el marco de la XII Conferencia de las Partes CITES (Convencin sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres ) que finaliz ayer en Santiago de Chile, donde participan ms de 160 pases, se aprob por unanimidad la propuesta presentada por la Argentina, sobre Transferencia del Apndice I al Apndice II de la poblacin de vicua (Vicugna vicugna) de la Provincia de Catamarca". La idea es permitir el comercio internacional de fibra esquilada de vicuas vivas, de telas y productos manufacturados derivados y de artesanas bajo la marca Vicua Argentina. La propuesta argentina contempla tanto el uso sostenible de animales del medio silvestre en los departamentos de Beln, Tinogasta, Antofagasta de la Sierra y Santa Mara, como la captura de vicuas para iniciar criaderos en semicautividad, con la tecnologa existente ya desarrollada por el INTA. La propuesta en CITES fue apoyada inicialmente por los pases vicueros (Chile y Pe-r), luego por la Comunidad Econmica Europea y despus por el resto de las naciones. No hubo objeciones. Noviembre del 2002 Desarrollo socioeconmico de las comunidades rurales de los valles andinos del Departamen-to de Molinos (Salta, Argentina), a travs de la recuperacin, conservacin y uso sostenible de los camlidos que habitan en ese ecosistema

    Duracin: Tres (3) aos (Septiembre 2002 - Agosto 2005)

    Entidades Participantes: Asociacin de Artesanos y Productores de San Pedro Nolasco de los Molinos (ASAPRO-SPN) - Departamento de Molinos, Provincia de Salta, Argentina; Consejo de Investigacin, Proyecto N 945: "Molinos, en la conquista del desarrollo social sustentable" - Universidad Nacional de Salta - Provincia de Salta, Argentina; Convenio de Cooperacin y Asistencia Cientfico-Tcnica entre el Grupo Ecologa y Manejo de Vertebrados Silvestres (IADIZA, CONICET) y Universidad Nacional de Salta a travs de Proyecto N 495; y Fundacin Bio-diversidad - Ciudad Autnoma de Buenos Aires, Argentina.

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    Antecedentes

    Los camlidos sudamericanos

    La cra de camlidos representa un caso ejemplar de relacin armnica entre las comunidades ru-rales y un recurso endmico de alto valor, generando beneficios que contribuyen a mejorar la si-tuacin socioeconmica de las comunidades rurales de la Puna, preservando sus tradiciones y co-nocimientos, y contribuyendo a la conservacin del ecosistema.

    Entre las caractersticas ms relevantes relativas al alto valor del manejo sustentable de camlidos en su hbitat natural, podemos destacar que:

    Son especies que habitan un ecosistema de particular fragilidad; Es un recurso de alto valor desde el punto de vista econmico y de mercado; La sabidura instalada, base fundamental para el manejo de estas especies, se encuentra en

    manos de una de las comunidades rurales de menores recursos econmicos del pas; y

    Existen posibilidades de manejo sustentable y aprovechamiento de fibra de las poblaciones de camlidos silvestres, cumpliendo los requisitos establecidos por los organismos interna-cionales.

    En 1997, durante la dcima reunin de la Conferencia de las Partes en la Convencin sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES PNUMA), que se llev a cabo en Harare, Zimbabwe, se adopta en forma unnime la transferencia al Apndi-ce II de la CITES de la poblacin de vicuas de la Provincia de Jujuy en Argentina, as como de las poblaciones en semi-cautividad que se encontraban en diferentes provincias del rea de distri-bucin de la especie, lo que inclua la experiencia saltea de Molinos. De esta manera, la Asocia-cin Artesanos y Productores de San Pedro Nolasco de los Molinos contribuye directamente a la recuperacin, conservacin y manejo de una especie vulnerable, y se beneficia con la fibra de vi-cua esquilada en vivo para producir una artesana de alta calidad, acorde con el nivel artstico de los artesanos que la conforman. Hasta pocas recientes el mercado de fibras de camlidos se bas fundamentalmente en los costos y cantidades de produccin, sin importar la sustentabilidad del manejo de la especie, ni la situa-cin socioeconmica de los productores y artesanos. Actualmente, el mercado se pregunta adems quin produce y cmo lo realiza? En el pas, las respuestas a estas preguntas se dan con superfi-cialidad, siendo algunos operadores polticos o comerciales utilizadores de camlidos y sus pro-ductos los que responden con un discurso terico de alternativa ecolgica, de respeto al hbitat, al bienestar humano y de preservacin de la cultura de las comunidades rurales que manejan ese re-curso. Pero en la prctica, poco o nada se hace por mejorar la situacin de los camlidos, de las comunidades andinas y de la biodiversidad. Existen cuatro especies de camlidos sudamericanos: la llama (Lama glama) y la alpaca (Lama pacos), ambas domsticas; y las silvestres guanaco (Lama guanicoe) y vicua (Vicugna vicugna). La poblacin total de camlidos americanos se estima en unos 7,5 millones de cabezas, de las cua-les 51 % se encuentra en el Per, 37 % en Bolivia, 10 % en Argentina y 2 % en Chile. Los camlidos son originarios de Amrica del Sur (Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Per). Aproximadamente unas 65.000 familias criollas e indgenas (aymars, quechuas, chipayas y uruit-

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    hus) dependen para sus ingresos y seguridad alimentaria, de la cra y pastoreo de camlidos tales como las alpacas y las llamas. Esas comunidades rurales estn poltica, social y econmicamente marginadas y, en consecuencia, carecen de capacidad para atraer inversiones. Una de las pocas opciones que poseen para superar esa marginacin es la de agruparse en asociaciones que las vin-culen con otros eslabones de la cadena de elaboracin, transformacin y comercializacin de sus productos. Contexto Las condiciones de vida de esas comunidades rurales dedicadas a la cra de camlidos en el Alti-plano y Valles Andinos, donde se concentran las actividades de cra de alpacas y llamas, se carac-terizan por sus crticos niveles de pobreza y falta de suministro de servicios bsicos. El ndice compuesto de Necesidades Bsicas Insatisfechas (NBI), aplicado por la Repblica Ar-gentina, enfatiza cuatro elementos esenciales de la vida humana con los cuales se identifica como pobre a aquella parte de la poblacin: que reside en hogares que no satisfacen niveles mnimos referidos a condiciones de habitabilidad de las viviendas, a las condiciones sanitarias y a la asis-tencia escolar. En "Pobreza Rural - Diversidad de Situaciones Operacionales"- trabajo realizado por Miguel Murmis de la Direccin de Desarrollo Agropecuario de la Secretara de Agricultura, Ganadera, Pesca y Alimentacin 2001 (Argentina) - se discrimina este ndice en Rural y Urbano aunque debe tenerse en cuenta que la vida rural andina posee una serie de particularidades que no se consideran dentro de los ndices. Para el Departamento de Molinos, Provincia de Salta - Argentina, est ndice no escapa al encon-trado en el resto de la regin Andina. Si tomamos en cuenta que la poblacin total de Molinos es de 5.025 habitantes, 3.624 de ellos se encuentran dentro de la poblacin rural que posee Necesida-des Bsicas Insatisfechas, o sea el 71,40% de la poblacin. En la clasificacin por orden de pobre-za del pas, se ubican en 8 lugar sobre un total de 522 posiciones, en el nivel que agrupa a las po-blaciones de condiciones ms crticas de satisfaccin de cada una de las necesidades contempladas por este ndice. La esperanza de vida es baja. En la Puna, como no existe la alternativa de obtener un ingreso extra predial en la zona se debe recurrir a la migracin, o a la minera. En la regin punea se presentan serios problemas de mi-gracin de la poblacin econmicamente activa, especialmente los jvenes mayores de 18 aos. La tasa de migracin supera el 50 %. Se caracteriza por ser temporal y ocurre en funcin de las caractersticas estacionales y econmicas de determinados productos. La parcela queda entonces en mano de la mujer, los hijos u otro familiar. A diferencia de lo anterior, en Molinos, el 80 % de los que migran lo hacen de manera definitiva siendo sus destinos ms comunes los sectores gas-tronmicos y de la construccin de la ciudad de Buenos Aires. Debido a esto, en el sector agropecuario alto-andino, es fundamental el papel de la mujer tanto en las actividades hogareas como en las actividades productivas. Adems, resultan importantes las tareas que ejecutan nios, quienes desde muy pequeos aprenden el oficio de pastores, y ancianos quienes participan en el proceso a travs de la transmisin de sus conocimientos ancestrales. La mayor parte de la poblacin lleva a cabo actividades pecuarias ante la imposibilidad de desarrollar actividades agrcolas que generen recursos econmicos significativos, y esto se debe a las extre-mas condiciones climticas que caracterizan la regin. Desde la poca colonial, los nicos lmites para la expansin de la cra de ganado forneo o exti-co fueron la calidad de las tierras de pastoreo y los problemas asociados a la altitud. Hoy esa acti-vidad ha producido una alta degradacin del hbitat, en consecuencia de la biodiversidad. Debido a esto, los rebaos de llamas son relegados a las tierras localizadas por encima de los lmites de la produccin agrcola, las cuales son de valor marginal para la cra de ganado forneo (bovino, ovi-no y caprino).

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    Guanacos, vicuas y llamas han sobrevivido dentro del marco de organizacin socioeconmica actual porque son elementos esenciales de la cultura andina. Desde pocas pre-hispnicas se con-sideraba que los rebaos silvestres eran de propiedad divina, y los seres humanos podan aprove-char sus beneficios dadas ciertas condiciones de manejo otorgadas por los dioses, mientras que los rebaos de llamas eran de propiedad comunitaria y considerados una fuente bsica de riqueza de los Andes. An en la actualidad se practican ritos para asegurar el incremento y bienestar de los rebaos. Por lo mencionado en prrafos anteriores es preciso promover la recuperacin de los sistemas tra-dicionales de produccin, basada en la cra de camlidos, para asegurar una mejor distribucin de los beneficios. Es necesario disminuir la pobreza rural descubriendo horizontalmente, con la parti-cipacin activa de los pobres, vas de desarrollo ocultas en el propio mundo, que constituyen una fuente dinmica preada de potencialidades productivas, que se deben posibilitar, respetar y guiar, para que stas cumplan su sentido esencial: la vida. La vida es como una sinfona existencial, por-que las partes (partitura, instrumentos y ejecutores), actan en funcin del todo. As, vivir es reali-zarse con sentido y dar sentido, es armonizar el desarrollo sustentable, con el desarrollo humano sustentable. Esta armonizacin se logra estimulando la integracin vertical y horizontal de los procesos agro-industriales a travs de la implementacin de tecnologas apropiadas que atiendan a las peculiari-dades de la diversidad biolgica regional y de las formas heterogneas de constitucin de las uni-dades productivas localizadas en la Puna y en los Valles Alto Andinos. Otras acciones a largo pla-zo (relevamiento a travs de censos, diseo y puesta a punto de un programa de manejo regional, establecimiento de una estructura eficiente de ejecucin y monitoreo del programa) servirn para la incorporacin de las poblaciones de camlidos silvestres en el sistema de aprovechamiento sus-tentable propuesto aqu. El desafo es encontrar el equilibrio entre la produccin, la conservacin del ambiente y la reduc-cin la pobreza rural. "En la actualidad se acepta en forma generalizada no slo que el medio ambiente afecta a la po-breza, sino tambin que la pobreza afecta al medio ambiente. La presin que la poblacin ejerce sobre unos recursos de tierra limitados (en ausencia de otro posible modo de desarrollo) podra dar lugar a una explotacin excesiva de los recursos existentes y, por tanto, a su degradacin." (FAO,1989) Hbitat El hbitat de los camlidos es escarpado y se caracteriza por poseer estratos alto andinos semi-hmedos y semi-ridos, afectados por un clima de tundra fra, hmedo en las partes altas y seco en las praderas ms bajas. La altura promedio de la regin es de 4.000 m.s.n.m., en un rango de 3.000 a 5.000 m. El hbitat presenta "bofedales" o "cinegos", que son reas de alta concentracin de vegetacin hidrfita permanentemente anegadas y en las cuales la cra de camlidos presenta los ms altos ndices de productividad, como as tambin lo que se denominan "pastizales de altura" lugares en que pastan generalmente las llamas. Clima: El altiplano presenta 4 sub-tipos climticos que van desde las orillas del Lago Titicaca (sub-tipo A) hacia las zonas cordilleranas (sub-tipo D) con variaciones de temperatura de 0C has-ta 13C; con precipitaciones de 400 a 700 mm, lo que determina un desarrollo variable de la agri-cultura y la ganadera. Ecolgicamente presenta cuatro formaciones: a) Pradera o Bosque Hmedo Montano; b) Monte Hmedo y Muy Hmedo Sub-Alpino; c) Tundra Pluvial Alpino; y d) Nival (L.R. Holdridge); y, segn P.Vidal: a) Regin Suni; b) Regin Puna; y c) Regin Janca. La tempe-

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    ratura media anual es de 4C, con aproximadamente 210 das de heladas por ao, precipitacin media de 600 mm y humedad relativa de 63% en las zonas ms elevadas. Suelo: Los procesos de deforestacin y de erosin, agotamiento y prdida del suelo, la desertifica-cin, degradacin de los ecosistemas, sedimentacin de los ros y prdida de flora y fauna; se han acentuado. La ocupacin del medio, asociada a una variabilidad de relieve de fuertes pendientes, presin por las tierras y un sobre pastoreo basado en la introduccin de especies exticas, han pro-vocado una degradacin de las tierras cultivadas y de las pasturas disminuyendo la productividad y acentuando el empobrecimiento. Flora y fauna: La vegetacin est formada por una pradera de bajo porte, predominando las gra-mneas duras y silificadas como Stipa ichu y Festuca dolichophylla y plantas arrosetadas, rastreras y en cojines compactos. Existen zonas que permanecen anegadas todo el ao. Tambin existen matorrales de thola (Paratrephia spp y Baccharis spp) y relictos de bosquecillos de queua (Poly-lepis spp). Existen grandes reas de desierto fro, con extensas superficies de suelos arenosos y denudados. La fauna silvestre alto-andina se caracteriza por ser pobre en especies. Pocas especies, altamente especializadas, se han aclimatado a este ambiente rudo y hostil. Entre las especies carac-tersticas podemos citar el cndor (Vultur gryphus), el suri (Pterocnemia pennata garleppi), puma (Felis concolor), gato andino (Oreallurus jacobita). Existen abundantes lagunas alto-andinas de aguas dulces al norte y saladas en el sur, con abundante avifauna. Se destacan los flamencos o parihuanas con tres especies (Phoenicoparrus jamesi, Phoenicoparrus andinus y Phoenicopterus chilensis) y la choca de copete (Fulica cornuta). La explotacin de los recursos naturales y la so-bre explotacin de algunos de ellos, ha provocado una fuerte modificacin en la composicin de la fauna y la flora. Algunas especies, como la chinchilla, han desaparecido y otras se encuentran amenazadas de extincin como la taruca, el guanaco, la vicua y el suri, situacin que an es posi-ble revertir. Recursos forestales: La poblacin arbrea es escasa en nmero y densidad. Entre las recolectadas para lea podemos destacar las siguientes especies: "Tola" (Parastrephia lepidophylla), "Churqui" (Prosopys feroz), "Queoa" (Polypepis tomentella), "Aagua" (Ademisa horridiuscula), "Copa copa" (Artemisa copa), "Yareta" (Azorella yareta) y "Tolilla" (Fabiana densa). Por su uso medi-cinal: "Mua Mua" (Saturesa parviflora), "Pupusa" (Werneria papposa), "Rica Rica" (Acant-holippia hastulata) y "San Pedro" (Chuquiraga atacamentsis). Sistemas de produccin: Las sequas e inundaciones influencian el uso de los recursos naturales en diferente intensidad. Las sequas, generan una fuerte disminucin de la poblacin ganadera, prdida de variedades dentro de las especies de cultivos practicados en esta zona, deterioro de los pastizales naturales e introducidos as como una fuerte deforestacin para su uso como combusti-ble, por parte de las comunidades locales. Las excesivas precipitaciones causan en las regiones fuertemente cultivadas una alta prdida de variedades, disminucin de los volmenes de produc-cin e incremento de los niveles de erosin hdrica. Estas condiciones ecolgicas hacen que la produccin agropecuaria comporte grandes riesgos. Durante los ltimos 20 aos las tendencias presentan un estancamiento siendo ms agudo en la agricultura que en la ganadera. Los trminos de intercambio sectoriales tienen un crecimiento lento. El poder adquisitivo de la produccin agropecuaria muestra un incremento relativo, que implicara que la capacidad adquisitiva de los productores tiende a empeorar. Los sistemas productivos son en general del tipo de agricultura tradicional y en tierras marginales (solo existen suelos de clase III y IV) y, por lo tanto, el objetivo no debe ser de aumentar la productividad a niveles superiores sino estabilizar la produccin con el objeto de lograr la sostenibilidad de los sistemas productivos. Esto es posible si se adecua el me-dio fsico con andenes, terrazas, camellones, q'ochas, irrigaciones, etc., o a travs de la utilizacin

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    sostenible de especies locales como los camlidos, que poseen una alta estabilidad productiva y responden a condiciones climticas extremas. Los camlidos muestran mayor resistencia a la sequa que el ganado introducido, y su excepcional movilidad asegura el mantenimiento del rebao a pesar de la inestabilidad climtica que a menudo afecta a los cultivos de la regin y permiten extender las reas de produccin a regiones donde no se puede cultivar ni criar de manera rentable ganado introducido. Los camlidos han evolucionado para adaptarse a los ecosistemas alto-andinos, la forma del labio superior le permite escoger lo que come y cortar las hojas sin desprender las plantas de raz, como ocurre con el ganado introducido (ovinos). Adems, las patas presentan cojines en los dedos que no daan el suelo como ocurre con las pezuas de los dems ungulados. Su utilizacin sustentable permitir remplazar gradualmente el ganado introducido constituyendo una alternativa para la recuperacin de los suelos, y en con-secuencia, del hbitat. Esta situacin favorecer a otras especies muy amenazadas que comparten el mismo hbitat como la chinchilla, el gato andino, la taruca, el suri y el cndor. Justificacin La conservacin de los recursos naturales vivos es fundamental para el bienestar de las comunida-des rurales directamente ligadas a ellos. La reduccin de los efectos adversos para la diversidad biolgica provocados por las actividades productivas y la distribucin equitativa de los beneficios derivados de la utilizacin adecuada de los recursos genticos, requieren necesariamente del esta-blecimiento de condiciones esenciales tendientes a armonizar los usos actuales de los recursos biolgicos, con el desarrollo econmico y social y con las actividades tendientes a la generacin de empleo y a la erradicacin de la pobreza. Revertir el proceso de deterioro y ordenar el uso de los recursos naturales con fines productivos para la conservacin de la biodiversidad dentro del agro-ecosistema, tendr pocas posibilidades de xito si no est asociado a un tipo de retribucin directa o indirecta que cubra los costos de con-servacin que se imponen a las comunidades involucradas. Revalorizar la diversidad cultural de las comunidades alto-andinas siempre que, como lo pregona el Convenio sobre la Diversidad Bio-lgica: a) entrae estilos tradicionales de vida que hacen a la conservacin y a la utilizacin soste-nible de la diversidad biolgica; b) promueva el respeto de esa diversidad cultural, sus conoci-mientos y prcticas; y c) permita que los beneficios derivados de la utilizacin de esos conoci-mientos y prcticas se compartan equitativamente. Para ello se prev la adquisicin de superficie de tierra para ser destinadas a Unidades de Manejo (UM) con el objeto de lograr su recuperacin y preservarla del mal uso a las que fueron sometidas durante dcadas. Por medio del relevamiento y recuperacin de los camlidos sudamericanos y su utilizacin sustentable en las mencionadas unidades se pretende acreditar la factibilidad de la cra de estas especies con el consiguiente desarrollo social de sus comunidades y fundamentando, adems, la posibilidad de replicar esta experiencia en otras superficies que al presente se encuen-tran abandonadas o semi-abandonadas por falta de productividad. En el caso particular del manejo sostenible de vicuas, se lograr el aprovechamiento de la fibra a travs de la esquila proveyendo materia prima de alta calidad a asociaciones de artesanos tejedo-res, que confeccionarn tejidos artesanales de excelencia. Al mismo tiempo, se favorecer la com-prensin sobre la conservacin de los camlidos silvestres con el objeto de erradicar la caza furtiva de los mismos (vicuas y guanacos) en el Depto de Molinos y los Valles Calchaques en general. 1) El manejo de camlidos como herramienta de conservacin y recurso econmico Los camlidos domsticos sudamericanos son la alternativa ms viable para mantener los ecosis-temas alto-andinos y mejorar las condiciones de vida de las comunidades rurales del Altiplano. Existen evidencias que demuestran que los rebaos de camlidos domsticos representan la fuente alimentaria ms confiable de la puna. Su aprovechamiento incluye la fibra, el cuero y el estircol

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    (indispensable como fertilizante y combustible). Adems, las llamas han sido utilizadas como animales de carga. Estos usos, que han garantizado la subsistencia de las comunidades que habitan las tierras altas, constituyen el vnculo exitoso a la actual economa de mercado. Esos productos pueden transformarse mediante procesos artesanales y/o industriales,