~ revista+de+cayo+hueso. · 2018. 12. 17. · dro duarte y guillermo sorondo, buenos y que ridos de...

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/4\\\~· - ( fl 'O~•\C 10,~.l\LV ~J · i. JULIO 4 DE 189 7. NUM. 2. /.¡ ", 1' , ~/'.I SEJMA RIO: El 4 de Jul(o: - D. V. Tejera. - Suelto. -Ahora y siempre. - .Dos pór- ticos: C. P. UhrLach . -Al GeneralenJife:E. Borrero. -Mis amores: M. Delofeu. - Protectoras de la Patria. - Gobierno ejemplar: C. Revilla. - Noche de estío: R. de Cruz. - Rimas: E. Alonso. - San Carlos: A. D. Carrasco. - A la hermosura: D. V. Tejera . - Graziella .Diaz: E. A. - Independencia ó muerte: Betances. - Loinciden- cia: A. Ramos M. -Dos parra.fitos: Wen G.Í.lvez. -La accesión de Dos Rios: N. Porro A. - Crónica: René de Vinci. -Ritornello: Fidel Mir6. - Conjunción. - Sueltos. - ¡r¡ .:~ ~- Sarfvabo,r, ~ 1-M1,Q-,z:,~ 1t ~ Q,,{;0,11,~ou,r,,l;. PRESIDENTE DE LA REPUB L ICA DE CUBA,

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  • ~ REVISTA+DE+CAYO+HUESO.► /4\\\~·-

    ( fl'O~•\C 10,~.l\LV~J· i. JULIO 4 DE 1897. NUM. 2. /.¡ ", 1' ,

    ~/'.ISEJMARIO: El 4 de Jul(o: - D. V. Tejera. - Suelto. -Ahora y siempre. - .Dos pór-ticos: C. P. UhrLach . -Al GeneralenJife:E. Borrero. -Mis amores: M. Delofeu. - Protectoras de la Patria. - Gobierno ejemplar: C. Revilla. - Noche de estío: Mª R. de Cruz. - Rimas: E. Alonso. - San Carlos: A. D. Carrasco. - A la hermosura: D. V. Tejera. - Graziella .Diaz: E. A. - Independencia ó muerte: Betances. - Loinciden-cia: A. Ramos M. -Dos parra.fitos: Wen G.Í.lvez. -La accesión de Dos Rios: N. Porro A. - Crónica: René de Vinci. -Ritornello: Fidel Mir6. - Conjunción. - Sueltos.

    - ¡r¡ .:~

    ~ - Sarfvabo,r, ~ 1-M1,Q-,z:,~ 1t ~ Q,,{;0,11,~ou,r,,l;. PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DE CUBA,

  • 2 REVISTA DE CAYO HUESO

    -~ REVISTA+DE+CAYO+HUESJ"'

    PERIOOICO . POLITICO, LITERAPIO Y DE C

  • I ·EE\IST-A DE CAYO HUESO: 3

    Ahora y siempre!

    I NDULTESE. Ampárese. Sálvese á deli-cuentes, arre-tatadcs ó deliverativos, to-dos. Ahórrese lágrimas. Más que~ nadie , á una madre. Que si lo fué realmente, bas-tante ha de haber llorndo yá. Fara arrancar al patíbulo un vencido de la ley, mt'. évanse los ennotlecidos de teda calidé.d . .P. ccrran las damas que lucen de mejores. Sea n:ed.ia-nero excepcional el n: itrado. Al prc.cc d u ,a-rio de ritt~al, agréguese la sfpiica del per-dén. N oratuena. Así fu ese siempre ! AlLc-rócense los limpios de corazón y los de alma leprosa. Todos.

    Pero que no haya dos medidas. Haya una sola ó no haya ninguna. Todo hijo ha de ser hijo - si lo fuere efectivamente. Como toda madre tiene que ser madre - si lo fuera as11111smo. Tan madre y tan hijo tienen que ser para los españoles - en el concreto caso vigente - una y otro, nacieran en Es-paña ó nacieran en Cuba. ( De haber cote-jo, toca hacerlo á nosotros, no á éllos. Pero no es de ahora. Sí muy pronto. ) Dolor, angustia, desconsuelo perdurable debe de haber para la madre cuyo hijo fusilan Ó aga-rrotan ó n~achetean ó despedazan, haya na-cido y viva la madre en Asturias, ó haya nacido y viva muriendo - como viven hoy las madres cubanas - de Maisí á San Anto-nio. O no hay dolor ni angustia ni descon-suelo para ninguna.

    No ha sido así. Hay iniquidad españo-la que sumar á las miríadas que en Cuba se suman yá. Enhorabuena se hizo todo, to-do, para la salvación del español. Y el es-pañol fué salvo. __,,

    Enhoramala nada se hizo, nada, para sal-var la vida del cubano. Y el cráneo del cu-bano fué destrozado por l::alas españolas. Y de la espalda al pecho del cubano atravesa-ron balas españolas. Y una bala española hizo el tiro de grada - que sólo á los espa-ñoles ocurriéraseles llamarle así !

    Bien está ! Hay que repetirlo. Ahora y siempre I En el sitio principal de la REVISTA y en su Última línea. Olviden los q e pue-dan. Nosotros ni podemos ni queren os.

    Aunque cerremos los ojos, aun apretán-dolos mucho, vemos y hemos de seguir

    viendo, en una misma columna del periódi-

    co infame aplaudidor de los Infames - qu~ un catalán inspira y edita, y mercen arios cubanos descastados redactan - los detalles y alborozos del indulto al español José Fer-nandez, y debajo, á párrafo seguido, la no-ticia escueta, simple, cerno dejac'..a cr:.e r , de la ejecución del pardo cutano Guillermo Melina Gonzalez. Está bien ! ¡ Malhayan los que orviclen !

    INTRODUCCIO N. l /l: At.EM?AS f,.j W,/ DP.,5 CE .t.L:F.ELIO RP..~' OE MERLO.

    De estas rimas la musa, á las panteras pit:ió sus pavorosas seducciones, y es coro de sus (picas canciones el huracán rugiendo en las palmeras.

    Olímpica se arroja entre banderas y enardece los bravos corazones, que alientan ansiedades de leones cuando la sangre inunda las praderas.

    A los encantos femeniks sorda, en centellantes cHusulas desborda intr( pidas audacias de lirismo;

    y forja el verso del tirano azote, con la célica fé de un sacerdote que oficia en el altar del patriotismo.

    TU MUSA. A EON1 FAC IO BYRN E • .

    Burilando una efigie, inmortaliza; y arrogante en sus trdgicas l>~llezas, ilumina inspirada las cabezas ~1 quienes la victoria diviniza.

    Su patriota ideal la fanatiza; y ansiosa de magnánimas proezas, entre las m elancólicas malezas para ver los guerreros, se desliza.

    Es la novia de todos los titanes: sus ídolos son viejos capitanes, su predilecta hermana la bravura;

    y radiante en sus cantos aparece, como una espada invicta resplandece reflejando de un héroe la hermosura . .

    CARLOS PIO UHRBACH.

    Cuba tuvo ferrocarriles 12 años antes que España.

    5 años antes que España, tuvo Cuca te-légrafo eléctrico.

  • 4 REVIST A DE CAYO H UESO.

    ENVIANDO MI RETRATO AL GENERAL EN J E FE DE NUESTRO E JERClTO.

    U la inteligencia , á la voluntad y al ca-¿ ~rácter en quién se encarna hoy, para Cuba Guerrera, en lucha desigual con E s-pañ a, y en frente del mundo, ext raño á su suerte y á sus destinos, el espíritu de la Justicia con personalidad tan vigororn co-mo es vigorosa en b Conciencia H umana la afirmacic',n de la Libertad ante el Despo-tismo; al brazo vengador de Cuba manci-llada p or la cínica concupiscencia de la E s-pañ a de la Conquist a : al P oet a de la G ue-r ra, que h a sa ;_, iJo hallar en su m1111e11 mi-litar recur~os que oponer al número y. á la fuerza abrm¡_ adora d2l enemigo; encara-mando, en el proceso de nuest ra lucha ar-mada , el ideal de la Revoluci0n por encima del hecho sec~lar tir :mico de un demonio mili tar que tuvo por cómplice á la fuerza ciega, y que reivindica hoy, ébrio de fero-cidad, su derecho al triunfo y su derecho al exterminio de los que osan disputarle su fá -cil presa de si g los , como se resolvería ru-gie.do el tig re contra la mano que preten-diese arranca r ,de sus fauces la v íctima aún viva, en cuya sa ngre calma la sed insana á qn e lo condenan su orga nización , su inst in-to y su apetito: al c ~m l iilu q ue guia, segu-ro l:2 sí mismo, y s..:6uru dd éxito, el pue-blo de Cuba á la victoria , imponiéndola á España soberbia é imponiéndola al mundo; r ectificando un error moral de que se había hecho c6mplice 1~ misma Amé:-ica en su in-ternunpido proc-eso de independencia eu lo político y de dignificacivn en lo humano; al que llama con el po1:10 de su espada á la puerta del alcázar el-~ la Justicia [para nos sot ros h asta ahora dormida J y la obliga á despertar ruborosa: al que le impmdrá la necesidad de llevar de la mano á la asam-blea de los pueblos libres al dolielte pueblo de Cuba, para reintegrarle en la pos-esión y goce de un fuero imprescr ipti ble : al anciano de alma heróica y corazón de niño, que en funciones de vengador de la Humanidad , ultrajada toda en todo un pueblo, vive ena-morado de los ideales caballerescos de Ba-yardo , y los refresca, h ora por hora, en el

    espíritu que animó á Bolívar y que inmor-t alizó al Mariscal de Ayacucho : al que lle-va en la man o, co:1 la espada de la Guerra el blanco lienzo de la paz , y lo ve á pesar suyo ensangrentado por la ferocidad de un enemigo implacable; al padre dolorido que ante el cadáver mutilado del valiente hij o, ultrajado por el enemigo, en la magest ad august a de la muerte y del heroísmo, allí, en el mismo campo de batalla donde ofre-ció su vida á la Libertad, vuelve los ojos al mundo y los pone en el Cielo , para protes-tar en nomb.1e de la Humanidad, de la tre-menda injusticia y del crimen , antes que volverlos á la tierra para h acer oir por toda ella su grito de justa venganza: al hombre puro, al soldado sin miedo y sin t acha; al primero de los cubanos, con no h aber naci-do en Cuba : al más grande y al más modes-to de nuestros grandes guerreros : it aquel que lleva como á pesar suyo; la carga de su genio y de su virtud, y en un rapto de su grandiosa y brusca modestia militar se le arrancaría de encima con la vida, por no mancillar -su ideal de la democracia y ele la dignidad huma na : á aquél de quién yo no h ablo nunca sin un sentimiento de admira-ción convencida y sin una lágrima de amor , ea que culminan mis efusiones de hombre y el~ patriota ; á ése mando, con es te retrato 111 t .), la expresión de mis sentimientos m ás caros en la Humanidad y en la Pat r ia .

    ESTEB \ N BORRE RO E-: K ey W cst, Mayo 19 del 97 .

    MIS AMORES, EN l!L AL9UM DE L.O. SRA. ADELA CAMPI DE GRI LLO.

    Amo á mi Dios que al corazón le h a dado Paz y fe licidad y fé y consuelo, Que en puro, limpio y refulgente cielo .../ La noch e de mis pen as h a t rocado.

    Amo á Cuba , y el timbre m ás preciado De mi vida, es ser h ijo d e aquel s ,1elo, Que asombra al m undo por su h eró ico anhelo De ser libre, 6 en escom bros transformado,

    Am o á. la humanidad que sufre y llora, Al que vive en placeres y al m endigo P u :é!s todos llevan culpa abrumadora.

    Amo la caridad , del pobre abrigo. Am o en fin , la virtud qu~ en tu alma m ora, Y tu bondad, que con p lacer bendigo,

    M ANUEL D ELOFEU Spbre. 3 del 96.

  • REVISTA DE CAYO HUESO.

    JOSÉ :M:ARTÍ~

    O sc1 ú yo_ quien icvoque 11.horn ni nune'a s u n omb re consagra,lo por la lllnert e, ~in r endirá su Ulellloria el tributo de

    · convencida y de profunon atlmiraci6'1 y d e re-c-.1noci111iento e ,lterneci,lo qne le debe todo cu-b ano : á úl e,; Cuba deudora d e l>l, sa lu,lftble agi-t ·tei6 n ILO"a l de qu .i h a d e sa lir, rt l c tbo, redi llliJa.

    Ya ·í t 1,i p ,1.t rh cub;tn a exá d 111A

    Todo eso cayó por tierra d erribado por la mano d e ~lartí ; porq tie é l solo tuvo fe c uando todo el mundo la había .perdido úl sol o cami-n tbá ,iu descftn ,o, cuando todos, e n L1 ti e rra e tbana, . estabu1 eéhi\ los ,t la sombra letal de aquella fá brica política: é l solo puso un día el o1Jo sobre 1_,, peclio· de un obrero emig rado ; y cuando ~fntió latir en ese pecho un corazó n cu-bq.no, sitltió bullir en ó l tambié n la sangre to,111. de la í:uba heróica; y, sin vacilaciones, en pl12-na iluminación profé tica; con el imperio de una voluntad eficaz eu sí wionia, se a delantó y dij o: "¡ Le\' iíntate y anda!" Y C ub.1, limpia de lepra, He levant ó , y anduvo : ¡hé a,lJ í el milag ro !

    Dos nñ')s hace hoy qu e el a pó; tol de la R eYo·· lución actual selló con su muerte e n· los campos de Cuba la vocación g enerosa d e su vida : su s:1ngre fecundó sn obra , y en esa obra, vive su espíritu, y batalla y triunfa, como ha de perdu-rar en el corazón del pue blo cubano y en la Historia .

    ESTEB !I.X 130 Rl!ERO E CHRV R!lR Í A.

    CLARIVIDENCIAS .

    l ~•.w~·o le ví erguirse como Ay:1x, frente '\J t? á l::t cólera ciegn, del D estino, en

    mm noche solemne: la 1'íltima cu que nos dejarn oir sn voz lrnrmónica, vibl'anto, he-cha púa el ritmo de la piecfad como para el trueno fnlgnrante de l:1 iucliguac:ón y el anntenrn.

    Su pú,ilico (1o m1t11siast :ts oLroros ostn.-L:t ali í, ll enando el amplio coliseo, con loa ojos fi :os en el orador, qno se a tlelanbt-b:t hacin, lit trilmna con ttlllhr difícil; acaso • en 'orpecic1o · por el peso de sn cabeztJ, g:i-lliml ;sinrn, que t,intos y t an sublimes peu-smn i 0 11 tos al borg,t b:t.

    Dijo qite ent re · sns hermanos hu millles ha' l ÜJ n,s:i como on nn .hogar dichoso; CJll C Sil o ,píritu se fort1ncabt en presencia , ele la virt11tl irreclnct ible del Ütyo: qne S il co -ra1.,Jn se h•mcltí :t, con -el júb:lo sn,:1to ele ltt cspor:l!t 7. 't, a l ostrnclrnr aquellas manoa fn nch L1om s, pne::; tas á la noble labor ele h ·t-cer nu:t rep11blicn. •

    l~ l vcu ía ,tl s0110 ele su fanúlia ·trnbajtt-dom ú decir, eO!l toda ht franqueza, d e s11 alma, qnQ lit nube, carga,da de eloctricichd, podía ~illl7.:tr do un momento tí otro sobre b

    - do111innci1íu cspau_1Jltt en Cnb:1 su r .tyo mor-tífero.

    Eu sn porogriuació:i al t l'lw éc; cbl Conti-nente, h:tbí,t obser vfülo cspí.ritu cb solicb-riclad y m ')Vimientos cb simpatía por la Rornlucin; si fü}nef mp:ritn y estos movi-mientos lrnbí:m de trachcirse .en aynda t:tngible emimlo el clarín convocase ft los cubanos á sn lnclrn defiuitiv,1 por b iudc-¡,enclencia, cliríanlo posteriormente los h e-chos: en caso uegati vo, el pa ís encoutl'arí tt cu su resolución y bmv1rn.1 fuer zas l.Htsbu-tes para reclimir;;e.

    La fecha llog,tría proato. C .utudo?-muy pronto.

    Sonada la hom, el campo se cnbriría ele -luchadores: e l labrnclor, dej¡tnclo e l a rndo en el surco rocienabierto, so iría fÍ pelear y :i_ morir por la tierra: el hombre de la cit1-dad abaudon:u-ía el levisac del festí.u, ú l:t-toga ele la Audiencia, ó el libro de la Uni-

    ' versichd, ó la múqnina rlel talle, , para ves-

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    6 REVISTA DE CAYO HUESO. -

    tir la chamarreta del patri?ta: por todas partes snrgirían hombres: de cada quebra-dura del terreno un grupo; de cada sel va una legión. Los jefes llegarían al punto.

    Y decía el Apóstol que llevaba en su es-píritu el presentimiento de un fin próximo: que la aurora de la emancipación quizás alumbraría sit cadáver, caido en la. lid, vuel-ta al sol la cara, y sangrando sobre fa ban-dera de la húmanidad y la justicia. . Mo-rir por la patria era morir triunfando! El carro de la Revolución, haciemlo un alto breve ante el cuerpo rígido del servidor de ella, seguiría adelante ....

    Era un espectáculo grandioso el qne ofre-cía aquel hombre extraordinario, frente :í su concurso, que lo escuchaba con recogi-miento cuasi religioso.

    Su voz, que había comenzatlo arrullo de tórtola, convertíase en rugido de león; tras-piraba en su frente algo de prnfético, di-vino, y sus pupilas dilat.ibanse como si per-cibieran en una cercanía invisible del espa-

    ''cio la visión de la patria, en g1rnrra, des-lumbrante, ,valiente, soberana am.:tzou:i. elli

    ' un corcel do relámpagos . ... !

    E. ALONSO.

    -~~do un pueblo, no puede ni debe buscarse-Pu la moderna época-en otro q\rn en Jos~ 1\fltrtí.

    NadÍe como él supu hablar fl los cm·,tzo-nes y llevar el con vencimiento ,i la con-ciencia de sus conciudadanos, dentro y fne-ra de Ouba. Nadie tampoco qnien puclio-ra aventajarle en decisión y patriotismo, en desiuteré,; y n:buegación.

    Su vida es :-:ólo comparable con l:t de lo,; grandes libertadores: 11,ímense Jesfo,, el "Rubio de Nazareth", el legislador y fil{>. sofo, el humano libertatlor, el demúerata é igualitario; todo amor, todo pnreza. O bien sean propag,idores ó continuadores de la doctrina VEUDAD, como Mazzini ,..Kocinsko -el poeta anónimo tle Polonia-ó apósto• les de la idea ó religión de la JusncrA, eo-mo Lincoln, Céspedes, Agramonte, Tons-· saint L'Ouvertnre y otros qne sería prolijo enumerar. 1\Iartí como ellos, mereció ,le sus coet:íneos..:...generalmeutc-de unos, el desprecio--pues como ií Jesús lo trataron · de visionario y loco-cuando les echaba en cara el feo vicio del servilismo y la humi-llación ante los ídolos y déspotas de la co-lonia; de otros, el cru'r:} sarcasmo y la in-jnrin; ele los de miis nll:í, el escarnio, la be-fa y la calumnia, hasta el pnnto de intro-ducir la desesperación y la duela en su al-ma límpida, blanca como el armiño, grande y excelsa como la de un dios, caritativa y generosa · como la de un • Elegido ....

    Elegido. sí, para libertar de todo y ,Í TO-DOS ele los vicios y preocupaciones en tau alto grado adquiridas, para hace~nos esca-lar el cielo de pureza inimitable, donde im-pera la libertad, la igualdad y la fraterni-~lacl. No lo consideraron ni creyeron sus envidiosos, pero el amante de la VEUDAD -repetimos- lo ve y lo síeutffque es m:ís grande que Kociusko, Washington, Napo-león y Lincoln. Y es innegable. El pri~ mero y segundo, combatieron y se sacri-ficaron por b libertad de su patria, mas no por el concepto de ignaldacl del dere-cho y amor de "todos." El libertador del

  • REVISTA DE CAYO HUESO. 7 .

    Norte América, el PADRE DE LA -PATRIA co-mo se le nombrá, ·sólo lo fné en parte: no nos metemos ií aualizar por qué. Napoleón,. el gran transfomrndor y ambicioso, no es posible formar idea exacta tampoco entre su ansia ele dominaci6u por un lado, y por otro con la del concepto del lforecho mo-derno y la libertad. Liucoln el J m,ticiero nortoamp1•icano, prnba lo estií qne sn em-peño uo fué toLlo lo grnnd,i qne .í primera vista ap,1rece; pues do no hacerlo así, ele no recabar la completa libertaLl ele una gran fracción de sn pueblo, sería un a1ucronis-mo b existencia ele la llama,b gran R epú-blica.

    Por oso nosotros creemos -y con nos-otros piensan inteligencias superiores-que el apostolado de José Martí, es semej ,iute en cierto punto, al del gran-Mnzzini, el re-público italiano, el eteruo defensor do los derechos del pneblo, el abogado de toda causa noble y juticiem, constante y tunaz-~ente per,;eguiJo por Jo,; potleres despó-ticos. Otra grandios,1 figura puede y debB figurar dignamente al lado ile .nuestro· Mar, tí: la del santo Tonssaint L'Ouvertu.re; el cjue al fin y al ,cabo, la justicia y la crítica histórica colocaron en sn vercl:ulero lugar al declararlo "uno ele los grandes de la tierra."

    Sin embargo, tien~ nuestro redentor y Maestro-para aparecer mrís excelso y grande-la clt-cunstancia de reunir todas las altas virtudes de tl\n insignes varo-nes, forjando su alma noble y grande en el cl"istal del sufrimiento y del martirio. Na-die ignora que el patriota y héroe de Dos Ríos, no tuvo otra suerte, antes de su éxo-do, que la de llorar con liígrimas de san-gre en lus terribles mazmorras hispanas, el crimen horrendo de sentirse patriota y cu-bnno. ¡Tremendo delito para la encarnación , del déspota! Gloriosa ejecutoria para la c·au-Hll. de la libertad de ios p1rnblos'y dewmgreso hnmono! Quiz,is y sin quizá, eso era lo que le faltaba para el complemento de su gran-de alma.

    Por lo mismo creemos-como más arri . ha dejamos dicho, y como muy bien In di-cho un filósofo-que los elegidos y predes-

    tinados prueb:m ·su · superioridad en la es-cuela de la desgracia y de la injusticia.

    No era tampoco posible ni concebible, para un carácter, para u.n verdadero carác-ter, soportar ni llevar en sn alma el dolor y pena inmensa que como hijo amante le. cansaba el bochorno de contemplar orgías y regocijos, que cubanos degenerados go-zaban eú vilipendiados festines, con · las desgarraduras y estertores producidos en el seno de la madre amada . .

    H e ah-í su gran prestigio y su gran fuerza. Onando en medio de tanto rebajamiento

    y abyección tan grande, siempre conservé, inc1'>lnme la fe del convencido y del patriota para soportar las injurias y ruindades de tanta inmundicia moral, y lleva-r sin em-bargo el eco fervoroso de la protesta al co-razón de sus verdaderos herm,u10s, que lo son y sel'lin los buenos hijos de Cuba . ... El diecinueve de Mayo de 1895 cayó el héroE>; sn nombre es inmortal; su gloria eterna. ¡Compatriotas: emulémono~ en su acrisolada virtud, en su grande y generoso "" patriotismo, prosigamos Stl DOCTRINA y Cu-ba es salva! . .. .

    De tsa manera nos Honramos y le Hon-ramos.

    JosÉ L. QUESADA.

    Key 1Vest, ]Jfoyó 19 ile 1897. (

    -•¡cgff~-

    A José Martí En el seto de set< eo1

  • 1,

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    J. í ·- ·

    8 H.EVIST,.\. DE CAYO HUESO.

    IDIES IR.LE!

    ~ OY es el clia do snproma angustia, J.[f,';)l' el en que los cubanos do alm·:i. sin mancha y corazón sincero, rieg rn con llan-to de sup remo amor el blanco lirio del ca-bano Edén, que coJ1ociera el mundo en sn lenguaje pobre con el eximio nombro do J osé l\fortí. ¡Diecinueve de l\In,yo! F echa luctuosa! Luctuosa. s í; porqne en este clia so presenta nuestra pobrJ C.1b.t en e~ v,tsto proscenio de la, Yida, como índica Noemi llesconsolacfa envriolt,t 0 11 el snchrio do sns íntimas tritezas.

    Pndiem decirse qno nunca como ahora ha tonillo la pudoro.3a " VirgJn del O. tri be," nna se mejanza w:is perfecta, con la Donce-lla ele N aza1·eth, cnando al pie del tosco leño enclavado en b cima del Calvario, en aquella noche do soleclacl gín.cial , le inte-rrogaba ,Í los viandantes, qno si orn. posi-ble que existiera un dolor que pml iern sor comparable con el suyo. TJmbión nue.3tra madre Onba en estos momentos ~olemnes en que los buenos rememoramos con a mor inmenso el glorioso trJ.nsito cfo l noble herm ano que cayó en Dos H,ros, s:th1Lhndo con olímpica altivez el faro inmenso do perenne lumbre que en el cenit do nuestro cielo azul fulg urn,ba con mayor magnificen-cia, como si en aqnellos momentos q11isiera nnir en íntimo consorcio el marmullo · do las palmas, el perfumo do las flores, el ru-mor ele los líqniclos cri::¡tales y el dulce son ele las canoras a ves, parn :fonn,1,r con este harmónico conjunto algo así como un mag-nífico rompimiento de• Gloria, que á ma-nera de sublimes exequias le brindal.>a la diosa I sis á su hijo mús digun y más qno-riclo; también ella, repetimos, le interroga hoy tí l~s pueblos felices y · libros, que si h ay desgracia comparada cou la suya. D esgracia, sí; porque no otrn cosa puede ser para la heróica patria ele A gramonte, la desa.parición en su proscenio hermoso, del gran actor ele corazón ele fuego, alm11 ci-clópea y espír itu elevadó.

    El índico D11niel que en sus ensueños de esperanzas, nó se cfotuvo ni un instante pa-ra int errogarle á los dioses lares, si debía ó no, emprender el clilat11do viaj:i por el proceloso m11r de las pasiones, tom:1ULlo pol' nave su inmenso a mor :í Onbn. y por b n't-jnb su inqael.)l';tnbl>'e fe en s ·13 no1..Jil ís:-mo , principios, h ,tst.t l1eg,tr al p:rnrto d ) -seacb en la noble b ,J tTa dd prn:n:s ió :1, ·li1113 ro,;ig :1:teión, el afelio del As tro h erm:y,o cpw nrn el lonv:mt,l se b:t roclinado en sn lecho lb óp:tlo, 11iov•1, g rana y rocicler; porqne sabido es qn e :i h lnirrvmidad no le es tb .d·> c .. rn templar al rn-bicnndo Ap:Jlo en su gmn maguificeuci,t.

    l\íartí lrnlJl';t m :10rto p:t ,-; t los oj03 c.b lo; hombros, l]llO no les es posible penetmr al través clel velo do lo infinito. P ero vive .Y vivirú ctorn1rnvJ n. te ou las p íginas Llor,td.u 1le h H i,-; toria, y 011 nn mnncl '.) mis gL';t:1 h y m,ís perfecto ,q '10 t oJo.3 lo.3 mnndus c . .)-nocirlos: en el ingcmte mnudo de la Gloria.

    En tal concapto, rugaem:J.3 c:Ju el efb vio do nnestr:ts pnr:ts alm ts ofrec9rl e á la m'.l moi·ía del patriota m,írtir, no debo ser otra, qn tl h ratificación de nncsk t fo cu toLlos los dog-mas de uueslrn cívic,t igles i,t: ol amor, h con0ordia, la disciplina y la unión inr¡ue-branta.ble de todos los elementos que.cons-titnycn el precioso bnslo de h virgen On-b:i; en una palabrn: en la observancia ab-soluta de tollos los principios q.no t ,m sn-bittmente él proclamara, y que siu clnLh al-guna lrnn sido, son y sedn los {¡nicos qno pneden salvar :1 la querida patrb, do b p rotervia qne carncteriz:1 :Í la corrompid,t y corrn ptorn. E spa11,t. Eu el entrotauto, levantemos el cornzó1t y m~1rnnremo., con e vangé licio recogimient o: ¡Nuest ro l:10r111a-

  • REVISTA DE CAYO HUESO.

    no ha muerto! ¡Viva, y viva por siempre la memoria del cubano redentor, José M:ntí!

    ENRIQUE M. AnANGO. J(cy West, Afayo 19 ele 1897.

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    DOS PALABRAS.

    J&A tirar.fa envilece con sus gabr

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    10 REVISTA DE CAYO HUESO.

    está herida de ruuertP, y tan mortalmente, que yá se oye el toque

  • REVISTA -DE CAYO HUESO. 11 ·

    JOSÉ ::MARTÍ_

    O the cause of Cuba Libre, Martf was an inspirat.ion. He was a ripe scholar of

    . niried a.ttain111ents, a distinguished Jin-gnist., n. ~ta.tesman of ~reat hrea\Jth, a patriot of the loftiest 1ypf\, of the highest aspirations. He uwln!

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    12 B.EVI8TA DE CAYO HUE80.

    CRÓNICA._

    }lf!, CABO de re_pasar un libro delicioso. que Jif3'i... lef por ·pnmera vez en Mayo del !J5; su

    v lectura,_ me conmovió profundamente, y hoy, al sucederse en rni espfrttu las iwpresio-nes de entonces, la ca ravan:ldel pa;il.du se de-tiene un inotante par,t volcar un cofre de per-las negras, r eca eruo; de m ej ores df ts, q ,1e yo, a varo en mi aislawiento, recl•jo prtJ •-11r0so, te-rniendo que el polvo de la seuda rnanche su pureza.

    Esto~ párrafos son para .vosotros, mis amiga~, quiut~ mis lectoras, y vosotrJs sabréis compren der perfectamente mi estado anímico al hablar de cosas muertas.

    No sé si el libro cí q ue me refiero os sent muy conocido, presuwo que nó, porque t'l nom-ure de Poe apenas se murmu1·ab,t en algun,J q1;1e otro círc u lo literario en C uba, para q ue sus magistrales poemas es tén populariudos entre nosotros.

    "El Cuervo" es una tl?lorosa elegí ,, c uy'.> Ff lll-bolu, humano y suge.stiv0, influye poderosamen-te en el espíritu, \lejando en él la amarga · me-lancolfa de la desesperanza, c 1iando se leen Jo; versos de oro, en que el poeta amnicano rimara tal vez el mú~ grande tle sus dolores.

    Pero no es ahora mi intencion la de extender· we hablando de esas estrofa~ que cc1si we sé de lllellloria , y que v ibran, llenas tle mú;ica, como pudiera vibrar un crista l de Bohemia herido por los aleteos tle la tenebrosa ave negra, sino solamente indicar la coincidencia que ha reani-mado tantas rnemorias, adorrnidas en espera del herwoso día en que el medio en que nacie-ron las vuelva ,t la vida.

    Al repasar hoy ese libro, se cumplen dos uños de ~a gloriosa umerte de Martí, éuando en otro Mayo lo leJ por primera vez . . . . . . . . . . .. .. . .

    Una maímna , radiosa y clara, afinque para nosotros aparec·fa gris y desconsoladora nos encontrúba1Úos reunidos junto ú, un~ lile~~ del café, de Inglat erra, alltí- en nuestra amada capi-tal. Enrique Hernúndez Miyares, el poeta Te-jer!\ y yo, hablando . . ¿ De qué íbamos tt hablitr ? un·a gran desgracia pesaba sobre la patria, y aunque sin saberse· nada cierto aún, la tristez,t de la verdad flotaba en el u.wbiente, y los itni-rnos abatidos, luchaban por asi rse ú, una espe-ranza cualquiera, tí un dato imignificante que destruyera lo horrendo de la afirmación

    Despué~ de un triste silencio en que u'na pia-dosa curiosidad ávida de llegar al fin cuanto antes, jiraba en un es trecho cí rc ulo vicioso, al-guno de nosotros, por d ecir algo, habló de Poe, el p á lido creador d e las mú,~ casta~ h eroínas, y del sonoro poerna en que llora eternamente 1:t su Leonora , que nunca 1rnts ha de oprimir el ro-

    ..

    jo terciopelo de los cojines eñ que reclinaba su p ensadora frente.

    Nuestra conversación S 'l animó; aquf'llos ver-sos nos encantaban igualmente á todos, y en los tres creo que f'j er