Los adolescentes se formulan miles de preguntas sin respuesta sobre todo tipo de temas:

- Futuro - Religión - Trabajo - Estudio - Amor - Sexualidad

Todas estas dudas pueden llevar a una crisis de identidad, tanto en el sentido corporal como psicológico.

Los adolescentes de ambos sexos suelen tener necesidad de mostrar a los demás sus ‘’trofeos de guerra’’, es decir, se complacen en fumar, beber, mostrar dinero y gastarlo.

La imagen del joven revolucionario, contestatario, inconformista, deportista, aventurero, etc. Demuestra hasta qué punto puede llegar la inquietud de los adolescentes.

Los adolescentes empiezan a pensar de un modo más abstracto y más racional, convirtiéndose en personas más críticas. Esto les permite, entre otras muchas cosas, evaluar y comprender las normas familiares de una forma diferente, cuestionando muchas veces a sus padres, y en muchas ocasiones bajándoles del pedestal en el que les tenían colocados.

Los adolescentes dedican muchas horas a mirarse en el espejo. Le concede una importancia extrema a su físico: puede lamentarse por un grano en la nariz, obsesionarse por la ropa, por  estar gordos o delgados… quieren estar constantemente perfectos aunque su visión de la estética no tenga nada que ver con la nuestra.

Los adolescentes tienen constantes enfrentamientos durante esta etapa con los profesores y profesoras pues no están de acuerdo con las normas que les imponen en los centro de enseñanza, y se manifiestan en contra ya que son más críticos y empiezan a tener sus propias opiniones.

En el ámbito económico, una de las obsesiones del chico y la chica es tener dinero para poder ir a discotecas, pubs, invitar a sus compañeros y compañeras, comprar tabaco, etc.

¿DE DÓNDE SALE EL DINERO? Lo más normal es que lo pidan, lo que conduce a situaciones familiares conflictivas, pues los padres no siempre pueden (ni quieren) soportar el ritmo de los gastos que impone el adolescente.

Los adolescentes demuestran dependencia de su grupo normativo, que, en algunas situaciones de enamoramiento, se convierte en idolatría de la persona amada, lo que puede conducir a un aislamiento social con respecto al adulto.

Es una historia que trata de un adolescente que cae en depresión y le internan en un centro psiquiátrico al intentar suicidarse por no encontrarle sentido a su vida. Allí se enamora de una chica y conocerá a gente de distintas edades.

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Andrea Díez Mora. 1ºB Bach.