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Guía didáctica del docente Lenguaje y Comunicación I medio

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Guía didáctica del docente

Lenguaje y Comunicación Imedio

La Guía didáctica del docente Lenguaje y Comunicación I medio es una obra colectiva, creada y diseñada por el Departamento de Investigaciones Educativas de Editorial Santillana, bajo la dirección editorial de:

RODOLFO HIDALGO CAPRILE

Las lecturas que hemos seleccionado e incorporado en este texto de estudio han sido escogidas por su calidad lingüística y didáctica. La lectura de estas y las actividades que se realizan facilitan el aprendizaje de los alumnos y alumnas. Agradecemos a

todos los autores por su colaboración.

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento

informático, y la distribución en ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

SUBDIRECCIÓN EDITORIALMarisol Flores Prado

JEFATURA DE ÁREALiliana Ponce Palma

EDICIÓNSebastián Garrido Torres

ASISTENCIA DE EDICIÓNConstanza Ternicier Espinosa

AUTORÍAGisela Watson Castro

JEFATURA DE ESTILOAlejandro Cisternas Ulloa

CORRECCIÓN DE ESTILOEduardo Arancibia MuñozRodrigo Olivares de la BarreraVerónica Sánchez Gibbons

La realización gráfica ha sido efectuada bajo la subdirección de:Verónica Román Soto

Con el siguiente equipo de especialistas:

COORDINACIÓN GRÁFICASergio Pérez Jara

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓNAlejandra Romero González

FOTOGRAFÍASArchivo editorial

CUBIERTASergio Pérez Jara

PRODUCCIÓNRosana Padilla Cencever

© 2013, by Santillana del Pacífico S. A. de EdicionesAndrés Bello 2299 Piso 10, oficinas 1001 y 1002, Providencia, Santiago (Chile).

PRINTED IN CHILEImpreso en Chile por Quad/Graphics

ISBN: 978-956-15-2300-5Inscripción N°: 237.325

Se terminó de imprimir esta 3ª edición de5.600 ejemplares, en el mes de noviembre del año 2015.

www.santillana.cl

Unidad

I medio

Orientaciones generales de la unidad

Unidad 1

Unidad 4

Páginas 158 y 159

Páginas 160 y 161

Unidad 3

Literatura de terror

El intruso

El cuervo

► Gustave Doré. Ilustración de El cuervo. Edgar Allan Poe.

Unidad 6

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Palabra ¿Cuál crees que es su significado? ¿Cuál es el significado según el diccionario?

El gato negro

Al sentirse acariciado se enderezó prontamente, ronro-neando con fuerza, se frotó contra mi mano y pareció encantado de mis atenciones. Acababa, pues, de en-contrar el animal que precisamente andaba buscando. De inmediato propuse su compra al tabernero, pero me contestó que el animal no era suyo y que jamás lo había visto antes ni sabía nada de él.

Continué acariciando al gato y, cuando me disponía a volver a casa, el animal pareció dispuesto a acompa-ñarme. Le permití que lo hiciera, deteniéndome una y otra vez para inclinarme y acariciarlo. Cuando estuvo en casa, se acostumbró a ella de inmediato y se con-virtió en el gran favorito de mi mujer.

Por mi parte, pronto sentí nacer en mí una antipatía hacia aquel animal. Era exactamente lo contrario de lo que había anticipado, pero —sin que pueda decir cómo ni por qué— su marcado cariño por mí me dis-gustaba y me fatigaba. Gradualmente, el sentimiento de disgusto y fatiga creció hasta alcanzar la amargura del odio. Evitaba encontrarme con el animal; un resto de vergüenza y el recuerdo de mi crueldad de antaño me vedaban maltratarlo. Durante algunas semanas me abstuve de pegarle o de hacerlo víctima de cualquier violencia; pero gradualmente —muy gradualmente— llegué a mirarlo con inexpresable odio y a huir en silencio de su detestable presencia, como si fuera una emanación de la peste.

Lo que, sin duda, contribuyó a aumentar mi odio fue descubrir, a la mañana siguiente de haberlo traído a casa, que aquel gato, igual que Plutón, era tuerto. Esta circunstancia fue precisamente la que lo hizo más grato a mi mujer, quien, como ya dije, poseía en alto grado esos sentimientos humanitarios que alguna vez habían sido mi rasgo distintivo y la fuente de mis placeres más simples y más puros.

El cariño del gato por mí parecía aumentar en el mis-mo grado que mi aversión. Seguía mis pasos con una pertinencia que me costaría hacer entender al lector. Dondequiera que me sentara venía a ovillarse bajo mi silla o saltaba a mis rodillas, prodigándome sus odio-sas caricias. Si echaba a caminar, se metía entre mis pies, amenazando con hacerme caer, o bien clavaba sus largas y afiladas uñas en mis ropas, para poder trepar hasta mi pecho. En esos momentos, aunque ansiaba aniquilarlo de un solo golpe, me sentía paralizado por el recuerdo de mi primer crimen, pero sobre todo —quiero confesarlo ahora mismo— por un espantoso temor al animal.

Poe, E. A. (1996). El gato negro. En Narraciones extraordinarias. Santiago: Andrés Bello. (Fragmento).

La verdad sobre Sancho Panza

Obras completas

Mis peores amigos: Promedio rojo, el regreso

Promedio rojo

Unidad 1

Mis peores amigos

Criterios Texto 1 Texto 2

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación Unidad 2

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

Páginas 254 a 261 Lectura literaria

Unidad 6

Páginas 262 a 264 Contenido literario

Ninguna más, amor, dormirá con mis sueños. Irás, iremos juntos por las aguas del tiempo. Ninguna viajará por la sombra conmigo, solo tú, siempreviva, siempre sol, siempre luna.

Neruda, P.

Texto 1

Solo por unos días, amada inolvidable,me hizo feliz la vida tu noble compañía:ya el hado nos separa fatal e inexorable,ya tu barquilla hiende la inmensa lejanía.

Vallejo, C.

Texto 2

1Unidad

Páginas 10 y 11

Página 12

Páginas 13 a 15

Páginas 16 a 23

Páginas 24 a 27

Canción del eco Christina Rosenvinge

[…] ¿Quién eres tú, niña loca?Niña loca… Niña loca…

Muero antes que darte un besoDarte un beso… Darte un beso…

Quiero estar solo en el ríoEn el río… en el río…

¿No pensarás que te quiero?Te quiero… Te quiero… […]

Dentro del relato Fuera del relato

Protagonista Testigo Omnisciente Objetivo

Páginas 28 y 29

Páginas 30 y 31

Páginas 32 y 33

Páginas 34 a 41

Páginas 42 a 46

Carpe diem (aprovecha el día): incitación a disfrutar de la juventud. Aún mientras hablamos, el tiempo huye celoso. Cosecha el día, incierto es el mañana.

Horacio. Odas.

Tempus fugit (el tiempo huye): reflexión sobre el paso inexorable del tiempo. Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Darío, R. Canción de otoño en primavera.

Beatus ille (dichoso aquel): elogio de la vida sencilla y retirada. Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido. De León, F. L. Vida retirada.

Ubi sunt? (¿dónde están?): pregunta retórica por personas u otras realidades desaparecidas a causa de la muerte y del paso del tiempo.

¿Qué se hizo el rey don Juan?Los infantes de Aragón¿qué se hicieron?¿Qué fue de tanto galán,qué fue de tanta invencióncomo trujeron? Manrique, J. Coplas a la muerte de su padre.

Páginas 47 y 48

Página 49

Páginas 50 y 51

Páginas 52 y 53

Página 54

Páginas 55 a 57

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

A La piratería

Opinión: La piratería desincentiva la producción artística nacional.Argumentos:1. Había mayor producción discográfica y editorial

antes de 1990.1.1 Los músicos, antes de esa fecha, grababan

alrededor de un disco por año.1.2 Los escritores podían publicar invirtiendo

su propio dinero.2. Actualmente existe escasa producción discográ-

fica y editorial.2.1 Ahora, los músicos prefieren dar conciertos

que grabar discos.2.2 Las editoriales no invierten mucho en la

publicación de nuevos escritores.3. Causas de la escasa producción:

3.1 Se necesita mucha inversión para producir discos o libros.

3.2 Los piratas no invierten, solo copian el pro-ducto ya elaborado.

3.3 Los piratas venden los productos a menor precio que las empresas productoras.

3.4 Las empresas no recuperan su inversión.

B Originalidad en el arte

Opinión:Opción 1: Las obras de arte pueden ser comple-tamente originales, aun cuando tomen prestados elementos de otras obras.Opción 2: Ninguna obra de arte es absolutamente original.

Argumentos:1

1.1 1.2

2

2.1 2.2

Esto vino a demostrarme que necesitaba muchas cosas fuera de las que había acumulado; así como tinta, debo citar la falta que me hacían una azada, pico y pala para roturar la tierra, y también agujas, alfileres e hilo; en cuanto al lienzo, pronto me pasé fácilmente sin él.

Tal falta de utensilios tornaba fatigosa toda tarea que emprendía, y transcurrió casi un año antes de que hubiera terminado mi empalizada y las demás obras.

Defoe, D. (1981). Robinson Crusoe. Barcelona: Bruguera.

► Gustave Caillebotte. (1877). Los pintores de brocha gorda.

Drácula es una novela epistolar creada —a partir de la historia de folclor húngaro que le conta-ron al autor— por el escritor irlandés Bram Stoker. Esta fue publicada en la Inglaterra victoriana en 1897 y se convirtió en un éxito que ha sido llevado al teatro y al cine en múltiples ocasiones.

La novela basa a su protagonista en la figura histórica de Vlad Tepes o Vlad Draculea, príncipe de Valaquia, famoso porque —en su lucha contra del expansionismo del Imperio turco otomano que amenazaba a Europa—castigaba de forma terrible a los enemigos y traidores. Esta obra presenta el papel de la mujer en la sociedad victoriana, la sexualidad, la inmigración, el folclore, y narra la lucha de Jonathan Harker, su esposa Mina, Van Helsing (doctor en artes oscuras) y otros hombres contra el maldito conde Drácula, el vampiro más famoso, que ha llegado a Londres, dejando tras de sí una estela de crímenes.

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Palabra ¿Cuál crees que es su significado? ¿Cuál es el significado según el diccionario?

Criterios Texto 1 Texto 2

2Unidad

Páginas 58 y 59

Páginas 60 y 61

Páginas 62 a 71

Páginas 72 y 73

Páginas 74 a 77

Páginas 78 a 79

Página 80

Páginas 82 y 83

En realidad, el género de la entrevista abandonó hace mucho tiempo los predios rigurosos del periodismo para internarse con patente de corso en los manglares de la ficción. Lo malo es que la mayoría de los entrevistados lo ignoran, y muchos entrevistados cándidos todavía no lo saben. Unos y otros, por otra parte, no han aprendido aún que las entrevistas son como el amor: se necesitan por lo menos dos personas para hacerlas, y solo salen bien si esas dos personas se quieren. De lo contrario, el resultado será un sartal de preguntas y respuestas de las cuales puede salir un hijo en el peor de los casos, pero jamás saldrá un buen recuerdo.

García Márquez, G. ¿Una entrevista? No, gracias. Recuperado el 30 de diciembre de 2013 de www.elpais.com. (Fragmento).

Páginas 84 y 85

Páginas 86 a 95

Páginas 96 a 100

Página 101

Páginas 102 y 103

Páginas 104 y 105

Página 106

Páginas 107 a 109

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

En la música del grupo de rock más importante de Chile durante los años noventa se combinan influen-cias foráneas, como el rock’n roll y el jazz, con ritmos de raíz local, como la cueca o el bolero-sicodélico de grupos como Los Ángeles Negros. Nacidos en la sureña ciudad de Concepción en el año 1987, el grupo se articuló como cuarteto una vez que se mudaron a Santiago Álvaro Henríquez (voz y guitarra), Roberto “Titae” Lindl (bajo y contrabajo) y Francisco Molina (batería), y luego de la incorporación, en 1990, del guitarrista Ángel Parra, quien llegó a la banda luego de una larga preparación como guitarrista y la parti-cipación en bandas de jazz.

Los tres. La banda símbolo de los noventa. Recuperado el 3 de octubre de 2014 de memoriachilena.cl en: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-97568.html (Fragmento).

► Fernando Krahn. (2003). Tomado de La Vanguardia. (Detalle).

Rodolfo Lenz (Rudolf Heinrich Robert Lenz Danziger) nació en Halle, Alemania, en 1863. Obtuvo el grado de Doctor en Filosofía en 1886, en la Universidad de Bonn. Tenía una gran habilidad para aprender lenguas y, aparte del alemán, dominaba el inglés, el francés, el italiano y el español. A fines de 1889, con tan solo 27 años de edad, fue contratado por el Gobierno de Chile para impartir clases en el Instituto Pedagógico, junto a otros docentes como Federico Hanssen y Federico Johow. En definitiva, no solo se desempeñó en la Enseñanza Superior, pues entre 1895 y 1903 fue profesor de Gramática Inglesa en el Instituto Nacional y, entre 1902 y 1903, rector interino del Liceo de Aplicación.

Lenz fue pionero en el estudio de la lengua hablada en nuestro país, tarea a la que imprimió un sello de rigor metodológico sin precedentes. Su aproximación a la lengua como objeto de estudio científico lo llevó a realizar exhaustivas investigaciones de campo, con el propósito de registrar empíricamente las características del habla local. En este sentido, Lenz fue un adelantado a su época, al propugnar un enfoque descriptivo de gran modernidad para una disciplina aún incipiente y de carácter, para entonces, esencialmente normativo.

También desarrolló Lenz una labor esencial en la caracterización de la lengua mapuche. Los materiales recogidos demuestran el carácter científico de su trabajo, en oposición a la poca sistematicidad con la que operaron los misioneros jesuitas que intentaron describir el mapudungún. La aproximación filológica que imprimió a los estudios araucanos (denominados así por Lenz), incluyó otros aspectos de la cultura mapuche como, por ejemplo, sus ritos y tradiciones orales y el problema de la traducción del idioma.

Considerado uno de los pioneros del estudio del folclore en el país, Lenz no solo se ocupó de registrar en terreno las manifestaciones de la cultura oral, sino que además promovió su divulgación y estimuló el interés académico a través de iniciativas como la fundación de la Sociedad Chilena de Folklore, junto a Julio Vicuña Cifuentes y Ramón Laval. Dentro de esta línea de investigación, prestó especial atención a la Lira Popular, llegando a reunir la primera y más vasta colección de pliegos de poesía tradicional que se conozca hasta ahora. Este tesoro documental se conserva en el Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la Biblioteca Nacional.

Rodolfo Lenz falleció a los 74 años, dejando sentadas las bases para el desarrollo de las ciencias humanas y del lenguaje en Chile.

Rodolfo Lenz (1863-1938). Recuperado el 3 de octubre de 2014 de memoriachilena.cl en: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3691.html (Adaptación).

3Unidad

Páginas 110 y 111

Páginas 112 y 113

Páginas 114 a 121

Páginas 122 a 124

Mientras Macondo celebraba la reconquista de los recuerdos, José Arcadio Buendía y Melquíades le sacudieron el polvo a su vieja amistad. El gitano iba dispuesto a quedarse en el pueblo. Había estado en la muerte, en efecto, pero había regresado porque no pudo soportar la soledad.

García Márquez, G. (2007) Cien años de Soledad.Madrid: Alfaguara. (Fragmento).

Era la hora en que los niños juegan en las calles de todos los pueblos, llenando con sus gritos la tarde. Cuando aun las paredes negras reflejan la luz amarilla del sol.

Al menos eso había visto en Sayula, todavía ayer a esta misma hora. Y había visto también el vuelo de las palomas rompiendo el aire quieto, sacudiendo sus alas como si se desprendieran del día. Volaban y caían sobre los tejados, mien-tras los gritos de los niños revoloteaban y parecían teñirse de azul en el cielo del atardecer.

Ahora estaba aquí, en este pueblo sin ruidos. Oía caer mis pisadas sobre las piedras redondas con que estaban em-pedradas las calles.

Rulfo, J. (1983). Pedro Páramo. Madrid: Cátedra. (Fragmento).

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas claras y diáfanas que se precipitaba por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos.

García Márquez, G. (2007). Cien años de Soledad. Madrid: Alfaguara. (Fragmento).

Espacio físico: adjetivos considerados

Espacio psicológico: adjetivos considerados Atmósfera emocional creada

De la historia Del relato Referencial histórico

Páginas 125 a 126

Página 127

Páginas 128 y 129

Páginas 130 y 131

Páginas 132 y 133

Páginas 134 a 140

Páginas 141 a 147

Páginas 148 y 149

Paper Texto de divulgación científica

Páginas 150 y 151

Páginas 152 y 153

Página 154

Páginas 155 a 157

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

Niveles de desempeño3 2 1

Indicadores de evaluación

► Gustave Doré. Ilustración de El cuervo. Edgar Allan Poe.

Realizar pequeños cambios en tu estilo de vida puede generar grandes beneficios para tu salud cardíaca.

¡Pon atención a los siguientes consejos!

1. Cuida tu peso: Un peso adecuado se logra al equilibrar las calorías que se ingieren con las que se gastan durante el día. Lo ideal es gastar más de lo que se come. El índice de masa corporal no debe superar los 25 kg/m2.

2. Come bien: La dieta mediterránea es un excelente alia-do en el cuidado del corazón. Debe contener pescados, carnes magras, frutos secos, aceite de oliva, lácteos des-cremados, frutas, verduras y legumbres que aporten los minerales y vitaminas que el cuerpo necesita. También incluye ácidos grasos, como Omega 3, 6 y 9.

3. Mantente activo: Tu corazón necesita de actividad física regular para mantenerse sano. Gracias al ejercicio mejora la circulación sanguínea de los pulmones, del corazón y de los músculos. Además, tus arterias logran una mayor y mejor dilatación, y los niveles de colesterol y de triglicéridos en la sangre se regulan. Junto con esto, la presión arterial dis-minuye. La indicación actual son 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico de intensidad moderada.

4. Relájate y disfruta: El estrés y la ansiedad son enemigos de tu corazón. Intenta generar espacios para desconectar-te. Prácticas como el yoga pueden ser de gran utilidad.

5. Vigila la presión: La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Los ni-veles de una persona sana están bajo los 140/90 mmHg. Es importante chequearla constantemente, ya que la hi-pertensión suele ser asintomática. Una medida útil es disminuir el consumo de sal.

6. No fumes: Un cigarrillo diario es suficiente para aumen-tar el riesgo de ataque cardíaco o cerebral. El tabaco redu-ce la cantidad de oxígeno en la sangre; estrecha y endu-

rece la capa interna de las arterias, y hace que la presión arterial aumente. Además, es el causante de redu-cir los niveles de co-lesterol bueno (HDL) en la sangre y de au-mentar los niveles del malo (LDL) y de los triglicéridos.

7. Diagnostica a tiem-po: Se estima que la mitad de las perso-nas que mueren repentinamente por males coronarios no sabía de su problema. Es fundamental la realización periódica de chequeos médicos, especialmente si tienes factores de riesgo.

8. Controla la diabetes: Es una enfermedad crónica que se manifiesta por un elevado nivel de azúcar en la sangre debido a un déficit total o parcial de insulina. Además, puede provocar graves alteraciones en el corazón, riño-nes, visión y extremidades inferiores. Si cualquiera de tus padres es diabético o tienes sobrepeso u obesidad, estarás más predispuesto a desarrollarla.

9. Cuida el colesterol y la glucosa: El exceso de colesterol se deposita en las paredes de los vasos sanguíneos y obs-truye el flujo de la sangre. Si en ayunas los resultados del colesterol superan los 200 mg/dl y la glicemia es superior a 100 mg/dl, tienes que consultar con un especialista.

Acevedo, M. Reglas de oro para cuidar el corazón.

Recuperado el 30 de diciembre de 2013 de http://redsalud.uc.cl/link.

cgi/MS/RevistaSaludUC/Medicina/reglas_cuidado_corazon.act

Vivirás ese día, idéntico a los demás, y no volverás a recordarlo sino al día siguiente, cuando te sientes de nuevo en la mesa del cafetín, pidas el desayuno y abras el periódico. Al llegar a la página de anuncios, allí estarán, otra vez, esas letras destacadas: historiador joven. Nadie acudió ayer. Leerás el anuncio. Te detendrás en el último renglón: cuatro mil pesos.

Te sorprenderá imaginar que alguien vive en la calle de Donceles. Siempre has creído que en el viejo centro de la ciudad no vive nadie. Caminas con lentitud, tratando de distinguir el número 815 en este conglomerado de viejos palacios coloniales convertidos en talleres de reparación, relojerías, tiendas de zapatos y expendios de aguas frescas.

Fuentes, C. (1994). Aura. Madrid: Alianza. (Fragmento).

A principios del mes de julio de 1850 atravesaba la puerta de calle de una hermosa casa de Santiago un joven de veintidós a veintitrés años.

Su traje y sus maneras estaban muy distantes de asemejarse a las maneras y al traje de nuestros elegantes de la capital.

Todo en aquel joven revelaba al provinciano que viene por primera vez a Santiago. Sus pantalones negros, embotinados por medio de anchas trabillas de becerro, a la usanza de los años de 1842 y 43; su levita de mangas cortas y angostas; su chaleco de raso negro con largos picos abiertos, formando un ángulo agudo, cuya bisectriz era la línea que marca la tapa del pantalón; su sombrero de extraña forma y sus botines abrochados sobre los tobillos por medio de cordones negros componían un traje que recordaba antiguas modas, a que solo los provincianos hacen ver de tiempo en tiempo por las calles de la capital.

El modo como aquel joven se acercó a un criado que se balanceaba mirándole apoyado en el umbral de una puerta que daba al primer patio, manifestaba también la timidez del que penetra en un lugar desconocido y recela de la acogida que le espera. Cuando el provinciano se halló bastante cerca del criado, que continuaba observándole, se detuvo e hizo un saludo, que el otro contestó con aire protector, inspirado tal vez por la triste catadura del joven. —¿Será esta la casa del señor don Dámaso Encina? —preguntó este con voz en la que parecía reprimirse apenas el disgusto que aquel saludo insolente pareció causarle.

Blest Gana, A. (1983). Martín Rivas. Santiago: Andrés Bello. (Fragmento).

Al sentirse acariciado se enderezó prontamente, ronro-neando con fuerza, se frotó contra mi mano y pareció encantado de mis atenciones. Acababa, pues, de en-contrar el animal que precisamente andaba buscando. De inmediato propuse su compra al tabernero, pero me contestó que el animal no era suyo y que jamás lo había visto antes ni sabía nada de él.

Continué acariciando al gato y, cuando me disponía a volver a casa, el animal pareció dispuesto a acompa-ñarme. Le permití que lo hiciera, deteniéndome una y otra vez para inclinarme y acariciarlo. Cuando estuvo en casa, se acostumbró a ella de inmediato y se con-virtió en el gran favorito de mi mujer.

Por mi parte, pronto sentí nacer en mí una antipatía hacia aquel animal. Era exactamente lo contrario de lo que había anticipado, pero —sin que pueda decir cómo ni por qué— su marcado cariño por mí me dis-gustaba y me fatigaba. Gradualmente, el sentimiento de disgusto y fatiga creció hasta alcanzar la amargura del odio. Evitaba encontrarme con el animal; un resto de vergüenza y el recuerdo de mi crueldad de antaño me vedaban maltratarlo. Durante algunas semanas me abstuve de pegarle o de hacerlo víctima de cualquier violencia; pero gradualmente —muy gradualmente— llegué a mirarlo con inexpresable odio y a huir en silencio de su detestable presencia, como si fuera una emanación de la peste.

Lo que, sin duda, contribuyó a aumentar mi odio fue descubrir, a la mañana siguiente de haberlo traído a casa, que aquel gato, igual que Plutón, era tuerto. Esta circunstancia fue precisamente la que lo hizo más grato a mi mujer, quien, como ya dije, poseía en alto grado esos sentimientos humanitarios que alguna vez habían sido mi rasgo distintivo y la fuente de mis placeres más simples y más puros.

El cariño del gato por mí parecía aumentar en el mis-mo grado que mi aversión. Seguía mis pasos con una pertinencia que me costaría hacer entender al lector. Dondequiera que me sentara venía a ovillarse bajo mi silla o saltaba a mis rodillas, prodigándome sus odio-sas caricias. Si echaba a caminar, se metía entre mis pies, amenazando con hacerme caer, o bien clavaba sus largas y afiladas uñas en mis ropas, para poder trepar hasta mi pecho. En esos momentos, aunque ansiaba aniquilarlo de un solo golpe, me sentía paralizado por el recuerdo de mi primer crimen, pero sobre todo —quiero confesarlo ahora mismo— por un espantoso temor al animal.

Poe, E. A. (1996). El gato negro. En Narraciones extraordinarias. Santiago: Andrés Bello. (Fragmento).

Fernando Mönckeberg Barros

No se sabe por qué en las últimas tres décadas se han estado incrementando los casos de exceso de peso y obesidad, tanto en los países desarrollados como tam-bién en los llamados “emergentes”, hasta convertirse en un serio problema de salud en cada uno de ellos. Nues-tro país, catalogado como emergente, no ha escapado a esta realidad. Aun cuando la lógica señala que la causa primaria está en un desequilibrio entre un incremento de la ingesta calórica y un menor gasto calórico, que consecuentemente lleva a una mayor acumulación de grasa en los tejidos, se abren numerosas preguntas que no tienen una respuesta fácil.

Se argumenta, como también lo afirman los organis-mos internacionales, que en los tiempos actuales en esos mismos países se ha estado mejorando la dispo-nibilidad y accesibilidad a los alimentos. Hoy es una realidad que con igual o menor trabajo se obtiene una igual o mayor disponibilidad alimentaria. También es cierto que en esos mismos países se ha ido adoptando un sistema de vida cada vez más sedentario. La suma algebraica de estos dos factores (mayor ingesta y menor gasto) serían los culpables en principio del desequi-librio calórico con el consecuente incremento de los depósitos grasos. A pesar de ello sorprende esta verda-dera epidemia de obesidad que ha estado ocurriendo durante los últimos tres decenios, cuando sabemos que el organismo humano, como también el de los anima-les superiores (mamíferos), evolutivamente ha logrado desarrollar mecanismos muy precisos de control central de las necesidades calóricas y de su consumo, que has-ta hace algún tiempo permitía mantener los depósitos grasos relativamente estables y seguros. ¿Cómo es que ahora un porcentaje importante esté sobrepasando este control, incrementando la acumulación de grasa hasta

más allá de los límites saludables de depósitos grasos?

El incremento de la obesidad no solo está afectando a las personas que la padecen, sino también a la sociedad entera, al incrementar diversos riesgos biológicos, psico-lógicos y sociales, que la afectan, hasta llegar a constituir un serio problema de salud. Son estas principalmente las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, la diabe-tes y algunos cánceres, que con una prevalencia creciente se van manifestando en edades posteriores.

Según estimaciones de la OMS, la erradicación de la obesi-dad reduciría en un 60% la prevalencia de diabetes, en un 20% la enfermedad coronaria y los accidentes vasculares y casi en un 30% la hipertensión arterial. Estimaciones similares muestran que la práctica de actividad física moderada en toda la población reduciría en un 30% las muertes por enfermedades coronarias, 25% por diabetes, y cáncer del colon, 12% por cáncer de mamas, 15% por accidente vascular cerebral y 10% por fractura de cadera. Es así como la obesidad en los países afectados ha llegado a constituir el más serio problema de salud, tanto por los costos sociales como económicos, que directa o indirecta-mente ella involucra. Desgraciadamente, hasta ahora no han sido exitosas las intervenciones diseñadas para inducir cambios de hábitos alimentarios y de calidad de vida, salvo algunos ensayos en escala pequeña y por un tiempo determinado. Muy por el contrario, son alarmantes las diversas estadísticas de distintos países, que continúan mostrando incrementos progresivos de la obesidad y el sobrepeso.

Mönckeberg, F. (2012). Disquisiciones del incremento de la obesidad. Recuperado el 30 de diciembre de 2013 en

http://www.creces.cl/new/index.asp?tc=1&nc=5&imat=&art=3056&pr= (Fragmento).

14Unidad

Páginas 158 y 159

Páginas 160 y 161

Páginas 162 a 169

Páginas 170 a 172

Gertrudis. — Donde hallaréis un sauce que crece a las orillas de ese arroyo, repitiendo en las ondas cristalinas la imagen de sus hojas pálidas. Allí se encaminó, ridículamente coronada de ranúnculos, ortigas, margaritas y luengas flores purpúreas, que entre los sencillos labradores se reconocen bajo una denominación grosera, y las modestas doncellas llaman dedos de muerto. Llegada que fue, se quitó la guirnalda, y queriendo subir a suspenderla de los pendientes ramos; se troncha un vástago envidioso, y caen al torrente fatal, ella y todos sus adornos rústicos. Las ropas huecas y extendidas la llevaron un rato sobre las aguas, semejante a una sirena, y en tanto iba cantando pe-dazos de tonadas antiguas, como ignorante de su desgracia, o como criada y nacida en aquel elemento. Pero no era posible que así durarse por mucho espacio. Las vestiduras, pesadas ya con el agua que absorbían, la arrebataron a la infeliz; interrumpiendo su canto dulcísimo, la muerte, llena de angustias.

Páginas 173 a 176

Página 177

Páginas 178 y 179

Páginas 180 y 181

Páginas 182 y 183

A B

Páginas 184 a 190

Páginas 191 a 195

Páginas 196 y 197

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¿Pues y con las manos, cuántas ideas no se expresan? Requerimos, prometemos, llamamos, despedimos, amenazamos, rogamos, suplicamos, negamos, rechazamos, interrogamos, admiramos, nombramos, confesamos, nos arrepentimos, tememos, nos avergonzamos, dudamos, damos instrucciones, mandamos, incitamos, animamos, juramos, testimonia-mos, acusamos, condenamos, absolvemos, injuriamos, desdeñamos, desafiamos, nos despechamos, alabamos, aplau-dimos, bendecimos, humillamos al prójimo, nos burlamos, nos reconciliamos, recomendamos, exaltamos, festejamos, damos muestras de contento, compartimos el dolor de otro, nos entristecemos, damos muestras de abatimiento, nos desesperamos, nos admiramos, exclamamos, nos callamos; ¿y de qué dejamos de dar muestras con el solo auxilio de las manos, con variedad que nada tiene que envidiar a las modulaciones más delicadas de la voz?

De Montaigne. M. Capítulo XII Apología de Raimundo Sabunde en Libro II, Ensayos. Recuperado el 30 de diciembre de 2013 de http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/ensayos-de-montaigne--0/html/fefb17e2-82b1-11df-acc7-002185ce6064_159.

html#I_76_ (Fragmento).

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Hechos Opiniones

Innegable, señor. Es indisimulable. ¿Está usted aburrido? Me parece que está usted aburrido. Dígame, ¿adónde va tan aburrido? ¿Que usted va a las iglesias con ese aburrimiento? No es posible, señor; que vaya a las iglesias con ese aburrimiento. ¿Que a los museos —dice— siendo tan aburrido? ¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy?

Alberti, R. (1967). El aburrimiento. En Roma, peligro para caminantes. Madrid: Seix Barral. (Fragmento).

NOVIA:Estas manos que son tuyas,pero que al verte quisieranquebrar las ramas azulesy el murmullo de tus venas.¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Aparta!Que si matarte pudiera,te pondría una mortajacon los filos de violetas.¡Ay, qué lamento, qué fuegome sube por la cabeza!

García Lorca, F. (1971). Bodas de sangre. En Obras completas. Madrid: Aguilar. (Fragmento).

Dice LA MUERTE:

Yo soy la muerte cierta a todas criaturasque son y serán en el mundo durante.Demando y digo: Oh hombre, ¿por qué curasde vida tan breve en punto pasante?

pues no hay tan fuerte ni recio giganteque deste mi arco se puede amparar,conviene que mueras cuando lo tirarcon esta mi flecha cruel transparente.

¿Qué locuras es esta tan magnifiestaque piensas tú, hombre, que el otro moriráy tú quedarás por ser bien compuestala tu complexión y que durará?

Mitre, E. (Comp.). (1992). La danza de la muerte. En Textos y documentos de la época medieval: análisis y comentario.

Barcelona: Ariel. (Fragmento y adaptación).

La muerte como personaje

El año pasado Juan Radrigán fue galardonado con el Premio Nacional de Artes de la Repre-sentación y, desde entonces, se ha vuelto un dramaturgo muy taquilla: todos quieren montar sus obras y homenajearlo. […]

Hijo de un mecánico y una profesora, Juan Radrigán, al igual que sus tres hermanos, solo recibió educación básica de su madre. A los 12 años empezó a escribir poesía y cuentos, pero se ganó la vida en su juventud desempeñándose como mecánico, librero y vendedor. En 1979 publicó su primera obra teatral, “Testimonios de las muertes de Sabina”, que fue montada en varios teatros. Desde entonces ha escrito más de 30 piezas. Recibió el Premio Altazor en la categoría dramaturgia en 2005, y el Premio Nacional de Artes de la Representación en 2011. Hoy tiene 75 años, sigue escribiendo y enseñando dramaturgia.

Solari, C. (2 de mayo 2012). El triunfo de Radrigán. En Paula. Recuperado el 30 de diciembre de 2013 de

http://www.paula.cl/tendencia/el-triunfo-de-radrigan/ (Fragmento).

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Espontaneidad en la conversación Economía del lenguaje Subjetividad

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Apenas acabó su plegaria, un pesado sopor invade sus miembros: una delgada cor-teza ciñe su tierno pecho, sus cabellos crecen como hojas, sus brazos como ramas, sus pies hace poco tan veloces se adhieren en raíces perezosas, en lugar del rostro está la copa. Solo la belleza queda en ella. Aun así la ama Apolo y, colocando su diestra en el tronco, todavía siente temblar su pecho debajo de la nueva corteza, y abrazando con sus brazos las ramas como si fueran miembros da besos a la madera; esquiva, sin embargo, sus besos la madera.

► Bartic, L. y Karczmarczk. K. (2008). ¿Cómo concebían su mundo los mayas? En Enciclopedia visual de las preguntas. Buenos Aires: Santillana.

En los primeros tiempos de la vida de los mapuches todavía existía un espíritu malvado que habitaba en la parte más alta de las montañas. Frecuentemente descendía a los valles para realizar sus travesuras y emborracharse con muday —que es una chicha de maíz, cebada o trigo fermentado—, que robaba el espíritu a la gente.

Para no extraviarse, durante el regreso tenía la precaución de colgar de las ramas de los árboles miles de campanitas encendidas. Estas las conseguía con el fuego que sacaba de las cimas de los volcanes. Pero como siempre iba bebido durante el viaje de retorno, las dejaba prendidas en los senderos de las montañas.

El cielo multicolor se fue extinguiendo lentamente. Pasaron muchos soles y muchas lunas, hasta la llegada de la primavera. Entonces nacieron los brotes, arribaron las golondrinas, los chorlos, los alegres chingolos, las charlatanas cotorras. Volvía la vida.

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Ninguna más, amor, dormirá con mis sueños. Irás, iremos juntos por las aguas del tiempo. Ninguna viajará por la sombra conmigo, solo tú, siempreviva, siempre sol, siempre luna.

Neruda, P.

Solo por unos días, amada inolvidable,me hizo feliz la vida tu noble compañía:ya el hado nos separa fatal e inexorable,ya tu barquilla hiende la inmensa lejanía.

Vallejo, C.

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Gentileza Ministerio del Interior.

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