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Cuentos de Amorpara niños y niños grandes

Los Nadies

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Cuentos de Amorpara niños y niños grandes

Los Nadies

Título: Cuentos de Amor para niños y niños grandesAutor: Los Nadies: Los bohemios, los pobres y los locos*

Edición: Primera - Diciembre de 2013 - Queda la PalabraRegistro copia: 1220130003Depósito legal: J-711-2013

Este libro no tiene precio. Te pedimos que compartas un donativo a “la voluntad” justa (ver nota en página 4). Los ingresos son para una asociación sin subvenciones de personas precarias con proyectos de desarrollo personal y promoción social (ver información en páginas 31 y 32).

)c( Copia abierta: Los derechos de autor de esta obra están abiertos para usar, copiar y transmitir en cualquier medio de reproducción, grabación y difusión, siempre que se cite al autor y sea sin finalidad publicitaria, mercantil/comercial, ni ánimo de lucro individual o colectivo.

* Ha colaborado un autor a nivel individual firmando el cuento con su nombre.Las ilustraciones son creaciones basadas en recortes de imágenes no registradas de internet.

2 Cuentos de Amor para niños y niños grandes

Un mensaje de Amor lanzado al océano...Comparte y participa en este proyecto que es de todos

Queremos compartir contigo estas obras de arte para que las disfrutes y las regales. Hemos decidido que todas estas creaciones sean “)c( copia abierta”, es decir, que se puedan usar, copiar y transmitir por cualquier medio de reproducción, grabación y difu-sión, siempre que se cite al autor/es y sea sin finalidad publicitaria, mercantil/comercial, ni ánimo de lucro individual o colectivo.

Queda la Palabra actualmente es un medio de comunicación, una editorial y una productora audiovisual no dependiente sin ánimo de lucro. Somos voluntarios que actuamos motivados por la Justicia y los Derechos de las Personas y de la Naturaleza.

En el año 2005 Queda la Palabra empezó como colectivo de acti-vistas sociales y voluntarios sin ideologías, filosofías o religiones que nos movieran como grupo. Desde entonces venimos reflexionan-do, promoviendo y difundiendo que si partimos de un principio básico que es la igualdad de todos los seres humanos, debemos pasar de los pensamientos y palabras conscientes a los hechos y las acciones coherentes. Una de estas acciones coherentes es compartir recí-procamente, no es caridad, sino Justicia, que es lo mismo que Amor.

Los miembros del Pueblo debemos sentir en igualdad, pues somos los mismos, por lo tanto nuestros intercambios de creaciones o ser-vicios no han de basarse en un valor económico, sino en compartir recíprocamente entre nosotros. Por eso estas obras de arte no tie-nen un precio aunque sí una recomendación de un donativo mínimo.

Para apoyar a la Asociación "Los Nadies" (leer en páginas 31 y 32) queremos hacer una tirada en imprenta de estos "Cuentos de Amor para niños y niños grandes" y que se regalen a muchas personas o

Cuentos de Amor para niños y niños grandes 3

darlos a "la voluntad" para la autogestión de compañeros y compañeras precarios, pero no tenemos dinero para pagarla. Nos saldría muchísimo más barato que como la hacemos ahora en copias digitales, pero hay que hacer muchas a la vez. Al no tener ni querer subvenciones nos gustaría que, si después de leer los cuentos deseas que los difundamos masivamente en papel, colabores con una aportación a "la voluntad" para que entre todos demos este mensaje al mundo aunque sólo sea como el gesto de una botella con un mensaje de Amor lanzada al océano. Por cada fracción de 5 euros que des como donativo, en reciprocidad, te enviaremos a tu domicilio una publicación en papel con todos los cuentos para que los regales. Es sencillo, si colaboras por ejemplo, con 50 euros te enviamos 10 publicaciones. Necesitamos alre-dedor de 850 euros incluidos los gastos de los cuentos que enviamos. Ojala llegue a todas las personas que tratan de ser justas.

Si decides participar ya eres uno más en este proyecto que es de todos. Aquí, a pie de página, tienes los datos(1) de la cuenta de la Asociación "Los Nadies" en un banco ético para que puedas colaborar económicamente por transferencia en este sencillo proyecto.

Queda la Palabra(Premio Nacional de DD.HH. 2005 en España)

---(1) Datos bancarios para realizar un donativo mediante ingreso o transferencia:

Titular . . . . . . . : Asociación “LOS NADIES”Banco ético . . . : Triodos BankCuenta . . . . . . . : 1491 0001 21 1009477322IBAM . . . . . . . : ES 29 1491 0001 21 1009477322 (desde otro país a España)BIC/SWIFT . . : TRIOESMM (desde otro país a España)Concepto . . . . . : Donativo Cuentos de Amor “Los Nadies” (No olvides poner aquí tu nombre y domicilio o teléfono para que podamos enviarte los cuentos)


Índice

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

01 - El gran artista y su maestro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8El arte, la frustración y la liberación

02 - Ana y el delfín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10Los animales sienten como nosotros

03 - Los tres “buenos” hermanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12La injusticia y la hipocresía

04 - La abuela feliz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14La tranquilidad y la alegría

05 - La joven mamá y el anciano sabio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16La injusticia y la educación

06 - El hombre que no podía parar de trabajar . . . . . . . . . . . . . 18El trabajo y el sufrimiento

07 - Lucía y el Amor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20Compartir y no poseer

08 - Los pequeños ladronzuelos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22El robo y su corrección

09 - Lo genial se crea sintiendo en equipo . . . . . . . . . . . . . . . . . 24La horizontalidad, el consenso y la alegría

10 - Un regalo para Mohamed . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26La pobreza y el Amor

11 - Un Pueblo Libre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28La opresión y su liberación

Epílogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30

Proyecto de promoción social colectiva “Los Nadies” . . . . . . . . . . 31


Prólogo

Estos cuentos que te presentamos son creaciones que en su gran mayoría han sido elaboradas colectivamente por un grupo de perso-nas precarias que hemos elegido la austeridad como estilo de vida tranquilo y justo. Tenemos tres motivos para realizar estas obras de arte:

El primero de ellos es atender al proyecto de promoción social colectiva de personas precarias y excluidas, uno de los objetivos principales de nuestra asociación socio-cultural “Los Nadies: Los bohemios, los pobres y los locos”. En las páginas 31 y 32 puedes leer cómo promovemos el apoyo recíproco junto a la autogestión colecti-va para salir de las situaciones de pobreza y exclusión. Este cambio lo hacemos de la única manera que hemos experimentado efectiva: Implicar a cada uno en su propio cambio realizando sus sueños apo-yado por los demás, mientras él recíprocamente acompaña a los otros a que cumplan los suyos.

El segundo motivo también es uno de nuestros principales objeti-vos: La Universidad de la Calle (Escuela de Creación y Vuelo). Un espacio de aprendizaje comunitario dirigido a todas las personas que se sienten Pueblo Libre e iguales a los demás y que quieren cambiar. Elegimos la autorealización junto a otras personas median-te actividades creativas y de aprendizaje en las que todos somos maestros y alumnos a la vez. También aprendemos a autogestionar-nos colectivamente por medio de estas actividades creativas. Estos cuentos que os presentamos son una pequeña muestra de todo lo que hacemos.

El tercer motivo es transmitirte las enseñanzas que la vida nos


ha dado contadas como cuentos. Están hechas para que la lean sólo los niños y los niños grandes. Los niños grandes somos los que segui-mos siendo niños aunque hallamos crecido. Los adultos no podrán entender mucho, hasta es posible que se enfaden y reaccionen vién-dose reflejados en alguno de los personajes de estos cuentos. Tris-temente un adulto es un proyecto de niño fracasado, por eso los adultos son tan aburridos y no entienden los cuentos, han olvidado cómo sentían con los demás seres y disfrutaban cuando eran niños y se han endurecido convirtiéndose en fortalezas de piedra impene-trables.

Deseamos que disfrutes con estos cuentos cuyo sello de calidad es “Hecho con Amor” y los revivas en tu imaginación como el niño que eres, sintiéndolos y sintiendo con nosotros que también tratamos de sentir contigo al ofrecértelos.

Ya sabes, si quieres participar de esta aventura de vivir la vida disfrutando mientras construimos un espacio colectivo de creación, apoyo recíproco y autogestión, ¡VEN!:

Juntos estamos demostrando que es posiblelo que otros, sin intentarlo, llamaron utopía

Los Nadies


El gran artista y su maestroEl arte, la frustración y la liberación

Pablo tenía ocho años cuando sus padres le apuntaron al conser-vatorio de música para estudiar piano, pero él iba a las clases a disgusto, tenía que aprender asignaturas muy complicadas y estu-diar repitiendo partituras que no sentía. Estaba muy agobiado por el chantaje y opresión de su padre. Llegó a odiar el piano. Su madre, al separarse, viéndole sufrir lo quitó del conservatorio y el piano fue olvidado en un rincón.

Pero un buen día apareció en su vida un hombre muy especial cuyas palabras eran sabiduría. Hicieron una entrañable amistad y en una de sus conversaciones Pablo le contó que la música le encantaba pero que no quería volver a tocar el piano por la forma de estudiar en el conservatorio y encima bajo la presión de su padre. Entonces aquel hombre le contestó así:

—Pablo, tus padres y profesores no entendieron que un arte no se puede estudiar. El arte es una expresión natural de lo que uno siente


y se descubre igual que un niño pequeño aprende a andar. Un bebé primero levanta la cabeza porque quiere conocer el mundo; lo mismo que cuando miras las teclas de un piano sin saber como se toca. Des-pués intenta sentarse para jugar con las cosas que le dan; igual es pulsar las teclas y conocer los sonidos. Más tarde el bebé gatea para lograr coger las cosas; esto equivale a hacer melodías simples con la necesidad de expresar lo que sientes. Cuando el niño no alcanza a coger algo, se pone de pie aunque a veces se cae; eso es como inten-tar tocar melodías más complejas con dificultades. Cuando los mús-culos del pequeño están preparados, de pronto empieza a dar sus pri-meros pasos; esto se parece a comenzar a tocar canciones completas pues ya tienes una práctica y un conocimiento del instrumento. Un niño se perfecciona a sí mismo naturalmente y termina sabiendo correr, saltar o andar a “pata coja”. Cuando quiere aprender a hacer piruetas prueba las técnicas que usan otros; lo mismo pasa con el arte. ¿Te gusta la música? Te propongo que cojas de nuevo el piano y empieces de cero, sin partituras, sintiendo la música como un niño pequeño siente la necesidad de andar para conocer el mundo.

Pablo siguió durante años atendiendo a las orientaciones de su amigo y fue un gran artista muy apreciado. Realmente esa persona tan especial era el mejor de los maestros, el que le había mostrado el camino y dado el apoyo para expresar lo que sentía con la música.

Enseñanza: Aprender es descubrir y practicar tus propias capaci-dades. Abre los ojos y disfruta conociendo el mundo expresando lo que sientes con el arte, esto también es Amor. Todos somos crea-dores y tenemos dentro un gran artista.


Ana y el delfínLos animales sienten como nosotros

Serían las cuatro de la tarde de un caluroso día en la playa cuan-do la mayoría de los bañistas reposaban la siesta. De pronto, el tío de Ana se levantó bruscamente y señalando hacia el mar gritó: —¡Un tiburón!. —Todos se pusieron de pie y las pocas personas que esta-ban bañándose salieron del agua en segundos. La gente miraba con curiosidad y miedo hasta que algunos afirmaron: —No es un tiburón, ¡es un delfín!

Ana era una adolescente arriesgada, sensible y soñadora. Ahora

tenía la oportunidad de acariciar un delfín como siempre había dese-ado. Sin dudarlo se sumergió en el mar llamándolo como intuía: Emi-tiendo gritos agudos debajo del agua y diciéndole con el pensamien-to que se acercara... Todos presenciaron cómo el delfín iba hacia el lugar donde ella estaba. Muchas personas se introdujeron en el agua para poder tocarlo. Niños, señoras y abuelos le acariciaron y


jugaron con él... Era una fiesta. Pero Ana notó que el delfín estaba nervioso por el mucho jolgorio y temió que se marchara, por lo que decidió nadar mar adentro y llamarlo desde allí varias veces para alejarlo del grupo.

Con la emoción de poder comunicarse con el delfín, se había aleja-do mucho. Le llamó y él se acercó comenzando entre ellos una autén-tica comunicación y unidad, pues a los gestos y caricias que mostraba Ana él correspondía de igual manera. En realidad era una danza de amor que duró no se sabe cuánto tiempo. Cuando Ana se agarró a su aleta y se montó sobre su lomo, él empezó a sumergirla en dirección a la profundidad. Ella se dio cuenta que no aguantaría mucho sin respi-rar, por lo que se soltó y nadó a la superficie. El delfín dio la vuelta y regresó insistiendo en que se subiera sobre él. Insistía de tal mane-ra que Ana descubrió que el delfín se había enamorado y que tenía intención de llevársela. Entonces sintió miedo y no quiso agarrarse a su aleta ni montarse encima. Inmediatamente notó la decepción que invadía al delfín cuando percibió que sus caricias ya no eran las mis-mas, pues ahora notaba miedo. Finalmente lo vio darse la vuelta y alejarse hasta que se perdió en el horizonte.

Enseñanza: Los animales son como nosotros, seres inteligentes que sienten. Si les amamos ellos nos aman; si les despreciamos o teme-mos ellos se alejan o nos temen. Es de una máxima inconsciencia ser cómplices necesarios de las torturas o los asesinatos de tantísimos animales. Son nuestros más inocentes y justos compañeros. Podría-mos vivir con ellos experiencias inolvidables, momentos para recor-darnos que estamos en el paraíso, la Tierra.


Los tres “buenos” hermanosLa injusticia y la hipocresía

Había una vez una madre que tenía un terreno en el campo y deci-dió dejárselo a sus cuatro hijos, ya mayores, para que se hicieran sus casas. Los cuatro hermanos acordaron hacer un bloque donde estu-vieran distribuidas las cuatro viviendas y que el resto del terreno fueran zonas comunes con aparcamiento, jardín, pozo de agua, huerta, piscina... Colaboraron para disfrutar juntos de ese sueño.

El hermano mayor llamado Jesús era distinto de los otros tres

porque no era hipócrita: Cuando tenía un problema con los otros hermanos siempre les expresaba lo que sentía y lo que pensaba con claridad, sin ocultar nada por evitar problemas. Eso le costaba que los otros a veces se enfadaran y le consideraran “el malo” por decir cosas que no les gustaban oír, creyéndose ellos “los buenos”.

Un día Jesús tuvo problemas en los negocios y se arruinó. Vendió todo lo que tenía menos su casa del campo y le pidió a una de sus


hermanas el favor de que hicieran los papeles legales para que su casa estuviera a nombre de ella, aunque seguía siendo de él, y así evitar la posibilidad de perderla por algún problema económico o perjudicar a sus hermanos ya que el terreno era común. También le pidió que escribieran en un papel que la casa seguía siendo suya, pero la hermana le dijo que no hacía falta firmar nada entre herma-nos porque había confianza. Así que todos siguieron con su vivienda en aquel terreno común.

Pero Jesús cambió y en vez de dedicarse de nuevo a los negocios se dedicó a apoyar a las personas pobres. Esto tampoco gustaba a sus hermanos. Ya sabéis que a quienes quieren el dinero y las cosas sólo para ellos no les gusta estar cerca de los que comparten. Era un problema tener un hermano que compartía todo y que además les decía lo que pensaba y sentía. Entonces los tres “buenos” herma-nos dejaron de hablarle. Cuando murió su madre los tres “buenos” hermanos, al seguir la hermana con la propiedad legal de la casa de Jesús, tramaron un plan para echarle y no tener que verle en el terreno. Así que los tres “buenos” hermanos consiguieron que abandonara su casa y lo dejaron en la calle.

Enseñanza: Los que se creen “los buenos” no lo son. Actúan injusta-mente y para taparlo usan la hipocresía: Se creen mejores y con más derechos; no dicen lo que piensan a la cara y no dialogan para solucio-nar los problemas; les crece la rabia y para tener la razón dicen que el otro es “el malo”. Por ejemplo consiguen que un hermano abandone su casa y dejarlo en la calle. Así desprecian el Amor, se maldicen a si mismos y a sus hijos que aprenden a ser injustos e hipócritas.

Máximo J. Hidalgo Álvarez


La abuela felizLa tranquilidad y la alegría

Érase una vez una abuela que tenía una particularidad: Era una abuela feliz. Ella hacía lo que todas, nada fuera de lo común, salvo conservar la ingenua alegría de los niños. Era una niña grande.

Un día fue a comprar con su hija a una tienda y le llamó la aten-ción una pequeña araña de adorno. Sin pensarlo dos veces la cogió y comenzó a perseguir a su hija con la araña riéndose sin parar y haciendo sonidos para asustarla. La hija le decía: —¡Mamá no hagas eso!, y corría porque le daban miedo las arañas. La muchacha de la tienda se divertía con la escena de ver que esas bromas que suelen hacer los niños con sus madres las hacía la abuela con su hija. Hacía mucho tiempo que no veía a una abuela bromear de esa manera y le dijo: —Me gusta mucho su forma de ser. Yo quiero ser igual cuando sea anciana. —La hija, que estaba presente en la conversación, con-testó: —Mi madre siempre está así y no podrás creerlo, pero hace poco ha estado muy enferma en el hospital y mira como está ahora.


Ha tenido muchos problemas en su vida, sin embargo siempre sonríe.La tendera se quedó mirándola y quiso saber el secreto de su

felicidad, así que le preguntó cómo era que, pese a haber estado enferma y haber tenido muchos problemas en su vida, seguía son-riendo y divirtiéndose. La abuela le contestó: —Hay que tomarse así la vida, y siguió mirando los objetos. La muchacha cayó en la cuenta de lo que tenía que aprender y le dijo a la abuela: —Usted es un buen ejemplo para mí. Acabo de darme cuenta que uno puede estar alegre aunque en la vida te estén ocurriendo cosas que no te gustan o te hacen sufrir, porque lo importante es como te tomes las cosas y que nada ni nadie te quite tu tranquilidad interior. La abuela levantó despacio sus ojos llenos de luz y asintiendo varias veces con la cabeza sonrió a la tendera reafirmando lo que decía. Después, con un sencillo adiós, se marchó con su hija, perdiéndose entre la gente.

Ese día la muchacha de la tienda decidió empezar a estar serena por dentro porque comprendió que si no empezaba a hacerlo en aquel preciso momento y lo practicaba cada día nunca llegaría a ser una anciana como la abuela feliz.

Enseñanza: La felicidad completa no existe, tampoco se busca. Esa extraña alegría que tienen unas pocas personas la puedes crear tu mismo dentro de ti viviendo con tranquilidad las cosas que te ocu-rren: Primero aceptando la realidad tal y como es y después tratando de cambiar lo que sea injusto hacia ti y los demás. Si tu das alegría, llenas de luz todo alrededor y los demás estarán muy a gusto contigo. Eso es Amor.


La joven mamá y el anciano sabioLa injusticia y la educación

Un día una joven mamá se encontró con un anciano sabio y le pre-guntó: —¿Cómo puedo educar bien a mi hijo? —El anciano respondió: —Te voy a contar mi propia historia y lo que he aprendido de ella. Y comenzó así:

—No todas las madres aman de verdad a sus hijos aunque ellas

crean que sí. Mi propia madre quería que fuera muy estudioso y edu-cado pero yo era demasiado travieso y descarado desde pequeño. En vez de corregirme dialogando y abrazándome con amor, me regañaba mucho, me duchaba con agua fría o decía que era muy malo. Era muy religiosa y quería que todos fuésemos igual; cuando tuve más años y le quería explicar mis ideas, se enfadaba y no me dejaba hablar. Se creía una madre “buena” pero no estaba siendo una madre justa.

La joven mamá escuchaba con atención. El anciano sabio siguió contando: —Tuve también una esposa que era demasiado permisiva


con nuestros dos hijos. La pequeña era muy caprichosa con la comi-da y su madre hacía caso a sus caprichos en lugar de decirle que no con amor. Mi otro hijo, cuando iba con su madre a comprar y quería algún capricho, se tiraba al suelo llorando y le era imposible levan-tarlo hasta que se lo compraba. A veces, cuando estábamos enfa-dados hablaba mal de mí a los niños sin estar yo delante y después notaba cómo ellos me rechazaban. Se creía una madre “buena” y no quería dialogar sobre estos errores.

El anciano miró atentamente a la joven mamá que estaba reflexio-nando y le dijo muy serio: —¿Sabes qué tenían de parecido mi madre y la madre de mis hijos? Que cuando eran pequeñas recibieron una edu-cación injusta y falta de amor aprendiendo a actuar injustamente pero a la vez creyéndose que eran “buenas”, tan “buenas” que no querían cambiar.

La joven mamá muy preocupada le dijo: —¿Qué debo hacer?, mi madre también actuó conmigo de forma injusta y no quiero repetir lo mismo con mi hijo. Entonces él le regaló las siguientes palabras.

Enseñanza: No hay que ser una madre buena, sino una madre justa. La madre justa duda siempre de sus propias ideas y siente con sus hijos lo que realmente necesitan desde pequeños. No cede a sus caprichos y les corrige sin gritar, insultar, humillar, amenazar, pegar o prohibir. Dialoga para que reflexionen y les escucha como si ellos fueran ella misma, la niña dolida que no fue escuchada. Les corrige abrazándoles como le hubiera gustado que le abrazaran a ella. Amar es sentir con los demás y tratarlos como una madre justa trata a sus hijos.


El hombre que no podía parar de trabajarEl trabajo y el sufrimiento

Jesús no podía parar de trabajar. Tanto trabajaba que estaba enfermo y había perdido la sonrisa. Sí, como oís, estaba muriendo len-tamente, atrapado igual que si hubiera caído en una gran tela de ara-ña. Cuanto más se movía en los negocios, más se enredaba y menos fuerzas tenía.

Al principio todo era ilusión: Tenía una pareja, hijos, creatividad, mucha inteligencia, sabía como ganar dinero... Puso su negocio en marcha, dio clases, hizo nuevos proyectos... Se sentía orgulloso y soñaba qué harían con el dinero: –Pagaremos nuestras deudas, nos compraremos un piso grande, iremos de viaje, cambiaremos el coche...–.

Pero Jesús no se daba cuenta que los años pasaban y cada vez tenía que dedicar más tiempo al trabajo. Trabajaba también muchos fines de semana y muchas noches hasta agotarse. A veces ni siquiera se


duchaba o desayunaba por la prisa. Sus hijos querían jugar o hablar con él, pero Jesús no tenía suficiente tiempo. Cada vez estaba más nervioso y malhumorado. Además se sentía presionado a hacer nego-cios con algunas personas injustas e hipócritas que le rodeaban. Su cabeza parecía explotar, pero se veía obligado a seguir ese ritmo para no fracasar. Se sentía sólo, nadie le entendía, no sabía salir de esa situación que lo tenía atrapado.

Una mañana, estando muy cansado, tuvo que salir de viaje. Llovía y su coche se salió de la carretera chocando contra una columna de hormigón de un puente. Quedó inconsciente pero cuando despertó y vio que no estaba muerto se dio cuenta que tenía una nueva oportuni-dad para vivir de otra manera. Sin embargo no supo parar de traba-jar y sufrir hasta que pronto llegó un día en el que quiso morir...

...Pero decidió ¡VIVIR!, hacer realidad todos los sueños que tenía desde niño y que se podían cumplir sin dinero. Por fin tomó la decisión de cerrar los negocios y trabajar sólo lo necesario en cosas sencillas y más justas. Se curó de los nervios y de nuevo empezó a sonreír. Ya tenía tiempo para escuchar y sentir a sus hijos y a los demás. La vida volvía a brillar para él, siendo cada día una nueva aventura.

Enseñanza: Vivir es mucho más que trabajar: Es jugar, pasear, dis-frutar con los seres que te rodean y tratarlos bien, tener tiempo para hacer lo que te gusta. Ningún trabajo debe hacerte un esclavo quitándote la alegría y la libertad. Cuidado con querer poseer dinero, te puedes ver atrapado en una “tela de araña” mortal de la que no te puedas soltar. El deseo de dinero es una trampa que mata al Amor.


Lucía y el AmorCompartir y no poseer

Después de haberse separado por malos tratos, Lucía se sentía muy sola. Cuando iba a comprar solía cruzarse con un perro callejero pequeño, solitario y triste, viéndole como un reflejo de sí misma: Aunque estaba rodeada de mucha gente, nadie sentía con ella, nadie la amaba de verdad, todos estaban pendientes de sus propias vidas. Trabajaba y tenía dos hijos pequeños a los que atender. Aquellos años de su vida se le hacían tan difíciles como andar por un desierto sin tener fuerzas. Pero un día todo cambió y se encontró un gran oasis, Lucía se encontró con el Amor. No penséis que se encontró con el amor de una pareja, no, se encontró con el Amor auténtico.

Por esas cosas que ocurren en la vida Lucía coincidió con Jesús y se enamoraron. Jesús le contó que él no quería tener una novia, una pareja o una esposa porque para amar no era necesario atarse como pareja y renunciar a la libertad, y ella le respondió que también pensaba lo mismo. A los pocos días fueron a la playa. Sentados en la


orilla del mar ambos sellaron con palabras un compromiso de Amor auténtico. Lucía le dijo a Jesús: —¿Quieres que te entregue mi cora-zón? —Y él respondió: —Sí, yo también quiero entregarte el mio y sentir contigo en libertad.

Viendo que ella le había hecho el gran regalo de no querer contro-lar su libertad para sentir tanto con ella como con las amigas íntimas que él tenía y con otras personas, Jesús se entregó ayudándole en lo que le hacía falta, haciéndole ricas comidas... Lucía cada vez estaba más feliz sintiendo que no trataba de poseer a nadie.

Un día, cuando aún llevaban poco tiempo conviviendo juntos, Jesús le dijo: —He conocido a un amigo que no tiene casa ni dinero y quiero que venga a vivir con nosotros porque antes de estar contigo ya com-partía la casa con personas pobres. Amar es sentir lo que sienten los demás como si fueras tu misma. —Lucía le respondió: —Por supuesto, que venga tu amigo, si yo estuviera en la calle querría que alguien compartiera conmigo su casa. A partir de entonces empezaron a venir más amigos y amigas que también compartían con ellos. Lucía por fin sentía que estaba amando y que estaba siendo amada por lo que ya nunca más se sintió sola.

Enseñanza: Sólo dando se recibe. Dar y recibir es ley natural del universo. El ser humano repite: “¡mío, mío, mío!”, por eso se siente solo. Amar es compartir con los seres que nos rodean y no querer poseerlos como una propiedad. Nunca será Amor querer a las perso-nas, al dinero o las cosas sólo para uno mismo o para la familia. El Amor Auténtico es un estado personal en el que se siente con los seres que nos rodean como si fueran nosotros mismos.


Los pequeños ladronzuelosEl robo y su corrección

Un día dos hermanos de seis y ocho años fueron con su madre y con Jesús a comprar a un almacén. Los mayores se fueron por unos pasillos y los niños por otros. Pasado un rato se encontraron y juntos fueron a pagar lo que había comprado su madre para la casa.

Cuando salieron y empezaron a caminar por la calle al hermano pequeño se le cayeron algunas canicas de los bolsillos; al intentar recogerlas se le caían todavía más. El otro hermano le ayudaba a toda prisa y ambos trataban de disimular. ―¿De dónde habéis saca-do esas canicas? ―preguntó su madre extrañada ―Las hemos cogi-do del almacén ―contestó el pequeño bajando la cabeza. Ella siguió preguntando: ―¿Habéis cogido algo más?. El mayor, bajando tam-bién la cabeza sacó perezosamente de sus bolsillos unos bolígrafos. Entonces Jesús les dijo: ―Eso que habéis hecho es robar, le habéis quitado al dueño del almacén cosas que aunque sean pequeñas, le cuestan trabajo y dinero. Ahora mismo vamos a entrar y devolvéis


todo pidiendo disculpas. Los niños no querían porque les daba mucha vergüenza. La madre insistía: ―No se roba ni un alfiler que os encontréis en el suelo. Pedid disculpas por lo que habéis hecho.

Todos volvieron donde estaba la cajera y Jesús le dijo: —Estos niños quieren decirte algo. El hermano mayor, cabizbajo, empezó a hablar: ―Perdón, nos hemos llevado estas cosas sin decírselo a mi madre y sin pagar. Ambos empezaron a poner sobre la mesa las cani-cas y los bolígrafos hasta que vaciaron sus bolsillos. El pequeño aña-dió: ―Perdón. La chica los miró con cariño y se despidió diciéndoles: ―Muchas gracias, muy bien hecho.

Jesús le dijo a su madre que los niños debían recordar esto para siempre, así que a ella se le ocurrió que escribieran en un papel cua-renta veces: “Coger las cosas de los demás sin su consentimiento es robar y una forma de agresión”. Los niños estuvieron escribiendo mucho rato, hasta que se les cansaron las manos, y habiendo pasado la vergüenza de tener que devolver lo robado pidiendo disculpas, aprendieron esa lección para siempre y nunca más robaron.

Enseñanza: Los deseos de poseer cosas y no poder conseguirlas pueden traer muy malas consecuencias como robar. Al robar agre-dimos al otro y no le estamos amando. Si queremos algo que no podemos adquirir tendremos que pedirlo. Cuando lo que queramos sea imprescindible como la comida, al pedirlo, podemos encontrar alguien que comparta con nosotros.


Lo genial se crea sintiendo en equipoLa horizontalidad, el consenso y la alegría

Érase una vez Rosa, una niña grande y José, otro niño grande, actores y profesores de teatro en la escuela de arte dramático de la mágica ciudad de Córdoba. Un día propusieron a un grupo de alum-nos del último curso representar una adaptación actual de “Don Juan Tenorio” a la que llamaron: ”Tenorio, del carnaval al cielo”. Se ilusionaron y se pusieron (nunca mejor dicho) manos a la obra.

Necesitaban un reparto de bastantes personajes y un numeroso equipo técnico para la iluminación, el sonido, la coreografía, el ves-tuario... Rosa, como directora y José, como productor, formaron su equipo con alumnos que sentían intensamente y tenían habilidades para la preparación de la obra. Todos se pusieron a trabajar con ahínco e ilusión.

Cada vez que la representaban se sorprendían por tener tanto éxito: Las personas del público se emocionaban, incluso algunos llora-


ban, les aplaudían con pasión y les felicitaban por su trabajo. Cada función les salía mejor y esto les animaba a trabajar más y a corregir sus errores. Todo salió genial.

…Y os voy a explicar por qué fue así: Rosa, la niña grande, dirigía la obra haciendo partícipes a todos de las decisiones facilitando que se pusieran de acuerdo. Dialogaba escuchando a los demás y sintiendo lo que ellos sentían. José, el niño grande, sabía que todos eran iguales aunque él, como profesor, supiera más. Trabajaba con los alumnos con dedicación tratándolos como le gustaba que le trataran a él. Los pro-fesionales que participaban en la obra como Javi, Juan Antonio, Car-men y Chelo, aunque tenían más experiencia no eran orgullosos. Sus palabras de ánimo, sonrisas y bromas llenaban de alegría las muchas horas de ensayo. Los alumnos quedaron muy contentos, con ganas de seguir trabajando unidos y preparar nuevas obras. Aprendieron lo más importante de hacer teatro: Trabajar en equipo con Amor; por esto, cuando fueron profesionales del teatro, también siguieron sien-do de ¡los mejores!

Enseñanza: Los trabajos en equipo salen muy bien cuando todos se sienten iguales y por lo tanto no hay personas que mandan, sino perso-nas elegidas o aceptadas por el grupo con funciones de organización (horizontalidad); cuando las decisiones se toman dialogando hasta lle-gar a un acuerdo (consenso), nunca por imposición ni por votaciones mayoritarias; cuando todos tratan de sentir con los demás creando un buen ambiente (alegría). Sólo es posible que un trabajo en equipo sea genial cuando actúa libre el Amor.


Un regalo para MohamedLa pobreza y el Amor

Había comenzado el invierno y cientos de trabajadores extranje-ros que iban a la campaña de la aceituna recorrían las calles. Aquella fría mañana Jesús iba en una pequeña moto cuando se encontró con un atasco producido por alguien que se movía por medio de la calza-da y que echaba alguna ropa a una hoguera que había encendido. Gri-taba y escupía a los coches que pasaban pitándole. Luego se tumbó en el suelo delante de un coche interrumpiendo aún más el tráfico.

Jesús, enseguida, fue a ver qué le pasaba a ese hombre y con paciencia le invitó a ir hacia la acera y a sentarse en un banco. Una vez sentados le preguntó cómo se llamaba. Él le contestó mientras gesticulaba exageradamente, con la cara tensa y los ojos llenos de lágrimas: —Me llamo Mohamed, yo quiero morir, quiero quemarme, quince años en España y nada de dinero, ni zapatos, ni casa... Yo ten-go problemas en mi cabeza, no tengo dinero para medicinas. Jesús viendo su sufrimiento le invitó a su casa donde comió y durmió todo


lo que necesitaba. Cuando despertó le contó que había tenido en el pasado un accidente de trabajo en la cabeza y que necesitaba medi-cinas. Seguía muy nervioso. Jesús decidió llevarlo al hospital donde le ingresaron. Al día siguiente el médico le dijo que Mohamed toma-ba pastillas para una enfermedad, la esquizofrenia, y que estaba nervioso por haber estado tiempo sin tomarlas. Todos los días Jesús lo visitaba y él le contaba: —Estoy sólo en la vida, no tengo dinero, mis padres están separados, mi padre y mis hermanos están en Francia y no quieren saber de mi, mi madre anciana está enferma. Jesús, sabiendo que tenía buen corazón le dijo: —Tu ya no estás sólo, mi familia es ahora tu familia. Mohamed sonrió por primera vez y se sintió mucho más aliviado.

Después de pasar las fiestas navideñas fueron juntos a arreglar los papeles para conseguir una ayuda económica del gobierno que le correspondía por estar enfermo. Mohamed nunca había tenido ayuda de nadie y, sin embargo, él había compartido con mucha gente. Ima-ginad su alegría y seguridad: Ahora sentían con él y tenía un poco de dinero para vivir con lo más básico. Mohamed siguió compartiendo y siempre preguntaba a Jesús si le hacía falta algo. Entendía la reci-procidad. Había recibido un gran regalo muy bien merecido.

Enseñanza: Bienaventurados los que lloran porque sufren injusti-cias, pues ellos serán consolados. Así es, antes o después alguien sabrá sentir con ellos y les apoyará en lo que necesiten. Pero para que esto siga sucediendo que nadie se olvide de devolver el Amor que recibe, eso es reciprocidad y, por lo tanto, Justicia.


Un Pueblo LibreLa opresión y su liberación

Había una vez un Pueblo cuyos ciudadanos no se amaban a sí mis-mos, estaban preocupados, cansados y tristes por tener que traba-jar, incluso donde no querían, hasta que eran viejos para poder ganar el maldito “dinero” y así pagar la comida o vivienda y las cosas innecesarias que no les hacían más felices sino más esclavos.

Además tenían que dar parte de ese dinero a unos señores y señoras que la mayoría de los ciudadanos, engañados con sus falsas promesas, habían elegido como representantes y que decían usarlo para las necesidades del Pueblo; pero casi siempre lo robaban para ellos o para sus amigos. Había ciudadanos que no tenían suficiente para comprar una casa y tenían que pedir prestado el dinero a los señores y señoras de los bancos que les exigían más como recompen-sa por habérselo prestado y que se quedaban con sus casas y los dejaban sin vivienda si no podían devolvérselo. Todos los señores y señoras eran ladrones, delincuentes y criminales de “traje y corba-ta”, los “peces gordos” mafiosos que ocupaban el poder, que hacían


leyes injustas y que tenían a su servicio, como cómplices y ayudan-tes muy bien pagados y protegidos por ellos, a altos funcionarios, jueces, fiscales, policías corruptos e injustos.

Así los señores y señoras eran cada vez más ricos y poderosos gracias a este Pueblo que trabajaba para ellos hasta agotarse, con-sumía sus productos incluso insanos, les pedía prestado el dinero devolviéndoselo con creces y pagaban lo que ellos decían. Millones de esclavos sin cadenas; un Pueblo engañado, robado y sometido.

Hartos, cansados y enfermos de tanta opresión, reconociendo que ellos eran los responsables por no amarse a sí mismos, aquel Pueblo empezó a dialogar hasta llegar a acuerdos y decidieron orga-nizarse para dar la espalda a los señores y señoras injustos: Deja-ron de protestar porque no servía para nada y empezaron a inter-cambiar los alimentos y las cosas hasta que no fue necesario el dine-ro; decidieron no trabajar para ellos y ayudarse mutuamente para construir las casas, educar a sus hijos o atender a los enfermos. Hablaron con otros pueblos y compartieron unidos excluyendo a los que querían aprovecharse de los demás. Nunca más eligieron a representantes que los organizaran y les obligaran a darles dinero. De esa forma se liberaron de la opresión y todos se sintieron mucho más felices siendo por fin un “Pueblo Libre”.

Enseñanza: ¿No seremos como el Pueblo sometido cuyos habitantes no sabían amarse a sí mismos? Ignoremos a los poderosos, unámonos en grupos (asambleas), sintiéndonos todos iguales, sin representan-tes (horizontales) y tomando decisiones mediante el diálogo hasta llegar a acuerdos (consenso). Hagámoslo y seremos un Pueblo Libre.


Epílogo

Esperamos que hayas disfrutado, recordado y/o aprendido con esta pequeña colección de cuentos, la primera que hemos elaborado. Están basadas en experiencias personales que hemos vivido algu-nos miembros de la Asociación “Los Nadies”. Con ellos te hemos querido expresar que cuando uno dice Amor también está diciendo no mentir a los demás, denunciar las mentiras que otro quiere ocultar, entender el lenguaje de los animales y no maltratarlos, no ser hipócrita, no robar, no justificar las injusticias que uno hace, favorecer la tranquilidad interior, educar sin represión viendo reflejadas tus necesidades de ternura y respeto en tus propios hijos. Amor igualmente es no maltratarse a sí mismo, evitar la avi-dez de dinero, no querer poseer a las personas o a las cosas sólo para uno mismo, expresar lo se siente sin frustraciones a través del arte, trabajar en equipo con horizontalidad, consenso y ale-gría, saber devolver recíprocamente el Amor que uno recibe y como no, liberarse como Pueblo de la opresión de los poderosos aprendiendo a ser miembro de un Pueblo Libre.

El Amor tiene muchos nombres pero siempre es Amor, igual que las personas tenemos muchos nombres pero siempre somos lo mis-mo: Seres Humanos. Nos viene al recuerdo cuando Mario Benedetti escribía “Libertad es una palabra enorme”, pues ahora nosotros afirmamos: Amor es la palabra más grande que existe, pues engloba todas las acciones de coherencia que realizamos cuando sentimos con todos los seres como si fueran nosotros mismos.


Asociación “Los Nadies”Promoción social de personas precarias y/o excluidas

Nuestra Asociación recoge entre sus fines, objetivos y activida-des la promoción de personas en situación de precariedad o de ries-go social. Así venimos trabajando de forma continuada desde el año 2007 desarrollando programas para la inserción y la mejora de la calidad de vida de familias monoparentales, mujeres maltratadas, mendigos, personas drogodependientes y otros colectivos excluidos.

El objetivo de este proyecto es promover el aprendizaje de la ayuda mutua y de la autogestión colectiva como fórmulas para salir de situaciones de precariedad y/o exclusión.

Una persona con estas problemáticas necesita de compañeros y compañeras que habiendo vivido situaciones parecidas, mediante el aprendizaje de la ayuda recíproca, le apoyen en su propio cambio y que a la vez él apoye a otros. Es decir, vivir cubriendo las necesida-des básicas de forma digna compartiendo con otros el propio apren-dizaje de inserción y los recursos personales (habilidades sociales, dedicación, tiempo), materiales (vivienda, alimentación, vestido...) y económicos por pequeños que sean.

El aprendizaje de la autogestión colectiva consiste en gestionar los propios medios de vida sin mantener una dependencia de las ayu-das institucionales o benéficas. No creemos que las ayudas económi-cas institucionales mantenidas a las personas en situaciones de pobreza y/o exclusión sirvan para que las superen. Salvo las ayudas urgentes y puntuales, el resto crean dependencia y, muy al contrario, perpetúan la pobreza. A quien quiere “un pez”, sé justo y ayúdale enseñándole a pescarlo. Cada persona debe participar en reciproci-


dad con los demás, siendo creador de sus propios cambios. Es muy importante este apoyo mutuo entre las personas que vivimos estas situaciones, pues bajo el paternalismo, la soledad y la exclusión es prácticamente imposible cambiar.

Para realizar esta promoción social mediante el aprendizaje de la autogestión colectiva, nuestra actividad principal son los puestos de rastro solidario. Los ciudadanos que se acercan y quieren participar pueden donar objetos de segunda mano en buen estado o colaborar con un pequeño donativo por los que recíprocamente escogerán un regalo.

Otra actividad es generar espacios de aprendizaje en artes, téc-nicas y conocimientos creativos (trabajos y talleres de artesanía, música, teatro, yoga...) para el desarrollo de nuestras habilidades personales y así aprender a vivir de la autogestión colectiva.

Las personas que participen en este proyecto y logren su inser-ción social, junto a los colaboradores de cada localidad, serán los que fomentan la inserción de otras personas. Nuestras actividades no son mercantiles ni lucrativas. Son beneficiosas para todos como un auténtico trabajo social de integración, promoción, educación social y vivero de autogestión. Un modelo de sostenibilidad con reu-tilización, reciclaje y recuperación.

Os invitamos a participar con nosotros en este proyecto que transforma la realidad favoreciendo la integración de personas pre-carias y/o excluidas.

Los Nadies


Cuando seas capaz de abandonarte a la furia del viento, descubrirás que no eras tú, hoja, quien se agarraba fuertemente al árbol sino el árbol quien te sostenía para que no cayeras.

Siente que no eres tú quien se aferra a la vida sino la vida quien a ti te sostiene.No trates de controlarlo todo: Fluye.

Asociación “Los Nadies”Juntos estamos demostrando que es posiblelo que otros, sin intentarlo, llamaron utopía

Teléfono: (0034) 693 391 587 - Correo: [email protected]: http://alosnadies.blogspot.com.es - Reg. Nac. Asociaciones nº: 590080

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