Jesús Zambrano, segundo perredista consecutivo en asumir la presidencia de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, recibió el tercer informe de labores del presidente Peña Nieto de manos del secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.

Zambrano dijo:

“Escuchar de él mismo —dijo— en viva voz también, las consideraciones que tiene sobre el rumbo del país y que están plasmadas en el Informe que hoy se nos entrega; el que se aceptara en las deliberaciones y en los acuerdos y resoluciones que tomemos en el Poder Legislativo en las semanas y meses subsiguientes, sería de una señal muy positiva, muy poderosa para el fortalecimiento de la democracia, el que pudiéramos coincidir, en este ánimo de poder ir construyendo y consolidando el ejercicio democrático en nuestro país”.

La propuesta parece apropiada dentro de un marco protocolario en el cuál, de manera institucional, se produciría el encuentro de los tres poderes de la unión; sin embargo, dentro del contexto mexicano dicho evento adquiría matices ritualistas, se le llamaba "el día del presidente"; el informe era un grueso documento indicador de los supuestos logros presidenciales, se presentaba de manera solemne y sin demasiada réplica por parte de los grupos opositores. Durante la transición y con el advenimiento de los gobiernos panistas la historia se fue al extremo opuesto, la desmitificación del poder presidencial y el reforzamiento de una oposición real crearon situaciones de confrontación tanto verbal como física, dando como resultado que dicho evento se reformara y solamente se entregara el informe de labores por escrito.

Si bien es cierto que los eventos institucionales dan forma al proceso político, también es verdad que la comunicación entre los distintos poderes se da de forma continua y permanente, no existe una necesidad imperiosa por la cual el presidente tenga que enfrentar directamente a sus contrapartes políticas. Jesús Zambrano, quien fue el que propuso el retorno de la figura presidencial a la Cámara, es integrante de una facción de la oposición no radicalizada, pero hay que recordar que anteriormente si lo fue, resulta curioso ver cómo se desarrollan y cambian las posturas políticas con el pasar del tiempo, por otro lado, existen facciones al interior del Congreso más radicalizadas que verían con buenos ojos, con miras en los reflectores, el reclamar directamente un informe presidencial. De cualquier manera, los procedimientos legales para modificar dichas medidas de materia política se derivan de la discusión política al interior del Congreso, posiblemente el tema propuesto por Zambrano pueda tener eco y sea discutido.

Al discurso de recibimiento del informe Chong reviró con retórica: "“es momento de consolidar el proyecto de nación que los mexicanos hemos definido. Es momento de enfrentar los retos como lo hemos venido haciendo en unidad por México. Porque sólo unidos seguiremos trazando el México de progreso, de desarrollo e igualdad al que todos aspiramos”.