yaigojé apaporis, parque natural en riesgo por la minería

7/16/2019 Yaigojé Apaporis, parque natural en riesgo por la minería

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Yaigojé Apaporis, en peligro por el oro

Río Apaporis. (Foto: Fundación Gaia Amazonas)

Este resguardo indígena, creado en 1988, es el único territorio colombiano que ha sidodeclarado parque nacional natural por solicitud de las comunidades que viven allí. En su

1’060.603 hectáreas habitan plantas y animales únicos de la Amazonía, así como

poblaciones indígenas con una tradición milenaria. Unos y otros están en riesgo por cuenta

del interés que despierta el oro existente en la zona. La idea de que la empresa minera

canadiense Cosigo Resources Ltda. explore el territorio en su búsqueda no es bienvenida

por un grupo de indígenas que quiere salvaguardar a Yuisi o Chorro de la Libertad, lugar

sagrado donde se originó la humanidad. Otros, en cambio, prefieren la intervención de la

compañía.



Por este caso, la Procuraduría General de la Nación abrió proceso disciplinario a ocho

funcionarios de Ingeominas por su presunta participación en el otorgamiento de títulosmineros y los procesos que se surtieron para los mismos, y este 13 de julio también pidió a

Ingeominas revocar el título minero otorgado a Cosigo Resources dos días después de la

creación oficial del parque, teniendo en cuenta que al ser área de reserva no se puede

ejecutar allí ninguna actividad de exploración y/o explotación minera. Informe especial .



Historia del parque que está en riesgo

por un metal dorado

El interés comercial que despierta el oro, metal sagrado para nuestras comunidades

indígenas, está poniendo en peligro la biodiversidad del Amazonas y la unión de las

poblaciones que habitan la zona. Tras la pista de dicho metal han estado por cerca de 30

años mineros artesanales quienes han sido desplazados por una empresa canadiense

cuestionada por los manejos dados para buscarlo; la misma compañía que hoy, según el

seguimiento realizado por la Fundación Gaia Amazonas, estaría detrás de las 23 solicitudes

de títulos mineros en el Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis que son estudiados por

las autoridades ambientales del país (ver mapa).

La misma que tiene en vilo a Colombia, y a organizaciones de otras zonas de Suramérica que

velan por la conservación y la preservación del medio ambiente y de las tradiciones

culturales indígenas, porque cuenta con un título de exploración y explotación en esta

reserva natural nacional, cuyo proceso de creación está siendo estudiado por la Corte

Constitucional colombiana.

En el tema también ha tomado parte la Procuraduría General de la Nación que ya abrió

proceso disciplinario a ocho funcionarios de Ingeominas por, presuntamente, participar en

el otorgamiento de títulos mineros para ser ejecutados en la zona, los cuales van en contra

de la designación del área como parque y reserva natural. Además, el 13 de julio del 2011, el

ministerio público también ofició a Ingeominas solicitando la revocatoria del título minero

otorgado a Cosigo Resources el 29 de octubre de 2009, dos días después de la creación

oficial del parque.



Expedientes mineros en el Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis. Los códigos y zonas que aparecen en rojo corresponden a

las solicitudes de permisos y títulos para exploración minera. (Mapa – Fundación Gaia Amazonas)

Se trata de Cosigo Resources (ver nota anexa), la empresa que en Taraira, municipio del

Vaupés a 80 km de Mitú, tiene una concesión del gobierno colombiano por 30 años, tiempo

prorrogable por el mismo lapso para hacer exploración y explotación. Allí ha realizado

trabajos desde el 2007 en el llamado Proyecto Machado, un área constituida por 9.973hectáreas que, según la empresa, es el “Cinturón de Oro Taraira”. Un cinturón que ha



buscado extender. En octubre del 2009 logró que Ingeominas le otorgara un título minero

en una parte del Resguardo Yaiogojé Apaporis. Dicho título fue concedido dos días despuésde que el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial declaró la zona como

Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis. Decisión que tomó para “garantizar la

permanencia de los valores culturales de los pueblos indígenas que habitan la región,

asociados a la conservación del medio natural, como fundamento para el mantenimiento de

la diversidad biológica y cultural del país, como también garantizar la oferta de bienes y

servicios ambientales esenciales para el bienestar humano”, según lo establece la resolución

2079 del 27 de octubre del 2009.

La creación de este parque fue puesta en entredicho. Representantes de comunidades del

Vaupés interpusieron una tutela para que se protegiera su derecho a ser consultados

previamente sobre la creación, como lo ordena el acuerdo 169 de la OIT ratificado por

Colombia. Sostienen que ser parte de una reserva natural les impide progresar como

comunidad y desarrollarse como seres humanos individuales.

La Corte Constitucional tiene la última palabra sobre el tema. En sus manos está la revisión

de la tutela interpuesta por Benigno Perilla, representante legal de las comunidades de

Taraira – Vaupés agremiadas en la Asociación de Comunidades Indígenas de Taraira –

Vaupés, ACITAVA. Si su decisión es confirmar que se hizo el proceso de consulta, como lo

muestran actas del proceso cursado entre el 4 y el 20 de julio del 2009 en las 19

comunidades del resguardo y reafirmados por un congreso de autoridades en Centro

Providencia, quedará en pie la creación del parque y se preservará el ecosistema amazónico

y los lugares sagrados que existen allí. Pero si la determinación es solicitar de nuevo la

consulta y revocar la creación del parque, el panorama será oscuro para las comunidades

indígenas y para las especies vegetales y animales que habitan el lugar.



Mientras se surten los procedimientos legales para una nueva consulta, la minera

canadiense Cosigo y las otras empresas interesadas en la zona podrán acelerar sus pasospara obtener los títulos mineros y los permisos necesarios que les den la posibilidad de

explorar y explotar el oro existente en la región.

El inicio

Comunidad de Santa Clara, ubicada a orillas del río Apaporis.

(Foto: Laura Contreras/Fundación Gaia Amazonas)

Aunque oficialmente el Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis tiene menos de dos años

de creado, desde tiempo atrás se ha buscado su preservación. En 1988, previendo las

amenazas que se veían venir, las comunidades indígenas del lugar lograron que fuera

constituido el resguardo Yaigojé Apaporis.

Gerardo Macuna, secretario de Medio Ambiente y Ordenamiento

Territorial de la Asociación de Capitanes Indígenas del Yaigojé Apaporis

(ACIYA), cuenta que en la década del 90, cuando la biodiversidad y los sitios

sagrados fueron puestos en peligro por la Gobernación del Vaupés, ACIYA



instauró una tutela que falló a su favor y que sentó un precedente sobre la necesidad de

crear un estatus especial en la región. La Gobernación buscó instalar una inspección depolicía, una escuela y un cuarto frío en Yuisi o el Chorro La Libertad, pero las autoridades le

ordenaron retirar las construcciones por estar en un lugar sagrado.

La Libertad lo es todo para los indígenas. Los chamanes de las etnias que habitan la zona

aseguran que la humanidad se creó en el río Apaporis que atraviesa parte de la Amazonía y,

concretamente, que el origen de la vida se dio en Yuisi, o Chorro de La Libertad. Como lo

narra la Revista Semana en un informe publicado el 21 de mayo del 2011, de esta zona

depende el equilibrio de la selva. “Solo los mayores pueden contemplar sus aguas y las

mujeres tienen prohibido mirarlo. Se dice que cada vez que un chamán hace una curación se

conecta con el pensamiento a esa cascada. Todos los años en marzo, las comunidades

celebran el ritual del Yuruparí, en el que los niños reciben la conexión espiritual con Yuisi,

que les da el paso a su vida adulta”.

Chorro de La Libertad - río Apaporis. (Foto: Fundación Gaia Amazonas)



Gerardo cuenta que en 1998 las comunidades se desplazaron hasta Bocas del Pirá para

entrar en contacto con los representantes de Inderena, Parques Nacionales Naturales yalgunos miembros de la comunidad académica de la Universidad Nacional de Colombia con

el fin de que el resguardo fuera ampliado a un millón de hectáreas.

“En la reunión pusimos las cartas sobre la mesa y dijimos que como pueblo indígena no

estábamos diciendo que el Estado no concertara lo del parque, pero como pueblo indígena

queríamos que primero el Estado reconociera la ampliación del territorio, porque ya ACIYA

había advertido de la amenaza que afrontaba el territorio por intereses de las

multinacionales. Si no lo hubiéramos dicho, ya estaría todo destruido y eso era para

garantizar la estabilidad”, recuerda Gerardo.

De esta manera se llegó a la ampliación del resguardo a un millón de hectáreas y las

comunidades indígenas siguieron disfrutando de la tierra que siempre les ha proveído de

todo lo que necesitan para vivir tranquilamente.

Enfermedad occidental con remedio occidental

La tranquilidad no duró mucho. Ante las amenazas las comunidades volvieron a preocuparse

por salvaguardar el resguardo, pues lo que se había establecido era que “el suelo es del

resguardo, de propiedad colectiva, y el subsuelo, del Estado”, relata Gerardo. Fue esa

preocupación la que llevó a la asociación a dar el siguiente paso jurídico: convertir el

resguardo en un parque natural. “La mejor opción de blindar un territorio era llamar al

Estado, es decir: enfermedad occidental se cura con medicina occidental. Y si todas las

licencias mineras las da el Estado, había que llamar al Estado para que defendiera el

territorio”, agrega el representante de ACIYA.



Con ese propósito y por un llamado de los Tradicionales (autoridades indígenas que toman

las decisiones), miembros de ACIYA se reunieron en febrero del 2008 con representantes delEstado para darles a conocer la intención que tenían las comunidades de fundar el parque

para mantener viva su cultura. Después de la reunión, Gerardo Macuna viajó a Bogotá con

un poder de su pueblo para reunirse con las directivas de Parques Nacionales Naturales.

La determinación de las comunidades fue bien recibida por la

entidad, como explica Julia Miranda Londoño, directora de

Parques Nacionales, pues ya se había identificado que era un

sitio muy importante desde el punto de vista ecológico. “Ellos

nos agregaron un ingrediente adicional que es la importancia

espiritual para las culturas. Esa área para la comunidades

indígenas es el origen del mundo, el centro del universo, es un

área absolutamente sagrada en la que no han permitido ni siquiera asentamientos en el

sitio específico de El Chorro de La Libertad y zonas aledañas”, señala Miranda Londoño (ver

entrevista). Un aspecto importante contemplado en el Convenio de Diversidad Biológica.

Precisamente la Universidad Nacional realizó una investigación en la zona para determinar

su valor natural. Según las evaluaciones, es un área rica en flora y fauna. El inventario

registró 1.683 plantas vasculares (33 de estas endémicas para Colombia), 362 aves, 81

reptiles, 73 anfibios, 201 peces y 443 mariposas. Entre los mamíferos más llamativos figuran

osos hormigueros gigantes, una gran variedad de micos como el colimocho o el huicoco,

ardillas, lobos de agua, tigrillos, jaguares, pumas y delfines.

El paso que siguieron Parques Nacionales y ACIYA fue documentar este hallazgo y la

intención de crear el parque. Entonces iniciaron el proceso de socialización entre las

comunidades. Gerardo Macuna asegura que se hicieron tres recorridos de socialización.

“Los miembros del territorio y los representantes de Parques fueron para dar a conocer los



propósitos del parque y a qué apunta. El último recorrido fue una de las consultas previas,

porque es claro que para formar ese parque solicitado por los mismos indígenas la condiciónera que el Estado garantizara que se hizo con total transparencia”.

En desarrollo de este proceso, la Fundación Gaia Amazonas, que

trabaja por la región desde hace 20 años, “apoyó a ACIYA con un

abogado que los asesoró y con recursos para los recorridos y

reuniones de consulta, análisis y socialización entre todas las

comunidades, así como las salidas a Bogotá para reunirse con la

dirección de Parques”, como lo explica Martín von Hildebrand,

director ejecutivo de la fundación (ver entrevista).

Según la Directora de Parques Nacionales, junto con el Ministerio del Interior, se

identificaron las autoridades competentes para hacer la consulta previa, así como el día, el

lugar y el mejor canal para realizarla. Ese procedimiento fue certificado por el Ministerio del

Interior y tras obtener una votación a favor de la creación del parque por parte de la

asamblea de ACIYA, que en ese momento representaba la totalidad de las comunidades del

Resguardo Yaigojé, se procedió a la declaratoria del mismo por resolución oficial bajo el

número 2079 del 27 de octubre del 2009.

“Esta zona tiene una rica tradición cultural que contempla una serie de prácticas

chamanísticas y rituales que les otorgan a los seres humanos los conocimientos necesarios

para vivir y proteger este mundo”, comentó el ministro de Ambiente, Carlos Costa, en el

evento público de constitución del parque.

Lo expuesto por el Ministro concuerda con lo plasmado en las consideraciones de la

resolución de constitución, en la que consta que: “según Acta del 12 de diciembre de 2008,

se realizó el Congreso Extraordinario de la Asociación de Capitanes Indígenas del Yaigoje

Apaporis –ACIYA- en la Maloca Comunitaria de Centro Providencia (Resguardo Yaigoje



Apaporis), donde autoridades tradicionales y políticas ratificaron la decisión de consolidar el

territorio del Resguardo, a través de la creación de un Parque Nacional Natural”, cuyoterritorio será “inalienable, imprescriptible e inembargable” .

Además, establece que se respetará el estilo de vida de las comunidades indígenas y “no

habrá decisiones unilaterales”, por lo cual cualquier determinación que se pretenda tomar

sobre el parque deberá ser concertada.

Tras la creación formal del parque, ACIYA ha seguido trabajando en la construcción de

políticas estratégicas para el manejo del parque y el respeto por las comunidades indígenas

y sus costumbres.

Los críticos del parque

El parque no fue bien recibido por todos, especialmente por la empresa canadiense Cosigo

Resources que tiene interés de explorar la zona. Como se mencionó, cuenta con un título

minero otorgado por Ingeominas, del 29 de octubre del 2009, dos días después de la

creación del parque, el cual no puede ser ejecutado por la misma condición de reserva que

tiene ahora el territorio. Además, tiene la mayoría de las 23 solicitudes de concesión minera

en la zona que hoy están en manos de Ingeominas.

Algunas comunidades indígenas del departamento del Vaupés han mostrado descontento

con la determinación y se han empeñado en reversar la decisión, sustentadas en que la

minería les garantizará el progreso de sus pueblos. Esto las llevó a crear una nueva

organización de autoridades indígenas (ACITAVA) y a interponer una acción de tutela para la

revocatoria del parque en la que adujeron que nunca fueron consultadas sobre la creación

del mismo.



Benigno Perilla, líder colono (no indígena que reside en la

zona), es el representante legal de las comunidades deTaraira – Vaupés agremiadas en la Asociación de

Comunidades Indígenas de Taraira – Vaupés, ACITAVA.

En rueda de prensa realizada el 15 de junio de este año, en

el Hotel Radisson de Bogotá, con el acompañamiento de la

empresa Cosigo Resources, Benigno afirmó que la tutela

fue interpuesta porque no se les consultó la creación del parque y porque sienten que de

esta manera se está irrumpiendo en su territorio, lo cual les resta autonomía. Aseguró que

nunca tuvieron contacto con los representantes de Parques Nacionales y que en la reunión

sostenida en Junio de 2011 en Bocas del Taraira, (en donde se hizo una de las

socializaciones,) les dijeron que se mantendría el parque así no estuvieran de acuerdo. “Es

que quieran parque o no quieran parque, el parque se impone por encima de lo que sea”,

aseguró que les dijeron. De igual forma, señaló que no les comentaron qué impactos

positivos y negativos iba a tener y solamente les fue informada la creación del mismo

cuando conocieron la resolución.

Lo anterior resulta contradictorio, pues en el Acta de Protocolización del Proceso de

Consulta Previa para la Creación del Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis, en la que el

Grupo de Consulta Previa del Ministerio del Interior informa sobre la reunión en la

Comunidad Centro Providencia del 4 de julio en Bocas de Taraira, se lee: Benigno Perilla “de

mala fe dijo que no se le había informado sobre el proceso de socialización de la Consulta

Previa”, pese a que el Ministerio cuenta con el recibido de la información en Bogotá (16 de

junio de 2009).

Documentos donde se registran dichas afirmaciones y la tutela, que ha surtido el trámite

legal normal, se encuentran en revisión en la Corte Constitucional. Unas y otras, según



Miranda, son el resultado de la influencia de Cosigo Resourses en los indígenas del Vaupés.

“(Cosigo) tiene un interés privado, económico, particular, que logró, a través de métodosmuy cuestionables, influenciar la opinión de una minoría absoluta de la comunidad

indígena”, señala.

La Directora de Parques Nacionales agrega que la multinacional canadiense “logró interferir

en el proceso de consulta previa” y que todo el trámite está documentado y contiene las

pruebas de que estas comunidades fueron convocadas, pero que se negaron a asistir.

“Sabemos que Cosigo pretendió evitar la asistencia de la comunidad indígena a las

reuniones convocadas. Los llamaba a otras reuniones simultáneamente, con las que

pretendía cambiar la anuencia a la declaratoria. Sin embargo, se considera que el proceso

de consulta previa fue completo, fue certificado, se convocó a todas las 19 comunidades. Ni

Parques Nacionales ni el Ministerio del Interior pueden obligar a las comunidades a que

asistan a la consulta previa a participar”.

Esta misma denuncia fue realizada por la comunidad que “manifiesta la realización de

actividades paralelas por parte de la empresa minera Cosigo, que impidieron la asistencia de

la comunidad en pleno”, según consta en el Acta de Protocolización del Proceso de Consulta

Previa.

La falta de consulta previa no es la única queja que tienen las comunidades disidentes de

ACIYA, hoy organizadas en ACITAVA. Según expuso Benigno en el Hotel Radisson, el hecho

de declarar la zona parque también restringe su progreso como pueblo y limita el acceso de

sus miembros a la educación superior y a trabajos que podrían considerarse exclusivos del

mundo occidental. “Somos unos elementos arqueológicos que de ahí no podemos salir,

tenemos que estar sumidos y guardados allí, no tenemos derecho a conocer la parte

exterior, la tecnología, el entorno que nos rodea, nosotros tenemos que estar es dominados



en el fondo por una filosofía que para mí no es lo mejor, ni para ustedes”, afirmó el

representante de ACITAVA en Bogotá.

La rueda de prensa, a la que asistieron los Tradicionales de las comunidades indígenas del Vaupés agremiadas

en ACITAVA, se realizó en Bogotá y fue coordinada por Cosigo Resources. En primer plano Germán Mendoza, secretario de la

Comisión de Derechos Humanos para Pueblos Indígenas, invitado como moderador, y atrás los Tradicionales de ACITAVA.

(Foto: Fundación Gaia Amazonas)

Tal idea es rechazada de plano por Gerardo Macuna, de ACIYA (ver entrevista), quien

sostiene que el parque no les impide su progreso. La Directora de Parques Nacionales

tampoco está de acuerdo con la afirmación de Benigno. “Eso es no comprender o dar unos

argumentos fuera de contexto totalmente. Ellos tienen ese territorio y una de las razones

para conservar ese territorio es para que efectivamente ellos puedan hacer su vida según

sus usos y tradiciones, pero en absoluto les impide estudiar o progresar”, asegura. La

Directora muestra como ejemplo que en 17 zonas del país existen resguardos traslapados

por parques y en ellos las comunidades han logrado seguir con sus vidas normalmente,

como se puede comprobar en el Catatumbo con la comunidad indígena Barí.

Durante la rueda de prensa que ofreció ACITAVA en Bogotá, con la organización de Cosigo

Resources, se expuso también la intención de solicitar que el parque sea reducido en suextensión y que la zona del Vaupés sea excluida del mismo.



Al respecto la Directora de Parques Nacionales es enfática al afirmar que “los parques

nacionales son declarados a perpetuidad y no se puede cambiar su uso. No se puedensustraer áreas por ningún mecanismo legal distinto de cambiar la Constitución Política que

establece esos atributos y que han sido referidos, interpretados y ampliados (…) No puede

sino ampliarse, esa es la única posibilidad que nosotros tenemos, ampliar los parques, no

disminuir su área”.

Cosigo Resources no dio respuesta a los interrogantes planteados para la realización de este

artículo. A través de su representante legal en Colombia, Diego Andrés Ramírez, se limitó a

responder: “somos una organización comprometida con el desarrollo minero, la protección

de los recursos naturales y las culturas colombianas; en este sentido, consideramos que son

actividades perfectamente compatibles (la minería y la conservación de los ecosistemas y

territorios sagrados)”.

El Viceministerio de Ambiente tampoco respondió las preguntas relacionadas con la

explotación minera en esta zona del país y las acciones que el Gobierno está realizando para

frenarlas.

Maloca Comunidad Campoalegre - Resguardo Yaigojé Apaporis. (Foto: Gerardo Macuna)



¿Quién es la firma canadiense Cosigo?

No es abundante la información que puede encontrarse sobre Cosigo Resourses Ltda., la

empresa canadiense que desde el 2009 es cuestionada porque Ingeominas le otorgó en

octubre de ese año un título minero en territorios que dos días antes habían sido declarados

Parque Nacional, esto a pesar de que no se pueden dar títulos en dichas zonas.

Según la Revista Semana, en informe publicado el 21 de mayo del 2011, hasta hoy

Ingeominas no solo mantiene vigente este título, sino que está mirando 36 más.

Cosigo Resourses Ltda. se constituyó el 30 de marzo del 2005 con el objetivo de explorar

minerales en América del Norte y del Sur, su sede está en Vancouver, Canadá. El 29 de

noviembre del 2006 firmó una carta con Frontier Pacific Mining Corporation (FPMC) para

presentar una oferta conjunta a Colombia y lograr que les concedieran en concesión unas

tierras en el Vaupés para realizar el Proyecto Machado.

CFMC, como denominaron esa unión, daría un 51% de beneficios de lo obtenido a FPMC y

un 49% a Cosigo. CFMC estableció una sucursal en Colombia el 18 de septiembre del 2007 y

10 días después el gobierno colombiano aceptó su oferta. Ingeominas le otorgó una

concesión de exploración y explotación por un periodo de 30 años, prorrogable por unos 30

años más.

La fase de exploración se realiza actualmente a través de la subsidiaria de la empresa

llamada Cosigo Frontier, creada en el 2007, y las dos sucursales de la compañía en

Colombia.

Cosigo señala en su página web que su principal objetivo en el Proyecto Machado es “definir

la importancia y el alcance de las zonas auríferas e identificar áreas adicionales de interés”,



y lo cataloga como “un proyecto de exploración de oro de 9.973 hectáreas de concesión

mineral ubicado en el Cinturón de Oro Taraira”.

Esta es la página de la empresa minera Cosigo Resoruces Ltda. (Print tomado el 6 de julio de 2011)

Única beneficiaria del Proyecto Machado

Un año después de obtenida la concesión, la unión entre FMC y Cosigo terminó por mutuo

acuerdo dejando a Cosigo como el único titular beneficiario efectivo del Proyecto Machado.

Este proyecto está cerca a una pequeña población llamada Taraira en la frontera con Brasil y

a 80 km de Mitú, capital del Vaupés.



Para Cosigo, Taraira es una de las pocas áreas no exploradas con un gran potencial de

depósitos de oro. En la página web de Cosigo, la compañía asegura que el ProyectoMachado constituye la primera exploración moderna y afirma que escogió a Colombia para

la exploración, entre otras razones, porque ha aumentado significativamente la seguridad

desde 1990, la política es estable y el Gobierno está comprometido con la inversión

extranjera.

De igual forma cuenta que en 1980 se dieron en esta región los primeros hallazgos de oro.

Diez años después el Gobierno reportó 130 minas artesanales en esta zona.

El 14 de febrero del 2011, los accionistas de Horseshoe Gold Mining Inc recibieroninformación sobre este proyecto y el recorrido que ha tenido Cosigo en los 6 años de

existencia; fueron citados a una reunión especial que se realizó el 30 de marzo del mismo

año, en Vancouver (Canadá), para aprobar una “combinación estratégica de negocios” con

Cosigo Resourses Ltda., la cual terminó en una adquisición por parte de esta última de

Horseshoe. Su objetivo, como lo anunció el presidente de Horseshoe en su convocatoria a

dicho encuentro, era lograr esta operación para que la compañía resultado se dedique a la

exploración de los territorios en concesión que tiene Cosigo en Colombia y Brasil.

En su página, Cosigo Resourses Ltda. asegura que también tiene equipos de trabajo

haciendo reconocimiento en áreas de Boyacá, Bolívar, Cauca y Nariño.

Durante el 2009 y el 2010, Cosigo consiguió proyectos en Castano, Cerrinha y Bittencourt en

Brasil. Y el 7 de abril del 2010 formó Cosigo CFPP (Brasil) en la que posee el 49%.



‘Al parque no se le pueden sustraer terrenos solo

ampliársele’: Parques Nacionales

Julia Miranda Londoño, directora de Parques Nacionales Naturales de Colombia, ha vivido

desde el comienzo el proceso de creación del Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis,

demandado hoy por la organización indígena ACITAVA. Asegura que el proceso de consulta

previa se cumplió tal y como lo señala la legislación colombiana e internacional, por ello

aspira a que la Corte Constitucional deje sentados todos los planteamientos que se

requieran “para que quede claro que el parque nacional debe primar sobre el interés

privado de una empresa minera internacional que ha usado a los indígenas”.

Según la Directora de Parques Nacionales Naturales, el Parque Nacional Natural Yaigojé

Apaporis reúne dos elementos importantes que no son comunes en las áreas protegidas del

mundo: tiene diversidad biológica y una importancia espiritual y cultura para comunidades

indígenas asentadas en el territorio.



¿Cuáles son los antecedentes de la creación del Parque Nacional Natural Yaigojé

Apaporis?

Hace más de 10 años esa área había sido identificada como de vital importancia ecológica y

de excelente estado de conservación y un área que realmente merecía una protección con

una categoría de área protegida. Se les había hecho la consulta a las comunidades indígenas

y en ese momento ellas no se mostraron interesadas, de tal manera que Parques Nacionales

abandonó el tema, porque para nosotros trabajar un área en territorio de resguardo

indígena es importantísimo estar en acuerdo con la comunidad indígena. Pasaron los años y

hace unos tres, casi cuatro, se dirigió a nosotros la comunidad indígena, en ese momento

estaban 19 comunidades asociadas en una sola organización que se dirigió formalmente a

parques diciendo que las comunidades estaban interesadas en que su área fuera un parque

nacional.

Entonces se fue construyendo una información necesaria para el proceso que no solamente

estaba basada en la importancia ecológica del lugar sino también en otro componente que

deben tener las áreas protegidas, según nos lo ha dicho el Convenio de Diversidad Biológica,

que es la importancia cultural.

Por su puesto también, junto con el Ministerio del Interior, se identificaron las autoridades

competentes para hacer la consulta previa, porque el tema de la consulta previa no es que

se le haga exhaustivamente una consulta a cada uno de los indígenas sino que hay unos

canales que son los autorizados y que los identifica el Ministerio del Interior. El Ministerio

nos dice a estas autoridades y en estos sitios hay que hacer la consulta previa. Esa consulta

previa se realizó, fue certificada por el Ministerio del Interior y se procedió a la declaratoria

del parque nacional.



¿Cuál fue la participación de Fundación Gaia Amazonas y Corpoamazonía en el proceso de

creación del parque?

Esas organizaciones han estado desde el comienzo porque Parques Nacionales tiene la

obligación de hacer todas estas reuniones y la construcción de la información y las

consultas, así como el acuerdo con las autoridades regionales y locales, no solamente con la

autoridad pública sino también con la autoridad ambiental y con las organizaciones que

tengan papel activo en la región. Eso está dentro del protocolo de la declaratoria de parques

nuevos y este protocolo se cumplió cabalmente en el caso de Apaporis. Inclusive tuvo

mucho eco internacional. Se publicó muchísimo en los medios de comunicación de

organizaciones tan importantes como la UICN (Unión Internacional para la Conservación de

la Naturaleza) y las diferentes comisiones, porque el hecho de que el parque tuviese

importancia espiritual no es algo común en las áreas protegidas del mundo. Es rescatar este

valor que, además, lo pide el Convenio de Diversidad Biológica (primer acuerdo global sobre

el tema que se dio en la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en 1992), y

no hay muchos ejemplos en el mundo.

Ha sido un orgullo para Colombia el hecho de que este parque tenga los dos componentes y

que la comunidad indígena haya querido este nivel de protección. Hay que agregar también

que el hecho de que sea resguardo indígena no se contrapone al hecho de que sea parque

nacional, son dos figuras que pueden estar superpuestas, que conviven armónicamente. La

una se refiere a que el territorio indígena es propiedad de los indígenas, que la autoridad

pública indígena se ejerce sobre ese territorio. Y la otra hace referencia al uso del suelo que

está dedicado a la conservación, protegido por la Constitución Política de Colombia, con

atributos tan importantes como: inalienable, imprescriptible, inembargable, que según la

Corte Constitucional son declarados a perpetuidad y sus usos pueden ser conservación,

educación, investigación, recreación o ecoturismo y restauración.



Esta área, entonces, está amparada para lograr su conservación con toda esta legislación

que Colombia tiene. Es una decisión del Estado colombiano en unión, por supuesto, contodas las entidades que he mencionado y los estamentos y organizaciones. Los agentes,

sobre todo externos e internacionales, que pretendan interferir con la decisión del Estado

colombiano están teniendo una injerencia irrespetuosa con el Estado, que después de haber

surtido un proceso absolutamente legal, riguroso y completo toma esa decisión. Una

decisión que debe ser respetada por los terceros, el sector privado y el interés privado y

particular. Al declarar un parque nacional, el Estado está velando por el interés público al

considerar que esta es un área de tal importancia que debe tener esa protección.

Hablando de esta posible injerencia externa, hay una tutela instaurada por el

representante de la Asociación de Comunidades Indígenas de Taraira – Vaupés (ACITAVA),

que busca tumbar la declaratoria del parque afirmando que no fueron consultadas

previamente las comunidades indígenas. Al parecer busca facilitar la exploración minera

por parte de la compañía canadiense Cogiso Resources. ¿Qué conocimiento tiene sobre

este hecho Parques Nacionales?

Esas comunidades fueron influenciadas por la empresa canadiense minera Cosigo que desea

sacar el recurso oro de esa región. Tiene un interés privado económico, particular. Logró, a

través de métodos muy cuestionables, influenciar la opinión de una minoría absoluta de la

comunidad indígena. Logró interferir en el proceso de consulta previa. Está totalmente

documentado que estas comunidades fueron convocadas y está grabado su desdén y su

displicencia a la hora de acercarse a la consulta previa negándose y diciendo que no tenían

tiempo para asistir.



Sabemos que Cosigo pretendió evitar la asistencia de la comunidad indígena a las reuniones

convocadas, que los llamaba a otras reuniones simultáneamente, que prácticamentepretendía cambiar la anuencia a la declaratoria.

La Corte Constitucional ha puesto unas condiciones que se deben cumplir, pero tampoco

puede uno obligar a la comunidad a que asista, de manera que nosotros creemos que sí,

que se cumplió el proceso y que quienes no quisieron ir, por las razones que hayan sido, no

pueden desvirtuar de ninguna manera un proceso que fue incluyente, participativo,

completo y certificado.

Los demandantes de la creación del parque, es decir las comunidades agremiadas en

ACITAVA, afirman que al ser declarados reserva se les impide su progreso como

comunidad e individuos, al restringírseles el acceso a la educación y trabajos que ellos

denominan “occidentales”. ¿Es esto cierto?

Eso es no comprender o dar unos argumentos fuera de contexto. Ellos tienen ese territorio y

una de las razones para conservar ese territorio es para que efectivamente puedan hacer su

vida según sus usos y tradiciones, pero en absoluto les impide estudiar o progresar. Por elcontrario, son dueños de un territorio de una riqueza natural absolutamente excepcional.

Allí hay un trabajo de las entidades del Estado, pero que quede muy claro, no es un trabajo

asistencialista. Parques Nacionales no está en los parques trabajando con la comunidad

indígena para ser asistencialista o darle juguetes, Coca-Cola o ropa, esa no es la función de

la entidad. Nuestra función es la de trabajar con ella en la conservación de la biodiversidad

de ese sitio, la de fortalecerla como cultura y como etnia y traer entidades del Estado que la

apoyen en todos los temas de educación, de nutrición, de bienestar. Así lo hemos hecho en

los demás parques en donde tenemos traslape con resguardos indígenas y estamos

trabajando con la autoridad pública, precisamente para lograr eso.



Ellos (ACITAVA) pueden argüir que el oro les va a dar eso, pues seguramente en otros sitios,

que no sean parque nacional, se puede ver si el oro les ha traído ese bienestar. Porsupuesto, ellos podrán desarrollar actividades mineras fuera del parque nacional y adquirir

los bienes y servicios derivados de esa explotación y beneficiarse de ellos, pero no dentro

del parque nacional.

Una de las propuestas de ACITAVA es que el territorio del parque que corresponde al

departamento del Vaupés, sea excluido del parque, ¿esto es posible?

Es absolutamente claro, y ya lo ha dicho la Corte Constitucional, que los parques nacionales

son declarados a perpetuidad y no se puede cambiar su uso, no se pueden sustraer áreas de

los parques nacionales por ningún mecanismo legal distinto de cambiar la Constitución

Política, que establece esos atributos y que han sido referidos, interpretados y ampliados.

Hay una claridad total sobre que esos atributos implican la conservación del área del

parque, que no se puede sustraer por ningún método legal y que no puede sino ampliarse,

esa es la única posibilidad que nosotros tenemos.

¿Cómo aborda Parques Nacionales el tema del traslape de territorios?

Si empezamos de arriba hacia abajo, La Macuira, que tiene un traslape del ciento por ciento

del área, tenemos una estrategia que nosotros llamamos Régimen Especial de Manejo en

donde nosotros manejamos el parque casi en una figura de co-manejo. Con la autoridad

pública indígena establecemos la zonificación del parque, establecemos los usos con ellos

para que se beneficie la conservación del parque y la calidad de vida de la comunidad

indígena. Son 17 parques con traslape en el país y en 11 hemos empezado el trabajo con lascomunidades. En Yaigojé-Apaporis eso quedó planteado desde el comienzo, inclusive hay un



avance en el acto de declaratoria, hay prácticamente un co-manejo con ellos del parque

nacional.

¿La empresa Cosigo Resources ha tenido acercamientos o diálogos con Parques

Nacionales para efectos de la exploración minera en los territorios considerados reserva?

Ningún tipo de acercamiento. Yo traté de hablar con el director de Cosigo, tuvimos una cita

y el señor se fue dos días antes de la cita, sin avisar, sin contestar la llamada, en un acto de

falta de gentileza total. Cosigo ha hecho una actividad a espaldas de Parques Nacionales, sin

consultarlo, y realmente consideramos que tiene una actitud de desconocimiento absoluto

de la autoridad colombiana y de la institucionalidad colombiana.

Cosigo logró conseguir un título minero dentro de la zona que se otorgó después de que

declaráramos el parque nacional, por lo tanto el título no tiene ninguna validez y está en

proceso de ser reversado por parte de Ingeominas.

¿En qué va la tutela interpuesta por ACITAVA?

En este momento la tutela ha pasado dos instancias y se encuentra en etapa de revisión en

la Corte Constitucional. Nosotros estamos aprovechando la oportunidad para documentar

muy bien a la Corte sobre todo el proceso y de esa manera lograr que tenga las

herramientas suficientes de información para poder dar su fallo.

La ley colombiana es lo suficientemente clara. El procedimiento se cumplió, así que yo

aspiro a que la Corte Constitucional deje sentados todos los planteamientos para que quede

claro que el parque nacional debe primar sobre el interés privado de una empresa minera

internacional que ha usado a los indígenas.



‘Lo que dice la tutela es totalmente falso’: ACIYA

Gerardo Macuna, secretario de Medio Ambiente de la Asociación de Comunidades

Indígenas del Yaigojé Apaporis (ACIYA), ha participado en el proceso completo de la

creación del parque ahora está en la tarea, junto con sus compañeros de asociación, de que

el parque se preserve y no se pongan en riesgo los recursos biológicos, culturales y

religiosos de esta área de reserva.

“Nosotros como ACIYA también estamos mirando el desarrollo, pero no de una manera

acelerada”, responde a las críticas de la asociación ACITAVA que asegura que la creación del

parque va en contra de su desarrollo.

¿Se puede afirmar que ACIYA ve al parque como una garantía de la preservación de su

territorio?

Dentro de la resolución (de creación del parque) ACIYA pone 10 puntos sobre con qué visión

se debe manejar el Yaigojé Apaporis, uno de ellos consiste en que la propiedad sigue siendo

de la colectividad indígena. Al declararlo parque no tiene nada que interferir con la

recolección de frutas, caza y pesca y todo sigue como viene siendo. Y lo más importante es



que todo se hizo atendiendo lo que dicen los Tradicionales, la Asamblea de los Tradicionales

es la que manda, ella determina la estructura administrativa frente al territorio.

¿Cómo ven la incursión de la empresa Cosigo Resources?

ACIYA no le está poniendo una piedra en el zapato al Estado para tener desarrollo, pero hay

maneras de hacer desarrollo más sostenible, que no vaya en contravía de todas las

creencias culturales. Obviamente la empresa multinacional no va a dejar de puyar porque a

ellos todos los minerales, no solo oro, les interesan para explotar. ACIYA sigue luchando.

Y en el caso de la tutela ¿qué conocimiento tienen ustedes de este trámite?

Esa tutela la interpuso un colono llamado Benigno Perilla, uno de los emigrantes que no se

ajustan a las normas que tiene ACIYA para convivir en el territorio. Entonces él llega con una

visión de desarrollo, pero con una visión occidental, y dice que con la llegada del parque se

acaban nuestras tradiciones. Y nosotros como ACIYA también estamos mirando el

desarrollo, pero no de una manera acelerada. Estamos en eso de documentar la Corte

Constitucional para aclarar la posición de ACIYA porque eso que dice la tutela es totalmente

falso.

¿Cosigo Resources ha hablado con ACIYA?

En un principio cuando hacíamos reuniones en Bogotá o aquí con la autoridad ambiental

ellos han planteado un desarrollo, pero nunca han planteado nada directamente con ACIYA.

Ellos no van a invertir sus recursos para que les digamos que no. Ellos saben que con ACIYA

no cuentan.



‘Desde hace 15 años Gaia Amazonas viene acompañando

a las comunidades indígenas’: director FGA

Martín von Hildebrand, director general de la Fundación Gaia Amazonas (FGA), fue

consultado sobre los señalamientos que hacen las comunidades indígenas agremiadas en

ACITAVA, quienes afirman que esta fundación ha participado con intereses propios en la

creación del Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis y que, a título propio, ha prohibido el

ingreso al parque de miembros de las comunidades y de otros grupos.

“Que yo sepa, a la gente de Cosigo nadie le ha prohibido que entre, pero sí debería respetar

las autoridades del resguardo”, dijo.

¿Cuál ha sido la participación de Gaia en este proceso de creación del Parque Yaigojé?

Desde hace 15 años Gaia Amazonas viene acompañado a las comunidades indígenas del

bajo Apaporis en la construcción y desarrollo de su gobierno propio, de sus planes de vida,

de sus programas educativos y de salud, así como en la ampliación de su resguardo.



La conformación del Parque de Yaigojé fue una solicitud da ACIYA, la asociación de

autoridades indígenas de todo el resguardo (más tarde se separó ACITAVA), y el acuerdo sehizo entre ACIYA y la Dirección de Parques, exclusivamente. La Fundación Gaia Amazonas

apoyó a ACIYA con un abogado que la asesoró y con recursos para los recorridos y reuniones

de consulta, análisis y socialización entre todas las comunidades, así como las salidas a

Bogotá para reunirse con la Dirección de Parques.

¿Qué puede decir Gaia sobre los señalamientos que le hacen las comunidades asociadas

en ACITAVA relacionadas con la no realización de la consulta o la manipulación de lascomunidades para que favorecieran la creación del parque. De igual forma sobre la

prohibición de circulación por el parque de los trabajadores de Cosigo?

La consulta fue hecha a cabalidad de acuerdo con la ley. Se hicieron tres recorridos de varias

semanas a todas las comunidades, se acordó la fecha de reunión para la consulta con todas,

participaron el Ministerio del Interior y Parque Nacionales como garantes. Están las actas de

todo el proceso y la consulta también fue filmada.

Para entrar a recorrer el resguardo, por ser propiedad de los indígenas, uno debe serconvidado o estar autorizado por las autoridades del mismo, es como cuando se entra en

cualquier propiedad privada, así sea colectiva. Que yo sepa, a la gente de Cosigo nadie le ha

prohibido que entre, pero sí debería respetar las autoridades del resguardo. Lo único que

me consta es que durante la consulta previa las Autoridades Tradicionales y la Asamblea de

ACIYA se quejaron ante el Ministerio de Interior en el sentido de que Cosigo había hecho

recorridos por las comunidades instando a la gente a no participar en la consulta previa y

mal informándolas sobre las consecuencias de crear un parque nacional. Esto consta en las

actas de la consulta previa que están en el Ministerio del Interior. Luego Cosigo promovió al



grupo que le hizo caso para que demandara la constitución del parque con el argumento de

que no participaron en la consulta.

¿Por qué la declaratoria del parque favorece a las comunidades indígenas?

Los resguardos reconocen y garantizan la propiedad colectiva de manera inalienable de los

pueblos indígenas sobre su territorio, pero no les reconoce la propiedad sobre el subsuelo,

este es de propiedad de la Nación. La cosmovisión indígena ve el territorio de manera

integral, el suelo y el subsuelo. El subsuelo es sagrado por contener toda la evolución de la

existencia de la tierra que es madre de la vida. Por otra parte, los indígenas siempre han

asegurado su existencia por medio de alianzas con otras etnias. Hoy en día están claros que

la alianza con el Estado es fundamental pero debe ser en términos de respeto mutuo.

La alianza con Parques Nacionales garantiza la integridad permanente de su territorio y una

alianza directa de tú a tú con el Estado. Este es el espíritu del acuerdo entre los pueblos

indígenas y el resto de los colombianos en la Constitución del 91, una construcción conjunta

de Estado basado en el respeto y el reconocimiento pleno del otro.

¿Qué pasará con el resguardo?

El resguardo, como ya se dijo, es inalienable. Los indígenas nunca pierden la propiedad. El

parque solo afecta el uso del medio natural. En la resolución de la constitución del parque

quedó claramente establecido que se manejará con base en la orientación y visión de las

autoridades indígenas así como de su conocimiento tradicional. El manejo siempre se hará

de manera coordinada, ninguna decisión se tomará de manera unilateral. El parque no

intervendrá en ningún momento con las tradiciones indígenas de uso del medio natural y

busca fortalecer su cultura y proteger los sitios sagrados.



¿Qué acciones se tienen planeadas en este proceso?

El Parque Yaigojé ofrece una oportunidad única de desarrollar un proceso especial de

manejo basado en los conocimientos y los valores culturales de los habitantes dueños del

reguardo-parque complementado por el conocimiento y la experiencia de la Dirección de

Parques y tecnología de punta. Es la oportunidad de explorar nuevos paradigmas de

conservación para adaptarse al cambio climático.



El oro, la luz de la vida para los indígenas

El oro “es la luz del mundo, si se acaba se apaga la Luna, el Sol, toda la vida, por eso es muy

importante conservarlo”.

Así lo define Arturo Makuna, uno de los indígenas que habita el territorio que hoy hace

parte del Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis, considerado un ecosistema exclusivo y

una gran reserva aurífera que está en la mira de las mineras internacionales.

El oro, además de ser la luz que resplandece con los rayos del sol y a través de la cual los

indígenas hacen sus curaciones, está en los lugares que son sagrados para los indígenas,

que representan su fuerza, sus sitios de culto en donde habitan seres superiores, los que

dan guía y a quienes no se puede molestar y de donde no se puede extraer nada que

modifique su entorno.

Así lo plantean los indígenas de las comunidades que habitan las riberas del Apaporis,

quienes hoy recuerdan que las medicinas tradicionales dejaron de funcionar cuando

comenzó la explotación de oro en sus territorios, con la cual también llegaron males nuevos.

“La actividad minera rompió el ciclo de vida”, afirma Joaquín Makuna, médico tradicional,

quien recuerda que en los sitios donde se ha explotado el oro, no solo se afecta el

ecosistema sino que se afecta la vida de la comunidad en respuesta a ese saqueo.

Conservar el lugar sagrado como está, sin saquearlo, es la prioridad para las comunidades

que habitan el resguardo Yaigojé Apaporis, pues el río es el punto en donde se entregó el

Yuruparí (la vida) a los Makuna y los Tanimuka y ahí nacen estas culturas indígenas que

habitan la región. Es el origen de su mundo, de su universo, por eso cualquier extracción

resulta riesgosa, pues más allá de afectar el ecosistema y el desarrollo de su cultura, se teme

por la extinción de la misma en respuesta a la profanación de este sitio sagrado.



DOCUMENTOS ANEXOS

• Expedientes mineros del Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis (Excel)

• Resolución 2079 creación parque

• Acta de Protocolización Consulta Previa

• Oficio de Parques Naturales a Cosigo sobre título dentro del parque

• Oficio de Parques Naturales a Ingeominas sobre título dentro del parque

• Respuesta de Ingeominas al oficio de PNN

• Acta reunión entre autoridades indígenas de Apaporis y Parques Nacionales

• Reseña de título minero en Yaigojé Apaporis - PNN

• Carta de la MPCI a la opinión pública

Carta Procuraduría a Ingeominas por revocatoria de título a Cosigo.

http://www.gaiaamazonas.org/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=30&Itemid=






























yaigojé apaporis, parque natural en riesgo por la minería

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