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A mediados de 1972, un grupo de militantes de la organización Montoneros, presos en la cárcel de Resistencia, elaboraron un documento autocrítico que contenía los lineamientos político-ideológicos de lo que se conocerá como la «alternativa independiente». El objetivo de este trabajo será analizar la organización peronista denominada inicialmente Montoneros José Sabino Navarro, que luego quitaría de su nombre el aditamento «Montoneros » y se denominaría Columna Sabino Navarro, e indagar respecto de su desarrollo en Córdoba durante la década del setenta. Nos proponemos un recorrido genealógico de sus debates político-ideológicos, sus concepciones respecto de la lucha armada y las posteriores divergencias con Montoneros, así como también destacar, en algunos testimonios, rasgos identitarios «propios» de los sabinoscordobeses.

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    ESTUDIOS - N 34 -ISSN 0328-185X (Julio-Diciembre 2015) 29-49

    Ya ramos en origen algo distinto.La Columna Sabino Navarro y su desarrollo

    en la Crdoba de los 701

    Leandro Inchauspe2 Ana Noguera3

    ResumenA mediados de 1972, un grupo de militantesde la organizacin Montoneros, presos en lacrcel de Resistencia, elaboraron un docu-mento autocrtico que contena los lineamien-tos poltico-ideolgicos de lo que se conoce-r como la alternativa independiente. Elobjetivo de este trabajo ser analizar la orga-nizacin peronista denominada inicialmenteMontoneros Jos Sabino Navarro, que luegoquitara de su nombre el aditamento Mon-toneros y se denominara Columna SabinoNavarro, e indagar respecto de su desarrolloen Crdoba durante la dcada del setenta.Nos proponemos un recorrido genealgicode sus debates poltico-ideolgicos, sus con-cepciones respecto de la lucha armada y lasposteriores divergencias con Montoneros, ascomo tambin destacar, en algunos testimo-nios, rasgos identitarios propios de los sabi-nos cordobeses.

    Palabras clave: Peronismo Militancia Lucha Armada Historia Oral

    AbstractIn mid-1972, a group of militants ofMontoneros organization, prisoners inResistencias jail, produced a (self) criticaldocument that contains the political andideological lines of what is known as the independent alternative . The aim of thiswork is to analyze the organization initiallycalled Peronist Montoneros Jos SabinoNavarro, which will then remove theattachment of its name Montoneros to betermed Column Sabino Navarro, and inquireabout their development in Cordoba duringthe seventies. We propose us a genealogic tourof their political -ideological discussions, theirconceptions of the armed struggle andsubsequent differences with Montoneros, aswell as highlight, in some testimonies, ownidentity traits of Cordoba Sabines.

    Keywords: Peronist-Militancy-Armed Fight-Oral History

    1 Trabajo recibido el 29/09/2015. Aceptado el 11/11/2015.2 Profesor de Historia por la Universidad Nacional de Crdoba. Maestrando en PartidosPolticos por el Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Crdoba. Pro-fesor de la Universidad Nacional de Crdoba. Contacto: [email protected] Licenciada en Historia por la Universidad Nacional de Crdoba. Doctoranda en Historia porla Universidad Nacional de Crdoba.Contacto: [email protected]

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    A mediados de 1972, un grupo de militantes Montoneros, presos en lacrcel de Resistencia, elaboraron un documento (auto)crtico que contenalos lineamientos poltico-ideolgicos de lo que se conocer como la alterna-tiva independiente. El objetivo de este trabajo ser analizar la organizacinque construyeron a partir de ese posicionamiento, denominada inicialmenteMontoneros Jos Sabino Navarro, que luego quitara el aditamento Monto-neros y se denominara Columna Sabino Navarro, e indagar respecto de sudesarrollo en Crdoba durante la dcada del setenta. Nos proponemos unrecorrido genealgico de sus debates poltico-ideolgicos, sus concepcionesrespecto a la lucha armada y las posteriores divergencias con Montoneros, ascomo tambin destacar, en algunos testimonios, rasgos identitarios propiosde los sabinos cordobeses.

    Desde el punto de vista metodolgico, el trabajo se basa en entrevistasen profundidad realizadas a dos militantes de la organizacin, que ocuparonimportantes espacios en la conduccin y en el aparato militar, respectiva-mente, desde los momentos previos a la constitucin de la organizacin po-ltico-militar peronista Montoneros en Crdoba, pasando por las primeras di-sidencias con la conduccin nacional, la profundizacin de las diferenciaspolticas y la conformacin de los sabinos. La generosidad de nuestros entre-vistados para contactar a ms compaeros y compaeras a los fines de nues-tra investigacin, motiv un intercambio de memorias a travs de correoelectrnico al cual tambin recurrimos en el presente trabajo.4 Finalmenteutilizamos para el anlisis los documentos elaborados por la organizacin,algunos de los cuales fueron publicados en revistas de la poca.

    Respecto al marco poltico en el que la experiencia a la que nos acerca-mos se desarroll, se ha subrayado el carcter transformador de las relacionesimperantes hasta entonces, desde el que la dictadura militar autodenomina-da Revolucin Argentina (1966-1973) pretendi posicionarse.5

    En efecto, desde esta mirada el nuevo gobierno pretendi institucio-nalizar un poder autoritario de largo plazo () con sustento en una raciona-lidad tecnocrtica () una poltica sin poltica, ms cercana a una adminis-tracin tcnica fuertemente anticomunista y defensor de valores occiden-tales y cristianos.6

    Por su parte, especficamente en Crdoba, cabe destacar que desde elmismo momento del inicio del gobierno revolucionario, el movimiento estu-diantil universitario se constituy como el sector que lo resisti. Ante la per-

    4 Participaron de este intercambio Juan, Luis, Turco, Cacho y Negra.5 Fontanals (2009): 20-33.6 Fontanals, (2009): 33-41

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    sistencia del activismo antidictatorial estudiantil, que se expresaba en asam-bleas, huelgas de hambre y actos relmpagos que eran duramente reprimidospor la polica, cronicaba La Voz del Interior que se produjeron los habitualeschoques, con profusin de gases y gomazos y de pedrea de parte de los estu-diantes, con las corridas de prctica,7 poniendo en evidencia la pronta ruti-nizacin de estas acciones de lucha callejera. Al calor de este activismo y sucreciente gimnasia de enfrentamiento callejero con las fuerzas policiales, sedesarrollaron las primeras acciones de los futuros integrantes de nuestra orga-nizacin.

    Montoneros en Crdoba: Los grupos que confluyen

    Una de las agrupaciones estudiantiles que aportar numerosos militan-tes a la futura Columna fue Integralismo. Compuesto mayoritariamente porestudiantes de la Universidad Nacional, tom relevancia principalmente apartir de 1966. Muchos de sus integrantes provenan del interior del pas principalmente Cuyo y tenan filiaciones peronistas y demcratas-cristia-nas.

    El grupo reivindicaba la cuestin nacional y el antiimperialismo comobandera. Influenciados por los procesos desarrollados en Vietnam, Cuba yArgelia fueron distancindose de los sectores ms conservadores dirigentesdel movimiento quienes tenan un fuerte sentimiento antiperonista y derechazo a la izquierda. Este sector ms ortodoxo del movimiento haba par-ticipado del conflicto entre laicos y libres desarrollado a fines de los cin-cuenta, estaban ligados a los sectores ms conservadores de la Iglesia y sos-tenan un nacionalismo acrrimo. Por el contrario, esta generacin de jve-nes militantes fue redefiniendo sus concepciones polticas volcndose pro-gresivamente hacia el peronismo y el nacionalismo de izquierda. En palabrasde nuestro entrevistado:

    se produce lo que es el 66, donde Integralismo da un salto vertiginosoen cuanto a definiciones () pero ya el componente de Integralismocambia, vienen las generaciones un poquito ms nuevas, no tan ligadas alpensamiento nacional, ya estaba todo el proceso lanzado, ya estaba Viet-nam, Cuba, Argelia, haba ms definiciones y esto va a hacer crisis, enunos aos ms8

    7 La Voz del Interior, en adelante, LVI, Crdoba, 01/09/66:11.8 Testimonio de Juan, Crdoba, 11/08/2011.

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    Entre julio y agosto de 1966 se realizaron importantes asambleas en elPabelln Argentina y el Comedor Universitario. Adems los militantes estu-diantiles realizaron actos relmpagos, acciones callejeras, concentracin ydesconcentracin, pega de afiches y propaganda. Comenzaba a desarrollarseun conocimiento tcnico para la violencia callejera, que constituirn lasprimeras experiencias militares de estos militantes.9 En palabras de uno denuestros entrevistados:

    Volviendo al ltimo perodo de militancia universitaria, yo tena 20 aosy era un experto organizador de actos relmpagos sincronizados de altaincidencia en atascamientos cntricos de la trama urbana. Cortbamosdiez lugares simultneos con 150 cuadros usando como cordones de fue-go chorizos de aserrn y aceite quemado en bolsitas10

    Tras la muerte de Santiago Pampilln, en septiembre de 1966,11 laderrota de la huelga universitaria y la apata del estudiantado en general trashaber perdido un ao de estudio, ya en 1967, generaron que Integralismo seacerque al movimiento obrero, principalmente al SMATA, ATE, Madera,Vidrio y Grficos. En este sentido, plantearon una lnea poltica que sersostenida por la futura Columna Sabino Navarro que consista en la no inter-vencin en las luchas sindicales, salvo a travs de los frentes, con el objetivode excluir a la burocracia sindical, no a travs de pegarles segn la termi-nologa de la poca sino facilitar, apoyar y capacitar el desarrollo de la luchade clases desde las bases. El trabajo en el frente fabril les otorg, segn eltestimonio de Juan, el reconocimiento de los sindicatos y una participacindestacada en la conformacin de la CGT de los Argentinos y en el Cordoba-zo.

    9 En otro trabajo, hemos encontrado un proceso similar en el caso de militantes estudiantilesde la Facultad de Medicina de la UNC, particularmente concentrados en el barrio Clnicas, queformaran uno de los grupos iniciales del Partido Revolucionario de los Trabajadores EjrcitoRevolucionario del Pueblo, en un itinerario que en su momento sintetizamos como DelClnicas a Cuba. Si bien en este caso, probablemente por tratarse de grupos ideolgicamentealejados del marxismo, no ha aparecido como central la formacin poltica militar en la isla,son notables las similitudes de ambos procesos. Inchauspe, (2009).10 Testimonio de Turco, 02/04/12, por correo electrnico.11 El obrero-estudiante Pampilln, la primera vctima mortal de la dictadura militar en Crdo-ba, fue baleado por la polica el 7 de septiembre de 1966, y muri finalmente tras seis das deagona. La respuesta estudiantil se concentr en la toma del Barrio Clnicas, reducto univer-sitario caracterstico de la ciudad. En los aos siguientes, cada mes de septiembre sera momen-to de gran agitacin estudiantil y enfrentamientos callejeros con las fuerzas represivas. VaseInchauspe, (2010a).

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    En lo sindical () tenamos dos puntos de trabajo, uno directamente enfbricas y otro con la burocracia () nosotros sabamos que las comisio-nes internas eran nuestro objetivo () cuando sale el Cordobazo noso-tros ramos los coordinadores, desde le movimiento estudiantil, a losnicos que aceptaron era a nosotros, al FEN [Frente Estudiantil Nacio-nal], a la AES [Agrupacin de Estudios Sociales] y a nosotros, no a laizquierda12

    En este marco, si bien siguieron funcionando como Integralismo, al-gunos de sus miembros crearon la Unin Nacional de Estudiantes.13 Estaagrupacin estableci contactos con otros grupos en Tucumn, Santa Fe,Rosario y el Litoral. Los vnculos se mantuvieron con el correr de los aos ymuchos de sus integrantes fueron cuadros montoneros, como posteriormen-te de la Columna Sabino Navarro.

    En el frente barrial trabajaron principalmente en barrios populares yobreros de la ciudad de Crdoba: 1 de Mayo, Ferreira, Corral de Palos,Barranco Yaco y fundamentalmente lo que era la zona sur, la zona fabril,logrando, segn los testimonios, un importante desarrollo poltico y una can-tera de cuadros polticos y militares.

    Durante este perodo Integralismo, como muchas otras organizacio-nes, comenzaron el debate en torno a la posibilidad de llevar adelante unproceso de lucha armada urbana:

    Y ah ya nos plantamos la lucha armada no? Como nico camino, perocon una caracterizacin que va de bruces con la propuesta del foco. De-camos que la lucha armada, si bien haba que prepararse para el da delequilibrio de fuerzas, lo fundamental era la lucha de clases () Porquepriorizbamos el trabajo en los frentes, no? Habamos formado frentebarrial, fabril y universitario14

    De esta manera, si bien se prioriz el trabajo en los frentes, Integralis-mo conform grupos de accin directa y arm su aparato militar, que

    12 Testimonio de Juan, Crdoba, 11/08/2011.13 Como haca notar Csar Tcach, tal denominacin remita a una organizacin juvenil previa,fuertemente identificada con la derecha nacionalista, que funcionaba como fuerza de choquecontra los activistas y organizaciones de izquierda. Tal situacin es reconocida por nuestroentrevistado: () Y nos joden con el nombre, despus nos damos cuenta, formamos laUnin Nacional de Estudiantes, que era el nombre originario del grupo de juventud deAlianza Libertadora Nacionalistanosotros no sabamos, fue la propuesta de los viejos Inte-gra(). Testimonio de Juan, Crdoba, 11/08/2011.14 Testimonio de Juan, Crdoba, 11/08/2011.

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    contaba con equipos de documentacin e inteligencia. Para ello estableciredes con los viejos de la Resistencia Peronista y con grupos del norte delpas, con quienes realizaron preparacin militar en campos de instruccin,prcticas de tiro y colocacin de explosivos. Las acciones de propaganda ar-mada consistan en recuperacin de dinero en pequeas empresas. El aparatoclandestino de Integralismo no firmaba sus acciones para desorientar a lasfuerzas de seguridad y pasar como delincuentes comunes. Estas acciones deescasa magnitud explosivos de bajo poder con fines propagandsticos serarecurrentemente sealadas en los diarios, desde fines de 1968.15

    Por otra parte, desde el punto de vista ideolgico, este perodo ser elde la gnesis de algunas caractersticas identitarias del grupo, al calor de lasdisputas con la izquierda marxista:

    El haber absorbido, en la practica universitaria, las visiones que me im-primi la lucha ideolgica con la denominada nueva izquierda socialis-ta, los llamados LAP [Lnea de Accin Popular] - GRS [Grupos Revo-lucionarios Socialistas] muy fuertes en la universidad y en la apoyaturade los trabajos que disputbamos en Sitrac -Sitram y SMATA [] Miorigen litoraleo por un lado y la lucha ideolgica contra estos nuevosgrupos de izquierda por otro, en m fueron dos combinaciones (que a suvez se dieron en muchos compaeros) dando uno de los dos, a lo sumotres, sentidos que predominaron en las experiencias de la mayora16

    Las diferencias giraban fundamentalmente en torno al peronismo; des-de el marxismo, segn el relato de Turco, Nos reprochaban bonapartis-mo. Segn ellos, el peronismo era como relataba Marx [] una formaburguesa de aislar y condicionar a la clase obrera para domesticarla. Perolos jvenes nacionalistas tambin eran receptivos al marxismo; contina Tur-co:

    No nos fue sencillo () salir indemnes de esa influencia () nos diomuchos rudimentos de la teora marxista. Tanto que la terminamos ad-quiriendo en silencio [] sin reconocerla pblicamente17

    15 En octubre, la prensa daba cuenta de atentados explosivos en objetivos identificados con losEE.UU., as como otros, de mayor poder, colocados en el marco del Da de la Lealtad Justicia-lista, Inchauspe, (2010a): 378.16 Testimonio de Turco, 02/04/12, por correo electrnico.17 Testimonio de Turco, 02/04/12, por correo electrnico.

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    Las influencias marxistas, versionadas por el peronismo de izquierda,provenan tambin de la pluralidad de lneas, publicaciones y grupos arma-dos que aparecan desde esta corriente:

    Leamos a todos los nacionales (Hernndez Arregui, Puiggros, Jaure-tche) y estbamos pendientes del CyR [Cristianismo y Revolucin], perotambin las Cuatro Tesis de Mao, el Qu hacer? de Lenin, a Althusser yMarta Harnecker. Y la sntesis era paradojalmente, (o no) el Informe alas Bases de Cooke. Yo sent el cimbronazo intelectual de Los de Garnel documento inaugural de la FAR (en mi psicologa juvenil, pesabanestos tipos que se describan a si mismos como los que iban en apoyo delChe cuando lo mataron), explicando que el marxismo era una herra-mienta y el peronismo la experiencia histrica mas alta de la Clase Obre-ra18

    Paralelamente al desarrollo poltico y de radicalizacin ideolgica deIntegralismo van perfilndose otros grupos que conformaron posteriormenteMontoneros y, tras la ruptura, algunos de sus cuadros pasarn a formar partede la Columna Sabino Navarro. A raz de la huelga en la iglesia de CristoObrero, derivada de las estudiantiles de 1966, y tras el cierre de la misma, seconform el Movimiento Universitario Cristo Obrero (MUCO). De la expe-riencia de la huelga se van perfilando dos tendencias, una que apostaba altrabajo en los distintos frentes, barriales, fabriles y universitarios y la otra decarcter ms militarista. Esta ltima se vincul a Cristianismo y Revolucin(CyR) y posteriormente a los Comandos Populares de Liberacin (CPL). Elgrupo, entre quienes estaban Emilio Maza y Fernando Abal Medina, viajara Cuba y tras su retorno romperan polticamente con el grupo de GarcaElorrio (CyR). Tanto los cordobeses dirigidos por Maza como los porteos,liderados por Abal Medina, constituirn uno de los ncleos centrales de Mon-toneros.

    Por otro lado, haca 1969, la Agrupacin Peronista Lealtad y Luchatrabaj en diferentes frentes: por un lado, una militancia religiosa y social enparroquias, villas y centros de salud, centralmente en la parroquia de barrioLos Pltanos y a travs del frente barrial en Bella Vista, Comercial y VillaLibertador. En la universidad, a travs de la Agrupacin de Estudios Sociales(AES) de la Universidad Catlica. Mantenan un pequeo aparato clandesti-no y participaban en la lucha sindical, principalmente en mineros, empleadas

    18 Testimonio de Turco, 02/04/12, por correo electrnico.

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    domsticas y trabajadores de la educacin.19 Un tiempo antes de la toma deLa Calera julio de 1970 participaron junto a otros tres grupos, autnomosentre s, pero que coordinaron acciones y que juntos conformaron lo que enCrdoba se conoci como Peronismo de Base,20 denominacin adoptada antela necesidad de firmar algunas acciones diferencindose de la derecha delmovimiento peronista. Posteriormente, el PB experiment un importantegrado de desarrollo poltico en Crdoba, pero ya ligado a la P, FuerzasArmadas Peronistas-FAP y no a los Sabinos.

    El 26 de diciembre de 1969, un comando del CPL intent asaltar lasucursal del Banco de Crdoba que funcionaba en La Calera. Una falla en eloperativo produjo la herida de Fernando Abal Medina y la necesidad de res-guardarlo por un tiempo en Crdoba. Para ello acudieron, a travs de uncolaborador, al grupo de Lealtad y Lucha. Ah comenzaron una serie de dis-cusiones entre los grupos respecto del peronismo y la lucha armada, ya quelos CPL y Lealtad y Lucha tenan diferentes posiciones. Pronto fue tomadala decisin de comenzar la integracin de ambos, que en la prctica se com-plementaban: a la amplia experiencia militar del primero se le sumaba eltrabajo poltico del segundo.

    Algunas acciones fueron asaltos a comisaras entre ellas la de VillaCarlos Paz, la sustraccin de armamento del Tiro Federal de Crdoba, unataque al puesto de vigilancia del Hospital Militar, bombas en los lugares quesimblicamente representaban al imperialismo y gorilismo y desarme apolicas.

    Las primeras divergencias: Columna Norte y Columna Sur

    El proceso de unidad es acelerado y el grupo de Crdoba, que para elsecuestro de Aramburu en mayo de 1970 no perteneca formalmente yejerca una funcin de apoyatura, para julio de 1970, cuando se realiza elcopamiento de La Calera, aporta la mayora de los militantes. En el relato denuestros entrevistados, el proceso de unidad es el momento de la aparicin delas primeras diferencias polticas que se sealarn como centrales cuandollegue el momento de la ruptura con el sector oficial entre una concepcin

    19 Lanusse, (2007).20 Los cuatro grupos eran, segn el testimonio de Luis, Lealtad y Lucha, el grupo del GordoSalcedo, el grupo del Rudi Vittar -el FEN- y el grupo del Conde Ramos, entonces interventordel Partido Justicialista de Crdoba. Testimonio de Luis, Crdoba, 11/08/2011.

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    ms foquista de los militantes porteos y la lnea de masas que sostenan loscordobeses:

    Nosotros antes de unirnos al grupo Monto de Buenos Aires, tenamosun desarrollo muy interesante en barrios () y cuando se produce launidad con el grupo porteo, que vena de la estructura formativa cuba-na, lo primero que se plantea es que para organizar el grupo armadohaba que dejar toda actividad poltica () la gran discusin con SabinoNavarro () nos hace la misma propuesta () clandestinidad absolutade los cuadros () cuando a nosotros la garanta de la militancia era eltrabajo en los frentes 21

    La discusin en cuanto a metodologas polticas, a pesar de las coinci-dencias y de la decisin de los grupos cordobeses de ligarse a una organiza-cin que por sus acciones ms resonantes y al acierto de su denominacin,enraizaba fcilmente en la identidad peronista popular no se zanj total-mente, sino al precio de aceptar una suerte de divisin, con alguna autono-ma operativa, entre una Columna Norte y una Columna Sur, que operabaen Crdoba bajo el mismo nombre de Montoneros.

    Llegamos a un acuerdo primario, ellos intentaran ir construyendo loque se llamar la Columna Norte, del ro Suqua hacia el norte y noso-tros continuaramos en lo que se llamar Columna Sur. Tres son lospuntos que nos distanciaban: 1) La subordinacin del aparato militar aldesarrollo del trabajo de los frentes de masas. 2) El desconocimiento dePern como conduccin estratgica. 3) La construccin de la alterna-tiva independiente de la clase obrera22

    Como seala el testimonio de Juan, uno de los temas centrales de lasdiscusiones entre los grupos originarios de la organizacin armada peronista,que tambin aparecer como medular luego de la ruptura, se encontrabajustamente en la posicin frente a este movimiento poltico y el rol del pro-pio Pern al frente del mismo. Segn nuestros entrevistados, para los cordo-beses, no poda colocarse la lnea de la organizacin bajo la conduccin sincuestionamientos del Viejo General, sino que se lo deba considera un fen-meno poltico a tener en cuenta, desde donde partir, desde donde trabajar.Estas divergencias se expresaban en el denominado Documento Verde:

    21 Testimonio de Juan y Luis, Crdoba, 11/08/2011.22 Testimonio de Juan, 25/04/12, por correo electrnico.

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    Definir, pues, el papel de Pern reconociendo sus posibilidades y limita-ciones es importante para diferenciar claramente y correctamente nues-tra tarea de su rol. () Y la engordamos [a la burocracia] en la medidaque no gestamos una alternativa independiente de la clase trabajadoraque permita el desarrollo de la estrategia revolucionaria y el retorno defi-nitivo del Pueblo y el Lder al poder23

    Sin embargo, la discusin poltica era ocluida desde una concepcinpragmtica: la respuesta era para qu discutir, si hay tanto para hacer.Estas diferencias son explicadas en una de las entrevistas de una particularmanera, reveladora del peso de la experiencia local de altos niveles de movi-lizacin y consecuente construccin poltica inserta en los movimientos demasas. En efecto, en diferentes momentos de la conversacin, aludiendo algrupo porteo, el ex militante de Montoneros y los Sabinos, sostiene a mentender, la trayectoria de muchos era que no tenan experiencia, as, en losfrentes de trabajo.24

    En este choque de concepciones, los militantes cordobeses sealan loque denominan errores iniciales: inexistencia de mbitos de discusin por elconvencimiento de que toda disidencia debilitaba la organizacin; entenderal peronismo directamente como un movimiento unitariamente revolucio-nario, no como una expresin popular policlasista, incluso contradictoria;consideracin de la poltica como una expresin tcnica a la que se podarecurrir cuando resultara necesario y de lo militar como superior, renuencia aarticular sus acciones con la izquierda no peronista.

    La confluencia del grupo que plante la discusin interna en la organi-zacin desde las crceles entre los que se encontraba uno de nuestros entre-vistados con los militantes de la Columna Sur que haba continuado ope-rando en Montoneros con ciertas disidencias e, incluso, grados de autonomadara lugar a la conformacin de la Columna Sabino Navarro, a fines de1972. En el testimonio de Juan, la ruptura se produjo al momento del primerregreso de Pern a la Argentina, cuando la consigna montonera oficial fue deconvergencia hacia Buenos Aires. Segn su concepcin basista, la ColumnaSur, al igual que otras regionales, sostuvieron si Buenos Aires no poda dar

    23 Documento Verde. Publicado en Lucha Armada en la Argentina N 6, (2006): 31.Elaborado en la crcel de Crdoba y concluido en Resistencia, por un grupo de militantes quehasta ese momento pertenecan a Montoneros. La crtica y autocrtica hacia las concepcionesde la lucha armada, el rol de Pern, entre otras cuestiones, gener la separacin de ese grupo yotros militantes y la conformacin de la Columna Sabino Navarro en julio de 1972.24 Testimonio de Juan, Crdoba, 11/08/2011.

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    una presencia, digamos, significante, no se iba a modificar con la presenciadel Interior.25

    Y la crisis se precipit tambin respecto a la consideracin del rol dePern. En palabras de Juan: Nos negbamos a firmar Pern Vence, yajodiendo con la carta de Ignacio () esa que deca Pern o heridas leves.26

    Todo ello, en contacto con los documentos crticos que el grupo dedetenidos realizaban desde las crceles, que eran la referencia intelectual,para los cuadros de la Columna Sur. La confluencia se produjo luego de lasalida de los presos polticos en mayo de 1973, ya con la denominacin Mon-toneros-Columna Jos Sabino Navarro.

    Las particularidades de la identidad poltica cordobesa tambin pare-cen haber tenido su peso en la ruptura entre la Conduccin Nacional Co-lumna Norte y los futuros sabinos Columna Sur resaltando la ma-yor insercin obrera y en la tradicin del peronismo de estos ltimos:

    A mediados de 1972 la Palometa Pirles era junto a Firmenich con-duccin de la columna Norte. La Petisa y otro cumpa nuestro, por elSur. Las reuniones que preparaban la divisin, eran a las puteadas. Lacomposicin por origen de los negociadores era as: dos santafesinos (laPalometa y la Petisa, viejos conocidos pero enfrentados), Firmenich porel Norte (pero como papi, interventor y prepotente) y un cordobstpico, que vena desde 1964 militando en ese proceso que expresaba alSur. Ese solo cordobs, concentraba toda la historia y prctica de la con-tradiccin que tan bien resume Juan cuando dice que no fuimos unaescisin, ya ramos en origen algo distinto. Ese solo cordobs, pocoexplcito y rudimentario ideolgicamente, un ao antes haba sido unode los coordinadores de la reunin nacional que se plasm en la convoca-toria de Crdoba, donde estuvo todo el PB nacional. Desde la CGTA

    25 Testimonio de Juan, Crdoba, 18/08/2011.26 Respecto a la posicin poltica de Pern, en las entrevistas se nos relataba una jugosa ancdo-ta: M. fue a entregarle a Pern la Browning con que ejecutaron a Aramburu [] y le entregaa Pern el arma, como un presente [] cuando se da cuenta Pern que era importante, lollama a Lpez Rega, lo sienta as al lado, le dice ven, contale [] y entre los dos le preguntanpor qu no se lo haba torturado [] y este abra los ojos cada vez ms [] porque cmo elGeneral iba a estar diciendo semejante cosa, y empieza a explicarle lo que era Montoneroscomo organizacin revolucionaria, los principios, se anima y empieza a levantar la idea delsocialismo [] es cacheteado por Pern [] vuelve, fines del 72, y da el informe a ladireccin y dice: Pern no es socialista, viene a apoyar a la derecha [] va a inclinar la balanzapara el lado de la derecha. Testimonio de Juan, Crdoba, 18/08/2011.

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    vena militando en el frente gremial Y en esas polmicas reuniones dedivisin, expresaba esas diferencias de historia y vivencias27

    Desde el punto de vista numrico, los entrevistados sealan que la or-ganizacin alcanz a contener a ciento veinte compaeros, solamente en elaparato militar,28 as como logr una importante presencia en el movimientoobrero, a nivel de delegados de base y comisiones internas, en particular en elcomplejo automotriz y metalmecnico (Renault, Fiat, Perkins, ThompsonRanco, Transax) y en Sanidad. Militarmente, las acciones iban dirigidas aintimidar a la patronal, como forma de acompaar los conflictos.

    Si bien resulta necesario continuar con las indagaciones para obtenerconclusiones ms definitivas, cabe hacer notar que existi una notable conti-nuidad entre la experiencia de los jvenes militantes estudiantiles radicaliza-dos al calor de la lucha obrera y estudiantil contra la dictadura en el marco deIntegralismo, el sector disidente de la Columna Sur de Montoneros y losescindidos sabinos.

    La ruptura definitiva y el surgimiento de la Columna Sabino Navarro

    Las diferencias polticas entre las dos organizaciones se expresaron p-blicamente al momento de la segunda eleccin de 1973. Los sabinos recha-zaron la formula Pern-Pern, que expresaba el avance de los sectores dederecha, y sostenan la frmula Pern-Cmpora como forma de reivindicar

    27 Testimonio de Turco, 02/04/12, por correo electrnico. Cabe destacar el importanteintercambio que exista entre los grupos militantes del Litoral (Santa fe, Rosario) y Crdoba,ya sea a raz de decisiones personales o forzados por la situacin de clandestinidad en la quemuchos vivan. Aunque la mayora comenzar su militancia en Montoneros, destacarn en sustestimonios la distincin identitaria que su adscripcin regional les otorga al justificar susfuturas rupturas polticas con la Conduccin Nacional de Montoneros, asociados a BuenosAires.28 Lo numrico en organizaciones clandestinas es conflictivo. La lgica compartimentada hacedifcil a los sobrevivientes estimaciones certeras. Para dar una idea de la magnitud de la organi-zacin, podemos sealar que el PRT en Crdoba cont con unos 25 militantes hacia 1969,250 hacia 1973 solo 40 en el ejrcito y 450 en su mayor momento, 1975, con 70 u 80 enel ERP, Inchauspe (2010b). Puede colegirse entonces, que la guerrilla peronista era unaestructura de mayor magnitud, al menos desde el punto de vista de su aparato militar. En igualsentido, cabe sealar que en las entrevistas iniciales, tanto Juan como Luis se refieren enmuchas ocasiones indistintamente a la etapa montonera y a la de los sabinos. Adems, esprobable que en el momento de la ruptura, la mayor parte de la estructura militar que venaligada a la experiencia previa de Integralismo, se haya sumado al grupo escindido.

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    una lnea derrotada por la burocracia. Algo previamente, la forma de operarde la Columna Sabino Navarro, en apoyo a la candidatura de Cmpora, con-tina la tendencia a priorizar el desarrollo poltico por sobre el militar:

    Se retrae toda la cuestin operativa a buscar financiamiento, nada ms,o sea, todo el aparato militar: entrenamiento con armas cortas para todoel mundo, explosivos y recuperacin de dinero () y se intensifica ms lapreparacin de algunos frentes, ya como Columna, Tucumn, Santa Fe,Entre Ros y Corrientes y algo en Buenos Aires29

    El desarrollo militar, de carcter defensivo, deba dar el marco de acom-paamiento a una posible insurreccin de masas, a un auge de la lucha declases, pero no pensarse, como la Conduccin Montonera, como el brazoarmado del movimiento peronista. Esta lnea, expresada en el DocumentoVerde, continuar a lo largo de toda la existencia de la Columna:

    Los hechos focos que se propusieran como punto de partida de su tareacomo pretendida vanguardia, ante la amplia recepcin popular que moti-v un triunfalismo sin anlisis, pasaron a convertirse en concepcin tota-lizadora de guerra, dando rienda suelta a nuestro foquismo () re-creando una estructura en que lo poltico quedaba supeditado, conti-nuando la tarea de propaganda armada sin percatarse que estos hechosestaban superados como necesidad prioritaria del proceso revolucionarioy que la tarea era-precisamente- generar la herramienta de clase de lostrabajadores peronistas ()30

    En otro de nuestros testimonios se resaltan tanto las diferencias en lastrayectorias previas, como las nuevas posibilidades que abri el perodo delegalidad y la expansin que experimentaran las corrientes revolucionarias.Nos dice Turco:

    Cuando se produce la divisin empiezan los conflictos en la superficie.Aunque nuestros desarrollos, que desde mucho antes estaban libres de lainfluencia interventora y sujetos a una dinmica propia de las luchasobreras, se potencian por la libertad de accin que nos da la nueva situa-cin, nosotros tenamos un importante dominio territorial, y para enton-

    29 Testimonio de Juan, Crdoba, 18/08/2011.30 Documento Verde. Publicado en Lucha Armada en la Argentina N 6, (2006): 38-39.Para un anlisis de la experiencia de la Sabino Navarro en Rosario y sus diferencias con el grupoCrdoba ver Seminara, (2011).

    Leandro Inchauspe y Ana Noguera/ Ya ramos en origen algo distinto.

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    ces ya toda la maquinaria de las organizaciones revolucionarias crecan enprogresin geomtrica31

    Cuando se explica el motivo de la reivindicacin del nombre del mili-tante abatido para la columna escindida, se seala la extraccin obrera delNegro y cmo, de esa forma, eso molestaba particularmente a la conduccinmontonera. De hecho, las relaciones entre los dos espacios distaron de serfraternos; sin llegar a enfrentamientos de magnitud, en los actos camporistassabinos y montos se relacionaban con recelo.32 Pese a ello, militantes ligados ala Columna ocuparon espacios en el Gobierno de Crdoba, en particular enla cartera de Economa, durante la primavera camporista y hasta el Nava-rrazo, en febrero de 1974. No se plantearon, sin embargo, la lucha electoralen los cargos electivos sealan los entrevistados porque estaban ellos en referencia a los Montoneros. La relacin era particularmente intensa conel vicegobernador Atilio Lpez, quien tena sus diferencias tanto con Obre-gn Cano como con Montoneros, lugar desde el cual las posibilidades dedilogo eran particularmente frtiles. En palabras de Turco:

    As vivimos el perodo democrtico donde tenemos influencia en el apa-rato estatal a travs del viejo Fierro en Economa y de la neutralidad deAtilio Lpez o de tipos como el Negro Varas (asesinado con Atilio) queeran militantes viejos, cuidadosos de los intereses convencionales del pe-ronismo (virtud que los sustraa de la capacidad de compra arrollado-ra del aparato JP) y que, con nosotros, mantenan alianzas33

    Para nuestro entrevistado, desde el punto de vista de la acumulacinpoltica lograda por cada uno de los dos sectores, se habra desarrollado en uncierto nivel de paridad: Nuestra convocatoria a Ezeiza muestra esa realidad,nosotros, con la gente del barrio estbamos al lado del palco con las banderasque dicen 26 de julio Crdoba pero separados de la JP. Movilizbamos lomismo, o ms como por la insercin en el movimiento obrero:

    En los trabajos fabriles en Crdoba, el PB es la mitad de la expresinpoltica obrera y organizada, contra toda la otra mitad configurada por la

    31 Testimonio de Turco, 02/04/12, por correo electrnico.32 Un ejemplo de esta tensin puede notarse en Militancia Peronista para la Liberacin, N16, Buenos Aires, Septiembre de 1973. En la misma se hace referencia a un acto organizadopor el peronismo revolucionario de Crdoba.33 Testimonio de Turco, 02/04/12, por correo electrnico.

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    suma de toda la izquierda maosta y leninista. Y a su vez dentro del PB losSabinos somos la mitad de la conduccin34

    Las diferencias polticas entre Montoneros y Sabinos motivarn deba-tes cruzados y acusaciones encontradas. En un documento para la militancia,estos hacan referencia a posiciones difundidas por aquellos:

    Acusndonos de oportunismo en el uso del nombre MONTONE-ROS, de ultraizquierdistas, apresurados y de atentar contra la uni-dad del Movimiento por ser enemigos del Frente Justicialista de Libera-cin como aparece por ejemplo expresamente en un documento asu-mido por FAR y MONTONEROS35

    En el mismo documento aparecan las respuestas a los distintos argu-mentos. Respecto al uso de la denominacin Montoneros, se reivindicaba laparticipacin de muchos de sus militantes en los esfuerzos por construir laorganizacin:

    Queremos expresar que nuestra identificacin como Montoneros JosSabino Navarro no responde a una determinacin arbitraria y sin historia() No usamos un nombre sin derecho, porque en Montoneros JosSabino Navarro militan compaeros que desde los momentos primeroscolaboraron con sus esfuerzos y su riesgo a construir una organizacinque dio en llamarse Montoneros y () recogi este nombre y esa historiaque haba colaborado a hacer realidad

    Prrafos ms adelante se desarrollaba la causa fundamental por la cualse haba producido la ruptura: un proyecto diferenciado que pone el acentoen el aporte a la construccin del poder de los obreros y el pueblo peronistacomo alternativa real al proyecto de burcratas y burgueses. Respecto a laacusacin de atentar contra la unidad del movimiento, el documento res-ponda con su caracterizacin de los dos sectores que conformaban el Movi-miento:

    Montoneros Jos Sabino Navarro no apoya a un sector contra otro,sino que forma parte de un sector () que dentro del peronismo se

    34 Testimonio de Juan, 25/04/12, por correo electrnico.35 Montoneros Columna Jos Sabino Navarro, Cartilla para Militantes N 1 en MilitanciaPeronista para la Liberacin, N 20, Buenos Aires, Octubre de 1973. Hasta indicacin encontrario, las siguientes citas pertenecen a este documento.

    Leandro Inchauspe y Ana Noguera/ Ya ramos en origen algo distinto.

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    identifica con los objetivos histricos de la clase obrera y el pueblo ()no asume (en el sentido de posicin consciente) al Peronismo desde lasuperestructura, desde una supuesta unidad idealizada, donde bur-cratas y traidores del brazo con trabajadores y militantes recorren el mis-mo camino () Lo asume desde las bases, desde la historia de la claseobrera y el pueblo () Entendemos () la unidad de la clase obrera y elpueblo peronista en torno de nuestro Lder y en torno de un proyectorevolucionario que incluso trasciende a nuestro Lder, el proyecto de laArgentina Socialista () si atentar contra la unidad () es denunciar losplanes pro-imperialistas de la burocracia peronista, es luchar sin cuartelcontra los Lpez Rega, los Osinde, los Miguel, los Calabr, es esclarecersobre la traicin que es el Pacto Social de Gelbard y Ca, entonces s,debemos confesar que atentamos contra la unidad.

    Resulta particularmente interesante, a la vez que coincidente con losrelatos de nuestros entrevistados sobre las diferencias iniciales entre Norte ySur an antes de la ruptura, la lectura de un segundo documento. En l seahonda en los motivos histricos e ideolgicos que distancian a las dos expe-riencias del Peronismo Revolucionario, antes unidas. Por una parte, se en-contrara la posicin en que se ubicaba a la conduccin montonera:

    Hay una interpretacin () del Peronismo que entiende a ste como lasntesis poltica de un conjunto de fuerzas sociales antimonoplicas y an-tiimperialistas armonizadas tras un proyecto de Liberacin Nacional ()como paso necesario para llegar a plantearse la liberacin social y porende, el Socialismo. Interpretacin o asuncin que tiene en cuenta elorigen del Peronismo y en esos caracteres, encuentra su fundamentacindndola [sic] validez actual y por tanto, permanencia a la forma que semanifestaban las contradicciones de la lucha de clases en 1945. Asuncindel Peronismo, que () llamaremos desde arriba () no tiene encuenta el desarrollo histrico y los cambios reales de las fuerzas socialesque compusieron el Movimiento.36

    Por el contrario, la interpretacin del Peronismo en la cual se ubicabanlos sabinos, era opuesta. Prrafos ms abajo sostenan:

    Una interpretacin del Peronismo con la que nos identificamos y que loentiende como parte fundamental de la historia de la Clase Obrera y el

    36 Montoneros Columna Jos Sabino Navarro, Cartilla para Militantes N 2 en MilitanciaPeronista para la Liberacin N 23, Buenos Aires, noviembre de 1973. Hasta indicacin encontrario, las siguientes citas pertenecen a este documento.

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    pueblo en busca de su propia poltica. La historia de la Clase Obrerahacia su autoconciencia se funde con la del movimiento nacional y popu-lar, porque es all donde los explotados reconocen su nico trmino deunidad y lealtad poltica. Por esto, el Peronismo representa una experien-cia interna e ineludible de la clase obrera argentina. Interpretacin o asun-cin del Peronismo que llamaremos desde abajo, por ser la asuncindesde la clase obrera y el pueblo.

    Pasando al plano de las diferencias ideolgicas, la calificacin crtica ala experiencia montonera era calificada foquista. En la continuidad de estascartillas, cuando se analizaban las caractersticas de la dictadura de Ongana,se haca mencin al foquismo inicial por el cual haban pasado las organiza-ciones. Sin bien se aclaraba que no renegamos de la experiencia, pues, refle-jaba el nivel de conciencia poltica de los cuadros, as como tampoco ne-gamos la importancia de la etapa foquista en el proceso argentino () quejunto a la movilizacin de las masas echaron por tierra el proyecto Ongana-Krieger, el documento realizaba una dura crtica. En primer lugar, por elcarcter de clase: El foquismo es, en general, una respuesta espontanesta dela pequea-burguesa radicalizada. Desde una posicin que reivindicaba laaccin de base, se sealaban el aparatismo implicado en la propuesta fo-quista:

    Es una propuesta desde arriba de las bases, que pretende englobar en stodas las movilizaciones populares (sin tener real incidencia en ellas) ()El foco, adems () implica tambin asumir desde arriba (interpretandolos deseos) a la Clase Obrera. Se erige en representante de lo que sereconoce como elemento dinmico del proceso, aunque la categora Cla-se Obrera aparezca inmersa en la categora ms englobante y genrica dePueblo37

    La adopcin de esta posicin significaba, no solo problemas de prcti-ca poltica, sino tambin la adopcin de una ideologa de negativas conse-cuencias:

    El foquismo, a su vez, trascendiendo su carcter metodolgico y adqui-riendo categora ideolgica, se esparce y determina todas las actitudes

    37 Montoneros Columna Jos Sabino Navarro, Cartilla para Militantes N 4 en MilitanciaPeronista para la Liberacin N 30, Buenos Aires, enero de 1974. Hasta indicacin en contra-rio, las siguientes citas pertenecen a este documento.

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    (an las personales). Esto pas por la adquisicin de una mstica heroica,una supra valoracin del combatiente, una militarizacin de todos losaspectos de la vida () es, sin duda, expresin de un voluntarismo arma-do, que pasa por un desprecio de lo terico (como tendencial), una des-jerarquizacin de lo poltico (absorcin de cuadros polticos para la es-tructura militar) y el convencimiento de que la prctica armada es elnico criterio de verdad

    Asimismo, se consideraba que las posibilidades del foquismo se habanterminado con el cambio de etapa que implicaba la salida de la dictadura:La etapa foquista en su faz militar tiene vigencia hasta el lanzamiento ymaduracin del G.A.N., en la etapa Lanussista, donde comienza a darse otroproceso. Al no haber asumido correctamente las posibilidades de la nuevaetapa, as como al haberse realizado una lectura inadecuada del peronismo,en las conclusiones se sealaba el error de continuar con esa prctica:

    Tiene vigencia (e incidencia) por la realidad coyuntural del Onganiatodonde la congelacin de lo poltico y la violencia institucional le crea unclima propicio (...) Pero como aporte a la organizacin de la clase obreray el pueblo peronista es donde muestra sus falencias, al suponer la posibi-lidad de un proceso de Liberacin Nacional prcticamente separado de laLiberacin Social, al asumir al Movimiento Peronista desde arriba, desdeuna realidad unitaria que no tiene relacin con la existencia de los proyec-tos antagnicos en su seno. A lo cual colabora, tambin, la coyuntura aloscurecer el papel de la burocracia

    Sin duda, tal como lo haba sealado el Documento Verde, las dife-rencias que separaban a los sabinos de la conduccin oficial montonera, apa-recan en ese momento como insalvables.

    Posteriormente, el derrotero interno del peronismo a nivel nacional,con los hechos de Ezeiza, la renuncia forzada de Cmpora y el avance gene-ral de la derecha del Movimiento, en la lectura de los sabinos, confirmaba supresuncin respecto al rol de Pern a favor de estos sectores. El momentomximo de la ruptura pblica con el Viejo Lder, se vera frustrado por sumuerte:

    El primer nmero de Puro Pueblo, que nunca sali, pero estaba hecho() tena que salir () el da que muere Pern () en las pginas cen-tral hay una foto de Pern en mangas de camisa, hablando a la gente, yen la otra sale un Pern vestido de traje y abajo dos inscripciones en lascuales Pern se contrapona, es decir, prcticamente una ruptura con

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    Pernpero se muere, no podamos salir con eso el da de su muerte,nos tragamos 25.000 revistas!38

    Por ltimo, los momentos de disolucin de la Columna estn signados,para nuestros entrevistados, por un recrudecimiento de la represin y un cam-bio cualitativo en la lnea poltica de Montoneros, cuando se conforma elPartido Autntico. Para muchos de los sabinos esto implic un abandono delfoquismo y una apertura poltica que ameritaba el regreso a la organizacin.Otro sector rechaz esta lectura, manteniendo la posicin de no encontrarningn cambio. Estos grupos quedaron desenganchados polticamente y co-menzaron a exiliarse, tal el caso de uno de nuestros entrevistados. El aparatomilitar de Crdoba, prcticamente completo se reintegra a Montoneros. Enotras regionales, por su parte, algunos grupos se incorporan al PRT, es el casode otro de nuestros entrevistados. Se realiz, sin embargo, un congreso dedisolucin, con la participacin de alrededor de un centenar de militantes, endonde esas dos posiciones debatieron, a principios de 1975, qu elementossignaron formalmente la disolucin de la Columna Sabino Navarro.

    En relacin a la represin, los entrevistados destacan la estrategia mili-tar de golpear en los frentes, de avanzar desde la periferia al centro, golpeandoa los cuadros perifricos. De esta forma, se afectaban las bases de las organiza-ciones, dificultando su capacidad de respuesta poltica y militar. Asimismo,sealan que las organizaciones tenan por entonces un importante nivel deinfiltracin por parte de la Inteligencia Militar, los filtros infiltrados de losservicios de inteligencia que incluso llegaban hasta niveles de conduccio-nes regionales.

    A modo de cierre

    Hemos esbozado hasta aqu algunos aspectos del recorrido en Crdo-ba de la denominada Columna Sabino Navarro, sus debates poltico-ideol-gicos y sus concepciones sobre la lucha armada, adentrndonos en los linea-mientos de lo que se conoci como la alternativa independiente y destaca-mos, a travs de diversos testimonios, algunos rasgos identitarios propiosde los sabinos cordobeses.

    En las primeras experiencias militantes de nuestros entrevistados, apa-rece como central el conflicto estudiantil universitario desarrollado desde los

    38 Testimonio de Luis, Crdoba, 18/08/2011.

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    inicios de la dictadura de la Revolucin Argentina hasta finales de 1966. Enefecto, la radicalizacin de un numeroso sector de militantes de Integralis-mo, se desarroll al calor del activismo estudiantil contra la dictadura, enparticular en torno a la huelga de hambre de la parroquia Cristo Obrero, ascomo en las luchas callejeras contra las fuerzas policiales en el Barrio Clni-cas. Recin cuando se produzca el reflujo de este movimiento, hacia iniciosde 1967, los militantes se volcaran hacia el movimiento obrero y el activismobarrial.

    Justamente en esas primeras experiencias de militancia antidictatorial,nuestros entrevistados refieren a un aprendizaje que podramos denominartcnico del manejo de la violencia. Esto es, una formacin que permite espe-cializarse en el combate callejero contra las fuerzas policiales, en el acto re-lmpago, la bomba molotov, que resultar clave para la posterior etapa deincremento de la formacin militar.

    Por su parte, este inicial itinerario militante una vez trasvasado a lasfbricas y los barrios de Crdoba permitira trayectorias en comn, que searticularan en la conformacin de la regional cordobesa de Montoneros. Losmilitantes de la Unin Nacional de Estudiantes que cobijara a los sectoresms radicalizados de Integralismo, junto a los de la AES de la UniversidadCatlica, el MUCO conformado tras el levantamiento de la huelga de ham-bre de la parroquia Cristo Obrero y otros sectores provenientes del cristia-nismo tercermundista podran reconocerse como pares para confluir en laagrupacin Lealtad y Lucha, para sentirse compaeros de un Peronismo deBase; en fin, para articular sus experiencias paralelas en una organizacin co-mn.

    Por ltimo, en consonancia con uno de los objetivos del trabajo, nosinteresa destacar lo que para nuestros entrevistados era la clave de sus poste-riores divergencias con Montoneros: nos referimos al choque entre concep-ciones que, a tono con el lenguaje militante, podemos denominar como fo-quista, por una parte, y sostener una lnea de masas, por otra. Aunque plan-teadas como irreconcialiables en un primer momento, la creciente represiny el cambio que algunos sabinos vieron en la poltica de Montoneros al cons-tituir el Partido Autntico provoc una dispora entre quienes crean queameritaba regresar a la organizacin y quienes se mantuvieron alejados de lamisma, exilindose o integrndose a otras organizaciones como el PRT.

    La furia represiva, por entonces, dara finalmente por tierra con losintentos revolucionarios que los sabinos, como otros grupos y tendencias,haban intentado construir, en su caso, sobre el ancho y contradictorio terri-torio poltico del peronismo.

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    Leandro Inchauspe y Ana Noguera/ Ya ramos en origen algo distinto.