El da despus de hoy (la gran prdida o la perdida de siempre)

S, voy a llorar tu muerte. Ahora mismo la lloro a mares. Lo que pasa es que nadie te ensea a superar las prdidas de la vida. Y ni siquiera tener pauelosvirtuales o no, hacen falta para ocasiones como estas. Te moriste antes de nacer, nadie te vio. Nadie siquiera sinti tu olor. No saliste de aqu solo. Te fuiste como quien se va sin avisar a dnde? Y nada es eso, ni s dnde te voy a buscar. Es decir, obvio que ya te busqu. No importa ya qu pas, lo que s es que te fuiste y de nada me sirve seguir esperando que aparezcas de nuevo. Lo que tambin s es que ya no sers nunca el mismo, aunque trate de reconstruirte y recordarte, nada ser igual, sers otro. Otro distinto, con otros nimos, con otras expectativas, tal vez con otras pasiones, otros aires, en fin.Y ya cambiaron las modas por Fernanda EscuderoDesde los 60s en adelante, el despliegue de los creadores de moda, o mejor dicho, modistos internacionales, ha venido haciendo crculos concntricos cada vez ms inexplicables en lo que se refiere a sus creaciones. As es como estos crculos trazan un movimiento, aparentemente perpetuo, y repetitivo que nos deja boquiabiertos por lo paradjico: Cundo uno est a la moda?, cuando ponemos el ojo en lo que se usa ahora o en lo que se usaba antes? Me pas una vez haber salido con un abrigo de gamuza y gente que me deca que estaba a la moda, de lo cual dud un rato ya que dicho abrigo era de mi madre cuando tena la edad que yo tena cuando me lo puse. Otra gente me dijo que probablemente estaba a la moda pero de otra poca. Eso me pareci ms razonable. Lo que pasaba en esos momentos de la moda es que cuando uno se pona algo retro estaba a la moda, pero en los dos tiempos: en el pasado y tambin en el presente, una maravilla. La moda me lleva a pensar que realmente no hay cosas que pasen de moda bajo esta perspectiva, si la moda es cclica, cabe la posibilidad de que, o uno nunca est de moda, o siempre lo est, que es lo que me ocurri con el abrigo de mi mam. No olvidemos que la moda es fagocitadora de ideas antiguas, de eso se nutre para volverse vigente.

Y pensar que hay quienes miden el tiempo a travs del cambio de modas: No te veo desde que usabas los oxford, Yla ltima vez que charlamos tenas una cresta, creo y ejemplos como estos hay miles. Ser que la gente se ha vuelto un poco ms superflua o que realmente para recordar tenemos que recurrir a la moda del momento. A partir de este razonamiento, me atrevo a decir que cada uno lleva en su psiquis la idea de lo cclico y circular, sino por qu tantas veces cerramos nuestras aseveraciones con una pregunta que remite directamente al comienzo de la discusin. La historia es cclica, la naturaleza toda genera ciclos: el de la vida, el del agua, las cadenas alimenticias, etc. Luego de darle vueltas al asunto, dira algo as como lo que fue, ser (?). Parece sencillo y hasta categrico, pero a la larga nos damos cuenta de que es as, lo que pas volver a pasar infinitas veces. Como si en la vorgine del tiempo no existiera la posibilidad de un stop, los hechos se suceden irremediablemente, algunos parecen haber cambiado porque vivimos en cmara lenta, pero si fuera posible pasar nuestras vidas por un editor de videos a una velocidad considerable de rebobinado nos daramos con una gran sorpresa. Ah s diramos: cmo hacerle entender al ser humano que no hay que tropezar nunca con la misma piedra y que de los errores cometidos se aprende?No poda ser de otra manera, es ms fcil poner a un hmster a divertirse en una rueda que dejarlo suelto por ah porque podra escaparse. As es como estamos, en la gran rueda invisible, dando vueltas, descansando, dando vueltas, descansandoviviendo, en todo caso.Arcngeles y scubos (o ngeles y demonios)

Ese da, sali como cualquier otro da de trabajo. Pero no se dio cuenta de que su atuendo podra delatarlo. Se volvi sobre sus pasos y decidi elegir algo que lo hiciese parecer todo lo contrario a lo que era.

Ese da tambin, sali como siempre: camuflaje de personalidad profunda, no se le vea ni una pizca de lo que era realmente.

Se encontraron, se miraron, se olfatearon, se tocaron y se reconocieron al instante, se supieron de bandos diferentes: uno llevaba el atuendo del otro y viceversa. An as, no hubo bajas ni enfrentamientos.

Carcasas intercambiables

Cuando uno intercambia carcasas, no est siendo un poco redundante?En todo caso, tal vez la naturaleza nos tiene deparado ese destino irreparable: movernos mutando siempre.

Y sieasyy, s (drama aliterado)

-Y si chocamos contra la pared?

- Its too easy.

-Y, s.

Minotauro: fuga-enemigo-casa

La vida es como un laberinto donde se es prisionero en casas donde no hay puertas cerradas ni ojos bien abiertos y donde se espera al redentor liberador.

Condensacin

Al final, era lo que tena que pasar: dejar la gran carrera y a ellos, sobre todo. Ni su ropa, ni su bolso son . acaso fumara? Todo est all, adelante, adonde piensa irse, la mirada perdida pero con atisbos de esperanza. La hace sentir nueva, joven, ingenua otra vez. Igual nadie va a reconocerla, ni son sus ropas, ni su bolso, ni su pelo siquiera: slo la mirada que siempre tuvo. Mirada que miraba ms all de lo posible, con la expresin lnguida de aceptacin. Ruega poder explicar la huida. Ellos, nada de detenciones. Incluso fueron los que financiaron su metamorfosis forzosa, a fin de no ser reconocida nunca ms. Era realmente huir?, era simplemente otro de sus montajes?, a quin engaara esta vez? An con disfraces, lo otro se ve, se huele, se percibe, traspasa trapos y distancias. Acaso en el futuro yo era como ella.

Recapitulacin

Tena que pasar. Ni su ropa, ni su bolso. La mirada perdida: nadie va a reconocerla ms all de lo posible con la expresin lnguida de aceptacin. Huida-Metamorfosis forzosa. Montajes. Disfraces, pero lo otro se ve, se huele, se percibe, traspasa trapos y distancias.

Eplogo: La Huida

Deba pasar: ni sus ropas, ni su bolso. Slo la mirada perdida, ms all de lo posible? La expresin lnguida anunci la metamorfosis: -Montaje- Disfraz.

Sonido ambiental con voz en off

Qu ocurrencia el pendejo! Y el viento, cada vez ms fuerte, con las campanitas esas bambolendose para todos lados. Ahora podra ser la oportunidad justa, pero noSe cayeron dos cuadros, los voy a levantar sino mi vieja Ya compraste los papeles para envolver? A m me pregunta, nada menos. Le traigo una bolsa llena de papeles viejos, y listo. Nadie se da cuenta de que estn usados. Cmo rompe esta mujer, me tira desodorante de ambiente en la cara, como si no bastara con el olor a lluvia que entra por la ventana, ah, y el sonido ambiental. Parece un tornado. Qu exagerada la vieja, pero me ayuda su monedero. Uh, ahora las campanas, s, las campanas no paran de sonar como suenan las puteadas tpicas de fin de ao. Que no alcanza la guita as. Qu aguinaldo ni qu mierda. La boleta de la luz, a la mierda. El gas, a la mierda. Y habr que prenderles fuego.

-Mejor vamos arriba, ac no nos vamos a poder besar ni a palos, pero ojo con el ruido, las patas de la cama estn flojitas.

Qu tan cursi puede ser un da de lluvia

Y s. Uno aprovecha el agua que cae por el rostro para llorar un poco. Nadie pregunta qu pasa. Se llueve adentro de uno mismo y no se estruja como debera. La humedad hiede y queda empozada durante das. Termina la lluvia interior y un poco de sol eleva nubarrones que de vuelta volvern a ser lquidoincesantemente.Una ms Y es que l la tena escondida ah.

La guard como quien guarda a un animalito diminuto.

Escondi su pequesimo tesoro como los padres de los cuentos de hadas escondan a sus princesitas de los villanos.

No se trataba de un castillo resguardado por dragones humeantes.

No era tampoco la casita de madera donde se escondi Pulgarcito del Ogro de las botas de las siete leguas.

No la tena tampoco dentro de sus botas de montar.

Ni dentro de una cajita de fsforos.

Nadie pudo afirmar que la tuviera dentro de la mismsima caja de Pandora.

Ningn atad, ninguna urna, ningn pastillero de plata, ningn osario de Israel.

Habran pensado acaso en una casita de muecas.

Dentro de una caracola del armario ms importante del comedor de diario.

No caba en la cigarrera de cuero, ni en la petaca de licor al whisky del to.

En ningn lbum de fotos estara.

Es imposible.

Quiso resguardarla del fro, del calor, del viento, de la lluvia, de los extraos, de l mismo quiz.

La escondi.

Literalmente le encontr el mejor escondite que hubiera podido encontrar y que nadie a su vez pudiera encontrar.

Y as lo hizo.

Pero nada puede esconderse as de sencillamente.

El Resplandor IIEs la segunda parte. Lo brillante slo aparece al principio. Los protagonistas no superan a los de la uno. El final es abierto como el de los filmes independientes. Lo que se rescata es el resplandor. El Resplandor.

AlteracinAlgunos productos son susceptibles a cambios bruscos, tanto, que de una fea criatura, puede aparecer otra que vuele y hasta es posible que tenga colores graciosos. Alguien habl de metamorfosis hace tiempo y el psicoanlisis lo tom para el lado de los tomates.

En diferidoLo que ha pasado, sencillamente, queda atrs. Adelante pasan cosas que pasarn tambin, y que las veremos atrs en otro momento.

Sucede que cuando marcamos un trazo en el aire (sin puntos de apoyo, sin bisectrices ni horizontes), no sabemos dnde comenz y dnde terminar.

Un ave pasa y aletea, se lleva parte del trazo a otra parte, que tampoco vemos.

Espritu indmitoHace tiempo, antes de la aproximacin de una catstrofe, esta se anunciaba con indicios.

Los cambios histricos tambin se anticipaban, con otros tambores

Un grupo de romnticos gritaron una vez sturm und drang y estallaron las palabras hasta hacerse aicos entre s.

Express yourselfMadonna insista con esto y las dems chicas se quedaron sin tintura.

Un camin de cruces esmaltadas iba directo al matadero.

As es como suceden las revoluciones.

Es la ambicin lo que suele llevar a la muerte

No slo a la muerte, parece ser que los ambiciosos tienen esa mstica fuerza sobrenatural para convertirse en inmortalesen fantasmas eternos de la historia. Tanta sangre libada no puede ser otra cosa sino el motor de estos seres oscuramente atractivos. Se condensan en ellos los siete pecados capitales, primando la gula por sobre la lujuria, la soberbia por sobre la pereza. Dichos, dichos, dichosHistoria de amor entre piedrasEs tal vez el ro que viene bajando. Esta vez la montaa se va vengando de a poco. Las piedras se vuelven sensibles al mnimo contacto y las aguas turbulentas, aunque tmidas, pretenden romper las orillas hasta desgajarlas en arena. De vez en cuando la tierra emite el rugido desgarrador y necesita de la violencia del elemento que la vuelve un dcil camino.

Forastero insideSe va a morir a otra parte porque no lo quieren. Dice que no lo escuchan cuando habla. Le preguntan qu tiene, qu hay escondido en su alma de caminante. El extrao no responde, no entiende el idioma, se ofusca y slo decide irse.La enfermedad

Ms de lo mismo y otra vez la misma cantilena. Ya te lo dije mil veces. No hay remedio ni cura para tanta desazn. Es como la mezquindad del avaro, o como el torniquete de antao. No hay remedio ni cura para tanta obsesin. Slo esperar sentado a que vuelva a llover y se borren las huellas.