y migajas filosÓficas -...
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SfJrenKierkegaard
POSTSCRIPTUM NO CIENTÍFICO
Y DEFINITIVO A
MIGAJAS FILOSÓFICAS~
Traducción y estudio introductorio de
Nassim Bravo Jordán
Prólogo de
Leticia Valadez Hernández
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
2008
ÍNDICE
xv / PrólogoXVII / Introducción del traductor
XXIII / Nota sobre la traducción
POSTSCRIPTUM NO CIENTÍFICO
Y DEFINITIVO A MIGAJAS FILOSÓFICAS
5 / Prefacio
9 / Introducción
PRIMERA PARTE
LA CUESTIÓN OBJETIVA TOCANTE A LA VERDADDEL CRISTIANISMO
CAPÍTULO 1
23 / EL PUNTO DE VISTA HISTÓRICO
24 / § 1. La Sagrada Escritura
35 / § 2. La Iglesia
46 / § 3. La evidencia de los siglos para la verdaddel cristianismo
CAPÍTULO 11
SI/EL PUNTO DE VISTA ESPECULATIVO
SEGUNDA PARTE
LA CUESTIÓN SUBJETIVA, LA RELACIÓN DEL
INDIVIDUO SUBJETIVO CON EL CRISTIANISMO, O:CONVERTIRSE EN CRISTIANO
SECCIÓN 1. UNAS PALABRAS ACERCA DE LESSING
CAPÍTULO 1
63 / UN AGRADECIMIENTO PARA LESSING
CAPÍTULO 11
73 / TESIS POSIBLES Y REALES DE LESSING
74 / 1. El pensador subjetivo existente es conciente de la dialécticade la comunicación
81 / 2. En su relación existencial con la verdad, el pensador subjetivo
subjetivo existente es tanto negativo como positivo, y tendrá
tanta comicidad como esencialmente posea pathos,
y encuéntrase constantemente en proceso de devenir, es decir,encuéntrase en constante lucha
94 / 3. Lessing ha dicho que las verdades históricas contingentes nunca
pueden ser demostración de las verdades eternas de la razón,
y también que la transición en virtud de la cual uno construye
una verdad eterna a partir de reportes históricos, es un salto
107 / 4. Si Dios sostuviera toda verdad en su derecha, y en su izquierda
la continua lucha, él elegiría esta última
111 I a. Es posible tener un sistema lógico
119 / b. No es posible tener un sistema de la existencia
SECCIÓN 11. LA CUESTIÓN SUBJETIVA, O CÓMO DEBE
CONSTITUIRSE LA SUBJETIVIDAD PARA QUELA CUESTIÓN PUEDA SERLE MANIFIESTA
CAPÍTULO [
129 / DEVENIR SUBJETIVO
Cuál tendría que ser el juicio de la ética si el devenir subjetivo no
fuera la más elevada tarea asignada a un ser humano; qué debería
ser descartado tras una comprensión más pormenorizada de esta
tarea; ejemplos de pensamiento orientados al devenir subjetivo
x
CAPÍTULO 11
191 ! LA VERDAD SUBJETIVA, LA INTERIORIDAD;
LA VERDAD ES SUBJETIVIDAD
APÉNDICE
253 ! Un vistazo a un esfuerzo contemporáneoen la literatura danesa
CAPÍTULO 111
303 / SUBJETIVIDAD REAL, SUBJETIVIDAD ÉTICA;
EL PENSADOR SUBJETIVO
303 / § 1. Qué significa existir; la realidad
320 ! § 2. La posibilidad superior a la realidad; la realidad superior
a la posibilidad; la idealidad poética e intelectual;la idealidad ética
345 ! § 3. La contemporaneidad de los elementos particulares
de la subjetividad en el individuo subjetivo existente;
la contemporaneidad como lo opuesto al proceso especulativo
351 ! § 4. El pensador subjetivo; su tarea; suforma, es decir, su estilo
CAPÍTULO IV
363 ! LA CUESTIÓN DE MIGAJAS: ¿CÓMO PUEDE CONSTRUIRSE
UNA FELICIDAD ETERNA A PARTIR DE UN CONOCIMIENTO
HISTÓRICO?
División 1
363 ! Para la orientación en el proyecto de Migajas
363 ! § 1. Que el punto de partida fue tomado del paganismo, y por qué
371 ! § 2. La importancia de un acuerdo previo sobre lo que es
el cristianismo antes que pueda plantearse cuestión alguna
sobre una mediación entre el cristianismo y el pensamiento
especulativo; la ausencia de un acuerdo favorece
la mediación, pese a que su ausencia vuelve a la mediación
ilusoria; la intervención de un acuerdo impide la mediación
383 ! § 3. La cuestión en Migajas como una cuestión introductoria,
no al cristianismo, sino al hecho de volverse cristiano
XI
División 2
387 / La cuestión misma
La felicidad eterna del individuo se decide en el tiempo a través
de una relación con algo histórico que además es histórico de forma
que su composición incluye aquello que, de acuerdo con
su naturaleza, no puede volverse histórico y en consecuenciadebe convertirse en eso en virtud del absurdo
A
PATHOS
389 / § 1. La expresión inicial del pathos existencial, la orientación
absoluta (el respeto) hacia el TÉAOS absoluto expresado
a través de la acción en la transformación de la existencia.
El pathos estético. La ilusión de la mediación.El movimiento monástico de la Edad Media.
El relacionarse a la vez de forma absoluta con el propio
TÉAOS absoluto y de forma relativa con losfines relativos
434 / § 2. La esencial expresión del pathos existencial: El sufrimiento.
La buena fortuna y el infortunio como una visiónde vida estética en contraste con una visión de vida
religiosa (a la luz del discurso religioso). La realidad del
sufrimiento (el humor). La realidad del sufrimiento
en tanto que signo en la última etapa de que un individuo
existente se relaciona con una felicidad eterna. La ilusión
de la religiosidad. La prueba espiritual. El fundamento
y significado del sufrimiento en la primera etapa:
Morir a la inmediatez y a pesar de ello, permanecer
en lo finito. Un entretenimiento edificante. El humor como
incógnito de la religiosidad.
527 / § 3. La expresión decisiva del pathos existencial es la culpa.
Que la investigación va en retroceso y no hacia delante.
El eterno recuerdo de la culpa es la expresión suprema
de la relación de la conciencia de la culpa con una felicidad
eterna. Expresiones inferiores de la conciencia de la culpa
y sus correspondientes formas de satisfacción. La penitencia
voluntaria. El humor. La religiosidad de la ocultainterioridad.
557 / La cláusula intermedia entre Ay B
XII
B
563 / LO DIALÉCTICO
571 / §1.
575 / §2.
580 / § 3.
La contradicción dialéctica que es la ruptura: esperar una
felicidad eterna en el tiempo a través de una relación con
otra cosa en el tiempo
La contradicción dialéctica que consiste en que una
felicidad eterna esté fundada en la relación con algohistórico
La contradicción dialéctica de que lo histórico aquí
considerado no es algo histórico en sentido ordinario,
sino que más bien consiste en aquello que puede volverse
histórico sólo en contra de su naturaleza, y, enconsecuencia, en virtud del absurdo
APÉNDICE A B
583 / El efecto retroactivo de lo dialéctico sobre el pathos produce
un pathos intensificado. Los momentos contemporáneosde este pathos
584 / a. La conciencia del pecado
586 / b. La posibilidad del escándalo
587 / c. El dolor de la simpatía
CAPÍTULO V
589 / CONCLUSIÓN
610 / Volverse un cristiano o ser un cristiano se define objetivamente
de la siguiente manera
613 / Ser un cristiano se define subjetivamenteAPÉNDICE
619 / Un entendimiento con el lector
627 / UNA PRIMERA Y ÚLTIMA EXPLICACIÓN
XIII
PRÓLOGO
No se trata sólo de una gran obra desde el punto de vista de su volu
men. El Postscriptum definitivo no científico a Migajas Filosóficas es
una gran obra por su contenido filosófico y teológico, y además porquetrata temas centrales de lo que comúnmente conocemos como filosofía
existencial y de la subjetividad, de Kierkegaard.
En febrero de 1843 inicia una gran producción seudónima de
Kierkegaard que parece estar perfectamente preconcebida; misma
que en febrero de 1846 culmina, precisamente con el Postscriptum.
Durante esos tres años Kierkegaard publicó siete grandes obras seudónimas que algunos estudiosos denominan "estéticas'; además de
muchos discursos edificantes que sí llevaban su firma. Con Migajas,publicada en junio de 1844, se abre una discusión decisiva con la
filosofía, especialmente la hegeliana.
El Postscriptum es el complemento ya anunciado por Climacus,
el autor de Migajas. Con esta obra continúa y completa la tarea de
delinear un cristianismo existencial o paradójico, y se aleja de las
categorías filosóficas sistemáticas, con especial énfasis en las hegelianas. ]ohannes Climacus se describe a sí mismo como un psicólogo
experimental humorístico. Se interesa por lo que significa ser un sujeto.Sin embargo, su intención no es enseñar el arte de existir, de ahí el
título "no científico': Aunque no hay que pensar que por ello Climacus
desprecie a la ciencia. Climacus no está contra el pensamiento o la
reflexión, ya que ha dedicado gran parte de su vida. Lo que no se puedeentender de manera erudita o académica, afirma, es la existencia. Sólola existencia misma enseña a existir.
xv
En esta obra Kierkegaard aprovecha, además, para respondera algunos de sus oponentes contemporáneos como Martensen yGrundtvig.
Uno de los conceptos más significativos del Postscriptum es elconcepto de humor. El mismo título de la obra "postscriptum" resultahumorístico.
Aunque en realidad la producción literaria de Kierkegaard noterminó con el Postscriptum, parece que originalmente ésa era laintención, no es casual que lo haya titulado "concluyente"; él mismolo expresa en algunas anotaciones de sus diarios. Por ello resulta degran interés la lectura de la obra que pudo haber sido la última.
Es afortunado el hecho de contar con una buena traducción de
esta obra en nuestra lengua. Constituye una gran contribución paraque los estudiosos de Kierkegaard de habla hispana puedan incluiruna pieza más en el rompecabezas de la obra del filósofo danés.
Leticia Valadez
XVI
INTRODUCCIÓN
En mi opinión es siempre un asunto difícil escribir la introducción
para cualquiera de las numerosas obras de Kierkegaard. En el caso del
libro que ahora tenemos en nuestras manos, la dificultad se agudiza
significativamente, y yo quedo en una posición bastante incómoda,
no tanto por mi papel de traductor, sino precisamente en tanto queintroductor. El Postscriptum, libro de considerable tamaño -quizás el
más grande de todos en volumen-, subraya continuamente, lo mismo
que otros escritos, tanto los seudónimos como los edificantes, su com
pleto rechazo a adoptar ese carácter didáctico tan propio de la filosofía,
y especialmente de esa filosofía que en tiempos de Kierkegaard seapoderó en cuerpo y alma del ambiente académico y mundano de la
capital del reino de Dinamarca: el hegelianismo. De modo, pues, quesi consideramos la introducción como una suerte de auxiliar didáctico
para la lectura de la obra en cuestión, resultará en consecuencia que
tendremos una mala introducción, y yo, en mi papel de introductor,
le estaría haciendo traición a Kierkegaard. Por otra parte, si en aras deuna cierta decencia o humildad intelectual, me limitara solamente a
repetir aquello mismo que Kierkegaard dice en su libro, igualmente le
estaría traicionando, no por el hecho de repetir sus palabras, sino
por decir lo mismo que él, sólo que de peor forma. Por tanto, si he de
escribir una introducción y decir algunas palabras al respecto, es decir,
si es absolutamente preciso, la única alternativa razonable es presentar
una introducción breve y ligera, y cuanto más breve, mejor.
El Postscriptum, escrito por el seudónimo Johannes Climacus,
aparece publicado en Copenhague el 28 de febrero de 1846. Kierke-
XVII
gaard contaba entonces con 32 años, aunque la redacción la había co
menzado algún tiempo antes. Digamos, con un cierto matiz dantesco,
que Kierkegaard escribió su Postscriptum a la mitad del camino de su
vida. Y, ciertamente, hallamos aquí la plena maduración de algunas
ideas que ya antes habíamos leído en las otras obras seudónimas y
de carácter religioso, ideas que en aquel entonces pasaron casi ente
ramente desapercibidas, ya sea por descuido o arrogancia, pero que
a la postre elevaron a su autor al inmortal Olimpo del pensamiento
universal y le ganaron el justo reconocimiento como escritor cumbrede la literatura danesa.
La sobreabundancia de contenido, la infinita profundización en
la interioridad, la riqueza de espíritu y la belleza formal (que sin duda
estuvo ausente de la literatura filosófica -en términos generales- desde
que escribiera un San Agustín o un Platón) son legados invaluables que
Kierkegaard ha dejado a la posteridad, tanto para el cristiano como
para el no cristiano, una posteridad que ya no reconoce distinción
entre Oriente y Occidente. Introducido por primera vez a nuestro
mundo de habla castellana por Miguel de Unamuno, y traducido muybellamente y casi en su integridad por Demetrio Gutiérrez Rivera,
resulta del todo innegable que Kierkegaard se hace escuchar con voz
protagónica en el amplio coro que es nuestro horizonte de pensamien
to. Sin embargo, y por desgracia, el Postscriptum ha permanecido la
mayoría de las veces ignorado, eclipsado a menudo por otras obras
suyas mucho más difundidas -aunque, naturalmente, no por eso de
menor valía- como Temor y temblár y el celebérrimo Concepto de la
angustia. Desde luego, no faltan explicaciones para esto último. Re
cordemos que, en su tiempo, el único escrito de entre toda la inmensa
producción kierkegaardiana que fue acogido con aceptación y buena
crítica, fue aquel que dio inicio a su meteórica carrera como autor: O
esto o lo otro, publicado en 1843, y editado por el primero de tantosfuturos seudónimos, Victor Eremita. El mismo Kierkegaard interpreta
este benévolo recibimiento como un síntoma de su época. Aquello
que interesó de manera principal a sus contemporáneos daneses no
fue tanto la obra en su totalidad, sino la pieza que daba cierre a la
primera parte, el Diario de un seductor, escrito que, leído de modo su
perficial, hallábase repleto de esos audaces giros dramáticos que tanto
agradaban en una época donde el romanticismo empezaba a decaer.
XVIII
De igual forma, y haciendo la analogía correspondiente, en nuestro
tiempo recibimos con grata familiaridad los conceptos difundidos -no
digo que malamente- por los existencialistas del siglo xx, conceptos
como la angustia y el absurdo, conceptos que se acomodaban inme
jorablemente al trágico y fatalista sentimiento del siglo de las grandes
guerras, un sentimiento que -siguiendo con la analogía- comienzaahora a decaer, desvaneciéndose en medio de la mediocridad y el in
diferentismo. En cambio, pocos hablaron de la dialéctica de la fe, o del
auténtico sentimiento religioso. Poco se habló, asimismo, de la famosa
cuestión: ¿Cómo puede construirse una felicidad eterna a partir de unconocimiento histórico?
El Postscriptum, en añadidura, es la obra kierkegaardiana donde
se manifiesta de modo más acabado y admirable la argumentación filo
sófica de su pensamiento. Sin incurrir en mayor riesgo o exageración,
creo que es lícito afirmar que el Postscriptum es el libro más filosóficode entre la vasta auto ría de Kierkegaard. En este sentido, su lectura
muéstrase a primera vista como una tarea intimidante y colosal. Losanteriores escritos seudónimos, efectivamente, habían hecho hincapié
en las limitaciones de aquel modo de existencia que suele englobarse
con el nombre de estadio estético. En ellos, Kierkegaard realiza una
enérgica crítica indirecta contra el estilo de vida del poeta, una vida,
por así decido, incompleta; el poeta sitúa su existencia en el plano de
la posibilidad, abandona en suspenso el instante clave de la decisión
y, por ende, lleva una vida inacabada. Los discursos edificantes, porsu parte, Kierkegaard los dedica básicamente a la clarificación de lo
religioso. EIPostscriptum, si bien continuaba con el proyecto de comunicación indirecta iniciada con las anteriores obras seudónimas, abrió
una nueva perspectiva. Esta nueva perspectiva podemos rastreada,
en realidad, en Migajas filosóficas, escrito también por el seudónimoJohannes Climacus.
Si Kierkegaard se interesó antes en la crítica del estilo de vida
poético, ahora toma por asalto al imponente -y, al parecer, inexpug
nable- edificio del pensamiento especulativo. La filosofía especulativa,
puesta en boga en primer lugar por Hegel, y desarrollada incansablemente por sus numerosos seguidores daneses (entre los cuales
podemos resaltar a Martensen y al poeta Heiberg), pretendió construirun sistema de alcance explicativo omniabarcante. Salta a la vista, sin
XIX
embargo, que el antedicho sistema ha dejado fuera a la existencia, y
toda vez que el pensador o constructor de sistemas es inevitablemente
y en primerísimo lugar un hombre que existe, resulta de ello la cómicacontradicción (y, como bien señala Kierkegaard, toda comicidad surge
en virtud de la contradicción) de que o bien el pensador se ha dejado
fuera de su propio sistema, o él mismo ha dejado de ser un hombre
existente para convertirse en una fabulosa criatura que no existe sino
abstractamente y reside en el también fabuloso reino del ser puro.Resulta curioso, cabe decido, que además del acostumbrado
recurso a la ironía, Kierkegaard hace gala de un sorprendente poder
argumentativo. Es como si utilizara el pensamiento contra el pen
samiento mismo. Johannes Climacus, ciertamente, se presenta como
un pensador privado, uno que utiliza hábilmente las virtudes del
razonamiento, pero sin nexo o compromiso algunos con el proyecto
del sistema. La confrontación con el pensamiento especulativo la
lleva a cabo en el dominio del pensamiento. Semejante ambientación
contrasta notablemente con los entramados líricos y a menudo excesivos vericuetos de las anteriores obras seudónimas. A decir verdad,
Johannes Climacus no se opone al pensamiento mismo ni a la lógica del
razonamiento, sino a la soberbia de un pensamiento especulativo que
entre tantos de sus excesos ha pretendido ir más allá del cristianismo
-especulativamente, claro está- y, al mismo tiempo, ha olvidado lo que
significa existir y lo que significa la interioridad. Al argumentar filosó
ficamente, Kierkegaard deja ver con transparencia las inconsistencias
del sistema, demuestra la imposibilidad de construir un sistema de la
existencia y señala el carácter inefable de las categorías propiamentecristianas. En otras palabras, subraya con énfasis decisivo que la exis
tencia no puede pensarse en abstracto, como quisiera el pensamiento
especulativo.
Así, pues, aquí no hay tanto lirismo ni tanta poesía, y encontramos
en su lugar una espectacular armonía argumentativa y una coherencia y
unidad de pensamiento pocas veces vista. Kierkegaard, evidentemente,
elude de manera consciente la equivocación del pensador especula
tivo. Como ya se apuntala desde el título mismo, el Postscríptum es
una obra de carácter "no científico'; uvídenskavelíg en danés, y estacarencia de cientificidad no se debe, naturalmente, a una carencia de
razonamiento, como ya se ha dicho, sino a la ausencia de la objetividad
xx
del sistema, por un lado, y a su presentación no didáctica, tan contraria
a la postura de los "profesores" universitarios. Kierkegaard, tal cual
ya lo había hecho en sus numerosos discursos edificantes, procuraante todo reconocer su falta de autoridad en aquello concerniente a
la existencia. Cuando el individuo lidia con su propia existencia, no
puede recurrir cómodamente al recurso didáctico del profesor, puestratándose de la existencia el único maestro posible es la existencia
misma. Como es costumbre suya, Kierkegaard no se dirige a la masainerte, abstracta y sin forma que es la multitud, sino al lector indivi
dual, hombre existente de carne y hueso, a aquel lector dispuesto adescubrir el significado de lo que es existir, y dispuesto a abandonar la
vana pretensión de devenir objetivo. No al pensador que desde la cáte
dra predica el grave imperativo de omnibus dubitandum esty la exigencia de especulación y objetividad, ni al serio pastor, Su Reverencia, que
desde el púlpito especula y discurre con espectaculares giros retóricassobre las más elevadas categorías del cristianismo.
Por último, creo que es digno de mención que el Postscriptum, de
acuerdo con los deseos del propio Kierkegaard, estaba destinado aser la obra que diera punto final a su carrera como autor. De hecho, al
final del texto nos encontramos con aquel breve apunte, "Una primeray última explicación'; donde Kierkegaard revela ser el autor de los seu
dónimos, es decir, se revela como autor de autores, y añade, a modo
de explicación, cómo debe leerse a estos seudónimos. Sin embargo,
el desafortunado incidente del Corsario, en el cual Kierkegaard fuehumillado y caricaturizado, le obligó a reanudar su misión de escri
tor que, pese a ello y para fortuna nuestra, fue siempre su vocaciónprimera.
Como dije al principio, esta introducción debía ser breve y li
gera, no fuera que el lector se desanimase desde el principio mismoy, aburrido, cerrara el libro, perdiéndose así de una obra de las más
excelentes que pueden encontrarse. Callo entonces, y no digo más.
NBl
XXI