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ASOClAC lON DE MJCROBIOLOGIA, HIGIENE Y MEDICINA PREVENTIVA Sesión del día 20 de abril de 1967 ESTADO ACTUAL DE LA RABIA EN BAR CELONA J. VIVES SADATER Que la rabia ha sido un motivo do ,Preocupación humana en todlll las épocas, es un hecho evidente. A través de los tiempos se ha pre· sentado en forma enzoótica o epizoótica en muchos países. Se citan epizootias rábicas desde la más remota antigüedad, pero, sin retrasamos tanto, mencionaremos sólo algunas de las que han dejado mayores recuerdos en Europa, antes de dedicar su estudio en nuestro En el siglo XVI se desarrolló una intensa epizootia de rabia canina que acompañando a la peste hacía estragos en el norte de Italia y se extendió a todos los países bañados p or el mar Adriático. A finales dd mismo siglo, afecta a los países danubianos, Austria y Hungría, alcan- zando además a T urquía. Hungría ha sido un país muy castigado por la rabia hasta gue se tomaron medidas profilácticas aplicadas con energ¡a. A comienzos del siglo :li.'VID una intensa epizootia afecta a animales domésticos y salvajes, transmitiendo la enfermedad al ganado y a la especie humana en Centroeuropa, presentando exacerbaciones en 1719. 1722, 1763 y 177 4 y extendiéndose, llegando a afectar a Francia, Es· paña, Inglaterra, Italia y Alemania. En fin, podemos decir que zando a todo el continente. En 1803 se manifiesta con extraordinana intensidad en Suiza, afecta principalmente a los zorros. En Inglaterra la rabia era común a comienzos del siglo xrx, adqui· riendo hacia 1866 una virulencia excepcional. En Alemania ocurre otro tanto, y en 1823-24 se describe en Berlíll . en cuya zona atacó principalmente a zorros y gatos. Según Ht· RING, en la segtmda mitad del siglo pasado ]u rabia se observó en t odill t partes, siendo muy intensa, según el mismo autor, en el mediodía de Francia y en Alemania, sacrificándose en 1851 en Hamburgo más de 1 1.800 perros y obligando a los supervivientes a permnnecer atados cons· s tantemente. J, Y así, de esta manera, ibnu sucediéndose brotes de rabia en uno 0

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ASOClAClON DE MJCROBIOLOGIA, HIGIENE Y MEDICINA PREVENTIVA

Sesión del día 20 de abril de 1967

ESTADO ACTUAL DE LA RABIA EN BARCELONA

J. VIVES SADATER

Que la rabia ha sido un motivo do ,Preocupación humana en todlll las épocas, es un hecho evidente. A través de los tiempos se ha pre· sentado en forma enzoótica o epizoótica en muchos países.

Se citan epizootias rábicas desde la más remota antigüedad, pero, sin retrasamos tanto, mencionaremos sólo algunas de las que han dejado mayores recuerdos en Europa, antes de dedicar su estudio en nuestro paí~

En el siglo XVI se desarrolló una intensa epizootia de rabia canina que acompañando a la peste hacía estragos en el norte de Italia y se extendió a todos los países bañados por el mar Adriático. A finales dd mismo siglo, afecta a los países danubianos, Austria y Hungría, alcan­zando además a Turquía. Hungría ha sido un país muy castigado por la rabia hasta gue se tomaron medidas profilácticas aplicadas con energ¡a.

A comienzos del siglo :li.'VID una intensa epizootia afecta a animales domésticos y salvajes, transmitiendo la enfermedad al ganado y a la especie humana en Centroeuropa, presentando exacerbaciones en 1719. 1722, 1763 y 177 4 y extendiéndose, llegando a afectar a Francia, Es· paña, Inglaterra, Italia y Alemania. En fin, podemos decir que alca~­zando a todo el continente. En 1803 se manifiesta con extraordinana intensidad en Suiza, afecta principalmente a los zorros.

En Inglaterra la rabia era común a comienzos del siglo xrx, adqui· riendo hacia 1866 una virulencia excepcional.

En Alemania ocurre otro tanto, y en 1823-24 se describe en Berlíll. en cuya zona atacó principalmente a lobo~. zorros y gatos. Según Ht· RING, en la segtmda mitad del siglo pasado ]u rabia se observó en todill t partes, siendo muy intensa, según el mismo autor, en el mediodía de ~ Francia y en Alemania, sacrificándose en 1851 en Hamburgo más de 1 1.800 perros y obligando a los supervivientes a permnnecer atados cons· s tantemente. J,

Y así, de esta manera, ibnu sucediéndose brotes de rabia en uno 0

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varios países a la vez, y en intervalos más o menos largos, hasta que con la aparición de la vacuna antirrábica, acompañada de otras medidas de control sobre los animales domésticos, se ha logrado librarse com­pletamente de ella en unos países o bien transformar esas grandes epi­zootias, en algún caso esporádico en otros.

Recientemente parece observarse un recrudecimiento de la rabia en el mundo. Alemania Federal, Países Bajos, Dinamarca y Europa central están infectados. La situación crítica de Alemania frente a la rabia de­bida a los zorros salvajes obliga a una propaganda intem:a para man­tener a la población en un estado continuo de alerta.

En EE. UU. los quirópteros por un lado y zorros y coyotes por otro mantienen una endemia rábica que obliga a tratarse contra la misma a más de 35.000 personas al año. La enzootia de rabia que actualmente existe en el Canadá es la más seria que el país ha conocido hasta ahora: afecta, adem¡)s de los animales domésticos, a lobos, coyotes, linces, osos, conejos, etc.

El ganado de ciertos territorios de Hispanoamérica es diezmado por la rabia de los vampiros, que han matado ya a más de un millón de cabezas de ganado e impedido incluso toda clase de cria en cie1tas zo­nas, si los animales no estaban vacunados. El número de casos de rabia entre los animales domésticos es a su vez también muy elevado; por ejemplo, en Buenos Aires (Capital Federal) se han atendido durante el mes de octubre de 1966 a 4.983 personas, de las cuales se han vacll­nado conlTa la rabia a 1.499. El número de perros diagnosticados, C0'1 rabia confirmada, se eleva en el mismo mes a 71. En el resto de países de Centro y Sudamérica la rabia en perros y gatos es alarmante.

En Asia y África la rabia es endémica en los animales, alcanzando la enzootia en algunos lugares al 70 % de la población canina, teniendo además que deplorar numerosos casos de rabia humana.

El más grave de los problemas que actualmente plantea la rabia en determinadas zonas, es la infección de los animales salvajes, reser­vorio que mantiene la enfermedad en muchas partes del mundo.

Estudios recientes sobre la transmisión de la rabia entre los anima­les han esclarecido las modalidades de este proceto en la naturaleza. En la mayoría de los casos observados, las glándulas submaxilru·es de las zorras infectadas espontáneamente contenían el virus de la rabia y la in­fección de las glándulas salivares siempre estaba acompañada por la del. sistema. nervioso central, lo que indica que la zorra puede traos­ITllllr la enfermedad, puede considerarse un portador asintomático. Así pue..~, wn muchas las posibilidades de transmisión en la zorra, porque las mfecciones e:\:perimentales han demostrado que el virus estaba pre­sente en la saüva durante largos períodos de tiempo antes de aparecer los síntomas de la en fermedad. ·

En ciertas zonas caracterizadamenlc cnzoóticas o epizoóticas se han

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66 ANALES. SECCIÓN MEDICINA

practicado encuestas que no han acusado la presencia del virus en 1 pequeños roedores silvestres, lo que demuestra que esas especies no sr un reservado natuxal importante de la enfermdad.

La rabia en el vampiro plantea problemas de gravedad. En 1953¡ aisló el virus de la rabia en un murciélago insectívoro capturado en J7.¡

tados Unidos. Desde 1953 hasta la fecha, se ha encontrado el virusr 1.870 murciélagos distribuidos en 24 Es~ados del rrtismo país y en alguL provincia del Canadá. En medios geográficos muy distintos se han 11.

tificado otros casos de infección> en Turquía y en Yugoslavia, y uL

sospechoso en Alemania occidental. Todos esos murciélagos eran ins~. tívoros.

Los murciélagos pueden transmitir la enfermedad tanto a los cuadr. pedos como a los seres humanos. El virus se encuentra también en h murciélagos de cola libre mejicanos, habiéndose enconb·ado anticuer¡K en un elevado porcentaje de murciélagos sanos y normales.

Más de un centena~· de casos comprobados de rabia en el murr1 lago están relacionados con episodios de mordedura en el hombre. Cioo fallecimientos por rabia en Estados Unidos y uno en la India se ha atribuido a mordeduras de murciélago insectívoro.

Las investigaciones sobre las epizootias de rabia en el murciéla~ han hecho patente que en el laboratorio era muy clifícH conseguir l transrrtisión por medio de mordeduras de murciélago rabioso con saliVl ción infecciosa, a animales susceptibles. De otros estudios se infiere l posibilidad de que algunas especies de murciélagos insectívoros puedr ser portadores asintomáticos de la infección. Encuestas practicadas &

determinadas poblaciones de murciélagos acusan muchos casos de aisb miento del virus en períodos caracterizados por un aumento de la ro(l)

talidad. Se sabe que los muTciélagos insectívoros infectados pueden babiW

cuevas también habitadas por murciélagos hematófagos. La transmisilr de virus de una especie de murciélago a la otra puede servir de haS para explicar la infección entre ellos, ya que los insectívoros suelen ~ vemar en zonas en donde se encuentra también a los murciélagos br matófagos.

La proporción de mmcjélagos portadoJes del vú·us puede ser allt hasta el 9 % de entre los que presentan signos anormales, pero se supoo: que el 1 % de los normales pueden ser portadores del virus. El 1rinl puede encontrru:se tanto en el cerebro como en las glándulas saliv~ei especialmente en los murciélagos de aspecto anormal.

La estancia prolongada de coyotes v zorros en una cueva en la q&. pululaban murciélagos ha permitido co'nfirmar la asombrosa transmisílt del virus rábico por vía aérea. Al parecer, la transmisión aérea es furr ción de· la mayor sensibiljdacl de ciertas especies, pues perros, galoS, ratas situados en condiciones iguales no se contaminan ,

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VIVES. RABIA 67

Está en duela y pe11diente de demostración si los murciélagos pue­den, a su vez, infectarse a t.ravés de artrópodos portadores del virus por haber parasitado animales selváticos con rabia o sus cadáveres.

En España la rabia ha evolucionado de modo parecido al resto de Europa, y especialmente influida por los paises vecinos, si bien la in­Jluencia del Sur, la proximidad del continente africano, la abundancia de perros en Marruecos, ha influido en el mantenimiento de la ende­mia, que durante muchos aiios ha predominado en las provincias meri­dionales de la península.

Se han ocupado de la rabia, a u·avés de los tiempos, diversos auto­res, figurando entre ellos don JuAN BRAvo DE PIEDRAHITA, quien en 1571 publica en Salamanca una monograHa titulada uDe Hidrofobiae natura e causis» ; en ella considera a la rabia como una manía o furor producido por el virus rábico, que tiene su asiento en la baba que el perro rabioso deposita en el fondo de las heddas que produce al mor­der. Y que el virus lisico es un veneno que ataca a los centros ner­viosos y perturba las facultades intelectuales.

En el siglo xvn estudia la rabia don DIEGO A.Nromo RoBLEDO. En su trabajo dice: la rabia es producida por la introducción en el organismo de un veneno animal no fisiológico como el de las víboras, sino acci­dental, procedente de una infección que producen los perros y los lobos y que transmiten a otros animales y también al hombre por mordedura.

Entre los autores contemporáneos, figura don JAIME FEiuviN, que en 1889 publica una obra titulada «Estudio sobre la rabia y su pro Al axis», y más recientemente, en 1921, DALMACIO GARCÍA IzcARA, una monogt·a­fía completísima, •La rabia y su profilaxis••, que ha alcanzado gran difusión.

Además de la ciencia, han contribuido al conocimiento de la rabia la fe y la superstición, y como cosa cwiosa citaremos, e>.'traida del libro «Leyendas y Tradicionesn, de don FRANCISCO DE P. CAPELLA, la que sigue, relacionada con Santa Quiteria, y que tuvo lugar en la comarca del Vallés en el siglo nr de nuestra era. La Santa era perseguida y uno de sus perseguidores, ya cansado después de muchos días de no en­contrarla, pronunció la siguiente frase: •mala rabia me mate a mí y a mis perros si al encontrarla no la mato con mis propias manos•. En efecto, al encontrarla, y a pesar de las súplicas de la doncella, le dio muerte atravesando varias veces su cuerpo con la lanza y luego le cortó la cabeza. Entonces sucedió el prodigio. El cuerpo de la Santa medio despedazado se levantó y cogiendo su cabeza con ambas manos anduvo largo trecho seguido por su perseguidor, con los cabellos erizados y los pe?"o~ que le acompañaban. De pronto el cuerpo se desplomó y brotó alli una fuente. A la vista del agua, los perros rabiaron y se arroja10n sobre Castelio, que así se llamaba el que la mató. Los perros, dando

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68 ANALES. SECCIÓN MEDICINA

terribles aullidos, le :~tacaban, a la vez que él, bramando corno una 6. ra, en medio de su rabia los estrangulaba. Poco después, junto al cue~ de la mártir, se veía otro cadáver sin forma humana, que yacía jllli a diez perros estrangulados cuya vista causaba horror. Los crirtianos r cogieron el cuerpo de la Santa y le dieron allí sepultura. En e$lC lug: radica hoy Vilanova de la Roca, y el domingo antes del 22 de juli tiene allí lugar el "Aplec de Santa Quiteriau. Los romeros veneran al Santa y cantan con devoción:

Gloriosa Santa Quitr}ria, volgau-nos atavo1·í, guardeu-nos de mal de rabia, qu'és mal que no's pnt sufrí.

También gozaron fama los saludadores, que succionaban la herid. para extraer el veneno como en las picaduras por serpientes. Se ncud: a San Huber to rezando unas novenas y pasando su llave por encim de la herida, etc.

No obstante, cuando las circunstancias lo requerían, se sabían tolll1 medidas enérgicas y adecuadas, por no disponer de otras mejores, cor:: puede verse en la Edicto que transcribimos:

"Don Francisco González de Basscourt, Conde del Asalto, Marq~ González y del Borgheto, Gentilhombre de Cámara de S. M. con er. trada, Comendador de Miravel en la Orden de Santiago, Administrad: en la de Calatrava, de la Encomienda de La Abreria, Teniente Cenen de los Reales Ejércitos, Teniente Coronel del Regimiento de Reales Cual dias de Infantería Española, Gobernador y Capitán General del Ejérci~ y Principado de Cataluña y Presidente de su Real Audiencia, etc.

Por cuanto el Fiscal de su Majestad en lo civil de esta Real Audierr cia y junta de Sanidad del Principado de Cataluña, D. Jacobo Man de Espinosa, nos ha manifestado los muchos estragos que ocasionan k perros rabiosos en esto Principado por falta de una providencia politi~ que los precava en su 01igen, no obstante que en Edicto de diez l ocho de Febrero de este año, se explicaron con la mayor claúdad k• señales con que se manifiesta la Rabia en un animal, y especialrnent• en los Perros: que para que se tengan más presentes; y para ma)\l' abundamiento de lo que va a declararse, nos ha parecido oportuno d insertar en esto los artículos que los contienen, que son del tenor ~· guíen te:

I. Las señales con que se conoce, que amenaza rabia a un animal singularmente a los Perros, son el que parecen con aspecto triste; ~ apartan de las gentes; no ladran, pero gruñen; aborrecen toda corni~ y bebida; indignados embisten a los desconocidos, pero se acuerdan di

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..

VIVES. RABIA 69

amo, y camiuan como soiíolientos. Hasta aquí es el primer grado del mal. n. Después empiezan los Perros a aneJar, sacan la lengua, despedir

mucha espuma con la boca siempre abierta, andan yá poco a poco como medio dormidos, yá de repente y sin motivos se ponen a correr y no siempre por camino recto; si encuentran algún arroyo, retroceden es­pantados: empiezan entonces a no conocer más al amo; tienen los ojos bajos, lagrimosos, cargados de polvo, y la lengua de color de plomo; se enflaquecen en breve tiempo, deliran, y finalmente se enfurecen. l!:ste es el segundo grado, que apenas sufren treinta horas sin morir; y su mordedura en este tiempo es casi incurable.

Hallándonos también informado de haber muerto en este año dos Personas Rabiosas mordidas por Gatos, y que esta especie de animales está muy espuesta a contraer aquel mal, yá por la casualidad de ser mordidos por Perros, y yá también por el común abuso que se experi­menta entre Personas poco prudentes de incitar a los Perros a que aco­metan, o luchen con los Gatos, de cuyas resultas quedan unos y otros notablemente expuestos a contraer la Hidrofobia: para precaver en lo posible estos daños de tanta consideración, mayormente cuando se co­munican a los Racionales, que se ven padecer, y morir con el mayor horror, y espanto; examinada la materia en la Real Junta de Sanidad con el pulso, y madurez que exige, insiguiendo lo resuelto por ella: or­denamos, y mandamos; se mate inmediatamente a todo Perro, que se hallare en los Caminos, y Calles de esta Ciudad, y demás poblaciones del Principado sin Amo, para cuyo conocimiento llevarán los que lo tu­vieren el indispensable señal de un Collar de Hierro, Latón, Cuero, u de otro género, procurando sus dueños evitar en lo posible el que vayan debagando por las Calles, porque a más de los perjuicios que suelen causar, van expuestos a ser mordidos de los que por algún ac­cidente han adquirido el mal de Rabia : pero los Perros de Presa se han de tener precisamente sujetos a la Cadena, sin que sus Amos, o los familiares de éstos, los lleven consigo, sin la seguridad del bozo, con cadena, y sin soltar jamás ésta de la mano, todo bajo la pena de seis libras por la primera vez, duplicadas por la segunda, y al arbitrio del Juez si ocurriesen más contravenciones aplicándose por terceras partes, al Juez, Denunciador y penas de Cámara. Asimismo exortamos a toda clase de Personas extiendan a su cuidado a los Gatos, que tuvieren en s~s Casas para observarles su quietud, y que nadie los haga acometer, m luchar con los Perros, a fln de evitar las expresadas resultas. Y man­damos a todos los Justicias zelen con el mayor cuidado, y vigilancia su ~untual cumplimiento, con prevención, ele que se tratará con el mayor ngor_ cualquier descuido, u omisión que se les notare: y en la inteli­gencta de que admitirán den·uncias secretas, sob1·e eUo . . Y para que llegue a noticia de todos y nadie pueda alegar ignoran­

cm, mandamos publicar este Edicto por los parajes públicos: y acostum-

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En

70 ANALES. SECCIÓN :\fEDJCINA

brados de esta Capital y de las demás Cabezas de Corregimiento, Ciu· dades, Villas y Lugares del Principado con ia solemnidad y circunslar.Mii cías de estilo. Oado en Barcelona a veinte y tres de noviembre de 11:'

setecientos ochenta y seis. Firmado por El Conde del Asalto. Visto por D. Ventura de Ferrán, Decano. Registrado en el Divert. 1 de Sanidad Fol. VII. por El Barón &

Serrahí, Secretario de la Real Junta de Sanidad. Se ha publicado el presente Edicto en los parajes públicos y

tumbrados de esta Ciudad, con las formalidades de estilo por mí, más Alaret, Pregonero y Trompeta Real, hoy a los treinta de N de mil setecientos ochenta y seis.»

Casi cien aiios antes del gran descubrimiento de P ASTEUR.

En 1888 se crea en Barcelona el llamado entonces Laboratorio M¡ crobiológico Municipal, hoy Laboratorio Municipal de Barcelona, y en· tre otras misiones le incumbe .da aplicación de vacunas antirn\bicas, pr~ ventivas para los animales y curativas para el hombre, al que se admi· rustran después de ser mordido por un animal rabioso o sospech011 de serlo•.

En 1948 emprendimos un estudio estadístico de los tratamientos an­

tirrábicos aplicados en el Laboratorio Municipal desde 1911 a 1948 1

que hemos completado hasta la actualidad. Desde entonces se han ap~ cado unos 35.500 tratamientos antirrábicos, con un volumen anual qut viene representado en el gráfico n.0 l desde 1925. La expresión num~ es la siguiente :

1911 74 1925 552 1939 1147 1953 3-r 1912 84 1926 511 1940 1104 1954 43í 1913 162 1927 376 1941 1071 1955 001 1914 173 1928 610 1942 1599 1956 6óí 1915 214 1929 398 1043 1251 1957 6lt 1916 324 1930 385 1944 757 1958 41S 1917 171 1931 444 1945 1385 1959 3Sl 1918 150 1932 996 1946 1710 1960 393 1919 234 1933 1115 1947 1313 1961 34í 1920 360 1934 694 1948 1102 1962 200 1921 325 1935 687 1949 845 1963 300 1922 300 1936 723 1950 697 1964 3-jj

1923 539 1937 2142 1951 472 1965 311 1924 630 1938 1429 1952 347 1966 2&1

_.

Del examen del gráfico n. 0 1 representativo del movimiento del Seni· cío Antirrábico, se observa un aumento progresivamente ascendente, con

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.. )1

ir

VIVES. RABIA 71

algunas remisiones en los años 1927, 29 y 30, seguidas de una eleva­ción acentuada en 1933, desciende ligeramente para aumentar de un modo exagerado en 1937, que, sin lucha antirrábica de ninguna clase, ocasiona este grave desequilibrio en la curva gráfica, que se mantiene oscilante con cifras muy elevadas de vacunaciones antirrábicas hasta que en 1949 comienza un notable descenso que, sin embargo, se interrumpe

y durante los años de 1954 comienza a ascender de nuevo, no consigue nivelarse hasta 1958 y desde éste el descenso es lento pero evidente.

Para examinar con mayor atención las incidencias de los últimos años,

hemos reunido en el cuadro siguiente (cuadro n.0 2) los datos corres­

pondientes, expresados según el sexo, varones o hembras; residencia, ya sean de Barcelona ciudad o de otros municipios; edad; localización de

la mordedura, en cabeza, tronco, extremidades superiores o inferiores;

días transcurridos entre la mordedura y el comienzo del tratamiento an­

tirrábico; especie del animal mordedor, p erro, gato, rata u otros ani­

males, y por í•ltimo la categoría del animal mordedor. En la catego­

ría "A" se incluyen aquellos animales cuya rabia ha sido diagnosticada

por examen de laboratorio. En la categoría «B•, aquellos cuya rabia

ha sido diagnosticada clínicamente, sin confirmar en el laboratorio. En

la categoría «Cn, aquellos en los que la rabia no se ha podido diag­

nosticar, aunque sospechosos por haber desaparecido después de morder; sacrificados y por diversos motivos luego no se pueden encontrar, etc.

Nosotros además hacemos constar en una cuarta categoría, la «D•, en

la que representamos aquellos animales que reaparecen después de ha­

ber el mordido comenzado el tratamiento y que por tanto el tratamiento os interrumpido.

Al estudiar estas categorías, vemos un predominio manifiesto o abso­

luto de la ccCb; esto ocurre en todos los centros de vacunación antirrá­

bica. Hay que advertir que en la casilla de la categoría «A» no signi­

fica el total de animales rabiosos : representa sólo el número de perso­

nas mordidas por animales rabiosos, pues hemos de tener en cuenta

que un mismo animal muchas veces muerde a más de uno. El número de mordeduras producidas por perros domina desde 1955

? 1962, momento en que queda equilibrado con el de gatos y ratas, e mcluso disminuye por debajo del número de las producidas por rata, que manifiesta un ascenso desde 1963.

En el cuadro n.0 3 representamos a los animales diagnosticados de rabia, expresados según su especie y según su pertenencia, ya sean de Barcelona ciudad o de otras localidades.

El número de perros diagnosticados de rabia en Barcelona aumenta desde cincuenta en 1955 a setenta y cinco en 1957. En 1958 comienza

una campaña antirrábica, una lucha combinada entre la vacunación obli-

6.

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72

2000

IBOO

1600

1400

HOO

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800

600

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400

.\:->.\LES. SECCIÓN M.EOJCJNA

,\?LICADOS !:iCSDE !9Có-19&1)

I9.l5 1930 I93f> 1940 I94b 1950 191>1>

GRÁFICO 1

Tratados Residencia

8nruu. Años Total V 11 Fuera <lOa Ciudod

1955 669 377 292 356 313 242 1956 665 386 279 331 334 250 1957 612 331 281 333 279 206 1958 418 228 190 198 220 124 1959 354 184 170 198 156 124 1960 393 234 153 252 141 122 1961 347 192 155 209 138 95 1962 296 174 122 172 124 87 1963 303 201 102 185 128 96 1964 344 208 126 192 143 90 1965 319 186 133 181 139 88 1966 286 195 91 164 122 72

'.'lOO

100

I9GO 1965 ¡966

úx-Edades la

' 11-20 21--10 > 40n

. -" . :;

117 159 151 74 1

126 148 141 94} 125 152 129 68 ¡l 76 113 105 41 ¡l 84 63 83 48 ¡l 54 92 125 60 ¡! 61 87 94 37 ¡l ,¡ 63 75 71 13 ') 65 81 61 40 :¡ 76 74 104 27 ¡ 76 64 99 30 ) 68 65 81 21

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VIVES. RABIA 73

rou~---~i:ro .......... .. .RA7A.- .-.-.- •

. 300

GRÁFICO 2

Días transcurridos Categoría del entre mordedura y trato Animal mordedor animal

1-4 S-7 8-H < 1.'> P. c. R. Y. A ll e D

346 168 123 32 468 120 78 3 185 65 374 45 ~ 343 189 105 78 482 122 60 1 244 63 317 41 3 366 162 75 9 444 110 58 232 68 286 26 l 232 114 50 13 268 97 53 134 34 231 19 l 206 94 52 3 229 75 50 93 21 2.20 20 l 328 47 16 2 217 91 85 67 61 252 11 l 281 31 18 7 156 107 91 3 26 1 315 15 } 244 27 16 9 120 75 99 2 9 282 22 ! 251 31 13 8 112 73 111 6 284 16 ! 293 42 7 2 99 90 155 1 331 12 l 280 37 1 1 102 56 160 1 318 20 ) 266 13 6 1 112 48 126 285 15

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74 A~AL.ES. SECCIÓN MEDICINA

Número de anímal~ diagnosticados de rabía agrupados segrín su w« dencia ya sean de Barcelona ciudad o de otras [{)calidades. Desde 1955 a 196'

Años Perros Gatos Ratas Otros animales B. F. B. F. B. F. B. F. especr

1955 50 79 9 12 1 1 va e:~ 1956 56 80 4 3 1957 75 72 11 10 1 1958 35 50 13 10 1959 35 40 14 3 1 1 ovej3 1960 17 26 14 9 1961 2 6 2 2 1 1962 1 6 2 1 1 asno 1963 3 1964 1 1965 1966

gatoria y recogida de perros vagabundos, y comienzan a disminuir 1~ casos de rabia tanto en perros como en gatos, a pesar de que la luchl contra ellos sea mínima. Prácticamente no se vacunan gatos y Jos q~t se capturan son muy pocos.

Desde l 962 no se ha observado ningún caso de rabia en gatos. Ea

perros, uno en 1962 y uno en 1964, caso que se supone fue inocu~ en otra provincia.

En roedores vemos de vez en cuando una rata, muy aisladamente; el último caso de rabia en una rata en Barcelona fue en 1961 >' fulfl de Barcelona en 1962.

Las otras especies animales diagnosticadas de rabia en estos añoi. como puede verse, son un asno, una oveja y una vaca. En general, 1 como ocurre en el hombre, se sabe cuándo un animal rabioso, gene~aJ. mente un perro, muerde a otro animal, y nuestro servicio también far.­lita vacuna antirrábica para tratar aquellos animales mordidos por pi'

rros rabiosos. Desde abril de 1964 no hemos diagnosticado ningún caso. m:ls ~e

rabia en Barcelona ni en otra localidad. A continuación descl'ibimos aquellos municipios en los que se han

dado uno o más casos de rabia en los años 1955 a 1963. Algunos dr ellos son citados s6lo una vez, mientras que otras municipalidades re citan año sí y otro tmnbién, figurando entre éstos algunos muy cerca· nos a Barcelona, como son Badalona, Hospitalet, Sta. Coloma; otros Oil

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VIVES. RABIA 75

tan próximos, pero muy poblados, por ejemplo, Sabadell, Tarrasa, Man­

resa, etc.

Localidades en las que se dieron uno o más casos de rabia en el año 1955

Badalona Canovellas Castellbisbal Castellolí Comellá Garraf Gavá Granollers Esparraguera La Floresta Llisá de Vall Sta. Coloma de Grumanct Santa Perpetua Torrellas

Hospitalet Manresa M asno u M a taró Martorell Moneada Mongat Montornés Molins de Rey Olesa de Montserrat Palautordera Sta. Et• lalia de Ronsana Suria Valldorcix

Rubí Sabadell S. Adrián S. Baudilio S. Cugat S. Feliu de Llobregat S. Genís S. Sadurní S. Julián de Vilatorta S. Vicens de Castellet S. Vicens deis Horts Sta. María de Barberá Tarrasa

Locclidades en las que se dieron uno o más ca11os de rabia en el año 1956

Argentona Cabrera Comellá Gavá Igualada Masnou Monistrol Mongat Olesa de Montserrat Sabadell S. Celoni S. Pedro de Vilarnajó Sta. María de Barberll Tarrasa

Badalona Cabrils Castelldefels Gelida La Garriga M a taró Molins de Rey Montcsquiu Ribarroja S. Adrilln S. Hipólito Sta. Coloma de Grarnanet Sta. María de ~1oncada Torrellas

Cabrils Cal ella Castellá del Vallés Hospitalet Llisá Moneada Mollet Montomés Rubí S. Cugat S. Juan de Vilasar Sta. Eulalia de Ronsana Sitges Tolrá

Localidades en las que se dieron uno o más casos de rabia en el año 1957

Ame tila Castelldefels Fogás de Monclús Hospitalet Martorellas Molins de Rey Papiol Pallejá Sabadell S. Celoni S. Juan de Vilasar S~. lviaría de Barberá Tmna Viladecans

Badalona Cornellá Garraf Les Franquesas Masnou Moneada Palautorden~ Aiguafrcda S. Adrián del Besós S. Gcnís S. Martí ele Torroella Tarrasa Vacarisas

Castellbisbal Esplugas Gavá La Llagosta M a taró Monistrol Pobla de Claramunt Pi era S. Boi S. Juan d'Espí Sta. Coloma d e Gramanet Teyá Vista Rica

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76 ANALES. SECCIÓN MEDICINA

Locali<Uzdes en las que se dieron une o más casos de rabia en el año 195!

Badalona Castellví Castelltersol Corbera Hospitalet Llinás Olesa de Montserrat Sabadell S. Boí S. Pedro de Vilamajó Ulldecona

Campins Castelldefels Castellbisbal Castellví de Rosanes Caldas d'Estrach Cervelló Comellá Gavá Igualada La Palma de Cervelló Llisá de Munt Moneada Papiol Prat de Llobregat S. Adrián de Besós S. Andrés de la Barca S. Cugat S. Pedro de Torell6 Sta. Coloma de Gramanet Tortosa Vallirana Vilafranca del Panadés

LocaliMdes en las que se dkron ttnc o más casos de rabia en el año 1959

Al ella Caldas de Montbuy Castelldefels Gavá La Garriga Martorellas Prat S. Andrés de la Barca S. Sadumí S. Quintín de Mediona Sardañola Vallbona

Ametlla del Vallés Canovellas Corbera Hospitalet La Roca Molins de Rey Ripollet S. Adrián de Besós S. Pau d'Ordal Sta. Co1oma de Gramanet Sitges

Badalona Cardedeu Cornellá Igualada Maldá Montmeló Rubí S. Boi S. Pedro de Riudevitlles Sta. Eulalia de Ronsaoa Tarrasa

Localidades en las qtle se dieron uno o más casos de rabia en el año 1960

Badalona Cornellá Masnou Sabadell S. Fausto de Capcentellas Sta. Coloma de Gramanet Vilanova de la Roca

Caldas de Montbuy Gavá Moneada Sardañola S. Juan de Vilasar Sitges

Castelldefels Hospitalet Montgat S. Adrián de B. S. Vicens dels Horts Vilafranca del Panadés

Localidades en las qoe se dieron uno o más casos de rabia en el año 1961

Arenys de Munt Castellvell y Vilar S. Boi

Canet de Mar Ripo:Iet

Cardedeu S. Adrián de Besós

Sta. Coloma de Gramanet S. Cugat Sitges

S. Pere de Riudevitlles Tarrasa

Localidades en las que se dieron uno o más casos de rabia en el año 195!

Badalona Moneada

Martorell Mollet Sta. Colomn de Gramanet Valldoreix

Localidades en las que se dieron casos de rabia durante el año 1963

Hospitalet Sabadell Tarrasa

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VIVES. RABIA 77

MEDIOS DE LUCHA ANTJ!\RÁBICA. - Dos sistemas podemos emplear en la lucha antirrábica, ya sean aislados o mejor conjuntamente.

Se trata de:

a) mecüdas de policía sanitaria y b) métodos de inmuni:tación.

Las primeras pueden s<::r según exista rabia en el país o bie-.. éste se encuentre libre de ella. En el primer caso consisten principalmente en:

1..• Sacrificio inmediato de todo anj¡nal afecto de rabia. 2.'' Declaración ~in p6rdida de tiempo del caso de rabia a las auto­

ridades competentes. 3.• Investigación y sacrificio de aquellos animales, perros o galos que

hayan tenido contacto con el anin1al afecto (en algunos países esta dis­posición no afecta a los que hao sido vacunados contra la rabia durante el añl' y a condición de ser sometidos a tma nueva vactmación y obser­vaci6u de b·es a seis meses, mientras que en otros son sacriJlcados todos aquellos que han sido mordidos, agredidos o tenido contacto sospechoso de contaminación

4.• Captura de perros vagabundos y ~;u 1>acrificio de manera hu­manizada.

5.• Aislamiento domiciliario de perros y gatos en tiempo de epi­zootia.

6.° Control de tenencia de perros, o sea registro, y que los perro~; vayan provistos de collar y chapa de matrícula, así como de bozal, que, si bien no es de gran protección para ellos mismos, sí lo es para el pró­jimo y es además signo de que no se trata de un perro vagabundo.

7.• Aislamiento y observación de todo aquel animal que haya mor­dido, durante un tiempo de catorce días.

Las mecüdas de protección en los países libres de rabia consisten en la prohibición absoluta de la libre importación de perros o gatos sin qne sean sometidos a una cuarentena no inferior a seis meses. Este control resulta muy difícil en países con largas fronteras tenestres y en cambio muy fácil en otros como Gran Bretaña, Australia, Nueva· Ze­landa, etc.

Los métodos de inmunización : Muchas modificaciones ha sufrido la va?una preventiva contra la rabia del perro desde que fue aplicada por prunera vez por PASTEUR en 1885. Hasta hace pocos años se utilizaba aqtú el procedimiento de la vacuna fenicada y glicelina de Umeno-Doi, q?e según opinión de algunos autores contiene aún partículas vivas del vrrus. En la actualidad ésta ha sido sustituida por la vacuna avianizada krep.arada con la c~pa Flur_Y, modincada por KoPROWSKl, y que, .según

· >' col., la eficacia del v1rus-vacuna Flury es capaz de produc1r con una sola inoculación una inmunidad m<1s Fólida. Esta opinión de K. no es admitida por todos los rabiólogos, especialmente por los france~es.

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78 ANALES. SECCIÓN MEDICINA

Nosotros podemos decír que con el Dr. PLANAS (q.e.p.d.) habíamos cu­seguido inmunizaciones muy buenas con la vacuna Umeno.

Una buena campaña contra la rabia consiste, pues, en el empad~ namiento y vacunación obligatoria de todos los perros, eliminación dí los animales vagabundos, perros y gatos, y la destrucción, en lo posibl~ de toda clase de animales salvajes que puedan actuar como reservorir.; de la rabia.

Todas estas medidas deben persistir y aplicarse con rigidez; de el. depende el éxito de las campañas antirrábicas y que se mantenga el p.li! libre de esta zoonosis. De lo contrario aparecen nuevos '::asos y aumer. tan con extraordinaria rapidez, como ocwTiÓ en 1954 en Israel, b• biendo desaparecido la rabia disminuyó el control de vacunación calt na, al mismo tiempo que por razones económicas la captma y sacrifick \ de perros vagabundos fue menos sistemática, y a fines de 1953 y p¡: ' ' meros de 1954 se dieron treinta nuevos casos de rabia.

Este caso de Israel que acabamos de citar y otros descritos dcmtte$ tran cuán prudentes debemos ser en la apreciación de los resultados d1 una campaña antirrábica, y que esta apreciación no debe ser reconc­cida si no es a larga distancia, y a pesar de los buenos resultados obtr­nidos debe contarse siempre con los posibles reservorios silvestres, qu. en un momento pueden reactivar algún foco que se considerara ya 1~ talmente extinguido.

Vacunacianes antirrábicas en París

Años Vacunados Categoría A B e - ----

1952 77 2 l 74 53 85 7 9 69 54 80 5 1 74 55 77 2 4 71 56 89 9 80 57 107 5 3 99 58 104 10 1 93 59 76 2 l 73 60 52 52 61 10 1 g 62 47 2 45 63 51 1 4 46 64 81 3 14 64 65 83 10 14 59

j efe del Servicio Antirrábico del Laboratorio Mt~ni· cipal de Barcelona y Prof. Adiunto de la Cátedra ¿, Microbiología y Parasitología Médicas. (Prof. doctrt A. FuMAROLA.)

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