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E ste pensador econó- mico y filosófico nace en Friburgo en 1899 y muere en Alemania en 1992. Fue paradójicamen- te un economista británico aunque de origen aus- triaco, y fue británico porque allí trabajo larga- mente. En el London School of Economics. Fue considerado el mas destacado pensador económico tras conside- rar y sustentar sobre la liberalización de los mer- cados como premisa básica de la eficiencia distributiva. Su obra política más celebre fue “camino a la servidum- bre”, en donde argumen- to que las premisas bási- cas del edificio teórico marxista contenían la semilla del totalitarismo. FRIEDRICH VON HAYEK fue Economista y filóso- fo, celebre en el mundo entero aunque irrumpe en la escena intelectual hasta 1983 de manera contundente, en un mo- mento en que la derecha se esforzaba por hallar un pro- grama y una coherencia inte- lectual frente a socialismo en países como Francia.. Sus obras cobraron importan- cia después de 1975 cuando el desempleo y la inflación acabaran con la influencia de su eterno rival, Keynes, y con las políticas de intervención que este había preconizado. La mayor parte de los temas cuya huella encontramos en los liberales franceses, así como en el reaganismo ó en el thatcherismo, tienen su origen en la obra de Hayek. La superioridad de la eco- nomía de mercado, la privati- zación, la libertad de elección de escuela y de sistema de protección social. ◙ “Hacer creer que lo innato es reaccionario es sólo una perversión de los “comisarios” intelectuales o de polí- ticos en busca de po- der” FRIEDRICH VON HAYEK UN E CONOMISTA Y FILÓSOFO Chomsky dice que .... En nuestras sociedades occidentales estamos habituados a que los par- tidarios del desarrollo natural se sitúen a la dere- cha, y los defensores de la cultura aprendida, a la izquierda. Desde el siglo XIX, son de derecha quienes privilegian lo innato, y de izquierda aquellos para quienes no hay mas que lo adquirido. El progresismo considera que el hombre es el pro- ducto del medio ambiente y de la historia más que de su patrimonio biológi- co. CONTENIDO: Biografía 1 Camino a la servidumbre 1 La superioridad del orden espontáneo 2 Una democracia particular 3 La demarquia, una utopía 4 La demarquia, una pro- puesta 4 C AMINO A LA SERVIDUMBRE E n su obra “EL camino de La servidumbre” él acusa a los gobiernos británico y americano de volcarse hacia el socialismo: porque so pretexto de ganar la guerra concentran todos los me- dios económicos en las manos del Estado lo que es en teoría el inicio de un sistema totalitarista pues los regímenes totalitaristas anteriores como el Nazismo, el Estalinismo y el Fascismo utiliza- ron este poder económico para llevar a cabo su plan político.. Dicha estatización no es necesa- ria, dice Hayek, y es en si perver- sa, ya que acerca por ejemplo el régimen político de los aliados al modelo nazi al que combatían. Hayek se convierte así en el mas celebre y mas intransigente de los economistas liberales; y lo seguirá siendo. Es tan discutido que deberá aguardar hasta la edad de 75 años para recibir el premio Nobel; paradójicamente todos sus discípulos lo habían recibido antes que él. ◙ Montes Inc. Prope rty © CIENCIAS POLÍTICAS Y ECONOMICAS 2012 FRIEDRICH VON HAYEK Los liberales deben ser agitadores

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E ste pensador econó-

mico y filosófico nace

en Friburgo en 1899

y muere en Alemania

en 1992. Fue paradójicamen-

te un economista británico

aunque de origen aus-

triaco, y fue británico

porque allí trabajo larga-

mente. En el London

School of Economics.

Fue considerado el mas

destacado pensador

económico tras conside-

rar y sustentar sobre la

liberalización de los mer-

cados como premisa

básica de la eficiencia

distributiva. Su obra

política más celebre fue

“camino a la servidum-

bre”, en donde argumen-

to que las premisas bási-

cas del edificio teórico

marxista contenían la

semilla del totalitarismo.

FRIEDRICH VON HAYEK

fue Economista y filóso-

fo, celebre en el mundo

entero aunque irrumpe

en la escena intelectual

hasta 1983 de manera

contundente, en un mo-

mento en que la derecha se

esforzaba por hallar un pro-

grama y una coherencia inte-

lectual frente a socialismo en

países como Francia..

Sus obras cobraron importan-

cia después de 1975 cuando

el desempleo y la inflación

acabaran con la influencia de

su eterno rival, Keynes, y con

las políticas de intervención

que este había preconizado.

La mayor parte de los temas

cuya huella encontramos en

los liberales franceses, así

como en el reaganismo ó en

el thatcherismo, tienen su

origen en la obra de Hayek.

La superioridad de la eco-

nomía de mercado, la privati-

zación, la libertad de elección

de escuela y de sistema de

protección social. ◙

• “Hacer creer que lo

innato es reaccionario

es sólo una perversión

de los “comisarios”

intelectuales o de polí-

ticos en busca de po-

der”

FRIEDRICH VON HAYEK U N EC ON OM I S TA Y F I L Ó SO FO

Chomsky dice que ....

• En nuestras sociedades

occidentales estamos

habituados a que los par-

tidarios del desarrollo

natural se sitúen a la dere-

cha, y los defensores de

la cultura aprendida, a la

izquierda. Desde el siglo

XIX, son de derecha

quienes privilegian lo

innato, y de izquierda

aquellos para quienes no

hay mas que lo adquirido.

• El progresismo considera

que el hombre es el pro-

ducto del medio ambiente

y de la historia más que

de su patrimonio biológi-

co.

C O N T E N I D O :

Biografía 1

Camino a la servidumbre

1

La superioridad del orden espontáneo

2

Una democracia particular 3

La demarquia, una utopía 4

La demarquia, una pro-puesta

4

C A M I N O A L A S E R V I D U M B R E

E n su obra “EL camino

de La servidumbre” él

acusa a los gobiernos

británico y americano

de volcarse hacia el socialismo:

porque so pretexto de ganar la

guerra concentran todos los me-

dios económicos en las manos

del Estado lo que es en teoría el

inicio de un sistema totalitarista

pues los regímenes totalitaristas

anteriores como el Nazismo, el

Estalinismo y el Fascismo utiliza-

ron este poder económico para

llevar a cabo su plan político..

Dicha estatización no es necesa-

ria, dice Hayek, y es en si perver-

sa, ya que acerca por ejemplo el

régimen político de los aliados al

modelo nazi al que combatían.

Hayek se convierte así en el mas

celebre y mas intransigente de

los economistas liberales; y lo

seguirá siendo. Es tan discutido

que deberá aguardar hasta la

edad de 75 años para recibir el

premio Nobel; paradójicamente

todos sus discípulos lo habían

recibido antes que él. ◙

Mo

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y ©

CIENCIAS POLÍTICAS Y ECONOMICAS 2012

FRIEDRICH VON HAYEK

Los liberales deben ser agitadores

E l liberalismo es la

única filosofía política

verdade-

r a m e n t e

moderna,

y la única

compat i -

ble con

las cien-

cias exac-

tas; con-

verge con

las teorías

f í s i c a s ,

químicas

y biológi-

cas mas

recientes, en particular con la

ciencia del caos formalizada

por Ilya Prigoguin. En la eco-

nomía de mercado, así como

en la naturaleza, el

orden nace del

caos: la armoniza-

ción espontanea de

millones de decisio-

nes e informacio-

nes conduce no al

desorden, sino a un

orden superior.

Adam Smith fue el

su libro “La riqueza

de Las naciones”,

publicado hace dos

siglos.

Según Hayek, nadie

puede saber como

planificar el creci-

miento económico, porque no

conocemos verdaderamente

sus mecanismos; el mercado

pone en juego decisiones tan

numerosas que ningún ordena-

dor, por potente que sea, pue-

de registrarlas. En consecuen-

cia, creer que el poder político

es capaz de sustituir al merca-

do es un absurdo. En lo que

Hayek llama la «gran sociedad»

-es decir, la sociedad moderna

y compleja- es preciso, pues,

recurrir al mercado, a la iniciati-

va individual. A la inversa, el

dirigismo solo puede funcionar

en una sociedad minúscula

donde todas las informaciones

son directamente controlables.

Página 2 Montes Inc . ©

LA S U P E R IO R I DA D D E L O R D E N E S P O N T Á N E O

Ser constructivista, es creer

que se puede rehacer el mundo

a partir de un proyecto de so-

ciedad teórica. Este es el gran

error de los socialistas ó mas

bien, el Socialismo es un error

de los intelectuales. Un error

que se remonta a Descartes!

Por ello Francia tiene una res-

ponsabilidad particular en esta

mentalidad geométrica aplica-

da a la realidad.

Lo que Hayek discute no son,

pues, las intenciones o la mora-

lidad de los socialistas, sino sus

errores científicos y su «vanidad

fatal» ... The Fatal Conceit es el

titulo de la ultima obra que

publicara Hayek en 1989. La

superioridad histórica y científi-

ca del liberalismo, en una for-

mula típicamente «hayekiana»,

se llama «la superioridad del

orden espontaneo sobre el

orden decretado». Ejemplos

concretos de dicha superiori-

dad son : las grandes institucio-

nes que marchan bien, explica

no han si inventadas por nadie.

La familia o la economía de

mercado son productos de

orden espontaneo. Ningún

intelectual decidió crear un día

una organización que debería

llamarse capitalismo o eco-

nomía de mercado. Estas gran-

des instituciones de la socie-

dad moderna se basan en una

moral. Una moral que no es

«natural», sino el producto de

una evolución casi biológica

pero que afecta a las organiza-

ciones sociales más que a los

organismos vivos. Esta moral

no es natural, porque por ejem-

plo el hombre no tiende es-

pontáneamente a respetar a

propiedad privada o los contra-

tos. Es la selección la que,

actuando sobre el comporta-

miento moral, deja claro que,

en el curso de los siglos, los

pueblos que respetan los con-

tratos y la propiedad se tornan

mas prósperos. He aquí el moti-

vo por el que según Hayek, la

sociedad occidental se volvió

moral, y sin esta moralidad

fundamental, el capitalismo no

podría existir. ◙

L a superioridad del

liberalismo sobre el

socialismo no es una

cuestión de sensibili-

dad ó de preferencias persona-

les, sino un constante objetivo

verificado por toda la historia

de la humanidad. Allí don de la

iniciativa individual es libre, el

progreso económico, social,

cultural y político es siempre

superior a los resultados obte-

nidos por las sociedades plani-

ficadas y centralizadas.

En la sociedad liberal, los indivi-

duos son más libres, mas igua-

les, mas prósperos que en la

sociedad planificada. Existe

quizá una solución intermedia,

de tipo social-demócrata?

Hayek responde que entre la

verdad y el error no hay vía

intermedia. El liberalismo es,

por tanto, científicamente supe-

rior al socialismo, y sobre todo

al marxismo al que Hayek califi-

ca de superstición; pues para

este economista los intelectua-

les son constructivistas o socia-

listas pues imaginan saber mas

de lo que en realidad conocen.

“E L S O C I A L I S M O

E S T O D O U N A N O S T A L G I A D E L A S O C I E D A D A R C A I C A , D E

L A S O L I D A R I D A D

T R I B A L ”

“Eres de la

Derecha o de la

Izquierda?”

Lidera-T

FRIEDRICH VON HAYEK

U na de las obras menos

conocida de Hayek y

mas embarazosas es

“El orden político de un

pueblo libre” en el que critica

severamente a la democracia.

Para este pensador la democra-

cia, se ha convertido en un feti-

che: el ultimo tabú sobre el que

esta prohibido cuestionarse.

Ahora bien, es a causa del mal

funcionamiento de la democracia

que los Estados modernos inva-

den la intimidad individual. Los

liberales son demasiado a me-

nudo incoherentes, pues se

quejan de la estatización sin

interrogarse por los mecanis-

mos que conducen a ella.

El malestar de las sociedades

democráticas viene de que las

palabras han perdido su senti-

do. Originalmente, en la demo-

cracia, los poderes del Estado,

contrariamente a lo que pasa en

la monarquía, estaban limitados

por la por la Constitución y la

costumbre. Pero nos hemos ido

deslizando cada vez más hacia

una democracia ilimitada: un

gobierno puede hoy hacerlo todo

so pretexto de que es mayoritario.

La mayoría ha reemplazado a la

Ley. La Ley en si misma ha perdi-

do su sentido; principio universal

al comienzo, hoy ya no es más

que una regIa cambiante destina-

da a servir a intereses particula-

res... ¡en nombre de la justicia

social!

Pues bien, la justicia social, prosi-

gue Hayek, es una ficción, una

varita mágica. ! Nadie sabe en

qué consiste! Gracias a ese térmi-

no vago, cada grupo se cree en el

derecho de exigir al gobierno

ventajas particulares. En reali-

dad, detrás de la «justicia social»

esta, simplemente expectativa

sembrada en la mente de los

electores por la generosidad de

los legisladores hacia ciertos

grupos. Los gobiernos se han

convertido en instituciones de

beneficencia expuestas al chan-

taje de intereses organizados.

Los políticos ceden tanto más

gustosamente cuanto que la

distribución de beneficios permite

«comprar» partidarios. Esta distri-

bución beneficia a grupos aisla-

dos mientras que sus costes son

repartidos entre el conjunto de

los contribuyentes; así, cada uno

tiene la impresión de que se trata

de gastar el dinero de los demás.

Esta asimetría entre beneficios

visibles y costes invisibles crea el

engranaje que lanza a los gobier-

nos a gastar cada vez más para

conservar la mayoría política. En

este sistema que se insiste en

llamar «democracia», el político ya

no es el representante del interés

general. Se ha convertido, dice

Hayek, en el administrador de un

fondo comercial. La opinión

pública es un mercado en el que

los partidos buscan «maximizar»

sus voces mediante la distribu-

ción de favores.

Por otra parte, señala Hayek, que

los partidos modernos se definen

hoy por las ventajas particulares

que prometen, y no por los prin-

cipios que defienden. Prueba de

ello es que, en las cuestiones

esenciales -como la pena de

muerte, el aborto o la eutanasia-

, los miembros de los partidos

no quedan por lo general some-

tidos a la disciplina de voto. Esto

quiere decir que la democracia

se ha tornado inmoral, es injus-

ta y tiende a hacerse

«totalitaria». Los ciudadanos, en

las sociedades occidentales,

han dejado de ser autónomos.

Están como drogados, depen-

dientes de los dones del Estado.

Hayek piensa que esta perversión

de la democracia conduce en

última instancia al empobreci-

miento general y al desempleo,

ya que los recursos disponibles

para la producción de riquezas se

agotan indefectiblemente. Hayek

se pregunta ¿Es necesario, pues,

abandonar la democracia? Y si es

así con que la reemplazamos. ◙

erróneamente, su única expre-

sión concreta. Es para recuperar

el ideal democrático que hoy

debemos imaginar según Hayek-

una organización nueva que

limite el poder del gobierno. Es lo

que Hayek llama “La Demarquía”.

Del griego demos, pueblo, y ar-

chein, autoridad. Este nombre

permitirá preservar el ideal sin

emplear un término mancillado

por el abuso prolongado.

L a democracia se ha

pervertido, afirma Hayek,

.porque hemos confundi-

do, como temía ya el

filosofo Tocqueville, el ideal de-

mocrático con la tiranía de la

mayoría. Porque creemos en los

ideales básicos de la democracia

-sufragio universal, supremacía

del derecho-, nos sentimos obli-

gados a defender instituciones

particulares que pasan por ser,

Página 3 Montes Inc . ©

L A D E M O C R A C I A S E H A C O N V E R T I D O E N L A P R O P I E D A D D E L O S I N T E R E S E S PA R T I C U L A R E S

L A D E M A R Q U I A , U T O P Í A D E R E C A M B I O

“Los ciudadanos, en

las sociedades

occidentales, han

dejado de ser

autónomos. Están

como drogados,

dependientes de los

dones del Estado”

“Algunos intelectuales y

educadores se oponen al

determinismo biológico,

no porque sean los

dueños de la vedad; sino

porque son sus managers

ideológicos, son

propagadores de

doctrinas”

! La

verd

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conó

mic

a y

Soci

al!

La segunda asamblea, que se

denomina «gubernamental», podr-

ía funcionar según el modelo de

los parlamentos actuales. Pero

sería preciso, opina, excluir de

ella a los empleados del gobierno

y a todos aquellos que reciben

ayudas, pues no es muy razona-

ble que unos parlamentarios

sean a la vez juez y parte.

«No pretendo -añade Hayek- que

mi sistema sea el único aplicable,

L a demarquía, estará basa-

da en dos tipos de for-

mas: la Ley, que expresa

la conducta permanente

de la sociedad, y las

directrices de gobierno,

que regulan los asun-

tos corrientes. Estas

dos normas deberán

ser elaboradas por dos

asambleas totalmente

diferentes.

La primera, a asam-

blea legislativa garanti-

zaría los derechos

fundamentales. Estaría

compuesta por hom-

bres y mujeres elegi-

dos por quince años, a

la edad de cuarenta y

cinco, por los electores

de la misma edad que

votarían así solo una vez en su

vida. La selección de partido sería

sustituida así por una solidaridad

generacional. Esta asamblea

estaría, pues, compuesta de

parlamentarios de cuarenta y

cinco a sesenta años, renovable

cada ano en un quince por ciento,

y totalmente al abrigo de las

pasiones políticas y electorales.

pero solo formulando utopías de

recambio uno puede hacerse

comprender correctamente. Estas

utopías dan coherencia intelec-

tual y fuerza de convicción a

unos análisis que sin ello

parecerían demasiado teóri-

cos.» De manera más gene-

ral, Hayek considera indis-

pensable que los «liberales

coherentes» preparen utop-

ías de recambio: «En caso de

catástrofe, estas aparecerán

como las únicas soluciones

realistas y razonables.»

Los intelectuales liberales

de hoy en día, dice Hayek,

deben ser agitadores, para

invertir las corrientes de

opinión hostiles a la economía

capitalista. La población mundial

en tan numerosa que sólo la

economía capitalista conseguirá

alimentarla. Si el capitalismo se

hunde, el tercer mundo se morirá

de hambre; eso es lo que pasa

actualmente en Etiopia. ◙

L A D E M A R Q U I A , U N A P R O P U E S TA U T O P I C A

Lidera-T

Montes Inc.

Property ©

Liberalismo: Doctrina económico, política y hasta filosófica que aboga como premisa principal por el desarrollo

de la libertad personal individual y, a partir de ésta, por el progreso de la sociedad. Hoy Debe distinguirse pues entre

el liberalismo que propugna el cambio social de forma gradual y flexible, y el radicalismo, que considera el cambio

social como algo fundamental que debe realizarse a través de distintos principios de autoridad.

Socialismo: Término que, desde principios del siglo XIX, designa aquellas teorías y acciones políticas que defien-den un sistema económico y político basado en la socialización de los sistemas de producción y en el control estatal

(parcial o completo) de los sectores económicos, lo que se oponía frontalmente a los principios del capitalismo.

Aunque el objetivo final de los socialistas era establecer una sociedad comunista o sin clases, se han centrado cada

vez más en reformas sociales realizadas en el seno del capitalismo.

Capitalismo: Sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los pre-

cios y los mercados. Fue el sistema socioeconómico casi exclusivo en el ámbito mundial hasta el estallido de la

I Guerra Mundial, tras la cual se estableció un nuevo sistema socioeconómico, el comunismo, que se convirtió en el

opuesto al capitalista.

Comunismo: Ideología política cuya principal aspiración es la consecución de una sociedad en la que los principa-les recursos y medios de producción pertenezcan a la comunidad y no a los individuos. En teoría, estas sociedades

permiten el reparto equitativo de todo el trabajo en función de la habilidad, y de todos los beneficios en función de

las necesidades. Propone que no se necesita que haya un gobierno coercitivo y, por lo tanto, la sociedad comunista no tendría por qué tener legisladores. Sin embargo, hasta alcanzar este último estadio, el comunismo debe luchar,

por medio de la revolución, para lograr la abolición de la propiedad privada; la responsabilidad de satisfacer las

necesidades públicas recae, pues, en el Estado.

Mercado: Cualquier conjunto de transacciones o acuerdos de negocios entre compradores y vendedores. En contra-

posición con una simple venta, el mercado implica el comercio regular y regulado, donde existe cierta competencia entre los participantes. El mercado surge desde el momento en que se unen grupos de vendedores y compradores, y

permite que se articule el mecanismo de la oferta y demanda. Los primeros mercados de la historia funcionaban

mediante el trueque.

! La solución al

subdesarrollo es la

asociación de la real democracia

política con la

libertad Económica!

Página 4 Montes Inc . ©

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