Biblioteca Pública Virgilio BarcoDel 1 al 29 de septiembre de 2011

Joaquín Sánchez García, S.J.Rector

Padre Vicente Durán Casas, S.J.Vicerrector Académico

Antonio José Sarmiento Nova, S.J.Vicerrector del Medio Universitario

Roberto Enrique Montoya VillaVicerrector Administrativo

Jairo Humberto Cifuentes Madrid Secretario General

Leonor Eugenia Convers GuevaraDecana Académica

Padre Jairo Bernal Parra, S.J.Decano del Medio Universitario

María Fernanda López Sierra Secretaria de Facultad

Elena SterenbergDirectora Departamento de Artes Escénicas

Carlos Enrique Mery Concha Directora Departamento de Artes Visuales

Andrés Samper Arbeláez Director Departamento de Música

Miguel Andrés Pedraza GualdrónDirector Carrera Estudios Musicales (e)

Daniel Tolmos SaponaraDirector Carrera de Artes Visuales

María Francisca Roldán García Coordinador Programa Infantil y Juvenil

Catalina Uribe MerinoDirectora Programa de Educación Continua

María Carolina Rubio RestrepoCoordinadora de Conciertos, Exposiciones y Eventos

María Carolina RubioJainer León Daniel Tolmos Comité Central

Cecilia TraslaviñaDaniel Tolmos Diego BenavidesJainer León María Carolina RubioMateo PérezComité de Selección

Jainer LeónComité de Montaje

Andrea Torres Azael ValderramaGuerthy GutiérrezLorena González Melanie RuízNatalia RodríguezMonitores

Lina Pérez Mateo PérezComité de Registro

Angélica María ZorrillaComité Gráfico

Julia Nanda BejaranoDiseño Imagen del Evento

Pontificia Universidad JaverianaFacultad de ArtesCarrera de Artes VisualesXI Salón Javeriano de Artes Visuales 2010

Participantes

ALEJANDRA ARIAS ALEJANDRO MÉNDEZALEJANDRO USCATEGUIANDREA PORTUSANDREA TORRES ANDRES ARDILACAMILO CUERVO CATALINA REYESCATHERINE GUEVARA COLECTIVO COMES CAKEELIANA SALAZÁR ESTEFANY ALFARO FELIPE CAMARGO FELIPE VALLEJO FERNANDA FOREROGEORGE LOZANOGUERTHY GUTIÉRREZINTI CAMILA ROMEROIVÁN CRUZJOHNATAN HERNÁNDEZ JULIA NANDA BEJARANOJULIANA DURÁN LAURA MANUELA LARALAURA OSPINA MARÍA JULIANA CAICEDO MARÍA PAULA MORENO MARÍA TERESA PÉREZMARIANA TORRESMARTÍN SÁNCHEZPABLO ACERO PAOLA GUZMÁN FIGUEROASAIDY ISABEL MOSQUERA SEBASTIÁN SEGURA

TEXTOS

Pontificia Universidad JaverianaFacultad de ArtesCarrera de Artes Visuales

XI SALÓN JAVERIANO DE ARTES VISUALES 2011

El Salón Javeriano promueve entre sus objetivos la generación de espacios que motiven a los estudiantes de la Carrera de Artes Visuales a mostrar sus propues-tas creativas, exponiendo y a la vez interactuando con el público de la ciudad en un ejercicio significativo, real. Esta muestra no es tan sólo una exposición de trabajos de estudiantes, es una actividad auténtica en todos sus aspectos, tal vez el más importante de estos radique en brindar a los jóvenes talentos la posibili-dad de ser partícipes de la amplia programación cultural que ofrece la ciudad de Bogotá.

En esta ocasión la Biblioteca Virgilio Barco nos abre sus puertas para establecer un diálogo con el público de nuestra ciudad capital. El carácter de este espacio, vivo, amplio, siempre en movimiento, concebido por el arquitecto Rogelio Salmo-na, facilita el encuentro con las obras en una relación espontánea, directa, natu-ral. En la Virgilio Barco es el espacio mismo el que favorece la interacción entre los diversos aspectos compositivos del complejo arquitectónico y la condición vivencial que Salmona otorgó a esta Biblioteca, característica que todos nosotros ayudamos a construir al habitarla día tras día.

A la fecha hemos realizado diez salones de estudiantes, diez años de aprendiza-jes en los que hemos podido mostrar lo mejor de nuestra producción visual. Los invito a participar con entusiasmo en esta nueva versión del Salón Javeriano, bien sea como expositores o en calidad de visitantes de la muestra.

Daniel Tolmos SaponaraDirector Carrera de Artes Visuales

Facultad de ArtesPontificia Universidad Javeriana

ENTRE EL SILBAR DEL VIENTO, EL FRÍO Y EL CAMINO SOLITARIO...

- Óigame, y siguiendo éste camino ¿qué se encuentra uno?

-Ni pa´ qué le digo. A mucha gente le da miedo. Hay muchos valientes que se han ido pero no han vuelto... - Respondió ella, y siguió su camino a paso medio dormi-do y cojeando un poco de la pierna izquierda, arrastrando tras de ella aquel des-pojo de burro que ya casi ni caminar podía. Pero no fue difícil darse cuenta que había acelerado ligeramente el paso, justo cuando le hube lanzado la pregunta.

- Usted se ha metido por ese trecho, ¿cierto? - Mi pregunta, directa y sin titu-bear, la hizo detenerse en seco... y esa anciana señora nunca paraba de caminar, ni aunque le fuera la vida en ello.

- Mire, joven - Me dijo ella, mientras se regresaba para mirarme a los ojos; cente-lleaban sus pupilas negras entre la noche sin bulla, a esa mirada brava no hubiera valiente que le huya - Para ustedes, lo que nosotros creemos sólo son historias bo-nitas que se cuentan, y ya...no se les presta fe... y terminan tomándolo como menti-ras. No creo que usted sea diferente, jovencito, ¿o si...? -

- Me gustaría creer muchos de esos cuentos, pero... nunca he visto fantasmas, me aterra más el caminar y ver a lo lejos lo oscuro del trecho, o pensar en los bandidos que viven al acecho del inocente, o peor, tener que ponerles el pecho y hacerme el valiente... Me asusta más el hombre de espíritu malo que el espanto que asusta en el campo...-

- Eso es un buen comienzo...- Agregó, mirándome a los ojos, luego de haber acomo-dado de nuevo el cargamento que llevaba el viejo burro sobre el lomo, un montón de artilugios de metal que hacían un alboroto increíble con cada paso trastabillan-te ...- Tal vez el espanto del campo es solamente un hombre de espíritu malo. Tam-poco es cuestión de terminar creyendo fielmente en cada cosa que uno escuche, eso pone muy simple todo. No es bueno que la ignorancia le gane el partido a uno. Es

cosa de cambiar el punto de vista, y no verlo todo negro o blanco...- Pero no veo por qué son tan importantes esos cuentos de provincia... que si creer que la Llorona está detrás de cada sollozo de la brisa... Que si nacimos del maíz, que si se nos mete el diablo si no vamos el domingo a misa.... Cuentos... ¿No? - Interpe-lante, yo le seguía hablando, esperando ser derrotado en una conversación en la que tenía mucho menos campo.

- Llegan a nuestros pueblos los antropólogos y nos dicen que no hay más para decir y se van cargando un montón de carpetas en donde se llevan anotados a las ciu-dades, todos los mitos y las historias que nos contaron nuestros abuelos; esos que nos decían y nos dicen cómo vivir... Porque mire, la mayoría de veces ni siquiera son cuentos... son advertencias, son enseñanzas de vida, formas de vida y formas de ver el mundo. Si analiza, jovencito, los “cuentos” de los indígenas, se da cuenta que ninguno de ellos nace “porque sí”. Esos cuentos terminan y comienzan ha-blando de cómo es que ellos deben actuar para vivir mejor, y todo relacionado con la selva. Por ejemplo, Por allá abajo, siguiendo ese camino y andando por semanas, usted llega a la capital, y mucho más abajo, llega al Amazonas. Allá en el sur conocí muchas personas, de todo tipo, y para muchos de los pueblos que viven en la selva el mito no sólo les da la explicación de por qué nació el árbol, el arroyo o el jaguar... regulan sus vidas, les dicen cuando y cómo pueden cazar ciertos animales, pero no es sólo para controlarlos... es para seguir viviendo. Le tienen que devolver lo que le quitaron a la madre selva, así como ella les da Y, o …les quita; todo tiene que tener un equilibrio, porque su entorno depende de ellos tanto como ellos de él... al contrario de la gente en las ciudades. Ese montón de cuentos y rituales les da las pautas a los indígenas para que no escaseen de pronto las cosas que tanto necesitan, y así se re-gulan ellos mismos - La señora explicó esto sin pausa para respirar, le hervían las sangre al hablar del tema, mi mirada la interpeló a seguir... - No son todos, pero la mayoría de esos señores se van a discutir todos los cuentos recopilados y exóticos entre ellos; en ese afán de la gente de ahora, que pueden y quieren saberlo todo... pero... ¿Para qué? Si ni siquiera saben quienes son ellos mismos. Muchos vienen y escriben para sentirse más inteligentes porque de pronto saben más que todos -

- Entonces mirarlo todo desde afuera y permitir que deje de ser parte de la vida le quita todo lo importante al mito y a los cuentos populares, ¿No es eso?- Añadí, más seguro.

-Claro...Porque, mire joven, si existe algo que le ha pasado a todo el mundo, ha re-corrido por todo lado y que además es parte importante de la toda cultura desde que nace, eso es la tradición oral, las historias, los cuentos de los viejos... cosa más

importante de lo que usted cree... - Muy seria, le había cambiado de pronto el sem-blante... la veía mas alta ahora.

- ¿Y usted si cree en eso? Acá parece que la gente se lo toma muy en serio, ¿No? - Pregunté, dudando de mi mismo, mientras un viento helado regurgitó silencio y las ramas se movieron dejando sonar un leve murmullo en lo lejano, tragué saliva sin dejar de mirarla, sospechando que algo andaba cerca...y de pronto el silenció fue cortado por su respuesta, el viento se volvió seco cuando ella hubo procurado palabra...

-Acá en el sur - Me dijo, mientras miraba a lo lejos a las colinas que se ocultan en la lejanía por culpa de la noche - Todos llevamos la sangre de los héroes y los villa-nos de la historia de América, no podemos decir que somos una sola cosa, somos muchas...-

-Españoles, Amerindios y Africanos...-

- ...Exacto, niño, somos lo peor y lo mejor de lo que nos han dejado los abuelos; na-cimos en la turbulencia, en ella hemos aprendido a vivir y a nadar. Tal vez por eso vemos la vida de una manera especial, tal vez por eso acá el cuento contado sigue siendo tan importante... - .

-¿Pero... no tienen todos los pueblos sus propios problemas y contextos, que los aquejan y les dan formas especiales de ver el mundo?-

-Así es - Me respondió con una ligera sonrisa mientras la noche parecía calmarse con su conversación - Pero ahora imagínese un lugar donde de pronto llegaron muchos de esos pueblos; un lugar donde cayeron y donde no siempre en buenos términos, terminaron relacionados... A veces conversando sin conocer idiomas, cruzando fronteras... o muchas veces conversando “a punta de plomo y machete”, en las tierras donde el mundo se forjó de afán, pintado de oro robado y sangre. Cada uno de esas culturas llegó viendo el mundo a su modo. Todos con distintas energías y fuerzas, dioses, reyes... y obviamente, necesidades y cuentos. Cada raza y cada uno de esos pueblos eran... y son aún, tan distintos como lo es la noche del día... o del ocaso anaranjado. Pero en nuestros días uno casi ni alcanza a ver la diferencia...

...Ahora piensa que obligados, los pueblos se empezaron a fundir entre ellos sobre América.... Se mezclaron de pronto las razas, las religiones, las culturas, todo en menos de cuanto... ¿Unos cuantos siglos de nada?. A mi me parece que eso le pone

un poquito de condimento a estas tierras - Yo la miraba mientras tanto con los ojos muy abiertos, escuchando su forma de ver todo, lejos de los libros de historia y de los estantes empolvados -

-Y no para ahí el asunto...- Prosiguió La señora, luego de tomar aire - Después de tanta guerra y en medio de tanto problema, como ha sido el camino empedrado de Latinoamérica... pasó algo extraño: todo se combinó hasta convertirse en otra cosa

...como un amigo dijo una vez: “La palabra mestizaje significa mezclar las lágrimas con la sangre que corre. ¿Qué puede esperarse de semejante brebaje?” - Terminó la explicación con el índice en alto y mirando al cielo mientras parafraseaba a Gabo, luego me miró y sonrió al darse cuenta de la sobriedad que había adquirido el tono de su voz. Fue imposible no devolverle la sonrisa... en tan aterrador y frío lugar se hacía necesario de pronto un gesto tan humano y confidente.

- Muchas veces... - Me dirigió la palabra de nuevo, tras un largo silencio en el cual caminamos tanto, que ya podíamos ver a lo lejos las luces que gritan que anda cerca el pueblo - ...Volver a lo básico es casi siempre la mejor forma de enfrentar lo que se nos viene; cuando uno es crío, todo es fascinante, todo es nuevo, el mundo es grande y fantástico; cada esquina encierra algo diferente y cada cosa adquiere un significado que se crea de pronto, después de sentir, oler, manipular las cosas...es algo muy básico en la gente, si lo piensa. Cuando uno es pequeño, los cuentos son tan reales que se meten en la piel, los siente como tierra húmeda entre los pies descalzos. El creer en algo no es sólo definirlo, es vivirlo. Escuchar la palabra, vivir la palabra, lo oral, estuvo entre nosotros mucho antes que lo escrito. De ahí em-pezamos a ser lo que somos... a vivir y sentir lo que escuchamos. Y que lo nieguen muchos… pero todos vemos las cosas como creemos que son, antes de que nos las expliquen, y tengamos que verlas como las ven los demás…

...El mito, le da a la palabra contada de un significado más palpable. Un significado con el que el pueblo puede creer y entender más fácilmente. Con el mito que se cuenta, las personas, los miembros de cualquier grupo, pueden hacer y entender a su manera todos esos rituales que a fin de cuentas no son más que las necesidades más básicas e importantes, pero convertidas en cosas cotidianas. Entre más fan-tástica resulta esa historia, más importante es el significado que está escondiendo. Los ritos son el resultado de los mitos, ¿Sabía eso, jovencito? La palabra contada lo mantiene vivo y las relaciones entre las personas lo vuelven más fuerte y real. Lo regalan además, de una generación a otra, escondido como el Mohán, la Llorona, o la Madremonte; así se muestra un destino a los hijos, pero bajo formas muy propias

de contarlo... y de entenderlo...

… Mire por ejemplo, el famosísimo Mohán... Lo conoce, ¿Cierto?. El Mohán, sin que se diga a los cuatro vientos es, a fin de cuentas, una representación del río indoma-ble, es por así decirlo “la materialización ritual” de una figura que necesita el pue-blo. Y lo necesitan para representar todo el respeto que tienen ante el río, ese lugar que les da sustento, lleno de una fuerza que nadie puede controlar... El río les pone condiciones a las vidas de las personas que viven de él, y esas reglas que les pone no son sólo para asustar... por ejemplo, si usted está muy tarde a las orillas, entre lluvias y tempestades, no solamente puede encontrarse con el Mohán de los infier-nos, sino que además puede terminar ahogado en la oscuridad de las aguas solita-rias del río Magdalena, por pura cosa de sentido común. El espanto ahí se vuelve una precaución gritada a los cuatro vientos para que tenga cuidado, así como los cuentos del Coco que uno le cuenta a los niños, para que se duerman temprano...

… El nombre del Mohán, aparte de todo, nace en verdad de un tipo de sacerdotes indígenas, que ya dejaron de verse a medida que pasaba el tiempo... y esos Mohanes tenían sus sitios sagrados, en ríos, fuentes de agua, cavernas y montaña, así como el espanto. Pero la iglesia los hizo ver como los malos... hasta que la gente empezó a llamar a ese espanto así...

- Óigame, ¡Todo eso es muy bonito!... - Le dije, interrumpiéndola un segundo, para entonces me estaba entrando el espíritu alegre de aquella señora... Ella que, aunque muy fría al hablar, mostraba una pasión por la vida que no había visto nunca. Algo en sus ojos, en lo que decía...pero tenía que escuchar más de eso - Así es entonces que los mitos mueven la vida de la gente, cuando los llevan en la sangre y necesitan de ellos para vivir y entender la vida...

- Si... - Siguió ella explicándome, con una sonrisa que bosquejó al ver mi interés en todo lo que decía - ...En éstas tierras ésta cosa de los mitos se vuelve más material porque acá las sociedades tienen creencias fuertemente arraigadas en tradiciones viejas, muchísimos modismos y supersticiones que no mueren; los papás y los abue-los que los cuentan no los dejan morir, y la gente que los escucha y cree en ellos de alguna forma no los deja ir tan fácilmente. Estamos a cada rato en una pelea entre las creencias nacidas de la iglesia católica que llegó allá en la colonia, las supersticio-nes que tienen que ver con las iglesias, las cruces, los curas, el diablo... pero además tenemos mucho de esos mitos que nos llegaron de aquí mismo, de los indígenas; sólo que ahora todo se transformó en nuevas creencias y mitos que van de acuerdo a un lugar donde la gente no es sólo negra, o indígena, o blanca...es mestiza...

Hacía varios minutos, y sin darme cuenta, habíamos empezado a caminar. Yo le seguía el paso, pues ella se conocía éstos caminos mejor que nadie. Esa señora era bastante conocida por acá, por saber mucho... de todo lo que uno imaginara. Mu-chos la consideraban, por ello, una bruja; pero era mucho más que eso, se le notaba en los ojos que bajo el brillo de su color negro, se escondía recalcitrante un conoci-miento inaprensible para el ser humano común...

- ¿Es verdad lo que dicen de usted...? - Interrumpí el silencio para saciar las dudas, activadas por el recuerdo reciente de todas la historias que me contaron en el pue-blo anterior. Pero intentar no asustarse para entonces, era en vano... entre el sil-bar del viento, el frío y el camino solitario, a uno se le escapa la razón por los pies.

Juan David Vargas DíazVIII semestre, Artes Visuales

Facultad de ArtesPontificia Universidad Javeriana

‘PERFORMANCE’ ES UNA DE LAS PALABRAS, ‘COLECCIÓN’ ES LA OTRA

Diarios de viaje de una artista

La colección, esa diversidad de objetos reunidos con un propósi-to específico, conecta al hombre con el pasado, y más que datos concretos que se pudieran obtener del conjunto o de cada obra en particular, permite comprender cierta sensibilidad que ante-cede al complejo proceso de construcción de cultura. Pero, por otro lado, las colecciones revelan personalidades, percepciones extrañas de la realidad, nuevas miradas sobre lo mismo, que en esencia revela los secretos de sus creaciones a través de una particular intención. El artista colecciona, no tan evidentemen-te como pudiera parecer, entes que pasarán de una u otra forma a su obra. No tiene que ser una colección numerosa ni valiosa, la colección puede constar de un solo objeto o hasta de una sola idea.

CARLA IGNACIA PÉREZ PÉREZ, Diarios, 6 de Diciembre de – (sin datación)

CarlaIgnacia Pérez Pérez era artista. No de aquí ni de allá. Le gustaba el sol. Le gustaban las imágenes. Le gustaba abrir las ventanas con todo el tiempo para ver las estrellas, así como lo decía Facundo en una de sus canciones. Y, sobre todo, le gustaba el sonido. Era del tipo de personas arragaidas a su tierra. Era sorda de nacimiento y su habla parecía más un fluido que una unión de letras. A pesar de esto, su quehacer le ganaba a cualquier obstáculo, pareciera imposible a nuestros ojos que pudiera ignorar esa voz que llevaba por dentro, y decidió, a temprana edad, que debía viajar.

Actualmente el coleccionismo se define como la afición de acu-mular objetos y la técnica para ordenarlos debidamente. En esta actividad ha predominado lo artístico y lo cultural a través de

la historia. Joan Corominas, filólogo y etimólogo español de co-mienzos del siglo XX, define colección como una palabra que proviene del latín Collection: recoger y allegar. Allegar es una palabra hermosa, porque da la sensación de que es algo que vie-ne de afuera. Hoy decido que voy a buscar ese exterior. Viaje es la primera palabra que me viene al cuerpo.

2 de Febrero

Palabras como Viaje o Expedición han sido vinculadas íntimamente con la con-formación de las colecciones. Carla ya era famosa anteriormente por sus viajes a lugares como La Transición, el Pico Fracamongo, y el archipiélago de Tronavi-des, en los cuales no tuvo la necesidad de salir de su pequeña casa de un solo piso ubicada en el centro de la ciudad.En ese tiempo, cuando todo era acerca del arte, era necesario llenarse de mundo para realizar el oficio.Así que procuró, durante su juventud, esa que llenó la ma-yor parte de su vida, coleccionar objetos e ideas que le ayudaran a ordenar sus pensamientos y su propia cotidianidad. Objetos e ideas que luego se convertirían en piezas de colección reunidas y ensambladas para la construcción de su famo-sa Máquina del Espacio, máquina que tiempo después tomó el nombre, a mano de los historiadores, de Máquina Patafísica del Espacio, haciendo alusión a las soluciones imaginarias e imposibles del ser humano a lo largo de la historia. Esta máquina, además de los espacios en blanco del mapa, medía datos específicos del espacio determinado para aplicarlos al arte. Y no sólo los órganos de percepción sino sus límites de control, oír colores o escuchar texturas (sin miedo a los de-talles minuciosos). Esta máquina, según algunas teorías, es una conclusión de pensamiento a partir del proceso que supone la colección y la relación que man-tienen los objetos e ideas dentro de ésta.

Por ejemplo, el cinenómetro medía el azul del cielo, al igual que el oxígeno que re-tenían los picos glaciares de las montañas. De aquellas medidas se podía saber el porcentaje de azul que aparecería normalmente en sus recuerdos. El azul, al que llamaba Klee ‘de cariño’(y no Klein como se podría pensar), lo guardaba en pe-queños frascos de vidrio, los cuales utilizaba como virador de sus ampliaciones fotográficas. El mejor azul, pensaba, era el del cielo. Otro ejemplo de la colección es la cajita de música. Con ella lograba en su investigación un desarrollo paralelo interesante con la música. La automatización de la melodía y la traducción de una partitura al lenguaje de la máquina era difícil, pero de esa manera formaba vibraciones delicadas en la corteza de hielo y conocía grozores y porosidades in-esperadas para el mundo del arte. Esto le permitía imaginar continuamente una

banda sonora de viajeo, de hecho, los sonidos reales. De esta manera, al ir uniendo ciertos objetos con otros, y no sólo que sus propias sensibilidades queden aisladas, podía sacar nuevos significados y pensamientos no determinados que aplicaría a un espacio y sacaría conclusiones, llamándolas de alguna forma, artísticas.

El diapasón es un pedazo de metal afinado, los tonos puros. Era lo más cercano que tenía a un sonido delicado, a un sonido que tocara mi oreja, vibrara en mi piel y finalmente escuchara y fue-ra escuchado como aquel viejo dueño de una catedral abandona-da que escuchaba las campanas abrazando la vibración de las columnas.

1 de Enero

Su colección había permanecido intacta durante largo tiempo, intacta como lo que no se toca, ya sea por respeto a conceptos absurdos, a jitanjáforas o a supo-siciones, hasta que fue descubierta, incrustada en el hielo a las orillas de la Ba-rrera de Flichner, por el cartógrafo-corporal peruano Ron Sebastián Fernández durante una de sus expediciones a la Antártida.Sus objetos habitaban silentes en un mismo espacio histórico-una maleta de via-je-,e intentaban a través de las palabras que los definían explicar su propia expe-riencia. Los estudios sobre esta colección se hicieron, obra por obra, separados, pero con el tiempo se dieron cuenta que una colección es una sola, y vieron que todos los objetos, y las posibles ideas que suponen, se interrelacionan para uno solo. Son las únicas pruebas de la primera y última expedición de Carla a Isla Elefante. Carla había entendido que debía conocer un espacio específico mental o físico. Optó por el físico -que se deformó en su mente por relacionarse con un espacio mental propio de ella- y de esta manera configurar mejor sus obras de arte y sus acciones, tanto de vida como performáticas.

No entendemos el funcionamiento de la memoria, y es por esto que coleccionamos, porque queremos comprender. Mi colección es preconceptual y azaroza. La obra, la idea, el concepto, eso es lo que viene después.

14 de Enero

Parecía mentira la verdad. Era como establecer una conversación con el arte. Era viajar a ninguna parte y conocer el camino de vuelta.El diario, su posesión más valiosa pues ella escribía diariamente, valga la redun-

dancia, era un compendio de todas sus experiencias y de sus pensamientos crí-ticos acerca del arte. Además en él aparecían los planos de diseño de su famosa Máquina Espacial, en completa contradicción a la idea de la máquina del tiempo, que planeaba poner en funcionamiento en la Isla Elefante, pero que desgracia-damente no ha sido aún encontrada en las continuas expediciones al Polo Sur, sino lo que se ha encontrado son piezas a las cuales se les ha llamado colección.

Este viaje ha sido perseguido conceptualmente desde hace ya mucho tiempo. El lugar a donde voy y donde me propongo pa-sar el resto de mis días, solo existe en una parte específica del mundo,y el problema es que en ese lugar no se vive. En la Isla Elefante, allí donde me dirijo, cuando chocan las olas contra la costa suenan los estornudos de una manada de elefantes.El contacto directo es importante, al igual que el movimiento permanente. Yo deseo hacer un performance imposible. Trato primero de entender porqué lo creo imposible, y respondo: es un caleidoscopio, una cámara oscura y un sueño pensado. ¿Dónde está lo imposible? El performance se me fue prolongando y me estoy confundiendo acerca de la teoría del distanciamiento de Bertoldt Brecht en cuanto al arte, aunque estoy totalmente de acuerdo con ella me encuentro en una posición confusa. Lo único que quiero pensar hoy es que voy a tomar el riesgo de ser artista, mental y físicamente, y viajar a Isla Elefante para conocer un espacio específico en su totalidad, el cual mediré y conoceré con mi Máquina del Espacio, y de esta manera, una vez concebido en mi memoria este espacio, haré la acción perfecta, que sospecho durará lo que me resta de vida.

28 de Noviembre

La expedición solitaria partió de la punta Argentina en Tierra de Fuego, el 7 de Diciembre, claro, después de realizar todo el tramo de los Andes hasta llegar a la Patagonia, con la expectativa de realizar el mayor estudio artístico jamás reali-zado en un espacio determinado: la Isla Elefante. Existía algo en las regiones de la Isla, hacia el Polo Sur, que la atraía profundamente. Focalizó todo su ser hacia ese punto. Quería viajar a donde ella contrastara radicalmente y al mismo tiem-po su creación artística llegara a ser una prótesis de ella misma. Todo le confundía: qué dejar, qué llevar, salir de dónde, llegar a dónde; cómo filmar las imágenes, cómo filmar los sonidos, cómo fotografíar los sonidos; en

definitiva, cómo usar La Máquina del Espacio correctamente. Estaba cansada aunque no había vivido mucho. Y fue ahí cuando supo que su colección sería su única compañera en los años posteriores, siendo así una colección de presencia. En sus diarios, aseguraba que estos pensamientos eran parte de una red móvil general entre las personas, y que de alguna manera misteriosa ella se conecta-ría con alguna de ellas, eran mapas conceptuales continuos en el aire, películas corporales, dramas caminantes subtitulados en diferentes idiomas que enten-díamos sólo a través de la escucha táctil.

La voluntad de fundar es lo más importante en el performance.Una cosa es mi vida personal, representada en una colección que llevo en mi maleta, y la otra es el arte. A veces estas dos no se llevan muy bien y el sufrimiento es insoportable-soportable. A veces se relacionan funcionalmente.

14 de Julio

Desde la perspectiva histórica, ha sido todo un proceso que ha ido permitiendo configurar ciertas colecciones, por ejemplo la expropiación de bienes, los resul-tados de investigaciones científicas o el capricho de un monarca que manda a traer riquezas de los confines del mundo. Desde el siglo XVII y XVIII las naciones más poderosas económicamente tuvieron la política de centrar y consolidar un estado fuerte ideológicamente, es decir, que querían ser dueños del conocimien-to y por eso miraron a todas partes del mundo ya que les ofrecía los misterios de la ciencia médica, los minerales para el desarrollo de las industrias o por la mis-ma cultura (pues ellos querían saber para escribir la historia). En el siglo XIX la burguesía quiso, de alguna manera, imitar esos antiguos monarcas y optar por colecciones valiosas para sus palacetes y casonas, para tener prestigio social. Muchas de estas colecciones son ahora nuestros museos.

Estas colecciones tienen muchos matices en el siglo XIX. Por ejemplo, podía exis-tir un científico, apasionado y experto conocedor del arte lítico, que con apoyo del estado o entidades privadas lograra viajar para realizar estudios y recolec-tar muestras. La colección que habría hecho sería abrumadora y exquisita, casi como una curaduría perfecta. Y fue en este momento histórico que se realizaron muchas expediciones famosas las cuales influenciaron traumáticamente a Car-la. Tales como Humboldt, Darwin, Shackleton o Freya Stark. Carla optó por su propia colección de viaje porque pensaba que era el mejor vehículo para su arte.

Hoy, día 223 de la expedición, amanece sin descanso, sin pau-sas. Al parecer el clima aquí es algo que jamás podré entender. Me propongo caminar 12 kilómetros hacia el comienzo del punto más alto de la trompa de la isla. Con la brújula y la calculadora podré ubicarme muy bien, aunque sé que dentro de mi mente está gestándose la desubicación de las neuronas. Llevo la esca-fandra conmigo, y espero que resuma gran parte de mi estudio de la isla. Será hermoso cargarla en las montañas, a pesar de la contradicción que supone usarla en el aire. Entiendo que las montañas del Cordón Pardo son las perfectas grafías del sonido de esta isla.

Sabía que sus días terminarían pronto. Escribía continuamente que su produc-ción entera era una especie de collage-ensamblaje -la máquina, de hecho. Como el de Stezaker, Godard o los mismos dadaístas. Recortes preconceptuales. La imagen-toma de los ojos. Aunque no conocía muy bien el origen de la palabra Arte, sí le interesaban otras como imagen o historia, las cuales se evidencian tanto en su vida como en su producción.

Los marcos me son muy importantes, estos objetos físicos son capaces de entender lo que es la imagen y lo que es también, soportarla. Recortan para la memoria y me ayudan también a recortar físicamente el espacio y ordenarlo para que choque y produzca más significados de los que ya tiene.

23 de Enero

Observaba detenidamente cómo zumbaban pequeños insectos de grafito y tinta alrededor de una vela que imaginaba estar prendida, como el humo que irradia del calor del ruido, ese filo ciego de ella le sostenía, le sostenía tan débilmente que pensó por un instante que estaba escuchando. Pero no lograba ser libre en su entendimiento. Las cosas que se estaban haciendo eran ruido, y cuando veía hacia atrás no podía ver los patrones. Su diario quedó incompleto. Sus últimas anotaciones fueron estas:

El performance se me fue prolongando, y en su prolongación encontré el exterior al igual que el interior que tanto anhelaba como artista. Pero aún estoy incompleta.Creo que podemos pararnos a reconocer lo que somos, jugar con

las palabras e irnos construyendo, sin que se convierta en un lugar ajeno. Es ser lo que se es o no ser nada. El arte es un dis-tancimiento que es necesario para la creación, y no hablo de un distanciamiento geográfico. Se necesita de algo real y es por eso que el performance causa duda.

La prolongación del tiempo performático, o expansión de su es-pacio, se relaciona con lo que hace una colección, que es no sólo la expansión del espacio del objeto, y por lo tanto sus signifi-cados, sino la prolongación de todo un proceso físico y mental, formando una cartografía de recuerdos que genera un objeto o una idea, una influencia. Al sacar de cierto contexto un algo es-pecífico, este toma otros significados, ocupaciones, usos, usos visuales, sonoros, etc., porque en un momento es individual, o solo se relaciona conmigo, pero luego hace parte de una colec-ción y es una explosión de pensamientos importantísima que a veces se pasa de largo. Son pensamientos que pueden ser reales, absurdos, verdades, mentiras, son muchas las palabras que pue-den definir un proceso de fundación, generación y regeneración.Por ahora pasaré la noche en esta pequeña cueva, 6 kilómetros al este del pico sur de la isla en el sector Vigilante, y mañana seguiré caminando para ascender al Monte Elder.

Julia Nanda Bejarano LópezIV semestre, Artes Visuales

Facultad de ArtesPontificia Universidad Javeriana

OBRAS

Malabaristas / Alejandro Méndez Jiménez / Primer semestre / Grafito sobre papel durex / 50 x 35 cm / 2011

Sin sentido / Alejandra Arias Antia / Octavo semestre / Libro Arte / Libro de 23 x 17 cm / 2011

Objetos de cuidado personal / Alejandro Uscategui / Octavo semestre / Técnica mixta / 2010

Retratos / Andrea Portus / Séptimo semestre / Aguatinta / 8 piezas de 25 x 35cm / 2011

Sin título / Andrea Torres Gaviria / Décimo semestre / Moldeado en cera / 50 x 35 x 30 y 45 x 25 x 30cm / 2010

Autorretrato / Andres Ardila / Octavo Semestre / Proyecciones de video sobre dibujo en Carboncillo / 160 x 200 cm / 2011

Serie Umbrales (Umbral I, II y III) / Camilo Cuervo Benavides / Octavo Semestre / Fotografía digital / 40 x 50 cm / 2009

1. En cueros / Catalina Reyes / Séptimo Semestre / Impresión en banner / 260 x 150 cm / 20112. La rosca expuesta / Catalina Reyes / Séptimo Semestre / Aluminio oxidado / 100 x 100 x 70 cm / 2010

1 .

2 .

Fotografía Orgánica / Catherine Guevara Gallejo / Quinto Semestre / Fotografía digital sobre papel metalizado proceso / 30 x 40 cm / 2009

El Polvazo / Colectivo Comes Cake / Séptimo Semestre / Fotografía digital / 80 x 118 cm / 2011

Paisaje / Eliana Salazár Zapata / Sexto Semestre / Plumilla - Tinta china / 23 x 42 cm - 32 x 22 cm / 2011

Unión Patriótica / Estefany Alfaro Buitrago / Quinto Semestre / Stencil de tierra / 117 x 276 cm / 2010

El camino el Loco. La búsqueda de la Diosa del Viento / Felipe Camargo Rojas / Décimo Semestre / Tinta china aplicada con plumilla sobre papel acuarela profesional / 10 Imágenes de 26 x 26 cm /2009

Cabezas de huevo / Felipe Vallejo Pérez / Noveno Semestre / Óleo sobre papel /184 x 103 cm / 2011

“Del pensamiento imperativo” / Fernanda Forero / Cuarto Semestre / Dibujo / 4 Piezas de 22 x 32 cm / 2011

Una aproximación hacia el recorrido / George Lozano / Sexto Semestre / Fotomontaje digital / 28 x 40 cm / 2010

Soledad / Guerthy Gutiérrez / Séptimo Semestre / Lápiz y sangina sobre papel / Dimensiones variables / 2011

“Buena Vida” / Henry Sáenz / Séptimo Semestre / Grabado en punta seca / 60 x 50 cm / 2010

Serie: Margarita / Inti Camila Romero / Quinto Semestre / Collage-Dibujo / Serie de 4: 25.5 x 37 cm / 2009

Composición 2 / Iván Cruz / Segundo Semestre / Acuarela y esfero sobre durex / 50 x 70 cm / 2011

Violencia verbal / Johnatan Hernández / Décimo Semestre / Tinta china y acrílico sobre papel /3 Imágenes de 100 x 50 cm / 2010

Ruido blanco no. 2 / Julia Nanda Bejarano / Cuarto Semestre / Ensamble de objetos / 58 x 38 x 17 cm / 2011

Detalle

“Residuos Sólidos Humanos” / Juliana Durán Muñóz / Quinto Semestre / Plumilla sobre papel higiénico / 3.35 x 65 cm / 2011

Sin título / Laura Manuela Lara / Octavo Semestre / Óleo sobre madera / Tríptico 90 x 60 cm / 2010

1. Una modesta proposición / Laura Ospina Pérez / Décimo Semestre / Ilustración / 50 x 10 cm / 20112. Con los zapatos ensopados / Laura Ospina Pérez / Décimo Semestre / Ilustración / Serie de 4: 20 x 10 cm / 20103. Desentonando / Laura Ospina Pérez / Décimo Semestre / Ilustración / 30 x 15 cm / 2011

1 .

2 .

3 .

1. Un pato / María Juliana Caicedo Sánchez / Séptimo Semestre / Animación digital / 20102. Lecciones de pastelería / María Juliana Caicedo Sánchez / Séptimo Semestre / Tinta sobre papel / 100 x 100 cm / 2010

1 .

2 . Detalle

El prodigioso también muere / María Paula Moreno Quintero / Sexto Semestre / Tinta y aguadas / 30 x 10 cm / 2011

Personas que no son personas / María Teresa Pérez Vitali / Décimo Semestre / Fotografía digital /Serie de 7: 21.59 x 27.94 cm / 2010

Pornotopía / Mariana Torres / Noveno Semestre / Animación-Rotoscopia / Video / 2011

1. Embobadora es la babaque emboba / Martín Sánchez / Noveno Semestre / Video / 1’48’’ / 2011 2. Remolino remolinador / Martín Sánchez / Noveno Semestre / Animación / 1’32’’ / 2010

1 .

2 .

Ilustraciones de naipes / Pablo Acero Rodríguez / Sexto Semestre / Aguafuerte y Aguatinta / 15 x 9 x 5 cm / 2011

“Sabe a…” / Paola Guzmán Figueroa / Cuarto Semestre / Video digital / 2010

Con el espéculo en la oreja / Saidy Isabel Mosquera Duque / Séptimo Semestre / Plumilla / 260 x 260 cm / 2011

Resma/Cardumen / Sebastián Segura Espinel / Cuarto Semestre /Fotografía mediante máquina fotocopiadora /

6 fotografías de 43 x 29 cm / 2011

REGISTRO DEL EVENTO

Facultad de Artes

Carrera de Artes Visuales

Biblioteca Pública Virgilio Barco

Del 1 al 29 de septiembre de 2011