xix-xx)explotación de las minas de alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del...

20
Gran nobleza, pequeño campesinado y capital mi- nero foráneo al Norte de Sierra Nevada (siglos xIx-xx) Aron COHEN AMSELEM 1. INTRODUCCIÓN No se encuentra el ámbito granadino entre los privilegiados por las labores de rescate de esa Atlántida historiográfica que, en certeras pa- labras de Nadal (1972), constituye la minería andaluza en la época con- temporánea. No es sorprendente: parientes próximos tan celebrados co- mo Linares o Rio Tinto están lejos de haber agotado las vías de investiga- ción y reflexión. Sobre todo, subsiste, como el propio Nadal señalaba en un reciente prólogo (Sánchez Picón, 1983), el reto de profundizar los aná- lisis acometidos desde la perspectiva del pais-sustrato, del «exportador», necesaria contrapartida a las epopeyas narradas desde observatorios fo- ráneos. Granada, que —en sus modernos límites provinciales— careció de pro- tagonismo en el primer esplendor decimonónico del plomo penibético, compartió con sus dos vecinas del Este el fuerte impulso finisecular de la minería del hierro. Presión de la demanda sobre los precios del mineral, rendimientos decrecientes de la producción vizcaína y progresiva gene- ralización de procedimientos más modernos que el Bessemer para la fabricación de aceros excitaron el interés de algunos de los grandes gru- por extranjeros por la explotación de las menas meridionales (Nadal, 1972, 1975; González Portilla, 1977; Estevan, 1966, 1967; Sánchez Picón, 1983; Larrea, 1961; Cohen, 1977). El nuevo auge del sureste peninsular se- el de una actividad escuetamente extractora-exportadora de mineral en bruto; en su mayor parte, mero apéndice de la gran siderurgia británi- ca. Nada que recuerde a anteriores ensayos autóctonos, a la frustrada «anticipación» siderúrgica que tuvo por protagonistas a las provincias de Málaga y Sevilla en el tercio central del ochocientos (Nadal, 1970 a, 1970b, 1975). Anales de Ceografia de la Universidad Complutense, núm. 6. EJ. (miv. Complutense, 1986

Upload: others

Post on 23-Sep-2020

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

Gran nobleza,pequeñocampesinadoy capital mi-nero foráneoal Norte de SierraNevada(siglos

xIx-xx)

Aron COHEN AMSELEM

1. INTRODUCCIÓN

No se encuentrael ámbitogranadinoentrelos privilegiados por laslaboresde rescatede esaAtlántida historiográficaque,en certeraspa-labrasde Nadal(1972), constituye la minería andaluzaen la épocacon-temporánea.No es sorprendente:parientespróximostan celebradosco-mo Linareso Rio Tinto estánlejosdehaberagotadolas vías deinvestiga-ción y reflexión. Sobretodo, subsiste,comoel propio Nadal señalabaenun recienteprólogo(SánchezPicón, 1983),el reto deprofundizarlos aná-lisis acometidosdesdela perspectivadel pais-sustrato,del «exportador»,necesariacontrapartidaa las epopeyasnarradasdesdeobservatoriosfo-ráneos.

Granada,que—ensusmodernoslímites provinciales—careciódepro-tagonismoen el primer esplendordecimonónicodel plomo penibético,compartióconsusdosvecinasdel Esteel fuerte impulsofinisecularde laminería del hierro. Presiónde la demandasobrelos preciosdel mineral,rendimientosdecrecientesde la producciónvizcaína y progresivagene-ralización de procedimientosmás modernosque el Bessemerpara lafabricaciónde acerosexcitaronel interésde algunosde los grandesgru-por extranjerospor la explotación de las menasmeridionales(Nadal,1972, 1975; GonzálezPortilla, 1977; Estevan,1966, 1967; SánchezPicón,1983;Larrea, 1961;Cohen,1977).El nuevoaugedel surestepeninsularse-rá el de unaactividadescuetamenteextractora-exportadorade mineralen bruto; en sumayorparte,meroapéndicede la gransiderurgiabritáni-ca. Nada que recuerdea anterioresensayosautóctonos,a la frustrada«anticipación»siderúrgicaque tuvo por protagonistasa las provinciasde Málagay Sevilla en el tercio central del ochocientos(Nadal, 1970 a,1970b,1975).

Analesde Ceografia de la UniversidadComplutense,núm. 6. EJ. (miv. Complutense,1986

Page 2: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

166 Aron CohenAmseleyn

Menosespectacularqueen los cotos almeriensesy murcianos,el cre-cimiento de la produccióngranadina,muy estrechamenteasociadoa laexplotaciónde las minasde Alquife y de algunaotra tambiénlocalizadaen la comarcadel Marquesado>acabósiendoel más firme. Un centenarde Kilómetros hastael puerto de Almería, lugar de embarquedel mine-mi, no impidenqueen la actualidadel criaderoalquifeñosecuenteentrelosmásproductivosdel continente.

Tierra de arraigadominifundismo y de señorío,muchoantesquedegranminería,el Marquesadodel Zenetereúne todoslos ingredientespa-ra un estudiodel impactode las actividadesextractivasa gran escalaenlas formasdeproduccióny deorganizaciónsocialpreexistentes’.

Este artículo se detieneen las actitudesde la nobleza,que durantesiglosocupóel vértice del edificio económico—socialcomarcal2,ante lairrupción y expansióndela mineríacapitalista.

Los comportamientosde la viejaaristocraciaantelos nuevosderrote-ros de la actividadeconómicaligadosal avancedel capitalismohanrete-nido escasamentela atenciónde los investigadores.Elevadocasi a lacategoríade paradigmade las actitudesdel grupo un supuestodesinte-résgeneralizadopor las nuevasempresas,los tópicosaparecencon másfrecuenciaquelas indagacionessobretrayectoriasconcretas,Y, sin em-bargo,a veceséstasdesvelanindiciosno del todo ajustadosa las genera-lizacionesal uso.

En un contextonobiliar—y global— tan diferenciadodel andaluzco-mo es el de Asturias,uno delos rarísimostítulos expresamenteconsagra-dos a la cuestión(Ruiz, 1971)pusode manifiestoque la participacióndela noblezaen el procesode industrialización,no por exiguay «relativa-mentetardía”, careciódeexponentesderelieve.Bien esverdadquefavo-recidospor las vinculacionesfamiliaresentrela viejanoblezaregionalyla nuevade losburguesesennoblecidos.

En Andalucía,las actividadesdel duquedel Infantadoen los primerosafios de la pasadacenturiaincluían la participaciónen unasociedadpa-ra la fábrica de crisoles en Marbella, dentro del incipiente polo in-dustrializadormalagueño(Nadal, 1972).Un siglo mástarde,al margende

1 A eseestudioseconsagróbuenapartedemi tesisdoctoral,El Marquesadodel Zane/e,

tierra dc minas- Transición al capitalismo y dinámicademográfica(1870-1925»leída en di-ciembrede 1984 en laFacultaddeFilosofía y LetrasdeGranadaEIMarquesado,situado alNorte de SierraNevada,en lasproximidadesde la ciudad deGuadix> y limitando al OesteCon laprovincia deAlmería, comprende,en suslimites históricos>los municipios de Jérez,Lanteira,Alquife, La calahorra,Aldeire,Ferreira, Dólar y Huéneja.comarcalizacionesmo-dernassuelenagruparcon estos ocho municipios algunosde los circundantes,señalada-mente Albuñán y Cogollos de Guadix, de parecidas caracteristicas físicas y socio-económicas(Bosque,1971).

2 Concedidopor los Reyescatólicosal cardenalMendozaen 1490, el marquesadodelZenetepermancrióasociado—con un breveparéntesisdeadscripcióna Osuna—a la casadel Infantado,uno de los grandes“estadosseñoriales»del país.

Page 3: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

Gra

nn

ob

leza

,pe

qu

ocan

ipe

sina

doy

ca

pita

lniin

ero

..167

Page 4: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

168 Aron CohenAmselem

la comarcaestudiada,la mismacasanobiliar no rehuyeel tratoconalgu-nosde los integrantesde la cremadel capitalminero extranjeroen Espa-ña.Nada menosque la «SociétéMiniére et Métallurgiquede Peñarroyasy la «CompagnieFrangaisedesMines et Usinesd’EscombrerasBleiberg»convergieronconel titular del Infantadoenla creación,en 1904,de la so-ciedad de las «Minas de Villanueva del Duque»(Nadal, 1975). Sin salirdel ámbitocordobés,amediadosdel siglopasadoalgúnaristócratasese-ñaló activamenteen los movimientos de la propiedady en la mismaexplotaciónde la cuencadeBélmez(Chastagnaret,1974).

En mi estudio sobreel Marquesado,las interrogantesacercade laseventualesrelacionesentre los representantesnobiliares y los agentesdel capital minerono surgieronde un planteamientoteóricoapriori. Fuela constataciónde una exactacorrespondenciacronológicaentre la li-quidacióndel patrimonio rústico nobiliar en la zonay el incrementodela propiedad territorial de las compañíasforáneas lo que suscitó elproblema. Evidentemente, tí análisis de las actitudesnobiliares nopuededisociarsedel de la complejaconflictividad quesegeneraen tornoal avancede la nuevamineríaen la comarca:tierra y aguaserán—hastahoy— motivo permanentede tensiónentrecompañíasminerasy campe-sinado;la competenciaentabladapor las firmas extranjerasparahacer-seconel control de la mineríazeneteñaagudizarála presiónsobrelos re-cursos.

El contenidode estearticulo sejustifica, en primer lugar, por un im-perativode espacio.En compensación,estalimitación de la tramaargu-mentalpermiteunautilización másdetenidadela nutridacorresponden-cia intercambiadaentrela casanobiliar y unode losconsorciosmineros.Esta documentaciónrepresentaun complementoindispensablede lasfuentespara el estudio de propiedad territorial —amillaramientos,padronesde la contribuciónterritorial, protocolosnotarialesy registrosmineros— con vistas a una correctavaloración de las relacionesentreambaspartesdesdelos añosfinalesde lapasadacenturiaa los primerosdel segundodeceniodel actual3.

Las relacionesentre las compañíasmineras y la casanobiliar no seabordan en el mismo orden de los acontecimientos.La venta de losbienesnobiliaresen Alquife auna de las compañíasafinalesde 1911 estratada en primer término, para, a continuación, intentar un acerca-mientomásglobal a la cuestión.Previamente,unasomerapresentaciónde la comarcacompletaestaintroducción.

3 Deboagradecerla absolutalibertad con la que «Agruminsa»(Altos Hornosde Vizca-ya) mepermitió consultarsusarchivos deLuchana(Vizcaya). La empresavascasehizo en1953 con laspropiedadesde «TheAlquife Mines & Railway”.

Page 5: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

Gran nobleza,pequeñocampesinadoy capitalminero... 169

2. EL ESCENARIOY LAS PIEZASDEL DRAMA. UN ESPACIO EN CONFLICTO

Algunas indicacionesresultanestrictamenteindispensablesparaha-cer inteligibles las páginasquesiguen.Conciernenala triple caracteriza-ciónhechadel Marquesadocomo regiónminifundista,señorialy minera.10) Si hay un rasgoqueimprima con fuerzasu huella en la estructuraagrariacómarcal,esees,sin duda,el minifundismo. En el Marquesadoencontramosuna de las más nítidas expresionesde esteotro elementoque,con el latifundio, forma el binomio tan característicoy, sin embar-go, amenudo,tan mal conocidodel agroandaluz(Bosque,1968-69,1973;Bernal, 1914). No debeextrañarqueun recientetrabajo sobreel Zenete,pocoatentoa lo quede la manode la mineríacapitalistaestácambiandoen la formacióneconómico-socialen los confinesdelos siglos XIX y XX,vengaa redescubriralgunasde las categoríasdel «modelo» chayano-viano, inspirándose—eso=1—en algunode sus intetpretes«modernos»(Arias, 1984).

La fragmentación de la propiedadde la tierra reviste caracteresextremos.Dos ejemplosmunicipales,seguidosa lo largo de los amillara-mientosdel período,danideadeello.

En Alquife, término municipal de 12,5 Km2, eje de la modernamineríacomarcal, las propiedadesmenoresde 10 Ha representancercade las nuevedécimaspartesde las quecontribuían en 1872. No alcanza-ban el 40% de la superficie cultivada amillarada,43% de los contribu-yenteserandueñosde predios menoresde 1 Ha. En 1897, los propieta-rios de menosde 10 Ha seelevanal 94% (59% de la superficie)y al 47%los de menosde 1 Ha. En 1914, los primeros mantienenla proporción,aunquepierdentierra (42%del total amillarado);lo segundossubenhas-ta el 55%.

En Ferreira,conunasuperficiecercanaalos44Km2, lospropietarioscon menosde 10 Ha sumanun 82% de los computadoscomo tales en elamillaramentode 1872(35%de la superficie).Los casosdeminifundismomásacusadoestánmenosgeneralizadosqueen Alquife: 21% de las pro-piedadessonmenoresde 1 Ha. En 1899, los porcentajesparalos contri-buyentesconpropiedadesmenoresde 10 Ha semantienensensiblementeinvariables,aunqueaumentala proporciónde los queno llegana 1 (cercade 30%). No existe«refundición»de apéndicesposteriora esafecha, pe-ro el análisisanual de los padronesde contribuyentes—prolongadohas-ta 1925— disipatodadudaquesehubierapodidoalbergarapropósitodela continuidadde las característicasbásicasde la estructurade la pro-piedad-

Por lo demás, la frecuentecesiónen colonato de las mayorespro-piedadesrefuerzamásquecorrige el sesgominifundista de la agricultu-ra.20) En un contextotan marcadopor la presenciamasivadepropietariosmisérrimos,debeprestarseatenciónal contrasteque constituye la con-

Page 6: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

170 Aron CohenAmselem

centraciónde tierras en manosde la nobleza.En Alquile, hastala ventade las propiedadesnobiliares, los descendientesde los señoresdel Zene-te ostentaron,al menosdesdemediadosdel siglo XIX, la condición demayorescontribuyentesdel municipio: no faltan indicios para conside-rar incompletaslas 54 Ha amillaradasal duquede Pastranaen 1872,yhastalas 87 inscritasen 1897 a nombrede su sucesora,la marquesadeLombay.Debenretenersecomomásajustadaslasmásde 110 registradasal primero enel amillaramientode 1860. No hay rastroqueatestigilepo-siblesventasen el intervalo de estasfechas> mientras,en cambio,algu-nas adquisicionesen municipios vecinos tienen plena confirmación endocumentosnotariales. En Ferreira, las propiedadesdel Infantado secifrabanenunas30 Ha.

No se disponede una estimaciónde conjunto fidedignade la exten-sión quealcanzabala propiedadnobiliar en la comarcamediadala pasa-da centuria.Se ha avanzadounacifra supe¡-iora las 1.300fanegas(Arias,19g4)4, Si la proporciónde tierrasde vegano fueramuy diferentede laexistenteen Alquife (87,5 fanegasde un total de 292 en 1860: sobreun30%), esacifra rondaríael mediomillar dehectáreas5.

La caracterizaciónde los marquesesdel Zenetecomo grandespro-pietarios está fuera de toda duda. El otro dato concernientea la pro-piedadnobiliar queconvieneretenerse refiere a sucultivo. En los casoscomprobadoscorre —íntegramenteunasveces y otras en muy notablemedida— a cargo de colonos.Debíaserla reglaen todoslos municipios,aunque,Jogicainente,la significación de estascesionesen cadauno deellos dependíade la querevistieranlas propiastierrasnobiliares.En Al-quile, la noblezaaportabapor término medio másdel 400o dela superfi-cie arrendada.La documentaciónnotarial del tercio final del siglo pasa-do y primer deceniodel actual apuntaa una modalidadde cesiónconrentafija en especie,generalmentepor períodosdecuatro años.No obs-tante> bien por la posibleexistenciade fórmulasde cesiónmásprolonga-das,bien a travésde la concesiónde prórrogas,parecequeal menosunpequeñogrupo de colonospudo mantenersucondiciónde talesduranteperíodosbastantelargos6.30) Es hechoconocidoque el control del hierro del surestepor las fir-mas extranjeras, desde las décadas finales del ochocientos, dejóescasísimosresquicios. En el Marquesadocoparon.En los alboresde

4 La cstimacíones incompleta Excluye tresde los municipios del Marquesado(Dólar>Huénejay Lanteira). La propiedadde los marquesesseextendía,además,a algunodelostérminoslimítrofes. Tal es concerteza>el casodeCharches.

5 La fanegadel marcodel paístiencdosvalores:23,7 a entierrasdeVega(riego intensi-yo)yel dobleenlasdecampo(riegoeventual)y secano.

6 Es lo que desprendede una identificación limitada —~> discutible por la monotoníacon la queserepite un corto númerodeapellidos—realizadasobrelos amillararnientosdeAlquile del siglo pasado:8 de los 24 nombresdecolonosdel duqueen 1860, vuelven a re-gistrarseen1872>; 4 de los 31 anotadoseseañovuelvenaapareceren1897.

Page 7: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

Cran nobleza,pequeñocampesinadoy capital minero.-. 171

nuestrosiglodosgruposbritánicosse repartíanel yacimientoalquifeño:«Alquife Mines & Railway» y «Wiliam Baird» (más tarde <Bairds Mi-ning»). El primero se hizo a principios de 1900 con las concesionesquecomprendíanel denominadoCerrode Alquife, núcleode las laboresmi-nerasantiguasy primer objetivo que se fijaron los interesesforáneospresentesen la región. Reunidasentre1888y 1894por un activo hombrede negociosbelga, Hubert Meersmansde Smeltz, y aportadaspor él auna«Sociedadde las Minas de Hierro del Marquesado»que se fundó enl895~ estasconcesionesfueron objeto de un efímeroarrendamientoa lafrancesa«Compañíade las Minas deAlquife» —filial de la «CompañíadePortmán»—antesde ser vendidasa«Alquife Mines’>. Laslaboresde «W.Baird» se ubicaránen los Llanos,al norte del Cerroalquifeño.La presen-cia de esta firma en la zonano es anterior a 1905. Algunos de susre-gistrosprocedíande «SoriaMining>’, de notoriaactividaden la almerien-sesierradelos Filabres2.

En principio, las compañíasno buscabantanto lapropiedaddel suc/ocomo el control del subsuelo.La acumulaciónde concesionesminerasacambio del pagoal Estadodel canonde superficie resultabaincompa-rablementemenos onerosaque la comprade grandesextensionesdetierra. La división reinantede la propiedadhacíaaúnmásproblemáticoesteúltimo procedimiento.La máscompletarelaciónde las parcelasad-quiridaspor «Alquile Mines’> en el municipio de Alquife, que es la queproporcionael AvanceCatastralhacia 1930, arroja unaextensióncerca-na al centenarde hectáreas;en sumayorparte,en poderde la compañíadesdelos primerosañosde estesiglo, generalmentepor vía de expedien-te expropiatorio. Entre las superficiesdocumentadasen otros munici-pios, sobresalenlas55 a70 1-la de La Calahorra.Una extensiónpróxima alas 1.400 Ha quedabaenglobadaen las concesionesque la mismacompañíamanteníaen supoderen 1932. En 1910 la superficieabarcadaeramás de] doble. En cuantoa W. Baird’~, figura con másde 270 Ha detierra en el amillaramientodeAlquile de 1914. Susconcesionesen la co-marca,segúnel CatastroMinero de 1909,comprendíanunas1.100Ha.

Propiedad de la tierra y (‘propiedad» del subsuelo —o concesión

7 El banqueroDenormandie>presidentedel Comploir National dEsconiptedeParis, loserátambién del consejode administraciónde la sociedad,que fijó su sedeen la capitalfrancesa.

>Alquife Mines» y” W. Baird” tuvieron desigualfortuna en sus empresas.La primeracasi monopolizola produccióndel cotoalqoifeño bastala guerracivil La segunda>dueñade los registrosmásricos en mineral,pero cuyo laboreoofrecia las mayoresdificultadestécnicas consumiósus esfuerzosenintentosparadesarrollarunaexplotaciónsubterráneaabocadosal fracaso.Acabócediendosus posesionesen 1929 a “AndaluzadeMinas’» vincu-ladaa la notoria “Mokta-el-l]adid>’> que llegaráa desplazara su rival de la primacíaen laminería comarcal,pci-o sólo apartir de los añoscincuenta,másdedos décadasdespuésdehaberempezadoa atacarun costosoprogramade desmonteparallevar acabola explota-ción a cielo abierto

Page 8: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

172 Aron CohenAmselem

minera—sonconceptosmásfáciles dedelimitar jurídicamentequeenlarealidad. Situacionesde hecho, ampliamentedocumentadas,tendíanahacerextensivaala superficiela disponibilidad que lospoderososconce-sionarios habíanadquirido sobre los recursos subterráneos.Expro-piaciones, compras e indemnizacionesforzabanel ajusteentre el de-recho y la situación creada,pero no siempre y, desde luego, no sinconflictos. Hastahoy

3. LIQUIDACIóN DE LA PROPIEDAD NOBILtAR Y EXPANSIÓN MINERA

Ya he adelantadoque fue la coincidenciasobreel amillaramientodeAlquife de 1914v de doshechostan sobresalientescomo la desapariciónde la noblezacomocontribuyentey la inseriptióndeunacompañíamine-ra, «W. Baird», comoprimer propietario rústico del municipio, lo queme condujo a suscitar la posibilidad de una relación directaentream-bos. Y, efectivamente,tal fue el caso.Sin embargo,la primera indaga-ción ami alcanceno pudo sermásdecepcionante.Sebasóen lasbajasyaltas registradas>respectivamente,a la marquesade Lombay y a «W.Hairda en un apéndiceal amillaramientofechadoen septiembrede 1914:ni la marquesaaparecíaentre los propietariosque vendierontierra a«W. Baird’>, ni figuraba compañíaminera algunacomo adquirientedelos terrenosdadosde bajaaaquélla.

En los protocolosnotarialesde Guadixpudeencontrarla soluciónalenigma.Formalmente,«W. Baird» no compróa la marquesa.En la escri-tura de compraventa,otorgadaen Sevilla el 10 de noviembrede 1911,elcompradormencionadoes Adrián CaballeroMagán, quien, mesesdes-pués,«permutó»los bienesadquiridospor otros que le proporcionólasociedadbritánica.

En realidad,no hubo transacciónalgunaa la que «W. Baird» fueraajena.CaballeroMagán, abogadoen Granada,hombrerelevanteen el en-torno de Guadix, dondedisponíade un respetablepatrimonio rústico10,actuópor cuentadel grupobritánico. Al menosdosescriturasnotarialesle señalancomo su«apoderado>’,Una de ellasesde mayode 1911, ante-rior a laquesellóla ventade las propiedadesdela marquesaenAlquife.

Los términos de la ‘<permuta»entreCaballeroy «W. Baird» (18 deju-lio de 1912)sonpintorescos.El primero aporta,en esencia,257 pedazosde tierra que suman«seissuertesy mediablanca de haciendade pobla-ción de la villa de Alquife»tí. La compensaciónquerecibede la compañía

9 Refundicióndeapéndicescerradaennoviembrede 1914.~ Caballerodeserapeñódurantealgunosaños la direccióndel semanarioEl Accitano>

muyligado al obispadodeGuadix>yparticipó activamenteenla politicadeldistritoLa extensiónacordadaa cadapedazode tierra eneí documentonotarial, expresada

siempreenfraccionesdebectárea>incurreenel errordetraducirentodosloscasosla fane-

Page 9: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

Gran nobleza,pequeñocainpesinadoy capital minero-- - - 173

secomponede dosparesde mulas,doscaballos,un carruaje,un brochede brillantes,otrosdosbrillantes, 1.325fanegasde trigo y 550decebada,diez cuadrosal óleo «defirmas variasocho,y dosdeellos sin firma,>, un«tapizantiguo querepresentaaDon Quijote en batallacon elVizcaino» yotro «conescenasde la vida pastoril”. El paquetese tasóen algo másde74.000pesetas,valor asignadoa la antiguapropiedadnobiliar en el mu-nicipio. Parael conjuntodel patrimonioenejenado,resultaríaun prome-dio inferior a las700 pesetaspor hectárea,quehay quecalificar de sim-bólico o, en todocaso,debierahacerpensarmásen unasimplecomisiónqueen el verdaderoprecio abonadopor las tierras12.

Más adelantemeextiendosobreel alcancedela colaboraciónnobiliaren la expansiónde la mineríacapitalistaen el Marquesado.Aquí sentarésóloalgunasprecisionesrelacionadascon la transferenciaqueahorameocupa:10) La venta de las tierras de la marquesaen el municipio de Alquife seinscribeenun procesode liquidación decasi la totalidad del patrimonionobiliar en la comarca,entre1911 y 1912.Lo primero quedebeaclararsea continuación es que,con la excepciónde los terrenos de Alquife, losnuevostitulares del suelono fueroncompañíasmineras.Tampocotesta-ferros de ellas,al estilode Caballero.Hastadondehe llegadoen mi bús-queda, sólo una extensión insignificante del antiguo caudal nobiliarfuera de Alquife llegó a manosde un grupo minero —«W.Baird»—, envirtud deulterior enajenaciónen losañosinmediatosa la venta.

Porotra parte,debematizarsela significacióndel aportenobiliar a laimplantación territorial de las sociedadesmineras.De un lado, las ven-tas a «Alquife Mines» o a suspredecesoresfueron relativamentemodes-tas y, como podrácomprobarse,harto problemáticas.De otro lado, encuantoa «W. Baird>’, los terrenosprocedentesde la marquesaconstitu-yen, desdeluego, la mayorextensiónadquiridadeun mismopropietario,pero representanmenos del 40% de la superficie amillarada a lacompañíaen noviembrede 1914. Los pequeñospropietariosafectadospor ventaso expropiacionesa favor de unay otra compañíason legión.De ellosprocedelamayorpartedel sueloquepasaamanosdelas empre-sasextranjeras,encuotaspor propietariomuyreducidas,queraramenteexcedende unaspocasfanegasy a menudono pasande algunoscelemi-nes.

galocal por su valor máspequeño>el correspondientea tierrasdeVega Lasuperficie resul-tantees> por ello>muy inferior a laquerealmenteposeía—y vendió—la marquesaenel mu-nicipio> comopuedeversemásadelante.

t2 Los terrenosadquiridospor los gruposminerosen lacomarcaen el último lustro delsiglo pasadofueronvaloradossobre la basedeestatriple tasación:3920 ptas. la hectáreadetierra de

1a clase,2940 la de2» y 970 lade3», Preciospor encima dela Lasason relativa-mentefrecuentesencomprasquetuvieronlugaren los dosprimerosdeceniosdeestesigío,incluyendoalgunaen la queel vendedoresla propiamarquesa

Page 10: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

174 Aroñ CohenAmselenz

20) El mencionadoapéndiceal amillaramientode Alquife de septiembrede 1914 registralas bajasa «William Baird» —por entonces,ya <BairdsMining”— de un total de 91 pedazosde terreno —de vega,en sumayorparte—que,por consiguiente,no se incluyeronanombredela compañíaen la refundición de apéndicesconfeccionadadosmesesmás tarde.Su-man unasuperficie de 17 Ha. En medidaslocales,vienenaserunas51 fa-negasde vegay otras 11 de campo.Todoconducea pensarque lasparce-las dadasde baja a la firma británica procedían>muy probablementeensu totalidad,del antiguopatrimonionobiliar.

En efecto,por un lado, entrelas altasinscritasa «Bairds»en el apén-dice, excluidaslas que provienende la marquesa,se encuentrauna ex-tensiónde vegacercanaa las 64 fanegas.Por otro lado, en la propiedadamillaradaa la compañíaen el mesde noviembre, las tierrasde vegasu-man 73 fanegas.En 1897, la propiedadregistradaa la marquesaen el mu-nicipio comprendíaunaporción de vegacifradaen 68 fanegast3.Suman-do la extensiónde la mismaprocedenciadadade alta a la compañíaenseptiembre,unas96 Ha, y las 17 de las bajas,resultan113 Ha, muy próxi-mas de las 115 inscritas al duquede Pastranaen el amillaramientode1860.Estadebióserla extensiónadquiridapor «Bairds»de la marquesa,a travésde la permutacon Caballero.

En resumidascuentas,«Bairds» se desprendiómuy pronto de unapartede las tierrasobtenidasde la marquesaen el término de Alquife.Una parte pequeña>cierto, pero compuestadel gruesode las mejorestierrasde la propiedadnobiliar enel municipio. La compañíasesirvió deestosterrenosparanegociarla adquisicióndeotros apequeñospropieta-rios del término. La porción agrícolamentemás rica de la que fue pro-piedad de la marquesano se perdiópara la agricultura despuésde suventa. En cierto modo, cabedecir que por medio de las operacionesdecompraventay permutallevadasa efectopor «Bairdsa,llegó a producir-se un reajuste —muy limitado— en el seno de la misma propiedadagrícola.Entre la treintenaescasade contribuyentesque serepartieronlas indicadas17 Ha sólo pude localizar a tres que fueran colonos de lamarquesacuandoseprocedióa la ventadesupropiedad.

Desdeluego,no sedebeexagerarel alcancedel intercambio.De entra-da> por la modestia de susdimensiones.Después,porquelos interesesrectoresde todo el procesopoco tienen que ver con la agricultura. Laspermutas eran sólo un instrumento de negociación en manos de~‘Bairdsa. En el fondo estabala carreraentabladacon su rival, «AlquifeMines»,paracontrolar el territorio comarcal.3’>) La liquidación del caudal territorial de la nobleza acarreó,en Al-quife, consecuenciasdrásticaspara el viejo sistemade colonato. En el

13 En1860v 1872 seamillararon> respectivamente,87>5 y 82 fanegasdevegaa susante-cesoreí duquedePastrana.

Page 11: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

Gran nobleza,pequeñocampesinadoy capital minero.. 175

amillaramientode noviembrede 1914, las tierrascultivadaspor colonoshanquedadoreducidasa unaextensióninsignificante.En los protocolosnotarialesaccitanos,inmediatamentedetrásde la escriturade permutaotorgadapor Adrián Caballeroy «W. Baird’>, figuran losrequerimientosdirigidos por el director británico a los labradoresde las tierras quefueron de la marquesa,dando «por terminados los arrendamientoshechospor la primitiva propietariaal terminarel añoagrícolacorrientey que conforme a los contratosde arriendoconcluye el 20 del presentemes»(Julio)’4. El municipio de La Calahorra,sobretodo,pudo compartircon el de Alquife esteimpactoen el régimendetenenciadela tierra de laventade las propiedadesnobiliares.

¿Quéocurrió después?El cesedel cultivo no fue totalni inmediatoenlas propiedadesde «Bairds’>. La compañíano sólo vendió o permutóuna parte de susadquisiciones;también,al menosduranteun tiempo,practicó la cesión. En unaescriturade 1913, la compensaciónacordadapor «Bairds» auna propietariapor las tierrasqueéstale vendeincluyeunaparecíaen el término de Alquife queno se «podráocuparhastaqueel labrador recoja la cosechade verano».Porcierto, estavezsin amba-ges,se afirma que «la compañíaWilliam Baird adquirió estafinca porcompraventaa Doña Maria de los Dolores Téllez Girón de Dominé»,condesa-duquesade Benaventey marquesade Lombay, entre otrostítulos. Porsupuesto,«el labrador»lo esdelacompañía.

«Alquife Mines», por suparte,hubo de enfrentarsea unaespeciede«furtivismo» agrícolaen susdominios, reflejadoen documentos(anota-cionesen inventariosde bienes,partesde denunciade los guardasjura-dos, etc.)en los que resulta complicadodistinguir lo clandestinode loconsentidopor la compañía.Perotambiénhay constanciadeque practi-có algunacesiónen arriendocon caráctermáso menosregular.

¿Qué significado debeotorgarsea estascesionesde tierra por partede las compañíasmineras?Antes que nada hay ¿fue señalarque losejemplosdocumentadosno son escasos,pero sí insuficientes paraindi-car la extensiónreal deestasprácticas.Porotro lado,nadaautorizaaveren ellas una partede la remuneraciónsiquiera de un grupo selectodeempleadosde las compañías.Y, por último, frente a los arriendoscasisiemprepor cuatroañoshalladosen tierrasde la marquesaafinalesdelsiglo pasado,ahoraparecetratarsede acuerdosde cesiónmuy breves,que probablementeno excedende un añoagrícolay que no llegan aal-canzarreflejo en los amillaramientos.Creceel margende inseguridadeinestabilidadparael labrador,al mismotiempoquela dependenciade lapoblacióncomarcalrespectoa los grandesconsorciosextranjeros.

14 La obligaciónde hacerefectiva la rentadel añotranscurridoa la sociedadpropieta-

ría esexpresamenterecordada.

Page 12: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

176 Aron CohenAmselem

4. AMBIGUEDAD NOBILIAR

Reducirel análisisde lasactitudesde lanoblezaantela mineríacapi-talista a la cuestiónde la transferencia,en 1911, de suspropiedadesdeAlquife aunade las grandescompañías,equivaldríaa incapacitarlogra-vementepara desgranarla complejidadde los comportamientosde losdistintosgrupossocialesen presencia.

Antes de vender,la nobleza,por mediode susadministradoresen lazona,adoptóposicionesque,en algunoscasos,no hayque dudaren cali-ficar como solidariascon las del pequeñocampesinado.En particularcon susinquietudesantela prepotenciaexpansionistade las sociedadesextranjeras.Así, en 1905, suscribió las reclamacionesmasivamenteapo-yadaspor el campesinadode los municipios deAlquife y Lanteiracontralas concesioneshidráulicasacordadaspor la administracióna «AlquifeMines’> en los barrancosdel Puebloy el Barrio (Lanteira).Hacia 1910,uncolono de la marquesaque cultiva un terreno en disputacon la mismacompañía,queéstaentiendeesde supropiedad,

dise quebayer la sernbrode trigo pichecomo propiedadde la Marquesadel Lombay(y> queá los tantosno lestoca sinordendel señorDuque”’

5.

Invocacióna los líderesnaturalesde la viejasociedad,apenasdistan-ciadaen el tiempode otraspruebasdocumentalesquetraducenla oposi-ción de Antiguo Régimenentrenoblezay campesinado:desdela apro-piación y enajenaciónpor aquéllade parcelasen los terrenosprocomu-nalesdel Cerroalquifeño, o su«absurdapretensión(de) incautarsedelosmontespúblicosy terrenoscomunales»del municipio de Ferreira’6,has-ta las denunciascontrapastoresqueintroducíanrebañosensustierras.

Limitar, por otra parte, a la venta final a «W. Baird» la reflexiónsobre el protagonismode la noblezaen la expansiónterritorial de laminería capitalista, supondríaignorar el distinto cariz de las actitudesnobiliaresa esterespectoen el trato con «Alquife Mines» y suspredece-sores-

La propiedadnobiliar transferidaa «Alquife Mines” secifra en 15 o16 parcelasenel término de La Calahorra(entre13 y 16 Ha,segúnlos do-cumentos)y otras10 o 12 enAlquife (menosde 4 Ha). Con la excepcióndedos de las parcelasde Alquife, cuyacompra,en 1905, fue directamenteconcertadapor la compañíacon la marquesamediantedocumentopriva-do, el restofue expropiado,ya por Meersmans,yapor G. Guiraud,apode-

15 Archivo de Propiedadesde «Agruminsa»(APA); tomado delpartededenunciadeun

guardadelacompañía.16 Las reclamacionesnobiliares sobre montes públicos debieronexistir también en

otros municipiosdel Zenete.En lasactasdel Ayuntamientode Ferreira,lasdeliberacionessobreel pa?ticularseprolonganhastalosúltimos ahosdel siglo pasado.

Page 13: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

Gran nobleza,pequeñocampesinadoy capital minero... 177

radode la «CompañíadePortmán’>’7,y pasóa manosde «Alquife Mines»con el conjuntode la propiedadmineraa principios de 1900.Al menos...en la práctica.La inscripciónenel Registrofueotracosa.

El conflicto estallóunavezsehabíallevado aefectola reiteradaventaaA. Caballerode los bienesde la marquesaen Alquife. Entrelos terrenosenajenados,se incluyeron los quecon anterioridadhabíanpasadoa ma-nosde «Alquife Mines»: las dosparcelascompradaspor la compañíaen190518 las previamenteexpropiadasy otrastresdel Cerro>todasenpose-sión de la citada compañía.No es difícil imaginar la envergaduradelenredo,si se piensaque las parcelasen cuestiónestabanenclavadasenconcesionesminerasde «Alquife Mines»;másaún,queeranobjeto de la-boresmineras;que,por otraparte,el compradorde la antiguapropiedadnobiliar fue el primero en inscribir en el Registro la propiedadde esasparcelas,y que,como es sabido,éste, en realidad,no era otro que «W.Bairda’».

Puedenseguirselasvicisitudesde la disputaa travésdela correspon-denciaque mantuvieron,entre1913 y 1915, directivosy asesoresde «Al-quife Mines» con los valedoresdelos interesesde la marquesay con losrepresentantesdela compañíarival20.En lostrámitestuvo un activopro-tagonismoel sobrino deDoñaMaría delos Dolores,marquésdeSantilla-nay duquedel Infantado.

No esposiblecomprenderel galimatíasal quesehabíallegado,sin te-ner en cuenta el confusionismoen el que se desenvolvieronlos movi-mientosde la propiedadterritorial provocadospor la expansiónminera.Véase,si no, la opiniónde uno de los abogadosde la compañíaen marzode 1913:

a... es de necesidaden primer término ver si en la informaciónposesoriadefebrerode 1902 secomprendieronlas parcelasprocedentesde la Sra.Marquesade Lombay y en segundolugar confrontarsi las parcelasahoravendidaspor ladicha Marquesacoincidencon las que Mquife («Alquile Mines’>) adquirieradedichaSeñora...’>

17 Salvoenuna delasparcelasexpropiadas,la tasacióncorrió a cargodelperito desig-nadopor lapropietaria.Meersmansy Guiraudtomaronformalmenteposesióndelos terre-nos a lo largo de 1898 y 1899,La utilidad públicadela explotaciónminerahabíasido decre-lada por el gobernadorde la provincia enmayode 1896>atendiendoa una solicitud deMe-ersmansparaqueseaplicarala ley deexpropiaciónforzosa a unaparcelade lamarquesa.

‘8 Una delas condicionesdel documentodecompraventaespecificabaque la vendedo-ra, entoncesen trámite de separaciónde su marido, Don Emilio Bessiéresy RamírezdeArellano, no consentiríala elevacióna escriturapúblicaantesde 1909,Transcurridoel pla-zo, la marquesadesoyólos reiteradosrequerimientosdelacompañiaparaquecumplieralacondiciónpactada.

19 La direcciónde“Alquile Mines» serefiere siemprea caballerocomo«William Bairdagent>’.

20 Las teferenciasincluidasen el texto procedendel APA

Page 14: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

178 Aron CohenAmselem

En otraspalabras,lo prioritario era conocerla propiedadque teníainscrita a su nombre la compañíay la adquiridapor «W. Bairda de lamarquesa.Esto,catorceo quinceañosdespuésdequealgunasde laspar-celasde la discordiahubieransido«expropiadas»,treceañosdespuésdeque «Alquife Mines’> hubieratomado «posesión»de ellas, año y mediodespuésde producidala «venta»de las tierrasde la marquesaenAlquilea A. Caballeroy ochomesesdespuésde la «permutasde éstecon «W.Baird». Pordescontado,a esasalturas, la «coincidencia»sobrela queseinterrogabael abogadono era ningún misterio parael director de «Al-quife Mines». Para el propio letrado, Antonio Rico Pérez, notario enAlmería y perfectamentefamiliarizado con los asuntosde la compañía—de los que seocupabadesde1900—, debíatratarsede unaconfirma-ción de rutina.

Valóreseel cariz del embrollo.De un lado,la posiciónde «Alquife Mi-nes»es «bien pocosólida»con respectoal CódigoCivil, queconsagralapropiedadal adquirienteque antesformaliza la inscripción en el Re-gistro. Para colmo, informaciones llegadas a esta compañía desdeMadrid, a mediadosde 1913, cuestionabanque la marquesatuviera <‘po-deressuficientesparahacerla enajenación»en el casode las dos parce-las de 1905.De otro lado,«W. Bairdapretendíaun acuerdoenel que«Al-quife Mines»,pocoacostumkradaa tropezarcon obstáculosquecompro-metieransu privilegiada situación en la región, deberíaaccedera algu-nascontrapartidas.Concretamente,el conveniodebíacontemplar,entreotros aspectos,y junto a la permutade terrenos,el consentimientode«Alquife Mines»,titular del único empalmeferroviario entrelas minasde Alquile y la líneade LinaresaAlmería, aque «W. Baírd» construyeraun nuevo ramal atravesandoel ya existentepor la estaciónde La Ca-lahorra,así como otro tramo en el muelle deAlmería. También,el permi-soparamontarunaestacióngeneradoraen el río Alcázar(itérezdel Mar-quesado),en el que«Alquife Mines» disponíade unaconcesiónhidráuli-ca.

Llenos de receloshacia sus rivales, los responsablesde «Alquile Mi-nes»no ignoraban>sin embargo,que carecíande «elementoeficaz»paraoponersea Caballero-~’W.Bairday que,por consiguiente,deberíanhacerconcesiones2!.Peroqueríanfortalecer su posición implicando a la mar-quesaen la búsquedadeun arreglo.Segúnel notario Rico,habíabasepa-ra llevarla a los tribunalespor un «delito de estafas,aunquealbergabatodaslasdudasen cuantoaque fueracondenada:

“Su sexopor un lado, y de otro lasvariascircunstanciasdelcaso haceposibleque no se reconociera en ella intención dolosa y por tanto que en definitivafueraabsuelta.-

21 “ibis correspondence—escribiócl directoral presidentede la sociedad>en julio dc

1913— is beginningto giveos evidencetbat~&‘benWB. & Co. purebasedbeykne~v be laud‘vas oursandon our mine -

Page 15: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

Gran nobleza,pequeñocampesinadoy capital minero... 179

Detodas formas,la advertenciade emprenderaccionesjudicialeseraunamanerade presionara los representantesnohiliares.No fue empre-sa sencilla.En aquellosañosla marquesadisponíade residenciaconoci-da en Sevilla, Madrid y Biarritz. Tras repetidosintentosde comunica-ción por partede la compañía,incluyendoun requerimientonotarial nomenosinfructuoso, secomprendela desesperacióndel director cuando,al cabode varios meses>su abogadoen Madrid, F. de Laiglesia, le notifi-có la excelentedisposiciónquehabíahalladoenel marquésde Santillanapara‘<devolverel dinero»a «Alquife Mines», puestoqueera <‘imposible»facilitarle los terrenos--.

La posiblilidad de alcanzarun acuerdoentreambascompañíasy losrepresentantesde la marquesacomenzóa atisbarsea principios de 1914>mercedal ofrecimientohechopor el marquésde Santillanaa “Bairds Mi-ning» de cieítos terrenosdel término de La Calahorra—residuodel anti-guo patrimonio nobiliar—, en compensaciónde las parcelasocupadaspor «Alquife Mines”. Peroel compromisoauntendráqueesperar:el em-peño del marquésen utilizar el ferrocarril minero para procedernadamenosqueal trasladode su castillo renacentistadcLa Calahorradió altraste con las negociacionespor enésimavez. Para «Alquife Mines»,enfrentadaa las presionesde los concesionariosdel trayecto Linares-Almería (la compañía<‘Sur de España»)y a las reivindicacionesde lapoblacióncomarcal,quecoincidíanen la pretensióndeabrir el ramal alservicio público, accedera la petición del m.aíquésera exponersea unpeligrosoprecedente.

Vale la penadetenersebrevementeen los términosdel pulsoque> porespaciodeotros dosaños,sostendránlos representantesde «Alquife Mi-nes» x> el marquésde Santillana.Aquéllos llegarona iniciar en firme lasaccionesjudiciales contra la marques-a.El asesorRico insistía en la«convenIencia»de proceder>con «pretextomas u menosfundado»,anteeí Juzgadode Guadix:

- - quedespuésés e sembiba en favor deotro de st> mismaclasenos tiene sin cuidado,

pues1<> í~e sepersiguees ci elccl o inmediatode la denunciay éstees másfácil deconsc-gui r conociendodcl sunlario el Jo, garlodeGuadixq tic no otro» (enerode 1915).

Tal vez puedacolegirse de esta recomendaciónque la disputa deinfluencias se Había alterado, en el ámbito accitano, a favor de lacompañíay en perjuiciode la nobleza.En cualquier caso,parecequeelnotario almerienseconfiaba en que el revueloprevisibleen la comarca,

22 La iglesia representabaal mismo 1 empo lo>s interesesdel duquedel Infantadoy los

desu tía- Co>; el primerocoincidíaen os conse¡ os de la adínini s tración del Banco1-li pol eca-rio> del que Laiglesia era gobernador>y de los FerrocarrilesAndaluces’,que presidia elduque(Roldány CarciaDelgado, 1973). De abi la preocupacióndel abogadoantelas “ame-nazas” formuladaspor la compañíacontra la marquesay las-” molestias” que pudierancaosursele.

Page 16: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

180 Aro-z CohenAmselem

antela noticia de que la marquesapudieraserconducidaantelos tribu-nales,espolearíaa susvaledoresaacelerarla solucióndel asunto.

El sobrinode la marquesaadoptóunarespuestaejemplar.El tambiénmovilizó sus influencias,en Madrid,... para conseguiruna ley que —enpalabrasde Laiglesia—«ordenabaa las compañíasde ferrocarrilesmi-nerosque hicieranel transportede monumentosartísticoscomo el cas-tillo, sin perderpor ello suscarácterespecialde ferrocarrilesprivadosyminerosy aplicandoun precioqueno podríaexcederde la tarifa mínimaestablecidapor los concesionariosde la red generalen el tramo con elqueesosferrocarrilesenlazaran23.

El duque del Infantado cedería los terrenos de La Calahorra a«Bairds» siempre que «Alquife Mines» asumierala obligación de trans-portar

«... en su día, cuandoyo lo solicite los materialesdel castillode La Calahorrahastala estaciónde su nombreen la lineadel Sur desdeel apeaderoqueexistealpié delcerrodel castillo»(Escritodel duquedefebrerode 1915)

Por descontado, la condesa-duquesade Benaventedebía quedar«libre de toda reclamacióno responsabilidadpor los terrenosquebabiavendido», para lo que la compañíaprocederíaa cancelarlas accionescontraellaentabladas.

Todavía, la Gran Guerray un súbito cambio de planesdel duqueenrelación al castillo determinaron nuevos aplazamientos,hastaque seotorgó la escriturade permutaen Almería, el 26 de septiembrede 1916:«Bairds»obtuvo los terrenosdel duquey lasventajasquereclamabapa-ra concluir la construcciónde suferrocarril e instalar su estacióngene-radora,y «Alquife Mines»pudo al fin formalizar la comprade susparce-las. Pero,hastaúltima hora, el tenipo nobiliar habíaimpuestofrenosalas urgenciasdc las compañíasmineras.

5. CONCLUSIóN

Llegadosaestepunto,procedehaceruna valoraciónglobal delas rela-cionesentrela casadel Infantado y las compañíasminerasquedomina-ron el Hierro del Zenete.

Lo primero es distinguir dos actitudescronológicamentediferen-ciadasde la noblezaanteel fenómenode la mineríacapitalista.Dos acti-tudesque,por otra parte,seconcretanen dosdestinatariosdistintos.Enel casode «Alquife Mines>’, aporterelativamenteescasode suelonobiliar

22 «From thedocumenlsit is clear¿InI PieDuquedel Infaníadohas1w bisinf]uencegola law by whicb his castlemaybetransported>’(notificacióndel directorde“Alquife Mines»a su superiorenEscocia>3-IIi-1915).

Page 17: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

Gran nobleza,pequeñocampesinadoy capitalminero... 181

y, casisiempre,envirtud de expedientedeexpropiaciónforzosa.A la vez,choquede interesespatenteen el apoyo de la representaciónnobiliar aalgunasde las manifestacionesde resistenciacampesinafrenteaproyec-tos de la compañía.En la otra cara, colaboracióncon «W. Baird», queconsiguehacersecon la propiedadde la noblezaen el municipio de Al-quife. Simultáneamente,en estasegundaetapa,graveperjuicio a los in-teresesde «Alquife Mines» y alto gradode tirantezen las relacionesdeestegrupocon losagentesnobiliares.

El siguientepasoes interrogarsesobrelos límites de la colaboraciónnobiliar en la expansiónde «W. Bairda y sobre sus motivaciones,Deentrada,¿cabeentenderla transacciónde 1911-12como unaforma departicipaciónnobiliar — por el cauceespeculativo—en el nuevonegociominero?

Es muy difícil establecersi la ventade las propiedadesdel Infantadoen la comarca obedeció a las «presiones»de la minería capitalista—incluida la eventualidadde una oferta convincentepor parte de «W.Baird»— o si, simplemente,esacompañíasebeneficióde unaoperacióndecididapor otrasconsideraciones.Se ha señaladoque las tierrasvendi-daspor la marquesafuera de Alquife tuvieron compradores,hastadons-de se sabe, ajenos a la minería. Lo único que puedeañadirsees quequizásno carezcade significado el hechode que las ventasde Alquifeprecedieronenalgunosmesesa las de los restantesmunicipios.

Sea como fuere, la impresión que produce la correspondenciade19 13-1915es que los asuntosdel Marquesadose situabanen la periferiade las preocupacionesde la nobleza,y no digamoslos asuntosmineros.Bien avanzadoel año 1913,uno de los apoderadosdela marquesajustifi-cabala ventaaCaballerodelas parcelasantesenajenadasa «Alquife Mi-nes»por un

olvido de la Sra. Duquesa(que) seha comprometidoinconscientemente,puesdeotro modojamáshubierefirmadonada»

Y qué decir de los criterios del duquedel Infantadohaciendodepen-derdel trasladode sucastillocualquierposibilidadde acuerdo.

Lo que sí puedeafirmarsees que la colaboraciónentre la noblezay«W. Bairda no fue más alía de la venta de las tierras. En 1915 era estacompañíala más perjudicadapor los obstáculosque el duqueoponíaalacuerdo:«Alquife Mines» senegabaa cualquierpacto queno implicaradirectamentea la marquesa,causantede la situacióndeirregularidadenla quela compañíasehallabarespectoa algunasde susposesiones.Parael duque,sólo habríaarreglosi se le dabasatisfacciónpor partede «Al-quife Mines» en el asuntodel castillo; encima,sus intencionesen estepuntoeran cambiantes.En medioquedaba«Bairds»,teóricapropietariade tierras de «Alquife Mines», pero necesitada—imperiosamenteen1915-1916—de unasoluciónque le permitieraconcluir los trabajospre-

Page 18: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

182 Aron CohenAmselem

paratoriosquevenía desarrollandodesdehacíavarios años-empezandopor su rama] ferroviario— y dar comienzoa la explotación.Los respon-sablesde «Alquife Mines» eran conscientesde esta situación:«What atremendoushurry W.B. & Co. are in!”, advertíasu director a principiosde 1915.

Cualquieraque haya sido el gradode causalidadexistenteentreelavancede la minería y la liquidación del caudal nobiliar en la comarca,los comportamientosde la noblezafrente a las compañíastraducenunaindudable autonomía.También frente al campesinado,como rubricanunasrelacionesque oscilaronentrela unidadcontraciertosinteresesdela gran mineríay los viejoscontenciosos,hastala defecciónfinal.

Ciertamente,nadade esto restaimportanciaa la transacciónllevadaa caboentre la marquesay «W. Baird’>, aunquecontribuyea matizaría.Ademásde las consecuenciasque tuvo para unapartedel campesinadola venta de las propiedadesnobiliares en general,la ventaa c<W. Baird»de las deAlquife, en particular,es,antesquenada,un hechono exentodetrascendenciaen la evolución recientede la mineríacomarcal.Hizo po-sible unanotableacumulaciónde tierrasen manosdeesacompañíaquedispuso,así, deunacapacidaddemaniobrano desdeñableen surelacióntanto con los pequeñospropietarioslocales,como con «Alquife Mines”.Con los primeros, la expropiaciónsiempreresultaríamenosdificultosasi, a cambio> se les ofrecíaunaextensiónde vega,modestadesdeluego>peromuy apreciada.La segundadebió aceptarla irreversibilidad de loque los registrosminerosHabíanpreparadocon antelacióny sólo la «su-cesora»de «W. Baird», «Andaluza de Minas>’, sabrá aprovechar:unasfronteras entre sus dominios y los de su competidoraque fijaron loslimites de suexpansiónterritorial.

En términos más generales,cualquier lectura lineal del caso estu-diado quedadescartadapor el propio análisis.Pero no es menosciertoquela compraventade 1911-12ponede manifiestounaciertaconvergen-cia entredos polos aparentementetan distantescomo los encarnados,respectivamente,por un título vinculadoa la noblezade másrancioabo-lengoen el paísy una fracciónde los grandesinteresesminerosextranje-ros, a la vanguardiadel capitalismocontemporáneo.Parcial y coyuntu-ral, cierto, y singular,pero¿excepcional?

BIBLIOGRAFÍA

Arias, Jesús(1984): Proj’ic¿/ody osode/otierra cnt’! Morquc.so.d del (¿,,ele> Granada,IJni-versidaddeGranada-DiputaciónProvincial.

Bernal>Antonio Miguel (1974).-»El minifundio ene1régimen dc propiedadagrariaminifun-

distadeAndalucía>’>en Lo propiedaddc lo fierro y los luchasagrariosonda/oros,Baice-lona, Ariel, PP.57-106.

BosqueMaurel, Joaquín(1968-1969).-«La distribución de a explotaciónagrariaenAndalu-cia”, Ano/esdcSocio/agio,4-5. Pp. 8-15.

Page 19: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

Gran nobleza,pequeñocampesinadoy capital minero... 183

BosqueMaurel, Joaquín(1971): Gronada,/o fierro y sushon,bre,s> GranadaconsejoEconó-meo Sirídical Prov ncia1 y Universidadde Granada.

BosqueMaurel> Juaquín(1973): “Latifundio y minifundio enAndalucíaOriental”> ¡EstudiosGeográficos;132-133,pp.

457-500ytablas.Cohen,Aron (1977): «Minería y “subdesarrollo’>:por un planteamientobistórico global del

problemaenAndalucía.Algunas aplicacionesconcretasenla comarcadel zenete(Gra-nada)”,CuodernosGeográficosde/o UniversidaddeGranada,7, pp. 293-300.

chastagnaret,Gérard(1974).-’>Spéculationetexploitationminiéreen Espagneno milieu dudix-neuviémesiécle: 1. La FosiónCarboníferay MetalíferadeBelmezy Espiel “. Mélon-gesdela Coso deVélazquez,10, PP.357-385.

Estevan,M~ Teresa(1966): “La mineria cartagenera>¡840-1919.Aspectoseconómicosy so-ciales”,Hispania> 101, Pp. 61-95.

Estevan,M~ Teresa(1967).-” La explotaciónmineradela Sierra deCartagena(1840-1919)”,Saitobi XVII> pp. 211-234

Gonzále-zPortilla,Manuel(1977):“El mineral dehierroespañol(1870-1814):su contribuciónal crecimientoeconómicoinglés y a la formacióndel capitalismovasco”, EstudiosdeHistorio Socia¿1 ‘PP. 55-112.

Larrea, M« Purificación (1961): Lo níincrí’o en lo provincia de Granodo> Memoriade Licen-cíaturainédita.

Nadal,Jordi (1970a): “Los comienzosde la industrializaciónespañola(1832-1868):la indus-tria siderúrgica, en Ensoyossobre la economíaespoaoíoa mediadosdel siglo XIX,Madrid> BancodeEspaña>pp, 203-233.

Nadal,Jordi (1970b): “La economiaespañola:1829-1931“> en El BancodeEspoña.Una¡ésto-noeconómico,Madrid, BancodeEspaña>pp. 317-417.

Nadal, Jordi (1972): “Industrialización y desindustrializacióndel suresteespañol>1817-1 913”, Moneday Crédito> 120> PP. 3-SO.

Nadal, ,tordi (1975): E/fracaso de la revo/ución industrio! e>’ España, 1814-1913,Barcelona,Ariel -

Roldan,Santiagoy GarcíaDelgado,JoséLuis(1973):Lo fortnoción de/asociedadcapitalistaenEspaña> /914-1920,Madrid, confederaciónEspañoladeCajasdeAhorros.

Ruiz, David (1971):“La antiguanoblezay la industrialización:eí fenómenoasturiano, HP>-panio, 118, pp. 385-393.

SánchezPicón,Andrés (1983): Lo minería de/ levantealmeriense> 1838-1930.Especulación,industrialización y colonizacióneconómica>Almería, Caja].

RESUMEN

Un sistemaagro-socialsecularmentemarcadopor eí hecboseñorial y por un minifon-dismo extremo>y su configuración, en laspostrimeriasdel siglo pasado,comocentrodeunaimportanteactividadminera>confierena la comarcagranadinadel Zenetecarácterdecampoidealdeexperimentaciónparareflexionarsobreun tipo detransiciónal capitalismoqueno fue únicoenAndalucía.

Puededecirsequelas compañiasminerasextranjerassustituyerona la grannobleza(In-farttado)en la cúspidedel edificio económico-socialcomarcal.Tambiéncomo principalesdueñosdel suelo.El trasvasedetierra nobíliar a los gruposminerosese?eje sobreeíqueseconstruyeesteartículo. El seguimientode los comportamientosnobiliaresantelamineria ca-pitalista, alo largo dela etapadeirrupción y primeraexpansióndeéstaenla comarca,ma-tiza eí alcance de esa transacción> Per>.> no contradice la convergencia—parcial ymomentánea—queimplicó erítí-e la vieja aristocraciay un sectorde los gí-andesinteresesmineros.

Page 20: xIx-xx)explotación de las minas de Alquife y de alguna otra también localizada en la comarca del Marquesado> acabó siendo el más firme. Un centenar de Kilómetros hasta el puerto

184 Aron CohenAmselem

ABSTRACT

An agrarian and rural system, marked by centonesof nobility power and extremesmall-farmíng,and íts beíng,at tbe end of tbe pastcentury,an important mining centre>makeof Granadascountyof zenetetbe ideal subjectto tbink abouta typeof transition tocapitalism,which hasnotbeena uniqueonein Andalucia.

Tbe bigh nobility (Infantado) was subtituted by tbe foreing rnining companiesas tbeapex of the county’s social-economiebody, as well as the main landowners.Tbis papercentreson tbelandshift from nobility to rnininggroups; it studiesthe nobility’s bebaviourtowards the capítalistminers,during Pie miners’ appearanceand first expansionin thearea,which tinges that transactionalthough it doesnot deny thepartial andmomentane-ousconvergencebetweentheoíd aristocracyanda pan of tbebig mining interests.