xiii. apendice. anexo i. manifiesto a los carlistas ... · ¡viva el rey don carlos vi!"....

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XIII. APENDICE. Anexo I. Manifiesto a los carlistas aragoneses para alzarse en armas en 1855. "Aragoneses: La religión ultrajada, la patria sin consuelo, el trono despedazado, y, lo que es peor, vilipendiado, exigen hoy de todos vosotros el sacrificio de vuestro corazón. Mirad como se hallan estos objetos, tan caros para todo buen español. Mirad como se hallan aquellas magníficas glorias con que fueron coronados vuestro mayores; todo ello está siendo víctima de esos hombres nefandos que se mofan de nuestra historia, rechazan nuestras venerandas tradiciones, y con empeño satánico tratan de conducir a nuestra patria al abismo, a la perdición; proyectos tan inicuos poco falta para ser consumados; ¡y ay del día en que tal suceda! ¿Sucederá? No, aragoneses; el eco de nuestra sublime historia ha despertado ya al león que mañosamente adormecido yacía postrado a los pies de una revolución tan osada como destructora. Para secundar tan glorioso grito, recordad que los siglos de la religión y de la monarquía fueron los siglos de las glorias españolas. Sois hijos de los Pelayos, de los Fernandos los Santos. En este suelo clásico de catolicismo, miles de mártires vertieron su sangre en honra de la patria y en testimonio de la fe. El Cid llenó de espanto a los inmundos sectarios de Mahoma; don Juan de Austria enrojeció las aguas de Lepanto; Colón, Cortés y Pizarro legaron a la España un Nuevo Mundo; y sin recurrir a tiempos remotos, nuestros padres, vosotros mismos detuvísteis el carro triunfante de Napoleón, cuando al solo grito de religión y rey, abatisteis las águilas que remontándose habían sobre las pirámides de Egipto. Todo lo conoceis, y todo, ¡oh dolor! lo veis escarnecido por esos hombres que pretenden gobernaros. La unidad católica está amenazada de muerte con la tolerancia de cultos; la ley de desamortización sancionada, por la que se van a arrebatar a la Iglesia sus bienes, a los establecimientos de beneficencia el patrimonio de los pobres, patrimonio formado con los legados de almas piadosas con que se prometieron asegurar el alivio del enfermo, con cuya ley, en fin, los pueblos van a quedarse sin sus bienes de propios con los que la clase jornalera remediaba sus necesidades. Tal es, aragoneses, el fruto de los fementidos reformadores; os prometían felicidades, y os dan desgracias; hoy os aclaman libres para el mal, y así os hacen esclavos para el bien. Quereis economías, ansiais por el descanso, y los que os han ofrecido hasta el fastidio lo uno y lo otro, os imponen contribuciones exhorbitantes, anticipos ilegales; y para colmo de su perversidad, con el fin de que no resuene en vuestros oidos el murmullo de sus bancarrotas y dilapidaciones, mueven cada día una asonada, un nuevo pronunciamiento. ¡Aragoneses! ¿Cuando volveremos sobre nosotros mismos? ¿Cuando despertaremos de tanto letargo? Ahora, si, ahora. Volved los ojos al ilustre príncipe proscrito; si quereis tornar a los antiguos días de esplendor, de gloria y de felicidad, si

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Page 1: XIII. APENDICE. Anexo I. Manifiesto a los carlistas ... · ¡Viva el rey don Carlos VI!". Anexo II. Carta-circular de D. Carlos de Borbón convocando a las principales personalidades

XIII. APENDICE.

Anexo I.

Manifiesto a los carlistas aragoneses para alzarse en armas en 1855.

"Aragoneses: La religión ultrajada, la patria sin consuelo, el tronodespedazado, y, lo que es peor, vilipendiado, exigen hoy de todos vosotros el sacrificiode vuestro corazón. Mirad como se hallan estos objetos, tan caros para todo buenespañol. Mirad como se hallan aquellas magníficas glorias con que fueron coronadosvuestro mayores; todo ello está siendo víctima de esos hombres nefandos que semofan de nuestra historia, rechazan nuestras venerandas tradiciones, y con empeñosatánico tratan de conducir a nuestra patria al abismo, a la perdición; proyectos taninicuos poco falta para ser consumados; ¡y ay del día en que tal suceda! ¿Sucederá?No, aragoneses; el eco de nuestra sublime historia ha despertado ya al león quemañosamente adormecido yacía postrado a los pies de una revolución tan osadacomo destructora. Para secundar tan glorioso grito, recordad que los siglos de lareligión y de la monarquía fueron los siglos de las glorias españolas.

Sois hijos de los Pelayos, de los Fernandos los Santos. En este suelo clásicode catolicismo, miles de mártires vertieron su sangre en honra de la patria y entestimonio de la fe. El Cid llenó de espanto a los inmundos sectarios de Mahoma; donJuan de Austria enrojeció las aguas de Lepanto; Colón, Cortés y Pizarro legaron a laEspaña un Nuevo Mundo; y sin recurrir a tiempos remotos, nuestros padres, vosotrosmismos detuvísteis el carro triunfante de Napoleón, cuando al solo grito de religión yrey, abatisteis las águilas que remontándose habían sobre las pirámides de Egipto.Todo lo conoceis, y todo, ¡oh dolor! lo veis escarnecido por esos hombres quepretenden gobernaros. La unidad católica está amenazada de muerte con la toleranciade cultos; la ley de desamortización sancionada, por la que se van a arrebatar a laIglesia sus bienes, a los establecimientos de beneficencia el patrimonio de los pobres,patrimonio formado con los legados de almas piadosas con que se prometieronasegurar el alivio del enfermo, con cuya ley, en fin, los pueblos van a quedarse sin susbienes de propios con los que la clase jornalera remediaba sus necesidades.

Tal es, aragoneses, el fruto de los fementidos reformadores; os prometíanfelicidades, y os dan desgracias; hoy os aclaman libres para el mal, y así os hacenesclavos para el bien. Quereis economías, ansiais por el descanso, y los que os hanofrecido hasta el fastidio lo uno y lo otro, os imponen contribuciones exhorbitantes,anticipos ilegales; y para colmo de su perversidad, con el fin de que no resuene envuestros oidos el murmullo de sus bancarrotas y dilapidaciones, mueven cada día unaasonada, un nuevo pronunciamiento.

¡Aragoneses! ¿Cuando volveremos sobre nosotros mismos? ¿Cuandodespertaremos de tanto letargo? Ahora, si, ahora. Volved los ojos al ilustre príncipeproscrito; si quereis tornar a los antiguos días de esplendor, de gloria y de felicidad, si

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deseais la paz verdadera, atended a ese príncipe tan grande como infortunado, encuyo nombre se os habla. Su religión es la de nuestros mayores; su trono el de SanFernando, sus principios y sentimientos los de amor a los pueblos confiados a sucuidado por la Providencia; su bandera es universal; bajo su nombre todos losespañoles caben con la seguridad que inspira la grandeza de su alma, aleccionada enla escuela de la adversidad; a todos los españoles ama, por todos se desvela, porquea todos mira como a sus hijos, porque la España entera es el objeto de su paternalcariño.

Desde el campo de batalla, al grito santo de la patria os llama a la defensa, nocomo cualquiera de sus derechos, sino principálmente de los del trono, de la mismapatria, que son los derechos de vuestro corazón y vuestros intereses. Vosotros los quepeleásteis por la causa de su augusto padre en aquel ejército de héroes, que unavillana traición disolvió, ¿permanecereis sordos a su llamamiento? No; pensarlo solosería ultrajar vuestra lealtad nunca desmentida. Y los que a poder de la necesidad ode otras causas, militais hoy en las filas del ejército liberal, ¿olvidareis vuestrosantiguos juramentos? No; que el rey a todos abraza, y por todos se sacrificarágustoso.

Aragoneses, llegó ya el día de la restauración; luzca el sol de la justicia; alzaostodos como un solo hombre; oiga la Europa entera el grito de vuestro entusiasmo, devuestro amor al honor y a la religión. Basta ya de esclavitud y abatimiento. Tantapostración es indigna de los hijos de Alfonso el Batallador; cúbrase como siemprenuestra patria de laureles; húndanse nuestros enemigos al grito de ¡Viva la religión!¡Viva el rey don Carlos VI!".

Anexo II.

Carta-circular de D. Carlos de Borbón convocando a las principalespersonalidades carlistas a la reunión de Londres en 1868.

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"Estimado D. Manuel Marco y Rodrigo:Las últimas insurrecciones y las circunstancias políticas y financieras de

España, crearán próximas y gravísimas eventualidades. Esa es la convicción generalde amigos y adversarios. Mi deseo y deber son salvar a nuestro país de un 93español. Con ese objeto y de acuerdo con el general Cabrera y otros jefes, celebraréen Londres, el 20 de Julio, un consejo de notabilidades ilustradas, y que fueronsiempre fieles a nuestros principios. Son tantas las pruebas de adhesión que has dadoa mis queridos predecesores, Carlos V y Carlos VI, que cuento con tu concursopersonal y luces en esta primera e importante etapa de mi vida política.

Te aprecia 'Carlos'.

Cuestiones.- Primera. ¿Cómo justificar y declarar el derecho a la corona?Segunda. ¿Cómo organizar? Tercera. ¿Qué título puedo tomar? Cuarta. ¿Quéresidencia debo elegir? Quinta. ¿Cómo reunir fondos? Sexta. ¿Se publican, y cómo lasdecisiones del consejo?".

Anexo III.

Texto de la R.O. del 8 de septiembre de 1871.

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"He recibido los datos que se me envían; prueban el celo y la inteligenciadesplegados por tí, por la junta de guerra y por todos los comandantes generales; peroni uno solo, por razones sin duda atendibles, remite los compromisos que yo exigírespecto a las fuerzas de mi ejército.

He pesado en mi conciencia de rey cuanto el escrito arroja y el parecer de losque firman: he tenido muy presentes tus observaciones: he oído las de algunaspersonas de alguna autoridad: conozco la opinión de otras verdaderamenteimportantes, así de la frontera como de España; he meditado sobre la ocasiónpresente y el porvenir que se dibuja.

Y puesto todo en la balanza de mis determinaciones, con la ayuda de Dios y uncabal conocimiento del caso,

Resuelvo:

Que ni hay medios suficientes para hacer un alzamiento, ni la ocasión paraintentarlo es propicia.

Al dar conocimiento de esta determinación a todas las autoridades, hazlessaber que es mi voluntad continuar los trabajos con igual celo y energía que hastaaquí, para que los elementos que se aumenten suplan con ventaja a los quenecesariamente han de perderse. Diles que la verdadera ocasión se acerca mucho, yque ese día debe encontrarnos fuertes, unidos y vigilantes.- Dios te guarde ...

'Carlos'".

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Anexo IV.

Orden de D. Carlos para iniciar el alzamiento de 1872.

"Ginebra 14 de abril 72.- Querido Radó; El momento solemne ha llegado. Losbuenos españoles llaman a su legítimo rey, y el rey no puede desoir los clamores de lapatria.

'Ordeno y mando' que el día 21 del corriente se haga el alzamiento en todaEspaña, al grito de ¡abajo el extranjero! ¡viva España!.

Yo estaré de los primeros en el punto del peligro. El que cumpla merecerá biendel rey y de la patria; el que no cumpla sufrirá todo el rigor de mi justicia. Dios teguarde.- 'Carlos'".

Texto que añadió al pie Diaz de Rada al imprimir la anterior orden.

"A las armas, pues, valientes y heroicos navarros y provincianos, y muy pronto,ciñendo vuestras sienes el laurel de la victoria, asegurará para siempre vuestrosvenerandos fueros, la paz, felicidad y verdadera libertad de nuestra patria. ¡Viva lareligión! ¡viva España! ¡Viva Carlos VII! ¡abajo el extranjero!.- El comandante generalde las fronteras, Eustaquio Diaz de Rada".

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Anexo V.

Claves que usaba D. Bienvenido Robles en sus cartas a Marco.

1n: c; 1r: e; 1h: v; 1f: a; 1ñ: ll; 2h: o; 3g: s; 2ñ: y; 1g: r; 2d: a; 3u: d; 4b: a.

1n: c; 1f: a; 1s: n; 3n: d; 1m: i; 4p: d; 3s: 0.

1x: j; 1h: u; 1s: n; 3v: t; 5r: a; 3g: s; 1r: e; 1n: c; 3x: r; 3q: e; 4m: t; 4b: a.

5v: s; 3p: o; 3g: c; 3r: i; 5h: e; 3r: d; 2d: a; 4p: d; 3g: s; 4g: e; 1n: c; 1g: r; 1r: e; 4m: t; 2d:a.

3n: d; 2h: o; 2k: b; 2t: l; 1f: a; 3g: s.

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Anexo VI.

Texto de Manifiesto que recomendaba a D. Manuel Marco su amigo D. AntonioArjona en la carta del 3 de febrero de 1873, para que lo leyera en sulevantamiento en Aragón.

Aragoneses.

El que toda su vida ha dedicado sus mayores cuidados y atenciones al triunfode la causa de Dios y del Rey, no puede menos que llamar a todos sus amigos, paraque hoy que se ha levantado la bandera de la legitimidad en Aragón, se decidan adefenderla los que inspirados en el Sto. Pilar de la Virgen Sma., ven negada dehombres públicos la existencia de Dios, ultrajados sus Ministros, perseguida la divinaReligión y vilipendiado el honor de la Sma. Virgen, de quien es mi sangre y millones devidas que tuviera.

Bien sabeis aragoneses que, por la causa de Dios y del Rey legítimo deEspaña, hoy Ntro. Sr. D. Carlos 7º (q.D.g.) jamás faltó al puesto del peligro con losprimeros. Si la suerte no me fue tan próspera como deseaba, no fue por falta devoluntad, ni por asistir los medios conducentes al efecto, sino, porque así estaríadecretado en la incomprensible Providencia divina que, he adorado siempre, adoro yadoraré mediante la gracia de Dios, cualquiera que sea la suerte y circunstancias enque me encuentre.

Al excitaros a la defensa de la causa de Dios y del Rey, no creais que el estarausente de vosotros es por huir del peligro y fatigas de la guerra, sino por razones queno son de este lugar el explicar, pero vivid persuadidos que, vuestro paisano y amigosin dejar de trabajar cuanto puede por el triunfo de la mas justa y santa de las causasen la espera que Dios le ha colocado, está con vosotros con su corazón y toda sualma.

Aragoneses, como hijos de la madre de Dios, no contravenga vuestra conductaa los preceptos de la Ley de Dios, obedeced a vuestros Gefes (sic), ayudaros todospor todos los medios posibles y cuando os halleis combatiendo al frente de losenemigos de Dios, del Rey y de la Patria no os espanteis a la vista de ellos, sino tenedfé y confianza, pues Dios es el Señor de los Egércitos (sic) y de las victorias. Estadseguros que hasta la muerte misma es un triunfo de la Religión como os lodemuestran las reliquias de los innumerables Mártires de la ciudad de María.

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Por tanto bajo nuestra bandera, no han de oirse otros gritos que: Viva la gloria yhonor de la Sma. Virgen del Pilar. Viva la Unidad Católica, Viva España independientey libre. Afuera toda extrangera (sic) dominación. Viva el Rey cristiano D. Carlos deBorbón.

Anexo VII.

Carta de D. Francisco Polo y de Marco a su hermano.

"Cantavieja. 14 de Oct. de 1873.

Mi mas apreciable D. Mariano: Llegamos a este pueblo ayer tarde sin el maspequeño percance, después de una marcha bastante difícil. Aquí se van a organizardos batallones y cerca de un escuadrón de caballería (porq. ya tenemos gentesuficiente para ello). D. Manuel está ocupadísimo pª la organización y me encargaescriba a V.

Ya sabrán V. que salimos la noche del 8 al 9 de aquellos puntos de nuestratierra pª unirnos a D. Manuel en Luco, donde nos esperaba con 350 hombres, q. habíamandado bajar. La mañana del 9 nos reuniamos en ocasión q. la gua. civil de Darocasalió con ánimo sin duda de hacernos miedo, pero tomó D. Manuel una compañía delos q. tenía en Luco y salió a buscarlos. Les hizo miedo porq. retrocedieron a Daroca.A la vez había en Monreal una columna de 340 hombres y 50 caballos de tropa ycarabineros, q. conducían quintos a Zaragoza. También sin duda les hizo miedo, porq.preguntaron a Calamocha q. había por allí; pero como los q. estaban en Calamochacogieron a los q. mandaban, ordenó D. Manuel q. volviese uno de los dos y digese(sic) a aquella fuerza que se había levantado D. Manuel Marco y que les esperaba enLuco. Este no lo hizo porq. confiaba en vencerlos, sino q. era necesario no huir y sihacer ver a los pueblos q. se podía resistir. Estubimos (sic) en Luco hasta las 12 ó launa del 9, y cuando ya estaba a media hora de distancia la columna de Monreal,salimos en dirección a Cuenca, y desde este punto a Olalla. La columna emprendiónuestra persecución por espacio de hora y media o cosa así, y se volvió a descansar aDaroca. Esto creo q. ha influido tanto q. marchamos como no era de esperar. Lamisma columna volvió al día siguiente a emprender nuestra persecución, pero sinquerer encontrarnos. No ha hecho otra cosa q. esperar saliesemos de los pueblos pªentrar ella. Hemos atravesado por los puntos q. con dificultad bajarían durante laguerra civil. De Nueros marchamos a Fonfría, donde dormimos a pierna suelta. Deaquí fuimos a Huesa q. también dormimos. De este a Muniesa y a dormir a Oliete, q.también descansamos. Al día siguiente día de la Virgen del Pilar fuimos a oir misa aEstercuel, y estuvimos hasta las 4 de la tarde en q. se nos avisó q. teníamos muypróximos 1700 hombres de Guardia Civil, carabineros y tropa. Efectivamente a unahora o poco mas los teníamos. Salimos pª Julve (sic), donde cenamos aquella noche;a las 2 de la noche salimos pª Villarluengo donde queríamos esperarles por lasposiciones q. tiene a su entrada, pero han tenido a bien llegar a Julve (sic), estar unashoras y volverse a Montalbán. De aquel pueblo aquí arriba no querían cuentas. Y nome estraña (sic); porq. en los pueblos habrán ido diciéndoles lo mucho q. se ivan (sic)engrosando nuestras fuerzas. Tenemos 1400 infantes todos armados, bastante bien, y

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70 caballos. Todos los momentos tenemos nuevos voluntarios que se presentan. Creoq. cuando salgamos de aquí llevaremos tres batallones. Están locos por D. Manuel entodos los pueblos. A nuestra entrada en ellos se echan las campanas a bando y salencasi todos a saludarnos y dar entusiastas vivas. Si tuviésemos fusiles abundantesestoy seguro q. en 8 ó 10 días se pondrían 5 ó 6000 voluntarios.

De aquí no saldremos hasta q. no se complete la organización de los q.estamos. Estamos aquí dispuestos a resistir venga quien venga. Además q. tenemospróximos a Polo, q. está a 5 ó 6 horas y a Vallés y Cucala q. tampoco están lejos y aestas horas saben q. estamos aquí.

Diga V. cuanto quiera a Dª Ventura, Dª Paca y D. Tomás, de parte de D.Manuel, con besos a los mios de su affmo. S.S.

Francisco Polo.- (Rubricado)".

"Solo para decirte que Polo y Cucala se han portado; acabo de recibircomunicación suya; han venido a La Iglesuela (2 horas) y a Vistabella (6) por si losnecesito. Abraza a todos tu hermº Manuel. Escribe a Paco".

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Anexo VIII.

Carta de D. Manuel Marco a su hermano.

"Ródenas, octubre. 25/73.

Querido Mariano: sigo sin novedad. Hemos estado dia y medio en Sta. Eulaliacobrando la contribución en todos los pueblos del Río. Los pueblos satisfechísimos denosotros: no he recibido una queja. Y las tropas republicanas hacen desgarros; enEstercuel y Ejulve los saquearon y de Camarillas (pueblo liberal) vinieron 8 bagageros(sic) acuchillados (los llevaban ellos) dos de ellos quizá morirán.

Llevo dos batallones bastante organizados y armados todos, la mayoría confusil Minié los restantes con fusiles lisos y cortados y pocos con escopetas. Además delos de los gefes (sic), llevo de 90 a 100 caballos, de estos se pueden batir bien lamitad; pues llevo un gefe (sic) de caballería que es una alhaja: los instruirá pronto.

En cuanto a lo demás estoy orgulloso de los soldados que llevo; no les hedirigido mas que tres veces la palabra, y van entusiasmados. No he oido unablasfemia. Por las tardes se reza el rosario.

Hemos estado seis días en Cantavieja y esto ha hecho que vayamos bien, pueslos he organizado y han aprendido mucho de instrucción. Allí he dejado 200 hombrescon el Cmte. de Armas.

He formado además una compañía denominada Guías del Pilar, de cienhombres, todos con fusiles Berdan, y todos ellos son o cazadores de oficio o soldadosinstruidos en el tiro al blanco. La manda Mallén el de Cantavieja, que es un león, y lomas simpático y honrado que se conoce. Para instruirla va ahora de gefe (sic) principalde ella Eusebio, que hace unos días vino de Navarra.

El que llevo de G. de E.M. es Puerto, Comante. que era de la Guardia Civil, essobrino del Dean de Teruel, es hombre sin pretensiones, inteligte. y de talento. PericoCalvo, mi ayudte. vale muchísimo mas de lo que yo creía; es completo en toda laextensión de la palabra.

No tengo ningún díscolo; al contrario.La mala costumbre traida de Cataluña, de darles dos pesetas diarias, conocí

que debía arruinar al país; pero seguí haciéndolo hasta el Domingo pasado; ese díalos arengué (tenía prevenido el terreno) les dige (sic) que yo no quería mercenariospor dos pesetas, que eso arruinaría a sus pueblos y a sus padres mismos, y nosotroséramos del país, que yo no quería sino defensores de Dios, del pueblo y del Rey, ydesde aquél día solo les daría ración de pan, calzado y 4 rs. Todos tiraron las boinas alalto, y me contestaron: 'Y por nada y como V. quiera'. Al ver aquella voz espontánea yunánime de 1500 hombres, me vinieron las lágrimas.

Por la tarde torearon una vaca y se la comieron.No puedo mas. Dios y la Virgen nos asisten. Yo no creo capaz de hacer tanto.Un abrazo bien preto a todos.

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Tuyo de corazón. Manuel. (rubricado)".

Anexo IX.

Carta de Francisco Polo y de D. Manuel a Mariano Marco.

"Torrebaja 3 de Dbre. de 1873.

Mi apreciable D. Mariano:Casi es escusado decir a V. nada de la marcha que hemos llevado y de los

acontecimientos sucedidos hasta aquí; porq. aunq. algo desfigurados, los mas difícileslos sabrá V. por haber tenido lugar en esas inmediaciones. El objeto principal es q.sepan V.V. que D. Manuel y todos seguimos sin novedad. Sin embargo le diré quenuestra espedición (sic) ha sido muy provechosa. Hemos recogido mil hombresaproximadamente, mas de doscientos fusiles buenos, entre ellos Remington de laGda. civil de Daroca y 12 caballos de estos, con otros pertrechos de guerra. Respectode lo q. han dicho los periódicos de Ateca, es una mentira; es cierto q. tomamosposiciones y les intimamos la rendición, que ya puede decirse q. estaba aceptada; conla condición de que no se les exigiera contribución; y cuando ya ivan (sic) a mandar laaceptación recibieron un propio montado y se les presentó el ferrocarril de Zaragoza,q. nunca podíamos esperar, porq. se había interceptado la vía, y nos retiramos sin tirarun solo tiro; a excepción de los q. dispararon los de Ateca a un pobre voluntarionuestro que iva (sic) solo en busca nuestra, tres horas después de marchar nosotros, ylo asesinaron.

Que tenemos una gran persecución también lo dirán los liberales, pero es otramentira porq. tanto a Perruca como a Navarro y Rodrigo, nuestros perseguidores, lescausamos fiasco. Vamos hoy sobre dosmil ochocientos y ciento sesenta caballos.

Ayer tarde nos reunimos pª alojarnos a la vez Santes y nosotros reuniéndonossobre 7000 hombres, teniendo q. dejar a Santes en Salvacañete, provª de Cuenca, ymarchamos nosotros a Vallanca. Hoy estamos las dos fuerzas en Ademuz, Castell,Torrealta y este pueblo de Torrebaja. Lo propio que a nosotros le sucede a Santes conla columna Moltó, marcha tras él y espera q. salga de los pueblos pª llegar él. Tanto esasí, q. hace jornadas de 4, 5 y hasta de dos horas. Esto le provará (sic) a V. laconfianza que tienen en batirnos.

Los pueblos nos obedecen y aprecian mas q. a los republicanos hasta los masliberales, y pª q. se persuada V. de esto mismo le diré lo que sucedió estando enIbdes. El Comante. de Armas de Cantavieja mandó una comunicación a nombre de D.Manuel y con la colilla de Comandte. Gral. de Aragón; salió de uno en otroAyuntamiento, pasó por los pueblos cabeza de partido de Aliaga, Montalván (sic) yCalamocha, no sin poner cada pueblo en una hoja q. unieron al oficio la hora dellegada y salida y el sello de sus alcaldías. Vino de Cantavieja a Ibdes en dos días. V.sabe la distancia q. tiene q. recorrerse, juzgue ahora el estado del país. Puedoasegurarle a V. q. si tubiesemos (sic) ocho o diezmil fusiles, se tomaría en muy pocosdías.

Cuanto V. quiera a Dª Paca, Dª Ventura, D. Tomás y los míos de parte de susiempre S.S.

Francisco Polo. (rubricado)".

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"Querido Mariano: nada tengo que añadir a lo que Franco. dice. Dios (que es elque lo hace) nos protege mas que merecemos. Además llevo a mi lado gente muybuena, y gente que vale. Perico Calvo es muy buen chico y listo, Polo el sobrino deValdemoro vale mucho; estos dos y Franco. vamos juntos. Puerto, el G. de E.M. esinteligte. y bueno; el de caballería, Delgado, lo mismo. Los voluntarios muy contentos.Pero trabajo mucho.

Ya está corriente lo que me encargabas por Franco. respecto a casa. ¿Y quehace con Mariano Alagón, que sé que está en Cantavieja? Darle cien palos, si juega.Esps. y tuyo M. (rubricado)".

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Anexo X.

"Vallecillo 28 de enero de 1874.

Mi apreciable D. Mariano: Escribo a V. por encargo de D. Manuel para que siven V.V. la Gaceta de estos días q. provablemente (sic) vendrá disparando ydándonos por concluidos, se rían de tales disparates. Les diré lo que sucedió ayer:Hace tres días que nos separamos con D. Manl. cinco compañías y 50 caballos porq.así combenía (sic). Al venirnos a Checa donde ya estaba el resto de la fuerza, se noshabía adelantado Navarro con su fuerza y nos esperaba en buenas posicionesestando emboscados. Al dar vista a Checa y persuadido Navarro q. eramos solosrompió el fuego contra nosotros; pero 14 guías del Pilar, 14 solos con un oficial,contubieron (sic) las guerrillas enemigas. Entre tanto tomaban posiciones las fuerzasnuestras de adentro (sic), pero ya se ponía el sol. Al ver esto debieron asustarse losenemigos porque replegaron sus fuerzas al punto mas elevado de los q. teníantomados y bastante cubierto de pinos. Se rompió el fuego en todas direcciones pero seechó la noche encima y ya no se podía hacer grandes cosas; sin embargo, se lesatacó por los flancos a la bayoneta y cedieron concentrándose mas. En el punto q. yoestuve, que era en el ala derecha ví acometer tres veces a la bayoneta, hasta el puntoq. era imposible pasar por la espesura de los pinos. En fin tengo la seguridad, que sihay un par de horas de luz concluyen por abandonar hasta las últimas posiciones.Estos voluntarios son valientes y creo que concluirán por ser leones pª acometer.

Esta es la verdad por lo que pueda decir la Gaceta q. vendrá quizá dándonospor concluidos.

Nuestros ha habido no sabemos con seguridad si son 2 ó 3 muertos y 5heridos. Ellos han debido tener mas. Solo de caballería vistos por nosotros tuvieroncuatro.

D. Manuel y todos del terreno sin novedad. Da V. los afectos a Dª Ventura quesuponemos habrá vuelto de ese viage (sic) dejando bien a Mariano, a Dª Paca y D.Tomás, con los de su siempre affmo. S.S.

Francisco Polo. (rubricado)".

"Querido Mariano: nada tengo que añadir a lo que dice Francº. Allí lo que hubode malo, fue que me esperaba la fuerza nuestra por el mismo camino, salían aesperarme sin armas y se encontraron que era Navarro. Aquello produjo confusión;pero llegué yo al mismo tiempo, rompo el fuego con los Guías, y ellos retroceden,principian a reanimarse los nuestros, vienen a mi, y les atacamos a la bayoneta; semeten en la espesura del pinar, y entonces nos retiramos. Por ahora no está estagente para batirse sino acometiendo.

Esps. y tuyo de corazón. Manuel. (rubricado)".

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Anexo XI.

Relación que hace Pirala en nota a pie de página (t. III, pp. 385-387) de laindisciplina de D. Angel Villalaín.

Se le mandó la original (orden de Elío a Villalaín para que se presentase sindilación a Marco en Cantavieja), una copia a Maranchón y otra a Molina, y dice uno delos principales actores de aquellos sucesos: "Cumplió el primero el encargo, elcomisionado de Campillo, y al preguntarle a Villalain que contestaba, empezó a hablarde la manera descomunal que sabía hacer, llenando de picardías y desvergüenzas aMarco, a Elío y aún al mismo don Carlos, apaleando a un oficial suyo que le hizoobservar que debía obedecer. Al presentarle en Molina poco después la copia allíremitida, dió una contestación que la decencia impide transcribir. Habiendo salido poraquellos días con una partida de 90 hombres el cura Megino en las inmediaciones deaquella población, se vió precisado a incorporarse a Villalaín, que llevabaaproximádamente 60 caballos, y con este refuerzo entraron en Sigüenza sacandobastantes recursos. Al regresar de esta expedición cayó por casualidad en Maranchónen poder de Megino la segunda copia de la orden que allí se había remitido, y al verla,comprendiendo que su jefe no era otra cosa que un insurrecto que obraba por cuentapropia, reunió a los oficiales de toda la partida, y dándoles cuenta de la comunicaciónque obraba en su poder, les dijo: "Ya ven ustedes por el contenido de esta Real orden,que don Angel Villalaín no obedece las órdenes que le comunica el ministro de laGuerra y sus jefes superiores; si él y ustedes están dispuestos a seguir por el caminoemprendido, que no conduce a otra cosa mas que a colocarnos en una situación talque dentro de poco seamos perseguidos por los carlistas y los liberales, puedenustedes hacerlo: yo por mi parte estoy dispuesto a obedecer, se nos manda que nospresentemos en Cantavieja a las órdenes del general don Manuel Marco, y con miinfantería mañana mismo me marcho". Acordes todos aquellos oficiales en que esaera la conducta que debían seguir, convinieron en levantar un acta del acuerdo quefirmaron allí mismo, enviándola a Marco diréctamente, y anunciándole al mismo tiempoque muy pronto acudirían a ponerse a sus órdenes. En Molina de Aragón fue dondedecidió Megino llevar adelante su plan: estando formado en las afueras toda la fuerza,se dirigió a Villalaín y le dijo: "Tenemos noticia, don Angel, que ha recibido ustedórdenes del Cuartel Real para que se presente usted en Cantavieja y se ponga contoda su fuerza a la disposición de don Manuel Marco. ¿Que piensa usted hacer?" -"Nada le importa a usted eso", contestó Villalain, "yo haré lo que me dé la gana". -"Usted hará lo que le dé la gana", añadió Megino, "pero ha de tener usted en cuentaque todos nosotros no queremos que se nos considere nunca como insubordinados, yque estamos dispuestos a marcharnos ahora mismo a Cantavieja, obedeciendo lasórdenes que usted no quiere cumplir". Entonces Villalaín se dirigió a la caballería, en laque fundaba todas sus esperanzas, tratando de seducirlos para que le siguieran; peroviendo que todos estaban dispuestos a irse con Megino, bajó la cabeza, y montandoen su caballo les anunció que se iría el solo. Esta resolución de Villalaín llenó dealegría a Megino; pero luego se arrepintió, y entregándole a Larico, se constituyóprisionero, prometiendo que no trataría de escaparse y que los acompañaría hastaCantavieja.

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En efecto, desde Molina por la sierra de Albarracín y cruzando la carretera deValencia por Sarrión, llegaron sin novedad a Cantavieja, entregando a Villalaín algobernador militar de aquella plaza, don Joaquín Lacambra. Para terminar todo loreferente a este asunto, basta decir que en las declaraciones que se tomaron aVillalaín sobre sus actos y sobre la inversión dada a los fondos que había recaudado,quedó tan mal parada su reputación, que no atreviéndose Marco a resolver por síasunto tan grave, dió cuenta al Real de lo ocurrido, esperando las órdenes quecreyeran conveniente comunicarle.

Villalaín habíase puesto al frente de una partida que había en la provincia deGuadalajara en Junio o Julio del 73, y como aquel país es eminentemente religioso ytodos sabían su inmoralidad, pues no vivía con su mujer, y le veían blasfemarcontinuamente, no tuvo allí simpatías, y sólo así se comprende como en siete mesesno llegó a reunir 50 hombres hasta que se le incorporó don Francisco Megino, personade instrucción, talento, valor y de sanas ideas y costumbres. Sin embargo, Villalaíncobró en los siete meses, en cuantos pueblos visitó, lo cual ascendía a una cantidadmuy respetable, y al encargarse Megino de su fuerza para conducirla a Cantavieja sólole manifestó en existencias doscientos reales.

A Villalaín se le trató en Cantavieja con todas las consideraciones merecidas alcarácter de brigadier que tenía, ya que personalmente no era digno de ninguna deellas, dejándole en completa libertad, permitiéndole conservar dos caballos y todas susarmas. Los del Real no dispusieron nada sobre Villalaín, y siendo su presencia enCantavieja un obstáculo y un estorbo por lo que adelante se dirá, se le puso despuésen libertad.

Por las declaraciones que se le tomaron y explicación que dió Villalaín de lainversión que había hecho de los fondos recaudados, pudo verse claramente quehabía sido explotado por dos personas de Madrid y por un mal sacerdote que eran losque recibían los fondos, y prometían armas, municiones, uniformes y equipos decaballos, sin haber dado nunca mas que unas cuantas mantas y unos 60 fusiles viejos,rotos, de deshecho. Y tanto es así, que a pesar de ir muchas compañías de losbatallones aragoneses desarmadas, cuando se recogieron estos fusiles del depósitoen que los tuvo Villalaín, no hubo uno que los quisiera tomar sino por fuerza, paraconducirlos a la armería de Cantavieja para su recomposición.

Anexo XII.

"Villarluengo, Marzo 14/74.

Querido Mariano: ya te escribí desde Horta. Antesdeayer estuvo Dn. Tomás yme enseñó la que le escribiste. Como aquí no circulan periódicos, nada sabía. Pedíuno afuera, y vi lo que decían de Alcañiz. Cabalmte. no ha estado ni un soldado de lafuerza de Aragón en Vallibona, ni con 4 leguas. Lo que sucedió fue, que reuní a todoslos gefes (sic) en Zurita, y les consulté si convendría el que yo fuese con 25 caballos a

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tener una entrevista con Palacios (cosa solicitada por él) y proponerle el queCantavieja fuese plaza común de Aragón y Valencia, y encargar al 8º batallón, que esel que está siempre a la vista de Morella, que acudiese siempre que Cantaviejanecesitase su socorro. Como los soldados son todos lo mismo, temía si podría hacermal efecto el dejarlos en aquellos momentos; pero convinimos en circular la voz yvimos que se alegraban. Salí, pues, al día sigte., y por cierto que bage (sic) hasta masallá de S. Mateo, se interpuso López Domínguez, y no pude ver a Palacios. Le degé(sic) una carta.

Bolbí (sic) a los 4 días. Segarra los llamó cuando yo había salido para batir a lacolumna de Tarragona, y Calixto Cortés y dos o tres mas, a quienes tuvimos que echarpor intrigantes y díscolos. Sedugeron (sic) a unos cuantos soldados de Calaceite,Fabara y por allí para que se quedasen por allí con la fuerza de catalanes que operaen aquellos confines, alhagandolos (sic) con que estarían cerca de sus casas.

Yo me reuní a ellos en Herbes, y sabiendo que Despujol estaba en Andorra,temí el que quisiera subir a Cantavieja. Corté pues, deseoso a ganarle la altura y mevine a Tronchón; de allí pasé a este. El se bajó al Mas de las Matas, amenazó subir;pero ayer marchó a Alcañiz.

Al llegar a Tronchón vino Pallés cangeado (sic), y se me abrió el cielo porque viuno a quien encargarle una fuerza que operase por allá bajo (sic). Pues el mal mayorque he tenido es no tener a quien confiar una fuerza por allí; porque cuanto mas gentese lleva, si no están bien organizados, se va peor; mas barullo. Ese fue el mal deCaspe: ya había formado un batallón; pero llegaron los nuevos y desarmados y nosarrollaron.

He dado, pues a Pallés 400 infantes y 30 caballos, todos de Alcañiz para allá.Yo me he quedado con dos batallones buenos y el resto de la caballería, y los demása instruirse. Estos dos batallones serán muy buenos y regularmte. armados en lo queva de mes. Ya están medio uniformados. Les he dado estos días una blusa osemicapote azul de bayeta seria. Les falta pantalón, que será de pana.

Nada me apura sino lo mucho que se gasta. No quiero pensar en esto porqueme bolbería (sic) modorro. Pero vamos saliendo; Dios nos asiste.

De los gefes (sic) de los batallones y de la caballería estoy muy satisfecho; mehan dado pruebas de amistad noble y sincera. Madrazo, no se diga. Dn. Bonifacio lomismo. Aparicio, Vistues, etc. demás.

Mucha falta me hace Franco. aun cuando el sobrino de Valdemoro es muy listo,activo y a quien nunca pagaré lo que hace. Ayer pasaría por Blancas con 400 infantesy 25 caballos. Iba con una comisión. Se reunirá enseguida. Perico Calvo es unverdadero valiente, y tiene mas talento que toda su famª. Estoy muy contento con el,solo que el pobre no puede con el sueño.

No se cuando tendré otro rato desocupado. Mi cariño a Ventura, mil besos a lospequeños, recuerdos a Franca. y Tomás.

Tuyo de corazón Manuel. (rubricado)".

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Anexo XIII.

Carta de D. Antonio Lizarraga a D. Manuel Marco en la que le ordena la voladurade puentes y túneles en la vía férrea de Madrid a Zaragoza.

"Dios, Patria y Rey.- Comandancia General de Aragón.- Excmo. Señor.: Es detodo punto preciso para el buen servicio del Rey N.S. (q.D.g.) que en el tiempo masbreve que sea posible, quede inutilizada la vía férrea que una a Madrid con Zaragoza,debiendo serlo desde Calatayud a Madrid, destrozando la mayor parte de los túneles y

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puentes que hay próximos a dicha ciudad, y lo mismo desde élla a Zaragoza.

En este concepto se empleará el buen celo de V.E. sin excusa y conpreferencia a cualquiera otra función de guerra, en disponer lo conveniente, queinmediatamente tenga lugar la completa incomunicación, bien sea dando el encargo apequeñas partidas creadas al efecto, o de cualquiera otra manera que a V.E. leparezca que es mas pronta y segura; en la inteligencia que los cortes han de hacersede tal modo, que cueste la recomposición varios meses empleados en plena paz.

No encuentro términos con que encarecer a V.E. la importancia y necesidadpara operaciones ulteriores, de este encargo en breve tiempo ejecutado, y por lomismo envío a V.E. esta mi comunicación por tres conductos diferentes y al queprimero llegare dará V.E., la respuesta acusando recibo y expresando el día en quepróximamente estará cumplimentada para arreglar a éllo mi conducta.

Dios guarde a V.E. muchos años. Puente la Reina 28 de Mayo de 1874.- Elcomandante general, 'Antonio Lizarraga'".

Anexo XIV.

Exposición de D. Manuel Marco a D. Alfonso de Borbón con los motivos para noceder parte de sus soldados a D. Angel de Villalaín.

"Excmo. señor: Al pasar antes de ayer por Mirambel se me presentó el coronelManrique con una comunicación de V.A., fecha 17 del corriente, en que me previno leentregase para el brigadier Villalaín 200 hombres armados, naturales de las provincias

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de Guadalajara y Cuenca.

En la situación en que se encontraba, y en medio de la marcha a éste, meencontré perplejo para resolver. Por una parte quería obedecer, por otra conocía quemotivos de actualidad y otros de otro género, hacían que no conviniese ejecutar laorden en aquel momento. Por casualidad se encontraban allí el general Palacios y elcoronel Monet, y con ambos consulté cual sería el mejor modo de obrar.

Resultado de lo que ellos opinaron, en vista de sus razones, fue darle a dichocoronel Manrique la comunicación que a la letra copio1.

Al dar a V.A. estos detalles, no es que quiera hacer solidaria la responsabilidadde lo hecho con el general Palacios y el señor coronel Monet; la responsabilidad si lahubiere, es sola y absolútamente mía.

Dicho esto yo ruego a V.A., no por mí, sino por la causa santa que defendemos,que se sirva oirme antes de llevar a cabo esta disposición.

Ahora comprendo el hecho incalificable del teniente coronel Puerta, así comootras intrigas bajas y de mala ley y perjudiciales a la causa de que se hace uso paraatraerse la benevolencia de los voluntarios.

Conociendo que quizá lo principal a que hay que atender es a la buenaadministración y economía, ya por esto, ya por una razón de equidad, tengoestablecido, que tanto a la guarnición de Cantavieja, como a los desarmados queestán en instrucción en Mosqueruela, no se les pasa de haber diario mas que cuatroreales y la ración de pan. Esto además de ser justo, me producen en mil hombres, oalgo mas, la economía consiguiente de cuatro y medio a seis que se pagan en lacolumna.

Pues bien, para que sucediera lo que sucedió en Mosqueruela de pedir el paso13 de los desarmados, había agentes que les dijeran (sic) que marchándose tendríancuando menos seis u ocho reales diarios.

En fin, para no ser molesto vuelvo a suplicar a V.A. que se sirva oirme.

Puedo estar equivocado; pero ante Dios y mi conciencia creo un deber para míel pedirlo.

V.A., que en su posición elevada ha sabido responder al llamamiento de suconciencia en los deberes que Dios le imponía hasta el punto de hacerse soldadoraso, sabrá comprender a lo que obligan la fuerza de las convicciones de este género.

Dios guarde a V.A. muchos años. Iglesuela 24 de Junio de 1874.- Serenísimoseñor.- El comandante general interino. 'Manuel Marco'.- Serenísimo señor Infante donAlfonso de Borbón, general en jefe de los reales ejércitos del centro".

1 Se refiere a suspender el cumplimiento de la orden por tener al frente al enemigoy necesitar de todas las fuerzas.

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Anexo XV.

Declaración de D. Manuel Marco en el proceso instruído al general Dorregaray.

La declaración de don Manuel Marco, la acompañó con una carta fechada enSantesteban el 2 de noviembre de 1875 y dirigida a D. Rafael Tristany, diciéndole:"adjunto remito a V. el interrogatorio y mis respuestas en la causa de Dorregaray. Nohubiese acabado nunca; pero he huído de hablar de Palacios, de Vallés y de Villalaín,y no he querido. Bastante digo para patentizar que no había razón para hacer lo quese hizo. Pero aquí se ha oído mucho a los fanfarrones que prometían mucho; cumplir

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ya es otra cosa. Pero en teniendo empleo y cruces lograron lo que se proponían".

En la villa de Santesteban a 17 de Noviembre de 1875, el señor fiscalencargado de evacuar este interrogatorio, hizo comparecer en su casa-alojamiento alExcmo. señor general D. Manuel Marco de Bello, etc., etc., y preguntado:

...8ª) Que manifieste lo que pueda contribuir a esclarecer los anteriores hechos y

todo lo que se relacione con el mando del general Dorregaray y sus marchas hastaCataluña y Navarra.

'Dijo': Que antes de explanar su opinión sobre el particular, fundada en lasrazones que la apoyará, necesita decir, que al responder al presente interrogatorio,hace abstracción completa de su cualidad militar y de la calidad y categoría de lapersona del general Dorregaray, así como de otras circunstancias que puedenconcurrir. Al hacer sus afirmaciones y emitir sus juicios, protesta el declarante bajo supalabra de honor, que sólo habla el carlista que, sin consideraciones ni respetoshumanos, ni prevenciones anteriores, ni ulteriores miras, dice la verdad cual la siente,no mirando sino el bien de la causa, por la cual ha ofrecido desde su niñez, su vida, sufortuna y todo su porvenir, sin pedir jamás otra recompensa que el que sus serviciosfueran gratos y útiles a su Dios, a su Patria y a su Rey.

Es indudable, y lo confiesa todo el mundo, hasta los mismos enemigos, que ladestrucción y abandono de nuestro distrito militar del Centro ha sido un golpefunestísimo para el buen éxito de nuestra causa. El ejército del Centro se habíalevantado y hecho temible al enemigo con sus propios recursos, sin que nadie lehubiese auxiliado en nada: como por ensalmo se habían creado allí batallones,numerosa caballería y habían llegado a ponerse cuatro plazas fuertes, si no con lascondiciones que militarmente hablando se quieren, al menos eran respetadas por elenemigo, que no se atrevía a acercarse a ellas. Soldados que acababan de dejar elarado y la azada, habían empuñado sus malas armas, y perseguidos por fuerzas cincoy seis y a veces diez veces mayores, habían logrado mejorar bastante su armamento,ya cogiéndoselo al enemigo, ya comprándolo en Madrid, Zaragoza, Valencia o lospuntos donde se podía. Y con estos voluntarios llegaron a formarse batallones yrechazar al enemigo en diferentes ocasiones que quiso apoderarse de la plaza deCantavieja.

Si para conservar un distrito militar, o para seguir haciendo en él la guerra, esnecesario disponer en mas o menos grado de los recursos que necesite el ejército deun gobierno constituído, desde luego afirmo: que el general Dorregaray obró muy bienal abandonar el distrito del Centro; pero, atendidas las circunstancias de nuestroalzamiento, la razón de ser de él y lo que significa nuestra bandera, es necesariotambién declarar: que nuestros padres obraron mal en la epopeya de nuestra guerracontra Napoleón; que los héroes del 33 no supieron lo que se hacían, y que estagloriosa campaña que sostenemos, ha sido dictada mas bien por la insensatez quepor la sana razón. Los ínclitos jefes de Cataluña, los del Norte y los del Centro, noobraron bien al levantar la bandera contra un gobierno constituído y que disponía detantos recursos. Y en fin, que todos los hombres que ha producido esta tierra dehéroes, desde Viriato y Pelayo hasta Carlos VII, fueron mas fanáticos que héroes.

Pero dejando consideraciones, vengamos a exponer razones y motivos

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materiales que había para abandonar o seguir haciendo la guerra en el distrito delCentro.

Cuando el general Dorregaray, en primeros de Enero del 75, se encargó de lajefatura en jefe de aquel ejército, se encontró con batallones y escuadronesorganizados en el número que otros, con mas motivo de saberlo con certeza, habrándeclarado, pero creo que no bajarían de 18 a 23 batallones y de 12 a 14 escuadrones;de artillería no sé a punto fijo; había algunas piezas de plaza del sistema antiguo y conpocas municiones: de batalla, una o ninguna. Es cierto que no estarían en un perfectoestado de organización, porque no lo había permitido la índole de la guerra ypersecución constante del enemigo: no es fácil organizar perfectamente en un estadode continua movilidad como en el que allí se estaba en los primeros meses delalzamiento. El declarante conserva su itinerario, desde el día que hizo el alzamiento, yen los ocho meses primeros, no estuvo él ni sus fuerzas de descanso, mas que diez ysiete días, y eso en diferentes periodos. Pero cuando el general Dorregaray llegó,estaban todas las fuerzas divididas en batallones y brigadas; había batallones que,como el de guías de Valencia, estaban en casi perfecto estado de instrucción; losdemás tenían mas o menos nociones; el armamento había mejorado, aunque dejabamuchísimo que desear; por un cálculo aproximado, el diez por ciento del armamentoque había sería de fusiles Remingthon y Berdan, los demás eran del sistema Minié ypistón. Esto, que comparado con el armamento del ejército enemigo era para nosotrosuna desventaja, nos favorecía, sin embargo, por la suma facilidad de tener municionespara estos sistemas antiguos, según tengo dicho respondiendo a la pregunta 5ª.

Para el abandono de aquel distrito he oído aducir las razones siguientes:

1ª La carencia de municiones.2ª Las grandes fuerzas que acumuló el enemigo.3ª La falta de recursos para el sostenimiento de nuestro ejército.Y 4ª La suposición de que dividido en batallones para evitar la persecución, era

de esperar que los oficiales y soldados se marchasen a sus casas, hostigados por susfamilias.

A la primera razón, la contesto refiriéndome a lo que digo a la quinta pregunta yen el párrafo anterior. Medios había mas que suficientes para tener municiones; si nolas había, cúlpese a quien no disponía lo necesario para que las hubiese. Además,sobre lo que arriba he dicho sobre las municiones Remingthon y Berdan, se habíaadoptado el medio, que daba muy buenos resultados, de recoger todas las cápsulasque quedaban en los encuentros y acciones que había con el enemigo los cualesvolvían a cargarse en Cantavieja con máquinas al efecto, que ya el declarante habíallevado allí en Octubre del año 73.

A la segunda responderé con lo que digo en la contestación a la preguntasexta, cuyo aserto, si quiere comprobarse, pude verse en el parte que el generalenemigo Jovellar daba después de la rendición de Cantavieja, en donde dice elnúmero de batallones de que disponía y los puntos que ocupaban.

A la tercera digo: que no es exacto que faltasen recursos para el sostenimientodel ejército real. Era mucho mas numeroso el ejército del Centro en mayo de 1874, ysobraban recursos para su sostenimiento: y si bien desde entonces hasta que llegó el

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general Dorregaray, había el enemigo ocupado y fortificado las plazas de Amposta,Vinaroz, Híjar, Molina, Cañete, Segorbe, y no sé si algún otro pueblo hacia la parte delOeste de Chelva, esto no obsta para que en la mismas demarcaciones de estospueblos fortificados se cobrasen las contribuciones como antes. Con mas, si alprincipio de un alzamiento, atendida la persecución incesante del enemigo, la premuracon que se entra y se sale de los pueblos, y otras razones que por tan obvias seríahasta casi ridículo enumerar, no puede esperarse ni pedirse una administraciónregular; después de establecidas Juntas como las habían mucho antes de llegar elgeneral Dorregaray, y una administración, es claro que con los recursos que el mismopaís podía dar, y que se habían sostenido mayor número de hombres, podráatenderse mucho mejor que antes a mayor número de obligaciones. Porque téngaseen cuenta, y obsérvese con el mapa en la mano, que las poblaciones que arriba digo,que fueron fortificadas por el enemigo después de Julio del 74, solo podían impedirque se hiciese la recaudación en la localidad. Amposta y Vinaroz están a la orilla delmar, y su guarnición no salía jamás de tierra siempre a sus puertas. Con Híjar,Segorbe y Molina sucedía lo mismo, cobrándose regularmente las contribuciones ensus inmediaciones y bastantes leguas a su retaguardia.

Al rebatir la cuarta, no puedo menos, como hijo de aquel país, de protestarcontra una suposición tan falsa a todas luces. Aquel ejército se componíaexclusivamente de voluntarios; no se había echado mano de quintos para formaraquellos batallones, y por el contrario, no se admitieron en mucho tiempo los mozos demuchos pueblos, por carecer de armas para ellos y evitar gastos inútiles. Con estosantecedentes, que nadie podrá negar y otros que no enumero por innecesarios, ¿eslógico, de sentido común, el suponer, que dividiéndolos en columnas pequeñas (dadocaso que hubiese sido necesario) se habrían marchado a su casa?. El suponer esto esabsurdo. Cabalmente el soldado prefiere siempre el andar en columnas pequeñas amarchar con grandes fuerzas. Y se comprende fácilmente. Se raciona mejor, se alojamas cómodamente y se fatiga menos en las marchas. Protesto repito, de suposicióntan falsa, en nombre de aquellos voluntarios que han sido modelo de abnegación. Loscuatro mil que hay en Francia, los que han llegado aquí, sufriendo penalidades sincuento, y los que el enemigo lleva a Cuba responde a una suposición que tampoco lesfavorece. ¡Que sus familias les hostigarían para que se presentasen a indulto! Lo quehacen sus familias es llorar el abandono en que han quedado, sin garantía ninguna ya merced del enemigo. Lo que hacían y hacen sus familias es llorar con lágrimas desangre la causa moral por la que Dios ha permitido pasen prueba tan cruel.

Las razones que se aducen para el abandono, no son exclusivamente militarespor el contrario, son económicas y administrativas las de mayor fuerza. ¿Por qué,pues, no se consultó a las Juntas la conveniencia del abandono o continuación de laguerra? ¿Por qué no se consultó a los principales hijos del país?.

Creo haber probado con lo dicho, que ni convenía, ni se debía abandonar eldistrito militar del Centro. Réstame añadir, que no es mi ánimo inferir al generalDorregaray por ello una nota, con la que por desgracia, y quizá para perjuicio denuestra causa, se denigra a varios con ligereza.