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XAVI DE 9 A 12 Versión Mecanográfica Tres cuentos y un entremés De xavier gaja Escritos entre 1971 y 1975

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XAVI DE 9 A 12 Versión Mecanográfica

Tres cuentos y un entremés De xavier gaja

Escritos entre 1971 y 1975

lustraciones originales de Xavier Gaja

1ª edición Diciembre 2010 Edición de 20 volúmenes numerados © de las ilustraciones Xavier Gaja Lázaro, 1971 - 1975 © Xavier Gaja Lázaro, 2010

Editado por Els Films de les Sargantanes sl Xavier Gaja Lâzaro Robrenyo, 76-78 08014 Barcelona

A las personas que quiero A las personas que me quieren

Luis había hecho la carrera de arquitecto. Y a pesar fue el jefe.

Y un jefe de otros arquitectos le enseñó como trabajaban y le llevo por toda la ciudad.

Este trabajo era muy incomodo y peligroso. Pero es importante por sus casas.

Como museos, bancos y otros sitios. Luis fue hablar con el profesor cuando puede empezar a hacer alguna casa. Y le dijo que un chalet si. Y Luis dijo que haber como queda. Y el profe que seguramente le saldría bien.

Y dijo Luis que ya veremos.

Y le dijo Luis que le diga como se llaman los arquitectos que tendrá. Y le dijo que le haría una lista con todos los nombres. Y le dijo que ya me lo darás la lista. El día siguiente fue a buscar la lista. Estaban todos

los nombres Fernández, Antonio, etc, etc.

Al día siguiente empezaron el chalet. Ya se estaba casi terminado el chalet.

Estaba quedando muy bien, como dijo el Profesor que

quedaría muy bien.

Ya por fin solo falta el césped para estar más bonito.

Ya cuando se termino Luis lo miró muy bien y dijo que le gusta mucho y también tenia razón el Profesor. De tan bonito que era venia la gente a visitar el chalet.

Su padre fue a visitar el chalet y dijo muy bien

está muy bien. Tendremos que ir al profesor. El padre de Luis dijo al profesor como aprendió tanto Luis y tan pronto aprende.

El profesor dijo que es muy atento en lo que dice el profesor.

El profesor también había visto el chalet que hicieron Luis y sus compañeros. El profesor le dijo a Luis que ya podrá empezar las casas grandes y

Luis grita

¡viva! ¡ viva el profesor!

Días siguientes el profesor en el diario encontró un concurso de planos de casas y llamó a Luis y a su padre que viniesen a ver una cosa importante.

Cuando llegaron a la casa del Profesor el padre dijo para que tanta prisa

y el profesor enseñó el diario.

¡Ah¡

quiere que entre en este concurso y el profesor dijo si y el padre de Luis dijo claro que entrará en este concurso.

Cuando se hace este concurso. Mañana

a que hora, a las 11.30 de la mañana.

Vale, dijo el padre.

Al día siguiente, en el concurso cuando estaba terminando, Luis hacia la casa mas grande. Cuando se terminó, el jurado dijo el ganador. A sido Luis. Toda la gente aplaudía mientras le dan el millón de pesetas y así siguió siendo el jefe

y todos tranquilos.

Había una vez un cerdo muy

simpático y payaso. A las tardes los animales del bosque cuando se encontraban trajes y zapatos y cosas así se los ponían al cerdo y contaba chistes y hacia el payaso. Los animales se reían mucho.

Una tarde calurosa el cerdo estaba actuando y los animales se fueron olfateando. El cerdito les siguió. El animal más fuerte, que era la cabra montesa, iba rompiendo los troncos para que pudiesen pasar los demás. El cerdito no sabía porque se iban los animales.

Iban olfateando para que cuando oliesen lona fuesen corriendo haber si era un circo. Porque se han fijado muy bien y han visto que tenia que ir al circo y buscaron por pueblos.

En un pueblo encontraron un circo grande. Habían dos cerdos, el simpático y el otro Tim. Tim llevaba unas gafas grandes que parecía sabiondo. Así lo decían los animales. Tim leyó un cartel en la portada que ponía lo que decía abajo. Llego el cerdito, el último y dijo ¿que hacéis no os a gustado mi escena? ¡siiii!

El pájaro que se llamaba Pum dijo al cerdito, ¡nos a gustado mucho y ahora estamos buscando un circo y lo hemos encontrado!. El cerdito se quedó pensando todos dijeron a la vez ¡entra al circo! ¡ENTRA AL CIRCO! Y el cerdo dijo ¿porque tengo que entrar al circo? ¡Para saber si te contratan!

¡¿Queeee?!

Y se desmayó de ilusión.

Los animales le echaron 3 cubos de agua a la cara hasta que se despertó y dijo ¿donde estoy? y los animales le dijeron que en el circo, ¡si estaba en el vestuario! Cuando se despertó bien, empezó su función. Los animales y el patrón se tronchaban de risa.

El patrón dice que se queda en el circo. Los animales gritaban ¡viva! ¡viva! ¡viva el cerdito! ¡viva! Todos, primos, tíos, padres, abuelos, amigos, se daban besos, abrazos, bailaban, saltaban y se daban la mano. Al anochecer se fueron. Antes de irse, el patrón que se llamaba Jim les dijo ¡alto no os valláis! ¡os dejo dormir aquí! y dijeron ¡viva! ¡así no tendremos que andar!

Al amanecer el gallo grito fuerte

¡kirikiriiii! ¡kirikiriiiii! Y se despertaron eran las 9, a las 12 hacían una función en el circo. Es la primera vez que el cerdo estaba en el circo haciendo el payaso. Uno de los del circo que iba en coche decía en un altavoz,

¡EL GRAN CIRCO DE ESPAÑA!

¡Y EL FANTASTICO CERDO!

La gente se apoyaba en el codo del otro, esta lleno ya no cabía nadie más. Al empezar se aburrían mucho hasta que llega el que dice quien va a salir y dice ¡y ahora el gran artista, el

cerdo morondon! ¡viva! ¡Hurra! ¡clacclacclac!

El cerdo sale a la pista y cuenta uno de sus chistes de risa que era así.

Mistetas.

Había una vez una perra que se llamaba mistetas y un día se escapó. Su dueña se encontró con un señor y le dijo ¿ha visto mistetas? No ¡pero me gustaría verlas!

La gente se tronchaba

¡jajajajajajaja¡ después hizo payasadas, la gente se reía, no paraban de reírse. Todos decían que era el mejor del mundo y el artista más simpático del mundo. Todos los animales iban a verle

y aquí termina este cuento.

En un pueblo lejano de aquí vivía, una burrita llamada Popa. Esta vivía con un señor que no la necesitaba de nada y era muy antipático. Un día Popa se cansó porque ese nombre que se había inventado un hijo del dueño parecía nombre de perra y su dueño le llamaba Po. Ella estaba cansada de vejez y de no trabajar. Pero una tarde el dueño la necesitaba, pero estaba cansada de no hacer nada, y no se movió. Juan, el dueño, se enfadó muchísimo. La iba a echar, pero le dio pena, pero la tenía que echar por vaga y le dio una patada.

De la gran patada, fue a parar a un caminillo de carros y ganados. La burra se levantó y siguió caminando. Por el camino se topó con un campesino. Este no le quiso poner nombre y se la quedo. La necesitaba para hacer varios trabajos de campo. Pero un día en medio trabajo encontró una mula fuerte, robusta, etc. A la pobre burra le tocó la patadita de señal que no la quería ver nunca más por allí.

Siguió el caminillo de carros y ganado. Hasta que…. …. A un kilómetro de la casita del campesino había un desvío y llegaba a un gran pueblo, llamado

Carambola de caramboleta. Una señora muy conocida en el dicho pueblo la cogió y se la llevó a su casa. Todo el mundo decía a la pobre vieja -¿Qué quiere hacer la competencia a la burra?- La vieja estaba como un tomate. Cuando llegó a su casa recordó que no tenía sitio para la pequeña burrita. Después la llevó a una casucha donde subastan toda clase de cosas: animales, muebles, etc… Un señor le dijo que como se llamaba y la señora le dijo que “Tristona” porque tenia la cara tristona.

AQUÍ Empezará LA GRAN SUBASTA:

En la tanda de “tristona” empezó con 100 pesetas; siguió con 110 pesetas. Nadie hablaba, el subastador dijo –ciento diez a la una… ciento diez a las dos… y ciento diez a las tre…-, -¡ciento cuarenta!- dijo un señor alto y levantando la mano. Al mismo tiempo dos señoras, una gorda y otra flaca dicen –¡ciento sesenta!- pero solo una de las dos puede decirlo; y empezaron a pelearse mientras se seguía con ciento cuarenta pesetas. Al final, las dos señoras, se quedan solas en la casa de subastas. Después se preguntan -¿y “tristona”?- uno le contesta que lo ha ganado el alcalde de Carambola. La flaca se desmaya, pero la gorda no puede, de lo gorda que está.

El señor alcalde tenía un nombre como todos. Este se llamaba Pedro Carambolón (de allí viene el nombre de Carambola). Pedro Carambolón la utilizaba muchísimo y “Tristona” estaba contenta de su trabajo: ir al pueblo, volver, etc… También era un poco cansado. “Tristona” no le gustaba su nombre, pero se divertía muchísimo, porque los hijos del alcalde le contaban chistes, cuentos, cosas que les ocurría en el colegio y cosas que les ocurría en casa, etc…

Un día en el pueblo, “Tristona” se encontró una cabra que se llamaba “Graciosa”. “Graciosa” y “Tristona” se perseguían, jugaban, saltaban, etc… Pero hubo un momento que estaba como atrapada. Y era que estaba atada por una cuerda. A “tristona” no le gusto nada este mal rato,

Se sentía ahogada.

“Tristona” se enfado tanto que se puso furiosa y cuando vino su dueño, lo tiro al suelo. El alcalde se enfado también con “Tristona” y le dio una gran patada que fue a parar a 10 metros de distancia, Todo el mundo pedía autógrafos al alcalde. A “Tristona” no le gustaban nada las patadas. Mientras iba caminando y medio balanceándose, pensaba que “Tristona” era un nombre horrible. Pensó en varios nombres. El que le gusto más fue “Burra mareada”, porque entre patadas, refunfuñas, gritos, vagueando, etc… estaba mareada.

Caminando, caminando llegó hasta el mercado de Carambola llamado Caramboleta. La burra entró y se

armó… con la boca cogió una manzana roja y la

dependienta le dio un tortazo, pero le pegó flojo porque le daba pena. Después hizo otros estropicios y los dueños le tuvieron que pegar una buena paliza por entrar y hacer estropicios.

A “Burra Mareada” le gustaba mucho correr. En ese momento tenia que correr. Pero no tenía ganas, no podía, estaba mareada. Cuando salió del pueblo, lleno de garrotazos, se fue hacia un bosquecillo muy profundo y espeso, que pensaba que seria su mejor sitio de su vida. Cuando llegó, unos animalillos al verla con esa cara le preguntaron

-¿nos conoces? ¿Qué te ha pasado? ¿Qué ha ocurrido?-

Ella no pudo contestar y mientras decía –que nadie hable de lo sucedido-

Nunca se había mareado, bueno, puede que alguna vez, pero como esa nunca se había mareado. “Burra Mareada” quedó unos días sin conocimiento y al final ni se acordó que estuvo con el señor, ni con el campesino, ni con el alcalde y aun menos recordaba que se mareó tanto.

Esta es la gran aventura de esta pobre criatura que la trataron tan mal.

DECORADO Un huerto con tomateras, verduras y otra clase de alimento de huerta. Unas matas bastante altas verdes. Un peral con peras y hojas de peral. PERSONAJES Salen tres personajes GUILLERMO, MANUEL y el POLICIA - GUILLERMO: con camisa y pantalón verde, gorro igualmente verde ¡ah! Zapatos color pera y guantes verdes

- MANUEL: cara de payes, con faja roja, camisa remangada y pantalón negro, boina negra, camisa blanca.

- POLICIA: traje completo gris de policía, garrote, pistola y todo lo que suele llevar los Policías de garrote.

GUILLERMO PERAS, EL LADRON DE PERAS Escenario: un huerto, con matorrales y un peral (con sus peras) Sale el NARRADOR NARRADOR: ya lleva varios días que el amo de esta masía, MANUEL, que ve menos peras en su peral. Vean lo que ocurrió un día que se canso y… Entra MANUEL MANUEL: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,… aquí faltan peras y sobran hojas ¿y si lo podara un poco? No iría mal. MANUEL sale del escenario pensativo

GUILLERMO arriba del árbol, dice GUILLERMO: ¡Uy, uy, uy! Se va, mejor irse por un rato. GUILLERMO baja del árbol y se esconde en una mata. Entra MANUEL con una escalera y unas tijeras de podar; coloca la escalera y con las tijeras hace ruido MANUEL: clic, clac, clic, clac, clic, clac, vale, parece que están afiladas; veamos las hojas que sobran. Sube arriba de la escalera cantando su canción preferida. Y cuando esta arriba

MANUEL: ¡anda! Ahora faltan hojas, se ve que desde abajo parece que hay más hojas MANUEL baja de la escalera y mira hacia la copa del árbol MANUEL: se ve igual desde arriba que desde abajo, que raro, que raro… Sale del escenario, otra vez pensativamente GUILLERMO cuenta las peras que ha cogido GUILLERMO: una, dos, tres, cuatro ¡solo cuatro! No puede ser, a ver a ver, una, dos, tres y cuatro, solo cuatro peras he cogido, subiré otra vez

Cuando GUILLERMO esta arriba viene MANUEL con un pico y una guadaña, cantando la canción de siempre. MANUEL: nananana… que canción mas bonita la de los pajarillos. En el peral hay ¡que veo! Aquí sobran hojas, no puede ser. MANUEL sale del escenario diciendo… MANUEL: ¡aquí no se puede hacer nada! ¡Aquí no se puede trabajar! Cuando MANUEL calla GUILLERMO dice

GUILLERMO: una, dos, tres, cuatro, cinco, perfecto, ya no faltan ninguna. Bajaré y veré lo que ocurre que me divierto mucho, además que sufro por las peras. ¡Ya viene! ¡Ya viene! MANUEL llega con un POLICIA, hablando entre los dos del caso del peral. MANUEL: pues como le decía, aquí tengo un peral mágico, vengo y hay mucha rama, me voy, vengo otra vez y falta rama. POLICIA: Jajajaja, que risa ¿es ese? (Señalando el peral) MANUEL: si, es ese, ese que tiene tanta… ra… ma…. POLICIA: pues hay muy poca rama… o eso parece… MANUEL: antes… cuando he venido… estaba lleno de hojas… y ahora…. POLICIA: ¿y ahora que? ¿Eh?

MANUEL: ¡hay pocas hojas! POLICIA: a ver, vayamos a su masía y explíquemelo despacio y bien… Los dos personajes salen del escenario diciéndose MANUEL: pues mire, hace mucho que me faltan peras… GUILLERMO: jijijijijijiji… esto se esta poniendo al rojo vivo. Callemos callemos, ya vienen otra vez… Muy flojo se oye a MANUEL MANUEL: Pues siempre que vuelvo esta diferente que antes. Ahora verá, señor policía, señor policía…

POLICIA: bueno, ahora lo veremos. Y usted no este tan nervioso que tartamudea demasiado… Cuando llegan al escenario…. MANUEL: mire como ahora sobraran hojas, observe bien, que este árbol es mágico, por favor, mire. POLICIA: bueno, ya miro. Pero no se ponga tan pesado con sus nervios. Los dos miran hacia el peral MANUEL: mire como esta lleno de ho… POLICIA: ¡ejem! Ya lo veo, ya lo veo… Está igual que antes. MANUEL: perdone, pero antes…. Ejem…

POLICIA: que bromita mas pesada… no habría perdido tiempo con esta tontada. Por esta broma queda detenido su resto de la vida… ya puedes empezar a caminar! MANUEL: ¡Oh no! Ya la he hecho buena... Con lo angelito que s

Fin

y GUILLERMO se quedó con el peral, siendo

él el culpable