wittgenstein y gadamer: lenguaje, praxis, razón. el...

550
Wittgenstein y Gadamer: lenguaje, praxis, razón. El problema del pluralismo a través de la filosofía del lenguaje Núria Sara Miras Boronat ADVERTIMENT. La consulta d’aquesta tesi queda condicionada a l’acceptació de les següents condicions d'ús: La difusió d’aquesta tesi per mitjà del servei TDX (www.tesisenxarxa.net ) ha estat autoritzada pels titulars dels drets de propietat intel·lectual únicament per a usos privats emmarcats en activitats d’investigació i docència. No s’autoritza la seva reproducció amb finalitats de lucre ni la seva difusió i posada a disposició des d’un lloc aliè al servei TDX. No s’autoritza la presentació del seu contingut en una finestra o marc aliè a TDX (framing). Aquesta reserva de drets afecta tant al resum de presentació de la tesi com als seus continguts. En la utilització o cita de parts de la tesi és obligat indicar el nom de la persona autora. ADVERTENCIA. La consulta de esta tesis queda condicionada a la aceptación de las siguientes condiciones de uso: La difusión de esta tesis por medio del servicio TDR (www.tesisenred.net ) ha sido autorizada por los titulares de los derechos de propiedad intelectual únicamente para usos privados enmarcados en actividades de investigación y docencia. No se autoriza su reproducción con finalidades de lucro ni su difusión y puesta a disposición desde un sitio ajeno al servicio TDR. No se autoriza la presentación de su contenido en una ventana o marco ajeno a TDR (framing). Esta reserva de derechos afecta tanto al resumen de presentación de la tesis como a sus contenidos. En la utilización o cita de partes de la tesis es obligado indicar el nombre de la persona autora. WARNING. On having consulted this thesis you’re accepting the following use conditions: Spreading this thesis by the TDX (www.tesisenxarxa.net ) service has been authorized by the titular of the intellectual property rights only for private uses placed in investigation and teaching activities. Reproduction with lucrative aims is not authorized neither its spreading and availability from a site foreign to the TDX service. Introducing its content in a window or frame foreign to the TDX service is not authorized (framing). This rights affect to the presentation summary of the thesis as well as to its contents. In the using or citation of parts of the thesis it’s obliged to indicate the name of the author.

Upload: phamhuong

Post on 04-Oct-2018

221 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

  • Wittgenstein y Gadamer: lenguaje, praxis, razn. El problema del pluralismo a travs de la filosofa

    del lenguaje

    Nria Sara Miras Boronat

    ADVERTIMENT. La consulta daquesta tesi queda condicionada a lacceptaci de les segents condicions d's: La difusi daquesta tesi per mitj del servei TDX (www.tesisenxarxa.net) ha estat autoritzada pels titulars dels drets de propietat intellectual nicament per a usos privats emmarcats en activitats dinvestigaci i docncia. No sautoritza la seva reproducci amb finalitats de lucre ni la seva difusi i posada a disposici des dun lloc ali al servei TDX. No sautoritza la presentaci del seu contingut en una finestra o marc ali a TDX (framing). Aquesta reserva de drets afecta tant al resum de presentaci de la tesi com als seus continguts. En la utilitzaci o cita de parts de la tesi s obligat indicar el nom de la persona autora. ADVERTENCIA. La consulta de esta tesis queda condicionada a la aceptacin de las siguientes condiciones de uso: La difusin de esta tesis por medio del servicio TDR (www.tesisenred.net) ha sido autorizada por los titulares de los derechos de propiedad intelectual nicamente para usos privados enmarcados en actividades de investigacin y docencia. No se autoriza su reproduccin con finalidades de lucro ni su difusin y puesta a disposicin desde un sitio ajeno al servicio TDR. No se autoriza la presentacin de su contenido en una ventana o marco ajeno a TDR (framing). Esta reserva de derechos afecta tanto al resumen de presentacin de la tesis como a sus contenidos. En la utilizacin o cita de partes de la tesis es obligado indicar el nombre de la persona autora. WARNING. On having consulted this thesis youre accepting the following use conditions: Spreading this thesis by the TDX (www.tesisenxarxa.net) service has been authorized by the titular of the intellectual property rights only for private uses placed in investigation and teaching activities. Reproduction with lucrative aims is not authorized neither its spreading and availability from a site foreign to the TDX service. Introducing its content in a window or frame foreign to the TDX service is not authorized (framing). This rights affect to the presentation summary of the thesis as well as to its contents. In the using or citation of parts of the thesis its obliged to indicate the name of the author.

  • Nria Sara Miras Boronat

    Wittgenstein y Gadamer: lenguaje, praxis, razn. El problema del pluralismo a travs de la filosofa

    del lenguaje

    TESIS DOCTORAL

    Director: Jos Manuel Bermudo vila Programa de Doctorado: Filosofia, tica, Poltica (2000-2002)

    Departament de Filosofia Teortica i Prctica Facultat de Filosofia, Universitat de Barcelona

    Barcelona, 2009

  • 2

  • 3

    That which we are, we are; One equal-temper of heroic hearts,

    Made weak by time and fate, But strong in will

    To strive, to seek, to find and not to yield.

    ALFRED TENNYSON, Ulysses

    Trume gehen nicht in Erfllung. Ihre Erfllung liegt in ihnen selbst.

    HANS-GEORG GADAMER, Philosophische Lehrjahre

    A la meva via Merc Ferr i a la meva mare Merc Boronat. Sou els astres ms resplendents en el meu cel habitat destels.

  • 4

  • 5

    NDICE

    Agradecimientos 11

    INTRODUCCIN 15

    Siglas utilizadas 29

    CUESTIONES PRELIMINARES: EL PLURALISMO COMO DOCTRINA Y

    COMO PROBLEMA FILOSFICO 41

    1. Notas para una prehistoria del pluralismo 46

    2. El pluralismo como doctrina en la historia de la filosofa 50

    2.1. La vida en el pluriverso. Pluralismo, metafsica y mstica 50

    2.2. Dos estrellas arrojan luz sobre un planeta: pluralismo de valores 55

    2.3. Pluralismo poltico y liberalismo 62

    2.4. El pluralismo en la actualidad, actualidad del pluralismo 68

    3. El pluralismo terico en el contexto del giro lingstico-pragmtico del siglo XX

    73

    3.1. El pluralismo y sus crticos 77

    3.2. El pluralismo, a vueltas con la verdad 77

    3.3. Pluralismo axiolgico, inconmensurabilidad y virtudes pluralistas 80

    3.4. Pluralismo poltico y multiculturalismo 83

    3.5. Un manifiesto pluralista? 88

    4. Recapitulacin y tesis que guan esta investigacin 91

    CAPTULO I. WITTGENSTEIN Y EL LENGUAJE 97

    1. Wittgenstein como filsofo trascendental 100

    1.1. Wittgenstein y la tradicin filosfica 100

    1.2. Las tradiciones de Wittgenstein 107

    1.3. Wittgenstein como filsofo trascendental. La pregunta por las condiciones de

    posibilidad del lenguaje significativo 113

  • 6

    2. La teora del significado del Tractatus Logico-Philosophicus y la ontologa del

    atomismo lgico 131

    2.1. La teora del significado 132

    2.2. El atomismo lgico 139

    2.3. Los problemas de la teora del significado del Tractatus 142

    3. El modelo de los juegos de lenguaje versus la concepcin augustiniana del

    lenguaje 153

    3.1. La concepcin augustiniana del lenguaje 154

    3.2. El modelo de los juegos de lenguaje 159

    3.3. El significado como uso 163

    3.4. Uso y regla. El carcter normativo del significado 168

    CAPTULO II. WITTGENSTEIN: DEL LENGUAJE A LA PRAXIS 171

    1. Otra vez sobre la nocin de seguir una regla 174

    1.1. Qu no es seguir una regla 175

    1.2. Seguir una regla es ser adiestrado, es adquirir una habilidad tcnica 183

    1.3. El lenguaje como sistema 188

    2. Lenguaje y forma de vida 190

    2.1. El lenguaje como actividad 190

    2.2. La forma de vida como trasfondo del lenguaje 192

    2.3. Dificultades de interpretacin de lo que sea una forma de vida 193

    2.3.1. La forma de vida como una actitud individual. Lebensform como

    Lebensweise y como Art des Lebens 197

    2.3.2. La forma de vida como marco sociocultural. Lebensform como Kultur 203

    2.3.3.Esa compleja forma de vida. Lebensform como Lebewesen 210

    3. El fundamento prctico de nuestros juicios 219

    3.1. Breve referencia del texto 220

    3.2. Duda y certeza 222

    3.3. Regla y proposicin emprica 234

    3.4. Imagen del mundo y dinmica de los juegos de lenguaje 241

    4. Las consecuencias del giro lingstico-pragmtico de Wittgenstein para la razn

    248

    4.1. Razn pura y razn prctica sin filosofa prctica. 248

  • 7

    4.2. tica del retiro a la fortaleza interior, misticismo y renuncia a la praxis.

    Conservacin y revolucin. 252

    4.3. Conviccin y Descripcin vs. Deliberacin y Explicacin. Wittgenstein: ciencia,

    cultura y sociedad. 261

    4.4. Pluralidad de los juegos de lenguaje y de las formas de vida: pluralidad de la

    razn? 265

    CAPTULO III. GADAMER Y EL LENGUAJE 271

    1. Wahrheit und Methode y el proyecto de una hermenutica filosfica 273

    1.1. El punto de partida de Gadamer 274

    1.1.1. La hermenutica antes de Gadamer 278

    1.1.2. La hermenutica segn Gadamer: el proyecto de una hermenutica

    filosfica (o la suma de unos Gad) 288

    2. El comprender como el modo primario de ser del Dasein 298

    2.1. Hermenutica de la facticidad 298

    2.2. Mundo (Welt) y Entorno (Umwelt) 305

    3. Las condiciones de posibilidad del comprender: pertenencia a la tradicin y

    lingisticidad 312

    3.1. La situacin en la tradicin como condicin del comprender 313

    3.1.1. La rehabilitacin del prejuicio 317

    3.1.2. La fusin de horizontes: perspectiva diacrnica 323

    3.1.3. Conciencia de la historia efectual y autoconciencia 326

    3.2. Lingisticidad y tradicin 330

    4. La ontologizacin del lenguaje. Sein, das verstanden werden kann, ist Sprache

    333

    4.1. El giro ontolgico de la hermenutica al hilo del lenguaje 342

    4.2. Historia de una coma, narracin de una ambigedad 343

    4.3. La concepcin del lenguaje de Gadamer a partir de la nocin de juego 346

    4.3.1. Historia del concepto lenguaje 346

    4.3.2. Lenguaje como juego 349

  • 8

    CAPTULO IV. GADAMER: DEL LENGUAJE A LA PRAXIS 357

    1. El dilogo como esencia del lenguaje 361

    1. 1. La dialctica pregunta-respuesta como juego y la primaca de la pregunta sobre la

    respuesta 362

    1.2. Condiciones propicias para un dilogo autntico 367

    1.2.1. El acuerdo sobre la cosa y un lenguaje comn 368

    1.2.2. Anticipacin de perfeccin de sentido y presuncin de veracidad 372

    1.2.3. Apertura al otro y una conciencia formada hermenuticamente 377

    1.2.4. La fusin de horizontes: perspectiva sincrnica 380

    1.2. El dilogo como una aventura de transformacin y formas inautnticas de dilogo

    384

    2. Das Gesprch, das wir sind. Notas al pie de un lema de Hlderlin 389

    2.1. La tradicin histrico-lingstica como consenso previo subyacente al dilogo 391

    2.2. El dilogo con la tradicin 392

    2.3. La tradicin como dilogo 395

    3. Hermenutica y praxis 400

    3.1. Saber prctico 402

    3.2. Comprender el mundo, interpretar el mundo, transformar el mundo. Reflexiones en

    torno a la 11 Tesis sobre Feuerbach 408

    3.3. La tarea tica fundamental de la hermenutica 419

    3.4. Posibilidad de una tica hermenutica 422

    4. La cuestin de la verdad en la pluralidad de tradiciones y la unidad de la razn

    humana en sus diferentes manifestaciones. 428

    4.1. Europa como lugar natural de la pluralidad 429

    4.2. Un manifiesto anticientfico: por la pluralidad de mtodos y en contra de la

    reduccin tcnica del mundo 432

    4.3. La unidad de la razn en la pluralidad de sus manifestaciones 437

    CAPTULO V. WITTGENSTEIN Y GADAMER: LENGUAJE, PRAXIS,

    RAZN 447

    1. Wittgenstein y Gadamer en la literatura secundaria 449

    1.1. Vida y obra. Las sendas paralelas que se cruzan sin tocarse en el tiempo 450

    1.3. La contienda entre analticos y continentales. Una oposicin superada? 457

  • 9

    1.3. Filosofa analtica y hermenutica filosfica como ramas opuestas y

    complementarias del giro lingstico-pragmtico del siglo XX 463

    1.4. Trabajos sobre Wittgenstein y Gadamer 465

    1.4.1. De Wittgenstein a Gadamer, pasando por Heidegger 467

    1.4.2. Gadamer, lector de Wittgenstein 480

    2. Paralelos en la concepcin del lenguaje de Wittgenstein y Gadamer 489

    2.1. Qu significa poder hablar un lenguaje o comprender una expresin lingstica?

    490

    2.2. El lenguaje como juego 494

    2.3. El modelo dilogico 500

    3. De la centralidad del lenguaje al primado de la praxis en Wittgenstein y

    Gadamer 502

    3.1. Lenguaje y concepcin del mundo: perspectiva horizontal-esttica-sincrnica 504

    3.2. Lenguaje y concepcin del mundo: perspectiva vertical-dinmica-diacrnica 507

    4. La constelacin lenguaje-praxis-razn tras Wittgenstein y Gadamer y la

    cuestin del pluralismo de concepciones del mundo desde una perspectiva

    integrada 510

    4.1. La constelacin lenguaje-praxis-razn como el suelo mvil del pluralismo terico

    511

    4.2. Convergencias de Wittgenstein y Gadamer con el pluralismo terico 513

    5. Eplogo 517

    CONCLUSIONES 521

    BIBLIOGRAFA 527

  • 10

  • 11

    Agradecimientos

    El presente trabajo de investigacin no habra podido ser realizado sin el apoyo

    recibido por parte de personas e instituciones durante los arduos aos de doctorado. A

    todos ellos quiero expresar mi agradecimiento y aprovechar la oportunidad que me

    brinda la finalizacin de la Tesis Doctoral para expresar con palabras lo que con el pasar

    del tiempo ha llegado a entenderse por s mismo. Esto no quiere decir, sin embargo, que

    lo que se sobreentiende no deba ser expresado nunca: justo la expresin del sentimiento

    hace la diferencia y por ello quiero intentar traducir en palabras mi gratitud y

    reconocimiento por la ayuda prestada.

    A nivel institucional debo agradecer el apoyo y financiacin recibidos para mi

    proyecto en forma de becas y contratos de investigacin. Por orden cronolgico: Beca

    de Introduccin a la Investigacin del Consejo Superior de Investigaciones Cientficas

    en el Instituto de Filosofa bajo la tutora del Dr. Roberto Rodrguez Aramayo (2000),

    Beca de la Fundaci Universitria Agust Pedro i Pons de la Universitat de Barcelona

    (2001), Beca de Formaci en la Recerca i la Docncia bajo la direccin del Prof. Dr.

    Jos Manuel Bermudo vila (2001-2006), Beca para realizar estancias de investigacin

    en la Repblica Federal Alemana para jvenes investigadores del Deutscher

    Akademischer Austausch Dienst en el Institut fr Philosophie de la Humboldt-

    Universitt zu Berlin bajo la tutora del Prof. Dr. Volker Gerhardt (2006), Contrato

    como Profesora Asociada en la Facultad de Filosofa de la Universitat de Barcelona

    para cubrir la reduccin de docencia atorgada por distincin de la Generalitat al Dr.

    Josep Maria Esquirol Calaf (2007).

    Este proyecto se debe en una medida inconmensurable a las enseanzas, gua y

    apoyo personal de mi director de tesis, el Prof. Dr. Jos Manuel Bermudo vila,

    privilegios de los que espero seguir disfrutando durante largo tiempo. l supo encauzar

    todas las inquietudes filosficas que pugnaban en m cuando termin la licenciatura y

    me mostr un vasto horizonte de caminos por seguir, dejndome siempre

    prudentemente la eleccin final y demostrando su confianza en mis capacidades. Con l

    adquir un compromiso con mi trabajo y me he esforzado en mantenerlo desde entonces.

    Tuve adems la suerte de ser uno de los primeros miembros del Seminari de Filosofia

  • 12

    Poltica (SFP-UB) que l coordina desde el ao 2000: un crculo que se ha ido

    ampliando y que constituye para nosotros el primer lugar de exposicin de nuestros

    ensayos filosficos, un animado foro de discusin y un mbito que ha propiciado que

    creciramos juntos. Aprovecho por ello para agradecer a los componentes del Seminari

    el aprendizaje de todos estos aos, sus acertadas y oportunas observaciones sobre mis

    trabajos y el infatigable entusiasmo para realizar empresas comunes. Confo en que

    juntos emprendamos muchas ms.

    Gracias al disfrute de varias becas y ayudas he podido ser en numerosas

    ocasiones Gastwissenschaftlerin en la Humboldt-Universitt zu Berlin, por invitacin

    del Prof. Dr. Volker Gerhardt. Lo que tena que ser una estancia de tres meses en Berln,

    para perfeccionar el idioma y empaparse del ambiente acadmico alemn, se convirti

    en tres aos y medio de una relacin muy fructfera para m, hasta el punto que

    prcticamente la mitad del tiempo de mi doctorado viv en Berln o entre Berln y

    Barcelona. Al Profesor Gerhardt quiero agradecer su generosa predisposicin al

    admitirme en su Doktorandenkolloquium Zur Philosophie der Gegenwart, adems del

    apoyo y consejo prestados durante todo este tiempo. Tambin a los miembros del

    Kolloquium, venidos desde todos los rincones del mundo, con los que pude discutir

    largo y tendido acerca de todos los tpicos filosficos posibles.

    Adems quisiera agradecer lo que he aprendido de otros profesores que he ido

    conociendo por el camino, que han atendido mis consultas, de los que he aprendido y de

    cuyas buenas indicaciones creo que se ha beneficiado la Tesis. Muchas de estas

    conversaciones siguen sin conclusin y espero retomarlas en el futuro. A Juan Carlos

    Velasco Arroyo del CSIC, con quien pude debatir sobre filosofa contempornea y

    sobre todo de Habermas, el autor en el que l es especialista y quien se ha convertido en

    un buen amigo que siempre ha prestado generosamente su ayuda tanto en materias

    filosficas como en lo personal desde que comenc el doctorado. A Jos Mara

    Gonzlez del CSIC, tambin su buena predisposicin y apoyo en sucesivas fases del

    doctorado. A Miguel ngel Quintana de la Universidad Europea Miguel de Cervantes

    de Valladolid, que es capaz de conducir las conversaciones sobre Wittgenstein y

    Gadamer de un forma tan apasionante que hacen olvidar la nocin del tiempo. A Ramn

    del Castillo de la UNED, quien no slo ha mostrado siempre su disponibilidad para la

    discusin filosfica, sino que tambin me ha regalado su apoyo y amistad de forma

  • 13

    espontnea, sobre todo en estos ltimos meses, y me ha hecho descubrir la msica de

    Elliott Carter, por nombrar lo ms reciente de una larga lista. A Ramon Cirera de la

    Universidad de Barcelona, con quien he tenido el placer de escuchar y aprender sobre

    Wittgenstein, Carnap y el Crculo de Viena. A mi buena amiga, Sandra Santana, que ha

    realizado una excelente y hermosa investigacin sobre Karl Kraus y con quien durante

    meses le los Beitrge de Fritz Mauthner en Berln, un trabajo conjunto del que las dos

    disfrutamos mucho, aprendimos y que nos llev a soar con futuros trabajos de

    colaboracin. Agradezco tambin las detalladas respuestas a mis consultas por parte de

    el Prof. Reiner Wiehl, profesor emrito de la Ruprecht-Karls-Univeristt Heidelberg, el

    Prof. Pirmin Stekeler-Weithofer de la Universidad de Leipzig y el Profesor Allan Janik

    de la Universidad de Innsbruck.

    A nivel personal quiero agradecer tambin el cario recibido por mis amigos y

    seres queridos. Quiero tener un recuerdo especial para Nria Balaguer, Maria Ballester,

    Elena Baixas, Albert Bellmunt, Fran Conde, Jimena del Solar, Joan Galve, Nria

    Gavald, Helena Gefaell, Mnica Gmez, Joan Mayans, Ftima Motas, Marta Oliv,

    Sergi Pascual, Ester Plana, Slvia Rubi, Maite Santamara y Luz Verdaguer. A mis

    amigos de Berln, tambin un recuerdo sentido por su amistad y constante esfuerzo para

    que pudiera sentir Berln como mi ciudad: Elia Caldern, Creixell Espilla, Richard

    Fonseca, Meritxell Guasch, Carolin Holtmann, Nikos Loukidelis, Henrik Mtze, Manos

    Perrakis, Heiko Pollmeier, Maria Pous, Claudia Pufahl, Stascha Rohmer y familia

    Waack.

    Mi agradecimiento ms profundo es para mi familia, sobre todo para mi madre

    Maria Merc, mi padre Cisco, mis hermanas Mariona y Carina y mi abuela Merc. Ellos

    han sabido entender lo importante que era para m embarcarme en esta aventura de la

    filosofa, me han ayudado todo lo que han podido y ms y han sufrido esta Tesis a mi

    lado. De ellos he aprendido las lecciones ms valiosas, entre ellas: que las acciones

    hablan por s mismas. Y sus acciones hablan de un amor y cario incondicionales,

    integridad y entereza personales que superan las dificultades y salen fortalecidas de

    ellas. Espero que estn orgullosos.

    Valls, 22 de diciembre de 2008

  • 14

  • 15

    INTRODUCCIN

  • 16

  • 17

    1. Genaloga del trabajo de investigacin.

    Wittgenstein y Gadamer: lenguaje, praxis, razn. El problema del pluralismo a

    travs de la filosofa del lenguaje es un proyecto que empez a gestarse, si bien al

    principio no del todo conscientemente, en la etapa final de mis estudios de Licenciatura

    en Filosofa. Mis intereses filosficos se dividan entonces entre la filosofa del

    lenguaje, la filosofa poltica y la esttica filosfica y no saba muy bien hacia dnde

    dirigir mis esfuerzos. En el penltimo ao de carrera asist a un curso llamado "Asaltos

    a la razn poltica I", impartido por el Prof. Dr. Jos Manuel Bermudo vila. En este

    curso se "reconstruan" las causas de la crisis de la razn prctica a partir de las

    contribuciones de diferentes autores desde Kant a los pensadores de la sospecha, siendo

    stos los distintos frentes de desgaste de nuestra cada vez ms maltrecha y agotada

    racionalidad, que a cada paso vea recortadas sus competencias, sus capacidades y sus

    fuentes de legitimidad. El planteamiento del curso me pareci interesante y atractivo, as

    que decid en ltimo curso asistir tambin a "Asaltos de la razn poltica II", que

    retomaba la historia del debilitamiento por asalto a la razn a partir de los pensadores de

    inicio del siglo XX hasta las ms recientes tendencias de la filosofa poltica

    (liberalismo, comunitarismo, contextualismo, etc.). Al final del semestre de verano ya

    tena claro que quera continuar profundizando en esta temtica y que mi Director de

    Tesis tena que ser el Prof. Bermudo, as que un da como tantos otros a finales de mayo

    del ao 2000, me present en su despacho y le expuse mis intenciones. l acept dirigir

    mi Tesis despus de un par de conversaciones sobre mi formacin, mis intereses

    filosficos y mis proyectos de futuro y me exigi un compromiso y una dedicacin

    absoluta para con mi trabajo, algo que a pesar de los tropiezos y dificultades lgicos

    inherentes a este proceso, he procurado mantener.

    Paralelamente, en mis dos ltimos aos de carrera asist a todos los cursos

    relacionados con la filosofa del lenguaje y con la esttica. En filosofa del lenguaje me

    cautiv desde el principio el Tractatus Logico-Philosophicus de Wittgenstein, no slo

    como obra de precisin lgica, sino tambin por su profundo valor esttico y literario.

    En esttica me dediqu en especial al romanticismo alemn y los distintos recursos de

    expresin, en especial las formas de la irona. El lenguaje, su naturaleza, su

    funcionamiento, sus posibilidades, eran los temas que iban acaparando mi atencin.

  • 18

    Inmediatamente despus de concluir mis estudios tuve la enorme fortuna de

    recibir una beca de "Introduccin a la Investigacin" del Consejo Superior de

    Investigaciones Cientficas. Realic una estancia de investigacin en el Instituto de

    Filosofa, en Madrid, bajo la tutela del Dr. Roberto Rodrguez Aramayo, especialista en

    la filosofa prctica de Immanuel Kant y a este tema me dediqu en exclusiva durante

    dicha estancia en el ltimo trimestre del ao 2000. Al personal del Instituto de Filosofa

    les debo agradecer que me introdujeran generosamente a la forma de vida del mundo

    de la investigacin, de haber formado mi idea de sta cmo debera ser, hablando en

    trminos kantianos. Y esto dicho no slo desde un ideal de excelencia acadmica, sino

    tambin como disposicin prctica.

    A mi regreso a Barcelona me incorpor como miembro al Seminario de Filosofa

    Poltica de la Universidad de Barcelona (SFP-UB) y comenc a esbozar los trazos de mi

    proyecto futuro. El Seminario ha sido para m el escenario privilegiado de discusin

    filosfica en los ltimos siete aos, teniendo la suerte de que lo que en nuestra pequea

    gora se ha propuesto como tema comn ha coincidido casi por entero con mis propios

    intereses y con mi propia evolucin. De hecho, dira que el Seminario ha tenido un

    determinante en la evolucin de mis intereses, intuiciones, sensibilidad y proyecto

    filosficos. En este contexto fue cuando por primera vez o hablar de la cuestin del

    pluralismo, tema que acab resultando uno de los ejes fundamentales de esta

    investigacin.

    En el estado de dispersin natural a los inicios de una tesis doctoral, a principios

    de 2001, tuve que decidirme por un ttulo para mi trabajo de investigacin tutelado. En

    una conversacin con el Prof. Bermudo surgi el de Kant y Wittgenstein: del sujeto

    trascendental a los juegos de lenguaje y aunque al principio me pareci una tarea

    irrealizable, debo decir que de ese texto aprend mucho ms de lo que era para m

    esperable y que el marco dibujado en mi tesina sigue guiando ahora por ahora mis

    movimientos. En Kant y Wittgenstein: del sujeto trascendental a los juegos de lenguaje,

    Kant y Wittgenstein constituyen dos representantes fundamentales de dos paradigmas

    de conocimiento y accin: para Kant la instancia privilegiada es el sujeto trascendental,

  • 19

    que dicta leyes tanto en el mundo natural como en la esfera moral; para Wittgenstein, en

    cambio, es el lenguaje el que desempea la fundamental funcin de "apertura del

    mundo". Este gesto podra ser, en su versin ms simple, el gesto caracterstico del

    llamado "giro lingstico". Sin embargo Wittgenstein da un paso ms que sus

    predecesores Frege o Russell: el giro lingstico de Wittgenstein culmina en un giro

    pragmtico. Este viraje hacia la praxis tiene ms bien el carcter de una resituacin del

    lenguaje en el mbito que le es propio y romper con una concepcin del lenguaje

    eminentemente mentalista que haba sido dominante en la reflexin filosfica sobre el

    lenguaje. ste es el sentido ltimo de que el lenguaje se defina a partir de entonces

    como un conjunto de "juegos de lenguaje": una red de prcticas que no se puede separar

    del trasfondo de la forma de vida en el que tienen lugar. As se llega a postular la

    "forma de vida" (una nocin vaga e imprecisa pero crucial) como el fundamento del

    pensamiento, la accin y el juicio, cuyos mrgenes delimitan (quizs anlogamente a

    como lo hacan las categoras del entendimiento en Kant) nuestro "horizonte de

    comprensin". Wittgenstein nos dice que lo dado son, de hecho, "formas de vida". No

    una, sino una pluralidad de formas de vida que forman un mosaico diverso con el que

    debemos entendernos. Hasta ah llega Wittgenstein dibujando un nuevo escenario,

    interesante pero no exento de problemas. Este "marco de la pluralidad" ha sido, a mi

    entender, el tema privilegiado de la filosofa en los ltimos decenios: desde la teora del

    conocimiento hasta la filosofa poltica, pasando por la esttica, la filosofa social, la

    filosofa de la cultura, la tica y la filosofa de la religin.

    En este punto me di cuenta que Wittgenstein no me proporcionaba elementos

    suficientes para resolver los interrogantes suscitados por su propia filosofa. Al menos

    no elementos inmanentes a su pensamiento: si exista algo as como una "solucin

    wittgensteiniana" se dara siempre forzando lo escrito y yendo mucho ms all de las

    pretensiones del propio filsofo. Hasta qu punto estos interrogantes consistan para l

    una cuestin interesante o marginal, o si l crea que tales interrogantes eran

    formulables, o si estaban fuera de su percepcin de s, era algo que por aquel entonces

    no tena muy claro. Al mismo tiempo me senta agotada despus de tanto esfuerzo de

    destruccin y reconstruccin y tema quedarme atrapada dentro de las redes

    wittgensteinianas, debido al enorme poder de seduccin que stas ejercen. Entonces, por

    indicacin de mi buen amigo Sergi Pascual, se me ofreci la alternativa de Hans-Georg

  • 20

    Gadamer como una posible salida. Conoca la figura de Gadamer de mis estudios de

    licenciatura aunque de forma bastante superficial. Me pareca entonces que la voluntad

    sistemtica y de claridad de exposicin en Gadamer poda constituir una ventaja frente a

    los enrevesados, por minimalistas, aforismos de Wittgenstein. El problema que me

    segua desvelando en esos momentos despus de las dificultades sealadas por

    Wittgenstein, era el de determinar las condiciones de posibilidad de la comprensin ya

    sea entre individuos que mantienen una conversacin como entre diferentes culturas con

    distinto bagaje simblico. se es uno de los temas abordados por la hermenutica

    filosfica de Gadamer. La hermenutica es una "ciencia antigua" que tiene sus races en

    el arte o la tcnica de la comprensin de los textos que podramos denominar clsicos.

    Es con Gadamer que la hermenutica gana su dimensin filosfica: ya no se trata de

    disponer de herramientas metodolgicas para descifrar textos religiosos, jurdicos o

    literarios, sino de entender qu hace posible el fenmeno de la comprensin en general,

    siendo la comprensin la orientacin primaria del ser-ah en el mundo.

    Profundizando en la lectura de Gadamer observ muchas coincidencias con

    Wittgenstein. La primera de ellas y muy significativa es que tanto Gadamer como

    Wittgenstein consideran todava vigente el planteamiento trascendental, es decir, que la

    filosofa debe consistir en la investigacin de las condiciones de posibilidad de los

    fenmenos. Para Wittgenstein, se trata en su primera poca con el Tractatus Logico-

    Philosophicus de las condiciones de posibilidad del lenguaje significativo. Este

    proyecto evoluciona en las Philosophische Untersuchungen y podra ser reformulado

    como la investigacin acerca de aquello que hace posible el entendimiento entre los

    hablantes de una comunidad lingstica. De forma anloga se puede describir el inters

    prioritario de Gadamer en Wahrheit und Methode, que se declara abiertamente seguidor

    de lo establecido por Kant en la Kritik der reinen Vernunft: determinar qu hace posible

    la comprensin en general. Ambos parten de un Faktum, de algo que ya est dado, y

    enfocan su programa de investigacin hacia sus condiciones de posibilidad. Mi

    intuicin me indicaba que tal vez esta coincidencia fuera algo ms que metodolgica.

    Otros motivos kantianos o, mejor dicho, post-kantianos comunes a ambos autores, o el

    relato de la sospecha de su presencia se irn sealando conforme vaya avanzando la

    tesis.

  • 21

    La segunda coincidencia entre Wittgenstein y Gadamer es el papel privilegiado

    que el lenguaje adquiere para ambos. La contribucin comn a Wittgenstein y Gadamer

    es el haber desplazado el sujeto moderno del centro de pensamiento y haber trasvasado

    sus tareas epistemolgicas y normativas al lenguaje. Pero el proceso de desplazamiento

    del sujeto al lenguaje se completa solamente cuando se alcanza el mbito de la praxis.

    Para Wittgenstein est claro que el lenguaje es una actividad que tiene lugar en el seno

    de un entramado complejo de muchas otras actividades y que no es autosuficiente para

    la constitucin de sentido y para eso hay que contar con el trasfondo de lo que l llama

    forma de vida (Lebensform). Para Gadamer, el lenguaje junto con la tradicin, la

    tradicin que vive en el lenguaje, constituyen las condiciones ineludibles del

    comprender, pero el lenguaje se entiende asimismo como un dilogo, un intercambio

    entre dos interlocutores (dos individuos, un texto, una tradicin en su totalidad). El

    dilogo es una praxis que, como el juego de lenguaje, presenta los mismos rasgos de

    concrecin y finitud y es a la vez inagotable.

    La tercera coincidencia entre Wittgenstein y Gadamer tiene que ver con el papel

    que ambos juegan en la cuestin sobre el pluralismo. Por un lado, parece que tanto

    Wittgenstein como Gadamer han sido "apropiados" para la filosofa poltica

    contempornea en lneas de interpretacin bien dispares entre s. Por otro lado, me

    parece posible hacer una lectura pluralista de Wittgenstein y Gadamer, aunque ellos

    mismos habran vacilado, si no rehusado de plano, una afiliacin de estas

    caractersticas. Qu relacin tiene esta lectura con otras y con una posible articulacin

    pluralista de la razn es el objetivo ltimo de esta investigacin.

    No cabe terminar la genealoga de mi proyecto de investigacin sin mencionar el

    hecho crucial que una parte muy importante de mi trabajo se ha desarrollado como

    investigadora invitada por el Prof. Dr. Volker Gerhardt en el Institut fr Philosophie de

    la Humboldt-Universitt zu Berlin. Mis estancias en Berln desde 2003 se han ido

    combinando con los perodos de trabajo en Barcelona, hasta fijar en la ltima fase de

    redaccin mi residencia habitual en Berln. En Berln he tenido la oportunidad de

    profundizar en los conocimientos de la lengua alemana, adems de ampliar mi bagaje

    filosfico. En el Doktorandenkolloquium "Zur Philosophie der Gegenwart" coordinado

    por el Prof. Gerhardt he podido intercambiar puntos de vista con investigadores

  • 22

    alemanes y de todos los rincones del mundo. Tambin tuve acceso a los fondos

    bibliogrficos de la Zweigbibliothek von Philosophie de la Humboldt- Universitt zu

    Berlin y de la Staatsbibliothek zu Berlin. En estos fondos consegu acceder a muchsima

    bibliografa secundaria de la que hubiese sido imposible tener noticia desde Barcelona y

    sin la cual seguramente este trabajo habra sido otro.

    2. Objetivos del trabajo de investigacin.

    En la tesis doctoral trataremos de aproximar la influencia comn de Ludwig

    Wittgenstein y Hans-Georg Gadamer en los discursos contemporneos sobre el

    pluralismo. Este influencia se contempla bajo la luz de un desarrollo paralelo en

    ambos autores que les lleva a abandonar el sujeto moderno como instancia privilegiada,

    o dicho de otro modo, a desmantelar el "paradigma de la conciencia" para centrar su

    atencin en el lenguaje y de ah en la praxis. Por lo tanto, el discurso sobre el pluralismo

    deber partir de los parmetros establecidos por Wittgenstein y Gadamer y acatar las

    consecuencias de lo que, segn mi punto de vista, es la revolucin filosfica ms

    significativa desde el "giro copernicano" de Immanuel Kant. Wittgenstein y Gadamer,

    alineados con la tradicin kantiana de pensamiento, se introducen en un debate ms

    amplio sobre la razn, sus lmites y sus competencias. Kant aparece en nuestra

    investigacin como una forma de preguntar y de hacer filosofa que proporciona a

    Wittgenstein y Gadamer un punto de salida, pero no recibir un tratamiento especfico:

    ejercer bsicamente de contramodelo filosfico.

    La tesis doctoral es un trabajo de comparacin entre dos de los autores ms

    relevantes de la filosofa del siglo XX, y a la vez una tesis temtica, ya que su horizonte

    recala en una problemtica filosfica muy concreta. Para examinar el estado de la

    cuestin habr que retomar: de un lado, la bibliografa secundaria que relaciona a

    Wittgenstein y Gadamer; de otro lado, el debate actual en lo referente al pluralismo.

    La bibliografa secundaria sobre Wittgenstein o sobre Gadamer es ingente. La

    historia de su recepcin y efectos, en trminos hermenuticos, todava est lejos de

  • 23

    agotarse y pretender hacer una lectura exhaustiva de todo aquello que se ha dicho sobre

    uno u otro conllevara ms de una vida entera y no es el objetivo principal de esta tesis,

    sino que se centra en examinar elementos escogidos de las filosofas de los autores

    bajo un aspecto, en trminos wittgensteinianos. Wittgenstein ha sido en la literatura

    secundaria comparado o relacionado con un gran nmero de autores de la filosofa

    moderna y contempornea: con Gottlob Frege, Bertrand Russell, Immanuel Kant, Sren

    Kierkegaard, Arthur Schopenhauer, Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, Edmund

    Husserl, Jacques Derrida o Karl Marx. Sin embargo, en los ltimos aos parece que

    hay un frente que va ganando terreno a los dems y es el que relaciona a Wittgenstein

    con Theodor W. Adorno y con Martin Heidegger. Estos tres autores representaran a la

    filosofa alemana del siglo XX, constituiran algo as como su Triunvirato, teniendo

    en comn una "crtica del sentido".

    Gadamer, por su parte, y seguramente debido a su pretensin de claridad en la

    exposicin filosfica, no da alas a un espectro tan ancho en su recepcin e

    interpretacin como los crpticos aforismos wittgensteinianos. Se le relaciona la

    mayora de las veces con aquellos autores de los que l expresamente se considera

    seguidor: su maestro y director de habilitacin en filosofa, Martin Heidegger,

    Immanuel Kant, Aristteles y los poetas a los que tantas y tan bellas pginas dedic en

    sus textos sobre esttica. La primera pista que lo vinculara a Wittgenstein la da l

    mismo en las aclaraciones a Wahrheit und Methode y esa es la primera pista que

    seguiremos.

    Los paralelos realizados por otros autores entre Wittgenstein y Gadamer son

    muy escasos pero entre ellos hay que contar con figuras de gran solvencia filosfica. En

    primer lugar, nos encontramos con las reflexiones de los jvenes Jrgen Habermas y

    Karl-Otto Apel. Tanto Habermas como Apel han ido retomando los paralelismos

    Wittgenstein-Gadamer en sus desarrollos posteriores, si bien lo realmente interesante de

    Apel y Habermas es haber asimilado y digerido las aportaciones de Wittgenstein y

    Gadamer para su propio programa de investigacin. En la misma lnea cabra situar a

    Richard Rorty, de los primeros en saber calibrar los efectos del giro lingstico y de la

    hermenutica filosfica, y que luego con este impulso tom su propia direccin.

    Wittgenstein y Gadamer han tenido sendas influencias en las tendencias filosficas ms

  • 24

    importantes del pasado siglo y del presente: del liberalismo al comunitarismo, del

    contextualismo al universalismo, la deconstruccin y los llamados postmodernos. Esta

    influencia no ha seguido una lnea recta sino que ha sido muy productiva en muchas

    direcciones. De ah una de las grandes dificultades de escribir el gran relato sobre esta

    recepcin y de sus consecuencias.

    Uno de los vnculos posibles entre Wittgenstein y Gadamer, sostendremos, es la

    cuestin del pluralismo. El pluralismo como doctrina filosfica no es una posicin

    nueva sino que ha tenido sus momentos clave en la historia de la filosofa, aunque

    quizs no con tanta fortuna como otras doctrinas. En los ltimos aos, sin embargo, ha

    vuelto a ganar protagonismo hasta ocupar un lugar central entre los debates actuales.

    Este protagonismo se debe, en gran medida, a la escisin o deriva errtica del proyecto

    universalista moderno, cuyo sustento se encontraba en la unidad de la razn humana

    comn a todos los seres racionales. La crisis de fundamentacin, la imposibilidad de

    encontrar un suelo comn para los juicios, las creencias y los valores, ha hecho estallar

    en una multiplicidad inagotable las posibles fuentes de legitimidad alternativas a la

    malograda razn. El pluralismo es nuestro horizonte y nos abre con sus borrosos lmites

    un gran interrogante. El pluralismo es tambin producto de los diversos ataques que ha

    recibido la racionalidad moderna, que ha visto truncada, suspendida o anquilidada su

    ntrinseca uniformidad en todos los mbitos donde se la supona operativa: el religioso,

    el esttico, el moral, el epistemolgico. Por todo ello, el pluralismo ha reaparecido con

    fuerza en el centro de debate de la filosofa contempornea. Tambin es claro que la

    discusin actual acerca del pluralismo se debe a unas circunstancias concretas y que ha

    de adquirir matices muy distintos a los que ha tenido en otras pocas.

    Segn mi opinin, el protagonismo del pluralismo se juega principalmente en

    dos grandes frentes: el epistemolgico y el tico. El pluralismo en epistemologa

    implica un posicionamiento especfico respecto la cuestin de la verdad, su existencia y

    nuestras posibilidades de acceso a ella. En este frente me parece muy ntida la influencia

    tanto de Wittgenstein como de Gadamer. El segundo frente, que me parece ser el ms

    representativo de la discusin filosofa contempornea, se juega en la filosofa poltica.

    Los primeros en hablar de "pluralidad de valores" o de "formas de vida" fueron, de

    hecho, los autores de la corriente liberal. La pluralidad de fines, escalas de valor y de

  • 25

    formas de vida o culturas que la sustentan y la conveniencia de su articulacin en un

    marco poltico democrtico fue el objetivo principal de la obra de John Rawls. Creo que

    desde el redireccionamiento en filosofa poltica iniciado por John Rawls en 1971 con la

    aparicin de A Theory of Justice se marcaron las principales directrices de la discusin

    en los ltimos treinta aos.

    Al lado de la discusin filosfica no hay que olvidar lo ms importante: que la

    pluralidad, la diferencia, la multiculturalidad, la diversidad (o como queramos llamarlo)

    es una realidad social. El cambio de rostro de nuestros contextos sociales es una

    cuestin palpable, un fenmeno que no ha dejado de crecer en las ltimas dcadas

    debido al macrofenmeno de la globalizacin. La presencia de formas dispares en

    valores, cultura o sensibilidad en mbitos territoriales o polticos reducidos y las

    consecuencias asociadas a ella estn en el punto lgido de la discusin en filosofa y en

    ciencias sociales. Todos estos factores justifican la omnipresencia del pluralismo en los

    debates actuales. Por nuestra parte, restringiremos la investigacin a los presupuestos en

    que el pluralismo se basa y para ello nos apoyaremos en una de sus vas, el giro

    lingstico-pragmtico de la mano de sus mximos representantes: Wittgenstein y

    Gadamer.

    3. Estructura del trabajo de investigacin.

    Se ha dividido el trabajo en tres grandes partes, divididas en cinco captulos ms

    una captulo de cuestiones preliminares. En el captulo preliminar se hace una

    reconstruccin histrica del pluralismo como doctrina y como problema filosfico. Esta

    discusin sirve de marco de la investigacin y presenta las premisas fundamentales

    sobre las que se basa el pluralismo y la va que nos interesa, que es la resultante del giro

    lingstico-pragmtico.

    La segunda parte est dedicada a la exposicin de dicho giro lingstico-

    pragmtico en un tratamiento individualizado en cada uno de los autores, dividido a su

    vez en dos captulos por autor. Los captulos I y II estn dedicados a Wittgenstein. En el

  • 26

    captulo I analizamos el carcter del proyecto filosfico wittgensteiniano y cmo en ste

    el lenguaje adquiere su centralidad. Siguiendo un orden clsico de exposicin en la

    investigacin wittgensteiniana partimos del Tractatus Logico-Philosophicus, pasamos

    por su fase de transicin y el captulo termina en la presentacin de sus tesis sobre el

    lenguaje en las Philosophische Untersuchungen. En el captulo II arrancamos otra vez

    de las Philosophische Untersuchungen y avanzamos en direccin a ber Gewissheit

    para detallar la radicalizacin del planteamiento wittgensteiniano del lenguaje hasta la

    praxis. Intercalamos reflexiones crticas asociadas a las dificultades de interpretacin de

    algunos de sus conceptos nucleares, conceptos que despus jugarn un papel principal

    en su recepcin y finalizamos con las implicaciones ms significativas del giro

    lingstico-pragmtico de Wittgenstein para la razn.

    Los captulos III y IV estn dedicados a Gadamer y estn ideados para que

    reflejen una estructura simtrica al tratamiento de Wittgenstein y un espacio

    aproximadamente igual. En el captulo III presentamos el proyecto gadameriano de una

    hermenutica filosfica situndolo en una tradicin de pensamiento milenaria. La

    especificidad del proyecto de Gadamer queda ejemplificada a partir de un determinado

    desarrollo de esta tradicin que le lleva no slo a replantear la cuestin metdica de la

    comprensin de textos clsicos o a defender el mbito de verdad en el modo de

    comprensin de las ciencias espritu, sino a formular una hermenutica filosfica, esto

    es, una teora sobre qu posibilita la comprensin en general. En este vasto proyecto el

    lenguaje adquirir su funcin central como hilo conductor de una ontologa

    hermenutica. En el captulo IV se observar la influencia de la clsica tradicin de la

    filosofa prctica en el desarrollo del proyecto de una hermenutica filosfica, as como

    sus derivaciones para la tica y la poltica. Como en el caso de Wittgenstein, se

    intercalan discusiones crticas de aspectos relevantes de la obra de Gadamer para la

    cuestin del pluralismo.

    La tercera parte y captulo final la constituye el captulo comparativo de las

    obras de Wittgenstein y Gadamer. La comparacin se inicia con una reflexin sobre la

    relacin de cada uno de los autores con la tradicin filosfica con que se los identifica,

    con el propsito de discutir la posibilidad de un dilogo entre ambas tradiciones

    filosficas. Proseguiremos ese dilogo a partir de las siguientes afinidades conceptuales

  • 27

    entre Wittgenstein y Gadamer: sus orientaciones metodolgicas, el concepto de juego,

    las nociones de forma de vida e imagen del mundo (Wittgenstein) en paralelo con la

    rehabilitacin del prejuicio, la funcin de la metfora del horizonte y el carcter cuasi-

    trascendental de la tradicin histrica (Gadamer). Finalmente, reflexionaremos sobre las

    consecuencias de estos conceptos para el pluralismo, su influencia conjunta en el

    pluralismo terico y esbozaremos un posible horizonte del pluralismo terico tras

    Wittgenstein y Gadamer.

    Tratndose de una tesis que tiene el lenguaje por objeto y de dos filsofos cuya

    produccin filosfica est en su mayora escrita en alemn, ocasionalmente en ingls,

    hemos optado por citar las fuentes en el idioma original junto con la traduccin

    existente al castellano en el cuerpo del texto. Observaciones a las traducciones que se

    manejan se remiten a pie de pgina. Cuando no hemos encontrado una versin al

    castellano de las fuentes, hemos optado por ofrecer nuestra propia traduccin. Siendo

    sta nuestra primera experiencia con la traduccin, hemos intentado que fueran las

    mnimas e imprescindibles. En la bibliografia secundaria, cuando sta est en ingls o

    alemn y no se dispone de una versin al castellano, hemos seguido el mismo principio.

  • 28

  • 29

    Siglas utilizadas

    Con el fin de evitar un excesivo nmero de notas a pie de pgina y aligerar la

    lectura del texto se ha adoptado un doble sistema de citacin bibliogrfica. Para la

    bibliografa de referencia, aparecen indicados entre parntesis : el nombre del autor, el

    ao de la edicin y el nmero de pgina. Por ejemplo: (Arregui, 2004: 77).

    Para los dos autores objeto de la tesis doctoral se usar, dado lo numeroso de las

    citas, un sistema de abreviaturas omitiendo el nombre del autor y el ao de edicin. En

    el caso de Wittgenstein, existen textos con numeracin de aforismos establecida y otros

    sin numeracin. En las fuentes con numeracin se indicar el nmero del aforismo

    despus de la correspondiente sigla. Por ejemplo: (TLP, 4.0031: 26). Cuando la fuente

    adems se encuentre dividida en partes se indicar tambin la parte correspondiente. Por

    ejemplo: (BGM, II, 15 : 129). El propsito de este sistema es hacer ms sencilla la

    comprobacin de los aforismos y su contrastacin con las traducciones existentes.

    Resumidos en un solo principio gua : todo lo que aparece tras los dos puntos : refiere

    a la pgina exacta donde se encuentra la cita; lo que les precede son sucesivamente el

    nombre de la fuente, la parte (si la hay) y el nmero de aforismo.

    En las fuentes sin numeracin para ambos autores aparecern solamente las

    siglas y el nmero de pgina. Por ejemplo: (VB: 476). El mismo sistema se aplicar a

    las obras de Gadamer. Por ejemplo: (GW1: 444). Siempre que ha sido posible, las citas

    textuales se han extrado de los volmenes de sus obras completas. Cuando no es el

    caso, se recurre a los volmenes publicados de forma independiente que especificamos

    bajo el rtulo Otros textos y ediciones. Excepcionalmente, y slo cuando no se ha

    tenido acceso a una fuente original, se cita directamente su versin al castellano.

    En cuanto a la citacin de las fuentes en su idioma original, hay que tener

    presente que hubo una gran reforma ortogrfica de la lengua alemana que entr en vigor

    el 1 de Agosto de 1998. Nosotros hemos optado por reproducir las fuentes tal y como

    estn. Si existe alguna variacin ortogrfica, sta se deber al ao de edicin: depender

  • 30

    de si el texto ha sido publicado con anterioridad o posterioridad a la aplicacin de dicha

    Reforma.

    La lista de abreviaturas empleadas se ofrece a continuacin. En su mayora las

    abreviaturas se adaptan a las que ya se han establecido por el uso en las respectivas

    comunidades de recepcin de los autores. Cuando no se ha podido seguir un uso

    establecido, las abreviaturas utilizadas por nosotros pretenden ser lo ms intuitivas

    posible.

    1. Tabla de abreviaturas de las obras de Wittgenstein.

    Dentro de las Gesammtausgabe podramos haber optado por un sistema ms

    simple y haber indicado slo el volumen donde se encuentra la cita , como por ejemplo:

    G1, G2, etc. Pero hay motivos de peso para no hacerlo s. En primer lugar, la

    edicin de las obras completas en la que nos basamos no respeta estrictamente el orden

    cronolgico de la produccin filosfica de Wittgenstein. Y en segundo lugar, las obras

    de Wittgenstein han ganado una entidad propia y el llamarlas por su nombre equivale

    prcticamente a delimitar el conjunto de problemas de los aforismos as agrupados en la

    mayora de los casos por sus albaceas literarios o por editores al cargo de la publicacin

    de sus incontables y dispersas notas. As, referiremos por la inicial de los ttulos que

    pstumamente recibieron las obras de Wittgenstein. El mismo criterio, cuando se ha

    podido, se ha seguido para la traduccin de los textos al castellano.

  • 31

    1. 1. De la Gesammtausgabe (8 vol., Suhrkamp, Francfort del Meno, 1984).

    AL Aufzeichnungen ber Logik (vol. 1, edicin revisada por Joachim

    Schulte)

    AMN Aufzeichnungen, die G.E. Moore in Norwegen nach Diktat

    niedergeschrieben hat (vol. 1, edicin revisada por Joachim Schulte)

    BF Bemerkungen ber die Farben (vol. 8, editado por G. E. M. Anscombe,

    revisado por Joachim Schulte)

    BGM Bemerkungen ber die Grundlagen der Mathematik (vol. 6, editado por

    G. E. M. Anscombe, Rush Rhees y G. H. von Wright)

    BPP1 Bemerkungen ber die Philosophie der Psychologie 1 (vol. 7, editado por

    G. E. M. Anscombe y G. H. von Wright, revisado por Joachim Schulte)

    BPP2 Bemerkungen ber die Philosophie der Psychologie 2 (vol. 7, editado por

    G. H. von Wright y Heikki Nyman, revisado por Joachim Schulte)

    EPB Eine Philosophische Betrachtung (Versuch einer deutschen Umarbeitung

    des Brown Book, ergnzt durch die englische Fassung) (vol. 5, editado

    por Rush Rhees)

    LSPP Letzte Schriften ber die Philosophie der Psychologie. Vorstudien zum

    zweiten Teil der philosophischen Untersuchungen (vol. 7, editado por G.

    H. von Wright y Heikki Nyman, revisado por Joachim Schulte)

    PB Philosophische Bemerkungen (vol. 2, edicin a partir del Nachla de

    Rush Rhees, revisada por Heikki Nyman y Joachim Schulte)

    PG Philosophische Grammatik (vol. 4, editado por Rush Rhees)

  • 32

    PU Philosophische Untersuchungen (vol. 1, edicin revisada por Joachim

    Schulte)

    TB Tagebcher 1914-1916 (vol. 1, edicin revisada por Joachim Schulte)

    TLP Tractatus Logico-Philosophicus (vol. 1, edicin revisada por Joachim

    Schulte)

    G ber Gewissheit (vol. 8, editado por G. E. M. Anscombe y G. H. von

    Wright, revisado por Joachim Schulte)

    VB Vermischte Bemerkungen (vol. 8, fragmentos escogidos del Nachla,

    editados por G. H. von Wright en colaboracin con Heikki Nyman,

    revisados por Joachim Schulte)

    WWK Wittgenstein und der Wienerkreis (vol. 3, conversaciones transcritas por

    Friedrich Waismann, editadas a partir del Nachla por Brian F.

    McGuiness)

    Z Zettel (vol. 8, editado por G. E. M. Anscombe y G. H. von Wright,

    revisado por Joachim Schulte)

    1.2. Otros textos y ediciones.

    BBB The Blue and Brown Books (Basil Blackwell, Oxford, 1964)

    BFGB Bemerkungen ber Frazers Golden Bough (traducido y editado por

    Joachim Schulte, Suhrkamp, Francfort del Meno, 1999)

    BLF Bemerkungen ber logische Form (traducido y editado por Joachim

    Schulte, Suhrkamp, Francfort del Meno, 1999)

  • 33

    BPE Paul Engelmann/Ludwig Wittgenstein. Briefe und Begegnungen (editado

    por Brian F. McGuiness, R. Oldenbourg, Viena, 1970)

    CL Cambridge Letters. Correspondence with Russell, Keynes, Moore,

    Ramsey and Sraffa (Oxford, Blackwell, 1997)

    DB Denkbewegungen. Tagebcher 1930-1932; 1936-1937 (editado por Ilse

    Somavilla, Francfort del Meno, Fischer, 1999)

    RFM Remarks on the Foundations of Mathematics (edicin inglesa de las

    BGM, MIT Press, Cambridge-Londres, 1996)

    VE Vortrag ber Ethik und andere kleine Schriften (traducido y editado por

    Joachim Schulte, Suhrkamp, Francfort del Meno, 1999)

    1.3. Traduccin de las obras al espaol.

    CAM Los cuadernos azul y marrn (Tr. Francisco Gracia Guilln, Tecnos,

    Madrid, 2007)

    CE Conferencia sobre tica (Tr. Fina Biruls, Paids, Barcelona, 1989)

    CRKM Cartas a Russell, Keynes y Moore (Tr. Nstor Mguez, Taurus, Madrid,

    1979)

    CV Aforismos. Cultura y valor (Tr. Elsa Cecilia Frost, Madrid, Espasa-

    Calpe, 1996)

    DF Diario filosfico (1914-1916) (Tr. Jacobo Muoz e Isidoro Reguera,

    Planeta-Agostini, Barcelona, 1986)

    GF Gramtica filosfica (Tr. Lus Felipe Segura, UNAM/Instituto de

    Investigaciones Filosficas, Mxico, 2007)

  • 34

    IF Investigaciones filosficas (Tr. Alfonso Garca Surez y Ulises

    Moulines, Barcelona UNAM/Crtica, 2002)

    F Filosofa. Secciones 86-93 del Big Typescript (Tr. ngel Garca

    Rodrguez, KRK Ediciones, Oviedo, 2007)

    FEN Fenomenologa (Secciones 94-100 del Big Typescript) (Tr. ngel Garca

    Rodrguez, en Teorema, vol. XXVII/2, 2008, 97-129).

    MP Movimientos del pensar. Diarios 1930-1932/1936-1937 (Tr. Isidoro

    Reguera, Valencia, Pre-Textos, 2000)

    OC Observaciones sobre los colores (Tr. Alejandro Tomasini, Barcelona,

    Paids/UNAM, 1994)

    OF Observaciones filosficas (Tr. Alejandro Tomasini, Mxico, UNAM,

    1997)

    OFM Observaciones sobre los fundamentos de la matemtica (Tr. Isidoro

    Reguera, Alianza, Madrid, 1987)

    OFP1 Observaciones sobre la filosofa de la psicologa, vol. I (Tr. Lus Felipe,

    Mxico, UNAM, 1997)

    OFP2 Observaciones sobre la filosofa de la psicologa, vol. II (Tr. Lus Felipe,

    Mxico, UNAM, 1997)

    ORDF Observaciones sobre la Rama Dorada de Frazer (Tr. Javier Sdaba,

    Madrid, Tecnos, 1992)

    SC Sobre la certeza (Tr. Josep Llus Prades y Vicent Raga, Barcelona,

    Gedisa, 2000)

  • 35

    TLPE Tractatus Logico-Philosophicus (Tr. Jacobo Muoz e Isidoro Reguera,

    Madrid, Alianza, 1989)

    UEFP ltimos escritos sobre Filosofa de la Psicologa (Tr. Edmundo

    Fernndez, Encarna Hidalgo, Pedro Mantas, Lus Manuel Valds,

    Tecnos, Madrid, 2008)

    WCV Ludwig Wittgenstein y el Crculo de Viena (Tr. Manuel Arbol, Fondo de

    Cultura Econmica, Mxico, 1973)

    ZE Zettel (Tr. Octavio Castro y Carlos Ulises Moulines, UNAM/Instituto de

    Investigaciones filosficas, Mxico, 2007)

  • 36

    2. Tabla de las abreviaturas de las obras de Gadamer.

    Las obras principales de Hans-Georg Gadamer se encuentran en su compilacin

    de obras completas, publicadas en edicin compacta por la editorial Mohr Siebeck y

    supervisadas por el mismo Gadamer. La edicin de sus obras se concluy en 1995,

    manejamos una reedicin de 1999. En el caso de Gadamer, optamos por referirnos a

    ellas bajo la sigla GW y el nmero de volumen. El subttulo de cada uno de los

    volmenes informa suficientemente la temtica tratada en cada volumen. Las

    traducciones al castellano se encuentran ms diversificadas y fragmentadas,

    respondiendo a intereses temticos o directivas editoriales que desconocemos, por lo

    que las siglas utilizadas emplean las iniciales de las traducciones.

    2. 1. De las Gesammelte Werke (10 vol., Tubinga, Mohr Siebeck, 1999).

    GW1 Wahrheit und Methode. Grundzge einer philosophischen Hermeneutik

    GW2 Wahrheit und Methode. Ergnzungen

    GW3 Neuere Philosophie I. Hegel Husserl - Heidegger

    GW4 Neuere Philosophie II. Probleme - Gestalten

    GW5 Griechische Philosophie I

    GW6 Griechische Philosophie II

    GW7 Griechische Philosophie III. Plato im Dialog

    GW8 sthetik und Poethik I. Kunst als Aussage

    GW9 sthetik und Poethik II. Hermeneutik im Vollzug

    GW10 Hermeneutik im Rckblick. Nachtrge und Verzeichnisse

  • 37

    2. 2. Otros textos y ediciones.

    DUTT En conversacin con Hans-Georg Gadamer. Hermenutica-Esttica-Filosofa Prctica (editado por Carsten Dutt, Madrid, Tecnos, 1998)

    GL Gadamer Lesebuch (editado por Jean Grondin, Mohr Siebeck, Tubinga,

    1997)

    HM Hermenutica de la Modernidad. Conversaciones con Silvio Vietta (Tr.

    Luciano Elizaincn-Arrars, Trotta, Madrid, 2004)

    LJ Die Lektion des Jahrhunderts. Ein philosophischer Dialog mit Riccardo

    Dottori (LIT, Mnster, 2002)

    PCH El problema de la conciencia histrica (Tr. Agustn Domingo Moratalla,

    Tecnos, Madrid, 2003)

    PL Philosophische Lehrjahre (Vittorio Klostermann, Francfort del Meno,

    1977)

    2. 3. Traducciones de las obras al espaol.

    A Antologa (Tr. Constantino Ruiz-Garrido y Manuel Olasagasti, Sgueme,

    Salamanca, 2001).

    AB La actualidad de lo bello: el arte como juego, smbolo y fiesta (Tr.

    Antonio Gmez Ramos, Paids, Barcelona, 1991)

    AP Mis aos de aprendizaje (Tr. Rafael Fernndez de Mauri Duque, Herder,

    Barcelona, 1996)

  • 38

    AVP Arte y verdad de la palabra (Tr. Jos Francisco Ziga Garca, Paids,

    Barcelona, 1998)

    CH Los caminos de Heidegger (Tr. Angela Ackermann Pilri, Herder,

    Barcelona, 2002)

    EE La educacin es educarse (Tr. Francesc Perea Blasi, Paids, Barcelona,

    2000)

    EH Esttica y hermenutica (Tr. Antonio Gmez Ramos, Tecnos, Madrid,

    2001)

    ET Elogio de la teora: discursos y artculos (Tr. Anna Poca, Pennsula,

    Barcelona, 1993)

    GH El giro hermenutico (Tr. Arturo Parada, Ctedra, Madrid, 2001)

    HE La herencia de Europa. Ensayos (Tr. Pilar Giralt Gorina, Pennsula,

    Barcelona, 1990)

    HH Historia y hermenutica (con Reinhart Koselleck, Tr. Faustino Oncina,

    Paids/ICE-UAB, Barcelona, 1997)

    IFO El inicio de la filosofa occidental (Tr. Joan Josep Mussarra, Paids,

    Barcelona, 1999)

    MR Mito y razn (Tr. Jos Francisco Ziga, Paids, Barcelona, 1997)

    PD Poema y dilogo. Ensayos sobre los poetas alemanes ms significativos

    del siglo XX (Tr. Daniel Najmas y Juan Navarro, Gedisa, Barcelona,

    1993)

    VM1 Verdad y mtodo, vol. 1 (Tr. Ana Agud Aparicio y Rafael Agapito,

    Salamanca, Sgueme, 2001)

  • 39

    VM2 Verdad y mtodo, vol. 2 (Tr. Manuel Olasagasti, Salamanca, Sgueme,

    2002)

  • 40

  • 41

    CUESTIONES PRELIMINARES. EL PLURALISMO COMO DOCTRINA Y

    COMO PROBLEMA FILOSFICO

  • 42

  • 43

    El tpico pluralismo ha devenido en las ltimas dcadas un lugar comn, una

    etiqueta a la que se recurre con facilidad, al mismo tiempo que designa una virtud

    poltica para los abanderados de la diferencia y un fenmeno relativo a la convivencia

    de ideales que urge resolver. Sin embargo, si se ahonda en la cuestin que el pluralismo

    plantea, se observar ya a un nivel superficial la ambigedad de la que adolece el

    trmino. Su invocacin despierta pasiones encontradas: para algunos, el pluralismo es el

    credo al que todo el mundo se ha convertido o debera convertirse; para otros,

    pluralismo es el nombre que se da a la patologa terica resultante del fracaso del

    proyecto filosfico de la Modernidad, el postrero coletazo de la razn previo a su

    disolucin por extenuacin ante la imposibilidad de cubrir todos los frentes abiertos de

    disgregacin de sentido. Aquellos que se confiesan fervientes defensores del pluralismo

    argumentan a su favor que es una postura que, por una parte, evita la insensibilidad del

    universalismo hacia la diferencia y, por tanto, reconoce aquello que nos distingue e

    individualiza. Por otra parte, escapa al anything goes del relativismo, puesto que el

    pluralismo contempla y admite criterios prudenciales de decisin, siempre y cuando las

    fuentes de legitimacin de esos criterios no se postulen a s mismas como las nicas y

    exclusivas. Contra el pluralismo no puede tomarse como estrategia el negar las

    situaciones de conflicto, menospreciar el disenso o denostar la natural diversidad de

    opiniones. Quienes rechazan las virtudes del pluralismo hoy da no pretenden restaurar

    un orden jerrquico de las cosas en el mundo, tampoco abogan por un rgimen de

    opinin nica. Habr quienes sientan nostalgia del mundo felizmente perdido por

    aquellos, tambin quienes aoren la disciplina en las costumbres y quienes se resignen o

    consientan la actual situacin de dispersin. La gama de actitudes ante esta situacin es

    amplia. Lo que se reprocha al pluralismo es su sospechosa vecindad con el relativismo,

    en el sentido de que la suspensin de criterios universales (epistmicos o prcticos) para

    la resolucin de conflictos, acabe por confluir con la ausencia total de criterios. Y todo

    ello mezclado con un seductor elogio de lo nico en su irreducible multiplicidad, que no

    pocas veces conduce a la mera aceptacin acrtica de lo dado y a la apata. O lo que es

    lo mismo: a la abdicacin del compromiso con lo uno y lo otro, o con todo lo contrario.

    En sucesivos niveles de reflexin surgen otras cuestiones relativas a la definicin

    del trmino pluralismo, dado que lo primero que se pone de manifiesto es la matriz

    intrnsecamente plural del pluralismo: la heterogeneidad de los autodenominados

    pluralistas entre s, la variedad de fuentes de legitimacin de la propia posicin y el

  • 44

    dispar elenco de ancestros ilustres en una tradicin pluralista que todava se encuentra

    constituyndose y consolidndose. Todas estas cuestiones puedan quiz resumirse en la

    siguiente recopilacin de inquietudes y batera de preguntas.

    El pluralismo es, en realidad, una teora antigua que se remonta a la controversia

    entre los fsicos griegos acerca del principio y la sustancia del mundo, de Empdocles a

    los atomistas Demcrito y Leucipo, pero irrumpe en el siglo XX con renovada vitalidad,

    como si de un reciente descubrimiento sobre la cualidad del mundo humano se tratara.

    Artculos, ensayos, monografas, cuyo nmero crece en sentido exponencial y cuyo

    alcance cubre lo largo y ancho de todo el espectro terico, alimentan un nutrido e

    intenso debate sobre la necesidad del pluralismo o sobre la distorsin ideolgica que

    ste oculta y que conviene desenmascarar. Todo esto no contribuye a la clarificacin del

    problema sino a la confusin, y a un enmaraamiento en subproblemas hasta el punto

    que uno no sabe de qu hilo tirar. Si el pluralismo es una antigua doctrina pero se sigue

    hablando de pluralismo, cul es la especificidad del pluralismo de nuestra hora y qu

    retos nos plantea? Si aceptamos la novedad radical del pluralismo contemporneo, qu

    relacin mantiene el pluralismo sobre el que hoy debatimos con su variante clsica?

    Existe una tradicin pluralista de pensamiento? Es ms, es una tradicin pluralista

    posible? Si se es el caso, cundo y dnde nace? Si no es se el caso, valdr entonces

    para el pluralismo lo mismo que se dice del cinismo o del estoicismo, esto es, que es

    una filosofa til para tiempos de crisis o de agotamiento de paradigmas filosficos? Es

    el pluralismo compatible con la irrenunciable pretensin de universalidad de la razn y,

    por consiguiente, de la filosofa? Estos interrogantes requieren, a nuestro juicio, un

    breve bosquejo del recorrido histrico de la doctrina del pluralismo que ha de permitir

    vislumbrar la peculiaridad del pluralismo contemporneo. Propondremos una

    reconstruccin de la historia del pluralismo como doctrina en la historia de la filosofa

    sin pretensin de exhaustividad pero que ha de ayudar a ganar una visin panormica

    sobre el problema.

    Con estas reflexiones se conecta una cuestin relativa a la definicin del

    pluralismo como doctrina. Una reconstruccin histrica de estas caractersticas se basa

    en el supuesto de que el pluralismo es una teora filosfica con contornos

    preestablecidos, claros y distintos. El interrogante que se plantea al tiempo que se

    propone una reconstruccin de su historia es entonces: qu tesis defiende el

  • 45

    pluralismo? Se aprecia inmediatamente que el pluralismo se coloca en el justo medio

    entre concepciones filosficamente opuestas y en paralelo con concepciones opuestas a

    las primeras. Llegados aqu: qu tesis de sus contrarios y con qu matices est el

    pluralista dispuesto a conceder? Qu relacin mantiene el pluralismo con el

    dogmatismo, el escepticismo, el relativismo o el perspectivismo? Es una filosofa

    sustantiva o su funcin se reduce a ser un mero correctivo de los pecados y excesos de

    otras filosofas? Por supuesto resolver todas estas cuestiones excede la extensin que

    puede brindrseles en un captulo introductorio y no son el objeto de nuestra

    investigacin. Nuestro inters, por el momento, se centrar en la ilustracin de estas

    dificultades a las que el pluralismo contemporneo deber enfrentarse si quiere pervivir

    como una opcin terica a ser tenida en cuenta. Partimos, pues, de la conviccin de que

    todas estas tensiones no estn resueltas y de que asistimos a uno de los momentos de

    mayor virulencia y cortocircuitos entre fuerzas en distintas direcciones, como vectores

    cuyos orgenes se superponen sin llegar a sumarse o a contrarrestarse.

    Dada esta descripcin de la situacin del pluralismo en el debate en la

    actualidad, hemos optado por restringir nuestro enfoque a un tipo especfico y concreto

    de pluralismo, cuyo origen debe situarse en el principio del fin del paradigma moderno

    de conocimiento por transformacin, accin, erosin y desgaste operado por el giro

    lingstico-pragmtico del siglo XX. Nuestro propsito es, enunciado a modo

    minimalista, examinar el rendimiento de Wittgenstein y Gadamer, dos de los mximos

    representantes de este giro, en las corrientes contemporneas que dan lugar a este tipo

    de pluralismo. El trabajo cuenta con la dificultad aadida de que ninguno de nuestros

    autores se declar pluralista. Pero con frecuencia esta etiqueta se asocia a sus

    filosofas o a aspectos relevantes de ellas. Wittgenstein y Gadamer son importantes

    referentes para los pluralistas contemporneos, por lo que nuestra intencin es

    identificar qu elementos de estos autores podran dar lugar a esta lectura o a una

    recepcin de estas caractersticas. La materia prima ser, por tanto, la obra de los

    autores y pasaremos posteriormente a un examen crtico de la literatura secundaria

    acotado a lo que viene predeterminado desde un punto de vista inmanente a sus obras.

    Este anlisis se desarrolla en dos niveles: primero, en los captulos individuales

    dedicados a cada uno de ellos; segundo, en un captulo comparativo final donde se

    suman y complementan sus contribuciones personales en un escenario que los asume a

    ambos.

  • 46

    Pero previamente es necesario dibujar el escenario en que el planteamiento de la

    cuestin del pluralismo encuentra suelo frtil. Para ello procederemos en los tres pasos

    ya anunciados: (1) una reconstruccin histrico-crtica del pluralismo como doctrina

    filosfica que ha de servir para (2) avanzar un concepto mnimo de pluralismo y

    mostrar la especificidad del pluralismo contemporneo y (3) seleccionar aquella

    variante del pluralismo en la que Wittgenstein y Gadamer pueden ser referentes, reflejar

    la problemtica filosfica en la que sta se inserta y enunciar las tesis que han de guiar

    nuestra investigacin.

    1. Notas para una prehistoria del pluralismo 1.

    El trmino pluralismo aparece por primera vez en una obra filosfica de la

    pluma del metafsico dogmtico Christian Wolff. Wolff realiza una clasificacin de los

    sistemas filosficos a partir de su tesis fundamental, esto es, su tesis acerca de la

    relacin entre mundo y sustancia. Con este principio, los sistemas filosficos se

    distinguen entre s por el postulado de que el mundo se compone de una sola sustancia o

    de muchas2. Otro principio de distincin tiene que ver con la naturaleza de la sustancia o

    sustancias que componen el mundo. La tipologa propuesta por Wolff consta entonces

    de: escpticos versus dogmticos, dualistas versus monistas, idealistas versus

    materialistas. Entre estas oposiciones se encuentra para Wolff la existente entre egostas

    y pluralistas: Die Idealisten geben entweder mehr als ein Wesen zu, oder halten sich

    fr das einige wrkliche Wesen. Jene werden Pluralisten; diese hingegen Egoisten

    genannt. (Wolff, 1983: 4) [Los idealistas admiten ms de una esencia o la toman por

    el nico ser verdadero. Los primeros son llamados pluralistas; los segundos, por contra

    son los llamados egostas.].3 Llama la atencin que los pluralistas queden definidos en

    1 Tomamos la expresin de John Kekes (Cfr. Kekes, 2000: 12). 2 Este principio de distincin puede aplicarse, por ejemplo, a los filsofos griegos como Empdocles o Anaxgoras que, en contra del principio de la unidad eletica de Parmnides resuelven el problema de lo uno y lo mltiple a favor de la multiplicidad de las sustancias (Cfr. Sandkhler, 1996: 28). 3 Segn la entrada Pluralismus del Historisches Wrterbuch der Philosophie el concepto original de pluralismo en Wolff queda recogido en algunos diccionarios de principios del siglo XIX. En el Handwrterbuch de W. T. Krug (1833) se distingue entre tipos de pluralismo: la acepcin de Wolff como pluralismo psicolgico, un pluralismo cosmolgico (el supuesto de la existencia de varios mundos) y un pluralismo teolgico (como sinnimo de politesmo). Posteriormente no quedara rastro de esa acepcin. Vase Kerber y Samson (1989).

  • 47

    oposicin a los egostas, epteto que se aplica usualmente a un rasgo del carcter, en

    cuanto lo que se discute es una doctrina metafsica.

    Su discpulo Immanuel Kant retomar el uso de Wolff y especificar: Al

    egosmo slo puede oponrsele el pluralismo, esto es, aquel modo de pensar que

    consiste en no considerarse ni conducirse como encerrando en el propio yo el mundo

    entero, sino como un simple ciudadano del mundo. (Kant, 2004: 29). Kant define el

    egosmo como un tipo de arrogancia y esta arrogancia puede dividirse a su vez en tres

    clases: la del entendimiento, la del gusto y la del inters prctico. Habra segn Kant

    tres clases de egosmo y de pluralismo respectivamente: el lgico, el esttico y el

    prctico. El pluralismo en cada uno de estos mbitos es la virtud contraria a un vicio o

    exceso de autocomplacencia en la facultad de juzgar. El egosta lgico es aquel que ve

    innecesario medir su propio juicio con el de los dems, se basta a s mismo con sus

    propias razones. Kant defiende en este punto la ineludible necesidad de preservacin de

    la libertad de prensa, ya que slo as nos vemos obligados a contrastar nuestras

    opiniones con las de los dems evitando caer en actitudes cerradas y autosuficientes. El

    egosta esttico, por su parte, es el que hace odos sordos a las opiniones de los otros en

    lo concerniente al gusto. Esa indiferencia al gusto ajeno ira en propio perjuicio del

    egosta esttico: su fijacin en la propia preferencia le impide alcanzar grados ms

    elevados de refinamiento en su apreciacin y deleite de lo bello. Por ltimo, el egosta

    moral es el que busca su propio beneficio y felicidad sin tener en cuenta a los dems ni

    el respeto del deber por el deber lo que, como es sabido, constituye para Kant el canon

    de moralidad4. El egosta moral no tiene por qu ser inmoral, segn los trminos

    establecidos por el formalismo tico kantiano: existe la posibilidad de que la mxima

    que gue su accin pueda no entrar en contradiccin con la que se derivara del respeto

    puro por la ley prctica. Pero, y dado que su motivacin es otra, no puede ser moral.

    De la definicin kantiana se sigue la conclusin que se puede hablar de

    pluralismo (y de sus contrarios) en distintos mbitos del pensamiento y de la realidad:

    metafsico, religioso, tico, poltico, esttico, etc. Sera lcito cuestionarse a este nivel si

    defender el pluralismo en un mbito implica defenderlo en todos, aunque es concebible

    que algunas creencias sobre el mundo y la adquisicin del conocimiento predispongan a

    4 Segn la Fundamentacin de la metafsica de las costumbres, vase Kant (1996).

  • 48

    determinadas convicciones morales o compromisos polticos. Este es el caso, por

    ejemplo, de William James, aunque no pueda postularse una conexin y continuidad

    necesarias entre el pluralismo defendido en distintos mbitos de pensamiento y

    realidad5. Por ello cabra hacer un tratamiento sistemtico del pluralismo a partir de sus

    hitos y afinidades conceptuales. Una aproximacin sistemtica e histrica al problema

    terico del pluralismo podra poner de manifiesto el trasfondo que propicia su

    centralidad en determinadas coyunturas filosficas y las posibles causas de que algunos

    aspectos y elementos del pluralismo tomen en cada una de sus fases ms relieve que

    otros. El sucinto relato de esta historia todava no escrita a la que dimos paso con las

    notas sobre su pre-historia ha de esclarecer lo que aqu referimos como una

    combinacin entre factores histricos y contextuales con elementos tericos y

    conceptuales.

    El pluralismo, como concepto filosfico, atraviesa varias etapas, aunque slo en

    el siglo XX adquiere un protagonismo y una notoriedad que no haba gozado en pocas

    anteriores del pensamiento. Los procesos migratorios, la globalizacin que afecta a

    todas las esferas del mundo de la vida, la extensin de tecnologas de la informacin y

    de la comunicacin; todos ellos son factores relativos al contexto hacen cada vez ms

    difcil imaginarse sociedades mondicas. Siempre se supo de la existencia de otros

    pueblos, lenguas, costumbres y leyes, ya entonces se inventaron frmulas para asegurar

    la convivencia, aunque no siempre hubiese acuerdo sobre la naturaleza y significado de

    estas diferencias, como atestigua la oposicin entre Scrates y Protgoras en los

    dilogos platnicos6. Lo que caracteriza al mundo contemporneo no es la mera

    existencia de diferencias, sino la intensificacin de procesos de diversificacin dentro de

    las distintas regiones del mundo de la vida, as como la proliferacin de mundos de la

    vida alternativos que se entrecruzan o que conviven en contacto permanente. La

    presencia de lo otro, la confrontacin con la diferencia, han devenido parte de la

    cotidianidad. Lo ajeno es cada vez ms prximo. Pero el cambio ms significativo viene

    dado en las actitudes, que quizs quepa resumir con una sentencia de Jorge V. Arregui:

    El pluralismo cultural es expresin de sobreabundancia, no de indigencia. (Arregui,

    2004: 29). Vivimos un tiempo que se ha hecho ms sensible a la diversidad y que,

    adems de celebrarla y arroparla, la problematiza y la cuestiona. En palabras de un

    5 Esta es la opinin de William E. Connolly (2005) a partir del ejemplo de James. 6 Vase Guthrie (1969).

  • 49

    liberal pluralista confeso: El pluralismo es nuestro destino histrico (Gray, 2001: 47).

    No se nos escapa la ambivalencia de esta declaracin de Gray. El pluralismo es nuestro

    destino histrico debido al avance irrefrenable de un modelo de sociedad que se va

    imponiendo: la sociedad multicultural. Y el pluralismo es tambin nuestro destino

    histrico porque, en opinin de Gray, la nica forma de armonizar nuestras sociedades

    plurales pasar por la implementacin de una filosofa y un thos pluralista. En esta

    sentencia de Gray se solapan, pues, la dimensin descriptiva y la dimensin normativa

    del pluralismo.

    Quizs se ofrezca una explicacin un tanto simplificada de por qu el pluralismo

    est en la actualidad en el foco de atencin. Sea como fuere, proliferan los filsofos con

    vocacin pluralista (y antipluralista) mientras el pluralismo adquiere el estatuto de

    filosofa pblica o a filosofa de lo pblico a mediados del siglo pasado7. Los

    pluralistas contemporneos a menudo miran al pasado en busca de los conatos del

    fenmeno que en el siglo XX empieza a cobrar entidad, aunque el ttulo de pluralistas

    honorficos depende en gran medida de qu se entiende por pluralismo, lo que causa

    divergencias entre los mismos pluralistas. Como toda corriente filosfica tiene sus

    fisuras internas y no es homognea. As, en una prehistoria del pluralismo

    contaramos, por orden cronolgico, con: Protgoras, Aristteles, Montaigne,

    Giambattista Vico, David Hume, Immanuel Kant, Johann Gottfried Herder, Alexis de

    Tocqueville, John Stuart Mill, William James, Friedrich Nietzsche, John Dewey y Max

    Weber, entre otros. No siempre hay consenso. Por ejemplo: Nietzsche ser alineado por

    muchos en las filas del relativismo, mientras que el rigorismo kantiano devendr para

    otros paradigma del absolutismo tico. Hay quien aprecia trazas pluralistas en

    Aristteles8, otros lo tienen por unrealista cultural9. Al John Stuart Mill de On

    Liberty que se suma con entusiasmo a la mxima humboldtiana de experimentar en la

    vida e incita a no dejarse arrastrar por la tirana del deseo mayoritario, se le reprochar,

    por contra, una concepcin rgida y uniforme de la naturaleza humana10.

    Presentamos algunas figuras escogidas relevantes para la historia del pluralismo.

    Hemos optado por dividir estos hitos histricos por tipos de pluralismo, en

    7 Vanse Connolly (1969), Lowi (1969), Bachrach y Baratz (1969), Held (1987) y Eisenberg (1995). 8 Es el caso de John Kekes (2000). 9 Vase Evans (1996). 10 Vase Parekh (2005).

  • 50

    consonancia con aquella dimensin del pluralismo que en cada poca est en primer

    plano: metafsico y terico, pluralismo de valores y pluralismo poltico. Ello no

    coincide por entero con el tratamiento sistemtico del pluralismo que se prometa entre

    lneas, pero avanza significativamente en esa direccin.

    2. El pluralismo como doctrina en la historia de la filosofa.

    2.1. La vida en el pluriverso. Pluralismo, metafsica y mstica.

    Nuestra primera parada en este breve recorrido histrico recala en la

    contemplacin de un universo pluralista. El trmino pertenece a William James, quien

    escribi un libro llamado A Pluralistic Universe (1909). Paralelamente, un escritor

    aficionado a la prensa local y autodidacta, Benjamin Paul Blood, relataba sus

    experiencias msticas con el consumo de xido nitroso en The Anaesthetic Revelation

    and the Gist of Philosophy (1874), un panfleto que envi a todo personaje prominente

    a quien pudiera interesar su descubrimiento. Blood hubiese pasado desapercibido si no

    fuera porque logr captar la atencin de renombrados intelectuales y poetas, como

    Tennyson, Emerson y James, con quienes entabl una fluida correspondencia11. James

    dedic adems un artculo a Blood llamado A Pluralistic Mystic (1910), donde

    11 Vase Shook (2005). La historia de Benjamin Paul Blood puede sonar como una ancdota divertida. Su revelacin mstica fue resultado de un accidente cuando iba a visitar al dentista y hubo un descuido con el suministro del xido nitroso, que se usaba en aquella poca como anestsico. Sin embargo, esta experiencia capt el inters de los citados intelectuales y poetas, quienes empezaron a experimentar ellos mismos con esta sustancia. En las Variedades de la experiencia religiosa de James, da cuenta de esa experiencia: El xido nitroso y el ter, particularmente el primero, cuando estn suficientemente diluidos en el aire estimulan la conciencia mstica en un grado extraordinario. Parece que al inhalador se le revele lo ms profundo ms all de la profundidad misma de la verdad. Pero esta verdad se desvanece o escapa en el momento de volver en s, y si alguna palabra queda de lo que pareca revestirla resulta ser un autntico sinsentido. De todas formas persiste la sensacin de que se dio un significado profundo y conozco a ms de una persona que est persuadida de que en el trance del xido nitroso experimentamos una revelacin metafsica genuina. (James, 1986: 291). James relata que l mismo es incapaz de darle ningn significado metafsico al trnsito con el xido nitroso. Para l su nota dominante es invariablemente la una reconciliacin; es como si los antagonistas del mundo, que con sus contrariedades y conflictos crean nuestras dificultades y problemas, se fundiesen en la unidad. (James, 1986: 292). En una larga nota al pie cita la revelacin anestsica de Blood. El panfleto de Blood junto con otros ensayos y poemas se publicaron bajo el ttulo de Pluriverse en 1920 a instancias de James, quien encarg a su antiguo alumno y discpulo, Horace M. Kallen, la publicacin de la obra de Blood. Tuve la fortuna de dar con un ejemplar de Pluriverse de 1925 en la Staatsbibliothek zu Berlin.

  • 51

    confiesa que su propio pluralismo encuentra su pleno sentido aadindole la mstica de

    Blood12.

    La filosofa de James y la mstica de Blood comparten intuiciones bsicas y

    reaccionan contra la comprensin monista del mundo dominante dentro de la tradicin

    metafsica. El enemigo monista de Blood es el idealismo alemn, aunque a veces su

    crtica suena un tanto ambivalente. El de James va mudando de rostro: el materialismo

    mecanicista, el racionalismo o absolutismo monista y el dualismo tradicional cristiano.

    James los somete a una crtica comn: el pretender aprehender el absoluto como si

    estuvieran en la perspectiva de un ser externo13. James defiende contra sus adversarios

    un empirismo radical, que es una de las dos posibles vas de derivacin de una

    creencia pantesta fundamental. La creencia pantesta puede ser ostentada, dice James,

    de modo monstico como filosofa del absoluto, o como empirismo radical. El modo

    monstico de la creencia pantesta concibe que lo divino existe slo cuando el mundo es

    experimentado de una sola vez como una totalidad absoluta; el modo empirista radical,

    en cambio, no concibe una experiencia de la totalidad, segn este modo una apariencia

    diseminada o incompletamente unificada es la nica forma de realidad que puede

    alcanzar el espritu humano14. El monismo est equivocado, segn James y Blood,

    porque quiere encerrar el universo en un espacio limitado y en la rbita prefijada de un

    solo centro de fuerzas. Al empirismo radical le corresponde un universo pluralista (o

    pluriverso) con muchos centros. Al respecto, Blood presenta un curioso argumento

    basado en la fsica newtoniana: la ley de la gravedad requiere que existan mltiples

    centros porque un solo centro de gravedad atraera toda la masa csmica hacia s y el

    resultado sera una masa compacta, sin forma ni movimiento. Un universo as no podra

    existir15.

    Dos caractersticas, pues, distinguen principalmente al pluriverso (o universo

    pluralista) del universo monista: la pluralidad de centros y el movimiento. El universo

    es esttico; el pluriverso, dinmico. Blood habla de una visin esttica de las cosas, por 12 Cfr. James, 1987b: 1295. 13 Vase Connolly (2005). 14 Cfr. James, 1987a: 649. Esto se corresponde tambin con la conviccin de James de que el conocimiento se adquiere a trozos. A esta tesis la llama James pluralismo notico, es decir que aun en el ms amplio campo de conocimiento que haya existido o que pueda existir, contiene alguna ignorancia. Siempre cabe la posibilidad de que se escapen algunos fragmentos de informacin. (James, 2000: 149). 15 Cfr. Blood, 1925: 81.

  • 52

    la que las cosas son, y una visin dinmica, por la que las cosas devienen. Ambas

    visiones se encuentran en una dialctica no resuelta. James tambin cree que el punto de

    vista esttico hace un retrato inexacto del cosmos: si quisiramos hacer una foto

    instantnea de l, lo ms probable es que saliera borrosa. El principio del universo

    pluralista de James reza: What really exists is not things made but things in the

    making. (James, 1987a: 751) [Lo que realmente existe no son las cosas hechas, sino

    en proceso de hacerse]. La visin dinmica tiene a su favor el estar ms cerca de la

    experiencia humana del mundo: el cambio constante16. No obstante, James y Blood

    conceden ciertas ventajas del monismo como filosofa. Su apuesta por el pluralismo

    nunca es una imposicin, sino ms bien una invitacin a escoger entre alternativas

    posibles17. El monismo, es cierto, simplifica las cosas, mientras que el pluralismo exige

    tolerancia al desorden. Como indica Connolly: Pluralism is the philosophy of a messy

    universe (Connolly, 2005: 70) [El pluralismo es la filosofa de un universo

    desordenado]18. James expresa esta idea de una forma muy hermosa cuando dice que la

    contribucin ms importante del monismo es el sentimiento de paz, la sensacin de que,

    por muy desordenada que est la superficie, en el fondo todo est bien con el cosmos.

    Es una idea bella desde el punto de vista esttico, bella intelectualmente y moralmente

    (si el placer de la seguridad es moral). A pesar de esto y desde un punto de vista

    prctico, un universo esttico y sin historia deja el alma sola ah afuera19.

    Blood se muestra ms reticente que