Liderazgo colaborativoaprendizaje, estímulo, rendición de cuentas

CÓMO FOMENTAR EL DESARROLLO DE LOS DEMÁS

Tú solo no puedes ser un líder. El liderazgo se trata de ejercer influencia sobre los demás hacia una misión común. No se trata tan solo de que trabajen en conjunto hacia una meta común o por un propósito común, sino que requiere alinear tanto gente como recursos a fin de lograrlo.

A menudo creemos que el recurso principal que necesitamos para cumplir una visión es el económico. En verdad, el recurso principal es la gente y su valor no se encuentra en la cantidad ni en su destreza actual —su valor se encuentra en su capacidad en potencia para el liderazgo. Para hacer buen uso de tu recurso principal debes incrementar la capacidad que tienen los demás en tu organización o movimiento para el liderazgo y debes ayudarles a crecer y a pasar de tener potencial a ser altamente eficaces.

John Maxwell escribe en su libro Desarrolle los líderes que están alrededor de usted: “Los líderes crean e inspiran a nuevos líderes al confiar en su habilidad para ser líderes y al ayudarles a desarrollar y pulir aquellas destrezas del liderazgo que ni siquiera saben que poseen.”1

¿Quién fue el líder que se interesó en ti y te inspiró a crecer y a desarrollar tu liderazgo?

¿Cuáles son algunas de las cosas que dicho líder hizo para hacer que salieran tus dones de liderazgo?

¿Qué tan consiente estabas de tu potencial como líder al comenzar este proceso? ¿Cómo afectó esto la manera en que ves el potencial para el liderazgo que tienen las personas con las que trabajas?

1 John Maxwell, “Developing the Leaders Around You (Desarrolle los líderes que están alrededor de usted)”(Nashville: Thomas Nelson, 1995), 11.

EL ENCUENTRO

1 Corintios 12:1-7 (NVI)“En cuanto a los dones espirituales, hermanos, quiero que entiendan bien este asunto. Ustedes saben que cuando eran paganos se dejaban arrastrar hacia los ídolos mudos. Por eso les advierto que nadie que esté hablando por el Espíritu de Dios puede maldecir a Jesús; ni nadie puede decir: «Jesús es el Señor» sino por el Espíritu Santo.

Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás.”

El apóstol Pablo al emplear la metáfora del cuerpo, describe no solamente la manera en la que la iglesia está conectada sino también cómo cada uno de nosotros funcionamos en conjunto —tanto como individuos como colectivamente. Vemos cómo se nos dio la habilidad de contribuir a la obra de Dios en la iglesia y en el mundo a lo largo de nuestras vidas, bajo la influencia y el poder del Espíritu Santo.

Como pueblo de Dios, él nos ha formado para contribuir. El apóstol Pablo nos da tres cualidades clave de un miembro del cuerpo de Cristo en vías de desarrollo. Debemos:

1. Estar informados, tener conocimiento e indagar para entender

El entendimiento es esencial para quienes buscan su propio desarrollo. Esto significa que deben ayudarle a la gente a entender quiénes son en Jesucristo, cuál es la profundidad y el valor de su fe y la forma en que aquellos que están comprometidos con Jesucristo participan en el cumplimiento de la misión a la que Cristo nos ha comisionado.

2. Tener los dones para servir a la iglesia en el mundo

Cada uno de nosotros tiene los dones para contribuir. El ayudarle a los demás a que crezcan también significa ayudarles a que descubran sus dones y la forma en que dichos dones le sirven mejor al cuerpo de Cristo. Conforme la gente identifica sus dones pueden discernir la mejor forma de emplearlos para llenar el singular lugar que cada uno tiene dentro del cuerpo y del mundo. El ayudarle a los demás a darse cuenta de cómo Dios les ha dado la capacidad de contribuir es parte del proceso de desarrollo y es una tarea clave de un líder que se preocupa por su gente y que busca equiparlos.

3. Tener el llamado a compartir las bendiciones y los beneficios

Reconocemos que nuestra participación en el cuerpo de Cristo no es solo para nuestro propio beneficio. Dios nos ha dado su gracia a fin de que podamos ser de bendición a los demás y para que traigamos beneficio a todo el cuerpo. Un líder le ayuda a la gente a que escuche el llamado de Dios, a que contribuya con sus dones singulares y a que vea dicha contribución como una bendición para los demás. Dios te ha bendecido para que puedas ser de bendición a los demás.

¿Cómo le has ayudado de forma eficaz a la gente de tu ministerio u organización a que identifiquen sus dones singulares y las áreas en las que pueden contribuir? Describe la forma en que este proceso comenzó con información y avanzó hasta llegar a la transformación de las vidas de los demás.

Cuéntanos de alguna ocasión en la que le ayudaste a alguien a encontrar su don o aquella habilidad que no sabía que tenía y de cómo al seguir andando en la fe dicha persona se convirtió en una fuente de bendición para la iglesia o para el mundo.

LA EXPRESIÓN

Lucas 10:1-21 (NVI)

“Después de esto, el Señor escogió a otros setenta y dos para enviarlos de dos en dos delante de él a todo pueblo y lugar adonde él pensaba ir.  «Es abundante la cosecha —les dijo—, pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo. ¡Vayan ustedes! Miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven monedero ni bolsa ni sandalias; ni se detengan a saludar a nadie por el camino.

 »Cuando entren en una casa, digan primero: “Paz a esta casa.” Si hay allí alguien digno de paz, gozará de ella; y si no, la bendición no se cumplirá. Quédense en esa casa, y coman y beban de lo que ellos tengan, porque el trabajador tiene derecho a su sueldo. No anden de casa en casa.

»Cuando entren en un pueblo y los reciban, coman lo que les sirvan. Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes.” Pero cuando entren en un pueblo donde no los reciban, salgan a las plazas y digan: “Aun el polvo de este pueblo, que se nos ha pegado a los

pies, nos lo sacudimos en protesta contra ustedes. Pero tengan por seguro que ya está cerca el reino de Dios.” Les digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para ese pueblo.

»¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Si se hubieran hecho en Tiro y en Sidón los milagros que se hicieron en medio de ustedes, ya hace tiempo que se habrían arrepentido con grandes lamentos. Pero en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes. Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás levantada hasta el cielo? No, sino que descenderás hasta el abismo.

»El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió.»

 Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos:

—Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.

—Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo —respondió él—. Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.

 En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.”

Lee esta narración de cómo Jesús busca el desarrollo de sus seguidores. Anota tres cosas que te llamaron la atención respecto al proceso mediante el cual se busca el desarrollo de los demás en tu contexto.

¿Qué tal es el “triunfo” de los líderes en quienes inviertes tu tiempo cuando les das una tarea y vienen a darte el reporte de cómo va el proceso o de lo eficaces que fueron? ¿Cómo podrías incrementar el factor del “triunfo” en tu proceso de desarrollo?

Jesús utilizó la imagen de la cosecha y describió el valor de la mano de obra antes de que enviara a sus seguidores. ¿Cómo puedes enmarcar la visión al preparar y dotar a líderes en potencia y a

gente con influencia? ¿Qué métodos podrías emplear para hacer esto de manera más específica o más eficaz?

IMPACTO

En Mateo 20 vemos a una madre que busca el favor y una posición para sus dos hijos, Santiago y Juan. Su súplica por un reconocimiento para sus hijos no se basaba en su habilidad o en su capacidad sino el sueño y el deseo de una madre. Jesús utilizó esta experiencia como una oportunidad para enseñar que el liderazgo y la influencia están basados mucho más en la sumisión que en la posición.

Fíjate en cómo Jesús utiliza esto como una oportunidad para el crecimiento:

Mateo 20:25-28 (NVI)

“Jesús los llamó y les dijo:

—Como ustedes saben, los gobernantes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás; 28 así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.”

1. Jesús sirvió de ejemplo: Jesús utilizó esta oportunidad para decirles como el liderazgo que él enseña es el liderazgo de servicio. Destaca la necesidad de servir a los demás y no la necesidad de ser servido. Asimismo, lo ilustra como una realidad que da vida.

2. Jesús sirvió de mentor: No solamente le va dando forma Jesús al pensamiento de aquellos líderes que van creciendo, sino que les ayuda a ver lo que se debe valorar y cómo pueden vivir a partir de estos valores de la misma forma en la que él lo hace. La frase “Pero entre ustedes no debe ser así,” es una declaración poderosa que marca la diferencia que él quiere recalcarle a sus seguidores.

3. Jesús les esclarece el mensaje: Jesús no hace a un lado la grandeza como un destino inaceptable; al contrario, él le da un nuevo significado a la grandeza y le aclara a sus seguidores lo que significa y de qué manera se debe vivir. El tener cierta posición, el destacar, tener autoridad, mandar, ser un líder o la grandeza, todo esto se debe entender de una manera distinta en el reino de Dios.

Una lección interesante que podemos llevarnos a partir de esta experiencia es que Jesús no saca a Santiago y a Juan de su proceso de capacitación para los discípulos. Nos sería fácil mirar a estos hermanos como quien falló en este proceso. Podríamos hacer como Donald Trump y declarar que “quedan despedidos” y reemplazarlos en el programa con dos candidatos distintos. Pero Jesús se queda con ellos, está comprometido con su crecimiento y su desarrollo y sabe que ellos pueden tener un impacto en el futuro del reino.

El consultor de ministerio Bobb Biehl escribió ‘Treinta días hacia un liderazgo con seguridad”, allí ofrece una perspectiva en torno a cómo reflexionamos sobre los líderes en potencia y su eficacia. De ahí que él haga las siguientes preguntas:

¿En verdad creo que…

nadie quiere fallar? la gente hace lo que le parece más lógico? la gente que parece perezosa no lo es en realidad

(simplemente no han recibido la motivación adecuada)? todos buscan el mejoramiento personal? todos quieren lograr un cambio importante que sea

positivo?2

Yo (Tom DeVries) he encontrado que estas preguntas son precisas y certeras. En aquellos momentos en los que me frustro o me siento impotente, a menudo dejo de creer en la gente, una reacción que no es cierta o cuando menos está distorsionada.

¿Qué buscas en los futuros líderes y cómo te cercioras de que alguien tenga aquellas calidades o ese potencial para crecer?

¿Cómo mantienes tu fe en la gente, esperas lo mejor de ellos e inviertes en ellos aun cuando te impacientan o te frustran?

¿Qué esperas comunicar o ver crecer en las vidas de aquellos para quienes eres un modelo, para quienes eres un mentor y para aquellos a los que formas en su papel de futuros líderes?

REFLEXIONA

Bobb Biehl dice, “La satisfacción más grande en el liderazgo —aquel sentimiento del logro, que es más significativo cuando miras hacia atrás en el 2 Bobb Biehl, “30 Days to Confident Leadership” (Treinta días hacia un liderazgo con seguridad), (Nashville: Broadman and Holman, 1998).

pasado 10 o 20 o 50 años— es la satisfacción de haber formado gente…y puedes utilizar a la gente para llevar a cabo tus metas, pero aquel sentido de satisfacción no será nada a comparación de la profunda satisfacción que viene de elevar a los demás conforme cumples con tus metas.”

Cuando él hace esta declaración se tiene que hacer la siguiente pregunta, -en la cual puedes reflexionar o responder así:

¿En verdad estoy formando gente –o simplemente estoy realizando mi propio sueño y usando a las personas para lograrlo?

Toma un momento para que reflexiones de manera sincera y honesta, entonces comparte tu respuesta con tu compañero que te asesora.

Luego pregúntate, “¿Soy culpable de haber usado alguna vez a alguien para cumplir con un trabajo o lo veo como una oportunidad para dejar algo positivo en la vida de esa persona?

“Las personas quieren que se les reconozca, no que se les impresione. Quieren que se les aprecie como seres humanos, y no como cajas de resonancia del ego de los demás. Quieren ser el fin en sí mismas, y no el medio para satisfacer la vanidad de otros.”

Sydney J. Harris3

3 Sydney J. Harris, citado en Biehl, Treinta días hacia un liderazgo con seguridad.© Copyright 2015 Reformed Church Press; all rights reserved. Permission is granted for use in nonprofit and church settings.