volumen 77número 3 clÍnica - galiciaclinica.info · servicio de medicina interna chuo (ourense)...

48
GALICIA CLÍNICA Volumen 77 Número 3 Septiembre 2016 Revista trimestral de distribución gratuita Incluida en Latindex, IME-Biomedicina del CSIC, Dialnet, Dulcinea y Directory of Open Access Journals Virxe. Virgen de la Roca. Baiona. Pontevedra Autora: Yolanda Carbajales

Upload: doanthuy

Post on 28-Sep-2018

213 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

GALICIACLÍNICA

Volumen 77Número 3Septiembre 2016Revista trimestral de distribución gratuita

Incluida en Latindex, IME-Biomedicina del CSIC, Dialnet, Dulcinea y Directory of Open Access Journals

Virxe. Virgen de la Roca. Baiona. Pontevedra Autora: Yolanda Carbajales

Page 2: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Dr. Carlos Castiñeira PomboCentro de Saúde de Ares

Consulta telefónica en atención primaria

No teléfono do teu centro de saúdeNa web www.sergas.esOu no 902 077 333

Coa mesma calidade etempo de sempre

Sen desprazamentos

O teu médico pode atenderte por teléfono

Cando non é precisoacudir ao centro de saúde

Imagen portada: Virgen de la Roca. Baiona. Pontevedra Autora: Yolanda Carbajales.

Page 3: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 109 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 109

TIPO DE ARTÍCULOTIPO DE ARTÍCULO

GALICIACLÍNICA

Índice Summary

Incluida en Latindex, IME-Biomedicina del CSIC, Dialnet, Dulcinea y Directory of Open Access Journals

Revista oficial da Sociedade Galega de Medicina Interna (SOGAMI)Fundada en 1929 por el Dr. Aurelio Gutiérrez Moyano

DIRECTOR

José López Castro Servicio de Medicina Interna HCML (Lugo)

DIRECTORES ADJUNTOS

Ricardo Fernández Rodríguez Unidad de Enfermedades Infecciosas. Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense)

Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense)

COMITÉ EDITORIAL

Hortensia Álvarez Díaz Servicio de Medicina interna CHUF (Ferrol)

María Teresa Alves Pérez NECOM Universidad de Vigo (Vigo)

Emilio José Casariego Vales Servicio de Medicina Interna HULA (Lugo)

Antonio Javier Chamorro Fernández Servicio de Medicina interna CAUSA (Salamanca)

José Antonio Díaz Peromingo Servicio de Medicina Interna HCUS (Santiago de Compostela)

Javier de la Fuente Aguado Servicio de Medicina interna POVISA (Vigo)

Carlos González Guitián Servicio de Biblioteconomía CHUAC (A Coruña)

Miguel Marcos Martín Servicio de Medicina interna CAUSA (Salamanca)

Paula Pesqueira Fontán Servicio de Medicina interna Hospital Barbanza (A Coruña)

Ramón Rabuñal Rey Unidad de Enfermedades Infecciosas HULA (Lugo)

Hugo Guillermo Ternavasio de la Vega Serv. de Medicina interna CAUSA (Salamanca)

Jorge Luis Torres Triana Servicio de Medicina interna CAUSA (Salamanca)

COMITÉ CIENTÍFICO

Marianne Camargo Dpto. Internal Medicine Mount Sinai Medical Center (NYC)

José Luis Díaz Díaz Servicio de Medicina interna CHUAC (A Coruña)

Elena Fernández Bouza Servicio de Medicina interna CHUF (Ferrol)

María José García Pais Servicio de Medicina interna HULA (Lugo)

Juan Antonio Garrido Sanjuán Servicio de Medicina interna CHUF (Ferrol)

Arturo González Quintela Servicio de Medicina interna HCUS (Santiago de Compostela)

Fernando A. de la Iglesia Martínez Servicio de Medicina interna CHUAC (A Coruña)

José Masferrer Serra Servicio de Medicina interna HCV (Ourense)

Rafael Monte Secades Servicio de Medicina interna HULA (Lugo)

Julio Montes Santiago Servicio de Medicina interna. EOXI Vigo (Vigo)

Francisco Luís Lado Lado Servicio de Medicina interna HCUS (Santiago de Compostela)

José Domingo Pereira Andrade Servicio de Medicina interna CHUAC (A Coruña)

Antonio Pose Reino Servicio de Medicina interna HCUS (Santiago de Compostela)

Incluida en Latindex, IME-Biomedicina del CSIC, Dialnet, Dulcinea y Directory of Open Access Journals

Edita: SOGAMI / ISSN: 0304-4866 Depósito legal: C 3533-2008

www.galiciaclinica.info ISSN: 1989-3922 www.meiga.info

HEREDEROS DEL FUNDADOR DE GALICIA CLÍNICA

Luís Gutiérrez-Moyano Zimmermann Heredero del fundador de Galicia Clínica

Mercedes Gutiérrez-Moyano Zimmermann Heredera del fundador de Galicia Clínica

EDITORIAL110 Tratamiento de la dislipemia: un reto con implicación multidisciplinar

Treatment of dyslipidemia: a challenge with multidisciplinary involvement Vidal Pardo JI

REVISIÓN 113 Consenso Gallego Multidisciplinar sobre el Uso de Hipolipemiantes

Galician multidisciplinary consensus about the use of lipid-lowering drugsBotana López MA, Aneiros Díaz AM, Bouza Piñeiro P, Caamaño Isorna C, Castro Iglesias A, Díaz Díaz JL, Lago Deibe FI, Pérez Freijomil A, Rey Aldana D, Vázquez Rodríguez JM

ORIGINAL BREVE129 Edema Pulmonar de Re-expansão após pneumotórax

espontâneo primário – um caso fulminanteReexpansion pulmonary edema after primary spontaneous pneumothorax – a fulminant caseGuerreiro C, Chaves Ramos H, Brito U

BIOÉTICA PARA CLÍNICOS132 Mala praxis y fin de vida: ¿podemos hacerlo mejor?

López Castro J

CASOS CLÍNICOS134 Síndrome de DRESS asociado a Levetiracetam

A case of DRESS Syndrome associated to LevetiracetamMoreno Díaz J, Martínez Huguet C, Arazo Garcés P

137 Episodic facial edema as a presentation of pleomorphic adenoma – case reportMartins F, Pereira E

139 Envolvimento Pulmonar no Síndrome de SjögrenPulmonary involvement in Sjögren’s SyndromeMoura S, Pereira C

140 Carcinoma adenóide cístico da traqueia, a propósito de um caso com sobrevida longaTracheal Adenoid Cystic Carcinoma: Long Survival Case ReportReis M, Martelo F, Bravio I, Reis J

142 Hemangioendotelioma epitelial: um tumor raro com apresentação atípicaEpithelioid Hemangioendothelioma: a rare tumor with atypical presentationReis M, Tavares A, Ferreira L, de Carvalho L

IMÁGENES EN MEDICINA145 Doença de Von Hippel-Lindau

Von Hippel-Lindau diseaseCarvalho M, Braz V

146 Tumefação cervical direitaRight neck swellingPaiva P, Louro A

147 Claudicação e acrocianose dos membros superiores en mulher de 56 anosClaudication and acrocyanosis of the upper limbs in women 56 yearsPaiva P, Louro A

148 Pioderma gangrenoso como primeira manifestação de doença sistémicaGangrenous pyoderma as a first expression of systemic diseaseEstrela S, Santos P

CARTAS AL DIRECTOR149 Linfoma angioinmunoblástico de células T

Angioimmunoblastic T cell lymphomaGargantilla P, Martín BM, Pintor E

Imagen portada: Virgen de la Roca. Baiona. Pontevedra Autora: Yolanda Carbajales.

Page 4: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

Tratamiento de la dislipemia: un reto con implicación multidisciplinarTreatment of dyslipidemia: a challenge with multidisciplinary involvement

Vidal Pardo JIUnidad de Lípidos -S. de EndocrinologíaHospital Universitario Lucus Augusti

La alta prevalencia de la enfermedad cardiovascu-lar (ECV) y su repercusión mórbida, 18 millones de muertes al año y un número similar de eventos no fatales1, justifica que la prevención y el tratamiento de las mismas constituyan uno de los principales retos a los que se enfrenta la medicina en la actua-lidad. Galicia se encuentra entre las comunidades con mayor tasa de mortalidad cardiovascular en nuestro país.El papel protagonista que juega la hiperlipemia en la ECV ha sido ampliamente demostrado en numerosos estudios, así como la importancia de su tratamiento tanto en prevención primaria como secundaria. Existen numerosas guías para el ma-nejo de la dislipemia y prevención cardiovascular publicadas por distintas sociedades. En el presente número se recoge el “Consenso Gallego Multidisciplinar para el uso de hipolipe-miantes”, avalado por 10 sociedades científicas de Galicia involucradas en el problema. El mero hecho de su realización ya nos parece un esfuerzo digno de elogio, pero tras su lectura se deduce un enorme interés práctico para el enfoque terapéu-tico de estos pacientes y para la sanidad pública de nuestra comunidad.De acuerdo con las guías y recomendaciones existentes, la índole y la intensidad de las inter-venciones preventivas de la ECV deben ajustarse al nivel de riesgo. En el consenso se recogen las pautas de las guías ESC/EAS y la estimación de riesgo, mediante el sistema SCORE, al igual que lo ha hecho el Comité Español Interdisciplinario de Prevención Cardiovascular. Este posicionamiento nos parece un acierto, frente a la confusión que había creado la del American College of Cardio-logy/American Heart Association(ACC/AHA) del 2013 y como en el documento se comenta.Asímismo nos parece muy útil la recopilación de objetivos y pautas de tratamiento en prevención primaria y secundaria y en distintos situaciones

agrupadas por patologías, lo cual redundará en un uso más racional de los fármacos con bene-ficio para el paciente y para la sostenibilidad del sistema sanitario.El arsenal terapéutico disponible incluye el trata-miento convencional, basado en estrategias de modificación del estilo de vida y la dieta junto con medicamentos hipolipemiantes, principalmente estatinas. Otros tratamientos disponibles son eze-timiba (combinada con estatinas o en monotera-pia en casos de intolerancia a las estatinas o si están contraindicadas), fibratos y secuestradores de ácidos biliares. Existe evidencia con resultados demostrados no solamente en la mejora del pa-trón lipídico, basada fundamentalmente el la re-ducción del LDL colesterol, sino que también han demostrado clara reducción de eventos. La mayo-ría de ellos realizados con estatinas, sin olvidar la aportación del estudio IMPROVE-IT en prevención secundaria con ezetimibe. La elección adecuada del fármaco y la dosis que mejor se adecúe a cada paciente y su perfil lipídico, basada en el coste-be-neficio, es una exigencia que no podemos sosla-yar y en la que nos parece adecuado insistir.Conviene recordar que el tratamiento de estos pa-cientes debe realizarse de forma global, conside-rando al tiempo el control de otras enfermedades y factores de riesgo cardiovascular, frecuentemen-te asociados. Ello implica el refuerzo en las medi-das de modificación de estilo de vida y dieta, no siempre fácil de conseguir.En la mayoría de los casos son pacientes “polime-dicados”, en los cuales la adherencia al tratamien-to es un problema habitual. Para mejorarla nos parece fundamental el consensuar el tratamiento con el paciente, tras una detallada discusión de los beneficios, costes y riesgos, tanto de las me-didas higiénico dietéticas como de los fármacos. Este es un aspecto en el que la NICE hace espe-cial hincapié2, en estas y en otra patologías, y con

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Vidal Pardo JI Tratamiento de la dislipemia: un reto con implicación multidisciplinar. Galicia Clin 2016; 77 (3): 110-111

Recibido: 20/05/2016; Aceptado: 7/06/2016

EDITORIAL

Page 5: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 111 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 110-111

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aVidal Pardo JI

En definitiva, para la práctica clínica habitual, po-demos obtener importante mejoría en la disminu-ción del riesgo con el arsenal terapéutico conven-cional, convenientemente utilizado. Un abordaje multidisciplinar, integrado, adaptado a la situación clínica del paciente nos parece el enfoque ideal para las dislipemias. La aparición del presente consenso de las so-ciedades científicas gallegas constituirá una he-rramienta útil para el beneficio de los pacientes y para la sostenibilidad del sistema sanitario, felici-tándonos por ello y agradeciendo la iniciativa a los autores.

Bibliografía1. GBD 2013 Risk factors collaborators. Global, regional, and national comparative risk

assessment of 79 bahavioural, environmental and occupational, and metabolic risks or clusters of risks in 188 countries, 1990-2013: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study2013. Lancet 2015; 386:2287-323.

2. Rabar S, Harker M, O´FlynnN, WierzbickiAS. Guideline Development Group. Lipid modification and cardiovascular risk assessment for the primary and secondary pre-vention of cardiovascular disease:summary of updated NICE guidance. BMJ 2014; 349g4356.

3. Yusuf S, Bosch J, Dagenais G, Zhu J, Xavier D, Liu L, Pais P, López-Jaramillo P, Leiter LA, Dans A, Avezum A, Piegas LS, Parkhomenko A, Keltai K, Keltai M, Sliwa K, Peters RJ, Held C, Chazova I, Yusoff K, Lewis BS, Jansky P, Khunti K, Toff WD, Reid CM, Varigos J, Sanchez-Vallejo G, McKelvie R, Pogue J, Jung H, Gao P, Diaz R, Lonn E; HOPE-3 Investigators. Cholesterol Lowering in Intermediate-Risk Persons without Cardiovascular Disease. N Engl J Med. 2016 Apr 2.

4. Pijlman AH, Huijgen R, Verhagen SN, Imholz BP, Liem AH, Kastelein JJ, Abbink EJ, Stalenhoef AF, Visseren FL. Evaluation of cholesterol lowering treatment of patients with familial hypercholesterolemia: a large cross-sectional study in The Netherlands.Atherosclerosis. 2010 Mar;209(1):189-94.

5. Vidal Pardo JI, Pérez Castro TR, López Álvarez XL, García Soidán FJ, Santiago Pérez MI, Muñiz J. Quality of care of patients with type-2 diabetes in Galicia (NW Spain) [OBTEDIGA project]. Int J Clin Pract. 2011;65(10):1067-75.

6. De la Sierra A, Pintó X, Guijarro C, Miranda JL, Callejo D, Cuervo J, Subirà R, Rubio M. Prevalence, Treatment, and Control of Hypercholesterolemia in High Cardiovascular Risk Patients: Evidences from a Systematic Literature Review in Spain. Adv Ther. 2015;32(10):944-61.

7. Documento de Consenso de la SEA (Sociedad Española de Arteriosclerosis) sobre las indicaciones de los Inhibidores de PCSK9. Clinica e Investigacion en Arteriosclerosis. 2016.doc on line.

8. Brown WV, Moriarty PM, McKenney JM. JCL roundtable: PCSK9 inhibitors in clinical practice. J Clin Lipidol. 2016;10(1):5-14.

buenos resultados en la adherencia del paciente.Existen en este campo muchos temas abiertos al debate. Uno de ellos es el de la prevención pri-maria en sujetos sanos, que viene derivado del amplio uso de estatinas y su efectividad. Muy re-cientemente se ha publicado el estudio HOPE-33 realizado en pacientes de riesgo intermedio, en prevención primaria y con niveles de lípidos den-tro de la normalidad; en él se observa el efecto beneficioso de la reducción de LDL colesterol con una estatina, en la reducción de ECV también en este grupo, en un periodo de seguimiento medio de 5,6 años y consistente con la reducción logra-da en poblaciones de riesgo. Si esto debe trasla-darse a la clínica diaria es una cuestión que debe asentarse sobre evidencias añadidas y siempre valorando el coste-beneficio y que sea asumible por los sistemas sanitarios.Otro aspecto a considerar es la dificultad del logro de objetivos en determinadas poblaciones, no so-lamente en las hipercolesterolemia familiar, lo cual también se ha constatado en nuestro medio4-6. Es importante comprender el origen y la magnitud antes de planificar intervenciones adicionales con el fin de alcanzar los niveles objetivos de LDL y re-ducir la carga de los acontecimientos CV y muer-tes asociadas.Para la hipercolesterolemia familiar y en otras muy determinadas situaciones, la FDA y la EMA han aprobado recientemente el uso de fármacos hi-polipemiantes de nueva generación (anticuerpos monoclonales inhibidores de la proproteína con-vertasa subtilisina/kexina de tipo 9, PCSK9), que también han sido autorizados por la administra-ción española (AEMPS). De indudable eficacia de-mostrada en ensayos clínicos, por las caracterís-ticas de los fármacos y el coste, su uso debería restringirse a unidades clínicas especializadas en el manejo de esta patología y tras una rigurosa se-lección de los casos7,8.

"La aparición del presente consenso de las sociedades científicas gallegas constituirá una

herramienta útil para el beneficio de los pacientes y para la sostenibilidad del sistema sanitario"

Page 6: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aGa

licia

Clín

ica

| So

cied

ade

Gale

ga d

e M

edic

ina

Inte

rna

Título artículoTÍTULO SECCIÓN

Un equipo interdisciplinar dirigido por el Doctor Angel Carracedo de más de 100 investigadores, así como ochenta médicos implicados en la recogida de datos clínicos en los hospitales públicos gallegos.

El programa desarrolla proyectos de investi-gación de medicina personalizada en cuatro áreas de investigación:

- Cáncer

- Enfermedades neurológicas

- Enfermedades psiquiátricas

- Enfermedades cardiovasculares

Apoyo a la investigación científica como pilar del desarrollo económico y social de Galicia

Programa de investigación en farmacogenética, puesto en marcha por la Fundación Barrié de la Maza, la Universidade de Santiago USC y la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica. Un proyecto liderado y desarrollado desde Galicia.

Financiado íntegramente por la Fundación Barrié con 1.300.000 €

Page 7: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

| 113 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aREVISIÓN

Consenso Gallego Multidisciplinar sobre el Uso de Hipolipemiantes

Galician multidisciplinary consensus about the use of lipid-lowering drugs

Botana López MA1, Aneiros Díaz AM9, Bouza Piñeiro P8, Caamaño Isorna C3, Castro Iglesias A10, Díaz Díaz JL7, Lago Deibe FI2, Pérez Freijomil A6, Rey Aldana D4, Vázquez Rodríguez JM5

1 Sociedad Gallega de Endocrinología, Nutrición y Metabolismo2 Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (AGAMFEC)3 Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria4 Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria – Galicia (SEMERGEN-Galicia)5 Sociedad Gallega de Cardiología6 Sociedad Gallega de Médicos Generales y de Familia (SEMG Galicia)7 Sociedad Gallega de Medicina Interna8 Sociedad Gallega de Nefrología9 Sociedad Gallega de Neurología10 Sociedad Gallega Interdisciplinaria del SIDA

IntroducciónLas enfermedades cardiovasculares (ECV) constituyen la principal causa de morbilidad y mortalidad mundial1. Cada año fallecen más personas por ECV que por cualquier otra causa. Se calcula que en 2012 murieron por ECV 17,5 mi-llones de personas, lo cual representa un 30% de todos los decesos registrados en el mundo2.Según datos del INE sobre las causas de mortalidad del año 2013, la enfermedad cardiovascular sigue manteniéndose como la primera causa de defunción en España (30,1%) por encima del cáncer (28,44%) y de las enfermedades res-piratorias (10,9%). Por comunidades autónomas, Galicia (33,73%), Andalucía (32,99%) y Asturias (32,81%) son las que cuentan con un porcentaje de mortalidad por causa car-diovascular más elevado, mientras que Canarias (22,85%), Madrid (26,30%) y País Vasco (27,48%) son las de menor mortalidad cardiovascular.Estas pérdidas humanas suponen también un daño econó-mico sustancial que se calcula en torno al 2% del PIB tanto para Estados Unidos como para Europa3.La ECV está fuertemente relacionada con el estilo de vida, en especial con el consumo de tabaco, hábitos de vida poco saludables, la inactividad física y el estrés psicoso-cial4. Según la OMS, con cambios adecuados del estilo de vida se podrían prevenir más de tres cuartas partes de la mortalidad cardiovascular5.Los estudios epidemiológicos muestran una clara relación entre las cifras de colesterol total en suero y el riesgo cardiovascular6.El consumo de hipolipemiantes en España ha pasado de 18,9 dosis diarias por mil habitantes día (DHD) en el año 2000 a 102,6 DHD en el año 2012, lo que supone un incremento del 442%7. Las estatinas son los fármacos más utilizados, repre-

sentando un 89,3% del consumo de hipolipemiantes en 20127.Las estatinas han sido el grupo de hipolipemiantes más con-sumidos a lo largo de todo el periodo de estudio, con 14,7 DHD en 2000 y 91,6 DHD en 2012 (incremento de 522%). El fármaco más utilizado durante todo el periodo de estudio fue la atorvastatina, que ha pasado de 3,8 DHD en 2000 a 42,8 DHD en 2012 (incremento de 1012%). También hay que destacar la simvastatina como segunda estatina más consumida a lo largo de este periodo, con 3,4 DHD en 2000 y 29,6 DHD en 2012. Atorvastatina y simvastatina represen-taron en 2012 el 78,2% del consumo del total de estatinas7.El consumo de fibratos ha disminuido respecto al consumo to-tal de hipolipemiantes del 19,4% en 2000 al 5,9% en 20127.El resto de hipolipemiantes (“otros hipolipemiantes”) repre-sentaron el 4,8% del consumo total en 2012, destacando ezetimiba y ácidos grasos omega 37.Según datos internos del SERGAS en 2014 la atorvastatina fue el segundo principio activo más prescrito después del omeprazol, representando un 3,33% de todos los envases dispensados y un 2,44% de la facturación total del SERGAS. Las guías Europeas para el manejo de la Dislipemia y Preven-ción Cardiovascular, publicadas respectivamente en 2011 y 2012 por un comité conjunto de ESC/EAS (European Society of Cardiology/European Atherosclerosis Society)8,9 han tenido bue-na acogida en España, con diversas iniciativas para fomentar su aplicación. A finales del 2013, se publicó la guía del American College of Cardiology/American Heart Association (ACC/AHA)10 que inmediatamente ha generado polémica a ambos lados del Atlántico. Su abandono de las concentraciones de colesterol como objetivo a alcanzar y su visión de las estatinas como fár-macos que reducen el riesgo cardiovascular rompió con déca-

Como citar este artículo: Botana López MA, Aneiros Díaz AM, Bouza Piñeiro P, Caamaño Isorna C, Castro Iglesias A, Díaz Díaz JL, Lago Deibe FI, Pérez Freijomil A, Rey Aldana D, Vázquez Rodríguez JM Consenso Gallego Multidisciplinar sobre el Uso de Hipolipemiantes. Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Recibido: 16/04/2016; Aceptado: 10/05/2016

Page 8: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 114 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

REVISIÓN Consenso Gallego Multidisciplinar sobre el Uso de Hipolipemiantes

do a largo plazo). Por este motivo, son de especial utilidad las tablas de riesgo relativo específicas para este colectivo1,2. Por otro lado, los pacientes mayores, fundamentalmente los varones, que solo por la edad tendrían una estimación de riesgo absoluto superior al 5 o al 10% según las tablas SCO-RE, lo que puede conducir a sobretratar a este colectivo. Por otra parte, si queremos conocer el riesgo que tiene un paciente de sufrir un evento cardiovascular no mortal, se esti-ma que éste es 3 veces mayor al riesgo obtenido por SCORE.Debemos establecer el nivel de riesgo cardiovascular de cada paciente y determinar, en función del mismo, un ob-jetivo terapéutico en base al c-LDL según la ESC/EAS1. De esta forma identificaremos los siguientes grupos de riesgo:

Riesgo muy alto:· Enfermedad cardiovascular establecida.

· DM1 o DM2 con más de un factor de riesgo cardiovascu-lar o lesión de órgano diana.

· Enfermedad renal crónica (ERC) grave (TFG < 30 ml/min/1,73 m2).

· SCORE ≥ 10%.

Riesgo alto:· Factores de riesgo específicos marcadamente elevados,

como dislipemia familiar aterogénica e hipertensión grave.

· DM1 o DM2, pero sin factores de riesgo cardiovascular, ni lesión de órgano diana.

· ERC moderada (TFG 30-59 ml/min/1,73 m2).

· SCORE ≥5% y <10%.

Riesgo moderado:

· SCORE ≥1% y <5%.

Riesgo bajo:

· SCORE <1%.

No existe un consenso absoluto sobre cuál debe ser el ob-jetivo de tratamiento entre las diferentes guías de práctica clínica2,3,4,5. La guía ESC/EAS continúa definiendo los objeti-vos terapéuticos según los niveles de colesterol unido a lipo-proteínas de baja densidad (c-LDL), basada en los resultados del Cholesterol Treatment Trialists Collaboration (CTT)6,7, que confirmó que la reducción de la enfermedad cardiovascular depende fundamentalmente de la disminución de las cifras de c-LDL. Una reducción de c-LDL de 1 mmol/l (~40 mg/dL) se asocia con un descenso estimado del 20% en los eventos cardiovasculares.Según estas guías, los objetivos terapéuticos son los siguientes:

· Para pacientes con un riesgo cardiovascular bajo y pa-cientes con riesgo moderado, el colesterol plasmático total deber ser <5 mmol/l (190 mg/dL) y el cLDL, <3 mmol/l (115 mg/dL).

· Pacientes con riesgo alto, el objetivo terapéutico re-comendado es llegar a cifras de cLDL <100 mg/dL (<2,5 mmol/l).

das de recomendaciones. Él método del cálculo de riesgo de las guías y los umbrales de tratamiento recomendados han sido criticados casi de inmediato. Según la revista JAMA su apli-cación supondría 923 millones de personas a tratamiento con estatinas (estatinización de la sociedad)11.En medio de esta polémica, este grupo de trabajo es partida-rio de seguir manteniendo objetivos de tratamiento en fun-ción de las concentraciones de cLDL, a excepción de deter-minadas situaciones como en la enfermedad renal crónica.En Julio de 2014 National Institute for Health and Care Ex-cellence (NICE) publicó una nueva actualización de su guía de práctica clínica de prevención primaria y secundaria de la enfermedad cardiovascular12. Dicha publicación ha avivado más el debate a nivel internacional. Los aspectos más con-trovertidos son la disminución del umbral de riesgo de per-sonas sanas y favorecer el uso de atorvastatina frente otras alternativas. Con las nuevas recomendaciones, el número de pacientes a tratamiento se incrementaría en 4,5 millones de personas en el Reino Unido12.Los perfiles de riesgo y la importancia de los factores de riesgo difieren entre las poblaciones y debemos ser muy cuidadosos a la hora de aplicar a una sociedad recomenda-ciones elaboradas para otra.. Debemos evitar las extrapola-ciones. Experiencias anteriores muestran que herramientas previas como las guías de cálculo de riesgo Framingham y de la ATP III (Third Adult Treatment Panel)13 se adaptaron y adoptaron de forma extensa en todo el mundo.Además, el estudio sobre la seguridad de los pacientes en atención primaria en España (APEAS), establece que el 48,2% de los efectos adversos observados están relaciona-dos con la medicación14.En respuesta a esta situación se presenta este documento, cuyo propósito es proporcionar información científica, ob-jetiva, completa y actualizada a los profesionales sanitarios para ayudarles en la toma de decisiones en diferentes situa-ciones, con dos objetivos claros: el beneficio del paciente y la sostenibilidad del sistema sanitario.

Definición de objetivos de tratamientoLa aplicación exclusivamente de medidas preventivas pobla-cionales para el control de las enfermedades cardiovascula-res no es un objetivo real. Por consiguiente, la identificación del paciente en alto riesgo es esencial para iniciar medidas preventivas más intensas y optimizar la relación coste-efec-tividad de los tratamientos hipolipemiantes.En las últimas guías de práctica clínica ESC/EAS sobre el manejo de las dislipemias, se aconseja estimar el riesgo car-diovascular mediante el sistema SCORE, que está basado en series de datos de cohortes europeas, representativas de nuestra población. Este sistema estima el riesgo a 10 años de un primer evento arterioesclerótico mortal1,2.El sistema SCORE presenta limitaciones. Por un lado los pa-cientes jóvenes, que pueden tener un riesgo absoluto bajo, pero que presentan un riesgo relativo elevado (riesgo eleva-

Page 9: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 115 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aBotana López MA, et al

· Pacientes de muy alto riesgo, el objetivo terapéutico es alcanzar cifras de cLDL <70 mg/dL (<1,8 mmol/l) o una reducción ≥50% del valor inicial.

La modificación del estilo de vida es un pilar fundamental del tratamiento del paciente con dislipemia y para el manejo del riesgo cardiovascular total. Debemos recomendar a todos los pacientes las siguientes modificaciones8:

· La dieta debe ser variada, con una ingesta calórica adaptada a cada individuo para evitar el sobrepeso y la obesidad.

· Se promoverá el consumo de fruta, verduras, legum-bres, frutos secos, cereales, panes integrales y pesca-do (especialmente azul)

· La grasa saturada se sustituirá por los alimentos men-cionados antes y por grasas monoinsaturadas y poliin-saturadas de origen vegetal.

· La ingesta de sal debe reducirse a menos de 5 g/día, evitando el consumo de sal de mesa.

· Recomendaremos moderación en el consumo de alco-hol (<10-20 g/día a las mujeres y <20-30 g/día a los varones); los pacientes con hipertrigliceridemia deben abstenerse de consumir alcohol.

· Debe limitarse la ingesta de bebidas (especialmente refrescos) y alimentos con azúcar añadido, especial-mente los pacientes con hipertrigliceridemia.

· Debe promoverse la actividad física con el objetivo de alcanzar la práctica de ejercicio regular durante al me-nos 30 min/día todos los días.

· Debe evitarse el consumo y la exposición a productos del tabaco.

Tratamiento de las dislipemias en prevención primariaEn prevención primaria, la promoción de estilos de vida salu-dable a través de la dieta y la actividad física y el abandono del tabaco deben permanecer como actividades preferentes. En prevención primaria las estatinas, al cabo de 5 años, reducen de forma moderada la mortalidad total así como los eventos co-ronarios y cardiovasculares, los ictus y las revascularizaciones1. El metaanálisis del grupo Cholesterol Treatment Trialists Co-llaborators (CTT)2 concluye que la evidencia apoya el bene-ficio de las estatinas en prevención primaria, independiente-mente de la edad, sexo o nivel de c-LDL basal. Este análisis ha sido criticado por cuestiones metodológicas. Muchos de los grandes ensayos clínicos con estatinas adolecen de un sesgo de selección y los efectos adversos graves tampoco se recogieron siempre de forma adecuada. Por tanto, en las personas de riesgo cardiovascular bajo el beneficio es escaso, lo que unido a la posibilidad de efectos adversos a largo plazo hace que la relación beneficio/riesgo probablemente no sea tan favorable. A finales de 2013 se actualizaron las guías americanas ATP-IV4, que ya han sido comentadas y con las que este grupo de trabajo no está completamente de acuerdo.

Como ya se ha comentado las nuevas guías NICE5 también incrementan de forma significativa la necesidad de trata-miento. Recomiendan:

· Discutir con el paciente los beneficios que supone la modificación del estilo de vida y ofrecerle la oportunidad de volver a evaluar su riesgo después de que han tratado de cambiar su estilo de vida. Si la modificación del estilo de vida resulta ineficaz o inapropiada después de la eva-luación de riesgos, ofrecer tratamiento con estatinas.

· Ofrecer atorvastatina 20 mg o equivalente para la prevención primaria de las enfermedades cardiovas-culares a las personas que tienen un riesgo de desa-rrollar ECV a los 10 años de 10% o mayor (estima-do con QRISK2: http://www.heartscore.org/Pages/ welcome.aspx).

· En las personas con diabetes tipo 1: ofrecer estatinas para la prevención primaria a los pacientes de más de 40 años y con un tiempo de evolución de la diabetes superior a 10 años, así como a aquellos con nefropatía establecida o con otros factores de riesgo CV.

· En las personas con diabetes tipo 2: ofrecer estatinas para la prevención primaria a las personas con diabe-tes tipo 2 que tienen un riesgo CV³ 10% (estimado con QRISK2).

El Comité Español Interdisciplinario de Prevención Cardiovascular y la Sociedad Española de Cardiología aconseja (enero de 2015) seguir usando las guías europeas de prevención cardiovascular de 2012 basadas en SCORE, pues tienen una mejor evidencia que las anteriores. Las po-blaciones a las que se refieren las guías americanas y NICE son muy diferentes de las españolas, y su riesgo cardiovas-cular es 3-4 veces superior por lo que tienen una dudosa aplicabilidad en nuestro medio.La guía europea ofrece unas pautas de estratificación del ries-go mucho mejor validadas que la propuesta estadounidense y la sugerida por la NICE evitando así un riesgo evidente de tra-tamiento farmacológico innecesario en prevención primaria, sobre todo en personas mayores. Creemos que sus mensajes son más adecuados para el entorno español y previenen un posible sobretratamiento en prevención primaria.

Uso de hipolipemiantes en cardiopatía isquémica y arteriopatía periférica (prevención secundaria)El cLDL es el indicador de respuesta al tratamiento más utili-zado en los ensayos clínicos que han analizado los efectos de la terapia hipolipemiante en pacientes con enfermedad car-diovascular conocida. Se ha estimado que una reducción de 40 mg/dl en la concentración de cLDL se acompaña de una reducción del 22 % en la morbimortalidad cardiovascular1. En los pacientes de muy alto riesgo de un evento coronario (los pacientes con cardiopatía isquémica) el objetivo recomendado

Page 10: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 116 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

por la Sociedad Europea de Cardiología es una concentración de cLDL menor o igual a 70 mg/dl o una reducción mayor del 50 % de los valores previos. Si dudamos de la estimación del cLDL podemos utilizar como objetivo el colesterol no HDL (di-ferencia entre el colesterol total y cHDL) que ha de ser menor o igual a 100 mg/dl en los pacientes de muy alto riesgo2. En los pacientes con arteriopatía periférica se considera in-dicado el tratamiento con estatinas para mantener un cLDL inferior a 100 mg/dl, aunque de manera óptima debería es-tablecerse un objetivo de cLDL menor de 70 mg/dl3.Los pacientes con un síndrome coronario agudo deben ser tra-tados con estatinas a dosis altas durante su hospitalización, independientemente de los niveles de colesterol. En los pacien-tes con antecedentes de IAM se recomienda el tratamiento far-macológico aún cuando el cLDL basal sea inferior a 70 mg/dl4.El estudio IMPROVE-IT5 ha mostrado que la asociación de ezetimibe (10 mg/dia) y simvastatina (40 mg/dia) en pacien-

tes que han sufrido un síndrome coronario agudo en los úl-timos diez días, produce una mayor reducción de colesterol LDL y de eventos cardiovasculares cuando se compara con simvastatina (40 mg/dia) en monoterapia.

La arteriopatía periférica que afecta a las arterias de los miembros inferiores se considera equivalente a la enferme-dad coronaria y es indicación de tratamiento hipolipemiante. No está claro el beneficio del tratamiento hipolipemiante en pacientes con aneurisma de la aorta abdominal ni arterio-patía en otras localizaciones (ej., en las arterias retinianas).

Prevención secundaria en el ictus isquémicoLa reducción de los niveles de colesterol en sangre ha resulta-do beneficiosa en la prevención secundaria del Ictus isquémi-co, siendo menos evidente en la prevención primaria1,2.

Los niveles de cLDL se asocian de forma independiente al riesgo de ictus3. Otras fracciones lipídicas también se aso-

REVISIÓN Consenso Gallego Multidisciplinar sobre el Uso de Hipolipemiantes

Tabla 1. Posicionamiento y recomendaciones del Comité Español Interdisciplinario de Prevención Cardiovascular y la Sociedad Española de Cardiología sobre manejo y tratamiento de las dislipemias.

Prevención primariaRiesgo alto: SCORE ≥5- Un solo factor de riesgo muy elevado (p.e. dislipemias

familiares, hipertensión arterial grave) ≥180 sistólica o ≥110 diastólica, pacientes con cifras aisladas de colesterol superiores a 320mg/dL y/o a 240mg/dL de c-LDL.

- DM1 o DM2 sin otros FRCV ni daño de órgano diana.

- Enfermedad renal crónica moderada (FGe, 30-59 ml/min/1,73 m2).

Objetivo terapéutico recomendado: cLDL <100 mg/dL (<2,5 mmol/l).

No existe evidencia sólida que respalde los umbrales o puntos de corte para definir las categorías de riesgo.El balance riesgo-beneficio y el coste-efectividad del tratamiento con estatinas es menos claro cuanto menor es el riesgo cardiovascular basal.

Riesgo moderado (SCORE ≥1-<5%).Riesgo bajo (SCORE <1%).

Objetivo terapéutico recomendado:- colesterol total <190 mg/dL - cLDL <115 mg/dL

Las tablas deben estar basadas en población autóctona.La guía estadounidense incluye poblaciones de características y riesgos muy diferentes a la población española.

Calculadoras para la estimación del riesgo cardiovascular.

En España se sigue recomendado el uso de las tablas europeas SCORE para países de bajo riesgo

Empleo de fármacos distintos de las estatinas. Considerar inhibidores de la absorción como ezetimiba o resinas, además de estatinas, como tratamiento combinado para lograr los objetivos de cLDL.La hipertrigliceridemia y/o el cHDL bajo son factores de riesgo independientes a tener en cuenta. Requieren una modificación intensa del estilo de vida y considerar fármacos (fibratos) si persisten. Otra opción para reducir los triglicéridos son los ácidos grasos omega-3.

La hipertrigliceridemia moderada se asocia con mayor riesgo cardiovascular que la más grave (triglicéridos > 900 mg/dL), que es un factor de riesgo de pancreatitis que requiere tratamiento per se (fibratos).

Tabla 2. (tomada de Clin Invest Arteriosc. 2012; 24:30-39).

Los miembros del grupo que ha elaborado este consenso creen que esta tabla es la que mejor refleja las características comparativas de las diferentes estatinas que actualmente están disponibles en el mercado español. Los datos de la tabla han sido obtenidos de estudios de eficacia individual de las estatinas y no de comparaciones entre ellas. Las dosis más elevadas de simvastatina y de rosuvastatina no son recomendadas. Considerar la asociación de ezetimiba cuando sea preciso llegar a dichas dosis.

Page 11: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 117 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a cian a riesgo vascular; los triglicéridos, cHDL y lipoproteína a. Diversos estudios en prevención secundaria no han de-mostrado eficacia en combinaciones de estatinas con niaci-na, ni del uso de fármacos que aumentan cHDL4,5.Las estatinas ejercen un efecto independiente de la reduc-ción de la concentración cLDL, llamado efecto pleiotrópico, sobre la pared vascular. La reducción del grosor íntima-me-dia, que se relaciona directamente con riesgo vascular ate-rotrombótico, es mayor con estatinas a altas dosis6. También favorecen al aumento del óxido nítrico (vasodilatación), tie-nen efecto antioxidante, antiexcitotóxico, favorecen la diso-lución del trombo y promueven la angiogénesis7,8.En la fase aguda del ictus las estatinas favorecen la recupe-ración en todos los tipos de ictus isquémico, siendo mayor si se usan dosis altas9.Se han realizado numerosos estudios de prevención secunda-ria en pacientes con eventos cardíacos, si bien hay un único estudio prospectivo y aleatorizado sobre estatinas e ictus, el estudio SPARCL, publicado en el año 200610. Demostró que, tras sufrir un ictus isquémico o AIT, la toma de 80 mg/día de atorvastatina reducía en un 16% el riesgo de ictus frente a placebo. Esta disminución se produjo a expensas de una re-ducción del 43% en la probabilidad de presentar un ictus fatal, y resultó no significativa para el ictus no fatal. Este beneficio se mantuvo los 5 años que duró el seguimiento. La mortalidad global y cardiovascular no fue diferente entre ambos grupos, con un aumento de ictus hemorrágicos no fatales en el grupo de estatinas (2.3% vs 1.4%). Se evitaría un nuevo ictus is-quémico por cada 53 pacientes tratados durante 5 años, sin reducción de la mortalidad, a expensas de sufrir un ictus he-morrágico por cada 112 pacientes tratados. En análisis poste-riores11 se ha observado un mayor beneficio en pacientes con estenosis carotídea, se mantiene el beneficio y seguridad en pacientes mayores de 65 años y no se detectó mayor riesgo de hemorragia con niveles bajos de cLDL.Se recomienda, por tanto, el uso de estatinas en la fase aguda del ictus isquémico o AIT, independientemente de su causa (pequeño vaso, gran vaso o cardioembólico).En prevención secundaria recomendamos el uso de atorvas-tatina a dosis de 80 mg/d, disminuyendo la dosis en caso de riesgo de interacción farmacológica, efectos adversos o por preferencia del paciente. A partir de los 6 meses del tratamiento se recomienda evaluar el objetivo de reducción de >40% del nivel inicial de colesterol LDL12.El objetivo de reducción de cLDL en prevención secundaria del ictus isquémico/AIT es alcanzar niveles de <70mg/dl o la re-ducción de al menos el 50% con respecto a las cifras basales.

Tratamiento farmacológico hipolipemiante en ancianosComo en pacientes más jóvenes, antes de plantear el trata-miento hipolipemiante en ancianos, es importante considerar la existencia de causas secundarias, que deberán ser corregi-das cuando sea posible, como son las enfermedades renales

y hepáticas, el hipotiroidismo, así como el uso de determina-dos fármacos como algunos hipotensores o antipsicóticos1.Las estatinas han demostrado de manera consistente que reducen el riesgo de eventos y muertes coronarias en pre-vención secundaria2. Datos del estudio SPARCL, realizado en pacientes con ictus o AIT reciente, también demostraron la eficacia de estatinas en la reducción de ictus en mayores de 65 años3. En prevención primaria los datos no son tan con-cluyentes, aunque un metaanálisis específicamente realiza-do en pacientes mayores de 65 años en PP concluye que el tratamiento con estatinas disminuye los ictus (NNT 42 en un año) e infartos (NNT 24 en un año) pero no la mortalidad cardiovascular ni la total4.A partir de 80-85 años las pruebas para tratar este grupo de edad son escasas. Se usará el juicio clínico, ponderando la relación riesgo/beneficio junto con los deseos del paciente5.La ausencia de datos para pacientes mayores en las tablas de riesgo CV hace que sea muy importante considerar la presencia de datos de arteriopatía subclínica, como el aumento del grosor de la intima media de la carótida, la presencia de calcio coro-nario o la reducción del índice tobillo brazo, lo que orientaría la decisión a favor del tratamiento farmacológico6.A considerar también en los ancianos es la calidad y ex-pectativa de vida. Se precisan al menos dos años para que el tratamiento con estatinas logre beneficios, por lo que los pacientes con una probable supervivencia menor no deberían ser tratados1, especialmente pacientes en cuidados paliativos, demencias avanzadas, cáncer, insuficiencia renal o cardiaca avanzadas, enfermedades pulmonares avanzadas y conecti-vopatías7. Igualmente los ancianos frágiles, que no han sido incluidos en los ensayos clínicos, se excluirán del tratamiento dada la mayor probabilidad de efectos secundarios y que no se ha demostrado reducción de eventos, al menos en los institu-cionalizados sin enfermedad cardiovascular1. Otros factores a considerar en pacientes ancianos son el deterioro cognitivo y la comorbilidad, ambos factores relacionados negativamente con el cumplimiento6, así como la polifarmacia3, por el aumento de riesgo de efectos secundarios, sobre todo miopatía8,9. Los ancianos son más sensibles a los efectos secundarios de los fármacos, por los cambios farmacocinéticos y farma-codinámicos que sufren, pero los datos demuestran que las estatinas son razonablemente seguras, aunque una prescrip-ción prudente aconseja iniciar dosis menores e incrementar-las paulatinamente hasta lograr el objetivo terapéutico9,10,11,12.De manera resumida ancianos en prevención secundaria se deben tratar igual que los más jóvenes; en prevención pri-maria se tratan si el RCV es alto o muy alto, dado que reduce eventos aunque no muertes. Para simplificar el cálculo, pro-bablemente por el límite superior de edad en la tabla SCORE, la Guía Europea10 aconseja hacerlo cuando coexiste al me-nos otro factor de RCV mayor, titulando la dosis por el riesgo de efectos secundarios. El principal problema se da en los muy ancianos (80 o más años), ahí se ha propuesto recien-temente en España un algoritmo para indicar estatinas 4,13.

Botana López MA, et al

Page 12: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 118 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

amoderada intensidad o de alta intensidad dependiendo del RCV global y no de los valores de cLDL conseguidos. Por otra parte, con posterioridad ha aparecido evidencia que refuerza el mensaje de que la reducción de RCV está más en relación con el grado de reducción de cLDL y no tanto con el fármaco utilizado para conseguirlo9.Nosotros creemos que el inicio de fármacos hipolipemiantes (fundamentalmente estatinas por su eficacia y eficiencia, pero no exclusivamente) debe hacerse en función de los objetivos de cLDL que queremos alcanzar, y su continuidad y ajuste de dosis en función de los valores de cLDL que se van consiguiendo.Las estatinas constituyen la terapia de primera línea para el tratamiento de la dislipemia en los sujetos diabéticos. Su uso está indicado en todos los pacientes diabéticos que tengan un cLDL mayor de 100 o en aquellos que tengan un RCV muy elevado y un cLDL mayor de 70.Dado el elevado RCV de los pacientes diabéticos, se puede utilizar la estrategia de usar la estatina más eficaz a la dosis más alta tolerada. Nosotros proponemos que la selección de la estatina y de su dosis se haga en función del porcentaje de reducción de cLDL que necesitemos (según el cLDL de “partida” y el cLDL objetivo) y la reducción predecible que se puede obtener con cada fármaco o asociación (ver tabla previa del apartado de prevención primaria).En caso de que con la estatina no se consiga la reducción suficiente de cLDL, o en el caso de intolerancia a la estati-na que impida llegar a la dosis deseada, se iniciará terapia combinada. El fármaco de elección a utilizar en combinación con la estatina será la ezetimiba. Alternativamente se propo-ne el uso de resinas de intercambio.Aunque todas las estatinas mejoran el RCV, se ha compro-bado que se asocian a un mayor riesgo de desarrollo de diabetes o a un discreto deterioro del control metabólico10,11. No obstante este riesgo es muy inferior a la mejoría inducida por la reducción del cLDL. Probablemente la pitavastatina no tenga este aumento de riesgo de desarrollar diabetes12.

Tratamiento de la dislipemia en la enfermedad renal crónicaLa enfermedad cardiovascular representa la principal causa de muerte de los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC)1, cuyo riesgo se incrementa con el progresivo descenso del fil-trado glomerular (FG). La mayoría de los enfermos con ERC estadios 3-5 (G3-G5, Tabla 3) muestran una dislipemia mixta de perfil altamente aterogénico, típicamente caracterizado por una elevación de los triglicéridos y una disminución del cHDL2.Las actuales guías KDIGO3 prescinden del cLDL a la hora de decidir a qué pacientes con ERC debemos prescribir tratamiento hipolipemiante, así como de la consecución de determinados valores como objetivo del mismo, debido a la falta de evidencia sobre los beneficios reales que supone alcanzar una determinada cifra de cLDL4 en esta población. Estas recomendaciones están basadas en la utilización de estatinas5, bien solas o en combinación con ezetimiba6.

De los fármacos no estatinas, casi no hay datos en ancia-nos por lo que su uso debe considerarse excepcional. Datos del IMPROVE IT sugieren que el beneficio de la asociación de ezetimiba y simvastatina se mantiene en mayores de 75 años14 aunque el hecho de que dicho estudio haya sido ana-lizado a 7 años implica la necesidad de valorar la esperanza de vida de forma individual.

Uso de hipolipemiantes en Diabetes MellitusLa diabetes mellitus, fundamentalmente la tipo 2, comporta un aumento de riesgo de mortalidad cardiovascular (RCV) de entre 2 y 4 veces. En la diabetes la enfermedad arteriosclerótica es la principal causa de morbimortalidad: supone el 75% de los in-gresos hospitalarios en diabéticos y el 80% de los fallecimientos en estos pacientes (75% arteriosclerosis coronaria; 25% enfer-medad cerebrovascular o arterial periférica)1, mientras que la insuficiencia cardíaca y la enfermedad arterial periférica son las formas iniciales de presentación más frecuente2.Existe una “dislipemia diabética”, típica de la diabetes tipo 2, común a otras situaciones de insulin-resistencia, que cursa con cHDL reducido, hipertrigliceridemia y niveles de cLDL no espe-cialmente elevados, pero sí muy aterogénicos3. Son partículas de cLDL más pequeñas y densas, por lo que a una determinada concentración de colesterol hay un mayor número de ellas y pasan más fácilmente a formar parte de la placa de ateroma3.Existe una relación claramente demostrada entre el cLDL y la arteriosclerosis, relación que no está tan aclarada con el cHDL y con los triglicéridos4,5. El cLDL es un predictor muy potente de RCV en pacientes diabéticos, y en éstos se ha demostrado un aumento del 12% del RCV por cada incre-mento de 10 mg/dL de cLDL6.El cLDL sigue siendo, por lo tanto, el principal objetivo de tratamiento en los individuos diabéticos a la hora de tratar el factor lipídico. La ESC (Sociedad Europea de Cardiología) / EASD (Sociedad Europea para el Estudio de la Diabetes) recomiendan reducir el cLDL a <100 si no existen otros fac-tores de RCV y, si existe algún otro adicional, el objetivo sería alcanzar un cLDL <70. Si estos valores no son alcanzables, se recomienda reducir al menos el cLDL en un 50%7.Las concentraciones de apolipoproteína B (ApoB) y de co-lesterol no HDL (noHDLc) podrían ser mejores que el cLDL como predictores de RCV en pacientes diabéticos8. Actual-mente se consideran objetivos secundarios o alternativos porque no hay evidencia que demuestre que usarlos como objetivos terapéuticos es superior al cLDL como objetivo para la reducción de eventos CV. En personas con triglicéri-dos elevados el noHDLc expresa con más precisión la atero-genicidad de las lipoproteínas circulantes.Las guías recientemente publicadas por la American Colle-ge of Cardiology/American Heart Association (ACC/AHA), y asimiladas también por la American Diabetes Association (ADA), plantean la “estatinización” generalizada de todos los pacientes diabéticos entre 40 y 75 años de edad que tengan un cLDL superior a 70, con lo que denominan estatinas de

REVISIÓN Consenso Gallego Multidisciplinar sobre el Uso de Hipolipemiantes

Page 13: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 119 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

- ACV previo. - Incidencia estimada a los 10 años de muerte coronaria o

IAM no fatal >10%.· La mayoría de estas herramientas de cálculo de RCV no

consideran la existencia de ERC en sus ecuaciones por lo que su fiabilidad predictiva no está garantizada, en especial en sujetos menores de 40 años7.

· A pesar de la falta de evidencia sobre los beneficios del tratamiento hipolipemiante en el síndrome nefrótico8, de-berá ser considerado en pacientes jóvenes con hiperlipe-mia severa (ej., cLDL ≥190 mg/dl) dado el elevado riesgo vascular que esta situación conlleva7,9.

6. En pacientes con ERC en diálisis no deberá iniciarse trata-miento hipolipemiante (estatinas solas o en combinación con ezetimiba), recomendando su continuidad en pacientes tra-tados previamente al comienzo de la diálisis.

Tanto los ensayos clínicos realizados específicamente en población en diálisis10,11 como los metaanálisis12 no han permitido demostrar un beneficio de la terapia con estati-nas, por lo que no se recomienda iniciar su uso salvo que el paciente ya lo estuviese recibiendo previamente6.

7. En adultos receptores de un trasplante renal se reco-mienda el tratamiento con estatinas.

Resultados inciertos de las estatinas sobre la disminución de episodios cardiovasculares y mortalidad global13,14, así como sobre la supervivencia del injerto14. Debido a las interacciones con los anticalcineurínicos (ciclosporina y tacrolimus) se recomienda iniciar el tratamiento con dosis bajas, especialmente en el caso de la ciclosporina7.

Recomendaciones1. Realizar un perfil lipídico a todo paciente al que se detec-

te una ERC, así como a los pacientes en diálisis o tras-plantados.

2. En los pacientes con ERC (incluidos pacientes en diálisis o trasplantados) no será preciso realizar determinaciones periódicas del perfil lipídico salvo que se espere realizar algún cambio terapéutico.

Se recomienda determinar el perfil lipídico en las siguien-tes situaciones: para valorar la adherencia al tratamiento, cambios en la modalidad de terapia renal sustitutiva, va-loración de dislipemias secundarias (síndrome nefrótico, diabetes mellitus, hipotiroidismo, etc.) o para la valoración del riesgo vascular a los 10 años en pacientes de <50 años que no estén recibiendo ya una estatina. Se sugiere una valoración anual del riesgo vascular en la mayoría de los pacientes.

3. En adultos de >50 años con FG estimado (FGe) <60 ml/min/1,73 m2 que no estén en tratamiento renal sustitutivo (diálisis o trasplante) se recomienda el tratamiento con es-tatinas, solas o en asociación con ezetimiba.

4. En adultos de >50 años con FGe >60 ml/min/1,73 m2 (ERC estadio G1-G2) con proteinuria o albuminuria se re-comienda el tratamiento con una estatina.

5. En adultos entre los 18 y 49 años con ERC no en diálisis ni trasplantados, se recomienda el tratamiento con estatinas si cumple al menos una de las siguientes condiciones:

- Enfermedad coronaria previa (IAM o revascularización co-ronaria).

- Diabetes mellitus.

Botana López MA, et al

Tabla 3. Clasificicación de la ERC (KDIGO 20121)

Pronóstico de la ERC por estadios según FG y albuminuria: KDIGO 2012

Albuminuria persistente: estadios, descripción e intervalos

A1 A2 A3

Normal o ligero aumento

Aumento moderado

Aumento severo

<30 mg/g (<3 mg/mmol)

30-299 mg/g (3-29 mg/mmol)

>300 mg/g (>30 mg/mmol)

Estadios según FG (ml/min/1,73 m2). Descripción e intervalos

G1 Normal o elevado ≥90

G2 Disminución leve 60-89

G3aDisminución

leve-moderada45-59

G3bDisminución

moderada-severa30-44

G4Disminución

severa15-29

G5 Fallo renal <15

riesgo bajo (en ausencia de otros marcadores de daño renal, ausencia de ERC) riesgo moderado riesgo alto riesgo muy alto

Page 14: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 120 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

ainciertos, así como sobre la función del injerto10,11,12, a pesar de lo cual las guías recomiendan su utilización13.Un aspecto importante con respecto a la seguridad de las estatinas en pacientes trasplantados son sus interacciones, en especial con la ciclosporina y, en menor medida, con el tacrolimus, metabolizados ambos a través del citocromo P450-3A414, provocando un aumento de los niveles séri-cos de estatinas y del riesgo de miopatía. En este sentido, la fluvastatina y la pravastatina son las que ofrecen un menor riesgo de interacciones por su eliminación a través de otras rutas metabólicas, siendo la fluvastatina la que muestra una mejor perfil de seguridad15,16. El empleo de otros fármacos con capacidad de interacción sobre el citocromo P450-3A4 deberán ser evitados o utilizados con sumo cuidado cuando se administren asociados a estatinas y anticalcineurínicos; éstos incluyen macrólidos (eritromicina, claritromicina), cal-cioantagonistas (verapamilo, diltiazem) y antifúngicos (fluco-nazol, itraconazol), entre otros. Aunque rosuvastatina y pita-vastatina son metabolizadas por vías diferentes al citocromo P450 su uso concomitante con ciclosporina está contraindi-cado. Se recomienda evitar la administración de atorvastatina en pacientes tratados con sirolimus por la posible elevación de los niveles séricos de este último, al ser la atorvastatina un potente inhibidor de la glicoproteína transportadora intestinal (P-gp)17. La ciclosporina puede elevar considerablemente los niveles séricos de la ezetimiba, por lo que se recomienda utilizar inicialmente dosis no superiores a 5 mg/día18.

Tratamiento de la Dislipemia en el Paciente con Infección por el VIH/SIDALos pacientes con infección por VIH tienen un mayor ries-go de desarrollar enfermedades cardiovasculares, no solo relacionado con la influencia de los factores de riesgo tra-dicionales1,2, sino con otros factores: inflamación crónica causada por el VIH, la inmunodeficiencia3 y la posible acción directa de ciertos antirretrovirales4.El inicio del tratamiento antirretroviral (TAR) suele provocar una elevación de los lípidos plasmáticos. El incremento del colesterol total y del cLDL es mayor que el del cHDL, lo que

Seguridad de las estatinas en la ERCEn etapas iniciales de la ERC (estadios G1 y G2, FGe >60 ml/min/1,73 m2) no es preciso realizar ajustes en su dosifi-cación. Sin embargo, en fases más avanzadas (estadios G3-G5) existen diferencias en el perfil farmacocinético que pue-den suponer una ventaja en cuanto a su seguridad15. En este sentido, la utilización de estatinas de eliminación hepática (fluvastatina, atorvastatina y pitavastatina) podría disminuir el riesgo de efectos adversos, así como restringir el uso en pacientes polimedicados de aquellas metabolizadas a través de citocromo P450-3A4 (lovastatina, simvastatina y atorvas-tatina)16. Con estas precauciones cualquier estatina podría, en principio, ser prescrita, recomendándose no obstante el uso de aquellas estatinas y dosis que hayan mostrado bene-ficios en los ensayos clínicos realizados específicamente en estas poblaciones de pacientes3 (Tabla 4).

Tratamiento de la dislipemia en el paciente trasplantadoLa dislipemia es una complicación frecuente en el postras-plante1, jugando el tratamiento inmunosupresor un papel fundamental en el desarrollo de la misma. De los fármacos habitualmente utilizados como terapia de mantenimiento, los que inducen una mayor alteración lipídica son, por orden de-creciente: los inhibidores de mTOR (sirolimus y everolimus), los esteroides y los inhibidores de la calcineurina (ciclosporina y tacrolimus, especialmente la primera). Los antimetabolitos (azatioprina y micofenolato) carecen de efecto hiperlipemiante2.En trasplantados cardíacos, los estudios aleatorizados han mostrado resultados favorables de las estatinas sobre la su-pervivencia de los pacientes y sobre la aparición de vasculo-patía del injerto3,4,5, por lo que se recomienda su introducción temprana tras el trasplante independientemente de las cifras de colesterol6. Las estatinas han mostrado además efectos inmunomoduladores y antitumorales7,8,9, recomendándose también su uso en otros trasplantes de órganos sólidos, en especial en pacientes con historia de enfermedad cardiovas-cular. En trasplantados renales el efecto de las estatinas sobre la reducción del riesgo cardiovascular y mortalidad global son

Tabla 4. Dosis recomendadas de estatinas en la ERC, estadios G3-G5 (incluidos pacientes en diálisis y trasplantados)

Estatina Dosis (mg) Notas

Lovastatina SD

Fluvastatina 80 Reducir dosis 50% con FGe <30 ml/min/1,73m2

Atorvastatina 20

Rosuvastatina 10 Dosis inicial 5 mg/día con FGe <30 ml/min/1,73m2

Simvastatina/ezetimibe 20/10

Pravastatina 40 Dosis inicial 10 mg con FGe <60 ml/min/1,73m2

Simvastatina 40 Dosis incicial 5 mg con FGe <10 ml/min/1,73m2

Pitavastatina 2

Fuente: KOQI 20033 y KDIGO 20135 (modificado). SD = sin datos

REVISIÓN Consenso Gallego Multidisciplinar sobre el Uso de Hipolipemiantes

Page 15: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 121 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

intensidad de los trastornos lipídicos (tabla 5). En general se recomienda iniciar tratamiento con dosis bajas e ir incre-mentando en función de la eficacia y/o toxicidad.Cuando no se alcanzan los objetivos terapéuticos, más que aumentar las dosis habituales de estatina, que podrían alte-rar los niveles de los fármacos antirretrovirales o aumentar su toxicidad, se podría recurrir a dos estrategias: cambio en la medicación antirretroviral por fármacos que tengan un perfil lipídico menos desfavorable o añadir ezetimiba a dosis de 10 mg diarios.Existen además determinadas combinaciones de TAR que se asocian a un cambio favorable en el perfil lipídico9,10,11,12. Añadir un fármaco hipolipemiante significa añadir comple-jidad al régimen terapéutico y posibilidad de aparición de nuevos efectos adversos e interacciones. La decisión en este caso debe individualizarse ya que no existen evidencias suficientes que avalen una alternativa.

Tratamiento de la Hiperlipemia en el Paciente OncológicoLos pacientes con cáncer que reciben un tratamiento an-tineoplásico presentan un incremento notable de desarro-llar enfermedad cardiovascular. Esto no solo es debido al tratamiento recibido, sino a que el cáncer y la enfermedad cardiovascular comparten con frecuencia factores de riesgo comunes, más allá de la edad.En el pasado, este riesgo era menos evidente porque la esperanza de vida acortada del paciente no permitía de-sarrollar complicaciones cardiovasculares, pero la actual eficacia de las terapias lo convierten en un asunto relevan-te. Además el uso de quimioterápicos, la radioterapia o las terapias moleculares pueden producir daños en el sistema cardiovascular1.La relación entre tratamiento antineoplásico y cardiopatía isquémica, donde se obtiene mayor beneficio en el trata-miento de la dislipemia, es menos frecuente. No obstante, sí que se describe un incremento de incidencia de cardio-patía isquémica en los pacientes sometidos a radioterapia torácica y cervical, con especial atención a las mujeres que

se traduce en una ratio mayor del índice aterogénico CT/HDL. Los inhibidores de proteasa (IP) son los que se han asociado a un mayor número de alteraciones metabólicas4, cuya patogénesis es compleja y no completamente cono-cida. La dislipemia es uno de los efectos secundarios más frecuentes en los pacientes tratados con IP, especialmente cuando están potenciados con ritonavir. Desde el punto de vista analítico se aprecia una elevación del colesterol total, triglicéridos, noHDLc y aumento de la ratio CT/HDL. Aunque se considera un efecto de clase, el perfil de alteracio-nes lipídicas varía con el IP utilizado. Es ligeramente mejor en los pacientes tratados con atanazavir, sobre todo cuando no se potencia con ritonavir, que con darunavir o lopinavir.La evaluación de las ECV en pacientes infectados por el VIH debe ser esencialmente la misma que se practica en la población general teniendo siempre presente determina-dos aspectos relacionados con el tratamiento antirretroviral y la importancia del estado inflamatorio persistente asociado cuando la infección viral no está controlada.Una vez identificados los principales FRCV se procederá a cuantificar el riesgo vascular y a clasificar a los pacientes, según la probabilidad de presentar un evento CV en los si-guientes 10 años, como de bajo, medio o alto riesgo. Para la cuantificación del riesgo individual se emplean las mismas escalas que en la población general5.Las guías de la Sociedad Europea de Cardiología6 recomien-dan que los pacientes con infección por VIH se consideren al menos de alto riesgo CV y en ellos el objetivo de LDLc debe ser <100 mg/dl.El tratamiento de la dislipemia en la infección por VIH no va-ría sustancialmente al utilizado en la población general. Los fármacos de primera elección en el tratamiento de la hiper-colesterolemia son las estatinas5, y de ellas, la atorvastatina, debido a su eficacia, seguridad, experiencia y precio, pero también pueden considerarse rosuvastatina y pravastatina. La pitavastatina posee como ventaja principal su escasa ca-pacidad de producir interacciones con el TAR ya que se me-taboliza mínimamente a través del citrocromo P450 (CYP)7,8.La elección de un fármaco u otro estará basada en la pre-sencia de potenciales interacciones medicamentosas y la

Botana López MA, et al

Tabla 5. Uso de las estatinas en el paciente con infección por VIH

Fármaco Dosis (mg) Efectos secundarios TAR con IP/r TAR con ITINAN

Simvastatina 10-80 G-I, Cefalea, Insomnio, Rabdomiolisis, Hepatitis Contraindicado Considerar ↑ dosis

Pravastatina 20-80 G-I, Cefalea, Insomnio, Rabdomiolisis, Hepatitis Considerar ↑ dosis Considerar ↑ dosis

Atorvastatina 10-80 G-I, Cefalea, Insomnio, Rabdomiolisis, Hepatitis Inicio dosis bajas Considerar ↑ dosis

Fluvastatina 20-80 G-I, Cefalea, Insomnio, Rabdomiolisis, Hepatitis Considerar ↑ dosis Considerar ↑ dosis

Rosuvastatina 5-40 G-I, Cefalea, Insomnio, Rabdomiolisis, Hepatitis Inicio dosis < 20 mg

Pitavastatina 1-4 Mareos, somnolencia, Mialgias No interacciones

Page 16: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 122 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

Dislipemias Familiares e HipolipemiantesLas dislipemias familiares son un conjunto de trastornos hereditarios del metabolismo de las lipoproteínas caracte-rizadas por alteraciones cuantitativas y/o cualitativas de los lípidos circulantes, y engloban trastornos como Hiperquilo-micronemia Familiar, Disbetalipoproteinemia, Hipertrigliceri-demia Familiar Endógena, Hiperlipemia Familiar Combinada (HFC) e Hipercolesterolemia Familiar (HF). Por razones de relevancia epidemiológica y clínica, nos centraremos en ex-poner los objetivos terapéuticos y uso de hipolipemiantes en las dos últimas.Dependiendo de la definición y la población seleccionada, aproximadamente un 50% de la población española padece algún tipo de trastorno lipídico1. Sin embargo, no hay estu-dios que hayan analizado la prevalencia de dislipemias fa-miliares -tampoco a nivel internacional-. Se estima un 0,2% para HF heterocigota2 y 0,5-2% para HFC3. No deben por tanto considerarse enfermedades raras puesto que supon-drían más de 50.000 casos en Galicia con datos del último padrón poblacional (2014). Su historia natural está ligada al desarrollo de ECV, a menudo precoz, y por ello son considerados procesos de alto RCV4 en los que no se deben utilizar las escalas de valoración habitua-les (SCORE, Framingham, etc.). Quedan habitualmente exclui-dos de las recomendaciones de guías de práctica clínica “ge-nerales”5,6 y se han editado otras guías más específicas7-10.

Hiperlipemia Familiar Combinada (HFC)Trastorno autosómico dominante de elevada penetrancia pero bases genéticas heterogéneas y poco aclaradas (polimorfis-mos usf1s2, gen LPL, cluster Apo AI-CIII-AIV-AV). La patogenia es compleja pero se sabe que subyace la insulinorresistencia, incluso en no obesos, con hiperaflujo de ácidos grasos libres al hígado y aumento de la síntesis hepática de Apo B y partí-culas VLDL, cuyo metabolismo rinde LDL pequeñas y densas altamente aterogénicas (fenotipo B). El trastorno se asocia a hipertensión arterial, intolerancia a la glucosa y síndrome me-tabólico. La dislipemia aparece a partir de la pubertad, y es característica la variabilidad fenotípica inter e intraindividual

recibieron radioterapia para el cáncer de mama (tasas de eventos coronarios pueden incrementarse >7% por cada gray recibido, desde los primeros cinco años tras la radio-terapia y hasta las tres décadas posteriores)2. Además de los factores de riesgo tradicionales que pueden presentar los pacientes con cáncer, existen peculiaridades de algunos tratamientos antineoplásicos que pueden asociarse a altera-ciones del perfil lipídico (se resumen en la tabla posterior)3,4.La incidencia de cardiopatía isquémica e ictus está aumen-tada muchos años después de la exposición a radioterapia para el tratamiento de linfomas y de cáncer de mama5 y tam-bién del cáncer de cabeza y cuello6. Las lesiones vasculares de estos pacientes reúnen las características típicas de la ateroesclerosis: acúmulo lipídico, inflamación y trombosis. La estratificación del riesgo no está bien definida para estos pa-cientes, pero una aproximación razonable sería considerarlos como sujetos de al menos alto riesgo y marcar objetivos li-pídicos y estrategias terapéuticas acordes con su categoría.No existen recomendaciones específicas sobre la elección de fármacos hipolipemiantes. Las estatinas, al igual que en la población general, son los fármacos de primera elección. La ezetimiba o los secuestradores de ácidos biliares pueden estar indicados cuando las estatinas no sean toleradas o sea preciso el tratamiento combinado.La controversia inicial sobre un potencial riesgo de desa-rrollar ciertas neoplasias en el tratamiento prolongado con ezetimiba ha quedado descartada7.Un capítulo específico a tener en cuenta es el de las interac-ciones farmacológicas de las estatinas con diferentes fár-macos antineoplásicos, entre las cuales estarían sobre todo los inhibidores de tirosina-cinasas y, especialmente, dasa-tinib, erlotinib, imatinib, lapatinib y pazopanib: en el caso de estos fármacos se evitará el uso conjunto con fármacos substratos de P450-3A4, como la lovastatina, atorvastatina y simvastatina, para la cual están descritos elevaciones de los niveles plasmáticos en su uso conjunto. Rosuvastatina, pitavastatina, fluvastatina podrían tener menor riesgo por su mínimo o nulo paso por el P450-3A48.

TRATAMIENTO NEOPLASIA EFECTO LIPÍDICO

Agonistas de GnRH Próstata

↑ Colesterol total↑ c-HDL↑ c-LDL↑ TG

Bexacarotene Linfoma Cutáneo T ↑ TG

Aspariginasa + Corticoides Leucemia linfoblástica agudaHipertrigliceridemia grave (puede precisar plasmaféresis)

Tamoxifeno Mama↓ Colesterol total↓ c-LDL↑ TG

Inhibidores de aromatasa (anastrozol) Mama ↑ c-HDL

REVISIÓN Consenso Gallego Multidisciplinar sobre el Uso de Hipolipemiantes

Page 17: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 123 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a cionantes clínicos del paciente, tolerabilidad y precio. De no alcanzar el objetivo terapéutico con estatinas puede asociar-se ezetimiba (10 mg/día) o incluso secuestradores de ácidos biliares (resincolestiramina, colestipol, colesevelam) aunque estos últimos deben de ser considerados como fármacos de tercera línea porque pueden aumentar la trigliceridemia. En intolerantes a estatinas se recomienda usar ezetimiba, asociada o no a otros hipolipemiantes.Teniendo en cuenta los beneficios observados en pacientes con dislipemia aterogénica (cHDL <34 y triglicéridos >204 mg/dL)12, en sujetos con HFC que muestren este perfil lipídi-co y una vez alcanzado el objetivo de cLDL, puede ser útil la adición de fenofibrato al régimen hipolipemiante.En hipertrigliceridemia severa (>1.000 mg/dL) hay riesgo de pancreatitis13 por lo que, además de tener en cuenta el objeti-vo de noHDLc, se recomienda administrar fibratos u omega-3 (4 gr/día). En este sentido cabe recordar que no se debe aso-ciar gemfibrocilo a estatinas, por el riesgo de rabdomiolisis.

Hipercolesterolemia Familiar (HF)Entendemos por HF “monogénica” un conjunto de trastornos del metabolismo lipídico de carácter hereditario, caracteriza-dos por un aumento de 2-3 veces los valores normales de cLDL (190 y 400mg/dL). Aparecen desde edades tempranas de la vida -trigliceridemia generalmente normal- y tienen una elevada incidencia de ECV aterosclerótica, a menudo precoz, con la cardiopatía isquémica como principal causa de muerte. Son patognomónicos los xantomas (tendinosos y cutáneos) y pueden aparecer xantelasmas y arco corneal.

Para todo ello deben utilizarse estatinas, en los mismos términos que los expuestos para HFC. Igualmente, cuando no se consigue alcanzar el objetivo de cLDL puede asociarse ezetimiba y/o secuestradores de ácidos biliares, recordando que el efecto de los tres fármacos es aditivo. En intolerantes a estatinas se recomienda el uso de ezetimiba asociada o no a secuestradores de ácidos biliares.

Aunque el diagnóstico definitivo es genético, los criterios de diagnóstico clínico más difundidos son los del Med-Ped ho-landés14 que muestran para un puntuación de 8 puntos una sensibilidad del 41% y especificidad de 88%.

Criterios Med-Ped para diagnóstico de hipercolesterolemia familiar (tomado de ref. 9).Aunque consideramos la HF como de alto riesgo cardiovascular, la presencia de otros FRCV condiciona el riesgo (varones >30 años, mujeres >40 años; tabaquismo; familiares de primer grado con ECV prematura; cHDL <40 mg/dL o Lpa >50 mg/dL), así como la existencia de aterosclerosis subclínica o ECV, y por tanto también se condiciona el nivel de objetivo terapéutico primario recomendado para cLDL. No se han desarrollado ensayos clínicos específicos en población con HF que demuestren reducción de la ECV con el uso de hipolipemiantes, pero registros de cohortes europeas con HF sí han mostrado que el uso de estatinas se asocia con una mejora del pronóstico cardiovascular, sin modificar la

(aumento colesterol LDL y/o triglicéridos), como respuesta a factores exógenos (dieta, alcohol, fármacos) o cambios pon-derales. Los niveles de cHDL son a menudo bajos y elevados los de Apo B (>125 mg/dL). El trastorno subyace con frecuen-cia en sujetos con ECV prematura11. Además hay riesgo de pancreatitis en quienes presentan hipertrigliceridemia severa (>1.000 mg/dL). Debido a su heterogeneidad no hay una-nimidad con los criterios diagnósticos. Los más aceptados en nuestro medio son los propuestos por la Red Temática de Investigación Cardiovascular en Hiperlipidemias Genéticas en 2003 (ISC III), refrendados en un documento de consenso re-cientemente publicado10.

Criterios diagnósticos de la hiperlipidemia familiar combinada

1. Persona afectadaEn adultos: colesterol total >240 mg/dl (o c-LDL >160 mg/dl) y/o triglicéridos >200 mg/dl

En menores de 20 años: colesterol total >200 mg/dl (o cLDL >130 mg/dl) y/o triglicéridos >120 mg/dl

Descartar causas secundarias: índice de masa corporal >35 kg/m2, HbA1c >10%, hipotiroidismo no controlado y/o etilismo (> 40 g alcohol/día)

2. Familia afectadaDos o más miembros de primer grado (padres, hermanos, hijos) afectados de hiperlipidemia mixta, o de combinaciones de fenoti-pos, entre hipercolesterolemia pura (IIa), hiperlipidemia mixta (IIb) o hipertrigliceridemia (IV)

Se excluyen familias con xantomas tendinosos y/o cifras de c-LDL > 300 mg/dl en 2 o más familiares de primer grado con fenotipo IIa

Historia familiar de enfermedad cardiovascular ateroesclerótica prematura (< 60 años)

La historia familiar de ECV prematura no es un criterio estricto de HFC.

El tratamiento de la dislipemia dependerá del fenotipo existen-te pero el objetivo terapéutico primario debe ser el control del cLDL, con recomendaciones basadas en evidencias indirectas:

· En general se aconseja un objetivo de c-LDL <100 mg/dL5,10.

· En jóvenes (<40 años) sin otros factores de riesgo cardiovas-cular puede considerarse un objetivo de cLDL <130 mg/dL10.

· En pacientes con ECV establecida, ERC moderada/grave o diabetes con lesión de órgano diana u otro factor de riesgo añadido, se aconseja un cLDL<70 mg/dl, o una reducción mayor al 50% de los niveles iniciales, cuando no se pueda alcanzar tal objetivo5,10.

Cuando hay hipertrigliceridemia >400 mg/dL el cálculo del cLDL mediante la fórmula de Friedewald no es válido, por lo que se cuantificará el cLDL de forma directa o se utilizará como objetivo el noHDLc, cuyos niveles objetivo estarán 30 mg/dL por encima del objetivo cLDL. Por ejemplo, donde el objetivo cLDL era <100 mg/dL, el noHDLc deberá ser <130 mg/dL, y así en los demás supuestos.Para alcanzar el objetivo de cLDL (o noHDLc) el pilar funda-mental del tratamiento son la estatinas. Se seleccionará una u otra, así como su dosis, en función de su eficacia, condi-

Botana López MA, et al

Page 18: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 124 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

adosis de cada estatina e inducen reducciones adicionales de cLDL en aproximadamente un 6% al duplicar la dosis. Au-mentan el c-HDL un 4-10% y disminuyen los triglicéridos un 10-30% aunque de forma inconstante y variable. Los gran-des ensayos clínicos con estatinas tanto en prevención pri-maria (pravastatina, lovastatina, atorvastatina y rosuvastati-na) como secundaria (fluvastatina pravastatina, simvastatina y atorvastatina) nos han mostrado que esa reducción del cLDL se relaciona de forma lineal y continua con la reduc-ción de la incidencia de ECV, en una relación 2:1 en donde por cada 38 mg/dL de reducción del c-LDL se conseguía una reducción de ECV en un 21%1. Tal relación es indepen-diente de la edad2, sexo3 o nivel de riesgo cardiovascular4 de los pacientes, haciéndose extensiva a población diabética5 y enfermos renales crónicos6, salvo dializados o trasplantados renales. Las estatinas son fármacos seguros, con una fre-cuencia de efectos adversos globales en torno a un 0,5%7, la mayoría de los cuales son dependientes de dosis y en ocasiones relacionados con interacciones farmacocinéticas. Los efectos adversos serios (hipertransaminasemia –x3- o elevación de CPK –x10-) son raros y la rabdomiolisis ex-cepcional (1/10.000 tratados respecto a placebo). En los últimos años se ha alertado sobre el efecto diabetógeno de la estatinas, sobre todo estatinas de alta eficacia a dosis elevadas8, riesgo que se ve superado en una relación 1:9 por el beneficio cardiovascular que aportan9.

EzetimibaActúa bloqueando el receptor intestinal del colesterol e in-hibe la absorción de éste. Es un hipolipemiante eficaz, muy bien tolerado y seguro, con una tasa de efectos adversos similar a placebo, sin una mayor incidencia de cáncer10. A la dosis de 10 mg diarios consigue reducciones medias de colesterol total en un 13 % y de c-LDL en un 18% cuando se administra en monoterapia y, descensos medios adicionales de colesterol total en un 16% y cLDL en un 23% cuando se administra combinado con una estatina en curso. Pue-de coadministrarse con estatinas, fibratos o secuestradores de ácidos biliares, con un efecto hipolipemiante aditivo. En pacientes con enfermedad renal crónica la administración conjunta de ezetimiba (10 mg/día) y simvastatina (20 mg/día) redujo un 17% el riesgo relativo de evento ateroscle-rótico mayor12. Los resultados del ensayo IMPROVE-IT, en prevención secundaria, demuestran un beneficio adicional mediante ezetimiba al tratamiento con estatinas en términos de reducción de la morbimortalidad cardiovascular13.

Secuestradores de ácidos biliares (SAB)Comercializados en España el colestipol (5-30 gr/día), co-lestiramina (4-24 gr/día) y colesevelam (2.5-3.75 gr/día). Secuestran los ácidos biliares de la luz intestinal impidiendo su absorción, lo que ocasiona la caída de su reserva corporal que estimula tanto su propia síntesis hepática como la de receptores LDL que hace disminuir los niveles plasmáticos de cLDL un 15-20%. Pueden elevar los triglicéridos sobre todo si ya hay hipertrigliceridemia. Pueden asociarse a esta-

mortalidad no cardiovascular15,16.

Los objetivos de control del cLDL, recomendados son los siguientes8,9:

· En pacientes con ECV establecida, diabetes o ateros-clerosis subclínica se recomienda un c-LDL<70 mg/dl.

· En los que tienen ≥1 FRCV adicional se aconseja un cLDL <100 mg/dL.

· En el resto parece razonable un cLDL <130 mg/dL.

· Cuando no se pueda alcanzar el objetivo se aconseja al menos una reducción del 50% respecto a los niveles iniciales de cLDL.

Estatinas y otros HipolipemiantesCuando perseguimos disminuir la morbimortalidad cardio-vascular en pacientes con dislipemias, las estatinas cons-tituyen el pilar fundamental del tratamiento, aunque no la única herramienta útil para tal fin. La eficacia en este punto ha sido tan relevante con el uso de estatinas que hasta la fecha, salvo ezetimiba, ningún otro hipolipemiante ha de-mostrado un claro beneficio adicional.

EstatinasLas “estatinas” inducen una reducción de las concentracio-nes plasmáticas de c-LDL del 20% al 50-60% (ver tabla del capítulo “prevención primaria”)1, distinta para cada estati-na aunque en todos los casos dosis-dependiente. El mayor efecto en términos relativos es el obtenido con la mínima

REVISIÓN Consenso Gallego Multidisciplinar sobre el Uso de Hipolipemiantes

Page 19: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 125 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aBotana López MA, et al

de c-LDL. Asociando 1.800 mg de EPA con estatinas en un ensayo abierto frente a placebo, se consiguió reducir la inci-dencia de ECV20 pero los intentos por demostrar un beneficio cardiovascular adicional en pacientes ya tratados con esta-tinas han fracasado21,22.

BibliografíaIntroducción1. World Health Organization. Global status report on noncommunicable disaeses

2010. Geneva: WHO; 20112. Organización Mundial de la Salud [Internet]. Geneva: World Health Organization (CH);

[consultado el 18 Julio 2014]. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/fact-sheets/fs310/es/index2.html

3. Bloom DE, Cafiero E, Jané-Llopis E, Abrahams-Gessel S, Bloom L, Fathima S, et al. The Global Economic Burden of Noncommunicable Diseases. 2011. Geneva: World Economic Forum

4. Perk J, De Backer G, Gohlke H, Graham I, Reiner Z, Verschuren M, et al. European Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice (version 2012). Eur J Prev Cardiol 2012;19:585-667

5. Perk J, De Backer G, Gohlke H, Graham I, Reiner Z, Verschuren M, et al. Guía europea sobre prevención de la enfermedad cardiovascular en la práctica clínica (versión 2012). Rev Esp Cardiol. 2012;65:e1-e66

6. Cohen M, Diez J, Levine G, Ferguson J, Morrow D, Rao S, et al. Pharmacoinvasive management of acute coronary syndrome: incorporating the 2007 ACC/AHA guide-lines: the CATH (cardiac catheterization and antithrombotic therapy in thehospital) Clinical Consensus Panel Report-III. J Invasive Cardiol.2007;19:525-538

7. Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad. Informe de utilización de medic-amentos. Utilización de medicamentos hipolipemiantes en España durante el periodo 2000-2012. Madrid: MSSSI; 2014

8. Reiner Z, Catapano A, De Backer G, Graham I, Taskinen M, Wiklund O, et al. ESC/EAS guidelines for the management of dyslipideamias. The Task Force for the man-agement of dyslipidaemias of the European Society of Cardiology (ESC) and the European Atherosclerosis Society (EAS). Eur Heart J 2011;32:1769-1878.

9. Perk J, De Backer G, Gohlke H, Graham I, Reiner Z, Verschuren M et al. European Guide-lines in cardiovascular disease prevention in clinical practice (version 2012). The Fith Joint Task Force of The European Society of Cardiology and Other Societies on Cardiovascular Disease Prevention in clinical Practice. Eur Heart J doi: 10.1093/eurheartj/ehs092.

10. Goff D, Lloyd-Jones D, Bennett G, Coady S, D’Agostino R, Gibbons R et al. 2013 ACC/AHA guideline on the assessment of cardiovascular risk: a report of the Ameri-can College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guide-lines. Circulation. 2014;129(25 Suppl 2):S74-S75

11. Ioannidis J. More than a billion people taking statins? Potential implications of the new cardiovascular guidelines. JAMA. 2014;311:463-464

12. National Institute for Health and Care Excellence. Lipid modification: cardiovascular Risk assessment and the modification Of blood lipids for the primary and Secondary prevention of Cardiovascular disease Issued. London: NICE; 2014. Disponible en: http://www.nice.org.uk/news/article/wider-use-of-statins-could-cut-deaths-from-heart-disease. [consultado el 18 Julio 2014]

13. National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel on Detection, Evalua-tion, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel III). Third Report of the National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel on Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel III) final report. Circulation. 2002;106:3143-3421

14. Ministerio de Sanidad y Consumo. Estudio APEAS. Estudio sobre la seguridad de los pacientes en Atención Primaria de Salud. Madrid: MSC; 2008

Definición de objetivos de tratamiento1. Perk J, De Backer G, Gohlke H, Graham I, Reiner Z, Verschuren M, et al. European

Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice (version 2012). Eur J Prev Cardiol 2012;19:585-667

2. Reiner Z, Catapano A, De Backer G, Graham I, Taskinen M, Wiklund O, et al. ESC/EAS guidelines for the management of dyslipideamias. The Task Force for the man-agement of dyslipidaemias of the European Society of Cardiology (ESC) and the European Atherosclerosis Society (EAS). Eur Heart J 2011;32:1769-1878

3. Goff D, Lloyd-Jones D, Bennett G, Coady S, D’Agostino R, Gibbons R et al. 2013 ACC/AHA guideline on the assessment of cardiovascular risk: a report of the Ameri-can College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guide-lines. Circulation. 2014;129(25 Suppl 2):S74-S75

4. National Institute for Health and Care Excellence. Lipid modification: cardiovascular Risk assessment and the modification Of blood lipids for the primary and Secondary prevention of Cardiovascular disease Issued. London: NICE;2014

5. National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel on Detection, Evalua-tion, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel III).

tinas, ezetimiba o fibratos, con un efecto hipolipemiante adi-tivo. En varones sin ECV, resincolestiramina redujo frente a placebo un 19% la morbimortalidad coronaria (ensayo LRC-CPPT)14. En prevención secundaria la asociación de colesti-pol con niacina o lovastatina frente a “tratamiento habitual” redujo también la morbimortalidad coronaria15. Todos estos datos han sido refrendados por una revisión sistemática que mostró que los SAB disminuyen la mortalidad cardíaca sin modificar la mortalidad por causa no cardiovascular15. Se desconoce, sin embargo, su beneficio adicional en pacientes que reciben un tratamiento óptimo con estatinas, pues no se han realizado estudios al respecto. Son fármacos seguros, sin efecto tóxico sistémico, pero limitan la absorción de vi-taminas liposolubles y pueden disminuir la biodisponibilidad de otro fármacos (digoxina, propanolol, warfarina, valpróico, tiazidas, estrógenos y progestágenos) si se administran de forma conjunta. Tienen problemas de palatabilidad y son constipantes por lo que tienen una frecuencia de abandono de un 40-60% en los ensayos clínicos.

Fibratos Gemfibrozilo, fenofibrato y bezafibrato. Activan los recepto-res PPARα y regulan la expresión de genes implicados en el metabolismo lipídico. Disminuyen la producción hepática de VLDL, potencian el efecto de la lipoproteinlipasa y lipasa hepática y disminuyen la expresión de APO CIII. Con ello, reducen la trigliceridemia entre un 20-50% (efecto princi-pal), pero apenas bajan el cLDL (5-10%) o incluso lo pueden aumentar a la vez que aumentan ligeramente el cHDL (5-15%). En la era “pre-estatinas” gemfibrozilo en monotera-pia, disminuyó la incidencia de ECV un 34% en prevención primaria16 y un 22% en prevención secundaria17, beneficios que no se lograron de forma estadísticamente significativa con otros fibratos. Tampoco ha sido demostrado beneficio adicional al tratamiento con estatinas sobre la reducción de ECV. Una revisión sistemática y metaanálisis que incluyó 18 ensayos clínicos (45.000 pacientes) mostraba que los fibratos reducen en un 10% la morbimortalidad cardiovas-cular sin modificar la mortalidad general18. Pueden provocar litiasis biliar, hipertransaminasemia ligera y transitoria e in-cluso deterioro de función renal. Mención aparte merece el riesgo de miotoxicidad, incluso rabdomiolisis, especialmente en presencia de hipotiroidismo, insuficiencia renal o edad avanzada, y tras interacciones farmacológicas, particular-mente en el tratamiento conjunto con estatinas. Por ello no se recomienda asociar gemfibrozilo con estatinas.

Acído nicotínico Ha dejado de comercializarse en nuestro país.

Acidos grasos omega 3Incluyen el acido eicosapentanoico (EPA) y docosahexanoico (DHA). A dosis no hipolipemante de 1,7 g/día demostraron reducir la morbimortalidad cardiovascular, sobre todo la muerte súbita19. A dosis mayores (4 g/día) reduciendo los triglicéridos aproximadamente un 30%, con un ligero efecto sobre cHDL (aumento 3%) y sin efecto o mínimo aumento

Page 20: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 126 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aintense low-density lipoprotein cholesterol reduction in patients with stroke or transient schemic attack: the Stroke Prevention by Aggressive Reduction in Cholesterol Levels (SPARCL) trial. Stroke. 2007;38:3198–3204

Uso de hipolipemiantes en ancianos1. Strandberg T, Kolehmainen L, Vuorio A. Evaluation and treatment of older patients with

hypercholesterolemia. A clinical review. JAMA 2014;312:1136-1144

2. Aronow W. Treatment of high-risk older patients with lipid-lowering therapy. Am J Ther 2008;15:102-107

3. Thomas JE, Tershakovec AM, Jones-Burton C, Sayeed RA. Foody JM. Lipid lower-ing for secondary prevention of cardiovascular disease in older adults. Drus Aging 2010;27:959-972

4. Ali R, Alexander K. Statins for the primary prevention of cardiovascular events in older adults: a review of the evidence. Am J Geriatr Pharmacother 2007;5:52-63

5. Gomez-Huelgas R, Martínez-Sellés M, Formiga F, Alemán J, Camafort M, Galve E, et al. Tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular en el paciente mayor de 80 años. Med Clin 2014;143:134.e1-134.e11

6. Savarese G, Gotto A, Paolillo S, D´Amore C, Losco T, Musella F, et al. Benefits of sta-tin in elderly subjects without established cardiovascular disease. J Am Coll Cardiol 2013;62:2090-2099

7. Chokshi N, Messerli F, Sutin D, Supariwata A, Shah N. Appropriateness of Stains in pa-tients ≥ 80 years and comparison to other age groups. Am J Cardiol 2012;110:1477-1481

8. Hilmer S, Gnjidic D. Statins in older adults. Aust Prescr 2013;36:79-82

9. Clement KM, Walker SW. Statins and their interactions with other lipid-modidying med-ications. Ther Adv in Drug Safe 2012;3:35-46

10. Reiner Z, Catapano A, De Backer G, Graham I, Taskinen M, Wiklund O, et al. ESC/EAS guidelines for the management of dyslipideamias. The Task Force for the management of dyslipidaemias of the European Society of Cardiology (ESC) and the European Ather-osclerosis Society (EAS). Eur Heart J 2011;32:1769-1878

11. Reiner Z. Primary prevention of cardiovascular disease with statins in the elderly. Curr Atheroscler Rep 2014;16:420

12. Stone NJ, Intwala S. Statins in very elderly adults (debate). J Am Geriatr Soc 2014;62:943-945

13. Stone N, Robinson J, Lichtenstein A, Bairey C, Blum C, Eckrl R et al. ACC/AHA Guideline on the Treatment of Blood Cholesterol to Reduce Atherosclerotic Cardiovascular Risk in Adults: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circulation. doi:10.1161/01.cir.0000437738.63853.7a

14. Cannon C, Blazing M, Giugliano A, McCagg A, White J, Theroux P, et al. Ezetimibe added to statin therapy after acute coronary syndromes. N Engl J Med 2015;375:2387-2397

Uso de hipolipemiantes en diabetes1. Pedro-Botet J, Benaiges D, Pedragosa A. Dislipemia diabética, macro y microangi-

opatía. Clin Invest Arterioscl 2012;24:299-305

2. Shah AD, Langenberg C, Rapsomaniki E, Denaxas S, Pujades-Rodriguez M, Gale C, et al. Type 2 diabetes and incidence of cardiovascular diseases: a cohort study in 1·9 million people. Lancet Diabetes Endocrinol 2015;3:105-113

3. Wu L, Parhofer K. Diabetic dyslipidemia. Metabolism 2014;63:1469-1479

4. Shah S, Casas J, Drenos F, Whittaker J, Deanfield J, Swerdlow D, et al. Causal rele-vance of blood lipid fractions in the development of carotid atherosclerosis: Mendelian randomization analysis. Circ Cardiovasc Genet 2013;6:63-72

5. Do R, Willer C, Schmidt E, Sengupta S, Gao C, Peloso G, et al. Common variants associated with plasma triglycerides and risk of coronary artery disease. Nat Genet 2013;45:1345-1352

6. Howard B, Robbins D, Sievers M, Lee E, Rhoades D, Devereux R, et al. LDL cho-lesterol as a strong predictor of coronary heart disease in diabetic individuals with insulin resistance and low LDL: the Strong Heart Study. Arterioscl Thromb Vasc Biol 2000;20:830-835

7. Rydén L, Grant P, Anker S, Berne C, Cosentino F, Danchin N, et al. ESC Guidelines on di-abetes, pre-diabetes, and cardiovascular diseases developed in collaboration with the EASD: The Task Force on diabetes, pre-diabetes, and cardiovascular diseases of the European Society of Cardiology (ESC) and developed in collaboration with the European Association for the Study of Diabetes (EASD). Eur Heart J 2013;34:3035-3087

8. Jiang R, Schulze M, Li T, Rifai N, Stampfer M, Rimm E, et al. Non-HDL and apolipopro-tein B predict cardiovascular disease events among men with type 2 diabetes. Diabetes Care 2004;27:1991-1997

9. Cannon C, Blazing M, Giugliano A, McCagg A, White J, Theroux P, et al. Ezetimibe added to statin therapy after acute coronary syndromes. N Engl J Med 2015;375:2387-2397

10. Sattar N, Preiss D, Murray H, Welsh P, Buckley B, de Craen A, et al. Statins and risk of incident diabetes: a collaborative meta-analysis of randomised statin trials. Lancet 2010;375:735-742

11. Grumprech J, Gosho M, Hounslow N. Comparative long-term efficacy and tolerability of pitavastatin 4 mg and atorvastatin 20 mg in patients with type 2 diabetes mellitus and combined (mixed) dyslipidemia. Diab Obes Metab 2011; 13: 1047-1055

Third Report of the National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel on Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treat-ment Panel III) final report. Circulation. 2002;106:3143-421

6. Baigent C, Keech A, Kearney P, Blackwell L, Buck G, Pollicino C, et al. Efficacy and safe-ty of cholesterol-lowering treatment: prospective meta-analysis of data from 90,056 participants in 14 randomised trials of statins. Lancet 2005; 366(9493):1267-1278

7. Baigent C, Blackwell L, Emberson J, Holland L, Reith C, Bhala N, et al. Efficacy and safety of more intensive lowering of LDL cholesterol: a meta-analysis of data from 170,000 participants in 26 randomised trials. Lancet 2010;376:1670–1681

8. Reiner Z, Catapano A, De Backer G, Graham I, Taskinen M, Wiklund O, et al. Guía de la ESC/EAS sobre el manejo de las dislipemias. Rev Esp Cardiol. 2011;64:1168.e1-e60

Prevención Primaria1. Taylor F, Huffman M, Macedo A, Moore T, Burke M, Davey Smith G, et al. Statins

for the primary prevention of cardiovascular disease. Cochrane Database Syst Rev. 2013;1:CD00481

2. Mihaylova B, Emberson J, Blackwell L, Keech A, Simes J, Barnes EH, et al. Cholesterol Treatment Trialists´ (CTT) Collaboration. The effects of lowering LDL cholesterol with statin therapy in people atlow risk of vascular disease: meta-analysis of individual data from27 randomised trials. Lancet. 2012;380(9841):581-90

4. Stone J, Robinson J, Lichtenstein A, Bairey-Merz C, Blum C, Eckel R, et al. 2013 ACC/AHA Guideline on the Treatment of Blood Cholesterol to Reduce Atheroscle-rotic Cardiovascular Risk in Adults: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circulation. 2013;01.cir.0000437738.63853.7a

5. Rabar S, Harker M, O’Flynn N, Wierzbicki AS, Guideline Development Group. Lipid mod-ification and cardiovascular risk assessment for the primary and secondary prevention of cardiovascular disease: summary of updated NICE guidance. BMJ 2014;349:g4356

Prevención secundaria en cardiopatía isquémica y arteriopatía periférica1. Baigent C, Keech A, Kearney PM, Blackwell L, Buck G, Pollicino C, et al. Efficacy and

safety of cholesterol-lowering treatment: prospective meta-analysis of data from 90,056 participants in 14 randomised trials of statins. Lancet. 2005;366:1267-78

2. Bezafibrate Infarction Preventions. Secondary prevention by raising HDL cholester-ol and reducing triglycerides in patients with coronary artery disease. Circulation. 2000;102:21-27

3. Efficacy and safety of more intensive lowering of LDL cholesterol: a meta-analysis of data from 170 000 participants in 26 randomised trials. Cholesterol Treatment Trialists’ (CTT) Collaboration. Lancet, 376:1670-1681

4. Reiner Z, Catapano A, De Backer G, Graham I, Taskinen M, Wiklund O, et al. ESC/EAS guidelines for the management of dyslipideamias. The Task Force for the management of dyslipidaemias of the European Society of Cardiology (ESC) and the European Ather-osclerosis Society (EAS). Eur Heart J 2011;32:1769-1878

5. Cannon C, Blazing M, Giugliano A, McCagg A, White J, Theroux P, et al. Ezetimibe added to statin therapy after acute coronary syndromes. N Engl J Med 2015;375:2387-2397

Prevención secundaria en ictus isquémico1. Crouse J, Byington R, Hoen H, Furberg C. Reductase inhibitor monotherapy and stroke

prevention. Arch Intern Med 1997;157:1305.2. Piechowski-Jóžwiak B, Bogousslavsky J. Cholesterol as a risk factor for stroke: the

fugitive? Stroke 2004; 35:1523.3. Barter P, Gotto A, LaRosa J, Maroni J, Szarek M, Grundy SM, et al. for the Treating to

New Targets Investigators. HDL cholesterol, very low levels of LDL cholesterol, and cardiovascular events. N Engl J Med. 2007;357:1301–1310

4. Bucher HC, Griffith LE, Guyatt GH. Effect of HMGcoA reductase inhibitors on stroke. A meta-analysis of randomized, controlled trials. Ann Intern Med 1998; 128:89.

5. The AIM-HIGH Investigators. Boden W, Probstfield J, Anderson T, Chaitman B, Desvi-gnes-Nickens P, Koprowicz K, et al. Niacin in patients with low HDL cholesterol levels receiving intensive statin therapy. N Engl J Med. 2011;365:2255–2267

6. Crouse J, Byington R, Bond M, Espeland M, Sprinkle J, McGovern M, et al. Pravastatin, lipids, and atherosclerosis in the carotid arteries: design features of a clinical trial with carotid atherosclerosis outcome. Control Clin Trials 1992;13:495–506

7. Pahan K, Sheikh F, Namboodiri A, Singh I. Lovastatin and ophenylacetate inhibit the induction of nitric oxide synthase and cytokines in rat primary astrocytes, microglia and macrophages. J Clin Invest. 1997;100:2671–9

8. Chen J, Zhang ZG, Li Y, Wang Y, Wang L, Jiang H, et al. Statins induce angiogenesis, neurogenesis, and synaptogenesis after stroke. Ann Neurol. 2003;53:743–51

9. Flint A, Kamel H, Navi B, Rao V, Faigeles B, Conell C, et al. Statin use during ischemic stroke hospitalization is strongly associated with improved poststroke survival. Stroke. 2012;43:147–54

10. The Stroke Prevention by Aggressive Reduction in Cholesterol Levels (SPARCL) Investi-gators. High-dose atorvastatin after stroke or transient ischemic attack. N Engl J Med. 2006;355:549–559

11. Huisa B, Stemer A, Zivin J. Atorvastatin in stroke: a review of SPARCL and subgroup analysis. Vascular Health and Risk Management 2010:6 229–236

12. Amarenco P, Goldstein LB, Szarek M, Sillesen H, Rudolph A, Callahan A, et al. Effects of

REVISIÓN Consenso Gallego Multidisciplinar sobre el Uso de Hipolipemiantes

Page 21: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 127 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a 7. Kobashigawa J. Statins in solid organ transplantation: is there an immunosuppres-sive effect? Am J Transplant 2004;4:1013-1018

8. Wu A, Ballantyne C, Short B, Torre-Amione G, Young J, Ventura H, et al. Statin use and risks of death or fatal rejection in the Heart Transplant Lipid Registry. Am J Cardiol 2005; 95: 367-72

9. Fröhlich G, Rufibach K, Enseleit F, Wolfrum M, von Babo M, Frank M, et al. Statins and the risk of cancer after heart transplantation. Circulation 2012;126:440-447

10. Holdaas H, Fellstrom B, Jardine A, Holme I, Nyberg G, Fauchald P, et al. Effect of fluvastatin on cardiac outcomes in renal transplant recipients: a multicentre, ran-domised, placebo-controlled trial. Lancet 2003;361:2024-2031

11. Palmer S, Navaneethan S, Craig J, Perkovic V, Johnson D, Nigwekar S, et al. HMG CoA reductase inhibitors (statins) for kidney transplant recipients. Cochrane Database of Systematic Reviews 2014, Issue 1. Art. No.: CD005019. DOI: 10.1002/14651858.CD005019.pub4

12. Younas N, Wu C, Shapiro R, McCauley J, Johnston J, Tan H, et al. HMG-CoA re-ductase inhibitors in kidney transplant recipients receiving tacrolimus: statins not associated with improved patient or graft survival. BMC Nephrology 2010;11:5-14

13. Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) Lipid Work Group. KDIGO clin-ical practice guideline for lipid management in chronic kidney disease. Kidney Int 2013;Suppl 3:259-305

14. Amundsen R, Åsberg A, Ohm K, Christensen H. Cyclosporine A- and tacrolimus-medi-ated inhibition of CYP3A4 and CYP3A5 in vitro. Drug Metab Dispos 2012;40:655-661

15. Corsini A, Bellosta S, Baetta R, Fumagalli R, Paoletti R, Bernini F. New insights into the pharmacodynamic and pharmacokinetic properties of statins. Pharmacol Ther 1999;84:413-428

16. Holdaa H, Julian D. The use of statins after solid organ transplantation. Nephrol Dial Transplant 2002;17:1537

17. Wessler J, Grip L, Mendell J, Giugliano R. The P-Glycoprotein transport system and cardiovascular drugs. J Am Coll Cardiol 2013;61:2495–2502

18. Koshman S, Lalonde L, Burton I, Tymchak W, Pearson G. Supratherapeutic response to ezetimibe administered with cyclosporine. Ann Pharmacother 2005;39:1561-1565

Tratamiento de la Dislipemia en el Paciente con Infección por el VIH/SIDA1. Masia M, Gutierrez F. HIV-related cardiovascular risk factors. Enferm Infecc Microbiol

Clin. 2009 Suppl 1:17-23. 2. Obel N, Thomsen H, Kronborg G, Larsen C, Hildebrandt P, Sorensen H, et al. Ischem-

ic heart disease in HIV-infected and HIV-uninfected individuals: a population-based cohort study. Clin Infect Dis. 2007;44:1625-1631.

3. Lichtenstein K, Armon C, Buchacz K, Chmiel J, Buckner K, Tedaldi E, et al. Low CD4+ T cell count is a risk factor for cardiovascular disease events in the HIV outpatient study. Clin Infect Dis. 2010;51:435-447.

4. Mary-Krause M, Cotte L, Simon A, Partisani M, Costagliola D. Increased risk of my-ocardial infarction with duration of protease inhibitor therapy in HIV-infected men. AIDS. 2003;17:2479-86

5. Grupo de Expertos del grupo de estudio sobre Alteraciones metabólicas (GEAM), de la Secretaría del Plan nacional sobre el SIDA (SPNS) y del Grupo de estudio de SIDA (GeSIDA). Documento de consenso sobre las alteraciones metabólicas y riesgo cardiovascular en pacientes con infección por el virus de inmunodeficiencia humana. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2015;33:40.e1-40.e16

6. Reiner Z, Catapano A, De Backer G, Graham I, Taskinen M, Wiklund O, et al. ESC/EAS guidelines for the management of dyslipideamias. The Task Force for the man-agement of dyslipidaemias of the European Society of Cardiology (ESC) and the European Atherosclerosis Society (EAS). Eur Heart J 2011;32:1769-1878

7. Morgan R, Campbell S, Suehira K, Sponseller C, Yu C, Medlock M. Efects of steady-state lopinavir-ritonavir on the pharmacokinetics of pitavastatin in healthy adult vol-unteers. JAIDS 2012;60:158-164

8. Yu C, Campbel S, Sponseller C, Knadler M, Small D, Medlock M, et al. Steady-state pharmacokinetics of Darunavir/Ritonavir with Pitavastatin in healthy adult volunteers. AIDS Conference. July 22-27, 2012, Washington, DC, USA. Abstract nºTUPE053

9. Martínez E, Arnaiz JA, Podzamczer D, Dalmau D, Ribera E, Domingo P, et al. Sub-stitution of nevirapine, efavirenz, or abacavir for protease inhibitors in patients with immunodeficiency virus infection. N Engl J Med 2003:349:1036-1046

10. Fisher M, Palella F, Tebas P, Gazzard B, Ruane P, van Lunzen J, et al. SPIRIT: switching to emtricitabine/rilpivirine/tenofovir DF single-tablet regimen from boosted protease inhibitor maintains HIV suppression at week 48. 11th International Congress on Drug Therapy in HIV Infection; November 11-15, 2012; Glasgow, UK. Abstract nº P285

11. Martínez E, d’Albuquerque PM, Pérez I, Pich JM, Gatell JM. Abacavir/lamivudine versus tenofovir/emtricitabine in virologically suppressed patients switching from ritonavir-boosted protease inhibitors to raltegravir. AIDS Res Hum Retroviruses 2013;29:235-241.

12. Campo R, DeJesus E, Bredeek UF, Henry K, Khanlou H, Logue K, et al. SWIFT: prospective 48-week study to evaluate efficacy and safety of switching to emtricitabine/tenofovir from lamivudine/abacavir in virologically suppressed HIV-1 infected patients on a boosted protease inhibitor containing antiretroviral regimen. Clin Infect Dis. 2013;56:1637-1645

12. Odawara M, Yamazaki T, Kishimoto J, Ito C, Noda M, Terauchi Y, et al. Effect of pitavas-tatin on the incidence of diabetes in Japanese individuals with impaired glucose tol-erance. 49th European Association for the Study of Diabetes Annual Meeting. 2013. http://easdvirtualmeeting.org/resources/3645

Tratamiento de la Dislipemia en la Enfermedad Renal Crónica1. Tonelli M, Wiebe N, Culleton B, House A, Rabbat C, Fok M, et al. Chronic kidney disease

and mortality risk: a systematic review. J Am Soc Nephrol 2006;17:2034–20472. Vaziri N. Dyslipidemia of chronic renal failure: the nature, mechanisms, and potential

consequences. Am J Physiol Renal Physiol 2006;290:F262–F2723. Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) Lipid Work Group. KDIGO clin-

ical practice guideline for lipid managment in chronic kidney disease. Kidney Int 2013;Suppl 3:259-305

4. Hayward R, Krumholz H. Three reasons to abandon low-density lipoprotein targets: an open letter to the Adult Treatment Panel IV of the National Institutes of Health. Circ Cardiovasc Qual Outcomes 2012;5:2–5

5. Palmer S, Navaneethan S, Craig J, Johnson D, Perkovic V, Hegbrant J, et al. HMG CoA reductase inhibitors (statins) for people with chronic kidney disease not re-quiring dialysis. Cochrane Database of Systematic Reviews 2014, Issue 5. Art. No.: CD007784. DOI: 10.1002/14651858.CD007784.pub2

6. Baigent C, Landray M, Reith C, Emberson J, Wheeler D, Tomson C, et al. The effects of lowering LDL cholesterol with simvastatin plus ezetimibe in patients with chronic kidney disease (Study of Heart and Renal Protection): a randomised placebo-con-trolled trial. Lancet 2011;377:2181–2192

7. Sarnak M, Bloom R, Muntner P, Rahman M, Saland J, Wilson P, et al. KDOQI US Commentary on the 2013 KDIGO Clinical Practice Guideline for Lipid Management in CKD. Am J Kidney Dis 2014 Nov 18. pii: S0272-6386(14)01283-9. doi: 10.1053/j.ajkd.2014.10.005

8. Kong X, Yuan H, Fan J, Li Z, Wu T, Jiang L. Lipid-lowering agents for nephrotic syndrome. Cochrane Database of Systematic Reviews 2013, Issue 12. Art. No.: CD005425. DOI: 10.1002/14651858.CD005425.pub2

9. Stone J, Robinson J, Lichtenstein A, Bairey-Merz C, Blum C, Eckel R, et al. 2013 ACC/AHA Guideline on the Treatment of Blood Cholesterol to Reduce Atheroscle-rotic Cardiovascular Risk in Adults: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circulation. 2013;01.cir.0000437738.63853.7a

10. Wanner C, Krane V, März W, Olschewski M, Mann J, Rufet G, etal. Atorvastatin in patients with type 2 diabetes mellitus undergoing hemodialysis. N Engl J Med 2005;353(3):238-248

11. Fellstrom B, Jardine A, Schmieder R, Holdaas H, Bannister K, Beutler J, et al. Ro-suvastatin and cardiovascular events in patients undergoing hemodialysis. N Engl J Med 2009;360:1395-1407

12. Palmer S, Navaneethan S, Craig J, Johnson D, Perkovic V, Nigwekar S, et al. HMG CoA reductase inhibitors (statins) for dialysis patients. Cochrane Database of Systematic Re-views 2013, Issue 9. Art. No.: CD004289. DOI: 10.1002/14651858.CD004289.pub5

13. Holdaas H, Fellstrom B, Jardine A, Holme I, Nyberg G, Fauchald P, et al. Effect of fluvastatin on cardiac outcomes in renal transplant recipients: a multicentre, ran-domised, placebo-controlled trial. Lancet 2003;361:2024-2031

14. Palmer S, Navaneethan S, Craig J, Perkovic V, Johnson D, Nigwekar S, et al. HMG CoA reductase inhibitors (statins) for kidney transplant recipients. Cochrane Database of Systematic Reviews 2014, Issue 1. Art. No.: CD005019. DOI: 10.1002/14651858.CD005019.pub4

15. Harper CR, Jacobson TA. Managing dyslipidemia in chronic kidney disease. J Am Coll Cardiol 2008;51:2375-2384

16. Reiner Z, Catapano A, De Backer G, Graham I, Taskinen M, Wiklund O, et al. ESC/EAS guidelines for the management of dyslipideamias. The Task Force for the man-agement of dyslipidaemias of the European Society of Cardiology (ESC) and the European Atherosclerosis Society (EAS). Eur Heart J 2011;32:1769-1878

Tratamiento de la Dislipemia en el Paciente Trasplantado1. Massy Z. Hyperlipidemia and cardiovascular disease after organ transplantation.

Transplantation 2001;72(Suppl 6):S13-S152. Cofan F, Alonso-Melgar A, Canal C, Crespo M, Errasti P, Fijo J, et al. Inmunosupre-

sores y alteraciones de los lípidos. Nefrologia Sup Ext 2013;4:35-403. Kobashigawa J, Katznelson S, Laks H, Johnson J, Yeatman L, Wang X, et al. Effect of

pravastatin on outcomes after cardiac transplantation. N Engl J Med 1995;333:621-6274. Weenie K, Meiser B, Thiery J, Nagel D, von Scheidt W, Steinbeck G,et al. Simvastatin

reduces graft vessel disease and mortality after heart transplantation: a four-year randomized trial. Circulation 1997;96:1398-1402

5. Kobashigawa J, Moriguchi J, Laks H, Wener L, Hage A, Hamilton M, et al. Ten-Year Follow-up of a Randomized Trial of Pravastatin in Heart Transplant Patients. J Heart Lung Transplant 2005;24:1736-1740

6. Costanzo M, Dipchand A, Starling R, Anderson A, Chan M, Desai S, et al. The Inter-national Society of Heart and Lung Transplantation Guidelines for the care of heart transplant recipients. J Heart and Lung Transplant 2010;29:914-956

Botana López MA, et al

Page 22: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 128 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 113-128

Estatinas y otros Hipolipemiantes1. Baigent C, Keech A, Kearney P, Blackwell L, Buck G, Pollicino C, et al. Effica-

cy and safety of cholesterol-lowering treatment: prospective meta-analysis of data from 90,056 participants in 14 randomised trials of statins. Lancet 2005; 366(9493):1267-1278

2. Baigent C, Blackwell L, Emberson J, Holland L, Reith C, Bhala N, et al. Efficacy and safety of more intensive lowering of LDL cholesterol: a meta-analysis of data from 170,000 participants in 26 randomised trials. Lancet 2010;376:1670–1681

3. Byington R, Macfarlane P, Collins R, La Rosa J, Rossouw J, Probstfield J, et al. Ef-ficacy and safety of LDL-lowering therapy among men and women: meta-analy-sis of individual data from 174 000 participants in 27 randomised trials. Lancet. 2015;385:1397-1405

4. Mihaylova B, Emberson J, Blackwell L, Keech A, Simes J, Barnes E, et al. The effects of lowering LDL cholesterol with statin therapy in people at low risk of vascular disease: meta-analysis of individual data from 27 randomised trials. Lancet. 2012;380: 581–590

5. Kearney P, Blackwell L, Collins R, Keech A, Simes J, Baigent C, et al. Efficacy of cholesterol-lowering therapy in 18,686 people with diabetes in 14 randomised trials of statins: a meta-analysis. Lancet 2008;371:117–125

6. Palmer S, Craig J, Navaneethan S, Tonelli M, Pellegrini F, Strippoli GF. Benefits and harms of statin therapy for persons with chronic kidney disease: a systematic review and meta-analysis. Ann Intern Med 2012;157:263–275

7. Silva M, Swanson A, Gandhi P, Tataronis G. Statin-related adverse events: a me-ta-analysis. Clin Ther 2006;28:26–35

8. Preiss D, Seshasai S, Welsh P, Murphy S, Ho J, Waters D, et al. Risk of incident diabetes with intensive-dose compared with moderate-dose statin therapy. A me-ta-analysis. JAMA. 2011;305:2556–2564

9. Sattar N, Preiss D, Murray H, Welsh P, Buckley B, de Craen A, et al. Statins and risk of incident diabetes: a collaborative meta-analysis of randomised statin trials. Lancet. 2010;375:735–742

10. Peto R, Emberson J, Landray M, Baigent C, Collins R, Clare R, et al. Analyses of cancer data from three ezetimibe trials. N Engl J Med 2008;359:1357-1366

11. Pandor A, Ara R, Tumur I,Wilkinson A, Paisley S, Duenas A, et al. Ezetimibe monother-apy for cholesterol lowering in 2,722 people: systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. J Intern Med, 2009;265:568-580

12. SHARP Collaborative Group. Study of Heart and Renal Protection (SHARP): rand-omized trial to assess the effects of lowering low-density lipoprotein cholesterol among 9,438 patients with chronic kidney disease. Am Heart J. 2010;160:785-794

13. Cannon C, Blazing M, Giugliano A, McCagg A, White J, Theroux P, et al. Ezetimibe added to statin therapy after acute coronary syndromes. N Engl J Med 2015;375:2387-2397

14. The Lipid Research Clinics Coronary Primary Prevention Trial results. I. Reduction in incidence of coronary heart disease. JAMA 1984;251(3):351-64

15. Studer M, Briel M, Leimerstoll B, Glass T, Bucher H. Effect of Different Antilipidemic Agents and Diets on Mortality: A Systematic Review. Arch Int Med 2005;165:725-730

16. Rick M, Elo O, Haapa K, Heinonen O, Heinsalmi P, Helo P, et al. Helsinki Heart Study primary-prevention trial with gemfibrozil in middle-aged men with dyslipidemia. N Engl J Med 1987;317:1237–1245

17. Rubins H, Robins S, Collins D, Fye C, Anderson J, Elam M, et al. Gemfibrozil for the secondary prevention of coronary heart disease in men with low levels of high density lipoprotein cholesterol. Veterans Affairs High-Density Lipoprotein Cholesterol Intervention Trial Study Group. N Engl J Med. 1999;341:410–418

18. Jun M, Foote C, Lv J, Neal B, Patel A, Nicholls S, et al. Effects of fibrates on cardiovas-cular outcomes: a systematic review and meta-analysis. Lancet 2010,375:1875-8

19. Dietary supplementation with n-3 polyunsaturated fatty acids and vitamin E after myocardial infarction: results of the GISSI-Prevenzione trial. Gruppo Italiano per lo Studio della Sopravvivenza nell’Infarto miocardico. Lancet. 1999;354:447-455

20. Yokoyama M, Origasa H, Matsuzaki M, Matsuzawa Y, Saito Y, Ishikawa Y, et al. Ef-fects of eicosapentaenoic acid on major coronary events in hypercholesterolaemic patients (JELIS): a randomised open-label, blinded endpoint analysis. Lancet. 2007 Mar 31;369:1090-1098

21. Kromhout D, Giltay E, Geleijnse J, Alpha Omega Trial Group. n-3 fatty acids and cardiovascular events after myocardial infarction. N Engl J Med 2010;363:2015-26

22. ORIGIN Trial Investigators, Bosch J, Gerstein H, Dagenais G, Díaz R, Dyal L, Jung H, et al. n-3 fatty acids and cardiovascular outcomes in patients with dysglycemia. N Engl J Med. 2012;367:309-318

Tratamiento de la hiperlipemia en el paciente oncológico1. Albini A, Pennesi G, Donatelli F, Cammarota R, De Flora S, Noonan D. Cardiotoxicity

of anticancer drugs: the need for cardio-oncology and cardio-oncological prevention. J Natl Cancer Inst 2010;102:14-25

2. Darby S, Ewertz M, McGale P, Bennet A, Blom-Goldman U, Bronnum D, et al. Risk of ischemic heart disease in women after radiotherapy for breast cancer. N Engl J Med 2013;368:987-998

3. Saylor P, Smith M. Metabolic complications of androgen deprivation therapy for pros-tate cancer. J Urol 2009;181:1998-2006

4. Bielecka-Dabrowa A, Hannam S, Rysz J, Banach M. Malignancy-associated dyslipi-demia. Open Cardiovasc Med J 2011;5:35-40

5. Darby S, McGale P, Peto R, Granath F, Hall P, Ekbom A. Mortality from cardiovascular disease more than 10 years after radiotherapy for breast cancer: nationwide cohort study of 90 000 Swedish women. BMJ 2003;326:256-7

6. Smith G, Smith B, Buchholz T, Giordano S, Garden A, Woodward W, et al. Cerebrovas-cular disease risk in older head and neck cancer patients after radiotherapy. J Clin Oncol 2008;26:5119-25

7. Peto R, Emberson J, Landray M, Baigent C, Collins R, Clare R, et al. Analyses of cancer data from three ezetimibe trials. N Engl J Med 2008;359:1357-66

8. Sánchez Gómez E, Arco Prados Y. Revisión de las interacciones farmacológicas de los fármacos antineoplásicos orales dispensados en un servicio de farmacia. Farm Hosp. 2014;38:338-363

Dislipemias Familiares e Hipolipemiantes1. Gutiérrez Fuentes J, Gómez Gerique J, Gómez de la Cámara A, Rubio M, García

Hernández Arístegui I. Dieta y riesgo cardiovascular en España (DRECE II). Descrip-ción de la evolución del perfil cardiovascular. Med Clin 2000;115:726-729

2. Goldstein J, Hobbs H, Brown M. Familial hypercholesterolaemia. En: Scriver C, Beau-det A, Sly W, Valle D, editors. The metabolic and molecular bases of inherited disease. New York: McGraw Hill 1995;p.1981-2030

3. Hazzard W, Goldstein J, Schrott H, Motulsky A, Bierman E. Hyperlipidemia in Coronary Heart Disease III. Evaluation of lipoprotein phenotypes of 156 genetically defined survivors of myocardial infarction. J Clin Invest. 1973 ;52: 1569–1577

4. Austin M, McKnight B, Edwards K, Bradley C, McNeely M, Psaty B, et al. Cardiovas-cular disease mortality in familial forms of hypertriglyceridemia: a 20-year prospec-tive study. Circulation. 2000;101:2777–2782

5. Reiner Z, Catapano A, de Backer G, Graham I, Taskinen MR, Wiklund O, et al. ESC/EAS Guidelines for the management of dyslipidaemias: The Task Force for the man-agement of dyslipidaemias of the European Society of Cardiology (ESC) and the Eu-ropean Atherosclerosis Society (EAS). Atherosclerosis. 2011;271(Suppl 1):S1-S44

6. Stone N, Robinson J, Lichtenstein A, Merz C, Blum C, Eckel R, et al. 2013 ACC/AHA guideline on the treatment of blood cholesterol to reduce atherosclerotic car-diovascular risk in adults: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circulation. doi:10.1161 /01.cir.0000437738.63853.7a

7. Wierzbicki A, Humphries S, Minhas R. Familial hypercholesterolaemia: summary of NICE guidance. BMJ. 2008;337:a1095

8. Goldberg A, Hopkins P, Toth P, Ballantyne C, Rader D, Robinson J, et al. Familial hypercholesterolemia: screening, diagnosis and management of pediatric and adult patients: clinical guidance from the National Lipid Association Expert Panel on Famil-ial Hypercholesterolemia. J Clin Lipidol. 2011;5(3 Suppl):S1-S8

9. Mata P, Alonso R, Ruiz A, González-Juanatey JR, Badimón L, Díaz-Díaz JL, et al. Diagnóstico y tratamiento de la hipercolesterolemia familiar en España: documento de consenso. Aten Primaria 2015 Jan;47:56-65

10. Mata P, Alonso R, Ruíz-Garcia A, Díaz-Díaz JL, González N, Gijón-Conde T, et al. Familial combined hyperlipidemia: consensus document. Aten Primaria. 2014 Oct;46:440-446

11. Wiesbauer F, Blessberger H, Azar D, Goliasch G, Wagner O, Gerhold L, et al. Famil-ial-combined hyperlipidaemia in very young myocardial infarction survivors (< or = 40 years of age). Eur Heart J. 2009;30:1073-1079

12. The ACCORD Study Group. Effects of combination lipid therapy in type 2 Diabetes Mellitus. N Engl J Med. 2010;362:1563–1574

13. Berglund L, Brunzell J, Goldberg A, Goldberg I, Sacks F, Murad M, et al. Evaluation and treatment of hypertriglyceridemia: An endocrine society clinical practice guide-line. J Clin Endocrinol Metab 2012;97:2969–2989

14. Craig H. Make early diagnosis, prevent early death from familial hypercholesterolae-mia. The MED-PED FH program. Med J Aust. 1995;162:454-455

15. Versmissen J, Oosterveer D, Yazdanpanah M, Defesche J, Basart D, Liem A, et al. Efficacy of statins in familial hypercholesterolaemia: A long term cohort study. BMJ. 2008;337:a2423.

16. Pijlman A, Huijgen R, Verhagen S, Imholz B, Liem A, Kastelein J, et al. Evaluation of cholesterol lowering treatment of patients with familial hipercholesterolemia: A large cross-sectional study in The Netherlands. Atherosclerosis. 2010;209:189-94

REVISIÓN Consenso Gallego Multidisciplinar sobre el Uso de Hipolipemiantes

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aGa

licia

Clín

ica

| So

cied

ade

Gale

ga d

e M

edic

ina

Inte

rna

Page 23: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

| 129 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 129-131

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aORIGINAL BREVE

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Guerreiro C, Chaves Ramos H, Brito U Edema Pulmonar de Re-expansão após pneumotórax espontâneo primário – um caso fulminante. Galicia Clin 2016; 77 (3): 129-131

Recibido: 16/02/16; Aceptado: 05/03/16

Edema Pulmonar de Re-expansão após pneumotórax espontâneo primário – um caso fulminante

Reexpansion pulmonary edema after primary spontaneous pneumothorax – a fulminant case

Guerreiro C, Chaves Ramos H, Brito UServiço de Pneumologia. Centro Hospitalar Algarve. Hospital de Faro (Faro. Portugal)

ResumoO edema pulmonar de re-expansão é uma complicação pouco frequente que pode surgir após tratamento de colapso pulmonar prolongado secun-dário a derrame pleural, pneumotórax e atelectasia. A sua apresentação clínica é variável podendo manifestar-se apenas por sintomas ligeiros, contudo, cursa com insuficiência respiratória nos casos de maior gravi-dade. Apesar de se tratar de uma entidade infrequente apresenta morta-lidade elevada. O tratamento é sintomático e assenta essencialmente em medidas de suporte hemodinâmico e ventilatório. Os autores descrevem o caso de uma doente de 37 anos que desenvolve um quadro fulminante de edema pulmonar de re-expansão bilateral acompanhado por insuficiência respiratória e choque hipovolémico após colocação de drenagem torácica para descompressão de pneumotórax espontâneo à direita.

Palavras-chave: Edema pulmonar de re-expansão, pneumotórax, cho-que hipovolémico, insuficiência respiratória.

Abstract Reexpansion pulmonary edema is an uncommon complication that can arise after treatment of prolonged pulmonary collapse secondary to pleural effusion, pneumothorax and atelectasis. Clinical presentation is variable and can be manifested only by mild symptoms; however, it evolves to respiratory failure in cases of greater severity. Although it is a rare entity, it is associated with high mortality. Treatment is symptomatic and based essentially on hemodynamic and ventilatory support measures. The authors describe the case of a 37-year-old patient that develops a fulminant bilateral re-expansion pulmonary edema, associated with respiratory failure and hypovolemic shock after placement of thoracic drainage for decompression of spontaneous right pneumothorax.

Key words: Reexpansion pulmonary edema, pneumothorax, hypovolemic shock, respiratory failure.

IntroduçãoO Edema Pulmonar de Re-expansão (EPR) é uma complica-ção pouco frequente que pode surgir após o tratamento do colapso pulmonar secundário a derrame pleural, pneumotó-rax e atelectasia. A sua prevalência varia consoante as séries oscilando entre <1%-14%, em doentes sintomáticos1,2, até 29% em doentes assintomáticos, mas com alterações ima-giológicas sugestivas3. Cursa com uma mortalidade de 20%4. A fisiopatologia do EPR não se encontra totalmente esclare-cida. Contudo, pensa-se que alterações na microvasculatura pulmonar bem como alterações mecânicas decorrentes da rápida re-expansão possam estar implicadas. A hipoxémia no pulmão colapsado induz espessamento do endotélio e da membrana basal dos capilares pulmonares contribuin-do para a diminuição da sua distensibilidade, favorecendo a destruição destes aquando da re-expansão. A re-expansão do pulmão previamente colapsado conduz à produção local de radicais livres e de mediadores inflamatórios que contri-buem para a lesão e aumento da permeabilidade vascular associada ainda à diminuição na actividade do surfactante5. Esta, associada à distensão alveolar abrupta e ao aumen-to da pressão hidrostática por aumento do fluxo sanguíneo do pulmão afectado, condiciona alterações significativas na barreira alvéolo-capilar que facilitam a passagem de líqui-do e proteínas para o interstício6.A compressão pulmonar contralateral em casos de pneumotórax hipertensivo pode justificar o aparecimento de EPR bilateral.

A cronicidade do colapso pulmonar, sobretudo se superior a 72 horas, constitui o principal factor de risco para a ocorrên-cia de EPR2. Outros factores tais como a idade jovem (20-39 anos), o colapso pulmonar total2, o uso inicial de aspiração pleural e a própria técnica de drenagem aumentam o risco de EPR7.O diagnóstico assenta na sintomatologia e na presença de alterações imagiológicas compatíveis. A apresentação clíni-ca do EPR é variável podendo cursar apenas com achados imagiológicos sugestivos em doentes assintomáticos3 até casos de insuficiência respiratória com necessidade de ven-tilação mecânica8-10 e morte11. Em TC, o EPR é frequente-mente traduzido por áreas em vidro despolido, consolidação e/ou espessamento septal intra e interlobular com distribui-ção preferencialmente periférica e em zonas dependentes12. O tratamento é sintomático assentando na oxigenoterapia, suporte ventilatório, fluidoterapia e suporte vasopressor8-10. Têm sido descritas estratégias que visam a diminuição do edema e do shunt intrapulmonar tais como a adopção do decúbito lateral com o lado afetado para cima. O uso de diuréticos permanece controverso6. A aspiração pleural deve ser evitada na fase inicial.Os autores descrevem um caso fulminante de edema pul-monar de re-expansão bilateral após colocação de drena-gem torácica em doente com pneumotórax espontâneo unilateral.

Page 24: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 130 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 129-131

ORIGINAL BREVE

Edema Pulmonar de Re-expansão após pneumotórax espontâneo primário – um caso fulminante

Caso ClínicoOs autores apresentam o caso de uma doente com 37 anos que recorreu ao Serviço de Urgência por dispneia de esforço com 15 dias de evolução sem outra sintomatologia acompanhante. Negava história de traumatismo. Fumadora com carga tabágica de 4 UMA, sem outros antecedentes relevantes. À admissão, apresentava-se hidratada, taquipneica e acianótica. Apresentava pressão arterial (PA) de 158/78 mmHg, frequência cardíaca (FC) de 98 batimentos/minuto, frequência respirató-ria (FR) de 20 ciclos/minuto e saturação periférica de oxigénio (SpO

2) de 94% em ar ambiente. O exame objetivo do tórax reve-

lava abolição do murmúrio vesicular no hemitórax direito acom-panhado por diminuição na transmissão das vibrações vocais e por hiperressonância sugestivo de pneumotórax à direita. A telerradiografia do tórax (Fig. 1) mostrava pneumotórax à direi-ta com colapso pulmonar total associado a desvio contralateral do mediastino. Não apresentava alterações analíticas relevantes.Procedeu-se à colocação de drenagem torácica com dreno 20 Fr no 5º espaço intercostal direito na linha axilar média mediante dissecção tecidular com pinça hemostática. O dreno foi conecta-do ao sistema subaquático em drenagem passiva. Imediatamen-te após o estabelecimento da conexão a doente iniciou tosse e toracalgia direita com borbulhar intenso visível no selo de água. A drenagem foi clampada intermitentemente sem melhoria sin-tomática. Às queixas referidas associaram-se, posteriormente, dispneia e dessaturação periférica (SpO

2:89%). À auscultação

eram audíveis fervores crepitantes dispersos no hemitórax direi-to. Foi instituída oxigenoterapia por máscara facial (O

2 a 5L/min)

bem como analgesia e corticóide endovenoso sem melhoria. A telerradiografia de tórax efectuada aos 20 minutos após a co-locação de drenagem (Fig. 2) evidenciava hipotransparência de todo o campo pulmonar direito associada a expansão pulmonar compatível com Edema Pulmonar de Re-expansão (EPR). Veri-ficou-se agravamento clínico progressivo com quadro de tosse incoercível com secreções espumosas rosadas, dificuldade res-piratória (FR:35-40 ciclos /minuto) com necessidade de débitos crescentes de oxigénio acompanhado por taquicárdia e hipo-tensão. A gasometria arterial sob FiO

2 50% revelava pH:7,29;

pCO2:43 mmHg; pO

2:67 mmHg; HCO

3-: 19,9 mmol/L e lacta-

to:0,9 mmol/L. Perante a deterioração clínica e gasométrica foi iniciado trial de ventilação não-invasiva assim como fluidoterapia. A drenagem torácica apresentava-se funcionante com saída de 700cc de líquido pleural rosado. Apesar das medidas instituídas não se verificou melhoria tendo a doente sido admitida na Uni-dade de Cuidados Intensivos onde iniciou suporte aminérgico e ventilação invasiva. O controlo analítico revelava hemoconcentra-ção marcada (hemoglobina:18,5 g/dL e leucócitos:34,7x109/L) e insuficiência renal aguda (creatinina:2,25 mg/dL). A TC de tó-rax realizada às 12 horas (Fig. 3) demonstrava persistência de pneumotórax à direita, bem como achados compatíveis com EPR bilateral. Devido à persistência de pneumotórax foi iniciada aspi-ração pleural ativa (-5 cmH

2O). Às 24 horas de evolução, a doente

demonstrava sinais de melhoria clínica e gasométrica permitindo a redução progressiva do suporte hemodinâmico e ventilatório com extubação ao final do segundo dia. A evolução radiológica encontra-se na Fig. 4. Verificou-se resolução do pneumotórax ao 6º dia tendo a drenagem torácica sido removida. Ao 8º dia de in-ternamento, a doente encontrava-se assintomática, apresentan-do gasometria e radiografia de tórax normais pelo que teve alta.

Figura 1. Telerradiografia do tórax à admissão (incidência postero-anterior): Pneumotórax à direita com desvio contralateral do mediastino e descida da

hemicúpula diafragmática direita.

Figura 2. Telerradiografia do tórax (incidência antero-posterior) aos 20 minutos após colocação de drenagem torácica: Extensa hipotransparência de todo o

campo pulmonar direito com expansão pulmonar completa.

Figura 3. Tomografia computorizada de Tórax às 12 horas (plano axial em janela de parênquima pulmonar a nível infra-carinal): Hidro-pneumotórax direito com colapso total do pulmão homolateral. Focos de consolidação periféricos nas

zonas dependentes do pulmão esquerdo associados a áreas de densificação em vidro despolido.

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

Page 25: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 131 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 129-131

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aGuerreiro C, et al

Figura 4. Evolução radiológica Melhoria progressiva da hipotransparência do campo pulmonar direito

acompanhada por resolução do pneumotórax homolateral.

c) 6º día

d) 7º día

a) 24 horas

b) 48 horas

DiscussãoO Edema Pulmonar de Re-expansão quando sintomático caracteriza-se pelo aparecimento de sintomas de intensidade variável, tais como tosse, secreções espumosas e rosadas, dispneia e toracalgia. Os casos graves cursam ainda com insuficiência respiratória e choque hipovolémico devido à enorme e rá-pida demanda de fluxo sanguíneo para o pulmão previamente colapsado13. No entanto, até à data não existe referência ao aparecimento de insuficiência renal aguda com acidose metabólica neste contexto. Habitualmente os sinto-mas surgem nas primeiras 2 horas após tratamento podendo, no entanto, ser expectáveis durante as primeiras 24 horas4. O início de sintomatologia minutos após a introdução do dreno torácico demonstram a rapidez de instalação de sintomas neste caso. Nos sobreviventes, o quadro tende a perdurar durante 24 a 48 horas, havendo resolução clínica e imagiológica após 5-7 dias tal como se verificou no caso relatado. Em termos radiológicos é frequente o envolvimento do pulmão previamente colapsado, ocorrendo este em 93% dos casos. O en-volvimento parenquimatoso bilateral, semelhante ao verificado neste caso, é menos frequente estando presente em apenas 6,7% dos relatos4.Apesar de ser uma entidade conhecida não existem medidas que possam evitar o seu desenvolvimento. A principal prevenção assenta no reconheci-mento dos doentes que reúnem os factores de risco referidos anteriormente. A colocação de tubos de drenagem de menor calibre mediante dissecção progressiva dos tecidos, o uso de drenagem subaquática em modo passivo e o clampar intermitentemente do dreno são estratégias que visam lentificar a re-expansão pulmonar, e que devem ser aplicadas sobretudo nos doentes com factores de risco para o desenvolvimento de edema de re-expansão. Contudo, o EPR pode surgir mesmo que estas sejam empregues tal como se verificou neste caso.Os autores destacam a singularidade deste relato em que a insuficiência respiratória se associou a choque hipovolémico com consequente hemocon-centração e insuficiência renal aguda com acidose metabólica tornando este caso num dos mais graves descritos na literatura. Apesar da sua gravidade a evolução foi favorável com a instituição de tratamento de suporte.

Bibliografia1 Rozenman J, Yellin A, Simansky DA and Shiner RJ. Re-expansion pulmonary oedema following spontaneous

pneumothorax. Respir Med 1996; 90:235-2382 Y. Matsuura, T. Nomimura, H. Murakami, T. Matsushima, M. Kakehashi, and H. Kajihara. Clinical analysis of

reexpansion pulmonary edema. Chest 1991;100(6):1562–15663 Kim YK, Kim H, Lee CC, Choi HJ, Lee KH, Hwang SO, et al. New classification and clinical characteris-

tics of reexpansion pul¬monary edema after treatment of spontaneous pneumothorax. Am J Emerg Med 2009;27:961-7.

4 Mahfood S, Hix WR, Aaron BL, Blaes P, Watson DC. Reexpansion pulmonary edema. Ann Thorac Surg 1988, 45:340–345

5 Buczko GB, Grossman RF, Goldberg M. Reexpansion pulmonary edema: evidence for increased capillary per-meability. Can Med Assoc J 1981, 125:460–461

6 Sohara Y. Reexpansion pulmonary edema. Ann Thorac Cardiovasc Surg 2008, 14:205–209.7 Cha KC, Kim H, Ji HJ, Kwon WC, Shin HJ, Cha YS et al. The frequency of reexpansion pulmonary edema

after trocar and hemostat assisted thoracotomy in patients with spontaneous pneumothorax. Yonsei Med J 2013;54(1):166-171

8 Sakellaridis T, Panagiotou I, Arsenoglou A, Kaselouris K and Piyis A. Re-expansion pulmonary edema in a patient with total pneumothorax: a hazardous outcome. Gen Thorac Cardiovasc Surg 2012;60:614-617

9 Komatsu T, Shibata S, Seo R, Tomii K, Ishihara K, Hayashi T et al. Unilateral re-expansion pulmonary edema following treatment of pneumothorax with exceptionally massive sputum production, followed by circulatory collapse. Canadian Respiratory Journal 2010;17( 2):53–55

10 Schmidt-Horlohé N, Azevedo CT, Rugid L, Habekost M. Fulminant unilateral pulmonary edema after insertion of a chest tube. Dtsch Arztebl Int 2008; 105(50):878-881

11 Sautter RD, Dreher WH, MacIndoe JH, Myers WO, and Magnin GE. Fatal pulmonary edema and pneumonitis after reexpansion of chronic pneumothorax. Chest 1971; 60:399.

12 Baik JH, Ahn MI, Park YH and Park SH. High-resolution CT findings of re-expansion pulmonary edema. Korean J Radiol 2010;11:164-168

13 Tan HC, Mak KH, Johan A, Wang YT and Poh SC. Cardiac output increases prior to development of pulmonary edema after re-expansion of spontaneous pneumothorax. Respir Med 2002 Jun; 96(6):461-5

Page 26: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

BIOÉTICA PARA CLÍNICOS

Mala praxis y fin de vida: ¿podemos hacerlo mejor?

López Castro JS. de Medicina interna. Hospital Comarcal de Monforte de Lemos (Lugo).

Aunque la Bioética sanitaria abarca todas las situaciones en la patobiografía del individuo, conviene destacar su espe-cial valor en el afrontamiento de conflictos en etapas vitales concretas, una de las cuales es el final de la vida, que invo-lucra el proceso de morir. Esta es la fundamental razón por la cual resulta imprescindible dedicar unas líneas a la re-flexión acerca de (evocando palabras de la Dra. Kübler-Ross) la muerte y los moribundos y con ellas inauguramos una pequeña serie de artículos dedicados a los dilemas al final de la vida.Todos establecemos lo que llamamos nuestro proyecto de vida y todos sabemos que esa vida se acabará un día u otro. Somos seres mortales, determinados a nuestro final biológico irremediable, aunque la interpretación de ese final es variable ya que depende de nuestras creencias y valores. Unos creen en la reencarnación, otros en la vida eterna en un paraíso, otros no creen en nada más que en el final bio-lógico sin consecuencias confesionales ni proyecciones más allá de las que la memoria deje de nuestros actos en vida.Sin embargo, en el mundo occidental la cultura de la muerte ha sido voluntariamente apartada de nuestro pensamiento y acciones. No tenemos costumbre de compartir con los demás esas preocupaciones. Hemos revestido el hecho de morir de un traje opaco que nos impide hablar de ello. La muerte hoy ha de ser “muerte clandestina” (que no se sepa, y si se sabe que no se vea), incluso hurtando al propio inte-resado que va a morir, la posibilidad de atravesar esa fase con pleno dominio de sus capacidades, si las conserva1.La dignidad del individuo, como conjunto de valores reco-nocidos y reconocibles que debe ser siempre salvaguarda-da, no recae en su situación sino en si mismo en tanto que persona y es en base a esa dignidad que se deben hacer cuantos esfuerzos sean necesarios para no arrebatar al indi-viduo que va a morir, ese patrimonio intransferible que le es propio y que proyecta a su alrededor. En la enfermedad pro-gresiva y avanzada incurable no es la situación la que debe ser compuesta, sino la persona la que debe ser respetada y atendida2. Para ello es preciso llevar a cabo algunas ac-ciones: La necesidad urgente de incluir una “historia de valores” en la historia clínica, una promoción adecuada y ampliamente divulgada de las IP, desmitificar la sedación

paliativa y en la agonía y admitirlas como buena práctica clínica inexcusable en nuestro quehacer cotidiano, plantear una oferta adecuada de limitación del esfuerzo terapéutico (LET), sin que ello represente confundir a la población con términos como “eutanasia pasiva, encubierta, voluntaria,...”. Reviste gran importancia en el final de la vida el principio ético de autonomía, mediante el cual es el paciente el centro de la toma de decisiones, tras un adecuado proceso de in-formación que le permitirá elegir entre las alternativas posi-bles cuál es la que prefiere en base a sus valores. Para res-petar las premisas de autonomía del paciente al final de la vida, el ponerle en las mejores condiciones objetivas, físicas, y anímicas, representa que éste participe, tan plenamente como pueda, en todas las decisiones que le competan, y ello no es posible sin garantizar la adecuada y comprensible información que es la condición fundamental para lograr una adecuada comunicación3, 4.

Suicidio asistido. EutanasiaHaciendo uso de la autonomía, en una situación de peculiar vulnerabilidad como es el periodo de fin de vida u otro pe-riodo de gran sufrimiento vinculado a una enfermedad avan-zada e incurable, el paciente puede solicitarnos el suicidio asistido o bien que se le aplique la eutanasia, lo cual plantea un conflicto latente en nuestra sociedad que es necesario abordar. En el suicidio asistido, a diferencia de la eutanasia, aunque existe una solicitud explícita por parte del paciente, es el paciente el que se autoadministra el medio (fármaco habitualmente) que le facilita el médico. El agente directo es el enfermo y no existe suicidio asistido si no se produce su participación activa.En un intento de clarificar posturas y acepciones, la decla-ración del Instituto Borja de Bioética, afirma: “eutanasia es toda conducta de un médico, u otro profesional sanitario bajo su dirección, que causa de forma directa la muerte de una persona que padece una enfermedad o lesión incurable con los conocimientos médicos actuales que, por su natura-leza, le provoca un padecimiento insoportable y le causará la muerte en poco tiempo. Esta conducta responde a una petición expresada de forma libre y reiterada, y se lleva a cabo con la intención de librarle de este padecimiento, pro-

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: López Castro J Bioética para clínicos. Mala praxis y fin de vida: ¿podemos hacerlo mejor?. Galicia Clin 2016; 77 (3): 132-133

Recibido: 10/02/2016; Aceptado: 06/05/2016

La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.Antonio Machado

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

Page 27: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 133 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 132-133

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a del paciente y una enorme pérdida de calidad de vida. Esta opción está condenada por la lex artis, la deontología, la éti-ca y no considerada como obligación legal. La futilidad im-plica la realización de un acto médico clínicamente ineficaz ya que no mejora el pronóstico, ni la repercusión sistémica, ni los síntomas o las enfermedades intercurrentes, o porque produciría previsiblemente perjuicios personales, familiares, económicos o sociales desproporcionados al beneficio espe-rado. Las causas de percepciones distintas entre cuidado-res y pacientes y su entorno, al considerar un determinado tratamiento como fútil o no pueden deberse a: a) problemas con referencia a la elección de interlocutores validos del pa-ciente, b) malos entendidos sobre diagnóstico, pronóstico y tratamiento, c) factores personales (desconfianza, culpa, sufrimiento, “tejido” familiar, beneficios secundarios; d) di-ferente percepción de “objetivos” a alcanzar; e) creencias religiosas (milagros, fatalidad, “el valor de la vida”,…), etc.Debe comentarse también la distinción entre tratamiento or-dinario como sinónimo de habitual o común y extraordinario entendido como inusual o no común y, fundamentalmen-te, estos términos han sido relacionados con determinadas técnicas. Esta distinción es relevante ya que a la hora de finalizar un tratamiento que consideramos fútil, si este es ex-traordinario (p. ej.: nutrición artificial) no representa ningún conflicto axiológico pero si es ordinario (p. e.: hidratación), la prudencia y la beneficencia aconsejan mantenerlo8.Se han propuesto otros criterios para establecer qué pro-cedimientos pueden considerarse extraordinarios, como por ejemplo, que sea simple o complejo, natural o artificial, no invasivo o altamente invasivo, económico o costoso, rutinario o excepcional, etc.9. Pero, en realidad, ninguno de estos in-tentos supone un avance frente a los términos habitual o no habitual. Valga únicamente decir que cuando un tratamiento de soporte / sustitución no tiene más objetivo que prolongar la vida puramente biológica, está autorizado el plantear la razón de estos soportes, y la decisión suele ser independien-te de los criterios médicos estrictos.

Bibliografía1. La Puma J.; Sciedermayer D. Ethics consultation. A practical guide. Jones and Bart-

lett Pubs. London, 1994.2. Bayés R. Morir en paz. Med Clin (Barc) 2004, 122: 539 – 541.3. Ellershaw J, Ward C. Care of the dying patient: the last hours or days of life. BMJ

2003, 326: 30 – 34.4. López Castro J, Cid Conde L, Iglesias Rey L, Palmeiro Anta C. Cuidados paliativos: de

la teoría a la práctica. Monografías Instituto Auriensis de Bioética. Ourense, 2016.5. Institut Borja de Bioética. Declaración: Hacia una posible despenalización de la euta-

nasia. Universitat Ramon Llull. Barcelona 2005.6. Júdez J. Suicidio asistido y eutanasia: un debate clásico y trágico, con pronóstico

reservado An. Sist. Sanit. Navar. 2007, 30 (supl 3): 137 – 161.7. Sádaba J. Eutanasia y ética. Revista de Bioética y Derecho 2006, 8: 1-2.8. Bayés R (moderador). Ética y sedación al final de la vida. Cuadernos de la Fundación

Grifols, nº 9. Fundación Victor Grifols i Lucas. Barcelona, 2003.9. Quill TE. Dying and decisión making – evolution of end of life. NEJM 2004, 350:

2029 – 2032.

curándole un bien y respetando su voluntad”5. Esta es una definición larga pero muy completa, de la que es interesante destacar determinados conceptos: solicitud por parte del paciente, intervención de médico u otro profesional sanitario (no es el enfermo quien actúa), provocación de la muerte de forma directa, y padecimiento insoportable o incurable.Se ha acuñado una semántica confusa sobre el tema de la eutanasia, fruto de la cual son expresiones como: eutanasia activa, pasiva, indirecta, suicidio legal, muerte digna…, que atañen más al campo del Derecho y que en Medicina deben evitarse a toda costa para clarificar la terminología6.La situación legal de la eutanasia es variopinta aunque pre-dominan los ordenamientos jurídicos, como el nuestro, que la condenan explícitamente. Sin embargo, en Europa y en el seno de la UE, existen códigos penales que “despenalizan” la eutanasia, esto es que no castigan su práctica si se cumplen determinados supuestos, fuera de los cuales, la práctica de la eutanasia es ilegal. Estos países son Holanda y Bélgica, y los supuestos bajo los que se considera despenalizable la práctica de la eutanasia son: que exista la petición vo-luntaria, reiterada y constante de un paciente competente cuyo sufrimiento sea ”insoportable” y su muerte inevitable a causa de la enfermedad que lo provoca. Es mandatorio que exista una consulta a otro médico que debe confirmar diag-nóstico y pronóstico y una comunicación a una Comisión Éti-ca de Control, entre cuyos requisitos figura que el paciente haya sido tratado por una posible depresión reactiva (si ha aceptado el tratamiento) y que entre los informes médicos exista un informe psiquiátrico. Ambas posturas representan un curso extremo de acción dentro de la deliberación bioé-tica por ello deben evitarse, dejando al margen considera-ciones de tipo jurídico que corresponden al Legislador o al Ministerio Fiscal. Ambas figuras (suicidio asistido y eutana-sia) tratan de eliminar el gran sufrimiento físico, psíquico y espiritual del enfermo incurable en situación avanzada, por ello como profesionales debemos mantener siempre aser-tividad, empatía y una escucha activa ante peticiones de este tipo, aunque fundamentándonos en la no maleficencia, evitaremos siempre colaborar en las mismas ante cualquier paciente que solicite la realización de estas acciones7. Cuando un paciente dice: “Doctor, no quiero vivir”, habitual-mente quiere decir: “Doctor, no quiero vivir… así”. Busque-mos por tanto la raíz profunda de su desasosiego, las causas de su inquietud, la razón de sus esperanzas truncadas e intentemos acompañarle con la máxima calidez y respeto durante ese arduo trance que es el final de la vida.

Obstinación y futilidad terapéuticasEs el nombre que se da a la actitud médica de mantener y utilizar todos los medios a su alcance en un esfuerzo vano por mantener indefinidamente la vida del individuo. Se dis-tingue de la futilidad porque la obstinación es “ciega”, no persigue ningún objetivo concreto más que “mantener la vida”, a pesar de que eso conlleve un deterioro progresivo

López Castro J

Page 28: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

CASO CLÍNICO

Síndrome de DRESS asociado a LevetiracetamA case of DRESS Syndrome associated to Levetiracetam

Moreno Díaz J, Martínez Huguet C, Arazo Garcés P Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza

ResumenEl síndrome de DRESS es una toxicodermia asociada a eosinofilia con sínto-mas sistémicos. Presentamos un caso de dicho síndrome tras inicio de Leve-tiracetam con buena evolución tras inicio de corticoides y retirada del fármaco. Este síndrome, poco conocido y probablemente infradiagnosticado, puede ser potencialmente letal si no se trata de forma precoz.

Palabras clave: Fiebre. Rash. Eosinofilia. Levetiracetam.

AbstractDRESS syndrome is a toxicoderma associated to eosinophilia and sys-temic symptoms. We report a case of DRESS Syndrome after starting Le-vetiracetam with good evolution after drug withdrawal and corticosteroid therapy. This Syndrome, little know and underdiagnosed, can be lethal if not treated promply.

Keywords: Fever. Rash. Eosinophilia. Levetiracetam.

IntroducciónEl síndrome de DRESS, acrónimo de Drug Reaction with Eosinophilia and Systemic Symptoms1, es una entidad rara caracterizada por una toxicodermia grave asociada a eosin-ofilia y síntomas sistémicos secundario a fármacos. La patogenia es desconocida, proponiéndose desde reaccio-nes inmunes mediadas por linfocitos T a reactivaciones de Virus Herpes Humano tipo 62.Presentamos un caso de este síndrome asociado a trata-miento con Levetiracetam.

Caso clínicoPaciente varón de 56 años sin antecedentes personales de inte-rés. En el mes de Junio de 2015 presentó cuadro de mal estar general e ictericia asociado a enolismo prolongado. Ingresó en el Servido de Aparato Digestivo donde presentó crisis comicial, inter-pretada como crisis por deprivación, siéndole iniciado Levetirace-tam durante el ingreso. Tras mejoría de síntomas y no presentar nuevas crisis comiciales así como habérsele normalizado valores analíticos, es dado de alta con el diagnóstico de Hepatitis Aguda Enólica sin criterios de cirrosis hepática.En Agosto de 2015 el paciente presenta cuadro de fiebre de 38ºC y exantema generalizado eritematoso, no pruriginoso, que predo-mina en extremidades superiores con afectación palmoplantar y periocular, así como con lesiones a nivel peribucal; en la imagen se aprecia lesiones en antebrazo y palma de mano derecha (Imagen 1), así como peribucales (Imagen2). Queda ingresado en la Unidad de Enfermedades Infecciosas para estudio de fiebre con reacción exantemática. En la analítica realizada al paciente se objetivó eosinofilia (1400/dL) así como aumento global de transaminasas, en especial de GGT y Fosfatasa Alcalina (775 UI/L y 620 UI/L respectivamente), bilirrubina total 4,2 mgr/dL y Actividad de Protrombina de 46%. Tas comprobar estos resultados y presentar el paciente criterios tanto clínicos como analíticos de Síndrome de DRESS3, se retiró el tratamiento anticonvulsivante y se inició tratamiento con corticoi-des intravenosos. A las 48 horas el paciente queda asintomático, habiendo desapa-recido fiebre y exantema, quedando únicamente lesiones cutáneas

descamativas en resolución. secuenciación a corticoides orales, el paciente es dado de alta con normalización de todas las alteraciones analíticas que presentaba al ingreso.

DiscusiónEs un síndrome potencialmente letal que incluye una reac-ción cutánea grave que puede involucrar órganos internos. Suele asociarse a la toma de fármacos anticonvulsivantes (fundamentalmente compuestos por anillos aromáticos como fenitoína), sulfamidas o alopurinol. La incidencia estimada oscila entre 1/1000 a 1/10000 ex-posiciones farmacológicas4; el inicio promedio de síntomas es de 2 a 6 semanas después de haber administrado el fár-maco responsable. La fisiopatología de este síndrome es desconocida, habiéndo-se propuesto varias teorías tales como tales como la predispo-sición genética, defectos de eliminación del fármaco emplea-do, alteraciones inmunológicas e infecciones o reactivaciones virales. A continuación se exponen las teorías más aceptadas5:

1. Deficiencia genética de enzimas detoxificantes hepáticas, produciéndose un acúmulo de metabolitos. Forman ma-cromoléculas que producen la activación de eosinófilos y de Linfocitos T con aumento de expresión de Interleucina5.

2. Asociación genética entre hipersensibilidad a fármacos y HLA. Éste es el caso del HLA-B*1502, relacionado con Síndrome de Stevens-Johnson en pacientes tratados con carbamacepina.

3. Hipersensibilidad a fármacos asociada a reactivación vi-ral. Se han descrito reactivaciones de Citomegalovirus, VHH-6, VHH-7 y Virus Ebstein-Barr coincidiendo con sín-tomas de hipersensibilidad a fármacos como Lamotrigina o Carbamacepina.

Si bien se establecen unos criterios diagnósticos estrictos (sospecha de reacción medicamentosa, eosinofilia >1500/dL y/o linfocitos atípicos en sangre periférica, y afectación

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Moreno Díaz J, Martínez Huguet C, Arazo Garcés P Síndrome de DRESS asociado a Levetiracetam. Galicia Clin 2016; 77 (3): 134-136

Recibido: 26/12/15; Aceptado: 17/01/15

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

Page 29: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 135 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 134-136

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aMoreno Díaz J, et al

de dos o más órganos incluyendo la piel), siendo necesa-ria la presencia de los tres, se utiliza el score RegiSCAR6 el cual establece grados de probabilidad según la clínica y alteraciones analíticas del paciente (presencia de fiebre, linfoadenomegalia, grado de eosinofilia, porcentaje de rash, afectación de órganos y ausencia de otras causas) (Tabla 1). Las manifestaciones sistémicas pueden afectar varios órga-nos; el hígado es el más frecuentemente afectado pudiéndo-se encontrar desde alteraciones de las transaminasas hasta hepatitis fulminante. El rash cutáneo va a estar presente en el 97% de los casos y afecta principalmente a tronco, cara y extremidades superiores con el involucro en más del 50% del área de superficie corporal total en el 100% de los pacientes; puede además afectar a mucosas. La evolución suele ser hacia la eritrodermia con descamación. De manera general, los pacientes con DRESS tienen una evolución benigna tras discontinuar el fármaco responsable y comenzar a usar esteroides sistémicos puesto que reducen los síntomas de la reacción de hipersensibilidad. No obstante, la mortalidad oscila entre el 3,7 y el 10% de los casos según las series publicadas7, fundamentalmente por complicaciones secundarias a la afectación renal, pancreática o respiratoria. Uno de los principales problemas que plantea el síndrome es su diagnóstico precoz, ya que es la retirada inmediata del fármaco la principal medida terapéutica para evitar la progresión del daño orgánico. También se ha propuesto que altas dosis de N-acetilcisteina son eficaces en toxicoder-mias secundarias a anticonvulsivantes. Otros tratamientos empleados de forma anecdótica son las inmunoglobulinas humanas, la ciclosporina, la ciclofosfamida y la talidomida.

FIG 1: Afectación palmar y en muslo

Fig 2: Descamación peribucal

Tabla 1

Puntuación -1 0 1 2

Fiebre >38,5ºC No Si

Linfoadenomegalia No Si

Eosinofilia 0,7-1,499 x109 >1,5 x109

Eosinofilia con leucocitos menores de 4000 10-19,9% >20%

Linfocitos atípicos No Si

% rash cutáneo No >50%

Rash cutáneo compatible de DRESS No Si

Biopsia compatible No Si

Afectación hepática No Si

Afectación renal No Si

Afectación pancreática No Si

Afecta otros órganos No Si

Resolución >15 días No Si

Evaluación de otras causas: ANA, Hemocultivos, serología positiva VHA, VHB, VHC, Clamidia, Micoplasma. Ninguna positiva o >3 negativas

Si

Negativo: <2. Posible: 2-3; Probable: 4-5; definitivo: >5

Page 30: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 136 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 134-136

Bibliografía1. Bocquet H, Bagot M, Roujeau JC. Drug-induced pseudolymphoma and drug hyper-

sensitivity syndrome (drug rash with eosinophilia and systemic symptoms: DRESS). Semin Cutan Med Surg 1996; 15 (4): 250-7.

2. Piñana E, Lei SH, Merino R, Melgosa M, De la Vega R, Gonzales-Obeso E, et al. “DRESS-Syndrome on sulfasalazine and naproxen treatment for juvenile idiopathic arthritis and reactivation of human herpesvirus 6 in a 11-year old Caucasian boy.

3. Cacoub P, Mussette P, Descamps V, Meyer O, Speirs C, Finzi L, Roujeau JC. “The DRESS Syndrome: A Literature Review”. The Am J Med 2011; 124: 588-597.

4. Chiou CC, Yang LC, Hung SI, Chang YC, Kuo TT, Ho HC, et al. Clinicopathological features and prognosis of drug rash with eosinophilia and systemic symptoms: a study of 30 cases in Taiwan. J Eur Acad Dermatol Venereol 2008; 22 (9): 1044-9.

5. Choudhary S, McLeod M, Torchia D, Romanelli P. Drug Reaction with Eosinophilia and Systemic Symptoms (DRESS) Syndrome. The Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology. 2013;6(6):31-37.

6. Kardaun SH, Sidoroff A, Valeyrie-Allanore L, et al. Variability in the clinical pattern of cutaneous side-effects of drugs with systemic symptoms: does a DRESS syndrome really exist? Br J Dermatol. 2007;156:609-611.

7. Y.-C. Chen, Y.-T. Cho, C.-Y. Chang, C.-Y. Chu. Drug reaction with eosinophilia and systemic symptoms: A drug-induced hypersensitivity syndrome with variable clinical features. Dermatologica Sinica 31 (2013) 196 e 204.

Síndrome de DRESS asociado a LevetiracetamCASO CLÍNICO

Por tanto, creemos que ante todo paciente con reacción exantemática y fiebre, se debe establecer el diagnóstico de presunción de síndrome de DRESS. Es importante realizar una historia clínica adecuada incluyendo los fármacos y el momento del inicio de los mismos para poder determinar la causalidad del cuadro y así retirar el agente causal. Será importante conocer la afectación sistémica así como su gravedad, iniciando de forma precoz tratamiento con cor-ticoesteroides dado que se trata de una entidad potencial-mente letal.

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aGa

licia

Clín

ica

| So

cied

ade

Gale

ga d

e M

edic

ina

Inte

rna

Page 31: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

| 137 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 137-138

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

the hepatic liver enzymes with normal albumin and prothrombine time. Cervical and axillar doppler ultrasonography without any vascular ste-nosis or obstruction; normal thoracic X-ray. The patient was admitted in an Internal Medicine ward. After a thorough physical examination there was a subtle facial edema evident in the right side of the face with unremarkable oral and neurological examinations. Further stud-ies revealed a hypothyroidism and elevated ESR. A cervicothoracic CT scan was performed and revealed a right parapharyngeal space lesion and right internal jugular vein thrombosis. A cervical MRI was then per-formed which revealed a mass measuring 36x42x34mm of the right parapharyngeal space with intense T2 signal and central contrast en-hancement, suggestive of a pleomorphic adenoma (figure 1A and B).The patient started levothyroxine and anticoagulation and under-went surgery with total removal of the mass. Histological evaluation confirmed the pleomorphic adenoma. One year follow up with no evidence of recurrence or new complaints.

DiscussionThe approach to the patient with isolated facial edema is al-ways challenging. It is of the utmost importance to undergo a thorough clinical history and physical examination especially when the complaints are subtle and not obvious in physical examination as happened in our patient. The clinical brain-storming can be quite demanding when evaluating a patient with isolated facial edema. The immediate differential diag-nosis usually relies on angioedema or venous edema (from an obstruction as in superior vena cava syndrome)1. Both are almost always obvious during clinical examination which did not happen with our patient. Parapharyngeal space tumors are rare and most clinicians will only see a small number during their career2. Most of

Episodic facial edema as a presentation of pleomorphic adenoma – case report

Martins F1,2, Pereira E1,2

1 Internal Medicine Department, Centro Hospitalar São João, Porto, Portugal2 Faculty of Medicine, University of Porto, Portugal

Abstract Peripheral edema is a common complaint in the emergency department. Isolated facial edema is usually associated with angioedema or venous obstruc-tion but the actual cause of obstruction might not be straightforward.

The authors present a case of a 56 year old woman who presented to the emergency department with a 2 year history of episodic facial and right upper limb edema, with no palpable masses or any physical examination alterations. Further study revealed a right parapharyngeal mass suggestive of a pleo-morphic adenoma. The patient underwent surgery with no complications. Follow-up at one year with no evidence of recurrence.

The approach to the patient with isolated facial edema is always challenging. The immediate differential diagnosis usually relies on angioedema or venous thrombosis. Parapharyngeal space tumors are rare and usually present as an intraoral or cervical mass which did not happen in our case. The facial edema as the major complaint can be explained by the tumor growth compressing adjacent structures along with the internal jugular vein thrombosis.

Parapharyngeal space tumors are rare and can be quite challenging especially when the patient presents with peculiar symptoms. This case highlights a peculiar and rare presentation of a tumor and the importance of clinical thinking in a patient with exquisite complaints.

Keywords: Facial edema, parotid gland tumor, pleomorphic adenoma.

IntroductionOne of the most common complaints at the emergency de-partment is peripheral edema. The etiologies vary from inflam-matory as in angioedema, obstructive (venous or lymphatic) or secondary to systemic disease (for example infection, heart failure or nephrotic syndrome). The approach to the patient with isolated facial edema mainly covers the differential diagnosis between angioedema and venous obstruction1. Tumors of the parapharyngeal space can cause localized edema secondary to venous obstruction and local inflammatory changes. They are rare accounting for 0.5% of all head and neck masses. The most common types are the salivary gland tumors, usually benign, that present as a palpable lump or mass or with com-pressive symptoms such as cranial nerve neuropathy2-3. The use of MRI (magnetic resonance imaging) in the initial evalua-tion might be a good cost-effective approach4.

Case presentationThe authors report a case of a 56 year old woman who presented to the emergency department with a two year history of recurrent episodic facial edema. The episodes usually lasted two to three weeks, resolved spontaneously and were sometimes associated with right upper limb edema and non pruriginous erythema. She denied any fever, loss of appetite or weight, sudoresis nor had noticed any cervical mass, hoarseness, difficulty breathing or dys-phagia.Past medical history included an idiopathic pulmonary embolism 10 years before medicated with vitamine k antagonist for 1 year, dyslipidemia and depression. Usual medication included sinvasta-tin 40 mg qd, trazodone 150 mg qd.Initial physical examination was unremarkable. Studies revealed no anemia, normal white blood count, isolated creatinine kinase elevation with normal myoglobin, normal renal function tests, slight elevation of

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Martins F, Pereira E Episodic facial edema as a presentation of pleomorphic adenoma – case report. Galicia Clin 2016; 77 (3): 137-138

Recibido: 21/01/16; Aceptado: 05/03/16

CASO CLÍNICO

Page 32: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 138 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 137-138

Episodic facial edema as a presentation of pleomorphic adenoma – case reportCASO CLÍNICO

References1. Siegenthaler W. Differential Diagnosis in Internal Medicine: From Symptom to Diag-

nosis. Edema. Stuttgart, Thieme. 2007, p 380-391.2. Riffat F, Dwivedi RC, Palme C, Fish B, Jani P. A systematic review of 1143 para-

pharyngeal space tumors reported over 20 years. Oral Oncol. 2014; 50(5):421-30.3. Lingam RK, Daghir AA, Nigar E, Abbas SA, Kumar M. Pleomorphic adenoma (benign

mixed tumour) of the salivary glands: its diverse clinical, radiological, and histopatho-logical presentation. Br J Oral Maxillofac Surg. 2011; 49(1):14-20.

4. Browne RF, Golding SJ, Watt-Smith SR. The role of MRI in facial swelling due to presumed salivary gland disease. Br J Radiol. 2001 Feb;74(878):127-33

5. Infante-Cossio P, Gonzalez-Cardero E, Gonzalez-Perez LM, Leopoldo-Rodado M, Garcia-Perla A, Esteban F. Management of parapharyngeal giant pleomorphic ad-enoma. Oral Maxillofac Surg. 2011; 15(4):211-6.

6. Wang AY, Wang JT, Levin B, Alam M, Palme CE, Riffat F. Parapharyngeal ple-omorphic adenoma as a cause of severe obstructive sleep apnoea. ANZ J Surg. 2014;84(11):883-4.

the case series published report first symptoms to be an intraoral or cervical mass and cranial nerve neuropathy as the lesions may compress cranial nerves IX to XII2,3,5.

Unusual presentations have been reported such as sleep obstructive apnoea6.

What makes this case unique is the absence of any of the usual clinical signs. Remarkably the only symptoms present-ed where episodic facial and upper arm edema which lasted for two years before a diagnosis was established. Even the physical examination did not contribute with any clue as the patient’s physical examination was unremarkable.

Although, at first, the location of the tumor seemed too high to explain the relationship with the facial edema, the fact that it compresses adjacent structures as the pterygoid plex-us together with the internal jugular vein thrombosis (which is responsible for most of the venous drainage of the face) might justify the patient’s complaints. Due to the indolent growing of the tumor we supposed that the venous system was able to progressively use other venous collaterals ulti-mately draining to the external jugular vein. As for the epi-sodic upper limb edema, we suppose that the internal jugular vein thrombosis could have, at some point, extended to the junction point with the subclavian vein resulting in a partial occlusion of the upper limb drainage and therefore originat-ing the edema described by the patient. To our understand-ing this is the rationale for her fluctuating symptoms.

Since the patient did not have any visible masses able to be accessed by ultrasound evaluation, our approach involved an initial CT scan. In our center, the general protocol dictates an initial head and/or neck CT scan and then, if justified, a MRI examination is performed. Growing knowledge shows that MRI offers a convenient and effective method when evaluat-ing a patient with facial edema. It offers superior tissue dis-crimination and allows for a correct diagnosis of head and/or neck neoplasm and most inflammatory diseases4. Although overall it might appear cost-effective, we think that, in our reality, the major problem in using MRI as the first exam relies on availability and timely access.

Finally, as most of these tumors are diagnosed at a late stage we would like to raise awareness for subtle symptoms that can be the initial presentation of these tumors.

ConclusionParapharyngeal space tumors are rare and are usually di-agnosed when a visible or palpable mass is obvious2,6. In patients presenting with peculiar symptoms such as episod-ic facial edema, the process of differential diagnosis can be quite challenging. This case highlights a rare presentation of a tumor and the importance of clinical thinking in a patient with exquisite complaints.

Figure 1. MRI image showing the right parapharyngeal mass (A) with hyperssignal in T2 and central contrast enhancement (B).

A

B

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aGa

licia

Clín

ica

| So

cied

ade

Gale

ga d

e M

edic

ina

Inte

rna

Page 33: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

| 139 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 139

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aCASO CLÍNICO

Envolvimento Pulmonar no Síndrome de SjögrenPulmonary involvement in Sjögren’s Syndrome

Moura S, Pereira CServiço de Medicina Interna Unidade Local de Saúde do Nordeste

Os autores apresentam o caso clínico de uma doente do sexo feminino, 54 anos, com história de dispneia e tosse seca com 4 anos de evolução e síndrome sicca. Ao exame objetivo observou-se hipocratismo digi-tal. Do estudo realizado: análises com velocidade de sedimentação aumentada; gasometria arterial com insuficiência respiratória hipoxémica, provas de fun-ção respiratória com alteração obstrutiva moderada e défice grave de DLCO (capacidade de difusão pulmo-nar do monóxido de carbono). A TAC (tomografia axial computorizada) torácica mostrou padrão de mosaico bilateral (figuras 1 e 2). No decurso do estudo efetuou broncofibroscopia com lavado broncoalveolar suges-tivo de alveolite linfocítica com predomínio de linfóci-tos T CD4. O estudo imunológico revelou anticorpos ANA (antinucleares), SSA/SSB (Ro/La) positivos em alto título. O restante estudo permitiu o diagnóstico definitivo de Síndrome de Sjögren primário. Iniciou tratamento com prednisolona 1mg/Kg/dia.As manifestações pulmonares no Síndrome de Sjö-gren são comuns, podem ocorrer isolamente ou concomitantemente. No caso apresentado verificou--se atingimento das pequenas vias aéreas traduzido pelo padrão em mosaico e pneumonia intersticial 1,2.

Bibliografia1. Stojan, G., Baer, A. N., & Danoff, S. K. (2013). Pulmonary manifestations of

Sjögren’s syndrome. Curr Allergy Asthma Rep., 13(4), 354-360.2. Egashira, R., Kondo, T., Hirai, T., Kamochi, N., Yakushiji, M., Yamasaki, F.,

& Irie, H. (2013). CT findings of thoracic manifestations of primary Sjögren syndrome: radiologic-pathologic correlation. Radiographics. 33 (7), 1933-1949.

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Moura S, Pereira C Envolvimento Pulmonar no Síndrome de Sjögren. Galicia Clin 2016; 77 (3): 139

Recibido: 28/01/16; Aceptado: 02/02/16

Figura 1. TAC torácico com alta resolução com visualização difusa de áreas hiperlucentes ao lado de outras de normal densidade, conferindo a ambos os

pulmões um padrão em mosaico, decorrente de compromisso das pequenas vias aéreas.

Figura 2. Imagem coronal de TAC torácico com alta resolução mostrando padrão em mosaico mais notário nas pirâmides basais.

Page 34: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

CASO CLÍNICO

Carcinoma adenóide cístico da traqueia, a propósito de um caso com sobrevida longaTracheal Adenoid Cystic Carcinoma: Long Survival Case Report

Reis M1, Martelo F2, Bravio I2, Reis J 2

1 Serviço de Pneumologia, Hospital Sousa Martins, Guarda, Portugal2 Serviço de Cirurgia Cardiotorácica, Hospital de Santa Marta, Centro Hospitalar Lisboa Central, Lisboa, Portugal

ResumoO carcinoma adenóide cístico da traqueia apresenta um crescimento len-to. O aparecimento de metástases à distância é mais frequente a nível do pulmão. Descrevemos o caso de um doente do sexo feminino, de 57 anos de idade, com diagnóstico de carcinoma adenóide cístico do terço superior da traqueia. O doente foi submetido a ressecção segmentar da traqueia. Respectivamente, seis e doze meses mais tarde, identificou-se uma lesão nodular no lobo inferior de ambos os pulmões, posteriormente ressecada. O doente é seguido há 4 anos há 4 anos e não apresenta sinais de recidiva.

Palabras clave: Neoplasias de la Tráquea. Procedimientos quirúrgicos pulmonares. Estudio de seguimiento

AbstractTracheal adenoid cystic carcinoma has a slow growth and remote metas-tasis occurs more frequently to the lung. A case of a 57-year-old female patient, with the diagnosis of adenoid cystic carcinoma on the upper part of the trachea is reported. The patient was submitted to segmental tra-cheal resection. Six and twelve months later, respectively, a nodular lesion was found in the lower lobe of both lungs and later were resected. The patient has been followed up for 4 years and has no sign of relapse.

Keywords: Traqueal neoplasms. Pulmonary surgical procedures. Follow-up studies.

IntroduçãoOs tumores primários da traqueia são raros1,2,3,4. O carcinoma adenóide cístico (CAC) da traqueia é o segundo tipo histoló-gico mais frequente, apresenta igual distribuição por ambos os géneros2,3 e não se relaciona com a existência de hábitos tabágicos.2 Tem origem nas glândulas seromucosas localiza-das na camada submucosa da traqueia.3 Devido à sintomato-logia inespecífica, o diagnóstico habitualmente é tardio1,4,5. O tratamento de eleição é a ressecção cirúrgica1,3,4. Apresenta crescimento lento, e tem um elevado potencial de invasão local2,3. A metastização à distância é mais frequentemente a nível pulmonar2,3,4 e a recorrência pode ocorrer, mesmo após um período de tempo prolongado2,3. Os tumores ressecáveis

apresentam uma boa taxa de sobrevida aos 5 e 10 anos de 75 a 91% e 76 a 55% respectivamente1,4.

Caso clínicoDoente do género feminino com 57 anos de idade, não fu-madora e sem antecedentes pessoais relevantes. Apresentava queixas de dispneia, pieira e cansaço com 5 anos de evolução, nunca valorizadas pela doente. Por agravamento das queixas e aparecimento de estridor, re-correu então ao serviço de urgência. Na laringoscopia foi iden-tificada uma lesão tumoral séssil, de base larga, inserida na parede posterior da traqueia e localizada a cerca de 2,5 cm das cordas vocais, condicionando redução de 80% do lúmen da traqueia (Figura 1 A e 1 B). Realizou broncoscopia rígida que possibilitou a execução de biópsias e colocação de prótese tra-queal de silicone, garantindo a permeabilização do lúmen.

O resultado anátomo-patológico concluiu tratar-se de um car-cinoma adenóide cístico. Em Janeiro de 2011 foi operada, sendo o acesso à traqueia obtido por cervicotomia transver-sal. A traqueia foi isolada com preservação dos nervos reco-rrentes. Procedeu-se à abertura do seu lúmen extraindo-se a prótese traqueal. Foi colocado através do campo operatório, um tubo traqueal estéril, que se introduziu na porção distal da traqueia, para permitir a ventilação durante o procedimento. Excisou-se um segmento de traqueia com 6 cm de extensão, onde se localizava a base de implantação do tumor, com mar-gens de segurança. Esta porção da traqueia estava localizada entre a cartilagem cricóide e a porção média da traqueia (Fi-gure 2). O exame extemporâneo dos dois topos traqueais foi negativo. Realizaram-se de manobras de alívio de tensão dos dois topos da traqueia, tais como o abaixamento da laringe e a dissecção romba da face anterior da traqueia distal e dos brônquios principais. Efectuou-se então a anastomose entre a cartilagem cricóide e o topo distal da traqueia, com pontos se-parados de fio monofilamento reabsorvível, passando de novo a ventilação a realizar-se pelo tubo oro-traqueal. A doente mantem seguimento em consulta de Cirurgia Torá-cica com controlo imagiológico e endoscópico regular. Em tomografia computorizada do tórax realizada 6 meses após a cirurgia foi detectado um micronódulo de 7 mm a nível do segmento apical do lobo inferior esquerdo.No controlo imagiológico constatou-se um crescimento len-to desta lesão. Dezassete meses após a cirurgia do tumor primário, foi submetida a ressecção atípica do nódulo, por

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Reis M, Martelo F, Bravio I, Reis J Carcinoma adenóide cístico da traqueia, a propósito de um caso com sobrevida longa. Galicia Clin 2016; 77 (3): 140-141

Recibido: 26/12/15; Aceptado: 17/01/15

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

Page 35: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 141 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 140-141

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aReis M, et al

cirurgia minimamente invasiva, Vídeo Assisted Thoracosco-pic Surgery (VATS). O exame histológico revelou tratar-se de lesão metastática do tumor primitivo.Do mesmo modo, por crescimento progressivo do nódulo localizado no lobo inferior do pulmão direito, detectado 12 meses após a cirurgia do tumor primitivo, foi submetida em Fevereiro de 2014 a ressecção atípica por VATS, quando este já se apresentava com 12 mm, correspondendo tam-bém a lesão metastática do mesmo tumor.Durante o período de acompanhamento a doente não foi submetida a outro tratamento.

DiscussãoA sintomatologia insidiosa e inespecífica torna o diagnóstico do CAC da traqueia desafiante. A cirurgia é a terapêutica de eleição, e a indicação para esta terapêutica depende da localização e da extensão da lesão1,3,4,6. Cerca de 25% dos CAC da traqueia são irressecá-veis na altura do diagnóstico1,2,3. O CAC da traqueia apresenta radiossensibilidade, estando a radioterapia indicada como te-rapêutica adjuvante, particularmente se houver envolvimento tumoral das margens cirúrgicas3,6, assim como nas lesões irressecáveis, podendo ser associada à terapêutica endo-brônquica1,2,6. Não existem até ao momento esquemas de quimioterapia aprovados no tratamento primário do CAC da traqueia ou perante a evidência de metastização do mesmo2.O CAC da traqueia apresenta um crescimento lento4. Pe-rante ressecção completa pode haver uma recidiva da lesão tumoral a nível local ou metastização loco-regional ou à distância2. Se surgir metastização pulmonar está indicada a ressecção cirúrgica da lesão, que permite um aumento da sobrevida3, embora nestes casos o prognóstico seja geral-mente reservado2,3.Em conclusão dado o crescimento tumoral lento, o poten-cial de metastização e o aumento da sobrevida associado à ressecção das lesões, aconselha-se um acompanhamento superior a 5 anos.

Bibliografía1. Sato K, Takeyama Y, Kato T, Kato T, Hashimoto H, Fukui Y, Gonda H, Suzuki R. Tracheal

Adenoid Cystic Carcinoma Treated by Repeated Bronchoscopic Argon Plasma Coag-ulation as a Palliative Therapy. Ann Thorac Cardiovasc Surg 2014; 20: 602-5.

2. Suemitsu R, Okamoto T, Maruyama R, wataya H, Seto T, Ichinose Y. Long-Term Survivor after Aggressive Treatment for Tracheal Adenoid Cystic Carcinoma: A Case Report. Ann Thorac Cardiovasc Surg 2007; 13 (5): 335-7.

3. Kukwa W, Korzén P, Wojtowicz P, Sobczyk G, Kiprian D, Kawecki A, Kukwa A, Krzeski A, Szczylik C, Czarnecka A. Tracheal adenoid cystic carcinoma mimicking a thyroid tumor: A case report. Oncology Letters 8, 2014; 1312-16.

4. Caiado A, Moura e Sá J. Revisão dos tumores da traqueia – A propósito de um caso clínico de tumor adenóide cístico. Revista Portuguesa de Pneumologia, 2008; XIV (4): 527-534.

5. Bhattacharyya N. Contemporary staging and prognosis for primary tracheal malignan-cies: A population-based analysis. Otolaryngol Head Neck Surg 2004; 131:639-42.

6. Suzuki T. What Is the Best Management Strategy for Adenoid Cystic Carcinoma of the Trachea? Ann Thorac Cardiovasc Surg 2011; 15:537-538.

Figura 1 A. TC do tórax: Lesão tumoral da parede posterior da traqueia.

Figura 1 B. Broncoscopia: Lesão tumoral condicionando redução de 80 % do lúmen da traqueia.

Figura 2. Procedimento cirúrgico: Ressecção segmentar da traqueia.

Page 36: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

CASO CLÍNICO

Hemangioendotelioma epitelial: um tumor raro com apresentação atípicaEpithelioid Hemangioendothelioma: a rare tumor with atypical presentation

Reis M, Tavares A, Ferreira L, de Carvalho L Serviço de Pneumologia do Hospital Sousa Martins. Guarda. Portugal

ResumenEl hemangioendotelioma epitelial es una neoplasia poco frecuente, y tie-ne su origen en el endotelio vascular. Puede crecer en varios órganos y tejidos. No hay ningún esquema terapéutico aprobado y el pronóstico es impredecible. Se presenta el caso de un paciente masculino de 54 años de edad, con el diagnóstico de hemangioendotelioma epitelioide pul-monar, con imagen atípica y la presentación clínica y la participación de múltiples órganos en el momento del diagnóstico. El paciente no comenzó la quimioterapia y murió dos meses después del diagnóstico histológico. Debido a la rareza de esta neoplasia y la inexistencia de régimen terapéu-tico aprobado, al reportar este caso, tenemos la intención de contribuir a los estudios clínicos futuros.

Palabras clave: Pulmón. Hemangioendotelioma epitelioide. Inhibidores de la angiogénesis

AbstractEpithelioid Hemangioendothelioma is a rare neoplasia, and has its origin in the vascular endothelium. It may grow in several organs and tissues. There is not any approved therapeutic scheme and the prognosis is un-predictable. It is reported the case of a 54-year-old male patient, with the diagnosis of pulmonary epithelioid hemangioendothelioma, with atypical imaging and clinical presentation and multiple organ involvement at the time of the diagnosis. The patient did not start chemotherapy and died two months after the histological diagnosis. Due to the rarity of this neoplasia and the inexistence of approved therapeutic scheme, by reporting this case we intend to contribute to future clinical studies.

Keywords: Lung. Epithelioid Hemangioendothelioma. Angiogenesis inhib-itors.

IntroduçãoO hemangioendotelioma epitelial (HE) é uma neoplasia rara com origem no endotélio vascular2-4,7,8.A apresentação pulmonar foi descrita pela primeira vez em 1975 por Dail e Liebow, que consideraram tratar-se de uma forma intravascular de carcinoma bronquioloalveolar1-5,7. O desenvolvimento do conhecimento na área da microscopia electrónica e imunohistoquímica permitiu determinar a sua origem endotelial2-4,7.O HE pode desenvolver-se em vários órgãos e tecidos tais como: pulmões, fígado, osso, cérebro, gânglios linfáticos e tecidos moles. O Hemangioendotelioma epitelial é mais frequente no sexo feminino4-6, 40% dos doentes têm idade inferior a 30 anos e aproximadamente 50% dos doentes são assintomáticos na altura do diagnóstico4,5.Descrevemos o caso de um doente com Hemangioendote-lioma epitelial, com apresentação e evolução clinica distinta do reduzido número de casos publicados.

Caso clínicoDoente do sexo masculino de 54 anos de idade. Mecânico de au-tomóveis. O doente apresenta antecedentes pessoais de síndrome depressi-vo e hipertrigliceridémia, encontrando-se medicado e com acom-panhado médico regular. Trata-se de um ex-fumador com carga tabágica de 40 UMA (Unidades Maço Ano).Recorreu ao serviço de urgência por um quadro com 4 dias de evolução caracterizado por toracalgia anterior tipo pleurítica, loca-

lizada no terço médio do hemotórax direito, de intensidade mode-rada e expectoração hemoptóica com um dia de evolução. Não apresentava alterações ao exame físico. Na radiografia do tórax observava-se hipotransparência heterogénea, de contornos irregulares, volumosa e com localização para-hilar direita, não se individualizando o hilo homolateral (Figura 1A).Realizou tomografia computorizada do tórax de alta resolução (TCAR) e broncofibroscopia. Na TCAR identificou-se massa hilar direita com 5.3x4.8 mm, que englobava a emergência do brônquio principal direito e do brônquio do lobo superior direito, sem plano de clivagem com a artéria pulmonar direita. Identificavam-se ainda nódulos centimétricos sub-pleurais no lobo superior do pulmão direito, adenopatias pré-carinais e pré-traqueais e nodulo de 10 mm na glândula supra-renal esquerda. (Figura 1B e Figura 1C). A broncofibroscopia apresentava sinais indirectos de neoplasia. Realizaram-se biópsias proximais e escovado distal, cujo exame histológico foi inconclusivo. Na ecografia abdominal identificou-se lesão ecogénica de 11 mm no lobo direito do fígado.Para caracterização histológica da lesão pulmonar o doente foi submetido a toracotomia para-esternal direita, com identificação de massa de consistência dura, ocupando o lobo superior do pul-mão e com extensão ao mediastino. Foram realizadas biópsias. O doente apresentou como complicação 36 h após a cirurgia, hemo-tórax de moderado volume à direita. O exame histológico da biópsia mostrava extensas áreas de ne-crose, fragmento com trajecto vascular da parede, proliferação de células poligonais, vacúolos citoplasmáticos e estudo imunohisto-químico positivo para os factores VIII, CD31 e CD34, compatível com o diagnóstico de Hemangioendotelioma epitelial (Figura 2 A e Figura 2 B).

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Reis M, Tavares A, Ferreira L, de Carvalho L Hemangioendotelioma epitelial: um tumor raro com apresentação atípica. Galicia Clin 2016; 77 (3): 142-144

Recibido: 05/02/16; Aceptado: 25/04/16

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

Page 37: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 143 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 142-144

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

DiscussãoO HE é uma neoplasia rara3-5,7. Apresenta um grau de malig-nidade baixo a intermédio3-5,7,8.Nos doentes com envolvimento de predomínio a nível pul-monar, o achado imagiológico característico é a existência de múltiplas lesões nodulares bilaterais, de tamanho inferior a 1 cm e com distribuição perivascular2,4,7.O envolvimento multiorgânico documentado nomeadamente pulmonar, hepático, ósseo, cerebral, supra-renal, ganglionar e dos tecidos moles pode dever-se a origem multiorgânica ou metastização à distância. A rápida progressão da doença não nos permitiu esclarecer a origem das lesões. Os exames de imagem realizados não nos permitem con-cluir se a lesão nodular hepática se trata de um hemangio-ma, de uma lesão metastática ou de origem multicêntrica. O hemangioma geralmente apresenta-se hiperecogénico e bem delimitado no estudo ecográfico e na RM apresenta acentuado hipersinal em T26. As metástases hepáticas ge-ralmente apresentam-se no estudo ecográfico como ecogé-nicas ou hipoecogénicas e rodeadas por um halo hipereco-génico6. A maioria das lesões secundárias são hiperintensas em T26. Para melhor caracterização da lesão hepática é

Para estadiamento realizou ressonância magnética (RM) torácica e tomografia com emissão de positrões (PET). Na RM torácica observa-se que a lesão tumoral circunscreve a artéria pulmo-nar direita, condiciona redução do lúmen da veia cava superior, contacta com a parede posterior da aorta ascendente e com a aurícula esquerda. Observa-se lesão nodular no lobo direito do fí-gado, hiperintensa em T2 e hipointensa em T1. A PET demonstrou hiperfixação do rádiofarmaco na massa para-hilar direita, gânglios cervicais esquerdos, supra-claviculares, pré-vasculares, pré-tra-queais direitos, hilares direitos e peri-pancreático, lobo direito do fígado, glândula supra-renal esquerda, osso ilíaco direito e região glútea esquerda (Figura 3A, Figura 3B e Figura 3C).

Três meses após o início do quadro clínico, o doente apresentou alterações do comportamento e crises epilépticas focais a nível do membro superior esquerdo. Realizou tomografia computorizada crânio-encefálica que demonstrou múltiplas lesões localizadas em ambos hemisférios cerebrais, na protuberância e no pedúnculo cerebral esquerdo. A lesão de maiores dimensões com 15 mm e extensa área de necrose localizava-se na região fronto-pariental direita.

O doente efectuou 10 sessões de radioterapia holocraniana, na dose total de 80 Gy. Não iniciou quimioterapia ou outra terapêutica para além da referida. Faleceu no domicílio 4 meses após o início da sintomatologia e 2 meses após o diagnóstico histológico.

Figura 1. Radiografia do tórax: Hipotransparência heterogénea com localização para-hilar direita (A). Tomografia Computorizada do Tórax de Alta Resolução: massa hilar direita que engloba a emergência do brônquio principal direito (1B), sem plano de clivagem com a artéria pulmonar direita (1C).

A B C

Reis M, et al

Figura 2. Proliferação de células poligonais, observação de vacúolos citoplasmáticos. Coloração hematoxilina e eosina, 200 x de ampliação (A). Estudo imunohistoquímico positivo para o factor CD31 (B).

A B

Page 38: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 144 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 142-144

Hemangioendotelioma epitelial: um tumor raro com apresentação atípicaCASO CLÍNICO

importante realizar estudo hepático dirigido, não efectuado devido ao estado clinico do doente6.No nosso caso o estudo imunohistoquímico permitiu es-tabelecer o diagnóstico de HE, através da identificação de marcadores de origem vascular CD31, CD34 e factor VIII na peça cirúrgica.Dado a raridade da neoplasia, não existe nenhum esquema terapêutico aprovado4,7. A ressecção cirúrgica é o tratamen-to de eleição e está indicada perante a existência de lesão única ou múltiplas lesões ressecáveis2,3,8. Estão descritos alguns casos de remissão espontânea anos após o diagnós-tico2,4,7 e resposta completa após 6 ciclos de quimioterapia com Carboplatina e Etoposido4,7 Tendo em conta a sua ori-gem vascular, uma terapêutica promissora é imunoterapia através da utilização de inibidores da angiogénese4. Estudos demonstram casos com resposta ao tratamento com inter-ferão-α2,3,7.O curso clinico e o prognóstico são imprevisíveis4,7,8. São factores de mau prognóstico sintomatologia respiratória na altura do diagnóstico2,4, presença de doença multicêntrica, metastização hepática ou ganglionar2,7, anemia, hemorragia alveolar e derrame pleural hemático8. A sobrevida dos casos descritos na literatura varia entre 2 e 24 anos4.Em conclusão, o nosso caso retracta um doente com o diagnóstico de HE, com apresentação imagiológica atípica, envolvimento multiorgânico na altura do diagnóstico e curso clinico rapidamente progressivo e fatal.

Bibliografia1. Dail DH, Liebow AA. Intravascular bronchioloalveolar tumor. Am J Pathol 1975; 78:

6a–7a.2. Kitaichi M, Nagai S, Nishimura K et al. Pulmonary epithelioid hemangioendothelioma

in 21 patients, including three with partial spontaneous regression. Eur Respir J 1998; 12: 89-96.

3. Okamura K, Ohshima T. A Case of Pulmonary Epithelioid Hemangioendothelioma Surviving 10 Years without Treatment. Ann Thorac Cardiovasc Surg 2010; 16: 432-435.

4. Ledson M, Convery R, Carty A, Evans C. Epithelioid haemangioendothelioma. Thorax 1999; 54:560-561.

5. Saleiro S, Barbosa M, Moura C, Almeida J, Ferreira S. Hemangioendotelioma epi-telióide – Um tumor pulmonar raro. Rev Port Pneumol 2008; XIV (3): 421-425.

6. Tiferes D, D’Ippolito G. Liver neoplasms: imaging characterization. Radiol Bras. 2008; 41 (2):119–127.

7. Cronin P, Arenberg D. Pulmonary Epithelioid Hemangioendothelioma– an unusual case and a review of the literature. CHEST 2004; 125:789–792.

8. Bagan P, Hassan M. Prognostic factors and surgical indications of pulmonary epi-thelioid hemangioendothelioma: a review of the literature. Ann Thorac Surg 2006; 82:2010–2013.

Figura 3. Tomografia com emissão de positrões: hiperfixação do rádiofarmaco em massa pulmonar para-hilar direita (A),

lobo direito do fígado (B), osso ilíaco direito e região glútea esquerda (C).

A

B

C

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aGa

licia

Clín

ica

| So

cied

ade

Gale

ga d

e M

edic

ina

Inte

rna

Page 39: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

| 145 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 145

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aIMÁGENES EN MEDICINA

Doença de Von Hippel-Lindau Von Hippel-Lindau diseaseA doença de Von Hippel-Lindau (VHL) é uma síndrome de neoplasias multisistémicas, de herança autossómica dominante (AD), com origem numa mutação no gene supressor tumoral VHL1. Aproxi-madamente 20% dos doentes com VHL apresentam mutações de novo não existindo uma história familiar positiva. A doença caracteriza-se predominantemente por hemangioblastomas cerebrais (HC), retina e medula espinhal, feocromocitomas e paragangliomas, carcinoma de células renais e quistos viscerais (ex: renais e pancreáticos)1-4.Na presença de história familiar positiva basta a identificação de uma lesão tumoral típica de VHL num familiar directo para estabelecer o diagnóstico de doença de VHL. No entanto, na ausência de história familiar, é necessária a presença de pelo menos 2 lesões tumorais típicas da doença (ex: 2 hemangioblastomas (HB) ou um HB e um tumor visceral)1, 4. Descreve-se o caso de um doente de 38 anos, oligofrénico, com história de cefaleias e tonturas com vários anos de evolução, que recorreu ao serviço de urgência por apresentar agravamento desses sintomas nos 15 dias precedentes. Trazia consigo uma tomografia computorizada ce-rebral (TC-CE) realizada a pedido do seu médico assistente que evidenciava múltiplas lesões ocupantes de espaço no pavimento e parede lateral do IV ventrículo condicionando hidrocefalia muito marcada com edema associado colocando a hipótese de metástases ou HC.Foi internado para estudo tendo realizado ressonância magnética cerebral (RM) e Angiografia ce-rebral que mostraram lesões no IV ventrículo, a condicionar alargamento deste e efeito de massa sobre as estruturas adjacentes, ponte e região bulbo-medular e nos hemisférios cerebelosos, com-patíveis com múltiplos HC. A RM do neuroeixo evidenciou ainda mais duas lesões (corpo de C6 e C7-D1) sem efeito de massa de relevo. Pela hipótese de VHL foi submetido a TC toraco-abdominal que revelou a presença de cistadenomas pancreáticos e hemangiomas hepáticos. Solicitou-se então o estudo genético para detecção do gene VHL que confirmou o diagnóstico.Tendo em conta a transmissão genética AD da doença, solicitou-se a história clínica familiar do doen-te, no entanto, tratava-se de um jovem institucionalizado desde o nascimento e sem registos dos antecedentes médicos dos progenitores. O doente também não possuía descendentes conhecidos.Após discussão do caso com Neurocirurgia, o doente foi submetido a ventriculostomia do III ventrículo por se ter considerado a remoção cirúrgica ou radioterapia do hemangioblastoma de maior dimensão como procedimentos de risco demasiado elevado.Os HB são uma manifestação cardinal da doença de VHL surgindo como forma de apresentação em 40% dos casos e em 60-80% dos doentes no decurso da evolução da doença. Estas lesões são mais comuns no cerebelo, medula espinal e tronco cerebral1, 4. Os HC apresentam-se tipica-mente com sintomas sugestivos de hipertensão intracraneana ou ataxia do tronco ou membros e quando associados a lesões quisticas tornam-se sintomáticos mais precocemente4.O padrão imagiológico das lesões cerebrais e, sobretudo, o estudo genético para VHL mostraram--se de especial importância no estabelecimento do diagnóstico de VHL num doente sem história familiar positiva conhecida e sem outras manifestações típicas da doença.Em doentes com VHL e HC assintomáticos, a literatura sugere apenas vigilância imagiológica. A intervenção terapêutica está indicada em doentes com sintomas progressivos sugerindo-se a ressecação cirúrgica nas lesões acessíveis ou radioterapia quando as lesões são inacessí-veis ou com elevado risco de défices neurológicos4.

Bibliografia1. Maher ER, Neumann HP, Richard S. von Hippel-Lindau disease: a clinical and scientific review. Eur J Hum Genet.

2011;19(6):617-23. doi:10.1038/ejhg.2010.175.2. Neumann HP, Wiestler OD. Clustering of features and genetics of von Hippel-Lindau syndrome. Lancet. 1991;338(8761):258. 3. Chittiboina P, Lonser RR. Von Hippel-Lindau disease. Handb Clin Neurol. 2015;132:139-56. doi:10.1016/B978-0-444-

62702-5.00010-X.4. Lonser RR, Glenn GM, Walther M, Chew EY, Libutti SK, Linehan WM et al. von Hippel-Lindau disease. Lancet.

2003;361(9374):2059-67. doi:10.1016/S0140-6736(03)13643-4.

Diagnóstico: Múltiplos hemangioblastomas cerebrais na doença de Von Hippel-Lindau

Margarida Carvalho1, Vítor Braz2

1 Departamento de Medicina Interna, 2 Hospital São João - Porto-Portugal

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Carvalho M, Braz V Doença de Von Hippel-Lindau. Galicia Clin 2016; 77 (3): 145

Recibido: 29/01/16; Aceptado: 05/03/16

Figura 1. Hemangioblastoma no IV ventrículo - corte coronal.

Figura 2. Hemangioblastomas no cerebelo.

Figura 3. Hemangioblastoma IV ventrículo.

Page 40: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Tumefação cervical direitaRight neck swelling

Os autores apresentam o caso de um homem de 54 anos de ida-de, com antecedentes de diabetes mellitus tipo 2 e cáries dentárias múltiplas em tratamento. Tratava-se de um doente com história de abcessos cervicais recorrentes com 6 anos de evolução, sem etio-logia identificada, com necessidade de antibioterapia e intervenções cirúrgicas múltiplas.Recorreu ao serviço de urgência por tumefação cervical direita, do-lorosa, com 2 semanas de evolução. Negava outra sintomatologia. Ao exame objetivo a destacar: tumefação cervical direita com sinais inflamatórios exuberantes, áreas de flutuação à palpação e celulite dos tecidos circundantes (Figura 1). Analiticamente apresentava leu-cocitose ligeira e elevação da proteína C reactiva.Realizou ecografia cervical que revelou colecção heterogénea compatível com abcesso e celulite adjacente, confirmada por to-mografia computorizada (TC) cervical (Figura 2). O exame histoló-gico do material purulento revelou lamelas de queratina e colónias bacterianas. O estudo microbiológico isolou Actinomyces spp. Admitiu-se o diagnóstico de actinomicose cervicofacial, tendo iniciado penicilina endovenosa em dose elevada. Apresentou evo-lução clínica favorável, com reavaliação imagiológica a evidenciar involução da lesão.A actinomicose é uma infecção bacteriana crónica rara, causada por um grupo de bactérias Gram-positivo, anaeróbias, que colonizam a cavidade oral e tractos gastrointestinal e genital. A forma cervicofacial é a mais frequente, constituindo 50 a 65% dos casos1,2.A explanação deste caso clínico, pretende enfatizar a importância da suspeição diagnóstica desta entidade perante o doente com história de abcessos cutâneos recidivantes associados a insuces-so terapêutico. Salienta-se ainda a importância da antibioterapia dirigida e prolongada.

Bibliografia1. Russo TA. Agents of actinomycosis. In: Mandell GL, Bennett JE, Dolin R, eds. Mandell,

Douglas and Bennett’s principles and practice of infectious diseases. 7th ed. Philadel-phia, Pa: Churchill Livingstone Elsevier, 2010; 3209-3219.

2. Wong VK, Turmezei TD, Weston VC. Actinomycosis. BMJ. 2011; 343:d6099.

Diagnóstico: Actinomicose

Paula Paiva, Alexandre LouroServiço de Medicina Interna. Unidade Local de Saúde do Norte Alentejano. Portalegre. Portugal

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Paiva P, Louro A Tumefação cervical direita. Galicia Clin 2016; 77 (3): 146

Recibido: 17/02/16; Aceptado: 03/03/16

IMÁGENES EN MEDICINA

Figura 1. Abcesso cervical de actinomicose.Figura 1

Figura 2

A

B

Figura 2. TC cervical: A – corte axial; B – corte sagital; abcesso localizado aos planos profundos da gordura subcutânea na vertente posterior direita do pescoço (42x24x34mm). Alterações inflamatórias

da gordura adjacente com espessamento cutâneo difuso.

| 146 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 146

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

Page 41: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 147 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 147

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

a

A arterite de Takayasu (AT) é uma vasculite de grandes vasos cróni-ca, rara e de etiopatogenia indeterminada, que afeta predominan-temente a aorta, seus ramos principais e as artérias pulmonares, verificando-se a existência de estenoses segmentares, oclusões, dilatações ou formações aneurismáticas, sendo mais frequente nas mulheres em idade fértil. O diagnóstico precoce requer um elevado índice de suspeição clínica, pois os sintomas iniciais são inespecíficos: astenia, perda ponderal, artralgias ou febre. Numa fase mais avançada, em relação com a fibrose e oclusão, surgem outras manifestações tais como: diminuição da amplitude ou au-sência dos pulsos, sopros diferenças de pressão arterial (PA) nos membros superiores, parestesias ou claudicação1,2.Apresentamos o caso de uma mulher de 56 anos, caucasiana, referenciada à consulta por quadro de astenia, artralgias genera-lizadas, claudicação e acrocianose dos membros superiores com cerca de 1 ano de evolução. Antecedentes pessoais e familiares irrelevantes. Ao exame objetivo salientava-se: PA imensurável em ambos os membros superiores, 159/80mmHg no membro infe-rior direito e 157/81mmHg no membro inferior esquerdo; pulsos radiais e braquiais não palpáveis, pulsos dos membros inferiores palpáveis, simétricos e com amplitude normal; acrocianose em ambas as mãos. Do estudo analítico constatou-se anemia normo-cítica normocrómica (Hb 10,2g/dL), velocidade de sedimentação de 64 mm na 1ª hora e proteína C reativa de 45mg/L. Realizou angiografia por tomografia computorizada dos troncos supra aór-ticos e membros superiores, que evidenciou espessamento da parede da artéria aorta, estenoses múltiplas das carótidas exter-nas e oclusão em ambas as subclávias, aspetos compatíveis com arterite de Takayasu (Figuras 1 e 2).Estabelecido o diagnóstico, foi instituída corticoterapia (predniso-lona 1mg/Kg/dia) e metotrexato 15mg, com melhoria clínica.

Bibliografia1. Kerr GS, Hallahan CW, Giordano J, Leavitt RY, Fauci AS, Rottem M, Hoffman GS.

Takayasu arteritis. Ann Intern Med. 1994; 120(11): 919-29.2. Terao C, Yoshifuji H, Mimori T. Recent advances in Takayasu arteritis. Int J Rheum Dis.

2014; 17(3):238-47.

Diagnóstico: Arterite de Takayasu

Paula Paiva, Alexandre LouroServiço de Medicina Interna. Unidade Local de Saúde do Norte Alentejano. Portalegre. Portugal.

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Paiva P, Louro A Claudicação e acrocianose dos membros superiores en mulher de 56 anos. Galicia Clin 2016; 77 (3): 147

Recibido: 17/02/16; Aceptado: 05/03/16

Figura 1. Angio TC dos troncos supra aórticos e membros superiores: oclusão da artéria subclávia direita no plano da fossa supraclavicular, reabitando focalmente a nível umeral no plano da diáfise proximal.

Figura 2. Angio TC dos troncos supra aórticos e membros superiores: oclusão da artéria subclávia esquerda,

logo após a emergência da artéria vertebral, com reabitação umeral, num plano semelhante ao evidente à direita.

Claudicação e acrocianose dos membros superiores en mulher de 56 anosClaudication and acrocyanosis of the upper limbs in women 56 years

Page 42: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Galic

ia C

línic

a |

Soci

edad

e Ga

lega

de

Med

icin

a In

tern

aPioderma gangrenoso como primeira manifestação de doença sistémicaGangrenous pyoderma as a first expression of systemic disease

Doente de 24 anos, assintomática do ponto de vista gastrointestinal, em que o diagnóstico de Doença de Chron (DC) ocorreu na sequên-cia da investigação das doenças associadas ao Pioderma Gangre-noso (PG).O tratamento dirigido à DC melhora, habitualmente, o PG. Neste caso, optou-se pela corticoterapia sistémica, com resolução completa da dermatose. Verificou-se melhoria parcial das lesões in-testinais, pelo que se optou por iniciar azatioprina 150 mg/dia, para melhor controlo da DC.

Bibliografia1. Pioderma gangrenosum, www.uptodate.com [Jun 2013]. 2. Bolognia JL, Jorizzo JL, Rapini RP. Pyoderma gangrenosum. Dermatology.

2003;1:415-418. 3. Ahronowitz I, Harp J, Shinkai K. Etiology and management of pyoderma gangreno-

sum: a comprehensive review. Am J Clin Dermatol. 2012;13(3):191-211.4. Callen JP. Pyoderma gangrenosum. Lancet. 1998;351:581-5.

Diagnóstico: Pioderma gangrenos associado a Doença de Chron

Sara Estrela1, Patrícia Santos2

1Centro Hospitalar do Médio Tejo2Hospital Divino Espírito Santo)

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Estrela S, Santos P Pioderma gangrenos associado a Doença de Chron. Galicia Clin 2016; 77 (3): 148

Recibido: 29/12/15; Aceptado: 03/02/16

IMÁGENES EN MEDICINA

Figura 1

Figura 2

| 148 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 148

Page 43: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

| 149 | Galicia Clin 2016; 77 (3): 149

Autor, et alGa

licia

Clín

ica

| So

cied

ade

Gale

ga d

e M

edic

ina

Inte

rna

Bibliografía1. Pereira C, Tavares N. Linfoma angioinmunoblástico de células T. Galicia Clin

2015;76(4):182-183.2. Massimo F, Rudiger T, Bellei M, Nathwani BN, Luminari S, Ciuffuer B et al. Clinico-

pathologic characteristics of angioimmunoblastic T-cell lymphoma: Analysis of the International Peripheral T-cell Lymphoma Project. JCO January 10, 2013 vol. 31 no. 2 240-246.

3. Attygalle A, Al-Jehani R, Diss TC, Munson P, Liu H, Du Mq et al. Neoplastic T cells in angioimmunoblastic T-cell lymphoma express CD10. Blood 2002;99:627-633.

Gargantilla P1,2, Martin BM1, Pintor E2

1 Servicio de Medicina Interna. Hospital de El Escorial de Madrid2 Universidad Europea de Madrid3 Servicio de Ginecología y Obstetricia. Hospital Universitario Fundación de Alcorcón

Recientemente Pereira C y Tavares N han publicado en su revista un caso muy interesante titulado “Linfoma angioin-munoblástico de células T” en un varón de 93 años. Nos gustaría realizar algunos comentarios al respecto. Este tipo de neoplasia representa 1-2% de todos los linfomas no-Ho-dgkin y el 15-20% de los linfomas de células T periféricas2. En el estudio inmunohistoquímico la población linfoide es positiva para CD2, CD3, CD4, CD10, CXCL-13, PD1 y, con frecuencia, para BCL-62. El linfoma angioimmunoblástico de células T es una enfermedad sistémica que afecta a gan-glios linfáticos, bazo y médula ósea3, y que con frecuencia se asocia a fenómenos autoinmunes, entre los que se encuen-tran inmunocomplejos circulantes, aglutininas frías, anemia hemolítica, factor reumatoide y anticuerpos antimúsculo liso2. Se estima que la mitad de los pacientes hay hipergam-maglobulinemia policlonal. Se trata de un linfoma muy agresivo, con una mediana de supervivencia en torno a los 3 años. En cuanto al tratamien-to, se han ensayado varias modalidades terapéuticas entre las cuales se encuentran los corticoides, los fármacos cito-tóxicos (vorinostat, romidepsin, panbinostat y belinostat) y los inmunomoduladores (rituximab, lenalidomide)2.

CARTAS AL EDITOR

Linfoma angioinmunoblástico de células TAngioimmunoblastic T cell lymphoma

Sr. Director:

Correspondencia: [email protected]

Como citar este artículo: Gargantilla P, Martín BM, Pintor E Linfoma angioinmunoblástico de células T. Galicia Clin 2016; 77 (3): 149

Recibido: 25/12/15; Aceptado: 26/12/15

Galicia Clínica es la revista oficial de la Sociedad Gallega de Medicina Interna (SOGAMI). Se publican 4 números al año, simultáneamente en papel y en www.galiciaclinica.info, incluyéndose en el segundo de ellos las comunicaciones enviadas a la correspondiente Reunión Ordinaria de la SOGAMI.

GALICIA CLÍNICA evaluará para su publicación trabajos médicos relacionados preferentemente con la Medicina Interna y sus subespecialidades, y/o con problemas médicos prevalentes en la Comunidad Autónoma de Galicia.Se admitirán para evaluación trabajos en castellano, gallego, inglés y portugués.Para el envío de originales se ha habilitado un formulario en la pagina web www.galiciaclinica.info. El sistema confirmará la entrega y permitirá consultar el estado del manuscrito. No se aceptarán originales enviados por otros métodos.El comité editorial, eventualmente con la ayuda de revisores externos, evaluará los trabajos enviados decidiendo si procede su publicación, si es necesario realizar correcciones o si se desestima la publicación. Una vez aceptado, se enviarán al autor las pruebas de imprenta para la corrección de posibles erratas.Los trabajos reunirán los requisitos de uniformidad habituales en revistas biomédicas. Dichos requisitos se pueden con-sultar en “Uniform Requirements for Manuscripts Submitted to Biomedical Journals: Writing and Editing for Biomedical Publication, Updated April 2010”, disponible en http://www.icmje.org. Se recomienda encarecidamente leer en especial la sección “Preparing a Manuscript for Submission to a Biomedical Journal” (http://www.icmje.org/manuscript_1prepare.html) y seguir fielmente sus indicaciones a la hora de redactar el trabajo a enviar.Se recomienda el empleo de los programas más habituales de edición de texto (Ej., Word) tanto para el texto como para las tablas. Dado que la mayoría de las páginas se imprimen en blanco y negro, se aconseja evitar en tablas y figuras en la medida de lo posible el uso de colores o tramas que no tengan el adecuado contraste para su identificación.Las figuras o imágenes se enviarán en archivo aparte, como archivo de imagen (jpeg o similar) o como PDF con una resolución de 300 ppp. a tamaño de impresión definitivo.

La revista presenta las siguientes secciones:

EditorialesHabitualmente encargados por la dirección de la revista. Su extensión máxima será de 8 páginas de 30 líneas y se admitirá una figura o una tabla y quince citas bibliográficas. El número máximo de firmantes será de dos.

OriginalesTrabajos de investigación sobre cualquier aspecto médico. La estructura general de los trabajos será la tradicional: Título: en el idioma original y en inglés, Resumen y Abstract en inglés, Palabras clave y Key words (que deben corresponder a los medical subjets headings -MESH- del Index Medicus), Introducción, Material y métodos, Resultados, Discusión, BibliografíaLa extensión máxima recomendada del texto es de 20 páginas de 30 líneas, a las que se podrán añadir 5 figuras y 5 tablas, y un máximo de 30 citas bibliográficas.El número máximo de firmantes será de ocho.

Originales brevesTrabajos de investigación que por sus características no precisan un mayor espacio. Estructura similar a la de los origina-les. Su extensión máxima será de 10 páginas de 30 líneas, 3 figuras, 3 tablas y 20 citas bibliográficas.El número máximo de firmantes será de seis.

RevisionesHabitualmente encargadas por la dirección de la revista. La extensión máxima recomendada del texto es de 30 páginas de 30 líneas, a las que se podrán añadir 6 figuras y 6 tablas, y un máximo de 50 citas bibliográficas.El número máximo de firmantes será de tres.

Preguntas clínicasEn esta sección se tratará de responder de forma concreta y sucinta a preguntas clínicas concretas que, bien han moti-vado una controversia, o cuestionan actitudes arraigadas en la práctica diaria. La extensión máxima será de 6 páginas de 30 líneas, dos figuras y dos tablas y 15 citas bibliográficas. El número máximo de firmantes será de dos.

Notas clínicasDescripción de casos clínicos de excepcional interés. Constarán de una breve introducción, caso clínico, y discusión correspondiente. Su extensión máxima será de 6 páginas, 2 figuras y dos tablas y 15 citas bibliográficas.El número máximo de firmantes será de cuatro.

Cartas al directorComentarios, opiniones u observaciones sobre los diversos trabajos publicados con anterioridad en la revista. La extensión máxima será de 4 páginas de 30 líneas y se admitirá una figura o una tabla y diez citas bibliográficas.El número máximo de firmantes será de dos.

Imágenes médicasImágenes curiosas, insólitas o demostrativas. Se acompañarán con un texto breve, como máximo 1 página de 30 líneas, en el que se explique el caso clínico, con una breve discusión acerca de la importancia de la imagen.El número máximo de firmantes será de dos.

Resúmenes de Tesis doctoralesElaborados por el autor, describirán el trabajo realizado; su extensión máxima será de 2 páginas de 30 líneas. Debe incluir-se un apéndice con los datos correspondientes a Universidad, departamento, director de la tesis y fecha de presentación.

OtrosLa dirección de la revista considerará para su publicación cualquier artículo relacionado con la medicina en cualquier aspecto, aunque no se incluya exactamente dentro de los supuestos anteriores. En este caso se recomienda antes de su envío contactar con la dirección para acordar las características del mismo.En el caso de que los trabajos enviados incluyan imágenes, figuras, tablas o textos sometidos a copyright, será responsa-bilidad de los autores la obtención de los permisos necesarios para su publicación. Todas las opiniones o afirmaciones expresadas en los artículos corresponden a los autores de los mismos. Tanto el comité editorial como la SOGAMI declinan cualquier responsabilidad a este respecto.Los trabajos publicados serán propiedad de GALICIA CLÍNICA, cediendo los autores todos los derechos a la misma.

Normas de publicación Galicia Clínica

Page 44: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL
Page 45: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Este medicamento está sujeto a seguimiento adicional, lo que agilizará la detección de nueva información sobre su seguridad. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas. Ver la sección Reacciones adversas, en la que se incluye información sobre cómo notificarlas. NOMBRE DEL MEDICAMENTO. Xigduo 5 mg/850 mg comprimidos recubiertos con película. Xigduo 5 mg/1.000 mg comprimidos recubiertos con película. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA. Cada comprimido contiene dapagliflozina propanodiol monohidrato equivalente a 5 mg de dapagliflozina y 850 mg de hidrocloruro de metformina. Cada comprimido contiene dapagliflozina propanodiol monohidrato equivalente a 5 mg de dapagliflozina y 1.000 mg de hidrocloruro de metformina. Para consultar la lista completa de excipientes, ver sección Lista de excipientes. FORMA FARMACÉUTICA. Comprimido recubierto con película (comprimido). Comprimidos de color marrón, biconvexos, de 9,5 x 20 mm, ovalados, recubiertos con película, con “5/850” grabado en una cara y “1067” en la otra. Comprimidos de color amarillo, biconvexos, de 10,5 x 21,5 mm, ovalados, recubiertos con película, con “5/1000” grabado en una cara y “1069” en la otra. DATOS CLÍNICOS. Indicaciones terapéuticas. Xigduo está indicado en adultos de 18 años de edad o mayores con diabetes mellitus tipo 2 como adyuvante a la dieta y el ejercicio para mejorar el control glucémico: • en pacientes no controlados adecuadamente con la dosis máxima tolerada de metformina en monoterapia. • en combinación con otros medicamentos hipoglucemiantes, como la insulina, en pacientes no controlados adecuadamente con metformina y estos medicamentos (ver secciones Advertencias y precauciones especiales de empleo, Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción y Propiedades farmacodinámicas para consultar los datos disponibles sobre las diferentes combinaciones). • en pacientes que ya se están tratando con la combinación de dapagliflozina y metformina en comprimidos separados. Posología y forma de administración. Posología. En pacientes no controlados adecuadamente con metformina en monoterapia o con metoformina en combinación con otros medicamentos hipoglucemiantes incluyendo insulina. La dosis recomendada es un comprimido dos veces al día. Cada comprimido contiene una dosis fija de dapagliflozina y metformina (ver sección Composición cualitativa y cuantitativa). Los pacientes no controlados adecuadamente con metformina sola o en combinación con otros medicamentos hipoglucemiantes, incluida la insulina, deben recibir una dosis diaria total de Xigduo equivalente a dapagliflozina 10 mg, más la dosis diaria total de metformina o la dosis terapéuticamente apropiada más próxima que ya estén tomando. Cuando Xigduo se usa en combinación con insulina o un secretagogo de insulina como sulfonilurea, puede considerarse una dosis menor de insulina o sulfonilurea para disminuir el riesgo de hipoglucemia (ver secciones Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción y Reacciones adversas). En pacientes que ya estén tomando dapagliflozina y metformina en comprimidos distintos. Los pacientes que estén recibiendo tratamiento con dapagliflozina (10 mg de dosis total diaria) y metformina en comprimidos distintos y cambian a Xigduo deben recibir la misma dosis diaria de dapagliflozina y metformina que ya estén tomando o la dosis más próxima terapéuticamente apropiada de metformina. Poblaciones especiales. Insuficiencia renal. No se recomienda ningún ajuste de dosis en pacientes con insuficiencia renal leve. Este medicamento no se debe usar en pacientes con insuficiencia renal de moderada a grave (pacientes con un aclaramiento de creatinina [CrCl] < 60 ml/min o una tasa de filtración glomerular estimada [TFGe] < 60 ml/min/1,73 m2, ver secciones Contraindicaciones, Advertencias y precauciones especiales de empleo, Reacciones adversas, Propiedades farmacodinámicas y Propiedades farmacocinéticas). Insuficiencia hepática. Este medicamento no debe usarse en pacientes con insuficiencia hepática (ver secciones Contraindicaciones, Advertencias y precauciones especiales de empleo y Propiedades farmacocinéticas). Pacientes de edad avanzada (≥ 65 años). Debido a que la metformina se elimina en parte por los riñones y como los pacientes de edad avanzada tienen más probabilidad de tener la función renal disminuida, este medicamento se debe usar con precaución a medida que aumenta la edad. Es necesario vigilar la función renal para prevenir la acidosis láctica asociada a la metformina, especialmente en pacientes de edad avanzada (ver secciones Contraindicaciones y Advertencias y precauciones especiales de empleo). También se debe tener en cuenta el riesgo de depleción del volumen con la dapagliflozina (ver secciones Advertencias y precauciones especiales de empleo y Propiedades farmacocinéticas). Debido a la experiencia terapéutica limitada con dapagliflozina en pacientes de 75 años o mayores, no se recomienda el inicio del tratamiento en esta población. Población pediátrica. No se ha establecido todavía la seguridad y eficacia de Xigduo en niños y adolescentes de 0 a < 18 años. No se dispone de datos. Forma de administración. Xigduo debe tomarse dos veces al día con las comidas para reducir las reacciones adversas gastrointestinales asociadas a la metformina. Contraindicaciones. Xigduo está contraindicado en pacientes con: - hipersensibilidad a los principios activos o a alguno de los excipientes incluidos en la sección Lista de excipientes; - cetoacidosis diabética, pre-coma diabético; - insuficiencia renal moderada y grave (aclaramiento de creatinina < 60 ml/min; TFGe < 60 ml/min/1,73 m2) (ver secciones Posología y forma de administración, Advertencias y precauciones especiales de empleo y Propiedades farmacocinéticas); - cuadros agudos que puedan alterar la función renal como: deshidratación, infección grave, shock; - enfermedad aguda o crónica que pueda causar hipoxia tisular, como: insuficiencia cardíaca o respiratoria, infarto de miocardio reciente, shock; - insuficiencia hepática (ver secciones Posología y forma de administración, Advertencias y precauciones especiales de empleo y Propiedades farmacocinéticas); -intoxicación etílica aguda, alcoholismo (ver sección Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción). Advertencias y precauciones especiales de empleo. Generales. Xigduo no se debe usar en pacientes con diabetes mellitus tipo 1, ni para el tratamiento de la cetoacidosis diabética. Acidosis láctica. La acidosis láctica es una complicación metabólica muy rara, pero grave (elevada mortalidad en ausencia de tratamiento inmediato) que se puede producir por acumulación de metformina, un componente de este medicamento. Los casos de acidosis láctica que se han notificado en pacientes tratados con metformina se han producido fundamentalmente en pacientes diabéticos con fallo renal significativo. La incidencia de acidosis láctica puede y debe reducirse evaluando también otros factores de riesgo asociados como diabetes mal controlada, cetosis, ayuno prolongado, consumo de alcohol excesivo, insuficiencia hepática y trastornos asociados a hipoxia. Diagnóstico. Debe valorarse el riesgo de acidosis láctica en caso de signos inespecíficos como calambres musculares con trastornos digestivos, dolor abdominal y astenia intensa. La acidosis láctica se caracteriza por disnea acidótica, dolor abdominal e hipotermia seguidos de coma. Los hallazgos diagnósticos de laboratorio son disminución del pH en sangre, concentraciones plasmáticas de lactato superiores a 5 mmol/l y un aumento del desequilibrio aniónico (anion gap) y del cociente lactato/piruvato. Si se sospecha acidosis metabólica, se debe suspender el tratamiento con este medicamento y hospitalizar al paciente de inmediato (ver sección Sobredosis). Uso en pacientes con insuficiencia renal. La eficacia de dapagliflozina, un componente de este medicamento, depende de la función renal, y la eficacia se reduce en pacientes con insuficiencia renal moderada y probablemente sea inexistente en pacientes con insuficiencia renal grave (ver sección Posología y forma de administración). Además, la metformina se excreta por los riñones y la insuficiencia renal moderada a grave aumenta el riesgo de acidosis láctica (ver sección Advertencias y precauciones especiales de empleo). Por tanto, no debe emplearse este medicamento en pacientes con insuficiencia renal moderada a grave (pacientes con CrCl < 60 ml/min o tasa de filtración glomerular estimada [TFGe] < 60 ml/min/1,73 m2, ver sección Contraindicaciones). Se recomienda la monitorización de la función renal como se muestra a continuación: - Antes de iniciar el tratamiento y al menos anualmente, en adelante (ver secciones Posología y forma de administración, Reacciones adversas, Propiedades farmacodinámicas y Propiedades farmacocinéticas). - Antes de iniciar el tratamiento concomitante con medicamentos que puedan reducir la función renal y en adelante, de forma periódica. - Para funciones renales que se aproximen a una insuficiencia renal moderada, al menos 2 a 4 veces al año. Si la función renal cae por debajo de un CrCl < 60 ml/min o TFGe < 60 ml/min/1,73 m2, se debe interrumpir el tratamiento. El deterioro de la función renal en pacientes de edad avanzada es frecuente y asintomático. Se recomienda especial precaución en situaciones en las que pueda disminuir la función renal, por ejemplo, al iniciar un tratamiento con un antihipertensivo o diurético o al comenzar tratamiento con un antinflamatorio no esteroideo (AINE). Uso en pacientes con riesgo de depleción del volumen, hipotensión y/o desequilibrios electrolíticos. Debido a su mecanismo de acción, dapagliflozina aumenta la diuresis asociada a un ligero descenso de la presión arterial (ver sección Propiedades farmacodinámicas), que puede ser más pronunciada en pacientes con concentraciones muy altas de glucosa en sangre. No se recomienda el uso de este medicamento en pacientes que estén recibiendo diuréticos del asa (ver sección Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción) o que presenten depleción del volumen, debido por ejemplo a enfermedades agudas (tales como enfermedad gastrointestinal). Se debe tener precaución en pacientes para los que una caída de la presión arterial inducida por la dapagliflozina pudiera suponer un riesgo, tales como pacientes con enfermedad cardiovascular conocida, pacientes con tratamiento antihipertensivo con antecedentes de hipotensión o pacientes de edad avanzada. Para los pacientes que estén recibiendo este medicamento, en caso de enfermedades intercurrentes que puedan conducir a una depleción del volumen se recomienda una estrecha monitorización del estado del volumen (por ejemplo, exploración física, medición de la tensión arterial, pruebas analíticas incluyendo hematocrito) y de los electrolitos. Se recomienda la interrupción temporal del tratamiento con este medicamento en pacientes que desarrollen depleción del volumen hasta que ésta se corrija (ver sección Reacciones adversas). Infecciones del tracto urinario. En un análisis conjunto de hasta 24 semanas, las infecciones del tracto urinario se notificaron con más frecuencia con dapagliflozina en comparación con placebo (ver sección Reacciones adversas). La pielonefritis fue poco frecuente y ocurrió con una frecuencia similar al control. La excreción urinaria de glucosa puede asociarse a un aumento del riesgo de infecciones del tracto urinario; por tanto, se debe considerar la interrupción temporal de la medicación durante el tratamiento de la pielonefritis o la urosepsis. Pacientes de edad avanzada (≥ 65 años). Es más probable que los pacientes de edad avanzada presenten una función renal alterada, y/o estén en tratamiento con medicamentos antihipertensivos que puedan provocar cambios en la función renal tales como inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina (IECA) y antagonistas del receptor tipo 1 de la angiotensina II (ARA). Se aplican las mismas recomendaciones para la función renal en pacientes de edad avanzada, que para los demás pacientes (ver secciones Posología y forma de administración, Advertencias y precauciones especiales de empleo, Reacciones adversas y Propiedades farmacodinámicas). En pacientes de ≥  65  años de edad, una mayor proporción de sujetos tratados con dapagliflozina presentaron reacciones adversas relacionadas con insuficiencia renal o fallo renal, en comparación con placebo. La reacción adversa notificada más frecuentemente, relacionada con la función renal, fue aumento de la creatinina sérica, siendo la mayoría transitoria y reversibles (ver sección Reacciones adversas). Los pacientes de edad avanzada pueden presentar mayor riesgo de depleción del volumen y es más probable que sean tratados con diuréticos. En pacientes ≥ 65 años de edad, una mayor proporción de sujetos tratados con dapagliflozina presentaron reacciones adversas relacionadas con depleción del volumen (ver sección Reacciones adversas). La experiencia terapéutica en pacientes de 75 años o mayores es limitada. No se recomienda iniciar el tratamiento en esta población (ver secciones Posología y forma de administración y Propiedades farmacocinéticas). Insuficiencia cardíaca. La experiencia en la clase I-II de la NYHA es limitada, y no existe experiencia en estudios clínicos con dapagliflozina en la clase III-IV de la NYHA. Uso en pacientes tratados con pioglitazona. Aunque una relación causal entre dapagliflozina y el cáncer de vejiga es improbable (ver secciones Reacciones adversas y Datos preclínicos sobre seguridad), como medida de precaución, no se recomienda el uso de este medicamento en pacientes que estén siendo tratados de forma concomitante con pioglitazona. Los datos epidemiológicos disponibles para pioglitazona, sugieren un ligero aumento del riesgo de cáncer de vejiga en pacientes diabéticos tratados con pioglitazona.Aumento del hematocrito. Se ha observado un aumento del hematocrito con el tratamiento con dapagliflozina (ver sección Reacciones adversas); por lo tanto, es necesario tener precaución en pacientes con el hematocrito ya elevado. Combinaciones no estudiadas. No se ha estudiado la dapagliflozina en combinación con análogos del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1). Análisis de orina. Debido a su mecanismo de acción, los pacientes que estén tomando este medicamento presentarán resultados positivos para la glucosa en orina. Administración de medios de contraste yodados. La administración intravascular de medios de contraste yodados en estudios radiológicos puede causar fallo renal. Esto puede inducir una acumulación de metformina que puede aumentar el riesgo de acidosis láctica. Por consiguiente, este medicamento se debe interrumpir antes o en el momento de realizar la prueba y no reanudarse hasta pasadas 48 horas, y únicamente después de haber evaluado de nuevo la función renal y comprobado que es normal (ver sección Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción). Cirugía. Debido a que este medicamento contiene metformina, el tratamiento debe ser interrumpido 48 horas antes de cualquier intervención quirúrgica programada con anestesia general, espinal o epidural. El tratamiento se puede reanudar no antes de 48 horas después de la cirugía o el reinicio de la nutrición oral, y únicamente si se ha establecido una función renal normal. Cambio en la situación clínica de pacientes con diabetes de tipo 2 previamente controlada. Debido a que este medicamento contiene metformina, un paciente con diabetes de tipo 2 previamente bien controlada con él que desarrolla valores analíticos alterados o enfermedad clínica (especialmente enfermedad no concreta y mal definida), debe ser evaluado cuanto antes para descartar la presencia de cetoacidosis o acidosis láctica. La evaluación debe incluir electrolitos y cetonas en suero, glucemia y, si está indicado, valores de pH, lactato, piruvato y metformina en sangre. Si aparece cualquier tipo de acidosis, se debe suspender el tratamiento de inmediato e instaurar otras medidas correctoras adecuadas. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción. La administración conjunta de varias dosis de dapagliflozina y metformina no altera significativamente la farmacocinética de la dapagliflozina ni de la metformina en sujetos sanos. No se han realizado estudios de interacciones con Xigduo. A continuación se refleja la información disponible sobre los principios activos individuales. Dapagliflozina. Interacciones farmacodinámicas. Diuréticos. Este medicamento puede aumentar el efecto diurético de las tiazidas y diuréticos del asa y puede aumentar el riesgo de deshidratación e hipotensión (ver sección Advertencias y precauciones especiales de empleo). Insulina y secretagogos de la insulina. La insulina y los secretagogos de la insulina, como las sulfonilureas, provocan hipoglucemia. Por lo tanto, puede necesitarse una dosis menor de insulina o de un secretagogo de la insulina para disminuir el riesgo de hipoglucemia cuando se usan en combinación con dapagliflozina (ver secciones Posología y forma de administración y Reacciones adversas). Interacciones farmacocinéticas. El metabolismo de dapagliflozina se produce principalmente vía glucuronoconjugación mediada por la UDP glucuronosiltransferasa 1A9 (UGT1A9). En estudios in vitro, la dapagliflozina no fue inhibidor del citocromo P450  (CYP) 1A2, CYP2A6, CYP2B6, CYP2C8, CYP2C9, CYP2C19, CYP2D6, CYP3A4, ni inductor de CYP1A2, CYP2B6 o CYP3A4. Por consiguiente, no se espera que este medicamento altere el aclaramiento metabólico de los fármacos que se administren simultáneamente y que sean metabolizados por estas enzimas. Efecto de otros medicamentos sobre dapagliflozina. Los estudios de interacción realizados en sujetos sanos, usando principalmente un diseño de dosis única, sugieren que la farmacocinética de la dapagliflozina no se ve alterada por la pioglitazona, sitagliptina, glimepirida, voglibosa, hidroclorotiazida, bumetanida, valsartán o simvastatina. Tras la coadministración de dapagliflozina con rifampicina (un inductor de varios transportadores activos y enzimas metabolizadoras), se observó una disminución del 22% en la exposición sistémica (AUC) a dapagliflozina, pero sin ningún efecto clínicamente significativo sobre la excreción urinaria de glucosa de 24 horas. No se recomienda ningún ajuste de dosis. No se espera ningún efecto clínicamente significativo con otros inductores (por ejemplo, carbamazepina, fenitoína, fenobarbital). Después de la coadministración de dapagliflozina con ácido mefenámico (un inhibidor del UGT1A9), se observó un aumento del 55% en la exposición sistémica a dapagliflozina, pero sin ningún efecto clínicamente significativo sobre la excreción urinaria de glucosa de 24 horas. No se recomienda ningún ajuste de dosis. Efecto de la dapagliflozina sobre otros medicamentos. Los estudios de interacción realizados en sujetos sanos, usando principalmente un diseño de dosis única, sugieren que la dapagliflozina no alteró la farmacocinética de pioglitazona, sitagliptina, glimepirida, hidroclorotiazida, bumetanida, valsartán, digoxina (sustrato de P-gp) o warfarina (S-warfarina, un sustrato de la CYP2C9), ni los efectos anticoagulantes de la warfarina medidos por el INR. La combinación de una dosis única de dapagliflozina 20 mg y simvastatina (un sustrato de CYP3A4) resultó en un aumento del 19% del AUC de la simvastatina y un 31% del AUC del ácido de simvastatina. El aumento en las exposiciones a simvastatina y ácido de simvastatina no se consideran clínicamente relevantes. Otras interacciones. No se han estudiado los efectos del tabaco, la alimentación, los medicamentos a base de plantas ni el consumo de alcohol sobre la farmacocinética de dapagliflozina. Población pediátrica. Los estudios de interacciones se han realizado solo en adultos. Metformina. Combinaciones no recomendadas. Existe un mayor riesgo de acidosis láctica en la intoxicación etílica aguda (especialmente en el caso de ayuno, desnutrición o insuficiencia hepática) asociado a metformina, principio activo de este medicamento (ver sección Advertencias y precauciones especiales de empleo). Se debe evitar el consumo de alcohol y de medicamentos que contengan alcohol. Las sustancias catiónicas que son eliminadas mediante secreción tubular renal (p. ej., la cimetidina) pueden interaccionar con la metformina al competir por los sistemas comunes de transporte tubular renal. Un estudio realizado en siete voluntarios sanos normales demostró que la cimetidina, administrada como 400 mg dos veces al día, aumentaba la exposición sistémica a metformina (AUC) en un 50% y la Cmax en un 81%. Por consiguiente, se debe considerar una estrecha vigilancia del control glucémico, un ajuste de dosis dentro de la posología recomendada y cambios en el tratamiento de la diabetes cuando se administren de forma conjunta fármacos catiónicos eliminados mediante secreción tubular renal. La administración intravascular de medios de contraste yodados en estudios radiológicos puede causar insuficiencia renal, con acumulación de metformina y riesgo de acidosis láctica. Por consiguiente, este medicamento debe interrumpirse antes o en el momento de realizar la prueba y no reanudarse hasta 48 horas después, y únicamente después de haber evaluado de nuevo la función renal y comprobado que es normal (ver sección Advertencias y precauciones especiales de empleo).Combinaciones que requieren precauciones de empleo. Los glucocorticoides (administrados por vía sistémica y local), los agonistas beta-2 y los diuréticos poseen actividad hiperglucémica intrínseca. Se debe informar al paciente y realizar controles más frecuentes de la glucemia, especialmente al inicio del tratamiento con este tipo de medicamentos. En caso necesario, se debe ajustar la dosis del medicamento hipoglucemiante durante el tratamiento con el otro medicamento y cuando éste se retire. Los diuréticos, especialmente los diuréticos del asa, pueden aumentar el riesgo de acidosis láctica debido a su potencial para disminuir la función renal. Insulina y secretagogos de la insulina. La insulina y los secretagogos de la insulina, como las sulfonilureas, provocan hipoglucemia. Por lo tanto, se puede necesitar una dosis menor de insulina o de un secretagogo de la insulina para disminuir el riesgo de hipoglucemia cuando se usan en combinación con metformina (ver secciones Posología y forma de administración y Reacciones adversas). Fertilidad, embarazo y lactancia. Embarazo. No hay datos sobre el uso de Xigduo o dapagliflozina en mujeres embarazadas. Los estudios realizados en ratas han mostrado toxicidad para el riñón en desarrollo en el periodo de tiempo correspondiente al segundo y tercer trimestres del embarazo humano (ver sección Datos preclínicos sobre seguridad). Por lo tanto, no se recomienda el uso de este medicamento durante el segundo y tercer trimestres de embarazo. Los datos limitados sobre el uso de metformina en mujeres embarazadas no indican un aumento del riesgo de malformaciones congénitas. Los estudios en animales con metformina no indican efectos perjudiciales para el embarazo, el desarrollo embrionario/fetal, el parto o el desarrollo posnatal (ver sección Datos preclínicos sobre seguridad). Cuando la paciente planea quedarse embarazada, y durante el embarazo, se recomienda que la diabetes no sea tratada con este medicamento, sino que se emplee insulina para mantener los niveles de glucosa en sangre lo más cercanos posible a lo normal, para reducir el riesgo de malformaciones del feto asociadas a niveles anormales de glucosa en sangre. Lactancia. Se desconoce si este medicamento o la dapagliflozina (y/o sus metabolitos) se excretan en la leche materna. Los datos farmacodinámicos/toxicológicos disponibles en animales muestran la excreción de dapagliflozina/metabolitos en la leche, así como efectos farmacológicos en las crías lactantes (ver sección Datos preclínicos sobre seguridad). La metformina se excreta en la leche materna humana en pequeñas cantidades. No se puede excluir el riesgo para los recién nacidos o los lactantes. Este medicamento no se debe utilizar durante la lactancia. Fertilidad. No se ha estudiado el efecto de este medicamento o la dapagliflozina sobre la fertilidad en seres humanos. En ratas macho y hembra, la dapagliflozina no tuvo efectos sobre la fertilidad en ninguna de las dosis analizadas. Para metformina, los estudios realizados en animales no han mostrado toxicidad para la reproducción (ver sección Datos preclínicos sobre seguridad). Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas. La influencia de la dapagliflozina o de la metformina sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas es nula o insignificante. Se debe alertar a los pacientes sobre el riesgo de hipoglucemia cuando se utiliza este medicamento en combinación con otros medicamentos utilizados para disminuir la glucosa conocidos por provocar hipoglucemia. Reacciones adversas. Se ha demostrado que Xigduo es bioequivalente a dapagliflozina y metformina administradas de forma simultánea (ver sección Propiedades farmacocinéticas). No se han realizado ensayos clínicos terapéuticos con los comprimidos de Xigduo. Dapagliflozina más metformina. Resumen del perfil de seguridad. En un análisis de 5 estudios controlados con placebo de dapagliflozina añadida a la metformina, los resultados de seguridad fueron similares a los del análisis conjunto pre-especificado de 12 estudios con dapagliflozina controlados con placebo (véase Dapagliflozina, Resumen del perfil de seguridad, a continuación). No se identificaron reacciones adversas adicionales en el grupo de dapagliflozina más metformina en comparación con las notificadas con los componentes individuales. En el análisis conjunto realizado por separado de dapagliflozina añadida a metformina, 623 sujetos se trataron con dapagliflozina 10 mg como añadido a metformina y 523 se trataron con placebo más metformina. Dapagliflozina. Resumen del perfil de seguridad. En un análisis conjunto pre-especificado de 13 estudios controlados con placebo, 2.360 sujetos fueron tratados con dapagliflozina 10 mg y 2.295 tratados con placebo. La reacción adversa notificada con más frecuencia fue la hipoglucemia, que dependió del tipo de tratamiento de base usado en cada estudio. La frecuencia de episodios menores de hipoglucemia fue similar entre los grupos de tratamiento, incluido placebo, con las excepciones de los estudios con tratamientos de adición a

sulfonilurea (SU) y adición a insulina. Los tratamientos de combinación con sulfonilurea y adición a insulina presentaron mayor incidencia de hipoglucemia (ver Hipoglucemia más abajo). Tabla de reacciones adversas. Las siguientes reacciones adversas han sido identificadas en los ensayos clínicos de dapagliflozina más metformina, los ensayos clínicos de dapagliflozina y los ensayos clínicos de metformina controlados con placebo y en la experiencia post-comercialización. Ninguna ha resultado estar relacionada con la dosis. Las reacciones adversas incluidas a continuación se clasifican según la frecuencia y sistema de clasificación de órganos. Las categorías de frecuencia se definen como: muy frecuentes (≥ 1/10), frecuentes (≥ 1/100 a < 1/10), poco frecuentes (≥ 1/1.000 a < 1/100), raras (≥ 1/10.000 a < 1/1.000), muy raras (< 1/10.000), frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles). Tabla 1. Reacciones adversas en ensayos clínicos con dapagliflozina y metformina de liberación inmediata y datos post‑comercialización.

Sistema de clasificación de órganos Muy frecuentes Frecuentes Poco frecuentes Muy rarasInfecciones e infestaciones Vulvovaginitis, balanitis e infecciones

genitales relacionadas*,b,c

Infección del tracto urinario*,b,d

Infección por hongos**

Trastornos del metabolismo y de la nutrición Hipoglucemia (cuando se usa con SU o insulina)b

Depleción del volumenb,e, Sed** Acidosis lácticaDéficit de vitamina B12h,§

Trastornos del sistema nervioso Alteración del gusto§ MareosTrastornos gastrointestinales Síntomas gastrointestinalesi,§ Estreñimiento, Sequedad de boca**

Trastornos hepatobiliares Trastornos de la función hepática§, Hepatitis§

Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo Urticaria§ Eritema§ Prurito§

Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo Dolor de espalda*

Trastornos renales y urinarios Disuria, Poliuria*,f Nicturia**, Insuficiencia renal**,b

Trastornos del aparato reproductor y de la mama Prurito vulvovaginal**, Prurito genital**

Exploraciones complementarias Aumento del hematocritog Disminución del aclaramiento renal de creatininab, Dislipidemiaj

Aumento de la creatinina sanguínea**,b

Aumento de la urea sanguínea**

Disminución de peso**

a La tabla muestra los datos de las reacciones adversas hasta 24 semanas (corto plazo) independientemente del tratamiento de rescate glucémico, excepto lo marcado con §, para los que las reacciones adversas y las categorías de frecuencia se basan en información de la Ficha Técnica de metformina disponible en la Unión Europea. b Ver información adicional a continuación en la subsección correspondiente. c Vulvovaginitis, balanitis e infecciones genitales relacionadas incluyen, por ejemplo, los términos preferentes predefinidos: infección micótica vulvovaginal, infección vaginal, balanitis, infección fúngica genital, candidiasis vulvovaginal, vulvovaginitis, balanitis por Candida, candidiasis genital, infección genital, infección genital masculina, infección del pene, vulvitis, vaginitis bacteriana y absceso vulvar. d Infección del tracto urinario incluye los siguientes términos preferentes, listados en orden de frecuencia notificada: infección del tracto urinario, cistitis, infección del tracto urinario por Escherichia, infección del tracto geniturinario, pielonefritis, trigonitis, uretritis, infección renal y prostatitis. e La depleción del volumen incluye, por ejemplo, los términos preferentes predefinidos: deshidratación, hipovolemia, hipotensión. f La poliuria incluye los siguientes términos preferentes: polaquiuria, poliuria, aumento de la diuresis. g La variación media del hematocrito respecto del valor inicial fue del 2,30% con dapagliflozina 10 mg frente al -0,33% con placebo. h El tratamiento a largo plazo con metformina se ha asociado a una disminución de la absorción de vitamina B12 que muy rara vez podría conducir a déficit de vitamina B12 clínicamente significativo (p. ej., anemia megaloblástica). i Los síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y pérdida de apetito se producen con más frecuencia durante el inicio del tratamiento y se resuelven espontáneamente en la mayoría de los casos. j El porcentaje medio de cambio desde el valor inicial para dapagliflozina 10 mg frente a placebo, respectivamente, fue de: colesterol total 2,5% frente a -0,0%; colesterol HDL 6,0% frente a 2,7%; colesterol LDL 2,9% frente a -1,0%; triglicéridos -2,7% frente a -0,7%. *

Notificadas en ≥ 2% de los sujetos y ≥ 1% más y al menos 3 sujetos más tratados con dapagliflozina 10 mg en comparación con placebo. **Notificadas por el investigador como posiblemente relacionadas, probablemente relacionadas o relacionadas con el tratamiento del ensayo y notificadas en ≥ 0,2% de los sujetos y un ≥ 0,1% más veces y en al menos 3 sujetos más tratados con dapagliflozina 10 mg en comparación con placebo.Descripción de reacciones adversas seleccionadas. Dapagliflozina más metformina. Hipoglucemia. En estudios con dapagliflozina combinada en adición a la metformina, se notificaron episodios menores de hipoglucemia con frecuencias similares en el grupo tratado con dapagliflozina 10 mg más metformina (6,9%) y en el grupo de placebo más metformina (5,5%). No se notificaron episodios graves de hipoglucemia. En un estudio de adición a metformina y una sulfonilurea de hasta 24 semanas, se notificaron episodios menores de hipoglucemia en el 12,8% de los sujetos que recibieron dapagliflozina 10 mg más metformina y una sulfonilurea y en el 3,7% de los sujetos que recibieron placebo más metformina y una sulfonilurea. No se notificaron episodios graves de hipoglucemia. Dapagliflozina. Hipoglucemia. La frecuencia de hipoglucemia dependió del tipo de tratamiento de base utilizado en cada estudio. Para estudios de dapagliflozina como adición a metformina o como adición a sitagliptina (con o sin metformina), la frecuencia de episodios menores de hipoglucemia fue similar (< 5%) entre los grupos de tratamiento, incluido el grupo placebo hasta las 102 semanas de tratamiento. En todos los estudios, los episodios graves de hipoglucemia fueron poco frecuentes y comparables entre los grupos tratados con dapagliflozina o placebo. En un estudio con tratamiento de adición a insulina se observó una mayor incidencia de hipoglucemia (ver sección Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción). En un estudio de adición a insulina de hasta 104 semanas, se notificaron episodios de hipoglucemia grave en el 0,5% y 1,0% de los sujetos tratados con dapagliflozina 10 mg más insulina en las Semanas 24 y 104, respectivamente, y en el 0,5% de los sujetos de grupos tratados con placebo más insulina en las Semanas 24 y 104. En las Semanas 24 y 104, se notificaron episodios de hipoglucemia leve, respectivamente, en el 40,3% y 53,1% de los sujetos que recibieron dapagliflozina 10 mg más insulina y en el 34,0% y 41,6% de los sujetos que recibieron placebo más insulina. Depleción del volumen. Se notificaron reacciones relacionadas con depleción del volumen (incluyendo notificaciones de deshidratación, hipovolemia o hipotensión) en el 1,1% y 0,7%, de los sujetos tratados con dapagliflozina 10 mg, y placebo, respectivamente; las reacciones graves se dieron en < 0,2% de los sujetos, repartidos de forma equilibrada entre dapagliflozina 10 mg y placebo (ver sección Advertencias y precauciones especiales de empleo). Vulvovaginitis, balanitis e infecciones genitales relacionadas. Se notificó vulvovaginitis, balanitis e infecciones genitales relacionadas en el 5,5% y 0,6% de los sujetos que recibieron dapagliflozina 10 mg y placebo, respectivamente. La mayoría de las infecciones fueron de leves a moderadas y los sujetos respondieron a un ciclo inicial de tratamiento convencional y rara vez ocasionaron la interrupción del tratamiento con dapagliflozina. Estas infecciones fueron más frecuentes en mujeres (8,4% y 1,2% para dapagliflozina y placebo, respectivamente) y los sujetos con antecedentes presentaban mayor probabilidad de infección recurrente. Infecciones del tracto urinario. Las infecciones del tracto urinario se notificaron más frecuentemente con dapagliflozina en comparación con placebo (4,7% frente al 3,5%, respectivamente; ver sección Advertencias y precauciones especiales de empleo). La mayoría de las infecciones fueron de leves a moderadas, y los sujetos respondieron a un ciclo inicial de tratamiento convencional y rara vez ocasionaron la interrupción del tratamiento con dapagliflozina. Estas infecciones fueron más frecuentes en mujeres y los sujetos con antecedentes presentaban mayor probabilidad de infección recurrente. Aumento de creatinina. Las reacciones adversas al medicamento relacionadas con el aumento de creatinina se agruparon (p. ej. descenso del aclaramiento de creatinina renal, insuficiencia renal, incremento de la creatinina sérica y descenso de la tasa de filtración glomerular). Esta agrupación de reacciones se notificó en el 3,2% y el 1,8% de los pacientes que recibieron dapagliflozina 10 mg y placebo, respectivamente. En pacientes con función renal normal o insuficiencia renal leve (valor inicial de eGFR ≥ 60 ml/min/1,73m2) esta agrupación de reacciones se notificó en el 1,3% y el 0,8% de los pacientes que recibieron dapagliflozina 10 mg y placebo, respectivamente. Estas reacciones fueron más comunes en pacientes con un valor inicial de eGFR ≥ 30 y < 60 ml/min/1,73m2 (18,5% dapagliflozina 10 mg frente a 9,3% con placebo). Una evaluación adicional de los pacientes que presentaban acontecimientos adversos relacionados con el riñón mostró que la mayoría presentaba cambios en la creatinina sérica de ≤ 0,5 mg/dl desde el valor inicial. Los aumentos en creatinina fueron generalmente transitorios durante el tratamiento continuado o reversible después de la interrupción del tratamiento. Hormona paratiroidea (PTH). Se observaron ligeros aumentos en los niveles séricos de PTH, siendo los aumentos mayores en individuos con niveles iniciales de concentración de PTH más elevados. Las mediciones de la densidad ósea en pacientes con función renal normal o insuficiencia renal leve no indicaron ninguna pérdida ósea durante un periodo de tratamiento de dos años. Tumores. Durante los ensayos clínicos, la proporción global de sujetos con tumores malignos o no específicos fue similar entre aquellos tratados con dapagliflozina (1,50%) y placebo/comparador (1,50%), y no hubo ninguna señal de carcinogenicidad o mutagenicidad en los datos en animales (ver sección Datos preclínicos sobre seguridad). Cuando se toman en consideración los casos de tumores que ocurren en distintos órganos y sistemas, el riesgo relativo asociado a dapagliflozina fue superior a 1 para algunos tumores (vejiga, próstata, mama) e inferior a 1 para otros (por ej. sangre y sistema linfático, ovarios, tracto renal), no resultando en un aumento general del riesgo de tumores asociado a dapagliflozina. El riesgo aumentado/disminuido no fue estadísticamente significativo en ninguno de los órganos o sistemas. Teniendo en consideración la falta de hallazgos de tumores en los estudios no clínicos, además del corto periodo de latencia entre la primera exposición al medicamento y el diagnósico del tumor, la relación causal se considera improbable. Debido a que los desequilibrios numéricos en los tumores de mama, vejiga y próstata deben considerarse con precaución, se continuará investigando en los estudios post-autorización. Poblaciones especiales. Pacientes de edad avanzada (≥ 65 años). En sujetos ≥ 65 años de edad, las reacciones adversas relacionadas con la insuficiencia o el fallo renal se notificaron en el 7,7% de los sujetos tratados con dapagliflozina y el 3,8% de los sujetos tratados con placebo (ver sección Advertencias y precauciones especiales de empleo). La reacción adversa notificada con más frecuencia, relacionada con la función renal, fue el aumento de la creatinina sérica. La mayoría de estas reacciones fueron transitorias y reversibles. En sujetos ≥65 años de edad, las reacciones adversas de depleción del volumen, más frecuentemente notificadas como hipotensión, se notificaron en el 1,7% y 0,8% de los pacientes tratados con dapagliflozina y pacientes tratados con placebo, respectivamente (ver sección Advertencias y precauciones especiales de empleo). Notificación de sospechas de reacciones adversas. Es importante notificar sospechas de reacciones adversas al medicamento tras su autorización. Ello permite una supervisión continuada de la relación beneficio/riesgo del medicamento. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano: www.notificaRAM.es. Sobredosis. No se ha estudiado la eliminación de dapagliflozina mediante hemodiálisis. El método más eficaz para eliminar la metformina y el lactato es la hemodiálisis. Dapagliflozina. Dapagliflozina no mostró toxicidad en sujetos sanos con dosis únicas orales de hasta 500 mg (50 veces la dosis máxima recomendada en humanos). Estos sujetos presentaron glucosa detectable en orina durante un periodo de tiempo relacionado con la dosis (al menos 5 días para la dosis de 500 mg), sin ninguna notificación de deshidratación, hipotensión o desequilibrio electrolítico y sin ningún efecto clínicamente significativo sobre el intervalo QTc. La incidencia de hipoglucemia fue similar a la de placebo. En los estudios clínicos en los que se administraron dosis de hasta 100 mg una vez al día (10 veces la dosis máxima recomendada en humanos) durante 2 semanas a sujetos sanos y a sujetos con diabetes tipo 2, la incidencia de hipoglucemia fue ligeramente mayor que con placebo y no estuvo relacionada con la dosis. Las tasas de acontecimientos adversos incluyendo deshidratación o hipotensión fueron similares a las de placebo, y no hubo alteraciones relacionadas con la dosis clínicamente significativas en los parámetros de laboratorio, incluyendo electrólitos séricos y biomarcadores de la función renal. En caso de sobredosis, debe iniciarse el tratamiento de mantenimiento adecuado en función del estado clínico del paciente. Metformina. Una gran sobredosis o los riesgos concomitantes de la metformina pueden producir acidosis láctica. La acidosis láctica es una urgencia médica que debe tratarse en un hospital. PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS. Propiedades farmacodinámicas. Grupo farmacoterapéutico: Fármacos usados en diabetes, Combinaciones de fármacos hipoglucemiantes orales, código ATC: A10BD15. Mecanismo de acción. Xigduo combina dos medicamentos antihiperglucemiantes con mecanismos de acción diferentes y complementarios, para mejorar el control glucémico en pacientes con diabetes de tipo 2: dapagliflozina, un inhibidor del cotransportador de sodio y glucosa 2 (SGLT2) e hidrocloruro de metformina, un miembro de la clase de las biguanidas. Dapagliflozina. Dapagliflozina es un inhibidor selectivo y reversible muy potente (Ki

: 0,55 nM) del cotransportador de sodio y glucosa 2 (SGLT2). El SGLT2 se expresa de forma selectiva en el riñón sin que se haya detectado ninguna expresión en más de 70 tejidos distintos, incluyendo el hígado, músculo esquelético, tejido adiposo, mama, vejiga y cerebro. El SGLT2 es el transportador predominante responsable de la reabsorción de la glucosa tras la filtración glomerular para devolverla a la circulación. A pesar de la presencia de hiperglucemia en la diabetes tipo 2, la reabsorción de la glucosa filtrada continúa. La dapagliflozina mejora los niveles de glucosa plasmática en ayunas y posprandial reduciendo la reabsorción renal de la glucosa, lo que conduce a la excreción de glucosa en orina. Esta excreción de glucosa (efecto glucurético) se observa después de la primera dosis, es continua durante el intervalo de administración de 24 horas y se mantiene durante el tratamiento. La cantidad de glucosa eliminada por el riñón mediante este mecanismo depende de la concentración de glucosa en sangre y de la TFG. La dapagliflozina no altera la producción endógena normal de glucosa en respuesta a la hipoglucemia. La dapagliflozina actúa con independencia de la secreción de insulina y de la acción de la insulina. Se ha observado una mejoría de la evaluación del modelo de homeostasis para la función de las células beta (HOMA en células beta) en los estudios clínicos con dapagliflozina. La excreción urinaria de glucosa (glucurésis) inducida por dapagliflozina se asocia a una pérdida calórica y una reducción del peso. La inhibición del cotransportador de glucosa y sodio por dapagliflozina también se asoció a diuresis leve y a natriuresis transitoria. La dapagliflozina no inhibe otros transportadores de glucosa importantes para el transporte de glucosa a los tejidos periféricos y es > 1.400 veces más selectiva por el SGLT2 frente al SGLT1, el principal transportador intestinal responsable de la absorción de glucosa. Metformina. La metformina es una biguanida con efectos antihiperglucemiantes que reduce la glucosa plasmática basal y postprandial. No estimula la secreción de insulina y, por consiguiente, no produce hipoglucemia. La metformina puede actuar por tres mecanismos: - por disminución de la producción hepática de glucosa al inhibir la gluconeogénesis y la glucogenolisis; - aumentando ligeramente la sensibilidad a la insulina, mejorando la captación y utilización periféricas de glucosa en el músculo; - retrasando la absorción intestinal de glucosa. La metformina estimula la síntesis intracelular de glucógeno al actuar sobre la glucógeno sintetasa. La metformina aumenta la capacidad de transporte de todos los tipos específicos de transportadores de membrana de glucosa (GLUT-1 y GLUT-4). Efectos farmacodinámicos. Dapagliflozina. Se observaron aumentos de la cantidad de glucosa excretada en la orina en sujetos sanos y en sujetos con diabetes mellitus tipo 2 después de la administración de dapagliflozina. Se excretaron aproximadamente 70 g de glucosa en orina al día (equivalente a 280 Kcal/día) con una dosis de dapagliflozina de 10 mg/día en sujetos con diabetes mellitus tipo 2 durante 12 semanas. Se observaron indicios de una excreción de la glucosa sostenida en sujetos con diabetes mellitus tipo 2 tratados con dapagliflozina 10 mg/día hasta 2 años. Esta excreción urinaria de glucosa con dapagliflozina también provoca diuresis osmótica y aumenta el volumen de orina en los sujetos con diabetes mellitus tipo 2. Los incrementos del volumen de orina observados en sujetos con diabetes mellitus tipo 2 tratados con dapagliflozina 10 mg se mantuvieron a las 12 semanas y ascendieron a aproximadamente 375 ml/día. El aumento del volumen de orina se asoció a una ligera elevación transitoria de la excreción urinaria de sodio que no se asoció a alteraciones de la concentración sérica de sodio. La excreción urinaria de ácido úrico también aumentó de forma transitoria (durante 3-7 días) y estuvo acompañada de una reducción mantenida de la concentración sérica de ácido úrico. A las 24 semanas, las reducciones de las concentraciones séricas de ácido úrico fueron de -48,3 a -18,3 micromoles/l (-0,87 a -0,33 mg/dl). Se comparó la farmacodinámica de 5 mg de dapagliflozina dos veces al día y 10 mg de dapagliflozina una vez al día en sujetos sanos. La inhibición en el estado estacionario de la reabsorción renal de glucosa y la cantidad de excreción de glucosa en la orina a lo largo de un periodo de 24 horas fueron las mismas con ambos regímenes posológicos. Metformina. En humanos, con independencia de su acción sobre la glucemia, la metformina tiene efectos favorables sobre el metabolismo lipídico. Esto se ha demostrado a dosis terapéuticas en estudios clínicos controlados a medio plazo o largo plazo: la metformina reduce los valores de colesterol total, colesterol LDL y triglicéridos. En los estudios clínicos, el uso de metformina se asoció o a un peso corporal estable o a una leve pérdida de peso. Eficacia clínica y seguridad. La administración conjunta de dapagliflozina y metformina se ha estudiado en pacientes con diabetes de tipo 2 no controlados adecuadamente con metformina sola o en combinación con un inhibidor de DPP-4 (sitagliptina), sulfonilurea o insulina. El tratamiento con dapagliflozina más metformina a todas las dosis produjo mejoras clínicamente relevantes y estadísticamente significativas de la HbA1c y la glucosa plasmática en ayunas en comparación con placebo en combinación con metformina. Estos efectos glucémicos clínicamente relevantes se mantuvieron en extensiones a largo plazo de hasta 104 semanas. Se observaron reducciones de la HbA1c en todos los subgrupos, incluyendo sexo, edad, raza, duración de la enfermedad e índice de masa corporal (IMC) basal. Además, en la semana 24, se observaron mejoras clínicamente relevantes y estadísticamente significativas en los cambios medios respecto al valor basal en el peso corporal con los tratamientos de combinación de dapagliflozina y metformina en comparación con el control. La reducción del peso corporal se mantuvo en extensiones a largo plazo de hasta 208 semanas. Además, se demostró que el tratamiento con dapagliflozina dos veces al día añadido a metformina es eficaz y seguro en sujetos diabéticos de tipo 2. Adicionalmente, se llevaron a cabo dos estudios controlados con placebo de 12 semanas en pacientes con diabetes tipo 2 e hipertensión no controlada adecuadamente. Control glucémico. En un estudio de no-inferioridad de 52 semanas (con periodos de extensión de 52 y 104 semanas), con control activo, se evaluó la dapagliflozina 10 mg como tratamiento añadido a la metformina en comparación con una sulfonilurea (glipizida) como tratamiento complementario de metformina en sujetos con control glucémico insuficiente (HbA1c > 6,5% y ≤ 10%). Los resultados mostraron una reducción media de la HbA1c similar desde el valor inicial hasta la Semana 52, en comparación con glipizida, demostrando por tanto, la no-inferioridad (Tabla 2). En la semana 104, el cambio medio ajustado desde el valor inicial en la HbA1c fue -0,32% para dapagliflozina y -0,14% para glipizida, respectivamente. En la Semana  208, el cambio medio ajustado desde el valor inicial en la HbA1c fue de –0,10% para dapagliflozina y 0,20% para glipizida, respectivamente. En las semanas 52, 104 y 208, un porcentaje significativamente menor en el grupo tratado con dapagliflozina (3,5%, 4,3% y 5,0%, respectivamente) presentó al menos un episodio de hipoglucemia en comparación con el grupo tratado con glipizida (40,8%, 47% y 50,0%, respectivamente). La proporción de sujetos que permanecían en el estudio en la Semana 104 y en la Semana 208 fue del 56,2% y 39,7% para el grupo tratado con dapagliflozina y 50,0% y 34,6% para el grupo tratado con glipizida.

FICHA TÉCNICA DE CONTRAPORTADA

Page 46: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

Tabla 2. Resultados en la Semana 52 (LOCF a) de un estudio con control activo comparando dapagliflozina con en adición a la metformina

Parámetro Dapagliflozina + metformina Glipizida + metformina

Nb 400 401

HbA1c (%)Valor inicial (media)Cambio con respecto al valor inicialc

Diferencia con respecto a glipizida + metforminac

(IC del 95%)

7,69-0,52

-0,00d (-0,11; 0,11)

7,74-0,52

Peso corporal (kg)Valor inicial (media)Cambio con respecto al valor inicialcDiferencia con respecto a glipizida + metforminac

(IC del 95%)

88,44-3,22

-4,65* (-5,14; -4,17)

87,601,44

a LOCF: última observación considerada. b Sujetos aleatorizados y tratados con una evaluación de eficacia inicial y al menos una posterior. c Medias de mínimos cuadrados ajustadas respecto al valor inicial. dNo inferior a glipizida + metformina. *Valor p < 0,0001

Dapagliflozina como tratamiento adicional a metformina sola, metformina en combinación con sitagliptina, sulfonilurea o insulina (con o sin medicamentos hipoglucemiantes orales adicionales, incluida la metformina) produjo reducciones estadísticamente significativas de la HbA1c a las 24 semanas en comparación con placebo (p< 0,0001; Tablas 3, 4 y 5). Dapagliflozina 5 mg dos veces al día aportó reducciones estadísticamente significativas de la HbA1c a las 16 semanas en comparación con los sujetos que recibieron placebo (p < 0,0001; Tabla 3). Las reducciones de la HbA1c observadas en la Semana 24 se mantuvieron en los estudios de adición en combinación. En el estudio de adición a metformina, las reducciones en la HbA1c se mantuvieron hasta la Semana 102 (el cambio medio ajustado con respecto al valor basal fue del -0,78% y 0,02% con dapagliflozina 10 mg y placebo, respectivamente). En la semana 48 para metformina más sitagliptina, el cambio medio ajustado con respecto al valor basal para dapagliflozina 10 mg y placebo fue de -0,44% y 0,15%, respectivamente. En la Semana 104 para insulina (con o sin medicamentos orales adicionales reductores de glucosa, incluida la metformina), las reducciones en la HbA1c fueron de -0,71% y -0,06% del cambio medio ajustado desde el valor inicial para dapagliflozina 10 mg y placebo, respectivamente. En las Semanas 48 y 104, la dosis de insulina permaneció estable en comparación con los valores iniciales en sujetos tratados con dapagliflozina 10 mg con una dosis media de 76 UI/día. En el grupo con placebo hubo un incremento medio de 10,5 UI/día y 18,3 UI/día desde los valores iniciales (un promedio de 84 y 92 UI/día de dosis media) en la Semanas 48 y 104, respectivamente. La proporción de sujetos que permanecían en el estudio en la Semana 104 fue de 72,4% para el grupo tratado con dapagliflozina 10 mg y 54,8% para el grupo con placebo. En un análisis separado de sujetos con insulina más metformina, se observaron reducciones similares de la HbA1c a las observadas en la población total del estudio en los sujetos tratados con dapagliflozina con insulina más metformina. En la semana 24, el cambio en la HbA1c respecto al valor inicial en los sujetos tratados con dapagliflozina más insulina con metformina fue -0,93%. Tabla 3. Resultados de los estudios controlados con placebo de 24 semanas (LOCF a) de dapagliflozina en tratamiento de adición en combinación con metformina o metformina más sitagliptina.

Adición en combinación

Metformina1 Metformina1,b Metformina1 + Sitagliptina2

Dapagliflozina10 mg QD

Placebo QD Dapagliflozina 5 mg BID Placebo BID Dapagliflozina10 mg QD

Placebo QD

Nc 135 137 99 101 113 113

HbA1c (%)Valor inicial (media)Cambio con respecto al valor iniciald

Diferencia con respecto a placebod

(IC del 95%)

7,92

-0,84

-0,54* (-0,74; -0,34)

8,11

-0,30

7,79

-0,65

-0,35* (-0,52; -0,18)

7,94

-0,30

7,80

-0,43

-0,40* (-0,58, -0,23)

7,87

-0,02

Sujetos (%) que lograron:HbA1c < 7%

Ajustado respecto al valor inicial 40,6** 25,9 38,2** (N = 90) 21,4 (N=87)

Peso corporal (kg)Valor inicial (media)Cambio con respecto al valor iniciald

Diferencia con respecto a placebod

(IC del 95%)

86,28

-2,86

-1,97* (-2,63; -1,31)

87,74

-0,89

93,62

-2,74

-1,88*** (-2,52; -1,24)

88,82

-0,86

93,95

-2,35

-1,87* (-2,61, -1,13)

94,17

-0,47

Abreviaturas: QD: una vez al día; BID: dos veces al día. 1 Metformina ≥ 1,500 mg/día; 2sitagliptina 100 mg/día. a LOCF: Última observación (antes del rescate en los sujetos rescatados) considerada. b Estudio controlado con placebo de 16 semanas. c Todos los sujetos aleatorizados que tomaron al menos una dosis de la medicación del estudio doble ciego durante el periodo doble ciego a corto plazo. d Media de mínimos cuadrados ajustadas respecto al valor basal. * Valor p < 0,0001 frente a placebo + hipoglucemiante oral. ** Valor p < 0,05 frente a placebo + hipoglucemiante oral. ***El cambio porcentual en el peso corporal se analizó como una variable secundaria esencial (p < 0,0001); el cambio en el peso corporal absoluto (en kg) se analizó con un valor de p nominal (p < 0,0001).

Tabla 4. Resultados de un estudio controlado con placebo de 24 semanas de dapagliflozina en tratamiento de adición en combinación con metformina y una sulfonilurea.

Adición en combinación

Sulfonilurea+ Metformina1

Dapagliflozina10 mg

Placebo

Na 108 108

HbA1c (%)b

Valor inicial (media)Cambio con respecto al valor inicialcDiferencia con respecto a placeboc

(IC del 95%)

8,08

-0,86

−0,69* (−0,89, −0,49)

8,24

-0,17

Sujetos (%) que lograron:HbA1c < 7%

Ajustado respecto al valor inicial 31,8* 11,1

Peso corporal (kg)Valor inicial (media)Cambio con respecto al valor inicialcDiferencia con respecto a placeboc

(IC del 95%)

88,57

-2,65

−2,07* (−2,79, −1,35)

90,07

-0,58

1Metformina (formulaciones de liberación inmediata o prolongada) ≥1500 mg/día más la dosis máxima tolerada, que debe ser al menos la mitad de la dosis máxima, de una sulfonilurea durante al menos 8 semanas antes del reclutamiento.. a Pacientes aleatorizados y tratados con un valor inicial de al menos 1 medida de eficacia post-valor basal.. b HbA1c analizada utilizando LRM (Análisis de medidas longitudinales repetidas). c Media de mínimos cuadrados ajustadas respecto al valor basal . * Valor p < 0,0001 frente a placebo + hipoglucemiante(s) oral(es)

Tabla 5. Resultados en la Semana 24 (LOCFa) en un estudio controlado con placebo de dapagliflozina en combinación con insulina (sola o con hipoglucemiantes orales, incluida la metformina).

Parámetro Dapagliflozina 10 mg + insulina± hipoglucemiantes orales2

Placebo + insulina± hipoglucemiantes orales2

Nb 194 193

HbA1c (%)Valor inicial (media)Cambio con respecto al valor inicialcDiferencia con respecto a placeboc

(IC del 95%)

8,58-0,90-0,60*

(-0,74; -0,45)

8,46-0,30

Peso corporal (kg)Valor inicial (media)Cambio con respecto al valor inicialcDiferencia con respecto a placeboc

(IC del 95%)

94,63-1,67-1,68*

(-2,19; -1,18)

94,210,02

Dosis media de insulina diaria (UI)1

Valor inicial (media)Cambio con respecto al valor inicialcDiferencia con respecto a placeboc

(IC del 95%)Sujetos con reducción de la dosis diaria media de insulina de al menos 10% (%)

77,96-1,16

-6,23*

(-8,84; -3,63)

19,7**

73,965,08

11,0a LOCF: Última observación (antes o en la fecha del primer aumento de la dosis de insulina, a demanda) considerada. b Todos los sujetos aleatorizados que tomaron al menos una dosis de la medicación del estudio doble ciego durante el periodo doble ciego a corto plazo. c Media de mínimos cuadrados ajustada respecto al valor inicial y a la presencia de hipoglucemiante oral. * Valor p < 0,0001 frente a placebo + insulina ± hipoglucemiante oral. ** Valor p < 0,05 frente a placebo + insulina ± hipoglucemiante oral. 1 El aumento de las pautas de insulina (incluyendo la insulina de acción corta, intermedia y basal) solo se permitía si los sujetos cumplían los criterios predeterminados de GPA.. 2 El cincuenta por ciento de los sujetos recibía monoterapia con insulina en el momento inicial; el 50% recibía 1 ó 2 hipoglucemiante(s) oral(es) añadido(s) a la insulina: En este último grupo, el 80% tomaba metformina sola, el 12% recibían un tratamiento de metformina más una sulfonilurea y el resto, tomaban otros hipoglucemiantes orales.

Glucemia en ayunas. El tratamiento con dapagliflozina como adición a metformina sola (dapagliflozina 10 mg una vez al día o dapagliflozina 5 mg dos veces al día) o metformina más sitagliptina, sulfonilurea o insulina produjo reducciones estadísticamente significativas de la glucemia en ayunas (-1,90 a -1,20 mmol/l [-34,2 a -21,7 mg/dl]) en comparación con placebo (-0,58 a 0,18 mmol/l [-10,4 a 3,3 mg/dl]) en la semana 16 (5 mg dos veces al día) o semana 24. Este efecto se observó en la Semana 1 de tratamiento y se mantuvo en los estudios ampliados hasta la Semana 104. Glucosa posprandial. El tratamiento con dapagliflozina 10 mg en adición a sitagliptina más metformina produjo reducciones de la glucosa posprandial a las 2 horas al cabo de 24 semanas, que se mantuvieron hasta la Semana 48. Peso corporal. Dapagliflozina como tratamiento adicional a metformina sola o metformina más sitagliptina, sulfonilurea o insulina (con o sin medicamentos hipoglucemiantes orales adicionales, incluida la metformina) produjo una reducción estadísticamente significativa del peso corporal al cabo de 24 semanas (p < 0,0001, Tablas 3, 4 y 5). Estos efectos se mantuvieron en los estudios a más largo plazo. A las 48 semanas, la diferencia para dapagliflozina en adición a metformina más sitagliptina en comparación con placebo fue de -2,07 kg. A las 102 semanas, la diferencia para dapagliflozina en adición a metformina en comparación con placebo, o en adición a insulina en comparación con placebo fue de -2,14 y -2,88 kg, respectivamente. Como tratamiento de adición a metformina en un estudio de no inferioridad con control activo, la dapagliflozina tuvo como resultado un cambio estadísticamente significativo del peso corporal en comparación con glipizida de -4,65 kg a las 52 semanas (p < 0,0001, Tabla 2) que se mantuvo a las 104 y 208 semanas (-5,06 kg y –4,38 kg, respectivamente). Un estudio de 24 semanas de 182 sujetos diabéticos empleando absorciometría radiológica de doble energía (DEXA) para evaluar la composición corporal demostró reducciones con dapagliflozina 10 mg más metformina en comparación con placebo más metformina, respectivamente, en el peso corporal y la grasa corporal determinada por DEXA, más que pérdida de tejido magro o líquidos. El tratamiento con dapagliflozina 10 mg más metformina mostró una disminución numérica del tejido adiposo visceral en comparación con el tratamiento con placebo y metformina en un subestudio con resonancia magnética. Presión arterial. En un análisis conjunto, pre-especificado de 13 estudios controlados con placebo, el tratamiento con dapagliflozina 10 mg produjo un cambio en la presión arterial sistólica con respecto al valor inicial de -3,7 mm Hg y en la presión arterial diastólica de -1,8 mm Hg, frente a -0,5 mm Hg en la presión arterial sistólica y -0,5 mm Hg en la diastólica en el grupo placebo en la Semana 24. Se observaron reducciones similares hasta las 104 semanas. En dos estudios controlados con placebo de 12 semanas, un total de 1.062 pacientes con diabetes tipo 2 e hipertensión no controlada adecuadamente (a pesar de un tratamiento estable pre-existente con un IECA o un ARA en un estudio y un IECA o un ARA más un tratamiento antihipertensivo adicional en otro estudio) fueron tratados con dapagliflozina 10 mg o placebo. En la Semana 12 para ambos estudios, dapagliflozina 10 mg más el tratamiento antidiabético habitual proporcionó una mejora en la HbA1c y disminuyó la presión arterial sistólica corregida con placebo una media de 3,1 y 4,3  mmHg, respectivamente. Seguridad cardiovascular. Se realizó un meta-análisis de episodios cardiovasculares en el programa clínico. En el programa clínico, 34,4% de los sujetos presentaba antecedentes de enfermedad cardiovascular (excluyendo hipertensión) al inicio y 67,9% tenía hipertensión. Los acontecimientos cardiovasculares fueron adjudicados por un comité de adjudicación independiente. El criterio de valoración principal fue el tiempo hasta el primer episodio de uno de los criterios de valoración siguientes: muerte de origen cardiovascular, ictus, infarto de miocardio (IM) u hospitalización por angina inestable. La tasa de acontecimientos principales fue del 1,62% por paciente-año en los sujetos tratados con dapagliflozina y del 2,06% por paciente-año en los sujetos tratados con el comparador. La razón de riesgo entre dapagliflozina y el comparador fue de 0,79 (intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,58; 1,07) lo que indica que en este análisis, dapagliflozina no se asocia a un aumento del riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes mellitus tipo 2. La muerte cardiovascular, IM e ictus se observaron con una razón de riesgos de 0,77 (95% IC: 0,54; 1,10). Pacientes con un valor inicial de HbA1c ≥ 9%. En un análisis pre-especificado de sujetos con un valor inicial de HbA1c ≥ 9,0%, el tratamiento con dapagliflozina 10 mg originó reducciones estadísticamente significativas de la HbA1c en la Semana 24 como tratamiento de adición a metformina (cambio medio ajustado respecto al valor inicial: -1,32% y -0,53% con dapagliflozina y placebo, respectivamente). Metformina. Un estudio prospectivo aleatorizado (UKPDS) ha demostrado el efecto beneficioso a largo plazo del control glucémico intensivo en la diabetes tipo 2. El análisis de los resultados obtenidos en pacientes con sobrepeso tratados con metformina tras el fracaso de la dieta demostró: - una reducción significativa del riesgo absoluto de complicaciones relacionadas con la diabetes en el grupo de metformina (29,8 acontecimientos/1.000 paciente-años) frente a dieta sola (43,3  acontecimientos/1.000  paciente-años), p=0,0023, y frente a los grupos de tratamiento combinado con sulfonilurea e insulina en monoterapia (40,1 acontecimientos/1.000 paciente-años); p=0,0034; - una reducción significativa del riesgo absoluto de mortalidad relacionada con la diabetes: metformina 7,5 acontecimientos/1.000 paciente-años, dieta sola 12,7 acontecimientos/1.000 paciente-años; p=0,017; - una reducción significativa del riesgo absoluto de mortalidad global: metformina 13,5 acontecimientos/1.000 paciente-años frente a dieta sola 20,6 acontecimientos/1.000 paciente-años (p=0,011), y frente a los grupos de sulfonilurea combinada e insulina en monoterapia con 18,9 acontecimientos/1.000 paciente-años (p=0,021); - una reducción significativa del riesgo absoluto de infarto de miocardio: metformina 11 acontecimientos/1.000 paciente-años, dieta sola 18 acontecimientos/1.000 paciente-años, (p=0,01). Población pediátrica. La Agencia Europea de Medicamentos ha eximido al titular de la obligación de presentar los resultados de los ensayos realizados con Xigduo en los diferentes grupos de la población pediátrica en el tratamiento de la diabetes tipo 2 (ver sección Posología y forma de administración para consultar la información sobre el uso en población pediátrica). Propiedades farmacocinéticas. Los comprimidos de combinación Xigduo se consideran bioequivalentes a la administración conjunta de las dosis correspondientes de dapagliflozina e hidrocloruro de metformina como comprimidos individuales. Se compararon la farmacocinética de 5 mg de dapagliflozina dos veces al día y 10 mg de dapagliflozina una vez al día en sujetos sanos. La administración de 5 mg de dapagliflozina dos veces al día produjo una exposición similar global (AUCss) a lo largo de un periodo de 24 horas a 10 mg de dapagliflozina administrados una vez al día. Como se esperaba, dapagliflozina 5 mg administrada dos veces al día en comparación con 10 mg de dapagliflozina una vez al día condujo a concentraciones plasmáticas máximas (Cmáx) menores de dapagliflozina y concentraciones plasmáticas mínimas (Cmáx) de dapagliflozina más elevadas. Interacción con los alimentos. La administración de este medicamento en voluntarios sanos después de una comida rica en grasa en comparación con después del estado de ayunas condujo a la misma exposición de dapagliflozina y metformina. La comida condujo a un retraso de 1 a 2 horas en las concentraciones máximas y una disminución de la concentración plasmática máxima del 29% de dapagliflozina y del 17% de metformina. Estos cambios no se consideran clínicamente significativos. Población pediátrica. No se ha estudiado la farmacocinética en la población pediátrica. A continuación se reflejan las propiedades farmacocinéticas de cada uno de los principios activos de este medicamento. Dapagliflozina. Absorción. La dapagliflozina se absorbió bien y con rapidez tras su administración oral. Las concentraciones plasmáticas máximas (Cmáx) de dapagliflozina, se alcanzaron normalmente en las 2 horas siguientes a la administración en ayunas. La media geométrica en estado estacionario de los valores de la Cmáx

y el AUCτ de dapagliflozina tras la administración de dosis de 10 mg de dapagliflozina una vez al día, fueron de 158 ng/ml y 628 ng h/ml, respectivamente. La biodisponibilidad oral absoluta de dapagliflozina tras la administración de una dosis de 10  mg es del 78%. Distribución. La dapagliflozina se une a las proteínas en un 91% aproximadamente. La unión a las proteínas no se modificó en presencia de diversas enfermedades (por ejemplo, insuficiencia renal o hepática). El volumen de distribución en estado estacionario de dapagliflozina fue de 118  l. Biotransformación. La dapagliflozina es extensamente metabolizada y produce principalmente dapagliflozina 3-O-glucurónido, un metabolito inactivo. Ni dapagliflozina 3-O-glucurónido ni otros metabolitos contribuyen a los efectos hipoglucemiantes. La formación de dapagliflozina 3-O-glucurónido está mediada por la UGT1A9, una enzima presente en el hígado y el riñón, y el metabolismo mediado por el CYP es una vía de aclaramiento menor en humanos. Eliminación. Después de la administración de una dosis oral única de dapagliflozina 10 mg a sujetos sanos, la semivida terminal plasmática media (t1/2) de dapagliflozina fue de 12,9 horas. El aclaramiento sistémico total medio de dapagliflozina administrada vía intravenosa fue de 207 ml/min. La dapagliflozina y los metabolitos relacionados se eliminan fundamentalmente mediante excreción urinaria y menos del 2% como dapagliflozina intacta. Tras la administración de una dosis de 50 mg de [14C]-dapagliflozina, se recuperó el 96%, el 75% en orina y el 21% en heces. En heces, aproximadamente el 15% de la dosis se excretó como fármaco original. Linealidad. La exposición a dapagliflozina se incrementó de forma proporcional al aumento de la dosis de dapagliflozina en el intervalo de 0,1 a 500 mg, y su farmacocinética no cambió con el tiempo con la administración diaria repetida durante hasta 24 semanas. Poblaciones especiales. Insuficiencia renal. En el estado estacionario (20 mg de dapagliflozina una vez al día durante 7 días), los sujetos con diabetes mellitus tipo 2 e insuficiencia renal leve, moderada o grave (determinada por el aclaramiento plasmático de iohexol) tuvieron exposiciones sistémicas medias a dapagliflozina que fueron un 32%, 60% y 87% superiores, respectivamente, a las observadas en sujetos con diabetes mellitus tipo 2 y función renal normal. La excreción urinaria de glucosa en 24 horas en estado estacionario dependió en gran medida de la función renal y 85, 52, 18 y 11 g de glucosa/día fueron excretados por sujetos con diabetes mellitus tipo 2 y función renal normal o insuficiencia leve, moderada o grave, respectivamente. No se conoce el efecto de la hemodiálisis sobre la exposición a la dapagliflozina. Insuficiencia hepática. En los sujetos con insuficiencia hepática leve o moderada (clases A y B de Child-Pugh), los valores medios de Cmáx y AUC de dapagliflozina fueron hasta un 12% y un 36% mayores, respectivamente, en comparación con los sujetos de control sanos equiparados. Estas diferencias no se consideraron clínicamente significativas. En los sujetos con insuficiencia hepática grave (clase C de Child-Pugh) la Cmáx y el AUC medios de dapagliflozina fueron un 40% y un 67% mayores que en los controles sanos equiparados, respectivamente. Pacientes de edad avanzada (≥ 65 años). No hay un aumento clínicamente significativo en la exposición únicamente en función de la edad en sujetos de hasta 70 años de edad. Sin embargo, cabe esperar un aumento en la exposición debido a la disminución en la función renal relacionada con la edad. No hay suficientes datos para sacar conclusiones sobre la exposición en pacientes > 70 años de edad. Sexo. Se ha calculado que el AUCss medio de dapagliflozina en mujeres es aproximadamente un 22% mayor que en los hombres. Raza. No hay diferencias clínicamente significativas en las exposiciones sistémicas entre las razas blanca, negra o asiática. Peso corporal. Se ha observado que la exposición a dapagliflozina disminuye con el aumento de peso. En consecuencia, los pacientes con bajo peso corporal pueden presentar una exposición ligeramente aumentada y pacientes con pesos elevados una exposición ligeramente disminuida. Sin embargo, las diferencias en la exposición no se consideraron clínicamente significativas. Población pediátrica. No se ha estudiado la farmacocinética en la población pediátrica. Metformina. Absorción. Después de administrar una dosis oral de metformina, se alcanza el tmáx en 2,5 horas. La biodisponibilidad absoluta de un comprimido de metformina de 500 mg u 850 mg equivale aproximadamente al 50-60% en sujetos sanos. Después de administrar una dosis oral, la fracción no absorbida recuperada en las heces fue del 20-30%. Tras la administración oral, la absorción de metformina es saturable e incompleta. Se presupone que la farmacocinética de la absorción de metformina no es lineal. Con las dosis y pautas habituales de administración de metformina, las concentraciones plasmáticas en estado estacionario se alcanzan en un plazo de 24-48 h y son generalmente inferiores a 1 μg/ml. En ensayos clínicos controlados, las concentraciones plasmáticas máximas de metformina (Cmáx) no sobrepasaron los 4 μg/ml, ni siquiera con las dosis máximas. Distribución. La unión a proteínas plasmáticas es insignificante. La metformina se difunde por los eritrocitos. El pico sanguíneo es menor que el pico plasmático y aparece aproximadamente al mismo tiempo. Los glóbulos rojos probablemente representan un compartimento secundario de distribución. El Vd medio fue de 63-276 l. Biotransformación. La metformina se excreta inalterada por la orina. No se han identificado metabolitos en humanos. Eliminación. El aclaramiento renal de la metformina es > 400 ml/min, lo que indica que se elimina por filtración glomerular y secreción tubular. Después de administrar una dosis oral, la semivida de eliminación terminal aparente es de aproximadamente 6,5 h. Poblaciones especiales. Insuficiencia renal. En pacientes con disminución de la función renal (basado en la medida de aclaramiento de creatinina), la semivida plasmática y sanguínea de la metformina se prolonga y el aclaramiento renal disminuye en proporción a la disminución del aclaramiento de creatinina, conduciendo a niveles mayores de metformina en el plasma. Datos preclínicos sobre seguridad. Administración conjunta de dapagliflozina y metformina. Los datos de los estudios no clínicos no muestran riesgos especiales para los seres humanos según los estudios convencionales de toxicidad a dosis repetidas. A continuación se reflejan los datos de seguridad preclínica de cada uno de los principios activos de Xigduo. Dapagliflozina. Los datos de los estudios no clínicos no muestran riesgos especiales para los seres humanos según los estudios convencionales de farmacología de seguridad, toxicidad a dosis repetidas, genotoxicidad, potencial carcinogénico, toxicidad para la reproducción y el desarrollo. Dapagliflozina no indujo tumores ni en ratones ni en ratas a ninguna de las dosis evaluadas durante los dos años de estudios de carcinogenicidad. Toxicidad para la reproducción y el desarrollo. La administración directa de dapagliflozina en ratas jóvenes recién destetadas y la exposición indirecta durante el final de la gestación (periodos correspondientes al segundo y tercer trimestres del embarazo humano en relación a la maduración renal) y la lactancia, se asociaron a una mayor incidencia y/o gravedad de las dilataciones de la pelvis y los túbulos renales en la progenie. En un estudio de toxicidad en animales jóvenes, cuando se administró dapagliflozina directamente a ratas jóvenes desde el día 21 después del nacimiento hasta el día 90 después del nacimiento, se notificaron dilataciones pélvicas y tubulares renales con todas las dosis; la exposición de las crías tratadas con la dosis más baja fue ≥ 15 veces superior a la exposición observada con la dosis máxima recomendada en humanos. Estos resultados se asociaron a un aumento del peso renal relacionado con la dosis, así como a un aumento macroscópico del volumen renal que se observó con todas las dosis. Las dilataciones de la pelvis y los túbulos renales observadas en los animales jóvenes no revirtieron totalmente durante el período de recuperación de aproximadamente 1 mes. En otro estudio independiente de desarrollo pre y posnatal, se trató a ratas gestantes desde el día 6 de la gestación hasta el día 21 después del parto, y las crías estuvieron expuestas indirectamente dentro del útero y durante la lactancia. (Se realizó un estudio satélite para evaluar la exposición a dapagliflozina en la leche y las crías). Se observó un aumento de la incidencia o la gravedad de la dilatación pélvica renal en la progenie adulta de madres tratadas, aunque solo con la dosis máxima evaluada (la exposición a dapagliflozina en madres y crías fue 1.415 y 137 veces mayor, respectivamente, que la exposición a la dosis máxima recomendada en humanos). Los efectos tóxicos para el desarrollo adicionales se limitaron a reducciones del peso corporal de las crías relacionadas con la dosis, y se observaron solo con dosis ≥ 15 mg/kg/día (correspondientes a una exposición de las crías ≥ 29 veces mayor que el valor observado con la dosis máxima recomendada en humanos). La toxicidad materna solo fue evidente con la máxima dosis evaluada y se limitó a una reducción transitoria del peso corporal y del consumo de alimento en la administración. El nivel sin efectos adversos observados (NOAEL) de toxicidad para el desarrollo, que fue la dosis mínima analizada, se asocia a una exposición sistémica materna aproximadamente 19 veces mayor que la exposición a la dosis máxima recomendada en humanos. En otros estudios sobre el desarrollo embrionario y fetal en ratas y conejos, se administró dapagliflozina durante intervalos correspondientes a los períodos principales de organogénesis en cada especie. No se observó toxicidad materna ni para el desarrollo en conejos con ninguna de las dosis analizadas; la dosis máxima evaluada se asocia a una exposición sistémica múltiple aproximadamente 1.191 veces la dosis máxima recomendada en humanos. En ratas, la dapagliflozina no tuvo efectos embrioletales ni teratógenos con exposiciones hasta 1.441 veces la dosis máxima recomendada en humanos. Metformina. Los datos de los estudios no clínicos no muestran riesgos especiales para los seres humanos según los estudios convencionales de farmacología de seguridad, toxicidad a dosis repetidas, genotoxicidad, potencial carcinogénico y toxicidad para la reproducción y el desarrollo. DATOS FARMACÉUTICOS. Lista de excipientes. Núcleo del comprimido: - hidroxipropil celulosa (E463), - celulosa microcristalina (E460(i)), - estearato de magnesio (E470b), - carboximetilalmidón sódico (tipo A), Cubierta pelicular: - alcohol polivinílico (E1203), - macrogol 3350 (E1520(iii)), - talco (E553b), - dióxido de titanio (E171), - óxido de hierro amarillo (E172), - óxido de hierro rojo (E172). Incompatibilidades. No procede. Periodo de validez. 3 años. Precauciones especiales de conservación. No requiere condiciones especiales de conservación. Naturaleza y contenido del envase. Blíster de PVC/PCTFE/Alu. Tamaños de envase: 14, 28, 56 y 60 comprimidos recubiertos con película en blísters no precortados. 60x1 comprimidos recubiertos con película en blísters precortados unidosis. Envase múltiple con 196 (2 envases de 98) comprimidos recubiertos con película en blísters no precortados. Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases. Precauciones especiales de eliminación. Ninguna especial. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. AstraZeneca AB. SE-151 85 Södertälje. Suecia. NÚMERO(S) DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. EU/1/13/900/003 Xigduo 5 mg/850 mg 56 comprimidos. EU/1/13/900/009 Xigduo 5 mg/1000 mg 56 comprimidos. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN. 16 Enero 2014. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO. Noviembre 2014. CONDICIONES DE PRESCRIPCIÓN Y DISPENSACIÓN. Medicamento sujeto a prescripción médica. Aportación reducida (cícero). PRESENTACIONES Y PRECIOS. Xigduo 5 mg/850 mg comprimidos recubiertos con película en envase de 56 comprimidos: CN 701400.3; PVL: 35,84 €; PVP: 53,80 €; PVPIVA: 55,95 €. Xigduo 5 mg/1.000 mg comprimidos recubiertos con película en envase de 56 comprimidos: CN 701399.0; PVL: 35,84 €; PVP: 53,80 €; PVPIVA: 55,95 €. La información detallada de este medicamento está disponible en la página web de la Agencia Europea de Medicamentos http://www.ema.europa.eu/. Para mayor información, dirigirse a AstraZeneca Farmacéutica Spain, S.A., Tfno: 900 200 444. 06.Nov.2014 (MAH+Site Transfer)/QRD(MAH+Site Transfer). Bibliografía: 1. Ptaszynska A, et al. Effects of dapaglifozin on cardiovascular risk factors. Postgrad Med 2013;125:181-9. 2. Ficha técnica de FORXIGA®. Disponible en la página web http://www.emea.europa.eu/. 3. Ficha técnica de XIGDUO®. Disponible en la pagina web http://www.emea.europa.eu/. 4. Nauck MA, et al. Diabetes Care 2011;34:2015-2022.

Page 47: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

ReservasOfi cinas de Información Turistica Praza de María PitaTorre de Hércules

981 923 093

BookingsTourist Information Offi cesMaría Pita SquareTower of Hércules

+34 981 923 093

ReservasOfi cinas de Información Turistica Plaza de María PitaTorre de Hércules

981 923 093r r r

ReservasOfi cinas de Información TuristicaPlaza de María PitaTorre de Hércules

981 923 093r r

Ilust

raci

ón C

atux

a: S

anty

Gut

iérr

ez

• Tour Nocturno Ciudad Vieja• Torre de Hércules • Catuxa te descubre A Coruña

(infantil/familiar)• La ciudad de Picasso• Sir John Moore y A Coruña

Romántica• Palacio Municipal y Plaza de

María Pita• Cementerio de San Amaro

• Old Quarter Night-time Tour • Tower of Hercules • Discovering Corunna with Catuxa

(children/families)• Picasso´s Town• Sir John Moore and the Romantic

Corunna• City Hall and María Pita Square• San Amaro Cemetery

• Tour Nocturno Cidade Vella• Torre de Hércules • Catuxa descóbreche A Coruña

(infantil/familiar)• A cidade de Picasso• Sir John Moore e A Coruña

Romántica• Palacio Municipal e Praza de

María Pita• Cemiterio de San Amaro

AnuncioVisitasA42014.indd 1 27/10/14 12:51

Page 48: Volumen 77Número 3 CLÍNICA - galiciaclinica.info · Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) Manuel Fernández Muinelo Servicio de Medicina Interna CHUO (Ourense) COMITÉ EDITORIAL

(dapagliflozina y metformina HCl)

NUEVO

(dapagliflozina y metformina HCl)

NUEVO

/ Resta glucosa, Suma beneficios /

/ HbA1c / / Presión arterial# // Peso** // Baja incidenciade hipoglucemias2,3* /

Más allá deldescenso de HbA1c, efectos positivos sobre otros FRCV1

En pacientes con DM2

ESDX

IG01

54 M

arzo

201

6( )

* Baja incidencia de hipoglucemias excepto en combinación con sulfonilureas e insulina; **Dapagliflozina no está indicado para el tratamiento de la obesidad, y la pérdida de peso fue un criterio de valoración secundario en los ensayos clínicos; #Dapagliflozina no está indicado en el tratamiento de la presión arterial. FRCV: Factores de riesgo cardiovascular.

Este medicamento está sujeto a seguimiento adicional, es prioritaria la notificación de sospechas de reacciones adversas asociadas a este medicamento.

Sinvisado de

inspección

reembolsado en todas las in

dica

cio

nes