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45 Imagen de tapa: Hábitats Hidroespaciales en la Constelación de Max, 2009. Gota de Agua Hidroespacial, 2010. Gyula Kosice nació en 1924, en la actual Eslovaquia. Fue co-fundador de los movimientos Arte Concreto- Invención, en 1945 y fundador de Arte Madí en 1946. Su obra integra las colecciones privadas y de museos de Argentina, América Latina, Estados Unidos, Europa y Asia. En la actualidad, prepara una retrospectiva en la ciudad de París que lo celebra como uno de los artistas cinéticos más importantes de América Latina. El artista plástico, escultor, teórico y poeta Gyula Kosice es uno de los referentes de la vanguardia argentina de la década del 40. A pocos días de inaugurar una muestra retrospectiva en el Centro Pompidou y con 89 años, dice que su mejor obra es la que está por venir. das y futuras irían poblando la tan subjetiva fantasía de ese niño. Su obra se caracteriza por la producción de realidades concretas, físicas y lúdicas que estimulan la participación del espectador. Se- ducido por los nuevos materiales, en 1946 el artista incorporó por primera vez en el plano mundial, el gas neón en sus trabajos. Luego, introdujo el agua como un elemento esencial y, más tarde, el sonido y el movimiento hasta llegar al LED. Como en el “campo unificado” o el atma, Kosice trabaja expandiendo concien- cia, volviendo cercano el incierto futuro. VISUAL— FILOSOFíA PORVENIRISTA LAURA ESCOBAR JAZMíN TESONE ARCHIVO KOSICE t f V 45 Desde sus inicios, a Gyula parece importarle sólo un tema: el futuro. Convencido hasta la obstinación de nuestro irremediable porve- nir, en 1944, ya anunciaba desde las páginas de Arturo: “el hombre no ha de terminar en la tierra”. Durante la década del 50, Kosi- ce proyectaba cómo habitar el espacio una vez que aconteciera la inevitable explosión demográfica. El resultado: la Ciudad Hidroes- pacial, un conjunto urbanístico de viviendas suspendidas por la fuerza del hidrógeno a miles de metros de altura sobre el nivel del mar, poblando nuestro cielo. Casas transpa- rentes compuestas de burbujas de plexiglás flotando en la atmósfera infinita. Originario de la ciudad de Kosice, Hun- gría, Gyula atravesó el Atlántico a sus cuatro años, emigrando junto a sus padres durante un prolongado viaje hacia la Argentina. Estos cincuenta días por el océano parecen haber marcado la vida del artista: agua, oscuridad, movimiento, infinito, tierra, ciudades pasa-

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Gyula Kosice por Laura Escobar

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Imagen de tapa: Hábitats Hidroespaciales en la Constelación de Max, 2009. Gota de Agua Hidroespacial, 2010.

gyula Kosice nació en 1924, en la actual Eslovaquia. Fue co-fundador de los movimientos Arte Concreto-Invención, en 1945 y fundador de Arte Madí en 1946. Su obra integra las colecciones privadas y de museos de Argentina, América Latina, Estados Unidos, Europa y Asia. En la actualidad, prepara una retrospectiva en la ciudad de París que lo celebra como uno de los artistas cinéticos más importantes de América Latina.

El artista plástico, escultor, teórico y poeta Gyula Kosice es uno de los referentes de la vanguardia argentina de la década del 40. A pocos días de inaugurar una muestra retrospectiva en el Centro Pompidou y con 89 años, dice que su mejor obra es la que está por venir.

das y futuras irían poblando la tan subjetiva fantasía de ese niño.

Su obra se caracteriza por la producción de realidades concretas, físicas y lúdicas que estimulan la participación del espectador. Se-ducido por los nuevos materiales, en 1946 el artista incorporó por primera vez en el plano mundial, el gas neón en sus trabajos. Luego, introdujo el agua como un elemento esencial y, más tarde, el sonido y el movimiento hasta llegar al LED.

Como en el “campo unificado” o el atma, Kosice trabaja expandiendo concien-cia, volviendo cercano el incierto futuro.

visual—filosofía porvEnirista

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Desde sus inicios, a gyula parece importarle sólo un tema: el futuro. Convencido hasta la obstinación de nuestro irremediable porve-nir, en 1944, ya anunciaba desde las páginas de Arturo: “el hombre no ha de terminar en la tierra”. Durante la década del 50, Kosi-ce proyectaba cómo habitar el espacio una vez que aconteciera la inevitable explosión demográfica. El resultado: la Ciudad Hidroes-pacial, un conjunto urbanístico de viviendas suspendidas por la fuerza del hidrógeno a miles de metros de altura sobre el nivel del mar, poblando nuestro cielo. Casas transpa-rentes compuestas de burbujas de plexiglás flotando en la atmósfera infinita.

originario de la ciudad de Kosice, hun-gría, gyula atravesó el Atlántico a sus cuatro años, emigrando junto a sus padres durante un prolongado viaje hacia la Argentina. Estos cincuenta días por el océano parecen haber marcado la vida del artista: agua, oscuridad, movimiento, infinito, tierra, ciudades pasa-

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