vigilia – oración de adviento – modelo 2 · adviento es hacer memoria agradecida por la...

8
Vigilia – oración de adviento – Modelo 2 Motivación inicial: Ha llegado el tiempo de la espera y la esperan- za. El adviento es tiempo de preparación. Es muy normal que el ser humano espere y prepare las cosas cuando va a celebrar un acontecimiento. Es normal que prepare- mos nuestras casas cuando esperamos que alguien lle- gue. Es lógico preparar la mesa cuando queremos que el que llega se sienta como en su propia casa. Por eso hoy tenemos preparada nuestra casa y nuestra mesa. Los cristianos esperamos porque sabemos de quién nos he- mos fiado. Porque preparamos nuestras casas, nuestras mesas, nuestras vidas para una venida que ya comenzó hace mucho. Porque en la vida es fundamental mante- ner una memoria agradecida por todo lo recibido. En los momentos de alegría recordamos que todo es don, que todo es un regalo. Y en las noches oscuras, en los mo- mentos en que parece que algo falta, en las épocas de dolor o sufrimiento, recordamos las bendiciones que en otros momentos han llenado nuestras vidas de pasión. Adviento es hacer memoria agradecida por la sorpresa del Dios que se hizo niño en un pesebre. 1ª parte: Es tiempo de prepararse por fuera: Cuando esperamos, cuando vamos a tener una visita nos preparamos. El Adviento es tiempo de dispo- nernos a un encuentro, algo que no por sabido deja de ser nuevo. Un encuentro con un Dios al que, una vez más,

Upload: others

Post on 17-May-2020

10 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Vigilia – oración de adviento – Modelo 2

Motivación inicial:

Ha llegado el tiempo de la espera y la esperan-za. El adviento es tiempo de preparación. Es muy normal que el ser humano espere y prepare las cosas cuando va a celebrar un acontecimiento. Es normal que prepare-mos nuestras casas cuando esperamos que alguien lle-gue. Es lógico preparar la mesa cuando queremos que el que llega se sienta como en su propia casa. Por eso hoy tenemos preparada nuestra casa y nuestra mesa. Los cristianos esperamos porque sabemos de quién nos he-mos fiado. Porque preparamos nuestras casas, nuestras mesas, nuestras vidas para una venida que ya comenzó hace mucho. Porque en la vida es fundamental mante-ner una memoria agradecida por todo lo recibido. En los momentos de alegría recordamos que todo es don, que todo es un regalo. Y en las noches oscuras, en los mo-mentos en que parece que algo falta, en las épocas de dolor o sufrimiento, recordamos las bendiciones que en otros momentos han llenado nuestras vidas de pasión. Adviento es hacer memoria agradecida por la sorpresa del Dios que se hizo niño en un pesebre.

1ª parte:

Es tiempo de prepararse por fuera:

Cuando esperamos, cuando vamos a tener una visita nos preparamos. El Adviento es tiempo de dispo-nernos a un encuentro, algo que no por sabido deja de ser nuevo. Un encuentro con un Dios al que, una vez más,

admiramos como ser humano. Un encuentro con una ló-gica (la de la encarnación, un Dios capaz de hacerse hu-mano con todas sus consecuencias), que nos desborda. ¿Cómo prepararnos? Desde la gratitud por lo que uno tiene. Desde la escucha de esas promesas de un Dios que te dice: «Vengo a tu mundo, a tu vida, a tu historia, para estar presente ahí. Vengo a ti.»

Es tiempo de prepararse por dentro:

Esperamos, pero no sentados sino bien vivos, bien activos, amando. Esperamos que mejoren las vidas de quienes nos rodean. Esperamos que los solitarios ten-gan este año alguien que les recuerde. Esperamos que se encienda alguna luz de ilusión en espacios de sombra. Esperamos con nuestro corazón empapado de ternura y de amor. Esperamos que en medio del vértigo y de tantos preparativos podamos recordar a todos que Dios viene.

Canto.

Salmo: Reconocer nuestra debilidad (Dos coros)

Ven y sálvanos de nuestra ceguera para descubrirte pre-sente, de nuestra pereza para caminar contigo, de nuestras excusas para alejarnos de ti.

Ven y sálvanos de nuestra sordera a tu palabra, de nuestros desplantes injustificados, de nuestro gusto por el hombre «viejo de Egipto».

Ven y sálvanos de nuestra dureza para comprender las Escrituras, de nuestras luchas por los primeros puestos,

de nuestra desconfianza en la semilla del Reino.

Ven y sálvanos de nuestra comodidad puesta como valor primordial, de nuestra falta de comprensión hacia los otros, de nuestro egoísmo disimulado.

Ven y sálvanos de nuestra superficialidad, de nuestra insensibilidad por las cosas de arriba, de nuestra pérdida de sentido.

Ven y sálvanos de los dioses que nos hemos fabricado, de la rutina que nos aprisiona, de nuestras miras pequeñas.

Ven y sálvanos Dios salvador nuestro, Dios amigo nuestro, Dios anunciado por Jesús.

Amén

2ª parte:Motivación:

Dios viene a amar al ser humano para darle vida, pero tiene preferencia por los más pequeños y por eso se hace pequeño, y porque desde lo pequeño se hace asequible a todos. Dios viene a amar a los pobres, ellos son sus preferidos; a los niños, los más débiles y peque-ños; y a las familias donde se hace visible de forma espe-cial en el amor.1ª voz: Los pobres

Lector 1: Unas veces, desde su protesta; otras, desde el silencio; tanto desde el lejano Tercer Mundo como des-de el llamado “Cuarto Mundo”, tan cerca de nosotros, en

nuestra misma sociedad, los pobres, los inmigrantes, los marginados e indigentes nos lanzan una llamada, un gri-to de socorro y de auxilio.

Lector 2: - Más de 700 millones de personas viven en el Mundo en condiciones de pobreza y están en la miseria más extrema y casi 6 millones de niños mueren antes de los cinco años de edad.

- En nuestra sociedad del consumismo y el bien-estar, de la abundancia y el despilfarro, está creciendo, por contraste, el número de personas desarraigadas y sin hogar, están apareciendo problemas graves de infra-alimentación entre los pobres.

Todos: DANOS, SEÑOR UN CORAZÓN NUEVO, UN CORAZÓN SO-LIDARIO, UN CORAZÓN COMPASIVO. VEN A ROMPER LOS MUROS DEL EGOÍSMO. VEN A DESPOJARNOS DE TODO LO QUE IMPIDE LA COMUNIÓN. VEN A RECORDARNOS QUE TODOS SOMOS HERMANOS.

2ª voz: Los niños

Lector 1: Cada vez son más los niños y niñas víctimas de la pobreza. Situaciones de crisis que hacen que los ni-ños sean los primeros en sufrir. Niños y niñas que viven acompañados por las solitarias paredes de sus casas mientras sus padres trabajan todo el día para pagar una hipoteca que nunca termina. Niños y niñas que pierden el calor de la familia y lo sustituyen por una vida en la calle rodeada de peligros como la droga, la delincuencia o la prostitución.

Lector 2: - Nos encontramos con la vulneración de su derecho a la protección; una protección inadecuada de aquellos que no reciben atención en el marco familiar; nos encontramos cada vez más con niños y niñas que ha-cen de la violencia una forma de vida; nos encontramos cada vez más con niños y niñas que han perdido la sonri-sa porque no saben vivir.

- Nos encontramos también con aquellos cuyos nacimientos no se inscribieron, niños y niñas que no lle-garon a ver la luz, asesinados en los vientres de sus ma-dres. Niños y niñas, que ven como sus padres se agreden, se pegan o se matan entre sí. Niños y niñas que sufren la violencia en sus propias carnes cuando los adultos que les trajeron al mundo se han convertido en bestias sin control.

Todos: OH ENMANUEL, DIOS CON NOSOTROS. TE HICIS-TE NIÑO EN BELÉN Y NOS MOSTRASTE LA TERNURA ENTRAÑABLE DEL PADRE. MIRA EL NÚMERO INMENSO DE NIÑOS A QUIENES SE LES IMPIDE NACER, DE POBRES A QUIENES SE LES HACE DIFÍCIL VIVIR, DE HOMBRES Y MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INHUMANA. HAZ QUE QUIENES CREEMOS EN TU HIJO SEPAMOS ANUNCIAR CON FIRMEZA Y AMOR A LOS HOMBRES DE NUESTRO TIEM-PO EL EVANGELIO DE LA VIDA.

3ª voz: La familia Lector 1:

«En la familia se fragua el futuro de la Humanidad». Todos nacemos en una familia. Ella es la cuna del amor y de la fidelidad; sacramento del amor de

Dios; escuela de ternura; fuente y santuario de la vida; iglesia doméstica; patrimonio de la humanidad; lugar donde se fragua el futuro de la humanidad.

Lector 2:

Pero en nuestro mundo hay familias que viven en situaciones muy precarias, expuestas a muchos ries-gos, envueltas en muchas dificultades:

- Familias que viven la emigración a causa del hambre, del paro, de la intolerancia política, del terro-rismo y la falta de perspectivas de supervivencia dignas.

- Familias con dificultades de lengua, integra-ción social, falta de trabajo.

- Familias rotas, cada uno vive en un país; o des-unidas por la falta de diálogo y comprensión.

- Familias que sufren la pobreza, enfermedades, desgracias, desastres de la naturaleza.

- Familias marcadas por la injusticia, la exclu-sión, la emigración.

- Familias que en medio del dolor abren su puer-ta y acogen a los necesitados.

- Familias que unen sus manos para construir un mundo más humano, más de Dios.

Todos: DANOS, SEÑOR EL DON DE LA FRATERNIDAD, DONDE TODOS FORMEMOS UNA GRAN FAMILIA. AYU-DANOS A QUERERNOS Y RESPETARNOS DESDE LO QUE SOMOS. VEN A RECORDARNOS QUE TODOS SOMOS UNA GRAN FAMILIA

Canto.3ª parte:

María la mujer nueva

En el corazón del Adviento María se hace presen-te de una forma especial: Es la mujer nueva, llena de gra-cia, escogida por Dios y con un sí total en su corazón. La discípula que acoge la Palabra, la rumia en su interior y nos enseña cómo esperar al Señor.

Palabra de Dios: Lc 1, 26-38 Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel (…)

Canto a María.

Reflexión:

El Señor transforma la vida de quien le escucha. No es fácil “hacer caso” de Dios, porque muchas veces esto supone caminar contra corriente, siendo incom-prendido por todos. Este era el caso de María, o de tan-tos que deciden fiarse del Señor independientemente del “qué dirán”. Vivimos casi siempre en medio de la ur-gencia, y nos hemos acostumbrado a tener bajo control casi todas las situaciones, nos cuesta aceptar que Dios tenga un papel en nuestras vidas, y que además lo reali-za si le dejamos.

GESTO: (Se habrá dejado preparada en una mesa una cuna vacía y recipientes con paja de fácil acceso a los participantes en la celebración. La cuna puede estar ya puesta en la mesa o traerla en el momento de la intro-ducción al gesto).

En nuestra casa, a nuestra mesa, esperamos a un invitado, esperamos que Dios hecho Niño se haga presente en nuestras vidas, queremos y deseamos que podamos construir tu reino de amor, que la vida la po-damos disfrutar porque vivimos desde la solidaridad y

la fraternidad. Queremos y deseamos que el amor llene nuestras relaciones, que el perdón y la caridad sean rea-lidades cotidianas. Por eso traemos esta cuna porque te esperamos y no queremos perder la esperanza.

(En este momento todos los participantes se acercan y depositan un poco de paja en la cuna como gesto personal de compromiso en este adviento).

Canto o música de ambiente durante el gesto. Oración Final de Agradecimiento. (Todos)

Hoy desde nuestra realidad y desde nuestra pequeñez queremos dar de nuevo gracias, porque pronto vas a na-cer como el Salvador. Gracias, Padre, porque Tú, el Dios del Universo, le pediste permiso a una mujer, para que engendrara a tu Hijo. Vale la pena ser hombre, pues Dios quiso ser uno de no-sotros. Gracias, Jesús, porque vienes a salvarnos y a liberarnos. Gracias, porque podemos ser Adviento-Navidad para los demás, porque la Navidad no es sólo un día al año, sino que cuando amamos, siempre es Navidad. Gracias, María, porque dijiste SI. Gracias, José, por tu papel humilde y callado. Gracias, Señor, porque en el Adviento esperamos la lle-gada del día donde todos somos importantes, la Navidad.Gracias, Señor.

Padrenuestro.

Canto final.