vida ciencia tecnología - el mercurioimages.elmercurio.com/.../16/merstct012aa1609_3g.pdf · “lo...

1
En torno a la mesa Sin bien los anticuchos, las papas fritas o el “terremoto” no estaban en el menú original de las fondas, la chicha, el vino y las empanadas sí, cuenta la premio nacional Sonia Montencino. “Lo que ha permanecido es la idea de celebración a través de la comida. El comensalismo persigue esta unión, el ser parte de un colectivo que come reunido”, dice. La chicha también ha sido una constante. Presente desde la época prehispánica, siempre ha estado en el menú local; incluso después que los españoles introdujeron la manzana. La cazuela no ha sufrido variaciones más que las regionales, y el asado ha permanecido en el tiempo. La calapurca —cocimiento andino con piedras calientes— tam- bién sigue presente en el norte, mientras que en Osorno los alfajores de chancaca son una obligación en esta época. Aun así, sigue habiendo uniformidad en lo que se come para el “18”. Cuando se comenzó a celebrar el aniversario patrio y hasta los 70, la cueca era el baile principal y todo el mundo sabía cómo bailarla. MARIO QUILODRÁN P oner la bandera, llenar el refrigerador con carne, chorizos y empanadas, y aperarse de cuanto al- cohol y dulces se pueda, no es al- go nuevo. Incluso antes de que se declararan oficialmente las Fiestas Patrias ya se celebraba lo que significaba ser chileno. Aun- que el concepto oficial cambió con el tiempo, la esencia de la ce- lebración sigue casi intacta hasta hoy. La decisión de que el 18 de septiembre fuera la fiesta nacio- nal, afirma Gonzalo Serrano del Pozo, profesor de Historia de la Universidad Andrés Bello, no surgió por generación espontá- nea, sino que fue una decisión del Gobierno de Joaquín Prieto en 1837. Además de querer dejar en el olvido la herencia monárquica, el ob- jetivo de declarar esta fiesta como ofi- cial pretendía aunar varias otras que producían en forma repetida desórde- nes, borracheras y ausentismo laboral. Cuando se con- forma la fiesta con las características que conoce- mos hoy, agrega Sara Acuña, académica de la Escuela de His- toria de la Universidad Diego Portales, lo oficial absorbió la celebración popular generando un solo gran festejo. “Se hacía una procesión hasta la Catedral con todas las autori- dades para celebrar un Tedeum, y luego el Ejército marchaba ha- cia lo que hoy es el Parque O’Higgins. Ahí se pasaba revista y se hacían algunos ejercicios militares, mientras la gente cele- braba en las ramadas instaladas en el mismo lugar. Durante la tarde llegaban el Presidente, su gabinete y la élite, y compartían la celebración con el resto del pueblo”, cuenta Acuña. Así, las fiestas que duraban tres días era un momento de apariencias, donde todos com- partían por igual. Con el tiempo eso cambió, asegura Sonia Montecino, antro- póloga, Premio Nacional de Hu- manidades y Ciencias Sociales, y académica de la Universidad de Chile. “Se ha perdido el cruce de clases sociales porque ahora las ramadas están segmentadas y relacionadas con los barrios, co- sa que antes no ocurría”. Esa misma mezcla, explica, podía ser una de las razones de la costumbre de estrenar ropa y el baile nacional volvió a levantar interés. Esto, porque ha habido un rebrote de leer lo nacional con otro carácter, asegura la académica. Además de la coyuntura polí- tica que para algunos podría ha- berse apropiado de esos símbo- los y, por ende, haber provoca- do un alejamiento de parte de la población, el mundo globaliza- do también podría estar influ- yendo. “El proceso de globali- zación trae consigo la localiza- ción, el refuerzo de identidades locales”, dice. En el caso de la bandera, ade- más de lo anterior, el fenómeno del fútbol también tendría su in- fluencia, ya que le daría otra lec- tura al símbolo patrio. Por eso, hoy no solo se instala la bandera como tal, sino que se festeja con cintas en los autos, o guirnaldas y servilletas tricolores. Sumado a ello, el centralizar toda la celebración patria en una fecha ha provocado que tengamos ritualizada nuestra identidad, asegura la antropó- loga: “En septiembre no solo está permitido emborracharse, sino también hablar sobre la chilenidad y nuestra identi- dad. Nos permitimos ser chile- nos en este mes, a diferencia de otras naciones donde su identi- dad está más presente durante el año”. mo el trompo o elevar volanti- nes, también vienen de antes, así como la comida con la que se festeja (ver recuadro). “No ha habido mucha variación y se mantienen los platos tradicio- nales”, dice. Respecto al baile, hasta los 70 la cueca y las rancheras —sobre todo en el mundo rural— eran los rit- mos privilegiados y todo el mun- do los sabía bailar. Luego de una notable baja, solo hace pocos años zapatos nuevos para demos- trar que se tenía un cierto po- der adquisitivo. “Pero también estaba asociado con la prima- vera, que es una fiesta de reno- vación. Por eso a mediados del siglo pasado estaba muy arrai- gada la costumbre de arreglar- se para este acontecimiento público e, incluso, pintar las casas como símbolo de una nueva etapa”, cuenta. Detalles festivos Aunque la forma de celebrar no ha cambiado demasiado, opi- na la académica, antes era mu- cho más importante asistir a las ramadas. “Aunque la gente reci- bía visitas en la casa, el salir era más preponderante”, dice. Los juegos tradicionales, co- Mirada histórica: Así nació la celebración de Fiestas Patrias LORENA GUZMÁN H. El Dieciocho es sinónimo de asado, ramada y volantines. Todas costumbres que datan de más antiguo que la declaración oficial de la fiesta, en 1837. Aunque algunas han desaparecido, como comprarse ropa nueva o pintar la casa, la esencia de la celebración sigue intacta. Las ramadas que hoy se instalan en el Parque O’Higgins son la herencia de las chinganas (foto izquierda) o bares donde la gente se reunía a tomar y bailar a comienzos de la república. La tradición de instalarse en esa zona de la ciudad se originó en la década de 1830. PAULA FARÍAS El alfajor de chancaca de Osorno es una tradición obligada para recibir a las visitas en el 18. ALEJANDRA ALVEAR Vida Ciencia Tecnología [email protected] SANTIAGO DE CHILE, MARTES 16 DE SEPTIEMBRE DE 2014 Las estatinas son uno de los remedios que más prescriben los médicos. Se trata de fár- macos que ayudan a dismi- nuir el colesterol y que, de es- ta manera, protegen la salud cardiovascular. Pero la evi- dencia sugiere que los pacien- tes no siempre se toman estos medicamentos tal como se los prescriben, lo que les impide obtener todos sus beneficios. Ahora, un estudio de la Es- cuela de Medicina de la U. de Harvard demuestra que los pacientes que consumen la versión genérica de estos fár- macos son más dados a cum- plir con el tratamiento indica- do por el médico, y que tam- bién tienen un 8% menos de eventos cardíacos y muertes. Los hallazgos se publican en la última edición de la revista Annals of Internal Medicine. “Nuestro estudio muestra que es más probable que los pacientes tomen las estatinas genéricas que las de marca, que tienen un mayor costo asociado”, dice el doctor y profesor en farmacéutica Jos- hua Gagne, quien dirigió la investigación. En estos medicamentos, el precio para una terapia men- sual va desde los 12 dólares para el genérico más barato, hasta los US$ 500 el de marca más caro. Mayor adherencia al tratamiento: Los fármacos genéricos para bajar el colesterol logran mejores resultados Estos medicamentos, además, reducen los problemas cardíacos un 8% adicional. Los medicamentos genéricos han logrado disminuir notoriamente los gastos del tratamiento que realiza el paciente. REUTERS “Con esta nueva tecnología se abre un mundo absoluto de crea- ción. No dependes de nada para crear telas, texturas y sensaciones que antes eran inimaginables”, dice el diseñador de vestuario Marco Antonio Farías. Él es uno de los primeros diseñadores de alta costura chileno que está ex- perimentando con la impresión de telas, usando impresoras de sublimación. La técnica consiste en impri- mir el diseño en un papel espe- cial usando impresoras de gran formato (plot- ters). Ese papel se pone sobre una plancha, se le aplica calor y presión provo- cando que la tinta se trans- fiera a los po- ros de la tela. Con este siste- ma los diseña- dores dejan de depender de telas estampa- d a s q u e s e venden al por mayor, o sea, no exclusivas. “La subli- mación es una técnica antigua en el mundo textil. Las impresoras lo que ha- cen es facilitar el proceso de creación para la moda, con colo- res estables que no se decoloran y que duran hasta más de seis años”, dice Christian Det- tleff, gerente de negocios para el Cono Sur de Epson, una de las empresas que ofrece esta tecnología. Desde hace menos de un año que ya se puede realizar este proceso en Chile. Las li- mitantes son que la tela tiene que ser de poliéster o tener un porcentaje superior al 50%. Según Dettleff, como se trabaja con telas blancas, se pueden dise- ñar con una carta de colores bas- tante amplia. “Los diseñadores pueden crear un rollo de tela si lo quisieran o imprimir solo para un vestido muy exclusivo”. “Como no trabajo en serie, po- demos llevar los vestidos semiar- mados y sublimarlos con los dise- ños. Esto agiliza las horas de ta- ller”, señala Marco Antonio Fa- rías, quien también crea diseños para carteras, zapatos y joyas usando esta tecnología. “Normalmente las telas estam- padas no son negras, sino color pizarra. Acá se logra un negro ab- soluto y es sorprendente la cali- dad de los rojos y los verdes”. La tecnología está siendo pro- bada por varios diseñadores de alta costura en Chile, quienes mostrarán sus diseños en un con- curso organizado por Epson. El mejor participará en el NY Fas- hion Week 2015, que se realizará en febrero en esa ciudad de Esta- dos Unidos. A la medida del creador o del consumidor: Diseñadores de alta costura usan impresoras para crear telas únicas La tecnología permite plasmar cualquier diseño en el género, lo que abre nuevas perspectivas para crear telas personalizadas y con estampados exclusivos. ALEXIS IBARRA O. Una impresora de gran formato imprime el diseño en un rollo de papel especial. La tinta es transferida a la tela con la que, luego, se fabrican coloridas bolsas. EPSON HÉCTOR YÁÑEZ

Upload: others

Post on 21-Apr-2020

3 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Vida Ciencia Tecnología - El Mercurioimages.elmercurio.com/.../16/MERSTCT012AA1609_3g.pdf · “Lo que ha permanecido es la idea de celebración a través de la comida. El comensalismo

En torno a la mesaSin bien los anticuchos, las papas fritas o el “terremoto” noestaban en el menú original de las fondas, la chicha, el vino y lasempanadas sí, cuenta la premio nacional Sonia Montencino. “Lo que ha permanecido es la idea de celebración a través de lacomida. El comensalismo persigue esta unión, el ser parte de uncolectivo que come reunido”, dice.La chicha también ha sido una constante. Presente desde laépoca prehispánica, siempre ha estado en el menú local; inclusodespués que los españoles introdujeron la manzana. La cazuela no ha sufrido variaciones más que las regionales, y elasado ha permanecido en el tiempo.La calapurca —cocimiento andino con piedras calientes— tam-bién sigue presente en el norte, mientras que en Osorno losalfajores de chancaca son una obligación en esta época. Aun así,sigue habiendo uniformidad en lo que se come para el “18”.

Cuando se comenzó a celebrar el aniversario patrio y hasta los 70, lacueca era el baile principal y todo el mundo sabía cómo bailarla.

MA

RIO

QU

ILO

DR

ÁN

Poner la bandera, llenar elrefrigerador con carne,chorizos y empanadas,y aperarse de cuanto al-

cohol y dulces se pueda, no es al-go nuevo. Incluso antes de quese declararan oficialmente lasFiestas Patrias ya se celebraba loque significaba ser chileno. Aun-que el concepto oficial cambiócon el tiempo, la esencia de la ce-lebración sigue casi intacta hastahoy.

La decisión de que el 18 deseptiembre fuera la fiesta nacio-nal, afirma Gonzalo Serrano delPozo, profesor de Historia de laUniversidad Andrés Bello, nosurgió por generación espontá-nea, sino que fue una decisióndel Gobierno deJoaquín Prieto en1837. Además dequerer dejar en elolvido la herenciamonárquica, el ob-jetivo de declararesta fiesta como ofi-cial pretendía aunarvar ias otras queproducían en formarepetida desórde-nes, borracheras yausentismo laboral.

Cuando se con-forma la fiesta conlas características que conoce-mos hoy, agrega Sara Acuña,académica de la Escuela de His-toria de la Universidad DiegoPortales, lo oficial absorbió lacelebración popular generandoun solo gran festejo.

“Se hacía una procesión hastala Catedral con todas las autori-dades para celebrar un Tedeum,y luego el Ejército marchaba ha-cia lo que hoy es el ParqueO’Higgins. Ahí se pasaba revistay se hacían algunos ejerciciosmilitares, mientras la gente cele-braba en las ramadas instaladasen el mismo lugar. Durante latarde llegaban el Presidente, sugabinete y la élite, y compartíanla celebración con el resto delpueblo”, cuenta Acuña.

Así, las fiestas que durabantres días era un momento deapariencias, donde todos com-partían por igual.

Con el tiempo eso cambió,asegura Sonia Montecino, antro-póloga, Premio Nacional de Hu-manidades y Ciencias Sociales, yacadémica de la Universidad deChile. “Se ha perdido el cruce declases sociales porque ahora lasramadas están segmentadas yrelacionadas con los barrios, co-sa que antes no ocurría”.

Esa misma mezcla, explica,podía ser una de las razones dela costumbre de estrenar ropa y

el baile nacional volvió a levantarinterés. Esto, porque ha habido unrebrote de leer lo nacional con otrocarácter, asegura la académica.

Además de la coyuntura polí-tica que para algunos podría ha-berse apropiado de esos símbo-los y, por ende, haber provoca-do un alejamiento de parte de lapoblación, el mundo globaliza-do también podría estar influ-yendo. “El proceso de globali-zación trae consigo la localiza-ción, el refuerzo de identidadeslocales”, dice.

En el caso de la bandera, ade-más de lo anterior, el fenómenodel fútbol también tendría su in-fluencia, ya que le daría otra lec-tura al símbolo patrio. Por eso,hoy no solo se instala la banderacomo tal, sino que se festeja concintas en los autos, o guirnaldasy servilletas tricolores.

Sumado a ello, el centralizartoda la celebración patria enuna fecha ha provocado quetengamos ritualizada nuestraidentidad, asegura la antropó-loga: “En septiembre no soloestá permitido emborracharse,sino también hablar sobre lachilenidad y nuestra identi-dad. Nos permitimos ser chile-nos en este mes, a diferencia deotras naciones donde su identi-dad está más presente duranteel año”.

mo el trompo o elevar volanti-nes, también vienen de antes,así como la comida con la que sefesteja (ver recuadro). “No hahabido mucha variación y semantienen los platos tradicio-nales”, dice.

Respecto al baile, hasta los 70 lacueca y las rancheras —sobre todoen el mundo rural— eran los rit-mos privilegiados y todo el mun-do los sabía bailar. Luego de unanotable baja, solo hace pocos años

zapatos nuevos para demos-trar que se tenía un cierto po-der adquisitivo. “Pero tambiénestaba asociado con la prima-vera, que es una fiesta de reno-

vación. Por eso a mediados delsiglo pasado estaba muy arrai-gada la costumbre de arreglar-se para este acontecimientopúblico e, incluso, pintar las

casas como símbolo de unanueva etapa”, cuenta.

Detalles festivos

Aunque la forma de celebrarno ha cambiado demasiado, opi-na la académica, antes era mu-cho más importante asistir a lasramadas. “Aunque la gente reci-bía visitas en la casa, el salir eramás preponderante”, dice.

Los juegos tradicionales, co-

Mirada histórica:

Así nació la celebración de Fiestas PatriasLORENA GUZMÁN H.

El Dieciocho es sinónimo de asado, ramada y volantines. Todas costumbres que datan de más antiguo que ladeclaración oficial de la fiesta, en 1837. Aunque algunas han desaparecido, como comprarse ropa nueva opintar la casa, la esencia de la celebración sigue intacta.

Las ramadas que hoy se instalan en el Parque O’Higgins son la herencia de las chinganas (foto izquierda) o bares donde la gente se reunía atomar y bailar a comienzos de la república. La tradición de instalarse en esa zona de la ciudad se originó en la década de 1830.

PA

ULA

FA

RÍA

S

El alfajor de chancaca de Osorno es una tradición obligada para recibira las visitas en el 18.

ALE

JAN

DR

A A

LVE

AR

Vida • Ciencia • Tecnologí[email protected] SANTIAGO DE CHILE, MARTES 16 DE SEPTIEMBRE DE 2014

Las estatinas son uno de losremedios que más prescribenlos médicos. Se trata de fár-macos que ayudan a dismi-nuir el colesterol y que, de es-ta manera, protegen la saludcardiovascular. Pero la evi-dencia sugiere que los pacien-tes no siempre se toman estosmedicamentos tal como se losprescriben, lo que les impideobtener todos sus beneficios.

Ahora, un estudio de la Es-cuela de Medicina de la U. deHarvard demuestra que lospacientes que consumen laversión genérica de estos fár-macos son más dados a cum-plir con el tratamiento indica-do por el médico, y que tam-

bién tienen un 8% menos deeventos cardíacos y muertes.Los hallazgos se publican enla última edición de la revistaAnnals of Internal Medicine.

“Nuestro estudio muestraque es más probable que lospacientes tomen las estatinasgenéricas que las de marca,que tienen un mayor costoasociado”, dice el doctor yprofesor en farmacéutica Jos-hua Gagne, quien dirigió lainvestigación.

En estos medicamentos, elprecio para una terapia men-sual va desde los 12 dólarespara el genérico más barato,hasta los US$ 500 el de marcamás caro.

Mayor adherencia al tratamiento:

Los fármacos genéricospara bajar el colesterollogran mejores resultados

Estos medicamentos, además,reducen los problemas cardíacos un 8% adicional.

Los medicamentos genéricos han logrado disminuir notoriamentelos gastos del tratamiento que realiza el paciente.

RE

UT

ER

S

“Con esta nueva tecnología seabre un mundo absoluto de crea-ción. No dependes de nada paracrear telas, texturas y sensacionesque antes eran inimaginables”,dice el diseñador de vestuarioMarco Antonio Farías. Él es unode los primeros diseñadores dealta costura chileno que está ex-perimentando con la impresiónde telas, usando impresoras desublimación.

La técnica consiste en impri-mir el diseño en un papel espe-cial usando impresorasde gran formato (plot-ters). Ese papel se ponesobre una plancha, sele apl ica calor ypresión provo-cando que latinta se trans-fiera a los po-ros de la tela.Con este siste-ma los diseña-dores dejan dedepender detelas estampa-d a s q u e s evenden al pormayor, o sea,no exclusivas.

“La subl i -m a c i ó n e suna técnicaantigua enel mundo

textil. Las impresoras lo que ha-cen es facilitar el proceso decreación para la moda, con colo-res estables que no se decolorany que duran hasta más de seis

años”, dice Christian Det-tleff, gerente de negociospara el Cono Sur de Epson,una de las empresas queofrece esta tecnología.Desde hace menos de un

año que ya se puede realizareste proceso en Chile. Las li-mitantes son que la tela tieneque ser de poliéster o tener

un porcentaje superior al 50%.Según Dettleff, como se trabaja

con telas blancas, se pueden dise-ñar con una carta de colores bas-tante amplia. “Los diseñadorespueden crear un rollo de tela si loquisieran o imprimir solo para unvestido muy exclusivo”.

“Como no trabajo en serie, po-demos llevar los vestidos semiar-mados y sublimarlos con los dise-ños. Esto agiliza las horas de ta-ller”, señala Marco Antonio Fa-rías, quien también crea diseñospara carteras, zapatos y joyas

usando esta tecnología.“Normalmente las telas estam-

padas no son negras, sino colorpizarra. Acá se logra un negro ab-soluto y es sorprendente la cali-dad de los rojos y los verdes”.

La tecnología está siendo pro-bada por varios diseñadores dealta costura en Chile, quienesmostrarán sus diseños en un con-curso organizado por Epson. Elmejor participará en el NY Fas-hion Week 2015, que se realizaráen febrero en esa ciudad de Esta-dos Unidos.

A la medida del creador o del consumidor:

Diseñadores de alta costura usanimpresoras para crear telas únicas

La tecnología permite plasmar cualquier diseño en el género, lo que abre nuevasperspectivas para crear telas personalizadas y con estampados exclusivos. ALEXIS IBARRA O.

Una impresora de gran formato imprime el diseño en un rollo de papel especial. La tinta es transferida a la telacon la que, luego, se fabrican coloridas bolsas.

EP

SO

N

CT

OR

ÑE

Z