victorpavia - el jugar como acción mediada

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VictorPavia - El Jugar Como Acción Mediada

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  • Revista Latinoamericana de Recreacin

    Volumen 1. Nmero 2. Enero-Junio 2012

    El jugar como accin mediada

    Noticias de un proyecto de co-revisin de la propia formacin y prctica

    profesional en juego

    Vctor Pava

    Resumen: El artculo presenta algunos aspectos de la trayectoria de investigacin en juego, que el autor ha realizado a fin de brindar la posibilidad de comprensin de su tarea actual, as como de la configuracin particular en la que ha devenido el jugar como objeto de estudio. Esta trayectoria ha impulsado y delineado los rasgos de la co-revisin de la propia formacin y prctica profesional en juego, como tarea de investigacin. Para ello, en primer lugar se realiza una presentacin aclaratoria, en la que se brindan algunas pistas sobre hechos que dieron curso al inters por lo ldico en el marco de un fructuoso intercambio con investigadores latinoamericanos, al tiempo que se proyectaron las pistas para acciones futuras; luego se introducen las caractersticas de forma y modo del juego, antecedentes singulares para su anlisis desde la perspectiva del jugador; luego, se detallan las particularidades de la propuesta del proyecto de investigacin de co-revisin de la propia formacin y prctica profesional en juego; posteriormente se destaca la importancia del modelo de Investigacin-Accin, en que se otorga un destacado lugar a los pequeos grupos operativos. Finalmente, el artculo valora la actitud indagativa, mediante la apertura a nuevas interrogantes sobre el jugar desde la perspectiva del jugador. Palabras claves: juego, jugador, investigacin-accin, prctica profesional.

    Jogando como ao mediada Notcias de um projecto de anlise co-prprio de prticas de formao e profissional em

    jogo Resumo: O artigo apresenta alguns aspectos da trajetria de pesquisa em jogo, que o autor fez, a fim de proporcionar a possibilidade de compreender a sua tarefa atual ea configurao particular em que se tornou "o jogo" como o sujeito estudo. Esta tendncia tem promovido e delineou as caractersticas da co-avaliao da sua formao e prtica profissional em jogo, como trabalho de pesquisa. Para fazer isso, a clarificao introduzida pela primeira vez feito, que fornecer algumas pistas sobre os eventos que deram forma ao interesse ldico no contexto de um frutfero intercmbio com pesquisadores latino-americanos, enquanto que as faixas foram projetados para as aes futuras e em seguida, apresenta as caractersticas de "forma e maneira" do jogo, fundo nico para a anlise do ponto de vista do jogador, em seguida, detalha as particularidades do projeto de pesquisa proposto "reviso co-prprio de treinamento e prtica jogo profissional ", em seguida, destacar a importncia do modelo de pesquisa-ao, em que um lugar de destaque dado ao funcionamento de pequenos grupos. Finalmente, o artigo avalia a atitude indagativa, abrindo-se novas questes sobre o jogo do ponto de vista do jogador. Palavras-chave: jogador, jogo, pesquisa-ao, a prtica profissional.

    PLAYING AN ACTION MEDIATED News of a proposed co-review of their training and professional practice at stake.

    Abstract: The article presents some aspects of the research career of interest that the author has carried out in order to increase the understanding of the current task, and the particular configuration which has resulted in the play to become the object of study. The trajectory has promoted and outlined the features for co-review of the training and professional practice as research task. Firstly, an explanatory presentation offers clues about events that gave way to the interest in play, in the context of a fruitful exchange with Latin American researchers, at the same time that provided evidence for future action. Secondly, it introduces the characteristics of the "form and manner" of the play, unique background for the analysis from the player's perspective. Thirdly, the article details the particulars of the proposed research project with co-review of the training and of the professional practice in play. The importance of an action research model, in which small task forces contribute prominently, is highlighted. Finally, we evaluate the investigative attitude, by opening new questions about play from the player's perspective. Keywords: game-player, action research, practice.

  • Revista Latinoamericana de Recreacin

    Volumen 1. Nmero 2. Enero-Junio 2012

    Informacin biogrfica

    Magster en Teoras y Polticas de la Recreacin, con orientacin en educacin. Especializado en Coordinacin de

    Grupo Operativo y en Investigacin Educativa con Enfoque Etnogrfico. Ejerci la docencia en todos los niveles de la

    educacin formal (inicial, primario, medio, terciario y universitario) y en espacios de educacin no formal. Fue profesor

    titular de la Facultad de Ciencias de la Educacin de la Universidad Nacional del Comahue, Argentina, hasta su retiro.

    En la actualidad realiza tareas de docencia e investigacin desde la Universidad de Flores, Sede Comahue, integra el

    Grupo de Estudios sobre Juego y Educacin del Comahue, y es profesor de carreras de posgrado en distintas

    universidades de Argentina y del extranjero. Es autor de numerosas libros y artculos sobre el juego.

    Presentacin.

    Despus de trajinar por dcadas el campo de lo ldico con resultados dispares (ya

    como docente, ya como animador, ya como investigador) mi tiempo y mi atencin

    estn hoy ms cerca de quienes, al utilizar profesionalmente una propuesta ldica,

    sienten que no slo ensean juegos, sino un modo de jugar -un modo de ser jugador-,

    en un contexto social, cultural e histrico determinado. Sienten, por lo tanto, que

    inciden en la reproduccin de la cultura ldica local y quieren revisar crticamente esa

    incidencia a partir de un etno-auto-anlisis (no s si Mac Auge (.) estar de

    acuerdo con la utilizacin que hago de una expresin que le pertenece1) entre pares.

    En mi caso, decid encarar ese proceso de reflexin sobre la propia prctica, invitando

    a otros colegas a participar de la experiencia bajo la forma de un proyecto de

    investigacin-accin denominada Propuesta de Co-Revisin de la Propia Formacin y

    Prctica Profesional en Juego, actualmente en ejecucin.

    Revisar la cultura ldica local (es decir, propia) no es una decisin comn entre

    quienes abrazamos prcticas laborales signadas por las urgencias de la intervencin.

    A nosotros se nos prepara ms para lo propositivo que para lo indagativo; en pocas

    palabras, esto significa que estamos mejor formados para dar respuestas que para

    imaginar preguntas (desconozco si otros profesionales se apuntarn en esa lista, pero

    los y las docentes seguro). En el tema especfico del juego, un porcentaje

    importante de respuestas pre-figuradas abreva en el ms puro y duro sentido comn,

    entendido como sentido de lo correcto, con su ptina de conocimiento probado que

    lo habilita a ser reproducido sin filtros crticos. Como bien especula Echeverra (2007:

    140): se necesita una mente poco usual para poner en cuestin lo obvio (que la ma

    sea usual en grado superlativo explica por qu me llev tanto tiempo darme cuenta de

    una obviedad: conviene revisar nuestra propia formacin y prctica profesional en

    juego si queremos comprender ciertos rasgos de la cultura ldica a nivel local, y

    proponer acciones en consecuencia).

    Ese poco habitual ejercicio de reflexin crtica sobre la propia formacin y prctica

    profesional en el contexto de una cultura local, ms precisamente quiz debera decir

    localizada, no se da por generacin espontnea. En mi caso, las referencias tanto

    tericas como metodolgicas acusan influencias de experiencias precedentes, en

    particular investigaciones educativas con enfoque etnogrfico realizadas desde el

    1 Diario Pgina 12. Entrevista. Buenos Aires. Octubre de 1995.

  • Revista Latinoamericana de Recreacin

    Volumen 1. Nmero 2. Enero-Junio 2012

    Departamento de Investigacin Educativa del Instituto Politcnico Nacional de Mxico,

    el ex Centro de Investigaciones y Servicios Educativos de la Universidad Nacional

    Autnoma de Mxico, y el Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educacin

    de Chile, as como de los talleres de educadores desarrollados por Batalln (1983) en

    Argentina, y Vera, Hevia y Assel (1990) en Chile, entre otros. La preocupacin por

    aspectos singulares del trabajo profesional en la escala de lo cotidiano sigue el camino

    trazado por los estudios de Achilli (2001) y Furlan (1996), y por el proyecto

    internacional que coordina el Dr. Valter Bracht con docentes-investigadores de Brasil y

    Argentina. Mientras que en el campo especfico de la expresin ldica, el proyecto de

    investigacin que aqu se comenta es parte de una incipiente corriente de estudios

    sobre la forma de los juegos y el modo de jugar desde la perspectiva del jugador (Daz

    2011, Nella 2011, Pava 2006-2010, Rivero 2008-2011) que se influyen mutuamente.

    La forma y el modo.

    A fin de facilitar la comprensin del lector, har una breve presentacin de lo que

    definimos como forma y modo de jugar (Pava, 2006) producto de investigaciones

    pasadas-, aspectos cuya identificacin y definicin pueden considerarse la base

    rudimentaria de la investigacin que nos ocupa actualmente, y que comentamos en

    este artculo. Interpretamos como forma la apariencia singular de un juego especfico.

    La forma encierra el sentido propio de un juego, su estructura profunda y menos

    explcita, y las reglas bsicas consecuentes, aquello que se capta rpidamente y que

    aparece como su estructura externa y ms explcita. Es la forma lo que permite

    identificar un juego como rayuela, escondida, o como, por ejemplo, de

    competencia. Sealamos tres aspectos que interesaron para avanzar en el estudio

    interpretativo de los juegos. Uno de ellos hace referencia a que en los procesos de

    conservacin/transformacin de las formas de un juego, es la estructura de su

    superficie la que ms cambios suele acusar.

    El segundo apunta a subrayar el hecho de que si bien la estructura profunda no se

    encuentra a salvo de tales tensiones, se muestra un tanto ms estable; los cambios

    impactan en tanto no se pierda el sentido del juego, proceso que se resguarda con la

    continua negociacin de los jugadores por ejemplo-, estableciendo que las

    variaciones de una rayuela sean tales, que la misma no deje de ser aquello que todos

    los jugadores entienden finalmente como lo que es una rayuela. El tercer y ltimo

    sealamiento con respecto a la forma, sugiere que, en tanto tal, la forma contribuye a

    circunscribir y regular la accin de los jugadores, volviendo previsible al menos hasta

    un punto-, el desarrollo de un juego dado. El de la forma es, sin lugar a dudas, el

    aspecto que ms atencin ha recibido en el estudio del juego.

    Comparado con la forma, hemos establecido que el modo es ms subjetivo. Es la

    manera particular que adopta el jugador de ponerse en situacin de juego; es una

    manera libremente elegida que expresa una perspectiva personal. El modo reproduce

    y a la vez produce matices de un jugar aprehendido. Un sealamiento significativo es

    que el modo en cuanto tal se emparenta hasta un punto con la actitud, ya que supone

    un grado de hiperespecificidad conductual ms o menos estable, en el marco de lo

  • Revista Latinoamericana de Recreacin

    Volumen 1. Nmero 2. Enero-Junio 2012

    aprobado y desaprobado; tambin con el deseo, ya que es posible conjeturar que va

    en sintona con la satisfaccin de una necesidad singular. Digamos entonces que en la

    disposicin personal a jugar de un modo determinado se conjugan componentes

    cognitivos y afectivos, individuales y colectivos, que tanto lo posibilitan como lo

    condicionan. A partir de esta brevsima presentacin de los dos aspectos

    caracterizados en el devenir de investigaciones anteriores, estamos en condiciones de

    avanzar explicando la propuesta de investigacin a la que nos dedicamos

    actualmente. El lector podr advertir cmo aquello que hemos presentado como modo

    de jugar es lo que ha disparado el inters por indagar su configuracin y su

    reproduccin en la prctica.

    Algunas particularidades de la propuesta.

    El modo instala en la discusin la perspectiva del jugador, no ya del juego, de all que

    su comprensin nos interpele en diferentes direcciones, por ejemplo: la que ubicamos

    en el centro de nuestro inters en la actualidad. El proyecto de investigacin co-

    revisin de la propia formacin y prctica profesional en juego tiene como uno de sus

    propsitos la intencin de romper con lo que sentimos como cierto estancamiento en la

    produccin de conocimiento local en juego, y con el uso de ese conocimiento estanco,

    -quiero decir: cerrado, hermtico, acrtico-, que se hace en los espacios de formacin

    de grado y, consecuentemente, de las intervenciones profesionales cotidianas de los

    maestros en las escuelas, jardines de infantes y mbitos recreativos entre otros. La

    intencin es, tambin, reducir la brecha entre quienes teorizan -quiz debera decir

    teorizamos- sobre realidades ajenas, y quienes desde espacios laborales diversos

    tintinean conocimientos recibidos, sintiendo que no tienen oportunidad de revisarlos.

    Tales propsitos estn en sintona con la necesidad de prestar mayor atencin a los

    contenidos de la formacin profesional de grado, y configurar categoras analticas

    cada vez ms precisas para calibrar el espesor epistemolgico de fenmenos que,

    como el juego, tienen una presencia significativa en las rutinas cotidianas de

    determinadas prcticas laborales.

    En el orden de las hiptesis de trabajo del proyecto en cuestin, nos planteamos dos

    supuestos. El primero, establecido a partir de un sondeo exploratorio, permite

    sospechar que la representacin de juego que ms xito tiene en ciertos mbitos de la

    formacin y prctica profesional no es la de un derecho, sino la de un recurso eficiente

    para el logro de objetivos generalmente ajenos al mundo de lo ldico, y a la vez

    supone que es esa representacin predominante la que organiza lo que se entiende

    por jugar desde la perspectiva de ciertas prcticas profesionales. El segundo supuesto

    nos dice que tal representacin en muchas ocasiones deviene en discurso no

    exclusivo, pero si hegemnico, y contribuye a que se reproduzcan cotidianamente de

    una manera un tanto blindada formas predominantes de juego y un modo

    dominante de jugar, que dificultan el acceso a experiencias ldicas ricas y variadas. En

    grandes trazos, estos son los supuestos que justifican y a la vez orientan nuestro

    proyecto de co-revisin de la propia formacin y prctica profesional en juego.

  • Revista Latinoamericana de Recreacin

    Volumen 1. Nmero 2. Enero-Junio 2012

    En lo que se refiere a la estrategia general de abordaje, en su momento entendimos

    que un diseo prximo a las propuestas de investigacin-accin era la opcin ms

    conveniente, ya que nos interesaba realizar un ejercicio de exgesis que, en un mismo

    movimiento, facilitara no slo el anlisis sino la modificacin de ciertas prctica

    cotidianas en juego. Sobre la metodologa de la IA no voy a agregar nada que no se

    haya dicho ya. Slo recordar que un antecedente fundacional de la misma es el trabajo

    realizado por Lewin (1952) para la administracin norteamericana, interesada en

    modificar hbitos alimenticios de la poblacin ante la escasez de determinados

    artculos producida por la Segunda Guerra Mundial. Ensayando lo que luego seran

    rasgos bsicos de la estrategia (conocimiento, intervencin, mejora, participacin),

    este psiclogo prusiano apost a compatibilizar construccin cientfica de

    conocimientos con participacin de la comunidad involucrada.

    Posteriormente la idea fue adaptada al campo de la educacin, dando lugar a

    proyectos en los que se que incorporaba a los docentes (tambin alumnos/as)

    implicados en la realidad a investigar. Muchas de estas iniciativas (como las

    recopiladas por Corey en Action Research to Improve School Practices, 1953), fueron

    duramente cuestionadas por la comunidad cientfica, aduciendo falta de formacin

    acadmica en los protagonistas. A comienzos de los 70 y especialmente en Amrica

    Latina, la IA vive un periodo de reactivacin a raz del oscurantismo dictatorial que

    lleva a muchos docentes a auto-organizarse, a cuestionar la utilidad de investigaciones

    realizadas por cientistas sociales elitistas, poco propensos a producir conocimientos

    que vayan ms all de su crculo acadmico de referencia, mimetizados. Abren as las

    puertas a la interpretacin y al rescate de las experiencias de los propios sujetos

    implicados y a la revisin crtica de las dimensiones tica, esttica y poltica de la

    prctica profesional.

    En las distintas versiones del modelo IA juega un papel decisivo el lugar asignado a la

    investigacin y a la accin, y el significado que se adjudica a estos trminos, no

    slo en el plano epistemolgico sino tambin -y principalmente- ideolgico. As es

    como hay proyectos que ponen el nfasis en la accin y dejan para la investigacin

    la tarea de recabar informacin vlida que apuntale la gesta. Como los hay que ponen

    el acento en la investigacin de una problemtica determinada y solicitan la

    colaboracin de agentes interesados en el conocimiento a construir, en tanto

    beneficiarios de los cambios que pudieran resultar de su puesta en accin.

    Esta diversidad tonal alimenta cierto estado de beligerancia entre los defensores de

    proyectos de ndole ms participativa y los impulsores de proyectos de ndole ms

    colaborativa. No obstante, y ms all de los matices, el modelo tiene una innegable

    virtud: ayuda a los participantes a tomar conciencia sobre la magnitud de un problema

    determinado que no pensaban (o aceptaban) que exista, y a organizarse para

    resolverlo. Las dificultades con el logro de un nivel aceptable de rigor tanto terico

    como metodolgico, y el peligro de una seudo-participacin enajenante, representan el

    costado ms oscuro del modelo.

  • Revista Latinoamericana de Recreacin

    Volumen 1. Nmero 2. Enero-Junio 2012

    Con el debido registro de esos riesgos, el proyecto al que estamos abocados abre sus

    puertas para que, con la colaboracin de profesionales diversos en cuanto acusan

    formaciones dismiles, co-revisramos nuestra formacin y prctica profesional en

    juego, para avanzar en la comprensin de la cultura ldica local y ensayar nuevas

    maneras de intervenir en el rea desde la perspectiva del derecho al juego. Vale

    reafirmar aqu el derecho al juego, desde la perspectiva del jugador, una perspectiva

    que interpela no slo la dimensin instrumental, sino tambin lo que se esconde entre

    los pliegues ticos, estticos y polticos de tales intervenciones.

    En este contexto, la revisin de las prcticas a la que estamos abocados aportar, sin

    dudas, a todos los mbitos en los que el juego cumpla un rol destacado. Si

    convenimos con Gerlero (2004) en la estrecha vinculacin existente entre juego y

    recreacin, una comprensin crtica de la perspectiva del jugador, su constitucin

    como tal, implica tambin desentraar particularidades del universo recreativo. La

    adhesin a propuestas recreativas con sus caractersticas ldicas, y de hecho

    sociales, da cuenta de los aprendizajes relativos al disfrute, la emocin, y el desarrollo

    de destrezas y habilidades en el proceso de socializacin del nio, y a las

    caractersticas que en ese proceso moldeen el modo de jugar de ser jugador-, y de

    ejercer la participacin en recreacin en la vida adulta.

    El trabajo en grupo.

    La dinmica del pequeo grupo ocupa un lugar destacado en el proyecto. La opcin

    por ese dispositivo no es circunstancial ni improvisada. En lo personal, desde hace

    aos siento atraccin por experiencias de indagacin en grupos operativos. Tanto es

    as que en mi formacin de posgrado alguna vez inclu una especializacin en

    Coordinacin de Grupos Operativos desde la perspectiva terica y metodolgica de la

    Escuela de Psicologa Social de Enrique Pichn Riviere, y alguna vez, tambin, tuve a

    mi cargo la asignatura Comunicacin y Dinmica de Grupo en la carrera de Ciencias

    de la Educacin de la universidad donde trabaj por ms de treinta aos. Por lo tanto,

    el trabajo en pequeos grupos responde a un deseo personal direccionado, y la

    coordinacin se asume honrando requisitos mnimos de oficio, conocimiento e

    incumbencia. Como las caractersticas generales del trabajo en pequeos grupos

    gozan de gran difusin, slo me demorar en el catlogo de unas -muy pocas-

    observaciones que pueden resultar de inters al lector o lectora.

    En un proyecto de IA, el trabajo en PG favorece las tareas propias de la fase de

    diagnstico y planificacin de la accin posterior. En pocas palabras: partir de la co-

    revisin de la propia formacin y prctica profesional para avanzar en la comprensin

    de la cultura ldica local, y ensayar nuevas maneras de intervencin desde la

    perspectiva del derecho al juego. En ese sentido se trata de una construccin oficiosa,

    y hasta un punto artificial por oposicin a la naturalidad con la que asumimos

    ciertas rutinas del trabajo institucionalizado: una toma de distancia provisoria para

    mirar con asombro nuestra propia cotidianeidad.

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    Volumen 1. Nmero 2. Enero-Junio 2012

    Las hiptesis de trabajo que orientan la tarea (y a las que ya hiciramos una muy

    breve referencia) tienen sustento fctico y tambin terico. Se nutren de la idea de que

    el discurso predominante sobre lo que debe ser el juego y el jugar institucionalizado se

    reproduce (como tantos otros discursos) por accin u omisin de los agentes

    involucrados; no obstante, ese mismo discurso suele verse tensionado por las

    expectativas de quienes desean protagonizar propuestas transformadoras. El trabajo

    en PG permite hacer explcita esa tensin: develar la percepcin que las personas

    involucradas tienen de su propia formacin y prcticas cotidianas, y sus deseos de

    cambios.

    Visto as, el PG ayuda al diagnstico y planificacin, y tambin -y principalmente-

    favorece la comprensin de la realidad social -en este caso relacionada con el derecho

    al juego- y los determinantes sociales, polticos, y culturales que la regulan, apostando

    a la eficacia de la accin para construir situaciones transformadoras, donde se

    articulan objetividad y subjetividad.

    Ese ejercicio de exgesis y praxis se lleva a cabo desde coordenadas conceptuales

    que los y las integrantes del PG conocen perfectamente, de modo que sus

    descripciones, observaciones, clasificaciones, e interpretaciones se contrastan con

    descripciones, observaciones, clasificaciones, e interpretaciones, ante-propuestas. En

    ese sentido el encuadre epistemolgico y metodolgico marca rumbos y fija

    condiciones a la tarea de investigacin.

    En el PG, el compromiso afectivo propio de los grupos de adscripcin voluntaria

    constituye un factor fundacional. Sobre todo cuando, como en nuestro caso, se

    pretende que la revisin de la propia formacin y prctica profesional se realice

    individualmente, pero con sentido colectivo. Vale decir: en un clima que favorezca

    compartir "lo mirado", pero tambin "la mirada", con plena conciencia de que se

    participa de un proyecto trascendente, en el cual la experiencia de cada uno es tanto

    revisada como valorada en funcin de una realidad que se pretende cambiar, desde

    un posicionamiento compartido, que nada tiene de neutro.

    En el proceso de co-revisin de la experiencia de cada uno se le otorga especial

    relevancia a aquellos recuerdos en los que los y las participantes se re-descubren

    jugadores y jugadoras expertos. Ms an cuando tales recuerdos se vinculan con

    experiencias corporales. Gmez (2008) comenta que: dado el carcter primario de

    la experiencia corporal en la construccin de la subjetividad, carcter particularmente

    atestiguado por las concepciones psicoanaltica, psicogentica y fenomenolgica,

    resulta evidente el papel que la propia experiencia corporal implicada en las practicas

    corporales infantiles y juveniles () tiene en la construccin de las relaciones entre la

    propia disponibilidad corporal operante y la prctica docente.. La cita incluye (o a m

    me interesa interpretarla as) una invitacin a pensar, al interior de la dinmica del PG,

    posibles conexiones entre: relacin con el propio cuerpo, experiencia ldica y

    formacin profesional en juego desde la perspectiva del derecho.

  • Revista Latinoamericana de Recreacin

    Volumen 1. Nmero 2. Enero-Junio 2012

    La construccin de interrogantes.

    Investigar es, bsicamente, buscar respuesta a una pregunta. Dicho de otro modo: uno

    se lanza a investigar cuando tiene la pregunta pero no la respuesta. Lo que no deja de

    ser un problema para nosotros (me refiero a los involucrados en este proyecto de IA).

    Ya he reconocido que nuestra formacin docente tradicional apunt ms a la actitud

    propositiva que a la indagativa. Y si alguna vez pensamos investigar, esa misma

    tradicin nos llev a imaginar a la investigacin como un procedimiento de avance

    lineal sobre lo desconocido. Rara vez nos la propusieron como una oportunidad para

    retornar sobre lo que creamos conocer muy bien... y revisarlo. En todo caso, lo que

    interesa subrayar es que la actitud indagativa (confieso que no hace tanto que tom

    conciencia de esto) es hija de una relacin dialgica y, permtaseme que lo diga as:

    amorosa, con el conocimiento. Amor a la verdad (an entre el chirriar crispado de las

    discusiones ontolgicas y epistemolgicas sobre lo verdadero) no debera ser slo una

    frase para quienes trajinamos los caminos de la formacin profesional de grado. En

    una conferencia de ttulo sugestivo, Mara Saleme (tan querida y recordada Mara

    Saleme) inclua la siguiente alegora: Si un pen de ajedrez no sabe que puede

    neutralizar al rey, no lo jaquea, para concluir: Un docente con oficio de pen de la

    cultura no domina estrategias de [produccin de] conocimiento. No ensea ms de lo

    que le ensearon y tal como lo aprendi. No toca la raz problemtica de su campo. Si

    estuviera preparado para hacer preguntas en lugar de perseguir respuestas, podra

    interpelar el objeto de conocimiento y al conocimiento mismo () sin abandonar por

    ello su tarea especfica (Saleme, 1997).

    De all que el proyecto que aqu esbozamos demanda de las personas interesadas en

    participar slo un requisito bsico y elemental: disposicin para atreverse a ensayar

    preguntas. Disposicin no slo para ensayarlas, sino para sostener el esfuerzo,

    progresivo y metdico, de reformularlas hasta alcanzar cierta densidad epistemolgica.

    Si bien de una investigacin se espera que comience con una pregunta, pero que

    termine con una respuesta concluyente, en nuestra propuesta los interrogantes no

    son slo disparadores de la bsqueda sino tambin (y esto es algo ms fcil de decir

    que de aceptar desde la ortodoxia investigativa) de resultados (quiz los ms

    valorados) de esa misma bsqueda, ya que ms que las respuestas son las preguntas

    el producto a compartir con la comunidad. Entre otros motivos, porque las respuestas

    logradas, aunque valiosas, tienen una impronta local que las vuelve poco interesantes

    en otras latitudes; tambin porque tratndose de un proyecto de IA muchas veces el

    hecho de formular un interrogante certero alcanza para transformar una situacin,

    razn por la cual cada respuesta adquiere una temporalidad efmera.

    Para quienes les interese conocer algo ms sobre el papel relevante y movilizador que

    la construccin de interrogantes tiene en proyectos como este, plantear -a ttulo de

    ejemplo- alguno de ellos. En un intento de simplificacin extrema los expondr

    organizados en tres grupos: el de los que tienen que ver con procesos de

    transposicin didctica; los que tienen que ver con la forma de los juegos ms usados

    y el modo de jugarlos en el da a da de nuestro desempeo profesional, y por ltimo,

    el que tiene relacin directa con el tema del derecho.

  • Revista Latinoamericana de Recreacin

    Volumen 1. Nmero 2. Enero-Junio 2012

    Dentro del primer grupo se ubican interrogantes esenciales: Qu aprendemos a

    ensear del juego los que nos proclamamos versados en el tema? Es lo mismo

    ensear juegos que ensear a jugar? Qu le agrega nuestra prctica profesional a la

    expresin ldica infantil a nivel local? Estas interrogantes nos transportan, dijimos, a

    las preocupaciones fundacionales de la transposicin didctica: Qu del jugar

    humano es un saber a ensear? Qu de ese saber es enseado en nuestras

    prcticas cotidianas? Quin lo decide? Puede ser de otra manera? La intensin de

    revisar ese entramado complejo no es inocente. Se alimenta de la sospecha de que,

    entre otras restricciones, ciertas formas de juego y modos de jugar institucionalizados

    resultan de una muy ajustada (generalmente pobre) seleccin reproducida en y por la

    formacin profesional de grado, contribuyendo a configurar una cultura ldica

    determinada, cuyo origen y caractersticas intentamos develar.

    Dentro del segundo grupo se ubican interrogantes ms simples, aunque bsicas: A

    qu juegan habitualmente quienes defienden el juego como parte importante de sus

    prcticas laborales cotidianas? Cmo juegan? Qu tipo de jugadores somos? Del

    tercer grupo rescato slo la pregunta que, no por sencilla, es la ms fcil de responder:

    A qu da derecho el derecho al juego en el da a da de las instituciones en las que

    trabajamos?

    Un cierre que se abre hacia dos dimensiones.

    Si es cierto aquello de que lo ltimo que descubrira un pez es el agua, quienes

    participamos de esta propuesta pretendemos ser precisamente eso: peces que se

    animan a interpelar su propio medio acutico. Aun cuando no sepamos a ciencia cierta

    qu paisajes descubriremos a golpe de interrogantes, nos interesa bsicamente

    descubrir rasgos dominantes en los juegos que elegimos cotidianamente para cumplir

    con nuestras rutinas laborales; darnos cuenta de cmo los elegimos (podra decir

    porqu, pero por el momento nos interesa cmo) y, principalmente, nos interesa

    revisar el modo que tenemos de jugar en la escala de la vida cotidiana institucional, a

    los efectos de avanzar en la comprensin de una cultura ldica local y ensayar nuevas

    maneras de intervenir en el rea desde la perspectiva del derecho al juego. Se

    insinan as las dos categoras de anlisis de las que nos hemos armado para la

    observacin comprensiva de la expresin ldica: la forma de los juegos dominantes

    reproducidos en y por la prctica profesional cotidiana, pero ms, y quiz

    esencialmente, los modos aprendidos de jugar. La posibilidad de hacer visibles los

    indicios de un modo esencialmente ldico de jugar, constituye un desafo tanto de

    investigacin (para interpretarlos) como de accin (para propiciarlos mediante la

    intervencin pedaggica). El abordaje en detalles de lo que, entre nosotros, llamamos

    indicios de un modo de jugar y rasgos variables de la forma de un juego escapa a

    las intenciones de esta resea, que no tuvo otra intencin ms que la de presentar el

    identi kit de una problemtica que nos mantiene ocupados bajo la forma de un

    proyecto de investigacin-accin denominado Propuesta de Co-Revisin de la Propia

    Formacin y Prctica Profesional en Juego, actualmente en curso.

  • Revista Latinoamericana de Recreacin

    Volumen 1. Nmero 2. Enero-Junio 2012

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