16 6toros6 / nº 1.180 / 7 de febrero de 2017

La temporada 2016 ha pasado con letras de oro a la historia de la divisa azul y roja, con sus toroscárdenos rayando a gran altura tarde tras tarde. Y aunque todo el mundo recordará por siemprea “Cobradiezmos” hubo más, muchos más animales marcados con el hierro de la A coronada

que fueron acrecentando la leyenda de Victorino, la de unos ganaderos que durante más de mediosiglo han estado siempre en la más absoluta de las élites.

VICTORINO MARTÍNVICTORINO MARTÍNUn año grandiosoUn año grandioso

Quizá la clave esté en una dedi-cación absoluta. Y si no, que selo digan a Victorino MartínGarcía, que habla con nosotrosbien entrada la noche tras unajornada que comenzó cuandotodavía faltaban un par de ho-

ras para que saliera el sol. Trabajo, trabajo ymás trabajo como base para conseguir resulta-dos. Porque, ¿ha sido esta la mejor camada desu vida?:

“Desde luego hemos tenido algunas muybuenas, pero sin duda la de 2016 está en el po-dio, porque es de las tres más importantes denuestra historia. Si tuviera que equipararla conalguna, sería con la de 1998”.

—Curiosamente empieza lidiando un fes-tival en Vall D’Alba, que es un festejo en elque no son muy habituales tus toros. Y luegolidiaron otro en Colmenar de Oreja.

—La explicación es muy fácil. Pusimosfundas y se nos rompieron los pitones variosanimales, hasta nueve, y antes que hacer otracosa con ellos, decidimos lidiarlos en festiva-les.

—Hubo gente que criticó la presentaciónen cuanto a pitones del primer festival. ¿Seestá alejando demasiado el aficionado delcampo, en el sentido de conocer las circuns-tancias que ocurren en una ganadería?

—Creo que sí. Los que protestaron aquellodieron la verdad del conocimiento que tienen

del campo. Está claro que eran toros defectuo-sos, con los pitones deteriorados, así que ¿quémejor sitio para verlos que en un festival? Des-de luego yo, como aficionado, prefiero ver ahíun toro con cinco años aunque le falte un trozode pitón que un utrero o un eral. Pero ellos sa-brán.

—Por lo que me cuentas, deduzco que lasfundas han pasado a la historia en tu gana-dería.

—Así es. En un principio decidimos dejar-las sólo para toros problemáticos, los que sepegan mucho, pero ya no las usamos ni paraesos. Por supuesto tenían ventajas, pero cadaganadero tiene que verlas desde su perspectivay su forma de hacer el manejo. Y en el caso

POR LUIS MIGUEL PARRADO / FOTOS: ALBERTO SIMÓN

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