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El contenido de esta obra es una contribución del autor al repositorio digital de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, por tanto el autor tiene exclusiva responsabilidad sobre el mismo y no necesariamente refleja los puntos de vista de la UASB. Este trabajo se almacena bajo una licencia de distribución no exclusiva otorgada por el autor al repositorio, y con licencia Creative Commons – Reconocimiento de créditos-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Ecuador Vicisitudes y retos de la esperanza Lectura para “Dinosaurios” y “Nostálgicos” Jaime Breilh 1996 Artículo publicado en: Espacios, 1 (enero 1996): 101-113.

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El contenido de esta obra es una contribución del autor al repositorio digital de la Universidad

Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, por tanto el autor tiene exclusiva responsabilidad sobre el mismo y no necesariamente refleja los puntos de vista de la UASB.

Este trabajo se almacena bajo una licencia de distribución no exclusiva otorgada por el autor al repositorio, y con licencia Creative Commons – Reconocimiento de créditos-No comercial-Sin

obras derivadas 3.0 Ecuador

Vicisitudes y retos de la esperanza Lectura para “Dinosaurios” y “Nostálgicos”

Jaime Breilh

1996

Artículo publicado en: Espacios, 1 (enero 1996): 101-113.

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SERIE: MEMORIA COLECTIVAI -----Publicación del Centro de Investigaciones para el Desarrollo

C 1 N D E S

No. 1 20 Enero/96

Directorio del CINDES

PresidenteJaime Breilh

VicepresidenteWílson Herdoíza

Director EdecutivoAntonio Gaybor

ESPACIOSDirector

Francisco Hidalgo

EditorArturo Campaña

Periodista ResponsableMarco Villarruel

Colaboradores en el extranjeroEspaña: Julio M. Fernández; Italia: RobertoBuglíani; Francia: AITEC-Gustave Massiah;

Venezuela: José León Uzcátegui; Bolivia:Washington Estellano;

Uruguay: Virginia GarCÍa

flustraciones:Gonzalo Mendoza (Avispa)

Portada:Gonzalo Mendoza

Levan/amiento de textos:Patricia Mogro

Diseño y diagramaciónJosé Yépez M.

Impresión:Arco lris- Taller de Producción Gráfica

Telefax: 540956

CINDESTeléfono: 506175

Fax: 566714Casilla Postal 17-10- 7169

Quito- Ecuador

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CONTENIDO

PresentaciónC/NDES

Después del NO: ¿reciclaje neo liberal o avance popular?CINDES 1

CONTEXTO

Vía crucis del neoliberalismoFrancisco Hidalgo F 7

Ajuste económico y consulta popularCarlos Carrión 13

La consulta para desmantelar la NaciónContralmirante (r) Gustavo larrín A 15

ENFOQUES

Asalto al estado socialRené Báez 23

El cambio que el pueblo anhelaOswaldo Palacios l 27

Hegemonía y nuevos actores socialesNapoleón Saltos Galarza 31

El pueblo unido derrota a la oligarquía.Ciro Guzmán 37

Los movimientos sociales y el NO.Henry Llanes S 43

Jubilados por la solidaridad.Vicente Atiaga Bustillos 48

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FEUE 132

La resistencia se extiende y multiplica.Edgar Isch L 51

SUBJETIVIDAD

De la ingenuidad a la conciencia y la política.Arturo Campaña 59

Epitafio por adelantado al gobierno.Gustavo Vega D 66

Qué dijo y no dijo la prensa.Lautaro Ojeda Segovia 72

Nones al cushqui neoliberal.Carlos Michelena........................................................................................ 83

PROPUESTAS

El pueblo tras una alternativa diferente.Patricio Aldaz 89

Perspectivas de la economía luego del NO.Alberto Acosta 94

Vicisitudes y retos de la esperanza.laime Breilh 101

CIFRAS

Preguntas de la Consulta del 26 de Noviembre de 1995.......................... 117

Resultados de la Consulta 119

Análisis cuantitativo de los resultados de la consulta.Equipo CINDES: Jaime Breilh, Wilson Herdofza 123

PUBLICIDAD

Tribunal Supremo Electoral.. 127

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~eúU:Memoria Colectiva

Jaime BreilhPresidente del CINDES

Lectura para "Dinosaurios" y "Nostálgicos"

"Que el miedo a permanecer como espectadoressea mayor al miedo a buscar un punto común ...algo que pueda transformar esta comediaen historia ... un ya basta que multiplique.que reproduzca. que triunfe ... "

(Subcomandante Marcos,Convención de Aguas Calientes, 1994)

estremecemos de indignación, sin otros recursosque la dignidad y la lucha solidaria.

Fuerza y fragilidad del "NO" Progresista

No es gratuito que frente a la consulta popular deNoviembre, se hayan movilizado desde las dosorillas de la sociedad, tanto dinero para apoyar el"SI neoliberal" , y tantas voluntades limpias porel "NO progresista". Los Señores del Dineromovieron todas las mercancías que podían com-prar, o los medios de producción que siempre tu-vieron como propios: la televisión, los grandesperiódicos, las radios, las empresas de sondeo

Algunas coyunturas muestran de cuerpo entero lacínica arbitrariedad de las elites del poder,mientras que, los que hacemos el Ecuador mayo-ritario, la Patria verdadera, sobrevivimos y nos

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político y los fondos del Esta-do. Mientras que las volunta-des del pueblo, sus partidos,gremios y sindicatos, los movi-mientos sociales, desplegaroncomo herramientas de su hu-milde fortaleza: el trabajo es-clarecedor de hormigas, la vo-lante, el graffitti, el ingenio ycarisma de los artistas popula-res, la movilización cultural yla fuerza moral que emana delas causas justas. Balance de-sigual que describe el juego decartas marcadas que le toca so-portar al pueblo en defensa desu vida.

Los fuegos de los grandes em-presarios se abrieron con velo-cidad pasmosa muchos mesesantes, sabían que la oportuni-dad de la consulta era más im-portante que los eternos gastosde elecciones para poner presi-dentes. Aquí no se trataba demedi(l.ciones dudosas sino deganarse directamente el país.Reunieron rápidamente sumasmultimillonarias para apoyaruna megacampaña de lavado delas conciencias. Sabían que, deganar, cada cheque girado porel SI les volvería más tardemultiplicado. Era la mejor op-ción para apoderarse de las

fuentes más jugosas de ganan-cia y había que convencernosde que el progreso se hace paraatrás, renunciando derechos,entregando todo y vendiendohasta el alma. No importabanlas evidencias del efecto de-vastador de esas políticas enotros países como Argentina yChile, no interesaba que aun enpaíses como los Estados Uni-dos se hubiera demostrado elrotundo fracaso de formas alta-mente privatizantes y de mer-cado como los seguros priva-dos de salud . Los "Chicag'o yMiami Boys" criollos se rela-mían anticipadamente al pensaren el botín esperado.

Pero la gente alcanzó a percibiralgo de la trampa que se urdía.Se movilizaron los trabajado-res petroleros, los de telecomu-nicaciones, los eléctricos, losjubilados, las uniones de traba-jadores y Frente Popular, lagente afiliada al Seguro Cam-pesino, la Confederación deNacionalidades Indígenas, losmiembros de la Unión Nacio-nal de Educadores, los estu-diantes universitarios y secun-darios. Es decir los más infor-mados y alertas, comprendie-ron la urgencia de asumir la de-

fensa de lo poco que el puebloconservaba como derechos.Había que impedir que consu-men el despojo planificado,que les demos nuestro aval pa-ra que se nos carguen el paísentero. Otros, los de menorconciencia, deseaban sólamen-te expresar su repudio a tantamentira y tanto deterioro de supropio bienestar y fueron tam-bién a las urnas a marcar su NOa las once preguntas de la con-sulta.

De ese modo, la conciencia po-pular, aunque imperfecta e ina-cabada, alcanzó a distinguir 11trampas que acechaban trás losmensajes de la propagandaapabullante, a favor de la pri-vatización de la se'guridad so-cial, la restricción del derechode huelga y organización sindi-cal, el fortalecimiento del régi-men presidencialista, la des-centralización regresiva y ungiro anti-democrático en lasfunciones jurisdiccional y degarantías constitucionales. Elpueblo empezó a entender queeran once formas de respaldarel festinamiento de nuestros re-cursos, once golpes de timónpara torcer aún más la direc-ción del Estado al servicio de

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los monopolios, once herra-mientas para despojar al pue-blo de sus escuálidos recursosde bienestar, once formas deasegurar el control político ymaniatar las organizaciones.El NO, integral y sin mediastintas se constituía en el mejorargumento de la voluntad decambio de nuestro pueblo.¿Cómo íbamos a construir laesperanza con las once atadu-ras que nos habían preparado?

La tarea no fue fácil. Vivimosen un país en que ellos sondueños de casi todos los me-dios de opinión pública. Ya di-ferencia de las campañas elec-torales en las que tadavía losgrandes empresarios logranconfundir las conciencias demuchísima gente, aquí el pue-blo alcanzó a distinguir lasamenazas, y echó a andar porfin la movilización social, lasasambleas de reflexión y deba-te, las colectas masivas de pe-queños donativos y toda unaserie amplia y creativa de re-cursos que pudieron en este ca-so más que los millones. Perolo más importante, se logró unalucha unitaria donde quedaronsepultados, al menos momentá-neamente, los sectarismos yfalsos encasillamientos.

Como se ha demostrado enotros análisis, el NO triunfócon promedios globales que os-cilaron alrededor del 60% enla mayoría de provincias delpaís. Cifra muy alta, que podíahaber sido mayor, si muchaspersonas que son democráticasno habrían confundido su voto,regalándoselo al cartel neolibe-ral. Triunfo consistente a nivelnacional si se piensa ademásque en provincias como Gua-yas, donde ganó promedial-mente el SI, hubieron muchoscantones importantísimos,donde venció el NO.

Una Victoria Tonificante peroFrágil

Una victoria popular indudabley tonificante pero frágil. A laspocas horas de anunciada lavictoria apabullante del NO,los voceros de las grandes em-presas ya empezaron a des-prestigiar y minimizar el sig-nificado histórico de esa vo-luntad popular que ahora noles servía. Nunca conformes,persistieron en sus apetitos pri-vatizadores y dieron un vuelcoradical a todo su discurso ante-rior a la consulta. Antes la de-cisión popular en las urnas erala "suprema ley" -precepto vá-

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lido siempre y cuando se com-porte de acuerdo con los inte-reses de aquellos, y acepte dó-cilmente el dogal de sus ver-dugos- ahora, empiezan a decirque el NO condena al país alatraso y, entrelíneas, declaranque el pueblo ignorante noquiere el cambio. Pero nosotrosdecimos, bendito pueblo "igno-rante" que forjó esas jornadasde defensa popular en Ecuador.A los poderosos se les quema-ba el pastel en la puerta delhorno, estaban listos, por ejem-plo, a consumar el atraco de laampliación del oleoducto (sóloese negocito se estimaba enunos 4000 millones de dóla-res). Benditos los trabajadorespetroleros que se encadenaronal oleoducto en su huelga dehambre para poner un alto a losapetitos de esa burguesía co-rrupta y luego volcaron su or-ganización contra las trampasde la consulta, y benditos estosque persisten ahora en nuevasjornadas de defensa de nuestropetróleo. Su consigna "por laPatria hasta la vida misma" de-be resonar siempre en nuestrasconciencias como ejemplo decoraje y coherencia. Benditostambién los otros trabajadoresdel Ecuador, los eléctricos, losde telecomunicaciones, y más

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allá de nuestras fronteras lospueblos de Chiapas, de Fran-cia, de Europa del Este, que nocesan en su noble tarea de de-fensa de la Patria. Benditossean los indígenas en su en-frentamiento incoercible contralas transnacionales petroleras.Benditos los jubilados que sedesplazaron por el territorionacional explicando los peli-gros del "lleve" neoliberal,benditos los afiliados campesi-nos que cerraron las carreteraspara expresar su repudio a lapretendida desaparición del Se-guro Campesino. Benditos losmaestros y los familiares delos estudiantes que enarbolaronsu bandera y sostuvieron confirmeza su empeño de defenderla vida y el derecho a una edu-cación democrática, a pesar delas amenazas y de la lluvia devituperios que les endosó laprensa mercenaria. Por fin,benditos los dirigentes políti-cos de las organizaciones revo-lucionarias que con su expe-riencia, tenacidad y disciplina,empujan la movilización entodos los espacios, batallanpor la organicidad de todo eseconjunto de acciones popula-res, trabajan por una estrategiaglobal que nos libre del coyun-turalismo y del influjo conci-

liatorio de los ideólogos de es-critorio. Todos debemos vene-rar el noble sudor derramado einclinar la cabeza en respeto asu coraje y a la claridad de supensamiento en el asunto de ladefensa de nuestra riqueza.

Todos, incluidos los que somosde "clase" media, los intelec-tuales, los empleados urbanosteníamos también la vida ame-nazada, nos hemos beneficiadode la lucha popular que obtuvo,por ahora, un triunfo relativo.

Pero el escenario no está sóloconformado por pueblo políti-camente formado. La nuestraes una democracia formal queha sometido a amplios sectoresde la población a una educa-ción cívica castran te, que nosinculca que el derecho populara la participación se reduce a lacamisa de fuerza del voto enelecciones. Un proceso dondela desigual capacidad económi-ca con la que los actores políti-cos, en representación de losintereses de las distintas clasessociales, debaten sus propues-tas y eligen las autoridades delEstado, acaba siendo cada añola simple imposición de loseconómicamente más fuertes,con sus redes clientelares de

control político, el reparto tác-tico de migajas, la difusión ma-siva de propaganda que desca-lifica, sin ningún beneficio deinventario, las propuestas ycandidaturas populares. Estafalacia de que el poder del pue-blo radica únicamente en el vo-to, y de que éste asegura laigualdad de todos frente al po-der del Estado, se parece mu-cho a la falacia neoliberal deque, como todos participamoslibremente en el mercado, estesería la garantía de igualdad enel reparto económico y la ga-rantía de acceso a todos losbienes que anhelemos disfru-tar.

y claro, somos un país dondeel desempleo abierto bordea el15%, donde los subproletariosque sobreviven precariamente(cerca del 50% de la fuerza detrabajo), como en los Guasmosde Guayaquil y en los tuguriosde Quito, constituyen el caldode cultivo social para el reclu-tamiento de los grupos c1iente-lares en que se basa el poderelectoral de la oligarquía, porintermedio de caciques locales.Una pirámide bien organizadade poder, donde los pobres es-tán abajo como carne de cañón,los tramitadores del poder en el

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medio y los "niños bien" de laoligarquía en la cúspide delmando.

Para cumplir su papel el loboadinerado tiene que vestirse decordero y hablar de un "capita-lismo popular de mercado",dejar sus clubes privados, susresidencias lujosas, sus círcu-los de negocios para "descen-der" momentáneamente al su-burbio y montar el sainete neo-populista. Y es que el lobo tie-ne, que esconder sus garras fi-ludas antes de las eleccionespara hacernos olvidar quesiempre nos hambreó y repri-mió. Por eso logra en ocasionesque el pueblo desinformado lehaga el juego, y ese juego lo-grado con el engaño y la limos-na hiriente, es el gran talón deaquiles de la conciencia popu-lar, es el límite que nos exigeprudencia respecto de cual-quier interpretación triunfalistade la relativa victoria que he-mos logrado.

El segundo punto débil de laestrategia popular es la incon-sistencia ideológica. Muchosde los votantes por el NO re-chazaron primariamente lasapetencias desmedidas del go-

bierno, pero no alcanzan a v~rsu nexo con la estrategia globalde la burguesía neoliberal, nipueden desentrañar la conjun-ción de intereses que existe en-tre las empresas electorales delas otras fracciones de la oli-garquía -sólo en apariencia enpugna con la del gobierno-, nialcanzan a distinguir el cordónumbilical que lo une, en últimainstancia, incluso con algunossectores de una mal llamada"socialdemocracia" nacional ocentro izquierda, que opera·muchas veces de comodínoportuno, cuando se ha desgas-tado mucho el conservaduris-mo abierto.

En el escenario actual se ha ex-tremado el conflicto de intere-ses entre los grandes monopo-lios y la defensa del bienestarcolectivo y varios gremios ymovimientos sociales se hanmovilizado para defender la ri-queza nacional y la vIda, juntocon las fuerzas políticas másdemocráticas. En ese procesose producen inevitables alian-zas que demuestran en la prác-tica, la unidad indivisible entreesos movimientos sociales ylas organizaciones políticas.Una relación necesaria quedesmiente las propuestas, su-

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puestamente nuevas, de un mo-vimientismo apartidario.

La historia permite reconocerque ningún movimiento socialque rebasa los límites de susrei vindicaciones particulares,que anhela proyectarse hacialos grandes temas nacionales yrepresentar los intereses de lasociedad en sus conjunto, hapodido operar sin un nexoefectivo con fuerzas partidariaso sin transformarse en una or-ganización de tipo partidario, yes en este punto crucial dondese define la verdadera orienta-ción de los movimientos. Poreso, en las actuales circunstan-cias, los trabajadores petrole-ros, eléctricos, de telecomuni-caciones, los maestros, los in-dígenas y campesinos, los estu-diantes, las mujeres, tienenque emplear a fondo su con-ciencia política, para no dejar-se envolver por estrategias aje-nas a sus interese mediatos.

Luego de las jornadas por elNo y la defensa de los bienesestratégicos del país, debe ga-rantizarse la continuidad histó-rica del esfuerzo popular y na-cionalista. Una falta de análisispolítico adecuado y la influen-cia de sectores interesados, quepueden presentarles como op-ción un movimientismo a la co-

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la de figuras carismáticas, queaparentan ofrecer una salidacoyuntural democrática, cuan-do en la realidad han estado li-gadas entre bastidores a los in-tereses empresariales y trans-nacionales, puede vulnerar se-riamente las posibilidades deconsolidación de una sociedadmás justa y democrática. Lafalta de conciencia podría de-terminar que nuestro puebloentregue sus armas a quienesno lo representan verdadera-mente.

Por eso nada extraño sería quealgunos votantes por el NO en-treguen más adelante su respal-do a diversas candidaturas dela derecha o el centro que tra-tan ahora de confundirnos conimágenes reencauchadas y unaoposición de tongo o terminenconformando alianzas donde'lacorrelación de fuerzas enterra-rá los deseos nacionalistas ydemocráticos. Parece que elmodelo de marras, que se posha impuesto a fuerza de -de-mocracia representativa, dedictadura "democrática" tienetodavía argumentos y asideropara largo, de no mediar un gi-ro radical del comportamientode la izquierda nacional.

Miseria del Desencanto y Re-formismo Conciliador

A las debilidades de la organi-zación popular se unen los pe-cados capitales de la intelec-tualidad y la dirigencia.

Entre la fase orgiástica delneoliberalismo de fines de ladécada anterior y la etapa ac-tual de malestar e inconformi-dad con los resultados obteni-dos, han vuelto niveles decombatividad popular, pero si- .multáneamente se urdió unnuevo ciclo de ese comporta-miento típicamente acomodati-cio de muchos intelectuales.Tan pronto resonaban los to-ques del fin de la historia y lle-gaban desde otras latitudes losinflujos del neoconservaduris-mo y postmodernismo queacompañan la estrategia neoli-beral, muchos intelectualesprovenientes de la izquierda ocercanos a la misma, empeza-ron a mimetizarse porque elasunto consistía para ellos enestar siempre "in".

De esa forma fue recreándose yremozándose un reformismoconciliador que desde diferen-tes entidades de planificación,de consultoría y de investiga-

clon, tanto públicas como pri-vadas, aportó a una metodolo-gía perfectamente funcional alos planes de los regímenesneo liberales. Y todo eso con laconni vencia de esos profesio-nales y técnicos que habían mi-litado en actividades cercanasala lucha popular.

No en vano el Banco Mundialy entidades de cooperación ex-terna han tenido tanto en queocuparse estos años, financian-do ese tipo de orientaciones encampos como los de la descen-tralización, los programas con-servadores de participación po-pular, las experiencias de auto-gestión económica y microem-presa, las de desarrollo susten-table, gobernabilidad, y plani-ficación participativa, frecuen-temente ligados a la estrategiafondomonetarista de focaliza-ción en áreas de extrema mise-na.

De esa forma se implementaronexperiencias de un reformismolegitimador, con metodologíasy conceptos t<;>madosdel marcodoctrinario de la izquierda. Unejemplo claro de esa tendencia"y de su evidente nexo con elavance neoliberal, es el caso

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de los equipos de intelectualesque fueron la clave para el di-seño y aprobación de las leyesde participación popular y des-centralización de Bolivia. Unesfuerzo de remozamiento pro-ductivo y social que, según laspropias palabras de sus gesto-res, está ligado a la apertura dela inversión capitalista y la pri-vatización rural. Agustín Cue-va bautizó duramente a este ti-po de profesionales, como"amanuenses del poder".

La influencia negativa de losreformismos en la organizaciónunitaria del movimiento popu-lar en su conjunto ha sido cla-rísima. Un caldo de cultivo pa-ra un divisionismo alineadocon diferentes modas intelec-tuales importadas y no esa di-versidad sana y necesaria, sur-gida de formulaciones particu-lares acerca de nuestra socie-dad y de prácticas distintas deconstrucción del poder popu-lar. y claro, en el trasfondo deesas "nuevas propuestas", su-puestamente antidogmáticas,subyace un neoconservaduris-mo solapado que desnaturalizatodo el contenido histórico delas ciencias sociales y políti-cas. Entonces aparecen refor-

mulaciones de categorías clavecomo "sociedad civil" y otras,con las cuáles se arma una ver-sión conciliadora del cambiosocial. Como lo sostiene RaúlValdés en un artículo reciente,"a la sociedad civil la despojandel contenido de relacioneseconómicas que apreció Marxy además la sitúan en la llama-da superestructura, junto al Es-tado, pero opuesta a él" (Gran-ma, Enero 4 de 1996).

Esa concepción funcionalistade la sociedad civil ha servidopara apoyar y justificar la des-trucción del estado social y pa-ra fortalecer formas de organi-zación conservadora, que ato-miza las acciones del pueblo, ylas torna más vulnerables al in-flujo de las políticas mediati-zadoras de co-operación inter-nacional.

Entonces, con esa línea se nosha venido encima una marejadade "actualizaciones" de lasciencias sociales que proponencambios sustanciales del conte-nido histórico del conocimien-to, de la subjetividad crítica yde las concepciones contrahe-gemónicas de la práctica, lascuales, consciente o incons-cientemente, implican una re-

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funcionalización total de ele-mentos culturales y políticoshistóricamente ligados a la ló-gica de una lucha popular deliberación. y entonces, los vie-jos argumentos con los quesiempre se quiso desarticular lalucha de cada grupo, de una es-trategia global de transforma-ción, se recuperan ahora en lacrítica postmoderna del mar-xismo y de todas las doctrinasque plantean una subversióndel orden injusto e inequitativode la sociedad actual. Parecieraser que en este terreno se ponede manifiesto el hecho de que"el carácter específico y terri-ble de la crisis actual es, preci-samente, la expropiación de laesperanza". (Moreano, Hoy-Diciembre 95) y yo diría, si-multáneamente, de las herra-mientas del pensamiento críti-co. Es como que si un cúmulode dudas e incoherencias noshubiera capturado el alma enesta época en que, según Ma-rio Benedetti, se instaló la "in-dustria del arrepentimiento".

Por fortuna el mundo da vuel-tas y los pueblos muestran unacapacidad de recuperación que,sumada al descrédito objetivode las propuestas neoliberales,está derruyendo paulatinamen-

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te, no sólo las posibilidades deldiscurso directo neoliberal sinotambién la voz de los intelec-tuales desencantados. Es así,porque esa intelectualidad des-provista de base social y com-promiso político es más vulne-rable al impacto de un conjun-to bibliográfico e informáticomanejado por las empresas enépocas de extrema debilidad dela lucha social, que cuando és-ta convalece y muestra su má-ximo vigor. De todas formas,un importante sector de esasélites autoproclamadas comodemocráticas siempre ostentauna considerable desconfianzarespecto a la lucha popular enel país propio, - que no siemprepuede ser tan elegante y caba-lleresca-, mientras son procli-ves a vitorear los avances demovimientos revolucionarioslejanos, que no comprometensu seguridad.

La Incapacidad de Unidad

Por último, la dirigencia de laizquierda revolucionaria, tantode partido, como de los movi-mientos sociales, también tieneparte en la persistencia de unadificultad para construir unalucha unitaria e integral. Por

dos motivos principales; pri-mero, porque, debido a inter-pretaciones doctrinarias in-completas y a una lectura defi-ciente de la realidad, todavíano se vislumbra la necesidadhistórica de replantearse algu-nas relaciones fundamentalesen distintos aspectos de la lu-cha, resolver contradiccionesbásicas del movimiento social;segundo, porque la rigidez delproceso de fragua de plantea-mientos programáticos, un pro-ceso todavía bastante vertical e"intramural" lleva a una inevi~table priorización extrema delos proyectos propios de lospartidos.

Así, hay trecho que andar toda-vía. Cuestiones como la supe-ración del maximalismo que nopuede consistir en cambiarlopor un pragmatismo inconexo einorgánico; asuntos como lacomprensión de la subjetividadpopular y, dentro de ésta el te-ma de la religiosidad popularque no se resuelve por la tole-rancia aparente; el tema de larelación entre construcción or-gánica- partidaria del poder yconstrucción de espacios parti-culares de los movimientos so-ciales -especialmente los etno-

nacionales, de género y ecoló-gico-; el asunto de la relaciónentre partidos y la construcciónde un bloque revolucionario;el tema de la incorporacióntecnológica en el trabajo pro-gresista, son algunos puntosdave para el salto cualitativode la acción transformadora yc\)Ostituyen, a la vez, obstácu-los prácticos y conceptualesque han fomentado un divisio-nismo estéril.

De todas formas, la debilidadde un trabajo unitario y la per-manente contradicción entrelas tesis de unidad de los dis-cursos y el divisionismo de lapráctica refrendan la terceragran fragilidad del movimientopopular en las actuales circuns-tancias.

Hacia una construcción mili-tante de la esperanza

¿Quién Define la Esperanza?La sabiduría popular ha esta-blecido que la "realidad es delcolor del cristal con que se lamira". Tal vez podría decirse entérminos epistemológicos quela realidad es del color de laperspectiva clasista con que sela mira y, pocos terrenos más

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proclives a ese sesgo ideológi-co que el de la definición de laesperanza.

Para la burguesía neoliberal denuestro país, la esperanza seencuadra en el éxito para inser-tarse con ventaja en el mundomonopólico globalizado, unagran aldea supermercado demonopolios y consumidoresacríticos, donde opere sin res-tricciones la racionalidad de laeficiencia de mercado y lacompeti ti vidad pri vada comomotor y regulador de la histo-ria.En ese contexto hegemonizadopor el espíritu de alta compe-tencia, la intelectualidad con-servadora se ve totalmenteatraída por la fascinación tec-nológica y, sin importarle sudireccionalidad ni el accesodemocrático, llega a obnubilar-se con posibilidades como lasdel ciberespacio, las redeselectrónicas de mercadeo y co-municación, los procesos deanálisis virtual, la robótica, losnuevos recursos de la ingenie-ría, y todos los recursos cientí-fico tecnológicos que facilitenla implantación del capitalismototal.Las expresiones filosóficaspostmodernas de esa mirada

neoconservadora del mundo,llevan por supuesto, a una uto-pía desfigurada, sin raíces pro-pias y volcada al nuevo indivi-dualismo.

En los espacios progresistasdonde se construyen las opcio-nes populares, en cambio, pe-san mucho los contenidos his-tóricos reivindicativos de lajustica y el reclamo de una ra-cionalidad acondicionada a lohumano y centrada en la visión

"La esperanzadebe recrearse a la luzde la mirada popular,cobrar nURva forma,someter a escrutinio

las posibilidadesde todos los recursos,pero bajo prácticas

renovadas"

~etu 109

colectiva. Una mirada que serecrea y difunde en la plaza pú-blica, en los sistemas de comu-nicación campesinos o de labarriada, en la prensa alternati-va, en las redes de comunica-ción popular en las organiza-ciones y movimientos socia-les ..

Dos visiones, dos escenariosopuestos históricamente peroque deben reinterpretarse en eldiscurso científico y políticopopular. Tomando como ejem-plo los asuntos de la comunica-ción social y la mediología, delo que se trata no es de decidirentre el ciberespacio y la plazapública sino de que uno u otro,en los distintos dominios don-de pueda dárseles un uso, seandemocráticos en contenido yproyección, se allanen a lasprioridades del movimiento so-cial, correspondan al interéscolectivo y no al de las élites.Entonces no se trata de decidir"a priori" entre el computadoro la transmisión oral, entre losmomentos de subversión y losde reforma, entre el paradigmaandino o el científico social,entre el canto o la piedra, setrata de aplicar racional y es-tratégicamente, todos los re-

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cursos, pero bajo un plan metó-dico político renovado y orgá-nicamente enlazado a unaagenda común definida por eldebate democrático en el senode las fuerzas.

La Forja de una SociedadNueva: Un Proceso

Las fuerzas progresistas en-frentamos un doble reto. Hayque defender lo público y lo

durez a toda prueba que permi-ta superar los lastres de algu-n:;lSposturas muy enraizadas enel quehacer.

privado social, propugnandouna auténtica modernizacióndel Estado, sin dar tregua a losaspectos negativos que se hanincrustado en las gestiones es-tatal y corporativa convencio- En otras oportunidades hemosnales: burocratismo, corrup- insistido en la urgencia de acti-

La esperanza debe recrearse a ción, ineficiencia y una con- var un proceso de construcciónla luz de la miTada popular, co- cepción sectaria y burocratiza- ~nitaria de todas las fuerzasbrar nueva forma, someter a eg- da del gremialismo. También progresistas del país, que asu-crutinio las posibilidades de se nos presenta el desafío de ma como eje la consolidacióntodos los recursos, pero bajo activar una diversificación y de poder popular en todos losprácticas renova- espacios. La realidaddas. Una proyec- "Se trata entonces de un proceso dialéctico nos indica, sinem-ción hacia el futuro desde fuera y dentro del aparato estatal, no de- bargo, que al menosde los mismos finldo "a priori" sino gestado en la acción popu- en lo que se refiere acomportamientos lar concertada, que incorpora en una estrategia la próxima batallapolíticos y mentali- común la desmonopolización y descentrraliza- electoral y al mar-dad, sean los hege- ción económica, la democratización política y gen de los esfuerzosmónicos o las cos- transformación del Estado (organización territo- hechos para logrartumbres políticas rial, sistemas de representación, contraloría so- fórmulas unitarias,de la izquierda en cial J y el avance pluricultural y multiétnico del parece aún prevale-décadas anteriores, saber" '- cer esa ausencia designificaría retrasar un programa íntegro

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actuales de revita- por eso aflora nueva-lización de la inconformidad fortalecimiento de las organi- mente ese espíritu suicida deldel pueblo. zaciones populares y movi- sectarismo de algunos dirigen-

mientos sociales, sin perder la tes.unidad y articulación orgánicade la lucha social, forjando unbloque político de liberación.Dos retos que implican grancomplejidad y demandan nosólo creatividad, sino una ma-

La construcción es un procesode lucha y negociación dondeel precepto ético sobre lo quees válido hacer, o no lo es, loque encierra una promesa de

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innovación o lo que acaba me-diatizando y remozando la mis-ma hegemonía, se resuelve engran medida en la evaluaciónde cuanto poder popular se hagestado y acumulado orgánica-mente, un asunto que no se re-duce simplemente a la capta-ción del poder sobre el aparatoestatal, sino que tiene que for-mularse como un proceso si-multáneo de construcción -de-mocratización - descentraliza-ción permanente del poder in-tegral y territorialmente am-plio, en todas sus dimensiones:poder económico (acumula-ción popular de la propiedad yusufructo de los bienes estráte-gicos y productivos); poder po-lítico organizativo, para la mo-vilización y convocatoria; po-der cultural como incidenciareal en la formación de la sub-jetividad colectiva, la eficaciasimbólica de las relaciones en-tre el saber -subjetividad de lasorganizaciones y los de las ba-ses sociales del movimientopopular; el poder científico-técnico para generar, acceder ymanejar conocimientos; y elpoder administrativo que per-mita manipular con eficiencialos recursos de todas las otrasformas del poder.

Pero, simultáneamente, tieneque profundizarse en un proce-so de generación de propuestasy formas instrumentales con-cretas para la democratiza-ción-descentralización de lasdecisiones políticas y de lagestión del Estado, mediante elimpulso de proyectos económi-cos, político-jurídicos y cultu-rales que afiancen un desarro-llo descentralizado de apoyo a:la acumulación económica ymodernización productiva anti-monopólica (énfasis en proce-sos locales, regionales e inter-regionales enlazados), basadaen el desarrollo del mercadointerno y en la democratizacióndel crédito y las inversiones;formas políticas modernas deun régimen estatal parlamenta-rio y de cogestión que asumacomo forma concreta de demo-cracia la planeación estratégicaparticipativa -local y regional-,el monitoreo permanente de losproblemas críticos y la evalua-ción-contraloría sociales, todosobre la base de un paradigmagerencial moderno y eficiente;y, finalmente, debe impulSarseun proceso de apoyo cultural ycientífico descentralizado quegarantice la intermediaciónoportuna y actualizada de los

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recursos (capacitación-infor-mación) que demandan todaslas colectividades etno-nacio-nales.

Se trata entonces de un procesodialéctico desde fuera y dentrodel aparato estatal, no definido"a priori" sino gestado en laacción popular concertada, queincorpora en una estrategia co-mún la desmonopolización ydescentralización económica,la democratización política ytransformación del Estado (or-ganización territorial, sistemasde representación, contraloríasocial) y el avance pluricultu-ral y multiétnico del saber,

En el trasfondo de esa demo-cratización buscada , subyacela necesidad de construir laequidad -término profusamentemanoseado en la jerga tecno-crática-. Un proceso que sóloes real cuando se destruye ladisimilitud de los recursos sus-tanciales para la vida y el desa-rrollo que, en última instancia,corresponde al distinto poder,en todas las dimensiones des-critas, que caracteriza en nues-tra sociedad a las diferentesclases sociales, a las etnias y alos géneros, Inequidades queno se pueden enfrentar por se-

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parado, sino que se implicanmutuamente en una sociedadde clases, con profundas barre-ras interétnicas y con una con-figuración patriarcal.

La consolidación de la espe-ranza que renace no es enton-ces la declaración discursivasobre la vigencia de ningunareceta, ni la consagración de laalegría por la vuelta de algunossociali<;mos en Europa, es unproceso de ejercicio, avance yconsolidación del poder de lacolectividad organizada. No sepuede reducir tampoco, al CÍ-clico trabajo electoral y la sa-tisfacción coyuntural de pro-mesas de elecciones, es antetodo un fortalecimiento simul-táneo de partidos y movimien-tos para la afirmación, tambiénsimultánea, de poder popular yespacios democráticos del apa-rato estatal y, todo eso, con elfin irrenunciable de lograr unasociedad humana, solidaria yequitativa, con la que se sien-tan identificadas todas las fuer-zas, todas las etno-nacionalida-des, todas las regiones y locali-dades y los dos géneros.

-El Contenido

Una sociedad humana es aque-lla donde se impone la ética de

la responsabilidad sobre la éti-ca de la, eficiencia funcional demercado (Hinkelammert, F.-Cultura de la Esperanza y So-ciedad sin Exclusión, 1995) , yeso, sobre la base de una nuevaracionalidad económica basadaen un control colectivo sobre laproducción, sus modalidades,la distribución equitativa desus productos, el estricto con-trol social sobre los bienes quese emplyan en el consumo, laprecauteiación y prioridad deldesarrollo interno y el cuidado.de la. naturaleza.

La concreción de esa ética dela responsabilidad implica lainstauración de formas de tra-bajo en cooperación y solidari-dad, incluídas las de género,creativas, beneficiosas para elcuerpo y el espíritu, enriquece-doras de la cultura, y sobreto-do, equitativas en el reparto delproducto generado. El trabajoes un gran mediador entre losseres humanos y entre éstos yla naturaleza, por eso la huma-nización de su contenido, desus formas, de sus finalidadesy del reparto de sus productoses el eje de la humanización dela vida en su conjunto. La éti-ca neoliberal de eficienciacompetitiva de mercado, que

exige como modernización laflexibilixación y desregulacióndel trabajo es doblemente ne-gativa: desde el punto de vistahumano, acorta la vida y des-truye la salud en la fuerza detrabajo; y, desde el punto devista económico, introduce lafalacia de la eficiencia (Hinke-lammert, ibid.) porque se eva-lúa sólo la relación cerrada decosto-beneficio al interior decada centro productivo, perono toma en consideración loscostos externos de naturalezadestruida, de pérdidas humanasde los excluidos, de los costosde reparación de vidas huma-nas y de la destrucción culturaly moral que produce una glo-balización alienante de lo queDebray denuncia como un"planeta supermercado" (De-bray, R.- Mediología, 1992).

Es urgente también establecernormas claras y tajantes de se-guridad humana y proteccióndel consumo, no como un arti-culado muerto en una ley ar-chivada, sino como un procesoactivo de participación y moni-toreo social estratégico. En esamedida son urgentes las políti-cas de producción y distribu-cion alimentaria, de la vivien-da y la recreación y, la defensa

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y estímulo prioritario de for-mas solidarias de financia-miento y dotación de serviciosy prestaciones que conformanla seguridad social en su con-junto.

Finalmente, el contenido de esasociedad de la esperanza secompleta con el fortalecimien-to de una nueva base culturalque restituya como eje de nues-tra personalidad nacional, unproceso de avance de las artes,la artesanía, la ciencia, profun-damente ligadas a las raíces deidentidad propia, entrelazadascon los movimientos contem-poráneos de desarrollo de lacultura y el saber popular y ba-sadas en un impulso de la con-ciencia objetiva y una subjeti-vidad liberadora, así como laexpansión de un nexo construc-tivo , armónico y equitativo en-tre las distintas expresiones ét-nicas y de género.

La izquierda revolucionaria nopu~de darse el lujo de dejar en

manos de los ideólogos conser-vadores el tratamiento de losproblemas de la diversidad et-no-nacional y de los géneros.Como lo hemos sostenido rei-teradamente, una construcciónpolítica nueva y desprejuiciadaabre, necesariamente, nuevosespacios o formas de relaciónentre los partidos y los movi-mientos. Unidad de principiosy organización sin diversidadsería principista, maximalista ypoco objetiva; en cambio, esalucha ciudadana desarticuladay diversa que algunos plante'ansin el hecho cohesionador de launidad de un bloque partidario,se transforma en un camino re-trógrado. Todo esto replantealas nociones de sociedad civily Estado, reafirma la necesidadhistórica de los partidos yplantea la urgencia de la conso-lidación de una línea progresis-ta en los movimientos.

En su búsqueda de legitimidadlas burguesías no reparan enmedios para lograr nuestra su-

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mIsIón. Como lo ha demostra-do Franz Hinkelammert en sulibro "La Deuda Externa deAmérica Latina (1990) ni si-quiera los escritos sagrados selibraron de su ofensiva, puesaun lograron que sea modifica-do el texto militante y genero-so en la búsqueda de equidadde la interpretación del PadreNuestro en las traduccionescastellana y portuguesa de"perdónanos nuestras deudascomo nosotros perdonamos anuestros deudores" hacia eltexto apolítico y conminativode "perdonanos nuestras ofen-sas, como nosotros perdoná-mos a los que nos ofenden".

¿y nosotros qué? ¿Podremosaprovechar todo el magníficopotencial que nos da nuestrafuerza colectiva? ¿Seremos ca-paces de subir al tren de la his-toria que rueda todavía lentopor nuestro combate valeroso,pero aún disperso? ¿Tendremosla lucidez y generosidad que serequieren ahora para recons-truir y defender nuestra utopía?

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ESCRIBEN SOBRE EL NO:

Alberto AcostaPatricio AldazVicente Atiaga

René BáezJaime Breilh

Arturo CampañaCarlos CarriónCiro Guzmán

Gustavo JarrínWilson HerdoízaFrancisco Hidalgo

Edgar IschHenry Llanes

Carlos MichelenaLautaro Ojeda

Oswaldo PalaciosNapoleón Saltos

Gustavo Vega

&~p4~¿(uMemoria Colectiva

ESPA CIOS, con la SerieMEMORIA COLECTIVA,pretende contribuir, no di-gamos con un grano de are-na sino con una pizca de le-vadura, a fermentar la pa-sión de lucha, la esperanzadel pueblo ecuatoriano. LosONCE NO ciertamente sonuna bofetada a la tosudezneoliberal. Pero serían nadasi los borramos conformis-tamente de la memoria, cre-yendo haberle cerrado elpaso al egoísta ideal de unospocos y haberle hecho escu-char once campanazos des-pués de los cuales ya no sepodría levantar. Pensamosque a la capacidad materialde dominio de los poderososdebemos seguir oponiendolas armas del pensamiento,el sentido colectivista y lapasión. Y ninguna de estastres podría funcionar sin elregistro objetivo, sin la his-toria de cada una de las ges-tas en las cuales nos hemospermitido echar al agresor ala lona.