vicenç navarro enero 2012

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Vicenç Navarro ha sido Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona. Actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España). Es también profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU) donde ha impartido docencia durante 35 años. Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales patrocinado conjuntamente por la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University. Dirige también el Observatorio Social de EspañaTuvo que exiliarse de España por razones políticas. Ha vivido y trabajado en Suecia (Upsala), Gran Bretaña (London School and Economics, Oxford y Edimburgo) y en EEUU (The Johns Hopkins University) donde ha sido Catedrático de Políticas Públicas. Fue propuesto como Catedrático Extraordinario de Economía Aplicada por la Universidad Complutense de Madrid y se integró a la vida académica catalana como Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona y más tarde como Catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Pompeu Fabra donde dirige el programa de Políticas Públicas y Sociales patrocinado junto con The Johns Hopkins University, en el que continúa siendo profesor. Ha asesorado a las Naciones Unidas, a la Organización Mundial de la Salud y a muchos gobiernos incluyendo: el gobierno de Unidad Popular de Chile, el gobierno cubano (en su reforma sanitaria), el gobierno socialdemócrata sueco, el gobierno socialista español, los gobiernos tripartitos y “d’entesa” catalanes, así como al gobierno federal de EEUU, habiendo sido miembro del grupo de trabajo sobre la reforma sanitaria la Casa Blanca dirigida por Hillary Clinton. Sus áreas de investigación son: Economia Política, Estado de Bienestar y Estudios Políticos. Ha publicado extensamente (24 libros traducidos a varios idiomas) siendo los más recientes el Subdesarrollo Social de España: Causas y Consecuencias. Anagrama; Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y Bienestar Social en España. Ed. Seguitur. (con Juan Torres y Alberto Garzón) y Neoliberalism, Globalization and Inequalities. Baywood. En 2002, recibió el premio de ensayo de la Editorial Anagrama por su libro Bienestar Insuficiente, Democracia Incompleta. De lo que no se habla en nuestro país. Según la Agencia de Información Científica Internacional de la Universidad de Pensilvania (Lauder Institute of Management and International Studies), el profesor Navarro es uno de los científicos españoles más citados en la literatura científica internacional en ciencias sociales (que incluye ciencias políticas, economía, sociología, y otras).

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Hay alternativas. Nuevo libro de Vicen Navarro, Juan Torres y Alberto Garzn con prlogo de Noam Chomsky ene 01

Publicacin de un libro por Vicen Navarro, Juan Torres y Alberto Garzn titulado Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar en Espaa.

Hace un par de meses, la Editorial Aguilar, mostr su inters por publicar nuestro libro HAY ALTERNATIVAS. Propuestas para crear empleo y bienestar en Espaa, que nos prolog Noam Chomsky.

Cuando ya se haba concretado como fecha de publicacin el libro el 19 de octubre y se haba comenzado su promocin en la web de Aguilar y en libreras, los editores nos comunicaron que la empresa deseaba retrasarla sin otra explicacin de por medio, lo que nos oblig lamentablemente a desestimar su publicacin en esa editorial. Se confirmaba as lo difcil que resulta difundir en Espaa, en los momentos en que son ms necesarias que nunca -como ahora en periodo pre-electoral-, ideas alternativas al pensamiento nico que predomina en el debate poltico y social.

Para solventar esta situacin hemos optado por ofrecer nuestra obra gratuitamente en formato pdf a travs de la red y en una nueva edicin impresa en Ediciones Sequitur que, con la colaboracin de ATTAC Espaa, se ha arriesgado a publicar rpidamente este libro que estar en libreras al precio de 10 euros a partir del 31de octubre.

Tenemos la firme conviccin de que solo haciendo que la ciudadana sepa lo que de verdad est sucediendo en nuestra economa y divulgando las alternativas que existen a esta aguda crisis del capitalismo podremos salir de ella con ms empleo y bienestar social, como demostramos en este libro.

Por eso llamamos a divulgar esta versin en pdf, a estudiarla y difundir sus propuestas y pedimos a todos los lectores que se conviertan ellos y ellas mismas en distribuidores del libro una vez que se encuentre impreso.

Contra la censura de los grandes oligopolios y el pensamiento nico que imponen los poderes econmicos, financieros y mediticos defendamos la pluralidad y la libertad de pensamiento conociendo y difundiendo el pensamiento crtico.From vnavarro.org | http://www.vnavarro.org/?p=6409

El fracaso de las propuestas neoliberales: El caso de Letoniaene 04

Artculo publicado por Vicen Navarro. 4 de enero de 2012. Este artculo analiza crticamente el impacto de las polticas impuestas por el Consejo Europeo, La Comisin Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional a Letonia, mostrando que han originado una enorme recesin con un gran crecimiento del desempleo. El artculo seala que las polticas orientadas a crear una devaluacin domstica daan enormemente el bienestar de la poblacin, empeorando todava ms la situacin econmica. Existe una postura generalizada entre economistas de persuasin neoliberal (y algunos incluso de persuasin keynesiana) que asume que en ausencia del cambio de la moneda de un pas, reduciendo su valor (a fin de abaratar sus productos y poder venderlos ms fcilmente al exterior, estimulando la economa a base de incrementar sus exportaciones), lo nico que pueden hacer los pases de la Eurozona o aquellos pases que aspiran a integrarse en la Eurozona (como Letonia) es reducir los salarios y con ello los precios de los productos, pidiendo as aumentar las exportaciones. A eso se le llama devaluacin domstica. Segn tal teora, los gobiernos de la Eurozona tienen que realizar toda una serie de medidas encaminadas a bajar los salarios, debilitando a los trabajadores mediante el aumento del desempleo y la desregulacin de los mercados laborales (facilitando el despido), junto con una reduccin de la proteccin social y un importante debilitamiento de los sindicatos (descentralizando los convenios colectivos), as como una larga lista de intervenciones pblicas, todas ellas encaminadas a reducir los salarios y, con ello, aumentar la competitividad. Estas medidas son las directrices propuestas por el Banco Central Europeo, por la Comisin Europea, por el Consejo Europeo y tambin por el Fondo Monetario Internacional. El mayor problema que tal teora tiene es que toda la evidencia existente en los ltimos veinte aos muestra el error de tales polticas, polticas que estn llevando a estos pases a una gran recesin y depresin. Antes de que estas polticas se impusieran en Grecia, Irlanda, Portugal, Espaa e Italia, se impusieron a muchos pases de Amrica Latina, con iguales resultados desastrosos. El caso ms conocido fue el de Argentina, conocida hasta 2001 (cuando abandon el dogma liberal y rompi con el FMI) como el discpulo ejemplar del FMI. El mximo desarrollo de estas polticas en Europa ha sido Letonia, donde se impusieron por dictado del BCE, la Comisin Europea y el FMI. En 2007 se aplicaron polticas de gran austeridad, encaminadas a bajar los salarios. Aument el desempleo (que pas de ser un 5,3% en 2007 a un 20,5% en 2010), lo cual caus la cada en picado de su PIB. Del 2007 al 2009, ste cay a un 24%. Nunca antes un pas europeo haba visto una cada tan acentuada en su PIB como la que Letonia experiment como consecuencia de la aplicacin de tales polticas. En realidad, si se contaran las personas la mayora jvenes sin trabajo-que fueron a otros pases

buscando trabajo, el desempleo sera un 29%. Es importante que estos datos procedentes, en su mayora, del informe Latvias Internal Devaluation. A success store? Mark Weisbrot and Rebecca Ray. Center for Economic and Policy Research, se conozcan, porque el impacto de tales polticas ha sido desastroso para Letonia. La justificacin que aquellas instituciones que impusieron tales polticas (referidas como la troika) utilizan es que esta devaluacin domstica estimular las exportaciones, hecho que no ha ocurrido. En realidad, la poca expansin que ocurri en 2010, no fue consecuencia de un aumento de las exportaciones -que permanecieron estables-sino a una resistencia del gobierno a continuar aplicando las medidas de austeridad, revirtindolas, tal como documentaron Mark Weisbrot y Rebecca Ray en su informe. Es interesante comparar la evolucin de estos hechos en Letonia, un pas que sigui las polticas propuestas por el FMI y otros miembros de la troika, con las polticas pblicas de Argentina, que rompi con tales polticas comenzando por disociar el valor de su moneda, el peso, del valor del dlar. Letonia, por el contrario, quiso establecer una paridad de su moneda con el euro, como medida de integracin en la Eurozona. Argentina sufri un descenso de su PIB (cuando separ su moneda del dlar) de un 4,9% de su PIB. Pero se recuper ya en el primer ao que rompi la paridad con tal moneda. Devalu la moneda y expandi su poltica monetaria y gasto pblico y con ello estimul la economa. Tres aos despus de haber roto la paridad del dlar, el PIB era ya un 23% mayor que el que exista cuando el peso se devalu. En contraste, en Letonia, tres aos despus, su PIB era un 21,3% ms bajo que cuando la crisis comenz. Hoy, Argentina es el pas con mayor crecimiento econmico de Amrica Latina. La evidencia de que tales polticas neoliberales han llevado a los pases a un desastre econmico no es obstculo para que continen imponindose. Tal dogma est haciendo un enorme dao, pero contina imponindose debido a su enorme poder que controla aquellas instituciones. Ver artculo en PDFFrom vnavarro.org | http://www.vnavarro.org/?p=6776

El otro Vclav Havelene 05

Artculo publicado en PBLICO, por Vicen Navarro. 5 de enero de 2012. Este artculo critica la idealizacin de la figura de Vclav Havel en los mayores medios de informacin en Espaa, ignorando algunos comportamientos que cuestionaban su supuesto compromiso con los derechos humanos. La Guerra Fra entre el mundo capitalista occidental, liderado por el Gobierno de EEUU, y el bloque sovitico contina a pesar de que este ltimo ha desaparecido. El esquema de buenos y malos contina en la elaboracin de la memoria, con la desaparicin de los claroscuros que impregnaron aquel periodo. Un ejemplo de ello es la gran celebracin en memoria de la figura de Vclav Havel, que fue un oponente destacado del rgimen comunista de Checoslovaquia antes de ser presidente de la nueva Repblica Democrtica que sucedi al rgimen comunista, y, ms tarde, presidente de la Repblica Checa.

A raz de su muerte, ha habido una gran movilizacin en los medios de mayor difusin y persuasin del mundo occidental, que lo han definido como un gran luchador por la libertad y ejemplo para toda la humanidad (tal como lo identific uno de los mayores rotativos de Espaa). Su liderazgo en la lucha contra la dictadura comunista en Checoslovaquia fue motivo de homenaje, tanto en su vida como en su muerte. El filsofo francs Andr Glucksmann lo present como un punto de referencia para el proyecto europeo que, segn gran nmero de sus admiradores desde Madelaine Albright, exsecretaria de Estado de EEUU, al propio Glucksmann, debiera basarse en el concepto y prctica de libertad representado en la figura de Havel.

No tengo ninguna reserva en saludar a cualquier persona que haya luchado en contra de una dictadura, sea del signo que sea. Y quiero, adems, aclarar que mi persona fue considerada non grata en la dictadura sovitica (calificativo que tambin me otorg el rgimen de Pinochet). Pero me parece un error ignorar el significado muy sesgado que quiere darse al trmino libertad, tal como Havel lo interpret y vivi. Basar Europa en tal entendimiento sera reproducir la Guerra Fra que hizo tanto dao a las clases populares europeas y de otros continentes. Se olvida con excesiva frecuencia que la Guerra Fra no fue slo el conflicto entre el mundo capitalista occidental, liderado por EEUU, y la Unin Sovitica, sino tambin la promocin del modelo econmico-poltico estadounidense, identificado como el punto de referencia de aquellas fuerzas que deseaban la libertad.

Y es ah, en la gran mayora de homenajes que se han hecho a Vclav Havel, donde se ha ignorado el papel activo que este jug en la promocin sesgada del significado de libertad. En este coro de elogios y alabanzas se ignora que en su lucha como soldado en la Guerra Fra, Havel fue responsable de hechos y decisiones que cuestionan seriamente su imagen de

luchador por la libertad. Su sumisin casi docilidad hacia el Gobierno estadounidense y su poltica exterior, explica su apoyo incondicional a la Guerra del Golfo, originada por el presidente Bush padre (que cost la vida de ms de 100.000 personas civiles), a la invasin de Irak por el presidente Bush hijo, y su apoyo al bloqueo de EEUU a Cuba, sin expresar nunca ningn apoyo a los atropellos a la libertad que ocurran en El Salvador, Colombia, Indonesia u otros regmenes dictatoriales o autoritarios prximos a Washington. El amor a la libertad de Vclav Havel era muy selectivo, segn las conveniencias del Departamento de Estado de EEUU. Y su supuesta oposicin a las dictaduras perdi credibilidad cuando su Gobierno vendi armas a Filipinas, a Tailandia y al ejrcito liderado por el general Pinochet (ver Michael Parenti, Blackshirts and Reds, de donde extraigo gran parte de los datos de este artculo). Fue un entusiasta del sistema econmico vigente en EEUU, que podra definirse como un capitalismo sin guantes y sin frenos en el que el 42% de las personas que se estn muriendo estn preocupadas de cmo pagar sus facturas mdicas. Su Gobierno privatiz la gran mayora de propiedades y servicios pblicos (desde la red pblica de escuelas de infancia a los centros de salud), vendiendo grandes empresas pblicas y explotaciones agrcolas en trminos muy favorables a inversores extranjeros. Gran parte de la infraestructura del pas pas a ser propiedad de empresas extranjeras. Restaur la propiedad de grandes fortunas y haciendas que haban pertenecido hasta 1928 a la aristocracia (del imperio austrohngaro) y a las grandes familias, siendo su propia familia una de las beneficiarias de tal restitucin. Su hostilidad hacia el comunismo explica que prohibiese el Partido Comunista en su pas, condenando a ocho aos de crcel a cualquier persona que defendiera el comunismo, medida que fue aplaudida en Espaa, donde remanentes de la dictadura anterior tienen todava gran control sobre el aparato del Estado espaol. En 1995 aprob una ley que prohiba que toda persona que hubiera pertenecido al Partido Comunista o mostrara simpatas por el rgimen anterior fuera empleada por el Estado, medida tambin aplaudida por los conservadores espaoles, muchos de los cuales trabajan en el Estado ocupando posiciones de gran responsabilidad y que pertenecieron al Movimiento Nacional en el periodo predemocrtico, y que incluso hoy expresan simpata por lo que llaman el rgimen anterior. No tengo ninguna simpata por los regmenes dictatoriales existentes en el bloque sovitico. Mis libros crticos de la Unin Sovitica fueron prohibidos en aquel pas cuando exista. Pero me parece un error catalogar a todos aquellos que lucharon para alcanzar el fin de aquel sistema dictatorial como defensores de la libertad y de los derechos humanos. Vclav Havel no fue uno de ellos. Y hacer de su entendimiento de libertad el eje del proyecto europeo es querer satelizar Europa como un poder dependiente del Gobierno de EEUU. Sera de desear que Europa desarrollara su propia identidad, basando su concepto de libertad en la solidaridad y bienestar social que estos das, por cierto, estamos perdiendo. Ver artculo en PDFFrom vnavarro.org | http://www.vnavarro.org/?p=6786

El abandono de las polticas redistributivas por las izquierdas gobernantesene 06

Artculo publicado en SISTEMA DIGITAL, por Vicen Navarro. 6 de enero de 2012. Este artculo critica el abandono por parte de las izquierdas que han gobernado varios pases de la Unin Europea, incluyendo Espaa, de las polticas redistributivas, permitiendo con ello una enorme concentracin de las rentas y la riqueza que han contribuido a la gnesis de la crisis financiera y econmica actual. Una de las caractersticas del discurso poltico de las opciones polticas progresistas gobernantes, tanto en Espaa como en los pases a ambos lados del Atlntico Norte (la mayora de pases de Europa y Norteamrica) ha sido el abandono de polticas pblicas que intenten redistribuir las rentas y la riqueza de sus pases. En Espaa, incluso el trmino redistribucin prcticamente ha desaparecido del lenguaje utilizado en los mayores forums polticos y mediticos del pas. Y ello como consecuencia de que ha sido aparcado y dejado de lado por la izquierda gobernante y mayoritaria, es decir, por el PSOE. Uno de los argumentos utilizado para justificar tal abandono es que su electorado, al que llaman clases medias (trmino que ha substituido el de clase trabajadora, a la cual se la considera que ha desaparecido o que se ha transformado en clase media) no quieren ni or hablar de tal trmino, pues -segn ellos-temen que, en caso de que las izquierdas gobernantes desarrollen polticas redistributivas, sus impuestos aumentarn. En tal argumento se asume que polticas redistributivas son aquellas que redistribuyen las rentas de las clases medias a las clases humildes, trmino que se utiliza para definir a la poblacin pobre y vulnerable a la exclusin social. De ah que para evitar asustar a los que consideran sus bases electorales -las clases medias-no hablan ni practican polticas pblicas redistributivas. De esta manera, el discurso y prcticas redistributivas se han substituido por el discurso antipobreza y antiexclusin social y el de ofrecer igualdad de oportunidades a todas las personas en la sociedad, todas ellas medidas que se financian con los ingresos al estado resultado del crecimiento econmico. Tal escenario conceptual ignora, sin embargo, que el enorme crecimiento de las desigualdades ha ocurrido como consecuencia de un gran trasvase de las rentas del trabajo a las rentas del capital y de las rentas de la economa productiva a las rentas de la economa especulativa, determinando con ello una abrumadora concentracin de las rentas y de la propiedad en una minora de la poblacin, concentracin que ha tomado lugar a costa de las rentas de la gran mayora de la poblacin, incluyendo la clase trabajadora y las clases medias. En realidad, el endeudamiento de la mayora de la poblacin se debe precisamente a que su capacidad adquisitiva ha ido disminuyendo, mientras que la capacidad adquisitiva de las rentas superiores (que obtienen sus ingresos predominantemente de las rentas del capital) se ha disparado exponencialmente. As, EE.UU., uno de los pases que recoge con mayor precisin

este tipo de estadsticas, ha visto -segn un informe de la oficina de Presupuestos del Congresoun enorme crecimiento (un 275% entre 1979 y 2007) de las rentas del 1% de la poblacin -las superiores-, mientras que el 20% de la renta inferior (clase trabajadora no cualificada) ha crecido slo un 18% y para la mayora de la poblacin un 60%. Lo que esto quiere decir es que la riqueza que se est creando (y que se traduce en el crecimiento del PIB) se est concentrando en las rentas superiores a costa de las dems. Este es el resultado de las polticas neoliberales iniciadas por el Presidente Reagan en 1980 y la Sra. Margaret Thatcher en la Gran Bretaa y que han redistribuido las rentas estimulando su concentracin. As lo reconoca nada menos que Martn Wolf, el columnista senior del Finantial Times, en un artculo, Americas Inequality need not determine the future of Britain (23.12.11), que ha tenido gran impacto. Tal autor escriba que las rentas de los sper ricos proceden de su extraccin de la economa, resultado de la falta de control sobre los ejecutivos financieros y sobre el mundo empresarial como consecuencia de las polticas desreguladoras y polticas regresivas seguidas durante todos estos aos. Ni que decir tiene que otros factores explican tambin el crecimiento de tales desigualdades, incluyendo los cambios demogrficos (ms familias monoparentales) y tecnolgicos (productividad variable) entre otros. Pero los factores ms determinantes son los polticos y econmicos que Martin Wolf considera deben cambiarse. Este periodista del Finantial Times reconoce que los centros financieros y empresariales se opondrn a tales cambios, pero a pesar de ello acenta que deben hacerse. Termina Martin Wolf su artculo aludiendo a una cita famosa del artculo de Warren Buffet en el The New York Times (14.08.2011), ha existido una guerra de clases -class war-en los ltimos veinte aos -y mi clase-la de los financieros ha estado ganndola. Tal observacin -aade Martin Wolf-no ha hecho a Warren Buffet muy popular entre sus iguales. Pero concluye Martin Wolf lo que dice Warren Buffet es cierto. Es de agradecer que uno de los portavoces del diario Financial Times que, junto con el The Economist, han promocionado ms tales polticas neoliberales, reconozca que hay una lucha de clases y que la han estado ganando, con la complicidad de las clases polticas y mediticas dominantes. En Espaa tal debate ni siquiera existe. Es incluso inimaginable que las Cortes Espaolas hicieran un informe sobre la distribucin de las rentas en Espaa (uno de los pases de la UE-15 con mayores desigualdades), ni siquiera durante el gobierno socialista, cuyo candidato a las ltimas elecciones, el Sr. Rubalcaba fue incluso criticado paradjicamente por el candidato Rajoy del partido conservador-neoliberal, el Partido Popular, por haber aumentado las desigualdades de renta durante su mandato, ignorando que las polticas del PP, tanto pasadas como las propuestas de futuro, contribuyeron y contribuirn todava ms a este crecimiento de las desigualdades en Espaa. Y as estamos. Ver artculo en PDFFrom vnavarro.org |

http://www.vnavarro.org/?p=6790

El error que el presidente Rajoy tambin reproduce y profundizaene 09

Artculo publicado por Vicen Navarro en el diario digital EL PLURAL, 9 de enero de 2011 Este artculo critica el supuesto que se reproduce en las polticas del gobierno Rajoy que considera que el Estado (central, autonmico y local) debe equilibrar sus cuentas como (errneamente) asume que hacen las familias y empresas privadas. El artculo seala que las economas familiares y empresariales no podran progresar sin endeudarse y tuvieran que equilibrar sus cuentas, sealando adems, que el Estado tiene otros instrumentos que no estn disponibles para las familias y para las empresas para resolver su deuda pblica. Una de las posturas ms generalizadas en los crculos donde se reproduce la sabidura convencional en el pensamiento econmico es la que subraya que el Estado (central, autonmico y local) debe equilibrar sus cuentas es decir, que los gastos sean igual a los ingresos-tal como hacen las familias y las empresas en el sector privado. Esta postura ha alcanzado la dimensin de dogma en el nuevo gobierno presidido por el Sr. Mariano Rajoy. Una revisin rpida de las veces que el Presidente del Partido Popular ha repetido tal postura durante la campaa electoral, muestra que es de las ms repetidas en sus discursos polticos y/o entrevistas en los medios. Es un indicador de la escasa actitud crtica de los medios de mayor difusin del pas, que casi ninguno de los periodistas que le han entrevistado o han informado sobre su pensamiento econmico haya hecho una observacin correctora, sealndole que el gran supuesto que reproduce su postura el de que las familias y las empresas equilibran sus cuentas-es errneo, siendo fcil de demostrar que los datos no lo sostienen. En realidad, ni las familias ni las empresas podran progresar sin que los gastos fueran mayores que sus ingresos. Veamos los datos. Cuando una familia normal y corriente compra una casa, tiene que pedir prestado dinero porque la mayora de familias no tiene el dinero para pagar el coste de la propiedad que estn comprando, en el momento de la compra. Lo mismo cuando compran coches u otros bienes de elevado coste. La gran mayora de las familias se endeudan y por lo tanto gastan ms de lo que tienen Y esto les permite progresar y aumentar su nivel de vida. En realidad, este endeudamiento es necesario para asegurarse un futuro mejor. Cuando la familia pide prestado dinero para invertirlo en la educacin de sus hijos, est invirtiendo en su futuro. No hay nada atpico o malo en el endeudamiento. Antes al contrario, es bueno para la familia, siempre y cuando sta pueda pagar lo que debe (lo cual depende del tamao de la deuda en relacin a sus ingresos, y tambin del gasto hecho que causa la deuda). Si la deuda es elevada pero la rentabilidad de la inversin conseguida a travs de prstamos es mayor y crece ms rpido que el tamao de la deuda, entonces el endeudado no tiene ningn problema. En Espaa, sin embargo, la mayor causa del gran crecimiento de la deuda familiar se debe al descenso de la capacidad adquisitiva de las familias, lo cual ha alcanzado un nivel oneroso que est repercutiendo en un descenso de la demanda de bienes y consumos. La gente compra

menos porque est muy endeudada y tiene miedo a no poder pagar su deuda. La solucin a este problema no es como los neoliberales y el gobierno PP dicen-reducir el crdito (es decir la posibilidad de endeudarse), sino aumentar la capacidad adquisitiva de la poblacin, incrementando, por ejemplo, los salarios (en lugar de reducirlos, tal como la congelacin del salario mnimo del gobierno Rajoy intenta conseguir). Mientras, la nica alternativa disponible de las familias espaolas es continuar endeudadas. Y as es como estn. La deuda familiar en Espaa es aproximadamente el 87% del PIB (segn los datos del Banco de Espaa. Diciembre, 2011). El endeudamiento de las empresas El Sr. Rajoy y sus asesores econmicos parecen tambin desconocer que las empresas no funcionaran, ni progresaran si estuvieran obligadas a equilibrar sus cuentas. El propietario de la tienda de la esquina ha tenido que pedir prestado dinero para comprar los productos que venden en la tienda, esperando poder pagar su deuda (y conseguir beneficios) en la medida que vaya vendindolos. Si debiera vender basndose slo en lo que tiene, tendra dificultades serias en poder mantenerse y expandir el negocio. Pues bien, las empresas en Espaa estn endeudadas alcanzando un 127% del PIB. De estas cifras se desprende que cuando el Sr. Rajoy subrayaba en la entrevista que el Estado tiene que comportarse como las familias y las empresas, el periodista le tendra que haber preguntado: Est usted, pues, sugiriendo que la deuda del Estado espaol debera ser de un 87% del PIB como las familias o de un 127% del PIB como las empresas? Por desgracia, ningn periodista le hizo tal pregunta. La realidad es que ni las familias ni las empresas equilibran sus cuentas. Antes al contrario. Estn profundamente endeudadas, mucho ms que el Estado, cuya deuda pblica es un 66%. Intentar que el Estado elimine su dficit es lo mismo que negarle la posibilidad de que las familias y las empresas mejoren. El caso actual es un caso claro. La economa no est creciendo debido a una gran escasez de la demanda, consecuencia de la disminucin de la capacidad adquisitiva de la poblacin (disminucin que las medidas del PP estn agravando) y consiguiente crecimiento del endeudamiento. El nico que puede estimular la demanda es el crecimiento del gasto pblico (y muy en especial con la creacin empleo). El sector privado no puede hacerlo. Por lo tanto, al disminuir el gasto pblico, adems de incrementar el desempleo se contribuir a la recesin y a la disminucin del crecimiento econmico, aumentando el dficit y la deuda pblica que se estn intentando reducir. Es un suicidio. Y sino, esperen y vern. Pero hay una gran diferencia entre el Estado y las familias y las empresas. Y es que el Estado puede imprimir moneda, y por lo tanto puede crear dinero con el cual pagar sus gastos. El lector admitir que esta es una gran diferencia. Los Estados estadounidense, britnico, sueco, noruego, japons y muchos otros, imprimen dinero (millones de sus monedas) y con ello estimulan la economa a base de incrementar el gasto pblico. Los economistas neoliberales se echarn las manos a la cabeza diciendo que esto es un disparate, pues aumentar la inflacin. Pero tales exclamaciones ignoran que el mayor problema que existe en la Unin Europea no es la inflacin sino lo opuesto, la deflacin, tal como ha reconocido el propio Presidente del Banco Central Europeo, el Sr. Mario Draghi.

Soy consciente de que ms de un lector me dir: pero profesor Navarro, el Estado espaol hoy no puede imprimir dinero. Lo cual es correcto hasta cierto punto. El Estado espaol, junto con los otros Estados de la Eurozona, nombra a los gobernadores del BCE el cual, en teora, es el Banco Central de todos estos pases, incluido Espaa. Si los Estados quisieran, el BCE podra imprimir dinero y transferirlo a los Estados. El que no lo haga (transfirindolo en cambio a los bancos privados) es una decisin poltica, y como tal puede revertirse (como lo muestra la medida excepcional de compra de la deuda pblica). Para que ello pase se requiere que los Estados lo deseen. El que no lo deseen se debe al enorme poder de la banca sobre tales Estados, poder que se ha acentuado todava ms con el gobierno PP, en el cual el nuevo Ministro de Economa era nada menos que el que fue Presidente de Lehman Brothers en Espaa y Portugal. Y as nos va y nos ir.From vnavarro.org | http://www.vnavarro.org/?p=6794

No hay ninguna imprecisin: contestando a Salvador Lpez Arnalene 10

Artculo publicado por Vicen Navarro, 10 de enero de 2011 Esta nota responde a un artculo de Salvador Lpez Arnal en Rebelin. El hecho de que estuviera viajando explica que no leyera hasta ahora el artculo Havel, Navarro y las categoras Imprecisas, que escribi Salvador Lpez Arnal en Rebelin (06.01.12), donde aplaude mi postura crtica a Vaclav Havel, El otro Vaclav Havel, que apareci un da antes en Pblico. En mi artculo cuestion la idealizacin de la figura de tal personaje, mostrando componentes de su biografa, ignoradas (cuando no ocultadas) en el coro de alabanzas surgido en los mayores medios de difusin a raz de su muerte. Agradezco los comentarios elogiosos de Salvador Lpez Arnal al artculo y, ms importante, la visibilidad que da a los argumentos y documentacin que present en aquel artculo, y que reproduce extensamente en el suyo. La segunda parte del artculo de Salvador Lpez Arnal, sin embargo, contiene una crtica al mo por considerar que estoy equiparando la dictadura comunista existente en Checoslovaquia con la dictadura fascista existente en Espaa, al indicar que no tengo ningn inconveniente en saludar a cualquier persona que haya luchado en contra de una dictadura, sea del signo que sea, observacin de la cual Salvador Lpez Arnal parece derivar (errneamente) que considero a todas las dictaduras iguales. Tal observacin parece reflejar un considerable desconocimiento de mis trabajos. Decir que no tengo ningn inconveniente en saludar a cualquier persona que haya luchado en contra de una dictadura no quiere decir que considere a todas las dictaduras igualmente represoras y opresoras. He escrito extensamente, por ejemplo, de la diferencia existente entre la dictadura sovitica y la dictadura nazi. (Me permito sugerir mi libro Social Security and Medicine in the USSR, Lexington Books, 1977), como tambin he denunciado la equiparacin absurda que se hace frecuentemente en los medios conservadores y neoliberales entre nazismo y comunismo (ver mis artculos en mi blog www.vnavarro.org sobre este tema). Y he indicado en ms de una ocasin que mientras la humanidad se ha beneficiado de la existencia del comunismo (a pesar de los enormes errores y violacin de derechos humanos, que deben denunciarse), ningn pas se ha beneficiado del fascismo, lacra que ha existido en el siglo XX. Mi crtica a las derechas espaolas de su incoherencia es por aplaudir la purga de los comunistas en el estado en el cual Vaclav Havel gobernaba, cuando a la vez los sucesores del rgimen fascista dictatorial estn todava controlando gran parte del Estado espaol, todo ello en nombre de la libertad y de la democracia. De esta denuncia de incoherencia tampoco puede deducirse que est equiparando la dictadura comunista de Checoslovaquia con la dictadura fascista en Espaa. En realidad, sta ltima dictadura fue mucho ms represora que la existente en Checoslovaquia. Y los datos existentes (a los cuales yo he contribuido), as lo documentan. No mantengo por lo tanto la postura que se me atribuye. No tengo objeciones a que se mi critique, siempre y cuando la crtica sea justa. Pero, en este caso, no lo es.

Ver artculo en PDFFrom vnavarro.org | http://www.vnavarro.org/?p=6798

La necesaria correccin del sesgo discriminatorio en contra de la tercera edadene 11

Esta Carta al Director enviada a la revista Rebelin expresa una crtica a un artculo escrito por Luis W. Sevilla que es poco respetuoso con las personas de la tercera edad en Espaa. 11 de enero de 2011. Considero de gran vala la revista digital Rebelin. La considero una de las ms interesantes que hoy existen en la bibliografa de habla hispnica. Encuentro muchos de sus artculos de gran inters, pero me molesta que todava aparezcan signos de discriminacin por raza, sexo o edad, en sus artculos. En uno reciente, publicado por Luis W. Sevilla, titulado La traicin al pueblo encubierta mediante descalificaciones (02.01.12), el autor hace una observacin sobre mi persona que considero innecesaria y que (seguro inconscientemente) reproduce una nota condescendiente hacia m, que no agradezco. Me explico. En el artculo el Sr. Sevilla describe la reaccin generalmente antagnica de muchos intelectuales al movimiento 15-M. Y, seala a la vez, las pocas voces en su defensa entre las que me incluye a m. Hasta aqu ninguna objecin. Antes al contrario. Es de agradecer que se reconozca la labor en defensa del movimiento 15-M. Pero para referirse a mi persona, escoge la expresin otro anciano de 74 aos, expresin que considero ofensiva. S que no es la intencin del autor ser ofensivo, pero tiene que ser consciente de que lo es, reproduciendo una cultura altamente discriminatoria hacia las personas de avanzada edad. Supongo que tal autor se sentira molesto si me refiriera a l como otro joven, indicando en el tono una actitud condescendiente. La edad de los que escriben sobre el movimiento 15-M no tiene nada que ver con el tema. De ah que tena que haberse referido a m sin ms, sin adjetivo o definicin etaria. En Espaa hay una discriminacin brutal (repito, brutal) en contra de las personas de edad. Incluso se reproduce a nivel popular: la expresin abuelo es enormemente ofensiva, aunque, en teora, aparenta ser muy cariosa. Como ocurre en la discriminacin en contra de la mujer, tal discriminacin se presenta y viste siempre de seda, aparentando una gran amabilidad. Y lo mismo ocurre con las personas de edad. Siempre recordar la enorme dignidad de mi padre, una persona profundamente anti-fascista hasta el ltimo da de su vida, a los 94 aos, que cuando alguien le saludaba con la expresin qu tal, abuelo?, responda con enfado y con gran dignidad. Mire, yo no soy su abuelo ni deseo serlo. Llmeme Don Vicente. Pues bien, Sr. Sevilla, llmeme Don Vicente, o Don Vicen, y no un anciano de 74 aos.From vnavarro.org | http://www.vnavarro.org/?p=6803

Salirse del euro?ene 12

Artculo publicado por Vicen Navarro en el diario PBLICO, 12 de enero de 2011 Este artculo analiza las causas de que se estn siguiendo las polticas neoliberales que estn daando extensamente el bienestar de las clases populares de los pases de la Eurozona y muy en particular de los pases perifricos de la Eurozona. Estas polticas estn siendo impuestas por el Consejo Europeo, la Comisin Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional con el fin de debilitar al mundo del trabajo y al Estado del Bienestar. Debido al enorme dominio de tal pensamiento en las estructuras de la Eurozona, el artculo concluye con la necesidad de que se abra un debate en Espaa sobre si no sera una alternativa mejor a la Recesin, y pronto Depresin resultado de las polticas neoliberales, la salida de Espaa del euro. Estamos viendo durante estos aos de crisis el intento ms intenso y masivo por parte de las autoridades de la eurozona Banco Central Europeo (BCE), Consejo Europeo y Comisin Europea as como del Fondo Monetario Internacional (FMI) de debilitar, en cada pas de la zona euro, el mundo del trabajo, la proteccin social y el Estado del bienestar. La evidencia de ello es contundente. Recortes de derechos laborales y sociales y de gasto pblico social estn ocurriendo a lo largo de los pases de la eurozona, dndose con especial intensidad en los pases de la periferia de la eurozona, conocidos como los PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y Espaa). No pasa da sin que noticias sobre recortes y reduccin de derechos golpeen las pginas de los rotativos de mayor difusin. La generalizacin de tales medidas en la mayora de pases de la eurozona se presenta como un indicador de su inevitabilidad, es decir, de la necesidad de que se lleven a cabo para salir de la crisis. La evidencia que se ha ido acumulando muestra, sin embargo, que tales medidas no slo no estn contribuyendo a la salida de la crisis y de la recesin, sino que la estn empeorando. Los datos reflejan claramente que tales polticas estn reduciendo todava ms la demanda necesaria para estimular la economa. Y puesto que la demanda generada en el sector privado est estancada (resultado en Espaa del enorme agujero creado en la economa por el estallido de la burbuja inmobiliaria), el nico sector que podra estimular la economa es el sector y el gasto pblico. De ah que la reduccin de tal gasto pblico sea un gran error, pues imposibilita la salida de la crisis. De nuevo, la evidencia de ello es abrumadora. Slo los economistas y polticos neoliberales, que dominan los medios de mayor difusin, continan repitiendo el dogma neoliberal que est ya profundamente desacreditado empricamente. Por qu entonces se estn imponiendo tales polticas? Es ms que dudoso que las autoridades de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional no conozcan la abrumadora evidencia que muestra el fracaso de tales polticas. El hecho de que, a pesar de ser conscientes del dao de tales polticas al bienestar de la mayora de la ciudadana y a la propia economa, continen imponindolas se debe a que estn utilizando esta situacin de enorme crisis (acentundola incluso) a fin de forzar con mayor contundencia lo que los grupos dominantes en estas

instituciones (el capital financiero, es decir, la banca y las grandes empresas transnacionales) siempre han deseado: debilitar al mundo del trabajo y al Estado del bienestar. Ms y ms informacin se est haciendo pblica mostrando el tipo de presiones que tales organizaciones (y, muy en especial, el BCE y el binomio Merkel-Sarkozy) han estado realizando para que los gobiernos reciban ayudas (lo pongo entre comillas porque un porcentaje de tales transferencias est encaminado a que los estados receptores puedan pagar sus deudas pblicas a los bancos alemanes y franceses, entre otros). El Banco Central Europeo supedita estas ayudas en forma de compra de deuda pblica a que hagan reformas que claramente debiliten el mundo del trabajo (tales como eliminar la indexacin de los salarios o la descentralizacin de los convenios colectivos) y reduzcan sus estados del bienestar (tales como la privatizacin de las pensiones o de los servicios sanitarios), todas ellas medidas que tienen muy poco que ver con la gnesis de la crisis o con la salida de ella. El argumento que utilizan para justificar la imposicin de tales polticas es que aumentarn la competitividad de la economa de los pases PIIGS y con ello aumentarn las exportaciones, que debieran ser el motor del crecimiento econmico y la salida de la crisis. De nuevo, la evidencia existente (que es tambin bastante abrumadora) cuestiona que los pases PIIGS puedan salir de la crisis a base de tales polticas, pues el mayor problema que tienen estos pases no es ni su inexistente elevado gasto pblico, incluido el social (que es de los ms bajos de la UE), ni la falta de competitividad (las exportaciones han continuado creciendo en Espaa durante la crisis), sino su escassima demanda. Pero el hecho de que la evidencia muestre que este argumento es errneo o falso no les frena para que continen imponiendo tales polticas, admitiendo, como hacen los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, muy influyentes en el FMI, que el impacto de tales polticas supuestamente positivas no se ver por mucho tiempo, de diez a quince aos a partir de ahora. Esta situacin es insostenible e intolerable. Condena a varias generaciones a un futuro miserable. De ah que debiera considerarse lo hasta ahora impensable: la salida de Espaa del euro. No hay duda de que sera un paso difcil, pero no necesariamente peor que lo que se predice para los prximos diez y quince aos. Alternativas, en contra de lo que dicen Rogoff y Reinhart, existen. Salvando las diferencias (que las hay) entre Argentina y Espaa, el hecho es que Argentina en 2001, tras romper la paridad con el dlar y las polticas impuestas por el FMI, bajo el Gobierno Kirchner, recuper su propio control del valor de la moneda y de su Banco Central, permitindole en tres aos que su PIB fuera ya el que exista antes de la crisis, siendo a partir de entonces el pas de Amrica Latina que ha tenido mayor crecimiento econmico. Letonia, en cambio, sigui las polticas que est imponiendo el FMI y hoy su PIB es un 20% inferior al que tena al iniciarse la crisis. Es importante que para el bien de las clases populares se inicie un debate en Espaa sobre los excesivos costes de pertenecer al euro, y de los que la poblacin parece ser ya consciente. Segn una reciente encuesta, el 70% de la poblacin espaola tiene mayores reservas hacia el euro. Cundo se iniciar tal debate en Espaa? Ver artculo en PDFFrom

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Salirse del euro como alternativa: el caso de Argentinaene 13

Artculo publicado por Vicen Navarro en la revista digital SISTEMA, 13 de enero de 2012 Este artculo explica como Argentina pudo salir de la crisis financiera mediante la rotura de la paridad en la moneda argentina con el dlar, rompiendo a la vez con el FMI que estaba imponiendo unas polticas de austeridad a Argentina, tal como lo est haciendo ahora con Espaa. Una teora que ha sido promovida por crculos financieros importantes, como por ejemplo el Fondo Monetario Internacional (FMI), es la desarrollada por dos de sus economistas, Ken Rogoff y Carmen Reinhart, definidos sorprendentemente en un artculo reciente como nuevos gurus de la economa, que sostienen que las recesiones causadas por las crisis financieras tienen que resolverse lentamente tras muchos aos de recuperacin lenta y penosa. En sus escritos, tales autores subrayan los trminos lenta y penosa. La promocin de esta teora por parte del FMI y su aceptacin en los medios financieros y econmicos neoliberales se explica porque, en realidad, disculpa las polticas pblicas responsables de la escasa recuperacin de las economas europeas y, muy en especial, las de los pases referidos desdeosamente como PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y Espaa), cerdos en ingls. El problema con esta teora es que es fcilmente demostrable que es errnea. Es decir, existe evidencia que invalida su tesis. Veamos, por ejemplo, lo ocurrido en Argentina. Este pas tena una enorme crisis financiera, resultado en parte a que el valor de su moneda estaba fijado al euro (perdn, quera decir al dlar estadounidense). Esta paridad la haba llevado a tener una deuda externa de 95.000 millones de dlares. Era el discpulo predilecto del FMI, llevando a cabo las recetas de tal institucin, llegando a un nivel de endeudamiento imposible de sostener. De ah que, en contra de los deseos del FMI y con gran hostilidad por parte de esta institucin, a finales del 2001, el gobierno argentino decidi abandonar la paridad con el dlar y no pagar la deuda pblica al precio establecido por el FMI. El sistema financiero argentino se colaps y todos los vaticinios pronosticaban que Argentina entrara en recesin a niveles de depresinpor muchos, muchos aos. Hasta aqu la teora de Rogoff y Reinhart. Los datos, sin embargo, muestran el error de tales autores. Es cierto que la economa argentina baj durante la primera parte del ao. Pero se recuper pronto, y en tres aos el nivel de actividad y crecimiento econmico era ya idntico al existente en el periodo de pre-recesin. Parte de la solucin fue recuperar su propia moneda y su propia autonoma fiscal, garantizada por su propio Banco Central. Adems, no pag la deuda pblica a los niveles exigidos, devalundola considerablemente. Todo ello le permiti recuperarse rpidamente, alcanzando uno de los niveles de crecimiento econmico ms acentuados en Amrica Latina, el doble de Brasil, por ejemplo.

Este crecimiento ha repercutido, a travs de las polticas pblicas redistributivas, en el mejoramiento del bienestar de las clases populares. La pobreza y la pobreza extrema se han reducido en dos tercios desde 2002. El gasto pblico social se ha triplicado durante este periodo 2002-2010. Y en 2009, desarroll un programa de transferencias pblicas a la infancia, que repercuti en 3.5 millones de nios, siendo el programa de reduccin de la pobreza infantil ms ambicioso de Amrica Latina. Las desigualdades han disminuido. En 2001 los sper ricos (el 5% de renta superior) tenan 32 veces ms renta que los pobres (el 5% de renta inferior). En 2010, era 17 veces. Es cierto que la inflacin es tambin elevada, incluso para los estndares de Amrica Latina. Un 20-25% por ao. Ahora bien, si los salarios suben ms que la inflacin (como est ocurriendo) y tambin la proteccin social, y se siguen reduciendo las desigualdades, el impacto de tal inflacin es menos perjudicial de lo que aparenta. Es ms, esa inflacin puede y debe bajarse, pero no puede utilizarse para negar los grandes logros conseguidos por Argentina, que explica el gran apoyo popular por su gobierno, reelegido ampliamente en la ltima convocatoria electoral (The Argentina Success Story and its implication. Center for Economic and Policy Research. 2011) Para evaluar la experiencia argentina hay que compararla con la que hubiera existi de no cambiar sus polticas. Tal como predecan Rogoff y Reinhart, hubieran estado durante mucho tiempo (diez o quince aos) en una recuperacin lenta y penosa. En lugar de ello, se recuperaron y crecieron rpidamente, distribuyendo ms equitativamente el producto producido durante estos aos. Espaa no es Argentina. Pero es importante estudiar la posible relevancia de aquella experiencia para Espaa. Salir del euro no sera mi primera propuesta para salir de la crisis. Creo que es mejor salida transformar la arquitectura de la Unin Europea y de la Eurozona con establecimiento de un Banco Central (el Banco Central Europeo no es un Banco Central por paradjico que ello parezca: en realidad es un lobby de la banca), un Departamento del Tesoro y otra medidas, incluyendo la democratizacin de las instituciones de la Unin Europea encaminadas a la construccin de los Estados Unidos de Europa. Pero mucho me temo que el dominio neoliberal de las estructura de gobierno de la Eurozona y de la Unin Europea va a imposibilitar este desarrollo, en cuyo caso la situacin insostenible actual se perpetuar (que es lo que desea el capital financiero). De ah que debieran considerarse todas las alternativas, incluyendo la salida de Espaa (y de Grecia, Portugal, Irlanda e incluso Italia, si as tambin lo desean) del euro. Su permanencia en el euro, en caso de no hacer las reformas apuntadas, significar la Gran Depresin para millones de ciudadanos de tales pases. Es ms, la discusin de esta posibilidad salirse del euro-facilitara la mano de Espaa en la negociacin con los gobiernos Merkel y Sarkozy, pues esta salida es lo ltimo que desean tales gobiernos, ya que supondra el colapso de sus bancos. De todo ello se deriva la urgencia de que se inicie el debate sobre la salida de Espaa del euro, pues la ausencia de este debate est empobreciendo nuestro pas.From vnavarro.org |

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Lo que signific el discurso del Rey o la crisis de la legitimidad de la democracia espaolaene 16

Artculo publicado en EL PLURAL por Vicen Navarro. 16 de enero de 2012. Este artculo analiza la escasa calidad democrtica de las instituciones representativas espaolas, tanto a nivel central como autonmico, que est creando un problema grave de legitimidad de tales instituciones. Entre ellas est no slo la corrupcin, sino incluso ms importante la aplicacin por parte de los partidos gobernantes de medidas impopulares que no constaban en sus programas electorales. El aplauso de ms de dos minutos de duracin, de la mayora de los parlamentarios de las Cortes espaolas, a la figura del Rey en su entrada a tal cmara legislativa fue una muestra de agradecimiento al Monarca por haber intentado salvar la dignidad institucional de la Corona y de las Cortes en teora, los representantes de la ciudadana espaola-al sealar en su discurso de Navidad, que nadie puede estar por encima de la ley. Su frase de que todos son iguales ante la ley intentaba dar el mensaje de que todos aquellos que abusan de su autoridad institucional en cualquier rama del Estado para enriquecimiento propio deben ser juzgados, incluyendo su yerno. Creo, por cierto, que los medios quisieron ver en el discurso del Rey una condena en la figura de su yerno ms fuerte de lo que el Monarca intent. Pero tanto los medios de informacin como la mayora de los parlamentarios deseaban tan fervientemente que el Rey hiciera tal referencia al yerno, que oyeron lo que deseaban or, aunque el Rey no hiciera ninguna referencia a su familiar, por mucho que los medios as lo desearan e interpretaran. De ah la queja del Rey a los propios medios.

Pero tal aplauso puede significarle a las Cortes espaolas tambin un elevado coste, contribuyendo a su desprestigio. Es ms que probable que el famoso y esperado juicio al yerno si es que se produce-quede en agua de borrajas. La Justicia en Espaa es bien conocida internacionalmente por su lentitud adems de por su conservadurismo y excesiva docilidad hacia los grupos poderosos. Vase, entre muchos otros ejemplos, el bochornoso caso Palau de Catalunya, todava no resuelto, o el caso Garzn, el nico Juez que se atrevi a cuestionar los crmenes del franquismo, que ha terminado siendo juzgado por el mismo Tribunal Supremo. Estos y muchos otros actos estn desacreditando nacional e internacionalmente a la Justicia espaola. En el programa de humor de mayor audiencia en EEUU se comentaba que de la misma manera que Bolivia -que no tiene mar-tiene un Ministerio de Marina, Espaa tiene un Ministerio de Justicia. Las fuerzas profundamente conservadoras que todava controlan grandes aparatos del Estado estn dando una imagen muy penosa de lo que es la Justicia en Espaa. De ah que la esperanza de que se haga justicia sea tan baja, y que la judicatura sea uno de los sectores del Estado ms impopulares. El descrdito de la democracia

El gran descrdito de las instituciones polticas y judiciales no se debe primordialmente a la corrupcin en tales instituciones, por muy serio que sea este fenmeno. El eslogan de los Indignados de que no hay pan para tanto chorizo define bien el problema. Pero el eslogan ms daino para la clase poltica es el de no nos representan. Y la mayora de los representantes se estn ganando a pulso tal definicin. El comportamiento escasamente democrtico de las opciones polticas gobernantes alcanza unos niveles que requieren una condena y denuncia que no se ha dado en el establishment espaol. Baste comparar la respuesta del establishment britnico a lo que ha ocurrido en Gran Bretaa con los recortes del gobierno Cameron, con el silencio ensordecedor del establishment espaol frente a los recortes del gobierno Mas en Catalunya y del gobierno Rajoy en Espaa. En todos estos casos, los partidos gobernantes en sus campaas electorales haban prometido que no realizaran los recortes que ahora estn haciendo. Prometieron repetidamente no hacerlos, lo cual no fue obstculo para que, una vez elegidos, los hicieran con toda rapidez.

En Gran Bretaa hubo un gran revuelo dentro del establishment britnico. Nada menos que el Arzobispo de Canterbury, lder espiritual de la Iglesia Anglicana, Rowan Williams, denunci al gobierno Cameron por no respetar el mandato popular y cnicamente ocultar sus intenciones reales. Defini tales medidas como legales, pero no legtimas. En Catalunya y en Espaa, los recortes han sido sustanciales, actuando con el mismo cinismo. Un conocido dirigente de la coalicin gobernante de Catalunya incluso aclar que si hubieran anunciado los recortes, la gente no nos habra votado. El grado de cinismo y falta de sensibilidad democrtica es enorme y explica el enorme descrdito de la clase poltica que, repito, no se debe primordialmente a la corrupcin, sino a su falta de compromiso democrtico. De ah que la crtica no nos representan no proceda de un movimiento antidemocrtico, sino al revs, procede de un movimiento (los indignados) autnticamente democrtico, que exige que exista democracia en Espaa. El establishment, mientras tanto, ha mantenido un silencio ensordecedor. Es inimaginable que el Arzobispo y Cardenal Rouco Varela criticara al gobierno Rajoy, o el Abad de Montserrat o el Cardenal de Barcelona denunciaran al gobierno Mas por no cumplir sus promesas. Lo nico que han hecho es enfatizar la necesidad de que se elimine el aborto. Este comportamiento dice mucho del sentido de la moralidad que entiende y tiene una institucin que se define como la portadora de la moralidad pblica. Una situacin un tanto semejante ocurre con los medios de mayor difusin que, salvo contadsimas excepciones, no han denunciado la falta de compromiso democrtico de los partidos que realizan polticas que no estaban en sus programas y que violan las promesas hechas, prctica que se ha dado comnmente durante todos estos aos. Esto est llevando a una crisis de legitimidad enorme que el aplauso al discurso del Rey por parte de las Cortes espaolas ni capta, ni entiende. Como bien dijo un Indignado de Terrassa en un acto reciente, Se estn cargando la democracia espaola y ni siquiera se enteran. Ver artculo en PDFFrom vnavarro.org |

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El euro no est en peligro. El bienestar de la poblacin s que lo estdic 26

Artculo publicado en EL PLURAL por Vicen Navarro. 26 de diciembre de 2011. Este artculo critica el argumento de que los recortes de los derechos sociales y laborales de los pases de la Eurozona se necesiten para salvar el euro, tal como el pensamiento neoliberal (dominante en las culturas polticas y mediticas dominantes en la Unin Europea) indica. Existe una frase, el euro est en peligro, que se reproduce constantemente en los medios de mayor difusin, la mayora de los cuales pertenecen a la sensibilidad neoliberal. Esta frase, generada en los establishments financieros y polticos de la Eurozona, seala que su moneda est en crisis y que, a no ser que se implementen cambios profundos con los dficits y la deuda pblica de los Estados, reduciendo dramticamente su gasto pblico y su proteccin social, el euro desaparecer. De ah la llamada al arrebato para apretarse el cinturn (sobre todo de las clases populares) y salvar tal moneda. Bajo esta excusa se est reduciendo la proteccin social y desmontando el Estado del Bienestar de los pases de la Eurozona, privatizndolo. Tal movilizacin, sin embargo, tiene muy poco que ver con el euro. En realidad, mrese como se mire, el euro ha estado y contina estando fuerte. Y algunas empresas exportadoras de la Eurozona dirn, con razn, que est demasiado fuerte, dificultando las exportaciones de sus productos. Basta con mirar la tasa de cambio del euro con otras monedas. Mientras que el dlar, el yen y la libra esterlina han ido bajando, el euro se ha mantenido. Durante el colapso de Lehman Brothers el dlar baj casi en picado, pero el euro se mantuvo. Cualquier turista europeo puede dar testimonio de ello. EEUU se convirti para un europeo en un pas ms barato que la mayora de pases de la Eurozona, y contina sindolo hoy. Es cierto que el euro ha ido devalundose un poco, pero no tanto frente al dlar o a la libra esterlina, sino frente a las otras monedas europeas, especialmente las monedas de Suecia, Noruega y Suiza, as como la moneda de los pases emergentes como Brasil, China e India. Las reducciones de gasto pblico, incluyendo del gasto pblico social, tienen, pues, poco que ver con el valor del euro, a pesar de toda la avalancha ideolgica neoliberal enmascarada como rigor. El valor del euro depende, primordialmente, de un hecho que permanece casi oculto en los medios de mayor difusin, y es el comportamiento del Banco Central Europeo (BCE) que antepone el proyecto de controlar la inflacin por encima de cualquier otro objetivo. En realidad es su nico objetivo, logrado a costa de no realizar otra funcin que realizan otros bancos centrales: estimular la economa. Es decir, el BCE para salvar al euro est, con su comportamiento, destruyendo la economa de los pases de la Eurozona, condenndolos a una Gran Recesin y pronto a una Gran Depresin.

El BCE, aunque es el nico banco central que puede imprimir dinero en la Eurozona, imprime poco dinero, manteniendo as la inflacin baja. Para complicar todava ms la cosa, mantiene unos intereses bancarios altos, dificultando adems la disponibilidad del crdito, con lo cual, la actividad econmica se reduce, el crecimiento econmico se ralentiza, y aparece la recesin. En otras palabras, para salvar al euro el BCE est destruyendo a las economas de la Eurozona. Detrs de esta frase hay que salvar el euro hay, sin embargo, unos intereses muy concretos y especficos: conseguir defender los intereses de la banca, y muy en especial de la banca europea para la cual la eliminacin de la inflacin es su objetivo nico. Ello explica que estemos donde estamos, con una inflacin baja y con un desempleo enorme y una economa de recesin. Y todo, para salvar, no tanto al euro, sino a la banca. A la banca, la recesin actual le est yendo muy bien. Segn Ronald Janssen, economista que asesora a los sindicatos belgas, los beneficios bancarios en la zona euro han crecido astronmicamente, alcanzando 50.000 millones de euros en 2010, y 27 .000 millones en la primera mitad del presente ao. Todo ello a costa de un enorme crecimiento de la pobreza en la mayora de pases de la Eurozona, y notable descenso de la capacidad adquisitiva de la mayora de la poblacin. Un tanto igual ha pasado en Espaa. Es lgico, pues, que segn las ltimas encuestas publicadas, nada menos que el 70% de la poblacin espaola cree que el euro ha sido ms negativo que positivo para Espaa. Sera conveniente que se iniciara un debate en Espaa sobre si sera o no aconsejable para Espaa continuar en el euro. Hay argumentos a favor de continuar utilizando el euro como la moneda espaola. Pero tambin hay costos, y algunos de ellos muy elevados (como el desempleo entre los jvenes de un 45%) que debieran entrar en esta discusin. Y, sin embargo, no han aparecido en el debate voces que subrayen estos costes, no porque no existan, sino porque los autores que las sostienen no tienen espacio para poder presentarlas en los mayores medios de informacin y persuasin. As de incompleta es la democracia espaola. Ver artculo en PDFFrom vnavarro.org | http://www.vnavarro.org/index.php?p=6739=es

La evidencia emprica cuestiona las tesis fiscales neoliberalesene 18

A raz de las propuestas realizadas por varios economistas neoliberales para implementar una bajada de impuestos que conllevara, supuestamente, un aumento de los ingresos al Estado, publicamos de nuevo tres artculos del profesor Navarro que citan las declaraciones de David Stockman, Director de la Oficina del Presupuesto de la Administracin Reagan, en relacin a las consecuencias que tuvo durante su mandato la implementacin de tal poltica que conllev una disminucin de los ingresos al Estado. Tales resultados determinaron que el presidente Reagan aumentara los impuestos de manera que fue el presidente que en tiempos de paz ha subido ms los impuestos en Estados Unidos desde la II Guerra Mundial, tal como documentan los artculos del profesor Navarro. Recomendar a un amigo/a

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Garzn y la Transicinene 19

Artculo publicado por Vicen Navarro en el diario PBLICO, 19 de enero de 2012 Este artculo seala que el enjuiciamiento de Garzn por su intento de instruir al Estado espaol a que encontrara a los desparecidos, asesinados por los golpistas de 1936 y de la dictadura que establecieron, es un indicador ms de lo inmodlica que fue la Transicin de la dictadura a la democracia en Espaa. El artculo concluye que tal enjuiciamiento es un insulto a todos los demcratas en este pas. Una de las concepciones ms extendidas en los crculos polticos y mediticos de mayor influencia y difusin en Espaa es que la Transicin de la dictadura a la democracia fue modlica. Liderada por el monarca, tal Transicin dio como resultado segn esta versin una democracia homologable a cualquier otra democracia existente en Europa, lo cual se consigui sin mayores convulsiones en las instituciones polticas, econmicas, financieras y mediticas del pas. El supuesto xito de tal proceso explica que se haya querido incluso exportar este modelo de Transicin a otras dictaduras que estaban bajo presin para que se transformaran en sistemas democrticos. Varias veces, el ministro de Asuntos Exteriores ha sugerido a dictaduras en declive, y a sus opositores democrticos, que tomaran la Transicin espaola como punto de referencia. La misma concepcin que valora la Transicin espaola como modlica (elemento fundamental de la sabidura convencional existente en el pas sobre aquel proceso), tambin considera ejemplar el compromiso adquirido por las fuerzas polticas mayoritarias de no hurgar en el pasado. Es decir, olvidarse de las enormes violaciones de los derechos humanos, predominantemente realizadas por las fuerzas golpistas en contra de un sistema democrtico, olvido que se defenda y contina defendindose como necesario para construir el futuro. Parte de este objetivo asuma que los definidos como los dos bandos del conflicto civil eran igualmente responsables de lo acaecido y que, por lo tanto, era mejor cerrar cuentas y olvidarse de lo ocurrido. De esta concepcin deriva la Ley de Amnista, en que todas las violaciones quedaron amnistiadas, ley que se considera determinante para que ocurriera la Transicin, supuestamente modlica. Hay que sealar que, aun cuando las derechas fueron las que promovieron esta versin de la Transicin, muchos elementos importantes fueron tambin asumidos por grandes sectores de las izquierdas, lo cual contribuy a que tal percepcin se reprodujera casi como un dogma. Tal dogma, sin embargo se bas en una falsedad. La Transicin no fue modlica como tampoco lo fue la democracia que estableci. Fue un proceso realizado bajo el dominio de las fuerzas conservadoras y por los aparatos heredados del rgimen anterior, liderados por la monarqua, y claramente enquistados en el Estado espaol. No fue una Transicin pactada entre iguales: antes al contrario. Las izquierdas acababan de salir de la crcel o de la clandestinidad y del exilio.

Su peso proceda de las enormes movilizaciones de la clase trabajadora y otros elementos de las clases populares que presionaron para que terminara aquel rgimen. De ah que, aun cuando el dictador muri en la cama, la dictadura muriera en la calle. No obstante, las izquierdas no tenan el poder ni para romper con aquel Estado ni para negociar en bases de igualdad, dando lugar al enorme sesgo conservador que existe, no slo en las estructuras del Estado, sino tambin en las instituciones financieras, econmicas, culturales y mediticas del pas. Es este poder el que explica las enormes insuficiencias del Estado del bienestar espaol, que 33 aos despus de terminar la dictadura todava tiene el gasto pblico social ms bajo de la UE-15. La democracia incompleta ha conducido a un bienestar claramente insuficiente. No hay un indicador mejor de lo inmodlica que fue la Transicin y de las enormes limitaciones que tiene la democracia espaola que lo que ocurrir esta prxima semana. El Tribunal Supremo juzgar al nico juez que se ha atrevido a exigir al Estado que encuentre a los desaparecidos durante la brutal represin de los golpistas sublevados contra las fuerzas democrticas, honrndolos, a la vez que denunciando a los responsables. Esta situacin cubre de vergenza a toda Espaa. Cmo puede Espaa presentarse como una sociedad democrtica cuando ocurre este hecho que culmina un proceso que reproduce una de las mayores injusticias que ha ocurrido en el siglo XX en Europa? Espaa es el pas donde ha habido un nmero mayor de desaparecidos por causas polticas en Europa sin que se haya hecho nada sobre ello. Y cuando se quiere hacer algo, el Estado (nada menos que el Tribunal Supremo) quiere cerrar el caso y castigar al juez que os mirar bajo la alfombra e intentar hacer algo de limpieza, reconociendo adems a aquellos que fueron asesinados por su compromiso con la democracia. La comparacin de lo que est ocurriendo en Espaa con lo sucedido en otros pases que sufrieron dictaduras fascistas o fascistoides semejantes es un indicador ms del enorme subdesarrollo democrtico de este pas. En ningn otro pas ha habido la ocultacin de esta enorme represin, dejando indefensos a las vctimas y a sus familias, que no pueden ni siquiera honrar a sus muertos (que son los muertos de todos los demcratas) por no saber dnde se encuentran. El contraste entre el comportamiento del Estado espaol hacia las vctimas del terrorismo de ETA y el de las vctimas de las fuerzas golpistas y del Estado terrorista es bochornoso (no hay otra manera de definirlo). Esta situacin es indignante y vergonzosa. El Tribunal Supremo no es consciente del enorme desprestigio que el enjuiciamiento de Garzn por el caso de los desaparecidos significa para la Justicia espaola y para el Estado espaol. En el programa de humor de mayor audiencia en Estados Unidos se sealaba que, en la misma manera que Bolivia, sin mar, tiene Ministerio de Marina, Espaa tena Ministerio de Justicia. No se dan cuenta de la vergenza que estn originando los miembros del Tribunal Supremo con su comportamiento, en el mbito internacional? Por mera coherencia democrtica debera haber manifestaciones a lo largo del territorio espaol en protesta por el insulto que el enjuiciamiento de Garzn supone a todas las fuerzas democrticas de Espaa y del mundo.From vnavarro.org |

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Los malos gobiernos populistas latinoamericanosene 20

Artculo publicado por Vicen Navarro, 20 de enero de 2011 Este artculo presenta datos que raramente se publican en Espaa que muestran que la divisin artificial que se hacen en los mayores medios de difusin entre regmenes populistas y regmenes socialdemcratas (con una visin sesgada en contra de los primeros) no se corresponde con la realidad emprica, documentada en el artculo. Existe una postura bastante extendido en los medios de informacin de mayor difusin de Espaa que divide a los pases gobernados por partidos de centroizquierda o izquierda en Latinoamrica entre gobiernos populistas de izquierda, tales como los de Venezuela, Bolivia, Ecuador o Argentina, y gobiernos socialdemcratas, tales como los de Brasil, Chile (hasta hace poco bajo la presidencia de Michelle Bachelet) o Uruguay. Casos representativos de articulistas que reproducen esta divisin son muchos. Por regla general se refieren explcitamente al primer grupo de pases como la izquierda populista y escasamente democrtica, y al segundo grupo como la izquierda responsable, democrtica y sensible a las necesidades de su poblacin. A esta diferencia de presentacin de estos dos grupos de pases se le ha aadido otra diferencia; a los primeros los populistas- se les ha definido ahora como ineficientes e ineficaces, incapaces de reducir la pobreza y reducir las desigualdades en sus pases, mientras que a los segundos los socialdemcratas- se les considera exitosos en su intento de reducir la pobreza. Tales divisiones y categorizaciones, sin embargo, son artificiales y negadas por los datos existentes, raramente presentados en la mayora de medios. Veamos los datos. El primer dato que merece resaltarse es el notable cambio poltico ocurrido en las ltimas dos dcadas en la mayora de pases de Latinoamrica. Alrededor de los aos noventa, los gobiernos conservadores y neoliberales fueron sustituidos por gobiernos de centroizquierda e izquierda. En 1998 fue elegido Hugo Chvez en Venezuela: en 2002 fue Lula da Silva el que sali elegido en Brasil. En 2003, fue elegido Nstor Kirchner en Argentina, en 2005 Tabar Vzquez en Uruguay, y Evo Morales en Bolivia, y Rafael Correa en Ecuador en 2006, y Fernando Lugo en Paraguay en 2008. Eliminando esta falsa dicotoma entre buenos y malos, el hecho es que todos ellos estn comprometidos con desarrollar polticas redistributivas. Y los datos sealan que en su mayora tales gobiernos consiguieron reducir las desigualdades y la pobreza en sus pases. En todos ellos las desigualdades en el periodo 2007-2009 fueros menos acentuadas que en el periodo 2001-2003 (ver figura n 1 en Juan A. Montecino Decreasing Inequality Under Latinamericas Socialdemocratic and Populist government: is the difference real?, CEPR, Washington DC, Oct 2011) Muchos autores, entre los que destacan Jorge Castaeda y Mario Vargas Llosa han negado, sin embargo, que tal reduccin de las desigualdades se debiera, en el caso de los gobiernos populistas de izquierda, a las polticas redistributivas de sus gobiernos. Una postura parecida la

han tomado McLeod y Lusting en su artculo Inequality and Poverty under Latin Americas New Left Regimes en Tulane Economic Working Paper Series. (Working paper 1117) que ha sido ampliamente distribuido, cuando no promocionado, por fuerzas conservadoras y/o neoliberales en Amrica Latina y en Europa. Su argumento es que la reduccin de las desigualdades y de la pobreza en estos pases se debi primordialmente a las condiciones favorables del comercio exterior en Amrica Latina y al abundante flujo de inversiones de capital en aquel periodo. Segn ellos, tal disminucin de las desigualdades y de la pobreza no se puede en absoluto atribuir a las polticas redistributivas de tales gobiernos. S, en cambio, tales polticas podran explicar las reducciones en los pases socialdemcratas, es decir en los buenos gobiernos. En clara y predecible costumbre, el estudio de McLeod y Lusting tena un gran apartado estadstico y matemtico que pareca mostrar, sin ninguna duda, que los gobiernos de Brasil, Uruguay y Chile haban sido eficaces en su intento de redistribuir la riqueza, y en cambio los populistas, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina, haban fracasado en su intento. Y, naturalmente y predeciblemente los medios espaoles de mayor difusin se apresuraron a difundir tal estudio. El investigador Juan A. Montecino, del prestigioso Center for Economic and Policy Research de Washington DC, en el estudio citado anteriormente, muestra los errores de tal estudio. En primer lugar analiza los aos de gobierno de cada opcin poltica gobernante, analizando su efecto acumulativo. El impacto de las polticas pblicas no es inmediato y hay que estudiar la evolucin de las desigualdades analizando el impacto de las polticas redistributivas en ellas, hecho que McLeod y Lusting no haban hecho. Pero incluso ms importante que esta nota correctiva era la fuente de los datos que ellos utilizaron, el Socio-Economic Data Base for LatinAmerica and the Caribbean (SEDLAC). Tal fuente de informacin sobre la distribucin de la renta no corrige el notable subregistro de la informacin sobre la renta familiar. Puesto que este subregistro es ms acentuado en las rentas superiores que en el resto de la poblacin, ello determinar un sesgo en las encuestas realizadas a la poblacin. De ah que Juan A. Montecino utilizara otra fuente de datos ms leble, la Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC) que s corrige este subregistro. Pues bien, realizando estas necesarias correcciones resulta que los pases llamados populistas de izquierda redujeron las desigualdades de una manera ms acentuada que los pases llamados socialdemcratas. Aunque, tal como seal anteriormente, todos estos pases (tanto los malos como los buenos) redujeron las desigualdades (stas fueron menores en el periodo 2007-2009 que en el periodo 2001-2003), estas reducciones fueron ms acentuadas en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina que en Brasil, Chile o Uruguay. Resulta, despus de todo, que las polticas redistributivas de los malos fueron ms eficaces en disminuir la pobreza y las desigualdades que la de los buenos. Esto no lo leer en la prensa de mayor difusin. Pero lo puede leer en www.cepr.net.From vnavarro.org | http://www.vnavarro.org/?p=6835

La Dama de Hierro o la sirviente dcil al establishment britnico?ene 23

Artculo publicado por Vicen Navarro en el diario digital EL PLURAL, 23 de enero de 2011 Este artculo explica las causas que se est promocionando ahora la figura de Margaret Thatcher, fiel y dcil sirviente del establishment britnico, que inici unas polticas neoliberales que han daado enormemente el bienestar de las clases populares de la Gran Bretaa. El artculo muestra el lado de Thatcher ocultado en la pelcula La Dama de Hierro, que se presenta como una imagen equilibrada de esta figura histrica cuando en realidad muestra una versin idealizada y profundamente errnea que no se corresponde con la realidad. El artculo seala que Margaret Thatcher fue, como Reagan, una de las figuras ms reaccionarias que ha habido en el siglo XX. Por qu la promocin a Margaret Thatcher ahora? Existe una percepcin bastante generalizada en crculos conservadores de que lo que se necesita en estos momentos difciles de crisis es un lder de un gobierno que se atreva a hacer los cambios necesarios, enfrentndose con grupos poderosos, responsables de la crisis. Entre stos, se considera a los sindicatos como uno de los ms culpables del elevado desempleo. En su supuesta defensa egosta de sus propios intereses (atribuyndoles una estrechez de miras al preocuparse exclusivamente de los trabajadores que ya tienen trabajo los famosos insiders-), los sindicatos estn dificultando la integracin en el mercado de trabajo de los jvenes, las mujeres y otros colectivos conocidos como los outsiders-. Lo que se requiere se nos dice-es que hay que debilitar a los sindicatos e implementar, entre otras medidas, la facilidad de despedir a los trabajadores con contrato fijo, haciendo ms fcil que los insiders se conviertan en outsiders, lo cual, paradjicamente, facilitar -segn ellos-el descenso del desempleo. En esta interpretacin de los hechos, el elevado desempleo en Espaa se atribuye al excesivo poder de los sindicatos con los cuales nadie se atreve. Lo que hace falta es alguien con bemoles que los ponga en cintura y, de paso, reduzca los derechos sociales y laborales adquiridos, desmontando el Estado del Bienestar pues, no slo ste consume recursos que el pas no tiene, sino que la disponibilidad de tantos beneficios sociales ablanda a la ciudadana y le da excesiva seguridad, perdiendo su creatividad y actitud emprendedora. Se tiene que reducir la supuestamente excesiva proteccin social para fortalecer el espritu emprendedor de la poblacin. Competitividad y dinamismo tienen que sustituir a colaboracin, solidaridad y seguridad. Durante estos aos de crisis hemos visto el dominio de este pensamiento en centros financieros, empresariales, mediticos y polticos de pases a los dos lados del Atlntico Norte. El deterioro de la situacin econmica que la aplicacin de las polticas que derivan de este pensamiento conservador y neoliberal estn creando, ha generado la llamada por parte de estos centros a una figura poltica (que sola llamarse Caudillo, y ahora se la define como personalidad a quien no le tiemblen las manos) para enfrentarse con los poderosos, como los sindicatos, los funcionarios pblicos, las clases populares y una larga lista de sectores de la poblacin que no se caracterizan precisamente por tener gran poder econmico, financiero,

meditico o poltico. En realidad, valenta o machismo poltico es atreverse a enfrentarse con los dbiles, en representacin de los poderosos. Lo que la pelcula no dice Un ejemplo de este supuesto coraje poltico es la llamada Dama de Hierro, Margaret Thatcher, la figura poltica en Gran Bretaa que ha sido ms dcil y servil hacia los grupos ms poderosos de aquel pas (desde la City, el centro financiero de aquel pas, al gran mundo empresarial). Tal lder era un mero instrumento de tales poderes, realidad ocultada en la pelcula La Dama de Hierro, (que idealiza tal figura hasta niveles hiperblicos). Lejos de ser la figura antiestablishment britnico como la pelcula presenta, Margaret Thatcher fue un producto de tal establishment, promocionada por el mismo. Gran Bretaa (un pas en el que viv durante varios aos) es un pas donde clase social adquiere una dimensin muy marcada en la vida cotidiana de la poblacin. Tal establishment britnico siempre se ha preocupado de la imagen que su instrumento poltico (el Partido Conservador) da cara a la poblacin. La procedencia social de sus dirigentes da una imagen que preocupa al establishment. De ah que, en un momento de gran agitacin social, tal establishment necesitaba dirigentes que no procedieran de las clases dominantes, que rompieran esta imagen. Thatcher, hija de tenderos, y Major, hijo de un desempleado, fueron figuras elegidas para romper con aquella imagen que, a pesar de estos cambios, el Partido Conservador contina teniendo (David Cameron es hijo de una familia con una gran fortuna). Thatcher fue una figura promovida por el establishment con el objetivo de destruir a los sindicatos, cuyo grupo central y ms radical, fue el sindicato de mineros. Redujo tambin la proteccin social, hasta tal punto, que la mortalidad en la mayora de sectores populares (tal como ha documentado extensamente Richard G. Wilkinson en su libro Unhealthy Societies) creci durante su mandato, incluyendo las tasas de suicidio, homicidio, y alcoholismo, apareciendo de nuevo un problema que haba desaparecido: el hambre, en especial entre los nios, y muy en particular en las regiones ms pobres, como Yorkshire, Escocia, y el Pas de Gales (ver The Iron Lady: the Margaret Thatcher Movie we dont need, de Laura Flanders. The Nation. 04.01.12). El film muestra a los sindicalistas como violentos, vociferadores e irracionales pero nunca explica porque las clases populares y los sindicatos se rebelaron contra las condiciones miserables que las polticas thatcherianas estaban imponiendo a la clase trabajadora de Gran Bretaa. Fue ella la que hizo famoso el dicho de que creemos en la lucha de clases y venceremos. Thatcher, como Reagan en EEUU, intent crear una cultura en la que todas las vctimas del sistema darviniano que ella aspiraba a establecer, se sintieran responsables de su propia situacin. Thatcher como feminista? Pero lo que alcanza niveles absurdos en la pelcula es presentar a Margaret Thatcher como feminista, lo cual ha originado protestas generales en crculos feministas a los dos lados del Norte de Amrica. Como ha indicado NOW (la mayor asociacin feminista de EEUU), Thatcher fue la dirigente britnica que recort con mayor intensidad los derechos de las mujeres en Gran Bretaa. Su propio desprecio hacia las feministas y sus recortes en derechos laborales y sociales da extensamente a las mujeres britnicas. Su profundo reaccionarismo la llev tambin a apoyar a las dictaduras ms reaccionarias existentes en el mundo, incluyendo la del General

Pinochet, convirtindose en uno de sus mximos defensores. Y sus polticas neoliberales fueron la causa de la crisis que estamos viendo estos das en Europa. Pero su cinismo lleg al extremo de crear una guerra (The Falklands War, la guerra de las Malvinas) para intentar recuperar su popularidad, punto que s se reconoce en la pelcula, y que sus promotores presentan como ejemplo de equilibrio en el anlisis de tal figura. Pero tal presentacin crtica (excepcional en la pelcula) de Margaret Thatcher est muy poco desarrollada, pues no seala suficientemente el planteamiento oportunista en la programacin de la guerra que Thatcher realiz, y que ha estado claramente documentado en los medios. Hoy, los establishments conservadores y neoliberales britnicos, americanos o espaoles, entre otros, aoran a la Sra. Thatcher, una de las figuras como Ronald Reagan-ms negativas y destructivas que ha existido en el siglo XX. Una ltima nota. Ruego al lector que distribuya ampliamente este artculo. Ver artculo en PDFFrom vnavarro.org | http://www.vnavarro.org/?p=6841

La noticia desconocida en Espaa: la nacionalizacin de la General Motors en EEUUene 24

Artculo publicado por Vicen Navarro en la revista TEMAS PARA EL DEBATE, enero de 2012 Este artculo analiza uno de los hechos ms importantes ocurridos en Estados Unidos que no ha tenido visibilidad meditica en los mayores medios de difusin e informacin de Espaa: la nacionalizacin de la General Motors. El artculo contrasta la poltica seguida por la Administracin Obama en los sectores industriales con la que se ha desarrollado en los sectores financieros. El artculo detalla tambin los intentos de conversin de la General Motors en una cooperativa industrial como Mondragn. La nacionalizacin de General Motors Uno de los pilares del pensamiento neoliberal ha sido la creencia de que el sector privado es ms eficiente que el sector pblico. De ah deriva su postura de que hay que privatizar las empresas pblicas. Este dogma aparece tambin en otra versin, cuando se subraya que la mejor manera de actuar frente al fracaso de una empresa privada es dejar que se colapse permitiendo que las fuerzas del mercado acten con plena libertad. Solo en caso de que el tamao de tal empresa sea excesivamente grande (como ocurri con la mayora de empresas financieras de Wall Street) y su colapso pudiera causar una crisis a toda la economa, est justificado darle el dinero que necesite, pero sin intervenir a travs de una gestin por la va pblica de tal empresa. La palabra nacionalizacin est prohibida en la narrativa neoliberal. De ah que el partido neoliberal norteamericano, es decir, el Partido Republicano, semejante al Partido Popular en Espaa, se opusiera por todos los medios a que el Estado federal nacionalizara a la General Motors y a la Chrysler, las dos empresas automovilsticas ms poderosas de EEUU (junto con la Ford) cuando stas se declararon en bancarrota. El gobierno federal las quera nacionalizar para evitar el enorme impacto negativo que el cierre de tales empresas hubiera significado para grandes regiones industriales de EEUU. La nacionalizacin consisti en la compra de acciones que dio, en la prctica, control de la empresa por parte del gobierno federal, pudiendo influenciar en gran manera al nuevo equipo de direccin que el gobierno federal aprob. Los republicanos inmediatamente auguraron un desastre econmico, resultado segn ellos-de una supuesta captacin del gobierno federal por parte de los sindicatos del automvil (UAW) que, al imponer una medida socialista (as definieron la intervencin), creara un enorme agujero en las cuentas del Estado. Es interesante contrastar esta resistencia del Partido Republicano a nacionalizar General Motors y Chrysler, con el apoyo y respaldo de tal partido a la ayuda federal a Wall Street que fue muchas veces superior a las cantidades utilizadas en la nacionalizacin de las empresas automovilsticas.

Afortunadamente, los resultados de esta nacionalizacin estn ya disponibles para el pblico. E.J. Dionea acaba de publicar un artculo en el The Washington Post (del cual extraigo la mayora de estos datos) en el que indica que la General Motors, que haba perdido 4.300 millones de dlares en el momento lgido de la crisis, haba declarado este ao 2.500 millones de beneficios. En realidad, la General Motors ha pagado ya al gobierno federal el prstamo que recibi cuando se declar en bancarrota. Y lo que es ms importante, ello se ha corregido sin que la General Motors tuviera que forzar despidos masivos. Hubo despidos pactados con los sindicatos, pero un nmero menor que el temido al principio. El que s que fue despedido inmediatamente fue el equipo directivo de la General Motors, nombrando a un nuevo equipo aprobado por el gobierno federal. En cuanto al resto de empleados, se pactaron los cambios que deban realizarse con el sindicato del automvil, United Autoworkers of America. Este sindicato desea ahora que la altamente exitosa GM, no se venda al sector privado, convirtindose en su lugar en una cooperativa tipo Mondragn. El sindicato UAW ha pedido a la cooperativa Mondragn del pas vasco que les aconseje sobre como convertir una de las empresas ms importantes de la manufactura del mundo en una cooperativa. En realidad, la solidaridad expresada por los trabajadores de la nacionalizada General Motors con la nueva empresa y con sus compaeros trabajadores, explica que aceptaran reducciones salariales y reduccin de horas de trabajo en lugar de eliminacin de puestos de trabajo. stas son las bases del cooperativismo, que requiere una cultura de solidaridad para su xito. La mejor prueba de ello es la cooperativa vasca Mondragn, punto de referencia internacional del cooperativismo, que explica la peticin de asesora por parte del sindicato UAW, uno de los sindicatos ms progresistas existentes en EEUU La administracin Obama, sin embargo, presionada por algunos de sus economistas neoliberales (de los cuales hay muchos en el Departamento de Economa del gobierno federal), est favoreciendo la venta de la GM a las empresas privadas, con el apoyo y aplauso del Partido Republicano. El sindicato UAW, tal como he sealado, se opone, y est proponiendo la va cooperativa. De lo que se decida, depender mucho el futuro industrial de EEUU. Por otra parte, el xito de la nacionalizacin de GM ha reavivado las voces de aqullos centros de reflexin econmica, tales como el Center for Economic and Policy Research, de Washington, que haban sugerido al gobierno Obama que nacionalizara sectores de la Banca o que creara una banca pblica. Toda la evidencia acumulada parece concluir que no estaramos hoy en medio del caos financiero en el que estamos si se hubieran tomado tales medidas.From vnavarro.org | http://www.vnavarro.org/?p=6576

Las Naciones Unidas como problema: el caso Haitene 25

Artculo publicado por Vicen Navarro, 25 de enero de 2012 Este artculo critica la existencia y el comportamiento de las tropas de las Naciones Unidas en Hait. Las Naciones Unidas tienen, en general, buena prensa en los crculos progresistas y en los medios de mayor difusin. Ello explica que sea una de las instituciones menos analizada y criticada en tales medios. Slo voces de la ultraderecha como Le Pen en Francia o el Tea Party de EEUU entre otros-critican a las Naciones Unidas, hacindolo desde un punto de vista anti internacionalista, oponindose a cualquier organismo que trascienda los intereses territoriales del pas en el que tales fuerzas polticas se ubican. Esta visin nacionalista de la ultraderecha es la que explica su oposicin el internacionalismo que significa las Naciones Unidas. Este monopolio de la crtica de las Naciones Unidas por parte de la ultraderecha, sin embargo, est perjudicando la habilidad crtica de las izquierdas hacia tal institucin. Un ejemplo de ello es el silencio de las izquierdas europeas hacia la labor sumamente negativa que las Naciones Unidas han jugado en Hait. Mrese como se mire, su papel en Hait ha sido un desastre, empeorando la situacin de aquel pas de una manera muy sustancial. Originalmente, las Naciones Unidas, muy presionadas por la Organizacin de los Estados Americanos (OEA), enviaron tropas (la mayora de pases de Latinoamrica) a Hait para mantener el orden, inmediatamente despus del terremoto que destroz aquel pas. Los famosos cascos azules de los soldados de la ONU eran la supuesta garanta de que aquella sociedad no incurriera en un terremoto poltico y social. En s, el argumento de mantener el orden era ya sorprendente pues, al contrario de la imagen proveda en los medios de mayor difusin, Hait no era, ni antes, ni durante, ni despus del terremoto, un pas especialmente violento. En realidad, era de los menos violentos en la zona. Segn un informe de las mismas Naciones Unidas (citado en el artculo Two Years Later, Haitians are Worse Off due to Cholera and Lack of Accountability, del Center for Economic and Policy Research de Washington, del cual extraigo la mayora de la informacin presentada en este artculo), el nmero de homicidios era de 6.9 por 100.000 habitantes, un porcentaje mucho menor que el existente en otros pases de la regin. Por qu, entonces, se les envi a Hait y continan all? Podra justificarse si participaran en las actividades de carcter humanitario. Pero no estn haciendo esto. Antes al contrario, su presencia ha creado el mayor problema de salud pblica en el pas: la extensin del clera. En 2011, 3.400 personas en Hait murieron de clera, y 171.300 fueron infectadas. En lo que va de ao (2012), 7.000 han muerto y 520.000 han sido infectadas. Y varios estudios cientficos han mostrado que tal clera procede de la base (en Mirebalais) donde estn asentadas las tropas de la ONU. Ello explica que varias organizaciones de derechos humanos que trabajan en Hait

(procedentes de Hait, EEUU y Brasil) estn llevando a la ONU a los tribunales. Pero de todo esto, el lector espaol apenas ha ledo nada.From vnavarro.org | http://www.vnavarro.org/?p=6852

Pblico como sntomaene 26

Artculo publicado por Vicen Navarro en el diario PBLICO, 26 de enero de 2012 Este artculo seala la escasa diversidad ideolgica de los mayores medios de comunicacin en Espaa y la falta de movilizacin de las izquierdas para desarrollar rotativos y otros medios alternativos. Uno de los mayores problemas que tiene la democracia espaola es la muy limitada diversidad ideolgica existente en los mayores medios de informacin existentes en nuestro pas. A lo largo de mi vida, he tenido que vivir en varios pases: Suecia, Reino Unido y EEUU, adems de Espaa. En Suecia hay medios de informacin de todo signo. Y no hay temas tabes. A la monarqua y al monarca, por ejemplo, se les critica constantemente en tales medios. Un tanto semejante ocurre en Reino Unido, donde la familia real (liderada por la reina) es sujeto de crtica continua. Y en EEUU, donde la diversidad ideolgica en los medios es ms limitada que en Reino Unido o Suecia, existen, sin embargo, cadenas de televisin de izquierdas, como Democracy Now! o MSNBC, entre otras. Y los medios, tanto los de derechas como los de izquierdas, no tienen ningn reparo en criticar duramente al presidente de EEUU. Estuve trabajando en la Casa Blanca (a propuesta de los sindicatos y del Rainbow Coalition la izquierda dentro del Partido Demcrata) durante la Administracin Clinton, en el grupo de trabajo responsable de realizar la reforma sanitaria, y pude ver la cantidad de crticas dursimas que se hicieron (con razn) en los medios al presidente Clinton durante el famoso caso Lewinsky. En Espaa, sin embargo, hay una larga lista de tabes, y la monarqua es uno de ellos. Slo hace un par de aos comenzaron tmidamente a aparecer crticas de personajes de la familia real, aunque la monarqua como institucin contina siendo un tab. Los medios televisivos todava hoy vetan las crticas a la monarqua, habindose dado recientemente varios casos de censuras de programas televisivos crticos con el sistema monrquico vetando voces a favor del sistema republicano. Otro ejemplo de esta falta de diversidad en los medios de mayor difusin en Espaa es la cobertura de la crisis actual y sus posibles soluciones. Durante mucho tiempo, la respuesta prcticamente unnime transmitida en los