48

VIAJE REPORTAJE

FRANCIADe Lyon

a Annecy

pasando por el

Beaujolais

Quizá baste con decir que Lyon está catalo-gada como Patrimonio Mundial de

la UNESCO para buscar una razónque justifique una visita. Perolo cierto es que son muchosmás los motivos que ha-cen de ella una ciudadimprescindible por laque hay que dejarsecaer más prontoque tarde. Paraempezar, hay queconsiderar quecomo conjuntoarquitectónico esexcepcional.Después, se pue-de añadir que elambiente que sepercibe en sus ca-lles es especial yque hay que venir pa-ra experimentarlo. Ydespués, cabe mencio-nar, que su gastronomía esfabulosa hasta el punto deque está considerada por losmaestros más prestigiosos y losamantes de la buena mesa como la capitalculinaria por antonomasia.

El centro de Lyon, la segunda ciudad másgrande de Francia, está formado

por tres barrios. Entre el ríoSaona y el Ródano queda

La Presqu’ile (Penín-sula); en la orilla

occidental delSaona está el

casco viejo(Vieux Lyon) ypor último,al norte deLa Pres-qu’ile, laCroixRousse,que es elantiguo ba-

rrio de lostejedores de

seda. La Pres-qu’ile y el Vieux

Lyon están co-nectados por tres

puentes peatonalesque dan paso al conjun-

to gótico y renacentistamás impresionante de Francia.

La plaza de Saint Paul es el mejor lu-gar para admirar las bellas fachadas de los si-

49

TEXTO: ALICIA ARRANZ / FOTOS: JUAN SERRANO CORBELLA

La región de Rhône Alpes es una invitación a perderse por sus viñedossalpicados de châteaus en los que se elabora el famoso vino Beaujolais. Laruta comienza en Lyon, la segunda ciudad más grande de Francia, y terminaal pie de los Alpes en la encantadora villa de Annecy.

Lyon

glos XIV y XV que son parte importante de laesencia de lionesa. Sin dejar este barrio, tambiénse pueden ver dos teatros romanos y el museo dela Civilisation Gallo-Romaine. Por las calles yplazas de este Viejo Lyon aparecen cada día artis-tas callejeros y numerosos viandantes que ocu-pan sus lugares en las terrazas de los cafés sihace buen tiempo o simplemente pasean sin pri-sas componiendo el decorado fundamental deesta ciudad elegante y señorial. Mientras tanto, elviajero se sorprenderá encontrando en su caminocallejuelas empedradas, patios escondidos, jardi-nes colgantes y los famosos “traboules”, que son

esos pequeños pasadizos secretos que enlazanuna calle con otra atravesando uno o varios in-muebles y que no se encuentra en ningún oro lu-gar de Francia.

La época renacentista en la que Lyon era el cen-tro de todas las miradas y de la que quedan nu-merosos resquicios en el Casco Viejo no hubiesetenido lugar de no ser porque en 1536 fue creadala Fábrica con el impulso de Francisco I. Ése esel nombre con el que se conocía al conjunto delos miles de telares instalados tanto en la ciudadcomo en los alrededores y que hicieron que Lyon

50

se convirtiese en muy poco tiempo en la capitalde la seda. En esa época, hasta aquí llegabanmercaderes de todos los rincones de Europa paraadquirir el preciado tejido que cambió para siem-pre la fisonomía y el carácter de la ciudad. Algoque todavía se puede observar en las laderas delbarrio de La Croix Rousse, donde permanecen enfuncionamiento algunos talleres compartiendoespacio con todo tipo de artesanos.

Por su parte, la gastronomía local es otro de lospuntos fuertes de Lyon puesto que tiene todo lobueno de pertenecer a un país en el que la buenamesa es patrimonio nacional además de las par-

ticularidades específicas de la región de RhôneAlpes, una de las más prestigiosas en cuanto atemas culinarios se refiere. El placer de comerbien se puede cultivar a la vuelta de cualquier es-quina, ya sea en las consabidas “boulangeries”,en restaurantes o cafés como en los tradicionales“bouchons”. Estos establecimientos, que son ca-racterísticos de Lyon, tienen una apariencia es-pecial y sólo en ellos se pueden probar los platosmás típicos preparados tal y como han sido siem-pre. Aquí no hay artificios ni modernas sofistica-ciones porque, como dice uno de los refranes lio-neses “hay que dejar que las cosas sepan a loque son”.

51

Saliendo de Lyon por laA-46 en dirección a Pa-

rís, no se tarda mucho enobservar que los viñedoshan acaparado la mayoríadel paisaje circundante. Yes que esta región está de-dicada en cuerpo y alma ala producción vinícola y enparticular al vino Beaujo-lais. En total son unos 1600kilómetros cuadrados delos que 22500 hectáreasson viñas comprendidas enla Denominación de OrigenCertificada. Esta área in-

cluye 147 municipios de losque Villefranche sur Saône,a unos veinte minutos deLyon, es la capital. Elabo-rado exclusivamente con lavariedad de uva “Gamaynoir à jus blanc” (Gamaynegra de jugo blanco), elBeaujolais es un vino tintoligero muy conocido en to-do el mundo sobre todo porsu variante más joven y lacampaña de marketing quelo promociona bajo el eslo-gan de “el nuevo Beaujo-lais ha llegado”. Esta cam-

53

Beaujolais

paña, que suele estar acompañada de fiestas y ce-lebraciones en todas partes, se centra en el tercermartes de cada mes de noviembre pues es enton-ces cuando el vino de la cosecha del año es aptopara ser consumido.

Alrededor de Villefranche sur Saône y en generalen toda el área de producción del Beaujolais seencuentran un sinfín de “châteaus” o castillos fa-miliares en los que se puede parar para conocermás de cerca todo el proceso que conlleva la ela-boración del vino y, de paso, catarlo y tal vez

comprar algunas botellas. Por ejemplo, en el Do-maine de Côtes Rémont (Tel. (00 33) (0) 74 04 4433), en Chénas, la familia Noël Perrot recibe a losvisitantes con gran amabilidad y les explica pasopor paso cómo se produce el Beaujolais. En estacasa la tradición se remonta al siglo XVIII. Por suparte, en el Château de Montmelas (Tel: (00 33)(0) 74 67 32 94), en el pueblo del mismo nombre,este vino se elabora desde 1566 y sus propieta-rios también abren las puertas de su castillo paramostrar los pormenores del proceso y de la rela-ción de su familia con el Beaujolais.

54

La sorpresa final de esta ruta llega con Annecy,una pequeña ciudad muy cerca ya de la fron-

tera con Suiza, a apenas 40 kilómetros de Gine-bra. Situada a los pies de los Alpes y al borde delenorme lago de Annecy, la villa cuenta con un pa-sado intenso puesto que se han encontrado res-tos que permiten afirmar que ya estuvo habitadaen el año 4.000 antes de Cristo. La Annecy queencontramos hoy en día es uno de esos lugaresde los que es fácil quedarse prendado y que obli-

gan a preguntarse, antes de marchar, si será po-sible volver por allí alguna vez para dar otro pa-seo por la orilla del lago franqueado por los gi-gantes alpinos. Y es que el lago Annecy es el pro-tagonista indiscutible de la llamada “pequeñaVenecia de Saboya”. Para conocerlo mejor, sepuede coger un barco turístico con el que se vandescubriendo algunos de los pormenores de lasmontañas que lo rodean como el Mont Veyrier(1299 m.) o el Tournette (2531 m.) y un poco más

57

AnnecyUna ciudad al borde de un lago

a la derecha el Semnoz (1.699m.) En la falda deéste último se encuentra la iglesia de la Visita-ción con su peculiar campanario.

Lago, montaña y ciudad medieval son los tresatractivos de los que se enorgullece Annecy. Dehecho, sus barrios antiguos, surcados por cana-les, son los que terminan de imprimirle su carác-ter único. La primera parada antes de lanzarse arecorrer sus callejuelas tiene lugar en el QuiaiPerrière, justo en frente del Palacio de L’Ile.

Se trata de una robusta fortificación construidaen piedra en el siglo XII y que tiene la aparienciade la proa de un navío. Esta característica haceque sea considerado uno de los monumentosmás insólitos de Francia. Antaño fue una prisióny todavía se conservan (y se pueden visitar) algu-nas de las celdas tal y como eran entonces. Sinembargo, este edificio alberga ahora el museo dehistoria de la ciudad, en el que se combina unaexposición permanente con otras de caráctertemporal. La catedral de Saint Pierre, del siglo

58

XV, es otro de los monumentos indispensables ala hora de realizar una visita histórica. Edificadapara ser la iglesia de los franciscanos, pronto seconvirtió en catedral y tuvo como obispo a SanFrancisco de Sales entre los años 1601 y 1622.

La calle Sainte-Claire es la arteria principal y ellugar dónde encontrar las casas más pintores-cas, con arcos y soportales de trazado medieval, ytambién las tiendas y cafés más concurridos. Porsu parte, el castillo de Mentón Saint-Bernard, en

lo alto de la ciudad, data del siglo XII aunque fuereformado en profundidad en el XIX. Aquí nació elsanto que le da nombre y que es el patrón de losalpinistas. Se puede visitar el interior para admi-rar las piezas de mobiliario de época y también labiblioteca. Además, arriba del todo hay una hayuna vista fabulosa del lago y sus alrededores, queson sólo uno de los motivos que atraen cada añoa miles de visitantes a Annecy con el deseoañadido de respirar el que, según sus habitantes,es el aire más puro de Europa.

59

61

GU

ÍAP

RÁ

CT

ICA

GU

ÍAP

RÁ

CT

ICA

GU

ÍAP

RÁ

CT

ICA

GU

ÍAP

RÁ

CT

ICA

GU

ÍAP

RÁ

CT

ICA

GU

ÍAP

R

ÁCTICAGUÍAPRÁCTICAGUÍAPRÁCTICAGUÍAPRÁCTICAGUÍAPRÁC

TIC

AG

UÍA

PR

ÁC

TIC

AG

UÍA

PR

ÁC

TIC

AG

UÍA

PR

ÁC

TIC

AG

UÍA

PR

ÁC

TIC

AG

UÍA

PR

ÁC

TIC

AGUÍA PRÁCTICA GUÍA PRÁCTICA GUÍA PRÁCTICA GUÍA PRÁCTICA

MÁS INFORMACIÓN: MAISON DE LA FRANCE. PLAZA DE ESPAÑA, 18 –TORRE DE MADRID8ª PLANTA. TEL: 807 117 181 (EUROS 0,31 /MN) WWW.FRANCEGUIDE.COM

cómo llegar:La compañía Brit Air, filial de Air France (902 11 22 66 y www.airfrance.es), ofrece

tres vuelos directos desde Madrid a Lyon de lunes a viernes y dos los sábados y domingos desde 337 eu-

ros + tasas en clase turista. (Consultar disponibilidad y ofertas). dónde comer: Café des Fédéra-

tions. 8-10 Rue Major Martin. Lyon. (+00 33) (0) 4 78 28 26 00. www.lesfedeslyon.com. En el centro de la

ciudad se encuentra este restaurante, uno de los clásicos “bouchons” en el que se puede experimentar lo

mejor de la gastronomía lionesa. Platos consistentes, como manda la tradición local, en los que predomi-

nan los embutidos y demás derivados del cerdo. Y todo en un ambiente con solera. Precio: Menú com-

puesto por dos platos, quesos y postre por 20 euros aprox. Restaurante L’Etage. 13, Rue du Pâquier. An-

necy. (+00 33) (0) 4 50 51 03 28. Establecimiento muy agradable, ideal para un almuerzo o cena sin prisas.

Excelente cocina francesa y trato exquisito pero sin excesos en la cuenta. Se recomienda reserva previa.

Precio: Entre 30 y 40 euros aprox. dónde dormir: Hotel Elysèe**. 92, Rue Près Edouard Herriot.

Lyon. (+00 33) (0) 4 78 42 03 15. www.elysee-hotel.com. Este hotel resulta muy cómodo por su localiza-

ción en el centro de la ciudad. No ofrece grandes lujos pero las habitaciones son confortables y acogedo-

ras por lo que la relación calidad-precio es fantástica. Precio: habitación doble desde 48 euros. Hôtel-

Restaurant Le Château des Loges ***. Le Perreon. Tel : (+00 33) (0) 74 03 27 12.

www.georgeslagarde.com Encantador hotel en un entorno privilegiado y muy tranquilo. Cuenta con diez

habitaciones muy amplias y decoradas con gusto al más puro estilo francés. Precio: habitación doble des-

de 68 euros.