viaje iran siria turquia

8/8/2019 Viaje Iran Siria Turquia

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VIAJE POR TURQUIA

A IRAN Y SIRIA

Acabamos de llegar de un viaje por Turqua, Irn y Siria. Ha sido unasustanciosa experiencia que voy a intentar relatar y comentar.

Sera estpido, tras mes y medio, pretender un anlisis de pases conhistoria, desarrollo, costumbres, religiones, poltica y economa tan complejas ydiferentes a las de nuestro entorno. No obstante recoger numerosasreferencias, principalmente las que ms han llamado mi atencin. En todo caso,estas referencias tendrn un valor extremadamente relativo, porque se basanen una observacin demasiado fugaz y porque dependen completamente de esteobservador que naturalmente comporta, a su vez, una historia, abultada al serviejo, una experiencia, una determinada cultura, una ideologa, un estatuseconmico que necesariamente van pegados a su mirada.

Igualmente, por ms que aparezcan datos, incluso algunos precisos,tampoco este texto pretende servir de gua a un hipottico viajero por cuentapropia, aunque, si alguien pretende ir, no estara de ms que se pusiera encontacto con nosotros, pues contamos con numerosos datos.

Menos an, el texto tiene pretensin literaria. Sencillamente pretende,con mayor o menor acierto, transmitir una experiencia: lo visto, observado ysentido.

Objetivo Oriente Prximo

Por qu Oriente Prximo? Tengo que reconocer que desde el punto devista viajero mi inters se centra en pases diferentes a los del entornoconocido y generalizado en buena parte del mundo supuestamente desarrollado.

Es decir, siento ms atraccin por los pases ms alejados de los parmetrosculturales de occidente, y consecuentemente me siento ms atrado por frica y Asia. Curiosamente, aun siendo plenamente consciente de que el idioma esfundamental a la hora de viajar, no siento tanta atraccin por Hispanoamrica.Sospecho que la razn tiene que estar en alguna mala conciencia atvica por lasfechoras de los malvados espaoles, y vasquitos claro. Algo similar a lavergenza que uno siente cuando los rabes y musulmanes siguen hablando deEspaa mejor que de los otros pases, tras haber sido expulsados a sangre yfuego.

La razn de tender a ir a pueblos no desarrollados de Asia y frica,puede estar en que, por encima de naturaleza o vestigios de historia, llaman


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poderosamente mi atencin los pueblos como tales, sus gentes, su manera defuncionar, de trabajar, de relacionarse Eso es algo ms patente en estospueblos que en el mundo desarrollado de manera uniforme. Puede ser queradique tambin en que esos paisajes, ciudades y pueblos de nombres sonoros

me devuelvan a mis viajes infantiles con Verne, Salgari o Conrad. Sin duda tieneun peso tambin que generalmente es posible viajar por estos pases, echandomano de transportes locales y hoteles sencillos, por periodos relativamenteprolongados con un presupuesto ajustado.

Tena inters por Persia, Irn, por ms que, dada la comida de tarroexistente en nuestro entorno, lo tenemos interiorizado como peligroso cuandoel nico, y real, peligro es que Irn sea atacado por EEUU o por los judos. Esteltimo peligro era real y poda suponer que tuvisemos que cambiar de destinoen el ltimo momento o, si estbamos ya en el pas, que tuvisemos que correr a

la embajada y sufrir una experiencia que poda resultar negativa. No obstanteexpertos en el pas y en la poltica de oriente prximo asegurabanunnimemente que al Imperio no le interesaba en modo alguno una agresin aIrn que, dada la situacin del rea, poda comportar una desestabilizacingeneralizada que difcilmente podra controlar. El cuento del mercader quehuye a Isfahan para escapar de la Muerte, quien precisamente le espera en esaciudad, aada un puntito de morbo, descubrir el rostro de cul de las mujeresque me han enamorado, era el de la de la guadaa. No se present.

Tambin nos atraa Siria, pues todas las referencias eran muy positivas.

Ambos pases contaban con el valor aadido de soportar un escaso turismo.Finalmente Estambul, que ya conocamos, nos encantaba y nos apeteca conocerCapadocia y Kurdistn. Sin olvidar que Turqua constitua la puerta idnea parallegar a Irn y posibilitaba, en caso de conflicto, modificar la ruta haciendo elviaje extensible a Armenia, Lbano... Adems conocamos Estambul, nosencantaba, y nos apeteca conocer Capadocia y Kurdistn.

La ruta

Aunque perfilada, estaba completamente abierta por necesidad. Setrataba de ir a Estambul e inmediatamente, mediante bus o tren, a Tehern.Bajar a Yazd, Shiraz e Ispahn, para quedarnos con el mejor sabor, y salirrpidamente de Tehern al Kurdistn turco en Bus o tren. Recorreramos lazona de Diyarbakir antes de entrar por el noreste de Siria a Deir-er Zur. Deall iramos a Palmira y luego a Damasco. En Damasco podramos alquilar uncoche y subir haciendo paradas en ruinas, castillos o la costa hacia Homs, Hama y Aleppo. Pasaramos despus en autobs a Turqua para conocer Capadocia,Pamukale y finalmente Esmirna, de donde, podramos coger un ferry aEstambul. Sera entonces con un agradable clima cuando disfrutaramos de laciudad.


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Presupuesto

Tirando de guas y referencias, hicimos un presupuesto aproximado deunos 2000 ., sin contar comprillas. Amparo demostr su eficiencia absolutacomo ecnoma y tampoco nos pasamos en nada. Hicimos tres vuelos de avin quesupusieron menos de 300 . Al final el gasto, incluyendo visas, material deOsasuna, vuelos a Madrid y trenes de Madrid a Irua, se aproximara ms a los2500.

Visados

El visado de Turqua se hace en el mismo aeropuerto. Por 15 consiguesuna visa de mltiples salidas, valida para tres meses.

El de Siria lo hicimos en Madrid mediante MRW y tuvimos que ingresarun giro postal de 30 para quince das con entradas mltiples.

La visa de Irn result ms complicada. Llamamos a la embajada deMadrid y nos dijeron que ellos no se encargaban y todo haba de hacersemediante la agencia IRANSARA. Puestos en contacto con sta, nos dijeron quepara obtener el visado tenamos que coger un paquete de 190 que inclua unanoche de hotel en Tehern. Nos molest el tufazo mafioso. Contestamos que no

necesitbamos noche de hotel en Tehern, pues no sabamos ni cundo, ni siiramos a Tehern y que queramos el visado a secas con lo que costara. No huboforma. Llambamos a la embajada y el tipo del telfono, de un borde subido,colgaba. Mediante foros, Viajeros Solidarios y el de la Lonely, supimos deotra agencia, Touran Zamin que haba funcionado muy bien. Pero todos los quehacan referencia haban cogido el visado en Estambul. Pregunt en los foros sialguien mediante esa agencia lo haba conseguido en Madrid y no obtuverespuesta. Puestos en contacto con Touran Zamin respondieron inmediatamenteasegurando que no tendramos problemas, que nos daran un nmero para

Madrid. Para ello habamos de ingresar en una cuenta alemana (sin citar nada devisados de Irn) 30/persona y nos mandaran el codiciado nmero. As lohicimos, por ms que tambin ola a mafieta, y nos mandaron el nmero. Los deMRW llevaron todos los requisitos con el numerito en cuestin a la Embajada deMadrid. Fueron en tres ocasiones a recogerlos en la fecha y momento quehaban indicado los mismos de la embajada que estaran preparados. Todoresult intil. Como estbamos a punto de partir, tuvimos que recoger lospasaportes y solicitar a Touran Zamin otro nmero, que lleg por pelos antesdel vuelo, para conseguir el visado en Estambul, donde finalmente nos haramos

con l.


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Puestos a elucubrar, posiblemente al gobierno Iran no le interesademasiado el turismo o no lo considera una fuente de divisas tan necesariacomo para recibir a cambio la influencia, negativa desde su punto de vista, queel turismo puede representar. Se dice tambin que slo est dispuesto a

admitir el turismo grupal que no establece relaciones, est ms controlado ydeja ms dinero. Es cierto tambin que conocimos a una seora que fue un daen Madrid por el visado y al siguiente por la maana lo tena en la mano.Escuchamos igualmente que a Irn Sara le niegan visados. Est claro en todocaso que las agencias en cuestin son una mafia manifiesta. Cabe incluso pensarcomo posible que nos hubiesen dado el visado en Estambul con o sin el numeritode Touran Zamin. No nos arriesgamos y no lo sabemos.

RECORRIDO POR DAS

TURQUA Irua-Estambul 8 AbrilEstambul 9,10,11,12,13Estambul-Van 14

IRN Van-Tabriz 15Tabriz- Shiraz 16-17Shiraz 18,19,20Shiraz-Yazd 21Yazd 22Yazd-Zenoidin 23Zenoidin-Isfahan 24

Isfahan 25,26,27,28Isfahan-Kashan 29Kashan-Qom-Kashan 30Kashan 1 MayoKashan-Teheran 2

SIRIA Teheran-Damasco 3Damasco 4,5,6,7Damasco-Deirerzur 8Deirerzur 9Deirerzur-Palmira 10

Palmira-Hama 11Hama 12,13Hama-Allepo 14Allepo 15,16

TURQUA Allepo-Goreme 17Goreme 18,19,20Capadocia-Estambul 21Estambul 22,23Estambul-Irua 24


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RELATO DEL VIAJE

8 de Abril, juevesAbandonamos Irua temprano en tren. Coincidimos en Tafalla con Mila y

Alfonso, los compas de viaje. Cuando empezaba a clarear, una pareja decigeas recort su silueta sobre el fondo grisceo y una garza real cruz elEbro al tiempo que cruzbamos el puente de Castejn. Pronto los grisesarrebolados fueron dando paso a un oriente amarillento. Sucesivas detencionesfueron acumulando un serio retraso del tren que nos hizo temer no llegar atiempo al avin y nos oblig a correr al Cercanas para alcanzar NuevosMinisterios y coger el metro a la terminal 1. An tuvimos tiempo para echar un

bocado antes de coger el avin.Aunque el billete estaba cogido por Internet en Spainair volbamos en

un avin de las lneas turcas. El vuelo directo y con horarios aceptables salapor 243 . Hubisemos podido pillar vuelos por unos 170 pero con escalasprolongadas y malos horarios. En cuatro horas el comodsimo aparato de laslneas turcas, que nos sirvi una comida mucho ms sabrosa y cuidada que lasque reparte Iberia, nos deposit en Estambul. Pagamos la visa de 15 ytomamos un taxi. El taxista que no hablaba ingls nos llev sin problemas aSultanhamet, pero encontrar la calle y el hotel Shipahi lo hizo gracias a nuestra

ayuda. 35 TL que hacan 18 que era la tarifa.El Shipahi es un hotel sencillo en una calle oscura que sale de la general

casi frente al caf de Pierre Loti. Cuenta con habitaciones y baos un tantodesastrados, pero tiene la enorme ventaja de su localizacin y estar llevado porpersonal muy agradable. La habitacin con bao costaba 45 . No es baratoteniendo en cuenta la relacin calidad precio, pero siendo Estambul y el lugarconcreto donde est, merece la pena.

Aunque estaba oscuro salimos a buscar la embajada iran situada al lado.El polica turco que vigilaba la puerta nos dijo que abran a las diez de la maana y fuimos a cenar. Lo hicimos en el Buhara un restaurante de camarerosagobiantes, donde pagamos por los cuatro 125 TL, 62 por unos platillos deensalada, humus y kebab con berenjenas. En una agencia preguntamos por losvuelos a Van. Quedaban para el martes billetes muy baratos de 30 desdeAtaturk, per no podamos tomar decisiones sin los visados. Un saludo a lailuminada belleza de Sultanhamet y Ayasofia y a dormir.

9 de Abril, viernes

A la hora indicada por el polica de la puerta, corrimos a la embajada,consulado ms bien, de aspecto un tanto lgubre. Un mocetn con cara besugo y


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ojos claros nos franque el paso y tuvimos que esperar pues la ventanilla bajo elletrero de visa permaneca vaca. Delante de nosotros estaba un joven hngaroque llevaba 15 das a la espera de su visa. Acab apareciendo un seor serio deblanca y rizada barba. Le dimos el nmero de

Touran Zamin y, con enorme vergenza, lelargamos, en plan soborno, una par de pstersde Osasuna. l, por su parte, nos larg unosformularios que deberamos rellenar y volver aentregar con las fotocopias de los pasaportes,dos fotos y el recibo de los 60 ingresados enel banco de enfrente. Cuando volvimos contodos los requisitos en la mano, el voluminoso guarda de la puerta nos dijo queestaba cerrado hasta las dos. Decidimos pasear por Eminonu y saborear losbocatas de caballa. A las dos la puerta estaba completamente cerrada. Dimosvuelta al edificio hasta la entrada oficial y nos dijeron que la embajada estabacerrada hasta el lunes y que abran, no a las 10, sino a las 8:30 de la maana.Aquello supuso que contbamos con tres o cuatro das en Estambul. VeramosEstambul aquellos das en vez de dejarlo para el final del viaje.

Volvimos a Eminonu. Desde el paso elevado de peatones me quedmirando. Pens que Eminonu, ms an en fin de semana, constitua para m unode esos entornos de magia colectiva, como la Jehema de Marrakhes, los Ghatsdel Ganges en Varanasi, el Puente de Howra en Calcuta, el Mercado de Djen, elMalecn de la Habana Aunque han llevado los barcos asadores de caballa alotro lado del puente, en Eminonu sigue bullendo la vida, el trasiego de gente quepersigue el puente o su embarcadero entre vendedores de castaas, rosquillas,maz asado o cocido, bocadillos de kebab, bolas de arroz con mejillones servidas

en su concha... El puente Galata se mantiene flanqueado de prietas filas depescadores, la aficin no ha variado, mientras los transbordadores surcan conelegancia las aguas del Cuerno de Oro.


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Atravesamos el puente Glata para acceder al metro y luego el viejotranva que nos condujo por la peatonal, Istikial, hasta la plaza Taksim. Subimosa la terraza del hotel Mrmara para disfrutar en redondo la vista de estamaravillosa ciudad. Volvimos pausadamente mirando tiendas,

contemplando al personal y escuchando a un conjunto kurdo. Elfri nos desaconsej ascender a la torre Galata. Paseamos porel mercado de pescado que arranca del puente en direccin alCuerno de Oro por el lado de la torre Galata.

Atravesamos el puente y nos encaminamos al Bazar de lasEspecias que estaba cerrando. Ascendimos a Cemberlitas ypretendimos dar con la zona de restaurantes en el descenso hacia la orilla delMrmara, pero nos desviamos y acabamos en un restaurante en la calle quearranca al fondo del hipdromo. Cenamos a gusto.

10 de Abril, sbado

El desayuno del Shipahi, incluido en el precio, consta, como es habitual

all, de tomate, pepino, aceitunas, queso de cabra, quesito, mermelada,mantequilla, un bollo de pan y t o caf. Bien pertrechados, nos tiramos a lacalle a ver la ciudad por orden de importancia. Nos encaminamos a La Mezquitade Sultanhamet o Mezquita Azul que mantena la misma hermosura queguardaba mi memoria, aunque, por la hora, la vimos envueltos por grupos deturistas. Todo el mundo tiene el mismo derecho que yo a disfrutar de unabelleza como Sultanhamet, pero, precisamente por eso, necesito elegir ms losmomentos, porque, al menos en mi caso, la misma experiencia es mucho menosagradable si la tengo rodeado de una masa de turistas. Pasamos a Ayasofia oSanta Sofa que volvimos a admirar con la ventaja de que el volumen deandamios en su interior era mucho menor que cuando la haba visto. Visitamos la


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Cisterna y descendimos al mercado de la otra orilla del Puente Galata a comerpescaditos. Ya por la tarde tomamos un paseo por el Bsforo con una compaaprivada que nos dio una vuelta muy corta y pobre. Aunque anuncian precio yprestacin paralela o mayor que los oficiales, estos cruceros privados acaban

siendo siempre mucho ms cortos y caros que los oficiales que parten delextremo de Eminonu anterior al puente y te dan una vuelta completa hasta elmismo final del Bsforo pudiendo quedarte en cualquier punto y regresar mstarde por 25 TL, 12 . De regreso nuevo paseo por el Bazar de las Especias y elAutntico Bazar de Estambul.

11 de Abril, domingo

Era domingo, estaba el Gran Bazarcerrado y decidimos visitar la Mezquita de

Suleiman y la Baslicamuseo de Chora. Lamezquita estabacerrada por obras. Enla Universidad estabanrealizando exmenes

del tipo de los de Selectividad, y pudimos observar lapreocupacin en los rostros de padres y madres queesperaban a sus vstagos. Nos detuvimos en otramezquita, pasamos junto al acueducto y enfilamos la callede los vestidos de novias que nos llev hasta Chora. Comimos en restaurante


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sencillo antes de entrar, 24 TL, 12 /4, y disfrutar de esta joya bizantina.Observ que, aunque siguen vindose mujeres con la vestimenta negra integralen Estambul, ha descendido considerablemente su utilizacin. Posiblemente hoylo mantiene la generacin nuestra, la siguiente mantiene el pauelo y la ms

joven nada mantendr.Descendimos, como solamos hacer, por el barrio de Fener que, al ser

domingo, estaba menos bullicioso. Seguimos luego laorilla sur del Cuerno de Oro y cometimos la estpidatemeridad de cruzar la calzada sin paso de peatones enel puente que soporta una brutal densidad de trfico.Contemplamos la Mezquita Rustem Pas Cami cuyosazulejos nos enamoraron. Una cucada.

Acabamos cenando en el restaurante habitual, junto al hipdromo. Nos

resultaba un lugar agradable y clido. Sirven pizzas sabrosas que, precedidasde una ensalada acompaada de pan turco recin hecho, resultan agradables.No es caro, unos 35 40 para los cuatro, teniendo en cuenta que una terceraparte corresponde a tres cervezas de que acompaan. Aunque hay unordenador a disposicin de la clientela, por ms que lo intento, no consigo abrirmis correos.

Fuera los gatos son los amos. Llama la atencin en Estambul es la aficingeneralizada y actitud positiva, hacia los felinos.

12 de Abril, lunes

Al punto de la maana nos dirigimos al Consulado Iran albergando laesperanza remota de que ese mismo da nos echaran el codiciado cuo. No fueas, aunque, cuando preguntamos si podamos coger billetes hacia Irn, nosaseguraron que el martes con total seguridad tendramos nuestro visado. Nosencaminamos a la agencia. Lgicamente los vuelos baratos a Van de LneasAreas Turcas desde el aeropuerto de Ataturk haban desaparecido. Cogimosdesde Sen Gokcen (a 40Km de Estambul en Asia) con la compaa Pegasus por

unos 56 .

Visitamos el Gran Bazar. Sigue hermoso con su estructura elegante. Esos, nos dimos perfecta cuenta de que prcticamente todos sus establecimientosestn orientados al turismo extranjero. El Gran Bazar ha pasado a convertirse


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en reclamo turstico, porque, supuestamente, supondr mayor negocio. Suautntico bazar, el de los turcos, ha salido y se ha desparramado por lasinfinitas callejuelas que descienden hacia el Cuerno de Oro y albergaban lastiendas autnticas permanentemente abarrotadas.

Antes de encaminarnos al Palacio Topaki, en un diminuto jardn al oestedel Bazar de las Especias saboreamos undelicioso bocadillo con Kebab y ensaladaenvueltos en pan turco, 4TL, 2. EnEstambul, aunque existen restaurantesasequibles, fuera de las zonas donde semueve el turismo o la modernidad, sepuede comer bien y muy barato (unaensalada y arroz con verduras, alubias,

pollo o carne y un yogour. Tambin sepuede incluso en el centro alimentarse en plan baratillo en la calle: frutossecos, queso fresco, roscas de pan, churros en almbar, maz, caballa asada,escabeche con berza, mejillones, pequeas ensaladas y todo tipo de kebab decordero o pollo Se puede pillar fruta, cerveza (1/2 litro 6 tl en restauran y 3en DIA) y los deliciosos yogures bebibles (ARIAN 1 tl 06 tl en DIA)

Camino del Palacio Topaki tomamos un t. Si cuentas con apariencia deextranjero y tienes cierta edad, basta con detenerte medio segundo ante unescaparate de alfombras para recibir la invitacin. Inmediatamente, aunque

adviertes que no vas a comprar para no crear expectativas, eres arrastrado alinterior de la tienda y sentado cmodamente ante un t mientras te cuentancmo se fabrican las alfombras turcas con su doble nudo por mujeres quemeten todas las horas de su existencia en pequeas aldeas perdidas en laAnatolia. Es una manera cmoda de tomar un t, siempre que seas capaz cortarla clase a tiempo.

Era tarde y el Topaki estaba cerrado.Descendimos hacia el Mar de Mrmara quebordeamos contemplando un sinnmero de

buques de todo tipo y carga que permanecenen la bocana del Bsforo hasta quesupuestamente reciben el permiso y sesitan en cola para atravesar el canal enbusca del Mar Negro. Paseando llegamos a

los restaurantes de pescado que preparan el pez o marisco que eliges en elmismo mercado. Resulta caro a no ser que te limites a la lubina o dorada decriadero que con una ensalada.

Ascendimos luego hacia Sultanhamet por la zona que va a dar a Pierre

Loti y alberga el gremio de zapateras. Resulta curioso cmo en Estambul, al


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igual que en todo oriente prximo, los gremios y tiendas de diversos artculosse acumulan en reas urbanas precisas.

13 de abril, martes.

Cruzamos los dedos y al consulado. Efectivamente conseguimos el visado.Satisfechos, decidimos pasar el da en Asia y tomamos el trasbordador a

Uskudar. Nada ms pisar el nuevo continente, tomamos un autobs en direccinnorte para visitar el palacio de Bilbedere. El palacio es una cucada queevidencia los fastos de los ltimos poderosos otomanos que pasaban all elverano. La pega es que lo tienen montado de tal manera que no es posiblerealizar la visita por tu cuenta ni a tu ritmo, sino en grupo controlado, para queno hagas fotos, al ritmo que pretenden y soportando las idioteces que ancuentan muchos guas. Comprendo que igual me paso, pero no soporto funcionaren grupo turstico. Me siento oveja.

Comimos un bocata contemplando el meneo en torno al embarcadero de

Uskudar. Como en anteriores ocasiones, tuve la sensacin de que la gente quese mueve en el lado asitico, en conjunto, parece ms autntica y menosoccidentalizada que la que se observa en el lado europeo de la ciudad. No acabode tener claro si la percepcin responde a algo real o es uno de los frecuentesprejuicios de mis neuronas.

Visitamos alguna mezquita y las pocas calles que existen a la altura delmar, antes de iniciar una pronunciada ascensin en busca de enili Cami, una

mezquita chiquita que la gua seala como una pequea joya. No fue fcil, pero dimos con ella. Realmente es

bonita. Adems el imn se enroll y, cuando lleg lahora del rezo, en vez hacernos salir, nos envi al coro.Desde all pudimos observar a los hombres, algunosmuy ancianos. Llegaban se situaban e iniciaban el rezopersonal colocando los pulgares bajo las orejas. Luegoel almuecn, un muchacho joven, se situaba delante ycantaba los salmos. Al final salimos y estuvimosrajando con el imn. Haba en un lateral una especie deBatzoki de la mequita y le preguntamos si podamos ir.


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Con su permiso entramos a ver el ambiente y nos invitaron a un t. Tampocoestuvimos mucho rato pues, aunque contbamos con el permiso del imn,percibimos, por algunas expresiones, que no era habitual la presencia femenina.

Una vez abajo, dimos una vuelta por la orilla del Bsforo, repleta,

tambin aqu, de pescadores, y mientras caa la noche, retornamos a Europa.A ltima hora entr en un ciber para ver si consegua acceder al correo.

La chica del ciber observ que no haca carrera y vino a decirme que en suteclado la i convencional no se corresponda con la nuestra que se conseguacon otra i situada a la derecha del teclado junto a la . Le di las gracias porhaberme dado la posibilidad de comunicarme por vez primera al funcionaradecuadamente los nombres de usuario y las claves.

14 de Abril, mircolesEn vez de ir en taxi a Taksim y all tomar el autobs al aeropuerto de

Sabiha Gokcen, decidimos tomar un taxi desde el mismo hotel al aeropuerto 64TL, 32 que, al ser cuatro, no sala mucho ms. El aeropuerto de SabihaGokcen es sencillo pero nuevo y no es tan pequeo. Eso s, los precios del barson el doble que los de Barajas, una clavada.

En un avin completamente nuevo y cmodo atravesamos la pennsula deAnatolia hasta su extremo este. All los macizos blancos que se habanapoderado progresivamente del paisaje se vieron rotos por un azul luminoso, ellago Van.

La ciudad de Van est enclavada en un entorno geogrfico cuyo paisaje,desde mi desconocimiento, situara en alguno de los pases acabados en istndel este del Caspio. Las construcciones, en desarrollo efervescente, tambinpueden recordar a zonas altas y fras y se reparten en una cuadrcula formadapor dos calles de norte a sur paralelas a la orilla del lago y tresperpendiculares. Un par de calles comerciales y la zona del zoco en la que seencuentra nuestro hotel, espartanillo cuanto cabe, bullen de vida. La orilla dellago, adems de un pequeo puerto, cuenta con el muelle de atraque del ferrys

que transporta los vagones del tren que realiza el trayecto Estambul e Irn yque en Tatvan, al otro lado, abandona tierra firme para entrar al barco,


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atravesar el lago y continuar a partir de Van. Cuenta tambin la ciudad con unafortaleza en ruinas a la misma orilla del lago.

Nada ms pisar el hotel, 35 TL, 17 la doble con bao, nos entr eltpico vivillo asegurando que nos cambiara dinero para Irn, algo que a nosotros

nos resultara muy difcil; que no haba tren a Tabriz al siguiente da por lo quedeberamos permanecer tres das en Van y que l mismo nos poda facilitar elacceso a la fortaleza que se encontraba muy lejos de la ciudad. Adolezco de unaabsoluta desconfianza de entrada ante esta clase de tipos. Adems, me suelopasar, algo por lo que me suelen llover crticas, posiblemente razonables.Comedido, le dije que hablaramos a la tarde.

Fuimos al Tourist Office y comprobamos que s haba tren a Tabriz,como anunciaba la gua, y que a la Ciudadela Castillo se puede ir en microbus o,incluso, a pie. Para evitar entrar a Irn y quedar pillados, cambiamos dinero

iran en una casa de cambio, aunque, efectivamente, no result tansencillo. Entodas las situaciones la gente fue muy amable con nosotros.

Luego nos sentamos en una plaza a comer bocadillo con yogur Ayrn 125 TL, 625 los cuatro. Lo correoso queestaba el pan y mi excesiva energa al morder, hicieron queuno de mis dientes crujiese provocando el mismo crujido eidntica sensacin que uno siente cuando el dentista le estsacando una pieza y sta se separa de la carne. Me queddisgustado pensando que ms pronto que tarde el diente

bailara en mi lengua. En mi pretensin de salvar el diente,durante das, no mordera y cortara todos los alimentos con

navaja antes de pasarlos directamente a los molares

Visitamos la mezquita y localizamos la estacin de dolmus, furgonetasgrandes dedicadas al transporte de viajeros. Paseamos por los puestos delbazar y contemplamos la gran actividad en las calles comerciales.

Son kurdos y se observa una gran presencia policial con buen nmero defurgones aparcados y policas armados hasta los dientes desplegados en las

calles. Nos pareci que la polica miraba mal a la gente, aunque es posible talpercepcin fuese fruto de nuestro prejuicio.Vimos tanquetas de guerra muy sofisticadas endos ocasiones. Una de ellas iba a granvelocidad. Impona. No todos, pero bastantes,saban de Euskal Herria como un pas conproblemas parecidos a los suyos. Tal vez poreso, nos trataban con enorme simpata.Vascooooos!, se repetan unos a otros con significatividad y cierta reverenciaen la pronunciacin. Algunos queran que les hicisemos fotos y nos daban sus


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direcciones de correo electrnico para que se las enviramos, aunque temo quealgunas estn mal escritas.

En el zoco, organizado tambin por gremios o actividades comerciales,llam nuestra atencin la gran cantidad de tipos de queso y yogures.

Compramos para probar unas bolsas de queso fresco que sirven a granel apartir de enormes baldes. Acompaado de unos bollos deliciosos nos serviranpara cenar en la habitacin.

Visitamos repetidas veces, pues el trato era exquisito, una tetarapegada a la estacin de dolmus. Es un local amplio con una salamandra y mesitaspequeas con prensa y taburetes repleto de gente humilde en su mayora que setira grandes ratos leyendo, fumando, hablando o pasando el tiempo sin ms.Constituye un mbito de relacin. Eso s, exclusivamente masculino. Las mujeresse ven slo durante el da y mayoritariamente van con pauelo, salvo las muy

jvenes. A partir de cierta hora de la tarde no se ve una mujer y los hombrespasan por las panaderas por los panes recin hechos.

Junto a la tetera hay una panadera que constantemente cuece los panessin levadura. Los panaderos son muy simpticos e hicimos fotos del proceso.Uno hace la masa y mediante un rodillo la extiende en una mesa. Otro la colocaperfectamente sobre una especie de almohadilla que agarra por el lado opuestopara dejar la masa extendida adherida a la pared del horno. La masa quedapegada y en poco tiempo toma otro color y saca unos bultitos que empiezan atostarse. Es el momento de sacarla. Recin hecho resulta muy sabroso.

15 de Abril, juevesDejamos la habitacin a la maana y nos guardaron los bultos. Al pagar al

que suponamos el dueo, ste corri a entregar los billetes a un viejo enorme ymal vestido que permaneca en un butacn del oscuro hall recontando fajosmugrientos.

Fuimos a desayunar a la tetera habitual, donde nos ofrecen unos bollosdeliciosos. Tanto el t como el bollo valen media lira turca, 025 . Luego,confirmado el punto exacto de donde parte el dolmus para la estacin,preguntamos a unos policas municipales qu dolmus nos conducira a la


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fortaleza pegada al lago. Con desmedido celo, nos acompaaron hasta unaesquina y pararon el dolmus que nos haba de llevar.

Partiendo supuestamente de una torre viga, se fue construyendo unenorme castillo repleto de galeras y habitculos que acabaran jugando el papel

de viga, defensa y ciudadela. Es espectacular la vista que se observa desde laaltura, tanto de la misma ciudad, como del lago o el puerto.

Unos cros acostumbran a esperar en la base paraindicar, a cambio de una propina, cmo colarse por uncementerio para acceder directamente desde el lado de laciudad sin dar un buen rodeo ni pagar el ticket, siempre que ala salida te hagas el orejas.

El acceso es muy agradable y ofrece en la parte sur lavista de dos mezquitas y algn resto de la antigua ciudad que

fue sacrificada por los otomanos en la primera guerra mundial.Arriba nos enrollamos, mejor se enrollaron con nosotros, las alumnas de uninstituto. Funcionaban con idnticos patrones que las chicas de cualquierinstituto de Irua o de cualquier parte del mundo.

A pesar de las diferencias raciales, de formas de vestir, de formas devivir y estando en entornos diferentes, se pueden observar pautas colectivassimilares. Tambin individuales. En ocasiones me descubro observandoexpresiones faciales o corporales que reconozco perfectamente. Estoyconvencido de que podramos predecir, con parecido riesgo de error quenuestra misma ciudad, si la persona concreta que se encuentra ante nosotros esuna persona amable, honesta, segura, animosa, dubitativa, triste, amargada

Una vez abajo, decidimos ir a pie hacia el puerto. No habamos hechoms que iniciar el camino que haba de atravesar un barrio de casuchas cuando


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un coche policial se detuvo a preguntarnos si tenamos algn problema. Lesdijimos que no, que simplemente pretendamos dirigimos al puerto. Seofrecieron con mucha solicitud a llevarnos en el coche policial. Dosinterpretaciones: amabilidad de los muchachos, inters en evitar posible

problemas apartando turistas de un barrio un tanto msero. La ma, la segunda,aunque tampoco son excluyentes.

El puerto no tiene otra misin que la de dar entrada al ferrys que traelos vagones del tren Estambul-Tehern.El tren sale del interior mientras uncodo con escaleras posibilita a losviajeros bajar de cubierta nuevamente aocupar sus asientos. Comemos en elmismo puerto unos peces que asa un

muchacho all mismo.Atravesamos un rea, que pareca

recin desecada merced a un nuevoespign, con casas en construccin a base de bloques y tejado de zinc. Volvimosa la base de la fortaleza que rodeamos a campo travs para alcanzar el lado sur.Vimos los restos de la ciudad sacrificada en la guerra y un par de mezquitasrestauradas.

Tuvimos la suerte de dar conun local que vendan cerveza, y

fresquita. Retornamos a la ciudad apie observando el auge de laconstruccin. Tambin comprobamosel precio del gasleo, 3 TL/litro, 150., que nos pareci caro.

Finalmente fuimos a recogerlos bultos del hotel para dirigirnos a la estacin. Los retrasos en la visado deIrn nos haban llevado a cambiar los planes y volar a Van para, desde all, ganarTabriz en bus o tren y descender en autobs a Shiraz. El tren nos habaparecido la mejor opcin.

El dolmus por una lira, 050 , nos condujo a la estacin. Se trataba de unhabitculo grande con unas ventanillas y poco ms. Tras comprobar la visa turcay la iran nos dieron las cuatro literas, 22 TL, 11 cada uno. Habamos ido contiempo para coger los billetes y nos sentamos. Pronto nos vimos rodeados einvadidos de bultos y ms bultos. El trapicheo se centraba mayoritariamente enproductos de droguera, pero a gran escala. Deshacan cajas, tiraban envases yllenaban bolsas cutres de plstico o amontonaban en la misma caja el doble delos productos que venan.


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Cuando son el silbato, todos los pasajeros corrimos al tren. Por ms quehabamos andado atentos, al llegar a nuestro compartimento un tipo enorme conuna infinidad de bultos, posiblemente colocados con anterioridad, ocupababuena parte del compartimento de manera que no cabamos los cuatro con los

bolsos. Le dije en ingls y por seas que aquello no poda ser. El tipo se haca elsueco y no quera mirarme. Tuve que forzarme y empezar a gritar. De repente,sin decir nada, se fue con algunos bultos, pero dej otros varios. Entramos demala manera. Vino otro tipo y se llev los bultos del primero. Cuando ya estamosinstalados aparecieron otros dos con bultos tambin. Uno de ellos dijo porseas que para ellos las literas de arriba. Asentimos. Se fue y su compaerosubi a una litera y llen la otra de paquetes. Finalmente nos organizamos y nostumbamos. El cansancio del da y el suave traqueteo nos lanzaron a brazos deMorfeo.

Pero Morfeo sali corriendo cuando el revisor entr encendiendo la luz ygritando algo parecido a pasaportes. Nos calzamos y salimos. Vimos que lagente sala del tren. Hicimos lo mismo. Nos vimos en un andn desangelado.Estaba muy oscuro. Slo llegaba el resplandor de dos lejanas bombillas.Seguimos las formas humanas que adivinbamos entre las blancas nubes devapor que lanzan los frenos hasta que divisamos a lo lejos una caseta iluminadaen su interior. Avanzaba entre sacudidas de vapor, esperando escuchar unarfaga o un Achtung desde un altavoz, pues mis neuronas haban rescatado delos anaqueles de mi memoria pelculas de nazis, judos y trenes. Mis compasconfesaran despus que sus neuronas haban rescatado las mismas pelculas.

Finalmente ganamos la sala con luz y calorcito, aunque un tantopestilente, donde una prolongada cola se ordenaba hacia la ventanilla dondesellaban la salida de Turqua. Las seoras, adems de ser muy minoritarias,contaban con ventanilla especfica y acabaron en unos instantes.

Ms de una hora durara la desapacible despedida de Turqua. Quetampoco lo fue tal, puesto que tumbados nuevamente, esta vez calzados, a laespera de una nueva llamada a la entrada a Irn, fuimos despertados a la mediahora por la polica turca para comprobar que habamos sellado la salida del pas.

16 de abril, viernes

Al cabo de un buen rato aparecieron los iranes. Tuvieron el detalle depedir los pasaportes y llevrselos, sin hacernos salir a la intemperie. Al cabo deuna hora nos despertaron para devolvernos los pasaportes, ya cuados. Al cabode otra hora vinieron a revisar los bultos. Nuevo detalle, no nos hicieron bajarlos bolsos. Slo revisaron los numerosos bultos del tipo de arriba quelgicamente perteneca a alguna de las cuadrillas del trapicheo organizado. Una

hora ms tarde volvieron a despertarnos y nos pidieron los billetes del tren. Aeso de las cuatro y media nos dejaron en paz, pero, como hay una diferencia


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horaria de hora y media, pronto empez a amanecer y se present la hora dellegada a Tabriz.

Cuando Amparo, tras semejante nochecita,se percat de la inminencia de nuestra llegada y,

en consecuencia, se enfrent a la realidad que leobligaba a ponerse el velo sobre la cabeza, se locoloc sin decir palabra. Pero, cuando se mir alespejo, mont en clera y, sin que yo hubiesemovido levemente msculo alguno, se volvi hacia

m y asegur que, si se me ocurra pretender sacarle una foto, me rompa lasgafas.

Una vez fuera del tren, ser occidentales hizo que nos permitieran saltarel filtro de acceso del andn a la sala de la estacin, donde nuevamente

revisaban los equipajes.Aquella triste estacin, un rectngulo gris de altos techos grises

tambin, en cuyo centro se alineaban un montn de filas de asientos ocupadosen su mayora por mujeres cubiertas de negro total, me supuso como un sopapode tristeza que como tal quedara grabada en mi memoria. En aquella tristeestacin, resolvimos las ms urgentes necesidades, visita a los servicios, lavadode cara y desayuno, triste tambin, en su triste restaurante.

En taxi rodeamos Tabriz de este a sur. La luz, la amabilidad del taxista y

la de los empleados que nos atendieron nada ms llegar a la estacin, borraronpor completo la primera sensacin de la ciudad.

Sacamos los billetes, 660.000 Reales, 50 los cuatro. Tenamos pordelante un viaje de 24 horas. De dos en punto a dos en punto, repetan losamables tipos de la estacin. Nos decidimos por un restaurante que servancomidas. Result cutre. Aunque la brocheta de pollo que com estaba deliciosa,el cordero maduro que saborearon mis compas no favorecera posteriormente lainvestigacin culinaria.

A la salida un tipo sealando a Amparo pretendi decirme algo que no

acab de pillar en el momento. Al punto me di cuenta y alucin. Habapretendido decirme que no poda permitir a mi esposa ir con una blusa que nobajaba hasta ms abajo del trasero.

A las dos en punto abandonamos Tabriz.Era viernes y numerosos vehculos salan por lamisma carretera que nosotros en direccin alestadio donde se iba a celebrar un encuentrode futbol. Descendi el trfico y nosinternamos en una prolongada bardena de

colores rojizos. Llamaron nuestra atencin losnumerosos controles de radar, con el poli


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apostado tras la cmara colocada en un trpode. Tambin llama la atencin ladistancia entre los carriles de ambas direcciones que pueden estar juntos comoestamos acostumbrados, pero tambin muy distantes, a 50 100 metros.

Los autobuses son bastante cmodos y como siempre a lo largo de todos

los viajes nos sirven refrescos y magdalenas envueltas en celofn. Segn miscompas, el olor a pies nos envolva, no en estereo, sino en home cinema. Yoaseguraba no notarlo y era cierto. Cuando a lo largo del viaje llamara la atencinde mis compaeros respecto a los efluvios del perfume de alguna moza, habande saltar como un resorte culpabilizndome por contar con un olfato selectivo.

El autobs que rod muchos kilmetros en direccin de Tehern, acabapartndose de sta para dirigirse al sur. Tienen establecidas las paradas a lashoras del rezo. Paran siempre en mezquitas para hacer pis y rezar. Guardar enmi memoria la imagen de Alfonso arrugando la nariz en vana pretensin de

bloquear el olfato y, aferrado a su entrepierna, saltando desesperado por laespera.

La cena la hicimos en un restaurante. Como nadie saba una palabra deingls, no podamos saber cunto tiempo estaramos parados. El tipo delrestaurante se port. Me llev a la cocina y mostr qu nos podan servir.Sealamos pollo con arroz. Estaba bueno, aunque la falta de tranquilidad, al nosaber con cunto tiempo contbamos, nos impidi disfrutarlo.

Dorm a ratos. Contempl paisajes, rotondas, los apartados carriles en

sentido contrario y las escasas luces de los poblados.

17 de Abril, sbado.

Fue amaneciendo. El conductor pareca haberse olvidado que tenamosque parar para estirar las piernas, comer algo y hacer pis.

Finalmente a eso de las ocho y media el autobs se detuvo. Nos dirigimosal chofer pretendiendo, por seas y sealando la esfera del reloj, saber cuntotiempo se iba a detener. l se limitaba a repetir Shiraz. No nos lo creamos,

pero algunos viajeros lo repitieron tambin mientras abandonan el autobs. Noshizo mucha ilusin habernos librado de seis horas de autobs, que haba quesumar a las que ya llevbamos, pero tampoco entendimos por qu nos habanasegurado que llegaramos a las dos. No supimos si lo hacen para curarse ensalud ante un imprevisto o si no haban entendido ni una palabra de ingls que eslo ms probable.

Un taxi nos llev al Anvari, un hotel que aparece recomendado en la gua.Tengo que reconocer que los recomendados en la Lonely no suelen defraudar,pero me molesta que en ocasiones prioricen unos hoteles sobre otros que

potencialmente podran tener similares o mejores prestaciones y ser mseconmicos. Igualmente tengo la sensacin de que con el tiempo se estn


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decantando por propuestas ms caprichosas y menos econmicas. En todo caso,el Anvari es un buen hotel en relacin calidad precio, quienes lo llevan sonamables y eficientes y est muy bien situado. Como no tienen dos dobles,cogemos una cudruple, 380.000, 285 por noche. Los desayunos se pagan

aparte 15.000, 120 /p y se componen de lo habitual ms huevos fritos otortilla.

Nos tiramos a la calle y, como atrados porun imn, acabamos en el Bazar Vakil, el msimportante. Es un bazar autntico, amplio yconcurrido. En l Mila y Amparo, entre las risasde las indgenas envueltas en negro, se hicieroncon unas caperuzas negras para sustituir alpauelo, que no acabaran resultando cmodas.

Tras recorrer buena parte del bazar,entramos a ver la Mezquita Vakil, situada en unlado de ste. En la puerta escuchamos hablarcastellano a una seora que estaba con unapareja de jvenes. Entramos a la Mezquita yellos lo hicieron a continuacin. Mi sorpresa fueenorme cuando el joven que me resultaba

conocido se quit las gafas para mirarme. Descubr que se trataba de Raimon,un valenciano que conocimos en Mali con el que habamos tenido sucesivos

encuentros en nuestro viaje por el pas africano. Iba en un 4x4 con su moza aIndia. Su ama haba volado a Tehern para pasar unos das con ellos.Descubrimos que estbamos en el mismo hotel.


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Seguimos visitando la mezquita cuyos paneles de azulejos y sus columnasen espiral llaman la atencin. Vuelta al bazar, sus galeras, sus artesanos, supatio y su tetera.

Paseamos por la calle principal, por el ro y sus puentes y por el entorno

de la ciudadela. Cuando estaba bajando la luz se nos ocurri preguntar cmo ir aun barrio, que luego supimos estaba en el extrarradio, que contaba con un

jardn. Preguntamos a algn tendero y luego a unmunicipal, pero nadie saba ingls. De prontoapareci un to enorme de ojos azules que empeza gritar que era polisman y nos pidi lospasaportes. No hablaba ingls pero s entendi queestaban en el Hotel. Cuando le dije que estbamosen el Anvari, se tir al centro de la avenida, par al

primer coche y orden con resolucin al tipo que se arrugaba ante el volanteque nos llevara inmediatamente al Anvari. Le dije que no. Insisti con inusitadaenerga. Le dije que no, que queramos ir andando. Se dio la vuelta, dio un salto,entr en una tiendita pequea y, apartando de una brazada al dueo, se apoderdel telfono para hablar con el hotel Anvari. Habl un rato con manifiestaautoridad. Supuse que le habra dicho quefusemos al hotel. Me pas el auricular. El delhotel me explic con tranquilidad que el poli noquera que fusemos a ese barrio. Le dije quebien, pero que nosotros no queramos ir al hotel,sino seguir paseando. Tom de nuevo el auricular yal punto lo abandon desesperado. Finalmente entre seas y algo de ingls quepescaban los de las tiendas de al lado que se haban arremolinado, conseguimospillar algo de danger. Nos dimos cuenta por dnde iban los tiros yconseguimos hacer entender a aquel energmeno que nosotros queramos seguirandando, que no bamos a ir a ese barrio, sino caminar por el centro hacia elhotel. De buena nos libramos al perder de vista aquel tipo enorme que no noshaba tratado mal, pero daba miedo.

Cenamos en el Gavara que result un lugar poco acogedor con genteantiptica y un men 38.500, 3/p, alubias, una amarga verdura astillosa y pollo,en absoluto recomendable.

18 de Abril, domingo.

Amaneci jarreando y decidimos cobijarnos primero en el museo ydespus volver al bazar. Picamos algo en el mismo bazar y cuando dejo de lloverfuimos en busca de la mezquita antigua. No dimos con ella y acabamos enAramg-e Shah-e Cherag que contiene la Tumba del Hermano, uno de loshermanos del Imam Reza. No dejaron entrar la cmara y a las chicas les


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hicieron envolverse en telas negras hasta los pies, adems de sus velos. Una vezdentro alucinamos. Bvedas ingentes de nidos de abeja cubiertos de espejos yespejuelos donde se reflejaban las innumerables luces de enormes lmparas,provocaban la sensacin de haber accedido a la ms sorprendente cueva de

Alibab que se pueda imaginar. Realmente de alucine. Ellos, enfervorizados,acceden a la tumba, la tocan, dicen oraciones y echan billetes en su interior,antes de alejarse andando hacia atrs posedos de extrema reverencia.

Salimos a la puerta principal. Para que no dejsemos de alucinar, unaseora con extrema amabilidad y suma cordialidad se agacha para poner unosimperdibles a Amparo en un abierto lateral de su vestido que deja a la vista enocasiones su pie. No dimos con la mezquita vieja y nos trasladamos de nuevo alcentro.

Decepcionados de la gastronoma la noche anteriorpretendimos ir a un buen restaurante junto a la MezquitaVakil pero no estaba abierto y nos decidimos por undelicioso pollo asado con ensalada y yogur, 130000, 975

los cuatro. Los yogures bebibles aqu suelen ser cidos yalgunos vienen con hierbitas, todos muy ricos.

19 de Abril, lunes.

Nos decidimos por una oferta del hotel. Un taxi todo el da visitandoPasargade con la tumba de Ciro, Naqsh Rostan con sus tumbas escavadas enenormes paredes, los relieves de Naqsh Rajab y, lo principal, Perspolis. Elpaseo, sin incluir Pasargade, una hora ir, otra volver y tres all, sale por

140.000, 105 . Nosotros, incluyendo Pasargade, salimos a las 10 volvimos a las18:30 y pagamos 160.000 reales, 12 /4 el da.

El dinero Iran es el rial. Su elevadovalor numrico respecto al valor de losproductos ha hecho que se funcione con elToman equivalente a 10 reales. En estesentido es necesario siempre aclarar deantemano de qu se est hablando o en quconsta el precio. Irn invita al ahorro,

mientras que Europa lleva al despilfarro.Pagar una cantidad numricamente elevada por cualquier producto


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psicolgicamente induce al retraimiento, mientras que pagar una cantidadnumricamente muy baja por el mismo producto induce al derroche.

Nada ms abandonar la ciudad, adelantamos un 4x4 y el taxista sealque eran extranjeros. Se me va el ojo a la matrcula y descubro que es de

Valencia. Era Raimon. Qu coincidencia! Pitamos, saludamos y nos detuvimoscon ellos un momento, aunque habamos a reencontrarnos en Yazd.

De Pasargade, merece la pena la tumba de Ciro. Teniendo en cuenta ladistancia a que se encuentra, sera prescindible. Impactan ms, al menos en micaso, las tumbas escavadas en o alto de rocas en Naqsh Rostan. Los relieves deNaqsh Rajab se pueden ver en un momento y estn al lado. Perspolis se merecems tiempo. En nuestro caso, dado que pasamos demasiado rato en Pasargade yparamos a comer, nos qued menos tiempo del necesario para Perspolis.


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Perspolis es un conjunto amplio que, adems de recoger infinidad derelieves muy bien conservados, puertas y dinteles tallados y restos de figuras;posibilita imaginar y sentirse en el interior de un amplio conjunto palaciego.Tambin posibilit en nuestro caso encuentros entraables con familias y genteque nos paraban, saludaban, queran sacarse fotos con nosotros No vimos un

extranjero en la visita Perspolis, aunque puede que por la tarde la presenciade visitantes se a menor.

Cenamos en la habitacin a base de meln, queso, unos pastelitosdeliciosos y un yogur riqusimo curiosamente de marca Anda.

20 de Abril, martes

Iniciamos la jornada con un hecho que pudo tener consecuencias, peroque, gracias al Aura Mazda, no las tuvo. Amparo, al salir del bao sinchancletas, se dio un resbaln y fue a caer de espaldas, dndose con la cabezaen el perfil de la puerta. Una herida pequea y el susto fueron todo.


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Cambiamos dinero en una casa de cambio, en vez de en el banco. Resultams rpido y eficiente y la comisin es mnima. Visitamos la ciudadela. Suinterior est bien, sin ms. Llam mucho mi atencin una exposicin defotografas antiguas de la ciudad de la primera mitad del siglo XX, en las que la

mayora de los grupos de mujeres, supuestamente acomodadas, que aparecan,estaban sin velo. Anclada en mi memoria quedar la extrema dulzura en los ojosde una mujer de unos cincuenta o sesenta aos que con sumo inters ydelicadeza insista en que fusemos a su casa. Aunque hubiese dado al trastecon nuestra planificacin, posiblemente hubisemos tenido que acceder, pero nolo hicimos. Entre otras cosas, porque los hijos mayores que le acompaaban noparecan tan dispuestos.

Partimos en busca de la Tumba de Hafez. Es un monumento muy popularque, parece, sirve de imn aglutinador del mundo culto y progre queprecisamente se perfila como contrario a la intransigencia religiosa. Habamucha gente visitando la tumba y se perciba gran reverencia. Abundaban laschicas de instituto. Un grupo de stas descubri y envolvi a Amparo en elrincn en el que se haba sentado a descansar. Decan mil cosas y les encant

hacerse fotos con nuestras chicas, pero sobretodo gritaban sin descanso.

Al salir del recinto de la tumba de Hafez nos detuvimos un momentopara establecer, mediante el plano de la gua el trayecto que habamos deseguir para visitar la Tumba de Saadi. Como en repetidas ocasiones que nos


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habamos detenido a dilucidar un trayecto, se nos acerc un muchacho ypregunt si poda ayudarnos.

Cuando le dijimos dnde queramos ir nos advirti que estaba lejos, a laentrada de la ciudad. Insistimos en que iramos a pie y se ofreci a

acompaarnos. No tenamos necesidad de que nos acompaara pues el trayectoestaba claro y, por evitar malentendidos, le advertimos que no tenamosintencin de visitar establecimiento alguno y menos comprar. Reconocidedicarse a la venta de alfombras en el Bazar Vakil, pero que slo pretendahablar con nosotros, si no nos molestaba. Nos pareci una oportunidad paracharlar con un muchacho joven y saber qu pensaba.

Su visin era la de un joven que no contaba con una situacin desahogada,no contaba con una familia acomodada y tena que buscarse la vida en unnegocio de alfombras.

Empezamos hablando de poltica. Afirmaba que haba habido un fraude al80% de la poblacin. No entendamos muy bien. Es factible y habitual enmuchos pases el fraude electoral, pero no parece fcil en tan elevadoporcentaje. No obstante todos los que hablaron con nosotros a lo largo delviaje barajaban ms o menos la cifra de un 80% contrario al rgimen. Asimismoaseguraba que los mullah o religiosos adinerados son quienes, dominando laeconoma y los hilos de la poltica, se estn enriqueciendo veloz yostensiblemente.

Lo que ms llam nuestra atencin fue la situacin vital que nos trasmiticon un puntillo de tristeza. Afirmaba que los jvenes en su pas no tienenfuturo y no tienen salida. Tienen trabas de todo tipo. No cuentan con entornosdonde puedan agruparse, no pueden salir de la pas, no tienen acceso a medios,no tienen Internet abierto, no pueden beber

Me impresion cuando relat cmo las mujeres estn supuestamente muyprotegidas de manera que l no puede dirigirse a una chica y tampoco puedeestablecer una relacin con una chica. Si una chica accede a pasearsimplemente con l, puede pararles la polica por la calle, pedirles los papeles y,

al comprobar que no es su esposa, llamar a su padre y al padre de la chica yecharles la bronca, pudiendo, incluso, ser detenidos. Precisamente por eso,deca y es cierto, no se ven parejas por la calle ni grupos de chicos y chicas. Deesta manera los chicos de familia acomodada permanecen en casa hasta que secasan, escogiendo generalmente su pareja del entorno familiar o de lasamistades familiares. nicamente los jvenes de familias ricas que tienen casasgrandes con jardn pueden, con cierta discrecin, juntarse con otros jvenes.Incluso cuando se trata de gente acomodada es menos probable que la policase meta con ellos por la calle.


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Me impresion tambin cuando contaba que el simple chivatazo de unintegrista, y los hay en cierta proporcin, supone que tienes inmediatamente lapolica encima.

Es un panorama triste que limita seriamente las posibilidades de la

juventud, ms tratndose de gente sencilla. Posiblemente esa situacin seadiferente en la universidad y por su puesto en Tehern, donde indudablementeel control no puede ser similar.

Al llegar a la carretera general, frente a unos jardines con sucesivascascadas se despidi de nosotros. Nos dej un regusto tristn.

Tal vez por ese regusto o porque nos pareci que ante esta nueva tumba,de Saadi, no afloraban tantos sentimientos como en la de Hafez, no nos gusttanto, por ms que estaba invadida de gente de todo tipo y, por supuesto, dealumnas de instituto.

All tomamos un taxi a Evan Garden.Nada ms pagar la entrada y acceder alhermoso edificio principal, nos dimos cuentade que en el interior del jardn no haba dndecomer o comprar algo para picar. Decidimosentonces salir a comprar algo para volverposteriormente y proseguir la visita. Hablamoscon los de la puerta y ellos mismos llamaron a un taxista. Le explicamos qu

queramos. Al darnos cuenta que se alejaba demasiado, pensamos que no noshaba entendido. Acabamos al pie de un ascensor que ascenda al Shandiz, unrestaurante de gran lujo desde el que sedenomina la ciudad. No queramos subir, peroacabamos quedndonos y concertando con eltaxista una hora para recogernos y el precio.Pagamos por la comida un total de 700.000,13/p. Muy caro para all, aunque la comidaestaba muy bien. Nos molest que nos hubiesen

enredado, sin dejarnos hacer lo que pretendamos. Aunque nunca supimos concerteza si fue voluntariamente paraconseguir una comisin por parte deltaxista, bastante probable, osimplemente lo hizo pensando que noshara ilusin el lugar y la buena mesa.

Cuando vino el taxista, que conbastante descaro meta prisa, notenamos tiempo para ir al jardn, delque no habamos visto ms que elexterior del edificio principal. Optamos por ir a la Mezquita Vieja o de los


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Mrtires, en vez de volver al jardn. Una vez all, no siendo el trayecto mslargo, nos quera cobrar mucho ms de lo acordado. Como tenamos lareferencia del taxi que nos haba llevado de la tumba de Shalim a Evan Garden,entendimos que se pasaba demasiado. No le pagamos ms de lo acordado. Tuve

que mantener una agria discusin, algo que siempre deja mal cuerpo. No suponeel dinero, que suele ser poco, sino que molesta que te tomen el pelo.

Descubrimos que la Mezquita Vieja, que habamos buscadoinfructuosamente el da anterior, se encuentra a la izquierda de la puertalateral de la Mezquita donde est el hermano del Imam Reza que habamosvisitado. Por cierto, pretendimos volver a entrar para alucinar nuevamente conespejos y araas y nos negaron el acceso.

Volvimos por el bazar realizando las ltimas compras para la cena y elviaje. Reincidentes, volvimos a caer llenos de gozo en las tentaciones de la yaconocida y deliciosa pastelera. Tomamos un t en un hotel pretendiendointilmente acceder a Internet. Buscamos para fotografiar una galera nica demaniqus con tnicas negras que habamos descubierto el da anterior. Pagamosel hotel.

21 de Abril, mircoles

Por la maana en la estacin de autobuses nuevamente nos dejaturdidos la eficiencia y amabilidad de los empleados. El trayecto, se inici poruna tierra ya conocida hasta que un desvo nos elev a un puerto entre rocas


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que descendi a un rea desrtica con salpicaduras verdes que abriganpequeos poblados hasta Yazd. 65.000 Reales, 49 .

Silk Road Hotel aparece pintado en la pared de una inmunda calleja debarro. Bajas dos escaleras, entras y te ves sorprendido por un enorme y

hermoso patio con plantas, divanes y mesas. Las habitaciones, 350.000 reales,2625 la doble con bao y desayuno, son igualmente una cucada. Resulta unsitio muy agradable. Habamos pedido en el Anvari en Shiraz que nosreservaran. De no haber sido as, no hubisemos conseguido habitacin.Reservar con dos o tres das de antelacin, es una prctica no slo conveniente,sino necesaria, pues hay bastante diferencia de unos hoteles a otros. No tantoen el precio, que tambin, como en la calidad del trato y eficiencia con viajeros.

Saludamos a Raimon que estaba all con sus mujeres. Degustamosensalada, una especie de pasta de patata, berenjenas y camello.

Esa misma tarde visitamos la mezquita Jameh Mosque, la Prisin deAlejandro, un hotel de lujo con sus torres de ventilacin. Todo nos encant,pero sin duda lo que ms llam nuestra atencin es el entramado en barro decallejas y galeras cubiertas que te transportan a un mundo alucinante, unmundo de cuento. Las mujeres evolucionando en negro entre los claroscuros decallejas y galeras generan sucesivas imgenes de lo ms sugerentes para quienviaja con una cmara en la mano.

Ya oscuro, nos acercamos a la Torre de Reloj y visitamos una de lasmezquitas ms relevantes de la ciudad.


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Continuamente la gente saluda con enorme simpata. Incluso las mujeresmiran a la cara y sonren estableciendo una deliciosa contradiccin con sudesagradable vestimenta negra. Los comerciantes invitan con un gesto y francasonrisa que nada tiene que ver con el agobio de otros pases. En las mezquitas

no slo no ponen traba alguna, sino que te llaman y muestran lo que suponenpuede resultar interesante para ti. Continuamente se acercaban con amabilidada ver si podan ayudarnos en orden a lo que buscbamos o pretendamos visitar.Se detenan para invitarnos a una especie de bolitas de pan. Si nos preguntabande dnde ramos, no pudiendo hilar ms fino, decamos de Espaa y se veanmuy contentos. Llegamos a planteamos responder en alguna ocasin que ramosalemanes para ver si efectivamente la qumica era distinta, pero no lo llevamosa cabo. Posiblemente que Espaa haya sido musulmana y no haya colonizado en elrea, sean motivo suficiente para que desde su percepcin, se sientan mscerca de nosotros que de pases europeos del norte.

Se acerc un muchacho de unos 35 o 40 aos hablando italiano. Dijo que

no saba espaol, pero s italiano y que poda ensearnos la ciudad. Antenuestra, supongo, expresin de sorpresa, se apresur a aclarar que era gratis,


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no era fcil. El joyero, suspendiendo su atencin a un clienta, nos lo indic conextrema amabilidad y proseguimos bajo un calor aplastante. De pronto unaseora con su coche se detuvo y nos llam para que subisemos. Nos dimoscuenta de que se trataba de la clienta de la joyera que al salir no tuvo mejor

idea que buscarnos con su coche y llevarnos hasta la puerta de la mismacisterna. Encantadora. Sorprendente.

A la vuelta Amparo y Mila entraron en una ptica para preguntar elprecio de las gafas. El precio es bueno y de hecho gran cantidad deoccidentales se compran all las gafas, pero las progresivas no las hacan de unda para otro. La familia de la joyera se empe en que se quedaran acompartir la comida con ellos, pero nosotros habamos continuado hacia elcentro, no podan avisarnos y se quedaron. En un sencillo chiringuito comimoslos tpicos triangulitos fritos con pasta en su interior 77000 R, 6 los cuatro.

Telefoneamos al muchacho que se haba ofrecido el da anterior amostrarnos la ciudad. Se trataba, como supimos cuando se present con suflamante coche, de un ejecutivo de una empresa de cermica en la quehabitualmente solan contar con italianos, razn por la cual el conoca la lengua.Nos llev al templo de Zoroastro.

Curiosamente conducen sin ningn tipo de ordenamiento. En un cruce decuatro calles, en el que todos pueden ir por cualquiera de las otras tres, se creaun abigarrado entramado que se acaba solucionando con tranquilidad y unasonrisa condescendiente. Posiblemente es as por pura necesidad, al no existir

una norma. Posiblemente lo que nos pasa a nosotros es que, al tener plenaconciencia de que una norma nos otorga la razn, no aferremos a nuestroderecho y nos hacemos ms intransigentes. Una situacin similar en nuestropas supondra broncas descomunales, agresiones de todo tipo y frecuentesinfartos.

El Fuego que mantienen los zoroastrianos, no s si porque el fuego mepareci un tanto triste o porque el Templo estaba lleno de turistas, nodespert en m gran inters. Parece ser que al constituir la religin deZoroastro la religin de los antiguos persas anteriores al Islam se est

pretendiendo revitalizar culturalmente en sentido antittico frente al Islam.


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La mala fortuna hizo que se accidentara el hijo de nuestro cicerone yste recibiese la llamada de su mujer comunicndole que su hijo pequeo sehaba quemado. Nos llev con el coche a su casa, por ms que le dijramos quenos dejara. Esperamos en la puerta de su casa. Apareci con el nio que tena un

brazo quemado. Con absoluta tranquilidad y suma ternura situ al nio entre subrazo y el volante y, dndole besos mientras conduca, nos llev a todos a uncentro donde atender al pequeo. Que estuviese cerrado y tuviese que buscarotro hospital, hizo que accediese a nuestra demanda de dejarnos para atendera su pequeo. Encantador. Alfonso repeta que ellos nacan buenos y nosotrosmalos. Le llamaramos de Isfahan para saber del nio y reiterar nuestroagradecimiento.

Cuando ya el sol descenda nosotros ascendamos a la puerta que presidela plaza. Desde lo alto contemplamos cpulas, bvedas y bagirs. La misma plazacon mocetes jugando a futbol y familias tumbadas en el csped evidenciaba unaagradable y rica vida social.

23 de abril, viernes

Hamek, el ms enrollado de los mozos del hotel, nos advirti que, siendocuatro, nos traa ms cuenta coger un taxi por 150.000 rials, 11 , hastaZenoidin que un taxi a la estacin, el bus de Yazd a Keman y tener que ir luegode la carretera al Carvanseray a pie.

Zenoidin, uno de los dos caravanserais redondos que se conocen, ha sidoperfectamente restaurado y convertido en un hotel con muchsimo sabor.


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Situado en una planicie desrtica con encanto, cuenta con una maravillosaestructura y est restaurado con mucho gusto.

Al atardecer, mientras los colores fueron mostrndonos su caprichosatransformacin, tuvimos ocasin de pasear por el desierto, acompaados por elrumor de fondo de la actual Ruta de la Seda, constituida por dos filas decamiones en cada sentido que aglutinan todo el trfico del sur de Asia, ahoraque Afganistan es impracticable. Poco a poco el sol fue bajando haciendo guios

entre nubes que lanzaban rayos sobre unas montaas recortadas. Una libre nossalud antes de refugiarnos nuevamente en el caravanseray.

Los nicos huspedes ramos nosotros y un tipo alto que habamosconocido en el Hotel de Yazd y result ser un viajante australiano muy peculiarque, mediante una expresin corporal y facial exageradas, nos cont su vida,sus inquietudes y su viaje por Irn. La cena que nos sirvieron fue realmentenotable, posiblemente la ms sabrosa. Destacara las berenjenas, una salsa decastaas con granada, el arroz con cerezas y un yogur exquisito.

24 de Abril, sbadoPor la maana el paisaje haba cambiado completamente de color, aunque

permaneca el permanente runrn de la actual Ruta de la Seda. Desayunamoscon unas mermeladas notables tambin. A la hora de pagar Kamrar Emomi, Kamipara los amigos, no nos quera cobrar la comida del da anterior. Eso despus dehabernos hecho un precio ajustadsimo, mediante la reserva de Raimon. Ya noshaba anunciado ste que Emomi era un tipo muy legal. Muy majo. Con el escasoturismo que existe es difcil hacer rentable un lugar con tantas posibilidades.Es una pena.


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Casi toda la gente que vive en relacin con el turismo espera, sinfundamentacin alguna, la reactivacin de ste por generacin espontnea. Elturismo ha bajado mucho con los miedos provocados y la mala prensa sobre Irnque calculadamente destilan los medios occidentales. Por otro lado, tampocoparece que al gobierno Iran le importe demasiado, puesto que, aunquesupondra entrada de divisas, llevara consigo una incidencia negativa en orden amantener un sistema dictatorial en el que la autoridad religiosa est por encimadel bien y del mal.

El mismo taxista que nos haba llevado nos devolvi a la terminal de Yazd.En el momento que llegbamos, sus colegas avisaron al taxista de que acaba departir el autobs a Esfahn. El muchacho no nos dej bajar y sali velozmente acortar el paso al autobs que se detuvo. Subimos. El trayecto no es largo y losdos chferes, que se apaaban muy bien entre ellos, nos condujeron sin prisaalguna preparndose t o cigarrillos. 50000 reales/p, 375 .

A la llegada a Esfahan pude contemplar una discusin entre dos taxistas,el primer detalle chungo entre personas que haba observado en todo el viaje.

Nos dirigimos al Saadi hotel que aparece en la gua y lo haba citado unaamiga. Realmente deprimente. Bastante espartano, pero adems sucio. Eldesayuno lo sirven en la habitacin cuando hay un comedor y el personal no es niatento ni eficiente. Tampoco es barato en proporcin 350000, 2625 la doble.Hubisemos debido cambiar de hotel, pero, una vez all, la pereza nos pudo.

Empezamos por buscar la afamada Plaza, con la pretensin derecuperarnos del bajoneti provocado por la cutrez del hotel y el atosigantetrasiego de una gran ciudad que nos haba robado la paz de caravansaray. LaPlaza del Imam nos pareci preciosa. Es enorme. La segunda, tras Tiananmem.Le proporcionan gran encanto los muros de doble arcada que la rodean portodos los lados, salvo las dos mezquitas, el palacio y la puerta del Bazar. Esttambin perfectamente iluminada. Pero lo que ms llam mi atencin fue lacantidad de gente que trasiega, se moja los pies en el estanque, corre con susnios, pasea, se sienta u ocupa el csped rodeado de su familia. Como era tarde,nos limitamos a pasear, atender los grupos de estudiantes que vienen aenrollarse en ingls, dar un corto paseo por el bazar que estaba a punto decerrar y visitar la tetera del primer piso a la izquierda de la entrada al bazarque ofrece una magnifica vista de la misma plaza.


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El iran es el pueblo que con mayor profusin utiliza el espacio pbliconatural. Es el pueblo del camping. Lo mismo en la carretera que en losaparcamientos a la entrada de las ciudades que en cualquier punto remoto decualquier montculo aparecen las tiendas de campaa, todas en forma de iglooelevado. Pero en las ciudades, las plazas, los puentes, los jardines, todos los

espacios verdes estn permanentemente ocupados por familias, ancianos, jvenes que encima de una esterilla, una tela o directamente en el cspeddisfrutan plcidamente. En este sentido en Ispahan, precisamente por contarcon grandes espacios naturales es ms patente, es una pasada.

Cuando retornbamos al hotel, ya tarde, se nos adhiri un jovenestudiante de ayatola, telogo musulmn, que result bastanteplasta.

Es justo resaltar el sentido de absoluta seguridad queuno siente en este pas de noche y de da y en cualquier lado. En

ningn pas nos habamos sentido tan seguros como en Irn.

25 de Abril, domingo

Partimos al punto de la maana nuevamente hacia la plaza del Imam.Inmediatamente entramos a disfrutar de la mezquita del Imam. Su giro paraencontrar la direccin a la Meca, su patio descomunal, su sala principal en cuyocentro se repiten los sonidos, sus azulejos amarillos y azules, los minaretes y,sobretodo, la perfeccin de la gigantesca redondez de sus cpulas azulejadas

en turquesas, nos dejaron extasiados.


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Nos dirigimos luego a la Mezquita Jam, o del Viernes, al noreste delbazar que tambin recorrimos. Resulta diferente del resto de mezquitas.Conduce a un pasado menos lujoso y exuberante que la Mezquita del Imn, peroms antiguo y con un toque de autenticidad. Estando all se nos acercan dos

chicas jvenes y se enrollan. En un momento una de ellas nos dice si queremosque nos baile danza tradicional iran. Ante nuestra afirmativa respuesta, le da asu compaera el mvil para que haga sonar el acompaamiento y se pone a bailarcon suma seriedad para nosotros. Alucinamos una vez ms.


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26 de Abril, lunes.

Saltamos de la cama con la intencin de dejar decidido y apaado elCamino de Damasco, cmo suena!, aunque sera ms exacto decir el viaje aSiria. En la oficina de trenes nos aseguraron que el tren Tehern Damasco no

funcionaba, algo incomprensible para nosotros que tenamos en la mano horario,precios y paradas, bajados de Internet haca menos de un mes. Podamos tomarel semanal Tehern Estambul, apearnos en Van o Tatvan y descender por elKurdistn, como era nuestra intencin inicial, pero las fechas no nos cuadraban,y perderamos casi una semana esperando. La otra posibilidad era el autobs,aunque la ruta de stos va por el norte de Turqua y tendramos queabandonarlo en Erzurum para descender hacia Diyarbakir y luego pasar a Siriapor el noreste. Es una bonita ruta, pero supone bastantes das y tampoco enconjunto estbamos motivados para grandes tiradas en autobs.

En primer lugar confirmamos la no existencia de la lnea TehernDamasco. Confirmada sta, nos plantearon la posibilidad de coger un vueloTehern Damasco que saldra por unos 164 . La decisin fue rpida y unnime.Pareca ser que podamos hacer la reserva por telfono, pero acabamosteniendo que ir a una Agencia. Pareca ser que con los datos era suficiente,pero tuvimos que desplazarnos al hotel y pedir los pasaportes. Pareca ser quetodo era cuestin de un momento, pero algo no marchaba. La muchacha que nosatenda no dejaba de soplar y hablar por telfono con el director de la agenciay su secretaria. Preguntamos si haba algn problema y dijo que no. Al cabo deun buen rato, insistimos y reconoci que s. El director de la agencia habl con

nosotros. Dijo que lo senta, pero que de Inmigracin le negaban la posibilidadde darnos los pasajes. La razn era que no contbamos con un billete de ida yvuelta o, en nuestro caso, de salida de Siria. No entendamos cmo InmigracinIran se meta en esto cuando nuestra visa siria estaba perfectamente enorden y cuando, en todo caso, sera problema de los sirios. Nos propusofacilitarnos un billete de avin Damasco-Estambul. Expliqu y volv a explicar aldirector nuestra intencin, hasta que me percat de que me haba entendidoperfectamente. Sin demasiada conviccin, pretenda hacernos ver quenecesitbamos el billete de salida de Siria. Extend el mapa en su mesa y le

expliqu el viaje que pretendamos que no tena como finalidad volar sobrepases, sino realizar un recorrido. El tipo entenda perfectamente, pero Al


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final, dijo que lo senta, pero que no iba a poder ser. Busqu consuelo vindomeen el bus mirando por la ventanilla. Nueva charla con Inmigracin por parte deldirector de la agencia. Dijo que igual caba una solucin, que le firmramos unpapel que le quitara a l toda la responsabilidad. A la pregunta de qu pasara si

al salir del pas nos ponan dificultades antes de volar y perdamos el vuelo y elbillete, me deca que supona que no, pero tampoco daba seguridad alguna.Comentamos la situacin con un empleado de la agencia y con el mismo director.Les preguntamos de forma ms personal, despus de cinco horas casi noshabamos hecho amigos, qu haran en nuestra situacin. Dijeron que searriesgaran porque estaban casi seguros de que no tendramos dificultadalguna. El director reconoca que careca de sentido aplicarnos una normativaestablecida para los iranes que tiene por objeto que stos vuelvan al pas.Nuevamente el tipo se enroll y se puso repetidas veces en comunicacin conInmigracin de Tehern. Finalmente al cabo de cinco horas en las que eldirector y un par de personas de la agencia haban estado dedicados a nuestrahistoria, obtuvimos los pasajes, sin condicin alguna. Porsiaca, llevaramos unacamiseta de Osasuna puesta para sobornar al poli de turno al salir del pas.Tambin volveramos con unas pastas y algn detalle de los que nos quedaban deOsasuna para el personal de la agencia que haba vivido la consecucin denuestros pasajes como un xito profesional.

Despus de comer, nos desplazamos al barrio armenio, donde existenunas iglesias ortodoxas y una catedral. Vimos una chiquita y finalmente dimoscon la catedral. Despus de ver las mezquitas que habamos visto, su estructurano llam nuestra atencin en absoluto. S llamaba poderosamente la atencin delos musulmanes la iconografa, que no existe en su religin, y que apareceprofusamente en las paredes del interior del templo con escenas del Nuevo yViejo Testamento. Llam, tambin poderosamente, mi atencin la conciencia dela diferencia entre la sensacin de opresin que uno experimenta ante laiconografa cristiana con su lgubre iluminacin de escenas terrorficas en granmedida que invitan al arrugamiento interior y la sensacin de tranquilidad queproporcionan las mezquitas con su iluminacin, su amplitud y la visin de losfieles rezando, charlando, descansando, incluso durmiendo tumbados, o

disfrutando en familia por el patio.


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En el patio haba una exposicin de las barbaridades del genocidio quellevaron acabo los turcos sobre el pueblo armenio y del que no sabemosdemasiado. Como compensacin a la opresin de la lgubres escenas del viejotestamento y a las fotos del genocidio, nos vimos envueltos por la vitalidad de

las chicas de un instituto de Tehern que estaban de visita en Isfahn y seenrollaban, una en especial, con nosotros como persianas, hasta que laprofesora les apartaba pretendiendo evitar la contaminacin de sus tutorizadasque se burlaban de ella con infinita gracia.

27 de Abril, martes

Por necesidad habamos cruzado los puentes de Isfahan. No los habamosdisfrutado. Objetivo, disfrutar de los puentes de Esfahan.

Empezamos por el puente Si-o-Seh (298 m de largo y 33 arcos) uno de

los ms frecuentados y que ya conocamos. Por la orilla sur seguimos endireccin este por jardines frondosos repletos de gente disfrutando de ellos,bien sentados en familia, bien ejecutando ejercicios en los innumerablesaparatos de gimnasia que aparecen salpicados entre arbolado y jardines. ElChubi Bridge es ms sencillo a pesar de sus 150 metros y 21 arcos. Finalmenteel ms hermoso por su estructura, por sus niveles y por cmo la gente disfrutade l, de su vista, del agua o de su galera inferior. Una maravilla. La vuelta larealizamos por la orilla norte que queda al lado del centro de la ciudad.


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Luego nos dirigimos a la Plaza. En el camino, al atravesar uno de losmuchos jardines de la ciudad que est repletos de gente en la hierba, nosenrollan primero una familia, luego un par de mozos kurdos, uno de ellos vestidocon sus atuendos tradicionales y finalmente un grupo de mujeres, que estnsentadas con sus hijos. Nos hacemos fotos con ellos. Algunas mujeres songuapsimas. Llama la atencin cmo cuidan su rostro, aunque, por otro lado, es la

nica y pequea porcin de su cuerpo a embellecer al salir de casa. Una vez enla plaza, comemos unos sabrosos preparados de maz con salsa agria en el jardnpegado al lado oeste y descansamos.

Consegu hablar con Amparo, mi prima, de quien haba descubierto unallamada perdida en el mvil. Supuse el fallecimiento de Teresa y as haba sido.Haba fallecido el lunes. Haban intentado conectar con mi hermana y no habasido posible. Despus de hablar con ella, habl con mi hermana. Me quedtranquilo. Teresa haba descansado despus de casi 103 aos y descansarantambin las personas de su entorno.

Cuando decidimos atravesar la plaza para visitar la Mezquita SheikhLotfollah, descubrimos un grupo de chicas que haban montado el gran jolgorio

en el estanque al que haban entrado vestidas. Descubrimos ms, se trataba delas chicas del instituto de Tehern que habamos encontrado en la catedral


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Armenia. Saqu alguna foto. Una de las profesoras mayores, abriendo su negratnica con lo brazos en cruz, corra a situarse ante mi cmara con la pretensinde evitar que fotografiara el, para ella,supuestamente, bochornoso y para m

delicioso, espectculo que estabanrepresentando sus alumnas. An tuvo luego ladesfachatez de venir a exigir que borrara lasfotos, mientras por detrs las alumnas decanque era como la polica. Aunque las fotos novalan demasiado, cambi la tarjeta por si acaso la profa, que seguarefunfuando, llamaba a la polica de verdad y me obligaba a borrarles. Eranunas chicas muy majas. No s qu ser de su futuro, pero su vitalidad y energaeran brutales.

Finalmente accedimos a la mezquita Sheikh Lotfollah. Visitamos elPalacio Ali Qapu y, aunque llegamos un poco tarde, tambin el Chehel Sotun

ubicado en uno de los jardines del oeste de la plaza.

Para despedir el da dedicado a los puentes volvimos a ellos cuando habaoscurecido. Los recorrimos de nuevo contemplando su reflejo en el agua bajo un

cielo azul intenso al que se sum la luna.

28 de Abril, mircoles

Iba a ser ya el ltimo en la ciudad. Si al llegar desde Zenoidn, noshabamos sentido extraos, al cabo de estos das la ciudad nos haba idoenamorando y sentamos que fuese el ltimo da.

Camino a la Plaza quisimos ver los apartamentos de Hasht Behesht. Unapartamento para cuatro sala por 900.000 riales, 67 , 200.000 ms que lo queestbamos pagando y nada que ver con nuestro hotel.


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Dimos con una tienda de alfombras sobre cuyo propietario, que hablabacastellano, habamos ledo referencias en diversos foros en el sentido deconstituir una cita ineludible para cualquiera que vaya por all y un punto dereferencia para los castellanoparlantes que visitan la ciudad. HosseinPeyghambary es su nombre y su tienda, NOMAD KILIM & CARPET EXPORTest situada en la embocadura de una bocacalle al suroeste de la plaza. Le

saludamos. Fue muy amable con nosotros. Nos indic dnde cambiar dinero yreserv para nosotros por telfono el Al Haramein en Damasco, algo quenosotros habamos intentado infructuosamente. Luego vinieron los negocios.Consistieron en una pequea alfombra de seda para Amparo, otra de losnmadas para Aroa y un bolso, por nuestra parte. Otra alfombra y alguna otracosilla por parte de Mila y Alfonso. Nos dio la posibilidad de pagar a la vueltapor trasferencia. Por ms que no estuviese motivado, no me pareci mal lacompra. Llevaba peor el volumen de equipaje que supuso, al tener que adquirirdos enormes bolsos que deberamos acarrear ms de la mitad del viaje. Fue

pena que disemos con la tienda el ltimo da y que Hossein tuviese queausentarse por negocios. Nos hubiese gustado hablar ms con l.

Caminando por el bazar, descubrimos unos mocetones con camisas negrasbajo pancartas, negras tambin, con textos dorados en rabe, ribeteadas enverde. Invitaban, y nos invitaron, a t. Nos dimos cuenta que se trataba demusulmanes chitas. Ms adelante dimos con una curiosa procesin. Una masa dehombres primero, todos de negro algunos con una cinta roja alrededor de lafrente, y detrs mujeres, envueltas en luto hasta los pies. En medio unoscarritos con altavoces y estandartes. Por las paredes muchas pancartas, todas

negras, con frases, salmos o alusiones al evento. Se detuvieron en una mezquitadel bazar y accedieron al interior. Un muchacho nos anim a entrar. En el patiovinieron a decirnos que no podamos pasar de un punto. No estbamos cmodosy optamos por largarnos.


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A la salida del bazar nos abord en castellano un tipo saladsimo quedeca parecerse, y se pareca mucho, a Javier Barden. Se empe enmostrarnos un restaurante en el bazar. Comoandbamos buscando dnde comer y, aun a riesgo

de soportar que nos llevase a ver alfombras,accedimos. Nos condujo a un chiringuito en laparte noroeste del bazar que estaba bien. Por30.000 rials, 2,20 , te ofrecen una sopa, queestaba bien; Ub Gosht, una carne de cordero quela pueden sacar entera o en una especie de tortilla, con tomate, alubias y salsade curry y de postre un yogur. La fumadora del grupo tuvo all ocasin deprobar una shisha o pipa de agua. Demasiado suave, poco chiste, fue susentencia. En la sobremesa tuvimos ocasin de contemplar desde un ventanucode la parte alta del comedor donde estbamos la procesin chiita que prosegua

su itinerario por el bazar. Una gran masa compactarecorra cantando la galera del bazar que veamosdesde arriba. Todo era completamente negro. Ibanprimero los hombres y detrs las mujeres. Lesrepartan vasos de limonada y un tipo con una especie desulfatadora a la espalda lanzaba perfume a la masa. Los

cantos y los golpes de pecho que se sacudan retumbaban en la galera.Impresionaba.

Despedimos la hermosa Plaza de Eman que quedar en mi memoria comoun lugar mgico y entraable. Contemplndola por ltima vez se hel mi miradapor un instante ante la negra posibilidad de que un da los supuestosembajadores de la democracia, pudiesen arrasar a aquellos civiles encantadoresy aquella plaza sacada de Las mil y una noches.

En la plaza Iman Hosseim encontr un servicio de Internet que funcionamuy bien. Puse al da los correos y tuvimos ocasin de descubrir un Oihan queno conocamos.

Hartos de recurrir al pollo asado y perder descubrimientos culinarios,acabamos cenando en el Shahrzad. Probamos el Fesanjan, pollo guisado consalsa de cerezas y nueces. Pagamos en total 238000 reales, 1785 . En generallas comidas en Irn no pican, pero tienen un puntito cido que les va muy bien.

Cocinan mucho todos los alimentos. Precisamente a ello se debe la ausencia delcuchillo que no es necesario y no lo ponen. Tampoco ponen cucharillas al servir


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el t, pues habitualmente se echan a la boca el azcar en forma de azucarillo oincluso un pedazo cristalizado y van sorbiendo.

29 de Abril, jueves

De par de maana partimos para Kashan. 32000, 240 /p. En el trayectocruzamos una zona militarizada en la que pueden verse numerosas defensasantiareas que parecen responder ms a que la poblacin las vea que a unarespuesta efectiva ante la maquinaria de guerra de la actualidad.

Kashan es una ciudad pequea, bastante menos vistosa y atractiva queEsfahan. Gran parte de ella est en estado tan ruinoso que difcilmente podrnrecuperar el conjunto que, adems, est salpicado de edificaciones nuevas. Susmezquitas son hermosas, pero viniendo de Isfahan Tampoco su bazar y sus

calles nos resultaron tan atractivos. Cuenta con unas casas antiguassorprendentes y perfectamente conservadas, con un hermoso jardn y con unoscuriossimos restos en barro de muralla y ciudadela.

Para nosotros, adems, haba de servir como punto de partida paravisitar Qom. Un viajero no puede asegurar qu ciudad es ms bella, entre otrascosas porque est condicionado por su experiencia concreta, pero si cupieseestablecer un orden, desde mi experiencia, para visitar las ciudades,aconsejara empezar por Tehern, continuar por Kashan, Shiraz, Yazd y acabaren Isfahan.

Pretendimos hospedarnos en al Khan-e Ehsan, un hotel que prometa ser

otra cucada, pero no habamos reservado y acabamos en el Sayyah, dondeencontramos una cudruple que estaba bien por 812000, 60. Los muchachosde la recepcin eficientes y atentos.


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No result fcil encontrar dnde comer cuando llegamos. Por una comidamuy justa en un stano cutre pagamos ms que en el restaurante de la ltimanoche de Isfahan.

Fuimos a ver la mezquita Soltaniye que a la vez es madrasa. Luego

recorrimos algunas callejas y visitamos la de Agha Bozorg. Ms tarderecorrimos el Bazar y nos detuvimos un buen rato ante otra mezquita queserva de aglutinante social a buena parte de los vecinos que all charlaban ocoman dulces. La gente encantadora.

30 de Abril, viernes

Precisamente porque era viernes, decidimos ir a Qom. Salimos andandohasta una rotonda en la que se detienen los autobuses para Qom y prontopudimos subir a uno. En general los autobuses en Irn son bastanteconfortables y muy baratos, aunque van lentos. En todos los trayectos repartenun refresco y algn tipo de bizcocho encelofanado. Suelen poner una pelcula,

parece ser que la misma, pues nosotros en siete recorridos en autobsrepetimos una en cinco ocasiones y otra en dos. En ambos casos la tpicapastelada autctona acabada en boda.

Qom es una ciudad pequea que vive en torno al mausoleo de Ftima,hermana del Imam Reza, y recibe peregrinos en masa, ms en viernes. ElMausoleo se encuentra en medio de un enorme patio de acceso, en principio,exclusivo de musulmanes. Siguiendo recomendaciones, vestimos discretamentey nos dirigimos resueltos hacia el interior. Pareca que habamos rebasado loscontroles, cuando un plumero se cruz en el camino de las chicas que, por ms

que iban tapadsimas, tuvieron que retroceder, solicitar una capa integral yenvolverse.

El interior del patio estaba lleno de gente movindose de un lado a otro o

situndose en una especie de arcadas que la gente ocupaba para estar, comer odescansar. Todo el mundo se mova con suma seriedad y peleaba por acceder a


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tocar el mausoleo. Al margen de los Ayatolas y Mullahs de turbante blanco o losdescendientes de Mahoma con su turbante negro y sus familias, la mayora delpersonal, mayoritariamente femenino, pareca sencillo y de un nivel socioeconmico cultural no demasiado elevado. La guinda la ponan los encargados del

orden que iban continuamente buscando una mujer que dejara al descubierto uncentmetro de su cabello para conminarle a cubrirse hasta las cejas sealndolecon un plumero de esos de tres colores que venden los chinos que constituan lanica nota de color en un sinfn de tnicas talares negras.

Alfonso y yo, sentados a la sombra, observamos. Amparo y Milaaccedieron al interior y fueron estrujadas entre lloros y manos que pugnabanpor acariciar el mausoleo de Ftima. El ambiente acaba resultando un tantoagobiante. Una vez fuera, picamos algo y dimos una vuelta por el entornocomercial que, como en Lourdes, se ha generado alrededor.

Volvimos al cruce de la carretera general, donde se detienen losautobuses que vienen de Tehern. Varios taxistas, enfrentados entre ellos,pugnaban por llevarnos. Cuando lleg el autobs, nos avisaban para quesubisemos a ste en vez de al taxi de su competidor.

De vuelta en Kashan, cenamos en el hotel.

En realidad no est muy desarrollada la oferta gastronmica, sobretodoviniendo del paraso gastronmico que venimos. Si cualquier habi

viaje iran siria turquia

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