viajar cambiando la mirada - panel de control - tics ... · solidarios pudo asistir al taller de...

11
DIARIO DE UN GUÍA Los viajeros llegaron un viernes 5 de agosto sobre las 7 de la mañana. Sus rostros al bajar del avión eran como se espera tras un largo vuelo de poco dormir y mucha adrenalina. Expresiones de alivio mezcladas con la emoción de aterrizar en un nuevo lugar. El viaje en furgoneta hasta el hotel fue de lo más tranquilo para nosotros, acostumbrados a transitar el caos de las calles de Kathmandu en hora punta. Era temprano por la mañana y todavía no había gran tráfico - aun así, para ellos el choque cultural empezó en ese mismo momento: un aparente caos de motocicletas, autobuses de cáscara vieja, bicicletas cargadas con fruta y peatones peligrosamente esparcidos por el asfalto. “Bienvenidos a Kathmandu”, la capital del Himalaya, antiguo centro neurálgico de los intercambios comerciales de la ruta de la seda. Se acomodaron en el Hotel, como pudieron, interiorizando el cambio de comodidades con buen humor. El hotel estaba en un callejón del Thamel, VIAJE SOLIDARIO DESTINO NEPAL 2016 Viajar cambiando la mirada El Viaje Solidario Destino Nepal 2016 tuvo lugar en Agosto, y duró 15 días. La Fundación Solidaria TAI lanzó una propuesta de turismo respetuoso y consciente, y el primer grupo de viajeros no tardó en confirmar su participación. La primera edición del Viaje Solidario con la Fundación ha sido un éxito: todos hemos disfrutado conociendo y compartiendo Nepal desde otra mirada. No es un viaje turístico, es un viaje al corazón de la cultura nepalí y de los proyectos que llevamos a cabo en la tierra del Himalaya desde 2010. Una experiencia para compartir, aprender, empatizar y crecer. Agradecer a todas las personas que hicieron posible este primer viaje, y a los viajeros por entregarse a vivirlo intensamente. Compartimos con vosotros la experiencia con mucho cariño:

Upload: ngominh

Post on 19-Sep-2018

226 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

DIARIO DE UN GUÍA Los viajeros llegaron un viernes 5 de agosto sobre las 7 de la mañana. Sus rostros al bajar del avión eran como se espera tras un largo vuelo de poco dormir y mucha adrenalina. Expresiones de alivio mezcladas con la emoción de aterrizar en un nuevo lugar. El viaje en furgoneta hasta el hotel fue de lo más tranquilo para nosotros, acostumbrados a transitar el caos de las calles de Kathmandu en hora punta. Era temprano por la mañana y todavía no había gran tráfico - aun así, para ellos el choque cultural empezó en ese mismo momento: un aparente caos de motocicletas, autobuses de cáscara vieja, bicicletas cargadas con fruta y peatones peligrosamente esparcidos por el asfalto. “Bienvenidos a Kathmandu”, la capital del Himalaya, antiguo centro neurálgico de los intercambios comerciales de la ruta de la seda. Se acomodaron en el Hotel, como pudieron, interiorizando el cambio de comodidades con buen humor. El hotel estaba en un callejón del Thamel,

VIAJE SOLIDARIO DESTINO NEPAL 2016

Viajar cambiando la mirada

El Viaje Solidario Destino Nepal 2016 tuvo lugar en Agosto, y duró 15 días. La Fundación Solidaria TAI lanzó una propuesta de turismo respetuoso y consciente, y el primer grupo de viajeros no tardó en confirmar su participación.

La primera edición del Viaje Solidario con la Fundación ha sido un éxito: todos hemos disfrutado conociendo y compartiendo Nepal desde otra mirada. No es un viaje turístico, es un viaje al corazón de la cultura nepalí y de los proyectos que llevamos a cabo en la tierra del Himalaya desde 2010. Una experiencia para compartir, aprender, empatizar y crecer.

Agradecer a todas las personas que hicieron posible este primer viaje, y a los viajeros por entregarse a vivirlo intensamente.

Compartimos con vosotros la experiencia con mucho cariño:

meollo turístico de la capital, con calles abarrotadas de tiendas, carteles, motos, pitidos, y caras sonrientes de Nepalís dispuestos a vender cualquier cosa que puedas necesitar. El cansancio de los viajeros fue fácilmente abatible, y poco después de haberse instalado, se entregaron a su primer paseo por las callejuelas estrechas y antiguas del antiguo reino de Kathmandu, un laberinto de mercadillos y casas de piedra apoyadas sobre endebles columnas de madera, muchas de ellas dañadas en los terremotos de 2015.

En Kathmandu pasamos 4 días. Dentro del itinerario propuesto estaba incluida la visita a los lugares históricos más relevantes. Kathmandu es una ciudad de contrastes y tras el aparente caos, se esconden templos y lugares de culto de una paz increíble. Visitamos el mercado antiguo de Assan y la Plaza Durbar de Kathmandu, tan castigada por los terremotos pero que todavía conserva algunos templos. Visitamos la Estupa de Boudhanath, refugio de budistas y tibetanos, todavía en proceso de reconstrucción después de que la tierra temblase en 2015. Los viajeros subieron las interminables escaleras que llevan hasta Swayambunath, conocido también como el templo de los monos, lugar donde cuenta la leyenda que surgió una flor de loto del lago que cubría el valle. Swayambunath fue entonces el lugar desde donde originó la civilización de Kathmandu. Es un lugar de culto tanto para hindús como para budistas, una prueba viviente del respeto y la tolerancia entre ambas religiones. Ese día nos acompañaron Suman y su madre Nírmala. Suman es el primer niño apadrinado por TAI, hace ya 6 años. Su humildad y sus tiernas sonrisas acompañaron al grupo durante la visita. Esta fue la primera toma de contacto con los proyectos de TAI.

Dedicamos dos días a visitar el resto los proyectos de la Fundación Solidaria TAI en el valle de Kathmandu. En Maitri Griha fuimos recibidos por Pema Lama, director de este centro de día para niños con diversidad funcional, quien explicó a todos los viajeros los orígenes, objetivos y funcionamiento del proyecto. Los viajeros pudieron hacer preguntas y posteriormente visitaron el nuevo edificio en construcción y pasaron un rato agradable interactuando con los niños, ya que el centro había preparado una jornada especial de juegos para todos. Entre los viajeros se notaba mucha admiración por el proyecto, ya que habiendo transitado ya por las calles de Kathmandu, entendían mejor la envergadura del servicio que prestan a un colectivo socialmente rechazado. Hubo lágrimas de emoción y muchas sonrisas. La visita a Chalnakhel fue otro día importante. Allí los viajeros pudieron ver la biblioteca rural construida por Beam Life Foundation y mantenida gracias al apoyo de la Fundación TAI. Allí conocieron a Rekha, profesora de las clases de apoyo del programa Student to Student. James Luitel, mayor representante de Beam Life Foundation, les explicó a los viajeros los orígenes de su labor solidaria y sus objetivos con el proyecto de la biblioteca rural y el proyecto Student to Student. Este programa despertó la curiosidad y la empatía entre varios viajeros al entender el trasfondo de un proyecto que busca otorgar a los niños de familias desaventajadas con el placer de la lectura y el apoyo individualizado con una

tutora que busca dar respuesta no sólo a sus necesidades académicas, sino también afectivas. Fundación TAI colabora con ambos proyectos desde 2010, financiando parte de los costes y enviando a voluntarios especializados en el campo de educación.

Tras 4 días de muchos estímulos y más cómodos con el periodo de adaptación, salimos de Kathmandu para coger un autobús que tardó 8h en recorrer apenas 200km. En este trayecto, aquellos viajeros que lograron

mantenerse despiertos, pudieron disfrutar de las increíbles vistas del Nepal real: junglas densas, pueblos

prácticamente colgados de la cima de escarpadas montañas, ríos profundos y caudalosos que bajaban del Himalaya. Al llegar a Pokhara la temperatura era mucho más elevada. Pokhara es uno de los lugares con más precipitaciones de Nepal, y en monzón hay mucho sol y mucha lluvia, y por tanto, altos niveles de humedad.

Una tarde de descanso antes de partir hacia Astam. Un viaje en jeep hasta el punto de salida y un poco menos

de 2h andando cuesta arriba por una senda que atravesaba la jungla hasta llegar a Annapurna Eco Village,

en Astam, un proyecto familiar que ya lleva 7 años en marcha. Esta familia advirtió los cambios a peor en los sistemas tradicionales de agricultura de supervivencia y decidió apostar por el cambio. No sólo dedican la tierra al arroz, sino que la enriquecen con el cultivo de todo tipo de verduras y plantas medicinales, sin utilización de pesticidas químicos y con técnicas respetuosas con el medio ambiente que sanan la tierra y aumentan la

producción sin recurrir a tóxicos que contaminan el suelo y el agua y enferman a las personas. Utilizan los excrementos de vaca para hacer bio-gas y así evitar la tala de bosques, utilizan placas solares para tener electricidad y purifican el agua a través de un sistema verde de filtración con arena de río. Todo lo que aplican a su proyecto lo comparten e implementan con el resto de familias de su aldea, aumentando poco a poco su

calidad de vida y haciéndoles más resilientes. Las protagonistas de este cambio son las madres de Astam - se ha contado con su participación activa para ir introduciendo cambios en el pueblo, convirtiéndolo así en un oasis de salud, agricultura ecológica y prácticas sostenibles. A través de la colaboración que Fundación TAI tiene con el proyecto de Annapurna-Eco Village, los viajeros solidarios hicieron una contribución a este grupo de madres. Las aportaciones que reciben van a parar a un fondo común donde ellas deciden el destino de los fondos: para comprar herramientas, semillas o para ayudar a la escolarización de algún niño/a cuya familia que esté pasando por apuros. Las mujeres se pasaron a bailar y cantar canciones tradicionales nepalís, en las que

pidieron también la interacción con los viajeros, haciendo de la experiencia un evento memorable de

sonrisas, miradas y música donde el idioma no era barrera. Fue también en Astam donde el grupo de viajeros solidarios pudo asistir al taller de salud bucodental que la Fundación TAI había organizado para el grupo de madres, una charla teórico-práctica donde las mujeres aprendieron las técnicas más adecuadas para mantener su salud dental, sobre todo durante el embarazo y tras el parto, consejos claves sobre dieta y una receta para hacer pasta de dientes y enjuague bucal con ingredientes naturales locales.

En esta etapa del viaje pudimos observar cómo los viajeros entraban poco a poco en un estado de relajación sanador. De repente, estaban lejos de la contaminación de Kathmandú, del alboroto de las calles,

de los estímulos de ver tienda tras tienda en Pokhara…y sobretodo, lejos de relojes, de horarios, de tareas y….

de WiFi. Un estado de des-conexión de la era urbanita y tecnológica y un estado de re-conexión con lo simple,

lo esencial, lo natural. Sin vehículos, sin interferencias. Aquí los viajeros pudieron disfrutar del sol, de la lluvia, de deliciosos platos preparados 100% con alimentos de la huerta, de las explicaciones de Bedhnidi sobre el proyecto, de los masajes de Malati, de la hospitalidad y sabiduría del abuelo Shiva, de las nubes, del cielo

nublado…y del amanecer sobre el Himalaya. En medio del monzón, las nubes dieron por un momento un

respiro y regalaron a los viajeros un amanecer limpio y espectacular en el que el sagrado monte

Machhapuchare y los Annapurna se dejaron ver en todo su esplendor.

Al marchar de Annapurna Eco-Village notamos cómo los viajeros se habían sentido en casa, cómo en apenas 48h se habían adentrado en la vida rural Nepalí de una familia que se convirtió para ellos en una de las experiencias más especiales del viaje.

La vuelta a Pokhara fue a vuelta al calor, pero era sólo un aviso de lo que estaba por venir: la última parada

solidaria sería la más intensa. En el pueblo de Bhagar, distrito de Tanahun, nos esperaba la comunidad indígena Magar para darnos la bienvenida. Para llegar hasta allí, tuvimos que coger 3 autobuses locales, convirtiéndose así en la primera experiencia de este tipo para el grupo. Autobuses antiguos, incómodos, abarrotados de gente, cogiendo velocidad en rectas invisibles y adelantando en curvas imposibles. Música nepalí sonando a buen volumen, olor a combustible y calor agobiante… por no hablar de los centenares de baches que hacían de nosotros lo que querían.

Para llegar a Bhagar hay que andar los últimos 20 minutos. Ahora hay una escarpada carretera de tierra que llega hasta ahí pero pocos se atreven con ella… La forma más común de llegar es atravesando a pie el larguísimo

puente colgante que cruza el Seti

Khola, un rio que baja directamente de los glaciares del Annapurna. Son unos 300m de puente que pusieron los pelos de punta a algunos viajeros… Nada más llegar a Bhagar el calor se notaba sofocante. Con una humedad del 90% y unas temperaturas de 36ºC el sudor era imparable. A la entrada del pueblo las primeras señales del recibimiento: vasijas con flores adornaban la entrada de cada casa.

Este pueblo es un asentamiento relativamente nuevo, hace un par de décadas la mayoría de estas familias vivían en lo alto de la montaña, pero la escasez de agua les empujó a emigrar más cerca del río. Es por ello que la mayoría de construcciones no representan la arquitectura típica nepalí. A pesar de ello, el entorno es asombrosamente bello: el río, los campos de arroz, los cobertizos para los búfalos, la selva densa en la escarpada

montaña… y a lo lejos, asomándose brevemente tras las nubes, el Himalaya. Fundación TAI lleva 3 años colaborando con la comunidad indígena de Bhagar. Empezamos trabajando para acercar el agua al colegio y

tres años después, trabajamos de forma integral con toda la comunidad: alumnos y profesores, mujeres y madres jóvenes, padres y población juvenil. En 2015 el edificio más antiguo de la escuela quedó dañado por el terremoto y TAI está ayudando a financiar la reconstrucción , además fue en 2015 cuando empezaron varias formaciones para mujeres y madres jóvenes de Bhagar. Es por ello que toda la comunidad nos esperaba con

mucho entusiasmo para recibir al grupo de viajeros más grande que había visitado jamás su pueblo. Todos esperaban en la escuela, y al aproximarse hasta allí, la imagen que los voluntarios y viajeros solidarios vieron no sería fácil de olvidar: decenas de niños, niñas y adultos esperando pacientemente al sol abrasador, para dar la bienvenida con flores en las manos y sonrisas en sus rostros. “El túnel de bienvenida” es un verdadero regalo de

amor y agradecimiento que se convierte en una experiencia única y difícil de explicar, por la intensidad

de emociones que se sienten ahí dentro. Los niños, formaban un túnel por el que cada voluntario y viajero pasó, recibiendo primero el tika de polvo rojo en la frente como señal de bienvenida y luego el collar de flores como señal de agradecimiento. Uno tras uno, cada niño y cada niña sonreía, mientras los viajeros iban pasando con

las manos en el pecho escuchando y diciendo “Namaste”, mirando a los ojos a cada personita agradecida y

agradeciendo inmensamente cada instante de lo que estaban viviendo. Fueron apenas unos instantes pero se vivieron con una magia que no dejó indiferente a ninguno.

Allí, bajo un toldo, estaban esperando el resto de niños, madres, padres, profesores y jóvenes de la comunidad. Todos tomamos asiento y entonces empezó una larga ceremonia que duró lo que pareció una eternidad… La comunidad quiso celebrar todos los acontecimientos importantes del año en colaboración con TAI y hubo varios discursos en nepalí de personal responsable a nivel local y regional. También hubo canciones de

los alumnos y bailes tradicionales del grupo

de jóvenes. Allí estaban también todas las mujeres beneficiarias de los programas de formación, que habían venido a recoger su diploma y a exponer parte de su trabajo, como por ejemplo, salvamanteles y vestidos de mujer. El intenso calor y el sinfín de discursos en nepalí hicieron difícil disfrutar de toda la ceremonia pero el grupo de

viajeros y voluntarios, con sus tikas de polvo rojo derritiéndose por el rostro, aguantó con

gran tesón. Eran conscientes del cariño con el que se había preparado la bienvenida y siempre habían varios nepalís atentos suministrándoles de agua fría y algún que otro tentempié. Para cerrar la ceremonia, el grupo aceptó con energía la propuesta de salir a bailar música tradicional nepalí y despertó grandes sonrisas entre los asistentes, muchos de los cuales se unieron a bailar, a pesar del agotamiento y las temperaturas extremas.

Tras el evento, el grupo dio paso a una nueva experiencia. Se habían preparado 5 casas familiares para alojar al grupo por parejas. Esto ha sido una experiencia nueva no sólo para los viajeros solidarios sino también para las familias, quienes nunca habían tenido invitados de este tipo en su casa. La comunidad fue la encargada de

elegir los hogares y las familias donde se

alojaron los viajeros, asegurando que cumplían al

menos algunos criterios de comodidades básicas. A través de la Fundacion TAI, los viajeros pagaron a las familias por su hospitalidad y también hicieron una contribución al grupo de madres jóvenes.

En Bhagar es muy notable la diferencia de status entre familias: desde familias enriquecidas por haber trabajado para el ejército Indio o británico hasta familias tremendamente empobrecidas que ni siquiera disponen de tierra propia. Estas diferencias se plasmaron en la experiencia de los viajeros quienes tuvieron vivencias muy diferentes: algunos durmieron en colchones recién estrenados, otros sobre tablas de madera. Independientemente de esas diferencias, fue para todos algo especial. Cenaron con las familias el plato típico Nepalí Dal Bhat (que todos comen 2 veces al día) con arroz, verdura y lentejas – y se comunicaron como pudieron para intercambiar lo básico sobre sus vidas. Nervios y timidez por ambas partes, por querer hacerlo todo bien y

causar buenas impresiones. Fue dulce observar los esfuerzos mutuos por complacer y cuidar. El día siguiente

recibieron un masaje y un tratamiento facial por parte de las mujeres formadas a través del programa de

empoderamiento de la mujer de TAI, también bajaron a pescar con redes al río, guiados por los hombres

de la comunidad. Antes de marchar despidieron a los voluntarios de TAI quienes se quedaban para empezar ya

con su proyecto de Salud Bucodental y Cuento Cultura – un proyecto para fortalecer el vínculo con las raíces indígenas y recobrar el sentido de pertenencia a la comunidad.

Los últimos días en Pokhara fueron para pasear y hacer compras. También para compartir en grupo la experiencia desde la reflexión y la escucha. Junto con Tiko y Monica, coordinadores de TAI y acompañantes de esta experiencia, pudieron expresar lo que habían vivido desde una mirada diferente, tan diferente como había

resultado ser este viaje: un viaje solidario y vivencial, que no era un simple paseo turístico, sino una

experiencia cercana al estilo de vida nepalí, con sus riquezas y sus carencias. Un viaje en el que pudieron sentirse cerca de personas aparentemente tan distintas, en el que pudieron reír y a veces llorar, sin importar si la emoción era válida o no. En un viaje como este las emociones están a flor de piel y este grupo supo vivirlas con intensidad cuando tocaba hacerlo y gestionarlas con sabiduría. La sinergia con el itinerario propuesto y las interacciones con Nepal han sido maravillosas, y también lo ha sido la convivencia respetuosa que en todo momento ha demostrado tener el grupo entre ellos – sirviendo de sostén o de descanso cuando tocaba.

Ha sido, sin lugar a dudas, una experiencia muy positiva. De principio a fin la experiencia ha demostrado

ser toda una apuesta por un turismo concienciado y solidario. Todos los viajeros demostraron su

gratitud por el acompañamiento recibido, y reconocieron que el itinerario se salía de lo comúnmente conocido como viaje turístico en grupo. Para terminar este artículo nos gustaría poder citar la experiencia en sus propias palabras:

Luisa: “No ha sido sólo un viaje turístico al uso, donde por supuesto

hemos visitado los lugares más emblemáticos de Kathmandu, Bhaktapur o Pokhara… además, hemos estado en contacto con el Nepal auténtico, conociendo a sus gentes, diferentes a nosotros pero de un calor humano sorprendente. Hemos visitado varios proyectos como el de Maitri Griha, un centro de educación especial y hemos participado con los niños en las actividades del centro. También hemos estado en Astam en Annapurna Eco-Village, un espacio auto-sostenible en un lugar maravilloso donde se pueden ver los Annapurna. Allí hemos conocido y asistido a diferentes proyectos en relación con las mujeres. Tampoco olvidaré el recibimiento en Bhagar, los niños, los bailes, las mujeres. Un viaje inolvidable en el que además de visitar templos, pagodas y estupas… no olvidaremos el amor y el calor humano. No sé de qué forma podré devolver tanto amor. Gracias Fundación Solidaria TAI.”

Mariola: “El caos de Kathmandu y sus olores me

trasmitieron mucha vida. Nepal es un lugar donde la vida y la muerte se unen con la religión. Su gente renace cada día para buscar el sustento para poder sobrevivir dentro de ese caos. Una experiencia llena de fuerza e intensidad”

Los viajeros te cuentan:

Cristina: “El acompañamiento recibido en cada

momento. Tanto Tiko como Monica han sabido dar respuesta a las necesidades individuales de cada uno y han sabido gestionar muy bien la energía del grupo. No deber ser fácil estar pendiente de todo pero estoy muy satisfecha y agradecida por su trabajo: desde los preparativos previos, al itinerario propuesto al calor humano recibido. Una experiencia especial e inolvidable”

estar pendiente de todo pero estoy muy satisfecha y agradecida por su trabajo: desde los preparativos previos, al itinerario propuesto al calor humano recibido. Una experiencia especial e inolvidable”

Leo: “Si hay algo que me ha llamado especialmente la atención

es la capacidad del pueblo Nepalí en estar conectado con lo esencial, la naturaleza y la comunidad, valorando todo lo que tienen. Quiero agradecer a TAI todo el cariño y atención que habréis puesto para hacer que esta experiencia haya sido especial y facilitarnos todo lo necesario para sentirnos cómodos en esa tierra maravillosa”

estar pendiente de todo pero estoy muy satisfecha y agradecida por su trabajo: desde los preparativos previos, al itinerario propuesto al calor humano recibido. Una experiencia especial e inolvidable”

Niria: “Este no ha sido un viaje de turismo, ha sido un viaje dentro

de mí misma. Me he fundido con unas montañas que me llevo en el corazón y que me han descubierto la capacidad de sentir vida en la rutina de mi día a día, algo que había olvidado. Me he ido de Nepal sabiendo que estoy viva… que no es necesario dominar un idioma para reconocerte en el otro, que hay miradas que abrazan más con mucho menos. Lejos de relojes, normas, bajo la lluvia de monzón donde solo lo importante existía. Pies descalzos en la tierra mojada, mirada en el otro, mirada en mi misma con la ilusión plena de vivir sin nada más. Recuerdo el amanecer sobre el Himalaya y la sonrisa de la intensa Malati, y de la mujer de Shiva… las llevo conmigo. En Nepal he descubierto quien soy en realidad”

estar pendiente de todo pero estoy muy satisfecha y agradecida por su trabajo: desde los preparativos previos, al itinerario propuesto al calor humano recibido. Una experiencia especial e inolvidable”

Carlos: “Increíble ver y vivir la intensidad que aquí se respira.

Ha habido momentos duros, que no olvidaré, igual que tampoco olvidaré los buenos, que han sido muchos. Muy agradecido por cómo nos habéis guiado y acompañado. ¿Nepal? Una locura… un caos… una pasada… un acierto.”

¡Gracias a todos quienes habéis participado en esta

experiencia solidaria 2016!

http://www.fundacionsolidariatai.org/viaje-solidario-nepal-2016/

Ahora cada uno de estos 6 viajeros solidarios tiene un vínculo especial con Nepal, sus gentes y los

proyectos de la Fundación Solidaria TAI. A cambio del viaje, se han hecho socios de la Fundación con un

compromiso mínimo de un año, en el que pagan una cuota mensual adaptada a sus posibilidades individuales.

Nos encanta tener socios por muchas razones, sobretodo porque son una garantía de continuidad para nuestros

proyectos a largo plazo. Pero sobretodo nos encanta tener a socios tan concienciados: personas que han

estado in situ en Nepal, que han visto la realidad con sus propios ojos y que han podido comprobar nuestra entrega y compromiso con los proyectos de Ayuda a la Infancia y de empoderamiento de la mujer y comunidades indígenas.

Para el 2017 nos gustaría repetir, las plazas son limitadas ¿te apuntas?