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VI ENCUENTRO INTERNACIONAL, CIUDAD, IMAGEN Y MEMORIA

Subtemática: Paisajes históricos urbanos

La memoria colectiva en el paisaje urbano histórico y el reflejo del patrimonio cultural intangible. La ciudad de Oviedo. AUTORES: María Teresa Álvarez Acero Ignacio Mateo Sánchez Acero

En la evolución histórica de los grupos sociales, el conjunto de bienes patrimoniales arquitectónicos que se transmiten de generación en generación, presenta una característica fundamental que es su naturaleza dinámica al implicar cambios en la integridad funcional de los paisajes urbanos históricos profundamente relacionados con los cambios en el estilo de vida de los ciudadanos.

Las manifestaciones de los paisajes urbanos actuales se conforman como el resultado de la interacción del paso de diferentes culturas en un medio físico determinado. El análisis de la evolución histórica y los referentes patrimonializados dan lugar a la explicación del estado actual de los paisajes en cada colectividad.

El ambiente del paisaje urbano histórico no es nunca el ambiente que se recibe, sino el resultado de los aspectos patrimoniales que se eligen y se modifican constantemente debido a la acción de los individuos pertenecientes a cada colectividad que actúa en dicho paisaje. Estas colectividades son las encargadas de refrendar determinados aspectos urbanísticos conformando así la identidad de cada espacio urbano que posibilita el estilo de vida propio en cada uno de ellos.

Por otro lado, se debe considerar la conciencia colectiva como la trascendencia de la suma de las conciencias individuales y es la educación y la vida social común las que inciden en la necesidad de perpetuar determinados espacios y modificar otros. Así, la identidad cultural de una persona se enmarca en una identidad global que “es una constelación de identificaciones particulares en instancias culturales distintas” (Abou, 1995 : 40).

En los paisajes urbanos históricos se refleja el camino recorrido por el patrimonio cultural en relación a su paso a través de múltiples generaciones y el refrendo de las culturas que la viven para llegar a las sociedades contemporáneas y comprender como sus elementos forman parte del patrimonio que refleja los espacios culturales identitarios para la convivencia, la socialización y la transmisión del patrimonio cultural inmaterial.

Los espacios educativos como receptores y divulgadores de nuevas ideas, planteamientos y concepciones culturales para el futuro, deben incidir en la creación de una conciencia crítica, en relación al mantenimiento y estructuración de los espacios urbanos deseables que satisfagan las necesidades cambiantes de

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las sociedades civiles, y por ello se debe propiciar la toma de conciencia de la singularidad de cada comunidad social potenciando la formación permanente de los ciudadanos que posibilite integrar sosteniblemente la innovación con lo ya existente, la vida cotidiana en la ciudad con el aspecto turístico, la renovación y el cambio con los aspectos patrimoniales identitarios de la ciudad, elementos que al aceptarse dan lugar, en el caso que nos ocupa, a la identidad de la ciudad de Oviedo, única e irrepetible.

Una perspectiva que se debería mantener dentro de la evolución de los espacios urbanos, es la que valora el patrimonio arquitectónico tradicional de una colectividad como propiciador de desarrollo sostenible que es la máxima expresión de rentabilización y aprovechamiento de recursos materiales del entorno en arquitectura y adaptación al medio.

El camino de conocimiento de la propia cultura se enmarca dentro del conocimiento de las demás culturas conduciendo entonces a una doble toma de conciencia: la de la singularidad de la propia cultura pero también la de la existencia de un patrimonio común de toda la humanidad.

Oviedo es una ciudad y un concejo asturiano de origen medieval. Es la capital del Principado de Asturias, comunidad autónoma del Estado Español, así como el centro comercial, de negocios, administrativo y universitario de la región; también es la sede de la Archidiócesis de Oviedo. Esta serie de características le confieren una identidad específica y única, resultado de la interacción del paso de diferentes culturas en un medio físico determinado.

Los elementos arquitectónicos en los que se centrará nuestro trabajo se localizan en un radio no superior a mil metros desde la plaza de la Catedral. Intramuros se sitúan las plazas del Ayuntamiento, el Paraguas, La Escandalera, la Casa del Dean Payarinos, las iglesias de Santirso, la propia Catedral, etc. Mientras que extramuros se ubican la fuente de Foncalada, la construcción religiosa prerrománica de Santullano, el acueducto de Los Pilares, el Hospicio Provincial, la estación de ferrocarril, etc.

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En esta primera imagen se observa el plano actual de la ciudad de Oviedo en el cual se aprecia la forma circular intramuros en la que se ubica la plaza de la Catedral como núcleo central del trabajo que se presenta.

La historia oficial dice: “Aunque existieron asentamientos anteriores, la ciudad fue fundada en el año 761, por dos monjes: Fromestano y su sobrino Máximo, que iban buscado un sitio tranquilo para instalarse. Así llegaron a la colina de “Oveto” donde levantaron una iglesia en honor a San Vicente”. Posteriormente el rey Fruela I edificó allí otras construcciones y Alfonso II el Casto, en el 792, trasladó la corte del primitivo reino y convirtió a Oviedo en su capital.

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En la segunda imagen, se observa en la intersección de las diagonales que coinciden con el actual testero de la iglesia de Santirso, que se encuentra en la plaza de la Catedral. Tras el análisis de la cartografía de Oviedo, y la documentación que recoge los yacimientos arqueológicos recientes, Carlos Sánchez Montaña plantea la hipótesis de que el proyecto original de Oviedo poseía una planta cuadrada formada por una cuadrícula base de 8x8 módulos de 108 codos cada uno, y con una dimensión total de sus lados de 864x864 codos, (aprx:383x383 m.). El módulo base (108 codos) fue utilizado en muchas fundaciones romanas, entre otras en la planta de Lucus Augusti, 108 codos es una dimensión múltiplo de 2-3-6, y muy operativa para trazar las calles y edificios de un oppidum.

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Tomando como referencia la ciudad de Oviedo se presentan una serie de elementos arquitectónicos que reflejan la evolución funcional y los valores culturales intangibles asociados a esta evolución, tales como costumbres, tradiciones, bailes y danzas o festividades. Los espacios urbanos albergan el paso efímero del patrimonio cultural inmaterial en plazas, mercados, edificios civiles y religiosos, etc. Para respetar la extensión de este documento nos hemos centrado en algunos elementos arquitectónicos emblemáticos de la ciudad que se tratan de forma más extensa en la presentación digital.

En primer lugar, en el apartado dedicado a calles, plazas y mercados se trata la Calle Uría, como eje comercial de la ciudad el que se instalan las sedes de bancos, compañías de seguros, así como grandes almacenes y multitud de tiendas.

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En relación a las plazas, es El Fontán, el conjunto de edificaciones que forman una plaza porticada de planta rectangular. Datan de los siglos XVII y XVIII y fue reconstruida a finales del siglo XX no sin polémica por la sustitución de elementos arquitectónicos originales. Alberga el Mercado del Fontán que se celebra los jueves, sábados y domingos por la mañana.

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El edificio del Ayuntamiento de Oviedo se sitúa en la plaza del mismo nombre, y fue construido en el siglo XVII. Tiene de tres plantas. La planta baja porticada cuyo arco central era la antigua puerta de entrada en la ciudad. Merece especial atención la Torre del Reloj.

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Otro lugar emblemático dentro de la ciudad de Oviedo, es la Plaza del Paraguas que se ubica en la calle de San Isidoro que toma su nombre del lugar donde se encontraba la antigua iglesia románica de San Isidoro, demolida en el año 1922. Se proyectó entonces un mercado para la venta de leche que, anteriormente se realizaba en la Plaza Trascorrales.

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Para el cobijo de las vendedoras que provenían de los pueblos circundantes a la ciudad, el ingeniero municipal, Ildefonso Sánchez del Río, construyó en 1929 esta plaza en cuya parte central levantó una gran cubierta con forma de paraguas, realizado en hormigón armado y con bovedillas de fibrocemento. Actualmente hay una maqueta de esta estructura junto a la Fuente Cuatro Caños en el barrio de La Corredoria. Hoy en día, durante el período estival se organizan diferentes conciertos en la plaza del Paraguas, organizados por los hosteleros de la zona. Igualmente, las mañanas de los domingos una asociación baila la tradicional danza prima, costumbre que se perdió en 1978 y que esta asociación recuperó en 1998.

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Dentro de las construcciones civiles se aborda la Casa del Deán Payarinos, el Hospicio Provincial, el Teatro Campoamor, el acueducto de Los Pilares, y la fuente prerrománica de Foncalada, .

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En la imagen número 11, se aprecia la distancia que existe entre la instersección de las diagonales planteadas en la cuadrícula por Carlos Sánchez Montaña y la fuente de Foncalada, en donde se recogía el agua potable extramuros, y por otro lado la construcción religiosa de San Julián de los Prados, llamada también Santullano.

La casa del Deán Payarinos se encuentra en la plaza de la Corrada del Obispo. El nombre de la casa proviene del canónigo Benigno Rodríguez Pajares quien mandó construir esta casa en 1900. Hoy en día el edifico alberga el Conservatorio Superior de Música “Eduardo Martínez Torner”.

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El edificio, mezcla de eclecticismo y modernismo, es obra del arquitecto Juan Miguel de la Guardia y Ceinos. Consta de dos pisos y presenta balcones en voladizo. Destacan las esquinas redondeadas con dos miradores en la planta superior. Una balaustrada remata toda la fachada, salvo en la calle central donde hay una buhardilla a modo de frontón. Tras varios años en estado de ruina, se procedió a su restauración vaciando su interior pero conservando la fachada original del edificio que fue declarada, en 1980, bien de interés cultural con categoría de monumento.

El edificio del Hospicio, obra del arquitecto Pedro Antonio Menéndez, es de estilo barroco, con una planta vastísima y cuatro amplios pisos con galerías interiores. Su fachada tiene un pórtico de siete arcos que datan de 1754. En lo más alto de su fachada se encuentra instalado un espectacular escudo de España con los elementos barrocos ya señalados, que fue restaurado en 1958 debido al desgaste de los agentes atmosféricos. Incluye una iglesia inaugurada en 1770, que fue proyectada por el arquitecto Ventura Rodríguez y ejecutada por Manuel Reguera González.

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El Hospicio estuvo bajo el patrocinio y protección de Fernando VI y de Carlos III desde sus primeros pasos. Con la caída del Antiguo Régimen y de la Junta General del Principado de Asturias, pasó a depender de la Diputación provincial de Oviedo. Desde 1973 el edificio alberga el Hotel Reconquista, conocido internacionalmente por ser el lugar donde se celebran muchos de los actos relacionados con los Premios Príncipe de Asturias, como la reunión de los Jurados de los Premios.

El famoso teatro Campoamor se inauguró el 17 de septiembre de 1892. El aspecto que presenta actualmente difiere del original ya que el edificio quedo prácticamente destruido tras la revolución de Octubre del 34 y la guerra civil. Tras la guerra se acometió su reconstrucción, volviendo a inaugurarse en 1948 ya con el aspecto con el que ha llegado a nuestros días.

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(16) y (17) La construcción del Acueducto de los Pilares se fraguó en el siglo XVI (1565), cuando los altos cargos de Oviedo tomaron conciencia de la necesidad de acercar el agua a la ciudad y contactaron con maestros fontaneros y canteros, entre ellos fue requerido Gonzalo de la Bárzana, maestro fontanero de gran renombre que había ya trabajado en los abastecimientos de agua de las ciudades de Santiago y León, en 1570, autor final del proyecto.

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Después de cinco años de planes y proyectos y en función de unos planos de Juan Cerecedo el Joven, comenzaron las obras del acueducto. En 1587 se observaron unos importantes fallos en la estructura que obligaron a destruir toda la construcción. Hubo que realizar nuevos planos, esta vez fue el mismo Gonzalo de la Bárzana el que los diseñó, reanudándose la construcción en 1588 y finalizándose por fin en 1601.

Este acueducto fue el de mayor envergadura construido en el siglo XVI, sin embargo, en el siglo XIX no pudo superar el empuje del crecimiento de Oviedo y el ferrocarril. Quedando inútil y obsoleto, fue derribado en 1915. Aún se pueden contemplar cinco arcos de los cuarenta y dos que lo compusieron en su origen.

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Su longitud fue de 341 m. y una altura máxima de 10 m. La parte conservada, que no es la de mayor elevación, consta de 6 pilares, de sección cuadrada, ejecutados en mampostería arenisca, con refuerzo de sillares en las esquinas, sobre los que descansan 5 arcos de medio punto

A decir de Canella (El Libro de Oviedo, Gijón, 1990), "los autores que lo vieron afirmaban que, por su altura y ejecución, era obra que rivalizaba con las mejores de dentro y fuera del reino", lo que no bastó para el consistorio ovetense, que inició su derribo en 1915, no respetando los valores estéticos de la obra, fijándose tan solo en su obsolescencia funcional.

La fuente de Foncalada es una fuente de agua potable construida en los tiempos del Rey Alfonso III (848-910). Es la única estructura de uso público de la Alta Edad Media que se conserva y fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1985.

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En relación a los espacios verdes y elementos del patrimonio natural se examinará el roble centenario denominado Carbayón.

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El Carbayón fue un enorme roble que dio origen al gentilicio popular de la ciudad: carbayón y carbayones. Este árbol fue derribado tras encendidas polémicas y controversias, a fin de posibilitar el ensanche de la Calle Uría y conectar el casco histórico con la estación del ferrocarril.

En marzo de 1959 el Ayuntamiento de Oviedo hizo instalar una placa conmemorativa en el lugar en que se alzaba el Carbayón, al comienzo de la Calle Uría en su acera derecha, en la que puede leerse: «Aquí estuvo durante siglos el Carbayón, árbol simbólico de la ciudad, derribado el II de octubre de MDCCCLXXIX. La Corporación municipal acordó el XXIV de marzo de MCMLIX la colocación de esta placa que perpetúe su memoria». Unos años antes se plantó un nuevo roble en los jardines del Teatro Campoamor, incluidos en la plaza, en torno al cual se colocó un verja con una inscripción que reza: «Como continuador de aquel árbol simbólico que nos dio el título de carbayones.

Conviene señalar que el carbayo o carbayu (Quercus robur) es una variedad de roble característica de la vegetación de Asturias (España) cuyo nombre está además muy presente, en aumentativo o diminutivo, en la toponimia de la región.

Por último aparecerán documentos gráficos tomados durante el conflicto bélico de 1934 en relación al edificio histórico de la Universidad de Oviedo, la Catedral y otros espacios de interés anteriormente vistos en los apartados precedentes.

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(1) Plano de la ciudad de Oviedo

(2) Cuadrícula del oppidum de Oveto 8x8 módulos de 108 codos de lado Lado total: 864x864 codos - (aprx:383x383 m.) (Carlos Sánchez Montaña)

(3) y (4) Fotografías tomadas en la Calle Uría a principios de siglo XX y XXI respectivamente.

(5) y (6) Fotografías de principio de siglo XX y XXI, en las que se aprecian las columnas que sustentan las edificaciones de la plaza porticada, y las arcadas en las que se instalan los vendedores de madreñas.

(7) y (8) Imágenes de la plaza del Ayuntamiento tomadas aproximadamente con un siglo de diferencia.

(9) y (10) Plaza del Paraguas.

(11) Plano de Oviedo y referencias espaciales entre la fuente de Foncalada y la iglesia de Santullano con respecto a la plaza de la Catedral (oppidum).

(12) y (13) Casa Deán Payarinos en la Corrada del Obispo.

(14) y (15) Fotografías del antiguo Hospicio Provincial de Oviedo, sede del actual Hotel de la Reconquista.

(16) y (17) El teatro Campoamor en el siglo XIX y en el siglo XXI.

(18) y (19) El acueducto de Los Pilares. (20) Fuente de Foncalada a principios del siglo XX.

(21) y (22) El Carbayón de la Calle Uría y el nuevo Carbayón en la plaza de su mismo nombre, en un lateral del Teatro Campoamor.

(23) y (24) El claustro de la Universidad de Oviedo y el paseo de Los Álamos en el Campo de San Francisco.

(25) y (26) La Catedral de Oviedo y fotografía de la Guerra Civil Española tomada desde La Cadellada.

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