vestido para salir
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diario de un vestidoTRANSCRIPT
“Me parezco al que llevaba el ladrillo consigo
para mostrar al mundo cómo era su casa.”
BERTOLT BRECHT
I
Quiero mostrar un vestido
dando idea de refugio,
de una especie de casa móvil
en la que puedo
llevar todo encima.
“La identidad es una especie de hogar virtual
al que nos es indispensable referirnos para explicar determinada cantidad de cosas, pero
sin que tenga nunca existencia real”
Levi-Strauss en L'identité
III
Y ¿donde pongo ese vestido?
Adentro de una valija podría ser.
Tendría que ser una valija
de alguien que este por viajar,
con todo listo.
La ropa que lleva adentro tendría que tener
dibujos de su lugar.
“Emprendemos largos viajes y surcamos vastos
mares para ver cosas que, cuando las tenemos ante nuestros ojos, nos pasan inadvertidas”
Plinio
IV
En realidad,
no se si lo que quiero mostrar es la idea de
viaje.
Eso no quiero.
Quizás mejor tengan que ser vestidos con
raíces, suena bien vestidos con raíces.
Las raíces siempre hablan de un lugar de
origen.
VI
¿Por qué un vestido?
Me pregunto varias semanas después.
¿Por qué ese vestido?
¿Por qué de esa forma y no de otra?
VII
Me acabo de dar cuenta
que este vestido que estoy haciendo
me hace acordar a otro vestido.
Primero me di cuenta por la forma,
después por todo lo demás.
IX
Vestido para salir
Después de pasar un gran miedo uno logra
entenderlo todo, al menos por un rato.
De repente los deseos son más claros y más
simples.
Uno se da cuenta que lo que extraña es estar
bajo un árbol un día de sol, sentir el viento y
la lluvia, poder andar por la noche con las
pupilas claras, con las manos tranquilas1.
Uno desea, lo que en realidad, siempre tuvo.
Siempre tuvo y no pudo verlo, o al menos
no pudo verlo así.
1111 Lo que esperamos, Oliverio Girondo
En esos días de deseos simples me hacía bien
mirar como estaba colgado en la silla
el vestido que quería tener puesto al salir.
No se porqué, ese vestido era un abrazo
que me esperaba, era el sol, era el viento
y la lluvia, era la noche, era mi casa, era salir
y era volver.
Y así fue que salí con el vestido y todo lo
demás puesto; protegiéndome de ese día tan
esperado y tan temido, sintiéndome muy
débil y muy fuerte a la vez.
Quería que todo sea igual a antes pero no lo
fue. Con el tiempo me di cuenta que eso
esta bien.
Quizás antes no hubiera podido valorar el
hecho de poder enhebrar una aguja y
bordar.