-vaya una vida! -exclamé sí, la que sea. quiero vivir, aunque vuelva … de filosofía... ·...

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Rodolfo Chávez ces de indagar los conceptos más comunes y de menos sentido polisérnico, con el fin de proporcio- nar las características y los elementos en que convergen la mayoría de los escritores. Como la eutanasia es un asunto que está direc- tamente relacionado con la vida del hombre, hay un tema en el que especialmente se trata el princi- pio del respeto a la vida, el cual se enmarca dentro del contexto moral de la humanidad, tal principio como punto de intersección de todas las morales. A lo largo de la historia del hombre se ha practi- cado una serie de sacrificios, a los cuales se les ha calificado como prácticas eutanásicas. El trabajo hace una breve historia cronológica al respecto. No podía evadirme de hacer algunas anotacio- nes sobre las legislaciones que han regulado la euta- nasia o, más bien, dar una noción sobre la posición del derecho frente al tema en cuestión. Muchas doctrinas han debatido y refutado la eutanasia, objetándola con temas que dan lugar a graves dudas: el dolor, la incurabilidad y la inutili- dad, explicando hasta qué punto debe usarse en el sentido amplio de la palabra. Por otra parte, se destaca en el presente trabajo, la posición actual de la Iglesia como ente moraliza- dor de la humanidad, en la prolongación de la vida. En la presente investigación traemos a colación un aspecto nuevo que introduce Juan Pablo II en el controvertido tema de la eutanasia. EN TORNO A LA EUTANASIA -Vaya una vida! -exclamé Sí, la que sea. Quiero vivir, aunque vuelva a ser burlado, aunque otra Eugenia y otro Maurio me desgarren el coraz6n. Quiero vivir, vivir, vivir... (Niebla, Miguel Unamuno) Summary: Throughout the history of man a series of sacrifices has been practiced which baue been considered to be merey killing practices. Today this problem is presented in tbe light of tbe decisions tbat can be made in borderline cases in uibicb tbe respect of tbe buman being's dignity, his self-determination and tbe doctor's verdict may generate a moral dilemma which is dificult to solue. This essay is an attempt at presenting tbe christian point of view conceming this problem. Resumen: A lo largo de la historia del hombre se han practicado una serie de sacrificios a los cua- les se les ha calificado de prácticas eutanásicas. Hoy este problema se plantea a la luz de las deci- siones que pueden tomarse en casos limites, en donde el respeto a la diplidad del ser humano, su propia autodeterminacion y el veredicto de los mé- dicos pueden generar un conflicto moral de dift'cil solución. Este ensayo tiene por objeto presentar el enfoque cristiano respecto a este problema. Introducción Las reflexiones y las citas textuales que com- prende este trabajo, están referidas exclusivamente al tema de la eutanasia, el cual es un foco de atrac- ción, si se puede llamar así, para muchos pensado- res moralistas y científicos de la actualidad. Los debates que se han producido sobre el tema de la eutanasia han alcanzado diversas concepcio- nes y orientaciones, lo cual es una causa de que existan partidarios y adversarios. He tratado enton- Respeto a la vida El primero y fundamental acto de caridad para Rev. Fil. Univ. Costa Rica, XXIll (58), 227-231,1985

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Page 1: -Vaya una vida! -exclamé Sí, la que sea. Quiero vivir, aunque vuelva … de Filosofía... · 2018-12-05 · EN TORNO A LA EUTANASIA 229 hombre, dotado de un alma inmortal y libre

Rodolfo Chávez

ces de indagar los conceptos más comunes y demenos sentido polisérnico, con el fin de proporcio-nar las características y los elementos en queconvergen la mayoría de los escritores.

Como la eutanasia es un asunto que está direc-tamente relacionado con la vida del hombre, hayun tema en el que especialmente se trata el princi-pio del respeto a la vida, el cual se enmarca dentrodel contexto moral de la humanidad, tal principiocomo punto de intersección de todas las morales.

A lo largo de la historia del hombre se ha practi-cado una serie de sacrificios, a los cuales se les hacalificado como prácticas eutanásicas. El trabajohace una breve historia cronológica al respecto.

No podía evadirme de hacer algunas anotacio-nes sobre las legislaciones que han regulado la euta-nasia o, más bien, dar una noción sobre la posicióndel derecho frente al tema en cuestión.

Muchas doctrinas han debatido y refutado laeutanasia, objetándola con temas que dan lugar agraves dudas: el dolor, la incurabilidad y la inutili-dad, explicando hasta qué punto debe usarse en elsentido amplio de la palabra.

Por otra parte, se destaca en el presente trabajo,la posición actual de la Iglesia como ente moraliza-dor de la humanidad, en la prolongación de la vida.En la presente investigación traemos a colación unaspecto nuevo que introduce Juan Pablo II en elcontrovertido tema de la eutanasia.

EN TORNO A LA EUTANASIA

-Vaya una vida! -exclaméSí, la que sea. Quiero vivir,aunque vuelva a ser burlado,aunque otra Eugenia y otroMaurio me desgarren el coraz6n.Quiero vivir, vivir, vivir...

(Niebla,Miguel Unamuno)

Summary: Throughout the history of man aseries of sacrifices has been practiced which bauebeen considered to be merey killing practices.Today this problem is presented in tbe light of tbedecisions tbat can be made in borderline cases inuibicb tbe respect of tbe buman being's dignity, hisself-determination and tbe doctor's verdict maygenerate a moral dilemma which is dificult tosolue. This essay is an attempt at presenting tbechristian point of view conceming this problem.

Resumen: A lo largo de la historia del hombrese han practicado una serie de sacrificios a los cua-les se les ha calificado de prácticas eutanásicas.Hoy este problema se plantea a la luz de las deci-siones que pueden tomarse en casos limites, endonde el respeto a la diplidad del ser humano, supropia autodeterminacion y el veredicto de los mé-dicos pueden generar un conflicto moral de dift'cilsolución. Este ensayo tiene por objeto presentar elenfoque cristiano respecto a este problema.

Introducción

Las reflexiones y las citas textuales que com-prende este trabajo, están referidas exclusivamenteal tema de la eutanasia, el cual es un foco de atrac-ción, si se puede llamar así, para muchos pensado-res moralistas y científicos de la actualidad.

Los debates que se han producido sobre el temade la eutanasia han alcanzado diversas concepcio-nes y orientaciones, lo cual es una causa de queexistan partidarios y adversarios. He tratado enton-

Respeto a la vida

El primero y fundamental acto de caridad para

Rev. Fil. Univ. Costa Rica, XXIll (58), 227-231,1985

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228 RODOLFO CHAVES

con e! prójimo es reconocerle sus derechos. El res-peto a la vida figura entre los derechosfundamentales y prioritarios de todas las éticas. Elhombre evita lo que no daña: frío, calor, hume-dad, aire corrompido. La medicina ha perfecciona-do la higiene. Se ha encontrado remedio para mu-chas enfermedades. Todo este esfuerzo de! hombrea lo largo de su evolución evidencia por lo menosel propósito de respetar y prolongar la vida. Todaslas morales prohiben e! homicidio, dándole a lavida humana un "carácter sagrado", e! cual estádispuesto a un fin que trasciende radicalmente alindividuo. En una visión cristiana el cuidado de lavida está grabado profundamente en nosotros. Aejemplo de Dios, también el hombre -o lo mejorque hay en e! hombre- ama todo lo que vive. Estoquiere decir el mandamiento: "no matarás" (1).Tal concepto no sólo advierte sobre el respeto a lavida, negando todo el derecho para exterminarla,sino que nos encarga el cuidado de la vida. Estoimplica también el cuidado de evitar toda herida,ora provenga de la maldad de negligencia o de ne-cedad. El quinto mandamiento veda por el mismocaso todo lo que hace la vida menos agradable omenos segura para nosotros mismos o para losotros: polución del aire y suciedad, la infracciónde las normas del tráfico, el excesivo trabajo parasostener la vida, pues es paradójico que, para soste-ner la vida, se eche a perder la propia vida y la dela familia. Es liberador a propósito pensar en laspalabras de Cristo cuando enseña "No vale la vidamás que el alimento, y el cuerpo más que el vesti-do? " (2). Lo que importa es la vida. Todo estonos lleva a la conclusión de que nadie tiene dere-cho a disponer a su antojo de su vida, aún tratán-dose de su propia vida. La conciencia moral con-temporánea influenciada por la tesis cristiana hahecho que organizaciones como la ONU se hayanocupado extensamente de los derechos de! hombrea escala mundial.

Fruto de esta preocupación es la llamada "De-claración de derechos humanos". "Todo individuotiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguri-dad de su persona" (3).

No obstante, a pesar de la exaltación moral quese ha dado al derecho de la conservación de la vidaa lo largo del tiempo, e! hombre ha creado casos oexcepciones en los cuales este derecho puede serviolado. Cabe citar los países donde existe la penade muerte, la circunstancia que rodea la proclamade la guerra justa o e! caso de la legítima defensa.Tales temas sometidos hoya una rigurosa revisióny relacionados Íntimamente con el tema en cues-tión no serán en el presente trabajo objeto de espe-cial atención, si bien constituyen material muy va-lioso de ponderar.

Debo aclarar que la novedad que se le atribuye

le viene por los debates y consideraciones de queha sido objeto en los últimos años, pues sus raíceslas encontramos en los albores de la humanidad.Seguidamente entraré a dar unas definiciones sobreel tema en cuestión, con la intención de acortar elamplio sentido polisémico de que es objeto.

2. Eutanasia: Palabra polisémica.

La palabra eutanasia ha sido objeto de muchasdefiniciones, por lo que considero importante deli-mitar su ámbito en aras de una mayor compren-sión del problema. Etimológicamente la palabraeutanasia deriva del griego: "eu" que significa bieny "thanatos" que quiere decir muerte. Entendidaasí debe aplicarse a todo aquel tipo de muerte quese produzca sin dolor. Estas muertes fueron bauti-zadas con el nombre de eu tanasia, por el inglésFrancisco Baron. Por otra parte el profesorMorselli sintetiza el concepto del eutanasia restrin-giendo el campo conceptual: "la muerte que otroprocura a una persona, aquejaba de una enferme-dad incurable o muy penosa, para suprimir la ago-nía demasiado larga o penosa" (4). En esta pers-pectiva la eutanasia es aquella muerte inspirada porla piedad, la cual pone fin a sufrimientos que pro-vienen de una enfermedad extensa y dolorosa. Paraotros autores la muerte puede sobrevenir de unmodo natural en las edades más avanzadas de lavida. También esta "buena muerte" puede ser pro-vocada artificialme nte, movida por una exaltaciónpiadosa terapéutica o eugenésica pero siempre conel consentimiento del enfermo y previamente re-glamentada.

3. Reseña histórica: La eutanasia.

Es sabido que la eutanasia se practica desdetiempos muy remotos, cuando el hombre, acosadopor las inclemencias del tiempo, la falta de alimen-tos, se veía obligado a abandonar y destruir a losque no eran capaces de valerse por sí mismos.

Se dice que los antiguos pobladores del río Ni-lo, acostumbraban "rematar" a los caídos en loscampos de batalla, para evitarles sufrimientos.

En la India, a los seres incurables se les llevabaal río sagrado, el Ganges, para asfixiarlos. Al igualque los indúes, los celtas daban muerte a los reciénnacidos deformes y a los ancianos. En Grecia tam-bién se practicó ampliamente la eutanasia; porejemplo en la Laconia, se arrojaba desde lo alto delmonte Taigeto a los niños mal formados y a losancianos. En Roma se tenía un depósito de cicutaa disposición para quien deseara, ante la corte,abandonar la vida. Luego, la aparición del cristia-nismo señaló una fecha memorable en la evoluciónmoral de la humanidad, afirmando la dignidad del

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EN TORNO A LA EUTANASIA 229

hombre, dotado de un alma inmortal y libre. Noporque el cristianismo rechazara aquellas prácticaseutanásicas, estas desaparecieron, sino que seamortiguó su aplicación por la idea de misericor-dia. Ya entrados los tiempos modernos, Bacon yTomás Moro, en sus escritos consideran que loshombres de débil constitución o debilitados por laedad, son "lastre" para el avance de la sociedad.Nietzsche, en 1889, propone justificar la eutanasiaasí: "para esos enfermos a los cuales no les convie-ne vivir por más tiempo y que vegetan cobarde-mente, habiendo perdido el sentido del porvenir".

4. Legislación en torno a la eutanasia

El derecho actual es contrario a la eutanasiaporque considera que no constituye una ayuda almoribundo, sino que es, más bién, una decisióndeliberada de darle muerte.

"La muerte es la última gran tarea de la vida que el hom-bre debe cumplir. Esta tarea nadie puede arrebatársela,aún cuando se puede y se debe ayudar a la persona en estaocasi6n, pero rechazamos la eutanasia como medio delibe-rado para poner fin prematuro a la vida humana, pues nose trata de una ayuda otorgada al moribundo sino de unamuerte deliberada de un hombre" (6).

Los juristas afirman que el hecho de que el pa-ciente la solicite, no puede ser justificación, ya queel hombre de ninguna manera puede disponer desu propia vida sobre el respeto Incondicional de lavida humana.

Por otro lado, si se acepta la eutanasia, el funda-mento del orden jurídico, según el cual ningúnhombre puede disponer de la vida de otro, seríaquebrantado.

Sin embargo, a lo largo del siglo XIX fueronescritas legislaciones que permitían las prácticaseutanásicas, aunque la vigencia de las mismas noduró por mucho tiempo, pues rápidamente han si-do derogadas y criticadas fuertemente por la opi-nión mundial. Tal es el caso evidente de la eutana-sia como la entendía el nacionalismo alemán: endonde se practicaba el asesinato de todos los dismi-nuidos, los incurables y de todos los consideradossocialmente dañosos o simplemente inútiles.

Esta concepción se olvidaba de los valores hu-manos en relación con el carácter sagrado que seatribuye a la vida.

" ...Se empezó por suprimir a los alienadosy a los enfermos incurables, luego se llegóal asesinato masivo de los judíos, de losgitanos, de los polacos y otras razas "infe-riores", cuya existencia ensombrecfa la vi-da del "pueblo de señores". (7).

Tal peligro estaría presente toda vez que el esta-do aceptara la eutanasia, pues en cualquiermomento se justificarían delitos como el genocidionevado a cabo por los nazis con el pretexto de pu-rificar la raza. Por otra parte, cabe conjeturar sobrelos crímenes horribles que podrían cometerse si seentendiera la eutanasia como un medio de librarsela sociedad de los tarados, inútiles y finalmente losimproductivos.

A nivel de la sociedad civilizada, si se otorgarala tolerancia legal a la eutanasia, seguramente sedaría lugar a verdaderos crímenes entre parientesde enfermos graves, llevados a cabo por motivos deherencia.

5. Razones en contra de la eutanasia

5.1. El Dolor: El sufrimiento es un estadopsíquico moral que no siempre va acompañado dedolor orgánico. Muchas veces un enfermo gravepide la muerte a expensas de un gran dolor orgáni-co o físico y sufrimiento moral, pero sabemos queel hombre guarda en sus adentros un espíritu deeternidad y conscientemente no desea el términode su existencia. Se ha dicho que no siempre losdolores más atroces son símbolo de males morta-les, mientras que por el contrario en algunas enfer-medades mortales el enfermo carece de sensacionesdolorosas.

"Ante la muerte el enigma de la condiciónhumana alcanza su profundidad máxima. Elhombre no sólo es torturado por el dolory la progresiva disolución de su cuerpo,sino también, y más por el temor de laextinción perpetua ... " (8).

5.2 La incurabilidad: Hemos visto que enfer-medades que en un tiempo fueron incurables handejado de serio en el presente, gracias a la técnica yavances médicos modernos.

Los médicos, al prolongar la vida de un enfermoincurable, a sabiendas de la inutilidad de su traba-jo, contribuyen a la formación de la concienciamoral sobre la vida y el espíritu de eternidad quearrastra el hombre. En realidad, todos estamoscondenados a muerte en un plazo desconocido;por eso no cabe duda que "prolongar la vida esvivirla".

5.3. La inutilidad: é Son inútiles los dementes,los idiotas, anormales de nacimiento y los demasia-do ancianos ... ?

éAcaso no nos son útiles los consejos de los an-cianos llenos de experiencia y conocedores de losgrandes errores del hombre? é Acaso no nos hemosdado cuenta que en muchas actividades agrícolas,

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230 RODOLFOCHAVES

gran número de incurables desempeñan tareas úti-les y de gran provecho? .

En muchos manicomios actualmente se les ense-ña a los dementes trabajos de artesanía y cultivosde la tierra.

¿No es cierto que una gran masa de ciegos, sor-dos, mancos y cojos, han podido adaptarse a activi-dades compatibles a sus imperfecciones físicas?

La eutanasia aplicaba a estos casos puede deno-minarse "eutanasia económica", es decir, aplicar elsiguiente dicho: "lo que no sirve que no estorbe";aunque parece demasiado crudo, es realmente loque se busca; la sociedad aplica eutanasia a estos"inútiles" porque carece de medios económicospara proporcionarles una vida decente; además sonuna carga para el Estado ya que su producción esnula, tal concepción respondía a la filosofía nazi.

6. Un nuevo lineamiento de la Iglesia:

La conciencia moral de la Iglesia, ante circuns-tancias tales como el aborto, la eutanasia y actosde semejante género se torna muy agresiva, puescondena fuertemente tales acciones elevándolas as~mo delito. En esta línea de pensamiento la Igle-sra no avala la eutanasia por considerarla un verda-dero atentado contra la vida humana. Entre losdeberes normales que el creyente tiene respecto ala vida, hay que contar el hacerse tratar por unmédico en caso de enfermedad, incluso en las per-turbaciones síquicas lo que a veces es más impor-tante que el tratamiento de las afecciones orgáni-cas. Sin embargo entra en la libertad humana el noforzar a nadie a someterse contra su voluntad atratamiento médico. Por otra parte, no es lícitoponer término voluntariamente a la vida humana.La vida recibida de Dios no podemos suprimirla anuestro arbitrio, por eso el acortar la vida de losmoribundos o de los enfermos mentales (eutana-sia) está en contra del más elemental respeto a lavida humana. La Iglesia con el Papa Juan Pablo IIha emitido un documento que aporta nuevos ele-mentos a la consideración de la eutanasia no con-templados anteriormente. Señala entre otras cosaslas amenazas tecnológicas en contra de la muertepacífica.

Pone en tela de juicio los métodos terapéuticosque prolongan indefinidamente por medio de me-dicinas y aparatos una vida que corre irrevocable-mente a su término.

Aunque este documento reafirma la prohibiciónpor parte de la Iglesia de los actos de muerte pia-dosa, se refiere a los cuantiosos costos de los mo-dernos tratamientos.

" ...Su rechazo no equivale al suicidio, significa más bien, osimple aceptación de la condición humana, o deseo de

evitar la prueba en práctica de un dispositivo médicodesproporcionado a los resultados que se podrían esperar,o bien la voluntad de no imponer gastos excesivamentepesados a la familia o la colectividad" (9).

Se dice que con la aceptación de tal lineamien-to, por parte del enfermo al que no se han inte-rrumpido las curas normales debidas, el médico notiene motivo de angustia, ya que la nueva posiciónaclara problemas de conciencia para las personasque tratan a prójimos desesperadamente enfermos.

"Ante la inminencia de una muerte inevitable, apesar de los medios empleados, es lícito en con-ciencia, tomar la decisión de renunciar a unos tra-tamientos que procurarían, únicamente una pro-longación precaria y penosa de la existencia" (lO).

Puede hacerse alución al caso célebre de KarenAnn Quinlan, la joven de 16 años que se encuentraen coma desde 1975, se optó por desconectar supulmón artificial, elegando que no había esperanzade recuperación, con la sorpresa de que la jovencontinuó respirando por sí m isma y su condiciónes estable.

El documento afirma que el paciente no puedeser obligado a aceptar o interrumpir los tratamien-tos, aunque estos defrauden los resultados o aúncuando estén en etapa experimental.

La Iglesia diferenciaba el caso del enfermo quemoría en paz y el de la eutanasia en sí. Ahoraproclama el derecho de morir en serenidad condignidad humana y cristiana, sin procurar la muer-te por la mano del hombre, o por el llamado "tec-nicismo" que corre el riesgo de hacerse abusivo.

Por otra parte no es lícito poner término volun-tariamente a la vida humana. Hemos recibido lavida de las manos de Dios, y no podemos suprimir-la a nuestro arbitrio. La razón que se aduce siem-pre es que, a los ojos humanos ha perdido su senti-do y su valor. Pero es precisamente lo que desdeu~a .visión cristiana resulta inconcebible, pues elcristiano cree en el sentido de la vida de cualquierhombre, desde el momento mismo de su concep-ción. En relación al suicidio, éste se comete a vecesen un estado de enervamiento mental, lo cual nonos permite juzgar sobre la culpa moral que conlle-va. E~ much?s casos la culpa recae en otros, queconsciente o inconcientemente, excluyen a alguiende su sociedad y amistad. No podemos dejar decitar casos excepcionales, en cuya circunstancia eladoptar una decisión extrema es prácticamente elúnico remedio y la única salida. ¿Qué pensar, porejemplo, de quien sabe muchos nombres, y sabeque, sometido a tortura, cometerá traición?

Pena de muerte, guerra.Hay dos situaciones en que desde la antigüedad

se tiene por lícito quitar la vida a un hombre:

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EN TORNOA LA EUTANASIA 231

legítima defensa (en la que se incluía la guerra) yla pena de muerte.

Si yo amenazo injustamente la vida del otro -sihay, pues, que optar entre el agresor injusto y lavíctima de agresión-, éste me puede quitar la vida.De este principio se ha deducido también la licituddel combate en la guerra. Tradicionalmente se haesgrimido en favor de la pena de muerte que lasociedad posee derechos que no posee el individuo.Estos poderes no comportan el derecho de matar aun inocente, sino el derecho de ejecutar a un cul-pable. La pena de muerte tiene un sentido de casti-go.

Surge una pregunta: ées cristiana esta actitud? .El Evangelio no consigna claramente la aboliciónexpresa de la guerra y la pena de muerte. Sin em-bargo no implica que sean cristianas; asimismotampoco la esclavitud fue abolida expresamente.Cabe destacar que Cristo no predicó en generalningún cambio de "estructuras" en una sociedadque no estaba madura para realizadas ni moral, niespiritualmente, ni en su organización.

Pero en cambio trajo al mundo un espíritu delque podían y debían surgir los cambios.

En este sentido desde una verdadera visión cris-tiana la licitud de la guerra y el principio de lalegítima defensa no pueden ser la última palabrasobre el particular.

El deseo de paz emanada de una auténtica vi-sión cristiana debe ir humanizando y al mismotiempo desautorizando la tesis de la violencia co-mo la única salida. El pensamiento cristiano debebuscar criterios cada vez más rigurosos para delimi-tar la licitud de una guerra. Al respecto señalaba elPapa Juan XXIII: "la justicia, la recta razón y elsentido de la dignidad humana exigen urgentemen-te que cese la carrera de armamentos: que, de unlado y de otro, las naciones que los poseen, losreduzcan simultáneamente; que se prohiben las ar-mas atómicas; que, por último, todos los pueblosen virtud de un acuerdo, lleguen a un desarme si-multáneo, asegurado por mutuas y eficacesgarantías" (11).

1. Biblia de Jerusalén, Evangeliode San Mateo Cap.6,21.

2. Biblia de Jerusalén, Evangeliode San Mateo Cap.6,25.

3. Torney, Judith, Los Derechos Humanos. Artículo3, pág. 197.

4. Jacob Habitt, Antonio, La Eutanasia. (Tesisde gra-do, Facultad de Derecho) U.C.R. Editorial Jurídica deChile, 1976. Santiago.

5. La Reseña Histórica es un extracto breve de lahistoria que narra Antonio Jacob Habitt, en su tesis, La

Conclusiones

1. Recurrir a la eutanasia para libramos de losseres humanos es una acción inmoral. El que esténcondenados a muerte o sean imperfectos física-mente o débiles por la vejez, no les quita gozar delmismo derecho al pleno respeto de su vida quegozan los demás hombres normales.

2. El hombre está obligado a prolongar la vidacombatiendo las enfermedades y controlando lasguerras y otras formas de extinción de la raza hu-mana, con la ayuda de los progresos técnicos ycientíficos. De lo contrario, éde qué sirven talesavances científicos y tecnológicos? .

Los adelantos de la medicina moderna salvan dela muerte o prolongan la vida de muchos débilesque en condiciones naturales hubieran muerto.

3. Debido a la trascendencia moral que tiene elprincipio del respeto a la vida humana, y a la nece-sidad universal de formar una conciencia ética enfavor del hombre, es que existen más "adversarios"que partidarios, con respecto a la aplicación de lasprácticas eutanásicas.

4. Por último queda entendido entonces, quetomar medidas para aplicar la eutanasia en aras deldolor, la incurabilidad, la inutilidad, quedan des-cartadas como parámetro de tal consideración, yaque las mismas no aseguran siempre y verdadera-mente la condición de un ser en estado crítico:

a. El dolor no siempre es causa de enfermeda-des mortales y las enfermedades mortales nosiempre provocan fuertes dolores.

b. Enfermedades que ayer fueron incurables,hoy día han dejado de serias.

c. La vida humana desde una visión cristiana nopuede medirse por la utilidad, sino que es sudignidad y su valor ontológico quienes deter-minan su derecho a la existencia.

NOTAS

Eutanasia (Aclaración).6. Pacheco, Maximo. Introducción al Derecho. Pág.

173.7. Lepp, Ignace, La Nueva Moral. Psicosintesis de la

vida. México,C. Lohlé, 1975.8. Documentos del Concilio Vaticano 11.Gaudiumet

Spes.Ed. Giterio. 1967, pág.30.9. "El Vaticano opuesto a que prolongue vida artifi-

cial", La Nación. Junio 29, 1980, pág.10.10. Ibid.11. Juan XXIII. EncíclicaPacem in Terris, 112.