variantes anato final (1)
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Variantes anatómicas de
extremidad superior: Análisis
por articulaciones.
Rosa Bustamante K.
Nicole Rivas A.
Mariajesús Yaryes B.
Se presenta una revisión de las variantes anatómicas
normales de la extremidad superior más frecuentes
que se visualizan en técnicas imagenológicas de
resonancia magnética, radiología convencional, y en
estudios de cadáveres. Además, el análisis fue
realizado por articulación: hombro, codo y muñeca;
asimismo, cada variante fue clasificada según su
ubicación en estructuras óseas o en tejido blando,
siendo comparadas con condiciones patológicas que
se asemejan y que muchas veces se confunden.
Variantes anatómicas, miembro superior, resonancia
nuclear magnética, radiografía convencional,
hombro, codo, muñeca.
A retrospective revision was performed on most
frequently seen normal anatomic variant of the upper
limb which are displayed by imaging techniques
such as magnetic resonance, conventional radiology
and cadaveric studies. Furthermore, the analysis was
performed by joint: shoulder, elbow and wrist, also,
each variant was classified according to their
location in bony structures or soft tissue, were
compared with pathological conditions that are
similar and often get confused .
Anatomic variant, upper limb, magnetic resonance
imaging, conventional radiography, shoulder, elbow,
wrist.
Tecnología Médica mención
Imagenología y Física
Médica.
Sede Viña del Mar.
Versión final de revisión y
entrega: 12 Julio, 2012.
Resumen:
Palabras
clave:
Abstract:
Key
Words:
2
as extremidades superio-
res forman parte del
esqueleto apendicular, y
cada extremidad está con-
formada tanto por estructuras
óseas como por tejido blando.
En conjunto, estas estructuras
conforman los segmentos de la
extremidad superior: la escápula
y la clavícula constituyen la
cintura escapular, quién tiene
como función conectar la
extremidad con el esqueleto
axial; el húmero conforma el
brazo; radio y cúbito el antebrazo
y los huesos del carpo, meta-
carpianos y falanges conforman
los huesos de la mano,
incluyendo además sus rela-
ciones con tejido blando,
vascularización e inervación.
Cada segmento por su parte, se
une por medio de articulaciones:
hombro, codo y muñeca; pero
sucede que la morfología de cada
uno de estos elementos varía de
persona en persona. Estas
variantes anatómicas están ya
clasificadas y es el motivo de la
presente revisión, que tiene como
objetivo categorizar las variantes
de acuerdo a las articulaciones
que posee el miembro superior,
comenzando desde el hombro
hasta la muñeca, utilizando
estudios tanto imagenológicos
como en cadáveres.
Por último, es importante
mencionar que este artículo no
discutirá sobre ninguna variante
anatómica en particular y que se
revisarán las más frecuentes.
Clavícula:
La clavícula es sitio de muchas
variantes anatómicas producidas
durante su desarrollo. Una de
ellas es la fosa romboidea
(fig.1), que corresponde a una
excavación irregular situada en
la cara inferior del extremo
medial de la clavícula. Es una
variante normal y frecuente, pero
que un observador inexperto
podría confundir con una
condición patológica: desde una
displasia fibrosa simple
(benigna) hasta osteomielitis
crónica (maligna).1 Además esta
variante se presenta tanto en
niños como adultos y puede ser
bilateral como unilateral.
Un estudio realizado en la
Universidad estatal de
Campinas, Brasil1, encontró que
el 29% de la población
masculina y un 2,9% de la
femenina presentaban fosa
romboidea bilateral; luego para
fosa unilateral los resultados
fueron 34,6% para el sexo
masculino y 0% para el
femenino, tomando en cuenta
que los estudios fueron
realizados en mayores de 18
años (tabla 1).
Escápula:
La escápula juega una serie
de roles facilitando la función
óptima del hombro. Las dimen-
siones de la escápula y su
geometría como variantes anató-
micas son importantes debido a
su relación con patologías del
hombro tales como dislocación
recurrente de hombro o
pinzamiento del espacio
subacromial entre otros.
La clasificación de Bigliani &
Morrison (1983), categoriza los
acromion de acuerdo al grado de
su curvatura, en tipo I, la cual
describe un acromion plano; tipo
II correspondiente a un acromion
curvado y tipo III para un
acromion con forma de gancho.
(Fig 2). Por otro lado, un estudio
realizado en la facultad de
medicina de la Universidad de
Akdeniz, Turquía3, entre
diciembre del 2004 y enero del
2005, categorizó las variantes
anatómicas de la escápula y sus
frecuencias.
Los resultados señalaron la
frecuencia del tipo de acromion
(tabla 2). Para el tipo I, la
frecuencia fue de un 11%; para
el tipo II un 66% y para el tipo
III un 23%.
Luego se analizó las variantes
anatómicas de la punta del
acromion, clasificándolas en
“forma de cobra”, “punta
cuadrada” y “forma intermedia”
(Fig. 3); resultando los porcenta-
jes como 31% para la “forma de
cobra”; 13% para la “punta
cuadrada” y un 56% para la
forma intermedia.
Finalmente se analizaron las
distintas formas en que puede
presentar la cavidad glenoidea,
las cuales fueron clasificadas en
dos tipos, en función de la
presencia de la escotadura
glenoidea. El primer tipo
corresponde a cavidades
glenoideas sin escotadura
glenoidea (72% de los casos) y
en el segundo tipo (28 %), la
escotadura glenoidea sí está
presente y puede ser hasta doble.
L
Tabla 1.- Frecuencia de Fosa romboidea según sexo.
Clavícula Mujeres % Hombres %
Con fosa romboidea bilateral 2,9 29,0
Con fosa romboidea unilateral derecha 0,0 18,7
Con fosa romboidea unilateral izquierda 0,0 15,9
Sin fosa romboidea 97,1 36,4
Hombro: estructuras óseas
3
Húmero:
Las lesiones quísticas en la
zona posterosuperior (área
descubierta) de la cabeza
humeral no deben ser
confundidos con secuelas
degenerativas o conductos
vasculares. Por el contrario,
corresponden generalmente a
pseudoquistes que se comunican
con el espacio articular y que
representan una variante
anatómica normal.
Figura 1.-
Fosa romboidea presente. Fosa romboidea ausente
A.-Radiografía de tórax. Flechas negras indican
fosa romboidea presente en un niño de 14 años.
Imagen adaptada de referencia 2.
A.-Radiografía de tórax. Flechas negras indican la
ausencia de la fosa romboidea en una mujer de 27
años. Imagen adaptada de referencia 2.
B.- Círculo rojo indica la presencia de la fosa
romboidea en clavícula. Imagen adaptada de
referencia 1
B.- Clavícula sin fosa romboidea. Imagen
adaptada de referencia 1.
Tabla 2.-
Frecuencia de tipos de
acromion:
Tipo I (plano) 11%
Tipo II (curvado) 66%
Tipo III (ganchoso) 23%
Figura 2.-
A. Espécimen con
acromion tipo I (plano).
B. Espécimen con acro-mion tipo II (curvado).
C. Espécimen con acro-mion tipo III (ganchoso)
D. Radiografía de pa-ciente con acromion tipo
I (plano).
E. Radiografia de pa-
ciente con acromion tipo II (curvado).
F. Radiografía de pa-ciente con acromion
tipo III (ganchoso)
Imágenes adaptadas de referencia 3.
4
Para visualizar los tejidos
blandos de mejor manera con
métodos de imagenología, por
predilección se utiliza la
Resonancia Nuclear Magnética
(RNM), razón por la cual esta
sección dará énfasis a ese tipo de
estudio.
Numerosas variante anatómicas
pueden observarse en los tejidos
blandos del hombro, variantes
que pueden simular o parecer
cambios degenerativos, fractu-
ras, desgarros de tendones y
otras anormalidades y que deben
ser reconocidas como
variaciones anatómicas normales
en lugar de patologías.
Receso sublabral: El receso sublabral, también
conocido como surco sublabral,
representa las configuraciones de
la variante del complejo labral-
bicipital en la posición de las 12
en punto: la adhesión del labrum
superior a la cavidad glenoidea
en la inserción del tendón de la
cabeza larga del biceps7. Se han
identificado tres tipos de
variantes anatómicas del receso
sublabral (fig. 4): la variante tipo
I demuestra una aposición muy
cercana del labrum a la cavidad
glenoidea y al tendón del bíceps.
Los tipos II y III demuestran u
surco entre el labrum triangular
normal y la cavidad glenoidea,
dentro de la cual se pueden
introducir instrumentos durante
una artroscopía. Además es
importante agregar que el surco
es superficial en la variante tipo
II y profundo en la tipo III.
El receso sublabral se aprecia de
mejor manera llenándolo con
contraste, así como se puede
observar además, su extensión
hacia medial en dirección de la
cavidad glenoidea con estudios
de artrorresonancia (artro-RM)
de secuencias T1 con saturación
grasa y en un corte coronal-
oblicuo5.
Asimismo, esta variante puede
ser confundida con un desgarro
antero-posterior tipo II del
labrum superior; sin embargo,
cabe destacar que esta lesión a
menudo se extiende lateral o
posteriormente.
Formen sublabral: El foramen sublabral, o
agujero sublabral, representa un
desprendimiento normal del
labrum antero-superior de la
cavidad glenoidea y típicamente
ocurre en la posición de las 2 en
punto, anterior a la inserción del
tendón de la cabeza larga del
biceps braquial. Esta variante
anatómica se observa
aproximadamente en el 11% de
las personas y se observa de
mejor manera en un corte
coronal-oblicuo, en secuencia T1
con saturación grasa7.
Es importante distinguir esta
variante anatómica, ya que el
foramen sublabral es a menudo
confundido con un desgarro de
labrum antero-superior, la cual
es una lesión muy frecuente que
ocurre en atletas de alto
rendimiento del área del
lanzamiento, y que por lo
general viene acompañada de
síntomas clínicos.
Por último, es importante
agregar que el receso sublabral
puede coexistir e incluso
comunicarse con el foramen
sublabral.
Figura 3A.-
Morfología de la punta del Acromion
A. “Forma de cobra”
B. “Punta cuadrada”
C. “Forma intermedia”
Figura 3B.-
Morfología de la cavidad glenoidea
A. Cavidad glenoidea
sin escotadura gle-noidea.
B. Cavidad glenoidea
presenta una pronun-
ciada escotadura gle-
noidea (flecha negra).
C. Cavidad glenoidea
con dos escotaduras glenoideas.
Imágenes adaptadas de referencia 3.
Hombro: tejido blando
5
Ligamentos glenohumerales:
El ligamento glenohumeral
medio es el más variable de los
tres (superior, medio e inferior)
y como tal, sus variaciones
suelen a menudo ser confundidas
con patologías ligamentosas o
del labrum. El Ligamento
glenohumeral medio puede
variar su apariencia desde
engrosado y “en forma de
cuerda”, hasta estar
completamente ausente.
La ausencia completa de este
ligamento, se observa en el 30 %
de la población7.
Tendón del bíceps:
Numerosas anomalías muscu-
lares existen dentro del hombro,
las que incluyen cabezas
accesorias del músculo bíceps
braquial, músculo coracobra-
quial corto, músculo
subescapular accesorio y el
fascículo muscular aberrante
procedente del dorsal ancho o
los músculos pectorales. Sin
embargo, el músculo bíceps
braquial, es uno de los variables
en el cuerpo humano en términos
de morfología y del número de
cabezas que lo componen.
La prevalencia de la cabeza
supernumeraria está varía desde
un 9,1 % hasta el 22,9 % de la
población, dependiendo del
grupo étnico. Por ejemplo, es
más común observarla en
asiáticos y menos común en
caucásicos8.
El conocimiento de esta variante
es importante para no
confundirla con un desgarro
longitudinal del tendón de la
cabeza larga del bíceps (fig. 5).
Figura 4.-
Receso sublabral tipo I Receso sublabral tipo II Receso sublabral tipo III
A.-La ilustración representa un
corte coronal del complejo labral-
bicipital. Se observa que el labrum
está íntimamente unido a la cavi-
dad glenoidea. (C=cartílago;
L=labrum; B=tendón del bíceps).
B.-Para el receso sublabral tipo II,
se observa realmente un receso entre
el labrum y la cavidad glenoidea
(flecha negra). Sin embargo, el
receso es de poca magnitud.
C- La ilustración demuestra que la
magnitud del receso sublabral tipo
III es mayor.
D.- La imagen de artro-RM (corte
coronal), demuestra el receso
sublabral tipo I (flecha roja) en
una niña de 17 años.
E- La imagen de artro-RM (corte
coronal, secuencia T1 con satura-
ción grasa), demuestra un receso
sublabral tipo II (flecha negra). b=
tendón del bíceps.
D.- La imagen que corresponde a un
corte coronal, secuencia T1 con
saturación grasa, demuestra un
receso sublabral tipo III (flecha
roja).
Imágenes adaptadas de referencia 7.
6
Pseudodefecto del cóndilo
humeal:
Este pseudodefecto
corresponde a un surco ubicado
en la región posterolateral del
cóndilo y epicondilo lateral del
húmero. Por su ubicación es
fácil distinguirlos en RNM en
cortes coronal y sagital9 (Fig 6).
Pero debido a su hipointensidad
esta variante normal se puede
confundir con una lesión
osteocondral; sin embargo, esta
patología presenta una ubicación
más hacia anterior, por lo tanto,
el conocimiento de esta variante,
su localización característica y
aspecto morfológico hace
posible la diferenciación entre
ambas condiciones (variante
anatómica versus patología).
Apertura septal de húmero
También llamado agujero
supratroclear del húmero, va
desde la fosa coronoidea hasta la
fosa olecraneana. Sus dimen-
siones varían entre 4 a 7,4 mm
transversalmente y el 2,7 a 4 mm
en dirección vertical (Fig. 7).
Un estudio del doctor Dr.
Anupama Mahajan
indica que
este agujero está mayormente
presente en mujeres que en
hombres a una razón de 1:3,7, y
además se ve más
frecuentemente en el húmero
izquierdo que en el derecho11
.
Pseudodefecto de la escotadura
troclear:
Dentro de la cavidad
sigmoidea mayor del cúbito, un
área focal desprovista de
cartílago puede existir entre la
superficie articular de la apófisis
corónides y olécranon, la cual se
conoce como escotadura
troclear, que al igual que la
variante anterior, puede ser
confundida con una lesión
osteocondral, particularmente en
imágenes de RNM en cortes
sagitales9.
Nuevamente, la localización
característica de esta variante y
la ausencia de edema de médula
ósea debe permitir el
reconocimiento del pseudo-
defecto (Fig. 8).
En 1994 Robenberg et al10
, la
definió como una discontinuidad
focal de la corteza articular, y
que era fácil confundirla con
Figura 6.-
Fotografía de la porción distal del
húmero. Flecha indica agujero
supratroclear.
Imagen adaptada de referencia 11
Figura 7.-
Imagen de RNM sagital del codo en
T1. La flecha indica un pseudo-
defecto del cóndilo humeral.
Imagen adaptada de referencia 9.
osteofitos o una fractura cubital
intraarticular.
Proceso supracondilar:
También llamado proceso
supracondíleo, es un espolón
óseo que se encuentra en menos
del 3% de la población9. Se
ubica en la cara anteromedial de
la diáfisis distal del húmero,
entre 5 a 7 cm sobre el
epicóndilo medial. Es una
estructura que sobresale del
Figura 5.-
Corte axial de RNM en secuencia T1 en hombro demuestra (A), un
tendón anómalo (flecha blanca) adyacente y superficial al tendón de la
cabeza larga del bíceps (flecha negra) en la corredera bicipital. Más a
superior (B) se le observa insertarse en el troquín, cerca de la cápsula
articular. Imágenes adaptadas de referencia 7.
Codo: estructuras óseas
7
húmero distal en forma de
cuerno (Fig. 9), por lo que puede
ser confundido con
osteocondroma de la metáfisis
del húmero.
Apófisis estiloides del cúbito:
En 1988 en el departamento
de Ortopedia, Instituto de
Ciencias Médicas de la India,
Nueva Delhi se realizo un
estudio tomando 800
radiografías AP de muñecas en
individuos normales 12
, el cual
determinó que la apófisis
estiloides del cúbito tiene 6 tipos
de morfologías distintas: normal,
alargada, medialmente desviada,
pico de loro, hipertrófica y
fusionada (Tabla 3).
Pliegues sinoviales:
Un estudio13
reveló que en el
86% de los cadáveres
examinados existe un pliegue
sinovial denominado franja
lateral sinovial o pliegue
sinovial, las cuales consisten en
delgadas proyecciones de la
membrana sinovial que van de la
capa interna de la articulación
hacia la cápsula articular (Fig.
10). En RNM tienen una baja
intensidad de señal en las
secuencias de pulso
convencionales que se pueden
encontrar en la cápsula lateral
entre la cabeza del radio cóndilo
y en la fosa del olécranon.
Estos pliegues sinoviales son
restos embriológicos de las
membranas sinoviales de las
articulaciones humerocubital,
humeroradial y radiocubital.
En imágenes por resonancia
magnética estos pliegues pueden
ser confundidos con cuerpos
extraños intrarticulares.
Músculo palmar largo:
Hay variados estudios de las
variaciones anatómicas de este
músculo14
, ya que es muy
utilizado en cirugía
Figura 9.-
A.-Radiografía lateral del codo, la flecha indica el proceso supracondíleo
con su característica forma de cuerno en la diáfisis distal del húmero.
B.-RNM, axial de codo proximal potenciada en T1, la flecha indica el
proceso supracondíleo y la punta de flecha da cuenta de la proximidad de
este con el nervio mediano y la arteria braquial. Imágenes adaptadas de
referencia 9.
Tabla 3.-
Variante anatómica Porcentaje Descripción
Normal 76,5% Proceso estiloides estándar.
Alargada 12,75% Proceso estiloides mayor a 6 mm
de longitud.
Medialmente
desviada
5,125% El ángulo entre el eje
longitudinal de la estiloides
cubital y la metáfisis inferior fue
de más de 15°.
Pico de loro 3,375% Curvada en dirección radial (se
observa mejor en radiografía de
muñeca oblicua)
Hipertrófica 2% Apófisis estiloides engrosada
Fusionadas 0,25% Centros de osificación
separados.
Figura 8.-
RNM, corte sagital del codo
potenciada en T1. Ranura troclear,
las 3 flechas indican una falta de
cartílago en las superficies articu-
lares, en el caso del olécranon
(flecha curva) y apófisis
coracoides (punta de flecha).
Imagen adaptada de referencia 9.
Codo: tejidos blandos
8
reconstructiva debido a que es
ideal como injerto. Las
diferencias van desde la ausencia
total del músculo palmar menor
en un 2 a 20% de los individuos,
hasta una duplicación, bifidación
e hipertrofia de este.
Músculo ancóneo epitroclear: Es un músculo accesorio
identificado de un 3% a un 28%
de muestras de cadáveres de
estudios15
. Se origina en la
epitróclea, pasa por encima del
nervio cubital y se inserta en el
olécranon (Fig. 11.)
Puede causar compresión del
nervio cubital (neuropatía
cubital), sin embargo en un 23%
de los pacientes es
asintomático9.
Ligamentos:
El complejo ligamentoso cubital
colateral está compuesto por el
ligamento colateral, ligamento
colateral cubital lateral,
ligamento anular u orbicular, y
por un cuarto ligamento el cual
es accesorio, llamado ligamento
colateral lateral accesorio, el
cual se observo en un tercio de
las muestras evaluadas en un
estudio16
de Beckett y sus
colegas.
Nervios:
El nervio cubital es el que
más frecuentemente se lesiona
en el codo debido a su
trayectoria.
Existen varias localizaciones
alrededor del codo donde se
puede comprimir el nervio
cubital17
, estas son: arcada de
Struthers, septo intermuscular
medial, vientre muscular medial
del tríceps braquial y el túnel
cubital, de los cuales solo nos
enfocaremos en el último debido
a sus variantes anatómicas.
El túnel carpiano es un anillo
óseo-fibroso formado por el
epicóndilo medial y el cúbito
proximal. El techo de este túnel,
está formado por la fascia
profunda del antebrazo
incluyendo la fascia profunda
del FCU (flexor carpi ulnaris) y
el retináculo del túnel cubital,
también llamado ligamento
Arcuato o de Osborne.
El retináculo del túnel carpiano
puede tener un engrosamiento
que producirá una compresión
en el nervio cubital cuando se
flexiona el codo en un 22% de
los sujetos de estudio15
.
Además, se encontró la ausencia
del retináculo en un 23% de la
población, lo que puede permitir
más fácilmente una subluxación
o luxación del nervio cubital18
.
Sin embargo la subluxación del
nervio cubital puede ocurrir con
un retináculo intacto (Fig. 12).
Venas:
En el mismo estudio de
Rosenberg et al10
, se señalo
como una variante anatómica
asintomática el engrosamiento
de la arteria ulnar recurrente
posterior (Fig. 13).
Carpo: Constituido por 8 huesos
que se disponen en 2 filas. De
lateral hacia medial,
encontramos en la fila proximal
al Escafoides, Semilunar,
Piramidal y Pisiforme. Mientras
que en la segunda fila distal
tenemos al Trapecio,
Trapezoide, Hueso Grande y el
hueso Ganchozo. En general el
carpo posee funciones de apoyo
y ensamblaje con los metacarpos
y el antebrazo.
En la formación embrionaria del
carpo se pueden generar diversas
variantes anatómicas dentro de
las cuales encontramos:
Figura 10.-
Pliegue o franja sinovial indicada
por la flecha. IRM de codo
potenciada en T2 con saturación
grasa.
Imagen adaptada de referencia 9.
Figura 11.-
RNM axial de codo potenciada en
T1. La flecha indica la existencia
del músculo ancóneo epitroclear.
Imagen adaptada de referencia 9.
Figura 10.-
Muñeca: estructuras óseas
9
Os Centale Carpi o hueso
central del carpo:
Éste corresponde a una
pequeña prominencia ubicada en
el parte superiomedial del
escafoides, aparece la 6 semana
de gestación y sufre fusión ósea
la octava semana de gestación20
(Fig. 14). Si lo mencionado
anteriormente no ocurre, se
genera la variante del Os
Centrale Carpi que puede llevar
a confusión con una
seudoartrosis o con una fractura
de escafoides, en el diagnóstico
radiográfico. El hueso central del
carpo es infrecuente y
asintomático, posee diversos
tamaños y se puede localizar en
ambas manos 19,20
(Fig.15).
Coalición Lunotriquetral o
Semiluna-Piramidal: Se generan fusiones
congénitas de los huesos del
carpo debido a la segmentación
incompleta de alguno de los 2
huesos implicados21
(Fig. 16).
Semilunar tipo II:
Hueso semilunar que articula
por proximal con el radio, por
medial con piramidal, por lateral
con escafoides y distal con el
hueso grande. El tipo II
semilunar tiene una faceta
adicional que se articula con el
ganchoso 22,23
(Fig. 17),
Carpal Boss y Os Styloideum:
Es la manifestación clínica de
un hueso protuberancia a lo
largo del dorso de la muñeca
entre la base del segundo
metacarpo y tercer metacarpo,
pueden estar asociados con el
dolor o la limitada muñeca
movilidad. Se le atribuyen
osteofitos degenerativos o puede
reflejar la presencia de un
styloideum OS, uno de los
muchos accesorio y huesecillos
de la muñeca 24
(Fig.18).
Apófisis Ungueal Bífida:
Las falanges corresponden a la
porción más distal de la mano,
conforman los dedos y existen 3
segmentos óseos por cada dedo
excepto en el primer dedo que
posee tan solo 2. Podemos
Figura 13.-
RNM de una congestión asintomática de la vena cubital posterior
recurrente en T1 (A) y T2 (B). Ambas flechas indican a la vena en
cuestión, la comparación entre T1 y T2 deja en evidencia que se trata de
una vena y no de nervios como en un principio pensó Rosenberg et al.
Imágenes adaptadas de referencia 9.
Figura 12.-
RNM axial de subluxación
del nervio cubital potenciadas
en T1 (A) y T2 con saturación
grasa (B). La flecha indica la
luxación del nervio, y la
punta de flecha la existencia
del retináculo del túnel
cubital, lo que demuestra que
esta subluxación puede
ocurrir en individuos sanos
asintomáticos.
Imágenes adaptadas de
referencia 9.
10
mencionar como variante normal
de éstas, a la Apófisis Ungueal
Bífida, la cual se puede
confundir con una fractura de la
falange correspondiente, si no se
sabe evaluar 21
(fig. 19). Esta
variante se produce cuando la
falange distal del dedo posee una
bifurcación, producida por la
falta de fusión a nivel
embrionario de ésta.
Figura 14.-
Hueso Central del Carpo.
Os Centrale Fusionado.
Imagen adaptada a la referencia 19.
Figura 15.-
Hueso Central del Carpo
presente.
Hueso Central del Carpo.
Os Centrale tamaño mediano.
Imagen adaptada de
referencia 19,20.
Os Centrale tamaño pequeño y bilateral.
Imagen adaptada de referencia 19,20.
Figura 18.-
Carpal boss y os Styloideum .
Os styloideum. Sagital en T2 de la imagen con saturación grasa (A) y axial
T1 (B) demostrar la presencia de un huesecillo accesorio, conocido como
sistema operativo styloideum (flecha), a lo largo de la cara dorsal de la
muñeca entre las bases de los metacarpianos segundo y tercero.
Imagen adaptada a la referencia 24.
Figura 16.-
Coalición
Lunotriquetral
Imagen adaptada a la
referencia 21.
Figura 17.-
Coalición Lunotraquitral .
Tipo II semilunar. Coronal en T2
de la imagen con saturación de la
grasa de la muñeca muestra un
tipo II semilunar caracterizado
por la presencia de una faceta que
articular se correlaciona con el
ganchoso distal (flecha).
Imagen adaptada a la referencia
22,24
Figura 6.-
Apófisis Ungueal Bífida.
Presente en el cuarto dedo, mano
derecha, niño sin antecedente
traumático. Imagen adaptada a la referencia
21.
11
Bifurcación del nervio
mediano:
A medida que sale del túnel
carpiano de la nervio mediano
por lo general se divide en
múltiples ramas, incluyendo la
común y adecuada ramas
digitales palmares y la rama
recurrente del nervio mediano.
Un nervio mediano bífido se
produce cuando el nervio
mediano se divide ya sea antes la
entrada o dentro del túnel
carpiano 26
(Fig. 19).
Origen proximal de los
músculos Lubricales.
Los cuatro músculos
lumbricales tienen su origen
distal del túnel carpiano, sin
embargo, uno o más músculos
lumbricales pueden se originan
dentro del túnel carpiano 25
(Fig.
20). El origen anómalo
(proximal) de los músculos
lubrícales dentro del túnel
carpiano, puede ser una causa
del síndrome del túnel carpiano,
que en particular cuando se
asocia con la hipertrofia
muscular del vientre, hematoma
o lipoma.
Tanto la radiografía
convencional como la resonancia
magnética nuclear, son técnicas
imagenológicas de suma
importancia para el diagnóstico
actual de patologías. Ambas son
una representación de la
anatomía normal del cuerpo, sin
embargo, como se revisó en este
artículo, existen variaciones de
la morfología de ciertas
estructuras, que no representan
una condición patológica y que
se consideran variaciones
anatómicas normales. Debido a
que algunas de éstas son
frecuentes, tales como la fosa
romboidea, la cabeza
supernumeraria del bíceps, el
pliegue o franja sinovial y el
hueso central del carpo, es
probable encontrarse alguna vez
durante la práctica diaria de los
profesionales del área de la
imagenología con una de estas
condiciones, la que podría ser
confundida con una patología
que tenga los mismos patrones
radiológicos o de intensidad que
la variación normal que presenta
el paciente, y es aquí donde nace
la importancia que las variantes
anatómica sean de conocimiento
para los profesionales, tanto
como los que realizan el examen
como por los que lo
diagnostican.
Sería ideal que en la formación
de los profesionales, se
incluyeran temáticas que
complementen los
conocimientos de anatomía
normal y patológica con
variantes anatómicas frecuentes
para así poder llegar a un
correcto diagnostico, y brindar
un mejor servicio a los
pacientes.
Para lograr esto, los centros de
formación de los profesionales
deberían actualizar sus temáticas
y perfeccionarlas para que el
profesional del área de la
imagenología, tanto tecnólogos
médicos como médicos
especialistas tengan las
competencias necesarias para
enfrentarse a cualquier tipo de
imagen y poder dar un
diagnostico certero,
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Figura 7.-
Nervio Mediano Bífido
Nervio mediano bífido. Axial
ponderada en T2 de la imagen con
saturación grasa muestra el nervio
mediano bífido (flechas). Imagen adaptada a la referencia 26.
Figura 8.-
Origen proximal m. lumbricales.
El origen anómalo proximal de los
musculos lumbricales (flecha) es que
surjan dentro del túnel carpiano.
Punta de flecha indica el nervio
mediano Imagen adaptada a la referencia 25
Conclusión y discusión
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