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Literatura y Lingtica N 16, pgs: 31-50 Literatura: artculos y monografas

Vanguardias literarias, una esttica que nos sigue interpelando?

Jos Alberto de la Fuente A. chileno, Universidad Catlica Silva Henrquez, [email protected]

Resumen En este trabajo, se pretende delimitar histrica y conceptualmente el fenmeno esttico de las vanguardias literarias en el contexto social, poltico y existencial del mundo y de Amrica Latina. Por otra parte, se trata de entregar, de manera sinttica y crtica, la informacin que conduce a una reflexin sobre su caducidad o vigencia a casi cien aos de las circunstancias que justificaron su origen e impacto desde la arquitectura a los discursos. La visin porvenirista de las vanguardias intent consolidar una identidad en el contexto de la modernizacin y apoyar, desde la literatura y otras artes, la liberacin del hombre. Palabras clave: - vanguardias literarias - novedad - liberacin - revolucin Abstract In this work, it is sought to define historical and conceptually the aesthetic phenomenon of the literary vanguards in the social, political and existential context of the world and of Latin America. On the other hand, it is to surrender, in a synthetic and critical way, the information that leads to a reflection about their expiration or validity to almost a hundred years of the circumstances that justified their origin and impact from the architecture to the speeches. The futurist vision of the vanguards tried to consolidate an identity in the context of the modernization and to support, from the literature and other arts, the mans liberation. key Words : - literature vanguards - novelty- liberation - revolution

1. IntroduccinNada nuevo bajo el sol? El fenmeno de la vanguardia que acaeci en las primeras dcadas del siglo XX, tuvo la gracia expansiva de cubrir, de manera simultnea y con distintos nfasis, el mbito artstico-literario, el sociocultural y el poltico a nivel internacional. A partir de los aos centrales del decenio de 1920, la economa mundial se sumerge en una crisis dramtica que no se conoca desde la Revolucin Industrial. La humanidad se

replantea sus formas de organizacin y convivencia; los artistas y escritores de la poca hacen lo propio en la produccin de nuevos discursos estticos y polticos. El desarrollo ms fecundo de la vanguardia, envolvente y significativo para la mayora de los intelectuales que intentan desenmascarar el ser de la existencia humana en condiciones de violencia y exclusin, abarca principalmente regiones como Estados Unidos de Norteamrica, Europa Occidental, Amrica Latina, URSS, Repblica del Lejano Oriente y Siberia1. En el orden terico, los temas debatidos fueron de diversa ndole, centrndose en conceptos como realismo, revolucin, pasatismo, cambio, hombre nuevo, arte decadente, arte proletario, vanguardia, plasmacin esttica de la realidad, realismo crtico, realismo socialista, etc. Gyrgy Lukcs, en su ensayo Se trata del realismo (1938), afirmar que la gran misin social de la literatura es su relacin con la vida del pueblo y su desarrollo progresista. Para l, la vanguardia verdadera se reconoce mediante las siguientes opciones y cualidades: en primer lugar, su relacin con la herencia de lo popular, en el contexto de las tradiciones de los sufrimientos del pueblo y pone como ejemplo a Mximo Gorki, a Romain Rolland y a Thomas Mann. Segundo, la cuestin del realismo como actividad artstica popular por su variedad inagotable y claramente antifascista. Tercero, su vnculo permanente con el Frente Popular como facilitador de la crtica de la propia historia. En los distintos lugares en que emergieron grupos y tendencias vanguardistas, se reconocen acentos y mbitos que intervienen en los imaginarios culturales segn los imperativos del momento y los nexos que establecen entre ellas como fue el caso entre Brasil y la URSS y entre Chile con Francia, Espaa e Italia.

I. Delimitacin histrica

1. La vanguardia en Europa y la URSSDe acuerdo a las diversas lecturas historiogrficas que se pueden hacer para delimitar una poca, es posible acordar que la vanguardia aparece en un perodo de transicin marcado por el fin de la poca Moderna (alrededor de 1910) y el inicio de la poca Contempornea (comienzo del siglo XX despus de la Primera Guerra Mundial), "y en trminos generales, cuando se trata de un perodo de transicin (...), resulta siempre bueno contemplar tiempos paralelos de la historia, 'perodos de transicin', del pasado, no ya para fijar a los artistas en tales comienzos, sino porque proporcionan otro sentimiento en relacin con el curso y con las dificultades iniciales"2. Sin dejar de considerar la reaccin pionera y oportunidad de los ismos europeos, por contacto y acumulacin de experiencias culturales y polticas, la vanguardia present similitudes en las distintas regiones y pases del mundo en que hubo sensibilidades atentas a la crisis del capitalismo (con posturas minoritarias o localizaciones de derecha y mayoritarias de izquierda o claramente de protesta contra le guerra y el capitalismo). En la URSS, con el manifiesto del LEF, se demostr lo desigual que fue el uso y aplicacin de ciertos conceptos como "futurismo" y sus contradictorias opciones ideolgicas. Hoy nos podemos formular la pregunta en qu medida los artistas y escritores soviticos asumen una vanguardia arraigada, plural y por el mundo popular. El manifiesto del LEF da cuenta del periodo comprendido entre 1905 y 1923; su objetivo fundamental es oponerse a las lneas reaccionarias garantizadas por la autocracia y por las prcticas de los mercaderes e industriales. Los futuristas rusos rompen con el imperialismo de los Marinetti y a travs del peridico Iskusstvo Kommuny ("El Arte de la Comuna"), se organizan en barrios y se declaran en contra del poder otorgado a los comisarios del gobierno. Autodenominados "Los bolcheviques del arte" (Mayakovsky, Kamensky, Burliuk, Kruchionich, etc), se

ponen de acuerdo con los escritores obreros de la ex Poletkult. Su ideario cuestiona el pasado, pretende unificar el Frente Revolucionario para terminar con la sociedad de clases y el pensamiento viejo. Pensaban que el camino hacia el porvenir comenzaba por reforzar la cultura popular, pero sin pretender tener el monopolio del arte revolucionario. El manifiesto del LEF posee muchos elementos ideolgicos y estticos comunes a la vanguardia latinoamericana, incluso en el contexto y motivacin de una revolucin en marcha como la mexicana que en se entonces pasaba de la promesa a la accin. La vanguardia en Alemania, se agrup en torno al Bauhaus (Casa de construccin), fundada en 1919 y concluida su vigencia alrededor de 1933. Sus races estn en el movimiento britnico Arts and Grafts, en las ideas de la Werbund alemana y en la secesin vienesa. Su gran propuesta fue la Pedagoga de Talleres para modernizar la vida cotidiana e impulsar un sentimiento vital innovador dentro de los parmetros que establecer la Repblica de Weimar. En su propuesta todo pretende ser cambio y experimento en oposicin a todo convencionalismo en el diseo. Los nombres ligados al Bauhaus son W. Gropius, L. Mies van der Rohe, O. Schlemmer, J. Itten, H. Meyer, A. Kandinsky y Paul Klee. Proponan la creacin de un hombre nuevo, se oponen a la guerra, tratan de unir el pensamiento puro con la realidad concreta, buscan la trasmutacin de los valores y estn en contra del mundo burgus y del militarismo. Su proyecto es unir arte y vida, escuelas de Bellas Artes con escuelas de Artes y Oficios. A su filosofa integran la visin apocalptica de Oswald Spengler (La decadencia de Occidente, 1918-1922) y Verdad y mentira en sentido extramoral de F. Nietzsche, para ilustrar el sinsentido de la existencia en medio de la decadente cultura fustica de la ornamentacin vaca. En efecto, Bauhaus fue una presencia controvertida en lo ideolgico y renovadora en arquitectura que quiso consolidar nuevas modos y formas de convivencia, opta por el amor libre, estructura una filosofa propia y recupera imaginativamente la organizacin de la fiesta. Gropius esperaba de las artes lo que otros esperaban de la vanguardia poltica y literaria: superar las barreras entre clases sociales, la reconciliacin esttica consigo mismo y con la naturaleza y la creacin de una sociedad solidaria. La vanguardia europea (1910 hasta despus de 1940), ha quedado descrita, analizada y concluida a travs de uno de los principales trabajos realizado por Guillermo de Torre, en su primer intento Literaturas europeas de vanguardia (1924) y luego, en su revisin y ampliacin Historia de las literaturas de vanguardia (1965)3. Para de Torre, la literatura de vanguardia fue experimental y esencialmente potica, basada en la bsqueda de lo nuevo, el antitradicionalismo, el internacionalismo, la originalidad y el afn de perfeccin. Llama la atencin su prudencia al dejar prcticamente abierta la pregunta "Quines son propia y cabalmente los vanguardistas?", ms que dilucidar qu es el vanguardismo. Su balance sobre la legitimidad de la vanguardia estara concluido si respondiese a su prescripcin o superacin por escritores que, despus de ella, se plantean nuevos puntos de partida. El ndice de la obra registra trece ismos4, entre los cuales dedica un extenso captulo al ultrasmo (pp. 503-599), definindolo como expresin de la vanguardia espaola e incluyendo slo a algunos poetas de la Amrica Hispnica y aludiendo en cuatro pginas al modernismo brasileo. El panorama historizado y analizado por De Torre demuestra un desconocimiento de la novela y del ensayo latinoamericano de vanguardia, las condiciones de produccin y las formas de recepcin y asimilacin del "canon" europeo por los escritores y pensadores de Amrica. Simplemente, se omite una realidad y se pierde la visin de conjunto sobre la vanguardia en sus diferentes opciones y perspectivas.

2. Las vanguardias en Amrica LatinaEl fenmeno de las vanguardias latinoamericanas en su afn de autonoma, libertad y democratizacin, hay que "dejar de considerarlo como un epifenmeno de las vanguardias europeas para tratar de comprenderlo como respuesta a condiciones histricas concretas, el superar el enfoque atomista de la literatura por pases para visualizar un espacio continental, y el dejar de reducirlo a sus expresiones en la poesa lrica para incorporar la totalidad de sus manifestaciones son slo algunas de las tareas de superacin de un enfoque limitante que se hacen hoy en da necesarias para una adecuada caracterizacin del vanguardismo hispanoamericano"5. La vanguardia latinoamericana desarrolla su accin y propuesta en dos momentos igualmente importantes, uno que va de 1915 a 1929 y otro que va de 1930 a 1940. Estos dos momentos en que se desarrolla el proceso de la vanguardia se enmarcan histricamente por los hitos que corresponden a la Primera Guerra Mundial (19141918), la crisis econmica mundial conocida como el crack del '29 (1929-1930) y el inicio de la Segunda Guerra Mundial. El movimiento vanguardista de Brasil (Modernismo), se inici en la ciudad de San Pablo en 1922 con la Semana de Arte Moderno. Es importante destacar que en Amrica Latina las vanguardias polticas y artsticas nacen juntas o bastante prximas en el tiempo. Los precedentes inmediatos son el "porfiriato" mexicano entre 1876 y 1910, el rgimen de Estrada Cabrera (1899-1920) hasta el fin de la dictadura de Juan Vicente Gmez, en 1935. En Brasil, la oligarqua renace luego de la derrota del proyecto democrtico de Floriano Peixoto (1894) y se prolonga hasta los aos 20. En Chile, alrededor de 1891, tambin se frustra el proyecto democrtico del presidente Balmaceda. En otros pases, el reclutamiento oligrquico va desde 1876 en Uruguay, 1904 en Colombia, 1902 en Ecuador, etc. Mientras se va produciendo una reacomodacin oligrquico-liberal hacia la democratizacin burguesa, representada por sectores progresistas, se produce la protesta universitaria de 1918 en la ciudad argentina de Crdoba y con ello se abre un nuevo panorama y protagonismo de las capas medias. En sntesis, el contexto en que la vanguardia literaria comienza su produccin en todas sus formas y mbitos (sociocultural, poltico, esttico) es la crisis econmica de 1929 y la secuela de la Gran Depresin hacia la dcada siguiente6. Lo literario y lo poltico siempre van juntos: resistencia a la dominacin oligrquico-liberal en lo poltico y a sus formas de expresin cultural y de asociacin a partir de la influencia extranjera, en esta caso especfico la anglosajona; en Brasil, el programa no es slo esttico (antropofgico), sino una filosofa de la vida a travs de la recuperacin de la tierra. Para ampliar la comprensin e integrar al anlisis el origen de la vanguardia de los 20 al 30, hay que considerar la discusin lingstica como un fenmeno anterior a los aos que median entre 1916 a 19357. El antecedente de esta inquietud disruptiva, es: 1) 2) 3) 4) 5) Simn Rodrguez, en Venezuela. Domingo Faustino Sarmiento, Esteban Echeverra, en Argentina. Domingo Faustino Sarmiento y Andrs Bello(Salvador Sanfuentes), en Chile. Manuel Gonzlez Prada, en Per. Jos de Alencar, Goncalvez Dias y Mario de Andrade (Gramatiquinha da fala brasileira), en Brasil.

La idea de un nuevo lenguaje est asociada a un hombre nuevo en un pas nuevo. Quienes ms se plantean este asunto son los escritores Mario de Andrade, Juan

Bautista Alberdi, Jorge Luis Borges, Francisco Chuagn, Wanka Ayulo (con su ortografa indoamericana). De 1915 a 1940, periodo nuclear de la vanguardia latinoamericana, no hay nombre de mujeres que los crticos hayan considerado tempranamente en forma relevante, ni siquiera a Gabriela Mistral por su emblemtico y temprano reconocimiento internacional. La excepcin ms nombrada es Anita Malfatti y Tarsila Amaral en Brasil en la dcada del 20. La vanguardia de los 60 (con una connotacin absolutamente diferente a la inicial), permite la aparicin de mujeres como Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou, Delmira Agustn, Mercedes Valdivieso, Dulce Mara Loynaz, Teresa de la Parra, Cecilia Meireles, Clarice Lispector, Rosario Castellanos, Mara Luisa Bombal, Marta Traba, Ana Pizarro, Ins Echeverra; y en artes plsticas se destacarn Frida Kalho, Remedios Varo, Leonora Carrigton, etc. ngel Rama (1975), en su ensayo Medio siglo de narrativa latinoamericana, 1922-1972 , considera que la narrativa de vanguardia asume los problemas y el imaginario de un continente en busca de su autonoma e identidad. Argumenta que el nuevo discurso narrativo parte de una fractura artstica provocada por el desgaste de las formas y de las estructuras de convivencia social. A partir del escenario que se abre con la depresin econmica de 1929, los escritores hallarn la realidad en el arte y en el trfago de la ciudad moderna. Entre 1917 y 1922, eclosiona la poesa; de ah en adelante lo har la narrativa realista en su proceso de configuracin de un discurso ms orgnico. Para Rama, la vanguardia latinoamericana se va consolidando a travs de distintos momentos; entre ellos, aquel que surge apegado (hipnotizado) a lo europeo, pero que sabe tomar perspectiva para descubrir lo propio. El foco migratorio est centrado en los aos 1900, 1925 y 1950, siendo Neruda una de sus excepciones. En este contexto, se pueden nombrar a escritores como Huidobro, Vallejo, Asturias, Carpentier, Uslar Pietri, Cortzar, el antillano Etienne Lero y el haitiano Aim Cesaire. En el segundo momento, que tiene su epicentro entre 1910 y 1930, se constituye la narrativa regional como expresin de una contracolonizacin que busca un equilibrio entre tendencias nacionalistas e internacionalistas. Su fuerza creadora se caracteriza por un claro deslinde con la poesa, su rigor en el contar y por el empeo de "perfilar el personaje en situacin". Uno de sus representantes es Carpentier con El reino de este mundo (1949). El tercer momento es considerado como el ms latinoamericano por estar desvinculado de Paris y de la generacin perdida de los marginales norteamericanos. Se destacan escritores como Roberto Arlt, Mariano Azuela, Jos Eustasio Rivera, Jorge Luis Borges, Mario de Andrade. Sin duda que a partir de 1930, predomina el vanguardismo narrativo "que rehace el pasado e inventa el futuro". Entre los autores precursores y raros (autsiders), se agrupan, entre otros, a Jos Pereira de Graca de Aranha, Macedonio Fernndez, Julio Torri, Jos Fuenmayor, Julio Garmendia, Pablo Palacio, Xul Solar, Felisberto Hernndez, Euclides de Cunha. Del realismo crtico de la novela de la tierra se pasar al de la novela urbana y ulteriormente a la del realismo de la decrepitud de los aos 50 respaldada por una filosofa de la fatalidad, por el tema de la decadencia y de la desintegracin de la oligarqua, siendo uno de sus representantes Jos Donoso con las obras Coronacin (1957), El lugar sin lmites (1966) y El obsceno pjaro de la noche (1970).

3. Delimitacin conceptual

3.1 Vanguardias y diferencias

El primer vagido de la vanguardia se escucha en Europa de la crisis del mundo capitalista en su forma larvada de expansionismo imperialista. Lenin fue el primero que aplic el trmino vanguardia de lo militar a la poltica; de modo inmediato, los intelectuales con mayor conciencia de la historia, se resistirn al "nuevo orden" que se pretende imponer y se anticipan crticamente a la accin depredadora en contra de las culturas regionales que luego sern arrasadas por los nuevos amos del mundo, justificando la divisa de "una sociedad libre regulada por el mercado". El fenmeno es envolvente y contradictorio, se ponen en juego otras visiones y modelos de sociedad. La inspiracin del concepto de vanguardia es similar en todas partes, pero su finalidad, efectos, proyeccin y duracin en el tiempo tendr connotaciones ideolgicas diferentes de acuerdo a la perspectiva, situacin concreta e intereses de intelectuales, polticos, artistas y escritores. La URSS y Amrica Latina, son las regiones donde ms se debate la importancia de la literatura y el rol de los escritores en el nuevo escenario del tipo de capitalismo emergente; en Europa, es reactiva en un sentido menos radical y su presencia ms restringida en el tiempo8. Sin embargo, hubo intelectuales como Jos Ortega y Gasset, quien en su conocido ensayo La deshumanizacin del arte (1925), se opone a nuevos experimentos estticos y abre una discusin sobre la funcin del arte, el arte nuevo o "arte artstico", el hombre egregio en oposicin al hombre masa y el destino trascendente del arte. Su vaticinio pretende consolidar la sociedad de castas entre hombres egregios y vulgares. "Europa vendr a desembocar y curarse en esta nueva y salvadora escisin (...) Bajo toda la vida contempornea late una injusticia profunda e irritante: el falso supuesto de la igualdad real entre los hombres. Cada paso que damos entre ellos nos muestra tan evidentemente lo contrario que cada paso es un tropezn doloroso"9. En el mbito del materialismo histrico y dialctico, Gyrgy Lukcs asociaba la vanguardia a la debilidad del naturalismo y al surrealismo como expresin de la decadencia de Occidente, en franca oposicin al realismo concebido como recuperacin del humanismo que no capitula frente al capitalismo porque es capaz de captar las contradicciones de la realidad; entre autnticos escritores vanguardistas nombra a Miguel de Cervantes, Shakespeare, Balzac, Tolstoi, Gorki, Mann, etc. La preocupacin despleg grandes esfuerzos por elaborar teoras y sistematizar la accin en las distintas fuentes de la lucha social y de la creacin artstica. Adolfo Snchez Vsquez (1970: 17-73), en la introduccin general a los problemas de la esttica marxista, "aceptando que lo esencial en el arte es crear una nueva realidad" y relacionando el arte con la ideologa, destaca cuatro concepciones complementarias del arte que en su tiempo motivaron debates interesantes, a saber: Arte como reflejo (Lukcs, Galvano della Volpe) Arte como diversin, placer (Brecht) Arte como sistema de signos o lenguaje especfico (Moruorski) Arte como actividad prctico-productiva creadora (Kogan, Nvikov, Tasalov, Fischer).

En su conjunto, todas estas perspectivas artsticas, estn de acuerdo en que la realidad que capta el arte es la misma que conoce la ciencia, aunque por una va de representacin distinta. El realismo artstico aparece como el mtodo que mejor satisface la funcin cognoscitiva. Mientras la ciencia opera a travs de conceptos, el arte lo hace con imgenes. De este modo el arte contribuye a transformar el mundo social. Brecht, entra en conflicto con Lukcs, al considerar que el surrealismo es acrtico; la crtica parta l es una exigencia de verdad inseparable de la visin inhabitual o extraa del mundo real. Para Brecht, el placer10 est destinado a transformar la realidad y de ese modo hacer ms llevadera la vida humana. El arte

como lenguaje, en su funcin expresiva es siempre sntoma o testimonio. Cuando en la reflexin marxista se dice que el arte produce de modo especfico una nueva realidad, significa que imprime una forma adecuada a determinado material a fin de poder objetivar en l un contenido espiritual. La prctica social y el avance terico fue ayudando a superar el reduccionismo entre realismo y arte moderno como expresin exclusiva de la burguesa decadente. Hoy en da, coincidiendo muchos de los tericos que piensan el arte en este plano, no se puede desconocer la contribucin de Picasso con su Guernica, y de Kafka con La metamorfosis o El proceso. La bsqueda pasaba por una diversidad de tendencias y organizaciones: Prolet-Kult (Cultura Proletaria); LEF (Frente de Escritores de Izquierda); RAF (Asociacin de Escritores Proletarios). Llama la atencin que la vanguardia latinoamericana tambin se va organizando de manera similar y formulndose preguntas que, poca tras poca, seguirn vigentes: Qu arte hacer? Cules habran de ser las relaciones entre el arte y la produccin material, entre el artista y el pblico, entre el arte y la vida? Cul sera la misin social del escritor y el artista, y cul su responsabilidad ante las grandes tareas que se planteaban a la sociedad?, etc. Haba claridad al afirmar que en la sociedad de clases no poda haber un arte neutro. Los errores y las desviaciones tericas dejaran en suspenso muchas de estas preguntas y el ciclo se cerrara con el absurdo y grotesco periodo stalinista.

4. La vanguardia latinoamericanaLa vanguardia latinoamericana fue una forma de reaccin frente al sistema expresivo del Modernismo y a las circunstancias sociales generadas por el capitalismo. Por ejemplo, en 1934, la Asociacin Internacional de Vanguardias, presidida por Huidobro, sale en defensa de Bolivia ante la crisis suscitada por la guerra del Chaco; en 1937, se organiza un Congreso de Intelectuales Antifascistas para defender a la Espaa democrtica Esta vanguardia pretendi abarcar todas las expresiones artsticas. En literatura, poesa y novela asumen un rol protagnico que sigue resonando y despertando la curiosidad de los investigadores hasta nuestros das. Modernidad e identidad, tcnicas de escritura y protagonismo de los creadores, son los temas recurrentes que subyacen como base de una nueva conciencia y diseo simblico capaz de involucrar un mundo total. La vanguardia fue una empresa de desublimacin, de descubrimiento, de montaje, de invencin e iluminacin subversiva para un nuevo humanismo (F. Shopf, 1991). Se instala y evoluciona como ruptura discursiva en medio de la ciudad, se compromete con la revolucin social y con la recuperacin del imaginario indgena en su intento de apropiacin cultural. La vanguardia latinoamericana viene a enmendarle la plana a la esttica de la cultura colonial y a sacudirse del lastre pasatista que animaba en los sectores conservadores del Romanticismo y del Modernismo; su visin porvenirista nunca renunci al intento de consolidar una identidad en el contexto de la modernizacin. Vista en perspectiva histrica, la vanguardia latinoamericana pareciera que advino al mundo para quedarse; despus del proceso y consolidacin de la independencia poltica a comienzo del siglo XIX, la vanguardia se apropia de una conciencia democrtica y popular que metafricamente permitir ser considerada, ya avanzado el siglo XX, como el segundo territorio libre de Amrica, anticipo de la teora de la Dependencia y de la Teologa de la Liberacin. El intento de delimitacin conceptual de la vanguardia latinoamericana rebasa los lmites de su situacin temporal Es posible pensar de otro modo los alcances de esta vanguardia sin el antecedente de la Primera Guerra Mundial, la revolucin mexicana y la revolucin cubana?

Roberto Fernndez Retamar en su trabajo Vanguardia artstica, subdesarrollo y revolucin (1970), reconoce que el estallido de la revolucin cubana ayud a la reflexin de los artistas en su rol esttico, poltico y cultural. La herencia se halla en el pensamiento de Mart, en las divagaciones de Rod sobre la democracia y el utilitarismo, en la teora literaria de Carpentier, en la accin y esclarecida conciencia poltica del Che, de Fidel Castro, de Amilcar Cabral, etc. Fernndez Retamar (1970), al reconocer que el origen de la vanguardia hay que buscarlo en Europa, agrega que: "en nuestro caso, a los trminos vanguardia, se aade el de subdesarrollo y el de revolucin. Se trata de un arte de vanguardia en un pas subdesarrollado y en revolucin (...) A lo largo de los aos abundan los ejemplos de coincidencias de la vanguardia poltica y artstica: Mayakovsky, Picasso, Eisenstein, Brecht, Vallejo, Neruda, Nazim Jikmet, Eluard, etc. Para mayor precisin, el trmino vanguardia significa: 1) Conjunto de intelectuales de avanzada. 2) Arte renovador. 3) Momento particular de ese arte, ubicado cronolgicamente entre nosotros, entre la dcada de 1920 a 1930"11. En la dcada de los 70, en Brasil, los grupos Vereda y Praxis, experimentan lo propio para renovar visiones atrapadas por la obsesin de las formas. El poeta Affonso Romano de Sant Anna, afirmar que ser vanguardia "no es ser un mero reflejo de la crisis industrial burguesa. Al contrario, ser vanguardia significa influir en la crisis, digerirla, y no limitarse a compendiarla histricamente"12. Uno de los aspectos escasamente estudiados es la relacin entre vanguardia, identidad y modernidad latinoamericana. Sostengo la tesis de que la vanguardia utiliz una dialctica que abri horizontes de "frontera" entre la realidad de su tiempo, la creacin esttica y ensay muchas formas para transitar del compromiso de la palabra a la reflexin sobre la historia del continente enfrentado a los dilemas imperialistas. 1865,1910 y 1965, son las dcadas que marcan el acento de la identidad, cuyo momento ms crtico es la crisis mundial de 1929. La modernidad, en cuanto proyecto y visin filosfico-histrica, facilita el despliegue de la racionalidad universal centrada en una conciencia duea del conocimiento y garante de la historia. En esta conciencia se explica por qu el Modernismo nace de una matriz ms ideolgica que esttica.

5. Vanguardia y apropiacin culturalLa vanguardia latinoamericana es el primer impulso a la apropiacin cultural. No slo reconoce el contexto, sino que asume como propia la cuestin social americana que, en los diferentes pases, se plasma en desiguales formas de insurgencia. Segn Hugo Verani, esto se manifestar en el Caribe hispnico, Puerto Rico, Cuba, Nicaragua, Guatemala, Panam, Salvador, Honduras, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Per, Chile, Argentina y Uruguay. En cada uno de ellos presenta rasgos diferenciados y profundiza la discusin sobre corrientes o expresiones estticas como fenmenos culturales (arte puro v/s arte comprometido). El marxismo de Maritegui es, entre otros, uno de los signos del pensamiento que se niega a la aplicacin mecnica y que opta por una filosofa americana en la confrontacin de la imitacin y la creacin, de la recepcin y de la crtica, de la aculturacin y de la identidad, del conformismo y de la sublevacin creadora. Alfredo Bosi en La parbola de las vanguardias latinoamericanas (1991), analiza uno de los propsitos de la vanguardia relativos a la "autonomizacin del arte", pero es imposible no reconocer que esta meta no lo fuera tambin en el pensamiento (autonoma de la esfera esttica) que justific Vicente Huidobro como propuesta alternativa a la grotesca y absurda manifestacin de la guerra. En la

medida que el artista reconoce el sentido de la otredad, surge lo que a Bosi le parece adecuado llamar "vanguardia enraizada", proyecto que responde al ncleo de una propuesta mtica en lo esttico y protestataria en lo poltico13. La vanguardia se enraiza y se consolida en su tanteo programtico al ir acentundose la idea de Amrica Latina como comunidad histrica. Su resistencia al pasado hispnico y su autenticidad creadora, se puede resumir a partir del giro copernicano que cambia radicalmente el sentido de la frase Nihil novum sub sole. En el manifiesto de Martn Fierro, se declara "todo es nuestro bajo el sol"; lo mismo har Jorge Maach en Cuba en el nmero uno de la revista Avance, en 1927. En Caracas, los jvenes que inauguran la revista Vlvula en 1928, dirn "...Hay mucha cosa virgen que la luz del sol no ha alumbrado hoy". En Chile, Huidobro, en su Arte Potica (1916), dir: "Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra / El adjetivo, cuando no da vida, mata / Slo para nosotros/ Viven todas las cosas bajo el sol". Resignificar el sentido de la identidad latinoamericana como "unidad en la diversidad", implica reconocer que la literatura que se crea despus de la dcada de los 20, presenta dos tendencias complementarias, la vanguardia literaria fundada en la revolucin del lenguaje y la vanguardia de la preocupacin poltica basada en la organizacin del discurso social. Jos Luis Martnez (1972:73-92), apunta a que el teatro no alcanz plena trascendencia o significacin literaria (costumbrista, subjetivista, anticolonialista, crtico del nacionalismo); en cambio la poesa evoluciona del Modernismo a la vanguardia, conformada por ultramodernistas partidarios de la "tradicin de la ruptura", en particular Vicente Huidobro, Csar Vallejos, Jorge Luis Borges, Mario de Andrade, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Octavio Paz, Oliverio Girondo, Manuel Bandeiras, Graca de Aranha, Jorge de Lima, Rui Ribeiro Couto, Cecilia Meireles, Carlos Drummond de Andrade, etc. La novela tiene su apogeo entre 1924 y 1930 y luego se proyectar de 1950 al boom y de ah la rica produccin de los 60 en adelante. La novela vanguardista se consolida a partir de Mariano Azuela (n. 1873), Martn Luis Guzmn (n. 1887), Jos Eustasio Rivera (n. 1888), Rmulo Gallegos (n. 1879), Benito Lynch (n. 1885), Ricardo Giraldes (n. 1886), Arturo Uslar Pietri (n. 1905), Jorge Icaza (n. 1906), Ciro Alegra (n. 1909), Graciliano Ramos (n. 1892), Jorge Amado (n. 1903), Mario de Andrade (n. 1893), entre los cuales, muchos de los nombrados conforman un mbito poco estudiado en lo que constituye, por ejemplo, la llamada "Generacin del 38" de Chile, el "Grupo de Guayaquil" de Ecuador, el Movimiento Modernista de Brasil y la Vanguardia Literaria de Venezuela. Este reconocimiento en retrospectiva, con la intencin de valorar objetivamente el discurso narrativo, pone en duda la requisitoria de Luis Alberto Snchez, cuando en 1932 llega a afirmar que Amrica era una "novela sin novelistas". Vinculados a la vanguardia, la dcada del 40, del 50 y despus de los 50, aportar, con nuevos narradores de primera lnea, una gran capacidad expresiva y desmitificadora del lastre formal de la literatura espaola decimonnica 14.

6. ConclusionesLa vanguardia y el vanguardismo artstico constituyeron un fenmeno internacional que se manifest en el orden esttico y social, y que rebas los lmites temporales para impregnar los discursos del perodo con un hlito de peculiar trascendencia y significacin. Pareciera que ya no es posible reducir el perodo vanguardista al fin de la poca Moderna y al inicio de la poca Contempornea. El cuestionamiento crtico y las condiciones histricas en las cuales se desenvuelve la vanguardia, desbordan el cauce declarativo o manifestario y su intencionalidad primera respaldada por la intencin de "cambiar el mundo, cambiar al hombre". La transformacin econmica que se conoce con el nombre de Revolucin Industrial, acarrea consigo una serie de etapas en la evolucin del capitalismo. Habra que

preguntarse si la obra de Lenin El imperialismo, fase superior del capitalismo (1916), no estaba adelantando el marco poltico, ideolgico y econmico, al cual iban a oponerse los intelectuales de la decadencia europea y de la renovacin latinoamericana. Lenin tuvo la capacidad analtica de hablar desde los dominados, desde las culturas en proceso de mancillamiento y se adelanta un siglo para explicar las consecuencias de lo que a la postre significara la Primera Guerra Mundial como reparto del mundo, el papel del capital financiero y los monopolios (vaticinio de lo que en la actualidad significa la globalizacin para el Tercer Mundo?). Segn el balance sociolgico que se hace en los 60, la vanguardia europea fue la concrecin de un concepto burgus para salir de una situacin de esclerosis, cuestionando valores y estrategias polticas, pero dentro de la capilla de la rebelda pequeoburguesa que terminar confundiendo al escritor respecto al mercado y a su producto artstico en cuanto mercanca (una de las contradicciones ms evidentes, por ejemplo, del Bauhaus). Museo y mercado seran dos fachadas del mismo edificio social. Soaron con hacer una revolucin y slo hicieron libros15. En la URSS, la verdadera vanguardia fue abortada por los comisarios stalinistas que no alcanzaron a comprender la importancia de la conciencia crtica en un proceso revolucionario que estaba por encima de los intereses burocrticos. La vanguardia latinoamericana no es un epifenmeno de la europea y menos una excentricidad por imitacin. Por el contrario, es una respuesta anticipada al vaco dejado por la inoperancia del positivismo y la ilusin liberadora del capitalismo en la regin. Jos Mart y Rubn Daro, constituyen nexos histricos que le abren horizontes al porvenir del pensamiento crtico y de la nueva esttica. Con Lugones y Laforgue es posible romper con la tradicin del simbolismo, del naturalismo y del impresionismo. La vanguardia latinoamericana es coherente en su diversidad, propositiva desde su conciencia histrica, abanico de posibilidades que no fueron sofocadas por rdenes de partido ni desviaciones ideolgicas, menos por la modernolatra y tampoco por la vetustofobia exagerada. De la poesa y la polmica, se avanza hacia la novela y el ensayo. La novela de la dcada del 30, es la experimentacin del realismo social o regional de carcter intermedio, gran antecedente de la entretenida y slida narrativa de las dcadas siguientes. Vanguardia de resistencia a la dominacin oligrquico-liberal en su bsqueda autnoma de la libertad de expresin. Si tuviramos que escoger, entre tantas obras imprescindibles para el canon latinoamericano, una que rene y sintetiza atributos vanguardistas es Residencia en la tierra de Pablo Neruda (que en realidad son tres, la primera escrita en 1925 a 1931, la segunda entre 1931 a 1935 y la tercera, entre 1935 a 1945), cuyos poemas mayores son "Tres cantos materiales", "Entrando a la madera" y "Galope muerto" .

Notas1

Vladimir Mayakovsky, en el manifiesto del LEF "Por qu se bate la LEF" (Frente de Izquierda de las Artes), agrupa a artistas, poetas, escritores y cineastas de diferentes tendencias, desde futuristas, constructivistas y productivistas comprometidos con la revolucin, y seala: "El movimiento de nuestro arte ha revelado nuestra fuerza mediante la creacin de ciudadelas del LEF en toda la URSS. Al propio tiempo, se ha desarrollado el trabajo de los camaradas del lejano Oriente (revista Tvorshestvo) quienes han afirmado la ineluctabilidad social de nuestra corriente, nuestra fusin completa con Octubre", en A. S. Vsquez (comp.), 1970, Esttica y marxismo (tomo I), Mxico D.F.: Editorial Era, p. 211.

2

Respuesta de Gyrgy Lukcs a Anna Seghers en carta del 28 de julio de 1938 a propsito de los debates sobre el realismo y la vanguardia, primera carta, p. 340, compilada en el libro Problemas del realismo (1966), Mxico: Editorial F.C.E..3

En el eplogo de esta obra, editada por Guadarrama en 1965, y de referencia recurrente para el estudio de la vanguardia, reconociendo la mirada sesgada del autor reducida casi exclusivamente a Europa, concluye que esta historia "pretende instaurar un punto de vista crtico distinto del usual: el anlisis del fenmeno literario contemporneo visto en funcin de los movimientos, escuelas y tendencias donde se diversifican las expresiones ms avanzadas o movidas por un afn de originalidad", p. 867.4

Futurismo, expresionismo, cubismo, dadasmo, superrealismo, imaginismo, ultrasmo, personalismo, existencialismo, letrismo y concretismo, neorrealismo, iracundismo y frenetismo, objetivismo, y nuevos ismos como "situacionistas" y "pragmatistas".5

Nelson Osorio, La formacin de la vanguardia literaria en Venezuela (antecedentes y documentos), Caracas: Biblioteca de la Academia Nacional de Historia, 1985, p.46.6

Bernardo Subercaseaux en Genealoga de la vanguardia en Chile, Santiago: Ediciones Facultad de Filosofa y Humanidades, UCH, 2002, dice:"Con respecto a la ubicacin temporal de los procesos de apropiacin y a la mayor actividad de la vanguardia en Amrica Latina, todos los estudios crticos coinciden en situarla en la dcada del 20. Hay, sin embargo, discrepancias respecto a los lmites temporales", p. 174.7

Jorge Schwartz, "Utopas del lenguaje: nuestra ortografa bangwardista", pp. 122146, en Lectura crtica de la literatura americana, vanguardia y tomas de posesin, Vol. III, tomo 195, seleccin de S. Sosnowsky. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1997.8

Guillermo de Torre en la "Introduccin" de Historia de las literaturas de vanguardia, plantea que el concepto de vanguardia "fue forjado en los das de la primera guerra europea, o al menos durante aquellos adquiri carta de naturaleza en las letras francesas, extendindose luego a otros pases (...) Restndole originalidad literaria al hecho blico, literatura de vanguardia resume con innegable plasticismo la situacin avanzada de pionners ardidos", p. 20. Ms adelante, de Torres define a la vanguardia como "movimiento de choque, de ruptura y apertura al mismo tiempo, la vanguardia, el vanguardismo o lo vanguardista, del mismo modo que toda actitud o situacin externa, no aspiraba a ninguna permanencia y menos an a la inmovilidad", p. 21. En sntesis, su significacin se reducira a una visin paroxstica del arte.9

H. Montes y J. Orlandi (1976), Castellano (manual antolgico para la enseanza), Santiago: Editorial Zig-Zag, p.117.10

B. Brecht entiende el placer como produccin material y de relaciones sociales, autoproduccin y autocreacin del hombre; el placer que proporciona el arte se adquiere cuando el espectador se incorpora al proceso de creacin: he aqu su dimensin histrico-social.11

Roberto Fernndez Retamar, "Vanguardia artstica, subdesarrollo y revolucin", p. 339, en Esttica y marxismo, Adolfo Snchez Vsquez, ob. cit, 1970.

12

Referencia incluida por Jos Antonio Portuendo en su trabajo "Funcin social de la literatura" , incluido en el captulo VI, p. 417 de Amrica Latina en su Literatura, Csar Fernndez Moreno (coord.) (1972), Mxico: Siglo XXI Editores (dcima primera edicin).13

Cf. El apndice "Reproduccin y apropiacin: dos modelos para enfocar el dilogo cultural", pp. 181-193, en Genealoga de la vanguardia en Chile, Bernardo Subercaseuax, UCH, 2002. Para Subercaseaux, el modelo de apropiacin cultural es una fertilidad, un proceso a travs del cual lo apropiado deja de ser un elemento ajeno (idea en la cual se sustent, por ejemplo, el Manifiesto Antropofgico brasileiro). "El modelo de apropiacin cultural se contrapone a una visin dual de la cultura de Amrica Latina; por definicin el proceso de apropiacin niega a un ncleo cultural incontaminado, rechaza el mito del purismo cultural y los esencialismos de cualquier tipo", p. 189.14

A partir de la dcada del 40, surgen narradores como Jos Mara Arguedas, Jos Revueltas, Miguel ngel Asturias, Agustn Ynez, Leopoldo Marechal, Adolfo Bioy Casares,. A partir de los 50 en adelante, surgen otros como Juan Carlos Onetti, Manuel Rojas, Miguel Otero Silva, Juan Rulfo, Juan Jos Arreola, Carlos Fuentes, Julio Cortzar, Augusto Roa Bastos, Joao Guimaraes Rosa, Ernesto Sbato, Mario Vargas Llosa, Gabriel Garca Mrquez, Jos Lezama Lima, Guillermo Cabrera Infante, etc. Tambin es reconfortante la aparicin de crticos como ngel Rama, Emir Rodrguez Monegal, Antonio Candido, Alfredo Bosi, Carlos Monsivis, Emmanuel Carballo, Fernando Alegra, Luis Harss, Severo Sarduy, Julio Ortrega, Antonio Cornejo Polar, etc.15

Cf. El coloquio sostenido por Barthes, Lefebvre, Goldman, Scarpit y Silbermann en Literatura y sociedad, problemas de metodologa en sociologa de la literatura. Barcelona, Ediciones Martnez Roca 1969. En este coloquio, los socilogos trataban de plantear el problema de la vanguardia literariamente y de responder sociolgicamente.

Abstract Investigacin exploratoria de los movimientos de vanguardia literaria surgidos en Hispanoamrica durante la dcada de 1950. Se plantean las caractersticas de la Nueva Vanguardia hispanoamericana del siglo XX, as como su periodizacin. Los movimientos investigados son Mufados de Argentina, los Tznticos de Ecuador, El techo de la ballena de Venezuela, Zona Franca de Venezuela, los Nadastas de Colombia, El Infrarrealismo y Poeticismo de Mxico y los Lricos de Chile. De los estudios realizados se extraen seis presupuestos para la Nueva Vanguardia Hispanoamericana.

Periodizacin y caractersticas de la Nueva Vanguardia Hispanoamericana

Qu fundamentos estticos, ideolgicos y socioculturales distinguen a la Nueva vanguardia hispanoamericana? Qu es la Nueva vanguardia? Cmo diferenciar la Nueva vanguardia de la Vanguardia? Podemos hablar, acaso, de Nueva vanguardia? Por qu la crtica olvid los movimientos literarios que surgieron durante las dcadas de los aos 40, 50 y 60? Qu es el Nadasmo y qu el Poeticismo? Cmo definir el Infrarrealismo? Quines son Los Mufados? Quines los Tznticos? Qu proclama El Techo de la Ballena? Dnde surge Zona Franca y dnde Los Nuevos? La etnoliteratura, acaso no es una Nueva Vanguardia? Qu proponen los Lricos? Todas estas preguntas tienen respuestas poco conocidas. Nada se les ha atribuido porque forman parte de la literatura hispanoamericana que ha sido extraviada. A veces por "voluntad propia" de la crtica, otras porque no se tiene la menor idea de que existen o existieron. El trmino de Nueva Vanguardia, incluso, se ha empleado indistintamente para designar a las Vanguardias de la primera dcada del siglo XX. Llaman Vanguardia, neomodernismo, antimodenismo, neovanguardia, antivanguardismo al Estridentismo (Mxico), al Minorismo (Panam), al Postumismo (Santo Domingo), al Diepalismo (Puerto Rico), al Nativismo (Per), al Martinfierrismo y Ultrasmo (Argentina), al Concretismo (Brasil), Centenario y Hora Cero de Colombia, entre muchos otros movimientos literarios. Los menciono porque Nueva Vanguardia no es trmino para designar a las corrientes surgidas en la primera mitad del siglo XX en Hispanoamrica. Todava eso, se le ha negado una denominacin. Este trabajo tiene la finalidad de mostrar las caractersticas de la Nueva Vanguardia Hispanoamericana. En un revelador estudio realizado por Evodio Escalante (2003, 9) acerca del Poeticismo menciona que "Entre la memoria y el olvido hay una tercera zona, la del limbo, un mbito habitado por fantasmas que nadie reconoce () Al limbo ingresan todos aquellos entes que por alguna extraa razn o circunstancia nunca adquirieron una presencia real. Existieron pero nadie los recuerda, se afanaron pero pasaron inadvertidos, levantaron el puo contra los grandes ttems y peces gordos de la hora, pero estos esquivaron el golpe de manera magistral y los dejaron girando en el vaco." Presupuestos que bien puede definir a toda la Nueva Vanguardia. Poetas, novelistas, cuentistas, pintores, cineastas y msicos se involucraron en un programa renovador de las artes, la cultura y la educacin latinoamericanas. Artistas que vivieron en propia piel y letra dictaduras terribles

como la chilena, argentina o uruguaya o bien heredaron incipientes democracias que poco pudieron hacer frente a la desigualdad social, econmica y cultural. Era obvio que al tratar de renovar una sociedad latinoamericana de pobreza extrema, no slo econmica sino cultural y educativa, toparon con los "ttems" que de un puetazo poltico (persecuciones o desapariciones) borraron a estos movimientos socio-literarios o socio-artsticos del panorama esttico latinoamericano. Pero surgen otras preguntas. Por qu los crticos actuales siguen inmersos en el silencio? Por qu niegan de manera maniquea a los escritores nacidos en la posguerra? La respuesta es simple. En una sociedad de mundos efectivos, donde nadie entiende a nadie, donde el mundo mecatrnico y globalizado ha impuesto un transcurrir histrico catico y de peligrosa inercia social, casi de un canibalismo cultural, es obvio que las formas poticas dificultan su ontologa y pensamiento eutpico y generador.

2. Situacin de la Vanguardia y la Nueva vanguardia literaria hispanoamericana, siglo XX Qu es la Vanguardia? Qu hace la diferencia entre Vanguardia y Nueva Vanguardia? Cul el periodo de vigencia de la Vanguardia y cul el de Nueva Vanguardia? Qu movimientos literarios forman parte de cada una? Cul es la situacin esttica, histrica y social de la Vanguardia? Cul la situacin de la Nueva Vanguardia? Para poder diferenciar la Vanguardia de la Nueva Vanguardia es necesario establecer una periodizacin. El 20 de febrero de 1909 se public en Le Figaro (Schwartz, 2002) el Primer Manifiesto Futurista el cual fue traducido por Rubn Daro y publicado en 5 de abril en el peridico La Nacin de Buenos Aires ese mismo ao. Daro arremete contra la nueva escuela y sea que Philippo Tomasso Marinetti, fundador del Futurismo, es un "buen mozo" y "notable poeta" pero no pone atencin a las proclamas del manifiesto a las cuales termina por desacreditar. La traduccin de Rubn Daro es un de las muchas maneras del advenimiento de la Vanguardia europea a los pas de Latinoamrica. Se puede afirmar que vanguardia hispanoamericana es la puesta en duda y clausura radical del Modernismo, y cuya negacin repercutir en Daro. Hacia el ao de 1910 se respira en al ambiente literario la necesidad de una renovacin del arte, sobre todo ha surgido una oposicin contra el simbolismo decadentista del modernismo rubendariano, ha llegado el momento del experimentalismo de la tcnica, no slo literaria sino del lenguaje mismo a extremos antes no imaginados, es la destruccin total del verso, del poema y

del lenguaje, tal y como lo muestra, por un lado Altazor y por otro, Trilce. El poema fontico, el poema visual, cintico y multisensorial recorre los poemas de Luis Cardoza y Aragn, Jorge Luis Borges, Manuel Maples Arce, Germn Arzubide, Oswald de Andrade o Len de Greiff. Hugo Verani (1986) ubica el inicio de la vanguardia hispanoamericana hacia el ao de 1914 con la conferencia que dictara Vicente Huidobro quien da conocer el Non Serviam, manifiesto creacionista, y menciona que el fin podra ser el ao de 1935 con aquel intento de reactivacin del suprarrealismo por parte de Andr Breton y algunos de los integrantes de la Escuela Mexicana de Pintura, entre ellos David Alfaro Sequeiros, sobretodo con la publicacin del Manifiesto del sindicato obrero. Aunque los lmites inaugurales y de decadencia de la Vanguardia no son acuerdo comn entre los crticos, pues algunos sealan la fecha de inicio a hacia 1916 y la culminacin en el ao de 1938, con el ltimo intento de sobrevivencia del movimiento de Breton en los Estados Unidos. No obstante algunos estudiosos han olvidado la existencia de otros movimiento de vanguardia que inician, incluso, antes que el la vanguardia dadasta, cubista o futurista, pues en Colombia encontramos a la vanguardia el Centenario cuyos autores, como Luis Carlos Lpez, estn en contra de la estupidez provincial, la cursilera en poema; el Centenario es un, se puede decir, un satanismo sudamericano, romnico y modernista extravagante. Con la sola mencin anterior la propuesta de periodizacin de Verani, de Mendoza Teles o de Jorge Scharz, se puede ampliar de 1990 a 1935. Las letras hispanoamericanas del siglo XX pasaron por diversos periodos de crisis, decadencia y renovacin. La primera est vinculada a la impronta vanguardista europea cuya eclosin llega a su auge hacia la dcada de 1920, etapa del vanguardismo literario y artstico de nuestra Amrica. La segunda la podemos ubicar en los aos de 1940, periodo de la segunda guerra mundial, y por cierto, el fin de la Vanguardia e inicio de la Nueva Vanguardia la cual se prolonga hasta 1980. Durante la Vanguardia existe una negacin del pasado inmediato, y con ello la radical destruccin de los conceptos reinantes, entre ellos el concepto de poema, la destruccin de la sintaxis y la cancelacin de la metfora como lo podemos observar en Residencia en la tierra de Pablo Neruda o en Trilce de Csar Vallejo. Aunque la actitud vanguardista para Borges, Vallejo, Neruda y el propio Huidobro pronto queda atrs, pues renegaron de ella y fueron en la bsqueda de nuevas formas escriturales. Asimismo principia la irrupcin de lo ldico, lo sarcstico, lo grotesco y la ficcin en obras como Historia universal de la infamia de J. L. Borges o en

El flaco y el gordo de Virgilio Piera, obras que aparecen en la claudicacin de la Vanguardia y que de alguna manera, aunque no insertas en la Nueva Vanguardia, son muestra de la crisis de las corrientes literarias de la dcada de los 20. Para la dcada 1940 es comn hablar de una literatura de compromiso social, literatura militante y antiimperialista, poca de crisis ideolgicas, fin de la guerra y el nacimiento de potencias poltico y militares que culminan con la cada del muro de Berln. En la literatura, es la poca de la negacin de la Residencia en la tierra y los inicios de la escritura del Canto general publicado en 1950, pues Neruda como muchos de los que trabajaron la Vanguardia cambian sus posturas estticas y polticas. Neruda habra de asegurar que la poesa, y en particular el poema, es un arma de combate. Los aos cuarenta son momento para la popularizacin del existencialismo, breva donde los escritores hispanoamericanos encuentran los fundamentos tericos que justifican sus compromisos sociales y polticos. El resultado: poetas, novelistas, cuentistas y artistas de la accin inmediata no slo de la literatura sino de la vida cultural y poltica como muestran Juan Carlos Onetti, Jos Lezama Lima, Julio Cortzar, Nicanor Parra o el propio Octavio Paz. S, todo ellos de posturas estticas dismiles pero de ciertas coincidencias polticas como el humanismo marxista. Ya para entonces el suprarrealismo bretoniano ha sido asimilado, por tanto la afiliacin se desvanece, pero lo verdaderamente importante es la trascendencia de lo inmediato. La prctica discursiva literaria se aleja de la institucionalizacin de los gneros, el poema ya no es estrictamente el poema como lo trabajaron los vanguardistas, sino de una extraordinaria factura potica, la misma novela incurre en fuertes dosis de poesa como Paradiso de Lezama Lima o Rayuela de Julio Cortzar donde el hombre y su situacin social son los temas recurrentes entretejidos con un lenguaje extraordinariamente potico. Actitudes que se prolongan y acentan en la dcada de 1960, donde la literatura es una literatura de combate y funcional, literatura al servicio de la sociedad y de las nuevas revoluciones, pero sobre todo es una puesta en duda de la escritura y as como de la funcin del escritor. Por ejemplo, aunque Cortzar coincida con los principios de la revolucin cubana no escribe para las masas, aunque Borges es denunciado por escribir desde la Argentina oficial su compromiso es inminentemente literario. Ya no importa el credo de los escritores, ahora los compromisos son en primera instancia con la literatura misma, es la duda radical de la escritura y del lenguaje como lo muestra El

seor presidente de Miguel ngel Asturias o Tres tristes tigres de Guillermo Cabrera Infante o los textos profundamente irnicos y sarcsticos de Ernesto Cardenal. Sera iluso pensar que todo cambio rompe de manera radical con el pasado. Todo ruptura necesita de `algo con que romper. Podemos decir que todo cambio es una prolongacin del pasado en el presente hacia el futuro, que no existe sino como una esperanza, como un deseo y una expectacin. En semejantes circunstancias nace una nueva visin de la sociedad, de la cultura, de poltica, de la economa y las literaturas hispanoamericanas. Surge un nuevo sujeto que hereda los estragos de la guerra y que pronto sale de la pupa del campo y su prctica agrcola a la urbanidad. De la noche a la maana nacen los obreros con una conciencia de clase que los lleva a instaurar sindicatos que habran de oponerse, no slo a sus patrones sino al Estado mismo. Es el momento de la Nueva Vanguardia Hispanoamericana. Si la Vanguardia se origina como una acto contestatario a sus predecesores la Nueva Vanguardia tiene fines semejantes, pero sus posturas son opuestas. Por tanto podemos sealar que la Vanguardia literaria hispanoamericana es aquella que surge en 1900 y culmina en 1935, mientras que la Nueva Vanguardia aparece hacia finales de 1940 y habr de culminar en la dcada de 1980. La vanguardia es rebelde, explosiva e irracional. Su fundamental principio es espantar al buen burgus, en cambio la Nueva Vanguardia ya no quiere espartar a nadie, sino proclamar una nueva sociedad, un nuevo orden que no slo quede en los manifiestos sino que permanezca en la manifestacin y en la realizacin. No slo busca dentro de la literatura sino fuera de ella, niega la institucionalizacin de los gneros literarios para ir a una nueva prctica discursiva, no slo para dudar de los hallazgos de sus predecesores sino para encontrar y dudar de los propios. La Nueva Vanguardia instaura el poemanovela cuya obra precursora es Aullido de Allen Ginsberg, pero no nico, ya que podemos mencionar los poemas-novela Hikuri y Peregrino de Jos Vicente Anaya o bien Persfone de Homero Aridjis, sin olvidar, por supuesto la Dimensin imaginaria de Enrique Gonzlez Rojo. Pero la ecuacin la podemos invertir, sea la novela potica donde ubicamos dos prodigiosos, sean El gran burunduburund ha muerto y La metamorfosis de su excelencia del escritor colombiano Jorge Zalamea. Antes de sealar algunas de las caractersticas de la Nueva Vanguardia retomo el comentario de Eduardo Sanguineti (2003, 149 y 150) con respecto a la Vanguardia. Sanguineti dice que el siglo XX fue el siglo de las vanguardias porque "fue el siglo de la anarqua, el siglo

del montaje. Cada estructura lingstica apareca, y aparece, organizndose ideolgicamente, en un sistema de correlaciones entre elementos nucleares, imgenes y secuencias, palabras y sintagmas, sonidos y ritmos. De esta forma podra decirse que no exista ms que el collage, porque, en fin, no haba ms que contextaulidad ensamblada en un perpetuo trabajo de intra e inter-textualidad." Por tanto, acaso la vanguardia no es ms que un montaje textual, el solaz uso sintaxis como eje del discurso literario? La vanguardia es slo un juego de yuxtaposiciones de la escritura? Una disputa por la hegemona del poder cultural a la clase burguesa?

3. Seis Fundamentos de la Nueva vanguardia hispanoamericana Ubicaremos a la Nueva vanguardia en la segunda mitad del siglo XX con una serie de movimientos de renovacin del panorama cultural, artstico, social y poltico vinculado con la profunda reflexin de la realidad de la posguerra y las consecuencias que deja en los pases de Amrica. La Nueva Vanguardia tiene algunas lneas de incidencia con la Vanguardia, ambas son colectivos que renen a poetas, novelistas y artistas que buscan fines estticos comunes, que no quedan en el aire sino que son redactados en manifiestos que sirven como textos programticos, son lineamientos que dictan, por decirlo, la manera de produccin literaria y artstica, amn de los planteamientos ideolgicos, sociales y culturales que habrn de seguir. Ambas rompen con el pasado inmediato, ambas son contestatarias, ambas causan revuelo y ponen en alerta a la clase dominante, sobre todo aquella que tiene el control de los sistemas culturales. Las diferencias son marcadas, la primera tiene su auge los aos 20, y la otra, aunque se gesta despus de la segunda guerra mundial, comienza a tener presencia, sino continental, si en sus pases de origen, hacia finales de 1950. Por ejemplo El Nadasmo (Colombia) es fundado en 1958 con la aparicin del Manifiesto Nadasta y finaliza con la muerte de Gonzalo Arango en 1976. Ao de inicio del Infrarrealismo en Mxico con la publicacin del documento DJENLO TODO, NUEVAMENTE. Primer manifiesto del movimiento infrarrealista (1976) y que con la muerte de Roberto Bolao es reactivado en el 2004. Mientras que El techo de la ballena irrumpe de manera contestataria en el ao de 1962

cuando Carlos Contramaestre realizara el "Homenaje a la Necrofilia" en que expone vsceras podridas como smbolo e indicio de que el arte, la cultura y el poder en occidente tambin se han podrido. Por otra parte Argentina sera sorprendida por un aquel "joven-viejo" llamado Miguel Grinberg, que de manera iracunda fundada en 1939 una agrupacin (por no llamarla Nueva Vanguardia) bautizada con el nombre de Mufados y cuyo fin llega en el ao de 1963. En Mxico Enrique Gonzlez Rojo y Eduardo Lizalde crean hacia 1948 el Poeticismo. Los poeticistas establecen un complejo mecanismo racional para la escritura de metforas e imgenes, Nueva Vanguardia a la que habr de incorporarse Marco Antonio Montes de Oca, Arturo Gonzlez Coso y Rosa Mara Phillips. En otras literaturas del mundo tambin surgen nuevas vanguardias. La generacin Beat de San Francisco, en los Estado Unidos, cuya fecha (oficial) de inicio la marca la famosa lectura de poemas "Seis poeta en la Galera Six", en 1955 con participacin de Allen Ginsber, Gary Snyder, Philip Whalen, Lew Welch, Michel McClure y Philip Lamantia y donde habra de leerse el poema-novela de Ginsberg (Aullido). En Inglaterra aparecen Los jvenes iracundos, en Francia Los elctricos, ambos en 1976. Espaa surge en 1943 el grupo Escorial cuya bsqueda de la poesa tiene que ver con el intimismo y una potica de las memorias cuyos fundadores, esta Nueva Vanguardia fue propuesta por los escritores Ernesto Gimnez Caballero y Luis Rosales. Antes de plantear algunas caractersticas de la Nueva Vanguardia Hispanoamericana recuerdo a Jos Carlos Mariategui y a sus Siete ensayos de la realidad peruana donde acota que la literatura de nuestra Amrica ha pasado por tres periodos. El primero refiere a esa etapa en la cual nuestros escritores copian la literatura de Espaa, la segunda es una copia de la vanguardia europea y la tercera, refiere la literatura nacional, donde los escritores hispanoamericanos alcanzan madurez intelectual y emocional propias, de all la originalidad, por tanto se trata de una autntica literatura hispanoamericana. Si tomamos en cuenta las palabras de Maritegui se puede acotar que la eclosin de nuestra literatura contempornea nace cuando nuestros escritores se despegan de la copia falsa de la vanguardia europea. Aunque no se puede negar que existen verdaderos movimientos de vanguardia distantes de Europa, por ejemplo el Diepalismo de Puerto Rico y cuyos fundador, Luis Pals Matos, inaugura la poesa anfroantillana, antes incluso que Nicols Guilln, pero tambin a Pals Matos se le puede considerar uno de los precursores de la etnoliteratura, especficamente con si libro El tuntn de pasa y grifera.

Veamos algunas caractersticas de la Nueva Vanguardia hispanoamericana. I De lo anecdtico y argumentativo. En ella cabe lo popular, lo folclrico, los refranes y la literatura coloquial en plena armona con los elevados haceres literarios, donde el discurso potico de la cotidianeidad potencializa el lenguaje para ofrecer como resultado una produccin discursiva del desenfado, pero no por ello exenta de calidad literaria. Tal como sucede con la poesa producida por los Nadasta de Colombia, Los Lricos (Chile), los Mufados (Argentina), el Techo de la Ballena (Venezuela), Tznticos (Ecuador), Hora cero (Per), Infrarrealismo (Mxico) o El Corno emplumado tambin llamada la Beat generation latinoamericana (Mxico), entre otras muchas vanguardias. II De la disolucin de los gneros. Si la vanguardia proclama no al acto confesional (Creacionismo, atalayismo, euforismo), la Nueva Vanguardia regresa al confesionalismo, pero llevado a los extremos, con una sobreproduccin de ancdotas, lo que implica, muchas de las ocasiones vicios lingsticos y literarios. El desapego a las formas cannicas y a los trebejos del lenguaje literario permite que el poeta prefiera una poesa de carcter coloquial ms cercana a la ancdota que a lo lrico. Lo que permiti la trasgeneralizacin literaria debido a al exploracin de las formas literarias apartadas de la institucionalizacin de los gneros literarios para proponer nuevas maneras de produccin textual. III Del lenguaje hablado y vivo. La disrupcin potica de lo ornamentado y pulcramente tcnico permite un lenguaje casi existencial donde la personalidad del poeta trasciende al poema en el poema y se instaura el acto contestatario y rebelde, no del poeta como creador sino la persona autoral. Se trata de una bsqueda y entrega libre de la expresin, donde la metfora figurativa pasa a un segundo trmino, lo que no significa que desaparece, sino que se vuelca a metfora no figurativa para permitir un discurrir potico, casi referencia cotidiana mediante la puesta en accin de la oratio perpetua, diran los pramatlogos. Se trata de una especie de metfora coloquial por medio de la cual se busca el encuentro con un nuevo espiritualismo. Por eso la mirada gira hacia las culturas orientales o las religiones propias de los grupos indgenas de sus pases de origen. El encuentro con las culturas indgenas ya no tiene el sentido, de carcter estrictamente intelectual como en la Vanguardia. La Nueva Vanguardia por el lado de la etnoliteratura, incorpora aquellos poetas nacidos en la

ciudad, en la urbe, y los cuales beben la espiritualidad de las cultura primigenias, sus prcticas religiosas, mgicas y cosmognicas, los principios ticos y leyes, que luego integran a la poesa, pero no en esa copia burda de muchos poetas actuales que emplean los lenguajes indgenas como smbolo etnoliterario, no, sino la incorporacin de toda una filosofa de vida que no necesariamente por el uso de ciertas palabras de los lenguajes indgenas insertos en sus textos lo convierte en poetas de la entnoliteratura. Tal es el caso de los Poetas mapuches de Chile, la poesa de Jerome Rotherberg de la generacin Beat de San Francisco, Cal., o el dptico etnopotico (Hkuri y Peregrino) de Jos Vicente Anaya, otrora fundador con Roberto Bolao y Mario Santiago Paspasquiaro del Infrarrealismo (Mxico). IV La Nueva Vanguardia busca la restauracin de lo referencial potico figurativo, ya no se trata de desvincular la realidad de la literatura, por lo que el lenguaje potico es ms sencillo, el uso de las figuras poticas es ms mesurado, pues las vanguardias haban "sobreabundado" en ellas. Por lo que los poemas, y en general, los textos literarios que producen, tiene elevados contenidos histricos sociales (situacionales, dir), incluso se incorpora al poema una nueva voz, a veces ya no potica, sino una voz narrativa, neo-pica, neo-potica, que equilibra la parte emocional e intelectual de los sujetos poticos dentro del Mundo Potico con la visin social del sujeto potico en relacin con la realidad, ya no textual, sino real. Mejor referencia son los textos de Jaime Jaramillo, el famoso poeta X-504, Gonzalo Arango, Jotamario, Almilcar Osorio y Elmo Valencia del Nadasmo colombiano, o aquellos poetas que integraron el Infrarrealismo (Bolao, Anaya, Rosas Ribeyro, Jos Peguero, Rubn Medina, Bruno Montan, Ramn y Cuauhtmoc Mndez, entre otros. V La Nueva Vanguardia es un hacedero de jvenes iracundos pues no quieren caer en la trampa unvoca de la complacencia, son inconformes y opositores a la guerra, proclamadores de la libertad y del sexo. Son hroes que no crean nada, pero que cambian todo, de tal manera que no se trata de destruir el orden establecido, sino de violentarlo, de ponerlo en duda y dejar al descubierto sus deficiencias. Insurrectos y subversivos que no se quedan con las agresiones sociales sino que dan respuesta irredenta mediante la literatura. Jvenes provocadores de escndalos, demoledores de jerarquas polticas, econmicas y literarias. Poetas confrontadores con el bucolismo provinciano, el ms bondadoso, al avance cruento de la tecnologa, a la

urbanizacin no solo poblacional sino literaria (urbanizacin literaria) as como a las institucional culturales que se apoltronan el oficialismo. Una literatura casi nostlgica y reinvidicativa de los olvidos sociales y culturales por parte del sistema. As lo muestran, por ejemplo la antologa 20 poetas mapuche contemporneos de Jaime Huenn, solo como un mero ejemplo, pero pudisemos mencionar vastos ejemplos de los Nadastas, El techo de la ballena, Los lricos, Zona Franca (Caracas, Venezuela) y muchos otros. VI La educacin como acto de inteligencia primordial. La Nueva Vanguardia representa a una generacin harta de la educacin tradicional, donde las normas de aprendizaje se vinculan con lo pasado moral y por tanto detonante de sociedades atrasadas por eso la poesa, el cuento, la novela, et sequens, fundamentan la fe creadora, la desobediencia a todos los principios ticos, polticos, econmicos, religiosos, estticos y sociales. Pues la obra de arte representa la protesta mediante la belleza como un acto redentor y destructor del orden imperante y esclavizador del espritu humano. La otra de arte, por tanto, revela los conformismos rebela la esclavitud del pensamiento. En la dcada de 1920, si el escritor quera hacer literatura de vanguardia tena que alejarse de los modelos imperantes, si es Europa hay que evitar del Romanticismo (romanismo); si es Hispanoamrica hay que decir adis Modernismo-simbolismo y restaurar el referente metafrico figurativo, recurrir a las elaboradas tcnicas del lenguaje, echar mano del neologismo, jugar con las formas poticas, fenmenos que ya no complacen a los escritores neovanguardistas, pues la literatura abigarrada aleja los referente, por tanto instaura una literatura conversacional mediante la cual la referencialidad explora los lmites del lenguaje literario. El resultado permite a los escritores alejarse de las formas institucionalizadas de los gneros literarios. Muchos de estos escritores obtienen reconocimiento a pesar de las sociedades maniqueas cuyos principios son puestos en duda, estos escritores que conquistan reconocimiento, incluso, en contra de su prctica discursiva, pues anhelan verdaderas transformaciones, sociales, culturales, polticas, educativas, y por supuesto literarias, en este mundo de sociedades de competencias y sociedades efectivas, sociedades donde las poticas deben ser de la inmediatez y del consumo, sociedades de la poesa rpida, por tanto el pensamiento utpico y regenerador ya no tiene ninguna funcin, ms que el de la efectividad.

La nominacin Nueva vanguardia hispanoamericana sugerida en este ensayo solo tiene la pretensin asentar y mostrar la existencia de movimientos literarios postvanguardistas surgidos a mediados del siglo XX. Por tanto, el trmino de Nueva vanguardia hispanoamericana engloba a dichos grupos estticos (Techo de la Ballena, Mufados, Tznticos, Hora Cero, Infrarrealismo, Lricos, Corno emplumado, Poeticismo, Nadastas, entre otros); no obstante Jotamario Arbelez, poeta nadasta, propone que se deberamos llamar a estas Nuevas vanguardias como Vanguardia latinoamericanas, pero dicho trmino se ha empleado para denominar a los movimientos literarios que brotaron en la segunda dcada del siglo XX. Tal vez tenga razn el nadasta en mencin, pues la llamada vanguardia (latinoamericana) de principios de siglo tiene, de alguna manera, influencia de la vanguardia europea, en especial del Futurismo, Dadasmo, Suprarrealismo y Cubismo. Para Arbelez la verdadera vanguardia latinoamericana es la surgida en los aos cincuenta, se trata de una literatura con autnticas caractersticas de avanzada en las letras del continente. Sin embargo, empero, el trmino sugerido por Jotamario ya se emple desmesuradamente para nominar a los movimientos literarios de principio de siglo XX. En definitiva, se nombra en este trabajo Nueva vanguardia hispanoamericana a los movimientos estticos creados en 1950 y concluidos a fines de 197 y principios de 1980. Un largo periodo de existencia, a diferencia de la vanguardia literaria de principios de siglo XX. Dejo al lector este texto, usted obtendr conclusiones particulares e investigar acerca de los movimientos literarios que han quedado en el limbo hispanoamericano.