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Page 1: Vamos a exponer a continuación como es-€¦ · ción para el segundo corte. Cebada Su ciclo es más próximo a la veza que el del centeno. Sin embargo, es más sensible al encamado
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Vamos a exponer a continuación como es-tamos enfocando la solución de este problema.

La premisa es muy secilla. La veza se siegamal porque los tallos no se mantienen erectos,se enmaraña el forraje y las segadoras se atas-can, sufren paradas, se pierde forraje, etc. Lasolución consiste en mantener las plantas de-rechas o conseguir una máquina que no seatasque y que apure en la siega.

Para mantener las plantas erectas sin mara-ña podemos hacer lo siguiente: elegir bien untutor adecuado, consistente, a lo largo del cualtrepe la planta de veza, o realizar una siembradensa de tutor, con gran número de plantasde forma que los tallos de veza tengan másposibilidades de mantenerse en pie. Veamos.

ELECCION DE TUTOR

La planta tutor debe satisfacer las siguientescondiciones: tener cierto valor alimenticiopara el ganado y que su ciclo vegetativo y deaprovechamiento coincida con el de la veza;debe tener la suficiente consistencia y resis-tencia para sostener la masa de veza sin ten-deuda al encamado. Con estas características,se pueden emplear únicamente cereales y cier-tas gramíneas como tutores de vezas.

Nosotros hemos ensayado, además de loscereales típicos de la región, ciertas gramíneasque, por sus condiciones, nos parecían idó-neas para tutor; los resultados han sido muyvariados y merece la pena referirlos.

Centeno

Ha sido muy empleado en la región. Esplanta de consistencia y porte superior a laveza. Sin embargo, su ciclo de aprovechamien-to no coincide, pues madura antes que la veza

Esta avena tiene una cantidad y desarrollo de hojasconsiderable. Además, la consistencia y altura de sus

tallos hacen de ella un excelente tutor para veza.

v cuando ésta se muestra en condiciones óp-timas de siega, el tutor está muy granado ycon los tallos endurecidos y poco apreciadospor el ganado. Sería conveniente ensayar va-riedades más tardías de las empleadas en laregión, e incluso pueden existir posibilidadespara las variedades tetraploides algo más tar-días que las clásicas. De todas formas la dife-rencia en fechas de maduración es considera-ble. Una forma de aprovechar esta mezcla encomarcas con apreciable pluviometría en lasegunda mitad de la primavera es realizar unprimer corte en marzo-abril, para conseguirotro de heno a últimos de primavera.

En el primer corte y en siembras tardías, seconsigue un porcentaje muy elevado de cen-teno, va que la veza está poco desarrollada;normalmente se ensila o se da en verde. Con

Parcela de veza vinosa con avena como tutor, situada en el Centro Regional de Medina de Ríoseco. Puede comprobarseel dominio de la avena en la masa de forraje. La siembra se realizó en febrero. Producción conseguida, 38.000 kilos de

forraje verde por hectárea.

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esto puede conseguirse un retraso en madura-ción para el segundo corte.

CebadaSu ciclo es más próximo a la veza que el

del centeno. Sin embargo, es más sensible alencamado y de menor resistencia y porte detallos. Su empleo va decreciendo.

TrigoHemos ensayado esta clase de tutor, con un

trigo de la variedad Aragón 03, con resultadosque no desmerecen los de otros tutores. Tam-bién lo hemos observado en la casi totalidadde las parcelas de la última demostración demaquinaria para la recolección de veza cele-brada en la provincia de León. Su ciclo seadapta bien al de la veza y aunque conside-ramos conveniente estudiar más detenidamentesus posibilidades, podemos adelantar que al-gunas variedades de mochos semi precocespueden dar excelentes resultados.

AvenaQuizá sea la planta que mejor cumpla las

condiciones exigidas a un tutor. Para nosotros,es la especie que tiene mayores posibilidades.Como inconveniente, únicamente presenta lasensibilidad a las heladas, sobre todo las tar-días, que son las que más daños les ocasionan.La hemos ensayado en siembras de otoño yprimavera con resultados esperanzadores.

En siembras de otoño, aparte de tres varie-dades de Avena strig,osa de origen israelí(SAIA 2, SAIA 4 y SAIA 6) que se mostraroncomo excelentes tutores, distinguiéndose úni-camente en precocidad, se han ensayado avenasde orígenes sueco y alemán, pero adaptadas ycomercializadas en España. En las avenas sue-cas teníamos fundadas esperanzas, pues pre-sumíamos que si aguantaban el clima sue-co, por supuesto lo harían en las condicionesde la Meseta. El rigor invernal del presenteario, nos ha demostrado que no es así; bien esverdad que, además de las condiciones cli-matológicas adversas, el cultivo ha sufridootras anomalías que nos ha llevado a conside-rar poco significativo el ensayo; de todas for-mas el resultado de estas variedades no ha sidoel esperado. Sin embargo, en siembras reali-zadas en febrero con las mismas variedadesse ha conseguido excelente resultado, auncuando para el régimen pluviométrico de lapasada primavera no haya sido el normal

para la región. Parece deducirse que estas va-riedades de avena de origen sueco van mejoren siembra de primavera, comportamiento bas-tante lógico, sobre todo pensando que el mate-rial original se cultiva en Suecia fuera de laestación invernal y que por tanto su seleccióncon respecto a la resistencia a heladas, ha sidoprácticamente nula.

Parecidas circunstancias se advierten en lasvariedades de origen alemán, algunas típicasde grano, precoces y cuyo momento óptimode siembra es en primavera.

Quizá la mayor resistencia al frío hay quebuscarla en las variedades de origen francés.Con este cbjeto, proyectamos ensayar unacolección de variedades francesas de otoño.

Otras plantasComo complemento a estos tutores ya clá-

sicos para el cultivo de veza, vamos a mencio-nar otros dos que hemos ensayado: Triticale«Cachirulo» y Lolium rigidum.

Se eligió el «Cachirulo» pensando que, sien-do híbrido de trigo y centeno, gozaría de lasbuenas propiedades de tutor de ambas espe-cies y, efectivamente, tiene el porte y desarro-llo del centeno pero su ciclo vegetativo seacerca más al de este cereal que al trigo (es-piga unos diez días después del centeno) y enel momento de siega los tallos se encuentranya muy endurecidos. No obstante, la riquezaen valor nutritivo de este híbrido puede ha-cerlo interesante y merece la pena seguir tra-bajando con él, sobre todo para ensilados yeligiendo el momento óptimo de siega más enfunción de este cereal que de la veza.

En cuanto a Lolium rigidum, gramínea quesoporta bien la sequía y de buena calidadforrajera en variedades selectas, tiene el incon-veniente de tener menor porte que los tutoresanteriores, pero en siembras espesas mantieneuna excelente condición de tutor y produceuha formidable masa de forraje de muy buenacalidad; quizá sea esta mezcla la más idóneapara realizar sucesivos cortes y ensilados. Enregadío podemos pensar en esta mezcla o cam-biar el Lolium rigidum por el ravgrás italianoen siembras precoces y aprovechamiento in-tensivo con cortes continuados.

DENSIDAD DE SIEMBRA

La creencia general, cuando se trata de cul-tivo de veza, es que el incremento de den-:zidad del tutor mantiene la masa forrajera

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Las segadoras rotativas pueden llegar a resolver ei pro-blema de recolección de forrajes duros y enmarañados.He aquí un sencillo modelo de discos, cuyo coste su-pera en un 50 por 100 al de la barra clásica de corte.

más derecha y facilita la siega. Esto es asíentre ciertos límites y no de una forma gene-ral, pues es preciso tener en cuenta muchosfactores: mayor o menor agresividad del tu-tor respecto a la veza, tipo de suelo, épocade siembra, abonado, etc. Lo que sí pareceseguro, por lo menos en lo que respecta alas mezclas veza-avena, es la existencia deuna correlación negativa entre incremento dedosis de siembra de tutor y rendimientos enpeso de forraje; al mismo tiempo se aceptaque en suelos de consistencia media paradensidades de siembra de veza variables, en-tre 30 a 60 kg./Ha., se consiguen mayoresrendimientos con dosis pequeñas (30-40 kg."hectárea) y porcentaje de cereal bajos (510por 100 del peso en veza). Sin embargo, laresistencia a la siega es considerable, y éstadisminuye a medida que aumenta la densi-dad del tutor. Nuestra experiencia en este as-pecto es muy pequeña, aun cuando en nues-tras siembras nos han dado buenos resultadoslas dosis con 40 kg./11a. de veza y entre el25-50 por 100 de tutor. Tenemos programa-dos para el futuro ensayos de densidad desiembra, variando las dosis de veza, de 40 a60 kg./Ha. y los porcentajes de tutor de 25-100 por 100; no creemos que merezcan aten-ción porcentajes de tutor inferiores al 25 por100 del peso de veza, ya que el incremento enrendimiento no compensará el aumento dedificultades de la siega.

MAQUINAS PARA RECOLECCION

Para muchos técnicos especializados, el pro-blema de recolección de veza villosa se so-luciona con la elección de la máquina de sie-ga. Efectivamente, en teoría, no hay duda quela maquinaria moderna de recolección de fo-rrajes soluciona el problema. Hemos visto endiversas demostraciones cómo cierto tipo demáquinas desarrollan la labor con más o me-nos perfección. ¿Qué pasa entonces a la horade adaptarlos a la realidad de las explotacio-nes? 2,Por qué no se los ve con mayor fre-cuencia en nuestros secanos? Existen variasrazones y en principio creemos que, en ge-neral, las características de trabajo de esas

máquinas no responden a las dimensiones deexplotación de los secanos castellanos; en unapalabra, al agricultor le asusta la diferencia deprecio entre esas máquinas y la clásica barrade corte, y aunque en algunos casos dichasdiferencias son mínimas, en general las nue-vas máquinas no han conseguido la perfec-ción esperada, rompen con facilidad esta oaquella pieza, bajan en rendimiento y, en de-finitiva, siguen manteniendo el problema. Va-mos a concretar más y a repasar a continua-ción las ventajas e inconvenientes que, a nues-tro parecer, tienen los tipos de máquinas quepueden realizar esta labor, dispensandonos detratar de sus características técnicas y de fun-cionamiento, que extenderían esta exposicióny que, por otra parte, son fáciles de encon-trar en cualquier catálogo.

Por la forma de cortar, considerarnos lossiguientes tipos de maquinar de siega:

a) Segadoras de sistema de corte por ci-zalladura, entre un elemento fijo y otro móvil.

b) Segadoras de sistema de corte de doblelámina móvil.

c) Segadoras rotativas.Del tipo a), y además de las clásicas ba-

rras de corte y las motosegadoras, pertenecenal sistema las modernas segadoras autopro-pulsadas o de arrastre que, además de la sie-ga, pueden realizar alguna otra operación delhenificado (hilerado, acondicionado). Sus ca-pacidades de trabajo son elevadas y, por tan-to, su rentabilidad será función de la super-ficie forrajera a recoger, es decir, de las di-mensiones de explotación. Estas son, general-mente, demasiado pequeñas, en la región, parapensar en este tipo de máquinas.

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Detalles de una segadora rotativa con sencillez seme-jante a las segadoras clásicas. El inconveniente no-table de estos modelos es el excesivo desgaste de las

cuchillas.

Del tipo b) considerarnos las barras de cor-te de doble cuchilla móviles, con mayor capa-cidad de trabajo, consecuencia de una mayorvelocidad de avance, consiguiéndose mayorescalidades de trabajo en la siega de vezas. Elprecio no es muy elevado.

En el tipo c) podemos considerar:

Segadoras rotativas de eje de giro vertical

De excelente capacidad de trabajo, sobre todolas de tambores. Su precio es superior al delas barras de corte (superiores incluso en un200 por 100). Además del precio que puedesuponer la adquisición de esta máquina (yaque las que verdaderamente rinden suelen serlos modelos más caros), tiene el inconvenientede influir desfavorablemente en el rendimien-to de cortes sucesivos, que si para este tipode cultivos anual y de corte único no tieneimportancia, sí lo puede tener en alfalfa. Es-tos efectos (rendimientos decrecientes en cor-tes sucesivos y persistencia del alfalfar) hansido confirmados en regadío; sin embargo, pa-rece ser que para secano están menos acen-tuados, e incluso desaparecen, pero mientrasla experiencia no nos lo demuestre, manten-dremos el recelo para este tipo de máquinaspensando, sobre todo, en las explotaciones deTierra de Campos, donde una parte impor-tante de las hojas forrajeras de la explota-ción suele ser la alfalfa en secano, cultivo,por otra parte, preferente para el agricultor.

Segadoras de mayales

El eje de rotación es horizontal en este tipode máquinas. Con este sistema trabajan las

verdaderas cosechadoras de forraje, algunosde cuyos modelos (cosechadoras picadoras),de precios no excesivamente altos, puedendesempeñar la labor de siega para posteriorhenificado mediante ligeras transformaciones,pues sólo necesita disminuir la velocidad aque trabajan los elementos de corte y aco-plar un apero que hilere el forraje. Las casascomerciales ya venden estos aditamentos que,por .otra parte, son de fácil construcción. Lacapacidad de trabajo de estas máquinas paraeste tipo de operación es variable y en ocasio-nes poco satisfactorio. Su sistema de corte in-fluye también en el rendimiento de los su-cesivos cortes, pero a escala menor que lasanteriores máquinas. Tienen la ventaja de dis-minuir el tiempo de henificado corno conse-cuencia de la maceración sufrida por los tallos.

CONCLUSIONES

Nuestra intención en las líneas precedentesha sido subrayar las posibles soluciones alproblema de un cultivo forrajero, del que tan-to se esperaba, y que a consecuencia de talproblema mantiene hoy una línea decrecien-te que nos hace temer por este cultivo.

Es aventurado definir un camino, unas nor-mas fijas a seguir; primero, porque nuestraexperiencia nos parece todavía pequeña paraconocer y destacar las múltiples variantes queplantea el problema, y segundo, porque pue-den ser varios los ca.minos de solución, fun-ción también de otros factores no técnicos.

No obstante, no tendría objeto esta exposi-ción si no señalásemos aquellas variantes que,a nuestro entender, tienen más posibilidadesde acertar en la solución.

En cuanto a tutor, nos parecen más con-venientes la avena y el trigo. La primera ensiembras tardías y donde no sea excesivo elnúmero de heladas tardías. Para el trigo, entodas las siembras de otoño en comarcas deamplio período de heladas.

Como densidades de siembra parecen idó-neas las de 40 kg./Ha. de veza y 25 ó 50 por100 de tutor, según suelos y abonado parala avena, duplicando la dosis en el caso desiembras con trigo.

En cuanto a máquinas, son efectivos losprogresos de las rotativas, y a pesar de losinconvenientes apuntados consideramos alcan-zarán en el futuro una gran difusión.

IOSE LUIS GOMEZ GIL

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