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    ................. ISSN: 1794-9998 / Vol. 2 / No. 1 / 2006 / pp. 159 - 175 .................

    ...............................................................................................................................................................................REVISTA DIVERSITAS PERSPECTIVAS EN PSICOLOGA - Vol. 2, No. 1, 2006 159

    Evolucin

    de la competencia social

    Adriana Naranjo Melndez*Universidad Santo Toms

    Universidad Nacional de Colombia

    Recibido: Octubre 14 de 2005

    Revisado: Noviembre 28 de 2005Aceptado: Diciembre 10 de 2005

    Resumen

    El objetivo de este documento es revisar las explicacio-nes que ofrece la psicologa evolucionista acerca de dis-tintos elementos de la competencia social. Se presentauna visin general de esta perspectiva psicolgica, jun-to con aportes investigativos sobre evolucin de estruc-

    turas neurobiolgicas, teoras sobre las ventajas y loscostos adaptativos de la conducta social y explicacionesrelacionadas con la cooperacin y el altruismo, entreotros. Tambin se analiza el concepto de inteligenciasocial y el fenmeno de la culpa en humanoscomparadamente con otras especies. Se concluye conuna evaluacin del estado actual de conocimientos so-bre la competencia social desde las aproximacionesevolucionistas y con algunos lineamientos metodolgicosy tericos bsicos.

    Palabras clave:competencia social, altruismo, cooperacin,

    evolucin, similaridad, compatibilidad, culpa.

    * Correspondencia: Gloria Adriana Naranjo Melndez, docente de la Facultad de Psicologa de la Universidad Santo Toms, correoelectrnico: [email protected]; [email protected].

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    Abstract

    The aim of this document is to review the explanations offered byevolutionary psychology about different elements of social competence.A general vision of this psychological perspective is presented, together

    with researching contribution about the evolution of neurobiologicalstructures, theories concerned with adaptive advantages and costs ofsocial behavior and explanations related to cooperation and altruism,and others. The document analizes too the concept of social intelligenceand the shame phenomenon in human beings comparated to other species.It concludes with an evaluation of the current knowledge state aroundthe social competence since the evolutionary aproximations and withsome metodological and theoretical basic lineouts.

    Key words:social competence, altruism, cooperation, evolution, similarity,compatibility, shame.

    social entre individuos, pero tambin sobre la com-petencia social en particular.

    La neurobiologa ha tratado de reconocer el papelque juegan distintas estructuras, sistemasneuronales y los genes sobre la cognicin social yha indagado sobre las estructuras relacionadas conla percepcin de estmulos sociales, su relacin conla motivacin, la emocin y la cognicin (Adolphs,2001; Tillfors, 2004). En cambio, las teoras de lainteligencia emocional abordan el problema de la

    competencia social tratando de conocer en profun-didad los componentes emocionales relacionadoscon las interacciones sociales, como ocurre con losestudios sobre la inhibicin conductual (Izard, 2001;McQueen, 2004; Sjoberg, 2001; Zeidner, Matthews& Roberts, 2001).

    Las investigaciones sobre las emociones y la regu-lacin emocional especficamente sealan que lacompetencia social est directamente relacionadacon el desarrollo de la regulacin emocional. Lainvestigacin indica que la habilidad de los niospara usar, entender y regular emociones apropia-damente se asocia con la calidad de sus relacionescon pares, pero tambin vincula los procesos deregulacin con un carcter adaptativo a nivel de lainteraccin social (Bukowski, Rubin & Parker, 2001;Kopp, 1989; Calkins, Gill, Jonson & Smith, 1999;Dodge & Garber, 1991; Eisenberg, 2000; McDowell,ONeil & Parke, 2000; Miller & Olson, 2000).

    Perspectivas y aproximaciones al es-

    tudio de la competencia social

    El estudio de la competencia social en el campo dela salud tradicionalmente ha abarcado un nfasisen la determinacin de las variables ambientales yparticularmente las condiciones sociales que laafectan, as como sus interrelaciones y correspon-dientes efectos sobre la salud de los individuos.Por ejemplo, la competencia social se ha abordado

    desde la perspectiva de la personalidad y los ras-gos, que afirma que ciertos individuos estn pre-dispuestos a ser vulnerables frente a perturbacio-nes fisiolgicas, psicosociales e interpersonales yse estresan debido a una combinacin entre logentico, el temperamento emocional y las expe-riencias tempranas (Friedman, 2001, p. 11269).De esta manera, las tendencias de personalidaddefinen en parte la competencia social de un indi-viduo en interaccin con otro.

    Desde la psicologa social, en cuanto a los proce-

    sos interpersonales (Laurenceau, Feldman &Pietromonaco, 1998), se seala que la responsividadde un individuo hacia otro, junto con laautoapertura, son factores que contribuyen a laexperimentacin de la llamada intimidad en lasinteracciones con las personas, por lo tanto las res-puestas de los otros inciden sobre la interaccin

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    El trabajo sobre el afrontamiento del estrs ha dadoluces acerca del papel de la competencia social gra-cias a los resultados de investigaciones que vincu-lan a las emociones y a las interacciones socialescon algunos problemas de salud en diversas reas

    de desempeo de los sujetos, pero es claro que esel afrontamiento del estrs el foco de atencin enestas investigaciones y no la competencia emocio-nal o social en s misma (Ewart, Jorgensen, Suchday,Chen & Matthews, 2002; Fitzgerald, Brown,Sonnega & Ewart, 2005).

    Las investigaciones sobre trastornos del estado denimo y los trastornos ansiosos, por su parte(Ingram, Ramel, Chavira y Scher, 2005; Moscovitch,Hofmann, Suvak & In-Albon, 2005; Sanderson,DiNardo, Rapee & Barlow, 1990), tambin han ofre-

    cido datos con respecto al papel de las variablesque inciden sobre el desarrollo de estas problem-ticas, pero esta vez desde el estudio de la anorma-lidad. Tales estudios evalan comparativamente elpapel de los factores biolgicos, de aprendizaje, oambientales en general, que podran actuar comofactores de vulnerabilidad en la presentacin deestos trastornos.

    Se ha estudiado la fisiologa de la inhibicinconductual tanto en el campo del estrs como en elde las relaciones de apego y la seguridad, profun-dizando desde diferentes contextos el papel de lafisiologa sobre la regulacin del comportamientoen general, pero tambin sobre el comportamien-to social en particular. Entre otros, se ha investi-gado sobre la historia del comportamientoemptico, el valor del juego con pares (principal-mente en investigaciones con nios) y muchos deestos estudios han estado acompaados de medi-das fisiolgicas como la tasa cardaca y la presinsangunea (Gray, 1985; Kagan, Reznick & Snidman,1987; Marcin & Nemeroff, 2003; Marshall &

    Stevenson Hinde, 2005; Nachmias, Mangelsdorf,Hornik & Buss, 1996; Partridge, 2003; Tillfors,2004).

    En trminos de tcnicas y procesos de interven-cin en el campo de la psicologa de la salud, seaborda con frecuencia el papel de la interaccin

    social sobre la recuperacin y el bienestar de laspersonas, resaltando que el soporte social, emo-cional e instrumental para distintas condiciones desalud (Hybye, Johansen & Tjrnhj Thomsen,2005; Ornish, 2001; Pickett & Heller, 1998; Pietila,

    2002; Rainey, Hensley & Crutchfield, 1997; Reis &Collins, 2000; Witt, L. & Ferris, G., 2003;Zetterlind, Hansson, Aberg-Orbeck & Berglund,2001) puede ser un eje fundamental para los pro-cesos de cambio. Desde esta aproximacin tam-bin se han estudiado las redes sociales en trmi-nos de densidad, frecuencia y calidad de lasinteracciones.

    Pero no slo desde la psicologa se ha intentadocomprender el rol del comportamiento social y seha tratado de buscar explicacin al mismo. Desde

    las ciencias de la comunicacin tambin se puedenhallar datos, investigaciones y teoras que dan lu-ces acerca de este fenmeno. Especficamente sehan dirigido al estudio de la interaccin entre laspersonas desde un enfoque semntico, a la vez queoperativo, en el marco de los factores que partici-pan del proceso comunicativo, sus interrelacionesy sus efectos sobre la comunicacin en s misma(Goldsmith, 2004).

    En suma, se han abordado tanto aspectos aisladoso componentes de la competencia social como con-figuraciones ms complejas de los mismos. Se hatratado de abarcar el concepto de competencia,entendiendo que ste implica estudios que abar-quen una gran cantidad de ambientes de los suje-tos, as como una gran cantidad de variablesmultidimensionalmente interrelacionadas. Como seobserva, hay explicaciones psicolgicas de tenden-cia biolgica, social, contextual, entre otras. Sinembargo, a pesar de que muchas de estas aproxi-maciones aceptan que la competencia social pue-de tener una base evolutiva importante relaciona-

    da con su valor adaptativo, en cuanto a la supervi-vencia de los individuos y su bienestar, no haymuchas de ellas que hayan profundizado en el rea.Es claro entonces que el concepto de competenciasocial es altamente complejo y en consecuenciadebe ser estudiado como un fenmenomulticausado.

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    Aproximarse a la competencia social desde unamirada evolucionista resulta, adems de pertinen-te y fascinante, muy productivo en un nivel expli-cativo. Por supuesto es necesario tener en cuenta,adems de las explicaciones evolucionistas, otras

    variables como las que ya han sido abordadas.

    Psicologa evolucionista

    Para comenzar, resulta necesario hacer un primeracercamiento a la teora evolucionista, que es laaproximacin que mayor cmulo de datos empri-cos, con base en la biologa y la gentica, perotambin desde la psicologa como ciencia, ha re-colectado en relacin con diferentes aspectos delcomportamiento humano y de otros organismos,desde una perspectiva de la adaptacin y la selec-cin natural.

    La psicologa evolucionista parte de un grupo dehiptesis relacionadas con los problemasadaptativos que enfrentan los organismos a lo lar-go del proceso evolutivo y evala las posibles solu-ciones comportamentales ante tales retos.Especficamente, la psicologa evolucionista secentra en los problemas adaptativos encarados porlos ancestros humanos y sus soluciones. Tales hi-ptesis surgen de tres niveles bsicos, como loseala Buss (1999), que van desde las premisasms generales hasta las ms particulares.

    El primero de estos niveles es el que se relacionacon la teora general evolucionista, que parte de lacomprensin de la teora de la adaptacin inclusiva.Esta teora describe el proceso evolutivo en rela-cin con los cambios que incrementan la probabili-dad de producir una descendencia viable y la proba-bilidad de que un pariente gentico pueda producir-

    la. Las hiptesis generadas desde esta teora no laprueban directamente sino que, asumiendo la teo-ra como cierta, se observan los procesos evoluti-vos subyacentes. Desde este nivel de anlisis hansurgido estudios que han tenido resultados experi-

    mentales interesantes, con base en los principiosde la seleccin, segn Buss (1999) lo reporta.

    Un segundo nivel de anlisis desde el cual trabajala teora evolucionista es el que Buss (1999) deno-

    mina teoras evolucionistas de nivel medio, en elque se evalan reas completas de funcionamien-to. Por ejemplo, la teora de la inversin parentalde Trivers involucra claves con base en la propues-ta de Darwin para hacer predicciones sobre la ope-racin de la seleccin de pareja y la operacin dela competencia intraespecfica (la competencia delos machos por el acceso sexual a una hembra, porejemplo).

    El tercer nivel de anlisis de los psiclogosevolucionistas incluye hiptesis ms especficas,

    como las que se relacionan con preferencias parti-culares de las mujeres en el campo del empareja-miento, por ejemplo. Las hiptesis de este nivelpueden ser probadas empricamente, por medio demtodos como los estudios transculturales.

    Precisamente, en relacin con los mtodos para elestudio de las hiptesis, hay que decir que otrosmedios para estudiarlas pueden ser: la compara-cin de diferentes especies, la comparacin entremachos y hembras, la comparacin entre indivi-duos dentro de una especie, la comparacin de los

    mismos individuos en diferentes contextos y/o pormedio de mtodos propiamente experimentales,como ocurre en el caso de estudios genticos, bio-lgicos, comportamentales, entre otros. Los estu-dios pueden partir de registros arqueolgicos, da-tos de sociedades cazadoras recolectoras, obser-vaciones, autoreportes, datos de historias de viday registros pblicos y productos humanos.

    Comprender los niveles de anlisis y el tipo de hi-ptesis que parten de una perspectiva evolucionistapermitir una mejor comprensin de los hallazgosque se tratarn ms adelante en relacin con lacompetencia social, pero tambin entender su n-tima relacin con la adaptacin, la supervivencia yen muchos sentidos con la conducta sexual y el valorreproductivo.

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    Evolucin de estructuras y

    condiciones neurobiolgicas

    Desde la perspectiva darwiniana, la evolucin dela inteligencia est vinculada con la vida en grupos

    sociales. La hiptesis del cerebro social seala queel desarrollo de la experticia social fue la clave parala evolucin del cerebro de los primates, como unafuncin del afrontamiento de las complejidades detal vida social (Allman, 2000). Se han realizado es-tudios para hallar pruebas de esta hiptesis exa-minando las relaciones entre los tamaos de gru-pos y los tamaos cerebrales y entre stos y susestructuras componentes en diferentes especies,pero los resultados de estas investigaciones hansido mixtos. Estudiando en cambio el tamao de laneocorteza y comparndolo con el volumen restan-

    te del cerebro, ha habido resultados que apoyaranms contundentemente tal hiptesis.

    La evolucin de la complejidad social podra vincu-larse igualmente con otros cambios neurobiolgicosdistintos del tamao cerebral. Sin embargo, tam-bin es necesario conocer las implicaciones quetendra para una especie lidiar con un tamao ce-rebral mayor. Entre otras, un mayor tamao cere-bral acarreara costos tanto para el individuo comopara sus padres. Por ejemplo, un gran cerebro im-plica el triple de costos de alimentacin durante lalactancia comparados con la gestacin, asunto quese ha encontrado con mucha frecuencia en mam-feros. Pero tambin se ha encontrado queadicionalmente ocurre un desarrollo ms lento enlos recin nacidos que tienen grandes cerebros.

    Igualmente, a mayor tamao del cerebro se requierede ms experiencias que generen una maduracindel mismo y esta maduracin determina a su vezla maduracin del cuerpo entero. Pero no slo lasexperiencias tienen relacin con la supervivenciade los individuos, tambin se ha encontrado queen algunas especies ocurre que aquel sujeto queocupe mayor cantidad de tiempo y esfuerzos en lacrianza, muestra un ndice de supervivencia ma-yor que aquellos que no lo hacen. Por supuesto lospadres que tienen mayor tamao cerebral tendrnque ocupar ms tiempo en el cuidado de sus crasdebido a su lenta maduracin.

    En los humanos, Allman (2000) afirma que las mu-jeres presentan un ndice de mortalidad menor quelos hombres, pero especficamente las probabili-dades de supervivencia aumentan a partir de lapoca de la concepcin y van en aumento a lo largo

    del tiempo. Comparando los estudios de mortali-dad de 1970, con estudios demogrficos realiza-dos hacia 1991, se encuentra que las mujeres pre-sentan efectivamente tal ventaja de superviven-cia frente a los hombres. Este fenmeno se rela-ciona con que los cuidadores tienden a evitar ries-gos tanto para ellos como para sus hijos mientrasse encuentran en perodo de crianza. Estos com-portamientos pueden ser completamente conscien-tes, pero tambin pueden ser inconscientes, enrazn de que pueden estar genticamente deter-minados. En consecuencia, estos comportamien-tos de evitacin de riesgos, propios de las muje-res en este perodo de la vida, estaran favore-ciendo la seleccin natural porque probabilizan lasupervivencia de la descendencia. En especies comolos gibones se han observado los mismos picos desupervivencia, igualmente relacionados con el cui-dado de las cras.

    A nivel hormonal, se ha encontrado que las muje-res posmenopusicas, cuya cantidad de estrgenoses menor, presentan un aumento en las conductasde riesgo, a diferencia de las mujeresposmenopusicas que han sido tratadas conestrgenos. Estos hallazgos son iguales a los quehan sido encontrados en macacos, en donde el es-trgeno inhibe la expresin de los genes que pro-ducen la protena transportadora responsable porla recaptacin de la serotonina. Este efecto ocurretambin en las situaciones de estrs, donde loscorticoesteroides suprimen los receptores deserotonina en el momento en el que movilizan lasdefensas del cuerpo bajo situaciones de tensin.El efecto de la supresin de serotonina es una dis-

    minucin en la estabilidad y, por consiguiente, unaumento en la vulnerabilidad posterior. Los estu-dios sobre el estrs, al igual que los estudios ante-riores, reportan cambios en los ndices de supervi-vencia (Allman, 2000).

    Los comportamientos de toma de riesgos juegantambin un papel biolgico importante para otras

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    especies. La agresin podra entrar dentro de unaclasificacin de comportamientos de riesgo, sinembargo Darwin vincul la agresin de los machoscon la competencia intrasexual, es decir la compe-tencia entre los machos por el acceso sexual a una

    hembra, como una estrategia altamenteadaptativa. Desde su punto de vista, tales com-portamientos permiten en muchas especiesoptimizar el xito reproductivo.

    En contraposicin con esta postura que resalta elpapel de la agresin para la consecucin exitosade una pareja, se ha observado que la ejecucinde comportamientos afiliativos como el acicala-miento mutuo, especficamente de un macho ha-cia las hembras, tiene como consecuencia cambiosen su estatus social. As, a mayor cantidad de com-

    portamientos afiliativos hay mayor soporte de lashembras en interacciones de dominancia con otrosmachos, elevndose por consiguiente el estatus delmacho que los ejecuta y viceversa. Se concluye queel estatus de los machos, en muchos grupos deprimates, depende finalmente de las habilidadessociales y de la construccin de coaliciones, msque de la agresin.

    En relacin con el xito reproductivo, Allman (2000)muestra que el alto estatus confiere xitoreproductivo en los chimpancs, y que claramentela competencia social juega un papel importantepara determinar la jerarqua de dominancia en lashembras. Seala tambin los hallazgos relaciona-dos con una mayor probabilidad de supervivenciapara aquellas hembras que se encuentran en estatussuperior. Con estas evidencias se puede pensar quela competencia social probablemente resulte msimportante que la agresin en el logro tanto deestatus como de xito reproductivo.

    Ventajas adaptativas de la conducta

    social

    La vida en grupo, de acuerdo con Eibl-Eibestfeld(1970), presenta una serie de ventajas adaptativascomo la proteccin contra predadores, posibilida-

    des en la distribucin de labores, transmisin deexperiencias individuales, proteccin frente a con-diciones climticas difciles y, en general, poder re-cibir soporte para afrontar los retos ambientales.

    Gould & Gould (1989) afirman que la vida socialconlleva tanto beneficios como costos para las es-pecies que la han desarrollado. Uno de los benefi-cios pueden ser, por ejemplo, la consecucin dealimento con mayor probabilidad de xito por me-dio de la caza cooperativa. Ocurre as con los pe-rros salvajes en frica, donde logran cazar en ma-nada a una cebra, cosa que no lograra un solo in-dividuo. Igualmente, un grupo puede mejorar sudefensa contra los predadores. En este mismo caso,habiendo un grupo de individuos pueden hacer tur-nos para vigilancia y observacin de predadores,

    pues un solo sujeto no podra invertir demasiadotiempo en este tipo de actividad dejando de ladootras igualmente importantes.

    Entre los costos de la vida en grupos puede sea-larse que algunos individuos, alimentndose de lamisma fuente de comida, tendrn menos cantidadde ella. De la misma forma, los parsitos y las en-fermedades en un grupo pueden propagarse fcil-mente por el contacto cercano entre sus miembros.Sin embargo, los beneficios y costos de la vida engrupo deben observarse teniendo en cuenta el es-tilo de vida de la especie. La maximizacin de losbeneficios depende del tamao ideal del grupo, peroan hay demasiados aspectos por estudiarse eneste campo.

    Otras implicaciones de la vida en grupo tienen quever con el establecimiento o no de jerarquas. ParaGould & Gould (1989), el establecimiento de jerar-quas beneficia al grupo en tanto se minimizan losencuentros agresivos, ya que el grupo puede obser-var qu individuo ha resultado victorioso en un en-cuentro y por consiguiente aquel que ha perdido ten-der a evitarlo. El asunto de las jerarquas implicavarios supuestos de acuerdo con los autores, comoson: a) Cuando un individuo envejezca o se enfer-me comenzar a ser retado por otros miembros delgrupo y podra descender en la jerarqua; b) en oca-siones ocurre que las diferencias en los estilos paracombatir conducen a que un animal pueda vencer

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    confiablemente animales de bajo rango, siendo ob-servado por otro animal inferior o igual en cuanto alestatus, por lo que, finalmente, los animales mscercanos a l en la escala admiten su estatus comoms dominante en la jerarqua.

    Cognicin social y dominancia enmacacos

    La mayora de los primates, incluyendo a los hu-manos, viven en grupos sociales constituidos porcomplejas redes de parientes o relacionados, ge-nerando una permanente lucha por la dominancia ygenerando alianzas. Este tipo de comportamien-tos ha sido observado en monos, pero parece sermuy similar a las conductas complejas que existenen los humanos (Bovet & Washburn, 2003).

    Bovet y Washburn se preguntaron si los primates,al igual que los humanos, reconocan la altsimacomplejidad de su ambiente social, teniendo comobase la hiptesis del cerebro social o hiptesis dela inteligencia maquiavlica, postulada por Whiten& Byrne (1997) y discutida antes.

    Habindose demostrado la capacidad de los monospara reconocer la identidad de coespecficos, sucapacidad para asociar fotografas con rostros decoespecficos y fotos de sus cuerpos, Bovet yWashburn (2003) condujeron un experimento en elque entrenaron tres machos adultos macacus resuspara que categorizaran coespecficos desconocidospresentados en un video, de acuerdo con el estatusde dominancia de los monos filmados. Estos auto-res demostraron que los monos pueden categorizara sus coespecficos de acuerdo con sus relacionesde dominancia, y por lo tanto, de acuerdo con lahiptesis, los monos parecen ser capaces de usarconceptos para ordenar las relaciones sociales den-tro de diferentes clases.

    Malim, Birch & Hayward (1999) sealan igualmen-te que los primates son animales inteligentes, queal cambiar la situacin social dentro del grupo cam-bian sus respuestas de manera bastante flexible.En este sentido, las complejas demandas de la vidasocial han contribuido al crecimiento del tamaode su cerebro y este crecimiento ha ofrecido ma-

    yor flexibilidad y complejidad en las relaciones en-tre ellos.

    As mismo, la dominacin y subordinacin son ca-ractersticas importantes de las relaciones socia-

    les entre los primates, pues la ascendencia tieneimplicaciones sobre la amenaza de desplazamien-to e incluso el ataque. Sin embargo, a medida queun individuo establece su rango se hace cada vezmenos necesaria la amenaza. Esto apoya el sea-lamiento del apartado anterior, pues la agresinno es el nico mecanismo por el cual se establecenlos rangos de dominancia. Las manifestaciones deagresin por medio de amenazas son mucho me-nos comunes que la condescendencia.

    Nuevamente se evidencian funciones de supervi-

    vencia de estas jerarquas, como son la cohesin,la prediccin de las interacciones sociales, la evi-tacin del estrs y la dinmica de las jerarquas,pues stas no son estticas sino que cambian amedida que los animales dominantes envejecen oenferman.

    Similaridad y compatibilidad

    Malim, Birch & Hayward (1999)afirman que lo quepareciera ser un comportamiento social dirigido ala promocin del bienestar de una especie, aunquea veces sea a costo de un individuo, es lo que fi-nalmente favorecer la adecuacin de los genescompartidos por los individuos de un grupo, estees el caso del altruismo que ser tratado en detallems adelante. La hiptesis de la seleccin de losparientes se ha usado en la explicacin del altruis-mo, pero el inters aqu es comprender de qu setrata esta hiptesis y qu argumentos se encuen-tran tanto a favor como en contra. La hiptesis de

    la seleccin de los parientes naci del libro deDarwin El origen de las especies, y de ella surgenvarios niveles de conducta, como son el altruismo,el egosmo y la antipata.

    Aunque muchos autores postulan que el parentes-co gentico es lo que determina este tipo de com-portamientos, Dickinson & Koenig (2003) sealan

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    que el parentesco gentico cercano entre alguienque brinda ayuda y quien lo recibe no necesaria-mente es crucial para la evolucin del comporta-miento de ayuda. La importancia de la similaridadgentica ha sido muy discutida y an el debate si-

    gue abierto.

    Para apoyar la hiptesis de seleccin de parientes,con frecuencia se citan los estudios que muestranque la mayora de las especies cooperativas tienengrupos conformados por parientes cercanos(Dickinson & Koenig, 2003). En el caso de las aves,se ha mostrado que muchas prefieren ayudar a susparientes sobre otros individuos de nidos cerca-nos. Los crticos de esta postura afirman que lacooperacin entre parientes surge como efecto dela dispersin demorada de los individuos, que se

    produce porque la descendencia permanece en elnido cerca de su pariente. En este sentido, Malim,Birch & Hayward (1999) muestran estudios conmarcadores de ADN que indican que los machosvisitan grupos conformados por no parientes, perofinalmente forman grupos donde el criador est re-lacionado al menos con un medio hermano.

    Desde esta perspectiva, la seleccin de parientespredice el aumento de la propagacin de los genesidnticos por descendencia, lo que significa que laconducta facilita la transmisin de copias de genescompartidos, derivados de un ancestro comn. Perola similaridad gentica, inferida por los marcado-res de ADN, no es fiable y no es lo mismo que elparentesco gentico. La evolucin de la conductade cooperacin es un balance entre los beneficiosde los ayudadores (a largo plazo) que proviene deaquellos que la recibieron (este es el llamado prin-cipio de reciprocidad), pero tiene como costo im-portante que se aumenta el riesgo de equivocar ladireccin de la ayuda hacia un individuo que pu-diera engaar al donador (Sinervo & Clobert, 2003).

    Sinervo & Clobert (2003) condujeron un estudio enel que observaron que diferentes tipos de lagartosrealizaron distintas elecciones de ubicacin dentrode un territorio. En este estudio se demostr queno todos los tipos de lagartos buscaron la compa-a de sus similares genticos, por lo cual estos

    autores ponen en duda la similaridad gentica comocriterio o mecanismo que conlleva a la ayuda delos parientes.

    West, Pen & Griffin (2002), por su parte, se diri-

    gieron a evaluar la competencia entre parientespara revisar la hiptesis de la seleccin de parien-tes. Estos autores revisaron la postura de Hamiltonsobre la adaptacin inclusiva, pues se preguntaronsi una dispersin limitada favorecera el altruismoy concluyeron que, aunque la dispersin limitadapuede favorecer el altruismo, tambin puede in-crementar el parentesco entre posibles competi-dores. En este sentido, bajo una condicin de dis-persin limitada comienza una pugna entre dosfuerzas opuestas: el altruismo y la competencia.Segn West, Pen & Griffin (2002), esta competen-

    cia puede ocurrir con mayor frecuencia en aquellasespecies en que uno de los sexos se dispersa msque el otro.

    En suma, la competencia entre parientes puedereducir o eliminar la seleccin de parientes (West,Pen & Griffin, 2002). Por lo anterior el problemaprincipal es establecer la importancia de la compe-tencia entre parientes versus la seleccin de pa-rientes, bajo ciertas condiciones de variables. Unade estas condiciones de variables es la cantidad dehembras disponibles, igualmente la dispersin delos miembros del grupo y las condiciones territo-riales, entre otras. Entonces, tanto la competen-cia como la seleccin de parientes presentan lasmismas dificultades a la hora de ser aplicadas comomecanismos de explicacin. Adicionalmente, paraestablecer estas descripciones, surgen problemasempricos para responder a estas preguntas.

    Altruismo

    La comprensin de la actividad humana como coo-perativa, desde algunas perspectivas, nace de pre-ocupaciones egostas. Es decir que quien ayuda aotro finalmente busca ayudarse a s mismo a largoplazo. Sin embargo, para otros investigadores laactividad cooperativa surge de fuentes distintas

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    al egosmo. A continuacin se presentarn las pos-turas contrapuestas que tratan de explicar el al-truismo tanto animal como humano.

    Glassman (2000), remitindose al sociobilogo Petr

    Kropotkin, muestra una visin de la conducta coo-perativa muy distinta de la de Trivers. Para Triversla conducta cooperativa tiene sus races en la bs-queda del beneficio propio y no el grupal, lo cualsera un pseudoaltruismo. Kropotkin, en cambio,afirm que la nica manera en que las especiespueden sobrevivir en un ambiente hostil a lo largodel tiempo es por medio de una extraordinaria co-operacin (Kropotkin, citado por Glassman, 2000).Esta afirmacin se rige por tres principios genera-les que son: a) que la lucha por la existencia es unalucha con la ecologa en general; b) que el xito de

    las especies est en que se vinculen con la coope-racin para afrontar un ambiente hostil; y c) que elhecho de que la cooperacin sea esencial para lasupervivencia de las especies hace que el compor-tamiento egosta vaya en detrimento, ms que enbeneficio de su supervivencia y su desarrollo.

    Glassman se remite a la revisin de la propuestade Kropotkin debido a que es una postura que his-tricamente, por condiciones sociopolticas, fuerechazada en su momento. Igualmente muestracmo la postura de Trivers, con base en el desa-rrollo terico de Darwin, puede tener implicacionesequivocadas para la explicacin del comportamientocooperativo.

    De esta forma, Glassman afirma que los postula-dos de Kropotkin iran en contraposicin con lastesis propuestas por Huxley, quien tambin, apo-yndose en la propuesta de Darwin, seal que lahumanidad es una coleccin de individuos que sepreocupan por su propia supervivencia, que la so-ciedad es un producto humano para agrupar lasnecesidades individuales y que la lucha por la su-pervivencia es un estado natural humano as comoanimal. Desde el punto de vista de Kropotkin,contraargumenta Glassman (2000), los sistemassociales y en particular la sociabilidad, sirven comosistema de mantenimiento de la humanidad. Eneste sentido es la especie la que se preserva y noel individuo.

    Entonces, para Kropotkin, los humanos prosperany sobreviven como especie gracias a sus habilida-des evolutivamente desarrolladas para ser socia-bles y la cualidad ms importante de este desarro-llo es su habilidad para cultivar y mantener organi-

    zaciones nicas y socialmente complejas. As,Glassman (2000) muestra como el altruismo es untrmino que presenta dificultades en su definiciny seala como el debate sobre las causas del al-truismo se encuentra abierto y requiere ser estu-diado y probado en mayor profundidad.

    Sesardic (1995) ya haba hecho un estudio de lasdiferentes posturas sobre el altruismo sealandoque existen varias definiciones del mismo.Especficamente presenta dos puntos de vista fun-damentales: el altruismo psicolgico y el altruismo

    evolutivo. Sin embargo, el autor afirma que estasdiferenciaciones resultan engaosas porque mien-tras el altruismo se defina como la ayuda a otro aexpensas de s mismo, se estara postulando unaparadoja. El altruismo no sera evolutivamenteadaptativo cuando quien brinda la ayuda lo hacecon una prdida y sin retribucin posible. El altruis-mo no podra existir debido a que las especies coneste rasgo se extinguiran a lo largo del proceso dela seleccin natural. Esta definicin implica unavisin del altruismo desde una perspectiva egos-ta. Sesardic se adhiere en algn sentido a la pos-tura revisada de Kropotkin, en la que la seleccindel grupo es un proceso evolutivamente posible.Compartir esta postura significa una redefinicindel trmino, o postular simplemente la inexisten-cia del altruismo. An, desde el punto de vista deSesardic (1995), es necesario encontrar ms ele-mentos que soporten la hiptesis de seleccin degrupos sobre la seleccin de individuos y, al igualque como lo propone Glassman, es necesario ge-nerar mayor cantidad de estudios para comproba-cin o refutacin de las hiptesis planteadas al res-

    pecto. Probablemente tambin se requiera gene-rar un sistema de clasificacin del comportamien-to altruista que resulte ms apropiado para condu-cir a mejores descripciones y explicaciones del fe-nmeno.

    Desde una visin ms particular, el comportamien-to de ayuda de los otros ha sido estudiado en dife-

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    rentes campos de la vida de las especies. Uno deestos campos es el del emparejamiento, en dondese postula que las alianzas cooperativas a lo largodel tiempo permiten, conjuntamente con la simi-laridad (o seleccin de similares), el establecimien-

    to de lazos emocionales, cooperacin, comunica-cin, reduccin del riesgo de infidelidad e incre-mento en la supervivencia de la descendencia (Buss,1999).

    Gould & Gould (1989), estudiando la conducta debabuinos, postularon que el altruismo recproco esun mecanismo de ayuda fundamental para su vidaen grupos. Los miembros de esta especie ocupanalrededor del 5 al 10 por ciento de su tiempo acica-lando a otros, quitando la suciedad y los parsitosdel cuerpo de sus coespecficos. Las coaliciones

    entre individuos pueden actuar como la base parael altruismo recproco y esto no slo aplica paraotras especies sino tambin para las sofisticadasinteracciones humanas segn su opinin.

    El altruismo recproco implica, en el campo de lacognicin, que el animal puede diferenciar entreun amigo y un enemigo y reconocer a alguien quele proporcionar ayuda de alguien que no lo har.En los primates superiores, debido a su capacidadde memoria, adicionalmente se encuentra que losmiembros de un grupo conocen cmo estn rela-cionados con cada uno de los dems, tantogenticamente como socialmente, como en el casodel estudio sobre los macacos (Gould & Gould,1989).

    Sin embargo, hay que recordar que Malim, Birch &Hayward (1999) afirman que el altruismo recpro-co se encuentra en duda puesto que se encuentrapocas veces en animales, aunque pueda ser obser-vado con frecuencia en humanos. Sin embargo estetipo de altruismo se ha hallado en murcilagos vam-piro (desmodus rotundus), en mandriles (papioursinus), en mangostas, en aves como las chota-cabras hembra (chordeiles minor), entre otros.

    Otra va para el estudio del altruismo y la conductade cooperacin, distinta a la comparacin entreespecies, fue la ejecutada por Nowak, Sasaki, Taylor& Fundenberg (2004), quienes usaron un mtodo

    diferente para el estudio de estos comportamien-tos. Pero hay que decir antes que estos investiga-dores definen a los cooperadores como aquellos in-dividuos que ayudan a otros a costa de s mismos,mientras que los desertores reciben los beneficios

    del altruismo sin proveer ayuda a cambio. El mto-do que usaron estos investigadores fue someter adiferentes personas a un juego en el que las deci-siones de cooperacin o desercin conllevaban adistintos resultados. El dilema del prisionero fue elmedio por el cual estos (y muchos otros autores)han tratado de acercarse al problema de la coopera-cin. En esta situacin existen varias consecuen-cias posibles: si ambos jugadores cooperan recibenun pago R y un pago menor por desercin mutua P.Si uno de ellos coopera, mientras que el otro deser-ta, el cooperador recibe el menor pago S, mientrasque el desertor gana el pago mayor T. Entonces,T>R>P>S. Estos investigadores sealan que si sejuega una sola vez, los desertores dominan a loscooperadores, lo que indicara tambin que si serepite en varias ocasiones el juego, puede haberestrategias para que los cooperadores no sean do-minados por los desertores.

    Con este estudio Nowak, Sasaki, Taylor &Fundenberg (2004) intentaron probar hiptesisevolucionistas y encontraron diferencias entre laestabilidad evolucionista en poblaciones infinitas,versus poblaciones finitas. Esto es que, con unnmero finito de oportunidades de jugar, las es-trategias que usarn los jugadores para maximizarsus ganancias son distintas de las que usarn conun nmero infinito de ellos. Adicionalmente, unaestrategia para jugar el dilema del prisionero esun mapeo de la historia de juego entre dos juga-dores y denota la probabilidad de cooperacin enel siguiente movimiento.

    Fehr & Fischbacher (2003) realizaron una revisin,

    esta vez terica, de los orgenes evolutivos de lasrelaciones sociales humanas y la organizacin so-cial, con base en los conceptos de altruismo y egos-mo, bajo una comprensin evolucionista. En surevisin sealan que la mayora de estudios de la-boratorio pueden conducir a una atribucin equi-vocada acerca de las conductas altruistas, puesestas ocurren de forma diferente en la realidad.

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    Probablemente el dilema del prisionero est limi-tado en el anlisis matemtico por variables vin-culadas con su formalizacin, o con las condicio-nes experimentales, como el desconocimiento delcontrincante, y sus resultados no puedan generali-

    zarse a otras especies ni proporcionen demasiadoapoyo para las hiptesis evolucionistas.

    En general Fehr & Fischbacher (2003) definen elaltruismo como una accin costosa que conllevaunos beneficios para otros individuos. En el campode los humanos el altruismo se extiende ms allde los parientes, por lo que afirman que es msimportante dirigir los esfuerzos y la atencin hacialas interacciones entre individuos fuertemente re-cprocos e individuos egostas, pues la compren-sin de la conducta cooperativa se lograr princi-

    palmente desde esta va.

    El castigo y la recompensa altruista son dos con-ceptos que introducen estos autores para la com-prensin del altruismo, y para conocer si lo queprevalece es la seleccin de grupo o la postura delegosmo. En cuanto al castigo altruista, hay queaclarar que este hace referencia al castigo de uncoespecfico por la violacin de una norma, y hasido estudiado con modelos de juegos, como el di-lema del prisionero ya presentado. Para Fehr &Fischbacher (2003) tanto la recompensa altruistacomo el castigo altruista implican que los indivi-duos tienen motivos prximos ms all de sus pro-pios intereses econmicos. Evidencia de esto esque, durante los juegos, los participantes difierenen sus evaluaciones subjetivas de los pagos, conrespecto a los pagos econmicos recibidos. Ade-ms la neurobiologa ha demostrado que si los su-jetos alcanzan una cooperacin mutua con otrosujeto, el circuito de recompensa del cerebro seactiva en relacin con la situacin. En el caso en elque un sujeto coopera, pero el otro no, tambin

    que se genera una respuesta del sistemadopaminrgico.

    Fehr & Gachter (2002) se dirigieron especfi-camente al castigo altruista sealando que lacooperacin humana es una lotera evolucionistay que, a diferencia de otras especies, las perso-nas cooperan con frecuencia con extraos y en

    grandes grupos y sin esperar ganancias de reputa-cin. Desde este punto de vista, los autores sea-lan que no hay vnculos entre estos resultados y lahiptesis de seleccin de parientes en humanos,as como de los motivos egostas asociados, o con

    la teora del altruismo recproco, que como se mos-traba antes, presenta resultados mixtos a lo largode los estudios.

    Bajo un modelo experimental Fehr & Gachter(2002) mostraron que el castigo altruista puedeayudar en la explicacin de la cooperacin. El cas-tigo altruista significa que un individuo castigara costa suya y a pesar de no obtener ganancias enla accin a un coespecfico que ejecute accionesen contra de las normas. En general, encontraronque la cooperacin ocurre si hay posibilidad de cas-

    tigo altruista y se termina si ste deja de ser posi-ble. Las emociones segn se evidenci en estosestudios, tambin hacen parte de la explicacin yse postulan como un mecanismo detrs del castigoaltruista, ya que aquel sujeto que fue vctima de ladesercin genera una serie de emociones hacia eldesertor. Si el castigo altruista puede explicar me-jor la conducta de cooperacin que las teoras deseleccin de parientes, del altruismo recproco ode sealizacin de costos, entonces es necesarioredimensionar su papel para lograr una mejor ex-plicacin evolucionista.

    Aspectos de la competencia social

    vistos desde una mirada evolucionista

    Inteligencia

    Kanazawa (2004) seala que la inteligencia gene-

    ral evolucion como un rea especfica de la adap-tacin en el ambiente ancestral. Esta afirmacinsubyace al supuesto evolucionista que propone quela mente humana se compone de distintos meca-nismos psicolgicos evolucionados. Este supuestoafirma que involucran el procesamiento de informa-cin y que han cambiado a lo largo de la seleccinnatural para resolver problemas adaptativos.

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    Cosmides & Tooby (2002) propusieron, desde unaperspectiva de la evolucin, la existencia de inteli-gencias especficas por medio de las cuales los indi-viduos se vinculan con la adaptacin inclusiva. Laevolucin por seleccin natural ha dado a los huma-

    nos y a otras especies herramientas para resolverproblemas adaptativos, estos son los mecanismospsicolgicos. Por esta razn Kanazawa (2004) afirmaque las personas tienen una habilidad innata parapercibir a desertores o mentirosos potenciales en elintercambio social.

    Sin embargo, Kanazawa (2004), a diferencia de lamayora de posturas evolucionistas que sealan elpapel del ambiente cambiante sobre la evolucintanto de estructuras como de comportamientos,trata de demostrar que un ambiente tan altamen-

    te cambiante no hubiese permitido ninguna modi-ficacin ni adaptacin de estructuras o comporta-mientos por no dar tiempo para esto. En este sen-tido, la evolucin de los mecanismos psicolgicosse debi a la estabilidad y continuidad ambiental,ms que al cambio permanente. Por esto, las solu-ciones a muchos problemas novedosos pero no re-currentes requirieron de la inteligencia de impro-visacin y del pensamiento abstracto, de la deduc-cin y la induccin. Bajo esta perspectiva, la inte-ligencia no es otra cosa que un rea de evolucindistinta de los mecanismos psicolgicos.

    Las hiptesis empricas propuestas por Kanazawa(2004) son que: un individuo inteligente (con unelevado coeficiente intelectual) es ms capaz deresolver problemas que uno menos inteligente, peroslo si los problemas son evolutivamentenovedosos. Adems, que un individuo inteligenteno es ms capaz de resolver problemas que unomenos inteligente si los problemas existieron en elambiente evolutivo de adaptacin y, por lo tanto,son evolutivamente familiares.

    Desde esta perspectiva, los estudios que muestranque individuos humanos tienen problemas para re-solver una tarea que se les presenta en trminos abs-tractos, pero no lo tienen si se les presenta la mismatarea en trminos reales, apoyan la postura deKanazawa (2004). En trminos del comportamientosocial ocurre algo bastante similar, pues la deteccin

    de un mentiroso en un intercambio social, por ejem-plo, no es un problema evolutivamente novedoso,sino que resulta familiar pues ha estado presente alo largo del proceso evolutivo, cosa que no ocurrecon un problema abstracto, lo cual indica que la ma-

    yora de los humanos presentamos una habilidad paratal deteccin.

    En el campo del emparejamiento Kanazawa (2004)muestra que un individuo inteligente no tiene venta-ja alguna sobre uno que no es tan inteligente (medi-da la inteligencia con una escala para hallar el coefi-ciente intelectual). Por ejemplo, afirma que una mu-jer brillante se casa tardamente y permanece alcuidado de sus hijos a una edad posterior que una nomuy inteligente. Con este ejemplo no se quiere de-cir, por supuesto, que las personas inteligentes no

    puedan ser buenas parejas o buenos padres, signifi-ca que no tienen una ventaja sobre quienes nopuntan con alta inteligencia. Esta visin resulta bas-tante interesante en el anlisis del comportamientosocial y llevara a concluir que, una alta o baja inteli-gencia no haran diferencia alguna si el reto deinteraccin al que se ve expuesto un individuo noson situaciones sociales novedosas adaptativamente,que requieran de una solucin especial.

    Kanazawa (2004) seala que la vida social no era ex-traa para los ancestros humanos, que tenan tantoamigos como enemigos y aliados con los que tratar.Igualmente tenan padres, hijos, hermanos y otrosparientes, por lo que no habra nada evolutivamentenovedoso en cuanto a la interaccin con estas perso-nas. En el ambiente evolutivo de adaptacin era im-portante mantener una buena relacin con ellos, te-ner amigos confiables y aliados fieles era crucial parala supervivencia y el xito reproductivo, e igual-mente, la inversin en los parientes mejorara laadaptacin inclusiva. La postura del autor se mues-tra mejor de la siguiente manera:

    Lo que varios investigadores llaman inteligen-cia emocional o inteligencia social (o compe-tencia) fue importante en el ambiente evoluti-vo de adaptacin. Las dems personas y lasinteracciones con ellos es algo que estamos se-guros ha existido durante el perodo de la evolu-cin humana. Algunos psiclogos evolucionistas

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    creen que la necesidad de interactuar (y a me-nudo sin inteligencia) con otros fue la primerafuerza evolutiva detrs de la rpidaencefalizacin (el incremento del tamao delcerebro humano) durante la historia evolutiva

    humana (Byrne & Whiten, 1988; Dunbar, 1996).Mi teora psicolgica evolucionista de la inteli-gencia general por consiguiente predecir quegno incrementar o correlacionar con la inteli-gencia emocional o la competencia social,que independientemente evolucion para resol-ver tareas evolucionistas familiares deinteraccin con otros (Kanazawa, 2004).

    Una perspectiva evolucionista como esta permitela comprensin de las posturas alrededor de losfactores de inteligencia, pero tambin abre cami-

    no para la generacin de nuevas teoras sobre lainteligencia social o emocional, que en su momen-to jugarn un papel importante para la compren-sin de un fenmeno tan altamente complejo comolo es el fenmeno del comportamiento social.

    Culpa

    Daniel Fessler (2004) se interes por realizar tresestudios transculturales para explorar la naturale-za y la experiencia de la culpa en dos culturas. Lajustificacin de las investigaciones se fundamen-ta en que, segn el autor afirma, la comparacintranscultural puede facilitar conocer la forma en laque las culturas diferencialmente ignoran y agru-pan varias facetas de la experiencia emocional,adems de dar luces sobre la arquitectura emocio-nal, tpica de la especie humana, que evolucion alo largo del tiempo. Adicionalmente, porque la cul-pa se vincula directamente como un factor que re-gula la conducta social en muchas sociedades.

    Fessler (2004) argumenta que las explicaciones

    evolucionistas sobre las emociones, a pesar de quetodos los autores reconocen su valor adaptativo,son muy pocas en comparacin con otros tipos deexplicacin. Teniendo en cuenta la perspectivaDarwiniana, habra slo tres condiciones por lascuales se preservaran ciertos rasgos ancestrales,como son que: el rasgo no est sujeto a la selec-cin natural (porque acarree costos o beneficios

    para quien lo posee), que el rasgo mantenga sufuncin ltima a lo largo de la descendencia de lasespecies o, que el rasgo sea una parte integral dealguna adaptacin novedosa. Para el caso de lasemociones, contrario a lo que Darwin propone, s-

    tas forman el comportamiento humano en reascomo los conflictos, las alianzas, el emparejamientoy la crianza.

    Las emociones no cumpliran el primero de los su-puestos, aclara Fessler, pues necesariamente es-tn sujetas a la seleccin natural. Las emocionestendran dos tipos de explicacin en consecuencia:en primer lugar, que las emociones cumplen lasmismas funciones tanto para los humanos actua-les como para especies ancestrales y, por supues-to, se presenta en especies relacionadas. En se-

    gundo lugar afirma que las emociones cumplen msde una funcin nueva en los humanos, aunque sederiven de las ancestrales. Debido a que la selec-cin natural opera lentamente en la modificacingradual de formas existentes, la historia de un ras-go, como lo es para el caso de las emociones, serimportante para determinar su diseo actual.

    En relacin con la culpa, las cuestiones son bastan-te difusas, comparada con las emociones. Fesslerpropone que, al igual que la emocin, la culpa nopuede ser explicada en trminos vestigiales, porpresentarse en gran variedad de condiciones, yporque slo es adaptativa en la ontogenia ms re-ciente. Desde su visin, la culpa es un despliegueque tiene su anttesis: el orgullo, y, adicionalmente,los componentes fundamentales de estas dos for-mas de comportamiento son a su vez componen-tes de despliegues mostrados por primates no hu-manos y mamferos (postura erecta, mirada fija ypasearse).

    Probablemente, en los humanos ancestrales la adap-tacin implic la habilidad para atraer positiva-mente la atencin social y la culpa es una adapta-cin que la maximizara, pues marcara undecremento en la asignacin de valencias hednicasnegativas ante los cambios de poder. En este sen-tido la significancia de la culpa entra en los terre-nos de la dominancia y el estatus, dependiendoadems del rea en la que ocurra tal evaluacin. El

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    deseo de que los dems piensen bien del individuohace que se motiven intentos por superar una am-plia variedad de criterios, en un rango de contex-tos bastante extenso, segn Fessler (2004).

    Al respecto el autor resume de la siguiente maneralas explicaciones evolucionistas de la culpa: Laculpa subordinada, una homloga de la emocinque probablemente motiva las muestras de apaci-guamiento en primates no humanos, posiblemen-te constituye el aspecto ancestral de la culpa hu-mana, mientras que la culpa en contextos de de-sercin, falla de prestigio e inconformidadpresumiblemente constituye la derivacin de as-pectos nicamente humanos de este rasgo(Fessler, 2004)

    Los estudios sobre la culpa, en el marco de la psi-cologa evolucionista, requieren de mayorprofundizacin y explicaciones mucho ms preci-sas, pero justamente se es el camino que se estrecorriendo desde hace algn tiempo. El recorridoimplicar seguramente el desarrollo de nuevasmetodologas y la vinculacin de nuevas variablesen relacin con su carcter adaptativo. La bsque-da de la explicacin de este comportamiento so-cial nutrir los avances alcanzados y requerir deesfuerzos adicionales de otras reas cientficas evi-dentemente.

    Conclusiones

    Esta revisin permite ver que el nivel de investi-gacin en el campo de la competencia social, des-de una mirada evolucionista, an requiere del de-sarrollo de estudios en diferentes reas. Es pri-mordial el surgimiento de un sistema de hiptesiscon respecto a la competencia social, pues hay di-

    ferentes maneras de aproximarse a ella y no esclaro an qu es lo que se entiende por competen-cia social ni desde una perspectiva evolucionista,ni desde las dems perspectivas sealadas al prin-cipio. Esto implica que es necesario establecertaxonomas que permitan organizar los elementosvinculados con la competencia social para que laconstruccin del sistema de hiptesis goce de co-

    herencia y resulte pertinente para generar una ex-plicacin parsimoniosa. Entre los elementos queen la revisin se presentaron se encuentran desdecomportamientos especficos, cadenascomportamentales, estudios en el campo de las

    emociones, la inteligencia, la crianza, las relacio-nes de dominancia, hasta la evaluacin de costos ybeneficios del comportamientos social, entre otros.Todos estos elementos deben ser tenidos en cuen-ta, as como otras variables probablementeinvolucradas dentro de una definicin comprensi-va de la competencia social.

    Igualmente, esta estructuracin conlleva que serequiera del desarrollo y puesta en marcha de dife-rentes estrategias metodolgicas, como algunas delas aqu presentadas, que incluiran tanto estudios

    genticos como estudios poblacionales, pasando porla comparacin entre especies e intraespecficas.Por supuesto la direccin de estos estudios serprobar una estructura de hiptesis evolucionistasde distintos niveles (tal como lo presenta Buss,segn se discute al principio de este documento).

    Hay que decir que la conducta social y el ambienteadaptativo, evidentemente se han retroalimentado.Tanto el comportamiento social ha producido cam-bios estructurales y funcionales en las especies,como tales cambios han probabilizado la presenta-cin de comportamientos sociales particulares. Losestudios de primates, as como de mamferos y deotras especies, permiten reconstruir la historiaadaptativa del hombre y lanzar hiptesis con respec-to al desarrollo humano y su competencia social.

    El estudio de las jerarquas de dominancia en ma-mferos y primates tambin puede enriquecer losestudios con respecto a la especie humana, porejemplo en el campo de las emociones y la culpa,porque permite observar mecanismos relacionadosy vincularlos con problemas adaptativos particula-res a los que probablemente los ancestros huma-nos se vieron enfrentados.

    Definitivamente, las afirmaciones de Kanazawaapoyan lo que se observa en el contexto clnico,donde se evidencia que gran parte de losconsultantes que asisten por un trastorno como la

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    ansiedad social, extraamente lo presentan eninteracciones con familiares o personas muy cer-canas. Es decir que, de acuerdo con las afirmacio-nes de este autor, en este caso podra pensarseque, por ejemplo las interacciones con figuras de

    autoridad, no relacionadas en parentesco o cerca-na, podran corresponder a un reto adaptativonovedoso, y por lo tanto requeriran particularmentede un nivel de inteligencia social de improvisacinespecial.

    Otras hiptesis pueden surgir de esta revisin alcomparar las posturas de los distintos investiga-dores, pero el reto fundamental para la investiga-cin en el campo de la competencia social es jus-tamente definirla, de tal manera que puedan pro-ducirse preguntas de investigacin que tambin den

    lugar a hiptesis que sern probadas por los mto-dos aqu presentados o por otros ms novedosos.

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