utilización de la jeringa de karman en ginecología

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Utilización de la Jeringa de Karman en Ginecología Dr. Jorge Villareal Mejía Dra. Rosalina Forero de Calderon Unidad de Orientación y Asistencia Materna Bogotá, Colombia Trabajo presentado al XIV Congreso Co· lombiano de Obstetricia y Ginecología. Cartagena. Diciembre 1981 . RESUMEN La combinación de una cánula flexi- ble de plástico transparente con una jeringa de succión, también de plástico, constituye lo que generalmente se cono- ce hoy en todo el mundo como la jeringa de Karman, que en Colombia no ha tenido aun la difusión y el conocimiento que su gran utilidad merece por parte de los especialistas en el campo de la obstetricia y la ginecología. La introducción, hace poco más de una década, de un sencillo sistema de succión endouterina en el instrumental del ginecólogo, representa un avance que merece destacarse. Este trabajo pretende dar a conocer en forma amplia este novedoso, simple y útil sistema de succión, de gran valor como ayuda diagnóstica y terapéutica para el ginecólogo moderno, por medio de la presentación de las características del equipo, la técnica y los hallazgos en 236 casos en los cuales fue utilizado, con particular eficacia, en la UNIDAD DE ORIENTACION. Y ASISTENCIA MATERNA de Bogotá. La historia de la instrumentación en- doute ri na se remonta a los orígenes mis- mos del ejercicio organizado de la medicina, pues existe evidencia arqueo- lógica en las ruinas de Pompeya, de hallazgos de instrumentos cuyo objetivo era claramente la evacuación del cpnte- nido de la cavidad uterina. La cureta, originalmente diseñada para limpiar las heridas quirúrgicas, fue inven- tada en 1723 por Jarengeot en Francia, pero fue Recamier, que también recibe el crédito por la aplicación del espéculo en ginecología, quien más tarde puso en práctica el curetaje o raspado endouteri- no. Más tarde, Simpson en Inglaterra, Simms en los Estados Unidos y He~ar en Alemania (1874), establecieron formal- mente la práctica y el término de la dilatación y el curetaje, ampliamente aceptados hoy en el mundo entero. Aproximadamente por la .misma épo- ca, se inició la práctica de la succión endouterina, cuando Simpson primero (1 ), y Bykov (2) años más tarde, co- menzaron a utilizar diversos sistemas de 279

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Utilización de la Jeringa de Karman en Ginecología

Dr. Jorge Villareal Mejía Dra. Rosalina Forero de Calderon

Unidad de Orientación y Asistencia Materna Bogotá, Colombia

Trabajo presentado al XIV Congreso Co· lombiano de Obstetricia y Ginecología . Cartagena. Diciembre 1981 .

RESUMEN

La combinación de una cánula flexi­ble de plástico transparente con una jeringa de succión, también de plástico, constituye lo que generalmente se cono­ce hoy en todo el mundo como la jeringa de Karman, que en Colombia no ha tenido aun la difusión y el conocimiento que su gran utilidad merece por parte de los especialistas en el campo de la obstetricia y la ginecología.

La introducción, hace poco más de una década, de un sencillo sistema de succión endouterina en el instrumental del ginecólogo, representa un avance que merece destacarse.

Este trabajo pretende dar a conocer en forma amplia este novedoso, simple y útil sistema de succión, de gran valor como ayuda diagnóstica y terapéutica para el ginecólogo moderno, por medio de la presentación de las características del equipo, la técnica y los hallazgos en 236 casos en los cuales fue utilizado, con particular eficacia, en la UNIDAD DE ORIENTACION. Y ASISTENCIA MATERNA de Bogotá.

La historia de la instrumentación en­doute ri na se remonta a los orígenes mis­mos del ejercicio organizado de la medicina, pues existe evidencia arqueo­lógica en las ruinas de Pompeya, de hallazgos de instrumentos cuyo objetivo era claramente la evacuación del cpnte­nido de la cavidad uterina.

La cureta, originalmente diseñada para limpiar las heridas quirúrgicas, fue inven­tada en 1723 por Jarengeot en Francia, pero fue Recamier, que también recibe el crédito por la aplicación del espéculo en ginecología, quien más tarde puso en práctica el curetaje o raspado endouteri­no. Más tarde, Simpson en Inglaterra, Simms en los Estados Unidos y He~ar en Alemania (1874), establecieron formal­mente la práctica y el término de la dilatación y el curetaje, ampliamente aceptados hoy en el mundo entero.

Aproximadamente por la .misma épo­ca, se inició la práctica de la succión endouterina, cuando Simpson primero (1 ), y Bykov (2) años más tarde, co­menzaron a utilizar diversos sistemas de

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vacío acoplados a sondas vesicales con múltiples orificios, con el objeto de introducir substancias irritantes en la cavidad uterina, o de succionar el con­tenido de la misma.

Luego de varias décadas en el olvido, la técnica de aspiración endouterina cc­menzó nuevamente a popularizarse hacia 1958, a raíz de los trabajos de Wu y Wu (3) y Liu (4) en China, seguidos pocos años después, por la exitosa experiencia de Beric (5) en Yugoeslavia.

En 1961 se produce un cambio subs­tancial en la tecnología de la aspiración uterina con la introducción, por parte de Harvey Karman, psicólogo y no mé­dico, de una sencilla modificación a los tubos de succión previamente populari­zados por Kerslake y Casey (6) en Ingla­terra. La ingeniosa modificación pro­puesta por Karman consistió en utilizar tubos delgados de polietileno con dos aberturas en lugar de una sola, localiza­das cerca de la punta del tubo, lo cual permitía que éste se doblase fáci !mente al contacto con la pared uterina, evitán­dose así la perforación y la interrupción de la succión, al bloquearse el orificio único de los tubos uti !izados por sus antecesores.

Las modificaciones introducidas por Karman (7) en la técnica de succión endouterina, fueron rápidamente difun­didas en todo el mundo. Hoy en día, muchos centros méd icos en diversos países, documentan, a través de innume­rables casos , la eficacia e inocuidad de este métddo de evacuación uterina du­rante el primer trimestre de embarazo.

En 1971 se inició, además, la utiliza­ción de una jeringa de plástico con capacidad de 50 ce., la cual , acoplada con la cánula flexible diseñada por Kar­man, se ha venido conociendo con el nombre de Jeringa de Karman, y cuya utilización en el campo de la ginecología constituye el objeto de esta presentación ;

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Aspectos técnicos del equipo de mini­succión

El equipo de m1n1-succ1on uterina en referencia , consta tm realidad de dos elementos básicos : cánulas y jeringa.

Las cánulas está fabricadas en pol ie­tileno flexible y t , m sparente, y tienen una punta redondeada que puede inser­tarse en la cavidad uterina con o sin dilatación del canal endocervical, de acuerdo con la paridad de la paciente. Su paso por dicho canal se hace muy fáci l, aun desde la iniciación del flujo mens­trual .

La cánula ti ene 20 cm. de longitud y viene en calibres diversos, con diámetro externo de 4 - 5 - 6 milímetros, lo cual permite su utilización sin dilatación pre­via, sobre todo en las pacientes multí­paras.

La presencia de dos aberturas de apro­ximadamente 10 cm. de longitud en la­dos opuestos de la cánula, permite que la punta se doble éuando encuentra resistencia, evitando así la perforación de la pared uterina. Los bordes de la abertura actúan no sólo como instru­mento de succión, sino también como curetas, cuando se produce el adosamien­to de esos bordes a la cavidad uterina, una vez que se produce el vacío en la jeringa y en la luz de la cánula.

El mecanismo de succión reside en la­jeringa de plástico no flexible y transpa­rente, con capacidad de 50 ce., comple­tamente desarmable, que alcanza a ejer­cer una presión negativa hasta de 60cm. de mercurio .

Las características anotadas hacen de la cánula de Karman un instrumento que combina idealmente las funciones de dilatación, histerometría, aspiración y raspado uterino y cuenta, además, con ventajas adicionales como su bajo costo, la simplicidad de su esteril ización y man­tenimiento y su durabilidad.

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Una vez utilizado, el equipo debe ser desarmado y lavado con agua corriente, usando un jabón suave, únicamente para remover coágulos o partículas de tejido que no sea posible quitar con agua tibia o fría.

El émbolo de la jeringa debe ser lubri­cado cada dos o tres utilizaciones con grasa especial de si licona, fáci !mente adquirible. Rearmada la jeringa , no nece­sita ser esterilizada, pues sus componen­tes nunca entran en contacto con la cavidad uterina.

Una vez que las cánulas han sido lava­das cuidadosamente, deben ser esteriliza­das en Benzal (Cloruro de benzalconium 1 = 750 por un mínimo de 40 minutos). Se puede utilizar, también, las soluciones yodadas o mejor aún, la esterilización por gas.

En nuestra experiencia, hemos utiliza­do con todo éxito el Benzal, cuyo poder antiséptico ha sido comprobado por me­dio de cultivos periódicos, todos ellos negativos, y por las tasas extraordinaria­mente bajas de infección post-succión , en el rango de una por mi I durante los últimos cuatro años.

Las cánulas, supuestamente desecha­bles, tienen una gran resistencia y pue­den ser utilizadas un buen número de veces. Igualmente, las jeringas tienen amplia durabilidad, lo cual contribuye al muy bajo costo de adquisición y man ­tenimiento del equipo.

Utilización de la Jeringa en Ginecología Si bien en el campo obstétrico la

succión uterina tiene ya una larga histo­ria, en el campo estrictamente ginecoló­gico fue Emil Novak (8) quien en 1935 por primera vez promovió el uso de esta tecnología con fines esencialmente diag­nósticos.

La cánula o cureta de Novak, instru mento metálico y rígido, ha sido supera­da por las cánulas de Karman, cuyas

indicaciones son prácticamente las mis­mas. El objetivo principal del uso de dichas cánulas es la obtención de frag­men tos de tejido endometrial para estu­di o histopatológico relacionado con el diagnóstico y tratamiento de la mujer infértil y el diagnóstico de procesos neo­plasicos o disfuncionales, morfológica­mente evidentes en el endometrio.

El equipo de mini-succión de Karman incorpora ventajas adicionales que vale la pena destacar, como son, por ejemplo, su posible utilización para efectuar la succión y evacuación de la cavidad uteri­na con fines terapéuticos, en el caso de hemorragias uterinas disfuncionales o por retención de restos ovulares.

Gracias a las características del equipo aquí descrito, a las ventajas anotadas debe agregarse el hecho de que la succión endouterina se convierte en un procedi­miento ambulatorio y de consultorio, que no requiere hospitalización de la paciente.

Técnica de utilización de la Jeringa de Karman en Ginecología

Al igual que cualquier procedimientc quirúrgico realizado en la pelvis femen i­na, la succión de la cavidad endometrial debe ir precedida de un cuidadoso estu ­dio de la historia clínica, y de un examen ginecológico que garantice la correcta valoración de las características anatómi­cas de la paciente.

De particular importancia será la iden­tificación de tamaño posición y movili ­dad del cuerpo uterino, de su situación en la I ínea media o de la existencia de laterodesviaciones. Las características del cuello uterino son también de gran importancia, en lo que atañe a su tama­ño, protrusión dentro de la cúpula vagi­nal, diámetro estimado del canal endo­cervical, su lon gitud con relación al· fondo o cuerpo uterino, y el grado ma­yor o menor de estenosis del orificio cervical externo.

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Como es de rutina en el examen pél­vico, se deberá aprovechar la oportuni­dad para la toma de citología vaginal y muestras de flujo cuando estén indica­cias.

La limpieza y desinfección de la va­gina puede hacerse con torundas de gasa estériles, empapadas en Benzal. Aunque algunos autores afirman que el paso de las cánulas puede hacerse sin necesidad de utilizar tenaculum cervical, nuestra experiencia ha mostrado que la aplica­ción del tenáculum es generalmente in­dolora y permite bascular el cuerpo uterino, haciendo que el eje de la cavidad coincida con el del canal cervical y vaginal.

Una vez aplicado el tenáculum, se procede a la introducción de la cánula escogí da para la succión endouterina, de 4 - 5 - 6 milímetros, según la capacidad estimada del canal endocervical, y te­niendo en cuenta la paridad y el objetivo específico del procedimiento, sea éste diagnóstico o terapéutico. En este último caso, se debe tratar de utilizar cánulas de mayor diámetro.

En las pacientes nul íparas, casi siem­pre es necesaria la dilatación cervical para utilizar cánulas de 6 mm de diáme­tro o más. Esta se realiza empleando los dilatadores plásticos, ligeramente flexi­bles de Pratts o de Denisson, cuyo diámetro aumenta gradualmente, evitan­do así el dolor que usualmente acompa­ña esta parte del procedimiento.

Una vez terminada la dilatación, al­canzando un diámetro igual o un mi I íme­tro mayor que el de la cánula que se desea utilizar, se procede a la introduc­ción de la cánula. En nuestra prácti­ca hemos encontrado más seguro acoplar la cánula seleccionada a la jeringa de Karman antes de introducir aquella en la cavidad uterina, revisando que quede bien ajustada y observando la precaución

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de evitar que las 4/5 partes distales sean contaminadas.

El manejo de cánulas y jeringas debe hacerse con las manos muy limpias pero sin guantes, pues éstos disminuyen en grado significativo la sensación táctil muy delicada que permite al ginecólogo percibir en todo detalle el curso que la punta de la cánula ha segui'do, y deter­minar oportunamente el momento en que se completa la succión endouterina.

Una vez pasado el orificio cervical interno, se avanza la punta de la cánula hasta el fondo de la cavidad uterina. En ese punto, se abre la válvula localizada en el extremo distal de la jeringa, permi­tiendo que se ejerza el vacío previamente alcanzado mediante la extracción total del émbolo. En este momento, las pare­des de la cavidad endometrial, que es de por sí virtual más que real, se adosan fuertemente entre sí, evitando que el vacío se pierda. Simultáneamente, · ,as aberturas en la punta de la cánula tam­bién se acercan a la superficie endome­trial. Cuando esto ocurre, el ginecólogo debe rotar jeringa y cánula 180 grados hacia la derecha e izquierda. Dicho mo­vimiento circular se complementa con otro de traslación hacia afuera y hacia adentro de la cavidad uterina, llegando hasta el orificio interno pero sin traspa­sarlo, para evitar que se pierda el vacío dentro de la cavidad.

Si se llegase a perder la presión negati­va o de succión por extracción involun­taria de la punta de la cánula, o en caso de cuellos muy dilatados o desgarrados, se pódrá desconectar la cánula de la jeringa para volver a producir el vacío antes de reconectarla nuevamente, o sa­car cuidadosamente cánula y jeringa y, por fuera de la vagina, llevar a cabo la misma operación con mayor comodidad y menos riesgos.

La transparencia de al cánula permite al ginecólogo ver el tipo y cantidad de

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tejido que ha obtenido de la cavidad uterina. Lo anterior, sumado a la sensa­ción auditiva y tácti I de pared uterina rugosa , pone en evidencia que la cavidad está desocupada y, por lo tanto, el pro­cedimiento ha terminado. Un indicador adicional será la presencia de burbujas visualizadas a través de la cánula.

Casuística

Dorante los últimos cuatro años, se ha venido utilizando el equipo de succión endouterina de Karman en forma regular en la UNIDAD DE ORIENTACION Y ASISTENCIA MATERNA, centro espe­cializado de diagnóstico y tratamiento ambulatorio en la ciudad de Bogotá.

A continuación, se presentan en forma resumida los datos más importantes rela­cionados con 236 pacientes a quienes se les sometió al método de succión descri ­to, con fines diagnósticos y terapéuticos en este centro asistencial :

TABLA No.

EDAD

Grupo ºto

15 - 19 8.5 19 - 24 21.3 25 - 29 27.2 30 - 34 23.0 35 - 39 11.0 40 + 9.0

· 100 º to

Tal como se comprobó por medio del examen histopatológico del tejido obte­nido, ninguna de las pacientes en este estudio estaba embarazada, aunque el 62. 7°t0 presentara algún grado de retraso,

o 1 2 3 4 5 6 +

TABLA No. 2 PARIDAD

39.5 17.8 16.9 8.4 6.9 5.0 5.5

100 °t0

TABLA No. 3

SEMANAS DESDE LA ULTIMA MENSTRUACION NORMAL

ºto

4 o menos 37.3

5 - 6 24.1

7 -8 17.8

9 - 10 13.1

11 - 12 5.1

13 + 2.6

100 º to

menstrual y varias de ellas tuvieran restos ovulares retenidos.

La gran mayoría de las pacientes con­sultaron por trastornos del ciclo mens­trual o sangrado genital, y 20.4°t0 por esterilidad . Solamente 13ºt0 temían estar embarazadas, lo cual fue descartado el ínicamente por medio de examen de laboratorio. El contraste de esta cifra con el 62. 7°10 de pacientes con ame­norrea que aparece en la tabla anterior, se explica por un gran número de amenorreas de lact ancia y, probablemen-

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te, por el error tan frecuente al recordar la fecha exacta de la última menstrua­ción.

Un buen número de las amenorreas de más de 6 semanas puede haber sido causado por la administración de drogas para inducir la menstruación atrasada, registrada en 35.5°10 de las pacientes estudiadas. Esta práctica, muy difundida inclusive dentro del cuerpo médico, con ­tribuye a la reali zación de maniobras abortivas, no sólo altamente peligrosas sino, además, innecesarias.

TABLA No. 4

HALLAZGOS DEL EXAMEN PELVICO

Negativos

Compatibles con Dx . de Aborto incompleto

53.4

9 ,8

Utero aumentado de tamaño 29.2

Otros 7 .6

100°/o

El hallazgo de útero aumentado de tamaño registrado en 29 .2°10 de las historias el ínicas, se interpretó como un hecho anatómico posible mente relacio­nado con la multiparidad y no con sos­pecha de embarazo. Además, en el 3.8°10

de las pacientes se encontró alguna pa­tología cervical.

En esta época de tan amplia difusión de los métodos anticonceptivos, y en un grupo poblacional en plena actividad sexual como el representado por este estudio, parece importante anotar que 38.5°10 no habían utilizado recientemen­te ningún método y sólo 31 de cada cien habían utilizado métodos modernos (orales, DIU, inyectables o esteriliza­ción).

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Todos los casos en este estudio se trataron utilizando como mecanismo de succión la jerin ga de Karman de tamaño corriente y cánu las standa rd tipo Karman números 4 a 6.

TABLA No. 5

CANULA UTILIZA DA

No. de Cánula No . de Casos

4 26

5 46

6 165

TABLA No. 6

ºlo

11

19

70

100°/o

PESO DEL TEJIDO OBTENIDO

º lo

Fra~mentos solamente 70 .8

4 gramos 12 .3

5 9 gramos 10.6

10 14 gramos 3 .8

15 + gramos 1.7

Sin dato 0 .8

100 °10

El porcentaje rei ativamente grande de casos con tejido en cantidad aprecia­ble, se debe al número, también pro­porcionalmente elevado, de procedimien­tos de tipo diagnóstico-terapéutico. El gran número de casos en que sólo se obtuvo 'fragmento de tejido', no signifi­ca que éste haya sido insuficiente para diagnóstico histopatológico. Por el con trario, la revisión cuidadosa de los infor-

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mes histopatológicos muestra que en sólo 7 casos el material obtenido no per­mitió hacer un adecuado diagnóstico.

TABLA No. 7

SANGRADO DURANTE

EL PROCEDIMIENTO

º lo

o -4 ce 71 .3

5 -9 ce 17.8

10 - 14 ce 5.9

15 - 19 ce 0.8

Sin dato 4.2

100°/o

La cantidad de sangre pérdida por la paciente es calculada por el médico que reali za el procedimiento con base en el número de torundas empapadas y en su apreciación personal. Por lo tanto, este dato no debe ser considerado exacto; sin embargo, pone de presente el escaso san­grado que se presenta en la gran mayoría de I os casos.

Ninguna

Leve

TABLA No. 8

DOLOR

Moderado

Severo

Sin Dato

12 .3

58.5

23.3

3.0

2.9

100. 0 /o

Tal como se aprecia en la Tabla 8, 71 º10 de las pacientes experimentaron dolor leve o ningún dolor, y sólo 3 de cada 100 refirieron dolor severo:

El muy bajo porcentaje de pacientes que experimentaron algún dolor de con­sideración, esta directamente relacionado con la administración casi rutinaria de anestesia local (Xyloca ína a 1 1 º10 ) por vía submucosa en el cuello uterino.

El análisis macroscópico que del tejido obtenido hace habitualmente el médico tratante, permitió identificar correcta­mente el endometrio en 201 de los 210 casos donde la histopatolog ía confirmó la presencia de este tejido. En 31 casos el médico diagnosticó el tejido como deci­dua, la cual sólo fue confirmada histoló­gicamente en un caso .

TABLA No. 9

DIAGNOSTICO HISTOPATOLOGICO

No. ºlo de casos

Hi perplasia endometri al 15 6.4

Endometrio secretor 133 56.4

Endometrio proliferativo mal estimulado 18 7.6

Decidua verdadera 0.4

Endometrio proliferativo 44 18.7

Atrofia endometrial 7 2.9

Endometrio secretor con fenómeno Arias Stella 6 2.6

Endometritis 3 1.3

Tejido insuficiente para Dx. 7 2.9

Sin dato 2 0.8

236 1 OO ºio

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Controles

77°10 dé las pacientes regresaron a control a la institución, encontrándose todas ellas en perfecto estado de salud, y, con base en el diagnóstico, el médico prescribió el tratamiento a que hubo lugar. Sólo una paciente presentó, al examen pélvico de control, una masa anexial pequeña y asintomática.

La amplia gama de diagnósticos histo­patológicos realizados mediante la utili­zación de este sistema, nos permite con­cluir favorablemente sobre su utilidad práctica, que aventaja a los métodos tradicionales en razón de sus caracterís­ticas ya anotadas de versatilidad, inocui­dad, seguridad, tolerancia y bajo costo.

Ventajas de la aspiración endouterina sobre el raspado

La utilización del equipo de succión de Karman, con plena observación de los simples cuidados arriba anotados, ofrece ventajas indudables sobre el pro­cedimiento de dilatación y curetaje o raspado uterino. Esta afirmación tiene como base el grado de dilatación cervical necesario que es mucho merí6r que el que se requiere para permitir el paso de la cureta metálica, y la muy elevada eficacia del sistema de succión que com­bina, como antes se anotó, la función de aspiración y raspado.

En nuestra experiencia institucional hemos procedido muchas veces a rectifi­car con la cureta la limpieza de la cavi­dad, comprobando una y otra vez que las paredes uterinas han quedado com­pletamente limpias después de la succión. En contraste con lo anterior, ocasional­mente, y con carácter experimental, hemos efectuado la operación contraria, esto es, utilizando primera la cureta y luego la succión, después de la cual se han encontrado múltiples fragmentos endometriales todavía presentes en la cavidad uterina.

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UTILIZACION DE LA JERINGA DE KARMAN EN GINECOLOGIA

Resumen

Históricamente la succión endouterina ha tenido más de un siglo de evolución, llegando a su nivel más avanzado con la aparición del sistema ideado por Harvey Karman basado en jeringas y cánulas de plástico atraumáticas, de alta eficiencia, bajo costo y fácil mantenimiento.

Además, de sus aplicaciones en Obste tricia para la evacuación de restos ovula­res retenidos en gestaciones tempranas, en el campo ginecológico la jeringa y cánulas de Karman son de especial uti­lidad en el diagnóstico y tratamiento de trastornos del ciclo menstrual y en todo tipo de hemorragias uterinas no asocia­das a un embarazo, con muy claras ventajas de este sistema sobre el raspado uterino tradicional.

Este trabajo resume los hallazgos y experiencias en 236 pacientes en quienes se utilizó este novedoso sistema de suc­ción endouterina luego de infiltración submucosa del cuello uterino con Xilo­caina al 1 º10 sin epinefrina sin necesidad de hospitalización.

Se utilizaron cánulas de 4 a 6 mil íme­tros de diámetro obteniendose material adecuado para estudio histopatológico en el 97°10 de los casos. En 89 de cada 100 la pérdida de sangre fue de 10ml o menos; 94°10 de las pacientes presenta­ron dolor nulo o moderado.

UTILIZATION OF THE KARMAN SHERINGE IN GYNECOLOGY

Summary

Evacuation of the uterine contents has had more than one hundred years lof evolution reaching its most advanced stage with the system deviced by Harvey Karman using atraumatic highly eficient and low cost plastic canulae and she ringes.

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Besides its eficient utilization for the evacuation of retained tissue in incom­plete abortions of early gestational age, the Karman suction system is extremely valuable in gynecological diagnosis and treatment of menstrual cycle irregulari­ties and hall types of uterine bleedin with great many advantages over tradi­tional dilatation and curetage.

This paper sumarizes the findings in 236 patients in whom this uterine suc­tion method was used in an ambulatory medica! center under local anestesia.

Four and six milimeters canulae were used and enough tissue for adequeate histopathologic examination was obtai­ned in 97°1

0 of the cases. In 89 out of

each hundred, blood loss was 10 mi or less; 94°10 of the patients reported no pain or moderate discomfort.

CITAS BIBLIOGRAFICAS

1 . SIMPSON, J.Y. Clinical lectures on di­seases fo women. Blanchard and Lea, Philadelphia: 1863.

2. BYKOV, E. Aspiration of the gravid uterus. Vrachebnoe. Deloe 9:21, 1927.

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