universo centro: ¿de medellín al mundo?

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5 Universo Centro: ¿de Medellín al mundo? Luis Alejandro Beltrán Velásquez Trabajo de grado para optar al título de Comunicador Social Periodista Director José Agustín Jaramillo Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Comunicación y Lenguaje Carrera de Comunicación Social Bogotá D.C 2013

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Page 1: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

5

Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

Luis Alejandro Beltrán Velásquez

Trabajo de grado para optar al título de

Comunicador Social

Periodista

Director

José Agustín Jaramillo

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Comunicación y Lenguaje

Carrera de Comunicación Social

Bogotá D.C

2013

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"La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus

tesis de grado. Sólo velará porque no se publique nada contrario al dogma y a la moral católica, y

porque las tesis no contengan ataques o polémicas puramente personales. Antes bien, se vea en

ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia"

Page 3: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

7

Bogotá, 20 de noviembre de 2013

Señor

José Vicente Arizmendi

Decano Académico

Facultad de Comunicación y Lenguaje

Pontificia Universidad Javeriana

Ciudad

Estimado decano:

Presento a su consideración el Trabajo de Grado titulado Universo Centro: ¿de Medellín al

mundo? desarrollado con el fin de optar por el título de Comunicador Social-Periodista.

Esta investigación ha puesto a prueba las habilidades que durante 5 he cultivado en la

universidad. Culmino este proyecto con la satisfacción de mi crecimiento como profesional y

como persona.

Agradezco eternamente a todas las personas que han hecho de este camino uno de los más

fructíferos de mi vida.

Cordialmente,

Luis Alejandro Beltrán Velásquez.

Page 4: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

8

Cc.

Facultad de Comunicación y Lenguaje

FORMATO RESUMEN DEL TRABAJO DE GRADO CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Este formato tiene por objeto recoger la información pertinente sobre los Trabajos de Grado que se presentan para

sustentación, con el fin de contar con un material de consulta para profesores y estudiantes. Es indispensable que

el Resumen contemple el mayor número de datos posibles en forma clara y concisa.

FICHA TÉCNICA DEL TRABAJO

Autor (es): Nombres y Apellidos completos en orden alfabético)

Nombre(s): Luis

Alejandro

Apell

ido(s):

Beltrán

Velásquez

Nombre(s): Apell

ido(s):

Nombre(s): Apell

ido(s):

Nombre(s): Apell

ido(s):

Campo profesional:

Periodismo

Asesor del Trabajo

José Agustín Jaramillo

Título del Trabajo de Grado:

Page 5: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

9

Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

Tema central:

Universalidad de un periódico hiperlocal

Subtemas afines:

Análisis de medios culturales

Fecha de presentación: 20 M

es:

11 A

ño:

2013 Pág

inas: 123

II. RESEÑA DEL TRABAJO DE GRADO

1. Objetivo o propósito central del trabajo:

Evaluar el contenido de una publicación cultural, de contexto hiperlocal, en la web; y la

posibilidad que esta tiene de llegar a un público más universal.

2. Contenido (Transcriba el título de cada uno de los capítulos del Trabajo)

Introducción

Antecedentes

Marco Teórico-conceptual

Análisis

Conclusiones

Bibliografía

Anexos

Page 6: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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3. Autores principales (Breve descripción de los principales autores referenciados)

Néstor García Canclini: Escritor, profesor, antropólogo y crítico cultural argentino. Experto en

temas referentes al consumismo, la globalización, la interculturalidad y la industria cultural,

autor de libros como Culturas híbridas y Las industrias culturales en la integración

latinoamericana.

Daniel Cassany: Escritor, profesor e investigador universitario español. Experto en temas

como análisis del discurso, redacción y ciencias del lenguaje. Escribió un libro en 2012

titulado En línea. Leer y escribir en la red, que entre otros temas investiga acerca de las

narrativas propias de la red.

4. Conceptos clave (Enuncie de tres a seis conceptos clave que identifiquen el Trabajo).

Narrativa web

Contracultura

Cultura

Periodismo

Hiperlocalidad

Universalidad

5. Proceso metodológico. (Tipo de trabajo, procedimientos, herramientas empleadas para

alcanzar el objetivo).

Entrevista Juan Fernando Ospina

Encuesta a cinco seguidores de Universo Centro

Análisis cualitativo de las diferentes ediciones de Universo Centro

6. Reseña del Trabajo (Escriba dos o tres párrafos que, a su juicio, sinteticen el Trabajo).

Page 7: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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Considerando el trato de la información cultural como un entorno de crisis, pero al tiempo de

posibilidades, el problema que se plantea en este proyecto de grado es entender las temáticas y

dinámicas que se utilizan en un sitio web dedicado al ámbito cultural, procurando analizar qué de

lo que este propone puede partir de lo local y al mismo tiempo expresar un sentir cultural que

llegue a ser global, y cómo se podría relacionar con el desarrollo tecnológico, los cambios en el

ejercicio periodístico y los hábitos de consumo de información que ha generado Internet. Cabe

entonces preguntarse ¿Puede la producción cultural que se desarrolle en un entorno local adquirir

un espectro global debido a su virtualidad?

Page 8: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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Para mis tres ángeles, Gaby, Flora y Mati

Page 9: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………15

ANTECEDENTES………………………………………………………………………………17

OBJETIVO GENERAL………………………………………………………………………...27

OBJETIVOS ESPECÍFICOS…………………………………………………………………..27

CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL………………………………………..28

1. De la cultura y el periodismo……………………………………………………………...28

1.1.Paradigmas de la alta y baja cultura…………………………………………………...28

1.2.Producción de información cultural……………………………………………...……34

1.3.¿Cultura o farándula?.....................................................................................................36

1.4.¿Realmente existe el periodismo cultural?.....................................................................38

1.5.Géneros en el periodismo cultural…………………………………………………......41

2. Cultura de red……………………………………………………………………………...45

2.1.Periodismo cultural en la red…………………………………...……………………...46

2.2.Periodismo hiperlocal………………………………………………………………….48

2.3.Narrativa web………………………………………………………………………….49

3. Historias locales, culturas globales……………...………………………………………...52

3.1.Derribando fronteras………………………………………………………...………...52

3.2.Cultura y contracultura………………………………………………………………...55

4. Cultura 2.0…………………………………………………………………………………57

4.1.Híbrido cultural…………………………...……………………………………………………58

4.2.La libertad de escribir…………......................................................................................60

4.3.Relato de la parsimonia…………………...…………………………………………………..64

CAPÍTULO II. ANÁLISIS………….………………………………………………………….67

1. Metodología……………………………………………………………………………….67

2. Nadaístas en la cuna de los godos………….……………………………………………………69

3. El „hijo pródigo‟ incendia la casa……………………………..…………………………………73

4. En versión „beta‟………………………………………………………………...………………….76

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5. Cultura del relato…………………….....................................................................................80

6. Los putañeros de bien montan en el metro de la esvástica…………………….……………...85

7. De naturaleza dual………………………………………………………………………………….88

CONCLUSIONES………………………………………………………………..93

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………97

ANEXOS……………………………………………………………..………….101

Page 11: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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INTRODUCCIÓN

―Hemos visto a cuidadores de carros y señoras de peluquería leerlo con una sonrisa

burlona. Entre sus ventajas está que hace reír a muecos y a recién blanqueados. Los lectores de

prensa corriente encuentran en Universo Centro una sorpresa que los hace desdeñar el compañero

de todos los días. Los curiosos de la ciudad, los que miran una foto vieja en un restaurante, los

que se paran 10 segundos en el agáchese de libros viejos, los que saben que apagan el radio

saturados de la indignación corriente de cada día‖.

Así se describe el periódico en su portal web, como un espacio para toda clase de públicos.

Leído por curiosidad, por morbo, por interés o por desdeño. Eso sí, algo seguro es que quien se

siente a leerlo quedará más de una vez con la boca abierta. Los relatos de Universo Centro

cuentan la historia de una Medellín escandalosa para la mayoría.

―No creo que el gran porcentaje de la población de Medellín esté de acuerdo con muchas de

nuestras opiniones; pero a nosotros pues eso no nos preocupa, a nosotros precisamente lo que nos

interesa es que se dé la discusión‖ asegura Juan Fernando Ospina, director y fundador del

periódico, enmarcando toda una línea editorial que acompaña los contenidos del medio durante

sus ya 50 ediciones. Estas historias de ciudad construyen todo un relato cultural, uno que como el

mismo Ospina afirma, es ajeno a una gran parte de la sociedad medellinense. Narraciones que se

podrían catalogar como contraculturales.

En medio de estas dinámicas transcurren las ediciones de un periódico nacido en Medellín a

finales del año 2008 y que en cinco años ha ganado reconocimiento como periódico cultural –

aunque a Ospina no le gusta que el periódico se encasille en ningún género específico−. Este

prestigio, también se ve reflejado en la aparición de textos escritos por personajes de renombre

nacional e internacional, tales como: Gustavo Gómez, Alejandro Gaviria, Pascual Gaviria,

Eduardo Escobar o Paulo Coelho.

Page 12: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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Por las razones ya mencionadas, y algunas más, se decidió hacer un análisis de Universo

Centro, abordando la investigación desde varias perspectivas; abordando todos los contenidos

publicados en la página web, la visión del periódico planteada por su director, y la posición de los

seguidores del medio frente a ciertos factores presentes en las dinámicas del mismo.

Las tres posiciones: la del autor de este trabajo, la del director del medio y la de sus

seguidores, buscan dar respuesta a una serie de tensiones en las cuales, en términos generales, se

encuentra inmerso el periodismo cultural de la actualidad: el trato que se le da al término cultura,

la difusión de información cultural en nuevos formatos, posibles gracias a los avances

tecnológicos y de la globalización; la noción tan atractiva para esta generación de presentarse

como medio contracultural, la disyuntiva entre apuntar a cubrir historias de barrio o aprovechar

la omnipresencia de la red para buscar nuevos lectores, la adopción de nuevas narrativas que

proporciona la web.

Bajo los anteriores factores se analizará el periódico antioqueño, resaltando sus fortalezas y

debilidades, afrontando las problemáticas del periodismo de cultura en la actualidad.

Page 13: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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ANTECEDENTES

El periodismo cultural y su incidencia en la producción de contenidos de interés humano ha

sido un tema de investigación recurrente en Colombia. Su estudio ha involucrado varios trabajos

académicos que retratan el panorama de lo que ha sido el mismo durante los últimos 20 años.

El análisis también ha variado mucho con el pasar de los años. Las primeras

investigaciones apuntaban a una definición de periodismo cultural, un género aún en construcción

y delimitación; sin embargo, las nuevas tecnologías aplicadas a la producción de información

cultural han hecho que trabajos recientes enfoquen su estudio en la pertinencia del periodismo

cultural, ya sea como una rama informativa de calidad y profundidad, o tan solo una agenda

cultural con información superficial, difícilmente catalogable como periodística.

La primera referencia encontrada sobre el tema data de 1989. En este trabajo de grado, la

aspirante a periodista Elisa Álvarez Mera analiza los rasgos principales del periodismo cultural.

Su investigación, llamada Reflexión sobre periodismo cultural en Colombia, relaciona la

divulgación de hechos culturales (aquí tomados también como artísticos) con la producción de

material periodístico. Álvarez, afirma que el periodismo ha cometido un error al no producir una

diferenciación entre la producción artística como acontecimiento y del acto artístico como hecho

(Álvarez, 1989, p. 2).

Su trabajo se centra en el manejo del espacio dedicado a las noticias sobre arte (aquí

tomado como periodismo cultural) concluyendo que ―hay que aprender a tratar periodísticamente

procesos artísticos porque es lo noticioso lo que entra dentro de la cotidianidad de las gentes‖

(Álvarez, 1989, p. 5).

Acerca de la concepción de periodismo cultural postulada por Elisa Álvarez en su

investigación, es necesario abordar el problema teniendo claros tres conceptos esenciales en el

desarrollo de este trabajo: Cultura, Cultura Popular y Periodismo Cultural, con el fin de crear un

concepto propio de este género periodístico, más coherente con los paradigmas actuales.

Page 14: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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Las primeras definiciones que se pueden hallar sobre cultura abordan un sentido más

estético, cercano a las bellas artes. El periodista argentino Jorge Rivera, en su libro Periodismo

Cultural, hace referencia a las definiciones hechas por autores como Ortega, Gasset y Eliot, que

describen cultura como ―el recorte escogido de las producciones más refinadas del espíritu

humano…destinadas a una minoría de consumidores de arte y literatura en su nivel más

decantado‖ (Rivera, 1995, p. 16).

En otra investigación, de 1993, Catalina González Quintero presentó su trabajo de grado,

llamado ―Descripción y análisis de revistas culturales colombianas‖, el cual analiza la producción

informativa de todas las revistas culturales colombianas que circularon, al menos una vez, en

1992.

González, desde su investigación, aborda el periodismo cultural primordialmente como un

difusor de las actividades artísticas en el país y el mundo, afirmando que el campo de las artes es

el de mayor recurrencia al analizar las revistas culturales de aquella época. La investigación parte

de esta concepción para definir el periodismo cultural como ―la forma de dar a conocer y difundir

los productos culturales de una sociedad a través de los mass-media‖ (González, 1993, p. 8)

Sin embargo, los procesos socio culturales de finales del siglo XX e inicios del XXI han

sido precursores de una nueva concepción de lo que es cultura. Esta nueva definición, que ya

abarca dos conceptos opuestos en un pasado: la cultura de bellas artes y la cultura popular,

también está referenciada en el libro de Rivera. Esta fue formulada por el antropólogo E.B

Taylor, que se refirió a ella como ―conjunto complejo que incluye conocimiento, creencias, arte,

moral, costumbres y otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la

sociedad‖ (Rivera, 1995, p. 16).

Por último, Jorge Rivera integra ―dos concepciones básicas de cultura: la concepción

ilustrada que restringía el campo a las producciones selectivas de las ―bellas letras‖ y las ―bellas

artes‖, y la que –sobre todo a partir de la expansión de las perspectivas de la antropología

cultural– lo ampliaba hasta convertirlo en una muestra más abarcativa e integradora.‖ (Rivera,

1995)

Page 15: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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Partiendo de definiciones como la de E.B Taylor, nació el concepto de la cultura popular.

Este término denomina a una cultura no exclusiva a las bellas artes, propias de la elite, y abarca

un sentido mucho más amplio de la misma, que incluye el análisis de la religión, la política, los

movimientos sociales, la economía y otros factores propios de cualquier sociedad.

Siguiendo esta línea conceptual, podemos encontrar los postulados que hace el periodista

Jorge Eduardo Patiño en su trabajo de grado, presentado en 2002, El periodismo cultural: algo

más que un espectáculo”. Este trabajo, precisamente, propone una replanteamiento de lo que los

medios consideran como periodismo cultural. En su investigación, Patiño aborda la cultura desde

una perspectiva que trasciende lo artístico. ―La cultura no sólo tiene que ver con la idea romántica

del artista encerrado en su mundo, sino también con la producción del arte en medio de una

economía que impone sus lógicas y de una institucionalidad estatal que no siempre obra según lo

que habla‖ (Patiño, 2002, p. 13). Desde esta concepción, Patiño habla de un periodismo cultural

que también se ve permeado por procesos sociales antes no considerados como relevantes dentro

de la cultura, tales como la economía o la política.

En sus conclusiones, Jorge Patiño afirma que el arte sigue siendo el tema más recurrente

dentro del periodismo cultural; sin embargo, al ser la cultura un concepto que abarca cualquier

proceso social, la producción cultural puede abordar prácticamente cualquier tema (Patiño, 2002,

p. 69). Finalmente, el autor invita al lector a pensar en la cultura alejándonos del estereotipo del

espectáculo o la farándula, para abordarlo como un tema profundo que nos retrata, nos describe y

nos influencia como sociedad.

En lo concerniente a la cobertura de los principales medios de comunicación colombianos a

sucesos culturales y la perspectiva de los mismos frente a la noción de ‗lo cultural‘, el Ministerio

de Cultura colombiano, en colaboración con el FNPI (Fundación Nuevo Periodismo

Iberoamericano) desarrolló una investigación llamada Periodismo y Cultura, la cual concluyó

que las manifestaciones de la cultura culta ocupan aún el lugar más importante de la cobertura

informativa cultural (Rey, 2009). Uno de los objetivos de esta tesis será, entre otras cosas,

demostrar que existen medios culturales que abordan esta rama como una representación íntegra

de la sociedad, sin limitarse a la difusión cultural estrictamente artística.

Page 16: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

20

De acuerdo a los nuevos paradigmas de ‗lo cultural‘ presentados en las anteriores

investigaciones, y aceptando entonces que la cultura es mucho más que lo que los medios

presentan como un género que deviene de las bellas artes, este trabajo acepta como fenómeno de

origen cultural a todo proceso comunicativo y social que vive un grupo dentro de una sociedad.

Lo cultural puede ser religioso, político, económico, deportivo y, por supuesto, artístico. Es un

espejo de un grupo o una sociedad, sea cual sea el aspecto que se analice. Cultura es tradición,

costumbres, creencias, mitos, adagios; es un proceso social que comprende todas las capas de una

sociedad.

Para estudiar el periodismo cultural en la actualidad, la discusión tiene también que analizar

a aquel encargado de producir la información, aquel que le da a la misma discusión ese toque de

subjetividad. El periodismo cultural es visto bajo el impredecible ojo humano, el ojo que

interpreta: el ojo del periodista. Debido a la discutible delimitación de lo que es y lo que no es

cultural, es necesario abordar el rol del periodista cultural en la producción de información de

impacto social y en su aporte a la construcción de un periodismo de cultura más sólido como

género reconocido y aceptado.

En 2007, Rocío del Pilar Bolívar presentó su trabajo de grado ―Periodismo Cultural: un

campo para la agenda cultural y la formación de públicos‖ Esta investigación presenta al

periodista de manera más humana, más cercano al público y más alejado de la verdad. ―Es un

profesional del campo que no se las sabe todas, ni quiere hablar por el pueblo, ni mucho menos

quiere establecerse como sabio portador de la verdad única. Es un periodista, un jugador, un

agente dentro del campo del periodismo cultural, que, como sus compañeros de juego, lucha por

imponer su hegemonía a través de su propia legitimación y le legitimación de lo que visibiliza‖

(Bolívar, 2007).

Tomando al periodista como difusor de una especie de ‗verdad subjetiva‘, Bolívar imparte

al periodista cultural un deber que, además de formar públicos —audiencias más elaboradas— es

el de dar visibilidad y legitimar lo que expone –apoyado en su posición de veedor privilegiado–,

representar al pueblo y re-crear la realidad (Bolívar, 2007).

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21

Por último, Bolívar invita a repensar el periodismo cultural, por medio de un proceso que

implica resemantizar los prejuicios que sobre él recaen y lo polarizan constantemente de lo banal

de la farándula, llevándolo a una concepción más elaborada y erudita de las elevadas artes que

alimentan el espíritu. Esta resemantización de fronteras implicaría, según Bolívar, no solo el

desarraigo al terruño, sino la hibridación de lo local y lo global, de lo popular y de élite en lo

cultural, de la novedad y lo tradicional, de la administración burocrática y lo público −lo del

pueblo− (Bolívar, 2007).

Esta hibridación entre lo local y lo global, entre lo popular y lo de élite, es abordada por

Diana González Fajardo en su trabajo de grado 2011, llamado Revista Arcadia: modelo de

publicación cultural en Colombia. Esta investigación es, de las consultadas, la que más puntos en

común tiene con la presente investigación, pues hace un análisis del corpus de un medio cultural

colombiano de prestigio, como lo es Arcadia.

González analiza en su trabajo las características del modelo de periodismo cultural

presentado en Arcadia, concluyendo que dicha revista, más allá de algunas deficiencias en la

calidad de su trabajo, atribuidas por la autora a problemas logísticos o de presupuesto, propone

una nueva visión de periodismo de cultura que aleja la labor periodística de sus comunes vicios

en el sector cultural: el amiguismo, la publicidad y la acrítica a las producciones culturales

(González, 2011, p. 87). Además, Arcadia se plantea, según González, como un medio que rompe

los esquemas tradicionales de cultura, alejándose de las bellas artes para acceder a un panorama

cultural mucho más amplio.

Una de las conclusiones a las que llega Diana González es que Arcadia, una revista que por

su difusión puede ser catalogada como de nicho, tiene como objetivo un impacto mucho más

amplio. La revista, según González, quiere sacar a la cultura del nicho y acercarla al público

general, propósito que su corta difusión y circulación no le permiten lograr y que en cambio la

acercan a lo que nunca ha querido ser, una publicación cultural de nicho (González, 2011, p. 89).

Esta cambiante noción de periodismo cultural, y la transformación del periodista que

produce estos contenidos, han estado sujetas a un cambio trascendental en su narrativa. Los

antiguos métodos para contar una historia se quedan cada vez más cortos, dando paso a nuevas

Page 18: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

22

tecnologías más innovadoras. ―En la actualidad es como si estuviésemos dos días después de la

invención de la imprenta por Gutemberg. Todo es experimental‖, comentó Alan Rusbnidger,

director de The Guardian, durante la conferencia inaugural de la escuela de Periodismo de

Sciences Po en Paris, el 7 de septiembre de 2012. Esta frase resume al periodismo de la

actualidad.

Mariana Santos, diseñadora audiovisual para este mismo diario londinense, afirma que las

nuevas tecnologías permiten acceder a una narrativa con posibilidades muchos más amplia, ―nos

permiten contar historias periodísticas con muchos recursos, más allá de las palabras. Muchas

veces, la narración visual es la mejor manera de lograr que esas historias tengan impacto y que se

facilite su comprensión por parte de las audiencias‖ (Santos, 2013)

La cultura, al ser una fuente indispensable de historias de interés para el lector, no puede ni

debe estar ajena a estos cambios. Narratively, sitio web que fue nombrado por la revista Time

como uno de ―los 50 mejores sitios web de 2013‖ es un portal que cubre historias originales sobre

la vida en Nueva York –aunque debido a su éxito cuenta, cada vez más frecuentemente historias

de otras urbes– y que retrata mediante sus textos la cultura neoyorquina. En su portal, al

responder a la pregunta de quiénes son, afirman ser ―una comunidad de talentosos narradores que

están comprometidos en destapar y compartir a profundidad historias locales con un atractivo

universal‖ (Narratively, 2013).

La perspectiva de Narratively permite preguntarse acerca de la continua tensión entre lo

local y lo global. En la universalidad de la red, por ejemplo, parece que los límites de uno y otro

se difuminan; casos de portales web de contenido cultural, tales como Narratively, demuestran

como un medio de nicho puede acceder a una variedad de públicos ilimitada a través de historias

de barrio, muchas veces de ciudad, tal vez en algunas ocasiones internacionales, pero en todos los

casos con una atracción a un público que trasciende fronteras.

Ahora, si la cultura define a una sociedad, une masas, su némesis es aquel fenómeno

secular que, debido a su oposición a las tendencias culturales, atrae la atención de un público que

termina trascendiendo aquellas barreras que la cultura no rompe. El término contracultura –una

subcultura formada por aquellos que se oponen a la cultura predominante– ha tomado gran

Page 19: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

23

importancia en los medios desde la última mitad del siglo XX. Al ser el inconformismo una llama

que se extiende como una plaga, el fenómeno contracultural ha sido foco de uso y abuso por parte

de los medios, que buscan aquella cultura alternativa para convertirla en una tendencia masiva.

La contracultura dentro del periodismo cultural es planteada en este trabajo como un factor

trascendente, que rompe barreras. En los relatos culturales nos podemos observar como sociedad,

pero son estos mismos relatos los que relatan aquello que está afuera de la cultura establecida,

son los que narran un surgir, un nuevo pensamiento, un nuevo estilo de vida. Estos relatos, únicos

debido a su propia novedad, además de por su crítica a lo fijo, a lo inerte; invitan al cambio, son

revolucionarios, son todo aquello que el periodismo busca ser.

Un ejemplo de cómo el periodismo contracultural puede ser masivamente reconocido nos

llega a través del análisis que hace Anadeli Bencomo, estudiosa de la literatura contemporánea

latinoamericana con énfasis en el estudio de México, de la obra del reconocido periodista

mexicano Carlos Monsivais. En su libro Voces y voceros de la megalópolis. La crónica

periodístico-literaria en México, Bencomo describe así a la obra de Monsivais: ―Las crónicas

monsivaisianas han creado un estilo propio y un espacio para la reflexión cultural y nacional que

ha conseguido lectores fieles a lo largo de las últimas décadas. Un público generalmente joven…

y relacionado con las propias corrientes de la contracultura que la obra de Monsivais pretende

emular‖ (Bencomo, 2002).

El matiz contracultural que Monsivais imprime en sus obras es, según Bencomo, una de las

características principales de su relato. Un autor de tanto renombre a nivel hispanoamericano, con

historias que rompen la cultura para buscar lo que se esconde tras de ella, es un ejemplo claro del

papel que puede protagonizar la contracultura en la conformación de un periodismo de cultura

amplio, en movimiento; crítico y al mismo tiempo abierto a otros mundos, a otros relatos, pero

ante todo a otros públicos.

Este periodismo narrador de sucesos culturales, al igual que otras ramas del periodismo,

han encontrado en el boom digital del siglo XXI su base para extenderse al mundo: la web es

ahora su plataforma a públicos mucho más amplios. El periodista colombiano Mario Morales,

coordinador del campo de periodismo de la Pontificia Universidad Javeriana, analizó en su

Page 20: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

24

artículo Tendencias y debates actuales en el periodismo digital, para la revista Signo y

Pensamiento en su edición N° 47, de 2005, los cambios que supone para el periodismo esta etapa

de acoplamiento al mundo digital. Morales analiza en su artículo diferentes características que

han hecho evolucionar la narrativa tradicional a una que se adapte más a la inmediatez y la

multimedialidad –presentación de información en distintos formatos– de la red, entre las más

destacadas están la interactividad y el hipertextualidad (Morales, 2005).

La Dra Lizy Navarro Zamora, profesora de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de

la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (México) y miembro del Sistema Nacional de

Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en México (Conacyt), hizo en 2009

una investigación acerca de los avances del periodismo digital con motivo de los 15 años del

inicio del periodismo en internet. En esta investigación hace hincapié, al igual que Mario

Morales, en la importancia de la hipertextualidad y la interactividad, pues ―configuran la esencia

de la relación entre periodismo y tecnologías de la información y comunicación‖. (Navarro, 2009,

p. 35)

Dentro de los resultados de esta investigación, que incluyó el análisis a 170 medios

mexicanos e internacionales y el envío de dos mil correos electrónicos a un corpus de la misma

cantidad de periodistas (reporteros, editorialistas y webmaster) para investigar el aspecto de la

interactividad como elemento fundamental en la construcción de la convergencia de las

tecnologías de la información y la comunicación. Navarro encontró que existe un rezago

considerable entre quienes presentan contenidos de acuerdo a la nueva retórica de las redes como

Internet y aquellos que se concretan solamente a imitar lo que presenta el medio impreso

(Navarro, 2009, p. 36).

Navarro también, de acuerdo con los hallazgos de su investigación, recomienda el uso de

algunas herramientas esenciales en la narrativa digital, algunas de ellas son: Hipertexto –vínculos

que unen dos o más informaciones textuales–, Hiperaudio –vínculos que unen dos o más

informaciones sonoras–, e Hipervisual –vínculos que unen dos o más informaciones visuales–

(Navarro, 2009, p. 37).

Page 21: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

25

Otro de los importantes hallazgos de la investigación llega a través de la retroalimentación

que tiene Navarro de los dos mil correos que envía a periodistas, reporteros, editorialistas y

webmaster. Concluyendo que, debido a la tardía respuesta en su mayoría del correo, la

interactividad del periodista y de los medios de comunicación en la red es o tardía o inexistente.

(Navarro, 2009, p. 37)

Por último, Navarro aborda el concepto de multimedialidad. Para definirla, se basa en la

concepción presentada por Javier Díaz Noci, licenciado en periodismo y actual profesor de la

Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, en su libro La escritura digital. Hipertexto y

construcción del discurso informativo en el periodismo electrónico. En él, Nocí define la

multimedialidad como ―la integración, en una misma unidad discursiva, de información de varios

tipos: texto, imágenes (fijas o en movimiento), sonidos e, incluso, bases de datos o programas

ejecutables‖ (Navarro, 2009, p. 38)

Esta multimedialidad, según Navarro, en los primeros años del periodismo digital era

mínima y, en la actualidad, la mayoría de los medios se han limitado a copiar la información tal

como se plasma en el medio impreso, haciendo una suma y no una integración del texto, el audio

y la imagen (Navarro, 2009, p. 38). Sin embargo, Navarro aclara que en este caso el problema no

se debe solo a la ineficacia de los medios para reunir distintos formatos informativos y hacerlos

convergentes, sino también a la disparidad tecnológica, que contribuye a la división entre los

habitantes informados y los subinformados por cuestiones tecnológicas, económicas y de

conocimiento (Navarro, 2009, p. 38).

Este proyecto se relaciona de alguna manera con las matrices de las investigaciones

anteriormente citadas, desde aquellas definiciones de cultura íntimamente relacionadas con las

producciones artísticas, hasta el análisis de medios culturales que otrora solo contaban con el

papel y la tinta para poder llegar al público; desde la consolidación del periodismo cultural como

un género informativo legítimo hasta la diferenciación entre entretenimiento y cultura, entre

información periodística de profundidad y agenda cultural superficial.

Sin embargo, en estas páginas se hará énfasis en un nuevo formato de periodismo: el

digital. Este trabajo busca adentrarse en la universalidad de la red, con el fin de analizar las

Page 22: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

26

posibilidades de un portal sin límites físicos, que trasciende barreras y llega adonde los medios

tradicionales apenas podían soñar hace no más de 15 años. Un portal que, como muchos otros,

tiene la capacidad potencial de aliviar la siempre existente tensión de los medios entre apostar a

lo local o a lo global.

A pesar de las posibilidades viables que ofrece la red, en la actualidad no existe un modelo

de producción cultural definido, que pueda ser aplicado en las prácticas periodísticas actuales y

genere contenidos que en el ámbito cultural sean efectivos, especializados, y de convergencia

virtual, con el fin de producir mayor audiencia en sitios web que manejen contenido de esta

índole.

Considerando el trato de la información cultural como un entorno de crisis, pero al tiempo

de posibilidades, el problema que se plantea en este proyecto de grado es entender las temáticas y

dinámicas que se utilizan en un sitio web dedicado al ámbito cultural, procurando analizar qué de

lo que este propone puede partir de lo local y al mismo tiempo expresar un sentir cultural que

llegue a ser global, y cómo se podría relacionar con el desarrollo tecnológico, los cambios en el

ejercicio periodístico y los hábitos de consumo de información que ha generado Internet. Cabe

entonces preguntarse ¿Puede la producción cultural que se desarrolle en un entorno local adquirir

un espectro global debido a su virtualidad?

Page 23: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

27

OBJETIVO GENERAL

Evaluar el contenido de una publicación cultural, de contexto hiperlocal, en la web; y la

posibilidad que esta tiene de llegar a un público más universal.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Identificar el modelo cultural de Universo Centro, mediante el análisis de sus contenidos.

¿Cómo un periódico contracultural contribuye a formar pensamiento crítico?

¿Cuál es la recepción que he tenido el medio y qué tanto ha incidido en sus contenidos?

¿Cómo funciona la interactividad, la hipertextualidad y la multimedialidad de Universo

Centro

Page 24: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

28

CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL

1. De la cultura y el periodismo

Los sucesos representativos de una sociedad: sus costumbres, creencias, dinámicas, siempre

han formado una parte esencial del relato periodístico. Siendo la cultura una fuente fundamental

en la construcción del relato de una sociedad, el periodismo se ha valido de estas expresiones

para construir todo un género: el periodismo cultural. Sin embargo, este campo informativo ha

tenido varias transformaciones. A través de este capítulo se hará un repaso por las concepciones,

tanto anticuadas como actuales, del periodismo de cultura, así como su tensión frente a las

dinámicas capitalistas de los medios de producción.

1.1. Paradigmas de la alta y baja cultura

Para analizar algunos de los aspectos predominantes en las dinámicas del periodismo

cultural en Colombia, que han prevalecido en muchos de sus principales medios durante varias

décadas, primero es necesario entender qué se puede considerar como información cultural.

El arte siempre ha sido un campo primordial del periodismo de cultura. Hasta hace pocos

años era considerado la fuente fundamental de este tipo de información. Basta ver los trabajos de

grado hechos por dos egresadas de la universidad Javeriana, que en su tesis para aspirar al título

de periodistas investigaron acerca este género del periodismo.

Tanto Elisa Álvarez Mera, en 1989, como Catalina González Quintero, en 1993, basaron

sus estudios en la idea de una producción de información cultural, abordada como un género

directamente relacionado con las bellas artes. ―Hay que aprender a tratar periodísticamente

procesos artísticos porque es lo noticioso lo que entra dentro de la cotidianidad de las gentes‖

(Álvarez, 1989, p. 5), esta es una de la conclusiones hechas por Elisa Álvarez en su trabajo de

Page 25: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

29

grado Reflexión sobre periodismo cultural en Colombia, la cual demuestra la relación que había

entre un término y el otro: cuando se hablaba de periodismo cultural, se refería a la difusión de

información relacionada con actividades artísticas.

Lo mismo ocurre en la investigación hecha en 1993 por Catalina González, llamada

Descripción y análisis de revistas culturales colombianas, que encuentra a los medios como ―la

forma de dar a conocer y difundir los productos culturales de una sociedad‖ (Quintero, 1993, p.

8)

Sin embargo, la globalización ha sido uno de los factores fundamentales para ampliar el

panorama cultural sin limitarse expresamente a lo artístico. El desarrollo tecnológico y científico,

por ejemplo, hacen parte ahora de aquellos procesos de tradición o de los comportamientos de un

pueblo. Un ejemplo actual es la llegada de los celulares inteligentes, o smartphones. Estos

productos, mundialmente reconocidos y de gran acogida en nuestro país, han redefinido los

métodos de comunicación e interacción entre las personas, a tal punto que su relevancia dentro

del estilo de vida de una gran parte de la sociedad colombiana es ahora mayor que la del teléfono,

uno de los inventos más relevantes del siglo XX. Este es sólo un ejemplo de cómo un elemento

alejado por completo del campo artístico puede ser considerado como la característica cultural de

toda una generación.

El periodista español Manuel Calvo toca el tema de la tecnología como factor cultural en un

artículo que publicó la revista ecuatoriana Chasqui en 1998, llamado Periodismo cultural,

conceptos y problemas. Ya para ese entonces, los cambios científicos, tecnológicos, sociales,

etc… que deslumbraban al mundo obligaron a que se replanteara la concepción de lo que era

aceptado como periodismo cultural.

En su artículo, Calvo considera que ―con la llegada de la globalización, la dimensión

cultural de las sociedades se ha ampliado. Ahora no se trata solo del análisis detallado del aspecto

social e histórico de una cultura; también involucra una exploración de los diferentes cambios

globales en el aspecto económico, político y tecnológico; que son ahora parte vital de las

construcciones culturales de las diferentes comunidades‖ (Calvo, 1998, p. 14). Esto indica que el

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30

cambio en la producción de información que pueda ser considerada como cultural no viene de

tiempo atrás: es un campo nuevo de análisis aún poco explorado.

Una posición similar tiene Germán Rey, periodista encargado de liderar una iniciativa del

Ministerio de Cultura, que en colaboración con la FNPI –Fundación Nuevo Periodismo

Iberoamericano– publicó en el año 2009 los resultados de una investigación de medios llamada

“Periodismo y cultura”: trabajo que tenía como objetivo analizar a fondo los comportamientos

del público ante la presentación de información de tipo cultural en los diferentes medios y canales

de información: escritos, auditivos y visuales.

En la presentación de los resultados de la investigación, Rey afirma que ―Al poblarse el

universo simbólico del país por los efectos de la modernización, las transformaciones urbanas y

la secularización, cambiaron radicalmente desde la composición de los textos dedicados a lo

cultural, como la propia percepción y práctica de la cultura‖ (Rey, 2009, p. 8). Su posición da a

entender que nuestra propia concepción de cultura abarca muchos más factores y temas diferentes

al artístico. Cosa que no sucedía en otras épocas.

El documento tiene como objetivo exponer un panorama general de lo que ha sido el

periodismo cultural en Colombia desde el siglo XX, en el cual sólo contaba con los periódicos

como canales para ser difundido; hasta la actualidad, donde la radio y principalmente la televisión

son los medios que más llegan a las masas.

―Los periódicos del siglo XX tenían una dinámica cultural muy distinta a la que tuvo

después la televisión, puesto que uno narraba la cultura tradicional y culta, mientras en otro se

apegó a la cultura y las expresiones culturales masivas: como las telenovelas, los eventos

deportivos, los carnavales, el juego, el humor, las fiestas, la música popular, el cine y, en general,

los grandes eventos‖. (Rey, 2009, p.10).

Este extracto del análisis hecho en la investigación de medios da a entender que los

periódicos eran un canal de consumo enfocados en un periodismo cultural cuyas fuentes

habituales hacían parte de lo que se consideraba artístico y culto; sin embargo, con la llegada de

Page 27: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

31

la televisión, la información se enfocó más en lo popular: La televisión se convirtió en el difusor

cultural con mayor aceptación por parte del público.

Aquí hacen aparición dos vertientes del concepto de cultura: cultura popular y cultura

masiva. La primera es, según su definición histórica, aquella que se encarga de contar la historia

de los antes excluidos por la cultura de élites. Tiene en su haber la misión de estudiar todas las

manifestaciones consideradas como populares: de un público de clase social media o baja; y que

en la actualidad, por la masividad de la clase media, ha tomado preponderancia en los medios.

Por esta razón suela confundirse a la cultura popular con la segunda vertiente: la cultura

masiva. Aquella difusora de tendencias, de la denominada industria cultural (Adorno y

Horkheimer, 1944). Para solucionar esta confusión, Néstor García Canclini, profesor, escritor y

crítico cultural argentino, propone dejar atrás una teoría reduccionista. ―Lo popular no aparece

entonces como lo opuesto a lo masivo, sino como un modo de actuar en él. Y lo masivo no es, en

este caso, sólo un sistema vertical de difusión e información; también es, como dice una

antropóloga italiana1, la "expresión y amplificación de los varios poderes locales, que se van

difundiendo en el cuerpo social‖ (García, 1987).

Aterrizando estos conceptos a las dinámicas mediáticas en Colombia, por medio de la

investigación del Ministerio de Cultura encabezada por Germán Rey, se descubre que los

periódicos siguen siendo el canal de información menos permeado por el concepto de cultura de

masas; sin embargo, estos no están exentos de seguir las tendencias de lo que algunos medios

consideran en la actualidad ‗periodismo de cultura‘: un difusor de los eventos sociales y

culturales de una sociedad. ―La cultura masiva fue colonizando los espacios de los periódicos,

hasta que su propia identidad se mimetizó con la cultura en general‖ (Rey, 2009).

No obstante, la investigación no se limitó a analizar los medios escritos. Teniendo en

cuenta las nuevas tendencias en la búsqueda de información, en la eficiencia y en la rapidez para

acceder a ella, el proyecto también estudió a profundidad la información que se obtiene por

medio de la red. Acerca de la misma y de la implicación de los medios digitales en la

1 Néstor García Canclini se refiere a Carla Pasquinelli, que acuñó esta frase en su artículo de 1983 La secoralizzaciones della

cultura di masa, para la revista La Ricerca Folclorica.

Page 28: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

32

construcción de lo que llaman ‗cultura de masas‘, Germán Rey, director del proyecto, tiene su

propia opinión.

―La reflexión de los medios digitales y su conexión con la cultura es prácticamente

inexistente, cuando buena parte de la cultura empieza a pasar y empezará a pasar cada vez más

fuertemente por medios digitales‖ (Rey, 2009). El análisis ahora deberá enfocarse en las redes,

un campo aún inexplorado a profundidad, pues es ahí donde se construye actualmente lo que se

construía en la televisión hace menos de 5 años: cultura de masas.

Examinando las conclusiones a las que llega el estudio hecho por el Ministerio de Cultura y

la FNPI, que documentan cómo las expresiones populares toman cada vez mayor relevancia

dentro de los contenidos que los medios denominan ‗culturales‘, más los conceptos planteados

por Manuel Calvo, que hablan de una cultura atravesada por los cambios tecnológicos, aquella

barrera entre la información cultural y las expresiones populares, comienza a cuestionarse; pues

se empieza a teorizar la validez tanto de la cultura de élite como de la cultura popular.

Sin embargo, la sensación de que no hay una posición clara por parte de los medios sobre

los límites entre cultura, cultura popular y cultura de masas toma fuerza. Esta confusión, en gran

parte, se debe a la mezcla de estos conceptos dentro de los contenidos de los mismos. Al ser la

cultura popular aquella con la cual la mayoría de una sociedad se identifica, y la de mayores

réditos para los medios, esta termina presentándose en sus contenidos como la cultura de masas:

una cultura impuesta por la llamada industria cultural termina por ser la que identifica a una gran

parte de la sociedad. Tal vez, una frase de García Canclini es la que mejor describe la tensión de

este cambio en el paradigma de ‗lo cultural‘: ―La cultura popular, que en la antigüedad era

entendida como sinónimo de ‗lo primitivo‘, se considera ahora como expresión de todo lo

mediático y masivo‖.

Germán Rey, que concuerda con la definición de Canclini, afirma que ―La cultura es una

especie de hojaldre conformada por cultura culta, masiva y popular‖. Esta concepción de lo que

la cultura es para Canclini y para Rey, da a entender que la producción de información este tipo

está en la actualidad vinculada tanto a representaciones o manifestaciones cultas, o de élite, como

a las consideradas populares. Este es un cambio significativo a la primera concepción, que se

Page 29: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

33

limitaba únicamente a la producción de información que estuviese relacionada con el campo de

las ‗bellas artes‘.

Para ser testigos de dichas concepciones, solo hace falta analizar las publicaciones

culturales de la actualidad. Arcadia, una de las revistas de mayor prestigio en el ámbito cultural

colombiano, publica en su página web artículos que van desde un homenaje al trabajo

discográfico del recién fallecido Lou Reed, músico fundador de la mítica banda The Velvet

Underground, hasta la cantidad de volúmenes literarios que hay en la cárcel El Buen Pastor de

Bogotá; pasando por temas tan opuestos como el reality de Caracol La Voz Colombia y el

asesinato del procurador Carlos Mauro Hoyos por órdenes de Pablo Escobar.

Esta variedad se repite en otras publicaciones, incluyendo Universo Centro, que maneja un

amplio panorama de tópicos que enmarcan su carácter irreverente. Cabe destacar la crudeza de

sus portadas: Un niño desaliñado y con la cabeza gacha, posando tras una puerta con el escudo de

la bandera colombiana pintada en ella; Una porcelana de la virgen María abrazando a Juan Pablo

II, acordonada por una cadena y con una etiqueta de precio; un arrume de mandarinas y en la

cima una cáscara de esta fruta rellena con monedas.

La connotación de la última portada mencionada, publicada por la época del paro agrario

ocurrido en Colombia en agosto de 2013, consolida la reputación del periódico como medio

crítico de diversos sectores de la sociedad. El paro agrario, un fenómeno socio-económico, tiene

la misma cabida en Universo Centro que el relato sobre una tienda colombiana en un pequeño

pueblo de Ontario, Canadá, artículo incluido en esa misma edición de agosto de 2013.

Ahora bien, ya entendiendo el periodismo de cultura como un campo que comprende no

solo los aspectos artísticos característicos de una sociedad, y que gracias a las teorías actuales de

la cultura exploras otros campos tales como la política, la economía el deporte o las

manifestaciones populares, se puede afirmar que el término cultura, en cuanto a contenido,

depende más del enfoque que del tema a tratar. Todo puede ser entendido como periodismo

cultural si enmarca una característica típica de un grupo, una comunidad, un barrio, una ciudad, o

un país.

Page 30: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

34

1.2. Producción de información cultural

¿En virtud de qué criterios, ideas o creencias construyen los periodistas los grandes temas

que ofrecen a los auditorios como motivos centrales del gran relato de la actualidad?

Esa pregunta se hace el catalán Albert Chillón en su artículo de finales de 1994 llamado

Periodismo y Cultura, cuestionándose los factores que afectan en el consumo informativo de las

audiencias durante un periodo específico. La respuesta aparece como la base de su artículo, el

cual busca analizar la cercanía entre el periodismo y la literatura: ―El periodismo y la producción

de información, al igual que la literatura, son fenómenos sociales que dependen precisamente de

los acontecimientos y las transformaciones en los gustos y en el consumo de información y

literatura que puedan sufrir las sociedades en sus diferentes periodos‖ (Chillón, 1994, p.32).

De acuerdo a Chillón, el periodismo cultural no se puede ver como un fenómeno aparte de

los acontecimientos sociales dentro de una cultura; al contrario, la producción informativa tiene

que ser acorde con los acontecimientos de la comunidad que consume esa información.

Esta aseveración, no obstante, va en contra de la dinámica que plantea la investigación

desarrollada por el Ministerio de Cultura y la FNPI en el año de 2009, en la cual las expresiones

populares de una sociedad son difundidas de manera selectiva, buscando el beneficio particular

del medio. Esta problemática, denominada como la teoría del establecimiento periodístico de

temas de discusión, mejor conocida como agenda setting, postula que los grandes emporios

mediáticos poseen una gran influencia sobre el público al determinar qué historias poseen interés

informativo y cuánto espacio e importancia se les da.

Los primeros en hablar sobre esta teoría fueron los docentes de la Universidad de Carolina

del Norte, en Estados Unidos, Donald L. Shaw y Maxwell McCombs, que analizan, a través de

sucesivos trabajos empíricos, el papel que juegan los medios en la formación del efecto agenda-

setting. Su investigación concluyó que la selección de las noticias por parte de los medios, y la

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35

credibilidad de éstos, tienen directa influencia en el marco en el que se establece la referencia del

debate político.

En el contexto colombiano se puede encontrar un ejemplo reciente del funcionamiento de

esta dinámica: el paro agrario ocurrido en septiembre de 2013, por el cual miles de personas

salieron a marchar en varias ciudades de Colombia, e incluso del mundo, para exigir al gobierno

una mayor inclusión del campesinado colombiano dentro de las nuevas políticas económicas y de

producción del país.

Dentro de los medios, el tema del paro agrario ocupó una gran parte de la agenda

informativa; sin embargo, el debate se limitó a una perspectiva social del tema, dando gran

cobertura a los aspectos negativos que dicho paro trajo al país, tales como disturbios,

taponamientos de las vías, pérdida o escasez de alimentos, vandalismo, etc. En este caso, los

medios dieron tan solo una visión distorsionada y conveniente de lo que fue el paro, sin presentar

la visión de los campesinos, las razones por las que estos entraron en paro, sus exigencias y su

posición actual dentro del sistema económico que propone el gobierno colombiano.

Este es solo un ejemplo reciente del poder de los medios para influir en lo que la gente ve,

consume, o incluso piensa. Algo muy similar ocurre en el campo cultural, pues las audiencias se

han acostumbrado a una sección cultural que trata de temas de agenda: el concierto de un

cantante famoso, las vidas de los actores o actrices, los eventos culturales por venir, las

entrevistas a escritores, pintores, escultores o demás artistas a propósito del lanzamiento de sus

obras; en fin, temas de coyuntura superficialmente abordados, mientras la crónica, la

investigación, el reportaje y demás herramientas del periodismo de fondo y grandes aliadas del

periodismo cultural narrativo y analítico son dejadas a un lado.

Otra perspectiva tiene, en cambio, Albert Chillón sobre la relación público-agenda. Según

él, la preponderancia de información concerniente a la agenda cultural sobre otra más profunda y

analítica se debe precisamente a la alta demanda del público de la misma. No obstante, Chillón al

concluir su artículo, afirma que debe haber una cercanía mayor entre el público y el periodista a

la hora de conformar una mejorada agenda setting, pues los géneros periodísticos, incluyendo el

cultural –Chillón considera en su escrito que el periodismo cultural es un género– dependen en

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36

gran medida de la demanda de información que esté haciendo el público. Si la producción de

información cultural en la actualidad tiene como base el cubrimiento de conciertos, exposiciones

de arte, carnavales, fiestas y demás, que es el tipo de información a la cual el público da mayor

relevancia, es porque este es el concepto que la sociedad relaciona con periodismo cultural.

1.3. ¿Cultura o farándula?

―Los medios suelen ofrecer al público unos materiales que responden más a sus deseos de

orden emocional, afectivo o problemático que a sus otras y más importantes necesidades

vinculadas con la actualización del conocimiento adquirido en la fase de formación y que

necesita un reciclado permanente, como consecuencia de los avances constantes de la ciencia, la

cultura y la tecnología‖ (Calvo, 1998).

Esta es otra de las reflexiones que hace Manuel Calvo en su artículo ―Periodismo cultural,

conceptos y problemas‖. Según él, el público prefiere consumir información de tipo emocional

que formativa.

Esta tendencia a la priorización de información cultural masiva han partido de un concepto

nacido poco después del fin de la segunda guerra mundial: industria cultural. El término fue

acuñado por Theodor Adorno y Max Horkheimer en su artículo La industria cultural. Iluminismo

como mistificación de masas, el cual fue escrito por ambos entre 1944 y 1947, y publicado en el

libro Dialéctica de la ilustración o Dialéctica del Iluminismo.

El artículo, que define industria cultural como la producción masiva, de corte capitalista,

de mercancía cultural (Adorno y Horkheimer, 1944), resalta una nueva tendencia de los medios a

una cultura global, una que no entiende de fronteras. Llegado este punto, en el cual la

información es una mercancía para los medios, la difusión de información cultural profunda y

analítica es relegada a un segundo plano, mientras la agenda cultural, sensacionalista y más

acorde a las dinámicas capitalistas, toma el mando.

Page 33: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

37

Gracias a esta fusión entre información cultural y agenda cultural, el público empieza a

confundirse acerca de lo que significa el periodismo cultural. Si tanto la información formativa

como la emocional son abarcadas dentro de los medios como material de tipo cultural, implica

que son los mismos medios los que presentan dos tipos de información diferente en una misma

sección.

Según la investigación hecha por el Ministerio de Cultura y la FNPI, el público colombiano

confunde los contenidos culturales con términos como el entretenimiento o el ocio, debido a la

ambigüedad de los mensajes enviados por los periódicos, revistas, programas radiales y los

programas de televisión.

"Si me tuviera que referir al periodismo cultural por el tiempo que la televisión le dedica,

entonces sería prácticamente nulo". Esta es la reflexión con la que el novelista y ex director del

Canal 22 de México, Jorge Volpi, trazó la cuarta sesión del primer seminario Nuevas Rutas del

Periodismo Cultural, anotando que la televisión ha marginado a tal grado los contenidos

culturales porque se pondera más el espectáculo y la farándula. Su afirmación refuerza la

posición de Calvo sobre la poca delimitación entre cultura y farándula dentro de los contenidos

de los medios.

Acerca de esta problemática, Volpi plantea la fusión entre noticias de carácter social con las

de orden cultural, pues considera que una información que trate sobre las dinámicas sociales de

una población es al mismo tiempo cultural. ―Otro ingrediente importante es vincular la

información cultural con la realidad del país (…) de ese modo Canal 22 logró aumentar su

audiencia. El ejemplo demuestra que las noticias cultas y de trasfondo no están alejadas de las

demandas del mercado y de la necesidad de obtener ganancias‖ (Volpi, 2011).

Con esta propuesta, Volpi logra unir dos conceptos al parecer distantes e integrar una

información cultural profunda dentro del concepto mercantilista de los medios. Todo depende del

trato que se le dé a la noticia; la coyuntura de una ciudad o un país puede ser una poderosa

herramienta para retratar, por medio de un contexto cultural y social, un rasgo, una costumbre,

una tradición, una marca propia de nuestra sociedad.

Page 34: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

38

1.4. ¿Realmente existe el periodismo cultural?

De esta variedad de perspectivas en cuanto a lo que es y lo que no es periodismo cultural,

nace una pregunta de vital importancia. Considerando como aspectos culturales temas como la

política, la ciencia, la tecnología, el deporte, la economía y, por supuesto, el arte, ¿es posible

hablar de un campo de información delimitada, al cual se le pueda llamar periodismo cultural?

Leila Guerriero, en el seminario organizado por la FNPI (Fundación Nuevo Periodismo

Iberoamericano) en septiembre de 2011, llamado Nuevas rutas para el periodismo cultural, titula

a su presentación “El periodismo cultural no existe”. Su intervención habla de la necesidad del

periodista de saber un poco de todo. Al referirse al campo cultural, afirma que ya no existe aquel

periodista que puede sentarse a escribir sobre una exposición o una obra exclusivamente. ―El

periodismo cultural no existe (…) Los mejores periodistas culturales son aquellos que pueden

escribir sobre cualquier cosa‖ (Guerriero, 2011).

Por esta razón, la reflexión de Guerriero invita al periodista ‗cultural‘ a ser más observador;

a escribir, tanto de la obra como del autor, o el lugar, o el contexto. Todo es susceptible de ser

narrado según Guerriero, desde lo artístico hasta lo mundano. ―Una mirada capaz de hacer cruces

entre diversas disciplinas, relacionar un cuadro con una crisis económica o un gesto artístico con

una obsesión, no se cultiva tomando cursos de poesía metafísica sino abriendo el campo y

aprendiendo a mirar‖ (Guerriero, 2011).

Al final de su intervención, Guerriero concluye que no existe el periodismo cultural en la

medida en la que la información cultural no se puede referir únicamente al campo artístico. ―Lo

único que un periodista debería preguntarse a la hora de escribir un texto sobre el aniversario de

la muerte de Rulfo no es en qué sección va a publicarlo sino qué tiene él para decir. Sobre los

aniversarios, sobre la muerte, sobre Rulfo‖ (Guerriero, 2011).

Lo que el periodista debe saber hacer, más que analizar los acontecimientos, el personaje, la

obra o la situación, es darle un matiz a ella. El periodismo, según Guerriero, basa su fuerza en

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39

narrar una historia, sea cual sea, desde un punto de vista novedoso. Especialmente en el campo de

la cultura, que da la posibilidad de abordar un relato desde una gran cantidad de perspectivas.

Este tema también ha sido tocado en Colombia. De hecho, un egresado de la carrera de

Comunicación Social en la Universidad Javeriana basó su trabajo de grado en el análisis del

comportamiento de los medios en la producción de información considerada como cultural. Jorge

Eduardo Patiño, en su tesis El periodismo cultural algo más que un espectáculo, se refiere a la

perspectiva que puede tomar un periodista frente a una noticia, y cómo transformarla en un relato

cultural si se toma desde una perspectiva que construya más un relato social que una noticia.

Según Patiño, el carácter cultural de un escrito no está tanto en el tema que se escoge para

escribir, sino en cómo se escribe o se trata dicho tema. ―Si se piensa en lo que Jursich llama

periodismo literario2, se pueden incluir trabajos como A sangre fría, de Truman Capote; Relato

de un náufrago y Noticia de un secuestro, de Gabriel García Márquez o Mi alma se la dejo al

diablo, de Germán Castro Caycedo. Son trabajos en los que un hecho noticioso se recrea con

herramientas literarias y que, una vez terminados, constituyen un producto cultural, no por el

simple hecho de formar parte de la cultura humana, sino porque han pasado a un nivel estético, de

creación sensible e intelectual‖ (Patiño, 2002, p.33)

Otro tema relevante en la tesis de Patiño es la importancia de que la información cultural se

base en el contexto sociocultural en el que se desarrolla, postura muy similar a la expresada por

Leila Guerriero. Según Patiño, la producción de información cultural tiene que ver no solo ―con

la idea romántica del artista encerrado en su mundo, sino también con la producción del arte en

medio de una economía que impone sus lógicas y de una institucionalidad estatal que no siempre

obra según lo que habla‖. (Patiño, 2002, p.21)

Patiño afirma que el periodista tiene que incluir en su narrativa el contexto del mundo en el

que vive. Para él, las dinámicas económicas y políticas influyen no solo en estos campos, también

2 Mario Jursich, editor de la revista colombiana El Malpensante dice: “A mí el término periodismo cultural no me gusta mucho,

por las implicaciones inmediatas que tiene. Cuando uno oye ese término piensa inmediatamente en lo que uno agrupa bajo la expresión “bellas artes”. Yo preferiría un término que ha hecho cierta carrera y es el de “periodismo literario” porque la parte del periodismo se refiere a la parte documental, lo literario tiene que ver con el tratamiento que se le da a este asunto, la calidad de la escritura, el enfoque novedoso que se le da”

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deben hacer parte del panorama del periodista a la hora de hacer una crónica, reportaje, noticia o

perfil de cualquier tipo. A la hora de dar un matiz a la información, basarse en las dinámicas

actuales de la sociedad es fundamental para dar credibilidad y sostén a la misma.

Leila Guerriero cita un pequeño extracto del libro de Wylie Sypher; llamado Literatura y

tecnología. Este aparte, según Guerriero, resume la situación del periodismo cultural a finales de

los años 60; concepción en la que, si se compara con los métodos y la producción periodística

cultural en la actualidad, se podrían encontrar varias similitudes.

―Las teorías de la relatividad se han utilizado para explicar el concepto vigente en la pintura

a partir del cubismo. Las técnicas empleadas en la psicología de la visión han contribuido al arte

óptico; la topología, la electrónica y la dinámica de campos han influido en el expresionismo

abstracto, en la música concreta, en la poesía letrista. La interacción entre la tecnología, las

ciencias y las artes nunca ha sido más frecuente. Los tecnólogos a su vez han adoptado los

métodos del expresionismo abstracto‖ (Guerriero, 2011)

La frase de Sypher acerca las posturas del periodismo cultural de los 60 con el de la

actualidad. Tal vez, el periodismo cultural nunca ha sido un género definido, y tampoco lo

necesita. Tal vez, este tipo de periodismo es un extracto de varias áreas del conocimiento, de allí

lo valiosa que es su información. Tal vez, quizás, no exista en realidad un género concreto al cual

se le pueda llamar ‗periodismo cultural‘, pero lo que sí existen son relatos integrales de un vivir,

de un sentir, de un andar.

José Muñoz González, en su libro Televisión, sociedad y educación, afirma que el objetivo

de la información cultural debería ser producir un discurso de la cultura. ―Hay una diferencia

entre difundir noticias sobre los acontecimientos de la vida cultural, generalmente reducidos a

actividades artísticas en la actualidad, y producir un discurso de la cultura: crear mediante formas

simbólicas la comprensión y la interacción de individuos y grupos acerca de su realidad‖,

(Muñoz, 1998, p.40) concluye.

Esos relatos, aquellos que construyen memoria colectiva, son los aquí considerados como

‗periodismo cultural‘.

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41

1.5. Géneros en el periodismo cultural

Definido el periodismo cultural como un difusor de memoria colectiva, el debate se traslada

ahora a los géneros idóneos para la producción del mismo. Aquí volvemos a entrar en un dilema,

pues no hay acuerdo en cuanto a qué géneros periodísticos pueden ser considerados para el

ámbito cultural.

Manuel Calvo afirma que, debido a la ampliación de las fronteras en el ámbito comercial, el

concepto de cultura también ha abierto su horizonte a terrenos desconocidos (Calvo, 1998).

Ahora podemos encontrar un pedazo de lo que somos desde terrenos tan inesperados como un

perfil hasta en una nota necrológica.

No obstante, es posible hallar autores que en la actualidad se han atrevido a demarcar estos

límites de género y establecer cuáles pueden ser afines a la difusión de contenido cultural. Por

ejemplo, Jorge Rivera en su libro El periodismo cultural hace una detallada descripción de los

diferentes géneros que, en la actualidad, pueden ser alineados dentro del gran espectro que es

ahora la información cultural, estos son algunos de los géneros más relevantes que expone y sus

características.

Crítica: Principal fuente de valorización literaria para las personas que están alejadas del

ámbito académico, por lo que subyacen de ella muchas variaciones, hay una valoración

para cada tema. Citando las palabras de Rivera, se trata de una ―interpretación y una

estimación‖ de un suceso cultural. Siendo así, una crítica cultural puede tratar temas desde

un suceso político hasta una obra de arte.

Para la construcción de una crítica, hay dos patrones literarios que imponen su

estilo, por su contundencia y argumentación. Estos son el ensayo y la reseña. Ambas son

considerablemente diferentes y, sin embargo, mantienen estable una misma idea: valorar

con argumentos un suceso cultural; la diferencia radica en la extensión y la profundidad

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42

con la que se analiza dicho acontecimiento, pues en la primera se valoran distintos

elementos que dan una perspectiva más detallada del porqué de la opinión presentada por

el escritor, mientras que en la segunda se define un concepto acerca del suceso con frases

y argumentos más cortos, pero igual o tal vez más contundentes que en el caso del ensayo.

Perfil: Esbozo literario e informativo de alguna figura que pueda ser considerada dentro

del ámbito cultural. Este bosquejo, hecho a grandes rasgos, requiere sin embargo de un

conocimiento previo del personaje, que permita ahondar en temas claves del mismo. El

perfil es también un género de instinto, ya que la adecuada presentación de las diferentes

facetas del personaje será el factor que en definitiva aumente o difumine aquella presencia

imponente de cualquier protagonista de un perfil. La cercanía que proyecta un perfil entre

el personaje y el lector es, precisamente, ese puente invisible que debe cruzar un

periodista para humanizar a aquella personalidad del ámbito cultural en su escrito.

Nota necrológica: Si humanizar a un personaje dentro de un perfil es tarea complicada, lo

es mucho más hacerlo dentro de un homenaje póstumo. Como se afirma de manera

coloquial, ―no hay muerto malo‖, razón por la cual hacer una caracterización de una

personalidad cultural que se acerque a lo que esta fue en vida es de enorme dificultad.

Aquí se debe valer el periodista, aún más que en el perfil, de un amplio conocimiento de

lo que fue el personaje, además de una reportería exhaustiva de su entorno. Sin embargo,

el homenaje nunca es negativo, se trata precisamente de ensalzar aquellas gestas de

personajes de la cultura de una manera elocuente y poética, más sin cometer el error de

divinizarlo.

Este género funciona de manera un poco distinta a los demás, pues su escritura no

depende específicamente de un tiempo preciso. Un homenaje puede comenzar a ser

escrito muchos años antes de que el personaje muera, ser actualizada con el correr de los

años y tener su último lustro días después de la muerte del protagonista. Abstraído de un

tiempo específico, el homenaje puede ser tarea de uno o varios periodistas, otra

característica inusual de otros géneros periodísticos culturales.

Page 39: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

43

Crónica: Herramienta indispensable de la memoria cultural. Es el relato de un episodio

cultural, encargado no solo de describir el momento, sino también de transmitir las

sensaciones, de retratar el ambiente, de rescatar las sensaciones de aquella época que

describen. La crónica parte de lo episódico y efímero para después adentrarse en lo

trascendental, en lo imperecedero.

Debido a su alto contenido informativo, la crónica suele ser reemplazada por otros

géneros más breves, adaptados a la vida ajetreada del siglo XXI; es por esto que este

género es especialidad de pocos periodistas, de aquellos que saben combinar la reportería

con un estilo definido, que le dé ritmo y que mantenga la atención del lector.

Entrevista: Espacio que, a diferencia del perfil, busca retratar a un personaje a través del

mismo. Es por esto que el género exige al periodista el uso de una herramienta poco

común dentro de otros géneros: la pregunta. La entrevista demanda que el periodista sea

un experto en la formulación de preguntas claves, que mediante la respuesta del personaje

logren hacer un bosquejo de lo que dicha persona es; de su color, de su ánimo, de su

energía, de lo que no se puede ver.

Por supuesto que hay diferentes enfoques en las entrevistas, el periodista puede

buscar desde un acercamiento profundo a la figura cultural, hasta un enfrentamiento de

posiciones entre uno y otro. Esta es otra de las razones por las cuales las preguntas toman

gran relevancia a la hora de enfocarlas.

Por último, otra de las habilidades de un buen entrevistador es la capacidad de

escucha, pues de esta condición depende que pueda armar un panorama completo de lo

que es el objetivo de la entrevista, además de ser esencial a la hora de repreguntar

incógnitas que haya dejado el entrevistado con sus respuestas.

Reportaje: Análisis profundo de un suceso, que se basa en el mismo para recrear un

contexto amplio y detallado de todos los factores que influyeron en él; llámense factores a

sucesos, personajes o al contexto histórico. Recopila otros géneros periodísticos tales

como la entrevista, la crónica, el perfil y la crítica para armar una narración detallada de

Page 40: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

44

lo sucedido; recoge los testimonios de las partes involucradas y contextualiza

históricamente al lector brindándole información histórica de hechos relacionados con el

tema.

Su relato viene siempre acompañado de certezas, por lo cual el reportaje se nutre de

encuestas, entrevistas, estadísticas o cualquier otro dato certero que aporte veracidad al

enfoque que se le dé al suceso. Teniendo en cuenta que los datos que se exponen llevan en

la mayoría de casos a que el periodista se decante por contar la historia desde un enfoque

personal, el reportaje es un género que abarca tanto la subjetividad como la objetividad:

los testimonios, datos, contexto, y demás hacen parte de la objetividad; sin embargo, el

relato de quien une las piezas y las presenta como una historia es completamente

subjetivo.

Sumado a todos estos hay otro género importante de mencionar, pues será la base del

análisis a realizar en este trabajo. Jaime Alberto Vélez, profesor de la Universidad de Antioquia

en el área de Ciencias del lenguaje, lo define en el título para su artículo de El Malpensante de

1998, como ―El más humano de los géneros‖ (Vélez, 1998). El ensayo.

Este género creado, o al menos nombrado por primera vez, por Miguel de Montaigne en

1598 al dar a conocer una serie de escritos a los que denominó Essais, no tenían fin alguno más

que, dicho por el mismo Montaigne, ―Cuando me pierdan (…) puedan volver a hallar algunos

rasgos de mi condición y humor‖. Esta es una de las características fundamentales del ensayo:

retrata parte de la esencia del autor, es personal, privado, propio. Este género es único pues

plasma la voz del autor, su punto de vista frente a lo que escribe.

El ensayo nace entonces en el esplendor del Renacimiento como ―un intento abierto y

liberal de plantear las propias opiniones, lejos de la pretensión de verdad irrefutable que tanta

rigidez confería a la filosofía y a la religión de la época‖ (Vélez, 1998). Visto así, el ensayo no

busca convencer, mucho menos determinar; más bien, es un género que mediante una voz y un

relato de sucesos y cavilaciones busca persuadir al lector, inclinarlo hacia la visión del autor. ―Su

Page 41: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

45

autor habla al ser humano corriente con una voz más cercana a la conversación que a la lección o

al sermón‖ afirma Vélez.

Por estas características, afines a los objetivos y la metodología de este trabajo, se ha

escogido al ensayo como en género literario y periodístico idóneo para retratar los contenidos de

Universo Centro; pues con el discurso que se presentará en estas páginas no se busca alcanzar la

‗visión perfecta‘ del medio, tampoco determinar categóricamente si el mismo alcanza o no ciertos

parámetros de análisis planteados en este marco conceptual. El análisis de Universo Centro

pretende ser un relato proveniente de una voz que, lo menos subjetivamente posible, plasma una

opinión, una frase, un pensamiento o una conclusión, basándose en una investigación minuciosa

del contenido del periódico. Este trabajo no busca afirmar; más bien, busca persuadir.

2. Cultura de red

Esta expresión define a toda una generación: aquella que creció en medio de una revolución

tecnológica que ha cambiado nuestra forma de vivir, interactuar, de comportarnos. Nuestra

cultura tiene un antes y un después de la red. Este capítulo busca analizar las nuevas dinámicas

culturales dentro del vasto campo de la red. Aquí veremos la dinámica de una nueva sociedad, y

sin duda, de una cultura trasformada por completo.

2.1. Periodismo cultural en la red

―El periodista del futuro –es decir, del presente– no es un periodista tradicional equipado

con un teléfono inteligente e Internet. El cambio es mucho más profundo. El periodismo del siglo

XXI (ese que tendríamos que estar haciendo desde hace doce años) requiere de un nuevo lenguaje

siempre en construcción, no de refritos de las fórmulas avejentadas de lo que fue el periodismo‖

Page 42: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

46

Esta reflexión, formulada por Jorge Tirzo, reconocido periodista cultural mexicano, refleja

el cambio de las estrategias mediáticas de los medios de comunicación en el auge de la cultura

2.0.

El origen del periodismo cultural en la red tiene una historia similar a la del resto del

periodismo y a la de los diarios digitales. En su principio nació como sección digital de los

diarios posteados en la red. Ahora hay páginas completas dedicadas a brindar información

cultural a diferentes sectores de la sociedad. La información se ha diversificado de tal manera que

es difícil pensar en un evento o acontecimiento cultural que no tenga eco dentro de la red.

Con el auge de la producción e información para plataformas virtuales, el ámbito cultural,

de naturaleza investigativa, se desató de las restricciones espaciales que le imponían otros

formatos como el periódico o la televisión. Esta última se encuentra supeditada a un tiempo de

emisión específico, el periódico al número de páginas que el editor considere pertinente darle a

un tipo de información; en cambio, la red es un espacio infinito, sin límite de tiempo o de hojas.

En este espacio la dinámica de producción toma un giro trascendental, apoyado en características

excepcionales de la red que acercan los contenidos al público como nunca ningún otro formato lo

había hecho.

Este trabajo considera que las principales características que hacen únicas las dinámicas de

difusión de información en la red son:

Interactividad: participación y respuesta del público frente a la información posteada.

Hipertextualidad: posibilidad que da la red de relacionar varios documentos entre sí.

Multimedialidad: utilización conjunta de formas básicas de información como texto,

sonido e imagen fija o animada.

Estos tres factores son determinantes para que el periodismo en general dé un paso

definitivo a la virtualidad.

Sin embargo, no se trata solo de adoptar estas características para adaptar de manera exitosa

los contenidos de los medios. El problema principal del denominado ‗periodismo cultural‘: su

Page 43: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

47

ambigüedad en el trato que le dan los medios, vuelve a estar presente en el formato virtual. En la

red, tampoco hay un límite entre lo que se presenta como información cultural y la agenda

cultural.

Gumersindo Lafuente, editor y director adjunto del diario El País de España, busca hacer

una diferencia entre la producción cultural y lo que el marketing vende como ‗cultura a las

masas‘ en una reciente entrevista con el portal Universia. ―La comunicación se encarga de poner

de moda cosas que se nos venden como cultura y que en realidad son productos del

marketing. Bienvenidos sean, si son una entrada hacia asuntos culturales más relevantes para

nuevos lectores que estén incorporando los medios‖ (Lafuente, 2012).

Este problema es una de las causas importantes de la escasa producción cultural real en la

red; sin embargo, este fenómeno ha ido cambiando. La producción cultural digital viene

creciendo en los últimos años. No obstante, aún no existen esas grandes cadenas mediáticas que

apuesten a un buen proyecto cultural. La diversidad de contenidos en la red es una causa de este

fenómeno, pero no el único responsable. La falta de apoyo al periodismo cultural, y la poca

relevancia que dan los medios al mismo, es lo que tiene a este género ‗contenido‘ en relación con

otros que sí han encontrado en la red mayores oportunidades.

Y aunque los medios culturales no están estructurados para tener una gran envergadura,

pues apuntan a públicos con características específicas, hay algunos casos de revistas que reúnen

contenido cultural de diferentes partes del mundo –tema a ser tratado en un capítulo posterior−.

Esta información, sin embargo, no busca unificar contenidos culturales con los de otras

sociedades. Su fin debe apuntar a la exposición de unos propios de la idiosincrasia, con un

trasfondo social o cultural de interés masivo.

2.2. Periodismo Hiperlocal

Parece un énfasis opuesto al periodismo en la red, pero narrar historias de barrio o de

ciudad tiene una aceptación creciente dentro de los usuarios de internet, y es una de las apuestas

de medios digitales que deciden escribir de los acontecimientos locales dentro de una pequeña o

mediana comunidad. El periodismo hiperlocal dentro de la red aprovecha la masividad de la

Page 44: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

48

misma de una manera diferente a los grandes medios, pues apunta siempre a un mismo objetivo,

tiene su nicho definido: sus conciudadanos.

Y apuestan a la fidelidad de ellos, a su interés en recibir información afín a su cotidianidad,

para sentar las bases de su proyecto, de pequeña envergadura, pero de popularidad constante

dentro de su público.

La razón por la cual el periodismo ‗de barrio‘ funciona tiene una premisa muy sencilla:

hace veedoras a las personas que conforman su comunidad, las hace partícipes de lo bueno y de

lo malo y se convierte en una herramienta de supervisión de enorme utilidad para una pequeña

sociedad.

―Los periodistas del futuro seguirán contando historias, pero lo harán de manera colectiva:

valiéndose del aporte de usuarios interesados o especializados. Y además, reflejarán los

acontecimientos de los barrios o comunidades‖ (Piccato, 2010). Con esta afirmación Franco

Piccato, periodista y profesor argentino especializado en medios digitales, pretende describir lo

que a su parecer debe ser el futuro del periodismo en la red. En su opinión, los reporteros

digitales del futuro deberán apuntar a ofrecer una experiencia de inmersión total en la realidad, en

propia y en la que le ayuda a construir aquel público que hace parte de su entorno.

Universo Centro es un perfecto ejemplo de periodismo hiperlocal, pues define su nicho

desde su mismo título, para apuntar así a las historias de un sector determinado -centro de

Medellín- y relatar al mismo tiempo un suceso que puede ocurrir en muchas partes del mundo. La

historia, el personaje, su entorno y su contexto son locales; sin embargo, el suceso en sí no lo es.

En la edición N° 46 del periódico, de junio de 2013, el periodista Mauricio López relata la

historia de un joven que vendía billetes de lotería para comprarse una bicicleta nueva; ese niño, al

que los paramilitares le mataron su padre, se convertiría en el año 2012 en el primer medallista

olímpico en ciclismo de ruta para Colombia. La historia de este joven, Rigoberto Urán, tiene

matices, detalles, situaciones y protagonistas únicos, pero parte de un suceso que puede ser

universal: la historia de un joven humilde que trabaja para comprarse una bicicleta.

Page 45: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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Y así es como se difuminan los rostros de los protagonistas y toman poder las situaciones,

las historias que se repiten aquí y allá. La historia del joven que vendiendo boletos de lotería

logró comprarse una bicicleta es, sin duda, un relato universal.

2.3. Narrativa web

La web es un medio completamente novedoso en comparación con la televisión o los

medios impresos. La infinita variedad de posibilidades, a la distancia de un click, da la

oportunidad al púbico de escoger con mucha más rigurosidad qué desea leer.

Y, al parecer, las dinámicas de la red apuntan a suplir una necesidad de inmediatez propia

de nuestra sociedad ataviada por las responsabilidades y las prisas. Los medios, las redes sociales,

los blogs y las agencias de noticias han diseñado sus páginas para difundir una enorme masa

informativa dentro de un formato claro y certero que el público pueda leer y comprender mientras

hacen una pausa dentro de sus muchos quehaceres diarios. El contexto, el trasfondo, las noticias a

profundidad, los grandes reportajes, las historias bien contadas, han pasado a un segundo plano.

¿Cómo afecta esta tendencia a la búsqueda de información resumida dentro del panorama

cultural? Según Gumersindo Lafuente, internet es una plataforma con muchas posibilidades. "Los

medios digitales no son sólo inmediatez, sino que también es posible investigación y análisis. No

son conceptos exclusivos de los periódicos de papel" (Lafuente, 2009).

Teniendo en cuenta que las redes sociales son las principales herramientas del periodismo

de inmediatez, ¿cuáles pueden ser entonces aquellos instrumentos del periodismo de

investigación y crítico, el cual Lafuente afirma que también tiene un espacio en la red?

Daniel Cassany, profesor e investigador universitario español, escribió un libro llamado

En_línea. Leer y escribir en la red, en el cual se hace un recorrido por las herramientas propias

de la web y su diferencia con otras plataformas, tales como los medios impresos.

Page 46: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

50

Para Cassany, la principal diferencia entre un escrito posteado en la web y un libro es,

precisamente, el estado ‗en línea‘ del escrito web, lo que lo provee de una conexión directa con

―millones de recursos, que aprovechamos para construir significados de manera diferente y más

sofisticada‖ (Cassany, 2012, p. 50).

Estos recursos, según el catalán, superan por completo la experiencia de leer un libro, pues

la red provee al lector de una amplia variedad de datos, significados, contexto, y vocabulario

extra que hacen de la lectura en la red una vivencia más completa para el lector y más simple para

la comprensión de lo que lee.

En cuanto a las herramientas propias de la narrativa web, Cassany afirma que algunas de las

mismas, que ya han aparecido en otras plataformas –tales como la televisión y los impresos−

adquieren un nivel superior dentro del marco digital. Algunos de estos instrumentos, mejorados o

creados por la web, son:

Multimodalidad: concepto similar a la multimedialidad –anteriormente analizado− que

abarca la unión de diferentes formatos informativos: imágenes, videos, tablas, fotos,

dibujos, audios, íconos, para presentar desde diferentes ángulos la misma noticia.

Remix: Mezcla de elementos de otras fuentes que, bajo el matiz propio de un autor,

adquieren una connotación nueva o, al menos, novedosa.

Leída y comentada: Herramienta de interacción y retroalimentación entre el autor y su

lector.

Cooperativa: Brinda la posibilidad de co-crear material en la web incluso entre internautas

que pueden compartir el mismo interés, pero que ni siquiera necesitan conocerse.

Page 47: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

51

Estas herramientas, propias de la web o mejoradas por la misma, convierten al público, más

que en un consumidor pasivo de información, en un ente activo y determinante para la

conformación de una agenda informativa.

También hace a los internautas más selectivos y específicos en cuanto a lo que en realidad

buscan encontrar. De no integrar todas estas herramientas, la información de los medios digitales

puede quedarse en aquel tipo de información inmediata y sin trasfondo mencionada en un

principio. Esta posibilidad no es viable para el periodismo cultural, al que no le alcanzan 140

caracteres –los máximos que permite twitter− para contar una historia que no deje interrogantes.

Todo medio que apueste por producir información cultural crítica y profunda debería dejar a un

lado los afanes y aprovechar las enormes oportunidades que brinda a esté ‗género‘ la web.

¿Y cuál es la principal ventaja de la web? No hay un consenso general para la respuesta a

esta pregunta; sin embargo, muchos de los académicos aquí reseñados se refieren constantemente

a un mismo concepto: universalidad.

Este capítulo ha enfrentado dos conceptos en teoría anacrónicos: una web infinita frente a

un periodismo que en teoría apunta, más que a la sociedad, a la comunidad, al barrio, a lo que

subyace de la cultura: la contracultura. Al final del debate, se ha planteado que dichos conceptos,

trabajados de manera conjunta pueden conformar una producción de información que, al final,

logre captar la atención de las masas.

De lo local, o lo hiperlocal, a lo global. Al suponer que la universalidad de la red reduce

inexorablemente al primer modelo, lo local parece no tener más margen de expansión que el que

le da su reducido público, o sí?

3. Historias locales, culturas globales

A través de todo este marco conceptual, se ha trabajado el concepto de la cultura atravesado

por la globalidad de la web. Tomando a la red como un difusor masivo de lo que se conoce como

Page 48: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

52

industria cultural, este capítulo busca analizar los conceptos que pueden llevar a una cultura de

barrio o comunidad a adquirir rasgos, matices o características propias de una cultura

generalizada; de historias que se repiten aquí y allá, en las calles de Medellín, de Bogotá, de

Nueva York, y que logran despertar el interés de aquel que ve reflejada su cultura en ellas.

3.1. Derribando fronteras

―Uno de los mayores temores que despertaron los cambios globales de los últimos años (la

expansión de las nuevas tecnologías y de la industrialización), reforzados todos ellos por la caída

del Muro de Berlín en 1989, fue que, "instaurada la modernidad" (cualquier cosa que eso

signifique), quedaría sepultada la cultura local‖ (Villalobos, 2003).

Con esta frase da inicio el periodista Mexicano Juan Manuel Villalobos a un artículo de

2003 para la revista Letras Libres, llamado Cultura local, cultura global. El escrito informa sobre

la publicación de una colección de obras de autores tan renombrados en el ámbito cultural como

Néstor García Canclini, Jean Pierre Warnier –autor del libro La mundialización de la cultura−, o

de George Judice –autor de El recurso de la cultura: usos de la cultura en la era global−.

El objetivo de esta colección, según Villalobos, es conocer más a fondo los movimientos

sociales que se están gestando en campos como el trabajo, la comunicación o la industria, así

como al interior de las fronteras entre países (Villalobos, 2003). García Canclini, director de la

colección, afirma que ni la modernidad ni la globalización anulan las culturas tradicionales y

locales, pero considera al mismo tiempo que éstas no pueden ser entendidas sin los procesos y los

movimientos globales.

Y es que la globalización reconfigura por completo el panorama global de las sociedades.

Saskia Sassen, socióloga y escritora holandesa, ganadora en 2013 del premio Príncipe de Asturias

en la rama de ciencias sociales, es una de las mayores críticas de la globalización y de sus

consecuencias en el panorama actual. En su libro Los espectros de la globalización, Sassen

Page 49: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

53

analiza un factor determinante en la conformación de estas nuevas culturas globales: la

transnacionalización de la mano de obra.

―Hay representaciones de la globalidad que no han sido reconocidas como tales o que son

representaciones discutidas. Estas representaciones incluyen la inmigración y sus ambientes

culturales asociados, a menudo agrupados bajo la noción de etnicidad‖. (Sassen, 2003, p. 29).

Según Sassen, la problemática de la inmigración y la etnicidad son, en realidad, una serie de

procesos relacionados con la globalización de la actividad económica, de la actividad cultural y

de la formación de identidad.

La problemática de la inmigración, en el marco de la globalización, altera entonces la

concepción clásica de la cultura: un amasijo de costumbres, mitos, tradiciones y creencias que

conforman el imaginario de una sociedad que convive dentro de un mismo territorio. Nuestros

vecinos, compañeros de trabajo, amigos u profesores pueden no compartir nuestras raíces.

Vivimos en la actualidad en una sociedad pluricultural; y esto ocurre principalmente, tal y como

afirma Sassen, en las grandes urbes (2003).

Colombia, naturalmente, no es ajena a estos procesos. Un estudio publicado en 2010 por la

agencia estadounidense Ibernet Media & Consultants, con sede principal en Nueva York, y

divulgado por la cadena colombiana Caracol Radio, afirma que para finales del año 2010 la cifra

de colombianos que viviría por fuera del país sería de seis millones.

Teniendo en cuenta que según estimaciones del DANE, publicadas en una reseña web de

Wikipedia, en mayo de 2011 Colombia alcanzó los 46 millones de habitantes (DANE, 2013). De

acuerdo a estas cifras, el porcentaje de población colombiana que vivía en el extranjero para el

año 2011 era aproximadamente del 11,5%. En 2011, más de uno de cada diez colombianos

formaba parte del proceso de reconstrucción cultural en cualquier parte del mundo, y esa cifra

puede ser aún mayor en la actualidad.

Sin embargo, la migración no es el único factor responsable de las reconstrucciones

culturales a nivel global. Como ya fue tratado en el capítulo II de este trabajo, la red ha sido otro

factor fundamental en la desterritorialización de identidades.

Page 50: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

54

Jesús Martín Barbero, experto en cultura y medios de comunicación de origen español, y

residente en Colombia, se refiere a las barreras que la globalización sobrepasó gracias a los

adelantos tecnológicos, especialmente en el aspecto comunicativo. ―Lo que necesitamos pensar

hoy es la hegemonía comunicacional del mercado en la sociedad: la comunicación convertida en

el más eficaz motor del desenganche e inserción de las culturas –étnicas, nacionales o locales- en

el espacio/tiempo del mercado y las tecnologías globales‖ (Barbero, 2002, p. 6).

Es entonces la comunicación, según Barbero, aquello que nos une como cultura

transnacional, que no conoce de razas o países, pero que está atravesada por una especie de

adoración a la tecnología y a los aspectos sociales e interactivos que nacen de ella.

Ambos factores conforman aquel concepto al cual se refieren Canclini y aquellos que hacen

parte de dicha colección a la que hace referencia Juan Manuel Villalobos en su artículo. Cultura

Global; con la caída del muro de Berlín, como apunta Villalobos, terminaron de caer todas las

fronteras.

No obstante, la conformación de una cultura global no implica de ninguna forma la

desaparición de la cultura local −tema tratado en la sección Periodismo Hiperlocal−. Las

historias de barrio, de comuna, de pueblo, aquellas que construyen identidad cultural a nivel local

o nacional, también hacen parte de una dinámica que nos une y nos desconecta al mismo tiempo.

En esa cultura global de la que habla Canclini y otros, rompemos nuestra propia barrera cultural y

exponemos lo que somos al mundo; de esta interacción recibimos material simbólico que también

transforma nuestro imaginario cultural, pero seguimos siendo una cultura particular, con nuestras

características propias y nuestra idiosincrasia única.

¿Y qué pasa con aquellas historias que retratan lo que subyace de nuestra cultura? ¿Cuáles

son las dinámicas de los relatos que parecen lejanos a retratar una cultura popular, o al menos

masiva? Cómo puede llegar un medio contracultural, crítico de la cultura popular, a ser global?

Page 51: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

55

3.2. Cultura y contracultura

¿Cómo escribir poesía después de Auschwitz? esta fue la famosa pregunta que se formuló

el filósofo Theodor Adorno tiempo después del holocausto nazi; esta pregunta resumía en sentir

de una generación que había perdido su encanto hacía el humano, hacia su presunción de belleza.

La cultura, por lo tanto, también sufrió una transformación.

Marianne Ponsford, directora de Arcadia, retoma esta frase en un editorial de agosto de

2008, preguntándose por lo que en realidad es la cultura en el siglo XXI. Si bien acepta que en

tiempos pasados el concepto se remitía a todo lo considerado como bellas artes, en la actualidad

está es una visión limitada. Ahora, tomando como punto de ruptura la segunda guerra mundial, la

cultura se preocupa por lo humano, por la interacción entre sociedades y como la misma afecta la

vida de cada una.

―La alta cultura examina y se interroga sobre lo humano. El artista no vive en una torre de

cristal. Ve televisión, sale a la calle, lee la prensa, vive, se enamora, sufre, y por lo tanto, la esfera

de la política forma parte de su mundo‖ (Ponsford, 2008). Esta humanización de la cultural hace

que sus temas se diversifiquen. Ahora todo relato de lo humano y sus formas de vida es cultura;

la historia y la política se convierten en temas de importancia a la hora de hablar de cultura.

Ponsford invita a sus lectores, al final de su editorial, a que acepten la diversificación de la

cultural; a que entiendan que las bellas artes son tan solo un punto de vista a la hora de describir a

toda una sociedad. Finalmente, reivindica la política como un tema esencial a la hora de hablar de

cultura. ―Es en la esfera de lo político donde más fácilmente se aprecian las grandes

contradicciones de la condición humana. Por lo tanto, pocas cosas más legítimas que la reflexión

del artista en torno a la política‖ (Ponsford, 2008).

Y es precisamente en la política y en su historia en donde el hombre se acepta como

humano, aquel que comete errores y que representa, en ocasiones, más horror que belleza. Por

esto también se tuvo que autoevaluar el periodismo, que entendió que su trabajo no consistía en

analizar lo bello, sino todo. El humano es lo malo y lo bueno, lo feo y lo bello y, por lo tanto, a la

hora de hablar de su cultura es necesario abarcar todo lo que lo refleja. El trabajo del periodismo

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cultural tiene que hablar historias humanas, tiene que confrontar al lector con lo que es, así a este

le resulte incómodo enfrentarse a su realidad.

Es por esto que la política y la historia son el perfecto reflejo de nuestra cultura del siglo

XXI, que no es ni tan optimista y egocéntrica como la del renacimiento, ni tampoco tan lúgubre

como la de la época oscura, en la cual la reciente decadencia del imperio romano había

extinguido toda posible esperanza de la humanidad hacia su propia especie. Esta época requiere

de confrontación entre nuestras virtudes y defectos, entre lo que somos y lo que aún nos falta por

aprender. La crítica es para la cultura una catarsis, algo que la hace revolcarse en medio de su

conformismo y superarse a sí misma.

Y el pensamiento crítico de aquellos que debaten acerca de la cultura es uno de los

bálsamos que mueve a nuestra sociedad. Cuando el periodista se acerca a la política desde una

concepción cultural, es cuando más podemos acercarnos a una visión de lo que somos en

realidad; y cuando se atreve a criticarla, es cuando entendemos qué es lo que definitivamente no

queremos ser.

Algunos podrían llamar a estos críticos periodistas contraculturales, y no estarían del todo

lejos. Porque para estar decidido a cuestionar todo lo que hace parte de una cultura y tradiciones

de una sociedad, se tiene que tener un espíritu de desarraigo a las costumbres que definen a la

mayoría de sus conciudadanos.

José Luis Herrera Zavaleta, egresado de la Escuela Práctica de Altos Estudios - Sección VI

de Ciencias Económicas y Sociales de La Sorbona, Paris, define de esta manera al paradigma

cultural. ―Es una forma específica de ver la realidad, establece límites a lo hegemónico, formula

interrogantes, introduce enigmas en el imaginario social‖ (2009, p. 73). En estas bases se funda el

periodismo contracultural, o crítico, para llegar a una mayor audiencia, pues uno de los

paradigmas más globales e universales de la cultura es, precisamente, el limitar los alcances de

‗lo hegemónico‘.

Esa es una de las bases de Universo Centro, un periódico que no busca a la Medellín de

antaño, a la tradicional. El medio busca contar historias diferentes, retratos de aquello o aquellos

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57

que no se ven reflejados por la industria cultural paisa, relatos que van más allá del Parque

Lleras, del barrio El Poblado, de la bandeja paisa, de las hermosas mujeres, del metro de

Medellín. Estos relatos alternativos son la base de este estudio, son relatos que construyen una

cultura alterna a la tradicional, una concepción atractiva en el mundo digital –no solo en esta

plataforma− por su capacidad crítica y analítica frente a lo establecido.

Universo Centro será nuestra base de estudio; sin embargo, no es un caso aislado, ni mucho

menos, en lo que se refiere a medios web culturales, pues existen otros medios de similares

características que gozan de gran reputación en la web y tienen una plataforma mucho más

estructurada que el periódico antioqueño; portales culturales que merecen ser analizadas.

4. Cultura 2.0

No es sencillo transformar maneras, hábitos, tradiciones, modos de vivir. Esta reflexión no

solo es válida para la cultura, que ha evolucionado de una concepción limitada a su propia

localidad hacía una interconexión de sociedades que, al mismo tiempo que ‗actualizan‘ su propia

identidad, hacen parte de la reconstrucción de cultural en territorios ajenos. Los medios, difusores

de estas culturas entremezcladas, han sido parte fundamental del cambio y, al mismo tiempo, han

llevado su propio proceso de ‗reconfiguración‘. En el campo de la cultura, hay algunos ejemplos

de medios que han entendido a la red como un campo de oportunidades, y por tanto han creado

una plataforma virtual cercana a los ideales que, en este trabajo, planteamos para la web como

esenciales: multimedialidad, interactividad e hipertextualidad.

4.1. Híbrido cultural

Anfibia y el nuevo relato investigativo

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58

―Lo anfibio es el cruce de los discursos del periodismo hacia las fronteras académicas y de

los discursos de la teoría y el análisis hacia las nuevas narrativas‖ (Anfibia, 2013).

Anfibia, portal web argentino que nace el 14 de mayo de 2012, propone por medio de esta

frase un discurso periodístico que combina lo académico con lo vivencial, lo investigativo con lo

narrativo. Como bien denota su nombre, la revista digital busca una mezcla ―de los nuevos relatos

con los nuevos académicos, intelectuales de lo fractal, ya desatados de los corsets teóricos‖.

Basada en su concepción de nuevo periodismo narrativo, apoyado en la academia, Anfibia

es un medio que expone la cultura por medio de historias locales –generalmente del área de

Buenos Aires− con un estilo de relato novedoso, fresco, ajeno a la complejidad propia de los

discursos culturales académicos. Esto, sin embargo, no significa que no haya en la revista un

discurso afín con la teoría.

No hay que ir muy lejos para encontrar un ejemplo de esta ‗hibriedad‘ de Anfibia. En una

crónica titulada El candidato esponja: de liberal a conservador popular, publicada el 21 de

octubre de 2013, la revista plantea hacer un perfil de un político argentino mediante una

investigación conjunta entre el cronista Andrés Fidanza y el sociólogo Lucas Rubinich.

Este trabajo, que combina el análisis sociológico del personaje, hecho por Rubinich, con la

investigación y el relato detallado de Fidanza, es un claro ejemplo de como la teoría y el suceso

son trabajados como uno solo en Anfibia. Sin el suceso no hay análisis teórico y sin el análisis

contextual el suceso quedaría como un hecho aislado.

Su portal, sin embargo, no parece aprovechar todas las posibilidades que da la red en

cuanto a espacialidad se refiere. Sus contenidos se encuentran categorizados de manera escueta;

solo existen cinco secciones: crónicas, fotos, videos, blog y feria, denominaciones que no llaman

la atención del internauta ni tampoco seccionan de manera más especializada los textos, con el fin

de orientar sobre qué tipo de información se puede encontrar en cada sección.

Page 55: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

59

Esta interconexión fallida entre los diferentes contenidos publicados por Anfibia ocasiona

que el portal parezca lejano de aplicar efectivamente algunas de las dinámicas propias de las

narrativas web –multimedialidad, hipertextualidad e interactividad−. Sus crónicas carecen de

hipervínculos incluidos en el propio texto –Al final de algunos textos se encuentra la opción

―también te puede interesar‖: un hipervínculo a otros textos de similar tópico− y en la mayoría de

los casos el texto va acompañado tan solo por una galería fotográfica, por lo cual los casos de

multimedialidad dentro de una misma crónica son escasos.

No obstante, Anfibia busca mantener una continua interacción con sus lectores. Al final de

cada artículo, el portal da la opción al internauta de opinar acerca del texto que acaba de leer con

tres diferentes opciones a la pregunta ―te gustó la crónica‖: ―¡sí!, tal vez…, o mmmno‖. Abajo, el

lector puede postear una opinión más amplia sobre el contenido leído. La página en Facebook de

la revista postea comentarios, fragmentos de crónicas, fotos, convocatorias y noticias varias veces

al día, síntoma de su interés por mantener una conversación constante entre el medio y sus

lectores.

Otra característica, que se puede constatar en la misma interacción de la revista con sus

lectores, es el reducido alcance de la misma a públicos de diferentes contextos sociales y

culturales. Anfibia es un medio de relatos locales para un público local. La mayoría de sus

contenidos son relatos generalmente desarrollados dentro del área metropolitana de Buenos

Aires. La escasez de variedad narrativa retrata al medio como un portal cultural propio de los

argentinos, y sin aparentes aspiraciones de incursionar en otros discursos socio-culturales más

globales

En síntesis, la esencia de la revista Bonaerense, nacida en el seno de la facultad de

periodismo de la universidad San Martín, plantea un discurso hibrido entre lo investigativo y lo

académico, un concepto que parece unificar aquella clásica tensión de los discursos culturales

entre lo académico, ‗lo de élite‘ y el rigor investigativo de la cultura popular.

Sin embargo, y con el fin de acercar este discurso a su público por medio de la red, Anfibia

tiene aún camino por recorrer, pues las dinámicas propias de las narrativas web no se encuentran

del todo presentes en la revista, razón por la cual algunos contenidos, tal y como están plasmados

Page 56: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

60

en el portal, pueden ser perfectamente aptos tanto para el portal web como para una posible

versión impresa.

Tal vez la mayor deuda de Anfibia con la red, su medio de difusión, es la inclusión dentro

de su producción periodística de temas que abarquen discursos más globales. Una revista web

que además de no implementar herramientas propias de las narrativas web, propone un discurso

cultural limitado única y exclusivamente al contexto en el que convive, desaprovecha una de los

preceptos principales de este formato: la universalidad.

4.2. La libertad de escribir

Letras Libres y la irrupción de las nuevas narrativas del periodismo

Como una explosión visual para el internauta, se despliega la página inicial del portal

cultural Letras Libres, una revista publicada tanto en versión web como impresa, nacida en

Ciudad de México en 1999 y lanzada en su versión España para 2001 (Letras Libres, 2013). Las

opciones son extensas: una crónica sobre la clasificación a trompicones de la selección mexicana

al mundial, una reseña sobre los efectos especiales de la película Gravity, el relato del olvido en

que se encuentra una de las estatuas más emblemáticas del DF (Distrito Federal)… ¿por dónde

comenzar?

Lo primero, resaltar el más que atractivo diseño virtual de la revista. Cada texto posteado

en el portal viene acompañado de una imagen y, además, de un título sugerente. ¿Continúo

navegando o satisfago mi curiosidad, irremediablemente ligada al deporte, sobre un artículo del

18 de octubre acerca de la selección mexicana? Decido seguir.

Desplazándome abajo encuentro una sección llamada ―conversaciones digitales‖, un

espacio que busca la discusión entre los internautas y un especialista acerca de un tema

Page 57: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

61

coyuntural. La última conversación, del 10 de septiembre de 2013, plantea la necesidad de una

reforma energética en México, producto de la caída en la producción de barriles de petróleo.

La ‗charla‘, que duró exactamente una hora y se nutrió de casi 30 comentarios de los

internautas, es uno de los espacios de mayor contacto entre los lectores de la revista y aquellos

que la conforman. Un espacio sin duda interactivo en su esencia como novedoso en su

presentación. Aquel formato web en el que el periodista se explaya argumentando su opinión y

luego el internauta opina sobre la pertinencia de estos argumentos tiene ahora una versión más

inmediata, se podría decir incluso una versión 2.0.

Estas conversaciones son también un índice del alcance que tiene el medio, al menos esa es

la reflexión que me queda de leer los comentarios hechos por los internautas y de la diversidad en

sus opiniones. La variedad de conceptos, datos e historia que aportan los lectores me hace pensar

en las diferencias que hay entre ellos, personas que en la vida fuera de la virtualidad chocarían,

que son opuestas y que posiblemente su única conexión sea precisamente la revista.

La pluralidad de público en un medio suele ser un síntoma de la propia variedad de

conceptos, opiniones y críticas que emite el mismo. Un medio plural en sus contenidos abarca

muchos más seguidores, más aún si está apoyado en la universalidad de públicos propia de la red.

Letras Libres, analizada bajo esta perspectiva, es pluricultural; además de los espacios ya

mencionados, publica contenidos que relatan historias de cualquier parte del mundo: un reportaje

sobre El Calafate, pueblo argentino de donde es oriunda la presidenta Cristina Fernández de

Kirchner; un ensayo acerca de la literatura brasileña, una noticia sobre la línea de sucesión del

clan Assad en el gobierno de Siria; todo esto añadido a la recurrente producción de información

concerniente a la sociedad mexicana y la española, las dos sedes principales de la revista.

Estos relatos reciben varios comentarios de lectores que añaden o rebaten datos al

contenido; vuelve a aparecer la pluriculturalidad en cuanto a perspectivas y a concepciones socio-

culturales.

Page 58: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

62

Ambos casos denotan la construcción de un discurso hipertextual, con la colaboración de

internautas de varias partes del mundo, lo que refuerza la imagen de Letras Libres como un

espacio diverso en cuanto a historias, a lugares, a sociedades: un espacio diseñado para toda la

cultura latinoamericana.

Esta diversidad no es solo atribuible a los contenidos que produce, pues los formatos

narrativos que provee son tan variados en sus formatos como equiparables en su calidad. Uno de

sus formatos, una sección de podcasts, ofrece en esta edición la intervención de la doctora Ana

María Fabre Y Del Rivero, psicoterapeuta especialista en jóvenes, acerca de la etapa de la

adolescencia. Este formato, auditivo en su esencia, forma parte toda esta variedad de

posibilidades producidas por la revista; Letras libres acompaña sus textos con imágenes, videos,

infografías, podcasts, ilustraciones; medios visuales que proporcionan a las letras un rostro, un

dato, una voz.

El proceso también se puede dar de manera inversa, pues no es el medio el único con

potestad para postular un comentario, una opinión, un conocimiento. Esta es la sensación que

deja el medio cuando se analiza una de sus herramientas narrativas más propagadas: el blog.

La revista ibero-mexicana es propensa a explorar en su portal web el mundo del escritor

anónimo, brindando un espacio de difusión a aquel que construya, al que analice, al que

reivindique, al que critique; a aquel que tenga algo importante para expresar. Esta dinámica, no

obstante, no es ajena al equipo periodístico que da vida a Letras Libres. Blog de la redacción es

el espacio destinado para que los miembros del medio, encabezados por su director Enrique

Krauze, aborden temas tan variados como un relato personal acerca del líder Mexicano Manuel

Gómez Morín, reflexiones sobre la guerra entre mexicanos y estadounidenses del siglo XIX, e

incluso una colección de los mejores enlaces proveídos por los lectores del portal web.

Por supuesto que no todo el mundo puede escribir en Letras Libres, la revista perdería su

validez como productora de contenido cultural de calidad. En este espacio se pueden encontrar

ensayistas, expertos, periodistas, constructores de las ciencias sociales; todo un compendio de

personajes, no necesariamente famosos, con la capacidad y el conocimiento necesario para

Page 59: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

63

aportar un nuevo punto de vista, y que encuentran en el blog el espacio idóneo para difundir sus

pensamientos.

‗Bloggear‘: una de las dinámicas relevantes en el portal de Letras Libres, otro de los

aspectos a tener en cuenta dentro de su espectro multimedial. Sin embargo, conforme se navega a

través del portal y se descubre que el texto es solo una opción más, crece la sensación de

‗libertad‘ que el mismo título exhorta; una libertad de letras para ser escritas, dejar que sean

escritas, y si no hacen falta, prescindir de ellas. Bien puede encontrarse el lector con un texto

extenso, reforzado con uno o varios complementos audiovisuales, como pueden también los

caracteres estar de más para desarrollar un tópico cualquiera. Las letras, en esta revista, aparecen

cuando les da la gana.

Pero me he desviado, demasiado; vuelco de nuevo mi atención en la página principal del

portal; luego, al llevar la vista a la derecha del portal me encuentro con una sección que contiene

los artículos de mayor circulación según el portal, clasificados como: más leído, más reciente y

más comentado. La curiosidad de saber el porqué de su ‗popularidad‘ me lleva a ‗clickear‘ sobre

el título de mayor interés para los internautas. Al actualizarse la página, me encuentro con La

tentación de san Antonio, un cuadro renacentista de Bernardo Parentino, que ilustra a la

perfección la locura, la desesperación, las alucinaciones propias del tema a tratar; sin embargo,

qué sorpresa, el contenido más popular de letras libres no consta de una sola letra.

Un podcast es el contenido favorito de los lectores del este portal, un fiel retrato de la

versatilidad de la revista. Ejemplo de adaptabilidad a las dinámicas de la red y portal en constante

construcción de contenidos ‗alternativos‘ a la tradicionalidad de los relatos textuales, Letras

Libres es un espacio en que las letras gozan de total libertad para construir o no un relato, dando a

su vez paso a narrativas integrales, que construyen una experiencia en la que se considera la

estimulación de todos los sentidos.

4.3. Relato de la parsimonia

Page 60: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

64

Narratively: relatos sociales de la capital del mundo

―Él solía vender bienes raíces a millonarios en España. Antes de eso, predijo el precio del

trigo a compradores en las tiendas de materias primas. Pero la recesión no fue amable con

Riordan. Ahora, a sus cincuenta y tres años, trabaja en el área de servicio al cliente en la tierra

natal de su familia, St. Louis, manejando un taxi como trabajo extra para ganar algo más de

dinero. Y de noche, vende historias de fantasmas a 20 dólares el tiquete‖ (Narratively, 2013).

Esta es la historia de David Riordan, una cara más de la debacle política, económica y

social que supuso la recesión mundial que comenzó el año de 2008 y que aún está causando

estragos. Dicha recesión frenó el avance de la sociedad norteamericana en muchos sentidos;

produjo el despido masivo de miles de estadounidenses, ocasionó la caída en picada de varios de

los bancos más importantes de este país –e incluso, del mundo−, exilió a miles de familias del

hogar por el que con mucho esfuerzo, y trabajo, pagaban mes a mes cuotas de intereses al borde

de la usura a los bancos –el sector inmobiliario fue la razón principal por la cual explotó la crisis

en Estados Unidos−.

Lo paradójico es que el gobierno, como si se tratara de un mal chiste, salió al rescate de los

bancos; aquellos que con su avaricia causaron la ruina de gran parte de una sociedad. Los medios

hicieron eco de la cuestionable decisión gubernamental. Algunas historias del desastre fueron

contadas. Pero las dinámicas mediáticas indicaban que había que seguir; ya no había más noticias

merecedoras de primera plana, el relato de una familia caída en desgracia no era más que el pan

de cada día. ¿Quién cuenta entonces la historia de los que no son noticia?

Pues resulta que el relato de los invisibles, de los comunes, de los vecinos, taxistas,

panaderos, campesinos, de la masa de la sociedad, despiertan la atención de muchas personas. A

tal punto que un portal dedicado a contar este tipo de historias fue nombrado por la revista Time

como una de las 50 mejores páginas web del 2013 (Time, 2013).

Page 61: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

65

Narratively, portal web con sede principal en Nueva York y lanzado en septiembre de

2012, es, según sus creadores, ―una plataforma dedicada a las historias originales, investigadas a

fondo y aún no contadas‖.

Historias como la de David Riordan, el antes exitoso agente de bienes raíces que ahora

conduce un taxi y en la noche es el guía turístico de la ruta de los fantasmas en St. Louis; la de

James Darling, un joven transexual que es actor porno de día y repartidor de pizzas en la noche; o

la de una mujer, no revela su nombre, que trabaja pro-bono en una programa extraescolar para

mujeres con problemas económicos y en la noche es bailarina en un club de ‗strippers‘, son el

relato de una sociedad, de aquellos que la conforman. En palabras del portal cultural, son ―las

ricas e intrincadas narrativas que llegan al corazón de lo que un lugar y sus personas son en

realidad.

Los alcances de portal web neoyorquino, no obstante, no buscan enfocarse únicamente en

los relatos encerrados dentro de la gran manzana. Narratively es una página que desde su

fundación ha establecido la misión de contar historias atractivas no solo para los residentes de

Nueva York, sino para todo aquel al que le interese leer una historia contada a profundidad.

―Estamos comprometidos a destapar y compartir a profundidad historias locales con un atractivo

universal‖ reza el lema del medio.

Sin embargo, dicha atracción universal no es palpable ni al revisar el portal web, ni

tampoco al visitar su página en Facebook; Narratively no suele escribir historias que transciendas

las barreras espaciales del país norteamericano, y la interacción que tiene con sus seguidores

tampoco denota una atención especial por parte de público no estadounidense.

Tal vez cuando hablen de historias universales se refieran entonces a la capacidad de estás

para llamar la atención. Muchas historias de las aquí publicadas son, sin duda, envolventes,

independientemente del contexto en el que se desarrollen. En gran medida, esto es posible gracias

a que los textos suelen estar reforzados por una amplia variedad de recursos audiovisuales,

cualidad que transforma simples narraciones en historias vívidas; los textos aquí son un discurso

narrativo más. ―Podemos ofrecer un extenso artículo el lunes, seguido de un documental animado

Page 62: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

66

el martes, después un foto-ensayo, o un audio, o un corto documental‖ afirma el portal. Estas

características lo convierten en un medio versátil en el uso de herramientas multimediales.

En cuanto a las conexiones narrativas que hay entre un relato y otro, y a pesar de las pocas

secciones que presenta el portal, Narratively hace buen uso de los hipervínculos web. Sus

artículos contienen varias conexiones con temas relacionados y términos clave. Además, al final

de cada artículo hay una sugerencia para el lector sobre otro contenido que también pueda ser de

interés, hipervinculando dos o más relatos con temas clave en común. Las redes internas del

portal están bien tejidas.

Tal vez lo único que se pueda extrañar de un medio web con el reconocimiento de

Narratively es la interactividad que maneja con sus lectores. Si bien tiene varias redes sociales

por las cuales publica material del portal y comparten información de otros medios, dentro de su

portal web tiene un contacto mínimo con los internautas. Llama la atención ver una página web

en la actualidad, más cuando se trata de un portal que tiene como objetivo dar voz a los que no

serían escuchados de otra forma, que no tenga habilitado el recuadro de comentarios al final de

cada contenido. La única medición que tienen de la popularidad de cada material que publican es

la cantidad de ‗me gusta‘ que den los internautas en su página de Facebook.

A pesar de la percepción de lejanía que puede dejar Narratively frente a sus lectores, es

placentero comprobar el tiempo que toman para narrar cada historia. El portal cultural

neoyorquino sin duda no hace parte de aquellas dinámicas periodísticas de la prontitud y de la

producción masiva de noticias; para todo se toman su tiempo, tal vez a sabiendas que una historia

bien contada y original siempre hará parte de la primera página de una sociedad que, de vez en

cuando, también necesita alejarse de la inmediatez y excavar un poco más hondo.

Page 63: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

67

CAPÍTULO II: ANÁLISIS

1. Metodología

El desarrollo del objetivo general y de los objetivos específicos propuestos en este proyecto

requerirá de la implementación de diversos métodos de análisis e investigación, que posibilitarán

el adecuado instrumento para la obtención de información relevante para el proyecto, la

comprensión de los datos obtenidos durante el estudio, la proposición de una hipótesis que

contenga la esencia de los resultados obtenidos en los diferentes métodos de estudio propuestos y

la formulación de las conclusiones obtenidas una vez desarrollado el proyecto.

En total, se utilizarán tres métodos distintos para la recopilación de información relevante

para el desarrollo del proyecto; a continuación, se enumerará cada uno ellos.

1. Análisis del contenido de Universo Centro basado en un método de lectura cualitativa,

que consiste en analizar un contenido textual en determinados números del periódico,

sirviéndose de muestras independientes que refuercen una postura del mismo frente a

factores esenciales en la fundamentación teórica de este trabajo.

Esta trayectoria será evaluada basándose en seis (6) factores de análisis que serán

las variables constantes durante la investigación; estos factores son: Contracultura, Línea

editorial, Narrativa de la web, Tecnología, Cultura y Tensión local-global.

Adicionalmente, se elaborará un ensayo que a grandes rasgos describe el periódico (sus

contenidos, colaboradores, contexto).

Analizando estos seis (6) parámetros se busca definir la posición del medio frente a

los parámetros bajo los cuales se ha construido este trabajo: la concepción de cultura, la

producción de información cultural en la web, la tecnología como punto de ruptura en la

producción de contenido periodístico, las oportunidades narrativas y estructurales que

proporciona la web dentro de la experiencia del ‗nuevo periodismo‘, la disputa entre la

Page 64: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

68

producción de información local y su difusión en una plataforma enmarcada por la

globalidad y la concepción de lo contracultural como crítica, interesante para la nueva

juventud, a una cultura establecida.

El análisis de dichos parámetros dentro del contenido de Universo Centro será

presentado en seis (6) ensayos; uno por cada factor a estudiar. Esta modalidad fue

escogida con el fin de presentar los resultados dentro un discurso más cercano, alejándose

de las estadísticas y de los resultados numéricos y acercándose al núcleo del asunto. Este

trabajo no tiene como objetivo brindar datos, números, tablas o cuadros; al contrario,

busca dejar una frase, un caso, un ejemplo, un testimonio.

2. Entrevista al director de Universo Centro, Juan Fernando Ospina, con el fin de recoger

sus impresiones acerca del contenido del periódico, de su posición editorial, del manejo

de diferentes temas de controversia, de su interacción con sus lectores y la

retroalimentación que reciben de los mismos, de las herramientas propias de la web que

ha adoptado el medio en su portal y de la universalidad que, según él, puedan tener sus

contenidos.

3. Encuesta mixta, mezcla de preguntas cerradas y abiertas, que se hará a cinco (5)

seguidores de Universo Centro en su página de Facebook, acerca del estilo e ideología de

los contenidos publicados en el periódico, su uso de herramientas y narrativas web y de la

localidad o globalidad de sus contenidos. Los resultados ayudaran a construir las

conclusiones de este análisis.

Los tres métodos seleccionados para la ejecución del proyecto buscan tomar tres puntos de

vista que, en conjunto, darán una visión global y completa de los diferentes elementos que

determinan el contenido, el funcionamiento y el nivel de aceptación que tiene el periódico; estos

puntos son: el contenido publicado, los autores y el público que lo recibe.

Una vez recopilado el material resultante del análisis, la entrevista y la encuesta a los

seguidores del medio, se procederá a formular las conclusiones de la investigación, con el fin de

Page 65: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

69

determinar la desviación entre el objetivo general y los objetivos específicos propuestos

inicialmente y el resultado final de la investigación.

2. Nadaístas en la cuna de los godos

Un primer acercamiento a Universo Centro

En medio de la cultura tradicionalista y conservadora de Antioquia, un periódico

conformado por miembros de esta misma región, cansados de proyectar siempre la misma

imagen de paisas retrógrados, expone los temas más polémicos para los habitantes de la capital

antioqueña: Medellín. Esta ciudad de tradición y abolengos, en muchos casos ajena a ellos, es la

cuna de periodistas y escritores que dan forma a Universo Centro: un espacio que busca rescatar

todos aquellos lugares de Medellín de los que no se habla en otros medios, la que rescata esa

parte de la ciudad que otros buscan esconder.

A finales de 2008, de la mano de Juan Fernando Ospina, su director; y Sergio Valencia,

conocido humorista y creador de Tola y Maruja, se imprimió la primera versión de Universo

Centro. En ese entonces el periódico solo estaba en formato impreso, pero el medio ha ido

creciendo y ahora la mayoría de sus contenidos están ya en formato digital. Después de 5 años de

estar rotando por todo Medellín, el medio está celebrando la publicación de su edición número

50.

Su contenido es indefinible, no es estático, sus intenciones rozan la sátira para después

abordar la crónica y reportería de investigación profunda. Los temas tampoco tienen un punto en

común: un mes pueden discutir en una editorial sobre el parecido de la arquitectura de una iglesia

de Medellín con una planta nuclear y en el siguiente analizar la polémica ley 30 al estudio –

ediciones 22 y 23 respectivamente−. No parecen desarrollar un tema en específico durante sus

diferentes ediciones, lo que concuerda con su ideal; Universo Centro, como se define en su portal

web ―Va un paso más allá de la información y la opinión (…) es una "gaceta" que tiene a la

creación su principal interés‖.

Page 66: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

70

Más allá de sus diferentes estilos de redacción, sin duda alguna Universo Centro busca ser

la antítesis de la típica cultura antioqueña. Por esta razón, muchos de sus artículos y secciones

dedican su espacio a retratar de manera satírica a Medellín, a su gente, sus costumbres, su manera

de ver la vida y su modo de vivirla. Este periódico retrata a la Medellín alternativa, aquella que

los miembros más encopetados del barrio El Poblado niegan como suya.

Por ser precisamente un medio transgresor de la cultura conservadora paisa, Universo

Centro parece tener como norte editorial el desbaratar figuras emblemáticas de la cultura

antioqueña para darles, a su modo de ver, su real valor. Dos de las temáticas que más se reiteran

en sus editoriales son las constantes críticas al gobierno del ex presidente Álvaro Uribe y los

insistentes reclamos para que se debata la posibilidad de legalizar la droga.

Estos temas son de gran polémica en el entorno medellinense, en el primer caso por el

ataque a una figura que dentro de Medellín goza de una amplia aceptación –en gran parte debido

a su paso por la Gobernación de Antioquia− y en el segundo caso por la proposición de una ley

más que censurable para una sociedad conservadora y, sobre todo, católica.

De esta problemática precisamente nació todo el proyecto editorial. El director del

periódico, Juan Fernando Ospina, en una entrevista realizada en 2013 exclusivamente para el

desarrollo de esta investigación, narra por qué él, junto a un grupo de amigos, decidieron

aventurarse en este camino.

―Universo Centro no salió como un proyecto planeado, ni un grupo de personas que

quisieran producir algo a nivel editorial, periodístico o literario, simplemente salió como un

proyecto de un grupo de personas que frecuentamos un lugar en el centro de Medellín, un bar que

se llama El Guanábano. Allí coincidimos y se empezó a dar en los alrededores un problema, el

bar está al lado de un parque donde siempre ha habido como cierta tolerancia frente al tema de la

marihuana, el Parque del Periodista; entonces se empezó a dar como un rechazo hacia el parque;

mucha gente lo comenzó a señalar como un sitio donde surgían los principales males del centro

de la ciudad porque mucha gente fumaba marihuana‖

Ese parque en el centro de Medellín, nombrado así por un busto erigido en él del ‗padre del

periodismo en Colombia‘: Manuel del Socorro Rodríguez, recibía las constantes críticas de la

Page 67: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

71

directora del círculo de periodistas de Antioquia, Zoila Isabel Carvajal Almario, quien

manifestaba su inconformidad con que un personaje tan importante como este estuviera

inmortalizado en un lugar en el que se consumen sustancias ilícitas. Según Ospina, la señora

Carvajal Almario no encontraba en el parque nada que valiera la pena. La opinión de esta

periodista sobre el lugar y sus alrededores fue el detonante para la creación de Universo Centro.

―Nosotros dijimos, como llevándole la contraria, porque ella dice que de aquí no sale nada

bueno; hagamos una publicación y mostremos que los que frecuentamos los alrededores del

parque sí tenemos cosas que decir, que sí tenemos cosas que opinar, que sí somos personas que

pensamos, que producimos y que simplemente que nos guste estar en esta zona de la ciudad no es

una razón para que nos señalen‖. Así nació este periódico, en las entrañas de un espacio de

Medellín menospreciado, en el cual ―no había nada que valiera la pena‖.

Justamente en este medio, tan despreciable para algunos como la zona en la que surgió, han

colaborado algunos de los mejores periodistas y pensadores del país. Por las páginas de Universo

Centro han pasado escritos de personajes de renombre a nivel nacional: Gustavo Gómez,

periodista de Caracol Radio y colaborador de Cromos y Soho; Alejandro Gaviria, ganador en

2009 del premio Simón Bolívar por su columna en el diario El Espectador llamada Matar a un

elefante y actual Ministro de Salud y Protección Social; o Sergio Fajardo, ex alcalde de Medellín,

aspirante en las elecciones de 2010 a la Vicepresidencia de la República y actual Gobernador de

Antioquia. Estos tres paisas (Gaviria nació en Chile, pero creció en Medellín) han sido parte de

editoriales, crónicas y artículos que van desde la polémica por la reforma a la ley de educación,

hasta un pequeño memorial que se despide con irónica tristeza del entonces presidente Álvaro

Uribe.

No obstante, los colaboradores de planta del periódico no son de menor renombre,

Universo Centro cuenta con la participación constante de periodistas de trayectoria y relevancia

en Colombia. Nombres como Pascual Gaviria, periodista de La Luciérnaga, El Mundo de

Medellín y de la desaparecida revista Cambio; Camilo Jiménez, antes colaborador de El

Malpensante y redactor jefe de Soho. Actualmente escribe, aparte de Universo Centro, en Soho,

Publimetro, Arcadia y Carrusel y es autor de un blog referencia en el ámbito cultural como es El

Ojo En La Paja; o Eduardo Escobar, cofundador del movimiento Nadaísta en 1958 y periodista

Page 68: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

72

galardonado con el premio Simón Bolívar en el año 2000 por su columna Contravía, que publica

desde hace 20 años en el periódico El Tiempo. Ellos, entre otros más, son los encargados de

mantener la línea crítica del periódico, a la vanguardia de la contracultura antioqueña.

Nombres como estos pueden explicar el ingenio y la creatividad narrativa a la hora de

matizar críticas acérrimas con toques sutiles de gracia e ironía. Sin embargo, Universo Centro no

se vale siempre de florituras y símiles para analizar o criticar determinado tema. Todo en el

periódico es dual: al lado de la sátira, la ironía y las metáforas, está la crítica directa, sin adornos.

El medio antioqueño también busca el debate abierto y frontal a temas que considera de

importancia.

El ejemplo más llamativo es una sección dedicada enteramente al tema de la droga y, en

especial, de la marihuana. El solo título es ya sugerente. Crónica verde es el espacio que reserva

el periódico para hablar de las sustancias psicoactivas y sus problemáticas. En la mayoría de los

artículos se considera la posibilidad de legalizarla y los posibles beneficios que traería esta

decisión al país, basándose en los ejemplos de otros países o ciudades para los que ha funcionado

la despenalización de la venta de estupefacientes. Universo Centro, sin lugar a dudas, le da

enorme preponderancia a este debate y muestra una posición clara frente al mismo.

Ese es precisamente el valor del periódico: siempre deja entrever, de manera directa o

indirecta, una posición frente a los temas que aborda. Una persona puede estar o no de acuerdo

con lo que se encuentra escrito en cada edición, en cada editorial, en cada artículo, en cada

denuncia, pero sabe a qué atenerse. Sabe que si quiere leer a un periodista que ensalce la gestión

del anterior mandato, Universo Centro no es una opción; sabe que si desea enterarse de las

actividades culturales de la élite medellinense, allí no las va a encontrar; entiende que si

pertenece a aquella parte de Medellín que se aferra a las tradiciones y a los tabúes, leer este

periódico le va a revolver hasta las entrañas.

Y justo allí es adonde quiere llegar este medio: a las entrañas del pueblo antioqueño. Quiere

apostarse en el centro de la cultura paisa, conservadora por naturaleza, y sacudirla. Su misión

pasa por ser todo lo que la Medellín de costumbres y tradiciones no espera de ella, una visión

alternativa a la que normalmente es considerada la ‗cultura antioqueña‘.

Page 69: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

73

3. El ‘hijo pródigo’ incendia la casa

La línea editorial de Universo Centro

Esa sociedad paisa tan orgullosa de sus raíces, de su cultura, de su civismo; cuna de

Fernando Botero, de Juan Esteban Aristizábal (Juanes), cómo no, del expresidente Álvaro Uribe,

de Mariana Pajón, del único metro de Colombia; reconocida en 2012 junto a San Francisco, en

Estados Unidos, por su sistema de transporte con el premio anual al transporte sostenible;

denominada en 2013 por un concurso organizado por Citibank y The Wall Street Journal como la

ciudad más innovadora del mundo y catalogada en este mismo año por el asesor del presidente

Barack Obama, Dan Restrepo, como ―la ciudad de referencia en Latinoamérica‖

Esa urbe, símbolo de progreso y desarrollo, ha parido de todo; incluso a algunos que no

comparten la visión minimalista que tanto abunda en la ciudad. Existen hijos de Medellín,

también ilustres, que ven con ojos críticos a la capital antioqueña, que la cuestionan, que

desmitifican aquellos símbolos de Medellín de los cuales la mayoría de ciudadanos se sienten

orgullosos.

Universo Centro, sin duda alguna, hace parte de aquel grupo. Sus editoriales son un claro

ejemplo de las ideas que conforman los contenidos del periódico y por consiguiente, del grupo de

reporteros que la construyen mes a mes.

El periódico tiene sus cruzadas particulares, pocas editoriales no tocan un tema polémico,

ya sea de origen local o nacional. Solo hace falta retroceder a la primera editorial archivada en el

portal, de la edición número tres de 2008, llamada Arte y parque. En ella se plasma la primera

gran batalla de Universo Centro: la legalización de la droga.

Page 70: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

74

La despenalización del consumo es un tema que ocupa varias editoriales del periódico,

buscando concientizar a sus lectores y a las autoridades, de la necesidad de permitir el uso de

sustancias psicoactivas y así acabar con lo que, según el medio, es una ―inocua estrategia

prohibicionista‖.

Y es que la lucha de Universo Centro por la despenalización data de mucho tiempo atrás.

De hecho, esta batalla es, en palabras coloquiales, su ‗florero de Llorente‘ como relataba su

director Juan Fernando Ospina acerca de los inicios del periódico.

Sin duda, otra de las batallas que lucha Universo Centro a través de sus editoriales ha sido

aquella que busca derribar la concepción con la que tradicionalmente ha cargado la región

antioqueña, vista como católica por naturaleza, apegada a sus costumbres de antaño, de carácter

recio y moralista.

Cansado de llevar esa cruz, el periódico antioqueño clama por la emancipación de Medellín

de sus costumbres moralistas aún remanentes en la sociedad. Una fiel prueba: su editorial de

octubre de 2009. ―En Universo Centro levantamos nuestra voz para afirmar como los nadaístas

BASTA, ―basta de inquisiciones, basta de intrigas teológicas. Basta de sofismas. Basta de

verdades reveladas, basta de morales basadas en el terror de Satanás. Basta de comerciar con la

vida eterna. Basta de aliarse con dictaduras militares y burguesas. Basta de asistir al banquete de

la Andi. Basta de viajar en ―Cadillacs‖ último modelo. Basta de catolicismo‖

Esta concepción también, según Juan Fernando Ospina, ha sido producto de la continua

relación de la capital antioqueña con el catolicismo, lo que ha llevado a ligar a Medellín y su

cultura con los preceptos férreos de la religión. Para Ospina, sin embargo, la actualidad cultural y

social de la ciudad demuestra lo contrario.

―Esa historia de que Medellín ha sido una cultura católica y tradicional yo creo que ya

también es como un cliché. En Medellín se ha mostrado que se ha dado una cultura y unos

movimientos de vanguardia dese hace mucho tiempo (…) acá se hicieron las primeras bienales

internacionales de arte del país; acá surgió un movimiento como el nadaísmo, acá han surgido

Page 71: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

75

muchas cosas. (…) cada vez que se mira Medellín se vuelve y se cae también en eso que digo yo

que creo que es un cliché, que acá solamente somos rezanderos y conservadores‖.

Pero Medellín continua en su lucha, el estigma sigue. Y es que durante 8 años, periodo de

―un gobierno malaclase, regañón, intransigente, buscapleitos, anticuado y socarrón‖ descripción

del gobierno saliente, plasmada en la editorial de agosto de 2010, un personaje reafirmó la

imagen intolerante de Medellín, reavivó su condición de ‗cuna de godos‘. A raíz de su lucha

contra la ley de la dosis mínima y sus fanáticas convicciones religiosas, Álvaro Uribe logró un

retroceso a la concepción tradicional de cultura paisa; al menos para los ojos del que lo veía en

televisión, con su ruana puesta cada domingo, y entendía que él representaba un modelo de

colombiano a seguir.

Esa imagen anticuada es precisamente la que busca combatir Universo Centro, Uribe

encarna un imaginario cultural que Medellín, según el periódico, debe superar. Por esta razón, el

ahora ex presidente de Colombia fue blanco continuo de las críticas editoriales del periódico.

El ejemplo más contundente es en agosto de 2010. Con motivo del fin de su segundo

mandato, el periódico hizo una editorial en la que reunió a varios personajes de la actualidad

colombiana para que dieran su sentido adiós al mandatario. ―Lo que nos emociona ahora es la

palabra FUERON; por eso invitamos a distintos personajes para... para no, mejor a... a despedir,

cada uno a su manera, al presidente Uribe. Este es pues un editorial a varias manos y varias

cabezas, sin que con ello queramos aludir a una fosa común ni mucho menos‖.

Los adjetivos o calificativos no mejoran, sin embargo, conforme avanza la editorial. Camilo

Jiménez se refiere a Uribe con términos como ―ex presidente colérico‖, ―maldito gaznápiro‖,

―mandón energúmeno‖ o ―tirano en disfraz de demócrata‖. Está claro que para UC la partida de

Uribe de la casa de Nariño es un motivo de júbilo.

Quizás, esta satisfacción se deba a que la salida de Álvaro Uribe también representa un

adiós a una percepción de lo que es la cultura antioqueña, la cual para Universo Centro es ajena a

la realidad de la ciudad. Para el medio, Medellín es mucho más que religión, mucho más que la

cuna del partido conservador; es tolerancia, es diversidad, es respeto, es eso y muchos otros

Page 72: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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valores que el periódico busca resaltar a través de sus relatos, que cuentan la historia de la real

Medellín: la terrenal, la de los emboladores, vendedores de dulces, peluqueras, payasos,

mensajeros, abogados, maestros, periodistas; la Medellín pluricultural.

4. En versión ‘beta’

La narrativa web de Universo Centro

Así se plantea la versión digital de Universo Centro: una página web en desarrollo, verde.

Será tal vez porque este proyecto en un principio fue pensado solo para una versión impresa, pues

los gestores de esta idea, aunque jóvenes, aún sienten pasión por el papel, por embarrarse los

dedos de tinta, sentir la satisfacción y el orgullo del trabajo terminado al imprimir el último

ejemplar de cada edición y, finalmente, sentarse a saborear la victoria a pequeños mordiscos cada

vez que se le da vuelta a la hoja.

Y es que Juan Fernando Ospina y sus compañeros de aventura, el día que decidieron juntar

varios escritos con el fin de defender al parque del periodista como un espacio de cultura y

tolerancia en el centro de Medellín, y crear una publicación de la que no esperaban producir más

de tres o cuatro ediciones, jamás se imaginaron que cinco años después habrían de llegar a

celebrar la publicación de la edición número cincuenta del periódico.

―Nosotros no tenemos manual, ni misión ni visión, ni nada; nosotros simplemente somos un

grupo de amigos que tenemos un proyecto que se nos creció, bastante; y que nos dimos cuenta

que se está volviendo importante y eso pues lo ha hecho también de cierta forma evolucionar,

pero que nunca empezamos esto como una cosa planeada, estudiada, ni nada‖ afirma Ospina,

evidenciando el desparpajo con el que se tomó la iniciativa, en medio de una reunión de amigos

en el bar El Guanábano.

Esa naturalidad con la que nació el periódico ha sido una constante en su evolución; no hay

un guion a seguir, no hay un plan que cumplir, razón por la cual los cambios han venido más

Page 73: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

77

como una consecuencia del crecimiento del medio que como una decisión tomada por quienes lo

conforman. Esa característica también es aplicable si se analiza la creación de su portal web.

Ospina, fotógrafo de profesión, afirma que él y sus compañeros comparten esa visión

romántica que añora la información impresa; por esta razón, asegura que su paso a manejar tanto

una versión física como una digital del periódico obedece más el tener que aceptar a

regañadientes las dinámicas actuales de la difusión de información. ―¿Por qué tenemos una

página web? porque sabemos que no le podemos llegar a todo el mundo, que no alcanzamos a

distribuir en todas partes, entonces podemos tener más cubrimiento; pero para nosotros el interés

primordial es mantener el periódico físico‖.

Esta visión explica en parte el funcionamiento del portal web de Universo Centro, que

según el mismo Ospina no produce contenidos diferentes a los que un seguidor del medio puede

encontrar en su versión impresa. ―Lo que hacemos en la página web es simplemente poner lo que

publicamos cada mes en el periódico y esporádicamente ponemos dos o tres cositas nuevas‖. La

versión web, lamentablemente, no es más que un espejo digital de la versión impresa.

Y digo lamentable por dos motivos: el primero llega a través del mismo director del

periódico, que es consciente del déficit del portal ―Queremos aprovechar la web como un espacio

donde podemos ampliar la información. Nosotros no metemos más cosas en la web en este

momento porque no nos da el tiempo, no tenemos la capacidad‖.

El segundo motivo es fruto del sinsabor que deja el comparar los dos tipos de formatos.

Sentarse a leer Universo Centro y encontrarse con la singularidad de sus relatos, de sus retratos,

de sus testimonios, de sus críticas, de su irreverencia, incitan a querer más, a buscar conocer a

fondo los protagonistas de sus historias. Estos vacíos que el periódico impreso no puede cubrir

podrían ser llenados por una versión digital cargada de imágenes, de videos, de podcasts, de

algún contexto proveniente de un hipervínculo a otro relato o quizás a otra página; de un rostro,

de una sonrisa, de unos ojos, de un paisaje.

La realidad del portal dista mucho de este panorama. Cuando un lector decide dejar la

versión impresa e ir en búsqueda de una versión digital con contenido extra, se encuentra con las

Page 74: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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mismas fotos, las mismas ilustraciones −narrativa visual más frecuente en el periódico− y poco

más. Desde la primera publicación en el portal web de un video, para la edición número ocho de

diciembre de 2009, Universo Centro, hasta la fecha, ha subido 10 videos más –un promedio de

uno cada cuatro meses−. En cuanto a audio, el único que provee el portal es una pista de un

artista recomendado por el periódico.

Tal vez, si existe una sección que encarne los principios de la narrativa web, esa es

Exclusivo Web, un espacio que, como su título lo dice, contiene todo el contenido producido por

el periódico para su portal digital. Aquí, por primera vez, siento que estoy en una publicación

web. Hay videos, artículos ampliados de la versión impresa, acompañados de una galería de

fotos, pinturas, un reportaje gráfico –relato acerca de los niños en medio del conflicto en

Medellín−. Relatos independientes que construyen un portal web visualmente más atractivo y

acorde a su naturaleza.

No obstante, dicha independencia es al mismo tiempo su verdugo, pues su contenido tiene

poca o inexistente conexión con los relatos que sí aparecen en cada edición del periódico. Son

historias aisladas a las que el internauta no accede a menos que explore a profundidad el portal.

Además, Exclusivo web es un espacio que está en la parte inferior del portal, desprovisto de algún

énfasis o jerarquía por parte del medio. Si hay contenidos exclusivos para la narrativa a la cual el

internauta se está tomando el trabajo de remitirse, ¿por qué no priorizar esta sección con un

espacio de mayor visibilidad en el portal?

Quizás para responder a esta pregunta tengamos que remitirnos nuevamente a la filosofía

que ha caracterizado a Universo Centro desde su lanzamiento, filosofía que expresa claramente

Juan Fernando Ospina. ―No tenemos manual, ni misión ni visión ni nada (…) nunca empezamos

esto como una cosa planeada, estudiada‖. Esta ‗naturalidad‘ investigativa es la principal causante

de la desconexión de contenidos del periódico; sin un lazo temático, Universo Centro se presenta

como un medio que escribe de todo, pero que no profundiza en ningún tema en específico.

En resumen el periódico, en términos narrativos, simplemente fluye. Surge de un instinto

investigativo aleatorio, sin ninguna atadura que lo ligue a cubrir determinada información. Esta

característica puede parecer muy atractiva para sus seguidores, que entienden que, con sus

Page 75: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

79

contenidos, el medio no está ‗casado con nadie‘. Sin embargo, gracias a la falta de una temática

que enmarque cada edición, Universo Centro pierde la oportunidad de la hipertextualidad, una

cualidad esencial de la narrativa web.

La multimedialidad sufre una suerte parecida; y aunque Ospina achaca esta falencia a la

falta de personal y tiempo, es también consciente de que hay mucho por mejorar. Los relatos

publicados en el periódico carecen de una narrativa integral, que combine diferentes formatos

para contar una misma historia, en el portal no hay un solo texto que esté acompañado al mismo

tiempo de video, fotografía y audio.

Por otro lado, la interacción del periódico con sus seguidores está marcada por las

paradojas. Las estadísticas oficiales de la página en Facebook de Universo Centro, las cuales el

medio compartió para esta investigación, muestran una publicación que es seguida por 8.095

personas. De este número, 1.205 han interactuado de alguna manera con la página; ya sea

haciendo comentarios en las publicaciones del periódico, dando click en ‗me gusta‘ a alguna de

ellas o compartiendo su contenido. Estos datos indican que, en proporción a la cantidad de

seguidores, pocos llegan realmente a interactuar con el medio y a discutir sus contenidos.

No obstante, si se miran las cifras detenidamente, se encuentra interacción de seguidores en

rincones del mundo inalcanzables para un medio impreso. Universo Centro tiene adeptos

interactivos desde Estados Unidos, Argentina, México, Ecuador, España, Francia, Venezuela,

Alemania, Italia; hasta países como Israel, Finlandia, Papúa Nueva Guinea, Madagascar, y Corea

del Sur. La lista de seguidores, no necesariamente interactivos con el periódico, es mucho mayor.

A la luz de los números, Universo Centro es un medio con lectores en muchas partes del

mundo; sin embargo, al comparar el número de seguidores en Facebook del periódico con el de

otras publicaciones similares, como Anfibia, Letras Libres o Narratively, encontramos que su

nivel de popularidad es de los más bajos −aunque no el más bajo−: Letras libres, 71.581; Anfibia,

25.325 y Narratively, 6.433. ¿Por qué dos medios populares en sus respectivos entornos no tienen

una popularidad tan alta en una red social tan ampliamente usada como Facebook?

Page 76: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

80

La respuesta puede llegar si se analiza el portal web de cada una. Ni Universo Centro, ni

Narratively tienen secciones dedicadas a la discusión o debate virtual: charlas de los internautas

con algún redactor, entrevistas digitales; en el caso específico del medio antioqueño, tampoco

categoriza su contenido de acuerdo a una medición dada por la aceptación que haya tenido en los

lectores. Todos estos factores contribuyen a que el lector pueda no percibir un interés del medio

por tener una discusión abierta de sus contenidos y, por tanto, el nivel de interacción sea bajo.

Y como las redes sociales son la herramienta interactiva por excelencia del siglo XXI,

también son el reflejo de la política de un medio en cuanto a su interés de mantener una relación

en doble vía con sus lectores. La popularidad del periódico en Facebook y la cantidad de

personas que interactúan con él son una consecuencia de las herramientas interactivas del portal

web, que no proporciona espacio alguno de debate entre el medio y su público.

Al finalizar el análisis, la sensación sigue siendo la misma: Universo Centro es un medio

con contenidos más que llamativos, textos que justifican su lectura, imágenes que –valga el

cliché− valen más que mil palabras. Sin embargo, el paso que el periódico dio a la red obedece

más a la naturalidad y desenvoltura con la cual Juan Fernando Ospina y su grupo de

colaboradores manejan el medio, que a una transición consciente al manejo de otro estilo de

narrativas, de otros formatos informativos; a la decisión de que Universo centro incursionara en

el mundo de los relatos para la web. Concuerdo con la opinión expresada por Ospina en su

entrevista: ―Yo creo que todavía la página web de Universo Centro es algo que está por

desarrollar y organizar mucho más‖.

5. Cultura del relato

La cultura para Universo Centro

―Es una mezcla entre los añorados magazines culturales de los periódicos centenarios, los

cuadernos de crónicas sobre la ciudad que no existen pero se piensan cada tanto y algo de las

hojillas de sátira y caricatura que fueron famosas a comienzos del siglo XX. Todo eso puede

Page 77: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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leerse, u ojearse, como un catálogo parcial de creadores de la ciudad y como un directorio de

amigos con ideas cercanas o lejanas, pero ideas al fin y al cabo‖.

Esta descripción de Juan Fernando Ospina sobre lo que Universo Centro busca como

periódico guarda todo un ideal editorial de tinte romántico, de antaño; que evoca aquellos

tiempos en los que se podía encontrar en la sección cultural de cualquier pasquín un relato

mágico. O quizás se remonta a un pasado más remoto, recordando esa tradición oral que siempre

ha enmarcado a nuestra sociedad; a esos abuelos que se sentaban a contar historias de amores

prohibidos, de barcos que se perdían de vista en medio de la bruma, de aventuras a través del río

Magdalena, de pueblos inhóspitos, de suegros armados hasta los dientes; de reencuentros, de

asesinatos, de intrigas, de chismerío, de heroísmo, de odios, de venganzas, de fiestas, de

esperanza, de tradiciones, de cultura.

Todo esto puede caber en un mismo relato; estos factores y muchos más hacen parte de lo

que somos, de nuestras raíces. No obstante, esta tradición se ha perdido. Tal vez, los horrores de

la actualidad superen nuestra capacidad de imaginar de nuevo aquellos pueblos serenos, ajenos a

la violencia, a las masacres, a las venganzas, en los cuales la única preocupación era sacar

adelante su pedacito de tierra para subsistir de manera humilde, pero tranquila. Los relatos de la

actualidad son distintos, más turbios, sórdidos por naturaleza.

Igual, al fin y al cabo, tenemos que comprender que estas historias construyen nuestro

discurso cultural actual, y que esos pueblos de cuentos de los años cincuenta ya no existen. Sin

embargo, la tradición literaria que acompañó a aquellas épocas de esplendor no debería morir

junto con sus relatos. Las historias, como bien lo dice este aparte inicial, crean ciudad; y en

mayor medida, sociedad. Estas son la base para narrar la historia de un pueblo, de una urbe e

incluso de un país. A base de historias se construye toda una cultura.

Universo Centro, aparentemente, comparte esta visión, puesto que apuesta a la fuerza

narrativa de los relatos, ya sean como crónicas, reportajes, cuentos, e incluso caricaturas, para

contar la historia de la ciudad que lo vio nacer, Medellín. Esa Medellín tan golpeada por la

violencia en los años 90, esa misma que hoy, 20 años después de la muerte de Pablo Escobar, es

símbolo de progreso; esa que sobresale por sus equipos de fútbol, por el bienestar de su industria,

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por su metro, por sus mujeres, por su pujanza, está construida a base de historias de calles,

parques, tiendas, casas. O de bares, como El Guanábano, donde precisamente nació esa historia

de resistencia que encarna Universo Centro, que mediante su creación se negaba a que se

encasillara un espacio de Medellín como lugar para el vicio.

Como se puede ver, aquí todo se trata de contar; y todo lo que sucede, según Ospina,

construye un espectro cultural. ―La cultura es simplemente cualquier tipo de expresión de los

seres humanos, esas expresiones espontáneas que se dan. La cultura es eso que uno ve en la calle

todos los días, sea estético o no sea estético. La cultura es también esa cantidad de rasgos que van

marcando nuestro comportamiento‖.

Con esta aseveración, Ospina también desmarca al medio que dirige de aquella concepción

que relaciona directamente el concepto de cultura con el de bellas artes. Analizando los

contenidos del periódico medellinense, se encuentra de todo. Por un lado, si se quiere ver la

cultura por medio del arte, basta ver Arte Central, una sección dedicada a exponer pinturas,

fotografías y cualquier otro material visual. Por el otro lado, no hay relato que refleje nuestra

sociedad más que el del tendero, el del vendedor de dulces, del taxista, de un ciudadano común.

Esas historias encuentran su espacio en Estilario, sección que retrata en cada edición –hizo parte

del periódico hasta la edición 40− historias de calle que cimentan un discurso de ciudad.

Así confluye lo artístico con lo popular en Universo Centro, demostrando que el periódico

tiene espacio para todo tipo de expresiones. Lo cultural, como bien lo expresa Ospina, va mucho

más allá de las bellas artes; pasa también por lo feo, lo vergonzoso, lo punible; en fin, lo humano.

También varían sus escenarios, pues el periódico, como bien afirma Ospina, no se dedica

únicamente a contar las historias del centro de Medellín. ―Recibimos historias de todos los lados;

nos gusta mucho el centro, entonces hay historias que tienen esa marca de centro de ciudad más

evidente. Pero por supuesto nosotros podemos hablar de El Poblado. En la edición número 50 vas

a encontrar que hay una sección que hicimos, en la que invitamos a cuatro colaboradores a que

hicieran recorridos por la ciudad y nos narraran sus recorridos. Nos interesa cualquier lugar

donde haya una buena historia‖.

Page 79: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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Para rematar, Juan Fernando Ospina hace énfasis en ese otro factor a tener en cuenta; el

primordial: su público. Universo Centro, según él, cuenta con relatos de toda índole, escenarios

que cubren toda una ciudad; y principalmente, seguidores de todo tipo. ―A nosotros nos gusta

mucho saber que nos encontramos nuestros personajes en la calle: cuidadores de carros que ya

nos conocen, vendedores ambulantes que siguen el periódico. Y que lo lea también, por ejemplo,

una persona que es asiduo lector mensual de Universo Centro como Sergio Fajardo, el

gobernador. Eso es lo que me pone a mí más orgulloso, que lo pueda leer cualquier persona.

No obstante, la variedad en historias, lugares y lectores no obedece a un plan prestablecido

del periódico. ―A nosotros nos interesan los temas que se nos van dando, que van apareciendo”

afirma Ospina. Eso sí, el fotógrafo medellinense tiene claro el principio elemental que debe tener

cada relato que se plasme en el periódico. ―Nos interesan las historias distintas, nos interesan las

historias que normalmente no se cuentan en otros medios, en otros espacios‖.

¿Y qué pasa con las dinámicas del periodismo cultural en la actualidad, que en muchos

casos recae en la producción de simple agenda cultural; o peor, en información de farándula?

Ospina es categórico en su respuesta. ―No nos interesa mucho ese tema de la farándula y eso; y

cuando se ha tocado, se ha tocado de una manera crítica o irónica o humorística‖

El trato que le da el periódico a estos temas trae a mi mente una editorial que leí hace unos

meses, de la edición número 27, que trata el tema que por ese entonces, septiembre de 2011, era

la comidilla de todos los programas de entretenimiento: El ataque del extécnico de la selección

Colombia, Hernán Darío ‗El Bolillo‘ Gómez a una mujer que lo acompañaba en un reconocido

bar del centro de Bogotá.

Este texto, que también condena de antemano el comportamiento del técnico antioqueño,

narra una historia similar a la sucedida entre ‗El Bolillo‘ y esta mujer, descrita por la editorial

como ―una víctima de rostro tan borroso como las heroínas de los mitos‖. El relato trata de una

pareja que, concentrada en sus mutuas expresiones de cariño, cayeron sobre un andén del centro

de Medellín. Al ponerse de pie, y mientras se sacudían, los rodeó una banda de maleantes

ansiosos de hacer justicia por sus propias manos. El jefe sacó una navaja e hirió en el mentón al

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hombre que, accidentalmente, había caído sobre su enamorada, y luego profirió esta frase ―Las

mujeres no se tocan, pirobo‖.

El relato, que no pasa de ser un chisme de calle narrado por un personaje del periódico en

medio de un cierre de edición, cuestiona aquellas historias que nacen al calor de unos tragos y

que despiertan la ira de una persona, o un grupo, o una sociedad, que no conoce a ciencia cierta lo

sucedido, que juzga −y cómo nos encanta eso− a priori.

Esta visión, alterna a la presentada por muchos otros medios, termina de ser expuesta con

un toque de ironía que refuerza la afirmación de Ospina acerca del trato de los temas ‗light‘. Así

reza el final de esta editorial: ―Recomendamos al ciudadano XY evitar los autobuses repletos,

olvidarse de las tumultuosas promociones del Éxito o Flamingo, desafiliarse de la tumultuosa

barra brava a la que acaso pertenezca y pasarse al otro lado de la acera si su paseo coincide con la

salida de un colegio femenino. Como van las cosas, cualquiera es candidato al linchamiento‖.

Sátira en estado puro, una de las principales armas de los relatos que copan las páginas de

Universo Centro, la misma que le imprimían nuestros antepasados para narrar sus historias; ese

toque de humor que hacía, y hace de un relato, la comedia de lo insólito. Y es que si en épocas

anteriores se valían de la sátira para retratar con humor un suceso en muchos casos trágico, ¿qué

decir ahora que vivimos en una sociedad llena de desastres, violencia, desigualdad, pobreza,

corrupción y demás males?

La risa es ese elemento cultural que nos define como una sociedad cansada de tanto

sufrimiento. Universo Centro hace uso de esta característica para retratar con humor a un pueblo

hastiado de los reportajes sensacionalistas, de las crónicas rojas, de los noticieros plagados de

malas noticias. En medio de todo este panorama lúgubre, desolador, siempre es bueno saber que

se puede uno sentar a leer este periódico antioqueño, encontrar relatos que también reflejen a esa

misma sociedad enferma y, paradójicamente, reír.

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6. Los putañeros de bien montan en el metro de la esvástica

La contracultura en Universo Centro

No cabe duda de que los creadores de Universo Centro, se lo propongan o no, han generado

un periódico de tinte contracultural, un producto periodístico, literario, humano, una narración

oral que se vuelve escrita y viceversa, un relato que se rebela contra los puristas ortodoxos de la

lengua, de la vida, de la cultura y contra las tradiciones prohibicionistas inocuas.

No puedo dejar de pensar en la edición número diez del periódico, en especial en el artículo

titulado Rumores que lleva el metro, en donde por medio de la sátira y la ironía se hace una fuerte

crítica a lo podríamos llamar el estandarte de la cultura paisa, el orgullo de cualquier

medellinense, el metro de la capital antioqueña. Sí, el mismo que en 2012 se hizo acreedor del

premio al transporte sostenible –Sustainable transport award–, ese metro que se ha convertido en

el hijo prodigio que el padre jactancioso muestra a los visitantes de la casa.

Así, Fernando Mora Meléndez, autor del transgresor artículo desacraliza uno de los más

grandes santuarios de Medellín y en medio de la burla; una burla seria, pues es en la jocosidad

donde se denuncian las mayores verdades, critica la manera fascista y dictatorial que han

empleado las autoridades de la ciudad para mantener el medio de transporte inmaculado e

impoluto. Es en ese mismo metro donde el ―Gran Hermano‖ hace su entrada triunfal para

monitorear a las masas, incapaces de controlarse a sí mismas, por medio de la voz omnipresente,

casi divina, una voz que demuestra que todo lo ve y que emana, potente, de los parlantes de la

estación para decirle a los usuarios no sólo qué hacer, sino también cómo hacerlo.

El artículo, a su vez, demuestra como irónicamente los reglamentos del medio de transporte

más moderno de Latinoamérica, parecen sacados del Manual de urbanidad de Carreño, escrito en

1853, para enseñar las normas y reglas de civilidad y etiqueta que debían seguir los hombres y

mujeres de bien. Así son los ciudadanos que necesita el metro, sumisos, reverentes, respetuosos

del artefacto que ha puesto a Medellín en la cúspide de la fama y que transporta a sus habitantes y

foráneos.

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De modo que Mora Meléndez quita de una bofetada la máscara de la cultura metro, una

cultura, que deja de serlo cuando necesita de policías y controladores para que los usuarios sigan

las reglas. Y es que la cultura no podría estar más alejada de esa idea, pues es todo aquello

inherente al ser humano, es natural, espontánea, dice Mora: ―la cultura es lo que queda después

de haber olvidado todo, eso han dicho. Y subido en un vagón del metro nunca olvidaremos que

estamos vigilados por el ojo Impecable del metro más limpio y más moderno de este lado del

Atlántico‖.

Luego, para rematar, el artículo expone de entrada la imagen del endiosado y dichoso metro

cerca de la foto de un Hitler que lo saluda con su característica mano extendida a modo de saludo

fascista y que en su brazo derecho porta un brazalete que, reemplazando la insignia nazi, tiene

dibujado el símbolo del Metro de Medellín, como dice Mora en su obstinada jocosidad: "¡Ave

maría Metro, los que van a viajar te saludan!" Si eso no es contracultura, ¿entonces qué lo es?

Al conversar con el director del periódico sobre lo que podría ser uno de los textos más

polémicos y comentados del impreso, este expresó su acuerdo con la crítica expuesta en el mismo

y si bien no cataloga al medio como contracultural, sí dejó claro lo que, para él, no es cultura.

―Hay gente que considera que el metro es intocable, la ‗cultura metro‘ en Medellín es una cosa

bastante fascista, es una cultura que nace a punta de cantaleta y el metro es muy limpio, muy

eficiente y eso está bien. Nosotros no lo rechazamos; pero en lo que insistimos es en que no

puede haber tanta cantaleta, no puede ser una cosa que se haga porque haya un policía siempre al

lado diciendo ¡no haga esto! ¡no haga lo otro! Entonces, por lo tanto, nosotros decimos que una

cultura impuesta de esta forma no es cultura‖

Juan Fernando Ospina y su grupo de amigos amantes del centro de Medellín, al parecer

nunca buscaron ser vistos como los contestatarios que van en contra de los cánones impuestos y

retan a las reglas preestablecidas. Sin embargo, el experimento surgido en un bar ha hecho

erupción, ha expulsado un contenido caliente y efervescente que para unos es merecedor de

admiración y para otros causa comezón, molestia e incluso levanta algunas ronchas. ―Hay gente

que nos considera como contestatarios, críticos o criticones; y como te decía, por ejemplo en

temas como lo del metro; si eso es ser contraculturales entonces en ese sentido somos

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contraculturales. Lo que pasa es que nunca es como una intención, nunca es un propósito nuestro

ser contraculturales‖.

Y es que resulta imposible no asociar tan peculiar y osado periódico con la definición de

contracultura, los articulistas que colaboran en Universo Centro, con su pluma eléctrica e

intranquila, no pueden evitar escribir sobre esas realidades tan presentes como tan ausentes, esas

realidades que para algunos pueden resultar vergonzosas, impúdicas, transgresoras de los valores

morales y éticos de esta, la sociedad amparada por la gracia del Sagrado Corazón.

Sin embargo, para otros es simplemente la vida que transita repleta de fenómenos

imposibles de ignorar, fenómenos que no pueden ser descritos ni expuestos con cifras, pues son

historia, son vida, son cuerpo, sangre, carne, fenómenos que existen incluso dentro de la

cotidianidad oscura de los más ortodoxos, los puritanos que en secreto disfrutan de los placeres

carnales y dejan al desnudo sus más bajos instintos.

No hay mejor ejemplo que Alfredo, un abogado de 34 años, padre de dos hijos y amante

esposo, pero también acreedor de una férrea y larga trayectoria como ―putañero‖, fanático de la

fornicación con respiración acelerada que va acompañada del riesgo de la clandestinidad; uno de

esos pocos hombres que se pueden dar el lujo de tener sexo un martes en la tarde. Alfredo fue el

fiel compañero y dedicado profesor de Andrés Delgado, el colaborador de Universo Centro que

se le midió a vivir la agitada experiencia de visitar uno de esos prostíbulos llamados

eufemísticamente como ―Casas de Masajes‖ y que, en la edición número 20, publica su

experiencia en el artículo titulado con el mismo apelativo.

El texto es una fiel muestra de que no somos más que el experimento de una sociedad

repleta de una moral débil, tan hipócrita como para esconder esos deseos que ante la más pequeña

tentación salen del cuerpo con ferocidad para tener lo que le es prohibido; entonces la fachada

moralista y rezandera se derrumba como un castillo de naipes. Las necesidades de la carne no

saben de Dios y es que, como afirma Delgado en su artículo, "¿Qué sería de los solteros, con los

dientes torcidos y caspa en el pelo, sin sus putas? Ni que decir de los casados."

Universo Centro se atreve a mostrar a esa Medellín de contrastes, sin vendas, ni tapujos, la

que no ven (o no quieren ver) los lentes de las cámaras. El silencio de los Andes, artículo escrito

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por Juan Fernando Hernández y publicado en la edición número 37 del periódico, fotografía,

nítidamente, a esa capital que se escurre entre el orgullo paisa y que está repleta de desigualdad,

en la que hay un cementerio de los ricos, donde descansan los muertos más distinguidos de la

sociedad medellinense, que colinda con el cementerio de los pobres, el barrio de unos vivos que

parecen muertos; los desposeídos, los desterrados, los migrantes, los rechazados, los olvidados,

los invisibles.

Sin lugar a dudas, aquellos que colaboran en cada edición de Universo Centro, no son más

que pintores de una realidad desdibujada a la fuerza, desacralizadores de tradiciones, rebelados

contra la inercia, carpinteros de la urbe, transgresores de los moldes de la sociedad santurrona e

hipócrita; atrevidos que preguntan ¿qué trae el cura debajo de la sotana?

Como Pandora, Universo Centro abre la caja prohibida, para que Medellín, el país y ¿quién

dice que no? el mundo, se encuentre cara a cara con su realidad. Para obligar al hombre a

desnudarse y a enfrentarse con sus entrañas. Los escritores de este periódico prueban los pies y la

pluma más allá de los permisos.

7. De naturaleza dual

Tensión entre lo local y lo global en Universo Centro

Así consideraba Platón al hombre, un ser atrapado en una realidad dual, entre un cuerpo y

un alma: entre lo material y lo inmaterial, entre lo divino y lo humano. Este concepto de dualidad

es aplicable a muchos otros aspectos de nuestras vidas: tenemos un lado bueno y uno malo, un

Dr. Jekyll y un Mr. Hyde; divagamos entre lo que somos y lo que queremos ser, de allí

reivindicamos la discusión sobre si vale más ser o aparentar.

Ser o no ser, se preguntaba William Shakespeare a través del príncipe Hamlet, personaje

emblemático en su carrera como dramaturgo. Esta pregunta encierra toda la angustia

Page 85: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

89

existencialista del ser humano, que busca constantemente tomar esa decisión trascendental: tomar

el camino A o el B.

La pregunta que se hace el joven Hamlet aún no ha sido contestada; tal vez, porque ese

camino ‗correcto‘, esa verdad absoluta, en realidad no existe. Visto de ese modo, quizás la mejor

opción para el humano y lo que subyace de él sea, simple y llanamente, fluir con el universo: el

ser en su estado más puro.

A través de todo este análisis, se ha descrito a Universo Centro como medio abanderado de

este simple precepto. La naturalidad con la que Juan Fernando Ospina y el grupo de

colaboradores del periódico dejan emerger sus contenidos sin planeación alguna. El orgullo con

el que afirma no tener fin alguno más que narrar. Su satisfacción ante la incertidumbre de los

temas que harán parte de la siguiente edición. Conversar con Ospina deja la firme sensación de

que en su mente nunca ha existido la necesidad de responder a la pregunta de Hamlet, que no le

preocupa si el periódico es o no es.

Como decisión editorial, esta perspectiva ha sido criticada en alguno de los ensayos de este

trabajo, pues la falta de lineamientos claros y de objetivos específicos a cumplir en cada edición

priva al periódico de narrativas esenciales para un portal web, como pueden ser la

hipertextualidad o la multimedialidad.

Sin embargo, a la hora de analizar el contenido de la página web, de leer los textos

publicados en ella, es fascinante encontrar estas historias que hablan de todo un poco. Por

ejemplo, ir de Otros Centros, espacio que cuenta las historias de otras urbes, de otras culturas, a

Estilario, sección que recopila las historias de Heidy, de Bárbara, de María José, de Nelson de

Jesús, de personajes singulares que hacen parte de un discurso cultural propio de Medellín. Pasar

de las historias de barrio, hiperlocales, a los relatos foráneos, es otra de las facetas que maneja

Universo Centro con gran destreza.

Y aunque el periódico no cuenta con corresponsales en otras ciudades, sus relatos han

trascendido fronteras. ―Es muy bonito, por ejemplo, darnos cuenta que una mujer colombiana de

familia china, que vive en Boston en este momento sigue UC y nos escribe desde allá. Y es muy

constante que nos escriban personas de otros países y de otras ciudades‖ afirma Ospina.

Page 86: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

90

Historias como la de esta seguidora, que puede acceder con facilidad a los contenidos del

periódico, han sido posibles, en gran medida, gracias a la omnipresencia de la red. Para dar un

ejemplo, habría que abordar de nuevo las cifras que entrega la página oficial de Facebook de

Universo Centro. El medio es leído en ciudades como Buenos Aires, Ciudad de México,

Barcelona, Lima, Nueva York, Madrid, La Plata, París o Londres; y suma entre todas estas

ciudades un total de 202 seguidores, los cuales verían imposible seguir de manera constante sus

contenidos si no existiera el portal web.

No obstante, la creación del portal web explica el por qué los contenidos del periódico

antioqueño pueden ser accesibles para cualquier persona en el mundo; pero no explica la razón

por la cual una persona que no viva en Medellín exprese interés por relatos que en gran mayoría

son propios de esta ciudad.

En este punto habría que volver a analizar la filosofía editorial de Universo Centro, sin un

norte fijo, o algún estilo de relato en particular. Habría que recalcar nuevamente esa única meta

que debe cumplir cada texto: contar una historia bien contada.

Historias de esas, hay muchas para escoger en el periódico. Por ejemplo, está la de José

Saule, un futbolista uruguayo que se radicó en Medellín en 1949, después de un paso de un año

por el club Los Millonarios y de una lesión de meniscos que le impediría volver a las canchas

como jugador de fútbol. Saule relata sus vivencias como extranjero en medio de la sociedad

medellinense y de los años de esplendor en el fútbol colombiano, también llamada época de El

Dorado, con el fin explicar cómo esta camada de jugadores extranjeros que llegaron a jugar al

país llamaron la atención, por primera vez, de las damas hacia este deporte. El artículo, que se

llama ―Las mujeres del fútbol‖ y aparece en la edición número 32 de la revista, retrata los

círculos sociales que se formaban alrededor del fútbol en los años 50 y de la aparición de la mujer

en este panorama, ansiosas de llamar la atención de aquellos rubios de ojos azules poco comunes

en los partidos anteriores a su llegada.

También llega a mi mente la crónica de Paula Camila Osorio, publicada en la edición 41 de

diciembre de 2012, que relata con pelos y señales los ires y venires de una sala de urgencias

Page 87: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

91

localizada en una de las comunas de Medellín, a la cual llega como acompañante de su tío, que se

fracturó el fémur cerca de la zona de la cadera. Osorio, relata, además de la evolución de su tío, la

entrada de una joven de 20 años con los ojos inyectados en sangre y que pedía con toda clase de

improperios que le dieran algo para el dolor. Cuenta también la historia de un hombre que llega

herido por una riña al lado de una joven a la que después se le pide que se retire de la sala.

Osorio, además, describe los detalles de la sala: la indiferencia de las enfermeras, la suciedad del

lugar, la mirada inexpresiva de los guardias, los gritos la tos incesante, las groserías, lo turbio del

lugar.

Ambas historias construyen un panorama cultural determinado, el de Medellín. No

obstante, obviando todos esos detalles propios de un lugar determinado, José Saule podría estar

contando su historia de migración al fútbol de Perú, Ecuador o de Venezuela; Paula Camila

Osorio podría estar describiendo la sala de emergencias de algún barrio marginal en Nueva York,

París, o en Buenos Aires. Estas historias, relatos de Medellín, podrían reproducirse en cualquier

lugar del mundo.

Esta apreciación concuerda mucho con la sensación de Juan Fernando Ospina acerca de los

contenidos publicados en el periódico que dirige. ―Nuestros contenidos tocan a veces situaciones

específicas de la ciudad, pero yo creo son historias que se pueden repetir en cualquier ciudad o en

cualquier país del mundo. No creo que sean una cosa exclusiva o rara de nuestro medio. Nosotros

nunca dejamos de pensar cuando escribimos nuestras historias que sea algo que puedan leer acá

en Medellín o en Moscú‖.

Estas, y muchas otras historias, podrían repetirse fuera de la capital antioqueña; solo

necesitan reflejar algo. Ser el ejemplo de una problemática o de una costumbre que abarque una

discusión de origen cultural es una característica propia de las buenas historias, de aquellas que

pueden ser leídas por personas de diferentes contextos sociales. Ese es el ideal que persiguen los

contenidos culturales que están pensados para la web.

De estas misiones o visiones ni se entera Universo Centro, que poco se preocupa de adoptar

o no la dinámicas que rigen a otros medios más estructurados. ¡Allá ellos con su orden! Con su

estandarización de contenidos y formatos, con su necesidad de tener norte. El periódico

Page 88: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

92

medellinense se caracteriza precisamente por esa capacidad manejar a la perfección sus

dicotomías: sus tensiones entre las historias de barrio y el contenido cultural subyacente,

potencialmente universal.

Page 89: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

93

CONCLUSIONES

La trayectoria de Universo Centro como medio alternativo, que ha sumado otros relatos al

discurso cultural de Medellín, es intachable. Sus textos son historias de vida, quizás no del estilo

de vida que comúnmente se asocia con la cultura medellinense; no obstante esa es precisamente

una de sus mayores virtudes. Es un medio trasgresor que al mismo tiempo termina de construir un

panorama cultural antioqueño que va mucho más allá de las comunes asociaciones con la capital

paisa.

Su crítica a símbolos de Medellín, tales como el catolicismo o el metro, a personajes de

amplia aceptación como Álvaro Uribe, o a la cultura mojigata y retrograda que se niega a una

legalización de la marihuana, consolidan la percepción que tienen los seguidores de Universo

Centro como un medio crítico de su ciudad. Y a pesar de que la mayoría no le da el título de

periódico contracultural, sí consolidan a través de sus relatos una noción de periódico

irreverente, concepto de enorme aceptación entre los jóvenes de esta generación.

―Hace cuestionamientos a muchas de las políticas de la ciudad, desnuda situaciones que

algunos desconocemos‖ afirma una seguidora del medio. ―Propone otras narrativas de ciudad sin

el amarillismo acostumbrado de la industria morbosa de las realidades locales‖ asegura otra. De

cinco encuestas hechas, todas concuerdan en que Universo Centro construye relatos críticos de la

cultura tradicional. Esta característica es esencial a la hora de repensar los imaginarios culturales

de Medellín.

Sin embargo, otro de los íconos universales de nuestra generación: la web, no encuentra en

Universo Centro a un socio que adopte sus dinámicas. Analizando detenidamente todas las

herramientas web facilitadas en el portal del periódico antioqueño, se encuentran pocos espacios

destinados a la interacción: tan solo las casillas de comentarios y el correo de contacto directo

con el medio.

Page 90: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

94

En cuanto a la hipertextualidad y multimedialidad, tampoco se habilitan herramientas que

permitan la construcción de un relato más integral: hipervínculos en los textos a otros contenidos,

secciones dedicadas a la conversación entre el medio y su público, podcasts, cortos,

documentales, animaciones, infografías. Hay que aclarar que el contenido visual del periódico,

sus fotografías e ilustraciones, son uno de los atractivos principales del medio. Sin embargo, y

junto a la caricatura, pertenecen a los formatos predominantes en ambas versiones; visualmente,

Universo Centro basa sus relatos en estos tres géneros, dejando a un lado toda otra gama de

opciones que darían más versatilidad al portal.

En conjunto, la propuesta digital del medio tiene muchos vacíos por subsanar. Juan

Fernando Ospina, director del medio, es el primero en admitir estas falencias, pero el reconocer

los errores no es suficiente. Durante todo el proceso que llevó el desarrollar esta investigación,

aproximadamente año y medio, se acudió en cientos de oportunidades a la página web del

periódico para revisar citas, relatos, galerías y demás. Su evolución en este periodo fue casi nula;

quizá la única implementación de una herramienta básica de la web en este lapso fue la de la

casilla de comentarios al final de cada texto.

Una de las explicaciones a la ligereza con la que se toma la tecnificación del portal web, la

cual fue analizada anteriormente, es la preponderancia que da el medio a su versión impresa.

Atado a una añoranza de la cultura narrativa de antaño, Universo Centro demuestra que la cultura

no está dividida entre lo popular y lo bello, que esta es un todo, cualquier rasgo que nos defina o

nos refleje. Y que la mejor manera de identificar esas raíces es contando nuestras historias. El

relato en el periódico se eleva como máximo exponente de las características de una sociedad.

Esta visión pasa del debate entre cultura popular y cultura de élite, entendiendo que ambas

conforman un solo reflejo, una misma cara; que una no excluye a la otra, que convergen en un

mismo discurso cultural. De paso, Ospina también deja claro que el medio se abstiene de hacer

parte de dinámicas actuales del periodismo que relacionan directamente la información de tipo

cultural con la agenda cultural y la farándula.

Si un tema de estos es tocado por el periódico, como se vio anteriormente en el caso de la

editorial sobre el incidente del ‗bolillo‘ Gómez, el texto está atravesado por la ironía; otro rasgo

Page 91: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

95

esencial a la hora de definir esa tradición satírica de nuestro país que busca reírse en medio de

tanto horror.

¿De Medellín al mundo?

Al final de la encuesta realizada a Juan Manuel Pérez, uno de los seguidores del periódico

antioqueño, encuentro un paréntesis que sirve como añadidura a la respuesta que da a mi

pregunta. Pérez, lejos de llenar el cuestionario sin prestarle atención alguna y colaborarme

explícitamente con lo requerido: responder lo antes posible, siente la necesidad de aclarar un

concepto que para él parece básico, casi una obviedad. La culpa es mía por haber formulado una

pregunta de más.

Para mi satisfacción, la frase de Juan Manuel Pérez consolida todo un trabajo de

investigación arduo, en un principio incierto. ¿Cómo ligar un periódico de carácter local con

dinámicas de difusión globales? A esa pregunta no le di respuesta hasta hace poco, después de

analizar decenas, tal vez cientos de artículos del medio medellinense. Por qué es tan difícil de

relacionar lo local con lo global ¡Pero si es que es tan evidente para Pérez! ―No hay nada más

universal que lo local‖.

Quizás se debe a lo obtusos que somos al creer que lo que pasa en nuestra sociedad es

único, que no se replica en ningún otro lugar. Es cierto que Colombia, Medellín, su centro,

guardan historias de lo insólito, de lo increíble. La capital antioqueña conserva su propia cultura,

sus raíces irrepetibles e inimitables. No obstante, también encierra los relatos de taxistas,

vendedores de dulces, peluqueros, electricistas, recepcionistas, empresarios, médicos; miembros

de una sociedad única, pero que comparten sus angustias sus temores, sus retos, con pares de

todos los lados del mundo.

En estas páginas se han plasmado relatos como el de Mauricio López, sobre los esfuerzos

del ciclista colombiano Rigoberto Urán para comprarse una nueva bicicleta. O la crónica de Paula

Page 92: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

96

Camila Osorio sobre una noche en la sala de urgencias de un hospital apostada en un barrio

marginal de Medellín.

Ambas historias se desarrollan en la capital antioqueña, sin embargo, niños que vendan

tiquetes de lotería para conseguir comprar comida, ropa, y hasta de pronto una bicicleta, existen

en otros continentes. Clínicas de mala muerte; infestadas de enfermos, de preocupación, de ira, de

indiferencia, hay de a una y tal vez más en cada ciudad del mundo.

En definitiva, las historias que expresan las mayores alegrías o tristezas, las hazañas o

miserias, no son más que el reflejo de la esencia humana, el reflejo de la vida que pasa,

implacable. Esos son los relatos que cuenta Universo Centro, pinturas que pueden ser colgadas en

los muros de cualquier lugar, simplemente porque no existe nada más universal que eso que nos

hace visceralmente humanos.

Page 93: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

97

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ANEXOS

Anexo 1. Entrevista a Juan Fernando Ospina, director y fundador de Universo

Centro

Luis Beltrán: ¿Cómo nació Universo Centro?

Juan Fernando Ospina: Universo Centro no salió como un proyecto planeado, ni un grupo

de personas que quisieran producir algo a nivel editorial, periodístico o literario, Universo Centro

simplemente salió como un proyecto de un grupo de personas que frecuentamos un lugar en el

centro de Medellín, un bar que se llama El Guanábano, en ese bar nosotros coincidimos y en ese

bar se empezó a dar en los alrededores un problema, el bar está al lado de un parque, es un parque

donde siempre ha habido como cierta tolerancia frente al tema de la marihuana, el Parque del

Periodista; entonces se empezó a dar como un rechazo hacia el parque; mucha gente lo comenzó

a señalar como un sitio donde surgían los principales males del centro de la ciudad porque mucha

gente fumaba marihuana. Ese parque se llama el parque del periodista porque ahí hay un busto de

Manuel del Socorro Rodríguez, se considera el padre del periodismo en Colombia; entonces un

día la directora del círculo de periodistas de Antioquía dijo que ese busto había que quitarlo del

parque, llevárselo de allá porque era indigno que un personaje como Manuel del Socorro

Rodríguez estuviera inmortalizado en un lugar tan horrible: lleno de vagos, de drogadictos, que

allá no había nada que valiera la pena y que la gente que visitaba ese parque eran unos vagos y

que nada bueno podía surgir del parque del periodista. Inclusive decía que eso era una

alcahuetería de la ciudad, que debían demoler toda esa zona.

Entonces nosotros dijimos, como llevándole la contraria, porque ella dice que de aquí no

sale nada bueno, hagamos una publicación y mostremos que los que frecuentamos los alrededores

del parque sí tenemos cosas que decir, que sí tenemos cosas que opinar, que sí somos personas

que pensamos, que producimos y que simplemente que nos guste estar en esta zona de la ciudad

no es una razón para que nos señalen. Decidimos hacer una publicación en la cual el amigo que

hacía comic pudiera publicar, el ilustrador también pudiera publicar; yo que soy fotógrafo

Page 98: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

102

pudiera tener mis fotos; amigos escritores, amigos periodistas; como una recopilación y en los

primeros números mencionábamos que para nosotros era muy importante que ese tipo de sitios

existiera en la ciudad y que era muy importante mantener el centro con su tradición de un lugar

donde mucha gente va, transita todos los días. Nosotros creemos que el centro es el corazón de

Medellín.

Sacamos una publicación, le pedimos a unos amigos que tenían como negocios que nos

sacaran un avisito, montamos una platica y sacamos el primer número en Noviembre de 2008;

que nosotros pensábamos que esto iba a durar dos o tres publicaciones y ya. Resulta que el

periódico tuvo muy buena acogida y nosotros nos fuimos como enviciando con esto y nos

quedamos haciéndolo; pero nunca fue un proyecto estructurado, en que decidiéramos qué línea

editorial íbamos a tener, como iba a ser la publicación, fue algo que surgió. Inclusive eso lo

hicimos en mes y medio, planeamos el primero, lo publicamos, lo lanzamos. Y era más como una

respuesta a esta señora más que la intención de quedarnos.

LB: ¿Con quién comenzaron a escribir la revista quiénes fueron los que comenzaron a

escribir la revista?

JFO: Ese primer número, la persona que más le camelló al lado mío fue Sergio Valencia, él

ha escrito algo, pero se dedica más al humor, él fue el creador de Tola y Maruja. Sergio antes se

dedicaba al humor y había amigos que frecuentaban el bar que les pedimos que nos pasaran

textos; por ejemplo Ricardo Aricapa que es un cronista de acá de Medellín; Pascual Gaviria… él

en un principio no tenía un papel como tan protagonista en el periódico, era más como un

colaborador, un amigo que también frecuentaba este bar y le decíamos que nos pasara un textico,

que nos para algo para publicar. En este momento es el editor del periódico y es la persona que

está al lado mío haciendo gran parte del trabajo, pero en un principio era una de las personas que

nos pasaba su trabajo. Estuvo Pascual Gaviria, Ricardo Aricapa, Sergio Valencia, un escritor de

acá que se llama Rubén Vélez.

LB: ¿Cuál consideras que ha sido el artículo, o la edición, algo en específico que haya

causado más estupor entre la gente de Medellín, o no solo de Medellín sino de Colombia?

Page 99: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

103

JFO: Pues no sé si estupor, no creo que nuestros artículos causen estupor. Pero hay uno que

ha sido el que más nos sigue sirviendo de tema de conversación y discusión y es uno, el número

10, una edición en la que hablamos de la ‗cultura metro‘ en Medellín. Ese pues hay gente que

considera que el metro es intocable, la ‗cultura metro‘ en Medellín es una cosa bastante fascista,

es una cultura que nace a punta de cantaleta y el metro es muy limpio, muy eficiente y eso está

bien nosotros no lo rechazamos; pero lo que nosotros insistimos es que no puede haber tanta

cantaleta, no puede ser una cosa que se haga porque haya un policía siempre al lado diciendo ¡no

haga esto! ¡no haga lo otro! Entonces por lo tanto nosotros decimos que una cultura impuesta de

esta forma no es cultura; pero nunca decimos que eso está mal hecho, ni que sea una cosa que no

nos guste que el metro este limpio esté ordenado, lo que decimos es que eso no puede

considerarse cultura cuando se hace a punto de una cosa casi que fascista y unos ojos que están

siempre encima de vos mirando, y unos parlantes que están todo el tiempo echando cantaleta

diciendo qué no se debe hacer.

LB: ¿Cuáles han sido los temas estandartes hablando de las editoriales?

JFO: Nosotros no es que tengamos muchas secciones fijas, nosotros no queremos… una de

las cosas que más interesante me parece del periódico a mí es que nosotros no tengamos como un

manual que sigamos todos los meses. Vos ves una unidad en el diseño. Nosotros básicamente

somos un periódico que hacemos este proyecto para la edición física. ¿Por qué tenemos una

página web? porque sabemos que no le podemos llegar a todo el mundo, que no alcanzamos a

distribuir en todas partes, entonces podemos tener más cubrimiento; pero para nosotros el interés

primordial es mantener el periódico físico, inclusive lo que hacemos en la página web es

simplemente poner lo que publicamos cada mes en el periódico y esporádicamente ponemos dos

o tres cositas nuevas, pero en realidad lo que nos interesa es sobre todo el periódico físico porque

nos gusta que todavía haya una publicación hecha en papel y tinta cuando ya la gente dice que

eso ya está llamado a recoger.

Pues tenemos, sí hay ciertos temas que nos interesan. Si vos te metes en la página de

internet en una cosa que dice qué es UC, es un periódico mensual de distribución gratuita, que se

piensa en Medellín, se escribe y se dibuja desde los escritorios de diferentes ciudades. Ahí está un

poquito nuestra información básica, lo que nosotros consideramos, pues lo que nosotros

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104

pensamos; pero de verdad nosotros no nos hemos dedicado a pensar mucho y a tener un manual.

Cada mes dejamos que sean los mismos temas los que nos van generando interés y curiosidad,

nos van enmarcando el sendero de cada edición.

LB: Pero…viendo la revista veo que por ejemplo, también hablan mucho de Álvaro Uribe,

hablan mucho de lo de la ‗cultura metro‘…

JFO: No pues uno habla de Álvaro Uribe porque da mucho de qué hablar. Al ser el tema de

la discusión por el consumo de drogas, más específicamente por el consumo de marihuana, fue

uno de los temas que llevó a que surgiera el periódico, entonces es una discusión que

mantenemos. Nos interesan las historias de ciudad y los temas que a las personas que participa

nos va llamando la atención; pero no es que tengamos un listado de temas que debemos tocar

obligatoriamente cada mes; simplemente se van dando, están muy ligados a los intereses

personales e cada uno, lo que nos llaman la atención, lo que nos pone a pensar a cada uno de

nosotros son los temas que vamos reflejando en el periódico. Pero hay otra cosa además Luis; el

periódico se hace también en gran parte por las colaboraciones que nos llegan: unas de escritores

de más peso y más reconocimiento y otros simplemente gente que se atreve y nos manda sus

textos y los somete a nuestro juicio, para ver si lo publicamos y mucha gente, a muchísima gente

le hemos rechazado, pero también una buena cantidad de escritores nuevos han publicado por

primera vez en UC y simplemente fue que se decidieron y mandaron su texto y nosotros se lo

publicamos.

El periódico se hace, nosotros no tenemos un staff de periodistas, ni de redactores ni nada,

somos un grupo de personas que lo hacemos y cada número invitamos a amigos y a desconocidos

a que hagan parte y a que nos manden sus colaboraciones; entonces eso también ha sido parte de

la política nuestra, esperar también qué va surgiendo y qué va llegando e ir escogiendo entre las

cositas que cada mes aparecen en nuestro correo.

Y eso nos parece muy bueno, que así como podemos a veces invitar a Gustavo Álvarez

Gardeazábal o a Héctor Abad o a escritores de un poco más, de más peso y más reconocimiento,

podamos tener un perfecto desconocido que ubica su trabajo por primera vez en un medio, en

UC. Eso nos llena de satisfacción.

Page 101: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

105

LB: ¿Pensando en UC como revista, qué es UC, es una revista de periodismo cultural, es

una revista de qué?

JFO: Nuestra respuesta está en la página cuando decimos UC es una mezcla entre los

añorados magazines culturales de los periódicos centenarios, los cuadernos de crónicas sobre la

ciudad que no existen pero se piensan cada tanto y algo de las hojillas de sátira y caricatura que

fueron famosas a comienzos del siglo XX. Todo eso puede leerse, u ojearse, como un catálogo

parcial de creadores de la ciudad y como un directorio de amigos con ideas cercanas o lejanas,

pero ideas al fin y al cabo; es lo que yo te digo, es como un grupo de amigos y de gente

entonces… yo tengo al amigo al que frecuentemente le pido algo para el periódico y todos vamos

juntando el contenido de esa manera. No sé si eso sea bueno o malo, a mí me parece en palabras

de alguien que vea esto como un proyecto que deba ser más estructurado, pero a mí me parece

maravilloso que nosotros dejemos simplemente que cada mes el periódico como de una manera

espontánea y orgánica se vaya haciendo.

Por qué pusimos eso en la página, porque cada rato nos hacen esas preguntas; y nosotros

mismos no tenemos manual, ni misión ni visión ni nada; nosotros simplemente somos un grupo

de amigos que tenemos un proyecto que se nos creció, bastante; y que nos dimos cuenta que se

está volviendo importante y eso pues lo ha hecho también de cierta forma evolucionar, pero que

nunca empezamos esto como una cosa planeada, estudiada, ni nada.

LB: ¿Cuál es la visión que tiene sobre cultura, la cultura es algo específicamente de las

bellas artes, o la cultura en la actualidad es algo mucho más que eso?

JFO: Nooo, la cultura es simplemente la expresión, cualquier tipo de expresión de los seres

humanos, esas expresiones espontáneas que se dan. La cultura es eso que uno ve en la calle todos

los días, sea estético o no sea estético la cultura es esa cantidad de rasgos que van marcando

nuestro comportamiento también; y nosotros entendemos cultura como eso, nosotros

simplemente lo pensamos como algo relacionado a las artes.

Page 102: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

106

LB: ¿En cierta manera sienten que muchos de los contenidos sí pueden rozar, pueden

retratar mucho de lo humano de Medellín y no solo de Medellín porque ustedes también tienen

relatos de otros lugares, sí tiene, existe la sensación de que retratan mucho lo humano y de que

eso en gran medida es el periodismo cultural.

JFO: Sí exactamente. Y hay una cosa importante. Cuando nosotros surgimos en el centro de

Medellín y nos llamamos Universo Centro, la gente nos dice ¡ay, periódico del centro! Pero no

por tema. Nos interesan los temas del centro de la ciudad y no solamente de Medellín sino de las

ciudades, y de los países; nosotros cada vez nos abrimos más; publicamos en Medellín, somos de

Medellín, vivimos acá pero eso no quiere decir que ese sea nuestro único tema. Si vos ves los

artículos, pues sí la mayoría son sobre esta ciudad, pero vos ahí empezás a encontrar historias de

muchos lados y nos encanta cuando nos llega una historia de otra ciudad, de otro país.

LB: ¿A qué parte de la sociedad de Medellín busca llegar UC, es una revista que leen las

élites, UC es una revista que leen todos?

JFO: Nosotros queremos que el periódico lo puedan leer, eso también no sé si eso está acá

en la página. El público más entusiasta de UC son, sin duda, los estudiantes universitarios. En

segundo lugar, todas las personas dedicadas a oficios y ocios creativos. En ese caso, UC es una

vitrina y una oportunidad para mostrar sus trabajos. Entre sus ventajas está que hace reír a

muecos y a recién blanqueados. Los lectores de prensa corriente encuentran en UC una sorpresa

que los hace desdeñar el compañero de todos los días. Los curiosos de la ciudad, los que miran

una foto vieja en un restaurante, los que se paran 10 segundos en el agáchese de libros viejos.

Nosotros en realidad no hacemos un periódico pensando en quién lo va a leer, nosotros

pensamos, queremos que lo lea ojalá el que cuida carros hasta el ejecutivo de una empresa. A

nosotros nos gusta mucho saber que nos encontramos nuestros personajes en la calle: cuidadores

de carros que ya nos conocen, vendedores ambulantes que siguen el periódico; y que lo lea

también, por ejemplo, una persona que es asiduo lector mensual de Universo Centro como Sergio

Fajardo, el gobernador; y mucha gente pues así, eso es lo que me pone a mí más orgulloso, que lo

pueda leer cualquier persona. Hay unos temas y unas cosas que requieren que por supuesto

exigen tener cierto conocimiento político, cultural, de actualidad, histórico, lo que sea, como en

Page 103: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

107

todas las cosas; pero tratamos siempre de que nuestros textos no sean muy complejos, de que

nuestros textos se puedan leer de una manera fácil y entretenida.

LB: En cuanto a lo que UC produce como información, UC produce información más de…

es algo diverso, puede producir algo desde el centro de Medellín, hasta El Poblado, las comunas,

de pronto de fuera de Medellín…

JFO: Claro, es que mira los temas en cada edición; pues claro, la mayor cantidad de

información es sobre Medellín pero es porque básicamente somos de acá y es lo que nos queda

fácil, y no tenemos reporteros ni corresponsales en otros lados; simplemente amigos que a veces

llamamos y les pedimos que nos escriban desde otra parte. A nosotros nos encanta que haya

información desde otras ciudades y desde otros países.

LB: ¿Y dentro de Medellín la idea es cubrir toda la urbe, o las historias se centran en un

lugar en específico?

JFO: La idea es poder estar, recibimos historias de todos los lados; pero por supuesto nos

gusta mucho el centro entonces hay historias que tienen esa marca de centro de ciudad más

evidente. Pero por supuesto nosotros podemos hablar de El Poblado. En este número, yo creo que

ya a principios de semana estará ya publicado en la web, en este número vas a encontrar que hay

una sección que hicimos, que invitamos a cuatro colaboradores a que hicieran recorridos por la

ciudad y nos narraran sus recorridos. No, nos interesa cualquier lugar donde haya una buena

historia.

LB: ¿En cuanto a géneros narrativos, cuáles son los que más usan, aparece mucho la

crónica, hacen muchos reportajes, perfiles?

JFO: Si, por supuesto. La crónica yo creo que es la que más se encuentra en UC.

LB: Para ustedes qué supone la tecnología en la actualidad, en cuanto a su capacidad de

traspasar barreras y llegar a otros públicos?

Page 104: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

108

JFO: Nosotros surgimos como con una idea romántica de tener un medio impreso. Nos

gusta eso, nos gusta que los dedos queden untados de tinta. Pero precisamente la tecnología nos

da la posibilidad de que vos nos conozcas en Bogotá sin tener un periódico físico, que tus amigos

hablen de UC, que nos conozcan en otros países, en otras regiones. Esa es la gran ventaja, la gran

ayuda que nos da la tecnología.

LB: ¿Entonces, cuándo y por qué se decidió dar el paso a la red?

JFO: Nosotros, después de esa pausa, y que decidimos desde el número cinco que el

periódico iba a volver a circular, ahí dijimos –bueno, una de las cosas que teneos que hacer es

permitir que otra gente lo lea− ahora por ejemplo estamos con colecciones de dieciocho mil

ejemplares, pero en esos mementos sacábamos cuatro, cinco mil. Entonces con más razón, y

entonces ese paso simplemente lo dimos cuando encontramos las personas que nos pudieran

echar una mano y ayudar a montar esa plataforma y a crear la página de UC.

LB: ¿Las herramienta web, en algún momento fueron decidiendo implementar herramientas

como videos, fotos, galerías?

JFO: Sí, inclusive esa es una de las cosas que queremos, aprovechar la web como un

espacio donde podemos ampliar la información. Nosotros no metemos más cosas en la web en

este momento porque no nos da el tiempo, no tenemos la capacidad; pero uno de los planes para

este año que viene es ampliar la cobertura en la web, y que no simplemente se ponga la edición

en versión digital, sino tengamos cosas que no se pueden ver; tener muchos más videos, muchas

más cosas.

LB: ¿Y cómo es en la actualidad la web de UC?

JFO: Sí, con algún contenido extendido en algunos casos, sobre todo en fotografía y

algunos videítos, y uno que otro texto que ocasionalmente llega a nuestras manos y por

actualidad decidimos incluirlo ahí. Yo creo que todavía la página web de UC es algo que está por

desarrollar y organizar mucho más.

Page 105: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

109

LB: ¿La interacción que ustedes tienen con sus seguidores, cómo funciona?

JFO: Nosotros por principios y por lo que, por cómo somos, nunca vamos a dejar de darle

prioridad a la interacción física, con las personas; pero bueno, precisamente las redes, el portal

nos da la posibilidad de interactuar con gente que no tenemos a nuestro lado; y es bueno ver que

nos leen, que nos escriben. Amigos y gente desconocida nos mandan y nos escriben de otros

países. Es muy bonito, por ejemplo, darnos cuenta que una mujer colombiana de familia china,

que vive en Boston en este momento sigue UC y nos escribe desde allá. Y es muy constante que

nos escriban personas de otros países y de otras ciudades.

LB: ¿Seguidores de fuera de Colombia tiene que no tengan raíces colombianas?

JFO: Sí, siguiendo las estadísticas más básicas en Facebook… yo te voy a decir por

ejemplo entrando a nuestras estadísticas de Facebook. Tenemos un seguidor en China,

Marruecos, Eslovaquia, Emiratos Árabes Unidos, Siria, Papua, Nueva Guinea; en Qatar,

Madagascar, Turquía, Vietnam, Paraguay, Trinidad y Tobago. Y van aumentando, cuando

llegamos a Nicaragua, Bolivia, Finlandia, Uruguay van subiendo los números de seguidores. El

país fuera de Colombia donde más nos leen es Argentina, luego Estados Unidos, luego México,

luego España, luego Perú, luego Brasil, luego Francia, luego Canadá, luego Venezuela, luego

Ecuador, luego Reino Unido, luego Chile, luego Alemania e Italia; y así va la cosa.

LB: ¿UC busca ser una revista de tipo más local, nacional, que sea universal; los contenidos

apuntan a ser de una estructura mucho más grande?

JFO: Pues sí, siempre va a haber un contenido, para nosotros los que hacemos UC es más

fácil incluir las historias de Medellín porque aquí vivimos y no tenemos la capacidad de estar

viajando o de estar cubriendo otros lugares. Pero siempre vamos a estar abiertos a recibir

contenidos y a publicar historias de otros lados, yo creo que tú lo ves a medida, en cada número

ves que nos abrimos a temas de otros centros; pero por ahora sí, Universo Centro es una

publicación que tiene una mayor parte de contenido local.

Page 106: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

110

LB: ¿Cree que en la actualidad de Medellín existe una cultura alterna a lo que ha sido la

tradicionalidad?

JFO: Lo que pasa es que esa historia de que Medellín ha sido una cultura católica y

tradicional yo creo que ya también es como un cliché. En Medellín se ha mostrado que se ha dado

una cultura y unos movimientos de vanguardia dese hace mucho tiempo; yo creo que ya eso se

quedó como un cliché porque si acá miramos acá se hicieron las primeras bienales

internacionales de arte del país; acá surgió un movimiento como el nadaísmo, acá han surgido

muchas cosas. Nosotros simplemente seguimos mostrando que la cultura paisa no es solamente

católica y conservadora. Entonces seguimos como una tradición que se ha dado pero que cada

vez que se mira Medellín se vuelve y se cae también en eso que digo yo que creo que es un

cliché, que acá solamente somos rezanderos y conservadores.

LB: ¿Crees que esa cultura que se da mucho en la televisión y en internet ha permeado

mucho en los jóvenes de Medellín?

JFO: Sí, es que esto no es una ciudad aislada. Así como en otras partes también todas esas

manifestaciones culturales que se dan a través de los medios sean electrónicos o no, pues todo eso

toca también a los jóvenes de acá.

LB: ¿Y a UC le importa ese tipo de información, ese tipo de información entra dentro de

los contenidos de UC?

JFO: No, a nosotros no nos interesa mucho ese tema, el tema de la farándula y eso, no nos

interesa, y cuando se ha tocado, se ha tocado de una manera crítica o irónica o humorística, pero

no nos interesan los temas de farándula ni de actualidad de ese tipo.

LB: ¿Ustedes se considerarían una revista contracultural?

JFO: Ni yo ni ninguno de los del periódico hacemos algo como pensando que vamos a ser

contraculturales, simplemente nosotros hacemos lo que nos gusta, hablamos de los temas que nos

interesan, manifestamos lo que creemos o lo que pensamos; pero nunca pensamos si somos

Page 107: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

111

contraculturales o no, eso lo tiene que decir alguien que conozca, que mire al medio y decida

pues; pero nosotros, que dentro de nuestras intenciones esté que seamos contraculturales, nunca

lo hemos considerado. Hay gente que nos considera como contestatarios, críticos o criticones; y

como te decía, por ejemplo en temas como lo del metro; si eso es ser contraculturales entonces en

ese sentido somos contraculturales. Lo que pasa es que nunca es como una intención, nunca es un

propósito nuestro ser contraculturales.

LB: ¿Ha habido contenidos de ustedes que se hayan hecho teniendo en cuenta la migración

que pueda haber en Medellín de culturas ajenas?

JFO: A nosotros nos interesan los temas que se nos van dando y que se van apareciendo y

nos interesan las historias distintas, nos interesan las historias que normalmente no se cuentan en

otros medios, en otros espacios; pero no es que nosotros digamos −vamos a darle énfasis al tema

de las migraciones hacia esta región−. Puede ser que en dos o tres números se dé la coincidencia

y vos encontrés múltiples textos al respecto y puede ser que en los próximos días nunca lo

volvamos a hacer y después volvamos. La cosa se da como de una manera más espontánea.

Nosotros vamos armando cada mes el periódico a partir de las ideas nuestras y de muchos

amigos; pero no siguiendo un manual de estilo, ni de redacción, ni temático ni nada, eso es algo

que como que se hace de manera más espontánea y más orgánica.

LB ¿Y en cuanto a las influencias externas de otras culturas, ustedes han visto que se ha

mezclado mucho la cultura en estas últimas épocas?

JFO: Pues sí, la globalización, o eso que llaman globalización pues claro que tiene que

hacer que nuestra cultura, como cualquier otra, sea una mezcla de otros sabores; claro que eso se

da. Pero en general nosotros creemos que ojalá que en nuestro país se hubiera dado más esa

mezcla de culturas. Claro que todo eso ya se va volviendo, por la facilidad de obtener

información, por la facilidad de viajar, por la facilidad de estar en contacto con otros lugares pues

claro que las culturas van dejando su mapa acá en la de nosotros. En Medellín hay una intención

ahora como de abrirse hacía el mundo y hacia otras manifestaciones y hacia otras culturas casi

que desde la institución. Pero de resto yo creo que Medellín sigue cargando con un señalamiento

de godos y rezanderos que yo creo que no es justo.

Page 108: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

112

LB: ¿Por qué existe tanto la percepción de que Medellín es una cultura cerrada a otras

culturas?

JFO: Porque en algún momento lo fue, los paisas siempre nos manteníamos muy orgullosos

de lo que éramos.

LB: ¿A usted le parece que para la juventud es atractiva un medio que sea crítico de la

sociedad, un medio que sea contracultural?

JFO: Pues sí, a la juventud siempre le va a interesar ir en contra y siempre le va a interesar

la crítica.

LB: A experiencia personal dan la percepción de que no es algo intencionado pero es algo

que es precisamente por su manera de vivir la cultura algo que termina saliendo de UC…

JFO: Sí, es algo constante porque puede ser que nosotros… precisamente por eso nos

reunimos este grupo de amigos y por eso es la marca o la firma de UC, porque coincidimos en

que pensamos de una manera distinta digamos a la gran mayoría de la sociedad paisa. No creo

que el gran porcentaje de la población de Medellín esté de acuerdo con muchas de nuestras

opiniones pero nosotros pues eso no nos preocupa, nosotros precisamente lo que nos interesa es

que se dé la discusión.

LB: ¿Considera que sus contenidos precisamente por esa noción tan interesante para los

jóvenes de crítica, considera que eso puede llegar a ser universal, que sus contenidos pueden

llegar a ser universales?

JFO: Yo creo que sí, yo creo que nuestros contenidos si los hemos visto, tocan a veces

situaciones específicas de la ciudad pero yo creo son historias que se pueden repetir en cualquier

ciudad o en cualquier país del mundo. No creo que sean una cosa exclusiva o rara de nuestro

medio. Yo creo que nuestros contenidos… nosotros nunca dejamos de pensar cuando escribimos

nuestras historias que sea algo que puedan leer acá en Medellín o en Moscú

Page 109: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

113

Anexo 2. Encuestas a seguidores de Universo Centro

1)

Nombre: Johnatan Cabrera

Correo electrónico: [email protected]

Encuesta Universo Centro

1. Describa brevemente qué encontró en UC que no ha encontrado en otros medios.

Rta: Universo Centro es el vivido encuentro con la ciudad, con esas historias que

pertenecen al pueblo contadas para el pueblo, es un medio que escribe sin miedo ni limitantes, es

un verdadero ejercicio periodístico alejado de la limitantes publicitarias y comerciales.

2. ¿Cuál ha sido el artículo o la edición de UC que más recuerda?¿Por qué?

Rta: ―A las maricas nos quieren sacar de acá‖ David E. Guzmán., por que narra el drama de

las personas que fueron despojadas de un lugar que ya les pertenecía, y que el gobierno

aprovecho para desalojar tomando como excusa ―acabar con las ollas‖, echando esas mujeres

pero sin darles ninguna garantía laboral.

3. ¿Catalogaría a UC como un periódico cultural?

Sí X No

4. ¿Encuentra en el portal de internet de UC contenidos distintos a los existentes en la

edición impresa?

Sí No X

5. ¿Encuentra con frecuencia en la versión digital de UC herramientas narrativas propias de

la web (hipervínculos, videos, fotos, audios, infografías).

Sí X No

Page 110: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

114

6. ¿Es UC un periódico que interactúa con sus lectores? Justifique brevemente su respuesta.

Rta: Diría que sí, primero porque a través de la página virtual existe la posibilidad de enviar

comentarios de los artículos y segundo por la participación que da al lector en la forma de

redacción e intención de los artículos.

7. ¿Considera que UC es un medio crítico de la sociedad medellinense? ¿Por qué?

Rta: Claro que sí, es un medio critico por que constantemente sus escritos son sobre temas

de actualidad que los demás medios no escriben pero que son importantes para la sociedad, como

fue hace poco contar nuevamente el aniversario de la ―muerte de los niños de villatina‖ en la cual

nos están invitando a no olvidar y hacer llamados a la justicia. Es un medio en el cual no se

escribe por escribir, en este todo está pensado y todo tiene un trasfondo de crítica social y

política.

8. ¿Catalogaría a UC como un periódico contracultural?

Sí No X

9. ¿Podría una persona que no vive en Medellín encontrar interesantes los contenidos de

UC? ¿Por qué?

Rta: Si, por que son historias reales, que tocan que el corazón que incitan a la reflexión y si

bien es un medio de Medellín, la manera como está escrito permite ser leído en otras regiones sin

caer en los regionalismos.

10. Con base en la anterior respuesta, ¿cree que los contenidos de UC podrían considerarse de

interés en cualquier parte del mundo: universales?

Sí No X

Page 111: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

115

2)

Nombre: Juan Manuel Pérez

Correo electrónico: [email protected]

Encuesta Universo Centro

1. Describa brevemente qué encontró en UC que no ha encontrado en otros medios.

Rta: Los artículos de UC son diferentes de los de cualquier otro periódico que haya leído

últimamente. Su temática suele ser urbana, crítica, irónica e independiente, lo cual no se suele

encontrar en otros medios en nuestra ciudad.

2. ¿Cuál ha sido el artículo o la edición de UC que más recuerda? ¿Por qué?

Rta: Particularmente recuerdo un artículo de Eduardo Escobar, publicado en el número 46

con el nombre de ―On the road‖. En realidad me gustan mucho todos los artículos de Escobar,

pero este me hizo reír muchísimo con su sarcasmo y su descripción del desastre que son las

carreteras de Colombia; además, la escritura de Escobar es exquisita.

3. ¿Catalogaría a UC como un periódico cultural?

Sí X No (Esto depende de qué definamos como cultura)

4. ¿Encuentra en el portal de internet de UC contenidos distintos a los existentes en la

edición impresa?

Sí X No

5. ¿Encuentra con frecuencia en la versión digital de UC herramientas narrativas propias de

la web (hipervínculos, videos, fotos, audios, infografías)?

Sí X No

6. ¿Es UC un periódico que interactúa con sus lectores? Justifique brevemente su respuesta.

Page 112: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

116

Rta: Por lo que he podido ver, sí, aunque no tengo cuenta en ninguna red social. Creo que

falta dar un poco más de acceso a lectores y posibles articulistas para que tengan contacto directo

con los editores.

7. ¿Considera que UC es un medio crítico de la sociedad medellinense? ¿Por qué?

Rta: Más que el periódico en sí, cada articulista puede o no ser crítico tanto de la sociedad

Medellinense como de la sociedad en general. Creo que, en general, los articulistas lo son.

8. ¿Catalogaría a UC como un periódico contracultural?

Sí No X (Todo depende de la definición de cultura)

9. ¿Podría una persona que no vive en Medellín encontrar interesantes los contenidos de

UC? ¿Por qué?

Rta: Claro que sí. No todos los artículos hablan solamente de Medellín, y, como lo expresa

su nombre, es un periódico ―universal‖

10. Con base en la anterior respuesta, ¿cree que los contenidos de UC podrían considerarse de

interés en cualquier parte del mundo: universales?

Sí X No (no hay nada más universal que lo local)

3)

Nombre: Lorena Zapata Lopera

Correo electrónico: [email protected]

Encuesta Universo Centro

1. Describa brevemente qué encontró en UC que no ha encontrado en otros medios.

Page 113: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

117

Rta: UC es un periódico que dan ganas cogerlo, tenerlo, ojearlo, degustar cada espacio

finamente diseñado, es una producto que respeta al lector, lo invita y lo seduce. Es fresco, tiene

unas ilustraciones buenísimas, las portadas son maravillosas, y sobre todas esas cosas lo que me

gusta es que su contenido está atravesado por reflexiones antropológicas y sociológicas que nos

invitan a pensar las dinámicas urbanas que se tejen en la cotidianidad, exaltándolas

alegóricamente con el carácter de patrimonio cultural.

2. ¿Cuál ha sido el artículo o la edición de UC que más recuerda? ¿Por qué?

Rta: uno sobre la cultura metro, lo recuerdo porque me reí mucho y me gusto la descripción

detalladas que hacían de la escena. Me gusto la crudeza de citar a Carreño para introducir al

contexto. Sentí complicidad con la lectura porque he padecido la cultura metro.

3. ¿Catalogaría a UC como un periódico cultural?

Sí X No

4. ¿Encuentra en el portal de internet de UC contenidos distintos a los existentes en la

edición impresa?

Sí X No

5. ¿Encuentra con frecuencia en la versión digital de UC herramientas narrativas propias de

la web (hipervínculos, videos, fotos, audios, infografías)?

Sí No X

6. ¿Es UC un periódico que interactúa con sus lectores? Justifique brevemente su respuesta.

Rta: creo que no deja mucho para interactuar, las personas esperan la próxima edición.. y

listo. No he visto convocatorias, ni concursos, ni premisos, ni eventos para los lectores de UC,

aclaro que no soy la más fiel seguidora y puedo estar equivocada.

7. ¿Considera que UC es un medio crítico de la sociedad medellinense? ¿Por qué?

Page 114: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

118

Rta: por que propone otras narrativas de ciudad sin el amarillismo acostumbrado de la

industria morbosa de las realidades locales.

8. ¿Catalogaría a UC como un periódico contracultural?

Sí X No

9. ¿Podría una persona que no vive en Medellín encontrar interesantes los contenidos de

UC? ¿Por qué?

Rta: porque le mostraría otra cara de la capital de la montaña.

10. Con base en la anterior respuesta, ¿cree que los contenidos de UC podrían considerarse de

interés en cualquier parte del mundo: universales?

Sí X No

4)

Nombre: Milena Guzmán

Correo electrónico: [email protected]

Encuesta Universo Centro

1. Describa brevemente qué encontró en UC que no ha encontrado en otros medios.

Rta: Me gusta las historias, pero no solo las historias si no la forma de narrarlas, pues te

acercan a los personajes de una manera entrañable, tanto que me siento dentro de la historia

recorriéndola oliendo los entornos, los espacios.

Además de enterarme de lo que pasa en mi ciudad.

2. ¿Cuál ha sido el artículo o la edición de UC que más recuerda?¿Por qué?

Page 115: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

119

Rta: bueno de las ediciones todas. Pero la que más me gusto fue la que le hicieron a las

maricas de la calle que se llama Barbacoas.

Sus fotografías son maravillosas, dicen mucho y en esta edición sí que se lucieron. Las

historias y el lenguaje que se utilizó tan coloquial en esta edición me pintan el centro de mi

ciudad, y eso me parece muy bacano en periodismo, que el lector se identifique en sus textos, es

un gran logro.

3. ¿Catalogaría a UC como un periódico cultural?

Sí X No

4. ¿Encuentra en el portal de internet de UC contenidos distintos a los existentes en la

edición impresa?

Sí No X

5. ¿Encuentra con frecuencia en la versión digital de UC herramientas narrativas propias de

la web (hipervínculos, videos, fotos, audios, infografías)?

Sí X No

6. ¿Es UC un periódico que interactúa con sus lectores? Justifique brevemente su respuesta.

Rta: Si, ellos siempre están presentes en eventos de ciudad sobretodo en casos específicos

que tienen que ver con el centro o temas que tienen que ver como con su línea editorial.

Por ejemplo, en sus cumpleaños, ellos hacen un evento este año fue en el Pablo Tobón

Uribe en donde interactúan con el público y hablan de temas culturales referentes a la ciudad.

Ellos también hacen parte de los paneles de discusión en temas que concierne al centro.

7. ¿Considera que UC es un medio crítico de la sociedad medellinense? ¿Por qué?

Page 116: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

120

Rta: Si tiene buenos criterios a la hora de enfrentarse a los fenómenos sociales que ocurren

alrededor del centro, pero no solo del centro también a nivel nacional. Constantemente saca un

obituario y sepulta algún personaje de la política, escritor, cantante entre otros. El contenido que

genera para este obituario es muy chévere porque lo hace en un tono sarcástico pero sin ser

fastidioso.

Y en lo que concierne a Medellín me parece que los argumentos que plantea a la hora de

plantear una problemática sus fuentes, contrastan de manera crítica la noticia.

Y si es el editorial opina dejando una posición marcada hasta que termina, pero el lector

saca sus propias conclusiones.

8. ¿Catalogaría a UC como un periódico contracultural?

Sí X No

9. ¿Podría una persona que no vive en Medellín encontrar interesantes los contenidos de

UC? ¿Por qué?

Rta: Si es liberal como yo sí. Si no, se asusta con las fotos, con las historias bohemias, de

droga, sexo que contiene el periódico. Por ejemplo mi abuela dice que eso no es periodismo, y yo

se lo perdono por ser mi abuela. jejejejeejee

10. Con base en la anterior respuesta, ¿cree que los contenidos de UC podrían considerarse de

interés en cualquier parte del mundo: universales?

Sí X No

5)

Nombre: Nora Carmona

Correo electrónico: [email protected]

Page 117: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

121

Encuesta Universo Centro

1. Describa brevemente qué encontró en UC que no ha encontrado en otros medios.

Rta: Crónicas muy entretenidas, historias de ciudad y una narrativa excelente

2. ¿Cuál ha sido el artículo o la edición de UC que más recuerda? ¿Por qué?

Rta: mi memoria es corta pero una que recuerdo es la del perrito milord

3. ¿Catalogaría a UC como un periódico cultural?

Sí X No

4. ¿Encuentra en el portal de internet de UC contenidos distintos a los existentes en la

edición impresa?

Sí No X

5. ¿Encuentra con frecuencia en la versión digital de UC herramientas narrativas propias de

la web (hipervínculos, videos, fotos, audios, infografías)?

Sí X No

6. ¿Es UC un periódico que interactúa con sus lectores? Justifique brevemente su respuesta.

Rta: Sí los veo en actividad en redes como facebook, twitter etc

7. ¿Considera que UC es un medio crítico de la sociedad medellinense? ¿Por qué?

Rta: Sí es un periódico crítico, porque hace cuestionamientos a muchas de las políticas

de la ciudad, desnuda situaciones que algunos desconocemos.

8. ¿Catalogaría a UC como un periódico contracultural?

Page 118: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

122

Sí No X

9. ¿Podría una persona que no vive en Medellín encontrar interesantes los contenidos de

UC? ¿Por qué?

Rta: Claro que sí, pues aparte de contar e ilustrar historias propias de la ciudad,

también cuenta de otros lugares, habla de personajes del medio cultural, como escritores de

talla nacional e internacional.

10. Con base en la anterior respuesta, ¿cree que los contenidos de UC podrían considerarse de

interés en cualquier parte del mundo: universales?

Sí X No

Page 119: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

123

Anexo 3. Cifras de seguidores en la página oficial de Universo Centro en Facebook

Estadísticas por fans

Page 120: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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Page 121: Universo Centro: ¿de Medellín al mundo?

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Estadísticas por personas a las que llegan las publicaciones

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Estadísticas por personas que interactúan