universidad tecnologica de los llanos orientales …
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·'
02..002.1
UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE LOS LLANOS ORIENTALES
FACULTAD DE INGENIERIA AGRONOMICA
EVALUACION DE CUATRO FUNGICIDAS PARA EL CONTROL DE
Phytophtora palmivora Butl., EN CACAO EN
DOS ZONAS DEL DEPARTAMENTO DEL META
Trabajo de grado
Presentado como
requisito parcial para optar al
titulo de Ingeniero Agrónomo.
Por: CARLOS JULIO PABON MONROY
y
VENTURA GARZON PARRADO
Presidente de Tesis: MARIA DEL ROSARIO SILVA
Villavicencio, MaYo 8 de 1984. • 'c •
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flllOI.IOT¡¡'CA
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LUIS ~RIQUE GUEVARA SEGURA
Rector CE).
ANA MARIA HORRILLO DE PARDO
Vicerrector Acad6mico
MIGUELPINEROS REY
Secretario General
HERNAN GI.~iVV VIATELA
ultad de Agronom1a
•
-------,---
MARIA RIO SILVA
Presidente de T~sis
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Jurado
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UNIVERSIDAD DE LOS LLANOS SISTEMA DE BIBLIOTECAS
HEr.'lEROTECA Villavicencio • Meta
NOTA DE ACEPTACION
I
Jurado
Jurado
..
,
l
DEDICO
A : Mis Padres
A Mis Hermanos
CARLOS
,.
DEDICO
A Mis Hermanos
A Mi Hija
VENTURA
" El Presidente de T(¡sis y el Consejo Examinador
de Grado, no serán responsables de las ideas
emitidas por los candidatos "
.' ..
AGRADECIMIENTOS
Nuestros más sinceros agradecimientos
Al doctor Nelson Yhamá P., gerente de la Federación de C~
caoteros del Meta, por haber promovido la realización del pr~
sente trabajo y ser un continuo colaborador durante la época
de desarrollo del mismo.
A las casas comerciales CIBA GEIGY COLOMBIANA S.A., PROF¡
COL S.A. y COLINAGRO S.A., quienes a través de sus represen
tantes los doctores Fabio Malina L., Enrique Burbano y Dago
berta Rodriguez R., hicieron posible la realización de éste
experimento al donar en su totalidad los fungicidas evalua
dos y los equipos de aplicación utilizados.
Al doctor Darlo Dávila, quien amablemente cedio la finca
"Las Cámelias", en el municipio de Granada, para efectuar en
ella uno de los ensayos .
A la doctora Maria del Rosario Silva, Fitopatóloga al se~
vicio de la Universidad del Llano, por su desempeño en la di
recci6n del presente trabajo.
,
Al doctor Ren~ Albornoz B., Fitopat6logo del IeA, por
su colaboración en la elaboración del Proyecto de Tesis.
A la Universidad Tecnológica de los Llanos, por el
pr~stamo del laboratorio de microbiologia y los elementos
indispensables para adelantar la etapa IN VITRO del ensa
yo.
•
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"
l.
2.
2.1
2.2
2.3
2.3.1
2.3.2
2.4
2.4.1
2.4.2.1
2.4.2.2
2.4.2.3
2.4.3
2.4.4
2.5
2.5.1
2.5.2
2.5.3
CONTENlOO
Titulo
INTRODUCCION
REVISION DE LITERATURA
Historia y distribuci6n de
la enfermedad
S1ntomas de la enfermedad
Etiologia
Pat6geno
Ciclo de vida del pat6geno
Epidemiologia
Condiciones que favorecen la
enfermedad
Humedad relativa y temperatura
Precipi taci6n
Luz
Lugares de sobrevivencia
Diseminaci6n
Control
M~todos de control
Eficiencia de los fungicidas
Uso de adherentes
Página
1
3
3
4
5
5
5
6
6
6
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8
8
9
10
10
11
13
¡ ,
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2.5.4
2.5.5
2.5.6
2.5.7
3.
3.1
3.1.1
3.1.2
3.1.4
3.2
3.3
3.4
3.5
4.
4.1
Titulo
Ciclos de aspersi6n'
Formas de aplicaci6n
Métodos de evaluaci6n
Ensayos realizados en Colombia
MATERIALES Y METODOS
Aislamiento e identificaci6n
del pat6geno
Cepa fungosa
Medio artificial de cultivo
Preparaci6n del in6culo
Pruebas de patógenicidad
Ensayo A
Ensayo B
Primer sistema de lectura
Segundo sistema de lectura
RESULTADOS Y DISCUSION
Aislamiento e identificaci6n
del pat6geno
Primer sistema de lectura
Segundo sistema de lectura
P~g1na
15
16
17
18
19
19
19
19
20
20
21
22
27
27
30
30
31
40
"
l.
4.4
5.
6.
Titulo
Análisis de la producci6n
CONCLUSIONES
RESUMEN
BIBLIOGRAFIA
P~na
47
53
55
57
Tabla
Tabla 1
Tabla 2
."
Tabla 3
Tabla 4
Tabla 5
Tabla 6
INDICE DE TABLAS
Titulo
Identificación de los tratamientos mediante franjas de color lQ calizadas en el tronco de los hA
Página
boles 24
Tratamientos, nombre comercial, porcentajes de composici6n, d6sis utilizada y equivalente por Ha., de los fungicidas utilizados en los ensayos
Escala utilizada para calificar el avance de la infecci6n en los
26
frutos numerados 28
Total de mazorcas afectadas por tratamiento y repetici6n en cada uno de los ensayos
Grado de significancia del efecto fungicida en el ensayo A (cosecha de frutos cada 20 d1as). Canaguaro.
Grado de significancia del efecto fungicida en el ensayo B (cosecha de frutos cada 20 días). El Castillo.
34
36
38
,
Tabla
Tabla 7
,. Tabla 8
Tabla 9
Titulo
Clasificaci6n discriminatoria de los tratamientos con respecto a sus testigos
Ndmero final de mazorcas marcadas sanas y afectadas en el segundo
Pligina
39
sistema de lectura (avance de la infecci6n en los frutos numerados) 44,
Total de mazorcas sanas cosechadas por tratamiento en cada uno de los ensayos 48
INDICE DEGRAFICAS
Grlfica Titulo Página
l I Gráfica 1 Porcentaje de eficiencia de los
'. tratamientos. Promedio de los dos ensayos 46
t , Gr!fica 2 Rendimiento calculado de cacao seco por hectárea. Basado en dl&
i , tos de un ciclo de cosecha ( 6 meses ) 51
~
" ~':
t:
Figura
Figura 1
Figura 2
Figura 3
Figura 4
i
INDICE DE FIGURAS
Titulo Plgina
Sin tomas de la enfermedad en las mazorcas muestras recolectadas en el campo
Slntomas observados en el laborA torio a los 6 dias después de hA berse inoculado el pat6geno a mA
32
zorcas sanas 33
Pepino severamente afectado a los 20 dias después de iniciado el en sayo
Mazorca cubierta casi en su totalidad por la les16n a los 60 dias de iniciado el ensayo
42
43
.,
•
"
Il
l. INTRODUCCION
La enfermedad producida por el hongo Phytophtora palmivora
Butl., en el cultivo del cacao est& presente en la mayoria
de los paises productores. En varios llega. a ser la m&s ~
neralizada presentándose en formas end~mica y epidbmica
ocasionando pbrdidas que oscilan entre el 30 y 80%. En Co-
lombia, 6sta enfermedad en algunas regiones cacaoteras es
de menor importancia, pero en la zona del pie de monte ll~
nero en el Departamento del Meta, reviste especial gravedad
provocando en oCasiones mermas considerables en los rendi-
mientos.
En Colombia se han.puesto en pr~ctica diferentes mfltodos de
control contra bsta grave enfermedad que incluyen medidas
de prevenci6n mediante prácticas culturales y de protecci6n
con sustancias quimicas. En el Meta son pocos o no existen
estudios adelantados en lo referente al control quimico y
los tbcnicos se basan para sus recomendaciones en los resul , -
tados obtenidos en otras zonas donde las condiciones climá-
ticas son totalmente diferentes a las existentes en bsta r~
gi6n. Por lo tanto se hizo necesario eValuar el comporta
miento de cuatro fungicidas protectantes y sistémicos solos
y en mezcla aplicados directamente a los f~utos, en condiciQ
nes de campo y cuyos resultados suministraron una base con-
fiablé para la realizaci6n de futuros trabajos en los cu~
les se busque determinar las mejores épocas de aplicaci6n,
permitiendo asi ofrecer al agricultor un control eficaz y
econ6mico para Phytophtora palmivora. El presente trabajo
tuvo como fin los siguientes objetivos:
l. Conocer el efecto de cuatro fungicidas en el con
trol de Phytophtora palmivora Butl.
2. Observar el comportruniento de tres mezclas.
3. Emplear tres de los productos considerados nuevos,
utilizando la d6sis comercial (recomendada para el control
de otras enfermedades) y determinar su eficacia en el con
trol de PhytopIltora palmivora Butl.
2. REVISION DE. LITERATURA
2.1 Historia y distribución de la enfermedad
La enfermedad conocida como podredumbre negra es
causada por el hongo Phytophtora palmivora Butl. Es posi
ble que el desastre infringido a la industria cacaotera de
Trinidad en 1727, fuera causada por ella (21); en informes
recientes reportan unainfecci6n del 20% (9). En Bahia
(Brasil), fue sefialada por primera vez en el Valle de Le
quitinhondo en 1905 por Joaquln Bahiana e identificado su
patógeno posteriormente por Leo Zehntner con el sinónimo
de Phytophtora taberi (6); cuando se presenta en forma en
démica las p~rdidas son del 15 al 30% y cuando lo hace en
forma epidémica, oscila entre el 60 y 70% (15). La indus
tria del cacao en CamerÓn declinó porque la enfermedad a
fect6 entre 1/5 y 4/5 de las mazorcas producidas y en las
Islas Salom6n las pérdidas estacionales fluctáan del 2 al
50%. En Nigeria tambHm se han presentado notaiJ1es pérdidas
(23); en Costa Rica son del 47% y en México llegan hasta un
80% (9).
En 1958 la pudrici6n negra era la enfermedad más
difundida en Venezuela, especialmente en la zona de Bar1o-
4
vento en donde ocasionaba mermas hasta del 50%. Segdn co
municaci6n personal con t~cnicos de Fedecacao, en el Dep~
tamento del Meta se presentan p~rdidas hasta del 60% en r~
giones del pie de monte.
Puede decirse que ~sta enfermedad es cosmotropi
cal, pues ha sido reportada como patógeno de cacao en 59
paises productores.
2.2 Sintomas de la enfermedad
El hongo causal de la mancha, ataca la mazorca
produciendo los sin tomas caracteristicos que dan el nom
bre a la enfermedad (8). La infecci6n puede producirse en
cualquier etapa de su desarrollo y en cualquier parte de
su superficie. Comunmente se presenta en los extremos de
la mazorca avanzando hacia el centro de la misma; las in
fecciones m~s frecuentes ocurren en las mazorcas del tron
co (11). Es~a se desarrolla rápidamente después de un pe
riodo de incubación de cuatro a cinco dias. Los s1ntomas
externos consisten en la aparici6n de una mancha circular
de color caf~ la cual se agranda concéntricamente y en
forma pareja hasta envolver toda la superficie, luego se
vuelve más oscura hasta tomar una coloraci~n casi negra
(12). El interior de la mazorca puede ser destruido en fo~
.....
~-
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,
t,. J 1 '
ma parcial o total segón el estado de desarrollo en que se
encuentre ~sta cuando se produce el ataque. Cuando está
próximo a su madurez, los granos pueden no ser afectados,
pero si ocurre antes de ~ste periodo, la pulpa toma un co-
lor pardo y ~stos aparecen destruidos casi en su totalidad
(11) •
Etiologia
Patógeno
Phytophtora palmivora Butl., 1910.
Ciclo de vida del patógeno
Los propágulos: activos del hongo, zoosporangios,
germinan directamente por la formación de un tubo germina
tivo en agua libre, con una temperatura por encima de 28 oC.
Por debajo de ~sta, germinan indirectamente por la emisión
externa de 12 a 20 formas de esporas m6viles, zoosporos. ~
tas permanecen en movilidad en el agua hasta por 24 horas;
la presencia del ~cido carb6nico, azucares, nutrientes y a-
minoácidos disueltos en la gota de agua a alta temperatura,
promueven la germinaci6n con posterior emisi6n cl.el tubo gel:
minativo. Luego el tubo para de crecer, la extremidad se a-
,
l·
Il
larga con formaci6n de un opresorium. De ésta ocurre la e-
misi6n de un tubo hifa infectiva el cual penetra en el fry
to principalmente por las aberturas naturales o estomátas.
Una vez en el interior del tejido atacado, el desarrollo 1
nicial de la hifa es intercelular; luego intracelular. La
humedad externa no ejerce influencia en el desarrollo de la
lesi6n. Después de cinco días de la penetraci6n, el desarrg
110 externo de la lesi6n asume una forma circular con 5 - 6
centimetros de diametro. En éste estado el hongo comienza a
producir prop~gulos asexuales, zoosporangios, en la superfi
cie de la lesi6n del fruto, iniciándose nuevamente el ciclo
(16) •
2.4 Epidemiologia
2.4.1 Condiciones que favorecen la enfermedad
2.4.2.1 Humedad relativa y temperatura
La humedad relativa preferida por el hongo oscila
entre 98 y 100%, presentándose menos esporulaci6n por debª
jo de éstos indices (10). En ensayos en Brasil, se ha encOB
trado que los periodos de mayor incidencia de la enfermedad
coinciden con los valores más bajos de déficit de presi6n
.,
de vapor (5). otro reporte confirma lo anterior, diciendo
que las epidémias estan relacionadas con el déficit de pr~
sión de vapor (16). Existe una correlaci6n negativa entre
el porcentaje de mazorcas infectadas y la temperatura me
dia, pues en Brasil y Ceylan, la enfermedad aumenta aproXi
madamente 34.3% cuando la temperatura desciende a 20 oC
(10). Aparentemente se necesitan temperaturas de 18 a 20
oC, para mayor eficiencia en la producci6n de zoosporas.
Precipitación
La precipitaci6n es de vital importancia para la
germinaci6n de las zoosporas y por lo tanto las epidémias
est&n relacionadas con las lluvias que preceden cuatro
días a la ocurrencia de la mancha negra (16). Resultados
de ensayos, han mostrado que los valores m&ximos de inci
dencia de la enfermedad no coinciden con los meses de ma
yor precipitación, pero al analizar en términos de horas y
días de lluvia, se verific6 que esos dos factores se corr~
lacionan mejor con la incidencia de la enfermedad especial
mente en el ndmero de horas lluvia. Así que la importancia
de la precipitaci6n en el desarrollo del hongo, est& en la
forma como se discribuye y no en el voldmen total de ella.
r •
. '
l
2.4.2.3 Luz
La luz act~a como un factor adicional estimulando
la producci6n de esporas (9). En ensayos adelantados en el
Brasil, a nivel de laboratorio con mazorcas de cuatro meses
fueron observadas drásticas reducciones de esporulaci6n en
la ausencia de luz, empleando diferentes combinaciones de
temperatura y humedad relativa. Se encontr6 que la mayor in
tensidad de esporulaci6n ocurrio en presencia de luz a 80%
de humedad relativa y 25 oc. Total inhibici6n fue observada
a 15 oc en la oscuridad y a 35 oc con o sin luz para todas
las humedades relativas estudiadas (5).
Se ha determinado que para completar un ciclo de
cinco dias, el pat6geno debe tener las siguientes condicio
nes climáticas optimas: Un dia a 27 oC, presencia de agua
libre y humedad relativa de 99 a 100%; tres dias a 27 oC;
un dia a 25 oC, humedad relativa del 80% y presencia de luz
(16).
Lugares de sobrevivencia
De acuerdo con estudios realizados en Brasil, en el
periodo de entrecosecha, para los diferentes tipos de mues-
.i - ,
íI .
9
treos, el hongo fue encontrado en órden decreciente de po
tencialidad as1: cascajo 40%; suelo 12%; frutos momificados
5%; cOjln floral 2.5%; musgos sobre el tronco 1.5% y corte
za de los ~rboles de sombra 0.25% (4).
Diseminación
A corta distancia, la lluvia es el principal fac
tor; las gotas de agua no sólo determinan la infección de
los frutos de cacao situados hasta un metro de altura en el
tronco, sino que transfiere prop~gulos de frutos viejos in-
fectados en la copa, para los frutos sanos situados en las
ramas inferiores. El agua que escurre por las ramas y el
tronco diseminan el hongo por el ~rbol.
El hombre es un eficiente diseminador durante las
operaciones de poda y cosecha. Los insectos, principalmen
te las hormigas actáan también como agentes diseminadores
del patógeno (15).
A larga distancia, los micos y ratones son los prig
cipales responsables para la diseminación de las formas no
esporulantes del hongo. El viento no es tan importante como
regla general, pero cuando presenta una alta velocidad, pr~
,.
cediendo a las lluvias, es capaz de cargar las esporas del
hongo (15).
2.5 Control
M6todos de control
Como la incidericia de la enfermedad depende de la
duraci6n de la humedad del medio ambiente, se pueden empl~
ar las siguientes medidas tendientes a reducir esa humedad
y de paso disminuir la presencia del pat6geno: a) Trazado y
construcci6n de canales dentro de las plantaciones para dr~
nar el agua apozada y de las pequeftas lagunas. b) Poda y r~
moci6n del exceso de árboles de sombrio. c) Mediante la re
ducci6n del in6culo inicial del hongo se logra reducir el
desarrollo de la enfermedad. Esto puede ser alcanzado podag
do los árboles de cacao, despu6s de la cosecha final; remo
viendo los frutos atacados; después de la extracci6n de la
almendra, amontonar las cortezas del fruto en lugar de es
parcirlas sobre el suelo; quemar, enterrar o aplicar fungi
cidas cdpricos al mont6n de cortezas (16),
Al iniciar una plantaci6n con algun tipo de mate
rial resistente, si no se adoptan las anteriores medidas
•
sanitarias, el cultivador evadir& el problema solamente por
cierto tiempo ya que finalmente se establecer~ alguan raza
del hongo en el cultivo. As1 que el uso de la variedad re
sistente, no significa seguridad contra la enfermedad ni la
abolici6n de las medidas sanitarias de control.
Todas las anteriores medidas han sido consideradas
como buenas pero no son suficientes para un control sistemA
tico de la enfermedad en regiones de abundante precipitación.
Sin embargo, complementadas con el uso periodico de fungici
das eficaces, forman un magnifico plan en el combate de la
enfermedad •
Eficiencia de los fungicidas
En ensayos realizados en Costa Rica (2), se encon
tr6 que el caldo bordel~s aplicado a árboles en producci6n
era significativamente mejor para el control del hongo, que
el registrado en los demás tratamientos. En la misma zona
recomiendan para el control, hacer aplicacione·s a baja vol~
men a base de Hidr6xido de Cobre al 86%, empleando cinco 11
bras por hectárea en 30 galones de agua (10). El caldo bor
del~s al 1% es la aspersi6n m&s com~n en Nigeria y que com
parado ~ste con el Perenox al 0.1%, el primaro fue más efi-
'.
caz (25).
Tambi~n se recomiendan para el control, las apli
caciones con los compuestos inorgánicos y orgánicos de Co
bre, con los carbonatos y sulfatos de Cobre, el 6xido de
Cobre, el caldo borde16s y los compuestos orgánicos insol~
bIes como el oxicloruro de Cobre y los qUinolinatos al i
gual que con soluciones de Dithane (1). Haciendo 6nfasis en
los ensayos, hay reportes (6), que en 1955 en Bahia (Brasil)
fueron instalados 153 puestos para controlar las respecti
vas cosechas. Los puestos de tratamiento recibieron seis
pulverizaciones de oxiclorato de Cobre al 0.5% y los resul
tados mostraron que el control se efectúo en un 72.7%. Po~.
teriormente en otro ensayo en la misma zona, se hicieron
tratamientos con seis pulverizaciones de oxiclorato de Co
bre al 0.5%, cuatro pulverizaciones de oxiclorato de Cobre
adicionando 45 c.c. de adhesivo for 100 litros de soluci6n
y cuatro pulverizaciones de 6xido cuproso al 0.3%. Los re-I
sultados dieron unos indices de control del 73.9%, 68.7% y
70.2%.
Se reporta que en un ensayo en el que se probaron
19 fungicidas para el control de Phytophtora y el hongo
Colletotrichum, dio mejor resultado contra la primera el
,
•
caldo bordelés y el 6xido cuproso por encima del Hidr6xido
cuproso y los fungicidas orgánicos (19). Otro de los pro
ductos fue el Difolatan al 3% y 4%, pero debido a que hubo
poca incidencia de la enfermedad en la época y área de en
sayo, no fue posible establecer su verdadera eficacia (4).
Las investigaciones en lo referente a fungicidas
para el control de Phytophtora palmivora, se han continua
do a través del tiempo y en 1974, se report6 la aparici6n
de uno de ellos, el Dowco 269, proporcionando buen control
(13) •
En un informe se presenta la eficiencia técnica
de un sistema de tratamiento protector erradicante de la
podredumbre negra en los frutos de cacao con el antibi6ti
co Actidione al 4.2%. Se concluye que la inmersión del ma
terial durante un minuto en solución de Actidione al 1%,
inhibe totalmente el desarrollo de la lesión, sin afectar
el poder germinativo de las semillas (20).
2.5.3 Uso de adherentes
Muchos investigadores han hecho ~nfasis en la nec~
sidad de obtener buenos resultados mediante. el uso de adhe-
,
rentes, con el objeto de aumentar el bajo poder residual
de los fungicidas modernos, pudiendo ser usados ~stos en
regiones tropicales de severa precipitación.
14
En un ensayo realizado en Costa Rica (3), en el
que se emplearon los adherentes Peps y Vancide, usados en
las concetraciones de 5 c.c. por ga16n de agua, en mezcla
con los fungicidas Oleocuivre, Orthocide W-50 y Perenoxj
fueron ~stos los mejores tratamientos del experimento has
ta el punto de no alcanzar diferencia estadistica con el
caldo bordelés. En otra serie de pruebas en el mismo pafs,
el caldo bordelés fue superior a otros fungicidas, pero el
6Xido de cobre más cierto adherente fue igualmente eficaz
(9) •
En otro ensayo en Brasil, el 6Xido cúprico a alto
volúmen aplicado con adherente fue el más efiCaz de los
tratamientos con hasta el 90% de control. El Hidr6xido y 0-
xicloraro de Cobre con adherentes fueron tan eficaces como
el 6xido cúprico sin edÍleeivos (17) • .se demuestra asl, que
los adherentes desempeñan un papel importante al elevar la
eficacia de varios productos empleados en el control del pª
t;ógeno.
•
,.
;
Ciclos de aspersi6n
En el Brasil el nftmero de tratamientos depende.de
las condiciones ambientales principalmente de la distribu
ci6n de las lluvias. As1 el n~ero de pulverizaciones pue
de variar de 2 a 4 al afio. En la de dos aplicaciones, la
primera deberá ser realizada apenas la enfermedad alcance
el 5% (Abril-Mayo), la segunda normalmente es realizada
entre Junio y Julio. Las dos aplicaciones en un afio relati
vamente seco y con la aparici6n de la podredumbre negra
tarde, son suficientes para su control. Si la enfermedad ª parece temprano y la precipitaci6n y humedad relativa son
altas, entonces programan cuatro aplicaciones en la siguien
te forma: le (Abril-Mayo), 2° (Junio), 3° (Julio) y 4° en
Agosto. La primera la hacen antes de la florac16n (15).
En Costa Rica las atomizaciones se han llevado a
cabo con intervalos regulares durante el afio sin tener en
cuenta las fluctuaciones de la lluvia, temperatura y hume
dad relativa. Una tendencia existente alli es la de alargar
los intervalos entre aplicaciones al máximo limite, pero
manteniendo un ciclo regular de aspersioneo durante el afio
(10).
;.
Se consider6 que las aplicaciones de caldo bord~
16s en la costa Atl&ntica de Costa Rica, deber1an hacerlas
cada 30 dias sin interrupci6n para lograr un buen control
de la enfermedad.
Hay reportes que en Nigeria y Camerfin el caldo
bordelés al 1% aplicado una vez al mes durante ocho meses
ha constituido un buen método de control (25).
En general no existe una programaci6n r1gida para
las aplicaciones y SU ndmero est~ dado por las condiciones
clim~ticas y por el porcentaje de incidencia de la enferm~
dad en una zona y época determinada.
Formas de aplicaci6n
En un ensayo con varios fungicidas, se encontr6
que uno de ellos el Dowco 269 al ser aplicado al suelo en
forma de riego o atomizado al follaje, proporcion6 buen
control (12). En Brasil se compararon los resultados fin~
les de la pulverización y espolvoreamiento total, sin en-
contrarse diferencia significativa entre los tratamientos
(13) •
l'1.: . l:.
•
•
.'
El operador se tiene que mantener a 1.5 metros del
tronco del árbol, caminando en. circulo se inicia la aplica
ci6n en el tronco, arrioa de un metro hasta alcanzar las r.i!
mas de la copa. Se deoe aplicar el fungicida sin prestar a
tenci6n a los frutos, lo más importante es dirigir la aspeI
si6n hacia la corteza del tronco y ramas del cacao (16).
En ensayos realizados en Costa Rica se han hecho
aspersiones al follaje en las épocas de mayor brotaci6n de
hojas, lográndose buen control de la enfermedad (21). En Q
tro se aplic6 caldo bordel~s a todo el árbol; solamente al
tronco y dirigido al fOllaje. No hubo diferencias signific.i!
tivas eni..re .lOS i..ratamientos •. Ha habido un buen control del
pat6geno empleando productos cópricos, aunque las mazorcas
no ¡'ueron asperjadas directamente (16).
M~todos de evaluaci6n
En ~res evaluaciones de fungicidas en Costa Rica,
para determinar la ei'ectividad de éstos en el control del
hongo, se hizo cosechas cada siete dias anotándose de cada
árbol el número de ¡nazorcas maduras ;¡ el número de éstas
que estaban infectadas, pero que el grano era bueno para el
mercado (21).
,.-------------
•
•
18
Para conocer el efecto de varios fungicidas en el
control del pat6geno, en ensayos adelantados en el Brasil,
se tuvo en cuenta el n6mero de mazorcas enfermas y sanas cQ
sechadas por Arbol.
En otros experimentos, se han tenido en cuenta los
porcentajes de infecci6n antes y 20 días después de cada a
plicaci6n; los porcentajes de las lecturas mensuales de fry
tos atacados fueron convertidos en arco seno raiz cuadrada
del porcentaje, para determinar la eficacia de los produc-
tos (6) •
En general, en los ensayos efectuados en el campo,
la incidencia de la enfermedad es uSUalmente medida por el
porcentaje de frutos infectados en relaci6n al nümero total
de frutos maduros cosechados por árbol o tratamiento duran
te el tiempo del experimento.
Ensayos realizados en Colombia.
Es posible que se hayan adelantado ensayos, pero
no se encontr6 publicaci6n de los resultados. La revisi6n
de literatura está basada en reportes de otros paises pro~
ductores principalmente Brasil y Costa Rica •.
•
3. MATERIALES Y METODOS
El presente trabajo se realizó en dos etapas as1:
En la Universidad Tecno16gica de los Llanos Orientales, bg
jo condiciones de laboratorio con temperatura promedio de
28 oC y humedad relativa de 80 - 90%.
3.1 Aislamiento e identificaci6n del .pat6geno
3.1.1 Cepa fungosa
Para ~ste estudio se utiliz6 una cepa del hongo
Phytophtora palmivora, obtenida de mazorcas infectadas re
colectadas en el campo.
3.1.2 Medio artificial de cultivo
Se prepararon dos medios de cultivo, empleando las
proporciones indicadas para €:lste caso (24), as!:
Medio A: papa 200 gramos
dextrosa 20 " agar 20 " agua destilada 1 litro
'.
Medio B: cocción de pericarpio
de fruto de caCaO 200 gramos
dextrosa 20 " agar 20 " agua destilada 1 litro
3.1.3 Preparaci6n del in6culo
El in6culo para las diferentes pruebas se obtuvo
a partir de una cepa de Phytophtora palmivora, de ocho
dias, cultivada en cajas de petri a temperatura contlLante
de 28 oc y suministro continuo de luz.
3.1.4 Pruebas de patogenicidad
Después de observar a través del microscopio las
estructuras del hongo, se efectúo la inoculación en mazor
cas sanas, haciendo heridas en el pericarpio, mediante pun
ción utilizando una aguja de disección y también haciendo
cortes de aproximadamen-Le 2.5 x 1 mm., en los cuales se d~
j6 trozos de agar con miscelio extraido de los dos medios
de cultivo. Las mazorcas inoculadas se distribuyeron de la
siguiente forma: 24 se llevaron a la incubadora a temperat]!
ra de 28 - 30 oc y 24 se dejaron en cámara húmeda al medio
•
ambiente.
Con intervalos de 2, 4 y 6 dias, se hicieron ob
serVaciones macrosc6picas del avance de la infecci6n; co~
parAndo se éstas con cinco mazorcas sanas utilizadas como
testigos. Al final se observaron y compararon los sin tomas
presentados en los frutos inoculados con los vistos en las
mazorcas muestras, de las' cuales se ais16 inicialmente el
hongo.
Para las lecturas y conteo de frutos afectados en
las parcelas de los ensayos, se tuvo en cuenta la sin toma
tologia observada en el laboratorio.
La parte de campo se adelant6 en un semestre, ini
ciándose en Junio y finalizando en el mes de Diciembre de
1982, habiendo obtenido información de un ciclo de cosecha.
Esta secci6n consta de dos experimentos, cada uno se efec
t~o en una zona diferente dentro del Departamento del Meta
as1:
3.2 Ensayo A
Finca "Las Camelias", situada en la vereda Canagul!.
ro, municipio de Granada. a 17 Ki16metros sobre la via que
conduce de ésta a San Juan de Arama. Posee topografia pla
na, altura cercana a los 380 metros sobre el nivel del !llar
y sus ~uelos per~enecen a las vegas del rio Ariari.
3.3 Ensayo B
Finca "La Esmeralda". ubicada en la vereda San A.n
tonio, municipio del Castillo. La topografia también es
plana con s.+tura aproximada a los 400 metros sobre el nivel
del mar y sus suelos pertenecientes a las vegas del Ariari.
Se escogieron éstas dos zonas par ber las más pro
misarias en lo referen1;e a producción de cacao, en ellas se
presentan precipitaciones medias anuales de 3.500 mm. y una
humedad relativa promedio anual del 95%.
En cada una de las fincas el área sembrada en ca
cao es aproximadamente de 30 hectáreas. El sistema de siem
bra empleado es en triángulo con una distancia entre plan
tas de 4.00 metros para un total de 721 árboles plantados
por hectárea. Los hibridos predominantes son: SeA 6 x !MC
67; les 6 x SCA 6; lCS 60 X seA 12 y EET 62 X SCA 6. Los
árboles utilizados para sombrio permanente pertenecen en
..
,
23
su mayor1a a los géneros Erythrina sp. (ceibos, c!mbulos)
e rnga sp. (guamas) y estan localizados a una distancia ~
proximada de 16 metros uno del otro. Durante el tiempo del
experimento, el ensayo B tuvo un mejor manejo de malezas y
empleo de las prbcticas culturales necesarias, ésto por e~
tar dentro de una plantaci6n más tecnificada. En el ensayo
A el control de malezas se hizo ~nicamente al inicio, des
pu~s éste y las prácticas culturales restantes fueron esc~
saS •
En ambos ensayos se utilizó un disefio de bloques
al azar con cuatro repeticiones y ocho tratamientos. Cada
tratamiento const6 de una parcela formada por doce brboles
en producción, limitados lateralmente por una hilera y en
tre bloques por dos hileras de árboles, para evitar asl el
translape de un tratamiento hacia el siguiente.
Cada tratamiento fue identificado por una o dos
franjas de pintura sintética, localizadas en el tronco de
los árboles como se indica en la Tabla l.
Por no tener los agricultores unas épocas defini
das para hacer las aplicaciones y teniendo como referencia
las recomendaciones para cada producto, se decidio hacer-
~' • .. "
Tabla l. Identificación de los tratamientos mediante franjas de color localizadas en el
tronco de los árboles.
TRATAMIENTOS COLOR
lo Testigo * Blanco
2. A - Azufre elemental - Cobre metálico Azul
3. B - Me talaxyl - Mancozeb Amarillo
4. C - Cloro thalonil Rojo
s. D - Hidróxido Cúprico Anaranjado
6. A + B * * Azul + Amarillo
7. A + C Azul + Rojo
8. A + D Azul + Anaranjado
* Una Franja
** Dos Franjas
,~ . ,,:
,.
las con intervalos de veinte días y en forma dirigida a los
frutos.
Para formar la soluci6n fungiclda, el material té~
nico se disolv10 completamente en agua. De cada uno de los
tratamientos se hizo ocho aplicaciones empezando en la épo
ca de mayor floraci6n y formaci6n de frutos. Por cada parc~
la se empleó cinco litros de agua sumando un total de vein
te por tratamiento en cada aplicaci6n; adem!s se adicion6
1 c.c. de adherente Nifapon al 4%, por cada litro de agua
en todos los tratamientos, para evitar que el fungicida fu~
ra lavado fácilmente por la lluvia una vez aplicado a loa
frutos.
Las aplicaciones de las distintas soluciones se hi
cieron en ambos ens~os con bombas experimentales CUimax de
espalda, con capacidad de 10 litros.
En la Tabla 2, se presentan los tratamientos, el
porcentaje de composici6n qu1mica, nombre comercial, d6sis
utilizada y el equivalente por hectárea de cada uno de los
fungicidas usados en los experimentos.
Para efectuar las lecturas se emplearon dos métodos
..
Tabla 2.
No.
2. A-
3.B-
4.C-
5.D-
* •• ., '. 1"
Tratamientos, nombre comercial, porcentaje de comp051Clon, dósis utilizada y equivalente por hectarea de los fungicidas utilizados en los ensayos.
TRATAMIENTOS NOMBRE PORCENTAJES DOSIS P. C'. /PARC ELA P.C • EQUIVALENTE/Ha • COMERCIAL COMPOSICION POR APLICACIO)l POR APLICACION
Azufre elemen tal 50 Cobre metálico 4.4 55.2 c.c 3.5 Lt. M a terial iner te Top Cop .§ 45.6
Metalaxyl 10 Mancozeb Ridomil º- 48 39.6gr. 2.5 Kg. Ma terial inerte 42
Cloro thal onil Bravo 500 ~ 50 39.6c.c 2.5 Lt. Ma terial inerte 50
Hidróxido Cúprico Kocide 101 ~ 56 39.6 gro 2.5 Kg. Ma terial inerte 44
6. o A 44.4c.c 2.8 Lt.
7.
8.
o [
~
B 32.4 gro
A 44.4c.c C 32.4 c.c
A 44.4c.c D 32.4gr.
En las mezclas se empleó el 80% de la dósis comercial de cada produ:::to. Sis té mico Pro tec ta n te
2. O Kg.
2.8 Lt. 2. O Lt.
2.8 Lt. 2.0 Kg.
1 I
. "
como se explica a continuación:
3.4 Primer sistema de lectura
Antes de cada aplicaci6n, se cosecharon las mazo.!;
cas maduras, se cont6 por árbol y parcela el ntimero de
ellas sanas y afectadas por el hongo, para establecer las
diferencias entre tratamientos al final del ensayo.
3.5 Segundo sistema de lectura
Con fichas numeradas, se marcaron diez pepinos s~
nos al azar por parcela, para un total de treinta en el en
sayo A por cada tratamiento (s610 se hizo en tres repeticiQ
nes por considerar €lste n(¡mero SUficiente) y de cuarenta en
el ensayo B \se efectúo en las cuatro repeticiones). A ~s
tos frutos se les hizo lectura de la posible lesión y su a
vance un dia antes de cada aplicaci6n, as1 sucesivamente
hasta que ~stos llegaron al estado de madurez. Los valores
para las anteriores lecturas aparecen en la Tabla 3, elabo
rada por René Albornoz con base en experiellcias de trabajos
realizados en la granja experimental La Libertad en Villavi
ceneio •
---------------
..-"'" ~
~ .. -- " ..
Tabla 3. Escala u tilizad3 para calificar el ava:¡ce
de la infección en los frutos numerados.
, DAÑO
' ' VALOR - {"
c: z -Leve 2 <11< _J'I\
(Jl " ..::. -;(11 Moderado 3 -' ':t r. -¡:",3!O c: ), 'P
Severo 4 fi~O'" (ti f!\ r!1 O ?'~~m
Afección total 5 -' ... (;J:I O !~ r '''''''''0 "'" (') ", fII t» . -,
f~"'"'r ~ (') '"' t¡ • l> ~ i} (JI . '? . O :_~ 11\ j¡
h· ,.¡
' .
••
JI
29
Las aspersiones se hicieron en dias sin lluvia,
cubriendo lo mejor posible la superficie de los frutos. Si
se presentaban lluvias en el transcurso del dia en que se
hab1an efectuado las aplicaciones, €lstas no se repetian por
considerar que el adherente impedia el lavado de las mismas.
.'
4. RESULTADOS Y DISCUSION
4.1 Aislamiento e identificaci6n del pat6geno
Macrosc6picamente se observ6 más acelerado el cr~
cimiento del hongo en el medio B, ya que al cabo de los
cuatro dias iniciales, habla invadido toda el ~rea dispo~
ble en las cajas de petrij lo que no sucedl0 en A, donde
el desarrollo fue menor, aunque en ambos casos se present6
esporulación. Se extrajo miscelio de A y B Y observando en
el microscopio, se reconocieron las estructuras del pat6~
no tales como esporangios, esporang10foros y zoosporas, al
compararse con la clave de STREETS (22).
A los dos dias de haberse efectuado la inocula
ci6n, macroscópicamente se notaba ya el inicio de la infe
cción en todas las mazorcas, con un crecimiento radial de
aproximadamente 2 centlmetros a partir del sitio de pun
ciÓn. A los seis dias la infecci6n habla invadido la CUar
ta parte del cuerpo de las mazorcas, encontr~dose mayor
cantidad de miscelio sobre la superficie de las que esta
ban en la incubadora.
La sintomatologia aqui coincide con la observada
~-
..
en las muestras, en lo que hace relación a coloración ma
rrón elaro a oscuro, ausencia de dureza de la parte afect~
da y crecimiento de miscelio blanquecino; el inicio y av~
de de la infecci6n se hace indistintamente por cualquier
sitio del fruto, ya sea por su base peduncular, zona ecua
torial o apical, como puede verse en las Figuras 1 y 2. De
las mazorcas inoculadas se tomó una muestra de miscelio y
se observ6 a través del microscopio nuevamente, observándQ
se las mismas estructuras que con anterioridad se habian
logrado de los medios de cultivo.
4.2 Primer sistema de lectura
En la Tabla 4, se presentan los datos correspon
dientes al total de mazorcas afectadas y contadas por tra
tamiento en cada uno de los experimentos.
El an~lisis de varianza se interpret6 por separa
do para cada ensayo y segdn lo indicado para un disefio de
bloques al azar (7).
Para establecer la significación de la variabili
dad entre bloques y tratamientos, se realizó la prueba de
F, utilizando los niveles del cinco y uno por ciento a pax
l
Figura l. S1ntomas de la enfermedad en las mazorcas muestras recolectadas en el campo.
•
Figura 2. sintomas observados en el laboratorio a los seis dias después de haberse inoculado el pat6geno a mazorcas sanas.
o'j
" ,.
e, ... " ~-"'tl'.r .. .. '<i\
":f'II\' ',-,.,. ""
Tabla 4. Total de mazorcas afectadas por tratamiento y repetición en cada uno de los ensayos.
ENSAYO A ENSAYO B TRATAMIENTOS
* 1 II III IV TOTAL *1 II III IV TOTAL
Tes ligo 33 52 41 57 18,3 55 66 46 18 185 1'8 <1
A- Azufre elemental- 45 19 9 12 85 30 27 23 16 96 'l,r cobre metálico
B- Metalaxyl-Ma '1cozeb 22 13 13 14 62 14 16 31 12 73 b)S
C- Clorothalonil 25 18 17 16 76 28 15 24 7 74 ~-Í
D- Hidróxido Cúprico 19 14 10 3 46 11 9 13 15 48 ,p.
A + B 26 13 14 17 70 29 22 32 13 96 '6-3
A + C 33 11 19 22 85 33 24 13 9 79 ~'L
A + D 42 12 15 27 96 29 20 38 10 97 ")J
* Repeticiones J
"
j
I I i i
...
tir del dato promedio por árbol en cada tratamiento, del
nOmero de mazorcas afectadas.
35
En lo referente a los bloques en el ensayo A, se
present6 diferencia significativa entre ellos con un nivel
del cinco por ciento. En el ensayo B, hubo significancia
para ambos niveles; ~sto parece indicar que las replica
ciones tuvieron efecto en los experimentos, presumiblemen
te por no haberse presentado condiciones similares entre
ellas.
En el análisis de los tratamientos en el ensayo
A, se encontró significancia de todos con respecto al te~
tigo. Al compararse dos a dos entre ellos (exceptuando al
testigo), el ~nico que present6 grado de significancia fue
el Hidr6xido COprico con respecto a la mezcla Azufre el.l!
mental-Cobre metálico más Hidróxido COprico, indicandonos
~sto que sus efectos producen resultados diferentes; como
se muestra en la Tabla 5.
Al anal~zar los tratamientos del ensaYo B, como
en el caso anterior, éstos presentaron diferencias esta
disticas cuando se les compar6 con su testigo. Al compa
rarse entre ellos, no se encontr6 significanCia alguna,
.. -o
Tabla 5. Grado de significancia del efecto fungicida en el ensayo A (Cosecha de Frutos cada 20 días). Canaguaro.
TRATAMIENTOS. X MAWRCAS AFECTADAS TCTAL MAZORCAS
~ POR ARBOL AFECTADAS
Testigo 3.81 1831/ t2/
A- Azufre elemental - Cobre metálico 1.7 85 x
B- Metalaxyl - Mancozeb 1.3 62 x
C- Clorothalonil 1.6 76 x
D- Hidróxido Cúprico O; 9 46 xy
A + B 1.5 70 x
A + C 1.7 85 x
A + D 2.0 96 xz
variabilidad entre tra tamientos 1 Límite de significancia F Calculado = 5.92 entre tra tamientos = 1. 01 F Probabilidad 5% = 2.49 F Probabilidad 1 % = 3.65
1/. Sumatoria de cuatro repeticiones 2/. Datos con letras iguales no tienen diferencia estadística significativa (Duncan), al nivel del 5%
J
indicandonos ~sto que a pesar de que hubo diferencias en
tre uno y otro en el control ejercido, ~stas no fueron lo
suficientemente grandes como para considerárseles estadi§
ticamente distintas. Esta informaci6n aparece en la Tabla
6.
Se nota una similitud de los resultados obtenidos
en ambos ensayos al efect~arse las comparaciones entre tr~
tamientos; d~donos un mayor grado de confiabilidad sobre
la bondad de los productos y de la forma como se llevaron
a cabo los experimentos.
Con base a los resultados obtenidos en los análi
sis estadisticos anteriores y para clarificar el aspecto
de mayor efectividad, se nizo una clasificación discriminª
toria de los fungicidas teniendo como referencia su mayor o
menor diferencia de frutos afectados al compararlos con los
testigos. En la Tabla 7, aparecen los valores obtenidos en
6rden descendente para los tratamientos en cada uno de los
ensayos, el promedio general y el promedio de mazorcas afe~
tadas.
Se puede observar que los menores valores en cada
experimento y por tanto en el promedio general, correspon-
r'··
r",' " ,
1: ' Ih
f
.., - ~
''''l·
Tabla 6. Grado de significancia del efecto fungicida en el ensayo B. (Cosecha de frutos cada 20 días). El Castillo
A-
B-
C-
D-
1/. 2/.
TRl',TAMIENTOS X MAXORCAS AFECTADAS TOTAL M.l\ZORCAS POR ARBOL AFECTADAS
--Testigo 3.8 c: 185 1/ t2/ Z: -2.0 tIl <" 96 x -m
< ~~ 1.5 :::¡:rntll 73 x ;-",3:6
:5. 3: ~ » 1.5 ~ m ~ r:J ( _".f;!:\ 74 x
~::rJtIlr:J 1.0
_. O - m 48 o ... to \ V •. ~~,/ x • m e ...
=:n CO 2.0 ID»'""tn 96 x lit m 01'"
~ ,. 1.6 (1)" 79 x
Azufre elemental - Cobre metálico
Metalaxyl - Mancozeb
Clorothalonll
Hidróxido Cúprico •
A + B
A + e Z
2.0 O
~97 tII x A + D
va rlab Hída d en tre tra ta míen tos Límite de significancia entre tratamien-F Calculado '" 5.43 tos '" 1. 02 F Probabilidad 5% = 2.49 F Probabilidad 1 % '" 3.65
Suma toria de cua tro repeticiones Datos con letras iguales no tienen diferencia estadística significativa (Duncan) al nivel del 5%.
... """
., .. '
IP ,., - r-- .,.... '"
•
Tabla 7. Clas ificación discrimina toria de los tratamien tos con respecto a sus tes tigos.
TRATAMIENTOS ENSAYO A ENSAYO B X GENERAL No. X DE MAZORCAS AFECTADAS
D- Hidróxido Cúprico 2.911/ 2. 8 2.85 47
B- Metalaxyl-Mancozeb 2.51 2. 3 2.40 67.5
C- Clorothalonil 2.21 2.3 2.25 75
A + C 2.11 2.2 2.15 82
A + B 2.31 1.8 2.05 83
A- Azufre elemental -Cobre metálico 2.11 1.8 1. 95 90.5
A + D 1. 81 1.8 1. 80 97
Testigo 184
1/. Datos resultantes de hacer la diferencia del número promedio de mazorcas/árbol, en cada trata -miento con el testigo correspondiente.
' .
•
. >'
40
de a los fungicidas Hidróxido C~prico y Metalaxyl-Mancozeb
respectivamente, en los cuales se obtuvo las cifras más b~
jas por p~rdidas de mazorcas, indicando ésto que dichos
tratamientos fueron los que mejor control ejercieron sobre
la enfermedad. En órden de importancia aparece luego el
Clorothalonil con el tercer menor indice promedio de mazo~
cas afectadas. Los dem[¡s tratamientos tuvieron un comport~
miento similar entre s1 en t~rminos generales al presentar
las más altas p~rdidas dentro de ésta clasificacion •
Con respecto al fungicida Azufre elemental-Cobre
metálico, éste presentó una constante decantación y excesl
va compactación de su material constitutivo, no com~n en
otros productos, dejando la incertidumbre de que se trata
ra de un defecto de preparación que habria por tanto impe
dido la oportunidad de observar su verdadera eficacia.
4.3 Segundo sistema de lectura
En lo referente al número de pepinos marcados a
fectados, no aparecen valorea intennedios para el daño oc~
sionado por el patógeno en ellos, ya que una vez iniciada
la infección, ésta en pocos dias cubria totalmente la su
perficie provocando la pérdida del fruto; lo. anterior se
•
.,
'.
"
puede observar en las Figuras 3 y 4. Por éste motivo en la
Tabla 8, sólo aparece el total de mazorcas afectadas durag
te el experimento y el n~mero de ellas sanas cosechadas en
cada uno de los ensayos y en promedio general. Se puede a
preciar que los fungicidas ejercieron buen control si se
les compara con los datos testigos; sin embargo la diíeren
cia entre uno y otro tratamiento no son muy elevadas.
En el promedio general figuran con el menor nl1me
ro de frutos afectados en órden decreciente, los tratamien
tos Hidr6xido Cl1pricoj Azufre elemental-Cobre metálico más
Hidróxido CdpricOj Clorothalonil y Azufre elemental-Cobre
metálico más Metalaxyl-Mancozeb respectivamente, correspon
diendoles a ellos también los mayores promedios de frutos
sanos que llegaron hasta su madurez.
Para destacar que la mezcla ubicada en el segundo
lugar del promedio general obtuvo un indice de frutos aíes
tados similar al Clorothalonil y a la vez el mayor ndmero
de frutos sanos cosechados. Lo anterior contrasta con la
clasificación discriminatoria de la Tabla 7, donde fue la
dltima por haber presentado la mayor cantidad de mazorcas
afectadas. Lo observado antes podria indicarnos, que dicha
mezcla actuaria bien como protectante si se inician las a-
•
t
Figura 3. Pepino severamente afecta
do a los veinte d1as después de inlciado el ensayo.
•
r
•
•
Figura 4. Mazorca cuoierta casi en su totalidad por la lesión a los sesenta d1as de i niciado el ensayo •
... ~ . - .~
Tabla 8. Número final de mazorcas marcadas sanas y afectadas, en el segundo sistema de lectura (avance de la infección en los frutos numerados)
ENSAYO A * ENSAYO B ** X GENERAL TRATAMlENTOS
Sanos Afectados Sanos Afectados Sanos Afectados
D- Hidróxido Cúprico 5.. 4 3& O 21. 5 2
A + D 15 2 33 3 24 2.5
C- Clorothalonil 9 3 34 2 21. S 2.5
A + B 5 4 33 1 19 3
B- Metalaxy1-Mancozeb S S 34 2 19. S 3.S
A- Azufre elemen tal-cobre metálico 6 6 32 4 19 5
A + C S S 29 7 17 6
Testigo 3 12 21 17 12 14.5
* Número inicial de pepinos sanos marcados por tratamiento =,30
* * Número inicial de pepinos sa!1OS marcados por tratamiento = 40
•
•
..
45
plicaciones desde la floraci6n y primeros estados de des~
rrollo de los frutos; pero seria entonces tema de otro tr~
bajo donde se considere ~sta posibilidad •
El nümero faltante de frutos marcados por trata
miento que no aparecen en el cuadro para completar la can
tidad inicial, corresponde a los afectados por otras enfe~
medades distintas a la estudiada y por eso no se incluye
ron.
En t~rminos generales, los resultados en ~ste si§
tema de lectura coinciden en su mayoría con los que se ob
tuvieron en el conteo de mazorCas maduras cosechadas cada
veinte dias •
Para corroborar la eficacia de los fungicidasem
pleados, se recurrio a la f6rmula de Abbott (9), con la
cual se calcula el porcentaje de eficiencia de los trata
mientos por separado. Se observa en la Gráfica 1, que di
chos porcentajes tienen la misma ubicaci6n en 6rden de im
portancia, al comparárseles con la clasificación discrimi
natoria de los fungicidas que se presenta en la Tabla 7,
confirmándose asi que los mejores tratamientos fueron Hi
dr6xido C6prico y Metalaxyl-Mancozeb, por presentar los
... • .......... ..
,
80 74.5
70 63
60 59 55 55
~ ~
50 50.5
47
<C 40 >-< U Z ~ 30 >-< U >-< ~ 20 ~
10 1 5 3 4 6 7 2 8 10. O I
TRATAMIENTOS
Gráfica 1. Porcentaje de eficiencia de los tratamientos. Promedio de los dos ensayos.
1. . Testigo 5 • D - Hidróxido Cúprico
" 2.A-Azufre elemental + Cobre metálico 6. A + B
~ ,~ 'P 3. B- Metalaxyl + Mancozeb 7. A + C 4. C - Clorothalonil 8. A + D
% de eficiencia = Pi - Pf X 100 Pi '" Población inicial
Pi Pf. ~ Población final
porcentajes más altos de eficiencia en el control de la e~
fermedad.
Los resultados relacionados con el Hidr6xido Cd-
prico estan de acuerdo con los obtenidos en otras inves-
tigaciones realizadas en diferentes paises, segdn la revi
sión de literatura efectuada y que aparece en el presente
trabajo.
4.4, AnUisis de la producci6n
Como puede verse en la Tabla 9, aunque los rendi
mientos en los tratamientos fueron diferentes, no alcanza-
ron a ser significativos al compararse entre ellos. Sólo
en uno, en el ensayo B, se obtuvo una producción considerª
da estad1sticamente diferente con respecto al testigo; fue
el tratamiento Metalaxyl-Mancozeb.
Al comparar los ensayos, no se aprecia una unifi
cación en los resultados de cada tratamiento, pues los que
figuran con más altas producciones en A, poseen las meno
res en B y lo inverso, pudiendo haberse debido ésto a Cau
sa de efectos no detectados en los experimentos o a que el
tiempo de duración fue relativamente corto"necesitándose
... ..lU a ... ~
Tabla 9. Total de mazorcas sanas cosechadas por tratamiento en cada uno de los ensayos.
TRATAMIENTOS ENSAYO A ENSAYO B X GENERAL Canaguaro El Castillo
B - Metalaxyl-Mancozeb 546 t1/ 929 x 737.5 t
A f- C 731 t 732 t 731. 5 t
D- Hidróxido Cúprico 648 t 795 t 721. 5 t
C- Clorothalonil 651 t 787 t 719 t
A f- D 663 t 760 t 711. 5 t
A + B 607 t 766 t 686.5 t
A- Azufre elemental -Cobre metálico 536 t 734 t 635 t
Testigo 474 t 511 t 492.5 t
1/. Datos con letras iguales no tienen diferencia estadística significativa (Duncan) al nivel del 5%.
r r
.. -
de prolongarlos en futuras realizaciones, para observar los
rendimientos finales al cabo de varios ciclos de cosecha.
Por haberse presentado lo anterior y para tener un
mayor grado de confiabilidad en lo referente al tratamiento
Metalaxyl-Mancozeb, se promediaron los resultados de los e~
perimentos A y B, con el objeto de extractar de ese dato
global promedio una información que permitiera determinar
cuales habian sido los tratamientos con las mejores produ-
cciones. Esta informaci6n aparece en la Tabla 9.
Se confirma aqui que el tratamiento con la más al
ta producci6n fue Metalaxyl-Mancozeb, al corresponderle el
mayor indice promedio de mazorcas sanas cosechadas. En 6r
den de importancia aparecen luego las mezclas Azufre elemen
tal-Cobre metálico más Clorothalonil y los tratamientos Hi
dr6xido COprico y Clorothalonil, en los cuales se obtuvo in
dices intermedios en la producci6n de frutos sanos.
Con base en los datos promedios de rendimiento ob
tenidos en cada tratamiento, se hizo un cálculo de la prodg
cci6n de CaCao seco por hectárea/semestre, empleando como
datos adicionales el de 40 gramos de cacao seco por maZorCa
(promedio obtenido de un total de treinta) y.el 721 árboles
..
50
en producci6n plantados por hectárea. Dicha informaci6n a
parece en la Gráfica 2 y nos deja ver los beneficios de los
tratamientos frente al testigo.
Mediante el empleo de los tres mejores funglcldas
de éste experimento se logra disminuir en forma significa
tiva las pérdidas por causa del efecto desfavorable del pa
tógeno al encontrarse continuamente dentro de las plantaciQ
nes. Los aspectos concernientes a dosificación, mejores épQ
cas y costos de aplicación de los productos, no eran objeti
vos fijados en éste ensayo y seria por tanto muy interesan
te considerarlos para la realización de futuros experimen
tos.
Con los anteriores resultados se presenta un aspe~
to importante sobre la atención que debe prestarsele al prQ
blema de la podredumbre negra en las zonas productoras de
cacao del Departamento. Es cierto que en todas las regiones
y épocas no se presenta con la misma intensidad, consideráa
dose unas veces no económica. Pero debe tenerse en cuenta
que son pocas las plantaciones existentes con aceptable gr~
do de tecnificación, debido ésto al tradicionalismo de sus
propietarios; a lo anterior se suman factores como las altas
precipitaciones que contribuyen al desarrollo del pat6geno
...,
450
400
300 C/) -O :;E <l; o::; 0 O 200 H S<!
100 -
~ ....
443 ~~J 'l,j,j 432 427
412 381
296
3 7 5 4 8 6 2 1
- -~
TRATAMIENTOS
Gráfica 2. Rendimiento calculado de cacao seco por hectárea. Basado en da tos de un ciclo de cosecha (6 meses).
1. Testigo 5. D-Hidróxido Cúprico 2. A - Azufre elemental + cobre metálico 6. A + B 3. B - Metalaxyl + Mancozeb 7. A + C 4. C - Cloro thal onil 8. A + D
y a la presencia de otras enfermedades que actuando en coI!!
plejo, ocasionan un mayor porcentaje de pérdidas. Por las
anteriores razones, se considera que 108 resultados del pr~
sente trabajo, antes de servir como promoci6n para la utill
zaci6n de fungicidas eficaces para el control de la podre
dumbre negra, trata de brindar datos definidos sobre la im-
portancia del problema y la necesidad de realizar más ensayos
experimentales, que generen una mayor informaci6n que sirva
para orientar a los agricultores, en el empleo de las mejores
estrategias para el control racional de la enfermedad como
factor limitante en la producci6n de cacao.
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t
•
"
5. CONCLUSIONES
En las parcelas experimentales testigo, las pérdidas
por Phytophtora palmivora, fueron de 184 mazorcas en prome
dio por ensayo; mientras que en los tres mejores tratamien
tos el promedio de mazorcas perdidas fue de 63 al final del
experimento, en condiciones similares de cultivo.
El adherente prolong6 la permanencia de la pe11cula
de soluci6n fungicida sobre los frutos, ya que ésta se al
canzaba a observar en parte, a los veinte días después de ~
fectuada cada aplicación •
Los fungicidas que mostraron mejor comportamiento en
órden decreciente de importancia fueron: Hidróxido C~prico;
Metalaxyl-Mancozeb y Clorothalonil con el 74.5%, 63% y 59%
de eficiencia en el control, aplicados ocho veces durante
un semestre en las dósis de 3.3 gramos o c.c. de producto
comercial por unidad de producci6n.
Las mezclas tuvieron una eficiencia del 55% en el cOB
trol, porcentajes éstos menores que los logrados en los me
jores tratamientos del experimento; aunque la mezcla Azufre
elemental-Cobre metálico más Hidr6xido Cáprico, en el seguB
,
do sistema de lectura, fue la que present6 mayor producci6n
de frutos sanos con un total de 48, a la vez que el segundo
indice de mazorcas afectadas con sólo 5 de un total de 70
numeradas inicialmente".
Con las dósis comerciales utilizadas para los fungic1
, das Metalaxyl-Mancozeb y Clorothalonil, se obtuvo el 2° y
3° porcentaje de eficiencia en el control. Para la realiza
ci6n de futuros trabajos podria pensarse en aumentar las d~
sis respectivas, para lograr una mayor efectividad en el
control del pat6geno.
El promedio de los tres fungicidas de mayor eficien
cia, mostr6 un aumento calculado de 141 Kgs. de cacao seco
por hectárea. Se observa asi la gravedad de la acción del
hongo al afectar las plantaciones de nuestra región y dis
minuir la producción en forma considerable.
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•
•
•
6. RESUMEN
Este trabajo se realiz6 en dos etapas as1:
En la Universidad Tecno16gica de los Llanos Orien
tales, bajo condiciones de laboratorio, se realizaron las
pruebas de patogenicidad para identificar al hongo denomi
nado Phytophtora palmivora, causante de la podredumbre ne
gra en los frutos de cacao. Despu~s de haber sido identifi
cado, se observ6 la sintomatolog1a en frutos sanos inocul~
dos y se tomó flsta como base para efectuar las lecturas en
las parcelas de los ensayos en el campo •
En la parte de campo se escogio la región del A
riari por ser la zona con mayor n~mero de hectáreas sembr~
das en cacao en el Departamento del Meta. En fincas perte
necientes a los municipios de El Castillo y Granada, se 8§
tablecieron dos ensayos para evaluar cuatro fungicidas en
el control de la podredumbre negra. Se incluyeron 108 tra
tamientos Azufre elemental-Cobre metálicoj Metalaxyl-MancQ
zebj Clorothalonil e Hidróxido C~prico. Además tres mezclas
del primero de ellos con los restantes, comparándose todos
". ~stos tratamientos con un testigo.
,
J
r
Por cada litro de mezcla se adicion6 1 c.c. de a~
herente Nifapon 4% en todos los tratamientos. Se hicieron
aplicaciones cada veinte d1as, sumando ocho durante un se
oestre y se tom6 informaci6n del nómero de mazorcas cose
chadas sanas y afectadas por árbol y parcela, antes de ca
da aplicaci6n.
Todos los fungicidas tuvieron diferencias signifi
cativas con respecto al testigo, más no entre ellos. Se hi
zo entonces una clasificaci6n discriminatoria, resultando
ser los meJores el Hidr6xido Cópricoj Metalaxyl-Mancozeb y
Clorothalonil, con una eficiencia de control del 74.5%,
63% y 59% respectivamente.
La Ctnica producci6n considerada estadisticamente
diferente a las demás,fue la que se obtuvo en el trata
miento Metalaxyl-Mancozeb. Promediando la producci6n final
de los tres tratamientos mb.s eficientes, se obtiene un au
mento calculado de 141 Kgs. de cacao seco por hectárea/se
mestre. Se consider6 que seis meses es un tiempo relativa
mente corto para lograr informaci6n en el aspecto de pro
ducci6n, haciendo se necesario prolongar por más tiempo los
ensayos que tengan como fin éste objetivo.
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"
•
r
r
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