universidad de sonora división de ciencias económicas y
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Universidad de Sonora
División de Ciencias Económicas y Administrativas Departamento de Economía
Posgrado en Integración Económica
Ideología política e intercambio comercial en la integración regional
de Venezuela con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el
Mercado Común del Sur (MERCOSUR) en tiempos de la V República
Tesis presentada por Bersi Tibayre Palermo García
como requisito para obtener el grado de Maestra en Integración
Económica
Director de tesis: Dr. Joel Enrique Espejel Blanco
Hermosillo, Sonora, México, septiembre, 2021
2
Índice
Pág.
Resumen 8
Introducción 9
Planteamiento del problema 11
Objetivos de la investigación 12
General 12
Específicos 12
Hipótesis 12
Capítulo 1. Sustentos teóricos y conceptuales vinculados a la integración regional
desde la ideología política y desde el intercambio comercial
Introducción 15
Integración regional 15
Integración regional desde lo comercial 16
Integración regional más allá de lo comercial 18
Integración regional desde lo ideológico 20
Ideología política 20
Multipolaridad, bipolaridad y/o unipolaridad 21
Lo ideológico impacta negativamente a la integración regional 24
Lo ideológico es necesario para la integración 25
Variables ideológicas (cualitativas) 28
Convergencia ideológica (CI) 28
Fricciones diplomáticas (FD) 29
Acuerdo comercial extracomunitario multipolar (ACEM) 30
Acuerdo comercial extracomunitario unipolar (ACEU) 32
Conclusión 34
Capítulo 2. Antecedentes de la política exterior del gobierno de la V República desde
la ideología política y desde el intercambio comercial
Introducción 35
Política exterior desde la ideología política 35
Ideología política interna 35
Ideología política externa 36
Política exterior de Venezuela en los gobiernos de la IV República 37
Política exterior de Venezuela en los gobiernos de la V República 39
Política exterior estatista – desde abajo y soft-balancing – conflicto
permanente 40
Mundo multipolar: antiimperialista – anti-hegemónico 43
Ideal bolivariano y socialista 44
Diplomacia petrolera o petrodiplomacia chavista 44
Integración holística 46
Política exterior de Venezuela con la región latinoamericana 47
Política exterior desde lo comercial 50
Comercio exterior de Venezuela en tiempos de la V República 50
Conclusión 53
Capítulo 3. Metodología para las variables cualitativas: análisis cualitativo
comparado (QCA) y para las variables cuantitativas: índices de comercio exterior
Introducción 55
3
Metodología para las variables cualitativas (ideología política): análisis cualitativo
comparado 55
Definición 55
Método comparado: concordancia y diferencia 56
Condiciones necesarias y suficientes 57
Parámetros de coherencia: consistencia y cobertura 60
Consistencia 60
Cobertura 62
Álgebra Booleana, teoría de conjuntos y tabla de la verdad 63
Operadores lógicos 65
Tabla de la verdad en el QCA 66
Adicción booleana, multiplicación booleana y minimización lógica 69
Software del QCA 71
Metodología para las variables cuantitativas (intercambio comercial): indicadores de
comercio exterior 72
Índice de balanza comercial relativa (IBCR) 72
Índice de comercio intrarregional (ICI) 73
Indicador de participación en los intercambios mundiales (IPIM) 74
Índice de Balassa (IB) 74
Conclusión 75
Capítulo 4. Resultados de la integración regional desde la ideología política y desde
el intercambio comercial del gobierno venezolano de la V República con la CAN y
el MERCOSUR
Introducción 76
Integración regional desde la ideología política 76
Ideología política con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) 77
Variables ideológicas (cualitativas): 79
Convergencia ideológica entre Venezuela y países de la CAN (CI – CAN) 79
Fricciones diplomáticas de Venezuela con la CAN (FD – CAN) 82
Acuerdo comercial extracomunitario multipolar de países miembros de la
CAN (ACEM - CAN) 88
Acuerdo comercial extracomunitario unipolar de países miembros de la CAN
(ACEU – CAN) 93
Integración regional de Venezuela en la Comunidad Andina (IRV – CAN) 96
Análisis cualitativo comparado (QCA) de la CAN 99
Ideología política con el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) 102
Variables ideológicas (cualitativas): 105
Convergencia ideológica entre Venezuela y países del MERCOSUR (CI) 105
Fricciones diplomáticas de Venezuela con el Mercado Común del Sur (FD –
MERCOSUR) 108
Acuerdo comercial extracomunitario multipolar de países miembros del
MERCOSUR (ACEM - MERCOSUR) 114
Acuerdo comercial extracomunitario unipolar de países miembros del
MERCOSUR (ACEU - MERCOSUR) 116
Integración regional de Venezuela en el MERCOSUR (IRV- MERCOSUR) 117
Análisis cualitativo comparado (QCA) del MERCOSUR 119
Integración regional desde lo comercial: intercambio de bienes de la V República con la
región latinoamericana 1999 – 2018 123
Comercio exterior de Venezuela con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) 124
Índice de balanza comercial relativa (IBCR – CAN) 124
4
Índice de comercio intrarregional (ICI - CAN) 126
Indicador de participación en los intercambios mundiales (IPIM – CAN) 128
Indicador de participación para exportaciones no petroleras (IP XNP – CAN) 130
Índice de Balassa (IB – CAN) 133
Comercio exterior de Venezuela con el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) 134
Índice de balanza comercial relativa (IBCR – MERCOSUR) 135
Índice de comercio intrarregional (ICI – MERCOSUR) 137
Indicador de participación en los intercambios mundiales (IPIM–MERCOSUR) 138
Indicador de participación para exportaciones no petroleras (IP XNP –
MERCOSUR) 140
Índice de Balassa (IB – MERCOSUR) 143
Estudio comparativo de los índices de comercio exterior de Venezuela con la CAN y el
MERCOSUR 144
Conclusión 149
Conclusión general 151
Referencias 155
5
Índice de tablas
Pág.
CAPÍTULO 1
Tabla N°1. Matriz de variables en estudio 12
CAPÍTULO 3
Tabla N°1. Ejemplo de matriz de datos de 4 variables independientes 67
Tabla N°2. Ejemplo de tabla de la verdad de 4 variables independientes 68
Tabla N°3. Ejemplo de tabla de la verdad de 4 variables independientes con multiplicación booleana 69
CAPÍTULO 4
Tabla N°1. Ideología política desde el espectro horizontal de los presidentes de los países que
formaron parte de la Comunidad Andina de Naciones, 1999 - 2018 80
Tabla N°2. Variable convergencia ideológica (CI) de Venezuela con la CAN (cuantificación) 82
Tabla N°3. Fricciones diplomáticas de Venezuela con demás países de la CAN (1999 – 2018) 84
Tabla N°4. Variable fricciones diplomáticas (FD) de Venezuela con la CAN (cuantificación) 88
Tabla N°5. Acuerdo comercial extracomunitario multipolar (ACEM – sin EEUU) de países
miembros de la CAN 90
Tabla N°6. Variable acuerdos comerciales extracomunitarios multipolar (ACEM) de países socios
de la CAN (cuantificación) 92
Tabla N°7. Acuerdo comercial extracomunitario unipolar (ACEU) de países miembros de la CAN 94
Tabla N°8. Variable acuerdos comerciales extracomunitarios unipolar (ACEU) de países socios de
la CAN (cuantificación) 95
Tabla N°9. Variable Integración regional de Venezuela en la Comunidad Andina (IRV – CAN)
(cuantificación) 99
Tabla N°10. Resumen de variables cualitativas ideológicas de la CAN (cuantificación) 100
Tabla N°11. Ideología política desde el espectro horizontal de los presidentes de los países que
formaron parte del Mercado Común del Sur, 2006 – 2018 106
Tabla N°12. Variable convergencia ideológica (CI) de Venezuela con el MERCOSUR
(cuantificación) 108
Tabla N°13. Fricciones diplomáticas de Venezuela con demás países del MERCOSUR (2006 –
2018) 110
Tabla N°14. Variable fricciones diplomáticas (FD) de Venezuela con MERCOSUR (cuantificación) 113
Tabla N°15. Acuerdo comercial extracomunitario multipolar (ACEM – sin EEUU) de países
miembros del MERCOSUR 114
Tabla N°16. Variable acuerdo comercial extracomunitario multipolar (ACEM) de países socios del
MERCOSUR (cuantificación) 115
Tabla N°17. Acuerdo comercial extracomunitario unipolar (ACEU) de países miembros del
MERCOSUR 116
Tabla N°18. Variable acuerdos comerciales extracomunitarios unipolar (ACEU) de países socios
del MERCOSUR (cuantificación) 117
Tabla N°19. Variable Integración regional de Venezuela en el MERCOSUR (IRV - MERCOSUR)
(cuantificación) 119
Tabla N°20. Resumen de variables cualitativas ideológicas del MERCOSUR (cuantificación) 120
Tabla N°21. IBCR de Venezuela con países de la CAN 124
Tabla N°22. ICI de la Comunidad Andina de Naciones 127
Tabla N°23. IPIM de Venezuela con países de la CAN 128
Tabla N°24. IP de exportaciones no petroleras (XNP) de Venezuela en la CAN 131
Tabla N°25. IB de exportaciones petroleras de Venezuela con la CAN 133
Tabla N°26. Participación del sector energético en las exportaciones totales 134
6
Tabla N°27. IBCR de Venezuela con países del MERCOSUR 135
Tabla N°28. ICI del MERCOSUR 138
Tabla N°29. IPIM de Venezuela con países del MERCOSUR 139
Tabla N°30. IP de exportaciones no petroleras (XNP) de Venezuela en el MERCOSUR 141
Tabla N°31. IB de exportaciones petroleras de Venezuela con el MERCOSUR 143
Tabla N°32. Comparativo de indicadores del Comercio Exterior de Venezuela con la CAN y el
MERCOSUR (1999 - 2018) 145
7
Índice de figuras
Pág.
CAPÍTULO 2
Figura N°1. Porcentaje de participación de exportaciones e importaciones de Venezuela con
países de ALALC – ALADI 38
Figura N°2. Relación entre los precios el barril de petróleo (OPEP) y el activismo de la política
exterior de integración de la IV y V República venezolana 45
Figura Nº3. Exportaciones totales de bienes FOB de Venezuela según sector 51
Figura N°4. Comercio exterior venezolano en los tiempos de la V República 53
CAPÍTULO 3
Figura N°1. Método de concordancia de Mill 56
Figura N°2. Método de diferencia de Mill 57
Figura N°3. Diagrama de condiciones suficientes 59
Figura N°4. Diagrama de condiciones necesarias 60
Figura N°5. Diagrama del indicador de consistencia 61
Figura N°6. Diagrama del indicador de cobertura 63
Figura N°7. Diagrama del operador lógico “O” = “+” 65
Figura N°8. Diagrama del operador lógico “Y” = “*” 66
Figura N°9. Diagrama del operador lógico “NOT” = “~ ó ¬” 66
Figura N°10. Reporte de análisis de causalidad entre variables del QCA 71
CAPÍTULO 4
Figura N°1. Reporte de análisis del QCA para variables ideológicas de la CAN 101
Figura N°2. Reporte de análisis del QCA para variables ideológicas del MERCOSUR 121
Figura N°3. Porcentaje de participación anual de las exportaciones venezolanas por sectores de
interés 125
Figura Nº4. Exportaciones de bienes petroleros y no petroleros de Venezuela hacia la
Comunidad 126
Figura N°5. Comercio total de bienes de Venezuela con el mercado andino por país 129
Figura N°6. Porcentaje de participación de las exportaciones no petroleras hacia la CAN 132
Figura N°7. Exportaciones no petroleras por país de destino de Venezuela hacia la CAN 132
Figura N°8. Importaciones y exportaciones de Venezuela con el MERCOSUR 136
Figura Nº9. Exportaciones de bienes petroleros y no petroleros de Venezuela hacia el Mercado
Común del Sur (MERCOSUR) 137
Figura N°10. Comercio total de bienes de Venezuela con el MERCOSUR por país 140
Figura N°11. Comercio exterior venezolano en los tiempos de la V República 142
Figura N°12. Exportaciones no petroleras de Venezuela hacia países del MERCOSUR 143
Figura N°13. IBCR del comercio exterior venezolano con la CAN y el MERCOSUR 146
Figura N°14. ICI del comercio exterior venezolano con la CAN y el MERCOSUR 146
Figura N°15. IPIM del comercio exterior venezolano con la CAN y el MERCOSUR 147
Figura N°16. Importaciones y exportaciones de Venezuela con países de la CAN 148
Figura N°17. IP XNP del comercio exterior venezolana con la CAN y el MERCOSUR 148
Figura N°18. IB del comercio exterior venezolano con la CAN y el MERCOSUR 149
8
Resumen
La ideología es un factor que por más que se intenta aislar de los mecanismos de integración,
de una u otra manera está presente, principalmente, porque en América Latina aún el motor de
unificación depende proporcionalmente del poder ejecutivo de las naciones. Por su parte, el
intercambio comercial intrarregional en América latina también ha sido un elemento de interés
para impulsar el crecimiento económico de la región mediante el fortalecimiento de los
mecanismos de integración que conlleven a mejorar los flujos comerciales intrazona y
extrazona. Esta investigación analizó de forma cuantitativa, por un lado, la relevancia que tuvo
la ideología política del gobierno de la V República venezolana dentro de la CAN y el
MERCOSUR y por el otro, el desenvolvimiento comercial que desarrolló Venezuela con
ambos bloques durante 20 años de estudio. Particularmente, para el primer eje se pretendió
comprobar si fue la ideología política del orden del sistema internacional de Venezuela en los
tiempos de la V República la causante de la inestabilidad integracionista del país dentro de
ambos mecanismos y para el segundo, si el intercambio comercial intrarregional de Venezuela
con los países de la CAN obtuvo más dinamismo comercial que con los países del
MERCOSUR. Para ello, primero se hizo un análisis cualitativo comparado (QCA), en donde,
bajo 4 vertientes ideológicas se buscó determinar cuál(es) de ellos han sido los causantes de
cambios en la integración regional de Venezuela y segundo, se calculó y comparó 4 índices de
comercio exterior a fin determinar cuál de los dos bloques fue más dinámico para el comercio
de Vzla. Entre los resultados obtenidos para la ideología política destaca: en la CAN la
presencia de ACEU causa la ausencia de IRV, mientras que en el MERCOSUR es la presencia
de FD la que causa la ausencia de IRV. Para el intercambio comercial, el 3 de los 4 indicadores
el MERCOSUR resultó ser más dinámico en promedio que la CAN.
.
9
Introducción
Desde la época independentista Latinoamérica ha visionado una integración regional, en aquella
época con el fin de unir fuerzas contra los conquistadores y en la actualidad, en búsqueda del
desarrollo económico y social de la región. En la presente investigación, se indagan el
desenvolvimiento que se dio entre dos bloques de integración regional (Comunidad Andina de
Naciones, CAN y Mercado Común del Sur, MERCOSUR con uno de los países latinoamericanos
más controversiales con este tema: Venezuela. El cual, desde la institución de la V República
precedida en un principio por Hugo Chávez y continuada, por Nicolás Maduro ha promulgado una
unificación latinoamericana bajo ideales políticos en búsqueda de consolidar un mundo multipolar
desprovisto de la intervención de Estados Unidos de América. Esta forma de hacer integración, no
es la manera clásica que soporta las teorías más tradicionales y estructuralista, siendo ambas
aplicadas en la región desde el siglo pasado. Por lo que, esta nueva consigna integracionista
venezolana ha venido generando en los últimos 20 años un revuelo en los bloques de unificación
regionales estudiados.
Atendiendo a lo anterior, se establecieron dos vertientes de estudios: por un lado, la ideología
política, siendo vista más allá de la simplicidad de pensamientos que da el espectro horizontal de
izquierda o derecha, a lo que se hace referencia en este estudio, es al patrón de ideas y posiciones
que toman los líderes de gobiernos sobre cualquier tema en común que pueda ser atendido de
manera conjunta o unilateral. Por este motivo, esta vertiente se analiza desde 4 matices:
convergencia ideológica, CI; fricciones diplomáticas, FD; acuerdo comercial extracomunitario
multipolar, ACEM; acuerdo comercial extracomunitario unipolar, ACEU. Lo anterior, con el fin
de explorar como la ideología política de Venezuela desde estos 4 matices ha incidido en su estatus
dentro de los bloques de integración estudiados. Para ello, la herramienta a utilizar es el Análisis
Cualitativo Comparado (QCA), del tipo Crisp Sets , siendo el primer paso, elaborar una matriz de
datos basada en información obtenida de fuentes secundarias (revisión documental, postulados
académicos o teóricos y hechos históricos); seguidamente, se procede a calibrar la misma (asignar
puntajes binarios) y finalmente, se somete la matriz de datos calibrada al software fs/QCA versión
3.0, el cual arroja un reporte de análisis de causalidad entre variables. Por ende, la función de
análisis es IRV= f(CI, FD, ACEM, ACEU), en donde, la variable dependiente es la integración
regional de Venezuela (IRV) y las variable independiente es la ideología política desde 4 matices
ideológicos (convergencia ideológica, CI; fricciones diplomáticas, FD; acuerdo comercial
extracomunitarios multipolar, ACEM; acuerdo comercial extracomunitario unipolar, ACEU).
En cuanto al segundo eje de estudio, intercambio comercial, entendiéndose como aquel que se
genera entre Venezuela y los países socios de la CAN y el MERCOSUR, se busca contrastar este
desenvolvimiento entre los dos bloques de estudios a fin de determinar cuál ha presentado mayor
dinamismo comercial. Para ello, se plantea el uso de 4 índices de comercio exterior propuesto por
la CEPAL. Según, el Organismo (CEPAL) estos indicadores permiten analizar el comercio exterior
de una nación con sus socios comerciales, así como conocer su posición comercial, su patrón de
comercio y su dinamismo comercial (Durán y Alvarez, 2008). En este orden de ideas, a fines
comparativos se calcula el índice de balanza comercial relativa (IBCR); el índice de comercio
intrarregional (ICI); el indicador de participación en los intercambios mundiales (IPIM); y el índice
de Balassa para las exportaciones petroleras venezolanas (IB).
10
Bajo estos planteamientos, la presente investigación se esquematiza en 5 apartados: primero, UN
estado del arte, en donde, se revisan los postulados teóricos y conceptuales de diversos autores que
sustentan o difieran en si poseer ideologías políticas distintas (tanto las del espectro político
horizontal como el ideal del orden del sistema internacional) influye en la participación de un país
en los mecanismos de integración regional a los que pertenecen. Segundo, antecedentes, involucra
una revisión lacónica de cómo fue la política exterior del gobierno venezolano de la V República
desde un matiz político ideológico; tercero, metodología, en el que se despliegan los aspectos
conceptuales vinculados a ambas metodologías propuestas a fin de tener un mayor entendimiento
de las mismas (QCA e Indicadores de CE); cuarto, resultados, se incorpora el reporte de análisis
del QCA demostrando matemáticamente la hipótesis planteada y la tabla comparativa de los
indicadores CE de Venezuela con la CAN y MERCOSUR. Y finalmente, conclusiones, en la que
se establecen las reflexiones finales de la autora sobre la problemática planteada.
11
Planteamiento del problema
La puesta en marcha y avance de la unificación de dos o más países para armonizar políticas
económicas, sociales, laborales, ambientales, entre otras, está entrelazado con la voluntad de
integración de los gobernantes de las naciones partes. En este sentido, dado que en los sistemas
democráticos los períodos de gobiernos son cambiantes, al pasar del tiempo existe la posibilidad
de que susciten diferentes pensamientos ideológicos entre los presidentes predecesores y los
presidentes de los países socios a un mecanismo de integración suscrito, pudiendo tal divergencia
influir en la permanencia, aplicación o evolución de los tratados suscitados dentro del esquema.
Para la región latinoamericana en las últimas décadas, la mayoría de sus países han convivido con
un alto dinamismo de alternancia de enfoques ideológicos en su conducción política, girando por
lapsos determinados entre la derecha e izquierda del espectro político, entre el modelo capitalista
o socialista o entre el apoyo directo o indirecto de fomentar un mundo multipolar o unipolar. Tal
situación, ha provocado tiempos de tensión en el continente debido a que el país con mayor poder
de la región: Estados Unidos, no es conocido en Latinoamérica por manejar una política exterior
de tolerancia ideológica hacia cualquier sistema distinto al capitalismo democrático y su actitud
hacia Cuba lo demuestra. En el caso de Venezuela, desde hace 20 años, el país ha sido dirigido por
un gobierno con una tendencia ideológica de izquierda socialista y con una política exterior de
índole multipolar y anti-hegemónica, conocido como la V República. No obstante, en los demás
países latinoamericanos está durabilidad ideológica de izquierda (en algunos casos socialista) y
forma de hacer política exterior con Norteamérica no ha sido unísono con la de Venezuela. Un
buen ejemplo de lo anterior, es que al principio de la primera década del siglo XXI, el pensamiento
de izquierda surgió en varias naciones de la región, principalmente, en Suramérica, siendo
denominado “el giro a la izquierda en América Latina” e inclusive se dieron pasos hacia la
instauración de bloques de integración en América sin la influencia directa de EEUU (CELAC,
UNASUR, ALBA), pero al final de la segunda década las posturas de derecha vuelven a tomar
poder en las políticas de Estado de muchas de estas naciones. Tal situación, tuvo como
consecuencias: primero, para la región, que los nuevos procesos de integración impulsados
principalmente por el pensamiento latinoamericano de izquierda y de orden multipolar al final de
la segunda década del siglo XXI se encuentren algunos estancados y otros al borde de extinguirse;
y segundo, para Venezuela, que el país pasará por una serie de vaivenes integracionista que van
desde el amalgamiento de “una sola voz” latinoamericana hasta el aislamiento internacional de la
nación bolivariana. En este orden de ideas, es de interés para esta investigación: por un lado,
contrastar como la posición política ideológica de integración de Venezuela afectó su adhesión,
permanencia o denuncia en los bloques de integración regional (CAN y MERCOSUR) mediante
un análisis cualitativo comparado (QCA) (Ragin, 1987) y así corroborar, si fue la ideología política
del orden social del sistema internacional de Venezuela en los tiempos de la V República la
causante de la inestabilidad integracionista del país durante estos 20 años de estudio (1999-2018)
(hipótesis); y por el otro, comparar el desenvolvimiento del comercio exterior de Venezuela con la
CAN y el MERCOSUR a través de los índices de comercio exterior propuesto por la CEPAL
(índice de balanza comercial relativa; índice de comercio intrarregional; indicador de participación
en los intercambios mundiales; índice de Balassa, Durán y Alvarez, 2008) a fin de discernir cuál
de los dos bloques es más dinámico comercialmente1 para Venezuela.
1 Dinamismo comercial: es un término acuñado en diferentes trabajos de la CEPAL sin una definición clara de su significado, pero tiene como
objetivo proporcionar una metodología de construcción de indicadores que sirvan para medir la evolución del comercio exterior de un país (Lazo y Zelaya, 2014, pp.3).
12
Objetivo general
Contrastar la relevancia de la ideología política y del intercambio comercial de la República
Bolivariana de Venezuela con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del
Sur (MERCOSUR) durante los tiempos de la V República (1999 – 2018).
Interrogantes de la investigación
¿La posición política ideológica de integración del gobierno de Venezuela, durante 1999 – 2018,
promoviendo un mundo multipolar desprovisto de los intereses de EEUU, incidió en su estatus de
permanencia dentro de los bloques en estudio: CAN y MERCOSUR?
¿Es el intercambio comercial intrarregional de Venezuela con los países de la CAN más dinámico
comercialmente que con los países del MERCOSUR?
Objetivos específicos
1. Establecer los sustentos teóricos y conceptuales vinculados a la integración regional desde
las siguientes perspectivas: ideología política e intercambio comercial. 2. Especificar los antecedentes de la política exterior del gobierno de la V República desde la
ideología política y desde el intercambio comercial. 3. Explorar la integración regional desde la ideología política del gobierno venezolano de la
V República con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y con el Mercado Común del
Sur (MERCOSUR). 4. Detallar la integración regional desde el intercambio comercial del gobierno venezolano de
la V República con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y con el Mercado Común
del Sur (MERCOSUR).
Hipótesis
La ideología política del orden social del sistema internacional promulgado por Venezuela en los
tiempos de la V República afectó su adhesión, permanencia o denuncia en la Comunidad Andina
de Naciones (CAN) y en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
El intercambio comercial intrarregional de Venezuela con los países de la CAN posee más
dinamismo comercial que con los países del MERCOSUR.
Variable dependiente: Integración regional de Venezuela
Variables independientes: Intercambio comercial e ideología política
Tabla N°1. Matriz de variables de estudio
Variables Definición de las variables Unidad de medida
Intercambio
comercial e
ideología
política
Intercambio comercial: la
introducción de productos
extranjeros a un país y la salida de
éstos a otros países (Mercado,
2008). El intercambio comercial
Índice de balanza comercial relativa =
(X vzla con bloque - M vzla con bloque)
/ (X vzla con mundo + M vzla con
mundo), el índice puede tomar valores
positivos o negativos. Un índice
13
ofrece diferentes beneficios,
conocidos como ganancias de
comercio, es decir, cuando los
países venden bienes y servicios
entre ellos, se produce casi siempre
un beneficio mutuo (Krugman,
1999).
negativo/positivo será indicativo de un
déficit/superávit en el total del comercio,
y expresa una ventaja/desventaja en los
intercambios comerciales (Durán y
Alvarez, 2008).
Índice de comercio intrarregional = X
total bloque + M total bloque) / (X
bloque con mundo + M bloque con
mundo), el índice muestra en forma
directa la proporción que representa el
comercio entre los miembros de una
agrupación regional (Durán y Alvarez,
2008)
Indicador de participación en los
intercambios mundiales = (X Vzla con
bloque + M Vzla con bloque) / (X Vzla
con mundo + M Vzla con mundo), el
resultante indicará el peso específico del
comercio del país con el bloque en la
exportación/importación de su total
mundial (Durán y Alvarez, 2008)
Índice de Balassa = (X petroleras Vzla
con bloque / X total Vzla con bloque) /
(X petroleras Vzla mundo / X total Vzla
mundo), mide el grado de importancia
de un producto dentro de las
exportaciones de un mercado a otro
mercado, versus la importancia de las
exportaciones del mismo producto en las
exportaciones del mismo producto hacia
el mundo. (Durán y Alvarez, 2008)
Ideología política: la ideología se
vuelve inherentemente política,
cuando es determinante en la
disputa por el orden social. El
modo en que las sociedades
establecen determinados
ordenamientos -jerarquías,
distribución de deberes y
obligaciones, privilegios y
sanciones, de mecanismos de
producción y distribución,
movilidad social, distribución de
roles en general resulta y requiere
un sistema de creencias que lo
legitime (Moreno, 2015).
Convergencia ideológica = presente, si
todos los gobiernos de los países
miembros del bloque económico son
compatibles con la posición ideológica
del gobierno venezolano; ausente, si
alguno de los gobiernos de los países
miembros del bloque económico es
incompatible con la posición ideológica
del gobierno venezolano (Santarén,
2012)
Acuerdo comercial extracomunitario
unipolar = presente, si alguno de los
países socios tienen tratados de libre
comercio con Estados Unidos de
América; ausente, si ninguno de los
países socios tienen tratados de libre
comercio con Estados Unidos de
América (Ramírez y Viera, 2006;
Gomes, 2015)
14
Fricciones diplomáticas = presentes, si
Vzla maneja tensiones diplomáticas con
alguno de los países asociados; ausentes,
si Vzla tiene relaciones diplomáticas
cordiales con todos los países asociados
(Cobo, 2008; Gomes, 2015)
Acuerdo comercial extracomunitario
multipolar= presente, si alguno de los
países socios tienen tratados de
comerciales2 con terceros países
(excepto EEUU); ausente, si ninguno de
los países socios tienen tratados
comerciales con terceros países (Sasaki,
2012)
Integración
regional de
Venezuela
Integración regional: es un
intento de reconstruir las
erosionadas fronteras nacionales a
un nivel más elevado. Por lo tanto,
cabe interpretarla como una
maniobra proteccionista por parte
de los Estados que no pueden
garantizar por sí mismo sus
intereses y objetivos, y procuran
hacerlo en conjunto con otros.
(Malamud, 2011, p.219)
Integración regional = presente, si Vzla
es miembro pleno en el bloque
económico; ausente, si Vzla denuncia al
acuerdo de integración o si se encuentra
suspendido como miembro pleno
(Urruchurtu, 2014)
Fuente: elaboración de la autora.
2 Tratados comerciales: hace referencia a Acuerdos comerciales preferenciales (ACP), Tratados de Libre Comercio (TLC), Tratado de comercio de los Pueblos (TCP) y Acuerdos de Complementación Económica (ACE).
15
Capítulo 1. Sustentos teóricos y conceptuales vinculados a la integración regional desde la
ideología política y desde el intercambio comercial
Introducción
“El pueblo unido jamás será vencido”3, es una idea que ha transcendido el ámbito interno de una
sociedad y se ha proyectado en su política exterior, especialmente, con sus países más cercanos
geográficamente. Muchas son las naciones que buscan armonizar políticas y posiciones en conjunto
desde distintos ámbitos (económicos, sociales, ambientales, militares, etc.) con el propósito de
mejorar sus circunstancias. En Nuestra América4, a partir de la época colonial las señales de
integración se concibieron desde un ámbito político y militar a fin de proteger a la región
independizada de los invasores (Solti, 2014). En tiempo más reciente, esa idea de unificación es
desplazada por una de carácter industrial (1950 – 1980, modelo de sustitución de importaciones5),
seguida de una de carácter económica (1990 en adelante, regionalismo abierto6 reemplazada por el
regionalismo post-neoliberal7) y que convive en paralelo con uno de carácter político y social (2000
en adelante, regionalismo post-hegemónico8). A su vez, desde Venezuela se vuelve a intentar a dar
un impulso a la integración de Nuestra América, pero desde un eje anti-sistémico9, en donde, su
confrontación ideológica con los EEUU es su mayor peculiaridad. Bajo estas primicias, en este
capítulo se establecen los sustentos teóricos y conceptuales vinculados a la integración regional
desde las siguientes perspectivas: ideología política e intercambio comercial, considerando que la
región latinoamericana se ha manejado dentro el lapso de estudio en ambos epicentros de
unificación.
1. Integración regional
Al revisar el concepto de manera desagregada, se encuentra, por un lado, la integración, procedente
del verbo integrar, guarda como significado hacer que algo pase a formar parte de un todo o
constituir un todo (Diccionario de la Real Academia Española, 2019); Por otro lado, el término
regional, se origina de la palabra región, entendiéndose, como un conjunto de Estados con un
3 Frase del líder político colombiano Jorge Eliécer Gaitán pronunciada en un discurso en la década de 1940, presentada como la verdadera esencia
para llegar a ser invencible: la unidad (Solti, 2014). 4 Termino dado a conocer por un ensayo filosófico y político del cubano José Martí, publicado en 1891 que desarrolla un análisis crítico a la actitud de los pueblos de Latinoamérica y a su necesidad de unificación. 5 Sustitución de importaciones: se emplea muchas veces en una acepción simple y literal, en el sentido de una disminución o desaparición de ciertas
importaciones que quedan sustituidas por la producción interna. Dicho término fue adoptado para designar el nuevo proceso de desarrollo de los países subdesarrollados, particularmente latinoamericanos, en donde uno de los objetivos es limitar o disminuir componentes de la gama de
importaciones para sustituirlos por productos producidos nacionalmente (Tavares, 1964, cita tomada de Vázquez, 2017, pp.11). 6 Regionalismo abierto cepaliano: incluye la reducción gradual de la discriminación intrarregional, la estabilización macroeconómica, el
establecimiento de mecanismos de pago y de facilitación del comercio, la construcción de infraestructura y la armonización o aplicación no
discriminatoria de normas comercia-les, regulaciones internas y estándares, y la reducción de los costos de transacción y de la discriminación al
interior de la región. Además, se supone que la estabilización ayudaría a conseguir equilibrios internos y externos, incrementando la posibilidad de ofrecer un contexto estable, predecible y coherente que permitiera en algún momento multilateralizar el proceso, constituyendo una zona de libre
comercio regional o, incluso, hemisférico (Cepal, 1994: 13-14, tomado de Fuentes 2012, pp. 26). 7 Regionalismo post-neoliberal: (Grugel y Riggirozzi, 2012; Rovira Kat-wasser, 2011 o McDonald y Rückert , 2009; Sanahuja, 2008) conjunto de características que diferencia a esa nueva fase del regionalismo con el modelo vigente hasta entonces (regionalismo abierto). Si bien, este nuevo
modelo se sigue apoyando en el crecimiento a través de las exportaciones —y en el celo del equilibrio fiscal—, incorpora a la fórmula de desarrollo
“la vuelta al Estado”. La recuperación de las capacidades estatales, como lógica reacción a la excesiva presencia del mercado, se justifica en la necesidad de establecer mecanismos de inclusión social (Falomir, 2013, pp.100). 8 Regionalismo post-hegemónico: (Riggirozzi et ál., 2012), proyecto de integración latinoamericana en el que el dato distintivo no sería, entonces,
la adopción de nuevas reglas distintas al US market-driven proposal (con la incorporación de las temáticas del desarrollo y la exclusión social), sino la “repolitización de la región” en función del aprovechamiento de los nuevos márgenes de maniobra internacionales (Kappel, 2011) para llevar
adelante nuevos proyectos regionales (Falomir, 2013, pp.102). 9 Propuesta de integración materializada a través del ALBA – TCP, el cual representa un modelo de integración anti-capitalista y anti-imperialista, plantea promover un modelo nuevo de integración basado en la solidaridad, la complementariedad y la cooperación (Briceño, 2013, pp. 17).
16
proyecto político semejante y expresamente compartido (Hettne, 1999). De tal manera, al hacer
una conjunción desde la dimensión de naciones, se puede inferir que la integración regional es
cuando un grupo de países se unen para constituir un bloque con un proyecto en común, bien sea
de carácter político, económico, social, ambiental, ideológico, entre otros. En contexto, Malamud
(2011) le define como “un intento de reconstruir las erosionadas fronteras nacionales a un nivel
más elevado. Por lo tanto, cabe interpretarla como una maniobra proteccionista por parte de los
Estados que no pueden garantizar por sí mismo sus intereses y objetivos, y procuran hacerlo en
conjunto con otros” (p.219). Es objeto de este trabajo de grado, investigar la integración de
Venezuela con la región latinoamericana, específicamente, con la Comunidad Andina de Naciones
(CAN) y con el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) a fin de conocer, por un lado, que papel
jugó la ideología política de índoles multipolar y anti-hegemónica de Venezuela en su integración
regional con los bloques de interés y por el otro, que papel jugó tal integración con la CAN y el
MERCOSUR en su intercambio comercial regional.
En este sentido, la herramienta a utilizar para medir como afectó la ideología política desde
diferentes frentes (variables cualitativas independientes) la integración regional de Venezuela con
los bloques de integración seleccionados (variable cualitativa dependiente), es el Análisis
Cualitativo Comparado (QCA, por su terminología en inglés, creado por Ragin 1987), el cual se
desarrolla a profundidad en el capítulo metodológico. Desde el otro ángulo, para medir la
relevancia de las variables cuantitativas (intercambio comercial) en la integración regional de
Venezuela se utiliza una serie de índices de comercio exterior recomendados por la CEPAL,
también detallados en el capítulo metodológico de la presente investigación. Por los momentos, se
establece el criterio teórico necesario para la variable dependiente definida: integración regional de
Venezuela, en donde a los fines del QCA se considera presente = 1, si el país es miembro pleno
del bloque económico; y ausente = 0, si denuncia al acuerdo de integración o si se encuentra
suspendido como miembro pleno. Esta condición se sustenta, bajo la afirmación de Urruchurtu
(2014) que incorpora “si un país se retira de una organización, puede afirmarse que nunca existió
tal integración” (p.5). Así como, en lo incorporado por Malamud (2006) en que existe una
integración regional eficiente cuando se da una “armonización de políticas entre los Estado-
naciones que deciden voluntariamente pertenecer a un sistema integrativo para dar paso al
desarrollo económico y el bienestar de la sociedad civil” (cita tomada de Mastrocola 2016, pp. 10).
Ahora bien, esta investigación tiene la finalidad de estudiar la integración regional desde la óptica
política, específicamente en el elemento ideológico; así como, la integración regional desde la
óptica económica, particularmente en el elemento comercial. Por este motivo, a continuación, se
analizan tales contextos:
1.1. Integración regional desde lo comercial
Concebida desde la escuela clásica sobre el comercio internacional, específicamente en los
postulados de Jacob Vinner en la Teoría de las Uniones Aduaneras, donde se ve a la integración
económica desde una posición liberal, en donde, los países se unen con el fin principal de facilitar
el intercambio de bienes entre ellas y siendo considerada en ese entonces, la integración económica
como sinónimo de la Teoría de Uniones Aduaneras (Mendoza, 2014). A pasar el tiempo, este
postulado desde la teoría clásica ha sido el más utilizado para consolidar la integración entre un
grupo de países, en donde, armonizar tópicos económicos de matiz comercial se ha vuelto el
elemento clave para que las naciones se unan y armonicen políticas como bloque, primordialmente,
aquellas que son contiguas. De acuerdo, a Novelo (2001) incorpora:
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Los procesos de integración en curso, dentro del marco general de la globalización,
a pesar de las diferencias que las teorías sugieren y exageran, tienden a moverse
en el factor común del libre comercio y los mercados desregulados para colocar
en un término secundario a las consideraciones no económicas, políticas y sociales,
que aparecen como redundantes, al menos en la lógica dominante en estos
procesos (p.138)
En contexto, Mendoza (2014) estipula que, para la integración económica, es la teoría clásica, en
la que predomina la unificación por el mercado, siendo lo fundamental promover el libre comercio
sin ser relevante el nivel de desarrollo de las economías de los países que se unen, asociándose con
“la corriente ideológica liberal que la sustenta” (p.29). Bajo estos preceptos, la integración regional
se concibe desde un plano comercial, en donde, lo primero en que los países deben trabajar
conjuntamente es en permitir el libre movimiento de bienes entre sus fronteras. De hecho, la
importancia empírica que ha adquirido este postulado integrador en el mundo ha llevado a un gran
número de investigadores desde hace bastante tiempo formular una serie de conceptos y subteorías
al respecto. Algunos ejemplos serían la clasificación propuesta por Balassa (1964) sobre los niveles
de integración; la tipología de integración en positiva y negativa de Tinbergen (1954); Vinner con
la conceptualización de creación o desviación del comercio (1950); entre otros.
Cabe destacar, que esta forma de unificación de un grupo países partiendo desde los intereses
comerciales ha sido un modelo “exitoso” de concebir la integración regional, en razón a que en
sectores del planeta ha sido un buen plan para el crecimiento e inclusive desarrollo económico de
los países aliados al mecanismo, el caso de la Unión Europea es mejor ejemplo de ello. No obstante,
al pasar de los años de la puesta en marcha de este enfoque integrador se comienza a notar que no
todos ganan de manera “justa” o tienen los mismos beneficios por formar parte del bloque
integrador, este planteamiento se denota sobre todo en la integración regional de los países en
desarrollo. En sustento, Mendoza (2014, parafraseando a Grien, 1977) contiene sobre la integración
comercial, lo siguiente:
Sin embargo, en el caso de los países en desarrollo se ha generado una serie de
críticas a esta teoría, en el sentido de que la misma tiene serias limitaciones para
explicar el proceso de integración económica en estos países, ya que la teoría de
las uniones aduaneras si bien permite analizar los procesos de integración entre
economías desarrolladas sufre desviaciones cuando se pretende aplicar en países
menos desarrollados, ya que una unión aduanera no puede centrarse solo en la
liberalización comercial, sino que deben aumentar los niveles de intercambio y
para ello es necesario transformar las estructuras económicas. (p. 29)
Del mismo modo, Vieira (2005) refiriéndose a América Latina establece “ha quedado subordinada
a las teorías del mundo desarrollado en el contexto de la globalización, las cuales privilegian
peligrosamente formas limitadas de integración y abandonan fórmulas de desarrollo, poniendo en
peligro esfuerzos integracionistas de más de medio siglo”. (p.284) En consecuencia, se han
generado otras alternativas de enfoque de la integración regional que buscan acoplarse mejor a las
necesidades reales y prioritaria de los países miembros. El presente trabajo analiza la integración
regional más allá de lo comercial, que para sorpresa de la investigadora no es algo tan nuevo o que
se le pueda acarrear exclusivamente al gobierno de la V República venezolana, ya que desde los
18
años 50, al menos en la región latinoamericana la Escuela Estructuralista Cepalina y otros
académicos denotaban la necesidad que tenía la región de integrarse desde un ámbito no puramente
comercial.
1.2. Integración regional más allá de lo comercial
En general, los académicos concuerdan en que la necesidad que conlleva a los países a unirse es
dada por aspectos económicos, sin embargo, también reconocen que la voluntad política es
necesaria para lograr una integración regional (Urruchurtu, 2014; Gomes y Granja, 2019), inclusive
cediendo parte de su soberanía si se desea avanzar en el proceso de unificación (Teoría
Neofuncional). En este orden de ideas, son lo de la Escuela Estructuralista los que han visto a la
integración como un proceso más allá de lo comercial y al servicio de los pueblos que se integran,
en aras de lograr un mayor desarrollo de las naciones unidas y considera que es la autoridad pública
el mayor impulsor de dicha integración (Mendoza, 2014). Según, Frambes-Buxeda (1993, cita
tomada de Mendoza, 2014) indican:
La integración económica, en el marco de la escuela estructuralista, es un proceso
progresivo de reducción de barreras comerciales y no comerciales entre los países,
con miras a lograr el bienestar de las sociedades que se integran, donde la
intervención del estado, el alto grado de coordinación, la estrategia de
planificación del desarrollo económico y la participación de los sectores
productivos tiene un papel fundamental. (p.30)
En el planteamiento anterior, se denota como la escuela estructuralista de los años 90 consideraba
que la intervención del Estado en la integración regional era necesario, aunque teniendo como eje
principal de negociación el libre comercio y la creación de políticas de transformación productiva
con equidad (Regionalismo Abierto 10 ). No obstante, la visión de la integración regional
latinoamericana más allá de los acuerdos comerciales de los años 50 – 60 de los estructuralistas,
era diferente. Prebish vislumbraba a la integración de Latinoamérica como un proyecto de
industrialización, en el que se crearan industrias regionales con un mercado en bloque protegido
de la competencia foránea, lo que más tarde se tradujo en el modelo de sustitución de
importaciones 11 (Briceño, 2018). Por su parte, Puig y Jaguaribe veían a la integración
latinoamericana como un medio para lograr una mayor autonomía en la región, disminuyendo su
dependencia con el centro y encaminándose hacia el desarrollo. De acuerdo a Briceño (2018),
ambos autores contemplaban que “la integración no era solo libre comercio, sino que debía ser un
mecanismo para el ahorro de divisas; incorporar esfuerzos para la capacitación científico-
tecnológica; promover proyectos de desarrollo conjunto e incrementar el poder de negociación de
los países” (p.66).
10 Regionalismo abierto cepaliano: incluye la reducción gradual de la discriminación intrarregional, la estabilización macroeconómica, el
establecimiento de mecanismos de pago y de facilitación del comercio, la construcción de infraestructura y la armonización o aplicación no
discriminatoria de normas comercia-les, regulaciones internas y estándares, y la reducción de los costos de transacción y de la discriminación al interior de la región. Además, se supone que la estabilización ayudaría a conseguir equilibrios internos y externos, incrementando la posibilidad de
ofrecer un contexto estable, predecible y coherente que permitiera en algún momento multilateralizar el proceso, constituyendo una zona de libre
comercio regional o, incluso, hemisférico (Cepal, 1994: 13-14, tomado de Fuentes 2012, pp. 26). 11 Sustitución de importaciones: se emplea muchas veces en una acepción simple y literal, en el sentido de una disminución o desaparición de ciertas
importaciones que quedan sustituidas por la producción interna. Dicho término fue adoptado para designar el nuevo proceso de desarrollo de los
países subdesarrollados, particularmente latinoamericanos, en donde uno de los objetivos es limitar o disminuir componentes de la gama de importaciones para sustituirlos por productos producidos nacionalmente (Tavares, 1964, cita tomada de Vazquez, 2017, pp.11).
19
Por su parte, Malamud (2011) plantea que “la integración implica algún grado de transferencia o
pooling de soberanía y, por lo tanto, el entrelazamiento de sus competencias y recursos más allá de
su voluntad”. (p. 225). Este planteamiento, en sustentado en parte, por la Teoría Neofuncional que
considera a la integración regional como una unión que transciende a lo supranacional con la
creación de instituciones principalmente políticas, pero sin dejar a un lado lo comercial (Ríos,
2016). En definitiva, tanto, la teoría de integración de la Escuela Estructuralista como la Teoría de
Integración Neofuncional plantean que la armonización de aspectos comerciales que coadyuven a
mejorar las relaciones entre los países con intención de unirse es un elemento necesario para
fomentar su integración regional, indistintamente de si se abre al resto del mundo o no.
Ahora bien, existen análisis modernos que estipulan que las teorías de integración clásicas,
estructurales y/o cepalinas (regionalismo abierto) o neofuncionales no han logrado responder
empíricamente a los procesos de integración del mundo, más allá que al de la Unión Europea
(Teoría de Integración Clásica y Neofuncional), por lo que, se hace necesario una nueva matriz
conceptual que se ajuste mejor a los modelos integracionista no europeos (Wolf, 2010). La
propuesta de integración regional más allá de lo comercial con lo político como promotor de la
unión y que ganó fuerza por algunos años en Suramérica y parte del Caribe con la creación de
UNASUR, ALBA y CELAC daban síntomas de una nueva forma de entender la integración en
función de América Latina para los latinoamericanos y retornando las relaciones internacionales
de la región a un nivel más elevado que el dado por las oportunidades de negocios derivados del
libre comercio (Ríos, 2016). No obstante, a final de la segunda década del siglo XXI aún persisten
en algunos países de la región la visión integradora regional sólo desde el ámbito comercial y en el
peor de los casos, para otras naciones la integración regional no representa prioridad alguna en su
agenda de desarrollo.
En resumen, se evidencia como la postura de la integración latinoamericana más allá de lo
comercial no es una idea reciente en la región, ya desde la década de los 50 – 80 se planteaba la
necesidad de transcender las relaciones internacionales de América Latina a otros ámbitos, tanto
productivos, sociales como políticos. Sin embargo, lo que le diferencia de la política exterior de
integración del caso de estudio es que no tenían como insignia una connotación ideológica
antihegemónica como si la tiene la visión integradora latinoamericana de la V República
venezolana. De acuerdo a los discursos que han manejado los mandatarios venezolanos en los
últimos años, en el que ven a la integración regional no como una mesa de negociación que sólo se
limita a armonizar políticas para incitar al libre comercio intrazona y con el mundo, sino que ven
a la integración regional latinoamericana como una oportunidad de unirse a una sola voz en pro de
defender los derechos de los pueblos de “Nuestra América" en contra de las pretensiones de las
naciones más poderosas, especialmente, de los EEUU (Chávez, cita tomada de Ortiz 2014 y
Maduro, cita tomada de El Universal 2020).
De tal manera, los principales líderes de esta nación en los tiempos de la V República no ven a la
integración regional como un mecanismo que facilite o coadyuve a solventar o mejorar en conjunto
los tópicos económicos de sus países miembros, desde la óptica del libre comercio. Por el contrario,
el gobierno de la V República se ha pronunciado hacia una postura de integración regional
latinoamericana con tendencia ideológica bolivariana girando en la idea de la defensa de igualdad
de los pueblos y teniendo como primicia que los países de la región deben unirse, pero no con el
epicentro único de incitar el libre comercio, un arancel externo común o libertad en movimiento de
factores productivo, sino para edificar una fortaleza económico – política que se desprenda de la
20
“dominación” de los países más poderosos del planeta (discurso de Hugo Chávez Frías en la III
Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe en 2001, tomado de Martínez, 2011 y discurso de
Nicolás Maduro Moros en la XVI Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América,
2018, tomado de Agencia de Noticias EFE). En definitiva, queda sentado que para que un proceso
de integración regional se ejecute y consolide, desde la Teoría de la Escuela Estructuralista y
Neofuncional necesita la intervención de los Estados de las naciones que se asociarán, pero dada
la posición de integración regional que ha promovido Venezuela en los tiempos de la V República,
surge la interrogante de ¿cuál es el papel que juega la ideología política integracionista en la
unificación regional? En el siguiente apartado, se hará una revisión de las posiciones de diversos
teóricos y académicos.
1.3. Integración regional desde lo ideológico
Los dirigentes políticos manifiestan una tendencia de pensamientos ideológica generalmente bajo
el espacio horizontal de izquierda, derecha, centro o derivadas, por lo que, se supone que al
momento de que dictaminan políticas públicas, tanto internas como de política exterior, esta
ideología previa puede influir en las intenciones e intereses del gobierno a unirse con determinados
países (Escaráte, 2016). A su vez, esa “alianza” con un país o grupo de países puede manifestar
también cierta tendencia ideológica que en el sistema internacional después de la segunda guerra
mundial se tildo de multipolar con la creación de una serie de Organismos Internacionales y
“tolerancia” a distintas formas de gobiernos e ideologías políticas, pero que en años más tarde se
entonó hacia la bipolaridad con la denominada guerra fría entre EEUU y Rusia, en donde, el sistema
de orden internacional se fragmenta entre un bando y el otro. En años más reciente, algunos autores
y gobernantes consideran que el orden internacional es de carácter unipolar con EEUU como líder
y plena “intolerancia” hacia aquellos gobiernos que difieran de los intereses de la nación
norteamericana al punto de bloquear económicamente a dichos Estados (Gandásegui, 2018). De tal
manera, previo a establecer las posturas de los académicos en relación a que papel juega la
ideología política en la integración regional se contextualiza el significado de la misma, haciendo
énfasis a la del orden del sistema internacional.
1.3.1. Ideología política
Al apegarnos al origen etimológico de ambas palabras se encuentra que provienen del vocablo
griego, en donde, ideo = idea / logía = estudio o ciencia; y polis = ciudad / tikos = social; si se
formara una definición a partir de tal segregación, se obtiene que es el estudio de ideas de un
conjunto de personas (ciudad) que vive en sociedad. Este concepto es bastante etéreo en el espectro
de aglomeración social, debido a que cada individuo por si solo puede tener pensamientos
diferentes a los demás hombres de su entorno concordando con algunos y difiriendo con otros
(Bobbio,1995). Al respecto, Gállegos (2002) estipula “todo individuo en tanto sujeto, es
multiidentitario” (p.2). Haciendo referencia a que cada persona puede manejar ideales similares o
diferentes a su sociedad en varios ámbitos: políticos, religiosos, familiar, de género, ambiental,
entre otras. No obstante, más allá del individuo existe una tendencia de ideas similares que permiten
esbozar convicciones de un grupo de personas (Van Dijk, 2005). Esta corriente de pensamientos
semejantes se pueden denominar corriente ideológica. Para la Real Academia Española (2020) la
ideología se define como un “conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de
una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc” (s/p). Al
adicionarle a las anteriores definiciones el espacio político, se entendería a la ideología como una
21
serie de creencias particulares de un grupo de personas referente al sistema de gobernanza de su
vida en sociedad. En sustento, Moreno (2015) estipula:
La ideología se vuelve inherentemente política, cuando es determinante en la
disputa por el orden social. El modo en que las sociedades establecen
determinados ordenamientos – jerarquías, distribución de deberes y obligaciones,
privilegios y sanciones, de mecanismos de producción y distribución, movilidad
social, distribución de roles en general resulta y requiere un sistema de creencias
que lo legitime. (p.42)
Denzau y North (2000) establecen que “la ideología vendría a ser modelos mentales que nos
proporcionan una concepción del deber ser de la sociedad” (cita tomada desde Brussino, Imhoff,
Rabbia y Paz, 2013, p. 163). En este orden de ideas, se denota como la ideología política es un
elemento de percepción social de los ciudadanos que les permite esclarecer los parámetros ideales
necesarios para gobernar el sistema social al que pertenecen. Desde el punto de vista, de los
dirigentes políticos, la ideología sería el rumbo que ilustra el uso del poder (Coppedge, 2000, p.115).
En otras palabras, la postura ideológica de los dirigentes de una nación guía la manera de gobernar
a la sociedad mediante sus programas, leyes propuestas, acuerdos comerciales suscritos, partidas
de presupuesto anual y demás normativa relacionada con la forma en que los poderes del Estado
deben funcionar, además de los anteriores elementos, los dirigentes políticos utilizan el discurso
para hacer saber a sus ciudadanos su tendencia ideológica política (Escárate, 2016). Es relevante
mencionar, que el concepto de ideología política que se maneja en esta investigación es aquella
que va más allá del espectro horizontal comúnmente utilizado para posicionar a los líderes hacia
una tendencia de pensamientos de “posible” estilos de gobierno (izquierda – derecha). A fines de
este estudio, se entiende a la ideología política, especialmente en el ámbito de integración regional
y en concordancia con los autores citados, como al patrón de ideas y posiciones que toman los
líderes de gobiernos sobre cualquier tema en común que pueda ser atendido de manera conjunta o
unilateral.
1.3.2. Multipolaridad, bipolaridad y/o unipolaridad12
Como se mencionó al principio del apartado, el sistema de orden internacional desde mediados del
siglo XX se ha desenvuelto en varias fases de matices ideológicos. Finalizada la segunda guerra
mundial en 1945, en general los países tenían el fin de conservar la paz, por lo que, florece un
sistema multilateral que buscó crear Organismos Internacionales que sirvieran como mecanismo
de armonización y facilitación de las relaciones internacionales entre las Naciones desde distintos
ámbitos. Años después este sistema comienza a dar síntomas de deterioro permitiendo el
surgimiento de una batalla ideológica bipolar de orden social y poder geopolítico denominado
“Guerra Fría”, la cual oscilaba entre los modelos económicos capitalista (impulsado por EEUU) y
socialista (promovido por la extinta URSS). Para ese entonces, los políticos de los demás países
del mundo debían decidirse por uno de los dos modelos, siendo considerados excluyente uno del
12 De esta manera, la política internacional «puede ser estudiada como los sistemas formados por un pequeño número de unidades». Esas unidades,
las grandes potencias del sistema, serán las que nos permitan identificar la estructura de dicho sistema; estructura que se caracteriza por el número de polos... Así, el sistema internacional se organiza bajo la forma de unipolaridad, bipolaridad y multipolaridad; modelos heurísticos que responden
exclusivamente a una lógica relativa de capacidades (mientras que en el sistema unipolar, un Estado se distingue claramente de todos los demás por
su nivel de capacidades en términos comparativos; en el bipolar, dos Estados se distinguen comparativamente del resto y en el multipolar, esa categoría de Estados diferentes y superiores a los demás está conformada por un número superior a dos) (Barbé, p.25).
22
otro y no siendo bien visto por el país impulsor del modelo contrario (Franca, 1998). En sustento,
Rodríguez (2012) establece:
En los años de la Guerra Fría lo que imperaba era la lucha por el poder entre las
dos potencias hegemónicas que se confrontaron ideológicamente por casi medio
siglo. Desde esta perspectiva, la gran mayoría de las agrupaciones regionales, se
edificaron desde la óptica del Juego de Suma Zero. Es decir, prevalecían los
intereses y el poder hegemónico de los Estados Unidos y de la URSS, en
detrimento de los países que pertenecían a su zona de influencia. (p.34)
Bajo este contexto, América Latina durante todo ese tiempo tuvo que lidiar entre esa bipolaridad,
siendo una tarea bastante ardua considerando la cercanía de la región con la potencia
norteamericana. Al respecto, Loaeza (2013) manifiesta “la región fue, al igual que otras del mundo
subdesarrollado, campo de batalla y botín en la disputa de las superpotencias... Estados Unidos, no
nada más hace negocios en América Latina, sino que ahí está peleando una guerra contra el
comunismo” (p.5). Por su parte, Rodríguez (1964) señala “en los países latinoamericanos la lucha
por incorporarse al mundo occidental se ha convertido "paradójicamente en parte de la guerra fría
entre el liberalismo y el socialismo, el capitalismo y el comunismo". (p.518). En la misma línea,
Rodríguez (1964) estipula que “la amenaza comunista ha sido transformada por Estados Unidos en
una buena arma que le permite defender sus intereses” (p.520). Asimismo, este autor (Rodríguez,
1964) señala que los comunistas, también satanizan a los estadounidenses indicando que esa
postura norteamericana es “otro de los males del capitalismo” (p.520). En resumen, este académico
(Rodríguez, 1964) estipula que la guerra fría se transformó “en un mecanismo al servicio de los
intereses de las potencias que utilizan, no sólo en contra de los opositores, o su gran opositor, sino
también contra los pueblos que pretenden alterar sus intereses por reducidos que estos sean”.
(p.520)
Por su parte, Lowenthal (2010) estipula que gracias a las presiones de EEUU algunos países se
vieron forzados a entablar relaciones diplomáticas con la URSS “–como parte de los esfuerzos
posteriores al conflicto armado mundial–” (p.556). Sin embargo, durante la Guerra Fría estas
mimas naciones se vieron forzadas a romper tales relaciones con la URSS por ser considerado
como un modelo enemigo de la política de Estado de los EEUU. De acuerdo, a este académico
(Lowenthal, 2010) en 1960, la URSS contaba sólo con 3 embajadores en América (exceptuando a
la región del Caribe con vínculos europeos). Al respecto, Lowenthal (2010) recalca que “...ningún
país latinoamericano sostenía relación internacional alguna comparable en trascendencia a sus
vínculos con Washington. No cabe duda alguna de que el predominio estadounidense provocó en
ocasiones reacciones negativa...” (p. 556). Lo anterior (reacciones negativas), haciendo referencia
a las intervenciones militares (más de 30) en la cuenca del Caribe durante las tres primeras décadas
del siglo XX que según este autor (Lowenthal, 2010) provocaron en la región “un sentimiento de
animadversión hacia Estados Unidos” (p.556). En este sentido, las regiones del mundo, incluyendo
Latinoamérica, se vieron influenciadas y afectadas por esta lucha ideológica y de poder, en donde,
no se podía tener del todo una posición neutral, sino que tenían que inclinarse hacia cualquiera de
los dos bandos, pero con la salvedad, en especial para occidente, de direccionarte al modelo de
orden social y económico impulsado por los Estados Unidos. En caso contrario, las consecuencias
serían obtener la enemista de la potencia norteamericana y con ella, un conjunto de sanciones
económica (ejemplo: Cuba) e intentos de derrocamientos por un poder ejecutivo a su favor
23
(Ejemplo: golpe de estado a líderes izquierdistas. Tales como: Jacobo Árbenz, Guatemala 1954,
Salvador Allende, Chile 1973, entre otros).
En este orden de ideas, Loaeza (2013) manifiesta que “históricamente Estados Unidos ha recurrido
a diferentes instrumentos para intervenir en la política interna de sus vecinos latinoamericanos...”
(p.27). Resaltando, Loaeza (2013) entre sus intervenciones “la manipulación del reconocimiento
diplomático... el envío de tropas o buques de guerra para presionar al país con la amenaza de una
invasión, así como al bloqueo comercial, al financiamiento clandestino de la oposición, a la
fabricación de revoluciones y dictaduras, y al fomento de golpes militares” (p.27). Según, este autor
Loaeza (2013) las anteriores acciones eran promulgadas para resguardar las vidas y bienes de los
estadunidenses dentro de estas naciones aunado a transformar el poder interno de los países
latinoamericanos “en un sentido favorable a la hegemonía de Estados Unidos” (p. 27). Dado en
parte por lo anterior, entre los 70 y 80, los países de América Latina hacen intentos de unión que
buscan frenar la influencia estadounidense sin una confrontación directa mediante la creación de
una serie de organismo de integración regional, tales como: el Sistema Económico
Latinoamericano y del Caribe (SELA), Grupo de Contadora, el Grupo de Cartagena sobre finanzas
y comercio, así como el “Grupo de Río” (o “Grupo de los Ocho”).
Sin embargo, dada la crisis de la deuda que sometió a la región en los 80, estas iniciativas se fueron
debilitando, al punto que gran parte de estas naciones tuvieron que acoplarse a las políticas de
ajuste estructural del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (Lowenthal, 2010),
conocidas como el Consenso de Washington. De igual manera, a finales de los años 80, a nivel
mundial la llamada guerra fría estaba mostrando signos de culminar, resultando ganador Estados
Unidos de Norteamérica y su modelo de orden social “democracia y liberalismo económico”. Es
entonces, cuando a partir de los años 90 se acentúa el poder político y económico de esta potencia
del norte a nivel mundial, instituyéndose el nuevo sistema de orden internacional de carácter
unipolar y siendo clasificado por algunos autores como la era de la hegemonía estadounidense
(Mugica, 2018; Rodríguez, 2012; Rocha y Morales, 2008). En contexto, Orozco (2014) indica:
La década de 1990 fue intensa en cuanto a cambios mundiales se refiere. La caída
del Muro de Berlín (1989) y la desintegración de la Unión Soviética (1992)
mostraron la dimensión de sus implicaciones en un largo proceso de reajustes
tanto en la política −que incluye la dinámica militar− como en la economía
internacional. A lo largo de ese decenio, los cambios en la política internacional
significaron pasar a un estadio inestable de “unipolaridad” centrada en Estados
Unidos, en la que el liberalismo económico y político marcó la pauta que debían
seguir las relaciones entre el Estado y el capital internacional: sistemas políticos
“democráticos” más economías de mercado, bajo el entendido de que el sistema
capitalista había sido el “triunfador” de la pugna bipolar de la guerra fría (p.183).
Para América Latina, lo anterior se tradujo en un cambio en la visión integradora de la región,
pasando a ser un intento de protección conjunta contra las pretensiones estadounidenses a una
fragmentación de posiciones ante las mismas, pero sin ánimos de confrontación contra la potencia.
En cualquier caso, en los años de culminación del siglo XX, Latinoamérica se había perfilado hacia
el libre comercio y la menor intervención gubernamental posible (Martínez y Soto, 2012). Al
respecto, Andrade y Puyana (2010) incorporan:
24
El panorama de la integración económica regional latinoamericana tomó un giro
inédito a inicios de 1990 con la firma del tratado de Libre Comercio de
Norteamérica (TLCAN). Estados Unidos se convirtió en actor de la integración
latinoamericana y en importante elemento que dictaría la orientación, el alcance y
la profundidad de los acuerdos regionales de integración. Firmar acuerdos de
integración con los Estados Unidos se convirtió en el Santo Grial de la política
exterior de numerosos gobiernos de la región. Uno tras otro, la mayoría de los
países latinoamericanos solicitaban el inicio de negociaciones, y muchos de ellos
lograron concluirlas. (p.13)
No obstante, a pesar de que gran parte de la región estuvo en esos años alineados con los intereses
de Washington, eso no se tradujo en prosperidad para todos los pueblos de América, la brecha entre
pobres y ricos no mermó, la región se caracterizó por ser la más alta en niveles de desigualdad
económica, generando malestar en muchos de los ciudadanos latinoamericanos antes estas políticas.
Bajo este precepto, Reina y Zuluoga (2008) señalan que, para la región latinoamericana, “la
apertura comercial de finales de los años ochenta y principios de los noventa propició un mayor
crecimiento económico, que pudo contribuir a la reducción de la pobreza... sin embargo... la
apertura comercial en la región estuvo acompañada por un aumento en la desigualdad salarial”
(p.54). Es bajo esta circunstancia, que inicia el siglo XXI y con él, un conjunto de visiones
alternativas sobre el orden social en el que se deberían direccionar Latinoamérica, siendo objeto de
estudio para este trabajo la promovida por Venezuela conocida como el Socialismo Bolivariano y
su planteamiento de un mundo multipolar - pluripolar, a desarrollar en próximos capítulos. Ahora
sí, sin más preámbulos teóricos a continuación se establece el contexto académico y empírico
vinculado a las posturas del papel de la ideología política en la integración regional.
1.3.3. Lo ideológico impacta negativamente a la integración regional
Esta posición defiende la hipótesis de que un proceso de integración regional no debe darse desde
posturas ideológicas de los líderes de las naciones, considerando este ímpetu de pensamiento como
un eslabón débil en los procesos de integración, en especial, en las regiones con sistemas de
gobiernos democráticos, en donde, supone cambios periódicos de del poder ejecutivo del Estado,
pudiendo poner en riesgo la perdurabilidad del esquema de unificación por una posible divergencia
ideológica entre los gobiernos socios (Sims, 2019). Al respecto, Urruchurtu (2014) indica que
“cualquier esquema que se aleje del comercio y busque privilegiar algún tipo de propósito político-
ideológico no tiene nada que ver con la integración económica como tal y sus objetivos. No dejará
de ser cooperativo, pero no será integración en su sentido estricto” (p. 21). En relación, Contreras
(2009) expresa que al momento que la ideología estimula “factores de riesgo transnacional o ésta
adquiere dimensiones hegemónicas, ésta se transforma en una fuente de conflictos que compromete
la viabilidad de los proyectos colectivos de integración y de cooperación para el desarrollo,
afectando gravemente a la paz, la gobernabilidad y la seguridad regional” (p. 40). Asimismo,
Tokatlián (cita tomada de Bermúdez, 2018) señala:
Los vaivenes ideológicos, los cambios de modelo de desarrollo, las distintas
coaliciones en el gobierno han impedido tener continuidad en las políticas y esto
obviamente ha hecho que, en algunos momentos, la integración sea una panacea,
una gran promesa, y en otros momentos sea vista como una carga para algunos
25
gobiernos que prefieren tener socios estratégicos o comerciales por fuera de la
región. (s/p)
Por su parte, Sanahuja (cita tomada de Bermúdez, 2018) incorpora:
Lo peor que le puede pasar a un organismo regional es que dependa de la
coincidencia astral de que haya un ciclo de gobiernos que se entiendan
políticamente. Ellos se ponen de acuerdo, pero ¿qué pasa cuando ese ciclo político
termina? En esto hay que ser serios, adoptar tratados, establecer instituciones y,
en esos marcos, adoptar acuerdos que trasciendan los ciclos políticos. Eso es lo
que tenemos muy poco en la región. (s/p)
En esta orden de planteamientos, según estos autores la integración regional no debe darse teniendo
como eje de impulso la ideología política debido a que representa un riesgo para la permanencia
de los acuerdos alcanzados dentro del bloque integracionista, al momento de cambios de los
gobiernos de turnos en los países aliados. En este mismo contexto, Nolte y Comini (2016, cita
tomada desde Gomes y Granja, 2019) plantean que “la convergencia ideológica es una condición
suficiente para la construcción de gobernanza regional; aunque no necesaria” (p.4). Bajo esta
postura de pensamientos, la ideología en común entre los gobiernos de los países a integrarse o
integrados no es una condición imprescindible para que la unión regional se dé o perdure. Por
consecuencia, existe un gran cúmulo de literatura que apoya la idea de que la integración regional
debe ser dada por intereses económicos y lo político, vendría dado como mediador para alcanzar
lo económico. Entonces, se denota que según esta postura lo ideológico no es un elemento
necesario para consolidar los procesos integracionistas.
1.3.4. Lo ideológico es necesario para la integración
Desde otro ángulo, existe el planteamiento de que para que exista integración regional, se necesita
una ideología en común, Gomes y Granja (2019) exponen esta idea, no desde un ámbito de
orientación política horizontal (izquierda o derecha) o desde la visión del orden del sistema
internacional, sino desde el vértice de cómo es entendido el proceso de integración regional. En
consecuencia, ambas autoras establecen que “la hipótesis es que aun cuando ideológicamente haya
diferentes maneras de entender a la integración regional, las experiencias pragmáticas dejan de
manifiesto que estas pueden, eventualmente, no converger, paralizarse ante momentos de crisis o
incertidumbres” (p.3). Para estas intelectuales, el avance de la integración regional requiere una
convergencia ideológica entre los países socios, siendo está entendida como una perspectiva de
pensamientos similares sobre las necesidades e intereses que tienen los sujetos de integrarse
(académicos, políticos y actores socioeconómicos) (Gomes y Granja, 2019).
En este sentido, Gomes y Granja (2019) manifiestan “la convergencia ideológica en torno a la
práctica de la integración y sus usos se hace una condición suficiente para la construcción conjunta”
(p.11). Igualmente, Granja (2018) incorpora referente a las instituciones concebidas en el marco
del mecanismo de integración, lo siguiente: “a falta de convergencia política no habría manera de
dar sustentabilidad a tales instituciones. El ejemplo más obvio es el estrangulamiento de su
funcionamiento, cancelando los recursos y partidas de dinero con que los Estados deben contribuir
para su institucionalidad”. (p.843). Por su parte, Thoumi (1993) estipula “la divergencia de
políticas contribuyó sustancialmente a la inestabilidad en los flujos de comercio, hizo que muchas
26
medidas acordadas dentro de los sistemas de integración - tales como márgenes de preferencia
arancelaria - no se respetaran y, en general, les restó bastante credibilidad a los procesos”. (p. 2).
En concordancia, con los investigadores previos la continuidad y fortalecimiento de la integración
regional requiere una corriente de pensamientos en común por parte de los líderes que gobiernan
los países aliados y esto, no significa necesariamente una ideología política igual desde el espectro
horizontal o desde a visión del orden del sistema internacional, sino hace más referencia al tener
un patrón similar de pensamientos de las necesidades de ser una región unida. En sustento, Peña
(2014) señala:
Cuando se consideran los posibles esquemas de cooperación e integración como
eventualmente contrapuestos, por apreciarse que responden, por ejemplo, a
diferentes concepciones del desarrollo económico y social de cada país, y a
visiones contrapuestas sobre cómo encarar la inserción en la economía y en la
política mundial. Este tipo de diferentes planteamientos puede conducir a
confrontaciones de signo predominantemente ideológico y, eventualmente,
generar dificultades en la gobernanza de la región o de una subregión. (p.6)
Por otra parte, se encuentra la visión integradora desde la ideología política del orden del sistema
internacional, en el que se ve la unión de los países como un foco de fuerza para lograr una mejor
presencia de poder en el ámbito mundial y un trabajo en conjunto para atender problemas comunes
de la región. En consonancia, Santarén (2012) indica sobre la integración regional latinoamericana:
Es necesario trabajar unidos para construir política, poder popular, ideología, que
no solo interprete, sino, que sea una herramienta para conformar esa fuerza
popular, unitaria, democrática, inclusiva, movilizadora, sin la cual ningún
Gobierno por sí solo, sin esa base de sustentación, podrá avanzar a fondo en la
Integración latinoamericana y caribeña... Concebimos la integración
latinoamericana y caribeña como un Proyecto Político global, Económico, Social
Cultural, Democrático e Inclusivo, cuyo objetivo es la conquista de cambios
profundos, en las estructuras atrasadas y dependientes basadas en el modelo agro
exportador y colonialista. Un proyecto político, en definitiva, en camino a la
liberación nacional y social hacia una nueva sociedad socialista. (p. 3 y 4)
De hecho, Malamud (2011) incorpora que para los nuevos presidentes de izquierda que gobernaron
en varios de los países de América Latina a principios del siglo XXI la integración regional iba a
tener un gran impulso gracias a que había “una mayor sintonía político-ideológica entre los
presidentes” (p.101) que “allanaría el camino para la integración...” (p.101). Al hacer una revisión
empírica de lo anterior, para el país caso de estudio (Venezuela), se encuentra que los principales
líderes de esta Nación, dentro del lapso de estudio, no ven a la integración regional latinoamericana
como un mecanismo que facilite o coadyuve a solventar o mejorar en conjunto los tópicos
económicos de sus países miembros, desde la óptica del libre comercio, como establece la teoría
clásica de la integración, sino que precisamente la vislumbra como un proyecto político que va más
allá de lo económico y en donde, la convergencia ideológica (en especial, la del orden del sistema
internacional) juega un papel fundamental. Vale la pena agregar, las palabras del fallecido
presidente venezolano Hugo Chávez Frías, en relación a la integración latinoamericana, tomado
del artículo de Ortiz (2014):
27
1"...La propuesta del ALCA por ejemplo, es una propuesta de matrimonio por
interés. No tiene alma, le han extraído el alma, no tiene pueblo..." 2."...Aquí
tenemos que acelerar muchas cosas, pero no es el ALCA precisamente lo que hay
que acelerar. Tenemos que acelerar la integración nuestra, de Suramérica, de
Centroamérica, del Caribe. ...soy un radical crítico del sistema de integración
andino, así llamado. Y Venezuela pertenece también a la Asociación de Estados
del Caribe, y Venezuela pertenece también al Grupo de los Tres y al Grupo de los
Quince y al Grupo de los 77 y al grupo de la doble equis… …La integración no
puede partir de lo económico, eso debe ser consecuencia… ...debe partir de lo
político, una decisión política que hay que tomar de gran dimensión..." 3."… hay
una conspiración internacional en contra de la integración de América Latina y
del Caribe... Contra Venezuela, por ejemplo, se conspira...". 4. "Entonces
debemos conformar o contribuir pues, desde aquí, a la conformación de un mundo
pluripolar. …” (p. 2)
Asimismo, este presidente durante la III Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe en 2001
manifestó (tomado de Martínez, 2011) “no es la economía la que nos va a integrar y menos nuestras
economías llenas de debilidades, de vulnerabilidades. No. Creo que se impone de nuevo lo que
pudiéramos llamar la revancha de la política, que la política vuelva a la carga y que tome la
vanguardia de los procesos de integración” (p.8). Por su parte, el actual presidente de este país
Nicolas Maduro Moros, en la XVI Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América
(2018), manifiesta sobre la integración regional lo siguiente (tomado de Agencia de Noticias EFE)
"se debe construir un poderoso bloque de fuerzas de América Latina y el Caribe" para demostrarle
a EE.UU. que "podemos ser libres soberanos e independientes, que podemos caminar y pensar con
cabeza propia, sí podemos, sí se debe y sí se puede" (s/p). Recientemente, este mandatario expresó
en la primera entrevista del año concedida al periodista español Ignacio Ramonet (fragmento
adquirido desde periódico El Universal, 2020):
El continente es una zona en disputa y estoy seguro, que en los años que están por
venir, en este año 2020 tendremos muy buenas noticias de cómo esa disputa va
priorizando los intereses nacionalistas, independentistas, e integracionistas de
América Latina, sobre los intereses del proyecto monroista; los intereses del
proyecto de Bolívar y de los libertadores, por encima del proyecto neocolonial,
del monroísmo trumcista (sic), fuera de tiempo que han tratado de imponernos
(s/p)
De tal manera, los mandatarios venezolanos alrededor de los últimos 20 años se han pronunciado
por una postura de integración regional latinoamericana con tendencia ideológica bolivariana
oscilando en el planteamiento de la defensa de igualdad de los pueblos y teniendo como interés
principal que las naciones de la región deben unirse, pero no con el epicentro de incitar el libre
intercambio de bienes o un arancel externo común o libertad en movimiento de factores productivo,
sino para ser una fortaleza política que le permita desligarse del “sometimiento” de las naciones
con más poder en el mundo.
28
1.3.5. Variables ideológicas (cualitativas)
Ahora bien, como se mencionó en los anteriores apartados la herramienta a utilizar para comprobar
la necesidad de presencia de las variables independientes cualitativas desde sus distintos matices
(ideología política) en la integración regional de Venezuela será el QCA, a desarrollar su marco
teórico conceptual en el capítulo metodológico. En este punto, se establecerán los criterios teóricos
necesarios para determinar la presencia o ausencia de la dimensión ideológica en la integración
regional de Venezuela desde cuatro vertientes. A continuación, se especifican las mismas:
• Convergencia ideológica (CI)
A lo largo de esta investigación se ha planteado que existen tendencias ideológicas seguidas por
un cúmulo de personas que concuerdan en cuáles son las directrices ideales para gobernar el país
en que forman parte. En relación, hay una gran aglomeración de ideologías políticas en la
actualidad, pero varios autores concuerdan en que al menos cuatro de ellas son las principales y las
demás son ramificaciones derivadas de estás ideologías políticas bases: liberalismo, socialismo,
conservadurismo y totalitarismo (Escárate, 2016; Luetich, 2002 y Moreno, 2015). De estas
políticas bases nace una polarización horizontal que las subclasifica entre ideologías de izquierda
y de derecha, en donde, cada dirección tiene afinidades o diferencias con una o más de las
ideologías bases. En este sentido, la fragmentación del espectro político ideológico tiende hacia
estos dos vectores principales, por un lado, se encuentra el pensamiento izquierdista que se inclina
hacia las ideologías del comunismo y socialismo; mientras que, la corriente derechista se aboca
hacia las ideologías del liberalismo y conservadurismo (Escárate, 2016).
De este modo, se considera una ideología izquierdista a aquella que tiene como centro de ejecución
política la igualdad social, viendo al hombre como un ser en sociedad y no concebido como un ser
singular, abogando por la planificación y regulación estatal en la distribución igualatoria de los
beneficios económicos y sociales y teniendo como principio de reparto la necesidad de todos sus
ciudadanos (Navas, 2014). Mientras que, la ideología de derecha se plantea como el conjunto de
posturas, ideas y actitudes políticas que tienen que ver con la preferencia al mérito, cada individuo
obtiene a lo largo de su vida lo que ha logrado obtener mediante su propio esfuerzo, en esta postura
los políticos confían más en el mercado y la iniciativa privada (Navas, 2014). Es importante
destacar, que esta polarización de pensamientos no es estática y tampoco única, es decir, un mismo
individuo puede tener un matiz de pensamiento muy amplio y diverso; por ejemplo, puede pensar
que las políticas económicas deben tener una base de formulación derechista, pero las políticas
sociales, por el contrario, deben poseer una raíz izquierdista. Incluso, los mismos gobiernos con
tendencias ideológicas bien marcadas en el discurso político a nivel empírico en sus directrices de
gobernanzas hacen una combinación entre aspectos capitalistas y socialista. Según, Navas (2014)
“la misma oposición entre liberalismo y socialismo puede ser en ocasiones más aparente que real”
(p.170)
De hecho, existe una postura intelectual que defiende el planteamiento de que la polarización de la
ideología a izquierda o derecha es una posición obsoleta para describir las circunstancias
contemporáneas del tiempo actual y venidero, manifestando que las ideas no guardan su valor por
las etiquetas ideológica con que se tilden (derecha o izquierda), sino por lo justan que sean para
toda la sociedad (De Benoist, 2005). Al respecto, Navas (2014) contiene que “al encarar las
manifestaciones de la crisis y la búsqueda de soluciones, los tradicionales conceptos de izquierda
29
y derecha, junto con los programas que se solían adscribir a esas posiciones, se muestran
inservible”. (p.175). Bajo este enfoque la utilidad de la polarización política de izquierda o derecha
es cuestionada a nivel práctico, sin embargo, aún su utilidad en el discurso político sigue siendo
válido y manejable mentalmente para los electores (Sartori, 2005; Zechmeister, 2006 y Navas,
2014). En sustento, Bobbio (1995) manifiesta “nuestras dos palabras provocadoras (izquierda y
derecha) siguen siendo utilizadas en serio a propósito de políticos, de partidos, de movimientos, de
alineaciones, de periódicos, de programas políticos, de disposiciones legislativas”. (p.27).
Dado lo anterior, se aprecia como los términos de derecha e izquierda siguen siendo utilizados en
el contexto político actual para facilitar la imagen que tienen los ciudadanos sobre sus tendencias
políticas; y además, sirven de guía para los dirigentes al momento de formular o proponer políticas.
Por lo tanto, a los fines de esta investigación se fragmenta las ideologías de los países estudiados
bajo este corte horizontal de izquierda y derecha para la variable convergencia ideológica (CI) a
fin de validar si las diferentes posibles posiciones en el espectro horizontal político de sus países
socios ha sido un elemento que ha incidido en la adhesión, permanencia o denuncia de Venezuela
en su integración regional con la CAN y el MERCOSUR. Por tal motivo, a propósito de uso del
QCA, se considera presente = 1, si todos los gobiernos de los países miembros del bloque
económico son compatibles con posición ideológica del gobierno venezolano; y ausente = 0, si
alguno de los gobiernos de los países miembros del bloque económico es incompatible con la
posición ideológica del gobierno venezolano. Ambas compatibilidades desde la dimensión del
espectro político lineal de izquierda o de derecha, revisando la postura ideológica de los partidos
políticos a los que pertenecen los presidentes nacionales de los países socios. El establecimiento
de este criterio parte principalmente por la postura de que la integración regional y caribeña tiene
que venir de un proyecto político que se dirija a la liberación del modelo dependiente que la región
tiene hacia los países desarrollados, postulados mayormente exteriorizados por los partidos de
tendencia izquierda (Santarén, 2012; Chávez, 2014; Maduro, 2020).
• Fricciones diplomáticas (FD)
Como es bien sabido, la diplomacia es el medio por excelencia en la que los Estados interactúan
entre sí, es entendida en parte, como el arte de negociar en las relaciones internacionales13 (Jara,
1989). Esta diplomacia incorpora elementos derivados de las políticas internas de un gobierno
usándola como herramienta para buscar la aceptación de determinadas directrices locales en el
contexto internacional (Jara, 1989). En este sentido, el manejo diplomático de una nación puede
conllevar a logros exitosos con su entorno internacional o a fracasos que provoquen una fricción
entre las partes en conflicto conllevándolos al enfriamiento de sus relaciones, o en el peor de los
casos, al aislamiento de alguno de los Estados e inclusive a un estado de guerra (Jara, 1989). En
contexto, Pérez (2013) establece que cuando las relaciones diplomáticas comienzan a tener fricción
o se entornan negativas esto puede causar la suspensión o ruptura de las mismas, siendo por su
naturaleza un acto de carácter unilateral por parte de los Estados o en casos, muy extraños por
decisiones colectivas de una comunidad internacional. Jara (1989), señala que la ruptura significa
ponerle fin al vínculo diplomático que mantiene ese Estado con el Estado en disputa, involucrando
incluso la expulsión de sus embajadores. También, Jara (1989) resalta que esta medida sólo debe
13 Relaciones diplomáticas: son los vínculos formales que mantienen entre sí los Estados y otros sujetos de derecho internacional, que se autorizan
recíprocamente la existencia de Misiones permanentes destinadas a cumplir funciones diplomáticas. Este concepto conlleva las ideas de establecimiento, mantenimiento y término de las relaciones diplomáticas, de permanencia y de sujetos de las mismas (Jara, 1989, pp.19).
30
utilizarse en casos extremos como por ejemplo “conflictos políticos o agravios importantes entre
los países o de violentos cambios de gobiernos” (p. 236).
Desde el mismo ángulo, se encuentra la suspensión que a diferencia de la ruptura da a notar que la
fragmentación del vínculo diplomático es transitoria, y por lo tanto, permite vislumbrar que de
darse alguna modificación en las circunstancias que provocaron el conflicto que conllevo a uno de
los Estados interrumpir su relación diplomática con otro, tal relación se puede restaurar (Jara, 1989).
Es importante mencionar, que la ocurrencia de lo anterior no siempre implica un incumplimiento
de los tratados suscritos o del flujo comercial de bienes, personas y servicios entre los gobiernos
de los países en conflicto a no ser que se exprese lo contrario (Jara, 1989). Ahora bien, al explorar
las relaciones diplomáticas en el tópico de integración regional, se encuentra que precisamente son
los procesos de integración uno de los éxitos más destacados de cordiales relaciones entre Estados,
debido a que un grupo determinado de países pueden incitar la creación y avance del mismo,
siempre que se mantenga vínculos diplomáticos afables con sus miembros; mientras que, relaciones
con fricciones negativas pueden ocasionar para la integración regional el efecto contrario: un
proceso de desintegración 14 (Medina, 1979). En el caso, de América latina las relaciones
diplomáticas han dado un fuerte protagonismo a propósitos integracionista (Venegas, 2019). Por
ende, la diplomacia juega un rol relevante en la integración regional. Sin embargo, es necesario
destacar que en general, los países latinoamericanos interponen intereses individualistas antes que
intereses regionales, provocando esto tensión o fricción entre los Estados (Gómez, 2015).
De tal modo, es de importancia para esta investigación conocer si fricciones diplomáticas entre el
país caso de estudio y los países socios de los mecanismos de integración investigado (CAN y
MERCOSUR) han incidido en la adhesión, permanencia o denuncia de Venezuela en los mismos.
Lo anterior, considerando que una fricción o diferencia de esta índole con otro Estado puede
conllevar la ruptura y/o suspensión de la relaciones diplomáticas y en consecuencia, provocar algún
tipo de enfriamiento entre los vínculos de los países que ocasionen el posible estancamiento de los
procesos de integración o en el peor de los casos, la suspensión de algunos de los países en conflicto
(Cobo, 2008). Dado lo anterior, a fines del QCA se considera que las fricciones diplomáticas (FD)
están presentes = 1, si algunos de los países miembros del bloque estudiado poseen una disputa
diplomática con Venezuela que provoquen tensión en sus relaciones; en contraste, se entenderá
ausentes = 0, si Venezuela tiene relaciones diplomáticas cordiales con todos los países asociados
al bloque. El soporte teórico en la selección de este criterio viene dado, por un lado, gracias a que
la diplomacia proyecta en parte la política interna de los gobiernos, pudiendo esta contener aspectos
ideológicos no bien aceptados en el contexto internacional que ocasione algún tipo de fricción entre
los Estados; por el otro, por el hecho de que el establecimiento de relaciones diplomáticas requiere
del consentimiento del otro Estado, mientras que la ruptura es un acto de carácter unilateral,
pudiendo esto incidir en ocasiones el comercio conjunto y en el avance de los mecanismos de
integración (Jara, 1989; Cobo, 2008; Gómez, 2015; Pérez, 2013).
• Acuerdo comercial extracomunitario multipolar (ACEM)
A pesar de que en la teoría más tradicional sobre la integración económica (Teoría de las Uniones
Aduaneras de Jacob Vinner, 1950) establece que un grupo de países se une con el fin de coordinar
14 Procesos de desintegración: aquellos procesos en virtud de los cuales entidades políticas de una cierta extensión se fragmentan en unidades más pequeñas por desmembramiento, división, anexión o algún otro proceso de fragmentación territorial (Medina, 1979).
31
de forma conjunta políticas que le coadyuve a la reducción y/o eliminación recíproca de aranceles
y demás barreras al libre comercio y por consecuencia, de formar implícita implica un efecto de
discriminación en la que tales beneficios no se extienden a otras naciones (Cuervo, 2000); también,
es cierto, que cuando se da un conflicto de intereses entre las partes integradas en una asociación,
en muchos casos, prevalecen las acciones individualistas antes que las comunitarias (Olson, 1992
cita tomada de Casas y Correa, 2007). En este sentido, se ha dado el caso, que bajo un esquema de
integración se agota el poder de resolución conjunta entre sus socios para una política, negociación
o acuerdo con terceros países, por lo que, se “concibe la posibilidad” (con previa autorización de
sus miembros si así lo dispone el texto integracionista) de que uno o más miembros del bloque
puedan firmar tratados extracomunitarios con otras naciones no socias (Malamud, 2009; Rueda,
2009; Sasaki, 2012). Sin embargo, la directriz anterior, no siempre terminar siendo del agrado de
los demás países aliados, en razón a que en cierta medida refleja síntomas de debilitamiento de la
política exterior mancomunada y además, implica una perforación comercial al bloque de
integración, sobre todo si este, ya ha acordado la aplicación de un arancel externo común 15
(Ramírez y Viera, 2006; Rueda, 2009; Ibarra, 2008; Mellado, 2010, Briceño, 2013).
De hecho, América Latina, especialmente desde los años 90 (momento en que se aboca a la Teoría
de Integración del Regionalismo Abierto), comenzó a coexistir con un “Spaguetti Bowl16” de
Tratados de Libre Comercio (TLCs) bilaterales, reflejando así, su falta de interés y compromiso
con el avance de los mecanismos de integración regionales y con el sistema multilateral (Halperín,
2011; González, 2017; Briceño, 2013; Mellado, 2010). Y el principal argumento, que sustenta la
afirmación anterior, es que según Bhagwati (2008) (cita tomada de González, 2017) “los TLCs no
son “ladrillos” sobre los cuales construir sólidas instituciones comerciales, sino que crearían
arquitecturas frágiles e inestables” (p.141). Para este autor (Bhagwati, 2008, cita tomada de
González, 2017), los TLCs son una especie de “termitas que van deshaciendo el sistema mundial
de comercio...” (p.141). Asimismo, Briceño (2013) (cita tomada de González, 2017) apunta que el
gran número de TLCs con países extrazona presentes en la región latinoamericana pueden hacer
más vulnerable la integración regional, limitando la posibilidad de conformar una política
comercial común entre los miembros de un bloque de integración. Desde el ángulo del país en
estudio, de acuerdo a González (2007, p.24), el presidente Chávez mantiene una posición en contra
de los TLCs. De hecho, Malamud (2006) también lo cerciora incorporando que “hay otro punto
conflictivo que es el rechazo frontal del Gobierno venezolano a los TLC, bajo el argumento de que
se trata de herramientas neoliberales que no favorecen a los pueblos” (p.10).
Es bajo este contexto, que surge la necesidad de indagar si la presencia de TLCs bilaterales con
terceros países de las naciones socias de los bloques de integración estudiados ha incidido en la
adhesión, permanencia o denuncia de Venezuela en su integración regional con la CAN y el
MERCOSUR. Por este motivo, se formula la variable denominada acuerdo comercial
extracomunitario multipolar (ACEM), siendo considerada presente = 1, si alguno de los países
socios tienen tratados comerciales con terceros países (excepto EEUU); ausente = 0, si ninguno de
los países socios tienen tratados comerciales con terceros países. El sustento de este criterio se
origina desde una revisión empírica del contexto integracionista del país objeto de estudio, en
15 Arancel Externo Común (AEC): medida de integración que obliga a los países socios a adoptar una política comercial común, ya que todos los
miembros de la unión aduanera han de aplicar los mismos aranceles frente a terceros países; las modificaciones al AEC han de ser negociadas de forma conjunta (Rueda, 2009, pp.69). 16 Spaguetthi Bowl: expresión inglesa atribuida a Jagdish Bhagwati que hace referencia a que la proliferación de tratados de libre comercio tiene un
efecto atomizador y por ello compromete la fluidez del comercio internacional y luego la competitividad de las actividades económicas con incidencia sobre la producción de transables (Halperín, 2011, pp.2).
32
donde, a través de sus mandatarios han manifestado que en caso de existir contradicciones en la
política exterior mancomunada de integración procederá a revisar su participación en el mismo
(Ponencia de Hugo Chávez sobre la integración Latinoamericana y caribeña: Alternativa
Bolivariana para las Américas (ALBA) del 20 de junio de 2005, Paraguay (cita tomada de Rinaldi,
2006); Sasaki, 2012). Cabe destacar, que dada la importancia que representa la política exterior del
orden del sistema internacional (unipolar / multipolar) para el gobierno del V República se
considera esta variable sin la intervención de EEUU (siendo estudiada como variable individual:
acuerdo comercial extracomunitario unipolar).
• Acuerdo comercial extracomunitario unipolar (ACEU)
Uno de los principales elementos que diferenció a la política exterior de la V República de la IV y
de sus países vecinos, inclusive con los que manejó afinidad ideológica izquierdista desde el siglo
XXI, fue su aptitud de confrontación constante con los Estados Unidos de América (EEUU),
especialmente, a partir del 2004 (Serbin, 2010 y Romero, 2007; 2005 cita tomada de Bernal, 2017).
El investigador Bernal (2017), señala que Chávez y posteriormente, Maduro gestionaron “una
estrategia con un marcado perfil ideológico, orientada a la construcción de una nueva geopolítica
mundial y la búsqueda de mayor liderazgo mundial, que contrastaba con la visión precedente...”
(p.242). Del mismo modo, Bustamante (2007) incorpora “la política exterior del gobierno de
Chávez está en franca oposición a la del gobierno estadounidense, pues gran parte de la actividad
diplomática del presidente venezolano ha estado presente en el frente regional y mundial con la
intención de pugnar por un mundo multipolar” (p.3).
Para Ellner (2009), la disputa del siglo XXI entre Venezuela y EEUU vino dada por “el intento de
Venezuela por promover un mundo multipolar y sus políticas en la OPEP diseñadas para estabilizar
los precios del petróleo a niveles altos colocaron a los dos países en una situación de confrontación
inevitable” (p. 120). A su vez, Martínez (2015) resalta que Chávez modificó los fundamentos de la
política exterior venezolano “al enfrentarse con Estados Unidos, apoyar la democracia participativa,
el socialismo y la lucha antiimperialista, clamar un mundo multipolar y desarrollar una diplomacia
de confrontación que generaría fuertes tensiones con Estados Unidos y otros países de la región”
(p.208). Por último, Mansilla (2015) establece que “la Venezuela de Chávez ha mantenido una
fuerte inclinación a propiciar un nuevo clima de integración hemisférica desprovisto de la
unilateralidad estadounidense” (p.3). Muestra de los planteamientos previos se puede recoger en el
discurso del presidente de la República Bolivariana de Venezuela en la Sexagésima primera
Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas el 20 de septiembre de 2006 (cita
tomada de marxists.org, 2013):
Ayer vino el Diablo aquí, (risas y aplausos) ayer estuvo el Diablo aquí, en este
mismo lugar. Huele a azufre todavía esta mesa donde me ha tocado hablar. Ayer
señoras, señores, desde esta misma tribuna el Señor Presidente de los Estados
Unidos, a quien yo llamo “El Diablo”, vino aquí hablando como dueño del mundo.
Un psiquiatra no estaría de más para analizar el discurso de ayer del Presidente de
los Estados Unidos. Como vocero del Imperialismo vino a dar sus recetas para
tratar de mantener el actual esquema de dominación, de explotación y de saqueo
a los pueblos del mundo. Para una película de Alfred Hitchcok estaría buena,
incluso yo propondría un título: “La receta del Diablo”. Es decir, el Imperialismo
norteamericano, y aquí lo dice Chomsky con una claridad meridiana y profunda,
33
está siendo desesperados esfuerzos por consolidar su sistema hegemónico de
dominación. Nosotros no podemos permitir que eso ocurra, no podemos permitir
que se instale la dictadura mundial, que se consolide pues, que se consolide la
dictadura mundial... (s/p).
En el período de gobernanza de Maduro, después del fallecimiento de Chávez, el conflicto entre
ambas naciones no mejoró, sino que se agravó, para Colmenares (2018) desde que Maduro llegó
al poder en 2013 “ha querido imitar el tono radical y antiestadounidense de los discursos del difunto
Chávez” (p.18), aunque con la llegada de Trump en 2017 intentó una cercanía de convivencia
mutua, poco tiempo después las relaciones bilaterales se tornaron crítica al punto que en agosto de
2017 Trump manifestó “que no descartaba una intervención militar en Venezuela para resolver su
crisis política, ya que se había convertido en un desastre peligroso” (p.22, cita tomada de
Colmenares, 2018). En este sentido, algunos hitos de las maltratadas relaciones bilaterales para
finales de la segunda década del siglo XXI entre los dos países fueron: rompimiento de las
relaciones diplomáticas (2010) y petroleras (2019); Venezuela fue clasificada, en el 2015, como
“amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad nacional de Estados Unidos (Colmenares,
2018); el gobierno norteamericano no reconoce a Nicolás Maduro Moros como presidente electo
de Venezuela (después de su reelección en el 2018) (Colmenares, 2018); Nicolas Maduro Moros
junto con otros funcionarios de alto rango en el 2020 fueron acusado de narcoterrorismo y se ofrece
recompensa por su captura (Barr, 2020 cita tomada de BBC News Mundo); el país bolivariano ha
sido fuertemente sancionado económica y financieramente en un intento de aislamiento
internacional (Weisbrot y Sachs, 2019); finalmente, en opinión de Zayas (2017), Venezuela ha sido
sometida a una “guerra económica17” (p.17, cita tomada de Curcio, 2019).
En consideración a los párrafos precedentes, queda demostrado que el gobierno de la V República
venezolana, tanto el de Chávez como el de Maduro, tuvieron una política exterior de “conflicto
permanente” y/o fricción diplomática con los EEUU, estando en algunos años más críticos que en
otros por pensar diferente en la forma en que se debía dar el ordenamiento social del sistema
mundial. Es por ello, que surge la necesidad de formular la cuarta variable ideológica, acuerdo
comercial extracomunitario unipolar (ACEU), a fin de determinar si la adhesión, permanencia o
denuncia de Venezuela en su integración regional con la CAN y el MERCOSUR estuvo vinculado
a su forma de ver el orden social del sistema mundial con carácter multipolar o pluripolar, en
contraposición al unipolar, que según sus mandatarios es impulsado por los Estados Unidos de
América. En consonancia, a fines del QCA, se consideran que el acuerdo comercial
extracomunitario unipolar (ACEU) está presente = 1, si alguno de los países socios tienen tratados
de libre comercio con Estados Unidos de América; ausente = 0, si ninguno de los países socios
tienen tratados de libre comercio con Estados Unidos de América. La razón que conlleva a la
formulación de esta variable viene dada por la constante enemistad diplomática del gobierno de la
V República venezolanna con los EEUU, ya que, en palabras de Chávez, “una verdadera
integración, debería asentarse sobre convergencias ideológico-políticas para la conformación de un
bloque latinoamericano, autónomo de Estados Unidos, que sería incompatible con el Área de Libre
Comercio de las Américas (ALCA) y con los tratados binacionales de libre comercio (TLC) con
ese país” (cita tomada de Ramírez y Vieira 2006, p.1); al igual, que por el hecho de que los países
de la región han convivido con la disyuntiva de si seguir los lineamentos que concuerden con los
17 Guerra económica en Venezuela: medidas unilaterales de EEUU que consisten en el bloqueo financiero y económico de Venezuela, propiciando un embargo comercial, reteniendo sus divisas, apropiándose de sus activos y atacando su moneda (Curcio, pp.17, 2019).
34
intereses de la potencia norteamericana o si de seguir su propio camino en conjunto como un bloque,
aunque implique algún tipo de delineamiento de los intereses estadounidenses (Morgenfeld, 2012;
Gomes, 2015).
Conclusión
De las teorías revisadas se concluye que es la teoría integración regional de la Escuela
Estructuralista y la Neofuncional, las que sostienen la óptica de unión de los países desde un punto
de vista político con participación activa del Estado y que hay otros aspectos, a parte del comercial
que son interés para la unión de las regiones; mientras que, desde un punto de vista comercial (libre
comercio) es la escuela clásica del comercio internacional la que soporta teóricamente que la
integración regional debe partir y concentrarse en facilitar el libre flujo de mercancías. En
referencia, a la integración regional considerando lo ideológico, se concluye que son dos las
posiciones que manejan los autores indagados: por un lado, los que apoyan que un patrón
ideológico común entre sus miembros es necesario para impulsar la integración desde sus
diferentes ámbitos (social, económico, ambiental, laboral, entre otros) y por el otro, los que
consideran que cuando se da alguna connotación ideológica a la integración está se vuelve estéril
y corre el riesgo de extinguirse al haber cambios de turnos gubernamentales en los sistemas
democráticos de sus países miembros.
35
Capítulo 2. Antecedentes de la política exterior del gobierno de la V República desde la
ideología política y desde el intercambio comercial
Introducción
Venezuela ha sido un país democrático desde 1958, comenzando así la IV República del país.
Desde entonces, la nación suramericana convivió las siguientes cuatro décadas en una democracia
representativa, primordialmente, bajo un modelo bipartidista (1993) entre presidentes de Acción
Democrática (AD) y el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI). Desde
1999, con la llegada al poder ejecutivo de Hugo Rafael Chávez Frías, el país da inicio a un sistema
político democrático participativo 18 mediante aprobación de una nueva Constitución en el
referendo el 15 de diciembre de ese mismo año, dando inicio así al gobierno de la V República
venezolana. Desde entonces, la nación suramericana ha convivido por más de dos décadas con un
poder ejecutivo de izquierda denominado desde el 2007 como el Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV), siendo Hugo Rafael Chávez Frías su mayor exponente, donde después de su
muerte pasa a ser su sucesor Nicolas Maduro Moros. El presente capítulo tiene el fin de especificar
como fue la política exterior del gobierno de la V República bajo dos vertientes: la primera de ella,
desde la óptica ideológica política y la segunda de ella, desde el aspecto de intercambio comercial,
especialmente, con la región latinoamericana.
1. Política exterior desde la ideología política
Este punto se desarrolla en dos etapas a fin de facilitar su análisis: en primera instancia, se aborda
la ideología desde el ámbito político interno de los líderes venezolanos de la V República (Chávez
y Maduro). Lo anterior, considerando lo sostenido por Boersner (2009) “la política exterior de las
naciones suele ser el reflejo de su política interna” (p.46), además Bernal (2017) haciendo
referencia a la importancia de la ideología de los gobernantes en la política exterior de un país
incorpora que académicos como Heraldo Muñoz, Amado Cervo, Rafael Velázquez, Alejandro
Simonoff y Eduardo Velosa recalcan “la importancia que las ideas tienen en la formulación de la
política exterior de los países latinoamericanos” (p.236). Y en segundo lugar, se aborda la ideología
desde el contexto de política exterior a fin de visualizar su desenvolvimiento en la integración
regional de Venezuela con las otras naciones latinoamericanas. A su vez, se establecen
subdivisiones por período presidencial desde 1999 al (1er trimestre) 2013 corresponde al lapso de
gobierno de Hugo Rafael Chávez Frías, mientras que desde (2do trimestre) 2013 al 2018 (fecha
con cifras oficiales) corresponde al gobierno de Nicolas Maduro Moros.
1.1. Ideología política interna
Como se mencionó previamente, el estudio de la política interna de Venezuela se concibe bajo el
planteamiento de que la política exterior que maneja un país es en parte proyección de su política
interna (Giacalone, 2011). A partir de la llegada de Hugo Rafael Chávez Frías al poder ejecutivo
de Venezuela en 1999, el planteamiento de gobierno a nivel de discurso fue que no se buscaría dar
continuidad a la labor realizada por los anteriores gobiernos, se haría una revolución (Boersner,
18 La llamada “democracia participativa y protagónica” emergió en 1999 como un régimen que combinaba democracia representativa con directa y
participativa, buscando aprovechar las virtudes de todas estas modalidades democráticas y que sus defectos se neutralizaran por la tensión entre
ellas... Con la CRBV la participación y la descentralización se incorporaron al texto constitucional estableciendo las bases para hacer más fluida y directa la relación Estado-sociedad. (López, 2012, pp.282).
36
2009; Romero, 2003). Dicha revolución (denominada como revolución bolivariana19), no sólo
abarcaría aspectos políticos (tales como el finiquito al puntofijismo pactado en los tiempos de
gobierno de la IV República), también involucraba aspectos sociales, económico, relaciones
exteriores, ideológicos y legales. Al respecto, Rodríguez (2010) señala que desde los principios del
gobierno de Chávez se “ha establecido marcada diferencia con el modelo económico neoliberal, y
ha proclamado –tal como quedó expreso en la Constitución de 1999– la construcción de una
democracia social, no representativa sino participativa, de una economía social, no de competencia
sino de solidaridad” (p.195).
Tal como se indicó en el anterior párrafo, el primer paso trascendental de cambio que gestiona el
recién electo presidente a nivel nacional es derogar la constitución de 1961, siendo calificada por
el mismo como “moribunda” (Romero, 2003), y promoviendo la institución de una nueva que logra
ser aprobada por referéndum el 15 de diciembre de 1999. Con esta nueva constitución el pueblo
venezolano formaliza a la democracia participativa como un pilar fundamental de su convivencia
social (López, 2012). En concordancia, los venezolanos en general comienzan a tener
protagonismo en aspectos políticos, mediante un proyecto denominado como “Estado Comunal”
(concebido desde el 2006, López, 2018), en donde, al pueblo organizado se le otorga cierto poder
político y económico para la toma de decisiones de carácter social ante su entorno. Es así como,
progresivamente el presidente Chávez comienza a infundir una nueva matriz de pensamiento
ideológico en el país que al pasar de los años toma la forma de socialismo20. Desde el 2004, el
presidente venezolano le acuño Socialismo del Siglo XXI21 (teoría del sociólogo alemán Heinz
Dieterich, 2002), sin embargo, para el 2007 se produce una fragmentación en la doctrina de
pensamiento y procede a denominarle como Socialismo Bolivariano 22 (Bernal, 2017). Desde
entonces a la fecha (con Maduro en el poder ejecutivo), Venezuela ha convivido con la instalación
de un proyecto de Estado propio que ha sufrido altibajos tanto en el contexto interno como externo.
1.2. Ideología política externa
La política exterior de un Estado es considerada como una política pública direccionada al ámbito
internacional que tiene como propósito estimular o transformar condiciones que coadyuven a la
seguridad y al bienestar económico de la nación, y que en el caso de Latinoamérica también
faciliten las políticas de desarrollo (Bernal, 2017). Como se señaló en el anterior apartado, esta
política exterior suele ser reflejo de su política interna (Boersner, 2009; Bustamante, 2007). Por lo
tanto, para Giacalone (2011) son los gobiernos los encargados de crearlas, mantenerlas,
modificarlas, rechazarlas o contradecirlas al haber cambio en el poder ejecutivo. Bajo esta
19 La Revolución Bolivariana puede ser definida como un proceso de transformación caracterizado por cuatro macrodinámicas: 1. la revolución
antiimperialista; 2. la revolución democrática-burguesa; 3. la contrarrevolución neoliberal; 4. la pretensión de llegar a una sociedad socialista del
siglo XXI. (Dieterich, 2005). 20 Socialismo: teoría económica y política del filósofo alemán K. Marx, que desarrolla los principios de igualdad política, social y económica de
todos los seres humanos. (Diccionario Real Academia Española, 2020). 21 Socialismo del siglo XXI: es una civilización cualitativamente distinta a la civilización burguesa. ¿Distinta en qué? En su institucionalidad. De ahí, que ser revolucionario significa hoy día luchar por sustituir la institucionalidad del status quo, es decir: 1. la economía de mercado por la
economía de valor democráticamente planeada; 2. el Estado clasista por una administración de asuntos públicos al servicio de las mayorías y, 3. la
democracia plutocrática por la democracia directa. Este es el Nuevo Proyecto Histórico de las Mayorías de la Sociedad Global que llamamos Socialismo del Siglo XXI o Democracia participativa (Dieterich, 2005). 22 Propuesta política que direccionaliza la transición unidimensional, puesta en marcha con el proceso constituyente de 1999 para la fundación
de la V República, a una multidimensional, momento este en el cual se engranan los cuatro factores determinantes en los ejes de la construcción socialista de la triada revolucionario (pueblo-líder-partido) en la configuración institucional del nuevo Estado: el fortalecimiento
del poder popular (LEBOWITZ, 2007), la democratización del acceso a la educación (FUENMAYOR, 2007), la reestructura de las
organizaciones sociales de producción (RODRÍGUEZ; MÜLLER, 2009) y la supresión de las prácticas tradicionales de las relaciones internacionales (ELLNER, 2011) (Fermin y Soteldo, 2014).
37
afirmación, Lasagna (1995, cita tomada de Giacalone, 2011) sostiene que “la política exterior se
reformula según la ideología del nuevo régimen” (p.103). Autores como Luciano Tomassini,
Roberto Russell y Amado Cervo (cita tomada de Bernal, 2017), consideran que dicha política se
alimenta de “elementos valorativos, históricos, intereses e imágenes que reflejan las ideas que sobre
el mundo y sí mismos tienen sus formuladores y tomadores de decisión y expresan lo que aspiran
a hacer en él” (p.236). En este orden de ideas, la ideología para algunas naciones de los
formuladores de política exterior juega un papel importante a la hora de fijar posición ante las
circunstancias de su entorno. Si bien es cierto, que en general los gobernantes tratan de no desplazar
su matriz ideológica al momento de entablar la política exterior de su país, apegándose más a la
lógica del orden internacional, Venezuela bajo los gobiernos de Chávez y Maduro resaltan un matiz
ideológico bastante pronunciado en su política exterior que no siempre responde a la lógica del
sistema centro - periferia23 (Bernal, 2017).
1.2.1. Política exterior de Venezuela en los gobiernos de la IV República:
Antes de la llegada, de los gobiernos de la V República venezolana, en materia de relaciones
internacionales, el país se caracterizaba por manejar una política exterior bajo los siguientes
aspectos: presidencialismo 24 , democratización internacional 25 , pluralismo ideológico 26 ,
excepcionalidad27, petro-diplomacia28 y sobredimensión29. En relación a la integración regional,
para mediados y finales del siglo XX, la nación suramericana decide impulsar su unificación bajo
el modelo de sustitución de importaciones y al agotarse este, comienza su camino hacia el
regionalismo abierto. En este contexto, ingresa a la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio
(ALALC) con el propósito de lograr la creación de un mercado común latinoamericano en 1966
(Martínez, 2011), se suscribe al Pacto Andino en 1973, entendido como un mecanismo de
integración subregional entre países similares en desarrollo económico (Zelada, 2005), el cual en
1996 se renueva en la Comunidad Andina de Naciones. Para 1976, se incorpora al Sistema
Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) con el fin de impulsar la cooperación y la
integración en la región, al igual que a la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE). En
1980, se reformula el ALALC con el Tratado de Montevideo pasando a ser la Asociación
Latinoamericana de Integración (ALADI), para ese mismo lapso el país suramericano suscribe el
Pacto de San José, acuerdo petrolero, en que México y Venezuela se comprometen a suministrar
160,000 barriles de petróleo por día a diversos países centroamericanos con flexibilidad de pago.
En 1983 participa en el Grupo Contadora para mediar por la paz en Centroamérica, 3 años después
23 Teoría desarrollada desde la Escuela Estructuralista Cepaliana, en que se considera como los países del Centro —desarrollados e
industrializados—a los que consumen y explotan los recursos de la Periferia —países en vías de desarrollo y dependientes de los recursos naturales—,
generándose así las dinámicas económicas, comerciales y geopolíticas (Vidales, 2013, s/p). 24 Presidencialismo venezolano: se refiere al rol decisivo y excesivo del Poder Ejecutivo y, especialmente, del presidente en la formulación e
implementación de la política exterior del país (Serbin y Serbin, 2014, pp. 292). 25 Democratización internacional: también conocida como Doctrina Betancourt, se refiere a la defensa y la consolidación del sistema democrático
representativo, proyectadas del plano interno al exterior, mediante la promoción de la libertad política y el respeto a los derechos humanos en toda
América (Boersner, 2009, pp.38). 26 Pluralismo ideológico; intención de mantener relaciones diplomáticas con todos los países del mundo, sin importancia del tipo de régimen político
que caracterice a sus Estados… en sus versiones más amplias y de mayor alcance, representaba una oposición a la tesis de las barreras ideológicas
–núcleo de la doctrina de seguridad nacional (DSN) – en el plano de las relaciones internacionales y un reparo a la hegemonía de los Estados Unidos en el continente (Míguez, 2018). 27 Excepcionalidad venezolana: idea infundida desde la época independentista de que Venezuela debía cumplir un papel importante en el sistema
internacional y en la región (Bernal, 2017, pp. 243). 28 Petrodipomacia venezolana: uso de los recursos petroleros y los ingresos asociados a éstos en la diplomacia venezolana para promover los intereses
nacionales en otros Estados (Serbin y Serbin, 2014, pp.291). 29 Sobredimensión venezolana: se refiere a que Venezuela tiene una presencia y activismo internacional no acorde a sus recursos demográficos, territoriales y, eventualmente, económicos, dada gracias a los ingresos petroleros del país (Serbin y Serbin, 2014, pp. 293).
38
(1986) se crea el Grupo de Río y en 1989 se convierte en miembro pleno del Movimiento de Países
No Alineados (MNOAL).
Durante la década de los 90, comienza a aplicar modelo de regionalismo abierto: en 1990 suscribe
el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), para 1994 firma el tratado
de libre comercio con Colombia y México, siendo conocido como el Grupo de los 3 (G3) y en
distintos años de la decena suscribe una serie de Acuerdos Comerciales Preferenciales con algunos
países de Centroamérica y el Caribe. Lo anterior, se tradujo que en el transcurso de los años para
el comercio exterior venezolano mejorarán los niveles de intercambios intrazona (figura N°1), sin
embargo, esto no fue equivalente a una prosperidad económica para la región ni tampoco para el
pueblo de Venezuela. Al respeto, Malamud (2011) señala “la característica de la región no ha sido
el desarrollo sino la revuelta social, la inestabilidad política y el fracaso económico” (p.232). A su
vez, Ríos (2016) manifiesta que en América Latina las relaciones internacionales fueron reducidas
“a una cuestión de oportunidad y negocio” (p.120), lo que conllevo a una fragilidad institucional
que se tradujo “en más de 200 millones de personas viviendo por debajo del umbral de la pobreza
y haciendo del continente la región más desigual del mundo” (p.120).
Figura N°1. Porcentaje de participación de exportaciones e importaciones de Venezuela con
países de ALALC – ALADI30
Fuente: realización propia bajo datos proporcionados por la CEPAL, sobre la base de datos suministrados por el
Servicio de Estadística de la ALALC: (1972, 1975, 1977); anuario estadístico de América Latina y El Caribe de la
CEPAL de 1990: (1980 - 1989); anuario estadístico de América Latina y El Caribe de la CEPAL del 2000: (1990 –
1999).
En este sentido, es importante considerar que para algunos autores las mejoras comerciales no
siempre son síntomas de un fortalecimiento dentro los esquemas de integración incluso establecen
que la imposibilidad de acordar de manera mancomunada una política exterior entre todos los
miembros de un bloque ha provocado a lo largo de los años que la región cayera en un Spaguetthi
30 Argentina, Brasil, Chile, México, Cuba (1999), Paraguay, Perú, Uruguay, Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela.
39
Bowl31 (Janka, 1975, Zelada, 2005; Torres, 2010; Halperín, 2011; González, 2017; Briceño, 2013;
Mellado, 2010; Bhagwati, 2008, cita tomada de González, 2017). Bajo este orden de ideas, es que
autores como Andrade (2011) plantean que “la integración debe trascender la dimensión económica,
en tanto muchos de sus elementos son de naturaleza política o social” (p.40). En otras palabras,
aunque se atienda lo económico, si se deja un lado aspectos sociales, políticos, de seguridad,
ambientales, entre otros, no se terminará de concretar una integración sólida entre los países de la
región latinoamericana. Es bajo esta primicia, que nace en Venezuela una nueva forma de ver la
integración regional bajo el gobierno de la V República.
1.2.2. Política exterior de Venezuela en los gobiernos de la V República:
A partir de la llegada de la V República, el planteamiento del gobierno a nivel de discursivo fue
que no se buscaría dar continuidad a la labor realizada por los anteriores gobiernos, se haría una
revolución (Boersner, 2009; Romero, 2003). Dicha revolución (denominada como revolución
bolivariana), no sólo abarcaría aspectos políticos (tales como el finiquito al puntofijismo pactado
en los tiempos de gobierno de la IV República), también involucraba aspectos sociales, económico,
relaciones exteriores, ideológicos y legales. Al respecto, Rodríguez (2010) señala que desde los
principios del gobierno de Chávez se “ha establecido marcada diferencia con el modelo económico
neoliberal, y ha proclamado –tal como quedó expreso en la Constitución de 1999– la construcción
de una democracia social, no representativa sino participativa, de una economía social, no de
competencia sino de solidaridad” (p.195).
En materia de política exterior, el rompimiento con el pasado no fue completo conservando
aspectos diplomáticos heredados de la IV República (presidencialismo, petrodiplomacia,
excepcionalidad y sobredimensión) y añadiendo en diferentes momentos características novedosas
como la visión del mundo multipolar 32, el socialismo bolivariano 33 y la visión de integración
holística 34 . En resumen, la estrategia diplomática del gobierno de la V República se puede
categorizar en varias etapas: de 1999 – 2003 se visualiza una estrategia primordialmente estatista35
que adquiere progresivamente un tono de soft-balancing36; de 2004 – 2013 destaca el enfoque
31 Spaguetthi Bowl: expresión inglesa atribuida a Jagdish Bhagwati que hace referencia a que la proliferación de tratados de libre comercio tiene un
efecto atomizador y por ello compromete la fluidez del comercio internacional y luego la competitividad de las actividades económicas con
incidencia sobre la producción de transables (Halperín, 2011, pp.2). 32 El pilar ideológico de multipolaridad visionado por los gobiernos de la V República provee a la integración regional venezolana la promoción de
instituir espacios de unificación carente de la influencia de los Estados Unidos (Cardozo 2004 cita tomada de Hart y Trocha, 2019; Bernal, 2017;
Martínez, 2015; Masilla, 2015, ejemplo: CELAC, UNASUR, ALBA). 33 Socialismo bolivariano: doctrina de pensamiento que tiene el propósito de enfrentar la “estructura de mando” de la globalización neoliberal, que
es visualizada como una “voluntad de dominio global” que emerge en el proceso de reestructuración del sistema capitalista mundial, luego de la
crisis del modelo de regulación keynesiano-socialdemócrata. Sin embargo, se hacen patentes los puntos nodales de articulación del antagonismo capitalismo/socialismo (Biardeau, 2009, p.91). 34 La integración tiene una dimensión amplia y multifacética. Es política, porque establece las bases programáticas para afrontar los retos y
relacionamientos internacionales que la región, como un todo, tiene por delante. Es económica, porque explora las infinitas posibilidades que existen para ensanchar mercados, compartir experiencias científico-tecnológicas y para articular áreas de comercio e inversión. Es cultural debido a las
raíces históricas, étnicas, lingüísticas y de otro tipo, que podrían dar a nuestra América mestiza un lugar más prominente y una identidad más señera
en la escena internacional. Es militar, por cuanto establece mecanismos de coordinación entre las respectivas fuerzas armadas para proteger y defender los intereses colectivos, con base en una estrategia de paz compartida”. (Programa de Gobierno, 2000, cita tomada de Cardozo, 2004, p.31). 35 Enfoque estatista en las relaciones internacionales: política exterior manejada con tolerancia y relaciones amistosas entre jefes de Estado que se
adhieren a posiciones ideológicas ampliamente diversas (Ellner, 2009). 36 Soft balancing: planteamiento que establece que en un mundo unipolar los actores tienden a juntarse para balancear el poder del hegemón, empero,
sin la utilización de instrumentos de coerción tradicionales bélicos, sino que con métodos que son denominados más blandos (soft), incluyendo
elementos como, el fortalecimiento económico en bloque, la diplomacia del enredo y la denegación territorial. (Robert Pape, 2005, tomada de Carranco, S. 2017, pp.64).
40
diplomático desde abajo37 y con un matiz acentuado de conflicto permanente38; y desde 2013 a la
fecha combina el enfoque estatista y de conflicto permanente (Ellner, 2009; Serbin y Serbin, 2014;
Romero, 2003 y Bernal, 2017). Vale la pena mencionar, que un enfoque no es contradictorio a otro,
es decir, pueden coexistir una diplomacia estatista y desde abajo en la política exterior de un Estado,
sin embargo, también es cierto que la presencia de ambas genera cierta tensión en el entorno (Ellner,
2009).
En relación, a la integración regional para los bloques de estudios, antes de la llegada de Hugo
Chávez a la presidencia, Venezuela daba una mayor preponderancia a los aspectos económicos en
su integración regional, y con la CAN su principal objetivo era la promoción de exportaciones no
tradicionales (Martínez, 2011). No obstante, el nuevo gobierno no da prioridad a los temas
comerciales, sino a los políticos utilizando a la integración regional, según Martínez (2011), como
“un mecanismo para impulsar su ideología izquierdista y de confrontación con Estados Unidos” (p.
112). Bajo el panorama previo a continuación, se desarrollan con mayor detalle los principales
rasgos ideológicos o factores ideacionales39 que suscitaron en la política exterior venezolana en los
tiempos de la V República:
• Política exterior estatista – desde abajo y soft-balancing – conflicto permanente
Como se mencionó previamente, enmarcar la estrategia de política exterior de los gobiernos de la
V República es subdividirlas en varias partes: de 1999 – 2003 se visualiza una estrategia
primordialmente estatista que adquiere progresivamente un tono de soft-balancing; de 2004 – 2013
destaca el enfoque diplomático desde abajo y con un matiz acentuado de conflicto permanente ; y
desde 2013 a la fecha combina el enfoque estatista y de conflicto permanente (Ellner, 2009; Serbin
y Serbin, 2014; Romero, 2003 y Bernal, 2017). Vale la pena mencionar, que un enfoque no es
contradictorio a otro, es decir, pueden coexistir una diplomacia estatista y desde abajo en la política
exterior de un Estado, sin embargo, también es cierto que la presencia de ambas genera cierta
tensión en el entorno (Ellner, 2009). Desde su llegada al poder ejecutivo en 1999 hasta los primeros
años del siglo XXI, la política exterior manejada por el presidente Hugo Rafael Chávez Frías fue
de un alto grado de tolerancia y relaciones cordiales con cualquier otro gobernante de posición
ideológica distinta (enfoque estatista) (Ellner, 2009). Para ello, se sirvió de una combinación entre
aspectos diplomáticos heredados de la IV República (presidencialismo, petrodiplomacia,
excepcionalismo y sobredimensión) junto con posiciones modestamente novedosas en cuanto al
orden del sistema internacional, pero que no representaban una gran amenaza para el mismo
(Romero, 2003; González, 2006; Serbin y Serbin, 2014; Bernal, 2017).
En esta época, Chávez mantiene su discurso revolucionario con tinta nacionalista e independiente,
tanto a nivel nacional como internacional, pero empíricamente en política exterior toma acciones
relativamente moderadas (Boersner, 2009) y en su mayoría las maneja entre los jefes de Estados
37 Diplomacia desde abajo: se inscribe entre las prácticas teóricas como una expresión política concreta de un deseo y una voluntad común de
reapropiarse de la acción política en todas sus dimensiones. Por lo tanto, la diplomacia desde abajo es una práctica teórica que permite experimentar
una reapropiación, entre ciertos márgenes, de un protagonismo directo en el campo de las relaciones internacionales por parte de sujetos políticos colectivos no estatales (Ghilarducci, 2020). Diplomacia de los pueblos: relacionamiento de un gobierno con comunidades sociales, sindicales y
políticas de otro Estado, sin pasar por la intermediación del gobierno de ese o esos países (Bernal, 2017). 38 Conflicto permanente: visión geopolítica e ideológica del sistema internacional, con contenidos militar-defensivos y de confrontación contra el capitalismo y el imperialismo (Bernal, 2017). 39 Factores ideacionales: son representaciones de los actores acerca de un evento, proceso, etc (Hudson, 2005, cita tomada de Giacalone, 2011 p.
103). Por elementos ideacionales se entenderán ideas, percepciones y valores de índole netamente personal, intersubjetivos, provenientes de imaginarios sociales, etc (Caballero, 2011 p.46).
41
de las naciones u Organismo Internacionales (diplomacia estatista). Por ejemplo, en 1999 en el
seno de la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), Venezuela deja de
abstenerse sobre la violación de los derechos humanos de algunos “países incómodos” por una
votación en contra (Romero, 2003); la concreción de la Conferencia de Jefes de Estado y de
Gobierno de los Países Miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)
en septiembre de 2000, en búsqueda de reimpulsar al bloque y sus políticas de influencia en el
mercado petrolero, en donde, el presidente venezolano junto con su equipo diplomático
desempeñaron un importante rol (Ellner, 2009); en la III cumbre de las América, celebrada en
Quebec, Canadá en el 2001, la diplomacia venezolana rechaza la fecha límite (2005) para
consolidar la formación del área de libre comercio de las Américas (ALCA) (Blanco y Linares,
2008). Los hechos anteriores (todos desde el marco soft-balancing), demuestran como el recién
llegado gobierno de Chávez daba síntomas de un cambio en la política exterior tradicional
venezolana, que ya no se doblegaría al análisis realista de estructura de poder del orden
internacional, sino que se ajustaría a las necesidades “reales” del pueblo venezolano según Chávez
(Boersner, 2009).
En concordancia, según Blanco y Linares (2008), los objetivos de agenda exterior de Chávez
presentados en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007 estipula entre
sus pilares de ejecución el “sostenimiento del equilibrio internacional mediante el fortalecimiento
de la soberanía nacional y la promoción de un mundo multipolar” (p.51), en donde, se impulse “un
modelo de integración política que permita superar las injusticias de la globalización y sus
devastadoras estrategias neoliberales” (p.51). Es así como en el 2004, comienza una estrategia más
drástica en la política exterior venezolana, destacando la diplomacia desde abajo y un acentuado
discurso de conflicto permanente (Ellner, 2009 y Bernal, 2017). Al respeto, Boersner (2009) señala:
En 2004... Chávez lanzó su segunda ofensiva nacional e internacional, más radical
que la primera, enarbolando ya no la bandera ideológica de la "democracia
participativa y protagónica" sino la de un "socialismo del siglo XXI" y de un
enfrentamiento hostil y desafiante al "imperio" norteamericano, incluyendo el
"capitalismo" como sistema. Esta etapa, que se prolongó hasta el final del año
2007, coincidió con una extraordinaria bonanza fiscal basada en el ascenso
vertiginoso de los precios del petróleo, que permitió a Hugo Chávez convertirse
en líder de un vigoroso bloque de gobiernos y movimientos radicales en América
Latina y el Caribe, y figurar como vocero de una suerte de rebelión mundial
"multipolar" contra la hegemonía unipolar estadounidense (p. 46)
Asimismo, Ellner (2009) destaca que gracias al triunfo nacional que logró Chávez en el 2004 al ser
sometido en un referendo revocatorio, su política exterior fue más arriesgada poniendo mayor
énfasis a la estrategia de diplomacia de los pueblos (“desde abajo”) a coste inclusive de las
relaciones diplomáticas de gobierno a gobierno, aunque con algunos países de la región
latinoamericana intentó manejar un enfoque pragmático40 en las relaciones internacionales a nivel
de Estados (Ellner, 2009). A continuación, algunos ejemplos que soportan lo planteado
previamente: en 2006 Chávez en la LXI Asamblea General de las Organización de las Naciones
Unidas (ONU) literalmente se refirió al presidente constitucional de EE. UU. como el “diablo”,
40 Pragmatismo en las relaciones internacionales: hace referencia a la realización de acciones que reporten la mayor cantidad de beneficios, que sigan unos objetivos concretos y que sean realizables con los medios de los que se dispone (Leone, 2013, pp. 258).
42
textualmente indicó “ayer, ... vino el Diablo aquí, ayer estuvo el Diablo aquí, en este mismo lugar.
Huele a azufre todavía esta mesa donde me ha tocado hablar” (tomado de Mendoza, 2013, pp. 51).
En el V Foro Social Mundial en Porto Alegre, Brasil (2005), el presidente venezolano proclama su
adherencia al socialismo, en ese lugar los asistentes dan una pita contra el presidente de Brasil Lula
Da Silva, a lo que Chávez respondió “cada revolución tiene que escoger su propio ritmo, y agregó:
“me gusta Lula, lo aprecio, es un buen hombre con un gran corazón” (Ellner, 2009, pp.128). El
último ejemplo para acotar es lo sucedido en la IV Cumbre de las América (2005), en donde, el
líder venezolano llamó al presidente de México Vicente Fox como “cachorro del imperio” por ser
promotor de la consolidación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) (Ellner, 2009).
De tal modo, se aprecia como a partir del 2004 la política exterior de Venezuela comienza a ser
más “radical” o “soberana” al momento de defender los aspectos ideológicos, en especial, los
vinculados al carácter del “ideal” del orden internacional. Para el 2013, llega el gobierno de Nicolas
Maduro Moros, quién en términos de parámetros en política exterior no representaba un cambio
radical al impulsado por el difunto presidente Hugo Rafael Chávez Frías, debido a que Maduro
también defendía la configuración de un mundo multipolar no hegemónico (Mansilla, 2015). En
palabras, de Bernal (2017) “Chávez se distanció de los paradigmas que orientaron la diplomacia
venezolana a partir de los años 1960; distanciamiento continuado por Maduro... se pasó a
desarrollar una estrategia con un marcado perfil ideológico, orientada a la construcción de una
nueva geopolítica mundial y la búsqueda de mayor liderazgo mundial” (p.242). Es decir, Maduro
continuo con el planteamiento de que el orden internacional coexiste en un “conflicto permanente.”
Adicional a lo anterior, según Bernal (2017) Maduro agrega a su estrategia de política exterior la
Teoría de la Insubordinación Fundante41, siendo su principal instrumento de impulso la continuidad
de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los
Pueblos (ALBA-TCP), que según Miguel Rodríguez Mendoza, ex director de la OMC (cita tomada
de Martínez, 2011), el ALBA “no es un mecanismo de integración sino de cooperación con países
cercanos ideológicamente, donde el apoyo político se paga con suministro de petróleo venezolano
a precios concesionales o con mecanismos especiales de financiamiento... el ALBA da prioridad a
la política y la cooperación” (p.108). De hecho, para Rozental y Jeifets (2018) el ALBA en los
últimos años ha pasado “una crisis económica e ideológica” por ser extremamente dependiente al
petróleo venezolano, implicando una “disminución de la eficacia de la diplomacia energética de N.
Maduro debilitó su cohesión” (p.63).
Como se evidencia, los cambios más abruptos entre la política exterior de Chávez y Maduro fueron
las circunstancias del entorno internacional, a diferencia de los años precedidos por Chávez los de
Maduro coincidieron con la continua caída de los precios del petróleo, situación que agravó el
malestar económico nacional con que había convido el país en los años de Chávez (Alexéenko y
Pyatakov, 2019); De manera aunada, América Latina sufre una fragmentación ideológica, en donde,
los gobiernos progresista y de izquierda dejan de formar parte del poder ejecutivo en sus países,
provocando un obstáculo en la convergencia de posiciones a nivel de Estados en la región
41 Teoría de la Insubordinación Fundante: planteamiento desarrollado por el argentino Marcelo Gullo, en el que establece que el sistema internacional
consta básicamente de estructuras hegemónicas de poder donde destacan Estados subordinantes y Estados subordinados. Cuando los últimos
alcanzan el «umbral» de poder (es decir, un estadio de desarrollo que permite a un Estado superar la condición de periférico y por ende la de subordinado) pueden volverse Estados subordinantes si su desarrollo industrial, además de la conformación de élites y cuadros políticos, va
acompañado de una reflexión seria sobre la subordinación ideológica derivada de las estructuras hegemónicas de poder. Esta reflexión debe
transformarse en «insubordinación fundante», es decir, una actitud emancipadora con respecto al pensamiento dominante; sólo si esto ocurre, el país en cuestión dejará de ser periférico (Gullo, 2010, p. 13-14) (tomado de Bernal, 2017, pp.252).
43
(Alexéenko y Pyatakov, 2019). En concordancia, se aprecia como la política exterior de la V
República, tanto la ejecutada por Chávez como por Maduro contiene un acentuado contenido de
carácter ideológico en defensa de los más vulnerables que tiene intención de promover (según sus
voceros) un mundo más justo para todos los pueblos.
• Mundo multipolar: antiimperialista – anti-hegemónico
Desde muy temprano a llegar al poder ejecutivo de Venezuela, Chávez ya planteaba que el mundo
actual ondeaba bajo un modelo unipolar (Consejo Presidencial Andino, Cartagena, 1999, Hugo
Chávez, cita tomada de Cardozo, 2004), utilizando el termino como un eufemismo para referirse a
la hegemonía estadounidense (Ellner, 2009). Para el presidente venezolano desde que Estados
Unidos nació como nación ya daba señales de ser imperialista y según él, en todos los
acontecimientos de derrocamientos de presidentes latinoamericanos que estuviera en
contraposición con sus intereses, los Estados Unidos intervenían para cambiar las circunstancias a
su favor, textualmente indica (Chávez, 2005, cita tomada de Rinaldi, 2006) “en todos esos casos,
no hay ni una excepción, la mano peluda y maloliente del imperialismo norteamericano estuvo
metida para derrocar esos gobiernos, en todos, sin excepción” (p.179). A su vez, consideraba que
tanto Venezuela como Brasil, tienen un papel fundamental para materializar este cambio de orden
internacional en la región, al respecto Chávez (1999) señala “no, el mundo no puede ser unipolar
ni bipolar sino pluripolar, y nosotros estamos llamados aquí, en esta parte, en este corazón del
mundo nuevo, a conformar un gran bloque de fuerza donde Venezuela y Brasil están llamados a
marcar la pauta” (p.5) (cita tomada de Rinaldi, 2006).
Ante tal situación, Hugo Chávez comenzó una fuerte campaña, sobre todo de alocución, para que
el orden del sistema internacional42 dejará de ser unipolar y se encaminará hacia la multipolaridad
– pluripolaridad. En este orden de ideas, la política exterior venezolana cambio de prioridades al
compararla con la IV República, en donde, según Martínez (2011) para ese período se buscaba en
materia de integración, un mayor impulso económico con “la promoción de las exportaciones no
tradicionales su principal”, sin embargo, con la llegada de Chávez al poder se “dio prioridad al
ámbito político y decidió utilizar la integración regional como un mecanismo para impulsar su
ideología izquierdista y de confrontación con Estados Unidos” (p. 102). En este sentido, el pilar
ideológico de multipolaridad visionado por los gobiernos de la V República provee a la integración
regional venezolana la promoción de instituir espacios de unificación carente de la influencia de
los Estados Unidos (Cardozo 2004 cita tomada de Hart y Trocha, 2019; Bernal, 2017; Martínez,
2015; Masilla, 2015, ejemplo: CELAC, UNASUR, ALBA). Es bajo estos planteamientos, en que
la política exterior venezolana de la V República oscila, siendo en algunos momentos, más agresivo
el discurso y las medidas contra la unipolaridad (EEUU) que en otros, y categorizando, Chávez a
sus países vecinos como aliados o adversarios (Bustamante, 2007; Bernal, 2017). Es por este
motivo, que para algunos autores Chávez no impulsaba la integración sino la desintegración
(Malamud, 2006; Ramírez y Viera, 2006; Malamud, 2011; Sasaki, 2012; Bernal, 2017); además,
que su discurso de antiimperialismo contaba con una gran paradoja, como lo era la colosal
42 Orden del sistema internacional: configuración de poder generada por las potencias del sistema (...) Sus variables fundamentales son el número de actores y la distribución del poder entre ellos” (2007, p. 217) … En los estudios de relaciones internacionales suele hablarse de tres tipos de
sistemas internacionales: unipolar, bipolar y multipolar... Para Huntington (1997), el orden mundial está caracterizado por la existencia de naciones
y grupos que forman bloques de civilizaciones de las cuales provendrán las principales fuentes de conflicto en el sistema internacional (Orozco, 2014, p.109).
44
dependencia económica que manejó Venezuela con la plaza de venta petrolera estadounidense
(Cardozo, 2004; Ellner, 2009; Bernal, 2017).
• Ideal bolivariano y socialista
En el Discurso con motivo del inicio de la Cátedra “Simón Bolívar” en la Universidad Nacional de
Brasilia, en fecha 6 de mayo de 1999, el recién electo presidente venezolano expresó “el
bolivarianismo no es una tesis para Venezuela solamente… Nosotros con mucha humildad la
proponemos al mundo, especialmente al mundo latinoamericano y caribeño, esta nuestra
América...” (p.4) (cita tomada de Rinaldi, 2006). A su vez, en el 2001 bajo la tercera Conferencia
de los Estados del Caribe, el presidente venezolano manifestó su plena voluntad para consolidar el
sueño de bolívar43 de una Latinoamérica unida: “Nosotros desde Caracas seguimos promoviendo
la idea bolivariana de lograr la integración política de nuestros Estados y nuestras repúblicas. Una
confederación de los estados de América Latina y del Caribe, ¿por qué no?” (Hirst 2011, cita
tomada de Solti, 2014). Años más tarde, en el Foro Social Mundial: El Sur, Norte de nuestros
pueblos, realizado en Brasil, el 30 de enero de 2005, Chávez empieza a infundir su apoyo al modelo
del socialismo del siglo XXI: “al capitalismo hay que transcenderlo por la vía del socialismo, por
esa vía es que hay que trascender el modelo capitalista, el verdadero socialismo. ¡La igualdad, la
justicia!” (p.111) (cita tomada de Rinaldi, 2006).
Como se aprecia en las citas previas, Venezuela a partir de 1999 comienza a dar pasos hacia una
“filosofía propia”, en la que, se considera en materia de integración, que la inserción internacional
globalizadora es un atropello hacia los pueblos débiles cuando provoca que estos pierdan las
riendas de sus propios procesos (Chávez, 1999 cita tomada de Rinaldi, 2006). Para Chávez, la
desunión latinoamericana era una estrategia de terceros para que los países de la región siguieran
a la deriva de sus intereses (Malamud, 2006; Malamud, 2011). Por lo que, tanto el socialismo del
siglo XXI como el bolivarianismo como doctrina promoverían, según Chávez, finalmente la
consolidación de la tan soñada unión latinoamericana (Domínguez, 2013; Martínez, 2015; Bernal,
2017). Tiempo después, cuando Chávez se despega de la doctrina de Dieterich (socialismo del siglo
XXI), comienza a apuntar más su política de unificación latinoamericana hacia la idolatría de
Simón Bolívar (Bernal, 2017), siendo usado el socialismo bolivariano44 como la nueva matriz
filosófica e ideológica para “estimular” la integración en la región.
• Diplomacia petrolera o petrodiplomacia chavista
A pesar de que Chávez planteó una revolución política, tanto interna como externamente, algunas
estrategias se mantuvieron inalterables en relación con los gobernantes predecesores, siendo el
ejemplo más destacable en materia de política exterior, el uso de la diplomacia petrolera para
generar influencias a favor de sus políticas (González, 2003). En relación, la divergencia en
pretrodiplomacia que existe entre Chávez y la IV República es la intensidad de utilización e
incorporación de una intención ideológica bolivariana de un mundo multipolar y de unión
43 Visión “anfictiónica” de la integración, aquella inspirada en el ideario del Libertador Simón Bolívar que llamaba a la conformación de una
Confederación de Naciones unidas por un pacto que abarcaba todos los ámbitos: políticos, económicos y que, a juicio del recién electo mandatario
(Hugo Chávez), incluía también un “Pacto Militar” de defensa ante las amenazas externas (González, 2007, pp.4). 44 Socialismo bolivariano: doctrina de pensamiento que tiene el propósito de enfrentar la “estructura de mando” de la globalización neoliberal, que
es visualizada como una “voluntad de dominio global” que emerge en el proceso de reestructuración del sistema capitalista mundial, luego de la
crisis del modelo de regulación keynesiano-socialdemócrata. Sin embargo, se hacen patentes los puntos nodales de articulación del antagonismo capitalismo/socialismo (Biardeau, 2009, p.91).
45
latinoamericana (Serbin, 2006; Bustamante, 2007; Bernal, 2017; Rozental y Jeifets, 2018). Con
Maduro en el poder ejecutivo, se sigue manteniendo la petrodiplomacia ideologizada, pero por la
caída de los precios internacionales del petróleo desde el 2013 a una menor proporción de
intensidad de uso (Rozental y Jeifets, 2018).
En este mismo orden de ideas, cabe recordar, la hipótesis planteada por Miranda (2016) y
Giacalone (2011) que estipula lo siguiente: la intensidad de activismo de la política exterior
venezolana depende del nivel de precio internacional del petróleo. Entonces, al considerar que
Chávez (y Maduro lo continúa) da un nuevo tono a la política exterior venezolana promulgando
mayor importancia a los intereses políticos ideológicos que los económicos comerciales en materia
de integración (Cardozo, 2004; Serbin, 2006; Ellner, 2009; Martínez, 2011; Martínez, 2015), pero
usando como método de “influencia” el mismo de los gobiernos de la IV República: el petróleo
(Serbin, 2006), se reincorpora la relación entre los precios el barril de petróleo (promedio OPEP)
y el activismo de la política exterior de integración de la V República venezolana (# de
suscripciones de acuerdos de integración o reimpulso de mecanismo ya existentes) (figura N°2),
en donde, es evidente que el gobierno de la V República, principalmente, el de Chávez (debido a
el de Maduro tiene un grave conflicto de reconocimiento internacional) firma acuerdos de
integración, en los momentos en que existe una alta bonanza petrolera, circunstancia similar a lo
ocurrido con la IV República. En consonancia, se infiere el gobierno de la V República venezolana
tiene una política exterior de integración más activa en los lapsos en que el precio de petróleo tiene
altos niveles, mientras que en los momentos de merma el país mantiene una política exterior pasiva
(figura N°2).
Figura N°2. Relación entre los precios el barril de petróleo (OPEP) y el activismo de la política
exterior de integración de la IV y V República venezolana
Fuente: combinación propia bajo datos obtenidos de Díaz, A. (2021). Precio medio del crudo fijado por la OPEP 1960-2020;
Miranda, G (2016). Política exterior de Venezuela: el petróleo como variable estructuradora; Giacalone, R. (2011). Factores
ideacionales en la política de integración regional de Venezuela; Ellner, S. (2009). La política exterior del gobierno de Chávez: la
retórica chavista y los asuntos sustanciales. *ACE: Acuerdo de Cooperación Energética.
46
Ahora bien, lo peculiar que denota el uso de esta diplomacia petrolera, es que los acuerdos de
integración suscrito enarbolan directa o indirectamente la visión de orden internacional de la V
República venezolana hacia un mundo multipolar y la preferencia de lo político ante que lo
económico; por ejemplo, el CELAC, entendida como un mecanismo intergubernamental de diálogo
y concertación política que excluye sólo a Canadá y EEUU de los países que conforman el
continente americano (Mansilla, 2015); en el caso de PETROCARIBE, se consideró por algunos
autores como un instrumento geopolítico venezolano para consolidar el proyecto integracionista
del ALBA, que a todas luces es un mecanismo socialista y antiimperialista (Serbin, 2006; Ellner,
2009; Rodríguez, 2010; Martínez, 2011; Ríos, 2016; Bernal, 2017). Por último, la UNASUR es un
bloque de integración suramericano (aunque para el 2020 sólo son miembros plenos Venezuela,
Bolivia, Guyana y Surinam), en el que la política tenía un papel transcendental (Martínez, 2015).
Bajo estos planteamientos, se concluye que la petrodiplomacia es una estrategia histórica de
política exterior que los gobiernos venezolanos, sean democráticos o dictatoriales, izquierdista o
derechista, de corte capitalista o socialista que han utilizado para “persuadir” el posicionamiento
de Venezuela en el orden internacional y para promover la aceptación de sus políticas y en el caso
de la V República, de su ideología.
• Integración holística
Desde la publicación de su Programa de Gobierno en el año 2000, Chávez entendía que la
integración debía abarcar aspectos más allá de los económicos, para él la misma “tiene dimensión
amplia y multifacética” (p.31, cita tomada de Cardozo, 2004). Según él, la integración
latinoamericana era política, económica, cultural y militar (Programa de Gobierno, 2000, cita
tomada de Cardozo, 2004). De acuerdo a Ramírez y Viera (2006), el presidente venezolano definía
una verdadera integración en la región como aquella que se asienta sobre las “convergencias
ideológico-políticas para la conformación de un bloque latinoamericano, autónomo de Estados
Unidos” (p.1). Para Martínez (2011), Chávez en materia de unificación latinoamericana, “da
prioridad al ámbito político y decide utilizar la integración regional como un mecanismo para
impulsar su ideología izquierdista y de confrontación con Estados Unidos” (p.102). Asimismo,
recalca este autor Martínez (2011), que el ejecutivo venezolano “introduce una interpretación
holística de la integración al abarcar no sólo el ámbito económico, como se había hecho hasta la
fecha, sino el político, el militar y el social” (p.96). Por su parte, Cardozo (2004) plantea que
Chávez replanteó la estrategia de integración concibiéndola “como espacio geopolítico de
confrontación al liberalismo –tanto económico como político- y a la hegemonía estadounidense”
(p.35). En este orden de pensamientos, a continuación, ideas del gobierno de Chávez (2002) sobre
la integración:
Así que modestamente creemos desde Venezuela, que la ecuación de la
integración en la que venimos avanzando, caminando, contracaminando muchas
veces, hay que invertirla [...] Creemos, y así lo proponemos, que debemos colocar
por delante la voluntad política de la integración... Es la política la que debe
ponerse al frente, la que debe impulsar, no es la economía; la economía debe venir
detrás de la política. Si nosotros seguimos discutiendo variables económicas,
Unión Aduanera, Zona de Libre Comercio, etc., sin colocar delante la más alta
voluntad política y sin establecer un acuerdo de integración política, creo que no
avanzaremos como lo necesitamos (MRE, 2002:569, p.64, cita tomada de Morales
y Morales, 2007).
47
De tal manera, para Chávez la integración tenía que ir más allá de los temas económicos, quienes
han sido los mayores protagonistas de las relaciones intrarregionales desde los 90, debido a que, si
bien era un componente necesario, él manifestaba que no era suficiente para impulsar a los
mecanismos de integración y lograr un Estado de bienestar 45 en los pueblos latinoamericanos
(González, 2007). Lo anterior, tuvo su mayor auge en la región a mediados de la primera década
del siglo XXI, en donde, se crean un conjunto de mecanismo de integración, que transciende lo
económico (CELAC, UNASUR, ALBA, figura N°1), lo cual no es coincidencia que también
concuerde con los tiempos de gobiernos, en donde, los presidentes de izquierdas (al menos en
Suramérica eran mayoría), y en donde, muchos de ellos concordaban en parte con la forma de ver
la integración de Chávez (Briceño, 2014; Orozco, 2014; Ríos, 2016). No obstante, este panorama
vuelve a cambiar para finales de la segundad década del siglo XXI, y en la región los aspectos
económicos en las relaciones internacionales vuelven a tomar protagonismo (Alexéenko y
Pyatakov, 2019). Por todo lo expuesto, es que se considera que la política exterior del gobierno de
la V República en materia de integración es vislumbrada de una manera holística, en donde, lo
político es el elemento de mayor relevancia para impulsar los tratados de integración
latinoamericano, mientras que lo económico pasa a una prioridad más baja. Por ende, esta postura
de Chávez, y después de Maduro, se contrapone a la manera en que se venía viendo la integración
en la región (sobre todo desde los años 90), en donde, el epicentro de unificación de los países
latinoamericanos son los aspectos económicos.
1.2.3. Política exterior de Venezuela con la región latinoamericana
Antes de desarrollar este apartado para Venezuela, es importante revisar el contexto ideológico que
ha envuelto a la integración latinoamericana en estos 40 años final del siglo XX. De tal manera, al
terminar la segunda guerra mundial, se acentúan las posiciones extremistas entre los que defiende
la democracia capitalista y los que defiende el estatismo socialista, este fenómeno es mejor
conocido como la “guerra fría”, especialmente, ejecutada entre la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS) y los Estados Unidos de Norteamérica (UUEE). Tal circunstancia, como se
mencionó en contenido precedente provocó en el resto del mundo una lucha ideológica entre qué
sistema de gobierno deberían encaminarse cada país, considerando el modelo contrario incorrecto
e incluso malévolo, dependiendo del sistema que adoptara cada nación tendría el “apoyo” externo
de una potencia económica o de otra (URSS o UUEE).
Dada la cercanía geográfica de la región Latinoamérica con la potencia norteamericana, fue muy
difícil que el modelo contrario al capitalismo democrático proliferara en esta zona (aunque en
ocasiones no es necesariamente democrático, EEUU permite que el capitalismo coexista con
gobiernos dictatoriales, ejemplos según Romero (2019): Paraguay – Stroessner, 1954; Chile –
Pinochet, 1973; Bolivia – Banzer, 1975, etc.), sólo Cuba a mediados del siglo XX pudo adoptar y
mantener esta ideología de forma de gobierno, y en consecuencia, fue constante y fuertemente
castigada por los Estados Unidos de Norteamérica a lo largo de los siguientes años. Bajo este
entorno mundial, suscitan los intentos de integración latinoamericana de la década de los 60, 70,
80 y 90 en la región latinoamericana y caribeña, siendo influenciada por la batalla ideológica de
45 Estado de bienestar: conjunto de acciones y ejercicios por parte del Estado (a través del Gobierno) en búsqueda de una mayor atención a la
redistribución y bienestar general de la población. se basa en el ejercicio de la función pública, es decir, la intervención del estado en la economía y
sociedad, para una mayor redistribución de la riqueza que mejora las condiciones socioeconómicas y de salud de la población. En otras palabras, persigue reducir la desigualdad económica y, al mismo tiempo, la desigualdad social (Pedrosa, 2016).
48
sistemas de gobiernos entre las nuevas potencias económicas posguerra. Adicional al tema político
descrito previamente, los temas económicos también impactaron la integración regional, las crisis
energéticas del 73 y 79, la crisis de la deuda externa de los 80, la adoptación del liberalismo
económico de los 90, entre otros fueron elementos que influenciaron la forma e intensidad de
integrarse de los países de la región (Zelada, 2005). Este mismo autor, Zelada (2005) estipula que
la integración económica Latinoamérica funcionaban a la par de los conflictos políticos y/o
económicos que la rodeaban, textualmente establece:
Las políticas de integración económica eran procíclicas. Dicho de otra manera,
seguían el mismo ritmo de aquellas crisis y no tenían posibilidades de reaccionar
en sentido más bien contrario, o sea coadyuvando a solucionar los efectos de las
crisis. Por el contrario, los procesos de integración resultaban arrastrados por los
choques externos. (p.18)
Desde otro ángulo, Miranda (2016) coincide en parte con dicho planteamiento, en cuanto al
funcionamiento temporal de las crisis económicas influyen en la voluntad política de los sujetos y
su visión a largo plazo, señalando:
En los países con alta dependencia de los recursos naturales, especialmente de los
hidrocarburos, existe una tendencia a la sincronización de los ciclos económicos
y los ciclos políticos y las políticas se ejecutan con una visión cortoplacista que
fomentan la consolidación de una élite económica y política que construye una
estructura en favor de sus intereses, generan dependencia de la volatilidad de los
mercados internacionales, ya sea por los flujos de financiamiento externo
asociados con estas actividades rentísticas o por los precios de transacción. (p.337)
Ahora bien, adentrando el análisis de la ideología a la integración latinoamericana del caso de
estudio, es importante considerar los factores ideacionales (analizados en el inciso previamente
descrito) que impulsaron los movimientos integracionistas de Venezuela destacando: para la IV
República la democracia (doctrina Bentacourt 1958 – 1969) y el petróleo (petrodiplomacia),
mientras que para la V República el antiimperialismo y el petróleo (petrodiplomacia). En cuanto,
a la promoción de la integración regional bajo la compatibilidad ideológica en el espectro izquierda
y derecha (parámetro de interés para esta investigación), desde 1958 a 1998, los gobernantes
venezolanos no dieron signos de impulsar o fragmentar la integración venezolana considerando
dicho aspecto, ya que sin importar la tendencia ideológica de un dictador (derecha o izquierda) en
la vigencia de la doctrina Bentacourt Venezuela rompería relaciones diplomáticas con esa nación,
casos como la suspensión de relaciones con República Dominicana (1960) y con la República de
Cuba (1961) lo demuestran. Al momento de implementarse el pluralismo ideológico como criterio
de las relaciones exteriores del país (a partir de 1969), se reestablecen y mantienen vínculos
diplomáticos tanto con gobiernos de derecha como de izquierda sin tomar en cuenta su la forma de
llegada al poder (ejemplo: Cuba en 1974, China en 1974 y Chile en época de Pinochet).
Atendiendo lo anterior, los gobernantes venezolanos comienzan una política exterior en 1958
ideologizada con la creencia de que todos los países del continente americano debían ser
plenamente democráticos, pero años después la realidad latinoamericana era otra, existían varios
gobiernos dictatoriales, por lo que, el gobierno venezolano decide cambiar su enfoque diplomático
al pluralismo ideológico aceptando establecer vínculos con cualquier forma de gobierno y para
49
finales del siglo XX, dada la importancia de los nexos comerciales, la nación suramericana decide
impulsar el liberalismo económico, tanto en su política interna como externa. No obstante, en el
siglo XXI el panorama cambia con la llegada de Hugo Chávez, el cual intenta impulsar en la región
latinoamericana la soñada patria grande de Simón Bolívar para los tiempos actuales46. Sin embargo,
a diferencia de la época de los libertadores independentista, el “gran colonizador” de esta era, según
Chávez, es principalmente, el gobierno de los Estados Unidos de América (Rinke, 2015 y Bernal,
2017), por lo que, para poder hacerle frente y no verse intimidados por su colosal poder, los países
desde México a Argentina deben integrarse (Bustamante, 2007), textualmente planteaba Chávez a
inicios de su gobierno (cita tomada de Morales y Morales, 2007):
...En esencia, América es una nación [donde] el sueño bolivariano de la patria
latinoamericana es posible, adecuándolo a nuestro tiempo y respetando las
soberanías... Es necesario que los países nos unamos en un solo bloque [...] es un
viejo sueño de Simón Bolívar [...] los países latinoamericanos y del Caribe
necesitan ser una potencia [a través de] una Confederación de Estados
Latinoamericanos dotados de una política exterior común y un estado mayor
conjunto para sus fuerzas armadas... antes de hablar de una integración continental
[debemos integrarnos nosotros porque] no podemos hablar de una integración
seria si nosotros mismos estamos desintegrados por dentro (I Cumbre de Jefes de
Estado y Gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, celebrada
en Río de Janeiro, Brasil, entre el 28 y 29 de junio de 1999, p.63).
En este orden de ideas, la constitución nacional de 1999 promovida por el presidente venezolano a
su llegada al poder, incorpora en su artículo 153 que “la República promoverá y favorecerá la
integración latinoamericana y caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una comunidad de
naciones, defendiendo los intereses económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales de la
región” (cita tomada de Cardozo, 2004, pp. 31). Esta misma autora, Cardozo (2004), incorpora que
el ejecutivo venezolano “convirtió la integración en “[…] parte de un proyecto nacional-
internacional […] sustentada en postulados ideológicos” (Cardoso 2006, 32). (p.216). De acuerdo
a, Bustamante (2007) la política exterior de Chávez hacia Latinoamérica se encontraba
ideologizada debido a que él planteaba una estrategia de integración regional que giraba alrededor
de la integración bolivariana47.
De tal modo, se aprecia como Hugo Chávez seguía apostando por que Venezuela jugará un papel
relevante en la búsqueda de la tan soñada unión latinoamericana, y desde sus inicios, dio señales
de hacerlo desde una profunda ideologización que abarcaría aspectos políticos, sociales y
económicos en pro de la defensa de los pueblos periféricos del continente y en contra de las
pretensiones hegemónicas (según Chávez) de la nación del norte (EEUU). Lo anterior, conllevo a
46 La única idea de ‘Patria’ que podría corresponder al momento histórico que vivimos sería la de una ‘Patria Grande Latinoamericana’ como la
soñada por Simón Bolívar y los libertadores, ahora reconstruida por la imaginación de las elites intelectuales, políticas y religiosas bajo nuevas condiciones y augurios. Se trataría de construir una «Patria Grande» donde todos tengan cabida, que abra espacios a la diversidad cultural propia
enriquecida por la cultura mundial, capaz de permitir la libre expresión de la multiplicidad de «patrias» ensombrecidas en la construcción de los
Estados-Naciones pero que persisten y no podrán desaparecer. Una Patria Grande unificada política, económica y culturalmente como la unidad que ya comienza a construir la Unión Europea (cfr., Elizalde, 2007, cita tomada de Bolívar y Cuéllar, 2007, pp.2). 47 Integración bolivariana: unión de los países latinoamericanos por promoción venezolana dado a que el país bolivariano cuenta con una posición
geoestratégica privilegiada como punto de encuentro entre el Pacto Andino, MERCOSUR y el CARICOM, lo cual determina nuestra fortaleza como centro de una dinámica integradora y de complementación económica en el ámbito regional (Cardozo, 2004, pp.31).
50
que Chávez vislumbrará a la región y al mundo en polos de fractura48, encontrándose, por un lado,
aquellas naciones que simpatizaban con su ideología (especialmente la de carácter antihegemónica)
y por el otro, los países que se mantenía al margen de su desafiante posición en contra los EEUU
(Bustamante, 2007 y Bernal, 2017). Tal actitud, conllevó a que unos académicos clasificarán al
presidente venezolano como un “desintegrador” y promovedor de una nueva guerra fría en el
continente (Malamud, 2006; Ramírez y Viera, 2006 y Bernal, 2017).
2. Política exterior desde lo comercial
En el presente apartado se explora el desenvolvimiento del comercio exterior venezolano en forma
general a fin de conocer el precedente comportamiento del intercambio de bienes que ha generado
la nación suramericana en estos 20 años de estudios y que de una forma u otra incide en el
intercambio intrarregional del país con los bloques de integración estudiados:
2.1. Comercio exterior de Venezuela en tiempos de la V República
La estructura productiva de fines internacionales de Venezuela tiene como bien protagónico la
exportación de petróleo y sus derivados. En razón, a que es un país netamente petrolero, estando
su estado económico muy apegado a los cambios del mercado internacional de este recurso
energético. En sustento, Honorio (2011) indica “la economía venezolana permanece anclada en un
modelo primario exportador que la hace estrechamente dependiente de los vaivenes del mercado
mundial petrolero” (p.13). Asimismo, Alexéenko y Pyatakov (2019) incorporan:
En los años 1998-2013 la economía de Venezuela exhibió una dinámica positiva
en todos los indicadores gracias, en gran medida, a la coyuntura estable de los
precios mundiales del petróleo. El cambio de la coyuntura mundial en el mercado
de petróleo fue uno de los principales factores externos causantes de la tendencia
negativa de los procesos macroeconómicos en Venezuela. (p.60)
De hecho, Wisbrot y Sandoval (2007) establecieron como hipótesis que el crecimiento económico
de Venezuela basado en la bonanza petrolera sólo manifestaba un indicio del camino sin retorno
hacia la bancarrota futura del país, en especial, sino se tomaban medidas políticas preventivas.
Específicamente, ambos estipularon lo siguiente: “se cree que este futuro colapso económico será
el resultado de la caída que en algún momento tendrán los precios del petróleo, o de una mala
gestión del gobierno en materia de política económica” (p.3). A pesar de que, para los anteriores
académicos Wisbrot y Sandoval (2007) concluyeron que Venezuela había logrado blindarse con
grandes reservas internacionales, una deuda pública (medida como porcentaje del PIB) con
tendencia hacia la baja y un gran superávit en cuenta corriente de una caída futura de los precios
del petróleo, lo cierto es que una década después tal armadura erosionó. Según, Vera (2018) “el
Banco Central de Venezuela (BCV) se ha quedado sin reservas internacionales operativas, en un
48 Polos de fracturas: estrategia geopolítica de crear “bloques de fracturas” en el sistema internacional definida por el sociólogo argentino Norberto
Ceresole, fallecido en 2003, y quien con anterioridad tuvo cierto impacto e influencia en el propio Chávez y su visión del sistema internacional.
Estos “bloques de fractura” implicaban la desarticulación de la hegemonía establecida por EEUU y sus aliados, en especial Israel, en la visión de Ceresole. El sociólogo argentino, quien fue expulsado dos veces en Venezuela, en 1994 y 1998, defendía que el modelo de la “posdemocracia”
adoptado en la Venezuela bolivariana a partir de 1999 liderado por Chávez, establecía un sistema de legitimidad popular electoral basado en la
conjunción que denominaba “Caudillo-Ejército-Pueblo”. En materia geopolítica, Ceresole instaba a Chávez a acercarse a polos de poder como China, Rusia e Irán (Mansilla, 2015, pp.2).
51
contexto en el que los menguados ingresos petroleros ya no alcanzan para cubrir la pesada carga
de obligaciones financieras externas heredadas de la bonanza” (p.83).
Figura Nº3. Exportaciones totales de bienes FOB de Venezuela según sector
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en el Banco Central de Venezuela (BCV), recuperado de
http://www.bcv.org.ve/estadisticas/comercio-exterior
En la figura N°3, se muestra el comportamiento de las exportaciones totales de bienes de Venezuela
según sector petrolero o no petrolero, desde 1999 al 2018, corresponden a los tiempos de la V
República, siendo de 1999 a principios de 2013 período de Chávez y desde segundo trimestre de
2013 a la actualidad (2018) período de Maduro. En ella, se observa que después de los
acontecimientos nacionales de huelga petrolera que sufrió el país en el 2003, las exportaciones
petroleras tuvieron un crecimiento sostenido que coinciden con el aumento de los precios de
petróleo a nivel mundial hasta el 2008 (figura N°2). Para ese período 2004 – 2008, las
exportaciones no tradicionales alcanzan una tasa promedio de crecimiento anual de 28,28%.
Después de la crisis financiera que se desató a finales del 2008, las exportaciones petroleras
venezolanas vuelven a crecer hasta el 2012 con una tasa promedio de crecimiento anual de 19,97%.
Desde 2013, comienza un decrecimiento constante con una tasa promedio anual de –32,86% que
nuevamente equivale a la caída de los precios del petróleo (2013 – 2016). Para 2017 y 2018 se ve
un ligero crecimiento en el valor de las exportaciones petroleras venezolana al igual que en los
precios mundiales del recurso energético (figura N°2). Es importante agregar, que además de la
caída constante de los precios de petróleo desde el 2013 al 2016, Venezuela ha enfrentado una serie
de condiciones internas y externas que también han afectado su desenvolvimiento económico y su
comercio exterior. En relación, Alexéenko y Pyatakov (2019):
La caída de los precios mundiales del petróleo, aunque resultó clave, no fue el
único factor externo del estancamiento de la economía venezolana. A ello se
sumaron la creciente presión de los EE.UU. y el bloqueo económico y comercial
de hecho impuesto a Venezuela. En cuanto a las sanciones, es de destacar que en
parte ellas habían sido impuestas ya en tiempos de Chávez, aunque en la época de
Maduro adquirieron un carácter realmente universal y sistémico. (p.61)
52
Cabe destacar, que los gobiernos de la V República en los 20 años de mandato no lograron impulsar
el anhelado deseo de los países subdesarrollado de diversificar su aparato productivo de bajo valor
agregado a mayor valor agregado. Por el contrario, en ese lapso Venezuela profundizó su
dependencia al rentismo petrolero (Carmona, 2010). En este sentido, Paredes (2019) manifiesta
que “para nadie es un secreto la enorme dependencia de la economía venezolana de las
exportaciones petroleras, se estima que de cada 100 dólares que ingresan por exportación, 97
provienen del petróleo, una situación un poco distinta a la de 1999 cuando el 76%
(aproximadamente) de las divisas provenían del petróleo” (s/p). En consecuencia, se constata como
la economía venezolana en tiempos de la V República sigue siendo vulnerable ante las volatilidades
del mercado petrolero mundial, en donde, las exportaciones petroleras han obtenido un promedio
de participación de 89% desde 1999 al 2018 de total exportado contra un 11% de exportaciones de
productos no tradicionales (figura N°3 capítulo 4). Por su parte, las exportaciones no petroleras
venezolanas no tuvieron el mismo comportamiento que las exportaciones petroleras (figura N°3),
debido a que desde el 2007 el valor transaccionado fue decreciendo en relación a sus años
antecesores y hasta el 2018, no logra superar la cifra máxima alcanzada en 2007 ($7.250.000.000).
Desde 1999 a 2007 se alcanzó una tasa promedio de crecimiento anual de 6,97%, pero a partir del
2008 comienza una caída en valor que incluso la sitúa por debajo de las exportaciones
transaccionadas en la década anterior (por ejemplo, 2010: $4.569.660.704,32 vs 2000:
$5.655.000.000 ó 2015: 2.100.000.000 vs 2005: $7.573.000.000). De acuerdo a, Martínez (2015):
Durante el período 1999-2012, correspondiente a la presidencia de Hugo Chávez,
los entornos económico, político e institucional se han deteriorado,
desincentivando la producción nacional. En cuanto al primero, destaca la
sobrevaluación de la tasa de cambio real (TCR), producto de la combinación de
una tasa de cambio nominal fija con alta inflación, que ha abaratado las
importaciones y encarecido los productos locales, volcando la demanda agregada
hacia el exterior. Las exportaciones no petroleras se convirtieron en la principal
víctima de la apreciación de la TCR y cayeron en más de 50%. (p.223)
En contexto, la condición de un país monoproductor y monoexportador fue ganando más terreno
en el sostén de la economía venezolana y desplazando la necesidad estructural de diversificar la
producción nacional. Tal circunstancia, como lo indica Martínez (2015) provocó un aumento en
valor de las importaciones desde 1999 a 2013 (figura N°4), financiado en gran parte por la bonanza
petrolera que vivió el país desde el 2003. Singularmente, en la figura N°4, se observa como el
comportamiento de las importaciones a los largos de los años se asemeja relativamente al de las
exportaciones, debido a que en los momentos de crecimiento de una (exportaciones) también lo
hace la otra (importaciones) y como se ha establecido previamente, el mercado exportador
venezolano depende sustancialmente de los precios de petróleo a nivel internacional, por lo que, al
caer los precios del rubro, bajan las exportaciones venezolanas siendo equivalente a una
disminución en las divisas captadas por el país y por consecuencia, menos recursos para financiar
las importaciones (Corona, 2014).
Adicionalmente, a la renta petrolera como causa de aumento de las importaciones, se debe
considerar las políticas cambiarias que sufrió Venezuela en esa misma fecha (desde 2003), donde,
el gobierno centralizó el mercado cambiario con una tasa fija y control total de las divisas
transaccionadas (política desmontada en 2019, Gaceta Oficial N° 41.264, resolución del Banco
Central de Venezuela (BCV) N° 19-05-01), provocando que la adquisición de bienes desde el
53
exterior fuera más económico que producir localmente. Otra razón, establecida por Carmona
(2010) es “el deterioro del aparato productivo interno venezolano ha obligado al aumento de las
importaciones” (p.54). De tal modo, en el período de Chávez Venezuela se reafirma como un país
subdesarrollado, exportador de materias primas (petróleo) e importador de productos
manufacturados.
Figura N°4. Comercio exterior venezolano en los tiempos de la V República
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en el Banco Central de Venezuela (BCV), recuperado de
http://www.bcv.org.ve/estadisticas/comercio-exterior
Desde el 2014 al 2018, tiempo que coindice con la gobernanza del presidente chavista Nicolas
Maduro Moros, las importaciones comienzan a decrecer a una tasa promedio anual de –27,88%,
entre los rasgos a destacar en este lapso está: primero, la caída entre 2016 al 2018 se equipará al
valor importado hace 20 años. En relación, Salmerón (2020) manifiesta “la revolución Bolivariana
se quedó sin suficientes dólares y recortó la oferta de divisas, propiciando una severa disminución
en las importaciones” (s/p). Lo segundo, es que igual a su predecesor, Maduro no ha logrado
disminuir la vulnerabilidad económica venezolana en relación a la volatilidad de los mercados
petrolero, provocando que en tiempos de bajos precios de petróleos, tanto las exportaciones como
importaciones venezolanas se vean afectadas de manera negativa.
Conclusión
La V República venezolana, desde sus inicios buscó hacer una revolución en diversos ámbitos, en
materia de política exterior la transformación fue progresiva, apostando Hugo Chávez en sus
comienzos por una estrategia lógica y realista al funcionamiento del orden del sistema internacional
que fue menguando al pasar de los años a una estrategia de conflicto permanente con la potencia
norteamericana por su política exterior de “dominio mundial”. No obstante, aunque la diplomacia
de micrófono fue hostil, principalmente, hacia EEUU, a nivel de negocios las relaciones
internacionales se mantenían. Tal situación, cambia abruptamente a finales de la segunda década
del siglo XXI, en donde, incluso las relaciones comerciales bilaterales concluyen a nivel estatal y
EEUU comienza a aplicar una serie de sanciones a cualquier ente, persona o Estado que establezca
negocios con el Estado venezolano (con Nicolás Maduro al poder).
54
De tal manera, es concluyente el hecho de que la ideología política venezolana en sus distintas
vertientes: multipolaridad, integración holística y el ideal bolivariano y socialista han provocado y
coadyuvado en dos acontecimientos geopolíticos por períodos de tiempo: con Chávez al poder que
coincidió con la nueva izquierda49 latinoamericana y con la política exterior de “poder blando”50 de
EEUU, provocó en parte un alineamiento ideológico en la región (cada país con sus
particularidades y formas del ver el mundo y sus relaciones con EEUU) que se tradujo en el avance
y creación de nuevos mecanismos de integración regional (CELAC, ALBA, UNASUR,
PETROCARIBE) que en determinados momentos intentaron proyectar una “sola voz
latinoamericana” al mundo. Sin embargo, con Nicolás Maduro al poder el escenario cambia con el
resurgimiento de la derecha51 en la región y con la política exterior de “poder duro”52 de EEUU,
provocando un intento de aislamiento internacional del gobierno venezolano e inclusive el no
reconocimiento del mismo (Ejemplo: Grupo de Lima53).
Ante el panorama previo, desde el punto de vista comercial el intercambio de bienes venezolanos
con el exterior pasa por las siguientes fases: en la Venezuela chavista (1999 – 2013) a nivel de
comercio exterior, se identifica como un país netamente exportador de petróleo con una baja
diversificación productiva exportadora y altamente dependiente de las importaciones de bienes
para satisfacer el consumo del mercado nacional. En cuanto, a la Venezuela madurista (2014 –
2018) a nivel de comercio exterior, el panorama cambia, ya los tiempos de bonanza petrolera
terminan y las exportaciones de este tipo se vuelven menos rentables. Dos hechos contribuyeron a
tal situación, primero, cae el precio del rubro a nivel internacional (figura N°2) y segundo, cae la
producción nacional petrolera, tanto por circunstancias internas como externas que impacta el valor
y volumen de lo exportado y agudizan la instabilidad económica que ha venido sufriendo el país
en los últimos años (key y Villaroel, 2018).
49 Nueva izquierda: debido a varios factores nacionales e internacionales, en el inicio de la década de 2000, las circunstancias nacionales e
internacionales eran perfectos para el surgimiento de gobiernos de izquierda en América Latina (por ejemplo, en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Ecuador, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela). Este fenómeno es conocido como la marea rosada o marea rosa y el impulso inmediato detrás del que eran las crisis económicas agudas en América Latina (principalmente en Brasil, Ecuador y Argentina) a
finales de la década de 1990 y en los primeros años del nuevo siglo. Aunque los gobiernos de la marea rosada son de carácter muy heterogéneo,
ellos han sido capaces de reunirse para apoyarse los unos a los otros en el ámbito internacional (Beverley 2012, cita tomada de Solti, 2014, pp.13). 50 Poder blando: propuesto por Joseph Nye Jr. para referirse a la capacidad que tiene un Estado de incidir en las acciones o intereses de otros
actores internacionales, mediante recursos de poder no tradicionales, como la cultura, la ideología y la diplomacia (Colmenares, 2019, pp.21). 51 Resurgimiento de la derecha en Latinoamérica: con la investidura de Mauricio Macri como presidente de Argentina en 2015, se inició un ciclo electoral en América Latina que parecía poner fin a la llamada «marea rosa» de gobiernos progresistas de izquierdas que habían dominado la región
desde principios del nuevo milenio (Canon y Rangel, 2020, pp.7). La presidencia de Maduro coincidió con el debilitamiento sustancial de los
modelos integracionistas en la región que se habían formado durante el “giro a la izquierda”. En una serie de países la crisis de los gobiernos de izquierda y de centro ha llevado al “giro a la derecha” y a la incorporación de esos países al sistema de bloqueo económico y político impuesto
contra Venezuela por Washington (Alexéenko y Pyatakov, 2019, pp.69). 52 Poder duro: consiste en las capacidades militares y económicas de un Estado para lograr sus objetivos de política exterior, mediante el empleo de la fuerza, las presiones directas y los incentivos económicos (Colmenares, 2019, pp.21). 53 Grupo de Lima: la profundización de la crisis política, económica, social y humanitaria que vive Venezuela en los últimos años y sus efectos
colaterales negativos para los países de la región, expresados en términos del incremento exponencial del flujo migratorio por canales irregulares, el deterioro de la seguridad fronteriza y la expansión del crimen transnacional, la convierten en un factor de inestabilidad regional. Esta situación a
partir del 2017 cobró más relevancia internacional debido al surgimiento inesperado de un nuevo bloque político regional que funge como una
coalición de países unidos en el propósito de defender y recuperar la institucionalidad democrática en Venezuela: el Grupo de Lima (GL) (Chaves, 2020, pp.179).
55
Capítulo 3. Metodología para las variables cualitativas: análisis cualitativo comparado
(QCA) y para las variables cuantitativas: índices de comercio exterior
Introducción
A lo largo del desarrollo de la presente investigación se estableció como herramienta de análisis de
causalidad de las variables cualitativas (convergencia ideológica CI; fricciones diplomáticas FD;
acuerdos comerciales extracomunitarios multipolar ACEM; acuerdos comerciales
extracomunitarios unipolar ACEU) al análisis cualitativo comparado (QCA, por sus singlas en
inglés), mientras que para las variables cuantitativas se plantea el uso de los índices de comercio
exterior propuesto por la CEPAL (índice de balanza comercial relativa; índice de comercio
intrarregional; indicador de participación en los intercambios mundiales; índice de Balassa, Durán
y Alvarez, 2008). El presente capítulo, tiene como objetivo desplegar los aspectos conceptuales
vinculados a ambas metodologías propuestas a fin de tener un mayor entendimiento de las mismas.
1. Metodología para las variables cualitativas (ideología política): análisis cualitativo
comparado
1.1. Definición
El análisis cualitativo comparado, mejor conocido por sus siglas en inglés como QCA (Qualitative
Comparative Analysis), es una herramienta de estudios comparativos desarrollada por Charles
Ragin en 1987. De acuerdo, al Centro de Investigaciones Sociológicas de Madrid (2017), el QCA
se define como un “conjunto de técnicas configuracionales que permiten un abordaje eficaz de la
causalidad en ciencias sociales cuando se trata de explicar la variación en un resultado de interés”
(p.7). En relación, su creador Ragin (1987,2000,2008 cita tomada de Tutistar y Pinazo, 2019) indica
que “el QCA se utiliza para examinar cómo se combinan unas variables (o condiciones) para crear
un resultado (u outcome)” (p.10).
Por su parte, Hirzalla (s/a) le identifica como “un método comparativo que se utiliza principalmente
en las ciencias sociales para la evaluación de las relaciones causas – efectos, es decir, la causalidad”
(s/p). Para Escott (2018), el análisis cualitativo comparado puede ser definido como “un estudio
sistemático que pretende recoger observaciones de entes sociales o momentos históricos de la
sociedad con el objetivo de estudiar similitudes, divergencias, así como inquirir sus causas” (p.57).
En palabras de Ariza y Gandini (2012), esta herramienta arroja “el conjunto de condiciones
causales que subyacen a un hecho social” (p.498). Finalmente, Rosati y Chazarreta (2017) indican
que el QCA “estandariza algunos aspectos presentes en el uso del análisis comparativo en las
ciencias sociales a partir de la sistematización y el ordenamiento de las unidades (casos) con el
propósito de identificar diferencias y semejanzas entre las mismas” (p.3).
Por consiguiente, se entiende al QCA como un protocolo comparativo que tiene la función de
analizar configuraciones causales de forma sistemática (Pérez, 2009). En palabras propias, el QCA
es una herramienta analítica que permite comparar una serie de condiciones y/o elementos de un
hecho social determinado a fin de escrutar sus causas mediante el hallazgo de las semejanzas y
diferencias comunes. También, se entiende como una metodología que permite contrastar una serie
de variables para un cierto número de casos a fin de inquirir cuál de ellas o combinación de ellas
56
producen el resultado de interés. En este sentido, el QCA se basa en el método comparado de
concordancia y diferencia postulados por John Stuart Mill y el uso del algebra booleana.
1.2. Método comparado: concordancia y diferencia
Como se indicó en el apartado precedente, el QCA es un estudio comparativo que relaciona la
forma en que los factores, condiciones y/o elementos (variables independientes) trabajan juntos o
no para producir un efecto o resultado (variable dependiente). Díaz, Duarte y Suárez (2013)
incorporan “el análisis del QCA utiliza variables de causalidad – independientes – y una variable
dependiente – resultado o respuesta –, es decir, las interacciones de las variables de causalidad
generarán la respuesta”. (p.60) En este sentido, es relevante conocer de qué se trata el método
comparativo, al respecto Ariza y Gandini (2012) señalan:
El método comparativo ha sido definido como la descripción y la explicación de
las condiciones y los resultados semejantes y diferentes (usualmente estos
últimos), entre unidades sociales grandes, naciones, sociedad y culturas (Smelser,
2003: 645); también, como el análisis sistemático de observaciones extraídas de
dos o más entidades macrosociales —o de varios momentos en la historia de una
sociedad— para analizar sus semejanzas y diferencias e indagar sus causas (colino,
2007) (p.500)
Parte de esta lógica del método comparado de semejanzas y divergencias en que se basa el QCA,
viene dado por el método de concordancia y de diferencia desarrollado por John Stuart Mill en
1843, el cual buscaba eliminar factores irrelevantes en la explicación de la causación de fenómenos.
Para el Centro de Investigaciones Sociológicas de Madrid (2017), Mill definió al método de
concordancia como aquel que afirma “si dos resultados iguales sólo tienen una circunstancia en
común (divergiendo todas las demás circunstancias entre uno y otro), esa circunstancia en común,
debe ser la causa que los provoca” (p.9); mientras que, este mismo instituto contiene que Mill
estableció al método de diferencia como aquel donde “dos fenómenos distintos cuyas
circunstancias son iguales en todo salvo por una cosa, esta circunstancia divergente debe ser la
causa que lo explica” (p.9).
Figura N°1. Método de concordancia de Mill
Fuente: Enciclopedia digital Herder (2017), consulta 23 de julio 2020 recuperado de
https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Mill,_c%C3%A1nones_de
En otras palabras, existirá concordancia cuando de todas las condiciones que pueden causar dos o
más eventos exista al menos uno que coincida entre ellos, entendiéndose al mismo, como el
responsable de la ocurrencia de dichos eventos. En la figura N°1, se ilustra como de una serie de
57
casos la única circunstancia en común es A y el único fenómeno paralelamente también en común
es a; por consiguiente, bajo este planteamiento se infiere que “A sea la causa de a”. Desde el otro
ángulo, existirá diferencia entre dos o más eventos cuando de todas las condiciones que causen los
mismos haya uno que difiera, considerándose como el responsable de su ocurrencia. En la figura
N°2, se visualiza como de dos casos el fenómeno a sólo está presente cuando la circunstancia A
también lo está; por ende, se puede plantear que “A es parte indispensable de la causa de a”.
Figura N°2. Método de diferencia de Mill
Fuente: Enciclopedia digital Herder (2017), consulta 23 de julio 2020 recuperado de
https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Mill,_c%C3%A1nones_de
Si bien los métodos de Mill, ya tienen más de siglo y medio de postulados, el QCA planteado por
Ragin logra refinar estos métodos lógicos (de concordancia y de diferencia) mediante el uso de
técnicas más complejas y sofisticadas (Centro de Investigaciones Sociológicas de Madrid, 2017),
tales como: tabla de la verdad, la introducción de variables difusas y multicotómicas, la teoría de
conjuntos, el álgebra booleana y su minimización lógica (Carrá, s/a). Ahora bien, versiones
modernas de esta lógica de causas comparadas identifican los resultados de estos métodos como
condiciones necesarias y suficientes, considerando que el método de concordancia pone al
descubierto la condición que probablemente es condición necesaria; por su parte, el método de la
diferencia identifica el factor que probablemente es condición suficiente (Enciclopedia Herder,
2017). En relación, González, Sánchez y Orenes (2019) manifiestan sobre los métodos de Mill lo
siguiente: “son unos procedimientos para descubrir y comprobar las condiciones que son necesarias
y/o suficientes para la ocurrencia de un efecto” (s/p). En el apartado a continuación, se hondará en
tales aspectos conceptuales.
1.3. Condiciones necesarias y suficientes
Dado que el QCA parte de configurar la relación existente entre determinadas variables, cabe
identificar cuando esa relación se vuelve necesaria o suficiente para la ocurrencia del resultado. De
acuerdo a Jolías (2008):
En toda configuración causal podemos encontrar tanto causas que son necesarias
para que el efecto ocurra como causas suficientes. Los recientes trabajos de
Charles Ragin (2000, 2006) y el desarrollo del modelo QCA (Qualitative
Comparative Analisys) han permitido desarrollar un modelo cualitativo para
detectar configuraciones causales necesarias y suficientes. (p.4)
Es bajo este planteamiento, que el QCA provee una distención entre la causalidad necesaria y la
causalidad suficiente para la ocurrencia de un evento (Olsen, 2010). Nuevamente, Jolías (2008)
contiene “el denominado Qualitative Comparative Analisys (QCA) permite la identificación de
58
causas necesarias y suficientes, mediante la utilización de los métodos de similitud y diferencia y,
a partir de ello, poder identificar cómo es la relación entre dichas configuraciones” (p.10). Lo
anterior, significa que este instrumento puede indicar: por un lado, la razón (es) que provoca un
determinado resultado (causalidad necesaria) y por el otro, conocer si el resultado estudiado se
genera siempre que dicha razón (es) está presente (causalidad suficiente). Al respecto, Areiza
(2017) estipula que “al interior del QCA se encuentra la cuestión de las condiciones suficiente y/o
necesarias o de combinaciones de condiciones que satisfagan tales características para un resultado,
por lo que es importante mencionar que el QCA hace explícitas las relaciones entre las condiciones
y el resultado” (p.3). De la misma forma, el Centro de Investigaciones Sociológicas de Madrid
(2017), señala que el QCA se sostiene:
...en análisis de necesidad y de suficiencia, considerándose que una condición es
necesaria si está presente siempre que se produce el resultado de interés (aunque
en algunos casos en que la condición está presente el resultado de interés no se
produzca), y es suficiente si el resultado de interés se produce siempre que la
condición está presente (aunque pueda producirse también en ausencia de dicha
condición (Rihoux y Ragin, 2009) (p.31).
Por su parte, Ariza y Gandini (2012) incorporan la definición desarrollada por el creador del QCA
Ragin, sobre las condiciones necesarias y suficientes: “una serie de causas puede bastar para que
un efecto ocurra, lo que es entonces suficiente, o puede ser condición necesaria, aunque no
suficiente para que el efecto tenga lugar, lo que amerita la concurrencia de otras” (p.505). En la
figura N°3, se ilustra con un diagrama de Venn54 el significado de una condición suficiente para un
resultado. En donde, X es suficiente para Y, si y sólo si todo lo que tenga la condición X da como
resultado Y (Sinnott, 2017). Para el Centro de Investigaciones Sociológicas de Madrid (2017) “una
condición X es suficiente para el resultado, si, cada vez que esta está presente entre los casos, el
resultado también está presente (Schneider y Wagemann, 2012:75)” (p.83). Al respeto, Tutistar y
Pinazo (2018) indican que el análisis de suficiencia:
Consiste en observar qué condición o combinación de condiciones (configuración
causal) son suficientes para explicar el resultado. Siguiendo con el ejemplo
anterior (ser madre) se puede afirmar que todas las madres biológicas son mujeres;
sin embargo, no todas las mujeres son madres. La condición de suficiencia se
cumple entonces cuando la variable causal es un subconjunto del resultado
(Legewie, 2013; Ragin, 2008). (p.11)
Por ejemplo, si X es igual a volkswagen escarabajos y Y es igual a carros; entonces, la condición
suficiente bajo el verbo “tener” se expresaría de la siguiente manera: “si tengo un volkswagen
escarabajo (X) tengo un carro (Y)”, siendo X (volkswagen escarabajo) suficiente para que se
produzca Y (carro). Sin embargo, el caso contrario no es necesariamente cierto, ya que si tengo un
carro (Y) no significa que tenga un volkswagen escarabajo (X), debido a que puede ser cualquier
otro modelo, es decir, Y puede existir sin la presencia de X. Es dentro de este planteamiento, que
brota el criterio de las condiciones necesarias.
54 Diagrama de Venn: es una representación gráfica, normalmente óvalos o círculos, que nos muestra las relaciones existentes entre los conjuntos.
Cada óvalo o círculo es un conjunto diferente. La forma en que esos círculos se sobreponen entre sí muestra todas las posibles relaciones lógicas entre los conjuntos que representan (August, 2008).
59
Figura N°3. Diagrama de condiciones suficientes
Fuente: Wagemann, C. (2012). ¿Qué hay de nuevo en el método comparado? QCA y el análisis de los conjuntos
difusos. Revista Mexicana de Análisis Político y Administración Pública Volumen 1, número 1, enero-junio 2012, Pp.
51- 75
En la figura N°4, se visualiza que la condición X es necesaria para la existencia de Y, debido a que
sin la existencia de X tampoco podría existir Y, en otras palabras, X es necesario para Y, si y sólo
si todo lo que carezca de X también carece de Y (Sinnott, 2017). Tutistar y Pinazo (2018) indican
que el análisis de necesidad:
Consiste en determinar si las distintas condiciones (o variables) están presentes en
todos los casos que presentan un resultado concreto (Woodside, 2012). La relación
de necesidad se produce cuando el resultado es un subconjunto de la condición
causal (Legewie, 2013; Ragin, 2008), por ejemplo: ser mujer es condición
necesaria para ser madre biológicamente. (p.11)
Al tomar el ejemplo anterior, cambiando el orden de las variables, en donde, X = carro y Y =
volkswagen escarabajo. Entonces, se puede afirmar que X (carro) es una condición necesaria para
la existencia de Y (volkswagen escarabajo); porque no puedo tener un volkswagen escarabajo (Y)
sin tener un carro (X), siendo X necesario para le existencia de Y. Al ejemplificar los
planteamientos anteriores con el caso de investigación, se podría postular que si hay un alto % de
intercambio comercial de Venezuela con Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador (X = variable
independiente) es causa suficiente para que Venezuela pertenezca a la Comunidad Andina de
Naciones (Y= variable dependiente), siendo X suficiente para la existencia de Y, sin embargo a X
no se le puede considerar una condición necesaria para la existencia de Y, debido a que Venezuela
puede pertenecer a la CAN sin necesidad de tener un alto % de intercambio comercial con estos
países. En contraste, si se considera como X = voluntad política de integración de los gobernantes
de Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador (variable independiente) y Y= existencia de la
Comunidad Andina de Naciones (variable dependiente); entonces, se puede inferir que X es
necesario para la existencia de Y, debido a que sin la voluntad política de integración de estos
países (X) no se puede dar la existencia de la Comunidad Andina de Naciones. En otras palabras,
la CAN no puede existir si las naciones que la conforman no tienen la voluntad de crearla y
mantenerse en ella, por ende, para este caso X es necesario para que se produzca Y.
60
Figura N°4. Diagrama de condiciones necesarias
Fuente: Wagemann, C. (2012). ¿Qué hay de nuevo en el método comparado? QCA y el análisis de los conjuntos
difusos. Revista Mexicana de Análisis Político y Administración Pública Volumen 1, número 1, enero-junio 2012, Pp.
51- 75
1.4. Parámetros de coherencia: consistencia y cobertura
Ahora bien, las condiciones necesarias y suficientes son medidas por el QCA mediante unos
parámetros de cálculos conocidos como consistencia y cobertura. Para la medición de condiciones
suficientes, los índices de consistencia y de cobertura dan a conocer el nivel de presencia de una
condición o combinación de condiciones para que se dé el resultado determinado; mientras que,
para las condiciones necesarias se considera al índice de consistencia como el parámetro que
determina lo esencial que puede ser una variable para generar el resultado conjugado con el
principio de necesidad, en donde, si X es condición necesaria para Y, todas las instancias de Y
deben ofrecer también la presencia de X (Pérez, 2007).
1.4.1. Consistencia
Bol y Luppi (2013, cita tomada del Centro de Investigaciones Sociológicas de Madrid, 2017)
definen al indicador de consistencia de la siguiente manera “indica la proporción de casos que
tienen tanto una condición como el resultado de interés de entre el total de casos que muestran
dicho resultado de interés” (p.31). En palabras de Escott (2018), “este coeficiente establece el nivel
de relación de suficiencia entre las variables, entre más cercano al 1 es mejor” (p.63). Por su parte,
Pérez (2009) establece:
Para establecer la presencia de condiciones suficientes es posible construir un
índice sencillo, denominado por Ragin como el índice de consistencia (Ragin
2006) … cuando el índice de consistencia es 1,00..., la configuración es marcada
como “verdadera” (suficiente); cuando por el contrario el índice de consistencia
es igual a 0,00..., la configuración es marcada como “falsa” (no-suficiente)” (p.23).
En este orden de ideas, Fedriani y Romano (2017) señalan que el índice de consistencia:
Responde hasta qué punto (o grado) es coherente la hipótesis o el enunciado.
Dicho con otras palabras, explica hasta qué grado los casos comparten
61
características del grupo de salida; es decir, el grado en que la pertenencia en la
solución es subconjunto de la salida... se suele exigir que sea mayor que 0,74 para
extraer conclusiones válidas. (p.262)
El índice de consistencia muestra la proporción en que las condiciones están asociadas a la
presencia de la variable dependiente (Rosati y Chazarreta, 2017). De los planteamientos anteriores,
se infiere al índice de consistencia como aquel que identifica en qué medida una condición o
combinación de condiciones están presente en el resultado de interés. Por ejemplo, si se están
analizando 10 casos con la misma configuración de condiciones, y de ellos sólo 8 contienen la
presencia de la variable independiente, significa que la condición o combinación de condiciones
estudiadas es consistente en un 0,8; dado que, el resultado se genera en 8 de los 10 casos analizados,
quedando 2 casos por fuera con la misma condición o combinación de condiciones, pero sin
provocar el resultado de interés (figura N°5).
Figura N°5. Diagrama del indicador de consistencia
Fuente: elaboración propia bajo ejemplo proporcionado por Hirzalla, F. (s/a). Qualitative Comparative Analysis (QCA).
Curso de Coursera realizado por la Universidad Erasmus de Rotterdam. Recuperado de
https://www.coursera.org/learn/qualitative-comparative-analysis/home/info
Como se mencionó previamente, el índice de consistencia oscila entre 0 y 1, si el análisis de QCA
es de carácter dicotómico (CRISPT QCA), se considera que una variable independiente o una
combinación de variables independientes es suficiente para producir el resultado si el valor de la
consistencia es igual a 1; mientras que, si su valor es 0 se considera que es insuficiente (Pérez,
2009). Por su parte, si el análisis es de índole multicotómico (FUZY QCA), se considera que una
variable independiente o una combinación de variables independientes es suficiente para producir
el resultado si el valor de la consistencia es igual o mayor a 0,8; mientras que, si su valor es menor
a 0,8 se considera insuficiente (Escott, 2018). Asimismo, Pérez (2009) señala que “Ragin (creador
del QCA) ha sugerido emplear valores de consistencia superiores a .85 para poder argumentar que
una condición es “generalmente” suficiente (Ragin 2008, 136)” (p.24). Mientras que, según
Tutistar y Pinazo (2019) “Ragin (2008) recomienda que una configuración causal (o combinación
de condiciones) presente un umbral de consistencia superior a 0,75 para decir que es suficiente”
(p.15). A fines de la presente investigación, se considerará el umbral de consistencia de .8
contenido por defecto en el software a utilizar denominado fsQCA versión 3.0 (Escott, 2018) para
determinar la presencia de condiciones suficientes para el resultado.
62
En relación, a las condiciones necesarias por el índice de consistencia se considera que una variable
se vuelve necesaria para provocar el resultado cuando presenta un nivel de consistencia igual o
superior a 0,9 (Tutistar y Pinazo, 2019). A pesar de ello, a fines de la presente investigación se
considerará que una condición es necesaria para generar la variable dependiente cuando su
consistencia sea igual a 1, debido a que significa que en todos los eventos en que se encuentre el
resultado también está presente dicha condición. Lo anterior, siguiendo lo contenido por el Centro
de Investigaciones Sociológicas de Madrid (2017) al hacer referencia a los investigadores Basedau
y Ritcher:
Una condición es necesaria si, cada vez que el resultado esté presente, la condición
también está presente... Una condición puede ser considerada como necesaria si
cumple el criterio de necesidad por encima del umbral de consistencia 0.9...
Basedau y Ritcher han aplicado un umbral algo más conservador al nivel 1.0 para
seleccionar las condiciones necesarias (p. 78 y 93)
Es importante destacar, que las condiciones necesarias y suficientes no son descartables entre sí,
es decir, una condición puede ser tanto necesaria como suficiente para producir un resultado
determinado, así como, puede ser necesaria y no suficiente o suficiente y no necesaria (Centro de
Investigaciones Sociológicas de Madrid, 2017).
1.4.2. Cobertura
Bol y Luppi (2013, cita tomada del Centro de Investigaciones Sociológicas de Madrid, 2017)
definen al parámetro de cobertura como aquel que “indica la proporción de casos en lo que aparecen
tanto la condición como el resultado de interés de entre los casos que muestran dicha condición”
(p.31). De acuerdo a Fredriani y Romano (2017) estipulan que este indicador “explica hasta qué
punto cuenta el pertenecer a un grupo (recipe) de entrada para la variable dependiente (pertenecer
a un grupo de salida) ... lo que muestra en realidad es cuántos casos sustentan el resultado (esto es,
el porcentaje de casos que cubre la solución)” (p.263). Por su parte, Pérez (2009) al relacionar el
índice de consistencia versus el índice de cobertura incorpora:
La diferencia entre los índices de cobertura y de consistencia radica en que el
primero refleja la proporción total de casos positivos explicados, mientras que el
segundo refleja la proporción de casos con una cierta configuración causal que
son positivos. En el cálculo de ambos índices, el numerador está dado por el
número de casos positivos que presentan la configuración causal propuesta. Pero
en el índice de cobertura, el denominador es el total de casos positivos, mientras
que en índice de consistencia, el denominador es el total de casos en la
configuración causal. (p.4)
En consecuencia, se entiende que el indicador de cobertura representa la cantidad de casos que
están contenido en la condición o combinación de condiciones planteadas y que a su vez, generan
el resultado de interés. La cobertura se ramifica en dos tipos, por un lado, la cobertura total (definida
en párrafos previos), y por otro, la cobertura única que para Pérez (2009) hace referencia “a la
proporción de casos positivos explicados exclusivamente por cada una de las configuraciones (es
decir, no cubiertos por las otras explicaciones)” (p.4).
63
Figura N°6. Diagrama del indicador de cobertura
Fuente: elaboración propia bajo parámetros proporcionado por Pérez, A. (2009). Instrucciones para utilizar fs/QCA
(versión 2.0, 2007). Recuperado de: http://www.pitt.edu/~asp27/USAL/Instrucciones_fsQCA.pdf
En la figura N°6 se ilustra el significado de este indicador de análisis de condiciones suficientes
desde sus dos ramificaciones, en donde, para los 10 casos analizados que provocan el resultado de
interés Y, sólo 7 de ellos poseen la combinación de las variables X1 y X2, siendo su cobertura total
de 0,7; debido a que, existen 3 casos que también provocan el resultado Y, pero que atiende a otras
configuraciones de condiciones. Asimismo, este ejemplo genera una cobertura única de 0,2; en
razón, a que de los 7 casos con la combinación de variables X1 y X2 hay 2 de ellos que
adicionalmente tienen presente una o más variables que provocan el resultado Y.
1.5. Álgebra Booleana, teoría de conjuntos y tabla de la verdad
El QCA se fundamenta en el álgebra booleana55, en la teoría de conjuntos56 y en el uso de la tabla
de la verdad57 para formalizar el análisis de datos cualitativos. Según Tutistar y Pinazo (2019)
“QCA es una metodología de investigación que incorpora la lógica del álgebra booleana a los
principios de comparación”. (p.10) En relación, Rosati y Chazarreta (2017) establecen:
Esta técnica utiliza como herramienta formal al álgebra booleana para lograr
identificar cuál(es) de una serie de factores (o variables independientes)
identificados están asociados a la presencia de un resultado (outcome) dado... Así,
un análisis comparativo basado en el álgebra booleana buscará comprender las
55 Álgebra booleana: —desarrollada por George Boole a mediados del siglo XIX— es una técnica mediante la cual se realiza la conversión de
proposiciones lógicas en símbolos matemáticos. Hay dos condiciones o estados en el álgebra booleana: verdad (presencia) o falsedad (ausencia), indicados con 1 y 0 respectivamente, de manera que tanto las condiciones explicativas como el fenómeno que se desea estudiar asumen valores
binarios. El análisis comparativo basado en el álgebra booleana se centra en el examen de la presencia/ausencia de las condiciones bajo las cuales
cierto resultado es obtenido (es decir, es verdadero) considera una serie de principios lógicos —que difieren de los aritméticos— mediante los cuales se realizan operaciones de multiplicación y adición, basadas en una lógica combinacional (Ariza y Gandini, 2012). 56 Teoría de conjuntos: rama de las matemáticas cuyo objeto son los conjuntos. El concepto de conjunto es intuitivo y se podría definir como una
agrupación bien definida de objetos no repetidos ni ordenados; un conjunto está bien definido, cuando puede afirmar si un determinado elemento pertenece o no al conjunto (Hernández, F. 1998). 57 Tabla de verdad: es una representación tabular del valor de una fórmula en todas las posibles interpretaciones. El número de posibles
interpretaciones de una fórmula F es 2n donde n es el número de variables proposicionales de F. Por tanto, este método tiene una complejidad exponencial que complica su utilización para fórmulas complejas (Labra y Fernández, 1998).
64
condiciones (es decir, la presencia de condiciones) según las cuales se produce un
resultado dado (es decir, la presencia de un resultado)... el QCA se basa
extensivamente en el álgebra booleana para evaluar la incidencia que
determinadas variables (cualitativas) tienen sobre un resultado dado. (p.2)
A su vez, Ariza y Gandini (2012) incorporan:
El recurso al álgebra booleana permite no sólo acortar el número de
combinaciones causales posibles, sino hacer un tratamiento exhaustivo de todas
las posibilidades lógicas de combinación, tengan o no presencia empírica, lo que
otorga transparencia y rigor al análisis empírico cualitativo convencional. (p.508)
Por su parte, Wagemann (2012) indica sobre la aplicación de la teoría de conjuntos en el QCA lo
siguiente:
El QCA propone examinar las llamadas set-theoretic relations, es decir, las
relaciones entre conjuntos. Un ejemplo de una relación de este tipo es el análisis
de las condiciones suficientes y necesarias... La relación entre condiciones y
resultado es entonces una relación basada en subconjuntos derivada de la más
amplía teoría de conjuntos. (p.56)
En consecuencia, el QCA mediante el álgebra booleana, la teoría de conjuntos y la tabla de la
verdad incorpora sustentos de lógica y matemáticas a las relaciones entre condiciones y resultado,
permitiendo cuantificar variables cualitativas bajo parámetros de presente (verdadero = 1) y
ausente (falso = 0) con el fin de compararlas dentro un cierto número de eventos y determinar su
causalidad para producir un resultado dado. Precedentemente, se mencionó que el QCA es una
herramienta que refinó los métodos comparativos de concordancia y diferencia desarrollados por
John Stuart Mill en 1843 incorporándoles fundamentos de la lógica booleana. De acuerdo a
Wagemann (2012):
Ragin (1987) logró combinar eficientemente la versión formalizada del álgebra
booleana (hoy con mayores posibilidades de aplicación con el desarrollo de las
computadoras) con la metodología de Mill. Por lo tanto, podemos afirmar que el
csQCA (la versión dicotómica) no es otra cosa que una aplicación del método de
Mill en la era de las computadoras con las cuales tenemos la posibilidad de
analizar sin problemas incluso las situaciones más complejas. (p.63)
En este sentido, la lógica booleana provee al QCA un fundamento matemático para inquirir
relaciones de causas – efecto mediante el uso binario de los datos, incorporación de la tabla de la
verdad, adicción y multiplicación booleana, los conceptos de necesidad y suficiencia, la
factorización de expresiones booleana, entre otras (Centro de Investigaciones Sociológicas de
Madrid, 2017). En conclusión, el QCA se vale de la aritmética booleana y del análisis de conjuntos
(condiciones necesarias y suficientes) para hallar que variables independientes o qué relación de
estás (condiciones) provocan la variable dependiente (resultado). En los siguientes subapartados se
dará mayor detalle de las operaciones booleanas y de lógica dentro del método comparado que
utiliza el QCA para determinar la causalidad entre las variables:
65
1.5.1. Operadores lógicos
El álgebra booleana hace uso de una serie de símbolos que representa la conectividad lógica entre
las condiciones y resultado. De acuerdo a Ariza y Gandini (2012):
Algunos de los operadores lógicos utilizados son los siguientes: la utilización del
signo “*” —interpretado como “y”—, lo que indica la presencia conjunta de dos
condiciones [la expresión x1*x2→Y se interpreta como x1 y x2 son
conjuntamente suficientes para y], mientras la presencia alternativa de una u otra
condición se indica con “+” -y se interpreta como “o”- [la expresión x1+¬x2→Y
se interpreta como X1 o la ausencia de x2 son suficientes para y]. (p.523)
Por su parte, Wagemann (2012) incorpora “el signo «+» corresponde al «Ó» utilizado en lógica.
Ello significa que existe más de una condición suficiente para el resultado... el signo «*»
corresponde al «Y» lógico”. (p.57) De tal manera, al tener 3 variables independientes (X1, X2, X3)
para generar la variable dependiente Y se entenderá la conectividad lógica de la siguiente manera:
X1+X2+X3=Y, significa que cada variable independiente por separado puede provocar la
presencia de la variable dependiente (figura N°7).
Figura N°7. Diagrama del operador lógico “O” = “+”
Fuente: elaboración propia de la autora.
X1*X2*X3=Y, significa que la presencia de la variable dependiente sólo se produce cuando
las variables independientes están presentes en conjunto. (figura N°8).
66
Figura N°8. Diagrama del operador lógico “Y” = “*”
Fuente: elaboración propia de la autora.
A su vez, se puede dar el caso en que el resultado se genere sólo cuando una o más condiciones no
estén presente (figura N°9), en donde Y sólo está presente cuando las variables X1 y X3 están
presentes y cuando la variable ~X2 está ausente. Para ello, el algebra booleana utiliza la siguiente
simbología ~ ó ¬. De acuerdo a Fedriani y Romano (2017) “la tilde sirve para señalar la negación
de una propiedad” (p.263).
Figura N°9. Diagrama del operador lógico “NOT” = “~ ó ¬”
Fuente: elaboración propia de la autora
1.5.2. Tabla de la verdad en el QCA
Es una herramienta desarrollada por Charles Peirce alrededor de 1880 y es utilizada en lógica como
su nombre lo indica para determinar la verdad o falsedad de una serie de variables. En el análisis
cualitativo comparado es utilizada para reflejar las configuraciones causales posibles entre las
condiciones y el resultado existan o no empíricamente. En relación, Ariza y Gandini (2012)
estipulan:
67
Una tabla de verdad es una técnica que facilita el descubrimiento de patrones al
representar las pruebas empíricas que asocian las combinaciones de causas con el
resultado para facilitar el análisis de los parecidos y las diferencias (Ragin, 2007) ...
así, cada combinación lógica de los valores de las condiciones causales se
representa en una fila, motivo por el cual las tablas de verdad tienen tantas filas
como combinaciones lógicamente posibles... dicho de otro modo, la tabla de
verdad es un procedimiento de simplificación de las configuraciones causales de
los datos analizados, para poder identificar patrones. (p.518)
Asimismo, Rosati y Chazarreta (2017) incorporan:
Una herramienta necesaria para la realización del análisis comparativo es la tabla
de verdad. La misma sirve como instrumento para identificar las conexiones
lógicas explícitas entre condiciones y resultados a partir del examen y
agrupamiento de casos que presentan una misma combinación de factores o
condiciones específicas. (p.9)
En este orden de ideas, para construir una tabla de la verdad se requiere de unos datos y en el caso
del QCA, estos vienen dados por la dicotimización de las variables independientes y dependiente,
asignando el valor “1” si está presente o “0” si está ausente. Una vez calibrada la información de
las variables de forma binaria se obtiene la denominada matriz de datos que muestra de manera
ordenada los casos en que las variables se encuentran presentes y ausentes, paso seguido armar la
tabla de la verdad (Rosati y Chazarreta, 2017). En otras palabras, al obtener los datos calibrados de
las variables estudiadas (matriz de datos), se procede a transformarlos en una tabla de la verdad, en
donde, se reflejarán todas las posibles combinaciones que se derivan de la interacción de las
variables, existan o no en los datos recogidos por la matriz de datos.
A fines ilustrativos, se ejemplificará una matriz de datos de 4 variables independientes con 10 casos
(tabla N° 1), los datos que se reflejan en esta matriz son simulados, sin embargo como se mencionó
previamente, los mismos deben venir dados por la calibración 58 de la información obtenida
empíricamente, ya sea mediante estadísticas, hechos históricos, revisión documental, postulados
académicos o teóricos, encuestas, entrevistas o cualquier otra forma de recolectar datos.
Tabla N°1. Ejemplo de matriz de datos de 4 variables independientes Variables independientes Variable dependiente
X1 X2 X3 X4 Y
1 0 0 1 1
0 0 0 1 1
0 1 0 0 0
1 0 1 0 0
0 1 0 1 1
1 1 0 1 1
0 0 1 0 0
1 0 1 0 0
1 1 1 1 1
0 1 0 0 0
58 Calibración: el investigador otorga puntuaciones a los casos para reflejar si son miembros o no de un conjunto. (Hirzalla, s/a). Es decir, la calibración provee determinar si una variable está presente o ausente para la ocurrencia de una determinada condición.
68
Fuente: elaboración propia siguiendo parámetros de Rosati, G. y Chazarreta, A. (2017). El Qualitative Comparative
Analysis (QCA) como herramienta analítica. Dos aplicaciones para el análisis de entrevistas. Relmecs, vol. 7, no. 1,
e018, ISSN 1853-7863 Universidad Nacional de La Plata.
En la anterior tabla, se aprecia sistemáticamente la recolección de datos para las variables de
estudios, tanto independientes como dependiente, en donde, empíricamente para algunas
configuraciones se da el resultado (Y =1), mientras que para otros casos no se genera (Y = 0). En
este sentido, a fin de reflejar la cantidad de casos que comparten la misma configuración de
variables independientes y el mismo resultado, es que surge el uso de la tabla de la verdad (tabla
N°2), mostrando todas las configuraciones posibles de combinar las variables independientes e
indicando cuales casos encajan en dichas configuraciones (Centro de Investigaciones Sociológicas
de Madrid, 2017).
Tabla N°2. Ejemplo de tabla de la verdad de 4 variables independientes
Variables independientes (todas las configuraciones) Variable
dependiente Frecuencia de casos
X1 X2 X3 X4 Y
0 0 0 0 - 0
0 0 0 1 1 1
0 0 1 0 0 1
0 0 1 1 - 0
0 1 0 0 0 2
0 1 0 1 1 1
0 1 1 0 - 0
0 1 1 1 - 0
1 0 0 0 - 0
1 0 0 1 1 1
1 0 1 0 0 2
1 0 1 1 - 0
1 1 0 0 - 0
1 1 0 1 1 1
1 1 1 0 - 0
1 1 1 1 1 1
Fuente: elaboración propia siguiendo parámetros de Rosati, G. y Chazarreta, A. (2017). El Qualitative Comparative
Analysis (QCA) como herramienta analítica. Dos aplicaciones para el análisis de entrevistas. Relmecs, vol. 7, no. 1,
e018, ISSN 1853-7863 Universidad Nacional de La Plata.
En la tabla N°2, se observa todas las combinaciones posibles de la interacción de las variables
independientes59, exista o no evidencia real; paso seguido, incorporar en la tabla de la verdad la
cantidad de casos existentes que se ajustan a las configuraciones que correspondan. Es importante
destacar, que no todas las configuraciones posibles están sustentadas empíricamente, pudiendo ser
posibles teóricamente, pero no hay datos que soporten la existencia de tal combinación (frecuencia
de casos = 0). A dichos casos, se les conoce como remanentes lógicos (logical remainders) o
contrafáctico (Ariza y Gandini, 2012) y de acuerdo a Escott (2018), los mismos deben ser
suprimidos del análisis de la tabla de la verdad, textualmente indica:
La tabla de la verdad emergerá con todas las posibles combinaciones de las
variables – la celda del resultado se encuentra vacía – no todas estas
59 Las tablas de verdad tienen tantas filas como combinaciones posibles de valores en las variables independientes: la cantidad de filas que tendrá una tabla de verdad puede ser calculada como 2k (en donde k es la cantidad de variables independientes). (Rosati y Chazarreta, p.4 - 2017).
69
combinaciones son relevantes en un primer momento, por ellos es necesario
depurar aquellas que no cuentan con casos – denominas remainders –, pues esto
representa que si bien teóricamente el resultado es posible no da respuesta a casos
recopilados por la investigación. (p.63)
Una vez realizado el paso anterior, se procede al análisis de la tabla de la verdad mediante las
operaciones booleanas de adicción, multiplicación y minimización lógica a desarrollar en el
siguiente apartado.
1.5.3. Adicción booleana, multiplicación booleana y minimización lógica
Como se ha establecido en anteriores párrafos el QCA utiliza una serie de operaciones del álgebra
booleana para determinar lógicamente las causas que provocan un resultado. En este sentido, una
vez se obtiene la tabla de la verdad, el siguiente paso es efectuar el análisis de la misma mediante
la adicción y multiplicación booleana. En el caso de la adicción booleana, se procede bajo la
siguiente lógica, si A+B = Z (A=1 y B=1), entonces, Z=1, en otras palabras 1+1=1 (Rosati, y
Chazarreta, 2017). Como se evidencia, la resolución es diferente a la adición aritmética, debido a
que se entiende que si lo que se necesita para que Z ocurra es que A o B estén presente (=1),
entonces cuando A está presente (A=1) o B está presente (B=1), Z ocurrirá (Z=1), quedando la
expresión anterior bajo la siguiente afirmación “si A es igual a 1 o B es igual 1, entonces, Z es igual
a 1” (Rosati, y Chazarreta, 2017). En otras palabras, sería “si A o B están presente, entonces, Z
también lo está” operador lógico es “O” y representa en la teoría de conjuntos la unión.
Por su parte, la multiplicación booleana para el QCA también se diferencia de la multiplicación
aritmética, su operador lógico equivalente es “Y” y en la teoría de conjuntos su representación es
la intersección (Rosati, y Chazarreta, 2017). De tal manera, de la siguiente expresión A*B = Z
(A=1 y B=0; Z=1), su interpretación lógica para el QCA sería Z está presente (Z=1) cuando A está
presente (A=1) y cuando B está ausente (B=0), quedando la expresión anterior bajo la siguiente
afirmación “si A es igual a 1 y B es igual 0, entonces, Z es igual a 1”. La multiplicación booleana
para el QCA se realiza por cada fila en que haya casos, seguidamente se realiza la adicción booleana,
en donde, dado el hecho que su lógico es “O” permite combinar cada fila de la tabla de la verdad
en una sola expresión; finalmente, se aplica la minimización lógica. Entonces, del ejemplo que se
ha venido manejando previamente al aplicar multiplicación booleana, adicción booleana y
minimización lógica se obtiene:
Tabla N°3. Ejemplo de tabla de la verdad de 4 variables independientes con multiplicación
booleana Variables independientes
(todas las configuraciones)
Variable
dependiente Frecuencia de
casos Multiplicación booleana
X1 X2 X3 X4 Y
0 0 0 0 - 0 N/A
0 0 0 1 1 1 ~X1*~X2*~X3*X4 = Y
0 0 1 0 0 1 ~X1*~X2*X3*~X4 = ~Y
0 0 1 1 - 0 N/A 0 1 0 0 0 2 ~X1*X2* ~X3* ~X4 = ~Y
0 1 0 1 1 1 ~X1*X2*~X3*X4 = Y
0 1 1 0 - 0 N/A 0 1 1 1 - 0 N/A
70
1 0 0 0 - 0 N/A
1 0 0 1 1 1 X1*~X2*~X3*X4 = Y
1 0 1 0 0 2 X1*~X2*X3*~X4 = ~Y
1 0 1 1 - 0 N/A
1 1 0 0 - 0 N/A
1 1 0 1 1 1 X1*X2*~X3*X4 = Y
1 1 1 0 - 0 N/A
1 1 1 1 1 1 X1*X2*X3*X4 = Y
Fuente: elaboración propia siguiendo parámetros de Rosati, G. y Chazarreta, A. (2017). El Qualitative Comparative
Analysis (QCA) como herramienta analítica. Dos aplicaciones para el análisis de entrevistas. Relmecs, vol. 7, no. 1,
e018, ISSN 1853-7863 Universidad Nacional de La Plata.
El siguiente paso, es la adicción booleana, en donde, se colocan todas las expresiones de cada fila
en que la variable dependiente está presente en una sola expresión, dando el siguiente resultado:
Y = ~X1*~X2*~X3*X4 + ~X1*X2*~X3*X4 + X1*~X2*~X3*X4 + X1*X2*~X3*X4 +
X1*X2*X3*X4
Por último, se ejecuta la minimización o reducción lógica que tiene como objetivo encontrar una
expresión más simple de las expresiones que contienen la presencia de la variable dependiente
(expresiones primitivas) (Hirzalla, s/a). Para ello, se aplica la siguiente regla “si dos expresiones
booleanas solamente difieren en una condición causal y aun así producen el mismo resultado,
entonces la condición causal que distingue las dos expresiones puede ser considerada irrelevante y
puede ser suprimida para crear una expresión más simple (Ragin 1987)” (cita tomada de Rosati y
Chazarreta, p.6). En consecuencia, a minimizar la anterior expresión:
Y = ~X1*~X2*~X3*X4 + ~X1*X2*~X3*X4 + X1*~X2*~X3*X4 + X1*X2*~X3*X4 +
X1*X2*X3*X4,
se obtiene,
Y = X4 + ~X3*X4 + ~X3*X4 + ~X3*X4 + X1*X2*X4,
si se simplifica las expresiones repetidas, se obtiene,
Y = X4 + ~X3*X4 + X1*X2*X4 (expresión minimizada o fórmula mínima)
La expresión anterior, indica que hay 3 maneras para que Y se produzca. Su lectura sería de la
siguiente manera: la presencia de la variable X4 causa la presencia de la variable Y (dependiente);
O también Y se produce con la ausencia de la variable X3 y la presencia de la variable X4; O
cuando la variable X1 y X2 y X4 están presentes Y también lo estará. Importante destacar, que de
las tres opciones anteriores en que se da la presencia de la variable dependiente Y, siempre está la
presencia de la variable X4, indicando que es una variable necesaria y suficiente para la presencia
de la variable Y, en otras palabras, sin la presencia de la variable X4 no se va a dar la presencia de
la variable dependiente Y.
71
1.6. Software del QCA
Cuando hay muchas variables, el proceso de análisis mencionado en el anterior apartado se vuelve
largo y más propenso al error humano, por este motivo se concibió la creación de un software que
facilite la creación de las tablas de la verdad, las operaciones booleanas y la minimización lógica,
según Pérez (2009) entre ellos se encuentran “fs/QCA o Tosmana (ambos de acceso gratuito) que
generan automáticamente la tabla de verdad y minimizan las configuraciones causales” (p.29).
A los fines de esta investigación se utilizará el fs/QCA versión 3.0 descargable en el siguiente
enlace (http://www.socsci.uci.edu/~cragin/fsQCA/software.shtml), y el tipo de QCA a utilizar es
el Crisp Sets, porque es el que incorpora el uso de variables dicotómicas (presencia o en términos
lógicos, verdadero=1 y ausencia o, en términos lógicos, falso=0) (Rosati y Chazarreta, 2017). Es
importante destacar, que el software presenta la minimización lógica de tres formas: compleja,
intermedia y parsimonia. La primera de ellas es la solución compleja, la cual asume que todas las
configuraciones sin casos han producido la ausencia del resultado de interés (Pérez, 2007). La
segunda, es la solución intermedia, que asume que sólo algunas de las configuraciones sin casos
hubiesen producido la presencia del resultado de interés (Pérez, 2007); y la tercera, es la solución
parsimoniosa, que asume que todas las configuraciones sin casos hubiesen producido la presencia
del resultado de interés (Pérez, 2007). A fines ilustrativos, en la figura N°10, se incorpora el análisis
arrojado por el software, el cual será explicado al detalle con los datos del caso de estudio de esta
investigación en el capítulo 4.
Figura N°10. Reporte de análisis de causalidad entre variables del QCA
Fuente: Pérez, A. (2009). Instrucciones para utilizar fs/QCA (versión 2.0, 2007, pp.3)
Otro aspecto a considerar es que las variables que se agregan en el software deben ser abreviadas
con una nomenclatura sencilla, sin caracteres especiales, acentos y en minúsculas (Escott, 2018).
En este contexto, y tomando en cuenta lo establecido por Ariza y Gandini (2012), en que postulan
que la solución parsimoniosa “se sustenta en el sobreentendido de que mientras menores sean los
72
factores que necesitamos para explicar un fenómeno, más cerca nos encontramos del nudo de sus
mecanismos causales” (p.508), está investigación utilizará la solución parsimoniosa para analizar
las causas fundamentales o “nudos” que provocan la adhesión, permanencia o denuncia de
Venezuela de la V República a un mecanismo de integración desde el punto de vista ideológico.
2. Metodología para las variables cuantitativas (intercambio comercial): indicadores de
comercio exterior
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), propone una serie de índices
que permiten analizar el comercio exterior de una nación con sus socios comerciales, así como
conocer su posición comercial, su patrón de comercio y su dinamismo comercial (Durán y Alvarez,
2008). A fines de este trabajo de investigación se propone el uso de cuatro índices de los propuestos
por la CEPAL a fin de explorar el ámbito de análisis vinculado al intercambio comercial de bienes
del caso de estudio. En este sentido, a continuación, se detallan cada uno de ellos:
2.1. Índice de balanza comercial relativa (IBCR)
También llamado índice de ventajas comparativas reveladas (IVCR), es un indicador concebido
desde la teoría clásica del comercio internacional, específicamente, desde la hipótesis de David
Ricardo que establece que los países comercian entre sí de acuerdo a la ventaja comparativa que
manejen entre ellos (Alonso et al., 2012). Entendiéndose a la misma (ventaja comparativa), como
aquella en donde los países especializan su producción en aquello que se le da mejor e importan el
resto (Baldwin, 2016). Ahora bien, se le agrega el término de ventaja comparativa revelada dado a
que se calcula midiendo el patrón de comercio en el mundo real y no por el cálculo de costo de
oportunidad (Arias y Segura, 2004).
En este sentido, Durán y Alvarez (2008) indican que este indicador es “utilizado para analizar las
ventajas o desventajas comparativas de los intercambios comerciales de un país con sus socios
comerciales o diversos grupos de países” (p.23). Del mismo modo, Alonso y et all. (2012) plantean
que “este indicador permite analizar todo el flujo comercial o de un sector, de manera bilateral o
multilateral de un país” (p. 6).
La fórmula algebraica del indicador, según Durán y Alvarez (2008), es la siguiente:
Dónde:
73
En concordancia, con estos autores Durán y Alvarez (2008):
El índice puede tomar valores positivos o negativos. Un índice negativo/positivo
será indicativo de un déficit/superávit en el total del comercio, y expresa una
ventaja/desventaja en los intercambios comerciales. En otras palabras, un índice
de VCR mayor que cero será indicativo de la existencia de un sector competitivo
con potencial; y un índice negativo, de un sector importador neto carente de
competitividad frente a terceros mercados (p.23).
Dado lo anterior, y al tomar en cuenta, que es posible calcular este indicador de manera multilateral
y agregado con todo el comercio en conjunto (Alonso et al., 2012), se procederá a los fines de esta
investigación a utilizar el índice precedente para el intercambio comercial total de Venezuela con
los bloques económicos de integración objeto de estudio.
2.2. Índice de comercio intrarregional
Es uno de los más populares y menos complejos para medir la relevancia comercial del intercambio
entre países de un mismo bloque económico (Durán y Alvarez, 2008). En esta orden de ideas, estos
mismos autores Durán y Alvarez (2008), lo plantean formalmente de la siguiente manera:
De acuerdo a Durán y Alvarez (2008):
El mismo se calcula relacionando el total del comercio recíproco entre los
miembros de una unión aduanera o acuerdo comercial (sea por exportaciones,
importaciones o ambos –intercambio comercial-), sobre el total de las
exportaciones que el grupo de países destina a todo el mundo. El índice muestra
en forma directa la proporción que representa el comercio entre los miembros de
una agrupación regional... (p.37)
Para este índice los autores a fines de determinar si el comercio intrarregional latinoamericano es
coherente a la intención integradora, hacen un comparativo con el comercio intrarregional de otros
bloques integracionista. En consecuencia, esta investigación comparará este indicador entre el
bloque regional de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur
(MERCOSUR).
74
2.3. Indicador de participación en los intercambios mundiales
Es un índice que demuestra que tanta proporción tiene un determinado mercado o producto en el
intercambio mundial que maneja un país. En palabra de Durán y Alvarez (2008) “el resultante
indicará el peso específico del comercio del país con el bloque en la exportación/importación de su
total” (p.16). Su ecuación queda expresada de la siguiente forma:
IPIM (Xij+Mij)
(X mundo + M mundo)
A los fines de uso de este índice su cálculo se realizará desde la óptica de la participación del
comercio intrarregional de Venezuela con el bloque económico estudiado y su relación con el
mundo a fin de determinar la proporción de dicho mercado regional en el intercambio comercial
total del país y así conocer, su relevancia. Asimismo, dada la condición de dependencia económica
petrolera que maneja Venezuela, tanto en los tiempos de la IV como en la V República y en su
constante intentó de diversificar su aparato productivo, se procederá a calcular este indicador para
las exportaciones no tradicionales venezolanas a fin de determinar la proporción que representa el
mercado andino para este sector (Xi/X mundo, Durán y Alvarez, 2008).
2.4. Índice de Balassa
Indicador perteneciente al conjunto de índices de Ventaja Comparativa Revelada, también llamado
como Índice de Ventaja Comparativa Revelada de las Exportaciones, su función es medir el nivel
de importancia de un producto en las exportaciones de un país a otro, frente a la importancia de las
exportaciones del mismo producto en las exportaciones del mismo país hacia el mundo (Durán,
2012). De acuerdo con Durán y Alvarez (2008):
Este indicador forma parte de la familia de índices de VCR, y mide el grado de
importancia de un producto dentro de las exportaciones de un mercado a otro
mercado, versus la importancia de las exportaciones del mismo producto en las
exportaciones del mismo producto hacia el mundo. (p.24)
A continuación, se incorpora su expresión algebraica:
Dónde:
75
Para descifrar este indicador estos mismos autores (Durán y Alvarez, 2008) recomiendan los
siguientes parámetros:
En este sentido, el uso de este indicador a los propósitos de esta investigación es para determinar
la importancia que tiene el producto estrella de exportación del caso de estudio (petróleo
venezolano) en su participación comercial con los bloques regionales de integración de interés:
CAN y MERCOSUR.
Conclusión
A lo largo del capítulo se desarrolló los aspectos teóricos y conceptuales de las dos metodologías
propuestas para analizar las variables de estudios: ideología política e intercambio comercial,
concluyendo que es el análisis cualitativo comparado la herramienta idónea para analizar cuál de
los frentes ideológicos propuestos son los que promueven la adhesión, permanencia o denuncia de
Venezuela de la V República a un mecanismo de integración. Lo anterior, debido a que el QCA
provee un soporte cuantitativo para conocer cual o cuales de las variables cualitativas planteadas
es necesaria para integración regional de Venezuela en los tiempos de la V República, así como si
algunas de estas variables ideológicas han jugado en pro o en contra de su integración regional.
Una vez, se determinen la presencia o ausencia de tales frentes ideológicos se podrá comparar si
son las mismos tanto para la CAN como para el MERCOSUR. Desde el otro ángulo, se concluye
que son los índices de comercio exterior incorporados por la CEPAL (Durán y Alvarez, 2008), el
mecanismo adecuado para detallar el intercambio comercial de Venezuela en los tiempos de la V
República con la CAN y el MERCOSUR a fin de compararlos y evaluar cuál de los dos bloques
de integración es más dinámico desde el punto de vista comercial para el intercambio de bienes de
Venezuela con el exterior.
76
Capítulo 4. Resultados de la integración regional desde la ideología política y desde el
intercambio comercial del gobierno venezolano de la V República con la CAN y el
MERCOSUR
Introducción
El intercambio comercial intrarregional en América latina ha sido un elemento histórico de interés
a mediados del pasado y presente siglo para impulsar el crecimiento económico de la región
mediante el fortalecimiento de los mecanismos de integración que conlleven a mejorar los flujos
comerciales intrazona y extrazona, para ello algunos académicos sostienen que limitar la
integración sólo a temas comerciales no es suficiente para responder a las necesidades estructurales
de la región. Por este motivo, se deben elevar las relaciones internacionales latinoamericana a un
nivel más elevado que sólo limitarlas a temas económicos, jugando para Venezuela la ideología
política un papel fundamental. En este sentido, el presente capítulo tiene el fin de detallar la
integración regional de Venezuela manejada por la V República (1999 – 2018, últimos años con
datos oficiales) con los dos mecanismos de integración en estudio (CAN y MERCOSUR), bajo dos
vertientes: la primera de ella, desde la óptica ideológica política y la segunda de ella, desde el
aspecto de intercambio comercial con los bloques regionales estudiados.
En consecuencia, se utilizará como herramientas de análisis para las variables cualitativas
(ideología política) el análisis cualitativo comparado (QCA) a fin de discernir cuantitativamente
cuál (es) de los frentes ideológicos (convergencia ideológica CI; fricciones diplomáticas FD;
acuerdo comercial extracomunitario multipolar ACEM; acuerdo comercial extracomunitario
unipolar ACEU) son los que han incido en la adhesión, permanencia o denuncia de Venezuela con
los bloques de integración en estudio; y así corroborar, si fue la ideología política del orden social
del sistema internacional de Venezuela en los tiempos de la V República la causante de la
inestabilidad integracionista del país durante estos 20 años de estudio (1999-2018) (hipótesis N°1).
Mientras que, para las variables cuantitativas (intercambio comercial) se utilizan los indicadores
de comercio exterior recomendados por la CEPAL (índice de balanza comercial relativa; índice de
comercio intrarregional; indicador de participación en los intercambios mundiales; índice de
Balassa, Durán y Alvarez, 2008) a fin de comparar y distinguir cuál de los dos bloques es más
dinámico desde el punto de vista comercial para Venezuela y así constatar, si el intercambio
comercial intrarregional de Venezuela con los países de la CAN posee más dinamismo comercial
que con el de los países del MERCOSUR (hipótesis N°2).
1. Integración regional desde la ideología política
Considerando primero, que la política exterior de un estado se ajusta a la ideología de los nuevos
gobernantes (Lasagna 1995 cita tomada de Giacalone, 2011); segundo, que el éxito de un bloque
de integración está altamente vinculado a la voluntad de los gobernantes de sus países socios (Cobo,
2008; Mastrocolo, 2016, Martínez, 2011, Janka, 1975); y tercero, que la V República venezolana
busca la unión de la región con una ideología de confrontación al sistema del orden internacional
con EEUU como “potencia hegemónica” (Bernal, 2017), se analiza en los siguientes párrafos como
se desenvolvió tal ideología política de Venezuela con los bloques de integración investigados:
77
1.1. Ideología política con la Comunidad Andina de Naciones (CAN)
La Comunidad Andina de Naciones (CAN) ha sido un mecanismo de integración que desde su
nacimiento en 1969 (antes conocida como Pacto Andino) buscó seguir los pasos del modelo de
integración europeo (Ramírez y Viera, 2006). En otras palabras, el bosquejo de integración se
enfocaba principalmente en aspectos de integración económica siguiendo las fases postuladas por
Balassa en 1968, en donde, este autor (cita tomada de Serrano, 2008) entendía a la integración entre
países como “el proceso por el cual se busca la gradual eliminación de las medidas discriminatorias
entre unidades económicas y la formación de un mercado común entre diferentes Estados” (p.108).
De tal manera, en el marco de la CAN se incitaría a los países miembros a conformar una zona de
libre comercio (1993, entre Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela; Perú se incorpora en 1997);
en segundo lugar, el establecimiento de un arancel externo común (1994); finalmente, un mercado
regional interno (aún no alcanzado) y la adopción de una moneda única (Mastrocola, 2016).
En relación, antes de la llegada de Hugo Chávez a la presidencia, Venezuela daba una mayor
preponderancia a tales aspectos económicos en su integración regional, y en la CAN su principal
objetivo era la promoción de exportaciones no tradicionales (Martínez, 2011). No obstante, el
nuevo gobierno como se sentó en los anteriores apartados no da prioridad a los temas comerciales,
sino a los políticos utilizando a la integración regional, según Martínez (2011), como “un
mecanismo para impulsar su ideología izquierdista y de confrontación con Estados Unidos” (p.
112), y la participación de Venezuela en la CAN no escapó de este frente político exterior
venezolano. En sustento, las palabras del presidente venezolano tomadas de su participación en el
Consejo Presidencial Andino en Cartagena, 1999 (Cardozo, 2004):
Más integración social hacia dentro de cada país es fundamental para que ese gran
espacio sea sólido de verdad, para que las bases del edificio no estén carcomidas
y una integración de nuestro continente que vaya más allá de la Comunidad
Andina, y creo que ahí tenemos que pisar también mecanismos de aceleración:
con MERCOSUR, la Cuenca Amazónica, con la Comunidad del Caribe, el gran
Caribe, y saludo a los representantes de los países del Caribe igual que al del
MERCOSUR. Pues aquí estamos llamados a conformar un gran bloque de fuerza
para enfrentar ese mundo multipolar del siglo veintiuno. No puede ser bipolar,
mucho menos unipolar. Tenemos que hacerlo pluripolar y aquí por todas las
condiciones geográficas, humanas, históricas y potenciales, nosotros estamos
llamados a conformar uno de los polos de fuerza de poder en las puertas del siglo
veintiuno. (p. 31)
Del mismo modo, en su ponencia sobre la integración Latinoamericana y caribeña: Alternativa
Bolivariana para las Américas (ALBA) del 20 de junio de 2005, Paraguay (cita tomada de Rinaldi,
2006) manifestaba:
Por esa vía nunca nos vamos a integrar como queremos. ¿Queremos caernos a
mentiras? ¡Bueno, está bien! Si queremos caernos a mentiras después de viejos,
como yo digo, está bien. Ahora, yo no estoy aquí para caerme a mentiras con nadie
sino para decir las verdades en las que creo. Si el MERCOSUR no trasciende la
visión mercantilista con la que nació; si la Comunidad Andina no trasciende esa
misma visión mercantilista, no habrá integración posible... (p.147)
78
De acuerdo a Cardozo (2004), Chávez buscaba una integración regional de aproximación
ideológica, condición muy diferente a la manera en que se llevaba la integración regional andina
para finales de los 90 y principios del siglo XXI; en concordancia, con esta autora Cardozo (2004),
la CAN fue víctima de la vuelta integradora de Chávez, debido a que “se propuso desarrollar
subregionalmente relaciones y afinidades con interlocutores cercanos a su proyecto aún al precio
del deterioro de las relaciones propiamente internacionales; descuidó y debilitó los vínculos con
Colombia, una relación estratégicamente muy importante en lo bilateral, para la Comunidad
Andina” (p.33). Asimismo, varios autores afirman que desde la llegada de Chávez al poder,
Venezuela se fue alejando de la CAN, en razón a que el presidente venezolano consideraba que el
mecanismo se encontraba muy enfatizado al comercio y a incitar a sus países miembros a la
integración bajo el modelo neoliberal (Bustamante, 2007; Martínez, 2015; Cardozo; 2004; Ramírez
y Viera, 2006).
De este modo, Hugo Chávez fue tomando una serie de medidas que provocaron que Venezuela se
apartará de los compromisos de la integración andina, por ejemplo, en 1999 prohíbe el paso de
camiones con matrícula colombiana al territorio venezolano (Cardozo, 2004; Sainz, 2007). Lo
anterior, para la Secretaría General de la CAN se tradujo en “una restricción al comercio de
servicios no permitida por el ordenamiento jurídico andino vigente” (Resolución 245, cita tomada
de Ferrer, 1999). A su vez, el presidente venezolano dejó en segundo plano las negociaciones CAN
– MERCOSUR y optó primordialmente, por el impulso bilateral Venezuela – MERCOSUR,
haciendo pública su intención de ser miembro pleno del mecanismo de integración en sus primeros
años de gobierno (Cardozo, 2004; Urrutia, 2007). Por último, en 2006 anuncia el retiro definitivo
de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones debido en parte a que para él (cita tomada de
Martínez, 2015) “la política debía prevalecer sobre la economía, y, dado que la CAN había sido
concebida bajo esquemas neoliberales para beneficiar a las élites y las empresas transnacionales,
Venezuela no podía seguir formando parte del organismo.” (p.205)
En este sentido, los patrones ideológicos del presidente venezolano le dieron parte de los sustentos
necesarios para que Venezuela dejará de ser miembro pleno de la Comunidad Andina de Naciones
a la que había pertenecido por 33 años. Para Martínez (2015), esta decisión de salida de la CAN es
una muestra de que la política exterior de Venezuela no toma en cuenta los costos económicos para
la nación, y se realiza a espalda de los intereses de los empresarios nacionales. A pesar del
planteamiento anterior, Cardozo (2004) sostiene que los factores ideacionales de Chávez no fueron
los únicos causantes del alejamiento de Venezuela de la CAN, debido a que el bloque de integración
también se encontraba “en un contexto de debilitamiento..., bajo la presión interna de fuertes
tensiones sociopolíticas...” (p.35). Por su parte, autores como Malamud (2006), Ramírez y Viera
(2006), Cobo (2008), Mastrocola (2016) coinciden en que una de las principales debilidades de la
CAN como bloque de integración es que sus países miembros privilegian los intereses nacionales
antes que los comunitarios adoptando medidas que tiende a beneficiar al país, pero no al bloque en
conjunto. De acuerdo, a Ramírez y Viera (2006), los incumplimientos de los acuerdos en la CAN
son de alrededor de un 13%.
En consonancia, la CAN como bloque de integración se ha erosionado por falta de voluntad política
en común entre sus miembros y de una ideología de integración comunitaria. El académico, Casas
(2007, cita tomada de Mastrocola, 2016) incorpora que el desgate de la CAN corresponde a “un
conflicto de acción colectiva, debido que los países se asumen como actores monolíticos sobre los
79
cuales debe recaer el proceso de la toma de decisiones basadas en intereses particulares aun cuando
forman parte de una organización” (p.592). De igual manera, los países de la CAN en las dos
primeras décadas del siglo XXI han convivido con una serie de fricciones diplomáticas y
diferencias ideológicas entre sus miembros que han afectado los vínculos de optar por intereses
mancomunados e inclusive han provocado la salida de Venezuela de la unión (Cobo, 2008). Como
resultado a los anteriores acontecimientos, es que surge la necesidad de uso del análisis cualitativo
comparado (QCA), a fin de conocer bajo un soporte cuantitativo cuál (es) de los frentes de la
ideología política exterior de integración de Venezuela en los tiempos de la V República es
finalmente la necesaria (s) para su adhesión, permanencia o denuncia de los acuerdos de integración
regional, así como la de conocer si algunos de estos factores ideacionales han incidido de manera
positiva o negativa en su participación. Por este motivo, se desarrolla, a continuación, las variables
ideológicas planteadas en esta investigación:
1.1.1. Variables ideológicas (cualitativas)
• Convergencia ideológica entre Venezuela y países de la CAN (CI – CAN)
A lo largo de esta investigación se indicó que una ideología en común entre sus socios es necesaria
para que un mecanismo de integración avance (convergencia ideológica, Gomes y Granja, 2019),
aunque tal afirmación se aboca es al patrón de pensamientos similares del rumbo que debe seguir
el bloque de integración, no es menos cierto (como también se planteó previamente) que los
gobernantes siguen utilizando el espectro horizontal de la ideología política (izquierda y derecha)
para facilitar la interpretación mental de sus seguidores en cuanto a la tendencia que seguirán sus
políticas, tanto internas como externas (Sartori, 2005; Zechmeister, 2006 y Navas, 2014). En
consecuencia, a fin de corroborar si diferentes posiciones ideológicas en el espectro horizontal
inciden en la integración regional de un país se formuló la variable convergencia ideológica, en la
que a fines del QCA se considera presente = 1, si todos los gobiernos de los países miembros del
bloque económico son compatibles con posición ideológica del gobierno venezolano; y ausente =
0, si alguno de los gobiernos de los países miembros del bloque económico es incompatible con la
posición ideológica del gobierno venezolano. Ambas compatibilidades desde la dimensión del
espectro político lineal de izquierda o de derecha, revisando la postura ideológica de los partidos
políticos a los que pertenecen los presidentes nacionales de los países socios.
Atendiendo a lo anterior, se recopilaron las posiciones ideológicas de los distintos partidos políticos
en que formaron parte los ejecutivos nacionales de los países miembros de la CAN (incluyendo
Venezuela que deja de ser miembro en el 2006). Tal información, denota como de los 5 países que
formaron parte de la CAN, Colombia y Venezuela desde 1999 al 2018 han sido los únicos que no
han alternado su posición ideológica del espectro horizontal. Colombia con el relevo de 4
presidentes ha mantenido una postura ideológica de derecha, por su parte, Venezuela tuvo sólo 2
presidentes en estos 20 años y ambos con postura ideológica de izquierda. Para las otras 3 naciones
(Bolivia, Ecuador y Perú) si hubo alternancia entre presidentes de ideología de izquierda y derecha
(tabla N°1).
79
Tabla N°1. Ideología política desde el espectro horizontal de los presidentes de los países que formaron parte de la Comunidad Andina
de Naciones, 1999 - 2018
Años
Bolivia Colombia Ecuador Perú Venezuela
Presidente Partido
político
Posición
ideológica Presidente
Partido
político
Posición
ideológica Presidente
Partido
político
Posición
ideológica Presidente
Partido
político
Posición
ideológica Presidente
Partido
político
Posición
ideológica
1999 Hugo
Banzer
Acción Democrática
Nacionalista
Derecha
Andrés
Pastrana
Partido Conservador
Colombiano
Derecha Jamil
Mahuad
Democracia
Popular Derecha
Alberto
Fujimori
Cambio 90 – Nueva
Mayoría
Derecha Hugo
Chávez
Movimiento V
República
Izquierda
2000 Hugo
Banzer
Acción Democrática
Nacionalista
Derecha
Andrés
Pastrana
Partido Conservador
Colombiano
Derecha Gustavo
Noboa Independiente Derecha
Alberto
Fujimori Perú 2000 Derecha
Hugo
Chávez
Movimiento V
República
Izquierda
2001 Hugo
Banzer
Acción Democrática
Nacionalista
Derecha
Andrés
Pastrana
Partido Conservador
Colombiano
Derecha Gustavo
Noboa Independiente Derecha
Alejandro
Toledo Perú Posible Izquierda
Hugo
Chávez
Movimiento V
República
Izquierda
2002 Jorge
Quiroga
Acción
Democrática Nacionalista
Derecha Álvaro
Úribe
Primero
Colombia Derecha
Gustavo
Noboa Independiente Derecha
Alejandro
Toledo Perú Posible Izquierda
Hugo
Chávez
Movimiento
V República
Izquierda
2003 Gonzalo Sánchez
Movimiento
Nacionalista
Revolucionario
Izquierda Álvaro Úribe
Primero Colombia
Derecha Lucio Gutiérrez
Partido
Sociedad Patriótica
21/01
Derecha Alejandro Toledo
Perú Posible Izquierda Hugo Chávez
Movimiento
V
República
Izquierda
2004 Carlos Mesa
Movimiento
Nacionalista
Revolucionario
Izquierda Álvaro Úribe
Primero Colombia
Derecha Lucio Gutiérrez
Partido
Sociedad Patriótica
21/01
Derecha Alejandro Toledo
Perú Posible Izquierda Hugo Chávez
Movimiento
V
República
Izquierda
2005 Carlos
Mesa
Movimiento Nacionalista
Revolucionario
Izquierda Álvaro
Úribe
Primero
Colombia Derecha
Alfredo
Palacios Independiente Izquierda
Alejandro
Toledo Perú Posible Izquierda
Hugo
Chávez
Movimiento V
República
Izquierda
2006 Evo Morales
Movimiento al Socialismo
Izquierda Álvaro Úribe
Primero Colombia
Derecha Alfredo Palacios
Independiente Izquierda Alan García
Alianza
Popular Revolucionaria
Americana
Izquierda Hugo Chávez
Movimiento
V
República
Izquierda
2007 Evo
Morales
Movimiento al
Socialismo Izquierda
Álvaro
Úribe
Primero
Colombia Derecha
Rafael
Correa Alianza País Izquierda
Alan
García
Alianza Popular
Revolucionaria
Americana
Izquierda Hugo
Chávez
Partido Socialista
Unido de
Vzla
Izquierda
2008 Evo
Morales
Movimiento al
Socialismo Izquierda
Álvaro
Úribe
Primero
Colombia Derecha
Rafael
Correa Alianza País Izquierda
Alan
García
Alianza Popular
Revolucionaria
Americana
Izquierda Hugo
Chávez
Partido Socialista
Unido de
Vzla
Izquierda
2009 Evo
Morales
Movimiento al
Socialismo Izquierda
Álvaro
Úribe
Primero
Colombia Derecha
Rafael
Correa Alianza País Izquierda
Alan
García
Alianza
Popular
Revolucionaria Americana
Izquierda Hugo
Chávez
Partido
Socialista
Unido de Vzla
Izquierda
2010 Evo Morales
Movimiento al Socialismo
Izquierda Juan M. Santos
Partido
Social de Unidad
Nacional
Derecha Rafael Correa
Alianza País Izquierda Ollanta Humala
Partido
Nacionalista Peruano /
Gana Perú
Izquierda Hugo Chávez
Partido
Socialista Unido de
Vzla
Izquierda
80
2011 Evo
Morales
Movimiento al
Socialismo Izquierda
Juan M.
Santos
Partido Social de
Unidad
Nacional
Derecha Rafael
Correa Alianza País Izquierda
Ollanta
Humala
Partido Nacionalista
Peruano /
Gana Perú
Izquierda Hugo
Chávez
Partido Socialista
Unido de
Vzla
Izquierda
2012 Evo
Morales
Movimiento al
Socialismo Izquierda
Juan M.
Santos
Partido
Social de
Unidad Nacional
Derecha Rafael
Correa Alianza País Izquierda
Ollanta
Humala
Partido
Nacionalista
Peruano / Gana Perú
Izquierda Hugo
Chávez
Partido
Socialista
Unido de Vzla
Izquierda
2013 Evo
Morales
Movimiento al
Socialismo Izquierda
Juan M.
Santos
Partido
Social de
Unidad Nacional
Derecha Rafael
Correa Alianza País Izquierda
Ollanta
Humala
Partido
Nacionalista
Peruano / Gana Perú
Izquierda Nicolás
Maduro
Partido
Socialista
Unido de Vzla
Izquierda
2014 Evo Morales
Movimiento al Socialismo
Izquierda Juan M. Santos
Partido
Social de Unidad
Nacional
Derecha Rafael Correa
Alianza País Izquierda Ollanta Humala
Partido
Nacionalista Peruano /
Gana Perú
Izquierda Nicolás Maduro
Partido
Socialista Unido de
Vzla
Izquierda
2015 Evo Morales
Movimiento al Socialismo
Izquierda Juan M. Santos
Partido
Social de Unidad
Nacional
Derecha Rafael Correa
Alianza País Izquierda Ollanta Humala
Partido
Nacionalista Peruano /
Gana Perú
Izquierda Nicolás Maduro
Partido
Socialista Unido de
Vzla
Izquierda
2016 Evo
Morales
Movimiento al
Socialismo Izquierda
Juan M.
Santos
Partido Social de
Unidad
Nacional
Derecha Rafael
Correa Alianza País Izquierda
Pedro
Kuczynski
Peruanos por
el Kambio Derecha
Nicolás
Maduro
Partido Socialista
Unido de
Vzla
Izquierda
2017 Evo
Morales
Movimiento al
Socialismo Izquierda
Juan M.
Santos
Partido Social de
Unidad Nacional
Derecha Lenín
Moreno Alianza País Izquierda
Pedro
Kuczynski
Peruanos por
el Kambio Derecha
Nicolás
Maduro
Partido Socialista
Unido de Vzla
Izquierda
2018 Evo
Morales
Movimiento al
Socialismo Izquierda
Iván
Duque
Centro
Democrático Derecha
Lenín
Moreno Alianza País Izquierda
Martín
Vizcarra Independiente Derecha
Nicolás
Maduro
Partido
Socialista
Unido de Vzla
Izquierda
Fuente: elaboración de la autora bajo datos recopilados en base de datos de CIDOB, recuperado de https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos; Alcántara, M. (2004).
Partidos políticos en América Latina: precisiones conceptuales, estado actual y retos futuros, documentos CIDOB N°3. Nota: algunos años pueden estar subdivididos en dos
períodos presidenciales.
81
Como resultado, de lo recopilado previamente, se procede a la cuantificación de la variable
convergencia ideológica a fines de uso del QCA (tabla N°2), en donde, se aprecia que para los 20
años de estudios en que gobierna en Venezuela la V República, identificados sus ejecutivos
nacionales de lado izquierdo del espectro ideológico horizontal político no se logra una
coincidencia de posiciones ideológicas con los demás líderes países miembros de la CAN. Por lo
tanto, para todos los años de estudio según la condición establecida en que si alguno de los
gobiernos de los países miembros del bloque económico es incompatible con la posición ideológica
del gobierno venezolano dicha variable se considerará ausente y por consecuencia, su valor será
igual a 0.
Tabla N°2. Variable convergencia ideológica (CI) de Venezuela con la CAN (cuantificación)
Años Bolivia Colombia Ecuador Perú Venezuela Convergencia
ideológica
1999 Derecha Derecha Derecha Derecha Izquierda 0
2000 Derecha Derecha Derecha Derecha Izquierda 0
2001 Derecha Derecha Derecha Izquierda Izquierda 0
2002 Derecha Derecha Derecha Izquierda Izquierda 0
2003 Izquierda Derecha Derecha Izquierda Izquierda 0
2004 Izquierda Derecha Derecha Izquierda Izquierda 0
2005 Izquierda Derecha Izquierda Izquierda Izquierda 0
2006 Izquierda Derecha Izquierda Izquierda Izquierda 0
2007 Izquierda Derecha Izquierda Izquierda Izquierda 0
2008 Izquierda Derecha Izquierda Izquierda Izquierda 0
2009 Izquierda Derecha Izquierda Izquierda Izquierda 0
2010 Izquierda Derecha Izquierda Izquierda Izquierda 0
2011 Izquierda Derecha Izquierda Izquierda Izquierda 0
2012 Izquierda Derecha Izquierda Izquierda Izquierda 0
2013 Izquierda Derecha Izquierda Izquierda Izquierda 0
2014 Izquierda Derecha Izquierda Izquierda Izquierda 0
2015 Izquierda Derecha Izquierda Izquierda Izquierda 0
2016 Izquierda Derecha Izquierda Derecha Izquierda 0
2017 Izquierda Derecha Izquierda Derecha Izquierda 0
2018 Izquierda Derecha Izquierda Derecha Izquierda 0
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación.
• Fricciones diplomáticas de Venezuela con la CAN (FD – CAN)
Como se ha precisado en el marco teórico (capítulo 1) de este estudio, un país no convive sólo en
el mundo, sino que coexiste en un entorno internacional, del cual necesita conformar vínculos con
otras naciones con el fin de generar influencia mutua (Calduch, 1991). Entre esas influencias, puede
surgir una en común que se traduzca en un bloque de integración regional, en donde, varios países
se unen para generar mayor facilidad en concebir una política exterior regional mancomunada en
temas políticos, económicos, ambientales, sociales, institucionales, entre otros (dependiendo de la
naturaleza del mecanismo) que les permita dentro de otras cosas tener una mayor presencia
internacional (Medina, 1979). Atendiendo a los anteriores planteamientos, es oportuno explorar el
desenvolvimiento de las relaciones diplomáticas entre los países que han conformado el primer
bloque de estudio de esta investigación (Comunidad Andina de Naciones, CAN) a fin de conocer
si las mismas (relaciones diplomáticas cordiales) han contribuido al impulso del bloque de
integración y de una política exterior regional conjunta, o si, por el contrario, tales relaciones
(fricciones diplomáticas) han causado un alejamiento y/o división entre las partes, especialmente
para Venezuela que es el país de interés investigado. Al revisar la literatura vinculada con este
82
tópico, se encuentra que en opinión con Cobo (2008) las tensiones diplomáticas dentro de la CAN
han “afectado la integración del bloque andino” (p.124).
Para Mastrocola (2016), la tensa relación que se ha venido dando entre algunos de los miembros
de la CAN “llegó a ser uno de los motivos para el alejamiento entre los Estados andinos” (p.20).
Asimismo, Mastrocola (2016) señala que “la separación entre los países andinos proviene
inicialmente del comportamiento estatal individualista basado en una política exterior autónoma”
(p.16). Finalmente, recalca esta autora Mastrocola (2016) “la desconfianza política en la subregión
andina ha logrado desarticular las políticas externas de los Estados miembros, causando
enfrentamientos interestatales de los cuales resultaron rupturas en las relaciones diplomáticas entre
los actores de la jurisdicción de la CAN” (p.35). Por su parte, Malamud (2006) sostiene que con
varios de los países socios de Venezuela en la CAN, en especial, los que no son de su misma
corriente ideológica (Perú y Colombia), se han venido manejado relaciones diplomáticas crispadas
(irritantes) con el gobierno venezolano, causando en algunos casos hasta el retiro de sus
embajadores. Para Cardozo (2004) en la CAN lo que ha estado aconteciendo es el “debilitamiento
efectivo de los vínculos políticos comunitarios” (p.34) y destaca que para Venezuela desde 1999,
la política exterior tiene un cambio radical viendo a la integración de manera muy distinta que la
que ha venido impulsando el bloque andino, ahora el gobierno venezolano buscaba una unión
regional con una aproximación ideológica. Por último, Ramírez y Viera (2006) manifiestan que la
falta de cumplimiento de los acuerdos comunitarios de la CAN por parte de los miembros ha
“sembrando el germen de la crisis del ente comunitario” (p.6)
De tal manera, se evidencia como las relaciones entre países dentro de la Comunidad Andina de
Naciones, a principio del siglo XXI, han sido complejas con tensiones entre algunos de sus
miembros que responde a varias razones, desde diferencias políticas - ideológicas hasta económicas,
lo que ha provocado en parte una fragmentación en la política exterior mancomunada de la CAN e
incluso desconfianza ante el mecanismo (Cobo, 2008; Mastrocola, 2016). A pesar de ello, desde la
posición de Venezuela, se hallaron que algunas posturas ante las circunstancias de la CAN y sus
relaciones diplomáticas con sus miembros (especialmente con Colombia), fueron, por un lado, de
índoles pragmáticas y por el otro, de índole radical. En relación, a las de índole pragmática, Ellner
(2008) plantea que “un enfoque pragmático también hizo posible que Chávez mantuviera
relaciones cordiales con el presidente colombiano Álvaro Uribe hasta 2007, aun cuando ocupaban
posiciones extremas en el espectro político” (p.128). Por su parte, Bustamante (2007) incorpora
“Colombia ha sido el vecino con el que tradicionalmente se han mantenido relaciones activas en
todos los ámbitos y, a pesar de las relaciones de amor-odio, ha predominado la convivencia” (p.3).
Finalmente, Ramírez y Viera (2006) establecen que Venezuela y los demás países socios de la
CAN con los que mantiene un conflicto ideológico: Colombia y Perú, en algunos momentos se han
deslingado de la diplomacia de micrófono y se han sentado a nivel técnico a reforzar los
mecanismos de relaciones diplomáticas bilaterales.
No obstante, como se indicó previamente no siempre se ha aplicado una política exterior
pragmática en el seno de los países de la CAN ni tampoco en la política exterior de Venezuela con
la CAN, sino que se han dado directrices radicales que especialmente responde a aspectos
ideológicos. En contexto, Cardozo (2004) recalca que la búsqueda de afinidades ideológicas con
grupos y movimientos de la región compatibles al proyecto bolivariano planteado por Chávez
“significó muy tempranamente fuertes tensiones con todos los gobiernos del vecindario andino”
(p.32). Para Mastrocola(2016) “los primeros reportes de enfrentamientos políticos entre los
83
miembros de la Comunidad Andina de Naciones corresponden a finales del siglo XX inicios del
XXI, con el surgimiento de una nueva línea de gobernanza establecido en Venezuela” (p.19), el
cual según está autora (Mastrocola, 2016) no estaba de acuerdo con las políticas de seguridad,
económicas y de integración que implementaban Colombia y Perú provocando el retiro de
Venezuela del bloque andino en 2006.
Otro acontecimiento de fricciones diplomáticas dentro de la CAN, sustentado según Mastrocola
(2016) “en la polaridad ideológica interestatal” fue “la tensa relación colombo-ecuatoriana por
discrepancias entre Rafael Correa y el ex presidente colombiano Álvaro Uribe” (p.20), causada por
la invasión de fuerza militar colombiana al territorio ecuatoriano sin previo permiso de sus
gobernantes. También, se encuentra como muestra del debilitamiento de las relaciones
interestatales de la CAN: por un lado, la salida de Venezuela del mecanismo y su aplicación como
miembro pleno al MERCOSUR (años después Bolivia también manifiesta su deseo de formar parte
del MERCOSUR) y por el otro, la afiliación de Perú y Colombia a la Alianza del Pacífico
(Mastrocola, 2016). Por su parte, Cobo (2008) recapitula algunos hechos que han evidenciado la
desunión de los miembros de la CAN entre ellos, el retiro de Venezuela como miembro, “...la poca
importancia que da al proceso el presidente Álvaro Uribe en Colombia; o, lo que es peor, la
desconfianza que tiene el gobierno de Alan García de Perú en la integración y en los acuerdos que
se puedan alcanzar en conjunto...” (p.129).
En resumidas cuentas, de acuerdo a los autores citados, las relaciones diplomáticas dentro de la
CAN en las dos últimas décadas no han sido suficientes para dar avance al mecanismo de
integración, ni mucho menos para manejar una política exterior regional mancomunada, cada
gobernante mantiene una política exterior individual y en algunos casos, hasta ha generado
enemistad con sus países aliados. A los fines de Venezuela, su política exterior con las naciones de
la CAN durante el gobierno de la V República se ha manejado entre posturas pragmáticas y
radicales, derivadas las mismas de circunstancias políticas, de seguridad, económicas, geográficas,
ideológicas, entre otras. En este sentido, a continuación, se recapitula las diversas circunstancias
(según distintos autores) que han generado tensión o fricción en las relaciones interestatales de
Venezuela con los distintos países del bloque andino:
Tabla N°3. Fricciones diplomáticas de Venezuela con demás países de la CAN (1999 – 2018)
Años Vzla – Bolivia Vzla – Colombia Vzla – Ecuador Vzla - Perú
1999
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
Anuncio público de Chávez sobre su intención de reunirse con voceros de
la guerrilla de la FARC sin consultar al gobierno colombiano (Alegría y
Arroyo, 2010; Bustamante y Herrera,
2006); prohibición de paso de camiones colombiano a territorio
venezolano (Cardozo, 2004;
Bustamante y Herrera, 2006; Sainz, 2007).
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró evidencia de fricción diplomática.
2000
No se encontró evidencia de
fricción
diplomática.
Objeción de Chávez al Plan Colombia
y acusaciones de Colombia por
supuestos vínculos entre Chávez y las FARC - ELN (Cardozo, 2004;
Bustamante y Herrera, 2006).
No se encontró evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
2001
No se encontró evidencia de
fricción
diplomática.
Caso de José María Ballesta
(Bustamante y Herrera, 2006).
No se encontró
evidencia de fricción diplomática.
Perú y Venezuela congelan sus relaciones diplomáticas por las
discrepancias sobre la captura
de Montesinos (Aznárez, 2001).
84
2002
No se encontró
evidencia de
fricción diplomática.
Otorgamiento de asilo político a Pedro Carmona, líder del golpe de Estado
contra Hugo Chávez (Cardozo, 2004);
supuesta existencia de campamentos de la guerrilla de las FARC en
territorio venezolano (Bustamante y
Herrera, 2006).
No se encontró evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
2003
No se encontró
evidencia de
fricción diplomática.
Gobierno venezolano se niega a declarar como terroristas a las FARC
(Bustamante y Herrera, 2006)
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró evidencia de fricción diplomática.
2004
No se encontró
evidencia de
fricción diplomática.
Denuncia internacional de Colombia
por la presencia de guerrilleros de las
FARC-EP en territorio venezolano (Alba y Parada, 2015); incidente
fronterizo ocurrido en La Victoria
(estado Apure, Venezuela) resultado 7 venezolanos muertos (Bustamante y
Herrera, 2006).
No se encontró evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
2005
No se encontró evidencia de
fricción
diplomática.
Captura de Rodrigo Granda (canciller de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia, FARC)
y restricción del paso fronterizo colombo - venezolano (Cardozo,
2006; Alegría y Arroyo, 2010;
Bustamante y Herrera, 2006; Briceño, 2009).
No se encontró
evidencia de fricción diplomática.
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
2006
No se encontró evidencia de
fricción
diplomática.
Chávez culpa a Colombia y Perú del
retiro de Venezuela de la CAN por
cada uno firmar un TLC con EEUU (Malamud, 2006); supuesta
planificación de un magnicidio contra
Hugo Chávez por parte de Jorge Noguera, director del Departamento
Administrativo de Seguridad (DAS)
(Hart y Trocha, 2019).
No se encontró
evidencia de fricción diplomática.
Chávez culpa a Colombia y Perú
del retiro de Venezuela de la CAN por cada uno firmar un
TLC con EEUU (Malamud,
2006); amenaza de Hugo Chávez de romper relaciones
diplomáticas si ganaba la
presidencia el candidato Alán García (Ortíz, 2019; Salazar,
2008; Ellner, 2009).
2007
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
Suspensión de la mediación de Hugo
Chávez (Operación Enmanuel) para buscar un acuerdo humanitario con las
FARC por parte del gobierno de
Colombia (Alegría y Arroyo, 2010); cierre paulatino de la frontera
colombo – venezolana por crisis en
los peajes (Briceño, 2009).
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró evidencia de fricción diplomática.
2008
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
Operación Fénix: ataque contra las
FARC en la zona fronteriza entre
Colombia y Ecuador (Cobo, 2008; Alba y Parada, 2015; Alegría y
Arroyo, 2010; Mastrocola, 2016;
Briceño, 2009); reconocimiento de beligerancia política a las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC) por parte de Venezuela (Briceño, 2009).
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró evidencia de fricción diplomática.
2009
No se encontró evidencia de
fricción
diplomática.
Congelamiento de relaciones
comerciales de Chávez con Colombia por firma del Acuerdo Suplementario
de Cooperación, Asistencia Técnica y
Seguridad (SACT A) entre Colombia y EEUU (Morales, 2010; Martínez,
2011 y 2015; Hart y Trocha, 2019).
No se encontró
evidencia de fricción diplomática.
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
2010
No se encontró evidencia de
fricción
diplomática.
Denuncia del embajador de Colombia
ante la Organización de Estados Americanos, Luis Fernando Hoyos,
afirmando que el gobierno de Vzla
permite campamentos de la FARC y ELN (Mayorca, 2010; Hart y Trocha,
2019, Valero, 2020).
No se encontró
evidencia de fricción diplomática.
Chávez rechaza la “insolentes
declaraciones” del presidente Alán García de referirse al
presidente de Bolivia, Evo
Morales, como “títere de Chávez” (Elespectador.com,
2010)
85
2011
No se encontró evidencia de
fricción
diplomática.
No se encontró evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró
evidencia de fricción diplomática.
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
2012
No se encontró
evidencia de
fricción diplomática.
No se encontró evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró evidencia de fricción diplomática.
2013
No se encontró evidencia de
fricción
diplomática.
Recepción del candidato perdedor de
las presidenciales en Venezuela,
Herinque Capriles por parte de Juan Manuel Santos (Hart y Trocha, 2019;
Barbosa, 2016).
No se encontró
evidencia de fricción diplomática.
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
2014
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
Cierre unilateral de la frontera colombo – venezolana en horario
nocturno por políticas de seguridad en
materia de contrabando (Morffe, 2016; Barbosa, 2016).
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró evidencia de fricción diplomática.
2015
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
Cierre total de la frontera colombo –
venezolana por ataque perpetrado por
"paramilitares" colombianos a efectivos del ejército venezolano en el
Edo. Táchira (Morfee, 2016; Valero,
2020).
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
Gobierno peruano manifiesta preocupación por sentencia dada
por el Estado venezolano al
exalcalde opositor Leopoldo López (Genser, 2020)
2016
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
Perdurabilidad hasta mitad de año del
cierre total fronterizo (Barbosa, 2016);
Declaración conjunta de los cancilleres e Chile, Argentina,
Colombia y Uruguay manifestando su
apoyo a los procedimientos constitucionales, tal como el relativo
al referéndum revocatorio a Nicolás
Maduro (infobae.com, 2016).
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
No se encontró evidencia de fricción diplomática.
2017
No se encontró
evidencia de
fricción diplomática.
Creación del Grupo de Lima con el fin
de establecer iniciativas para salvaguardar la institucionalidad
democrática en Vzla de forma pacífica
(Chaves, 2020); diáspora de venezolanos por la frontera colombo –
venezolana (Linares, 2019); Colombia
anuncia que desconoce los resultados de las elecciones de la Asamblea
Nacional Constituyente de Venezuela
(Pardo, 2017).
No se encontró evidencia de fricción
diplomática.
Creación del Grupo de Lima con
el fin de establecer iniciativas
para salvaguardar la institucionalidad democrática en
Vzla de forma pacífica (Chaves,
2020); retiro definitivo del embajador peruano por la
decisión del Tribunal Supremo
de Justicia de Venezuela al atribuirse las competencias
parlamentarias que le
corresponden a la Asamblea Nacional de ese país (Ministerio
de Relaciones Exteriores de
Perú, 2017); Perú anuncia que desconoce los resultados de las
elecciones de la Asamblea
Nacional Constituyente de Venezuela (Pardo, 2017).
2018
No se encontró evidencia de
fricción
diplomática.
Venezuela acusa al gobierno de J.M. Santos de fraguar protestas masivas en
Venezuela y de atentar contra la vida
de N. Maduro (Rozental y Jeifets, 2018); algunos países del Grupo de
Lima, entre ellos, Colombia, con el
apoyo del secretario general de la OEA Luis Almagro, solicitaron
formalmente a la Corte Penal
Internacional (CPI) que investigue supuestos crímenes de lesa humanidad
cometidos en Venezuela por parte del
gobierno de Maduro (Chaves, 2020); grupo de Lima rechaza elecciones
presidenciales de Venezuela
(Telesurtv.net, 2018).
Expresiones ofensivas
formuladas por el ministro de
Comunicación e
Información de Venezuela (Jorge
Rodríguez) en contra
del Primer Mandatario ecuatoriano Lenín
Moreno y expulsión de
la embajadora venezolana Carol
Delgado por parte del
Ministerio de Relaciones Exteriores
de Ecuador
(Cancillería de Ecuador, 2018);
Algunos países del Grupo de
Lima, entre ellos, Perú, con el apoyo del secretario general de
la OEA Luis Almagro,
solicitaron formalmente a la Corte Penal Internacional (CPI)
que investigue supuestos
crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela por
parte del gobierno de Maduro
(Chaves, 2020); Grupo de Lima rechaza elecciones
presidenciales de Venezuela
(Telesurtv.net, 2018).
86
Ecuador se retira de la ALBA-TCP ante la
falta de soluciones por
crisis migratoria en Venezuela (Secretaría
General de
Comunicación de la Presidencia de
Ecuador, 2018)
Fuente: elaboración propia bajo la recopilación de varios autores citados.
En la tabla N°3, se ilustra los casos que han provocado fricción diplomática entre Venezuela y cada
país miembro del bloque andino durante el gobierno de la V República, destacando la tensa relación
que ha manejado con su vecino más cercano Colombia, en donde, de los 20 años de estudio, sólo
el lapso entre 2011 – 2012 se evidencia una relación cordial interestatal entre las partes después de
más de una década en conflicto permanente con altibajos en el vínculo bilateral. Lo anterior, se le
acuña al hecho de que recién embestido el presidente colombiano Juan Manuel Santos se reunió
con su par Hugo Chávez en Santa Marta, Colombia, con el fin de restaurar las relaciones
diplomáticas entre los dos países y pasar la página de la larga data de desavenencias (González y
Galeano, 2014). En el caso de Perú, el gobierno de la V República en el período de gobierno de
Chávez tuvo fricciones diplomáticas puntuales que fueron solventadas al mediano plazo de
concebirse y en su mayoría, fueron confrontaciones desde la diplomacia del micrófono. Sin
embargo, tras la muerte de Hugo Chávez y con la llegada al poder presidencial peruano de Pedro
Pablo Kuczynski en julio 2016, las relaciones diplomáticas comenzaron a generar más fricción a
través de los años estando a partir del 2017 en su estado más crítico. Para Ecuador y Bolivia, sucede
algo similar en sus vínculos bilaterales con Venezuela, en donde, desde 1999 hasta el 2017
(Ecuador) y 2018 (Bolivia), los nexos fueron cordiales, en la indagación documental no se
evidenció ninguna fricción diplomática entre las partes en los períodos señalados. De hecho, fue
bastante conocido la simpatía que manejo el gobierno de la V República con los presidentes de
izquierda de Ecuador (Rafael Correa) y Bolivia (Evo Morales), al punto que incluso ambas
naciones se suscribieron al ALBA (Sainz, 2007; Mastrocola, 2016; Bernal, 2017).
Ahora bien, Ecuador desde 2018 comienza a tener fuertes disputas diplomáticas con el gobierno
venezolano, Lenín Moreno con 1 año en la presidencia de Ecuador empieza a tener fricción con
Nicolas Maduro y su gabinete, lo que se desencadenó en la salida de Ecuador del ALBA y
expulsión de embajadores y encargados de negocios. En cuanto, a Bolivia la fricción comenzó en
el año 2019 con la llegada al poder de Jeanine Áñez Chávez (presidenta interina concebida por una
crisis política que provocó la salida del poder de Evo Morales), entre los conflictos de esta nueva
fase se encontró el rompimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales, expulsión de
embajadores y la salida de Bolivia del ALBA (Agencia de noticias EFE, 2019; Elcomercio.com,
2019). Cabe destacar, el año 2019 (aunque no es objeto de estudio de esta investigación), tanto
Colombia, como Perú, Ecuador y Bolivia dejan de dar reconocimiento internacional a Nicolas
Maduro como presidente de Venezuela y dan su apoyo a un “presidente interino” Juan Guaidó
(Rodríguez, 2019; Lizárraga, 2019 cita tomada de elcomercio.com).
Teniendo en cuenta el panorama previo, y a fines de uso del QCA se procede a la cuantificación
de la variable, fricciones diplomáticas (tabla N°4), en donde, se considera que las fricciones
diplomáticas están presentes = 1, si algunos de los países miembros del bloque estudiado poseen
una disputa diplomática con Venezuela que provoquen tensión en sus relaciones; en contraste, se
entenderá ausentes = 0, si Venezuela tiene relaciones diplomáticas cordiales con todos los países
87
asociados al bloque. En esta perspectiva, el resultado obtenido fue que para los 20 años de estudio,
sólo en 2 de ellos (2011 - 2012), las relaciones diplomáticas estuvieron cordiales con todos los
países del bloque andino y, por ende, se encontraron ausentes = 0; pero, para los otros 17 años, al
menos con unos de los 4 países manejó una divergencia y en consecuencia, las fricciones
diplomáticas resultaron presentes = 1 (tabla N°4).
Tabla N°4. Variable fricciones diplomáticas (FD) de Venezuela con la CAN (cuantificación)
Años Bolivia -
Venezuela
Colombia -
Venezuela
Ecuador -
Venezuela Perú - Venezuela
Fricciones
diplomáticas
1999 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2000 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2001 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción presente 1
2002 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2003 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2004 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2005 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2006 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción presente 1
2007 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2008 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2009 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2010 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción presente 1
2011 Fricción ausente Fricción ausente Fricción ausente Fricción ausente 0
2012 Fricción ausente Fricción ausente Fricción ausente Fricción ausente 0
2013 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2014 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2015 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción presente 1
2016 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente 1
2017 Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente Fricción presente 1
2018 Fricción ausente Fricción presente Fricción presente Fricción presente 1
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación.
• Acuerdo comercial extracomunitario multipolar de países miembros de la CAN
(ACEM - CAN)
Como se ha establecido en precedentes capítulos, la CAN fue un relanzamiento del Pacto Andino
(PA) instituido en 1969 y el PA a su vez, fue concebido por las inhabilidades en materia de
integración regional que rondaron en la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC,
hoy ALADI) (Martínez, 2011; Godoy y González, 2009). Antagónicamente, la CAN al igual que
sus predecesores fue incapaz de concretar la armonía total en materia económica, política y social
necesaria para el avance de los mecanismos de integración. De acuerdo, a Malamud (2011):
A pesar de funcionar como zona de libre comercio desde 1993 primero entre
Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela y más tarde también con Perú– y de tener
un arancel externo común desde febrero de1995, la característica de la región no
ha sido el desarrollo sino la revuelta social, la inestabilidad política y el fracaso
económico... a pesar de la alta institucionalización formal y del compromiso de
establecer un mercado común para el año 2005, los países andinos no lograron
consolidar una zona de paz, estabilidad y crecimiento (p.232).
88
En opinión de Ramírez y Viera (2006), aunque en la CAN hubo un consenso de una integración
profunda60, la realidad es que conformar el área de libre comercio y el arancel externo común fue
un proceso tortuoso, en donde, “además de Venezuela hasta su retiro, sólo habían avanzado
Colombia y Ecuador. Perú se ha retrasado diez años y Bolivia ha tenido condiciones y plazos
mayores para el manejo de las asimetrías” (p.6). Por todo lo anterior, más otras disputas geográficas,
según Malamud (2011) los países andinos terminaron por optar “negociar acuerdos
complementarios con terceros países o regiones” (p.232). En consecuencia, en el bloque de
integración fue mermando la capacidad mancomunada de negociación frente a terceros (Ramírez
y Viera, 2006). Al respecto, cúmulo de autores señalan que la prioridad que dieron los gobernantes
andinos a los intereses nacionales a expensa de los comunitarios provocó el “germen” que desató
en la crisis de estancamiento e incluso retroceso de la CAN (Tokatlián, 1996 cita tomada de Godoy
y González, 2009; Ramírez y Viera, 2006; Malamud; 2006; Cobo, 2008; Pizarro, 2008 cita tomada
de Mastrocola, 2016).
De esta manera, los socios andinos comenzaron a actuar tangentemente al bloque de integración
(tabla N°5), en primer lugar, todos los países de la CAN procedieron a suscribir Acuerdos
Comerciales Preferenciales (ACP o AAP) o Acuerdos de Complementación Económica (ACE) con
diversas naciones de la región, siendo el primero en dar el paso Ecuador con la firma de un ACP
con México en 1983, después le sigue Colombia y Venezuela con algunos países de Centroamérica
y el Caribe; Bolivia hace lo mismo tiempo después con Chile en 1993; finalmente, esta Perú que
suscribe un ACE con Chile en 1998. Para 1994 Colombia y Venezuela dan un paso más elevado
de alejamiento con el bloque andino al firmar un Tratado de Libre Comercio con México (Grupo
de los Tres) conocido como TLC-G3. Para Ramírez y Viera (2006) la suscripción del G3 “perforaba
el arancel externo común” (p.6). Por su parte, Cobo (2008) señala que “esta apertura de Colombia
y de Venezuela hacia los productos provenientes de México ha influido perjudicialmente en los
otros socios andinos, ya que se han visto reducidas sus exportaciones hacia Colombia y Venezuela”
(p.30). En este sentido, los académicos explorados concuerdan que fue la creación de esta zona de
libre comercio con México lo que debilitó a la CAN como mecanismo de integración (Sasaki, 2012;
Ramírez y Viera, 2006; Cobo, 2008).
Años más tarde, individualmente Bolivia (1996) y Perú (2005) firman también Tratados de Libre
Comercio con el MERCOSUR (Malamud, 2011); Colombia, Venezuela y Ecuador hicieron en
“conjunto” en el 2004, pero suscribiendo un Tratado Comercial Preferencial con el MERCOSUR
(Colombia - Ecuador - Venezuela - MERCOSUR (AAP.CE N° 59). Es importante, mencionar que
los países socios de la CAN autorizaron lo previo mediante la Decisión 322 de 1992, la cual
establece un carácter comunitario preferencial a las relaciones comerciales con países de ALADI,
Centroamérica y el Caribe (Secretaría General de la Comunidad Andina, 2021). Ante estos cúmulos
de acuerdos, cabe rescatar, la afirmación de Cobo (2008) en que manifiesta que “…los acuerdos
preferenciales de comercio y cooperación suscritos y negociados por los andinos no han
garantizado un buen desarrollo y progreso económico, social y político, más bien, han aumentado
tensiones y provocado crisis políticas dentro de la subregión...” (p.18)
60 Integración profunda: conjunto de acuerdos “profundos” cuyo alcance excede la eliminación de los aranceles y otros obstáculos en frontera al
comercio de bienes, abordando también diversos aspectos regulatorios internos (“detrás de la frontera”) que pueden representar barreras al
funcionamiento de las cadenas de valor. Entre dichos temas se cuentan el tratamiento de la inversión extranjera, el comercio de servicios, la protección de la propiedad intelectual y las normas y estándares técnicos, entre otros. (Rosales, 2014, p.45)
89
Tabla N°5. Acuerdo comercial extracomunitario multipolar (ACEM – sin EEUU) de países
miembros de la CAN
Años Bolivia Colombia Ecuador Perú Venezuela
1999* ACP Chile; TLC
MERCOSUR
ACP Panamá;
ACP Nicaragua;
ACP Costa Rica;
ACP CARICOM;
TLC G3
ACP México ACE con Chile
ACP Trinidad y
Tobago; ACP
Nicaragua; ACP
Honduras; ACP
Guyana; ACP
Guatemala; ACP El
Salvador; ACP Costa
Rica; ACP Chile;
ACP CARICOM;
TLC G3
2000 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
2001 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
2002 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
2003 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
2004 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos + ACP
Colombia -
Ecuador -
Venezuela -
MERCOSUR
Vigentes
tratados previos
+ ACP
Colombia -
Ecuador -
Venezuela -
MERCOSUR
Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos + ACP
Colombia - Ecuador -
Venezuela –
MERCOSUR;
Suscripción del
ALBA
2005 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigentes
tratados previos TLC MERCOSUR
Vigentes tratados
previos
2006
Vigentes tratados
previos +
suscripción del
ALBA
Vigentes tratados
previos + TLC
Chile
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos + TLC Chile Sin membresía
2007 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos + TLC
Triángulo del
Norte (El Salvador,
Guatemala y Honduras)
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos Sin membresía
2008 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos + TLC
Asociación
Europea de Libre
Comercio; TLC
Canadá
Vigentes
tratados previos
+ ACP Chile
Vigentes tratados
previos + TLC Canadá;
TLC Singapur; TLC
Asociación Europea de
Libre Comercio
Sin membresía
2009 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos +
suscripción del
ALBA
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos + TLC China Sin membresía
2010
Vigentes tratados
previos + TLC
MÉXICO
Vigentes tratados
previos
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos + TLC Corea
del Sur
Sin membresía
2011
Vigentes tratados
previos + TCP
Venezuela
Vigentes tratados
previos +
suscripción de la
Alianza del
Pacífico
Vigentes
tratados previos
+ ACP
Guatemala;
Acuerdo Marco
Vigentes tratados
previos + TLC México;
TLC Panamá: TLC
Costa Rica; TLC
Japón; TLC
Guatemala; TLC
Sin membresía
90
de Cooperación
Venezuela
Tailandia; suscripción
de la Alianza del
Pacífico
2012 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos + TLC
Unión Europea;
ACP Venezuela
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos +
TLC Unión Europea;
ACP Venezuela
Sin membresía
2013 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos + TLC
Panamá; TLC
Israel; TLC Costa
Rica; TLC Corea
del Sur
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos Sin membresía
2014 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos + TLC
Alianza del
Pacífico
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos + TLC Alianza
del Pacífico
Sin membresía
2015
Vigentes tratados
previos +
suscripción
MERCOSUR
Vigentes tratados
previos
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos + TLC
Honduras
Sin membresía
2016 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos Sin membresía
2017 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos + TLC
MERCOSUR
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos Sin membresía
2018 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigentes
tratados previos
Vigentes tratados
previos + TLC
Australia
Sin membresía
*Tratados suscritos en años precedentes a 1999, pero vigentes para ese año.
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados del Sistema de Información sobre Comercio Exterior (SICE) de la OEA y de
CONAPRI (cita tomada de connectamericas.com); TLC (Tratados de Libre Comercio)61 ; ACP (Acuerdo Comercial Preferencial)62;
TCP (Tratado Comercial para los Pueblos)63; Acuerdo Marco de Cooperación64; ACE (Acuerdo de Complementación Económica,
ACE)65.
Ahora bien, es evidente que a partir del 2008 los países andinos, especialmente Colombia y Perú,
comenzaron a suscribir un gran cúmulo de TLC con terceros países (tabla N°5), al punto que, en
el 2011, ambas naciones (Colombia y Perú) se suscriben a otro mecanismo de integración conocido
61 Tratado de Libre Comercio (TLC): consiste en un acuerdo comercial regional o bilateral que busca ampliar el mercado de bienes y servicios entre los países participantes. Básicamente, consiste en la eliminación o rebaja sustancial de los aranceles para los bienes entre las partes, y acuerdos en
materia de servicios. Este acuerdo se rige por las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) o por mutuo acuerdo entre los países
participantes (Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, 2021). 62 Acuerdo Comercial Preferencial (ACP): también conocido como Acuerdo de Alcance Parcial (AAP) es un acuerdo comercial básico, ya que sólo
incluye materias arancelarias, pero sólo para un grupo de bienes. Es decir, se liberan o rebajan los aranceles de algunos de los productos del comercio
entre los países que lo negocian. Normalmente se le concibe como una primera etapa en un proceso de apertura mayor a largo plazo (Subsecretaría
de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, 2021). 63 Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP): término concebido desde el marco del ALBA - TCP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América - Tratado de Comercio de los Pueblos), en que las partes eliminarán los aranceles y cualquier barrera comercial aunado a que acuerdan un compromiso de compra. El TCP no solo abre mercados, sino que los asegura para los países en desarrollo (Pablo Solón, 2006, cita tomada de
bilaterals.org). 64 Convenio General de Cooperación: este convenio (también conocido como convenio o acuerdo marco) es una expresión de la voluntad de las partes por desarrollar y favorecer acciones de cooperación en ámbitos de mutuo interés y beneficio. De este convenio se derivan acuerdos específicos
para regular actividades determinadas, por tanto, es un instrumento que no las regula, sino que las enuncia como ámbitos de colaboración y enuncia
los términos generales a los que habrán de avocarse los instrumentos específicos que se suscriban posteriormente (Coloma, s/a). 65 Acuerdo de Complementación Económica (ACE): es una denominación que usan los países latinoamericanos en los acuerdos bilaterales que
contraen entre sí para abrir recíprocamente sus mercados de bienes, los que se inscriben en el marco jurídico de la Asociación Latinoamericana de
Integración (ALADI). Apuntan a una apertura de mercados mayor a la de los Acuerdos de Alcance Parcial, pero menor que los Tratados de Libre Comercio. En este tipo de acuerdos se negocian todos los productos de ambos países (Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales de
Chile, 2021).
91
como la Alianza del Pacífico66. No obstante, no fueron los primeros, ya Ecuador (2009), Venezuela
(2004) y Bolivia (2006) se habían unido al ALBA67 en años precedentes. A su vez, tanto Venezuela
(2006) como Bolivia (2015) comienza su gestión para ingresar al MERCOSUR, Venezuela
renunciando a la CAN (2006) y Bolivia permaneciendo en ella. Atendiendo a la mayoría de los
acontecimientos previo Malamud (2011) manifiesta que en la CAN “las instituciones regionales
han resultado debilitadas y la interdependencia regional no sólo ha detenido su expansión, sino que
ha comenzado a retraerse” (p.232). De acuerdo, a Mastrocola (2016) la anterior desarticulación se
impulsó por la polarización ideológica que tuvieron los ejecutivos de los países miembros de la
CAN, principalmente, con Hugo Chávez y su modelo político-económico “Socialismo del siglo
XXI” y del cual siguieron “Bolivia con la presidencia de Evo Morales desde el 2005 y el gobierno...
de Ecuador, representado por el de Rafael Correa a partir del 2007” (p.19). Mientras que, en
contraposición, se encontraba los gobiernos de derecha liberales Álvaro Uribe y Alan García
(Martínez, 2011). A causa de los anteriores planteamientos, y a fines de uso del QCA, se procede
a cuantificar la variable, acuerdos comerciales extracomunitarios multipolar (ACEM) a objeto de
indagar si la presencia de TLCs bilaterales con terceros países (excepto EEUU) de las naciones
socias ha incidido en la adhesión, permanencia o denuncia de Venezuela en su integración regional
con la CAN y el MERCOSUR. Por ello, se considera presente = 1 si alguno de los países socios
tienen tratados comerciales con terceros países (excepto EEUU); ausente = 0, si ninguno de los
países socios tienen tratados comerciales con terceros países.
Bajo dicha condición, el resultado obtenido (tabla N°6) fue que desde la llegada del V República
al poder ejecutivo de Venezuela en 1999, tanto los países socios andinos (excepto Perú) como la
misma Venezuela, habían suscritos acuerdos comerciales extracomunitarios con terceros países,
específicamente con la región caribeña y demás naciones de Latinoamérica, ya para el 2006 se
comienza a ampliar los horizontes del territorio latinoamericano para los acuerdos comerciales
extracomunitarios con la firma de un TLC con EEUU por parte de Perú y Colombia (estudiado de
forma individual en el próximo apartado) y años seguidos con otros continentes (Europa, Asia y
Oceanía). Por ende, para los 20 años de estudio la variable ACEM se encuentra presente = 1, debido
a que desde antes de 1999 ya muchos de los socios andinos manejan acuerdos comerciales con
terceros países que no pertenecen al bloque de integración.
Tabla N°6. Variable acuerdos comerciales extracomunitarios multipolar (ACEM) de países
socios de la CAN (cuantificación)
Años Bolivia Colombia Ecuador Perú Venezuela ACEM
1999 Presente Presente Presente Ausente Presente 1
2000 Presente Presente Presente Ausente Presente 1
2001 Presente Presente Presente Ausente Presente 1
2002 Presente Presente Presente Ausente Presente 1
2003 Presente Presente Presente Ausente Presente 1
2004 Presente Presente Presente Ausente Presente 1
66 Alianza del Pacífico: es una iniciativa de integración regional conformada por Chile, Colombia, México y Perú, creada el 28 de abril de 2011.
Permite la incorporación de bienes intermedios e insumos de cualquier país de la Alianza para exportar a cualquiera de los países miembros (Subsecretaría de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía de México, 2021). 67 Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP): es una plataforma de integración
de los países de América Latina y el Caribe, que pone énfasis en la solidaridad, la complementariedad, la justicia y la cooperación, que tiene el propósito histórico fundamental de unir las capacidades y fortalezas de los países que la integran, en la perspectiva de producir las transformaciones
estructurales y el sistema de relaciones necesarias para alcanzar el desarrollo integral requerido para la continuidad de nuestra existencia como
naciones soberanas y justas. Es, además, una alianza política, económica, y social en defensa de la independencia, la autodeterminación y la identidad de los pueblos que la integran (albatcp.cubaminrex.cu, 2021).
92
2005 Presente Presente Presente Presente Presente 1
2006 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2007 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2008 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2009 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2010 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2011 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2012 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2013 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2014 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2015 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2016 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2017 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
2018 Presente Presente Presente Presente Sin membresía 1
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación.
• Acuerdo comercial extracomunitario unipolar de países miembros de la CAN (ACEU
– CAN)
«Váyanse al carajo, yanquis de mierda» (cita tomada de Rinke, 2015) fueron algunas de las frases
de Hugo Chávez al expresar su indignación por la política exterior aplicada por EEUU en
Latinoamérica. Desde su llegada en 1999, Chávez dio señales de disonancia hacia la política
exterior estadounidense con actuaciones un tanto rebeldes 68 , a pesar de eso, no instaba a un
enfrentamiento directo, si no que abogó a una diplomacia cordial y prudente con la potencia
norteamericana (Bustamante, 2007; Ellner, 2009). No obstante, a partir del 2004, su política
exterior cambia a nivel discursivo con una abierta y marcada confrontación directa con los Estados
Unidos catalogándolos como "imperialistas” (Ellner, 2009; Bustamante, 2007; Briceño, 2011).
Desde entonces, las relaciones bilaterales fueron decayendo cada vez más, al nivel que para el 2021
Venezuela sigue siendo considerada por EEUU como una «amenaza inusual y extraordinaria»
(Alvarado, 2021).
Ahora bien, como se planteó en el párrafo anterior, las discrepancias entre la Venezuela de la V
República y los Estados Unidos de América se manifestaron desde muy temprano con el gobierno
de Hugo Chávez. Para él (Chávez) Estados Unidos de América es un país con pretensiones
imperialista y que cualquier gobierno que se le opusiera sería “satanizado” y “atropellado” (Chávez,
discurso antiimperialista del 27 de febrero de 2015). Al respecto, Bustamante (2007) señala que el
gobierno estadounidense “ha promocionado políticas de exposición del tipo de liderazgo que
representa el presidente Chávez como modelo a no imitar por el resto de los países de la región”
(p.4). De tal manera, el gobierno venezolano desde principios del siglo XXI comienza a tomar
medidas radicales con respecto a la política exterior de EEUU para con Venezuela y el resto de
Latinoamérica, entre ellas se recopilan: negativa de suscribir el ALCA y en contraposición crea el
ALBA (Chávez, 2005); nacionalización de los bienes de ExxoMobil en 2007 (Colmenares, 2018);
retiro de embajadores mutuos en el 2010 (Romero, 2013) y cuerpo diplomático completo en el
2019 (Embajada de EEUU en Vzla, 2019); solicitud de visa de no migrante en el 2015 a
68 En 1999, el pronunciamiento contra el uso del espacio aéreo venezolano por aviones estadounidenses cuyo objetivo era combatir el tráfico de
drogas; en el 2000, la propuesta de creación de un ejército latinoamericano como alternativa para sustituir el TIAR, y la visita a Saddam Hussein en Irak y a Mohamad Kadafi en Libia como parte de la nueva diplomacia petrolera para recuperar la OPEP, siendo considerados Irak y Libia estados
delincuentes por Estados Unidos. En el 2001, el gobierno de Chávez asumió una posición contraria a los bombardeos en Afganistán como represalia
por los ataques al World Trade Center el 11 de septiembre, y profundizó las relaciones bilaterales con Brasil, China y Cuba (Duarte 2004, cita tomada de Bustamante, 2007, pp. 2).
93
estadounidenses que deseen viajar a Venezuela (Telesurtv.net, 2015); cese de membresía de la
OEA de Venezuela en el 2017 (Ojeda, 2019).
Por su parte, el gobierno de los EEUU, en un principio aplicó unas relaciones internacionales con
Venezuela de poder blando69, pero desde el 2015 con Barak Obama y posteriormente, en 2017 con
Donald Trump sus relaciones internacionales con Venezuela se transformaron en poder duro70
(Colmenares, 2019), siendo entre las más polémicas el no reconocimiento internacional al segundo
período de la presidencia de Venezuela de Nicolas Maduro Moros y el conjunto de sanciones
económicas y financiera impuestas de manera unilateral a la nación bolivariana (Dithurbide, 2020).
Desde este mismo ángulo, el gobierno de la V República también comienza a radicalizar en parte
su diplomacia con la región latinoamericana, categorizando a los gobiernos de la región entre
aliados y no, y buscando promover una confrontación mancomunada con la potencia
norteamericana (Bernal, 2017; Bustamante, 2007). Para algunos autores (Malamud, 2006; Ramírez
y Viera, 2006; Sasaki, 2012; Bernal, 2017), la política exterior de integración de Chávez es
considerada paradójica, debido a que en discurso incita a la unión latinoamericana, pero
empíricamente promueve la “desintegración” en la región. Lo cierto es, que su búsqueda de una
política exterior mancomunada no siempre dio frutos y entonces, se generaron una serie de
inconsistencias entre los países andino, reflejándose para la CAN al momento de optar por una
postura en común ante las negociaciones con el ALCA, en donde, se decide suscribir la Decisión
N° 59871 en el año 2000, y con ello tanto Venezuela como Ecuador, Colombia y Perú comienzan a
promover vínculos comerciales de forma separada con terceros países extrarregionales o bloques
de integración (Ramírez y Viera, 2006). Sin embargo, lo anterior no significó para Chávez una
aceptación total de la posible suscripción por parte de alguno de los países andinos de un acuerdo
comercial con EEUU (Sainz, 2007), en relación manifiesta (cita tomada de Kaswalder y Pereira,
2008):
Creo que deberíamos negociar juntos, a Venezuela no la consultaron a la hora de
plantearse un tratado de libre comercio con Norte América, porque el gobierno
imperialista de los Estados Unidos tiene cinco años tratando de derrocar al
gobierno democrático de Venezuela y nos han señalado como parte del “eje del
mal” y nos han desestabilizado desde Washington (Chávez 2004, p.44).
Tabla N°7. Acuerdo comercial extracomunitario unipolar (ACEU) de países miembros de la
CAN
Años Bolivia Colombia Ecuador Perú Venezuela
1999 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2000 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2001 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2002 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2003 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2004 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2005 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2006 Sin ACEU TLC EEUU Sin ACEU TLC EEUU Sin membresía
69 Poder blando: propuesto por Joseph Nye Jr. para referirse a la capacidad que tiene un Estado de incidir en las acciones o intereses de otros actores
internacionales, mediante recursos de poder no tradicionales, como la cultura, la ideología y la diplomacia (Colmenares, 2019, pp.21). 70 Poder duro: consiste en las capacidades militares y económicas de un Estado para lograr sus objetivos de política exterior, mediante el empleo de la fuerza, las presiones directas y los incentivos económicos (Colmenares, 2019, pp.21). 71 Decisión 598, de 2000, establece la posibilidad de negociar con terceros países, prioritariamente de forma comunitaria o conjunta y
excepcionalmente de manera individual, el establecimiento de áreas de libre comercio y otros temas distintos a la liberalización del comercio de mercancías (Secretaría General de la Comunidad Andina, 2021).
94
2007 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía 2008 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía 2009 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía 2010 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía 2011 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía 2012 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía 2013 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía 2014 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía 2015 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía 2016 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía 2017 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía 2018 Sin ACEU Vigente tratado previo Sin ACEU Vigente tratado previo Sin membresía
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados del Sistema de Información sobre Comercio Exterior (SICE) de la OEA; TLC
(Tratados de Libre Comercio)72.
No obstante, tal negociación conjunta entre todos los socios de la CAN no fue posible y para el
2004 tanto Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia como observador, comenzaron a entablar mesas de
negociación con EEUU a fin de negociar un Tratado de Libre Comercio (TLC), concretándose la
firma del mismo sólo para Colombia y Perú, de forma individual, en el 2006 (Sistema de
Información sobre Comercio Exterior (SICE) de la OEA, 2021) (tabla N°7). Paralelamente, ese
año 2006, también Colombia y Perú logran firmar un TLC con Chile (tabla N°5). Venezuela, por
su parte, en el 2005 firma un Acuerdo Marco para su adhesión al MERCOSUR, logrando suscribir
su incorporación en el 2006 (Protocolo de Adhesión de la República Bolivariana de Venezuela al
MERCOSUR, 2006) y su membresía plena en el 2012; sin embargo, para Bustamante (2007), el
país bolivariano desde 1999 actuaba al margen de la CAN en relación a sus negociaciones con el
MERCOSUR (p.3).
Tabla N°8. Variable acuerdos comerciales extracomunitarios unipolar (ACEU) de países socios
de la CAN (cuantificación) Años Bolivia Colombia Ecuador Perú Venezuela ACEU 1999 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2000 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2001 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2002 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2003 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2004 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2005 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2006 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2007 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2008 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2009 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2010 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2011 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2012 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2013 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2014 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2015 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2016 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2017 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
2018 Ausente Presente Ausente Presente Sin membresía 1
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación.
72 Tratado de Libre Comercio (TLC): consiste en un acuerdo comercial regional o bilateral que busca ampliar el mercado de bienes y servicios entre
los países participantes. Básicamente, consiste en la eliminación o rebaja sustancial de los aranceles para los bienes entre las partes, y acuerdos en
materia de servicios. Este acuerdo se rige por las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) o por mutuo acuerdo entre los países participantes (Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, 2021).
95
En este sentido, y atendiendo al hecho de que el gobierno de la V República rechaza vigorosamente
la política exterior estadounidense hacia latinoamericana y que según Malamud (2006) “al mismo
tiempo, hay que recordar que los presidentes Toledo y Uribe buscan profundizar las relaciones con
Washington, algo que, como ya se ha visto, no es del agrado de Chávez” (p.5), el cual (Chávez)
“llamó “traidor” al presidente Toledo por firmar el TLC con EEUU y dijo que no le extrañaba el
respaldo del presidente Uribe al TLC, pues “todos sabemos de dónde viene” (p.4, cita tomada de
Malamud, 2006), se procede a cuantificar la variable acuerdo comercial extracomunitario unipolar
(ACEU), considerándola presente = 1, si alguno de los países socios de la CAN tienen tratados de
libre comercio con Estados Unidos de América y ausente = 0, si ninguno de los países socios tienen
tratados de libre comercio con Estados Unidos de América (tabla N°8). Como producto de la
cuantificación, se desprendió que para los 20 años de estudios en 7 de ellos ninguno de los países
miembros de la CAN suscribió un acuerdo comercial con EEUU, por lo tanto, para todos los países
el resultado es ausente y la variable ACEU = 0; a partir del 2006, el escenario cambia en la CAN
suscribiendo Colombia y Ecuador un TLC con el país norteamericano y por ende, resulta presente
la variable ACEU = 1 (tabla N°8).
• Integración regional de Venezuela en la Comunidad Andina (IRV – CAN)
Venezuela desde su independencia colonial ha apostado por la integración regional, en aquellos
tiempos con Simón Bolívar a la cabeza y desde los tiempos de la última instauración democrática
en 1958 con cada uno de los presidentes electos. Para los gobiernos de interés de este estudio, los
de la V República, una de sus características más acentuadas en cuanto a la promoción de la
integración regional (además de la confrontación directa con EEUU) fue su comparativo con el
ideal de integración bolivariano73, en donde, buscaría impulsar la unión latinoamericana más allá
del ámbito económico añadiendo temas políticos, sociales y militares y manejando como líder
ejemplo a Bolívar (Martínez, 2011). En este sentido, cabe recopilar las palabras de Hugo Chávez
(Discurso con motivo del inicio de la Cátedra “Simón Bolívar” en la Universidad Nacional de
Brasilia, 1999):
...Bolívar convocó a todos los países y los pueblos de esta América Meridional,
como la llamaban entonces, “a un Congreso Anfictiónico” y lo dijo así con mucha
claridad: “Panamá debe ser para nosotros, los americanos meridionales, el Istmo
de Panamá lo que fue el Istmo de Corinto para los griegos, el punto de encuentro
de lo cultural, donde florezca una civilización nueva” Yo lo he palpado y detrás
de ese sueño andamos... Creo que es un compromiso del nuevo tiempo. Volver a
ese planteamiento original. Yo lo creo así. O nos unimos o nos hundimos. O nos
unimos todos y nos reintegramos en un mundo que es uno solo, o seremos
arrollados por la globalización nefasta, por esa globalización que impone, que
domina, que orienta, que pretende que el mundo sea unipolar. No, el mundo no
puede ser unipolar ni bipolar sino pluripolar, y nosotros es tamos llamados aquí,
en esta parte, en este corazón del mundo nuevo, a conformar un gran bloque de
73 Ideas integracionistas de Simón Bolívar, quien convocó el Congreso Anfictiónico de Panamá con el objeto de defender la soberanía e
independencia de las naciones suramericanas e impulsar sus intereses comunes (Martínez, 2011, pp. 104). Ideas del libertador Simón Bolívar en el
sentido de conformar una Gran Patria que defendiera la soberanía e independencia de las nacientes repúblicas y contuviera a las grandes potencias (Domínguez, 2013, pp.4).
96
fuerza donde Venezuela y Brasil están llamados a marcar la pauta (p.5, cita tomada
de Rinaldi, 2006).
Es bajo estos ideales que el gobierno de la V República de Venezuela comienza a manejar su
política exterior de integración, y en la Comunidad Andina, también se proyectó este ideal
bolivariano y de integración holística, incluso el modelo político-económico “Socialismo del siglo
XXI” (Mastrocola, 2016; Cardozo, 2004; Ramírez y Viera, 2006; Martínez, 2015). En este sentido,
a continuación, se incorpora palabras del presidente Chávez con ocasión del XIII Consejo
Presidencial Andino en 2001:
Yo a nombre de Venezuela, vengo proponiendo desde hace ya dos años, desde
que nos vimos en Cartagena de Indias en la Cumbre de 1999, la necesidad de
revisar en profundidad el mecanismo de integración, en este caso la Comunidad
Andina de Naciones. Creo que esa tarea está pendiente, creo que ahí muy poco
hemos avanzado... la integración debe estar signada en primer lugar, antes que por
los logros económicos, antes que por el impulso del comercio que es vital, es
fundamental, pero antes que eso debe estar impulsada y signada por una profunda
voluntad política, es un problema político de integración, no es un problema
económico, lo económico debe ser consecuencia de lo político, no podemos
colocar la carreta delante de los caballos son los caballos de la política los que
deben impulsar, halar las carretas y los trenes de la economía y el desarrollo. Creo
que debemos inyectarle mayor voluntad política a la integración y entonces
estaríamos buscando de nuevo el camino aquel de Panamá, cuando Bolívar
convocaba era a eso, Bolívar no convocaba a una Zona de Libre Comercio, no era
esa la convocatoria inicial, seguramente hubiese venido a consecuencia de la
integración política; Bolívar convocaba a Panamá con una visión profética,
pudiéramos decir (cita tomada de la Secretaría General de la Comunidad Andina,
s/p).
Sin embargo, dentro del bloque de integración la nueva forma de ver la integración de Venezuela
no implicó un avance de una política exterior mancomunada dentro del mecanismo, sino que
resultó en lo contrario: más desagregación (Cardozo, 2004; Malamud, 2011; Sasaki, 2012;
Mastrocola, 2016; Valero, 2020). No todos los presidentes andinos coincidían con la forma de
pensar de Chávez o con su ideología del orden del sistema internacional, lo cual provocó que con
algunos países las relaciones bilaterales se deterioran (tabla N°3, Colombia y Perú) (Martínez,
2011); mientras que, con otros los vínculos internacionales se fortalecieron dada la afinidad
ideológica en común (Bolivia con la presidencia de Evo Morales y Ecuador con la de Rafael
Correa) (Sainz, 2007; Mastrocola, 2016). Tales diferencias, como se puede observar en la tabla
N°3, no son nuevas (al menos con Colombia), han estado presente desde la llegada al poder de la
V República venezolana e inclusive durante la IV República se manejaron fricciones con alguno
de los países andino (ejemplo: Colombia, crisis de la Corbeta Caldas 1987 – 1991; Perú, autogolpe
de Estado de 1992). Sin embargo, aquello no conllevó a una denuncia del mecanismo por ninguno
de sus miembros. La cúspide del colapso de la CAN como bloque de integración en el siglo XXI,
se da en el 2006, cuando por una fricción ideológica en la forma de ver la integración regional entre
Venezuela y Colombia - Perú provocan que el país precedido por Hugo Chávez decida retirarse de
forma definitiva del mecanismo de integración andino (Casas y Correa, 2007; Aguirre, Peña y
Duarte, 2014).
97
Según los académicos estudiados (Malamud, 2006; Sainz, 2007; Ellner, 2009; Martínez, 2011;
Sasaki, 2012; Martínez, 2015), esta denuncia de membresía plena respondió a causas políticas y
no económicas, Hugo Chávez había criticado desde principios de su mandato a la Comunidad
Andina de Naciones, porque según él esta se reducía al comercio y no a una integración holística
que involucrara aspectos más allá de lo económico (Cardozo, 2004; Ramírez y Viera, 2006;
Martínez, 2015). Hasta el 2005, Venezuela había podido coexistir con esa disyuntiva de integración
económica de la CAN, pero en el 2006 se concreta la firma de los TLCs de Colombia y Perú con
EEUU (tabla N°7), lo que fue del desagrado del presidente Chávez (Malamud, 2006). Es así como,
el 19 de abril de 2006 en una reunión en Paraguay, junto con los presidentes de Bolivia, Paraguay
y Uruguay, Chávez anuncia su salida de la CAN:
La Comunidad Andina era una gran mentira. Ya antes estaba muerta, pero ahora
la remataron con la firma de estos acuerdos con el imperio norteamericano... desde
hace tiempo he venido diciendo que la Comunidad Andina de Naciones está herida
de muerte… hoy puedo decir que está muerta, la mataron. No existe, y nos estamos
preparando para denunciarla: Venezuela se sale de la Comunidad Andina, no tiene
sentido, hay que hacer otra cosa [...] le sirve a las élites, a las trasnacionales, pero
no le sirve a los indios, a los negros, a los blancos o a los pobres. No le sirve a
nuestro pueblo y no sólo no le sirve, lo afecta... No pudieron imponer el Acuerdo
de Libre Comercio para las Américas (ALCA), pero están logrando que algunos
países les firmen unos mini-ALCA. Y en esas circunstancias, qué sentido tiene
mantenernos en la CAN (s/p cita tomada de Malamud, 2006; Hernández, 2006;
Ellner, 2009; Sasaki, 2012)
El 22 de abril de 2006, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela remite a la CAN su
comunicación formal de denuncia del bloque señalando lo siguiente:
1. Las recientes negociaciones y firma de los Tratados de Libre Comercio por
parte de Colombia y Perú con los Estados Unidos de Norte América, han
conformado un nuevo cuerpo legal que pretende asimilar la normativa de los TLC
a la Comunidad Andina, cambiando de facto su naturaleza y principios originales...
3. Los TLC propulsan una injusta distribución de la riqueza...; 4. Los TLC poseen
la misma concepción neoliberal del ALCA... 5. La autorización otorgada a través
de la decisión 598 de 2004mediante la cual aprobamos, por respeto a la soberanía
de los países miembros de la CAN, el permiso para la negociación con terceros
países no significa que la República Bolivariana de Venezuela esté dispuesta a
asumir la normativa de los TLC con los Estados Unidos de Norteamérica, toda
vez que éstos implican el establecimiento de principios y normativas similar esa
los propuestos en el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Como es
bien conocido por los demás miembros y por la opinión pública, Venezuela ha
mantenido una clara oposición a la idea del ALCA, al igual que otros países de
Suramérica (p.8, cita tomada de Sainz, 2007).
En este orden de ideas, se evidencia que el gobierno de la V República, especialmente el de Chávez,
podía manejar una política exterior de tolerancia y convivencia con los demás países de la región,
siempre y cuando estos no se alineará a los intereses de EEUU, ya que serían visto por el presidente
98
venezolanos como “traidores” (Malamud, 2006) y en consecuencia, tomaría medidas de
“alejamiento” (sobre todo a nivel político) ante esas naciones. Bajo este panorama, a fines del QCA,
se cuantifica la variable dependiente pautada en esta investigación Integración regional de
Venezuela (IRV), en donde, se considera presente = 1, si el país es miembro pleno del bloque
económico; y ausente = 0, si denuncia al acuerdo de integración o si se encuentra suspendido como
miembro pleno. En consonancia, el resultado obtenido (tabla N°9), fue que de los 20 años de
estudios sobre la política exterior de integración de la V República venezolana, sólo en 7 años
formo parte del bloque de integración andino, por ende, la variable IRV se encuentra presente = 1;
los otros 12 años Venezuela se encuentra sin membrecía de la CAN, dada su denuncia en el 2006,
resultando la variable IRV ausente = 0.
Tabla N°9. Variable Integración regional de Venezuela en la Comunidad Andina (IRV – CAN)
(cuantificación)
Años Venezuela IRV
1999 Miembro = presente 1
2000 Miembro = presente 1
2001 Miembro = presente 1
2002 Miembro = presente 1
2003 Miembro = presente 1
2004 Miembro = presente 1
2005 Miembro = presente 1
2006 Denuncia = ausente 0
2007 Sin membresía = ausente 0
2008 Sin membresía = ausente 0
2009 Sin membresía = ausente 0
2010 Sin membresía = ausente 0
2011 Sin membresía = ausente 0
2012 Sin membresía = ausente 0
2013 Sin membresía = ausente 0
2014 Sin membresía = ausente 0
2015 Sin membresía = ausente 0
2016 Sin membresía = ausente 0
2017 Sin membresía = ausente 0
2018 Sin membresía = ausente 0
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación.
1.1.2. Análisis cualitativo comparado (QCA) de la CAN
La aplicación del QCA en esta investigación tiene el fin de proveer un soporte cuantitativo a la
causalidad ideológica dada en la adhesión, permanencia o denuncia de la Venezuela de la V
República a un mecanismo de integración. En este sentido, se plantearon 4 frentes ideológicos
(variables independientes): convergencia ideológica (CI), fricciones diplomáticas (FD), acuerdos
comerciales extracomunitarios multipolar (ACEM), acuerdos comerciales extracomunitarios
unipolar (ACEU) a propósito de conocer cuál de ellos es necesario para integración regional de
Venezuela en los tiempos de la V República (IRV, variable dependiente), así como si algunos de
estas variables ideológicas han jugado en pro o en contra de su integración regional. Dichas
variables cualitativas fueron cuantificadas en los apartados previos según unos criterios
desarrollados en el capítulo 1 de la presente investigación. De tal manera, a continuación, se
recapitula en conjunto lo resultados cuantificados de las mismas:
99
Tabla N°10. Resumen de variables cualitativas ideológicas de la CAN (cuantificación)
Años CI FD ACEM ACEU IRV
1999 0 1 1 0 1
2000 0 1 1 0 1
2001 0 1 1 0 1
2002 0 1 1 0 1
2003 0 1 1 0 1
2004 0 1 1 0 1
2005 0 1 1 0 1
2006 0 1 1 1 0
2007 0 1 1 1 0
2008 0 1 1 1 0
2009 0 1 1 1 0
2010 0 1 1 1 0
2011 0 0 1 1 0
2012 0 0 1 1 0
2013 0 1 1 1 0
2014 0 1 1 1 0
2015 0 1 1 1 0
2016 0 1 1 1 0
2017 0 1 1 1 0
2018 0 1 1 1 0
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación.
Nota: a fines de facilidad de uso del QCA el autor (Ragin, 2008) recomienda el uso de una nomenclatura sencilla sin caracteres
especiales, acentos y en minúscula (cita tomada de Escott, 2018, p.60).
Paso seguido, fue incorporar la matriz de datos anterior (tabla N°10) al software seleccionado
“fs/QCA versión 3.0” con el objeto de automatizar la creación de la tabla de la verdad, el cálculo
de las operaciones booleanas y la minimización lógica (dado el número de variables). En la figura
N°2, se ilustra la solución más simple (parsimonios solution) obtenida después de someter la matriz
de datos calibrada (tabla N°10) al software del QCA. En ella, se muestra que la función a analizar
fue irv=f(ci, fd, acem, aceu), es decir, se determina cuál o cuáles son las variables independientes
necesarias y suficientes (ci, fd, acem, aceu) para que la variable dependiente irv (integración
regional de Venezuela) se generé y para ello, el software somete a la matriz de análisis calibrada a
una tabla de la verdad, al cálculo de operaciones booleanas y a la minimización lógica como se
mencionó previamente (para mayor información ver el capítulo 3: marco metodológico).
La interpretación más literal de la figura N°1, es que la ausencia de los acuerdos comerciales
extracomunitarios unipolar (~aceu) es la variable independiente más fundamental para que se
pudiera dar la presencia de la variable dependiente integración regional de venezuela (irv). A su
vez, de las 16 configuraciones posibles arrojadas en la tabla de la verdad (24=16), sólo en 3 de ellas
hay casos con evidencia empírica (Rows=3). Por otra parte, se encuentra que el resultado previo
obtuvo un índice de consistencia igual a 1 (consistency=1), es decir, para todas las configuraciones
de casos, en donde, ACEU se encuentra ausente (~aceu) está presente IRV (irv), siendo que para 7
de los 20 años en estudio, ninguno de los países andinos había firmados TLCs con EEUU y, en
consecuencia, Venezuela en esos 7 años también seguía formando parte del bloque de integración
(7/7=1). De tal manera, la ausencia de la variable independiente ACEU (~aceu), se considera una
condición necesaria para que se generará la integración regional de Venezuela en la CAN bajo el
gobierno de la V República.
100
Figura N°1. Reporte de análisis del QCA para variables ideológicas de la CAN
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en la presente investigación y someterlos a software fs/QCA versión 3.0. Nota:
algoritmo Quine–McCluskey, método de simplificación de funciones booleanas desarrollado por Willard Van Orman Quine y
Edward J. McCluskey. Provee un método determinista74 para conseguir la mínima expresión de una función booleana (Jauregui y
otros, 2010, pp. 268). Notas: True: 1-L75; consistency cutoff76; frequency cutoff77.
En relación, al índice de cobertura, ambos resultaron igual a 1 (raw coverage y unique coverage),
debido a que aunque fueron 20 años de estudios (20 casos), sólo en 7 años hubo casos positivos de
la presencia de la variable IRV, para los otros 13 años la variable IRV estuvo ausente, por lo que,
el denominador (N° de casos positivos con la presencia de la variable IRV) para él cálculo de la
cobertura total (raw coverage), es igual al numerador (N° de casos positivos que presenta la
ausencia de ACEU, ~aceu) (7/7=1) y no se dio el caso, en que IRV se produjera con unas
condiciones diferentes a ~ci*fd*acem*~aceu, por ende, da una cobertura única igual a 1. Por
consiguiente, la ausencia de la variable ACEU (~aceu), además de haber sido una condición
necesaria, también fue una condición suficiente para producir la presencia del resultado de interés
(IRV=1) dentro del período de estudio. Asimismo, el software indica la proporción de casos
consistentes (solution consistency78) y cubiertos (solution coverage79) que provocan la presencia del
resultado de interés, entonces, dado el hecho de que en todos los casos donde se dio la presencia
de IRV=1 son explicado por ausencia de ACEU=0 (~aceu), el índice solution coverage=1, no hubo
ningún año (de los 20 en estudio) en que ACEU estuviera ausente (~aceu) e IRV no estuviera
74 Modelo determinista: es un modelo matemático donde las mismas entradas o condiciones iniciales producirán invariablemente las mismas salidas
o resultados, no contemplándose la existencia de azar, o incertidumbre en el proceso modelado mediante dicho modelo (Ríos, 1995, cita tomada de
wikipedia.org). 75 True: 1–L, significa que el valor analizado para la variable dependiente es igual a 0 (Y=0) (Pérez, 2009, pp.3), debido a que cuando el valor ACEU
está presente=1, es cuando se da la ausencia de la variable dependiente IRV=0, por lo que, se determina que si ACEU está ausente=0 (~aceu)
entonces IRV estará presente=1, pero esa deducción se soporta en el hecho de que la presencia de ACEU provoca la ausencia de IRV (Y=0). 76 Consistencia mínima: configuraciones con valores inferiores a 1 fueron consideradas como no-suficientes (Pérez, 2009, pp. 3) y por ende, no
consideradas para hallar la causalidad entre variables. 77 Frecuencia mínima: número de configuraciones de casos considerados para el análisis de causalidad de las variables (Pérez, 2009). En este sentido, arrojó 2 casos (frequency cutoff=2), debido a que con el análisis True: 1-L, la ausencia de IRV (0) se da: tanto para la configuración
~ci*fd*acem*aceu (0,1,1,1) como para ~ci* ~ fd*acem*aceu (0,0,1,1) (tabla N°10). 78 Solution consistency: índice que muestra la proporción de casos incluidos en la solución que presentan el resultado de interés (Pérez, 2009, pp.4). 79 Solution coverage; índice que refleja la proporción de casos con el resultado de interés que son explicados por el modelo final (Pérez, 2009, pp.4).
101
presente; en cuanto, a solution consistency como en los 20 años de estudios (20 casos), la solución
~aceu para producir IRV se da, entonces su consistencia es del 100%=1.
En resumidas cuentas, el resultado reflejado por el QCA (figura N°1), desde la solución
parsimoniosa, es que la ausencia de la variable acuerdos comerciales extracomunitarios unipolar
(~aceu), era una condición necesaria y “suficiente” (siempre que haya la voluntad integradora en
todos los niveles del Estado) para que el gobierno de la V República permaneciera en la CAN,
debido a que como se comprobó, tanto en la literatura como en el QCA, aunque el gobierno de la
V República no compartiera una convergencia ideológica desde el espectro horizontal con los
demás líderes andino (tabla N°2), aunque se dieran fricciones diplomáticas en distintos momentos
(tabla N°4), inclusive, aunque se suscribieran acuerdos neoliberales con otros países de la región
no parte del bloque (tabla N°6), el gobierno de la V República seguía formando parte del
mecanismo de integración andino (tabla N°10). No obstante, al momento en que Perú y Colombia
se alinearon con la política exterior de EEUU, suscribiendo un TLC, Venezuela denuncia a su
membresía de la CAN, por la que había pertenecido por 33 años. De tal forma, se comprueba
cuantitativamente que la ideología política del orden del sistema internacional promulgada por el
gobierno de la V República venezolana, abogando por un mundo multipolar – pluripolar fue la
causante de la denuncia de Venezuela a la CAN, comprobándose de esta manera la hipótesis
planteada. En definitiva, fue la postura en contra la unipolaridad de EEUU de Hugo Chávez, así
como la de Nicolás Maduro, la variable ideológica (representada por ACEU) a nivel jurídico, la
que jugó en contra de la integración regional de Venezuela con el bloque andino para el lapso de
estudio.
1.2. Ideología política con el Mercado Común del Sur (MERCOSUR)
Al igual que la Comunidad Andina el Mercado Común del Sur80 (MERCOSUR) se concibe en el
marco de agotamiento del ALALC (ALADI desde 1980) y en la ola integracionista del
regionalismo abierto de los 90. El mismo nace con el fin de facilitar la armonización de políticas
comerciales estancadas en anteriores décadas en parte por las asimetrías de los países de la región
(Villalobos y Ortiz, 2012). De tal manera, el mecanismo de integración sigue un patrón semejante
de unificación al de la teoría tradicional, en donde, se buscaría: primero un libre comercio entre las
partes; segundo, consolidar un arancel externo común, para finalmente dar paso al mercado común
(parte de las etapas de integración según Balassa, 1964). Entonces, desde el punto de vista
económico, el MERCOSUR maneja la misma fórmula integracionista que la CAN, lo cual es
contradictorio para la forma de ver la integración de la V República venezolana (Ramírez y Viera,
2006).
A pesar de tal paradoja, el país bolivariano impulso desmesuradamente su ingreso al mecanismo,
siendo tal “apresuramiento” objeto de críticas81 e incluso un factor de ruido para la ratificación del
protocolo de adhesión por parte de los parlamentos de los países socios aunado a otros
80 MECOSUR: bloque económico creado con objetivos ambiciosos de los Estados Partes para lograr alcanzar la integración económica, y por ende
la satisfacción de necesidades mutuas y competitivas…dichos países se constituyeron, no sólo para formar una Zona de Libre Comercio entre ellos, sino también una unión aduanera, con deseo de convertirse en un Mercado Común y constituirse en una de las formas más acabadas de integración…
[Vásquez, C, 2002, p. 7] (cita tomada de Villalobos y Ortiz, 2012, pp.119). 81 Así lo señaló el excandidato presidencial brasileño Geraldo Alckmin, quien cuestionó “la aceleración de los procedimientos de adhesión” (González, 2007, pp.20).
102
cuestionamientos de carácter democrático82 (González, 2007) y económico83 (Fernández, 2019).
Además, que las alocuciones del presidente en relación al bloque de integración eran la de crear un
“nuevo MERCOSUR” (González, 2007). Vale la pena, incorporar lo descrito por Malamud (2006),
en donde, según el presidente Chávez Venezuela se retiraría de la CAN e ingresaría a un
MERCOSUR reestructurado y “si el Mercosur tiene que morir para que nazca una verdadera
integración, entonces que muera” (p.10, Chávez, cita tomada de Malamud, 2006). En sintonías,
más planteamientos del presidente Hugo Chávez (2006):
Opinó también sobre la necesidad de “reestructurar a fondo” a Mercosur para
evitar su desaparición. “No queremos que muera Mercosur, venimos aquí con la
idea de que nazca una transformación” de este instrumento de unión suramericano.
“Con esa intención es que Venezuela quiere ingresar a Mercosur. Por eso es que
esta reunión me parece tan importante porque se siente una voluntad de cambio
hacia un nuevo Mercosur” (cita tomada del Ministerio del Poder Popular para la
Comunicación y la Información de Venezuela).
En consecuencia, como se ha establecido en varias oportunidades en el desarrollo de la presente
investigación, Venezuela con la llegada de Chávez comenzó a impulsar su integración con lo
político como protagonista (Martínez, 2011), y como se aprecia en la cita anterior, su ingreso al
MERCOSUR no escapó de tal factor. Según, González (2007) el ingreso de Venezuela al bloque
“responde a criterios estrictamente de orden político en la búsqueda de nuevos esquemas y
modalidades de integración que se alejen de la concepción tradicional y que propicien la ruptura
con los esquemas basados, fundamentalmente, en el libre comercio, para reemplazarlos por otros,
de mayor contenido ideológico” (p.34). Por su parte, para Cardozo (2004) el interés de ingreso del
presidente Chávez responde a su intención de conformar “una alianza de contrapeso” a los EEUU.
En este mismo orden de ideas, Rodríguez (2006, cita tomada de González, 2007) establece que
Venezuela “ingresa al MERCOSUR para ampliar los espacios de su acción política y fortalecer
esta especie de cruzada antiglobalización y antiimperialista” (p.8).
Bajo este panorama, el gobierno de la V República de Chávez buscó su ingreso en el MERCOSUR
con el fin de que el mismo se ajustará más a sus factores ideacionales integracionista y de
multipolaridad. Lo anterior, gracias en parte a que la mayoría de sus miembros eran del espectro
político izquierdista, y además, compartían posiciones críticas en común (con diferentes niveles de
“confrontación”) referente a la política exterior estadounidense hacia América Latina (Ellner,
2009). Situación muy distinta, a lo acontecido en la CAN. En esta línea, Venezuela perfila su
ingreso al MERCOSUR desde muy temprano a la llegada del presidente Chávez al poder (González,
2007), sin embargo, logra suscribir su protocolo de adhesión el 4 de julio de 2006 y la membresía
plena a partir del 31 de julio de 2012 dada la suspensión temporal de Paraguay (único país a la
fecha sin ratificar su parlamento el protocolo de adhesión, Martínez, 2015).
82 El proceso de adhesión de Venezuela ha sido polémico y tortuoso, muchas veces dificultado por acciones del gobierno de Chávez consideradas
poco democráticas, tales como los ataques a los medios de comunicación, la persecución de políticos opositores y sus actitudes militaristas. Otras veces frenado por los partidos de centro y derecha de los países miembros que no comparten la ideología izquierdista de Chávez y perciben su
presencia en el Mercosur como una amenaza. (Martínez, 2011, pp.106). 83 La economía venezolana del gobierno de la V República se ha caracterizado por ser una economía de profundo carácter antimercado, dando lugar a una gran incongruencia con los demás países socios del MERCOSUR (países con economías de mercado, diversificadas, abiertas e insertas
internacionalmente) y con los objetivos primarios del bloque (contribuir con la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos que
representa la constitución de un mercado común). Esto constituye una incompatibilidad de origen entre Venezuela y el Mercosur, que impide su avance y cohesión. (Fernández, 2019, pp.87).
103
Tal acontecimiento, demuestra como la política exterior del gobierno de la V República venezolana
es sujeto a debate y temor por parte de los parlamentarios y expertos de algunos países de la región
que cuestionan la forma de hacer integración de Venezuela, la concepción de su democracia, así
como algunas de sus directrices internas (González, 2007; Martínez, 2015, Fernández, 2017). En
relación, dada la tardía de la formalización del ingreso pleno del país bolivariano, Hugo Chávez
manifestó que “Venezuela no está desesperada en ingresar al MERCOSUR y menos aún a un
MERCOSUR signado por el capitalismo” (González, 2007, p.39). Asimismo, González (2007)
incluye una entrevista realizada a Chávez por la agencia EFE en la que el presidente venezolano
expresa que Venezuela “no está desesperada por ingresar al MERCOSUR(…) queremos entrar a
un nuevo MERCOSUR pero si no hay voluntad de cambio, tampoco estamos muy interesados en
el viejo MERCOSUR…” (p.38).
Entre tantas turbulencias para su ingreso pleno, en el 2012 el país bolivariano finalmente pasa a
formar parte de las filas del MERCOSUR con derecho a voto (ante sólo tenía voz, González, 2007)
y a raíz de ello, el MERCOSUR según varios académicos y expertos se volvió más político. Para
Martínez (2011) “el ingreso de Venezuela al Mercosur marcó un cambio de rumbo, y la política
cobró un papel relevante, al distanciar al bloque de sus orígenes fundamentalmente comerciales”
(p.218). Este mismo autor (Martínez, 2015) años más tarde establece “el Mercosur es un acuerdo
de integración cuyo objetivo económico fundamental, la creación de una unión aduanera para
fomentar el comercio intrarregional, ha cedido lugar a objetivos políticos e ideológicos, en especial
desde la incorporación de Venezuela” (p.230). De acuerdo a González (2007), el ex presidente
brasileño Fernando Henrique Cardoso expresó que el “MERCOSUR se ha vuelto más político y
menos integracionista”, agregando que esa no fue la idea original y que la “sobre politización” la
presenta ahora como un ente que se aleja de sus objetivos originales de hacer integración” (p.14).
Asimismo, González (2007) opina que “con el ingreso de Venezuela, el MERCOSUR ha entrado
en una fase de creciente politización” (p.34). En este orden de pensamientos, el gobierno de la V
República venezolana bajo el gobierno de Hugo Chávez le da un impulso político al MERCOSUR,
sin embargo, no es del todo bien recibido por los demás países miembros, especialmente, por los
del poder legislativo de Paraguay y Brasil (González, 2007).
Ahora bien, con la llegada del segundo gobierno de la V República venezolana precedida por
Nicolás Maduro en el 2013, el panorama internacional, regional y nacional cambia, a fines
internacionales la transformación más abrupta para el país bolivariano fue la variación a la baja de
los precios del petróleo (producto trascendental en la generación de divisas), dando fin a una década
de bonanza petrolera (excepción año 2008, figura N°2 capítulo 2) (Alexéenko y Pyatakov, 2019).
En relación, al panorama regional la modificación vino dada por la misma democracia, y la hora
de cambio de presidentes de turno (entre otros “golpes de estados” y “destituciones legales”), el
hecho es que el mapa político ideológico de Latinoamérica comienza a apegarse al espectro
horizontal de derecha y se da por terminada la marea rosa (de izquierda) de la región (Canon y
Rangel, 2020, pp.7, cita tomada de Alexéenko y Pyatakov, 2019). A nivel nacional, las
circunstancias fueron más críticas, tanto a nivel económico como político, el cese de la prosperidad
petrolera fue el detonador de una serie de males estructurales que posee el país bolivariano (ej. falta
de diversificación productiva), que conllevaron a altos niveles de inflación, caída del PIB, aumento
de la pobreza y de la emigración, etc. (Alexéenko y Pyatakov, 2019; Guerra, 2015). En el escenario
político, la forma de democracia del gobierno de la V República comenzó a hacer fuertemente
cuestionada a nivel internacional, haciendo que una serie de países tomaran la decisión de no
reconocer el segundo período presidencia de Nicolás Maduro (Alexéenko y Pyatakov, 2019).
104
En este contexto, la participación de Venezuela en los tiempos de Maduro dentro del MERCOSUR
no tiene la misma dinámica que la que daba su predecesor, para Fernández (2019) Venezuela desde
el 2014 se ha concentrado en atender las circunstancias políticas y económicas internas y los
cambios internacionales y regionales mencionados en el párrafo precedente fueron parte de las
causas que provocaron la suspensión en agosto de 2017 del país bolivariano como miembro pleno
del mecanismo de integración (Fernández, 2019). Por consiguiente, a fines de esta investigación se
hace uso del análisis cualitativo comparado (QCA), a fin de contrastar bajo un soporte cuantitativo
cuál (es) de los frentes de la ideología política exterior de integración de Venezuela en los tiempos
de la V República es finalmente la necesaria (s) para su adhesión, permanencia o denuncia de los
acuerdos de integración regional (MERCOSUR). A su vez, mediante esta metodología (QCA) se
podrá conocer si algunos de los factores ideacionales planteados han incidido de manera positiva
o negativa en su participación. Por este motivo, se desarrolla, a continuación, las variables
ideológicas en estudio:
1.2.1. Variables ideológicas (cualitativas)
• Convergencia ideológica entre Venezuela y países del MERCOSUR (CI)
En el desarrollo de esta investigación se estableció que una ideología similar entre los líderes
políticos de los países miembros de un acuerdo de integración es necesaria para el progreso del
mismo (convergencia ideológica, Gomes y Granja, 2019), a pesar de que tal aseveración se vincula
más es al conjunto de ideas y políticas comunes del camino a seguir por el bloque de integración,
no es menos cierto que los gobernantes aún continúan usando el espectro horizontal de la ideología
política (izquierda y derecha) para facilitar la interpretación mental de sus seguidores en cuanto a
la tendencia que seguirán sus políticas, tanto internas como externas (Sartori, 2005; Zechmeister,
2006 y Navas, 2014). Por consiguiente, a objeto de comprobar si diferentes posiciones ideológicas
en el espectro político horizontal inciden en la integración regional de una nación se formuló la
variable convergencia ideológica (CI), en la que a fines del QCA se considera presente = 1, si todos
los gobiernos de los países miembros del bloque económico son compatibles con posición
ideológica del gobierno venezolano; y ausente = 0, si alguno de los gobiernos de los países
miembros del bloque económico es incompatible con la posición ideológica del gobierno
venezolano. Ambas compatibilidades desde la dimensión del espectro político lineal de izquierda
o de derecha, revisando la postura ideológica de los partidos políticos a los que pertenecen los
presidentes nacionales de los países socios.
En este orden de ideas, se compilaron las posiciones ideológicas de los distintos partidos políticos
en que formaron parte los presidentes de los países miembros al MERCOSUR desde el 2006 al
2018 (años de estudios desde que Venezuela suscribe su protocolo de adhesión al mecanismo). Tal
información, refleja como de los 5 países que formaron parte del MERCOSUR, Venezuela y
Uruguay son los únicos que no ha alternado su posición ideológica del espectro horizontal de
izquierda. Para las otras 3 naciones (Argentina, Brasil y Paraguay) si hubo alternancia entre
presidentes de ideología de izquierda, centro y derecha (tabla N°11). En consecuencia, se procede
a la cuantificación de la variable convergencia ideológica a fines de uso del QCA (tabla N°12), en
donde, se da como resultado que de los 13 años de estudios que corresponden al gobierno de la V
República venezolana, se logra una coincidencia de posiciones ideológicas con los demás líderes
países miembros del MERCOSUR para 4 años, por lo tanto, se considera la variable presente e
105
Tabla N°11. Ideología política desde el espectro horizontal de los presidentes de los países que formaron parte del Mercado Común del
Sur, 2006 – 2018
Años
Argentina Brasil Paraguay Uruguay Venezuela
Presidente Partido
político
Posición
ideológica Presidente
Partido
político
Posición
ideológica Presidente
Partido
político
Posición
ideológica Presidente
Partido
político
Posición
ideológica Presidente
Partido
político
Posición
ideológica
2006 Néstor Kirchner
Frente para la Victoria
Izquierda
Luiz
Inácio Lula da
Silva
Partido de
los
Trabajadores
Izquierda
Nicanor
Duarte
Frutos
Partico Colorado
Derecha Tabaré Vázquez
Frente Amplio
Izquierda Hugo Chávez
Movimiento
V
República
Izquierda
2007 Néstor
Kirchner
Frente para
la Victoria Izquierda
Luiz Inácio
Lula da
Silva
Partido de
los
Trabajadores
Izquierda
Nicanor
Duarte
Frutos
Partico
Colorado Derecha
Tabaré
Vázquez
Frente
Amplio Izquierda
Hugo
Chávez
Partido Socialista
Unido de
Vzla
Izquierda
2008 Cristina
Fernández
Frente para
la Victoria Izquierda
Luiz Inácio
Lula da
Silva
Partido de
los Trabajadores
Izquierda
Nicanor
Duarte Frutos
Partico
Colorado Derecha
Tabaré
Vázquez
Frente
Amplio Izquierda
Hugo
Chávez
Partido Socialista
Unido de
Vzla
Izquierda
2009 Cristina
Fernández
Frente para
la Victoria Izquierda
Luiz
Inácio
Lula da Silva
Partido de los
Trabajadores
Izquierda Fernando
Lugo
Frente
Guasú Izquierda
Tabaré
Vázquez
Frente
Amplio Izquierda
Hugo
Chávez
Partido
Socialista
Unido de Vzla
Izquierda
2010 Cristina
Fernández
Frente para
la Victoria Izquierda
Luiz
Inácio
Lula da Silva
Partido de los
Trabajadores
Izquierda Fernando
Lugo
Frente
Guasú Izquierda
José
Mujica
Frente
Amplio Izquierda
Hugo
Chávez
Partido
Socialista
Unido de Vzla
Izquierda
2011 Cristina Fernández
Frente para la Victoria
Izquierda Dilma Rousseff
Partido de
los
Trabajadores
Izquierda Fernando Lugo
Frente Guasú
Izquierda José Mujica
Frente Amplio
Izquierda Hugo Chávez
Partido
Socialista Unido de
Vzla
Izquierda
2012 Cristina
Fernández
Frente para
la Victoria Izquierda
Dilma
Rousseff
Partido de
los Trabajadores
Izquierda Fernando
Lugo
Frente
Guasú Izquierda
José
Mujica
Frente
Amplio Izquierda
Hugo
Chávez
Partido Socialista
Unido de
Vzla
Izquierda
2013 Cristina
Fernández
Frente para
la Victoria Izquierda
Dilma
Rousseff
Partido de
los Trabajadores
Izquierda Federico
Franco
Partido Liberal
Radical
Auténtico
Derecha José
Mujica
Frente
Amplio Izquierda
Nicolás
Maduro
Partido Socialista
Unido de
Vzla
Izquierda
2014 Cristina
Fernández
Frente para
la Victoria Izquierda
Dilma
Rousseff
Partido de los
Trabajadores
Izquierda Horacio
Cartes
Partido
Colorado Derecha
José
Mujica
Frente
Amplio Izquierda
Nicolás
Maduro
Partido
Socialista
Unido de Vzla
Izquierda
2015 Cristina
Fernández
Frente para
la Victoria Izquierda
Dilma
Rousseff
Partido de los
Trabajadores
Izquierda Horacio
Cartes
Partido
Colorado Derecha
José
Mujica
Frente
Amplio Izquierda
Nicolás
Maduro
Partido
Socialista
Unido de Vzla
Izquierda
2016 Mauricio Macri
Propuesta Republicana
Derecha Michel Temer
Movimiento
Democrático
Brasileño
Centro Horacio Cartes
Partido Colorado
Derecha Tabaré Vázquez
Frente Amplio
Izquierda Nicolás Maduro
Partido
Socialista Unido de
Vzla
Izquierda
106
2017 Mauricio
Macri
Propuesta
Republicana Derecha
Michel
Temer
Movimiento
Democrático Brasileño
Centro Horacio
Cartes
Partido
Colorado Derecha
Tabaré
Vázquez
Frente
Amplio Izquierda
Nicolás
Maduro
Partido Socialista
Unido de
Vzla
Izquierda
2018 Mauricio
Macri
Propuesta
Republicana Derecha
Michel
Temer
Movimiento Democrático
Brasileño
Centro Horacio
Cartes
Partido
Colorado Derecha
Tabaré
Vázquez
Frente
Amplio Izquierda
Nicolás
Maduro
Partido
Socialista
Unido de Vzla
Izquierda
Fuente: elaboración de la autora bajo datos recopilados en base de datos de CIDOB, recuperado de https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos; Alcántara, M. (2004). Partidos políticos
en América Latina: precisiones conceptuales, estado actual y retos futuros, documentos CIDOB N°3. Nota: algunos años pueden estar subdivididos en dos períodos presidenciales.
107
igual a 1. Para el resto de los años de estudio (9 años) según la condición establecida: si alguno de
los gobiernos de los países miembros del bloque económico es incompatible con la posición
ideológica del gobierno venezolano dicha variable se considerará ausente y por consecuencia, su
valor será igual a 0.
Tabla N°12. Variable convergencia ideológica (CI) de Venezuela con el MERCOSUR
(cuantificación)
Años Argentina Brasil Paraguay Uruguay Venezuela Convergencia
ideológica 2006 Izquierda Izquierda Derecha Izquierda Izquierda 0 2007 Izquierda Izquierda Derecha Izquierda Izquierda 0 2008 Izquierda Izquierda Derecha Izquierda Izquierda 0 2009 Izquierda Izquierda Izquierda Izquierda Izquierda 1
2010 Izquierda Izquierda Izquierda Izquierda Izquierda 1
2011 Izquierda Izquierda Izquierda Izquierda Izquierda 1
2012 Izquierda Izquierda Izquierda Izquierda Izquierda 1
2013 Izquierda Izquierda Derecha Izquierda Izquierda 0 2014 Izquierda Izquierda Derecha Izquierda Izquierda 0 2015 Izquierda Izquierda Derecha Izquierda Izquierda 0 2016 Derecha Derecha Derecha Izquierda Izquierda 0 2017 Derecha Derecha Derecha Izquierda Izquierda 0 2018 Derecha Derecha Derecha Izquierda Izquierda 0
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación.
• Fricciones diplomáticas de Venezuela con el Mercado Común del Sur (FD –
MERCOSUR)
En el marco teórico (capítulo 1), se planteó que aún los países del mundo están lejos de tener una
autarquía, especialmente, en el ámbito económico. Por lo que, necesitan tener contacto y/o
relaciones de este tipo con el exterior y en general, este aspecto conlleva a conformar vínculos entre
Estados (relaciones diplomáticas). Además, también puede provocar que dos o más naciones se
unan para conformar un bloque de integración y concebir una mejor influencia internacional
(Medina, 1979). De tal manera, es pertinente explorar el desenvolvimiento de las relaciones
diplomáticas entre los países que incorporan al segundo bloque de estudio de esta investigación
(Mercado Común del Sur, MERCOSUR) a propósito de saber si las mismas (relaciones
diplomáticas cordiales) han contribuido al impulso del bloque de integración y de una política
exterior regional conjunta, o si, por el contrario, tales relaciones (fricciones diplomáticas) han
causado un alejamiento y/o división entre las partes, especialmente para Venezuela que es el país
de interés investigado.
Al revisar la literatura vinculada con este tópico, se encuentra que para Malamud (2006), previó a
la entrada de Venezuela, ya existían perspectiva en contra del avance del mecanismo de integración
por parte de los socios menores (Uruguay y Paraguay), quienes consideran que los dos socios
mayores (Brasil y Argentina) intenta aplicar un tipo de “subimperialismo” dentro del bloque sureño.
En opinión de Martínez (2015), “uno de los mayores problemas del Mercosur ha sido la falta de
coordinación entre los miembros. La misma se ha puesto en evidencia principalmente en dos áreas:
políticas macroeconómicas y política exterior” (p.213). Para la primera de ella, según con la
información recopilada por este autor Martínez (2015), alrededor del “67% de las normas
comunitarias no estaban internalizadas en el ordenamiento jurídico de los países miembros” (p.214,
108
Primer Informe Semestral de la Secretaría del bloque, de 2004). En cuanto, a la segunda, la mayor
divergencia es la imposibilidad que demuestran sus miembros para concebir una política exterior
conjunta e incorpora como uno de los ejemplos el hecho de que en las negociaciones de la Ronda
de Doha, “Brasil se mostró favorable a un acuerdo, pero Argentina se opuso (Molteni, De León y
Giudice 2011)” (p.213). Lo cual, además de otras circunstancias de políticas exterior unilaterales
de cada miembro, ha provocado una pérdida de credibilidad como socio de negociación
mancomunado frente a terceros (Martínez, 2015).
Una vez, que Venezuela suscribe el tratado de incorporación al MERCOSUR en el 2006, el
mecanismo de integración toma un tono más político (Martínez, 2011), provocando tal hecho,
cierta fricción con los países socios, especialmente, desde el peldaño legislativo y técnico que
desembocó en una tardía de su ingreso pleno como país miembro (González, 2007). A nivel
ejecutivo, las fricciones diplomáticas de Venezuela con el MERCOSUR, en los tiempos del
gobierno de Chávez fueron dada más desde la “alocución” que desde “prácticas en contra medida”
por alguna diferencia entre socios, por ejemplo, Malamud (2006) señala que el presidente Lula
(Brasil) y el presidente Kirchner (Argentina) no veían bien el acercamiento de Venezuela con los
socios más pequeños del mecanismo (Paraguay y Uruguay). Por su parte, Ramírez y Viera (2006)
expresan que entre Chávez y Lula existió una disputa por el liderazgo suramericano, opinión que
también comparte analistas del diario O´Globo manifestando que “las confrontaciones entre los
presidentes Chávez y Lula sobre la mejor manera de promover la integración de los países
suramericanos revelan un claro debate por el liderazgo de la región” (cita tomada de González,
2007). Ante tales circunstancias, la realidad es que hasta la muerte de Chávez (2013), la
participación de Venezuela dentro del bloque y su desempeño fue marcada entre la confrontación
de micrófono con los parlamentarios de otras naciones (González, 2007), la intención de
“reformatear” el mecanismo dándole un mayor contenido político y social “para que no terminará
como la CAN” (Malamud, 2006) y las expectativas de oportunidades comerciales por la apertura
de Venezuela hacia el MERCOSUR (Fernández, 2019), otorgando de cierta forma un papel
preponderante de Venezuela en la política exterior mancomunada del mecanismo de integración,
pero que en el tiempo de gobierno de Nicolás Maduro terminó siendo mermada por los cambios de
turnos de los demás gobernantes, por el cuestionamiento democrático interno, por el
incumplimiento normativo regional del país bolivariano y por la asimetría del modelo económico
venezolano (Fernández, 2019).
En este orden de ideas, a la llegada de Nicolás Maduro, como presidente de Venezuela, el panorama
diplomático fue cambiando sustancialmente, ya la ola izquierdista en la región, y especialmente,
en el MERCOSUR estaba acabando, y con ello, la afinidad política del espectro político horizontal
que manejaban sus miembros (tabla N°11), causando parte del aislamiento dentro del bloque que
ha padecido el país bolivariano aún de política izquierdista socialista (Fernández, 2019). Sin
embargo, las diferencias de Venezuela con el MERCOSUR venían presentándose desde antes del
fin de la ola rosa izquierdista, por ejemplo, en la XLVI Cumbre Presidencial del Mercosur que se
llevó a cabo en Caracas el 17 julio de 2014, Brasil planteó promover un acuerdo de libre comercio
con la Alianza del Pacífico (AP), pero Venezuela hacía hincapié que era más relevante hacer uno
con la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) (Martínez, 2015). Un
segundo ejemplo, es Uruguay, país que ha mantenido en los años de estudio de esta investigación
un presidente de izquierda (Tabaré Vázquez), pero que desde su segundo mandato (2015 – 2020),
fue alejando paulatinamente su apoyo a Nicolás Maduro (Fernández, 2019).
109
En el caso de Argentina y Paraguay, los pronunciamientos en contra del gobierno de Maduro fueron
más agudos desde sus cambios de gobiernos, para Argentina desde que Macri era candidato a la
presidencia de ese país, mostró su desavenencia con el presidente venezolano manifestando
inclusive llevar a Venezuela a Entes Multilaterales de la región por su crisis nacional (Fernández,
2019). Con Paraguay las diferencias vinieron desde la firma de protocolo de adhesión por parte de
Venezuela, pero sólo eran a nivel técnico y legislativo, a nivel ejecutivo se comenzaron a presentar
con la destitución del presidente paraguayo izquierdista Fernando Lugo, en donde, Venezuela por
mandato de Chávez ordenó el retiro de su embajador y cese del envío de petróleo
(elnuevogerald.com, 2012); en el 2013 se reestablecen las relaciones bilaterales, pero fueron muy
distantes (Fernández, 2019). De tal manera, tras la muerte de Chávez en el 2013 y el giro político
de la región latinoamericana desde el 2015, el desempeño de Venezuela dentro del MERCOSUR
fue de controversia, y año tras años fue empeorando su papel como socio en el bloque, al punto de
ser considerado por sus colegas sureños como un obstáculo a la integración regional (Fernández,
2019). En resumidas cuentas, a continuación, se compendian diversas circunstancias (según
distintos autores) que han provocado fricción en las relaciones interestatales de Venezuela con los
distintos países del MERCOSUR:
Tabla N°13. Fricciones diplomáticas de Venezuela con demás países del MERCOSUR (2006 – 2018)
Años Vzla – Argentina Vzla – Brasil Vzla – Paraguay Vzla - Uruguay
2006 No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
Oposición a la ratificación del
ingreso de Venezuela al MERCOSUR por parte de los
partidos de la socialdemocracia
brasileña (PSDB) y demócratas
(DEM) debido a las posturas
antidemocráticas de Chávez
(Martínez, 2011).
Oposición a la ratificación del ingreso de Venezuela al
MERCOSUR por parte del
Congreso de Paraguay, donde dominaban los
partidos de centro y
derecha, que alegaban las
posturas antidemocráticas
de Chávez eran una
amenaza para el bloque integracionista (Martínez,
2015; Fernández, 2019)
No se encontró evidencia de fricción
diplomática.
2007 No se encontró evidencia de fricción diplomática.
Congreso brasileño continúa sin aprobar la ratificación del
ingreso de Venezuela como
miembro pleno al MERCOSUR (Martínez, 2011).
Congreso de Paraguay
continuó sin aprobar la ratificación del ingreso de
Venezuela como miembro
pleno al MERCOSUR (Martínez, 2015;
Fernández, 2019).
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
2008 No se encontró evidencia de fricción diplomática.
Congreso brasileño continúa sin aprobar la ratificación del
ingreso de Venezuela como
miembro pleno al MERCOSUR (Martínez, 2011).
Congreso de Paraguay
continuó sin aprobar la ratificación del ingreso de
Venezuela como miembro
pleno al MERCOSUR (Martínez, 2015;
Fernández, 2019).
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
2009 No se encontró evidencia de fricción diplomática.
No se encontró evidencia de fricción diplomática.
Congreso de Paraguay
continuó sin aprobar la ratificación del ingreso de
Venezuela como miembro
pleno al MERCOSUR (Martínez, 2011;
Fernández, 2019).
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
2010 No se encontró evidencia de fricción diplomática.
No se encontró evidencia de fricción diplomática.
En 2010 el Congreso
paraguayo volvió a rechazar la adhesión de Venezuela
(Martínez, 2011).
No se encontró
evidencia de fricción
diplomática.
110
2011 No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
Congreso de Paraguay continuó sin aprobar la
ratificación del ingreso de
Venezuela como miembro pleno al MERCOSUR
(Martínez, 2015;
Fernández, 2019).
No se encontró
evidencia de fricción diplomática.
2012 No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
Retiro de embajador venezolano por destitución
del presidente paraguayo
Fernando Lugo y cese de envío de petróleo
(Fernández, 2019;
elnuevogerald.com, 2012).
No se encontró
evidencia de fricción diplomática.
2013 No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
Al igual que la posición de la Organización de Estados
Americanos, Paraguay
consideró prudente el
recuentro de los votos por
las ajustadas elecciones
presidenciales, donde, resultó electo Nicolás
Maduro (abc.com.py,
2013).
No se encontró
evidencia de fricción diplomática.
2014 No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
No se encontró evidencia
de fricción diplomática.
No se encontró evidencia de fricción
diplomática
2015
Macri (nuevo presidente argentino) expresa que en la
próxima reunión de Mercosur
pediría “la aplicación de la Carta Democrática a
Venezuela” y manifiesta su
oposición al gobierno de
Nicolás Maduro (Fernández,
2019).
No se encontró evidencia de
fricción diplomática.
No se encontró evidencia
de fricción diplomática.
Maduro alude al
gobierno de Uruguay categorizándolos de
“cobardes” por su
posición ante política exterior EEUU (Alfonso,
2015); la segunda
presidencia de Tabaré Vázquez llegó sin el
mismo apoyo dado a
Hugo Chávez y paulatinamente se fue
alejando de Maduro
(Fernández, 2019)
2016
El Gobierno de Venezuela manifiesta que hay una "triple
alianza" de la "derecha
extremista" del sur del continente, conformada por
Argentina, Brasil y Paraguay,
para tratar de obstaculizar su presidencia pro témpore del
Mercosur, que asumió pese a la
oposición de esos países (Agencias EFE, 2016);
Declaración conjunta de los cancilleres e Chile, Argentina,
Colombia y Uruguay
manifestando su apoyo a los procedimientos
constitucionales, tal como el
relativo al referéndum revocatorio a Nicolás Maduro
(infobae.com, 2016); Reclamo
a Vzla por incumpliendo de acoplamiento interno de normas
referentes al funcionamiento
económico-comercial del MERCOSUR (Fernández,
2019); Los gobiernos de
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay acordaron no traspasar
El Gobierno de Venezuela manifiesta que hay una "triple
alianza" de la "derecha
extremista" del sur del continente, conformada por
Argentina, Brasil y Paraguay,
para tratar de obstaculizar su presidencia pro témpore del
Mercosur, que asumió pese a la
oposición de esos países (Agencias EFE, 2016); José
Serra, nuevo ministro de Relaciones Exteriores (después
de la destitución de Dilma
Rousseff), acusó a los países del ALBA de declarar falsedades
(cuestionamientos a destitución
de Rousseff) y los instó a no entrometerse en asuntos de
política interna brasileña
(radicaleslibres.es, 2016); Venezuela retira su embajador y
congela sus relaciones con
Brasil tras destitución de Rousseff (elnacional.com,
2016); Reclamo a Vzla por
incumpliendo de acoplamiento interno de normas referentes al
La embajadora paraguaya ante la OEA, Eliza Ruíz
Díaz, pidió ante la OEA
que se insté a Venezuela a aplicar el referéndum
revocatorio a Nicolás
Maduro (ultimahora.com, 2016); El Gobierno de
Venezuela manifiesta que
hay una "triple alianza" de la "derecha extremista" del
sur del continente, conformada por Argentina,
Brasil y Paraguay, para
tratar de obstaculizar su presidencia pro témpore del
Mercosur, que asumió pese
a la oposición de esos países (Agencias EFE,
2016); congelamiento de
relaciones diplomáticas por parte de Paragua por
declaraciones ofensivas de
Nicolas Maduro en contra del gobierno paraguayo
(abc.com.py, 2016);
Reclamo a Vzla por incumpliendo de
Declaración conjunta de
los cancilleres e Chile,
Argentina, Colombia y Uruguay manifestando
su apoyo a los
procedimientos constitucionales, tal
como el relativo al
referéndum revocatorio a Nicolás Maduro
(infobae.com, 2016); Reclamo a Vzla por
incumpliendo de
acoplamiento interno de normas referentes al
funcionamiento
económico-comercial del MERCOSUR
(Fernández, 2019); Los
gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay acordaron no
traspasar a Venezuela la Presidencia pro tempore
del Mercosur
(Fernández, 2019).
111
a Venezuela la Presidencia pro tempore del Mercosur
(Fernández, 2019).
funcionamiento económico-comercial del MERCOSUR
(Fernández, 2019); Los
gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay acordaron
no traspasar a Venezuela la
Presidencia pro tempore del Mercosur (Fernández, 2019).
acoplamiento interno de normas referentes al
funcionamiento económico-
comercial del MERCOSUR (Fernández, 2019); Los
gobiernos de Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay acordaron no traspasar a
Venezuela la Presidencia
pro tempore del Mercosur (Fernández, 2019).
2017
Creación del Grupo de Lima
con el fin de establecer
iniciativas para salvaguardar la institucionalidad democrática
en Vzla de forma pacífica
(Chaves, 2020); En agosto de 2017 MERCOSUR, suspendió
la membresía de Venezuela
(Alexéenko y Pyatakov, 2019); Agerntina anuncia que
desconoce los resultados de las
elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente de
Venezuela (Pardo, 2017).
Creación del Grupo de Lima
con el fin de establecer
iniciativas para salvaguardar la institucionalidad democrática
en Vzla de forma pacífica
(Chaves, 2020); En agosto de 2017 MERCOSUR, suspendió
la membresía de Venezuela
(Alexéenko y Pyatakov, 2019). Brasil anuncia que desconoce
los resultados de las elecciones
de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela
(Pardo, 2017).
Creación del Grupo de
Lima con el fin de establecer iniciativas para
salvaguardar la
institucionalidad democrática en Vzla de
forma pacífica (Chaves,
2020); En agosto de 2017 MERCOSUR, suspendió la
membresía de Venezuela
(Alexéenko y Pyatakov, 2019).
En agosto de 2017
MERCOSUR, suspendió
la membresía de
Venezuela (Alexéenko y
Pyatakov, 2019).
2018
Grupo de Lima rechaza
elecciones presidenciales de
Venezuela (Telesurtv.net, 2018).
Algunos países del Grupo de
Lima, entre ellos, Argentina, con el apoyo del secretario
general de la OEA Luis
Almagro, solicitaron formalmente a la Corte Penal
Internacional (CPI) que
investigue supuestos crímenes de lesa humanidad cometidos
en Venezuela por parte del
gobierno de Maduro (Chaves, 2020); Venezuela continúa
suspendida del MERCOSUR;
La Organización de Estados Americanos (OEA), con voto a
favor de Uruguay, aprobó una
resolución que desconoce las elecciones presidenciales en
Venezuela y la legitimidad de
Nicolás Maduro como mandatario reelecto
(Rodríguez, 2018).
Grupo de Lima rechaza
elecciones presidenciales de Venezuela (Telesurtv.net,
2018); Venezuela continúa
suspendida del MERCOSUR (Fernández, 2019); La
Organización de Estados
Americanos (OEA), con voto a favor de Brasil, aprobó una
resolución que desconoce las
elecciones presidenciales en Venezuela y la legitimidad de
Nicolás Maduro como
mandatario reelecto (Rodríguez, 2018).
Grupo de Lima rechaza
elecciones presidenciales de Venezuela (Telesurtv.net,
2018).
Algunos países del Grupo de Lima, entre ellos,
Paraguay, con el apoyo del
secretario general de la OEA Luis Almagro,
solicitaron formalmente a la
Corte Penal Internacional (CPI) que investigue
supuestos crímenes de lesa
humanidad cometidos en Venezuela por parte del
gobierno de Maduro
(Chaves, 2020); Venezuela continúa suspendida del
MERCOSUR (Fernández,
2019). La Organización de Estados Americanos
(OEA), con voto a favor de
Uruguay, aprobó una resolución que desconoce
las elecciones
presidenciales en Venezuela y la legitimidad
de Nicolás Maduro como mandatario reelecto
(Rodríguez, 2018).
Venezuela continúa suspendida del
MERCOSUR
(Fernández, 2019).
Fuente: elaboración propia bajo la recopilación de varios autores citados.
En la tabla N°13, se reflejan los casos que han generado fricción diplomática entre Venezuela y
cada socio del MERCOSUR en lapso de gobierno de la V República venezolana, destancado:
primero, Paraguay es el país con mayor tensión bilateral en los 13 años de estudio, incluso durante
el tiempo de gobierno del izquierdista Fernando Lugo (2008 - 2012), en razón, a que a nivel
legislativo los parlamentarios de derecha fueron mayoría en el Congreso paraguayo obstaculizando
la formalidad de ingreso de Venezuela al MERCOSUR hasta el 2012, año en que Paraguay fue
suspendido del bloque. Segundo, hasta el 2011 Venezuela no presentó ninguna fricción diplomática
a nivel ejecutivo con sus demás socios del MERCOSUR, sólo con Brasil y con Paraguay a nivel
112
técnico y legislativo, pero desde el 2012 el panorama comienza a variar (primero con Paraguay) y
después con Argentina y Uruguay (2015) y por último, con Brasil (2016).
Tercero, a partir de 2016 el gobierno venezolano comenzó a tener fricciones diplomáticas constante
con todos los países miembros del MERCOSUR, tanto con los de índole de izquierda (Uruguay)
como lo de derecha (Brasil, Argentina y Paraguay), pasando en los primeros años de medidas de
poder blando (alocuciones de confrontación ideológicas, notas diplomáticas de atención, etc.) a
medidas de poder duro (suspensión de membresía del MERCOSUR, no reconocimiento de
legitimidad presidencial (a partir de 2019) y sistema democrático interno, etc.). Finalmente, desde
el 2016 se manifiesta las diferencias entre el modelo económico de Venezuela (de corte socialista)
con los demás países socios al MERCOSUR (de corte liberal) al incumplir el país bolivariano con
la adoptación total de la normativa regional dentro de su legislación interna dentro de los 4 años
permitidos (2012 - 2016) y que, dada su crisis nacional e internacional, aún está lejos de poder
concretar.
Tabla N°14. Variable fricciones diplomáticas (FD) de Venezuela con MERCOSUR
(cuantificación)
Años Argentina-
Venezuela Brasil - Venezuela Paraguay -
Venezuela
Uruguay -
Venezuela
Fricciones
diplomáticas 2006 Fricción ausente Fricción presente Fricción presente Fricción ausente 1
2007 Fricción ausente Fricción presente Fricción presente Fricción ausente 1
2008 Fricción ausente Fricción presente Fricción presente Fricción ausente 1
2009 Fricción ausente Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente 1
2010 Fricción ausente Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente 1
2011 Fricción ausente Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente 1
2012 Fricción ausente Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente 1
2013 Fricción ausente Fricción ausente Fricción presente Fricción ausente 1
2014 Fricción ausente Fricción ausente Fricción ausente Fricción ausente 0
2015 Fricción presente Fricción ausente Fricción ausente Fricción presente 1
2016 Fricción presente Fricción presente Fricción presente Fricción presente 1
2017 Fricción presente Fricción presente Fricción presente Fricción presente 1
2018 Fricción presente Fricción presente Fricción presente Fricción presente 1
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación.
Teniendo en cuenta el panorama previo, y a fines de uso del QCA se procede a la cuantificación
de la variable, fricciones diplomáticas (tabla N°14), en donde, se considera que las fricciones
diplomáticas están presentes = 1, si algunos de los países miembros del bloque estudiado poseen
una disputa diplomática con Venezuela que provoquen tensión en sus relaciones; en contraste, se
entenderá ausentes = 0, si Venezuela tiene relaciones diplomáticas cordiales con todos los países
asociados al bloque. En esta perspectiva, el resultado obtenido fue que para los 13 años de estudio,
sólo en 1 de ellos (2014), las relaciones diplomáticas estuvieron cordiales con todos los países del
bloque sureños y, por ende, se encontraron ausentes = 0; pero, para los otros 12 años, al menos con
unos de los 4 países manejó una divergencia y en consecuencia, las fricciones diplomáticas
resultaron presentes = 1 (tabla N°14).
113
• Acuerdo comercial extracomunitario multipolar de países miembros del
MERCOSUR (ACEM - MERCOSUR)
Al igual que los demás bloques de integración latinoamericanos, el MERCOSUR se concibió con
el fin de extender los espacios de los mercados nacionales de sus socios a uno regional que les
facilitará el acceso a los beneficios propios de un mercado económico ampliado (Villalobos y Ortiz,
2012). No obstante, estas pretensiones aún no se han concretado de forma plena, en palabras de
Bouzas (2004) “el Mercosur es una unión aduanera virtual” (p.213, cita tomada de Martínez, 2015).
Por su parte, Rueda (2009) expresa que tanto la Comunidad Andina como el Mercado común del
Sur siguen “siendo uniones aduaneras imperfectas –con zonas de libre comercio intrarregional
incompletas, AEC sujetos a excepciones, políticas comerciales comunes débiles y la ausencia de
una administración aduanera común– en las que la coordinación de las políticas macroeconómicas
es muy escasa” (p.72). Aún el comercio extrarregional es el espacio predominante de la economía
internacional de los países socios (Rueda, 2009), en donde, tanto el porcentaje de participación de
las importaciones y exportaciones intra-bloque no han superado el 25% (1996 - 2018) (CEPAL,
Boletín de Comercio Exterior del MERCOSUR, 2019, p.11). De tal manera, su política económica
al igual que la mayoría de los países latinoamericanos, son predominante los intereses económicos
con terceros que los intereses económicos regionales. En concordancia, con Ramírez y Viera
(2006) el incumplimiento de los acuerdos del MERCOSUR por parte de sus miembros oscila en
un 69% (p.3), síntoma de su tensión interna y del “accionar individual de cada presidente” (p.8).
Tabla N°15. Acuerdo comercial extracomunitario multipolar (ACEM – sin EEUU) de países
miembros del MERCOSUR
Años Argentina Brasil Paraguay Uruguay Venezuela
2006* ACP Chile; ACP
México
ACP Guyana;
ACP Surinam;
ACP México
ACP México TLC México
ACP Trinidad y Tobago;
ACP Nicaragua; ACP
Honduras; ACP Guyana;
ACP Guatemala; ACP El
Salvador; ACP Costa Rica;
ACP Chile; ACP
CARICOM; membresía
del ALBA
2007 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigente tratado
previo Vigentes tratados previos
2008 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigente tratado
previo Vigentes tratados previos
2009 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigente tratado
previo Vigentes tratados previos
2010 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigente tratado
previo Vigentes tratados previos
2011 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigente tratado
previo
Vigentes tratados previos
+ ACP Colombia; TCP
Bolivia; Acuerdo Marco
de Cooperación Venezuela
2012 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigente tratado
previo
Vigentes tratados previos
+ ACP Perú
2013 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigente tratado
previo Vigentes tratados previos
2014 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigente tratado
previo Vigentes tratados previos
2015 Vigentes tratados
previos + TLC Chile
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigente tratado
previo Vigentes tratados previos
114
2016 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigentes
tratados previos
+ TLC Chile
Vigentes tratados previos
2017 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigentes
tratados previos Membresía suspendida
2018 Vigentes tratados
previos
Vigentes tratados
previos
Vigente tratado
previo
Vigentes
tratados previos Membresía suspendida
*Tratados suscritos en años precedentes a 2006, pero vigentes para ese año.
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados del Sistema de Información sobre Comercio Exterior (SICE) de la OEA y de
CONAPRI (cita tomada de connectamericas.com). TLC (Tratados de Libre Comercio); ACP (Acuerdo Comercial Preferencial);
TCP (Tratado Comercial para los Pueblos).
A pesar de lo anterior, el MERCOSUR a diferencia de la CAN (tabla N°5) ha logrado en término
de número de acuerdos comerciales mancomunado con terceros una mayor cantidad de tratados
(Sistema de Información sobre Comercio Exterior (SICE) de la OEA, 2021), ejemplo:
MERCOSUR – Egipto, MERCOSUR – India, MERCOSUR - Unión Aduanera del África
Meridional (SACU), MERCOSUR – Israel, etc. Lo anterior, se debe a que normativamente desde
el 2003, el MERCOSUR no permite negociación con tercero países de forma unilateral (Decisión
N° MERCOSUR/CMC/DEC N° 32/00, Malamud, 2006). En consecuencia, de los 5 países del
bloque, paradójicamente Venezuela es quién tiene más tratados económicos extrazona, en su
mayoría suscritos ante de su ingreso formal y pleno al MERCOSUR, para los otros miembros en
términos generales los países han suscrito acuerdos comerciales con tercero de manera
mancomunada con algunas excepciones (tabla N°15), lo cual ha provocado en parte que algunos
autores consideren que la proyección de negociación ante terceros como bloque de integración este
mermando aunque para la firma de los mismos se requiera autorización previa de los demás
miembros (Martínez, 2015; Bouzas, 2004, cita tomada de Martínez, 2015).
Tabla N°16. Variable acuerdo comercial extracomunitario multipolar (ACEM) de países socios
del MERCOSUR (cuantificación) Años Argentina Brasil Uruguay Paraguay Venezuela ACEM 2006 Presente Presente Presente Presente Presente 1 2007 Presente Presente Presente Presente Presente 1 2008 Presente Presente Presente Presente Presente 1 2009 Presente Presente Presente Presente Presente 1 2010 Presente Presente Presente Presente Presente 1 2011 Presente Presente Presente Presente Presente 1 2012 Presente Presente Presente Presente Presente 1 2013 Presente Presente Presente Presente Presente 1 2014 Presente Presente Presente Presente Presente 1 2015 Presente Presente Presente Presente Presente 1 2016 Presente Presente Presente Presente Presente 1 2017 Presente Presente Presente Presente Suspendido 1 2018 Presente Presente Presente Presente Suspendido 1
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación.
Ante tales planteamientos, y a fines de uso del QCA, se procede a cuantificar la variable, acuerdo
comercial extracomunitario multipolar (ACEM) a objeto de indagar si la presencia de TLCs
bilaterales con terceros países (excepto EEUU) de las naciones socias ha incidido en la adhesión,
permanencia o denuncia de Venezuela en su integración regional con el MERCOSUR. Por ello, se
considera presente = 1 si alguno de los países socios tienen tratados de comerciales con terceros
países (excepto EEUU); ausente = 0, si ninguno de los países socio tienen tratados comerciales con
terceros países. Bajo dicha condición, el resultado obtenido (tabla N°16) fue que desde que
115
Venezuela se suscribe al MERCOSUR (2006) hasta que pasa a ser miembro pleno, había suscritos
acuerdos comerciales extracomunitarios con terceros países, específicamente con la región
caribeña y demás naciones de Latinoamérica. Por su parte, los demás miembros también
suscribieron acuerdos comerciales de manera individual con demás países de la región
latinoamericana. Por ende, para los 13 años de estudio la variable ACEM se encuentra presente =
1.
• Acuerdo comercial extracomunitario unipolar de países miembros del MERCOSUR
(ACEU - MERCOSUR)
Hugo Chávez pocos años después de su llegada al poder ejecutivo venezolano, comenzó una
campaña ideológica por la lucha de un mundo multipolar que corrigiera al unipolar hegemónico
(Ellner, 2009). Para ello, Venezuela impulsó una integración regional con prioridades políticas y
búsqueda de aliados “ideológicos” (Martínez, 2015; Rozental y Jeifets, 2018). En el MERCOSUR,
según González (2007) el objetivo de ingreso del país bolivariano obedecía a la intención de
“recomponer el tablero geoestratégico suramericano, en el marco del debate ideológico que ha
dominado la política exterior venezolana y la confrontación con los Estados Unidos” (p.7). No
obstante, para sus nuevos socios sureños esta pretensión de reordenamiento del orden del sistema
internacional bajo un “enfrentamiento” con la potencia norteamericana no era una posición de
política exterior mancomunada del MERCOSUR (Martínez, 2015), si bien, cada país socio tiene
su propia política exterior cautelosa hacia los EEUU, en defensa de sus propios intereses (ej.
Rechazo a propuesta del ALCA, en cumbre IV Cumbre de las Américas, 2005), no significa que
busquen un vínculo de enemistad con los norteamericanos. Inclusive, Uruguay intentó un
acercamiento de libre comercio con los EEUU que no terminó de concretarse (Malamud, 2006;
González, 2007).
Tabla N°17. Acuerdo comercial extracomunitario unipolar (ACEU) de países miembros del
MERCOSUR
Años Argentina Brasil Paraguay Uruguay Venezuela 2006 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2007 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2008 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2009 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2010 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2011 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2012 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2013 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2014 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2015 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2016 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU
2017 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Suspendido 2018 Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Sin ACEU Suspendido
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados del Sistema de Información sobre Comercio Exterior (SICE) de la OEA; TLC
(Tratados de Libre Comercio).
De tal manera, en la tabla N°17 se recopila la información referente a la variable acuerdo comercial
extracomunitario unipolar (ACEU) de países miembros del MERCOSUR, en donde, se aprecia que
en los 13 años de estudios ninguno de los socios sureños suscribió un acuerdo comercio con los
EEUU, Uruguay, país que en algún momento mostró intención de hacerlo, al final no lo consolidó
116
(Malamud, 2006). Para el resto de los países, especialmente, Argentina y Brasil, los acuerdos de
libre comercio con EEUU no son la prioridad dentro de sus agendas integracionista, en especial,
porque la potencia mantiene políticas proteccionistas en contra de los intereses nacionales de los
sureños (Discurso de Lula Da Silva y Néstor Kirchner en la Cumbre de las Américas de Mar del
Plata 2005, cita tomada de Barcelona, 2005) y en los últimos años, a pesar del giro ideológico hacia
la derecha política aún los países sureños no manejan este tipo de tratado de libre comercio con la
potencia norteamericana. Ante tales circunstancias, y a fin de cuantificar la variable de estudio, la
cual se considera presente=1, si alguno de los países socios del MERCOSUR tienen acuerdos de
libre comercio con Estados Unidos de América y por el otro lado, ausente=0, cuando todos los
países socios no tengan ningún tratado de libre comercio con Estados Unidos de América, resultó
que para los 13 años de estudios ninguno de los países miembros del MERCOSUR suscribió un
acuerdo comercial con EEUU, por lo tanto, para todos los países el resultado es ausente y la variable
ACEU = 0 (tabla N°18).
Tabla N°18. Variable acuerdos comerciales extracomunitarios unipolar (ACEU) de países socios
del MERCOSUR (cuantificación)
Años Argentina Brasil Paraguay Uruguay Venezuela ACEU 2006 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2007 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2008 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2009 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2010 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2011 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2012 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2013 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2014 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2015 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2016 Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente 0
2017 Ausente Ausente Ausente Ausente Suspendido 0
2018 Ausente Ausente Ausente Ausente Suspendido 0
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación.
• Integración regional de Venezuela en el MERCOSUR (IRV- MERCOSUR)
Como bien se ha establecido en previos apartados la política exterior de integración de la Venezuela
de la V República tuvo como pilares de ejecución el presidencialismo, la petrodiplomacia, la
excepcionalidad, la sobredimensión, la integración holística, la multipolaridad y el ideal
bolivariano y socialista. De modo que, su ingreso al MERCOSUR fue una movida geoestratégica
en búsqueda de un mayor aglutinamiento de los factores ideacionales del gobierno venezolano
(González, 2007; Ellner, 2009; Martínez, 2015; Fernández, 2019), en razón a que la mayoría de los
presidentes socios al mecanismo compartían algunos rasgos de la política exterior venezolano,
aunque no en igual medida, especialmente, en referencia al conflicto con EEUU. Al respecto,
Martínez (2015) estipula que Venezuela “se distanció de la CAN, a la que descalificó como un
modelo neoliberal de integración centrado en el comercio, y se acercó a Brasil y el Mercosur para
formar una alianza contra el liberalismo y la hegemonía estadounidense” (p.216). Asimismo, Ellner
(2009) incorpora que “Chávez está claramente colocado a la izquierda de los centroizquierdistas
Luís Ignacio Lula da Silva (Brasil), Néstor Kirchner (Argentina) y Tabaré Vásquez (Uruguay)…
comparte con las otras naciones de Mercosur posiciones críticas hacia la intervención unilateral y
otras formas de dominación del norte” (p.128).
117
No obstante, el contexto previo no fue suficiente para que el país bolivariano ingresará plenamente
al MERCOSUR, a pesar de suscribir su protocolo de adhesión el 04 de julio de 2006. Los congresos,
asambleas y/o parlamentos de cada país socio al MERCOSUR debían ratificar la solicitud de
ingreso para que Venezuela fuera legalmente considerada como miembro pleno, de lo contrario
sólo tendría voz en el organismo, pero sin voto (González, 2007). Solventar, tal figura legal, le
tomó seis años, debido a que el Congreso de Paraguay año tras año rechazaba la ratificación del
protocolo de adhesión (tabla N°13), no fue sino hasta que en el 2012 debido al derrocamiento del
presidente paraguayo Fernando Lugo, Paraguay fue suspendida del MERCOSUR por
incumplimiento del Protocolo de Ushuaia 84 (Fernández, 2019), y por ende, gracias a que los
parlamentos de los otros tres miembros (Argentina, Brasil y Uruguay), ya habían ratificado el
ingreso de Venezuela fue que se pudo dar la adhesión final del país bolivariano al bloque
integracionista. El principal argumento, de los parlamentarios paraguayos y que, por algunos años,
también lo tuvieron los brasileños es que el gobierno de Venezuela tenía actitudes antidemocráticas
que iban en contra de lo estipulado por el Protocolo de Ushuaia (Fernández, 2019), algunos
ejemplos citados fueron “los ataques a los medios de comunicación, la persecución de políticos
opositores y sus actitudes militaristas” (p.106, Martínez, 2015).
De hecho, en el tiempo de gobierno de Nicolás Maduro, fue de nuevo el incumplimiento al
Protocolo de Ushuaia lo que conllevó a la suspensión formal de Venezuela del mecanismo. El
apoyo a nivel ejecutivo con el que contaba Venezuela en los años de Chávez se había perdido y
llegaban al poder una serie de presidentes de distinto corte ideológico al venezolano y que no sólo
consideraban a Venezuela como una amenaza para el mecanismo, sino también como un obstáculo
para su avance (Martínez, 2011; Fernández, 2019). Según Moreno y Arantes (2016), entre los
cuestionamientos democráticos apuntados hacia el segundo gobierno de la V República venezolana
se encontraban una imagen de autoritarismo en los mass media tanto a nivel nacional como
internacional, irrespeto a los derechos humanos y libertades fundamentales como la libre expresión
y el impedimento al derecho a la protesta (p.56). En el 2017, el ámbito democrático se agravó aún
más cuando se da una crisis en el orden constitucional interno, principalmente, entre el poder
legislativo y el judicial, que desencadenó una nueva Asamblea Nacional Constituyente, la cual no
fue reconocida por los países partes del MERCOSUR (Fernández, 2019). Otro factor de
importancia, que contribuyó a la suspensión de membresía fue la desobediencia normativa de
Venezuela como Estado parte (Frenkel y Azzi, 2018), de acuerdo a Eladio Loizaga, canciller del
Paraguay, alrededor de “400 resoluciones y normas del Mercosur seguían sin ser incorporadas por
Venezuela a su ordenamiento jurídico” (p.92, cita tomada de Fernández, 2019), para Bárcena,
secretaria ejecutiva de la CEPAL, lo anterior obedecía a que el modelo económico venezolano es
incompatible al del resto de los países del MERCOSUR (p.90, cita tomada de Fernández, 2019).
Adicionalmente, la nación bolivariana sólo exhibía atención de negociación mancomunada cuando
el acercamiento se dirigía a países con afinidad ideológica, mientras que se autoexcluía de las otras
(MERCOSUR - Unión Europea, MERCOSUR – Alianza del Pacífico) (Briceño y Fernández, 2015
cita tomada de Fernández, 2019; Martínez, 2015).
84 Protocolo de Ushuaia: firmado el 24 de julio de 1998, en su artículo 1 estipula que “la plena vigencia de las instituciones democráticas es condición
esencial para el desarrollo de los procesos de integración entre los Estados Parte del presente Protocolo. A su vez, en el II párrafo de su artículo 5
incorpora la posibilidad de “suspensión del derecho a participar en los distintos órganos de los respectivos procesos de integración, hasta la suspensión de los derechos y obligaciones emergentes de esos procesos” (sice.oas.org, 2021).
118
Tabla N°19. Variable Integración regional de Venezuela en el MERCOSUR (IRV -
MERCOSUR) (cuantificación)
Años Venezuela IRV 2006 Sin membresía = ausente 0 2007 Sin membresía = ausente 0 2008 Sin membresía = ausente 0 2009 Sin membresía = ausente 0 2010 Sin membresía = ausente 0 2011 Sin membresía = ausente 0 2012 Con membresía = presente 1
2013 Con membresía = presente 1
2014 Con membresía = presente 1
2015 Con membresía = presente 1
2016 Con membresía = presente 1
2017 Sin membresía = ausente 0 2018 Sin membresía = ausente 0
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación.
En resumen, a partir de la llegada de Maduro al poder, la participación de Venezuela en el
MERCOSUR ha sido objeto de controversia, tanto a nivel mediático como empírico, desde no serle
conferida la presidencia pro tempore del mecanismo en el 2016 hasta su suspensión definitiva en
el 2017 por la ruptura del orden democrático, calificando Fernández (2019) su desempeño como
un “periodo de estancamiento, desinterés y desintegración” (p.104). Bajo los contextos descritos
previamente y a fines del QCA, se cuantifica la variable dependiente pautada en esta investigación
Integración regional de Venezuela (IRV), en donde, se considera presente=1, si el país es miembro
pleno del bloque económico; y ausente=0, si denuncia al acuerdo de integración o si se encuentra
suspendido como miembro pleno. En consonancia, el resultado obtenido (tabla N°19), fue que de
los 13 años de estudios sobre la política exterior de integración de la V República venezolana, en
8 años de ellos el país estuvo ausente del mecanismo = 0, bien sea por la no ratificación del
protocolo de adhesión por uno de los Estados parte (2006 – 2011) o por el consenso de suspensión
por violaciones de principios democráticos (2017 – 2018). Para los 5 años restante, el país caribeño
si estuvo con pleno derecho en voz y voto dentro del MERCOSUR, por lo que la variable IRV se
considera presente=1.
1.2.2. Análisis cualitativo comparado (QCA) del MERCOSUR
El uso del QCA en este estudio tiene el objetivo de otorgar una base cuantitativa a la causalidad
ideológica dada en la adhesión, permanencia o denuncia de la Venezuela de la V República a un
bloque de integración. En consonancia, se formularon 4 frentes ideológicos (variables
independientes): convergencia ideológica (CI), fricciones diplomáticas (FD), acuerdos comerciales
extracomunitarios multipolar (ACEM), acuerdos comerciales extracomunitarios unipolar (ACEU)
con el fin de sustentar cuál de ellas es necesario para integración regional de Venezuela en los
tiempos de la V República (IRV, variable dependiente), así como si algunos de estas variables
ideológicas han jugado en pro o en contra de su integración regional. Tales variables cualitativas
fueron cuantificadas en los apartados previos según parámetros desarrollados en el capítulo 1 de la
presente investigación. De tal manera, a continuación, se recapitula en conjunto lo resultados
cuantificados de las mismas:
119
Tabla N°20. Resumen de variables cualitativas ideológicas del MERCOSUR (cuantificación) Años CI FD ACEM ACEU IRV 2006 0 1 1 0 0
2007 0 1 1 0 0
2008 0 1 1 0 0
2009 1 1 1 0 0
2010 1 1 1 0 0
2011 1 1 1 0 0
2012 1 1 1 0 1
2013 0 1 1 0 1
2014 0 0 1 0 1
2015 0 1 1 0 1
2016 0 1 1 0 1
2017 0 1 1 0 0
2018 0 1 1 0 0
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en esta investigación. Nota: a fines de facilidad de uso del QCA el autor (Ragin,
2008) recomienda el uso de una nomenclatura sencilla sin caracteres especiales, acentos y en minúscula (cita tomada de Escott,
2018, p.60).
El siguiente paso, fue introducir la matriz de datos previa (tabla N°20) al software seleccionado
“fs/QCA versión 3.0” con el propósito de automatizar la creación de la tabla de la verdad, el cálculo
de las operaciones booleanas y la minimización lógica (dado el número de variables). En la figura
N°3, se ilustra la solución más simple (parsimonios solution) obtenida después de someter la matriz
de datos calibrada (tabla N°20) al software del QCA. En ella, se muestra que la función a analizar
fue irv=f(ci, fd, acem, aceu), es decir, se determina cuál o cuáles son las variables independientes
necesarias y suficientes (ci, fd, acem, aceu) para que la variable dependiente irv (integración
regional de Venezuela) se generé y para ello, el software somete a la matriz de análisis calibrada a
una tabla de la verdad, al cálculo de operaciones booleanas y a la minimización lógica como se
mencionó previamente (para mayor información ver el capítulo 3: marco metodológico).
La interpretación más literal de la figura N°2, es que la ausencia de las fricciones diplomáticas
(~FD) es una variable independiente suficiente para que se dé la presencia de la variable
dependiente integración regional de Venezuela (IRV) durante el gobierno de la V República en el
MERCOSUR. Esto con una consistencia igual a 1 (consistency=1), debido a que para todas las
configuraciones de casos, en donde, FD se encuentra ausente (~FD) está presente IRV, no se generó
ningún caso en que las fricciones diplomáticas estuvieran ausente y a su vez, Venezuela también
estuviera ausente del bloque (tabla N°7), por lo que, en términos de QCA bajo la solución
parsimoniosa, es consistente en un 100% que si está ausente FD, estará presente IRV. Ahora, el
resultado anterior obtuvo una cobertura de 0,20 (bastante baja, raw coverage), debido a que aunque
fueron 13 años de estudios, en sólo 5, Venezuela estuvo presente (IRV=1) en el bloque, y de esos
5, en sólo 1 de ellos cumple la condición de que con la ausencia de FD se dará la presencia de IRV
(1/5=0,2), por lo que, en resumidas cuentas, garantizar que la ausencia de la variable FD es una
condición suficiente para que se produzca la integración regional de Venezuela (IRV) dentro del
MERCOSUR bajo el gobierno de la V República no es posible. A su vez, de las 16 configuraciones
posibles arrojadas en la tabla de la verdad (24=16), sólo en 3 de ellas hay casos con evidencia
empírica (Rows=3).
120
Figura N°2. Reporte de análisis del QCA para variables ideológicas del MERCOSUR
Fuente: elaboración propia bajo datos recopilados en la presente investigación y someterlos a software fs/QCA versión 3.0. Nota:
algoritmo Quine–McCluskey, método de simplificación de funciones booleanas desarrollado por Willard Van Orman Quine y
Edward J. McCluskey. Provee un método determinista para conseguir la mínima expresión de una función booleana (Jauregui y
otros, 2010, pp. 268). Notas: True: 1-L85; consistency cutoff86; frequency cutoff87.
Bajo esta primicia, la ausencia de la variable independiente FD (~fd), fue por 8 años una condición
necesaria para que se diera la integración regional de Venezuela en el MERCOSUR durante el
gobierno de la V República, tanto en el de Chávez como en el de Maduro, debido a que en la época
de Hugo Chávez, aunque las fricciones dadas fueron a nivel del poder legislativo, es decir, entre el
gobierno de Venezuela y parlamentarios de naciones partes al MERCOSUR (2006 – 2012. tabla
N°13), las mismas se convirtieron en un obstáculo para que Venezuela logrará ser miembro pleno
del bloque integracionista, a pesar de haber firmado su adhesión en el 2006 y dándose finalmente
su ingreso formal en el 2012, gracias a la suspensión de Paraguay (Congreso sin ratificar su ingreso).
A partir del 2015 con Nicolás Maduro ya en el poder presidencial, las tensiones comienzan a darse
de poder ejecutivo a poder ejecutivo (tabla N°13) y fueron empeorando años tras años al punto de
contribuir en la toma de decisión de suspensión de Venezuela como país miembro al MERCOSUR
en el 2017 (tabla N°19).
En relación, al índice de cobertura único (unique coverage) su resultado fue igual al de la cobertura
total (0,20), debido a que, aunque fueron 13 años de estudios (13 casos), sólo en 5 años hubo casos
positivos de la presencia de la variable IRV y de ellos sólo en 1 se da la ausencia de FD (~fd),
85 True: 1–L, significa que el valor analizado para la variable dependiente es igual a 0 (Y=0) (Pérez, 2009, pp.3), debido a que cuando el valor FD está presente=1, es cuando se da la ausencia de la variable dependiente IRV=0, por lo que, se determina que si FD está ausente=0 (~fd) entonces
IRV estará presente=1, pero esa deducción se soporta en el hecho de que la presencia de FD provoca la ausencia de IRV (Y=0). 86 Consistencia mínima: configuraciones con valores inferiores a 1 fueron consideradas como no-suficientes (Pérez, 2009, pp. 3) y por ende, no consideradas para hallar la causalidad entre variables. 87 Frecuencia mínima: número de configuraciones de casos considerados para el análisis de causalidad de las variables (Pérez, 2009). En este sentido,
arrojó 1 caso (frequency cutoff=1), debido a que con el análisis True: 1-L, la ausencia de IRV (0) se da sólo para la configuración ~ci*fd*acem*~aceu (0,1,1,0) (tabla N°20).
121
entonces el denominador (N° de casos positivos con la presencia de la variable IRV) para él cálculo
de la cobertura total (raw coverage), es igual a 5, mientras que el numerador (N° de casos positivos
que presenta la ausencia de FD, ~fd) es igual a 1 (1/5=0,2) y además, no se dio el caso, en que ~fd
produjera IRV con unas condiciones diferentes a ~ci*~fd*acem*~aceu. Adicionalmente, el
software indica la proporción de casos consistentes (solution consistency) y cubiertos (solution
coverage) que provocan la presencia del resultado de interés, entonces, dado el hecho de que en
todos los casos donde se dio la presencia de IRV=1 sólo 1 de ellos fue explicado por la ausencia
de FD=0 (~fd), el índice solution coverage=0,20; en cuanto, a solution consistency como en los 13
años de estudios (13 casos), la solución ~fd para producir IRV se da sólo en 1, entonces su
consistencia es del 100%=1, porque no hubo ningún otro año de los 13 en estudio en que se diera
la ausencia de FD (~fd) e IRV no estuviera presente.
En resumidas cuentas, el resultado reflejado por el QCA (figura N°2), desde la solución
parsimoniosa, es que la ausencia de la variable fricciones diplomáticas (~fd), es una condición
“necesaria” y “suficiente” (si hay voluntad de integración en todos los niveles del Estado) para que
el gobierno de la V República pueda volver a ser miembro pleno del MERCOSUR. Se considera
una condición necesaria en parte, porque para 8 de los 13 años de estudio fue esta variable (FD) la
causante de la ausencia de integración regional de Venezuela al MERCOSUR (tabla N°20) y
suficiente en parte, porque no está totalmente garantizado que, aunque en el futuro se dé la ausencia
de esta variable, Venezuela pueda formar parte de nuevo al bloque económico. En otras palabras,
lo teórico no siempre es igual en la práctica, no se puede asegurar en un 100% que en el futuro si
se desaparecen las fricciones diplomáticas de Venezuela con el MERCOSUR será equivalente a la
recuperación de su membresía y las razones de tal afirmación son las siguientes:
Primero, el vencimiento de acoplar la normatividad regional del mecanismo en su legislación
interna da señal de la disparidad de los modelos económico del país bolivariano y sus socios, por
lo que, de comenzar a darse relaciones diplomáticas cordiales entre los sujetos no significa que a
nivel económico Venezuela esté lista para cumplir la jurisdicción comercial regional, por lo que,
es posible que la reactivación de su membresía este condicionada a tal requerimiento, inclusive
dándose un cambio del modelo económico. Segundo, para el gobierno de la V República la afinidad
ideológica es un aspecto fundamental en su integración regional y hoy día (año 2021) el
MERCOSUR carece de esa característica, tanto en la convergencia ideológica del espectro político
horizontal como en el cuestionamiento a la política exterior estadounidense. Por último, y tal vez
la condición más compleja en los procesos integracionista es: la voluntad, si uno o más Estados no
tienen la intención de adherirse, permanecer y hacer que avance un bloque regional o permitir que
otro se adhiera o permanezca en el mismo y en conjunto, lograr su progreso, por mucho que otros
parámetros de aspectos económicos, ambientales, sociales e inclusive ideológicos estén en
condiciones de ser armoniosos no se podrá dar una integración real posible.
Ahora bien, para las otras variables en estudio (CI, ACEM y ACEU) a términos de la solución más
simple del QCA no son consideradas condiciones necesarias ni suficientes para la presencia de
IRV, sin embargo, considerando la revisión literaria, su causalidad indirecta con IRV se encuentra
latente por las siguientes razones: para la variable CI, la participación de Venezuela dentro del
MERCOSUR empeora a medida que va perdiendo su apoyo de afinidad ideológica izquierdista
con sus demás socios y de hecho, el retraso de su ingreso pleno se debió a los parlamentarios de
corte derechista de los Estados parte. Para la variable ACEM su presencia no jugó un papel
determinante para Venezuela a la hora de participar en el bloque, pero para el resto de los países
122
socios del MERCOSUR si (durante el gobierno de Maduro), debido a que Venezuela se
“autoexcluía” de las negociaciones del bloque con terceros países que no fueron afines a sus
intereses ideológicos (Martínez, 2015; Fernández, 2019), siendo considerado por sus pares sureños
como un socio incómodo; en sustento, el país bolivariano sólo firmo el TLC MERCOSUR – Israel,
quedando por fuera de los TLC MERCOSUR – Egipto, de los ACP MERCOSUR - Unión
Aduanera del África Meridional (SACU)MERCOSUR – India y de la negociación del TCL
MERCOSUR - Unión Europea.
Por último, la variable ACEU, considerando la firme posición que demostró Hugo Chávez para
erradicar la pretensión de instaurar el ALCA por parte de los EEUU y que el gobierno de Maduro
no representó un cambio en la ideología del orden del sistema internacional multipolar que ha
venido promoviendo la política exterior venezolana, la ausencia de esta variable (~ACEU) es una
condición necesaria para que el gobierno de la V República venezolana pertenezca a un mecanismo
de integración de corte económico. Atendiendo a los resultados descritos anteriormente, en el caso
del MERCOSUR, no fue posible comprobar cuantitativamente que la ideología política del orden
del sistema internacional promulgada por el gobierno de la V República venezolana, abogando por
un mundo multipolar – pluripolar fue la causante directa de la suspensión de Venezuela en el bloque
integracionista, en razón a que la variable independiente arrojada por el instrumento metodológico
como condición necesaria y suficiente (~FD) para que se dé la presencia de IRV no responde
directamente a circunstancias de política exterior antiimperialista, aunque pueda darse el caso que
a nivel práctico los países socios si concuerden con la política exterior de poder duro que EEUU
ha estado aplicando a Venezuela en los últimos años. En definitiva, bajo el análisis del QCA se
puede afirmar que no fue la postura en contra de la unipolaridad de EEUU de Hugo Chávez, así
como la de Nicolás Maduro, la variable ideológica protagónica a nivel jurídico (representada por
ACEU), la que jugó en contra de la integración regional de Venezuela con el mercado sureño, sino
que desde el punto de vista legal, estrictamente respondieron a circunstancias de índole nacional y
regional (rompimiento del orden democrático interno, desobediencia normativa regional en su
legislación nacional y desatención en las negociaciones multilaterales del bloque integracionista
frente a terceros).
2. Integración regional desde lo comercial: intercambio de bienes de la V República con la
región latinoamericana 1999 – 201888
El intercambio comercial intrarregional en América latina ha sido un elemento de interés para
impulsar el crecimiento económico de la región mediante el fortalecimiento de los mecanismos de
integración que conlleven a mejorar los flujos comerciales intrazona y extrazona. El presente
apartado, tiene el objetivo de detallar el intercambio comercial que se generó entre Venezuela y los
bloques de integración latinoamericanos vinculantes a liberalización arancelarias y de interés para
esta investigación (CAN: Colombia, Bolivia, Perú y Ecuador y MERCOSUR: Brasil, Argentina,
Uruguay y Paraguay) durante los tiempos de gobierno de la V República venezolana a fin de
constatar su comportamiento y desarrollo considerando los vaivenes integracionistas por los que
ha pasado Venezuela en los últimos 20 años gracias a su posición ideológica de integración regional
que involucra entre otras cosas: el impulso de la unión latinoamericana desde el aspecto político
por encima del económico y la pugna contra el imperialismo y el orden del sistema internacional
de carácter unipolar (explicado en el capítulo N°2). Atendiendo a lo anterior, en los siguientes
88 Sólo incluye a la Comunidad Andina (CAN) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
123
apartados se procede a calcular 4 índices de comercio exterior sugeridos por la CEPAL (Durán y
Alvarez, 2008) y que se encuentran explicados en el capítulo 3.
2.1. Comercio exterior de Venezuela con la Comunidad Andina de Naciones (CAN)
Durante el gobierno de la V República, Hugo Chávez Frías decide denunciar al mecanismo de
integración andino (2006, tabla N°9), sin embargo, por disposiciones legales del Acuerdo de
Cartagena en su artículo 13589, Venezuela debe mantener sus obligaciones comerciales con los
demás países andino por 5 años más (Cobo, 2008). En contexto, es objeto de esta investigación
detallar la evolución del comercio exterior de Venezuela con los países andinos: Colombia,
Ecuador, Bolivia y Perú, antes y después de su salida del mecanismo de integración CAN y de la
expiración del Acuerdo de Cartagena.
2.1.1. Índice de balanza comercial relativa (IBCR – CAN)
Como se desarrolló en el capítulo 3, este índice determina si un país posee ventaja comparativa en
su comercio con otra nación o grupo de naciones al relacionar su intercambio comercial dirigido
hacia dicho lugar y ese mismo intercambio hacia el mundo (para más información ver capítulo 3).
En este sentido, al comparar el comercio exterior de Venezuela con los países de la Comunidad
Andina vs ese mismo comercio exterior con el resto del mundo se obtuvo que en 16 de los 20 años
de estudios para Venezuela el mercado andino fue desventajoso en términos comerciales (tabla
N°21), en razón al que el IBCR desde el 2001 resultó negativo (excepto en 2003 – 2004), reflejando
un déficit comercial. Es decir, en promedio la plaza andina en términos del intercambio total de
bienes no es competitiva para las exportaciones venezolanas, siendo Venezuela en los tiempos de
la V República (alrededor del 2001) un importador neto de productos de los demás países andinos.
Tabla N°21. IBCR de Venezuela con países de la CAN (Total de bienes transado en millones de dólares)
AÑOS X VZLA CAN M VZLA CAN *X VZLA MUNDO *M VZLA MUNDO IBCR
1999 1,433.22 1,101.17 20,963.00 15,492.00 0.0091
2000 1,851.11 1,573.20 33,529.00 17,999.00 0.0054
2001 1,476.13 2,146.47 26,667.00 20,488.00 -0.0142
2002 1,400.89 1,476.25 26,781.00 14,261.00 -0.0018
2003 1,432.36 1,013.50 27,230.00 11,215.00 0.0109
2004 2,314.32 2,181.71 39,668.00 18,183.00 0.0023
2005 2,237.04 2,676.91 55,716.00 25,622.00 -0.0054
2006 2,529.47 3,633.61 65,578.00 35,735.00 -0.0109
2007 2,959.25 6,702.29 70,197.00 50,716.00 -0.0310
2008 4,310.16 8,158.78 96,057.00 54,825.00 -0.0255
2009 1,869.69 5,526.53 58,517.67 44,812.00 -0.0354
2010 1,273.27 3,253.52 66,887.00 45,181.00 -0.0177
2011 2,243.35 4,435.34 93,747.00 56,535.00 -0.0146
89 Acuerdo de Cartagena - Artículo 135: el País Miembro que desee denunciar este Acuerdo deberá comunicarlo a la Comisión. Desde ese momento cesarán para él los derechos y obligaciones derivados de su condición de Miembro, con excepción de las ventajas recibidas y otorgadas de
conformidad con el Programa de Liberación de la Subregión, las cuales permanecerán en vigencia por un plazo de cinco años a partir de la denuncia.
El plazo indicado en el párrafo anterior podrá ser disminuido en casos debidamente fundados, por decisión de la Comisión y a petición del País Miembro interesado (…)”. (cita tomada de Cobo, 2008, pp.30).
124
2012 1,419.99 5,104.06 97,877.00 71,083.00 -0.0218
2013 617.86 3,678.41 88,753.00 61,591.00 -0.0204
2014 508.17 3,184.54 74,676.00 50,728.00 -0.0213
2015 344.74 1,617.14 37,236.00 36,017.00 -0.0174
2016 213.55 852.40 27,403.00 17,796.00 -0.0141
2017 266.46 437.53 34,030.00 12,942.00 -0.0036
2018 154.62 421.71 33,677.00 13,754.00 -0.0056
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021), *Banco Central de Venezuela (2020),
estadísticas del Comercio Exterior.
Las principales causas de los resultados anteriores son: primero, como bien se ha establecido en
previos apartados, Venezuela es un país prácticamente “monoproductor” de petróleo y por ende,
“monoexportador” (Carmona, 2010; Paredes, 2019; Palomino, 2020; figura N°3) y tanto como
Colombia, Bolivia, Perú y Ecuador son productores de petróleo en distintas escalas (CIA, 2018),
por lo que, el producto estrella de exportación venezolana no es tan demandado dentro de esas
naciones; de hecho, los países andinos no están dentro de los principales destinos de exportación
petrolera de Venezuela (los principales son: EEUU antes de las sanciones a PDVSA en 2019, India,
China y resto del mundo; Párraga, 2019 dato tomado de Castillo, 2019; BBC News Mundo, 2019).
Y segundo, Venezuela desde la llegada de Chávez comienza a manejar un déficit en la balanza
comercial bilateral con Colombia (CAVECOL, 2020) y como se ha recalcado, anteriormente, el
intercambio comercial entre Venezuela y Colombia representa alrededor del 70% de las
transacciones de la CAN (Ramírez y Viera, 2006), por consiguiente, al país bolivariano tener una
balanza comercial negativa con su principal socio andino año tras años provocaría una desventaja
comparativa de Venezuela con la CAN, ya que el volumen de transacción comercial con sus otros
socios no compensa el déficit (Perú, Bolivia y Ecuador).
Figura N°3. Porcentaje de participación anual de las exportaciones venezolanas por sectores de
interés
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en el Banco Central de Venezuela (BCV), recuperado de
http://www.bcv.org.ve/estadisticas/comercio-exterior
125
Cabe resaltar, que aunque el mercado andino no es atractivo para el grueso de las exportaciones
venezolanas, es importante destacar en este punto, que en materia de exportaciones no petroleras
el panorama cambia un poco, debido a que en los 20 años la mayoría de las exportaciones
venezolana hacia el mercado andino son de bienes no petroleros (excepto en 2010, 2012 y 2013),
reflejando un nicho atractivo, debido a Venezuela es un país altamente dependiente de la
exportación petrolera y el hecho de que los países andinos no sólo demande la adquisición de
petróleo, lo hace indudablemente un mercado de interés para las exportaciones venezolanas no
petroleras (figura N°4). En sustento, Malamud (2006) señala “las exportaciones de Venezuela a los
países de la CAN, comenzando por Colombia, no son productos energéticos sino manufacturas, es
difícil encontrar para ellos mercados alternativos”. (p.7).
Figura Nº4. Exportaciones de bienes petroleros y no petroleros de Venezuela hacia la Comunidad
Andina de Naciones (CAN), (Total de bienes transado en millones de dólares)
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021); para X no petroleras en el Instituto
Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE).
2.1.2. Índice de comercio intrarregional (ICI - CAN)
Algunos rasgos destacados de la región latinoamericana a nivel económico ha sido el fracaso de la
diversificación de sus estructuras productivas, la falta de un crecimiento económico sostenido, la
importación mayoritaria de tecnología desde lugares extrazona y la exportación de productos
primarios y de uso intensivo de mano de obra no calificada (Torres, 2019). Dentro de la CAN
(antes Pacto Andino), tales circunstancias no han sido muy diferentes, por lo que, a nivel comercial
en un principio no tuvo logros relevantes para impulsar el intercambio intra-bloque, pasando el
total del comercio exterior intrarregional de un 2,3% (1969) a un 5,4% (1989) (Martínez, 2011).
Atendiendo, en parte a tal situación, surge en los años 90 un reimpulso al mecanismo de integración
dirigiéndose los países andinos con medidas firmes hacia la apertura regional (Malamud, 2011).
No obstante, tal hecho no ha sido suficiente para aumentar en gran escala el intercambio
intracomunitario. En concordancia, Chiriboga (2009) asienta que a pesar de que el bloque tiene
más de 30 años de historia “el comercio intra-andino es bajo” (p.4), resaltando que entre 1998–
126
2007 “la participación del comercio intracomunitario frente al total del comercio de los países
miembros es del 9% mientras que el comercio extracomunitario representa el 91% del comercio”
(p.4). De tal modo, a fines de cálculo del índice de comercio intrarregional de la CAN para el lapso
de estudio de esta investigación, se relaciona el total de intercambio comercial intrazona
(importaciones CAN + exportaciones CAN) entre el total de dicho intercambio de todos los países
CAN con el mundo (tabla N°22).
Tabla N°22. ICI de la Comunidad Andina de Naciones (Total de bienes transado en millones de dólares)
AÑOS X INTRA
PAÍSES CAN M INTRA
PAÍSES CAN X TOTAL
MUNDO CAN M TOTAL
MUNDO CAN ICI CAN %
1999 4,203.79 4,336.44 44,365.05 37,826.60 0.1039 10.39%
2000 5,441.15 5,578.19 59,288.37 42,465.56 0.1083 10.83%
2001 5,950.99 6,049.67 51,794.48 47,694.76 0.1206 12.06%
2002 5,416.07 5,705.06 52,745.10 42,644.39 0.1166 11.66%
2003 5,377.87 5,722.59 57,038.03 41,728.51 0.1124 11.24%
2004 7,863.83 8,412.15 78,984.63 55,131.67 0.1214 12.14%
2005 9,450.56 9,752.48 106,687.50 71,279.99 0.1079 10.79%
2006 11,352.59 11,818.92 130,684.97 92,147.40 0.1040 10.40%
2007 11,132.36 6,432.45 76,688.98 70,352.58 0.1195 11.95%
2008 13,164.29 7,945.76 94,631.76 93,479.53 0.1122 11.22%
2009 9,938.98 6,458.21 78,751.04 74,210.05 0.1072 10.72%
2010 9,324.43 8,553.05 100,168.32 96,842.98 0.0907 9.07%
2011 11,172.70 9,773.78 134,896.00 124,787.66 0.0807 8.07%
2012 12,949.30 10,443.93 142,483.00 134,037.38 0.0846 8.46%
2013 12,351.13 10,446.49 138,719.93 139,466.45 0.0820 8.20%
2014 11,820.24 10,364.04 132,199.32 144,397.08 0.0802 8.02%
2015 8,721.63 8,194.90 96,611.50 123,292.26 0.0769 7.69%
2016 7,762.41 7,706.63 91,411.33 105,731.37 0.0785 7.85%
2017 8,151.34 8,659.79 109,463.70 115,025.93 0.0749 7.49%
2018 9,265.14 9,644.73 120,563.16 127,393.12 0.0763 7.63%
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021); *No se considera el comercio
exterior de Venezuela como intrazona por denuncia a la CAN en el 2006.
En este sentido, del cálculo de ICI CAN 1999 – 2018 (tabla N°22), se aprecia los siguientes puntos:
primero, el comercio intrarregional de la CAN en los 20 años de estudio no ha superado el 12%
(2004), demostrando que el mayor volumen comercial de los países andinos es con terceros (tal
como lo establece Chiriboga, 2009) y tal situación, se ha agudizado año tras año con el decaimiento
continuo del %ICI a partir del 2007. Segundo, desde 1999 (ICI=0,1039) hasta la denuncia de
Venezuela (2006, ICI=0,1040) el comercio intrazona alcanzó una tasa promedio de crecimiento
anual de 0,01% (1999-2006), reflejando un estancamiento, sin embargo, aún no decaía a
decrecimiento. Lo anterior cambia, después de su denuncia, cuando el comercio intrarregional
disminuye a una tasa promedio anual de –3,99% (2007-2018), en parte, gracias a la salida de
Venezuela de la CAN, la cual provocó una ruptura en los dos ejes comerciales más dinámicos del
bloque: Colombia y Venezuela (Ramírez y Viera, 2006). A pesar de lo anterior, se debe tener en
cuenta que Venezuela a nivel comercial mantuvo los beneficios dispuestos en la CAN hasta el 2012,
127
por lo que, el comercio bilateral de Venezuela con los países andino no se vio afectado en el
principio de su denuncia (Martínez, 2011).
2.1.3. Indicador de participación en los intercambios mundiales (IPIM – CAN)
Venezuela, al igual que la mayoría de los países de la región latinoamericana, también comparte
una estructura productiva exportadora de materias primas, y más grave aún cuasi mono-
exportadora (figura N°3, Palomino, 2020). En donde, como se señaló previamente la mayor parte
del volumen de intercambio comercial es con terceros países extra-bloque andino, en la tabla N°23,
también se puede corroborar esta afirmación. De 1999 a 2018, el IPIM registra un decrecimiento a
una tasa promedio anual de -8,77%, reflejando una pérdida del intercambio comercial venezolano
con el mercado andino. Después del cese de los beneficios arancelarios en el 2012 (Acuerdo de
Cartagena, artículo 135), la caída fue mayor, pasando el IPIM de 6,95% (1999) a 3,86% (2012)
con una tasa promedio anual de -4,42%, mientras que desde 2013 a 2018 pasó de 2,86% (2013) a
1,22% (2018) con una tasa promedio anual de -15,72% (2013-2018) de decaimiento.
Tabla N°23. IPIM de Venezuela con países de la CAN (Total de bienes transado en millones de dólares)
AÑOS X VZLA
CAN M VZLA
CAN *X VZLA
MUNDO *M VZLA MUNDO IPIM VZLA CAN %
1999 1,433.22 1,101.17 20,963.00 15,492.00 0.0695 6.95%
2000 1,851.11 1,573.20 33,529.00 17,999.00 0.0665 6.65%
2001 1,476.13 2,146.47 26,667.00 20,488.00 0.0768 7.68%
2002 1,400.89 1,476.25 26,781.00 14,261.00 0.0701 7.01%
2003 1,432.36 1,013.50 27,230.00 11,215.00 0.0636 6.36%
2004 2,314.32 2,181.71 39,668.00 18,183.00 0.0777 7.77%
2005 2,237.04 2,676.91 55,716.00 25,622.00 0.0604 6.04%
2006 2,529.47 3,633.61 65,578.00 35,735.00 0.0608 6.08%
2007 2,959.25 6,702.29 70,197.00 50,716.00 0.0799 7.99%
2008 4,310.16 8,158.78 96,057.00 54,825.00 0.0826 8.26%
2009 1,869.69 5,526.53 58,517.67 44,812.00 0.0716 7.16%
2010 1,273.27 3,253.52 66,887.00 45,181.00 0.0404 4.04%
2011 2,243.35 4,435.34 93,747.00 56,535.00 0.0444 4.44%
2012 1,419.99 5,104.06 97,877.00 71,083.00 0.0386 3.86%
2013 617.86 3,678.41 88,753.00 61,591.00 0.0286 2.86%
2014 508.17 3,184.54 74,676.00 50,728.00 0.0294 2.94%
2015 344.74 1,617.14 37,236.00 36,017.00 0.0268 2.68%
2016 213.55 852.40 27,403.00 17,796.00 0.0236 2.36%
2017 266.46 437.53 34,030.00 12,942.00 0.0150 1.50%
2018 154.62 421.71 33,677.00 13,754.00 0.0122 1.22% Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021); *Banco Central de Venezuela (2020),
estadísticas del Comercio Exterior.
Al revisar el contexto comercial de Venezuela interno y externo con la CAN que pudiese justificar
el comportamiento de crecimiento o decrecimiento del ICIM y considerando que la mayor
proporción de participación de Venezuela con la CAN es el intercambio colombo venezolano
128
(figura N°5), se encontró: primero, en 1999 Venezuela comienza a aplicar una medida restrictiva
en el paso fronterizo para los camiones de cargas colombianos, los cuales ya no podrán transitar
por territorio venezolano, teniendo que transferir la carga en aduana a un vehículo nacional (Ferrer,
1999). En palabras, de Colina (2004) (tomado de Sainz, 2007), lo anterior daba indicio del bajo
compromiso del presidente Chávez ante las disposiciones de integración andina. A nivel de IPIM
se ve una merma porcentual pasando de 6,95% (1999) a 6,65% (2000). Entre el año 2000 y 2004,
Venezuela pasó por momentos de inestabilidad política y económica, desarrollándose una serie de
marchas, huelgas, paro petrolero, entre otras actividades de descontento gubernamental que
culminaron en la realización de una contienda electoral denominada referéndum revocatorio (2004),
siendo reelecto el presidente Hugo Chávez Frías. De tal manera, el intercambio comercial exterior
del país en general fue afectado en ese período, recuperándose a partir del año 2004, donde
paralelamente suben los precios del petróleo (Aguirre, Peña y Duarte, 2014).
En el 2006, Venezuela denuncia ser miembro pleno de la Comunidad Andina de Naciones por
incompatibilidad ideológica referente a las relaciones de sus socios con EEUU (Cardozo, 2004;
Mastrocola, 2016; Ramírez y Vieira, 2006), sin embargo, como se mencionó por disposiciones
legales de la CAN, el país bolivariano debía conservar sus obligaciones de flexibilización comercial
por 5 años más (hasta el 2012). En este contexto, en un principio el intercambio comercial no se
vio afectado, tras la denuncia de Venezuela, incluso logró cifras históricas tanto en importaciones
como exportaciones (2007 2008, figura N°5). Lo anterior, en parte dado por la bonanza petrolera
que manejó Venezuela en ese lapso, donde, según Martínez (2011) “el precio del petróleo... al pasar
de 29,44 US$/barril en enero del 2003, a 126,33 US$/barril en junio del 2008, permitió financiar
el explosivo crecimiento de las importaciones venezolanas”. (p.100). En términos de IPIM, se
tradujo que del 2006 (IPIM=0,0608) al 2008 (IPIM=0,0826), se diera un crecimiento en la
proporción de participación del intercambio de bienes de Venezuela con la CAN a una tasa
promedio anual de 16,55%.
Figura N°5. Comercio total de bienes de Venezuela con el mercado andino por país (Total de bienes transado en millones de dólares)
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en CEPALSTAT (2019), base de datos del comercio de América
Latina y El Caribe; nota: 2018 cifras provisionales.
129
El panorama anterior cambia a partir del 2009, específicamente con Colombia, donde se da un
acontecimiento de fricciones diplomáticas fuere que afectó el comercio bilateral y por ende, el de
la CAN, por ser estos dos países los motores comerciales más dinámico del mecanismo (Ramírez
y Viera, 2006) y en donde, ni siquiera los beneficios arancelarios que aún se mantenían pudieron
evitar la caída en los flujos de intercambios de Venezuela con estas naciones. En este sentido, la
nueva disputa fue provocada por la suscripción de un tratado militar entre Colombia y EEUU (tabla
N°3) que provocó un malestar en el mandatario venezolano (Martínez, 2011; 2015), el cual no
compartía la forma en que el mandatario colombiano (Álvaro Uribe) llevaba sus relaciones
internacionales con la potencia norteamericana, sobre todo para las áreas de seguridad y
económicas. Colombia, por su parte, denuncia a Venezuela ante la OEA en 2010 (tabla N°3), por
presunta existencia de guerrilleros colombianos en territorios venezolano, provocando una nueva
ruptura de las relaciones diplomáticas y una caída del comercio bilateral aproximado del 70%
(Martínez, 2011).
Es importante mencionar, que el principal obstáculo que tuvieron los importadores venezolanos
con proveedores colombiano fue la obtención de documento gubernamental denominado
Certificado de No Producción (CNP) que permitía el acceso a divisas preferenciales del Estado
(Venezuela desde el 2003 manejaba un control cambiario), en donde, dadas las fricciones
diplomáticas de orden ideológico entre ambos países los entes gubernamentales venezolanos
comenzaron a declinar las solicitudes de CNP con proveedores colombianos aunado a que como
medida de compensación, estos proveedores comenzaron a diversificar el destino de sus
exportaciones y así bajar la dependencia de venta hacia el mercado venezolano (Pineda, 2010). El
resultado fue que el IPIM de Venezuela con la CAN desde el 2009 fue en decrecimiento año tras
año (tabla N°23), a una tasa promedio anual de -18,59% (2009-2012, fechas con de vigencia de
ZLC y ACEM).
Ahora bien, como se mencionó, previamente a partir del 2012 se culmina la obligación de
Venezuela de mantener los beneficios comerciales a los países andinos, sin embargo, parte de las
pautas multilaterales de la CAN son acogidas nuevamente por Venezuela mediante la creación de
una serie de acuerdos bilaterales con cada uno de sus “exsocios” andinos (Ramírez y Vieira, 2006).
En abril de 2011, en el marco del mecanismo de integración ALBA, Venezuela firma un acuerdo
marco de cooperación con Ecuador; en marzo de 2011, también mediante el ALBA, se suscribe un
acuerdo de comercio de los pueblos para la complementariedad económica, productiva con Bolivia;
en noviembre de 2011, se firma un acuerdo de alcance parcial de naturaleza comercial con
Colombia (AAP.C N° 28) y finalmente, en enero de 2012, se suscribe un acuerdo de alcance parcial
de naturaleza comercial con Perú. ). No obstante, a pesar de estos esfuerzos de mantener parte de
la flexibilización comercial con las naciones andinas, el comercio exterior de Venezuela con la
CAN no dejó de deteriorarse y se debe mencionar, que parte de la causa más allá del
desmejoramiento del libre comercio andino fue que el país bolivariano ha estado coexistiendo con
una profunda crisis económica que se ha agudizado desde el 2014 y ha afectado su comercio
exterior en general (García, 2020).
A. Indicador de participación para exportaciones no petroleras (IP XNP – CAN)
Como se mencionó en párrafos superiores la importancia que adquirió el mercado andino para el
comercio exterior venezolano, no es la plaza de venta petrolera, sino la plaza de exportación de
productos no tradicionales (Malamud, 2006; figura N°4). En donde, llegó a representar hasta el
130
22% (2008) del total de exportaciones no tradicionales transaccionadas por Venezuela en estos 20
años de estudios (tabla N°24). En general, desde 1999 – 2018 el comportamiento de la participación
del mercado andino como comprador de bienes no petroleros venezolanos ha sido mayor al 10%
en 13 de los 20 años de estudios (excepto 2003, 2005, 2006, 2015 - 2018). Lo cual, no es
despreciable considerando que sólo 4 de ellos, representan este 10% (Colombia, Perú, Ecuador y
Bolivia) de los aproximadamente 218 países con que Venezuela ha transaccionado venta de
mercancía no petrolera (figura N°6).
Tabla N°24. IP de exportaciones no petroleras (XNP) de Venezuela en la CAN (Total de bienes no petroleros transado en millones de dólares)
AÑOS TOTAL XNP VZLA
HACIA CAN TOTAL VZLA XNP XnpCAN/XnpMundo %
1999 906.83 4,196.14 0.2161 21.61%
2000 1,086.69 5,505.34 0.1974 19.74%
2001 1,053.00 5,758.76 0.1829 18.29%
2002 1,092.42 6,919.71 0.1579 15.79%
2003 1,003.25 16,041.03 0.0625 6.25%
2004 1,468.08 11,681.90 0.1257 12.57%
2005 1,504.15 15,438.12 0.0974 9.74%
2006 1,505.43 15,803.97 0.0953 9.53%
2007 1,732.34 16,199.78 0.1069 10.69%
2008 1,259.80 5,615.84 0.2243 22.43%
2009 572.72 2,890.72 0.1981 19.81%
2010 358.05 2,830.72 0.1265 12.65%
2011 568.13 3,467.61 0.1638 16.38%
2012 464.57 3,019.59 0.1539 15.39%
2013 343.96 2,338.80 0.1471 14.71%
2014 379.20 2,787.47 0.1360 13.60%
2015 216.48 2,795.82 0.0774 7.74%
2016 55.06 1,740.62 0.0891 8.91%
2017 171.84 1,778.53 0.0966 9.66%
2018 64.66 2,773.21 0.0233 2.33%
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en el Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE). nota:
2018 cifras provisionales.
Sin embargo, desde el 2008 las exportaciones no tradiciones de Venezuela hacia la CAN
comienzan a decaer a cifras muy por debajo de la década anterior (tabla N°24), en donde, desde
2008 al 2018 la tasa promedio anual se posiciona en –20,26%, reflejando un fuerte decrecimiento.
Entre las razones investigadas, se encuentra el hecho de que las políticas de promoción de
exportaciones no tradiciones fue un aspecto desentendido por la V República, especialmente en el
período de Chávez (López, Guerra y Boersner, 2012); otra razón, es la baja competitividad en
precio que manejaron los productos venezolanos en los mercados internacionales, siendo productos
encarecidos por la sobrevaluación de la tasa de cambio real (TCR) (Martínez, 2015). Por último,
desde la gobernanza del segundo ejecutivo de la V República, el país ha sufrido una fuerte
contracción en su aparato productivo y alto niveles de escasez en materias primas e insumos que
han menguado su excedente productivo tanto tradicional como no tradicional (Vera, 2018). La
principal consecuencia de lo anterior es que Venezuela ha ido perdiendo un segmento de mercado
131
de interés para las exportaciones no tradicionales, debido a que como se indicó previamente, los
productos venezolanos no petroleros son pocos competitivos en los mercados internacionales.
Figura N°6. Porcentaje de participación de las exportaciones no petroleras hacia la CAN
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en el Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE). nota:
2018 cifras provisionales.
Al segregar por países andinos, el que más destaca para este tipo de transacciones, es Colombia
(figura N°7), siendo el mayor comprador de productos no tradicionales venezolanos para todos los
años de estudios dentro del mercado andino, para Ramírez y Viera (2006), las exportaciones no
petroleras de Venezuela son de “carácter complementario con las exportaciones colombiana” (p.4).
Al respecto, Martínez (2015) establece que el reimpulso dado a la CAN en los 90 transformó “a
Colombia en el segundo socio comercial de Venezuela, después de Estados Unidos, y el principal
destino de sus exportaciones no tradicionales” (p.207). Sin embargo, en el 2009 por las
confrontaciones diplomáticas de índoles ideológicos (tabla N°3), este sector también se vio
afectado aunado a las circunstancias situación país descritas en líneas precedentes.
Figura N°7. Exportaciones no petroleras por país de destino de Venezuela hacia la CAN (Total de bienes transado en millones de dólares)
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en el Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE), nota:
2018 cifras provisionales.
132
2.1.4. Índice de Balassa (IB – CAN)
Dada la vital relevancia que tiene el petróleo venezolano para su economía y captación de divisas,
especialmente el petróleo crudo (tabla N°26), siendo consideradas las ventas petroleras como el
producto estrella90 de las exportaciones venezolanas (Palomino, 2020), se procede a calcular el
índice de Balassa para las transacciones del crudo venezolano con la CAN a fin de constatar
numéricamente que tanta importancia han tenido las mimas dentro del mercado andino (tabla N°25).
En consonancia, Durán y Alvarez (2008) estipulan que cuando el índice es mayor a 0,33 se da
ventaja para el país y producto analizado, si por el contrario el resultado es un índice negativo por
debajo de -0,33 se considerará un mercado desventajoso y si el resultado se maneja en una escala
de -0,33 a 0,33 se entiende que existe una tendencia hacia un comercio intraproducto.
Tabla N°25. IB de exportaciones petroleras de Venezuela con la CAN (en millones de dólares)
AÑOS X VZLA PETRO CAN (X
COMTRADE – X INE)
X VZLA TOTAL
CAN
X VZLA PETRO
MUNDO
X VZLA TOTAL
MUNDO
IB X VZLA
PETRO CAN
1999 526.39 1,433.22 16,735.00 20,963.00 0.460068
2000 764.41 1,851.11 27,874.00 33,529.00 0.496728
2001 423.13 1,476.13 21,745.00 26,667.00 0.351530
2002 308.48 1,400.89 21,532.00 26,781.00 0.273882
2003 429.10 1,432.36 22,029.00 27,230.00 0.370309
2004 846.24 2,314.32 32,871.00 39,668.00 0.441262
2005 732.89 2,237.04 48,143.00 55,716.00 0.379152
2006 1,024.04 2,529.47 57,972.00 65,578.00 0.457960
2007 1,226.91 2,959.25 62,947.00 70,197.00 0.462355
2008 3,050.37 4,310.16 89,035.00 96,057.00 0.763531
2009 1,296.97 1,869.69 54,178.00 58,517.67 0.749245
2010 915.23 1,273.27 62,317.00 66,887.00 0.771511
2011 1,675.23 2,243.35 88,131.00 93,747.00 0.794337
2012 955.42 1,419.99 93,569.00 97,877.00 0.703814
2013 273.90 617.86 85,603.00 88,753.00 0.459612
2014 128.97 508.17 71,732.00 74,676.00 0.264209
2015 128.26 344.74 35,136.00 37,236.00 0.394287
2016 58.49 213.55 25,942.00 27,403.00 0.289336
2017 94.62 266.46 31,497.00 34,030.00 0.383654
2018 89.96 154.62 29,810.00 33,677.00 0.657298
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021); para X petroleras CAN se sustrajo
de la X TOTAL COMTRADE la X no petrolera del Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE). nota: 2018
cifras provisionales; *Banco Central de Venezuela (2020), estadísticas del Comercio Exterior.
De tal manera, de los resultados obtenidos se aprecia que para 17 de los 20 años de estudios el
petróleo venezolano logró una ventaja comparativa revelada91 en el mercado andino (excepto 2002,
90 Producto estrella: son aquellos productos que operan en industrias de alto crecimiento y con una elevada cuota de mercado, que generan liquidez,
pero necesitan una inversión considerable para conseguir consolidar su posición en el mercado (Gabirondo, 2018, s/p). 91 Ventaja comparativa revelada: se da cuando un país goza de un costo de oportunidad más bajo para producir un bien que otro, siendo relativamente
más eficiente y, por lo tanto, tiene ventaja comparativa. Y se dice que es revelada porque su cálculo no depende directamente del costo de los
recursos domésticos a precios sombra, sino que se revela a través de las estadísticas de comercio global sobre el desempeño de un país (Arias y Segura, 2004, pp. 2-3).
133
2014 y 2016), especialmente, porque del total de exportaciones realizadas por Venezuela hacia la
CAN en esos años, el petróleo representó más del 30% de participación en la transacción total
(figura N°4). Para los 3 años restantes el IB oscila de 0 a 0.2893 (tabla N°25), reflejando una
inclinación positiva hacia el comercio del petróleo venezolano dentro del mercado andino. En
conclusión, según este indicador para los 20 años de estudios, en promedio, el mercado andino no
resultó tener una desventaja comparativa para el petróleo venezolano, lo cual refleja que existe una
potencialidad de venta del petróleo venezolano dentro de la CAN, sin embargo, aún son los países
extrazonas los mayores compradores del hidrocarburo venezolano (tabla N°25).
Tabla N°26. Participación del sector energético en las exportaciones totales AÑOS PRODUCTOS MINERALES PETRÓLEO CRUDO PETRÓLEO REFINADO
1999 78% 47% 25%
2000 83% 55% 23%
2001 80% 53% 21%
2002 78% 59% 13%
2003 77% 59% 12%
2004 83% 56% 23%
2005 87% 61% 23%
2006 90% 77% 10%
2007 87% 66% 17%
2008 93% 76% 15%
2009 96% 75% 20%
2010 95% 75% 19%
2011 97% 78% 18%
2012 98% 82% 15%
2013 98% 89% 8%
2014 95% 76% 17%
2015 91% 73% 16%
2016 83% 69% 12%
2017 92% 80% 10%
Fuente: Palomino, M. (2020). Entendiendo la Economía Venezolana: Petróleo y dependencia externa (1950-2017).
Panorama Económico, 28(3), 143-158. https://doi.org/10.32997/pe-2020-2697, pp.152.
2.2. Comercio exterior de Venezuela con el Mercado Común del Sur (MERCOSUR)
En teoría una integración regional que se encuentre en la fase de mercado común es porque además
de la existencia de una unión aduanera, también se genera una libre circulación de mercancías y de
los factores productivos movibles: trabajo, capital y tecnología (Petit, 2014). En el caso del
MERCOSUR, lo anterior no es genuinamente cierto, resulta que el bloque aún tiene muchas grietas
en el cumplimiento total de las disposiciones legales que velan por la consolidación de un mercado
común. De acuerdo a Ramírez y Viera (2006), los incumplimientos normativos de los acuerdos del
MERCOSUR por parte de sus miembros rondan alrededor de un “69%” (p.3). En sustento, Danilo
Astori (vicepresidente de Uruguay para el 2013), manifiesta que “el Mercosur está en un estado de
inacción prácticamente total: “Al mercado común nunca llegamos, la unión aduanera está
totalmente destrozada y la zona de libre comercio tampoco funciona porque no hay libre tránsito
de bienes y servicios” (El País 2013)” (cita tomada de Martínez, 2015 p.214).
134
En este sentido, el ingreso de Venezuela al mecanismo supuso un posible agravamiento para lograr
una política exterior mancomunada en temas económicos (Martínez, 2015). En razón, a que el
modelo económico del país bolivariano es distinto al de sus pares mercosureños (Bárcena, 2016
cita tomada de Fernández, 2019) y a que el gobierno de la V República venezolana es promotor de
una integración que opta por afinidades políticas ideológicas antes que beneficios económicos
(Cardozo, 2004; González, 2007). Años después, ambas premoniciones se hicieron realidad, a la
fecha Venezuela también se volvió un incumplidor de la normativa sureña en su ordenamiento
interno (Fernández, 2019), comenzó a ser considerado a finales de la segunda década del siglo XXI
como un obstáculo a las negociaciones y avance de la integración regional mercosureña (Fernández,
2019) y adicionalmente, presentó una serie de cuestionamiento a su sistema democrático interno,
conllevándolo finalmente a su suspensión en el mecanismo. Bajo este contexto, es objeto de esta
investigación detallar como ha sido la evolución del comercio exterior de Venezuela con los países
miembros del MERCOSUR: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay antes y después de su ingreso
formal, su permanencia y su suspensión (1999 – 2018) y así poder visualizar estadísticamente su
comportamiento a través de los índices de comercio exterior seleccionados.
2.1.1. Índice de balanza comercial relativa (IBCR – MERCOSUR)
El IBCR refleja si un país posee ventaja comparativa en su comercio con otra nación o grupo de
naciones al relacionar su intercambio comercial dirigido hacia dicho lugar y ese mismo intercambio
hacia el mundo (para más información ver capítulo 3). En este sentido, al comparar el comercio
exterior de Venezuela con los países del Mercado Común del Sur vs ese mismo comercio exterior
con el resto del mundo se obtuvo que en 18 de los 20 años de estudios para Venezuela el
MERCOSUR fue desventajoso en términos comerciales (tabla N°27), debido a que desde el 2001
el IBCR resultó negativo, reflejando un déficit comercial en la balanza de intercambio de
mercancías de Venezuela con la totalidad de las naciones mercosureñas. En otras palabras, en
general la plaza del MERCOSUR en términos del comercio total de bienes no es muy competitiva
para las exportaciones venezolanas en general, siendo Venezuela en los tiempos de la V República
(alrededor del 2001) un mayor importador de productos mercosureños que exportador (figura N°8).
Tabla N°27. IBCR de Venezuela con países del MERCOSUR (Total de bienes transado en millones de dólares)
AÑOS X VZLA
MERCOSUR
M VZLA
MERCOSUR
X VZLA
MUNDO*
M VZLA
MUNDO* IBCR
1999 1,257.09 814.08 20,963.00 15,492.00 0.0122
2000 1,509.24 995.60 33,529.00 17,999.00 0.0100
2001 949.74 1,359.53 26,667.00 20,488.00 -0.0087
2002 689.78 968.25 26,781.00 14,261.00 -0.0068
2003 288.08 760.30 27,230.00 11,215.00 -0.0123
2004 240.38 1,942.57 39,668.00 18,183.00 -0.0294
2005 541.40 2,774.16 55,716.00 25,622.00 -0.0275
2006 1,364.11 4,488.28 65,578.00 35,735.00 -0.0308
2007 1,159.28 6,090.59 70,197.00 50,716.00 -0.0408
2008 1,599.34 7,062.65 96,057.00 54,825.00 -0.0362
2009 1,481.82 4,966.28 58,517.67 44,812.00 -0.0337
135
2010 1,740.67 5,639.96 66,887.00 45,181.00 -0.0348
2011 2,079.03 6,881.14 93,747.00 56,535.00 -0.0320
2012 1,980.63 7,752.28 97,877.00 71,083.00 -0.0342
2013 1,724.75 7,512.13 88,753.00 61,591.00 -0.0385
2014 1,622.91 7,060.83 74,676.00 50,728.00 -0.0434
2015 815.49 4,598.17 37,236.00 36,017.00 -0.0516
2016 487.93 2,058.00 27,403.00 17,796.00 -0.0347
2017 422.96 737.52 34,030.00 12,942.00 -0.0067
2018 180.00 975.84 33,677.00 13,754.00 -0.0168 Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021), *Banco Central de Venezuela (2020), estadísticas
del Comercio Exterior.
En soporte, Cardozo (2004) incorpora que “el vuelco al MERCOSUR ha significado una apertura
a negocios que, entre 1999 y 2004 no ha contribuido ni al aumento y diversificación de las
exportaciones, ni a la mejora de la balanza comercial” (p.35). Y como se aprecia, en la tabla N°27,
tal situación para el total de su comercio no cambió en los siguientes años. Venezuela, continuó
siendo un mayor comprador dentro del MERCOSUR que proveedor, volviéndose su papel
comercial dentro del bloque como un consumidor y no como un abastecedor regional. De acuerdo
a, Martínez (2015) “Venezuela se encuentra en serias desventajas para competir con los miembros
del Mercosur y lograr los objetivos de incrementar las exportaciones no tradicionales y atraer IED”
(p.228).
Figura N°8. Importaciones y exportaciones de Venezuela con el MERCOSUR (Total de bienes transado en millones de dólares)
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021)
Lo peculiar, de este panorama es que el grueso de exportaciones venezolanas hacia el MERCOSUR
a diferencia de la CAN son las vinculante a su producto estrella: petróleo (figura N°9, excepto 2003,
2004 y 2018) a pesar de ello, el país bolivariano no consigue en los últimos 18 años de estudio una
balanza comercial superavitaria a su favor y en consecuencia, su IBCR resulta negativo. Cabe
recordar, que los principales compradores del petróleo venezolano son terceros países no
136
perteneciente a la región latinoamericana. Del mismo modo, particular mención merece el año 2018,
en donde, no se dan exportaciones petroleras a las naciones del MERCOSUR y es que desde el
2017, la empresa estatal de Venezuela responsable del sector petróleo PDVSA, S.A. comienza a
atravesar medidas de poder duro por parte de EEUU que limita en gran medida sus operaciones
internacionales y por ende, afectan su normal producción y distribución de hidrocarburos (Weisbrot
y Sachs, 2019).
Figura Nº9. Exportaciones de bienes petroleros y no petroleros de Venezuela hacia el Mercado
Común del Sur (MERCOSUR) (Total de bienes transado en millones de dólares)
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021); para X no petroleras en el Instituto Nacional de
Estadísticas de Venezuela (INE).
2.1.2. Índice de comercio intrarregional (ICI – MERCOSUR)
En el MERCOSUR, el target del comercio exterior no es muy distinto al de América Latina. Los
países mercosureños también manejan altos niveles de volumen de intercambio de bienes con
países extra-región (Fernández, 2019). En consonancia, a fines de cálculo del índice de comercio
intrarregional del MERCOSUR para el lapso de estudio de esta investigación, se relaciona el total
de intercambio comercial intrazona (importaciones MERCOSUR + exportaciones MERCOSUR)
entre el total de dicho intercambio de todos los países MERCOSUR con el mundo (tabla N°28).
Entonces, se infiere: primero, que para estos 20 años de estudios el promedio del índice de comercio
intrarregional se situó en 15,83%. Siendo el año 2000, el de mayor intercambio intrazona con un
21,27% (tabla N°28). Segundo, desde 1999 a 2018 hubo un decrecimiento en el ICI con una tasa
promedio anual de –1,89%. Tercero, desde el 2002 al 2009 (excepto 2008 por la crisis económica
mundial), el comercio intrazona del MERCOSUR tuvo un crecimiento modesto con una tasa
promedio anual de 1,71%; sin embargo, desde el 2009 al 2018 la actividad comercial intrabloque
ha venido descendiendo a una tasa promedio anual de –2,00%.
137
Tabla N°28. ICI del MERCOSUR (Total de bienes transado en millones de dólares)
AÑOS
X INTRA
PAÍSES
MERCOSUR
M INTRA
PAÍSES
MERCOSUR
X TOTAL
MUNDO
MERCOSUR
M TOTAL
MUNDO
MERCOSUR
ICI
MERCOSUR %
1999 15,162.97 15,760.17 74,321.88 82,517.43 0.1972 19.72%
2000 19,055.14 17,701.26 85,955.43 86,857.04 0.2127 21.27%
2001 16,547.36 15,470.93 89,310.75 81,165.65 0.1878 18.78%
2002 11,566.76 10,369.05 90,337.86 59,860.34 0.1460 14.60%
2003 14,049.81 13,018.64 107,934.66 66,287.38 0.1554 15.54%
2004 18,426.00 17,498.84 137,064.64 91,071.05 0.1575 15.75%
2005 22,618.05 21,918.57 165,209.53 109,441.67 0.1622 16.22%
2006 27,339.35 25,677.09 191,814.10 135,060.02 0.1622 16.22%
2007 34,099.89 33,020.49 225,669.58 176,811.57 0.1668 16.68%
2008 43,149.45 42,744.36 280,310.30 248,577.73 0.1624 16.24%
2009 34,049.29 31,656.38 219,151.23 180,376.85 0.1645 16.45%
2010 44,701.01 42,459.68 283,330.25 257,216.03 0.1612 16.12%
2011 54,202.57 51,452.54 354,707.98 323,299.92 0.1558 15.58%
2012 58,095.83 55,732.95 436,429.40 385,447.69 0.1385 13.85%
2013 59,002.39 56,889.95 425,270.97 399,564.68 0.1405 14.05%
2014 51,744.87 49,273.13 386,980.19 368,549.30 0.1337 13.37%
2015 40,776.04 38,423.96 301,143.90 287,446.68 0.1346 13.46%
2016 37,807.07 35,099.24 285,982.45 229,145.67 0.1415 14.15%
2017 40,250.31 38,224.93 292,692.63 237,980.08 0.1479 14.79%
2018 41,489.24 38,932.77 317,986.26 268,898.66 0.1370 13.70%
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021); Nota: sólo se considera el comercio exterior de
Venezuela como intrazona en el lapso 2012 – 2017.
De tal manera, se aprecia que en general el comercio exterior intrazona de los países del
MERCOSUR no ha evolucionado a gran escala en esto 20 años, considerándose relativamente
estable o desde una visión más pesimista estancado, aún sigue siendo el mercado con terceros
países los sujetos protagonista en el intercambio internacional de los mercosureños. La principal
razón de lo anterior, se le puede aludir al hecho de que los Estados parte aún se resisten a cumplir
cabalmente las reglas del mercado común, inclusive su unión aduanera sigue siendo imperfecta con
una serie de lista de excepcionen y demás medidas proteccionistas que afectan la figura del bloque
y la libre circulación de bienes dentro de la región (Martínez, 2015; Rozemberg, Campos, Gayá,
Makuc y Svarzman, 2019).
2.1.3. Indicador de participación en los intercambios mundiales (IPIM–MERCOSUR)
Venezuela es un país con una diversificación productiva muy baja, el ingreso de sus divisas se
subordina cuasi exclusivamente a sus exportaciones petroleras y el abastecimiento de su mercado
interno depende en gran medida de la adquisición externa (Carmona, 2010). En el MERCOSUR,
este panorama le persigue con déficit en la balanza comercial Venezuela – MERCOSUR (tabla
N°27), siendo el país bolivariano un importador dentro del mecanismo con un bajo porcentaje de
exportación. Al respecto, la CEPAL (2018) estipula que Venezuela se distingue por manejar un
comercio con la región mercosureña “notablemente más bajo: destina al MERCOSUR solo un 2%
138
de sus importaciones y demanda un 11% de sus importaciones”. (p.6). En la tabla N°29, se
incorpora el % de participación del MERCOSUR en el comercio exterior de Venezuela,
apreciándose que el mismo ha sido inestable a través del tiempo: de 1999 al 2003 se da un
pronunciado decrecimiento comercial a una tasa promedio anual de –16,76%; del 2003 al 2010 se
da un buen crecimiento a una tasa promedio anual de 13,42%; pero, del 2010 al 2012 se vuelve a
menguar el comercio exterior de Venezuela con el MERCOSUR a una tasa promedio anual de –
6,47%; para volver a crecer del 2012 al 2015 a una tasa promedio anual de 8,65%; y finalmente,
del 2015 al 2018 comienza un agudo decaimiento a una tasa promedio anual de –30,91%.
Tabla N°29. IPIM de Venezuela con países del MERCOSUR (Total de bienes transado en millones de dólares)
AÑOS X VZLA
MERCOSUR M VZLA
MERCOSUR X VZLA
MUNDO* M VZLA
MUNDO*
IPIM VZLA
MERCOSUR %
1999 1,257.09 814.08 20,963.00 15,492.00 0.0568 5.68%
2000 1,509.24 995.60 33,529.00 17,999.00 0.0486 4.86%
2001 949.74 1,359.53 26,667.00 20,488.00 0.0490 4.90%
2002 689.78 968.25 26,781.00 14,261.00 0.0404 4.04%
2003 288.08 760.30 27,230.00 11,215.00 0.0273 2.73%
2004 240.38 1,942.57 39,668.00 18,183.00 0.0377 3.77%
2005 541.40 2,774.16 55,716.00 25,622.00 0.0408 4.08%
2006 1,364.11 4,488.28 65,578.00 35,735.00 0.0578 5.78%
2007 1,159.28 6,090.59 70,197.00 50,716.00 0.0600 6.00%
2008 1,599.34 7,062.65 96,057.00 54,825.00 0.0574 5.74%
2009 1,481.82 4,966.28 58,517.67 44,812.00 0.0624 6.24%
2010 1,740.67 5,639.96 66,887.00 45,181.00 0.0659 6.59%
2011 2,079.03 6,881.14 93,747.00 56,535.00 0.0596 5.96%
2012 1,980.63 7,752.28 97,877.00 71,083.00 0.0576 5.76%
2013 1,724.75 7,512.13 88,753.00 61,591.00 0.0614 6.14%
2014 1,622.91 7,060.83 74,676.00 50,728.00 0.0692 6.92%
2015 815.49 4,598.17 37,236.00 36,017.00 0.0739 7.39%
2016 487.93 2,058.00 27,403.00 17,796.00 0.0563 5.63%
2017 422.96 737.52 34,030.00 12,942.00 0.0247 2.47%
2018 180.00 975.84 33,677.00 13,754.00 0.0244 2.44% Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021); *Banco Central de Venezuela (2020), estadísticas
del Comercio Exterior.
En este sentido, el porcentaje promedio de participación del mercado sureño en el comercio exterior
venezolano es de 5,16%, teniendo su cúspide en el 2015 con una cuota de 7,39%, siendo el país
protagónico Brasil, seguido por Uruguay (figura N°10). Para el lapso, en que Venezuela logra ser
miembro pleno en el MERCOSUR y con ello, se genera una apertura comercial con el bloque (2012
– 2017), se observa que del 2012 al 2015 hubo un crecimiento del intercambio pasando de 5,76%
(2012) al 7,39% (2015), sin embargo, en los años subsiguiente sucede lo contrario dándose un
decrecimiento que para el 2017 (año en que Vzla fue suspendido del bloque) alcanza una
participación del 2,47%. Entre las circunstancias acontecida durante el período de estudio que pudo
afectar el desarrollo del comercio exterior venezolano con el MERCOSUR se encontró: que entre
el 2000 al 2004, Venezuela sufrió una inestabilidad económica y política a nivel interno que incidió
139
en el normal desenvolvimiento de su comercio exterior, desde paro nacionales hasta una huelga
petrolera (Aguirre, Peña y Duarte, 2014).
Figura N°10. Comercio total de bienes de Venezuela con el MERCOSUR por país (Total de bienes transado en millones de dólares)
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en CEPALSTAT (2019), base de datos del comercio de América Latina y El Caribe;
nota: 2015 y 2018 sin datos.
En el 2006, Venezuela denuncia a la CAN y suscribe su protocolo de adhesión al MERCOSUR,
favoreciendo el Estado venezolano las relaciones comerciales con sus nuevos socios (mayor
otorgamiento de Certificado de No Producción). Para el 2016, el panorama en el MERCOSUR
comienza a cambiar, ya algunos de sus socios dejan de ser de corte izquierdista (tabla N°11) y las
relaciones bilaterales se comienzan a agravar con cada uno de los Estados parte (tabla N°13) al
punto que el 2017, el país bolivariano pasa a tener una membresía suspendida (tabla N°19) y si a
esto se le suma, la aguda crisis económica por la que ha venido pasando el país bolivariano desde
el 2014 (García, 2020), resulta entonces, que el comercio exterior con sus antiguos socios
ideológico comienza a decaer para situarse en una posición muy por debajo del comportamiento
que venía desarrollando desde 2006 al 2015.
A. Indicador de participación para exportaciones no petroleras (IP XNP – MERCOSUR)
Venezuela a lo largo de su historia contemporánea tiene una trayectoria en intentos de diversificar
su aparato productivo y minimizar la dependencia colosal que tiene con el mercado petrolero. En
el gobierno de la V República cumplir esta meta también se intentó, sin embargo, sus resultados
fueron más infructuosos que la República anterior (Paredes, 2019). Por un lado, en los tiempos de
gobierno de Chávez, las exportaciones no petroleras eran muy poco competitivas a nivel
internacional por el encarecimiento que implicaba la sobrevaluación de la tasa de cambio real
(TCR), en donde, según Martínez (2015) se había “abaratado las importaciones y encarecido los
productos locales, volcando la demanda agregada hacia el exterior. Las exportaciones no petroleras
se convirtieron en la principal víctima de la apreciación de la TCR y cayeron en más de 50%...”
(p.223). En cuanto, a la era de presidencia de Nicolás Maduro, la principal caída de la
140
diversificación se reflejó en el desplome del PIB que oscilo en un 40% (2014 – 2018, Vera, 2018).
A pesar de ello, aún el sector no petrolero es de vital importancia para la estructura económica del
país, por ende, se procede a analizar el papel que jugó el MERCOSUR dentro de esta área.
Tabla N°30. IP de exportaciones no petroleras (XNP) de Venezuela en el MERCOSUR (Total de bienes no petroleros transado en millones de dólares)
AÑOS TOTAL XNP VZLA
HACIA MERCOSUR TOTAL VZLA XNP
XnpMERCOSUR /
XnpMundo %
1999 116.00 4,196.14 0.0276 2.76%
2000 178.25 5,505.34 0.0324 3.24%
2001 228.30 5,758.76 0.0396 3.96%
2002 181.44 6,919.71 0.0262 2.62%
2003 156.45 16,041.03 0.0098 0.98%
2004 220.12 11,681.90 0.0188 1.88%
2005 254.60 15,438.12 0.0165 1.65%
2006 201.80 15,803.97 0.0128 1.28%
2007 248.86 16,199.78 0.0154 1.54%
2008 147.52 5,615.84 0.0263 2.63%
2009 176.61 2,890.72 0.0611 6.11%
2010 179.51 2,830.72 0.0634 6.34%
2011 426.11 3,467.61 0.1229 12.29%
2012 218.55 3,019.59 0.0724 7.24%
2013 226.40 2,338.80 0.0968 9.68%
2014 345.58 2,787.47 0.1240 12.40%
2015 286.26 2,795.82 0.1024 10.24%
2016 186.39 1,740.62 0.1071 10.71%
2017 190.51 1,778.53 0.1071 10.71%
2018 313.44 2,773.21 0.1130 11.30%
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en el Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE). nota: 2018 cifras
provisionales.
En la tabla N°30, se incorpora el IP para exportaciones no petroleras (XNP) de Venezuela hacia
países del MERCOSUR, reflejando: primero, de 1999 al 2001 se da un crecimiento en la
participación de las XNP del país bolivariano hacia este mercado a una tasa de promedio anual de
19,75%, representando en 1999 un 2,76% y en el 2001 un 3,96%; sin embargo, desde el 2002 al
2006 (excepto 2004) se da una caída pasando de 2,62% (2002) a 1,54% (2006); a partir de ahí
(2006), se comienza a dar un crecimiento cuasi constante (excepto 2012 y 2015) a una tasa
promedio anual de 19,92%, pasando de 1,54% (2006) a 11,30% (2018). Entre las razones
investigadas, que pudieron incidir en el anterior comportamiento comercial se encuentran: desde
antes de la llegada de la V República al poder presidencial venezolano, ya Venezuela había hechos
acercamientos comerciales con algunos de los países sureños, principalmente con Brasil, en donde,
se incitó a mejorar las relaciones comerciales bilaterales (Martínez, 2011 y 2015), lo cual perduró
hasta inicios del siglo XXI. Desde el 2002 al 2003 Venezuela pasa por una serie de crisis
económicas y políticas nacionales que inciden en el normal comportamiento de su comercio
exterior teniendo tendencia a la baja su intercambio de bienes en general (figura N°11).
141
Figura N°11. Comercio exterior venezolano en los tiempos de la V República (Total de bienes transado en millones de dólares)
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en el Banco Central de Venezuela (BCV), recuperado de
http://www.bcv.org.ve/estadisticas/comercio-exterior
A partir del 2006, el escenario para la XNP de Venezuela hacia el MERCOSUR cambia, el país
suscribe su incorporación como miembro pleno al bloque, adicionalmente, en el 2004 se firma un
acuerdo comercial preferencial (ACP) entre la CAN y el MERCOSUR (AAP.CE N° 59,
sice.oas.org, 2021), que otorga un tratamiento más flexible a algunos bienes originarios. Desde ahí
las relaciones comerciales de Venezuela con los países del MERCOSUR se consolidan aún más
dada las afinidades políticas que manejaba con la mayoría de sus líderes. Para el 2012 Venezuela
se consolida finalmente como Estado parte con voz y voto y adhiriendo parte de la normatividad
de liberalización regional.
Ya para los últimos años de estudio, resulta un tanto paradójico que, aunque el país se encuentre
en una crisis económica con una caída acentuada del su PIB, sus XNP no reflejen un decaimiento,
la razón de lo anterior se le acuña al hecho de que a diferencia de Chávez, Maduro tuvo que tomar
medidas que flexibilizaran los controles cambiaros que venía acarreando el país desde el 2003,
según la firma de consultoría económica y financiera venezolana Ecoanalítica (tomado de Paredes,
2019) se comenzó a permitir a las empresas exportadoras que conservaran “la mayor parte de las
divisas que perciben” (s/p) (antes estaban obligada al vender entre el 100% al 60% al BCV) y
además, debido a la depreciación de la moneda local ha provocado que la producción nacional gane
competitividad en costos, por lo que, los exportadores venezolanos obtienen una mayor
rentabilidad y oportunidad de exportar un mayor volumen de bienes. Al hacer la inspección por
país, se encuentra que Brasil, es la nación que más adquiere XNP venezolanas, seguida de
Argentina, Uruguay y Paraguay en el último lugar (figura N°12).
142
Figura N°12. Exportaciones no petroleras de Venezuela hacia países del MERCOSUR (Total de bienes transado en millones de dólares)
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en el Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE). nota: 2018 cifras
provisionales
2.1.4. Índice de Balassa (IB – MERCOSUR)
El petróleo, es considerado el motor de movimiento del mundo y para Venezuela, también es el
motor de su economía. El músculo de captación de divisas del país bolivariana depende
sustancialmente de este hidrocarburo (tabla N°26). En este sentido, se efectuó el cálculo del índice
de Balassa para las transacciones del crudo venezolano con sus países socios al MERCOSUR a fin
de constatar numéricamente la relevancia que han tenido las mimas dentro de este mercado sureño
(tabla N°31). Cabe recordar, los parámetros de análisis: cuando el índice es mayor a 0,33 se da
ventaja para el país y producto estudiado, si por el contrario el resultado es un índice negativo por
debajo de -0,33 se considerará un mercado desventajoso y si el resultado se maneja en una escala
de -0,33 a 0,33 se entiende que existe una tendencia hacia un comercio intraproducto (Durán y
Alvarez, 2008).
Tabla N°31. IB de exportaciones petroleras de Venezuela con el MERCOSUR (en millones de dólares)
AÑOS
X VZLA PETRO
MERCOSUR (X
COMTRADE – X INE)
X VZLA
TOTAL
MERCOSUR
X VZLA
PETRO
MUNDO*
X VZLA
TOTAL
MUNDO*
IB X VZLA
PETRO
MERCOSUR
1999 1,141.08 1,257.09 16,735.00 20,963.00 1.137050
2000 1,330.99 1,509.24 27,874.00 33,529.00 1.060814
2001 721.44 949.74 21,745.00 26,667.00 0.931556
2002 508.35 689.78 21,532.00 26,781.00 0.916622
2003 131.63 288.08 22,029.00 27,230.00 0.564799
2004 20.25 240.38 32,871.00 39,668.00 0.101682
2005 286.80 541.40 48,143.00 55,716.00 0.613071
2006 1,162.31 1,364.11 57,972.00 65,578.00 0.963860
143
2007 910.42 1,159.28 62,947.00 70,197.00 0.875785
2008 1,451.81 1,599.34 89,035.00 96,057.00 0.979353
2009 1,305.21 1,481.82 54,178.00 58,517.67 0.951369
2010 1,561.16 1,740.67 62,317.00 66,887.00 0.962647
2011 1,652.92 2,079.03 88,131.00 93,747.00 0.845705
2012 1,762.08 1,980.63 93,569.00 97,877.00 0.930617
2013 1,498.34 1,724.75 85,603.00 88,753.00 0.900699
2014 1,277.33 1,622.91 71,732.00 74,676.00 0.819366
2015 529.23 815.49 35,136.00 37,236.00 0.687755
2016 301.54 487.93 25,942.00 27,403.00 0.652808
2017 232.46 422.96 31,497.00 34,030.00 0.593789
2018 - 180.00 29,810.00 33,677.00 -
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021); para X petroleras CAN se sustrajo de la X TOTAL
COMTRADE la X no petrolera del Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE). nota: 2018 cifras provisionales y sin
datos del MERCOSUR; *Banco Central de Venezuela (2020), estadísticas del Comercio Exterior.
De tal manera, de los resultados obtenidos se aprecia que para 18 de los 20 años de estudios el
petróleo venezolano logró una ventaja comparativa revelada en el MERCOSUR. Lo anterior,
debido a que el total de exportaciones realizadas por Venezuela hacia este destino en esos años, el
petróleo representó más del 45% de participación en la transacción total, incluso en varios de los
años más del 70% (figura N°9). Para el año restante (2004) el IB es de 0.1016 (tabla N°31),
reflejando una inclinación positiva hacia el comercio del petróleo venezolano dentro de este
mercado sureño (nota: desde el 2017 la empresa petrolera venezolana atraviesa problemas en
producción y distribución afectando el desenvolvimiento de sus exportaciones, Weisbrot y Sachs,
2019). En definitiva, según este indicador para los 20 años de estudios, en promedio, el
MERCOSUR no resultó tener una desventaja comparativa para el petróleo venezolano, lo cual
refleja que existe una potencialidad de venta del petróleo venezolano dentro del bloque, sin
embargo, aún son los países extrazonas los mayores compradores del hidrocarburo venezolano.
2.3. Estudio comparativo de los índices de comercio exterior de Venezuela con la CAN y el
MERCOSUR
A lo largo de esta investigación se manifestó que para la vertiente de estudio: intercambio
comercial, se tiene el objetivo de comparar los índices de comercio exterior recomendados por la
CEPAL (índice de balanza comercial relativa (IBCR); índice de comercio intrarregional (ICI);
indicador de participación en los intercambios mundiales (IPIM); índice de Balassa (IB), Durán y
Alvarez, 2008) entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur
(MERCOSUR), a fin de comprobar si el intercambio comercial intrarregional de Venezuela con
los países de la CAN posee más dinamismo comercial que con el de los países del MERCOSUR
(hipótesis N°2). Entendiendo, como dinamismo comercial: a la evolución del comercio exterior de
Venezuela con los dos bloques (Lazo y Zelaya, 2014, pp.3). En consonancia, en la tabla N°32 se
incorpora el contraste de cada uno de los indicadores estudiados para la CAN y el MERCOSUR,
observándose:
144
Tabla N°32. Comparativo de indicadores del Comercio Exterior de Venezuela con la CAN y el
MERCOSUR (1999 - 2018)
AÑOS IBCR ICI IPIM IP XNP IB
CAN MERCO CAN MERCO CAN MERCO CAN MERCO CAN MERCO
1999 0.0091 0.0122 0.1039 0.1972 0.0695 0.0568 0.2161 0.0276 0.4601 1.1371
2000 0.0054 0.0100 0.1083 0.2127 0.0665 0.0486 0.1974 0.0324 0.4967 1.0608
2001 -0.0142 -0.0087 0.1206 0.1878 0.0768 0.0490 0.1829 0.0396 0.3515 0.9316
2002 -0.0018 -0.0068 0.1166 0.1460 0.0701 0.0404 0.1579 0.0262 0.2739 0.9166
2003 0.0109 -0.0123 0.1124 0.1554 0.0636 0.0273 0.0625 0.0098 0.3703 0.5648
2004 0.0023 -0.0294 0.1214 0.1575 0.0777 0.0377 0.1257 0.0188 0.4413 0.1017
2005 -0.0054 -0.0275 0.1079 0.1622 0.0604 0.0408 0.0974 0.0165 0.3792 0.6131
2006 -0.0109 -0.0308 0.1040 0.1622 0.0608 0.0578 0.0953 0.0128 0.4580 0.9639
2007 -0.0310 -0.0408 0.1195 0.1668 0.0799 0.0600 0.1069 0.0154 0.4624 0.8758
2008 -0.0255 -0.0362 0.1122 0.1624 0.0826 0.0574 0.2243 0.0263 0.7635 0.9794
2009 -0.0354 -0.0337 0.1072 0.1645 0.0716 0.0624 0.1981 0.0611 0.7492 0.9514
2010 -0.0177 -0.0348 0.0907 0.1612 0.0404 0.0659 0.1265 0.0634 0.7715 0.9626
2011 -0.0146 -0.0320 0.0807 0.1558 0.0444 0.0596 0.1638 0.1229 0.7943 0.8457
2012 -0.0218 -0.0342 0.0846 0.1385 0.0386 0.0576 0.1539 0.0724 0.7038 0.9306
2013 -0.0204 -0.0385 0.0820 0.1405 0.0286 0.0614 0.1471 0.0968 0.4596 0.9007
2014 -0.0213 -0.0434 0.0802 0.1337 0.0294 0.0692 0.1360 0.1240 0.2642 0.8194
2015 -0.0174 -0.0516 0.0769 0.1346 0.0268 0.0739 0.0774 0.1024 0.3943 0.6878
2016 -0.0141 -0.0347 0.0785 0.1415 0.0236 0.0563 0.0891 0.1071 0.2893 0.6528
2017 -0.0036 -0.0067 0.0749 0.1479 0.0150 0.0247 0.0966 0.1071 0.3837 0.5938
2018 -0.0056 -0.0168 0.0763 0.1370 0.0122 0.0244 0.0233 0.1130 0.6573 -
Fuente: elaboración propia bajo datos calculados en el desarrollo de la presente investigación.
Primero, para el IBCR entre 1999 – 2001 el comportamiento entre ambos bloques es similar, desde
1999 al 2000, Venezuela maneja un IBCR positivo y por lo tanto, su comercio exterior era
considerado competitivo en ambos bloques, manejando una balanza comercial superavitaria. Sin
embargo, para el 2001 – 2002 el panorama cambia para el país bolivariano dentro de los dos
mecanismos, reflejando un IBCR menor a 0 y por ende, el comercio exterior total de la nación
comienza a manejar una tendencia netamente importadora y carente de competitividad. En el caso
de MERCOSUR, este dinamismo se mantiene para el resto de los años de estudio. Para la CAN, la
dinámica deficitaria y de desventaja comparativa revelada sin retorno a la competitividad se
comienza a dar desde 2005 (figura N°13).
En consecuencia, para este indicador entre los dos bloques es la CAN el que refleja mejor evolución
en el IBCR, dando entender que para el total del comercio exterior venezolano es en el mercado
andino, donde, el país bolivariano maneja un escenario menos desfavorable en términos de ventaja
comparativa revelada, sin embargo, aún la CAN sigue siendo un destino carente de competitividad
para el intercambio total de bienes de Venezuela, en razón a que tanto para la CAN como para el
MERCOSUR Venezuela ha jugado más un papel de comprador que de exportador (figura N°8 y
tabla N°21). De tal forma, para este indicador se comprueba la hipótesis planteada (en términos de
IBCR, la CAN es más dinámica comercialmente que el MERCOSUR).
145
Figura N°13. IBCR del comercio exterior venezolano con la CAN y el MERCOSUR
Fuente: elaboración propia bajo datos calculados en el desarrollo de esta investigación.
Figura N°14. ICI del comercio exterior venezolano con la CAN y el MERCOSUR
Fuente: elaboración propia bajo datos calculados en el desarrollo de esta investigación.
Segundo, para el ICI es el MERCOSUR quién maneja mejores proporciones de intercambio
intrabloque que la CAN (figura N°14). En promedio durante estos 20 años de estudio, los países
socios al MERCOSUR, lograron un ICI de 16%, manteniéndose desde el 2002 generalmente
estable entre el 13% al 16% de comercio intrazona. Por su parte, la CAN para estos 20 años de
estudios en promedio ha manejado un intercambio intrarregional de 10%, el cual entre 1999 al
2009 oscilo desde 10% a 12%, pero desde el 2010 al 2018 su ICI rondó entre el 7% al 9%, lo
anterior posiblemente se deba a que en la última década de estudio los países socios de la CAN han
desviado más su comercio a terceros países con un gran cúmulo de tratados comerciales
extrabloques (tabla N°5). De tal manera, a fines de este indicador es el MERCOSUR el bloque que
maneja estadísticamente un comercio intrarregional más coherente a la intención integradora que
la CAN, por obtener un mayor intercambio intrazona que los países andinos. En consecuencia, para
146
este indicador no se comprueba la hipótesis planteada (en términos de ICI, el MERCOSUR es más
dinámico comercialmente que la CAN).
Tercero, para el IPIM hasta el 2009 la CAN era un mercado de mayor participación en el comercio
exterior venezolano que el MERCOSUR (figura N°15), con una tendencia compradora
principalmente desde Colombia (figura N°16), después de esa fecha Venezuela reduce su
intercambio de bienes de la CAN, principalmente, gracias a una fricción diplomáticas entre
Colombia y Venezuela (tabla N°5) aunado al cese de la total liberalización comercial andina por la
denuncia de Venezuela al mecanismo, provocó que el IPIM de Venezuela con la CAN fuera en
decaimiento hasta el último año de estudio 2018. En cuanto al MERCOSUR, hasta el 2009 su
participación estuvo por debajo de la CAN, después de esa fecha dada la caída del flujo comercial
de Venezuela con los andinos, los países mercosureños comienzan a tener una mayor aportación
dentro del comercio exterior venezolano, el cual desde el 2003 ha venido creciendo casi
constantemente (excepto 2008, 2011, 2012), sin embargo, en el 2015 comienza a decaer de forma
pronunciada.
Figura N°15. IPIM del comercio exterior venezolano con la CAN y el MERCOSUR
Fuente: elaboración propia bajo datos calculados en el desarrollo de esta investigación.
Resulta peculiar que ambos períodos concuerdan con la compatibilidad ideológica de Venezuela
con algunos socios del MERCOSUR (tabla N°11), en donde, en tiempos de coincidencia se da un
crecimiento comercial (2006 - 2015), pero en tiempos de discrepancia ideológica acontece una
caída en el flujo de intercambio de bienes (2016 – 2018), aunado a que Venezuela es suspendida
del bloque mercosureño en el 2017. Por consiguiente, para este indicador se puede establecer que
existió un equilibrio entre ambos bloques, debido a que para el período 1999 – 2009 fue la CAN el
grupo de integración que tuvo mayor dinamismo y evolución comercial con Venezuela, pero desde
2010 – 2018 MERCOSUR desplaza a la CAN en importancia y se vuelve el bloque de integración
con mayor participación, incluso durante los dos últimos años en que Venezuela se encuentra
suspendida como miembro pleno. De tal manera, para este indicador se comprueba la hipótesis
planteada desde 1999 hasta 2009 (en términos de IPIM 1999 - 2009, la CAN es más dinámica
comercialmente que el MERCOSUR), pero para el resto de los años no.
147
Figura N°16. Importaciones y exportaciones de Venezuela con países de la CAN (Total de bienes transado en millones de dólares)
Fuente: elaboración propia bajo datos recogidos en comtrade.un.org/data/ (2021).
Cuarto, referente a la participación de las exportaciones no petroleras de Venezuela hacia la CAN
y el MERCOSUR (figura N°17), el comparativo refleja que de 1999 al 2014 fue el mercado andino
el que mayor cuota de exportación np tuvo, variando en promedio del 10% al 22% (excepto
2003=6%, para ese año Vzla atravesaba una crisis política y económica interna, Aguirre, Peña y
Duarte, 2014). Después del 2014, se da una caída en la participación al punto de llegar al 2% en el
2018. Entre la circunstancia más relevante que pudó incidir en este comportamiento se encuentra
que desde mediados del 2014 Venezuela comienza a tomar medidas de cierre fronterizo con
Colombia, siendo en algunos períodos intermitentes y en otros permanentes (tabla N°3), lo cual
provocó un fuerte descenso en el comercio bilateral que ya había venido deteriorándose años atrás
(figura N°16). A partir del 2015, es el MERCOSUR el bloque de integración que presenta una
mejor evolución manteniendo una participación promedio de 11% (2015 – 2018).
Figura N°17. IP XNP del comercio exterior venezolana con la CAN y el MERCOSUR
Fuente: elaboración propia bajo datos calculados en el desarrollo de esta investigación.
148
En este sentido, para este indicador si bien el mercado andino es el que mejor dinamismo en
promedio ha mostrado en estos 20 años de estudio mientras persistan problemas de índole
diplomáticos que conlleven al poder ejecutivo venezolano a un cierre fronterizo, el flujo comercial
para las exportaciones no petroleras no podrán mejorar y retomar el porcentaje de participación
promedio previo al 2014 (1999 – 2014 =15%), inclusive con el hecho de que los productos
venezolanos hayan ganado competitividad por la depreciación de su monea local, y lo anterior, se
debe a que al haber un cierre fronterizo que dificulte el libre movimiento de carga terrestre
internacional, la segunda opción para los exportadores venezolanos es el transporte marítimo, que
dependiendo de la ubicación de su comprador puede encarecer aún más el costo final del producto.
De tal forma, para este indicador se comprueba la hipótesis planteada desde 1999 hasta el 2014 (en
términos de IP XNP 1999 - 2014, la CAN es más dinámica comercialmente que el MERCOSUR),
sin embargo, en los años restante no se cumple la hipótesis.
Figura N°18. IB del comercio exterior venezolano con la CAN y el MERCOSUR
Fuente: elaboración propia bajo datos calculados en el desarrollo de esta investigación.
Quinto, para el IB en general el MERCOSUR logró mejores cifras que la CAN (figura N°18,
excepto 2004), debido a que a diferencia de la CAN el MERCOSUR es mayor demandante del
petróleo venezolano (figura N° 4 y 9), obteniendo en casi todos los años un IB con una brecha muy
por encima que la CAN para el mismo período (excepto 2013, donde la brecha es más angosta).
De tal manera, entre los dos bloques el MERCOSUR para este indicador tuvo un mayor dinamismo
comercial que la CAN, no pudiéndose comprobar la hipótesis planteada.
Conclusión
Para el primer eje de estudio: ideología política, se concluye: primero, intentar modificar el actual
orden del sistema internacional para un país en desarrollo como Venezuela, es una labor titánica
que le ha traído como consecuencia el aislamiento internacional, tanto por su posición de privilegiar
las alianzas de afinidad ideológica como por las acciones internacionales de carácter económico y
político de las demás naciones del mundo. Segundo, aunque hubo académicos que postulaban que
149
el contenido ideológico en los procesos de integración era perjudicial para el avance del mismo
(Sims, 2019; Urruchurtu, 2014; Contreras, 2009), lo cierto, es que también se comprobó en la
literatura que prescindir totalmente de él tampoco ha ayudado a que los bloques de integración
estudiados progresen. Por ende, se finiquita que la integración regional latinoamericana necesita
un contenido político ideológico en común en lo que se refiere la visión integradora del mecanismo
(tal cual, como lo estipulan Gomes y Granja 2019) y que el mismo, no puede ser utilizado con el
fin de confrontar directamente a terceros países, se debe velar por concretar una política exterior
mancomunada entre todos sus socios que refleje una fuerza y voz común en pro del desarrollo
económico, social, ambiental, etc. sin caer en la intolerancia política ideológica interna que
conlleven a fricciones diplomáticas que puedan poner en riesgo la viabilidad del mecanismo de
integración. Y tercero, han sido los partidarios de la ideología política de corte derechista los que
han dificultado, tanto en el ámbito legislativo como ejecutivo, la política exterior del gobierno de
la V República venezolana aunado a que el cese de la marea rosa en la región, empeoró aún más
las relaciones internacionales del país bolivariano con su entorno.
Para el segundo eje de estudio: intercambio comercial, se concluye que el atractivo comercial que
tienen los países socios al MERCOSUR y a la CAN, es el nicho de exportaciones no tradicionales,
el cual en conjunto (8 países) ha representado en promedio en estos 20 años de estudio un 10% del
total de exportaciones no petroleras hechas por Venezuela a 224 naciones. Entonces, considerando:
primero, la importancia de diversificación productiva que requiere la economía venezolana en
potenciar este tipo de exportaciones; segundo, que con todos los países socios de ambos bloques
de integración maneja acuerdos comerciales en distintos niveles y tercero, el hecho de que sus
principales compradores petroleros no son los países socios al MERCOSUR, ni tampoco los de la
Comunidad Andina, no es menospreciable la relevancia comercial que tienen ambos bloques para
la economía y sistema productivo venezolano. Obviamente, que para incitar este tipo de
exportaciones es estrictamente necesario, solventar los distintos problemas de orden políticos
ideológicos que acarrea el país con algunos de sus socios andinos y mercosureños (al menos detener
la confrontación), especialmente con Colombia (socio natural). Del mismo modo, para esta
vertiente de análisis se apreció que en muchos de los años de estudio las diferencias de corte
ideológico incidieron en el comportamiento del comercio exterior del país con sus socios, siendo
más privilegiados las naciones con afinidad políticas que con las que no y esto, gracias a que
durante el gobierno de la V República (especialmente el de Chávez), el papel del Estado en la
economía era muy preponderante, a tal nivel, que controlaba para los importadores la asignación
de divisas para sus compras y para los exportadores, la retención de las mismas (oscilación de venta
obligatoria al BCV entre el 100% al 20%).
150
Conclusiones
En el contexto social, unir sujetos involucra conciliar voluntades que conlleven a lograr
determinados propósitos. La integración regional latinoamericana a lo largo de los años ha sido
víctima de un cese o estancamiento de disposiciones al avance, lo cual ha descarrilado a que cada
país actúe por sus propios criterios e “intereses”, dejando a un lado la voluntad integradora
heredada de la región. La cual, en un principio estuvo impregnada de temas productivos
(sustitución de importaciones) y comerciales (regionalismo abierto), pero que a principio del siglo
XXI, el gobierno de Venezuela intenta dar un matiz político ideológico (socialismo bolivariano)
promoviendo como enemigo común a los Estados Unidos de Norteamérica e instando a que la
región debe unirse en pro de defender su soberanía ante los intereses de este adversario. Entonces,
al considerar: primero, que la mayoría de los países latinoamericanos se han caracterizado desde
los años 60 como naciones que buscan una integración regional privilegiando una unificación dada
por aspectos de conciliación económica, ya sea a nivel productivo o comercial; y que, aunque
hubieran cambios de gobiernos entre los países de la región, esto necesariamente no se traducía en
una nueva matriz de pensamiento del cómo debía ser la integración regional latinoamericana; y
segundo, que cada país latinoamericano tiene su propia autonomía del como ver y hacer política
exterior con EEUU, surgió la primera duda de esta investigación, que fue si la posición política
ideológica de integración del gobierno de Venezuela, durante 1999 – 2018, promoviendo un mundo
multipolar desprovisto de los intereses de EEUU, incidió en su estatus de permanencia dentro de
los bloques en estudio: CAN y MERCOSUR (hipótesis N°1).
En este sentido, al dar respuesta a tal inquietud mediante el instrumento seleccionado QCA, resultó
que para la Comunidad Andina, si se pudo comprobar de manera cuantitativa que en efecto fue esta
matriz ideológica en contra de las pretensiones estadounidense las que afectaron el papel activo de
Venezuela dentro del bloque, al decidir denunciar de él y con ello, dimitir de todos los tratados
comerciales y avances integracionistas alcanzados por 33 años. La relevancia de este caso, es que
fue la propia Venezuela, la que permitió que su ideología política de visión del mundo multipolar
y en contraposición, con EEUU incidiera en su estatus de integración dentro de la CAN, ya que, a
pesar de que las demás naciones andinas, especialmente Colombia, no concordaban del todo con
la manera en que Venezuela promovía su política exterior con la nación norteamericana, esto a
nivel legal no se tradujo en medidas que en el marco de la CAN provocarán algún tipo de
aislamiento del país bolivariano. Sin embargo, la reciprocidad de la Venezuela de Chávez ante esta
“tolerancia” no fue igual, el gobierno venezolano no fue condescendiente como sus demás socios
andinos (Bolivia y Ecuador) con el hecho de que Colombia y Perú manejarán intereses de libre
comercio con la “nación imperialista”. Por estos motivos, se establece que la hipótesis: La
ideología política del orden social del sistema internacional promulgado por Venezuela en los
tiempos de la V República afectó su adhesión, permanencia o denuncia en la Comunidad Andina
de Naciones (CAN), no puede ser rechazada, al menos según los resultados obtenido bajo el método
QCA, aun cuando el protagonista de su aplicación haya sino el propio gobierno venezolano.
En caso contrario, se encuentra el MERCOSUR, en donde, a diferencia de la CAN, fueron los
demás socios los que tomaron medidas en contra del estatus de participación de Venezuela dentro
del mecanismo, pero con la salvedad de que no se pudo comprobar de forma cuantitativa (mediante
el QCA), que fue la ideología política de visión del mundo multipolar y en contraposición, con
EEUU la causante directa de que Venezuela sufriera de esta variabilidad de estatus de permanencia
dentro del bloque mercosureño, ya que las mismas, aunque fueron de índole de fricciones
151
diplomáticas (variable estudiada), el fondo de la disputa no responde a diferencias ideológicas en
cuanto a la multipolaridad del mundo y a los intereses “imperialistas” de EEUU, sino a condiciones
de estabilidad democrática dentro de la nación bolivariana. De tal modo, la hipótesis: la ideología
política del orden social del sistema internacional promulgado por Venezuela en los tiempos de la
V República afectó su adhesión, permanencia o denuncia en la Mercado Común del Sur
(MERCOSUR), no se considera como aceptada o rechazada, al menos según los resultados obtenido
bajo el método QCA, debido a que la variable ACEU en todos los años de estudios siempre estuvo
ausente.
Atendiendo a los planteamientos anteriores, se llega a las siguientes conclusiones: primero, intentar
modificar el actual orden del sistema internacional para un país en desarrollo como Venezuela, es
una labor desmesurada que le ha traído como consecuencia el aislamiento regional, tanto por sus
decisiones soberanas de ser miembro o no de un bloque dada su posición de privilegiar las alianzas
de afinidad ideológica antes que las económicas como por sus disputas internas entre la legitimidad
democrática de su gobierno e ideología, las cuales al menos en el marco del MERCOSUR son de
vital importancia. Segundo, a través del QCA, se demuestra de forma numérica que la variable
ACEU, es una condición necesaria para que se dé la integración regional de Venezuela en un bloque
de unificación económica bajo el gobierno de la V República, ya que, por un lado, fue lo que motivo
su salida de la CAN y por el otro, dentro del MERCOSUR ninguna de las naciones socias maneja
un TLC con EEUU; y tercero, más allá de la opinión de los académicos sobre las causas de carácter
ideológico que conllevaron a que Venezuela tuviera vaivenes integracionistas con la CAN y el
MERCOSUR, con el QCA se pudo comprobar cuantitativamente que fueron las diferencias
diplomáticas (variable FD) y la posición ideológica del mundo multipolar sin EEUU (variable
ACEU), las causas que incidieron en su estatus de participación dentro de los bloques en estudios.
En este orden de ideas, a fines de la hipótesis, para los dos casos de estudios, se concluye que la
misma se puede considerar aceptada, siempre y cuando, la decisión de formar parte o no de un
mecanismo de integración regional dependa directamente del sujeto que promulga una ideología
política distinta a los demás socios y que al momento, en que esté considere algún incumplimiento
de la misma bajo su propia voluntad escoja dimitir del acuerdo integracionista por tales motivos;
sin embargo, si el cese de la participación dentro del mecanismo depende de los demás socios, la
hipótesis se considera rechazada, debido que dentro del marco legal de los bloques de integración
no suele encontrarse alguna normativa que involucre sanciones de expulsión o suspensión porque
un país promulgue una matriz de pensamientos o una ideología política distinta a la de sus socios.
Ahora bien, al extrapolar la vertiente de análisis ideología política y el papel que juega en la
integración regional, desde una visión fuera del caso de estudio, se concluye lo siguiente: la
ideología política, es un factor que por más que se intenta aislar de los mecanismos de integración
económicos, de una u otra manera está latente, ya sea para unir más a los países de la región y
continuar trabajando en el avance del bloque; o bien sea, para separarlos e incidir en un
estancamiento, o en el peor de los casos, extinción del mecanismo. Y esto, principalmente se debe
a que en América Latina aún el motor de unificación depende proporcionalmente del poder
ejecutivo de las naciones, por lo que, al haber cambios de turnos de gobiernos los planteamientos
sobre la forma de hacer integración regional no siempre son iguales a los del gobierno saliente. Por
consiguiente, esta investigación toma una posición mixta, en cuanto a las postulados de si es
positivo o no la ideología política en la integración regional; debido a que, para las autoras Gomes
y Granja (2019), lograr el avance de la integración regional latinoamericana requiere de una
ideología política común entre las partes, que transcienda la visión del espectro político horizontal
152
de izquierda y derecha, siendo de relevancia que los países miembros a los mecanismos sean
capaces de formar una política exterior mancomunada que permita consolidar una sola voz y sigan
un mismo camino hacia el avance de la integración regional. Sin embargo, para Urruchurtu (2014)
y Contreras (2009), esta ideología política no puede ser utilizada en los mecanismos de integración
regional como un elemento que busque unir a los países teniendo como soporte un enemigo común,
y menos si es otro país, y tampoco, se puede instaurar mediante la crítica o rechazo al modelo
económico más aplicado a nivel mundial (capitalismo), que si bien no ha sido del todo “exitoso” o
“justo” para la totalidad de la población de Latinoamérica su uso posee cierta legitimidad dentro
de los países de la región. En definitiva, la integración latinoamericana es una meta que ha tenido
altos y bajos a lo largo de la historia después de la época colonial, y que, hasta tanto, no se pueda
dejar a un lado los intereses nacionales por los regionales y que la misma, sea vista no como un
obstáculo sino como un medio para lograr el desarrollo, su consolidación es algo en lo que se le
seguirá dando largas en el futuro de la historia latinoamericana.
En relación, al segundo eje de análisis: intercambio comercial, como se mencionó al principio de
este apartado, en general los mecanismos de integración a nivel mundial nacen con el fin de
armonizar aspectos económicos entre dos o más naciones que conlleven a mejorar sus flujos
comerciales, y en América Latina, tal primicia no ha sido distinta. El intercambio comercial
intrarregional ha sido un elemento de interés a lo largo de los años para impulsar el crecimiento
económico de la región, en un principio, mediante el fortalecimiento de los mecanismos de
integración existente y tiempo después, mediante tratados comerciales bilaterales (spaguetti bowl).
Si bien para el lapso de estudio de esta investigación, Venezuela no es precisamente reconocida
por promover una integración regional en que prevalezcan los intereses comerciales, lo cierto, es
que el desenvolvimiento de un país dentro los mecanismos de integración pueden incidir en sus
niveles de comercio con los demás socios. Entonces, al considerar: primero, que tanto la
Comunidad Andina como el Mercado Común del Sur son mecanismos de integración
primordialmente de carácter económico; segundo, que el papel del gobierno de Venezuela dentro
su economía es elevado, al punto de controlar por largos período el 100% del manejo de las divisas;
y tercero, que entre la CAN y el MERCOSUR, son los países andinos lo más complementarios
económicamente con Venezuela para su diversificación productiva, surge la segunda interrogante
de investigación que fue si el intercambio comercial intrarregional de Venezuela con los países de
la CAN posee más dinamismo comercial que con los países del MERCOSUR (hipótesis N°2).
Al responder esta pregunta bajó el análisis de los indicadores de comercio exterior seleccionados,
se encontró que para el IBCR, la CAN reflejó mejor evolución que el MERCOSUR, debido a que
Venezuela manejó un escenario menos desfavorable en su intercambio comercial con los países
andinos; para el ICI, fue el MERCOSUR quién manejó mejores proporciones de intercambio
intrabloque que la CAN; para el IPIM, de 1999 – 2009, la CAN tuvo más participación en el
comercio exterior venezolano, pero del 2010 – 2018, el MERCOSUR logra desplazar a la CAN;
finalmente, para el IB, es el MERCOSUR quién maneja mejores cifras de intercambio petrolero
que la CAN, teniendo una mayor demanda del hidrocarburo venezolano. En resumidas cuentas,
sólo para 2 indicadores (IBCR e IPIM, 1999 – 2009) se pudo comprobar la hipótesis planteada,
pudiendo ser considerada como acertada, sin embargo, para los demás indicadores (ICI, IB, e IPIM
2010 – 2018), la hipótesis queda rechazada, debido a que el comercio exterior venezolano con el
MERCOSUR alcanza una mejor evolución que con la CAN.
153
En este sentido, desde un punto de vista estrictamente comercial, se concluye que para Venezuela
gozar de un tratado económico de integración con el MERCOSUR, le ha permitido mejorar sus
niveles de comercio intrarregional, aun siendo el país bolivariano principalmente importador;
mientras que, con la CAN carecer de este tipo de tratado afectó la evolución que venía manejando
comercialmente con las demás naciones andinas, aun cuando se concibieron acuerdos comerciales
preferenciales con cada una de ellas que recogían parte de la normativa andina. Bajo estos
parámetros, se sostiene parte de los instituido en la teoría más tradicional de la integración de como
un mecanismo de unificación económica si puede coadyuvar a que el comercio intrarregional de
las naciones mejore, y el como carecer de él puede obstaculizar los niveles potenciales del
intercambio intrazona. Asimismo, también se confirma que el postulado que conlleva a la
necesidad de integrarse concebido desde el comercio entre países tanto la teoría clásica como la
teoría estructural maneja tal relevancia en la operatividad de un país que aunque existan diferentes
posiciones políticas ideológicas entre los gobernantes de las naciones, estas pueden ser dejadas a
un lado para poner en la mesa de negociación los intereses propios de cada país y llegar a un
acuerdo ventajoso para las partes, tal como sucedió al momento en que Venezuela decide firmar
nuevos tratados comerciales con sus ex aliados andinos. Por último, se concluye que las fricciones
diplomáticas suscitadas entre Venezuela y los demás países de la región durante el gobierno de la
V República no le han permitido extraer el máximo provecho comercial, especialmente con
Colombia, socio natural, con vecindad geográfica (ventaja a nivel de menores costos comerciales).
En conjunto, se concluye que la relevancia que tuvo la ideología política (1ra vertiente de análisis)
de la República Bolivariana de Venezuela dentro de la Comunidad Andina (CAN) y el Mercado
Común del Sur (MERCOSUR) durante los tiempos de la V República (1999 – 2018) ha sido
transcendental en relación al rol que ha desempeñado el país en ambos mecanismos, por un lado,
decidiendo prescindir directamente de uno y por el otro, siendo suspendido por tener conflictos
nacionales de carácter democrático e institucional que se vinculan a diferencias internas de carácter
ideológicas entre los sujetos político venezolanos. Sin embargo, esta investigación se limitó al
estudio de sólo cuatros frentes ideológicos, siendo posible que en una indagación con mayor detalle,
por ejemplo, en relación a las distintas índoles de fricciones diplomáticas, si se pueda comprobar
de forma cuantitativa que la confrontación de Venezuela con EEUU incidió en su suspensión o
posible estancamiento de otros mecanismos no estudiados (ALBA, UNASUR, CELAC). A su vez,
el instrumento en sí (QCA), presenta la limitación de que los criterios de calibración son
seleccionados por el investigador bajo un marco teórico, pudiendo otros investigadores discernir
con ellos. En cuanto, a la relevancia que tuvo el intercambio comercial (2da vertiente de análisis)
de la República Bolivariana de Venezuela con la Comunidad Andina (CAN) y con el Mercado
Común del Sur (MERCOSUR) durante los tiempos de la V República (1999 – 2018), se establece
que en términos comerciales aún siguen siendo los países extracomunitarios los que mayor
preponderancia de participación tienen dentro del comercio exterior venezolano y que dentro de
los dos mecanismos de integración en estudios, el MERCOSUR es quién a través de los años ha
comenzado a tener mayor relevancia dentro de su intercambio comercial. No obstante, esta
investigación se limita al estudio del comercio general de Venezuela, por lo que, es posible que al
realizar estudios con mayor especificidad, en cuanto a sectores económicos más allá del petrolero,
la CAN si logré desplazar en importancia a los mercosureños.
154
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