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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL FACULTAD PILOTO DE ODONTOLOGIA ESCUELA DE POSTGRADO “Dr. José Apolo Pineda” TÉCNICAS DE MANEJO DE LA CONDUCTA DE LOS NIÑOS DE 2 A 6 AÑOS DE EDAD EN EL CONSULTORIO ODONTOLOGICOOdont. Valeria Montalvo Jaén 2010

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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD PILOTO DE ODONTOLOGIA

ESCUELA DE POSTGRADO

“Dr. José Apolo Pineda”

“TÉCNICAS DE MANEJO DE LA CONDUCTA

DE LOS NIÑOS DE 2 A 6 AÑOS DE EDAD EN EL

CONSULTORIO ODONTOLOGICO”

Odont. Valeria Montalvo Jaén

2010

UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD PILOTO DE ODONTOLOGIA

ESCUELA DE POSTGRADO

“Dr. José Apolo Pineda”

Trabajo de Investigación como requisito para optar por

el Titulo de: Diploma Superior en Odontología Integral

“TÉCNICAS DE MANEJO DE LA CONDUCTA

DE LOS NIÑOS DE 2 A 6 AÑOS DE EDAD EN EL

CONSULTORIO ODONTOLOGICO”

Odont. Valeria Montalvo Jaén

2010

Editorial de Ciencias Odontológicas U.G.

CERTIFICACION DE TUTORES

En calidad de Tutores del trabajo de Investigación

nombrados por el Consejo de Escuela de Post-grado de

la Facultad Piloto de Odontología de la Universidad de

Guayaquil.

CERTIFICAMOS

Que hemos analizado el Anteproyecto de trabajo de

investigación como requisito previo para optar por el

Titulo de: Diploma Superior en: Odontología Integral.

El trabajo de investigación se refiere a: “TÉCNICAS DE

MANEJO DE LA CONDUCTA DE LOS NIÑOS DE 2 A 6

AÑOS DE EDAD EN EL CONSULTORIO

ODONTOLOGICO”

Presentado por: Odont. Valeria Montalvo Jaén

Cedula:0704274200

Tutores

Dra. Adriana Amado PSIC. José Apolo Moran

Tutora Científica Tutor Metodológico

Guayaquil, Noviembre del 2010

AUTORIA

Las opiniones, criterios conceptos y análisis vertidos en la

presente investigación son de exclusiva responsabilidad de la

Autora.

Odont. Valeria Montalvo Jaén

AGRADECIMIENTO

En primer lugar quiero agradecer a Dios por darme la

oportunidad de hacer posible el presente trabajo, a las

personas que lo pudieron hacer realidad como fueron

mis tutores y al apoyo incondicional que he recibido día

a día por parte de mi querido esposo Patricio.

Odont. Valeria Montalvo Jaén

RESUMEN

Es importante dentro de la atención al paciente pediátrico que los

profesionales de la odontología conozcan a fondo las diversas técnicas

para el abordaje del comportamiento del paciente pediátrico. Las

edades entre 2 a 6 años son las más difíciles de tratar ya que podrán

marcar el comportamiento del niño a futuro. Por lo que muchas de las

veces algunos odontólogos prefieren no atender a estos pacientes. Pero

lo que se debe entender es que las diversas respuestas que el niño

presenta ante una situación extraña, como lo es el ambiente del

consultorio odontológico son más bien normales. Entonces se debe

tener claro los factores que determinan la conducta del paciente

pediátrico que van desde el miedo, la ansiedad, la rabia o la ira, el

cariño, hiperemotividad y ya dentro de la consulta odontológica

aparecen otros factores que son muy importantes y que colaboran para

determinar el comportamiento del niño, estos son: la actitud de los

padres, los diferentes tipos de padres, las experiencias negativas

previas, la duración de la visita, el miedo a lo desconocido, el ambiente

del consultorio. Por lo que para que el tratamiento logre concluir es

fundamental que el odontólogo determine las características

psicológicas de su paciente y sus necesidades particulares, mientras

mayor sea el conocimiento del odontólogo mayor serán las

probabilidades de éxito del tratamiento odontológico. La recopilación y

evaluación de la información a través de la anamnesis nos proveerá de

una guía para analizar y seleccionar la técnica más adecuada que se

empleara con cada paciente. Con toda la información presente el

conocimiento de las diversas técnicas de manejo de la conducta y el

saber seleccionarla es el paso fundamental y esencial en el tratamiento

odontológico. El criterio del odontólogo basado en su experiencia,

conocimiento y sensibilidad no estará exento de errores por lo que la

flexibilidad para rectificar demostrara la real capacidad del

profesional.

SUMMARY

It is important within the attention to the pediátrico patient who the

professionals of the odontolgy know the diverse techniques for the

boarding thorough the behavior of the pediátrico patient. The ages

between 2 to 6 years are most difficult to treat since they will be

able to mark the behavior of the boy future. Reason why many of

the times some odontólogos prefer not to take care of these patients.

But what one is due to understand it is that the diverse answers that

the boy presents/displays before a strange situation, as it is it the

atmosphere of the odontológico doctor's office are rather normal.

Then one is due to know clearly the factors that determine the

conduct of the pediátrico patient which they go from the fear, the

anxiety, the rage or the wrath, the affection, hiperemotividad. And

within the odontológica consultation they already appear other

factors that are very important and that they collaborate to

determine the behavior of the boy, these are: the attitude of the

parents, the different types from parents, previous the negative

experiences, the duration of the visit, the fear to the stranger, the

atmosphere of the doctor's office. By which so that the treatment

manages to conclude it is fundamental that the odontólogo

determines the psychological characteristics of its patient and his

particular necessities, while greater is the knowledge of the greater

odontólogo will be the probabilities of success of the odontológico

treatment. The compilation and evaluation of the information

through the anamnesis will provide to us with a guide to analyze

and to select the technique more suitable than was used with each

patient. With all the information it presents/displays the knowledge

of the diverse techniques of handling of the conduct and the

knowledge to select it is the fundamental and essential step in the

odontológico treatment. The criterion of the odontólogo based on its

experience, knowledge and sensitivity will not be free of errors

reason why the flexibility to rectify demonstrated the real capacity

of the professional.

INDICE GENERAL

Contenidos Pág.

Caratula

Carta de aceptación de los tutores

Autoría

Resumen

Sumary

Índice general

Índice de fotos

Índice de gráficos

Introducción 1

1. Planteamiento del problema 2

1.1 Identificación del problema 2

1.2 Descripción del problema 2

1.3 Delimitación del problema 3

1.4 Formulación del problema 4

1.5 Objetivos de investigación 4

1.5.1Objetivo general 4

1.5.2 Objetivos específicos 4

1.6 Justificación de la investigación 4

1.7 Preguntas de investigación 6

1.8 Criterios para evaluar la investigación 7

2. Marco Teórico 8

2.1 Antecedentes del estudio 8

2.2 Fundamentos teóricos 12

2.2.1 Características generales del desarrollo del niño 12

2.2.1.1 Teoría Psicodinamica (Freud y Erikson) 16

2.2.1.2 Etapas del desarrollo cognoscitivo 18

2.2.1.3 Desarrollo emocional del niño. 19

2.2.1.4 Características de las emociones de los niños 20

2.2.2 Factores que determinan la conducta del paciente 22

2.2.2.1 Tipos de miedo. 23

2.2.2.2 Evolución de los temores según la edad 23

INDICE GENERAL

Contenidos Pág.

2.2.2.3 Ansiedad 26

2.2.3 Factores determinantes en la consulta odontopediat. 29

2.2.3.1 Actitud de los padres 29

2.2.3.2 Tipos de padres 30

2.2.3.3 Coeficiente intelectual, edad, sexo y cultura 32

2.2.3.4 Duraciones de la visita 33

2.2.3.5 Ambiente del consultorio 34

2.2.4 Manejo del paciente odontopediatrico 34

2.2.4.1 Comportamientos del paciente niño en la consulta 36

2.2.5 Técnicas para el manejo de la conducta del niño 38

2.2.5.1Técnicas de comunicación verbales 38

2.2.5.2 Técnicas de comunicación no verbales 43

2.2.5.3 Técnicas de enfoque físico 46

2.2.5.4 Otras técnicas. 51

2.2.6 Hipótesis del estudio 52

2.2.7 Variables de investigación 52

3. Diseño de la investigación 53

3.1 Tipo de investigación 53

3.2 Lugar de la investigación 53

3.3 Periodo de investigación 53

3.4 Recursos materiales 53

3.5 Universo y muestra 54

3.6 Métodos y tipos de investigación 54

3.7 Instrumentos de medición 55

4. Análisis de resultados 58

5. Conclusiones 61

6. Recomendaciones 62

7. Anexos 63

8. Bibliografía 76

INDICE DE GRAFICOS

Contenidos Pág

Graf. 1 Edades de los pacientes 58

Graf. 2 Estimuladores de conducta en niños de 2/33 años 59

Graf. 3 Indicadores conductuales 60

INDICE DE FOTOGRAFIAS

Contenidos Pág.

Foto 1 Etapas del Desarrollo. 63

Foto 2 Desarrollo intelectual y psicológico 63

Foto 3 Niña llorando 64

Foto 4 Paciente expresando temor 64

Foto 5 Niño con ataque de ira 65

Foto 6 Demostración de cariño 65

Foto 7 Empatía del profesional con el paciente 66

Foto 8 Ambiente adecuado del consultorio 66

Foto 9 Paciente relajado y colaborador 67

Foto 10 Niño con conducta incontrolada 67

Foto 11 Mediante el juego se logra el aprendizaje 68

Foto 12 Profesional realizando la técnica de la triple 68

Foto 13 Premiación 69

Foto 14 Ejemplo de la Técnica de Escape Contingente 69

Foto 15 Prof. utilizando lenguaje disfrazado / paciente 70

Foto 16 Tipos de Abrebocas 70

Foto 17 Tipos de abrebocas 70

Foto 18 Demostración de la Técnica 71

Foto 19 Utilización de la Técnica Mano sobre 71

Foto 20 Madre sujetando al niño 72

Foto 21 Madre apoyada sobre los codos 72

Foto 22 Madre en posición de montar 73

Foto 23 Niño echado sobre su madre 73

Foto 24 Demostración de la Técnica knee to knee 74

Foto 25 Demostración de la Técnica knee to knee 74

Foto 26 Niños usando Pedi-wrap 75

Foto 27 Niños usando Pedi-wrap 75

Foto 28 Papoose-board 75

INTRODUCCIÓN

El conocimiento del desarrollo psicológico constituye la base

para las relaciones entre el profesional y el niño; la

comunicación con los padres y las técnicas para la conducción

del niño dentro de la consulta odontológica. A pesar que la

mayoría de los niños son excelentes pacientes odontológicos, su

comportamiento es muy variable en el consultorio, pudiendo

observarse manifestaciones diferentes, tales como:

comportamientos agresivos, histéricos e incluso, temerosos y

aprensivos.

Por esta razón, en la atención del niño no existen dos casos

similares, cada paciente constituye una peculiaridad, puesto que

sus reacciones tienen que ver con las etapas de crecimiento y

desarrollo, las características de la salud del paciente, las

condiciones socio culturales de los padres y otros elementos que

hacen distintas las respuestas de cada niño en particular.

Existen modelos conceptuales y operativos que orientan el estilo

personal del profesional de la Odontología en el manejo del niño.

Cada profesional adoptará y desarrollará la técnica más adecuada

en función de las características del medio ambiente que lo

rodea. El propósito de este trabajo es el dar a conocer algunas

técnicas que debe poner en práctica el odontólogo para la

compresión y manejo de la conducta del niño, con el fin de

facilitar el tratamiento del paciente a la consulta odontológica.

Entre esas técnicas se mencionan: métodos afectivos en el

manejo de la comunicación, el cual aparece en la guía de la

Academia Americana de Odontopediatría, también se reseñan

otros métodos, como el manejo de la conducta con imágenes

visuales, moldeamientos, entre otras.

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

Falta de técnicas comunicativas y no comunicativas en el manejo

y la conducta de pacientes en el consultorio odontopediátrico.

Causa: Ambiente odontológico del consultorio, la vestimenta del

profesional y del personal auxiliar, Padres que amenazan a los

niños, Primera visita odontológica y en muchos de los casos la

atención a la fuerza.

Efecto: conducta de pacientes odontopediátricos.

1.2 DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

La falta de colaboración por parte de los pacientes pediátricos

ante cualquier tratamiento odontológico y el temor en los padres

lo que retrasa el tratamiento y produce más consecuencias

negativas. Haciendo énfasis en la labor diaria del profesional

odontólogo es muy común encontrar niños que presentan miedo

o temor a la consulta, estos se pueden interpretar como un

mecanismo de defensa del niño ante lo desconocido o ante una

experiencia previa que le recuerda dolor.

Por ser estos pacientes menores de edad dependen de otras

personas para acudir al tratamiento por lo que sienten que su

integridad ha sido perturbada, en algunos casos debido al

carácter del niño y del entorno social y familiar en el que vive es

mucho más sencillo que accedan al tratamiento y cooperen.

Pero hay otros casos en los que se tiene que lidiar con niños

sobreprotegidos de los padres por diversas causas, maltratados

con un grado de abandono, lo que dificulta la labor del

odontólogo, es por eso que el profesional en su contacto diario

con los niños tiene que conocer el desarrollo físico, psicológico y

emocional de su paciente y el tipo de padres

En esta investigación abordare las principales técnicas de manejo

de conducta utilizadas en odontología tanto comunicativas como

no comunicativas , y también las consideraciones éticas que se

deben tener para atender a los niños, para que estos no se sientan

agredidos y en el futuro no causar secuelas que impidan la

culminación exitosa del tratamiento.

Los niños son seres humanos en formación, es por eso que el

ambiente que les rodea será el responsable de las actitudes que

vayan adoptando. Por eso el dentista desempeña un papel

importante, no se trata solo de conseguir comunicación y lograr

cambios de conducta, sino de comprender que el odontólogo

puede transformarse en una figura representativa en el entorno

del niño ya que lo ayudara a pasar, con éxito barreras de carácter

interpersonal, adaptación social, emocional y las relacionadas

con el instinto de preservación.

1.3 DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA

- Tema: “Técnicas de manejo de la conducta de los niños

de 2 a 6 años de edad en el consultorio odontológico”.

-

- Objeto de Estudio: conducta de los pacientes

odontopediátricos

- Campo de acción: Técnicas de manejo comunicativas y

no comunicativas en el consultorio odontopediátrico.

- Área: Postgrado

- Lugar: Facultad Piloto de Odontología.

- Tiempo: Periodo 2009-2010

- Espacio: Diplomado Superior en Odontología Integral

1.4 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

¿Cómo identificar las diferentes técnicas comunicativas y no

comunicativas para lograr una colaboración exitosa por parte del

niño en el consultorio odontopediatrico?

1.5 OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN

1.5.1OBJETIVO GENERAL

Realizar la revisión bibliográfica en relación a técnicas de

control de conducta comunicativas y no comunicativas en el

consultorio odontológico, específicamente en niños cuyas edades

oscilan entre los 2 y 6 años.

1.5.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

- Definir, las variables que influyen en la conducta del niño

durante la atención odontológica.

- Identificar, diferentes tipos de comportamientos del niño

y técnica básicas para su manejo en el consultorio

odontopediátrico.

- Elaborar, un instrumento de medición a partir de los

indicadores presenten en la conducta de niños de 2 a 6

años frente a la consulta odontológica.

1.6 JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

La presente investigación justifica su desarrollo porque esisten

modelos conceptuales y operativos que orientan el estilo personal

del profesional de la Odontología en el manejo del niño. El

propósito de este trabajo es el dar a conocer algunas técnicas que

debe poner en práctica el odontólogo para la compresión y

manejo de la conducta del niño, con el fin de facilitar el

tratamiento del paciente a la consulta odontológica.

Entre esas técnicas se mencionan: métodos afectivos en el

manejo de la comunicación, el cual aparece en la guía de la

Academia Americana de Odontopediatría, también se reseñan

otros métodos, como el manejo de la conducta con imágenes

visuales, modelamientos, entre otras. No obstante, cabe señalar,

que no existen fórmulas mágicas, ni recetas prefabricadas en el

manejo de la conducta del niño en la relación triangular

odontólogo-niño-padre. Sin embargo, tiene especial influencia en

esta relación: la experiencia, el conocimiento bio-sicosocial del

paciente, así como también, el grado de sensibilización y

humanización del profesional de la Odontología.

Lo antes expresado resalta la importancia de aplicar las técnicas

de manejo de la conducta de los pacientes pediátricos y al saber

emplearlas adecuadamente provocara en el niño cambios de

conducta en el niño generando confianza y colaboración lo que

permitirá realizar con éxito un adecuado, tratamiento

odontológico y de esta manera prevenir y curar enfermedades

Su fin es lograr niños emocionalmente sanos y con un buen

comportamiento dentro de la consulta odontológica, con lo cual

conseguiremos eliminar los miedos y ansiedades, para crear en

ellos buenos hábitos de higiene y por ende lograr una baja en el

índice de las caries, aportando de esta manera al crecimiento y al

desarrollo en general y de sus piezas dentarias en particular

motivándolos a la participación activa de su salud bucal.

Además es imprescindible crear en los padres una cultura

adecuada desde los hogares y de comportamiento dentro del

consultorio odontológico que ayude a sus hijos a superar el temor

a ambientes nuevos, desconocidos, amenazadores y a entender la

función e importancia del odontólogo en el crecimiento del niño.

Al cumplir con estos aspectos lograremos un individuo adaptado

exitosamente dentro de la sociedad y capaz de apreciar el alto

valor tanto económico como la importancia de tener una cavidad

bucal sana lo que se reflejara en una buena salud en general.

Viabilidad.- Este trabajo es viable ya que contamos con amplia

literatura relacionada a las técnicas de manejo de la conducta del

niño dentro de la consulta odontológica y de las diferentes

técnicas de comportamiento que presentan los niños según la

edad en que se encuentren.

Con estos conocimientos lograremos elaborar un manual o guía a

seguir que pueda ser utilizado tanto por el profesional como por

el padre de familia.

1.7 PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN

- ¿Qué factores determinan la conducta del paciente

pediátrico?

- ¿Cuáles son las recomendaciones que deberían seguir los

padres durante la consulta odontológica?

- ¿Cuál debería ser el trato del profesional hacia el niño en

la consulta odontológica?

- ¿Cuáles son las características del comportamiento del

niño en sus distintas edades?

- ¿Cómo debería ser el ambiente odontológico adecuado?

- ¿Es adecuado ofrecer recompensas a los niños por su

buen comportamiento?

1.8 CRITERIOS PARA EVALUAR LA

INVESTIGACIÓN

La presente investigación se la evalúa a partir de los siguientes

parámetros:

Claro: el tema es redactado en forma precisa, fácil de

comprender e identificar sus variables.

Evidente: Tiene manifestaciones claras y observables sobre la

necesidad de identificar las diferentes técnicas comunicativas y

no comunicativas para lograr una colaboración exitosa por parte

del niño en el consultorio odontopediátrico.

Relevante: Importante para la comunidad odontológica

específicamente en Odontopediatría.

Factible: En relación a la factibilidad se dispone de Recursos

Humanos, económicos y materiales suficientes para realizar la

investigación, asimismo el tema aún no ha sido investigado.

Conveniente, en cuanto al propósito académico y la utilidad en

el contexto de la odontopediatría.

También tiene Implicaciones prácticas en el proceso de las

condiciones que debe cumplir un tratamiento odontológico en

especial en niños de 2 A 6 años de edad

La información expuesta tiene bibliografía actualizada y

opiniones de expertos, las mismas que se expresan en los antecedentes

del estudio. (Marco Teórico)

2. MARCO TEÓRICO

2.1 ANTECEDENTES DEL ESTUDIO

En el presente trabajo se realizan consultas bibliográficas de

autores como: Seger, Tollenda, Correa, Klatchoian, Mc-Donald

y Pinkhan; especialistas en materia odontopediatría, a través de

las cuales se pudieron deducir las diferencias significativas entre

las distintas causas del comportamiento del niño en la consulta

odontológica. Asimismo, Se detallan las variables que influyen

en la conducta del niño al inicio de su tratamiento odontológico

como son: el ambiente físico del consultorio, el odontólogo y su

personal asistente, los padres, el niño y la primera visita al

odontólogo.

También se mencionan las técnicas básicas que facilitan al

odontólogo el tratamiento clínico del paciente infantil, que

permiten proporcionarle un ambiente acogedor y una relación

afectiva y cariñosa, sobre la base de un abordaje psicológico

realizado con conciencia, honestidad y criterio objetivo, además

de tratar de lograr una adecuada comunicación entre el niño y el

odontólogo. Cabe resaltar que el ejercicio de la Odontopediatría

o Estomatología Infantil es una tarea difícil para un estomatólogo

general u odontopediatra, porque no puede, ni debe limitarse solo

a la prevención y solución de los problemas buco-dentarios.

El estudio lleva implícito también el desempeño de un papel

importante en los sectores psicológico y educacional, donde la

relación humana estomatólogo-niño-padres es fundamental para

el éxito del tratamiento estomatológico frente a las diversas

situaciones.

Para Seger,1 la aplicación de los conocimientos de psicología

favorece a una mejor integración de esta relación, pues permite

un diagnóstico global que envuelve síntomas somáticos y

psicológicos que necesitan estar correlacionados.

1 Seger L. Psicología e Odontología, uma abordagem integradora. 2. Ed. São

Paulo: Santos; 1988.p.165.

La relación entre el profesional y el niño puede considerarse

como base fundamental para la prevención del miedo durante el

tratamiento. En los niños hasta 6 años de edad, esta relación es

mediada por los padres, haciendo que la misma asuma un

formato triangular, principalmente cuando el paciente es incapaz

de la verbalización y mantiene dependencia estrecha de la madre.

Para Tollendal, 2 la infancia es la edad que más requiere

preparación psicológica por parte del profesional, y todo el

desarrollo posterior del tratamiento dependerá de cómo fue la

preparación inicial.

Según Correa, 3 los niños hasta los 3 ó 4 años experimentan más

miedo debido a factores tales como inmadurez en función del

estado de desarrollo cognoscitivo, ansiedad de separación de la

madre, ansiedad delante de extraños, etc., que hacen parte del

repertorio de miedos específicos o peculiares de los primeros

años del niño.

Klatchoian,4 por su parte, plantea que el miedo odontológico

como cualquier otro miedo infantil es probablemente

determinado por factores situacionales inespecíficos que tienden

a disminuir con el aumento de la edad y de la madurez. Así, tanto

el grado de madurez del niño como los trazos básicos de su

personalidad y el estado de ansiedad dependiente de esas

características, contribuyen a determinar el tipo de

comportamiento (cooperativo o no) en el consultorio. Este

mismo autor en el año 1998, planteó que el niño al expresar sus

miedos puede concretizar una manera de pedir ayuda. Sentir

2 Tollendal ME. Reflexões psicobiológicas em odontopediatria. São Paulo:

Artes Médicas; 1985.p.164. 3 Correa MSMP. Odontopediatria na primeira infancia. São Paulo: Santos;

1998.pp.1-22. 4 Klatchoian DA. Psicología odonpediátrica. San Pablo: Sarvier;1993.p.89.

miedo es parte de una infancia normal. Es la expresión de la

necesidad de dependencia del niño, y que este ocurre en

determinadas épocas de su vida y está ligado a las 4 dimensiones

de desarrollo del niño: la físico-motora, la cognoscitiva, la

emocional y la social.

Incluso también Existen factores que pueden agravar las causas

del miedo en el niño, entre los cuales tenemos: Estados de salud

del niño: los niños con una experiencia médica anterior positiva

tienden a colaborar más con el estomatólogo. En este sentido, lo

importante no es el número, sino la calidad emocional de las

anteriores consultas médicas.

Situaciones emocionales especiales: los desajustes familiares son

aspectos importantes que debemos tener en cuenta a la hora de

recoger datos del niño. Las familias que presentan desajustes

crónicos continuos determinan problemas mayores o menores en

ellos, que dependen de una serie de factores, e intervienen en el

comportamiento del niño en el consultorio.

Incluso los hogares destruidos pueden influir negativamente en el

desarrollo de la personalidad. Pueden llevar a sentimientos de

inferioridad, apatía y depresión. Sin embargo, los hogares

destruidos a veces son menos perniciosos para la formación del

carácter que los hogares con conflictos crónicos y completo

desajuste. Un hogar de elevado valor para la construcción del

carácter y de la personalidad, es un lugar cálido y amistoso,

donde siempre se busca la felicidad y donde la sociabilidad tiene

su importancia. Así, niños que provienen de familias en que

ocurren constantes discusiones entre los padres, hijos de padres

separados o de padres muy ocupados por problemas de trabajo o

de vanidad personal, normalmente demuestran inseguridad, una

cierta ansiedad en dependencia de la falta de estructuración

familiar.

También la forma en que el niño es tratado en casa y forma de

comportamiento familiar: el niño que vive en el seno de una

familia miedosa, también tenderá a exagerar esta característica.

Así, en familias en que se valoriza en exceso el miedo a

accidentes, a ladrones, al mar, a juegos propios de niños, los más

pequeños son más generalmente asustadizos y miedosos que

otros niños en iguales condiciones.

Forma en que el niño es tratado por el estomatólogo general u

odontopediatra: la mayoría de los niños muestran un cierto grado

de ansiedad y tensión al inicio del tratamiento.

Este grado es mayor cuanto peores hayan sido las condiciones

pretratamiento, es decir, para aquellos niños que ya pasaron por

experiencias desagradables, los que recibieron informaciones

distorsionadas con respecto al tratamiento, los de menos edad,

aquellos que pasaron por tratamientos médicos prolongados o

sufridos.

A estos niños debemos proporcionarles las condiciones más

favorables para que ocurra la disminución de la ansiedad y la

tensión, aunque para esto tengamos que provocar cierto retraso o

disminución en el ritmo de trabajo clínico. Generalmente esta

ansiedad y tensión disminuyen sensiblemente con palabras

tranquilizadoras de cariño, un toque físico, gestos delicados

durante el tratamiento odontológico.

2.2 FUNDAMENTOS TEORICOS

2.2.1 CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL

DESARROLLO DEL NIÑO

Luego del proceso de concepción y nacimiento los que

representan un cambio de ambiente de uno hiperprotegido, donde

sus órganos y sistemas se forman, pasamos a otro no tan seguro,

pero a su vez muy rico en estímulos para el desarrollo y

cumplimiento de su destino, en el cual el niño se arrastrará,

caminará y explorará con todos sus sentidos lo desconocido de su

mundo interior y exterior. (Foto 1)

A esta altura, el odontólogo puede hacerse la pregunta de cuál es

la significación de estos antecedentes para sus acciones

rutinarias. El propósito de esta revisión es observar cómo se

producen los cambios, la velocidad con que adquiere rasgos y

conductas, ya que las secuencias del desarrollo continuaran

durante gran parte de la infancia y adolescencia y aun después de

una cierta estabilización del crecimiento.

El proceso de crecimiento no es solo un avance continuamente

agradable; existe un precio por cada paso que dé en su vida. El

desarrollo motor, enriquece las posibilidades de exploración y

contacto, pero al mismo tiempo posibilita traumas y accidentes.

El desarrollo intelectual permite anticipar con agrado situaciones

positivas futuras y también preocuparse por este futuro no

siempre claro.

Los nuevos progresos del niño atraen y amenazan, se le vera

balancearse entre progreso y retroceso, sentimientos mezclados

de querer cambiar y temor a los cambios, una situación que

acompañara al hombre durante toda su vida.

Durante todo este proceso están ocurriendo acontecimientos

mezclados de crecimiento y desarrollo, de madurez y

aprendizaje. Para que el aprendizaje ocurra, el niño debe poseer

la madurez suficiente obtenida a través del crecimiento y

desarrollo.

Así, por ejemplo, es imposible enseñar a caminar a un niño hasta

que este no haya madurado los sistemas necesarios para dicha

práctica. Para el odontólogo es importante recordar que el niño

no está a veces preparado, no tiene madurez suficiente para

determinados aprendizajes, por ejemplo introducirlo

gradualmente en las experiencias odontológicas, enseñar

cepillado, o controlar un habito.

Determinar el nivel de maduración que es una realidad presente y

no una meta distante, será el propósito de la descripción de las

áreas del desarrollo, sin cuyo conocimiento resulta difícil

modular las acciones y conductas requeridas de profesional

cuando este debe interactuar con un paciente infantil. (Foto 2)

En todos los niveles de madurez los niños muestran formas de

comportamiento que, con el tiempo, serán modificadas o

abandonadas, que incluye aquellos como horas de sueño, aseo,

cuidado personal, etc. Son normales, durante un periodo, las

actividades de succión nonutricional; el profesional deberá saber

cuando esta conducta deja de ser típica, para aconsejar o

intervenir en su interrupción.

Esta sobreentendido en el proceso de desarrollo la persistencia de

conductas arcaicas, en que el niño, en vez de cambiar, mantiene

un patrón de conducta anterior. Esta persistencia puede abarcar

desde los hábitos moderadamente malos, hasta formas complejas

de conducta que perturben la personalidad del niño. Estas pueden

estar presentes aun en el adulto; por ejemplo, a causa de

sobreprotección se puede mantener una condición de

dependencia y de evitar esfuerzos que, racionalizada, puede

llegar a enmascararse hasta ser inaparente, pero que explica

algunas reacciones atípicas. Este principio contribuye a explicar

también que el desarrollo no ocurre homogéneamente en todas

las áreas; así, una persona o un niño, muy maduro en algunos

aspectos, puede presentar pautas de conductas propias de etapas

anteriores.

Finalmente, en esta breve revisión de principios generales es

oportuno recordar que muchas conductas de los niños pueden no

ser explicables o útiles en un momento dado, si no que

constituyen una preparación de futuro desarrollo.

El reconocer esta característica ayuda a comprender algunas

manifestaciones de la infancia. La resistencia de un niño de dos

años a ser ayudado en una actividad que claramente sobrepasa su

capacidad, se explica al representar un ensayo de independencia

que será requerida en el futuro próximo.

En conclusión, a pesar de todas las variaciones, avances y

regresiones temporarias, el desarrollo continúa. Cada área del

desarrollo representa un avance, de menor a mayor complejidad,

de una manera deseablemente armónica para el desarrollo

integral de la persona.

La naturaleza del crecimiento mental.- El crecimiento mental es

un proceso de formación de modalidades o patrones de conducta

que determina la organización del individuo, llevándolo al estado

de madurez psicológico utilizando tres redes neurales, estas son:

Neuronas autónomas, que organizan las funciones vegetativas y

viscerales.

Neuronas sensomotrices, que proporcionan innumerables

regiones sensibles en la piel y mucosas, en articulaciones y

músculos, en una serie de órganos de los sentidos, y nervios que

se distribuyen en la musculatura corporal gruesa y fina,

controlando desde las actividades posturales hasta el movimiento

más delicado.

La tercera red está relacionada con la memoria, el lenguaje, la

ideación, que intervienen en las formas voluntarias, simbólicas e

imaginativas de la conducta.

Estas tres redes constituyen un solo sistema que preserva la

unidad del organismo y sostiene la individualidad del feto,

infante y niño.

Las areas del desarrollo.- Los desarrollos se describirán en

cuatro áreas, que aíslan artificialmente diversos tipos de

actividades que están en realidad íntimamente ligadas. Es

necesario comprender cuanto se deben las unas a las otras:

Área de conductas motrices.- Se entiende a estas como las

reacciones posturales: manipulación, locomoción, coordinación

general del cuerpo, y ciertas actitudes motrices específicas.

Área de conducta adaptativa.- Es una categoría que incluye

todas aquellas adaptaciones de carácter perceptual, manual,

verbal y de orientación, que reflejan la capacidad del niño para

acomodarse a las constructividad y utilización.

Lenguaje.- Abarca toda las formas de interacción con otros,

incluyendo la expresión dramática, la comunicación y la

comprensión.

Conducta personal social.- Incluye las reacciones personales

del niño frente a otras personas y frente a estímulos culturales,

entre los cuales están aquellos propios del desarrollo emocional:

su adaptación a la vida domestica, a la propiedad, a los grupos

sociales y a las convenciones de la comunidad.

Desarrollo Psicológico del niño.- El desarrollo psicológico debe

considerarse como una serie de procesos por medio de los cuales

las tendencias individuales heredadas genéticamente interactúan

con los factores ambientales particulares para modelar el curso

de una trayectoria en el comportamiento del niño.

Los factores que influyen en el desarrollo psicológico del niño,

como el temperamento, personalidad y las aptitudes

cognoscitivas, son producto de esta interacción. Las metas de la

psicología del desarrollo son describir y explicar este proceso

según principios generales que puedan emplearse en educación,

medicina, como ayuda a los padres, o en otros ámbitos como la

odontología.

El comportamiento humano se estudia desde el ámbito de la

psicología desde varias perspectivas para explicar los aspectos

del desarrollo psicológico (emocional, cognoscitivo y social).

Las principales teorías o modelos son:

2.2.1.1 Teoría Psicodinamica (Freud y Erikson)

De acuerdo con esta perspectiva, las acciones de una persona las

causan los impulsos biológicos y sociales. La conducta externa,

es decir, la conducta observable, debe explicarse en función de

fuerzas internas. Los conflictos, las tenciones, la angustia y la

frustración alimentan las motivaciones del funcionamiento

humano. El psicoanálisis ha intentado valorar la importancia del

inconsciente y, especialmente, la de los impulsos, elaborando

una nueva teoría del inconsciente desde un punto de vista

dinámico, en términos de conflicto, de interacciones y

oposiciones de las fuerzas existentes: impulsos sexuales e

instintos, contra impulsos de origen social, principio de placer y

principio de la realidad, energía de los impulsos y energía de la

carga afectiva.

Teoría del aprendizaje (Skinner y Sears).- De acuerdo a esta

teoría el comportamiento humano es producida por eventos

ambientales y controlados por las consecuencias de estos. Es lo

que se conoce como el enfoque estimulo-respuesta; y significa

que una persona continuara realizando las acciones que en el

pasado estuvieron seguidas de consecuencias favorables, pero

que no emprenderá conductas cuyos efectos han sido

desfavorables.

Teoría Cognoscitivas (PIAGET).- Este modelo amplia el

estudio del comportamiento mas allá de los limites de las

reacciones conductuales a los estímulos externos, y da más

relevancia a la actividad exclusivamente humana, el

pensamiento. Prestan especial atención a los procesos internos

mediante los cuales los individuos interpretan los eventos

externos y planean la respuesta a estos.

La psicología cognoscitiva emplea también métodos rigurosos de

investigación, centrándose en el proceso de adquirir y utilizar el

conocimiento y como este influye en el comportamiento.

También da importancia a la adaptación que, siendo

característica de todo ser vivo, según su grado de desarrollo,

tendrá diversas formas o estructuras.

Asimismo introduce el concepto equilibración para explicar el

mecanismo regulador entre el ser humano y su medio.

2.2.1.2 Etapas del desarrollo cognoscitivo

Para Piaget el desarrollo cognoscitivo se divide en cuatro

periodos, y cada periodo contiene comportamientos

cualitativamente distintos. Estas son:

Periodo motosensorial (0-2 años).- En este periodo radica el

descubrimiento de la relación entre las sensaciones y el

comportamiento motriz. Entre las características que podemos

mencionar durante este periodo tenemos:

El bebe presenta experiencias bucales como, la

succión.

Antes de los seis meses no le teme a extraños.

A los doce meses presenta los primeros signos de

independencia.

A los dieciocho meses la palabra favorita es no, y

comienza a dar sus primeros pasos.

No le gusta esperar, depende de los adultos, tiene

temor de ser separado de sus padres.

Periodo preoperatorio (2 a 6 años).- Trata sobre el

descubrimiento de las operaciones mentales, como planes,

estrategias y reglas para resolver y clasificar problemas. Las

características que sobresalen en este periodo son:

Hay un desarrollo mayor del lenguaje y hace

garabatos.

Es exigente y manipulador.

A los tres años empieza razonar.

Empieza hacer amigos.

Disminuye el temor a ser separado de sus padres.

Comienza a decir sus primeras frases, edad del

cómo y por qué.

Se puede razonar con él.

Periodo de las operaciones concretas (de 7 a 11 años).- En

este periodo aumenta la capacidad de sus procesos u operaciones

mentales desde los objetos concretos hasta los términos

puramente simbólicos. Entre las características típicas de este

periodo tenemos:

Presenta ansias de aprender.

Reconoce y comprende el dolor.

Reconoce la autoridad y posee un sistema de

valores.

No acepta críticas y suele presentar rabietas.

Posee un grado de autodisciplina.

Periodo de las operaciones formales (12 a 18 años).- Este

periodo se centra principalmente en la capacidad para considerar

muchas posibles soluciones a un problema y la capacidad de

probar dichas posibilidades sistemáticamente. Entre las

características típicas de este periodo tenemos:

Presenta rebeldía, y rechazo a sus padres.

Se preocupa excesivamente por su estética y por

ser aceptado por sus amigos.

Inicio del despertar de sus necesidades sexuales.

2.2.1.3 Desarrollo emocional del niño.

En el desarrollo de la personalidad del niño hay, paralelamente,

la aparición, maduración y control de los estados emocionales y

sus manifestaciones. El odontopediatra se enfrentara muchas

veces con pacientes infantiles que reaccionaran básicamente en

este aspecto.

En la vida del niño, el desarrollo de las emociones da sentido y

significado a actividades vitales y sirve de motivación y

referencia. Al igual que en otras conductas, aquellas emociones

que se experimentan frecuentemente se transforman en una

actitud frente a la vida. Como es lógico, el niño está expuesto a

emociones agradables y desagradables, que lo harán sentirse feliz

o insatisfecho. Por lo general, las personas que tienen recuerdos

predominantemente gratos de su infancia, son mejor adaptados

como adolescentes y adultos que los que poseen recuerdos

ingratos.

Durante el periodo neonatal es posible observar reacciones

simples de placer y displacer. Respuestas de desagrado

provocadas por movimientos bruscos, ruidos intensos,

inmovilización, etc., y respuestas placenteras cuando el niño es

mecido o acariciado.

Antes que el niño cumpla su primer año de vida hay expresiones

emocionales reconocibles para el adulto, con repertorio más

complejo: alegría, miedo, enojo, seguido de emociones que

requieren de mayor desarrollo intelectual: felicidad, curiosidad,

envidia, ansiedad, celos.

Las circunstancias que las manifiestan cambian con la edad del

niño, según evoluciona su madurez, intereses y escala de valores.

(Foto 3)

Las emociones se muestran en respuestas cada vez mas

especificas. Al principio, el displacer se expresa llorando o

gritando; con la edad hay otras manifestaciones agregadas:

resistencia, arrojar cosas, poner el cuerpo rígido, etc.

2.2.1.4 Características de las emociones de los niños

Hay varias diferencias notables entre las emociones de los niños

pequeños y aquellas de los adolescentes y adultos. Las hay

incluso entre niños menores y mayores. La compresión de este

hecho evitara al adulto considerar las respuestas infantiles como

inmaduros y castigarlos por no comportarse “como deberían”.

Para poder interpretar bien el significado de la emoción infantil,

es necesario el conocimiento de determinados rasgos que la

caracterizan. Estos rasgos son:

Brevedad: Normalmente, las emociones del niño pequeño son

de corta duración, unos pocos minutos tal vez, terminando

bruscamente, sobre todo si se lo distrae. Al expresar el niño su

emoción manifiestamente, se “desahoga” en breve plazo.

Intensidad: La crisis del niño son de una intensidad que rara vez

se aprecia en el adulto, careciendo de proporción entre el

estimulo y la respuesta, lo que a veces constituye una fuerte

sorpresa para los adultos.

Transitoriedad: Hay cambios rápidos de un estado a otro

opuesto (crisis de llanto y risa con los ojos aun llenos de

lágrimas). Estos cambios parecen incomprensibles para el

adulto, a menos que se piense en el rápido desgaste de las

emociones en los niños, la poca atención que prestan y lo fácil

que se distraen y sumado a esto su insuficiente desarrollo

intelectual.

Frecuencia: Si la emoción está presente en casi todas las

actividades del ser humano, el adulto no siempre las exterioriza,

este ha aprendido que las crisis emocionales conllevan alguna

forma de castigo social, por eso las controlan. Los niños al

contrario reaccionan todas las veces posibles.

Con el desarrollo, que es la interacción entre el ser y su medio,

las emociones cambian en forma y fuerza. En la medida que el

niño crece se va modificando la manifestación emocional.

El niño pequeño, si desea algo, lo quiere inmediatamente, sin

considerar lo que vale o significa, si es peligroso para él o para

los otros, si no lo obtiene se enfada con los llantos o patalea. Si

se asusta, llora, grita, se esconde o corre. Si está contento, ríe o

bailotea, aunque otros puedan pensar que se regocija de la

desgracia ajena.

Los padres, la sociedad, enseñan a los niños a adoptar formas

socialmente aceptables de conducta, las cuales, en esencia,

controlan la expresión emocional, en una forma necesaria de

adaptación. La fuerza de la expresión, varía con la edad,

dependiendo del desarrollo de las capacidades intelectuales, de

los cambios de interés y la escala de valores.

2.2.2 FACTORES QUE DETERMINAN LA CONDUCTA

DEL NIÑO

Entre los factores que determinan la conducta del niño

detallamos los siguientes:

Miedo.- El miedo es una reacción o actitud frente a una amenaza

real que surge de un objeto externo aceptado como perjudicial, y

corresponde en el plano psicológico a la respuesta física de

dolor. El miedo tiene por lo tanto un fundamento real, y se puede

expresar con palabras a que ese teme. Los miedos son normales

en el curso del desarrollo, son inevitables y pueden analizarse

desde un punto de vista evolutivo.

Las situaciones y objetos que desencadenan estas reacciones de

miedo se modifican con la edad, y tienen que ver con el

sentimiento de supervivencia en cada momento evolutivo, en

función de las capacidades que han adquirido. Es un indicador

del nivel de conciencia que se tiene del estado de desarrollo de

uno mismo y de las consecuencias que derivan de ello, a la vez

que es un indicador de la mejor comprensión del entorno y sus

peligros. (Foto 4)

2.2.2.1 Tipos de miedo.-

Miedo o temor objetivo. El miedo objetivo es aquel producido

por estimulación directa de los órganos sensoriales que están en

contacto físico con la experiencia. Por tanto, resulta de la

verdadera experiencia (miedo aprendido). Por ejemplo: niño que

ha padecido una experiencia dolorosa en un consultorio médico o

en un hospital.

Temor o miedo subjetivo.- El miedo subjetivo es aquel que se

basa en sentimientos y aptitudes que hayan sido sugeridas al niño

por quienes lo rodean, sin necesidad de que el niño haya

padecido el incidente en lo personal. Así pues, es el resultado de

una asociación de ideas, de la imaginación, de la inseguridad en

la relación con una situación poco habitual (miedo adquirido).

Ejemplo: niño que padece este tipo de temor por la sugerencia de

padres, alumnos y compañeros de colegio. Los niños más

pequeños son más proclives a la sugestión.

2.2.2.2 Evolución de los temores según la edad

La primera infancia esta por lo general protegida del miedo-

estimulo, estimulación que empieza a aumentar a partir del

primer año. Los temores pueden ser racionales e irracionales,

pero, en cualquier caso, su fundamento se establece en la

experiencia del niño.

Otro mecanismo es por imitación del miedo adulto, de hermanos

mayores y compañeros de juegos. Las experiencias

desagradables representan otra causa del miedo: médicos,

dentistas, hospitales, animales y gente extraña. El miedo también

puede originarse en situaciones experimentadas a través del cine,

televisión o narraciones, aunque este estimulo no sea

experimentado directamente por el niño, sino vivido a través de

su imaginación.

Lo que asusta a un niño depende, además de la edad, de un

amplio número de factores. Diferencias sexuales en sí mismas no

son responsables de reacciones distintas, debiéndose más bien a

la presión social sobre los varones (no es de hombrecitos

temerles a las culebras).

Es más importante el ambiente, el aprendizaje y la valoración

sociocultural del entorno del niño, de esto dependerán muchos

temores y explica deferencias individuales. El dentista debe

reconocer, sin embargo, que la respuesta del niño al miedo-

estimulo puede variar ampliamente debido a la condición de este

en el momento, ya sea, por cansancio, inseguridad, enfermedad,

entre otras.

Con el fin de facilitar la comprensión del paciente infantil, se

puede clasificar del siguiente modo la evolución de los temores

según la edad.

Primera infancia: en la primera infancia los temores o miedos

más comunes son: ruidos fuertes, desplazamientos bruscos,

lugares y objetos extraños, lugares altos, soledad, dolor.

Periodo preescolar: Es el periodo máximo de temores

específicos, como: médicos, dentistas, policías, fantasmas,

esqueletos, el cuco. Estos últimos con el progreso de la

capacidad de imaginar.

Periodo preescolar tardío: en este periodo los temores o

miedos más comunes son: la oscuridad, quedarse solo, a lo

imaginario y sobre natural.

Periodo escolar: en este periodo además del temor a lo

imaginario, hay temor a los elementos naturales (truenos, rayos,

tempestad). Daño corporal, al ridículo, a los fracasos, a la

pérdida de imagen y deterioro de la autoestima.

Los estímulos productores de miedo son bastante típicos. Al

examinarlos, el dentista puede concluir que muchas de sus

actividades pueden ser incluidas dentro de ellos y que a veces es

posible disminuir su capacidad de producir miedo al restarle la

intensidad. Por ejemplo, el estimulo súbito e inesperado produce

miedo, se disminuirá su intensidad explicando lo que se va hacer

y hacerlo lento y calmadamente sin movimientos bruscos.

Otra característica de miedo-estimulo es que sea novedoso y

extraño, lo que hace aconsejable presentar a los niños los

elementos de la consulta, aparatos e instrumentos. Se ha

observado repetidamente que el miedo a la odontología a los

dentistas disminuye en medida que el niño se familiariza con las

acciones del profesional.

Las formas de respuesta del miedo dependen del desarrollo

emocional del niño. En un niño menor de tres años la respuesta

al miedo es típicamente de desvalimiento, el llanto del niño

solicita ayuda, este se esconde, oculta la cara y se aparta de todo

lo que puede ser el estimulo que está provocando la respuesta, ya

sea gateando, escondiéndose tras una persona u objeto, hasta que

el peligro pasa, o el lo crea así.

Con la edad puede cesar el llanto exagerado y las actividades

motoras masivas, pero se perfeccionan las expresiones faciales a

los tres años y medio, el niño se protege diciendo no. Los niños

mayores se apartan de la situación que les produce miedo

demostrando rechazo que asume a veces la forma de pataleta. La

timidez, es otra forma expresiva, consiste en gestos como

retorcerse los dedos, mirar de reojo y ocultar la cara con los

brazos.

2.2.2.3 Ansiedad

La ansiedad es un estado emocional que se origina de fuentes

internas como fantasías y expectativas no reales. Es imposible

separar totalmente el temor de la ansiedad ya que aquel nunca se

expresa sin un cierto grado de ansiedad. Es una reacción que

acontece ante situaciones menos específicas que el miedo.

Se distinguen dos tipos de ansiedad: ansiedad normal o útil, y

ansiedad patológica o neurótica.

Ansiedad normal o útil.- Hablamos de una ansiedad normal o

útil cuando nos encontramos ante un nivel de ansiedad moderada

que encaja dentro del conjunto de respuestas normales o

adaptativas ante una situación extraña y nueva. Por ejemplo, la

visita a la consulta odontológica.

Ansiedad patológica o neurótica.- Este tipo de ansiedad no

guarda relación con el peligro que supuestamente la provoca, y

continúa incluso después de que haya desaparecido el peligro.

Aquí aparecen los conflictos internos de la personalidad. Este

tipo de ansiedad es una barrera frente a los tratamientos

odontológicos y consideramos su eliminación deseable. Existe la

posibilidad de que el niño aprenda estrategias negativas para

manejar su ansiedad y escaparse de la situación dental

manipulando a sus padres. Son niños que saben que gritando,

llorando, desobedeciendo, no siguiendo las instrucciones o

pataleando van a despertar sentimientos de compasión,

frustración, vergüenza en los padres y se escaparan sin recibir el

tratamiento que necesitan.

Rabia o Ira.- La reacción airada constituye en la infancia una

respuesta emocional más frecuente que el temor, al existir en el

ambiente causas más abundantes. La rabia constituye un

excelente modo de llamar la atención y satisfacer deseos.

En general, casi todas las situaciones que provocan rabia en un

niño, y en pocos adultos, son aquellas que contienen un elemento

de sujeción temporal; de esta manera puede dar rabia la

interferencia de movimientos por terceros, o por falta de

habilidad. En épocas muy tempranas en niños de meses, puede

obtenerse respuestas de esta índole si se les impiden los

movimientos. (Foto 5)

En la primera infancia, los niños responden con explosiones de

ira si se les atrapa ambas manos, puede parecer exagerado que se

ponga rojo de indignación ante algo tan insignificante.

Con los niños de edad escolar el dentista debe recordar, que

llamarles la atención y hacerles comparaciones con quienes se

portan mejor, y tratarlos a estos como llorones o cobardes, puede

dar lugar a un alejamiento de la colaboración, por ira, manifiesta

o no, violenta o no, pero en todo caso constituirá una barrera para

la comprensión mutua.

El preescolar y el escolar son más destructivos que el niño

pequeño, la duración de la pataleta puede ser sostenida, además

de violenta y destructiva, pudiendo dar golpes, patadas o

mordiscos. Si no puede alcanzar a la persona o cosa identificada

como responsable, añade nuevos elementos como tirarse al suelo,

tirarse del pelo o contener la respiración.

Cariño.- Esta es una relación emocional dirigida hacia una

persona, animal o cosa indicando una consideración especial,

amistad y deseo de ayudar. En el niño pequeño, el cariño aparece

espontáneamente, provocado por un estimulo social. (Foto 6)

El primer cariño el niño lo expresa hacia personas, siendo

objetos, (juguetes regalones), sustitutos de un ser humano. Hasta

los cinco meses, el cariño es indiscriminado hacia cualquier

persona que demuestre afecto, empezando a existir preferencias

los seis meses.

En la segunda mitad del primer año se comporta cariñosamente

con sus familiares y con algún miedo a extraños. Durante el

segundo año se incluye a sí mismo, a sus juguetes y otras

posesiones. Hacia el cuarto año la independencia en formación

permite establecer relaciones de cariño con otros, considerados

como amigos.

El niño es egocéntrico y, en general, sentirá más afecto por

aquellos que le dan más, le expresan cariño, le acompañan más

tiempo o le castigan menos. El factor más importante es que los

niños necesitan afecto, en una forma apropiada a su fase de

desarrollo.

El dentista tiene que conocer cuáles son estas. El niño de año y

medio puede aceptar un cariño explicito, siempre y cuando este

sea legitimo. La demostración de interés por la actividades,

vestimenta, y posiciones de un niño de cuatro a cinco años, es

deseable para un ser que está en el proceso de individualización

y que quiere sea reconocido su derecho a ser persona aparte.

El niño mayor de seis años no acepta por lo general las

expresiones exageradas de cariño, incluso en su vocabulario,

expresa su cariño y admiración sobriamente. Más bien busca

aprobación y aceptación a su manera de actuar, ya que el elogio

es un estimulo necesario a quien está en el proceso de hacer

cosas por sí mismo.

Hiperemotividad.- La hiperemotividad es un aumento de la

frecuencia e intensidad de las experiencias emocionales. En el

adulto tiene la vida coloreada por la indiferencia, por un

sentimiento casi imperceptible de satisfacción, de preocupación o

de aburrimiento, lo que podría denominarse equilibrio.

El niño alcanza difícilmente esta condición, por tener demasiadas

motivaciones nuevas, internas y exteriores. En ciertas

oportunidades, por causas físicas como enfermedades, fatiga, o

cambios endocrinos, por causas psicológicas como aumento de la

inteligencia, adaptación ambiental, y otras el niño experimenta

crisis emocionales.

El papel del odontólogo en estas oportunidades muy claro, ya

que por naturaleza del ambiente y episodios de su accionar

clínico pueden ser señalados como agente causal, en

consecuencia, debería evitar verse involucrado emocionalmente

por una respuesta aparentemente dirigida a su persona y más bien

adecuar sus acciones de tal modo que permita al niño la

adaptación.

2.2.3 FACTORES DETERMINANTES EN LA CONSULTA

ODONTOPEDIATRICA

2.2.3.1 Actitud de los padres

Los padres y el entorno familiar tienen importancia en la

trasmisión de los miedos a los niños. Los miedos subjetivos

pueden ser adquiridos por imitación. Se debe enseñar al niño que

la odontología no debe temerse, y nunca debe utilizarse esta

como una amenaza o un castigo. Ejemplo: si comes golosinas

tendrás que ir al dentista.

2.2.3.2 Tipos de padres

Padres que protegen al niño en exceso

Padres manipuladores

Padres hostiles

Padres negligentes

Padres que protegen al niño en exceso: Este tipo de padres

retrasan la maduración psicológica del paciente, el niño se

mostrara agresivo cuando se contradigan sus deseos, es difícil de

esta forma establecer una comunicación.

Las causas para que estos padres actúen de esta manera puede

ser debido a que la madre tuvo un embarazo o parto complicado,

o quizás estos padres recibieron en su infancia poco cariño. El

deber del profesional radica en educar a los padres indicando las

consecuencias de no realizar el tratamiento.

Padres manipuladores: Este tipo de padres piensan que con la

imposición de su autoridad sus hijos se comportan de una forma

adecuada en la consulta pero lo que se produce es un retraso en

el tratamiento con conductos evasivas.

Estos padres manifiestan demasiadas exigencias, por lo general

presentan niños tímidos, sumisos, y temerosos. El deber del

odontólogo es proceder a realizar la explicación detallada de lo

que vamos a realizar y establecer las normas del consultorio.

Padres hostiles: Este tipo de padres dudan de la necesidad del

tratamiento de sus hijos, por lo general presentan experiencias

anteriores negativas con otros profesionales, tienen conceptos

equivocados de odontología. Este tipo de padres el profesional

debe tratarlos con paciencia explicándoles detalladamente

nuestro tratamiento y los procedimientos para realizarlos.

Padres negligentes: Este tipo de padres en general los

descubrimos en las citas de tratamiento, se presentan en la

consulta inicial como los padres ideales pero con las citas de

tratamientos vemos que nos las cumplen de forma correcta y no

siguen nuestras indicaciones.

Estos padres no colaboran en mejorar las condiciones que

producen la enfermedad. El odontólogo debe educarlos para que

acepten y colaboren con el tratamiento con mucha motivación y

en ocasiones indicándoles que son los responsables de la salud

bucal del niño.

Experiencias previas negativas.- Las experiencias previas

negativas siempre suponen una dificultad adicional para

conseguir la colaboración de los niños. No tan solo son

importantes las experiencias odontológicas sino también las

médicas. La información máxima de experiencias negativas

anteriores nos ayuda a enfocar los tratamientos.

Separación de los padres y miedo a lo desconocido.- La

presencia de los padres durante los tratamientos sigue siendo un

tema de controversia entre quienes ejercen la odontopediatría. En

condiciones ideales el miedo a la separación de los padres se

presenta a los tres años.

Para los niños más pequeños, la presencia de la madre o el padre

representa una gran ayuda; indudablemente es un factor que

produce seguridad. Sin embrago, conforme el niño crece, la

presencia de los padres resulta menos importante, e incluso

puede influir negativamente y deteriorar el contacto entre el

profesional y el niño. Los padres distraen, el niño busca despertar

sentimientos en ellos y el profesional se ve obligado a dividir su

atención entre el niño y su familia.

Cuanto más nerviosa, insegura y tensa sea la reacción de los

padres mayor es el riesgo de que el niño reaccione también de

forma ansiosa y negativa. Por el contrario, si muestran seguridad

y calma, el joven paciente es muy probable que reaccione de

forma similar. A mayor nivel de ansiedad de los padres más les

costara aceptar su ausencia en los tratamientos.

En los últimos años ha habido una mayor tendencia de los padres

a querer estar con sus hijos durante los tratamientos,

probablemente por la influencia del sentimiento de falta de

dedicación a éstos debido a la incorporación de ambos padres en

el mundo laboral. Cada profesional tendrá que decidir

individualmente en función de sus preferencias, su forma de ser

y el perfil de los padres.

El miedo a lo desconocido se presenta paulatinamente entre los

tres y seis años. El niño equilibrado emocionalmente será capaz

de reaccionar frente a un extraño amistoso más con curiosidad

que con miedo o agresividad.

2.2.3.3 Coeficiente intelectual, edad, sexo y cultura

No existen muchos estudios que correlacionen el coeficiente

intelectual con la ansiedad, el miedo y la colaboración en el

ámbito dental. Al parecer los niños con un coeficiente intelectual

más bajo y aquellos superdotados con un coeficiente muy alto

son los que sienten más miedo hacia la odontología.

Es lógico que los niños más pequeños presenten más ansiedad en

el ámbito dental. A medida que crecen y maduran tienden a

presentar conductas más apropiadas, mayor colaboración y

menos miedos.

De todas maneras, el perfil psicológico de cada niño puede ser

tan o más importante que la edad para determinar las conductas

de los niños en las consultas. No parecen encontrarse diferencias

en miedos hacia la odontología más marcadas en uno u otro sexo.

Resulta extremadamente difícil establecer si existen diferencias

entre grupos culturales en los que existen patrones distintos de

educación y costumbres. Incluso la comparación de razas dentro

de una misma cultura o país es difícil, puesto que las condiciones

y las presiones sociales sobre cada grupo no acostumbran a ser

las mismas.

2.2.3.4 Duraciones de la visita

Se aconseja que las visitas no sean demasiado largas, sobre todo

en los niños más pequeños. El tiempo de atención que pueden

ofrecer es realmente corto, y parece lógico suponer que con

visitas largas las posibilidades de perder la cooperación lograda

aumentan.

Los odontopediatras aconsejan realizar en una sola sesión todo

el tratamiento necesario por cuadrantes para de esta manera

reducir el número de sesiones. Tendremos que elegir lo más

conveniente para cada niño.

Las visitas por la mañana son preferibles a las visitas por la tarde

en niños de más corta edad, ya que por la mañana no están tan

cansados como por la tarde, y pueden ofrecer mayor

rendimiento. Además el profesional está menos cansado, y, por

ello, más preparado para enfrentarse a conductas negativas.

2.2.3.5 Ambiente del consultorio

El consultorio siempre será para el niño un ambiente

amenazador, en donde se encontrara con máquinas extrañas,

donde gente desconocida le realiza procedimientos de los cuales

desconoce su importancia y necesidad. (Foto 7)

El odontopediatría, debe tener en cuenta que la sala de espera

debe ser luminosa, agradable, cálida, el niño debe sentirse

tranquilo, relajado, debe tener libros para niños, juguetes, mesas,

y sillas adecuadas puede tener elementos tranquilizantes como

una pecera, un televisor con programas infantiles, recreativos,

música relajante.

En el consultorio se debe evitar ruidos excesivos, los colores

muy fuertes, se debe suavizar la impresión no permitiendo la

vista de aparatos o instrumental que aterre al niño. (Foto 8)

2.2.4 MANEJO DEL PACIENTE ODONTOPEDIATRICO

El éxito en el tratamiento de los niños está relacionado

directamente con el conocimiento, por parte del dentista, de sus

características sicológicas y necesidades particulares. Mientras

mayor sea este conocimiento, obtenido en el entrenamiento

formal, experiencia o ambas, mayores son las posibilidades de

tener buenos resultados en las tres importantes áreas de la

conducción del paciente.

Estas áreas incluyen : la predicción de la conducta en la situación

clínica, el manejo adecuado de problemas conductuales y, en el

caso de menores inadecuadamente tratados con anterioridad,

mejor habilidad para explicar, racionalizar y modificar las

circunstancias que motivaron los trastornos.

El dentista debe estar capacitado para medir la habilidad de su

paciente para manejar situaciones nuevas y su disposición para

adaptarse y cooperar con las diversas actividades que representa

el tratamiento.

Una de las áreas que proveen mayor recompensa en odontología

es la conducción exitosa de un niño, ya que la primera

experiencia de estos deja a menudo una impresión indeleble. El

momento más adecuado para elaborar una imagen adecuada de la

odontología, es la infancia, cuando es posible reducir los

sentimientos negativos e incluso hostiles hacia el dentista,

formando así una base para futuras interacciones positivas.

Evaluación del paciente.- La evaluación del paciente infantil

tiene que ser muy rigurosa, para evitar calificarlo

inadecuadamente. Su objetivo es diseñar un modo de

acercamiento con las conductas observadas. El proceso puede

resumirse así:

Recopilación de información:

Conducta observada en la sala de espera

Información personal social e histórica (entrevista a

padres)

Edad del paciente y de sus padres

Estado socioeconómico

Socialización

Temores relevantes

Historia medico dental

Experiencia de los padres

Desde el punto de vista de reacciones frente al odontopediatra,

dos factores han sido detectados como un mayor valor negativo:

la expectativa desfavorable de los padres y la ansiedad del niño

al ver personas extrañas. Si la información es ambigua o confusa,

debe recogerse mayores antecedentes: hablar con el niño,

permitirle explorar el ambiente, observando con mayor detalle, la

entrevista con los padres se hará más acuciosa. En el caso de que

las conductas observadas y los antecedentes reunidos sean

congruentes, se puede pasar a una segunda etapa.

Análisis.- Aquí se hace un estudio de la información y se

formulan conclusiones. Así se posibilita la predicción de la

conducta del niño durante el tratamiento y se decide el método

que se seguirá en la etapa siguiente.

Prueba.- Si la interpretación parece incorrecta, hay que buscar

nueva información y revisar el análisis. Si este proceso ha sido

adecuado, el método de tratamiento del niño tendrá éxito en la

situación clínica.

2.2.4.1 Comportamientos del paciente niño en la consulta

Para el odontopediatra es muy importante poder categorizar

objetivamente las conductas que los niños presentan en la

consulta; estas pueden observarse desde los primeros contactos

y debidamente evaluadas, si se quiere actuar individualmente

frente a ellas. Sin esta fase habrá una tendencia a aplicar métodos

rígidos que podrían resultar no efectivos. Si se puede observar el

aspecto de cooperación de los pacientes, factor de innegable

importancia para el clínico, los niños pueden agruparse en:

Cooperadores: La mayoría de los niños puede clasificarse

dentro de este grupo. Por lo general se encuentran relajados con

un mínimo de temor, entusiastas en ocasiones, estableciendo con

el dentista una rápida y fácil comunicación, su capacidad de

adaptación les permite terminar con éxito sus tratamientos. (Foto

9)

Cooperadores potenciales: En esta categoría se encuentran los

niños problema. Su conducta no es cooperadora, pero a

diferencia del grupo anterior su conducta puede ser modificada

favorablemente; algunas manifestaciones típicas en este grupo

son descritas a continuación:

Conducta incontrolada, suele observarse en niños

menores de 3 a 6 años, en su primera visita al odontólogo

.Puede reaccionar con pataletas, que pueden empezar en

la sala de espera o incluso antes de que el niño llegue a la

consulta. Se caracteriza por llanto fuerte, movimientos

bruscos de brazos y piernas, tirarse al suelo y resistir

intentos de pararlo.

El niño debe ser retirado de la sala de espera ya que la

conducta negativa puede generar una reacción en cadena

en los otros niños, finalmente debe establecerse una vía

de comunicación, si esto no se logra será imposible

explicar los procedimientos. (Foto 10)

Conducta desafiante, puede estar presente en niños de

diversas edades, pero es más típica en aquellos de edad

escolar, con expresiones tales como no quiero, vete. Una

actitud firme y clara por parte del odontólogo suele tener

resultados dramáticos. Al desafiar la autoridad del

odontólogo, el niño demuestra cierto valor. Con técnicas

adecuadas ese coraje puede ser controlado y empezar el

tratamiento odontológico.

Resistencia pasiva, se observa con frecuencia en niños

mayores, aproximándose a la adolescencia. Si son

forzados a estar en la consulta pueden rebelarse, se

requiere comprensión de su conducta y establecer una vía

de comunicación reconociendo sus causales.

Timidez, Es una forma leve de negativismo que manejada

erróneamente puede pasar a transformarse en una

conducta incontrolada. Sus manifestaciones pueden ser

sutiles y más difíciles de describir. Se esconden tras su

mamá, sin embargo no resisten mucho cuando se les

separa, suelen aguantar las lágrimas. La timidez debe ser

identificada por ser pacientes en riesgo de desarrollar

miedo.

Cooperador tenso, Es un límite entre conductas negativas

y positivas, los niños aceptan el tratamiento pero hay

varios signos corporales que delatan tensión: sigue los

movimientos del odontólogo con los ojos, hay temblor en

la voz, transpiración en las manos, cejas y labio superior.

Es fácil equivocarse con un niño así; si el odontólogo, muy

ocupado o poco observador, no hace un diagnostico de la

situación, y actúa en consecuencia el paciente, aunque acepte el

tratamiento, tendrá una mala imagen del odontólogo desde el

punto de vista de la sensibilidad y la empatía.

2.2.5 TECNICAS PARA EL MANEJO DE DE LA

CONSULTA

2.2.5.1Técnicas de comunicación verbales

Lenguaje pediátrico.- Es importante la elección del lenguaje

apropiado por parte del odontólogo y de su equipo. Debe ser un

lenguaje que pueda entender y sustituir por expresiones

moderadas. Al seleccionar el lenguaje hay que elegir objetos o

situaciones familiares, y explicar las cosas de forma que las

entiendan, pero no engañar o mentir con las explicaciones.

El niño se siente alabado si se le juzga mayor de lo que es, y a la

mayoría le gusta oír hablar al profesional de algún tema curioso,

lo que permite desviar la atención la atención de los

procedimientos dentales. En niños más pequeños se puede añadir

algo de fantasía a la conversación.

Distracción.- Se puede definir como un elemento activo y que,

debe sugerirse con naturalidad para desviar la atención del niño

sobre un determinado procedimiento. Su objetivo es disminuir la

probabilidad de percibir una acción como desagradable,

aumentando así la tolerancia del niño.

Un ejemplo de ello puede ser preguntar o interesarnos por temas

ajenos a nuestro tratamiento durante la preparación para la

anestesia (¿qué deportes prácticas en el colegio? ¿Qué vas hacer

en las vacaciones?), siempre intentando captar la atención del

niño.

Es importante que el odontólogo muestre interés para iniciar una

conversación si la edad del niño lo permite, si se tratase de niños

pequeños hay que utilizar otros métodos de distracción, como

pueden ser juegos.

Ludoterapia.- Es muy importante el juego infantil sano en

psicología, pues son muchas sus posibilidades pedagógicas y

terapéuticas que ayudan a superar diferentes problemas

educativos.

Este método es recomendado en la segunda fase del desarrollo

(entre los dos y cuatro años de edad) en la cual el niño a través

del juego, dejándose llevar por la fantasía, empieza ya a poner

metas en sus acciones. Es decir, se puede utilizar el juego como

medio de educación. Además, puede tener un efecto terapéutico

que permite la descarga de fuerzas sobrantes, temor y ansiedad,

ayuda a compensar sentimientos contradictorios, así como

refuerza el instinto de imitación. (Foto 11)

En nuestra consulta, el juego principalmente tiene su mayor

interés como elemento terapéutico para eliminar tensiones y

miedos mediante la distracción del niño, lo que le hace perder la

seriedad a la situación dental. El juego debemos iniciarlo

nosotros mismos, pues así nos mostramos más accesibles y

reforzamos la comunicación con el paciente infantil.

Es necesario disponer de ayudas (marionetas, juegos

electrónicos, etc.) que faciliten captar su atención. Un momento

adecuado para su introducción puede ser después de realizar la

aplicación de la anestesia local.

Dependiendo de la edad y del nivel de madurez del niño,

precisara más o menos de nuestra participación en el juego; con

un niño de tres años representaremos con marionetas un cuento,

mientras que con el niño de siete años puede ser suficiente

cualquier juego electrónico.

Control de voz.- Esta técnica tiene como objetivo restablecer

una comunicación perdida debido a una conducta no

colaboradora. Es muy efectiva para interpretar conductas

inapropiadas justo en el momento en que se inician, Y lo es

menos cuando estas ya están muy establecidas.

Consiste en un cambio súbito y abrupto de tono de voz, para

tratar de conseguir la atención del niño y remarcar la intención

de que es el propio profesional quien toma las decisiones. Es más

importante el tono de voz que lo que se dice en concreto, la

expresión facial debe trasmitir la misma intención.

El clínico, en ocasiones puede realizar control de voz solo con la

expresión facial.

Cuando de nuevo captamos la atención del niño, se le agradece

su colaboración e interrupción de su mala conducta, dándole las

explicaciones e instrucciones necesarias de manera suave y

agradable. A esta parte de la técnica se le denomina cambio de

ritmo. En ningún caso debe considerarse como un escape para el

profesional de su ansiedad o enfado.

Técnica de la triple e (explique-enseñe-ejecute).- A esta

técnica también se la conoce como La técnica de Decir-Mostrar-

Hacer. Se basa en una recopilación de conceptos de la teoría del

aprendizaje; su idea es familiarizar al niño mediante una

aproximación al ambiente e instrumentos de la consulta dental.

Debe llevarse a cabo de la siguiente manera: a) decir y explicar

al niño lo que se le va hacer con el fin de reducir la ansiedad y el

miedo; b) mostrar al niño como se va a llevar a cabo la técnica, y

c) ejecutar la técnica tal como se le ha explicado y demostrado.

Ejemplo: profilaxis con copa de goma.

Decir: Voy a limpiar tus dientes con este tipo de cepillo especial,

tú puedes ver que cuando aprieto este botón gira y con la pasta

dejara tus dientes limpios. (Foto 12)

Hacer: ahora deja que limpie tus dientes, gracias.

Es una técnica sencilla y de fácil aplicación, y para que resulte

efectiva se ha de pasar de un estadio a otro sin interrupción, y de

manera continua desde que el niño entra en la consulta hasta que

sale de ella. No aplicaremos esta técnica para procedimiento

como la anestesia local o tratamientos que impliquen sangrado.

Disminuir la ansiedad de los padres.- Las actitudes sociales

han cambiado en los últimos años a una mayor participación de

los padres durante el tratamiento, lo que lleva a la necesidad de

explicar el diagnostico y el plan de tratamiento de acuerdo con

las necesidades del niño, de manera que permita a los padres

seguir la situación, pero no implicarlos en el tratamiento, pues

terminan interviniendo para proteger a su propio hijo, lo cual

desemboca en una situación embarazosa y perjudicial para el

propio tratamiento.

No hay duda de la influencia de la ansiedad de los padres sobre

la conducta del niño; sentimientos de temor fácilmente

transmitidos a los niños, ya no solo en ambientes familiares, sino

también por medio de las acciones y reacciones durante el

tratamiento del niño.

En ocasiones, ofreciendo mas información a los padres sobres las

técnicas disponibles para controlar la ansiedad de su hijo

aumentaremos, por un lado, la aceptación por parte de estos de

las diferentes técnicas, y, al mismo tiempo, ayudará a disminuir

su propia ansiedad y conocer las posibles ayudas para su hijo.

Por otra parte, fundamental que el momento de las explicaciones

a los padres deben realizarse sin la presencia de los niños,

nuestro tono de voz transmita confianza y seguridad, así como

modular nuestro volumen de manera que ayude a controlar su

ansiedad.

En cuanto al momento del tratamiento, dependiendo de la edad

del niño, la mayoría de los profesionales prefiere que los padres

esperen en la zona de recepción, pues, en general, la

colaboración del niño es mucho mejor, y, sobre todo, puede

ayudar a disminuir la ansiedad de los padres. Aunque en algunos

casos dependiendo del perfil de los padres y niños, puede ser

mejor su presencia durante el tratamiento.

2.2.5.2 Técnicas de comunicación no verbales

Consiste en la utilización de actitudes tales como cambio en la

expresión facial, postura y contacto físico, para dirigir y

modificar el comportamiento. Su objetivo es establecer

comunicación con el paciente y controlar la forma como percibe

sus emociones, puede usarse en todos los pacientes,

especialmente es muy útil en aquellos de temprana edad, que aún

no han desarrollado la comunicación verbal.

Refuerzo positivo.- Esta técnica busca reforzar una conducta, se

trata de felicitar al niño cuando exhibe un comportamiento

deseado. Es importante hacer el refuerzo inmediatamente y

repetirlo varias veces, con el objeto de condicionar positivamente

la conducta. Generalmente se utiliza acompañada de las técnicas

de decir-mostrar-hacer y de refuerzo negativo. Foto 13

En cuanto a los regalos o premios al final de la cita son útiles

como reforzadores sociales y para establecer una buena empatía

con el paciente, sin embargo no son condicionantes ya que no

pueden ser utilizados inmediatamente. El objetivo de esta técnica

es actuar sobre la respuesta motora del paciente con el fin de que

repita un comportamiento deseado.

Refuerzo negativo.-Pretende modificar un comportamiento no

deseado mediante la eliminación de una causa de mal

comportamiento como retirar a los padres de la sala de trabajo

condicionando su regreso a una mejoría del comportamiento. Por

tratarse de un condicionamiento, debe hacerse inmediatamente y

de manera repetida. Generalmente se utiliza en combinación con

el control de voz, para expresar desaprobación.

El reforzamiento negativo no debe confundirse con castigos, que

están contraindicados y generan una actitud negativa hacia el

tratamiento. Las promesas realizadas para condicionar el

comportamiento deben ser factibles, inmediatas y siempre deben

cumplirse, no cumplir con lo prometido o no decir la verdad

destruye la confianza del paciente en el odontólogo.

El objetivo de esta técnica es modificar en comportamiento

disruptivo de un paciente mediante el conocimiento de su

respuesta motora. Esta técnica está indicada para pacientes que

hayan desarrollado una capacidad de comunicación oral. Esta

técnica está contraindicada en niños de corta edad que carecen de

un desarrollo emocional comunicativo.

Distracción contingente.- Consiste es desviar la atención del

paciente durante el procedimiento, al tiempo que se condiciona

su conducta mediante el manejo de contingencias. Puede hacerse

con la ayuda de medios audiovisuales o auditivos, y más

recientemente, con la realidad virtual.

Estos medios se usan condicionados a un comportamiento

adecuado. Es importante utilizarlos en conjunción con decir-

mostrar-hacer, antes de iniciar el tratamiento, con el objeto de

que el paciente entienda el funcionamiento de la técnica.

El objeto de esta técnica consiste en distraer al paciente del

tratamiento, con el fin de disminuir su ansiedad, puede ser usada

en cualquier paciente, no es muy recomendada para pacientes de

muy corta edad ya que estos no han desarrollado bien la

comunicación verbal.

Escape contingente.- Se busca que el paciente tenga el control

de la situación, de modo que con una indicación suya, por

ejemplo al levantar la mano, se interrumpa temporalmente el

tratamiento. Debe además usarse con un condicionamiento, por

ejemplo, que el odontólogo detenga el tratamiento siempre y

cuando el disruptivo, mediante el condicionamiento y el

autocontrol del paciente. Esta técnica está indicada en pacientes

que tengan un desarrollo emocional e intelectual que les permita

entender la técnica. Foto 14

Desensibilizacion.- Se emplea para reducir los temores y

tensiones del paciente, se logra con escenas imaginarias,

vocabulario disfrazado, aumento gradual del tratamiento. Al

relajarse en paciente tenemos una respuesta positiva y vamos

progresivamente introduciendo estímulos más amenazantes a

medida que el paciente se desensibiliza. (Foto 15)

Modelado.- Esta técnica es llamada también aprendizaje por

imitación, se realiza mediante la observación del

comportamiento adecuado de otro paciente. Debemos

asegurarnos que el observador este alerta para captar las

características positivas del modelo. Nuestro procedimiento debe

ser ejecutado con mucha seguridad.

Sugestión e hipnosis.- Como ya se ha comentado

anteriormente, la selección de las palabras adecuadas y su

utilización con un tono positivo y de confianza, sin prisas y con

suavidad, puede producir la respuesta deseada en el paciente

infantil, así como un efecto calmante en su ánimo.

En algunos casos, por medio de la hipnosis es posible modificar

conductas no deseadas, pero para esto es necesario un

entrenamiento clínico previo. En general, los niños con

capacidad de comunicarse y los adolescentes son sujetos idóneos

para la sugestión y la hipnosis, pues fácilmente, y de manera

rápida, pueden ser influidos como si de un juego se tratase.

2.2.5.3 Técnicas de enfoque físico

Se definen como aquellas técnicas que limitan o controlan los

movimientos de los niños para su protección al realizar los

tratamientos dentales. Estas técnicas no se utilizan como castigo,

sino como procedimientos clínicos aceptados con base científica

para llevar a cabo en determinadas situaciones. Si se aplican

correctamente estas técnicas en los casos indicados y de una

forma profesional, no suponen ningún daño sicológico para el

niño.

Los objetivos básicos de estas técnicas son: a) ganarse la

atención del niño; b) enseñarle la conducta apropiada que se

espera de él; c) darle más seguridad mediante el contacto

corporal y controlarle sus movimientos; d) protegerlo de

lesiones, y e) hacer más fácil el procedimiento dental tanto para

el niño como para el clínico.

La principal indicación para su utilización es en urgencias

dentales con niños descontrolados y en pacientes neurológicos

que no pueden controlar sus movimientos. La alternativa de esta

técnica son los tratamientos bajo sedación o anestesia general.

Estas técnicas deben aplicarse en una atmosfera relajada, con

tranquilidad, siempre como parte de un tratamiento y jamás con

connotaciones de castigo. Hay que ser consciente de lo que se

realiza al aplicarlas y tratar de que el niño tenga sentimientos

positivos respecto a si mismo.

Consideraciones:

Solo deben utilizarse después de haber agotado las posibilidades

de tratamiento con las técnicas convencionales. Siempre deben

ser consideradas antes de planificar el tratamiento con anestesia

general.

Se emplean como parte un tratamiento, no como un castigo.

La principal finalidad es la protección del paciente.

Se empleara todo el tiempo necesario para explicar a los padres

por qué y cómo se utilizan, así como obtener el consentimiento

de los padres. A los niños debe explicarse de forma cariñosa los

motivos y la manera en que se llevara a cabo.

Bloques de mordida, abrebocas

Tipos de Abrebocas.- Se emplean para el control de la abertura

de la boca. Estaría indicado para algunos niños que necesitan el

recordatorio de que deben permanecer con la boca abierta o que

incluso se niegan a abrirla. Existen distintos dispositivos con

diferentes tamaños que se selecciona en función de la edad del

niño, y que en el caso de utilizarlos se les atara un hilo de seda

como dispositivo de seguridad. (Foto 16 y 17)

Mano sobre boca.- Esta es una técnica muy controvertida, que

está entrando en desuso. Consiste en la aplicación firme de la

mano del profesional sobre la boca del niño, cuando este se

encuentra en pleno ataque de histeria o rabieta con gritos, con el

fin de aislar el sonido y establecer la comunicación.

La asistente controla manos y piernas para frenar la agitación y

evitar patadas, en voz baja y suave se le dice al oído que está

actuando de forma inadecuada y que retiraremos la mano en el

momento en el que esté dispuesto a cooperar.

Generalmente, mediante gestos, miradas y expresiones faciales,

el niño indica que está dispuesto a ayudar, entonces el clínico

retira la mano y elogia inmediatamente su conducta. Se utiliza

en conjunción con la técnica de control de voz. No debe

utilizarse colocando la mano simultáneamente sobre la boca y

nariz impidiendo la respiración.

Antes de aplicarla, se recomienda obtener consentimiento escrito

y verbal de los padres. El objetivo de esta técnica es establecer

comunicación con el paciente y ejercer autoridad sobre él, está

indicado para pacientes sanos con una comunicación verbal

desarrollada y un potencial de cooperación, que sin embargo

exhibe un comportamiento desafiante y rebelde. (Foto 19)

Esta técnica está contraindicada para pacientes de corta edad, que

no tengan capacidad para cooperar, pacientes inmaduros

emocionalmente, o discapacitados física o mentalmente.

En la silla odontológica

Se puede optar por la realización de la atención con el niño

echado en la silla odontológica en posición horizontal, teniendo

su cabeza apoyada por el auxiliar, que permanece sentado al lado

izquierdo y con la mama acomodada en diversas posiciones lo

que facilitara su participación activa durante la atención.

La mama podrá quedarse de pie al lado de la silla odontológica,

pero de forma que no interfiera con el espacio de trabajo del

profesional.

Caso sea necesario, podrá sujetar las manos y apoyarse sobre la

rodilla del hijo, con la finalidad de contener los movimientos de

las piernas. Con este método se ha mostrado que los niños

quedan más confiados con la presencia de la madre y es posible

obtener un buen punto de apoyo para la realización de los

procedimientos. (Foto 20)

La madre podrá permanecer echada en la silla odontológica,

frente al niño, de cubito apoyada sobre los codos, de modo que al

contener las manos y las piernas del hijo, se quedaran

posicionadas lateralmente a su cuerpo. (Foto 21)

La madre podrá quedarse sentada en la silla odontológica, en

posición de montar, frente al niño, teniendo libertad para

participar de la atención de su hijo que está colaborando, sin

necesidad de esfuerzos, con el propósito de evitar movimientos

inadecuados durante la realización de los procedimientos

odontológicos. (Foto 22, y 23)

En la hamaca especial para niños

Las hamacas hechas para niños, son utilizadas frecuentemente

hasta la edad de los 2 años. Existen algunos modelos, entre ellos

la MACRI, la MAPE y la EASY BABY.

En la silla bebe confort

Es una sillita adaptada a la silla odontológica, es confortable para

el bebe y puede ser utilizada principalmente en la edad de 2 a 12

meses.

En los brazos de la madre en la silla del escritorio

Es un método eficiente para posicionar al paciente,

principalmente en el examen inicial. La madre se sienta en una

silla del escritorio, sujetando al niño en sus brazos.

La cabeza del niño es apoyada sobre el brazo derecho de la

madre, el odontólogo se sienta a la derecha de la silla y sujeta la

cabeza del niño con sus puños derecho e izquierdo, mientras usa

el espejo y el explorador para el examen. El asistente se sienta

frente a la silla para que pueda hacer las anotaciones referentes al

examen clínico e inmovilizar las piernas del niño, caso sea

necesario. (Foto 24 y 25)

El dentista y la madre permanecen sentados en las sillas a una

misma altura, quedando frente a frente y manteniendo sus

rodillas en contacto. Las piernas de la madre y del profesional

forman una camilla en la cual el niño será echado. La madre

sujeta los brazos del paciente, mantiene sus piernas

inmovilizadas, a través de una leve presión ejercida por sus

brazos, mientras el profesional apoya la cabeza. Esta posición

también es conveniente para demostrar las técnicas de higiene

bucal a los padres y examen clínico en la edad de 0 a un año.

Inmovilización médica por parte del profesional

Consiste en mantener el control de la cabeza e interceptar los

movimientos no apropiados de brazos y piernas del niño y por

parte del profesional y sus auxiliares. En determinados

procedimientos, como la aplicación de la anestesia local, se

requiere que el profesional posicione su brazo alrededor de la

cabeza del niño para evitar los movimientos de esta y mientras

tanto la auxiliar controla los movimientos de los brazos hacia la

jeringa.

Para muchos niños, el hecho de que una auxiliar apoye su mano

sobre la de ellos es suficiente para frenar sus reacciones bruscas

y además se sienten protegidos. Sin embargo, otros niños

presentan conductas más descontroladas que requieren que el

profesional tenga que actuar de una forma más activa.

Inmovilización médica mediante dispositivos

específicos

Cuando el personal clínico ya no puede controlar los

movimientos de los niños, se recurre a dispositivos de limitación

física específicos para el control de todo el cuerpo, como toallas

y dispositivos comerciales como el Pedi-Wrap (dispositivos de

nylon con cierres de velcro) es un dispositivo que cubre de los

hombros a los pies, protegiendo al dentista y al paciente contra

movimientos repentinos. El tejido es leve, perforado, cerrado con

tiras coloridas de pega-pega lo que facilita su colocación y

remoción. (Foto 26 y 27) El Papoose-Board (tabla rígida con

envoltorio de tela) es un tejido conectado a un soporte de cuerpo

y cabeza semiflexibles, colocado sobre la silla odontológica.

Estas técnicas de enfoque físico, a pesar de sus fundamentos

científicos y su conocimiento por parte de los odontopediatras,

pueden crear cierta confusión en los padres y especialmente en

aquellos casos donde sus hijos hayan tenido experiencias

dentales negativas. En la actualidad es mayor la participación de

los padres durante el tratamiento, aunque existen técnicas que

los padres prefieren más que otras, ya que con mayor

información aumenta la aceptación de las distintas técnicas.

(Foto 28) Entre las más aceptadas son la imitación, la técnica de

la triple E, entre las que producen mayor desagrado es la

limitación física.

2.2.5.4 Otras técnicas.- Existen otros métodos que, aunque

lentamente, van adquiriendo mayor aceptación, como las

técnicas de relajación, distracción al crear un momento de

confusión, la música e incluso la acupuntura. Su principal

dificultad es el tiempo necesario para su aplicación y la

necesidad de un entrenamiento previo por parte del profesional.

Sedación.- Con esta técnica pueden administrarse fármacos por

vía oral, nasal o rectal.

Sedación oral a menudo no es muy recomendable debido a los

vómitos, la estasis gástrica y la absorción incompleta, además la

sobredosificación es irreversible.

Sedación rectal la absorción por vía rectal es excelente ya que

su absorción es más fiable y controlable.

Sedación endovenosa tiene la ventaja que es una técnica

controlable y fácilmente reversible, pero como la mayoría de los

niños se asustan de las agujas, es una forma poco adecuada para

administrar un fármaco a niños muy ansiosos.

Sedación con oxido nitroso.- La sedación con óxidoso nitroso

resulta muy útil para aliviar la ansiedad, funciona muy bien en

niños ansiosos pero cooperadores. Los niños que no cooperan no

suelen permitir que se les coloque la mascarilla sobre la nariz.

Es necesario que el niño tenga edad suficiente para comprender

lo que sucede durante la intervención, es recomendable efectuar

una sesión de prueba para estimar la dosis correcta. Esta técnica

está contraindicada cuando los niños presentan obstrucción de las

vías respiratorias altas, niños psicóticos y otras.

2.2.6 HIPOTESIS DEL ESTUDIO

Si los odontólogos cuentan con una guía adecuada para el control

de la conducta en niños de 2 a 6 años de edad en la consulta

odontológica, se encuentran preparados para prevenir todo tipo

de inconvenientes que pudieran afectar el proceso de tratamiento

oral.

2.2.7 VARIABLES DE INVESTIGACIÓN

Variable Independiente: guía de técnicas para el control de

conducta en niños de 2 a 6 años de edad en la consulta

odontológica. Variable dependiente: contando con una guía de

acciones para odontología infantil prevenimos inconveniente y

el niño los padres de familia confiarían de nuestra atención.

3. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN

El diseño de la investigación constituyo el plan general (plan de

trabajo a seguir) del investigador para obtener respuestas a sus

interrogantes o comprobar la hipótesis de la investigación. La

presente investigación es de tipo no experimental ya que se

observo los fenómenos tal y como ocurren naturalmente, sin

intervenir en su desarrollo.

3.1 TIPO DE INVESTIGACIÓN

Descriptiva transversal ya el objetivo de este diseño fue medir

una o más características del comportamientos de niños de

niños de 2 a 6 años en el consultorio dental. También es

retrospectiva ya que se observa primero la manifestación del

fenómeno y posteriormente se intenta identificar sus causas.

Toda esta información recopilada contribuirá de forma relevante

a comprobar la hipótesis planteada y a su vez cumplir con los

objetivos de la investigación.

3.2 LUGAR DE LA INVESTIGACIÓN

Hospital Santa Teresita del Cantón Santa Rosa, Provincia de El

Oro.

3.3 PERIODO DE INVESTIGACIÓN

El periodo es de 60 días.

3.4 RECURSOS MATERIALES

Libros de Odontopediatría.

Revistas especializadas

Artículos en internet.

Historia clínica

Cámara fotográfica

3.5 UNIVERSO Y MUESTRA

Son 1044 fichas de historias clínicas de niños de 2 a 6 años

atendidos en el Hospital Santa Teresita del Cantón Santa Rosa de

la provincia de El Oro, utilizando una muestra significativa de

313 fichas.

3.6 METODOS Y TIPOS DE INVESTIGACIÓN

Los métodos utilizados son de tipo cualitativo, cuantitativo y por

ultimo pero el más importante descriptivo bibliográfico.

Método Cualitativo: La investigación cualitativa se refiere

principalmente al entendimiento del comportamiento humano y

las razones que lo gobiernan. Busca explicar las razones de los

diferentes aspectos de tales comportamientos.

Método Cuantitativo: La investigación cuantitativa es aquella

que permite examinar los datos de manera numérica.

Método Descriptivo: La investigación descriptiva consiste en

llegar a conocer las situaciones, costumbres y actividades

predominantes a través de la descripción exacta de las

actividades, objetos, procesos y personas.

Método Bibliográfico: El método bibliográfico es muy

importante ya que proporciona el conocimiento de las

investigaciones existentes (teorías, hipótesis, experimentos,

instrumentos y técnicas usadas) acerca del tema o problema que

investigamos.

3.7 INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN

Datos de Filiación

Nombre del paciente:

Edad: Dirección:

Sexo: Teléfono:

Escuela:

Nombre de los padres:

Tipo de padres: Casados ( ) Separados ( ) Madre

soltera ( ) Padres ausentes ( )

Con quien acudió a la consulta:

Cuantos hermanos tiene:

Visitas previas al odontólogo:

Cual fue el motivo de la consulta:

Indicaciones Conductuales

Agresividad____________________

Hiperactividad__________________

Ansiedad ______________________

Fobia dental____________________

Tímidos_______________________

Sin temor______________________

Estimuladores de conducta

Instrumental__________________

La bata del odontólogo__________

El consultorio_________________

El tipo de atención_____________

Experiencias negativas previas___

Sala de espera________________

Otros pacientes_______________

Tipos de padres: Sobreprotectores__________

Manipuladores______________

Hostiles____________________

Negligentes_________________

Ruidos amenazadores______________

Técnicas que tranquilizan la conducta

Dialogar antes de la intervención__________________

Ambiente decorativo infantil_____________________

Bata con logos infantiles________________________

Música relajante_______________________________

Recompensa por buen comportamiento_____________

Recalcar el valor de la atención dentaria____________

Uso del elogio________________________________

Duración de la visita___________________________

Recopilación de datos

En el Hospital Santa Teresita, del Cantón Santa Rosa donde se

realizo la recopilación de datos es una zona urbana que se

encuentra rodeada por varias escuelas. Entre ellas se encuentran

la Escuela Jacinto Granda, La Escuela de Niñas Ciudad de Santa

Rosa, La Escuela Julio Betancourt, La Escuela Walter Córdova,

la Escuela José María Ollague y la Escuela Imbabura.

La mayoría de estos niños son atendidos en el Hospital Santa

Teresita, muchos de estos niños pertenecen a familias de un nivel

económico medio y bajo.

Un gran número de estos niños provienen de un hogar

desintegrado debido a la migración de sus padres por lo que estos

quedan al cuidado de abuelos, tíos y hermanos mayores.

Otros vienen de hogares en que ambos padres se ven en la

necesidad de trabajar dejando sus hijos solos y sin el debido

cuidado lo cual se manifiesta en el momento de la consulta ya

que por lo general estos niños presentan problemas de adaptación

que hace difícil y provoca en muchos de los casos que no se

pueda concluir con el tratamiento odontológico.

En ambos casos esto acarrea problemas en los niños, ya que estos

al permanecer sin la debida supervisión no cuentan con buenas

normas de higiene bucal lo que se refleja en una deficiente salud

oral y en su manera de comportarse dentro de la consulta.

4. ANALISIS DE RESULTADOS

Grafico.1: edades de los pacientes

Grafico de la Autora

En este estudio podemos observar que la mayoría de los

pacientes atendidos están dentro de los tres y cinco años de edad.

0

20

40

60

80

100

2 años 3 años 4 años 5 años 6 años

Edades de los pacientes

2 años

3 años

4 años

5 años

6 años

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20

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Estimuladores de conducta en niños de 2 a 3 años

33 ElInstrumental

15 La bata delodontologo

7 El Consultorio

2 El Tipo deatencion

Grafico.2: edades de los pacientes

Grafico de la Autora

Mediante la encuesta y los datos recopilados podemos observar

que los pacientes atendidos presentan mayor temor primeramente

al instrumental utilizado por el odontólogo, luego de esto la

siguiente causa en importancia son las experiencias negativas

previas y en el tercer lugar se encuentra compartido por los

ruidos y la bata del odontólogo.

Grafico.2: edades de los pacientes

Grafico de la Autora

También nos demuestra que el mayor indicador conductual que

presentan los pacientes es en primer lugar la fobia dental (27%),

luego le sigue de cerca los hiperactivos (25%) y en tercer lugar

los agresivos (21%)

5. CONCLUSIONES

67 Agresivos

21%

78 Hiperactivo

s25%

33 Ansiosos11%

86 Fobia dental27%

14 Timidos4%

35 Sin temor11%

Indicadores Conductuales

AgresivosHiperactivosAnsiososFobiadentalTimidos

Es esencial que todos los profesionales involucrados en el área

odontológica deban tener los conocimientos suficientes y

adecuados para de esta manera conseguir la empatía con el

paciente pediátrico y lograr la colaboración efectiva durante la

visita del niño a la consulta odontológica.

Es fundamental que el odontólogo esté familiarizado y domine

las diversas técnicas de manejo de la conducta del paciente

pediátrico y con ello pueda elegir la más acorde al paciente para

lograr la culminación exitosa de los tratamientos

odontolologicos, sin causar traumas o fobias en los niños, las

cuales puedan repercutir en su futura salud bucal.

Por medio de la anamnesis y observación del paciente el

profesional debe identificar la conducta de cada niño, y con ello

saber elegir la técnica más adecuada para abordar a ese paciente,

con lo cual se hará más fácil la rehabilitación del niño.

Los padres juegan un papel fundamental en el tratamiento dental

de los niños ya que ellos son una influencia en el

comportamiento de sus hijos, por lo cual el profesional debe

conocer los diversos tipos de padres y saber cómo tratarlos,

aconsejarlos y explicarles las técnicas hacer usadas en el

tratamiento de sus hijos, para que estos no vayan a entorpecer el

procedimiento odontológico y este sea culminado con éxito,

evitando de esta manera que los tratamientos odontológicos

queden inconclusos provocando la perdida a temprana edad de

sus piezas dentales, lo cual traería consecuencias negativas no

solo en su salud bucal sino en su estado de salud general.

6. RECOMENDACIONES

Es importante que los padres acudan con sus hijos desde muy

temprana edad a la consulta odontológica para visitas de

prevención con la finalidad de que ellos se familiaricen con el

profesional odontológico.

El odontólogo debe educar a los padres de los niños precio a la

consulta sobre las normas del consultorio y explicarles que es lo

que no deben decir frente al niño durante la consulta

odontológica para no provocarles temor y dificultar el

tratamiento.

Antes de realizar el procedimiento e profesional debe entablar

una relación de amistad interesándose en su mundo, para lograr

que este colabore con el tratamiento.

El profesional odontólogo debe explicar tanto al niño como a los

padres el procedimiento y las técnicas que van a ser usadas de

una forma muy sencilla y didáctica para que sean captadas y de

esta manera lograr la confianza de ambos en la consulta.

El personal de auxiliares de odontología debe estar debidamente

capacitado para poder asistir al odontólogo durante la realización

del procedimiento y saber controlar cualquier tipo de

eventualidad que se presente durante el tratamiento debido a la

conducta de los niños.

7. ANEXOS

Foto 1 Etapas del Desarrollo

(www.instituto-integrar.com)

Foto 2 Desarrollo intelectual y psicológico

(www.bebesymas.com)

.

Foto 3 Niña llorando

(www.decopeques.com)

Foto 4 Paciente expresando temor

(Foto tomada en el Hospital Santa Teresita)

Foto 6 Demostración de cariño.

(Odontopediatría en la Primera Infancia Pag.158)

Foto 7 Empatía del profesional con el paciente.

(//bebe-blog.org)

Foto 8 Ambiente adecuado del consultorio

(Foto tomada del consultorio de la Dra. Adriana Amado)

Foto 9 Paciente relajado y colaborador

(www.cuidadoinfantil.net)

Foto 10 Niño con conducta incontrolada

(Odontopediatría en la Primera Infancia Pag.159)

Foto 11 Mediante el juego se logra el aprendizaje

(Foto tomada en consultorio de Dra. Adriana Amado)

Foto 12 Profesional realizando la técnica de la triple E

(www.monografias.com)

Foto 13 Premiación

(Odontopediatría en la Primera Infancia Pag.134)

Foto 14 Ejemplo de la Técnica de Escape Contingente

(www.cyberpediatria.com)

Foto 15 Profesional utilizando lenguaje disfrazado con su

paciente

BLOQUES DE MORDIDA, ABREBOCAS

Foto 16 y 17 Tipos de Abrebocas

(Odontopediatría en la Primera Infancia pag.128)

(Foto tomada en Consultorio de Dra. Adriana Amado)

MANO SOBRE BOCA

Foto 18 Demostración de la Técnica

.

.

Foto 19 Utilización de la Técnica Mano sobre Boca

(Odontopediatría en la Primera Infancia Pag.159)

Foto 20 Madre sujetando al niño.

(Foto tomada en el Hospital Santa Teresita)

Foto 21 Madre apoyada sobre los codos

Foto 22 Madre en posición de montar

(Odontopediatría en la Primera Infancia Pag.136)

Foto 23 Niño echado sobre su madre

(Salud Bucal del Bebé al Adolescente)

KNEE TO KNEE (RODILLA CON RODILLA)

Foto 24 y 25 Demostración de la Técnica knee to knee

Foto 26 y 27 Niños usando Pedi-wrap

(www.medi-kid.com)

Foto 28 Papoose-board

(ing.medscape.com)

8. BIBLIOGRAFIA

1. ANDLOW, Rock, 1989, Manual de Odontología, 2da.

Edición, Editorial latinoamericana, Mexico. Páginas 21

– 39.

2. Bezerra, Da Silva Lea, 2008, Tratado de

Odontopediatría, Tomo 2, Editorial Amolca, Bogota –

Colombia. Páginas 1030 – 1037.

3. CAMERON, R. Widmer, 1998, Manual de Odontologia

Pediatrica, Editorial Marcout Brace, Madrid – España.

Páginas 34 – 45.

4. ELIAS Podesta Mario Cesar, 2001, Odontopediatría y

Prevención en la Salud Bucal, Lima – Perú.

5. ESCOBAR Muñoz Fernando, 2004, Odontología

Pediátrica, Editorial Amolca, Caracas – Venezuela.

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6. FINN Sidney, 1996, Odontología Pediátrica, 4ta

Edición, Editorial Interoamericana, México. Páginas

421 – 436.

7. FINN Sidney, 1998, Odontología Clínica, diagnostico y

tratamiento de todas las enfermedades del niño y

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Aires – Argentina. Páginas 736 – 739.

8. GUEDES Pinto Antonio, 2003, Rehabilitación Bucal en

Odontopediatría Editorial Amolca, Caracas –

Venezuela. Páginas 1 – 13.

9. HISTORIAS CLÍNICAS del Hospital Santa Teresita.

10. LAW David, 1998, Un Atlas de Odontopediatría,

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Páginas 112 - 120.

11. LEANCHE Barberia, 2001, Odontopediatría, 2da

Edición, Editorial Masson, Barcelona – España. Páginas

19 – 25.

12. LEYT Samuel, 1987, Odontología Pediátrica, Editorial

Mundi S.A.C.I.F., Buenos Aires – Argentina. Páginas

235 – 242.

13. MC DONALD Ralph, 1997, Odontología Pediátrica y

del Adolescente, Editorial Medica Panamericana,

Buenos Aires – Argentina. Páginas 52 – 57.

14. MC DONALD Ralph, 1998, Odontología para el Niño y

el Adolescente, 2da Edición, Editorial Mundi, Buenos

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Salud Bucal del Bebe al Adolescente, Livraria Santos

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16. NAHÁS Maria, Odontopediatria en la Primera Infancia,

Livraria Santos Editora, Sao Paulo – Brasil. Páginas 125

– 152.

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18. RAYMOND Braham, 1989, Odontología Pediátrica,

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Consideraciones éticas en el manejo del niño en

odontopedíatria.

26. Nahás Maria, Odontopediatria en la Primera Infancia,

Livraria Santos Editora, Sao Paulo – Brasil. Páginas 125

– 152.