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1 Universidad de Costa Rica Escuela de Medicina Departamento de Farmacología y Toxicología Clínica ME-0308: Farmacología Clínica 1 Hospital Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia Profesor tutor: Dr. José Enrique Vives Calderón Seminario: “Introducción al uso de plantas medicinales e interacción con medicamentos” Estudiantes: Luis Eduardo Gómez Víquez B12851 Luigui Andrey González Barrantes B12863 Lindy Viviana González Hernández A92741 Elena Gutiérrez Rodríguez B02922 I semestre 2015

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Universidad de Costa Rica

Escuela de Medicina

Departamento de Farmacología y Toxicología Clínica

ME-0308: Farmacología Clínica 1

Hospital Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia

Profesor tutor: Dr. José Enrique Vives Calderón

Seminario: “Introducción al uso de plantas medicinales e interacción con

medicamentos”

Estudiantes:

Luis Eduardo Gómez Víquez B12851

Luigui Andrey González Barrantes B12863

Lindy Viviana González Hernández A92741

Elena Gutiérrez Rodríguez B02922

I semestre 2015

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Introducción.

Los remedios herbarios corresponden a sustancias derivadas de plantas con nulo o mínimo procesamiento

industrial. Según la OMS, el mercado de estos productos mueve aproximadamente unos 60 billones de

dólares al año. Países como China, la India, Estados Unidos y Nigeria son los principales lugares donde

se utiliza este tipo de terapias (TilburtI & Kaptchuk, 2008). Se estima que un 80% de la población

mundial utiliza algún tipo de plantas medicinales. En Costa Rica, el marco legal que regula la

comercialización de productos naturales con características medicinales es el reglamento para la

inscripción importación comercialización y publicidad de productos con base en recursos naturales

industrializados y con cualidades medicinales. En el mismo, se deja ver que en Costa Rica no se requiere

presentar estudios fitoquímicos, preclínicos, de toxicidad, genotóxicos, identificación de producto activo

ni de eficacia. Se exige utilización de buenas prácticas de manipulación, ensayos toxicológicos, método

de administración, fecha de producción, material de envase, fórmula cualicuantitativa, parte de la planta

utilizada, advertencias, indicaciones, contraindicaciones y nombre común (García, Cañigueral, & Gupta,

2004).

En el uso de plantas medicinales debe tomarse en cuenta que, aunque no se cuente con estudios

de eficacia, es importante que se tengan estudios de calidad para tratar de garantizar que no se

encuentren contaminantes o trazas de otras sustancias que pueden interactuar con el fitofármaco

y drogas que consume el paciente. Se ha señalado que uno de los principales limitantes en cuanto

al control de la calidad de estos productos naturales es el hecho de que muchas veces contienen

mezclas complejas y que esta puede ser la explicación a los muchos efectos adversos

inexplicables que se reportan con el uso de este tipo de productos (Bent, 2008).

Dentro de los principales contaminantes que se han detectado en productos medicinales naturales

se encuentran los botánicos como digitálicos, colchicina, alcaloides de la belladona, entre otros.

Bacterias como S. aureus y E. coli pueden encontrarse en este tipo de productos. Otros productos

como aflatoxinas, pesticidas, calcio, mercurio, plomo y trazas de medicamentos como

antiinflamatorios, esteroides, benzodiacepinas, warfarina, etc. (Wood, 2002).

Contrario a la creencia popular de que estos medicamentos son esencialmente inocuos, se ha

demostrado que muchos de ellos son capaces de inducir serios efectos secundarios. Por ejemplo,

se han comprobado casos de cardiotoxicidad en pacientes con consumo de raíz de regaliz y

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plantas con trazas de compuestos como colchicina y glucósidos cardíacos. Se ha visto que

plantas como la kava, el té verde y los fitoestrógenos de soya pueden causar hepatotoxicidad. Se

han reportado casos de neurotoxicidad y convulsiones en plantas como aceites esenciales,

ginkgo, kava y carambola. Con plantas como tejo chino, uña de gato y castaña de India se ha

visto que se puede generar toxicidad renal (Wood, 2002).

Sólo una pequeña fracción de los miles productos a base de plantas que se utilizan en todo el

mundo ha sido probado rigurosamente por su efectividad en estudios aleatorizados y controlados.

En muchos países no se requiere llevar a cabo este tipo de pruebas, y muchas empresas

argumentan que sería difícil recuperar el alto costo de investigación, ya que los productos a base

de hierbas pueden ser patentados con menos facilidad que los medicamentos de nueva síntesis.

La manera más aceptada de comprobar la eficacia de productos tanto sintéticos como naturales

son los estudios controlados y aleatorizados, sin embargo, en la mayoría de los casos con lo

único que se cuenta es con experimentos animales o experiencias clínicas anecdóticas que se

han criticado por anomalías en el diseño del estudio y selección de la muestra, el subreporte de

resultados intermedios o negativos y que la mayoría comparan los fitofármacos contra placebo y

no contra drogas convencionales (Wood, 2002).

Para ejemplificar las principales consideraciones que se deben tomar en cuenta en cuanto a la

eficacia, seguridad y posibles interacciones entre plantas medicinales y fármacos convencionales

se analizarán estas características en el caso de jengibre, miel, hombre grande, chía, ajo,

eucalipto, avena e hierba de San Juan.

I. Ajo

El ajo o Allium sativum pertenece a la familia de las Alliaceae, y ha sido usado en muchos países

como alimento medicinal por sus efectos antihipertensivos, antiateroscleróticos, y porque disminuye

lípidos, fibrinógeno plasmático, por su efecto fibrinolítico y otros efectos protectores cardiovasculares

vistos en diversos estudios (Xiong et al, 2015). Se menciona que disminuye los niveles de glicemia en

diabéticos, disminuye colesterol y triglicéridos, inhibe la agregación plaquetaria y posee actividad

anticarcinogénica y antimutagénica. (Dalvi, 1992)

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Las propiedades beneficiosas y su sabor están dados por su contenido de compuestos que

contienen sulfuro como la aliina (que produce alicina, que posteriormente se convierte en ajoeno y

vinilditinas) y la gamma-glutamilcisteína. También, contiene gran cantidad de zinc, manganeso, cobre,

selenio y yodo. (Tsai, Chen, Sheen, Li, 2012). De acuerdo a las revisiones de Amagase en 2001 y 2006,

estos compuestos organosulfurados tienen propiedades anti-cáncer, anti-enfermedad cardiovascular, anti-

neuropatía y anti-hepatopatía, así como efectos preventivos de alergia y artritis. (Yun et al, 2014).

En el mercado se pueden conseguir varias presentaciones: Aceite de ajo, ajo en polvo, ajo crudo

(el más común) y extracto añejado. (Tsai et al, 2012). Sin embargo, las condiciones de extracción del ajo

y sus preparaciones, hasta incluso la temperatura en donde se cultivó y el país de origen, pueden cambiar

el contenido de compuestos organosulfurados. (Yun et al, 2014).

También se ha observado que la administración crónica de ajo crudo puede tener efectos tóxicos

como anemia, pérdida de peso y disminución del crecimiento; los cuales se dan menos en el consumo de

extractos añejados de más de 10 meses. (Morihara et al, 2006)

1) Ajo y sistema cardiovascular

Se ha observado una reducción estadísticamente significativa (P= 0,001) de los niveles de

colesterol y de hasta un 75% de la síntesis de colesterol (sin que se produzca toxicidad celular aparente) al

comparar ajo contra placebo, (Yun et al, 2014) ya que se cree que A. sativum inhibe a la

hidroximetilglutaril-CoA reductasa, que hace que disminuya el LDL colesterol en 12 meses hasta en 32,9

mg/dL en hombres y 27,3 mg/dL en mujeres. En otros estudios se ha observado incluso disminución de

triglicéridos y aumento del colesterol HDL, sin embargo, en un meta-análisis se obtuvo con un intervalo

de confianza del 95%, que el ajo disminuye el colesterol total y los triglicéridos, más no había efecto

estadísticamente significativo respecto a los niveles de LDL y HDL. (Tsai et al, 2012)

En pacientes hipertensos, el ajo ha logrado disminuir las cifras tensionales en 5mmHg en

promedio tanto para la presión arterial sistólica como diastólica al compararlo con placebo al final de 8-12

semanas de consumir el alimento; sin embargo, aún no se ha podido concluir si hay mejoría en la

mortalidad o en eventos cardiovasculares. (Xiong et al, 2015). Se cree que un mecanismo por el cual

ejerce esta acción es por la acción vasodilatadora indirecta y directa del óxido nítrico (NO) (Yun et al,

2014), ya que el ajo aumenta la producción de NO en un 30 a 40% a los 15-60 minutos posteriores a la

administración y que los valores de NO regresan a su nivel basal a los 120 minutos posteriores a la

administración. (Morihara et al, 2006)

Tabla 1. Efecto del ajo contra placebo en la disminución de la presión arterial sistólica

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Nota: Fuente: Xiong, X et al. (2015). Garlic for hypertension: A systematic review and meta-analysis

of randomized controlled trials. Phytomedicine, vol. 22, pp. 352-361

Tabla 2. Efecto del ajo contra placebo en la disminución de la presión arterial diastólica.

Nota: Fuente: Xiong, X et al. (2015). Garlic for hypertension: A systematic review and meta-analysis

of randomized controlled trials. Phytomedicine, vol. 22, pp. 352-361

Figura 1. Fluctuaciones del NO luego de la administración de extractos de ajo añejado. (*P < 0,05; **P <

0,01).

Fuente: Morihara, N et al. (2006). Aged garlic extract maintains cardiovascular homeostasis in mice

and rats. The Journal of Nutrition, vol 136, pp. 777-781

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También produce disminución de la agregación plaquetaria y la subsecuente formación de

trombos, que se cree se da por la inhibición de la movilización intraplaquetaria de calcio, pero estudios

más recientes han mostrado modulación de la actividad de la ciclooxigenasa (COX) en plaquetas de

perros. (Yun et al, 2014). En conejos se ha visto la misma inhibición de la actividad de la COX y una

inhibición del tromboxano B2. Otros mecanismos propuestos son aumento del AMP cíclico y GMP

cíclico, aumento en la producción de NO derivado de plaquetas y reducción de la unión al fibrinógeno.

(Tsai et al, 2012)

También se le ha atribuido un efecto antiinflamatorio potente, ya que inhibe la activación del

factor nuclear kappa beta (NF-kB) y de la COX-2. (Tsai et al 2012).

2) Ajo y cáncer

A pesar de la limitada evidencia, se ha observado en algunos estudios que a dosis altas de un

extracto de ajo añejado contra el mismo extracto a dosis bajas a 12 meses, disminuye el tamaño y número

de adenomas de colon (p = 0,04). En otro estudio se observó que el ajo funcionaba como factor protector

contra el cáncer gástrico, pero este efecto solo se dio en pacientes masculinos. El mecanismo por el cual

logra estos efectos aún no es claro. Se ha reportado inducción de apoptosis y detención del ciclo celular

en diversos tipos de cáncer, como el adenocarcinoma pulmonar, glioblastoma, cáncer de próstata,

neuroblastoma, cáncer gástrico, cáncer de vejiga, cáncer de colon y cáncer de mama. (Tsai et al, 2012).

3) Ajo y enfermedades neurológicas

Estudios recientes han demostrado efectos beneficiosos en enfermedades neurodegenerativas

como los eventos vasculares cerebrales, enfermedad de Alzheimer o enfermedad de Parkinson; esto

debido a que ejerce un efecto protector contra el estrés oxidativo/nitrosativo, el daño mitocondrial y la

muerte neuronal. (Yun et al, 2014).

4) Efecto en hepatopatías

Así como ocurre a nivel neurológico, produce un efecto protector contra el estrés oxidativo,

inhibe la inducción del citocromo P450 (CYP) y previene el hígado graso y la cirrosis hepática en

pacientes con hepatopatía alcohólica; así como también disminuye los efectos nocivos del alcohol a nivel

hepático. (Yun et al, 2014)

5) Efecto en alergia

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Se ha demostrado que tiene efecto antihistamínico, y que genera supresión de la reacción en piel

antígeno específica mediada por IgE. Se ha observado también disminución de la muerte celular inducida

por el fumado. (Yun et al, 2014).

6) Efecto en artritis

Se ha observado un efecto preventivo de la osteoartritis, debido a que suprime la expresión de

proteasas degradantes de matriz en los condrocitos, así como la inhibición de la interleuquina 1, la COX-2

y el NF-kB. (Yun et al, 2014)

7) Toxicidad y efectos adversos

Dentro de los efectos adversos documentados se incluye sensación ardorosa en boca y tracto

gastrointestinal, náuseas, vómito, diarrea, mal olor corporal, disminución del calcio sérico, anemia, asma

bronquial y su potencial alergénico, dermatitis de contacto, inhibición de la espermatogénesis. (Yun et al,

2014).

Debido a que inhibe la coagulación, puede aumentar el riesgo de sangrado durante o después de

una cirugía, especialmente si se usa junto con aspirina o warfarina. (Anónimo, 2001)

8) Interacciones metabólicas

En algunos estudios se ha demostrado una leve inducción del CYP y mayor actividad de la

NADPH citocromo c reductasa. (Dalvi, 1992). En ratas se ha documentado inducción del CYP 2B1 pero

inhibición del CYP 2E1. (Amagase, 2006). También se ha visto una mayor actividad de los CYP 1A1,

1A2, 3A2. (Tsai, 2012)

II. Miel

La miel es un producto que se ha utilizado desde tiempos antiguos, y se le han asociado usos

terapéuticos contra el cansancio, falta de apetito, falta de peso, agotamiento, debilidad, disnea, dolores

abdominales, diarrea, estreñimiento, tos seca persistente, garganta seca, ronquera, inflamación en boca o

labios, úlcera de estómago o duodeno, trastornos del sueño, quemaduras y trastornos de cicatrización.

(Siedentopp, 2010).

Estudios han demostrado un efecto antibacteriano de la miel contra gram negativos y contra

algunos gram positivos, como Staphylococcus aureus y Streptococcus faecalis que son comunes en el

tracto respiratorio superior. (Ahmed, Sutcliffe, Tipper; 2013) Desde 2006, se comercializa en Alemania

una miel de calidad médica (MedihoneyTM), que comprende dos productos: “miel médica

antibacteriana” y “gel antibacteriano para heridas”. (Siedentopp, 2010)

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En un estudio realizado en Israel en trescientos niños de uno a cinco años, se separaron los

participantes aleatoriamente en cuatro grupos, de los cuales tres recibieron algún tipo de miel y el cuarto

grupo recibió un placebo. Se obtuvo que no hubo diferencia significativa entre los niños que recibieron

alguno de los tres tipos de miel, sin embargo, las tres mieles fueron mejores significativamente

comparadas contra placebo. (Sagall, 2012) Se realizó un estudio en que se observó incluso un efecto

equitativo al uso de dextrometorfano con sabor a miel, en la reducción de la tos y en la mejoría del sueño

(Ashkin, Mounsey, 2013); esto debido a sus propiedades antioxidantes y que aumenta la liberación de

citoquinas, que le da el efecto antimicrobiano y de mejoría de las heridas. (Cohen et al, 2012).

También se ha propuesto que el Silimarin, un flavonoide que contiene la miel que actúa como

antioxidante, también tiene un efecto hepatoprotector contra la hepatotoxicidad inducida por el

paracetamol, esto se observó si se daba un tratamiento con miel previo a la administración del

paracetamol. (Galal, Zaki, Seif, Agha, 2012)

Dentro de sus contraindicaciones está el uso en menores de un año, debido a la pobre inmunidad

contra el Clostridium Botulinum, un potencial contaminante de esta sustancia. (Ahemd et al, 2013)

III. Chía (Salvia hispanica)

Esta es una planta categorizada dentro de la familia de la menta, cuyas semillas contienen de 25 a

40% de aceite, con 60% de omega-3-alfa ácido linolénico y 20% de omega-6-ácido linolénico; además

contiene un gran número de antioxidantes. (Mohd et al, 2012).

De acuerdo a estudios, la chía es eficiente en prevenir el inicio de la dislipidemia, no altera la

glicemia pero sí previene la insulinorresistencia, pero además, tiene la capacidad de disminuir el tejido

adiposo visceral, esto último observado en ratas. Además, la adición de semillas de chía en la dieta

disminuye los niveles de colesterol total en plasma y aumenta el HDL colesterol. (Chicco et al, 2009)

Basado en los hallazgos más recientes, la semilla de chía es una buena alternativa de aceite para

mantener un equilibrio en el perfil de lípidos séricos. (Mohd et al, 2012)

La chía se puede consumir de diversas formas, y al consumirla incorporada al pan, es igual de

efectiva en sus diversas presentaciones para disminuir los niveles de glicemia en pacientes sanos, de

manera dosis dependiente; esto se cree que se da debido a su alto contenido de la fibra dietética, que se

encuentra en el mucílago de las semillas (Que se produce al entrar en contacto con agua o con el sistema

digestivo humano). (Ho et al, 2013)

Se ha encontrado también que comparado a un grupo control, la chía disminuye la presión arterial

sistólica por 6,3 mmHg, la proteína C-reactiva altamente sensible por 40 mg/L y el factor de

vonWillebrand por 21%. En este estudio no se encontró mejoría de la glicemia y el perfil lipídico

comparado al control, pero logra mantener los niveles a un rango poco peligroso. (Vuksan, 2007).

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También, luego de 8 semanas de aplicación, hubo mejoría en la hidratación de la piel, el líquen

simple crónico y el prurigo nodular; hubo mejoría de la permeabilidad de la barrera epidermal y de la

hidratación de la piel; debido a esto demostró una mejoría del prurito secundario a la injuria renal crónica.

(Kyoo, Jung, Deog, Hwan, 2010)

La información disponible de sus efectos adversos es limitada; en 2003 y 2006 se hizo estudios

para observar si causa una respuesta alérgica, sin embargo, no hubo diferencia significativa con respecto

al grupo control. (Coates, 2011)

IV. Hombre Grande (Quassia amara)

El Hombre Grande es un arbusto pequeño con flores rojas y cuyo fruto son drupas negras. Está clasificada

por la FDA (Food and Drug Administration de los Estados Unidos) como una droga narcótica (Toma et

al., 2003) Se utiliza la corteza en infusión para múltiples remedios como un estimulante del apetito,

antipirético y antihelmíntico. (Núñez, 1975). Así mismo se ha dicho que sirve para los riñones y como

tratamiento contra el paludismo (Badilla, Miranda, Mora, y Vargas, 1998). Se ha estudiado los

componentes del Hombre Grande que ejercen efecto positivo en los organismos y se ha atribuido a los

cuasinoides (García-Barrantes, y Badilla, 2011)

La evidencia recolectada demuestra el uso de hombre grande en las siguientes situaciones.

Analgesia. El artículo de Toma W y colaboradores del 2003 llamado Evaluation of the analgesic and

antidematogenic activities of Quassia amara barck extract se interesó en investigar el poder analgésico y

sedativo de distintos extractos de Hombre Grande en dosis de 100, 2500 y 500 mg/kg. Realizaron un

estudio en ratones. No obtuvieron resultados al administrarlo vía oral sino solo en su efecto sedativo al

administrarlo de forma intraperitoneal en una mezcla no polar de Hombre Grande con alcohol. (Toma et

al, 2003)

Proquinético intestinal. Un estudio de la Universidad de Costa Rica del Laboratorio de Fitofarmacología

del Instituto de Investigaciones Farmacéuticas de la Facultad de Farmacia estudió la actividad

gastrointestinal del extracto acuoso de Hombre Grande en modelos animales. A diferencia del anterior se

utilizó corteza del árbol fresca, que se secó y molió hasta obtener un polvo homogéneo. Dicho polvo se

calentó en agua al 10% por 30 min a 72ºC y luego se filtró. Se utilizaron dosis de 250, 500, 1000 y 1500

mg/kg. Como resultados encontraron:

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● Los animales a los que se les administró dosis de 500 y 1000 mg/kg vía oral tuvieron un aumento

del tránsito intestinal dependiente de dosis, y lo asocian con una actividad muscarínica M1 y M2

directa o bien a una actividad anticolinesterásica.

● Se evidencia como antecedente a la investigación previa el efecto antiulceroso, que lo atribuyen a

la estimulación de prostaglandinas endógenas. (Badilla, 1998)

Antiulcerogénicas. Un estudio de este mismo laboratorio publicado en el Journal de Etnofarmacología en

el 2011 buscó estudiar las propiedades antiulcerogénicas del Hombre Grande en modelos animales. Se

indujeron úlceras gástricas agudas en ratas con etanol e indometacina. Luego se administró dos tabletas

estandarizadas, Lipro ® y Ligas ®, cuyo compuesto activo son los cuasinoides. Los resultados sobre las

úlceras inducidas tanto por etanol como por indometacina demuestran disminución de la ulceración y

sugieren que el mecanismo de acción está relacionado con un efecto protector de la mucosa gástrica. La

protección ofrecida en el caso de las úlceras inducidas por indometacina es similar al de la ranitidina, un

antagonista H2. En ambos casos la propiedad antiulcerogénica es dosis dependiente. Además se evidenció

que Lispro ® ni Ligas ® modificó la cantidad de ácido secretado. Lo que sí lograron evidenciar es un

aumento en la producción de moco gástrico. (García-Barrantes, Badilla, 2011)

Antimalárico. Se recolectaron dos estudios que evidencian la capacidad antimalárica del Hombre Grande.

Sin embargo esta propiedad se atribuye a un cuasinoide especial llamado simalikalatone D, otro

compuesto de este arbusto, descrito por la investigación de Bertani y colaboradores del 2006. Esta

investigación se basó en la experiencia de poblaciones de Guyana Francesa y del Amazonas donde las

poblaciones nativas utilizan una infusión de las hojas del arbusto de Hombre Grande para manejar la

malaria así como en otras investigaciones donde se ha evidenciado la capacidad de inhibir el crecimiento

in vitro e in vivo en ratas del Plasmodium falciparum. La investigación del 2012 de Bertani y

colaboradores buscó definir las características del simalikalatone D para comprender sus propiedades

antimaláricas. Para ello se aisló el compuesto y se prepararon cultivos in vitro para P. falciparum basado

en glóbulos rojos humanos. El experimento consistió en tomar los cultivos y colocarle la solución que

contenía simalikalatone D. Ellos confirmaron la capacidad de esta molécula de inhibir el crecimiento in

vitro, sin embargo consideran que la toxicidad estimada en el estudio imposibilita su utilización en

humanos con efectos antimaláricos. (Bertani et al, 2006, Bertani et al, 2012)

En cuanto a las interacciones no se encontró evidencia en la literatura que advierta sobre algún tipo de

interacciones medicamentosas ni de características de inhibición o estimulación enzimática. En el caso del

medicamento Cuassia ® del laboratorio Lisan compuesto por extractos de Hombre Grande, el prospecto

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del fármaco no dice tener reacciones adversas reportadas hasta ahora. No se encontró en línea el

prospecto de los fármacos Lipro ® y Ligas ® del mismo laboratorio en su página de internet. (Lisanatura)

Así mismo la página oficial del Jardín Botánico de la Universidad de Costa Rica indica que hasta la fecha

no hay información sobre toxicidad severa, sin embargo si advierte que el consumo a altas dosis puede

provocar vértigo, disminución de la agudeza visual, cólicos, vómito y fiebre. Como contraindicación esta

entidad indica que es un compuesto que no debe ser utilizado en embarazo ni en lactancia. Además que

no debe utilizarse durante la menstruación por el riesgo de producir cólicos uterinos. (Jardín botánico,

2009)

V. Jengibre

El jengibre es una hierba de la que se utiliza el rizoma o tallo subterráneo. Se ha utilizado desde tiempos

antiguos como condimento y como medicamento. Suele utilizarse para problemas estomacales como

mareos del embarazo, malestar, flatulencia, diarrea, cólico entre otros (MedlinePlus, 2014). De acuerdo a

la FDA el jengibre se considera como “en general seguro” (Hickock, Roscoe, Morrow, y Ryan, 2007).

La evidencia recolectada demuestra el uso de jengibre en las siguientes situaciones.

Náuseas en embarazo. Una revisión del 2013 evidenció no hay evidencia confiable sobre la seguridad del

jengibre en el uso en embarazo. Indican que algunos estudios demostraron la efectividad del uso del

jengibre comparado contra placebo. La evidencia recomienda una dosis oral de 1000 mg diaria para el

manejo de las náuseas y vómitos del embarazo y advierte que la dosis máxima es de 4g al día en

embarazadas. (Ding, Leach, y Bradley, 2013)

Náuseas post-operatorias en pacientes con cesárea electiva. Un estudio del 2013 estudió pacientes con

cesárea electiva donde se manejó jengibre contra placebo para evaluar las náuseas post-quirúrgicas. En

los resultados se vio evidencia estadísticamente significativa en reducción de episodios de náuseas

durante la intervención quirúrgica en las pacientes que tomaron jengibre. Esta relación no fue

significativa en vómito intra-operatorio ni en náuseas y vómito posterior a la intervención. (Kalava, Darji,

Kalstein, Yarmush, SchianodiCola, y Weinberg, 2013)

Síndrome de intestino irritable. Un estudio aleatorizado doble ciego contra placebo estudió el efecto del

jengibre sobre el síndrome del intestino irritable. Los resultados concluyeron que el jengibre no demuestra

ninguna mejoría en comparación con placebo. (van Tilburg, Palsson, Ringel, y Whitehead, 2014)

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Osteoartritis. Un meta-análisis de estudios aleatorizados controlados contra placebo sobre el uso del

jengibre en la osteoartritis demostró eficacia modesta en la mejoría de los síntomas con un espectro de

seguridad razonable. (Bartels et al., 2015)

Toxoplasmosis. Un estudio del 2013 buscó crear evidencia que sustentara la capacidad anti-toxoplasmosis

del jengibre in vitro e in vivo. Para ello utilizó cultivos de células gliómicas de rata para la

experimentación in vitro y ratas para la in vivo. Se evidenció que el extracto de jengibre in vitro inhibió la

proliferación de las células infectadas por Toxoplasma gondii. Esta capacidad se asocio a la capacidad del

extracto de jengibre de modular factores como la caspasa 3, proteína p53 y p21 entre otros de manera que

se inhibe la señalización de apoptosis durante el estadio proliferativo de la enfermedad. En el modelo

animal y los resultados mostraron que una dosis de 500 microgramos/ml de extracto de jengibre confirió

mayor sobrevida a los animales infectados con toxoplasmosis que aquellos tratados con cantidades

menores o con placebo. Esto se explica por la capacidad antiproliferativa del jengibre sobre las células

infectadas. (Choi, Jiang, Chu, 2013)

Si hay estudios que hablan de interacciones farmacológicas, por lo que se recomienda no combinarlo con

dimenhidrinato así como agentes hipoglicemiantes o insulina por el riesgo hipotético de aumentar las

hipoglicemias. Pacientes con tratamiento antiarrítmico o que hacen efecto en sistema nervioso central

deben evitarlo. (Ding, 2013). Los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos recomiendan

además de los fármacos ya citados, no mezclar jengibre con bloqueadores de canales de calcio por la

capacidad del jengibre de disminuir la presión arterial, por lo que la recomendación puede extenderse a

todos los demás fármacos antihipertensivos. (MedlinePlus, 2014). Otros autores recomiendan no

combinarlo con otras plantas como el culantro, el ginsen o el Ginkgo biloba en vista de las cualidades

antiplaquetarias de estos últimos, así como con fármacos como aspirina, heparina o warfarina. Sin

embargo hay un estudio que demuestra no haber desajuste del control anticoagulante en el uso

concomitante de warfarina y de jengibre por 2 semanas tomado 3 veces al día. Contrariamente hay un

reporte de caso de epistaxis y aumento del INR a más de 10 por el consumo de jengibre seco. (Ding,

2013; Tiran, 2012).

En cuanto a efectos adversos, en las manifestaciones gastrointestinales, el uso del jengibre puede causar

dolor estomacal de tipo quemadura, es el efecto adverso más frecuente y debe suspenderse el uso cuando

se presente. Hay reportes de obstrucciones intestinales por jengibre mascado que, al ser mal macerado, se

traga completo y puede provocar la obstrucción. Otro efecto adverso es la hipotensión y debe ser evitado

en pacientes con enfermedad cardiovascular por un potencial efecto proarrítmico. (Tiran, 2012).

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Algunos países han tomado la precaución de prohibir su uso en embarazo por riesgo de falla en el

desarrollo fetal, sin embargo no hay evidencia que sustente dicho temor. Fármacos con los que interactúa

incluyen: beta bloqueadores, barbitúricos, benzodiacepinas además de los antes mencionados. (Tiran,

2012)

VI. Hierba de San Juan (Hypericum perforatum).

Su uso se ha promocionado para el tratamiento de la depresión y ansiedad. En un meta análisis de 2005,

se abarcaron 26 estudios que incluyeron 3220 pacientes que comparaban la efectividad de la hierba de

San Juan contra placebo en la reducción de los síntomas depresivos en la escala de Hamilton. Según los

resultados de los investigadores, en general se encontró que los estudios muestran un mayor efecto en la

reducción de síntomas depresivos de la hierba vs. placebo. No obstante, un punto importante que se

estudió fue que, en los estudios más antiguos, se carece de muchas especificaciones en cuanto a la

selección de la muestra y la sistematización de los resultados. De hecho, se demostró que en estudios más

recientes, y en los que sólo se incluyen pacientes con cuadros depresivos severos (Hamilton>20), el efecto

de la planta en la reducción de los síntoma no fue tan marcada como en los estudios más antiguos que

incluyen pacientes con depresión leve-moderada (Linde, Berner, Egger, & Murlow, 2005).

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Figura 2. Efecto de la hierba de san Juan vs. placebo en depresión leve-moderada. Fuente: Linde,

K., Berner, M., Egger, M., & Murlow, C. (2005). St John’s wort for depression Meta-analysis of

randomised controlled trials. British journal of psychitry (186).

En cuanto a las comparaciones de la hierba de San Juan contra los antidepresivos estándar, se encontró

que la mayoría de estudios compararon la eficacia de la planta contra antidepresivos tricíclicos y en

estudios más recientes contra inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina (SIRS), en ambos casos

los estudios que se tomaron en cuenta incluyen casos que cumplían los criterios para un cuadro depresivo

leve-moderado. Los resultados encontrados fueron que existe una efectividad similar de la planta con

respecto a los antidepresivos tricíclicos, mientras que al compararla contra productos más modernos como

SIRS, la efectividad es discretamente menor. Se encontró que la tasa de abandono terapéutico por efectos

adversos fue menor con la planta (Linde, Berner, Egger, & Murlow, 2005).

Figura 3. Efecto de la hierba de San Juan vs. antidepresivos estándar. Fuente: Linde, K., Berner,

M., Egger, M., & Murlow, C. (2005). St John’s wort for depression Meta-analysis of randomised

controlled trials. British journal of psychitry(186).

15

Los efectos adversos por el extracto de incluyen primordialmente manifestaciones gastrointestinales leves

y reacciones cutáneas. En general, estos efectos adversos se presentan en una población minoritaria entre

quienes utilizan el producto y serían menores que los que se presentan con antidepresivos estándar

(Russo, y otros, 2014).

En cuanto a las propiedades farmacocinéticas y dinámica de la planta, se ha propuesto que su acción

antidepresiva se explica por un efecto inhibidor de la MAO (monoaminooxidasa), supresión de la

liberación de IL-6 e inhibición sobre la recaptura de serotonina, noradrenalina, dopamina y GABA a nivel

central. Por el perfil farmacocinético de los extractos de la planta (hipericina y pseudohipericina) y su

baja penetración de la barrera hematoencefálica, se requieren períodos de aproximadamente 4-6 semanas

para observar los efectos antidepresivos. Se ha reportado que el fitofármaco es un inductor de enzimas

como CYP3A4, CYP2E1 Y CYP2C19.la hierba de San Juan induce la expresión de glicoproteína P en la

mucosa intestinal, afectando la absorción de múltiples fármacos que son substratos de la misma; de

manera similar, induce la expresión de dicho transportador a nivel tubular renal, favoreciendo una mayor

excreción de fármacos en dicho órgano. Cabe resaltar que los estudios reportan este tipo de interacciones

farmacocinéticas en períodos de tratamiento no menores a 10 días, y no se han reportado mayores efectos

en lapsos menores (Russo, y otros, 2014).

Dentro de las interacciones más importantes que se reportan con fármacos, se menciona que puede haber

interacciones farmacodinámicas cuando se combina la hierba de San Juan con drogas que aumentan la

concentración de 5-hidroxitriptamina en el cerebro. Otras posibilidades son interacciones

farmacocinéticas incluyen la reducción en los niveles circulantes de anticoagulantes (Warfarina),

ciclosporina, fármaco de acción gastrointestinal y fármacos antineoplásicos (por ejemplo imatinib). Se

han reportado casos de síndrome serotoninérgico o letargo cuando se administra concomitantemente con

los SIRS. Antiarrítmicos, inotrópicos cardíacos, antihistamínicos, antimicrobianos (como eritromicina,

voriconazol e indinavir), esteroides, contraceptivos orales y agentes hipoglicemiantes orales son grupos

de fármacos que involucran posibles interacciones con el producto (Russo, y otros, 2014).

VII. Eucalipto

El Eucalipto, es uno de los árboles nativos de Australia, más extensamente cultivados, que pertenece a la

familia Myrtaceae (Topiar, Sajfrtova, Pavela, & Machalova, 2015). Entre los componentes volátiles y no

volátiles del Eucalipto, se incluyen: terpenos, triterpenoides, flavonoides, flavanoles, galotininos,

quercetina, euglobals, procianidinas, carpos macro, etc. (Dey & Mitra, 2013), y estos son los relacionados

con diversos mecanismos de acción y por ende, efectos, mismos que serán mencionados más adelante.

16

La corteza y hojas del Eucalipto, se han usado en medicina tradicional para el tratamiento de resfríos,

gripe, fiebre, diarrea e incluso dolor de muelas (Topiar, Sajfrtova, Pavela, & Machalova, 2015), además

de asma, hipertensión, bronquitis, quemaduras, tos, inflamación, lepra y malaria (prevención), además del

tratamiento de llagas, onicomicosis, dolor de garganta, heridas y abscesos. Aunado a lo descrito, se ha

informado que tiene propiedades antisépticas, astringentes, hipoglicemiantes, desodorantes, diaforéticas,

expectorantes, febrífugas, repelentes de insectos y rubefacientes (Ishnava, Chauhan, & Barad, 2013).

En lo que a evidencia científica se refiere, diversos autores que apoyan algunos usos tradicionales del

eucalipto, algunos de ellos se mencionarán a continuación.

Efectos hipoglicemiantes y prevención de complicaciones en DM

Ha sido informado, por diversas farmacopeas que el uso de decocciones de hojas de esta planta calientes

en té, sirven como agente hipoglicemiantes, por lo que popularmente se usa como remedio para Diabetes

Mellitus. Aunque hay muchas especies de Eucalipto, las se insinúan con este efecto son: E. globulus, E.

citriodora, E. camaldulensis y E. tereticornis. Se señala especialmente la disminución de glucemias

postprandiales, mediante la inhibición de enzimas que hidrolizan carbohidratos como la α-amilasa y α-

glucosidasa; la acción en la primera, se lleva a cabo por componentes aislados como flavonoides

(quecetina, miricetina), fenoles (taninos, ácido elágico y gálico, además de terpenoides (ácido ursólico,

ácido oleanólico, etc.); mientras que la acción sobre la segunda se ha visto con polifenoles, antocianinas y

proantocianidinas (Dey & Mitra, 2013)

Cabe destacar que el efecto hipoglicemiantes, también se ha atribuido a la acción de terpenoides, que

actúan como modulares de PPAR- γ (receptor clave en homeostasis de glucosa y lípidos por su capacidad

de reducir los ácidos grasos libres), regulando el metabolismo de carbohidratos y lípidos. (Dey & Mitra,

2013)

Además, se ha visto que los compuestos macrocarpales A, B, C y D, en concentraciones de 2 a 2,8 mol,

logran inhibir la Aldosa reductasa (AR) (misma que pertenece a la superfamilia de las aldocetoreductasas

y que es el paso limitante en la vía de los polioles, que transforma glucosa en fructosa -usando NADPH

como cofactor-, la que finalmente se convierte en sorbitol por la sorbitol deshidrogenasa), y tomando en

cuenta que en DM hay aumento de la disponibilidad de la glucosa en tejidos insensibles a la insulina

(como a nivel del cristalino, nervios y retina) y por tanto mayor actividad de la vía de los polioles, con su

consecuente aumento de la concentración del sorbitol (implicado en las complicaciones crónicas de DM,

como cataratas, retinopatía y neuropatía) a este nivel, y ya que las el compuesto mencionado inhibe la

17

acción de la AR, es que se indica que el eucalipto tendría un papel en el control de las complicaciones

diabéticas (Dey & Mitra, 2013)

Antiinflamatorio, Antioxidante y Analgésico

La literatura menciona que existen más de doce formas aisladas de hojas de E. globulus, que han

demostrado tener un efecto antiinflamatorios incluso potente que el de la indometacina y se indica que

esto se debe principalmente a los compuestos fenólicos de la planta, como floroglucinoles formilados,

euglobales, macrocarparles, sideroxilonales y robustadialess, los cuales se sugiere que inhiben la vía de la

ciclooxigenasa, además de inhibir la producción de citoquinas inflamatorias, como el factor de necrosis

tumoral alfa, interleucinas-1B, leucotrieno B4 y tromboxano B2 (Therapeutic research faculty, 2013).

Por otro lado, su efecto antioxidante, se atribuye a la presencia de 4-hidroxitritiacontanediona, aislado de

la cera de la hoja de E. globulus. (Dey & Mitra, 2013). Así mismo, se ha observado que el compuesto

macrocarpales A-E inhibe la transcriptasa reversa de HIV, pero que este efecto no es clínicamente

relevante (Czygan & von Sachs, 2004).

El efecto analgésico del eucalipto, se atribuye al Eucaliptol (1,9-cineole) , presente en el aceite de

eucalipto, en un 60-90 %, el cual parece bloquear la producción de metabolitos del ácido araquidónico

(Therapeutic research faculty, 2013)

Efecto antihipertensivo

Las biomoléculas naturales como los flavonoides, antocianinas y triterpenos son potentes inhibidores de

la ECA, por tanto se han asociado con un efecto antihipertensivo al disminuir la conversión de

Angiontensina I en II, disminuyendo así su efecto vasoconstrictor. (Dey & Mitra, 2013)

Interacción con Medicamentos

La literatura menciona que el Eucalipto, así como tiene diversos efectos positivos, de la misma manera,

posee una serie de interacciones medicamentosas. Algunas de ellas, serás mencionadas a continuación.

Aminopirina, Anfetaminas y Pentobarbital a Nivel de evidencia IV. Se ha visto de manera preliminar,

en investigación animal, que la inhalación de eucaliptol podría reducir el nivel de aminopirina,

anfetaminas y pentobarbital, en la sangre, reduciendo de igual manera el efecto terapéutico de ellos.

(Therapeutic research faculty, 2013)

18

Drogas Antidiabéticas Nivel de evidencia IV. Se indica que su acción hipoglicemiantes es aditiva, por

cuanto si se utiliza con este tipo de drogas, habría mayor riesgo de hipoglucemia en algunos pacientes.

Entre los antidiabéticos estudiados, se hallan: glimepiride, gliburide, insulina, metformina, pioglitazona,

rosiglitazona, etc. (Therapeutic research faculty, 2013)

Sustratos del CYP-450 1A2à Nivel de evidencia IV. Estudios preliminares sugieren que el aceite de

eucalipto podría inhibir a este citocromo, pero dicho efecto no se ha podido evidenciar en humanos; sin

embargo se indica que habría que tener un monitoreo cuidadoso al utilizar drogas como amitriptilina,

haloperidol, ondasetron, propranolol, teofilina, verapamilo y otras. (Therapeutic research faculty, 2013)

Sustratos del CYP-450 2C9à Nivel de evidencia IV. Estudios preliminares indican que el aceite de

eucalipto inhibe a este citocromo, efecto que no se ha demostrado en humanos, sin embargo se

recomienda el monitoreo constante de pacientes que utilicen este aceite de manera concomitante con

drogas como AINES, warfarina, losartán y otros. (Therapeutic research faculty, 2013)

Sustratos del CYP-450 2C19à Nivel de evidencia IV. Investigaciones preliminares enseñan que el

aceite de eucalipto inhibe a este citocromo, efecto que no se ha visto en humanos, sin embargo se

encomienda el monitoreo constante de pacientes que utilicen este aceite de manera concomitante con

drogas como los inhibidores de bomba de protones, diazepam, carisoporodol, nelfinavir y otros.

(Therapeutic research faculty, 2013)

Sustratos del CYP-450 3A42à Nivel de evidencia IV. Investigaciones preliminares han mostrado que el

aceite de eucalipto inhibe a este citocromo, efecto que no se ha visto en humanos, sin embargo se sugiere

el monitoreo constante de pacientes que utilicen este aceite de manera concomitante con drogas como

lovastatina, ketoconazol, itraconazol, fexofenadina, y muchos otros. (Therapeutic research faculty, 2013)

VII. Menta

La Mentha piperita (M. piperita) es una planta medicinal importante que crece a lo largo de América del

Norte, Asia y Europa (Jeyakumar, Lawrence, & Pal, 2011). Pertenece a la familia de Lamiaceae

(Elicristo, 2015) y es cultivada principalmente por su aceite (que es extraído de las hojas de la planta en

floración), el cual se utiliza para dar sabor a productos farmacéuticos y preparaciones orales (Herro & S.,

2010)

19

La menta se ha utilizado en medicina tradicional, al igual que para extender la vida de algunos alimentos,

puesto que ha demostrado inhibición de bacterias, hongos y levaduras, propiedades que se le atribuyen a

sus aceites esenciales, los cuales se obtienen por sus metabolitos secundarios (Jeyakumar, Lawrence, &

Pal, 2011), punto que será mencionado posteriormente. Así mismo, cabe mencionar que tradicionalmente

se usa para tratar dolores estomacales, gripes, resfríos, bronquitis, ansiedad, halitosis, heridas, prurito,

cefaleas, entre otros. (Naturvegan Ecológico, 2015) (Herro & S., 2010)

En lo que a evidencia científica se refiere, diversos autores apoyan diversos usos tradicionales de la

menta, algunos de ellos se mencionan a continuación.

Efecto Virucida

La literatura indica que el aceite de menta exhibe altos niveles de actividad virucida contra HSV-1 y

HSV-2 en pruebas de suspensión viral, en concentraciones no citotóxicas y con reducción demostrada de

títulos del virus en más de un 90 % inicialmente y 99 % 3 horas después (a concentraciones mayores); se

dice que su acción está dada por efecto directo sobre el virus, en tanto se sugiere que este aceite, podría

ser adecuado para uso terapéutico tópico como agente virucida en la infección por herpes recurrente.

(Schumacher, Reichling, & Schnitzler, 2003)

Efecto Antioxidante y Antiinflamatorio

Algunos autores sostienen que la tisana de menta y su aceite, poseen efectos antioxidantes, mismos que

están atribuidos a diversos componentes, tales como los ácidos fenólicos (rosmarínico y cafeico), flavonas

(como derivados de luteolina), flavanonas (erocitrina), los cuales se cree que poseen la mayor potencia;

los compuestos fenólicos funcionan como captadores de radicales libres (por sus propiedades reductoras),

actuando como hidrógeno o agente donador de electrones, desactivando singletes de oxígeno y quelando

de metales (Riachi & De Maria, 2015), dando un efecto antioxidante; además de que es bien conocida su

acción antiinflamatoria, al disminuir expresión de IL-6, IL-8, y TNF, pos irradiación con UVB, siendo el

ácido Rosmarínico el principal, y actuando hasta 5 horas pos exposición. (Riachi & De Maria, 2015).

Por otro lado, la luteolina también se relaciona con efectos antiinflamatorios, al reducir la inflamación

inducida por lipopolisacáridos, por activación de diversas vías que involucran el NF-kB, así como

fortaleciendo el potencial antioxidante de la Hem-oxigenasa-1, por modulación de diversas vías de la

MAPK; mientras que metabolitos de eriocitrina influencian el sistema de metabolitos de glutatión (Riachi

& De Maria, 2015).

20

Así mismo se habla de antioxidantes vitamínicos, presentes en la planta como el ácido ascórbico y los

carotenoides, al lado de terpenos insaturados con estructura de ciclohexadieno (terpineno) y terpenos

ciclooxigenados menores (timol). La literatura también señala que componentes del aceite esencial de

menta, como los onoterpenos oxigenados insaturados acíclicos, tienen más bien efecto pro oxidante.

(Riachi & De Maria, 2015)

Acción antibacterial

La literatura señala que el aceite de menta es un antibacteriano eficaz contra microorganismos gram

positivos y gram negativos, tales como, Bacillus cereus, Bacillus subtilis, Escherichia coli,

Staphylococcus aureus, Klebsiella pneumoniae y Pseudomonas aeruginosa, mejorando su eficacia en

mayores concentraciones, y siendo más efectivo en bacterias gram positivas; por tanto existe la

recomendación, de la utilización del mismo, en el tratamiento de infecciones causadas por estas bacterias,

resistentes a múltiples medicamentos (Jeyakumar, Lawrence, & Pal, 2011).

Cabe destacar, que la actividad antimicrobiana del aceite de menta, está dada por la presencia de

terpenoides mentolados, mentone, 1-8 cineola, metilacetato, metofuran, isomentone, limoneno, b-pineno,

germacereno-D, hidrato de trans-sabinete y pulegones; diversos compuestos fenólicos, con los que se ha

creado la hipótesis de que sensibilizan la bicapa de fosfolípidos de la membrana microbiana

citoplasmática, causando una permeabilidad aumentada, falta de disponibilidad de constituyentes vitales

intracelulares y deterioro del sistema de enzimas bacterianas (Jeyakumar, Lawrence, & Pal, 2011), más la

evidencia no es muy clara.

Efectos en control de glucemia, colesterol total, triglicéridos, LDL y HDL

La literatura señala que el consumo de jugo de menta es una manera eficaz de lograr un control de

glucemia, colesterol total, triglicéridos y LDL, así como se evidenció un aumento de HDL

concomitantemente, todo sin interferir en enzimas hepáticas ni en niveles de urea, por cuanto se desestima

un posible compromiso de la función renal al consumirlo. (Marbalho, y otros, 2011)

Los efectos descritos, se cree que son debidos a la presencia de sustancias como mentol, eugenol, timol,

flavonoides, terpenoides, eriocitrin, leteolina y ácido rosmarínico, ciámico y cafeico, por su efecto

antioxidante (previamente mencionado), pero además se habla de que estos compuestos ejercen acción

sobre el metabolismo de óxido nítrico, mejorando el control del tono vascular y por ende, teniendo cierta

acción antihipertensiva (Marbalho, y otros, 2011)

Efectos en el Tratamiento del Síndrome de intestino irritable (SII)

21

Algunos estudios señalan, que la sintomatología asociada con el SII (como distensión abdominal, dolor

abdominal, diarrea, constipación, etc.), mejora significativamente posterior a la ingesta de cápsulas de

aceite de menta, BID por 4 semanas y que sus efectos perduran hasta 1 mes pos ingesta (Capello,

Spezzaferro, Grossi, Manzoli, & Marzio, 2007).

Los autores dicen que la mejoría de síntomas en SII por el aceite de menta, se debe a su efecto relajante

sobre el músculo liso intestinal, por la interferencia del mentol con el movimiento de calcio a través de la

membrana celular, lo que también prolonga el tiempo del tránsito oro-cecal (Capello, Spezzaferro, Grossi,

Manzoli, & Marzio, 2007)

Interacción con Medicamentos

La literatura menciona que la menta posee una serie de interacciones medicamentosas. Algunas de ellas,

serás mencionadas a continuación.

Ciclosporina estudios preliminares señalan que el aceite de menta podría disminuir la rapidez con que el

cuerpo descompone la ciclosporina, lo que aumentaría su concentración, derivando en mayores efectos

secundarios, por lo que no se recomienda su uso concomitante. (Therapeutic research faculty, 2013)

Sustratos del CYP-450 1A2à estudios señalan que el aceite de menta, inhibe en medida variable este

citocromo, por lo que se recomienda precaución al utilizar medicamentos como amitriptilina, verapamilo,

haloperidol y otros. (Therapeutic research faculty, 2013)

Sustratos del CYP-450 2C19à estudios señalan que el aceite de menta, inhibe en medida variable este

citocromo, por lo que se recomienda precaución al utilizar medicamentos como omeprazol, nelfinavir y

otros. (Therapeutic research faculty, 2013)

Sustratos del CYP-450 2C9à estudios preliminares indican que el aceite de menta, inhibe este

citocromo, por lo que se encarga cautela al manejar medicinas como celecoxib, glipizida, ibuprofeno,

diclofenaco y otros. (Therapeutic research faculty, 2013)

Inhibición de CYP-450 2D6 y CYP3 A4à se sabe que compuestos hallados en la menta, como el ácido

cafeico, inhibe potente y selectivamente este citocromo, acción que lleva a cabo también con CYP3A4,

pero en mucha menor medida. (Riachi & De Maria, 2015)

22

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