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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL
CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
Redistribución de frecuencias en el Ecuador. Estudio de
la Ley Orgánica de Comunicación y el impulso a los
medios comunitarios durante el Gobierno de Rafael
Correa.
Proyecto de investigación previo a la obtención del título
de Comunicador Social, con énfasis en Comunicación
Organizacional
AUTOR: Daniel Sebastián Merizalde Guanín
TUTORA: PhD. Karen Indira Andrade Mendoza
QUITO, DICIEMBRE DE 2018
ii
DERECHOS DE AUTOR
Yo Daniel Sebastián Merizalde Guanín en calidad de autor y titular de los derechos
morales y patrimoniales del trabajo de titulación “Redistribución de frecuencias en el
Ecuador. Estudio de la Ley Orgánica de Comunicación y el impulso a los medios
comunitarios durante el Gobierno de Rafael Correa”, modalidad presencial, de
conformidad con el Art. 114 del CÓDIGO ORGÁNICO DE LA ECONOMÍA SOCIAL DE
LOS CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN, concedo a favor de la
Universidad Central del Ecuador una licencia gratuita, intransferible y no exclusiva para el
uso no comercial de la obra, con fines estrictamente académicos. Conservo a mi favor todos
los derechos de autor sobre la obra, establecidos en la normativa citada.
Así mismo, autorizo a la Universidad Central del Ecuador para que realice la digitalización
y publicación de este trabajo de titulación en el repositorio virtual, de conformidad a lo
dispuesto en el Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.
El autor declara que la obra objeto de la presente autorización es original en su forma de
expresión y no infringe el derecho de autor de terceros, asumiendo la responsabilidad por
cualquier reclamación que pudiera presentarse por esta causa y liberando a la Universidad de
toda responsabilidad.
Dirección electrónica: [email protected]
Daniel Sebastián Merizalde Guanín
CC. 1723261366
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APROBACIÓN DE LA TUTORA
En mi calidad de Tutora del Trabajo de Titulación, presentado por DANIEL SEBASTIAN
MERIZALDE GUANÍN, para optar por el Grado de Licenciado en Comunicación Social;
cuyo título es: “Redistribución de frecuencias en el Ecuador. Estudio de la Ley Orgánica
de Comunicación y el impulso a los medios comunitarios durante el Gobierno de Rafael
Correa”, considero que dicho trabajo reúne los requisitos y méritos suficientes para ser
sometido a la presentación pública y evaluación por parte del tribunal examinador que se
designe.
En la ciudad de Quito, a los cinco días del mes de diciembre de 2018.
PhD. Karen Indira Andrade Mendoza
DOCENTE TUTORA
C.C. 0800677536
iv
DEDICATORIA
A Beatriz, mi abuela, figura permanente en mi vida que cuida y guía correctamente mis
pasos.
A Marcel, mi padre, por su amistad y apoyo inquebrantable en todo momento y espacio.
A Jessy, mi madre, por su cariño y apoyo incondicional.
A Bruno, mi hermano, por su amistad y compañía.
A Pablo, mi amigo, por enseñarme el valor y magnitud de la verdadera amistad.
v
AGRADECIMIENTOS
A Karen Andrade Mendoza, tutora de este trabajo de investigación por su tiempo y apoyo en
la construcción de este documento.
A La Facultad de Comunicación Social y a la Universidad Central por su compromiso con
los estudiantes y el país en el desarrollo de profesionales de alto nivel que generen cambios
estructurales en el Ecuador.
vi
TABLA DE CONTENIDO
DERECHOS DE AUTOR .............................................................................................................. II
APROBACIÓN DE LA TUTORA .................................................................................................. III
DEDICATORIA ......................................................................................................................... IV
AGRADECIMIENTOS ................................................................................................................. V
SIGLAS Y ACRÓNIMOS EMPLEADOS EN EL ESTUDIO. ............................................................ VIII
RESUMEN ................................................................................................................................ X
ABSTRACT ............................................................................................................................... XI
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................... 1
CAPÍTULO I .............................................................................................................................. 4
1. El desarrollo de los medios comunitarios en América Latina. .............................................................. 4
1.1. El libre flujo de la información contra las Políticas Nacionales de Comunicación............................. 6
1.2. Agencias internacionales de la información contra las Políticas Nacionales de Comunicación y el
Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación. ........................................................................ 12 1.2.1. Resolución al conflicto entre gobiernos y transnacionales mediáticas en la década de los 70’: 16
1.3. Política, pensamiento y nuevo modelo de comunicación en América Latina: El Informe MacBride,
hacia un nuevo orden mundial de la información y comunicación. ............................................................ 20
CAPÍTULO II ........................................................................................................................... 27
2. NACIMIENTO DE MEDIOS ALTERNATIVOS EN AMÉRICA LATINA ..................................... 27
2.1. La experiencia argentina en la conformación de medios comunitarios. Una victoria de los
colectivos sociales...................................................................................................................................... 32
2.2. Bolivia y el desarrollo de los medios de comunicación comunitarios. ............................................ 36
2.3. Venezuela y el desarrollo de los medios de comunicación comunitarios. ...................................... 39 2.3.1. Creación de la Ley de Medios Comunitarios de Venezuela. Un impulso desde el ejecutivo. ..... 40
vii
2.4. Brasil y su proceso de desarrollo de los medios de comunicación comunitarios. ........................... 42
2.5. Ecuador y el desarrollo de los medios comunitarios ...................................................................... 49
2.5.1. La Ley de Radio y Televisión del Ecuador de 1975 y el control privado sobre el espectro
radioeléctrico ecuatoriano ......................................................................................................................... 49 2.5.2. Monopolización de la comunicación en el Ecuador previo a la regulación de la comunicación. 51 2.5.3. Estructura de poder de los medios de comunicación en el Ecuador. ......................................... 53 2.5.4. Nueva propuesta de comunicación en el Ecuador: La LOC y los medios comunitarios. ............ 57 2.5.5. Primer concurso por radiofrecuencias en el Ecuador. ................................................................ 61
CAPÍTULO III........................................................................................................................... 65
3. MARCO TEÓRICO ............................................................................................................ 65
3.1. La modernidad .............................................................................................................................. 65 3.1.1. Crítica a la modernidad triunfante ............................................................................................. 68 3.1.2. La Modernidad dispareja ............................................................................................................ 71
3.2. Los medios masivos de comunicación ........................................................................................... 74 3.2.1. El nuevo ámbito de la comunicación masiva .............................................................................. 80 3.2.2. El acceso a los medios de comunicación .................................................................................... 80 3.2.3. El aparecimiento de los medios comunitarios y la modificación en el sistema y elementos de la
comunicación. .............................................................................................................................................. 82
CAPÍTULO IV .......................................................................................................................... 93
4. METODOLOGÍA .............................................................................................................. 93
5. CONCLUSIONES ............................................................................................................ 112
6. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................... 118
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla Uno
Grupos monopólicos en el Ecuador………………….…………………………………..53
viii
SIGLAS Y ACRÓNIMOS EMPLEADOS EN EL ESTUDIO.
NOMIC: Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación.
PNC: Políticas Nacionales de Comunicación.
UNESCO: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
SIP: Sociedad Interamericana de Prensa
AIR: Asociación Internacional de Radiodifusión
UPI: Unit Press International
UP: Unit Press
ALER: Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica.
FARCO: Foro Argentino de Radios Comunitarias
INCUPO: Instituto de Cultura Popular.
RCI: Red de Comunicadores Indígenas.
FELAP: Federación Latinoamericana de Periodistas
ALAIC: Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación
FELAFACS: Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación
FARCO: Foro Argentino de Radios Comunitarias
COMFER: Comité Federal de Radiodifusión
CIDOB: Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia
CSUTCB: Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos e Indígenas de
Bolivia
CSIB: Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia
CNMCIOB-BS: la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias
de Bolivia- Bartolina Sisa
CONAMAQ : Consejo Nacional de Ayllus y Markas y del Qllasuyo
CEFREE: Centro de Formación y Realización Cinematográfica
PSUV: Partido Socialista Unido de Venezuela
PCV: Partido Comunista de Venezuela
MUD: Mesa de la Unidad Democrática- Venezuela.
CONATEL: Comisión Nacional de Telecomunicaciones
CONFECOM: Conferencia Nacional del Comunicación (Brasil).
CUT: Central Única de Trabajadores
ix
CNPC: Comisión Nacional Pro Conferencia de Comunicación
FNDC: Foro Nacional para la Democratización de la Comunicación- Brasil.
FRENTECOM: Frente Parlamentario por la Libertad de Expresión y el derecho a la
Comunicación con Participación Popular- Brasil.
LOC: Ley Orgánica de Comunicación Social- Ecuador.
CONARTEL: Consejo Nacional de Radiodifusión.
CORDICOM: Consejo de Regulación de la Información y Comunicación.
ARCOTEL: Agencia de Regulación de la Información y Comunicación
CGE: Contraloría General del Estado
AER: Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión
CONAIE: Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
CORAPE: Coordinadora de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador
x
TÍTULO: Redistribución de frecuencias en el Ecuador. Estudio de la Ley Orgánica
de Comunicación y el impulso a los medios comunitarios durante el Gobierno de
Rafael Correa
AUTOR: Daniel Sebastián Merizalde Guanín
TUTORA: Karen Indira Andrade Mendoza
RESUMEN
Esta investigación muestra la complejidad histórico-conceptual bajo la que se desarrollan y
consolidan los medios de comunicación comunitarios en el Ecuador. Un proceso que, pese a
ser local, es el resultado del antagonismo de posturas técnicas, teóricas y políticas sobre los
medios que dividen al mundo a finales del siglo XX. Esto, en medio de una nueva lógica de
funcionamiento mediático que nace también de la disputa entre gobiernos, grupos de poder
económicos y organizaciones sociales que sostienen su ingreso al espectro radioeléctrico
como una necesidad histórica y social. Este caos a nivel internacional, luego de un largo
proceso de discusión, termina en el siglo XXI con la instalación de los gobiernos progresistas
en la región. Estos impulsan normativa, política y hasta económicamente la participación de
los medios comunitarios en el espectro radioeléctrico como estrategia redistributiva del poder
en sus países. Así, el Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa crea en 2013 una Ley
Orgánica de Comunicación que por primera vez en su historia impulsa un concurso para la
división equitativa del espacio radioeléctrico, busca fondos estatales, en todos los niveles,
para los medios comunitarios y en 2016 las organizaciones obtienen privilegios en este
concurso. Sin embargo, no se cumplen con todos los objetivos planteados por este gobierno.
Como en varios otros países de la región, el cambio de presidentes deja para el 2018, con
Lenin Moreno, abierta y solamente a manera de posibilidad este proceso democratizador del
poder mediático en el país.
PALABRAS CLAVE: POLÍTICAS DE COMUNICACIÓN/ COMUNICACIÓN/
MEDIOS COMUNITARIOS/ ORGANIZACIONES SOCIALES/ POLÍTICA/ GOBIERNO
xi
TITLE: Redistribution of frequencies in Ecuador. Study of the Organic Law of
Communication and the promotion of community media during the Government of Rafael
Correa
AUTHOR: Daniel Sebastián Merizalde Guanín
TUTOR: Karen Indira Andrade Mendoza
ABSTRACT
This research shows the historical-conceptual complexity under which community media is
developed and consolidated in Ecuador. A process that, despite being local, is the result of
the antagonism of technical, theoretical and political positions on the media that divide the
world at the end of the 20th century. This is in the midst of a new logic of media functioning
that is also born of the dispute between governments, economic power groups and social
organizations that support their entry into the radio spectrum as a historical and social
necessity. This international chaos, after a long process of discussion, ends in the 21st century
with the installation of progressive governments in the region. These impulse regulation,
politics and even economical participation of community media in the radio spectrum as a
redistributive strategy of power in their countries. Thus, during the government of Rafael
Correa, it was created in Ecuador in 2013 an Organic Communication Law that, for the first
time in its history, promotes a contest for the equitable division of the radioelectric space,
seeks state funds at all levels for community media and in 2016 organizations get privileges
in this contest. However, all the objectives set by this government are not met. As in several
other countries in the region, the change of presidents leaves for 2018, with Lenin Moreno,
open and only as a possibility, this democratizing process of media power in the country.
KEY WORDS: COMMUNICATION POLICIES / COMMUNICATION / COMMUNITY
MEDIA / SOCIAL ORGANIZATIONS / POLITICS / GOVERNMENT
1
Introducción
El desarrollo de los medios de comunicación comunitarios en Ecuador, así como en varios
puntos del Latinoamérica, responde a un proceso histórico complejo. Es un error, bajo el
argumento planteado en el presente estudio de tesis, pensar en estos desde la coyuntura
política de un país. Es necesario comprenderlos desde el desarrollo histórico, relaciones
político- comerciales nacionales e internacionales, intercambio informativo global, nivel de
organización política y planes nacionales de gobierno como elementos constitutivos
fundamentales para la formación de espacio alternativos.
Este estudio, en el sentido plantado, comprende a los medios de comunicación masivos como
centros de discusión y elementos políticos de un Estado. Para esto, se realiza un primer
acercamiento a la constitución de los medios comunitarios desde su disputa en el escenario
político internacional durante la década de los años 1970. Un período agitado en que la
verdad y el control del flujo internacional de información determinan el nuevo orden
mundial, la consolidación de las nuevas potencias internacionales en el marco de la
postguerra y su control sobre los gobiernos de los países subdesarrollados. Una etapa
convulsionada en el marco diplomático que iniciará con la Conferencia de San José de Costa
Rica y culminará con el informe final de la UNESCO sobre la realidad de la información y
comunicación a nivel internacional presentado en 1980 a las naciones del mundo. Este
documento será conocido a partir de este momento como el Informa McBride y constituirá
desde entonces un punto de inflexión internacional dando origen al Nuevo Orden Mundial de
la Información y la Comunicación -NOMIC-.
Durante este período se estudia a manera de antecedentes cómo se tejen las relaciones
políticas en el mundo. Pero, uno de los aspectos de mayor significancia es describir cómo
durante esta época se pone en cuestionamiento el manejo de los medios de comunicación, el
tratamiento a la información, su origen y motivaciones comerciales siempre de condicionadas
o condicionando a la clase política de los países. Frente a esta inconformidad nacen nuevos
estudios, reflexiones de pensadores, sobre todo de Suramérica, que plantean nuevos modelos
de comprender la realidad desde miradas diversas, no hegemónicas. A esta visión mercantil
2
de la comunicación se le opondrá una con motivaciones sociales y educativas que nace a
manera de la mano de planteamientos y miradas divergentes, desde los sectores sociales e
intelectuales no comerciales en la década de los setentas, pero solo se convierten en una
realidad en países como el Ecuador desde la primera década del siglo XXI.
Los gobiernos de corte progresista, formados bajo la tendencia liberadora producto de las
miradas reflexivas de lo sucedido en el mundo en la segunda mitad del siglo XX son los
principales involucrados y partícipes activos en el proceso de desarrollo de los medios
comunitarios. Para explicar este fenómeno, se presentan aquí los casos de Argentina,
Venezuela, Bolivia y Brasil cuyos gobiernos desarrollan Políticas Nacionales de
Comunicación que permiten la orientación no solo conceptual sino normativa para la
existencia de los medios alternativos.
En el campo conceptual, se abordarán definiciones referentes a la modernidad, su forma y
dinámica de funcionamiento que posibilita las condiciones desiguales en el mundo. Al mismo
tiempo nos permitirá comprender cómo al interior de su sistema se desarrollan a finales del
siglo XX ideas renovadoras en el ámbito de las ciencias sociales y la comunicación. A partir
de entonces, tomaremos las reflexiones de varios autores que abordan los procesos políticos
desde la llamada otra historia, la disidente. Desde este punto se comprenderá teóricamente
cómo a través de las teorías de la liberación surgen los medios comunitarios desde el campo
del pensamiento.
Sin embargo, desde inicios de este siglo si bien terminaron las discusiones a nivel político en
el panorama internacional, la disputa al interior de los países inicia de la mano de los sectores
sociales. Por esto, en el presente estudio se determinan tres características fundamentales que
permiten la formación de los medios comunitarios: El desarrollo de Políticas Nacionales de
Comunicación, la voluntad política de los gobiernos y el nivel de organización y conciencia
política de los grupos sociales.
Estos tres factores, desde la mirada histórica compleja planteada, constituye el espacio bajo
el que se desarrollan los medios comunitarios en el Ecuador desde el año 2008 con la
realización de una consulta popular que busca restar poderes al sector empresarial al mando
de los medios de comunicación en el país y el año 2013 con una Ley Orgánica de
3
Comunicación que por primera vez en la historia del país plantea una división porcentual y
equitativa del espacio radioeléctrico ecuatoriano a través de un concurso público que se
realiza en el año 2016. En este proceso se define y da espacios formalmente a los medios
comunitarios a través de garantías constitucionales conquistadas planteadas e impulsadas
durante presidencia de Rafael Correa Delgado, pero formalizadas y dando una mirada real
en la sucesión del poder con Lenin Moreno.
Esta tesis extiende su análisis hasta la actualidad. Esto, debido a que pese a existir todos los
factores planteados para el desarrollo de medios comunitarios, desde junio del año 2018 el
país decide revocar el concurso en el que varias estaciones de radio y televisión obtuvieron
licencias de funcionamiento en el país. Estas apelaciones surgen al detectar la conformación
de nuevos grupos que monopolizan la información en el país. Como resultado varios analistas
y líderes de opinión pública reconocerán estas decisiones como fallos en el proceso de
adjudicación de frecuencia y las consideraciones políticas que se hacían en el concurso.
Sin embargo, los medios comunitarios, su impulso y consideraciones democratizadoras
creadas durante el gobierno de Rafael Correa no pudieron concretarse en este período. Como
se presenta en este estudio, muy lejos se encuentra el país de tener un sistema de medios
abierto y democrático, uno comunitario manejado por las organizaciones sociales y
comunidades. Por esto, es necesario realizar un análisis en perspectiva desde los resultados
que arrojó el proceso de redistribución de medios para la actualidad. Esto teniendo en cuenta
la cancelación de este evento durante el gobierno de Lenin Moreno y el cambio de manos.
Por esta razón, en este proyecto terminará su análisis dejando abierta las posibilidades reales
de la redistribución de los medios en el país y sobre todo si la democratización del poder
mediático puede o no ser una realidad con un sistema democrático como el ecuatoriano, con
sus particularidades coyunturales. Se comprende con esto un origen complejo, en todos los
niveles, de los medios comunitarios. Pero, su dependencia de un sistema político para su
cumplimiento.
4
CAPÍTULO I
1. El desarrollo de los medios comunitarios en América Latina.
Antes de la década de los 70’ América Latina no poseía un modelo de comunicación propio
que regulara las funciones, alcances y obligaciones de los medios. Retomando ideas de Rafael
Rocacgiolo (7983) bien podría hablarse de la existencia de marcos normativos y parámetros
sobre el ejercicio de los medios de comunicación en los escenarios latinoamericanos, debido
a que estos respondían a lo que se conoce como un “colonialismo informativo”
(Roncacgliolo, 1983, pág. 12).
Este “colonialismo informativo” fue conceptualizado y teorizado de manera paulatina en el
marco del desarrollo del pensamiento independentista y progresista del último tercio del siglo
XX. En el escenario socio- político, esta corriente del pensamiento se desarrolló entre
pensadores de los llamados “países satélites” que creían una tercera vía de desarrollo,
americanista, fuera del eurocentrismo y desarrollo norteamericano propio del pensamiento
ortodoxo en el mundo de entonces.
Para Rocagliolo un diálogo abierto entre naciones era imposible cuando sobre los intereses
de los países subdesarrollados primaban los provechos transnacionales. Por tanto, hablar de
políticas nacionales de comunicación era materia inexistente en el espacio de la política
pública latinoamericana. Los gobiernos no mostraban interés de participación en la
programación y desarrollo de modelos comunicativos propios Incluso cuando existía la
intención de hacerlo, los países desarrollados, junto con las grandes agencias de
comunicación internacionales -ubicadas al interior de sus territorios- frenaban todo intento
de generar estos cambios en el modelo de comunicación en los países.
En cuanto al contenido que producían en Latinoamérica, no pasaba de ser solamente la
reproducción de lo que decían y generaban las agencias internacionales. Incluso la
producción generada al interior de estos países estaba enfocada solamente al consumo
nacional. Pensar, bajo estas condiciones, en un esquema de comunicación desarrollado al
interior de los países era improbable.
Pero, son exactamente estas inconsistencias y desigualdades entre países, a nivel
comunicacional, las que plantean necesidades y soluciones desde el pensamiento liberador.
5
Todos estos conceptos son tratados por primera vez, a nivel gubernamental, a través de la
denuncia realizada en la Conferencia Cumbre del Movimiento de Países No Alineados,
realizada en Argel en el año de 1973.
Así, la segunda mitad del siglo XX se convierte en un período fundamental para el desarrollo
de una nueva teoría de la comunicación en Latinoamérica y el Caribe. Esto, básicamente al
desarrollarse las reuniones en esta zona del mundo, sin embargo, sus propuestas son de calado
mundial. A partir esta fecha (1973), como lo reconocen varios autores, entre ellos
Roncagliolo, responde a un período de contraposición de dos ideas: “la noticia como
mercancía, frente a la noción de la información como un derecho de todos” (Roncacgliolo,
1983, pág. 50).
En este contexto los países satélites, varios de ellos latinoamericanos, con retraso evidente
respecto de sus similares europeos y norteamericanos ingresan a la escena de disputa
internacional en el marco político. De esta forma, siendo el tema debatido abiertamente en
este período, la información y comunicación también ingresan al debate internacional. Esto,
luego de que la comunicación se determinara como parte consustancial de la estructura del
poder internacional.
Estas dos posturas claramente identificadas empiezan desde entonces (1973), como lo
reconoce Rocagliolo, a evidenciarse también al interior de Organizaciones internacionales,
Estados e incluso entran en debate dentro de las organizaciones sociales. A través de la
comunicación no solo se empieza a debatir el derecho de generar nuevos modelos de
comunicar y condiciones igualitarias de hacerlo, sino además otros escenarios políticos para
generar posiciones propias y discutirlas a nivel internacional.
Con esto, se puede concluir que las corrientes de pensamiento nacidas en el seno de las
sociedades subdesarrolladas responden a dos motivaciones: la primera, de naturaleza externa,
siendo las condiciones desiguales no solo de concentración de la riqueza, sino de control de
la producción y distribución informativa a nivel internacional con motivos políticos, en
donde lo que podía o no conocerse por los otros estaba determinado por las exigencias del
contexto político internacional; y, en un segundo momento, como consecuencia de la primera
motivación, encontramos a las presiones al interior de los países por parte por parte del capital
internacional, que también tenían en su presencia al interior de los medios.
6
Esta controversia genera nuevos espacios de debate y disputa por la verdad y el control del
flujo de la información que serán resueltos en el escenario internacional. Es en este punto
donde Latinoamérica interferirá de manera directa. A partir de entonces, se plantea la
necesidad de lo que se conocer más adelante como “la nueva comunicación” o el “nuevo
modelo de comunicación internacional”.
Es así que, como veremos a partir de este momento, Latinoamérica y el Caribe se hacen de
un papel fundamental en el proceso de disputa internacional por la nueva comunicación.
1.1.El libre flujo de la información contra las Políticas Nacionales de Comunicación.
En este punto, se deja ver el salto de Colombia, Costa Rica y Ecuador a la escena
internacional. Platearemos para esto tres conferencias internacionales que marcarán el ritmo
del nuevo modelo de comunicación internacional, conocido posterior y formalmente como:
El Nuevo Orden de la Información y Comunicación (NOMIC). Corriente desarrollado a
través de varios debates internacionales durante la década de los 70´.
Antes de iniciar con este tema es necesario puntualizar que el mundo hasta los años 70’ estaba
totalmente convulsionado. Luego de un período amplio de guerras1 en donde se disputaba el
nuevo orden mundial ostentado hasta entonces por Europa Central y, en menor medida, por
Inglaterra con ligeros asensos asiáticos, que dejaría finalmente en el puntal del mundo a los
Estados Unidos confronta dos modelos políticos. Pero, sobre todo, económicos: el
socialismo, pese a que parecía un modelo derrotado con la caída de la Unión Soviética; y, el
capitalismo, como figura internacional de victoria. Sin embargo, la disputa se extendía en
todo espacio en el que se disputase el poder, en el caso del presente estudio el modelo
internacional de comunicación.
1 Este período de guerras, siguiendo el recuento de Erik Hobsbawm sobre las guerras del siglo XX,
podría establecerse desde el ingreso y generación de la Guerra de los Balcanes en 1912, pasando
por la Primera Guerra Mundial (1914-1918) hasta la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Este
recuento, es necesario al entender que de las victorias y derrotas sobre los conflictos bélicos del
siglo XX el poder mundial se reordena dejando, para la segunda mitad del XX a Estados Unidos de
Norteamérica como una nación victoriosa.
7
Estos modelos políticos irrigaban sus luchas a todos los campos que determinasen un centro
de poder. Como es normal, los mecanismos de confrontación estaban determinados por el
campo de actuación en el que necesitasen desenvolverse. La comunicación, en este sentido,
no era la excepción y sería desde entonces, durante una década exactamente, un punto de
encuentro y debate en el que confluyen los resentimientos y anhelos de poder, productos del
período de reorganización vivido.
Ahora, pensar en términos históricos a Estados Unidos como el gran ganador de la época de
guerras y puntal del nuevo orden mundial es entender un poder de tal magnitud que busca
extenderse a todo aquello que signifique la posibilidad de control de un segmento de la
población mundial. Pensar en esto no es descabellado -refiriéndose al control internacional
de las políticas de comunicación- cuando se plantea, bajo el análisis de varios pensadores del
momento que seguían las consideraciones de Schiller, al siglo XX como “el siglo americano
por excelencia”.
Pero, como acertadamente lo reconoce Fernando Quiros (1996), esto no fue una casualidad.
Para entender este proceso se debe remontar al pensamiento de Herbert Schiller para quien
uno de los factores del éxito del poder de los Estados Unidos fue el “control de las
comunicaciones en el ámbito internacional” (Schiller, 1994, pág. 50).
Un dato que ejemplificará las condiciones de la comunicación en esta década nos lo
proporciona Rocacgliolo, periodista, sociólogo y miembro del grupo editor de la Revista
Chasqui, quien, refiriéndose a este tema apunta que: “más del 90 por ciento de noticias que
llegaban al público latinoamericano, por ejemplo, provenían de cuatro transnacionales de
noticias ubicadas en New York, Londres y París” (Roncacgliolo, 1983, pág. 13).
Es necesario comenzar con esta aclaración debido a que, como consecuencia de las disputas
internacionales, la comunicación se convirtió en motivo de control por parte de las naciones
ahora en dominio mundial. Esto, debido a que debían promover sus costumbres, condición
política y controlar el flujo de información que llegaría a las poblaciones satélites con el
objetivo no generar malestares y crear condiciones adecuadas de gobernabilidad mundial.
Este aspecto se retratará brevemente más adelante. De momento, se debe tener presente
solamente que el modelo de comunicación habría sido hasta inicios de los años 70’ -desde la
postguerra- controlado por grandes internacionales bajo la dinámica de sus propios intereses.
8
Esta sería la razón, antes de ingresar a las discusiones realizadas en Colombia, Costa Rica y
Ecuador, para que el cono sur del mundo, a través de la UNESCO, se insertase de manera
profunda en este proceso de propuestas y debates internacionales.
Para el mes de julio del año 1974, en la ciudad de Bogotá- Colombia se celebraba la reunión
de expertos sobre la Planificación y las Políticas Nacionales de Comunicación (PNC). A esta,
según nos relata Quiros y Segovia (1996), investigadores de estas cumbres, asistieron
expertos 17 expertos de 14 países y representantes de universidades, empresas de
comunicación privadas y gobiernos. Su objetivo, como lo habíamos señalado líneas atrás era:
“llamar la atención de los gobiernos sobre la necesidad imperiosa de dar coherencia o los
distintos sistemas nacionales de información, de forma que éstos se convirtiesen en elementos
del desarrollo nacional y de integración regional” (Quiros & Segovia, 1996, pág. 38)
Producto de la serie de reflexiones de los países sesionados se concluye que a nivel
internacional se vive, en temas de comunicación, un desequilibrio tanto interno como
externo. A continuación, según lo recoge Ramiro Beltrán (1975) en su texto, se produce un
proceso de redefinición de la comunicación en el contexto político que, desde entonces,
causaría varias polémicas a nivel internacional. La comunicación, entonces, se define como:
[…] el conjunto integrado, explícito y duradero de políticas parciales de comunicación
armonizadas en un cuerpo coherente de principios y normas dirigidas a guiar la conducta
de las instituciones especializadas en el manejo del proceso general de comunicación en
un país (Beltrán , 1975).
Como se ve en esta cita, este sentido dado a la comunicación apunta a la creación de
marcos normativos al interior de los países que coordinen y regulen el proceso general
de la comunicación llevado desde las instituciones o empresas de comunicación. Varias
fueron las propuestas de líneas generales expresadas en esta primera cumbre respecto
a lo que debían llevar los Proyectos Nacionales de Comunicación (PNC). Pero, en
consenso, según apuntan Quiros y Segovia, se define que toda PNC debía desarrollarse
sobre tres puntos fundamentales. Estos son:
9
Las críticas a estos comisionados luego de expedido el documento correspondiente -citado
en el recuadro superior-, motivo de la reunión en Bogotá (1974) fueron severas. Las agencias
internacionales de comunicación determinaban un aparente peligro que empezaba a correr la
libertad de expresión y la democracia con la aprobación de este documento. Entregar
funciones de control sobre la comunicación al Estado era simplemente descabellado para
gerentes y dueños de empresas dedicadas al negocio informativo. Y, a nivel internacional,
aún con secuelas de las guerras, se empezaba a hablar de los peligros políticos que traerían
decisiones de esta envergadura al panorama y relaciones internacionales.
Estos pronunciamientos a favor de la creación de las PNC empezaron a realizarse desde
pequeñas cadenas televisivas, radiofónicas o de medios impresos, incluso varias
organizaciones internacionales de la comunicación que empezaron a hacer eco a nivel global.
Tal es la situación que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la Asociación
Internacional de Radiodifusión (AIR), luego también de contenido televisivo, emitieron
posteriormente duras críticas no solamente en contra de estos postulados, sino a los
comisionados que apoyaron estas ideas e incluso a reuniones que se realizaban para tratar
estos temas de manera multilateral. De igual forma, y como lo relataremos en el siguiente
apartado, agencias europeas y norteamericanas también ingresan al panorama de
confrontación con motivo de defender su interés y el de sus gobiernos.
Las próximas reuniones realizadas con este motivo se dieron en Quito y Costa Rica en el año
de 1975. En el mes de abril de este año, en San José de Costa Rica, se realiza una convención
que sería tomado como complementario a lo debatido en Bogotá. En esta ocasión, los
1. La necesidad de pluralismo y democracia en la comunicación. Las Políticas de
Comunicación deberían formularse con la participación de todos los sectores
implicados, para lo que los Consejos Nacionales de Comunicación, debían buscarse
entre propietarios, profesionales, y funcionarios estatales.
2. La ineludible acción promotora del Estado, de forma que éste se convierta en punto de
encuentro e integración de los diferentes intereses de todos y cada uno de los sectores
sociales, como medio para lograr que las PNC se constituya en factor decisivo de la
integración nacional y la satisfacción de todas las demandas.
3. La necesidad de orientar las PNC hacia la integración regional, donde la acción
concertada de políticas conjuntas relativas al comportamiento de las fuerzas
internacionales de comunicación que influyen en sus territorios permita un adecuado
desarrollo regional (Quiros & Segovia, 1996, págs. 65-66).
10
investigadores citados en esta cumbre nos señalarían que existe un avance al momento de
establecer “la necesidad de que las políticas de comunicación comprendiesen medidas paro
limitar la participación extranjera en los medios de comunicación” (Quiros & Segovia, 1996,
pág. 66).
Para estos mismos autores, la protección de la producción nacional al interior de los países,
a través de las PNC, era de vital importancia si se quería generar un nuevo modelo de
comunicación. Esto debido a que gran parte de la producción internacional, como lo
habíamos mencionado, venía de países desarrollados, pero no sucedía el proceso inverso
(exportación o venta de contenidos desde los países satélite). Es decir que, si bien los países
subdesarrollados debían promocionar y distribuir contenido de las grandes agencias de
comunicación internacional, éstas no recibían su producción para hacer lo mismo. Tal es el
caso que Estados Unidos y parte de Europa ya incluían en sus reglamentos apartados
similares a éste -de protección de su industria de comunicación-.
Pero, es de tal magnitud la disputa por el control mediático internacional que las conferencias
iban, como veremos más adelante, a discutir varias de las posturas planteadas hasta entonces
en materia de modelos de comunicación por Norteamérica; y, aunque en menor medida
Francia y Gran Bretaña2
En cuanto a la participación del Ecuador, en una conferencia convocada con motivo de lo
sucedido en Bogotá (1974) se realiza en el mes de junio de 1975 otra discusión por una
comunicación más abierta y participativa que concluye en San José de Costa Rica (1975).
Esta, ya con objetivos más claros después la cumbre en Bogotá, es también más concreta en
cuanto a sus consideraciones finales. Esto debido a que, aunque se recoge la esencia de la
Conferencia Internacional de Bogotá, se agregan nuevas consideraciones vitales para la
discusión internacional en el marco de la aplicación de las PNC, la conformación de agencias
2 El interés en la toma del poder de la información por los Estados Unidos es evidente cuando sus agentes de noticias y de comunicación emiten comunicados y artículos reflexionando varias de sus problemáticas en el panorama internacional. Así se evidencia en una cita, traducida integralmente de un texto de Schiller, realizada en el libro de Isabel Segovia donde puntualmente se menciona que: “La perpleja apatía hacia las noticias de los Estados Unidos en América del Sur [···] deriva directamente del cártel informativo europeo. Hasta la primera Guerra Mundial, Havas tenía el derecho exclusivo para enviar noticias a América del Sur. Para ello utilizaba los cables británicos. Como consecuencia Havas se cuidaba mucho de no ofender a los británicos, y América del Sur veía el mundo sólo a través de los ojos de los franceses y los británicos” (Segovia Alonso, 2001, pág. 110)
11
regionales de comunicación, la participación de sectores sociales con motivos de inclusión
de todos en el proceso de construcción de un nuevo modelo de comunicación, etc. Fernando
Quiros (1996), aun siguiendo el trabajo realizado por Ramiro Beltrán, menciona varias de las
consideraciones de este encuentro en su texto. Entre estas se pueden encontrar:
Es necesario mantener presentes dos puntos fundamentales de estos nuevos acuerdos
internacionales: En primer lugar, la necesidad de generar Políticas Nacionales de
Comunicación (PNC) de forma prioritaria, apoyando la articulación de nuevas agencias
regionales de comunicación. Prestemos además principal atención al concepto de
“regionales” en este primer apartado; en segundo lugar, y, sobre todo como consecuencia del
primer punto expuesto en este párrafo, debemos hacer hincapié en la importancia que se le
da al debate sobre el flujo internacional de la información. Esto entendiendo que los
encuentros no iban a parar y que, era normal, al menos en Latinoamérica, se empiecen a
pensar e intentar instaurar nuevos modelos de comunicación, propios, con ideas y
mecanismos de aplicación también suyos.
En conclusión, se establecerá aquí que el libre flujo de la información estaba en el centro del
debate internacional exactamente por las condiciones desiguales del intercambio de
información a nivel mundial, donde Estados Unidos guarda larga ventaja en la introducción
de su contenido a escala mundial, además del control de la información que circula en el
globo. Pero esto, como lo apreciamos, no fue inocente. Lo que se pretendía a través del
control de las comunicaciones era generar estabilidad- gobernabilidad mundial a las naciones
victoriosas del período de guerras.
a. Recomendar a los gobiernos la formulación de políticas nacionales, en los
términos expresados en la reunión de Bogotá.
b. Sugerir a la próxima Conferencia Intergubernamental, la máxima prioridad en
explicitar las PNC, sobre todo en lo concerniente al flujo internacional de
información.
c. Reiterar la necesidad de crear una agencia regional de noticias
d. Subrayar la necesidad de que los gobiernos protejan el funcionamiento de la
futura agencia regional.
e. Recomendar la creación de agencias nacionales de noticias, como tarea
prioritaria para todos los países de la región (Quiros & Segovia, 1996, pág. 67).
12
Es en este panorama que se realizan las conferencias de Colombia (1974) y de Quito y San
José de Costa Rica (1975) en donde se pone en duda y crisis el modelo imperante de
comunicaciones a nivel mundial. Estos, anclados en los informes de expertos en
comunicación que plantearon la idea de considerar la creación de Políticas Nacionales de
Comunicación que promuevan modelos inclusivos de gestionar los medios como salida a este
problema internacional.
De la misma forma, retomando las discusiones internacionales es importante señalar que
varias organizaciones y gobiernos apoyaron la realización de estos círculos de debate. Sin
embargo, casi en su totalidad, fue de forma parcial. La única organización con apoyo
permanente y la de mayor rechazo por corporaciones internacionales a partir de este momento
fue la UNESCO. Tres conferencias internacionales que marcarían, de forma real, aunque con
ciertas limitaciones que se resolverían más adelante, es el paso latinoamericano y mundial
hacia un nuevo orden global de la información y comunicación (NOMIC).
1.2. Agencias internacionales de la información contra las Políticas Nacionales de
Comunicación y el Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación.
Bastó menos de un año de poner en debate la realidad de la comunicación a nivel
internacional para que varios medios agremiados den respuestas negativas a todo tipo de
propuesta generada en estos tres encuentros (Colombia, Costa Rica y Ecuador). Así, aparecen
en el escenario dos agencias internacionales que interferirían desde este momento en el ritmo
de desarrollo y las Políticas Nacionales de Comunicación. Hasta 1970 en el mundo ya
existían agencias internacionales en el campo de la comunicación. Para 1926 empieza a
cimentarse el nacimiento de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), según lo indica su
página web oficial. Esto sucede en el marco del Primer Congreso Panamericano de
Periodistas realizado en la ciudad de Washington D.C, en Estados Unidos de Norteamérica
(Sociedad Interamericana de Prensa, 2018).
Sin embargo, y como lo reconoce el mismo directorio de la SIP en su portal, es para 1942
cuando, sesionados en México, se instalan comisiones de participación permanente y este
proyecto de integración profesional regional se instala por primera vez. Pese a esto, debido a
la apertura en la participación de las sesiones, varias de ellas estaban copadas por no
profesionales delegados de los países anfitriones. Es apenas en 1950 que esta anomalía
13
administrativa se soluciona. En la actualidad, según indica el mismo portal, la SIP “está
compuesta por 1.300 publicaciones afiliadas, con un total de circulación por sobre los 43
millones de ejemplares en papel y un número creciente de lectores por Internet” (SIP, 2018)
Por otra parte, se encuentra la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR). Esta tiene
su origen en la ciudad de México en el año de 1946. Es el producto de los diálogos generados
por los broadcasters de América, generalmente empresas privadas de comunicación
interesadas en agruparse para defender lo que consideraban sus derechos naturales como
empresarios de la comunicación. Esta es idea original del radiodifusor uruguayo Lorenzo
Balerio Sicco, que se dirigió a todos los broadcasters de América con una propuesta clara
identificada de la siguiente forma:
la realización de un congreso de radiodifusión privada a celebrarse en alguno de los países
del continente, a fin de aunar ideas y esfuerzos tendientes a fortalecer la contribución de
la radiodifusión privada de América a la cultura universal, a la consolidación del principio
de Libertad de Pensamiento y Expresión, y a la comprensión y acercamiento de los
pueblos (IAB, 2018).
Una vez conocidos los antecedentes, años de creación y componentes de estas agrupaciones,
en totalidad privadas, entenderemos cómo participaron en el de desarrollo de la nueva
comunicación. Recordemos primero que, como lo mencionamos párrafos atrás, a nivel de
América y el mundo se intenta desconcentrar el poder asumido por Asociaciones,
organizaciones y países como Estados Unidos en torno a la influencia de la comunicación y
usarla como medio de difusión de ideas de paz global y relacionamiento internacional.
Estas dos organizaciones, SIP y AIR, para 1975 declaran una intencionalidad de la UNESCO
por “la estatalización de la información”. Esto, en el panorama internacional se ponía en
conocimiento general la idea de este grupo de considerar a todo informe desde Bogotá, Costa
Rica o Colombia como atentatorio contra el ejercicio profesional de la comunicación y la
libertad de expresión. Pues, desde su óptica, era imposible entregar poderes normativos sobre
este tema a los Estados, debido a que, según consideran, no es sano para el tratamiento de la
información.
Los ataques fueron varios en contra de estos informes. Todas las radios, televisoras y
periódicos que eran parte de la SIP y AIR emitían comentarios propios y titulares tales como
“El periodista: especie en peligro de extinción”. Todos aludían a un peligro proveniente de
14
las discusiones mantenidas. A nivel internacional medios como el “The New York Times” y
las agencias Unit Press International (UPI) y Unit Press (UP) también enarbolaban el rechazo
desde sus consumidores (Quiros & Segovia, 1996, pág. 68).
Mientras esto ocurría, la UNESCO buscaba nueva sede ´para la próxima conferencia
internacional de expertos en comunicación. Argentina, principal mocionado, planteaba la
imposibilidad de realizar ésta en su territorio por las condiciones políticas que vivía. Perú,
segundo país nombrado no daba respuesta a la solicitud enviada y Ecuador, de forma personal
se ofrece para ser, por segunda vez, sede de este encuentro. Dicho evento se había organizado
para enero del año 1976.Pero posteriormente, debido a la presión internacional hacia el
gobierno ecuatoriano se aplazaría para luego suspenderla en el país.
A finales del año 1975 la SIP crea una comisión especial que analizará las propuestas de
Bogotá. Para enero de 1976, según lo indican sus propias actas, se reúnen los directivos de
este organismo en Florida- Estados Unidos de Norteamérica. Dos encargados de la comisión
asumen, como se venía haciendo, la posición de declarar a este documento de carácter
perjudicial. Esto, después de la sería de exposiciones realizadas por la UNESCO. Como
resultado de esta reunión, este organismo también elaboró un informe de recomendaciones
que presentará en la próxima cumbre a la que, por segunda ocasión, la SIP planeaba asistir.
Dentro del documento entregado en el informe N° 270, según recoge Quiros y Segovia, estos
plantean que:
Dichas recomendaciones serón puestas a prueba en una conferencia intergubernamental
auspiciada por la Unesco, a celebrarse en Quito del 74 al 23 de junio. Posteriormente se
convocarán conferencias parecidas en otras regiones del mundo. (...) El Comité Ejecutivo
resolvió trabajar de íntimo acuerdo con la Asociación Interamericana de Radiodifusión
(AIR) para combatir cualquier iniciativa en la conferencia de Quito tendiente a aumentar
el control gubernamental de los medios de comunicación en América Latina” (Quiros y
Segovia, 1996, pág. 68)
A página seguida, en el mismo informe entregado por la SIP, como se mencionó párrafos
atrás, se realizan incluso apelaciones políticas a este problema. Se menciona de forma textual
que: “Los países occidentales opuestos a la resolución dicen que es una maniobra de la Unión
Soviética para establecer el principio de que los gobiernos tienen el derecho de controlar y manipular
la prensa, en apoyo de su política internacional” (Quiros y Segovia, 1996, pág. 68).
15
Posteriormente, en el marco de confrontación entre naciones, la SIP realiza un encuentro
propio con sus integrantes. La ciudad en la que se desarrolla este evento es Aruba. A este fue
invitada la UNESCO para exponer sus planes reformatorios a través de un delegado, frente
a una organización de origen y condiciones netamente privadas. En esta se condenaba, antes
de tiempo, a la organización por lo que consideraban era una afrenta a la comunicación en
varios países, que se resumía en el interés de sus gobiernos por regular la actividad de las
empresas dueñas de medios.
Proyectos como el de comunicación comunitarios de Costa Rica, el establecimiento de
medios públicos en el Perú, los proyectos de cultura que se pensaban en Venezuela y tantos
otros presentados eran criticados. Esto, pese a que una organización con los alcances de la
SIP no debería, bajo ningún motivo, interferir en el desarrollo de la política pública de los
países.
En más de una ocasión, en el comunicado 272 de la SIP del año 1976 se señala que basta con
considerar a la comunicación un derecho por parte de la UNESCO y los Derechos Humanos.
Los gobiernos no deben reglamentar esto, en su argumento. Las Agencias internacionales de
comunicación estaban en clara disputa y rechazo a todo intento de los gobiernos por interferir
en el sistema de comunicación en sus países. La empresa privada local se había convertido
en vocero de esta agrupación de privados.
La Conferencia sobre “Políticas de Comunicación” se aplazó. Ecuador, por nuevas presiones,
ya no quería ser la sede como así se había ofrecido. La red nacional de medios de
comunicación habría aconsejado al gobierno nacional. Pero Costa Rica, por segunda vez, se
ofrecería para realizar este encuentro en su país entendiendo la envergadura del asunto. La
SIP no soporta esto y para mayo de 1976 emite un nuevo comunicado totalmente despiadado
con esta iniciativa internacional. En este se apunta que:
Todas las constituciones latinoamericanas garantizan la libertad de expresión. Toda
iniciativa, por gobiernos o por organizaciones internacionales, para establecer normas de
conducta sería inconstitucional. Por lo tanto, la convocatoria de la Conferencia
Intergubernamental sobre Políticas de Comunicación para América Latina y el Caribe, si
no se realiza con el propósito de fortalecer la libertad de expresión del pensamiento y el
derecho a la información de los pueblos, constituye una injerencia inaceptable en una
cuestión que está por encima de la capacidad de reglamentación de gobiernos nacionales
y de organismos internacionales (Quiros y Segovia, 1996, págs. 71-72).
16
Los meses de junio y julio fueron de un nivel aún más alto de confrontación. La conferencia
estaba ya instalada y el debate era el mismo: pensar en Políticas Nacionales de
Comunicación. Amadou-Mahtar M'Bow, entonces presidente de la UNESCO y Rayomond
E. Dix, presidente de la SIP, enfrentan sus posturas.
Por un lado, la UNESCO había realizado su evento, mientras tanto la SIP atacaba, sin estar
presente, cualquier resolución que pudiese salir de éste. Que, pese a tener una línea de trabajo,
ya había en una ocasión declinado en su postura y resoluciones de Bogotá. Los titulares de
agencias de toda América se pronunciaban a favor de la SIP. Los calificativos fueron varios,
desde declarar marxista a esta idea hasta declarar la búsqueda de regímenes fascistas.
1.2.1. Resolución al conflicto entre gobiernos y transnacionales mediáticas en la
década de los 70’:
Los conflictos generados a nivel político entre grandes transnacionales de comunicación,
apoyadas por gobiernos e instituciones incluso lejanas a la realidad de Latinoamérica y
caribeña no habrían de solucionarse de forma pacífica, mucho menos inmediata. Sin
embargo, los acuerdos multilaterales son considerado como una salida diplomática que
encuentran los países miembros de la UNESCO frente a las presiones tanto internacionales
como nacionales respecto al gran calado que habían tenido las ideas que hacían parte de la
propuesta de generar un nuevo modelo de información y comunicación en el mundo.
Bajo esta perspectiva, establecemos que en esta última etapa primó la discrepancia y el
cuidado de los intereses internacionales, desconociendo las propuestas generadas desde la
disidencia de las agencias de comunicación. Decimos con esto que las soluciones y respuestas
frente a este nuevo debate internacional se resolvieron en beneficio de las cadenas y empresas
de comunicación locales, ancladas y agremiadas a nivel internacional. Esto, debido a las
grandes presiones que se iban ejerciendo a través de sus artículos, reportajes y demás
contenido informativo construido desde la oposición a las reuniones que venían manteniendo
los países pertenecientes a la UNESCO durante toda la década de los años 70´donde se
afectaban sus intereses corporativos.
En el sentido planteado, una vez en Costa Rica, según nos comenta Segovia y Quiros (1996)
varios de los países partícipes de las reuniones convocadas por la UNESCO, a través de los
17
delegados de sus gobiernos, habían tomado posturas evidentes respecto al tema de las
Políticas Nacionales de Comunicación. Estas se resumirían de la siguiente forma:
[…] México, Venezuela, Panamá y Costa Rica la apoyaron calurosamente y defendieron
las políticas de comunicación tal y como habían sido presentadas por el grupo de expertos
de la UNESCO. En el otro bando Uruguay y la República Dominicana representaron más
a la SIP que o sus gobiernos (Quiros y Segovia, 1996, pág. 74).
Una vez concluida la conferencia del 21 de julio de 1976, la UNESCO (1976) emitió el
Informe Final de este “Encuentro Intergubernamental sobre Políticas Nacionales de
Comunicación en América Latina y el Caribe”. Este, originalmente mantiene un orden de
conclusiones y más de 30 recomendaciones. Sin embargo, en este punto, entendiendo el
sentido de esta investigación, lo resumiremos con motivo de comprender cómo se van
resolviendo las disputas internacionales en el marco de una querella de intereses
internacionales anclados al capital privado y los intereses de las naciones fuertes en su afán
por generar condiciones adecuadas de gobernabilidad, en primer lugar; y, en segundo
instancia, los gobiernos de países tercermundistas que plantean su deseo de participar en la
este nuevo proyecto de PNC y creación de nuevos tipos de medios, estatales y comunitarios,
que contrarresten el poder del emporio del poder mediático.
Las posturas que aquí plantearemos, para resolver lo mencionado en el párrafo anterior, y
que serán de vital importancia para comprender el origen que tienen los medios comunitarios
y alternativos serán los siguientes:
18
FUENTE: UNESCO Informe Final de la Conferencia Intergubernamental sobre políticas de Comunicación en
América Latina y el Caribe, 1976 ELABORACIÓN: Sebastián Merizalde
Poniendo atención a este pequeño extracto del documento final emitido desde la conferencia
de la UNESCO en el año de 1976 veremos, fuera de la insistencia que se venía planteando
por generar Políticas de Nacionales de Comunicación, un elemento que nos servirá desde
este momento para el desarrollo de la investigación: el llamado que realizan las naciones a
estructurar sistemas de comunicación complementarios, fuera de los privados e incluso
públicos ya establecidos en países como el Perú, con la participación de todos los sectores,
inclusos sociales, en el proceso de la comunicación entendida desde los medios. Sin mal
entender el texto, si revisamos el documento en su totalidad, notaremos un afán ya explícito
por acoplar a la ciudadanía dentro del proceso de construcción de los medios y las agendas
mediáticas. Podríamos decir, en el sentido manejado por Segovia (2001), que la Conferencia
Resoluciones:
1. Que establecer planes y programas para el uso extensivo y positivo de los medios de
comunicación dentro de las políticas de desarrollo debe ser responsabilidad conjunta
del Estado y los miembros de la sociedad.
2. Que las políticas nacionales de comunicación deben concebirse en el contexto de las
propias realidades, de la libre expresión del pensamiento y del respeto a los derechos
individuales y sociales
3. Que las políticas nacionales de comunicación deben contribuir al conocimiento,
comprensión, amistad, cooperación e integración de los pueblos, en un proceso de
identificación de anhelos y necesidades comunes, respetando las soberanías nacionales,
el principio jurídico internacional de no intervención entre los Estados y la pluralidad
cultural y política de las sociedades y los hombres, en la perspectiva de la solidaridad y
paz universales
Recomendaciones
1. Reconocer que una más equilibrada circulación internacional de información es una
reivindicación justa y necesaria, y que como tal debe ser objeto de precisas
disposiciones legales a nivel nacional.
2. Estructurar sistemas de comunicación complementarios, así como lo participación de
todos los sectores en el proceso de comunicación.
3. Continuar los esfuerzos por lograr una regulación internacional del derecho de réplica.
4. Creación de Consejos Nacionales de Comunicación (UNESCO, Informe Final de la
Conferencia Intergubernamental sobre políticas de Comunicación en América Latina y
el Caribe, 1976).
19
de Costa Rica sí invitó por primera vez a los gobiernos a forjar políticas democráticas,
mediante consultas y conciliación de intereses de todos los sectores implicados (Segovia
Alonso, 2001).
Varios de los países a través de sus delegados internacionales en la UNESCO habían apoyado
el documento oficial de la cumbre. Sin embargo, las críticas desde el sector empresarial de
la comunicación, como era obvio, debían llegar. Pese a esto, si bien la Asociación
Interamericana de Radiodifusión (AIR) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) iban
trabajando en conjunto durante gran parte de los años 70’ en oposición y busca de
desprestigio a las PNC e incluso la UNESCO. Sim embargo, es la primera de estas dos, AIR,
que, si bien reconoce aspectos negativos en el informe final de los países sesionados, también
acepta que varias de las recomendaciones serían positivas para el desarrollo de la
radiodifusión en América Latina (Quiros y Segovia, 1996).
Por su parte, la SIP no retrocedió en su postura. Para esta agencia internacional de dueños de
medios de comunicación esta ley seguía siendo peligrosa para el ejercicio profesional. Existe
una cita final con la que terminaremos este apartado de la historia de la comunicación en
América Latina y el Caribe, con la que, de forma clara, debemos comprender dos elementos
clave: La decisión con la que la SIP defiende los intereses de sus agremiados, en primer
momento; y, el poder que los medios ejercían como empresas y apoderados de la verdad en
su país, con poderes ganados a través de la información al interior de sus gobiernos. Esta cita
es parte del informe 273 y fue recogido en el libro de Segovia:
“Tememos que tarde o temprano los gobiernos obligarán apublicar noticias oficiales en
aquellos periódicos que se resistan a publicar noticias carentes de toda disensión o
simplemente propaganda oficial, En efecto, con anterioridad los “expertos” de la
UNESCO habían recomendado que los periódicos dedicaran cierto porcentaje de sus
columnas a “noticias” de los servicios informativos oficiales.
(...)La filosofía promovida por la UNESCO, y que contó con el apoyo de algunos
gobiernos en esta conferencia, constituye un flagrante atentado a principios consagrados
en la generalidad de las constituciones americanas, así como en la Declaración Universal
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Tanto en su fondo como en su forma, casi
todas las recomendaciones aprobadas en San José demuestran lo existencia a nivel
mundial de un esfuerzo deliberado, en el que participan en una extraña alianza regímenes
de extracción popular y gobiernos totalitarios o autoritarios; esta alianza está dirigida a
despojar a los seres humanos de su derecho de adoptar decisiones ponderadas sobre todas
105 cuestiones que influyen en su propiadestino” (Quiros & Segovia, 1996, pág. 78).
20
Después de esto, y penosamente para los gobiernos latinoamericanos, las empresas
mediáticas fueron influenciando en mayor medida en la elaboración de las Políticas
Nacionales de Comunicación. La presión internacional por este tema no se detuvo, al
contrario, se mantuvo y subió de tono. La imagen de la UNESCO fue decreciendo en la
opinión pública internacional hasta que el senegalés Amadou-Mahtar M'Bow bajó su
perfil y en 1987 abandonó la dirección de esta organización. El cambio de directivo en
este espacio oxigenó a los dueños de los medios de comunicación y los intereses
internacionales por el control de la comunicación.
En conclusión, podríamos mencionar que los organismos internaciones lucharon durante
toda la década de los años 70’ por someter a gobiernos y organizaciones internacionales a
sus intereses. Así sucedió cuando desconocieron y paralelamente aceptaron la posición de
la UNESCO y gran parte del informe final de la Conferencia de Bogotá. Sin embargo, y
ya en posición como organización internacional -La UNESCO- decide seguir con su
proyecto, de la mano de varios países, proponiendo al mundo un nuevo modelo de
comunicación fundado en la regulación e inclusión de la sociedad civil en la construcción
de la información e incluso la dirección de los medios. Pese a esto, la confrontación se
extendió hasta inicios de los años 80’donde la UNESCO decide cambiar de rumbo. Pese
a esto, el destino del Orden Mundial de la Información estaba dado desde el mismo inicio
de las conferencias aquí citadas.
1.3.Política, pensamiento y nuevo modelo de comunicación en América Latina: El
Informe MacBride, hacia un nuevo orden mundial de la información y
comunicación.
Para Rocagliolo (1983) en los años 80’ se evidenciaba en el creciente apoyo a la tendencia
de “comunicación como servicio público”. En esta propuesta, los Países no Alineados
solicitan ante la UNESCO un modelo comunicativo en función del “Flujo libre y equilibrado
de información”. Para estos, un modelo basado en el colonialismo informativo impedía a los
países del “Tercer Mundo” mantener una agenda propia de información que les sirva y cuente
su realidad desde su propia experiencia a un escenario no solamente propio, sino global. Pero,
lo realmente importante, entendiendo la precisión del uso conceptual, es exactamente la idea
de lo “equilibrado” dentro del marco general del flujo de información.
21
En este sentido, como lo menciona Acosta, Panchi y Cañizares (2017) al referirse en un
pequeño apartado de su texto al caso ecuatoriano en una dimensión internacional, sin
adelantar más, el eje de la discusión y oposición que tenían los Países no Alineados frente al
modelo de comunicación imperante en el mundo correspondía a la imposición del material
noticioso en los países latinoamericanos en donde la información en circulación estaba llena
de silencios de estas transnacionales frente a los problemas del Tercer Mundo (Acosta,
Calvopiña Panchi, & Cano Cañizares , 2017, pág. 30).
Es así que desde 1973 la presión Latinoamericana empieza a provocar la convulsión al
interior de la UNESCO y con impacto internacional. De esta forma, para 1976, como lo
relatamos en el apartado anterior, en la Conferencia Regional de la UNESCO en San José de
Costa Rica se pone de manifiesto que el mundo transnacional estaba decidido a cuestionar el
modelo de comunicación imperante en Latinoamérica y varios otros sectores del globo, así
como las condiciones de intercambio informativo entre los países. Anteponen a este modelo
arcaico uno de alcance e integración nacional e incluso regional, con agencias propias de
comunicación que escapen al poder comercial y los intereses políticos internacionales a los
que se ligaba la información.
De este modo, y en la misma conferencia, una vez señalada la postura de las Naciones No
Alineadas frente a la problemática del intercambio de información entre países se plantea, y
posteriormente se conforma la llamada “Comisión Internacional para el Estudio de los
Problemas de la Comunicación3”. EL resultado de este estudio fue presentado ante la
presidencia de la UNESCO en el año de 1980 y su contenido debatido entre naciones en la
sesión XXI de este organismo, en la ciudad de Belgrado. Esto, para su publicación en lo que
pasaría a llamarse desde entonces el Informe Mac Bride.
Según lo señala en el prólogo de Amadou Mahtar M'bow, entonces director de la UNESCO,
este informe es presentado ante las Naciones en 1980 y es producto de dos años de sesiones
de la comisión conformada (MacBride, Un solo mundo, voces múltiples, 1980). Estas se
3 Esta Comisión se crea en el seno de la conferencia de 1976 en Costa Rica. Posteriormente se designa a Sean Mac Bride como presidente de la misma, quien para el año de 1979 entrega un Estudio completo en el que se resume lo que se considera como el “Nuevo Orden Mundial de la Comunicación”. Dicho conglomerado estuvo conformado por representantes de la entonces URSS, Estados Unidos, Canadá, Japón, Indonesia, Francia, Nigeria, India, Chile, Colombia, entre otros.
22
realizaron luego de 1976 y los primeros intentos fallidos de la UNESCO y varios Estados por
conformar Leyes Nacionales de Comunicación. Según identifica el propio Sean MacBride
(1980) en su informe, además de París, como sede de su organización, las reuniones se
realizaron en Suecia, Yugoslavia, India y México. Esto, sobre todo para contrastar diversas
realidades que permitan un análisis más amplio, con mixtura de expertos y experiencias que
permitan elaborar un documento que responda a la mayor cantidad de ideas y necesidades
que tenían en varios países del mundo respecto al modelo de comunicación imperante.
Por su parte, MacBride señala en la presentación de su texto que este tiene origen en las
condiciones de confrontación estridentes en muchas zonas del mundo (MacBride, 1980, pág.
17). Esto, haciendo referencia sobre todo a las condiciones de disputa por el valor de la
comunicación y las condiciones de desigualdad que asumían las naciones no desarrolladas
frente a los países desarrollados.
Como veremos líneas adelante, este informe ante las naciones marca un punto de quiebre en
el escenario político- comunicacional latinoamericano y mundial. Comprenderemos con este,
a través de varios casos clave en el desarrollo de medios alternativos o comunitarios qué y
cómo la clase política internacional entiende y se interesa en desarrollar modelos propios que
les permitan comunicar de forma estratégica y propia, en relación directa con las corrientes
del pensamiento para la liberación desarrolladas a lo largo de los años 70´y 80´ del siglo XX,
pero sobre todo en correspondencia directa a las necesidades que tenían al interior de sus
países respecto al sistema mediático de comunicación.
De manera paralela, iremos observando también una nueva dinámica e intensión de generar
participación de actores sociales y civiles en el escenario de los medios de comunicación
comunitarios. Nos referimos, en particular, al ingreso de las organizaciones sociales, étnicas,
gremiales, sindicales, entre otras, en la esfera de disputa por espacios de poder mediáticos.
Siendo ésta la razón para que, años después, con mandatarios formados dentro de estas
corrientes de pensamiento, la política genere marcos regulatorios en este tema una vez
terminadas las dictaduras en Latinoamérica. A finales de los años 90 y en el primer decenio
del siglo XXI se desarrollaron leyes específicas para televisión, radio y ocasionalmente
medios impresos de la mano de la ciudadanía. Esto, lo realizan a través de debates y foros
que les permiten conocer las necesidades como mandantes. Esto, con el motivo de ser
23
partícipes de la creación y emisión del flujo general de la información de los países
representada entonces a través de los medios de comunicación.
El informe final presentado a la UNESCO, luego de un reconocimiento de la importancia de
la comunicación en todos los sectores de la sociedad, las condiciones de desigualdad
planteadas a través del libre flujo de información y la importancia de las Políticas Nacionales
de Comunicación, como líneas generales de la cumbre, señala además el motivo de este
escrito en su quinto punto. En este documento se establece que:
Las consideraciones básicas desarrolladas extensamente en el cuerpo de nuestro informe
tratan de proveer un marco de desarrollo de un nuevo orden de información y
comunicación. Vemos su realización como un proceso continuo de cambio en la
naturaleza de las relaciones existentes entre las naciones y dentro de ellas en el campo de
las comunicaciones (MacBride, 1980, pág. 212).
Sin embargo, y lo que también resulta bastante interesante en el marco de nuestro análisis
sobre la instalación de los medios comunitarios en el Ecuador, es el llamado que se hace
a través de éste mismo informe de la UNESCO (1976) a todos los sectores de la sociedad
para el desarrollo de las Políticas Nacionales de Comunicación. Esto, entendiendo incluso
el desarrollo de nuevos medios. El sector social organizado también es llamado al análisis
y a la acción, entendiéndoles, en la literalidad de su documento como “grupos sociales
organizados”.
Dentro de sus recomendaciones, también se hace un llamado a que, dentro de las Políticas
Nacionales de Comunicación, se incluyan a todos los medios de comunicación. Dicho
informe, en su textualidad, nos comenta, en el marco de lo mencionado, que: “[…] Pero
Hasta donde lo permitan los recursos, las políticas de comunicación deberán tratar de
estimular y alentar todos los medios de comunicación” (MacBride, 1980, pág. 213).
De esta misma forma, en el sentido planteado, se aclara el apoyo a medios hiperlocalizados
dentro de un país. Así, se aclara que “A nivel nacional las agencias deberán apoyar el
crecimiento de los periódicos urbanos y rurales”. Sin embargo, hasta el momento, se sigue
entendiendo estos medios, que bien pueden ser de propiedad de organizaciones, como un
“núcleo del sistema de recopilación y difusión de noticias de un país” (MacBride, 1980, pág.
213).
24
Esto último, si necesidades de interpretación y entendiendo al Informe MacBride como el
pilar del Nuevo Modelo Mundial de Información y Comunicación (NOMIC), como un apoyo
frontal y constante al desarrollo de medios alternativos. Los medios, de la mano de las
organizaciones sociales, no necesariamente pertenecientes a grupos religiosos, como nos
venía mostrando la experiencia comunitaria, tomo fuerza. Un nuevo período y forma de
entender a los medios de comunicación se puede establecer de forma clara como la
intencionalidad de los países partícipes de los encuentros previos.
Pero, en su punto 8 se determina también la labor del Estado dentro de lo social. Esto,
estableciendo como prioridad de las políticas de comunicación cubrir y solucionar los
problemas de analfabetismo a través de los medios de comunicación (MacBride, 1980, pág.
213).
Sin embargo, estos espacios no son cubiertos por medios privados. Para esto, podríamos
acercarnos a las tablas de programación recurrente establecidos por la misma UNESCO en
este informe, en donde lo educativo no es recurrente dentro de la planificación general de los
medios de comunicación privados.
Estos espacios fueron cubiertos paulatinamente por medios comunitarios de comunicación,
cuya función es eminentemente social y su contenido localizado para sus comunidades o
públicos. Un contenido que busca desarrollar las capacidades de la población y su desarrollo
general como comunidad.
Pero, quizá el punto 13 es uno que nos permitirá entender de forma extendida la idea
propuesta en el párrafo anterior, en particular; pero, en general el de esta investigación de
forma textual. En este punto, el informe señala que: “El desarrollo de la prensa comunitaria
en las áreas rurales y pueblos pequeños no proveería solo un apoyo impreso para las
actividades de extensión económica y social, sino que también facilitaría la producción
literaria funcional para recién alfabetizados” (MacBride, 1980, pág. 214).
Y, para finalizar con parte de este proceso de citas, uno de los más importantes de este trabajo,
es el punto que posteriormente motivaría la distribución y redistribución del espacio
radioeléctrico. Como veremos más adelante, es también una de las preocupaciones de los
Estados con el aparecimiento paulatino o fortalecimiento de medios públicos y el nacimiento
25
de medios comunitarios al servicio de comunidades, gremios y organizaciones sociales de
alto nivel. En este espacio el informe señala que: “El espectro electromagnético y la órbita
geoestacionaria, ambos recursos naturales finitos, debieran compartirse más equitativamente
como la propiedad común de la humanidad” (MacBride, 1980, pág. 214).
En el mismo sentido, otro de los elementos que motivarían un posterior debate al interior de
los países es el de promover los medios comunitarios o alternativos en función del desarrollo
de poblaciones, no comercialización de la información. Una forma no comercial de entender
a los medios. En el informe, al respecto, se dice que:
En los sistemas de comunicación en expansión deberá otorgarse a las formas no
comerciales de la comunicación informativa. La promoción de tales tipos de
comunicación deberá integrarse a las tradiciones, la cultura, los objetivos del desarrollo,
y el sistema sociopolítico de cada país (MacBride,1980, pág. 222).
Este informe termina con una breve reflexión de lo que significa el nuevo modelo de
comunicación propuesto a través de estos encuentros multilaterales. La búsqueda de
condiciones más justas entre todas las naciones y pueblos. Esta es la frase final de este
informe y representa el espíritu del documento en el que se desarrolla el trabajo de todas las
naciones sesionadas, especialmente países latinoamericanos y caribeños como propulsores
de cambio.
Con motivos de este estudio, es necesario indicar que este informe en la mirada de varios
autores termina por no cumplirse. Sería un paso decidido, pero efímero por construir un
nuevo orden internacional de la información. Que, según los planteamientos de quienes
reflexiona sobre esto, este proceso abarcaría también el conocido NOMIC internacional
(Nuevo Orden de la Información y Comunicación) (ARENAL, 1985).
Lo que no nos cabe duda es que incluso con ligeros titubeos este informe motivaría la
instalación de Leyes Nacionales de Comunicación a lo largo de América Latina que
motivarían la construcción o fortalecimiento, según cada país, de medios de comunicación
no privados. Hablamos entonces de un recetario funcional que tomaría fuerza sobre todo en
la primera década del siglo XXI y, sobre todo, en el seno de los gobiernos de corte
progresista, quienes incluirían estos temas en sus propias agendas de desarrollo.
26
El informe MacBride supone entonces una recopilación de las luchas de más de una década
por formar un nuevo modelo de comunicación que se instalaría años más tarde. Esto debido
a que, una vez más, es fácil señalar la presión internacional privada, secundada por
gobiernos, por desacatar toda norma atentatoria contra su modelo de Estado fundado en
compromisos con el capital privado e internacional. En este sentido podemos mencionar de
forma rápida la salida de la UNESCO de los Estados Unidos y Gran Bretaña para el año de
1984 por motivos de discrepancia con este organismo internacional.
Estas presiones son incluso referidas en un artículo publicado por José Beaumont, periodista
del diario El Tiempo de España en 1984, año en el que se veía la escisión producida entre
naciones durante los años 70’ e inicios de los 80’. Este comunicador, reconocer que el
documento del Belgrado se presentó junto a más de 100 informes de distintos especialistas,
entre ellos el mismo Gabriel García Márquez, luego nobel de literatura. Dicho
acontecimiento evidenciaría el carácter unitario y consensuado de este documento. Sin
embargo, una vez que debieron ser aplicadas estos planteamientos es que se producen
problemas dentro de los mismos países proponentes y colaboradores del documento. El
periodista nos dice que: “[…] cuando hubo que bajar a lo concreto, a los medios materiales
empleados para controlar o producir la información, comenzaron a hacerse patentes y
encontradas las diferentes interpretaciones” (Beaumont, 1984).
Cuatro años después, los planteamientos de este informe, en su mayoría, habían sido
considerados como inviables de forma inmediata en varios países. Pero, es necesario plantear
al aspecto redistributivo del poder mediático como una de las demandas fundamentales que
tenía este documento para los años venideros, sobre todo en América Latina, en general; y,
en Ecuador, en particular. Ramón Zallo (2005), investigador y docente de comunicación de
la Universidad País Vasco nos dice que el informe MacBride representa un “reclamo del
derecho de las colectividades a participar en los flujos comunicativos” (Zallo, 2005, pág. 75)
A partir de este momento, identificaremos con ejemplos latinoamericanos cómo, en qué
medida y bajo qué condiciones se fueron desarrollando los medios alternativos o
comunitarios en países de corte político progresista durante la primera década del siglo XX.
Todos estos fundamentados en los informes y planteamientos que desembocaron en el
informe MacBride.
27
CAPÍTULO II
2. Nacimiento de medios alternativos en América Latina
El desarrollo formal de medios comunitarios en América Latina, como se irá mirando a través
de una revisión histórica de varios procesos latinoamericanos, se debe al ingreso de los
grupos sociales al escenario de la política nacional. Varios gobiernos apoyaron la creación
reglamentos e intentos o políticas de comunicación, en búsqueda de espacios propios para
medios alternativos y concursos públicos para la adjudicación de medios de comunicación
no privados.
Desde nuestra óptica, tres serían los factores para el desarrollo de los medios alternativos en
Latinoamérica, en general, y en Ecuador, en particular:
1. El primero de ellos, como detallamos hasta el momento, es la puesta en debate del
orden y naturaleza mundial de la comunicación. Esto, sobre todo porque pone en
discusión un modelo imperante, que, pese a sus falencias, era aceptado de manera
tácita por todos los gobiernos. Los debates al interior de América Latina y el
apalancamiento a través de la UNESCO que culminaría con el informe MacBride
permitió, si bien no de inmediato, que las naciones pensaran en la posibilidad latente
de crear políticas de comunicación que respondan a su realidad y permitan el
desarrollo de su país a través del poder de la información.
2. Un segundo motivo sería el desarrollo teórico, del pensamiento, al interior del
continente. Esto, permitió que, una vez generado el debate internacional y la
necesidad de crear Políticas Nacionales de Comunicación, varios pensadores,
entendiendo el contexto que vivían, sintieran la necesidad de crear marcos
conceptuales que sustenten desde el conocimiento estos espacios.
Podemos entender entonces que esta renovación del modelo de comunicación no solo se
debió al interés de organizaciones como la UNESCO, sino además al grado de organización
y ambiciones logrado a través de varios escritos de investigadores que iban desarrollando
este tema en sus planteamientos.
28
Entre estos investigadores, propiciadores de estas renovaciones del pensamiento, es
necesario entender la postura del argentino Mario Kaplún con su idea de la comunicación
para la transformación; la peruana Rosa María Alfaro con su “Comunicación para otro
desarrollo”; el argentino Daniel Prieto Castillo con sus estudios de comunicación, política y
desarrollo alternativo, entre otros como Regina Festa o Francisco Gutiérrez.
Estos personajes, ejercieron en este período sus labores de comunicación con orientación
clara a la teorización para la sugerencia de la creación de nuevos medios y espacios de
comunicación. Esta nueva idea, llevaba consigo también un nuevo esquema y dinámica de
funcionamiento que incluía a todos los segmentos de la sociedad que persiguieran motivos
ya no solo educativos, sino de mediación con sus autoridades a través de la propiedad social
de frecuencias y redistribución del espacio radioeléctrico de sus países. Una comunicación
para el desarrollo integral de las comunidades.
3. Y, en tercer lugar, la más importante por su naturaleza es la intención de los Estados
por dialogar con todos los sectores de la sociedad para la generación de Leyes
Nacionales de Comunicación. A través de estas, varios países incentivan la creación
o consolidación de medios alternativos al interior de sus Estados.
En este punto, debemos abordar que la contradicción en el marco político internacional, junto
a la realidad y necesidades de gobiernos locales sería para los investigadores del Centro de
Comunicación la Cirujía los que dieron paso a la conformación de espacios alternativos de
comunicación. Éstos apuntan que:
[…] En el marco de las corrientes de liberación nacional y en plena vigencia en algunos de
nuestros países de un “Estado Benefactor”, propició el desarrollo de políticas de participación
social orientadas a acortar las brechas y garantizar derechos postergados. Este es el marco
cultural necesario para hablar de lo que algunos llaman la “otra comunicación”: la alternativa,
la comunicación popular, la comunicación comunitaria” (Crujía, 2010, pág. 18)
Así, se plantea a los medios comunitarios como un proyecto de vanguardia para la generación
de contenidos propios en defensa de grupos vulnerables, pero además como herramienta
clave para la mediación con el poder y obtención de soberanía en el marco internacional.
De la misma forma, otro aspecto fundamental con este cambio de figura de comunicación es
la toma de los sectores sociales que, en general, en palabras de García Morales se convierten
en “nuevos y auténticos gestores del cambio social (Morales, 2006, pág. 1).
29
De tal manera, podemos entender en primer momento que los medios comunitarios en
América Latina se desarrollan y presentan a través de proyectos educativos y de mediación
por bienestar social para las comunidades en las que estaban instaladas. Tal es el motivo de
las radios manejadas por el sector religioso alrededor de varios países. Varias de estas, son
parte, en su momento de la cadena ALER creada, según lo indica su sitio digital, en 1972 y
actualmente conformada por 117 radios afiliadas y más de 200 que se vinculan con ella
mediante alianzas estratégicas (ALER, 2018).
Entre esta cadena de Alianzas se encontraban Fe y Alegría de los Jesuitas, en el Foro
Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) se puede encontrar el Instituto de Cultura
Popular (INCUPO) en la Diócesis de Reconquista. La Red de Comunicadores Indígenas
(RCI) entre tantos otros proyectos generados y consolidados hasta 1970 e impulsados y
formalizados después de 1980 (Crujía, 2010, pág. 20). Los reconocimientos internacionales
llegaron en esta última década en la cumbre de la UNESCO con el Informe MacBride.
Y es que el papel de la Iglesia es fundamental en el desarrollo de estos espacios de
participación para comunidades. Así lo reconocen los investigadores del colectivo Cirujía al
referirse de la siguiente manera al rol de esta institución:
Desde la conferencia episcopal de Medellín (1968) se produce el surgimiento de comunidades
eclesiales de base, experiencia promovida, entre otros, por monseñor Helder Cámara en Brasil
y monseñor Oscar Romero en el Salvador. Estas experiencias que subrayan una forma de
vivir el cristianismo desde lo comunitario fueron potenciadas en varios países con la
utilización de diversos medios: cartillas periódicos y radios (Crujía, 2010, pág. 21)
Sin embargo, no podemos olvidar tampoco, a nivel nacional, el proyecto de alfabetización
del monseñor Proaño. Este benefició a más de 20.000 campesinos e indígenas usando la radio
en el período de 1962 a 1974 (Crujía, 2010, pág. 22). Posteriormente, ya consolidado el
proceso de reconocimiento de estos medios, se crean, como en varios otros países, las
Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador (ERPE).
Varios otros proyectos fueron creándose paulatina y paralelamente en el calor de la discusión
de los años 70’. Todos se acogían a la idea llamada “la otra comunicación”, “el otro
desarrollo”, etc. Así, se nacieron también la Federación Latinoamericana de Periodistas
(FELAP), la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC)
(ININCO) en Venezuela. Y algo después, sumándose al CIESPAL ya existente en Ecuador,
30
surgiría también la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación
(FELAFACS). (Ramiro, 2005)
Todas estas organizaciones de calado internacional se conforman en función de las nuevas
necesidades de la comunicación. La agenda mediática internacional iba, gradualmente,
sirviendo de modelo temporal hasta desarrollar estrategias propias de contenido y teoría
comunicacional.
La clase política de varios países empieza, en la última veintena del siglo XX, por
consideraciones internacionales, a integrar a su agenda de trabajo el desarrollo de la
comunicación como eje para el desarrollo y promover la redistribución simbólica de poder.
Tal es el punto que en varios de éstos se norman a estos medios intentando generar espacios
de participación ya no solamente de la iglesia como institución con objetivos educativos, sino
de las propias organizaciones de base, con objetivos definidos: políticos, sociales,
mediadores con el poder.
De esta forma, tenemos varios ejemplos de desarrollo de agendas políticas enfocadas en los
medios comunitarios creadas a través de las exigencias de comunicadores, colectivos, grupos
étnicos y ciudadanía en general. Como iremos viendo páginas más adelante, si bien los años
70’ significaron un avance en materia teórica y respuesta de varios grupos, sobre todo
intelectuales, a las condiciones entre países, los años 80’ significaron el cambio
paradigmático respecto a los modelos de comunicación instaurados en todo el mundo. Esto,
pese a las retaliaciones internacionales que se oponían su avance.
Pero, es exactamente durante los últimos 20 años del siglo XX que se instauran instituciones
de acompañamiento y desarrollo propio en todo el cordón americano, sobre todo en países
considerados de tercer mundo. Pese a esto, son años después que podremos notar el ingreso
del sector político a estos espacios a través de levantamiento de normativas nacionales que
impulsan la creación y desarrollo de medios comunitarios como una experiencia
democratizadora. Este será en específico el tema, a nivel del Ecuador, que abordaremos en
este trabajo de investigación. Pero, antes de eso ilustraremos cómo se desarrollaron, con los
31
antecedentes expuestos, los medios comunitarios en las zonas periféricas del mundo (a nivel
de América Latina) con procesos y condiciones similares a las ecuatorianas.
Para esto, usaremos cuatro experiencias latinoamericanas que desde la perspectiva de esta
investigación lograrán ejemplificar los tres casos y condiciones para el desarrollo de los
medios comunitarios. Estos antecedentes, en conjunto, nos permitirán entender cómo los
gobiernos de corte progresista nacientes en la segunda mitad del siglo XX se muestran a sí
mismos y generan cambios en los primeros años del siglo XXI con lo aprendido
históricamente durante las décadas de los 70’ y 80’. Planteamos entonces que la formación y
patrón de los debates internacionales desarrollados en estos años influirán como una suerte
de guiones para el desarrollo de Políticas Nacionales de Comunicación estos gobiernos
instaurados en varios países de América Latina.
En este sentido, prestaremos en el caso de Argentina y Brasil poniendo principal atención al
desarrollo de los medios comunitarios de la mano de la alta conciencia y organización socio-
política de colectivos y organizaciones civiles al interior de sus países. Y, en segundo
momento, presentaremos los casos de Bolivia y Venezuela como espacios en los que a
diferencia a los dos anteriores fue la voluntad política, más allá de la organización social, la
que permitió el desarrollo de normativas que estimulen la creación y fortalecimiento de
medios alternativos.
Para todos estos casos se realizará un breve posicionamiento y recuento histórico que, con
excepción de Ecuador, llegue hasta el año 2012. Fecha en que todos estos países terminaron
los primeros debates, las primeras leyes y los primeros proyectos ciudadanos con enfoques
democratizadores a través de la instalación legal de los medios comunitarios en cada uno de
sus países.
Sin embargo, siendo el motivo específico de esta investigación entender el proceso de
desarrollo de los medios comunitarios en el Ecuador, desde su complejidad histórica; además,
el proceso de democratización, o su intento, vivido a través del concurso de radiofrecuencias
al final se presentará un recuento de los antecedentes que llevaron en el caso ecuatoriano a la
32
conformación de medios comunitarios de la mano de las organizaciones sociales y el
gobierno del presidente Rafael Correa Delgado. En este caso, en particular, se presentará la
forma en la que se regulaba el país en tema de comunicación, la concesión de frecuencias y
el fallo administrativo-político en beneficio del sector empresarial en el país. Lo que llevó,
en primera instancia, a la conformación de monopolios mediáticos y posteriormente al
desarrollo de políticas participativas.
2.1.La experiencia argentina en la conformación de medios comunitarios. Una
victoria de los colectivos sociales.
Antes de iniciar este apartado, es necesario realizar una breve aclaración que nos servirá a lo
largo de esta investigación. América latina, una vez en disputa del nuevo modelo de
pensamiento y el decreciente poder de las dictaduras en su territorio fue posible pensar en un
sistema de comunicación más abierto, con inclusión de todos los sectores sociales en el
proceso de desarrollo y consolidación de los mismos. Así sucedió en Argentina, donde a
partir de los años 80’ surgen un grupo de emisoras no privadas. Según investigadores
latinoamericanos en un artículo en la revista Logos, citando a Gerbaldo (2017), el proceso
argentino podría describir y asemejarse al de sus pares latinoamericanos porque vienen del
mismo proceso de desarrollo de los años 70’. En sus palabras:
En Argentina, como en la mayoría de los países del Cono Sur, las radios y televisoras
comunitarias, populares y alternativas emergieron en el contexto de recuperación
democrática luego de la más cruenta dictadura cívico-militar de nuestra historia. Durante
la transición democrática, múltiples movimientos populares – de derechos humanos,
género, pueblos originarios, ambientalistas etc. – se reagruparon. En ese marco,
numerosas propuestas de comunicación acompañaron las demandas de estas
organizaciones al tiempo que plantearon, desde la ilegalidad, la disputa por el
reconocimiento de derechos comunicacionales (Longo, y otros, 2017, pág. 39).
Entendemos, a través de esta cita, que la segunda mitad de los años 80’, pese al fracaso formal
del proyecto MacBride promovido por la UNESCO, empezaron a surgir radios comunitarias.
Estas, pese a venir del ejemplo del manejo mediático que venía realizando la institución
religiosa, tenía nuevos motivos de existencia. Al ser consecuencia de la reflexión,
organización de alto nivel y reclamo desde las organizaciones sociales estas empezaron a
tener motivos políticos, con tendencias, no en todos los casos, al desarrollo de comunidades
sin fines de lucro.
33
Sin embargo, como bien lo describe Gerbaldo, estos medios por su naturaleza de radios y
medios “insurgentes, con objetivos de transformación radical, estructural y claros objetivos
políticos” eran, en su mayoría, donde no permitía su existencia una normativa; era, por tanto
ilegales y hasta clandestinas (Gerbaldo, 2014, pág. 129).
Sin embargo, en Argentina el caso era distinto. Si bien los medios comunitarios estaban
reconocidos por el Estado, estos limitaban su espacio de acción a la radio. Esto, se lo hacía
según mandaba la Ley 22.285 de Radiodifusión expedida por la Junta Militar en el año de
1980, a cargo de Videla. Esta ley en su cuerpo normativo prohibía a las organizaciones sin
fines de lucro (entiéndase como medios comunitarios) el ser partícipes de la comunicación
audiovisual.
Entonces, entendemos que la disputa en Argentina era principalmente para que a los medios
comunitarios se les incluyera como actores con plenos derechos (Longo, y otros, 2017). De
esta forma, como lo relata de forma histórica el grupo la Cirujía, este tipo de Ley de
Comunicación favorecía exclusivamente a los grupos privados, Esto, al punto de que en el
gobierno de Menem se realizan correcciones a la ley existente con el objetivo de facilitar la
privatización y concentración extranjera (Crujía, 2010).
En Argentina la organización y coalición de los grupos sociales interesados en ser parte del
proceso mediático fue de vital importancia para la aprobación de leyes amplias que los
permitiera participar en todos los espacios y formas de difusión. Así, con más de 300
organizaciones, de toda índole, se conforma la llamada “Coalición por una Radiodifusión
Democrática”. Este conglomerado de grupos sociales trabajó por más de 20 años en lo que
consideraban reformas para un proyecto de ley justo y equitativo. Según los escritos de este
frente la causa de esto eran sus constantes reuniones y acuerdos, además de que nunca hubo
una propuesta con mayor participación en su elaboración. Como consecuencia de esto se
presenta ante el congreso un proyecto con 21 puntos para la integración de los sectores
sociales en el manejo de los medios comunitarios que se venía trabajando desde el año 2004
por parte de esta coalición por la comunicación (Coalición por una Radiodifusión
Democrática, 2010).
34
Dicho documento se lo oficializa después del año 2004, en medio de una convocatoria del
Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO). A este asisten: “representantes de
sindicatos, organismos de derechos humanos, universitarios, medios comunitarios y
populares, movimientos sociales, cooperativistas, pymes, músicos, partidos políticos,
activistas individuales” (Crujía, 2010, pág. 187)
Los 21 puntos de la “Coalición por una Radiodifusión Democrática” se presentan en el mes
de agosto del año 2004. Según señalan varios analistas, dicho proyecto tardaría al menos
cuatro años hasta que el gobierno analice y aplique estas medidas. Sin embargo, este tiempo
sirvió a las organizaciones para autoconvocarse y generar campañas nacionales de
sensibilización que promuevan el apoyo mayoritario a esta propuesta desde la sociedad civil.
El año 2005 significó el reconocimiento de los medios alternativos dentro de la Ley. Esta se
modificó y permitió conceder licencias de radio y televisión. Pero, para el año 2006, como
ocurría recurrentemente, en el gobierno de Kirchner se firma el decreto 527, afectando a los
medios comunitarios. Por medio de este documento se declaran vencidos por 10 años de las
licencias vigentes (Crujía, 2010). Dicho acto es considerado en este período como una
muestra de rendición frente a los conglomerados mediáticos.
A pesar del embate sufrido por parte del Estado, en el mismo año (2006) se reconocen 126
radios pertenecientes a organizaciones sin fines de lucro por parte del Comité Federal de
Radiodifusión (COMFER). Durante este año, hasta el 2007 se quiere tramitar en el congreso
un nuevo proyecto de Radiodifusión. No obstante, este se cancela. El mismo año, como un
claro avance de esta propuesta y del interés del sector político sobre este tema se entrega una
radio en AM a las Madres de la Plaza de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires.
Para el año 2008 la coyuntura política Argentina acelera el proceso de creación de una nueva
ley. Esto según lo relata el Grupo la Cirujia se debe a un distanciamiento producido entre el
gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y el sector mediático privado. Esto ocurre por el
35
conflicto agrario vivido este año donde los medios privados dan apoyo a los productores,
deslegitimando las acciones del gobierno (Crujía, 2010).
A partir del 2009, ya con el apoyo del gobierno, la Coalición empieza un trabajo de lobby al
interior del congreso. Mientras tanto, Fernández realiza encuentros nacionales que traten los
21 puntos planteados a finales de 2004. Y, es el 21 de agosto de 2009 que ingresa
definitivamente este proyecto para ser aprobado el 17 de septiembre en la Cámara de
Diputados con 147 votos a favor, 4 en contra, 1 abstención y 103 ausentes. Posteriormente,
en el Senado, se da paso a esta decisión con 44 votos a favor y 24 en contra (Crujía, 2010,
pág. 190).
Según se lo relata en varios documentos, se establece de forma explícita y clara mediante la
que: “la explotación de los servicios de comunicación audiovisual podrá ser efectuada por
prestadores de gestión estatal, de gestión privada con fines de lucro y de gestión privada sin
fines de lucro” (Longo, y otros, 2017, pág. 42). A través de este mismo documento, el 26.
522, se establece que a estos medios se les reservaría el 33% del espacio radioeléctrico. Así
mismo, “es de asignación automática sobre pedido de la comunidad concernida, siempre
que haya frecuencias disponibles” (Crujía, 2010, pág. 191).
Fuera de los medios comunitarios, también se realizan referencias a los medios públicos y
sus nuevas funciones. Sin embargo, no es tema específico de esta investigación. Razón por
la que solamente dejaremos planteado que también se reformó este espacio, se lo modificó a
través de la normativa nacional vigente.
Pese a todo esto, los medios privados buscan juzgados y amparos constitucionales que
declaren la inconstitucionalidad de la norma. El período de 2009 a 2012 estuvo marcado por
estas disputas y tuvo como resultado una victoria parcial para sus dueños. Esto debido a que,
si bien para el año 2012 se logró declarar la constitucionalidad de la Ley reformada, el
artículo 161 quedó sin aplicación. Siendo este el que prohíbe acaparar medios de
comunicación en una cantidad de más de 10 entre radio y televisión específicamente (Crujía,
2010, pág. 193).
36
Esto se produce debido a que el principal opositor a esta ley fue el grupo El Clarín, cuya
acumulación de medios representaba cerca del 35% del total nacional de frecuencias. Este
grupo poseía un total estimado de 250 licencias para uso de medios de comunicación en el
espacio radioeléctrico argentino.
Esta pugna sigue durante los años siguientes, si bien ya no en el marco de lo jurídico, si en
la disputa política. Esto se realiza en respuesta a que la Red Nacional de Medios Alternativos
se activan y dan respuesta también política, el gobierno aplica medidas dilatorias para la
inclusión real de los medios comunitarios en el marco de lo legal, como lo plantea la norma
constitucional hasta el 2012.
2.2. Bolivia y el desarrollo de los medios de comunicación comunitarios.
La Constitución de Bolivia es considerada como una de las más avanzadas en materia de
construcción de medios alternativos. Esto, debido en sus artículos 106 y 107 señala de manera
explícitamente el derecho a la comunicación e información; y sobre todo la construcción de
medios comunitarios en igualdad de condiciones y oportunidades. A esto se le suma la
imposibilidad de generar lo que considera como monopolios u oligopolios de medios de
comunicación (Bolivia, 2009).
Por otra parte, en su artículo 30, como lo reconocen los investigadores del Centro de Estudios
La Cirujia, es de vital importancia entender el derecho de los pueblos indígenas a crear y
administrar sistemas, medios y redes propias de comunicación (Crujía, 2010, pág. 259).
La constitución de la República de Bolivia es una de las primeras en Latinoamérica en
establecer en su marco normativo a la comunicación como una herramienta transversal para
el desarrollo del país. Entendiendo esto dentro de este marco a la cultura y la educación como
pilares fundamentales para el desarrollo del país y responsabilidad de los medios sociales de
comunicación.
Sin embargo, si bien el caso boliviano no muestra problemas políticos al interior del país
hasta la aprobación de leyes que generen espacios comunitarios, el proceso de organización
37
social fue también de vital importancia en la construcción de la agenda de medios y políticas
de Estado. Así, se fortalece el Sistema Plurinacional de Comunicación. Esta organización,
abarca a las cinco más grandes confederaciones de indígenas de Bolivia: La Confederación
de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), la Confederación Sindical Única de Trabajadores
Campesinos e Indígenas de Bolivia (CSUTCB), la Confederación Sindical de Comunidades
Interculturales de Bolivia (CSIB), la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas
Indígenas Originarias de Bolivia- Bartolina Sisa (CNMCIOB-BS) y el Consejo Nacional de
Ayllus y Markas y del Qollasuyo (CONAMAQ). Estos, apoyados por el Centro de Formación
y Realización Cinematográfica (CEFREE) apoyando y asesorando de manera técnica en sus
fines a las organizaciones (Crujía, 2010, pág. 260).
Pero, la importancia de estos colectivos no reside en su simple conformación. Al contrario,
este radica en su involucramiento en el proceso de desarrollo de las leyes que regirían la
comunicación. Así, proponen al congreso de su país, en el marco de los debates del año 2011,
una Ley fundada en la Transparencia, Plurinacionalidad, Descolonización, Equidad de
Género y Generacional y Responsabilidad Social. Varios de estos espacios, como lo
habremos notado ya, puestos en disputa en el mundo a finales de los años 70’.
Uno de los testimonios recogidos por los investigadores de la Cirujía a uno de los dirigentes
de esta coalición de movimientos indígenas relata su principal intención dentro de la
participación en la creación de la Ley de Comunicación: “En este sentido, nosotros hemos
hecho propuestas, avances, hemos influenciado en la reformulación de esta ley, porque no
tenía coherencia con la Constitución, ni el espíritu de los cambios sociales y políticos que se
estaban viviendo en Bolivia” (Crujía, 2010, pág. 261).
Esto lo hacían, debido a que las organizaciones presentes en la discusión de esta Ley, con la
experiencia internacional e incluso nacional, sentían que el primer borrador de esta
beneficiaba a los sectores privados de comunicación. Con esto, sin duda alguna, para las
organizaciones se actuaba en contra del espíritu real de la Constitución Boliviana.
38
Pese a todo, es necesario puntualizar una diferencia existente entre el proceso de
conformación de leyes para medios comunitarios en Argentina y en Bolivia. Como lo
recordaremos, en el primer país las discusiones incluían a más de 300 organizaciones de
todos los sectores del país. Sin embargo, en el país boliviano esto no fue así. Las
organizaciones indígenas fueron quienes primaron en este proceso, sobre las que defendían
un espacio o ideología específica. Para 2010, cuando se intentó generar diálogos con el sector
académico este no fluyó. Lo propio ocurrió con sindicatos del sector urbano. Esto, bien podría
deberse, aunque no es discutido de manera teórica, al origen del presidente Evo Morales y su
fuerza dentro del sector indígena boliviano. Los mismos dirigentes indígenas se refieren a
través de un testimonio a este episodio y dicen que:
Se conoce a Bolivia por todas sus movilizaciones y puede extrañar que no ha habido
participación de estos sectores; sin embargo, nosotros indicamos en nuestra propuesta que
se tiene que respetar a lo social-comunitario y esos sectores que precisamente no han
participado ahora tienen su parte en la nueva distribución de frecuencias (Crujía, 2010,
pág. 263).
Esta Ley está vigente actualmente en Bolivia. Como habíamos anticipado apartados atrás,
uno de los factores fundamentales para el desarrollo de Políticas Nacionales de
Comunicación encaminadas a redistribuir el espacio radioeléctrico depende, entre otros
factores, de la voluntad políticas de los gobiernos. Así sucedió en Bolivia donde una tercera
parte de las frecuencias les corresponderían también a medios alternativos.
Con estos dos ejemplos de leyes enfocadas a la consecución de objetivos democratizadores,
podríamos bien entender, en el siguiente capítulo, la realidad de los medios comunitarios en
el Ecuador y lo que significó la creación de una Ley de Comunicación, apuntalada a través
de la voluntad política de Estado. Pero, sobre todo el concurso de radiofrecuencias como una
estrategia real para la redistribución del poder mediático en el país en ascenso de la
organización social y luchas propias de una realidad organizativa compleja. Una realidad
construida por estos países de forma similar, teniendo como fundamento el informe
MacBride y las demandas sociales.
39
2.3.Venezuela y el desarrollo de los medios de comunicación comunitarios.
Para inicios del año 2011 en el pleno de la Asamblea Nacional de Venezuela se crea la
Comisión permanente de Poder Popular y Medios de Comunicación (Venezuela R. B., 2018).
Esta, según lo indica el repositorio digital de la página de la Asamblea, para el año indicado
(2011) contaba con 11 miembros. De estos, siete pertenecían a la bancada oficialista, al
mando de la presidencia entonces de Hugo Chávez, mediante la alianza del Partido Socialista
Unido de Venezuela (PSUV) y el Partido Comunista de Venezuela (PCV); cuatro de estos,
pertenecían a la Unidad Democrática (MUD), considerado, para entonces, como de oposición
Chavista.
Es necesario puntualizar este dato debido a que el gobierno anclado a todas las funciones del
Estado Venezolano, en este caso a la función legislativa, se convierte en partícipe activo de
las políticas nacionales enfocadas a la redistribución simbólica del poder. Existe, por tanto,
de forma similar al gobierno boliviano de corte progresista de Evo Morales, una voluntad
política como catalizador de una realidad social de los medios.
En el sentido planteado, la labor de Comisión de Poder Popular y Medios de Comunicación
empieza su trabajo por la redistribución del poder mediático el mismo año de su creación con
la presentación de un Anteproyecto de Ley de Medios Comunitarios y de la Comunicación
Popular4. Según recoge el grupo de investigadores de “la Cirujía”, el contenido de este
proyecto si bien fue promovido desde el legislativo tenía un alto nivel de participación de los
colectivos sociales. Se considera, además, al gobierno como propiciador, a través de leyes,
de un sistema abierto, democrático y pluralista que buscaba equiparar a los ciudadanos frente
al poder general del Estado. Para ejemplificar esto, en este texto recogeremos parte del
prefacio del informe final de esta comisión en donde se dialoga sobre lo mencionado. Para
efectos de mostrarlo citaremos el extracto mencionado de forma textual:
4 Dicho Anteproyecto para el año 2011 pretendía beneficiar a más de 1200 medios alternativos y comunitarios en el país que, si bien existían antes de cualquier iniciativa legislativa, no contaban con un cuerpo legal que los incluyera formalmente en la estructura de comunicación del país. Eso, según lo indica el portal oficial de la embajada venezolana (Venezuela R. B., 2015)
40
Poco hay que decir respecto a pugnas internas, entre colectivos sociales y empresas de
comunicación en Venezuela con la aprobación de esta ley. Esto debido a que, como lo
mencionamos títulos atrás, uno de los factores fundamentales, y quizá el de mayor peso, es
la disposición política de los gobiernos a desarrollar Políticas Nacionales de Comunicación
direccionadas al fomento de medios comunitarios. Tal voluntad existió, así como en Bolivia,
en Venezuela. Esto debido a la tendencia ideológica y los pactos andinos progresistas
desarrollados por el entonces presidente Hugo Chávez.
La construcción de medios comunitarios en Venezuela, por tanto, si bien nace o intenta
anclarse al poder popular de la ciudadanía organizada, tuvo su real fundamento en la política
de gobierno de sus mandantes. Era entonces una necesidad del gobierno en cumplimiento
con sus aspiraciones y motivos políticos.
2.3.1. Creación de la Ley de Medios Comunitarios de Venezuela. Un impulso desde
el ejecutivo.
El proyecto de ley para medios comunitarios en Venezuela se emite en segundo debate a
finales del año 2011. Con esto, el gobierno socialista cumple con su función en el
otorgamiento de espacios del espectro radioeléctrico a colectivos sociales de alta conciencia
“Hemos realizado un debate nacional y público que involucró a la más amplia diversidad de
colectivos movimientos sociales y grupos organizados de las distintas expresiones de la
comunicación popular conformados por el Pueblo Comunicador, para presentar este Proyecto
de Ley de Comunicación del Poder Popular ante la Asamblea Nacional de la República
Bolivariana de Venezuela, con la finalidad de desarrollar, articular y consolidar la comunicación
liberadora y ser parte del sistema de Leyes del Poder Popular, para contribuir la refundación
de la República y la construcción colectiva de un Estado Democrático y Social de Derecho y
Justicia […]”
Nosotros, como Pueblo Legislador, protagonista del proceso revolucionario de cambios sociales
y políticos que se desarrollan en el país, frente a la dominación mediática, nos declaramos
comunicadores bolivarianos, respetuosos a la libertad de expresión y la pluralidad, humanistas,
solidarios ecologistas, defensores y protectores del ambiente integracionistas, amantes de la paz
y la justicia social, respetuosos de la diversidad cultural, consustanciados con nuestros derechos
constitucionales y la gesta emancipadora (Crujía, 2010, pág. 296)
41
y organización. Sus funciones, como se venía anticipando, giran en torno a la generación de
modelos de comunicación participativos, incluyentes y, sobre todo, lo que consideran como
parte de un proyecto político emancipador. Así lo determina este proyecto en su artículo 1,
donde determina que:
La ley tiene por objeto impulsar, desarrollar y consolidar la comunicación del Poder Popular,
como derecho fundamental, así como normar la organización funcionamiento y articulación
de las iniciativas de las comunidades organizadas, los movimientos y organizaciones sociales,
para la comunicación participativa, protagónica y emancipadora (Venezuela A. N., 2011).
Teniendo esto como referencia, es fácil determinar que este proyecto de ley mantenía un
apoyo irrestricto por parte del gobierno. Esto incluso al ser a nivel latinoamericano, una ley
creada en función de la particularidad de la comunicación comunitaria y no el conjunto de
espacios en la que esta puede resolverse esta actividad al interior de su país representaba un
significativo avance en materia de política pública no solamente para este país, sino para el
grueso de los países andinos y latinoamericanos que iban pensando en un nuevo esquema de
comunicación.
De esta forma los artículos siguientes de este proyecto se complementan para formar una
gran propuesta nacional que busca, en términos reales, redistribuir en forma equitativa y
porcentual las frecuencias en el espacio radioeléctrico, como venía sucediendo también en
varios otros países progresistas como Argentina y Bolivia. Así lo determina esta ley en su
artículo 4 donde señala que dentro de sus funciones está la de democratizar el espectro
radioeléctrico mediante políticas inclusivas (Venezuela A. N., 2011).
En este mismo sentido, como se venía planteando a nivel latinoamericano también, se
promueve la creación de fondos para el desarrollo de los medios de comunicación
comunitarios. Esto, entendiendo que su función no es comercial, sino social y con motivos
de generar desarrollo al interior de sus comunidades o grupos de incidencia.
La ley mencionada prevé también la división del espectro en partes igual establecido en su
cuerpo normativo, así como Bolivia, Argentina, Brasil y posteriormente Ecuador. Un tercio
(33%) de su espacio en frecuencias para los medios comunitarios era lo estipulado en este
caso para los medios alternativos.
42
Posterior a la aplicación de esta ley las contradicciones al interior del país no tardarían en
llegar. Los reclamos del sector privado empiezan a finales de los años 70’. Las grandes
corporaciones internacionales de comunicación, con sus sucursales privadas en Venezuela,
refieren a esta Ley como coercitiva, punitiva, limitadora de derechos y de la libertad de
expresión.
Esto se da debido a que se establece, con el Informe MacBride (1980), en varios países de
Latinoamérica como la misma Venezuela, las instituciones al mando del ejecutivo
encargadas de velar con el cumplimiento de esta Ley y sancionar toda práctica irresponsable
de los comunicadores. En el caso de este país, las instituciones son la Comisión Nacional de
Telecomunicaciones (CONATEL) y el Directorio de Responsabilidad Social en Radio y
Televisión.
El control de la comunicación desde el Estado central es la tesis a la que se oponen desde los
sectores empresariales de la comunicación. Estos critican esta Ley, junto a la del 2010, como
un intento de control mediático que viene desde la llamada Ley Resorte (2005).
Pese a esto, y debido a la voluntad política del gobierno venezolano esta Ley no ha salido de
circulación. Con ciertas rectificaciones que llegan hasta el 2015 este país sigue conformando
medios de carácter comunitario al interior de su nación. Esto, pese a las críticas
internacionales, el proceso político instalado por Chávez encontró continuidad con Maduro,
quien poco o nada ha modificado del modelo político heredado del mentor del socialismo
latinoamericano del siglo XXI.
2.4.Brasil y su proceso de desarrollo de los medios de comunicación comunitarios.
La pugna por el desarrollo de medios alternativos en Brasil viene de los años 80’. Esta se
desarrolla de forma paralela con el florecimiento de las teorías independentistas que surgen
en varias partes de Latinoamérica. Estas corrientes del pensamiento, sumadas al llamado
retorno a la democracia motivó a un grupo de actores sociales, todos preparados y
conocedores de las teorías de sobre la dependencia y condiciones desiguales en el mundo, a
conformar lo que para ese período se conoció como el Movimiento por la Democratización
de la Comunicación.
43
Sin embargo, y como sucedía en los ejemplos anteriores, las corporaciones dueñas de los
medios de comunicación se opusieron a cualquier intento de generar espacios fuera del
modelo tradicional y la lógica privada bajo la que funcionaba la comunicación. Son estos
empresarios los que durante los años 80’ prácticamente prohíben al legislativo aprobar
consideraciones de tipo progresista, esto por su cercanía con el gobierno y los compromisos
que mantenían con estos. A pesar de esto, para inicios de los años 90’ se conforma el llamado
“Foro Nacional por la Democratización de la Comunicación” (FNDC) y es esta misma
agrupación, sesionada permanentemente, quien participa y choca con el sector empresarial
brasileño (FNDC, 2011, pág. 12).
A partir de esta década (90’) la participación de este grupo se hace constante en el escenario
político brasileño. Según apuntan los investigadores del grupo La Cirujia, sus
pronunciamientos a partir desde esa década hasta el primer decenio del siglo XXI son
relativos a la reglamentación de lo que ellos consideraban conquistas alcanzadas
constitucionalmente en la Constituyente de 1991, año en que se realizan consideraciones
tanto al espacio radioeléctrico como a la naturaleza de los medios de comunicación en este
país. Se plantea parcialmente un modelo alternativo de la mano de los sectores sociales
organizados (Crujía, 2010, pág. 214).
Pese a esto, podríamos decir que los años 90’ no representaron mayor avance para la política
comunicacional de Brasil. Incluso, en términos de los investigadores de La Cirujía, se debe
mencionar que los primeros años del siglo XXI tampoco se realizó mayor avance en cuanto
a la democratización de la comunicación. Esto, pese al interés y esperanzas que varios
colectivos sociales posaron sobre la figura del presidente Lula Da Silva, electo en el año 2003
y con clara tendencia progresista. El mandatario brasileño, como lo identifican los
investigadores mencionados, pese a su interés por influir en este tema prefiere generar
condiciones de gobernabilidad en su congreso y no reñir de manera inmediata con los medios
privados (Crujía, 2010, pág. 60).
Pese a esto, para el año 2007 se produce un nuevo intento de más de 40 organizaciones
sociales por influir en el proceso de construcción de la política pública enfocada a los medios
44
de comunicación. Con este antecedente, sesionando de manera permanente, para el 2009
estas organizaciones constituyen la llamada “Comisión Nacional Pro Conferencia de
Comunicación (CNPC)”.
Para este año, varios problemas existían en Brasil respecto a los medios de comunicación.
Conocerlos nos permitirá más adelante señalar que la política establecida por Da Silva, si
bien tenía intereses progresistas no logró concretar las aspiraciones que tenían los sectores
sociales. Una política de comunicación parca que terminó por mostrar su debilidad frente al
sector privado. Entre estos, podemos señalar que:
1. Los medios de comunicación se encontraban pocas manos. Esto, no es nada fuera de
lo normal cuando pensamos, por ejemplo, en el caso presentado líneas atrás con el
grupo el Clarín en Argentina. Los medios de comunicación privados habían puesto
las reglas de mercado y ejercicio en cada uno de sus países. Así, la adjudicación e
incluso auto adjudicaciones de frecuencias, como veremos más adelante en el caso
ecuatoriano, no escandalizaban a ningún gobernante, incluso permanecen en total
silencio.
En un artículo elaborado por el politólogo Juan Manuel Karg, de la Universidad de Buenos
Aires, en donde recoge las declaraciones del ex mandatario Lula Da Silva en el portal de
Rusia Today, se dice que para Lula era importante la participación del Estado en la labor
comunicacional debido a que el código brasileño del año 1972 se veía totalmente desprovisto
de la realidad que vivía su país. Así, también la concentración de los medios en poder en seis
de las familias más poderosas de Brasil, entre estas: Marinho –Grupo Globo-; Civita –Grupo
Abril-; Frias –Grupo Folha-; Sirotsky –Grupo RBS-; Mesquita –Grupo Estado-; Bandeira de
Melo -Grupo Associados- (Karg, 2014)
Es en este sentido que, dentro de la revista ADUSP (2008), dos investigadores muestren un
ligero recuento que determina los monopolios de la comunicación en Brasil antes de la
elaboración de una Ley de Comunicación que promueve la conformación de otras propuestas
de medios. Estos nos dicen, en el sentido planteado, que:
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La propiedad de los medios de comunicación en Brasil está muy concentrada. Los grandes
grupos de comunicación que actúan en el país (como Globo, SBT, Bandeirantes, Record,
Abril, Folha, Estado y RBS) controlan la mayoría de los canales de televisión y radio,
periódicos y revistas, productoras de cine, agencias de noticias, discográficas, editoriales y
portales de Internet (Biondi & Charão, 2008, pág. 10)..
Bajo este contexto, el entonces presidente brasileño Lula Da Silva crea en el año 2007 los
medios públicos en su país de la mano y con el compromiso del gobierno central. Sin
embargo, para los investigadores citados en el párrafo anterior este intento, si bien interesante
políticamente, no logró cumplir con su objetivo de desconcentrar el poder del sector privado
sobre los medios de comunicación. Estos, citando otros estudios como el de la Secretaria de
Comunicación de Brasil del año 2012 nos muestran que hasta este año la audiencia de los
medios públicos no se acercaba al de los privados. En este sentido, estos investigadores
Biondi y Charão nos mencionan que:
Hasta el año 2012 la media de audiencia de las emisoras públicas en Brasil osciló entre el 0,2 y
el 0,95 por ciento en las ciudades de Río de Janeiro y São Paulo, y en el Distrito Federal bastante
inferior a la de Globo del 41,27, por ciento, o la de Rede TV, del 1,68 por ciento […] (Biondi y
Charão, 2008, pág. 15).
2. Entendemos, como consecuencia de lo citado en el párrafo anterior, que el sector
público jamás logró cumplir con el objetivo trazado por el gobierno brasileño: la
desconcentración y democratización del espacio radioeléctrico. Al contrario,
podríamos mencionar que estos datos reflejan la debilidad del contenido producido
desde las agencias de comunicación del gobierno.
3. Pero, estos medios no solo tenían más audiencia, sino, por añadidura, mayor cantidad
de contratos de publicidad en sus espacios. Estos rubros no solamente venían del
sector privado, sino también del público. Por esta razón, su poder se mantenía no
solamente en dinero, sino a través de capital político. Como consecuencia, debemos
entender que este se convertiría en uno de los mayores problemas para el desarrollo
de los medios estatales en el país. Esto, debido a que no podían sostener sus gastos
mensuales y era el gobierno quien debía descontar estos de su ingreso anual, por lo
que no eran autosustentables, mucho menos rentables.
46
Un dato que nos permitirá comprender este desequilibrio en relación a los medios públicos
es el caso de la desigualdad en contratos por publicidad en la televisión abierta. Esta llega al
92% de los hogares brasileños. Y, en términos generales de los medios, la televisión
concentra el 60% del total de ingresos por concepto de publicidad. De esta cifra, se desprende
que Grupo El Globo, el más grande de Brasil, concentraba para entonces cerca del 74% de la
publicidad, siendo esta cantidad hasta tres veces superior a la de sus principales competidores
en el mercado (Biondi & Charão, 2008).
Por decirlo menos, el gobierno de Lula parecía no estar dispuesto a confrontar con el sector
mediático de Brasil, pese a contados encuentros que iba teniendo por cuestionamientos
políticos. En dichos casos recurría a sus raquíticos medios públicos que, en muchas
ocasiones, no pudieron dar contestación a los problemas que iban cubriendo su gobierno.
Pese a esto, el alto grado de conciencia y organización de los grupos sociales brasileños no
daban un paso atrás en sus propuestas de redistribuir el poder mediático. Siguieron su trabajo
y propusieron a finales de este año (2009) la realización de un congreso que debatiera estos
temas. La insistencia y presión colectiva hizo considerar esta idea y aceptar al presidente,
quien anuncia personalmente su realización (Crujía, 2010, pág. 215).
Es por esto que para el año 2009 se realiza la “I Conferencia Nacional de Comunicación”
(COFECOM) en territorio brasileño. Esta tuvo lugar en Brasilia del 14 al 17 de diciembre.
Según los investigadores del Grupo “La Cirujia” este encuentro se desarrolló con el tema
“Comunicación, medios para la construcción de derechos y de ciudadanía” y constituye, en
sus palabras como:
la mayor conquista histórica hasta ahora alcanzada tras una lucha de más de dos
décadas, 672 propuestas, más de 500 por consenso son aprobadas por los 1684
delegados que participan en 15 grupos de trabajo organizados en tres ejes temáticos:
producción de contenido; medios de distribución y ciudadanía: derechos y deberes
(Crujía, 2010, pág. 213).
Producto de este masivo apoyo popular, si bien se había conseguido un apoyo y aprobación
hacia el proyecto democratizador presentado por la COFECOM, los medios de comunicación
privados que se habían autoexcluído ingresan nuevamente al escenario nacional. Las
presiones empiezan. Sin embargo, este grupo no cede. Pero, el contexto político brasileño
47
haría retardar su avance. Esto debido a que el año 2010 influyó mucho en la generación de la
política pública. Esto al ser un año electoral y entenderse la discrecionalidad política con la
que Lula actuaría para poder posicionar a su candidato.
Una vez terminado el gobierno de Lula, con Dilma Rousseff en la presidencia, los miembros
de COFECOM habilitan nuevamente la vía del diálogo y consultan sobre esto a la nueva
mandataria. La nueva presidenta promete debatir este texto para mediados del 2011. Pese a
esto, las movilizaciones y organizaciones ancladas en los gremios, sindicatos, profesionales
sociedad civil e incluso parlamentarios empiezan a aflorar a lo largo de Brasil. Podemos, bajo
lo dicho, nombrar dos grupos que se conformarían en dos momentos del 2011: El Foro
Nacional para la Democratización de la Comunicación (FNDC) lanza la “Plataforma para un
Nuevo Marco Regulatorio de las Comunicaciones en Brasil”; y por el apoyo popular, se
organiza también el Frente Parlamentario por la Libertad de Expresión y el derecho a la
Comunicación con Participación Popular (FRENTECOM).
Este nuevo frente conformado, junto con la nueva propuesta presentada por el FNDC, genera
un nuevo espacio de participación comunitaria en Brasil. Esto pese a que el gobierno de
Dilma se mantiene inerte en esta materia y es, según investigadores, con la “COFECOM que
se abre un camino irreversible, pues Brasil encontró el gusto por el debate sobre las
comunicaciones, cuestión históricamente vedada por el poder mediático” (Crujía, 2010, pág.
218).
Como lo habíamos mencionado, el Foro Nacional para la Democratización de la
Comunicación (FNDC) lanza la “Plataforma para un Nuevo Marco Regulatorio de las
Comunicaciones en Brasil”. Producto de este y múltiples debates, se elabora un documento
con 20 puntos que es presentado hacia la clase política brasileña donde se intenta explicar la
razón para la generación de un Nuevo Marco Normativo para las Comunicaciones.
Dentro de este documento, en su punto, donde uno se recoge el espíritu de su contenido, se
plantea en más de una ocasión los problemas de la ausencia de marcos normativos y el
aprovechamiento por parte de las empresas dueñas de los medios de comunicación de este
48
vacío legal. Como consecuencia, realizan un llamado a la pluralidad y a la diversidad dentro
de los medios.
En concordancia con esto, más adelante, en su punto 8 se señala también lo que sería el
motivo de esta investigación: el fortalecimiento que debe dar el Estado a las radios y Tvs
comunitarias. En este aspecto, este grupo de investigadores apuntan que:
La nueva legislación debe garantizar la estructura de un sistema comunitario comunicacional,
de forma que se reconozcan efectivamente y se fortalezcan a los medios comunitarios
entendidos como radios y TVs de finalidad sociocultural gestionados por la propia
comunidad, sin fines de lucro, comprendiendo comunidades territoriales, etnolingüísticas,
tradicionales, culturales o de interés. Por un papel fundamental en la democratización del
sector, los medios deben estar disponibles mediante señales abiertas para toda la población
[…] (Crujía, 2010, pág. 228).
Observamos, dentro de esta cita, varios elementos de riqueza profunda que nos servirán para
un posterior análisis comparativo entre los diversos incentivos estatales- sobre todo
normativos a los medios alternativos. Entre estos: el reconocimiento jurídico de los medios
comunitarios; la posibilidad de colectivos, de cualquier procedencia, de gestionar dichos
espacios en igualdad de condiciones, transmitidos en señales abiertas. Y, posteriormente, se
pedirá también la ayuda económica al Estado para la sustentabilidad de esta categoría de
medios de comunicación.
En lo posterior, estos apartados apuntan a asegurar la pluralidad de ideas y diversificación de
los medios de comunicación. En lo posterior se recae sobre encuentros que tratan la
participación ciudadana en medios; reglamentos provisionales para la publicidad, intentando
evitar los problemas de acumulación antes enunciados; mecanismos de protección a grupos
vulnerables de contenidos que puedan resultar ofensivos o inapropiados; prohibición de la
acumulación de medios, entre otros.
Como iremos notando, todo proyecto de Ley planteado durante estos años ha constituido,
hasta el momento, una suerte de libreto para la constitución de leyes latinoamericanas. Es
decir que, las Políticas Nacionales de Comunicación se practican como un intento
homologado de desmonopolizar el poder mediático.
49
Pese a esto, la Ley de Comunicación de Brasil se considera obsoleta luego de más de 50 años
de vigencia. Estos intentos, si bien significaron presiones y correcciones en política pública
al Estado son todavía una deuda aún pendiente con los sectores sociales.
2.5.Ecuador y el desarrollo de los medios comunitarios
2.5.1. La Ley de Radio y Televisión del Ecuador de 1975 y el control privado sobre
el espectro radioeléctrico ecuatoriano
Ecuador, en temas comunicacionales, antes de la elaboración de la Constitución de la
República del Ecuador del año 2008 y la Ley Orgánica de Comunicación Social (LOC) en el
2013, funcionaba bajo la Ley de Radiodifusión y Televisión instaurada en el año de 1975
durante la dictadura militar de Guillermo Rodríguez Lara. Dicha ley tuvo dos reformas
durante la década de los 90’. Estas se realizaron en los años 1992 y 1995 durante el gobierno
de Sixto Durán Ballén; Y, según relata Acosta, la siguiente se realizó en el año 2002 durante
el gobierno de Gustavo Noboa “para que los medios de servicio público comunitarios
puedan pasar publicidad” (Acosta, Calvopiña Panchi, & Cano Cañizares , 2017, pág. 9).
Dicha Ley -Ley Radiodifusión y Televisión- ya establece en su ART.5 a dos instituciones
como las encargadas, de regular y aplicar la ley. Estas son: El Consejo Nacional de
Radiodifusión y Televisión y de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Ecuador,
1975). Estas instituciones serían desde entonces los organismos encargados de realizar las
concesiones de frecuencias. Pero, si bien se reconoce en su ART. 9 que “toda persona natural
o jurídica ecuatoriana podrá obtener del Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión, la
concesión de canales o frecuencias radioeléctricos” (Ecuador, 1975) en la práctica tpodo era
totalmente distinto. Esto se debía a que se había generado una Ley ambivalente, pensada y
ejecutada desde el gobierno en beneficio del sector mediático privado como actores
sustanciales en su política de gobierno.
Establecemos esto debido a que, si bien se planteaba la posibilidad de que todo ecuatoriano
podía acceder a una frecuencia, incluso con una inversión extranjera de hasta el 25%, en la
práctica sucedía todo lo contrario. Los concursos eran realizados por una comitiva
conformado, según lo determinaba la misma ley, por: miembros del gobierno (delegado del
presidente, Ministro de Educación y Cultura y Superintendente de Comunicaciones); un
50
representante de la fuerza militar, debido a que Rodríguez Lara pertenecía a este sector
político; y, como no, miembros representantes de Radios y Televisoras ecuatorianas, quienes
eran siempre delegados de los medios de comunicación privados.
Todas las adjudicaciones de medios de comunicación se realizaron sin presencia ciudadana,
ni control real desde el sector político. Así lo demostrará, en el 2008, la auditoría general
realizada a los medios de comunicación a través de un informe solicitado por la Asamblea
Constituyente en el gobierno de Rafael Correa Delgado.
Pero, sumando a la falta de transparencia en el reparto de las frecuencias estaban los tiempos
y posibilidades de extensión en estas adjudicaciones. El gobierno, a través de la Ley expedida
en ese entonces otorgaba licencias por 10 años de funcionamiento a los medios y su
extensión, como lo indicaba el ART.9 del reglamento, se lo hacía sin la necesidad de la
celebración de nuevo contrato (Ecuador, 1975).
Con esto, entendemos que todo estaba configurado para que los medios privados se
mantengan beneficiados. El sistema para la adjudicación de frecuencias pasaba por el poder
político, anclado al sector empresarial -dueños de los medios-, quienes determinaban cómo
y a quiénes se concedían frecuencias en el espacio radioeléctrico nacional, extendían sus
propios contratos. En general, controlaban, junto a los intereses políticos. El sistema de
comunicación del Ecuador. Tal era el constreñimiento de los derechos ciudadanos,
personales y colectivos, que no fueron tomados en cuenta para la elaboración de esta Ley.
Si seguimos revisando esta ley de comunicación, encontraremos que ni siquiera se plantea
en reconocer a los medios comunitarios como parte del sistema general de medios. Esta
normativa plantea en su título II: De las Estaciones de Radiodifusión y Televisión,
CAPITULO: I De las Estaciones Art. 6, que: Se reconocen dos clases de estaciones de
televisión y radiodifusión: a) Comerciales privadas; y, b) De servicio público (Ecuador,
1975).
51
De esta manera fueron tomando forma grandes empresas de comunicación en el Ecuador. La
monopolización del espectro radioeléctrico por parte de grupos comerciales se daba incluso
amparada en la Ley Radiodifusión y Televisión.
Es durante la década de los 90’ y principios del 2000 que, según lo señala un informe de la
UNESCO, que se forman los seis grupos económicos más grandes del país que, no causará
sorpresa, tenían gran cantidad de las frecuencias en su poder. Entre estos: Grupo Vivanco,
Grupo Egas, Grupo Alvarado, Grupo Mantilla, Grupo Pérez y Grupo Martínez (UNESCO,
Análisis del Desarrollo Mediático en Ecuador, 2011, pág. 71)
2.5.2. Monopolización de la comunicación en el Ecuador previo a la regulación de
la comunicación.
La Ley de Radiodifusión y Televisión funcionó, con ciertas reformas, de manera normal
beneficiando a determinados sectores del poder económico del país hasta el ingreso de la
Constitución de Montecristi del año 2008. Es, en realidad hasta este período que podemos
hablar de cerca de 13 años de privilegios a medios privados de comunicación que se iban
conformando como grandes monopolios informativos. Sin embargo, debemos establecer
también que estos medios, por el origen y objetivos de sus propietarios, no solamente
participaban dentro de espacio informativo, sino que estos medios se consideraban como un
espacio para la consecución de objetivos políticos y comerciales. No podemos entonces
separar en este período el poder de los medios de comunicación del político, mucho menos
del sector empresarial del país.
De esta manera planteamos que los dueños de los medios de comunicación eran a su vez
propietarios del sector financiero y productivo del país. Sin embargo, por su naturaleza y
peso político, además del control total de la información que circulaba en el país, poco o nada
se decía sobre este tipo de relacionamiento y el afloramiento de grandes grupos económicos
en el país al mando de nuestro sector de la comunicación. Esto, lo reconoce el ex catedrático
universitario y ex presidente del Colegio de Periodistas de Pichincha, Marco Villarruel, en
uno de sus artículos para la revista “Textos y Contextos” del año 2006. Para el docente,
refiriéndose a la falta de discusión de esta realidad en el Ecuador esto:
52
[…] no es, de modo alguno, una escasa valoración de su importancia sino un evidente intento
por mantener los nombres de los propietarios, las relaciones con la banca, la industria y los
grandes negocios y los vínculos de los representantes del cuarto poder5 (uno más que el
Ejecutivo, Legislativo y Judicial) o del contra poder (cunado actúan como jueces fiscales o
en representación de la opinión pública)” (Villarroel Acosta, 2006, pág. 9).
Este docente universitario al mencionar piensa acertadamente que la segunda mitad del siglo
XX en el Ecuador significó la creación -aunque sería más exacto llamar este proceso
conversión- de los medios de comunicación como poderes comerciales industriales
(Villarroel Acosta, 2006, pág. 10). Sin embargo, si adelantamos que esta idea debería, desde
una mirada actual al problema, hablarse como un problema que se extiende también hasta
inicios del siglo XX.
Este interés latente generó un proceso de concentración total de los medios de comunicación
en el país. Y, era claro, los débiles medios comunitarios existentes al margen de la legalidad
y de la mano de la iglesia, sumado a los inexistentes medios públicos indefensos que según
la Ley de Radiodifusión y Televisión (1975) no podían hacer nada frente a este proceso lógico
llevados por el empresariado. Y, de manera paulatina, en el Ecuador se vivió un proceso de
alejamiento y hasta exclusión de todo aquello que no representaba intereses comerciales. En
este punto, Villarruel comenta que:
Es bueno advertir que la concentración de medios produce menoscabo al pluralismo y a la
democracia que dicen promover y defender (refiriéndose a los medios privados). EN otras
palabras, los llamados paladines de la democracia son en sí antidemocráticos y lo son más si
se considera las presiones ejercidas contra los periodistas y la imposición de sistemas de
autocontrol o autocensura (Villarroel Acosta, 2006, pág. 11).
A continuación, el autor manejado en este espacio realiza un recuento, entender de este
trabajo de los más completos presentados para su año de publicación. Es este se presenta y
comprueba la realidad de la monopolización sobre los medios de comunicación en el país.
De la misma forma, como lo venía anticipando, demuestra también el relacionamiento de
5 En este punto, debemos entender que este texto tiene su origen en el año 2006 por lo que tiene ciertas limitaciones en materia conceptual. Esto, debido a que, en el Ecuador, para el año 2008, dos años después de escrito este artículo, junto con la Constitución de la República del Ecuador se crea el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Por esta razón, en el país, posterior a la aplicación de esta ley y fundación de esta institución de poder ciudadano se habla de la comunicación no como un “cuarto poder”, sino como el “quinto poder” junto al Ejecutivo, Legislativo, Judicial y novel Ciudadano.
53
estas empresas mediáticas con los dueños del aparato productivo y financiero del Ecuador.
Se identifica, además, un control casi total de los empresarios sobre el Estado.
Sin embargo, las relaciones existentes entre la banca, el sector productivo y los medios de
comunicación no corresponde, de forma directa, al espíritu de esta investigación. Es, en
realidad el año de publicación del texto de Villarruel que consideramos como exacto para
ejemplificar este tema, además de su consistencia, los que motivaron la selección de este
artículo para su inclusión en esta breve tesis de grado. Por esta razón, tomaremos las tablas
elaboradas por Villarruel, respetando la información de su autor, y elaboraremos una con
menos extensión que termine con ejemplificar la concentración del poder mediático en manos
de las grandes familias poderosas del país.
A pesar de esto, al final de la presentación de estos datos realizaremos una breve conclusión
que incluirá un también brevísimo recuento de su pertenencia -los medios- al mismo sector
empresarial del país. Esto solamente con el motivo de presentar una información que nutra
el conocimiento de quien lea este proyecto de tesis.
2.5.3. Estructura de poder de los medios de comunicación en el Ecuador.
TABLA 1: Grupos Monopólicos en el Ecuador Elaboración: Dr. Marco Villarruel Acosta Adaptación: Sebastián Merizalde
Grupo de Poder Medios de comunicación en su poder
Grupo Noboa (Supergrupo de Guayaquil) Noboa Bejarano- Febres Cordero- Estrada- Nebot- Marcos
Acciones en Telecuatro, Guayaquil Ecuagraf (Imprentas) Talleres gráficos (Imprentas)
Grupo Isaías Dassum- Antón- Bucaram
Ecuatronix (Instaladora de emisoras), Telecentro, Gama Visión, Cable Visión (Cable Deportes y Cable Noticias), HTV (música y videos), Diario Expreso (accionista), La Razón (cerrada en sept. 97, en renovación), Radio Bolívar (Q) (accionista), Radio Sideral (Q), radio Sonorama FM (nacional), Super K 800, Carrousel, Revista Más (reemplaza a la Revista La Otra) (cerrada en sept. 97), Revista Samborondón (circula en las ciudades de la Puntilla en Guayaquil), Revista EL Agro, Revista la Onda, Skytel- Americatel (busca personas),
54
Grupo Editorial UMINASA Litoautomática (impresora). (Valor aproximado en medios 200 millones de dólares). Canales de Tv en Florida, Estados Unidos. Accionista mayoritario del sistema nacional de televisión por cable TV CABLE.
Grupo Egas Grijalva
Dinediciones- Revista Mundo Diners Agencia Delta Publicidad Revista Económica Gestión. Teleamazonas (acciones en cambio a deudas) Paquetes accionarios en otras empresas del sector (por ejemplo en el Diario Hoy). Empresas Multicines Revista Soho Revista Fucsia Acciones en Radio Colón Revista Gente
Grupo Paz Wright Teléfonos Ericsson, Radio Visión (Q), Cinemark.
Grupo Mantilla Ortega Diarios: El Comercio, Últimas Noticias Radio Quito, Ecuadoradio (Agencia de Noticias) Revista Carburando, Revista la Tienda, Revista As Deportivo, Revista Líderes, Revista Familia, Revista Educación, Periódico Correos del Valle, Revista Pandilla, Radio Platinum (12 frecuencias). Empresa de teatros y cines de Quito, acciones en Offsetec Megadatos- Access (proveedora de internet), Ediecuatorial S.A. (guía telefónica de Quito).
Grupo Alvarado Roca Ecuavisa, Sistema Nacional de Canales de Tv con 19 frecuencias en todo el país. Revista: Vistazo (de mayor circulación en el país), Estadio, Hogar, Generación XXI. Univisa (empresa de suministro de televisión por cable). Un canal (Ecuavisa Internacional) en VHF (421). Un canal en España y dos más en Estados Unidos y uno en Colombia.
Grupo Granda Centeno Acciones en Teleamazonas y Radio Colón. Marconi S.A (comunicación interpersonal).
Grupo Mantilla Anderson Diario Hoy (Edimpres, diarios y revistas) Radio Hoy Revista Cosas Revista Hoy Domingo Revista Sí Metrohoy (diario gratuito)
55
TV Hoy (Tesatel) Hoy Net (proveedora de internet) Edisatélite (Edición para Guayaquil) Audiohoy (servicio de audiotexto) Servidatos (banco de datos)
Grupo Andres Vallejo Proveedora de Tv por cable (Direct TV)
Grupo Arroba Radio Sucre Quito, Guayaquil, Machala, Portoviejo, Esmeraldas
Grupo Delgado (grupo radial) Grupo radial Delgado en Quito, Guayaquil, Manta, Nueva York, España, Argentina.
Grupo EL Universo (Pérez Castro) Diario El Universo, Revista Sambo, La Revista, Radio City con dos frecuencias, Diario Súper de circulación nacional, Guías Telefónicas de Guayaquil (con el Grupo Alvarado Roca).
Grupo Martínez Merchán Diario Expreso de circulación nacional Diario Extra de circulación nacional Revista Dominical Revista La Tuya Revista La Mía Revista Semana Revista la Otra Infantil
Grupo TV Cable TV Cable Setel, distribuidor de cable modem Sudatel, transmisión de datos Satnet, proveedor de internet
Grupo RTU (César Alarcón Costa) Sistema Radial RTU (Radio y televisión Unida) con 20frecuencias de televisión en todo el país, 8 frecuencias de radio en FM y 1 en AM Editorial Raíces Revista Ecuatoriana de Desarrollo
Grupo Radio Colón (Familia Nussbaum) Sistema Nacional de Radio Colon AM con 1 frecuencia en Quito Sistema Nacional de Radio Colón FM, con 10 frecuencias. Radio Kiss FM con 11 frecuencias Radio Colón Cuba S.A. Radio Colón Colombia S.A. Radio Colón Panamá S.A.
Grupo Rivas Canal 1 (Relad S.A) con 20 frecuencias. Radio Sonorama Nacional, con 22 frecuencias en el país.
Grupo Telesistema RTS, Red Telesistema (esta señal estaba destinada a la televisión nacional del Estado ecuatoriano y fue privatizada durante el gobierno del Dr. Oswaldo Hurtado). Andivisión, canal 39 (de propiedad de Carlos Muñoz Insúa).
56
Radio galaxia Súper Stereo (Guayaquil) con presencia en todo el país Radio Alfa (Guayaquil). Radio Fabu (Guayaquil). Ratio Joya (Quito). Radio Metro (Quito).
Grupo Diario La Hora (Familia Vivanco) Diario la Hora, con 1 ediciones locales Revista Judicial del Diario La Hora, Radio Planeta, con cobertura en Santo Domingo de los Colorados6 con 7 frecuencias.
Grupo El Juri (Familia Eljuri) Red Nacional de Tv Telerama con 12 frecuencias. TV Cable (accionista). Satnet (accionista). Radio Trunking
Grupo Radio católica Nacional del Ecuador Sistema Nacioal de Radio con 17 frecuencias en Am y FM.
Grupo HCJB (Iglesia Evangélica Alianza y Misionera)
Sistema nacional de radio con 1 frecuencia en Am y 5 en FM. Vinculación con Asomavisión.
Grupo radial Fracniscano (Comunidad de Padres Franciscanos)
Sistema nacional de radio Francisco Stereo con nueve frecuencias en FM Radio Jesús del gran Poder con dos frecuencias en AM.
Grupo Zambrano (Manabí) Sistema Provincial de TV Manavisión Diario La Tarde Revista El Mundo Revista Variedades
Grupo JC Radio (La Bruja) José Cueva 34 frecuencias en FM
En conclusión, como pudimos visualizar a través de la tabla presentada, existen 25 grupos de
poderes económicos a cargo de medios de comunicación en el país para el año 2006. No
obstante, la información expuesta por Villarruel no solo que presenta la propiedad de las
frecuencias en el país, como veníamos dialogando, sino que determina también negocios
como editoriales de textos, imprentas en las que se realizan las impresiones de medios en
varias ciudades del país e incluso alianzas o pertenencias internacionales. Por motivos de
respeto a la elaboración del auto, hemos decidido dejar eta información de elementos que nos
parecen influyen, aunque no de manera directa, en la pertenencia de os medios de
comunicación en el país, sino en el proceso de construcción de la información como tal. Por
otra parte, aceptamos la información de los medios impresos de circulación local o nacional
6 Por medio de consulta en la zona territorial, esta pasaría a llamare Santo Domingo de los Tsáchilas.
57
en el país debido a que, si bien estos no presentan uso del espacio radioeléctrico, son también
medios de comunicación reconocidos por las leyes ecuatorianas y forman parte del conjunto
de bienes de los grandes empresarios nacionales, dueños también de frecuencias en radio y
antenas repetidoras de televisión.
Más adelante, mediante el informe de la Auditoria a los medios de comunicación en el 2009,
conoceremos la perspectiva de investigadores y el Estado respecto a la concentración de
medios -en este caso específicamente al espectro radioeléctrico- determinando la presencia
de 12 grandes grupos nacionales conformados en estos espacios hasta el 2008. Sin embargo,
era importante incluir la tabla de Villarruel al considerarla, como lo mencionamos líneas
atrás, de las más completas antes de la redacción y aprobación de la Constitución del Ecuador
(2008) y la lucha del estado contra los monopolios informativos, la propiedad de extranjeros
sobre medios, la imposibilidad de relacionar la banca nacional con estos y el aparecimiento
de los medios comunitarios como categoría reconocida y promovida por la estructura de la
política pública.
Consideraremos, en el caso ecuatoriano, estos elementos presentados como un antecedente
al reconocimiento de los medios de comunicación y su impulso desde el Estado. En el
capítulo siguiente determinaremos tres espacios para el análisis de la conformación de la
política pública y su aplicación a través de normativas y concursos con motivos de
democratizar el espectro radioeléctrico. A través de estos elementos, estudiaremos la
realidad del concurso de radiofrecuencias como respuesta a la normativa constitucional y su
realidad luego de aplicada.
2.5.4. Nueva propuesta de comunicación en el Ecuador: La LOC y los medios
comunitarios.
Para el año 2011, durante la presidencia de Rafael Correa Delgado, en el Ecuador se produce
una consulta popular. En este proceso consultivo de diez preguntas se refieren a los
ecuatorianos para construir un nuevo modelo de gobierno que respondía al plan político
planteado por Alianza País7. Las reformas planteadas a través de este documento eran
7 Alianza País (AP) es un partido político creado en el año 2006. Su líder máximo fue el ex presidente del Ecuador Rafael Correa. Su tendencia hasta el año 2017, con el ingreso del presidente Lenin Moreno y
58
transversales al sistema judicial, la banca, el medio ambiente, el sistema nacional de
seguridad y los medios de comunicación.
Dentro de esta consulta, por ejemplo, en su pregunta 3 se instaba a la ciudadanía a prohibir
que las empresas de la comunicación, de carácter nacional, así como sus directores y
accionistas tengan participación en el ámbito financiero. Con esto, desde la lógica del
gobierno de Correa, se evitaba no solamente la mezcla de capitales sino, sobre todo, el
conflicto de intereses y el uso del poder mediático para fines del mercado financiero y su
relacionamiento e influencia dentro de la política8.
Por otra parte, siendo el cuerpo que constituiría el intento por un nuevo modelo de
comunicación en el país, dentro de esta misma consulta se sugería la creación de una nueva
Ley Orgánica de Comunicación9. Para esto, en su pregunta 9 este documento si bien señala
de forma general se expida una Ley y un Consejo de Regulación de forma general, también
plantea elementos que se constituirían como fundamentales para comprender la
intencionalidad política de la futura ley, entre esta la criticada responsabilidad ulterior de los
medios y comunicadores sobre sus contenidos. Esto, pese a significar, en materia normativa,
un avance conceptual del Ecuador en materia legislativa y responsabilidad con los
ciudadanos.
Para el año 2013, como lo reconocen las Autores Acosta y otros (2017) para el año 2013 en
el Ecuador, luego de conformación de grupos profesionales y varios debates, al interior de la
Asamblea se aprueba la Ley Orgánica de Comunicación. Esto, en medio de un contexto
separación de las máximas figuras de este, fue el centro izquierda. Sus planteamientos iniciales estaban fundados en el socialismo del siglo XXI. 8 PREGUNTA 3: ¿Está usted de acuerdo con prohibir que las instituciones del sistema financiero privado, así como las empresas de comunicación privadas, de carácter nacional, sus directores y principales accionistas, sean dueños o tengan participación accionaria fuera del ámbito financiero o comunicacional, respectivamente, ENMENDANDO LA CONSTITUCIÓN COMO LO ESTABLECE EL ANEXO 3? Fuente especificada no válida. 9 PREGUNTA 9: ¿Está usted de acuerdo con que la Asamblea, sin dilaciones, dentro del plazo establecido en la Ley Orgánica de la Función Legislativa, expida una Ley de Comunicación que cree un Consejo de Regulación que regule la difusión de contenidos de la televisión, radio y publicaciones de prensa escrita que contengan mensajes de violencia, explícitamente sexuales o discriminatorios; y que establezca criterios de responsabilidad ulterior de los comunicadores o medios emisores? Fuente especificada no válida.
59
político favorable para la bancada de Alianza País en donde las negociaciones para aprobar
sus proyectos no eran necesarias. La mayoría dentro de la Asamblea Nacional les permitió
también en esta ocasión aprobar una ley que creaba nuevos espacios como los medios
comunitarios, impulsaba el público y controlaba la labor del predominante sector privado.
Pero, además, se planteaba a través de esta nueva tipología mediática un proceso
redistributivo y democratizador del espacio radioeléctrico que se iría definiendo desde la
aprobación de esta Ley.
Sin embargo, es necesario puntualizar que esta Ley se desarrolló en un marco político
favorable. Esto, entendiendo que desde las mismas discusiones (2009 y 2010) iban surgiendo
voces divergentes que creían a esta una ley punitiva, que perseguiría a los periodistas y a los
medios de comunicación que confrontaran con el gobierno de Rafael Correa. Así, lo
puntualizan en el siguiente extracto de su libro Acosta y sus colaboradores:
[…] con mayoría absoluta aprobó la Ley Orgánica de Comunicación, donde se incluyeron
varios cambios trascendentales para la democratización de la comunicación y los medios
comunitarios, así de la comunicación y los medios comunitarios, así como mecanismos de
sanción que han sido los más criticados por su excesivo uso contra la opinión crítica de
oposición al gobierno. Esto provocó que los temas positivos de la Ley –referentes a la
desconcentración, redistribución, diversidad de contenidos, interculturalidad y medios
comunitarios– queden opacados por las acciones de sanción realizadas por la
Superintendencia de Comunicación (Supercom) hacia medios, lo que generó un ambiente de
sanción y censura. No obstante, en la Ley de Comunicación (LOC) se realizaron cambios
trascendentales que tienen que ver con la democratización de la comunicación y los medios
comunitarios (Acosta y otros , 2017, pág. 38)
Es desde este punto que podemos hablar legalmente de medios comunitarios en el Ecuador.
El 2013 significó no solamente su reconocimiento, sino también su impulso a través de las
políticas instaladas en su cuerpo normativo. En su sección III, artículo 85 la LOC reconoce
a los medios comunitarios y los enmarca dentro de la propiedad no solamente de comunas y
comunidades, sino también de las nacionalidades y pueblos del Ecuador10. Pero, como iba
sucediendo en otros espacios de América Latina citados aquí, este gobierno de corte
10 ART. 85: Los medios de comunicación comunitarios son aquellos cuya propiedad, administración y dirección corresponden a colectivos u organizaciones sociales sin fines de lucro, a comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades. Los medios de comunicación comunitarios no tienen fines de lucro y su rentabilidad es social (LOC, 2013, pág. 15).
60
progresista también considera a las organizaciones y colectivos sociales como beneficiarios
de estos medios. Sin embargo, se establece también que estos no tendrían fines de lucro. Por
tal razón, siendo de lo más importante y también reconocido por Acosta y otros (2017) se
eliminan las limitaciones de cobertura y financiamiento que tenían estos medios.
De la misma forma, como lo menciona Acosta, en su artículo 86 de esta ley “se establecen
acciones afirmativas para la creación y el fortalecimiento de medios comunitarios obligando
al Estado a generar políticas públicas para lograrlo” (Acosta y otros , 2017, pag. 38).
Sin embargo, una vez entendido de forma rápida, sin profundizar en el marco legal que no es
motivo de esta investigación, es sobre todo de vital importancia entender cómo a través del
establecimiento de los medios comunitarios se realizan consideraciones redistributivas,
democratizadores del espacio radioeléctrico, formalmente, y de la verdad y el poder de los
medios de comunicación por consecuencia. Para esto, debemos acercarnos al artículo 106 de
la LOC donde se considera la distribución equitativa de las frecuencias en el Ecuador. Se
plantea de esta forma un 33% del espacio para los medios privados, 33% para los medios
públicos, y el 34% medios para los medios comunitarios (LOC, 2013, pág. 19).
Los medios comunitarios tuvieron gran incidencia en la preparación de lo que sería para el
2016 el concurso por radio frecuencias en señal abierta del Ecuador. Sin embargo, es
necesario entender que, si bien este llamado concurso tenía una función democratizadora,
este no fue el primer intento del Estado por generar espacios alternativos de comunicación.
Tomando parte de la investigación de Acosta desde el año 2012 en el país se instala un
proyecto manejado por la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES)
y luego otorgado como proyecto a la Secretaría de Pueblos, Movimientos Sociales y
Participación Ciudadana (SOMSPC), que, si bien desaparece como institución autónoma,
este proyecto es aplicado como subsecretaria parte de la Secretaría Nacional de Gestión de
la Política (SNGP).
El objetivo, según nos comenta la autora mencionada arriba era generar antes del concurso
de radiofrecuencias del año 2016 un total de 54 medios comunitarios y mostrarlos como
61
proyectos autosustentables que ratificaran el espíritu de la LOC. Sin embargo, esto no fue
posible. Al respecto, los autores nos dicen que: “Este objetivo no se consiguió, y hasta 2015
apenas se realizó la entrega de equipos, asesoría técnica y capacitación para la creación de
14 radios de las nacionalidades indígenas, de las cuales la mayoría están en la Amazonía”
(Acosta y otros , 2017, pág. 42).
El objetivo de crear nuevos medios, no privados, estaba planteado como política de Estado
en el país. Como notamos, varios fueron los intentos por lograrlo. Incluso, a través de la
misma LOC, en el Ecuador se plantean varios escenarios que posibiliten la distribución
equitativa de las frecuencias, entre estos: la prohibición de la acumulación de frecuencias
estipulada en el Art. 113 de la Ley11, la reversión de contratos por frecuencias obtenidas en
el ilegalmente presente en la transitoria vigésima primera del documento, etc.
Con esto, el Ecuador caminaba hacia un proceso redistributivo que como vimos en estas
páginas tenía mucho que ver con la política de gobierno implantada. Los mecanismos
aplicados para este intento democratizador fueron varios, entre ellos el más significativo fue
el concurso por el espacio radioeléctrico del año 2016.
2.5.5. Primer concurso por radiofrecuencias en el Ecuador.
Para el año 2016 en el Ecuador se realiza el primer concurso por el espacio radioeléctrico de
su historia. Este, estuvo a cargo del Consejo de la Información y Comunicación
(CORDICOM) y la Agencia de Regulación de Telecomunicaciones (ARCOTEL). Esto, en
cumplimiento con el mandato popular y las atribuciones otorgadas al Estado ecuatoriano para
redistribuir el espacio radioeléctrico en condiciones equitativas, entendiendo nuevos espacios
de acción de la comunicación.
Para el 2016 se plantea concursar por 1472 frecuencias que se encontraban hasta entonces en
manos de la empresa privada. En varios casos, estos permisos de funcionamiento habían
caducado y los medios de comunicación se habían prorrogado sin reglamento o control
11 Art. 113.- Prohibición de concentración. - Está prohibido que las personas naturales o jurídicas concentren o acumulen las concesiones de frecuencias o señales para el funcionamiento de estaciones matrices de radio y televisión (LOC, 2013, pág. 20).
62
alguno. Para Acosta, los principales beneficiarios de este concurso fueron los medios
comunitarios. Esto debido a que “Es la primera vez que el Estado realiza un concurso público
para las concesiones de frecuencias, donde los medios comunitarios pueden participar sin
discriminación, sin limitación de cobertura y sin la exigencia de un permiso especial” (Acosta
y otros, 2017, pág. 42).
La eliminación de los permisos de funcionamiento y la demostración de capital para acceder
a una frecuencia, fuera del relacionamiento y disposición política del gobierno de turno,
fueron también elementos que constituyeron el interés del ejecutivo y el legislativo por
construir nuevos medios de comunicación. Bajo este lineamiento, el CORDICOM desde su
creación como institución empieza a brindar asistencia técnica a comunidades y grupos
sociales en construir espacios alternativos. De la misma forma, ayuda, según su estudio de
2015, a transformar medios de comunicación religiosos e incluso algunos pequeños privados
ubicados en sectores rurales del Ecuador, en medios comunitarios. Esto, debido a los
incentivos y facilidades que iban planteando el reglamento de medios y la LOC12.
Según el estudio de Acosta para el 2016, bajo la modalidad planteada en el párrafo anterior,
11 organizaciones optaron por cambiar su figura de medios privados a comunitarios. Entre
estos, podemos encontrar a: Fundación Escuelas Radiofónicas Populares (ERPE),
concesionaria de Radio ERPE, fundada por Monseñor Leonidas Proaño; Unión Provincial de
Organizaciones Campesinas de Manabí (Upocam), concesionaria de Radio Alfaro;
Asociación Fe y Alegría del Ecuador “Irfeyal”; La Voz de Zamora; The World Radio
Missionary Fellowship INC (HCJB La Voz de los Andes); La Voz de Upano; Fundación
Radio María, etc. (Acosta y otros , 2017, págs. 40-41).
Pese a que los documentos de ingreso para solicitud de medios privados y comunitarios eran
prácticamente los mismos, aunque con consideraciones económicas menores por la
naturaleza de los espacios alternativos, en todos los casos se participaba por las mismas
12 Este nuevo reglamento de medios planteaba que los medios de las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades y organizaciones sociales que adoptaron la figura jurídica de derecho privado para obtener frecuencias de radio o televisión puedan convertirse en medios comunitarios
63
frecuencias, indistintamente de su origen. Sin embargo, para Acosta existieron también
espacios exclusivos para los medios comunitarios. Estos investigadores nos dicen que:
Se reservó una parte del espectro exclusivamente para medios comunitarios: 113 frecuencias
de radio en 21 provincias y 45 frecuencias de televisión en 14 provincias; 18 frecuencias
solamente para nacionalidades indígenas en 8 provincias. Esto dio un total de 176 frecuencias
exclusivas para medios comunitarios (Acosta y otros, 2017, pág. 43)
No obstante, pese al intento de generar condiciones normativas para el ingreso fortalecido de
las comunidades y grupos sociales por medios comunitarios se vio limitado por la
inexperiencia que el país tenía en este tipo de procesos. De ahí que varios autores hablan de
problemas que afectaron el proceso real de redistribución de frecuencias en su fase de
aplicación. Por ejemplo, entre estos problemas Acosta detecta a: La limitación en la llegada
de información sobre el concurso en lenguas indígenas, Muy poca socialización en provincias
no centrales, Falta de comprensión de qué es un medio comunitario (Acosta y otros, 2017,
pág. 44).
Esta falta de comunicación entre los sectores sociales y las instituciones de Estado causaron
problemas en la aplicación de la Ley. El establecimiento de políticas que intentan fomentar
la democratización de formas y espacios de la comunicación se formuló, según Acosta (2017)
fuera del conocimiento y realidad de las poblaciones.
Debido a esto, la baja participación de los sectores comunitarios dentro del proceso de
petición en el concurso frente al sector privado. Acosta, recopila datos para el 2016 sobre el
concurso y nos dicen que:
Según el “Listado de puntajes alcanzados por los participantes del Concurso Público de
Frecuencias”, publicado por Arcotel (2016), en la primera fase del concurso se presentaron
834 peticionarios, de estos apenas 154 fueron comunitarios. El total de frecuencias solicitadas
en el concurso fue 1 486, de las cuales apenas 268 fueron pedidas como comunitarias y 1 218
como privadas (Acosta y otros , 2017, pág. 46).
Sin embargo, si bien el índice general de participación de los solicitantes fue bajo en
comparación con los medios comunitarios, el flujo de intervención del sector social fue más
alto que el comunal. Del total de 268 frecuencias por medios comunitarios 123 peticiones
64
corresponden a los sectores sociales mientras que solamente dos a personas naturales. Pese a
esto, el 53% del total son peticiones de religiosos (143), que solo buscaban en ocasiones
alargar su período en participación mediática y el 46% organizaciones (123) (Acosta y otros
, 2017, pág. 48).
Los mimso autores, nos dan cifras finales del informa de ARCOTEL respecto a la segunda
etapa del concurso. En esta, no se aprueban todas las solicitudes. De las 268 frecuencias
solicitadas como comunitarias apenas fueron calificadas 136, descalificadas 125 e
inadmitidas 7 (Acosta y otros , 2017, pág. 49).
Es necesario puntualizar, a manera de conclusión de este capítulo, que este es el primer y
más grande intento que realiza el Ecuador por democratizar su espacio radioeléctrico. Estp,
debido a que, como lo reconocen los autores en todas las citas usadas, este tiene por primera
ocasión gran afluencia de solicitantes, entre el sector peibado, público y comunitario. Sin
embargo, debido a los problemas generados fuera de la normativa en la aplicación real de lo
pensado como plan de gobierno, no se logarron los resultados esperados. Refiriendo
brevenmente a los medios comunitarios solamente entenderemos que no se cumple con el
34% del total de frecuencias estimado para estos medios.
65
CAPÍTULO III
3. Marco Teórico
A fin de entender el presente trabajo de investigación sobre el nacimiento e impulso de los
medios comunitarios de comunicación en el Ecuador, como una expresión democratizadora
del espacio y el poder de un país es imprescindible revisar de forma detenida la producción
académica que cobija y explica teóricamente su realidad desde la complejidad de su
conformación.
Para esto, realizaremos un recuento teórico desde la modernidad, con Touraine y otros
autores, a través de los que se explicará la disputa existente alrededor de la implantación del
proyecto modernizador en el mundo. Posteriormente, realizaremos una propuesta desde
varios teóricos de los medios de comunicación de masas que explicarán la realidad de estos
en el marco de la modernidad: su campo de acción, características, etc.
El motivo de este capítulo es entonces generar una posterior discusión que se construirá en
torno a los aportes de la sociedad moderna técnica y tecnológica creciente en medio de un
panorama internacional agitado y desigual. Esto permitirá, como identificamos en los
antecedentes, generar nuevas propuestas desde las periferias de la globalización. Entre estas,
nacerá la comunicación no comercial, no sumida a los poderes del mercado -Comunicación
y medios comunitarios- y ejercerá una labor importante en la democratización de los medios
y espacios de la comunicación. Estos, como un proceso naciente en el seno de las
irregularidades y disputas planteadas por la modernidad y el proyecto modernizador en lo
que llamaremos, como fin último, “el acceso a los medios de comunicación”.
3.1.La modernidad
Entender el proceso modernizador en América Latina y el mundo es hacerlo desde la
complejidad de su conformación y elementos constitutivos. No podríamos pensar entonces,
como lo veremos más adelante, la modernidad sin entender también el período globalizador.
Y es exactamente en este marco de desarrollo internacional que se extiende y permiten
nuevas formas de actuación de los medios de comunicación masivos en el mundo.
66
Debido a lo mencionado, para empezar el presente apartado iniciaremos desde las ideas de
Alain Touraine, pensador francés, que centra varios de sus estudios a la descripción de la
sociedad postindustrial y al advenimiento de una nueva forma de conciencia y razón a través
de la modernidad. Para esto, iremos apuntando sus ideas alrededor de lo que podríamos
llamar, en términos del autor, una “racionalidad modernizadora”.
Para (Touraine, 1993) la modernidad tiene una estrecha relación con lo que considera un
proceso complejo de racionalización. Para este autor, debería entenderse que “la concepción
de la modernidad y de la modernización como creación de una sociedad racional” (Touraine,
1993, pág. 24).
Por tanto, la modernidad desde la mirada occidental surge de un proceso complejo de
desarrollo en el que la sociedad se va encontrando con factores que le permiten, y a veces le
obligan, a tecnificarse. Sin embargo, este fenómeno que para Touraine es el de la
racionalidad instrumental, también es el resultado de un proceso complejo de desarrollo y
confrontación del conocimiento en el sujeto. Esto debido a que va abandonando prácticas y
creencias que antes lo conformaban como sujetos y ahora, con el fenómeno modernizador,
tendrá que acoplarse a esta nueva forma de percibir el entorno e identificarse con él. En tanto
(Touraine, 1993) nos dirá que: “La idea de la modernidad sustituye en el centro de la sociedad
a Dios por la ciencia, dejando en el mejor de los casos las creencias religiosas en el seno de
la vida privada” (Touraine, 1993, pág. 24).
Bajo estos argumentos, es necesario comprender que los hechos que se desprenden del
fenómeno modernizador deben entenderse como alteraciones típicas en un sistema expuesto
al cambio. Un modelo acelerado y vertiginoso que, de la mano con el período globalizador,
pasará por todo espacio que represente un núcleo de poder para la sociedad tecnificada, en
este caso extendida a través de los medios masivos de comunicación.
De esta forma notaremos que Touraine reconoce un cambio en el modelo conductual, e
incluso conceptual de la época. Tomaremos este punto reflexivo del autor para, desde su
misma línea del pensamiento, plantear una definición de la modernidad que nos permitirá
entender el de influencia y la forma en la que el fenómeno modernizador actúa a nivel
societario. De esta forma, estableceremos una definición del autor: “La modernidad ha dejado
67
de ser el cambio puro, de sucesión de acontecimientos; es difusión de productos de la
actividad racional, científica, tecnológica, administrativa.” (Touraine, 1993, pág. 23).
Entender entonces la racionalidad como un proceso sucesivo de hechos sería un error. Así
mismo, entenderla solamente desde el llamado “racionalismo instrumental” significaría
perder la esencia de este proceso. Esto, pese a entender que varios otros autores sobre todo
pertenecientes a las teorías de la liberación latinoamericana critican fuertemente el proceso
modernizador en el mundo. Estos últimos comprenden este período de transición anclado al
de la globalización. Y, si bien es cierto que van de mano, incluso conceptualmente, es
necesario percibir de manera compleja este proceso renovador más allá, como bien lo
menciona (Touraine, 1993), del proceso de concepción puramente instrumental que confunde
la idea de modernidad con el proceso de modernización del mundo.
Planteamos desde esta perspectiva una mirada compleja sobre los acontecimientos.
Consideraremos entonces, desde la corriente del pensamiento, que la modernidad no
representa, o al menos no debería hacerlo, a las vanidades y brechas globales creadas a través
del proceso modernizador como tal. Nos referimos entonces a que si bien los negocios, el
planteamiento de con condiciones desiguales en la dinámica de interrelacionamiento de
países fue también parte del fenómeno de la modernidad, y no puede despegarse de este, debe
comprenderse fuera de estas características que le fueron propias al período una vez en el
mundo globalizado, industrializado con condiciones y pensamientos heterodoxos. Entonces,
es necesario comprender a la modernidad como producto del desarrollo del pensamiento y la
inventiva, más allá de su aplicación y uso político, comercial, entre otros.
De la misma forma, según nos dice Touraine, a la modernidad debe entendérsela fuera de las
voluntades de grupos. Esto, a manera de representar las condiciones en las que se entiende,
de manera errática, el proceso modernizador como tal. Sin embargo, hemos de apuntar esta
consideración que nos parece clave y nos permitirá comprender finalmente la modernidad en
términos de Touraine:
[…] Esta no es obra de un déspota ilustrado, de una revolución popular o de la voluntad de
un grupo dirigente; es obra de la razón misma, y, por tanto, sobre todo de la ciencia, de la
tecnología y de la educación, y las políticas sociales de modernización no deben tener otro
objeto que liberar de obstáculos la ruta de la razón (Touraine, 1993, pág. 25)
68
En este sentido, la modernidad, como lo dice Touraine, se plantea como secularizadora.
Establece un orden de los objetos, de los sujetos y los pone en su espacio objetivo. Pero, este
espacio representa rupturas que no han sido, de manera breve, puestas en discusión por lo
que es imperante para el autor crear un nuevo marco social y político que redefina a la
modernidad en condiciones no tradicionalistas. De la misma forma, plantea el autor, se debe
encontrar una nueva interpretación de nuestra vida -refiriéndose en general a los sujetos por
su nueva condición de existencia –. Esto, Touraine nos lo comenta como una “nueva
interpretación de nuestra historia moderna, reducida con tanta frecuencia al ascenso, a la vez
necesario y liberador de la razón y de la secularización” (Touraine, 1993, pág. 17).
3.1.1. Crítica a la modernidad triunfante
La crítica de una modernidad se resuelve en un espacio de segregación del hombre consigo
mismo y con la sociedad. Del hombre con sus sentimientos, del hombre con sus creencias y
del hombre en relación al control de su situación como sujeto, en general. Y, es exactamente
el este proceso diferenciador el que debe combatir la teoría crítica de la modernidad.
Es por esto que la crítica a la modernidad propuesta desde Touraine se realiza en el marco de
la razón y el conocimiento puesto a disposición del poder y el comercio. En función de esto,
el autor realiza una crítica a los llamados “filósofos de las luces” planteando que estos creen
revolucionaria su concepción en relación a la modernidad, pero representan solamente ideas
limitadas y convenientes para la generación de recursos privados. Para Touraine la
globalización, desde la tecnificación, “no define ni una cultura ni una sociedad, anima las
luchas contra la sociedad tradicional antes que ilustrar los nuevos mecanismos de
funcionamiento de una sociedad nueva” (Touraine, 1993, pág. 35).
Por tanto, es de vital importancia un tejido teórico que entienda la nueva realidad y
condiciones del sujeto y los sujetos entre sí desde una perspectiva conceptual, desde el
conocimiento puro. Esto, debido a que, si bien se describen los procesos que abarcan el tema
modernizador y se elogian sus avances en materia técnica y tecnológica, se consideran el
tendido de las relaciones sociales que se realizan alrededor de esta problemática. Así, el
mismo (Touraine, 1993) reconocerá que la modernidad implica un creciente proceso de
diferenciación entre los diversos sectores de la vida política, económica, vida familiar,
69
religión, etc. Es, pues, debido a esto que la racionalidad instrumental se ejerce dentro de un
tipo de actividad y excluye la posibilidad de que alguno de esos tipos de actividades o
relacionamientos esté organizados hacia el exterior.
Entendemos entonces a la racionalidad desde el instrumentalismo, propia de la globalización,
con una lógica excluyente planteada desde la sociedad moderna. Una sociedad que, como lo
plantea el autor, limita posibilidades, seculariza y segrega. Pero, además, se ha hecho de la
posibilidad de manejar a su antojo la razón como fundamento de desarrollo. Y, la
racionalidad también ha sido despojada de su sentido crítico, reflexivo e histórico ligado al
sector científico para llevarlo al campo del desarrollo mercantil o político y entregarla al
poder, a los sujetos inmersos en este tipo de modelo societario. Y, es que la razón ha sido tan
manipulada que Touraine nos dice que:
La racionalización es una palabra noble cuando introduce el espíritu científico y crítico en
unos dominios hasta entonces dominados por unas autoridades tradicionales y arbitrariedades
de los poderosos; se vuelve una palabra temible cuando designa el taylorismo y los demás
métodos de organización del trabajo que rompen la autonomía profesional de los obreros y
someten a estos a cadencias y a órdenes que se dicen científicas pero que no son más que
instrumentos al servicio del beneficio indiferentes a las realidades fisiológicas psicológicas y
sociales del hombre el trabajo (Touraine, 1993, pág. 123).
Como lo notaremos, este modelo típico modernidad no centra su foco en las necesidades del
sujeto. Al contrario, lo hace en función de poderes o elementos que le son estructurales a su
existencia. La nación, la empresa y el consumidor son los grandes puntos cardinales que
Touraine identifica como necesario para la existencia y desarrollo propagado del modelo
globalizador en el mundo. El autor considera que: “La nación es la forma política de la
modernidad porque sustituye las tradiciones, las costumbres y los privilegios por un espacio
regional integrado, reconstruido por la ley que se inspira en los principios de la razón”
(Touraine, 1993, pág. 178).
Bajo este argumento, es necesario puntualizar que la empresa adquiere una razón propia, se
convierte en un actor racional mientras que la ciencia, discutida por varios teóricos y
criticada por sus nuevos fines se convierte en una técnica de producción al servicio de las
empresas y el mundo en tanto que el mercado se convierte en el gran juez, sobre quien recaen
todos los actos de racionalización de los elementos de la modernidad.
70
Es exactamente en el centro y la dinámica entre los elementos y la imposición del mercado
como núcleo de la sociedad el punto en el que se plantea el deterioro de la modernidad a
través del proyecto y estrategias modernizadoras. Este proceso de caída de la modernidad,
al menos como concepto, bastante criticada por varios autores de la época es categorizada
por (Touraine, 1993) como una modernidad racionalista estallada. Pues, para este este
período de modernidad no representa un proceso de unidad y mucho menos constituye una
nueva etapa, sino que asistimos a su descomposición.
Una razón instrumentalizada caracterizada por su nivel de institucionalización y al servicio
de los grandes poderes internacionales son la razón de los procesos de secularización y
exclusión de todo aquello que no representa a este nuevo modelo de sociedad. Pero, así
mismo, es en medio de este proceso de descomposición, en donde es urgente el desarrollo de
una nueva explicación sobre lo moderno como nos Touraine. El autor plantea, además, un
quiebre general con el pasado producido desde las características de la modernidad.
Hablamos de un período que pudo concentrarse y desarrollarse, pero desbordó su poder y sus
límites hasta el punto de afectarse a sí misma. Así lo reconoce Arjun Appadurai, antropólogo
indio con varios estudios sobre modernidad, al apuntar en uno de sus estudios que: “el mundo
en el que vivimos hoy la modernidad esta decididamente desbordada, como irregular
conciencia de sí y es vivida de forma disparejas supone, por supuesto un quiebre general con
todo tipo de pasado” (Appadurai, 2001, pág. 7).
Arjun Appadurai explica, en ocasiones desde la experiencia, cómo la modernidad y su efecto
modernizador generan cambios culturales a nivel del sujeto. Esto, entendiendo que al interior
del proceso existe un encuentro entre precursores de este proyecto mundial y espacios por
ser neocolonizados. Es exactamente en este momento cuando se implantan normas culturales
y patrones nuevos de interpretación del mundo que servirán a los nuevos sujetos para
entender lo que sucede a su alrededor desde miradas que le resultan participativas e
influyentes. Diremos entonces que se alteran formas de interrelacionamiento en la medida en
que se rompen, cada vez más, las fronteras entre las naciones. Un desequilibrio en el espacio-
tiempo, propio de la globalización, sufrido con y por el desarrollo técnico y tecnológico de
la época que quebrante fronteras y contrapone de forma brusca modelos de vida para buscar
71
una idea común de convivencia fundada, sobre todo, en leyes de mercado y tendido de
relaciones de intercambio.
Para este autor, existe un marco elemental de partida que debemos entender para explorar,
de forma adecuada, la modernidad y sus elementos como modificadores de la nueva sociedad
globalizada entendida desde la perspectiva planteada como flujos culturales globales. Estos,
para el autor, son: a) el paisaje étnico, b) el paisaje mediático, c) el paisaje tecnológico, d) el
paisaje financiero y e) el paisaje ideológico. La palabra “paisaje” hace alusión a la forma
irregular y fluida de estas cinco dimensiones, formas que caracterizan tanto el capital
internacional como a los estilos internacionales de vestimenta (Appadurai, 2001, pág. 32).
Estos llamados paisajes son la evidencia de que el mundo está cada vez más atomizado y
muestra mayor cantidad de poderes o espacios de poder. Así mismo, evidencia lo que
veníamos mencionando líneas atrás: el cambio cultural a través del proceso modernizador en
el mundo. Es en este proceso que, para el mismo autor, Appadurai, se crean nuevas formas
de interpretar y ver lo moderno desde las periferias donde ha sido instalado. Y, como no,
generar respuestas distintas entre los partícipes de este proceso. Este nos dice que: “En la
actualidad son parte de la dinámica cultural de la vida urbana en la mayoría de los países y
continentes, en los que la migración y los medios masivos de comunicación, actuando en
forma combinada, contribuyen a formar un nuevo sentido de lo global como lo moderno y
de lo moderno como lo global” (Appadurai, 2001, pág. 14).
3.1.2. La Modernidad dispareja
Esta razón instrumentalizada, pese a los problemas generados y detectados por Touraine tenía
su propia lógica y razón. Tal como la entendía, esta funcionaba en un marco lógico propio
que le permitía su existencia. Se convertía entonces en una idea, desde la razón, legitimadora
de poderes y costumbres de vida desde occidente. Al respecto, con miradas discernidoras
desde la razón occidental Aníbal Quijano, pensador peruano, menciona que “[…] en Europa
la modernidad se consolida de cierta forma como parte de la experiencia cotidiana, pero al
mismo tiempo “como práctica social y como ideología legitimadora” (Quijano, 1988, pág.
15)
72
Esto se da debido, siguiendo a Quijano, se produce una crisis, en primer momento alrededor
de las poblaciones a las que se les trata de imponer culturalmente -las subyugadas, los países
satélites que también son teorizados desde la mirada de Touraine como efectos de la
modernidad técnica-. Entendemos, desde este momento, lo que se desarrollará a partir de esta
etapa de forma breve: las disputas sucedidas entre los elementos pertenecientes a la
modernidad que, pese a necesitarse recíprocamente, se encuentran en confrontación y
condiciones desiguales en dos puntos incluso territoriales distintos. Quijano nos menciona
que:
La modernidad ha quebrado el mundo sagrado, que era a la vez natural y divino,
creado y transparente a la razón, el mundo está más dividido que nunca entre el Norte
donde reinan el instrumentalismo y el poder y el Sur, que se encierra en la angustia
de su pérdida de identidad (Quijano, 1988, págs. 13-14).
Es, entonces producto de la modernidad técnica y la imbricación de los nuevos elementos
planteados por este proceso globalizador de la realidad los que al anteponer miradas
secularizadoras y optimistas con sus intereses generan quebrantos en el marco general
globalidad. Entendemos, en el sentido planteado, no problemas al interior de la globalización
como herramienta del proyecto modernizador. Al contrario, planteamos problemas al interior
de la comunidad mundial de las personas y su arrinconamiento y constreñimiento en espacios
remotos del mundo. Sus derechos se disminuyen en la medida y momentos adecuados en que
otros poderes necesitan hacerlo así. Y, con esto, su participación y sentido crítico- reflexivo
también se ve afectado y se reemplaza, al menos en la idea de la globalización, a un sentido
único, común, ligado a la técnica y a la tecnología y estos están anclados al poder mundial y
los intereses de las grandes potencias.
Pero, la identidad, reflejada a partir de la protección e intento de imposición de pautas
culturales solo fue parte de la estructura general del período de la modernización, que junto
con el proyecto globalizador como herramienta ratificó en mayor medida las condiciones
desiguales entre los países. Pero, las razones de esta inequidad no es el proceso en sí mismo,
sino las particularidades de este. Para entenderlo, deberíamos preguntarnos ¿Cuándo llega la
modernidad a los países subdesarrollados? ¿Llega en igual de condiciones que en occidente?
¿Estaban nuestros países preparados para asumir e ingresarse de forma correcta en este
proceso modernizador?
73
La respuesta es simple y la resolveremos a través de Aníbal Quijano para quien la
modernización llega tarde a Amé rica Latina y desde afuera, lo que eso hizo que el Sur “haya
sido siempre solo pasivo y tardía receptora de la modernidad” (Quijano, 1988, pág. 12).
Esta modernidad tardía, sujeta a las condiciones propias de América Latina fue la que
condicionó su desarrolló también planteado desde la lentitud. Y, es que se quiso avanzar y
profundizar en regiones no modernizadas con pautas que le eran extrañas y ese era el real
problema de la instalación de la modernidad en la periferia. Al respecto el mismo autor en
este sentido planteado nos menciona dos modos de instalación de la globalización a través
del discurso modernizador:
En primer lugar, tal presión se ejerce, en gran medida por la acción y el interés de
agentes no latinoamericanos, si se quiere externos. En segundo lugar, aparece
formalmente como una propuesta de reacción plena del modo de producir, de estilos
de consumir, de la cultura, y los sistemas de organización social y política de los
países del capitalismo desarrollado, considerados como paradigmas de una exitosa
modernización (Quijano, 1988, pág. 9).
Concluimos con lo descrito hasta el momento estableciendo que la modernidad se planteó a
sí misma desde un nuevo tipo de racionalidad que implicó el nacimiento de un nuevo modelo
cultural y de comprensión del mundo. Y, fue este modelo imperante el que trató, a través del
interés de las naciones poderosas, como elementos fundamentales de la modernidad, de
instalar en otras partes del globo su lógica. Sin embargo, es a través de la tecnificación de la
razón y la ciencia y el aparecimiento del mercado como punto céntrico y discernidor en la
modernidad que surgen los problemas más profundos que plantea este proceso: un período
de reordenamiento global que ha obligado al hombre a abandonar sus ideales por uno
moderno: el del mercado y la secularización; y, en una etapa más general, deja ver también
una sociedad que se desborda y que crece sin control y deja a su paso una serie de problemas
relacionados con la desigualdad e inequidad entre diversas partes del mundo.
Es, entonces, el proceso de interpretación y exploración mundial a través de la modernidad
lo que ha dividido, en la mirada de varios autores el mundo. Y, a su vez, ha constreñido hasta
la indefensión y desorganización a la ciudadanía, quienes aceptan en condiciones paradójicas
74
el desarrollo y lo hacen parte de sí debido a que es imposible pensar en inmovilismos en esta
etapa de la historia humana.
Como lo reconoce Touraine y Appadurai, revisados líneas atrás, este proceso de modernidad
significó la extensión mecánica, técnica de la existencia. Así, el globo rompió fronteras y se
desbordó. Pero, había más de un factor que participaba en este proceso y no podemos olvidar
a la comunicación como parte fundamental. Y, es que el tendido de las redes eléctricas para
el mismo Appadurai significó la ruptura de los límites, el ingreso a una idea global de la
historia y la sociedad en donde nada estaría, aunque parezca contradictorio, a los ojos de la
población mundial que cada vez más centraría su atención en los nuevos medios y las nuevas
formas de comunicación. Hablamos, en este punto, de la tecnificación y globalización de la
información a través de los medios masivos de comunicación que adquirirán un nuevo
sentido desde este punto del tiempo.
En lo que resta de este estudio se dedicarán estas líneas a describir cómo los nuevos medios
de comunicación masivos adoptan una nueva forma de existencia. Esto, buscando entender
no solo su participación en el proceso globalizador o modernizador de la historia, sino, sobre
todo, cómo se van desarrollando desde este momento al interior de las naciones y cuál es su
grado de apertura para la participación de los sujetos que para finales del siglo XX se
convertirían en actores políticos de acuerdo a su grado de organización y conciencia social.
Y sería su ingreso a los medios de comunicación una de las batallas ideológico- políticas
instaladas en el seno de los reclamos políticos contemporáneos.
3.2.Los medios masivos de comunicación
En este espacio se presentará cómo se produce el salto de la idea de la industria cultural,
entendida desde la dominación e inmovilidad de todo elemento de la comunicación hacia un
proceso de control por el contexto de desarrollo hasta el cimiento de lo que se conoce como
la sociedad global. Para esto, usaremos varias líneas teóricas a través de los autores: Marshall
McLuhan, Thompson, los hermanos Mattelart y Martín Barbero.
Hacemos esta precisión debido a que el objetivo específico de este espacio es aportar con
teorías que nos permitan comprender conceptualmente el proceso de expansión de los medios
75
de comunicación a nivel global. Esto, no se plantea en este espacio para entender la
circunstancias de desarrollo de los medios, al contrario, queremos detallar a este proceso
como una antesala de la consideración de los elementos del proceso comuncativo, sobre todo
los receptores, que actuarán a partir de este momento como representantes estratégicos en el
desarrollo de los medios de comunicación. Esto, una vez concluido el proceso de expamsión
y madurez de estos medios.
Para lograr este objetivo, debemos identificar primero que la idea aún lineal de la industria
cultural se ve afectada con la extensión de los medios a nivel mundial. Nos referrimos con
esto a que si bien la imprenta de Gutemberg permitió dejar ver publicaciones impresas a
habitantes de diversas zonas del mundo, la comunicación al instante y con participación de
los sujetos era aún una imposibilidad. Para esto, usaremos en primera instancia el
pensamiento de McLuhan, sus apreciaciones y adelantos en materia de inserción y
participación de los medios de comunicaicón masivos en la nueta etapa de la sociedad
moderna.
Respecto a esto (McLuhan, 1985) plantea con el ingreso del internet y las conexiones
internacionales en el panorama mundial una idea bastante conocida y debatida desde
entonces: Para éste tal como había significado el periódico de con Gutemberg o la radio de
la mano de la Alemania Nazi, este nuevo medio de comunicacióin significaría un avance en
los procesos de relación a nivel mundial. En este sentido, incluso haciendo un breve recuento
desde el alfabeto el autor nos dice que:
La invención del alfabeto, como la invención de la rueda, fue el traslado o reducción de una
compleja interacción orgánica de espacios a un espacio único. El alfabeto fonético redujo el
uso simultáneo de todos los sentidos que es la expresión hablada, a un mero código visual.
Pero el encuentro, en el siglo XX, entre los aspectos alfabético y electrónico de la cultura,
confiere a la palabra impresa un papel decisivo en la contención del retorno al África que
llevamos dentro (McLuhan, La Galaxia Gutemberg, 1985, pág. 61).
Con esto, Mcluhan iba anunciando ya el proceso de transgresión de espacios que empezaban
a evidenciar los medios de comunicación de masas.. Y, es que su idea de la llamada “Aldea
Global” constituye un avance para conceptualizar el proceso que el mundo iba viviendo y
empezaba, por consecuencia, a considerar a las audieencias como participativas. Así, lo
podemos sentenciar con una cita suya que termina por identificar este proceso de
76
transnacionalización de la comunicación: El uso de los medios electrónicos constituye un
límite ruptura entre el hombre fragmentado Gutenberg y el hombre como tal, así como la
alfabetización fonética era un límite de ruptura entre oral-hombre y hombre tribal visual.
Es en este sentido, la limitación de los sentidos y el aparecimiento de los medios masivos de
comunicación hace que McLuhan comprenda a estos últimos -medios de comunicación-
como la extensión técnica- instrumentalización de nuestros sentidos. Para explicar esto, el
autor nos menciona que:
Hemos prolongado nuestro propio sistema nervioso central en un alcance total, aboliendo
tanto el espacio como el tiempo, en cuanto se refiere a nuestro planeta. Estamos acercándonos
rápidamente a la fase final de prolongaciones del hombre, o sea de la simulación técnica de
la conciencia cuando el desarrollo creador del conocimiento se extiende colectiva y
conjuntamente al total de la sociedad humana, del mismo modo que ya hemos ampliado y
prolongado nuestros sentidos y nuestros nervios valiéndonos de distintos medios (McLuhan,
1994, pág. 26)
Entonces, la ampliación de nuestros sentidos en la idea de la Aldea Global se la realiza a
través de la alteración técnica de las comunicaciones con el aparecimiento y
perfeccionamiento de los medios masivos de comunicación. Así, lo considera McLuhan
cuando habla de un proceso de constreñimiento del mundo, una fractura de barreras y
fronteras que nos permite, a pesar de estar en otros puntos, desterritorializar la información
y recibirla de manera paralela. Este autor piensa de esta forma y al respecto nod dice lo
siguiente: “Debido a la contracción causada por la electricidad el globo ya no es más que una
aldea” (McLuhan, 1994, pág. 28).
Comprendemos ahora, que la idea de McLuhan sobre los medios de comunicación es una
idea global y de constante extensión. Su postulado refiere exactamente a las posibilidades de
extensión y transgresión del mundo y las sociedades con el desarrollo de los medios de
comunicación masivos.
Asimismo, al contrario de los teóricos de la teoría de la industria cultural, McLuhan no ve
limitaciones o controles excesivos a través de los medios de comunicación. Al contrario,
como lo veremos más adelante, este realiza distinciones entre medios calientes y fríos. Cada
uno de estos tiene su forma propia de participación e interacción con el sujeto. Plantea, de
esta forma, no una imposibilidad, pero sí un sentido crítico en el sujeto que es capaz de decidir
77
sobre lo que quiere o no en el contenido mediático. Y tiene la oportunidad, entre las opciones
presentadas, de escoger la que más se acomode a su condición. No se acepta, entonces, la
imposición de ningún tipo. McLuhan plantea este espacio de la siguiente forma: “La marca
distintiva de nuestra época es la repulsión hacia los patrones y pautas impuestas” (McLuhan,
1994, pág. 32).
A este mismo proceso claro teniendo como referente a McLuhan se referirá (Thompson,
1998) al considerar categóricamente a este período como el de la mediatización extendida o
transnacionalización de los medios y el mensaje. Este autor nos menciona, respecto a la
ruptura espacial generada por los medios de comunicación que: “el desarrollo de los media
ha transformado la naturaleza de la producción simbólica y el intercambio en el mundo
moderno” (Thompson, 1998, pág. 25).
Con esto, el autor también plantea una ruptura en la consideración de la comunicación
mediática como un fenómeno social siempre contextualizado. Bajo esta idea, menciona que:
las formas simbólicas producidas desde los medios de comunicación desde el contexto de su
producción “son arrancadas de ese contexto, tanto espacial como temporalmente; e insertadas
en contextos nuevos que podrían encontrarse en diferentes tiempos y lugares” (Thompson,
1998, pág. 41).
La deterritorialización también es un concepto manejado, como vemos, por Thompson. Este
comprende que los medios de comunicación manejan tres espacios de desarrollo. El primero
de estos, una etapa de conformación del mensaje; el segundo, de forma intermedia una etapa
que maneja las mediaciones y es en este espacio, como lo mencionaremos más adelante, que
se realiza el proceso reflexivo del tercer elemento de este proceso: el receptor. Todos estos
actúan en el marco de la tecnificación de la comunicación, a través de los medios de
comunicación como ampliación de la realidad. A estos, Thompson los llama medios técnicos
y nos dice que: “son el sustrato material de las formas simbólicas, esto es, los elementos
materiales con los que, y a través de los cuales, la información o el contenido simbólico se
fija y transmite de un emisor a un receptor” (Thompson, 1998, pág. 36).
En cuanto al proceso de emisión, desde lo mediático- los medios masivos de comunicación,
(Thompson, 1998) nos habla en primer lugar del aparecimiento de una llamada “historicidad
mediática”. Esto debido a que, para este autor nuestra idea sobre el pasado y nuestra
78
percepción sobre él depende, cada vez en mayor medida, de una creciente reserva de formas
simbólicas mediáticas. Y, el proceso de emisión de contenidos no puede entenderse fuera de
esta lógica pensada desde la idea de un proceso. Esto debido a que, si bien la historicidad
mediática alteró, como lo plantea el autor, nuestro sentido del pasado también creó un nuevo
período al que éste lo llama experiencia mediática.
Esta nueva forma de pensar la comunicación y el contenido simbólico desde el emisor, nos
llevará a entender, según el autor que: “el mundo existe más allá de la esfera de nuestra
experiencia personal, y de que la percepción de nuestro lugar en este mundo está cada vez
más mediatizada por las formas simbólicas” (Thompson, 1998, pág. 56).
Bajo este sentido, una vez comprendida la complejidad de la emisión del contenido
mediático, bastará con determinar el objetivo de la comunicación de masas a través de sus
productos para entender cuál es el rol del emisor en el proceso de comunicación:
[…] la comunicación de masas consiste en un amplio fenómeno que emerge históricamente
a través del desarrollo de instituciones que tratan de explotar nuevas oportunidades
aglutinando y registrando información, para producir y reproducir formas simbólicas, y para
transmitir información y contenido simbólico a una pluralidad de receptores a cambio de
algún tipo de remuneración financiera (Thompson, 1998, pág. 46)
En el caso de la recepción, (Thompson, 1998) ve a esta etapa del proceso comunicativo, a
través de los medios técnicos, como una actividad situacional. Esto debido a que, los
productos mediático recibidos, según el autor, siempre estarán ubicados en contextos
sociohistóricos específicos. Sin embargo, se reconoce también la actividad del receptor
dentro del marco y dependencia del poder y los recursos disponibles que tenga el sujeto. En
este sentido, este nos dice que “los procesos pueden diferenciarse socialmente en ciertos
aspectos” y su “accesibilidad será distinta dependiendo de la formación de los individuos”
(Thompson, 1998, pág. 64).
Con lo mencionado, y como punto clave de su investigación, el autor mencionado para
referirse a las posibilidades interpretativas en el receptor, entendiendo también las
expectativas que estos posan sobre ellos y su contribución como intérpretes nos dirá que:
Finalmente, la recepción de los productos mediáticos es finalmente un proceso
hermenéutico. Con esto quiero decir que los individuos que reciben los productos mediáticos
79
se ven generalmente envueltos en un proceso de interpretación a través del cual dan sentido
a los productos (Thompson, 1998, pág. 64).
Por otra parte, aunque se encuentra realmente en la mitad del proceso de interacción entre el
emisor y el receptor está el proceso de mediación, de contacto entre estos dos polos de
construcción y deconstrucción del mensaje. (Thompson, 1998) entiende la mediación desde
los procesos de interacción; y, bajo este planteamiento caracteriza tres tipos distintos de
minteracción existentes en el proceso de la comunicación: “la interacción cara a cara,
interacción mediática y casi interacción mediática” (Thompson, 1998, pág. 117).
De forma breve caracterizaremos a estos tres tipos de interacción de la siguiente forma:
- La interacción cara a cara, como un proceso en el que, según (Thompson, 1998), los
participantes de la interacción comparten un marco espacio- temporal común. Así
mismo, el autor habla de un elemento dialógico de este proceso de interacción en
donde “los participantes están constante y rutinariamente implicados en comparar las
diversas señales simbólicas empleadas por los hablantes, utilizadas para reducir la
ambigüedad y redefinir su compresión del lenguaje” (Thompson, 1998, pág. 117).
- La interacción mediática, a través de medios técnicos, para contactar a sujetos que se
ubican en contextos espacio- temporales distintos. Y, aunque la realidad se
comprende desde sitios distantes, como lo reconocerá Thompson también “suministra
a los participantes menos herramientas simbólicas para la reducción de la
ambigüedad” (Thompson, 1998, pág. 118).
- La casi interacción mediática. Estas se refieren al tipo de relaciones sociales
establecidas por los medios de comunicación de masas13. Esta, para (Thompson,
1998) está relacionada a través del espacio y del tiempo en cuanto a los actores del
proceso de comunicación. Donde, sin embargo, las formas simbólicas, según
menciona el autor, son producidas por los emisores para un abanico de receptores
potenciales. Produciendo con esto, según menciona: “un cierto tipo de situación
social en la que los individuos se conectan unos con otros en un proceso de
comunicación e intercambio simbólico” (Thompson, 1998, pág. 119).
13 Entiéndase desde la perspectiva de Thompson donde aparecen entre estos los libros,
periódicos, radio, televisión, etc.
80
Realizamos estas últimas referencias a los elementos el proceso de comunicación (emisor-
mensaje- receptor) en un marco explicativo breve. Sin embargo, lo que nos interesará ahora
con motivo de desarrollo de esta investigación será entender cómo estos medios de
comunicación de masas se plantean, a través de propuestas teóricas, en la posibilidad de dejar
ingresar a la ciudadanía como actores fundamentales en la construcción de su contenido. Sin
embargo, es necesario tener en claro, con lo expresado aquí, a estos elementos como
sustanciales en el proceso de la comunicación y entender su configuración en el escenario
participativo de los sujetos.
3.2.1. El nuevo ámbito de la comunicación masiva
En este espacio, se contextualizará de manera bastante breve a través de un investigador
contemporáneo el período histórico desde el que podemos hablar de un acceso a los medios
de comunicación. Esto, con motivo de describir cómo, de qué forma y qué cambios plantean
los medios comunitarios como propuesta democratizadora, participativa y de acceso real a
los medios de comunicación por parte de la sociedad civil.
Describiremos entonces, bajo lo dicho, la nueva forma de la comunicación masiva, en
oposición a la idea clásica de la función de los medios masivos de comunicación privados.
Una propuesta que se desarrollará a través de pensadores como Jesús Martín Barbero, Mario
Kaplún, y, para referenciar a pensadores contemporáneos, con Rosa María Alfaro.
3.2.2. El acceso a los medios de comunicación
Como lo había mencionado al inicio de este proyecto de investigación, uno de los puntos
clave para entender el proceso de acceso de los medios de comunicación obliga a situar este
estudio en determinados espacios en la década de los años 70’ y 80’ durante los debates sobre
el Nuevo Orden de la Información y Comunicación (NOMIC).
Al respecto, (Linares, 2016) a manera de recuento histórico y posicionamiento del tema del
acceso a los medios de comunicación nos dice que: “Los conceptos de acceso y participación
ciudadana surgieron en los debates teóricos y políticos internacionales de la década de 1970
que discutieron en el marco de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre un Nuevo
Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC) y que germinaron en el
81
reconocido informe Un solo mundo, voces múltiples (MacBRIDE et al, 1987)” (Linares,
2016, pág. 38).
Para Linares, para entender el acceso a los medios de comunicación, debemos hacer un
estudio y reflexión en una posición abierta. Es decir, no considerar solamente a los medios
masivos de comunicación tradicionales como espacio para el acceso. Se plantea hacerlo en
una integralidad que entienda además la participación de las redes de internet en el proceso
de desarrollo de las nuevas formas de comunicarse. En tanto, este autor nos dice que: “el
ideal de acceso está dado por la existencia de una variedad de soportes y medios para que
cualquier persona pueda elegir entre diversas formas de comunicación” (Linares, 2016, pág.
40).
Pero, en este sentido, como también lo menciona el autor, es necesario primero comprender
la realidad de la distribución de los medios de comunicación al interior de cada país, para así,
plantear posibilidades reales de democratizar y abrir el espacio para el establecimiento de
sujetos e instituciones sin injerencia en la vida política de los países. Para explicar esto,
(Linares, 2016) realiza un recuento histórico de lo que significó, por ejemplo, el trabajo de la
UNESCO en los años setenta del siglo pasado una vez determinadas las condiciones de
desigualdad en el reparto y distribución en el mundo de la producción mediática. De esta
forma, menciona, por ejemplo, el pronunciamiento favorable que durante esta década
hicieron los llamados Países No Alineados respecto a la creación de Políticas Nacionales de
Comunicación que les permitan proteger su industria mediática nacional y elaborar planes de
desarrollo de acuerdo a las necesidades de sus países.
Para (Simoncini, 1999), la llamada “Sociedad abierta” encontró su punto de origen, igual que
para el autor antes descrito, en el marco del proceso de globalización. Esto lo hizo, según
apunta, debido a que permitió en primer momento el desarrollo de técnicas de comunicación
que dejaron extender la comunicación a través de los medios masivos de comunicación
tradicionales: radio, periódico y televisión. Pero, en segundo momento, en concordancia con
lo mencionado también por el otro autor, se da un proceso de viraje hacia los medios digitales
que permitirán, aun en mayor medida el acceso y uso por parte de la ciudadanía de los medios
de comunicación.
82
Para este autor: “No puede ignorarse la importancia que los medios han adquirido en la
sociedad moderna, especialmente en las sociedades libres y democráticas, y la importancia
de su acción de vigilar los intereses del público general” (Simoncini, 1999, pág. 58).
Esto lo (Simoncini, 1999) debido a que, como lo irá resolviendo dentro de este apartado de
su texto, el futuro de las sociedades abiertas es democratizar sus espacios de comunicación
para generar plena libertad acceso y participación en los medios informativos. Y, con esto,
convertirse en sociedades libres y democráticas donde las audiencias sean respetadas y se
velen por sus intereses.
Planteamos entonces, de manera breve, el acceso a los medios de comunicación dentro de las
décadas de los años setenta y ochenta. Pero, además, entendemos a este como un proceso que
se desarrollará en el marco del constreñimiento y pérdida del poder de las potencias en el
escenario internacional. Esto, teniendo como motivo el desarrollo del pensamiento en
América Latina, sobre todo, y el interés de los colectivos sociales por ser y disputar espacios
de poder que les permitan identificarse, reflejarse y participar de las decisiones de sus
Estados. Todo esto, será analizado conceptualmente, como lo dijimos párrafos atrás, en el
motivo real de este ítem: los medios comunitarios como un espacio de acceso a los medios
de comunicación.
3.2.3. El aparecimiento de los medios comunitarios y la modificación en el sistema
y elementos de la comunicación.
Para (Barbero J. M., 2001), la relación democracia- medios nos exige pensar en la cultura
como uno de los factores de la mediación. Esto debido a que, según el autor la tendencia
dominante a la hora de pensar políticamente los medios es aquella que los desvincula de los
procesos sociales de comunicación. En el sentido planteado, el autor nos dirá de manera
textual que: “La concepción imperante tanto en los ámbitos políticos como empresariales es
la instrumental, que identifica la comunicación con aparatos, tecnologías y efectos, sin
atender a la naturaleza comunicativa de la cultura y al espesor de la comunicación” (Barbero
J. M., 2001, págs. 168-169).
Bajo esta descripción de la idea de la comunicación masiva anclada a lo tecnológico,
(Barbero J. M., 2001) más adelante nos comenta que la cultura cotidiana de las mayorías se
halla cada día más moldeada por la cultura de las propuestas, las ofertas y los modelos
83
culturales de los medios masivos. Con esto, Barbero hace referencia a que las nuevas
generaciones de sujetos inmersos en la modernidad la han conocido e interpretado no a través
de una definición o discusión conceptual. Sino que, al contrario, es la industria de la cultura
que con sus programas y nuevas técnicas va moldeando la conciencia y los modos de percibir
la realidad de los sujetos.
Es por esto, que Barbero mira a los medios de comunicación masivos, y hay que prestar
especial atención a esto, como “agentes de reorganización del cambio cultural” (Barbero J.
M., 2001, pág. 169).
Pero, con esto el autor también ve un problema de fondo en los medios de comunicación
masivos que ya no responden más a las necesidades sociales, sino que lo hacen a la
comercialización de la cultura. Con esto, no solo que todo acto va a ser atendido desde la
industria de la comunicación, sino que además la producción cada día estará más enganchada
con la lógica internacional del mercado. Esta, como lo notaremos, es una idea presente en los
autores que hemos abordado hasta el momento y han definido la modernidad y la
participación de los medios masivos de comunicación en el seno de esta etapa de la historia.
La homogenización tampoco es un tema que se le escape a Barbero. Este, solamente realiza
nuevas consideraciones a este proceso llevado desde los medios de comunicación por la
presión ejercida en el mercado internacional. Al respecto el autor nos menciona que:
Es hora, por tanto, de pensar en la homogenización por fuera de su acostumbrada
vaguedad desagregando las operaciones que entraña. En su sentido fuerte -
transnacional- la acción de los medios se inserta en el proceso de desvalorización y
neutralización tanto de lo propio como de lo otro, esto es una pérdida del sentido del
intercambio entre las diferentes culturas por imposiciones y refuncionalizaciones que
las integran desintegrándolas y las subordinan indiferenciándola (Barbero J. M., 2001,
pág. 50).
Con estos antecedentes, que nos permiten comprender las ideas generales que tiene Barbero
respecto al proceso modernizador y el desarrollo de los medios de comunicación desde la
técnica, podremos comprender sus reflexiones respecto al aparecimiento de nuevas
propuestas de medios, entendiendo aquí ya los alternativos, los comunitarios, etc. Esto, como
lo veremos desde este momento, en sintonía con varios otros autores latinoamericanos que,
84
a través de la teoría de la liberación y postulados de Paulo Freire, interpretan esta misma
realidad.
Para (Barbero J. M., 2002) en América Latina se da un proceso particular a nivel mundial:
un intento por desconcentrar los medios de comunicación, entendiéndolos desde y como
poder. Con esto, el autor refiere a tres espacios de interferencia y cambio necesarios para el
desarrollo de la comunicación comunitaria. Podríamos apuntar estos de la siguiente manera,
en función de las consideraciones del autor.
a. El primero paso que dio Latinoamérica, según apunta, es entender a la modernidad y a
los grupos de poder internacionales desde sus debilidades, encontrarlas en sí mismo es
un avance, según nos comenta. Esto por el marco de pensamiento que se consideraba
irrefutable. Respecto a esto, el autor nos dice que: “Estamos empezando a romper con la
imagen, o mejor con el imaginario, de un poder sin fisuras, sin brechas, sin
contradicciones que a su vez lo dinamizan y lo vuelven vulnerable” (Barbero J. M., 2002,
pág. 110).
b. En segundo lugar, Barbero nos habla de una ruptura con la concepción moderna del
Estado. Y que, dentro de esta, las organizaciones sociales actúan de forma política y
organizada con demandas claras frente al nuevo marco de pensamiento que se va
instaurando. Barbero, al respecto, nos comenta que:
Se rompe con una concepción instrumentalista del Estado que está abriéndose camino y con
la que intenta dar cuenta tanto de las nuevas contradicciones a que le enfrenta el desarrollo
de las multinacionales como de su intervención extendida hoy al conjunto de la vida cotidiana
y la consiguiente politización de esa esfera social (Barbero J. M., 2002, pág. 110).
c. Y, en tercer lugar, este autor nos plantea un cambio en la idea del sujeto. Este, pasa de
considerarse como receptor sin conciencia de contenidos a sujeto activo y partícipe en el
proceso de deconstrucción del mensaje. Esta ruptura, según Barbero, constituye en sí
mismo un quebranto del modelo de dominación imperante. Además, como resultado, le
permite al receptor abandonar la categoría de masa. En sus palabras, el autor nos dice
que:
[…] solo si se desmonta la complicidad del dominado, será posible romper con las diferentes
formas de populismo y comprender que la liberación es problema del oprimido, que es en él done
se encuentran las claves de su liberación. Esta perspectiva es fundamental en la investigación de
85
los medios masivos ya que esa complicidad, desde, y en, el imaginario colectivo, es la materia
prima con que trabajan los Medios, ya que en ellos las esperanzas de las masas populares son
cotidianamente atrapadas y vueltas contra esas mismas masas (Barbero J. M., 2002, pág. 111).
Bajo estas consideraciones, siguiendo la lectura de Barbero, fue posible que los medios
comunitarios o alternativos fueran ganando un espacio a nivel de Latinoamérica. En este
proceso, según el autor, acercándonos a una definición de esta nueva forma de consideración
de los medios de comunicación, existe un cambio fundamental respecto a los medios
privados: la toma de poder de las clases dominadas. En palabras literales del autor nos dirá
que para definir lo alternativo en materia de comunicación en América latina” se debe
empezar desde el hecho de “transformar el proceso, la forma dominante y normal de la
comunicación social para que sean las clases y grupos dominados los he tomen la palabra”
(Barbero J. M., 2002, págs. 117-118).
A pesar de esto, más adelante el mismo autor reconoce que la lógica de los medios de
comunicación técnicos, de masas, obligarían a esta nueva categoría a acoplarse a ellos. Con
esto, establecemos, siguiendo la línea de Barbero, que, pese a ser parte de una lógica extraña
a su naturaleza, los medios comunitarios se insertarían en el marco de los medios masivos de
comunicación y se constituirían como tal. Por tanto, el autor nos dirá que: “Los medios
alternativos deben enfrentarse a la realidad burguesa de los medios masivos de comunicación
e ingresar en este espacio” (Barbero J. M., 2002, pág. 121).
Sin embargo, el autor termina aclarando, más adelante, que nada tiene que ver un medio
alternativo o comunitario con lo marginal, o, con lo que llama cultura de la pobreza. Al
contrario, este entiende su aparecimiento desde un movimiento a un nuevo marco cultural en
el que se relativiza el poder de los medios. Entendiendo, además, de esta forma, que este
proceso no termina refiriendo a condiciones “anteriores” y “exteriores” a una realidad, a un
conflicto, sino a unas relaciones de dominio en las que se genera la hegemonía como tal.
Manteniendo dentro de esta -la hegemonía- las diferencias, desigualdades como elementos
consustanciales de su existencia. Respecto a esto, el autor nos dirá que:
Lo popular se configura entonces como ese lugar desde el que se hace posible históricamente
abarcar y comprender el sentido que adquieren los procesos de comunicación, tanto los que
desbordan lo nacional por arriba, es decir, los procesos macro que involucra la puesta en
funcionamiento de los satélites y las tecnologías de la información, como los que desbordan
por abajo desde la multiplicidad de las formas de protesta regionales, locales, ligadas a la
86
existencia negada pero viva de la heterogeneidad cultural. Lo popular nada tiene que ver
entonces con el sentido marginal (Barbero J. M., 2002, págs. 125-126).
Y, es que nada tiene que ver la comunicación con un sentido marginal que, como lo resolverá
el mismo autor, el proceso de conformación de medios alternativos significa, a nivel
conceptual, un cambio en el modelo cultural existente. Así mismo, y por consecuencia, estas
transformaciones como explicará más adelante afectan también la constitución del estado
como tal. Pasa, entonces, de su conformación originaria, como un Estado concentrador de
poder, a uno que tiene que mediar con lo popular, entendido desde las organizaciones. En tal
virtud, Barbero nos dirá que:
Esa transformación del sentido de lo popular está ligada entonces no solo ni principalmente
con el desarrollo de los medios sino, como lucidamente lo comprendió Gramci, con los
procesos de centralización política y homogeneización cultural que exigió la constitución de
los Estados nacionales, y con los procesos de desplazamiento de la legitimidad social que
condujeron de la imposición violenta de la sumisión a la organización del consenso por
hegemonía: a las relaciones del Estado- nación con lo nacional- popular (Barbero J. M.,
2002, pág. 130).
Es este ingreso en el sistema hegemónico del Estado lo que más adelante nos logrará
comprender cómo, a través de lo que veníamos anunciando antes, los medios comunitarios
deben necesariamente insertarse en la lógica burguesa de los medios masivos de
comunicación. Pero, esto sin perder de vista que, desde las organizaciones que les dan vida,
es la relación de las prácticas comunicativas con los movimientos sociales los que para
(Barbero J. M., 2002) la forma en la que lo popular se inscribe constitutivamente en el análisis
de los procesos culturales que les dan cabida.
Además de esto, es importante entender, para explicar lo dicho en el párrafo anterior, que el
autor, pese a entender a las organizaciones sociales como sustanciales para el desarrollo de
los medios comunitarios, no las considera desde un fundamentalismo. Cree que, a estos
medios, así como a ellos mismos, quienes los constituyó en parte del imaginario de lo popular
y los insertó en el pueblo fue exactamente la coyuntura, el momento histórico, más allá del
grado de organización y conciencia de estos grupos. A esto, Barbero, retomando varios otros
postulados lo llama una desviación Latinoamericana. Resto a esto, apuntaremos que:
[…] las clases populares se han hecho presentes en el proceso de formación de los Estados
Nacionales, puesto que las clases populares latinoamericanas llegaron a participar del sistema
87
político sin expresar un impulso hegemónico, y quien las constituyó en pueblo no fue el
desarrollo autónomo de sus organizaciones de clase, sino la crisis política general y el rol
objetivo que asumieron como equilibradoras de una nueva fase estatal (Barbero J. M.,
2002, pág. 130).
De esta forma, el Barbero ve con ojos de optimismo la conformación de los medios
comunitarios o alternativos en Latinoamérica. Construye de esta forma, explicaciones a la
inserción que estos medios hacen a través de las organizaciones en el marco del poder
constituido. Sin embargo, culmina su proceso reflexivo sobre esta primera etapa de
conformación de los medios populares resolviendo que son beneficiosos para la organización
del Estado como tal. Así lo asume en la cita pasada al considerarlos como fuerzas
equilibradoras y parte de una nueva fase estatal. Y. en la misma forma, lo hará más adelante
al plantear a las organizaciones y a los medios, en el marco de un nuevo ordenamiento
cultural, como aportantes a una sociedad que podría entenderse como más justa. Barbero lo
resuelve de la siguiente forma: “La inserción que los movimientos apacibles hacen de la
protesta y lucha en el espacio de lo cultural y en la vida cotidiana no es pues mero camuflaje
táctico ni ingenuidad política, sino apertura a una sociedad nueva, más ancha y menos
dividida” (Barbero J. M., 2002, pág. 145).
En el mismo sentido, (Kaplún, 1985), considerará, luego de realizar una distinción entre una
comunicación dominadora y otra democrática, que este proceso de inserción de los grupos
organizados y su interés por la conformación de medios no hegemónicos es importante en
para la construcción del pluralismo y la construcción de Estados democráticos. El autor
explica este fenómeno a través de las organizaciones y, en el mismo sentido de Barbero, la
constitución y liberación del sujeto como tal. Este autor nos dirá que: “Los sectores populares
quieren seguir siendo meros oyentes; quieren hablar ellos también y ser escuchados. Pasar a
ser interlocutores. Junto a la comunicación de los grandes medios, concentrada en unos pocos
grupos de poder, comienza a abrirse paso una comunicación de base; una comunicación
democrática, popular, comunitaria” (Kaplún, 1985, pág. 67).
Luego de reconocer esta doble condición del sujeto (tanto como emisor y receptor de
información, de forma variante) Kaplún reflexiona bastante sobre el mensaje y la
construcción del mensaje que los medios alternativos deben proporcionar. Esto, lo hace
entendiendo que las funciones de estos ya no son comerciales o de orden homogeneizador.
88
Al contrario, la prioridad de estos para el autor es despertar al pueblo de su letargo, emitir
mensajes distintos pata concienciar. Este determina este punto de la siguiente forma:
“Nuestros pequeños medios populares deben combatir esos efectos negativos transmitiendo
otros mensajes al pueblo, mensajes con otro contenido. Nuestros mensajes tienen que llevar
la verdad al pueblo, despertarlo, concientizarlo” (Kaplún, 1985, pág. 75).
Por tanto, Kaplún no habla solo de un proceso participativo y democratizador de la palabra
y los medios de comunicación. Este autor va más allá. (Kaplún, 1985) plantea lo que él
considera “objetivos concretos” de los medios populares o comunitarios, estos enmarcados
en la organización de la comunidad para su participación en los proyectos pensados, su
movilización permanente, el apoyo a la acción popular y, como no, como una constante el
incentivo permanente de la participación de los barrios. Esto debido a que para este autor la
idea de los medios alternativos se va forjando desde los segmentos más pequeños y de menor
conciencia, desde los pequeños sectores para los pequeños medios.
Pese a esta confianza dada a la pequeña organización y a los grupos sociales, en general, el
autor reconoce que en la conformación permanente de medios privados y sin control le
corresponde parte de la culpa al sujeto, al emisor, a las comunidades. Esto debido a que
considera que tenían internalizado y aceptado de forma permanente el que los medios de
comunicación masivos, los emisores, sean dueños de la verdad y de la comunicación como
tal. Pero, como no, es necesario puntualizar dos elementos clave para el autor:
1. EL primero de ellos, es que los medios de comunicación se convierten, y así deben
hacerlo, en instrumentos potenciadores de la organización popular. En tal sentido,
este nos dice que: “Cuando esta aprende a usarlo -refiriéndose a los medios
alternativos-, el movimiento popular se potencia, se dinamiza, gana en cohesión,
crece en eficacia.” (Kaplún, 1985, pág. 78).
2. Una vez tomados los medios de comunicación como elemento de cohesión de las
organizaciones, el autor ve como efecto normal el de superar las taras y complejos
que las sociedades iban teniendo respecto al proceso de comunicación controlador.
Este, determina lo siguiente: “Ahora, a medida que nuestros medios se van
relacionando de una manera diferente con el barrio, la comunidad va sintiéndolos
89
suyos, se va viendo reflejada en ellos y cada vez esa apatía y esa indiferencia se va
superando un poco más” (Kaplún, 1985, pág. 82).
Ya con los medios conformados y los objetivos claros que, según Kaplún, deben perseguir
los medios de comunicación populares, establece lo que para él es un marco referencial de lo
que deberían perseguir estos nuevos medios, unas dimensiones básicas que para (Kaplún,
1985) serán: estar al servicio educativo liberador y transformador de la sociedad que
encuentran, no solamente describiendo la realidad, sino comprendiéndola y dotando a sus
audiencias de instrumentos que le permitan cambiar la realidad; en segundo lugar, este
plantea como principio de los medios populares el estar vinculados a la organización popular;
en tercer punto, y siendo el último, aunque concentra el poder dialógico de éstos, nos habla
de una forma de la “auténtica comunicación”, con pilares como el diálogo y la participación.
Bajo esta perspectiva, (Kaplún, 1985) seguirá su estudio sobre los medios populares
realizando un recuento de tácticas y estrategias para volverlos participativos y democráticos.
Nos dirá, por ejemplo, que un periódico tiene la obligación de conversar con sus lectores.
Para esto, entre otras técnicas, propone diálogos con la comunidad a la que va dirigido,
reuniones permanentes y hasta peticiones de contenido a ser publicado en sus páginas.
Respecto a la producción audiovisual, el autor mantiene la idea del diálogo, pero además
incluye la participación formal de la comunidad en la producción del trabajo que se plantee
realizar. De la misma forma, plantea programas radiales elaborador por las comunidades, en
donde además de recoger las opiniones de la gente sobre temas planificados se produce el
contenido junto a ellos.
A este proceso general de recolección de opiniones para el modelamiento del contenido y de
los medios de comunicación en sí mismos Kaplún lo llama el de “Pre-alimentación”.
Considerando a este punto como una búsqueda inicial que hacen los medios populares entre
sus destinatarios a finde que su contenido represente y refleje la voluntad de sus
consumidores.
Pero, como lo veníamos mencionando líneas antes, el recibir la información y reflejar a las
comunidades, aunque parece un avance significativo en la elaboración del contenido de los
medios de comunicación, representaría en todo caso inmutabilidad, inmovilidad del
90
contenido y de los sujetos que pretenden o son parte del proceso organizativo de los medios
populares o comunitarios. El autor considera que:
No se trata solo de reflejar. El equipo comunicador debe procurar devolver esos hechos y
experiencias que ha recogido, de tal manera que ahora la comunidad pueda verlos con otra
perspectiva crítica, analizarlos, discutirlos, reflexionarlos, emitir un juicio y desentrañar las
casusas del problema que hasta ahora estado viviendo y sufriendo como una mera
contingencia, sin percibir sus raíces (Kaplún, 1985, pág. 102).
En el mismo sentido, Rosa María Alfaro (2008), docente y prensadora contemporánea de los
medios de comunicación, a través de su obra Culturas populares y comunicación
participativa, dentro de un tomo recopilatorio del desarrollo de la comunicación, comprende
esta agitación y cambio en el modelo cultural y de pensar los medios de comunicación en
América Latina durante las décadas de los años 70’ y 80’. Para la autora, es durante este
período que se evidenciaron varios factores: movimientos sociales comprometidos, crítica
frente a la sociedad imperante y el reconocimiento de la comunicación popular y su
importancia para la sociedad.
Esta autora, también reconoce como una de las prácticas habituales de los medios de
comunicación alternativos el de dar vos a sujetos y colectivos antes relegados por el poder.
Considera que:
[…] la cohesión valórica que sostenía a la comunicación popular se situaba en el campo de
la solidaridad humana, entre sujetos de una misma clase o sector social. Se trataba siempre
de crear vínculos y compromisos. Fueron las épocas de dar voz al que no tiene voz,
permitiéndole que pudiese expresarse y ser protagonista (Alfaro, 2008, pág. 923).
Esta misma autora, en el mismo sentido planteado por Barbero, nos comenta uno de los
logros, parte del cambio del marco cultural, es entender un tipo de relacionamiento más
equilibrado entre emisores y receptores. Esto, entendiendo que ambos, en momentos
variantes, como lo dirá también Kaplún, deben cumplir este rol de forma cámbiate. En tal
sentido, Rosa María Alfaro nos dirá que: “si bien no se admitía visiblemente el derecho de
propiedad de los medios ni la libertad de expresión, se resaltó de manera práctica que las
grandes mayorías podían y debían hablar, justamente porque la concepción dialógica lo
sustentaba así” (Alfaro, 2008, pág. 924).
91
En este sentido (Alfaro, 2008) platea también que este espacio de construcción de medios
comunitarios trató de construir un proceso de solidaridad con los sectores populares. Esto,
como lo hemos venido anunciando líneas atrás, con objetivo de entregar un modelo de
participación, dignidad con un sentido educativo. Un gran logro de todo este proceso de
construcción de una comunicación participativa es, para la autora, haber llegado a
“concepciones menos ideologizadas y más humanas del compromiso con otros” (Alfaro,
2008, pág. 925).
La idea de Rosa María Alfaro también concluye en incentivar a los medios de comunicación
masivos a construir elementos de mayor convicción. Con esto, al igual que Kaplún, hace
referencia a un producto mediático a través del que el sujeto no solamente se represente, sino
que además logre interpretar la realidad y modificarla. Esto, como no, a través de la
participación incluso política que las organizaciones sociales realizaron sobre el poder
mediático.
En todo caso, para esta autora uno de los tránsitos más significativos que permitió la
construcción de medios de comunicación alternativos fue efectuado “de la comunicación
alternativa o popular a la mediática, colocando el tema de la comunicación misma como parte
de la agenda pública” (Alfaro, 2008, pág. 931).
A través de estos autores, podremos comprender ya a la comunicación comunitaria como un
proceso, efectivamente, surgido en el seno de las inconformidades con el modelo político y
comunicacional internacional. Pero, además, un cambio en la matriz cultural y de
pensamiento del sujeto, de la mano con sus posibilidades organizativas y un alto grado de
conciencia política son os elementos que llevaron, de alguna forma, más allá del contexto y
la crisis internacional de la que nos habla Barbero, a construir los medios de comunicación
alternativos, populares o comunitarios, según los consideren los autores. Pero, todos estos,
los entienden desde elementos como la participación, la inclusión, el cambio y distribución
del poder y, en el caso de Kaplún, con una dosis más fuerte, de cambio social.
Hablamos entonces, en términos generales, de medios de comunicación que cambiaron el
rumbo de los Estados, acercándolos hacia la ciudadanía y obligándolos a la construcción de
Políticas Nacionales de Comunicación, como lo relata también Barbero, para retratar el
avance en materia de democratización. Este último concepto -la democracia- puesto también
92
en debate y reconsideración en el proceso de pensamiento de los medios alternativos de
comunicación.
Sin embargo, si hemos de mencionar que, si bien existe un tránsito de medios de
comunicación masivos, con tendencias privadas y concentradoras de poder; existirá
posteriormente uno también, que no será tratado en esta investigación, de medios alternativos
a medios ciudadanos Estos entendidos en condiciones de mayor participación y existencia a
través de un grado más complejo de desarrollo tecnológico. En el sentido planteado por
Clemencia Rodríguez esto significará: “producir uno mismo sus productos mediáticos, de
crear imágenes de sí mismo y del entorno; implica poder recodificar la propia identidad con
los signos y códigos elegidos por uno mismo” (Rodríguez, 2008, pág. 1132).
Hablan aquí de un segundo retorno de lo que llaman “la vos propia”. Pero, como no, este
proceso no responde a los motivos de esta investigación y solo se plantea, de forma breve, el
momento histórico al que asistimos.
En todo caso, los medios de comunicación comunitarios son, por mucho, la expresión más
cercana que tenemos de momento hacia los procesos de democratización y devolución de
poder a las comunidades y sectores sociales excluidos. Esto, lo afirmamos en función de lo
expuesto durante el desarrollo de este marco teórico.
93
CAPÍTULO IV
4. Metodología
En el presente capítulo se establecerán líneas teóricas abordadas en este trabajo de estudio
que describirán el tema de estudio y lo explicarán, desde la complejidad conceptual y la
realidad situada a través de los casos a presentarse aquí. Para cumplir con el objetivo de este
capítulo, se retoman las ideas de Jesús Martín Barbero, Mario Kaplún y Rosa María Alfaro.
En el caso del primer autor, Jesús Martín Barbero, se partirá desde su explicación de los
medios de comunicación como un espacio de poder en disputa. Y, en este marco, se explicará
la forma de inserción de las organizaciones a través de la llamada “politización de la vida
social” y la extensión de las necesidades y demandas que se plantean desde los colectivos
sociales frente a lo instaurado. Esto, con el objetivo de entender lo que para el autor significa
la disputa presente entre una realidad burguesa de los medios de comunicación con los
nuevos medios comunitarios- alternativos.
En la misma línea, se retomarán las ideas de Mario Kaplún respecto a:
- La construcción del mensaje desde un sentido alternativo, en contra de la idea
comercial y homogeneizadora planteada por los empresarios mediáticos.
- El nuevo sentido, protagónico, de los sectores sociales en el proceso de construcción
de los medios de comunicación. En este punto, se plantearán al sentido reflexivo
como el gran objetivo que tienen los nuevos dueños de los medios respecto de la
función de sus canales de comunicación.
- La superación de la apatía a temas nacionales a través del alto nivel de conciencia y
cohesión que adquieren los medios de la mano del movimiento popular.
En la idea de Rosa María Alfaro se plantea en términos generales, pero de mayor cercanía
con los casos a presentarse posteriormente, una idea entendida como de “concepción
valórica”. Entendida desde esta autora como la creación de lazos, vínculos y compromisos
que permiten a una comunidad expresarse y dejar expresar a otros. En términos reales la
autora considera a este un proceso de “otorgamiento de voz” a aquellos que no la tienen a
través de los nuevos medios de comunicación comunitarios.
94
En el mismo sentido de Barbero y Kaplún, Alfaro concluye su reflexión al entender que este
nuevo modelo de comunicación deja a todos los miembros presentes en el proceso de
comunicación mediático comprender, reflexionar, discrepar para interpretar la realidad y
modificarla.
Con estas ideas planteadas en términos generales, a continuación, se expondrán casos que
explicarán, de la mano de la teoría, la realidad sobre el desarrollo de los medios comunitarios,
su incidencia en el proceso de democratización del espacio radioeléctrico y el poder en el
Ecuador una vez concluido el concurso por radiofrecuencias en el país.
Este análisis se desarrollará con tres casos y se situará en los últimos tres meses de la
coyuntura política nacional, donde el concurso de radiofrecuencias realizado en el año 2016
ha sufrido varias críticas. Pero, además, se ha ido entendiendo cuál es la realidad de los
medios comunitarios en el nuevo escenario político. Con esto, se visualizan las nuevas
fronteras y realidad sobre el proceso de democratización de la información y comunicación
en el Ecuador de la mano de los resultados que ha dejado la aplicación de leyes y reglamentos
que buscaban, siguiendo el desarrollo del pensamiento de los años 70´y 80 generar un nuevo
modelo conceptual y de compresión de los medios.
95
Caso 1: Eliminación de las adjudicaciones de frecuencias de radio y televisión de 2016
tras el informe especial de Contraloría del 2018.
Para junio del año 2018 el Estado ecuatoriano inicia un proceso de investigación sobre las
adjudicaciones de frecuencias de radio y televisión del año 2016. Las investigaciones
iniciales determinan que: existieron problemas con los documentos entregados por los
ganadores de medios de comunicación, se presumen casos de favoritismos para determinados
sectores políticos y empresarios privados y sumado a esto, se verifica la conformación de tres
nuevos grupos monopólicos al mando de los medios de comunicación.
En este punto es necesario señalar que la Ley Orgánica de Comunicación vigente, aunque ya
en debate dentro de la Asamblea Nacional, prohíbe expresamente la concentración de
frecuencias en el país. De manera expresa el documento señala en su artículo 113 que:
La autoridad de telecomunicaciones no podrá adjudicar más de una concesión de frecuencia
para matriz de radio en AM, una frecuencia para matriz de radio en FM y una frecuencia para
matriz de televisión a una misma persona natural o jurídica en todo el territorio nacional
(LOC, 2013, pág. 38).
Por estos problemas encontrados, la Contraloría General del Estado inicia una investigación.
En su informe final del 6 de junio de 2018 la esta institución, a través de Galo Larrea Estrada,
Director Nacional de Auditoría de Telecomunicaciones, Conectividad y Sectores Productivos
emite un documento de 71 páginas con conclusiones y recomendaciones de aplicación
inmediata respecto al concurso por radiofrecuencias del año 2016. Esto, como respuesta a la
orden de trabajo 0035-DAAC-2017 mediante oficios de 7 y 12 de septiembre. El objetivo,
según el documento mencionado será el de determinar la legalidad, veracidad y propiedad
del proceso de concesión de frecuencias para el servicio de radiodifusión y televisión
analógica y digital y los reglamentos vigentes en el país.
96
Con fecha del 26 de junio de 2018, de forma resumida y como documento base para la
difusión en medios de comunicación a nivel nacional la contraloría emite un boletín de prensa
que indica a los ciudadanos los problemas detectados dentro del concurso. La Contraloría
General del Estado (2018) identifica cinco puntos esenciales bajo los que se determinaría su
orden de revocar el concurso de radiofrecuencias, así como las decisiones tomadas por las
instituciones encargadas durante el período del 1 de enero de 2016 y el 31 de agosto de 2017.
Estos son:
FUENTE: (Contraloría General del Estado, 2018)
Mediante la identificación de estas cinco falencias en el concurso de radiofrecuencias, la
CGE procede a la anulación del concurso. Esto, lo hace a través de quince recomendaciones.
Estas, se centran básicamente en la posibilidad de que el Estado reciba de los medios con
problemas la revocatoria de su declaratoria como ganador. Al respecto, el mismo documento
de la Contraloría especifica que:
El organismo de control ha dispuesto que los miembros del Pleno del Directorio de la
CORDICOM y a los miembros del directorio de la ARCOTEL coordinen las acciones
necesarias para proceder a la anulación del concurso público para la adjudicación de
frecuencias para el funcionamiento de medios de comunicación privado y comunitario
convocado el 12 de abril de 2016. Si existen derechos adquiridos, generados por efecto de la
emisión del título habilitante, deberán analizarse los casos individualmente para la adopción
de las decisiones que correspondan en derecho (Contraloría General del Estado, 2018)
De esta forma, desde el mes de julio del presente año ARCOTEL y CORDICOM cumplen la
orden de la Contraloría y buscan mecanismos para eliminar las adjudicaciones de frecuencias.
Esto, tratando de no vulnerar derechos, tal cual lo menciona el documento final de la
Contraloría General del Estado revisado líneas atrás.
Por su parte, para el Observatorio de Frecuencias este proceso debe considerarse como una
victoria para el país. Esto, debido a que se deja atrás el intento de adjudicar 1472 frecuencias
• Irregularidades en asignación de puntajes, recalificación y descalificación de postulantes.
• El instructivo para evaluación de proyectos se emitió con posterioridad a las bases del concurso
y el reglamento y sin conocimiento de los postulantes.
• Concentración de frecuencias en 3 grupos.
• Varios medios efectuaron cambios en la estructura gerencial y accionaria sin poner en
conocimiento de la ARCOTEL.
• La dispersión de los documentos dificultó su análisis oportuno.
97
desde el 2016 y parte del 2017 durante el gobierno de Rafael Correa. Esto, al considerar
desde esta organización que la adjudicación tras el concurso se la realizó en función de un
proyecto e intereses políticos, más allá de los nacionales. En referencia a esto, en una
entrevista para el diario La Hora Juan Carlos Solines, vocero del Observatorio de
Frecuencias, calificó a la resolución como “una victoria para el país y para la transparencia”.
Líneas más adelante, el mismo Solines apunta que este proceso llevado en el gobierno de
Rafael Correa debería tener responsabilidades administrativas y penales para quienes la
llevaron a cabo. Esto, al considerar, como ya lo mencionamos, motivaciones sociales y
democratizadoras sino políticas. El activista político nos comenta que:
Creo que el génesis de todo este problema es que el concurso de frecuencias realizado desde
el correísmo nunca tuvo el propósito que se nos dijo: democratizar los medios. Lo que siempre
hubo fue el deseo de buscar aliados y medios sumisos al Régimen de propaganda que
vivíamos (Diario La Hora, 2018).
Por su parte Guillermo León, ministro de Telecomunicaciones, anuncia el 7 de julio ante la
Comisión de Derechos Colectivos de la Asamblea Nacional que el concurso ya estaba
anulado. Para el 11 de julio plantea un nuevo mecanismo que para él solucionaría este
problema provocado por la concordancia de las leyes vigentes y la aplicación de las
adjudicaciones de 2016 y 2017. El funcionario de gobierno declara ante FUNDAMEDIOS
que: “[…] no es necesario hacer un concurso de frecuencias para todo el país y propuso
manejar el espectro radioeléctrico de forma técnica. Para el funcionario, lo ideal sería no
hacer un concurso salvo en casos excepcionales” (FUNDAMEDIOS, 2018).
Sin embargo, quizá intentando respetar el pronunciamiento ciudadano de la consulta popular
y el espíritu de la Ley de Comunicación del año 2013 el mismo encargado de
Telecomunicaciones anuncia que habrá consideraciones para los medios de comunicación
comunitarios. AL respecto, este apunta que:
la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (ARCOTEL) realizó un
estudio de la distribución para la asignación de frecuencias, al precisar que existen 22 zonas
del país que pueden dar servicios de radio y televisión y que se podrían adjudicar 100
98
frecuencias en esas zonas. También aseguró que están estudiando la manera para que los
medios comunitarios no tengan que concursar (FUNDAMEDIOS, 2018).
Con esto, se entenderá desde la perspectiva de Barbero cómo los medios de comunicación
alternativos y su constitución afectan también la constitución del Estado como tal. Pasa,
entonces de su conformación originaria, como un Estado concentrador de poder, a uno que
tiene que mediar con lo popular, entendido desde las organizaciones. En tal virtud, Barbero
nos dirá que:
Esa transformación del sentido de lo popular está ligada entonces no solo ni principalmente
con el desarrollo de los medios sino, como lucidamente lo comprendió Gramci, con los
procesos de centralización política y homogeneización cultural que exigió la constitución de
los Estados nacionales, y con los procesos de desplazamiento de la legitimidad social que
condujeron de la imposición violenta de la sumisión a la organización del consenso por
hegemonía: a las relaciones del Estado- nación con lo nacional- popular (Barbero J. M.,
2002, pág. 130).
En relación directa con el caso, debemos especificar que, si bien el Estado ecuatoriano una
vez concluido el proceso político de Rafael Correa desea un retorno de las frecuencias
concedidas, debido a los errores cometidos en este período, el gobierno, como institución,
debe hacerse también al momento histórico que vive. En este caso específico, como lo
entiende Barbero, el verse a sí mismo desde el relacionamiento de un Estado con lo popular.
Un relacionamiento ligado a las circunstancias históricas, a un proceso que debía encontrar
salida.
Visto en perspectiva, se debe leer, en términos analíticos, el caso ecuatoriano en las mismas
condiciones del argentino, boliviano, venezolano y brasileño. Esto debido a que en todas
estas experiencias de constitución de medios comunitarios se responde a una misma
necesidad, pero también a un mismo fenómeno histórico. El desarrollo en condiciones
desiguales, respecto a las potencias mundiales, las reflexiones de carácter político- teórico al
interior de Latinoamérica sobre su real en el panorama internacional y el establecimiento de
gobiernos progresistas -también como consecuencia de las dictaduras de la segunda mitad
del siglo XX en esta parte del continente, constituyen factor fundamental del desarrollo de
99
medios de comunicación alternativos como una exigencia de sectores sociales con alta
consciencia política.
Bajo este lineamiento, es necesario recordar lo planteado líneas atrás: tres factores que en
América Latina constituyen y son evidencia de que el desarrollo de los medios comunitarios
en todos estos países, incluyendo al Ecuador.
- Al hablar del desarrollo de los medios comunitarios en América Latina y el Caribe se
estableció como primer momento un antecedente histórico que puso, en primer
momento, en debate político internacional las condiciones desiguales de
relacionamiento en el mundo. Bajo esta figura, el desarrollo de los debates por una
comunicación abierta y el NOMIC.
A nivel de Ecuador, es necesario plantear este momento solamente con el objetivo de
identificar que el país estuvo presente en este momento histórico de alto pulso internacional.
Una de las conferencias que dieron como resultado el Nuevo Orden Mundial de la
Información se realizó en el país. De esta forma, comprender que era normal el desarrollo
posterior de un nuevo modelo de entendimiento y representación de los colectivos sociales
respecto de su condición en la estructura social y su posterior interés en poseer medios de
comunicación como respuesta al estatus quo.
- La creación de Políticas Nacionales de Comunicación como resultado del desarrollo
de debates internacionales políticos y académicos respecto de la situación del
continente.
En Ecuador, tal como sucede en los ejemplos internacionales desarrollados en este estudio,
el establecimiento de un gobierno progresista como el de Rafael Correa responde al pulso
político y acontecimientos de mediados del siglo pasado. Su formación y plan de gobierno,
en el mismo sentido, se desarrolla en función de objetivos restauradores del país. Entre estos,
la comprensión de la comunicación desde su complejidad y como poder es fundamental para
100
entender el establecimiento de los medios comunitarios como elemento transformador del
sistema comercial de la comunicación que se había establecido en el país.
- Un tercer momento, el más importante, ya tratado ligeramente en el párrafo anterior,
es la voluntad política de los gobiernos.
Durante el gobierno de Rafael Correa el concurso de radiofrecuencias responde a un plan de
gobierno y a una intencionalidad política. En este sentido, la voluntad política del gobierno
por generar nuevos espacios de comunicación era evidente. La idea democratizadora y
entrega simbólica del poder a las organizaciones sociales aparece como inherente a las
acciones realizadas por el gobierno para fomentar medios alternativos. Bajo el mismo
argumento, en concordancia con el caso planteado, se evidencia que, durante el gobierno de
Lenin Moreno, para el 2018, las complicaciones planteadas por la anulación del concurso
van en detrimento del poder social que se había fortificado. Sin embargo, se va manteniendo
una idea respetuosa con las organizaciones sociales y la voluntad política es aparentemente
la misma.
Sin embargo, el caso ecuatoriano sigue para el año 2018. El panorama político se muestra
indefinido con la política de Lenin Moreno, pese a mostrarse respetuosa de los derechos y
exigencias de ciudadanos y de los colectivos. Muestra de estas nuevas exigencias es el
pronunciamiento de Kléver Chica, titular de la AER nacional, quien presentó la propuesta
durante el primer debate del proyecto de ley donde dice expresamente que:
Las frecuencias que actualmente están concedidas, sean a los sectores públicos,
privados y comunitarios, que no hubiesen presentado cuestionamientos administrativos
legales o técnicos por parte de la Contraloría y sus distintos informes, recibirán el títu lo
habilitante o contrato, en un plazo no mayor a 180 días a partir de la publicación de la
presente reforma (Ecuavisa, 2018).
Sin embargo, pese a las declaraciones del directivo de AER, el ministro de Estado
encargado de este caso se mantiene en que no es necesaria la convocatoria a concurso
nacional de frecuencias nuevamente. De la misma forma, plantea el mismo beneficio
estipulado líneas atrás a los medios comunitarios. Frente a este comentario reiterado del
101
ministro, surgen voces disidentes que creen que es un nuevo intento por devolver el
poder a los medios y empresas privadas. Al respecto, manteniéndonos en la óptica de
Barbero, en donde la presión económica nacional e internacional también juega un rol
importante a la hora de instaurar procesos paralelos, alternativos. Al respecto, el autor
nos menciona que:
Es hora, por tanto, de pensar en la homogenización por fuera de su acostumbrada
vaguedad desagregando las operaciones que entraña. En su sentido fuerte -
transnacional- la acción de los medios se inserta en el proceso de desvalorización y
neutralización tanto de lo propio como de lo otro, esto es una pérdida del sentido del
intercambio entre las diferentes culturas por imposiciones y refuncionalizaciones que
las integran desintegrándolas y las subordinan indiferenciándolas (Barbero J. M.,
2001, pág. 50).
Para explicar esto es de fácil hacerlo a través de la década de los años 70’. Revisando los
casos expuestos anteriormente se encontrará cómo la Sociedad Interamericana de Prensa y la
Asociación Interamericana de Prensa se oponen al avance de las Políticas Nacionales de
Comunicación planteadas a través de los informes de la UNESCO. El planteamiento inicial
usado para oponerse a las PNC fue que significan un atentado contra la libertad de expresión.
Toda política que venga del Estado significaba una afrenta contra la labor mediática nacional
e internacionalmente. Este poder se iba notando en los detenimientos de países como el
mismo Ecuador de seguir realizando las cumbres de la UNESCO en su territorio.
En nuestro país, de manera específica, para y después del año 2013 se utilizan los mismos
argumentos de la década de los 70’ para contrarrestar esta ley. Líderes sindicales, periodistas
y generadores de opinión pública calificaron como “Ley mordaza” a la ley que rige la labor
de la comunicación en el Ecuador. Para el 2018, al contrario, con los intentos del gobierno y
los sectores políticos nacionales por enmendar la LOC se habla de un retorno a la democracia
en el país. En este sentido, David Kaye, relator de las Naciones Unidas menciona que
“Ecuador camina a la libertad de los medios”.
Con esto, se comprende la inserción e injerencia del sector político internacional al interior
de los países. Esto, en relación directa con las reflexiones de Barbero aquí citadas.
102
Un intento homogeneizador, lejano al plan de gobierno se advertiría entonces frente a la
negativa de realizar un nuevo concurso de frecuencias y la imposibilidad de dejar en el vacío
el espacio radioeléctrico. Una imposibilidad de la que, necesariamente, nacería un nuevo
modelo de comunicación que bien podría implantarse a través del debate a las reformas a la
LOC planteadas por el ejecutivo desde inicio de su gobierno en el 2018. Un panorama que
se plantea a sí mismo como aún respetuoso a los medios comunitarios de comunicación, pero
no presenta garantías reales para su funcionamiento, menos aún para su impulso en el
Ecuador tras el mandato de Lenin Moreno y su cercanía con los medios privados de
comunicación.
103
Caso dos: Caso Yunda.
El presente caso será detallado de manera breve. Esto, debido a que se ha detallado ya la
reversión de frecuencias en el Ecuador con motivo, entre otros, de la concentración de
frecuencias en el país. Su único motivo será evidenciar para esta investigación dos elementos
importantes en el país: El primero de estos, como al interior de los mismos gobiernos
progresistas se permitió la acumulación del poder mediático, aun manteniendo la postura
democratizadora de los medios. El segundo de estos, un traslado de la discusión entre
antagonismos planteada entre lo público y privado hacia la escena política. Con esto,
demostrando la irrigación y motivación política de los medios de comunicación del Ecuador,
más allá de toda fórmula redistributiva.
Jorge Yunda, médico, político y concesionario de frecuencias en el Ecuador. Para inicios de
2018, ya en el gobierno de Lenin Moreno y con el informe de Contraloría respecto al
concurso de radiofrecuencias en el Ecuador de 2016, se lo determina como uno de los dueños
más grandes de medios de comunicación en el Ecuador. Según el informe de Contraloría,
este político ecuatoriano concursó en 2016 a través de 12 empresas por 46 frecuencias, 4 en
televisión y 42 en radio.
El nombre de este político ecuatoriano consta dentro de este informe en el que se detectan,
junto con otros empresarios, como se venía anunciando de forma más general en el caso
anterior, un nuevo emporio privado de la comunicación en el Ecuador. Yunda, por su parte,
antes de las disposiciones de julio de 2018 se negaba a ser accionario del Grupo Canela Corp.
En junio de presente año, en declaraciones frente a varios medios de comunicación, el
empresario se aleja del gobierno de Rafael Correa y sostiene que no es accionario de medios
en el país. Jorge Yunda dice que:
El asambleísta de Alianza PAÍS, Jorge Yunda, aclaró que tener concesiones de frecuencias
"no es malo, no es ilegal", sin embargo, aclaró que él fue concesionario en la ciudad de Ibarra,
Guayaquil y Ambato hace unos 15 años. Hoy por hoy dijo tener una productora llamada
Radio Canela S.A., pero aclaró que no tiene estaciones radiales. Yunda explicó que se dedica,
a más de su labor como asambleísta, a la producción de contenidos, eventos artísticos,
deportivos que son vendidos a diversos medios. Su marca ha sido puesta en varias radios del
Ecuador y del mundo, pero no significa que las radios donde las coloca sean de su propiedad
(ecuadorinmediato, 2018).
104
Entender este proceso de negación frente a un informe que determina la acumulación de
medios de comunicación es hacerlo en términos históricos y desde la complejidad del
desarrollo y disputa por espacios mediáticos en Latinoamérica. A través del caso Yunda si
bien no puede confrontarse una idea alternativa frente a una comercial, si refleja las
condiciones políticas de los medios de comunicación. Así como en Argentina, por ejemplo,
cuando Grupo El Clarín con más del 35% del total de frecuencias nacionales evidencia una
clara monopolización de medios y, al mismo tiempo, como se aclara en el apartado respectivo
de esta investigación, la disputa contra el avance de los medios comunitarios ya no se realiza
ni siquiera dentro del campo normativo, en el reconocimiento o no de lo comunitario. Al
contrario, es la misma política de los gobiernos la que permite y deja ver motivaciones
políticas alrededor de cada concentración de poder mediático. El caso Yunda es un ejemplo
claro de esto. Un Estado donde desde 2016 se le permite la incursión y acaparamiento de
frecuencias y en medio de un acalorado panorama electoral, con Yunda a la cabeza de las
primeras encuestas por la alcaldía de Quito se promueve la separación de sus adjudicaciones.
En relación con lo referido, para el 4 de octubre por disposición de la Contraloría inicia el
proceso de reversión de adjudicaciones al político. Yunda, envuelto en el caso, según
información de varios medios de comunicación empieza un cambio no autorizado, ilegal, de
propietarios de estos medios de comunicación. Se promueve de forma directa y frontal un
rechazo a la política de gobierno en menester a las consideraciones e intereses privados. De
forma textual, el informativo La República menciona que:
La Contraloría determinó que los directivos de estos medios transfirieron acciones y
cambiaron de representaciones legales sin la autorización de la Arcotel, actos prohibidos por
la ley “lo que ocasionó que estos, continúen operando e incluso participen en el concurso
público de frecuencias, inobservando las causales de terminación de concesión de frecuencias
por hallarse incursos de manera comprobada en la disposición que prohíbe la transferencia
arrendamiento o enajenación de la concesión”, indica la entidad (República, 2018).
La reversión de frecuencias, como se indica en el caso anterior de manera más detallada es
inminente en un cambio en el timón político de un país. Sin embargo, el caso del asambleísta
Yunda nos deja ver, aunque de manera dispersa y en ocasiones confusa, como al interior de
un gobierno de corte progresista como el de Rafael Correa, fuera de la política macro de
gobierno, también se deja concentrar frecuencias en el país. Al estilo del caso brasileño,
105
parecería que el gobierno ecuatoriano durante el período de ejecución del concurso por el
espacio radioeléctrico jamás se alejó totalmente de los espacios de poder, al contrario,
impulsaba una línea política propicia para su proyecto.
106
Caso tres: Adjudicación de frecuencias a medios comunitarios:
Para inicios de julio de 2018, una vez adoptadas las medidas dispuestas por la Contraloría
General del Estado, los medios de comunicación comunitarios a través de entrevistas o
comunicados oficiales de las organizaciones sociales que los cobijan se pronuncian. Esto,
luego de que desde el gobierno naciera la idea de no encontrarse formalmente en la LOC su
funcionamiento y consideraciones de acciones afirmativas tomadas en cuenta en el concurso.
Sus pronunciamientos se realizan en rechazo a esta postura que desde los las coaliciones de
medios comunitarios consideran atentatorias contra su existencia.
Para estos sectores sociales sus medios son totalmente legales y responden a las necesidades
históricas del Estado ecuatoriano. Por tanto, solicitan no se eliminen en su caso la concesión
de frecuencias. Al contrario, en un documento expedido en rueda de prensa por 25
organizaciones se plantea cumplir con el macro objetivo ecuatoriano de otorgar el 34% del
total sobre el espacio radioeléctrico nacional a los medios comunitarios. Al respecto, esta
coalición de dirigentes sociales y adjudicados en el concurso del año 2016 se pronuncian de
la siguiente manera:
FUENTE: (CONAIE, 2018).
Vemos con profunda preocupación que este Informe disponga la anulación del Concurso Público
de Frecuencias para medios de comunicación privados y comunitarios, convocado el 12 de abril
de 2016. Consideramos que recomendar la anulación de este Concurso sigue postergando la
aplicación de un real mecanismo que redistribuya las frecuencias el país, impidiendo así que el
Sector Comunitario alcance el 34% del espectro radioeléctrico contemplado en la Ley de
Comunicación
Frente a esto, exigimos se respete un proceso de redistribución de frecuencias público, abierto,
pues a pesar de limitaciones y fallas, es un mecanismo adecuado. El Concurso Público de
Frecuencias, convocado en 2016, es el primer mecanismo abierto y público que se realiza en
Ecuador para concesionar frecuencias de radio y televisión, donde participaron organizaciones
sociales, comunidades, pueblos, pertenecientes al sector comunitario de la comunicación, que en
su mayoría no han accedido a medios de comunicación antes.
De manera especial nos preocupan las observaciones realizadas a las Medidas de Acción
Afirmativa dadas durante el Concurso a los Medios Comunitarios. El Informe de Contraloría
concluye que el puntaje del 30% otorgado a medios comunitarios es “ilegal” por no estar señalado
explícitamente en la Ley de Comunicación. Sin embargo, esta medida adoptada por ARCOTEL
y CORDICOM cumplió con el mandato constitucional que, en el numeral 2 del artículo 11 de
Constitución, faculta al Estado a adoptar medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad
en favor de titulares de derecho que se encuentren en desigualdad.
107
Frente a este pronunciamiento, es de fácil comprensión que los medios comunitarios en el
Ecuador no consideran, bajo ningún motivo, perder los espacios que consideran
históricamente suyos. Debido a esto, la coalición de los dueños de medios comunitarios, en
esencia organizaciones sociales y campesinas, con organizaciones incluso de índole política
que impulse su defensa de derechos frente a un Estado que arecería no garantizar su
existencia e impulso en el Ecuador.
Retomando los casos planteados en este estudio, debe retomarse el papel que los medios de
comunicación privados internacionales optaron en la década de los 70’. Las reuniones
privadas organizadas por los dueños de medios con invitaciones para la defensa de la libertad
de expresión en el continente. Esto, es claro en la cita de la AIR en donde se establece
la realización de un congreso de radiodifusión privada a celebrarse en alguno de los países
del continente, a fin de aunar ideas y esfuerzos tendientes a fortalecer la contribución de la
radiodifusión privada de América a la cultura universal, a la consolidación del principio de
libertad de pensamiento y expresión (IAB, 2018, pág. 50).
EL intento por controlar y mantener el poder adquirido desde los medios privados, como
notamos, es permanente. Las empresas de comunicación no solamente cuidan su presencia
en el espacio radioeléctrico, sino, sobre todo, su actuación en el escenario político.
De conformidad con esto podemos abordar varias líneas teóricas planteadas alrededor de
todo este estudio. Para hacerlo, se inicia con la idea de Jesús Barbero al realizar sus
consideraciones políticas sobre las organizaciones sociales. Para este autor dentro de un
contexto político las organizaciones sociales actúan de forma también política y organizada
con demandas claras frente al nuevo marco de pensamiento que se va instaurando. Una
postura insurgente y con demandas propias. Barbero, al respecto, nos comenta que:
Se rompe con una concepción instrumentalista del Estado que está abriéndose camino y con
la que intenta dar cuenta tanto de las nuevas contradicciones a que le enfrenta el desarrollo
de las multinacionales como de su intervención extendida hoy al conjunto de la vida cotidiana
y la consiguiente politización de esa esfera social (Barbero J. M., 2002, pág. 110).
108
Así mismo, al plantear una discrepancia entre el sector social con el político debemos
mencionar, en términos del mismo autor, una ruptura de lo que él llama la complicidad del
dominado. Respecto a esto, Barbero apunta que:
[…] solo si se desmonta la complicidad del dominado, será posible romper con las diferentes
formas de populismo y comprender que la liberación es problema del oprimido, que es en él
done se encuentran las claves de su liberación. Esta perspectiva es fundamental en la
investigación de los medios masivos ya que esa complicidad, desde, y en, el imaginario
colectivo, es la materia prima con que trabajan los Medios, ya que en ellos las esperanzas de
las masas populares son cotidianamente atrapadas y vueltas contra esas mismas masas”
(Barbero J. M., 2002, pág. 111).
Una vez movilizado, el sector de las organizaciones sociales del Ecuador se plantea así
mismo al final de este comunicado emitido en el mes de julio del año 2018 como expectante,
vigilante y atento a cualquier pronunciamiento desde el Estado. Con esto, se anuncia desde
las organizaciones con títulos habilitantes en medios de comunicación, y aquellas que
querrían incidir en el medio, que el gobierno debe garantizar sus derechos y cumplir con el
mandato popular de la LOC aún vigente hasta el mes de octubre.
Bajo estos mismos lineamientos para el 12 de julio, desde CORAPE se rechaza también
totalmente toda actividad en contra del concurso de radiofrecuencias. Se pide, desde este
sector amplio de la comunicación, un análisis uno por uno que tome en cuenta incluso la
inversión que han realizado las comunidades y organizaciones para poder tener su propio
medio comunitario. Jorge Guachamín, secretario ejecutivo de esta organización, frente a los
comentarios realizados por autoridades de Estado frente a la realidad de los medios
comunitarios se pronuncia de la siguiente forma:
Nosotros estamos totalmente en desacuerdo, estamos con una indignación sobre el proceso
del concurso, ya que nunca fue tomado en cuenta a toda la gente y organizaciones que están
detrás y que han postulado en el concurso”, reiteró. Aclaró, sin embargo, que nunca estarán
de acuerdo con la concentración de medios, lucha por la que han apostado durante años, para
que, en este sentido exista una redistribución también a medios comunitarios
(Ecuadorinmediato, 2018)
Como notaremos en este extracto de su pronunciamiento los medios comunitarios en el
Ecuador empiezan a introducirse en el marco político nacional. Esto, en relación con las
109
reflexiones de Mario Kaplún, sería el resultado de su alto nivel de conciencia política y
organizativa. Debido a esto, su deseo de pasar de ser expectantes de la realidad política de su
país y esperar pronunciamiento a su favor, a ser actores políticos con exigencias propias y
necesidades también particulares. AL respecto, es necesario citar un extracto de la reflexión
del autor al respecto de lo comentado:
Los sectores populares quieren seguir siendo meros oyentes; quieren hablar ellos también y
ser escuchados. Pasar a ser interlocutores. Junto a la comunicación de los grandes medios,
concentrada en unos pocos grupos de poder, comienza a abrirse paso una comunicación de
base; una comunicación democrática, popular, comunitaria (Kaplún, 1985, pág. 67).
Bajo este 1mismo sentido, siguiendo el pronunciamiento de la CORAPE, es necesario
apuntar que las organizaciones sociales en el Ecuador plantean exigencias al ejecutivo. Han
pasado a ser parte de su agitar político y generan opinión en temas que les conciernen a nivel
nacional. Su nivel de exigencias, como sujetos políticos, son entonces de nacional. Así, su
secretario ejecutivo hace un llamado de atención al presidente Lenin Moreno recordándole
que también son parte de este proceso y necesitan ser escuchados para su resolución.
Guachamín comenta en este mismo espacio que:
Ellos se reunieron con los medios privados y nunca lo hicieron con los comunitarios.
Exigimos que nos reciban para exponerles las problemáticas a nivel nacional. No se trata de
3 o 4 medios comunitarios, somos una gran cantidad de ellos los que han postulado
(Ecuadorinmediato, 2018)
Para finales de septiembre del año 2018, con un concurso casi asegurado, la agremiación
creada sobre los medios comunitarios defiende la postura de mantener una distribución
equitativa entre la tipología considerada en la Ley Orgánica de Comunicación. Así mismo,
se defiende la programación nacional, se plantean franjas de pautaje estatal en la
programación de los medios comunitarios y propuestas de reformas y conceptos de los
medios comunitarios dentro de la comprensión que el Estado debe tener de ellos.
Bajo lo mencionado, otra agrupación nacional emite un comunicado desde el sector
comunitario para finales del mes de septiembre de 2018. En este documento esta agrupación
nos habla de sus exigencias respecto a la forma y mecanismos de adjudicación de frecuencias:
exigimos se mantenga el mandato de asignar frecuencias exclusivamente por la vía de
concursos transparentes, abiertos y separados para medios privados y comunitarios, y en el
110
caso de éstos últimos, se apliquen las medidas de acción afirmativa, como ordena la
Constitución. Rechazamos abiertamente la intención de aplicar otros mecanismos arbitrarios
y fuera de ley, como la figura de renovación automática de frecuencias para medios privados,
que han sido inclusive objeto de un explícito cuestionamiento por parte del Relator Especial
para la Libertad de Expresión. (Ecuadorinmediato , 2018).
Bajo los mismo argumentos Ana María Acosta, representante de 13 medios comunitarios se
pronuncia y plantea la necesidad de profundizar la creación y apoyo a los medios
comunitarios. Esto, pese a reconocer que el informe enviado a la Asamblea Nacional, en
primer debate, aceptó varias de sus propuestas planteadas desde su sector. Esto, sobre todo
al asegurar se va a respetar la división porcentual espacio radioeléctrico en el Ecuador. Sin
embargo, sí se solicitan mecanismos efectivos que generen la participación de los medios
comunitarios para el acceso a una frecuencia solicitada en los concursos abiertos. Esto lo
hace luego de asegurar que según estadísticas de la Superintendencia de Telecomunicaciones
para el año 2018 apenas el 1,7% del total de medios en el Ecuador le pertenecen al sector
comunitario. La activista nos comenta para inicios del mes de octubre, siendo la última
declaración que manejaremos en este trabajo de estudio, que:
El sector y los medios comunitarios estaremos muy atentos a que no se introduzcan cosas a
última hora, que transformaban todo el espíritu de una ley democrática. Consideramos, por
ejemplo, que la transitoria propuesta por la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusores (AER)
es inconstitucional, que lo que haría es generar un caos en cuanto a la redistribución del
espectro radioeléctrico. No deben ser arbitrarios como puede ser la renovación automática e
ilegítima. Consideramos, además, que es una forma de poner en riesgo el sentido de la ley,
de decir que todas las personas tenemos derecho a acceder a las frecuencias porque son
recursos públicos, administrado por el Estado (Ecuadorinmediato , 2018).
La conformación de agrupaciones generales de medios comunitarios nos deja apreciar uno
de los factores evidenciados por Kaplún como necesarios para el desarrollo de los medios
comunitarios: la dinamización y cohesión de los movimientos sociales (Kaplún, 1985, pág.
78).
Esta cohesión, a su vez, es el factor bajo el que se desarrollará la llamada cohesión valórica
planteada por Rosa María Alfaro. Esta autora apunta que:
la cohesión valórica que sostenía a la comunicación popular se situaba en el campo de la
solidaridad humana, entre sujetos de una misma clase o sector social. Se trataba siempre de
crear vínculos y compromisos. Fueron las épocas de dar voz al que no tiene voz,
permitiéndole que pudiese expresarse y ser protagonista (Alfaro, 2008, pág. 923).
111
El sujeto y las organizaciones sociales adquieren en el Ecuador un sitial en la coyuntura
política nacional. Esto, debido a su defensa y lucha por derechos y espacios que garanticen y
cumplan el mandato constitucional y democratizar del espacio radioeléctrico ecuatoriano.
Con esto, no solo otorgando espacios a los medios comunitarios, sino, sobre todo, como lo
plantea la Misma Rosa María Alfaro y Marío Kaplún dando voz a aquellos sectores y
personas que no la han tenido durante años. Una demanda histórica que para el Ecuador del
año 2018 no se ha cumplido sino solo parcialmente y bajo grandes riesgos de quedar relegada
tras la decisión de anular el concurso de frecuencias en el país tras el informe de contraloría.
Esto, lo habremos también notado en perspectiva con la organización de los sectores sociales
en Brasil que logran, tras varias disputas internas, conseguir espacios en los medios de
comunicación y consolidan al interior de este país el llamado Movimiento por la
Democratización de la Comunicación. En el caso ecuatoriano, para el 2018, también se
conforman las agrupaciones nacionales por la defensa de los medios comunitarios.
Entendemos con esto, para finalizar, en términos de Barbero y planteamientos de esta tesis a
tres elementos necesarios para la conformación de un nuevo modelo de comunicación, al
servicio de las comunidades, alternativos: la movilización y alta consciencia de los
movimientos sociales, la voluntad política de los pueblos y el momento político de la mano
de generación de las PNC.
Queda claro con esto. La Ley Orgánica de Comunicación y el concurso de radiofrecuencias
hasta el mes de octubre de 2018 queda abierto. Esto, pese a los ofrecimientos y acuerdos del
gobierno nacional por respetar la voluntad del pueblo en la consulta y los derechos de las
agremiaciones que accedieron a los medios comunitarios. Sin embargo, la disputa sigue
abierta.
112
5. Conclusiones
Conclusión Uno
El desarrollo de los medios comunitarios en el Ecuador responde, como en otros
ejemplos latinoamericanos, a un proceso de desarrollo histórico complejo que, en una
coyuntura o momento histórico, permite su reconocimiento desde la realidad, desde los
hechos concretos.
Jesús Martín Barbero, uno de los autores usados en este estudio para explicar el nacimiento
de un nuevo modelo de comunicación en el mundo, reflexiona sobre cómo el nacimiento de
los medios comunitarios responde a un momento histórico, más allá de otros factores como
el político que dan apertura a este proceso. Bajo esta línea, aunque con detenimientos,
entendemos en este estudio que los medios de comunicación comunitarios en el Ecuador
responden también a este momento histórico propicio para el desarrollo de espacios
alternativos de expresión, como producto no solo de demandas que podrían llamarse
históricas, sino a un contexto general que vehiculiza a los estados a la modernización y
concesión de derechos colectivos principalmente.
Para empezar, es necesario señalar que antes de la aplicación de la Ley Orgánica de
Comunicación del año 2013, el Ecuador no reconocía a los medios comunitarios más allá de
los que estaban a cargo del sector religioso. De la misma forma, tema también planteado en
uno de los capítulos de esta tesis los alcances de estos se limitaban a la educación de las
poblaciones, sobre todo rurales en las que existían. Pero, de forma aún más determinante está
que el país otorgaba frecuencias bajo modalidades incluso políticas, con la Ley de Televisión
y Radiodifusión que permitía, sin forma legítima, a los dueños de medios de comunicación
hacerse de frecuencias a través de la negociación política. Esto, al ser parte de las comisiones
evaluadoras y otorgantes de permisos de funcionamiento a medios en el país.
Sin embargo, luego de la aplicación de la LOC el Ecuador reconoce expresamente la
existencia de los medios comunitarios. Así ismo y por primera vez en la historia del país se
convoca para el año 2016 a un concurso abierto por radiofrecuencias en done se establece
dividir el espectro nacional en tres partes iguales para los medios públicos, privados y
comunitarios.
113
Bajo este argumento, comprendemos en este estudio que la instalación de los medios de
comunicación comunitarios si bien respondió a la voluntad política de los gobiernos, estos
eran parte del conjunto de ideas y mandatos progresistas que se instalan en la región desde la
primera década del siglo XXI. Por ende, es producto de su reconocimiento como parte del
desarrollo histórico y la experiencia dejada por las discusiones de finales del siglo XX. Un
desarrollo que en América Latina de muestra de forma pareja e incluso paralela. Brasil,
Argentina, Bolivia, Venezuela y Ecuador desarrollan y extienden su industria de la
comunicación en función de la ideología de sus gobiernos. En todos los casos estos suceden
con mandatarios formados bajo las contracorrientes del pensamiento de finales del siglo XX
y un mismo paraguas ideológico.
114
Conclusión Dos
La democratización de la comunicación en el país, a través de la redistribución
equitativa y abierta de las frecuencias de radio y televisión, según lo establece la Ley
Orgánica de Comunicación vigente en el país, queda abierta para el 2018. No existe un
real cumplimiento de la norma vigente en el Ecuador y las frecuencias siguen en manos
del sector privado.
Desde junio de 2018, con el cambio de mandatario y modelo de gobierno el concurso de
frecuencias en el Ecuador queda anulado. Pero, con esto, fuera del aspecto técnico, el proceso
de redistribución de las frecuencias y la devolución del poder a los sectores civiles y
colectivos sociales en el país queda en entredicho.
Si bien desde el año 2008 el gobierno de Rafael Correa, a través de SENPLADES,
CORDICOM y ARCOTEL introduce mecanismos para la creación y fortalecimiento de
medios comunitarios, para el 2018 esto se termina. Bajo el argumento del nuevo intendente
de comunicaciones el Ecuador plantea incluso que no es necesario la realización de concursos
y que el gobierno puede asegurar a las organizaciones su participación dentro de los medios
de comunicación. Sin embargo, todas las medidas tomadas, las acciones afirmativas
otorgadas al sector comunitario quedan anuladas. Las promesas políticas convulsionan los
sentidos del sector comunitario y obligan a este de la mano de organizaciones políticas
populares a organizarse y pronunciarse.
Sin embargo, pese a las promesas desde el ejecutivo, para octubre del año 2018 no existen
ideas claras de lo que sucederá con el sector comunitario en el país. Esto, sin perder de vista
que para el 2017 los medios alternativos no llegaban, ni de lejos, a la propuesta general de
ocupar el 34% del espectro radioeléctrico nacional.
La oportunidad del sector comunitario, así como su existencia atada al nuevo régimen
político nos impide concluir firmemente esta tesis. Por tanto, se entenderá para motivos de
finalizar este trabajo de estudio que su destino queda abierto, limitado a la organización
política y presión que los colectivos puedan ejercer sobre los medios y, sobre todo, al nivel
de compromisos que este mantiene con los empresarios de la comunicación que también ven
el este nuevo régimen una posibilidad de retomar su poder perdido.
115
Como en Argentina, Brasil o Bolivia, casos enunciados en este proyecto de grado, la voluntad
política de los gobiernos determina el desarrollo o detenimiento de la redistribución del poder
mediático. El desarrollo de cuerpos normativos, si bien permite la existencia e impulso de
estos medios y su otorgamiento a sectores de alta organización y conciencia política, no
impide a los mandatarios su detenimiento por la vía política.
116
Conclusión Tres
La democratización de la comunicación en el país, a través de la creación y
fortalecimiento de los medios comunitarios no es una realidad para el 2018. El gobierno
de Lenin Moreno tampoco presenta garantías reales para su existencia e impulso en el
país.
A través de lo descrito en el presente trabajo de grado comprendemos que desde junio del
año 2018 el país no presenta garantías reales para los medios comunitarios en el Ecuador.
Esto, lo hacemos desde un análisis de la idea primigenia y fundamental de este trabajo,
sustentado en varios autores, de considerar a los medios de comunicación como centros de
discusión y disputa de poder político de las naciones. Una característica que, en el caso
ecuatoriano, así como en los demás de la línea política progresista de Latinoamérica de
inicios de este siglo, genera conflictos en la recesión del poder de los ideólogos de los líderes
de estos movimientos.
En el caso ecuatoriano, este cambio de gobierno y plan de gobernabilidad, aunque bajo una
aparente misma línea ideológica, se refleja en la postura antagónica que muestra Lenin
Moreno frente a Rafael Correa en todo ámbito de decisión. Así, en un marco general, los
cambios sucedidos en todos los niveles de poderes de un Estado. El ejecutivo, representado
en la misma política ecuatoriana actual; el legislativo, en un cambio y acomodo de bancadas
nacionales; el judicial con los cambios en los representantes de las comisiones nacionales, el
poder ciudadano y como no, el poder mediático con sus constantes acomodos e intentos de
modificaciones a reglamentos y a la misma LOC vigente en el país.
Todos estos cambios en nivel político constituyen en el Ecuador un escenario de conflictos
para todo aquello planteado en el plan de gobierno del Correísmo en el Ecuador. Los medios
comunitarios no escapan de esta disputa entablada contra políticos o movimientos. Los
ejemplos citados arriba muestran una reorganización de las organizaciones sociales en contra
del avance de una política que afecte al sector comunitario.
Es esta disputa de origen político que genera inestabilidad en el país e inseguridad para los
medios comunitarios que, pese a las promesas de autoridades de Estado, no encuentran planes
nacionales reales que intenten extender los medios alternativos, de impulsarlos. De dar
117
garantías a las organizaciones que ven en este proceso, todavía, una posibilidad
democratizadora de la información, del poder mediático, una disputa por la verdad que tomò
sentido en este siglo y parece haberse quedado en el mismo, a través de la transición política
y el antagonismo de los líderes de turno y sus compromisos políticos.
118
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