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UN Informe del Estudio sobre la posibilidad de establecer un sistema mundial de información científica ISIST realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y el Consejo Internacional de Uniones Científicas Unesco

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U N Informe del Estudio sobre la posibilidad de establecer un sistema mundial de información científica

I S I S T realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y el Consejo Internacional de Uniones Científicas

Unesco

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Edte indome bobhe & UNISIST ha dido pubEcaáo b.imlLe*bnmente en wpañoL, @anc64, ingLO2 y m o . La ueh6i6n en lengua ebpañoh due p e p a d a poh h O&icivla de Ciencias de h Unebw pata

duccidn con~.kzda aL Dh. Raúl 1. C m d d n

Condejo (UacionaL de Inue6tigacioneb Cientrdkas y Técnicas de AhgentUza.

Amc!X~a L a t ¿ ~ (Montevideo] y Zta-

Pheb.idide&e de h FID/CLA paha d pe- hiodo 11963-19651 y e~-bcchetaLi~ d d

Publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura

Impreso en laoficina de Ciencias de la Unesco para América Latina (Montevideo) SC.70/D.75/S.

Place de Fontenoy, París V I 1 - Francia

Edición española, Unesco, 1971 8 C Edición francesa, Unesco, 1971 0 Edición inglesa, Unesco, 1971 0 Edición rusa. Unesco, 1971

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En vista del papel fundamental que la informa- ción científica y &mica ha llegado a desempeñar en el desarrollo de las naciones, hace varios años el Director General de la Organización de las Na- ciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Uwsco) fue autorizado (1) para emprender y llevar a cabo, juntamente con el Consejo Interna- cional de Uniones Científicas (CIüC), un estudio sobre la posibilidad de establecer un sistema mun- dial de informacián científica (UNISIST) (2).

La Unesco y el CIUC emprendieron decididamente este esfuerzo conjunto para dar una respuesta ade- cuada al "desarrollo de la infomción", con el que se enfrentan hoy las cmidades científicas del mundo. Este desafío surge CCB[ID consecuencia de la proliferación de los programas de investigación y desarrollo, el volumen creciente de la información resultante de dichos programas que es publicada, los costos ascendentes de los nuevos sistemas para el manejo de esta información y la carencia de me- tcdologfas cmptibles y canunes sobre servicios de informaci6n. Otro imprtante motivo de preocupa- ción fue el desnivel cada vez mayor entre los paí- ses desarrollados y los en desarrollo, que resulta de tales problerias no resueltos. La necesidad de coordinar las tendencias actuales hacia el forta- lecimiento de la coopración internacional en este campo, fue también un poderoso incentivo para aco- meter el estudio.

En enero de 1967 se creó el comité Central Unesm /CIUC encargado de efectuar dicho estudio de facti- bilidad. El Comité contó con la colaboración de seis grupos de trabajo a los que se asignaron ta- reas específicas. Se benefició, adds, con la asis

tencia técnica de un C d t é Ejecutivo y un W t é Consultivo.

El presente estudio es el resultado de los es- fuerzos de la ünesco y el CIUC, en coaperación con otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, organismos internacionales no gubernamenta- les de carácter especializado y personas de recono- cida autoridad en los temas involucrados. Unesco desea expresar su gratitud a todas las organizacio- nes y personas que participaron en el estudio del UNISIST y en particular al Profesor Harrison Brown, quien presidió el Canité Central Unesco/CIUC, por su inestimable contribución.

En el siguiente informe se brinda una descrip- ción del sistema mundial de informaci6n científica y se arriba a la conclusi6n de que el estableci- miento de un tal sistema es tanto necesario c m posible. Se advierte, además, que para orientar y catalizar desarrollos en el campo de la información científica se hace necesario un programa continuado, prmvido y patrocinado juntamente por organizacio- nes internacionales, gubernamentales y no guberna- mentales.

Un importante paso hacia la implantación del sistema aludido será la Conferencia interguberna- mental prevista para octubre de 1971. Esta canfe- rencia reunirá a los funcionarios estatales encar- gados de la planificación y ejecución de los pro- gramas de infomción científica, junto con hmbres de ciencia y especialistas en informaci6n científi- ca, con el objeto de que puedan definir los medios de establecer el sistema de información descripto en las páginas que siguen.

* * *

(1) Resoluciones 2.222 y 2.151 aprobadas por la Con_ ferencia General de la Unescoensus 14a.(1966), y 15a. (1968) reuniones, respectivamente. llevar a la práctica sus recamendaciones.

(2) UNISIST: sigla que representa el estudio de vi& bilidad y el futuro programa recanendado para

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Exaro. Sr. René Maheu, Director General, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura Place de Fontenoy, París 7 Francia

Señores , Tengo el hnor de presentar a Uds. el informdei

Canité Central establecido de cmún acuerdo por Uds. para estudiar la posibilidad de establecer un siste ma mundial de información científica (UNISIST) (1)

Celebro @er informar a Uds. que el C d t é en pleno estd de acuerdo en que un sistema mundial de minformaci6n cientlfica, considerado ccnm una red flexible basada en la cooperación voluntaria de los servicios existentes y los que se crearán, es factL ble. Además, desde el punto de vista de las necesi- dades de las canunidades científicas y tecnológicas, una red de servicios de infomción de ese tipo es tan conveniente cuan necesaria.

El estudio del UNISIST es el fruto de un estudio que hesnos rsalizado durante cuatro años. En princi- pio, todos los miembros del C d t é Central suscri- ben este informe, aunque algunos de ellos no están plenmte de acuerdo con todos sus detalles.

El problena que el Carnité habla de era cqlejo. h su forma popular ha sido lamentablemq te designado ccmm "explosión de la información". Se dice con frecumcia que el númro de artfculos e e formes científicos y técnicos aunienta a un ritmo tan vertiginoso que los cientlfims no pueden ya, sin extrema dificultad, mantenerse al corriente de la labor que realizan sus colegas. Unas prácticas de distribucián defectuosas y unas bibliotecas con escasos fondos y personal reducido dificultan el ag

(1) H m s definido caro "infomción científica" la infomiación esencial para el progreso de la ciencia en sus contextos básico, aplicado y te2 nológico.

Excmo. Sr. V.A. Ambartsmian, Presidente, Consejo Internacional de Uniones Cientlficas, Academia de Ciencias de la R.S.S. de Armenia, Areván, Anenia , U.R.S.S

ceso, la diversidad de idiomas en que están redac- tados constituye una nueva dificultad.

Estas son además las caracterfsticas más cono- cidas del problema. WTIOS evidentes, pero más radi- cales son las necesidades de información que cam- bian constantenente en la canunidad científica mun- dial. El enfoque interdisciplinario de los proble- m s del medio ambiente, por ejenplo, requiere una información procedente de muy diversos sectores de la ciencia: qulmica, biología, sociología, por men- cianar sólo alvas. Las necesidades que están apa- reciendo en las ciencias aplicadas, la tecnología y la técnica añaden nuevas cmplicaciones. Los servi- cios clásicos de infomción, las revistas científi cas, los servicios de resúrenes anallticos y de in- dización y las bibliotecas han mostrado todos ellos su incapacidad de ajustxse rápidamente a estas nug vas exigencias. El logro de formas nuevas y flexi- bles de servicios de información que sirvan para responder a esas necesidades constituye el problema fundamental; el aumento de volunen que entraña la "explosi6n de la infomción" no ha hecho más que agravar la dificultad con que tropiezan los siste- mas para adaptarse rápidamente.

1

Durante muchos años se han estudiado diferen- tes aspectos de este problema en el plano nacional e internacional. El estudio del UNISIST representa una tentativa de resolver estas cuestiones a esca- la mundial.

Procurando satisfacer este nuevo tipo de deman- da, los países industrializados han recurrido a la tecnologla de cmicación más adelantada. Un siste- ma de calculadoras, por ejemplo, ofrece la posibili dad no sólo de manejar grandes cantidades de infor- mación a gran velocidad, sino también la de organi- zar y reorganizar unidades de información proporcig

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nando así la flexibilidad de que carecen los siste- m s tradicionales.

Con todo lo que los sis-s mecanizados prmi- ten esperar, esas soluciones han creado, a juicio de muchos observadores, nuevos problenias. Al irse c r d o sistemas electrónicos de tratamiento, loca- lización y recuperación sin pensar en su compatibi- lidad, jestarán construyendo los servicios de irúog macián científica una nueva torre de Babel? h vez de mejorar la carninicación internacional en las ciencias, ¿lograrán empeorarlas fragmentándola en miles y miles de sistenias independientes, cada uno de los cuales repetirá hasta cierto punto el traba- jo de los d d s ?

miste una ccmplicación más. El problema que he- mos descripto es pxacterístico de los palses muy industrializados. ia mayoría de los países en vías de desarrollo, y también un n k o considerable de los desarrollados, carecen de una infraestructura 5 d a d a de bibliotecas y de centros de información a partir de los cuales se pueda trabajar. ¿C€ino po- drán los palses industrializados reducir, primero, a niveles básicos y reforzar, acto seguido, los re- cursos de informaci6n que necesitan para su desa- rrollo?

No son éstos problems que se puedan resolver con fáciles soluciones técnicas. Unidos a ellos se hallan problemas econhicos, de organización e incluso jurldicos tanto en cada país cancreto ccmo entre las organizaciones intergubemamatales y no +ukrmwntales a través de las cuales los países mantienen sus relaciones cientlficas internaciona- les.

Si las tendencias que han creado esta situación problemática persisten sin una acción correctiva,a juicio del W t é Central, no s610 los programas científicos nacionziles, sino la misma ciencia sal- drán perdiendo. Con el costo creciente del trata- miento de datos, la información cientlfica se con- vertirá en un lujo que sólo unos pocos países ricos se podrán permitir, en vez de constituir el pan co- tidiano del cientlfico. A menos que los cauces de la cmicación internacional se mantengan abiertos y en condiciones de a q e r el: volumen cada vez ma- yor de mteriales, los científicos de los diferen- tes países trabajarán cada vez más aislados, repi- tiendo y duplicando sin.saber10 el trabajo de todos los denás. Sin unos programas que centren la aten- ción del gobierno en las necesidades de los países que han de desarrollar sus recursos de información, los científicos de muchos paises trabajarán en con- diciones de myor o menor desventaja. Esto ocurrirá sobre todo en los países en vías de desarrollo en los cuales se ensanchará inexorablemnte el abism que separa sus recwsos de conocimientos teóricos y prácticos de los de los paises desarrollados.

Pero si se pueden frenar los costos del trata- miento de la información científica mediante un au- mento de la cooperación internacional, gracias a la cual un inayor n h r o de científicos reciba mejo- res servicios, cabe esperar resultados seguros y

provechosos. Un estudio reciente ha puesto de mani- fiesto que la bGsqueda mediante calculadoras de los textos sobre química aunwta de manera considerable la posibilidad que tienen los investigadores de esa materia de adquirir la información necesaria para su trabajo. A d d s , la cooperación que permite me- jorar los servicios de información con arreglo a los principios sugeridos en el estudio ofrece al científico y al técnico la perspectiva de reducir su trabajo gracias a una mayor eficacia de las fun- ciones de evaluación y selección de información ac- tual y pasada. A las personas encargadas de crear y dirigir los sistemas de información, y a los orga- n i m s públicos y privados que les apoyan, el aumen to de la rooperaci6n ofrece la posibilidad de hacer frente a nuevas d m d a s de servicios de informa- ción a un costo m o r por unidad de información.

El Canité aceptó las pruebas que se le presenta- ron de que toda tendencia al deterioro de los servi cios de la información queda canpensada por un m i miento hacia la cooperación que, si se lleva a la práctica, a t e prever un futuro mejor.

Cada vez se ccgnparten más y mejor los recursos de información mediante sistemas de cooperación, tales c m el préstamo interbibliotecario (o la fo- tocopia) de publicaciones científicas. ia partici- pación en los gastos de tratamiento de la informa- cib, m en el caso de la labor de indización y resúmenes anallticos de publicaciones cientlficas, la catalogación de libros para las bibliotecas, la reducción de datos en los centros de evaluación, constituyen una esfera de actividades en la cual el CQnité encontr6 nuevas y posibles maneras de coope- ración.

Esto es sobre todo cierto en el caso de los gran- des sistemas de reshes analíticos y de indiza- ción que han rriecanizado sus operaciones. ios costos unitarios y el volumen han aumentado de manera tan aguda que la labor que se ha de realizar parece re- basar los recursos de un solo país. Por consiguien- te, los grandes sistemas correspondientes a varios sectores de la ciencia -química, física, biologla, medicina, ciencia nuclear y del espacio- han adopta- do dispsiciones para internacionalizar tanto sus i n s m s m sus centrales de servicio.

Estos no son eje~rrplos aislados. Tmados en su conjunto representan una tendencia mundial discerni ble en la mayor parte de las esferas de la ciencia y de la técnica. ia conclusi6n del C d t 6 de que una red mundial de servicios de información cientí- fica trabajando en asociación voluntaria resulta factible se basa en las pruebas que se le presenta- ron en el sentido de que un mayor grado de coapera- ción constituye una necesidad econánica.

Adds, el ccmité llegó a la conclusión de que si se quiere que en el futuro el CIUC y la Unesco puedan cumplir su función para la carninidad mundial de científicos, será preciso que desempeñen un pa- pel activo para pramver esa nueva tendencia. Exis- ten para ello varias razones. En primer lugar, a los científicos inc-mbe velar por que la nueva o-

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rientación que están tanando los servicios de in - formación se ajuste a la evolución de orientación. En segundo lugar, para lograr progesos en ese sen- tido es preciso que exista un acuerdo general entre los representantes de los gobierrms, los científi- cos y los espcialistas en información sabre los objetivos y finalidades de esta coaperación. Es ne- cesario un programa internacional centralizado. En tercer lugar, se requiere también un sistema que permita estimular y catalizar los acuerdos volunta- rios, bilaterales y mltilaterales a partir de los cuales se extenderá la red. Para ello, deberá exis- tir una función adninistrativa permanente.

El Gmk@ llega, pues, a la conclusión de que el establecimiento de un programa para orientar, inti pretar y estimular unas actividades encaminadas a amntar la cooperación voluntaria entre los servi- cios de información resulta absolutcoiiente esencial. Y para lanzar este progama de actividades, se su- giere la mnwcación de una Conferencia interguber- murental.

Existen en el estudio del UNISIST veintidós recg mendaciones que el Camité ha suscrito. La Última de esas recawndaciones se refiere al establecimiento de un programa cc~l funciones administrativas que se ajusten a las necesidades anteriormente descritas. Para @er llevar a cabo las recamendaciones de es- te estudio, el Comité estima que se ha de estable- cer una oficina ejecutiva, en el Sector de Ciencias de la Unesco. Esta oficina podría funciom con la orientaci6n de un amité consultivo científico que asesoraría al Director General de la Unesco c m ob- jeto de catalizar las acciones de cooperación que abarca el prcqrm UNISIST. En el vértice de la or- ganizacih propuesta para el UNISIST habría una co; ferencia periódica intergubernamental encargada de establecer la política, fijar los objetivos y eva- luar los progresos realizados hacia el logro de los misnos. Se debe conceder prioridad al examen de es- ta recmendación.

Un centro y un programa internacional constitu- yen sólo una primera necesidad; a continuación, ca- da país deberá aceptar la responsabilidad de crear centros nacionales para el desarrollo de recursos de infomci6n al servicio de sus científicos y tég nicos. En reronwdación clave del estudio UNISIST se pide a los gobiernos que establezcan dichos cen- tros con la perspectiva de una cooperación nacional, regional e internacional (recmdación 15). La de- cisión de realizar una labor en el plano nacional es fundanental -a dar un elevado nivel a la cmp- raci6n internacional que el UNISIST habrá de alcan- ZXC.

El Ccunité instará a los científicos, tanto a tL tulo individual m a través de sus organizaciones nacionales e internacionales, a que acepten plena- mente la función que les inannbe, en la evaluación, síntesis y canpresión de los nuevos conocimientos científicos, y sobre todo en la evaluación y c q r E sión de los datos ndricos tal y c m la realizan los centros que forman parte del CODATA. Varias re- comeradaciones del estudio UNISIST se dirigen a ese fin (remndaciones 10 a 13).

Para facilitar el intercambio de información en- tre sistems y entre países, es preciso concentrar los esfuerzos en la formulación de mas normas míni mas para la interconexión de sistemas. El Camité Central pide encarecidamente a todas las personas interesadas, y sobre todo a los especialistas en cg micación y en información, que intensifiquen sus esfuerzos. Las primeras seis reccnifndaciones del estudio UNISIST destacan esta necesidad.

Por último, se confió al Comité Central, al pr@ cipio del estudio, la tarea de dedicarse especial- mente a examinar la m e r a en que los países en vías de desarrollo podrían ccarrpartir los beneficios de una red mundial. Dos recomendaciones del estudio UNISIST se refieren especialmente a esta cuestión (recomendaciones 20 y 21).

Se e n m d ó al señor Claude Gardin (Francia) la tarea de redactar el informe definitivo del estudio de viabilidad basado en los debates del ccanité Cen- tral y enh docmentación proprcionada por sus Ór- ganos de trabajo. El s&or Scott Mams (Estados Uni dos de América) se encargó de redactar una versión sinóptica del informe.

Manifestaros nuestro profundo agradecimiento a los miembros del Comité Central, del CCanité EjecutL vo, del Grup Consultivo y de los grupos de trabajo que han aportado las ideas, observaciones y orien- taciones que se reflejan en la totalidad del infor- me. También d m s las gracias a los organisms de las Naciones Unidas y a las organizaciones regiona- les, gubernamentales y no gubernamentales, que han asistido a las sesiones del ccanité Central colabo- rando con sus ccanentarios e informaciones.

Harrison B r m , encargado de organizar el Ccmité Central UNISIST 1 de octubre de 1970

* * *

vii

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Co IP tcn ido

Introducción ......................................................................................... Lista de siglas ucadas ...............................................................................

PARTE PRIMERA Fundamentos del estudio

Capítulo 1

1.1 1.2

1.3 1.4 1.5

capitulo 2 2.1

2.2 2.3

PARTE s m Las razones para un sistema mundial de información cientifica

capítulo 3

3.1 3.2

3.3

Capítulo 4

4.1 4.1.1 4.1.2 4.2 4.3 4.3.1 4.3.2

4.3.3

4.3.4

Las recponsabilidades de la sociedad en la trang ferencia de la infomción cientffi ca ........... La edad de la ciencia y la tecnología ........... La transferencia de la información: un problema filosófico ...................................... La crisis de la información ..................... ios peligros del mnoplio ...................... La inforr~ción'científica c m un recuzso mun- dial. ...........................................

Antecedentes históricos del estudio ............. Iniciativas para la creaci6n de una centralmun- dial de la información cientlfi ca ............... Pasos hacia la cooperaci6n mundial .............. El proyecto Unesco/CIüC .........................

m i t o y objetivos del servicio de información científica ......................................

Algunas nociones fundamentales de información científica ...................................... Ccmpiejo de información versus sistema de infor- mación ..........................................

Funciones y tendencias de los actuales servicios de información .................................. Bibliotecas: funciones y tendencias actuales .... Ejemplos seleccionados .......................... Cooperación interbibliotecaria ................... Servicios de información: tendencias generales .. Sistemas modernos de información . Ejemplos ...... Sistemas nacionales ............................. Sistemas establecidos para una determinada dis- ciplina ......................................... Sistemas establecidos para un campo de aplica-

Redes de centros de datos .......................

Mcdelos ideales versus modelos empfricos ........

ción particular .................................

1 5

7 7

7 9 11

11

15

15 16 18

23 23

25

32

37 37 38 40 43 48 49

53

55 60

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PARTE TERCERA Recmendaciones

capitulo 5

5.1 5.1.1

5.1.2

5.1.3

5.1.4 5.1.5

5.2 5.2.1 5.2.2 5.2.3 5.2.4 5.2.5 5.3

5.3.1 5.3.2

5.3.3 5.3.4

Capítulo 6 6.1 6.2 6.2.1 6.2.2 6.2.3 6.2.4 6.2.5 6.2.6 6.2.7 6.2.8 6.3 6.4 6.4.1 6.4.2 6.4.3 6.4.4 6.5 6.6 6.6.1 6.6.2 6.6.3

Capítulo 7 7.1

7.2

7.3

7.4

7.5

Fallas y soluciones: hacia un sistema mundial de información cientffi ca ............... Algunos problems persistentes ................. Igualdad de acceso: problemas socioculturales y econhims ...................................... La participación de los cientfficos: problemas técnicos y profesionales ........................ Integración horizontal: problsms de organiza- ción ............................................ La normalización: una imperiosa necesidad ....... Las telemunicaciones: un requerimiento impli- cito ............................................ Remedios principales ............................ Barreras ididticas ............................ Cuestiones de econda política ................. Adaptaciones en el campo profesional ............ Interconexión entre sistemas .................... Evaluación y ampresión ......................... La naciente realidad de un sistema mundial de información cientlfica .......................... Sinopsis de la argumentación .................... Un "sistema o red mundial de información cientí- fica" - Definiciones ............................ Cmpnentes de la red ........................... Presentación del UNISIST ........................

Desarroiios técnicos ............................ ia coparticipación en la información ............ N o m s .......................................... Estadísticas de bibliotecas e información ....... Descripción bibliográfica ........................ Resúmmes analfticos ............................ Análisis de contenido ........................... Análisis de datos ............................... Interfase de máquinas ........................... Cmicaciones .................................. Resumen ......................................... Cmicaciones .................................. Métodos y gesti Ón ............................... Adaptaciones funcionales y estructurales ........ Técnicas de gestión ............................. Contribuciones de editores y redactores ......... Contribuciones de sociedades profesionales ...... Formación de personal ........................... Investigación y desarrollo ...................... Instnmentos para el tratamiento ................ Análisis de sistemas ............................ Misiones del UNISIST ............................ Política de la información ...................... Planeamiento y coordinaci6n de las actividades del ICT ......................................... Disponibilidad de la información científica y técnica ......................................... Acceso a la información científica y técnica: políticas relativas a la técnica ................ El acceso a la información científica y técnica: políticas emnhicas ............................ Aspectos legales y administrativos del acceso y la dispnibilidad ...............................

65 65

65

66

68 70

73 75 75 78 80 82 83

83 83

84 85 89

91 91 94 94 95 97 97 100 100 101 101 102 103 103 108 108 109 109 110 111 112 114

117

117

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119

120

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P m CUAFTA Realización

Capítulo 8 8.1

8.2 8.2.1

8.2.2

8.2.3 8.3 8.4

capftulo 9 9.1 9.2 9.3 9.4

capítulo LO 10.1

10.2 10.3 10.4 10.5 10.6 10.6.1 10.6.2

Capítulo 11 11.1 11.2 11.3

11.4 11.5

cooperación con los palses en desarrollo ........ Ecpecificidad de los problemas de la infomci6n en los países en desarrollo ..................... ia vinculación entre los países en desarrollo y Función de los organismos de infomción nacio- nales y regionales .............................. Servicios de bibliotecas y documentación nacio- nales y regionales .............................. M m s . métodos. equipos ........................ Acciones propuestas ............................. Reccmnendaciones ................................. Organización .................................... Principios rectores ............................. El Programa del UNISIST: bosquejo general ....... Previsiones para la gestión del U'NISIST ......... Lamarcha hacia la organización de un sistema ...

Familidad e iniciación del U'NISIST ........... La esencia y los objetivos del UNISIST: un re-

Ia factibilidad del U'NISIST ..................... La primera conferencia del UNISIST. 1971 ........ Campo que abarcaría el UNISIST .................. hrogramas y prioridades .........................

surrien ...........................................

Personal y presupuesto .......................... Personal ........................................ Presupuesto . ün orden de magnitud mlnimo ........ Beneficios del UNISIST .......................... Consideraciones de costo-beneficio en el UNISIST Beneficios derivados de la racionalizacib ...... Beneficios derivados de una mayor productividad de la ciencia ................................... Beneficios para los países en desarrollo ........ El futuro del UNISIST ...........................

Glosario ............................................................................................. Anwos :

A: Mienbros del Ccmité Central CILCflnesco sobre la posibilidad de establecer un sistema mundial de información científica ...........

B: Grupos de Trabajo sobre la factibilidad del UNISIST ............... Indice ................................................................................................

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123

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125 126 126 128

129 129 129 132 134

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147 147 147

148 149 150

153

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163

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* * *

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INTRODUC CIO N

El adelanto de la investigación cientlfica y el desarrollo tecnol6gico exigen que las naciones les consagren recursos tanto intelectuales c m materia les. A medida que los gobiernos han debido ocuparse de definir su polltica cientlfica, los problemas relativos a la asignación de fondos y de equipos, así com3 a la formación de los efectivos de inves- tigadores y técnicos, se han tornado familiares, sino fáciles de resolver. La organización de los recursos dcamntales de la ciencia ha recibido, por el contrario una atención menor. Este estudio tiene p r tema central la expansidn internacional de dichos recursos.

de la hmidad en mteria de conocimiento. Es un recurso esencial para la actividad de los investi- gadores. Este recurso tiene carácter acumulativo: el conocimiento engendra el conocimiento a medida que se producen los nuevos descubrimientos. Es, en fin, un recurso internacional, laboriosarente acu- mulado por los investigadores de todos los países, sin distinción de razas, lengua, color, religión o convicciones políticas. Este recurso se constituye a nivel internacional y es también a escala mundial que se lo emplea. ios investigadores que producen y utilizan la formación exigen s610 que la contribt ción de los otros sea verificable; se trata por -i_ to no sólo de un recurso, sino así m i m de un me- dio a través del cual los cientlficos de todos los países disciplinan el ejercicio de sus profesiones. Es un medio para la formacih de los investigadores del futuro, así c m un depasito valiosísim de no- ciones y de datos que podrán extraerse para su apll cación a los programas de desarrollo econánico y técnico.

Las recomendaciones formuladas en el presente es tudio tienen por objeto la expansión de ese precio- so recurso y la prmión de una cmpracidn inter- nacional destinada a hacerlo 116s fácilmente accesi- ble y utilizable, de d o tal que pueda contribuir, en virtud de su misno carácter internacional, al desarrollo científico, educativo, sccial, cultural y econ&ico de todos los paises.

Estas recomendaciones sanetidas al Director General de la Unesco y al Presidente del C X , van dirigidas a todos aquellos a quienes estos organis- mos internacionales representan:

La informaci6n cientlfica representa la herencia

... a los gobiernos, que financian los prcgrms nacionales para la prcducción, la organiza- ci6n y la dismaci6n de la informaci6n cien tlf ica;

... a las organizaciones científicas que repre- sentan los intereses colectivos de la c m i - dad mundial de los hcmbres de ciencia;

... a los expertos técnicos, editores, biblig tecarios y especialistas en infomci6n cien- tlfica, todos los cuales tienen una vincuia- ción profesional con el funcionamiento de los servicios de infomción cientlfica.

En el texto de este informe se encontrará un cierto nún-ero de reccarwdaciones técnicas dirigidas a cada uno de esos tres grupos.

Conviene, no obstante, enunciar en esta intrcdug ción algunos principios generales en los que se funda el programa de acción (al que también se den2 minará UNISI-) que este informe m e n d a , El UNISIST propugna:

... el libre intercambio de las informaciones y datos cientlficos, publicados o publicables, entre los hcanbres de ciencia de todos los países;

...un ámbito que abarque tcda la diversidad de las disciplinas y de los daninios de la ciencia, as€ tamo las diferentes lenguas uti- lizadas para los intercambios internacionales de información científica;

... el progreso de los intercambios de infomcio nes y de datos, publicados o publicables, en- tre los diferentes sisterras, manuales o mcb- nicos, que procesan y distribuyen esta infor- mación para uso de los cientlficos y los téc- nicos ;

...un esfuerzo cooperativo para la actualizaci6n y el perfeccionamiento de n o m s técnicas des tinadas a facilitar los intercambios de infog mación y de datos cientlficos entre dichos sisterras;

.. .la prmoci6n de la campatibilidad entre los sistems documentales surgidos en diferentes países y campos cientlficos; y el desarrollo de acuerdos de coaperación entre esos siste- IMS, cualesquiera sean los palses y los cam- pos del conocimiento de que se trate, a fin de ccanpartir la carga de los trabajos do-- tales y de proveer en ccdn los servicios y los productos que son requeridos;

1

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... la ayuda a todo pak, sea desarrollado o en vía de desarrollo, interesado en tener acceso a los servicios de dmuwntacifm científica, actuales y futuros;

... la expansión en todos los países de los recur- sos h m o s y dmnwntales necesarios para el enple3 de los sistemas autmtizados;

...una creciente participación de los científi- cos en el progreso y en la utilización de los sistmas de dmntaci6n, particularmente en lo que atañe a la evaluación y la slntesis de la iriformaci6n y de los datos científicos;

... la participación, asimigno, de la nueva gene- ración de científicos en el planeamiento de los sistemas de información científica del futuro ;

... la reducción de los obstáculos administrati- vos y jurídicos a la circulación de la infor- mción científica entre las naciones.

Los principios que acaban de enunciarse son fun- damintales para el mjoramiento de la circulación de información científica a través del d o .

Los motivos que han conducido a la elaboración de este estudio son expuestos en la Parte 1, la cual se ocupa asimisno del papl de la infomci6n científica y técnica (ICr) cam recurso de vital importancia para el progreso económico y cultural (Capltulo U, y del reconocimiento de los esfuerzos pasados y presentes en pro de la cmpraciónrnin- dial para el acrecentamiento de este recurso, los que han llevado al presente proyecto ünesco/CíüC (Capítulo 2).

El concepto de un sictara mundial de información científica es discutido la Parte 11, siguiendo un método inductivo en tres etapas: (A) en primer término se proponen las definiciones básicas rela- tivas al diseño general y a los principales careti- dos de la cadena de transferencia de la información desde los productores a los usuarios del conocimien- to cient€fico (Capítulo 3); se da luego una defini- cih provisional de un sistema de información m- dial desde el punto de vista de los u w i o s (sec. 3.3. ) . amplia revisión de las organizaciones existentes -bibliotecas (sec.4.1.) y servicios de información (sec.4.2.)- destacándose allí las tendencias obser- vadas hacia la integración de sus múltiples funcio- nes, por medio de acuerdos coaperativos de diferen- tes tipos (sec.4.1.2.y 4.2.3.). De ese examn ha @ido inferirse que importantes sistemas de infor- ración se hallan ya en funcionamiento sobre la base de un reparto de las funciones de transferencia en- tre varios organisms, tanto a escala nacional ccrm internacional (sec. 4.3. ) . (c) Sin embargo, estos sistemas no pueden ser aún considerados ccmo inte- grantes de un sistema mdial unificado, tal ccrm se lo ha considerado anteriormxte (arriba, &). El Capítulo 5 se dedica a una canparación entre los dos cuadros (A y B) , con el objeto de identificar los principales problemas que deberían recibir pre- ferente atmción para alcanzar los finesdelUNISIS~.

(8) El siguiente capítulo contiene una

h el capítulo 5 se distinguen cinco grandes ca- tegorías de problemas: (a) la existencia de barre- ras socioeconhicas y culturales al flujo de la ICr, cciimo resultado de la división del m d o en grupos geoplíticos y geolinguísticos con diferentes opor- tunidades de acceso a las fuentes mundiales de con2 cimientos (sec. 5.1.) ; (b) la necesidad de que se desarrollen nuevas témicas para la organización de la ICC y de una más profunda participación de los científicos en este proceso c m una respuesta a la presente "crisis de la información" entendida en un sentido tanto cualitativo c m cuantitativo (sec. 5.1.2 .) ; (c) Una creciente apelación a acuer- dos cooperativos y políticas de integraci6n, a fin de evitar duplicaciones irproductivas en el proce- so de transferencias (sec. 5.1.3.) ; (d) la necesi- dad de un esfuerzo internacional para acelerar la adopción de normas c m e s relativas a la descrip- ción bibliográfica, el análisis del contenido, la cmicaciEn entre máqujnas, etc. (sec. 5.4.) ; (e) así camo el desarrollo de medios perfeccionados para el procesamiento y la telecoarninicación, a fin de facilitar una más eficiente transferencia de la ICT a través del mundo (sec. 5.1.5.). Las posibles soluciones a estos problemas con consideradas si- guiendo similares lineamientos: (a) el desarrollo de medios que contrapesen la aceptada pluralidad de idims v-culares en el campo de la ciencia (sec. 5.2.1.1, así cam de los factores económicos determinantes de inaccesibilidad, especiahte en los países en desarrollo (sec. 5.2.2. ) ; (b) la asignacifm de nuevas responsabiLidades a cientlfi- COS, encargados de la gestión de sistemas de docu- mtación, editores, redactores y asociaciones profesionales en general, con el propósito de ele- var el nivel de los recursos de informaci6n exis- tentes (sec. 5.2.3.) y de desenvolver otros nuevos mjor adaptados a los requerimientos actuales, ta- les c m centros de evaluación de informaciones y datos (sec. 5.2.5.); (c, d, e) aceleración de la tendencia hacia la interconexión entre sistmas, juntamente con los avances en normalización y tele- coarninicaciones que son su corolario (sec. 5.2.4.).

Un examen de conjunto de estas diferentes medi- das pone de mifiesto que todas ellas reclaman explícitamente la cooperación internacional y que es posible agruparlas bajo el concepto de un Sis- tema Mundial de Información Científica, definido de nuevo sobre la base de tales evidencias (sec. 5.3.). Este esquema -UNISIST- es presentado a con- tinuación más detalladamnte, ccnm un 'hwimiento mundial", abierto a los servicios de información nacionales e internacionales, actuales y futuros, sobre bases voluntarias, a fin de avanzar hacia los objetivos señalados en esta Introducción, (sec. 5.3.4.)

La siguiente parte del informe presenta algunas recanendaciones específicas (Parte 111) , c o m ~ obje- tivos prácticos para la iniciación del UNISIST. Se las expone en cuatro capítulos que tratan, respec- tivmte, de problems t&nicos (Capítulo 61, orientaciones de política (Capltulo 7) -cm una especial referencia al significado potencial del UNISIST para los países en desarrollo (Capltulo 8)- y cuestiones de organización (Capít1llo 9). Las re- ccewidaciones técnicas f o m un grupo principal

L

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(Nos. 1 a 14). Ellas se refieren en prinier ténnino al desarrollo de instrumntos más perfectos para la hter 'ón de sistems, tales m: (a) inven tarios z t e s de los servicios de información- y sus actividades, m un requisito previo para el desemroivimiento de políticas de coparticipación en materia de información (sec. 6.1., rec. 1.); (b) nonnas para las descripciones bibliográficas, inC1; yendo los obaigos y formatos para sus registros m- canizados, así m wcabularios normalizados, te- sauros canpatibles, etc., destinados al m t r o l y a la amversión de lenguajes doclñwitales (sec. 6.2. , rec. 2-5) ; (c) redes de teleannmicación y de pro- cesamiento (sec. 6.3. rec. 6). Una segurda serie de reaxwadaciones se refiere a la efectividad de los servicios de información -bibliotecas, servicios de restnnene s analfticos e indización, centros de d- lisis de la infomción, centros de evaluación de datos- para lo cual se sugieren varios programs de praroción (sec. 6.4.1., rec. 7-10). Las restantes recrrnendaciones b5cnicas se relacionan can las res-

abilidades de los gnipo s profesionaies -edito- redactores, científicos, especialistas en in-

formación, etc.- en la ejecución de dichos Prcgra- mas (sec. 6.4.2. a 6.4.4., rec. 11 y 121, w n espe- cial énfasis en la necesidad de coordinar o estinni- lar los esfuerzos que se vienen cumpliendo en mte- ria de educación (sec. 6.5., rec. 13) e investiga- ción (sec. 6.6., rec. 14), sobre ciencia de la in- fmción.

Las rearriendaciones de carácter polltico (Caplt; lo 7) señalan diversos problemas a los cuales los gobiernos deberlan prestar atención, a fin de cr- un d i o institucional adecuado para el tratamiento capatido de la ICT. a través del nnnido: planeando y coordinando la actividad de los servicios de in- formación a nivel nacional o req-ionai (sec. 7.1, rec. 15) , desarrollando pollticas de cooperación para integrar el trabjo y los productos de tales servicios a un nivel más alto, internacional (sec. 7.2. rec. 16) , proporcionando equipos y personal adecuados para el rápido prccesamiento de la ICT, por d i o de la tecnología moderna (sec. 7.3., rec. 17), reduciendo las barreras econ&nicas y legales que obstaculizan la transferencia de tecnología (sec. 7.4. ysec.7.5. , rec. 18-19) . A amtinuacidn se examina con una cierta extensial la necesidad de establecer progr amas especiales de ayuda a los

(Capltulo 8) , de donde se ori- ginan diversas reccniendaciones dirigidas a todas las partes interesadas (organizaciones intemacim- les, gobiernos, etc.) , cancernientes a las d c i g nes de una efectiva vinculación de aquellos países con el UNISIST (rec. 20-21).

Finalrmite son eximuMd . os los requerimientos del UNISIST en materia de organización (Capítulo 91, Sg bre la base de la definición -esta para este mimiento (sec. 9.1). üe la naturaleza de los pro- grams reamendados en los capltulos precedentes se deducen las previsiones relativas a la gestión, 1~1- chas de las cuales exigen, prhro y sobre todo, el ejercicio de una función "catalltica" entre una pluralidad de adherentes (gobiernos, asociacimes cientIficas, sistaMs operativos, etc.) , más bien que la iniciación de proyectos específicos bajo una autoridad única (sec. 9.2.) . ia organización pro-

psta incluye: (a) una Conferencia interguberna- mental, que actuaría C(IPD el cuerpo de decisibai po- lítica del ü~isis" y sería convocada regularniwte por la ünesco, con representan- de las unianes científicas intemacionaies y de los países miem bros; (b) un Canité Científico Consultivo en- de evaluar el progreso del UNISIST hacia la consti- tución de un sistem mundial intqrado de infonna- c i h científica; (c) una Oficina Ejecutiva, ubicada en el Sector de Ciencias de la ümsco, tenürfa a su cargo la secretaría técnica y aüministrativa del UNISIST.

ia última parte del infom trata de las medidas para la pata en práctica del pmyecto (Parte m). ia Priniera cuestión plan- es la de su factibi- lidad, que es lo que este estuüio debla deniostrar. ia respuesta es positiva en cuar~to atañe a ias can- diciones técnicas de una hteqracib nnindial, tal cam se la encara en este infom; las perspecti- vas pollticas s m algo más inciertas (sec. 10.1-2). Para estimular el interés de todas las naciones en favor del UNISIST, el Canit6 Unesco/CIW recunienda que en el año 1971 se celebre una crmferencia in- -tal, am el fin de examinar el pmyec- to y de adoptar las reeolucicmes necesarias para su ejecución (sec. 10.3). Un crrnetido especial de di- cha conferencia sería el de definir una psición canh en cuanfo a las dimnsicmes del UNISIST duran te el periado inicial. A este respecto se anticim- aigunas sugestiones bajo tres títulos: (a) el carrpo abarcado por el UNISIST, a cuyo respecto se sugiere que el esfuerzo principal debería dirigirse prher: m t e a las ciencias -tales, con extensicmes a los sectores c~xbexos de la tecnolqh y de la in- vestigación orientada hacia la solución de proble- mas (sec. 10.4) ; (b) una Lista provisional de priariüades, am veintidós recaiiendacicmes di~Ldi- das en tres grupos, caracterizadas por diferentes grados de urgencia (sec. 10.5): (c) una estimación del personal y del presupuesto necesarios para que el UNISIST pueüa iniciar su funcionamiento (sec. 10.6).

El hito de este Proyecto depenaerd en gran par- te de los beneficios que los adherentes al UMSIST puedan obtener del mism. A este tem estd dedicado el capltulo finai (capítulo 11). Se subraya en pri- m r t&mino que la m i & de "beneficios" no debe caqxemhse en un sentido estrictaniente firiclnciero; el ahorro de dinero es sólo una de las mtivacianes posibles para establecer el UNISIST. Por otra parte, tal ahorro no podrá icgrarse sino después de un pe- r€& inicial durante el cual deber& efectuarse gastos supleiientarios, a fin de alcanzar el nivel de opración a que se aspira (sec. 11.1). Sin anbar go, a largo plazo pueden desccntarse las ganancias; curo un resultado de la redistribución de las ta- reas a nivel nnmdial y, en consecuencia, de una mjor m d a de los sistems (sec. 11.2). ia red de información científica q~&! de allí resultarfa, sería un instrumnto más eficaz para los investiga- dores individuales tanto C<IIID para los recp<Hlsables de la política científica, en la deteminación de los prcgramas de investigación; nuevos beneficios men as€ esperarse curo resultado de un aunento de la pmductividad cientffica (sec. 11.3). Final- niente, el principio m i m de una red mundial , si

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se lo interpreta correctarente, iqlica que ciertas desigualdades actuales en la distribución de los recusas de informaci6n a través del mundo pueden ser reducidas, lo que reportarla ventajas especia- les para los palses en desarrollo (sec. 11.4).

ia estrategia gradual que se pmpone en informe para la puesta en obra del UNISIST no debe ocultar, sin embargo, objetivos más ambiciosos, a largo plazo. Estos son resumidos en la secci6n fi- nal: (a) una red rnindial de informacibn caple--

este

te integrada, concebida de acuerdo con las técnicas modernas del análisis de sictanas, (b) fuertemnte apoyada en la moderna tecnología del procesamiento y la teleccmunicacih, (c) cubriendo todos los cam- pos del conocimiento y (d) mejada por una nueva generacióai de cientlfims, vigorosamente predispues tos en favor de los métodos d s imaginativos (e) y de las f o m s más modernas de cooperaci6n internacig nal (sec. 11.5). El presente informe concluye con un breve Glosario y un Indice.

* * *

4

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Lista de siglas usadas

Acs

AIBW

AID

AIP

ANSI

BIOSIS

BIRPI

CAEM

c (s)AI CAS

CDU CICS

CIUC

CIUc/AB CNRC

CODATA

COSATI

DSI EDuccN

EDUNET

E X

ERIC

American Chemical Society (Sociedad Quhi- ca Americana, EUA) . Asociación Internacional de Bibliotecas Universitarias Tecnológicas. Asociación Internacional de Documentalis- tas y Bibliotecarios Especializados. American Institute of Physics (Instituto Americano de Física, EUA) . American National Stanwds Institute (Instituto Nacional de Normas, EUA). Bio-Sciences Information Service of Biolo- gical Abstracts (Servicio de Información sobre Ciencias Biológicas del Biological Abstracts, EUA) . Bureaux Internationaux Réunis pour la Protection de la Propriété Intellectuelle (Oficinas Internacionales Reunidas para la protecci6n de la Propiedad Intelectual). Consejo para la Asistencia Econmca Mutua (Europa Oriental y Central). Centro(s) de Andlisis de la información. Chemical Abstract Service (Servicio de Resúmnes Anallticos de Publicaciones Quí- micas Periódicas). Clasificación Decimal Universal. Consejo Internacional para las Ciencias Sociales. Consejo Internacional de Uniones Científi- cas. Oficina de Restkenes Analíticos del CIUC. Centre NatlOMl de la Recherche Scientifi- que (Centro Nacional de la Investigaci6n Científica, Francia) . COmnittee on Data for Science and Techno- l q y (Comité sobre Datos para la Ciencia y la Tecnología del CIUC). M t t e e on Scientific and Technical Information (Comité sobre Información Ci- tlfica y Técnica - Consejo Federal para la Ciencia y la Tecnología, EUA) . Diseminación Selectiva de la Información. Inter-University Comnunication Council (Consejo de ccsrninicación Inter-universita- ria, EUA) . Educational Information Network (Red de informaci6n Educativa, EüA). Engineers Joint Council (Consejo Unido de Ingenieros, EUA) . Educational Resources Information Center (Centro de información sobre Recursos Edu- cativos, EUA)

ESRO Europan Space Research Organization (Or- ganización Eurapea de Investigación Espa- cial).

E x European Translation Centre (Centro Euro- p o de Traducciones).

EURATOM European Atomic Energy Coamninity (Carrninidad Europea de la Ehergla Atánica)

FIAB Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios.

FID Federación Internacional de Documentacián. FiPP Federación Internacional de la Prensa Pe-

riódica. FISTI Federaci6n Internacional de Sociedades

para el Tratamiento de la Información. M I Federación Mundial de Organizaciones de

Ingeniería. BNTB Gosudarstvennaja miblirkaja Nauho Tekhni-

Eeskaja Biblioteka (Biblioteca P(ib1ica Estatal de Ciencia y Tecnología, URSS).

IAC Instrucción Ayudada por Canputadora. I C I R E P A T C ~ ~ ~ para la Cooperación internacional

ICC I & D IEE

IEEE

IIB

INSPEC

INTREX

IRRD

ISTIM

LI

en Recx&ración dela ~nformación entre Oficinas Examina . doras de Patentes. información Científica y Técnica. investigación y Desarrollo. Institution of Electrical Engineers (Insti tución de Ingenieros Eléctricos, Reino Un; do) . Institute of Electrical and Electronic Engineem (Instituto de Ingenieros Electr' cistas y Electrónicos, EUA). Institut Intpational des Brevets (Insti- tuto Internacional de Patentes.) Information Service in Physics, Electro- technolcqy and Cquter Control (Servicio de Información en Física, Electrotecnología y Control de Canputadoras, Reino Unido). Information Transfer Experiment. (Experimen- to sobre Transferencia de la información, EUA) . International Fbad ñesearch Documentation (wntación Internacional sobre Inves- tigación en Carreteras). (Task Group for) Interchange of Scientific and Technical Information in Machine Lan- guage (Grupo de Trabajo para el Intercambio de la Información Científica y Técnica en iaguaje de Máquinas, EUA) . Lenguaje de la ~nformación.

'

5

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MEDLARS

MISA

NBS

NISP

NIM

NSF

NTI

QAA

OCDE

OIEA

OIUN

am

Muitiple Access ccmputer Project (Proyecto cobre Cmputaüora de Acceso Múltiple, EUA) Machine Readable Cataloging Project (Pro- yecto sobre Catalogación para Lectura -- nizada, EUA). W c a l Literature Analysis aiad Retrieval (Sistma de Análisis y Recuperación de la Literatura Médica). National Aeronautics and Space Administra- tion (Administraci6n Nacional de la Aero- ndutica y el Espacio, EUA). National Bureau of Standards (Oficina Na- cional de Nonnas, EUA) . NatiOnal Infonnation Syctem for Physics (SistaM Nacional de Información para la Física, EUA) . National Library of Medicine (Biblioteca Nacional de Medicina, EUA) . Nationai Science Fourdation (Fundación Na- cional de Ciencias,EUA) . Nau&o Tekhnibeskaja Informatsija (Infom- ción Cientlfica y Técnica, W S ) . Organizaci6n de las Naciones Unidas para la Alirrientación y la Agricultura. Organización de Cooperación y Desarrollo lXmn&icos. Organización Internacional de la Energía A W c a . Organización Inteniacional de Unificación de Nonnas. Organización MeteorolOgica Mundial.

OSIS

PAD PBN PCEC

PNUD

R A & I

SIIN

UIT UNEm

VINITI

Organización Mundial de la Sald. Organizaciones No Gubemamntales. Organización de las yaciones Unidas. Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo industrial. Office of Science Information Service (Oficina del Servicio de información Cien- tífica) (NSF) . Procesamiento Autdtico de Datos. Producto Bruto Nacional. Palabras Claves en su contexto ( M C : w r d incontext) Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Resúmnes Anallticos e Indices (elabora- ción de) camiittee on Scientific and Technical camninication (-té sobre carninicación Científica y Técnica de la Academia Nacio- nal de Ciencias y la Academia Nacional de Ingenierla, EUA) . S i s t m Internacional de Informaci6n Nuclear. Unión Internacional de Telecaaniriicaciones Organizacih de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la cultura (Unir d Nations Educational, Scientific and Cultbral Organization) . Vsesojumyj Institut Naukoj i TehnikS- koj Informatsii (Instituto Confederal de infomcián Científica y Técnica, URSS).

* * *

6

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Las i-esporisabi lidadc-s de la sociedad en la transferencia de la in forrnac iOri c ieri tí fi c a

1.1 LA EDAD DE LA CIENCIA Y LA TECNOLCGIA

Vivimos en la edad de la ciencia y la tecnologla. Esta nueva era sólo acaba de comenzar; sin eynbargo, el impacto sobre la vida de la mayorla de los seres humanos, para bien o para mal, es ya asabroso. Menos de cien años separan la diligencia del v e h l ~ lo espacial, las candelas de las centrales nuclea- res; sólo cien años se han necesitado, asimim, para ir desde las relativamente sinples armas de nuestros antepasados a las altamente sofisticadas armas termonucleares de nuestro tiempo. No todas las sociedades vivientes, sin embargo, han tomado plena conciencia de esta revolución; hasta punto los pueblos persiguen todavía diferentes ambiciones y continúan usando utensilios tradicio- nales. No es aventurado predecir que el desarro- llo técnico proseguirá sin pausa y que ha de lle- garse, finalniente, a una cultura técnica universal, que podrá quizás variar de una región del mundo a otra en cuanto a sus objetivos, pero diflcihwnte en su contenido.

Uno de los factores esenciales en esta evolución es el control de la información científica y técnica. ~n este contexto la noción de progreso es, verdadermte, en gran medida sinónima de la de transferencia de la información, pues cada cientf- fico aprovecha de los descubrimientos de los otros y construye sobre ellos. Hay, en verdad, productos de la invención humana que no parecen requerir una acurmilación sistemática de conocimientos y a los cuales la noción de Progreso es apenas aplicable; a ellos nos inclinamos a considerarlos c o m ~ perte- necientes a un reino distinto, al que damos un diferente nambre: el de Arte. En contraste, los descubrimientos científicos y las innovaciones técnicas se caracterizan por depender del conjunto de experiencias y teorías acumuladas a través del tiempo. El nivel de la ciencia y la tecnología decaería miatarente si de inproviso las bi- bliotecas especializadas y los centros de informa- ción se t o m a n obsoletos.

Una categórica manifestación de este fen6mno se advierte en el creciente papel que los "centros de datos" tienden a desempeñar en la investigación científ ica (se c. 4.3.4) Aunque concebidos fundamen- talmente cam dep6sitos de información, en la misma manera que los "servicios de remisión" dichos centros llegarán a ser una parte instrumen- tal del proceso mismo de investigación. Caano un ejemplo entre muchos, puede citarse el Chemical Campound Registry System, establecido por Chemical

cierto

Abstracts, en Colwibus (Ohio) . EsLe puede indicar a los qukicos, Miatamente, cudl, dentro de alrededor de un millón de compuestos, contiene un tipo definido de sister@a anular, o sugerir sriltesis posibles para una determinada estructura qulmica, etc. La relación entre la recuperación de la información y la investigación científica se mues- tra aqul muy claramente; ella está presente, asi- mismo, en el caso de los centros de documentación más tradicionales (distintos de los centros de datos) y no necesita más demstración.

1.2 LA TRANSFERENCIA DE LA INFüI7MAcION: UN PFOBLEMA FILDSOFICO

Sería un error, sin embargo, considerar a la informaci6n científica y técnica exclusivamente como un ingrediente necesario de la investigación y el desarrollo tecnológico. Aunque el nGnero de los cientificos e ingenieros aumenta constanternentg ellos sólo constituyen una -&a parte de la canmidad humana; hay pzderosas razones para esta- blecer la significación social de las fuentes de información dentro de un m c o más amplio. Ante tdo, la persistente dicotda entre conocimiento científico y cultura general es actualmente ata- cada desde distintos dngulos. En un cierto n k r o de países industriales la organización de las bibliotecas refleja todavía un antiguo d e l o cultural. mi ellos las llamadas bibliotecas "generales" reúnen principalmente documentos sobre literatura, historia, arte, estudios clásicos,etc., con una mucho m o r proporción de poco sistemáti- cas series de ciencia y tecnologla; mientras que las bibliotecas científicas se hallan bajo el control de instituciones especializadas (faculta- des universitarias, centros de investigación, etc.), las que a su vez ignoran el concepto de cultura general. En esos misms palses el sistema educacio- nal muestra, hasta cierto punto, una tendencia similar en favor de los campos más tradicionales del conocimiento; y algunas naciones en desarrollo han heredado de las antiguas potencias colonizado- ras esta infeliz discrhindh entre 1as"dos cultu- ras".

Sir Charles Snm, Pierre Auger y muchos otros escritores prcminentes en el ccmipo de la polltica cientlfica han puesto de rranifiesto brillantemente el carácter anacrónico de esta dicotcnnía. Ninguna dermstración adicional necesita hacerse aquí, sino sólo subrayar la importancia de este problema para nuestros fines. Cuando se discuten los nStodos y

7

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1.2

los medios para mejorar la transferencia a través del considerar los fines para los que semeja la información. El interés de los investigadores es tan sólo el más M i a t o de ellos; a largo plazo nuestros objetivos deben ser más mnbiciosos. Un ncdo sencillo de formularlo consiste en decir que se trata de un esfuerzo para hacer más fácil el acceso a una coarninidad más amplia, a la Cchnprensión y el danini0 de la ciencia, para bien de la humani- dad.

A. Esta prapoción tiene implicaciones precisas en lo que atañe al alcance y el propósito de la transferencia de la información cientlfica.

Nos detendrms primero en los requerimientos de una d s amplia ccaininidad de usuarios. Esto se rela- ciona, entre otras cosas, con el problema de las dos culturas que acaba de mencionarse: a fin de "proveer la clase de conocimientos y de comprensi6n necesarios para vivir en una sociedad de abundancia, dinámica y multicultural" (11, las conquistas de la ciencia y la tecnología contemprdneas deben poner- se al alcance de un vasto público en una variedad de formas apropiadas. El centro de información ecpecializado puede proporcionar una base para esa acción promocional; pero otros esquemas inctitucio- nales deben hallarse para asegurar que los datos de los que aquél es depositario sean regulamente transmitidos a diferentes m i d a d e s de consmido- res: docentes, estudiantes, cientlficos sociales, harbres de negocios, redactores de revistas, etc. Esto parece tanto más necesario en una época en la que el creciente esoterisrm de la ciencia puede ser parcialmente responsable de un extendido sentimien- to de alienación artesanos del progreso técnico en las culturas téc- nicas más avanzadas, COIK) entre los no iniciados de los palses en vía de desarrollo. El sorprendente auge de las "pseudo-ciencias" en algunas sociedades de Europa Occidental (astrología, telepatla, etc.) , y el refugio en las formas más conservadoras de la erudición, en otras, quizás puedan ser atribuidos a las mismas causas. Aunque estos ccanportamientos no sean condenables, per se, ellos no contribuyen a la expansión de la clase de conocimientos que se re- quieren para toaoar parte en el gobierno de los hechos humanos, tal m éstos se presentan en el mundo ncderno.

B. En verdad, el problema es de carácter político en el sentido más elevado del -o; pro tiene también un aspecto técnico, en la medida en que se hace necesario inventar nuevos medios para hacer más accesible la ciencia a una m i d a d más amplia. Esta cuestión será considerada en detalle en los capltulos siguientes. Entre tanto, otro de los objetivos que nos proponms debe ser precisado: un acceso más fácil a la información cientlfica es necesario, puesto que existen obstáculos para su uso, aGn dentro de la comunidad científica para la cual dicha información se destina en prirrer témi- no. A su vez este problema no es exclusivamente técnico. Es bien sabido, por ejemplo, que vastos conjuntos de datos cientlficos y técnicos no es& abiertos a un uso irrestricto por razones que se

del conocimiento cientlfico, es necesario

-

que se encuentra tanto entre los

relacionan con la seguridad nacional, la ccarrpeten- cia, las prioridades de investigación, etc. No tiene mcho fundamato esperar que las considera- ciones de esta clase cesen de gravitar dentro de un futuro próxin~~; sin enhargo, la existencia de tales barreras no puede ser ignorada cuando se msideran las alidades de un sisizara de transfg rencia de la información de amplitud mdial. posible que un estudio sistemático de su efecto sobre la evolución de la investigación científica y técnica revelaría, más que consecuencias retardata- rias, la relativa ineficacia de prácticas proteccig nistas que a los ojos de muchos se presentan m reliquias de otros tiempos. Sea m fuere, la prosecución de una polltica de transferencia de la información de orientación universal, pone en re- lieve este problema particular y posiblemente ha de estimular una acción correctora.

Barreras de otra naturaleza miden la libre circulacih de la infomción cientlfica. Tal es el caso de las desigualdades econEmicas. Cualesquiera sean las medidas que se adopten para p r m e r el libre acceso a todas las fuentes de información en todo el mundo, el costo de las operaciones Wca- r5n un lGnite al ejercicio de este privilegio, no s610 para usuarios individuales, sino también para determinados grupos dentro de la ccpminidad humana. Este hecho es ya evidente en nuestros dlas; p o s cientlficos pueden permitirse ser suscriptores de los servicios bibliográficos meca- nizados 16s avanzados, que tienden a multipli- carse en el bnbito de la ciencia y de la tecnolo- gla; y si ellos se apoyan en centros espcializados que disponen de los servicios aludidos, surge otro factor limitativo vinculado a la desigual distri- bución de tales centros de acuerdo con los recursos disponibles en cada región (palses industrializados o palses en desarrollo), o al área de la investiga- ción de que se trate (bien dotados organims técnicos creados para misiones particulares F. m o s favorecidas instituciones cientlficas dedica- das a la investigación fundaniental). En res-, la cuestión del acceso general y universal a la infor- rraci6n cientlfica no suscita únicamente problemas técnicos; y su solución reclama cooperación y acuerdo entre los gobiernos, en el marco de una polltica mdial de transferencia de la información que todavla no existe.

otro lGnite objetivo en este cont- es la barrera lingülstica. Es obvio que los hablantes del idicma inglés o el ruso tienen un más fácil acceso a sectores más amplios de la literatura científica rraindial que, por ejemplo, las personas de lengua portuguesa o griega; y este es un simple hecho cuyo efecto no puede ser disminuido por la acciónque los gobiernos puedan tanar con respecto a las barreras econámicas y pollticas. Soluciones técnicas existen también aquí; pero ellas están necesarimte s<me- tidas a los principios daninantes de la filosofía general del intercanbio de información en un rraiiado de culturas heterqéneas.

C. En la exposición de los objetivos a largo plazo que se ha hecho más arriba, la frase final es quizás la má$ importante: "un más fácil acceso, para una ccpminidad más amplia, a la comprensión y

Es

8

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1.2

el daninio de la ciencia, para bien de la humani- dad". Esta amplia fómla encierra, a su vez, G h o s problemas específicos; éstos no pueden ser adecua-te evaluados, sin embargo, sin hacer referencia a los aspectos cuantitativos y cualitati vos de la llamada "crisis de la información" de nuestro tiempo, a la que está dedicada la siguiente sección ,

Sin embargo, se ha dicho aquí lo suficiente CCBI~O para justificar el tftulo de esta sección, antici- pando así la conclusión final de este capltulo: la libre circulaci6n de la información cientlfica no es del interés exclusivo, ni aún principal, de la canunidad cientlfica y técnica; ni los problemas que aquélla suscita son sólo de carácter metodolb- gico y tecnol6gico. Ella está profundmte rela- cionada con diversos problemas que tienen que ver con nuestra conce~ión de la sociedad mundial, más allá, pero no indepndientemente de las diferencias locales en cuanto a remsos naturales, reglmenes pollticos, modalidades culturales, etc. Ningún esquema mundial de transferencia de información puede eludir el deber de formular su filosofía general, en apoyo de cualquier acción que proponga para afrontar esas diferencias, a fin de que todos los hanbres puedan canpartir efectivamnte las mis- mas oportunidades de acceso a las fuentes del cono- cimiento cientlfico.

1.3 LA CRISIS DE LA lNFORM?CION

Ninguno de los problemas que han sido mciona- dos hasta el presente se relaciona intxínsecmte con el aspecto cuantitativo del f e n k o que en los Gltinms quince años se ha hecho Ccsnún den-or: "crisis de la informaci6n", o "explosión de la inforr~ción". Los múltiples obstáculos que se opo- nen a una distribución equilibrada del control del conocimiento científico, tal cano se los ha exami- nado en la Gitima semi&, son una consecuencia de la estructura, no de la dj~wnsión; ellos existen mcho antes de que la explosión de la información fuera siquiera mencionada, y rer- ser colu- cionados indepsndientenwte del hecho de que los factores cuantitativos hagan mucho más urgente la solución. Por- otra,- nadie está de acuerdo sobre la aplicabilidad del concepto de crisis en el estado presente de las prácticas dmumntales. Este asunto es suficientemente importante mecer un nuevo análisis, en la pafte final del presente estudio.

A primera vista, parece haber amplia evidencia de una rápida expansión en las actividades de infor mción cientlfica, cualquiera sea el &todo que se adopte para la estimación de aquéllas. Se ha hecho usual reunir cifras de todas clases para probar el fenho. Alguna de esas cifras se refieren al volumen de la literatura mresa en el campo de la ciencia y la temología, medido en divers sea en términos de caraderes impresos-10 teres alfandricos, de acuerdo con una estima- ción de Licklider (2), o de palabras, o de páginas; sea en n k o de dcanwntos de varias clases, li- bros, infornies t&nicos, revistas, etc.. Un Mice utilizado con frecuencia es el n h r o de periódicos cientlficos, relativmte fácil de calcular y

para

B fEa;:

probablemente m o s sujeto que otros índices a va- riaciones locales en el tiempo. Las cifras globales oscilan entre 50.000 y 70.000 revistas cientlficas, n k o que se reduce a la mitad, aproximadmmte, cuando sólo se tcnnan en cuenta las consideradas "significativas" (3). Más aún, la tasa de creci- miento parece estar aún en aumento, de ncdo que el volumen de la literatura periódica podrra más que duplicarse dentro de los próxi~ms diez o quince años.

son fáciles de interpretar, puesto que el ámbito misnio de la ciencia y la tecnologla estando creciendo podríamos suponer que el volumen de la literatura científica, dentro de cada &ea especl- fica de la investigación y el desarrollo,ha perma- necido constante. Sin embargo, los estudios circunz criptos a un determinado campo o disciplina indican que esto no es exacto. Para expresarlo en otros términos, la aparición de nuevas especialidades o sub-disciplinas en la esfera de la ciencia tiende a ser apreciablerente más lenta que el crecimiento total de la información científica, de acuerdo con la medida de éste que dan los índices mencionados mds arriba. Es también de por sí evidente que la investigación no adelanta sólo por la exploración cada vez más minuciosa y profunda de los misnios terrenos; la búsqueda en nuevos territorios es otro medio gratificante de avanzar, en cuyo caso los obstáculos cuantitativos al control de la información vuelven a ser predcminantes.

Otras indicaciones de un crecimiento exponen- cial provienen de los estudios cobre el v o l m de los conocimientos cientlficos y el n k o de per- SOMS dedicadas a la investigación. Seg-ún la Asociación Nacional de Educación de los Estados Unidos, "para duplicar los conocimientos de que el hcanbre disponía en la época de Cristo se requirie- ron 1.750 años. üna sequnda duplicación se logró 150 años después, es decir, en 1900. En la década de 1950 two lugar una cuarta duplicación del total de los Conocimientos humanos. Visto en otra forma, la tecnología se ha multiplicado por diez cada cincuenta años durante 116s de 2.800 años. En 1950 habla m millón de cientfficos e ingenieros en elnnindo; en 1900 había sólo cien mil; en 1850, diez mil; y en 1800, mil" (4) . A decir verdad ni la aritmética ni la cromlogia tienen muchas bases objetivas para hacer estas arriesgadas generaliza- ciones; sin embargo ellas sirven para dar una *gen vigorosa y, en oonjunw, veroslmil, de la fantástica expansión de la ciencia y de la temo- iogla en el niundo actual, en oposición con lo -- mido el presente en otros campos de la actividad h m .

LOS datos econhicos proporcionan nuevos índices para redir el misnio fenckeno. Ciertas cifras globa- les son suministradas corrientemnte en diferentes palses y aunque en algunos casos las bases de las estimaciones son un tanto inciertas, pueden citarse algunas de ellas, que indican al m o s el orden de magnitud de los costos de los servicios de infom- ciún cientlficas en relación con los presupuestos nacionales. As€, en los Estados Unidos, los gastos del Gobierno Federal relativos a la infomciún cientlfica y técnica han sido estimados en aproxi-

Los resultados de tales inventarios masivos no

en el pasado, y con lo que ocurre aún en

9

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1.3

madamnte 150 millones de dólares en el año 1963, 175 millones en 1964 y 200 millones en 1965 (5). Las estimaciones hechas para el año 1966 por el Co- mité de Información Científica y Tecnológica (COSATI) mstraban otro notable increnento: alrede- dor de 380 millones de dólares (6) -lo cual es probablenwte un cálculo m y rrodesto, a juzgar por las cifras más elevadas que se dan en otras fuentes solo para asignaciones sectoriales (7). El a m t o es de nuevo espectacular en el año 1968, para el cual las cifras admitidas de gastos federales en información cientlfica y técnica exceden de los 500 millones de dólares.

se dispone de presupuesto detallado, cabe señalar que, s@ se informa, el recientenente creado Centro internacional para la información Cientlfica y Técnica, con base en Moscú, cubre una red de servicios nacionales y regionales en Europa Orien- tal, cuyos gastos totales se hallan dentro delmis- m orden de magnitud. En cuanto a los palses de Eumpa Occidental, los expertos de la o(=DE estiman que los gastos anuales de los palses miembros en materia de infomción cientlfica y técnica, se aproximan a los 1.000 millones de dólares por año (8).

Cualquiera sea el valor de estas estimaciones globales, su sola convergencia tiende a probar que una parte sustancial de los presupuestos nacionales oonsagrados a la investigación y al desarrollo es actualnwte afectado al mantenimiento y la mejora- ción de los servicios de infomción (se han anti- cipado proporciones del 2 al 5%, sobre la base de los datos obtenidos en los Estados Unidos). C m a su vez aquellos presupuestos absorben una fracción creciente del producto bruto nacional, al m o s en los palses más industrializados,parece evidente que las actividades de información cientlfica pa- san en la actualidad por un perlodo de m y acele- rada expansión, que quizás se halla sólo en sus ocmienzos . el difundido vocablo inglés), no es necesarimnte un período de crisis: y faltarla deniostrar que ese rápido crecimiento crea nuevos problemas anterior- m t e desconmidos. Esto es aún materia de discu- sión. Algunos autores critican la manera en que se reúnen los datos ndricos, tanto los que se refie ren al v o l m de la literatura cientlfica c m a los gastos de presupuesto; y reccaniendan proceder con cautela en la interpretación de datos tan dis- cutibles (9). Otros autores, sin negar la validez de las cifras que se dan, arqxyen que ellas cierto mdo se anulan recíprocarente: si es verdad que hay actualnwte más libros, perimicos e informes que nunca es también cierto que ahora haymuchcsmás cientlficos para utilizarlos y más dinero disponible para construir equipos perfeccig nados que permiten a los usuarios individuales c o ~ trolar 116s grandes masas de documentos o de datos, etc. Por consiguiente, ¿no es quizás totalmente imaginaria la crisis de la información? (10).

de ciencia a adoptar ese punto de vista es, sin duda, que siendo ellos "los especialistas más avanzados en sus disciplinas ... nunca ven la

h lo que atañe a la Unión Soviética, aunque no

Un período cmm el expresado (un "bocan", segGn

en

Una de las razones que inducen a rnichos h d r e s

i n E

dación" (11). una razón adicional es que la calidad de la infomción cientffica decrece a medida que a m t a la cantidad. Se ha recordado a este respec- to la ley de Parkinson, "m ejemplo de una ley cientlfica esencial para tcdo sistema de investiga- ción documental establecido en una disciplina" (12); as€ m i m , la ley de Gresham, segh la cual "la mala mn& desplaza a la buena", extendi 'éndola su- t i h t e al universo de la circulación de los docu- m t o s (13). Se puede rechazar la interpretación sociológica del f e n h o , pero no el f e n h o misno el cual encuentra corroboración en el contraste entre las colecciones "de base" y otraSrpor ejemplo, tal CCBIY~ se lo observa en un cierto nCrmem de invc tariocevaluativos de la literatura cientlfica (14). Esto no quiere decir que tal distinción coincida en alguna medida con la dicotada miquea que se ha sugerido más arriba; ella indica, sin embargo un camino para reducir el peso del rrianejo de la infor- mación, a través de al- tipo de control de la calidad, m algunos cientIficos se inclinan a recanendar (15).

Otros argurrentos en contra de la tesis de la explosión se refieren a iasawibiantes modalidades de la investigación cientffica. El rápido envejeci- miento de la información en ciertos caqms se cita a veces como un factor que limita el volumen de la literatura que los investigadores tienen que exami- nar en un manento dado (16). h apoyo de esta mi- tesis optimista se mencionan también las incesantes mitosis de la ciencia, de las que resulta una pro- liferación de nuevos c q s especializados (17).

Hemos ya señalado las limitaciones de este punto

les es verdad que cada uno de los argumentos q e ? tos contiene una parte de verdad; pero a nuestro entender ninguno de ellos parece hacerse cargo de los problemas más importantes de la transferencia de la información cientlfica, tal como se plantean hoy en dla. Esos problemas son de orden cualitati- E más que cuantitativo , y se refieren más a las insuficiencias estructurales de las redes de infor- mación que a su posible sobrecarga. La mayor parte de los problemas examinados en la sección preceden- te, por ejemplo, son indepndientes del tar@año y el crecimiento de las masas dccmmtales, aunque éstos ciertamente agravan a aquéllos. v m s a r e s m l o s bajo una forma diferente a fin de poner en widen- cia los rasgos esenciales, no cuantitativos, de la llamada crisis de la información.

El punto bdsico reside en el hecho de que la información cientlfica y técnica es más y más reco- nocida CCBIY~ una necesidad crltica de casi tcdos los aspectos de la vida rroderna; no solamente de la investigación y la tecnologla aplicada, sino tam- bién del gobierno, la industria, la educacíh, etc. Viene luego el reciente pero vigoroso énfasis pues- to en el control universal de conocimientacientlfi cos,que deberla ser accesible a todas las socieda- des, cualquiera sea su localización geográfica, i d i m , situación economica, etc. Finah~nte, se reconoce ahora que la información cientffica no consiste únicarente en la literatura en que se expone la investigación original, producida para un clrculo cerrado de especialistas, aunque exten- dido por tcdo el d o ; la información cientlfica

de vista un tanto siqlificador. En términ0 s g-z

10

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1.3

debe proporcionar otros canales de acceso a los conocimientos a fin de satisfacer la denianda de muy diferentes categorlas de usuarios, tanto en los palses industrializados COIIY) en otros.

Ciertos factores extrhsecos juegan también un papel; nuestro mundo se caracteriza por los rápidos cmnbios, todos los cuales repi-cutm sobre el pro- blema de la información. En lo polltim, las nacio- nes que pensaban ser ccmpletamente independientes se ven llevadas a admitir, por interés mutuo o por necesidad de la auto protección, que la cooperación mundial es una necesidad de nuestros tienpos y quizás la única vla de supervivencia. En lo m n 6 - mico se afirma la tendencia a las concentraciones regionales, lasque a su vez tienden a trascender las barreras nacionales y a crear nuevas demandas y posibilidades para la investigación y el desarrollo en palses que hasta entonces hablan permanecido al margen de la m e a creciente de la revolución cien- tffica. Esto a su vez precipita una evolución social en cuya virtud se diversifican los rqeri- mientos de conocimientos que los hcpnbres hacen para la educación, los negocios, la investigación y el desarrollo cultural. Finalmente, no es lomos importante que los rápidos avances de la tecnologla, particularrente en el campo de la ccanputación elec- trónica y las carrninicaciones, abren nuevos caminos a la transferencia de la información cientlfica y plantean nuevos problemas de organización, algunos de los cuales 6 1 0 pueden ser convenientanente re- sueltos a nivel nacional o internacional.

Tal es, pues, la naturaleza de la crisis de in- formación desde un punto de vista cualitativo. Las interpretaciones cuantitativas de aquélla, más re? tringidas, constituyen 6 1 0 una razón adicional para afrontar el problema sin dmra.

1.4 Lo5 PELIGFOS DEL PDNOPOLIO

mchas medidas mrrectivas han sido ya adoptadas por los gobiernos, las asociaciones profesionales, las organizaciones internacionales. Una gigantesca "maquinaria de análisis" -según la expresión de Vannevar Bush - está en camino de mntarse para asegurar el procesamiento de la literatura cientl- fica con &todos más eficientes, aprovechando ple- namente las últimas innovaciones tecnolkkas. Pero esta evolución suscita a su otros problems, que también se relacionan c m la filosofla polltica. ~a construcción de esa ccanplicada maquinaria exige recursos cada vez mayores, tanto intelectuales cam financieros. Tan sólo unos pocos millares de espe- cialistas bien formados son capaces actualmente de mcebir y controlar los servicios de información totalmente autmatizados que se prevén para el fu- turo próxirm; y 610 las sociedades rrds pr6speras pueden afrontar los costos de la implantación y el funcionamiento de tales sistemas. Surge de alll que el progreso de la "maquinaria documental" lleva consigo un peligro real: éste es el de un mnopolio de hecho, pues los d i o s de explotación intelecb- les, técnicos, financieros - tienden a concentrarse en las m o s de unos pocos.

Es verdad que esta situacih no tiene nada de nueva: la misna ciencia manifiesta igual tendencia a la "capitalización" y a la formación de una tec-

nocracia que adquiere una creciente influencia en el interior y, a veces, por encima del Estado. En ese caso el control de la información cientlfica es evidentemnte esencial: es la clave de todo el proceso de decisión, en el más amplio sentido del término, en el carp de la investigación cientlfi- ca amo en el de los negocios o de la industria. Y no es sorprendente que ese control tienda a caer exclusivamente en las manos de la "tecncestructura" la que está representada por grupos guberriimwtales industriales cuyas relaciones de fuerza varían en función de las condiciones geopolíticas.

Podrla ciertarente sostenerse que el riesgo de una oligarquía existe s610 en el dcaninio de las aplicaciones de la ciencia, y no en el de la cien- cia misma, la cual posee su propia deontologla para +ir tales desviaciones. Sin embargo, des- graciadamente no parece ser esto lo que Ocurre; aún si es verdad que los descubrimientos cientlfi- cos y las aplicaciones que de ellos se derivan suelen a veces estar separados por plazos sorpren- denternente largos, no es realista separar unos de otras cuando se trata de los aspectos sociapollti- cos del control cienfffico. Basta, por ejemplo, observar que la parte más notable de los presupuez tos de investigaci6n y desarrollo se consagra a campos y disciplinas estrechamente ligados a apli- caciones - la qulmica, la medicina, la agricultura, la geolcgla, etc. - o a objetivos sociopolfticos: la defensa nacional, la investigación espacial, la educación. Esta observación es particdamente válida para los servicios de información, entre los cuales los más importantes son los que se en- cuentran en esas regiones mixtas, 'tnau&o-tdmi&~ kie", de la investigación pura y aplicada.

pueden surgir mnopolios de hecho en el bnbito de la información cientlfica y técnica, lo que condu- cirlan a una subordinación de la mayorla a unos pocos, tanto en el interior de las naciones caro en sus relaciones mutuas. A ese respecto es wm- no tener presente la advertencia de uno de los principales especialistas mundiales de la sociolo- gla polltica, Harold T. Lasswell: "Debenns tener plenamente en cuenta el poder de las fuerzas que favorecen mnoplios que blcquean la diseminación de la infomción... Eh tanto quienes se especiali zan en el avance del conocimiento dependan del apoyo de fuentes que parecen beneficiarse de la di- visión del m d o , el interés sentimental y práctico en tal divisi& ha de continuar obrando" (18). Sqún Lasswell, las consecuencias de este hecho afeg tan a la seguridad mundial, la individualidad y la deniocracia; no es necesario insistir aqu€ en ellas, puesto que el presente estudio está totaimnte con- sagrado a los diferentes d i o s de hacer frente al desaflo, en el marco de una organización mundial de la transferencia de la infomci& científica, capaz de hacer contrapeso a los factores objetivos de m- nopolio . 1.5 LA INFOF?MACION CIENl?IFICA aM3 UN IIEcuRco

No se puede, por tanto, ignorar el problema:

MUNDIAL

Fuede ahora resumirse fácilmente la argumentacidn del presente capltulo. H m s llegado a unrnXrient0 en

u

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1.5

el que la ciencia dcanina la existencia de todos los seres humanos; por esta sola razón, la materia prima de la cual la ciencia se alhsnta - a saber, la infomción, los datos -, reviste una importan- cia vital para la sociedad mundial. Quiérase10 o no, la ciencia es actualmmte un recurso sociali- zado, precisamente a causa de la multiplicidad de sus aplicaciones: el desarrollo industrial, la defensa nacional, la salud pfblica, el bienestar social, la educación, la cultura, etc. Este hecho es suficiente para explicar- y a nuestro parecer, para justificar-, la creciente intervención de los gobiernos y de las organizaciones internacionales en las cuestiones relativas a circulación de la información cientlfica y técnica. Sin duda, no to- das las naciones canparten la misma filosofía en cuanto a la extensi6n y la naturaleza de su inter- vención en este canp. Es lógico, por ejemplo, que los países socialistas de Europa Oriental tengan una fuerte tendencia a confiar al Estado el con- trol de un servicio que hasta tal punto resulta esencial para la sociedad. No es m o s explicable que en los palses capitalistas del continente a m - ricano y del europeo haya una cierta renuencia a nacionalizar servicios de infomci6n privados que funcionan a satisfacción de n m o s o s usuarios. Finahte, está también dentro del orden de las cosas que los palses en desarrollo, tanto los orientados hacia el sccialim rn al capitalim, formen de hecho una tercera categoría - el "tercer mundo'' de Tibor Mende- dentro de la que, no obstan- te, se observan diferentes actitudes con respecto a los problemas sociopollticos de la información cientlfica.

bien Ccpnplemntariedad, en las distintas políticas que las organizaciones internacionales pueden seguir legltimamnte, con respecto a los mismos problemas. No es un secreto, por ejemplo, que el CIUC, en virtud de su misión, presta más atención a los problemas de la infomción en las ciencias básicas que a los de la tecnología; en tanto que la Unesco, de conformidad con su propia carta consti- tutiva, tiende a abarcar el ámbito total de cono- cimiento y a abordar los problemas de la infom- ci6n sin ninquna limitación de alcances o de méto- dos. No obstante, ambas organizaciones son capaces de coincidir en un conjunto Ccancin de principios u orientaciones, a los cuales todos los gobiernos, a su turno, deberlan adherir voluntariamente.

Uno de esos principios es que la investigación y la información cientlficas no son del interés exclusivo de los cientlficos, y que ninguna persona, ni clase, ni corrninidad, deberla ser privada del

Del mimo modo, no hay contradicci6n, sino más

*

1.

2.

12

acceso a los tesoros del conocimiento acunuhdos por la hurenidad. El concepto de una multiplicidad de grupos de usuarios está relacionado con ese principio, amo lo está el deber de asegurar que los pa€ses en desarrollo tengan una participación adecuada en el manejo y utilización de los recur- sos mndiales de información.

definición de los obstáculos que se oponen a esa lhea de conducta. Los más evidentes son los de carácter econ&dco y plltico. J h e s con inclina- ciones y aptitudes para la ciencia no tienen las mimas posibilidades de dedicarse a ella, a causa del país al que pertenecen y, con bastante frecuen- cia, de la situación socioeconómica de sus padres. Su mima lengua materna, siendo rn es algo tan contingente, resulta debaminante; y a este respec- to, los habitantes de los palses de Europa Occiden- tal - excepto la Gran Bretaña - tienen que luchar con las mimas dificultades que los de Africa a Asia. Otros impedimntos más insidiosos proceden de hábitos culturales profundamente enraizados que trascienden las fronteras geopollticas :el prestigio de la erudición en algunos palses orientales y, similarmente, una moda de los estudios clásicos en algunos países eumpos, que trae ccm~~ consecuencia la reluctancia a abandonar prácticas de información tradicionalrente ligadas a esas formas del concci- miento, son sólo ejemplos de la influencia que los hábitos del c x m p M e n t o pueden tener sobre las actitudes de las ~ ~ ~ S O M S con respecto a la ciencia y la tecnolqla mdemas.

consenso en cuanto a las dos categorlas de correcti- vos en los que cabe pencar en este contexto. Unos son de orden material: la tecnologla contemporbiea proporciona medios aptos para extender la m r i a del hcmbre y sus funciones intelectuales elementa- les, as€ m sus facultades sensoriales (vista, audición), en la f o m de Ccpnputadoras electrdnicas y medios de teleccrininicación. Los otros son de carácter organizativo o, más básicmte, fiiosófi- co: necesitams también una extensión de las capacidades imaginativas del hmbre, a fin de que las irracionalidades e injusticias en el m e j o de la información científica a lo ancb del mundo sean reducidas por cualesquiera medios institucionaies que resulten adecuados. Tal es el Ciltiro propósito del presente proyecto. Los principios básicos sobre el que el mismo descansa han sido resumidos en la iñtrcducción; las páginas siguientes tratarán de una posible vía de acción para el logro de tal objetivo en una f o m práctica.

El acuerdo es también fácil en lo cpe atañe a la

Finalmente, hay también un cierto grado de

* *

Sir Alexander King, en Proceedings of the 1965 Congress of the International Federation for Dxumntation, p. 252, Washington, Spartan Books, 1966. J.C.R. Licklider,"A crux in scientific and t&- nical ccamninication", American psycholqist, Vol. 21 (1966), p. 1044-1051.

3. Según un informe de la OCDE, 1968. 4. De acuerdo con Philip K. Reily, extraido de

Proceedings of Infomtion Technology Conferen- ce, junio 20-21, 1968, San Juan, Puerto Rico (ccmmnwealth of Puerto Rico, Technical Servi-

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5. Según cifras proporcionadas por la Oficina del Presupuesto, citadas por Eugene B. Konecci, en Prcce@ngs of the 1965 Cangress, international Federation for Docunwtation, p. 216, Washing- ton, Spartan Books, 1966.

6. William T. Knox, en The Girowth of Knmledge, (M. Koche, ed.), p. 98, Nueva York, John Wiley & Sons, 1967.

7. Asf, por ejqlo, la SUIM de 600 millones de de lares fue asignada por el Gobierno Federal a las bibliotecas en el año 1967: Donald P. Hamner, en Annual Review of information Science and Technol~gy, ed. (Carlos A. Cuadra, d.) Vol. 2, p. 401, Chicago, rncyclopaedia britanni

~ - ca Inc., 1967.

8. De un informe distribuido por la CCDE en 1968,y ccmpletado con observaciones de P. Judge.

9. Véase, por ejemplo, Le-Roy H. Manteii, "On laws of special abilities and the production of scientific literature", en American Docunwta- tim, Vol. 17 (1966), p. 8-16. -

10. J.C. Green, "The information expiosion: real of haginaq? 648.

en Science, Vol. 144 (19641, p.646-

11. J.C.R. Licklider, *.cite 12. M. Kochen (d) , op.cSt., p. 140. 13. Derek J. de Solla Frice, en ccmrmni 'cation in

Science, un volumen de la Ciba'Foundation (Anthony de Wuck y Julie Knight eds.) p.203, Londres, J.A. Churchill Ltd., 1967.

14. Véase, por ejemplo, los estiadios realizados por la Oficina de kscnienes Anallticos del CIüC sobre literatura general en física y otras dis- ciplinas.

15. D.R. Swanson "Scientific iournais and informa- tion services of the fut&e", m i c a n psyci~o- logist, Vol. 21 (19661, p. 1005-1010.

16. S m e l A. Goudsnit, "1s the literature mrth retrieving?", Physics tcday, Vol. 19 (19661, D. 14-15.

17. kiguiendo una de las sutiles argunwtaciones de Y. Bar Hillel en "1s Information Retrievai approaching a Crisis? Vol. 14 (1963) , p. 95-98.

-rich civilization" en Proceedings of the FID ~naress 1965, ya citado, p. 170.

en American Documentation

18. W o l d D. iasswell, "Policy problems of a data-

* * *

13

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CAPITULO SEGUNDO

Antecedentes históricos tiel c's tiidio

2.1 INICIATIVAS PARA LA CREACION DE UNA CENTRAZ, MüNDIAL DE La INFORMACION CIETTIFICA

El capitulo anterior ha tenido F r objeto dems- trar que las responsabilidades del m e j o de la circulación de la información cientlfica y técnica caen sobre la sociedad en su conjunto, independien- temente de las diferencias sociales, econfmica y politicas. Por razones que pueden haber sido un tanto localistas, algunas personas imaginativas sugirieron en diversas ocasiones el establecimiento de una especie de "central mundial" de la informa- ción cientlfica, bajo una u otra forma, a fin de reducir la manifiesta duplicación de esfuerzos en las actividades documentales, aumentando al misno tiempo la eficacia global de estas Gltimas. En fecha tan temprana cc~llo el año 1858, la Roya1 Society- consecuente con su larga tradici6n de universalidad- emprendió la confección de un "catálogo escrito debs tltulos de periodicos cien- tificos en todos los idicanas" (1) , anticipando as€ los proyectos actuales de un registro mundial. Cuarenta años después la misma sociedad cientlfica propuso la realización de una conferencia interna- cional con el objeto de considerar el proyecto de otro catálogo, esta vez concerniente a los misnos documentos originales, los que serían enlistados y clasificados de acuerdo con normas c m e s , bajo la responsabilidad de cada pals (2). El resultado fue el "Catálogo internacional de la literatura cientlfica", que representa probablemnte el esfue5 zo cooperativo más significativo entre los científ' cos para registrar y organizar su propia literatura sobre bases mundiales.

Ideas similares estaban circulando, asímismo, en los Estados unidos durante aquel perlodo. En 1853, en oportunidad de una conferencia de bibliotecarios en Meva York (una de las prhras de estas reunio- nes que se realizaron en el mundo), se hizo la siguiente proposición: "...el establecimiento de un sistema regular y permanente de intercambio entre los gobiernos, no solmte de los duplicados no utilizados de sus bibliotecas p-Úblicas, sino de todo lo que emana del genio de una nación, a fin de crear en las capitales de los estados civilizados, bibliotecas públicas internacionales que llegarían a ser exhibiciones del pder intelectual de cada uno de ellos, una Feria Mundial permanente del genio de las naciones... Que haya un organim cen- tral en cada Continente, el que estará en conexión con los otros para negociar estos intercambios: que haya una publicación mensual en inglés, francés y

al&, en la que se darán a conocer las actas del organisrro y los tltulos de los libros u objetos intercambiados.. . " (3) . La feria mundial no se mterializó, pero los acuerdos internacionales para el intercambio de publicaciones se desenvolvieron mcho, después de aquella notable propuesta, hasta que en el aio 1866 se firnd en Bruselas una conven- ción para prmver y regular esta importante fun- ción que es la transferencia de la infomción (4).

El espiritu de cooperación se mstró también, iniprevisiblmte, en otra área. Joseph Henry, el ilustrado director de la Smithsonian Institution, en una fecha tan temprana cam el año 1854, propuso a la Asociación mricana para el Progreso de la Ciencia un acuerdo cooperativo para que ambas ins- tituciones ccanpartieran la responsabilidad de indi- zar la literatura cientlfica mundial (5). Sin embargo, la situación no era quizás demasiado apre- miante, pues el acuerdo nunca se logró, aunque ocasionahwnte propuestas similares fueron hechas con el inisno fin (6).

que fueron algo más lejos, pero que no obstante resultaron ineficaces. Una de las de más amplia visión provino del fanioso escritor H.G. Wells, quien en oportunidad de una conferencia en el Instituto Real de Gran Bretaña, el 20 de noviembre de 1936, expuso los rasgos principales de una "World hcyclopdia", a la que se confiaría la producción de "Sintesis Intelectuales" de todo tipo, "viviente y creciente y cambiante, continuamente bajo revisión, extensión y substitución a cargo de pensadores originales de cualquier parte del mundo" (7). Esa enciclopedia universal, cam3 la feria Mundial antes mncionada, no ha pasado de ser un sueño, pero no porque la iniciativa de Wells fuera una utopia. Por el contrario, el énfasis en la nece sidad de servicios ccnnpetentes de análisis biblio- gráficos en ciencia o centros de información sinté- tica, cam se los denmina a veces, es ccanpletarrrui- te moderno y coincide con las actuales concepciones de un servicio mdial de información (véase mds abajo, sec. 5.2.4).

en la prhra Conferencia internacional sobre información Cientlfica (CIIC) , en 1958, en Washington, por dos hcanbres de ciencia, P. Bzquet y W. Qlamberlin, quienes consideraban la posibilidad de establecer un centro o instituto naindial de información cientifica, cuya principal tarea consi? tirla en estimular la cooperación internacional en gran escala entre los servicios de documentación de

Cien años después se hicieron nuevas propuestas,

Otro proyecto, más practicable, fue presentado

15

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2.1

tcda clase existente y en tcdos los campos, a través del mundo entero. Si en este proyecto se subrayan las funciones de conexión y compensación, pesadas tbreas ejecutivas eran también asignadas el Centro Mundial de Bcquet iba a ser responsable de la adquisición, almacenamiento, análisis, traducción, recuperación y diseminación de informa- ción científica, así como de toda clase de publica- ciones: registros, índices, títulos corrientes, extractos, reseñas, etc. La relación entre esas dos categorfas de funciones - unas descentralizadas, otras centralizadas- no estaba sin embargo ente- ramente clara: ni tampoco se había prestado mcha atención a la viabilidad. Los dos problemas son interdependientes en la práctica y cualquier estu- dio serio del asunto mostrará que s610 bajo una forma descentralizada un servicio mundial de infor- mación es factible en la actualidad, por razones de naturaleza política, educativa, financiera, tecnoic gica, etc., sobre lo cual volverms en un capítulo ulterior (sec. 5.3) .

Sea C<IIY> fuere, los dos trabajos presentados a la CIIC no fueron seguidos por una acción con- del tipo propuesto. En vez de ello -pero quizás en parte bajo la influencia de las ideas expresadas en aquéllos - los acuerdos bilaterales y mltilatera - les parecieron multiplicarse, participando en ellos servicios de información tanto privados como guber- namntales, con el objeto de tratar localmente, en términos aperativos, algunos de los problems pre- viamente discutidos in vitro bajo la bandera de la cooperación internacional. Esas &idas, por limi- tadas que puedan parecer en el contexto actual, contribuyeron sin duda a que se abriera paso el concepto de la viabilidad de un sistema mundial, basado en la misma clase de acuerdos cooperativos, pero extendidos a mchos más países y áreas del conocimiento. Es, por lo tanto, oportuno describir algunos de ellos en líneas generales, para que sirvan de telón de fondo al presente proyecto.

2.2 PASOS HACIA LA COOPERACICN MüNDIAL (*)

A. Los esfuerzos cooperativos para el manejo de la jnformación científica adoptan diferentes modalida- des. Una de ellas es la participación de varias instituciones u organims situados en diferentes países en la operación de un servicio conjunto, tal cam la prduccih de revistas de extractos, el intercambio de documentos indizados, la prducción de tesauros m e s , etc. Acuerdos directos de esta clase se han desarrollado mcho en los últimos diez años, especialmente entre los Estados Unidos y Europa Occidental, sin intervención de los gobier- nos. Un notable ejemplo es la colaboración del Chemical Abstracts Service con sociedades científi- cas y firmas privadas del Reino Unido y la Repúbli- ca Federal de A l d a , en lo que concierne a la distribución de la tarea del análisis de domwntos, la adopción de servicios de ccanputación a las necesidades de diferentes grupos de usuarios, la

(*) Con exclusión de los dados por el C m C y la Unesco con anterioridad al presente proyecto: para éstos ver la sección siguiente.

producción de revistas de datos cmmes, etc. esfuerzos conjuntos relativos a esquemas unificados de clasificación e indizaci6n son notables en el campo de la ingeniería, así, el Instituto de Inge- nieros Electricistas del Reino Unido y el Instituto de Ingenieros Electrónicos de los Estados Unidos han preparado un tesauro carbin y proyectan ahora cooperar en la distribución de cintas magnéticas que abarquen la totalidad de sus colecciones biblio- gráficas. Acuerdos de un alcance semejante se han realizado entre la Sociedad Americana de Metales y la Sociedad Británica de Metales, etc.

Diversos organims orientados hacia misiones específicas siguen actuahte esta mima tendencia La CCpRisión de Energía A-mica de los Estados Uni- dos ha propuesto a varias naciones de Europa Oxiden_ tal cierto número de acuerdos bilaterales - que ahora están siendo reelaborados de conformidad con el Sistema Internacional de Información Nuclear (SIIN) , que auspicia el Organim Internacional de la Energía A-ca - para dividir los trabajos de análisis y registro de la información, así caro para ccenpartir los productos del procesamiento de aquglla. El Sistema de Análisis y Recuperación de la Literatura M i c a (MEüLARc), de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, está siendo también explotado en cooperación con otros países, como consecuencia de acuerdos establecidos con servicios de información de Australia, Francia, Japón, Suecia y el Reino Unido.

En esta forma de acción cooperativa participan a veces no s610 institucianes sostenidas por los estados, cam las que se han mcionado, sino también organizaciones técnicas internacionales. Por ejemplo, la Organización Europea de Investiga- c i h Espacial (ESRD) tiene actuahte un acuerdo con la Mministraci6n Nacional de la Aeror&tica y el Espacio (NASA) , para el intercambio de microfi- chas y de registros sobre cintas magnéticas que cubren el conjunto de los infoms técnicos; y el ESRD dispone actualmente de una “Estación de Recu- peraci6n”en la República Federal de Alemania, con acceso al sistema de información RM3oN de la NASA. En este caso los gobiernos están indirectarente iqlicados a través del apoyo que ellos dan a tales organizaciones. Su participación se hace directa, sin embargo, cuando un organism internaciOna1, tal cam la Organización de -peración y Desarrollo E c o n ~ c o s ( O E ) , decide tma~ en sus m o s la conducción de los esfuerzos cooperativos entre las naciones miembros. En realidad las dos operaciones que acaban de mcionarse, en el campo de las cien- cias b i d i c a s y en el de la investigación espa- cial, fueron en parte auspiciadas por la EDE; y otros proyectos del misno tenor se hallan en prepa- ración en esta Organización, bajo la ccmpetente dirección de su Grupo de Política de la Información, plenamente dedicado a la tarea de mntar una red coordinada de servicios de información en los pí- ses participantes. ia significación del citado Grupo de Política de la información surge de la naturaleza de sus miembros: en 1964 se invit6 a participar del mism a los funcionarios gubernamen- tales respOIlSables, a nivel político, de programas nacionales de información científica y técnica. El propOsito del Grupo es identificar los elementos de

Lios

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2.2

las políticas nacionales con respedo a la infor- mción, prcnmver el desarrollo de esas políticas en los países miembros y esthiar su mnizaci6n con la finalidad de facilitar la acción internacional a nivel gubernarrwtal.

B. En =opa, la tendencia a depositar en los go- biernos la responsabilidad por la coaperación en el campo de la política científica nacianal, estd en verdad, acentuada, aparentemente por dos razones: una la añeja tradición de centralización del poder, ccnnún a la mayoría de las naciones europeas; la otra es que los intereses particulares r a r m t e tienen en Europa la posibilidad - econ&nica o polí- tica - de tarar la mima parte que sus equivalentes nortemricanos en el control de grandes y avanza - dos servicios de doc-mentación. ia acción intergu- -tal constituye así una segunda modalidad de cooperación en el terreno de la información cientl- fica, que se puede ejemplificar no sólo con el caso de la EDE, sino tambih con el de las naciones socialistas de Europa Oriental que f o m el Conse- jo para la Asistencia Econ6mica Mutua (CAEM) . A ccanienzos del año 1969 los ministros de ciencia y tecnología de dichos paises acordaron combinar los esfuerzos de los estados miembros en el campo de la información cientlfica y técnica, constituyendo una red coordinada y estableciendo un Instituto Inter- nacional en MOSCX. ia tarea básica de este Institu- to es facilitar el intercambio de la infomcián, pmarwer la organización sistemdtica de la red y desarrollar todos los e l m t o s necesarios para su financiamiento: normas, instalaciones de canputa- ción y corninicación, educación, etc.

El proyecto del CAEM es r e a h t e un ejemplo sobresaliente de esfuerzo multiguhmamntal para afrontar los problanas contempordneos de la infor- mación científica.

tendencia hacia la intervención del Estado en esta mteria. Sin embargo, esa tendencia no es una característica exclusiva de los países socialistas o europeos. En Japón, ya en 1960 el Consejo de Ciencias y TeQlologla y la Oficina -tal de Ciencia y Tecnología propusieron niedidas en favor de una política coordinada de la infomción cientl fica, que están siendo ejecutadas ahora bajo el control del Consejo de Ciencias del Japón, institu- ción patrocinada por el Estado. En 1969, el Conse- jo de Ciencia y Tecnología aconsejó al Primr Ministro la creación de un sistema nacional de infomci6n para la ciencia y la tecnología. Aun en los Estados Unidos, cirmpeones del laissez-faire y de la libre empresa, se ha reconocido con toda inparciaiidad que "la información es un recurso público, un recurso federal, nacional e intemacio- nal...(y que) si los conocimientos adquiridos por el haribre han de llegar a ser verdaderamente acce- sibles deben hacerse planes y prcqrms, deben establecerse prioridades y deben asignarse recursos adecuados" (8). Establecer planes generales, asig- nar fondos, con funciones gubernamentales; es por lo tanto en un todo pertinente que el Gobierno federal asuma ahora sus responsabilidades a ese respecto, si bien empleando medios distintos que los adoptados por las políticas más centralidadas

Al m i m ti- constituye un caso extrem de la

de los países europos. En un recientenente publicado por el Consejo Federal para la Ciencia y la Tecnología, se subraya firmemente la urgencia de concretar acuerdos cooperativos, no sólo entre los organims de infonnación de los Estados Unidos, sino tambih dentro del m c o n - 6 ~ amplio de empresas rmltinacionales (9). Los &s enfoques -el orientado a lo nacional y el orientado a lo mundial - son presentados apropiadamnteen el mimo plan, en la d i d a en que los problanas que ellos plantean son de la mi- naturaleza (aunque no de las rliisnac dinwsiones) y deben ser afronta- dos con d i o s en gran parte idénticos, relativos a la rrietodologla, la organización, la técnica, etc.

C. Es por lo tanto lógico que los organims inter- nacionales, a su vez, adopten la mi- política y nos provean así con un tercer modelo de esfuerzo cooperativo. En este caso la forma de acción más espectacular se relaciona con programas ecpeclficos de investigación de alcance mundial, ejecutados bajo el control de un organim internacional ad hoc. Unos de los primros de estos programas fue el del Año Geofísico Internacional, durante el cual varios centxos de datos fueron establecidos en diferentes regiones del mundo -Australia,Estados Unidos, Japón, la Unión Soviética, y ocho países de Europa Occidental- con el objeto de recoger, proce- sar e intercambiar la información prminente de equipos de investigación ubicados en diferentes sitios, de nrxio que pudieran proveer en el lugar, acceso al conjunto de la información. El éxito del proyecto, bajo la supervisión de la Unión Interna- cional de Geodesia y Geofísica (afiliada al CIUC) , condujo a la iniciación de varios otros, de entre los cuales uno de los más destacados fue el pmgra- m de investigación en el campo de la Oceanografla, lo que también iqlica una red de centros de datos y de acuerdos para el intercambio de datos entre más de 30 países, en beneficio de mchas asocia- ciones internacionales: la Ex~edición internacional al Océano Indico, la Cooperación Internacional para las Investigaciones del Atldntico Tropical, etc.

~a mayoría de ecos programas son patrocinados por el Consejo Internacional de las Uniones Cientf- ficas ( c m ) , juntamente con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (WSCX)). Sin embargo, en los úitirros años la W s c o y el CIUC han tanado otras niedidas para impulsar y regular el intercambio mundial de infor- mación científica y técnica. Un paso importante fue la creación, en 1952, de la Oficina de Restkenes Analíticos del CIUC (CIUC/m) , cuyas funciones han estado intimamente vinculadas a la perspectiva de un dstema mundial de información, aún cuando el conaepto de este últim s610 apareció recientemente. Políticas y procedimientos uniformes han siib dos entre las principales revistas científicas en diferentes pafses y disciplinas (física, m c a , biología, ciencias de la tierra), para la prepara- ción de extractos, el intercambio de pruebas y de tiradas aparte, la confección de abreviaturas e indicadores temdticos normalizados, etc. Todos éstos son ccanponentes necesarios de un sistema mun- dial, y la acción de la CIuc/AB ha sido ciertamente un paso efectivo y realista en esa dirección.

docsunwto

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2.2

mí lo fue también la decisión del CIUC, en 1966 de poner en las m o s de un nuevo cuerpo internacig nal la responsabilidad de p m e r la producción y la distribución mundial de datos ndricos -y mds genéricamente, cuantitativos, m las constantes fundamentales, propiedades de substancia, constan- tes en cinética qulmica, etc. Así surgió el comité sobre datos para la ciencia y la tecnología (CODATA), formado por representantes de varias uniones científicas y un cierto númro de naciones que ya había iniciado tales esfuerzos. Una de sus tareas consiste en unificar la acción de centros de datos dispersos, mediante la adapción de normas canmes, la armonización de políticas editoriales, etc. Es éste otro ejemplo de la firme posición del CiüC en favor de la integración de sistemas de documentación.

D. Otra forma en que las organizaciones internacio- nales han procuado impulsar la cooperacih mundial en la transferencia de la inforn?ación, es el apoyo prestado a la realización de reuniones y estudios especiales sobre varios asptos técnicos de este tema. Así, la Federacih Internacional de Documen- tación (FID) en los Gltimos diez años ha ampliado considerablmte la esfera de sus actividades, ocupándose de asuntos tales cam normas comunes, ccmpatibilidad de sistems, los universales de cla- sificación, etc., cada uno de los cuales es un prerequisito para la coo~eración en el campo del tratamiento de la información. Al mism tiemp, continuó los esfuerzos para la puesta al dla de la Clasificación Decimal Universal - una valiosa contribución de la FID a la normalización de los inüicadores temáticos - y para investigar su apli- cabilidad a sistems niodernos de procesamiento mcánico de la información. De nodo más general, las grandes reuniones organizadas regulmte por la Federación han mostrado una notable amplitud de intereses cobre muchas facetas de la integración mundial y han contribuido en mucho, ciertamente, a la difusión de esta causa entre los científicos de la informaciún.

Sociedades para el Tratamiento de la Información (FISTI) ha realizado varias conferencias BII las que dio particular importancia a problemas y reque- rimientos especiales del procesamiento de documen- tos, desde muy diferentes ángulos: lenguas simb6li- cas especializadas concebidas para el tratamiento de archivos de información cientffica, empleo conversacional de ccarpxitadoras, análisis autanático del contenido de textos, requerimientos de educa- ción y adiestramiento de especialistas de la informaciún científica, etc. En todas estas áreas de investigación son perceptibles las tendencias a la integración a través de la concepción de siste- mas generales, lenguajes generales,programas gene- rales, etc. que son utilizables para una variedad de usos; y a través de la búsqueda de la interco- nectibilidad de sistemas, que de modo similar ilustra una creciente predisposición en favor de un método federativo o de una red para el procesamien- to de la información.

Normas (OUIN) proporciona todavía otro ejqlo de

Del mi= nodo, la Federación Internacional de

La organización Internacional de Unificación de

esfuerzos de alcance mundial y de procedimientos unificados en el mrrp de las actividades de do- cm~ntación. Uno de sus ccpnités técnicos, el "oVlN/C.T-46", se ha especializado en este terreno para el cual ha remwndado ya un estimable número de normas en muchas áreas diferentes: tltulos abreviados de periódicos, transliteración, reglas para la descripción bibliográfica y la catalogación, formatos y terminologías relativos a la microrre- producción, etc. otro C d t 6 (C.T.-97) ha considera- do la necesidad de normas para el prccesamiento autcnnático de la información desde un punto de vista tecnológico: conjuntos de caracteres y elaboración de códigos, medios de entrada-salida, lenguajes de programación, trandsión de datos, etc. En res- las "ReconieTidaciones 0.i.U.N" forman también una parte esencial del sistema mundial de información que será discutido más adelante (sec. 6.2).

Especialmenci6n debe hacerse de la Conferencia migwash sobre Ciencias y Asuntos Mundiales, que se realizó en Karlovy Vary, Checoslovaquia, en 1964, en la que se hizo notar que "m los servicios de extractos y los sistemas para codificación e indi= zación mcanizados existentes fueron desarrollados en forma indeperadiente, la información almacenada en uno de ellos no puede intercambiarse libremente con la que se encuentra en otros". En consecuencia, la Conferencia reccmendó que sin damas se adopta- ran medidas para montar un sistema unificado de almacenamiento y recuperación de la información sobre la base de los hetercqéneos proyectos entonces existentes. En el presente proyecto se epcontrarán propuestas en este sentido.

La enmación que precede no pretende en mdo alguno ser ccanpleta. M~~chos otros organisms inter- nacionales especializados han asmido nuevas res- ponsabilidades proponiendo varios esquemas cmpera- tivos para el m e j o de la donimentaciún científica y técnica. Algunos de ellos serh mencionados en un capítulo posterior, cuando se pase revista al cuadro actual de los servicios de informaci6n (sec. 4.3). En esta sección ha sido nuestro propósito mostrar que el concepto de cooperación está comple- taniente vivo, tanto en los organims gubemmta- les m en los no gubernamentales-nacionales o internacionales, públicos o privados - y que ya se han dado pasos significativos para llevarlos a la práctica en varias partes del mundo. El presente proyecto, par lo tanto, debe ser considerado m o s una innovación que una extensión de los movimientos existentes hacia la coordinación de las actividades mundiales relativas almaejo de la informaciún, dentro de un sistema integrado que se halla prefigu- rado en el conjunto de acuerdos cooperativos cuyd bosquejo se ha trazado en esta sección.

2.3 EL PRO!Ecm UNErn/CIX

temprano interés en armonizar esfuerzos en el campo de la información científica. Desde los primeros años de su creación, la Unesco puso en práctica programs para prmver y, si fuera posible, m r d L nar las actividades de los estados miembros en ese c-. El Prqrarm de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas proporcionó una vía de acción,

Tanto la Unesco ccn~~ el CiUC han mostrado desde

a

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2.3

través de la cual la Unesco contribuy6 con expertos, becas, publicaciones y equipos al establecimiento de centros nacionales de documentación en varios países endesarrollo. otro camino fue a través de las asociaciones internacionales, entre otras y en prirrier término, el Consejo Internacional de Unio- nes Científicas (CIUC) , la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios (FIAB) y la Fede- ración Internacional de Documentación (FiD) . Se or- ganizaron en conjunto conferencias con algunas de ellas; y se fue formando el hábito de atacar los problemas de la información científica a trav6s de los esfuerzos manccrininados de diversas entidades, tanto gubeniamentales ccmm técnicas. Entre tanto, algunos departamentos especializados de la Unesco lanzaron programas facilitar el tratamiento de la información cientf- fica.

Ya en 1949 la Unesco c o n m 6 una Conferencia Internacional sobre Resúmenes Analíticos Científi- cos, en la cual se discutieron temas que excedieron en mcho lo indicado por el título: publicaciones primarias, barreras ididticas, r&todos de distri- bución, los múltiples problmas del análisis docu- mental, la coordinación y la cooperación en las actividades de los servicios de informaci6n - M- cionales, regionales, internacionales, etc. Por cierto que h mayoría de las reccirnendaciones adop- tadas por dicha conferencia podrían ser suscriptas y reafirmadas ahora, veintiún años después, corrp expresivas de las exigencias técnicas de un sistema mundial de información (10).

Otra significativa contribución fue la adopción, en 1958, por la Conferencia General de la Unesco, de una Convención Relativa al Intercambio Interna- cional de Publicaciones, encaminada a reducir barreras aüministrativas y de otra clase para el intercambio de publicaciones entre organims -tales e instituciones no gubernamentales de carácter científico o técnico. Al misrm tiempo se emprendió la publicación de una serie denminada "Docinientación y Terminología de la Ciencia", para proprcionar a los científicos y dccmmtalistas algunos instrumentos de trabajo, tales caro biblio- grafías de diccionarios científicos y técnicos en una o varias lenguas, listas de servicios de traducciones científicas y técnicas, guías de publi caciones primarias y secundarias, etc.

Un nuevo paso adelante se dio en 1963, cuando la ihesco inició un programa ampliado en el campo de la docunientación científica, invitando a mchas partes a colaborar: uniones Científicas, asociacio- nes profesionales de dommentalistas, traductores y bibliotecarios, servicios gubernmtales y no gukmamntales de documentaci€m, editores de revistas primarias y cecundarias, organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, etc. Tres grupos de trabajos fueron establecidos para examinar los problanas y las soluciones en los siguientes cam- pos: (a) publicaciones científicas; (b) documenta- ción autcandtica; (c) traducción y terminología científica. Una amplia gama de tbpicos fue abarcada prefigurando así la extensión y el fin del presente estudio. En lo que atañe a las publicaCianes cienc ficas, el grupo de trabajo respectivo discutió la función de las periódicas y la organización eventual

particulares para mejorar o

de redes de publicaciones primarias, dando especial interés a la distribución de infomes técnicos y actas de conferencia. Se reccnriendó una vigorosa acción para la adopción de n o m s canunes, abrevia- turas y reglas para descripciones bibliográficas, así MS anallticos de autores,preparados de acuerdo con principios canunes. Esto iba a ser facilitado por la creación de asociaciones de editores cientí- ficos, sobre bases nacionales, regionales, o disci- plinarias, encargadas de hacer observar las regias y normas aceptadas en las revistas de ellos depen- dientes. El hecho de que los representantes de los principales periódicos tanaran parte en las reunio- nes donde se adoptaron tales proposicignes, revela- ba que estaba bien fundada la esperanza de llegar algún día a una política mndial de las publicacio- nes científicas. El grupo de trabajo que se Ocupó de traducciones y terminología científicas, f o m l ó recaniendaciones de sentido similar, en cuanto ellas jmplicaban la colaboración mdial: creación de un d t é internacional para la coordinación dp acti- vidades relativas a la terminología, prcmoción de redes de centros nacionales y regionales de traduc- ci6n científica, mtenimiento de un registro mun- dial de fuentes y servicios de traducción, etc. La cooperación internacional estwo también en el centro de las deliberaciones del grupo de trabajo sobre procesamiento autCanático de textos cientlfi- cos: las resoluciones finales invitaban a la coordinaci6n de actividades lexiccqrdficas orien- tadas hacia la indización y la recuperación de docunwtos por canputadoras, así COBIX) a una acción amcertada para la canparación, waluacidn y, si fuera posible, arnionización, de las principales lenguas dccumntales, y al intercambio mundial de tarjetas y de cintas magnéticas bajo la supervisión de alguna organización internacional, etc.

Este sorprendente énfasis puesto en la necesidad de esfuerzos cmprativos de toda clase, provenien- tes de tres distintos y bien diferenciabs grupos de expertos en información científica, fue un incentivo para encarar una acción

en pro de una coordinación generalizada. Tal fue el tenor del programa de la Unesco para 1967-E, que contenía previsiones en particular para la convoca- toria de una Conferencia sobre Transferencia de la información Científica y Técnica, a realizarse en diciembre de 1967, con la colaboración del CIUC, la FISTI y la FID. Uno de los mds avanzados objeti- vos de esta Conferencia era considerar "el estable- cimiento de un n w a n i m que proveería un marco operativo para el mjoramiento del intercambio in- ternacional de la documentación científica y técni- ca" -en otras palabras, un sistema mundial de trans ferencia de la información tal caro será delineado en el presente informe. Para la preparación de esa conferencia el Director General de la Unesoo debía designar un ccmit6 científico, en el año 1966.

en el misrm sentido estaba siendo elaborado por el Consejo Internacional de las Uniones Científicas. Este otganim, en su und6cima conferencia general, realizada en Bcanbay en enero de 1966, aprob6 la propuesta de "crear un d t 6 para examinar la posibilidad de establecer un sistema mndial de

para la aceptación general de los res3n-e-

Conjm-

~n ese mism m t o , no obstante, otro proyecto

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2.3

información cientlfica, basado en el logro de la canpatibilidad entre los progrms actuales y futu- ros relac$onados con el almacenamiento y la recupe- ración de la información cientlfica". Esta propuez ta estaba fundada en un examen del funcionamiento de los servicios y las prácticas actuales en mte- ria de información cientlfica, que revelaba las mimas deficiencias enbntradas por los grupos de trabajo de la Unesco: duplicación de esfuerzos, barreras ididticas, falta de n o m s adecuadas, desconccimiento de las necesidades de los palses en desarrollo, etc. Carrs es natural, también los reme- dios propuestos eran similares, especialmsts en cuanto ambas proyectos postulaban alguna clase de &+. andi internacional para superar los abs culos multifacéticos que se aponían a una eficiente transferencia de la información cientlfi- ca y técnica. La llmtiva similitud entre los proyectos elaborados indepndienterrwte por la Unesco y el CIUC constituyó un incentivo para can- binarlos en una empresa conjunta. A fin de ejercer una influencia mds fuerte para la mnizaci6n de esfuerzos y evitar dispersión de actividades, los dos organims patrocinantes se pusieron de acuerdo sobre un programa ccrrdin. Este fue presentado a la Conferencia General de la Unesco en su decirromarta sección, en 1966, en la que se lo aprobó por unani- midad y se lo incorpró al Programa y Presupuesto para 1967/8, bajo el siguiente tltulo: "Proyecto conjunto üNESCO/CnrC sobre comunicación de la infog mación cientlfica y la posibilidad de establecer un sistema mundial de infomción cientlfica".

ia primera decisión fue fusionar los dos &tés mcionados en los dos proyectos iniciales. Un co- mité conjunto üNEscO/CIUC fue as€ formado en 1967, confiándosele el estudio de la viabilidad de un si2 tema mundial de infomción científica, as€ (30~110 la preparación de una Conferencia Internacional sobre Transferencia de la infomción, que tcüavla f o m - ba parte del proyecto. A fin de preparar el terreno para la labor del nuevo &té, un gn~po de trabajo se reunió en Parls, del 18 al 20 de enero de 1967, bajo la presidencia del representante del CIUC, Dr. Harrison Brawn, secretario para asuntos extranjeros de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados unidos. Los miembros de ese grupo de trabajo (11) estuvieron unáninusriente de acuerdo en una serie de conceptos que fueron pesentados o m ~ ~ proyecto de líneas directrices para la acción del Ccmité Conjunto. En primer lugar, el sistem nnJndial de información cientlfica en estudio debla ser ''E red flexible basada en la cooperación voluntaria de servicios de información existentes y futuros", subrayándose el requisito de la flexibilidad con los siguientes términos: "Desde el ccsnienzo debe reconocerse e incluirse en la concepci6n del siste- ma, hasta el límite de lo posible, la inevitabili - dad de la imovación y las mjoras del sisterra que de alll resulten". En segundo lugar, se fijaban ciertos lhites al alcance del sistema mundial, a fin de evitar la dispersión de esfuerzos. Debla circunscribfrselo a las ciencias básicas, tal cam se hallan representadas por las disciplinas cubier- tas por el CIUC y las Uniones que lo mstituyen, sin perjuicio de que mds adelante se lo exteMLi 'era para cubrir la información tecnológica y otros cam-

pos del conccimiento. El sisterra fue, por tanto, originarimte conc&bido para los cientlficos, 116s bien que para otras m i d a d e s de usuarios. a d d s a concentrarse en la literatura pubiicada (revistas y cuando fuera necesario, mncgraflas) y en los~servicios secundarios encargados de su análi sis y diseminación.

Sin embargo,ninguna restricción se hacla con res pecto a la libre transferencia de información den - tro del sistema y sus subsistaMs, el que debla prestar particular atención a los requerimientos especiales de los palses en desarrollo. BI cuanto a la ejecución práctica del proyecto, el qrup trabajo destac6 la necesidad de desarrollar mds la normalización, especiahte en el campo de los lenguajes documentales; de encontrar caminos de au- mentar la selectividad dentro del sistema y de a-- tar la canpetencia del personal de infonración cien- tlfica, por medio de programas adecuados, as€ c<rrr, la t(HM de conciencia por parte de los cientlflcos del papel que se esperaba que ellos cumplieran en el sistema, cam productores, procesadores y consuniido- res.

Siguiendo las reccanendaciones del Grupo de Traba- jo, se constituyó en 1967 un nuevo Camité, al que se designó "üNEscO/CIUC Canité Central para el Estudio sobre la posibilidad de establecer un Sistema Mundial de infomción Cientlfica" (que en adelante abreviaras diciendo "CmiG Central"). Eran sus miembros: Dr. B.W. Adkinson(11) , Prof. N.B. Arutiu- nov, Presidente del Directorio para información Cientlfica y Técnica, ccanité de Estado para la Ciencia y la Tecnología, Consejo de Ministros de la URCS, Mosdi; Prof. G.A. Boutry (U), Dr. H. Coblans, Departimento de investigación, Aslib (anteriormente Asociación de Bibliotecas Especializadas y Oficinas de Infomci6n) , Londres; Prof. Dr. H. Kaiser (U); Prof. M. Kotani (11) ; Dr. P. Lázár, Director de la Biblioteca Técnica Central y Centro de Documentación de Hungría, 6udapest; Dr. P. Piganiol, Ccmpañia Saint-hin, Parls, el Representante del CIUC, Dr. Hamison B m (11) y el Representante de la Unesco Dr. A. Pérez-Yitoria. Otrc5 miembros se inCOrpOra - ron al CcmitS central en 1968: Dr. H.T. Hookway, Oficina de Infomción Científica y m c a (OSTI), Londres; Prof. A.I. Mikhailov, Director del Insti- tuto Confedera1 de Infomción Científica y Técnica (VINITI), Moscú; Dr. C. Sherwin, Gulf General A m c Inc., San Diego, E.U.A.; Dr. F.A. Stafleu, Museo Botdnico, Utrecht, Holanda. Posteriomte la ccpnposición del &té ha experinwtado algunos cambios: los Dres. P. Lázk y C. Sherwin renuncia- ron y en su lugar fueron designados el Prof. A. Avrmscu, de la Academia de la Repcibiica Socialis- ta de Rumania y el Dr. M. Harris, Presidente del Directorio de la Sociedad Química Americana (Washington, D.C.), mientras que el Dr. A. WysoCki sucedió al Dr. A. Pérez-Vitoria caro representante de Ila Unesco.

Presidente del Camit6 fue el Dr. H. Brawn, quien abrió la printza sesión el 6 de diciembre de 1967, en Parls. Un cierto n k o de documentos de trabajo fueron presentados para servir de base al estudio de factibilidad. Ellos describen la organización de la infomcibn cientlfica en diversos palses (el

Ea

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2.3

Reino Unido, República Federal de Alemania, la URSS) o en ciertos dcpninios específicos (por ejem- plo, la quhicden todoel mundo; y también algunos canales de informaci6n (por ejemplo, las revistas primarias). Se mostró que en todas partes habla fuerzas trabajando en favor de la acción coaperati- va en el tratamiento de la información cientlfica, tanto nacional internacionalmente. Algunos observadores invitados a la reunión ccmo represen- tantes de las principales organizaciones intemacig nales, informaron sobre los progresos efectuados en esta dirección, tanto por parte de organisms es?- cializados (O.A.A., O.M.S., O.I.E.A., O.I.T., etc.) c m de asociaciones técnicas no gubernamentales, tales cam la FID, FISTI, la FIAB y otras. El Dr. H. Brown sugirió que, en vista de programas tan diversos, sería conveniente que el Ccmité se con- centrara inicialmente en unos pocos temas seleccio- nados, en los cuales con relativamente poco esfuer- zo podrían lograrse avances sobre la base de las acciones en -.so. Varios de tales temas fueron in- dicados por el Dr. C. Sherwin, en relación con esquemas para un intercambio mundial de datos bi- bliográficos normalizados en lenguaje de máquina, entre archivos operados por cwiputadora: el desa- rrollo de normas para cwipatibilidad de máquinas, el establecimiento de un manism para crear y poner al dla conjuntos de códigos aceptados inter- nacionalmente, relativos a los ltems habituales de las descripciones bibliográficas, etc.

Esa sugestión práctica fue aceptada por el ccanité, el que convino asimisno en establecer un grupo de trabajo encargado de la tarea de proponer "normas internacionales para la transferencia de datos bibliográficos básicos". Este grupo de traba- jo se fusionó más tarde con el encargado de estu- diar las formas y procedimientos de redacción de resúnmes analíticos (véase mds adelante) y se transformó en el grupo de trabajo UNTSIST/CIUC/AB sobre descripción bibliográfica.

Otras &eas de investigación fueron identifica- das, para las que habrían de constituirse los correspondientes Grupos de Trabejos: formas y pro- cedimientos para la redacción de resúmnes analíti- - cos internacionalmente aceptable (con la colabora- ción de la CIX/AB); métodos y medios para ='orar la calidad de los donmientos científicos; a + tra s de la evaluación, la ccmpresi6n, etc.; normas para indizar y clasificar (en colaboración con la FID); necesidades de la investigación de un sistema mun- dial de informaci6n. Pocos meses después, dos nue- vos grupos fueron designados para estudiar los

$e la información cientifica y los requerimientos especlficos de los palses en desarrollo, para el acceso al sistana mdial, respectivamente, Por Glth, el Ccanité estirrb que era deseable estable- cer un Grupo Consultivo, ccanpuesto por representan- tes de organizaciones nacionales e internacionales ya bien avanzadas en sistms autmtizados, a fin

roblemas de lenguaje inherentes a la transferencia

de beneficiarse con nuevas experiencias y dispner de una conexión entre el ccanité y las organizacio- nes aludidas (12), as€ como por representantes de la FID y el CIUC/AB.

ocupados principaimente por las sesiones de los Grupos de Trabajo y el Grupo Consultivo, cada uno de los cuales se reunió varias veces para definir una l€nea de acción concorde con los objetivos del proyecto total. ios informes finales y las r e m - daciones de estos grupos se refieren directamente, a los aspectos más técnicos del presente proyecto; más adelante se los rriencionará en los lugares correspondientes, cuando se consideren los aspectos específicos relativos al concepto de un sistema mundial de transferencia de la información! Sin embargo una relación más ccanpleta de los trabajos de esos grupos podrá encontrarse en los "UNISIST proceedings", cuya preparación el Ccanité Central confió al Dr. Scott Fdcrmc, para su distribuci6n en 1970-1.

Los siguientes dos años 1968 y 1969, fueron

UNISIST es el ncxnbre que el Comité Central adoptó en 1968-9 para designar el sistema mundial de infonnación científica que eventuahte habría de surgir de su trabajo. Aunque el vocablo UNISIST no está formado por varias siglas, se ha intentado, basándose en el idim inglés, connotar fonéticamen- te la parte que las organizaciones de las Naciones Unidas (UN.. .) deberían temar en p r m e r el siste- ma ( . . .SIST) de información cientff ica y técnica (...IST). El estudio sobre la posibilidad de estable cer un sistema mundial de información científica llegó as€ a ser el estudio del UNISIST(13). En su segunda sesión (Parls, 23 al 25 de julio de 1968) , el Ccmité Central convino en que había ya bastantes elementos como para preparar una primera versión del estdio para fines de 1970. En la siguiente sesión (París, 21 al 23 de enero de 1969) se discutió un plan de trabajo, de conformidad con el cual se hicieron arreglos contractuales para la redacción del presente informe, de acuerdo con las directivas del Ccmité Central y bajo la gula de un "Ccmité Ejecutivo" que a tal prop6sito fue designado. Los presidentes de los Grupos de Estudio existentes y los representantes del CIUC y la UNESCO fueron los rnienbros del nuevo Comité (14). Este se reunió el 10 y el 11 de junio en París, para examinar el plan general de este infom-e, luego que éste hubo sido discutido por el Grupo Cansultivo (París, 11 y 12 de mayo de 1969) . El ccanité Ejecutivo aprobó el plan, con cambios de m o r importancia en lo que atañe a la forma y el énfasis y acordó que el nuevo paso sería la discu- sión de la priiraira versión por el Grupo Consultivo (1" y 2 de diciembre de 1969) y por el conité Cen- tral (15 y 17 de diciembre de 1969) , a continuación de lo cual una versión revisada se prepararla para su aprobación final por el Ccmit6 Ejecutivo (19 y 20 de mayo de 1970). El presente informe es el re- sultado de este esfuerzo.

* * *

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EE 1. K.O. Murra, "History of =are attmpts to orga-

nize bibliography intemationally" , p. 29-30 , en J.H. Shera y M.A. Egan (eds) , Bibliographic Organization, 1951. Ciencias y la Academia Nacional de Ingeniería

9. Scientific and Technical (2mrmnication, un infom del Canité cobre Ccrminicación CientZfi- ca y TéQiica de la Academia Nacional de

de los Estados unidos, publicado por la primra de esas academias, Washington, 1969.

10. International Conference on Science Abstracting Paz€s, 20-25 de junio de 1949. París, UNEsCo,

2. g. 3. Proceeaings of the Librarians Convention held

in New York City, 15, 16 y 17 setiembre, 1853, reiqreso por William H. Murray, The Torch Press, cedar Rapids I m , 1915, 63 p., citado 1951. por Madeline M. Henderson, John S. Moats, Susan 11. Dr. B.W. Aükinson, Director de la Oficina de M. Nehman y Maq E. Stevens, Cooper ation, Cmvertibility and Ccmpa tibility m n g Informa- tion Systerris: a Literature Review, p. 8 Washin9 ton, Nationai Bureau of Standards Misc. Publ. 276, U.S. Gwenrment Printing Office, 1966.

InformaciQi Cientffica (NSF) , Wachington; Prof. G.A. Boutry, Presidente de la Oficina de Red- m e s Anallticos del CIK, París; Dr. F.S. Dainton, Vice Canciller de la Universidad de Nottingham; Prof. Dr. H. Kaiser, Instituto de Espectroqulmica y Espectrografía Aplicada, Dortmnd; Prof. M. Kotani, Facultad de Ciencias de la Ingeniería, Os&; Dr. J. D'Olier, centro Nacional de la investigaci6n Científica, París; Dr. A. Pérez-Vitoria, Representante de la Unesco, París. Fueron observadores y consulto- res los señores F.W.G. Baker, G. Burkhardt, M. Fournier D'Aibe, W. K l m , T. Marton, A. Matveyev, E.C. Rowan, H.W. Thcanpson.

12. La lista de mianbros de los diferentes Grupos

en los Anexos B y A respectivamnte.

4. Madeline M. Henderson et al., op.cit., p. 8. 5. Citado por John Sherrcd, en Proceeduig s of the

International Conference for Science Informa- tion, Queen Eiizabeth Coiiege, bndres, 3 al 7 de abril de 1967, p. 217. La Haya, FID, 1967.

6. Así, en 1893, un Congreso de Químicos realizado en Chicago propuso que se estableciera un ccani- té de bibliografía química, a fin de estudiar la posibilidad de mantener un indice mdiante cooperación internacional: Madeline M. Hender- son et al., cit., p. 9. de Trabajos y del Grupo Asesor se transcribe

Manfred Kochen (ed). The Gravth of mowledge p. 11-22, Nueva York, John Wiley, 1967. (Fuente Unesco concerniente al program y presupuesto World brain, Nueva York, Doubleday & Co., 1938, p. 3-35. Naciones Unidas U. Thank subrayó la importan-

8. Palabras del senador Hmphrey en un infom prg sentado al CcmitS del Senado de FXJA sobre los programas del gobierno desde 1965. Citado por K Borko, en Proceedings of the Fa11 Joint C a p - ter Conference, 1968, p. 1469-1470. 14. La lista se da en el Anexo A.

7. H.G.~ells, h E n c y c i w i a , citado por 13. En una carta dirigida al Director General de la

para 1969-1970, el Secretario General de las

cia que él concedía al proyecto UNISIST, decla- rando que "bien -€a ser examinado 116s ade- iante en consulta con el CamiG Asesor de la O.N.U."

* * *

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Arnbito y ob j e tivos de1 ser-rkio de información científica

3.1 M D W S IDEALES VERSUS PDDFXQS ENPIRICOS

En el título del presente capítulo la palabra "servicio" indica que la intención no es describir el funcionamiento de los medios de infomción existentes en cualquier campo de la ciencia, sino más bien brin- un cuadro general de las funciones que se espera sean clrmplidas por la maquinaria de la información cientlfica y de los redios por los cuales ésta tiende a llenar aquéllas en el presente. Al esbozar este cuadro se puede caer fácihte en uno u otro de estos peligros opuestos: el de la idealización, lo que o(suzre cuando se alimentan sueños utópicos de futuros servicios dcmmntales del tipo del "aprieta un botón"; o bien el del prejuicio en favor de proyecciones realistas, pero inimaginativas, que pueden resultar anacrónicas en poco tiempo. En realidad el esrtraordinario ritmo de cambio en todos los pardmetros de la información científica - el tecnológico, el sociapolítico, el econEmico, etc. que fueron examinados en el primer capltulo - agrava el dilema, hasta el punto de tornar difícil de percibir a veces dónde se hallan las fronteras entre las fantasías caprichosas y las previsiones bien fundadas. La verdad es que nadie es capaz de prever en este tiempo, dentro de un contexto tan cambiante, c(a00 serán los servicios de infomcih del mundo dentro de 20 años, tcaMndo en cuenta no d10 la imagen popular de la ciencia-fic- ción respecto al progreso de la ~cmputación electrc nica y las COmLlllicaciones, sino también los desa- rrollos que cabe esperar en la esfera sociopolíti- ca, cuya forma no es previsible, pero cuyas conse- cuencias no serán menores.

parece que podrla consistir en basarse en los "estudios de usuarios", dignos actualmente de con- fianza. Los servicios de información cientlfica están destinados ante todo para los científicos y deberla ser posible obtener de éstos todos los da- tos que se requieren - deseos, hábitos, necesida- des, etc. - para determinar un sistema de informa- ción "ideal" de acuerdo con las aspiraciones de cada uno. Esa serla entonces la respuesta al propó- sito de este capítulo, así mm el patrón para evaluar en los siguientes la adecuación de los medios actuales para el manejo de la infomción. Lamntablemente los estudios de usuarios, por amplia que sea su exploración y por correcta que sea su metcdolcqla, no autorizan esta visión opti- mista. El problema ha sido bien planteado en un reciente informe publicado por la Academia Nacional

Un modo prudente de trazar un cuadro razonable

de Ciencias de E.U.A., que merece ser citado aquí: "los usuarios de la infomción científica y técni- ca son renuentes a cambiar sus hábitos de informa- ción, generalmente adquiridos en sus años de f o m - ción. En consecuencia, hay fuertes tendencias al cchnportamiento rutinarir, y a responder apáticamente a los servicios nuevos y más efectivos... la falta de criterios de equilibrio econ$nico dentro de las modalidades tradicionales de coladucir el trabajo de investigaci6n científica y técnica, junto con la apatla y gran resistencia al cambio, no permiten juzgar, partiendo exclusivamente de las considera- ciones del mercado, acerca de la necesidad y valor de los servicios de infomción"(1). O tambih, en palabras de un exprto en el estudio de las necesi- dades de la infomción, necesitams un concepto de necesidad que sea independiente de los mitos de infomci6n observables y del excepticim sobre la capacidad del sistema de información para el surni- nistro de ésta" (2). Esto no significa que los estudios sobre los hábitos de los usuarios no ten- gan que jugar un papel importante en la sugerencia de nuevos niodelos de transferencia de la Enforma- ción; pero sus resultados no deben poner límites a libre ejercicio de la creatividad en este campo. Un paralelo puede servir para ilustrar el problema cuando hicieron su aparición las ccanputadoras en algunos países fuertemente'industrializados, hace menos de 20 años, sólo una minoría de usuarios potenciales fue capaz de prever y menos aún de formular, los extraordinarios cambios en las rmdali dades de ccatrportamiento que iban a seguir al desa- rrollo de técnicas conexas -tales m el tiempo canpartido, el control remoto, los procesos conver- sacionaies, la miniaturización, etc., en investiga- ción, educación, asuntos mrciales, infomci6n y muchos otros campos de la actividad h m a . Sin embargo, en muchas partes del mundo pueden ahora verse escolares que reciben aprobación o corrección desde una distante cmptadora, en lugar del m- rial y omnipresente maestro: el medio que los rodea ha cambiado enteramente en una forma que n i n w estudio de usuarios habría reconrendado, y ni siquig ra predicho, hace sólo unos p o s *os.

Otra m e r a de abordar este controvertido problg ma consiste en oponer los deseos subjetivos expresz dos por los usuarios de la infomción con las necg sidades objetivas o "verdaderas" - m uno de ellos las denminó (3), definihdolas m "aquellas necesidades que existirían si no incidieran factores econQnims y sociopolíticos" (31, lo que incluye, en el análisis de Wall, las coacciones psicol6íjicas

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Fuentes de infomción I I I 1 (Informales) (FoGles)

1 (Tabulares)

I I 1 I I I I I I I I I I I I I I I I I I I 1 I I I I I

EDITORES - - - _ _ _ _ _ Cartas a los editores, hpresiones preliminares, etc.

Libros Revistas

ANALITICOS E

(inéditas)

T e Informes

- Revistas de resknes analíticos e índices

1 1

I I Catáloqos, mías

Servicios de referencia,etc.

Bibiiograf las especialis, traducciones, etc. I I

# FUENTES PRIMA RiAS

Selección Producción Distribución

# SERVICIOS SECUNDA RIOS

Análisis y Almace- namiento Diseminaci6n

Revisiones, síntesis, etc .

USUARIOS I

\- - - - - - - - - - - - - - - - -J

Figura 1.- La circulación de la información cientlfica y técnica

# SERVICIOS TERCIARIOS

Evaluación Condensación Consolidación

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3.1

y culturales. El problema radica entonces en eva- luar esos factores y en utilizarlos c a ~ correcti- vos para la estimación final de las necesidades individuales: "Puede muy bien ocurrir que tales consideraciones no objetivas hagan impracticables en el futuro pr6xim sistemas capaces de satisfacer las verdaderas necesidades de los usuarios, aún siendo econanicanwte justificables. piede ser necesario avanzar gradualrriente, de un ripdo evolutivo, hacia las soluciones más ideales de los problemas, cambiando poco a poco y a través de un largo período el clima sociopolltico" (3).

gran medida de factores externos: no tendría utilidad diseñar un perfecto sistema nnindial de transferencia de la informacibn que resultara totahte inaplicable en el estado actual del conocimiento tecnológico y las relaciones interna- cionales. h este capltulo ha de hacerse un intento de alcanzar un equilibrio entre los fines ideales y las limitaciones que surgen de los hechos imperan - tes, confiando para ello más en la observacián de las tendencias que en la pura imaginación. La des- cripi6n teórica de un servicio de informacidn científica que se hace a continuación podrá ser considerada por algunos una idealización; sin embargo, ella se basa en un cierto número de mode- los vimentales que se hallan actuahte a prueba, sea en un medio real, sea en laboratorio.

3.2 Au;uNAs NOCIONES -ALFS DE sNM3RMAcIoN

h ese caso

Pero las misrras soluciones ideales dependen en

CrnIFICA

El pr-so de la información en ciencia y tecno- iogla consiste,fundanientalniente, en conectar muchas diferentes canmidades de usuarios con un conjunto de fuentes o generadores de conocimiento diversifi- cados. A tal efecto, varios canales y todos han sido cuncebidos, mucho de los cuales son mutuarente aependientes hasta tal punto que es ccnbin hablar de la circulacián de la informacidn c d m ~ un sistema de cmrmtacidn entre las productores y los c o d d o - res. Bibliotecas, revistas, centros de informacidn, etc., actuarían a la m e r a de centrales de tele- ccmnmicación, encargadas de establecer las cone- xiones deseadas entre la l€nea de un utilizador y otros puntos terminales de la red, por uno u otro de nnichos canales. Este cuadro, reconocidarriente idealIzad6, ha sido presentado una y otra vez en la literatura reiativa a la infomción científica; ia Figura 1 es s610 uno de los muchos diagrms de circulacidn que sirven para ilustrar la cadena de transferencias, con sus llneas y elementos más importantes.

Los peligros de tales bosquejos sin embargo, residen en que UQS son mcapces de reflejar la ccmplejidad del proceso, tal c o m ~ se manifiesta en la vida real, de una manera algo menos ordenada. En relación can ésto,una deficiencia importante pro_ viene de las rotulaciones demsiado simplificadas que se dan a los varios oanponentes del sistema. ~e hecho, cada marbete-editores, informes t&nicos, servicios de resCñrenes analíticos, etc. conlleva tantos mticesde significación que los lhites se- rránticos entre una yotra son aveCes inciertos. Por otra parte este carácter aproximativo de la interpreta-

ción de cada fase del -so, se proyecta cobre la ccmprensión global del cuadro total, hasta tal pun- to que llega a ser difícil relacionarla con cual- quier sistema en particular, y aún m i m justificar la referencia a "sistenias" de cualquier clase, en el sentido técnico de la palabra. ios siguientes c<rrientarios tienen por objeto m a r estos puntos a la luz de las definiciones ampliadas de los conceptos utilizados en el esquema de la Figura 1.

3.2.1 h la parte superior del cuadro, los p d u c - tores de la informaci6n (4) constituyen una pbla- -heterogénea: científicos e ingenieros, segura- mente todos mi&ros de la canunidad científica y técnica, pero organizados en miles de grupos dife- rentes, con diferentes rriodalidades de - en- to, tradicionales o impuestas. Por una parte, los cientlficos y los temólog0~- siendo entendido gue esta distinción 410 vale sobre un cantinuum- no utilizan necesariarente las misnas vías de informa- cidn en el sistema. Se dice que los GliLtinios se in- clinan por la ccnwnicaci6n directa, a través de contactos personales dentro de un círculo más estrecho, a veces limitado a un sector industrial o a una asociación nacional de ingenieros, más bien que por las fuentes impresas de la ciencia suprana- cionai . caiio quiera que sea, esta diferencia gra- vita poco en ccmparación con otros factores deter- minantes de la conducta de los produdores de infoz

niyo respecto se ha sostenido, por ejemplo, gue el crecimiento de la literatura "no piblicada" (infor- m s trknicos) pude atribuirse en parte a la creciente para su sostenimiento de contratos a corto ténoino (v.gr. en E.U.A.), en contraste con las posiciones penranentes de otros (v.gr. en Europa, tanto Orien- tal CQK) Occidental); (b) sus conmimientos lin- gLísticos,puesto que el legltirm deseo de los cien- tíficos de ser canprendidos por la mayor parte de su m i d a d , impone a algunos de ellos formas incO_ rriodas de expresim, que no son necesarios para los otros; (c) su misma nacionalidad, que a su vez entraña diferencias en las formas de canunicaci6n que de okro modo no se presentarían, etc. El resul- tado es una sorprendente heterogeneidad de los grupos productores de información que existen en el rmndo, con respecto a la forma que adoptan sus con- tribuciones. Aunque la diversidad no es en SI misma mala, debe tenerse presente que en este caso ella puede reflejar disparidades objetivas mds que la inclinación natural de m t e s libres. h esta madi- da, un sistema integrado de transferencia de la informacián se halla obligado a proveer m i o s para restablecer el equilibrio, de d o que ninguna par- te del sistema pueda sufrir por diferencias impues- tas de cxmprtanr@~to, en materia de prducci6n de infomción científica.

mación, tales ccmo: (a) su status sccioecOngni co, a

proporcián de científicos que dependen

3.2.2 Las fuentes de información generadas por estos diferentes grupos san, a su vez, de naturale- za muy distinta, cualquiera sea su contenido. A los fines de la Figura 1 se han distinguido tres gran- des categorías: (a) fuentes informales, por una parte, representadas por relaciones directas en- las personas, a través de conversaciones, diserta-

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3.2.2

cicmes, cartas, etc.; (b) luego, las fuentes más formales, incluyendo tanto la literatura mencio- nal (libros, revistas) cam el sector de la docu- mtación "no publicada" (informes técnicos , tesis, etc.) ; (c) finalmente, las fuentes de más reciente aparición, que prescinden de toda presentación literaria y se producen en formatos tabulares para hacer más fácil el acceso. Por conveniente que pueda ser esta clasificación, es también ella una simplificación de mchas distinciones subyacentes que no están marcadas tan claramente. h primer término, las categorlas propuestas tienden a super- pnerse y eventuaimente a confundirse, a medida que el progreso tecnológico borra la significación de oposiciones tradicionales, cano por ejemplo entre corminicación oral y escrita (estos dos medios lle- garán a ser reclprocamente convertibles antes del fin del siglo), entre formas mimeografiadas e impresas de distribucián (el concepto de acceso remoto a los archivos documentales de cualquier clase reduce el impacto de esta distinción), entre datos y contenido de los documentos (en la medida en que el progreso de la ciencia llega a identifi- car la información con datos simbólicos cuantifica- dos, rígidarente correlacionados) , etc. Finalmente, otro punto débil de nuestra trilqla es que cada una de estas tres categorlas incluye a su vez una variedad de formas de caarninicación que pueden reclamar diferentes sistemas de conmutación dentro del conjunto.

3.2.3 Tal es el caso, por ejemplo, de las fuentes informales. Diferentes formas de ccrninicaci- bajo esta amplia dencminaci6n. Una de ellas es el intercambio de cartas, de persona a persona, un procedimiento cuya huella puede observarse desde los primros dlas de la civilización mediterránea, cuando los autores acoshrmbraban a escribir sus tratados cientlficos cam cartas dirigidas a ami- gos. Esta práctica fue prptuada hasta el naci- miento de la ciencia moderna - ejemplos sobresa- lientes son la impDrtante correspndencia del Padre Mersme, de París o de Henry Oldenburg, de Londres, en el siglo M I y aún hasta nuestros dlas, en que ha t m d o nuevas formas, tales cano la distribución de manuscritos e impresiones previas , cartas a los editores, intercambio priva- do de referencias bibliográficas, etc. otra modali- dad contempránea de camunicaci6n informal es el contacto direc'to entre cientlficos, en oportunidad de disertaciones, conferencias, y reuniones regula- res de sociedades cientlficas. El flujo reclprmo de la infomci6n a través de coloquios y c o n - saciones es, por tanto, nuy amplio, tanto que cien- tíficos e ingenieros encuentran una dificultad creciente para rrantenwse al corriente de los avan- ces de su especialidad sin tcanar parte en tales reuniones. La popularidad de las conferencias cien- tlficas, aún las de categoria más formal, es un tributo a la eficiencia de los canales directos, orales, de ccmunicación, a pesar de la marea crecien- te de las revistas cientificas.

Varias cuestiones vienen a la mente. La primra es de orden cuantitativo: ¿qué proporci6n del total de la información se transfiere a través de los ca- nales informales del "colega invisible"? Nada se

sabe de cierto; pero la myorfa de los científicos están de acuerdo en que es una parte sustancial. En verdad, para el "feliz 10%" de usuarios de la infomción que consideran que los otros canales -esto es, la literatura impresa- funcionan a entera satisfacción, puede nuy bien ocurrir que el colega "invisible" sea la principal, sino la única fuente de infomción. Derek J. De Solla Price, el bien conocido especialista en organización de la ciencia, estima sobre la base de informes realizados por M z e i , Garvey, Griffith y otros- que "si hablams de la coeminicación que es usada por cada investiga- dor cientifico corro una fuente de inspiracióii y cam un flujo de datos que hace posible su propio trabajo, entonces alrededor del 80% de aquélla le llega de otros investigadores en un estado previo a la coeminicación formal y a través de los medios informales que constituyen las noticias personaies, la mferencia, el seminario, las impresiones pre- vias y los d d s tentáculos del colega invisible" (5). h verdad, si estas cifras fueran fundadas : resultaría difícil justificar, y aún explicar, que tanto dinero esté s i d o gastado para mantener y usar las fuentes fomles de información, tales com3 libros, periódicos, informes, etc. Probable- mnte la verdad sea que los dos canales no llenan funciones en un todo iguales, que los méritos de uno sean más bien canplementarios que duplicativos de los del otro, y que el meollo de la cuestión resida en asegurar que el invisible colega sea de hecho una sociedad abierta, bajo el control de todos sus miembros potenciales, y no un grup de presión objetivo, restringido a una feliz minoría sobre la base de la edad, el status, la riqueza, la orientación cultural y otros factores que, ccm3 los mcionados, no deberlan gravitar.

La segunda cuestión es: &iro pueden M e r s e los beneficios de la camunicación informal, la cual es por esencia una acción voluntaria, al con- junto de la c m i d a d científica? Una posible respuesta es que de hecho no existen ni regias ni entrada ni tarifas de admisión; pero esto es olvidar que el colega invisible existe s610 en la d i d a en que sus miembros se hallan a un nivel amprable en cuanto a su capacidad ccm3 substan- ciales y accesibles productores de información. No es necesario demstrar que ésto no es en d o alguno lo que ocurre (véase mbs arriba, sec. 1.2) . UM respuesta más razonable consiste en ampliar los estudios sobre las virtudes especlficas de los canales informales de ccmnicación, por aposi- ción a los otros, a fin de encontrar medios por los cuales se p& conferir algunos de estos méritos a las fuentes más "visibles", y en este sentido más abiertas. Este no es el lugar para entrar en bs tecnicims del tema (véase 16s abajo, sec. 4.3.3) ; pero importa a los fines del presente capltulo subrayar que ningún sistema de informa- ci6n es verdaderamente "mdial" si permite subsistir disparidades objetivas que en la práctica dan a unos usuarios un control mayor que a otros sobre los recursos colectivos de conocimientos.

3.2.4 Las fuentes fomles de infomción consti- tuyen, a su vez, un grupo extenso y diversificado. Una dicotda cEpooda es la que se hace entre

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3.2.4

literatura publicada y no publicada, cano se indica en la Figura 1. Muchos de los problanas referentes al concepto de un sistema mundial integrado de transferencia de la información son canmes a las dos categorías de material impreso. pdemds, C<PTD se dijo anteriorrriente, la distinción tiende a desvane- cerse, por ejemplo cuando informes técnicos, s" pertenecen al segundo grupo, son difundidos , smo publicados, muy similarmente a series o mnografías, las que pertenecen al segundo grupo (véase 116s aba- jo.. .) . Resulta conveniente, sin enbargo, conside- rar separadamnte cada una de esas categorías, de oonformidad con las prácticas actuales.

A. La literatura irpresa ha-llegado a ser en las Gltimas centurias el método normal de distribuir la infomción científica a la canunidad de los hcmbres de ciencia; y aunque se es& estudiando nuevas alternativas, ella no m s t r a signos de ce- der terreno en un futuro previsible. La prolifera- ción de revistas y libros irpresos ha de continuar durante muchos años; más bien que machacar de nuevo sobre las reiteradas explicaciones del f e n h o , nos concentraren~s aquí en sus implicaciones con respecto a las funciones de los editores y redacto- r* en la cadena de la transferencia de la informa- ción.

c<irnenzaren~s por recordar un lugar can5.n: los cientlficos no tienen una capacidad ilimitada de leer material impreso. Las circunstancias de que ellos sean más y más nuiwosos no parece ccanpensar el crecimiento de la literatura hasta el punto de que cada científico peda actualnwte tener, tan f á c i h t e m 50 años atrás, el control de la información que interesa a su trabajo. Una eviden- cia de esto puede hallarse en los esfuetzos que una parte de los editores de revistas primaxias, por ejemplo, hacen para encontrar nuevas formas de presentación que permitan al lector explorar más rápidammte la literatura publicada y obtener una infomción más especlfica. La producción de revis- tas ya no consiste 610 en pasar de un manuscrito único a centenares de miles de coplas impresas; es de hecho una parte integral del proceso que vincu- la a losmctores de documentos con los usuarios de la informaci6n, en el que deben darse pasos decididos para asegurar que los datos pertinentes vayan a los individuos o grupos de la canmidad cientlfica que tienen necesidad de ellos. La atención que & u n o s de los principales editores prestan a este aspecto de su actividad es un signo de progreso. Sus mmifestaciones ordinarias van desde la simple distribución de reglas de estilo hasta el más gravoso deber de confeccionar resú- menes, €dices, tablas amlativas, etc. y a la incorporación de nuevas f o m s de acceso a la lite- ratura, tales cano listas de títulos pmnrizados índices de citas, etc., los que pueden ser agrega- dos ccpll~ apeidice a las revistas primarias o impresas separadamente, constituyendo el material de publicaciones secundarias. En realidad, hasta la rrás convencional función de mrimir ha sido afec- tada ,puestoque nuevas técnicas de registro y recu- peracidn de textos han hecho necesario distribuir dccumntos prirrarios bajo varias f o m s diferentes, tales COIID microfichas, microfihs, cintas magné-

ticas, etc. Esos desarrollos cualitativos, r&s que el radical aunwto de volunw, hacen sentir su peso sobre los editores y explican porqué ellos tienden a conjugar sus esfuerzos y/o a solicitar el apoyo de los gobiernos, a fin de poder afrontar los nuevos requerimientos, Pero a su turno esto conduce a grandes disparidades en el negocio de producir revistas prirmrias, y a sorprendentes diferencias de precios para los usuarios, lo cual depende de la situación econtkica de los editores, del m t o de los subsidios recibidos, de los m i t o s o políticas locales en mteria de precios, etc. Desigualdades de esta clase, que no reflejan una diferencia en los servicios que reciben los usuarios, se hallan en contradicción con el concepto de un sistema intz grado de transferencia de la información, con res- pecto al cual todos los científicos deberlan h a l - se en iguales condiciones.

La coherencia, en verdad, no es uno de los atri- butos distintivos de la red m d i a l de editores científicos. Aunque cada uno dedlos se esfuerza quizás para servir a 40s usuarios lo mejor que pue- de, el cuadro total revela la existencia de duplica- ciones, superposiciones, diversidad de normas, circuitos de distribución separados, etc. Este asun- to será tratado más adelante (sec. 5.2.1 y 4); a esta altura es suficiente con destacar que el e s q u m de la Figura 1 es ,de nuevo, una simplifica- ción, en la medida en que el marbete "editores" cubre de hecho una amplia variedad de rrwanisms destinados a conectar productores y usuarios, de los cuales lo menos que debe decirse es que no constituyen un sistema, en el sentido técnico del término.

B. La otra categoría de fuentes formales de informa- ción que se indica en la Figura 1, es relativamente nueva. Ella canprende la llamada docunwtación "inrnta" I bajo sus diferentes formas: tesis, tr&- jos que no son aceptados por los editores, material suplewntario de trabajos irpresos (tablas numéri- cas, f i k s , descripción detallada de eñperiencias, registros, etc.) y, por últim, los informes Scni- cos o de información, distribuidos en un ntñrero limitado de copias por organismos -tales, corporaciones públicas y privadas, enpresas indus- triales, etc. Esta categoría de fuentes de infom- ción ha adquirido mucha importancia en los CiltirrPs veinte años, especialmente los informes técnicos, los que constituyen una forma cada vez más popular de hacer una prinierapesentación de los resultados de la investigación. Sus ventajas consisten en Los bajos costos, la selectividad y la rapidez de la distrhci6nf así cam fáciles mecanismos de retro- acción, tanto para obtener ccanentarios de especia- listas sobre versiones preliminares de publicacio- nes potenciales, rn para pmrnxrer el intercambio de impresiones previas en general. Pero tiene tam- bién su inconveniente, que es el carácter restrin- gido de la circulación y, en consecuencia, la difi- cultad para muchos usuarios de lograr el acceso a la literatura no publicada, si ellos no pertenecen a una institución - o a una generación - que se halla naturalmente conectada con los. correpdien- tes circuitos de difusión. Ya en 1949, en la Confe- rencia de la Unesco sobre r e s h e s analíticos c i G

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3.2.4

tíficos, se fomlaron recamndaciones de que se hiciera más fácil la obtención de informes de investigación y materiales no publicados en generai, por medio de "centrales de distribución" y s&vi- cios de referencia especializados. Varios países han adoptado medidas en ese sentido; pero es nece- saria una acción mdial, más coordinada, para impedir que esta porción de la documentación cien- tífica de creciente significación, sea en parte desperdiciada por causas de una insuficiente ccp101- nicación entre productores y usuarios potenciales.

3.2.5 La tercera categorla de fuentes de informa- ción en nuestra sinopsis (Figura l), es la mds re- ciente; ella consiste en datos cientificos y técni- - cos presentados en forma tabular, a diferencia de la corriente lineal de los textos orales o escritgs de los grupos precedentes. El contraste, por supez to, no debe ser exagerado: muchos libros y periadi- cos impresos incluyen datos tabulares mzclados en el texto, y lo mism ocurre con los materiales no publicados, los que frecuenterente no lo son preci- samente porque ellos contienen un gran número de datos cuantitativos inadecuados para ser insertados en revistas o libros. Sin anbargo, varios factores actúan al presente en favor de las fuentes tabula- res de información, entendidasm algo distinto del material impreso convencional. Uno de ellos es la ingente acumulación de datos cuantitativos, caro resultado de extensos estudios exploratorios lleva- dos a cabo en escala cada vez mayor, en mchas ra- mas de la ciencia y la tecnología. Otro factor es el reconocimiento de que la literatura totalmente impresa m es necesariamente el rrejor canal de publicación para esa clase de información, especial_ mente luego de los recientes progresos de los ban- cos mecanizados de datos, que ofrecen en este caso medios mjor adaptados de recuperación y capta- ción. innovaciones institucionales, tales axm la prcproción de programas mundiales de adquisición de datos en diferentes camps de la ciencia y la tec- nologia (sec. 2.2.c) , o el establecimiento en 1966 de un cuerpo internacional (CODATA: cCmit6 sobre Datos para la ciencia y la tecnología) para p m - ver la colección de datos expresados n d i c a o cuantitativamente, son también agentes del progreso de las fuentes tabulares de información, paralelo al de las fuentes textuales más tradicionales. Debido al hecho de que este sustituto de la litera- tura impresa d relativmte nuevo, desarrollarse más libremente en direcciones rrpder- MS, no s610 desde un punto de vista tecnol6gico sino también de la organización, el que involucra acuerdos internacionales cooperativos , normas m- nes para sistaMs, etc. En esta medida el tema de las fuentes tabulares y de los centros de datos es de especial importancia para los fines del presente estudio; se lo ha de considerar mds ampliamente en las sec. 3.2.6. y 4.3.4.

3.2.6 Entre tanto, henos de volver a la Figura 1, y m t a r de modo similar la mitad inferior del- diaqrm. Hablando en términos qenerales,éste abar-

ha podido

ca íos llamados servicios se<sundarios de infomcibn científica-rwista de resúmenes analíticos y de lndices, centros de información, servicios de refe-

rencias, etc. pero bajo ciertas reservas: (a) algu- nas fuentes prirriarias, tal se las ha definido en las secciones precedentes, de hecho proveen acceso secundario a la literatura, a través de extractos, lndices, reyisiones, etc.; (b) inversa- mente, los centros de datos, aunque ellos puedan ser msiderados similares a los servicios de infor mación cecundaria, difieren de éstos en tanto que ellos se m p a n exclusivmte de la "mteria prima" de la ciencia, paralelamente o a& antes a su publicación en fuentes primarias; (c) del mi- modo las principales bibliotecas tienden a ser usadas tanto axm depositiurias de fuentes prYMlrias que caro -os secundarios de acceso a ellas, a través de catálogos temáticos, fichas Mices, etc.

ia separación vertical entre el nivel primario y el secundariodel procesamiento de la información, en la Figura 1, es por lo tanto algo bruniosa. As€ lo son tarnbién las distinciones horizontales entre las diferentes categorías de servicios secundarios. Unas pocas palabras de explicación sobre cada uno de ellos será suficiente para dermstrarlo.

A. l3npezando con el r6tulo SERVICIOS DE REsuMhTEs =TICOS E ~IZACION, éste de hecho cubre dos categorías de MOS de información: (a) el m consiste en periódicos impresos, preparados y dis- tribuidos por asociaciones científicas, frecuente- m t e con apoyo del Estado, o por firmas cawrcia- les, con fines lucrativos; (b) la otra categoría la integran catálogos y ficheros de M i e s T i - lados por el personal de las bibliotecas o centros de información, para facilitar el acceso a sus propias colecciones. Ejemplos de esta clase son las bien conocidas revistas de res&enes analíticos qlE se publican en diversas partesdelmund0,que abarcan la mayorla de las ciencias (ej.: el Referatimd Zhunial en la üRSS, el Bulletin Signalétique en mancia) , o determinadas disciplinas (ej. : el Chdcal Abstracts, el Biological Abstractc,etc.) o camps (ej.: el Nuclear Science Abstracts, el Internationai Aerospace -Abstracts , etc. . ios periódicos de t i m o s indizados, confeccionados de acuerdo con algunas de las t6cnicas d s recientes (tltulos perrmitados, palabras claves en el contexto cadaas de citas, etc.) entran en la misma catego- rla (ej.: Chdcal Titles, el Science Citation Index.) . B. Todas esas revistas se refieren a fuentes pubii- cadas, cualesquiera sea su origen o localización. ios catálogos e indices elaborados por las BImOTECAC, por el contrario, usua@ente se refie- ren sólo a los doamentos de que ellas mimas dis- ponen; por lo demás difieren poco en principio de las publicaciones secundarias mencionadas preceden- -te. En ankas categorlas pueden encontrarse extractos, as€ axm representaciones indizadas del contenido de los docurrentop, basadas en el uso de listas de encabezamientos de materia o descriptores, clasificaciones, tesauros, etc.; y as€ caro las revistas cecundarias se presentan impresas, tambiei lo son en mchos casos los catálogos de bibliotecas, a través de fichas o de listas de adquisiciones que se distribuyen a usuarios externos.

-

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3.2.6

C. Incluso la diferencia de m t i d o desaparece, cwnda CRTlTQS DE(NWL1SIS DE LA)iiEOFU4?CION se encargan de canpilar y difundir listas organizadas de referencias, con algún tipo de extractos o co- mentarios críticos, sobre conjuntos de documentos que interesan a un determinado tema o campo, sea que ellos se encuentren -en la biblioteca del centro. El centro de información canbina entonces algunas de las funciones de los priodicos secunda- rios con otras de las bibliotecas especializadas, a las cuales se agregan tareas específicas, tales caro la diceminación selectiva de información, o la preparación de mncgrafias de puesta al día, informes sobre tendencias, reserias, etc., para be- neficio de qrupos de usuarios bien definidos y ge- neralmente más reducidos, en un campo especializado. Algunas veces se dice que el papel de tales centros es el de reorganizar o reacondicionar la informa- ción proporcionada por servicios de extractos y de índices, de acuerdo con los requerimientos de una determinada categoría de usuarios. Ellos a c t h entonces ami servicios "terciarios", con una fun- ción de síntesis que se añade a la de indizacih y clasificación: reorganización, control de calidad, ccmpresión, sintesis, evaluación, etc. La diversi- dad de ncmbres propuestos para designar estos cen- tros revela el distinto peco que, según los casos, se asigna a cada una de sus funciones: centros de información especializada, centro de distribución de la información, centro de diseminación, centros de informaci6n "minoristas" (por oposición a otros, "mayoristas"), centros de evaluación, etc.

otros conceptos básicos de la información cientí_ fica podrían ser w s t o s aquí , CCP~ID por ejemplo la diferencia entre servicios de información co- rriente y servicios de información retrospectiva o de investigación docmental. Sin embargo, lo mds frecuente es que estas dos funciones están canbina- das en la actividad de una mima institución, trd- tese de un servicio de indización (cuyas bibliogra- fías pueden ser utilizadas para información corrien_ te y para investigación retrospectiva), o de una biblioteca (piénsese en una similar función doble de muchas listas de adquisiciones), o de un centro de información. No se ha intentado, por lo tanto, reflejar esa distinción en el esquem de la Figura No 1.

D. La responcabilidad del prcmsamiento y dicemina- ción de la literatura "no publicada", tal caro se la definid más arriba (sec. 3.2.4 B.), tiende a recaer en el presente sobre Cl3TEWES DE DISi'RiBU- CIcpJ que se ocupan s610, o principahte, de infornies técnicos producidos por organims guber- llfflwtales, institutos de investigación, grupos especiales de trabajo bajo mtratos a corto tér- mino, etc. Un ejemplo sobresaliente lo constituye la "Clearing house for Federal Scientific and Technkal Infarmation" de Estados Unidos, la que reGne,analiza y disemina doamentos federales en el campo de las ciencias físicas, la ingeniería y los sectores tecnolfqicos conexos, y provee servicios de referencia apropiados con respecto a esos docu- mentos. Existen "centrales de distribución" estable cidas sobre bases más amplias, internacionales, pero para áreas mds ecpecíficas; tal es, por ejem-

plo, el "European Space üocmmtation Service" , el que concentra toda clase de informes no clasifica- dos en materia espacial, originados en ambos lados del Atldntico y los pone a disposición de todos los estados miembros de la Organización Europea de la Investigación Espacial. Lo que a esta altura interesa retener, es que cualquiera sea el campo de actividad de esas centrales de distribución, sus funciones generales y sus modos operativos difieren mcho de los de las bibliotecas y centros de información, msistiendo la diferencia princi- pal en que aquéllas se ocupan s610 de documentos no publitados.

E. El caso de los CDiTROS DE üATOS es diferente, puestoque la mayoría de las funciones arriba mencionadas - catalogación, confección de extractos indización, cintecis, etc. normalmente se clrmplen con respecto a dcam=ntos escritos. Los m i m s con- ceptos son, sin embargo, válidos en lo que atañe al procesamiento de los datos; s610 que las opracio- nes intelectuales de información Científica llegan entonces a identificarse con las de la misrra cien- cia. De hecho, la selección, Condensacih, catego- rización y estructuración de una base de datos exige el más alto nivel de capacidad cientifica: Un esquem logrado para un registro de datos de la química merece un Premio N6bel en esta disciplina" (6) . Y es enteramnte 16gico que los centros de procesamiento de datos sean por lo general conside- rados más bien instrmentos para la investigación que para la recuperación docurrwtal, y que sus métcdos de trabajo estén más pr6xims a las e i - cas matemáticas que a los más simples que se utilizan en la documentación. h este sentido los bancos de datos, constituyen una versión prfec- cionada de los centros de informaci6n e -ideairen- te- un substituto, a condición de que los docurrw- tos sean reemplazados por expresiones cuantificadas apropiadas, el lenguaje de la información por el lenguaje de la ciencia, y el procesariento documen- tal por los procedimientos del descubrimiento... Es probable que esta convergencia del tratamiento de la información y de los datos en la ciencia llegue a ser tena de especulación y de experimenta- ción en los próximos diez años.

3.2.7 El objetivo final y la razón de ser de tcda esta maquiparia, tal cxm~~ se la ha resumido en las secciones precedentes, es servir a los UsuARIOs de la información científica y técnica, mencionados al pie de la Figura 1. En verdad los usuarios con una parte integrante de la cadena de la transferen- cia de la infomción, puesto que s610 ellos deben determinar sus fines y seleccionar los medios apropiados. M d s , los usuarios de la información científica son w i é n , en gran d i d a , sus prcduc- tores, por lo que peden ejercer una gran influen- cia sobre las formas en que ella es generada y dirigida hacia los diferentes canales de la transfe- rencia de la información. De este rrcdo la interac- ci6n entre usuarios y sistemas deberla asegurar, en principio, una constante adaptación de los servi- cios de información científica a los requerimientos de sus clientes.

no

Por desgracia, este cuadro es un tanto optimista.

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Figura 2.- interfase usuario-sistem

centros orientados en h c i h üe una Disciplina

@ Centros orientados en función de una Misión particular

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3.2.7

caria se dijo anteriormente, existen buenas razones por las cuales los usuarios no pueden a veces expresar sus pensamientos con respecto a las for- mas mds adecuadas del tratamiento de la informacibn (sec. 3.1.). Por otra parte, las mismas personas cuando actúan en caiidad de autores son proclives a olvidar enterarrente los requerimientos que ellos han fomlado desde la posición de usuarios. El resultado es que la interconexión usuario-sistema es deficiente en la práctica; los efectos de’ retroacción son lentos, mal definidos, a veces incoherentes, y no sería realista confiar deniasiado en la lhea de trazo discontinuo que en la figura 1 va de los Usuarios a los Productores, menos aún inferir de allí que el ciclo de la información con5 tituye un hareostato perfecto.

Otra canplicación prwiene del hecho que los usuarios no constituyen un grupo hamgéneo, con ndalidades de Ccmportamiento similares e iguales requerimientos. Este taM fue ya mcionado en el capítulo 1, en relación con la vital importancia de la infomción cientlfica y técnica para la socie- dad en general, la que incluye muchos grups no Científicos; actrninistradores, directivos de empre- sas, grupos de decisión política, funcionarios de la defensa nacional, educadores, etc. Una diversi- dad canparable se encuentra dentro de la misma canunidad científica. La muy arraigada, aunque a veces exagerada diferenciación entre ciencia básica, por una parte y ciencia aplicada y tecnología p r la otra, está correlacionada con diferencias en las modalidades del tratamiento de la información que se reflejan, o deberían reflejarse, en la trama total de la red de información - por ejemplo, un mayor interés en el desarrollo de bancos de -- ~ación y centros de datos especializados, para la difusión rápida y selectiva de infomcih extrac- tada de fuentes no publicadas (reuniones, infoms técnicos, patentes, etc.) , en áreas de la tecnolo- gla donde tales fuentes desempñan un papel dcmi- nante; o también, un especial énfasis en las acti- vidades de síntesis, destinadas a proporcionar a los científicos mografías de piesta al día que en el caqm de la investigación bdsica parecm ser mds particularmente necesarias (y también más factibles) etc.

La dualidad entre “misión“ y “disciplina“ es otro ejemplo bien conocido de la diversidad entre usuarios. Se relaciona con la existencia paralela de dos categodas de organisnos de investigación e infonracibn. Algunos, orientados en función de una disciplina, actúan dentro de los lfmites detennina- dos por la estructura y mtdologia de la ciencia, aunque a niveles variados de especialización (por ejemplo, Química en general, o Crcmatografia de los Gases, Química Electroanalltica, etc.). Otros, por el contrario, orientados en función de una misión especifica, trascienden estos lhites y se ocupan de áreas de la investigación que requiere los apor- tes de muchas disciplinas (por lo general se persi- guen objetivos prácticos, aunque no necesariamente). La investigación espacial es un buen ejemplo; ella se relaciona con la mtemática, astronanía, física, biolcgla, ciencias de la tierra, etc., así cano con muchas áreas del conocimiento aplicado (control autcdtico, procesamiento de datos, Micina, tecng

logla de la alhmtaci6nI etc. 1 . La Oceanqraf ía , las ciencias nucleares, la investigación b i d i c a , etc., son otros campos de accián interdisciplina- rios, cuyo número está amentando en proporción m el progreso realizado en el campo de las ciencias básicas. Un punto a recordar, sin embargo, es que la relación de dependencia entre las dos categorías de actividades no es unilateral- del sector “orientación por misidn” con recpecto al sector “orientación por disciplina”. Los nuevos conocimien_ tos adquiridos por los científicos en la esfera de la investigación aplicada son, de hecho, u s u a h t e de interés para sus colegas del campo de la ciencia “pura”. Serla poco realista, no obstante, esperar que estos últimos lean no &lo la literatura publi- cada en su propia disciplina, sino también la dccu- mtación proveniente de los mds diversos campos de la investigación aplicada que pueda ser de interés p a ellos. Del misno d o , no es probable que ninqún cientlfico que esté participndo en un pro- qm interdisciplinario a largo plazo, tenga acceso a toda la literatura que interesa a la tota- lidad del proyecto, sino a una pequeña parte de la mi=. Por tales mtivos,la duplicaci6n de esfuer- zos es lo más asráin, y hasta cierto punto inevita- ble. A fin de que los dos sistemas puedan canunicar- se, servicios seamiarios deben mantenerse en ambos, aún cuando el campo total de las fuentes primarias que ellos cubran pueda ser semejante. Debe agregar- se que, debido a la separación de las dos ccmunida- des, un autor siente con frecuencia la tentación de publicar dos veces su trabajo, en interés de ambas, lo que a m t a el volumsn de la literatura tanto primaria cam~ secundaria. El resultado es que el flujo de la informacián, de los productores a los usuarios, no sigue el curso regular que sugiere la Figura 1: los rnims domimatos pueden haber sido procesados varias veces, a lo largo de una cadena de transferencia a la vez vertical y horizontal (Figura 2). La transferencia vertical lleva a aqué- llos de los sistemas de información por disciplinas a los sistams de infomción por misión, y ocasio- nalmente en la dirección opuesta; en tanto que la transferencia horizontal los intercambia entre servicios que se superponen, en los dos sistemas.

El cuadro se canplica aún más por el hecho de que los requerimientos de los sistemas de inform- ción, tanto en el sector básico cano en el aplica- do, varlan de acuerdo con los carrrpos particulares o grupos de usuarios a los cuales interesan. Los mchos y a veces contradictorios parbnetros de la eficiencia de la infomción-rapidez, selectividad, accesibilidad, apreciación, extensión, etc.- no tienen ciencia y la tecnoiogía; ellos se ccmbinan según diferentes jerarquías, cada una de las cuales puede responder a distintas formas de presentaci6n. Un determinado dcnmento está sujeto, así, a ser re- procesado varias veces, independientenwte de la dualidad entre disciplina y misión, para adecuarse a diferentes tipos de danandas en cada categoría de servicios de infomción.

fuente de nuevas variaciones en la estructura gene- ral de los servicios de informacih. Aunque es ha- bitual que los cientlficos, y mds generalmente los

el mimo peso en todas las áreas de la

Finalmente, los usuarios no científicos son la

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3.2.7

que trabajan en la universidad, estén q mtacto con un cierto n h o de bibliotecas especializadas, tales como una de física, otra de química, de redi- cina, etc., la canunidad no técnica (incluyendo algunas organizaciones industriales o ccanerciales que no se ocupan directamente de la investigación o el desarrollo), por lo canún reclama un centro único de acceso que le peda proveer servicios en todas las áreas &ticas. Este es ciertamente el caso de los adrinistradores y funcionarios del gobierno, en áreas tales m el bienestar social, la salud pública, los sistams educativos, el transporte, etc., con respecto a los cuales se neo sitan medios de mtenerse informados de las Glti- mas innovaciones técnicas y legislativas, distintos de recurrir a los ficheros de los centros de información especializados que pueden atender cada sector. io importante aqui es, más que la informa- ción, la capacidad de proporcionarla de un determi- nado modo: lo que se requiere es más bien un siste- ma tutelar, estrictamente de recuperación docu- mental, capaz de reunir en conjuntos coherentes la msa de hechos individuales y cambiantes opiniones que caracterizan a aquellas áreas del conocimiento especia1izado.H servicio a ser cumplido es también del tipo "orientado por misión", si se quiere, pero con la diferencia de que los requerimientos de los usuarios no son aqui los mismos que en los organis- m s de investigación y desarrollo que habituaimnte reciben ese calificativo.

3.2.8. Resuma. Se ha dicho lo suficiente sobre la diversidad de usuarios como para hacer ver que nin- gún diagrama puede reflejar adecuadarente la plura- lidad de servicios y sistemas de información que existen, para servir a diferentes carninidades, a través de diferentes canales, siguiendo diferentes modelos de organización. El esquema de la Figura 1 s610 pretende proporcionar un cuaüro básico del flujo de la información cientifica, desde quienes la generan a quienes la consumen, indicando las principales fases y formas de transferencia. Del mismo modo, los breves cmtarios sobre cada fase s610 se hicieron para recordar conceptos general- m t e bien establecidos sobre información científi- ca, los que serán más amplimte expuestos en los capitulos siguientes, en relación con los fines del presente estudio. A esta altura basta con observar que los rasgos recurrentes del proceso en su con- junto son la diversidad, la falta de fronteras bien mcadas entxe ambas fases lassuperposiciones fun- cionales en las actividades de las diferentes par- tes de la industria de la información, etc. Aunque estos rasgos peden llevar connotaciones negativas, reflejan en parte una necesaria diversificación y redundancia en cada etapa, debido a la hetercgenei- dad de los grupos de usuarios y de los requerimien- tos. Pero hay obviamente otros factores que actúan en este contexto: la mayorla de los medios y servi- cios actuales de información ha evolucionado inde- pendien-te a lo largo de tos años, tratando de satisfacer demandas irmediatas y locales, siguiqdo diferentes modalidades detenninadas por la tradi- ción cultural, los recursos econ&nicos, las ideolo- gias sociapoliticas, etc. Más aún, los intereses nacicnales han actuado impulsando el desarrollo de

redes separadas de transferencia de la informaci6n, con cada una de lascuales se pretendía controlar la mayor parte de la literatura mundial, en algunos o en todos los ccmipos del conocimiento cientifico. También los factores lingüisticos contribuyeron al nacimiento de servicios de infomción repetidos, cada uno mncebido para un diferente grupo lin- guistico. Por todas esas razones, una forma realis- ta de visualizar el flujo de la información cientí- fica a través del mundo, no es un diagrama único -sea el de la Figura 1 o cualquier otro-, sino miles de ellos, cada uno de los cuales representa- rla un subsistema particular, especializado con respecto a campos, funciones, prcductos, clientela, etc. Por otra parte, hablar de "sub-sisterms" parece implicar que el conjunto de todos ellos constituye un sistema; pero esta optimista deduc- ción no está autorizada por los hechos, dado el relativo aislamiento de los presuntos componentes, tal ccz1y3 se ha visto más arriba. Será, precisarriente, el m t i d o de los dos pr6ximos capitulos expner las limitaciones de los servicios de infomción científica, tal CO~ILO existen en el rciundo actual. Entre tanto, a modo de introducción, en la próxima sección se hará una aproximación al tema, desde un punto de vista abstracto, sobre la base del esquema teórico propesto en este capitulo.

3.3 COMPLESO DE INF'C)RMACION VERSUS SISTEMA DE INFORMACION

La ciencia no es parrcquial, ni es tampoco la propiedad de las naciones. Esto no es rneramente una cuestión de deontología: el lenguaje de la ciencia está evolucionando lentamente qresiones que todos los cientificos CQnPrenden, usando slmbolos internacionales e interlinqüisticos del mismo significado, m por ejemplo la notación química, o las denminaciones en latln de las especies vivientes. La tendencia hacia los univer- sales semiolOgicos se corresponde con el hecho de que las leyes y fenhos observados en el mundo exterior s m generalmente estables en el espacio y en el tiempo, de modo que los sabios e investiga- dores tienen una natural tendencia a la ecuIIy3- neidad,en particular con respecto al intercambio de información referente a los descubrimientos y dto- dos de la ciencia. Se sique de allí que el concepto de una transferencia organizada de la información sólo tiene sentido, para aquéllos, si es concebido en términos de un servicio mundial, que concentra "piezas de conocimiento" de todas las fuentes y las re-distribuye en toda la coaminidad científica, independientemente de barreras nacionales, ecmhi- cas o lingüísticas.

En cierta forma, un servicio semejante existe en la actualidad. Si cualquier persona fuera suficien- tenwte rica y moirediza como para viajar a través de todo el planeta, visitando los principales cen- tros de información, recogiendo escritos y referen- cias sobre cualquier materia de interés para ella, hay verdadermte buenas probabilidades de que conseguirla toda la informacián disponible sobre dicho tema. En otras palabras: yendo de un lugar a oeo nuestro errante erudito podría proporcimarse a si mismo el mcanismo de comtaci6n de un siste-

hacia conceptos y

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3.3

m o red de información lccal a otro, es decir, el niecanism de integración que falta en el presente. Y no hay otra m e r a de mterializar la ficción de una "central mundial" del conccimiento: no existe ningún punto único de acceso, ningún Sistema único, por medio del cual un investigador o un estudioso pueda obtener, bajo una forma que le resulte wnprensible y tos disponibles en un m t o determinado sobre cualquier tema o área de investigación.

cuáles serán los resultados del examen que se hará en el capítulo siguiente y sugerir que la suma total de los medios de inforrración existentes en el mundo constituye un wnplejo de servicios separados, tal vez débilmente conectados, más bien que un sistema individualizado en el sentido Gcnico de la palabra. No es el prop6sito de esta sección dete- nerse enjuegos sesnánticos y reunir un centenar de diferentes significados atribuidos a esa palabra esencial. A fin de encontrar una definición a pro- $sito, debe hacerse referencia a la naturaleza del a m t o con el que el sistema tiene que ver, así cano a sus objetivos generales. El diagrama de la Figura 1 puede ser Gtil a este respecto, en la medL da en que él indica estos rasgos principales: los materiales consisten en datos simbolicos, hablados, escritos u otros, considerados COIIY) e l m t o s del conocimiento científico y técnico; y el objetivo consiste en conectar a los prcüuctores de dichos datos con los usuarios potenciales, sean quienes fueren y donde quiera que estén. Un "sistema", en este contexto particular, @e ser definido la integración única de M r e s , r&todos, niodalida- des de organización, técnicas operativas y equipos, cuyo coordinado funcionamiento provee a múltiples y dispersas canmidades de usuarios, de todos los datos que en cualquier m t o les son necesarios, indepdientem=ntede su origen0 localiaación, y bajo una variedad de formas posibles escogidas por los mimos usuarios, según mejor se ajusten a sus hábitos, capacidades y requerimientos en niateria de información. En los t?%ft-hos de la Figura 1, el principal m t i d o de un sistema tal es reunir los varios ccmponentes de la cadena de transferencia de la información, de productores a usuarios - a tra- vés de los agentes de procesdento intermediarios (editores, bibliotecas, servicios de extractos, etc.) - y redefinlr sus formas y sus funciones a fin de minimizar los costos y mimizar la eficien- cia del proceso general de conmutación, tal CCFIP acaba de definírselo.

esquema pueden ser bosquejadas a esta altura, aunque aún no dispongms de la mayor evidencia práctica que nos darán los pkóxi~~~s capítulos. Pri- m, desde el punto de vista del usuario, deben hallarse medios para traspasar los lhites de los subsistenas restringidos que f o m el medio am- biente habitual de los científicos con respecto a la adquisición de la informacibn: (a) subsistemas relacionados con las circunstancias contingentes que derivan de la historia scciocultural, por ejem- plo, sistemas ligados a una nación o lenguaje prti cular, @os grupos oon distintas mxhliüades de ccanportamiento basadas en diferentes tradicimes,

el conjunto de los doniroen-

Por esa razón se peden desde ahora anticipar

Las irnplicaciones especulativas de tan ambicioso

sodedades cerraüas deknnimdas por el status eco- nanico o legal, etc. ; (b) subsistemas relacionados con la estructua variable de las organizaciones profesionales, de acuerdo con el tianp, el espacio, los campos del conocimiento, por ejmplo, los gru- pos de afiliación, el "colega invisible", clrculos exclusivistas del mundo de los negocios, equipos de trabajo, etc.; (c) finalmente, aunque no lo menos importante, subsistemas representados por los media de información de que se dispone en el lugar, los cuales varían grandmente de una a otra región, de acuerdo con factores c m los que acaban de mencio- narse en (a) y (b) y en proporción con la potencia- lidad de las empresas o el apoyo del EStado en este sector de las econdas nacionales. Para los usua- rios, sin embargo, estos subsistemas se presentan de hecho como sistas aut6nms; y no sería nada realista innginar que ellos -ser eliminados con un plumazo del refomdor y reemplazados por un nuevo niecanisro, m t a d o de buenas a primras, que en un mcrrwto t=O sería puesto en funcionamien- to a trads del rrnindo entero. La posición adoptada en este infom es que un sistema rrtundial de transferencia de la información puede establecerse sin un cambio tan radical, bastando para ello con que se tmen las &idas necesarias para la inter- conexión de los (sub) sistems existentes e indu- ciendo a éstos para que se adapten a normas mlti- laterales y acuerdos de intercambio, quemejorardn la eficiencia total y limitarán los costos crecien- tes del tratamiento de la informaci6n para cada uno de ellos. En realidad, la palabra "sistema", en el título y en el contenido de este estudio, tiene el signif i d o de "amplias y ccatrple jas dinac.iones de elemntos o subsistemas", de acuerdo con una de las definiciones corrientes de sistemas de ingenie- ría (7). Las expresiones "sistema de sistemas", "meta-sistema", etc. han sido también usadas en relación con ésto; ellas m o t a n adeamhnente la estructura con diversos niveles de la red propuesta, en la cual los usuarios individuales (personas, organizaciones) pueden mtener sus interrelacimes actuales, de acuerdo con modalidades y reglas establecidas, y desarrollar al mimo tiempo nuevas clases de vínculos,a un más alto nivel de opera- ción, con otras partes del ccmplejo d i a l . La referencia de una no es incidental; otra m- nera de caracterizar un sistema es representarlo cano un gran númro de puntos de acceso interconec- tados, desde los cuales la informaci6n puede ser emitida y recibida a través de canales escogidos, correspndientes a las diferentes categorías de usuarios y servicios. El concepto de una "canunidad intelectual en línea", tal caro se la puede extraer de algunos proyectos en m s o , es una mmera suges- tiva de representarse esa red.

de sistemas que debe ser mencionada, pues está destinada a ejercer una gran influencia en el diseño del esquen-a prpsto: es el hecho de que los usuarios y los prductores de la informacifm, a ambos extremos de la cadena de transferencia, deben ser considerados com ccmponentes del sistema. En este contexto, la intrcducción de los usuarios en ese esquema, por una parte, no es sólo una exigen- cia formal del análisis de sistems; es el recono-

Hay otra irnpl+cación teórica de la integración

33

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Figura 3.- Hacia la integraci6n mundial de los actuales sistemas de información: requerimientos generales

murdial de información

(Sub) sistemas existentes Requerimientos involucrados

Presiones socio-políticas

regional e internacional

Malalidades profesionales

Integración de autores y usuarios

Estructura técnica de la informaci6n

Nuevas formas y técnicas de

transferencia de la informaci6n

34

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3.3

cimiento üe que debe prestarse mds atención a la diversificación de los servicios de informción que deben proporcionarse a los ucuarios, caro consecuen cia de los cambios cualitativos y cuantitativos en- el desarrollo de la ciencia d e m a . ia creciente insistencia en la necesidad de centros de "reacon- dicionamiento", por ejemplo, tiene relaciñi m n la integración de sicteiras, en la medida en que esta nueva función se dirige a satisfacer requerimientos ecpecfficos de los usuarios que no fueron tenidos en cuenta en la concep56n de los servicios de infomciñi mds tradicionales. Delmisnu modo, al introducir los generadores de documentos cam un par&&ro de la concepción del sistema, se reccnioce simplemnte que el prccesmento integral de la informacián ccmienza ya con las publicaciones prh- rias, en la medida en que la forma en la cual se efectúa la publicación puede obstaculizar o facili- tar las etapas posteriorres de la transferencia de la información - análisis, registro, recuperación, síntesis, etc. La cuidadosa atención que se presta actuaimente a posibles nuevas fonras de publicación y diseminación de testirrpnio de la gran importancia que se asigna al papel que, s o se ecpera, han

de d e s a @ a r autores y editores en un sictena mun- dial mjorado de transferencia de la información.

Hay tDdavIa otros corolarios del m i m esquema que se pede esperar a priori que han de prcducirse. Asf, por ejemplo, es obvio, que habrá una fuerte denanda de tr5cnica.s avanzadas de prccesamiento y c<rrninicación para expedir la infonnación a través de múltiples Canales de transferencia a larga distancia, por todo el nnndo. No es menos claro que el establecimiento de una red semejante cusci- te varios problmas polfticos y jurisdiccionales que reclaman una acción coordinada de parte de los gobiernos, etc.

La Figura 3, es un intento de r e d g r d f i m - te las muchas categorías de problemas involucrados en el concepto de un sistema mundial de informacibai y sus interrelaciones, los que serán tratados con mayor detalle en los capftulos siguientes. Entre tanto, deberios dejar el reino de las definiciones abstractas y pasar a considerar el funcionamiento actual de sistenas de información mcretos (Capítulo 4) , a fin de ver Como se lo piede conci- liar con el principio de una red mundial, tal cam se la ha bosquejado en esta cección.

* * *

NollAs 1. Scientific and Technical carrninication. A Press-

ing Nqtional hroblem and Recamwdation for its Solutions, una sinopsis del Informe del Cai& sobre Ccnninicacián Cientffica v Técnica de la

propuesto diferentes definiciones , nosotros herrios rehuído delikradarrente el problema adop- tando al que considerams mds amplio, esto es "infonnacibn", referido tanto a las colecciones

2.

3.

4.

Academia Nacional de Ciencias cional de Ingenierla, p. 16-17, Washington, Aca- demia Nacional de Ciencias , 1969'. William J. Paislev. "Information Needs and Uses"

la Academia Na-

~~~~

p. 10, en Annual Gview of Science and Technolo- logy. Carlos A. Cuadra (ed). Vol. 3, p. 1-30, chicago, lbcyclopedia Britannica Inc., 1968. Ehgene Wal1,-"A ktionale for Attacking Infonna- tion Probleins", American Docunr?ntation. Vol. 18, (1967). D. 97-103. h este - M o m no ha querido hacerse ninguna distinción entre "informacián" y "docmmtacián" . Aunque pará cada uno de estos -nos se han

físicas de documentos (*resos u otros) cam a su contenido verbal y sepndntico rio).

fic Camninication" p. 199-209, en Cammu 'cation in Science, un volunw de la Ciba Faundation. Anthony De &u& y Juiie Knight eds. iandres. J. & A. Churchill Ltd., 196i.

(Véace Glosa-

5. Derek J. de Solla Price, "The Ends of Scienti-

6. Derek J. De Solla Price! qp.cit:, p. 206. 7. Mc Graw-Hill Encyclopedia of Science and

Technol Nueva York, Mc clraw-iiill Book Co.,

1966. E$TÜS&tens Engineering", p. 375-380,

* * *

35

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Funciones y tendencias de los actuales

servicios de información

Los servicios de información científica del m- do son prcducto de la historia. Algunos de ellos conservan características que fueron fijadas siglos atrás; otros surgieron en los canienzos de la revo- lución industrial, tomando nuevas formas y funcio- nes que han prevalecido hasta el presente. Hace 10 o 15 años, la "segunda" revolución industrial - expresión con la que habitualmente se designa el cdenzo de la era de la cibernética - ocasionó cambios profundos en las técnicas del procesamiento y la transferencia de la infomción, cuyo impacto sólo ha m z a d o a sentirse en los países más in- dustrializados. Estas diferentes "generaciones" de servicios de infomción coexisten en la actualidad. La finalidad del presente capítulo es describir algunos de ellos, de acuerdo con la tradicional distinción entre bibliotecas (sec. 4.1. ) y servi- cios de información (sec. 4.2.) y dmstrar, sobre la base del estudio de éstos y otros casos, que los sistemis más grandes en funcionamiento - de carác- ter nacional, o especializados en una disciplina o en un campo de aplicación detenninado - están ya considerablmte avanzados en el proceso de cmr- dinacib y mpración entre servicios, dentro y a través de las fronteras geoplfticas.

4.1 BIBLIOTECAC: FUNCIONES Y TENDENCIAS ACTUALES

La biblioteca es la más antigua respuesta al problema de hacer accesible el conocimiento de unos pocos a una cmidad más amplia. Desde las prime - ras librerías reales en el cercano oriente, a las de las iglesias y mnasterios en la Europa Medieval, y hasta los tiempos modernos, no se produjeron cambios de gran importancia. Las bibliotecas eran, primero y ante todo, colecciones de muscritos y de libros, reunidos para beneficio de Sociedades relativmte pequeñas de hambres cultos, sin mcha distinción entre los científicos o "filósofos tu- rales", de una parte, y los humanistas literarios, de otra. La diversificación de las bibliotecas pro- vino antes del medio en que estaban insertas y de su status, que de su contenido. Las bibliotecas eclesiásticas continuaron desarrollándose durante el Renacimiento -siendo la Biblioteca Vaticana una de las más sobresalientes- en tanto que las bi- bliotecas universitarias(o, más generalmente, edu- cativas) iban traMndo forma en la mayoría de los países de Europa Occidental ya desde el siglo XIV. Otras bibliotecas fueron formadas p r rni&ros de la nobleza o ciudadanos ricos, quienes psterior- rrwte las legaron o viendieron para fonmr las vie-

jas "bibliotheques de Ville,o bibliotecas micipa- les, o para su incorporación a las más grandes colecciones reales. De este modo, estas Gltimas llegaron a ser pronto las mayores bibliotecas de Europa, todas las cuales se hallan ahora bajo con- trol estatal: la Biblioteca Nacional en Francia, la del Museo Británico en Gran Bretaña, la Salty- kov-Shchedrin y la Biblioteca del Estado Lenin en la URSS, etc. La biblioteca del Congreso en Esta- dos Unidos, aunque fue establecida iniciahsnte para uso del Congreso en la ciudad de Washington", se transfod rápidaniente, de hecho, en una biblio- teca nacional, que es probable sea reconocida cam tal en un futuro pr6ximo.

en cuanto a las disciplinas abarcadas p r sus colecciones y las principales de entre ellas ser- vían com~ "dépts littéraires" para publicaciones de toda clase. Sin embargo, algunas fueron organi- zadas desde temprano en secciones (por ej., las bibliotecas de facultades o departamentos en las universidades), cada una de ellas dedicada a una rama particular del conocimiento. Del rnim modo, las bibliotecas de sociedades eruditas tendieron a concentrarse en unos p o s camps, para uso de sus propios miembros. No obstante, no fue hasta el siglo XIX que el concepto de bibliotecas especiali- zadas adquirió forma definitiva, incluyendo de aquí en adelante no sólo las de las sociedades eruditas que acaban de mencionarse, sino también bibliotecas pertenecientes a departamentos gukmamntales (el Servicio Exterior, la Marina, etc.) o apresas industriales, así c m instituciones científicas y de investigación. Este fue un cambio irqmrtante en la historia de las bibliotecas, cuyas implicaciones no han sido aún totalmente agotadas hasta el pre- sente. La función de una biblioteca especializada consiste en servir a una canmidad específica de usuarios, aunque a veces esté mal definida, más bien que abrir sus colecciones a un mlico 116s grande y anónimo. de bibliotecas especializadas tienden a esperar una ayuda más activa con respedo a las novedades bliográficas, la localización de material importan- te, el surrinistro de documentos, etc., que los vis' tantes de las grandes bibliotecas pGblicas. Ya en el siglo XIX, algunas bibliotecas especializadas (por ej. la Biblioteca de Ciencias en el Museo de Ciencia de Londres, o las dos bibliotecas naciona- les creadas en los Estados Unidos, para la medici- na y la agricultura, respectivaniente), dieron mayor importancia al servicio directo a los usuarios,

La mayoría de estas bibliotecas eran generales

otras palabras, los usuarios

bi-

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4.1

desarrollando a tal fin mejores instrumentos, tales c m índices y clasificaciones especiales, etc., que no eran m e s en bibliotecas generales de 16s antigua reputación. Sin embargo, es un rasgo dis~- tivo de nuestros tiempos que el contraste entre las dos clases de servicio de biblioteca tienda a borrarse: la interpretación "pasiva" de la función de la biblioteca, concebida esencialmente cam un repositorio, está siendo superada por una visi6n "activa", de dispsadora del conocimiento, cam lo remmiendandecididate todos los estudios recien- tes sobre las funciones de las bibliotecas. En otras palabras, el énfasis se ha desviado de un proceso centrípeto de adquisici6n de documentos, en el cual los interesados van a las bibliotecas y buscan por sí mismos los elmtos de que tienen necesidad inmediata, a un esquema centrífugo de entrega de la informaci6n, dentro del cual incumk a la biblioteca satisfacer las cambiantes necesida- des de los distintos usuarios por medio de una contínua adecuación de la forma y contenido de sus dePositos, proveyendo nuevos medios para el acceso a éstos, distribuyendo listas de adquisiciones, proveyendo fotocopias, etc .

4.1.1. EXENPiQS SELECCIONADOS

Ejemplos de estas bibliotecas más modernas pue- den señalarse por docenas, y se las encuentra cobre todo en las universidades y centros de investiga- ción más progresistas. Pero resulta aquí más signi- ficativo el caso de las bibliotecas nacionales - es decir, institutos con responsabilidades de alcance nacional- desde que cabe imaginar que ellas repre- sentan el antiguo tipo de repositorios, enciclopé- dicos en cuanto al campo que abarcan y conservado- res en cuanto a sus funciones. Un notable ejemplo en el sentido opuesto lo constituye,a este respecto, la Biblioteca Científica del Museo de Ciencia de Londres (fundada en 1847). Esta biblioteca contiene alrededor de un millón de volúmenes y una colección de 25.000 publicaciones periódicas relativas a la ciencia contemporánea; además de elaborar catálogos convencionales, para uso interno, la Biblioteca Científica publica semanalmente listas de adquisi- ciones y bibliografias especializadas, que pueden ser utilizadas para informarse de las novedades bi- bliográficas en áreas específicas de la ciencia. h cuanto a los servicios de préstam interbiblioteca- rio, cabe rriencionar la Biblioteca Nacional de Prés- tams para la Ciencia y la Tecnología, en Boston- Spa, cuya funci6n especial es pmmver una amplia circulación de documentos científicos en todo el Reino Unido.

ca central es la Biblioteca Pública de Ciencia v otro ejemplo de una poderosa biblioteca científi -

Tecnología de la URSS (Gosudarstvennaje Publihje NauifnoqekhniEeskaja Biblioteka, S.S.S.R), fundada hace trece años (ir. UM de las muchas característi cas notables de la GPNTB es la tasa de crecimiento de sus colecciones: en 1968, sólo diez años des- pués de su creaci6n, el n k o de sus documentos alcanzaba a los 5.5 millones -un logro tanto más notable considerando el énfasis puesto en el "valor informativo" del material adquirido. Este incluye no sólo libros y peri€dicos, sino también algorit-

ms, programas y otros datos de interés inmediato para la investigación y el desarrollo, lo que nuestra cuán próximas están las funciones de esta biblioteca a las de un centro de información. Los servicios bibliotecarios tradicionales se han expandido en muy corto ti-: (a) acuerdos de préz tam e intercambio con usuarios del sector científ' co y del industrial, para lo cual se aprovechan plenamente modernos equipos reprográf icos (6.7 mi- llones de páginas fueron reproducidas y distribui- das en 1967); (b) carnpilación de catálogos colecti- vos, listas de traducciones publicadas y no publi- cadas (sólo la lista de traducciones no publicadas alcan26 200.000 títulos en 1968). Pero la GPNTB ejecuta asimim muchas otras funciones: (c) la preparaci6n de bibliografías anotadas sobre una amplia gama de temas especificoc, equivalentes a las series de "investigaciones en proceso de desa- rrollo" (en inglés : "current-research-in-progress " ), por ejemplo: "novedades de literatura técnica" (Novosti TekniEesko j Literatury) , "Problemas actua- les de tecnología" (Aktualnye Problemy Tekniki) ,etc. (d) la preparación de bibliografías especiales pre- paradas a solicitud de organismos especializados (4.000 por año) ; (e) la ccordinaci6n y promoción de las actividades de unas 20.000 bibliotecas técnicas de la URSS en asuntos de catalogaci6n (la BNTB publica un "catálogo de índices bibliográficos sobre tecnología existentes en las bibliotecas de la URSS", etc.) , traducciones, índices de literatu- ra extranjera, etc. (f) un sector de especial inte- rés es el de la metodología: la @WB prepara y distribuye manuales, series e instrucciones especia les, tanto cobre técnicas de la informaci6n en bibliotecas convencionales c m para las no conven- cionales. La reciente creación de un Centro de Informaci6n sobre Teoría y Práctica de la Bibliote- cología y la Ciencia de. la Itíformaci6n, dentro de la GPNTB, da testimonio de su interés en todos los problemas mtodológicos. Unos de los temas de invez tigaci6n y desarrollo en esta área es la mecaniza- ción. El plan para 1967-1970 contenía previsiones para WL uso más extensivo de las ccnnputadoras en las bibliotecas: una de las aplicaciones propuestas fue la prcducci6n autmática del catálogo centrali- zado de literatura extranjera sobre ciencia y te" logia.

Este cuadro esqudtico de la dinámica BNTB es suficiente para fundanentar el punto de vista de su Director, para quien las "funciones de las biblio- tecas técnicas se están aproximando continuamente a la actividad de otros servicios de información" en la URSS (1) c m en otros paises.

usuahnte a cargo de los centros de información puede ser ilustrada con otro ejemplo: la Biblioteca Nacional de Ciencia del Canadá. Originarianiente destinada al uso de los científicos vinculados al Consejo Nacional de InvestigaciÓn,esta biblioteca fue abriéndose a los científicos, ingenieros e industriales de todo el país: la clientela exterior al Consejo Nacional de Ciencia es actualmente fis numerosa que los científicos de dicho organismo. La Biblioteca Nacional de Ciencia distribuye a ese mplio público una variedad de listas convenciona- les y de series, con el objeto de hacer conocer sus

La tendencia a asumir las responsabilidades

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4.1.1

propios recursos (libros, revistas, publicaciones extranjeras, traducciones, etc.); pero aden6.s ofre- ce mexiones con fuentes de información de todo el mundo, a través de un cuerpo especial de científi - cos e ingenieros que colaboran en la División del Servicio de Información Científica de la Biblioteca cuya principal tarea es respnder a preguntas espe- cíficas provenientes de todas partes del Canadá. Las técnicas utilizadas para este propósito van desde la consulta directa de publicaciones en la Biblioteca, a la utilización de computadoras y equipos conexos de procesamiento de datos. Cuando los elementos pertinentes han sido localizados, las referencias bibliográficas (o datos, ocasionalmen- te) son ccpninicados al solicitante por correo; el doninuinto mismo puede ser suministrado también a través del préstamo interbibliotecario y del servi- cio de fotocopias. Los principales usuarios san los del sector industrial, seguidos por las universida- des y, finalmente, Organismos del gobierno, biblio- tecas públicas y personas. El c a m ~ ~ ~ cubierto por la biblioteca, por consiguiente, es muy amplio e incl~ ye "copias de todos los dccmentos disponibles referentes a la energia de las mareas en la URSS, una descripción de las técnicas empleadas en mta- lurgia, una lista de los principales centros de la información en todo el rraindo, las especificaciones alananas para ruedas de autcanhriles, consejos sobre & establecer una biblioteca técnica (una frem- te solicitud), el efecto del viento, la huniedad y la tempratura sobre la velocidad del sonido, etc." (2). Otra interesante característica de la Bibliote ca Nacional de Ciencia es que su labor es ccanplm- tada por varias bibliotecas filiales ("Branch libraries") , las que desempeñan un importante papel

a sus colecciones especializadas, en gran medida formadas a través de acuerdos de cooperaci6n con organisms Similares del edzerior. Así, la Biblio- teca Filial de Ingeniería Aeronáutica y Mecánica atiende consultas y prepara bibliografías para la industria aeronáutica canadiense, usando para ello, entre otras fuentes, los informes técnicos recibi- dos de la Ahbistración Nacional para la Aeronáu- tica y el Espacio (NASA) de los Estados Unidos. Del mismo modo, la Biblioteca Filial de Investigación sobre la Construcción satisface las necesidades de la industria canadiense de la construcción, etc. A ello se agrega que la Biblioteca Nacional de Cien- cia maneja un cierto nümro de depósitos especiales, entre ellos uno de informes técnicos recibidos en forma de microfichas de tcüas las partes d e l m d o , y distribuido en duplicado o en copias ampliadas autdticamente, a muy bajo precio; otro de esos dep5sitos reúne datos no publicados, proporcionados por los editores de revistas cientificas canadien- ses, que son materiales ccqlementarios de documen- tos impresos; un tercer depósito trabaja con una colección al día del "Cherrical Abstracts" en micro- filws, que puede ser explorada a gran velocidad para la distribuci6n de copias impresas de extrac- tos seleccionados, etc. Finalmente, la Biblioteca Nacional de Ciencia ha -do una iniciativa de largo alcance que consiste en proporcionar a usua- rios individuales la posibilidad de suscribirse a un servicio tiel tipo generalmente conocido c ~ m o

organismos nacionales de información, gracias

Diseminacibn Selectiva de la Información (sigla del inglés: SDI), por el cual se envían, a intervalos regulares, referencias bibliográficas sobre tems incluidos en el "perfil de interés" de cada especia lista. %Estas bibliografías periódicas son canpila-- das por conputadora, a partir de cintas magnéticas Sirministradas por un cierto número de servicios de información del exterior (principalmente en los Estados Unidos; por ejemplo, el Chdcal Abstracts Service, de Columbus, Ohio; el Instituto para la Información Científica, de Filadelfia, etc.). Uno de los plausibles trabajos emprendidos por la Bi- blioteca Nacional de Ciencia a este respecto, es un inventario de los principales servicios de cintas magnéticas existentes actualmnte en el rrercado,con el objeto de evaluar la calidad de las cintas, en lo que atañe d su convertibilidad, y determinar ' el n6ms.m m.€nimO que debe adquirirse para obtener una cubertura ndxima de la literatura científica y &- nica .

Programas similares para la organización y el reprocesamiento de cintas obtenibles de diferentes servicios, están siendo desarrollados por otras bibliotecas públicas, por ejemplo en Bélgica (a través del Centro Nacional de Docsurnentación Cientí- fica de la Biblioteca RBal) , en Suecia (en el Kun- gliga Tekniska Hcqskolan) , etc. ejemplos son suficientes para fundarrientar nuestro aserto: las bibliotecas más progresistas, las "bibliotecas del futuro", cumplirán funciones y proveerán servicios que algunas vez eran considera- dos caracterlsticos de los centros de información especializados. La diferencia entre los dos concep- tos, si ha de mantenerse, ha de consistir más bien en la mayor atención prestada a uno u otro tipo de funciones, que en la separación entre éstas o en el status. Es verdad que la tradición de las biblio- tecas es de ocuparse ante todo de libros, o mte- riales análogos, por oposición a los periódicos, informes, impresiones previas, datos, etc., proce- sados por los centros de información; esta distin- ción puede mantenerse por alqún ti-, en ciertos paises, pero con tantas gradaciones intenmdias que será dificil trazar la línea divisoria entre las dos categorias de servicios basándose s610 en ese criterio. En cuanto a las aperaciones efectua- das sobre el material informativo, es también verdad que las bibliotecas se han detenido, y qui- zás esta tendencia ha de prevalecer un cierto tiem- po, en las primeras fases del tratamiento de la do<runwtación -esto es, adquisición, colección, re- gistro, organización y, en una cierta extensión, recuperación y diseminación de referencias-, en tanto que los centros de informaci6n van usualmente más allá: analisis de contenido más profundo, condensación, traducción, búsqueda retrospectiva 116s intensa, elaboración de bibliografías anotadas, revisiones de puesta al dia, etc. Pero también aquí estas caracterizaciones funcionales 410 represen- tan dos exkrems, con muchas sutiles combinaciones entre ambos que no son fácilriwte discernibles. Un tercer criterio de distinción puede buscarse en las respectivas clientelas de los dos servicios: la mayor parte de las bibliotecas serían enciclopédi- cas (v.gr. las bibliotecas públicas), o especiali- zadas en una disciplina, atendidas por biblioteca-

Estos wtables

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4.1.1

rios profesionales y abiertas en principio a toda clase de usuarios: en tanto que los centros de in- fomción estarían más frecwntariente mnsagrados a campos de aplicación particulares, atendidos por es peciaiistas en los temas respectivos y reservados a un Pequeno qrupo de usuarios habituales, etc. Esta es, quizás, una piedra de tape mjor, aunque qui- zás un tanto frágil; pero ello no autoriza a nues- tro precer, una separación radical: una de las lecciones de la época actual, en lo que atañe a la wolución de las bibliotecas científicas, es que un creciente n k o de ellas están asumiendo nuevas responsabilidades en su capacidad cam servicios de información, y que la bGsqueda de definiciones neta- m t e opuestas ha llegado a ser, en este contexto, una disc~sión algo académica.

4.1.2 COOPERACION l I w E F u 3 I B L I ~

Otra leccián de los tiempos actuales es que la biblioteca moderna, a fin desatisfacer lascrecien- tes danandas de la cmidad científica y técnica, se ve obligada a m a r con otras, cualquiera pueda ser su ubicación. Hay un reconocimiento de ese hecho en los servicios tradicionales de inter- cambio y préstarm interbibliotecario que siguen funcionando hasta el presente. Pero el tipo de cco- peraci€m que se necesita hoy en día va mcho más allá del intercambio de documentos; se refiere a la mayoría de las diferentes fases del procesamiento documental que pueden distinguirse en la cadena de las operaciones bibliotecarias. En primer término se introdujo la racionalización en el interior del sistema mi-: analizando cuidadosirmente la cadena de operaciones, desde los trámites para la adquisi- ción y el recibo de documntos hasta la producci6n de diversos catálogos y bibliograflas, se identifi- caron segmentos recurrentes y se propusieron nuevos ordmamientos, hasta que se obtuvo un diagrmde circulación m%s fluida, libre de repeticiones, apto para ser puesto en práctica por métodos muales y, preferentemente, por canputaci6n. El mim proceso analítico, extendido a conjuntos de bibliotecas que a c t h en ccmipos similares o próxims, revela la mima clase de duplicaciones y repeticiones: fue por tanto natural intentar racionalizaciones seme- jantes en la organización general del trabajo entre las bibliotecas interrelacionadas.

Esta enpresa no es de ningh modo nueva: arre- glos coaperativos han sido practicados durante los Gltims cien años en muchos aspectos de la activi- dad bibliotecaria. Sin embargo, la racionalizacidn en el sentido técnico del términ o es una nueva aventura, C<IIY) puede deducirse de los siguientes ejemplos, cada uno de los cuales se refiere a las principales fases del tratamiento de la docmenta- ción en las bibliotecas.

A. publicaciones, primero, existen en varios países, progranas de cmrdinación, tanto a nivel regional cano nacional. Su propósito es doble: asegurar que el total de los materiales significativos sobre determinados temas, provenientes de fuentes nacio- nales y/o internacionales, se encuentra disponible en por l o m o s una de las bibliotecas interesadas,

Con respecto a la selección y adquisicidn de

y evitar duplicaciones innecesarias en la W i S i - ción de dccurentos que pueden ser, o bien demasiado costosos, o bien m y poco consultados, cam para justificar su repetición en varios sitios. Anierdos de esta clase se hallan en vigor, por ejqlo, entre instituciones y bibliotecas educativas de di- ferentes regiones de los Estados Unidos (por ej. el fidwest inter-Library Center) , y también a un nivel mayor, nacional, en la m l i c a Federal de Alemania, para las bibliotecas ptiblicas. Con res- pecto a las bibliotecas científicas en particular, pueden citarse dos convenios de la post-guerra, los que señalaron el camino a una aplicación más exten- sa de política científica. Uno es el bien conocido, aunque ya desaparecido plan Farmington, que two su origen en la Asociación de Bibliotecas de Inves- tigación de los Estados Unidos, para racionalizar la adquisición de libros extranjeros en todo el país; el otro es el acuerdo firmado por las biblio- tecas nacionales de Dinari.Eirca, Finlandia, Noruega y Suecia, hace algo más de siete años, para la distri bución de literatura científica entre las principa- les bibliotecas debs palses escandinavos.

Para que tales planes puedan desenvolverse efi- capnente es necesario que se cirmplan varias condi- ciones. h primer término, todos los participantes en el programa deben ser rápidamente informados de las adquisiciones recientes o proyectadas por los d d s . A este fin la circulación de las listas de pedidos o inqresos es de una gran utilidad, supues- to que ellas son ccanpiladas con rapidez y frecuen- cia. Su acurrnilación en listas unificadas o catálo- gos es también recoanendable, porque ayuda a una seleccián racional de las colecciones iniciales en las nuevas bibliotecas y facilita el funcionamiento de los servicios de préstarru, o intexcambio entre las existentes. Estos servicios constituyen.de he- cho otra exigencia de los programas de adquisicih rooperativa: pues la práctica de carpartir los cos- tos y trabajos de la adquisición entre varias bibliotecas, como una contrapartida de la disper- sión, requiere no sólo que exista una información bibliográfica adecuada, relativa a la ubicación de los docunwtos, sino también que éstos sean accesi- bles para usuarios alejados, si es necesario, por medio de&tarms o reproducciones, bajo una u otra forma (microrreprducción, fotoduplicacián, facsímiles, circuito cerrado de televisión, etc.). Otra alternativa en este caso es designar un cierto n k o de depositarios, distribuidos geográficanren- te, en los cuales se ubican colecciones específicas de materiales, de acuerdo con un plan convenido por un grupo de bibliotecas, a fin de limitar el n k o de documentos que cada una de ellas deberá conser- var para consulta irmediata.

da en ejemplos de los procedimientos mcionados: catálogos colectivos, acuerdos de intercambio, convenios sobre préstartios interbibliotecarios, servicios de fotocopia, etc.; sin embargo, es inte- resante observar que sólo en tiempos recientes ellos han sido concebidos ~ ~ ~ 1 1 3 corolarios de una planificación en gran escala, expllcita y sistemd- tica, de las adquisiciones bibliográficas en una determinada región (por ejemplo, Escandinavia) o país (por ej., la FkpGblica Federal de Alemania) .

La literatura derna sobre bibliotecología abz

40

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4.1.2

La razón obvia reside en que, mientras que pronto no han de quedar obstáculos t6cnicos que puedan ju- tificar la debilidad actual de los programas de adquisición cooperativa de alcance mundial, las for mas actuales de interrelación, tanto dentro c m entre las diferentes m i d a d e s nacionales o regio nales de cientlficos, no son aptas para facilitar el concepto y aplicación de una polltica rrmndial en esta área vital de la infomci6n científica. SBlo las naciones más ricas y pxierosas se hallan en mfi diciones de p e r en práctica una polltica sistemá- tica de adquisición de documentos. Tal fue el caso, por ejemplo, de la URSS, cuando en 1921 el gobierno estableció la Cmisión Interdepartamental Central sobre Adquisición y Distribución de Literatura Extranjera. El Programa Nacional para Adquisiciones y Catalogación, en los Estados Unidos, es aún más significativo. Se lo inició en 1965, "para reunir a escala mundial todos los libros de actualidad de interés para la investigación, y proporcionar infog mación sobre la catalogación de los m i m s a la co- munidad bibliotecaria y de la información, con la mayor rapidez posible" (3). Se asignaron recursos abundantes (5.000.000 de d6lares en 1968) y hacia fines de 1967 una impresionante red de centros de adquisición habla sido establecida, en Belgrado, Londres, La Haya, Oslo, Parls, Viena y Wiesbaden, que cubrla las publicaciones provenientes de Austria, Slgica, Dinamarca, Oran Bretaña, Francia, la República Federal de Alemania, Holanda, Noruega, Suecia, Suiza y Yugceslavia a los que ahora deben agregarse el Brasil, Africa Oriental, Italia, Japón, y España, as€ la URSS y otros palses de Europa Oriental - un interesante cmienzo en el camino de una polltica de adquisición internacional, aunque con centro en una nación y, generalnwte, unilate- ral.

B. El próximo paso en el trawento de la do-- tación - la descripción bibliográfica - ha sido durante muchos años materia de cooperación interbi- bliotecaria. También aqul las mtivaciones son nujl- tiples: mediante el intercambio de referencias las bibliotecas se mtienen m u t m t e informadas de sus Gltimas adquisiciones, y al m i m tiempo enri- quecen continuamente los ficheros de sus acervos conjuntos, los que peden ser consultados por los usuarios en un cierto n h r o de puntos. ~~imisno, en los casos en que una biblioteca principal distri buye fichas de catálogos, éstas pueden ser reprduy cidas f á c i h t e y aún ubicadas directamente en los ficheros, reduciendo en tal f o m las tareas buro- cráticas y asegurando de hecho la normalización den_ tro de la red total. Ejemplo de tales prácticas se encuentran también en abundancia y en contextos muy diversificados: catalogación centralizada bajo un organismo nacional (por ej. la C k a Central del Libro y la Biblioteca PGblica Científica y Técnica del Estado en la URSS, la Biblioteca del Congreso en E.U.A.) : catalogación "en la fuente" por edito - res responsables de la distribución de fichas o referencias normalizadas correspordientes a los li- bros por ellos publicados: catalogación cooperativa, es decir, la distribución recíproca de fichas entre un cierto n&ro de bibliotecas especializadas en un área determinada (por ej. , el esquema del Conse-

jo internacional de la Construcción, en el campo de la ingenierla de estructuras), etc. Sin enbargo, un rasgo sorprendente de estos arreglos racionales es que ellos no representan, de ningún rrcdo, el método habitual de encarar la catalogación en la mayorla de las bibliotecas. El w d r o 116s cam31-1, por el co"_ trario, se caracteriza por la ausencia de coordina- ción, debido a lo cual los m i m s docunientos pasan por similares procesos de descripción y se llega a referencias bibliográficas semjantes, si no id6ntL cas, bajo la forma de fichas, listas, registros sobre cintas magdticas, etc. La razón por la cual las descripciones bibliogrCLficas que se hacen en distintas bibliotecas no son totakente idénticas, aún cuando se refieren a las mismas fuentes, es que tcdavia no existen normas universalmente aceptadas que puedan aplicarse para asignar a cada dccuwnto una entrada de catálogo única. Son innumerables las reuniones y grupos de estudio sobre este tema que han formulado reccsnendaciones sobre diferentes re- glas de catalogaci6nI eqezando por las "Reglas Anglo Americanas" y las "instrucciones rusas" de e mienzos del siglo XX, hasta llegar a los actuales esfuerzos del Instituto Nacional de Normas de E.U.A (MSi) y la Organización internacional para la Unificación de Normas (OIüN) para sólo mencionar dos de las más importantes autoridades en materia de catalogación descriptiva.

gol en que se lograrán acuerdos internacionales sobre normas para la descripción bibliográfica (véase más adelante, sec. 6.2.2). Un importante in- centivo en tal dirección ha venido en los Gltims años del sector de la ccmputación: a fin de mcani- zar la canpilación de Indices bibliográficos de to- das clases (por autores, instituciones, lugar y fecha de publicación, citas, etc.), tienen que observarse normas rlgidas en el registro de los da- tos, para que la ccanputadora pueda localizar las diferentes categorias de información y reconocer los ltems individuales en cada grupo, sin errores u misiones. A d d s , los códigos y formatos usados para p e r los datos en n-emria tienen que ser definidas, a su vez, de modo tal que las fichas o cintas resultantes puedan ser intercambiadas entre diferentes bibliotecas, del miss00 d o que las fi- chas de catálogo deben observar algunas reglas canunes a fin de pxier incorporarse a diferentes ficheros. El intercambio de cintas maqdticas o, hablando 116s genéricamente, de datos legibles por máquina, tiene la ventaja con respecto al intercm bio tradicional de fichas, de que quienes las reci- ben- siempre que tengan acceso a una captadora- p d e n autcmdticanwte reordenar los datos en las más diversas formas, de acuerdo con sus propias ne- cesidades. Mediante el empleo de programas de con- versión y de reglas de transccdificaci6n adecuados, una biblioteca de Suecia podría eventualmente imprimir fichas "3 x 5" adaptadas a sus reglas ti- pográficas propias -incluyendo la transliteración-, a partir de datos bibliográficos registrados sobre cinta magnética por una biblioteca de la URSS, usando una perforadora cirllica y diferentes con- venciones de formatos. Para tal fin se ha propuesto ya varios Cóaigos normalizados de identificación; y se hallan en curso varias experiencias pilotos y

Probablmte no está lejos el tiempo, sin --

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4.1.2

aGn programas operativos, los que pueden consider- se buenas pre-figuraciones de las redes biblioteca- rias del futuro.

Uno de tales proyectos es el experdnto MARC (Machine-readable-cataloging) de la Biblioteca del Congreso de E.U.A., que entró en su fase aperativa en 1966. Su principal objetivo es producir un re- gistro de catálogos normalizados para lectura mca- nizada, que pueda ser manipulado y reestructurado en diferentes centros, para satisfacer prácticas y necesidades locales. Los datos consisten en descrip ciones bibliográficas en sentido estricto, relati- vas a material en lengua inglesa catalogado diaria- mente en la Biblioteca del Congreso (en 1967 se abandonaron las indicaciones de materias y referen- cias cruzadas). Se las envia en cintas magnéticas a los participantes -que son actualnente alrededor de veinte-, semnalrnente; los programas elaborados por la Biblioteca del Congreso pueden ser puestos a disposición de las bibliotecas miembros, muchas de las cuales, no obstante, hacen sus propios progra- mas para usar las cintas con fines no previstos en la prograrmción original. As€, y r ejemplo, el instituto de Tecnologfa de Georgia confecciona fi- chas de catálogo a partir de las cintas, la Biblioteca del Estado de Washington mantiene cae- logos impresos de libros, etc. Ehtre los principa- les cariponentes del sistem MARC se hallan: normas detalladas de descripción bibliográfica, gue pueden servir oomo lista de referencia de los datos indicativos que deben ser considerados para la iden- tificación de documentos en los sistemas inter-bi- bliotecarios; (b) un formato de registro sobre ban- da, que ha sido revisado recientenwte sobre la ba- se de los experimntos iniciales, con un cierto númro de campos fijos para el registro de las ca- racterlsticas descriptivas (forma, ilustraciones, idim, etc.) y campos variables que contienen los datos destinados a ser impresos en fichas de catá- logos; (c) un conjunto de procedimientos y progra- mas para conversión de datos (de los datos a la cinta perforada, de la cinta perforada a la cinta magnética), as€ para la impresión de pruebas y la correccián de errores, el mantenimiento de fice ros y la elaboración de los productos biblioteca- rios más tradicianales; (d) procedimientos para la distribución de nuevas cintas a los usuarios y la nueva puesta ei circulación de viejas cintas dentro del sistema; le) finalmente, &todos para evaluar la efectividad de los procedimientos operativos del MARC y la utilidad de los datos de este último. Concebido inicialmente para la catalogaci6n de libros, el formato M?BC fue pronto aplicado a otros tipos de material de biblioteca, tales caro publicz ciones seriaüas, fihs, mapas, etc. Una variante especial fue desarrollada, asirni-, con la rooperc ción de organisms federales de E.U.A., para su aplicación a la literatura de infoms técnicos; este formato ha sido ahora aprobado para su uso por todos los organims aludidos y ha tenido in- fluencia en sistemas internacionales tales c m el SIIN (véase más adelante, sec. 4.3.3., A).

El proyecto MAIa ha dado mtivo a considerable entusiasno y también a algunas criticas. Seria imprudente sentar conclusiones antes de que se dis- p g a de más resultados evaluados; pro hay que

(a)

remocer F e esta ernpresa ha originado una cero- sa e irreversible corriente de interés. El sistema puede ser revisado varias veces y podría, incluso, ser reaplazado por uno nuevo; pero el concepto subyacentes de transferencia bibliográfica interbi- bliot-ia se mtendrá vivo durante mucho tiempo, conduciendo a muchos otros proyectos de igual signL fica¿o, sólo que más amplios en cuanto a los dcaninios y en cuanto a las funciones, usando equi- pos y técnicas rrás ccanplejas, y mjor integrado con las Gltimas fases del procesamiento documental (in- dizacih tdtica, recuperación y diceminación, tal c m se las ejecuta en las bibliotecas especializa- das y los centros de información).

De hecho,el proyecto MMC ha alcanzado ya dimen- siones internacionales, a través de programas de mrdinacián con instituciones del Reino Unido(por ej. la Bibliografía Britdnica Nacional) y el Canadd (Universidad de Toronto). En este último pals el proyecto MARC forma parte de un esquema más amplio, de acuerdo con lo cual los datos bibliográficos para tdos los libros, series, infoms, etc. origL narios del Cana&, deben ser preparados bajo una forma normalizada para lectura por dquina, lo mis- niu que las infomciones que entren al pals desde el exterior. Este formato c& se aplicarla even- tuaimnte también a los datos científicos, gráficos y otros. Los "superregistros" as€ obtenidos podrlan entonces ser adaptados a losrequerimientos de bi- bliotecas especializadas y ucuarios individuales, p r medio de centros locales de cmputación a tiem- po campartido y con la posible ayuda de empresas mrciales especializadas en este campo. Estas podrían sministrar, segGn se les solicitara, fi- chas para catálogo, catálogos diccionarios, servi- cios de infomción corriente o exhibiciones a dis- tancia sobre pantalla catgdica, etc. Un sisterra tal parecerla ser una condición esencial para el funcig namiento efectivo de una organización mdial de la inf omción .

expresado, se están convirtiendo rápidamnte en una preocupación importante de las autoridades mlicas, a nivel nacional y regional. ios proyectos más avanzados son quizás los sistemas regionales que han sido elaborados en algunos estados de los E.U.A por ejemplo, el Estado de Washington, donde se ha propuesto integrar las bibliotecas p6blicas, escolz res, académicas y especiales en una red estructura- da: el Estado de meva York, que proyecta concen- trar sus remrsos de referencia e investigación bibliotecarias para formar una red de préstarrPs y de referencias más estrecha, utilizando ampliamente los más avanzados sisteims de transmisión de datos, para beneficio del m d o de los negocios y de la industria, etc. Los acuerdos inter-estatales son m o s comunes, aunque puede citarse cam un buen ejemplo de ellos la Red de Información Biblioteca- ria de Nueva Inglaterra (NELINET) , en la que parti- cipan también las universidades de Connecticut, Maine, Massachusetts, New Hampshire, Rhode Island y Vermont; en este caso el prap6sito es ofrecer acceso instantáneo a la información sobre catalogación, bajo forma legible por idquina, provisto por el Proyecto MARC, por medio de un sistema de explota- ción a tiempo ccmpartido que utilice una m r i a de

Las redes bibliotecarias, en el sentido arriba

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4.1.2

masa, lo que permitirá producir y distribuir con gran rapidez fichas de catálogos y etiquetas para libros, y ofrecerá facilidades para la bcisqueda re- trospectiva y el control autdtico de los progra- mas de adquisición. Proyectos similares existen m- bih en campos especializados, especialmente en las ciencias bi-icas, a cuyo respecto se está desa- rrollando en Texas y Nueva York un ambicioso progrg ma para el tele-procesamiento de la información bibliográfica de bibliotecas y hospitales. La ccnn- pleja red de ccmmicación establecida por la Univeg sidad del Estado de Nueva York es, ciertaniente, una de las más avanzadas en este campo.

de Medicina de E.U.A., recientemnte ha concedido fondos a ocho grandes bibliotecas ddicas para per- mitirles proporcionar servicios de fotocopias y de pr6sta-m a las bibliotecas más pequeñas de sus respectivas regiones. Cada una de las 'bibliotecas regionales es utilizada igualmente CCBIY) punto de acceso para las bGsquedas retrospectivas en el sis- tema MEDlllRs (véase mCis abajo, sec. 4.3.3. ,B) a los científicos bicanédicos de la zona: el resultado de esto es probablemnte la más grande red nacional bibliotecaria en E.U.A., que ccanprende alrededor de tres mil unidades interconectadas, para la dise- minación de la información bimédica. La Biblioteca Nacional de Agricultura está patrccinando programas análogos con la cooperación de bibliotecas especia- lizadas en este campo.

Finalniente, mrece recordarse un proyecto aún más ambicioso, que está aún en la etapa experimen- tal, pero que está llamado a ejercer una profunda influencia sobre la concepción de las bibliotecas del futuro: se trata del proyecto hTTRM ("Infor- mtion Transfer Expriment", esto es, Experimento sobre Transferencia de la Información), en el Ins- tituto de Tecnología de Massachusetts, que tiene por finalidad proporcionar una base experimntal para el concepto de una red de bibliotecas en la cual se ofrecerá acceso directo al conjunto de los recursos de información, por medio de estaciones terminales dispersas conectadas a una línea. La médula del sistema es un "catálogo abierto" a base de ccniputadora y con tiempo campartido (lo que sig- nifica un registro 116s ccarrpleto y un instrumento mejor para la bGsqueda que los actuales catálogos de fichas), al que se asocian registros integrales de documentos, a fin de que cada usuario pueda te- ner en su terminal acceso a los textos originales.

esta sección, parece razonable inferir que el con- cepto de de la bibliotecología, ha de daminar sobre todo la evolución futura de la profesión, tanto desde el punto de vista de la organización c(a110 del tecnoló- gico. necesario poseer todas las piezas de un Progrm bibliotecario en un mism lugar, desde que los par- ticipantes en el programa pueden ser vinculados en redes y los recursos de cada uno de ellos utiiiza- dos en apoyo de todo el sistema. Atina-te la biblioteca del futuro no se puede concebir CCBID un mero lugar, sino más bien CCBIY) una red de irradia- ción compuesta de unidades de diversos tamaños y tipos, cada una de las cuales puede efectuar funcig

En una escala más vasta, la Biblioteca Nacional

Sobre la base de los ejemplos que se han dado en

red, si bien no es nuevo en la historia

". . .Probablemnte ha de ser cada vez mnos

nes similares o diferentes" (4).

C. Mientras más completos y accesibles son los re- gistros bibliográficos, mayor es la tentación de utilizarlos no sólo para la publicación de listas y catálogos sino también para la recuperación y dise- minación selectiva de informaci6n - una tercera' función de las bibliotecas de nuevo cuño, cuando ellas se aproximn a los centros de información (véase rrás abajo, sec. 4.2.2.). Muchos de los pro- yectos a que se ha pasado revista en la sección precedente (B), contemplan la provisión de servi- cios de esa clase en el futuro; pero los prerrequi- sitos son, o bien la intrcducción de especificacio- nes de contenido detalladas en el registro (encabe- zamientos por materias, rúbricas clasificatorias, términos de indización, etc.), o el desarrollo de procedimientos avanzados para qlorar extractos o textos originales en lenguaje natural. Tanbit% en este punto se necesita una acción coaperativa y coordinada, tanto en mteria de análisis cam en lo que se refiere a medios de almacenamiento y a la presentación de los productos de salida. Sin h- go, estas tareas son más características de centros de información especializados que de las bibliote- cas en general: por lo tanto resulta más convenien- te ocuparse de los servicios de recuperación y de diseminación en conjunto y una sola vez, sean ellos operados por bibliotecas o por centros de informa- ción, lo que se hará en la próxima sección.

4.2 SEINICIOS DE INFORMACION: TENDENCIAS GENERALES

El concepto de "servicio de información" tiene mchas facetas. En tiempos anteriores, un bibliote- cario o un científico con una mente curiosa, una m r i a alerta y una buena selección de fuentes de información (que podian ser infomles) , podía hacer bien las veces de un centro de información para una pequeña cmidad de estudiantes u otros usuarios. La principal función de tales centros -pweer acceso a los datos informativos o doclrmen- tos corrientmte disponibles sobre determinados temas -era cumplida por los ocultos caminos del cerebro humano, esa maravilla de tecnología del almacenamiento y la recuperacih de datos. No debe- m s ocultarnos el hecho de que mchos pequeños grupos de usuarios aún encuentran en esta forma de servicio personal la respuesta más adecuada a sus necesidades de información: por ej., en las activi- dades ccnierciales o industriales en escala menor, en centros técnicos altamente especializados y, ocasionalnwte, en los nuevos servicios de docunw- tación de los países en desarrollo. h cierta forma, los Gltimos avances en las ciencias de la infom- ción, tanto en programas y sistemas de programación cmo en máquinas y equipos, parece apuntar al res- tablecimiento de esta mima clase de diálogo entre bibliotecarios y usuarios: sólo que el biblioteca- rio está representado por una canputadora conversa- cional, a la cual los usuarios formulan preguntas por medio de oscilaciones eléctricas, en vez de adisticas. Sin embargo esta evolución está lejos de haberse ccarrpletado y entre ambos extrms se encuen tran aún las herramientas de trabajo trabajo tradi: cionaies. Estas consisten esencialmente en sustitu-

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4.2

tos -tales, cuyos principios fueron fijados en su mayoría en el siglo Xix: r e s k e s analíticos, clasificadores (encabezamientos, &icas) -trmados de un cierto tipo de clasificación universal o esp- cial-, representaciones por medio de términos de indización o de descriptores, cada uno de los cua- les puede ser una envada a un índice temático u otra f o m de fichero de materias, etc. Los servi- cios creados para producir esos sustitutos, y a veces para explotarlos en beneficio de solicitantes particulares, pueden ser divididos en dos grupos: servicios de publicación, por una parte, cuya principal tarea es producir y distribuir periódicos de redrrenes analíticos y de M i c e s en determina- dos campos de la ciencia bCisica o aplicada; y, por otra parte centros de información, que utilizan esas publicaciones, así cano un cierto n h r o de otros ficheros, para satisfacer los requerimientos de una ccgmidad particular de usuarios de manera más ccmpleta y en una mayor variedad de foms.

4.2.1. Los periódicos de resúmenes anallticos o revistas de reseñas o extractos, suman actuahte varios miles. Se sostiene a veces que su crecimien- to es s610 tan rápido cano el de las publicaciones primarias que ellos deben cubrir; sea car~ fuere,no hay señal de pausa en el desarrollo de esta clase especial de servicio. Se han hecho nurrerosos estu- dios sobre el uso y la popularidad de reshenes ana- líticos y periódicos de r e s h e s analíticos entre los científicos; aunque sus métodos y aciertos son a veces dudosos, la conclusión general parece ser que alguna f o m de condensación en lenguaje natu- ral o estereotipado es necesaria, para servir de ini3Ymdl 'ario entre los textos originales -que sólo pocos científicos tienen tiempo o competencia para recorrer G t i h t e - y las representaciones de docu- m t o s por medio de encabezamientos de materia o término de indización, que rararente son tan deta- llados y están estructurados de forma tal que pue- dan proveer la mima infomción que un r e s m ana- lítico escrito.

que ver m o s con el principio que con las posibles f o m s de realización de los reStñwnes anallticos en la práctica. Se han hecho nwrosos estudios,por ejemplo, sobre la c&ensi6n de los r e s h e s anall- ticos científicos, indicativos o informativos; so- bre el i d i m o i d i m s en los cuales deberían ser escritos preferentemente, para asegurar una amplia circulación; sobre el papel que deben de-, respectivamente, los autores, editores y d-ta- listas en la preparaci6n de r e m e s analíticos; &re las reglas estilfsticas y s&ticas que de- rían observzse en su presentación, etc. El resul- tado ha sido, a falta de un consenso sobre todos esos temas, un mejoramiento general en la organiza- ción de los servicios de redrrenes anallticos en el nnmdo, en varios aspectos. h prirer término, las obvias ventajas prácticas de los r e s h e s analiti- cos de autor tienden a prevalecer sobre los incon- venientes intelectuales, un tanto inciertos, que algunos temían; caro consecuencia, el tiempo trans- currido entre la producción del documnto primario y los peri6dicos de redrrenes analíticos se ha re- ducido notablemnte, gracias también a la práctica

Los puntos a examinar, por consiguiente, tienen

correlativa de distribuir anticfpadamente copias de resCirrienes analíticos de autor a los editores de publicaciones secundarias. L u q , al& éxito se ha obtenido en procurar que la infomción ademada sea presentada en el modo adecuado, por rredio de manuales de estilo, libros gu€as,"cádigos de buenas prácticas", etc., distribuidos entre autores y editores de resikmes analíticos científicos por sociedades eruditas (por ej., la Roya1 Society en el Reino Unido), editores científicos, organisnos de normalización, organizaciones internacionales (tales corio la NSCO, la OiUN, etc.). M d s , una nueva clase.de acuerdo coaperatim está surgiendo, según el cual los editores convienen en intercam- biar, y a veces en traducir, r e s h e s analíticos, para su mtuo beneficio, a fin de extender el campo cubierto por sus respectivos periódicos con poco o nh& costo adicional.

Sin emlwrgo, para nosotros, el cambio principal no reside en ninguna de las medidas que acaban de mcionarse, sino más bien en el hecho reciente de que los servicios de resCmienes analíticos hayan sido inmlucrados en las responsabilidades del pro- cesamiento de la información, car~ resultado de .su posición privilegiada en la cadena de transferencia. h razón de sus funciones, estos servicios es& obligados a referirse a una parte tan grande cam sea posible de la literatura existente, publicada y a veces también no publicada, en las áreas de la ciencia o la tecnologla que ellas pretenden cubrir. h consecuencia, ellos han establecido mecanims para obtener esa literatura de las muchas y dife- rentes clases de fuentes de las que emanan: edito- res de publicaciones pr-ias, organims especia- lizados, sociedades cientlficas, asociaciones profesionales, organizaciones internacionales, etc. M d s , los datos que en tal f o m son recolectados por ellos -textos ccmpletos y/o resúmenes analíti- cos, más las correspondientes descripciones biblio- gráficas- acaban por constituir un depósito Gnico de infomción, que puede entonces ser utilizado para otros fines a d d s de la publicación de revis- tas de resúmenes analíticos: listas de infomci6n corriente, bibliografías especiales, índices de rmterias, distribución de microfihsp otros duplicados, etc. En otras palabras, los requeri- mientos de los servicios de r e s k e s analíticos en materia de adquisiciones -a& en el caso de que éstas se limiten a los r e m e s analíticos de autor, no accmipñados por los textos originales &- pletos- constituyen un posible punto de partida para la provisión de nuevos servicios, distintos de la reunión y distribución de reshenes analíticos. Esta es, ciertamente, la actitud que han t<rnado en los Ciltirros años algunas de las principales publi- caciones de resúmenes analíticos, las que han obte- nido el apoyo de organims profesionales y guber- m n t a l e s para extender sus actividades en una amplia variedad de direcciones, para llegar finah- te a actuar com~ verdaderos centros de infomción. A la inversa, podría decirse, no es excepcional que un centro de infomci6n llegue a montar un servicio de reshnes analíticos, sea para ccsiipletar sus ficheros internos (por ej , fíchas €ndices con resú- m e s anallticos) , sea p x a distribuir listas de trabajos de actualidad condensados, dentro de un

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4.2.1

g-rupo II& restringido de usuarios. Esta integración vertical a lo largo de la cadena de transferencia de la información es una caracterlstica de los de- sarrollos presentes y propuestos de los servicios de información científica; ella interesa directa- m t e al objetivo del presente estudio y será ilus- trada 16s adelante con el estudio de unos p o s casos concretos (sec. 4.3.).

4.2.2. En cuanto a los centros de intormacihr las tendencias principales muestran de nuevo el creci- miento en ncimeiro y tanaño, así m el mejoramiento y la diversificacih sobre bases regionales, nacio- nales y, a veces, internacionales. Amque no exis- ten cifras dignas de confianza, se puede estimar que el n k o de centros de informacifm se halla actualrente en el orden de los cien mil, para todas las áreas del conocimiento y con exclusión de bibliotecas, archivos y centro de datos. A los fi- nes de esta estimación se taM m definición mí- nima la siguiente r un centro de infomción egi un grupo de personas que se dedican a tiempo pleno al procesamiento de docurrwtos relativos a un cier- to campo o tema, a fin de proveer regularmente in- formación abreviada a una caninidad de usuarios ecpecializados. Tales centros existen en toda clase de contextos aüministrativos e intelectuales: divi- siones especializadas en colegios y universidades; departanwtos especializados en grandes bibliotecas públicas, centros de docunientación de cociedades cientlficas y asociaciones profesionales, organis- m s informativos del gobierno, en departamentos técnicos, industriales, sociales, militares, etc., en seccioks de docurtientación de empresas y funda- ciones privadas, etc. h algunos casos su actividad puede etar limitada al manejo de una biblioteca o colección relativamente -&a, constituida por unos pocos centenares de libros, una cincuenta re- vistas y algún material heterogéneo, incluyendo mapas, filmes, infoms técnicos, reimpresiones, etc.; en otros casos puede haber varios miles de ítems en cada categorla; y el personal puede m- prendw varios centenares de espcialistac califi- dos en vez de cinco o diez docuwntalistas que se ocupan de todas las tareas. Sin embargo, en conjun- to, el cuadro funcional es idéntico, en la m i d a en que las tareas de Procesamiento y los prcductos finales no difieren fundanentalmente en los centros "pequeños" y en los "grandes".

En los centros mds tradicionales -grandes o pe- queños- estas funciones pueden limitarse al sunini5 tro de varios catdlqos y algún tipo de clasifica- ción temática, dirigidas dlo a ayudar a los usua- rios a localizar los docurrientos originales, en d o m y similar a las bibliotecas espcializadas. Pero el perlcdo actual se caracteriza por el nacimient~ o crecimiento de muchas técnicas mds refinadas, concebidas para aumentar la eficiencia de los p m - dimientos de localización, así COBI~O para proprcio- nar a los usuarios, en algunos casos, la misma in - formación necesitada directanwte a través de sistemas organizados que sustituyan la consulta de los docunuintos originales. Entre tales técnicas nuevas se halla, por ejemplo, la producción mcani- zada de listas de información corriente, en parte confeccionadas con tltulos cmicados anticipadamen_

te por los editores, y distrjbuidas a intervalos frecuentes y a bajo precio entre grupos especiales de usuarios. Estos títulos pueden ser dispuestos de tal m e r a que cada palabra significativa cons- tituya una entrada en un €dice alfabético (proce- dimiento llamado de los "tltulos pemtados" o de las "palabras claves en el contexto"). La lista de títulos tiene entonces algún parecido con una revig ta índice, aún cuando las palabras claves del len- guaje natuxal no son equivalentes a los encabeza- mientos de rmteria mtalinguísticos tradicionales, que de&m-imn la presentación del material en una revista bibliográfica. T&nicas similares son tam- bién qleadas, sin -o, para ayudar a la pre- paración de tales revistas, por rrredio de la selec- ción de referencias sobre la base de encabezamien- tos de materia o descriptores asignados a cada docurriento, y dispmdiéndolos de acuerdo con un orden y una tipografla preestablecidos. Los progra- mas que se utilizan en este proceso incluyen nieca- n i m s de investigación retrospectiva que se pueden también hallar en la forma más conmida de la docu- mtación autcnnática, esto es, el ahcenarniento y la recuperación de la información. ivíuchos centros ofrecen actualrente servicios de esta clase, lo que les permiten respcnder a d m d a s específicas, proveyendo desde simples listas de referencias bibliográficas hasta reshsnes analíticos, r e e s , y, si es preciso, textos completos, a través de uno o varios canales alternativos de transmisión. h este temeno, una técnica preferida es la de la "diseminación selectiva de la información" (DSI; en inglgs: SDI), que consiste en la recolección de la infomción pertinente, en relación con los perfi- les de interés de un cierto n- de clientes, que la reciben bajo una u otra forma, a intervalos breves y fijos, por ejemplo diaria o cemanalrnente. Cuando las "respuestas" tman la forma de biblio- grafías anotadas, can una evaluación de la exacti- M, calidad y significación de la infomción que se provee al solicitante, otra función entra en juego, esto es, la sfntesis: el centro de informa- ción en tal caso va mds allá de su capacidad basica m una unidad de archivo y dlisis, para trans- formarse en un servicio "terciario", el cual prcdu- ce trabajos de puesta al día, correlaciones de la información, inventarios bibliográficos críticos, etc. de los cuales parece haber una depnanda mecien- te en ciencia y tecnología. ias actividades de "reacondicionamiento" mcionadas anteriormente, para las que pueden usarse tanto fuentes primarias

secundarias, son de hecho representativas de la mima función. Muchos otros servicios son tam- bién proprcionados, aprovechando plenamente la nueva temologla del procesamiento y la canunica- ción (incluyendo la reprografía): producción y dis- tribución de gulas especiales, listas de investiga- ciones en procesos de desarrollo, listas de mte- rial no publicado (tesis, infoms técnicos, etc.) : üistraución de docurrwtos -originales, duplicados, micrccopias- o sustitutos dccumentales (por ejem- plo: representaciones indizadas, resúiwnes anallti- cos, traducciones, etc.); suministro de cintas magnéticas para su re-procesamiento en otros cen- tros; colección y ccanpilación de datos científicos no elaborados, etc.

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4.2.3

4.2.3. COOPERACION ENTRE SEINICIOS

Esta sorprendente variedad de funciones y servi- cios es la caracterlstica más obvia de las modernas disponibilidades para el tratamiento de la informa- ción, tal caro se han desarrollado después de la Squnda Guerra Mundial en todas las ramas de la ciencia y la tecnologla. otra caracterlstica nota- ble es la diversidad de iriodalidades de organización que BB encuentran en cada pals y en cada área del conocimiento, con respecto a la integración de funciones, muy diferentes pero interrelacionadas. El único rasgo ccmín, y verdadermte esencialles la integración mima: pero la interpretación de este concepto cambia de un pals a otro y a veces dentro del mi= pals, de acuerdo con el campo de aplicaci6n. Para dar un ~aarnii mundial ccanpleto y exacto de las muchas configuraciones adoptadas por las relaciones integrativas, más o m o s formales, entre los centros de información, en Sreas especlf' cas de la investicfación básica o aplicada, se nece- citarla escribir un libro entero. A los fines del presente estudio, basta con describir sumriamente las principales tendencias, lo que se hará en la sección siguiente, bajo estos cuatro SUbtEtulos: sistemas nacionales (sec. 4.3.1.1, sistemas estable cidos en una rama de la ciencia para una determi- nada disciplina (sec. 4.3.2.), sistms estableci- dos para un campo de aplicación particular (sec. 4.3.3.) y redes de centros de datos (4.3.4.).

El dendnador cmúh de todas estas configura- ciones es, una vez más, el remnocimiento de que se necesita urgentemente una mayor cooperación entre centros o sistemas de información, para suprimir el desperdicio de esfuerzos intelectuales y recursos financieros en los que se ha venido incurriendo com3 consecuencia de la falta de coordinación. Cada una de las fases o aspectos de la actividad de los centros de infomción, que acaban de mcionarse, puede ser materia de empresas cooperativas, del mi- modo que lo son las tareas de referencia, la catalogación, etc., en el caso de las bibliotecas.

A. En lo que atañe, por empezar, a la confección de resúmnes anallticos, ya se ha hecho alusión a los esfuerzos en curso para -ir la responsa- bilidad y el costo de esa operación entre varios servicios (sec. 4.2.1.). En verdad, la myorla de los mds grandes sistemas de infomción han desa- rrollado a tal efecto políticas cooperativas, no s610 estableciendo redes nacionales de redactores de resúmnes analíticos (véase más abajo, sec. 4.3.1.1, sino tan-bién por d i o de acuerdos de intercambio que jmplican la participación de mchos servicios dispersos en diferentes palses. Esta 61- tima forma de cooperación se está haciendo frecuen- te entre los mayores sistemas de infomción de los Estados Unidos, Europa Occidental y Japón, tanto los establecidos en función de una disciplina, m de un campo de aplicación particular. Más adelante se darán algunos ejemplos correspondientes a unos pms campos, cam la qu€inica, la física, la inves- tigación nuclear, la biamedicina, etc. (sec. 4.3.2. y 4.3.3.).

B. En cuanto a la indización, se han contemplado

planes de colaboración mundial en dos direcciones: (a) repartiendo las tareas de clasificación e indi- zación en la mima forma que para los re-s anallticos, es decir, transfiriendo esta función de los procesadores (dwtalistas) a los producto- res (autores y/o editores) de trabajos cientlficos y técnicos; (b) estableciendo acuerdos sobre esque- m s de clasificación sobre lenguajes de indización únicos o compatibles, en determinados campos de la ciencia básica y aplicada. Este G l t h ecquema es, en realidad, un prerrequisito técnico del anterior: no sería de mucha utilidad distribuir dcamentos indizados por medio de términos tcmnados de vccabu- larios no controlados, ignorando sus interrelacio- nes semánticas. Esta es una de las razones por la cual poco es el progreso que se observa en materia de "indización en la fuente", por autores o edito- res, excepto en lo que atañe a las formas más ele- mtales de categorización, las que consisten en asignar encabezamientos de materias o entradas de clasificaci6n. Aún en tales casos, los pocos inten- tos que se han hecho para hacer participar a los autores en el proceso, generalnwte terminaron con la cca-~clusión -m lo dijo alquien que intervino en uno de ellos- de que la necesidad de dar a los autores "una mayor enseñanza sobre la teorla y la técnica delmejo de la información (era) dolorosa y, con frecuencia, c€hicarnente evidente" (5). Cuando ese adiestramiento pueda ser proporcionado es probable que los resultados no sean mjores ni peores que con documentalistas profesionales; hay soluciones intermedias que consisten en la ccanbi- nación de palabras claves proveldas por los autores, con términos adicionales (por ejemplo indicadores sintácticos) propuestos por los docunwtalistas (m Ocurre en la preparación del "Appiied Physics Letter", por ej .) (6) ; o la formación de equipos de indización canpuestos por documentalis- tas y autores seleccionados, a nivel editorial (5). Una práctica más ccpncin consiste en asignar subdi- visiones de la C.D.U. u otro sistema enciclapédico de clasificación (por ej. la de la Biblioteca del Conqreso de E.U.A.) a las referencias bibliográfi- cas o resCimenes analíticos publicados por servicios secundarios (v. gr. el Referativnyj Zhurnal en la URSS, etc.).

Un serio factor limitativo para cualquier forma de indización cooperativa se encuentra en el grado de aceptabilidad de los Mices propuestos. Aún la cmmicqrensiva y anplimte utilizada Clasifica- ción ~ecin-alüniversal tiene adversarios, los que prefieren otros esquemas basados en diferentes cla- sificaciones de la ciencia y la tecnologla. El caso se canplica aún más cuando se trata de las formas más elaboradas de la Información, o de lenguajes dccwtales establecidos para la indización en profundidad. En verdad, el ccánponente sanántico de tales lenguajes es sólo una extensión de los esque- mas de clasificación utilizados para la cataloga- ción por materia; pero en tanto que la normaliza- ción parece una proposición razonable para este propósito, es improbable que el concepto de un nieta lenguaje universal de 1, ciencia encuentre jamás alguna aplicación práctica en el ámbito del análi- sis de contenido en profundidad, a pesar de lo que podrlan hacer ciertas tenaces interpretaciones

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4.2.3

erróneas del célebre pyecto de Leibniz. Las razo- nes han sido expuestas mchas veces: las diferen- cias observadas en las bases shticas de los len- guajes de indización son, en gran medida, conseaen_ cia de las legítimas divergencias en los puntos de vista y en los intereses de canunidades de usuarios grandemente diversificadas. Luego, todo lo que cabe esperar -de conformidad con el postulado de la 'bien_ cia unificada" correctamente entendido- es la exis- tencia de relaciones shticas entre diferentes conjuntos lexicográficos (llámese a éstos clasifica ciones, listas de descriptores, tesauros, dicciona- rios autcariáticos para la conversión de lenguaje na- tural en lenguaje de información, etc.) . El estudio de estas relaciones es tema de investigaciones en curso sobre la "ccaripatibilidad" de vocabularios de indizacion. ia mtodología de esos trabajos es to- davía wimental, y su alcance limitado; sólo se tiene noticia de no m6s de una docena de estudios de gran envergadura en ese campo, que se es- t h realizando en Europa (por ej., el proyecto del matan sobre armonización de los "Encabezamientos de Materias de la CcanisiÓn de Energía A-ca de E.U.A." con su propio tesauro relativo a la física nuclear y sus aplicaciones) y en Estados Unidos (por ej. los estudios de la Datatrol Corpration sobre la cmpatibilidad de los descriptores emplea- dos por tres organisms gubernamentales: el Centro de Documentación sobre Defensa, la Omisión de Eneg gia Athdca y la NASA). Pero el tema estS recibien- do mucha atención, ccmo parte esencial de proyectos que tienen p r objeto establecer interconexiones mundiales entre sistemas de informaci6n (7); y es un signo de los tiempos que muchas naciones y orga- nizaciones internacionales hayan tomado medidas pa- ra estimular o expandir "dep6sitos centrales" de vo cabularios de indización especializados, recgidos en todas las regiones y en todas las ramas de la ciencia y la tecnología, ccm un paso previo a los estdios sobre cmrptibilidad. Una "Central de Dis- tribución" para términos de clasificación en Cien- cia y Scnica, Palabras Claves, Encabezamientos de Materia y Listas de Descriptores, Tesauros, Indices y Otros Medios de Recuperación de la Información en Lengua no Inglesa" funciona actualmente en Varsovia, mientras que el Centro de Sisten-as Bibliográficos de la Western Reserve University, de E.U.A., reune el mi= material en inglés, en ambos casos bajo un contrato con la üNECc0. C. Organizaciones similares se han establecido en la última década para las traducciones ción de los centros de información en sentidoanpiio. Un ejemplo sobresaliente es el Centro Eurapeo de Traducciones, fundado en 1961, con la cooperación de catorce países europeos, a d d s de los Estados Unidos y Cana&. Tiene por misión reunir, catalogar, extractar e indizar todas las traducciones cientí- ficas y técnicas disponibles, independienterente de su origen o idim, y proprcionar copias de las mimas bajo mido. Programas cooperativos en el misno sentido son conducidos también por algunos centros nacionales, por ejemplo en Argentina (el Servicio de Información sobre Traducciones Cientlfi cas en Español), en Francia (el CNRS desde 1950) ,en EUA (en la Biblioteca John Crerar desde 1959) , en Israel (el Programa de Israel para las Traducciones Científicas), etc. La "Bibliografía de diccionarios

-otra fF-

científicos y técnicos mltiiingües", publicada y mantenida por la Unesco -actualmnte en su quinta edición- debe ser también mencionada igualmnte m- m un producto de la coopración internacional en el camp de las traducciones Científicas. D. Todavía hay otra clase de "depósitos centra- les", nacionales o internacionales , cuya organiza- ción ha sido considerada -aunque según nuestro corg cimiento no se ha llevado a la práctica- y es la que se refiere a los productos de cchnpilaciones y s€ntesis efectuadas por centros de información. El argumnto en favor de esta iniciativa es que las bibliografías especializadas y las reseñas de pues- ta al día son al mismo ti- costosas, muy solici- tadas y sin embargo ml utilizadas, a causa de que generalmente las ediciones son demasiado pequeñas cano para llegar a todos los que podrían beneficiar_ se con ellas. En consecuencia, en varios países se ha sugerido crear una o varias "centrales de distrL bución", especializados en la adquisición y disemi- nación de esta clase de mterial, sobre una base regional y/o disciplinaria. Un programa cooperativo internacional en esta área desanpeñaría el misno papel, y probablemente encontraría el misno éxito, que el Centro Europeo de Traducciones. E. Si consideramos ahora los aspectos relativos a los elementos materiales que se qlean en el tra- tamiento de la información, de nuevo encontramos una notable tendencia a la colaboraci6n entre orga- nisnos, la que se manifiesta en dos direcciones principales: el intercambio de tarjetas o de cintas y el diseño de programas que puedan responder a las necesidades de diferentes usuarios. (a) La principal mtivación para el intercambio de cintas perforadas o magnéticas -O cualquier otra clase de saporte de la información que pueda ser ideado en el futuro- es que la producción de regis- tros correctos es unatarea que se hace cada vez m6s pesada a medida que aumenta la extensión y la complejidad de aquéllos: las especificaciones pra la tipografía de referencias bibliográficas, por ejemplo, tiende a ser mcho más sofisticada hoy en dla que lo que era diez años atrás y, más ah, muchas otras clases de textos se procesan ahora habitualmente, por ejemplo: citas, resúmenes analí- ticos, tablas, gráficos, etc., lo que requiere iar- gos esfuerzos en la fase de entrada(mecanografiad0, verificación, supresión, corrección, etc.). Una bue na parte de ese esfuerzo, sin embargo, se duplica mchas veces: dos centros mecanizados que cubren áreas similares o superpuestas de la ciencia o la tecnología son llevados a ocuparse de los misnos documentos pudiéndose llegar a ser registrados casi de la mima m e r a en ambos. Es deseable, por lo tanto, tratar de evitar esas duplicaciones inter- cambiando las cintas de entrada, en un sentido o en otro, supuesto que las n o m s de descripción bibiig gráfica y las especificaciones mimas sean acepta- bles para las dos partss. Combinaciones de esta clz se se han mcionado anteriormente, en relación con los trabajos de catalogación de las bibliotecas (sec. 4.2.3.,B); a fin de que pueda extenderse esa cooperación a los productos de las fases ulteriores del tratamiento de la infomción (por ej. índices de citas, representaciones organizadas de contenido de documentos, etc.) , se necesitan más normas, tan-

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4.2.3

to para el objeto C<TK) para el mgdio del almacena- miento. h lo que atañe al objeto, sin embargo, la teorla y la práctica de la indizaci6n es tcdavla demasiado poco firme ~081~3 para proporcionar una ba- se segura a una politica generalizada de intercam- bios cooperativos; por el rrmrwto sólo unos pocos organisnos de infomción han tenido éxito en lo- grar el acuerdo de otros centros para la distribu- ción de material indizado sobre cintas, a nivel nacional o internacional (véase más adelante 4.3.3). B-I cuanto a los soportes de registro -usualmente cintas magnéticas- varios años atrás se hicieron proposiciones para crear "depósitos centrales" regionales, bajo conducción internacional, los que coleccionarlan cintas, cuando fuera necesario las convertirlan en otros formatos o códigos y las reedistribuirian a otros centros que tuvieran nece- sidad de los m i m s datos textuales (8); la OCDE ha dado recientemente su aprobación para el estableci- miento de una "central de conversión" de ese tipo en Europa Occidental. El objetivo es facilitar el intercambio no sólo de los datos de entrada, sino también de los productos de salida originados en los diferentes organims de información. Una lista de tltulos capilada por el editor de una revista de rescirrWes anallticos, por ejemplo, piede ser uti iizada en otra parte c o m ~ entrada para ia producc& mdnica de un Mice de tltulos permutados; la cinta que contiene los reskes analiticos pede ser utilizada caro entrada en un programa de indi- zación autmática, o en un algoritm para la explo- ración de textos en lenguaje natural, etc. transferencia vertical de la infomción sobre cin- tas, a diferentes niveles de su procesamiento, adquiere especial importancia en una época en que se asigna un interés creciente a los centros de "reacondicionamiento" o de distribución, cuya tarea principal consiste en fusionar los datos prcxiucidos por un cierto n k o de publicaciones o de servi- cios de dlisis en un nuevo producto, adaptado a los requerimientos de grupos de usuarios especlfi- cos (véase más arriba, 3.2.7. y Figwa 2). Un proceso sejante, si ha de efectuarse con la ayuda de computadoras, implica que las cintas recibidas por un centro de ese tipo sean convertibles en un formato ccariún.

(b) Otro aspeCto de la cooperación entre organisms tratándose de,computadoras, se refiere al inte.rcam- bio de programas de toda clase, no sólo para la con versi6n de datos, sino también para el análisis y/o la capilación de textos científicos, de acuerdo con &todos bien establecidos. Esta forma de inter- cambio presenta evidentemente las misres exigencias de ccmpatibilidad arriba indicadas, & de otras relativas a los lenguajes de programación y a los sistemas de computación. Además la restriccibn im- pllcita en la frase "r&tdos bien establecidos" de tratamiento de la información,es m y fuerte, pues los únicos procedimientos que en el presente parecerian merecer ese calificativo son los más eig mentales, tales C<TK) la qilaci6n de lndices alfa béticos, la perrmita de palabras claves en titulos, el reordenamiento de descripciones bibliográficas en diferentes formatos, etc. Sin embargo, se están haciendo esfuerzos para desarrollar programas gene-

Esta

rales para la puesta en práctica de métodos maS re? finados de análisis y recuperación, por ejempIo: procesamiento de textos en lenguaje natural, conver_ sión a un lenguaje de información o a lenguajes de expioraci6n amplificados, etc. ia caxacterlstica más interesante de tales programas xkly3 el "RIX" O "BIT" en la URCS, el "SMART" en E.U.A., el "SYN'IüL" en Francia, etc.- es que ellos pueden servir para una variedad de fines (producción de Mices, impresión de bibliograflas corrientes, respuestas a preguntas especlficas, etc.), con diferentes grados de precisión, abriendo as€ nuevas posibilidades a la integración de sistams.

F. Las acciones cooperativas a las que se ha pasa- do revista en esta sección se relacionan principal- mente cun el mjoramiento del acceso al contenido de los docunwtos; ellas no contribuyen por sl mimas a resolver los problemas de la accesibilidad flsica a aquéllos, salvo en la redida textos canpletos de los doamentos originales pue- dan ser suministrados, ocasionalmente, registrados en cintas o a partir de éstas. Esta práctica, sin embargo, no es frecuente; hasta tanto se pruebe la conveniencia de su generalizacion, desde un punto de vista técnico, administrativo y econckdco, otros d i o s han de hallarse para facilitar el acceso a los dccurrentos originales, una vez que han sido localizados. Acuerdos cooperativos se han hecho también con este fin, en la forma de una transfe- rencia de las funciones de préstm y reproducción, sea a un organim general, tal c c m ~ ~ la Biblioteca Nacional de Pr6stams para la Ciencia y la Tecnolo- gla del Reino Unido, o a depositarios especiales que se ocupan s610 de algunas categorías de docu- mntos (publicaciones raras o agotadas, docunwtos poco utilizados, etc.) , que resultarla antieconckd- co almacenar en cada uno de los puntos de acceso. Tal caso se presenta, por ejemplo, con las diserta- ciones o tesis doctorales, m y pocas de las cuales son publicadas, aun cuando a veces contienen mate- rial Gtil sobre tópicos especlficos. Algunos países han establecido mcanisms para centralizar y hacer obtenibles copias de tesis doctorales -por ejemplo, en Francia, la Dirección de Bibliotecas, en E.U.A. University Microfilmc (150.000 referencias origina- rias de Canadá y los Estados Unidos, desde 1938,

etc. Otro caso bien conocido es el de los informes técnicos no publicados, para los que también se han constituido centros de almacenamiento y distribu- ción en varios países, por ejemplo, la "Clearing- house for Scientific and Technicai Information", en E.U.A., que se ocupa de todos los informes no cia- sificados referentes a trabajos de investigación y desarrollo costeados por el gobierno. El beneficio reside en que "grandes masas de literatura al-- te especializada y periférica, compiladas sistemd- tica y coaperativaniente (llegan entonces a ser) obtenibles, diferidamnte, cuando se las necesita y a un costo inferior que el que resultaria de adquisiciones ndiltiples" (9) . 4.3 SISTEMAC WDFZNOS DE INEDRMACION. E3EYPlXS.

con un aurrento mensual de 1.500 apraxim-A te) 1

Es dificil, dentro de los lfrnites del presente

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4.3

estudio, dar ejemplos concretos de los principales msgos de los modernos sistemas de infomción, tal cano se los ha descripto en la sección precedente. LOS que se dan a continuación tienen s610 la inten- ción de proporcionar alguna evidencia, basada en los,hechos, de las actuales tendencias hacia la cooperación y la intq~ación, ccmo fundamnto de los arqmentos que se q n d r á n más adelante res- pecto a la factibilidad de un sistema rraindial de servicios de información.

4.3.1. SIC- NAL3IoNALES

En sentido lato, sisterras nacionales de informa- ci6n cientlfica han existido desde hace mucho tiem- po, aunque generahte limitados a funciones tales cano la producción -epis€dica o regular- de inven- tarios nacionales de todas clases: guías de biblio- tecas especializadas y centros de infomción, listas de revistas cientlficas y técnicas publica- das y/o disponibles en un pa2s determinado, biblio- graffas nacionales (por ejemplo, "la British Biblig graphy" , la "Deutsche Bibliographie" , etc . ) , catd- lqos colectivos de las colecciones de ias princi- pales bibliotecas, etc. El sistem nacional de "depósito legal" es también un ejemplo del m i m género. Sin embargo, los organicmos encargados de la preparación de catálqos nacionales tienen un status y responsabilidades que varían de acuerdo con la época y el lugar: y éstas no incluyen nomL m t e ninguna de las otras funciones de un sistema de información canpleto, según se las ha definido en el capltulo 3.

A. En el período que siguió a la Segunda Guerra Mundial, el concepto de sisterras nacionales de in- fomción científica fue mtivo de estudios más m- pletos en varios países. ia E fue quizás la primra nación en la que se f o m l 6 una polltica glabal, a nivel gubernarrwtal, para encarar de un modo racionalizado las exigencias de la ciencia y la temologla müemas en materia de información. Una decisión importante en tal sentido se tcm6 en 1952, cuando el Consejo de Ministros de la URSS sancim6 un decreto por el lque se estableció el instituto confederal de Infomcióni Científica y Técnica (ViNITI) , en el mrco de la Academia de Ciencias de 16 Unih Soviética. El ViNITI no cons- t i w e la e l i d a d del sistenia soviético de infor- mación; pero es, ciertanm te, unos de los ejemplos más notables de un organisno gukmamntal centra- lizado, encargado de procesar la totalidad, en principio, de la literatura científica y técnica del nnmdo, y de diseminar esta informaci6n en todos los sectores de la ciencia y la industria del país. A d d s del =TI, el sistema de información cien- fica y técnica de la URSS incluye okms siete ins- titutos confederales de infomci6nr la Biblioteca Pública Estatal de Ciencia y Tecnologla, 82 instit: tos centrales de infomci6n para determinadas "ramas", 74 organims regionales de información (entre ellos 15 institutos de infomción situados en las repúblicas de la Unión) y un gran número de oficinas y departamentos de información cientlfica en institutos de investigación, apresas industria- les, etc.; así amo nbs de 16.000 bibliotecas técnL

cas pertenecientes a instituciones y empresas simi- lares (10). ia red en su conjunto es dirigida por el Departaniento de Información y Propaganda Cientf- ficas y Técnicas del Ccmité de Estado sobre la Ciencia y la Tecnología.

Un plan detallado determina la división de tareas entre los diferentes organims situados a distintos niveles. i m institutos confederales son responsables de la edición de publicacionessxunda- rias en campos específicos de las ciencias natura- les y/o técnicas, siendo el VINITI el instituto principal, con un alcance encicl@ib (los otros cubren campos especializados de la tecnología, tales o la agricultura, la construcción, la rredicina clfnica, etc. ) . La Biblioteca Pública Estatal de Ciencia y Tecnolqh es un ente nacional que cubre todo el ámbito de la tecnología, y tam- bién un centro de coordinación para las traduccio- nes y el trabajo bibliográfico en dicho M i t o (véase más arriba, sec. 4.2.2.). Otro organism central de recolección es el recientemnte creado Centro Confedera1 de Mormación sobre Investiga- ciones y Trabajos de üesarrollo en Curso (19661, al que le -te registrar los proyectos de 1 & D que están siendo ejecutados en la URSS y recolectar los informes de ellos resultantes para facilitar el acceso a los misrios (11). En cuanto a los institu- tos correspondientes a "ramas", cada uno de ellos cubre un sector industrial específico, al que pro- vee de reseñas analíticas y sintéticas, tarjetas con redrrenes analíticos, etc. El material acumiia- do de otros servicios sectoriales, constituye el Sistema de Infomción y Referencia p q ramas, una colección centralizada a nivel nacional. Del mism d o el Sistema de Infomción y Referencia por Estados reune las colecciones de referencia de to- dos los centros de información nacionales y regio- nales.

habituahte una extrema centralización de las ac- tividades de infomción, la estructura total concede un lugar importante a la coordinación y cooperación entre diversos organims participantes. Más a h , no debe olvidarse que a h dentro del mism VINITI una gran pxte de su principal tarea -la producción de una revista enciclop5dica de resúne nes analíticos, el Referativnyj Zhurnal, que can- prende 20 series separadas, -es ejecutada por cien- tlficos y técnicos extenios (en nCrmero de 25.000 aproxirradanente) , que trabajan o "extractores" con dedicación parcial. Tampoco debe olvidarse que un cierto n-0 de organims exteriores a la red formal arriba descripta,prticipan tambi6n en el promeso de la informaci6n; as€, las academias de ciencias de la URSSdtanbibliografías anotadas de literaturas científicas por campos especializados, que aparecen de ti- en tienpo.

Para las ciencias Msicas, sin embargo, el VINITI qu& indudablmte co11y3 el Principal orga- n i m centralizado, en el cual la mayor parte de las funciones involucradas en la transferencia de la información son ejecutadas por un personal a tiempo ccanpleto que cwiprende unos 4.000 rniernbros (incluyendo los empleados del departamento de publi caciones); evaluación y adquisición de bibliogra-

Asf , aun cuando el renanbrado VINITI sugiere

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4.3.1

f!bs en todos los c q m s y de kdas partes del 110111- do, por mdio de suscripciones y acuerdos de canje con mds de un centenar de países; preparación y publicación de resiímnes analíticos y de reseíias correcpondientes a la mayor parte de esa literatura (incluyendo alrededor de 20.000 publicaciones pe- riódicas y seriadac y unas 100.000 de patentes); suministro de bibliagrafías especiales y servicios de referencia; distribución de duplicados a insti- tuciones y particulares; publicación de traduccio- nes de los más importantes artículos de fuentes extranjeras en un boletín semanal (mspress Infor- macija); preparación de reseñas de puesta al día y bibliografías en series anuales (Itcqi Nauki i Tekhniki), esto es "Progresos Actuales en Ciencia y Tecnología"); proenoción de adiestramiento de persa- ~l y programas de investigacián en ciencia de la información , etc .

Las realizaciones del m I T I son, en verdad, impresionantes; y aunque algunos de sus servicios @en todavía ser rejorados - c m tcda empresa de tan vastos alcances- no es de sorprender que en ocasiones se lo presente rn el modelo de lo que debería ser un sistema nacional de información cien tífica. sin embargo, m e c e que se preste atención- a las reservas hechas en distintas fuentes -inclu- yendo algunas de la mi- URSS- concernientes a la universalidad de un tal sistema: ésta no es necesa- r i m t e lo rejor en un país que ya posee una @e- rosa, aunque no coordinada, red de organims de información, cada uno de los cuales actúa en su propio campo a satisfacción de sus respectivos u-- rios específicos. Además, el principio de una intez conexión estrecha entre sistemas y usuarios puede ser difícil de poner en práctica en la cúspide de una estructura piramidal que provee pocos canales para la retroacción desde abajo, etc.

Más reveladores aún que la descripción de los ccmponentes actuales del sistema en la URCS, son los planes que se trazan para los próxhs años,los que indican plena conciencia de la acción necesaria, a los más altos niveles de la decisión plftica, "para desarrollar en la nación un sistema de infor- mación cientlfica de alta eficiencia, sostenido p r el Estado y para tcdos los fines.. . (de d o que los "antros de investigación y los tecnólogos pue- dan evitar duplicaciones injustificadas de trabajos, que implican mlgastar tiempo y esfuerzos" (12). Los principalss pasos necesarios a este efecto han sido cuidadosmte examinados p r el Directorio para la M o m c i ó n Científica y TéQ7ica del Canité de Estado para la Ciencia y la Tecnología, durante mchos años (13). Una de las más recientes declara- ciones de política es digna de especial mción, pues enuncia con acierto, bajo doce grandes títulos, la mayoría de los abjetivos y métodos que Ynportan al mjoramiento de los d s grandes sistemas de in- formación, no s610 en la E S -que es la M a t a preocupación del autor de esa exposición- sino en todo el mndo (14): (a) la centralizacih de los servicios básicos de r e s h e s analíticos e indiza- ción para la literatura científica y técnica m- dial; (b) el mjoramiento de los siStaras de dis- tribución de docurrwtos y de la información, redi- te el desarrollo de servicios regionales adaptados a los perfiles de interés de los institutos de in-

vestigación y las organizaciones industriales loca- les, y el empleo de Scnicas mxkrnas (por ej., la SI); (c) el desarrollo de los servicios terciarios (revisias, series de puesta al día, etc.) ; (d) bibliotecas especiales para ciencia y tecnología; (e) w i c i o s de traducciones, tanto para la literg tura de las rewlicas nacionales que Ccmponen la URSS cc~(13 para ía extranjera; (f) un uso más exten- so de lenguajes de indizaci6n elaborados, utilizan- do la CDU para la categorización ten6tica 116s gene- ral; (g) el desarrollo del Centro Confederal de Información sobre investigaciones y Trabajos de De- sarrollo en Curso y (h) del Servicio Estatal para la Nomiización de Datos, subrayando (i) ia nece- sidad de aprovechar plenamnte las ppsibilidades de las témicas recanizadas; (j) el apoyo a nuevas investigaciones sobre muchos canponentes del proce- so de transferencia de la información (estudios sobre los usuarios, análisis de los procedimientos de investigación, análisis semioiOgicos y linguísti cos, inteligencia artificial, criterios de obsoles- cencia, clasificación y análisis de contenidos, publicaciones técnicas, modelos de sistems de infgr mación, equipos más rápidas, myores capacidades de almacenamiento, etc. (15) ; (k) reconocimiento de la utilidad de los programas especiales para la popularización de la ciencia, los que confiarian a departamntos especia les en los centros regionales de información; (1) mjoramiento del status y de la capacidad de los cientPficos de la información. Este ccmprensivo programa cubre la mayor parte de los problemas que integran el establecimiento de un sistema mindial de información científica (vkse d s adelante, sec. 6:4.-6.6) y probablmte ha de recibir el apoyo de otros paises asociados a la URCS en el m c o del m, con vista al establecimiento de un sistema internacional de infomción que abarque la mayoría de las naciones de Europa Oriental y algunas de Asia.

B. Sistems similares ai soviético, aunque de m o r envergadura, existen en otros países. El parz lelo más pr6xim lo proporciona Francia, donde el Centro Nacional de investigación Científica (CNRS) posee un Centro de Docunwtación único para todas las ciencias básicas y algunos campos de aplicaqión actuando en forma m y similar al VINITI. Sus prin- cipales recursos se dedican a la producción de un periódico enciclopédico de rescinWes analíticos, el Eulletin Signaletique, preparado por personal interno del organim y colaboradores externos a tiempo parcial. El campo que abarca coincide en gran M i d a con el del Referativnyj thumal, pero exis- ten notables diferencias en la proporción de los pe- riódicos analizados que corresponden a los distintos países y disciplinas, así cam en lo que atañe a la extensión y al origen de los reskmes analíticos, en los encabezamientos de materia utilizados para clasificarlos, etc. Otros servicios del centro son los de traducciones , reprograf la, ccanpiiación de bibliqrafras e investigaciones bibliográficas a pedido y para un n h o limitado de áreas, preya- ci6n de lndices mcanizados para el Bulletin Signa- letique, etc. m E'rancia se publican muchas otras revistas de r e s h e s analíticos y de índices, espe-

especiales para entrada y salida

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4.3.1

ciahte para las ramas t&nicas; sin embargo, el Centro de Documintación del CNFE es considerado ge- nerahte la información cientlfica en el pals. h el año 1959 la Delegación General para la Investigación Cientlfica y Técnica (organim francés de política científica), creó un CCHnité encargado de eshidiar las formas y medios de mjorar la circulación de la información científica en el país; una de sus ta- reas era examimr la conveniencia de establecer una nueva organizaci6n central para el m e j o de la literatura cientlfica y tecno16gica que utilizarla los &todos y técnicas más recientes para el prcce- samiento de la información. Otras sugestiones se han hecho, distintas y a veces contradictorias, especialmente con respecto a la cuestión de la cen- tralización versus la descentralización (16). La propuesta final del Ccmité fue en favor de una red descentralizada, coronada por un organim de pro- m i ó n y cmrdinaci6n. Pero la controversia conti- nuó después de la publicaci6n de ese informe (17), y el prograna propesto no recibió ninguna aplica- ción inmdiata. Algunos años nbs tarde un nuevo amité establecido en 1968 para p m v e r una po- lltica nacional de la información cientlfica y téc- nica, retcprd el problema; los objetivos principales sugeridos por este &té para el pr6xii-m plan quinquenal son: (a) el establecimiento de una red nacional de centros de doc~m~mtación especializados, destinados a satisfacer en particular las necesida- des de la industria; (b) una renovación del sistema bibliotecario en todas las disciplinas; (c)relacio- nes más estrechas entre estos dos sistemas y el gran pGblico, mediante el empleo de medios de m- nicación de msa; (d) una mjor difusión de los do- cumentos cientificos escritos en lengua francesa (originales y traducciones).

dados, durante los Gltimos años, en la República Federal de Alemania, Japón, el Reino Unido y otros países. Enningún caso esos planes han tarado la forma de centralización en un organim único, sino rrás bien de una serie de ajustes en las redes exis- tentes de publicaciones, bibliotecas, centros de información y de datos, con el prop5sito de mjorar la eficiencia global del "sistema" nacional, en un sentido algo diferente del término. En el Reino Unido, por ejqlo, la Oficina para la Información Cientffica y Técnica (OSTI), creada hace unos pocos años, tiene una función de coordinación y estímulo, más que de ejecución. Del m i m modo, el Centro Japonés de información para la Ciencia y la Te<no- logía (JIST), a pesar de su nanbre, no es el único organismo del país para el m e j o de la información; más aGn, segGn dice un experto bien informado, su "principal misión.. . es proveer información a las organizaciones gubernamentales, y los científicos de las universidades se benefician muy poco con sus servicios" (18). El cuadro general de la situación en Japón es de nuevo el de una red laxa, bajo la supervisión de dos organims coordinadores, el Co- mité Nacional para la Do<-Umentacih del Consejo de Ciencia de Jap5n y el Organism de Ciencia y Tecno- logla .

D. En contraste con el caso de la Unión Soviética,

el Centro Nacional responsable de

Planes del mismo tenor han sido también recmen-

estos Gltims ejemplos señalan el camino hacia otra concepión de los sicteiras nacionales, basados en la acción armónica de m c h c partes ccpnponentes -bibliotecas, centros de andlisis de la inforn?aci6n, editores primarios y secundarios, servicios de revisión, control de distribución y depOsitos e - ciales, etc.-, sin intentar centralizar las funcio- nes correspondientes en un solo organismo, y ni siquiera en unos cuantos, a nivel nacional. Esta otra política tiene su mejor ejemplificación en los Estados Unidos, donde fue integranente discutida alrededor de 1958 por la primera vez, retocada varias veces en los años siguientes y está ahora recibiendo fomlaciones explícitas y definidas a nivel qubemanental. Los principales instrumentos de esa evolución fueron varios qrupos de estudio, designados por el C a t é Asesor para la Ciencia del Presidente de la Nación o formados bajo contra- to p r otros organims federales, "para conmer mejor los sistas de infomción relativos a la ciencia y la tecnología, sus problemas y posibilida- des, y p a n desarrollar mecanims y programas que hagan surgir sistemas de información más prcducti- vos y eficientes" (19). Algunos de los " m a n i m s y programas propuestos primeramente mostraron una inclinacih coniprensible en favor de lo que parecía ser el camino más fácil, esto es, el establecimien- to de un Centro Nacional de Información encargado de conducir una gran parte de las operaciones invo- lucradas en la transferencia de los documentos desde los productores a los usuarios. Tal fue el tenor general de dos proyectos presentados, respec- tivarente, par A. Kent (Western Reserve University) y C. Bourne (Stanford Research Institute), en 1957 y 1958, en los cuales se arguye que una cierta centralizaci6n es tanto deseable como factible, sobre la base de la nueva tecnología de las c q u - tadoras electrónicas. Este punto de vista no desa- pareció nunca entermte; señales del m i m pueden verse en informes posteriores, c m el de Mortimer Taube (1963), quien propuso "el estabieci- miento de una corporación -tal para crear y proveer servicios desde un dep6sito integrado de infomci6n cientlfica y técnica"; el de Welford J m s Mayo-Wells (1964), en favor de organizar un centro nacional de información científica y técnica, también responsable de la dep6sito único, etc. Sin embargo, los esquemas des- centralizados llegaron pronto a ser los ~ 6 s canunes ya en 1958, el informe de un Grupo del CcmiS Científico Asesor del Presidente (el llamado Infor- me Wer), recomendó el establecimiento de un ser- vicio federal de información científica, cuyas fun- ciones estarlan limitadas a la coordinación y pro- moción de los programas existentes, sea que ellos fueran conducidos por organizaciones g u k r n m t a - les o privadas. Dos caracterlsticas del Informe Baker iban a persistir en la larga serie de planes que desde entonces vieron la luz: (a) la integra- ci6n de los servicios qukrnanentales y no guberna- mtales de informaci6n en una sola red; (b) el reconocimiento de que los servicios existentes de- ben actuar com3 los agentes principales del m e j o de la información, sujetos a ccnrdiilación y esth- lo de parte de una oficina conductora, que aquel informe propuso se ubicara dentro de la F'undaci6n

gestión directa de un

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4.3.1

Nacional de Ciencia (NSF). La Oficina del Servicio de información Cientlfica de la NSF desde entonces ha desepeñado, verdadermte, un papel de conside- rable importancia en el apoyo dado a proyectos de investigación v desarrollo e información cientlfica y sistmas de hfqción;, pero no ha llegado a ser la unidad de coordiqación que postulaba el Grupo Baker . responsabilidad consultiva que ejecutiva- fue asig- nada a la Oficina de Ciencia y Tecnologla, creada en 1962 por el Presidente JSennedy, y más particular- m t e a su Cmit6 sobre Información Científica y m c a (COSATI), establecido en los años siguien- tes. Es de este Ccmité que han emanado las más ela- boradas exposiciones de política, con respecto a l.a conveniencia, viabilidad y caracterlsticas básicas de "una red nacional integrada de sistemas de trata miento de la d-tación cientlfica y tecnolbgi-- ca". Para esta tarea el COSATI pudo aprovechar varios infoms excelentes preparados por grupos integrados por representantes de varios organims, o bien por consultores privados, entre los cuales se hallan los renanbrados infoms de Crawford y de Weinberg (en 1962 y 1963, respectivmte) , y el amplio análisis de la red naciorial de tratamiento de la docurrientación preparado par? el COSATI por la System Devel-t Corporation, en 1965 (20). En 1965, cuando el Grupo de Trabajo del COSATI sobre Sistema(s) Nacionai(es) para la Información Cientl- fica y Técnica presentó sus primras recam-dacio- nes (17), fue desarrollado un marco conceptual pro- visional. Las reccanendaciones eran, en esencia, que la Oficina de Ciencia y Tecnoiogia debla acelerar sus esfuerzos sobre el planeamiento global de la "red nacional integrada", en cooperación con el sector privado, emprendiendo al m i m tiempo e irmediatanente las acciones técnica's y legislativas que pareclan ser más urgentes, tanto desde el punto de vista cronológico c m lógico -tales COIIY) la adquisición de literatura científica y técnica de todo el mundo, la elaboración de normas, análisis de costos y de presupuestos, apoyo a nuevos prcgra- m s de educación e investigación, etc. Las hip5te- sic de base fueron clai-mte formuladas: (a) la transferencia de la informacián, es respansabilidad del Gobierno Federal, el cual debe, no obstante, buscar nuevas formas de cmpraci6n sobre esta I M ~ ria con servicios privados; (b) ella implica, entre otras cosas, que un sistema de bibliotecas o depósitos debe ser establecido para asegurar que toda la literatura cientlfica mundial significativa sea accesible en los Estados Unidos; (c) la trans- ferencia de la Información debe efectuarse a través de los canales existentes -publicaciones primaias y secundarias, centros de informacibn, carrninicación oral, etc.- pero empleando tecnologlas avanzadas, con la debida consideración a la praporción entre costQs y rendimiento y a la amplia variedad de u-- rios; (d) finalmente, el sistema(s) propesto(s) deberla(n1 ser de carácter evolutivo(s) y -ti- ble(s) con sistemas utilizados en otras partes del rtnindo, siempre que fuera necesario y factible. h este plan, así C<HM en otros que le siq-uie-

ron - por ejemplo, el Inforrne Licklider en 1965 (Gnipo sobre carrninicaciones Cientlficas y !@micas de la Oficina de Ciencia y Tecnologla), el infom

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Esta última función 4 s con el carácter de una

Knight, en 1968 (ccmisión Nacional Asesora sobre Bibliotecas), el h f o m Satcoan, en 1969 (cQRiti5 sobre c<Hiainicación Científica y Técnica de la Academia Nacional de Ciencias y la Academia Nacio- nal de Ingenierla) , etc. - la preocupación princi- pal se ponía en el diseño de siStaras, solu~ión de problemas fiscales y de organización, y la p r m - ción de una amplia cooperación entre organizaciones privadas, profesionales y gubemanmtales, más que en el establecimiento de nuevos organims cuperio- res per se. h otras palabras, la evolución hacia un sistema nacional integrado debla efectuarse des- de la base hacia arriba, a través de la cooperación voluntaria entre sistemas y servicios existentes, más que por cualcpier método autoritario ejercido desde la cima. Sin embargo, la mayorla de los pla- nes coincidlan en que el proceso @la ser acelera- do por organims activos de planificación, tales m el "Ccanité sobre Ccrrninicación Cientlfica y Técnica" (infom Sin), la "Ccmisión Nacional sobre Bibliotecas y Ciencia de la Información (Inforrne Knight) , o la m i s ~ Oficina de Ciencia y Tecnolcgla (Infolme Licklider) . Este Gltimo, ha emitido ya, a trads del COSATI, un impresionante n h r o de reccarwdaciones dirigidas a la industria del tratamiento de la información en general, con miras a crear condiciones adecuadas para la hte= gración de los servicios actuales en una red de amplitud nacional; esas reccrnendaciones abarcan una amplia gama de temas, tales m: (a) técnicas es- peciales de análisis y almacenamiento (Grupo sobre Técnicas y Sistms Opsrativos), evaluación de cos- tos y arreglos sobre precios (Grupo sobre Gestión de las Actividades de información) ; (b) utilización coaperativa de d i o s avanzados de Ccmwnicacidn y procesamiento(Grupo de Trabajo sobre ütilizaci6n de la Tecnolcgla) , en conjunción con un banco de datos de acceso remoto continuamate actualizado (Grupo sobre Tecnología de las Ciencias de la Información) incluyendo su utilización por bibliotecas de inves- tigación (Grupo de Trabajo sobre Prcgrar~s de Bibliotecas); (c) acuerdos a ser considerados para estructurar sistmas de información de gran escala, tanto dentro CCBIY~ fuera de la esfera gubenimtal (Grupo de Trabajo sobre Sistemas Nacionales para la Información Cientlfica y Técnica) y para participar en prqramas internacionales de intercambio (Grup sobre Actividades de Información Internacionales); (d) funciones e interconexiones convenientes entre centros de informacih (Grupo sobre Centros de Información y Análisis) y entre centros de datos (Grupo de Trabajo sobre Datos Sin6pticos); (e) problerms de propiedad intelectual (Grupo sobre As- pectos iegales de los Sistemas de Información), programas para la formación de productores, procesa dores y usuarios de la información (Grupo sobre Educacián y Fdiestramiento) , etc.

Resulta imposible, dentro de los lhites del pre sente informe, dar un panorama wnpleto de los apor tes del COCATI con respecto a cada uno de esos am-- plios enunciados; ellos se reflelan, sin sribargo, en gran medida, en el filme desarrollo de (sub) sis- temas en E.U.A. para misiones especificas o disci- plinas, los que siguen el modelo general y el r&to- do remndados por COSATI. Una breve descripción de algunos de ellos se hará en la próxima sección. Otra institución debe ser mencionada aquí, en razón

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de su influencia potencial sobre el progreso de los servicios de información en E.U.A. Esta es la re- cientemente creada Asociación de la Industria de la Información. Sus miembros son representantes de los principales sistemas que actúan en el sector carercial privado; es un objetivo de la asociación prcmwer el aunuinto de la calidad de los servicios de información en el @s, por medio de esfuerzos voluntarios de empresarios particulares, con espe- cial interés, sin embargo, en el impacto de posi- bles mejoras sobre los costos y beneficios de las capañías y organizaciones participantes.

4.3.2. SISTENA.5 ESTABLECSDOS PARA UNA D-A DISCIPLINA

~a ciencia no es nacional y los científicos recelan de políticas que parecen concebir los sise- mas de información cano necesariamnte encerrados dentro de las fronteras de los países. Un rruStodo alternativo es imaginar una organización supra-na- cional, investida con todas las funciones de la transferencia de la información en un determinado campo del conocimiento y a cuyo funcionamiento todos los países miembros podrlan contribuir, a título voluntario, con la esperanza de a m t a r la eficiencia y reducir los costos. Ninguna organiza- ción de ese tipo existe en rama alguna de las cien- cias básicas. Hay asociaciones internacionales que editan publicaciones peri6dicas secundarias - por ejemplo, la Unión GeolBgica Internacional, la Unión internacional de Historia y de Filosofía de la Ciencia, etc. - pero ellas no realizan otras tareas de información; y los servicios más grandes que existen en el campo de algunas disciplinas, en unos pocos países, son todos nacionales en realidad, en la d i d a en que la gestión de los m i m s tiene ese carácter y/o son sostenidos por subsidios naciona- les. Notables ejemplos de lo dicho se encuentran en las ciencias de la materia (física, qulmica) y en las ciencias biol6gicas.

A. Qulmica. "Los sistems de tratamiento de la in- fomci6n en el campo de la qulmica son más anti- guos, más grandes y más ampliamente utilizados que los de cualquier otra disciplina" (21). Esto expli- ca porque se han dedicado tantos esfuerzos almejo- ramiento de los medios para la información qulmica, y porqu6 se elige aquí la química m el prhr caso de estudio. A i m i a ha ocupado tradicionah te una posición de primera línea tanto en la qulmiz ca pura cano en la aplicada, por lo que no es de sosprender que de ese país vengan algunos de los más significativos proyectos sobre la información en el campo de esa disciplina. Uno de ellos apunta a la integración de varios de los servicios de información W c a más conocidos - tales c c m ~ ~ el Chemisches Zentralblatt, el Handbuch der Organis- chen Chemie de Beilstein, y el Handbuch der Anorga- nischen Cherrie del Instituto aiuilin - con el prop5- sito de establecer un sistema a base de amputación electrónica para el tratamiento de cuerpos ccmpues- tos. Este sistema fue desarrollado prinieramente en las qresas alananas (por ej. Farbderke Hoechst, Badische Anilin und Coda Fabrik, etc.), CQO un fragnwto del código conccido cc~llo sistem

(Genealogisches Recherchieren durch Magnetbad speicherung) para la exploración de subestructuras qulmicas. ktualmmte incluye "un archivo de datos de canputadora que contiene un registro ccmpleto de cada diagrama estructural bi-dimensional, junto con los correspondientes c6digos GF83íAS. Este sis- ter^ v e n d e en una operación única el análisis inicial de d m n t o s , para tcdas las publicacio - nes secundarias, y el sistema de exploración de subestructuras p r Vtadora, cuyo producto es proveido a cada servicio para los nuevos prccesa- mientos que sean necesarios. Los archivos de datos y los programas de investigación documentaria, así CCBPD los productos de esas investigaciones, están igualnwte a disposición de los organismos que contribuyen al sostenimiento del sistema. Este ha c m z a d o a cubrir la qulmica orgdnica sintética y se lo está extendiendo para incluir todas las ma- terias que abarca el Chdsches Zentraibiatt. El presente es el prirrer ejemplo de vinculación direc- ta entre manuales reputados, una publicación de r e m e s analíticos e índices que abarca una dis- ciplina y un sistema de exploración de subestructu- ras basado en canputadora" (21).

Un segundo ejemplo lo constituye el sistema autanático desarrollado por la Sociedad Qulmica Arriericana a través del Chemical Abstract Service (CAS), una de sus divisiones operativas, con fuerte apoyo del gobierno federal. Desde 1965 el CAS ha sentado las bases de su Sistema de Registro de Canpuestos Qulmicos, ahora en funciosiamiento, el que (al igual que el sistema GEC34AS en la R.F. de pkmania) únicarente identifica los registros estructurales de cada substancia: elementos, canpuestos, mezclas, polkos, etc. A principios de 1967 hablan sido registradas 600.000 substan- cias, junto con 1,3 millones de referencias y aire- dedor de 800.000 nmbres de cuerpos qulmicos (21). A fines del mi- año el Registro conteda más de 780.000 estructuras y crecía a un prmedio de cerca de 4.000 canpuestos previamente no registrados por senana; en 1968 la información hablaba de 960.000 estructuras químicas y 2 millones de ncrn- bres (22). Estas cifras indican por sí solas la envergadura de la empresa.

Otro sistema de la misma naturaleza ha sido de- sarrollado independientemente por el Instituto de Información Científica de Filadelfia; éste es el "Index Ch&cus", que a fines de 1966, incluía ya cerca de 700.000 canpuestos, registrados por indio de una notación diferente e indizados seg-ún f ó d a autor, usos, propiedades, acciones, etc. Puesto que la mayor parte de la literatura quínu-

ca se relaciona con los cuerpos ccmpuestos, los registros de esa clase son un instrumnto esencial para el análisis de contenido. Sin embargo, se ne- cesitan también otros datos -bibliogrbficos, d i - zados, etc.-, camo un canplemento para las revistas priiMlrias y secundarias. Una característica intere- sante del programa actual de la Sociedad QuZmica Amricana es la integración de toda clase de insu- m s - referencias, reshes analíticos, indices, estructuras químicas, etc. - en un registro unifi- cado, para almacenamiento por canputadora, el que luego es procesado seq-ún diferentes programas para: (a) impresión de publicaciones periódicas, utilizanT

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4.3.2

do un tubo de rayos cat6dicos dirigido por ccmputa- dora, que proprciona una acanposicifn de alta cali- dad gráfica de productos en que se ccanbinan textos y diagramas; (b) preparación de índices para dife- rentes revistas; (c) compilación de listas especia- les (por ej. la lista de revistas químicas, 1930- 1966, 28.000 títulos, disponible en cinta); (d) re- ordenamiento especial de resúnenes analíticos para usuarios especiales, opeparación de revisiones críticas sobre un *a, utilizando el sistema de búsqueda por computadora; (e) provisión de disemi- nación selectiva de la información, de acuerdo con perfiles de interés de usuarios individuales; (f) exploracih del registro de ccanpuestos quficos, etc .

Ia derivación "vertical" de muchos diferentes productos y servicios desde un conjunto singular de registros de entradas, es una m e r a de definir un sistema de información, desde un punto de vista in- terno; otra forma de hacerlo es subrayando las co- nexiones "horizontales" entre diferentes fuentes , para mstrar, desde un punto de vista externo, el d o de ocenportamiento del conjunto. El "Chemical Abstracts Service" se ha dedicado durante mucho ti- a establecer tales conexiones con servicios de información en qulmica y disciplinas conexas dentro de Estados Unidos y en el exterior. Su situ5 ci6n c m la mEis grande agencia de información en el mundo que se ocupa de una sola disciplina cien- tífica con un personal de alrededor de 1.000 rniem- bros a tiempo ccanpleto, al que se agregan 3.200 "extractores" externos, un presupuesto anual de aproximadamnte 20 millones de dólares, para el ans lisis de 12.000 peri6dicos originarios de más de 100 palses, que produce más de 250.000 reshes anallticos por &o, etc. - ha hecho que el CAS se sintiera obligado a ofrecer su cooperación a los centros 116s pequeños en el campo de la qulmica pura o aplicada. M d s de acuerdos tradicionales con muchos palses para el intercambio de resúnenes ana- llticos y d m n t o s , el CAS ha establecido relacio nes formales con varias naciones europeas, ya a través de la Organización de Cooperación y Desarro- llo Econ6micos (OCDE) , ya por medio de arreglos bi- laterales, para dos propósitos principales: (a) descentralización de las operaciones de salidalpara lo cual ofrece archivos de datos para lectura auto- mática seleccionados, a cualquier organicmo privado o público, que tenga capacidad para explorar, seleccionar y organizar para sus propios fines la información -da de esos archivos, con el aseso- ramiento inicial del CAS; (b) descentralización de las operaciones de entrada, lo que Ocurre al obte- ner, en retorno, que grups nacionales procesen su propia literatura de acuerdo con normas ccanpatibles con el sistema americano, y también mediante el de- sarrollo de lazos más directos con editores de pu- blicaciones pr*ias y c m servicios secundarios. El presidente del Consejo 3.e Administración de la Sociedad Qulmica Awricana, al presentar ciertas propsiciones a la O(=DE, a comienzos de 1968, men- cionó detalles especlficos concernientes a costos, asuntos de propiedad intelectual, gastos de viajes y de mantenimiento de personal enviado a perfeccio- narse, etc. Un año después, un convenio aprobado por la Junta de Directores del CAS y el Consejo de

la sociedad Química del Reino UMdo confin16 que la coopraci6n internacional habla entrado en una nue- va era. De acuerdo con este convenio la Sociedad Británica ha adquirido derechos exclusivos para distribuir las publicaciones y servicios de ccanpue ción del CAS en ese país. En ccmpensación, la Cociedad Qulmica procurará extender las aplicacio- nes de los servicios de infonnaci6n del CASI basa- dos en canputadora, en Gran Bretaña, y desarrollará un sistema de procesamiento de datos extraidos de la literatura periódica y de patentes británica, para cmicación al sistema CAS. Otros palses eurg p s han aprendido prcqrams similares, sea en re- laci6n directa con el CAS (por ej., la República Federal de Alemania, a través del Gesellschaft Deutscher Qlemiker, el que ratificó un convenio con la Sociedad Química micana en setiembre de 1969), sea mediante cooperación entre ellos rnims, cam en el caso de los países escandinavos.

Esta breve relación no revela plenaniente-la di- versidad de medios -revistas, bibliotecas, paten- tes, ccpnpendios, etc.- a través de los cuales los científicos obtienen información qulmica en todo el mundo; tampooo describe todos los aspectos del amplio plan cpinquenal del CAS (1969) , en particu- lar con respecto a la ~oaperaci6n con organims dentro de los Estados Unidos (editores, industria, administraci6n federal, asociaciones profesionales, etc.), en relaci6n con la realización de ccanpen- dios, las innovaciones tecnol6gicas, etc. Es sufi- ciente, sin embargo, para dar una imagen de un activo sistema mdial de información científica, cuyo campo de acción es una disciplina particular, y para dmstrar que él es verdadermte un "sistema", en razón de la estructura formal de su organización general, tanto verticalmente (proce- samiento integrado) cam horizontalmente (adquisi ci6n cooperativa, ordenamiento del material y di- seminación).

B. Otras disciplinas. Sistemas similares se están elaborando en el campo de la flsica y en el de la biolcgla, así m en el de las ciencias sociales. La falta de espacio sólo nos permite mencionarlos en forma a& 16s breve cpe en el caso de la quhica En cuanto a la física, un plan similar al de la Sociedad Química Arnericana ha sido confeccionado p r la institución Británica de Ingenieros Electri- cistas (IEE), con ayuda financiera de la Oficina de Información Científica y Técnica del Reino Unido. "La característica fundamental del sistema propues- to (INSPFC) es que todos los datos representados por registros unitarios requeridos para producir los diversos servicios, serán seleccionados mdian- te un esfuerzo intelectual único, y enviados al dep5sito por una simple operación de teclado" (23). Las unidades de registro incluyen los tftulos, autores (y sus respectivas afiliaciones), referen- cias, resúmenes analíticos, los términos de indiza- ción y las citas, todos los cuales se esperan obte- ner en la fuente (autores y/o editores), con la posible excepción de los términos de indización. En cuanto a los servicios propuestos para ser propor- cionados a partir del depósito& datos, ccqrenden la fotocairposición de periEdicos con ayuda de ccan- putadora -incluyendo revistas de resúmnes analíti-

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4.3.2

cos (Physics Abstracts) y de información corriente (Current Papers h' Physics) juntamnte con sus ín- dices regulares y acurrnilativos, búsquedas y disemi- nación selectiva de información p r pedido, trans- ferencia a distancia de los datos fundamentales del registro, por d i o de canuiicaciones especializa- das, etc. h cuanto a la integración "horizontal", la Institución de Ingenieros Electricistas ha a- dido al hTSPM: los arreglos coaperativos concerta- dos con el Instituto Amricano de Física (AIP), para la preparación de Science y después del P- sics Abstracts, y can el Instituto Aniericano de Ingenieros Electricistas y Electrónicos (IEEE) , para el Electrical and Electronics Abstracts. Los dos institutos estadounidenses han acordado pmpor- cionar al DlSPEC registros (descripciones biblia@ ficas y redmnes anallticos bajo forma legible por máquina y q a t i b l e can las normas del sistema británico); se han hecho también acuerdos para el intercambio de resúmenes analíticos con servicios que son miembros de la Oficina de Resúmnes AMlíti cos del CIUC, el que en tal forma contribuye a au- mentar el campo cubierto y la efectividad del INSPEC. Sin embargo el Instituto &rericano de Flsi- ca continGa siendo hasta la fecha el principal aso- ciado, por una buena razón: el AIP ha trabajado también activmte del otro lado del Atl&tico para establecer un "Sistema Nacional de Información sobre Física" (NIPS) , el que constituye un socio ideal debido a que sus canceptos generales y dto- dos con los m i m s que los del DiSPM:, incluso en las especificaciones de las cintas magnéticas. h consecuencia, copias de las cintas maestras produ- cidas para entrada al NIPS son enviadas al Reino Unido para entrada en el SNSPM:; en intercambio, el Instituto Amxicano de Física recibe información legible por ocmputadora referente a periódicos no cubiertos por la AiP, tcmados del Physics Abstracts. h el caso de las ciencias biológicas no existe

ninguna sociedad que pueda considerarse representa- tiva de toda la comunidad y no hay tampooo, todavía, ningún sistema único de una extensión ccanparable al CAS o al INSPM:. Sin embargo, el Servicio de Infor- mación sobre Ciencias Biológicas del Biolqical Abstracts de E.U.A. (BIOSIS) , eStablecido en 1964, está avanzando rápidamente hacia objetivos que tienen mucho en cadn con los de los dos sistemas antes mcionados: registra sobre cinta todos los resúimenes anallticos de 40 años del Biol ical Abstracts 7 la praiucción actual es-or de 140.000 títulos por año, tanados de unos 7.000 periodicos-, junto con índices y listas bibliográ- ficas relativos a publicaciones de las que no se han hecho resCirrwes analíticos (el "Bioresearch Index"), a fin de poder obtener, a partir de un archivo integrado, tanto periódicos impresos (el Bioloqical Abstracts con sus Micest "Biolqical Abstracts Subject in Context (aAsiC), "Ccmputerized Rearrengenientc of Special Subjects" ( C B ) y el Bio-systemtic 1-1, m efectuar bCisquedas para la recuperación de datos.

Proyectos integrados del m i m orden se hallan en estudio o en estado de desarrollo en el camp de la matemática y de las ciencias de la tierra (geo- lqla, estudio de la atrrdsfera, oceancqafía), principalmente en E.U.A.

Finalrente , deben rrwcionarse algunos servicios mltidisciplinarios que exploran la literatura de varias ciencias, a fin de producir índices que abarcan un ampiio espctro, aún más suprficiaies, en la forma de periódicos de informacih corriente publicados en fascículos separados -tales CCIK) las series del Current Contents publicadas por el Ins- tituto para la Infor~~ciOn Científica, de Filadel- fia, E.U.A.- o de índices de citas cruzadas entre disciplinas (por ejemplo, el Sciences Citation Index, producido por la mima organización) , o lndices de mterias y de autor, tal m el PANDEX, en E.U.A. Tales servicios no son un sustituto de los más campietos sistmas mndisciplinarios antes mencionados, sino más bien un complemento cobre cuyo valor deben hacerse estimaciones adicimles desde la perspectiva de la interconexión de siste- mas. Otra vla mltidisciplinaria es, en esencia, la de la información relativa a patentes, para las que también se han propuesto M i c e s de citas, m rriedio de eludir clasificaciones discutibles, m las que utilizan los servicios de r e s h e s anallticos y recuperación de datos relativos a patentes. Este Gltim tema nos lleva a una segunda categoría de sistemas de información, caracteriza- das por referirse más bien que a una disciplina particular, a una misión especifica; es a éstos a los que dedicaremos ahora nuestra atención.

4.3.3. SIS'I'ENX ESTABLECIDOS PARA UN CAMPO DE I4LIWION PARTICULAR

Los organisms establecidos para un campo de aplicación particular han venido recibiendo s m s de gran importancia para desarrollar sus propios sistemas de infomción, que pasan por sobre las fronteras tradicionales entre las discipiinas cien- tlficas (véase más arriba sec. 3.2.7.) . Las razones para ello se relacionan, sin duda, con el interés de los gobiernos en p r m e r la aplicación de la ciencia en materias de gran interés general, tales m la salud, los usos pacíficos de la energla atómica, la educación, la investigación espacial, el planeamiento urbano, la defensa, etc.

A. Energla a t M c a - El proyecto den- Sist-ema Internacional de Información Nuclear (SIm), desa- rrollado por el Organism internacional de mergla A e c a , en Viena, es uno de los d s significativos para los fines de este Informe. Uno de sus princi- pios básicos es la descentralización de las -a- ciones de entrada. Cada pals miembro -O grupo de países- deberá explorar su propia literatura, iden_ tificar en ella los docurrwtos que interesan a la ciencia nuclear y sus aplicaciones y proveer des- cripciones bibliográficas para lectura por quina, junto con términos de indizaci6n temática y, en algunos casos, r e m e s analíticos, para su alma- namiento centralizado en Viena. El Organisno Inter- nacional citado transferirá entonces tcdos esos da- tos a un "registro maestro" en cinta, distribuirá copias entre tcdos los participantes para sus pm- pios servicios nacionales de información nuclear y utilizará su propio registro para producir servi- cios de informaciónque sean de especial interés para los países en desarrollo. Para tal fin se ha

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4.3.3

diseñado un "Sistema Generalizado de Procecamiento de la Información" (GYPSY), cuyas funciones son iguales a las del CAS, AIP, iNSPEC, etc., esto es, codificar, verificar y registrar en cintas maqéti- cas un conjunto organizado de los datos concernien- tes a cada documento de entrada, as€ m explotar ecos datos para nmocos y diferentes fines (pro- ducción de €ndices, bibliográfías, listas especia- les, etc.) sea bajo forma de publicaciones o en respuesta a solicitudes específicas. Se ha asegura- do ya la cooperación con otros importantes organis- m s de infomción nuclear -tales el matan y la Ccmisión de Energía AtEPnica de E.U.A.- y el proyecto entrará en ejecución tan pronto ccano sea ratificado por los estados miembros, sobre la base de los acuerdos de 1968/9. Otras características interesantes del programa son: (a) una propuesta para desarrollar dentro del marco del SIhl un Pro- grama Bibliotecario Internacional especialmente para beneficio de los países en desarrollo: (b) la decisión de establecer una "central de distribucióri' del SIhT, para reunir y distribuir informes, traba- jos presentados a conferencias, patentes, periódi- cos de interés marginal, etc., principalmente en f o m de microfichas: (c) el hecho de que el SIiN nos proporciona el primer -y, hasta la fecha, el único- ejemplo de un sistema mundial de información cuya gestión está a cargo de un organismo interna- cional y se financia con fondos aportados por los gobiernos.

B. po tiene particular interés por múltiples razones. A diferencia de las ciencias nucleares y las del espacio, en la mdicina hay una tradici6n de "con- trol bibliográfico" que se remonta a varios siglos atrás. Por otra parte, la preocupación de la socie- dad contempordnea por vencer ciertas enfeddes y su predisposición a pagar por ello los gastos ne- cesarios, han llevado a la creación de muchos cen- tros o unidades de investigación caracterizados por el marcado énfasis a el trabajo interdisciplina- rio. Esto ha tenido COIIY) consecuencia la prolifera- ción de sistms de recuperaci6n de la infomción, para hacer frente a estas mevas necesidades. Proyecto de Literatura sobre Diabetes, de la Univeg sidad de Minnecota (E.U.A.), o el esqum desarro- llado cooperativcmwte por el Instituto Gustave Roussy de París y el instituto de Investigación sobre el Cáncer de Heidelberg, en el campo de dicha enfermedad con ejqlo, entre muchos otros, de los aludidos sistemas ecpecializados.

servicios m y grandes, que tienen objetivos canpa- rables relativos a la cubertura de la literatura bidica mundial. El más antiguo de los dos es la Biblioteca Nacional de Medicina de E.U.A., la cual ha sido dotada con recursos del gobierno norteam- ricano, desde 1837, para proporcionar servicios que interesen a la salud pública del pals. El otro es la Ebdación Excerpta Médica, de Amcterdam, creada después de la Segunda Guerra Mundial COIIY) una orga- nización sin fines lucrativos, con el objeto de producir reshes anallticos en lengua inglesa sobre literatura de las ciencias bicddicas. Ambas organizaciones han respondido a la creciente deman-

Ciencias b i d = -La situación en este cam

El

Este rnOVimiento ha hecho sentir su efecto en dos

da de la cmidad bim6dica de nuevas formas de servicios de información, estableciendo sistemas de recuperacián basados en cmputadora: el "Medical Literature Analysis and &trieval System"(MEDLARS), en el caso de la Biblioteca Nacional de Medicina, y "E.tcerpta Mica", Maxk 1, en el de la Fundación respectiva. ia dirwisibn y los intereses paralelos de esos dos grandes sistemas los hacen dignos de nuestra atención.

Medicina, bajo una u otra de las denhciones que ha tenido, public6 nbs de 5 millones de referencias indizadas sobre literatura bim6dica, en sus varios perifdicos: el Index Medias (1879-1927) , el I e

Desde 1879 hasta 1960 la Biblioteca Nacional de

Catalogue of the Library of the surgeon Generan Office (1880-1956) y la Current List of Mical Literature (1942-l! que iban a conducir a la creación di

360). Pero las mismas razones e Excsrpta

Médica , estaban dmstrando que las publicaciones de fndices de biblioteca no eran ya adecuadas para el periodo de la post-guerra. En la Conferencia sobre Elaboración de indices y Reshes Analíticos, en Ciencias Biol6gicas y Médicas, convccada por la Unesco en 1948, con el propósito de obtener un acuerdo entre "Excerpta Medica" y el "British Medi- cal Abstracts", se anunció que la NLM iba a patro- cinar un estudio sobre el futuro de la publicación de €dices con r&todos mscanizados. Doce años des- pués, la m i m NLM inauguró un sistem parcialmen- te autanatizado para la publicación de su Index Medicus y en enero de 1964 empezó a funcionar el sistema MEDLARC.

El MEDLARS fue ideado para proporcionar tres tipos de servicios: (a) la ccarrposici6n para la pu- blicación del Index Medicus m s u a l y del tom acunailativo anual, mdiante un procedimiento espe- ciahte creado de fotoccairposición propulsada por computadora; (b) el reacondicionamiento de los datos de base para la publicacih de bibliograflas especializadas periódicas, o para servicios de diseminación selectiva de la información; (c) la realización de investigaciones bibliográficas re- trospectivas, sobre temas cientlficos ccúnplejos relativos a la niedicina, en casos singulares, y de investigaciones periódicas sobre las nuevas incorpraciones al registro.

El Index Medicus publica referencias sobre 40.000 artículos por año, extraídas de 2.300 pe- riódicos analizados por el sistema. El acervo de datos bibliográficos comprendía, el 1' de enero de 1970, 1.080.000 artfculos. Quince bibliografías periódicas se publican en -ración con socieda- des profesionales estadounidenses o con otros orga n i m s gubernmtales (por ej. , el Index to Dental Literature, en cwperación con la Ascciación Dental Amricana: la Toxicity Bibliography, en coqxxación con la Administración de Alirwitos y Drogas.

Uno de los objetivos previstos del MEDi2W.S era hacer más accesibles los servicios de investigacián retrospectiva a los usuarios, por &io de la des- centralización de la capacidad para efectuar tal investigación. Una red nacional de servicios MEDIARC se ha establecido en los Estados Unidos, mediante contratos y subsidios a otras instituciones, principalmente universidades, que representan bases regionales para el servicio a los investigadores y

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4.3.3

profesionales de la medicina. S610 unos pocos de los centros aludidos (Universidad de Colorado, Universidad del Estado de Ohio, Universidad de Ala- bara, Universidad Baylor), procesan duplicados de las cintas del MEüLARS; todas tienen personal adies trado en la NiM en la técnica de la investigación retrospectiva. Este servicio se provee también a través de los centros de investigación bibliográfi- ca MEüiARS situados en las bibliotecas médicas re- gionales, financiadas de acuerdo con la ley del Congreso de E.U.A. de ayuda a las bibliotecas m$di- cas. Todo el personal del servicio debe participar en seminarios peri&icos, a fin de actualizar sus conocimientos y de interiorizarse de los cambios del sistema. Este produce actualmente, a través de los centros antes mencionados, 15.000 "investiga- ciones retrospectivas" por año.

Así, el sistema MEü- ofrece un ejemplo de una red nacional de servicios, de carácter público, fundada por un gobierno para beneficio de la salud: al misno tiempo representa un prototipo de una de las f o m s en que un gran sistema estatal puede ser internacionalizado. Desde 1964, el Departammto de Educación y Ciencia del Reino Unido y el Instituto Karolinska de Estocolrrio establecieron acuerdos cc~l la m, los que involucraban el suministro de cin- tas del MEDLARS, la formación de personal y la adaptación de los prograrras del MEüIlIRc a diferen- tes configuraciones de canputadoras. Confiando en el éxito de esta descentralización internacional, el Departamnto de Estado de E.U.A. propuso el es- tablecimiento de un consorcio de palses miembros interesados, dentro de la Organización de Coopera- ción y Desarrollo EconMcos (OCDE), para la creación de un centro europeo de investigación bi- bliográfica. El consorcio no result6 viable, pero un nuevo acuerdo bilateral se logró en 1969, esta vez con el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia (DJSERM) . Acuerdos similares se han formalizado, o se están negocian- do, con instituciones de Australia, Japón, la Repc blica Federal de A l m i a y Cana&.

Ninqt~no de estos acuerdos jmplica capranisos financieros: todos incluyen contribuciones de per- sonal para el desarrollo o el mantenimiento del sistema total, usualmente en la forma de sministro de entradas para la indización. El hTsERM, por ejemplo, ha convenido en proveer 15.000 de esas en- tradas, correspondientes a periddicos franceses. Para facilitar las vinculaciones internas, se ha establecido un grupo de trabajo internacional, que permite a los encargados del funcionamiento del sistema ccanpartir sus experiencias e imponerse de los Gltimos desarrollos técnicos producidos en el interior del m i m .

deliberado para desarrollar, tanto nacional can internacionaimnte, los valores potenciales de un sistema de recuperación de la infomción, fundado por un gobierno, en una gran área de interés públi- co, por medio de la descentralización de los puntos de servicio. Representa también una tendencia, CCmún a todos los sistemas, de expandir los benefi- cios y los productos, obteniendo as€ un provecho mayor de las sumas invertidas.

El segundo gran servicio de "orientación por misión'' en el campo de las ciencias bi&icas, es

La evolución del MEüLARs representa un esfuerzo

la rencanbrada Fundación Excerpta Mica, una orga- nización sin fines lucrativos creada en 1946, "para estinailar el progreso del conocimiento médico haciendo accesible a los miabros de la profesión médica y otras correlacionadas, la información sobre tcüas las investigaciones básicas y los adelantos clínicos canmicada en cualquier lengua y en cual- quier parte del mundo". El sistema de cCrrainicaci6n internacional bidica de Excerpta m i c a c<mnenzó caro un servicio de resúmnes anallticos y de indi- zación, cuya función consistla en explorar, evaluar, condensar y clasificar la literatura de las cien- cias médicas.- El principal producto fue entonces un conjunto de peri6dicos de reshes anallticos, en inglés, m n índices acunailativos de autores y de materias. La asignación de fondos provenientes de instituciones interesadas en la lucha contra deter- minadas enfermedades permitió, en las décadas de 1950 y 1960, un formidable crecimiento: actualmente hay 33 publicaciones de reshes anallticos por secciones, a d d s de un activo programa para la publicación de trabajos presentados a conferencias y actas de las mismas, as€ ccai10 listas especiales de infomción corriente, tal c m Drug Reaction Tities, etc.

un programa de investigación orientado hacia el establecimiento de un sistema de publicación y búsqueda de datos basado en el empleo de ccanputado- ra. Analistas de sistemas y médicos, unos y otros altamnte calificados, fueron encargados de diseñar y desarrollar el Excerpta M i c a Mark 1, cuya entrz da en funcionamiento se anunció en el otoño de 1969.

De acuerdo con tal anuncio, Excerpta Medica Mark i será utilizada para: (a) producir una nueva serie de publicaciones mensuales diante caputadora, Classified Titles, también en 33 fascículos: (b) brindar servicios autcaMtizados de ahcenmniento y recuperación, con acceso aleatorio al registro to- tal (esto es, cerca de 200.000 referencias por año, índice de materias y reskenes anallticos), para búsquedas sobre información corriente y retrospec- tiva: (c) distribuir cintas magnéticas que conten- gan parte o la totalidad de las entradas a Excerpta Media, con la periodicidad que se desee: semanal, mensual, o la que se convenga especiahte; id) proveer prcqramas para ahcenan-iento y recupera- ci6n en el sistema a los centros de procesamiento de los suscriptores, incluyendo el adiestramiento de personal para la utilización del programa, etc. Estos varios productos o servicios deben ser presen- tados como otras tantas salidas posibles de un sistema de procesamiento integrado (Excerpta M i c a Mark 1) , fundado en una entrada única consistente en "elmtos de citación" (es decir, descripciones bibliográf icas) , elementos de "clasif icación" e "índice" (esto es, análisis de contenido), junto con reshes anallticos de aproximadamnte el 40% de los dccmentos de entrada. Un ccpnponente esen- cial del sistem es el lenguaje de clasificaci6n e indización de Excerpta Medica, el cual cabina una clasificación jerárquica, un conjunto de términos de indización "preferidos" o "primarios" organizada en la forma de un gran tesauro (m, Master iist of W c a l Indexing Terms) y los t6rminos de indi- zación "secundarios" libres, no controlados por el

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En 1960, Excerpta M i c a fue animada a emprender

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4.3.3

tesauro. S610 este último canprende unos 40.000 e- minos preferidos -con reenvfos y hasta cinco clases de señalamientos que indican canpos bidicos, áreas temáticas y disciplinas- y cerca de 500.000 sinónims, con una mención del t&&io prderida con el que cada uno de ellos se relaciona.

Se puede disponer de uh servicio adicional de datos, cobre o a partir de cintas magnéticas, rela- tivo a todas las Ckogas y ocanpuestos qulmicos cita- dos en la literatura bidica. El mismo proporcio- na infomción sobre &res (genéricos, qulmicps, experimentales y mreiales) , estructura qulmica, efectos farmacológicos, nanbre y dirección del fa- bricante. Cintas magnéticas pueden ser proveídas semanalniente, o exploradas a solicitud, para aten- der a las necesidades especiales de empresas de la industria farmacéutica. Fuialrriente, se ha consti-: tuido una biblioteca de microfichas, en la que se ha almacenado, desde 1960, el canmido annpleto de más de 3.000 periódicos biorriédicos.

Las bases cooperativas mundiales de este sistema se mifiestan en rrbiltiples formas: la Academia Real de Ciencias de los Países Bajos ccmtribuye a la organización relativa a microfichas; oficinas regionales de Excerpta Medicase encuentran en Nueva York, Londres, Milh, París, Buenos Aves, Tbkyo, asegurando una relación estrecha con gobiernos, instituciones científicas y la industria; cada periaico de resCmienes analíticos se halla bajo la gula de un &té editorial internacional, com- puesto por las principales autoridades rinindiales dentro de la respectiva especialidad; por último, unos 4 .O00 m5dicos de todas partes del mundo cola- boran con los editores ejecutivos de Eeerpta Medi- ca, proveyendo resúmmes analíticos.

Excerpta M i c a es un ejemplo de enpresa autóno- ma sin fines lucratims que ha desarrollado servi- cios internacionales y el sistena Excerpta M i c a Mark 1 por su propia iniciativa. Obvicmiente, el desarrollo paralelo de este sistema y el MEDLARS, en el mi- campo del conocimiento, plantea un importante problem de coordinación. Ambas partes se han puesto en contacto recienmte, con espí- ritu cooperativo, para beneficio de su respectivo público y del cadn. A continuación de una reuni6n realizada en Amsterdam, en 1969, las dos institu- ciones han m z a d o a examinar los a p d o s técni- cos de la interfase entre sus s i s m y han acor- dado adoptar un formato c& de ammicaci6n, para facilitar los intercambios y las interconexiones.

El Instituto Confederal de Investigación para la Información Médica y Médico-técnica de la URSS, es un tercer servicio importante de información en las ciencias bi&icas, con un alcance similar a los de Excerpta Medica y MEDIARC. Aunque fue estableci- do hace s610 nueve años (1962), tiene ya más de 40.000 titulos y analiza &s de 2.000 periódicos, de los que se preparan resbinieiaes analíticos que se publican en el- Referativnyj ihurnaiWeditsi&", con la colaboración de más de 1.000 especialistas de todas partes de la Unión Soviética. El Instituto publica también informes regulares relativos a muchas ramas de la mdicina, sministra a pedido bibiicqrafías especiales (mds de 80.000 referen- cias por año, antes de 19671, etc. (24). La coexis- tencia de este poderoso sistema, paralelo al mceq

ta W c a y el MEDIARC, ilustra de-te res - pecto de los progresos que aún deben hacerse antes de que se pueda hablar razonablerente de una red mundial de información &dica, constituida por o r g ~ nisiios nacionales que trabajan concertdmente.

c. otros campo s. Se podrían dar docenas de ejem- plos de s i s m s similares, i q u a h t e ambiciosos en sus realizaciones técnicas (procesamiento inb- grado, red descentralizada de entrada y/o explota- ción, redios de tele-procesamiento, etc.) , aunque a veces 16s limitaüos en su alcance, en virtud de sus misiones particulares. ia mayoría de ellos se encuentran en los Estados Unidos, donde, en ausen- cia de servicios centralizados del tipo de los de la Unión Soviética, todos los grandes organismos estatales de investigación orientada hacia campos de aplicación particular, así m importantes anpresas industriales, ha tenido que desarrollar sus propios recursos de información, ajustados a su peculiarestructura y requerimientos. üno de los primzros esfuerzos se realizó en el sector de la Defensa: el Organim de Información %mica de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos (Annea Servi- ces Technical Information Agency: ASTIA)inició, a fines de la década de 1950, un programa a largo plazo de información, cuyas líneas directrices principales eran: la integración de muchas ramas locales en una red nacional y el uso de la tecnolo- gia d e r n a para la transferencia de la informacih, de los productores a los usuarios, dentro y fuera de la red. El bien conmido Thesaurus of ASTIA Descriptors, publicado por vez prkera en 1960, fue en su ti- un precursor y la base para mcims es- tudios significativos sobre lenguajes de la infor- mción. Posteriomnte, el mimo organismo, ahora denminado Centro de Docunientación sobre Defensa: WC), asunió una posición de liderazgo en los es- fuerzos cwperativos con otros organismos. "Interagmcy of Life Sciences cupport Research and Technology Exchange" (ILSE) se inició en 1963 para satisfacer requerimientos especificos de coordina- ción entre la NASA y el Departamnto de Defensa; 116s allá del área de la bioastron5utica iba a ser- vir m un sistema general de informacióri, "stni- mnto para la coordinación de los mltifacéticos prqramas de investigación y temologla de aquellos dos organismos. A CCBnienzos de 1967, la NASA se constituyó en el primer participante de un programa de intercambio de cintas magnéticas, s m s t r a n d o informacih procesada por el DDC, referente a h f o ~ mes clasificados y no clasificados (la colección total se aproxima actualmente al millón de titulos).

La NASA inició hace varios años un activo progra ma de cooperación internacional, para el intercam- bio mundial de información aeroespacial; el mi- abarca ahora r&s de 300 organizaciones, pertenecien- tes a unos cincuenta países, con las que se han establecido acuerdos bi o multilaterales (tal cam el celebrado con ESW), la Organizacih Europea de Investigación Espacial, ya mencionada). De una mane ra general, la Divisi& de Información de Ciencia y Técnica de la NASA es un excelente modelo concreto, en razón de su estructura descentralizada y dem61- tiples fines, así m de la variedad de sus clien- tes, "cientificos teóricos ...ing enieros...a&inis-

El

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4.3.3

tradores.. . y plcmros", co1i1~ exprecó en una opor- tunidad su anterior director (25). Fue uno de los primeros organims cpe desarrolló un sisterm a base de ocarrputadora integrado, para la prcduccih de periódicos (por ej, CTAR, The Scientific and M i c a l Aerospace Reports) , índices, bibliqra- fías, servicios de DSI, etc., juntamente con un ambicioso programa descentralizado de microfichas. La evolución más reciente ha llevado a incluir una red de interrogación a distancia, utilizando campi- tadoras "mversacionales" y un programa, m o s espectacular pero de largo alcance, destinado a asegurar que los nuevos conmimientos cientlficos y de ingeniería, obtenidos en los proyectos aeroespa- ciales, llegue a los usuarios apropiados, en todos los sitios (a través de los Centros Regionales de Diseninación patrocinados por la NASA) y categorías profesionales -empresas, universidades, negocios, especialistas bi&icos, etc.-, por redio de la publicación de informes técnicos ad hcc, la consti- tución de grupos muctos de aplicación (Joint Application Teams) , la preparacián de material didáctico, etc.

dustria se Bnprendieron acciones relacionadas con nuestro tema. ?Zn la URSS, el Instituto Confederal de Morniaci6n Agrfcola ha desarrollado servicios avanzados de resínenes analíticos e indización, de acuerdo a m los rrcdelos ofrecidos p r el VhlITI, mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentaciún y la Agricultura (OAA) y la Biblioteca Nacional de Agricultura de los Estados Unidos han efectuado experiencias en prcducción m i z & de hibliografías, fndices, informes sobre investigaciones en curso, etc., y han desa- rrollado tesauros ecpeciales para tal propósito. En el sector industrial, los esfuerzos precursores de la Sociedad Americana de Metales' (ASM) , a fines de la d m de 1950, en conexión con la Western Reserve University, condujeron al desarrollo de elabrados vocabularios de información, que pste- riorniente fueron fusionados con el Tesauro de Tér- minos de Ingeniería, producido por el Consejo de Ingenieros (EX), para proporcionar las bases para un vocabulario básico Normalizado de la industria. El EJC y el Departarrwto de Defensa (Proyecto LEX) emprendieron luego conjuntmte la ralización de una colección sistemdtica de glosarios, dicciona- rios, listas de palabras, etc., formando asf lo que probablerente constituye el mdc grande banco de términos especiales en la industria (alrededor de medio millón) -un inslzrumnto esencial para el de- sarrollo del "Sistewa y red unificados de informa- ción en Ingeniería", que está en discusión en los E.U.A. desde 1965.

Proyectos de amplitud similar, patencialmnte de significación nnmdial, se han desarrollado en la URSS en el canp de las industrias eléctricas y ra- dioelédricas. Cam consecuencia de extensos progre mas de investigacih y desarrollo sobre el manejo de la infomción en cmu3os sectores (incluyendo varios experimentos sobre indización autanbtica) , surgieron dos organims centrales, que pieden ser- vir adecuadamente can ejemplos de centros de infoz ración para ramas especiales de la industria, de carácter nacional, pero con vocación universal: el

También en la esfera de la agricultura y la in-

instituto de Investigación para el Desarrollo de la información en Radioelectrónica (26) y el Instituto Confederal para la rnfomción Científica en la Industria Eléctrica(27). Unas pocas cifras, relati- vas s610 al Gltjnu de los institutos citados, bas- tarán para dar una idea de las dinwsiones de los mims. El Instituto para la Información Cimtffica y %mica en la Idustria Eléctrica, estableció poco después de 1960 un dep6sito para todos los manuscritos significativos de doamentos originales y traducciones en su campo de acción; en 1964 reci- bió 520.000 solicitudes de fotoropias y aproximada- m t e tres veces esa sum en 1966. Se espera que este sistema de dep6sito ha de llegar a ser en el futuro un redio efectivo de intercambio de informa- ción sin publicación (26). Para categorfas especia- les de drxrurrientos se mantienen ficheros de microfi- chas -por ejenplo, para patentes extranjeras, res- pecto a las cuales el nCker0 de fichas pasaba de 1,5 millones de 1966. Los servicios de recupera- ción del Instituto son objeto de una fuerte *- da: 3 millones de refmcias fueron suministradas por los m i m s en 1968, y se espera que en 1970 se llegue a los 10 millones. Tales cifras explican, sin duda, que se haya hecho un gran esfuerzo para la mxanización: el instituto ha usado fichas per- foradas durante varios años y ha conducido experi- m t o s en gran escala sobre amputación, utilizando el sistema "histo-nepuesto" ccm vista al desenvol- vimiento de un sistema enteraniente autanatizado de tratamiento de la información en un futuro pr6xin-o (indizacián y recuperación). Otra característica interesante del programa del instituto es la ape- ración de servicios especiales para la transferen- cia de infomciún informal o &-formal, obtenida de conferencias, seninarios, informes in&itos,etc.

Descendiendo a ramas más especializadas de la industria, resulta imposible, dentro de una revi- sión sinetica, dar una lista, y m o s aún clasifi- car, los innmables proyectos que se hallan en ejecución para el mejoramiento de los servicios de infomci6n técnica. A los fines de este estudio son de especial interés dos tendencias ccmplerraenta- rias entre sf: (a) una es la recanendación de que se establezcan centros mundiales en keas ecpeclfi- cas de la tecnología, y a dirigir o ejecutar pro- gramas ccmprensivos'de mformación, usando material básico proporcionado por centros nacionales de dm- mtación u otras organizaciones interesadas. Un ejenplo tfpico a este respecto es el "Centro Inter- -tal de kcunentación sobre la Vivienda y el Medio Ambiente", creado por una resolución del Consejo Econ&ico y Cocial de las Naciones Unidas (EEXX), en 1968, para responder a las necesidades de los pafses representados en la Canisi6n Emm&i- ca para Europa de las Naciones Unidas (Europa y A& rica del Norte). (b) La otra tendencia a que se & hecho alusión, se refiere a una red 1~5s descentrali zada, en la -1 un cierto n ú m m de servicios M- cionales o regionales actúen m centros coordina- dores en materia de información, bajo la flexible tutela de un organim internacional. Ejemplo de esto es la organización de "Document-ación interna- cional sobre Investigación en Carreteras" ( I m ) , esquema establecido en 1965 bajo los auspicios de la OCED, con centros de coordinación en Francia, la

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4.3.3

RepGblica Federal de Alemania y el Reino Unido. Ca- da pa€~ miembro del IRRD ha asumido la responsabili dad de analizar su propia literatura y sirministrar- la a los d d s a través de los centros regionales: los materiales provenientes de pafses no miembros son puestos en ccarhin. Centros de información téc- nica situados fuera de W o p a pueden tanar parte en el funcionamiento del sistema: así, el Servicio de información sobre Investigación de Carreteras,de Washinqton, pone a disposición del IWD su mterial, a través del centro regional del Reino Unido. pequeño ccmité de supervisión, formado por doamen- talistas de los tres países coordinadores y dos re- presentantes de la WDE, tiene la responsabilidad del desarrollo del conjunto del proyecto.

D. Redes en el campo de la educación. Hay varias razones para elegir especialmente a la educación cg m caso final de estudio: por una parte, su privi- legiada posición c<mo principal agente en la trans- ferencia del conocimiento cientlfico no necesita ser subrayada: además, la educación es multidisci- plinaria por su misma esencia, de modo que el esta- blecimiento de redes de información educativa es de importancia para todos los esquemas que tienen por objeto la afluencia de la información cientffica a todas las categorías de usuarios, incluyendo las universidades y sus laboratorios de investigación, en cualquier rama del conocimiento básico o aplica- do. Finalmente, una considerable cantidad de esfuer zos intelectuales y financieros han sido dedicados- al diseño de los más notables sisterrias de informa- ción, con respecto a equipos, &todos y programas, en los d i o s acad&icos, en los que la educación es uno de los principales intereses. Varios ejem- plos se han dado anteriomnte, al tratar de las redes bibliotecarias (sec. 4.2.3. B.): otro digno de recordarse lo constituye el anbicioso proyecto iNTREX (Infomtion Transfer Expriments) , del Ins- tituto de Tecnologia de Massachusetts, que asigna particular importancia a la c<mrnuiicación directa, en línea disponible para tcdos los miembros de la "c<mrninidad intelectual" -profesores, estudiantes, investigadores-, primero dentro del radio del pro- pio instituto, pero finalmente en cualquier parte de los Estados Unidos, a través de la interconexión de sistemas entre las universidades, del tipo de la que ya se provee en algunas redes regionales.

En su estado actual de desarrollo, el proyecto IXI'FEX puede ser considerado c<mo el más avanzado experimento inter-universitario (o inter-biblioteca rio) relativo al tratamiento de la informacih. 6 el mismo contexto pueden citarse otros qrupos acti- vos y otros proyectos, entre los cuales el EüuNET m e c e ciertanente especial mción, pes es proba- blmente el de más largo alcance. Este proyecto fize iniciado en 1966 por el Consejo de Cmicaciones Inter-universitarias, EDUCOM de E.U.A., coro un mar- co para el establecimiento de una red piloto de in- formación para la educación superior, a nivel nacig nal. A la instalación y prueba de equipos por banda de transmisión ancha y estrecha, que se proyectaba hacer en un cierto n h r o de laboratorios afiliados al EDüNET distribuidos en todo el país, podrá seguir una fase aprrativa en un futuro próxim. Transmisic nes a larga distancia por satélites, utilizando to-

Un

da clase de W o s de transmisiones para intercone- xiones a escala nacional y, posiblerr~te, interna- cional, constituirían la etapa siguiente. Se espera ba que el EDüiEt' tuviera, aún en su priiwa fase,un significativo impacto, no sólo caria una ayuda para la gestión de las bibliotecas, la información co- rriente y la investigación retrospectiva, sino tam- bién en todos los aspectos de la actividad univers' taria, incluyendo la investigación -por ejemplo, registro de datos y sjnulación en línea, etc.- y la enseñanza misma, a través de conexiones con redes de instrucción con empleo de computadoras.

educativa podrían ser transferidos por los misros canales. En la actualidad, esa tarea es objeb de un sis- distinto en E.U.A. esto es, el Centro de Inforimción sobre Rezursos Educativos (ERIC) , que d e m e de la Oficina de Educación del Gobierno fe- deral. Fundamntahte, el ERIC no difiere mucho de otros sistemas nacionales de informacih que han sido mmcionados más arriba. Es una ccmbinación de centros de análisis de la información y de d-- tación descentralizados (las ERIC Clearinghouses) , con servicios centralizados de procesamiento y re- producción por computadora, desde los cuales se di2 tribuyen periódicos de producción autmatizada, bi- bliografías, microfichas, etc., a cualquier persona o entidad interesada en temas educacionales, en todo el pafs. Es& en marcha planes para instituir un sictemi central a tiempo ccanpartido que vincula- ría todas las "ERIC Clearinghouses", y proporciona- ria acceso en lhea al sistm desde organizaciones educativas seleccionadas, entre las cuales los la- ratorios afiliados al EüuNFT deberían estar bien situados.

Los resultados de las investigaciones en materia

4.3.4 REDES DE CEWlROS DE DATOS

ios centros de análisis de la información y/o de datos generaimnte son presentados ccxm una nue- va empresa, con recpecto a dos funciones caplaen- tarias (o alternativas), según conviene especificar para dar cuenta de una confusión aún frecuente en la literatura : (a) la adquisición, evaluación, aná- lisis y síntesis de infomci6n relativa a un tem, campo o mision bien definidos, con el propdsito de reorganizarla para su circulación bajo la forma de infoms evaluados, biblicqraffas anotadas, revisio nes críticas, etc.; (b) la colección y análisis de- datos en bruto, o de resultados de observaciones parcialmente procesados, a fin de disponerlos en ta blas científicas, compendios, etc., con la posible- inclusión de nuevos conocimientos derivados de cálculos estadísticos, inferencias lógicas, etc. Los rasgos distintivos de tales centros, en oposi- ci6n a los servicios de información de la clase an- teriormente descripta, son la función de síntesis y evaluación, en el prirner caso, y/o la naturaleza de los imteriales de entrada, en el segundo. En primer témino, los modernos servicios de información, tal ~CBID ~e es& desarrollando tienden a considerar CCBID una parte de su tarea la preparación y distri- bución de estiadios sintéticos (por ej., en la URSS, los "Progresos en ciencia y tecnología" -1togi Nauki i Tekhniki- que publica anuaimnte el ViNITI; en EU4, los "Infoms técnicos" de la NASA, etc.) , de

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4.3.4

modo que no pueden ser fácihente diferenciados de los centros de análisis de la infomcih sobre la base del prhr criterio. Esta tendencia refleja una creciente canciencia del papel que la msoli- dación de los docunwtos científicos y t6cnicos debe desempeñar en la transferencia de la informa- ción, de los autores a los usuarios; este punto es subrayado en casi todos los estudios recientes so- bre las necesidades en el campo de la informacifm (por ejemplo, el informe de BoüTRY en Francia, el infom de WE- en E.U.A., etc.) , incluyendo los que heron preparados ccm~~ mterial de base para el presente proyecto (28).

La segunda razón para restringir nuestra exposi- ción a los centros de datos tal ccm~ se los ha def' nido de acuerdo can el segundo criterio, es que la mayoría de los últimos desarrollos en la esfera de los llamados "centros de análisis de la información (y de datos) " , en realidad conciernen a centros de datos, según la definición propuesta, es decir, cen- tros de información que se ocupan de datos en bruto -dos de fuentes distintas de los medios de pu- blicacih, o extraidos de dcmnwntos que no san puestos en m r i a necesarimte, interesando al banco s610 los datos que ellos contienen. Los alu- didos desarrollos peden ser resumidos en estos dos enunciados: diversidad de misiones, y el crecimiento de los pro gramas cooperativos para proveer inventarios de or- ganizaciones que efecth ccanpilaciones de datos, ccmo base para lograr la coordinación nacional o internacional de sus esfuerzos.

NO existen cifras en las que se pueda confiar sobre el ncúnero actual de centros de datos en el mundo, en parte a causa de las definicionesjmpreci- sas. Estimaciones tentativas, basadas en cifras suministradas exclusivmte por los E.U.A., pre- cerían autorizar cálculos que sitúah ese ncúnero entre 300 y 1.000, segfm sea la definición que se tme c c m ~ ~ punto de partida. Los servicios de datos tradicionales eran instituciones científicas nacig nales encargadas de producir tablas de constantes, tales cano las tablas Kaye y Laby en Inglaterra, las tablas iandolt-EWmstein en Almania, las "Ta- blas anuales de canstantes y datos num5ricos" en Francia, etc. Ya en 1919 nacieron las "Internation- al Critica1 Tables", mediante colaboración mundial, las que fuerofi publicadas desde 1926 hasta 1933 graciaq a la diligencia de su editor en jefe, Eüwards W. WasNnirn. La muerte de éste en 1934 puso fin a la empresa, hasta que ella revivió, en una forma algodferente, al establecerse el COJXTA (Ccermittee on Data for Science and Technolccjy) , en 1966, bajo la iniciativa y dentro del marco del CIUC. Las funciones asignadas al CODATA ciertarente van más allá de la publicación de tablas de cons- tantes para las ciencias básicas; incluyen además la evaluacián, estlrrailo y coordinación de los pro- gramas existentes para la -ilación de datos cuan- titativos evaluados que son útiles para todos los campos de la ciencia y la industria, en escala mun- dial; la publicación de capendios de todos los cen- tros de datos del mundo que satisfacen ciertas con- diciones, y el desarrollo de r&tOdos unificados en materia de nmclatura, s%nblos, formatos, etc.

Tarnando en cuenta el crecin-dento de los centros

un a m t o drarrdtico en el ncúnero y

de datos en todas partes del mundo, se ve que la tarea es enom; las cmpilaciones de datos san cada vez más nmrosas en el campo de los trabajos de desarrollok!nológico y los orientados hacia campos de aplicación particular -por opsición a la investigación fundamntal- y también en el de la aplicación de la investigación y el desarrollo para la concepción y el mantenimiento de productos y sistemas específicos de toda clase. Para hacer las cosas más difíciles, cada una de las tres clases de datos (atingentes a la investigaci6n básica, el desarrollo y las aplicaciones) tiene característi- cas singulares que varian según el respectivo dmi- nio cientifico o técnico. ñn consecuencia, una m- ra de afrontar este problema consiste en establecer r-es de centros de datos dentro de los límites de un área especifica tal ccm han existido durante muchos años en grupos militares. Medidas de esa clase se han adoptado en los Estados Unidos donde, por ejemplo, el -cal Abstracts y elkdlars utilizan actualmente una CCmGn base de datos rela- tivos a las substancias qulmicas; del mimo d o , empresas farmacéuticas privadas han desarrollado un depósito Cinico de datos sobre propiedades lxidógi- cas de nuevos canpuestos químicos, etc. Otra área donde se ha desarrollado un intercambio coaperativo de datos en muchospises, es la de la confiabilidad de ccanponentes electr6nicos, para la cual hay en funcionamiento redes de datos en los Estados Unidos (por ejemplo, el Programa de Intercambio de Datos entre Servicios), Canadá., Suecia, etc. ñn realidad, dificilrruinte hay un sector de la investigación apli cada y el desarrollo industrial en el cual no pue- dan ser puestos inmediatamente en ejecución progra- mas cooperativos de adquisición y diseminación de datos, y lo m i m ocurre en la esfera de los nego- cios, de la administración pública (ciencias, impuestos, bienestar social, etc.), el derecho, la ecOncBnla, y actualmente las ciencias sociales, bajo la supervisión nacional o internacional.

Redes similares existen ya, en escala mundial, en el campo de las ciencias más básicas. Anterior- m t e se dio un ejemplo de esto, al describir los programas cooperativos internacionales de investi- gación en campos específicos, por ejemplo, el de la geofisica, la oceanografia, etc., los que invo- lucran el establecimiento de centros de datos inter- relacionados en todo el m d o (Sec. 2.2.). En otros casos, un organim técnico internacional asume la responsabilidad de coordinar las CunTpilaciones de datos en su esfera, c m por ejemplo el Organim Internacional de Energía AtWca, con sede en Vie- na, que está trabajando ccano un centro mundial de datos de fa& para las ciencias nucleares, subsecretarias en Francia, la República Federal de Alemania, el Reino Unido y los Estados Unidos. Otro ejemplo es el de la Vigilancia Meteorológica Mundial depdiente de la Organización Meteorológica Mundial (W) . Se lo define un sistema mundial para la Colección, almacenamiento y recuperación de datos para fines meteorológicos y otros, basado en una red de centros regionales y nacionales, que utiliza procedimientos avanzados de telectarninicación y con- trol. Un tercer modelo lo constituye la mrdina- ción de servicios para fines generales de datos nor- malizados, donde ellos existen, a través de los ca-

con

61

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4.3.4

naks que ha abi- actualmente el CODATA. Tales servicios existen en la URSS (el Servicio Estatal de Normas y Datos de Referencia), el Reino Unido (bajo la oficina de Información Científica y Técni- ca) y los E.U.A. (el Sistema Nacional de Normas y Datos de Referencia). También se es& desarrollan- do esos servicios en la República Federal de A l a - nia, Cana&, Francia y el Japón. Sus objetivos son sunilares, con diferencias en cuanto a la importan- cia que asignan a una u otra área: y en la Primera Conferencia Internacional de CODATA, en 1968, hubo acuerdo en que los organismos nacionales y los vínculos formales que ellos @ían establecer a

través de CDDATA, eran .también rriedios efectivos para minimizar superposicianes no intencionales e indeseables. Finalmnte, debe hacerse una m c i h especial de los programs de ccnrpilación y evalua- ción de datos establecidos por las unioríes cientí- ficas Internacionales, en conjunción con CODATA (por ejemplo, la unión Internacional de Química Pura y Aplicada, la Unión Internacional de Crista- lografía, etc.) : un infom recientemnte prdu- cid0 por CQDATA, da cuenta de 16s de ciento cincuenta centros de datos que es& ahora canpro- mtidos en tales actividades, dentro de veintiseis países (29).

* * *

1. La información sobre esta biblioteca ha sido tg mada de una reciente descripción hecha por cu Director, V.N. Oriov en Krubejgaja Naukoqekh ni6eskaja Biblioteka Strany. (K. 10- letijo GNTF3, SSSR), p. 30-32. TekhniEeskie Biblioteki SSSR, 1968.

2. Este pasaje y, en general la informaci6n sobre el funcionamiento de la Biblioteca Nacional de Ciencia, se ha tomado de su Annual Report 1967- 1968, por el Bibliotecario Jefe, Jack E. Brown.

Scientific and Technical Domwntation, p. 66. ccanit6 sobre Monnación Científica y Técnica del Consejo Federal para la Ciencia y la Tecno- logía (COSATI), PB 180867, 1967.

4. C.W. Stone. "The Library Function Redefined" en Librar/ Trends (octubre 1967), citado por A.F. Painter. "The Rale of the Library in Relatica? to 0th- infomtion Activities", en TISA Pro- ject m r t , no 23. Washington, U.S. Anny, Office of Chief Engineei-s, agosto 1968,p:50*51.

5. T.B. Yerke y C. Walker. "Fditorial Indexxmg: an experimnt in denotative Keywrds", en Prccee- dings of the Amrican Documentation Institute, Nueva York, octubre 22-27, 1967. v. 4, p. 111- 113. Washington, Thnpson Book Co., 1967.

6. T.F. Connolly. "Author participationinindexing f m primary publication to information center", en Proceedings of the Arnerican Docwientation Institute, Chicago, octubre 6-11, 1963, y en Autmtion and Scientific Carrminication, p.102- 3, Washington, A.D.I., 1963.

7. C ~ Q ejemplos de esta tendencia se pude mncig nar el estudio recienteniente iniciado por la FID, para establecer concordancia entre uno de los más grandes tesauros de vocablos usados en la industria (Proyecto LEX, ver más adelante sec. 4.3.3.C) y la C.D.U. y asimismo, la con- cordancia'entre los encabezamientos de materia utilizados en el Referativnyj hwnal, de la U.R.S.S. y la C.D.U. (véase Fubrikatory Refera- tivnovo Zhurnala. M o d , =TI, 1969.

8. h tal sentido hizo una sugestión el Grupo de trabajo reunido por la Unesco en 1963 (Moscú, 11-16 noviembre),para estudiar las exigencias mundiales del procesamiento autmático de la información.

3. Prcqress of the United States Goverrnrient in

9. H.H. Fussler, "The Problems of Physical Access' bility", en D.H. Shera y M.E. J3g-m (ed.) , y en Bibiiographic Organization, p. 163-186, Univer- sity of Chicago Press, 1961.

10. F .A. Sviriciov. "Scientif ic Information Services in the Soviet Unian", en Coarnninication in Scien ce: Dcamentation and Autcmtion, y un volumen de la Ciba Foundation, editado por A. De Reuck y J. Knight, p. 182-196, Londres, J. A. Chw- chill Ltd., 1967. Los datos sobre la red de in- formación de U.R.S.S., salvo cuando se indica lo contrario, se trsnan principalnaente de la des cripción del Dr. Cviridov y de otra más recien- te de A.I. Mikhailw, A.I. eernij, R.S. Gilja- revskij, en Osnova Infomtiki (Fundmtos de la Infodtica) , cxmipletada por una c m i c a - ción personal de N.B. Anitiunov, p. 667-707. Moscú, Nauka, 1968.

11. O Dejatel'nosti Vsesojuznogo Nauho-TehiEesko- 30 Informatsimcgo Tsentra.Nau¿ho-TekniCeskaja Informatsija, Serija 1 (19681, 4, p. 20-22.

po Pjatiletnm Planu Razvitija Narodnogo Khoz- jaistva SSsR.na 1966-1970 gcdy", en Politizdat, Moscú, (1966), p. 15-16. La necesidad de desa- rrollar con la mayor rapidez posible los recur- sos del país en materia de información cientí- fica y técnica fue subrayada en la sesión pre- via del Congreso del Partido Canunista Swiéti- co: "Pr0granm-a KomministiEeskoj Partii Swets- kcgo Sojuza Prinjata XXII C'ezdm KPSS", en Politizdat, Ek~osdi, (19671, p. 74.

13. Véase los artículos de N.B. Arutiunov, presi- dente del Directorio: "O Merakh p Ulu8Lfenju Organizatii Nau¿ho-TekhniEeskoj Informatsii v

12. A.N. Kossyguin. "Direktivy XXIII C'ezda KPSS

Strane" , en Nau&-i?eska ja Infomtsi ja (NTI) , 5, (1962) p. 4-7;"Sovershenstvovanie Organizatsii Nau&o-Infonnatsionno j Dejatel ' nostri v Strane i Zadaei VINITI, en Organizat- sija i Metodika, NTI, 2 (19631, p. 3-5; "O ~erekh p, iki'nejsem SoverSenstvovaniju sic- - Naubo-Tekhni8eskoj Informatsii y Strane", en Organizasija i Metdika. NM, 6 (19641, p.6- 12: "Dal'neiSie Razvitie Sistemv Nau¿ho+kkhni- i;esjoj Mo-tsii v SSSR', en Organizatsija i Metdika, NTI, 11 (19671, p. 1-12.

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14. Véase el artículo de Arutiunov mencionado en últirno término en la nota precedente.

15. Una significativa manifestación de los prqre- sos de la investigación sobre todos los temas mcionados en la Unión Soviética la constitu- yen las actas generales de la Ccnferencia reu- nida en M o d del 19 al 22 de dici-e de 1966 Esa publicacih, una de las d s valiosas en su género, se denanina: Infomtsionno-Fridcovkovje Sistemy i Avtmtizirovannaja Obrabotka Nauho- Tekhniceskoj informatsii, ed. A.I. Mikhailar, 1.1. Petrov, D.I. Voskobinik, 4 vol. Moscú, 1967.

16. Véase"L'orclanisation de la docunwtation scien- tifique;'estudios p r J.C. Gardin,E.De Grolier, F. Levery y A.N.E.D.A., Paris, Gautkier-Villars 1963.

17. Rapport du Ccrnité d'Etude "Docunwtation" a M. le Ministre d'Etat chargé de la Recherche Scien tif ique e t des questions atcmiques e t Spatiales . Déiegation Génér ale h la Recherche Scientifique et Technique. Paris, 1963. Este Cariit6 fue pre- sidido por el Prof. G. Boutry.

18. M. Kotani. Saw aspects of scientific informa- tion activities in Japan, un docurrwto de tra- bajo preparado para el Canité Central WSco/ CIüC respcaisable del presente proyecto (14 de noviembre de 1967) , p.11.

19. Reccmendations for NatiOMl Dccument Handling Systens, p. 1, OSATI, Task Group on Nationai Systms for S & T Monnation (ChaUman William T. mox), noviembre, 1965.

20. hiblicados en 1967 p r L.F. Carter y otros. Na- tional Document Handling Sy stew for Science- and Technology. Nueva York, John Wiley, 1967.

21. An Overview of World-wide -cal Infonnation Facilities and Resources, preparado bajo el p- trocinio de la Fundación Nacional de Ciencia de E.U.A. c c m ~ documento de trahjo para el pre- sente estudio UNESco/CIuc, setiembre, 1967, p. 1; p. 75-76; p. 77.

22. De un informe de la Fundación Nacional de Cien- cia, 1970 Authorization Hearings.

23. J.R. 3nith y H. Ext. "Information Services in Physics", p. 141, en Ccmmunication in Science, p. 134-143, un v o l w w de la Ciba Foundation, ed. A. De buck y J. Knight. Londres, J. & A. Churchill, 1967.

Nauhoj Meditsinskoj Informatsii v SSSR", en Orqanizatsija i Metodika, NTI 11, (19671, p. 30-35.

25. M.S. Day "Application of Basic Principies in the Design and -ation of Large Infonnation Systesri", p. 176 en M. Fiubinoff, ed. y en ToGyards a National Infomtion System., p. 1 2 3 - U r Washington. Spartan Books, 1965.

skij Institut Econaniki i infomtsii p Radio- electronike" (NIIEIR) . V&se L.A. Gaukhmn, "Organizatsi ja Informatsionnoj Raboty v Oblas- ti Radioelektronike, en Organizatsija i Metodi- ka, NCI 11, (1967) p. 13-20; p. 8a.

27. Larr6.s reciente descripción correspande a G.G. Golikov, G.I. Gol'dgamer, S.G. Malinin, "Razvi- tie Informatsionnoj Sluzhby v Elektroprmygie- nnosti", en Organizatsija i Metcdika, 8, NTI,

24. S.M. BagdasadJan. "Osnovje Etapy Razvitija

26. Traducción aproximada de "Naubno-issledovatel'

(1968) , p. 5-9. 28. El Grup de Trabajo sobre "Evaluación, canpren-

sión y organización de la Monnación Científi- ca", que presidla el Profesor Dr. Kaiser, reco- mendó expresmte el establecimiento de "Cen- tros de Análisis de la Infomcih... que pre- sentarlan los resultados esenciales de muchos infornies cientlficos en f o m organizada y con densada" (Infom de la 2a. sesión del Ccmité- Central UNESCO/CrvC, 25-26 julio de 1968, cec. 3.1).

29. International crmperfh 'un of Nuwricai data - Projects, un informe y análisis producido Por CODATA. Berlfn, Heidekg, meva York, $ringer-Verlag, 1969.

* * *

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CAPITULO QUINTO

Fallas y soluciones : hacia iiri sistema mundial

de inforxnacióri científica.

5.1. ALGUNOS PROBLEMAS PERSISTENTES

En los capítulos precedentes las referencias a los esquemas cooperativos para el tratamiento de la información han sido una especie de leitmotiv. Aigu- nos de esos esquemas implican los esfuerzos conju- gados de muchos países, de mdo que podria inferir- se que existen ya sisterras mdiales de información y que sólo se requieren desarrollos adicionales de carácter técnico y relativos a la gestión. Este es, verdaderamnte, un punto de vista ccarrpartido por muchas personas, quienes, partiendo de la clase de realizaciones que acaban de describirse, sostienen la realidad de una red de información cientlfica que trasciende las fronteras nacionales, cano algo efectivo, aunque fragmentario. Una vez más h m s de deeir que la validez de esta posición depende del significado que se atribuya a las palabras "siste- mas y redes". Es verdad que los arreglos cooperati- vos entre un creciente n h r o de bibliotecas para la adquisición, catalogación, transferencia de libros por d i o de intercambios, préstamos, repro- ducciones, etc., praporcionan una base para el es- blecimiento de una red internacional de acceso a la literatura cientlfica; pero esas redes, tal caro ahora existen, son en su mayor parte de extensión regional y lirritadas a fracciones de la literatura cientlfica total. Del mismo modo, desde el punto de vista de un "procesador" puede ser correcto desig- nar coro sistemas mundiales de tratamiento de la información al tipo de acuerdos establecidos por el CIUC, la OIUN y otras asociaciones internacionales; y también al tipo de servicios propuestos por el INSPX, el SIIN y otros. Pero de ello no se sigue que todos los usuarios puedan sentirse igualniente satisfechos con esos "sistemas", ni aún que los reconozcan cano tales, desde su propia psición. El propósito de de las sistematizaciones actuales, tal can se las describió en el Capítulo 4, a la luz de la defini- ción de los sistemas de información propuesta al final del Capítulo 3, la que se basa en el punto de vista de los usuarios.

esta Sección es evaluar los límites

5.1.1. IGiALDAD DE ACCESO: PROBLEWG SCCICCüLTURALES Y mlNoMIms

A. En la Sección 3.3. se señaló que la función to- tal de los sistems de información era dar a todos los usuarios una igual posibilidad de acceso al ca- pital mundial de conocimientos científicos y técni- cos, independientmte de sus vinculaciones contin-

gentes con determinados subsistemas socioculturales o profesionales. Entre las determinaciones sociocul turales, las más obvias son las del país nativo y el idim: en igualdad de otras circunstancias, un científico que trabaje en Turqula ha de encontrar más difícil obtener infomciÓn científica que sus colegas en E.U.A.; y los ciudadanos suizos lo harán mucho mjor que los daneses, puesto que cualquier idioma (o idims) que ellos hablen es un vínculo de información rrbs c& que cualquiera de los idig mas escandinavos. h este caso los factores geográ- ficos tienden a significar restricciones geográfi- cas; sumándose a las barreras linguísticas, los usuarios se ven mnfrontados con disposiciones le- gales y econWcas que difieren ampliamente de m a nación a otra, lo que tiene cam consecuencia una desigual disponibilidad de recursos de información. Desde este punto de vista no es necesario demostrar que la mayoría de las muresas cooperativas que han sido consideradas en el atino Capítulo es& encieg to sentido, etno-centradas, en la medida en que sus medios iingulsticos y su esfera de influencia prodE cen de hecho restricciones sobre grupos de usuarios potenciales.

B. IAs científicos e ingenieros pueden también pertenecer a diferentes subsistemas profesionales, que los colocan en distintas posiciones con respec- to al acceso a la infomción. Ser miembro de una sociedad cientlfica o de otros grupos a los que el ingreso es restringido, constituye a veces la más eficiente estrategia de un usuario, sea porque el p p controla los canales formales de información, o porque 61 mismo constituye prácticmte un canal "invisible" de acceso a fuertes informales. Pero, una vez más, no todas las sociedades profesionales han organizado servicios de información igualmente efectivos, ni los colegas "invisibles" actúan tan eficientemente en todas las áreas del conocimiento y en todas partes del mundo. Volviendo a los servicios de información avanzados de que se habló en el Capitulo 4, la cuestión es: ¿se ha concedido suficiente atención a la necesidad de superar algunas veces los subsistemas de esa clase, a fin de proporcionar a los usuarios iguales faci- lidades de información, independientaente de su pertenencia a determinadas asociaciones, institu- ciones de enseñanza, equipos, en función de su "status", edad , prof esión, etc. ?

rla ser probablemnte que, mientras que por lo general no hay restricciones de jure, el simple

~a respuesta, si nos atrevems a darla, debe-

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5.1.1

hecho de que sistemas de información cam el CAS o el SIIN se han organizado para servir primriamente a las necesidades de qrupos específicos de usuarios, a través de estructuras profesionales existentes, inp?lica que cualquier persona que se halle fuera de dichos grupos o estructuras puede estar en desventa- ja en lo que se refiere al acceso al sistem. Para corregir esto, los sistemas experimntales con ma- yor visión del futuro, han desenvuelto los concep- tos de interconexión de sistemas y de acceso remo- to, hasta el punto de que usuarios individuales, cualquiera sea su "status" o ubicación, peden CO- nectarse con cualquiera entre un millar de servi- cios especializados de información, a través de todo el mundo, y recibir referencias, documentos, datos, etc., valiéndose para ello de mGltiples m- dios y en una amplia variedad de f o m s flsicas. Sin embargo, ninguno de los sistemas que se hallan en funcionamiento ha alcanzado todavla ese estado ideal; y cuando lo logren, nuevos problemas surgi- r&: ¿cuáles son los costos de operación? ¿qué na- ciones pueden aspirar razonablemente a ingresar a una red tan costosa?, ¿quiénes son los felices usuarios?, y Les verdad que ellos se encuentran en igualdad de posición, independientemente de su "status" o "ubicación" , etc. ?

C. tentes, en el Capítulo 4, las consideraciones de costos no han sido puestas en primer plano. La ra- zón de ello es que se sabe sorprendenteniente,poco acerca de la e c o d a de la transferencia de la in- formación en mdios especlficos. Por una parte, el modo en que estos sistemas son manejados, desde un punto de vista financiero, varía grandeniente de un lugar a otro.Muchos de ellos están enteramente so2 tenidos por el Estado, prejemplo en los países so- cialistas y en algunas naciones de Europa Occiden- tal (por ejemplo, Francia). Otros reciben la myor parte de sus fondos de fuentes gubernmtales -ya sea c m una contribución inicial para nuevas inveg siones o c m un msidio permanente para solventar gastos de funcionamiento- y de hecho actúan c m organizaciones sin fines lucrativos. otros que son entidades privadas que tienen que buscar el equilibrio de sus presupuestos, fiándose poco o nada en el apoyo del Estado, etc. Esta diversidad, m y naturalniente, se refleja en un amplio espectro de políticas de precios: servicios que son aproximadamente de una mima clase tienen diferentes precios, si se pasa de una a otra orga- nización o sistema. Por ejemplo, los precios de pu- blicaciones periodicas primarias, justamente en la fuente de la transferencia de la información, mues kan amplias variaciones -de 1 a 100, de acuerdo con un reciente informe de la CIUC/AB- (l), según la polltica financiera de los editores: algunos quieren que sus periódicos se autofinancien, otros reciben fondos de gobiernos, sociedades, fundacio- nes, etc.; otros imponen a los autores el pago por página publicada, etc.

Estas disparidades se mantienen a lo largo de todas las etapas de la cadena de transferencia: los servicios de resCrmenes analíticos, por ejemplo, cobran diferentes tarifas de suscripción de confor- midad con el d o en que se establecen sus presu-

Al presentarse los sistemas de información ex-

Hay todavía

puestos respectivos, con ingresos variables prove- nientes de otros rubros, desigual distribución de subsidios, etc. Del misno modo, los costosos servi- cios de recuperación a base de canputadora,normal- m t e pretenden que los usuarios contribuyan a cu- brir los gastos de instalación y/o de funcionamien- to; pro pocos, o quizás ninguno de ellos, se hallan todavía en posición de equilibrar su presu- puesto por tal medio. Por tanto, los gobiernos, en una u otra forma, de nuevo personifican a los usuarios potenciales ... mientras que los verdaderos usuarios deben pagar una tarifa más o menos simbó- lica, que guarda escasa relación con los costos re& les, pero que no obstante puede ser lo suficiente- mente gravosa como para desanimar tanto a científi- cos honestos cc~llo a solicitantes menos serios. La consecuencia es que la disponibilidad de recursos de información por parte de los usuarios no puede ser evaluada solamente en ténninos de redes de tele ccnnunicaci6n y sistemas a base de canputadoras, "en igualdad de otras circunstancias"; estas otras circunstancias no son iguales, y es necesario que se hagan estudios más canpletos de las actuales po- líticas de precios en todos los países, para eva- luar c6m contribuyen ellas, o c6mo podrían contri- buir, a hamogeneizar la accesibilidad a los servi- cios de información avanzados para todos los usua- rios deseables.

D. tración extrema de este punto, a nivel nacional: los científicos que trabajan en esas regiones no encuentran la mima calidad y cantidad de recursos de infomción que sus colegas que 10 hacen en na- ciones más favorecidas. Más aún, la introducción de la nueva tecnología probablemente ha de agrandar la brecha, por lo menos a corto plazo, en la medida en que los países en desarrollo encontrarán difícil seguir el ritmo del progreso de los medios de pro- cesamiento y de micación, y asignar recursos suficientes para las inversiones necesarias en equL pos, programs de adiestramiento, nuevas organiza- ciones, etc. Hay un largo camino a recorrer, desde estas limitacionesde hecho hasta el objetivo ideal de un igual acceso a las fuentes mundiales del con: cimiento.

El caso de los países en desarrollo es una iluc

5.1.2 LA PARTICIPACION DE IQS CIENTIFICOS: PROBLEMAS TECNICOC Y PROFESIONALES

A. mción están subiendo actualmente con mucho mayor rapidez que nunca, debido a la creciente dependen- cia de una tecnologla m y cara, resulta de máxima urgencia encontrar o desarrollar &todos de ahorrar dinero en la concepción global del proceso. La in- tegración vertical, tal cam se la describió en el capítulo precedente, es una receta industrial bien conocida que está haciendo maravillas en los más so- fisticados sistemas de transferencia de la informa- ción a base de ccarrputadora, para ccpnpensar los cos- tos más altos de los equipos. Pero ella raramente canprende a los generadores de fuentes primarias, antes del procesamiento, por la buena razón de que los autores se hallan más frecuentemente fuera del sistema, desde un punto de vista físico y/o concep-

Como los costos de la transferencia de la infor

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5.1.2

tual. Esta situacih ha sido discutida mchasveces: se entendla originarianente que el tratmiento de la información ccriwzaba con los materiales impre- sos y que la producción de éstos no era asunto de ccanpetencia de la doamentación. Luego, en una se- gunda etapa -en gran parte impulsada por el deseo de eoondzar- se ccanprendió que @la aho- rrarse mucho tiempo, capital, trabajo, adaptando la presentación material y fonnal de los doamentos de modo de facilitar y aún suprimir algunos de los pro cesos posteriores. No s o l m t e @fan proveerse a los servicios secundarios (editores, centros de in- formación, etc.) ; cintas prforadas o magnéticas producidas para controlar las máquinas de impresión de modo de reducir los costos de entrada; o, de la mismi mera, distribuirse materiales antes de la publicación para un procesamiento más rápido (Indi- ces de materia, resclrrienes anallticos, etc.); sino que los m i m s autores @Can desmrpñar un papel para aligerar el peso del tratamiento de la infor- mación, por medio de una mjor redacción, de la preparación de reshes analíticos, de la asigna- ción de encabezamiento de materias, etc. Hace varios años, en 1963, una de las principales concl: siones del Infom Weinberg, en E.U.A., fue que "los autores deblan aceptar una mayor responsabili- dad para la recuperación de la información"; mchas uniones cientlficas y organizaciones de documenta- ción han formulado desde entonces remdaciones similares, bajo la forma de muales de estilo, consejos para los autores, gulas para la prepara- ción de reshes anallticos, instrucciones a los redactores, etc. A despecho de una exhortación tan generalizada, los progresos efectuados en esa direc ción han sido kntos: m o s de la mitad de los periódicos primarios existentes solicitan la inclu- si& de un res- analítico CCBIY~ condici6n para la publicación, y la proporción de reshes anallti- cos de autor, en alqunos de los principales peri6dL cos secundarios, es tcdavla desalentadormte baja. -1 m i m mdo, sólo un pequeño porcentaje de perig dicos priniarius st e m a n en proveer por anticipa- do los reskes anallticos a los servicios especia iizados correspondientes. cuanto a la indizaci6 en profundidad, por autores o editores, se halla todavla en la situacih de un experinento, más que en la de una práctica corriente; mientras que la asignación de uno o dos encabezamientos de materias generales o divisiones de la CDU es s610 una peque- ña contribución a los trabajos colectivos del aná- lisis de contenido.

B. Recientenente se han considerado soluciones n6.s radicales para integrar la generación de la infom- ción con los procesos de aindcenamiento, recupera- ción y diseminación; en su forma más extrem, con- sisten en abandonar entermte las fuentes *re- sas y reemplazarlas por archivos de ccanputadora a los cuales todos los científicos tendrían un acceso inmediato, interactivo en vez del diferido y pasivo que imponen las publicaciones del presente. También se hanppuesto soluciones de cxmprarico, en las que se mtienen los materiales impresos, pero m un subproducto optativo del depósito de la canputa- dora, en lugar de la relación inversa que se da en la actualidad; un "ciclo de tratamiento de la

información primaria basado en canputadora" de esta clase, está siendo probado por la Sociedad Qulmica mricana (2).

otras sugestiones intermedias apuntan al uso de las computadoras para dirigir la distribuci6n de do cmentos individuales a los ucuarios comespondien- tes, mediante la comparación enbe "listas de dis- tribución" proporcionadas por los autores y "listas de solicitudes" provenientes de los lectores, cam un sustituto para la diseminación sin control de publicaciones periódicas encuadernadas. Esta ver- sión dernizada del f m s o proyecto de J.D.Berna1 presentado a la Conferencia sobre infomción Cien- tlfica de la Roya1 Society (19481, no elimina la literatura impresa, pero hace previsiones para su circulación c m "una corriente personalizada de artlculos" a suscriptores individuales, presupo- niendo que los editores a s m en la fuente las responsabilidades y técnicas de los servicios del DSI .

A despecho de estos imaginativos experimentos, "la opinión general del mundo cientlfico parece ser que los artlculos originales y las publicacio- nes preliminares son formas apropiadas para el primr procesamiento de la infomción científi- ca" (3). Tal fue la conclusión a que lleg6 un qrup de expertos invitados por la Unesco para estudiar el tema de las publicaciones primarias, en relación con el presente informe (4).

En verdad, se ha daostrado m h a s veces que el papel social y profesional de los periódicos es vital para la mtivación de los cientfficos y para la apreciación crftica adecuada de sus trabajos. Sin embargo, debería prestarse más atención a asuntos c m : (a) la necesidad de separar, por una parte, las ccanpilaciones de datos, que podr€an m y bien ser desviadas de la literatura impresa al almacenamiento en camputadora, de las construccio- nes &ricas, para las cuales todavla no se vislm bran sustitutos a los registros textuales; (b)- la puesta en práctica de recamendaciones anteriores que han recibido más mnajes verbales que acepta- ción efectiva, tales cam el sministro de res6n-e- nes anallticos de autor e Mices de autor o de redactor, la presentación de documntos o informa- ción publicada en periódicos primarios y secunda- rios de modo crecientenwte selectivo y tabulado, etc., etc.; (c) la necesidad de p m e r asociacio- nes nacionales y regionales de redactores cientlfi- coc, para apresurar tales rnejoramientos; (d) la necesidad, 1-1 o general, de nuevas f o m s de periódicos, a medio camino entre las publicaciones primarias y secundarias, tales caro los "periódicos de artlculos breves" (short pa r) o el periódico de "especialización r e d ( 1 M t e d scope) , descripto por Richard L. Kenpn en su contribución al presente estudio (5); (e) los argunwtos en pro y en contra de la distribución de infomción anti- cipada o auxiliar fuera de los canales normales de publicacih, m un medio de ahorrar tiempo y espacio, etc.

C. Un problm similar afecta a la literatura "terciaria", es decir a doamentos que son canpilados a partir de fuentes primarias, con la ayuda de ser- vicios secundarios, para presentar en forma sumaria

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5.1.2

y a veces crítica, el estado actual de los conoci- mientos en un &ea específica. ia importancia de esta clase de productos informativos ha sido reconz cida desde hace mucho tiempo; nosotros hemos mencig nado 116s arriba los esfuerzos recientemnte realiza dos por los principales sistemas de información en la URSS y E.U.A., para proprcionar regularmente estudios de situación (review papers), además de las bibliografías más tradicionales. Pero también aquí los progresos son lentos y la producción ter- ciaria es todavía esporádica. preparación de buenas revisiones no &lo requiere el control bibliográfico de una literatura extensa; reclama también la capacidad para evaluar la signi- ficación relativa de documentos escritos en difere; tes iüims, desde diferentes puntos de vista, -leando diferentes terminologías, etc. referentes a hallazgos poco habituales de investigación avanzada. Innecesario es decir que los documen talistas, en el sentido tradicional de esta par labra, no son cmptentes para escribir tales tra- bajos; ésta es una tarea que sólo pueden cwiplir científicos exprtos, a través de un íntimo conoci- miento de las cuestiones pendientes en sus campos específicos, así ccp1l0 de los datos relevantes en los sectores periféricos. La tarea no es más simple cuando se dirige a lectores generales, más bien que a especialistas: una inteligente popularización de la ciencia es esencial no s610 para mantener informado al público general de los descubrimientos más recientes, sino también para estirinilar el inte- rés y las vocaciones en la ccaninidad universitaria, tanto entre los profesionales cano entre los estu- diantes. En ambos casos, el talento literario no es un sustituto para el conocimiento profesional. La- mtablemnte, la cmidad científica tiende a menospreciar la redacción de síntesis para cual- quier público, viéndola c m un "genre n-ineur", que acarrea 116s sospechas que prestigio. El reclutamien_ to de científicos ccpnpetentes para llevar a cabo tales trabajos es así uno de los principales proble mas que reclama respuestas nuevas e imaginativas.

D. Para muchos, una de tales respuestas debe bus- carse en la inversión de la relación tradicional entre actividades de investigación y de información, en el sentido siguiente. Las formas superiores de &lisis de documentos y de datos, se dice, inplican actuahte una creciente cantidad de investigación; esto es así no sólo para la producción de los traba- jos de revisi& que acaban de considerarse, sino también para la canpilación de datos evaluados crí- ticarwnte, tal cano se la efectúa en la nueva clase de centros de datos descriDtos en la Cec. 3.2.6. E. (Definiciones) y 4.3.4. (Ejemp1OS). Las dos activi- dades se hallan frecuentemente relacionadas en la práctica: los cálculos originales de acuerdo con fórmulas teóricas y las nuevas comparaciones con datos experinientales que son requeridos para la producción de datos evaluados, pueden ser también necesarios para la preparación de una revisión crí- tica. En otras palabras, hay poca diferencia entre las operaciones intelectuales involucradas en la "organización del conocimiento", cuando un investi- gador prepara una publicación original, y la "re- organización del conccimiento", cuando un especia-

razón es que la

lista en información científica se encarga de pre- parar tablas de datos o trabajos de revisión. En consecuencia, la camnidad científica puede encon- trar necesario desarrollar una nueva institución, esto es, el "centro de evaluación" (para documentos y/o datos) en el cual las dos funciones y profesio- nes se fusionarán cmpletamnte.

E. De modo 116s yeneral, la participación de los científicos en asuntos de información es un cmple- mento indispensable a la especialización de docu- mentalistas en infomción científica. En esta Sección hemos mstrado, en p r h r término, los autores pueden contribuír a satisfacer los requeri- mientos de información de usuarios potenciales; luego el interés se concentró en la necesidad de transfornw a estos Gltimos en especialistas de la información del más alto nivel, para la preparación de revisiones críticas. Este ciclo de análisis y sintesis concierne a los científicos, no a los doc- mtalistas; y se suscita la cuestión de redefinir la relación entre las dos profesiones. Deberá lle- garse a una redistribución de tareas, de acuerdo con la cual los científicos tanen a su cargo las tareas más orientadas al análisis de documentos y de datos, c m se dijo arriba, y los documentalis- tas, archivistas, bibliotecarios, etc., se adapten a los nuevos tecnicismos de la transferencia de la información, en la d i d a mque éstos no exijan una profunda cqrensión del contenido y significación del docuniento. En ambas direcciones se necesitan programas de educación. Tales programas existen en unos pocos países, pero están destinados a grupos relativamente pequeños de científicos y documenta- listas, en niedios privilegiados; hay, ciertamente, lugar para más amplios esfuerzos de adiestramiento, en escala internacional, a fin de que ninguna nación o grupo profesional esté en desventaja con respecto a la calidad de su contribución a la trm~ ferencia mundial de la información.

F. Debe destacarse, finahente, que las distintas cuestiones examinadas en esta sección son, en rea- lidad, facetas o consecuencias de un mi- e impOr- tante problema, esto es, el estado actual de la literatura científica primaria. En palabras de un muy calificado experto en este tema, "todos los científicos del mundo saben que en este campo se observa un aumento inquietante deinformación distor sionada y afirmaciones incorrectas.Sabemos también que esas imperfecciones presentes tienen por efecto agrandar indebidamente el volumen de la literatura impresa y de hacer más difícil y costoso el irnnenso esfuerzo requerido para resumir esa literatura y ponerla bajo una forma que la haga aceptable para una canputadora" (6). Parece claro, por consiguien- te, cpe "una reforma es necesaria, más pronto o 116s tarde, de una m e r a o de otra" y que ella puede reclamar cambios en los modos de ccanportamiento de los usuarios, aún más drásticos que los examinados en el apartado A-E de esta secci6n.

5.1.3 DVITGRACION HORIZONTAL: PROBLEMAC DE O R m I ZACION

los p o s ejemplos que se han dado en el capr

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5.1.3

tulo anterior, deberla poder eaerse clarmte que al hablar de integración cxpll~ un dtdo para racionalizar la industria de la información, los pmtores de los sistemas mdernos se han preocu- pado ante todo de la integración vertical, dentro de los lhites de las organizaciones y servicios existentes. Pero tales sisterras se hallan poco co- municados entre sl, a l m o s en sus prhras fases: el énfasis recae 116s en la organización interna que en las relaciones externas. En lo que concierne a estas últimas, algunos de los programs cooperati- vos más significativos han sido mencionados en el Capltulo 4; pero sus objetivos y l q m s iniciales no deberlan impedirnos ver el hecho de que la in- tegración horizontal de los sisterms de informa- ción está todavla en su infancia. La clase de cola- boración que se ha establecido entre el iNSPB2 en el Reino Unido y el National Information System for Physics (NIPS) en los E.U.A., o también entre el SIiN, en Viena y un cierto n h r o de paises euro- peos y de otras partes,interesados en la energía nuclear, es indicativa de una tendencia, más que de una práctica ccdn. BI la situaci6n actual, el cuadro general de la información cientffica se ha- lla caracterizado, por el contrario, p r una canti- dad fantástica de actividades duplicadas, lo que puede ser esquematizado en la forma siguiente.

A. Sea P. un docunwto primario, con una forma mate- rial cuaquiera. En el curso de su adquisición por un cierto númro de bibliotecas, que sirven a dife- rentes midades, pasa por un proceso de cata- logación el cual, ccpllo es efectuado un centenar o un millar de veces, conduce a duplicaciones que consumen tiempo y son costosas. Anteriormente se han descripto esquemas para la provisión o inter- cambio de referencias normalizadas, caro un M o de paliar ese inconveniente (Sec. 4.2.3.); p2m ellos constituyen todavía más la excepción que la regla y no hay normas coarnuies para tal fin que hayan sido universahnte aceptadas.

B. Duplicaciones similares ocuz~en en cada una de las siguientes fases de la transferencia de la in- formacián. El docunwto P. si no es acmpañado de los trabajos cientlficos y técnicos en algunos pa€- ses) o si va a un servicio de reshes analíticos cuya política es ignorar o escribir nuevamnte los resúmenes anallticos de autor, pasará por un p m e - so de Wd~saciári repetitivo, ejecutado por doce- MS o centenares de servicios de rehnes anallti cos de todo el mundo, desconectados entre sl.Ellos pondrán a disposición de sus respectivas clientelas productos similares, si 110 idénticos, bajo la forma de revistas, fichas, revisiones, etc. Los méritos de la diversidad no son tantos en este caso c m para justificar la inversión del ingenio de tantos expertos, para obtener diferentes sumarios del mis- m trabajo escrito. También aqul el intercambio de resúmenes analíticos, o el recurrir más sistanáti- c m t e a los resúmenes analíticos de autor, cons- tituyen soluciones adecuadas; pero debe recordarse que la mayoría de los sistemas nacionales de infor- mación, para tcsnar sólo un ejemplo, se han absteni- do hasta ahora de participar en cualquier clase de acuerdos caprensivos para aprovechar mutuamnte de

sus respectivos recursos (institucionales, linguís- ticos) para la confección de reshes anallticos de la literatura producida dentro de sus propios llmites.

C. El docurriento P, juntawnte con su respectiva(s) descripci6n (es) y r e s h (es) analítico (s) , es entonces almacenado en un fichero convencional o en un archivo de ccanputadora en diferentes centros de información, cada uno de los cuales tiene que pro- ducir una Epremntac~ mediante los elmtos de una clasificación o lenguajes de indización, y posi blenwte transcribir esta representación en una notación ad hoc para registros de entrada. opini6n frecuente que a d i d a que los lenguajes de información lleguen a ser más elaborados, no hahrá dos indizadores que efecth representaciones idén- ticas de un m i m documnto; y la diversidad de pun- tos de vista se invcca nuevmte para justificar la mltiplicidad de los &todos, linqufsticos u otros, de capilación bibliográfica. Aunque hay alguna verdad en este ar-to, sería erróneo ded; cir de alll que cualquier divergencia que se obser- ve entre dos o 16s representaciones refleja una intención deliberada de reordenar la iriformación contenida en P en formas definidas, para satisfacer requerimientos conocidos de usuarios especlficos. Tales calificaciones son generairente, en un todo inadecuadas para caracterizar la dinámica de la indización en un gran n k r o de situaciones reales, en las que poco se sabe, o se dice, acerca de re- glas, fines y criterios de análisis de contenido.

tales casos, sólo los beneficios podrlan aumen- tar ccm los esfuerzos cooperativos, tanto al mjo- rar elmrco conceptual de esta ccPnpleja función, CQKI al reducir las duplicaciones innecesarias en su ejecución en td.0 el &o. Datos de inestimable valor han sido reunidos por la Oficina de Resúmenes Anallticos del CIüC sobre este tema, en forma de estudios integrables de las actividades ccanparadas de los principales servicios de redmnes anallti- cos y de indización existentes en el mundo, en el campo de la flsica, la qulmica y la biologla. Los resultados muestran no s610 la cantidad de duplica- ciones, sino también el peso relativo de los perió- dicos primarios, medido por el nún-ero de rehnes anallticos con que cada uno de ellos contribuye. Laacurriulación de tales datos omstituye una base esencial para cualquier polltica de coparticipación en el camp de los res-s analíticos y de la indizacián. Y debería encontrarse un mcanisru, para obtenerlos de modo corriente, dentro del marco del ci~c/Añ o cualquier otro organisru, internacional que parezca apropiado en relación con el presente proyecto (véase más abajo, Sec. 6.1.)

D. Los centros de información no 610 tienen que rg presentar, sino que también deben mroducir los dccumntos puesto que su función es proveer no sola mente referencias, sino también facslmiies, micro- filmes, microfichas, etc. Hay razones obvias para hacer que las fuentes primarias sean flsicaniente accesibles en mchos puntos; pero el hecho de que “depósitos centralizados” que utilizan técnicas m- dernas, puedan satisfacer a los usuarios a costos inferiores, prueba que hay también duplicaciones en

Es

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5.1.3

la duplicación. ios dep5sitos de esa clase son po- cos, no están siempre adecuadamente equipados y ge- neralnwte se los sub-utiliza, dentro de redes ne- cesarimte limitadas a áreas regionales.

E. Finalrrwte, nuestro dcam?nto p pasa por otras operaciones de análisis y evaluación, a cargo de personas o centros que se ocupan de trahjos de cog solidación o de puesta al día, en campos para los cuales p tiene significación. Estos productos "ter- ciarios" de información no son muy numerosos, de d o que el riesgo de duplicación no es grande. Más aún, frecuentemente ellos son publicados y anuncia- dos a través de los mismos canales que los domwn- tos primarios; por lo tanto no son necesarios acuer dos especiales de intercambio para asegurar una amplia difusión. Por Gltirno, usualmente ellos no pden sustituirse entre sí, en la medida en que encierran evaluaciones o selecciones personales, de tal modo que dos revisiones sobre la mima área te- mática no serán nunca iguales. Sin embargo, en vis- ta de los elevados costos que ccrqmrta la produc- ción de literatura terciaria, serla oportuno y con- veniente encontrar mcanisnos para programar el trabajo sobre bases mundiales, reuniendo los talen- tos de especialistas situados en muy diferentes sitios, a fin de cubrir sistemáticamnte todos los sectores del conocimiento

Resumiendo: no hay ninguna fase del proceso de transferencia de la información en la cual no se puedan lograr mejoras significativas por medio de la capración "horizontal" entre sistemas. Ello reducirla innmrables superposiciones y duplica- ciones que no son el resultado de políticas delibe- radas un planeamiento a escala mdial, en lugar de una acci6n no coordinada ejecutada por millares de bi- bliotecas, editores, servicios de informaciÓn,etc., s610 débilnwte relacionados gracias a la inteligen- te cqrensión -desde reciente data- de unos pocos gobiernos y sociedades profesionales.

5.1.4. LA NORMALIZACION: UNA IMPERIOSA NECESIDAD

básico y aplicado.

y bien meditadas y abriría el camino para

La integración horizontal implica la posibilidad de cambiar y, a veces intercambiar, los productos: el principio básico es que el resultado o salida, de cada fase del proceso de transferencia de la in- formación (el out put) está a dispsición de otros servicios que lo necesitan mteriales de apr- te para su propia organizaciún. Se sigue de allí que la cmptibilidad o la convertibilidad salida/ entradade los sistemas de información, en algunas o en todas las fases del tratamiento, es una con- dición sine qua non de la integración regional den- tro de redes regionales, p r disciplinas, nacima- les o cualesquiera otras. De las dos, la exigencia de ccarrpatibilidad es la más imperiosa: los produc- tos son entonces intercambiables Miatamente; por ejemplo, un catálogo de biblioteca sobre cinta magnética puede ser leido en un centro de reproce- samiento a base de mrrptadoras, c m el objeto de ccpnponer una revista de índices, etc. Si sólo hay convertibilidad es necesaria alguna transformación inmediata para hacer que el producto del sistema Si sea aceptable para el sistema Sj la que puede

consistir en tr-literación, nueva codificación, etc. El punto importante es que en ambos casos se requieren normas, para reducir las elecciones posi- bles a un conjunto de alternativas, haciendo así posibles las conversiones formales o intercambios. A este bspecto la situación presente de la activi- dad en el &ampo bibliotecario y de la información es desalentadora, a pesar de laevolución y el uso de normas c m e s en un n h r o cada vez m& grande de redes de infomción locales. Por "local" entendemos aquí cualquier esfera de aplicación que no es universal; en este sentido todas las normas actuales conocidas en el ámbito de las prácticas docurnentarias son locales.

A. Tcanaremos primro el caso de la descripción bibliográfica, que aparenterwnte es una de las acti vidades de los bibliotecarios y docuwntalistas que marchan a la vanguardia. Son innmrables las reu- niones, recomndaciones, conferencias, gulas , etc. , que se han ocupado de este tema durante 60s. Orga- nizaciones internacionales, bien situadas para fa- cilitar la obtención de acuerdos mundiales, han to- mado también este asunto en sus m o s : la Unesco, la FIAB (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios) -co-patrocinantes de la Confe- rencia Internacional sobre Reglas de Catalogación, en Paris, 1961- la FID (Federación Internacional de Documentación) , el CIUC, la OIUN, etc. Asocia- ciones nacionales de bibliotecarios y dcamntalis- tas han tratado de preparar el terreno para propo- ner reglas y prácticas uniformes a ser utilizadas en sus propios territorios; al mismo tiempo se es- tablecían qrupos especiales para desarrollar prcqrz mas de normalización exclusivos para la información cientlfica y Gcnica, dentro de los más grandes or- ganismos de normalización -por ejemplo, el Institu- to Confederal de Investigación sobre Información Técnica, Clasificación y Codificación (VNIIKI) del C d t 6 de Estado sobre N o m s del Consejo de Minis- tros de la URSS; elCdt6 239 sobre Trabajo Biblig tecario, Documentación y Prácticas de Fublicación Conexas, del Instituto Nacional de Normas de E.U.A.; o también el Grupo para la NormalizaciÓn de los *- vicios de Información, organizado por algunos orga- nismos federales de E.U.A. a ccnnienzos de la década de 1950, etc. Sin embargo, c m siempre, existen divergencias en todos los aspectos de la descrip- ción bibliapáfica, ccnm las que se indican cegui- d m t e : (a) la selección de elmtos esenciales, por oposición a los de carácter opcional, en una referencia bibliográfica canónica, y el orden en que ellos deberlan ser enmrados; (b) la defini- ción de las diferentes formas de tltulos (por ejem- plo, tltulos transliterados, tltulos traducidos, etc.), para ser identificados por códigos especia- les en publicaciones secundarias; (c) la transcrip- ción de nmres de autores (nombres de pila, nom- bres ccanpuestos, etc.) y más especialmente de auto- res colectivos; (d) la definición y transcripción de la afiliación de los autores; (e) la adopción de tltulos abreviados de periódicos, que sean interna- cionahente aceptados, juntamente con códigos o nú- meros de serie únicos correspondientes; (f) la sim- bolizaciún de otros elerwntos indicativos, tales cam lugar y fecha de publicación, número del volu-

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5.1.4

m y de la entrega, pCiginas, etc.; (9) la adopión de caracteres tipqráficos normalizados y de reglas unifoms de transliteración, etc. No es de sorpre; der por tanto, que el CIUC y la Unesco hayan de- bido ponerse de acuerdo para ocupse de este pro- blema una vez más, a los fines del presente estu- dio; los resultados del Grupo de Trabajo sobre Des- cripi6n Bibliográfica constituido conjuntamente por esos dos organismos serán resumidos más adelan- te (sec. 6.2.2.).

B. La situacih es aún peor en materia de reshnes analíticos e indización, los que no se prestan tan fácihte a 12 normalizacián. h particular el co; tenido de los reshes anallticos sólo puede ser tratado con reccarwdaciones estilísticas y &ti- cas de carácter general, que no implican, y proba- blemnte no deben implicar, nada similar a un orden rígidmte estructurado de presentación de datos. %lo la forma de los resGmnes analíticos, esto es, su presentación externa, es suceptible de normaliza ciOn, para facilitar el fichaje y la consulta, los procedimientos fotográficos y autmatizados para el tratamiento de los resCrmenes anallticos, etc. En su primra sesión el C d t é Central ünesco/CIUC solicL t6 a la oficina de resúmnes anallticos de este G1- timo que aswciera la principal respansabilidad en los asuntos relativos a la elaboración de res-s anallticos (7) . Ciuc/AB t c d entonces una parte activa en el desarrollo de formas y procedimientos internacionahte aceptables para la confección de reshes anallticos de trabajos cientfficos ; para ello convocó en 1968 a un cierto n h r o de espcia- listas a fin de que discutieran el tema en Londres, Washington y París. Las recmendaciones del tIUC/Añ fueron hasta los -0s detalles de la presenta- ción formal, por ejemplo, caracteres tipográficos y formatos, exponentes y sub-escritos, extensi6n de los elementos, etc. Ellas ser& consideradas junta- mente con los resultados del Grupo de Trabajo sobre Descripción Bibliográfica UNISIST/CIUC-Añ, que fue establecido ese mi= año para continuar la tarea iniciada por la CIUC/AB (sec. 6.2.2).

C. entendido todavla en otra forma: la finalidad aquí no es elaborar un lenq-uaje de indización universal para todas las ramas de la ciencia y la tecnologfa, ni tampoco imponer un c€jiigo de notación Gnico para manejar este lenguaje en ficheros manuales o mca- nizados. Aunque esta peligrosa ficción sigue siendo popular entre bibliotecarios y documentalistas, Qa elaborada proposición de Wahlin para un "Sistema Universal Ideal", en Suecia, es probablemnte la más reciente (19631, pero ciertamente no la Gltima, de una larga serie) la opinión general es que la actual diversidad de idims de indización, en su mayor parte refleja legítimas diferencias del modo en que los cientlficos cuantifican y organizan el mundo exterior, a los fines de la investigacián en diferentes campos y por diferentes escuelas. Por consiguiente, el concepto de normalización no tiene cabida en este terreno, salvo que se lo vuelva a interpretar en alguna de las f o m s siguientes: (a) restringiendo las normas de indizacián a las clases más generales (por ejemplo, disciplinas, sub-disci-

En cuanto a la indizacián, el problema debe ser

piinas, etc.) , s610 para servir a amplias categori- zaciones por temas; (b) infiriendo normas mtalin- guísticas (8) de la comparación de diferentes vcca- bularios de indización en determinadas áreas de la ciencia y la tecnología, y usando dichas normas para conveItir representaciones indizadas de un si2 tema serrbntico a otro; (c) observando propiedades formales que se repiten en algunas o en todos los lenguajes de información, desde el punto de vista de la estructura semántica y sinectica, y definien- do sobre esta base un sistema rnetalingufstico kico que podrfa también ser usado como un instrurriento de conversión, pero sólo para los caracteres más abs- tractos de los lenguaje; de indización, independiep -te de su contenido.

(a) ~a prhera interpretación inmediatamente evg ca el tema de las clasificaciones universales o listas categorizadas de temas, entre las cuales la Clasificación Decimal Universal (C.D.U.) goza de una privilegiada posición en virtud de su antigue- dad y de su pasado mdial. Sin embargo, la palabra "universal" es equívoca: existe más de una clasifi- cacih que puede pretender la universalidad en cuan- to a su extensión o alcance, pero ninguna puede ha- cerlo en lo que atañe a la difusión de su uso las bibliotecas y centros de informaci6n del mudo. En verdad, probablemente hay muy pocos países en los que la C.D.U. no se use en uno u otro sector de la infomción cientifica; pero no es un secreto que dicha clasificación no ha obtenido una acepta- ci6n general enringuno de ellos, quizás con la excepción de la URSS; en tanto que en los Estados Unidos sólo unas pocas de las principales bibliote- cas la utilizan, mientras que alll la clasificación de la Biblioteca del Congreso goza de una amplia aceptación. Ningún especialista en informaciÓn e s e ría en desacuerdo con la afimción de que alguna lista de grandes categorías para catalogacián por materias, universalmente aceptada, es a la vez po- sible y deseable, para facilitar el intercambio de documentos e información; pero ninguno de ellos concordarla en que la C.D.U. o cualquier otra clasificación enciciap&dica actuaimnte en uso es la respuesta, salvo que se efectúen innovaciones técnicas yde gestión en lo que concierne a los re- mismos de revisión, puesta al día y distribución del producto, tal c m actualmente se presenta (vea se más adelante, sec. 6.2.4/IA).

en

(b) La segunda interpretación se refiere a la ccanpatibilidad de los vocabularios de indización. Este es un campo relativamnte nuevo de investiga- ción aplicada en la ciencia de la información; en el G l t h capítulo se ha hecho alguna mención de los primeros intentos de conciliar los tesau- ros más grandes desarrollados por algunos sistemas que sirven a importantes sectores de,la investiga- ci6n aplicada, en Europa Occidental y los E.U.A. (sec. 4.4.3). Los resultados han sido lo bastante estimulantes c m para prmver investigaciones ul- teriores, que se hallan ahora en ejecución en un cierto n h r o de campos cientlficos y técnicos; pero debe canprenderse que sólo una proporción in- finitesimal, de los mchos centenares de vocabula- rios de indización utilizados por bibliotecas espe-

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5.1.4

cializadas y centros de información, se hallan in- volucrados en tales estudios. El interés principal se ha puesto en la recolecci6n de gran n h r o de listas de autoridades y tesauros en todos los cam- pos, por medio de'lcentrales de distribuci6n" perma- nentes o de grupos contratados, más bien que en usar el material recolectado para estudios sistemá- ticos de qatibilidad en todas las áreas de la ciencia y la tecnologia. Del misno d o , muchas or- ganizaciones (profesionales e internacionales, in- clusive la ünesco) han elaborado actualmente gulas o manuales para la formación de tesauros, en campos indefinidos o en m y amplias áreas de la ciencia y la tecnología. La observaci6n de reglas m e s puede facilitar posteriores capxaciones; pero qug da por hacer, la tarea principal es decir: estable cer listas metalinpisticas interrelacionadas de conceptos y entidades que se encuentran en los "mi- crotesauros" existentes, elucidar correspondencias semánticas entre los atimos a través de conceptos mtalinguisticos "intermdiarios" , capilar diccio- narios para traducir términos del lenguaje natural en términos de indización, sugerir la normalizaciÓn de los vocabularios científicos a fin de facilitar este Gltimo proceso y, posteriormente, hacerlo su- ceptible de una mcanizaci6n integral, etc. Antes de aventurarse en un programa tan ambicioso, q w abarque tcdas las ramas y, si es posible, todos los idiarias principales de la ciencia y la tecnología, seria poco prudente no plantear una cuesti6n rela- tiva a la gestión: ¿cuáles son los mecanisms téc- nicos y de organización más adecuados para esa em- presa, es decir, para que la corrpatibilidad de los vocabularibs de indización pueda ser lograda y man- tenida en escala mundial, a un costo mínimo y con óptimo rendimiento para la cmidad científica? l3 una sección posterior 16.2.4.,IB) ha de intentarse una respuesta a esta interrogante.

(c) Nuestra tercera interpretación de la normali zación, en el presente contexto, se refiere a re- sultados recientes de la investigación en ciencia de la información, los que todavia no han sido de- rrollados con vista a la aplicación. Se argurrt2nta que bajo diferentes estructuras superficiales, los lenguajes de la información emplean un n h r o fini- to de esquemas lógicos para expresar relaciones se- mánticas y sintácticas entre los términos de indiza ción. La convertibilidad puede entonces establecer- se de uno a otro lenguaje -pero restringida a las caracteristipas estructurales o formales de dichos lenguajes- describiéndolos en términos de un c d sistema metalinguístico. Esta interpretación abs- tracta se menciona aquí solo para recordar que la ccanpatibilidad de lenquajes de indización es un área en la que también la investigación básica nece- sita ser desarrollada, junto con investigaciones nbs Miatawnte orientadas a la exploración de los hechos (sec. 6.6.1,A) .

D. Un tema m e x o es el de la normalizaci6n de la ncmnclatura y la notación utilizadas para el tra- tamiento de bs datos en la ciencia y la tecnología. El establecimiento de CODATA por el Consejo Interna_ cima1 de las Uniones Cientificas ha sido menciona- do como el paso principal que se ha dado para prm- ver la cooperaci6n internacional entre centros de

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datos (sec. 4.3.4.); el logro de una ncaiwclatura unificada, sin embargo, es una tarea ardua, aún dentro de los límites de un campo o de un país; y será necesaria la colaboración de mchas partes pa- ra apresurar el progreso en este área.

E. La esfera privilegiada de la normalizaci6n en sus primros días fue la de los objetos materiales, lo que en el campo de la documentación significa: libros, publicaciones perimicas, fichas, a los que más tarde se agregaron los microfilmes, micro- fichas, aparatos de lectura, etc. Asociaciones na- cionales e internacionales han r e m d a d o desde hace mucho normas relativas al tamaño, formato, le- gibilidad, etc., concernientes a las formas más tradicionales de los soportes de la informaci6n. La continuada difusión de tales normas hasta nues- tros días -especialni-nte en el reino de la micro- copia,- es un testimonio de la persistente necesi- dad de una mayor canpatibilidad, aún en este sector clásico de las actividades de documentación. El problem es más urgente, no obstante, en relación con los nuevos soportes materiales de la informa- ción, tales cano tarjetas perforadas, cintas perfo- radas, cintas magnéticas, etc., por las siguientes razones: (a) Las innovaciones en este campo han sido tan rápidas, que ha resultado dificil para las asociaciones de nomas y para los misms fabrican- tes seguir el ritnn de aquéllas, en punto a la di- versidad de especificaciones para los equipos y los progras o sistemas de programación; (b) estas es- pecificaciones son mucho más cqlejas que en el caso de los equipos convencionales de documentaci6~ tienen que ver no sólo con los aspectos materiales de las tarjetas o las cintas, sino también a los c6digos tipográficos, la estructura de los regis- tros, los sImbolos especializados de entrada/salida, las señales utilizadas para la traksión de datos, etc., que deben ser mnizadas para la interccami- nicación de sistemas; (c) la capacidad de las cap; tadoras para unificar información presentada en di- ferentes formatos y caigos es mucho más restringi- da que la del cerebro humano; o, nbs bien, d m d a instrucciones expllcitas y detalladas que parecen pesadas en -ación con las operaciones intuiti- vas del hombre. La normalización es tanto más nece- saria para reducir la ccmplejidad y los costos de los alqoritnns de conversión.

F. en este sentido, &lo han sido abordados reciente- m t e . La myoria de las naciones en las que la computación se ha difundido,& establecido grupos más o menos formales para el estudio de aquellos problemas; y la OrganizaciOn Intemcional de Uni- ficación de Normas (OIUN) -a través de su ccSnit6 Técnico 97- se ha ocupado también de coordinar las actividades nacionales en el campo de los lenguajes de programación, la identificación de caracteres y otros puntos esenciales para el intercambio de in- formación. El mayor esfuerzo, no obstante, se ha realizado dentro de los Estados Unidos, donde la temprana preocupaci6n por la interccaminicación de sistemas hizo 16s urgente normalizar los registros de dquina. Uno de los primeros logros importantes fue la finalización del Caigo Americano de Normas para el Intercambio de la Información (American

Los problemas de ccanpatibilidad entre idquinas,

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5.1.4

Standard code for Information Interchange: ASCII) , el que proporcionó las bases para la mayorla de los conjuntos de caracteres que hasta el dla de hoy se qlean en los equipos de cqutaciÓn. Tanto el cÓ- digo ASCII m el c€iiigo OIUN, con el que aquél es ccPnpatible, están limitados, sin embargo, al uso de caracteres de 7 "bits" (bit: unidad de información); y surge ahora el problema de la interfase con los códigos de caracteres de 8 "bits" de la nueva gene- ración de canputadoras. Un Grupo de Trabajo sobre Intercambio de la Infomción Cientlfica y Técnica en Lenguaje de Máquina (Interchange cf Scientific and Technical Infomtion in Machine hnWge:ISTIM) ncmbrado por la Oficina de Ciencia y Tecnología de E.U.A., informó en 1968 sobre las dificultades que se encontraron para lograr el acuerdo respecto del &digo "8th.bit"; y recomendó que se estableciera un mcanismo formal "para permitir al grupo de usm- rios en la cmidad bibliográfica determinar sus propias especificaciones, pero que ello se hiciera de tal modo que se redujera la indeseable prolifera ción de códigos o su falta de correlación". Dejar la decisión a los usuarios en vez de a los fabrican_ tes de canputadoras es en este caso una buena idea; pero mientras las asociaciones de fabricantes acep- tan de buen grado representaciones de muchos palses (así la Ascciación de Fabricantes Europeos de C m p tadoras, fundada en 1961), las uniones de usuarios, en los casos existentes, están restringidas a grupos nacionales y/o correspondientes a un detemi nado campo, prestando muy p a atención a la cmrdL nación mdial e interdisciplinaria. De hecho, el cuadro actual en lo que concierne a la cmptibili- dad de registros en máquina se parece al de los re- gistros bibliográficos y de contenido de hace algu- nos años, cuando los dmntalistas solos tenlan que decidir sobre normas provisionales, con muy poca ayuda de parte de los cientlficos e ingenieros. Posteriomte las asociaciones profesionales se in- teresaron en el asunto, preocupb-idose más y más de la coordinación mundial bajo organizaciones inte- cionales, tales cc~oo el CIUC y otras. Un camino se- mejante deberla seguirse ahora con respecto a la cmptibilidad de máquinas, a fin de que los códi- gos y las estructuras de registro propuestas por fabricantes de canputadoras sean campatibles con los requerimientos de muchos y diferentes grupos de usuarios de todo el mundo. Sea cual fuere el tipo de organizaci6n conductora que pueda parecer mjor para tal fin, ella tendrá que especificar con mayor precisión las nonnas mínimas de registro para la transferencia mundial de la información, basán- dose en sugestiones recibidas de todos los palses; tendrá también que prowrcionar asistencia para la conversión de datos, de modo que tdas las naciones puedan participar en la red mundial de intercambio autmtizado de la información. A tal efecto se ha de sugerir más adelante un cierto mcanism (sec. 6.2.6.).

G. Otros aspectos del manejo de la información re- claman procedimientos mcis uniformes, especiahte en el &ea de la gestión mima. Tal cam se mencio- n6 anteriormente, poco se sabe acerca de los aspec- tos econ&nicos de los sistemas de información de dL ferentes alcances, y no existe ningún modelo norma-

lizado o ningún marco teórico para el análisis de éstos en términos de operaciones o procesos e l m - tales universalnwte aceptados. Un tal modelo faci- litaría no sólo la evaiuacián y la Carparación de costos especlficos, sino también la detección de anmlías lógicas en el diseño global de sistenas integrados, con respecto tanto a la transferencia vertical cam a la distribución horizontal de tareas.

H. Recientenente se han adoptado medidas prácticas en esa dirección, por parte de algunas organizacio- nes internacionales, esto es, la Unesco, la FIAB y la OIUN, mediante la convocatoria de conferencias sobre la "normalización de estadlsticas biblioteca- rias" (1966-7). La Unesco ha sawtido a los estados miembros proposiciones concretas en este terreno, para su discusión en la 16a. sesión de su Conferen- cia General (octubre de 1970), en la que las reco- mendaciones finales deben aprobarse. Un esfuerzo similar se necesita para otros servicios de trata- miento de la información aparte de las bibliotecas: servicios de confecci6n de reshes anallticos y de indización, centros de tratamiento o de t r e - formación , centros de análisis de la información, etc. Muchos cuestionarios diferentes han sido pues- tos en circulación en los últimos 10 años, con el prop5sito de reunir información sobre las activida- des de dichos servicios en todo el mundo (encues- tas de la FID, el CIUC, la CCüE, etc.). Su marcada diversidad denuestra que no existe un consenso, ni siquiera inipllcito, en cuanto a la naturaleza y el valor relativo de las unidades de -ración. mism WO, los especialistas en ciencia de la in- formación han desarrollado modelos muy dispares, que más bien dificultan que ayudan a los adminis- tradores, en la medida en que es a ellos que incum be finalmente la elección del modelo más apropiado- para las ccanparaciones y los estudios de evaluación que tienen en vista. Ninguna organización intema- cional parece pramver normas relativas a la ges- tión en la esfera de la información cientlfica; el presente estado de cosas justificarla, sin embargo, la empresa, a condición de que sus fines prácticos sean claramente formulados y que ella se base en los conocimientos canbinados de teóricos y organi- zadores de diferentes palses.

5.1.5. LAC TELMxxiIIíNICACIONES: UN

Del

IMPLICIrn

Todos los sistemas avanzados de información que se examinaron en el último capltulo iniplican que hay intercambio de datos, a través de algún tipo de canales, entre un cierto n h r o de puntos consi- derados caro nudos de una red de ccnininicación. El área cubierta por la red puede ser local (por ej., el campus de una universidad) , regional (por ej., las redes bibliotecarias que abarcan uno o varios estados vecinos en los E.U.A., dase sec. 4.2.3.B), nacional (por ej., los servicios de infowción mi- litar) o internacional (por ej. SIIN). En todos los casos se necesitan varios medios de coaminicación, desde sacos postales cabida a diferentes categorlas de tráfico, defini- das por la naturaleza de la información transporta-

hasta satélites, para dar

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5.1.5

da (textos, imágenes, etc.), su volumen, el carác- ter que se le asigna (confidencial, privado, etc.) , su grado de urgencia, etc. La diversidad de los equipos que para tales fines se utilizan actualmen- te es ya impresionante: teléfono, teletipo, televi- sión, cables, radios con relés en tierra o en saté- lite, frecuencias ultraelevadas o medianas, etc. El problema es ahora saber más acerca de los méritos relativos de cada medio, desde el punto de vista del costo y de la eficacia, en el contexto de la ciencia de la información. Proyectos extensos de investigación se han estado realizando durante va- rios años sobre el diseño y la puesta en funciona- miento de redes de información a base de conputado- ras, en general, sin referencia a ningún área deter minada; uno de los más notables de esos proyectos es el MAC (Muitipie Access Camputers), del Institu- to de Tecnología de Massachusetts. A consecuencia de ello y siguiendo a la creciente demanda por par- te de gobiernos, el m d o de los negocios y la industria, de medios de procesamiento y cmica- cih, tales redes existen ahora en la mayorla de los palses del Hemisferio Norte, para el control de la e m d a nacional, la defensa, los bancos y las actividades de gestih en general. Dentro de ese contexto, equipos y sistems de programación han sido desarrollados en muchas y diferentes partes -fábricas, servicios de teleccaminicaciones, institt tos de investigación, etc.-, de modo que la diver- sidad prevalece también en la configuración de aquéllos, de acuerdo con los grupos de usuarios y los países. Este brotar de innovaciones es una ca- racterlstica positiva; pero se debe prestar aten- ción a algunos corolarios negativos, tales ccmo la acentuada disparidad que se ha (re)establecido entre distintas partes del mundo, en la que at&e a los medios materiales para la transferencia de la información, y el riesgo de incmptibilidad entre estos últimos, de una a otra región y, a veces, de un sistema local a otro.

A. Todo lo que pude decirse cobre el prhr punto es que los avances más revolucionarios en teleca- nicaciones -por ej., por satélites- se están hacien- do en palses que ya gozan de las mjores redes de cables, teléfonos, estaciones de radio, etc. C m consecuencia los palses en desarrollo se han vuelto aún más dependientes, en cuanto ellos son incapaces de hacer uso de la infomcih distribuida, por las naciones industrializadas a través de los medios modernos, salvo que éstas estén dispuestas a ayud- los para establecer instalaciones adecuadas y para el adiestramiento de los técnicos y usuarios loca- les. Una plena ilustración de lo que acaba de decir- se se encuentra en el hecho de que las bandas de alta frecuencia en su mayor parte han sido distri- buidas entre los palses del Hemisferio Norte: es ng cesario que una nueva política sea concebida para proporcionar a los países en desarrollo medios de trancmisión a larga distancia del tipo fF/VHF, de m e r a que ellos puedan participar en un sistema mundial de transferencia autcanatizada de la infor- mación. Debe agregarse que el contraste entre pal- ses en desarrollo y países desarrollados no es el único problema de esta clase: existen también dis- ridades entre los últimos, tal cano se reflejan en

las dificultades encontradas p r el recién nacido "intelsat" (International Consortiun for Satellite Cmication: Consorcio Internacional para C m i - caciones por Satélite) para reconciliar los puntos de vista estadounidenses y europeos cobre la ges- tión de las teleaorminicaciones mundiales.

B. éstos forman parte del problema general de las nor- m s para la interconexión de sistemas, del que se trató en la sección precedente, y reclaman una ac- ción similar a múltiples niveles: primro, se deben eiahrar políticas nacionales y/o regionales para lograr uniformidad o ccsripatibilidad en las espci- ficaciones de los equipos, y luego, un plan mundial de redes interconectadas, cada una de las cuales mantendrla conexiones con todas las otras. Sin entrar en tecnicims ccnirplejos, se puede señalar que el concepto global debe ser el de un sistema de múltiples vlas, que permita a cada sub-sistema nacional o local usar diferentes canales de trans- misión, de acuerdo con las necesidades de los usua- rios, los recursos disponibles, los requerimientos de tráfico, etc.; pro que a l m i m tiempo provea los niecanisnns de conexión y de conversión desde un canal o un sub-sistema a cualquier otro. al, algunos palses se contentarán con mjorar las cone- xiones telefónicas y por teletipo, cmb un medio barato y eficiente para la transferencia de infor- mación a corta distancia, mientras que otros consi- derarán necesario establecer una costosa red de radio, con transmisiones a m y alta frecuencia y por microonda, relés en tierra y en satélite, etc. El sistema mdial de conexión sería el medio por el cual estas diferentes redes nacionales o regio- nales m í a n vincularse e intercambiar datos las unas con las otras.

C. Los rasgos principales de un esquema sejante -sisterasdescentralizados, interdependientes, con medios múltiples, con la posibilidad de conectarse con la red en uno o en varios nudos -se encuentran de hecho en varios sistemas experimntales de tele- procesamiento, a diferentes niveles. La concepción básica de proyectos tales cano el DVIXEX en E.U.A. (véase más arriba sec. 4.4.3) no difiere mucho de la que acaba de indicarse, auncpe por el moBnento esté lhitada al ámbito de los campus universita- rios. La multiplicación de redes nacionales a base de computadora en la esfera gukemarrental y en la de los negocios constituye también un para extender esos conceptos a nivel nacional, fu- sionando muchos sistmas independientes en una red de inforrmción ihica en todo el territorio del país. La CmisiÓn Federal de Cmicaciones de la E.U.A. ese considerando las ventajas e inpiicacio- nes de esta política potencial; y se están desarro- llando contribuciones técnicas, tales co el "Advanced Record System" (una red operada por el gobierno capz de aceptar y transferir información en forma de mensajes por teletipo, tarjetas o cin- tas perforadas, cintas magnéticas, facslmiies, o la voz humana), y el " ~ - c o M " , una red que usa un sistema de almacenamiento junlzamente con la red nacional de la Western ünion para ccarninicaciones a alta y baja velocidad, etc. Progravas nacionales de

m cuanto a los problemas de la ccanpatibilidad

incentivo

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5.1.5

alcance aún mayor se hallan en ejecución en la ünión Soviética, en los que se da ecpecial importan_ cia a las necesidades de los organims gukrnamn- tales encargados del control de los planes de desa- rrollo econfrrico. Tarrbién pueden esprarse en el futuro próximo de parte del Reino Unido, donde un Servicio Nacional de Elabración de Datos ha sido establecido recientemente, para proporcionar un fondo nacional de captadoras interconectadas que pueda satisfacer los requerimientos de los usuarios de toda categoría. ia clave de este servicio pGbli- co es un Centro Nacional de Ccmptación, para el que se ha previsto el uso de canales capaces de trancportar hasta un millón de caracteres por se- gundo (por m i 0 de transmisión por microondas, modulación pulsada u otras técnicas), para conectar un cierto n h r o de nudos descentralizados, ligados ellos misrms a varios centros de tratamiento y bancos de datos regionales. En cada nudo habrá canputadoras que controlarán la transmisión de la información a través de un conjunto jerarquizado de mnputadoras interconectadas, así cano a otros nudos de la red. En este caso, el Gnico requerimien- to hecho a las captadoras locales o regionales es que sean capaces de micarse con el Centro Nacio nal de Ccanputación, y por tanto con cada una de las otras; ninquna otra restricción se impone en lo que atañe a su configuración, tamaño o conplejidad.

También otros países están experirentando con sistemas electrónicos de transmisión de datos (por ej. , en la República Federal de Alemania, el "Da- tex"; el "Platon", en Francia) que podrhn contri- buir al establecimiento de similares redes naciona- les de información. Esta convergencia de esfuerzos indepdientes atestigua la importancia del proble ma; pero nuestra también que la cooperación inter- nacional es necesaria ahora,para sentar las bases de la ccmpatibilidad de fmtuos sistemas nacionales y regionales. En 1961 la Asamblea General de las Na- ciones Unidas adopt6 una resolución (No 1721) se- gún la cual tcdos los países deberían estar en con- diciones de intercambiar datos tan pronto m fue- ra posible, sobre bases mundiales y no discrimina- torias; y se solicit6 a la Unión Internacional de Telemicaciones que examinara con la ünesco las jmplicaciones técnicas y sociopolíticas de este principio de largo alcance. Parece ahora que los problemas de la transferencia de la información científica mrecen por sí solos un estudio esp- cial dentro del m i m marco, para acelerar la inte- gración de redes nacionales y regionales dentro de un sistema mundial, del tipo que se ha sugerido en esta sección. Con tal fin se formularán recorm-da- ciones más adelante (sec. 6.3.)

5.2 REMEDIOS PRINCIPALES

5.2.1. BARRERAS LDICNATICAS

Volvamos ahora nuestra atención hacia algunos de los correctivos que por s m l e lógica vienen a la m t e , para cada uno de los grandes problemas a que se pasó revista en la Gltima sección. La prirera begorra de éstos se refiere a las delimitaciones objetivas, externas, de la industria de la informa- ción, m consecuencia de su inserción en determi-

nados cuadros socio-políticos y econúnicos. Una de tales delimitaciones es linguística: el vehículo de la informaci6n cientrfica y técnica m es único, sino que conprende diferentes lenguas desparejm- te distribuidas a través del mundo, a consecuencia de factores políticos y socio-culturales, pasados y presentes. El inconveniente que ello significa para la circulación del conocimiento científico es enor- E: frente a la proclmda universalidad de la cien cia, d a reconmerse que cada coarninidad linqufsti- ca constituye la cual pocos cientlficos son capaces de m i c a r - se con m=is de uno o dos de los otros grupos iingul~ ticos.

Las estadísticas mstran Cómo va cambiando la importancia relativa de los vehlculos lingulsticos en la esfera de la ciencia. Por algún ti- duran- te el siglo XiX el idim predcpninante fue el fran- cés y, en algunos camps (por ej., la qulmica) , el al&; luego se "rpuso el inglés, y durante la p r m a mitad de este siglo no hubo un predcminio clarmte marcado de ninguno de esos tres idims, excepto en algunas áreas restringidas. ia situación cambió ccanpletamnte en el curso de la segunda que- rra mundial, en un doble sentido: el inglés llegó a ser la lengua principal, acercándose al 50% de la literatura científica hacia 1950, al misno tiempo que el ruso iba ganando terreno rápidamnte en todos los campos de la ciencia y la tecnologla. De acuerdo con estimaciones actuales la literatura científica en idim inglés representa cerca del 40%, pero esta proporción va disminuyendo ( c m ocurre con el francés y el al&) en beneficio del grupo de las lenguas "orientales", es decir, las esiávicas, el chino y el japonés, cuya impor- tancia aurrwta.

de hecho una especie de €mula, en

Nadie pede predecir cuál será la situación den- tro de 20 o 50 años; ni nadie posee datos fidedig- nos sobre el uso actual de mteriales ididticos extranjeros en la m i d a d científica. Sobre este G l t h punto se están haciendo interesantes estu- dios en la Universidad de Sheffield; ellos propor- cionan un valioso d e l o de la clase de investiga- ciones que deberían efectuarse a escala rraindial, para evaluar los hábitos y capacidades de los ci- tlficos en diferentes p p o s linqulsticos. Entre tanto, encuestas surarias son suficientes para re- velar que ciertos palses encuentran grandes difi- cultades para superar las barreras linqdsticas, en dos sentidos cmplemntarios: uno, proporcionar a sus especialistas los d i o s para ccanprender los nixwos resultados de la ciencia mdial y, otro, asegurarles que su propio trabajo será ccanprensi- ble para el resto del mdo. El problema no existe s610 para las llamadas lengyas minoritarias en el ámbito de la ciencia, es decir, las que no son el inglés, el ruso, el francés y el al&: en p r m - dio, tanto los científicos de lengua inglesa cam los de lengua msa con incapaces de leer más de la mitad o un tercio de la literatura total en su respectivo c a p , salvo que ellos conozcan también el otro idim. ia posición es mcho por para los especialistas de lengua francesa y alemana, quienes sirrplemente no pueden hacer mucha investigación seria sin un cabal conocimiento del inglés y/o el

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5.2.1

ruso; y la diferencia can los hablantes de otros idiomas de los grupoc latino, gerndnico o eslavo y también el japmés y el chino, en esta materia- es ahora sólo una cuestión de grado. La desventaja más grande, sin embargo, deben sufrirla los países en desarrollo, donde los muchos años gastados en aprender la lengua materna son prácticamente des- Erdiciados en lo que atañe a la información cien-

ría haber sido el inglés ... Opciones similares p- drian llegar acer hechas eventualrwite por otros países del mundo y también en tal caso ninguna per- SOM sensata se atreverla a predecir qué koine lo- cal será entonces aceptada. De todo lo que precede se deduce que las posibilidades de asegurar la acq tación internacional del inglés cam la lengua nor- mal de la ciencia son en el presente escasas.

tlfica: el árabe y-los idims africanos e indm- layos no constituyen en absoluto medios o canales de intercambio con la midad del He- misferio Norte.

B. Las perspectivas de una interlingua no son más brillantes. as dificultades del mteniemiento de un idim universal artificial al m i m nivel de emcificidad m e un idim natural han sido siem-

A. renterente desalentada ese de hecho distorsionada, en tanto y en cuanto que existe una linguafranca de la ciencia, la que la mayoria de los especialistas puede al m o s leer, si no escribir o hablar. El inglés, afirman ellos, ha llegadoa ser de facto la koid de la ciencia, aún si el ruso parece ser un probable candidato para el título en un futuro pr6- xiro. Tal afimcih encuentra sustento en el hecho de que el inglés es la "segunda lengua" más frecue te en la inayoría de las regiones del m d o que ha- blan otro idioma. En varios paises de Europ Ccci- dental. el inglés es enseñado desde el ccmienzo del r~dcdo escolar, dando a la mayoría de los científi cos la oportunidad de leer, escribir o hablar este idioma tan fluidamente que apenas se puede hablar de barrera ididtica en tal supuesto (por ej , , en los países escandinavos, los Paises Bajos, Suiza, etc.). h J a m , similarnwte, es CCmún que en las conferencias científicas se utilice el inglés ccpllo idim oficial, sin traducción al japonés. Finalnw- te, la circunstancia de que varios países que no son de lengua inglesa publiquen peri6dicos secunda- rios, e incluso primarios, en ese i d i m (por ej., el "Japan Sciene Review", el "Current ccoltents of the Polish Scientific Journals",etc.) es señalada también cmn una evidencia del reconocimiento de facto de la lingua anglica.

Sin embargo, este punto de vista es ztacado desde mchos ángulos. En prhr término, algunos gobier- nos tienden a oponerse al uso del inglés -o de cual quier lengua extranjera- por sus nacionales, en ocasiones CCBID la publicaci6n de documentos prima- rios, la asistencia a conferencias internacionales, etc. Las naciones recientmte formadas creen que deben hacerlo así para afirmar las virtudes de sus lenguas nacianales; las más antiguas se basan en que el idim puede ser mantenido artificialnwte ccpllo un vehículo de su cultura, cuando la sustancia impresa de esta cultura, al m o s en el campo de la ciencia, ha dejado de ser tan importante como para impulsar a otros a invertir esfuerzos para adquirir el daninio de las respectivas f o m s de expresión. En otras partes los gobiernos pueden intentar hacer a s cosas a la vez: por un lado, proteger y aún desarrollar el uso de las lenguas nacionales CQM vehículos de culturas vivientes y, al mism tiempo, prcmver el empleo de un idim principal, sea el nacional u otro, a los fines de la ccmnmicación ci- tifica y técnica con el resto del mundo. La üRSS diÓ, hace 50 años, un temprano e impresionante ej- plo de esta política; pero el idim c& fue el ruso, no el inglés, y pocos pretendenrian que debe-

Mucha gente sostiene que esta descripción apa- pre subestimadas por los abogados del esperanto y de otras construcciones linguísticas del n-dm g6- nero. Más aún: todos ecos artificios se derivan,de hecho de un grupo linguístico privilegiado -general mente, el de las lenguas rorrances- que no puede pretender una extensión mdial. Hace 20 años en la Conferencia de la Unesco sobre Elaboración de Rednenes Analíticos (1949) el Profesor Tchakhotine present6 una propuesta para que se hiciera una ex- periencia con el esperanto, la que tuvo poco eco; no hay mtivo para creer que obtendría mucho 11-6s en 1970.

C. confían en la mima ciencia para proveer hs bases de un idicma universal de facto,construido con conceptos teóricos de aceptación mundial. En pala- bras de Carnap, "los términos del idim-cosa y aún la clase más restringida de los predicados - cosas observables, proporcionan una base suficien- te tanto para el idim de la fisica cam de la biología (9). En otras palabras, "existe en la ciencia una unidad de idim, esto es, una base de reducci6n CCmún para los términos de todas las raras de la ciencia, la que consiste en una clase muy restringida y hqénea de términos del idio- ma-objeto de la física" (9). El "fisicalim" -como se bautizó a esta teoría hacia 1930 no ha ganado mucho terreno desde entonces, sin embargo; la raz6n es probablemente doble. Prinriro, las cosas-objetos y las cosas-predicados no se nos imponen más hoy en día que lo LE lo hacían hace 30 o 300 años: el progreso de la ciencia consiste precisamnte en constantes revisiones de los sEmbolos y defini- ciones del pasado, de d o que el concepto de una metalengua de la ciencia, por muy interesante que pueda ser desde el punto de vista 16gico, no es de mayor utilidad que la Lingua Q-iaracteristica Uni- versalis de Leibniz para el prop6sito práctico de unificar los dialectos científicos. Estos dialectos además, dependen del idim natural para sus ccmpo- nentes fonéticos y sintácticos; no se ve claramente cuál sería la fonética y la grarrdtica de ese idim unificado de la ciencia, salvo que se las tceMlra también prestadas del lenguaje natural. Los matemá- ticos y los químicos pueden comprender toda clase de fórmulas abstractas escritas en f o m simbBlica; pero no las mmprenden cuando se las expresa en fog ma "natural", hablada o escrita, salvo cuando se da la coincidencia de que esta forma es uno de los idig m s que ellos conocen.

D. Una manera de eludir la dificultad consiste en

Una posición más reflexiva es la de quienes

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5.2.1

postular un metalenguaje hablado", con sus s h bolos lexicográficos y sintácticos propios, los que podrían ser fonemizados y transcriptos de acuerdo con diferentes reglas de codificación, de roda que fueran convertibles en otros tantos idiomas natura- les. Una versión utópica de esta idea es, por ej- plo, la "Escritura universal" de Jean Effel; y una interpretación más práctica se halla en la difundi- da creencia de que las lenguas dcmmntales o de la información, tal m se hallan representadas por los ecquemas de clasificación o de indización, w- den des- ese papel de metalengua no hablada, estando cada grupo de usuarios en libertad de expre sar en sus propias f m s linguísticas los slmbolos convencionales que designan las cosas-objetos y las cosas-relaciones de las lenguas de la información. Al estudiar los problemas linqisticos relaciona- dos con la viabilidad de un sistema mundial de in- formación científica, un cierto nún-ero de expertos reccnwd6 que se considerara atentamnte esa posi- bilidad, m un W o de superar las barreras idig máticas. Se hicieron sugestiones en pro del estudio de "lenguas artificiales, o Codigos ... independien- tes de las lenguas naturales, (que utilizarían) s610 núiwros decimales c m slmbolos para expresar conceptos, hechos y relaciones ... a fin de asegurar la ccaripatibilidad dentro de un sistema mundial" (10) y también de "una mtalengua de la información", que se obtendría de la comparación de los tesauros existentes, por una parte (ccanponentes lexicográfi- cos y semánticos) y, por otra, de las q-randticas artificiales, tal c a m ~ se hallan incorporadas en algunas lenguas d-tales (componente sintácti- co) (11). Esta manera particular de abordar los problemas lingulsticos de la información científica nos lleva n u e m t e al tema de los estudios de ccpnpatibilidad, discutidos en una sección anterior (sec. 5.1.4.). Se demostró entonces que la roopera- c i h mundial era un requerimiento esencial para el progreso en esta esfera; a la misna conclusibn lle- gó el Grupo de Trabajo sobre F?roblemas Lingulsti- cos, el que reccBIwdB que se estableciera un grupo internacional para conducir proyectos de investiga- ción y desarrollo sobre la convertibilidad de len- guas de tesauros e hdización por medio de una ccdn estructura metalinguistica subyacente.

En este caso, el objetivo de la unificación lm- gulstica es transferido de las fuentes primrias a las secundarias. Lo que lleva implícito que los do- cunwtos substitutivos deberían ser escritos en términos metalinqulsticos , conwrtibies, en princi- pio, a todos los i d i m s naturales, en lugar de re- dactárselos diredamente en uno de éstos. As1 , "el tipo actual de servicios de r e m e s analíticos debe ser escindido en dos: uno, rápido, con d i o s modernos para la búsqueda bibliográfica mltidimn- sional, prácticaniente sin texto; el otro, crítico, ccanpleto, mucho más selectivo" (10). En otras pala- bras, los r e s h e s analíticos en sentido estricto (esto es, condensaciones no críticas) termina- rian por desaparecer, siendo reemplazados, por m parte, por un "resún-en+a" entendido caro una representación indizada que se hace sólo para el ahcenamiento y la recuperación, no para la publicación; y, por otra, por revisicmes críticas, de más alta calidad que los rednenes analíticos

actuales, cuando los dmmentos pzimarios parezcan merecer este trabajo adicional. Este plan tiene muchos méritos: "ia cantidad de textos que deberán escribirse, traducirse y distribuirse será mucho m o r que la que imponen las prácticas actuales"; el contenido de informaci6n de los documentos pri- marios estará disponible, bajo forma susceptible de recuperación, mucho más rápidamente; y la lite- ratura de revisih ganará en v o l m y calidad cuando las contribuciones analíticas de los cientí- ficos no consistan ya en la producción masiva de simples sinopsis, sino en la preparación de resi5n-e- nes críticos.

E. deben ser satisfechas, si es que ese plan ha de aligerar efectivamente los pfoblemas linguisticos que estamos examinando. ia principal de ellas es el establecimiento de un mecanismo internacional para crear y poner al día los indices metalinguísticos necesarios; pero se supne que los autores serán E paces de fijarlos de un modo coherente, si es que los r e s h e s analíticos de autor (para recupera- ción), bajo esta forma revisada, han de continuar siendo -cam debería ocurrir- un requerimiento básL co de los sistemas de intervención Esta implicancia indirecta de los autores en el problema linquístico dekría ser reforzada por una implicación directa de los redactores. Los resCimenes valorativos, para ser de utilidad mundial, tendrían que ser publica- dos en más de un i d i m ; las reiteradas recanenda- ciones que se han formulado en los últimos veinte años sobre la traducción de los r e s h e s analíti- cos de autor a una o dos de las lenguas principa - les, se aplican también a las revisiones críticas o estudios de situación dentro del esquema que acaba de exponerse. Por consiguiente, un nuevo re- querimiento es que se encuentre un mecanismo -dis- tinto del antes mcionado- para asegurar que los esfuerzos invertidos en preparar revisiones no se desperdicien parcialmnte a causa de las presenta- ciones en una sola lengua. La tendencia general -y de poco &ito- ha sido confiar en los redacto- res para siniinistrar las traducciones de los títu- los originales, los r e m e s analíticos y las re- visiones en otra u otras lenguas. La razh de ello es que las motivaciones para efectuar esa tarea, de carácter econhico u otro, varían de un país a otro: obvianiente, los editores nortemericanos se sienten poco inclinados a pmducir títulos o resá- m e s analíticos en ruso (e inversaniente), mien- tras que un peri6dico secundario en francés puede más que duplicar el n h r o de sus suscriptores si provee traducciones al inglés o al ruso de su mate- rial. Otra dificultad reside en que el principio de la "traducción en la fuente" t.mipOc0 es univer- sahnte aplicable: probablemente es más fácil en- contrar en J a m traductores científicos del inglés al japonés, que hallar en el Reino Unido científi- cos que sepan japonés para hacer la tarea inversa.

F. ia conclusión es que ninguna receta única base rá para resolver todos los problems ididticos que se presentan en la información científica. La obtención de r e s h e s analíticos multilingues por los redactores de publicaciones primarias o secunda_

Sin embargo, un cierto n 6 m m de condiciones

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rias es una respuesta, pero no universalmente apli- cable: el establecimiento de centros de traduccio- nes especiales, para el ámbito de una nación y/o de una disciplina, es también otra respuesta que no todos los países pueden permitirse. Por lo demás, tampoco sería razonable que cada país estableciera tales centros, puesto que no hay una relación uni- voca entre hguas y naciones. Por consiguiente, los acuerdos cmperativos multilaterales son obvia- mente necesarios para decidir localrente, sobre la base de los recursos y neeesidades existentes, qué políticas ad hoc de traducción deben adoptarse, pa- ra determinadas lenguas y en determinados campos, asegurando los mejores servicios a los mores cos- tos. ia distribución de responsabilidades entre los grupos lingulsticos "emisores" y "receptores" ha de ser una importante cuestión a considerar en este contexto: m lo será, asimism, la distribución de los costos entre áreas geopolíticas, con respec- to a las cuales una repartición igualitaria entre todos los grupos nacionales significaría que no pocos de ellos quedarían de hecho excluidos del si2 tema.

G. La generalizaci6n y el mejoramiento de IqenSe- ñanzade una sequnda lengua, tal m el inglés o el ruso, en facultades de ciencia y otros estableci- mientos de enseñanza post-secundaria, contribuiría mcho a reducir las barreras ididticas. Las mdi- das en tal sentido deben ser remdadas no sólo a los países en desarrollo, dcmde de hecho se las aplican cada vez más, sino también en algunas nacig nes industrializadas de Europa Occidental, en las cuales los conocimientos linguísticos de muchos científicos, en cualquiera de esas dos lenguas, son aún sorprendentenente pobres. Nuevos rr6todos para la enseñanza de idims extranjeros deberían ensa- yarse, probablmte, a fin de poner r&io a lar deficiencias ohservadas. Una de las innovaciones podría consistir en aprovechar la mayor facilidad para el aprendizaje al ccimienzo de la edad escolar, en vez de diferir la tarea para una etapa posterior de la vida, cuando los mcanisms de adquisición de lenguas suelen estar disminuidos en la mayoría de las personas. El uso de métodos avanzados de educa- ción es otro medio de acrecentar la eficiencia de los programas actuales; a este recpecto se mcio- nan habituahte las técnicas audiovisuales, pero también debería darse más atención a las posibili- dades de la instrucción con ayuda de canputadora (I.A.C.) para el m i m fin.

H. Antes de que los programas de I.A.C. puedan re- presentar una contribución significativa a la mes- tión linguística en el campo de la ccmmicación científica, debe admitirse que será necesario invez tigar más a ese respecto. Lo mism puede decirse de otra área programática de más largo rencmbre, esto es, la de la traducción autdtica. Sobre las posi- bilidades de la traducción autm6tica en general y de su relevancia para la transferencia de la infor- mación científica, se han sostenido opiniones extrg mas. En algunos paises, las previsiones excesivm- te optimistas que eran frecuentes en los primeros tiempos en que se ccanenzó con aquélla, ha cedido ahora el lugar a un pesimim iguahte mal funda-

do, que ha tenido c m consecuencia una notable reducción de los proyectos de investigación en este campo. En otras naciones una estrategia más constan- te y a largo plazo ha conducido al desenvolvimiento de una metodología que parece encerrar prcmesas de desarrollos interesantes en un futuro próxim (U). Cualquiera pueda ser el resultado de los esfuerzos actuales, y a despecho de las persistentes afirma- ciones en contrario, no hay duda que las amputado- ras peden y serán empleadas para aliviar el peso de la traducción en la esfera de la ciencia, en diferentes formas: (a) la ccanpilación de glosarios molingues, que sirvan de base a la confección de diccionarios técnicos y a su puesta al dia: (b) la traducción semiautdtica, por ejemplo, por medio de tablas de consulta, cmblisis metodol@ico de textos en lenguaje natural, etc. (c) conversión de textos en lenguaje natural a un "lenguaje inter- n&iario", para fines de traducción y/o indización, etc. Por consiguiente, es necesario un f i m apoyo a la investigación sobre traducción autdtica en ese amplio sentido, m una de las posibles res- puestas de las dificultades que se presentan en la transferencia de la información.

5.2.2. CUESTIONES DE EYXlNOMIA FOLITICA

A. Otro factor determinante objetivo de la situa- ción de la información científica es el econánico: el prcentaje del producto bruto nacional que se le asigna varía considerablemente de un país a oriro, y la disparidad es amntada por el desigual valor del PBN per cápita en las distintas partes del m- do. El contraste rrds obvio se observa entre las naciones industrializadas del hemisferio septentrig nal, y los países en desarrollo del hemisferio sur. Esto es bien sabido y no necesita mayor explicación Las organizaciones internacionales han hecho un gran esfuerzo para atacar ese problema desde dife- rentes ángu1os:uno de los campos de acción ha sido el de la promoción de la ciencia y la tecnología, jusmnte consideradas una inversión a largo plazo para reducir la brecha econtkica entre los países desarrollados y en desarrollo. Una excelente exposición de este tema fue hecha por el CcimiG Asesor sobre Aplicación de la Ciencia y la Tecnolo- gía, para el Desarrollo, en su infom al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas en el año 1966. Todo un capítulo fue dedicado al tema del acceso a la información científica y técnica, el que concluía con varias reccmnendaciones específicas para mejorar la transferencia del conocimiento téc- nico a los países en desarrollo. Una de ellas sub- raya "la necesidad de crear, c m parte de una polg tica científica nacional, un ente central respanca- ble de la política relativa a los centros de docu- mntación y a los centros de transferencia de la tecnología" en las sociedades industrializadas m- gentes: al paso que otra recorrendación invitaba a la creación de organizaciones regionales, donde fueran necesarias, a fin de acelerar la transferen- cia de la tecnología, econcimizar el empleo de perz nal y recursos escasos y fortalecer las institucio- nes nacionales y la formación de personal" (13).

En realidad, la Unesco había dado ya pasos i n p ~ tantes en esa dirección, siendo uno de los más im-

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5.2.2

portantes la creación de centros de docuirientación en ciencia y tecnología en el Cercano Oriente (Re@ blica Arabe Unida y Turquía), Asia Sur Oriental (In dia, Pakisth y Tailandia), Mrica Central y Meri- dional (México, Bolivia, Uruguay), etc. Sin embargo, un inforrne reciente señala que de 90 países que re- ciben asistencia técnica de la O.N.U., la mitad de ellos carecen totalmente de servicios de dcnmenta- ción; además la otra mitad incluye naciones en las que los recursos de información científica y técni- ca son rhimamnte adecuados y consistensobre todo en bibliotecas con limitados servicios de infom- ción. Finahwnte, aún donde existen recursos apro- piados, en términos de fondos disponibles, @pos, colecciones y personal ccanpetente, el intercambio de información cientlfica y técnica con otros pal- ses parece estar entorpcido por muchas dificulta- des, amo puede verse a través de varios in5oms preparados por el Grupo de Trabajo sobre Informa- ción Científica en los países en desarrollo a los fines del presente estudio.

Se mencionan factores políticos que en realidad tienen aplicación universal: falta de fondos, insu- ficiente apoyo local, prioridades discutibles, re- laciones conflictivas con el gobierno u otros orga- nisnos. Los problemas técnicos son más específicos; uno de los más importantes es el de las barreras ididticas que ha sido examinado en la Gltima sec- ción. Muchos países en desarrollo encuentran difi- cultades para proveer traducciones a la cmidad científica y técnica, especiahte de otros idio- mas que el inglés. países desarrollados raramente estén preparados pa- ra satisfacer pedidos de traducciones de su propia literatura en lenguas sdticas, indonesia, persa, etc; y si lo hacen, el costo puede ser campletamn- te prohibitivo. inversamente, los paises en desa- rrollo no tienen traductores suficientenwte capa- citados para hacer la tarea, incluso sólo con res- pecto al inglés. Poca duda cabe que se necesita alguna redistribución de recursos humanos y de otra naturaleza para mjorar la disponibilidad de lite- ratura extranjera en idim(s) aceptable(s) a los países no situados en Europa y Mrica del Norte. Aún entonces alguna consideracibn tendrá que darse al hecho de que la disponibilidad de documentos en inglés o en francés, por ejemplo, pueden no resol- ver el problema: Africa está dividida en regiones frandfonas y anglófonas y los especialistas de ese continente tendrán necesidad de versiones en fran- cés y en inglés del mi= documento, etc.

Otros problemas técnicos pueden ser sintetizados bajo el enunciado general de "defectos en la cadena de transferencia", la mayoría de los cuales se pro- ducen en la misma fuente, cmprmtiendo la utili- dad de todo el proceso. Así, la obtención de docu- m t o s en el exterior, en cuanto al área cubierta, la velocidad y la calidad de los misnos, se da en muchos casos en condiciones tales ccmo para desani- m r a los usuarios más indulgentes, según se infog ma. Cubertura insuficiente, plazos excesivos y en- minamientos erróneos en el proceso de adquisición, son suficientes para anular los beneficios de servi cios acelentes en las últimas fases de la transfe- rencia de la información, esto es, las del análisis, repduccibn, diseminacih, etc. También aquí la

Es bastante natural que los

solución consiste probabienente en amipartir las respsabilidades -y no sólo los costos- de la dis- tribución de documentos, entre los países en desa- rrollo y los desarrollados. Con esto se quiere sig- nificar que estos Gltirms deberlan contribuir a me- jorar el suministro de documentación reciente y re- levante sobre mterias que son de interés especffi- co para los prheros. A tal efecto se han propuesto diferentes mecanisnos: la compilación de un índice amplio y corriente de fuentes de información clasi- ficadas de acuerdo con áreas temáticas; la prepara- ción de informes regulares que den el panorama de un gran n h r o de temas técnicos; el -tratamiento por medios no formales de información presentada f o m h t e (a través de consultores de información simposios, etc.). En cada caso ello implica que la(s) nación(es) en las áreas desarrolladas debe(n) acirmir nuevas respansabilidades para proporcionar acceso a sus deflsitos de información, por medio de servicios ad hcc indicativos y de reacondicionamien- to de la infomcih, 16s bien que fiarse entera- mente en las posibilidades de selección y adquisi- ción de las bibliotecas y centros de documentación de los países en desarrollo. Algunos organisms especializados de la familia de las Naciones Unidas han dado ya pasos efectivos en esa dirección (por ej. la Organización para la Alinientación y la Agri- cultura, en Roma, mantiene un excelente servicio de información corriente y de diseminación sobre temas relacionados con Id investigación y el desa- rrollo agrlcolas, especiahte orientado a las zonas subtropicales). Su acción deberla ser estimu- lada y eventuahente coordinada a través de un or- ganisno internacional de asistencia técnica, ccm la Organización de las Naciones Unidas para el ksarroiio industrial organism establecido especiahte. Al mism tia- p, los acuerdos bilaterales o multilaterales debe- rian multiplicarse, a fin de que los servicios de información avanzados del hemisferio norte recibie- ran la tarea y los medios para actuar C<HIY) "mayo- ristas" especializados, con respecto a algunas o a todas las áreas en desarrollo.

Las bibliotecas y centros de docmentación de estas Gltimas, a su vez, deberían tmar mayores res ponsabilidades para el s u s t r o de datos biblio- gráficos sobre la literatura regional científica y técnica, en la forma deseada por sus corresponsales en la red mdial. Se ha sugerido, por ejemplo, que el Centro Nacional de Dxuwntación Científica de la India, en Nueva Delki, debería estar en condicig nes de distribuir datos para catalogación sobre do- cumentos científicos publicados en ese país, para lectura mecanizada, utilizando las n o m s adoptadas en otras partes del -0. A medida que la investi- gación y el desarrollo dejen de ser prerrogativas de unas pocas naciones privilegiadas, los acuerdos cooperativos de ese tipo negar% a ser genciales. Ellos deberán abarcar no sólo los aspectos técnicos, sino también los econ&cos de la transferencia de la información en este contexto particular, tales c m los diferentes precios de los servicios, las barreras aduaneras y tarifarias, etc. Un mecanim de coordinación debería tener la responsabilidad de integrar todos estos acuerdos dentro de una pollti- ca comprensiva y de proporcionar un instrumento de

tal

( m I ) , en viena, u otro

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5.2.2

deliberación permanente para todas las partes inte- resadas, tanto en las Sras desarrolladas ccm en las en desarrollo. En el Capítulo 8 se harán suges- tiones a tal efecto.

B. Entre tanto, debe tenerse presente que el con- traste entre los ricos y los pobres tiene otras di- msiones, aparte de las que acaban de examinarse. Después de todo, c m expresó recientaente un experto, "la India o Brasil son países con servi- cios de información alt-te desarrollados, que pueden servir c m ejemplo para algunos países que se ubican en la categoría de naciones avanzadas". Dentro de Europa misma pueden encontrarse ejemplos de naciones muy industrializadas en las que las fa- cilidades en materia de información están m y lejos de los niveles actualmnte asociados con la nder- nidad. Los países latinos, por ejemplo, en conjunto, no han desarrollado en gran escala las técnicas avanzadas de análisis y recuperación de la informa- cián que son c m e s en el presente en las naciones del grupo anglo-cajón. afirmar que ellos se encuentran ahora en la mi= posición relativa con resprcto a éstos Gltimos que, por ejemplo, la India o Brasil con respecto a Euro- pa Occidental. Sin embargo hay alguna diferencia en lo que respecta a las causas que en este caso puede tener el retardo: a los países en desarrollo les falta, sobre todo, el dinero, mientras que en algu- nos países europeos la carencia parece venir más de una falta de amprensión del problema que de consi- deraciones presupuestarias.

Aquí los retardos deben imputarse a decisiones politicas, 16s bien que a obligaciones econfmicas;

tal caso, el concepto de asistencia rooperativa parecería perder todo sentido. Sin abargo los usuarios podrían tener una diferente opinión: mu- chos de ellos miran con envidia las nuevas biblio- tecas y servicios de información que se están esta- bleciendo en países extranjeros, independientemente de su grado de desarrollo. Por lo tanto debería hallarse un wcanim para hacer frente también a estas disparidades, aún cuando ellas pertenezcan al dcpninio de la econda polltica m%s bien que al de la econda en sentido estricto. Un precedente, y quizás un niodelo, ha sido sentado en este caso en Europa Occidental, a través de la inteligente acción de la O.C.D.E. y su Grupo de Polltica de la Infom- ciÓn Científica y Técnica. Otro d e l o de concerta- ci6n internacional para el misno fin está siendo puesto en prsctica actualmente por los países del CAEM. La deducción 16gica es que el apyo a los servicios de información científica está logrando ser reconocido c m un sector de la econda polí- tica que se maneja mjor a través del esfuerzo de conjunto de todas las naciones. Los crecientes cos- tos del mantenimiento de tales servicios, especial- mente con la nueva tecnología de procesamiento y transferencia a distancia, están induciendo efecti- v-te a avanzar en esa dirección. Es de esperar- no obstante, que también otras mtivaciones influ- yan en cuanto a los fines de esas empresas coopera- tivas y no sólo en cuanto a sus medios. Los proble- mas econ6lnicos tendrían que ser tratados en el mx- co pertinente, que es de carácter político en el más noble sentido de la palabra: la universalidad

Y no es una exageración

del conocimiento cientlfico y W c o debe ser re- conocida por la sociedad mundiai, oam~ la universa- lidad de la educación misma, y es de la incunkacia de todas las naciones concentrar al máximo disponi- ble de sus recursos para campensar las diferencias econmcas en el acceso a la información científica de acuerdo con el tiempo y el lugar. Puesto que el problema es w e n t e y de alcance mundial debe- ría ponérselo en m o s de un ente también interna- cional y pemente: se harán propuestas sobre este punto en el lugar correspondiente (Capítulo 9).

5.2.3. AüAPTACIONES EN EL CAMPO PROFESIONAL

A. A pesar de los factores determinantes externos que han sido examinados en las dos Gltirras seccio- nes, el futuro de la información científica está en gran medida condicionado por el ccairportamiento de la profesión en el marco de circunstancias cam- biantes. La palabra "profesión" puede parecer poco clara: la razón es que muchas y diferentes catego- rlas están involucradas en el proceso, todas las cuales tienen que adaptarse a los nuevos requeri- mientos y a las nuevas f o m s -intelectuales, téc- nicas y de organizacion- de afrontarlos. Una de tales categorías es la misma coanunidad de los usua- rios. Se ha mstrado ya que la frontera entre h- vestigadoresy dccumntalistas se ha desplazado algo COITD consecuencia de la necesaria participación de los unos en funciones que anteriormente estaban más o m o s reservadas a los otros: confección de red m e s analíticos, indización, elaboración de clasi- ficaciones y tesauros, provisión de revisiones va- lorativas y de informes de puesta al día, decisi6n sobre el valor informativo de los documentos o su obsolescencia, etc. Se deduce de esto que los cien tíficos, o al menos algunos de ellos, deberian re= cibir actualmente una cierta cantidad de adiestra- miento en las técnicas de la transferencia de la información, a fin de que puedan cooperar con los dccumntalistas en la ejecución de las tareas arrL ba mcionadas. Inversamente, la función de los bibliotecarios y documentalistas cientificos debe ser revisada, en dos aspectos: prinero, un conoci- miento más profundo del lenguaje y los resultados de la ciencia es necesario para ejecutar inteligen- ternente aún la forma más elemental de catalogación por materias y de indización de doam=ntos en cual- quier campo especial: segundo, se necesita una nue- va ccanpetencia en disciplinas tales cc~llo la lin- guística, la matemática y las ciencias de la compu- tación, en tanto y en cuanto ellas están contribu- yendo a la evolución de métcdos más perfeccionados y caplejos de análisis y recuperación de la infor- mación. En verdad, alaiplear la denminación más noble de "científicos de la información" se busca la prmión de los "documentalistas" a un status más elevado: y los tecnicims de la profesión han llegado a ser tales que pronto puede resultar nece- sario dividir a ésta en varias ramas separadas, por ejemplo, procesamiento de lenguas naturales, organL zación y mantenimiento de ficheros mcanizados,etc.

Pocos paisesr aún entre los "grandes", han desa- rrollado hasta ahora programas adecuados de educa- ción para hacer frente a ese desafío. -Es natural que aquellos que lo han hecho sean los que están

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5.2.3

nbs avanzados en el campo de la ciencia de la infog mación: el proceso tiende así a ser amlativo y las diferencias de capacitacih amentan a medida que las nuevas &micas de la información a su tur- no proporcionan oportunidades para el adiestramien- to práctico de usuarios y transformadores de la dm- mtación.Este fenheno es demasiado bien conocido: no es sino la causa "natural" de las diferencias en el desarrollo econhico e industrial de un mundo de recursos desiguahte distribuidos. Ei sector de la transferencia de la información no constituye una excepción; sólo que las disparidades que en él se observan en punto a educación tienen un efecto adicional sobre el acceso al conocimiento en otros sectores. Las consecuencias a largo plazo de los retardos en la ciencia de la información son, por consiguiente, enoms. Sin embargo, no resulta evidente que este hecho trivial haya sido reconoci- do por los planificadores de la ciencia y la educa- ción en todas las naciones. Algunos paises en desa- rrollo han -do medidas útiles, con la ayuda de la Unesco y de otros organisrnos, para elevar el ni- vel de formación de los bibliotecarios y doclimenta- listas: por el contrario, algunos países desarro- llados no lo han hecho, por razones gue les son propias (véase sección precedente, B). Una vez nbs no es válido en este caso el es- simplificador que todo lo reduce al contraste entre econdas avanzadas y retrasadas: y es necesario estar dis- puesto a aceptar un cuadro más mnplejo, dentro del cual algunos países industrializados de Europa pue- den hallarse en desventaja con respecto a otros de Sud &rica o Asia, en lo que atañe a las oportuni- dades educativas ofrecidas a los bibliotecarios y científicos de la información.

Los progresos hacia las extensiones e intercone- xiones mundiales de los sistams de informaciÓn,tal c c m ~ se los ha explicado en el capítulo anterior, no saportan tales disparidades, excepto bajo las ingratas formas del imprialisrm o el colonialisrno, sólo superficialniente corregidas a tal efecto. Es esencial que todas las partes que intervienen en la explotación de sisterras de informaci6n internacio- nales sean intelectuahte autosuficientes, esto es, que sean capaces de encargarse de la gestión y de rrejorar un &sistema plenamente desarrollado, a los misnos niveles que el conjunto, sin tener que depender de la asistencia externa o reducir el al- cance de su contribución por falta de personal capa citado. Si este objetivo es aceptado, no queda en- tonces otra alternativa que desarrollar un programa educacional mínimo para la formación de especialis- tas en la investigación y la práctica de todas las ramas de la ciencia de la información, prqcama que debe ser administrado sobre bases regionales (véase más adelante, sec. 6.5.).

B. Hay otros grupos profesionales afectados por los cambios que se están realizando en las mdalidades del tratamiento de la información. Los redactores y los editores han sido mcionados anteriormente co- m participes necesarios en la tarea de mejorar la presentación y circulación de las revistas o perió- dicos (véase 5.1.2). La interacción entre especia- listas en información y cientificos en general se facilitaría con el establecimiento o el fortaieci-

miento de asociaciones de redactores, regionales y/o sectoriales, por cuyo i n t d i o las innovacio- nes podrían ser discutidas, puestas en práctica y ajustadas, nbs fácihte que a través de dltiples acuerdos locales no correlacionados. La reflexión y la acción concertadas sobre mterias de interés ccanún para editores, redactores de revistas y espe- cialistas de la información, -€a así desenvol- verse; esas materias incluirían no sólo lo relativo a las normas sobre formatos o tipografía, sino tarrc bién la participación de los autores en la confec- ción de reshnes analíticos y en la indización, el papel que ha de amplir la supervisión por parte de la redacción, esquemas cooperativos para ccanpartir los costos de la entrada de los datos, o de la expe dición anticipada de material a través de mejores medios de cmicación, etc. Algunos problemas per- mentes, tales m la posible revisión de los ob- jetivos y principios de la documentación primaria, serían también mejor discutidos con los editores: otros problemas abiertos a este misno alto nivel, son la argumentación en favor de repositorios para el almacenamiento de compilaciones de datos no pu- blicados, la revisión de las prácticas actuales en materia de dep6sito legal, la armonización de pre- cios y, finalmente pero no lo menos importante, el tema de los derechos de autor, sobre el que tanto se ha escrito en los últimos diez años. Este tema es de particular interés para los editores cientí- ficos, por dos razones principales: la primera es la importancia creciente de la reprografla en la difusión de docmntos científicos, y la segunda, que se espera actuahte de los editores que sumi- nistren los datos de entrada para los sistemas auto- macizados de distribución (de información) , si no que manejen ellos misnos esos sistems. El problema de los derechos de autor (que tiene muchos otros aspectos: véase más adelante, sec. 7.5.), a6n cir- cunscribiéndolo a las dos cuestiones mencionadas, no puede serAesuelto por la acción separada de los legisla ores nacionales: las prácticas diver- gentes podrí $l llevar a una situación en la cual la cxpdición de información científica a través del mundo suscitaría más dificultades que nunca antes. En consecuencia, los asuntos de la propiedad intelectual deben ser tratados a nivel internacio- nal, al misrno ti- que se los debate dentro de cada nación o grupo de naciones para sus propios fi nes .

C. Frecuentemnte, el editor de una publicación perimica primaria, revista o serie, es una socie- dad científica o una asociación profesional, con especial ccanpetencia en una determinada área de la ciencia o la tecnología. Las asociaciones científi- cas tienen también un papel importante que des-- Ííar en la prmción de la transferencia de la infor maciBn en general, tanto dentro ccp1a3 fuera del gru- po de sus miembros. Muchas de ellas han sido - y continúan siendo - los agentes principales de los cambios en los sistemas de información científica, desde el punto de vista de la preparación (y actuaL m t e de la puesta en práctica) de esquemas ccmpren_ sivos para el tratamiento de la información en sus campos respectivos, a nivel nacional o regional. ütras se han esmerado en hacer conocer a los cien-

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5.2.3

ficos la nueva mtcdoiogla y sus irrrplicaciones, en cuanto a su propia participación m prcductores y cansunidores de la información, etc. Parece haber, de hecho, una alta correlación entre la vitalidad de las asociaciones científicas de una región y la receptividad de los cientificos a los beneficios potenciales de las innovaciones que les son propueg tas en la esfera del tratamiento de la información, a pesar de la carga adicional de trabajo que esto implica a veces en el CCBnienzo. El resultado es, una vez más, el desequilibrio en la situación m- dial, pues las asociaciones profesionales más acti- vas o más activamente sostenidas -en razón de su carácter esencialmente nacional- contribuyen a ampliar las diferencias de desarrollo entre una re- gión y otra, o entre uno y otro sector, con respez to a las facilidades de información. Por supuesto, la respuesta 110 puede ser paralizar las ascciacio- nes más dinámicas, reduciendo los fondos que ellas obtienen de los gobiernos o la industria, sino más bien establecer algún tipo de mecanim internacio- nal, para estos dos fines complementarios: (a)trans formar en equipos internacionales, siempre que sea posible, los grupos de estudio locales, constitui- dos en diferentes palses por asociaciones profesio- nales para mjorar los recursos de información en sus capos respectivos; (b) transferir el patro- cinio (aunque no necesarimte la dirección) de tales esquemas, de Bs sociedades científicas nacig nales a otras internacionales, cam una cuestión de principio, de modo que los planes elaborados en ca- da país puedan ser sistemáticamnte probados y re- visados en un foro rinuidial (véase más abajo, sec. 6.4.4.).

5.2.4. -ION hlTRE SI-

A. bajo este enunciado es el de la redistribucih de las tareas que implica la integración horizontal de los actuales sistemas de informaci6n, en un intento de reducir las duplicaciones innecesarias en todas las etapas de la transferencia de la infomcián: catalogación, ccmfección de resúmenes analíticos, indización, almacenamiento y recuperación, disemi- nación, reproducción y entrega de documentos, consg lidacih, etc. (sec. 5.1.3). A primera vista el problema parecería ser más de carácter organizativo que t6cnico: consiste en una nueva asignación de respcnsabilidades, de d o que cada una de estas -raciones sea efectuada sólo una vez -en un caso ideal-, disposición de todos los centros que tienen necesi- dad de ellos parareorganizarlasy distribuirlos por diferentes das, a distintos usuarios. Innecesario es decir que este modo de fomlar los fines de la interconexión de sistmas es totalmente inadecuado para describir cualquier esquema actual. n?ringún campo o disciplina particular se halla tan netanien- te separada o duplicada la distribución de tareas: fusiones verticales se dan en diferentes cabina- ciones y en cuanto a la distribución horizontal, r a r m t e significa repeticiones estrictas delmis- m proceso que conducen a idénticos productos. Del mimo d o , la distincián entre transferencia "ma- yorista" y "minorista" puede ser una constnicción

El principal de los problemas que se encierran

en tanto que sus productos son piestos a

mtodol6gica útil, para explicar c&m la econcmEa general de la transferencia de información es su- ceptible de mejoramiento por la concentración de algunas aperaciones (acondicionamiento inicial) y la descentralización de otras (reacondicionamiento final), pero nunca es t o t a h t e corroborada por los hechos. La razón es que algunos servicios de información, creados CCBI~O mayoristas (por ej. los grandes centros nacionales del tipo soviético y francés) peden hallar que es posible y conveniente hacerse cargo de ciertas tareas de minorista, con respecto a grupos especlf icos de usuarios; e, in-

actuar c m minoristas, pueden verse en la necesi- dad de q l i r las funciones de acondicionamiento inicial, cuando ningún otro organim los ejecuta (por e!., servicios dedicados a determinados campos de aplicación que dependen grandmte de fuentes informales o inéditas), etc.

Sería completamente falto de realim, en conse- cuencia, sugerir que la transferencia de la infor- mción podría o debería ser organizada de acuerdo con los lineamientos de un d e l o abstracto, ente- ramente racional, que incluyera todas las duplica- ciones y supusiera intercmbios mundiales absolu- tanwte fluidos de los productos intermedios en cada etapa del proceso. Miestro intento aquí tan SBlo pretende demostrar que hay lugaf para alguna coordinación de esfuerzos dispersos, especialmente en las prjnieras fases de la transferencia de la infomción (catalcgación, atractación, etc. ) . tamando un camino jntemedio entre las duplicacio- nes extrms y la integración absoluta. Cuál debe- ría ser este camino y & lograr el equilibrio ha de depender, durante mucho ti-, de parSrcetros locales cuya gran variedad excluye cualquier regla de carácter general.

B. Esta aproximación empfrica, paso a paso, a la cooperación entre sistmas requiere, no obstante, algunos mcanisms fomles, más allá de la m r a acurmilación de acuerdos bilaterales o multilatera- les. Una de las razones que as€ lo determinan es la necesidad de normas m e s , a las que se ha dedicado una s e c z n p l e t a (5.1.4) : aunque mu- chas organizaciones nacionales e internacionales han estado luchando con este problema, se mmtiene la situación desalentadora de que no se pudecontar tcdavia con ninguna unificación mundial en cwlquie ra de las mchas facetas del tratamiento de la in- formación, desde las reglas de catalogación hasta las especificaciones para las cintas. Esa situacih puede cambiar pronto, sin embargo, a d i d a que un nCmier0 creciente de sistemas de informaci6n tengan que adoptar normas ccminuies para propósitos de inte- gracih horizontal. Esta tendencia se manifiesta con entera claridad en todos los ejemplos que se dieron en el capltulo precedente: reglas idénticas para descripciones bibliográficas, tesauros ccmpa- tibies, cintas convertibles, etc., están siendo desarrolladas por el SIM (Austria), AEC (EXJA), INSPJX (Reino Unido) , N I 9 (EUA) , etc., en oprtu- nidad de establecer sistemas cooperativos mundiales de tratamiento de la informaci6n. Es probable que se multipliquen los acuerdos similares, a iniciati- va local, en mchos más campos y países; y existe

versamente, centros más pequeíios, creados para

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5.2.4

el riesgo de que las normas adaptadas en cada caso sean diferentes, por razmes ccmprensibles, tales C<Z[IO las tradiciones bibliotecarias, la campatibi- iidad con los registros anteriores, los equipos de que se dispone, etc. Por lo tanto, lo que se nece- sita es mds bien que un nuevo organism de normali- zación, un mcanisru, de coordinación establecido con el objeto de reunir infomción sobre las nor- mas empleadas o propuestas en los sistemas que se están desarrollando, y de sugerir ajustes aptos pa- ra facilitar interconaiones W i a t a s o futuras (sec. 6.2.).

C. Del mis00 modo, se necesita intensamente la coo- peración internacional en materia de técnicas de telecmicación, CCIIKI se ha visto en la sec. 5.1.5 Es dificil exagerar la significación de aquéllas para el progreso de la intercorrexión de sistemas y no está lejos el tiempo, probablmte, en que los satélites de información científica y técnica (scientific and technical information satellites: z a n esta- cionados alrededor de la tierra C<Z[IO una nueva rama de "Ccmsats" c<miiminication satellites : satélites de corinuiicación) especializados, siguiendo a los satélites mteorológicos, para fines educativos, para la navegación, etc., destinados aquéllos a sa- tisfacer los requerimientos de los científicos en materia de cmnmicación, tal c m se los ha consi- derado en este informe (14). Mucho queda por haer, sin embargo, a fin de: (a) prmver acuerdos inter- nacionales sobre la utilización cconpartida de re- dios de telecanunicación para la transferencia de la información cientifica; (b) impulsar prcgramas de asistencia técnica bilateral o mltilateral para ccmpletar los eslabones que faltan en los sistemas de caarninicación mundial, especialrriente en los paí- ses en desarrollo; (c) elaborar normas adecuadas para la convertibilidad entre los mdios de c m i - cación y para hacer posible la conexión de los sis- temas en el plano mundial, ek. &I el capitulo si- guiente (sec. 6.3.) se examinarán mcanims para tal fin.

5.2.5. EWWJACION Y COMPRESION

DI varios lugares de este informe y desde dife- rentes ángulos, se ha tocado el tema de la "evalua- ción y canpresión de la información cientlfica", tal ccm3 se lo discutió en el Grupo de Rabajo Unesco/CIüC de esa denanimción: (a) com~ una par- te inherente del proceso de transferencia de la in- formación (capítulo 3), sea que se trate de dcanwn tos (sec. 3.2.6. C) o de datos (sec. 3.2.6. E); (b7 ccmo un asunto de especial imprtancia para el pro- greso de instituciones relatimte nuevas en el campo de la carrninicación cientlfica, esto es, los "centros de (evaluación de) datos" y el surgimiento de redes internacionales de dichos centros (sec. 4.3.4.); (c) ccm3 uno de los problemas cjue en el presente capitulo se señalaron c m dignos de una mayor consideraci6n (sec. 5.1.2. C, D). Lo substan- cial de este asunto puede ser resumido en dos pro- posiciones: (i) p r h o , el volunu?n creciente, la dispersión y la especialización de la información ccmprendida en docunwtos o en los bancos de datos,

debe incitar a la comunidad cientffica a dedicar más atención y más esfuerzo a la continuada organi- zación y reorganización de este conocimiento, por medio de los mcanisms de selección, evaluación, amdensación y sintesis de la clase de los que se utilizan en el misno proceso de investiga- ción; (ii) segundo, CCCIY> consecuencia de lo que acaba de decirse, los especialistas en información deben cooperar d s estrechankmte con los investiga- dores en este campo, para el desarrollo de instru- =tos efectivos de evaluación y sfntesis en el ámbito de la ciencia (con respecto a &todos, persg nal, programas de orientación, centros especializa- dos, etc.), sobre bases naindiales y mltidisciplina rias. A tal efecto se recavadarán más adelante aiz gunos proyectos piloto (sec. 6.4.1., C, D).

5.3. LA NACIENTE REALIDAD DE UN S I S ~ PmDm DE INFOPMACION CIENTIFICA

El examen precedente revela un cceibin denceninador en los muchos remdios diferentes que parecen apro- piados para superar los principales problemas de la información científica: todos ellos se refieren a la acción internacional como un factor esencial del progreso en la utilización mundial del conocimiento cientifico y técnico. ios métodos pueden parecer diferentes de acuerdo con el problema u objetivo de que se trate; sin embargo, luego de una mayor con- sideración, se advertirá que un marco conceptual unificado puede ser propuesto para integrarlos a tcüos en Un esquema Sin&iar, esto es, Un sistema mundial de información científica bajo patronazgo internacional.

5.3.1. SINOPSIS. DE LA ARGUQWTACION

&I una sección anterior, los requerimientos de un hipotético sistema mdial de informaciÓn cien- tifica fueron aqrupados bajo tres amplios titulares (a) cooperación regional e internacional; (b) par- ticipación de autores y de usuarios; (c) nuevas formas y técnicas de transferencia de la informa- ción (sec. 3.3. y Figura 3). Las acciones normati- vas sugeridas por el análisis de los sistems en funcionamiento que se ha hecho en la sección ante- rior se ubican dentro de las mismas categorías.

A. El tema principal es el de la necesidad de coo- peración regional e internacional. Ella se manifies ta en cada una de las cinco áreas que acaban de ex- minarse -barreras ididticas (sec. 5.2.1.) , asun- tos de econda política (sec. 5.2.2.), ajustes pro fesionales (sec. 5.2.3.1, interconexión de sistems (sec. 5.2.4. ) , evaluación y compresión (sec.5 -2.5) y cubre un amplio espectro de t&picos de carácter organizativo, econhico y iScnico.

hipezando con la cooperación en materia de orga- nización, se advierte su necesidad en mchas áreas: (a) la reasignación de responsabilidades al tratar de los diferentes pasos o facetas en la transferen- cia de la información, sobre bases mundiales, para evitar duplicaciones irrrprcductivas; (b) la concer- tación regional para la formulación y el contralor de politicas canunes de información por underto númro de estados independientes, sobre bases geo-

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5.3.1

políticas, linguísticas o sectoriales; (c) la ges- tión de programas roaperativos específicos, en áreas tales c m la obtención de documentos, la di2 ponibilidad de servicios de traducción, las facili- dades educativas, etc. ; (e) el estlrtnilo y la m r - dinación de planes locales que involucren a redac- tores científicos, editores, sociedades profesiona- les, etc., destacando la necesidad de relacionarlos con esquemas similares de otros países, siempre que sea posible, etc. En cada caso, la cooperación pie- de establecerse a diferentes niveles: regional (sea dentro o por encima de los lhites nacionales), na- cional o mundial: frecuen-te las tres articula- ciones pueden ser convenientes desde el punto de vista de la gestión. Pero el objetivo final, nece- sarimte,es la coop-ración mundial, en vista del simple hecho de que el conocimiento científico y tScnico no puede ser fraqmmtado en unidades,mo- res. Del misno mdo, puede ocurrir que el esfuerzo de cooperación conduzca a veces a la formación de redes locales -por ej., para la distribución de da- tos bibliográficos, para la provisión de docurruin- tos, el intercambio de reshes analíticos, etc.- bajo la autoridad de organims existentes, regio- nales o nacionales: sin embargo, el resultado final es necesariamente una red mundial, por Ias mimas razones señaladas más arriba: las redes locales no pueden ser consideradas ccmo unidades autónms, puesto quetodas ellas se ccupan de la mism subs- tancia indivisible, el conocimiento científico.

B. Se sigue de allí que la adopción de políticas o los organismos ejecutivos a nivel nacional, no son la respuesta final a los problemas organizativos del manejo de la información. Esto es particulm- te claro cuando se llega a la participación de los científicos en el proceso, tal cano se la requiere para muchos fines: cons?xucción de clasificaciones y tesauros especiales, contribución al suministro de resbes analíticos o €ndices, preparación de revisiones de la información corriente, informes evaluativos, etc. Para hacerlo así los científicos pueden ser reclutados en el cuadro de grupos res- tringidos y aún dentro de determinadas naciones; pero ellos sirven a los intereses de una d d d más amplia y su participación en la transferencia de la información, por lo tanto, debe ser organiza- da sobre bases más amplias que la estrictammte nacional. h su carácter de autores o productores de información, ellos tienen que observar reglas estillsticas, formatos de resúmenes analíticos, es- quemas de indización, etc., que no deben ser fija- dos separadarnente por cada nación. h cuanto usua- rios o consumidores, los científicos tienen que ser adiestrados en el manejo de los medios más ccanple- jos de recuperación de la información, dentro y fuera de su campo particular; por ejanplo, lengua- jes de la información, que son internacionales en esencia, lenguajes de transferencia y/o conversacio nales para la exploración con cmptadoras indepen- dientemnte de su ubicación geográfica, etc. Por esta razón, la adaptaci6n de los científicos a los requerimientos de los sistemas rrcdernos de informa- ción debe ser planificada sobre bases mundiales.

A la misma conclusión se llegó con respecto a los especialistas de la información (bibliotecarios,

-talistas, etc. 1 con una motivación adicional; las diferencias regionales en su nivel de ccqeten- cia (en igualdad de las restantes condiciones), son un importante obstáculo a la libre circulación de la información cientlfica a través del mundo. Ade- más, la creciente ccínplejidad de los sistemas de información mltinacionales, con respecto al anSli- sis y _elaboración documental, exige que t&os los que participan en la aperación, a cualquier título y en cualquier país que sea, reciban una formación similar, que los capacite para comprenderse mutua- m t e y para colaborar en los m i m s términos al progreso de la transferencia de la información. Se ha sugerido la creación de centros regionales de educación en información científica, para los conti nentes en vías de desarrollo, el concepto puede m y bien generalizarse, hasta el punto de confiar a un grupo internacional la misión de elevar los niveles profesionales de los especialistas de la informa- ción en todos los países - incluyendo algunos de los más desarrollados - por todos los medios que parez- can apropiados. No cabe esperar que funcione satis- factoriamente ninguna coparticipación inmacianal si no se da cierta prioridad a este requerimiento intelectual.

C. para el progreso de la transferencia de la infom- ción, vale la pena observar nuevmte que todas ellas postulan una dimensión internacional. Los lenguajes avanzados de indizacih y clasificación l w a n su máxima utilidad cuando son mutuaniente ccerq-tibles, por encima de las fronteras naciona- les: y la investigación mundial debe ser esthlada en sus esfuerzos para desarrollar estructuras meta- lingulsticas que puedan servir para la conversión recíproca de dichos lenguajes. h el problema cone- xo de transformaci6ndel lenguaje natural, también la investigación se beneficiaría con contactos in- ternacionales más estrechos, puesto que las metodo- icgías propuestas raramente son específicas para un idicana en particular. De un modo 16s general, se ha mostrado que las conexiones mundiales son indispen- sables, tanto intelectual c m físicamente, para resolver los problemas tEcnicos de la normalizaci6n y la telecarminicación en el campo de la transferen- cia de la información. Y nin- otro mecanism fue- ra de la coordinación y la supewisián por una orga nización internacional satisface, s@ se ha mos- trado, los requerimientos que en cada caso se pre- sentan en lo que atañe a la gestión.

5.3.2. UN "SISTEMA O RED MüNDIAL DE IIWORMACION

h lo que concierne a las medidas más Gcnicas

C ~ I F I C A " - DEFINICIONES La expresión entre canillas puede ser objeto

ahora de una nueva definición, sobre la base de las evidencias que se han recogido. Reuniendo todos los hilos de nuestro análisis hemos llegado a un punto en el que poden-~s proponer un esquema integrador bajo el título indicado, esto es, un "Sistema Mun- dial de Información Cientlfica", con algunas reser- vas, sin embargo, en cuanto al significado de la palabra "sistam" en este contexto.

un cierto n h r o de supuestos: (a) que la información cientí-

El aludido esquema da por aceptado

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5.3.2

fica y técnica, contenida principaimnte en las fuentes impresas n-ás formales, es propiedad de to- das las naciones; (b) que esta literatura m e s a , publicada o inédita, pueda ser considerada por esa razón cam un capital colectivo, del cual la infor- mación es extractada, organizada,tgansformada, eva- luada, reacondicionada, etc., en una variedad de formas, por el esfuerzo concertado de todos los países; (c) que estas operaciones, en la "cadena de transferencia", se ejecutan n-ejor a través de una división mundial del trabajo entre tdas las partes, con la debida consideración -pero sin suje- tarse necesariamente- a las divisiones geopolíticas existentes; (d) que el producto o salida de cada parte, en cualquier etapa de la transferencia, pue- de ser obtenible para servir de entrada en otras partes, bajo reserva de la aceptación de n m s co- munes; (e) que tales normas es& a nuestro alcan- ce, siempre que se establezcan mcanisms adecuados para apresurar su definición, ratificación y puesta en práctica por tcdas las partes.

En este caso, un "Sistema Mundial de Informacih Científica", es cualquier conjunto canplejo de re- gias y de m o s que pueden mcebirse con el pro@- sito de realizar el cancepto de una caparticipación mundial en la transferencia de la infomcibn cien- tífica y técnica, desde productores a usuarios igualmente dispersos en todas las regiones del pla- neta. Esta definicih preliminar tiene varias hpli caciones. (a) Una de las principales es que en este "sistema" no tiene cabida la centralización de la elaboración mundial, tal com~ algunos lo han propuesto (véase más arriba sec. 2.1.) ; por el contrario, las opera- ciones actuales de catalogación, análisis, disemi- nación, etc. han de cantinuar en las manos de los servicios existentes, y sólo deben ser ajustadas de acuerdo con esquemac voluntariamnte canvenidos, a diferentes niveles -sectorial, regional, nacional, etc.-, global entre costo y rendimiento. En tal sentido el sistema mundial, debe ser considerado cano un "sistema de sistems", o mejor aún, una red de sis- tenas, cuyos cmrpnentes son los sistems de infor- mación que funcionan en el m o , cualquiera sea su ámbito (general, limitado a una disciplina, a un campo de aplicación particular, etc.) y su status (gubernmtal, institucibn de bien público, c m r - cial, etc.). m la medida en gue algunos de estos camponentes pueden ser organizados ellos m i m s en redes regionales o sectoriales, la expresión "red de redes" resulta también apropiada. go, hay un sentido en el cual el esqueva propuesto puede ser calificado cam un sistema por derecho propio. Las "reglas y medios" m e s que proporcig nan las bases para la interacción de los ccmpcnentg se designan frecuentemnte ccam sistemas , y aun c m redes, en algún sentido especial. Las siguien- tes expresiones, recogidas en dcmxentos preparato- rios para el presente estudio, atestiguan esa ten- dencia: un sistema (o red) mundial de tftulos ahrg viados (periódicos, series, etc.); un sistema mun- dial de códigos para lectura niecanizada de descrip- ciones bibliográficas; un sistema mundial de indicg doren de materias, etc. Lo que en tales casos se quiere decir es que se necesita alguna sistematiza-

de documentos en un sólo instituto

con el pro@sito de n-ejorar la relación

(b) Sin embar_

ción de las prácticas actuales, en keas específi- cas del tratamiento de la información (por ej., las citas, el registro mcanizado, la categorización por materia, etc.) , a fin de facilitar la integra- ción horizontal.

~n lugar de disputar acerca de esta u otra acep- ción del término, nos parece preferible dejar en claro que los dos significados se taMlrán m can- plementarios a los fines del presente estudio: un sistema mundial de información cientlfica (o red) es un conjunto de canponentes interrelacionados que manccrrainadamente transmiten la informacián de los productores a los usuarios (sentido a) , siguiendo reglas y procedimientos iüénticos o ccmpatibles, con vista al intercambio y a las interconexiones m- diales (sentido g) . Cada ccmpnente puede ser desip nado individuahwnte cam un sistema, con respecto a su integracih interna (vertical), o también ccam un sub-sistema, en relación m n sus conexic- nes externas (horizontales) con otros ccmponentes de la estructura mundial. La Figura 4 es una sinop- sis del tipo de organización que se propne, prese tada del d o más esqudtico.

5.3.3. CoMpONENTES DE LA ñEü

las definiciones que se han dado más arriba, los ccanponentes de un sistema mdial de informa- ción cientlfica son de dos clases: (a) servicios dispersos, responsables de la transferencia verti- cal de la información desde los prcductores a los usuarios en un área específica (sectorial y/o geo- gráfica) ; (b) reglas y medios utilizados en el prcceso de transferencia horizontal de un servicio a otro. Estos últims ccanponentes, g, y su papf en el establecimiento de un sisterm mundial, han sido examinados en secciones anteriores (5.1.4 y 5.2.41, de d o que &lo nos resta un problem @cnirx> ccm- cerniente a la naturaleza de las reglas y medios que podrían ser propuestos para el Sistema Píundial de Información Científica. Indicaciones generales sobre este tem se darán en un capltulo posterior

orqmizacibn surge un interrogante: i sobre qué principio deberla basarse la distribución de tareas entre centenares de servicios de información, para que la eficiencia global de la red mundial sea máxima con costos mínjn-os?

(Cap. 6). En cuanto a 10s CcanpOnen~S a, Y Su

A. se puede responder aquí de un d o muy preciso. Hay que tener presente, por una parte, que el problem no puede ser estudiado in vitro (en cuyo caso la respuesta más probable pdrla ser también que la solución es un único centro mundial, (véase más arriba sec. 2.1), sino tomando en consideración tc- dos los hechos prácticos de la vida que limitan seriamente nuestra libertad de acción. Sistemas de Infomción altarwite avanzados se hallan actuam- te en funcionamiento, cam resultado de inversiones intelectuales y financieras de considerable magni- tud; hemos mncionado sólo unos pocos de ellos, en la sec. 4.3, para ilustrar el punto y también la diversidad que presentan estos sictenas en cuanto a status y funciones: nacionales, privados, interna-

Es ésta una cuestión muy ccanpieja a la que no

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Figura 4.- m n e n t e s de un Sistema Pkudial de Información Científica

Subsistemas pr incipales

o

o

a

Servicios individuales

,I, USUARIOS

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5.3.3

cionales, orientados por disciplina, orientados por misión, mnofuncionales, multifuncionales, enciclo- pédicos o estrecharente especializados, etc. Sería totalmente falto de realidad imaginar que cualquier reordenamiento drástico -fa ser logrado en este contexto con un sinpie plumazo; tampoco podría es- perarse razonablmte que lospatrocinadores de los sistemas más grandes y eficaces a que se ha hecho alusión vayan a respaldar cualquier esquema que implique la transferencia total de su control a otras m o s , en beneficio de una probldtica ra- cionalizacib mundial. Memás, es probable que el estado actual de cosas t m verdaderamente en cuen- ta, siquiera implícitamente, alguno de los princi- pales parktros que esa hipotética racionaliza- ción tendría que considerar: por ejemplo, el sirrrple hecho de que nin6u-i país fuera de la URSS se halla en posición de manejar efectivamente la literatura publicada en ruso, y eventualmnte de armonizar la transferencia de la información en un área geolln- guística más extensa, en la que el mso es actual- mente el idim mdn; o también, el hecho de que el Organismo Internacional de Fnergia A m c a , en razón de su estatuto, es la ubicación más 16gica para el manejo de un sistema mundial de elabora- ción de la información en el campo de las ciencias nucleares, etc. Muchos ejemplos de esta clase po- drian darse, en los que la distribución de responsg bilidades que se observa parece sacar el mejor par- tido posible de las restricciones y recursos exis- tentes, aún desde un punto de vista mundial. Lo que aquí se propne ccmu punto de partida es, por con- quiente, que un científica debería ser construido sobre los servi- cios existentes, más bien que sustituir a éstos o agregar otros nuevos, en la m=dida en que esta po- lítica sea compatible con un mlnimo de racionaliza- ción que debe ser definido mediante el consenso de todos los interesados.

sistema mundial de información

B. Surge aqui una segunda cuestión: ¿es concebible que miles y miles de bibliotecas y servicios de in- formación de toda clase sean así integrados en una red única, sin ninguna modificación en la estructu- ra general y las funciones del ccarrplejo del cual forman parte actuairrente? aspectos. Por una parte, si esto fuera as€, ello significaría que ya estamos gozando del mejor de los sistemas posibles, con escasa necesidad de cual quier superestructura adicional. El análisis hecho- en la sección 5.1 no apoya esta opinión optimista. Por otra parte, ninguna red de tan amplia extensión c m la que estams considerando puede ser operada sin una estructura de múltiples niveles, que permi- ta integraciones locales de variado alcance y for- mas de actuar. La sección 4.3 ha tenido el propósi- to de mostrar y e todos los mayores sistems de in- formación, en funcionamiento o en desarrollo, fue- ron ya organizados en forma de red bajo muy diferentes aspectos (entrada descentralizada, intercambio de salidas, secuencias organizadas de procesamiento y reprocesamiento en diferentes cen- tros, etc.) . Parecería, por tanto, que ellos han de ser partícipes ideales en la empresa propuesta, tanto en razón de su propia participación en proyeg tos cooperativos de similar inspiración, m con- siderando su capacidad para actuar c m relés o

La respuesta tiene dos

nudos locales dentro de la red global. En este caso la respuesta a nuestro segundo interrogante es que los problemas de la integración mundial no pueden ser tratados al nivel mínimo de los miles de biblig tecas y servicios de información que funcionan en tcdos los sectores y pafses; sino que preferible- mente debe hacerse a través del nivel intermedio de las redes locales establecidas, que tienen la ven- taja de estar ya controlando o mnizando las ac- vidades de aquellos nmerosos servicios.

C. La palabra "local" en este párrafo no se refie- re solamente, ni aún principalnwte, a la ubicación geográfica. Un sistema o red especializado en una disciplina o subdisciplina es local con respecto al conjunto del conocimiento científico, incluso si cubre la literatura mundial en ese sector de la ciencia. Del mi= modo, un centro mundial de traduc ción es local con respecto a sus funciones en la cadena de transferencia, etc. Surge entonces una tercera cuestión, concerniente a los méritos rela- vos de cada categoría de redes locales, como articu- laciones preferenciales de la red mundial. (a) Pa- ra algunos, los sistemas organizados en función de una disciplina o de un campo de aplicación particu- lar, de alcance internacional (por ej. el CAS, el mSPEC,etc.) o de jerarquía internacional(por ej. el C I ~ ) , son las unidades "naturales" de un siste- ma mundial, por dos razones: las fronteras naciona- les nada significan con respecto a la información científica y 410 una red internacional puede hacer el mejor uso de los r a s o s intelectuales en un sector específico, independientewnte de su locali- zación geográfica. (b) Para otros,inversamnte, los sistems nacionales o regionales constituyen las unidades más adecuadas, basándose en que una acción legislativa y ejecutiva es necesaria para llevar a la práctica un sistema mundial, y que sólo los gobiernos pueden hacer efectivos dentro de su propio territorio los postulados de un esque- ma internacional. Ninguna de esas dos posiciones puede ser aceptada en su forma extrema y exclusiva. Alll donde la iniciativa y la sagacidad de los cien- tificos son tales ccmo para instituir en un campo específico (disciplinas o área de problemx), un sistema de infomción que satisfaga los requeri- mientos de todos los usuarios potenciales a través del mundo, verdaderamente es mejor que las autori- dades nacionales queden fuera de la escena. Sólo que se pueden tener algunas dudas acerca de la ca- pacidad de las sociedades profesionales y las unio- nes científicas para resolver por sf solas,todos los problemas, especialmente aquellos que tienen que ver con los aspectos econámicos (sec. 5.1.1) y las telecmicaciones (sec. 5.1.5) , por ejemplo, que exceden la ccanpetencia de las sociedades cien- tíficas en las normas básicas. A la inversa, una excesiva insistencia en los sistemas (o subsiste- m s ) nacionales daría un matiz político a un asunto que se maneja mjor en el contexto de "la educación la ciencia y la cultura", más allá de las divisio- nes contingentes del mundo en naciones separadas. Cuando existen fuertes sistemas nacionales para el tratamiento de la información, no hay razón para no aprovechar de su experiencia en el manejo de la literatura producida dentro de su propia esfera, especiahte si están involucrados problemas lin-

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5.3.3

Extensión Sectorial

(SI

gulsticos. Esto no significa que los principales ccanponentes de una red cientdfica mundial debieran ser todos nacionales, ni tampoco que cada sistema nacional de infomción sea a priori un ccmponente adecuado. A veces pueden ser preferibles las redes regionales, sobre bases lingulsticas (por ej., los palses escandinavos) o econ&n$cos (por ej., en el caso de los palses en desarrollo): o también sis- taras orientados en función de una disciplina o campo de aplicación particular, cuando ellos tra- bajan a escala mundial satisfaciendo a todas las partes. Sin embargo, aGn en este Gltimo caco, debe tenerse presente que la mayorla de los sistemas de ese alcance reciben ayuda de los gobiernos, los que tienen p r lo tanto los d i o s - sino siempre la ambición - de cubordinarlos a una polltica na- cional de conjunto para el manejo de la información. A este respecto es instructivo el ejemplo de los Estados Unidos, donde se advierte un insistente reclm por mas "planeamiento, coordinación y conducción a nivel nacional" (151, proveniente de los más @=os defensores del laissez faire en asuntos cientificos y en otros. (c) la mima actitud empírica debe sustentarse en lo que concier ne a los ccarrpo nentes "funcionales", existen, esto es, sistems establecidos con el objeto de ejecutar s610 una, o unas pocas, de las funciones involucradas en la transferencia de la infomción: redes bibliotecarias (para la distri-

donde ellos

Funcional Definiciones abreviadas (F)

bucia de descripciones bibliváficas), cisternas de distribución de documntos, redes de traduccio- nes, etc. Ellos pueden ser considerados, o no, ccanponentes principales de la red Kaindial, de can- fonnidad con sus niveles (de calidad), sus dimen- siones, sus relacimes con otros serviciOs, etc. El criterio orientador debería ser, también aquí, el de la conveniencia. Cuando más comprensivo y eficaz sea un sister@a de información existente, con respec to al campo (o campos) que cubre, a su función (o- funciones) y/o a su extensión geográfica, más conve niente resulta que éi se transfom en uno de los- principales CQ"p0nentes de la red mundial, indep- dien-te de su jerarquia o localización.

El Cuadro 1 recapitula las cuatro categorías de camponentes cmsiderados en esta sección: 5, son los sistems nacionales o regionales polivalentes, que sirven a las principales necesidades de infor- ración de los usuarios en un detenoAv& territorio; 00 E, son los sistemas mundiales que sirven a las necesidades básicas de informaci6n de los cientlfi- cos y tecnólogos de tcdo el mundo, en una determi- nada disciplina o campo : F, son los sistemas regio naies o internacionales quZ ejecutan una función particular en la tranmisi6n de la información, para la mayoría o para to5ios los daninios de la ciencia y la tecnología, tanto en un sentido terri- torial cam sectorial.

funciones básicas de transferencia de la información (resaes anal€- ticos e lndices, distribución de documentos, etc.)

la mayoría o to- das las funciones de la transferen- cia de informa- ción y datos

una funci6n partiuna cu1a.r en el prccg so de transferen- cia

Cuadro 1.- Principales conponentes de una Red Mundial de información científica

Funciones básicas de transferencia de la información en la mayorla o en tcdos los sectores ae la C y la T, para los usuarios de una deter- minada área geográfica (ej. el si5 tem del VINITI en la URSS).

ia mayoría o todas las funciones& la transferencia de información y datos, en un sector (orientado por disciplina o misión) para usuarios de muchos países (ej.: el iNSPEC, el sim, etc.) .

función de transferencia de la información en la mayorla o todos los sectores de la C y la T, para uswrios de varios palses (ej. : el Centro Europeo de Traducciones

geapolltica

Dr M Sistemas que sirven a una determinada dicci plina o misión parti- cular

F Sistemas especializa dos por función

Geográfica (G)

un país o región

varios palSeS

varios paíSeS

la mayorla o todos los sectores de la ciencia

un sector de la ciencia

la mayorla o todos los sectores de la ciencia

La Figura 4 recoge también esas caracterlsticas máximo de integraci6n. El sistema mundial de infor- mación científica se actualiza a este nivel supe- rior, como una empresa con~unta de las principales redes o sisterms locales: nacionales, regionales, intemacianales, especializados en una determinada

estructurales básicas. Las redes "locales", en cuai quiera de los significados que se han señalado, se interponen entre el nivel mínimo de operación (bi- bliotecas, centros de informacióol, etc.) y el nivel

88

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5.3.3

disciplina o en un-cierto campo de aplicación, o especializados desde el punto de vista funcional. h tal forma se hace un pleno empleo de las estruc- turas existentes, mientras que la posicih de los servicios permanece a priori M i f i c a d a , tanto en lo que atañe a las conexiones institucionales (brL zontales y hacia arriba) ccmiu a las relaciones con los usuarios (hacia abajo).

Este rrcdeio es todavía extremadmente esquemáti- co y purarente tpórico, siendo la estructura en tres niveles una simplicación grosera de lo que el sistema debe llegar a ser, puesto que: (a) mchas combinaciones se prcducen en e l - m d o real entre las diferentes categorías de cuqxmentes, G, D, F y M, en sentido horizontal (sistmas mixtos) y en s q tido vertical (siStaras encastrados) ; (b) algunas grandes bibliotecas o centros de infomci6n pueden hallarse fuera de cualquier (sub)sistema formal, y no obstante tener derecho a ser reconocidos ccmiu ccmpnentes mayores del sistema rrnindial, etc. Sin embargo, este esbozo puede bastar para dar una idea de la estructura general que implica un "sistema munüial de información cientifica" en el presente inf0m-e.

5.3.4 PRESEWTACION DEL UNISIST

Nos aplicaremos ahora a dar una interpretación particular de ese concepto, siguiendo las indicacig nes proporcionadas por el W t é Central y los Grupos de Trabajo Unesco/CIUC en el curso de la fa- se del estudio de factibilidad del UNISIST. Recor- daremos, eo p r h r término, que esta sigla-UNISIST enpz6 a ser utilizada ccmo tftulo abreviado del presente proyecto en 1968-9 (sec. 2.3) ; la continua- remos empleando durante lo que resta de la presen- tación. La cuestián que se suscita en esta sección es entmces la siguiente: cc6mo se relaciona la estructura esquemática que nuestra la Figura 4 con el concepto del ONISIST, tal cam~ se lo representa- ron los patrocinantes del proyecto?

La respuesta es doble: a la vez que hubo acuerdo en que el UNISIST dekría desarrollarse hasta lle- gar finalmente a constituir una estructura sistaná- tica del tipo sugerido en la Figura 4, la opinión general del W t é ünesco/CIuc fue que no es posi- ble, en la situaci6n presente, predecir, ni aún rec<rwidar, cual deberla ser esta estructura prti- cular, o 068nO debería evolucionar dentro de los pr6xims diez o veinte años. Cada año se forman nE- vas redes "locales" de información -en el sentido que se acaba de definir-, a d i d a que los gobier- ms, las organizacianes científicas, los especia- listas en infarniación, etc. adquieren conciencia de los beneficios que ellos podrían obtener de la coo- peración entre servicios; al mismo tiempo, las sor- prendentes innovaciones que se están intrcduciendo en la tecnología del procesamiento y la transferen- cia a distancia de la información, hacen diflcil prever cáno funcionarán en la práctica estas redes particulares en 1980, o c6pno pueden ellas interac- tuar dentro d e l m c o de un s i s m general en el año 2000. Así, aún suponiendo que permanezcan sin cambio las demás m a s , en la esfera de la políti- ca, la ecOncmla y la cultura -lo que m y pocos con- siderarían probable-, se debe admitir que los pará-

metros de la organizaci6n y la tecnica están camr biando tan rápidameirte que es difícil visualizar en el presente c € m -€a ser construído el sistema m d i a l de la Figura 4, con qué "ccmponentes" espe- cíficos (identidad, localizaci6n y funciones de los "sicterras principales", G, D. F, M) integrando qué clase de "servicios individuales", bajo qué forma de organizacirfm coordinadora en la cima, etc. h tales circunstancias, se consideró que el concepto de un sistema m d i a l de infon~ci6n científica en cualquier sentido formal de la palabra, s610 @la ser tando m un objetivo a largo plazo del UNISIST, al que se llegarla mediante un proceso de aproximaciones sucesivas, y del cual sólo la pr-- ra fase m í a ser el objeto del presente estudio. Más especfficmte, el énfasis debla ponerse en un conjunto de objetivos intermedios, los que eran esti mdos ccmiu prerrquisitos practicables y desebles para el funcionamiento de cualquier forma de red mundial de información, de conformidad con los pa- trones y necesidades del presente.

ios siguientes capítulos se dedicarán a examuiar algunos de estos objetivos (Parte III), asf ccmo un cierto númro de programas específicos que podrian ser ejecutados en un futuro irmiediato para el logro de aquéllos (Parte IV). htre tanto y ccmiu c o n s m - cia de esta estrategia gradual, puede darse alguna mayor clarificación de la esencia y p?opósitos del JNISIST, en el estado actual del proyecto.

A. una cia

En p r h r término, el UNISIST no pretende ser innovación radical en el campo de la transfer- de la información Científica, sino s610 un de-

sarrollo y, así se espera, una sistematización de las tendencias hacia la cooperación internacional que ya existen en este terreno. La Parte 11 ha te- nido cam objeto mstrar las fuerzas -técnicos, eco námicas, políticas- que durante los G l t h s años han conducido a los responsables de las decisiones pollticas y a los servicios de información cientí- fica en funcionamiento, a entrar en acuerdos de muchas clases sobre coparticipación y normalización, antes de que el concepto del UNISIST hubiera aún nacido. Uno de los fines principales del UNISIST es fortalecer esa tendencia, mediante la creación de oprtunidades para nuevos acuerdos de la misma naturaleza, en un contexto mundial y para tantas ramas del conochiento c~ullo pueda ser viable. La reiterada alusián a la función "catalitica" del UNISIST, que se hizo durante las reuniones del Co- miG Central y del Grupo Consultivo Unesco/CIuC, constituye un mdo adecuado de expresar la relación entre este proyecto y los esfuerzos que es* rea- lizando mchos gobiernos, organizaciones interna- cionales y servicios activos, en materia de coopere ción m d i a l y de interconexión de sistemas.

B. En segundo lugar, el UNISIST no debe ser iden% ficado esencialmente con una estructura formal, que integra sistemas de información específicos, del ti; po descripto en la sec. 5.3.3 en un "sistema de sistenias" unificado. Las diversas fórmulas propues- tas por miembros del Canité Central Unesco/CIuC para caracterizar el UNISIST son muy instructivas a este respecto: "Una red internacional flexible que intqe, sobre bases voluntarias, servicios de

89

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5.3.4

información cientifica existentes y eventuahwnte aqu6llos que se creen" (Dr. H. ñrown); o "Un agre- gado de sistemas autóncmoC nacionales e internacio- nales que se interactúan recíprocarriente a trav6s del intercambio de docurrwtos y prcgramas prima- rios y secundarios para el procesamiento mcanizado de textos, el uso de d i o s uniformes de informa- ción,~ así sucesivamente" (Ing. N. Arutymov y otros); o también: "Un sistema o red mundial rea- lista, descentralizada y conectada laxamente, basa- do en un incremnto significativo de la cooperación voluntaria entre servicios de información cientffi- ca en varias disciplinas, idicmas y paises'' (Dr. B. W. Adkinson) ,etc. Est5 bien claro, por tanto, que la intención no es establecer una nueva maquinaria administrativa que ejerza todos los @eres para dirigir la transferencia mundial de la información cientlfica y técnica, sobre y por encima de los wnponentes nacionales y sectoriales de que se tra- t6 en la sec. 5.3.3. Por el mtrario, elüNISIST debe desarrollarse primero CCBK~ un cxmplejo de or- ganims de información y de organizaciones cientí- ficas que se han canpranetido a una tarea Carión, esto es, a cooperar m t m t e para mjorar la cir- culación del conmimiento cientifico a través del mundo, para beneficio de todas- las partes.

C. siderado ante todo ccmo un mvimiento mundial hacia

Se deduce de allí que el üNISIST debe ser con-

1.

2.

3.

4.

5. 6.

7. 8.

los objetivos descriptos en las prirrieras pdsinas de este informe, más que caiio un sistema operativo en sí mimo. ia clase de organización que se propondrá más adelante (Capítulo 9) está de acuerdo con esta interpretaci6n: la intención es que ella praporcio- ne un marco flexible dentro del cual ejercer una gula que lleve al amplimiento de esos fines - pero s610 una guía: en el presente proyecto el UNISIST no ccanporta ninguna clase de funciones ejecutivas u operativas.

D. F i n a h t e, se sique de lo expuesto que el UNISIST, en el presente estudio, n0 puede w-abor- dado por d i o de las técnicas del análisis de sis- temas, aún cuando el ncanbre y el objetivo del estu- dio parecerían implicarlo asl. Nuestra preocupación actual no es, en efecto, describir la estructura y el funcionamiento de un acabado sistema mundial de infomción cientifica por venir, sino sólo indicar alqmas de las medidas prácticas que pueden ser tcnnadas dentro de los próximos años, para acercarse al objetivo a largo plazo a través de un proceso evolutivo y de la cooperación voluntaria de los servicios de información, tal cam existen actual- m t e o cam es probable que evolucionen dentro de un futuro cercano y previsible.

ia parte restante de este informe, estará dedicg da a este aspecto del proyecto UNISIST.

* * *

Sane Qlaracteristics of Primary Pericdical in the Damin of the Physical Sciences. París, Ofi cina de RescmWes Analfticos del Consejo Inter- nacional de Uniones Científicas, 1966. R.L. Kenyon. Future Forms of Primary Publica- tions, trabajo preparado para el estudio U N E m

(Mayo, 1969), p. 13, cuadro 11. W.S. Brown, J.R. Pierce, J.F. Taub. "The Future of Scientific Journals" en Science (1" diciem- bre 1967), p. 1153-59. Prjmary Scientific Publications, un informe prg parado para el Estudio Conjunto UNEscO/CiUC so- bre ~ i c a c i ó n de la información Cientifica y

(por ej. tesauros maestros, concordancias, n-dg los generales, etc.): véase el Glosario.

9. R. Carnap. "Lqical Foundations of the Unity of Science", p. 60 en International hcyclopedia of Unified Science, no 1, (julio 1938),p.42-62.

de Alemania. 10. De un informe del Profesor Dr. Kaiser de la R.F.

11. De un informe del Profesor Piganiol, de Francia. 12: Véase los informes sobre el avance de los tra-

bajos mitidos regularmente durante los Gltimos 10 años por I.A. Mel'chuk et al., sobre los me- canims del análisis y la-sic &ticos en el proceso de traducción: referencias en Linguistic Problems of Scientific Infomtion (ref. no 116-119) , un documento de trabajo pre- parado por colaboradores del VINITI para el Grupo de Trabajo UNEXO/CrvC sobre Necesidades de Investigación sobre Documentación.

ce axd Technology, 3er. Informe, myo de 1966, consejo Econfmico y Social, Documentos Oficia- les: Sesión 41a., Suplemento no 12, Nueva York,

14. Véase las contribuciones de los participtesai la ConferenciaCL-la Unesco sobre caminicaciones

la Posibilidad de Establecer un Sistema M d i a i de Información Cientifica (Presidente y Relator Prof. G.A. Boutry, (2 octubre 1967) , p. 83. Véase Kenyon, op. cit., p. 7-8. Extraido de los conientarios del Prof. G.A. Bou- try al presente informe. Infom de la P r k a Cesión, p. 6. En este informe la palabra "Metalinguistico" (o "Metalenqua" , "Metalengua je" , etc. ) no debe interpretarse en el sentido de la lógica formal, Naciones Unidas, 1966, E/4178, p. 31. sino s610 con referencia a una distinción prác- tica entre lenguajes de la información, por una parte (Tesauros, listas de descriptores, etc.) Espaciales, Parls, 2-9 de dicianhre de 1969.

13. pdvisory ccarmittee on the Application of Scien-

y, por otra, sistms "mtalinguí&icos" con la función de vincular tales lenguajes entre si

15. Sqientific-and T&hnical Conrrninication, (el SATccE.I Report). Véase sec. 2.2, nota 2, p. 276.

* * *

90

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CAPITULO SEXTO

D esa r r olio s t 6 c 11 i c (-1 s

El objetivo inmediato del UNISIST, tal como se lo ha definido en la sección precedente, es el de- sarrollo de condiciones favorables para la evalua- ción gradual de un sistema mundial. de información científica, concebido para hacer frente a los pro- blenas y proprcionar las soluciones que fueron ex- minadas en el capítulo 5, con respecto a una más efectiva transferencia del conocimiento científico. El curso de acción que a tal fin se propone, se di- rige en primer término a satisfacer un cierto n h - ro de requerimientos técnicos, a los que se pasará revista en este capítulo, bajo seis amplios títu- los, a saber: (a) coparticipci6n en la informaci6n; (b) normas; (c) corminicaciones; (d) mStodos; (e) formación de personal; y (f) investigación. Otras recmdaciones se refieren a la organizaci6n y gesti6n del UNICIST, así c m a materias conexas de emncánla política que merecen especial atención. Ellas ser& tratadas en los tres pr6ximos capítulos.

En cada sección se darán indicaciones respecto a la clase de medidas que pueden ayudax a p r m e r la efectividad de la transferencia mundial de la información, con respecto a los puntos de organiza- ción y a los de carácter técnico que se están estu- diando. nuevas y especlficac acciones para ese propósito, se agregarán breves recawndaciones, con sugestio- nes relativas a la mejor forma de llevarlas a la práctica. Salvo que se especifique de otro modo, estas recomendaciones se dirigen particularmente a los miembros del CIüC y de la Unesco -esto es, unig nes científicas y gobiernos- en su carácter de co- patrocinantes del proyecto UNISIST.

6.1 LA COPARTICIPACION EN LA INFORMACION

Cuando se considere que son necesarias

El significado de "coparticipación en la infor- mación" es bivalente: esencialmente se refiere al principio de una divisián mundial del trabajo en cada una de las diferentes etapas del procesamiento de la información, tal cano fuerm expuestas en la Cec. 5.1.3; pero también incluye, correlativamente, el más tradicional intercambio de documentos e in- formación, de acuerdo con esqumas cooperativos co- nocidos desde mucho tiempo (sec. 2.2) .De hecho q bas interpretaciones son cqlmtarias, en cuanto que el objetivo de la coparticipación en la informa- ción en el primer sentido, atingente a los prccesos, es intercambiar los productos resultantes, intem- dios o finales, de d o de aumentar la eficiencia global de la industria de la información, para bene ficio de sus usuarios y gestores. El mejoramiento

puede venir a través de diversos caminos: (a) eli- minado las duplicaciones improductivas, por ejem- plo, la de resúmenes analíticos intercambiables pre parados indepdientmente por diferentes servicios, etc. ; (b) reduciendo los costos de las "duplicacio- nes productivas", por ejemplo, diferentes revisio- nes de un mi= tema, que podrían ser derivadas de una ccarrpilacián Cinica y exhaustiva de la litexatu- ra por un solo centro de análisis de la informa- ci6n, etc.; (c) descubriendo lagunas, d o se efectcian encuestas destinadas a reunir los datos necesarios para un programa de coparticipación; (d) otorgando mds flexibilidad a los sistemas de infomci6n, de modo que éstos proporcionen ductos intermedios que puedan ser ordenados o reprg cesados en toda clase de forrras; (e) abriendo nue- vas oportunidades para optimizar la carga y los beneficios que correspnden a cada parte (naciones, sociedades, prsonas), de acuerdo con consideracio- nes linguísticas, econ6micas, profesionales y otras, etc. Cualquiera sea el objetivo específico que se prefiera, el principio del reparto o coparticipa- ción en la información implica que debe lograrse el acuerdo en la respuesta a esta pregunta general: "¿@ién lo hace, para quién, cuándo, dónde y cEmo?"

El hecho de que tales acuerdos ya existen de- muestra la viabilidad de los misnos; según se indi- có en el capítulo 4, se hallan actualmente en fun- cionamiento sistemas regionales, nacionales y aún internacionales para el reparto de diferentes ta- reas, tales c m la catalogación (sec. 2.4.3.1, análisis de contenido, traducción, almacenamiento y recuperación, distribuci6n de documentos, etc. (sec. 4.3.2.). Los problemas organizativos que im- plican generalizaci6n de tales acuerdos han sido expuestos en la sec. 5.1.3.; y los requerimientos técnicos y de gestión de la coparticipación en la informaci6n fueron resurnidos en la sec. 5.2.4. Pode ms, por lo tanto, pasar a exponer un conjunto de sugerencias relativas al desarrollo de un programa de coparticipaci6n rrrundial en la informaci6n, cons' derado ccnm uno de los cmpnentes del UNISICT.

pro-

A) El objetivo puede ser sintetizado en una frase: obtener una continua reasignación de respnsabilida des y recursos en el proceso de trmdsi6n de la información científica y técnica, de los producto- res a los usuarios, sobre la base de un examen per- mente del comDleio mundial de la informaci6n con respecto a las duplicaciones improductivas y a las lagunas que van en detriniento del sistema.

91

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6.1

E. La extensión del programa debería ser:(a) mlti nacional, para abarcar a todos los países, indepn- dientanente de su desigual importancia en cuanto a la oferta y demanda de documentación dentro del CQIJ plejo; (b) multidisciplinaria, para cubrir todas las ciencias básicas, así m aquellos campos co- nexos de la tecnología a que pueda extenderse el UNISIST en el futuro: (c) mltifuncional, para ocu- parse de todas las etapas de la transferencia de la información que son aptas para ser ccmpartidas a escala mundial, por ejemplo, programas de adquisi- ción, descripción bibliográfica, confección de re- súmenes analíticos e índices, traducciones, conpi- laciones bibliográficas, consolidación, etc.

C. siguiente: (a) realizar inventarios murdiales de los servicios existentes, (b) de modo tal que pue- dan proporcionar un registro mecanizado prmanente de las actividades en curso, (c) con programs nor- malizados para la detección de lagunas y superposi- ciones, fomlrriente definidas, (d) las que deberían luego ser objeto de investigaciones empíricas, (e) a fin de determinar la necesidad de una acción co- rrectiva dentro del maco del UNISIST (véase sec. 6.1.1.).

D. ia estructura de la organización, debería pro- veer mecanisms para: (a) conducir los inventarios y las investigaciones empíricas nwcionados en el apartado anterior, bajo (g)y (0; (b) organizar, adaptar y manejar los registros mundiales indicados también en el apartado anterior bajo (2) y (c); (c) lograr acuerdos para las acciones correctivas seña- ladas en s (también del apartado s).

La metodología para cada función debería ser la

6.1.1. Rey erimientos mtodol€qicos. Informes e inventarios de toda clase se han hecho durante más de un siglo en el campo de la bibliote- cología y de la ciencia de la información. Sin em- k q o , ninguno de ellos puede ser considerado un instrumento adecuado para la gestión de un programa mundial de coparticipación en la información, tal rn se lo ha definido más arriba.

A. de documentos, -el primer paso en el proceso de transferencia- los catálogos colectivos y listas generales son una vieja forma de inventario para el control de colecciones dispersas. Ellos pueden ser utilizados para localizar publicaciones periódicas, series y aún libros individuales, en bibliotecas u otros depósitos, dentro de límites territoria- les variables. ios catálogos colectivos más peque- ños están restringidos a un tema especial (por ejemplo, el Catálogo Colectivo de Publicaciones Pe- riódicas Existentes en Bibliotecas de Institutos de Educación del Reino Unido) o a un territorio limi- tado (por ejemplo, los catálogos colectivos regio- nales que son frecuentes en m). otros son ccaripi- lados a nivel nacional, para periódicos (por ejem- plo, el Catálogo de los Periódicos Extranjeros, en Francia, etc.) o libros (por ejemplo, la Biblicgra- fía Alemana, la Bibliografía Nacional BritSnica, etc. ) , alcanzando a m u d o dimensiones m y grandes (por ejemplo, el Catálogo Nacional Unificado y el

ni lo que atañe, p r ejemplo, a la adquisición

Catálogo Nacional de Series, ambos en m). Se en- cuentran también catálogos internacionales, sea pa- ra determinados grupos de países (por ejemplo, el Catálogo Colectivo de Series, de Estados Unidos y Canadá), o para todo el mundo (por ejemplo, la Lis- ta Mundial de Periódicos Científicos. ia a m l a - ción de tantos catálogos colectivos constituiría un registro mundial inpresionante, en cuanto al tamaño, pero enteramente inadecuado para pro@sitos operati- vos, tales CCB~D la gestión de sistemas colectivos de distribución de documentos, o programas coopera- tivos de adquisición a escala mundial. Hay para ello múltiples razones: (a) los catálogos colecti- vos existentes -incluyendo la Lista Mundial- cubren 410 una parte de los archivos mundiales de libros y periódicos. A modo de ilustración, puede señalar- se que hubo un momento en que el Catdlogo Unificado de Periódicos en las Bibliotecas Universitarias de las Islas Británicas, incluía 25.000 periódicos que no figuraban en la citada Lista W i a l , principal- m t e , aunque no sólo, del camp de las ciencias aplicadas (1); (b) Los procedimientos de compila- ción y publicación son tales que transcurren mchos años entre ediciones sucesivas, con el resultado de que nunca se halla disponible un inventario actuali zado, aun dentro de los limites que acaban de men- cionarse; (c) No es práctico para ninguna institu- ción poseer todos los catálogos publicados hasta la fecha, aunque esto constituiría un M i 0 que, hipotéticanwte, la habilitarla para actuar ccnm una unidad de tranmisi6n para bibliotecas, cen- tros de información y usuarios individuales en una región determinada. Ni siquiera instituciones re- gionales pueden actuar en esta forma: sus interco- nexiones son generalniente demasiado anticuadas c m para justificar el título de red; (d) Finalmente, aunque no lo menos inprtante, el contenido de los catdlogos colectivos es con frecuencia inapropiado para cualquiera de los fines sugeridos más arriba, tanto desde el vto de vista cuantitativo CCBIY~ cualitativo: datos insuficientes, en particular en cuanto a la localizaci6n y a la disponibilidad fí- sica del documento; presentaciones heterogéneas; acceso difícil a los elementos analíticos; categor' zaciones por temas faltantes o escasos, etc. Los loables esfuerzos que la FIAB y la UNEX0 realizan desde hace varios años para mjorar la elaboración de los catálogos colectivos, merecen una mci6n especial a este respto; pero se necesitarán nue- vas acciones para que el concepto de un catálogo mundial de la documentación científica - esto es, un archivo amlativo de los catálogos colectivos existentes - llegue a ser una realidad.

Ciertas experiencias u operaciones en curso pug den proporcionar un modelo a este respecto. Ellas han aprovechado plenamente las posibilidades de las mputadoras para elevar la calidad de los catálo- gos colectivos, con respecto a velocidad, "analiti cidad", mecanims de puesta al día y de acumula- ción, etc. El interés de los ficheros colectivos mecanizados no reside, sin embargo s610 en tales mejoramientos técnicos; el hecho de que los regis- tros mecanizados tienen que ser perforados, para posibilitar la obtención de productos impresos, significa que peden ser establecidas modernas in- terconexiones entre los centros respectivos, los

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6.1.1

que en tal forma llegan a ser puntos de acceso para una red más amplia de control de las colecciones, tal ccn~~ lo requiere la filosofía general del UNISIST. Iquahte, la adquisición de los datos puede ser acelerada, en la medida en que los regis- tros en cinta puedan ser obtenidos directamente de las bibliotecas y los editores. Los pesados proce- dimientos de encuesta y de rompilacián que prevale- cen actualmente cederían así su lugar a planes cm- perativos que asegurarían una distribución regular de las cintas a organisms centrales, C(-BIIO subpro- ductos baratos de otras opraciones. Además, se po- drlan diseñar procedimientos normalizados para eje- cutar innumerables funciones, tales cam: (a) la orientación de los usuarios (colectivos o iridividua- les) hacia los repositorios adecuados para la con- sulta de dccmentos en el lugar, la obtención de préstaros, reproducciones, etc.: (b) la organiza- ción de teletransmisiones (facslmiles, video, tubo de rayos catódicos, etc.) , d o sean técnicamen- te viables y econánicamente justificadas: (c) la detección de "anml€as" (en un sentido neutro del vocablo) en la distribución global de documntos cientlficos en una determinada regián, supuesto que se den definiciones formales de fen&nos tales c~llo la sobre o la sub-adquisicián, la concentra- ci6n o la dispersión, las lagunas y las duplicacio- nes, etc.

B. Observaciones similares pueden hacerse acerca del análisis docunwtal. Muchos inventarios o en- cuestas se han efectuado sobre servicios de resú- m e s anallticos e lndices, centro de traducciones, sistemas de almacenamiento y recuperaci6nI etc., dentro de límites nacionales, lingulsticos y otros; varios de ellos son internacionales por su alcance y por la naturaleza de sus patrccinantes, cam por ejenplo, los que se han efectuado bajo el patrmi- nio de la FID. Es también impresionante el n h r o de gulas y directorios trabajos; pero también lo es, desgraciadanwte, el hecho de que sean totalmente inadecuados para el desarrollo de un programa mundial de coparticipa- ci6n en la información. Las razones son las mismas que se dieron más arriba: cubertura irregular,, pro- bleims de d m r a y de puesta al d.fa, sfntesis dificultosa, falta de adecuación en los datos coiec tivos, tanto desde el punto de vista cuantitativo cam cualitativo, etc. Es bastmte lógico que los remedios propvestos no sean m y diferentes en lo que atañe a los r&tcdos. Ellos tienden a confiar en las mnptadoras para el lqro de los necesarios ajustes con respecto a velocidad y cubertura, pro- fundidad y flexibilidad, etc. ia principal ventaja de las encuestas o inventarios mecanizados es, de nuevo, que ellas peden proveer una base para orga- nizar redes de "servicios de remisión" interconec- tados, que constituyan un instrumento de gestión más eficiente que las presentes gulas , no conecta- das,para los profisitos del UNISIST, esto es: (a) la orientación de los usuarios hacia los servicios docunwtarios mejor adaptados a sus necesidades particulares; (b) el análisis de las caracterlsti- cas de las revistas y centros de documentación exic tentes, en lo que concierne al campo cubierto por ellos, las modalidades del análisis, la catqoriza-

que han resultado de esos

ción por sujeto, las políticas de precio, etc., de modo de aumentar nuestro conmimiento de las fuen- tes primarias y secunWias de infomci6n, s@ las llneas trazadas por la Oficina de Resúmenes Arg llticos del CIUC (véase más arriba, sec. 5.1.3.): (c) la detección de "anmlías" en la distribución mundial de los trabajos analíticos, sobre la base de esas campilaciones y por medio de definiciones calculables del m i m género que las anteriormente indicadas, etc.

C. En r e m , d&n desarrollarse nuevas técnicas para reunir y manipular más eficientemnte los da- tos descriptivos relativos a las fuentes documenta- les, de modo de permitir, por un lado, el estableci miento de "servicios de remisión" y de transmisión a escala mundial: y, por otro, la elaboración de programs internacionales de coparticipación en la información. A tal efecto ser& necesarios estudios piloto, para canprobar: (a) el género de datos que es necesario registrar para diferentes categorías de productos o de recursos docwwitales: (b) los códigos y las estructuras de registro mejor adapta- dos para el almacenamiento en canputadora (la pues- ta en memoria): (c) los programas tipos a utilizar ra proveer los servicios de referencias solicitadas bajo forma de publicaciones periódicas o a pedido: (d) posibles definiciones de las "anmllas calcu- lables" en la distribuci6n observada de las activL dades y los recursos documentales en un área deter minada (duplicaciones , lagunas, etc . ) , en relación con el concepto de coparticipación en la informa- ciOn, etc.

6.1.2. Requerimientos en materia de organización Si se acepta que las cuestiones precedentes han recibido respuestas adecuadas, es posible repre- sentarse el funcionamiento de una red iinrndial de servicios de remisión interconectados, utilizando normas similares, para mplir varios de los obje- tivos del UNISIST.

ios nodos principales o puntos focales de esa red, en primer término, estarían constituidos por los servicios de inventarios existentes en la actua lidad de mayor extensión desde el punto de vista de las regiones geográficas y/o del campo científico abarcado. Un ejemplo notable de este género es el Centro Nacional de Remisión (National Referrai Gen_ ter) de los Estados Unidos, creado en 1962 para reunir datos sobre Los recursos documentales del país (definidos ccmu "cualquier organización, ins- titución, grupo o persona con conocimiento especia lizado en cualquier campo y dispuesta a ccmpartir su conocimiento con otros"), analizarlos, publicar directorios y orientar a los consultantes hacia fuentes adecuadas. otro ejemplo, concerniente sólo a las actividades de traducción, pero de dimensión internacional, es el Centro Europeo de Traduccio- nes, con su inventario perrranente de la lista de traducciones proporcionadas por Francia, la Repú- blica Federal de Alemania, el Reino Unido, y EUA. (Véase el Indice Mundial de Traducciones Cientlfi- cas, producido por canputadora).

Las funciones principales de tales organisms serían las siguientes: a) mantener un inventario m e n t e de los recursos documentales disponibles

93

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6.1.2

en un sector determinado, con una caracterización canpleta de sus respectivos productos (por ej., bi- bliotecas y catálogos de entradas múltiples de sus colecciones; servicios de resGmnes analíticos y un análisis detallado de su producción en cuanto a la extensián, la profundidad, etc.) y el empleo de mé- todos y técnicas avanzadas para facilitar la adqui- sición de los datos que emanen de servicios opera- tivos, a m t a r el acceso analítico a sus ficheros, elaborar procedimientos normalizados para la impre- sión de directorios, fichas, informes estadísticos, etc.; b) Evaluar inventarios regionales y/o secto- riales con el objeto de detectar la posibilidad de mejorar la división del trabajo y de los recursos, en bien de la eficiencia global de la transferencia de la información dentro del ámbito respectivo y, si es necesario, l l m la atención de los organis- m s correspondientes (servicios de información, or- ganizaciones patrocinantes, gobiernos), sobre los remedios deseables; c) Proporcionar servicios de remisión a usuarios individuales y colectivos, den- tro del campo asignado, as€ c m interconexiones con otros nudos de la red, etc.

Podría ser deseable establecer también, final- mente una unidad de mrdinacián internacional, in- vestida de misiones adicionales específicas, tales c m : a) tmar providencias para la preparación de directorios amlativos, .según los criterios juz- gados mds útiles (geográficos, linguísticos, disci- plinarios, funcionales, etc.) y bajo una forma que permita su pnnanente puesta al día y un acceso fá- cil; b) investigar las lagunas posibles u otras de- ficiencias en los servicios de inventario y de re- misión del &o entero, sobre la base de tales di- rectorios, y sugerir las acciones correctivas; c) proporcionar servicios de rdsión mundiales cuando sean necesarios, utilizando los nodos principales de la red cano relés para la localización de los recusas pertinentes; d) prcmwer el uso de normas caraines por todos los centros de inventario y de renisión, que ccmprende la transferencia de la información (adquisición de documentos, elaboracián de res6n-e- nes anallticos, traducciones, etc.), de modo de facili'a la identificación de "anmlfas" en el ejercicio de aquéllas, a cualquier nivel que sea (regional, nacional, mundial) ; e) proporcionar me- canisnos para tales evaluaciones al más alto nivel, mmiial, así cano para la puesta en práctica de las recamdaciones que se formulen, etc.

La posible organización de la red es bosqueja- da en la Figura 5, con una variedad de modalidades locales que ilustra la flexibilidad de la estructu- ra total. Los nodos principales es*- interconecta- dos (ya) directarente y (o) a través de unidades de coordinación hipotéticas; cada uno de ellos man- tiene un registro de recursos de información en un área determinada (geográfica, sectorial, y/o fun- cional) , sea directarente o a través de servicios intdiarios que actúan local. Los usuarios individuales tienen acceso a todos los servicios vativos pero también, si es necesario, a los ndos principales.

tan sólo cano una indicación de los objetivos a largo plazo, en lo que atañe al funcionamiento de

para cada una de las distintas funciones

relés en una red

Este cuadro, sin enbargo, debe interpretarse

los servicios de remisión mdiales y de los progra mas de coparticipación en la información. En el fu- turo nds inmediato es nds probable que hayan de prg valecer arreglos u ordenamientos de carácter local, mediante acuerdos voluntarios entre un n k o limi- tado de participantes y de territorios. Una de las funciones del UNISIST debería ser estimular acuer- dos multiiaterales de ese género entre sus adheren- tes - gobiernos y otros - cano 'uno de los pasos más significativos hacia el funcionamiento de una red de información científica verdaderamente mundial.

-ION 1. les en que se basa el UNISIST, es imprescindible

la labor y los productos de la transferencia de in- formaciones en cada fase del proceso, mediante la

s interesa cooperación voluntaria de tDdas las parte das. ccnrio p r m a &ida, se @irá a los afiliados al UNISIST que intensifiquen sus esfuerzos para in- ventariar los servicios de información de alcance nacional, regional o internacional; y que hagan lo necesario para inteqrarlos gradualmente en una red mdial de remisión. Se realizarán estudios experi- mentales para determinar la estructura de los sis- tems de la red.

6.2 NORMAS

Según los principios fundammta-

crear unos pmgr amas internacionales para canpar tir

La sección precedente se ha dedicado a conside- rar la estructura y las funciones de una red inter- nacional de referencias,presentada cano un instru- m t o necesario para la evolución de un programa mundial de caparticipación en formación. Yendo aho- ra a la aplicación de ese programa, otra exigencia de carácter amplio es el desarrollo de normas de di ferentes clases, de d o que los productos de cada- servicio, en cada etapa de la transferencia de la información, sean directamente utilizables, o fácil mente convertibles, para servir de entrada en los ficheros o archivos de otros servicios, de la cade- na, a fin defusionarlos y/o reacondicionarlos para beneficio de diferentes vpos de usuarios.

El estado actual en materia de normas para bi- bliotecas e información ha sido resirmido en la Sec. 5.1.4. Se ha dado noticia acerca de significativos progresos realizados en vastos sistemas de alcance internacional, los que están desarrollando normas camunes para sus propias necesidades - pero con los inconvenientes habituales de un m5tOdo que es obje- tivamente "parrcquial", desde el mmento que se li- mita a sí misno, inevitablemente, a una sola rama de la transferencia de la información (sec. 5.2.4). La posibilidad de lograr la compatibilidad entre sistems es demostrada p r los ejemplos actuales a- ludidos; nuestra ambición ahora debería ser exten- der a tcdas las disciplinas, funciones y procesos de infonmción, y a todos los países, les benefi- cios de la c-tibilidad, que son todavía la preo- cupación y el privilegio de 410 unos p o s .

ferente en cada faceta o fase particular del trata- mienta de la información, lo trabremos en varias secciones separadas.

6.2.1

Ccpro el asunto se presenta de modo bastante di-

ESTADISTICAS DE BIBLIOTMIAC E INFORTACION

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6.2.1

El tena de las normas en estadlsticas de biblig teca e información ha sido ya considerado en la Sec. 6.1.1., ccmo una exigencia de los prrograrrias de co- participación en la informacibn..

La argumntación es la siguiente: (a) a fin de desarrollar acuerdos de coparticipación en la infor mación, en el sentido indicado en la Sec. 6.1., se necesita en primer término reunir datos precisos sg hre la actividad de los servicios pertinentes, cuar lesquiera sean (catalogación, confeccián de resú- menes anallticos, indizacián, etc.) : (b) Es desea- ble que haya normas para asegurar que tales datos puedan ser fácilmente intercambiados, fusionados o cmprados, de un pals o institución a otra, no s6- lo CCM una base para la elaboración de prqranas de Coparticipacián en la informacián: (c) sino tam- bién c m un medio para facilitar operaciones de re misión y transmisión dentro de la red.

Varias organizaciones internacionales han esta- do activas en esta &ea: la FID, la FIAB, la UNES02 (véase sec. 5.1.4 al final),.^, más recienwte, la OiüN. El UNISIST debería invitar a dichas organi zaciones a contribuir al desarrollo de normas uni- ficadas para las actividades de descripción de la información -editores prhxrios y secundarios, ser- vicios de res3mies analíticos y de índices, etc.- a fin de ayudar al establecimiento de acuerdos de coparticipación y servicios de remisión rrnindiales. Deberlan también hacerse previsiones para Oóaigos y formatos normalizados, con vistas al uso de medios mcanizados de procesamiento y teletrancnisi6n en la futura red mundial de remisión.

6.2.2 DECCRIPCION BIBLIOGRAFICA

Según se señaló anteriornwte (sec. 5.1.41, mu- chos organismos nacionales e internacionales se han ocupado de la normalizaci6n en el campo de la des- cripción bibliográfica (reglas de catalogaci6nr ci- tas, etc.). ias ú l t h s proposiciones en tal =ti- do, y por cierto unas de las mdc canpletas, han =- nado del Grupo de Trabajo sobre Descripcibn Biblio- gráfica del üNISISTCIUC/AB, establecido en 1967 en relación con el presente proyecto. Esas praposicio- nes serán descriptas extencarnente en las "Actas del UNISIST", que se hallan en preparación (véase mdc arriba, sec. 2.3.). ia finalidad es proprcionar descripciones únicas para cada unidad de informa- ción contenida en las referencias bibliográficas, de rriodo que puedan ser identificadas y procesadas

científicos. Tcdos los aspectos y cmpnentes de las referencias bibliográficas han sido considera- dos, tanto en lo que atañe a la literatura periódi- ca CCM a la no periódica: los resultados principa- les son: (a) una lista básica de elenientos esencia- les relativos a los datos, sanetida a la ratifica- ciari de la OIUN, con sugestiones respecto 4 or-- den preferido y reamadaciones para su organiza- ci6n en un registro a rcáquina normalizado: (b) una distincih normalizada entre diferentes "formas de tltulos", caracterizada por cambios en el lenguaje, caracteres, puntuación o contenido de las palabras, etc. - en relación con el tltulo original -, las cuales deberían ser indicadas por códigos apropia- dos: (c) propuestas de adiciones o nemiendas a las

una mima cantidad conocida por todos los.

rec<mnendacimes de la OIüN sobre transliteración para los alfabetos cirllicos y latino, con el obje- to de facilitar el procesamiento por amiputadora (supresión de signos diacrlticos); y sugerencias sobre el establecimiento de una Oficina en Japón p- ra estudiar la Latinización del alfabeto japés, especialmente para tltulos de revistas y n&res de autores: (d) un informe sobre prácticas actuales re lativas a la escritura de los nanbres de autores in_ dividuales y colectivos y de sus afiliaciones, ccm- parándolas con las normas de la OiüN sobre esta ma- teria: (e) la preparacidn de una lista normalizada de abreviaturas de palabras para títulos de cos, car~ sugerencias para su mantenimiento según bases coaperativas mundiales, sobre lo que volvere- mos más adelante; (f) proposiciones relativas a la mención de los e l m t o s "no esenciales" - por op- sición a los aludidos en (a) - tales cano referen- cias, sumarios, gráficos, figuras, e idims: (g) propuestas concernientes a la normalización de ca- racteres tipográficos para el tratamiento mecaniza- do.

Hay entre los pntos mencionados uno que requie- re espciai atención: es el atingente a la lista mundial de tltulos de periódicos (e). Esta es, p r esencia, abierta, de modo que debe preverse un m- m i c m 0 para su mtenimiento, a fin de registrar abreviaturas adicionales, producir listas suplerrien- tarias de ccnnbios o adiciones, así ccmo ediciones revisadas acumulativas de la lista de base. El Grupo de Trabajo sobre Descripciones Bibliográficas reconoció esta necesidad y reccsnendó que se creara, para tal fin, una "red internacional para tltulos de periódicos". Uno de los servicios miembros del CIüC/AB, - el DJSPEC de Londres - fue contratado para el diseño de la red, la que ha de ser integra nwte descripta en las "Actas del UNISIST", junto con los resultados y recmendaciones de este Grupo de Trabajo. Sus principales ccniponentes son un "Centro internacional", respunsable de la especi- ficacián de las caracterizaciones de un registro m d i a l (forma y contenido) y de mantener un fi- chero actualizado de abreviaturas de tltulos y pa- labras, y un cierto nCimero de centros "locales", que proprcionarlan los datos de entrada a dicho fichero y actuarían centrales y los usuarios individuales. Cada F i ó - dico sería designado par un tltulo abreviado y c6 digo únicos e internacionalmente aceptados, el 'x =o de Serie Normalizado", similar en principio al "Número de Libro Normalizado" que está desarro- llando la OIUN para propósitos similares, con la colaboración de editores y bibliotecarios. En este Gltimo caso, un "organismo internacional" será es- tablecido para manejar el sistema, con un cierto n h r o de "organismos de grupo", seleccionados so- bre bases nacionales, regionales o lingulsticas. Algunos de estos organismos "sectoriales" podrfui muy bien ser usadoc cano "centros locales" para el N h r o de Serie Normalizado, o viceversa, a fin de evitar la mltiplicación de unidades de gestión. En realidad, ambas redes deberían tener la misma estructura global, c m la misma Red Mundial de Repnisión (Fig. 5), de la cual la Red Internacimal para los Títulos de Periódicos es una parte inte- grante. b s interconexiones o fusiones locales, de-

relés entre las oficinas

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Fiqura 5.- Posible estructura de una red mundial de referencias

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6.2.2

berlan ser consideradas por lo tanto, cca110 cosa M- tural .

Algunos elanentos no esenciales de la descrip- ción bibliográfica requieren todavía nuevos estu- dios, con vistas a la normalización de las prácti- cas actuales (mción de referencias, cumarios, le- guas, etc.). Roblemas no previstos pueden surgir, además, a medida que se desarrollen nuevos r&todos para la presentación o la identificación de d m - tos primarios. A fin de acelerar los dtdos actua- les de decisión y aplicación de tales casos, el UNISIST debería proprcionar uri mecanismo permanen- ts para la recolección, adaptación y distribución de cualquier propuesta que pueda conducir a una ma- yor uniformidad o carptibilidad de las normas y C- digos relativos a la descripción bibliográfica.

Del mismo modo, los caracteres a ser utilizados en la transiiteraciSn y la ccmpsici5n tipográfica no han sido aún estrictarente deteminados, espe- cialmente en el caso de los idims no europeos. Incluso para los alfabetos europeos, alqunas de las reglas que se sugieren ahora están basadas en limi- taciones de los sistmas de codificación y/o de im- presión por computadora, que pueden no existir den- tro de unos pocos años. Tales defectos pueden can- prmter seriamPJite la eficiencia de la transferen- cia mundial de la información; es necesario, por lo tanto, que el UNISIST t e también parte en la pro- moción del decarrollo, aceptación y puesta en vigor as€ c a m ~ en la cmtinua adaptación, de n o m s apro- piadas para los campos conexos de la translitera- ción y de los caracteres tipográficos.

cesario para la clase de accihsuge-ida en los úiti mos dos párrafos: la OIUN continuaría siendo el dr- bitro internacional en materia de normas bibliográ- ficas y de transliteración. No obstante, el UNISICT puede impulsar los esfuerzos en esta &ea, del mis- mo modo que ha esthlado los estudios sobre el Re- gistro Mundial de Títulos de Periódicos, es decir, a través de informes de expertos preparados por grupns de colaboradores voluntarios o mediante con- tratos.

Sin embargo ningún nuevo organismo parece ne-

.WXN3DACION 3. Deberá establecerse un reuistro 2-- -

internacional de revistas científicas m base del sistema de unificaci6n de las citas de las publica- ciones priádicas de ciencia y dete6nologfa;Tlp alcance. las funciones v la oraanización del ciste- -- -- - - -

ma deberán ajustarse, generál, a las recanenda- ciones del Grupo de Trabajo uNISIST/Oficina de Re- súmenes Analíticos del bliográficas, previa la aprobación de los afiliados al UNICICT.

6.2.3 ES- ANNLITICOC

Durante muchos años la Oficina de Resúmenes Ana- llticos del CiüC ha desarrollado una notable acd- vidad para hacer aplicar reglas canunes concernien- tes a la preparación de resúmaes analíticos y la aceptación de sus reswsabilidades en este proceso por parte de autores y redactores, por lo cual el Canité Central del UNICIST le confió en 1967 la responsabilidad del estudio de la mmlizaciein en materia de resÚmnes anallticos. Este fue luego pro seguido en el marco más amplio del Grupo de Trabajo sobre DescripziÓn Bibliográfica üNISIST/CIUC/AE%, cuyos principales resultados acaban de ser expues- tos. Por lo que atañe a los resúmenes analíticos propiamente dichos, la única posición razonable pa- ra el UNISIST es respaldar las proposiciones del Grupo de Trabajo y ponerlas en práctica dentro de su propio marco. Todos los participantes en el UNISIST deberían, por tanto, ser invitados a m- plir con las recmendaciones de la Unesco y de la CIüC/AB, (a) de "que se hagan esfuerzos a todos los niveles para obtener que con los documentos primarios se publiquen reshes anallticos escri- tos por los autores y revisados por los redactores" (b) y que "en vista de la dificultad de traducir resúmenes anallticos de una lengua a otra... se in- vite a los editores de publicaciones periódicas prL marias a suministrar siempre resúrrmes analíticos en más de un idim". (c) En cuanto al contenido de los reshaes anallticos, debería ser presentado de acuerdo con las reglas incluidas en la "Guía pa- ra la Reparación de Resúmenes AnaIíticos Destina- dos a la Fublicación", de la Unesco, editada en al&, español, esperanto, francés, inglés, pola- co, portugués y ruso.

6.2.4 .QKí,ICIS DE CONTENlDo

El tema del análisis de contxido en información científica tiene dos facetas: la primera es la ela- hración y el uso de los lenguajes de indización, con los problemas conexos de cmpatibilidad que se describieron en la sec. 5.1.4.; la segunda la con2 tituyen las operaciones en lenguaje natural, tales c m las cmpilaciones de diccionarios cientlficos y t6cnicos, la racionalización de terminologla y fraseología, el procesamiento autcínático de textos, etc., también exirminadas en esa sección.

1. LhTGuAJES DE INDIZACION

Más arriba se propuso una distinción entre la elaboración de normas para la categorización gene- ral de mterias, por una parte, y, por otra, la deducción de metalenguajes por medio de cceirparación de tesauros, clasificaciones, etc., existentes (sec. 5.1.4). El tipo de acción cpe en cada caso se re - quiere para llegar a algunos resultados prácticos es ccmpletamente diferente.

A. CATEGOlUZACION GENERAZ, POR MATERIAC

Los bibliotecarios y los especialistas en infor- mación estarían de acuerdo generalmente en que un escjuem mundial de categorizaciones por materias es necesario para facilitar el intercambio de d m n - tos e información entre los diferentes daninios de

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6.2.4

la docurrwtacih científica (desde el punto de vis- ta regional, linguístico o sectorial). Reconocida- mente, el objeto de la transferencia en este caso es probable que sea algo sencillo: se pueden usar indicadores de materia normalizados, por ejemplo, para caracterizar las pertenencias de las bibliote- cas en un catálogo colectivo, para especificar el campo cubierto por las peiblicaciones periódicas en un registro mundial, para determinar superposicio- nes y duplicaciones en las características operati- vas de los sistems de información, y también rn un filtro general para el procesamiento de solici- tudes relativas a recursos de infomcibn en el a- dro de una red internacional de renisión, etc. h todos estos casos, el objetivo es localizar y trm- ferir grandes bloques de infomción, mds bien que documentos o datos espcíficos; una lista nomli- zada de encabezamientos de mterias generales puede entonces resultar Gtil. Las opiniones difieren, sin embargo, cuando corresponde decidir qué esqua se adapta mejor a tal prop6sito. Varias clasificacio- nes euciclopédicas canpiten -la Clasificación ikci- mal de -y, la Lista de cabezam mi en tos de Mate- rias de la Biblioteca del Congreso, la Clasifica- ción Colón, la Clasificación Decimal Universal, etc y aunque la Gltirriarriente ncmhrada se ha beneficiado con un amplio apoyo internacional a través de la FID, de n i q h modo es la única candidata a un re- conocimiento mundial cano la lista =para la categorización por materias. Sus ventajas y sus de- ficiencias fueron examinadas por el Gmpo de Traba- jo del UNISIST sobre Necesidades de Investigacih en el C a p de la ~ocurnentación, el que arrib6 a estos dos conclusiones: (a) se deben tamr midas de carácter organizativo y técnico para eliminar las insuficiencias de la CüU en lo que atañe a su gestión, por ejemplo, la lentitud del procedimiento de revisibn, la poca frecuencia de las reediciones, etc.; (b) por otra parte, ninguna respuesta clara se puede dar a la más controvertida cuestión de la falta de adecuación, total o local, en lo que atañe al contenido y la eCtructura de las divisiones de la CDU. Ambas declaraciones pueden ser respaldadas, aon las siguientes implicaciones: (a) cualquiera sea la lista o la ciasificacián que eventualmente se adopte, deberán emplearse técnicas de gestión modernas para reunir y estudiar propuestas para la rwisih, puesta al día y distribución de edicio- nes revisadas a todos los usuarios, a intervalos cortos; (b) se requieren mdc estudios y experimen- tos para &ir el valor potencial de la CDU en ,su estado presente, m lista mundial Gnica de enca- bezamientos de mterias para categorizaciones gene- rales , o indización “suprf icial” de docmtos .

Los dos puntos se hallan en parte correlaciona- dos, en la medida en que cualquier grupo especial que pudiera establecerse para informar sobre el G1- t h , b, sobre bases sectoriales, estarfa también en una-buena posici0n para llegar a ser el princi- pal canal de revisión para ese sector, cmfonne a lo requerido en el punto a. Surgiría así una estruc tura unificada con las siguientes corrrponentes: (a7 una red de qnpos de trabajos sectoriales, cada uno de los cuales incluiría especialistas en informa- ci6n científica y técnica de ese sector, encargado, primero, del estudio de la aplicabilidad de la CDU

y/u otras clasificaciones o listas enciclo&iiCas, c m esquemas normalizados para las categorizacio- nes generales por mterias; y, segundo, del m t e - nimiento de un mecanisno formal para revisiones co- rrientes en cada sector, cobre la base de proposi- ciones recibidas de bibliotecas y centros de infor mci6n; (b) una oficina central para reunir y, si fuere necesario, mnizar los resultados de cada qnpo sectorial, actualizar las divisiones de la clasificación y diseminarlos irnndiatanruzte por to- das las bibliotecas y centros de iiformaci6n intere- sados. Los grupos sectoriales deberían tener un se cretariado pennanente, estrechas y numerosas ane- xiones con bibliotecas especializadas en su campo, y la posibilidad de reunirse frecuentemente; pare- ce que tales exigencias podrían satisfacerse si los grupos en cuestión fueran anexados a las res- pectivas sedes de asociaciones profesionales en el sector correspdiente. h cuanto a la oficina m- tral, deberla ser tanhi6n un cuerpo permanente, can medios de procesamiento y ccmunicación avanza- dos, de rrcdo que pudiera mantener un registro per- mente de encabezamientos de materia, siguiendo el ritmo del progreso cientffico y t6cnico.

Para poder trabajar de un rrcdo eficaz y producir instnrmentos de clasificación ampldnte acepta- dos, es probable que una red de esta clase requiera surras considerables. Por consiguiente, es necesario procurar que se pueda aprovechar de la experiencia y los recursos de las organizaciones existentes que han adquirido canpetencia en esta área - por ej.: la FID, en lugar de establecer y financiar nuevos organiws para el mimo pro$sito, dentro del mar- co del UNICIST.

B. INDIZACION EN PROl?UNDIüAJJ

La lista nomlizada de encabezamientos de mate- rias se destina .%lo a las categorizaciones genera- les de documentos, o “indizaci6n superficial”, por opsición a la forma más profunda de análisis de c o ~ tenido que se efectGa con listas de descriptores y tesauros especializados. Se han realizado exprimen_ tos para mostrar que las clasificaciones enciclopé- dicas pueden ser utilizadas también como lenguajes de descripción para indizacih en profundidad y re- cuperación mecanizada, sin embargo, el que ello sea factible no implica que sea deseable, y hay henos argumentos para mntener la distinción entre clasi- ficaciones parte, y lenguajes descriptores absolutamnte flexL bles, p r la otra. id Lista Norma, por lo tanto, no es un sustituto para los tesauros “intermediarios” recanendados en la sec. 5.1.4, cano un instnimento para establecer la convertibilidad entre los le-- jes de indizacih más especializados que se usan en dreas específicas de la ciencia y la tecnología. También en este caso los abctdculoc a s u p a r son de carácter técnico y relativos a la gestión. (a) Técnicamente, la mtcdologla de las investigaciones linguísticas en ciencia de la información está aún en su infancia (véase más arriba, sec. 4.3.2); y es necesario que se haga más investigación para cons- truir un marco formal y Cancin para el dlisis de la cmvertibilidad y el desarrollo de lenguas integ mediarias ad hoc, con respecto tanto a los ccniponen_

con rlgidos encasillamientos, p r una

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6.2.4

tes semánticos c<3mo a los sintácticos (véase más a- delante, sec. 6.6.1): (b) Luego, desde el punto de vista de la gestión, un marco internacional tiene que ser reestablecido a su turno, de modo que la elaboración de un lenguaje especial de indización y las previsiones para su canpatibilidad con otros, sean reconocidos cam una empresa única, aunque bi- facética, que sólo piede ser conducida adecuadanien- te sobre una base internacional, con la colabora- ción de sociedades científicas y especialistas de la información de muchos países.

Más específicamente, el desarrollo y manteni- miento de lenguajes de indización amplimte uti- lizados en campos especiales de la ciencia y la teg nología, debería ser la preaxpacih de todas las naciones que tienen mrrpetencia en esos campos, a fin de evitar tanto monopolios indeseables ccmo una proliferación improductiva. Debe ser de la inamken cia del UNISIST llamar la atención de los miembros- del CiüC y la Unesco -uniones científicas y gobier- nos- sobre este problema vital y todavía muy subes- timado, a fin de que puedan a su vez desarrollar un rrecanisnu internacional y mltidisciplinario capaz de afrontarlo. Miestra posición es que será también necesaria una organización permanente - co- mo para mantener al día la lista normalizada de en- cabezamientos de materias- w n los siguientes can- ponentes: (a) grupos de trabajos sectoriales, ya efectuar o supervisar estudios sobre la convertibi- lidad de bs tesauros existentes en un campo deter- minado del conocimiento, sugerir ajustes que pu& aurrwtar la ccanpatibilidad entre algunos de ellos o entre todos, elaborar (partiendo de los existentes) tesauros de base para ser empleados cano vocabula- rios interwdios en el establecimiento de conexio- nes entre tesauros individuales con una cuberhxa similar, y proveer un mecanism para revisiones y actualizaciones corrientes de todos esos instrunien- tos de indizaci6n: (b) oficinas centrales o "centrt les de distribución", para reunir, analizar y dis- tribuir clasificaciones, tesauros, listas de des- criptores, etc., existentes, sobre bases mundiales e interdisciplinarias, y distribuir aslmism los prcductos finales de los grupos de trabajo sectorit les nwcionados en (a) -preferentemente en más de una lengua y con una notacih simb6lica ccardin, ba- sada end contenido estructurado de los tesauroc maestros. Estas "centrales de distribución" podrían también ser encargadas de estudiar las interrelaciE nes entre tesauros mestros empleados en campos que se superponen (conexiones horizontales), así cam sus relaciones con la lista normalizada de en&- zamientos de mterias considerada más arriba (cone- xiones verticales).

Las dos "centrales de distribución" mcionadas en la sec. 4.3.2 deberían ser fortalecidas, a fin de que puedan hacer frente a estas obligaciones a- dicionales: en cuanto a los grupos de trabajo sec- toriales, normahte tendrían que establecerse ba- jo el patrocinio de las organizaciones internacio- nales directamente interesadas. Sin fmbargo, se re- d e n d a una estrategia gradual, en atención al he- cho de que no se dispone tcdavía de líneas directrL ces firmes sobre la mtodología de la integración de los tesauros (21, tanto vertical cam horizontal, dentro del marco de los grupos de trabajo interna-

cionales. Serfa prudente que el UNISIST prcmwiera en primer término un estudio piloto en un área ade cuada de la ciencia básica o aplicada, para probar las técnicas y la organización del control de la indización en un contexto internacional e interdis- ciplinario.

11 I D 1 m m m s Los diccionarios científicos y técnicos en len-

gua natural son también un instrumento del análisis de contenido en sentido amplio, sean ellos monolin- ques (glosarios con definiciones) o multilingues. De hecho tales diccionarios son ampliamente utiliza dos al elaborarse los lenguajes de i~idización, has- ta el punto de que los tesauros frecuentemente to- man la forma de "diccionarios autmáticos", en el sentido de traducción mecánica, esto es con entra- das en knq-uaje natural y descriptores equivalentes,

este caco y considerando que el UNISIST es un ente mltilingue, la indización autorática debe ser entendida en dos formas: no sólo caw un medio de normalizar la terminología y la fraseología de un idiana determinado, a los fines de la recuperación en cualquier nivel que sea, sino también caw un sustituto de la tlraducción, en la medida en que diferentes lenguas-fuentes (naturales) pudan ser convertidas en la única lengua-objetivo (artifi- cial), o en representaciones ccanpatibles del misno texto. Desde este punto de vista, los analizadores de lenguajes naturales que han sido concebidos sin una referencia explícita a un mtalenguaje objeti- vo bien definido, pueden no ser una respuesta ade- cuada a los fines aplicados del análisis y la recu- peración documental, aún cuando no se discute su utilidad en lhguística pura. Una más profunda ccmprensión de la función del análisis linguístico en la ciencia de la información es, por consiguiep te, necesaria,,para prprcionar a la investiga- ción sobre indización autcmdtica términos de refe- rencia apropiados y un marco conceptual ccarbin, del que se carece en el presente.

Por consiguiente se necesita un doble esfuerzo en el área del control de las lenguas naturales: (a) por una parte, M acción práctica para aumen- tar lq disponibilidad de diccicaiarios técnicos, monolingües y mitiiingiies y para impuisar la nor mlización de la terminología en campos e idianas- específicos; (b) por otra parte, investigación pa- ra el desarrollo de instrumentos linqüísticos y al- gorítmicos que se requieren para convertir textos en lenguaje natural en representaciones en lengua- je de indización (indización autanática).

Los prcqramas iniciados por la Unesco en el campo de la lexicografía científica son de interés M i a t o para el ítem (a) y dekm ser extendidos: eventuahte ellos podrían ser confiados a una o varias "centrales de distribución" encargadas no sólo de recoger y distribuir referencias, sino m- bién de ccmpilar tablas de concordancia, dicciona- rios amlativos, etc., utilizando fitcdos avan- zados lexicográficos y de procesamiento, y de pla- nificar el sirministro mundial de diccionarios téc- nicos para reducir lagunas y duplicaciones, con re? pecto a áreas iincjiísticas y/o sectoriales.

ios esfuerzos actuales de la OIUN para la nor-

99

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6.2.4

mlización de tennm . ologías científicas, a través de su CQnité Técnico 37, así co1~3 el trabajo de las uniones científicas en esta esfera (por ej.: la Unión Internacional de Bioquímica), son de igual importancia en este con-o. En cuanto al ítem (b) se ubica dentro de los requerimientos de inves- tigación del UNISIST, y será considerado bajo este título en una sección posterior (sec. 6.6.1).

RMK3MENDACION 4. Deberá señalarse a la atención de los científicos, las sociedades científicas y las de información cientffica la necesidad de aunar las fuerzas con objeto de elaborar rrejores instrumentos para el control y conversión de los idims natura- les v de indizacith en la ciencia v la tecnolwla.

_I- - _ _ _ - -~ L

Deber5 invitarse en particular a los afiliados al UNISIST a que examinen la posibilidad de iniciar al gunos proyectos experimentales, con el patrocinio de organizaciones científicas, encaminados a sme-

a las necesidades internacionales e interdiscipli- narias.

6.2.5 ANAJLISIS DE DATOS

Esta sección pretende sólo ser un recordatorio, puesto que una organización internacional está ya trabajando en el área de la normalización de r c m m - claturas y procedimientos para el tratamiento de los datos científicos, es decir, el comité sobre l& tos para la Ciencia y la Tecnología (CODATA), crea- do por el CIUC en 1966 (sec. 4.3.4). La importancia de este tema no puede ser exagerada: el análisis de d-ntos, tal cc~llo se lo ha considerado en las secciones precedentes, es en cierto sentido una re2 puesta provisional a los problems del m e j o de la información, en la medida enque su finalidad última consiste en recuperar los datos sobre los que se apoya una teoría que se esT5Zaminando o construyendo. hede llegar el mcaMinto en que, en al qunos campos - por ejemplo, el de la química orgá- nica, la paleontología, etc.- una red de datos con? tituirá más bien un sustituto que un canpleniento de las presentes redes bibliográficas. Las estimulan- tes perspctivas de los nétcdos de la llamada "intg ligencia artificial" añaden una razón para conside- rar a los centros o bancos de datos c m un instru- mento potencialmente más eficaz que cualquiera de los más avanzados sistems de información de nues- tro tisiipo para hacer frente a las exigencias de la investigación y el desarrollo modernos (véase más adelante sec. 6.6.1). Se necesitarían varias pági- nas para resumir los muchos problemas involucrados en el establecimiento de una red mundial de centros de datos; pueden hallarse una buena exposición de ellos en el estudio sobre sistemas de datos recien- ternente ccnnpietado por el COSATI en los EUA (3). Se describe allí, acertadamente, a la nomlización de datos ccm "el desafío Scnico quizás más impor- tante para quienes se interesan en el problema de los obstáculos a la utilización de los datos" (4); los esfuerzos del CüDATA para efectuar progresos en esta dirección están en m n í a con el cwcepto de una recl mundial de infemción científica y debe- rían recibir el pleno apoyo de las uniones científi

cas y los gobiernos interesados en el movimiento del UNISIST. Sin embargo, otros problemas aparte de la nmclatura normalizada, deben ser examinados en relación con la integración de la labor del CODATA en elmrco más amplio del UNISIST; ellos se rán considesados en una sección posterior, relativa a los ajustes estructxales y funcionales que deben efectuarse en los &todos actuales de transferencia de la información (sec. 6.4.1. D).

6.2.6 DITERFASE DE MAQvmrr\c

Un requisito básico de los programas mundiales de coparticipación en la información de la interre- lación de sistems recanendados en la sec. 6.1., es que la salida de un determinado sistema de infom- ci6n resulte admisible' c m entrada para otro, a los fines de su ulterior (re-)procesamiento. Con el uso creciente de canputadoras en este campo, se plantea el canprmiso de que todas las partes inte- resadas adopten normas de máquina cmpatibles, con vistas al intercambio de cintas producidas por má- quinas diferentes para ser "leidas" por otras. Pre- cedenteniente (sec. 5.1.4), se ha hecho una breve reseña de los esfuerzos que en la actualidad se rea- lizan en esta área; el mism Grupo de Trabajo del UNICIST sobre Normas para la Transferibilidad de Datos Bibliográficos ha informado en 1968 sobre el estado del desarrollo de normas, arribndo a concl; siones optimistas en lo atinente al aspecto "máqui- nas" del problema (en contraposición a los proble- mas vinculados con la descripción bibliográfica). Era opinión general que las organizaciones naciona- les e internacionales apropiadas existentes estaban estudiando con diligencia las n o m s adecuadas, las que a corto plazo estarían disponibles para los fi- nes del UNICIST, en cuanto a interfase de máquinas (especificaciones de cinta, incluyendo instruccio- nes para el manipule0 y juegos de caracteres codif' cados), al igual que c6digos de máquinas para ítems tales ccm idiana, país, etc. Sin embargo, contri- buciones posteriores efectuadas por miesnbros del Grupo Consultivo del UNISIST, presentaron listas relativarente grandes de problemas pendientes rela- cionados con el uso de la salidad de sistemas disí- miles. La impresión general es que si bien se es& haciendo rápidos progresos en el área de las especi ficaciones de cintas - especialmente con la propa- gación de facto de unidades de cinta canpatibles de 7 canales y ahora de 9 canales, con densidades regu- lables, códigos regulables, etc., mucho queda por hacer en cuanto a las demás exigencias de la inter- fase de máquinas: juegos de caracteres, códigos de datos y estructura de registros. Este último tópico es particularmente importante en m n t o s en que no existe una práctica c& en la técnica de fonnatos para datos, incluso entre los sistms de informa- ción más recientes y de proyección mundial (por ejc plo, subsisten varios interrogantes no resueltos en- tre los proponentes del MARC, el "Joint Agreesnent Group" (5) y el Grup de Trabajo sobre Descripción Bibliográfica del üNISIST-CIUC/ lución sería desarrollar un formato de cinta gene- ralizado que pueda admitir una variedad de el-- tos de datos y ser utilizado de varias maneras dife- rentes. Una de dichas normas se encontraba en proce-

1. Una posible so-

100

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6.2.6

so de publicación por parte del Instituto Nacional de N o m s de los Estados Unidos (mican National Standards Institute) en 1969 ; la caracterlstica más interesante es la distinción entre Campos Fijos, donde se dan especificaciones obligatorias sobre la estructura y la longitud del registro de cinta, y Campos Variables, que contienen los datos en cual- quier forma requerida. Sin embargo, el código de = racteres en esta norma es el renoribrado código "Asky", es decir, el Código Normalizado de los Es- tados Unidos para Intercambio de Infomción(AccI1) en su versión corregida (1969), que se aplica s610 a cintas de 9 canales (códigos de 8 "bits" o unida- des de infomción) aún cuando muchos sistems si- guen usando equipos de 7 canales y 6 "bits" - y que difiere además del Código Decimal Binario, también actualhate en uso fuera de los Estados Unidos, en su versión restringida (BDC: 7 canales, 6 "bits") o su versión amtada (EKDIC: 9 canales, 8 "bits') Memds, c m se mcionara anteriormente (sec.5.1.4) existen divergencias de opinión en lo concerniente al empleo del 8' "bit" en las instalaciones de 9 ca- nales para fines de tratamiento de información y no se ha hecho gestión alguna para organizar una con- sulta sistemáticaa la m i d a d cientlfica irterna- cional sobreesteasunto de carácter ecencial.

estudios y discusiones para acelerar la adopción de códigos pormalizados y formatos que permitan la in- terfase de máquinas sin restricciones, cano requi- sito básico para los proyectos de coparticipación en la información. Si bien la O m debe seguir siendo el árbitro final en tales cuestiones, UNISIST debe desempeñar su papel estimulando los contactos entre las partes interesadas: sistemas operativos principales, asociaciones de normaliza- ción, fabricantes de equipos, grupos de usuarios, etc. Recwrir a los expertos de estos diferentes sectores probablemente produzca los misn-~~s efectos benéficos que el patrocinio del Grupo de Trabajo so bre Descripcih Bibliográfica por la CIUC/AB y el UNISIST, en otra área (af€n) de normalización. Si dichos grupos deben convertirse finairrente en una pequeña oficina de consulta prmnente dentro de la futura estructura administrativa de UNISIST, es una cuestión que conviene dejar librada al criterio de los adherentes al UNISIST, sobre la base del desa- rrollo observado en los años venideros.

pos de la OIUN y el UNISIST, pra definir y mante- ner una norma mundial de interfase de máquinas, no es de esperar que se pueda alcanzar una total ocsrp>a tibilidad entre todos los sistemas de infomción en un futuro próximo. La convertibilidad en cambio puede ser una meta más irnnediata y general, para establecer interconexiones entre sistemas que no son directamente V t i b l e s en cuanto a especifi- caciones de cinta (por ej.: 9 canales vz 7 cana- les), códigos, (por ej.: ACCII vs ABDCIC), esLmc tura de registros, etc. ios p r e a r ~ s y sistemas de programación ("software") necesarios para la con- versión de archivos o ficheros resultan costosos; en consecuencia se podrían prever centrales de ccm- versión para reunir programas y dispositivos de c o ~ versión que hayan sido desarrollados para un siste- ma específico, pro que también pueden satisfacer

Remiendo, parecen ser necesarios ulteriores

Por más eficaz que fuere el trabajo de los gru-

los requerimientos de otros. Dichas centrales tam- bién podrian prestar apoyo escribiendo nuevos pro- gramas de conversión, limitándose no obstante al objetivo de proveer convertibilidad de entrada/sa- lida con la norma mundial potencial; la convertibi- liüad directa entre dos sistas cualesquiera serla dejada en manos de los respectivos patrocinantes.

por la EDE para beneficio de sus miembros. Los ex- pertos de ccanputación invitados por üNISIST para informar sobre problemas vinculados con la interfa- se de máquinas también deberlan ser consultados so- bre la factibilidad de las centrales de conversión (de la OCDE u otras) c m una respuesta viable y económica al desafio que plantea la interconexión de sistemas.

Se hará sólo una breve referencia al aspecto de las normas en el área de la (micro)reproducción: si bien no está directamente vinculado en la actuali- dad a los problemas de la interfase de máguinas trg tados en esta sección, puede considerarse un reque- rimiento de la interconexi6n de sistems en el am- plio sentido de la palabra y en la medida que los modernos sistemas de infomción incluyan materia- les, equipos y procesos específicos para la produc- ción, uso, almacenarriento y preservación de copias de documentos. El Consejo Internacional de Reprogrg fla recientemente creado parece indicado para desa- rrollar nuevos programas de normalización en este campo, siempre que fuere necesario, junto con otras organizaciones, internacionales ccprrpetentes, tales cano la FISTI, la OIUN y la FID.

RE@ENDACION 5. En el marco del UNISIST, se entra- rá en consulta activa con los expert os en sistemas de calculadoras y de infomci6n con objeto de ace- lerar la resolución de las cuestiones pendientes en lo que se refiere a normas mecanizadas p&a la in- tercmicación de sistems, de acuerdo.con la ü m Deberá examinarse rrás detenidamente la viabilidad de los prcqramas de conversión cano una alternativa provisional a los códigos de clasificación y forma- tos entermte canpa tibles . 6.2.7 CCMJNICACIONES

Un esquema de ese tipo está siendo desarrollado

Las necesidades de normalización de las redes de amunicación en el UNISIST ser& tratadas en la sec. 6.3 (FecanendaciÓn 61, más adelante.

6.2.8 RESUMEN

Las propuestas tratadas en las diferentes sub- secciones de la sec. 6.2. Normas, coinciden en sus objetivos, pero difieren en los medios previstos pa ra la normalización de los procedimientos de trata1 miento de la información. Se pueden resunir bajo cinco encabezamientos :

A. ciones internacionales, en la medida que fueran di- rectawnte relevantes para los requisitos de norma- lización del UNISIST, por ej.: CODATA, FID, CIUC/AB,

Apoyo a las acciones emprendidas por organiza-

FISTI, FIAB, OIüN, etc. (sec. 6.2.1.-3-5).

B. invitaci6n a las uniones científicas y asocia-

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6.2.8

ciones de especialistas de información internacio- nales a desarrollar programas mcertados para el prfeccioriconiento & instrumentos de indización en determinados campos e idiomas, dando énfasis a la ccmpatibilidad horizontal y vertical (sec. 6.2.4).

C. Organización de consultas a expertos para ace- lerar los acuerdos sobre normas de descripción bi- bliográfica e interfase de máquinas, al iquai que con respecto a cualquier otro wcanim que pueda resultar conveniente para el mantenimiento de las misrras dentro de la coininidad del UNISIST - por ej. la Red Internacional de Títulos de Periódicos(sec. 6.2.2. 6.2.6).

D. Desarrollo de "centrales de distribución" o p l s internacionales para reunir y mninistrar in- formación sobre tipos especiales de instrumentos o medios de tratamiento de la dcomentacih, tales cg mo lenquajes de indización, diccionarios técnicos, programas de mversión, etc. (6.3.3, 6.3.6).

E. Prmi6n de la investigación en taras especffi coc, tales rn la convertibilidad serrántica, indi- zaci6n automática, procedimientos para tratmiento de datos, etc., m una contribución esencial, aun- que indirecta, a los problemas de normalizacih(sec. 6.3.3, 6.3.5).

6.3 Q3íüNICACIONES

El empleo de telecarminicaciones avanzadas fue presentado en la secci6n 5.1.5 ccm~ un "requisito implícito" de los mcdernos sistms de infomción. Por cierto que está implícito en mchas de las pro- puestas que ya se han formulado; por ejemplo, la red rmindial de referencia descripta en sec. 6.1.3, (figura 5) no satisfará a mchos usuarios si no aprovecha medios de curn~nicación perfeccionados pa- ra hacer expeditivas sus propias actividades, así m alqunos de los sistemas operativos los están empleando en la actualidad para sus propios fines. Del m i m modo, debe ser responsabilidad del UNISIST la proanoci6n de instalaciones de inter-co- municación dentro y entre los referidos sisterras, donde las disparidades locales hacen necesario "igualar" el flujo de información cientlfica en to- das las m e s del mundo, independientemente de las diferencias en cuantc a desarrollo técnico y econó- mico (sec. 5.1.5). El objetivo a largo plazo es pro_ porcionar a los usuarios individuales, dondequieran se hallen, condiciones cmparables de acceso a dis- tancia a la información cientlfica, por medio de centros de despacho locales conectados entre sí a través de mdios apropiados, variables según la di? tancia geográfica, las exigencias del tráfico, re- laciones de carácter organizatlvo, etc. El princi- pio es suficientmte claro: acceso universal a una red mdial de servicios de información estruc- turada de acuerdo con el modelo sugerido en la fi- gura 4 (sec. 5.3.3), con una serie de estaciones u- bicadas y equipadas de manera que permitan una fá- cil consi& entre cientlficos individuales y cual- quier servicio deseado, con respecto a cualquier as pecto de la transferencia de la infomción (entre- ga de dmmentos, referencias bibliográficas, difu-

-

sión de datos, circulaci6n de reshemes analíticos, traducciones, etc.) . La a licación, enpero, da lu- gar a un sinntimero de -*Fe no pueden setr resueltas dentro81 mrco del presente estudio: (a) cuestiones de carácter organizativo y funcional re- lacionadas con la distribución e inter-mnaión 6p- tima de los diferentes en cuenta el v o l m y la naturaleza del tráfico previsto en cada lugar; (b) cuestiones t&nicas, tales m la evaluación de los medios más apropia- dos en los diferentes contextos, el desarrollo de una capacidad de consulta directa por medio de co- nexiones de telemicación y de consolas remotas, la trasmisión de datos a estaciones de procesamien- to distantes, la adopción de normas para la conver- tibilidad entre vlas de micación (grados de ca- nales, costos, especificaciones de equipos tennina- les, etc.) ; (c) cuestiones de polltica, p r ej. : pro gramas de asistencia técnica para establecer las u15 talaciones adecuadas en las áreas en desarrollo, acuerdos internacionales sobre bandas de frecuencia, horarios de transmisi6n, reglamentaciones tarifarias, etc. De hecho ninguna de estas cuestiones ofrece po- sibilidades de solución por el m t o , excepto en términos muy amplios y de carácter condicional: las redes 116s grandes de bibliotecas de información y de datos mencionadas en el presente informe (sec. 4.2.3), 4.3.2, 4.3.4.) están adquiriendo mucha y valiosa experiencia en asuntos vinculados a las te- leccmunicaciones, pero de una manera naturalmente autocentralizada que no responde a los problemas &s generales relacionados con la construcci6n de una red mundial; en tanto que las redes nacionales de teleccnainicaciones que se están desarrollando en algunos países (sec. 5.1.5) son Instalaciones para finalidades mltiples, que sólo pueden tras- mitir información cientlfica bajo ciertas condi- ciones (técnicas, econkicas, políticas) que reque- rirían una investigación ulterior.

ni los científicos de la infomcih, ni los esp- cialistas en teleccrminicaciones, están aún en con- diciones de afinnar qué estructurar de carácter 02 ganizativo y q i p o s deberían ser adoptados para llevar a la práctica elrrderno concepto de una red de transferencia de información cientlfica descen- tralizada de mlti-acceso y con medios múltiples, que cubra el m d o entero. Primero habrá que reunir testimonios prospectivos de muchas fuentes, inclu- sive gobiernos, sobre planes de largo plazo en el daninio de las telemicaciones nacionales e in- ternacionales, sobre las tendencias y posibilidades tecnológicas en esta &ea, sobre características a5 tuales y previstas del tráfico de información en di ferentes cont-s (sectorial, funcional, regional), etc. S610 entonces resultará razonable concebir un esquema general del equipo y los procedimientos de caminicación dentro del UNISIST, teniendo en cuenta las políticas, recursos y necesidades observados.

Si este punto de vista es acertado, la consecuen- cia es que los requerimientos de coininicaciones del UNISIST, cano red mundial de transferencia de la información, 610 pueden ser alcanzados a través de una serie de programas locales y de largo plazo, que tienen una prioridad menor que el de los asun- tos vinculados con la cmptibilidad y la intercam-

puntos de acceso, teniendo

consecuencia, nuestro punto de vista es que

102

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6.3

biabilidad, según se trató en la sección anterior (sec. 6.2) - por ej.: (a) investigación de desarro- 110 sobre fiquinas y equipo (hardware) y programas y sistemas de pqamación (software) en el teieprg cesamiento, en la prspectiva de un sistema de con- sulta "en llnea" y del establecimiento de redes de ccmputación; (b) estudios piloto sobre el funciona- miento real de las redes internacionales de infor- mación con alcance limitado (en términos de terri- torios, disciplinas, funciones), con vistas a una mejor evaluación de los costos y de la eficiencia; (c) desarrollo de normas internacionales para las especificaciones en la transmisión de datos, que guarden m n l a con las del procesamiento de datos propiamente dicho (sec. 6.2.6) - por ej.: en lo re- ferente a velocidad, codificación, detección de errores y correcciones, etc. - y celebración de a- cuerdos mundiales sobre éstos y otros asuntos afi- nes (amplitud de banda y capacidad de los canales, calidad de las líneas, nudos de trasnisión normali- zados, mdulación, sincronización, conmutación de mensajes, etc. ) , inclusive las medidas para la m- patibilidad terminal-a-lrilea (juegos de datos, "mo- demc" : aparato modulador/demodulador) , etc .

actividad de grupos existentes - servicios de infor mciones, organizaciones internacionales - para es- timular el progreso en estas diferentes áreas. Sin embargo, puede resultarle productivo apoyar grupos de trabajo o conferencias donde expertos de la es- pecialidad y sectores de usuarios tendrían la opor- tunidad de discutir y remndar programas mcer- tados que invistan imprtancia para los objetivos del UNISIST, en lo atinente a telecarminicaciones. Memds de los t a s técnicos sugeridos anteriom- te, los expertos invitados deberlan prestar cierta atención al aspecto político del problema: a fin de hacer frente a las cada vez mayores disparidades que se producen entre mchos países con relación a las instalaciones de cmunicaciones, puede resultar necesario un enfoque cooperativo para el estableci- miento y mantenimiento de los recursos adecuados, can una responsabilidad conjunta de los adherentes al UNISIST - El (los) propuesto (s) grupo (s) o confe- rencias (s) debería (n) incluir, en consecuencia, tam- bién representantes de los organims encargados de la planificación y de la formulación de políticas, de los gobiernos respctivos, además de ingenieros y expertos en sistems.

Obviamente, el UNISIST habrá de depender de la

RKUGNDACION 6. Se deberá convocar un grupo de tra bajo o una conferencia para que examine, en la prs rectiva del UNISIST. las mesentes tendencias v fu-

ción cientlfica. Se recabará para ello la participa ción de organizaciones internacionales tales c<mo la Unión Internacional de Telecmicaciones (UIT), la Federacih Internacional de Cocidades para el tratamiento de la Información, la Federación Inter- nacional de Documentación (FID): el orden del dla . .. canprenderá no sólo los elmtos técnicos mds in- mediatos sino también los aspectos de organizacih y los poiíticocyecongnicos.

6.4 ME3DJJO.S Y GESTION

El análisis de las prácticas corrientes de tra- tamiento de la información, en su estado actual, revela la existencia de una serie de barreras que obstaculizan el flujo de conocimientos significati- vos en la ccmunidad cientlfica. Las más importantes han sido resumidas en secs. 5.1.1 y 5.1.2, seguidas por sugerencias en cuanto a posibles soluciones (sec. 5.2.1 y 5.2.2), todas las cuales hacen refe- rencia a la cooperación y arreglos a escala mdiaL Por esa razón dichas cuestiones no pueden ser igng radas por el UNISIST; las reccanendaciones siguien- tes recapitulan los diferentes cursos de acción que han sido estimados convenientes en las secciones a- teriores del presente informe y que se refieren a: (a) re-evaluación o desarrollo de ciertas funciones específicas en el ciclo de la información, y, c m corolario, la reforma de algunas unidades estructu- rales en la cadena de transferencias, tal c m se hapecif icado en sec. 3.3; (b) esfuerzos ulterio- res con respecto a las técnicas de gestión destina- das a facilitar la circulación de la informaci6n cientlfica en el UNISIST; (c) la creciente partici- pación de las sociedades profesionales, (d)al igual que de los redactores cientlficos, en la provisión de medios para transmitir la información de los pro ductores a los usuarios.

6.4.1 ADAPTACICNES FUNCIONALES Y ES!lT¿UCIUWES

A despecho de las imágenes 116s futuristas del manejo de la información, la estructura general de la cadena de transferencia es probable que se cons- tituya en 1980 con los m i m s capnentes que en la actualidad, con bibliotecas, servicios de reshes analíticos y de indización y centros de información especializados cam elmtos constitutivos princi- pales (véase figura 1 - pág. 24). Sin embargo, el desarrollo de nuevos vehículos e instrmentos de información en los últimos años ha conducido a un refuerzo o rdelamiento de algunos ccmponentes particulares, de una manera tal que debe ser teni- da en cuenta por el UNICIST para la estructuración de una red mundial. Las recmendaciones siguientes versan sobre las tres categorías principales de unidades estructurales recién mencionadas: reposi- torios (bibliotecas, deflsitos, centrales de distri bución, etc.), servicios Msicos de dlisis (ser- vicios de resCrmenes analíticos, de indización y, en un sentido amplio, servicios de traducción) y centros de infomción especializados. b s centros de datos son considerados co~llo una categoría apar- te, in fine.

A. REPOSIToRIos

La palabra "repositorio" se ha tarado aquí en un sentido genérico, para incluir cualquier organiza- ción cuya función principal sea la de adquirir, al- mcenar y distriaiir libros, publicaciones periódi- cas y/u otros documentos. Por supuesto, las biblio- tecas constituyen el grupo más imprtante en esa amplia categoría, las que sepan principalmente, si no exclusivamente, de dccinientos publicados; sin embargo, ha surgido otro grupo, can lo señala la aparición de nuevos ncm-tbres, tales cam "depbsitos", 'Centrales de distribución", etc. Estas en realidad

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6.4.1

son bibliotecas responsables de la adquisición y distribución de categorlas particulares de documen- tos: infonnes técnicos, material inédito, diserta- ciones, ensayos críticos, microfilmes, etc.

Una interpretación d s simple de esta dicotada consiste en contrastar el almacenamiento y distri- bución de dommntos publicados por una parte, en bibliotecas (y centros de información) E. el tra- tamiento de material inaito en depOsitos centra- les de distribución, n l a a . h el seno del Ccmité üNESCO/CIüC y los grupos de trabajo se pro- dujeron bastantes discusiones en lo referente al papel que los doanrentos inéditos deblan desempeñar en el funcionamiento de una red mundial de informa- ción cieneifica. Algunos exprtos - espciahte en el Grupo de Trabajo sobre la EvaluaciÓn, -e- sión y Organización de la Información Científica - argulan que la Literatura de informes internos, por ejemplo (ya s ~ a de instituciones públicas o priva- das), con frecuencia es redundante y de una calidad inferior a las publicaciones formales: además, los autores de tales trabajos por lo general no preten- den darles una distribución amplia que sobrepase un limitado grupo de colegas. De ahí concluían que el UNISIST debía ocuparse Gnicmnte de la bibliogra- fla impresa, alnwos en las prirwas etapas de su puesta en ejecución. Otros expertos, por el contra- rio, se inclinaron por enfatizar el valor de las fuentes de información inéditas, basdndose en que con frecuencia contienen resultados originales de investigación, que de esa manera son asequibles mu- cho antes de encontrar su cauce hacia los canales formales de impresión. Esto parece ser lo que ocu- rre particularmente en las ciencias aplicadas, y en la tecnología, a diferencia de las disciplinas más básicas: en consecuencia, no era deseable, en consecumcia, una doctrina Única sobre este punto en el UNISIST.

Evidentenwte, se pueden aprtar testimonios qfricos en apoyo de alguno de los dos puntos de vista; no se puede establecer razonablemente una correlación definida entre el hecho de que un docu- mento se haga circular antes de su publicación - o incluso m una alternativa a su publicación - y la presunción de que es de menor valor que un dccu- mento en forma impresa. Tampoco se han encontrado hasta el presente mecanismos adecuados para impedir la clase de juicios errados históricos que muy fá- cilmente pueden ser citados a propósito de la eva- luación cualitativa de los trabajos cientlficos. El concepto relativaroente nuevo de "centros de evalua- ción", que se tratard más adelante (sec. c) , puede tal vez proprcionar una respuesta adecuada: en la medida que los referidos centros sean considerados cano una parte esencial de las redes de infomción del futuro, habría cierta contradicción en la exclu sión de los documentos inéditos - que por cierto aquéllos no pueden ignorar - del ámbito del UNISIST.

Sólo se pueden sugerir prioridades: el fortale- cimiento de las bibliotecas científicas es prohblg mente una tarea más urgente que el desarrollo de deflsitos especiales. La razón reside en que facto- res técnicos y de otra índole han dado lugar a una creciente influencia de tales bibliotecas en muchas tareas que van mucho más allá que catalogar libros. En realidad, con frecuencia resulta difícil distin-

guir una biblioteca especializada que cumple impor- tantes funciones de análisis y procesamiento, de un centro de información con una gran colección de do- cumentos. Sin anbargo, esta evolución es más marca- da en algunos palses que en otros; de las bibliotecas científicas en ciertas naciones industrializadas permanecen alarmntmte estacio- narias. Disparidades de esta naturaleza son inccsn- patibles con el funcionamiento de un sistema mundial de coparticipación en la información en el que se espera que todas las partes intercanbien servicios de calidad cmprable, en lo atinente F velocidad, amplitud, formato, etc. De ahí que el desarrollo del UNISIST debe proporcionar a todas las partes interesadas un incentivo para perfeccionar las bi- bliotecas que se hallan bajo su respectivo contra- lor, sobre la base de una serie de funciones míni- IMS que deben ser definidas en cCniún acuerdo. La tradición de cooperación de alcance mundial en la profesión bibliotecaria habrá de facilitar el pro- q-reso hacia la materialización de acuerdos interna- cionales en esta área.

respedo a los depósitos especiales y los centros de distribución establecidos en algunos países para el manejo de material in€dito y de otra naturaleza que por una razón u otra no resulta de fácil acceso a través de los canales bibliotecarios convenciona- les. La mayoría de los depósitos de esta clase ope- ran sobre una base regional, aplicando prácticas escasmte o nada normalizadas y con pocas inter- conexiones sistemáticas; los adherentes del UNISIST eventuaimmte deberían ser exhortados a dirigir sus esfuerzos hacia la prcaiaoción de reglas ccnnunes de descripción y reproducción de docmtos dentro de este contexto particular (por ej.: para informes técnicos, material científico auxiliar, películas, etc.), a fin de facilitar la integración gradual de depósitos especiales dial.

y los niveles

Podrla entonces hacerse un esfuerzo similar con

en una red de alcance mun-

FECMENDACION 7. Debería reconocerse que un sólido sistema de bibliotecas científicas es parte esen- cial de la transferencia de información científica en los tianpos modernos. organizaciones internacionales y nacionales intere- sadas (FIAEI, Asociación Internacional de Bibliote- cas de Universidades Tecnol6gicas, etc.) el UNISIST debe procurar que se formule el conjunto &im dc funciones y niveles de realización que las biblio- tecas científicas -y, llegado el caso, los depósi- tos especiales - deberían mantener para poder lo- grar los mejores resultados posibles.

B. SERVICIOS BACICOS DE ACCESO

colaboración con las

Este título también es de carácter genérico y emprende tres clases de funciones, con frecuencia combinadas en la actividad de una sola organiza- ción: (a) la preparación (o reunión) de resúmenes anallticos (de autores) y su difusión a través de publicaciones secundarias: (b) la indización de referencias bibliográficas, que dan lugar a la publicación de tablas acumulativas o de €dices: (c) la traducción de documentos cientlficos en forma regular o a pedido.

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6.4.1

No se espera que ninguna de estas funciones ex- perimente grandes cambios en lo esencial, dentro de los próximos diez o veinte años. No obstante, se producirán innovaciones en la forma en que se cum- plen algunas de ellas en la práctica; deberían ser detectadas y de considerarlo necesario, estimuiar- las, puesto que tienen alguna vinculación con los objetivos generales del UNISIST.

ticos, en primer lugar, el UNISIST debe pramver medidas tales cam: (a) normas de aceptación inter- nacional , resún-enes analíticos de autor, presenta- ción en varias lenguas bajo cortralor de la redac- ción, etc. (6.2.3); (b) la generalización de técni- cas con apoyo de ccmputadoras que permitan la dis- tribución de descripciones bibliográficas y redme- nes analíticos aptos para lectura de máquina; (c) acuerdos cooperativos para el intercambio y/o pro- visi6n adelantada de redmenea analíticos entre redactores de revistas y servicios de resúmenes ana- llticos; ensayos sobre el posible mejoramiento o reemplazo de los re*nes analíticos en forma lite- raria por "resCnwes analiticos recuperables" en lenguaje natural estereotipado o en un lenguaje de indización "legible" , para facilitar su prcduccibn , procesamiento y consulta, etc. h lo que atañe a la indizacih debe prestarse

espcial atencibn a la investigación y desarrollo de proyectos sobre ccmpatibilidad de los lenguajes de información (sec. 6.2.4) y cobre el anblisis au- tanático del lenquaje natural (sec. 6.6.1) , c a ~ contribuciones canplmtarias para un más eficaz tratamiento de la información mltilingue.

Sin embargo, en este aspecto particular, en es- tos mornentos no sería realista, ni necesariamnte deseable, esperar que un lenguaje único - natural o artificial - pudiera ser adoptado en un futuro pre- visible, para salvar las barreras del idiama en la ciencia y la tecnología. ~secuentaiente, las traducciones seguirán constituyendo la respuesta principal, aunque convencional, a los problams 1"- guisticos del acceso a la documentación. h vista de su vocación mltilingue, el UNISIST debería -1 festar un interés especial en varios programas ten- dientes a reducir la carga de las traducciones para sus adherentes: (a) el establecimiento de interco- nexiones más firmes entre los principales servicios de traducción, ya sea en forma directa o a través de centros de comtación - regionales, sectoria- les - con el propósito de -ir duplicaciones, rrejorar el rrercado para las traduccianes, sugerir la re-orientacibn de la oferta y la demanda hacia lenguajes vehiculares adecuados, etc.; (b) la pro- moción de esquemas mprativos que canprendan a vt rias naciones, para alcanzar una distribución con- certada de responsabilidades para la traducción en- tre los grupos "emisores" y "receptores", optimizar la utilizacih general de los recursos disponibles (traductores en particular), mpartir los costos entre las diferentes partes interesadas, utilizando criterios diferentes a los de la ley de la oferta y la demanda, etc. - esquemas que son de particular importancia en el caso de los países en desarrollo, para crear cierta igualdad en las oportunidades de acceso a la bibliografía mltilincjue de la ciencia rrcda. (c) la prosecución de la investigación so-

h el área de la obtención de resCnnenes analf-

bre traducción rriecdnica o con apoyo de canputadoras (sec. 6.6.1), etc.

ios esquemas cooperativos recién mencionados cmstituyen merarente una ilustraci6n, en el campo de la traducción, de una tendencia más formal ana- lizada en la sec. 6.1 bajo el titulo de "coparti- cipación en la información". ias acuerdos sobre tal coparticipación deben ser propiciados también en el caso de los principales cervicios de reshe- nes analíticos de indización del m d o , ya es& ellos organizados en función de un pais, una dis- ciplina o una misibn. De hecho, varios de ellos ya han adoptado medidas efectivas en ese sentido, a través de diversos tipos de acuerdos bilaterales (véase sec. 4.2 - 4.3); la integración de estos es fuerzos cooperativos en un programa mdial unifi- cado de coparticipación debería ser considerada cam una de las metas principales de largo plazo del UNISIST. No es nuestro prop6sito sugerir aquí que el UNISIST será o deberá llegar a ser el con- ducto preferencial a través del cual deban ser ne- gociados los acuerdos sobre coparticipación inter- nacional, sino más bien que se pueden lograr bene- ficios debatiéndolos -antes o después de su rati- ficación- en un foro más amplio, que incluya repre- sentantes de otros paises y disciplinas diferentes a aquéllas directamente inwlucradas. Entre esos beneficios se cuentan: (a) la publicidad conferida a los programas internacionales de alcance signi- ficativo, prolxblente actGe c a ~ incentivo para encarar, en otros contextos, en formas más activa, la clase de problemas que aquéllos tratan de re- solver; (b) las discusiones sobre aspectos técni- cos, econgnicos y, a veces, políticos inherentes a ellos, serlan de valor para todos los participan- tes, en la redida que éstos puedan tener que pro- yectar acuerdos similares dentro de su propio p í s o campo de actividades; (c) finalmente, llegará el dia en que será necesaria la coordinaci6n entre los misnos programas individuales de coparticipa- ción, cuardo ellos se mltipliquen: el UNISIST, en virtud de su vocación de carácter mundial, deberá convertirse en el punto foca1 final - sin excluir a otros a nivel regional - donde los acuerdos de servicio internacionales de coparticipación pueden ser progresivamente integrados en una política unL ficada, a través de los esfuerzos voluntarios de todas las partes.

RECMENDACION 8. Haká de darse publicidad y alien- to a los exper -tos y programas en curso de rea-

servicios de resCmbenes analíticos, indización y traducción -desde el punto de vista geolingufstico, disciplinario o de la investigación orientada. Se prestará especial apoyo a los plapes de cmpraci6n que permitan ccanpartir, en el plano internacional, el trabajo y los productos de esos servicios, c m fundamento esencial de la r+ mundial de informa- ción que es la finalidad delüNISIST.

:S

C. CEN'IR3S DE ANALISIS DE IA INFORMACION

ias servicios de acceso, en el sentido expresado en la sec. B, tienen a su cargo las funciones bási- cas de transferencia de la informaci6n, es decir,

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6.4.1

el análisis y reformulación del contenido de los dccmentos, en diferentes lenguajes (natural, arti- ficial), para facilitar el acceso individual a la bibliografía científica. E'ueron designados com "servicios básicos de acceso'' por esta razón, y h- dándose en un implícito contraste con otras dos m- dalidades de la transferencia de la infomcih: (a) el (re-)procesamiento de res-s analíticos, M i c e s y traducciones, junto con referencias aso- ciadas y textos originales, por servicios de un al- cance n - 6 ~ restringido (en términos de materias ab- cadas), destinados a satisfacer las necesidades de grupos ecpecíficos de usuarios a través de una va- riedad más amplia de &os (sistemas de recupera- ción, diseminación selectiva, etc.) : a estos servi- cios se los llama Ccmcinmente centros de información (por ej. : Fig. 1, sec. 3.2) , centros de procesami- to, centros de diseminación, o también, servicios de "reacondicionamiento" al detalle, en contraste m los servicios "mayoristas" que hacen el acondi- cionamiento inicial, los que se han mencionado m& arriba; (b) la evaluación y mdensación de docu- mentos científicos (y/o datos), utilizando el pro- ducto tanto de los servicios "mayoristas" m "mi- noristas", m un medio para la selección y conso- lidación de conjuntos adecuados de información, prg paración de revisiones críticas, sugerencias para el retiro de ciertos docunwtos de los archivos de infomción activos, etc.

A los fines de la presente sección y en lo re- ferente a cuestiones metodolfqicas, no surgen pro- blemas fundamentalmente nuevos cuando se pasa de los servicios básicos de acceso a los centros de procesamiento o reacondicionamiento, en el sentido expresado en (a). El moepto de servicios orienta- dos hacia grupos de necesidad, que actúan cam ming ristas de la infomción proporcionada al p r mayor por los servicios Msicos, es probable que sea ad- mitido en un futuro próximo, caro respuesta apro- pida a los objetivos y restricciones de la infor- mcibn científica. En estos =tos el UNISIST 6- lo puede favorecer la creación de centros de reacoc dicionamiento en todas aquellas áreas donde se ha- yan identificado grupos de necesidad, prestando es- pecial atencih a los campos del conccimiento apli- cado u orientados hacia una misih. Al mi- tiem- po, habrá que propiciar investigaciones nds profun- das sobre las presunciones subyacentes y las mnse- cuencias prácticas de la dicotomía propuesta;por e- jemplo, es probable que a M i d a que estos centros a m t e n en tamaño y n k o , sus productos tiendan más y más a superponerse y, consecuentemente, a en- contrar usuarios potenciales diferentes de los de los qrupos de necesidad para los cuales fuerm pri- mariamente previstos. Por lo tanto habrá que tener en consideracih los mecanims interdisciplinarios e internacionales que podrían perfeccionar la dis- pibilidad de bibliografías especiales (al igual que trabajos de revisión, véase más abajo), fuera de sus circuitos iniciales de servicio al detalle (estableciendo centrales de distribución, perfeccig nando las técnicas de mcado, etc. 1 .

La situación es diferente con respeto a la fun- ción (b) señalada más arriba: la evaluación y con- solidación de documntos y/o datos representa una actividad de un nivel superior al almacenamiento no

crítico, al análisis y la recuperacióri, tal m habitualnwte se cumple en los servicios de acceso básicos y en los centros de información. Por cier- to está surgiendo una nueva expresión para designar esta funcih particular, y las unidades estructura- les a las que se la confía o se debería confiar, en la cadena de la transferencia de la información: "centros de análisis de información" (ej. : secs. 4.3.4, 5.2.5). Se podría destacar que muchos cen- tros de infcmmción especializados, en el sentido que se le da en (a), en realidad cumplen funciones de esta clase cuando se ofrecen para ccnnputar con- juntos de referencias bibliográficas selectivas y a veces glosadas o acotadas, o informes sobre ten- dencias críticas en temas especiales de interés pa- ra usuarios específicos ( c m por e j q l o muchos institutos de investigacih científica en la Unión Soviética). Debe entenderse en este caso que la di2 tinción es de grado: los centros de análisis de in- formación (CsAI) tienen c m función principal y po s i b l m t e única, la evaluación y síntesis de docu- mentos y/o datos, es decir, operaciones vinculadas tanto a la investigacih ccno a las actividades de información, y que van mucho más allá de la selec- ción y ordenamiento de las referencias que se ha- cen en las bibliografías habituales.

lisis de la infomcifm podría llegar a desempñar en el ciclo de la información, ha merecido espe- cial atencibn en las reuniones del Canité Central ünesco/CIUC y los grupos de trabajo (partidamen- te el Grupo de Trabajo sobre "Evaluación, condensa- cih y organización del conccimiento científico"). Se puso énfasis en: (a) la necesidad de introducir el control de calidad ~ ~ 1 1 3 uno de los medios para reducir el vol- de material impreso que los científicos individualmente tienen que consultar (selectividad); (b) la utilidad de la síntesis, aún cuando fuere de carácter no crítico, cano un canal de acceso alternativo - algunos expertos llegan hasta sugerir "preferible" a los documentos cientí- ficos, cuando las publicaciones de resúmenes analí- ticos e lndices por sí solas no proporcionan un adg cuado cuadro sucinto del prcgreso actual en la in- vestigación y el desarrollo (condensación); (c) la necesidad de responder a los requerimientos de "co- nocimiento" (organizado) , en contraposicián a la sola "infomci6n" (analizada), en una épca en que muchos hanbres de ciencia deben afrontar la crecie; te dificultad de mantenerse al corriente de las cambiantes perspectivas de la ciencia y de la tecng lqía en campos diferentes a los propios (consolida- ción) , etc.

tos puntos de vista - excepto algunas reservas en cuanto al principio de selectiviw y a los juicios de valor en el contexto de la informacih científi- ca, al igual que auestiones sobre los mecanims institucionales que podrían establecerse para reali zar una tarea tan altarriente subjetiva.- programa núnirro, todos coinciden en que los trabajos de est; dio crítico en su sentido más amplio ( informes de progreso, encuestas, bibliografías evaluadas, etc.) deben ser desarrollados en muchas áreas de la cien- cia y de la tecnología, para ayudar a los científi- cos y a otros usuarios a controlar una masa cada

La importancia del papel que los centros de 4-

No se expresaron objeciones fundamentales a es-

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6.4.1

vez myor de documentos científicos. W i o s para ai- canzar ese fin: elevación del status de quienes ha- cen las revisiones, ofrecimiento de becas para tra- bajos de esta clase, aceptación de infoms crl- ticos can tesis doctorales, refuerzo de los meca- nisnos de información para esta bibliografla tercia ria en general (centrales de distribución, disemi- nación selectiva, biblicgraflas especiales, etc.). ia creación de una organización formal para efec- tuar estas tareas, es decir, centro de análisis de infonnación, bajo la responsabilidad de sociedades cientlficas, es otro paso de considerable valor po- tencial, que los adherentes al UNISIST deberlan ex- plorar conjuntamente, a través de estudios de facti bilidad o proyectos piloto a realizarse bajo la co; ducción de una organización internacional ccanpeten- te (por ej.: el CIUC o, más especificamente, una de sus uniones miembros, en conjuncih con CüDATA).

RM)y)MENDACIoN 9. ia creación de centros es-ializc dos de información que respondan a las necesidades

nocida ccm un ccariplmnto necesario de una red nain dial de servicios básicos de acceso, con arreglo a lo indicado en la recamdación 8. Entre las fun- ciones de dichos centros, merecerá especial aten- ción la evaluacibn y síntesis de los artículos que van apareciendo, en forma de sistemas de conocimien to fidedignos y coherentes; sería Útil que se rea- lizaran estuüios exper irrentales, con un patrocinio internacional, para evaluar los mdios institucio- nales y de otro tipo que puedan ser necesarios para aplicar el concepto affn de "análsis de la infor- maci6n" ccxm una función integral de la información científica.

D. CENTFOS (DE EXNSACION) DE DATOS

1- de

Al definir anteriormente el papel de los cen- tros de análisis de la información, se hizo refe- rencia a la evaluación y consolidación de documen- tos y/o datos. Para muchos esta Gltima alternativa es algo hipotética: un renanbrado T t o en la ma- teria menciona la "prcducción de tablas de datos en estado primario" y la realización de "mediciones, cálculos, deducciones", etc . , entre las "aperacio- nes canprendidas en el análisis de la información", que tiene a d d s la función adicional de "reordenar y readicionar la informci6n científica ccnteni- da en los trabajos originales" (6). Sin embargo, en sec. 4.3.4 se dieron razones para mantener una dis- tinción entre Centros de Análisis de la Información par una parte, encargados. de actividades de evalua- ción y consolidación relativas principalmente a trabajos escritos, tanto c m entrada (fuentes de informacibn, fuentes de datos) y cano salida (pro- ducción de relaciones, etc.); y Centros de Datos, por la otra, que tienen a su cargo principalmente la reunión, organización y surhistro de tablas y ccpnpendios cientlficos (constantes, mdiciones, propiedades, etc.), en formularios o a través de canales gue no se reducen a los medios tradiciona- les de publicación.

nado en la sec. 6.2.5, en relación con los proble- m s de nmlización; aparte de la unificación de

El tema del análisis de datos ya ha sido m c i g

narwclaturas científicas, hay otros problemas in- volucrados en el desarrollo de redes de datos, se- gún se expresara en la sec. 4.3.4. En la actualidad la myorla de los centros de datos que funcionan en el mundo son centros de datos nunéricos, que se m- pan de las propiedades bien definidas de substan- cias y mteriales; ésta es la esfera principal de interés de CüDATA (7). El objetivo básico de aqué- llos es hacer accesible la información cuantitati- va, más bien que determinar su valor en cuanto a confiabilidad, exactitud, significación, etc. Rn- pro, es opinión corriente que aqul también se re- quiere cierto tipo de "control de calidad", ccxm en el caso de los centros (de análisis) de información que se ocupan del contenido cientlfico del material textual (sec. D. anterior). h otras palabras, los centros de datos deberlan ser exhortados también a dedicar más esfuerzos a las actividades vinculadas a la investigación al igual que a la recuperación tales cano la evaluación de datos crlticos, su s$ tesis en formas más mndensadas (comprendiendo a veces nuevos cálculos y medicion&), la eliminación de mterial no confiable o perimido, etc. En ese caso habría que llamrlos con más propiedad "cen- tros de evaluación de datos" - expresión que ahora se encuentra con frecuencia en la bibliografla.

Los argumentos en favor de esta tendencia son similxes a las anteriores: "la condensación de informaciones por medio de la evaluación de su ca- lidad constituye la clave para lograr servicios de información eficientes y útiles", y esto rige para los datos cuantificables al igual que para los contenidos textuales de la bibliografía cien- tlfica. Mievcmiente se plantean los interrqantes cobre los medios (intelectuaies, mtodológicos, institucionales) a través de los cuales una fun- ción crítica de esa índole - cmprable si no id& tica a la investigación misma - podría ser mplida en la práctica: calabxación de cientlficos, técni- cas de ensamblamiento de datos, evaluación y conso- lidación, coordinación del esfuerzo internacional, etc .

Afortunadamente en los Gltimos años se han he- cho valiosas propsiciones sobre estas materias y otras afines: algunas uniones científicas ya han entrado en el proceso de establecer centros inter- nacionales de evaluación de datos que bien podrlan servir c m modelos (par ej,: la unión Intemacio- nal de Física Pura y Aplicada) (8). El principal agente estimulador en este aspecto ha sido y debe seguir siéndole, CODATA; sus esfuerzos no pueden sino ser apoyados p r el UNISIST, puesto que es necesaria una conexión reclproca entre los siste- m s de información textual y los sistemas de datos cuantitifkcados, para una eficaz transferencia de los conocimientos científicos.

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6.4.1

E. REDESDECOMPUTADORAS

Cuando se hace referencia a los nuevos centros de análisis de información o a los centros de eva- luación de datos considerados en C y D, los exper- tos en infomción tienen tendencia a hablar de ellos c m unidades interreiacionadas, organizados en una red mecanizada de información o transferen- cia de datos. Se da entmces por supuesto que: (a) las unidades individuales utilizan archivos autm- tizados para el almacenamiento y la recuperación; (b) se han establecido eslabones de canunicación entre las diferentes unidades de la red; (c) se dig pne de programas y sistemas de programación adm- dos que permiten al usuario, en cualquier instala- ción, disponer de un acceso irmiediato a las máqui- nas, equipos y datos en todas las otras instalacio- nes. Si bien las técnicas que son de imprtancia para (a) se encuentran en la actualidad bien avan- zadas, hay lugar para una mayor investigación sobre los aspectos específicos del procesamiento de archi vos o registros, lo m e será tratado más adelante (sec. 6.6.1. B), al igual que para más programas cooperativos encaminados a la equiparación de las instalaciones de carrputaci6n entre los mi&ros po- tenciales del UNISIST(S~~. 7.3). Del mi- ncdo, muchos probienas -técnicos, organizativos, políti- cos- relativos a la cmdición (b) , seqún se ha vis- to anteriormente (sec. 6.31, continuan sin ser re- sueltos. Las necesidades de programas y sistemas de programacih de una red de infomción mecanizada, (c) , plantean a su vez una serie de problemas que hasta ahora sólo recibieron respuestas exprimenta- les, en el contexto de la infomción científica (en contraposicián a otros usos de las redes de can putacih, en la defensa, negocios, etc. : sec. 5.1.3 distribución óptima de las unidades de procesamien- to y de entrada-salida, procedimientos para la trag misión de datos a estaciones de procesamiento r m - tas, para interacción de datos de base, conversión, estrategias de Msqueda, etc. Se requiere más inves tigación en este área (véase sec. 6.6.1) ; al m i m ti- no resultaría prematuro propiciar estudios piloto sobre la operación de redes de mputación internacionales de alcvce limitado, utilizando da- tos de base deorigen diferente, a fin de adquirir mds experiencia en un área que es evidentemnte im- portante para el objetivo a largo plazo del UNISIST, es decir, una red IRindial de sistams de datos y de informaci6n interrelacionados . La preparación de estos proyectos podría ser encanendada a las orga- nizaciones internacionales y grupos de trabajo ya mencionados bajo la Recmdación 6, en relacih con el problema afín de las redes de teleccanunica- ción .

6.4.2 TECNICAS DE GESTION

Las medidas cmsideradas o reccrnendadas en la sec. 6.4.1 tienden tcdas a favorecer el reparto a escala mundial de las tareas y prcductos de la transferen- cia de la infomción, en diferentes etapas del pro

eso: adquisición de documentos (A), confección de resúmenes analíticos e indización (B) , dlisis y recuperación orientados hacia grupos de necesidad (C), evaluación y slntesis de dccmatos y datos (C,D) , tratamiento autmatizado y trasmisión de los misnos (E). Los acuerdos de coparticipación que se requieren para ejecutar esta pol€tica,habitualmente deben tanar en consideración las ventajas econáni- cas o cargas adicionales que implican para las pr- tes contratantes, sobre la base de estudios prelZ- minares de costos de producción, políticas de pre- cios, posibilidades del mercado, etc. Se deduce de allí que el UNISIST, cczll~ movimiento cooperativo internacional, debería estar interesado en cual- quier desarrollo de técnicas de gestión adecuadas, para la descripción de actividades de información - por ej. : (a) modelos de aceptación general para análisis de presupuestos en cada fase del trata- miento de la información; (b) medidas de evaluación para determinar y ccerrparar relaciones de costo/ef& ciencia en distintos contextos operativos, (d) en- sayo de análisis de los factores que dan lugar a diferentes políticas de precios en diversos tipos de servicios de infomción, etc.

el patrocinio de organizaciones internacionales (por ej.: la Oficina de Resúmenes Analíticos del CIUC, para publicaciones primarias y secundarias, etc.); ellos deberlan recibir el apoyo del UNISIST, ccxm una contribución al mejor conocimiento de los aspectos econánicos del intercambio de la informa- ción, en el caso de servicios y países que actúan bajo diferentes restricciones (véase m6s adelante sec. 7.3).

Estudios de esta clase han sido realizados bajo

6.4.3 CCINTRlBüCIONES DE EDITORFS Y REDACTORFS

La exhortación a los redactores y editores cien- tíficos para que participen en mayor grado en la prcmoción de la eficiencia en la transferencia de la información ha sido un leitmotiv en todos los principales informes publicados sobre temas de do- m t a c i ó n en los últimos diez años (sec.5.2.3.). Su colaboración es particularmente necesaria en cinco aspectos: (a) el cumplimiento de las normas propuestas por organizaciones internacionales en cuestiones tales m el fomto de las descrip- ciones bibliográficas, la provisión de resúmenes analíticos de autor, con responsabilidad de la re- dacción en lo que atafíe a la revisión estilística y las traduccimes, la asignación de indicadores de materias, etc. ; (b) un continuado esfuerzo para extraer el mejor provecho de nuevos dtodos que puedan aumentar la eficacia general de las publica- ciones primarias y secundarias - por ej.: obtención adecuada de referencias, difusión de tltulos co- rrientes, mantenimiento en c& de depósitos esp- ciales, acuerdos mperativos para el intercimibio de resúmenes en uno o varios idims, etc.; (c) una predisposición similar para considerar formas ccnrrple meptarias o alternativas de presentación de documen- - tos y distribución, por ej. : "revistas breves" o "revistas epistolares", "revistas de reimpresiones" , "revistas de campo limitado"(sec. 5.1.2) , etc. para suscriptores indeterminados u otros docinientos de f o m s diferentes (separatas, micro-fichas, etc.)

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6.4.3

para suscriptores específicos, de acuerdo con los perfiles de interés m i c a d o s a los editores, etc (d) la adopción de Gcnicas destinadas en Gltima instancia a reducir los costos de las publicaciones para los usuarios individuales, por ej.: nuevos di? positivos de impresián, c.cínposici6n mediante cmpu- tadoras, planes para canpartir las cargas de la en- trada de datos, etc. ; (e) último en orden pero no en importancia, buena disposición para encarar es- tos asuntos de costos con un espíritu cooperativo, con recpecto a los problms originados por sus no- tables variaciones a través del m d o entero. Si bien en este área no se podrá lograr una política de precios unificada, se podrían desarrollar progra mas locales por iniciativa de los editores, para crear cierto grado de armonía, que en definitiva beneficiaría a la cmidad científica, sin causar perjuicios al r m de la publicación (por ej.: ta- sas diferenciales, costos parciahte rompartidos, etc.).

ios editores aislados no siempre están en con- diciones de obtener información de importancia so- bre progresos actuales en estas áreas, y menos a& de emprender acciones individuales en ninguno de los sentidos precedentemente sugeridos. El desarro- llo de asociaciones regionales y/o sectoriales de redactores proporcionaría un medio Gtil a través del cual los adherentes al UNISICT (servicios ope- rativos, planificadores de la información, etc. ) podrían discutir ventajosamente asuntos de mutuo interés con representantes del sector sectorial, quienes a su vez estarían en mjor situaci6n dar a conocer sus dmndas conjuntas respcto al mimiento .

para

-ION 11. Los autores de artículos v los -- ~ ~ ~ _ _ ~

redactores de revistas cientlf icas deberán desem- peñar un papel especial en el mantenimiento de los ~ ~~~~~~~

controles de calidad inherentes a las--disciplinas científicas. Se les habrá de alentar para que con- tinGen su labor encaminada a mtener sistemas de árbitros. Al mimo tiempo, los redactores de obras científicas deberán mprender m e las publicacio- nes primarias de las que son responsables forman Darte de un Droceso continuo de información v m e ~

su cooperación con otros grupos (por ejemplo, los servicios de resúmenes analíticos y de mdización) ~

es indispensable.

6.4.4 CONTRIBUCIONES DE SOCIEDADES PROFESIONALES

En ciertos países, las sociedades científicas y técnicas han participado en gran medida en 13 pro- mción de experiencias y cambios en muchos secto- res del tratamiento de la información. Sin embargo, este interés está muy lejos de ser general. Además, es habitual la actitud de asociaciones nacionales, gue limitan sus esfuerzos - por cierto mprensiblg rnente - a servicios ubicados en el territorio na- cional, aún cuando sus programas de información co; ciernan a disciplinas o c q s de significacián m- dial. El UNISIST estaría en buenas condiciones para estimular un movimiento en favor de una participa- ción más general de las sociedades profesionales en los asuntos de tratamiento de la información, y de una mayor disposición de parte de aquéllas a m-

partir sus experiencias con otros, a través de las fronteras nacionales. En este caso, los canales de acción normales dekrían ser las uniones cientí- ficas internacionales, ya sea directamente o a tra- vés del CIUC, la F'MOI, etc. Se puede sefíalar una serie de misiones cc~llo base para la elalcoración de prcgrams específicos por parte de estas organiza- ciones - por ej.: (a) conducción de encuestas crí- ticas sobre recursos de informaci6n en ciertas áreas de la ciencia y la tecnología, con la posible participacián de los organisms gubernamentales gue contribuyen a la financiación de esos recursos; la preparación de directivas internacionales sobre los métodos y el contenido posible de tales encuestas, contribuiría a centrar la atención en sus objetivos prácticos y facilitaría las comparaciones regiona- les y sectoriales recíprocas; (b) elaboración de líticas de corto y largo plazo para el desarrollo recursos de información en áreas específicas de

interés profesional, sobre la base de dichas encues tas y prestando especial atención a los medios re- cientemente desarrollados que se examinaron en la sec. 6.4.1 (vías informales de cmicación, publi- caciones peri6dicas esplciales para categorías par- ticulares de información - guías, investigaciones en curso de ejecución, reimpresiones, etc. - revi- siones críticas, centros de evaluación de datos y análisis de la información, etc.); (c) cmrdinaci6n de trabajos dispersos sobre los instrumentos lexi- cográficos de la transferencia de la información: indicadores de materias qenerales, tesauros maes- tros, diccionarios técnicos, etc. (véase R e c m - dación 4, cec. 6.1.4), as€ c m nmenclaturas nor- malizadas para el tratamiento de datos (sec. 6.1.5) (d) f m t o de programas para el adiestramiento de científicos en los requerimientos, dcnicas y uso de los sisterms de transferencia de información, por medio de mrsos formales, así c m mediante la participación directa en proyectos operacionales o piloto de dimensiones internacionales ; (e) cape- ración contínua en la evaluación y consolidación de la información y los datos científicos, convir- tiéndolos en cuerpos de conocimiento confiables, canpactos y actuaiizados , etc.

RECOMENDACION 12. Las federaciones internacionales -

de sociedades científicas deberán ejercer una in- fluencia constante en sus miembros nacionales para lograr que participen en los programas enc&Fdos a mejorar la transferencia mundial de informacio- nes, tales c m los estudios críticos sobre los re- m s o s de información en determylados sectores de la ciencia y de la tecnología, el planeamiento y desarrollo de 105 servicios existentes y futuros, los progresos en materia de control de los idicmas, la formación de científicos en el tratamiento de la información, y cobre todo las actividades de eva- luación y ensamblado de la información.

6.5 FORMACION DE PERSONAL

ios requerimientos educacionales de un sisteim mundial de información científica han sido resumi- dos en la sec. 5.2.3. Conciernen a los científicos, por una parte, en su calidad de agentes en el pro- ceso de transferencia y a los especialistas de la

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6.5

información, p r otra, incluyendo bibliotecarios, anaiistas, repmgrafistas, etc. h ciertos países ya se han adoptado medidas adecuadas para propxcig nar o actualizar progrms educacionales en la cien- cia de la información, a nivel universitario. Esto, sin anbargo, en modo alguno es lo que ocurre en to- das partes del mundo: muchos paises, incluso entre los 116s desarrollados, exprimentan una seria esca- sez de prsonal adiestrado para establecer o mane- jar sisterms modernos de información; y no obstan- te, parecen rehuir el problema educacional subyacen- te. Tales disparidades no pueden sino mprcnneter el éxito de un sistema mundial de coparticipación en la informci6n tal c m lo contempla el UNISIST (sec. 6.1): no hace falta demostrar que el mi- principio de la coparticipación de varias partes de la gestión de un sistema internacional de infom- ci6n (en vez del solo de productos y servicios proporcionados por unas pocas de ellas), implica que cada participante ha alcanzado un mínimo nivel de canprensih y rendimiento paradas las etapas del proceso (análisis de dccwwntos, entrada de da- tos e informaci6n , técnicas de procesamiento y co- mucación, etc . ) .

últim análisis, los "participantes" son los productores y usuarios de la información, es decir, los cientificos mismos, al igual que los bibliote- carios, dwmtalistas, ingenieros, etc., quienes coparticipan en la instnmentación del proceso de transferencia, desde los productores a los usua- rios. Los requerimientos del prirner grupo en cuanto a fomci6n han sido mencionados en la sección pre- cedente; deben ser especificados 116s amplianiente, junto con los programas que más se ajusten a sus exigencias, teniendo en cuenta la diversidad de prácticas y recursos nacionales en el camp de la educación. Las organizaciones internacionales c m la FID, que recientemente han logrado cierta exp- riencia en este área, podrían ser encargados de rea lizar nuevos estudios a tal efecto, en colaboración con el CIUC, M i , etc. (véase Remndación 12).

tas de la información, en el sentido amplio de la palabra - existen en la actualidad prograrms educa- cionales p r docenas, c m lo demuestran recientes inventarios realizados sobre bases nacionales e in- ternacionales. Su diversidad refleja en parte la le gítima preferencia de instituciones particulares hacia diferentes facetas del tratamiento de informa ción, de acuerdo con las necesidades y capacidades locales. Por esta raz6n, la normalización universal no es un objetivo deseable. No obstante, como ya se mcionara en esta sección, el nivel de capacidad o rendimiento observado en algunas partes del inundo - tantoen las que se encuentran en desarrollo cam en las desarrolladas - puede ser considerado impar- cialmente m o inferior a los requerimientos del procesamiento de la información en el mdemo sen- tido de la palabra, ya sea desde un punto de vista cualitativo (programas inadecuados), o cuantitati- vo (número insuficiente de personal capacitado), o ambos. Se podrían tamr algunas medidas prácticas con el apoyo del UNISIST, para lograr una distribu- ción más uniforme de expertos de información adies- trados, a diferentes niveles de eficiencia - por ej.: (a) proyectando prcgrarras educacionales di-

m lo que atañe al segundo grupo - especidis-

ferentes, sobre la base de planes de estudios exic tentes en los países 1-16s adelantados, a fin de m l nistrar a los bibliotecarios y especialistas en do- mntación conjuntos jerarquizados de conocimien- tos en consonancia con los requerimientos aperacio- nales de las redes multinacionales y mltilingues y atento a las limitaciones regionales en cuanto a recursos; la cmpración de organizaciones interna- cionales tales cano la FID resultaría nuevmte de utilidad en este conkxto, especialmente por su ex- periencia en programas de adiestramiento para paí- ses desarrollados y en desarrollo; (b) prmiendo la preparación de manuales y otro material curricu- lar para los diferentes cursos (incluyendo adiestra arito en el trabajo, cursos de educación pennanen- te, etc.), en tantos idims cmm puedan considerar- se necesarios para asegurar un efectivo alcance rmq dial; el empleo de instrucción con ayuda de ccerrpu- tadoras en la técnica de recuperación de la infor- mación podría ser incluido entre los teras que mere cen ser tenidos en cuenta a este respecto, m una respuesta potencial a la escasez de profesores CP- pcitados y también como un medio para familiarizar a los bibliotecarios y a los docmentalistas con las técnicas de infomci6n más sofisticadas (pre samiento en lfnea, computadoras conversacionales, etc.) ; (c)ei refcnmxniento de las asociaciones pro- fesionales internacionales que en última instancia deben asumir la responsabilidad de una gran parte del esfuerzo por el que se ha a a d o en esta sec- ción (FID, FIAB, FIPI, etc.) . RECOMENDACION 13. Para que tcdas las naciones p w - dan participar activamente m el funcionamiento de los sistemas internacionales de infomción es prg ciso concertar todos los esfuerzos con objeto de dar mayores medios de educación a los espcialis- tas de la información, bibliotecarios y documenta- listas. El UNISIST debería incitar a las organiza- ciones profesionales mptentes tales cmm la FIAB, FID, Federación Internacional de Sociedades

uniones científicas - m representantes de los rductores y usuarios de la informaci6n - así co-

&I a los Órganos estatales. Habrá de tener en cuen- ta la conveniencia y viabilidad de los programas ae ayuda a la educaci6n y de formaciÓn orientada en el lano internacional; en dichos programas se podrán !Luir propuestas para poner en m ú n los recur- sos, cuando proceda, gracias a la creación de cen- tros de edocación regional.

6.6 INVESTIGACION Y DESAFGQUQ

m las secciones precedentes se han hecho muchas referencias a la necesidad de realizar ulteriores estudios en áreas específicas de la ciencia de in- formación y que son de Wrtancia directa para el funcionamiento del UNISIST. Sin embargo, es pre- ciso hacer un distingo enixe investigaciones de un significado altamente práctico, dirigidas, p r eje plo, a producir hventarios, informes evaluativos, normas, etc., e investigaciones o actividades de dg sarrollb propiamente dichas, de una naturaleza más te6rica. Las primeras han sido propugnadas en su 1%

110

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6.6

gar corresponrliente y a esta altura no necesitan nuevas precisiones: ellas se refieren a las encues tas sobre recursos de informacibn (sec. 6.11, nor- mas de todo tipo (sec. 6.2) , nuevas formas y técni- cas de publicación primaria (sec. 6.4.3) , determi- nación de las necesiüades y recursos de telecanmi- caciones (sec. 6.2.8), el~ración de programas edg caíionales y material didáctico en la ciencia de la información (sec. 6.5) , etc. cuanto a temas de investigación y desarrollo, han sido nwcionados en muchos otros contextos que pueden ser recapitdados bajo dos grandes títulos:

A. ricos del tratamiento de la información (lingulsti- ca, rnatemStica, cibernética, etc.): sec. 6.6.1.

B. Análisis de sistemas sobre diseño y funcionamien to de sistemas de información, incluyenda el UNISIS mismo: sec. 6.6.2.

Investigacibn Aplicada sobre instrumentos teó-

Las misiones particulares del UNISIST en ambas áreas parecerían estar más vinculadas con la evalua- ción de proyectos existentes y el apwo local a los misms que con la iniciación de proyectos nuevos, bajo su patrocinio directo: aquéllas serán tratadas er, la seccibn final, sec. 6.6.3.

6.6.1 ITJS- PARA EL TF'.ATAMl3!IlTI

Las dos principales disciplinas camprendidas en las técnicas más avanzadas del tratamiento de la e formacibn son la linguística, por una parte, en la medida que el vekfculo principal de la da=umenta- ci6n científica sigue siendo el lenguaje natural: y la ciencia de la OCanputaciBn (o cibernética), por la otra, con instnmiental matemático en ambas. Los párrafos siguientes recapitulan las áreas principa- les en las que la iinguística apiicada (A) y la in- vestigacibn cibernética (b) deben ser más desarro- lladas psa responder a los requerimientos especl- ficos del U'NISIST mencionados en las secciones pre- cedentes.

A. nececarios para el UNISIST por una serie de razones prácticas, la mayoría de las cuales han sido trata- das en la sec. 5.1.4 (descriptivas) y sec. 6.2.4 (nonnativas) : (a) el necesario recurso a los lengua jes de infomción que están (o deberían estar) ba- sados en una implícita, o mejor dicha, -lícita, fomlización de B. sfmántica del lenguaje natural, dentro de los lwtes de los dialectos científicos particulares; (b) la necesidad de vincular dichos lenguajes entre sí, a través de oreraciones Cemán- ticas y sintácticas, a fin de establecer y utili- zar la convertibilidad; (c) el uso de algoritms p- ra derivar autandtimente representaciones de do- =tos en un determinado lenguaje de infonmciÓn, a partir de un texto original en lenguaje natural, por ej. : "indización autdtica" ; (d) la necesidad de algoritmos similares en el camp de las traduc- ciones, para ir mecánicamente de un lenguaje natu- ral a otro, p r ej.: "traducción autcmStica".

Sobre todos estos aspectos ha habido una activa investigación por espacio de muchos años; la contrL

Iñ>sprogr esos en el análisis del lenguaje son

buci6n de un movimiento mundial cano el UNISIST pa- ra su ulterior desarrollo podría ser la siguiente: (a) determinar los tanas de ~vestigación más urgen- tes ei, el análisis del lenguaje, sobre la base de los testimonias proprcionados por los adhererkes del UNISIST; (b) tcaoar medidas para establecer re- laciones y cooperación rrás estrechas entre los gru- pos de jnvestigación aistentes en este área, para neutralizar una observada terdencia hacia la mutua ignorancia a través - y a veces, dentro - de las fronteras nacionales: (c) la interacción con gobiE nos y otros orqanims financieros para tratar de crear oprtunidades de investigación 116s equilibra- das en diferentes canunidades nacionales.

En el estado actual de la investigación, los te- mas siguientes pueden considerarse prioritarios, con referencia al punto 5 precedente: (i) un estu- dio de los lenquajes de información existentes del tipo más sofisticado, camo un paso hacia la forma- iización de la semdntica del lenguaje natural en téminos que podrían aplicarse a codos o una parte de ellos: (ii) el desarrollo de una estructura téc- nica adecuada para estimar, expresar y utqlizar la convertibilidad entre dos o d s lenguajes de infor- mación, basándose en los resultados del estudio prg cedente; (iii) la búsqueda de una definición y es- trategia de la indización autdtica dE aceptación general, sobre la base de las técnicas algo dispa- res que en la actualidad se engloban bajo ese ncm- bre, con evaluaciones cmprativas de estas "mi- cas después de haberlas clasificado en grupos rela- tivamente hcmqéneos (pr ej.: con apoyo de dqui- nas, totalmente autmtizadas, indización evoluti- va, etc.), teniendo en cuenta la variable ccnnpleji- das del lenguaje "objetivo" ( "target-language") : (iv) un estudio sobre métodos avanzados de lexico- grafía y su Ynportanciapara la ccmpilación de di- ferentes clases de diccionarios pari uso en la in- formación científica, p r ej.: glosarios técnicos, listas especiales ("stopiists") , listas de "des- criptores", ayudas mecánicas para traducción, etc.; (v) una esthción de los progresos actuales en la traducción autcánática - área abierta a la investi- gaci6n, a pesar de los puntos de vista excesiva- mente pesimistas - con el propósito de determinar usos potenciales de algunos de sus conceptos e ins- trumentos para la indizacih autdtica (por ej.: analizadores sintácticos, representaciones sin6c- tico-semánticas "intermediarias", etc.) , o para traducciones con apoyo mecánico en la documentación científica (pr ej.: organización de diccionarios, procedimientos para consulta de tablas, etc.).

Las implicaciones de los puntos b y c en mate- ria de organización, serán consideradas d s adelan- te (sec. 6.6.3).

B. e interconexión de sistemas en el U'NISIST implica un creciente apoyo en las técnicas avanzadas de pro cesamiento por c a p tadoras y mediante red, a medi- da que los sistemas respctivos se convierten a la autmtización. Por lo tanto d& ser propiciada la investigación en aspectos espclficos de la ciencia de la ccmputación que son de importancia para el tratamiento de las informaciones en el sentido arr' ba indicado, por ej. : (a) Óptima organización y man_

La filosofía general de integraci6n horizontal

111

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6.6.1

tenimiento de archivos mecanizados, para diferentes categorías de bases de datos (bibliográficas, tabu- lares, nur&icas, etc.) ; (b) lenguajes ad hoc para describir dichos archivos (formato, estructura de registros , etc. ) , caro rredio para la conversión por cceirputadora de uno a otro, teniendo en cuenta los datos domntales más amplimte usados (referen- cias, resúmenes analíticos, índices, etc. ) ; (c) 1% guaje de interrogaci6n y estrategia de investiga- ci6n para la más eficaz utilizacián de las bases de datos, de acuerdo con su estructura formal, condi- ciones de uso, etc. ; (d) otros requerimientos espe- ciales para el tratamiento de bases de datos dife- rentes por medio de un centro de procesamiento cen- tral; (e) procedimientos para interfases de usuario /terminal/línea de comunicaciÓn/ccanputadora, en me- dios diferentes, etc.

ios motivos para el apoyo a la investigación en estas áreas son ya bastante manifiestos en los gran- des países industrializados; por ello no es m y pro bable que el UNISIST pueda agregar mucho a este m- vimiento, excepto en el sentido de adoptar medidas para que los países menos adelantados - en cuanto a investigación y desarrollo cikmético - puedan te- ner una participación más activa en él. Las suge- rencias a tal efecto se dar& más adelante (sec. 6.6.3).

C. No obstante, otros dos aspectos más amplios de las canputadoras merecen especial atención en vis- ta de sus implicaciones potenciales a largo plazo, en el funcionamiento de los sistemas de infomción en el UNISIST. Uno de ellos es la instrucción ayu- dada por canputadora (W). Su importancia aquí re- sulta triple: (a) la instrucción con apoyo de cam- putadoras, minada con otras técnicas, puede prc- porcionar cierto alivio a los problems de lingüís- tica del UNISIST, en tanto se puedan desarrollar programas adecuados para enseñar a los científicos una segunda lenqua en condiciones más apropiadas y con resultados más tangibles que los que se logran e? varios pafses con la educación escolar o univer- sitaria tradicional; (b) la instrucci6n con apoyo de canputadoras también puede ser utilizada c m un medio auxiliar para la enseñanza de la ciencia de la infomci6n, o ciertas partes de ella, en regio- nes donde no se dispone de profesores capacitados (en n k o suficiente) y donde la tarea más urgente consiste en formar personal práctico, antes que es- pecialistas de información de alto nivel - dos cir- cunstancias que habitualmente están correlacionadas (véase más arriba, sec. 6.5); (c) finalmente, la instrucci6n m n apoyo de canptadoras&be ser con- siderada cano un canponente necesario de los siste- IMS de información conversacionales más sofistica- dos, que ahora tienden a incluir mecanims para enseñar a los usuarios las reglas del juego, y para facilitar su adiestramiento práctico en el curso de la interacción usuario-sistesna. En cada una de es- tas $reas, las posibilidades de las canputadoras no han sido exploradas suficient-te; el UNISIST po- dría convertirse en uno de los agentes estimulantes para los programas piloto y de investigación tendien tes al empleo más amplio de la instrucción con apo- yo de ccmputadoras en los procesos de transferencia de la infomci6n.

D. Otro campo abierto a la especulación, en un fu- turo aGn más distante, es el que en forma más o me- nos adecuada se designa mediante neologismos tales c m inteligencia artificial, "inteligencia de má- quina" y otros. Los &todos aludidos con estos nam- bres - resoluciones de problemas, reconocimiento de modelos, ilación 16gica, etc. - son presentados a veces de una manera un poco ingenua m la res- puesta definitiva a los más ambiciosos objetivos del procesamiento de información en la ciencia y la tecnología. Los adherentes del UNISIST deben ser conscientes del problema y desarrollar su propia doctrina en cuanto a las áreas del tratamiento de infomción donde dichos métodos puedan dar resul- tados Útiles en un futuro previsible, por ej.: (a) clasificación autdtica de documentos sobre la base de distribuciones de palabras clave, o vice- versa, con aplicación a la indización o a la cons- trucción de estructuras semdnticas, etc.; (b) pro- cedimientos de aprendizaje en el análisis de con- tenido y/o las estrategias de exploración; (c) re- conocimiento de textos y lenguaje hablado, ccdifi- cación y decodificación autdtica de datos gráfi- cos, etc. ; (d) el reconocimiento de mdelos en ba- ses de datos adecuadamente cuantificados, con vis- ta a la formación provisional de conceptos o la in_ terpretación de datos, etc. Habrá que prestar a-i_ ción a la necesidad de desarrolla criterios sobre los cuales establecer la pertinencia de la investi gaci6n en este área del tratamiento de la informa- ción, a fin de detectar mejor la formalización ing ficaz del proceso -tanto p r ser demasiado débil, conduciendo a trivialidades, o demasiado poderosas, excluyendo cualquier interpretación empírica. La importancia y complejidad de este tema,parecería impner valoraciones periódicas por W r t o s alta- mente calificados, contratados a tal efecto por organizaciones internacionales con cmptencia en el campo de la qutación y en el de la ciencia de la información. Más adelante se examinará la psible función que podría llenar el UNISIST pro- veyendo los términos de referencia para tales con- tratos (sec. 6.6.3).

6.6.2 ANALISIS DE SISTEMAS

A. En varias ocasiones se ha mencionado la necesi- dad de ampliar los conocimientos sobre sistemas de informacibn -diseño o concepción, funcionamiento, eficacia, costos, etc.-; tales menciones se encuen- tran no sólo en este informe, sino también en la li teratura sobre ciencia de la información. El asunto reviste un obvio interés para el UNISIST, puesto que los resultados generales del análisis de siste- mas, en ese sentido son aplicables a priori al mis- mo UNISIST, si éste es considerado c m un sistema por derecho propio. En una sección anterior se han hecho algunas salvedades con respecto a este punto (5.3.4): el UNISIST aquí es enfocado, en primer t é ~ mino, c m una asociación voluntaria de miembros M- cionales y científicos, responsables del sosteni- miento y funcionamiento de sistemas de informaciÓn, con el propósito de llegar, paso a paso, a la inte- gración de esos sistemas en una red mundial de trans ferencia de la información. Aunque existen prefigu- raciones de esa red en determinadas regiones y dis-

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6.6.2

ciplinas, el proceso de integración, en el sentido pleno del t-0, probablemente ha de i n d r mu- chos años: entre tanto, habrá poco fundamento para referirse al supuesto funcidento de un "siste- ma" unificado de transferencia de la informacih, sujeto Una descriFiÓn más correcta nos prssentaría un mplejo cambiante de servicios de informaclfii, utilizando reglas y medios canunes, pero con ndos y grados variables de interconexión, y actuando en dcminios mdables (geográficos, lingulsticos y SE toriales), de forma tal que sería difícil definir en un m t o cualquiera "t" la estructura y funcig nes del "sistema" en el rmwnto "t+l". Hablar de llevar adelante estudios sobre la concepción o di- seño del sistema UNISIST en un contexto semejante, parece indicar un uso indebido de las palabras o una interpretación incorrecta de lo que significa el UNISIST en esta etapa.

procedencia del análisis de sistemas en sectores o sub-conjuntos bien definidos dentro del corrplejo del UNISIST - v.gr.: (a) la determinación de los servicios que se ocupan de grupos particulares de necesidades que deben ser mantenidos, en estrecha relación con canunidades específicas de usuarios, junto con las indicaciones relativas al status, ubi cación, fuentes de financiamiento, etc., que sería conveniente asignarles; (b) proposiciones concretas para la integraci6n 6ptim -horizontal y vertical- de tales servicios, t m d o en cuenta no sólo los parámtros profesionales, t&cnicos y de la gestián, sino también los factores linguísticos, politicos y econEmicos; (c) sugestiones deducidas de lo ante- rior sobre la implantación de los nodos principales de la red propuesta, para funcio:ies centralizadas (tales m o las de remisión, procesamiento, etc.); (d) con planes para el establecimiento de facilida- des adecuadas de cmunicaci6n con y entre los no- dos, sobre la base de las previsiones de tráfico, disponibilidad de equipo, limitaciones ocasionadas por los costos, etc. Sin embargo, conviene más cm- fiar los estudios de esta clase a la mpetencia de expertos que conocen los flujos y recursos de la in- formación end área resplctiva; ninqún enfoque uni- versal de estas cuestiones, altamente prácticas, tiene probabilidad de aportar mucha ayuda a los miembros del UNISIST, corrprcmtidos CC~[ID es& en el desarrollo cooperativo de muchos sistemas dife- rentes que funcionan en medios especificos, más bien que en la promoción de un "super sistem" ba- sado en la aplicación del análisis de sistemas a un pmorama necesariamente simplificado, exacto y pla- netario, del mi^ mdio ccarrplejo.

B. Incluso para las aplicaciones limitadas de la técnica de sugerirse, es necesario que primero se e-re un cierto nhero de instrumentos analíticos, los que todavía se encuentran un poco 6x1 la bruma. Por ejE plo, con respecto al ítem (a), se requieren métodos para la detección y caracterización de grupos de necesidades particulares, como una personificaci6n necesaria de los "usuarios" en el UNISIST. iccah- te se han realizado muchos esfuerzos en materia de estudios de usuarios; sin embargo, los resultados

a las técnicas del análisis de sistemas.

Este punto de vista, sin embargo, no excluye la

la concepción de sistas que acaban de

no son tales c m para proporcionar a los analistas de sistemas usuarios que pudieran pretender seriamente una va- lidez universal en el contexto más amplio del UNISIST. La metodología de los estudios de usuarios p r otra parte, tendría que ser reinterpretada para que sea aplicable al caso del "sistema de sistemas" -el ideal a largo plazo del UNISIST-, en el cual los centros principales, e incluso redes, asirmirían la personalidad de usuarios individuales, a un ciw- to nivel del análisis. Estudios de una nueva clase deberían entonces encararse, a fin de determin ar, por ejemplo: (a) las necesidades y requerimientos de diferentes categorías de organizaciones o siste- IMS (v.gr. centros nacionales de información, cen- tros regionales de orientación disciplinaria, etc.) con respecto a una hipotética superestructura de información; (b) la disponibilidad y uso de sub- conjuntos particulares de la literatura científica mundial, en diferentes regiones y grupos, por medio de estudios comparativos de los Mbitos de lectura y de recuperación de grupos de científicos t m - dos como muestra; (c) el peso relativo de los diferentes obstáculos a la circulación mundial de información cientCfica y técnica - los econó- micos, burocráticos, lingulsticos, sociapolíti- cos, etc. - de acuerdo con los testimnios re- cogidos en los estudios a que se refiere (b) , etc . se hizo una interesante sugerencia, s e q h la cual el Consejo Internacional de Ciencias Sociales po- dría estar dispuesto a dedicar al- esfuerzo a estudios de mp-tamiento de ese género; esta relación entre el citado Consejo y el UNISIST ten- dría la ventaja adicional de hacer participar a los cientfficos sociales en las primeras etapas del proyecto, aún antes de que este último esté preparado para incluir a las ciencias del compor- tamiento dentro de su ámbito.

C. un "sistema de sistams" efectivo, debe apoyarse sobre mdios y modelos adecuados para la descrip- ción de cada cmpnente -los distintos sistemas de información- en términos analitims mparables. Varios de esos modelos han sido propuestos para diferentes categorías de servicios (bibliotecas, centros de informaci6n, etc.) y con distintos nive- les de mplejidad, especialmente en EXJA; aunque todavía difieren en cuanto a la presentación, es estimulante observar una convergencia de los usos resplcto a la elecci6n de los procesos unitarios y atributos que entran en la construcción general. No sería, por tanto, incurrir en un exceso de opti- mismo procurar introducir una cierta unificación en este campo, como un medio para hacer más fácil- mente comparables, de una a otra área, los resulta- dos de los análisis de sistemas. La disponibilidad de unos pocos modelos de esta clase, bien estable- cidos, serviría para diversos fines prácticos; (a) proporcionar un marco unificado para encuestas e invtntarioc de la clase recanendada en la sec. 6.1 así CCBIX) para las estadísticas de bibliotecas 2 información micionadas en la sec. 6.2.; (b) faci- litar la estimación de costos universitarios y to-

datos s&re el ccarrport&ento de los

En una de las sesiones del Canité Unesco/CIUC

Del mi- &CI, el diseño y la explotación de

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6.6.2

tales, as€ como evaluaciones econánicas canparati- vas, entre uno y otro sistema (véase 116s abajo, sec. D) ; (c) permitir a los encargados del diseño y la gestión de nuevos sictenas de información el uso de instnrmentos apropiados (simulación, málisis de precedencia, etc.) para controlar la eficacia y la adecuación de aquéllos en &os (ambientes) cam- biantes, definidos por las fuentes, los medios, los usuarios, y su interacción, etc.

Organizaciones como la FID - y muy especialmen- te a trawSs de su cchnité sobre los Fundamentos Te6- ricos de la Ciencia de la Información - parecerlan muy indicadas para patrocinar proyectos de investi- gación internacionales sobre estos temas, en col&- ración con las sociedades científicas y expertos & dividuales que hayan adquirido experiencia en ellos.

D. La determinación de las relaciones de costo-ren dimiento, que acaban de mencionarse, es una de las guías principales para la (re)asignaci& de tareas a los diferentes carpnenCes de un sistema de infog mación a cualquier nivel (sub-sistema, "sistem de sistemas:' etc.). Sin enhargo, nuestros conocimien- tos en este campo son generalmente tan escasos, o discutibles, que impiden la formulación de políti- cas de infomci6n bien fundadas (véase sobre aná- lisis de costos, sec. 6.4.2)-. Uno de los obstácu- los es la falta de medidas de valor adecuadas -16s allá de las opiniones cualitativas de los científi- cos-, que tarien en cuenta, en términos cuantifica- bles, atributos tales ccrm la oportunidad, especi- ficidad, integridad, Frtinencia, etc. Los estudios considerados en C, por lo tanto, deberían prever la inclusión, cano carrponentes de los mdelos propues- tos, de la clase de datos objetivos de los cuales podrían deducirse las medidas aludidas.

6.6.3 MISIONES DEL UNISIST

Ninguno de los temas mncionados en las seccio- nes precedentes requiere el establecimiento de nue- vas organizaciones para llevar a cabo los programas de investigación propuestos. Para tdos ellos pue- den encontrarse precedentes: instituciones que tie- nen a su cargo trabajos de investigaci6n y desarro- llo en ciencia de la información -universidades, fundaciones, instituciones sostenidas por los go- biernos, corporaciones privadas o semi-púb?icas,etc.- han conducido o están conduciendo prcqramas de ese tipo. También las organizaciones internacionales han m z a d o a participar en el proceso, a través de la acción de servicios que forman parte de ellas (por ej.: el CIUC), o de contratos con expertos in- dividuales (po- ej.: la FID, Unesco). El patrocinio de proyectos especlficos podr€a ser dejado a esas entidades, por amsiguiente, mientras que el UNISIST limitaría su propio papel a la evaluación pennanente de los resulkados de las investigaciones y desarrollos en curso en el campo de la ciencia de la infomción, con el propósito de sugerir nuevos objetivos y estrategias revisadas aptas para favo- recer su progreso.

Una misión de esta clase, aunque limitada a los estudios de evaluación, puede exigir la creación de una nueva institución. A fin de evaluar los proyec- tos de investigación en curso y de identificar las

orientaciones deseables, los miembros del UNISIST tendrían que apyarse en parte en los testimonios y opiniones de expertos ccmpetentes, reclutados a título pennanente o, de preferencia, bajo contratos. A ellos inmiría la preparación de recopilaciones y de revisiones, usando la literatura disponible, publicada o no, sobre ciencia de la información.Aún cuando deberían aprovecharse los fondos existentes, constituidos a nivel nacional (por ejemplo, en re- lación con publicaciones c m el Referativnyj Zhumal, en la URSS, o Donrmentation Abstracts, en los EüA), la recopilación y procesamiento de esta literatura bastarían para justificar por sí solos el establecimiento de un pequeño grupo de expertos, a nivel del UNISICT. Este grupo -al que se ha suge- rido se le asigne la sigla GERIS, correspondiente a la denminación en inglés "Group on Evaluation of Research in Informition Science'l- estaría capuesto por especialistas, unos c m miembros permanentes y otros invitados, y tendría las siguientes funcio- nes: (a) el análisis y la síntesis de la informa- ción relativa a las investigaciones en curso sobre los métodos del tratamiento documental y de datos en la ciencia (el GERiS actuaría así, a este res- pxto, cano un centro de análisis de la informa- ción en el camp de la ciencia de la información) ; (b) la organización de reuniones de trabajo inter- nacionales, cuyo objeto sería descubrir nuevos te- mas de investigacián y orientaciones de interés pa- ra los científicos o especialistas en información, relacionados a la vez con los objetivos del UNISIST; (c) la elaboración de propuestas sobre proyectos específicos de investigación y desarrollo, sobre la base de (a) y (b), los que se ejecutarían fuera del GEFUS, pero con mejores contactos e interac- ción entre los diferentes grups que participarían en ellos.

Esta Última función consiste 11-6s en estimular la cooperación internacional en la ciencia de la infor mación, que en tareas hipotéticas de planeamiento y coordinación a nivel mundial. Ese concepto @ría ser interpretado en un sentido amplio, incluyendo: (i) la provisión de servicios de información sobre cuestiones de planeamiento de sistemas, en benefi- cio de la administración del UNISIST, de organiza- ciones internacionales gubernamentales y no guber- namentales, uniones científicas, gobiernos naciona- les, etc.; (ii) la organización de programas inter- nacionales de asistencia técnica para investigacio- nes en ciencia de la información, que se referi- rían, por ejemplo, al establecimiento de bibliote- cas de investigación adecuadas, la redacción de te- sis, la contratación de expertos extranjeros u otras formas de prmver las actividades de inves- tigación a través de acuerdos bilaterales o multi15 terales en los que participarían países que están sub-desarrollados en este campo, tanto de uno c m otro hemisferio; (iii) el ensayo y la demostración, en el ámbito de la ciencia de la infomci6n, de algunos procedimientos cpe actualmente se reamien- dan en otras disciplinas, en materia de programas internacionales de cooperación. A este Último res- pecto, debería requerirse, por lo menos, que los servicios de documentacián sobre ciencia de la in- formación que a c t h indepndienteniente en diferen- tes países, desarrollaran políticas concertadas que

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6.6.3

armonicen con la filosofía del UNISIST. Así, las qanizaciones nacionales e iriternacionales para lle- plausibles actividades que se han iniciado en la Car a cdtx, o apoyar investigaciones sobre mchos uRSS y los EU.4 para establecer cen+xales de distri- aspectos de la ciencia de la informaci6n - lingufs-

tica, ciberr.ética, etc. - deberá ser reconocida y bución, servicios de trachcciones, revistas de re- súmenes analíticos y series de revisiones, de al- estimulada pcii lcs afiliados al UNISIST com una cance mundial para la ciencia de la informaci6n- mntribuci6n de hprtancia vital para la evolu- y también en Francia, sobre la convertibilidad de ci6n del sistm mundial de información. Se deberá vocabularios de indización en ese campo - podrlan establecer, en el UNISIST, un grupo par a la evalua- ser remodeladas de conformidad con ios principiqs ci6n de las investigaciones de la ciencia de la básicos de coparticipación delineados en la sec. infomcirin,-encargado de recoger y evaluar datos 6.1. En realidad este proqrama debería ser conside- sobre las investigaciones que se es& realizando rado c m una obligación ael UNISIST para con sus en esa esfera, asesorar 3 los afiliados al UNISIST miembros, y un prerreqisito de la ,cxmp=raci6n m- sobre el planeamiento de los si,tms y prm17er dial con respecto a la investigacih sobre infonna- programas internacionales de cmpzraci6n sobre el ción científica. análisis de la ciercia de información y las acti-

vidades de investigación. -CION 14. La labor que realizan hov las or-

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3.

4. 5.

mternational Conference cm Science Abstracting, Parls, 20-25 de junio de 1949. París, UNESCO, 1951, p. 150, nota 2. Res-& a la construccj.6n de un tesam, que constituye 16gicamente un paso prioritario debe hacerse una mención, sin embrgo, de los esfuer- zos de la Unesco al proponer unas "Cirectivas para el establecimiento Y el desarrollo de te- sauros cientlficos y t€cnicos mndinques para recupraci6n de la infomción", Parls, 1970 y un folleto smdjante referente a los tesauros multilingues a ser publicado en 1971. Study of Scientific and Technical Data Activi- ties in the United States. Washington B.C., Science Cmunication, Inc., Diciembre de 1968. @.cit., Vol. 1, p. 5-14, sec. 7. Grupo de trabajo de sociedades nortemericaras

de ingeniería, actualmente en proceso dc desa- rrollar normas para procesamiento de informa- cih mutuamente aceptables.

6. De ur trabajo "Sobro Centros de Análisis de In- fomación" preparado por el ilr. Kotani para el Cmité Ceiitral üNEcCV/CIUC sobre el UNISlST.

7. Lo esencial de este párrafo ha sic% t m d o de una nota propuesta por el Dr. C. Schaefer, de CODATA, referente al lugar asignado a h s Cen- tros de Análisis de Información y de Datos en el primer proyecto de este ixforme.

8. El énfasis puesto en la necesidad d d coztrol de calidad es también evidente en un reciente informe de la Organización Meteorolfqica Mun- dial sobre el "Proyecto Mundial de Observaci6n del Tiempo": Informe de Planificación Ido 28, Ginebra, 1969, Capltulo VI.

* * *

115

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CFPITüLQ SEFTIMO

Política de la información

Las diversas medidas recanendadas en el capítu- lo precedente, ccmo contribuciones técnicas para el progreso de una red mundial de información cientí- fica, contienen una exhortación implícita a los res ponsables de las decisiones políticas para que pro- porcionen más directivas y apoyo a los muchos orga- nisrrios involucrados en la producción, procesamiento y utilización de la información científica y técni- ca. Es profisito del presente capítulo dar carácter explícito a esa exhortación y mencionar algunas de las medidas que podrían ser consideradas por los planificadores y recponsables de las decisiones po- líticas, a fin de facilitar la puesta en práctica de las aludidas remndaciones técnicas.Los temi nos siones políticas" deben interpretarse aquí en sen- tido amplio: ellas incluyen no sólo a los cuerpos gubernativos, a quienes ccnrrpete la fonnulación de las políticas nacionales en materia de información, sino m i & a sociedades privadas, organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamenta- les, asf c m a los diversos grupos profesionales muchas veces mencionados en las últimas secciones (canunidades científicas, especialistas en informa- ción, redactores de publicaciones, etc. ) , en la me- dida en que éstos ejercen respnsabilidades propias al orientar la marcha de los servicios de infom- ción que se hallan bajo su control. h este capítu- lo - o en cüalquier otra parte de este infom - se intentará disgregar las mutuas obligaciones de es- tas diferentes categorías de entes, con respecto a la transferencia mundial de la información cientl- fica y técnica. Por una parte, sus funciones res- pectivas varían grandemente a través del ti- y el espacio, de conformidad con los cambios de las modalidades socioculturales. Pueden proponerse es- quemas para la división de responsabilidades entre las diferentes categorías de agentes (por ej.: pri- vados VA. públicos, profesionales v ~ . g&ermmnta- les, etc.), en un determinado país y en un cierto m t o , pero ellos carecerán de validez universal en el contexto mundial y, p r consiguiente, AO tie- nen significación directa en relación con el esta- blecimiento del UNISIST. Es, adds, un hecho ma- nifiesto que los gobiernos tienden a desempeñar un papel de creciente imprtancia para el planeamiento de las actividades de información científica, inc& so en países donde otros grupos -asociaciones con fines lucrativos, sociedades científicas, etc.- son los más activos sostenedores de los servicios en funcionamiento. En la mdida en que la mayoría de estos servicios parecen depender, más pronto o más

"planificadores" y "respansables de las deci-

tarde, de la ayuda gubernamental -aunque a veces indirectmente, y sólo para los programas de inves- tigaci6h y desarrollo,- las reccsnendaciones que for muiarr~s en este capítulo se referirán principaimen- te a las responsabilidades de los gobiernos y de las instituciones sostenidas por éstos, en asuntos relativos a la política de la infomción científi- ca .

7.1 PLANEAMIENM Y cooRDm10N DE LAS ACTIVIDADEC DEL ICT

A despcho de persistentes sugestiones para con- centrar en m o s de un único orggim guberna- mental (o que goce de un estatuto oficial privile- giado), todas las responsabilidades relativas al m e j o de la infomción, el cuadro cpe más general m t e presentan los dispositivos nacionales para la transferencia de la información, continúa siendo el de una red plural de servicios y actividades, can variaciones en cuanto a Id interverción qubernamenr tal en el planeamiento general, la coordinación y el sostenimiento. Algunas de las fuentes prcmnocio- nales de más alto nivel, que parecen pertenecer por esencia a los gobiernos, serán recapituladas en las secciones siguientes - por ej.: la obliga- ción de fortalecer y coordinar las redes bibliote- carias y de información, ccmo un servicio de vital imprtancia para todos los ciudadanos (sec. 7.2) , proporcionando los d e m o s elementos de procesa- mientos y ccmn~nicación (sec. 7.3) y removiendo los obstáculos actuales a la libre circulación de la infomción científica, sean ellos de carácter eco- n w c o (sec. 7.4) o jurídicos (sec. 7.51, de acuer- do con los principios y objetivos de la cooperación internacional en el campo de la información y de la investigación cientlficas (sec. 7.6).

Ninguna de esas responsabilidades es aquf enten- dida amo mprtando para los gobiernos la obliga- ción de establecer nuevos servicios nacionales, pa- ra substituir o ccenplemmtar a los existentes, a fin de mejorar la eficiencia general de la tramfe- rencia de la infomción. Las decisiones sobre es- tas cuestiones deben ser dejadas a la consideración conjunta de los científicos, especialistas en infog mación y responsables de la conducción política en cada país o grupo regional, de acuerdo con las psi- bilidades y necesidades locales. No obstante, es nuestra opinión -coincidente con los puntos de vis- ta de la OCDE sobre la materia (sec. 2.2)- que en cada país se necesita un organism gubernamental, u oficialmente reconocido p r el gobierno, para que

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7.1

actGe cano un punto foca1 nacional a- asmtos de $- litica de la informaci6n cierklfica. 13 jerarqda y la ubicación administrativa de ese organism no ti^ ne por qué ser el rnisno en todas partec, ni iampoco la f o m de sus relaciones con los servicios de in- formación en funcionamiento; sin embargo, las fun- ciones promocionales que se considerar en este ca- pítulo reclaman proJramas ccncertadoe y a largo plazo que no pueden quedar librados a la iniciativa independiente de una pluralidad de agentes.

El control de esos programas no podría ser efec- tivo sin alguna asignac'ón de fondos. Deberian per- suadirse más los gobi-.rnos que los organismos nacig nales de información por los 9.0 se aboga, tienen que recibir recursos adecuades y figurar con un €tan propio en el presupuesto. Esto no debe ser in- terpretado camo una sugestión de que todos los fon- dos necesarios para ejecutar los programas propues- tos hayan de pasar a través de los organisms alu- didos -aunque ésta es una de las alternativas posi- bles- sino más bien camo una inccación de que el ejercicio de los deberes de conducción v coordina- ción amprta una disposición de fondos públicos que va más allá de la mra reclistribución de los presupuestos existentes.

Algunos países estrechamente vinculsdoc -por rg zones de carácter linquístico, econ&rico u otras- pueden preferir concertar sus programas de informa- ción por medio de organisnos regionales, en vez de otros puramente nacionales. Cualquiera s a el caso, tales organismos parecerían estar bien calificados, en principia, para llegar a ser (o para que se los designe) adherentes nacionales al mimiento del UNISIST (véase más abajo, sec. 9.3). Sus deberes en cuanto tales consistirian en coaperar entre sí para elabxar, discutir y llevar a la práctica proyectos de mutuo interés, relativos a la información de acuerdo con los lineamientos considerados en el ca- pítulo 6: acuerdos de roparticipación, normas m- nes para la interconexión de sistemas, experimentos conjuntos sobre nuevos mStodos para el tratamiento de la información, ayuda mutua en investigación y programas de adiestramiento sobre ciencia de la in- formación, etc. Aunque se reconoce que la ccinunidad cientlfica tiene que desmpñar en esos proyectos un papel tan esencial como el de los gobiernos, se e v r a que estos Últimos proporcionen la dirección y el apoyo que puede necesitarse para zcelerar el movimiento hacia la integración mdial, tal cano la contempla el UNISIST.

Este pedido a los gobiernos de que a s m una actitud más decisiva de los asuntos concernientes a la transferencia de la infomci6n científica, se basa en una saie de hipótesis y observaciones a las que se pasó revista en el capítulo 1. Debería ser posible formularlas en una forma condensada, de modo de proprciom al UNISIST un estatuto formal aceptable para todos sus miembros, en el que se de- claren los principios, objetivos y la plitica ge- neral delmimiento. La adhesi6n al UNISIST c m p g tala así la obligación implícita de amplir las e? tipulaciones de ese estatuto, y no Sólo la expecta- tiva de beneficios iriniediatos derivados del ingreso a una red mundial de información, imperfectamente canprendida.

-ION 15. Deberá existir en el nivel M- cional un órgano estatal cuya creación haya sido or denada po r el gobierno, para orientar, estimular y dirigir el desarrollo de los servicios y recursos de infomci6n con una perspe ctiva de coope ración nacional, regional e internacional. En particular, esos orqanims deberán dar su apoyo o adherir a programas de cooperación de alcance internacional, s consonmcia con los principios y objetivos del UNISIST.

7.2 DISPONIBILIDAD DE LA INFGRi'44CION CZENTIFICA Y TECNICA

En este capítulo se hará una distinción entre la disponibilidad de la informaciór. científica y técnica (ICT), y el acces? a la mima. La primera, es decir la "disponibilidad"(de la q~ se trata en esta seccisn), tiene que ver con la necesidad de proporcionar a los cientlflcos y otros usuarios de la ICT, en cualquier parte del mundo, los docunw- tos, datos o irrágenes físicas de eilos, cualquiera sea su origen en el espacio y en el tie.po; el úl- timo, es decir "el acceso" 'sobre 31 que se tratará en ias secciones siguientes), se relaciona c m la supresión de las barreras que impiden a los cientí- ficos la utilización de los recursos de información, aún cuando éstos se hallen disponibles en su propio mdio ambiente. Ambos requerimientos debeu ser in- terpretados c o m ~ corolarios de los principios que se mencionaron en el Preámbulo de este Lifom.

C m cuastión de principio, tdos los documen- tos, informaciones y datos producidos por los cien- tificos y tecnólogos deberían ser disporiibles en el UNISIST; es una obligación de los oryanims de planificación mencionados en la sec. 7.1 t m to- das las medidas necesarias a tal efecto - de cará~ ter organizativo y t6cnico - siendo las Únicas restricciones aceptables las que conciernen a: (i) la f o m física en que los aludidc>s elmtos se hacen disponibles, las que puede incluir rnicrorre- prducciones, facsimiles, imágenes teleprocesadas, etc.; (ii) los canales institucionales de la dis- ponibilidad, que deberían basarse en acuerdos in- ternacionales - regionales o mundiales - más bien que estrictamente nacionales; (iii) las condicio- nes de tiempo y de costo de la disponibilidad, que pueden variar de acuerdo con la categoría de d a - mentos o datos de que se trate (por ejemplo, impre- simes agotadas, colecciones raras, etc.), en el en- tendimiento de que las tarifas diferenciales debe- rían ser calculadas, de ser posible, sobre aproximg damente las mimas bases en todos los países.

Las principales implicaciones atingentes a la organizaci6n en este caso son: (a) el desarrollo de acuerdos de préstamo e intercambio de alcance m- dial! y a d h n t o s , información y datos, con la eliminación de barreras administrativas que podrían obstaculizar esos acuerdos a nivel gubeniamental (tasas, impuestos de ajuana, censura, etc.); (b) la prmión de "centralcs de distribución" y depósi- tos de status internacional - regional o mundial - para recolectar, analizar y distribuir a todas las naciones , bajo formas adeoladas, categorías especia les de documentos que de otro M o no podría ser

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7.2

obtenidos fácilniente (sec. 6.4) ; (c) la aceptaci6n por todas las partes (redactores, bibliotecas, cen- tros de información, etc.), de reglas establecidas en Ccanún para el funcionamiento de los dep5sitos internacionales de esta clase: distribución obliga- toria de copias más allá de las fronteras naciona- les, presentación normalizada! equipos y procedi- mientos cmpatibles para la distrfiucih de docu- mentos (reproducción, transnisión, utilización) ,crL terios de obsolescencia, etc. Aunque las uniones científicas y las organizaciones de información y de bibliotecas podrían ejercitar su propia iniciati va en tales cuestione?, se debe exhortar a los go- biernos para que ayuden coordinando y, si es nece- sario, financiando sus esfuerzos, cano una contribE cih al logro del objetivo de la'dispnibilidad mun - dial.

Las principales implicaciones t&nicas, por otra parte, atañen al desarrollo de métodos y equi- pos adecuados tecac, depósitos ecpeciales y centros de docinnenta- ción. En este área será necesario hacer inversio- nes sustanciales, para establecer mdios eficaces de procesamiento, reproducción y transmisión, así c m para p.roporcionar un adiestramiento adecvado a los bibliotecarios y otros profesionales que par- ticipen en el funcionamiento de las redes propues- tas (sec. 7.3) . ik d o d s general, los niveles de la organización bibliotecariatendrán_que ser eleva dos en mchos palses para responder al prop5sito in_ dicado (dase sec. 6.4.1, A). El caso debe ser pre- sentado con suficiente fuerza caro para milizar el apoyo de los gobiernos a cualquier acción que el UNISIST pueda considerar necesaria en esta área.

para la conducción de redes de biblig

RECOMENDACION 16. Procede destacar e la disponibi lidad mundial de -- uno de los objetivos finales del UNISICT, que supo- ne una red v el funcionamiento en cmreración de los cientlfkos y las bibliotecas té&icas, los centros de análisis de la información y los centros de datos rebasanda las fronteras nacionales. Los órganos estatales de planificación mencionados en la recanendación 15 deberán , por tanto, estimular o iniciar progrms encaminados a integrar cualquier v o l m imaginable de docmentos, informaciones o fuentes de datos en sistemas generales (locales, nacionales, regionales o internacionales) en los que cada biblioteca o centrw cientPfico pueda uti- lizarse ccm punto de acceso, o nudo de una red que permite pasar de un punto a otro.

7.3 ACCESO A LA INFüRMACION ClENTIFICO Y TE(ISJ1CA: POLITICAS RELATIVAS A LA TFCNICA

Aún suponiendo que se logre una plena dispni- bilidad, en el sentido indicado más arriba, no se sigue de alll que los científicos tendran un fácil acceso a la ICT. Las principales barreras que se opnen fueron examinadas en lar sec. 5.1 y 5.2; ellas son econhicas, lingüísticas, educativas, técnicas, etc. P d d s , ccm~ lo hemos señalado al ccpnienzo de este informe, los científicos no cons- tituyen la única canunidad de usuarios en cuyo be- neficio debe organizarse la pesada "maquinaria ana- lítica" de la transferencia de la información; tam-

bién deben ser superados obst5culos socicculhirales para que el conocimiento cientlfico sea hecho acce- sible a una canmidad rrás extensa (sec. 1.2). En realidad, la mayoría de las medidas que se han re- ccrnendado en el capltulo 6 apuntan al mjoramiento de las condiciones de acceso a la iriEormaci6n cien- tlfica desde un punto de vista técnico; en este capítulo el enfoque se hace desde un ángulo dife- rente, el relativo a la elaboración de la política, debido a que algunos de 15s problemas t6cnicos exa- minados EA el capltulo 6 no podrán ser resueltos si los gobiernos no se interesan directamente en ellos.

Una de tales áreas es la de la promoción de SOM~ calificado. La creciente ccinplejidad de la organización, dtodos y técnicas de la transferen- cia de la infm-ción hace imperativo que los miem- bros del UNISIST desarrollen iguales capacidades en esta esfera. Sin embargo, grandes disparidades exic ten a este respecto entre las distintas partes del &o; debe llamarse la atención de los planifica- dores de la educación y de la ciencia sobre los pe- ligros de un fracaso en lo que atañe al logro de ni veles mínimos en la formación de las diversas cate- gorlas de personal - incluyendo el de carácter cien tlfico - que está a cargo del tratamiento de la in- formación. En relación con esto debe ponerse espe- cial cuidado en: (a) desarrollar programas adecua- dos, nacionales o regionales, de educacidn sobre ciencia de la información; (b) praporcionar medios y oportunidades para actividades de investigación en este campo; (c) mejorar la eficacia de la ense- ñanza de idims extranjeros y desarrollar, al mis- m ti-, aptitudes y recursos para la tradvcci611, c m respuestas parciales al problema de las barre- ras idicnnáticas; (d) elevar los niveles de eficien- cia en las aplicaciones d s avanzadas de la tecno- logía de la mputación y las cmicaciones que irprtan a los objetivos del KNISIST, etc. (véase sec. 6.5).

Similarrente, el funcionamiento de las redes de información depderá, en forma creciente, de la utilización de cmplejas instalaciones de equi- pos, para el procesamiento y la transnisión de la información científica. En este terreno la acción gubernamental será necesaria por varias razones: econmcas (puesto que el sector privado general- mente no está en condiciones de afrontar el costo de las inversiones), técnicas (por ejemplo, la necesidad de acuerdos in- ternacionales en materia de telecomunicaciones) y organizativas (por ejemplo, el planeamiento de la ubicación de los equipos más costosos, sobre bases regionales o nacionales, pero con la debida consi- deración de los requerimientos internacionales).El UNISIST, p r consiguiente, debería asegurarse el apoyo de las instanzias políticas para los estudios preparatorios o los programas de desarrollo sobre asuntos tales -:(a) el establecimien~ de redes de computadoras para el procesamiento de la infor- mación científica o técnica en un determinado país o región (localización de las unidades individua- les, estructura de la red, procedimientos operati- vos, etc.) ; (b) los requerimientos especiales de equipos y programas para la continuación de los proyectos relativos a una red mdial de centros de datos (sec. 6.4.1, E) ; (c) el establecimiento de

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7.3

redes de cohnur,icación flexibles y de vías múltiples adaptadas a las necesidades locales, pero que al i n i m ti- proporcionen interconexiones con sis- tmas de información y de datos de otras regiones, etc.

En realidad, estos temas han sido ya objeto de la atención de grupos que se ocupan de la política de la información, en organizaciones intemaciana- les tales cano la KDE y el CAEM; de parte de la más amplia cmidad que el UNISIST ha de consti- tuir será necesario un esfuerzo continuado para es- timular proposiciones concretas de los miembros M- cionales, y elalrorar una política concertada a lar- go plazo, con respecto a la progresiva instalación de una red mundial de transferencia de la informa- ción, tanto desde el punto de vista técnico mno del financiero.

-CION 17. Los organismos nacionales o re- gionales de información descritos en la remenda- cih 15 deberán conceder mayor atención a las nece- sidades de las redes Üe transferencia de informa- ción modernas, empleando dispositivos perfezciona- dos de tratamiento y cmicación. Deberían hacerse esfuerzos en primer término para establecer unas po líticas concertadas en ese sector, mediante una cooperación bilateral o multilateral establecida entre los afiliados al Uh'íSIST.

7.4 EL ACCESO A LA INFOIiMACION CIENTIFICA Y TMTJICA: FOLITICAC ECONCIMICAS

Uno de los principales factores determinantes en el acceso a la información es el econhico. Los precios impuestos por los productores y procesado- res de la ICT condicionan naturahte la daanda de los usuarios individuales o colectivos, de acueg do con sus recursos presupuestarios. Tanto los pre- cios m los recursos varlan grandanente de un país a otro, no sólo a causa de las incertidumbres actuales en la estimación de los costos (véase sec. 6.4.21, sino también de las condiciones muy diver- sas bajo las cuales se fijan los precios en las di? tintas partes del mundo, de conformidad con las ideologías o políticas econhicas prevalecientes. Así, a& cuando sus ingresos personales puedan ser similares, los científicos de países industrializa- dos se encuentran en diferentes posiciones con res- pecto a la adquisición de documentos, informacih o datos, según las prácticas econímicas adoptadas p r los servicios con los que ellos están en relación: precios de mercado o precios controlados, publici- dad, subsidios, pago por página, etc. Además, fac- tores principales en los costos de producción va- rían grandemente en naturaleza y cantidad, en fun- ción del grado de complejidad y de la eficiencia de los servicios afectados. El panorama general prese- ta por lo tanto una acentuada desarmonía, con cos- tos que no son estrictaxnt-: comparables, sin prác- ticas uniformes en materia de precios, de modo que la econda de la utilización de la información, gobernada p r ccanbinaciones variables de planifica- ci6n y laissez-faire, lleva en sí mi- disparida- des objetivas que hacen a los usuarios ricos o po- bres, con prescindencia de otros factores.

Sin embargo, el concepto de igualdad de acceso

a la iC!T parecería implicar, entre otras cosas, que el mi- servicio se brinde en condiciones mpara- bles a todos los usuorios, independientemente de la situación geopolltica de los proveedores y los ad- quirentes. Las perspectivas a este respcto son ex- tremadarnente pobres; y sólo puede sugerirse una ac- ción parcial, no tanto para lograr una armonía in- mediata cano para poner a prueh, en el contexto ir temacioncll del UNISIST, alguna de las prácticas que han sido ensayadas por servicios individuales o palses a fin de canpartir los costos del manejo de la información entre diferentes grupos - por ejem- plo: (a) dividiendo los costos de impresión y pues- ta en circulación de nuevos resultados entre los editores, ios patrocinantes de la investigación y los autores (esto es, la práctica dnl pago por pá- gina publicada o "page charge"; (b) solicitando a los patrocinantes de los proyectos de investigación y de desarrollo que prevean la asignación de fondos adecuados para el procesamiento de la informaci6n generada por tales proyectos (catalogación, confE ción de resúmenes analíticos e indización, revisión etc.) ; (c) desarrollando políticas de venta más ac- tivas, así c m productos más diversificados, a fin de repartir entre diferentes grups de usuarios, tanto dentro com fuera de4 mundo de la ciencia, los costos del funcionamiento de los servicios bá- sicos de información, etc.

Todos estos mecanismos son formahte carrpara- bles, en la medida en que ellos tienden a dividir entre una pluralidad de grupos los costos que de otro mocio recaeríaq sobre uno solo de éstos, para la publicaci6n (a), el procesamiento (b) y la dise- minación de la información científica (c) . Dentro de esos lhites, ellos pueden ofrecer UIia solución, mtatis mutmdis, al complicado problema de conci- liar diferentes políticas ecoriímicas, basadas en distintos grados de intervención del Estado en el m p o de la información científica, dentro de un contexto internacional.

Han de pasar muchos años, sin anbargo, antes de qxe mecanisnos de mpsación de esa clase pue- dan ser aplicados en forma sistemática en la esce- na mmdial, reivindicando así el concepto de igual dad de acceso a la información científica. Entre tanto, los procedimientos de asistencia técnica más directos pueden continuar proprcionando medios al- ternativos para llegar a una meta similar, a un ni- vel intergubemamental o inter-servicios más ele- vado. Probablemente algunos países han de encontrar dificultades para, por ejmplo, aumentar los recur- sos requeridos para establecer las instalaciones más peifeccionadas de procesamiento y telecmica- ción contmpladas en la recomendación 17; el UNISIST puede entonces desempeñar uno de estos dos papeles, o ambos: (a) puede servir m un foro en el que los acuerdos bilaterales o multilaterales conclui- dos entre los gobiernos o los servicios miembros se lleven a conocimiento de todas las otras par- tes; (b) pueden W i é n actuar m una fuente de asistencia técnica internacional, supuestocpe se incorpore para tal efecto un rubro en el presupues- to del UNISIST (véase más abajo sec. 9.3).

Parecería prudente no intentar ir más allá de (a) en la etapa inicial de la puesta en práctica del UNISIST, por razones que se explicarán en uri

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7.4

capitulo posterior (sec. 10); entre tanto, Sói~ in- tentos muy probatorios y parciales pueden ser can- templados para manipular los factores econgnicos que ocasionan desigualdad de condiciones en el accg so a la información científica en el mundo.

P.EZECOMENDAC;.3N 18. La polltica de precios de los ser vicios de información científica deberá ser objeto de estudios permanentes a fin de observar sus efec- tos en el acceso de los usuarios a la información, y de analizar el efecto de los gastos de utiliza- ción en la igualdad de acceso en los diferentes sec tores de la ciencia y en diferentes países.

7.5 ASPECmS LEGALES Y ADMINISTRATIVOS DEL ACCESO Y LA DISPONIBILIDAD

La dispnibilidad de la ICT, o el acceso a la misma, con objeto de restricciones legales que no son ni mutuamnte ccenpatibles, de un país a otro, ni individuahente conformes con la filocofla gene- ral del UNISIST, tal m se la ha boswejado en el capitulo 1.

7.5.1 INE'OFWCION CLASIFICAaA

Por empezar, una gama relativamente amplia de documentos y datos científicos están fuera de la circulación general por razones que tienen que ver con la seguridad colectiva, la defensa, la c-ti- ción (por provecho o por prestigio), las prioridades de investigación, etc.; pero la interpretación y p- so de estos factores difiere a través del tiempo y el espacio, con el resultado de que una determinada "información" tiene diferentes posibilidades de que se la haga disponible para la cmidad científica mundial según ella se origine,por ejemplo,en un 9- po de países Azul, o Blanm,o Negro,etc.-iando por admitido qrie los límites de estas entidades abstrac tas sólo son válidos para lapsos relativamente bre- ves, desde el punt~ de vista de un historiador. No c3be esperar que los criterios sociopllticos actua les sobre los cuales se basan las políticas restric tivas puedan ser cambiados por una decisión leqal, afii en el caso de que ellos fueran recomendados por un grupo internacional de q~!rtos científicos y de responsables de las decisiones pollticas. Fuede ha- ber lugar, sin margo, para alguna literalización en esta esfera cuando se logre demostrar mediante estudios retrospectivos ad hoc que tales restriccig nes, o bien fracasan en lograr lo que se proponen o bien ocasionan demoras y duplicaciones en la in- vestigación que no san campensadas porringuna mejo- ra visible en la seguridad o el bienestar colecti- vos. No se cree que de otro d o las declaraciones de principio habrlan de contribuir mcho al levan- tamiento de las restricciones por parte de los pai- ses individualmente. Podría entonces estimularse la adopción de medidas prácticas de "declasificación" , por ejemplo reduciendo las limitaciones de ti- a la circulación de docmentos, reexaminando los cri- terios por el cual un documento se condidera "cla- sif icado" (o reservado) , etc.

7.5.2 industrial ponen, por su parte, limitaciones a la

Las consideraciones relat.ivas a la propiedad

disponibilidad de la ICT que en el estado actual de los asuntos humanos se consideran generalmente legz timas. En la medida en que eventualmente pueda ex- tender su competencia a la esfera de las patentes, el UNISIST tendrá que examinar la actual legisla- ción de los paises miembros en materia de innovacig nes científicas y técnicas, con el objeto de contr' buir a la elaboración de una polltica c& y de me jorar el acceso a los datos e informaciones de pa- tentes sobre bases mundiales. Para tal fin deberá buscarse la cooperación de los gobiernos, sea dir- tamente o a través de organizaciones internaciona- les ccmpetentes (ICIREPAT, BIRPI, IIB, etc.).

7.5.3 El concepto de una canunidad directarente li gada a una red mundial de bancos de datos intercc- nectados, con acceso a distancia y sin restriccio- nes, oomporta la amenaza de posibles intrmisiones en la esfera de lo privado, lo que debe merecer con. sideración, puesto que la campetencia del UNISIST se extiende desde las ciencias puras hasta los cam- pos más aplicados (archivos médicos, registros de las instituciones docentes, etc.) incluyendo even- tualmente lasdencias sociales (estudio de casos individuales, encuestas psicosociológicas, etc.) , y hasta el ámbito de la administración pública (archl vos policiales, expedivltes fiscales, etc.) . Ningu- na acción irmediata es necesaria sobre este punto, puesto que el UNISIST ha de circunscribirse primero a los bancos de datos estrictamente cientlfims, del tipo de los que se están desarrollando bajo el CODATA; pero cuando él llegue a ocuparse de los ar- chivos cociales (incluyendo los de carácter médicos) y administrativos, se requerirán politicas concertg das, estructuradas de acuerdo con los misnos princL pios .

7.5.4 puede verse en la práctica de los derechos de autor la que apela a otros mtivos para imponer restric- ciones a la libre circulación de los frutos inte- lectuales de los científicos (el deseo de prestigio personal, el anhelo de ganancias, etc.). Aunque un gran número de palses aceptó en el año 1952 una Convención Universal sobre Derechos de Autor (con la importante excepción de la URSS), el asunto vuelve sobre el tapte una y otra vez, a medida que el desarrollo de la nueva tecnología de la informa- ción suscita problemas de propiedad que no fueron contqlados veinte años atrás. La necesidad de ob- tener una autorización previa para la reproducción, la traducción y, eventualmente, el procesamiento o la exhibición de documentos, por ejemplo, conduce a demorar ~1 impedimentos que constituyen un real obstáculo a la obtenci6n de la información. Por con siguiente, se hace necesaria la revisión de las le- yes actuales sobre derechos de autor, a fin de es- tablecer prácticas confames a las exigencias de nuestro tiempo, sin dejar de proteger el ejercicio de derechos individuales que puedan ser concilia- bles con el interés público. Aunque la mayorla de los países han reconocido esta necesidad, y a pesar de la p m e n t e acción de la Unesco en este área, sólo unos pocos de aquéllos han emprendido ya las necesarias reevaluaciones. El UNICIST deberá urgir a los gobiernos miembros a establecer grupos de es-

Otra form de mnopolio de la información

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1.5.4

tudios especiales - nacionales o regionales - que reunirían y aportarían evidencias cobre cuestiones relativas a la propiedad intelectual, en un sentido suficientemente amplio facslmiles y traducciones, sino también las fotoco- pias, el diseño de sistemas y programas de computa- ción, la duplicación de registros sobre cinta per- forada o de archivos de datos ccmpletos, representa ciones a distancia de docunwtos o de datos, etc. Estos grupos de estudio tendrían que propner can- prcmisos localmente aceptables entre las fuerzas tradicionales que favorecen las prácticas de los derechos de autor, y los factores actuales que tien den a disninuirloc en beneficio de la eficiencia inmediata. Sería, por lo tanto, una responsabilidad del UNISIST procura la integración de las propues- tas separadas en una "doctrina de la utilización equitativa" - más bien que en una norma internacio-

para incluir no sólo

nal en sentido estricto - que sea aceptable para tcrios los sistemas y países miembros, para que los problemas de propiedad intelectual, sean manejados de tal modo que se reduzcan las dificultades exis- tentes.

=-ION 19. Los organismos nacionales de in- formación científica mencionados en la reccnenda- ción 15 deberán considerar cano parte de sus res- ponsabilidades ante la comunidad cimtífica mundial la reducción de las restricciones innecesarias a la circulaci6n de informaciones. En particular, deber& promver la revisión de las leyes naciona- les de derecho de autor con objeto de concilisr el interés público por la disponibilidad de documentos con los mtivos individuales de protección jurídi- cal Ypo r Gitimo, elaborar una "doctrina intema- cional de la utilizacih eqy itativa" en ese sector.

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CAPITULO OCTAVO

Cooperación con los países en des;iri-ollo

Entre los pasos propuestos para la instauración del UNISIST -nuestro tema actual- el progreso de la cooperación internacional entre los palses desarro- llados y los que se hallan en desarrollo, en asun- tos de información científica, reviste carácter e- sencial y se relaciona directamente m n los fines y principios del UNISIST. Aunque se trata de un pro- blma que es primero y por sobre todo, de política y en tal sentido se halla implícito en la argumn- ción del capítulo precedente (véase en particular, sec. 7.2, Recmendación 161, presenta también un cierto número de requerimientos específicos, técni- cos de orden organizativo que merecen un examen par- ticular, el que se hará en este capítulo.

8.1 ESPECIFICIDAD DE L13S PFifIBLENAS DE LA INFORMA- CION EN IDS PAISES EN DESAREOILO

hip-zarms por resumir la argumentación. El fin último del UNISIST es proporcionar a diferentes grupos de usuarios mjores vías de acceso a los de- pósitos mundiales del conocimiento cientEfico, para beneficio de la humanidad en su conjunto. Esta de- claración adquiere un significado especial cuando el grupo de usuarios que se considera forma parte de los así llanndos "países en desarrollo". El con- traste entre econdas en desarrollo y econdas de sarrolladas puede parecer algo vago, y aún irrele- vante, cuando se aplica al sector de la información científica; nosotros hemos insistido mchas veces en este informe, verdaderamente, en la necesidad de interpretarlo en un sentido relativo y a veces can- pletamente no convencional (véase por ejemplo, sec. 5.2.2, final, sec. 6.5, etc.). No obstante, el he- cho objetivo continúa siendo que existen en el mun- do munidades m y grandes para las cuales nociones tales amo "acceso fácil", "de@sitos mundiales del conocimiento" y "beneficios de la humanidad", m- portan diferentes implicaciones, de acuerdo con la situación económica y política de los países recpec tivos.

Esta comprobación bastante obvia ha sido ya se- ñalada en un capítulo anterior, en el que se trató de los principales obstáculos que se oponen al fun- cionamiento de un sistara de infomción que tenga verdaderamente una orientación mwdial (sec.5.2.2). Las naciones m o s favorecidas desde el punto de vista econámico, tienen que recorrer un camino m- cho 16s largo que las otras para suministrar a los científicos y técnicos la misma clase de "acceso" a documentos, información y datos que puede ser ofre- cido en un país fuertemente industrializado, con

una larga tradición en materia de investigación y desarrollo. Además, ccmo una consecuencia de esta brecha, uno puede preguntarse si los "depósitos mun- diales" a los que deben proveerse acceso deben en- tenderse del misno modo en todas los casos: no se- ría realista postular que los países más jóvenes de Africa o Asia, por ejemplo, requieren ser conecta- dos de inmediato, y sin ninguna clase de discrimirg ción táctica, con -las redes de información existentes, de alcance nacional o internacional, desde la investigación espacial hasta la quíhica a- plic,ada, etc. En este caso la limitación de r a - sos no es el único factor restrictivo: aún si éste fuera cmpnsado por los más generosos programas de existencia económica, otros factores actuarían en favor de una estrategia gradual, s@ la cual los países en desarrollo podrían desear asignar una más alta prioridad a algunos sectores de la información científica que a otros, de acuerdo con sus respec- tivas políticas culturales y econ6nicas. Esta opi- nión implica, a su vez, que los "beneficios" que se esperan de una red mundial de información pueden ser sustancialmente diferentes de un país a otro. Hablando en t6rminos generales, ccmo lo señaló ya el Ccnnité Consultivo sobre Aplicación de la Ciencia y la Tecnología al Desarrollo (véase arriba, sec. 5.5.5), es probable que los países en desarrollo tengan más interés en la transferencia del concci- miento tecnológico, para usos concretos y a plazos relativarriente cortos, que en la adquisición innie- diatjl de toda clase de documentos y de datos, cano una cuestión de principio, y para los campos más es peculativos de la investigación científica.

Resuniendo,' ni los medios ni los fines del pro greso en la transferencia de la información pueden ser concebidos razonablmte del mi- modo en las regiones en desarrollo y en las regiones desarrolla das del mundo, aunque se pueden encontrar formula- ciones generales que sean formalmente aceptables pa- ra ambos qmpos. u s programas especiales que condu cen varias crganizaciones internacionales para mejg rar los recucos de información en los países en desarrollo, son un reconocimiento de este hecho. Tanto el CIUC, por intermedio de su Comité sobre Ciencia y Tecnología en los Países en Desarrollo (Ccmnittee on Science and Technolcgy in DevelopmA Countries: C G m ) , ccmo la ünesco, a trav6s de su participaciKe1 Fondo de Desarrollo de las Na- ciones Unidas y en otros programas específicos de asistencia técnica, han estado activos en esta es- fera (1). Los programas iniciados por la Fiü para ayudar a los países en desarrollo a mejorar su ccm-

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petencia en informaci6n científica, pueden ser ci- tados tmbién. En realidad, muchas oEganizaciones internacionales, así interqubemmtales cchly) no gubernamentales, se han preocupado de proveer servi- cios de información, co un aspecto de los prajra- mas de desarrollo: y varios organisnos de las Nacig nes Unidas (por ejemplo, la OAA, la OIT, la OMC, etc.) están apoyando actualmente proyectos de doni- mentación que san de especial interés para las áreas m o s industrializadas.

Sin embargo, el progreso de los recursos de in- formaci6n en la mayoría de estas regiones continúa siendo alarmantenente lento; y existe el peligro de que, a pesar de esos esfuerzos, la brecha se vuelva aún más grande a redida que los países en desarro- llo continúenmejorando sus propios servicios a un ritmo aún más rápido. Algunos de los posibles factg res incidentes se han mencionado más arriba, sobre la base de los estudios especiales preparados por el Grupo de Trabajo sobre InformaciERl Científica en los Países en Desarrollo Unesco/CIUC (sec. 5.2.2); ellos nos invitan a revisar, o a redefinir, las me- didas que parecen ser potencialmente más eficaces para vincular a los países en desarrollo con el UNISIST .

8.2 LA VINCULACION ENTRE LDS PAISES EN DESAFSOLLO Y EL UNISIST

Parece necesario subrayar en primer témino, que el movimiento del UNISIST m producirá ninguna solución milagrosa para los problemas de la informa- ción en los países en desarrollo: de hecho deberla @irse a éstos últimos que t m a n casi la mi- clase de medidas que se han r e c d a d o más arriba, en materia de política de la información (capítulo 71, antes de que pedan esperar razonablmte ob- tener beneficios del UP'ISIST. Entre esas medidas se hallan las siguientes: (a) mantener un organismo na cional (o regional) de información científica y téc nica, sobre las m i a s bases que los otros miembros del UNISIST y con similares funciones generales, aunque suceptibles de otras interpretaciones (véase sec. 7.1, Recamendación 15) ; (b) sostener un siste- ma de bibliotecas científicas fuerte y de alto ni- vel, en cuanto constituye una infraestructura nece- saria para cualquiera de los progrms más avanza- dos sobre el tratamiento de la información contem- plados en el UNISIST (véase sec. 7.2, Reccnnendación 16): (c) velar p r el progreso de los programas de adiestramiento y de las instalaciones de equipo que interesan a la ciencia de la información, a fin de abrir el camino para nuevas redes y técnicas, si- guiendo la evolución general del UNISISr (véase sec. 7.3, Reccpnendaci6n 17), etc. Estos requerimientos generaies serán examinados con mayor detalle más a- delante (sec. 8.2.1 a 8.2.3); se debe subrayar en prinaer términos que ellos implican, a su vez, una base mínima de actividades científicas y técnicas, a falta de las cuales los servicios y prcgrams de información serían a la vez impracticables e inúti- les. Este "primer nivel de requerimientos" fue dec- cripto adecuadamente por el Grupo de Trabajo sobre Infomción Científica en los Países en Desarrollo, indicando que aquél debe incluir, entre otros, los siguientes elementos: " (i) programas para investi-

gación y desarrollo bajo patrocinio nacional, admi- nistrados y financiados por organi-s guknmwnb- les, con una proprción adecuada de los fondos re- servados para las correspondientes necesidades de información científica y técnica: (ii) una univer- sidd o institución académica similar que confiera grados en ciencia y tecnología: ... (iii) un nuclec de personal científico y técnico proporcionado a la dimensión, los recursos presupuestarios y los og jetivos de desarrollo del país.respectivo".

Suponiendo que tales condiciones se reúnan, el UNISIST proporcionará nuevas oportunidades para lo- grar una mayor dedicación de esfuerzos a la prano- ci6n de los servicios de información, en apyo de la ciencia y la tecnología en los países en desa- rrollo. Mecanisnos que sirvan a tal fin serán pro- puestos más adelante (sec. 8.31 .

8.2.1 FUNCION DE LOS ORGANI~S DE INFOFNACION NACIONALES Y REGIONAJXS

Un cierto número de países de Africa, América Latina y Asia ha nales para los servicios bibliotecarios y de docu- mentación (21, con una institución gubernamental central que asme la dirección general y provee apoyo en este área. Considerando las actuales limi- taciones de recursos, tanto en lo que atañe a fon- dos cam a personal calificado, se estima que esta forma de organización debería ser estimulada y for- talecida, a fin de concentrar los medios de impui- sar el progreso e n m o s de un organismo califica- do, iínico y bien provisto de dinero. Las funciones que los organicmos de este tipo deberían cumplir han sido adecuadamente descriptas por el Grupo de Trabajo del UNISIST sobre la Información Científica en los Países en Desarrollo; se las puede presentar bajo estos tres títulos:

establecido ya estructuras nacio-

A. Planeaniento, mrdinación y conducción en ma- teria de información científica y técnica, a nivel nacional (o regional) -pr ejemplo: (a) formular y poner er. práctica una política de transferencia de la infcmmción que tome debidarwnte en cuenta los objetivos de desarrollo, señalados por la existen- cia de grupos especiales de necesidades (véase sec. 8.2.2) : (b) actuar m un punto focal, nacional o regional, para programas internacionales de inter- cambio de la información en ciencia y tecnología; (c) dando especial atención a los programas del UNISIST, siendo entendido que los organismos de que estamos tratando son los adherentes naturales del UNISIST en las regiones en desarrollo.

B. PramciÓn y apoyo a los servicios biblioteca- rios y de información, en consonancia con los re- querimientos de las políticas nacionales y de los programas internacionales mencionados en A - por ejemplo: (a) proveer servicios de remisión adecua- dos en las áreas respectivas; (b) mantener una red nacional o regional de bibliotecas e información para la ciencia y la tecnología, canpatible con las normas propuestas por el UNISIST (véase sec. 6.2), pero con características especiales determinadas por los recursos y necesidades locales (véase sec. 8.2.2) ; (c) observar bajo qué condiciones (precios,

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8.2.1

prioridades, etc.) la infonaci6n se hacetefediva- m t e accesible, a través de esta red, para diferen- ciar categorías de usuarios locales, a fin de opti- mizar su utilización con respecto a los objetivos definidos en A, etc.

C. Desarrollo de las actavidades educativas y de investigación que importan al progreso del trata- miento de la información - por ejemplo: (a) progra- mas de fonnacián básica y de educación permanente para agentes y usuarios de la información, en armo- nía con una base mlnima que pudiera ser reccpnendada por el UNISIST en este sector (sec. 6.51, y con es- pecial atención a los beneficios de la cooperación regional en esas materias; (b) actividades de invez tigación y desarrollo en dreas bien delimitadas de la transferencia de la infomción, elegidas en fun- ción de las necesidades y capacidades locales, tan- bién preferiblerente a nivel regional, etc.

cooperación regionales que se han hecho en esta s- cib, obedecen a motivaciones obvias: es dudoso que cada una de las naciones que recientmmte han naci do a la vida independiente en las ZOMS en desarro- llo, tengan los medios suficientes para asunir indi vidualmente, de un modo eficaz, las respnsabilida- des ccanplejas, aunque mlnimas, que han sido delinE das. Ni a h los 11-6s generosos programas internacio- nales de ayuda lograrían crear, en cada una de esas naciones, en el término de unos pocos años, el con- junto de condiciones necesarias para el funciona- miento efectivo de un sistema nacional de infonna- ción (véase el comienzo de la sec. 8.2) . En cambio, tales mdiciones pueden desarrollarse con éxito en un contexto regionalds amplio, utilizando los re- cursos manccmmados de los paises que ccexistm en la regiOn, y aprovechando la concentración de es- fuerzos que podrían entonces realizar las misnas organizaciones internacionales que prestan su asis- tencia. Se pueden rriencionar ejemplos estimulantes de progresos realizados en esa dirección, gracias al esfuerzo conjunto de varios países de Africa y &&rica Latina, con la ayuda de la Unesco y de otros patrocinantes, nacionales o internacionales, de programas de asistencia técnica en el campo de la dccumntaci6n.

Por consiguiente, nuestra conclusión sobre es- te punto puede rés de todas las partes exige que se observen cri- terios de alto nivel para fundar en los países en desarrollo redes eficientes de bibliotecas e infor- mación; cuando esos criterios no puedan ser satis- fechos dentro de límites estrictarente nacionales, debe hacerse toda clase de esfuerzos para estable- cer organizaciones regionales, basadas en la coope raci-ernos y organisms téc nicos de una determinada región en desarrollo. El concepto de organización regional puede precisarse más en este contexto: en opinión del Grupo de Tra- bajo sobre Información Científica en los Países en Desarrollo, dicha concepto debería ser estrictamen- te limitado a las dos formas siguientes: (a) la fe- deración de centros nacionales existentes en países vecinos, sobre bases geapolíticas o geolinguísticas (b) un centro cpe sirva a una pluralidad de países,

as frecuentes referencias a la coordinación y

ser expresada con fimza: el inte-

inicialmente bajo la responsabilidad financiera y técnica de una organización inte nacional, asesora- da por los Estados ccoperantes, hasta que llegue el nvsnento en que un cuerpo federal representativo de los países participantes pueda tanar a su cargo esa recponsabilidad. h ambos casos, para delimitar las áreas que cubrirían los centros regionales propues- tos se deberían t a ? ~ en cuenta los planes regiona- les de desarrollo que se hallan en marcha, donde ellos existan, a fin de que la acción de dichos tros pueda tener mayor viabilidad e impacto.

8.2.2 SERVICIOS DE BIBLIOTECAC Y l#X%WI'XION NACIONALES Y REGIONALES

Repetidamente se ha afirmado que una estructu- ra fuerte y bien equipada de servicios biblioteca- rios y de dccumentaci6n constituye la base necesa- ria para una efectiva participación de los países en desarrollo en los programas 116s ambiciosos para la transferencia mundial de la informaci6n que con- templa el UNISIST. El Infornie FID/CD (2) así c m los distintos informes que se hicieron para el Gru- po de Trabajo del UNISIST sobre infomción Cientí- fica en los países en desarrollo, coinciden en opi- nar que este requisito no es satisfecho actuahte en muchas regiones, a pesar de los loables esfuer- zos de las autoridades locales. La participación en el UNISICT debería proporcionar, por lo tanto, un incentivo adicional - y posiblawnte, oprtunidades adicionales (véase sec. 8.3) - para introducir mjg ras substanciales en la concepci6n y funcionamiento de las bibliotecas científicas en las regiones en desarrollo. Vienen al caso en este contexto las pro posiciones generales de las recomendaciones 7 y 17; ellas podrían ser más desarrolladas para elucidar los capmentes mlnims de los sistemas nacionales o regionales propuestos - p r ejemplo: (a) servi- cios básicos, tales c m grandes colecciones de pu- blicaciones peri€dicas, índices y catálogos colec- tivos, préstamo interbibliotecario con conexiones en el exterior, equipos de reproducción, etc.; (b) un servicio de dep5sito y/o de distribución ("clearing house service") para documentos locales y extranjeros que son de importancia para los pro- gramas nacionales de desarrollo, los que deberían estar disponibles en lugar central a fin de que sea fácil el acceso a los m i m s y su difusión, median- te el uso de equipos apropiados; (c) un servicio conjunto de traducciones, que funcione preferible- Ente a nivelregional, con acuerdos cooperativos para ccarrpartir los costos y recursos a nivel mun- dial; (d) medidas a6ministrativas para ranaver obstáculos a la adquisición y distribución de ma- teriales de documentación (derechos de aduana, ta- rifas, etc.), etc.

sarro110 que se ha hecho en (b), suscita una cues- tión importante. Ningún hcmbre de ciencia desearía restringir el campo de las bibliotecas especializa- das a los sectores de la literatura referentes a las ciencias aplicadas y la tecnología, cam opues- tos a las disciplinas más básicas; sin embargo, tal ccmo se ha cubrayado al Ccsnienzo de la sec. 8.2., es necesario elegir, en términos de preferencias,si

La referencia a los programas nacionales de dg

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8.2.7

no de alternativas excluyentes, cuando hay que deci dir qué áreas del conocimiento con de mayor interés irmiediato que las otras, en países en los que no hay reLmrsoz materiales ni fuerzas de trabajo cam para lograr cmpetencias en todas las ramas del co- nocimiento. Este tema fue objeto de cuidadosa aten- ción por parte del Ccnnité Consultivo sobre Aplica- ción de la Ciencia y la Tecnología al Desarrollo, en su tercer infonw al Consejo Econánico y Social de las Naciones Unidas (1966), ya citado (cec.5.2.2) la reccanendaci6n del ccanité fue que en las áreas en desarrollo se crearan "centros de transferencia de la tecnología", interesados en la aplicación de la tecnología a problems específicos y para usuarios específicos, en el ámbito del gobierno, la educa- ción y la industria, más que en la amlación de información p r se. "Ellos deberían ser , ante to- do, intermdiarios activos en un circuito de ampli- tud mundial, vinculando cada centro nacional (o re- gional) a las fuentes extranjeras prtinentes de informacián tecnológica y conocimientos operativos (aperating knm-hm) y asegurando la adaptación de esta tecnología a las necesidades locales, así co- mo su aplicación eficiente por parte de los usua- rios locales. Organisnos especializados de la fami- lia de las Naciones Unidas, tales <3cmo la O.A.A., la O.M.S., la O.N.U.D.I., etc. serían invitados a participar en el funcionamiento de los "centros de transferencia de la tecnología" propuestos.

l31 vista de los objetivos de esteplan, marcada- mente orientados hacia el desarrollo, y ante el he- cho de que el UNISIST deseará concentrar iniciah- te sus esfuerzos en la investigación fundamental, podría considerarse tal esquema c m una empre- sa distinta, aunque af€n, que debe ser manejada fue_ ra del marco del UNISIST. Sin embargo, debería man- tenerse una íntima relación entre ambos, a fin de asegurar el máximo de mpatibilidad y la inter- conexión de sistemas entre la red para la trans- ferencia de la tecnología en las regiones en desa- rrollo y la red naindial de información científica que es el objetivo del UNISIST.

8.2.3 NORMAS, MFIwx)S, EQUIPOS

Este Gltinao punto debe ser reformulado en témi nos más generales: cualquiera sea el alcance y el objeto de los sistemas bibliotecarios y de informa- ción existentes en los países en desarrollo, ellos no deberían ser vinculados al UNISIST - lo misno que otros de las áreas desarrolladas - salvo que adhieran a las normas y procedimientos canmes ela- borados para tal fin. Esta afirmación, sin embargo, no debe ser interpretada c m implicando que los países en desarrollo estarán en la obligación de adoptar inmediatamente las técnicas 116s avanzadas del procesamiento y transferencias de la informa- ción, que se emplean en las naciones industrializa- das. BI efecto, varios expertos del Grupo de Traba- jo del UNISIST sobre la InfomciÓn Científica en los países en desarrollo, repetidamente subrayaron que no debía darse una prioridad absoluta a la adop ción de métodos mecanizados, en detrimento de los servicios más básicos que se mencionaron anterior- mente (sec. 8.2.21, que pueden aún funcionar con e- ficiencia sin aquellos métodos. Una tarea más urgen-

te es la de asegurar la observancia de las normas internacionales aceptadas, en los primeros y más elementales procesos de la transferencia de la in- formación (catalogacián, elaboración de resúmenes analíticos, indización, etc.), a fin de que los productos del análisis doamental efectuado en los varios sistms que han de constituir el UNISIST, sean directamente utilizables c m entradas en los sistemas bibliotecarios nacionales de los países en desarrollo.

los organims centrales cpe se han descripto en la sec. 8.2.1; y así también la tarea de observar el progreso de la tecnología del tratamiento de la información, a fin de determinar cuándo, dónde y c h los servicios gue se hallan bajo su control y los usuarios a quienes se destinan pueden obtener beneficios del empleo de los medios mecanizados. Correspderla entonces a los m i m s organisnos na cionales crear las condiciones para la eventual aplicación de esas nuevas técnicas, en lo que ata- ñe a las instalaciones de equipos (centros de pro- cesmiento, redes de canmicaci6n) , programas de adiestramiento, proyectos - piloto, etc. - lo que constituye el tema de la Recmdación 17 a los or- ganizadores de la información científica en general (sec. 7.3). Finalmente, cada organismo central de- bería estar preparado para llegar a ser un nodo na- cional o regional, en una determinada región en de- sarrollo, para el intercambio internacional de da- tos para lectura mecanizada, de acuerdo con los ob- jetivos a largo plazo del UNISIST.

8.3 ACCIONES PROPUESTAC

Esta responsabilidad esencial debería recaer en

Nuestro principal interés en este capítulo ha recaido en los criterios liminares que parecen esen_ ciales para cualquier partiCipaci6n significativa de los países en desarrollo en el movimiento y or- ganización del UNISIST. Corresponde plantear ahora la cuesti6n de cuál ha de ser la contribución que, a su turno, el UNISIST puede ofrecer para ayudar a vincular estas naciones a la red mundial de inter- cambio de la información, que es su Gltima razón de Ser.

Insistamos una vez más en que la acción del iJiUSIST, cualquiera sea la dirección en que pueda desenvolverse, no debe ser entendida c m destinada a reemplazar las de otras organizaciones, interna- cionales o nacionales, que sean cwtentes en ma- teria de asistencia técnica. Por el contrario, los diversos programas recordados al cmienzo de este capítulo, y más particularmente los del CIüC, la FID y la Unesco, deberían continuar ocupándose de asp-&os esenciales del problema, examinados en la sec. 8.3.1 a 8.3.3: acuerdos cooperativos, formación de exprtos, estructuras nacionales, etc. Simil-- te, mchos proyectos para ramas específicas del co- nocimiento (medicina, agricultura, etc.) , que están siendo ejecutados por organisnos especializados de las Naciones Unidas, deberían ser reconocidos c m teniendo una relación directa con la cuestión que nos ocupa, en la medida en que ellos buscan el mejo ramiento de la transferencia del conocimiento a los países en desarrollo. Varios de ecos proyectos se ocupan, en realidad, más del apoyo a los servicios

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8.3

de información para el desarrollo industrial que para la ciencia per se (por ej.: los programas p- trocinados par la ONUDI, etc.); esta restriccih, a nuestro entender, no debería impedir al UNISIST interesarse en ellos, por las razones que se expre- saron al canienzo de este capítulo, esto es, que la p r m i h de la transferencia de la infomción en las regiones en desarrollo difícihte puede ser encarada con prescindencia de sus objetivos socia- les y econánicos. h cuanto a la forma en que ese interés podría manifestarse, nos pmitimos sugerir tres diferentes lfneas de acción: (a) contribuyendo a la mordinación de los programas aludidos, en la medida en que ellos puedan ser scarietidos a discu- sión en el m s o del UNISIST; (b) proponiendo 11- neas directrices y criterios, con la colaboración de las varias organizaciones involucradas, para ayu_ dar a los responsables de las decisiones políticas y a los exprtos en información a evaluar y acrecen- tar la eficacia de la ayda exterior a las áreas en desarrollo, en lo que atañe a la transferencia de la información; (c) tcmando parte en un cierto n h r o de proyectos-piloto cuidadosamente planeados, con el objeto de determinar cuáles son las vías E- jores para vincular a los países en desarrollo con el UNISIST.

8.3.1 ésta es bastante shple, en principio, aunque puede resultar difícil de manejar en la práctica. Más de una docena de organizaciones internacionales, guber_ namentales o no, es& conduciendo proyectos que, directa o incidentalmente, se dirigen al mejoramien to de la transferencia de la hfomción en los paz ses en desarrollo; a los que debe agregarse un nú- =o smjante de patrminantes estrictarrvlnte nacio nales, de proyectos similares que se ejecutan en virtud de acuerdos bilaterales de asistencia técni- ca. Varios de esos organims han dado algunos pa- sos dignos de elogio para armonizar sus esfuerzos; y se espera que la ONUDI, para citar sólo un caso, pueda actuar un instrumento para instaurar un grado similar de coordinación entre los programas patrocinados por los organismos Scnicos de las Na- ciones Unidas. El hecho de que el UNISIST sea a la vez un mimiento intergubernanwtal e interprofe- sional, con especial caqxtencia en materia de in- tercambio internacional de la información, parece colocarlo en una buena posición para actuar com un forum en el que se pueda informar y discutir acerca de los principales programas de asistencia técnica, independienterrwte de su soporte institucional, con el objeto de lograr un poco más de armonía eri el tratamiento glcbal del problema.

Rnpzando por lo que atañe a la coordinación,

-

8.3.2 adecuados en esta esfera, debería ser entendido co- m una responsabilidad conjunta de los adherentes al UNISIST, puesto que ellos se han ampmtido a nivelar las diferencias, en mteria de disponibili- dad de infomci6n, entre países que se hallan en diferentes etaps del desarrollo. Esas líneas direg trices -que deberían reflejar un amplio consenso E tre los miembros del UNISIST, tanto en las naciones en desarrollo c m en las desarrolladas- tendrían que cubrir una amplia gama de tems, tales c m las

El proveer lfneas directrices y criterios

siguientes: (a) el necesario refuerzo de las insti- tuciones científicas y tecnol@icas de los países en desarrollo, para rcpnper el aislamiento de los científicos y los ingenieros -siendo sobreentendido que ninguna red de informaci6n científica y técnica puede funcionar con hito en un medio profesional débil; (b) el asesoramiento con respecto a políti- cas de la información, prioridades en las funciones de los servicios, recursos documentales básicos, etc., así como (c) sobre sus corolarios prácticos, es decir, presupuesto, prsonal, edificios, equipa- miento, etc.; (d) desarrollo y manejo conjunto de programas para formación y educación px-mnente de personal especializado en información; (e)planes cooperativos de distribucián, análisis y traduc- ción de dccmentos, en los que se presta especial atención abs medios de adquisición a bajo costo y al cministro selectivo de material (incluyendo re- súmenes analíticos y revisiones), en campos que son apropiados para la aplicación de la ciencia y la teg nología en los países en desarrollo, etc.; (f) infa- m c i h corriente sobre las nomas técnicas propues- tas para el tratamiento de los documentos en el übiiSisT, especialmente en lo que atañe a la clasi- ficación e indización en materias de interés para los países en desarrollo, etc.

partida financiera, en la medida en que ellos re- quieren fondos internacionales para ccnnplerrentar los presupuestos nacionales. Podría ser deseable, por consiguiente, incluir también cuestiones econ6- micas en las directrices propuestas, por ej.: (g) criterios para distribuir la carga financiera de los dichos proyectos entre diferentes organizacio- nes de asistencia técnica -nacionales, regionales, internacionales-; (h) planes para reducir el peso financiero de la adquisición de mterial de infor- mación por parte de los países en desarrollo; (i) previsiones generales para la reserva de proprcio- nes adecuadas de los fondos destinados a 1 & D para gastos en transferencia de la información, tanto en los presupuestos de los programas de asistencia técnica presupuestos nacionales de los países en desarro- llo, etc.

8.3.3 sugeridos, la intención es que ellos proporcionen datos mpíricos sobre los &todos más eficaces para vincular a los países en desarrollo con el UNISIST. Los principios remndados en la sec. 8.2 dekrían ser utilizados c m l€neas directrices para el di- seño de tales proyectos, esto es: (a) el Sreaabar- cada no debería limitarse a una sola nación, sino más bien ser lo suficientemente amplia c m para involucrar la cooperación de varias, con un tipo de organización regional más o menos f o m l (véase sec. 8.2.1) ; (b) estos países deberían satisfacer, en conjunto, un cierto ntñnero de requisitos científi- cos e institucionales, de modo que sean capaces de obtener beneficios tangibles de su vinculación con el MISIST (véase sec. 8.2) ; (c) esta vinculación -el verdadero campo de prueba de los proyectos pro- puestos- debería implicar una activa cooperación de la estructura regional y de la red de infom- ción establecida en el área seleccionada (sec.8.2.2)

ia mayoría de estos proyectos tienen una contra-

-con carácter de recmendación- en los

En cuanto a los proyectos-piloto d s arriba

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8.3.3

más bien que una importaczón pasiva de cmocimien - tos: v.gr. acuerdos de copartición en la infonna- ción, del tipo recanendado en todos los asociados al UNISIST (sec. 6.1) ; esfuerzos conjuntos sabre m- terias de normalización (transliteración, indiza- cih, etc.) ; explotacih en común de centros espe- ciales de traducciones, análisis de la informacih, etc. La makra s@n la que los sistemas de informa- ción bajo estudio, así mm sus usuarios, respondan a estos requerimientos deberá ser unade las medidas para evaluar la efectividad de la vincuiacióai pro- puesta. Para la iniciación de ess proyectos-piloto el UNISIST tendrá que confiar en la buena voluntad de muchas partes, con experiencia en asistencia té^ nica en asuntos de información científica y técni- ca; se espera que las instituciones nanbradas o al; didas en el curso de este capitulo -asociaciones in_ ternacionales, organismos interqukrnamntales de carácter regional o mundial, organims especializa dos de las Naciones Unidas, organizaciones no gu- bernamentales, etc.- han de contribuir de buen gra- do al planeamiento de tales estudios, así CCPM a la evaluación de sus resultados. Eh cuanto a las fuen- tes de financiación, éstas deberían buscarse, en primer término, en los presupuestos de los diversos participantes, hasta el rmnento en que el UNISIST pueda establecer mecanismos propios para la obten- ción de fondos, de conformidad con los requerimien- tos de los programas de ayuda externa.

8.4 -CIONES

tar a fin de determinar las estrategias fis efica- ces para llegar a la vinculación propuesta (Reco- mendación 21).

io substancial del presente capítulo puede ser resumido en dos recmdaciones, que conciernen res pectivamente a: (a) las condiciones ambientales que los países en desarrollo deberían crear, a fin de obtener el máximo beneficio de su vinculación po- tencial con el UNICIST (FIecmendaci6n 20); (b) In- versarrente, la acción que el UNISIST debería ejecu-

RECCMENJXCION 20. Procede destacar que la existen - cia de una estructura nacional calificada y que di5 mnaa de fondos adecuados mra la labor de investi- L a

gaci6n y desarrollo científicos constituye una con- dici6n esencial para la evolución de una red de mliotecas y de docmntacián científicas eficaz en tcdo el país. Teniendo esto presente, los países en vías de desarrollo deberán tmar en considera- ción las siguientes actividades que coadyuvan a los fines del UNISIST: (a) el establecimiento de un or- ganisno central de información científica y técnica encargado de prever y coordinar el desarrollo de los recursos de informaciÓn;(b) el establecimiento de acuerdos de cooperación con otros países; (c) el fomento dela aprobación de normas, métodos y proce- dimientos aue ~ u d a n facilitar la intesración de los servicios de infomci6n en una red mundial.

-ION 21. La acción del UNISIST en lo que atañe a las necesidades de información científica y técnica de los países en vías de desarrollo habrá de consistir en lo siguiente: (a) organizar un foro de discusión en el que se puedan examinar, cuales- quiera que sean las organizaciones que los apoyan, los programasde asistencia a los servicios de bi- bliotecas e información en las regiones en desarro- llo; (b) proponer principios de orientación para el establecimiento y administraci6n de redes eficaces de infomción en los países en desarrollo; (c) par ticipar en la elaboración de algunos proyectos ex- perimentales, en colaboración con otras organiza- ciones internacionales ccarrpe tentes, con objeto de hallar los métodos más eficaces para establecer un enlace entre los países en vías de desarrollo y el UNISIST.

* * *

NOTA5

1. Véase sec. 5.2.2 y O.A. Mikhailov "Documentation (FID/DC), bajo contrato con la Unesco, sobre and International Cmpration", en Libri, Vol. "Estructuras nacionales para servicios biblio- 18 (1968), No 3-4, p. 161-172. tecarios y de documentación en países con di-

ferentes niveles de desarrollo, con particular referencia a las necesidades de los países en vías de desarrollo", 1969-1970.

2. Véase el estudio recientemente realizado por el CaniG sobre los Países en Desarrollo de la FID

* * *

12 8

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Organización

h tanto qué los capítulos 6, 7 y 8 ,extrajeron las consecuencias del capítulo 5, en lo que atañe a las fallas de las prácticas actuales de la informa- ción científica y sus posibles renedios, el presen- te capítulo se apoyará en el examen de las varias clases de acción y de los programas recomendados en los precedentes, para inferir proposiciones relati- vas a la organización del UNISIST en cuanto a ente administrativo.

9.1 PrnCIPIOS RM7IyIREc

Una de las principales líneas directrices, en relaci6n con este tema, la proprciona el concepto general del UNISIST al que se llegó al final del capitulo 5 (sec. 5.3.4). Sin volver a exponerlo, rg cordms que el énfasis fue puesto entonces sobre el kcho de que el UNISIST era, en p r h r término, "un mimiento mundial", más bien que un sistema aperativo, y que no debía ser identificado con nin- guna estructura formal en particular. h este capí- tulo no ha de hacerse ningún intento de describir, desde el punto de vista de la organizacih, las po- sibles unidades de una red mundial de transferencia de la información, su status, funciones, lccaliza- ciones, interrelaciones, etc.: el UNISIST, COIIY) se señaló también en la sec. 5.3.4, debe basarse en los servicios de información existentes, y no debe implicar una alteración irmvldiata de sus misiones y d o s de funcionamiento de acuerdo con algún plan preconcebido. h esa medida, nuestra tarea consiste en diseñar un foco de organización mínim que per- sonificará este movimiento, dará voz a sus recanen- daciones y eventualmente iniciará programas para su puesta en práctica. Una vez más, el &todo que a tal fin seguiremos es inductivo: una sinopsis de las diferentes medidas sugeridas en los capítulos 6 a 8 para el avance del UNISIST (sec. 9.21, pr0.r- cionará una base para inferir la clase de mecanis- mos administrativos que serán necesarios para guiar su progresiva aplicación, en un contexto intemacig nal (sec. 9.3).

Para muchos, estos mecanims parecerán despro- porcionados con respecto a la magnitud de las ambi- ciones del UNISIST: y otros modelos de organización podrían haber sido preferidos, 11-6s en mnfonnidad con el concepto de sistema inherente al UNISIST. h realidad, el movimiento puede desarrollarse en esta direccián, a su tiempo, y evolucionar por si misno hacia un sistema mundial de i n f m c i h constituido por oorrrponentes más f o m h n t e vinculados, bajo un organim directivo más fuerte en la cúspide; los

argunwtos en favor de una futura organización de esta clase serán examinados brevemente en la sec- ción final (9.4).

9.2 EL PRCGFWlA DEL UNISIST: BOCQUEJO GENE=

h el p i d o inicial, las dhnsiones de las unidades de organizacih del UNISIST pueden ser de- tenninadas estrictamente, en relación con el prcgrz m limitado considerado en los capítulos preceden- tes. Este puede ser resmido bajo cuatro o cinco títulos :

A. Apyo a las sociedades científicas, asociacio- nes técnicas (de especialistas en información, in- genieros de sistemas, etc.), y organizaciones de normalización, en sus actuales esfuerzos para mejo- rar los instrumntos de intermicación de siste- mc, e s a - tos destinados a hacer que los productos del trata- miento de la infomci6n sean intercambiables de un sistema a otro, en qlquier etapa del proceso de transferencia (catalogación, elaboración de re- súmenes analíticos, indización, registro en c m p - tadora, etc.): véase sec. 6.1 a 6.3, Recanendacio- nes 1 a 6.

B. Elaboración de directivas, experimentos, estu - dios piloto, etc., encaminadas al aumento de la eficacia de los servicios de informaciÓn sqík las l€neas sugeridas por organizaciones ccarrpetentes, - por ej.: fortalecimiento de bibliotecas, creación de centros de análisis de la infomciÓn y evalua- ción de datos, etc. - teniendo en vista su integra- ción final en redes regionales o internacionales: véase sec. 6.4.1, Recmdaciones 7 a 10.

C. Fortalecimiento de las capacidades y responsa- bilidades de los científicos, documultalistas, re- dactores, etc., en cuanto agentes esenciales del proceso de transferencia de la información - Sc- nicas de gestión, niveles de educación, Oportunida- des de investigación, etc.: véase sec. 6.4.2 a 6.6, Reccrnendaciones 11 a 14.

D. E. Estírrnilo a la acción de los gobiernos para la creación de condiciones institucionales concor- des con los principios del UNISIST - por ejqlo, políticas cooperativas, redes de teleprocesamiento, ajustes econfmicos y legales: véase capítulo 7, Re- ccisnendaciones 15 a 19 - especialmente en lo que ata- ñe a la asistencia internacional a los países en de-

129

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9.2

carrollo: capltulo 8, Rxomndaciones 20 y 21. El Cuadro 2 es simplemente una amplificación de

estos cuatro grupos, en el que se señalan las reco- mendaciones que correqxmden a cada uno de ellos, indicando los temas respectivos en una forma abre- viada. Constituye un mrco de referencia adecuado para el examen de las siguientes cuestiones, esen- ciales para los fines de este capítulo: ;a qué or- ganizaciones existentes deben ser confiadas las di- ferentes partes de este programa? La respuesta, obvianiente, tiene alguna incidencia sobre el papel que puede asignarse a la unidad administrativa del UNISIST en el misno contexto.

indicaciones sobre este asunto, cuando se -a- ron cada una de las 21 reccmerdaciones: se mcio- naron determinadas organizaciones, o clases de ellas, que están ejerciendo responsabilidades o pa- trocinan?~ proyectos en el área respectiva. Sin em- bargo, resulta imposible ponerlas en correspnden- cia estricta con los títulos del cuadro 2: la ma- triz que así se obtendrla asociaría prácticamente cada línea (misiones) can todas las columnas (orqa- nizaciones implicadas). b s ejemplos siguientes bas tarán para mostrar este hecho.

1. ya que hay una tendencia general de parte de todos los gobiernos a tamr una participación creciente en el plarieamiento, la mducción y el financiamien- to de las actividades de los servicios de informa- ci6n científica existentes, cualquiera sea su forma y jerarquía, considerando que ello constituye una misión de hprtancia nacional para el progreso eco nhico y cultural. El resultado es que los organis- mos de infomci6n sostenidos por los gobiernos, cuando ellos existen, se ocupan de las cate- gorlas de programas recapituladas en el cuadro 2, a uno u otro de los tltulos siguientes, separados o ccmbinados: planificación y elaboración de polí- ticas generales, esthlo a programas espcíficos en las &eas A, B, C, D o E, o coriducción de los misms con sus propios recursos a nivel oprativo.

El panorama es en gran parte el mi- en el ca- so de las sociedades científicas (investigadores, ingenieros, etc.) y de las asociaciones de especia- listas en informaci6n, al m o s en aquellos países que han adquirido conciencia del problema de la in- formación científica: sería difícil encontrar una sola área de problemas en la cual algunos de estos q-rupos no haya cantribuido al lanzamiento y/o fun- cionamiento de proyectos específicos, en concordan- cia con la línea de acción reamendada en A, B o C en el cuadro 2. h verdad, uno de los leitmotivs de este informe ha sido rec<snendar el desarrollo sistanático de esa participación de las cmidades científicas y profesionales en el mjoramiento de sus prácticas de municación, para que andando el tiempo llegue a abarcar todos los canpnentes de la transferencia de la infomción.

para los principales servicios operativos, tanto si ellos son total o parcialmente sostenidos por cual- quiera de las organizaciones precedentes, como si funcionan c m servicios indepdientes cun fines lucrativos: en ambos casos están directarrwte in-

h los capítulos 6 a 8 se hicieron ya algunas

B’rrpzando por el NIVEL NACIONAL, herros notado

~

El misno punto de vista vale, con mayor razón,

teresados en la clase de medidas mencionadas en A, B, C, D y E. El cCmit6 CxIc/trnesco ha hecho una 8cuestión de principios de la asociación de represen_ tantes de estos servicios, del sector p6blico y del privado, a su trabajo preparatorio sobre la facti- bilidad del UNISIST; es esencial que esta política se mantenga en la fase del desarrollo, cualquiera sea el programa que el UNISIST elija, de entre los mencionados en el cuadro 2, para llevar a la prác- tica.

11. Pasando ahora al NIVEL IKCEFWCIONAL, de nuevo resulta impresionante la diversidad de organizacio- nes y funciones. Todos los organisnos intergubern a- rnentales de la familia de las Naciones Unidas han llegado a interesarse en cuestiones de información científica y técnica, en la inteligencia de que és- tas con vitales para el avance de la “educación, la ciencia y la cultura“ (Unesco) , así c m para el progreso econ6mico y social en general (Consejo Eco- n6mico y Social de la ONU, ONUDI), o en relación con sus propias actividades en bieas específicas del desarrollo (por ejemplo, la OAA, CNS, etc.). Sus esfuerzos en ambos casos, y ecpecialmente los de la Unesco, son propensos a referirse en medida variable a todos los capmentes del programa men- cionado en el Cuadro 2.

También los organismos regionales interguberna- mentales están siguiendo el micmo camino, algunos de ellos con un notable dinanisno y con muchos pm- yectos de largo alcance que han de traer pronto cambios tangibles en las prácticas de la munica- ción científica, así en el hemisferio occidental E mo en el oriental. Se puede afirmar sin riesgo que ninguna de las áreas de problemas incluidas en el cuadro 2s caña a los programas desarrollados por los grupos de política de la información cien- tffica de la CCDE y el CAW, cam lo muestra la repetida menci6n de estas organizaciones en el pre- sente infom.

La posición es idéntica en lo que concierne a las muchas organizaciones no gubern amentales que tienen una misión internacional en el avance de la ciencia y la tecnología en general, o más especí- ficamente en el mejoramiento de las técnicas y re- cursos de la infomcián, tal c m han sido consi- deradas en este estudio. En el primero de esos gru- pos, innecesario es recordar la acción, de larga data, del CIUC y sus unidades @micas (CIUC/AB, etc.) ; el presente proyecto es en gran medida un fruto de la misma. Otras organizaciones internacio- nales de naturaleza similar se hallan en camino de hacer otro tanto, cam por ejemplo la FMOI, para las ciencias aplicadas y la tecnología, y el CICS, para la ciencia de cmprtamiento; ambas están de- sarrollando actualmente programas de información científica que se relacionan con mchos ltems del cuadro 2. Eh cuanto a las organizaciones no guber- namentales de orientación más técnica (por ej.: la FETI, OIUN, etc.), y rnás espcialmente las que es tatutariamente tienen una misión en el campo de la información científica (la FID, FIAi3, etc.) , ellas han sido mencionadas tan frecuentenente en este in_ forme, en conexión ccm tantos temas diferentes, que no se necesita una justificación adicional de su derecho a ser estrechanente asociadas a la mayo-

130

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9.2

Cuadro 2.- Remdaciones del UNISIST

1

2 3 4 5 6

7 8

9 10

11 12 13 14

15 16 17 18 19

20

21

22 -

Tema (abreviado)

INSTñUi%3lTW DE Lh ~ ~ J N I C A C I O N DE SISTEMAS (Noms para) Servicios de inventario, elenientos básicos de una red mdial de referencia N o m s para descripciones bibliográficas para lectura mecanizada Registro mundial de periodicos científicos Instrumentos de indizaci6n y control lingufstico para C & T N o m s para interface de fiquinas Redes de telerxnnunicación y de procesamiento

EFICACIA DE LOS SEFWICIOS DE INF'üFWiCICN Bibliotecas, dep3sitos: niveles múiimOs de ejecución Servicios de reshnes analíticos y de indizaci6n: redes de acceso básico, acuerdos de cooperación Centros de análisis de la infomción: estudios piloto Centros de evaluación de datos: estudia piloto

RESPONCABILJDADES DE LOS GRUPOC PROFESIONALES Redactores: cooperación, asociaciones Científicos y sociedades científicas: participación intensificada Educacich: programas mínhs, asistencia técnica Investigaci6n: Grupo Internacional sobre investigación en Ciencia de la Infomción

Y i O INSTITUCIONAL Organisms nacionales de plandento y coordinación Políticas nacionales e internacionales de cooperación Infraestructura tecnológica: ccnnunicaciones, mano LS obra calificada, e Barreras econánicas Barreras legales

ASISTENCIA INTEIWACIONAL A LOS PAISES EN DESARRDLZX) Estructura nacional para la investigación y la infomci6n científicas en los países en desarrollo: base mínima Vinculación de los países en desarrollo con el UNiSIST

GRGWIZACION DEL UNISIST Dispsiciones iniciales relativas a la gestión del UNISIST

ría de los programas contemplados en el UNISIST, juntamente con otras entidades nacionales e inter- nacionales.

Dos conclusioneS pueden extraerse de este breve examen. Primero, las instituciones que están ya m- prametidas en el patrocinio o conducción de proyec- tos cuyos objetivos son análogos a los del UNISIST, bajo diferentes f m s institucionales y con d i s - tas misiones, son ya tan nmrosas que serla a la vez poco razonable e impracticable pensar, a esta altura, en una transferencia o subordinacih de sus funciones a una nueva organización internacional, reconmida de aquí en adelante amo la única au- toridad en este área. Por una parte, pocas de las organizaciones o servicios existentes estarían dispuestas a aceptar esta autoridad; luego, sup- niendo que lo hicieran, no hay garantía de que una

~

Secciones

6.1 & 6.2.1 6.2.2 6.2.2 6.2.4 6.2.6 6.3

6.4.1, A

id., B id., C id., D

6.4.3 6.4.4 6.5

6.6.3

7.1 7.2 7.3 7.4 7.5

8.4 8.4

9.3

estructura monolltica de esta clase tendría más &L to que el concierto actual de instituciones relacio nadas en forma flexible, pero voluntaria, en apr- tar las mjoras que se desean en las prácticas de la ccirrnuiicación científica. por el contrario, son de lización, en lo que atGe a creatividad y eficien- cia de gestión, p r no hablar de una cuesti6n más práctica: ¿hay alguna razón para super que todas las organizaciones ccanponentes continuarán estando dispuestas a gastar las mimas sumas de dinero para p r m e r el mejoramiento de las condiciones de la transferencia de la información, cuando la media- ción de una autoridad mdial pueda privarlas de los beneficios inmediatos de tales inversiones?

Nuestra segunda conclusión se deriva de las misnas premisas: la muy grande mltiplicidad y di-

temer los riesgos inherentes a la super-centra-

131

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9.2

versidad de las organizaciones que actualnwte par- ticipan en la tarea de dar una nuevalconfomciÓn al medio en que se opera la transferencia de la in- formación, y el hecho de que ninguna institución in_ ternacional en particular haya sido designada para coozdinar ese ingente esfuerzo, deberla incitarnos a confiar ese función a la adninistracióa? del UNISIST y a considerar a éste, verdaderamente, cano el principal mtivo para establecer una estructura de gestión en este campo.

9.3 PEYISIONES PARA LA GESTION DEL UNISIST

Podenios intentar ahora ser más precisos y des- cribir la clase de unidades de gestión que parece- rían apropiadas en el UNISIST para el cwrpiimiento de su amplia misión, tal ccmo ha quedado circuns- cripta. La coordinación, en este caso, debe ser en- tendida con referencia a dos modalidades posibles: (a) una en la que el papl del UNISIST, en su carág ter de movimiento, es estimular contactos y cambios de ideas entre los planificadores y los encargados del funcionamiento de los servicios de infomci6n científica, teniendo c o m ~ mira el avance de las ten- dencias hacia la integración y el wjoramiento de esos servicios en todo el m d o ; (b) otra, en un sentido más activo, conforme al cual el UNISIST, en su carácter de o anización, estarla capacitado pa-

preparación de gulas, estudios para el diseño de sistemas, experimentos piloto, etc. - cuya aplica- ción quedarla bajo la responsabilidad de los orga- nismos existentes y que estarlan encaminados al de- sarrollo de nuevos instrcnnentos y recursos para la transferencia mundial del conocimiento científico y técnico. RI el primer casa la función del UNISIST es esencialmente catalltica, mientras que en el se- gundo se orienta más a la implantación de progra- mas, aunque sin que esto implique ningún cmprdso operacional o ejecutivo directo por parte de los óg ganos de gestión del UNISIST.

El cuadro 3 representa un intento de distribuir nuestras recomendaciones bajo esos dos títulos. No hay aquí ninguna jerarquía implícita: las misiones incluidas en la colma ', con un cmpnente cata- iltico acentuado, no son m o s importantes que las que se ha considerado preferible ubicar en la co- l m a z, para las que se requieren medidas concre- tas a nivel del UNISIST, de la clase sugerida en las recanendaciones correspondientes. Sin embargo, esta división será Gtil para estimar los recursos que el UNISIST deberá t&er a su disposición a fin de iniciar Programas especlficos, s&lados en 11, distintos de las acciones catallticas que se indi- can en '. h el siguiente capitulo ha de tratarse este tema: entre tanto procuraremos inferir, a par- tir de ese cuadro, Cuáles son los diferentes Órganos de gestión necesarios para conducir el mwimiento del UNISIST en ambas direcciones.

ra iniciar un cierto b n ro de programas - por ej.:

1. En primer término, a fin de hacer efectivas las recoanendaciones de la colurna 'el UNISIST nece- sita apoyarse en dos grandes categorlas de miem- bros potenciales : (a) servicios operativos, socie- dades cientlficas y los diversos grupos profesiona- les involucrados en la transferencia de la infom-

ción (redactores, documentalistas, ingenieros de si2 temas, etc.) - en cuma, representantes de las ccnnu- nidades cientlficas y técnicas: Recanendaciones 1, 8, 11 y 12; (b) responsables de la conducción po- lítica y planificadores gue se ocupan de cuestiones de información cientlfica a nivel nacional, es de- cir representantes de los gobiernos: Reconendacio- nes 15 a 20. Después de un cuidadoso examen de es- te hecho, el ccenité Central Unesco/CIUC llegó a la conclusión de que debía recanadarse la creación de dos cuerpos distintos m partes de la estructura para la gestión del UNISIST, cada uno de los cuales correspondería rías de miembros: Esto es:

A. cmpuesto de representantes de uniones cientlficas, sistemas de información científica y grupos profe- sionales, designados por las organizaciones patro- cinantes del UNISIST (véase 116s abajo). La misión de este Caniti$ seria observar la evolución de las técnicas de caminicación y de los requerimientos de los usuarios, en relación con los profisitos del UNISIST, y Considerar programas especlficos basados en tales estimaciones, para hacer avanzar la tende"_ cia hacia elmjoramiento y la integración de los servicios de información en el mundo. La evaluación permanente de los progresos realizados bajo cada uno de los prOglamas, sería también parte de las funciones del C d t é Consultivo.

a una de esas dos grandes catego-

Un Ccanité Cientlfico Consultivo Internacional

B. Una Conferencia Intergubernamental, carrpuesta por los representantes de los países que participan en el UNISIST, así cam por observadores de organi- zaciones internacionales cientlficas y técnicas. Estos representantes serían designados por los go- biernos respctivos, de acuerdo con un procedimien- to a ser deteiniinado por lo's patrocinantes del UNISIST, a quienes se confiarla la convocatoria de la Conferencia a intervalos regulares, por ejemplo, cada dos o cuatro años. La Conferencia deberla ser considerada la instancia política más elevada del UNISIST; en tal qrácter ella tendría que definir y revisar prmnentemmte los objetivos del movi- miento, as€ c m actuar en colaboración con el Co- mité Cientlfico Consultivo en la elaboración de programas especlficos a ser ejecutados mediante la coopracibn voluntaria de los gobiernos, organiza- ciones y servicios participantes.

11. el UNISIST debe confiar, tanto ccm sea posible, en ,que la buena voluntad y convergencia de intsreses de sus asociados proporcionarán los esthlos y los recursos necesarios para la ejecución de sus diver- sos Programas. Algunos de éstos, sin embargo, pue- den ser conducidos mejor bajo la responsabilidad dL recta del UNISIST y con la ayuda de fondos propor- cionados por todos sus miembros; éste serla proba- blemente el caso para algunas o todas las acciones incluidas en la columna 11 del cuadro 3. Un rápido e x m de las reaxendaciones correspondientes me? tra que muchas de ellas canportan sugestiones para la realización de estudios piloto de alcance inter- nacional, a los que podría ser ventajoso colocar ba jo la más alta autoridad del UNISIST, aGn si otras-

Esta Gitima frase es importante: por principio,

132

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9.3

RecQiiendaciones agrupadas (véase cuadro 2)

A instrcnwtos de la interccrrninicación de sistmas

1 11 Ccmponente Canponente orientación catalltico programática

Rec. 6 Rec. 1 - 5

B Eficacia de los servicios de información

C Respansabilidades de los grups profesionales 1 Rec. 9.10

Rec.l3,14

Rec. 7,8

Rec. 11,12

D Marco institucionai

E Asistencia internacional a los países en desarrollo

organizaciones internacionales fueran invitadas a coaperar - por ej.: Recanendación 1 (Sistema m- dial de n k o s de series para títulos de peri6di- cos), 9 (Centros de análisis de la información), 21 (Vinculación de los palses en desarrollo con el UNICIST) , etc. Otras recanendaciones requieren que se mantengan o constituyan grups de trabajo (ej.: Rec<Hnendaciones 3, 5, etc.), la celebración de con- ferencias técnicas (ej. : Recomendación 6) , el reclE tamiento de expertos para tareas específ icas (ej . : Recmendaciones 13, 14, etc.) - lo que a su turno implica la existencia dentro del UNISICT de un fuer_ te Secretariado, encargado de la organización de estas actividades, s@ las directivas de la Con- ferencia y el Canité Consultivo. Por consiguiente, el Canité Unesco/CIüC ha definido un tercer órqano de gestión del UNISIST, esto es:

C. Una Oficina Ejecutiva, compuesta p r expertos en infomción cientifica y en administración, re- clutados por las organizaciones patrocinantes del UNISIST camo miembros de su propio personal, sobre bases permanentes o contractuales. La misión de la Oficina Ejecutiva sería proporcionar los servicios de secretarla a las reuniones de la Conferencia, el Cmité Consultivo y los grupos de trabajo, así c m desarrollar y aüministrar los programas recmenda- dos por la Conferencia y manejar los presupuestos correspondientes.

estructura c m tres elmtos, que son un q n k p in- ternacional de política (la Conferencia interguber- namental del UNISIST) , asistido por un consejo cien- tífico (el comit6 Consultivo Científico del UNISIST) y un secretariado permanente (la Oficina Ejecutiva del UNISIST). Se plantea ahora el problema de cuál es el status que debería darse al UNISIST para que pueda clmiplir mejor su misih. ~i ~canité Central Unesco/CIUC ccaisideró a este respeto varias alter- nativas, tales c m : (i) la ubicación de las unida- des de gestión del UNISIST en algunas de las fede- raciones mundiales existentes en el ccrmpo de la ciencia (por ej.: el CIUC) o la información (por ej. la FID) ; (ii) el establecimiento de un organisno

w r e s m , la organización propuesta es una

Rec: 15-19

Rec. 20 Rec. 21

técnico no gubernanientai, pero que no obstante pre- viera la representación de los gobiernos, c m es el caso, p r ej.: de la Organizacih -pea de Bio iogía Wiecuiar, con sede en Ginebra; (iii) la ubi: caci6n del UNISIST en una organización internacio- nal existente de carácter gubernahmtal, esto es la Unesco, o (iv) su establecimiento C(IZLID una nueva agencia dentro de la familia de las Naciones Unidas. Una objeción general a las dos primeras soluciones es que ellas no propenden al tipo de participación gubernamental directa que se consider6 necesario pa ra el éxito del proyecto, teniendo en cuenta las rias exigencias de éste en cuanto a decisiones p- líticas y fondos públicos. Por otra parte, la solu- ción (iv) fue considerada unánimemmte can prematE ra en esta etapa, incluso aún cuando pudiera ser deseable en algún lejano futuro. Por consiguiente, la solución (iii) fue aceptada c m la más conve- niente, aqque bajo un cierto n k r o de cordiciones. Una de ellas se refiere a la necesidad de estable- cer una ccPnisiÓn intergubernaniental espial dentro del marco administrativo de la Unesco, ccnrugupo es pecializado en política de la información científi- ca en esta organizacih (véase rrds arriba,A) . Un precedente notable fue citado a este respecto: el de la comisión Oceanqráfica interguknmrmtal (COI) , creada en 1969 dentro de la Unesco, para elaborar y financiar programas internacionales de investiga- ción meanográfica con recwsos proporcionados por los miesnbros nacionales, fuera del presupuesto or- dinario de la Unesco. La segunda condición se rela- cionaba con el papel protagónico que el CIUC ha de- sempñado y debería continuar desempeñando para pro mwer el concepto y la puesta en práctica del UNISIST; el establecimiento del Camit6 Consultivo Cientlfico en el que el CiüC y las uniones científi- cas que son miembros suyos estarían fuertemente re- presentados, es un modo de resolver esta cuestión. üe d o más general, el comité Central UNE~~O/CIUC reconoció que el UNISIST :$lo podía obtener benefi- cios del mantenimiento de relaciones privilegiadas con la caininidad científica y de la estrecha asocia ción de los hcanbres de ciencia al planeamiento de sus actividades. Por esta razón, se consideró que

133

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9.3

la Oficina Ejecutiva deberfa ubicarse dentro del Sector de Ciencias de la Unesco, bajo la dirección administrativa del Director General Asistente para las Ciencias Naturales.

siones de esta sección; en el capftulo siguiente se harán algunas sugerencias prácticas concernien- tes al personal y al presupuesto del UNISIST en su fase inicial.

ia siguiente recamendacih resume las conclu-

RF- ION 22. Para aplicar las diversas reco- mndaciones contenidas en este estudio, el UNISIST debe contar con tres óraanos de aestión relaciona-

CIUC y de sus uniones miembros, as€ c m de se&- cios de informaci6n y expe rtos, que se onipe de evaluar los progresos logrados en las prácticas de la caminicación v las variaciones de las necesida- ~~ _ _ ~ ~ ~~ ~

des de los usuarios, c m base de los programas del UNISIST y resultado de los mismos; c) una Oficina Ejecutiva que actGe como secretaria pemente del

aramas v mesumestos. Este Gltimo Óruano debe *- quedar encuadrado en la estructura administrativa de la Unesm en el Sector de Ciencias.

9.4 LA MARO3 HACIA LA ORGANIZACION DE UN SISTEMA

La organización propuesta en la última sección no es la de un sistema operativo unificado; este punto se puso ya en claro en las páginas iniciales de este capítulo. Por tal razón el concepto de "miembros" del UNISIST que ha aparecido en mchas oportunidades a lo largo de este informe, puede dar origen a cuestiones embarazosas. No puede ser in&- pretado can designando, por ejempio, a todas las bibliotecas, servicios de información, centros de datos, etc., que podrían constituir los elementos integrantes de un sistema mundial de información, por la m y simple razón de que el UNISIST todavía un tal sistema. Tampoco se sortea efectiva- mente el problema sustituyendo aquella palabra p r "adherentes": la mayorla de los científicos y espe- cialistas en información que hacen funcionar los servicios recién aludidos estarían dispuestos a adherir a los principios y fines del UNISIST; y, sin embargo, cobre esa sola base no se les pdria ofrecer un asiento en la Conferencia, el Comité o la Oficina del UNISIST. i i ~ única interpretaaión co- rrecta de la noción de miembro en este caso, es la más formal, e infortunadmte la más restrictiva: los miembros del UNISIST son los diversos gobiernos y las agrupaciones científicas y profesionales que envian sus representantes a la Conferencia y/o al Ccanité Consultivo descriptos en la última sección.

Este simple hecho tiene implicaciones de largo alcance, con respecto a la futura organizacih del UNISIST. Obviamnte, una interpretación restricti- va de este tipo no es ccxnpatible con la visión de un movimiento muridial, tal como la hemos presenta- do en la sec. 5.3.4 que congregaría la buena volun- tad y la mpracián voluntaria de muchas más par-

es

tes que las que serán "miembros" en el sentido arr' ba indicado. La única f o m de conciliar ambos con- ceptos es pstular una interrelación de la clase siguiente: los miembros del UNISIST son en la prdc- tica representantes de sistemas que han coordinado ya los esfuerzos e integrado las actividades de las partes ausentes, a satisfacción de estas Glti- mas, a fin de que el UNISIST pueda restringir legí- timamente su misión a un nivel más elevado y a un número más pequeño.

Esta presunción es ciertarente muy osada; y ei UNISIST fracasaría en responder a las expectativas de mchos miembros potenciales - ahora en el senti- do más amplio - si no mostrara estar dispuesto a avanzar, desde su inicial super estructura burocrd tica, hacia la concepción más ambiciosa de un sis- tema que abrazaría muchos más servicios y grupos de usuarios en todo el mundo, de conformidad con sus principios y sus fines. Tendría entonces que hg cerse frente a serios problarias de organizaci6n que deliberadanente se han dejado fuera del cuadro aquí presentado, en beneficio de la practicabilidad inmediata. Ejemplos de tales cuestiones son los si- guientes: (a)¿cuáies con, en términos precisos (ubL cacián, jerarqula, funciones, interconexiones,etc.) los cmpnentes operativos de las diferentes'lredes mundiales" frecuentemente mencionadas, pero nunca descriptas, en los dccumentos de trabajo relativos al UNISIST - incluyendo este infonne (ej.: redes de remisión, redes de biblioteca y de distribución de documentos, redes de servicios b%sicos de red- m e s anallticos e iradizaci6n, etc.)? (b) si un esquema c m el que muestra la figura 4 en la pági- na 86 es aceptado, limitando el nGmem de los "nc- dos (principales) " en tales redes a los sitemas más grandes, de carácter nacional, sectorial u especia- lizados en una determinada función (véase las defi- niciones en el cuadro 1, sec. 5.3.31, ¿cobre qué bases deberfa organizarse la divisi6n del trabajo entre los tres grupos, a fin de evitar la superpo- siciones actuales (ej.: el Chemical Abstracts, un servicio sectorial que cubre la literatura mundial, en contraste con el Referativnyj Zhurnal, el Buiietin Signalétique, etc., servicios nacionales que cubren todos los sectores, incluyendo el de la química, etc.)? (c) luego, suponiendo que, por e- jemplo, los sitemas más centralizados, nacionales o regionales, han sido seleccionados c m ncdos principales de la red mundial, juntamente con algu- nos sistemas sectoriales de alcance mundial ¿cE8no habrán de vincularse a tales sistemas los servicios más ecpecializados, dirigidos a grupos determinados de usuarios, asf ccmo las bibliotecas científicas, los centros de análisis de la infomci6n, los cen- tros de datos, etc., a fin de que se beneficien de la integración a un más alto nivel y, al misn~~ ti- po, lleguen a ser participes activos de la organi- zación mundial? (d) o también, para tcmar sólo un ejemplo más especifico, y si se admite que una red mundial de inventario y remisión es una base Gtil para desarrollar políticas racionales de copartici- pación en la información (sec. 6.1), ¿a cuáles de entre las organizaciones existentes o futuras se les confiarla la atención de los servicios corres- pondientes, a qué nivel (nacional, regional), con qué clase de medios de cmicación (directos, de

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9.4

retransmisión), etc.?

tiones en el m t o actul se m e a tropezar con el escepticism o la desconfianza, quizás más de lo que realmente justifican las condiciones téc- nicas e institucionales del presente. La modestia de las ambiciones que h m s expuesto en este capl- tulo es una consecuencia de ese hecho: por tal m- tivo sería poco razonable considerar que las medi-

Cualquier esfuerzo para responder a estas cues- das administrativas recanendadas en la última seccih, constituyen de algún modo una respuesta a los problemas de organización del UNISIST en su ca- pacidad potencial de sistema mundial integrado de transferencia de la información. La última palabra sobre estos problems ha de guedar reservada a la misma estructura acbinistrativa, responsable de su propia evolución hacia formas que con el paso del tiempo lleguen a ser deseables y realizables.

* * *

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CAPITULO DECIMO

Factibi lidad e iniciación del UNISIST

10.1 LA ESENCIA Y Los OEJETIVOS DEL UNISIST: UN RESUMEN

Al presentar por primera vez el concepto del UNISIST, al final del capítulo 5 se citaron algu- nas de las definiciones más generales propuestas por miembros del Cmité Central Unesco/CIuC, seña- lando que ellas servirían como guías para el presen_ te estudio (sec. 5.3.4, B). Fue ya entonces visible que el UNISIST debía ser considerado m o s como un nuevo sistema de infomción científica de alcance universal, superpuesto a los servicios actuales,que caro un esfuerzo cooperativo de los gobiernos y or- ganizaciones cientlficas para llegar paulatinamente a un tal sistem, a través de un proceso evolutivo, aprovechando plenamente los recursos y tendencias existentes. El contenido de los capítulos 6 al 9, proporciona una ilustración ccmpleta de este punto de vista: nuestras reccBnendaciones, en los capltu- los 6 a 9, se dirigen a los sostenedores, encarga- dos de la gestión y usuarios de los servicios de % formación en funcionamiento, con la intaxión de destacar unos pocos pasos importantes que ellos de- berían dar, por decisión propia, a fin de mejorar las condiciones -técnicas, educativas, legales,etc; para la cooperación mundial en el procesamiento e intercambio de la información científica. Ning-Ún % tento se hace por este medio de reducir la diversi- dad de organizaciones e instituciones que prevalece en esta área: el concepto del UNISIST no sólo admi- te, sino que se inclina por una pluralidad de sistg m s y servicios autónms, nacionales, regionales o internacionales, así cano por una pluralidad de i- d i m s nacionales para la transferencia de los co- nocimientos científicos y t6cnicos. El ese intere- sado en efecto, en los problemas de micaci6n que surgen de esta gran diversidad, a los que pro pone se haga frente de un modo evolutivo y pragmá- tico, 116s bien que a través de un drástico rearde- namiento del actual cqlejo de la información cien- tíf ica .

En este sentido el UNISIST debe ser entendido ccc~bo una apresa orientada en función de un proble- 5, que se ocupa de los obstáculos específicos que se opnen a la libre circulación de los conccimien- tos cientlficos y técnicos, así c m de los otros objetivos mencionados en laintraiucción de este informe. Las indicaciones que se dieron en los ca- pítulos 6 al 9 pueden ser resunidas, con esta prs- pectiva, bajo tres títulos, que señalan las princi- pales áreas de problemas a las que el UNISIST debe hacer frente y las facetas esenciales de este pro-

yecto, desde un punto de vista funcional: (a) la disponibilidad y accesibilidad de la información científica, con especial énfasis en las dificulta- des provenientes de las diferencias objetivas entre los países 116s y menos desarrollados (cap. 8), as€ caro en otros factores institucionales (cap. 7); (b) la conectabilidad y ccanpatibilidad de los sis- t m s de información, consideradas c m la respez ta más deseable y práctica a los objetivos a largo plazo de la integraci6n mundial, por medio de un creciente uso de n o m s c m e s y de la moderna tecnología de las ccmunicaciones (sec. 6.1 a 6.3); (c) una selectividad y flexibilidad acrecidas en el tratamiento y distrihción de la información cientlfica y técnica, gracias a nuevos niecanims institucionales, bajo la responsabilidad y con la activa participación de las organizaciones cientí- ficas (sec. 6.4 a 6.6).

es decir, el de flexibilidad, debe ser entendido en dos formas: primero, sincrónicamente, con refe- rencia a las posibilidades mcdulares y ccniibinato- rias de la moderna tecnología de la información (por ej ~ : la noción de "re-procesamiento" o "re- acondicionamiento" en la concepción de sistemas de transferencia de la información); (ii) luego, desde un punto de vista diacrónico, con referencia al enfoque evolutivo explicado en el último cap€- tulo a propósito de la organización del UNISIST (cap. 9). Nuevas manifestaciones de esta predispo- sición pragmática han de encontrarse en el presen- te capítulo, cuando se examinen en -nos mds concretos el alcance y los prcqrams del UNISIST (sec. 10.3 y siguientes) ; entretanto, debemos res- ponder ahora a la cuestión inicial que constituye el objeto m i m de este infom, esto es, la de la factibilidad del UNISIST, tal ccmo se lo ha visua- lizado en esta sección y en las anteriores.

10.2 IA FACTIBILIDAD D m UNICIST

El requerimiento mncionado en último térrrdno,

Una condición esencial para el desarrollo del UNISIST, a d d s de las gue han sido examinadas en los capltulos 6 a 9, es que todos los participantes potenciales estén convencidos no sólo de que la filosofía subyacente es sana, sino también que el presente esquema constituye una proposición reali- zable, y no marente una nueva visión utópica de un sistema mundial de transferencia de la infom- ción libre de todas las imperfecciones humanas. Ha sido propósito de este informe sugerir una inter- pretación particular del concepto de Sistema Mun-

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10.2

dial de Información, que p0drf.a conciliar los pun- tos de vista contrarios mtenidos por los más es- cépticos "practicistas" y los más osados teorizan- tes. Una de las características fundamentales de esta interpretación es que aunque ella no rechaza el objetivo ideal de una conunidad de investigado- res "en linea" y permanentemente conectada con to- das las fuentes de información cientifica, por me- dio de los mecanismos de "aprieta bot6n" de la Era Cikmética (véase más arriba, sec. 9.41, pone e s énfasis en algunas medidas más prácticas e irmiedia- tas que están dentro de nuestro alcance, para apro- ximarse a aquel objetivo de un modo progresivo y, para algunos, conservador. En este sentido, la de- mostración de que es factible un s i s t a mundial de información científica reside en el reconocimiento de que ninguna de las 22 recamendaciones que han sido propuestas en los últimos capítulos está más allá de las posibilidades actuales.

'Paraempezar, ningún experto en materias de in- formación científica puede dejar de ver que nues- tras reccrnendaciones técnicas (cap. 6) en su mayor parte invitan a la continuación o acentuación de tendencias que ya existen en esta esfera. Debe te- nerse presente que tales recanendaciones han sido inducidas de un análisis de proyectos en curso, unos de carácter operativo y otros experimntales (cap. 41, de modo que no hay fundamento para prew- der que cualquiera de ellas está más allá de las p- sibilidades actuales, en lo que concierne a normas, equipos, métodos, educación, etc.

Debe W t i r s e que la situación es m o s clara en lo que atañe a los requerimientos políticos (cap. 7 y 8). Si éstos debieran interpretarse s610 CC~IEO la obliqaci6n de los gobiernos de ratificar un estatuto formal que consagre las implicaciones doctrinales de un sistema rrnindial de información científica, es poco dudoso que la mayoría de las naciones aceptarían hacerlo así. Hay mucha diferen- cia, sin embargo, entre canprcnnisos verbales y ac- ciones reales: y es menester confesar que a este respecto los escépticos tienen buenos argumentos, puesto que pueden suscitarse serios interrcqantes en cuanto a la plasticidad de los esquemas scciopo- líticos actuales - un supuesto tácito en la mayoría de las recanendaciones de los capítulos 7 y 8. El lugar ccmún según el cual la mral y las prácticas de las relaciones internacionales están en retraso con respecto al progreso de la cienck y la tecnolg gla no es de mucha ayuda puestoque habituahte de ja de indicar medios y caminos para suprimir la bre cha. Traduce bien, no obstante, las dimensiones'rea les del proyecto, el que es improbable que tenga hito si los grupos esenciairrente nacionales que en la actualidad son responsables del m e j o de los recursos de información científica - incluyendo SE vicios de alcance internacional, no muestran en los hechos estar dispuestos a ccnipartir con otros las funciones y productos de su industria. En el capí- tulo 4 se ha dado noticia acerca de estimulantes mimientos en esa dirección: allí se mcionaron varios proyectos en curso de dimensiones internacig nales, en el campo de la quhica, la física, la in- vestigaci6n nuclear, la biomedicina, etc. Ellos no deben impedirnos de ver el hecho de que es nbc lo que queda por hacer en el terreno de la política

que en el terreno de la transferencia de la infor- maci6n, antes de que llegue a ser una práctica co- mGn que los científicos de UM nación importante A dependan enteramente de los servicios de informa- ci6n de otra nación importante B e inversamente - en su manipulación cotidiana de documentos, infor- macióai o datos originados en ambas. Del misno e, no está cercano e l m t o en que a todos los ciu- dadanos de A y B se les ofrezcan de hecho las mis- mas oportunidades para el acceso a la informaci6n científica, cualquiera sea la situación geográfi- ca, el desarrollo y otras caracterizaciones de A y B, etc.

ia or anización recanafiada en el capitulo 8 tiene b, precisamente, de proporcionar un m c o dentro del cual quienes elaboran la polf- tica, los grupos científicos y quienes manejan los recursos de información puedan desarrollar una ac- ción pnmnente y concertada para superar las mu- chas barreras que se oponen a la coparticipación mundial en la información: barreras econhicas, jurídicas, linguísticas y otras. Que la orqaniza- ción propuesta es viable lo denuestra también un cierto n h r o de precedentes, esto es, estructuras internacionales similares, las que se han mcic- nado en la sec. 9.3; sin embargo, es necesario que se brinde la oportunidad de discutir esto con los participantes potenciales del UNISIST, antes de iniciar cualquier procedimiento formal para el es- tablecimiento de los órganos reccniiendados. Una de las medidas que a tal efecto contempló el Ccmité Central ünesco/Cn]c es la realización, en 1971, de una conferencia internacional sobre los fundamentos y objetivos del UNISIST, así sobre la estruc- tura propuesta: esta Gltima podría ser revisada para torriar en cuenta las observaciones de los par- ticipantes. Este elemento esencial de la estrate- gia global constituirá el tema de la pr6xima sec. (10. 3) . ~uego se harán sugerencias específicas con respecto a los ccmienzos de la puesta en prác- tica del UNISIST, en lo que atañe al campo que cu- brirá (sec. 10.41, los prcqrams (sec. 10.5) y los requerimientos presupiestarios (sec. 10.6).

10.3 LA PRIMERA CONFERENCIA DEL UNISIST, 1971

La cuestión que se plantea en esta sección es la siguiente: admitiendo que el UNISIST llegue a ser una institución operativa basada en el acuerdo de mchos participantes del sector científico y del gu- bernamental, ¿en qué f o m y a través de qué meca- nisnos debe buscarse ese acuerdo?

Una respuesta pragmática fue dada separadamente par- el C N C y la Unesco, hace varios años, cuan30 ambas organizaciones reconocieron la necesidad de una conferencia internacional sobre el propuesto sisterm mundial de información científica (sec.2.3) El argumento en favor de esta conferencia fue - y continúa siendo - que es necesario un ccnnprmiso colectivo de parte de las diferentes categorias de participantes (representantes gubernamentales, miembros respmsables de las uniones científicas, expertos de las federaciones internacionales de bi- bliotecarios y de especialistas en información, etc.) por el que acepten principios y políticas canunes en sus actividades relativas a la información,

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10.5

y 5). Hay todavía otro factor, que es la necesidad de vincular los programas del UNISIST con la acti- vidad de organizaciones existentes, preferiblemente internacionales, de modo de @er aprovechar de su experiencia y sus canales de corminicación en el c+ po de la infarmación científica, etc.

Así, muchos y diferentes criterios pueden ser invocados para establecer las prioridades entre las r-daciones: (i) requerimientos financieros y técnicos, (ii) implicaciones institucionales o de mportamiento, (iii) precedencia lógica, (iv) apo- yo operativo existente, etc. Sin embargo, el peso de estos criterios varía según el contexto particu- lar en el cual un programa específico debe insert- se. Por esta razón tendría poco sentido aspirar, en esta etapa, a una plena racionalidad de cualquier orden que se proponga. El que se indica a continua- ción refleja la opinión del Ccenité Central Unesco/ CIUC, luego de un cuidadoso examen de las diferen- tes acciones recanendadas en este informe.

En primer término, hubo acuerdo en que debía darse una prioridad general a las acciones referen- tes a programas, de acuerdo con la clasificación del cuadro 3, más bien que a las funciones catalí- ticas del UNISIST; la razón no es que estas Últimas sean menos imprtantes, sino sólo que ellas requie- ren un esfuerzo permane?te de parte de grupos pro- fesionales o gobiernos durante varios años, en vez de &idas específicas tales cano la iniciación de estudios piloto, reclutamiento de consultores, or- ganización de conferencias y grupos de trabajo,etc. bajo la respsabilidad directa del UNISIST. Luego un segundo criterio aceptado fue que, puesto que algunas de las acciones propuestas están destinadas a proporcionar los instrumentos para la intercone- xión de sistems, ellas deberían gozar de prioridad. También se reconoció la necesidad de vincular, desde la etapa inicial de ejecución, a los países en desarrollo con el UNISIST. Finairen- te, aunque se hicieron intentos de ubicar las reco- mendaciones en un orden lineal de precedencia, se admitió que muchas de ellas tendrían que ser apli- cadas simultáneamente, cc~(y3 otros tantos ataques paralelos contra los obstáculos actuales a la coo- peración en el terreno de la infomción científi- ca. Por consiguiente, se prefirió una presentación en dos o tres grandes fases, en vez de una más de- tallada secuencia de acciones individuales.

El cuadro 4 presenta un re- de las priori- dades propuestas. En la Fase 1 se han seleccionado dos grandes áreas de programas: el desarrollo de instrumentos de interconexión de sistems (progra- mas - - a, b, c y a) y la vinculación de los países en desarrollo con el UNISIST (programa E).

a. En la primera área, el program 5. es a la vez el más urgente y el más accesible: el estable- cimiento de normas unificadas o ccanpatibles para todos los elementos de la descripción bibliográfi- ca (.SecomendaciÓn 2) y para su translación a una forma que permita la lectura mecanizada (Recamenda- ción 5) es un prerrequisito para cualquier proyecto de intercambio internacional de datos bibliográfi- cos. La ejecución de este programa exige una consul ta permanente con cxpertos en información científi- ca y en cmputaci&, a través de grupos de trabajo

o de reuniones especiales, quedando en m o s de la OIUN la responsabilidad final 22 dictar las normas.

b. El programa bpuede ser considerado c m una parte del precedente. ia intención del mimo es proporcionar las bases para un sistema internacio- nal de intercambio de referencias sobre literatura científica periódica, cualquiera sea su origen, fe- cha, idioma u otras variables. En tal sentido, la fundacih de un registro mundial de periódicos cien tíficos es un prerrequisito para una amplia gama de acuerdos cooperativos con la participación de dife- rentes categorías de servicios de información (re- súmenes analíticos e indización, traducciones, etc) en los que las referencias bibliográficas constitu- yen el material de base. Sin emhargo, la relación costo - beneficio en un sistem semejante no puede ser determinada cmpletamente hasta que se lleve a cabo una experiencia piloto, para poner a prueba en un medio real los rr6tdos de organización pro- puestos (véase sec. 6.2.2); el Cmité Central Unesco/CILJC recomendó, por consiguiente, que se establezca primero un modelo en peque& escala del registro mundial, con funciones de entrada y salida limitadas a una cmidad regional de usuarios, pero con la mayoría de las características cualita- tivas propias de un sistema mundial. Las observacig nes que se recogieran respecto a costos y benefi- cios proporcionarían una base más firme para reco- m d a r el establecimiento de una red más amplia. Un cierto número de organismos de información que go- zan de reputación internacional han sido considera- dos para dirigir este proyecto, en colaboración con otras organizaciones que actuarían c m puntos de acceso local a la red; la decisión final sobre el particular debería quedar en manos del ccsnité Cen- tral Unesco/CIUC, o de la Conferercia del UNISIST que, según se espera, ha de heredar su autoridad en m futuro próximo.

c. La razón para asignar una alta prioridad al programa c e5 diferente: a fin de que puedan desa- rrollarse las políticas de coparticipación en la información por las que se aboga en este informe, lo primero que se necesita es lograr un mejor cono- cimiento de las actividades de los servicios de in- formación existentes en diferentes &eas, geográfi- cas y sectoriales (véase sec. 6.1.). El objetivo del Registro Mundial de servicios de información es establecer inventarios permanentes de los servicios de información científica existentes en determina- dos países, regiones, disciplinas, o campos que uti lizan n o m s canunes; y, finalmente, vincularlos en una red mundial de remisión, la que proporcionaría a los usuarios servicios de "comtación" o contac- tos, sobre bases internacionales e interdisciplina- rias (Reccanendación 1). La ambición en este caco apunta m y alto; además, se necesita la cccpración de mchas partes para elaborar primero un conjunto adecuado de normas para la descripción de los ser- vicios y actividades de información, de acuerdo con la OIUN (sec. 6.2.1). Parece, por lo tanto, que no es posible intentar en el presente el mntaje de una red mundial de remisión, mientras no existan más favorables perspectivas para un sistema mundial de descripción bibliográfica. No obstante, el concep

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10.5

cuadro 4.- Prcgrama inicial del UNISIST: Fases 1 y 11 * FASE

1

11

-

Programa inicial, con referencia a los grupos de recariendaciones definidos en los cuadros 2 y 3

(A) INSTRLIMENEX DE LA INI'EKWICACI~ DE SISTEMAS - a Wrmas de descripción bibliográfica, b incluyendo el Registro mundial de periódicos científicos - c Registro rrnindial de servicios de información g Instrmentos de indización y control linquístico

(E) ASISTENCIA A U% PAISES EN DESARROLLO - e Vinculaci6n de los países en desarrollo con el UNISIST

(B, C) EFICACIA DE LOS SEIIVICIOS DE INFüFWACION Y RESPONSABIIJDADES DE LQS GRUPOS PROFESIrnS

- f Centros de análisis de la información y centros de evaluación de datos 9 Grupo de evaluaci6n de la investigación sobre ciencia de la informaciói

to de un mcanism de remisión y COIinnitación se ha- lla tan en el centro del UNISIST (cano se explicó en la sec. 6.11, que hay buenos argumentos para em- prender sin tardanza su eXperimentaci€m, a través de estudios de diseño de sisimms y proyectos pilo- to de alcance limitado, ejecutados en condiciones de laboratorio. Ningún curso de acción específico se ha contemplado hasta ahora en esta &ea; pero el asunto debe ser encarado, ciertamente, tan pronto cano el proyecto UNISIST haya sido establecido so- bre bases firmes.

d. Con respcto al programa d, se necesitará m a acción sostenida de parte de las sociedades científicas y los expertos en información, a fin de construir mejores instruwntos para el control de terminologías científicas piuriiingiies (glosarios, diccionarios técnicos, narrenclaturas normalizadas), as€ c m para la indización u otras f m s de con- versión de una lengua natural o artificial, a otra. El control linquístico, en este sentido, es un ele- mento esencial de la interfase de sistezMs, que re- clama muchos esfuerzos paralelos en diferentes áreas de la ciencia y la tecnología (sec. 6.2.4). La mg- nituü del problema justificaría una pronta acción del UNISIST para iniciar en esta &ea uno o varios proyectos piloto de alcance internacional e inter- disciplinario, 4.

se aconseja en la Recmdación

e. Finalmente, la urgencia de hacer frente a los requerimientos de los países en desarrollo en mte- ria de infomcibn ha llevado al C d t é Central ünesco/CiüC a asignar unamayorprioridad a la inicia cibn de programas en esta esfera. ios principales companentes de este programa han sido examinados e- tensamente en la sec. 8.3, y se hallan resumidos en

leccrnendaciones

Rec. 2, 5 Rec. 3 Rec. 1 Rec. 4

Rec. 21

Rec. 9, 10

la Recmndación 21: el más concreto se refiere al establecimiento de unos pocos proyectos piloto, cuL dadosamente planeados, destinados a probar diferen- tes métodos para vincular de la m e r a más efectiva a los países en desarrollo con el UNISIST. Sin en- bargo, antes de lanzar tales proyectos el UNISIST debería tanar contacto con organizaciones interna- cionales, ccenpetentes tanto en asistencia técnica ccmo en cuestiones de información científica, a fin de especificar los términos de referencia de los experimentos propuestos, as€ ccmo las previsio- nes administrativas y financieras más apropiadas para su ejecución. h el intervalo, sería Gtil es- tablecer un programa de becas para el adiestramien- to de un n*o myor de especialistas en informa- ción científica de los países en desarrollo, prepa- rado así el terreno para aquellos proyectos.

Fase 11.- b s restantes programas incluidos en el cuadro 4 están orientados hacia la investigación y la experimentación, más bien que a los esquemas operativos del tipo que se contempla en la Fase 1. Este solo hecho basta para qlicar que se les haya asiqnado una prioridad inferior a estos últinios; innecesario es decir, sin embargo, que s610 benefi- cios se obtendrían con su temprana iniciación, si el UNISIST estuviese en condiciones de emprender simul- tdneamnte las dos fases, 1 y 11. El 6nico argumento que justifica esta distinción es el de una posible limitación de recursos.

f. El programa f atafíe a la evaluación y canp re- sión de docurrientos y datos científicos, un campo que, a juicio del Cmi& Central Unesco/CIUC, puede proprcionar respuestas eficaces a los requerimien- tos del UNISIST en punto a selectividad y control de calidad, y mrece por tanto una atención especial

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10.5

(sec. 6.4.1. C, D). Cualquier acción que pudiera contemplarse en esta &-ea debería iniciarse a tra- vés del CDDATA y m n su cooperacih (Recarendacio- nes 9 y 10); lo qde el UNISIST propone en esta or- ganización es establecer o fortalecer unos poros centros internacionales de evaluaciosl (para doclrmen_ tos y/o datos en ellos publicados), que se ajusta- rían a términos de referencia acordados en cmún (misiones, rriétodos, recursos, etc.),en vistas a la determinacih de los costos y beneficios de tales instituciones w a la comunidad científica.

g. El Gltimo €tan del cuadro 4 se refiere al e? tablecimiento de un grupo al que se confiarla la responsabilidad de evaluar los desarrollos de la investigacibn sohre ciencia de la investigación, en relaci6n con los objetivos y problemas del UNISIST (Fecxmmdación 14). la sec. 6.6.3 se han exami- nado con cierto detenimiento las razones para la creación de este q-rupo y para atribuirle las fun- ciones indicadas; en pocas palabras, a dicha unidad se le pediría que analice y dé a conocer las nece- sidades de investigación, sobre la base de los de- sarrollos observados tanto dentro amo fuera del UNISIST. Se debería dar especial atenci6n a los problemas linquísticos (incluyendo la invest:gación sobre clasificación), pesto que se ha mostrado que los avances en el análisis linguístico constituyen uno de los principales requerimientos del UNISIST (sec. 6.6.1, A).

de ocho personas -incluyendo el personal adminis- trativo- la mitad de los cuales, por lo m o s , de- berían ser visitantes o consultores tarrporarios; en tal forma se puede esprar que se cree un flujo continuo de nuevos talentos en esta célula superior de la organizaci6n del UNISIST. Hasta el presente no se ha hecho ninguna sugerencia con respecto a la

El grupo no necesita estar cmpuesto por más

ubicación administrativa y geográfica del grup; sin fmbargo, considerando el hecho de que una de sus misiones es prmver contactos entre equipos de investigación alejados (especialmente entre los países de Eurapa Oriental y de Mrica del Norte), un lugar apropiado podría ser Europa Occidental, sea dentro de una organización internacional exis- tente o c m una unidad independiente bajo la di- rección del UNISIST.

Las actividades restantes, no incluidas en el cuadro 4, pertenecen en su mayor parte al grup “cg talltico”, c o m ~ lo muestra la canparación de los cuadros 3 y 5; todas las recmdciones citadas en el cuadro 5 figuran en la columna 1 del cuadro 3, correspondiente a las misiones con un acentuado mpnente catalítico, por posición a las tareas para el desarrollo de p r o g r m s especlficos de las Fases 1 y 11. Lo cual no quiere decir, una vez más, que ellas sean de menor siqnificacih inmediata, ni tampoco que pueden ser postergadas sin daño hasta una hipostica “Fase 111”. Sin embargo, los objeti- vos sugeridos bajo cada una de ellas en este infor- ne requieren un esfuerzo continuado de parte de las comunidades profesionales (grupos A, B y C) o de los gobiernos (grupos D y E), a lo largo de va- rios años, más bien que medidas especificas del ti- po considerado en la lista prioritaria, las que se- rían iniciadas bajo el patrocinio directo del UNISIST. En este caso un cuco de acción mds con- veniente y, es de desear, mds probable), consis- tiría en que los adherentes del UNISIST - sociala- des cientfficas y miembros nacionales - procedien- ran individualmente a implantar las mejoras propez tas, amo en verdad muchos de ellos lo han hecho ya, sin depder de la maquinaria y los recursos del UNISIST, excepto para los fines de la coordina- ción internacional.

Cuadro 5.- Rec<siiendaciones del UNISIST que no figuran en la lista prioritaria (cuako 4) ~~~~ ~

Reccanendaciones

~ ~~

Programs distintos de los del cua.dro 4, con referencia a los grups de recaiwdaciones definidos en los cuadros 2 y 3

(A) (B) Bibliotecas, Servicios de reshes analíticos y de indizacih (C)

(D) (E)

Redes de procesamiento y teleprocesamiento

Contribuciones de redactores y de científicos. P r q r m s educativos Marco institucional de la ICT Estructura nacional para la ICT en los países en desarrollo

Rec. 6 ~ e c . 7 ~ 8 Rec. 11 y 12 Rec. 13 Rec. 15-19 Rec. 20

10.6 PERSONAL Y PRESüEWESTO

De acuerdo con los principios del UNISIST en m- teria de organización (cap. 91, la ejecuci6n del prg gram prcpesto debe dejarse, en su mayor parte, en las mnos de instituciones existentes, p tra- bajarían en estrecha colaboracih ccm los órganos de gestión del UNISIST. se han hecho sugestiones en cuanto a instituciones

el lugar correspondiente

o categorías de éstas a las que el UNISIST desearla confiarles cada proyecto. Se sigue de allí que los recwsos que el UNISIST necesita para iniciar su prcgrama son de dos clases: (a) un personal interno reducido, canpuesto por expertos en información científica y en administración, encargado de prepa- rar los términos de referencia de los diverscs pro- yectos, Cegún los lineamientos señalados por el cuerpo al que ccmpete la fijación de la política del

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10.6

UNISIST, y de informar a éste sobre la m c h a de aquéllos; (b) un presupuesto destinado a cubrir no 610 el mtenimiento de ese personal, sino tam- bién, total o parcialmente, los costos de inicia- ción de las acciones propuestas que implican la par- ticipación de personas o instituciones exteriores al UNISIST, por medio de consulta de expertos, be- cas, contratos, etc.

10.6.1 PERSONAL

Digms para empezar que el personal interno de be ser identificado con la Oficina Ejecutiva reco- mendada en la sec. 9.3, C. Se mencionó entonces al desarrollo y administración de los programas técni- cos del UNISIST c m una de las principales funcio- nes de esta unidad. A esta altura sólo es posible hacer estimaciones groseras en cuanto al tamaño y ccairposición del equipo de personal que habría que mntar para conducir los progrms descriptos en la sección precedente. Sobre la base de la experiencia del Ccmité Central Unesco/CIüC en esta materia, no- sotros haríamos la siguiente proposición mínima: 8 exprtos en infomci6n Científica y en administra- ción, incluyendo al director de la oficina, y 4 em- pleados de secretarla. h lo que respecta a las calificaciones reque-

ridas a ese personal no se darán aquí especifica- ciones detalladas; la mima naturaleza de las fun- ciones resumidas en el cuadro 4 sugiere que aquél deberá incluir hmbres de muchos y diferentes ta- lentos, con conocimiento experimentado en la econo- mla y la sociología de la ciencia, en asuntos iegiz lativos, en técnicas de gestión y en ia cmcepci6n de sistemas, en desarrollos de equipos (aparatos, rráquinas) , etc., así cano en la rretdología general de la moderna ciencia de la bibliotecologla y la informacián. Las retribuciones que se ofrezcan de- berán estar de acuerdo con esas exigencias. Deberá darse especial atención al hecho de que los conoci- mientos y aptitudes requeridas pueden sufrir cam- bios considerables durante la marcha del UNISIST, la previsi6n de nanbramientos o contrataciones de duración lirritada aseguraría, por tanto, la necesa- ria flexibilidad.

justificación detallada de las cifras propuestas: las horas-hcmbre que requerirán los diversos proyec tos que figuran en el cuadro 4, para tareas de ges- tión, difícihte puden ser previstas con preci- sión, por lo que debemos contentaynos en este caso con estimaciones más o menos aproximadas. Permíta- senos subrayar, sin enbargo, que esas son cifras aúnimas, m se expre.4 más arriba, en dos senti- dos diferentes. C r m s , en primer término, que un cuadro de personal más reducido no guardaría propor ción con las tareas asiqnadas a la Oficina Ejecuti- va del UNISIST, aunque éstas se limiten a la prepa- ración y supervisi6n de los proyectos extrmadm- te complejos mencionados sintéticamente en el cua- dro 4; cualquier cercenamiento en este programa,por otra parte, cmrpmmtería el impacto que se desea tenga el UNISIST, m un mimiento dinámico y productivo. h segundo término, la modestia de nuez tras cifras son una consecuencia de la estrategia gradual que se ha reccmendado para el desenvolvi-

~ e i misno modo, no intmtaremos aqul hacer una

miento del UNISIST; el tamaño de la Oficina Ejecu- tiva puede tener que ser notablemente aumentado, a medida que se afronten nuevos compranisos, especial m t e en relación m n el objetivo más ambicioso de la integración de sistmas (sec. 9.4). Hay un largo camino a recorrer, sin embargo antes de que la di- mensión de esa Oficina se aproxime siquiera a la que revelan las cifras actuales o propuestas del personal de Órganos de gestión de naturaleza simi- lar, no s610 a nivel internacional, sino incluso estrictaniente nacional (2) . 10.6.2 PRESUPUESTO. UN ORDEN DE MAGNITUD MINIMO

En el estado actual de los programas del UNISIST parecería un intento impsible presentar un presu- puesto; sin embargo, un orden de magnitud de las ci fras debe ser dado, a fin de que los miembros potez ciales de aquél estén en condiciones de evaluar el proyecto desde este imprtante punto de vista. Las cifras que figuran en el cuadro 6 son estimaciones groseras, basadas en parte en las que se dan en la sec. 10.6.1, relativas al personal de la Oficina Ejecutiva del UNISIST (lheas 1 y 11).

este presupesto, ccsnparado con el de otros proyec- tos similares: (a) aunque no se dispone de Lforma- ciones oficiales, el presupesto del recientemente creado instituto de información cientlfica y técni- ca de los países del CAEM, en su primer año de acti vidades, se dice que excedió del millón de dólares; (b) la Fundación Nacional de Ciencias de los Esta- dos Unidcs ha destinado en 1968 más de 14 millones de dólares a programas de información científica, y las estimaciones para 1970 eran de 13 millones aproximdamnte; (c) en tanto que el hipotético or- ganism central mencionado en la nota (2) b, iba a tener un presupuesto anual de 4,2 millones de dóla- res (3) ; (d) se puede recordar, también, m e las estimaciones anticipadas en proyectos de centros mundiales con funciones ejecutivss en información científica, ascienden generalmente a varios cente- nares de millones de dólares - por ej.: U$S 283 millones en el proyecto Qiamberlain, mencionado en la sec. 2.1, U$S 900 millones en el proyecto de V. Asmonas (4), etc.

No hace falta decir que el presupuesto propuesto es "razonable": su falla puede ser, p r el contra- rio, que resulte insuficiente para que el UNISIST pueda funcionar adecuadarente, c m alqunas de las cifras que acaban de citarse parecerían sugerirlo. Nuestra respuesta a este respecto es, nuevmte, que las estimaciones propuestas son mlnimas en el mismo doble sentido que se indicó más arriba: es difícil, en particular, imaginar CEmO podría canen- zar el UNISIST cualquiera de los programas examina- dos en la sec. 10.4 si las SUIMS inicialmente asig- nadas a ellos ( e U $ S 400.000, cuadro 5, llneas IV-VI) hubieran de ser n6s reducidas; la evolución más probable es hacia un aumento de los gastos, a medida que se pongan en marcha proyectos más d i - ciosos, para mterializar los objetivos del UNISIST en el mundo real (por ej , : redes de rdsión, re- des de comtación de información y de datos, etc.). Debe tenerse presente, asimismo, que el peso de la financiación de tales proyectos na ha de caer sobre

Es necesario destacar nuevmte la modestia de

144

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10.6.2

el UNISIST s610: cabe esprar substanciales contri- buciones de los presupestos de organizaciones exic tentes, en la medida en que ellas estén dispuestas a asumir responsabilidades técnicas en la ejecución del programa del UNISIST. De d o mds general, se puede esperar que sumas mayores de dinero se obten- gan a nivel nacional c m resultado de las acciones prmionales y catallticas del UNISIST, y ccm el fin de financiar los desarrollos con que se conti- nGen algunos o la totalidad de aquéllas en cada pis. Fn este sentido, las cifras del cuadro 6 en nindm modo representan los aastos totales aue se-

daciones del UNISIST. Una observación final puede ayudar a ubicar los

requerimientos presupuestarios del UNICIST dentro de una perspxtiva correcta: suponiendo que la Con ferencia Interquhmmental adoptara un mecanim para repartir los costos entre todos los palses participantes, en proporción a su renta nacional pranedio (5) , lo que corresponderla aportar indivi- duahte,a cada país,oscilaria, probablemente, entre 5.000 y 150.000 d6lares. Nadie dudará que es- tas cifras son múiimas, en ccaiiparación con los gas- tos nacionales mra la orcanoción del intercambio de ~~

;bidnecesarios &a poner en práctica las re&- información científica en los países interesados.

W d r o 6.- Presupesto estimado para el perca30 inicial (en dólares por año) - Lhea

1

11

111

N

V

VI

-

Capítulos principales del presupesto ~ ~~ ~~ ~ ~

personal profesional y administrativo de la Oficina Ejecutiva permanente o tmprario (sueldo prmio: $ 12.000 Gastos generales internos (mterial de oficina,etc) 100% de 1 Reuniones de la Conferencia Intergubernamentalydel Conité Cientlfico Consultivo Consultas a expertos, g m p s de estudio (prcgrams: - a, g, e...) Grupo de Evaluación de la Investigación en Ciencia de la Información, miembros designados o visitantes, (progranns b, E, y c), secretaria, 8 años-haribre en total, sueldo pranedio $ 12.000 (programa 9) Participación en estudios piloto, contratos, becas y asistencia Scnica (programas b, 5, y c)

N.B. ios prcqrams indicados entre píLiréntesis son los del cuadro 4 (SC. 10.5)

* * *

1. Informe de la segunda sesión del Grupo de Traba- jo Unesco/CIUC sobre "Necesidades de Investiga- cibn en el campo de la Docurtwtación, Leningra- do, 27 a 30 de myo de 1969, "Main Lines of search tawards a Wrld System of Scientific and Technicai Infomation", p. 26.

nueva organización para la información cientlfi- ca y técnica de los palses del CAEM (sec. 4.3.2) dispondrá en el primer año de alrededor de 40 a- gentes (profesionales y administrativos); 80 en el segundo, etc.; (b) en un estudio realizado por el COSATI hace tres años, sobre los requeri- -tos de un sistema nacional de información en EUA, se propanla que en la cúspide hubiera un 02 ganism que contarla con un personal de "aproxi-

Re-

2. por ejanplo: (a) la oficina de dirección de la

*

Estimaciones

144.000

144.000

100.000

75.000

96.000

250.000

Cifras amlativas

288.000

388.000

463.000

559.000

809.000

Total: aprox. 800.000

madamente 120 profesionales y 130 de otras cate gorías", es decir, unas 250 personas en total pa- ra la realización de tareas de prmión y mur- dinación de una naturaleza similar a las asigna- das a la afhninistración del UNISIST. Véase, Lau- nor F. Carter, et. al, National Docurnent HandlinT System for Science and Technolqy, p.195. Nueva York, Wiley, 1967.

3. Lamor F. Carter G., op.cit.! p. 197. 4. Citado por el Dr. A. Pérez-Vitoria, "Hacia un

sic- mundial de infomci6n cientlfica: una empresa ccínCin CIuc/vnesco:' Boleth de la Unesco para las Bibliotecas,Vol.XXIII,Nnl (19691, p. 2.

5. Este mecanisiioseutiliza,pr ejempio,enlaOrgani- zaciÓn EuropeadeBiolqfa Moiecular, que fue exa- minado cano un posible d e l o de gestión (sec. 9.3) .

* *

145

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Beneficios del UNISIST

11.1 CONSIDEBACIONES DE COSTO-BENEFICIO EN EL UNISIST

A lo largo de todo este informe se halla subya- cente la presunción de que todos los adherentes po- tenciales del UNISIST están favorablemente predis - puestos a unirse a un mimiento y organización co- mo los propuestos por el ccsnité Central ünesco/CIuC. Aunque las tendencias existentes hacia la coopera- ción internacional en el campo de la transferencia de la informaci6n científica parecen justificar es- ta hipótesis (capftulos 4 y 51, puede ser necesario agregar otros argumentos para convencer a los go- biernos, as€ c m a la ccarninid. científica inter- nacional, de que las ventajas que cabe esperar de su participación en el UNISIST ccanpensaran con largueza los costos.

A decir verdad, no se puede brindar aquí una denusstración de ello: faltan los datos empíxicos para determinar las reducciones de costos o los au- mentos de valor que pueden resultar de la aplica- ción de los programas recomendados en los Gltims capítulos. Nuestros argumentos, por lo tanto, ten- derán a ser 116s aprioristicos que fundados empfri- camente; tendrán más la naturaleza de deducciones 16gicas que de hechos experimentales. Por otra par- te, aún suponiendo que se pudiera disponer de evi- dencias caparativas para demostrar los méritos del mecanism propuesto, en contraste con otros, se tropezaría todavía con una dificultad cmsiderable, esto es, la ausencia de criterios cuantificables sobre los cuales basar la medición de los costos y beneficios en ambas situaciones. h lo que atañe a los costos, en primer térmi-

no, debe subrayarse que la mayoría de los programas contanplados en el UNISIST tienen el carácter de in_ versiones, las que generalmente implican a m t o de los gastos durante un periodo indeterminado, hasta que los efectos positivos sobre los costos, si los hay, se hacen perceptibles. Tal es lo que ocurre, por ejemplo, en rrateria de mecanización: el desa- rrollo de las Gcnicas de PAD en las bibliotecas y centros de dccmentación ha de ocasionar, p3r lo cg mún, una fuerte presión sobre los presupuestos M- cionales, puesto que s610 unos p m s servicios es- & capacitados para financiar únicamente con sus reasos ordinarios las inversiones necesarias; sin &gol los costos adicionales generalmente no son considerados cca110 una razón suficiente para abste- nerse de seguir esa corriente, aún cuando las ven- tajas emnfmicas del empleo de las computadoras no se hallan totalmente en claro. Otro ejemplo puede

hallarse en el área, aparentemente mds simple, de la nomlización: el mero cambio de una forma a otra de abreviaturas de títulos de periódicos puede i n h varios mses-hcenbre, en un gran sistema de información; substituir o asociar un nuevo conjunto de encabezamientos de mterias normalizados a dccu- -tos previamente indizados por medio de una lista de descriptores diferente, puede significar una re- construcciÓn ccmpleta del sistema, que se extenderá a lo largo de varios *os, etc. Sin embargo,cambios de ese tipo se llevan a cabo ccanCinmete, a pesar de los costos adicionales, y sin ninguna previa cuan- tificación de las ventajas financieras que pueden resultar de ellos.

ia conclusión que cabe extraer de todo esto es evidente: si no es posible hallar, en muchos casos, señales de evaluaciones sistemáticas de los costos futuros en canparación con los actuales, es porque otros factores han pesado II6s en el proceso de de- cisión. En okras palabras: la reducción de costos no es el único ni el principal motivo, necesaria- m t e , para adherir a un mimiento c m el UNISIST. Aunque ello constituye un incentivo directo en va- rios de los programas del UNISIST (sec. 11.2), son más los casos en los que el ahorro de dinero es sólo una consecuencia indirecta de acciones cuyos objetivosson beneficios intelectuales o sociales que no se prestan fácilmente a la cuantificación. h el caso extrem, la consecuencia Gltima de las inversiones propuestas puede incluso ser un incre- mento durable de los costos operativos, el que se juzga suficientemente justificado en la creencia de que la acción que los ocasiona sirve a una aspi- ración suprior de la humanidad (sec. 11.3) .

11.2 BENEFICIOS DERIVADOS DE LA RACIONALIZACION

El argurrsento tradicional en favor de la inte- gración de sistemas, vertical u horizontal, es que ella produce una distribución de los gastos de ca- pital entre un gran n k o de ccprrponentes funciona- les, y consecuentemnte una disminución general de los costos de producción. ias econdas de la ra- cionalización, en este sentido, aprovechan en form inmediata a los gestores de los sistemas operativo: e indirectarente a los consumidores, en la M i d a en que los ahorros resultantes se reflejan fina* te en precios mds bajos y/o en mejores productos y servicios.

No es una exageración decir que el UNISIST re- presenta un esfuerzo total para buscar los benefi- cios de la racionalización en la industria de la

14 7

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11.2

informacián, a través de un proceso voluntario y evolutivo de integracidn de servicios existentes y futuros, &re bases mundiales. Aunque una gran par te de este informe ha sido dedicada al análisis de esta tendencia (véase espcialmente secs. 4.2.3, 4.3.2., 5.1.3.; 5.2.4.; 5.3.2., etc.) puede ser 6- ti1 sintetizar ahora en unas pocas palabras las clg ses de ecodas que los gobiernos y otros sostene- dores de la información pieden esperar mm conse- cuencia del proceso de integración.

El caso más simple es el del suministro de ser- vicios o productos que sean por lo menos equivalen- tes a los que anteriormente se proporcionaban, pero a menores costos, en términos de dinero, tiempo o mar10 de obra. Los acuerdos coaperativos entre bi- bliotecas para el intercambio de datos biblicgráfi- cos en f o m apta para lectura mecanizada (sec. 4. 2.3), son ejemplos de este tipo; tambih lo son los convenios nacionales o internacionales relativos al intercambio de resúmenes analíticos, por los cuales dos o más servicios, a fin de evitar duplicaciones en la preparación de resúmenes analltiws en un mi2 m campo, se dividen el trabajo Según líneas racio- nales, en la inteligencia de que cada una de las partes podrá canpartir los productos de la otra, diminuyendo así los costos para todos los partici- pantes (sec. 4.3.2). h todos estos casos, el prin- cipio básico es el de la descentralización coopra- tiva de los trabajos de entrada, que permite supri- mir la duplicacih de los misoos, junto con la acu- mulación y cosarticipacián de los productos de salida, de modo de reducir los costos de un servi- cio que no cambia o es mejorado para el usuario (sec. 5.2.4).

Ia otra forma en que se logra el ahorro de di- nero es menos ostensible, pero más prmtedora: se refiere a la provisión de servicios o productos me- jores, bajo el punto de vista cuantitativo o cual& tativo, con un aumento de costos proprcionaimnte inferior a esa mejora. Esto es lo que ocurre, gene- Talmnte, cuando el producto o salida de un deter- minado sistema, en alguna etapa del proceso de transferencia de la información, es usado ccn~~~ en- trada en otro sistem, para proveer diferentes pro- ductos o servicios. As€, los tltulos indizados de una revista de resúmenes analíticos pueden ser uti- lizados mm entradas en un sistm de recupracih de la información; este sistma, a su vez, puede poner su base de datos a disposición de otros orga- nisoos para diferentes fines, por ej., la produc- ción de listas de infomción corrientes, servicios de DSI, etc. No faltan los ejemplos de esfuerzos nacionales e internacionales que se efectúan eri tal dirección (v&se secs. 4.2.2, B; 4.3.2, A; 4.3.3, B etc.); todos ellos se relacionan con el f e n h o llamado del "reacondicionarniento" una consecuencia favorable de la flexibilidad inherente a la nueva tecnología de la información, que conduce a una Gtil diversificación de los servicios para benefi- cio de q-rupos especiales de usuarios (sec. 5.2.4, 5.2.5). Esta otra f o m de racionalización es parti cularmente imprtante en relación con los objetivos de la cooperación internacional: la atracción de los grandes sistenas basados en el uso de cmptadg ras proviene de que ellos generan extensas y flexi- bles bases de datos, que son utilizables para re--

cesamiento en muchos palses, con un pequefío aumento en los costos. un cierto nhero de Naciones en ñurg pa Occidental y &&rica del Norte ya han estableci- do los mcionados centros de reacondicionamiento, para mejorar los servicios nacionales de informa- ción; el mimiento del UNISIST es una invitación a todos los palses para canpartir los beneficios de la cooperación internacional, así entendida.

11.3 BENEFICIOS DERJXXOS DE UNA MAYOR PFODUCTIVI- DAD DE U4 CIENCIA

La racionalización del tratamiento de la in- formación, no obstante, no es un fin en sí misma: cualquier mejoramiento en los recursos de infom- ción científica y tecnológica tiene que ser evalua- do no sólo con referencia al factor costos, c m se ha hecho en la sección precedente, sino también res pecto a un concepto más amplio de su utilidad para los científicos y otros q-rupos de la cmidad uni- versal.

término, el UNISIST debería significar mayores opog tunidades de acceso a las fuentes mundiales del co- nocimiento, tanto cuantitativa c m cualitativamen- te. El concepto especulativo de una "corininidad in- telectual en contacto directo de las fuentes, y en la que el investigador tenga acceso a una red uni- versal de información científica que abarque todos los campos del conocimiento (sec. 4.3.3, D), expre- sa las ambiciones del UNISIST en esta &ea. Del misno d o , el reiterado énfasis en la necesidad de proporcionar a los cientlficos no s610 conjuntos de conocimientos 116s extensos, sino también más selec- tivos, condensados y evaluados (secs. 5.2.5, 6.4.1, C, D, etc.) traduce la preocupaci6n del UNISIST por los nuevos requerimientos de los investigadores, quienes deben hacer frente a la "explosión de la literatura" actual (sec. 1.3) . A este respecto, los primeros beneficiarios del UNISIST serán los misnos científicos, cuya productividad y satisfacción in- telectual son directamente afectadas por la canti- dad, pertinencia y calidad de la información que tienen a su disposición.

En este sentido los beneficios del UNISIST de- berán reflejarse, a su vez, en la productividad total de las actividades de investigación y desa- rrollo, a escala nacional o, mejor aún, internacio- nal. Uno de los motivos por los cuales los gobier- nos estimulan y apoyan el mejoramiento de los re- cursos de información, es el deseo de crear condi- ciones en las cuales los riesgos de duplicaciones en los proyectos de investigación sean menores, en tanto que se proporcionan más oportunidades para poner en c& los recursos intelectuales de áreas más vastas, desde el punto de vista de los palses (redes internacionales) o de los campos científicos (redes interdisciplinarias) incluidos. Se reconoce que no han sido hechos estudios sistemáticos para medir los costos de la disponibilidad y la falta de disponibilidad de informaci6n científica, en térmi- nos de horas-h&e o dineros pGblicos "ahorrados" o "p=rdidos"; pero hay suficientes informes anecdÓ- ticos sobre el temi rn para justificar - sobre la base de una convicción lógica, si no de pruebas - la pretensión de que tdavía pueden cosecharse beng

Para los científicos individualmente, en primer

148

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11.3

ficios significativos de una maycr productividad de la ciencia, que resultaría de un mejoramiento de las prácticas de canunicación.

ra adoptar un punto de vista más amplio sobre los factores de costo-beneficio, en relación con el UNISIST. La productividad de la ciencia no es un objetivo autosuficiente, sino que sólo resulta de interés en la medida en gue ventajas de orden más elevado pueden derivarse de los progresos cuantita- tivos y cualitativos del cmccimientm científico. Bajo esta última afirmacián subyacen muchas cuestig nes delicadas que no pueden ser consideradas en un estudio técnico c m el presente. Permítasenos sub- rayar, no obstante, que el UNISIST no se desintere- sa de ellas: el objetivo final del movimiento, tal m se lo resunió en las prirreras páginas de este informe, es que los mejoramientos propuestos en las prácticas de la canunicacián científica sirvan"a1 bien de la humanidad" 11-6s allá de los científicos y de los gobiernos (sec. 1.2). Ciertamente, nadie posee una receta institucional para evijzar que el conocimiento científico no sea utilizado con un prg pósito diferente; es nuestra esperanza, sin embar- go, que la participación de los representantes de los gobiernos y de la ciencia en un movimiento mun- dial, que trasciende de las fronteras nacionales, contribuirá a una mayor conciencia de las responsa- bilidades cociapolfticas para con la m i d a d mun- dial que son inherentes al control de los recursos de información científica.

Este último punto debería ser una invitación pa

11.4 BENEFICIOS PARA LCS PAISES EN DEsARRoLu3

Las ventajas potenciales que se han examinado en las últimas secciones son de interés para muchos y diversos sectores: científicos, encargados de la gestión de sisterms, gobeniantes, etc. UM caracte- rfstica esencial del proyecto UNISIST es el 6nfasis que pone en la necesidad de extender los beneficios de la cooperación internacional en la inforr~ción científica a una m i d a d tan amplia y diversa co- mo sea posible, conpescindencia de las difirencias técnicas, linquísticas o de otro carácter. A fin de dar un contenido práctico al concepto de igualdad de accem a las fuentes mundiales del conocimiento se han reccrnendado algunas acciones específicas. Se han puesto en relieve, en particular, los obstácu- los derivados de la división de facto del m d o en áreas que pyesentan un marcado contraste en cuanto a sus posibilidades econúnica; y técnicas con la mira de furdamentar un prcqram del UNISIST p r a los países en desarrollo. No se ha intentado, en d o alguno, disimular el hecho de que la ayuda fi- nanciera sola na ha de colmar la brecha, y que es necesario establecer una cooperación más estrecha con las autoridades educativas y científicas de los pafses aludidos, a fin de que su vinculación con el UNISIST sea efectiva. Los beneficios que, en retor- no, cabe esperar de esa vinculación son múltiples. El 116s obvio de ellos es la apertura de mejores ca- nales de acceso a la literatura científica y témi- ca mundial, ccmo resultado del esfuerzo del UNISIST para prmver el desarrollo de mejores instrinrientos de intercambio de la información y de interconexión de sistemas entre los países participantes. Todas

las naciones peden esperar que llegarán a estar di r e m n t e conectadas a una red más amplia de fuen- tes de información, a través de un níñnero relativa- rente pqueiío de puntos de acceso, con un costo adicional peque50 o nulo. Esta posibilidad de vin- culación en cadena es de especial importancia para países que no han tenido todavía la oportunidad de establecer un amplio cmjunto de relaciones mds que con unos pocos de los principales proveedores de infomci6n científica y t6cnica del Hemisferio Norte.

Se proporcionaría así una base para impulsar 116s ambiciosos programas de asistencia témica en el campo de la investigación científica. El progre- so de la ciencia en muchas de las regiones en desa- rrollo se ve aún perjudicado por la carencia de re- cursos de información disponibles para los investi- gadores que en ellas residen. Briridando a éstos me- canims de conexión eficientes, a falta de grandes fondos bibliotecarios y de información, se puede esperar que se removería uno de los obstáculos para las carreras cientificas en esas regiones.

Una Enea de acción más específica se ha contan- plado en lo que respecta a los conocimientos tecno- l@icos. El establecimienta de "centros ofredes de transferencia de la tecnología", rno se ha recor- dado en la sec. 8.2.2, tendría efectos benéficos en la agricultura, la medicina, la industria, etc. Aún c d o el UNISIST puede no concentrar iniciai- m t e sus esfuerzos en estos campos (sec. 10.3) , sus realizaciones eventuales en materia de interco- micación de sistemas para las ciencias bdsicas (normas, infraestructura para la información auto- matizada, etc.), serían también utilizables para la transferencia de información tecnol6gica; ingenie- ros y otros expertos tendría entonces a su disposi- cibn mejores medios para mantenerse al tanto de los progresos del conocimiento que son de interés para sus trabajos en las regiones en desarrollo - una posibilidad no alcanzada en la actualidad, en opi nión de algunos de ellos.

La vinculación con el UNISIST caprta otras im- plicaciones positivas, con respecto a su efecto sobre los niveles de educación en los países parti- cipantes. Repetidamnte se han subrayado en este informe los requerimientos del UNISIST en cuanto a la ccarrpetencia de los científicos, bibliotecarios y otros especialistas que participan en el proceso de transferencia de la información; ellas no deben cer consideradas, sin embargo, &lo com3 una exigencia impuesta, sino también c c m ~ ~ un esthlo a los es- fuerzos quixmmmntales para mejorar los programas de educación científica en los países en desarrollo. Su-cooperación con el UNISIST daría a estas nacio- nes motivos adicionales y nuevas oportunidades para avanzar en la formación de trabajadores Científicos y técnicos, a fin de poder satisfacer los aludidos requerimientos.

A lo largo del proceso se necesitará todavía la ayuda continuada de los países más adelantados y ricos, sobre bases bilaterales o mltilaterales; pero el UNISIST proporcionaría un marco adecuado para la coordinación mundial de esos programas, en interés de las partes contratantes. La participa- ción de los países en desarrollo en el UNISIST debe ser considerada, por tanto, como un medio de asociar-

149

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11.4

se a un esfuerzo mundial para aumentar los benefi- cios de la asistencia internacional en el campo de la información científica y en otros anexos.

11.5 EL F'üTüRO DEL UNISIST

En el estado actual, el título de esta ííitm sección puede parecer altamente conjetural: 410 hemos llegado a un punto en el cual se ha mostrado

el desarrollo de un Sistema Mundial de Infom- % . ci n Científica es posible, dando una determinada significación a ese concepto (sec. 10.2) y siguien- do un proceso de evolución del que s6lo se ha des- cripto, aproximativamente, la primera fase (sec. 10.3 =.). La fase del estudio de factibilidad, que concluye con la publicación del presente infor- me (1967-70), será seguida por un período inteniie- dio durante el cual el Ccmité Unesco/CIX canpleta- rá los planes para la Conferencia Intergulseniamen- tal del UNISIST, que ha de realizarse en 1971 (sec. 10.6). Suponiendo que los principios y programas del UNISIST sean aprobados por los participantes, y luego aceptados por la sesión siguiente de la Conferencia General de la Unesco, se iniciará en- tonces la tercera fase, no antes de 1973, durante la cual se pondrá en funcionamiento el UNISIST, de acuerdo con los lineamientos adoptados por ambas asambleas. Aunque algunas de las acciones propues- tas pueden ejecutarse parcialrente -y es posible que lo sean- durante el periodo intermedio, bajo la gula permanente del Cmité Unesco/CIUC, mchas de ellas no se llevarán a la práctica de un modo sis- .temático ahtes de que el UNISIST sea establecido oficiahte, en 1973. Para ese entonces las condi- ciones técnicas e institucionales de la transferen- cia de la información cientlfica pueden haber expe- rin-entado cambios substanciales, lo que hará nece- sario reexaminar los programas del UNiSIST, así co- m reevaluar los beneficios esperados de la adhe- si6n a los misnos. BI esta sección nos proponms trasladar nuestro análisis de los factores de cos- to-beneficio a esta perspectiva más lejana, sobre la base de las tendencias que se anticipan.

A. Volvido, en primer término, ai cuadro 4 (sec. 10.4), @ m s inferir, sin riesgo de equivocanios, que las funciones "catalíticas" del UNISIST (colum- na W) han de ser entonces tan necesarias c m lo son ahora. La contribución de las sociedades cien- tificas y de las asociaciones de especialistas en información al mejoramiento de los recursos y téc- nicas (líneas, A, B y C) es un requerimiento que ha de subsistir durante mchos años más; otro tanto ccurrirá con la apelación a los gobiernos para que creen conüicior:es más favorables para la coopera- ción internacional en el campo de la transferencia de la informaciÓn científica (líneas D y E) . Es pro bable, sin m g o , que algunas de las medidas es- pecíficas consideradas bajo cada encabezamiento, nc cesiten ser prapugnadas entonces con mucha más fuer- za y, quizás, que se les dé una formulación difer- te a la que tienen en el presente informe. Tal ha de ser el caso, probablemente, de las redes de pro- cesamiento y telecmicación contempladas en la Recmendación 6 (sec. 6.3). Un poderoso movimiento se halla actualmente en curso para desarrollar nue-

e

vos medíos y programas, así cc~llo mejores normas in- ternacionales, para el establecimiento de sistemas de transferencia de la información íntegramente au- tomatizados, que se extiendan sobre amplias áreas, tanto dentro c m a través de las fronteras nacio- nales. Muchos de los obstáculos que ahora existen para el funcionamiento de esos sistems (sec.5.1.5 y 6.3) habrán desaparecido dentro de los próximos cinco años. Por otra parte, el balance de costos vs. beneficios será entonces ciertamente diferente de lo que ahora suponms que es; no es que las inz talaciones llegarán a ser más baratas Teneralmente sucederá lo contrario-, sino que han de desenvolver- se modalidades de transferencia de la información canpletamente nuevas, cc~llo resultado de la nueva tecnología de las cmunicaciones, que tendrá efec- tos beneficiosos cobre los costos para los usua- rios. ia perspectiva de redes de canputadoras vin- culadas mediante satélites representa aqul el as- pecto más espectacular del proceso, pero no es el único. A d s breve plazo, mayores qanancias pueden esperarse de redes regionales de transferencia de la información, que utilicen mejores medios de co- municación a corta distancia, los que pueden faci- litar mucho la explotación canpartida de los equi- pos de procesamiento de la información m&s costo- sos. Tales desarrollos, ccanbinados coii avances correlativos en las técnicas y organización del tiempo canpartido, significan que los planificado- res peden llegar finalmente a encontrar más eco- nómico desarrollar medios sofisticados de procesa- miento, junto con una vasta red de líneas de usua- rios operadas sobe la base del tiempo ccmipartido, que dejar las cadenas de transferencia de la infor- mación tal c m se hallan actualmente, por baratas que puedan parecer en ccnrrparación. Llevando al extrem este argwiento, es posible imaginar una época en la que la política más retributiva con- sistirá en explotar redes de información c m un servicio público -del mimo modo que otros recur- sos de la ciencia y de la educación- estando los costos de funcionamiento sólo parcialmente a cargo de los verdaderos usuarios y trasladándose el res- to a los contribuyentes. ia naturaleza del servi- cio en cuestión, si se lo entiende tal c m se ha expuesto en el capítulo 1, justificaría ciertamen- te que se prestara alguna consideración a un obje- tivo ideal de esta clase, el cual está más de acuE do con la economía política, en el sentido 116s ele- vado de la expresión, que el objetivo alternativo de presupestos locahte equilibrados.

B. Sea cano fuere, la r@ás conservadora de las prg dicciones es que el UNISIST tendrá que prestar una mayor atención a estas cuestiones cuando entre en la fase operativa, toiiando en cuenta los Eltimos adelantos en las técnicas de teleprocesamiento y telecarrninicación. El concepto de explotación en red ocupa un lugar tan central en el UNISIST, que resul ta innecesario demostrar la significación de dichas &micas para su progreso ulterior. Otro taM cone- xo requirirá entonces una similar reconsideración: a medida que los sistemas de información que canpo- nen el UNISIST tiendan a descansar m& y mds en la nueva tecnología y a actuar en recíproca vincula- ci6n c m compnentes de redes internacionales (de

150

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11.5

remisión, de bibliotecas, de servicios de resfhenes analíticos e indización, etc.) , validez algunas de las reservas que se han hecho en este informe sobre la aplicabilidad del andlisis de sistemas (sec. 6.6.2). Se necesitará entonces un nuevo examen de ambas facetas de esta cuestión esen ciai: (i) ¿hasta qué punto y según qué orientaci6n- debe evolucimar el UNISIST hacia una organizaci6n de sistemas, en el sentido técnico del tfknino (sec. 5.3.4, D; 9.4)? (ii) ¿En qué ténninos y en qué contexto especifico (geogrdfico, disciplinario, etc.) deben ser d u c i d o s los estudios de análisis de sisterrias, para p r m e r y dirigir esta evoluci6n (sec. 6.6.2)?

C. la infomción se hagan más mnplejas, las obliga- ciones del UNISIST en materia de educacibn e inves- tigación cobrarán mds importancia. Puede entonces hacerse evidente que los pmgrarras educativos con- templados en la Reccmmdaci6n 13 reclaman no 410 una revisión substancial, sino también una priori- dad más alta que la que se les ha asignado en este infom (véase cuadro 4, lhea A). Del misno d o la acción sugerida en la Recm~ndación 4 para esti- mular el progreso de los instrmentos de control linguístico en la ciencia puede parecer, retrospec- tivamente, demasiado débil, o derriasiado lenta, en vista del adelanto más rápido de las técnicas de cunputación correlacionadas (véase cuadro 4, línea A). O también, la disponibilidad de grandes ban- cos de datos registrados bajo una forma analíti- ca apropiada, pede m y bien obrar cam un incen- tivo para investigar más profundamente las posibi- lidades de los r&todos de inteligencia artificial en la investigación científica (sec. 6.6.1., D), etc.

D. campo de aplicaciái del UUISIST deberán mantenerse bajo constante revisión, a la luz de los progresos que hacia sus objetivos se hagan en todas las ra- mas de la ciencia y la tecnología. A pesar de la actitud abierta que en esta mteria adopt6 el -té ünesco/CIuc (sec. 10.31, subsiste un hecho empírico, esto es, que las ciencias naturales tienen un coriplejo de sistems de informaciái mds

cesarán de tener

A medida que las técnicas de transferencia de

También las cuestiones relativas al alcance o

altamente desarrollado y sofisticado que los de las ciencias miales y las hurranidades. Hay signos, sin embargo, de que esta situación está cambiando, en virtud del creciente interés de los científicos sociales y de las adminisfraciones mlicas por los bancos de datos, as€ co1~3 también de los culto- res de disciplinas más tradicionales, tales com~ la historia, la literatura y la arqueolog€a.ElUNISIST sería culpable si dejara de reconocer esta tenden- cia y de abrir el camino para interconexiones mds amplias, atándose a una anacrónica separaci6n entre las "dos culturas'' (sec. 1.2) . E. Nuestras palabras finales han de referirse a una condición del progreso del UUISIST algo des- cuidada, aunque no es en modo alguno secundaria, esto es, la relativa a las fuerzas de trabjc en cuyas manos aquél crecerá o perecerá. La generaci6n que detentala el control de los destinos de los principales recursos bibliotecarios y de infom- ci6n a la fecha de la Conferencia sobre Información Científica de la Roya1 Society (19481, y aún a la de la Conferencia Internacional sobre Información Científica, hace s610 trece años (1958), está sien- do reemplazada por una generación más loven de es- pecialistas en infonnacibn, bien adiestrados en las técnicas modenias de su oficio. Prácticas antiguas, que se habían transfomdo en mitos, están dien_ do así el lugar a esfuerzos imaginativos, no todos los cuales resultarán productivos, pero que contri- buirán a difundir el sentimiento de libertad y plas ticidad en la profesión. El UNISIST debería no 9610 dar la bienvenida a esta tendencia, sin0 alentarla; podría hacerlo así desarrollando las condiciones institucionales para una 6 s fácil circulacidn de hanbres entre los palses y servicios que participen en el movimiento. Cualquiera sea el sistema de re- ferencia que se amsidere, un mercado más amplio es M inctmner~to universal de progreso, ya sea econ6- mico o de otro carácter. i?s nuestra esperanza que el WSISl' no ha de limitar sus ambiciones al libre flujo de doclrmentos, datos e infmcibai, sino a su tiempo 61 dará la debida atencifm a los benefi cios no inferiores que se originan de la remci6n de los abstáculos que dificultan la circulacibai de las personas por quienes esos recursos san prduci- -,elaborados y utilizados.

* * *

151

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G los a r i o

Las siguientes definiciones tienen por objeto explicar el significado que se da en el presente informe a unos pocos términos más o menos especializados; no pretenden mejorar o substituir ninguna definición ya establecida. Herc~s incluido el equivalente en inglés y francés.

Análisis Analysis

Analyse

Asociaciones profesionales Professianal ascociations

Associations profes- sionelles

Catalogación Cataloguing

Catalogage

(a) BI general, la expresión del contenido de un do cullwto en forma distinta del original, a través de aperaciones c m la elaboraci6n de resúmenes anall- ticos o extractos, (abstracts), índices, traduccio- nes, revisiones, evaluaciones, etc. (b) Más especlficamnte, en "andlisis de la informa ción", el empleo ccenbinado de estas opsraciones pa- ra proporcionar conjuntos evaluados de conocynien - tos a determinados qrupos de usuarios. Centros de análisis de la información:organizacio - nes que se encargan de esta tarea.

(a) sentido amplio, cualquier grupo formal de científicos ("sociedades científicas") , w r t o s de la información (por ejemplo, asociaciones de biblig tecarios) u otras personas que participan en el pro_ ceso de transferencia de la información. (b) h sentido restringido, asociaciones de especia listas de la información (bibliotecarios, docmentg listas, analistas de sistemas, etc.), por oposición a "sociedades científicas" (E.) .

Registrar descripciones bibliogrdf icas (q.v. ) u otras identificaciones de documentos, bajo una for- ma ncrmalizada.

-

Centrales de distribución instituciones encargadas de la obtención y distrih- ción de categorías especiales de documentos, tales c m informes técnicos, tesis, tesawos, etc. Clearinghouses

Centres de distribution

Centros de Análisis de la Información Véase "Análisis" Information analysis centres

Centres d'analyse dlin- formation

Ciencia de la Informaci6n Conjunto de conocimientos especializados relativos a las técnicas de la transferencia de la informa- ción en ciencia y tecnolcgla; en este sentido amplio

Science(s) de 1"infor- "ciencia de la infomción" incluye la bibliotecolg nation gía, docmentación (m un campo profesional) , etc.

así cano las ramas más recientes del análisis lin- flístico, el procesamiento por camputadora, etc.

Information science

153

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.

Canpatibilidad Canptibility

CcPnpatibilité

CmpresiBn Cmpression

Cmpression

Codensaci6n Condensation

Condesation

Conocimiento (científico y t6cnico) Wmledge

Connaissance

Consolidación Consolidation

SyntheSe

Conversión Cmversion

Conver sion

Convertibilidad Cmvertibility

Convertibilité

Coparticipación- sharing

Partage

(Científicos y técnicos) Data

Donneés

üepósitos centrales Depositories

Centre(s) de d w t

Una cualidad de sistemas cuyos productos pueden in- tercambiarse en el uso, a psar de diferencias en notaciones, estructuras, soportes mteriales, etc., sin ninq-ún mcanism especial de "conversión" (E. )

Véase "Consolidación"

La acción de resunir el contenido de documentos científicos bajo la forma de reshenes analíticos o extractos en lenguaje natural (por oposición a "in- dizacion", en que ello se hace en lenguaje de la in_ formación) . El objeto y los resultados de la investigación (he chos, teorías, hipótesis, etc.), tal c m se hallan incluidos en la "información" y en los "datos" cien- tíficos.

La fusión y síntesis de información y datos cientí- ficos sobre un detenninado tema, en forma de c v - dios, reseñas, trabajos de puesta al día, etc. La "evaluación" y la "canpresión" se hallan implícitas en este proceso.

El proceso de transformación de registros de infor- mación, en lo que atañe a la transcripción, la codi ficación, la estructura de los datos, etc. a fin de hacerlos intercambiables entre dos o más servicios o sistemas que utilizan convenciones y medios dife- rentes. "Centrales de Conversión" (conversion pls) : orga- nizaciones espcializadas en la recolección, elabo- ración y diseninación de programas de conversión.

Una cualidad de los sistemas cuyos productos pueden hacerse intercambiables por medio de programas de "conversión" (E. )

La distribución de responsabilidades y productos de la transferencia de la información entre una plura- lidad de organizaciones, a los fines de la integra- ción (=) de sistemas. "Políticas de coparticipa - ción": esquemas coaperativos para tal finalidad.(En la presente versión se ha traducido también, a ve - ces, el inglés "sharing" por "repartición", "canpor tamiento" u otras vmes similares).

Las observaciones y construcciones cuantificadas de la ciencia y la tecnología, expresadas en forma nu- mérica o no; las tablas, ccpnpendios y otros regis- tros especiales por medio de las cuales aquéllas son puestas a disposición de la cmidad científica ca.

V&se "Centrales de distribución"

154

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Descripción bibliográfica Bibliographic descriptim

Description bibliogra- Pkisule

Descriptores Descriptors

Descripteurs

Diccionarios Dictionaries

Dictionnaires

Diseninaci&n selectiva de la información Selective Dicanination of information

Dissghination Sélecti- ve d' infomtions

-tación, documentos (científicos y técnicos) Documentation

Eocurrmtation

Encabezamientos de materias (o temáticos) Subject headings

Mot-rmti&re; rmt-vedeL te

Evaluación Evaluation

Evalua tion

Expertos en información (o científicos, ecpecialis- tas en infonración)

infonnation experts (or scientists, cpecialists)

Ressources dmumntai- res

Funciones, en el proceso de transferencia de la información Functions

Foncticms

Indización Indexing

Indexation

Conjuntos de datos elementales empleados para iden- tificar documentos individuales en un fichero (au- tor, título, idim, etc.): Véase sec. 6.2.2

Términos o entradas individuales en un "lenguaje dg curnental" o "de la información". Lista de descriptores: @ase "Tesauros"

Listas de términos científicos y técnicos en lenv- je natural, canpilados a los fines de la definición, normalización, traducción, etc. Diccionarios autmáticos: tablas para la conversión mecánica de esos términos en descriptores (véase tajnbién "TesauroS"

El suministro regular de información científica o técnica a usuarios individuales o colectivos, sobre temas pre-determinados (perfiles de interés).

Ninguna distinción se ha hecho a los fines dei pre- sente informe entre "docwientos" o "documentación" (entidades f Isicas) e "información" (entidades sim- Wlicas) (v.) Indicadores generales del contenido de documentos o colecciones, empleados para la indización "superfi- cial", por oposición a las canbinaciones más el&- radas de descriptores que se utilizan en la "indizg ción profunda" (una distinción empírica) .

Acción de canprobar la confiabilidad y de medir la calidad de la información o de los aatos científi- cos, en el curso de las operaciones de "consolida- ción" y de "revisión" (*)

Los que ejercen las varias profesiones que partici- pan en la transmisión de la información científica y técnica de los productores a los usuarios, inclu- yendo los bibliotecarios, documentalistas, ingenie- ros de sistemas, etc.

Conjuntos individualizados de operaciones, tales cc m la catalogación, confección de rednenes analíti ws, indización, traducción, etc. "Canponentes funcionales", en una red o sistema mun dial de información: servicios o sistemas particulz res especializados en la ejecución de una función singular, sobre bases internacionales o inter-disci plinarias (por oposición a sistemas nacionales, si? temas orientados en función de una disciplina,etc.)

La representación del contenido de un documento por medio de sImbolos especiales que pertenecen, ya al texto original (palabras o sentencias claves "extrac tadas") , ya a un diferente"1enguaje de información" o de indización. "Instrumentos de indización" , "vocabularios de indi- zación": clasificaciones, listas de descriptores, te cauros, etc., utilizados a los fines de la indiza- ción .

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infomción (científica y técnica) Mormation

Inf ormation

Los elmtos simb6licos mpleados para carninicar el "conocimiento" cientlfico y técnico, indepndien_ t m t e de su naturaleza (nmSrica, textual, figura tiva, etc.) , de los soportes materiales, las f o m s de presentación, etc. La palahra "información" en este infonne no es diferenciada de "documentaci6n"; ambas se refieren a la substancia o contenidodelos docunientos científicos y a su existencia física. No obstante, cuarido es necesario se hace una distin - ci6n entre "información" expresada en lenguaje na- tural o de indización y los "datos" v. en bruto de la ciencia, registrados en forma r%i&ica o tif icada de otro modo.

Integración (de los servicios o sistemas de infor- El proceso y el resultado de la reasignación de ta- mación) reas dentro de (y/o entre) tales servicios o siste-

mas, con el objeto de reducir duplicaciones, opthi zar la relación entre costos y rendimientos, etc. Integration

Integration Más especlficamnte, la integración vertical se re- fiere a la aplicación de este proceso entre servi- cios que se ocupan de fases o funciones sucesivas de la transferencia de la información; mientras que la integración horizontal ccanprende servicios que ejecutan funciones similares sobre conjuntos de in- formación diferentes o que se superponen.

Inteligencia artificial Artificial intelligence

Intelligance artifi- cielle

ienguaje (lengua, idim)

ianguage

ienguaje documental

Docurrientary language Langage dccumntaire

Modelos y programas diseñados para la smlaci6n o slntesis del ccmportamiento humano en canputadoras (percepción, solución de problemas, aprendizaje, etc.)

(a) "Lenquaje natural", cualquiera de las lenguas utilizadas en la corrninicación verbal, por oposición a: (b) "hguaje de la infomción" o "lenguaje de in- dización" , "lenguaje de la dcxumzmtación", esto es, cualquier conjunto de indicadores léxico-grdficos y sintácticos utilizados para expresar el contenido de dccumntos cientlficos en el almacenamiento y la recupcración de la información (clasificaciones,liz tas de descriptores, tesauros, etc.).

véase "Lenguaje "

ienguaje de la información Véase "Lenguaje" Information language

Langage d'infomtion

ienguaje intermediario In-iate language

véase "Metalengua jep'

iangage intem6diaire

Lexicografía El proceso de canpilar "diccionarios" y "tesauros" , de acuerdo con las definiciones de este Glosario (q.v.) para su uso en el análisis y la recuperación

de descriptores, tesauros , etc. ) .

Lexiccgraphy Lexiqraphie de documentos científicos (clasificaciones, listas

156

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Literatura terciaria

M a r y literature Littérature tertiaire

Mayoristas (servicios, transferencia, etc.) Mmlesale (transfer)

Services de gros

Metalenguaje, metalengua, mtalingual Metalanguage, nritalingual

Metalangage, métalin- guistique

Minorista (servicios, transferencia, etc . ) Retail (transfer)

Services de détail

Prccesamiento Pr~SSirlg

Traitement

Racionalizaciái Raticmalization

Ratimalization

Reaconciicionamien~ Re-Fackaging

Re-organization

Red (de infonnacith) Netmrk

- RéSeaU

Renisión Referral

Inventaire

Registro mundial World Register

Registre &ial

Esta expresión no se mplea aquf en el sentido de "bibliqraffa de bibliografías" u otros afines, si- no sólo c m una designación sintética de los pro- ductos de la "consolidación" (q.v. )

Véase "Transferencia"

Usados s610 en el sentido siguiente: construcciones simbólicas cuyo objeto es servir de instrumento pa- ra convertir una lengua en otra, por ejemplo, tesat ros maestros (en el caso de lenguajes de la infom- ci6n), lenquas intennediarias (en el caso de la trc ducción mecánica en lenguaje natural), etc.

Véase "Transferencia"

(a) en general, la cadena de operaciones que deben efectuarse para proveer determulados servicios o productos de informacián, en cualquier etapa del pro_ ceso de transferencia (por ejemplo, análisis, alma-' cenamiento , recuperaci6n) . (b) más específicarrwte, la ejecución de estas ope- raciones con canputadoras (técnicas de procesamien- to autdtico de datos, redes de procesamiento,etc.) También se ha usado "tratamiento".

Mecanisno y fundamento lógico de la "integración" (p.) de sistemas.

Grdenamiento y fusi6n de materiales obtenidos en di ferentes fuentes, con el objeto de proporcionar SE vicios o productos de información ajustados a los requerimientos especiales de determinados grupos de usuarios. "Centros de reacondicionamiento" los que se encargan de realizar esta tarea

Esta palabra se emplea generalmnte en el misno sen- tido que "sistema" (véase las definiciones a y c que se dan para este vocablo) ; dase sec. 5.3.2 "Rsd de canputadoras", "red de co- municación": los medios técnicos y las unidades ope rativas utilizadas para el procesamiento y la trm- ferencia de la información a distancia.

La indicación de las fuentes (personas, institucio- nes, publicaciones, etc.) de las que puede obten% se la informaci6n científica sobre un tema determi- nado; rnecanims para conectar a los usuarios con tales fuentes.

Registro amlativo de datos sobre recursos de in- formación, recopilados, puestos al día y distribui- dos permanentemente por intermedio de alguna unidad o red especializada; por ejemplo, un registro mun - dial de prriódicos científicos, un registro mundial de servicios de información, etc.

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Repositorios Repsitories

Senrices d'archives

eresentación kpresentation

Représentation

Reprosraf f a Reprography

misión miews

cunpte rendu

Servicios básicos de acceso &sic Access Services

Cervices d'ads primaire

Sistema (mundial de infonnación) s y s m

sYs*

m sentido amplio, "cualquier organización cuya f; ción principal sea la adquisici6n, ahcenamiento y diseminacih de libros, periódicos y/u otros docu - mtos" ; por e j . : bibliotecas, "centrales de distrL bución" , "depósitos centrales", etc.

Reformulación o imagen de un documento redactado en lenguaje natural, en términos de un "lenguaje de in_ formación" (o de indización) .

Las técnicas y problemas de la duplicación de docu- mntos en diversas fonras.

mtraccih de la sustancia y significación de uno o varios documentos científicos, en relación con un cuerpo más amplio de conocimientos. La revisión, en oste sentido, es una forma de la "consolidación", e implica no sólo condensación, sino también evalua- ción crítica de la informaci6n científica. (En esta versión se q i e a también "revisión critica", cano traducción del inglés "reviews", salvo cuando el contexto parece indicar el sentido de "reseña").

Servicios para fines generales de información, que suministran extractos, referencias indizadas y tra- ducciones, correspondientes a una o varias discip- nas, a nivel nacional o internacional - por oposi- ción a "centros de análisis de la información", ser_ vicios de "reacmdicionamiento", etc. que actúan en relación más estrecha con grupos de usuarios más e2 pecíficos y en áreas más limitadas de la investiga- ción científica y técnica.

(a) Desde un punto de vista funcional: "una integra cih hita de hcmbres, métodos, esqums de organi- zación, equipos y programas, cuyo funcionamiento coordinado slrministra a múltiples y dispersas camu- nidades de usuarios todos los elenkmtos de informa- ción de que ellos tienen necesidad en cualquier m- mento, indeFdienteínente del origen o localización fisica de esos elementos bajo una variedad de posi- bles formatos de salida, elegidos por los usuarios de conformidad con sus hábitos de información, sus capacidades y requerimientos": (b) Desdeun p t o de vista metcdol6gico: "todo c o ~ junto romplejo de reglas y de medios... que permita realizar el concepto de coparticipación mundial en la transferencia de la información científica y téc nica, desde productores a usuarios igualmente dis - persos": (c) Desde el punto de vista de la organización: "un conjunto de ccmponentes interrelacionados que junb- mente transfieren la infonnaci6n de los producto - res a los usuarios, siquiendo reglas y procedimien- tos idénticos o ccmpatibles, teniendo en mira el in_ tercambio y las interconexiones mundiales"; (d) Sistema de información: ensambladura de métodos y pmgramas concebidos con la finalidad de transfe- rir información científica y técnica a sus usuarios potenciales en un medio determinado.

1.58

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Sociedades cientlficas Scientific cocieties

Associations scienti- f iques

Tesauros Thesaurus

Thesaurus

Transferencia de la informaci6n, etc. Information transf er

Ransfert de l'infor- mtion

Asociaciones formales de científicos, considerados aquí en cuanto agentes del desarrollo de los r m - sos de informaci6n, en colaboraci6n con otras "aso_ ciaciones profesionales" (q.v. )

Este término es usado en este informe en sentido no esplfiw e incluye todo instruniento lexioográfico para fines de indización -por ejemplo, clasificacig nes, listas de descriptores, diccionarios de len- gua natural a lenqua de información, etc.-, cualquie ra sea su forma de presentaci6n y estructura inter- na.

El conjunto de operaciones mediante las cuales los conocimientos cientlficos son pestos a disposición de diferentes categorlas de "usuarios", luego de su inicial generaci6n por los "productores". Se hace a veces una distinción q€rica entre transferencia "al por mayor" (o "mayoristas"), cuando se trata de una gran poblaci6n de usuarios indiferenciados (in- cluyendo entre éstos a servicios de informaci6n es- pecializados), y transferencia "al por menor" (o "minorista"), la que se efectúa a grups de usua- rios especlficos, más restringidos; Véase "Servicios básicos de acceso" y "Reacondicio- namiento" , respectivamente.

Véase "Procesamiento". Tratamiento

* * *

159

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Anexo A

Miembros del ccanité Central CIUC/ünecco sobre la posibilidad de establecer un sistem mundial de información científica (1).

Dr. B.W. AdJchson

N.B. Arutiunov Dire &mi lac Mosc

Cent Acad Wica

Prof. A. Avrmscu

Oficina del Servicio de Infomción Cientlfica, Nacional Science Fmdation, Washington (Estados Unidos de América)

cción de Información Científica y Técnica, .té Estatal de la Ciencia y la Tecnología de IRSS, Consejo de Ministros, !lí (URSS) ro de Eccu~~mtación Científica, [&a de la Fkpública Socialista de Rumania, rest (Rumania)

Prof. G.A. Boutry

Dr. A. Coblans

Dr. M. Harris

Dr. H.T. Hmkway

Prof. Dr. H. Kaiser

Prof. M. Kotani

m. P. Lázdr

Prof. A.I. Mikhailov

Sr. P. Piganiol

Dr. C. Sherwin

Dr. F.A. Stafleu

Conservatoire National des Arts et Métiers París (Francia) Departamento de publicaciones, ACLIB, Londres (Reino Unido) Consejo de Administraci6n de la Anerican Cl-iemical Smiety, Washington (Estados Unidos de. Mrica) Oficina de infomción Científica y Técnica, Departamento de Educación y Ciencias, Londres (Reino Unido) Institut filr spektrochemie und angewandte Spektros- kopie Dortrrnuid (República Federal de Alemania) Consejo Científica del Japón Tokio (Jap6n) Biblioteca Técnica Central 9 Centro de Documenta- ción de Hungría Budapest (Hungría) VINITI Moscú (URSS) -pie de Saint-Gobain, Neuilly-sur-Seine (Francia) Gulf General AtCanic, Inc., San Diego, California (Estados Unidos de América) Museo Bot&iico Utrecht (Países Ba jos)

~~ ~~

(1) Los doctores Láz& y Sherwin tuvieron que abandanar su participación en los Trabajos del Canit6;fueron reemplazados por el profesor A. Avramescu (Ibsnania) y el doctor M. Harris (Estados Unidos de América).

161

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Representante delCIUC

~epresentante de la Unesco

Canité Consultivo

Prof. H. B r m National Academy of Sciences, National Research Council Washington (Estados unidos de América) Dr. A. Wysocki (*) Departamento de Política Científica y Fanento de la investigación Fundamental, Unesco, París (Francia)

Sr. S. Adams Biblioteca Nacional de Medicina Departmnt of Health, Fducation and Welfare, Fublic Health Service, Bethesda, M. (Estados Unidos de América) Sr. R. Bree CID, CCnmiission des Cannunautés Europ6emes, Luxemburgo (Gran Ducado) Dr. R.L. Kenyan ’

iuwrican Chemical Society Washington (Estados Unidos de Mrica) Sr. J. Page Centro Europeo de Investigación del Espacio, Neuiiiy-sur-Seine (Francia) ika. P.V. Parkins Biological Abstracts Filadelfia, Pa. (Estados Unidos de América) Sra. J. Poyen Oficina de Resúmenes Analíticos del CIUC, París (Francia) Sr. J.R. Spith hTSPEC, The Instihition of Electrical mgineers Stevenage, Herts (Reino Unido) Dr. F.A. Sviridov FID La Haya (Países Bajos) Dr. J.E. Wmiston División de Información Científica y Técnica, Organism Internacional de Energía AtQnica, Viena (Austria)

* * *

(*) Sucesor del doctor A. Pérez-Vitoria (desde 1968), Departamento de la Documentación, Biblioteca Y Archi- vos, en la ünesco.

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Anexo B

1. Grupo de trabajo sobre la evaluación, canpresión y organización de la información científica (1968)

Presidente

Miembros

Prof. Dr. H. Kaiser (República Federal de Alemania)

2. Grupo de trabajo sobre indización y clasificación (1968)

Dr. F.L. ñrady Washington (Estados Unidos de América) Prof. J. ñngelfriet ia Haya (Países Bajos) Dr. A.C. Menzies Harrcxu-on-the-Hill (Reino Unido) Sr. P. Piganiol (Francia)

Presidente

Miexbros

Sr. D.J. Foskett (Reino Unido)

Sr. A. Van der Laan (FD, La Haya) Sra. 1. Dahlberg (RepGblica Federal de Aimia) Dr. P. Lázár (Hungría) Dr. F.A. sviridov (FID, La Haya)

3. Grupo de trabajo UNISIST/Micina de ResCnnenes Analíticos del CIUC sobre descripción bibliográfica (de 1968 en adelante) En 1968 se produjo la fusión de este Grupo con el Gmpo de Trabajo de la Oficina de Reshaes Analíticos del CiüC s&re normalización de rescimenes analíticos la unión con el Grupo de Trabajo UNISIST sobre normas internacionales para la transmisiÓn de datos bi- bliográficos básicos (presidente: Dr. C .W. Sherwin)

(presidente: Prof. C.A. Boutry) y, al mi= tiempo,

Presidente

Miembros

Dr. H.T. Hookway (Reino. Unido)

Dra. N. Dusoulier (CNRS, ParTS) Dr. S. Harada (JICST, Tokio) Dr. D. Hoene (Qlemisches Zentralblatt, Berlk) Sr. M.D. Martin (Sistfsnas de Información en el IEE, Londres) Sra. J. Poyen (Oficina de Resúmenes Analíticos del CiuC, París)

163

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4. Grupo de trabajo sobre problems de lenguaje

Presidente

Dr. V.P. RrmMnav

Sr. K. Schneider (Zentralstelle fur maschinelle Dolclrmentation, Francfort del Main) Dr. B.V. Te11 (Instituto Real de Tecnología, Estocolmo) Sr. J.L. h b d (Chemical Abstracts Service, Colwibuc, Ohío)

(VhTITI, Mosdi)

Sr. P. Piganiol (Francia )

Miembros Frof. Dr. Helrnit Amtz (Burg Amts, Rep6blica Federal de Alemania) Dr. A.I. Chernyi (VINITI, Mosdi) Sr. J.H. d'Olier (Centre de Dccmentation du CNRC, París) Sr. D.J. Foskett (institute of Education, Londres) Dr. D.G. Hays (Faculty of Social Sciences and Administration, Buffalo, N.W., Estados Unidos de &&rica)

5. Grupo de Trabajo sobre las necesidades de investigación en la esfera de la documentación (1968-1969)

Presidente Ing. N.B. Arutiunov (URSS)

Prof. A. Mikhailov (VINITI, Mosdi) Prof. J.C. Gardin (CNRC, Marsella) Dr. A. Merta (Departamento Central de Información Científica, Técnica y Econhica, Praga) Dr. D.R. Swanson (Graduate Schml, University of Chicago, Illinois) Dr. B.V. Te11 (Instituto Real de Tecnología, Estocoh)

6. Grupo de Trabajo sobre la información científica en los países en vñas de desarrollo (1969)

Presidente

Miembros

Dr. H. Coblans (ASLIB , Londres)

Dr. J. Green (Govermt Relations, Washington) Sr. C. Keren (Centro de Información Científica y T&nica,Tel-Aviv) Prof. 1. Malecki (Academia de Ciencias, Varsovia) Dr. A.M. Smdoval Centro de Información, Syntex International, ATSA, México

164

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Prof. C.I.O. Olaniyan (Escuela de Ciencias Bioldgicas de la Universidad de lagos, Yaba, Lagos) ür. I.N. Sorokin (VINITI, ksctí)

7. Grup de Trabajo sobre fonnatos para carminicaciones (1970)

Presidente Dr. B. Te11 (Instituto Real de Tecnología, Estocolmo)

Sra. H. Avram (Library of Congress, Estados Unidos de .Qn?%ica) Sra. A. Berthelot (CNFS, Francia) ing. K. Havlicek (&tro de Información Científica, Técnica y Econánica , Checoslovaquia) Dr. L.N. Swiarakov (Ccanit6 Estatal de Ciencia y Tecnolcq€a, URSS) Sra. Vichniakof f (CNRS, Francia) Sra. S.T. Waters (Medlars, Estados Unidos de América) Ing. R. Zajac (-té de Ciencia y Tecnología, Polonia)

8. Csupo de Trabajo cohre el Sistma internacional de datos de publicaciones seriales (1970)

Presidente Sr. M.P. Piganiol Ccmpasnie Saint-Gobain, Neuilly-sur-Seine, Francia)

Dr. B. Adkinson (Natiml Science Foundation, Wackington) Dr. H. Coblans (ASLIB, Londres) 3r. L.N. Sumarakov ( W t 6 Estatal de Ciencia y Tecnología, URSS)

* * *

165

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Indice

Este índice incluye palabras claves c c m ~ disciplinas, ncenbres propios (países, organisms, etc.), ade- mds de aquéllas que designan los conceptos de la ciencia de la información usados d s frecuentemente en es- te infom. El €dice no pretende ser exhaustivo: nociones incidentales y la estructura del informe, a las cuales se refiere de paso se han anitido (por ej.: índices permutados, servicios de préstam, etc.) de mo- do semejante no aparecen en la nánina nombres personales ni títulos de priodims (por ej : el Padre Marsm- ne, Toxicity Bibliography). Para la lista de siglas usadas véase página 5.

El asterisco (*) significa que el término aparece también en el Glosario (página 153).

A

-Acceso (a la información científica y técnica): -- necesidad de un acceco 116s amplio, 8, 12, 27 -- obstáculos a un acceso igual, 65-66 -- pasos deseables en favor a un acceso más amplio a diferentes niveles: - econhicos, 120-21 - legales y aüministrativos, 121-122 - t&nicos, 119-120 w h e h b i 6 n : dicponibilidad; barre- ras lingufsticas.

Ahhistración Nacional de la Aeronáutica y el E~pa

Mquisición: -- programas cooperativos en bibliotecas cientffi-

cio (NASA), EüA, 16, 39, 47, 58, 60

cas, 40-41, 92-93.

Agricultura: -- servicios avanzados de información científica y técnica, 59 whahe hbihn: Organización (de las Ng ciones Unidas) para la Alimntación y la Agricultura (QAA) .

ALFMANIA, República Federal de -- participaciSn en prqramas cooperativos interna- cianales para ICT., 16, 55, 57, 59, 61, 93 -- programs nacionales de adquisición en bibliote- cas, 40 -- servicios avanzados de información de química,53

Análisis (*) -- análisis de datos, w d a e centros de datos -- contenido dcxmwntal, w6ah e servicios de redme- nes analfticos y de indización; cen- dos (de análisis) de la información.

Análisis de la información: -- su relación con la investigación científica, 34,

35 uhabe tambi6n: evaluación

Análisis del lenguaje, 111 w é u e -también: indización (autdtica) terminología , traducción (por máquina)

Análisis de sistema, 90, 112-113, 134, 151.

Año Geofísico Internacional, 17.

ARQNTINA: -- participación en programs cooperativos interna- cionales para información científica y técnica, 58.

Asociación de la Industria de la Información, EuA, 53.

AUSTRFLiA: -- participación en programas cooperativos interna- cionales para la información científi- ca y técnica, 16, 57.

B

Barreras al flujo de información w&ue acceso; dis- ponibilidad; barreras lingulsticas.

Barreras lingulsticas, 65, 75-78 w6ae -también: lenguaje universal.

BELGICA: -- participación en el programa internacional coape

Bibliografías nacionales, 49.

rativo para ICl', 39, 41.

167

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Biblioteca Científica del Museo de Ciencia de ion - &es, R.U., 37, 38.

Biblioteca del Congreso, EUA, 37, 42 -- clasificacih, 46, 98. Biblioteca John CrerZ, EUA, 47.

Biblioteca Nacional, Francia, 37.

Biblioteca Nacional de Agricultura, ElJA, 37, 59.

Biblioteca Nacional de Ciencia, Canadá, 38-39.

Biblioteca Nacional Lenin, URSS, 37.

Biblioteca Nacional de Medicina, EUA, 37 whahe también: sistema de análisis y recuperación de la literatura &ica (MEDIl1RS).

Biblioteca Nacional de Préstamos para la Ciencia y la Tecnología, R.U., 38.

Biblioteca Pública Estatal de Ciencia y Tecnología de la URSS, 38, 49.

Biblioteca Saltyhav-Shchedrin, URSS, 37.

Bibliotecas (ciencia) : -- analogías funcionales con los centros de infom- ción, 39, 43-44 -- cmperaci6n inter-bibliotecaria para la adquisi- ción de documentos, 40-41 -- desarrollo histórico, 37)

1- papel en el proceso de la transferencia de la in_ formación, 28 -- para el intercambio de descripciones bibliqráf' cas, 41-43 -- recanendaciones para el fortalecimiento de las bibliotecas de ciencia, 104 -- tendencias 116s importantes, ejemplos, 38-40.

Biología: -- sistema de infomci6n avanzado, 55. BOLIVIA, 79.

BRACIL,~ 80.

C

Calculadoras w &U e canputadoras.

CrWADA: -- aspctos del ICT, 39, 61 -- participación en programas internacionales coo- perativos para el IVY, 16, 42, 53-54, 62.

Catalogación (*) w & ~ e descripción biblicgráfica.

Catálogos colectivos w6ahe catálogos de mih.

Catálogos de unión: -- c m un instrumento de programas de adquisición cooperativa en bibliotecas de servi- cio, 40, 92 w6ue Aambién: bibliotecas, bibliogra- fías nacionales.

Central de distribución: -- cintas magnéticas, etc. w6ae conversi6n (centra -- mnpilaciones y slntesis, 47 -- para la colección y disaninacián de tesauros, 47, -- para el manejo de ciertas categorías de docuwn- -- traducciones, 47.

les de)

99, 102

tos, 29, 47-8, 104-105

Centrales mundiales, centros mundiales de la IVY,15.

Centre Nationale de la Recherche Scientifique(CNRS) , Francia, 47, 50.

Centro Confederal de Información sobre Investigacig nes y Trabajos de Desarrollo en Curso, URSS, 49, 50.

Centro de Documentación sobre Defensa (DK) , EiA, 47, 58.

Centro Europeo de Traducciones (ETC) , 47, 93.

Centro interqubernamental de Docmentación sobre la Vivienda y el Medio Ambiente, 59.

Centro Nacional de Remisión, EUA, 93.

Centros de datos: -- factores sobresalientes, opestos a centros de (análisis de la) infomción,60-61 -- papel de los centros de datos en la información cientlfica y la investigación, 7, 29 u é a e también: evaluaci6n redes internacionales, 18, 60-62, 100, 107-108.

Centros o servicios de (análisis de la) informa-

-- características sobresalientes, 61, 105-106 -- cooperación entre centros o servicios de (análi- -- papel en el proceso de transferencia, 29 -- tendencias principales, 45, 105-106. Ciencia de conputaci6n: -- temas de investigación, 111-112. Ciencia de la inf~~mción, expertos de la informa-

-- papel en el progreso hacia un sistema mundial de

ción (*)

sis de la) informaci6n, 46-48

ción (*)

la información científica, 81, 84,

w6a~e h b i 6 n : educación. 114-115, 129

168

Page 169: unisist

Ciencia y tecnología: -- el impacto del progreso en la ciencia y tecnolo- gía sobre problmas de información, 7 wéae fmbidn: tecnoibgia.

Ciencias biomédicas W&A e dicha.

Ciencias de ingeniería, 16, 59 -- Engineaing Joint Council (EsC) , EUA, 59 w é ~ e fmbitn: industrias eléctricas y electrónicas

Ciencias nucleares véase Sistma internacional de Información Nuclear (SIIN)

Ciencias de la vida whaie biologla, medicina.

Cintas : -- distribución, intercambio de cintas magnéticas, 16, 19, 32, 41, 47-48, 5-4-55.

Citaciones wéan e tituios.

Clasificación

-- clasificación, listas de descriptores, vocabula- -- clasificación universal wéane clasificacibsl üeci

w h e también: indización

rio de indización, etc. wéme tesauro

mal Universal: lenquaje universal

clasificación Decimal Universal (CDU), 18, 46, 50, 98.

Clearinghouce for Federal Scientif ic and Technical information, EUA, 29.

Clexinghouse for Scientific and Tehnical ClassifL

Caigo Decimal Binario, BDC, 101.

Cfdigo Normalizado de los Estados Unidos para Int- cambio de información (ASCII) , EuA,101

Códigos : -- códigos de máquina para registros de información

cation Schedules, etc., Polonia, 47.

wéane registros de máquinas.

"Colegio invisible" wéu~e fuentes informales.

Ccdsi6n de Energía At6ínica (AEC) , EUA, 47, 56, 82.

Ccpnisión Oxamgráfica intequbemamental (COI) , 133.

mité Consultivo sobre Aplicación de la Ciencia y la Tecnología al Desarrollo, 78, 123, 126.

Canité sobre Cmicacián Científica y Técnica (SATWN), EUA, 35, 52.

Canité sobre Información Científica y Wcnica (COSATI), mTA, 51, 100 whahe .tambihn: Consejo Federal para la Ciencia y la Tecnologia, h'üA.

Ccpnpatibilidad (*) -- c m requisito para inteqracih, 70 -- equipos de procesamiento y telecmicaciones --vocabularios de indización, 46-47, 98-99

w éan e normalización

whane m b i k n : lenguaje de la informa- ción, tesauros.

Ccmpresión del I(ir wéae consolidaci6n.

Canputadoras: -- impacto en la transferencia del ICT, 12, 34,41- -- necesidad de proveer facilidades adecuadas para

amptadoras bajo un plan regional o nacional, 108, 119-120, 126, 150.

42, 43-45, 48, 84, 151.

Condensaci6n (*) w h e servicios de reshes analr

Consejo de Asistencia Econfica Mutua (CAEM) ,Europa

ticos y de indizacián.

Oriental, 17, 80, 120, 145.

Consejo Econbico y Cocial de las Naciones Unidas ,y)coC), 59, 79, 126, 130.

Consejo Federal para la Ciencia y la Tecnología, EUA, 17 w6ane fmbidn: Ccaité cobre Informa- ción Científica y Técnica (COSATI)

Consejo Internacional de Ciencias Sociales (ICSS), 113, 130, 139, 140.

Consejo Internacional de la Construcci6n, 41.

Consejo Internacional de Reprografía, 101.

Consejo Internacional de Uniones Científicas (CIUC) 17, 18, 19-20, 62, 70-71, 110, 114,124, 130, 133-34, 139 w h a e m b i é n : Organización de las Na- ciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura - CIUC - coopera- ción en el campo de I(ir.

Consoiidaci6n ( *) w ha e - evaluación - centros de (análisis de la) información - servicios terciarios. Conversión (centrales de) (*) -- centrales de, prcqramas, 48, 101 - de lenguajes de información, tesauros, etc.whane

ccmptibilidad.

convertibilidad (*) whah e ccnnpatibilidad. Ccmité sobre Datos para la Ciencia y la Tecnología

(CODATA), 18, 28, 61, 72, 100, 101,107, 143.

169

Page 170: unisist

Cooperación : caro base para un sistema mundial de información

cooperación mundial en ICT, 16-18 en la distribución de datos para lectura necani-

zada véabe cintas, conversión (centra- les de)

en sistemas informativos a gran escala (nacional, por disciplina) w6ae sistemas de in - formación

cientlfica, 83-84, 119

en traducción, 47 entre bibliotecas científicas, 41-43 entre servicios de información, 43-44 para la adquisici6n de documentos, 40-41 para la distribución de categorías especiales de

docuntmtos w6abe centrales de distribE ción

para indización, 46-47 para el intercambio de descripciones bibliográffi

para la producción de reshnes analíticos, 44- cas, 41-43

46 v h e h b i b n : coparticipación en la información, integración.

Coordinación de las actividades del ICT wéabe pla- neamiento.

Coparticipación vhabe coparticipación de la infom-

Coparticipación en la informacih (*) 91 3. 105, 108 w d a e ;tambifn: mpracih, integra- ción.

ción .

costos : -- consideracih de costo-beneficio en el UNISIST, -- de ICT en general, 9-10 147

wéme .también: eamcmúa.

Costos, políticas de, en ICT v h e econda de la trmsferencia de la información.

Crisis : -- crisis de la información, 9-11. Cultura: -- las "dos culturas", 7-8, 151.

ch

ch&cal Abstracts Service (W), EXJA, 16, 42, 53- 54, 56.

D

Datos (*)

-- normalizaczn, ncmmclatura y notación de datos, vs. documentos, 28, 29.

72.

Deflsitos, 103-104 véae Centrales de distribución

Derechos de autor, 81, 121

Descripción bibliográfica (*) -- cEdigos legibles por máquina, 47-48 -- duplicaciones, 69 -- programas cooperativos, 41-43. Determinaciones socio-culturales en el flujo de ICT,

11-12, 65-66 w6ae m b i 6 n : - barreras - barreras linguísticas - econda.

Diccionarios (*) -- tknicos vdab e terminología. Disminaci6n selectiva de la información (SDI) (*)

39, 43, 45, 67

Disponibilidad (de ICT) -- disponibilidad global caro neta para üNISIST,118 -119 wéabe m b i 6 n : acceso.

DINAMAKA wéabe ESCANDhTAVIA

ikmmmtacih (*) -- definición, 35 Docunwtación internacional sobre Investigación en

Carreteras (IRFD) , 59-60.

E

Econda de la transferencia de la información: -- caro medida de la "crisis de la infomción"9-10 - determinación econhica en el flujo del ICT, 66, -- diversidad de modelos, 66, 109, 120-121 -- mOdelos, 73, 108. Editores : -- papel del editor en el proceso de transferencia

de la información, 66, 108 whabe x'zmbifn: redactores

78-80, 120-121

Educación : --de científicas y exprtos en información en las

formas de transferencia de infomcih 66, 80, 109-110, 119, 127, 151 -- del segundo idim, 77.

Educación cano campo de las actividades de ICT, 60 -- EDUCCM, EDUNET, ERIC (EUA) , 60 Encabezamientos de materias (*) -- indicadores generales del contenido de dccunen-

tos, 97-98 v6ae .también: indización.

170

Page 171: unisist

Entrenamiento v é ~ e educación.

Envejecimiento (de la información científica), 10.

ESCANDINAVIA: -- ccopración en ICT, 40 -- participación en el programa cooperativo intemz cional para ICT, 54

ESTACOS UNIDOS DE AET3W.X (EU4): -- aspectos de las actividades de ICT, 17, 40, 47, -- programas internacionales de cooperación 51-53, 62, 93

para ICí', 15, 16, 17, 42, 46, 47, 48, 54, 55, 56, 57, 59, 62, 93

Estudios linguísticos para ICl' véUe análisis del lenguaje.

Estudios de usuarios, 23-25, 113.

EURATOM, 47, 56.

EUROPA : -- -ación en el c v de ICT, 16, 47, 55, 59 -- niropa occidental, 46, 47, 54 v é ~ e hmbbén:&ganización para la Cm- peración y el iksarrollo Econánico (OCDE) -- Europa oriental v6ae Consejo de Asistencia Eco- nánica Mutua (-)

Evaluación (*) -- centros de evaluación: datos evaluados, 69, 83, 104, 105-108, 109, 142-143 véane -también: centros de datos: servL cios terciarios.

Esrperimento sobre transferencia de la información (INTRM), EUA, 43, 60, 74.

Explosión de la informaci6n véue crisis.

F

Federación Internacional de Asociaciones de Biblio- tecarios (FIAB) , 19, 70, 92, 95, 101, 130, 139.

Federación Internacional de i~ocmentación (FID) , 18, 19, 62, 70, 95, 98, 101, 103, 110, 114, 124, 125. 128, 133.

Federacifm Internacional de Sociedades para el Tra- tamiento de la Informacih (FISTI) , 18, 101, 103, 110, 130, 139.

Federación Mundial de Organizaciones de Ingeniería (FFDI), 110, 130, 139, 140.

FINLaNDIA U h e ECCAM)INAVIA.

Física : -- sistemas de infonnaci& avanzada. 54-55.

Francia: -- aspectos de las actividades de ICT, 47, 48, 50- -- participación en programas internacionales coo- 51, 61

perativos para ICT, 16, 57, 58, 59, 61, 93.

Fuentes informales de ICT, 26.

F'undaciÓn Excerpta Médica, 57-58.

G

Geodesia y geofísica, 17.

Gobiernos: -- papel del gobierno en el desarrollo de ICT, 11- 12, 17, 117-128, 130, 138.

1

INDIA, 79, 80.

Indicaciones de materias v é a e encabezamiento de materias.

iridización (*) -- autdtica, 99 -- cqración, 16-17, 46-47 -- duplicación, 69 -- en la fuente, indización por el autor, 46-47 -- lenguaje wéabe lenguaje de infomción -- normalización, relacionado con - cchnpatibilidad, 72 - concepto de un lenguaje de información univer- sal o clasificación, 71, 97-98 -- vocabulario v h e tesauros.

industrias eléctricas y electrónicas, 16, 55, 59 w é ~ e mbién: ciencias de ingenierla.

informaci6n, científica y técnica (ICT) -- ascendente importancia, 9-10, 11-12 -- calidad vs. cmtidad, 9 -- definicig (*), 35 v é a e tambikn: costos; gobiernos.

información clasificada, 121.

information Service in Physics, Electrotechnology and Ccnnputer Control íINSPEc) , R.U. , 55, 65, 69, 82, 95.

Institución Britdnica de Ingenieros Electricistas (IEE), R.U., 16, 54.

Instituto Americano de Ingenieros Electricistas y Electrónicos (IEEE), EüA, 16, 55.

Instituto Confederal de Información Agrícola,UF¿SS, 59.

instituto Confederal para la información Cientlfica en la Industria Eléctrica, URCS, 59.

171

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instituto Confederal de infomci6n Científica y Scnica (VINITI), URCS, 49-50, 60.

instituto Confederal de Investigaci6n para la Infog mación Médica y Médico-tknica, URSS, 58.

instituto de Investigación para el Desarrollo de la informaci6n en &dioelectrónica , mss, 59

Instituto Nacional de Normas de los Estados Unidos (ANSI) , EUA, 87, 101.

instrucci6n ayudada par ccmpltadora (IAC), 112

Integración (de los procesos y servicios de ICT) (*) -- kneficios, 147-148 -- problemas de organización, 68-70, 82 w ha e h b i é n : cooperación , copartici- pación en la información

inteligencia artificial, 100, 112

intercambio de la información científica y *ica en lenquaje de máquina (ISTIM) (Grupo de trabajo, EUA), 73.

Interface de máquinas w6ae nomlización (de regis tros de máquina)

Inventarios de recursos de ICT: -- ccmo una base para los programas de caparticipa- ción de informción, 92-94, 109.

ISRAEL, 47.

ITALIA: -- participación en programas de Coaperación inter- nacional para ICT, 58

J

JAFQN : -- aspctos del ICT, 16, 51, 62, 95 -- participación en programas cooperativos interna- cionales para ICT, 16, 46, 57, 58.

Joint Agreement Group, EUA, 100.

L

Lenguaje docwp-ntal wéae lenguajes de información.

Lenguaje de la información (*) -- el concepto de un lenguaje universal de informa-

ción, 47, 71-72, 76-77 w6ae h ó i é n : lenquaje universal

w h a e h b i é n : ccmpatibilidad -- evaiuacián, a-paración, 19

Lenguaje intermedio, tesauros (*) w h a ~ e ccmpatibi- lidad .

Lenguaje universal para la transferencia de ICT: -- el idiam de la ciencia c o idim universal,76 -- indicaciones normalizadas de materia cano un 1% guaje universal, 98 -- lenguajes de información sobre clasificación co- mo una lengua universal, 77, 98 -- perspectivas acerca del uso de un idim natural existente o de un idima artificial cg mo idioma universal, 76 w é a e m b i d n : lenguajes de informa- ción; Clasificaci6n Dechal universal.

Wicograf €a (*) wéa e terminología , tesauros . Listas de descriptores (*) wéae tecauros.

Listas unificadas wéae catálogos de unión.

Literatura científica primaria, 19, 66, 67 wéae también: productores, pubiicacig nes.

Literatura impresa wé.abe publicaciones

Literatura (científica y tecnológica) "inaita" (informes técnicos), 25, 26-27, 104 wéae m b i é n : centrales de distribu- ción.

Literatura terciaria (*) da^ e servicios terciarios

M

Mecanización w6a~ e ccmputadoras, t&nicas de trans ferencia de la información.

Medios de canunicación para la transferencia de ICT wéa e telecanunicaciones

Medicina : -- sistemas de información avanzada, 56-58. Metalenguaje (*) w6ae lenguaje intermedio.

Meteorología , 61.

P~ICO, 78.

Misión - vc. servicios orientados por disciplina,31 -- ejemplosdesenricios orientadospmmisiÓn,55-60 Modelos : -- de la cadena de transferacia de la informaci6n, -- de sistemas de información, 73, 108, 113-114. Monopolio del ICT, 11.

Museo Brithico, R.U. 37.

25 sq.

N

Nanenclatura, para datos de ciencia y tecnología w b e datos

172

Page 173: unisist

mmlización: -- ccmo un requisito previo a la integración, 70 3. -- de equipos, 72, 101 -- de estadísticas de bibliotecas e información, 73

93, 94-95 -- de instalaciones de telecmicaciones -- de instrumentos de indización, 71-72, 97-99, 141 -- medidas para la normalización en el campo de la descripción biblicgr~fica, 71, 95-95, 141 -- de modelos de informacith, 108-112 -- de nomenclatura de datos y terminología, 72, 99,

-- de procedimientos de recCrmenes analíticos, 71,97 -- de registros de máquina y estructuras de archi- NORUEGA wéae ECCANDINAVIA

Notación para datos de ciencia y tecnología wéabe

82

100, 141

VOS, 72, 100-101

datos.

O

Oceanqafía, 17

Oficina de InformaciÓn Científica y Técnica (OSTI), R.U., 54.

Oficina de Resúmenes Analíticos del CIK (CmC/AB), 17, 55, 69, 71, 97, 101, 108, 130.

Organisrm de InfomciÓn Técnica de las Fuerzas Ar- madas de los Estados Unidos, 58.

Organism Internacional de Wrgía Atánica (OIFA) , 55, 61 LJ e h b i h n : ~istma internacional de Infonración Nuclear (SIIN)

Organizaci&(de las Naciones Unidas) para la A l h - tación y la Agricultura (OAA) , 59, 124 126, 130.

Organización de Coop-ración y Desarrollo Econ&icos (OECD), 10, 16, 48, 60, 80, 101, 120.

Organización Europea de Biología Molecular (m), 133, 145.

Organización Europea de Investigación del Espacio (RSRO), 16, 29, 58.

Organización Internacional del Trabajo (OIT) , 124.

Organización Internacional de Unificación de Normas (OIUN), 18, 41, 44, 65, 71, 721 951 971 99-100, 101, 130.

Organización Meteorológica Mundial (W), 61, 115.

Organización Mundial de la Salud (Oí%), 124, 126, 130.

Organización de las Naciones Unidas para el Desarro 110 Industrial (ONUDI), 79, 126, 127, 130

Organización de las Naciones Unidas para la Educa- ción, la Ciencia y la Cultura(UNESCO), 17, 18-19, 44, 47, 67, 70, 92, 95, 97, 99-100, 114, 124, 133 L J ~ C U ~ tmbíln: Organización de las Na- ciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura/CiüC, mperación en el campo de ICT

ción, la Ciencia y la Cultura - Conse- jo internacional de Uniones Científicas (UNESCC-CIUC) :

tema mdial de información científi- ca, 21 -- cooperación en el campo del ICT, 20-22 w6a.A~ tmbitn: UNISIST

Organización de las Naciones Unidas para la Educa-

-- canité sobre la posibilidad de establecer un si?

Organizaciones, asociaciones regionales, Cooperación etc., en im wk c ~ e cooperación, planea- miento.

Organizaciones internacionales: -- acción en el campo de ICT - agencias técnicas, 16-17 - organizaciones profesionales (en ciencia infor - uniones científicas, 17 -- papel en el avance de la ICT, 130.

mativa y campos relacionados), 18-19

P

PAISES BAJOS: -- participación en programas de cooperación inter- nacional para el ICT, 58.

Países en vías de desarrollo: -- ayuda de UNESCO en el campo de ICT, 79, 124 -- la naturaleza relativa de la distinción entre

los palses en vías de desarrollo y las naciones industrializadas en este contexto, 80, 81, 110, 123 -- la posición de países en desarrollo en relación al ICT, 66, 74, 78-79, 123-24, 142, 149-50.

PAKICTAN, 79.

Patentes, 94.

Planeamiento de las actividades del ICT por agen- cias nacionales o regionales, 117-118, 126.

POiBNIA, 47, 76.

Privado, intrmisión en la esfera de lo, 121.

Productores, 25, 66 -- producción del ICT.

17 3

Page 174: unisist

hroyectos sohre catalogación para lectura mecaniza- da (MARC), 42, 43, 100.

Propiedad de ICT, 121

Fublicaciones : -- nuevas formas de publicaciones cientfficas y te- nolfqicas, 27, 66 uéae ,también: datos; literatura cien- tlfica primaria.

Puqwash (Conferencia sobre Ciencias y Asuntos mun- diales), 18

Q

Quiinica : -- servicios de información avanzada, 53-54.

R

Racionalización de las actividades de ICT uéhc in- tegración

Reacondicionamiento (*) - re-procesamiento de ID, 31-32 Red de información bibliotecaria de Nueva Inglate-

rra (NELhIET) , 42

Red(es) : -- limitaciones de las redes de infonnación existen -- red(es)de bibliotecas, 42-43 -- red internacional de categorizaciones por mate- -- red internacional para títulos a, priódicos, 95 -- redes "locales" amo componentes de un sistema

tes, 65 3.

rias, 97-98

mundial de información científica, 87 uéac ,también: caputadoras; servicios de referencia; redes de telecanmica- ciones; red mundial de información científica.

Redactores : -- papel de los redactores cientfficos en ID, 19, 77, 81, 108-109 w é a e m b i L n : editores.

Reglas, 19, 41 -- normalización, 70-71, 92-93 w é h e W b i d n : Proyecto sobre Cataloga ciÓn para Lectura Mecanizada (MARC)

Registro mundial (*) -- de servicios de información, 141 -- de títulos de periódicos, 95, 97, 141 Registros de máquina -- normalización y cmptibilidad, 72-73

Reino Unido: -- aspectos de las actividades de ICT, 38, 48, 76 -- participación en los programas internacionales de coaperación para ICT, 16, 42, 54, 60, 61, 93.

Repositorios ("1, 103-104 wCae ,también: centros de distribución depósitos, bibliotecas.

Representación (del contenido del documento) (*) w é a e indización.

Reproducción, reprografía (*) , 69, 72.

REPUBLICA ARABE UNIDA, 79.

Responsabilidades de los autores en actividades de información científica y técnica, 66- 67. U E U e también: servicios de reshes analíticos y de indización; indización; productores.

Misión crltica (*) véa5e servicios terciarios.

RDyal Society, R.U., 15, 44, 67.

S

Servicios básicos de acceso (*) udahe servicios de resúmenes analíticos y de indización; traducción.

Cenricios de remisión (*) , 93.

Servicios de resúmenes analíticos y de indizacion: -- coop2ración en la elaboración de peri6dicos de -- duplicaciones, 69 -- inventarios, cano base para programas de copar -- normalización de procesos, 71 -- papel que juegan en la cadena de transferencia, - tendencias actuales, 44, 76-77, 106. Servicios' secundarios, fuentes, de ICT, 28.

Servicios o sistemas por disciplina: -- servicios de infomción multidisciplinxi-,

resúmenes analítims, 16, 44

ticipación, 94

28

55-60 w t a e ,también: centros o servicios de información; misión

Servicios terciarios : -- papel en la cadena de transferencia, 28, 45, 66 -- programas ccoprativos, 47-48, 70, 106-107.

w d a e Imbién: evaluación

174

Page 175: unisist

Sistema: -- "sistema de sistemas", 33 véane fambihn: sistera de información, sistera o red mundial:.

Sistema de Análisis y Recuperación de la Literatura Médica (MEDLWS) , EüA, 16, 43, 56-57, 61.

Sistema(s) de información (*): -- breve descripción de algunos de los principales -- para un campo de aplicación particular, 55-60 -- por disciplina, 53-55 -- sistems de información nacionales, 49-53 -- su lugar cuno mpnentes principales de tal si5 -- sus límites, en relacih al concepto de un sistg

sistemas de información, 49-53

tema, 88

ma de información mundial, 65 3. véase fambién: sistema mdial de transferencia de la información.

Sistema Internacional de Informacib Nuclear (SIIN) 16, 42, 55-56, 65, 69, 82.

Sistema Nacional de Informaci& sobre Física (NISP) EUA, 55, 69, 82.

Sistema o red mundial de información (científica), sistema mundial de transferencia de la informacián (*): -- ccmporientes más importantes, 86-87 -- definiciones de prueba, 84-85 -- funciones generales y necesidades, 33 - la naciente realidad, 83 3.

Sistemas o redes nacionales de informacián

véase. ,también: UNISIST

véme sistmas de información, planedmiento.

Cmithsonian institution, EUA, 15.

Cociedad Americana de Metales (ASM), EUA, 16, 59,67

Soci&d Britdnica de Metales, R.U., 16.

Sociedad Química Americana (E), EüA véase Chani- cal Abstracts Service

Sociedades científicas (*), científicos -- su papel en la prcanoción de las facilidades de ICT, 81-82, 84, 98, 99, 100, 101, 107, 109, 130 v d a e fambihn: productores.

SUECIA: -- participación en programas coaperativos cionales para ICl', 16, 39, 61 véme ,también: ESCANDDJAVIA

interna-

Técnicas de transferencia de la información: -- innovaciones tecnológicas en la transferencia de la información, 12, 35, 84 w ha e f m b d n : miputadoras ; teieccrnu- nicaciones.

Tecnología : - necesidades de información y prácticas en la tecnología, en oposición a la ciencia básica, 25, 29-31, 139 -- transferencia en palses en vlas de desarrollo, 126.

Teleccsrninicaciones, 73-75, 83 -- redes, 73, 102-103, 108, 119, 150. Taras de investigación y desarrollo para UNISIST,

110-114, 143, 150.

Terminología: - estudios de terminología científica y técnica E ra la transferencia de la informaciÓn, 19, 99-100, 142.

Tesauros (*) -- cooperación en la producción de tesauroc canunes -- metdología para la construcción e integración o compatibles, 16, 58, 59, 98-99, 142

de bsauros, 98-99

Títulos : -- normalización de tltulos y referencias periódi- cas, red internacional para títulos de periódicos, 95.

Traducción: -- cooperación internacional en el camp de la ea- ducción científica y thica, 19, 77- 78, 104-105 -- por máquina, 78, 105.

Transferencia de la infomción (*) -- c m un problema filosófico, 7-9 -- tendencias actuales, 25-32 véase h b i é k : sistema mundial de tranz ferencia de la información

Transferencia de ICT (*) véuhe transferencia de la información .

Transliteracián: -- nomlización, 95-97. m n , 79

U UNEX0 v d u e Organización de ras Naciones Unidas pg

ra la Educación, la Ciencia y la Cultg ra .

Unih Internacional de Biquhica, 100.

Unión Internacional de Geodesia y Geoflsica, 17.

T

TAILANDIA, 79

175

Page 176: unisist

Unión Internacional de Telecanunicaciones (ITU), 75, 103.

UNION DE REPUBLICAS SOCIA LIS^ SOVIETICAS (URSS): -- aspectos de las actividades de ICTT, 38, 49-53, -- participación en programas de ccqeracián inter- 58, 62

nacional de ICl?, 17, 56 v6a0t Zm~bién: Consejo de Asistencia Econ€mica htua (CAFM) .

UNISIST: -- beneficioseslzradosde UNISIST, Capítulo 11 -- bosquejo general de UNISIST, basado en las nor-

mas para UNISIST, iii, v-vii, 89, 129- 130, 134, 137 -- campo que abarca, 139-140, 151

-- cmferencia intergubernamental prqesta (1971) , -- génesis del proyecto, 18-19 -- n m s a seguir por UNISIST, proprcionadas por

el Ccrnité Central uNEccO/CIUC para el estudio sobre la posibilidad de esta- blecer un sistema mundial de infom - ción científica, 20 -- observaciones finales sobre la posibilidad de e2

-- organización propuesta, 132-134, 138 -- origen del nanbre, 21 -- personal inicial y presupuesto, 143-145 -- programas y prioridades, 140-143.

138-139

tablec- UNISIST, 137-138

UNISIST (ccanit.6 Central) v 6 a e Organización de las Naciones Unidas para la Educaci6nI la Ciencia y la Cultura - Consejo Interna cional de Uniones Científicas ( Cmitg del) sobre la posibilidad de estable- cer un sisterra mundial de infomción científica) .

UNISIST, Grupo Consultivo de, 21, 100

UNISIST (Grupos de Trabajo) : - sobre la evaluaci6nI ccmpresión y organización de la información científica, 21, 103, 106 -- sobre información científica en los palses en vías de desarrollo, 21, 78-79, 124, 125, 126

fera de la documentaci6n, 21, 97-98, 145

de datos bibliográficos básicos, 100

-- sobre las necesidades de investigación en la es-

-- sobre normas internacionales para la transmisión -- sobre problemas de lenguaje, 21 -- UNISISTCIUC/AB Grupo de trabajo sobre descrip- -- UNISIST - Grupo de trabajo sobre indización y ciones bibliográficas, 21, 95, 97

clasificación, 21 URUGUAY, 79. Usuarios de ICT: -- papelenla transferenciade ICT, 8,23-25, 29,113.

* * *

176

Page 177: unisist

PUBLICACIONES DE LA UNESCO : AGENTES GENERALES DE VENTA

Afganistán Africa delsur

Albania Alemania (Rep. Fed.)

AntJlas Fraiicesas Antilias Neerlandesas

Argelia Argentina AuiLraiia

Austria Bélgica

Bolivia

Brasil Bulgaria Camboja Camerún Canadi Ceilán

Colomhin

Congo (Rep. Dem. del) Corra

Costa de Marfil Crista Rica

Cuba Checoslovaquia

Chile

China Chipre

Dinamarca República Dominicana

Ecuador

EL Salvador España

Estados Unidos de América Etiopía

Filipinas Finlandia Francia Ghana Grrcia

Guatemala Hiitl

Honduras Hong Kong

Hungría

india

Irak

Irán Irlanda Islandia

Israel Italia

Jamaica Japón

Jordania Kenia

Kuweit Líbano Liberia Libia

Liechtenstein Luxemburgo Madagascar

Panuzai, Press Department, Roya1 Afghan Ministry of Education, KABUL. Van Schaik’s Bookstore (Pty.), Ltd.. Lihri Building, Church Street. P. O. Box 724, PRETORIA. N. Sh. Botimeve Plaim Frasheri, TIRAPVA. R. Oldenbourg Verlag. Cnesco-Vertrieb für Deutschland. Rosenheimerstrasse 145. M~NCHEN 8. Librairie J. Bücage. m e Lasoir B 1’. 108. FORI-DE-FRANCE (Martiiiique). G.C.T. Van Do-& Co. (h-ed. Ant.) N. V., WILLEMSTAD (Curacao, N.A.). institut pédagogique national, 11. rue Al¡-Haddad (ex-me Zaitcha). ALGER. EditorialSudamerichna S.A.. Humberto 1 no 545, T E 30.7518. BUENOS AIRES. Al por menor : Dominie Pt7. Ltd., hor 33, Post Office, Brookvale 2100, N.S.W. Al por mayor : Zdu- cational Supplies Pty. Ltd; box 33. Post Ofice, Brookvale 2100. N.S.W. Subdeposiio : Uníted Nations Association of Australia, Victoriin Division, 4 th Floor, A-kew House, 364 Loodsdale Street. MELBOURNE (Victoiia) 3000. Verlag Georg Frommek Co.. Spengergasse 39, WIEN 5. Todas las publtiatrones: Editions “Labor” 342 rue Royale, BRUXELLES 3 ; N.V. Standaard Wetenschappelijke Uitgewrij, Belgielei 147, ANTWLRI EN 1. bnu&?nIe “El Correo” y las diapositivas: Jean D e Lannoy. I 12, m e du Trbne. UnuxELLEs 5. Comision Nacional Boliviana c‘e la ünesco, hlinisterio de Educación y Cultura, casilla de correo n.O 4107 LA PAZ ; Libreria Universitaria, Universidad San Francisco Xavier, apartado 212. SUCRE. Fundaqáo Getulio Vargas. caixa postal 4081-zc-05, Rro DE JANEIRO (Guariab,iia). Raznoiznos, I Tzar Assen. SOPIJA. Librairie Albert Portail, 14, avenue Boulloche, PHNOM-PENH. P:ipctcrie iiioderne, Maller et C’“ , B. P. 495. YAOUNDÉ. L‘Imprirneiir de la Reine. OTTAWA (Ont.). Lake Hoube 13ookshop. Sir Cittampalam Gardiner Mawata. P. O. Box 244. COLOMBO 2. Libreria Bucholz (;alcría, avenida Jiménez de Quesada 8-40, BOGOTA; Ediciones Tercer Mundo, apartado aéro 4817, B I ~ G O T ~ ; Distrilibros Ltda.. Pío Alfonso Garcia. carrera 4:. n.O’ 36-1 19 y 36-125. CARTACENA; J. GennáIi Rodrígiicz N., oficina ZOI, Edificio Banco de Bogotá, apartado nxional 83. GIRARDOT, Cundi- namarca; Librería Universitaria, Universidad Pedagógica de Colombia, TUNJ 1, La Librairie, Institut politique congolais, B.P. 2307, KINSHACA. Korean National C:ommission for Unesco, P. O. Boa Central 04, SEOUL. Centre d’édition et de diffusioii africaines, B. P. 4541, ABIDJANPLATEAU. Todurlurpiiblrcirciuiiis: Librcrí:i Trejos, 7. A. apartado 1313. SAN,!O& TeMfonos 2285 y 3200. Unicanwnte “El Correo”: Carlos Valerin Sáenz y Co. Ltda., SAN JosB. Instituto del Libro, Departamento Económico, Ermita y San Pedro, Cerro, LA HABANA. SNTL. Spalen.1 5 i,, PRAHA I (E.~posia-in permanente) ; Zahranicni literatura, I I Soukenicka. PRAHA I lodas la; publrcnciones: Editorial Universitaria, S. A,, casilla 10220, SANTI4GO. LÍnicamente “El Correo”: Comisión Nacional de la Unesco, Mac-Iver 764, dpto. 63, SANTIAGO. ?he World Book Co., Ltd., 99 Chungking South Road, section 1, ‘rAIPEH (Taiwan/Formosa).

Ejnar Munksgaard Ltd., 6 Narregade, 1165. K~BENHAVN K. Librería Dominicana, Mercedes 49, apartado de correos 656. SANTO DOMINGO. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Pedro Moncayo y 9 de Octubre, casilla de correo 3542 GUAYAQUIL. Librería Cultural Salvadoreña, S. A.. Edificio San Martín, 6.. calle Oriente n.O I 18. S W SALVADOR. Todas las publicaciones: Librería Científica Medinaceli, Duque de Medinaceli 4, MADRID 14. Ediciones Liber, a.,artado de correos 17, ONDARR~A (Vizcaya).

Unesco Publications Center. P.O. Box 433, NEW YORK, N.Y. 10016. National Commission for Unesco. P.O. Box 2996, ADDIC ABABA. The Modern Book Co., 928 Rizal Avenue, P.O. Box 632, MANILA. Akateeminen Kirjakauppa. 2 Keskuskatu, HELSINKI. Libra’rie de I’Unesco. place de Fontenoy, 75 PARIS-7’. CCP 12598-48. Metho?ist Book Depot Limited. Arlenris House, Commercial Street, P.O. Box 100. CAPE COAST. Librairie H. Kauffmann. 28. rue dii Stade, ATHENAI; Librairie Eleftheroudakis, Nikkis. 4 ATHENAI. Comisión Nacional de la Unesco, 6.’ Calle 9.27, zona 1, GUATEMALA. Librairie ‘A la <.‘aravelle”, 36, rue Roux, B.P. I I I . PORT-AU-PRINCE. Librería Cultura. apartado posial 568. TEGUCIGALPA D.C. Swindon Book Co., 13-15 Lock Road, KOWLOON. Akadémiai Konyvesbolt, Vaci u. 22, BUDAPEST V; A.K.V. Konyvtárosok Boltia. Népkoztársaság utja 16

El Palacio de las Revistas”, apartado 1924,

MAhI” Archbishop Aakarios 3rd Acenue. P.O. Box 1722. NICOSIA.

BUDAP~T VI. Orient Longmans Ltd. : Nicol Road. Ballard Estate. BOMBAY I ; 17 Chittarajan Avenue. CALCUTTA 13; 36 A Mount Road, MADRAS 2; 3/5 Asaf Al¡ Road, NEW DELH~ 1. Subdepdsitos: Oxford Book and Stationery Co., 17 Park Street, CALCUTTA 16, y Scindia Houy. NEW DELHI 1 Indian National Commission for Unesco, att. : Thr: Librarian. Ministry ot Education. C” Wing. Room 110. 214, Shastri Bhawan. NW DELHI I. McKenzie’s Bookshop, Al-Rashid Street. BAGHDAD ; University Bookstore. University of Baghdad P.O. Box 75 BAGHDAD. Commission nationale iranienne pour I’Unesco, avenue du M u d e The National Press. z Wellington Road. Ballsbridge, DUBL~N 4. Snaebjom Jonsson & Co.. H.F., Hafnarstraeti 9, REYKJAVIK. Ernanuel brown. fomerly Blumstein’s Bookstores, 35 Allenby Road y 48 Nahlat Benjamin Street, TEL Avrv. Libreria Commissionaria Sansoni S.p.A., via Lamannara 45. casella postale 552, 50121 FIRENZE; Libreria Internazionale Rizzoli. Galeria Colonna, Largo Chigi, o01 98 ROMA; Libreria Zanichelli. piazza Galvani I/h, BOI.OGNA; Hoepli, via Ulrico Hoepli 5. MILANO; Librairie franqaise, piazza Castello 9, TORINO: Diffii- wone Edizioni Anglo-Americnne, via Lima 28, 00x98 ROMA. Sangster’s Book Stores Ltd., P.O. Box -466, IOI Water Lane. KINCSTON. Maruzen Co., Ltd., P.O. Box 50‘0. Tokyo International, TOKYO. Joseph 1. Bahous & Co., Dar-ul-Kutub, Salt Road. P.O. Box 66, AMMAN. ESA Bookshop, P.O. Box 30167, NAIROBI. The Kuwait Bookshop Co. Ltd., P.O. B s 9 42, K W A ~ T . Libraries Antoine. A. Naufal et Frkres. B.P. 656, BEYROUTH Cole & Yancy Bookshops, Ltd.. P.O. Box 286. MONROVIA. Akency foi Development of Publication and Distribution. P.O. Box 261, TRIPOLI. Eurocan Trust Reg., P.O. Box 124. SCHAAN. Librarie Paul Bruck. 22, Grand-Rue, LUXEMBOURG. Todas las publicaciones; Commission nationale de la Republique malgache, Ministere de I’éducation nationale. TANANARIVE. %comente “El Correo”: Service des eu\res post et péri-scolaiies, Minist6;e de I’éducation nationale. TANA- NARIVE.

TÉH~RAN.

Page 178: unisist

Malasia Mal¡ Malta

Marruecos

Isla Mauricio México Mónaco

Mozarnbique Nicaragua Noruega

Nueva Caledonia Nueva Zelandia

Paíse Bajos Paquistán

Paraguay Perú

Polonia Portugal

Puerto Rico Reino Unido

República Arabe Unida

Rhodesia del Sur Rumania Senegal

Singapur Siria

Sudán Suecia

Suiza Tailandia Tanzania

rúnez Turquía Uganda URSS

Uruguay

Venezuela

República de Vietnam Yugoslavia

Federal Publications Sdn Bhd., Balai Berita, 31 Jalan Riong, KUALA LUMPUR. Librairie populaire du Mali, B.P. 28. BAMAKO. Sapienza’s Library, 26 Kingsway. VALLETTA. Todas laspublicaciones: Librairie “Aux llelles Irnages”, 281, avenue Mohamrned-V, RABAT. (CCP 68.74.) LÍnicamente “El Correo” (para el cuerpo docente) : Cornrnission nationale rnarocaine pour I’Unesco. zo Zenkat Mourabitine. RABAT, (CCP 324.45.) Nalanda Co. Ltd., 30 Bourbon Street, PORT-LOUIS. Editorial Hermes, Ignacio Mariscal 41, -MÉ~Ico, D.F. British Library. 30, boulevard des Moulins, MONTE-CARLO. Salema & Carvalho Ltda.. caixa postal 192, BEIRA. Librería Cultural Nicaragüense, calle 15 de Septiembre y avenida Bolívar, apartado n.O 807. MANAGUA. Todas las publicaciones: AS. Bokhjnrnet, Akersgt. 41, OSLO I. Onicamenie “El Correo”: A. S. Narvesens Litteraturjeneete, Box 6125, OSLO 6. Reprex, avenue de la Victoire. irnrneuble Paimbouc, NOUMÉA. Govemrnent Printing Office, Governrnent Bookshops : Kutland Street, P.O. Box 534,. AUCKLAND; 130 Oxford Terrace, P.O. Box 1721, CHRISTCHURCH; Alma Street, P.O. Box 857, HAMILTON; Princes Street. P.O. Box 1104, DUNDIN; Mulgrave Street, Private Bag, WELLINGTON. N.V. Martinus Nijhoff, Lange Voorhout 9. ’s-GRAVENHAGE. The West-Pak Publishing Co., Ltd., Unesco Publications House, P.O. Box 374, G.P.O., LAHORE. Showrooms : Urdu Bazaar, LAHORE y 57-58 Murree Highway, G/6-1, ISLAMABAD. Pakistan Publications Bookshops, Sarwar Road, RAWALPINDI; Paribagh. DACCA. Melchor García Eligio Ayala 1650. ASUNCIÓN. Distribuidora Ih’CA. S.A., Emilio Althaus 470, Lirce, apartado 31 15, LIMA. OSrodek Rozpowszechniania Wydawnictw Naukowych P A N , Palac Kultury i Nauki, U’ARSZAWA. Dias & Andrade. Ltda., Livraria Portugal. N a do Carmo 70. LISBOA. Spanish English Publications. Eleanor Roosevelt I 15, apartado 1912. HATO REY. H . M. Stationery Office, P.O. Box 569, LONDON. S.E.1.; Governrnent bookshops : LONL,~N. BELFAST BIRMIN- GHAM, CARDIFF EDIMBURCH, MANGHESTER. Librairie Kasr El Nil, 38, iue Kasr El Nil, LE CAIRE. Subdepósito: La Renaissance d’figypte, 9 Sh. Adly Pasha. LE CAIRE. Textbook Sales (PTV) Ltd., 67 Union Avenue, SALISBURY. Cartimex, P.O. Box 134-135. 126 calea Victorici, BUCURE$TI. (Telex : 226.) La Maison du Livre. 13 aveniie Rourne. B.P. 20.60, DAKAR. Federal Publications Sdn Bhd., Times Hoiise. River Valley Koad, Singapore 9. Librairie Sayegh, Immeuble Diab. rue de Parlernent. B.P. 704. DAMAS. Al Bashir Bookshop, P.O. Box 1118, KHARTOUM. Todas las publicaciones: A/B C.E. Fritzes Kungl. Hovbokhandei, Fredsgatan 2, STOCKHOLM 16. Unicamente “El Corren“ : The United Nations Association of Sweden, VasagaFan 15-17, STOCKHOLM c. Europa Verlag. Rarnistrasse 5, ZURICH; LibrairiePayot, 6, rue Grenus. 1217 GENEVE 11. Suksapan Panit. Mansion 9, Rajdarnnem Avenue, BANGKOK. D a r es Salaarn Bookshop. P.O. Box 9030, DAR ES SALAAM. Société tunisienne de diffusion. 5 avenue de Carthage, TUNIS. Librairie Hachette, 469 Istikal Caddesi, Beyoglu. ISTANBUL. Uganda Bookshop, P.O. Bow 145. KAMPALA. MeEdunarodnaja Kniga, MOSKVA G-zoo. Editorial Losada Uruguaya, S.A., Librería Losada, Maldonado 1902. Colonia -340. MONTEVIDEO. Teléfono 8-75-71. Libería Historia, Monjas a Padresierra, Edificio Oeate z, no 6 (frente al Capitolio), apanado de correos 7320, CARACAS. Librairie-papeterie Xuin-Thu, 185-193, rue Tu-Do, B.P. 283, SAIGON. Jugoslovenska Knjiga, Terazije 27, BEOCRAD; Dnavan Zaluzba Sloveniie, Mestni Trg. 26 LJUBLIANA.