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    Propuestas para la paz con justicia social

    Henry Pease Garcia"

    U N E N FO Q UE N UE V ODE L A R E SP UE S TA E S TATA L S O CI ALA L A V IO LE NC IA P OL iT IC A

    Izquierda Unida ve en terminos radicalrnente distintos a losplanteados por los dos gobiemos de esta decada, el enfrentamientoa estos problemas. Presentare primero de rnanera globalla unidadintema de nuestra propuesta, para luego desarrollar los objetivos delPlan de Padficacion y sus aspectos principales.

    E n p rim er Iu garconsideramos que quien gobierne el Estado Pe- \roano no puede hacerlo como si estuviera en la cupula de unainstitudonalidad ya democratica y socialmente aceptada.

    Aqui la democracia esta por hacer, con la gente, en 1aactividad Ide cada dia, promoviendo relaciones democraticas en todo los orde-nes de la vida social , con la sociedad misma.

    E n s eg u nd o l ug arel rechazo al terrorismo surge porque ese cami-no, ademas de su inaceptable recurso al horniddio y al delito, inducea la mi litarizacion, a l aumento de 1aviolencia poli tica y t raba eldesarrollo de la organization y del poder popular. El rechazo de ungobierno de IU al terrorismo de Sendero Lurninoso, al militarismo y

    P resi dent e d e I zq uie rd a Un id a y 5U candidate ala presidencia de laRepubl ica en1 9 9 0

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    al terrorismo del MRTA no s.enlpara defender el desorden estable-cido sino pa:a impulsar acciones de transformacion, para asegurarque el cambio l leve a ~na condicionsuperior de democracia .

    Tercera cuesii in.En consecuencia elGobiemo de IU mantendra ato?a cost .a Iaprio~dad de sus programas de t ran s fo rmac io n econ o -mlco-so~lal: espe~talmente en las Zonas de Emergencia. De alIi vienenue~tra insistencia en tratar el fenomeno de la violencia y su enfren-tarntent~ como un asun io po l it icoy no en primer lugar militar ni~enos pu:an:ente de1icu~ndaI. Sobre el contenido de nuestras poli-t icas econorrncas , a l ternativasal falso dilema actual entre gradualis-mo a shock n? ~e es posible r~:eritme aqui par razones de tiempo.

    I En e st a l og i cacobra tarnbien todo su sentidoel reclamo de la\ p~ena autoridad politicacivil en las Zonas de Emergenda. No se trata

    solo de un asunto [uridicosino de Ja consecuenciacon el diagnosticodel problema y Ia coherenda de una voIuntad de construcciondemocratica. Por todo ello nos proponemos asociar los nuevosGobiemos Regionales en la conduccionpolftica de su Region, inclusodurante la decIaratoria del Estado de Emergencia.

    fE n cua;to l,~garquiero coIoear en este contexto la vigencia de la

    ley en las sttuaciones de ~mergencia, puede requerir de disposicionesad-hoc I:e~?no en el sen~ldo de supresi6n irresticta de Iibertades y dedesaparicion de laautondad civil sino alcontrario, de la precision dela form~ en la c~allos derechos civiles de los pobladores urbanos ycampesmos, seran promovidosy respetados por el Estado, aseguran-do re~p::o y .apoyo.a los fiscales y jueces para el pleno desarrollo de~u fun.cIOn.Y obviarnen te nuestro compromiso de desmontar deinmediato los grupos paramilitares mal Ilamados "Comando Rodri-go ~ranco" y culminar la investigacion y sancion de sus promotoresy miernbros,

    En q u in to l u g are l asunto de la au todefensa, como expresion deuno de los derechos necesarios de las organizadones sociales en uncontex to de violencia . No postulamos un desarrol lo anarquico deeste derecho. Creemos que son los Municipios y los Gobiernos Regio-nal~s los lla:nados a registrar y coordinar 10 que las organizacionessociales decidan hacer en esta materia.

    . AI .menos en las Zonas de Emergencia y para enfrentar a lavIOl.e~;la poHtica, no t ie n e n in g u n sentido pretender susti tuir ladecision libre y la organizacicn propia de comuneros, ronderos.o

    II. Poljticos y mili ta re s f rente a la violencia 59

    vecinos, enraizada en su cuilura y sus costumbres.por una pirarnideimpuesta y dirigida desde la autoridad militar del Estado. La coordi-nacion en 10 que sea indispensable debe pasar siempre por la auto-ridad politica local 0 regional.

    Este esquema alternative de estrategia antiterrorista, sustentadoen Ia conviccicnque luchar por un cambioradical, no esuna amena-za sino una forma de realizar y defender la democracia, incluyefinalmente un rep lan teamiento de la misma est rateg ia mi litar, enprimer termino, dist inguiendo las fundones de policia como unprimer objetivo fundamental.

    Sobre esta base, la actividad militar de apoyo y combate debe ser10 mas especifica y drcunscri ta que sea posible a las s ituac iones deenfrentamiento con columnas terroristas. Nuestra estrategia buscaaislaral terrori smo de la poblacion,desarrollar con esa poblacion eltrabajo de apoyo economico y psicolcgico que corresponde y abrirlos cauces de la vida civica y pol itica l ibre y plura l.

    Nuestro gobiemo, en colaboracion con las autoridades regiona-les, reevaluara las caracteristicas del problema estrictamente militaren cada region y disefiara Ias polft icas especificas que correspond adentro del nuevo marco que aqui planteamos. En estos terminospuede darse una nueva y correcta reladon civil-militar en las Zonasde Emergencia que debera ubi carse, a su vez, en el contex to masamplio de la rransformacionglobal del Estado y desarrollo economi-co y social de estas Regiones.

    Nuestro esquema politico abre finalmente el mas amplio espacioposible para el ejercicio del periodismo en las Zonas de.Emergenciacomo piedra angular de una genuina libertad de informacion.

    Izquierda Unida ha planteado a todo el pais una propuesta depaz con justicia social que noes separable de lalucha inmediata, aquiy ahara, por salir de esta crisis economica cuidando 10 esencial parala vida del pueblo. La paz es para noso tros fruto de la justicia .

    El Plan d e padficad6n que proponemos tiene cinco objet ivosgenerales en nuestro Plan de Gobiemo:

    1. Enfrentar la accion del terrorismo cambiando radicalmentela estrategia antisubversiva del estado en todos los campos, haden-dola coherente con los objetivos de transformaci6n nadonal, de jus-ticia social y de promo cion de la partidpacion social autonoma queel pais requiere, incluso en el propio campo de la seguridad y el

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    control del orden interno. Detener, aislar y revert ir de este modo elproceso de la violencia polit ica en curso.

    2. Priorizar realmente la atencion inmediata y democratica delas necesidades mas urgentes de la poblacion de menores ingresos yel desarrol lo regional de las Zonas de Emergencia , den tro de unapolitica global de aumento de las atribuciones de los CobiernosRegionales y Locales.

    3 . Asuncion plena de las responsabi lidades polft icas que co-rresponden aI Gobiemo Civil en esta materia reemplazando losComandos Polit icos-Militares en las Zonas de Emergencia, promo-viendo lareduccion de estas y la modificacion de los criter ios de sudeclaratoria. Prornocion y.respeto a las formas de autodefensa auto-noma de Ia pro pia poblacion.

    4. Moralizar la accion del estado can especial urgencia en lasZonas de Emergencia, defendiendo la practice del respeto a losderechos humanos y a la Ley sin d ist ingo alguno en todos los earn-pas, y la consiguiente sancion a sus violaciones.

    5 . Desarrol lo prioritar io de pol ft icas de apoyo a la juvenrud, alaeducacion en todoslos n ivelesy ala promocion de una cul tura so-lidaria a traves del sistema educative y los medios de comunicacion.

    Izquierda Unida plantea una propuesta de movilizacion demo-cratica de la poblacion y transformacion del estado en terminos radi-calmente distintos a los seguidos hasta hoy.

    Las medidas que concretan estos objetivos suponen traer a lalucha contra el terror recursos nuevos y poderosos: la participacionsocial Iibre y propia de la poblacion, coordinada a niveles municipaly regional y la energia inedita de los Gobiemos Regionales que abrencamino legal a la lucha secular de las areas postergadas.

    Izquierda Unida apuesta a parar esta guerra con elconcurso Vivo

    de la poblacion y de su propia mil itancia .

    P O L i T I C A S E S P E C i F I C A S

    Poli iica de contro ly resp on sa bi li da d d v il d e l os t er r it or io s b a jo Es ia d ode Emergenda:

    Lapolft ica oficial de laderecha y del APRA ha asumido implici tay aIgunas veces explfcitamente, que al declarar en Emergencia una

    II .Pol it icos y mili ta te s f rente a lav io lenc ia 61

    zona deterrninada , entonces las leyes de Ia Republ ica ya no estanvigentes y entonces, mas bien, 10 que impera esuna ley de guerra queorienta todo exclusivarnente al esfuerzo de "exterminar al enemigo",

    E1recurso constitucional que permite la dec1aratoria deuna parte

    del terri torio nacional bajo Regimen de Excepdon (articulo 231) esuna norma dentro del estado de derecho, en consecuencia no puedede ninguna manera ser aprovechada como situacion que pone entreparentesis el conjunto de instituciones juridicas y politicas que cons-t ituyen precisamente el mic leo que le da sent ido at ac tual reg imenlegal. Hacer 10 contrario es autoritario, dictatorial e inconstitucional.

    Pero no se t ra ta s implemente de que un civi l, e lp residente de laRepublica, asuma su responsabilidad de conduccion, Esa figura esso lo parte del prob lema, se t rata para nosot ros de mucho mas, de unpoder const itucional, civi l, social , ex tenso, al cual se subord ina alaccionar del campo militar dentro de una estrategia integral condu-cida par los civiles;autoridades regionales, judiciales.Iocales, etc., talcomo 10 planteara IV ya en 1986 en su proyecto de Comites deEmergencia para sustituir a los actuales Comandos Politico-Milita-res , por instancias nuevas e integradas mul tisec torialmente en lascuales exista una partidpacion de los Gobiernos Regionales corres-pondientes, y en donde el elemento rnilitar -cuya tarea dejamossentada como insoslayable-adquiera elpeso espedfico de ser uno delos campos de la lueha y no el iinico ni el preponderante como hastaahora.

    No nos resignamos a continuar d isloeando la p lena vigenciajuridica del Estado de Derecho en todo el territorio nacional. Ladeclaratoria del Regimen de Excepcion es sin duda val ida, Pero setrata igualmente de un instrumento ext reme y por definicion tran-sitorio.

    Setrata entonces, como primera medida, de revisar y revaluar lasdedaratorias de emergencia para no tener en elpals el mal remediode un cuarte l y revisar Ia conveniencia de su pro longacion en cadacaso, Pero hacerlo abriendo mecanismos e instancias de activa parti-cipacion civil local.

    La propia experiencia de los distintos escenarios regionales enlos cuales se vienen desarrollando las acciones violentistas, segiinpropias declaraciones de los jefes militates, obliga a disefios especi-ficos (alii estari los ejemplos de Puno 0 del propio San Mart in) , e l

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    enriquecimi:nto y.:ficac.ia ~e las acciones ir,~egrales esta pues asegu-rado con la inclusion principal y organica de las consideraciones delas poblaciones locales y sus organizaciones representativas.

    Esto ?punta, y es ?ueno e~plicitarlo, a trabajar en la linea del

    levantanuento progresivo del regimen de excepcion.

    P ol iiic a p ar a u n a n u eo aconcepcion defa Defensa Nacionaly deu n n ue vo r ol so cia l ene l orden inferno

    El diagnostico que ha prevalecido en la politica estatal estal~mentablem~nte su~tentado en interpretaciones antojadizas y encu-biertamente ideologtzadas, diagnostico errado que se persiste enmantener y se defiende con ardor.. Para nadie es un.secreto que dicha vis ion del problema subver-

    s~voper:uano .no recoJeabs;>lutamente ningun aporte de los diagnos-:lC~Smas se~os de la reahdad nacional del Peru produddos en lost il timos 20 anos, y se t ra ta mas bien de una dependencia de visionese~t~anjeras acunadas desde la cptica de la seguridad hemisferica,v.l~lOnesfranc~me~te atra~das que tienden a la extrema simplifica-CIOn :" al m?mquel~mo, visiones que se basan primit ivamente en eldesphegue mdet:mble de l~fuerza bruta, visiones que sehan aplica-d~ ya en Argentina , en Chi le, en Uruguay, ocasionando decenas demiles de muertes y cuya plena aplicaclon en Peru serfa francamenteexpeluznante,

    IIV plante? revisar de manera abierta y no sectaria, con claridad

    y fren~e a la ~l~dadanfa todo este diagnosticc errado, para susti tuiry precisar obJ:t!vamen,t: dos consi.deraciones basicas ya planteadas:

    a. el caracte: pohh~O ?,e l a violencia en el Peru yb.. la. neta dl~erenClaO?~ entre los grupos violentistas y las

    orgaruzacronss sociales y pohticas, especialmente las populares cuyodesarrollo autonorno se expresa rnuchas veces de manera confronta-da al estado.

    Cuando anotamos al caracter politico del fen6meno terrorista noestamos pretendiendo atenuar el perfil criminal de las acciones de losgrupos violentistas.

    Tiene poco valor el explayarse en adjetivos y calificaciones apa-bullantes, salvo que sea parte de alguna equivocada creencia acercadel poder exorcizador de los insultos.

    II. Polfticosy milita res fre nt e a Ia violencia 63

    Dear que hay matriz politic a en elaccionar violentista es apuntara reconocer los objetivos especiflcos que persiguen los grupos terro- lristas, reconocer la 16gicaglobal de su acdonar para hacerles frentede manera adecuada en cada campo, desde una matriz directiva

    igualmente politics. .Por otra parte, resulta a todas luces evidente que la funcionbasica de otorgar seguridad a la poblacion en su vida concreta ycot id iana , ob jet ivo cent ra l del Orden In terno, se ha deformado demanera monstruosa en este pais. ;

    En la propia Lima hemos visto eso, noche a noche durante 17meses continuos, desde el17 de febrero de 1986 hasta el 28 de Jul iode 1987 en que estuvo en vigencia el toque de queda decre tado porel gobierno aprista.

    AUfesta el caso de la nifia Melissa Cardenas de 3 afios, victimade una bala disparada por una patrulla rniIitar la noche del 26 deenero de 1987 cuando dormfa cargada en brazos de su padre quebuscaba alguna movil idad' para regresar a casa. Ella s in te tiza 10absurdo de una "seguriad" que cobra decenas de vidas absolutamen-te inocentes.

    Un Orden Interno de tal naturaleza es efectivamente todo 10contrario de aquello que la poblacion requiere. No siendo el estadocapaz de brindar y ofrecer una seguridad distinta, entonces estanperfectarnente legi timadas ' las opciones que de manera natural lapropia sodedad genera como respuestas adecuadas,

    Cuando, por ejernplo, 10 que era un movirniento' organizativocont ra e l abigeato, como fue el inicio de las Rondas Campesinas , seproyecta a la puesta en practice de un orden interno cotidiano,distinto y regido por los propios carnpesinos, donde hay una parti-cipaclon directa de la poblacion, no podemos dejar de valorar en ella

    una identidad nueva y colectiva que debe ser alentada.Por eso es indispensable garantizar el funcionamiento autonomo

    de la autodefensa, vital y equilibrada desde hace afios en las RondasCampesinas, en los sindicatos y mas recientemente en la vigilandavecinal.

    Todo esto se traduce en el plano de Orden Interno en unrol que deberia ir acrecentandose, en donde los Gobiernos Re-g ionales y Locales van asumiendo funciones y capacidades parala supervision, coordinacion y finalmente direccion de la fundon

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    p~licial, art iculandola con la autodefensa generada de la sociedadnusma.

    Buscaremos promover la capacidad especializada de la PoliciaNacional en este campo, sin entender su especializaci6n en terminos

    de mil itar izacion, s i~o acentuando la mejor y mayor preparacionpara el trato y manejo de la poblacion civil .

    Pol ii ica de re lac ionesdv ico- mil it ar es , r old e l asFFAA Yrelacionesestado-sodedad.

    Elnort~ de la politica de de!ensa hernisferica patrocinada por losEstados. Unidos .f~e~desde ~adecada del 60' y continua slendolo hoy,convertir a los ejercitos nacionalos de los pafses latinoamericanos en"guardias pretorianas" cuya funcion principal sea garantizar eIsiste-ma de dorninacion y explotaci6n a traves del control del OrdenInterno amenazado por el"enemigo subvers ivo" . todo esto edulco-radamente presentado como una "gran cruzada" del "mundo libre'frente al avance del comunismo Internacionat".

    Las FFAA peruanas, con una reconocida y valiosa labor delCAEM y luego con la experiendaconcreta del General Velascosuperaron este rol y contr ibuyeron a la dif icil tarea de reivindicarnuestra autonomfa,soberanfa y dignidad como pais. Los institutesarmados peruanos se han perfi lado nft idamente hacia una logica deDefensa y Desarrol lo , d iferenciada polarmente de aquellas de gen-~ar m~ ria y " centro- american izadon" que I ss o frecia la potenciaimperial,

    Sin embargo, con la expansion de la violencia polftica y delnarcotraf ico, se empiezan a oir nuevamente voces desde la derechaque invocan y recomiendan un rapido reordenamiento, subrayan,

    adecuado para la guerra contrasubversiva yantinarc6ticos.. IV previene a la ciudadanfa y a los prop ios militare s sobr e e lpehgr ? qU 7 s e en.cubre en el mediano p lazo: no una propuesta de:eequlpanuento smo de r :convers ion de las FFAA para una guerramtema absurd~ ~ue hay Jus tru;tente que evitar y superar,

    El gasto nuhtar de un pais pauperizado como el Peru es una~arga pesada y crf tica y s in embargo la his toria nos recuerda que esimpos ible desentenderse de lasnecesidades reales de la defensa de la . ..soberanfa y de la integridad del territorio.

    II. Polit icos Y'militares frente a la violencia 65

    En IV sostenemos que las FFAA necesitan articularse inmediata-mente con una politica de potenciacion del rol de los uniformados enel desarrollo nacional, rec1amado por ellos mismos y reconocido enla Consti tc ion y esto en la pract ica exige la ges tacion de una nueva

    relacion entre civilidad y FFAA.EI actual esquema de enf ren tamiento armado que pr ior iza a l

    aspecto belico y el uso del poder de fuego, ha dado lugar a que lasFFAA se desvinculen en derto gr ado de estas urgentes tar eas y, enconsecuencia, quede pendiente una posibilidad de asumirlas en unarelacion nueva con las organizaciones populares en la perspectiveque recorre todo nuestro planteamiento . -. Es ta apuesta tiene ar eas espec fficas como la tecnologia y la pla -

    n ificac ion del desa rro llo, que ofr ecen un te rreno muy f ertil s i s evinculan en una concertacion directa de los mandos militares con losnuevos Gobiemos Regionales, propuesta claramente contraria alafandiswegador y privatizador de la derecha.

    'Los gas tos que insume la lucha contra los grupos violentistastampoco s on una materia que deba abso lutizars e y arr astramos enuna loca carrera de derroches . IV sos tiene, 10 reitero, que existe unvasto campo para el trabajo de inteligencia calificada, que hay terre-nos de especializacion para grupos de eli te y que hay igualmente unenorme potencial con elpropio desarrollo autonorno de las organiza-c lones sociales populares par a confo rmer el e je de la derr ota de laviolencia politica,

    Po li ti ca s e n ma te ri a d e De rec ho s Hu ma n os

    Finalmente nuestra poli tica de Derechos Humanos inscr ita enesta preocupaci6n de transformaci6n global del Estado, contempla

    necesar iamente lei supresion total de todas la formas de violationincorporadas hoy, por habito, inercia, descuido 0 decision politica asu comportamiento,Me refiero desde el maltrato en los interrogato-rios policiales a la tortura, hasta las tristemente recordadas detencio-nes -desapa riciones no esclarecidas. No s omos par tidar ios de lavenganza pero S 1de la justicia y promoveremos par ello la investiga-cion en la instancia que corresponda de todos los presuntos deli toscometidos por funcionarios del estado, civiles y rnilitares.

    Para el caso de las autor idades poli ticas, hay invest igaciones

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    realizadas a nivel parlamentario como en el caso de las masacres de~os'p~nales y de los Comandos ParamiIitares, que han encontradoindicios de grave responsabilidad en los mas altos niveles del gobler-no actual. Creernos que la democracia no puede afirmarse si lainvestigacion y Ia[usticia no se apllcan a todos por igual.

    Los delitos comunes cometidos por los miembros de las FuerzasArmadas y Policiales deben ser distinguidos tambien de los llarnadosdelitos de fund6n. Al respecto existe en eI Congreso un importanteProyecto de Ley que debe aprobarse.

    PALABRAS FINALES

    No me ~s pOSib]~-de~rrollar aqui por razones de tiempo otrosas~ntos. Quiero terrninar ofred endo al Poder Judicial apoyo priori-tano~ pues no es posible pedi r eficiencia y probidad y no dar losmedics para e lla. Sobre esta base la Izquierda Unida , como toda Iasociedad, espera las iniciat ivas generales de auto-reforma de ese

    Poder del Estado y un enju iciamiento rap ido, a tento y severo de losacusados par delitos de terrorisrno.

    Es evidente que no habra paz con justicia si sus mas obviasresponsabilidades de juzgar y sancionar los delitos se evaden 0soslayan.. ~u iero re~dir homenaje a todos loscaidos por la v io lencia pol l-

    ttca sin ex:pclOn algun~. Quieroyermitirme un recuerdo especial alos companeros de Izquierda Unida asesinados a veces por Sendero,a veces por una represion estatal tan mal orientada, Yquiero decirlesa todos Uds. que esperamos mucho de las Organizaciones no Guber-namental:s, .del a~~rte de los intelectuales, los religiosos, los milita-res, los tecmcos, el Ites l lamadas a comprometerse a tin mas, como

    todos nosot ros , con el dolor y la esperanza de nuestro pueblo.

    Diagnostico, organizaci6n y lineamientosde politica para la guerra interna

    Sinecio [arama Davila"

    Debo aclarar en principio que no vengo en representac ion de laFuerza Armada. Luego deseoagradecer por esta invitad6n de que hesido objeto para participar en este importante evento, destacando depaso la importancia y trascendencia del mismo, por las circunstan-cias en que se desarrolla, a las puertas de un proceso electoral nacio-nal, por e l tema eleg ido, por el enfoque orien tado a las soludones dela problematic a que encierra.

    Vengo sefialando desde hace mucho tiempo que esa partir de losafios 1986~1987,que la sociedad peruana en su conjunto empieza asentir la conmodon, empieza a preocuparse y a tomar conciencia de10 que significa la amenaza de la'subversion armada, que protagoni-zan fundamentalmente elPCP-SL y elMRTA. Yes esta preocupaci6nyeste sentimiento 1 0que se traduce objetivamente en los propositusyen las tareas de los distintos centros de Investlgadon social a traves

    de los foros, mesas redondas, simposios, etc, para tratar con sentidoacademico y democrat ico las dist in tas face tas y angulos de estaproblematica en extremo compleja y multiforme, Esto tambien seev idencia cuando en el Congreso de la Republ ica un grupo de par-lamentarios Iiderados por el senador Enrique Bemales Ballesteros

    General del E je rd lo P er uano ( en s lt uad 6n d e r et ir o) , e sp ed ali st a en Def en seNacional