una perspectiva social

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UNA PERSPECTIVA SOCIAL I. INTRODUCCION La eutanasia, tema este trabajo, fue un problema social en aquellas sociedades primitivas en que se practicaba la eliminación de vidas consideradas inútiles, costumbre que estaba admitida a los recién nacidos con mal formaciones o los ancianos hasta que la influencia del cristianismo acabó con tales practicas inhumanas, desde la llegada del cristianismo hasta el siglo XX, la misma no había suscitado controversias, no obstante en nuestra época algunos sectores vuelven a convertirla en problema al pretender su legalización, estos sectores han propuestos leyes permisivas que habitualmente han sido rechazadas en distintos piases. Sin embargo, la actitud a favor de la eutanasia de estos pequeños grupos, la mentalidad de la cultura actual con la relativización de los valores expresado, por ejemplo, en el cambio de los conceptos de familia y sus consecuencias, van calando en la sociedad, convirtiendo de nuevo a la eutanasia en un problema social. II. OBJETIVOS Con el presente trabajo pretendo dar una breve descripción de los aspectos sociales relacionados con la eutanasia, comenzando con su definición, mostrando las posiciones de los actores involucrados en su defensa o rechazo así como las corrientes sociales y éticas que van detrás de cada una de esas posiciones, finalmente intentar describir las consecuencias sociales esperadas en caso de aceptarse la eutanasia. En documento tan sintetizado como este no es posible profundizar en el tema que nos atañe, sin embargo esperamos que el mismo sirva para formar una idea preliminar sobre esta problemática ética y social como es la aceptación de la eutanasia III. QUE ES LA EUTANASIA La palabra eutanasia procede del griego, su significado etimológico es el de “buena muerte” (del griego eu, bien y thanatos, muerte) o “muerte en paz o sin dolores”. Actualmente la Real Academia Española define eutanasia como “Acortamiento voluntario de la vida de quien sufre una enfermedad incurable, para poner fin a sus sufrimientos”. Como se puede ver al leer ambas definiciones, el sentido que se daba en la antigüedad al termino eutanasia no es el que hoy generalmente se le da. Dentro de la definición cabe una clasificación en función de como se lleva a cabo ese acto voluntario y las clasificaciones son las siguientes: Eutanasia Activa

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UNA PERSPECTIVA SOCIALI. INTRODUCCIONLa eutanasia, tema este trabajo, fue un problema social en aquellas sociedades primitivas en que se practicaba la eliminacin de vidas consideradas intiles, costumbre que estaba admitida a los recin nacidos con mal formaciones o los ancianos hasta que la influencia del cristianismo acab con tales practicas inhumanas, desde la llegada del cristianismo hasta el siglo XX, la misma no haba suscitado controversias, no obstante en nuestra poca algunos sectores vuelven a convertirla en problema al pretender su legalizacin, estos sectores han propuestos leyes permisivas que habitualmente han sido rechazadas en distintos piases. Sin embargo, la actitud a favor de la eutanasia de estos pequeos grupos, la mentalidad de la cultura actual con la relativizacin de los valores expresado, por ejemplo, en el cambio de los conceptos de familia y sus consecuencias, van calando en la sociedad, convirtiendo de nuevo a la eutanasia en un problema social.II. OBJETIVOSCon el presente trabajo pretendo dar una breve descripcin de los aspectos sociales relacionados con la eutanasia, comenzando con su definicin, mostrando las posiciones de los actores involucrados en su defensa o rechazo as como las corrientes sociales y ticas que van detrs de cada una de esas posiciones, finalmente intentar describir las consecuencias sociales esperadas en caso de aceptarse la eutanasia.En documento tan sintetizado como este no es posible profundizar en el tema que nos atae, sin embargo esperamos que el mismo sirva para formar una idea preliminar sobre esta problemtica tica y social como es la aceptacin de la eutanasia

III. QUE ES LA EUTANASIALa palabra eutanasia procede del griego, su significado etimolgico es el de buena muerte (del griego eu, bien y thanatos, muerte) o muerte en paz o sin dolores. Actualmente la Real Academia Espaola define eutanasia como Acortamiento voluntario de la vida de quien sufre una enfermedad incurable, para poner fin a sus sufrimientos. Como se puede ver al leer ambas definiciones, el sentido que se daba en la antigedad al termino eutanasia no es el que hoy generalmente se le da.Dentro de la definicin cabe una clasificacin en funcin de como se lleva a cabo ese acto voluntario y las clasificaciones son las siguientes:

Eutanasia ActivaEl primer tipo es la Eutanasia activa o llamada tambin directa, este tipo de eutanasia es aquella en la cual se acta deliberadamente quitando la vida de la persona. Dentro de ella se encuentran la eutanasia voluntaria y no voluntaria.La Eutanasia activa voluntaria es aquella que se realiza por solicitud de la persona, es decir, un enfermo con lucidez mental que solicita que se le mate para librase de sus sufrimientos fsicos o morales por que los considera insoportables.La eutanasia activa no voluntaria es aquella que se realiza a un enfermo que por cualquier razn no pueden dar su consentimiento.Eutanasia PasivaEl segundo tipo, es lo que la jerga medica a dado por llamar eutanasia pasiva que es inducir deliberadamente a la muerte, mediante la supresin del tratamiento necesario para mantener la vida. Como, por ejemplo, mediante la supresin de la alimentacin o por mtodos mas sofisticados como la eliminacin del respirador.La significacin que se le da al termino eutanasia es de vital importancia ya que dependiendo segn el significado que se le de, su practica puede parecer ante las gentes como un crimen inhumano o como una acto de misericordia solidaria.IV. REFERENCIA HISTORICALa tendencia actual a admitir la eutanasia no es una novedad en la historia humana ya que desde tiempos antiguos distintas culturas de pueblos primitivos han tenido manifestaciones sobre el tema.Los pueblos primitivos practicaban diversos medios para ayudar a morir, por ejemplo, existen tribus araucanas que colocan al ser humano en la parrilla, prenden debajo fuego y lo ahuman durante siete o diez das, otro ejemplo es el remate de los heridos a muerte comn en la guerra a lo largo de la historia.En la cultura griega, centrada en lo bello y sano, Platn afirma que quien no es capaz de vivir desempeando las funciones que le son propias, no debe recibir cuidados, por ser una persona intil tanto para si mismo como para la sociedadAs tambin, en la antigedad han existido corrientes etico-filosficas que defendan la eutanasia, una de esas corrientes es la de los estoicos que al igual que consideran el suicidio como una alternativa heroica y consecuente contra una existencia excesivamente gravosa y sin sentido, as tambin, defienden que cuando una persona esta agobiada por dolores demasiado fuertes en caso de mutilaciones o de enfermedades incurables y el dolor impide todo aquello por lo que se vive se le debe matar.Con la llegada del cristianismo, la visin sobre la eutanasia cambia ya que se adopta una actitud contraria haca ella. La Biblia no conoce la prctica o el concepto de eutanasia, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento muestran un gran respeto hacia el anciano, una actitud solidaria con el que sufre, la tica cristiana no se centra en lo bello y en lo sano sino que considera al enfermo como una persona cuya atencin debe ser privilegiada para el que sigue a Jesus, ya que Jess toma como hecho as lo que se haga con los enfermos. Uno de los primeros escritores cristianos, Lactancio, dir respecto a lo que hoy llamamos enfermos terminales: Son intiles para los hombres, pero son tiles para Dios, que les conserva la vida, que les da el espritu y les concede la salud.A partir de la Ilustracin, el personal medico comienza a estar presente en el tema de la eutanasia, con el descubrimiento de los analgsicos y de la anestesia, la lucha contra el dolor comienza a ocupar un papel primordial en la accin del medico.Sin embargo, la idea de eutanasia como la conocemos hoy, surgi primeramente de la obra El derecho a morir, escrita por Jorst en 1895 y en 1920 el abogado Karl Binding y el psiquiatra Alfred Hoche publicaron La licitud de destruir la vida que no merece vivir. Despus de la polmica desatada por este libro se autorizo la eutanasia en Alemania en la dcada de los 20.La ley de aprobacin de la eutanasia en Alemania fue aprobada como una medida para los enfermos intiles sin connotaciones racistas. En sus comienzos se alegaban motivos de compasin, de calidad de vida y contencin de gastos, es decir, las mismas razones que se alegan actualmente. Primero se aplico en minusvlidos, retrasados mentales y locos ya que consideraban que los gastos ocasionados por ellos eran excesivos. Mas tarde, a finales de los treinta, se amplio su aplicacin a todos los que tuvieran taras menores, ancianos y veteranos de guerra y no por que lo solicitaran, sino por iniciativa del medico, ya que se trataba de Matar por compasin.En 1930, Adolf Hitler legaliz la ampliacin de la ley, lo cual condujo a los abusos de experimentacin con humanos y genocidios, En 1939, Hitler introdujo la obligacin de comunicar el nacimiento de nios deficientes, tres mdicos decidan sobre la gravedad de su enfermedad, su voto unnime significaba una condena de muerte para el recin nacido, se les hacia morir privndoles de alimentacin o mediante inyecciones letales, ese mismo ao se dio potestad para matar secretamente incluso a adultos deficientes psquicos. Se calcula que esta forma de eutanasia fue aplicada a unas 70.000 personas La practica de la eutanasia en la poca nazi fue el acto final de un proceso que se haba iniciado con la promulgacin de la ley.Al final de la segunda guerra mundial con el recuerdo de la brutal aplicacin de la eutanasia nazi, el debate sobre las vidas sin valor prcticamente se elimino, sobre la palabra eutanasia pesaba y probablemente sigue an pesando, el trgico recuerdo de la poca hitleriana.Con el paso de los aos la discusin sobre la eutanasia se ha vuelto a abrir con nueva fuerza, debido entre otras cosas, a la modificacin del tiempo de morir, ya que debido a los adelantos mdicos el tiempo de agona es ms largo que antes y a que la muerte hospitalaria se ha vuelto en muchos casos en deshumanizante.

V. CAUSAS SOCIOLOGICAS DE LA REAPARICION DE LA EUTANASIALa sociedad industrializada actual esta muy preocupada del progreso tecnolgico productivo y en ella la muerte no tiene cabida, puesto que no afecta esencialmente a los sistemas productivos, adems cada vez la estructura social hace hincapi en lo joven, en la salud, en el bienestar; por otra parte los patrones que rigen la sociedad actual son la acumulacin de bienes, el progreso, la riqueza tcnica y la exaltacin del individuo; el hombre es visto como un consumidor especialmente en su juventud y es rechazado en su etapa senecta. Estamos viviendo una sociedad de la eficacia productiva y del perfeccionamiento y optimizacin de los productos, una sociedad de los fuertes que genera una marginacin permanente de los dbiles.Vivimos en una sociedad individualista que tiene una mala comprensin de la libertad, la libertad es entendida como una mera capacidad de decidir cualquier cosa con tal de que el individuo la juzgue necesaria o conveniente, afirmaciones como Mi vida es ma: nadie puede decirme lo que tengo que hacer con ella denota un profundo egocentrismo. La existencia humana es concebida como una mera ocasin para disfrutar se profetiza la vida indolora que exhorta a no aguantar nada en absoluto y la rebelin contra el menor contra tiempo, segn este modo de pensar y de vivir, la muerte no debe crear problemas a la supervivientes. El sufrimiento, el aguante y el sacrificio no se pueden aceptar y una vida de calidad sera hoy una vida sin sufrimiento alguno y el que habla del valor del sufrimiento y sacrificio es tachado de antiguo, desde esta concepcin de la vida y de su sentido se escucha decir yo decido cuando mi vida no merece la pena o a nadie se le puede obligar a vivir una vida sin calidad.Dentro de esta esquema de sociedad se da ocultamiento del hecho de la muerte, antes generalmente la muerte era vivida como acontecimiento publico, la muerte aun siendo natural se converta en el ultimo acto social, la buena muerte consista en que el paciente preparaba todos sus asuntos tanto personales como religiosos, en ningn momento implicaba soledad ya que se mora rodeado de los familiares a los cuales el agonizante daba sus ultimas recomendaciones. Hoy por el contrario, la gran mayora de los hombres muere en hospitales en el anonimato, aislamiento y soledad con tubos por todos los orificios, agujas en las venas en espera de emitir el ultimo aliento, eso hace que el sufrimiento que precede a la muerte sea mas temido, con ello podramos decir que en la actualidad preocupa mas los sufrimientos y la indefensin que suele generar la enfermedad larga e incurable que la muerte, mientras que antes la muerte infundia ms temor por lo que tenia de paso a lo desconocido, que los sufrimientos. Con lo anterior la perspectiva de la muerte crea una inmensa angustia, lo cual dificulta extraordinariamente la relacin con el enfermo grave, no se sabe como acercarse a el, acompaarle en sus temores y esperanzas ni proporcionarle el apoyo y calor humano que tanto necesita.Otra caracterstica de la sociedad actual es secularizacin cada vez ms radical que deja de lado los valores religiosos despreciando su colaboracin ante la muerte y el sufrimiento y con ello la perdida de la conciencia de que la vida pertenece a Dios y no al hombre.Con el adelanto creciente de la ciencia en general y de la medicina en particular el riesgo de encarnizamiento teraputico esta haciendo que la muerte haya perdido la naturalidad y espontaneidad que tenia en un pasado an no remoto. Actualmente la muertes es vista por los mdicos como una impotencia de la biomedicina y por consiguiente ellos dejan de luchar por la vida del moribundo y la muerte social viene antes que la muerte biolgica.En esta sociedad individualista la familia tradicional y unitaria es cada vez menos comn y los lazos afectivos familiares son paulatinamente ms dbiles, ello incide en la situacin de las personas de la tercera edad que en un numero creciente viven solas fsica y afectivamente con lo cual la muerte social precede a la muerte fsica.Una sociedad con una cultura de la competencia y la eficiencia, del bienestar y del mximo beneficio con el mnimo costo; una sociedad de la eficacia productiva, una sociedad individualista y secularizada, es una sociedad de los fuertes que genera una marginacin permanente ante los dbiles.

VI. POSTURAS ETICAS ANTE LA EUTANASIA.Respecto a la eutanasia podramos clasificar las posturas en tres grupos, dos de ellas son extremistas. Por un lado encontramos el llamado biologismo o vitalismo y por el otro el elitismo, la tercera postura que podramos decir de equilibro es el humanismo.El BiologismoEl Biologismo es una postura enraizada en una idolatra de la vida, ve la muerte como un mal absoluto y sin mitigaciones y a la vida como un bien absoluto, un medico que participa de esta postura har el mximo esfuerzo posible para preservar y prolongar la vida biolgica del enfermo pudiendo llegar al encarnizamiento teraputico prolongando la lucha por la vida del paciente hasta situaciones irracionalesOtro aspecto por el cual se puede caer en el encarnizamiento teraputico es la postura que, para dejar de aplicar tratamientos extraordinarios para mantener biolgicamente vivo al paciente requiere imprescindiblemente de la decisin firme, racional e informada del paciente, esta decisin no se podra dar en pacientes tratado con narcticos, con grandes dolores y afectado por las consecuencias txicas de la enfermedad, esta ultima postura no esta enraizada en la idolatra de la vida fsica sino en un sumo respecto hacia la voluntad del paciente, lo que en la practica puede llevar a que no haya un paciente terminal capaz de decidir sobre su tratamiento en las condiciones de absoluta autonoma exigida.El ElitismoEn el extremo contrario estara la postura elitista caracterizada por la distincin entre personalidad y humanidad biolgica, que lleva a sus representantes a diferenciar entre persona humana real y ser solo biolgicamente humano, esta postura indica que debemos juzgar la calidad de cada vida y preservar solo las que son suficientemente valiosas, es decir, las que son suficientemente personas.Las consecuencias de todo ello es distinguir a pacientes biolgicamente humanos vivos, que son personas, de los que no tiene ese carcter personal, as por ejemplo, se les prohibe reproducirse a los que son genticamente inferiores segn sus criterios de desempeo,Los defensores de la postura elitista defienden la eutanasia activa en nios deficientes, coinciden en afirmar que puede quitarse la vida a seres humanos cuya existencia es frustrante o constituyen una carga, ya que se les niega el carcter personal y no se le reconoce la existencia a unos derechos o un estatus moral.El HumanismoLa otra postura tica es el humanismo, que entiende que la vida es un valor importante, y que constituye intrnsecamente un bien inestimable, que su valor no depende de su perfeccin o productividad ni de consideraciones sociales o extrnsecas, toda vida de un paciente es un bien aunque sea una vida limitada y sin utilidad, pero que la vida no es un bien absoluto ya que existen valores que pueden equipararse o incluso superar aquella y por consiguiente no debe prolongarse en cualquier circunstancia y a cualquier precio.VII. VISION DE LOS MOVIMIENTOS PRO-EUTANASIASi bien la historia de la eutanasia es tan antigua como nuestra historia, ha recibido un gran impulso en los ltimos cincuenta aos con la creacin de asociaciones que se califican as mismas como propugnadoras de esta practica.En 1935 se crea en Gran Bretaa la primera asociacin que defiende el derecho a morir: su nombre The Voluntary Euthanasia Society en la que se han inspirado las distintas asociaciones que han ido surgiendo posteriormente, en 1938 se crea en Estados Unidos la Euthanasia Society Of America, que es la primera en solicitar que la Declaracin Universal de los Derechos Humanos incluya tambin el derecho a morir y desde all nacen otras asociaciones afines distintas entre si pero que se renen en encuentros internacionales.El pensamiento de fondo de todas estas asociaciones es un claro reflejo de la poca histrica de la eutanasia justificada por una continua afirmacin de que el hecho de la muerte con su frecuente acompaamiento de dolores y de deterioro fsico y personal, es un asunto puramente personal en el que el propio afectado tiene la ultima palabra sobre el destino de su existencia. En general, se centran en el caso del enfermo prximo a la muerte y tienden a diferenciar la eutanasia del suicidio. Sin embargo, los argumentos que utilizan llevaran, en su lgica interna, a la admisin del suicidio.Las asociaciones a favor de la eutanasia voluntaria optan claramente por el concepto de calidad de vida. Un continuo denominador comn es que la vida no debe valorarse por su dimensin biolgica, sino por el conjunto de valores interrelacionales y personales que la acompaan. En este contexto se subraya el total sin sentido del dolor y el deterioro fsico y personal que acompaan a no pocos pacientes terminales.Ponen mayor nfasis en la eutanasia con libre voluntad del enfermo, sin embargo no niegan la conveniencia de que en ciertos casos se realice inclusive sin previa solicitud o consentimiento del paciente prximo a la muerte, as mismo, la formulacin de la defensa de la eutanasia activa no suele aparecer expresada de una forma contundente, sino de forma predominantemente implcita y sobreentendida.Por consiguiente, la sntesis de los puntos fundamentales que reflejan los contenidos de la tica que propugnan todos los movimientos pro-eutanasia son los siguientes:

1. El sin sentido del dolor, incluso la inmoralidad de la imposicin y la aceptacin del dolor insoportable.2. La autonoma del individuo sobre su propia vida y su propia muerte y por consiguiente el derecho a que la persona disponga con libertad de su cuerpo y de su vida y a elegir libre y legalmente el momento y los medios para finalizarla.3. La afirmacin inequvoca del derecho a morir con dignidad.4. Exige los cambios legales relacionados con la eutanasia y potencia la difusin de los testamentos de vida, que son documentos que firma la persona autorizando que lo maten si esta con una enfermedad terminal y en condiciones especificas.5. Afirman que todo ser humano es el nico dueo de su vida y, por otra parte, que el valor de la vida humana reside en su calidad y que la calidad solo la puede juzgar el mismo individuo.6. Es tico ayudar a morir a una persona cuya decisin se basa en una reflexin detenida sobre una informacin completa y correctamente interpretada de su situacin ya que la decisin que tomara seria la nica salida aceptable para un sujeto cuyas dems alternativas se presentan como peores que la muerte.7. Algunas organizaciones plantean que la eutanasia debera llegar a convertirse en una practica medica mas, como la ciruga y la obstetricia sin otras limitaciones que la voluntad del enfermo y ciertas normas sobre su aplicacin.Las organizaciones a favor de la eutanasia voluntaria exigen no solo un cambio en los planteamientos ticos en relacin con esta practica sino que adems cambios legales que plasmen la existencia en el ser humano no slo de un derecho a la vida, sino igualmente de un derecho a la muerte, as propugnan el uso de testamentos vitales, en los que el individuo cuando se encuentra lucido, puede formular sus propios sentimientos y opciones en relacin a la eutanasia.

VIII. VISION CATOLICA DE LA EUTANASIALa vivencia religiosa del cristianismo concibe la vida como un don y una bendicin que ha recibido de Dios y de la que no puede disponer. Esta vivencia se plasmar en la afirmacin de que Dios es el nico dueo de la vida humana y el hombre es su mero administrador. La teologa catlica medieval defender la inviolabilidad de la vida humana basndose en tres argumentos: es apropiacin de un derecho que corresponde a Dios, es falta de amor a uno mismo y es una indebida dejacin de las responsabilidades sociales.En tal sentido, Juan Pablo II dice: la tarea que se impone a la comunidad cristiana en semejante contexto socio-cultural es ms que una mera condena de la eutanasia o el puro intento de impedir su eventual difusin y posterior legislacin. El problema de fondo es, ante todo este: cmo ayudar a los hombres de nuestro tiempo a tomar conciencia del carcter inhumano de algunos aspectos de la cultura dominante y a redescubrir los valores ms preciosos avalados por ella?.La doctrina de la Iglesia sostiene que la eutanasia aunque se quisiera llevar a cabo por motivos de piedad ante los sufrientes es siempre un atentado al valor y respeto a la vida, aunque se hiciera con buena intencin. Pio XII reconoca que el sentimiento de piedad que podra generar la solicitud de eutanasia en algunos casos, era propio de un corazn bueno, sensible y generoso, no dudaba, sin embrago, en calificar la tesis de eutanasia por motivos de piedad como monstruosa, el deca: No basta que el corazn sea bueno, sensible y generoso, debe ser tambin sabio y fuertesemejante sensibilidad ciega el espritu y le hace sostener en teora tesis monstruosas y defender practicas inmorales y nefastas. No es una de ellas esta falsa piedad que pretende justificar la eutanasia y sustraer al hombre el sufrimiento purificador y meritorio, no por un motivo caritativo encomiable sino por la muerte, como se le da a un animal sin razn ni inmortalidad?.Respecto a lo que a la eutanasia voluntaria se refiere, la Iglesia indica que cuando un enfermo manifiesta el deseo y voluntad de que lo maten, no es morir lo que primariamente busca sino acabar con una serie de condicionantes como el dolor, la soledad, incapacidad propia, ser molestia y estorbo para los dems, miedos interiores, debilidad, depresiones normales y muchas mas cosas, que le hacen la vida demasiado dura e imposible y por consiguiente la suplicas de los enfermos muy graves que alguna vez invocan la muerte no deben ser entendidas como expresin de una verdadera eutanasia.La Iglesia expresa la peticin de muerte por parte de una enfermo grave manifiesta fundamentalmente una demanda implcita para otro tipo de ayuda que esta necesitando, casi siempre son peticiones angustiadas de asistencia y de afecto, es decir que est clamando adems de los cuidados mdicos, el amor, el calor humano y sobrenatural, con el que pueden y deben rodearlo todos aquellos que estn cercanos, padres, hijos, mdicos y enfermeros. No seria mas humano aliviar estos sntomas que acceder de inmediato a lo que en otras condiciones el mismo rechazara?.Por lo anterior, la respuesta mejor a un enfermo que pide la muerte no consiste en darle gusto, sino en ofrecerle esos medios sanitarios, psicolgicos y afectivos que le hagan llevadera y soportable la vida a pesar de las condiciones degradadas en que se encuentre, tampoco hay que olvidar la presin inconsciente, a la que podra verse sometido el enfermo, que reconoce las molestias y el malestar que causa a su alrededor, pero que no quiere abandonar su lucha.En el documento Declaracin sobre la eutanasia, Ecclesia la Iglesia dice Nada ni nadie puede autorizar la muerte de un ser humano inocente, sea feto, embrin, nio o adulto, anciano, enfermo incurable o agonizante. Nadie, adems puede pedir este gesto homicida para s mismo o para otros confiados a su responsabilidad, ni lo puede consentir explcita o implcitamente. Ninguna autoridad puede legtimamente imponerlo ni permitirlo. Se trata, en efecto de una violacin a la ley divina, de una ofensa a la dignidad de la persona humana, de un crimen contra la vida, de un atentado contra la humanidad. Podra tambin verificarse que el dolor prolongado e insoportable, razones de tipo afectivo u otros motivos diversos, induzcan a alguien a pensar que puede legtimamente pedir la muerte o procurarla a otros. Aunque en casos de ese genero la responsabilidad personal pueda estar disminuida o incluso no existir, sin embargo el error de juicio de la conciencia, aunque fuera incluso de buena fe, no modifica la naturaleza del acto homicida, que en si sigue siendo siempre inadmisible.Como ya hemos visto, la Iglesia condena la eutanasia y subraya el valor del dolor y el sufrimiento cuando por medios legtimos son inevitables, sin embargo condena tambin el encarnizamiento teraputico indicando es muy importante hoy da proteger, en el momento de la muerte, la dignidad de la persona humana y la concepcin cristiana de la vida contra un tecnicismo que corre el riesgo de hacerse abusivo. Acepta el derecho a morir, entendindolo como el derecho a morir con toda serenidad, con dignidad humana y cristiana, indicando que es licito interrumpir la aplicacin de los medios desproporcionados para mantener al paciente con vida insistiendo que ese derecho a morir no designa el derecho a procurarse o hacerse procurar la muerte como se quiere en la eutanasia.Para Jess la vida biolgica y temporal del hombre, an siendo un valor fundamental, no es el valor absoluto y supremo, ya que El mismo dijo el que pierde su vida, la gana y nadie tiene ms amor que quien da la vida por sus amigos. Para el creyente en Jess, su forma de asumir la muerte es un modelo para el cristiano puesto que en la vida y en la muerte somos del Seor. Para la tica de Jess, la vida es un valor fundamental pero no absoluto; lo nico absoluto es la causa del Reino de Dios.IX. CONSECUENCIAS SOCIALES DE LA ACEPTACION DE LA EUTANASIAEn pocas recientes la eutanasia no ha sido legal en ningn pas, salvo la experiencia nazi, pero se puede prever lo que pasara si contrastamos los datos que nos aportan la legalizacin del aborto en este siglo y el conocido como caso holands, experiencia social de admisin practica de la eutanasia que recientemente ha recibido una cierta cobertura legal.La experiencia del aborto acredita que las leyes permisivas se aprueban presuntamente para dar solucin a determinados casos extremos, especialmente dramticos para la sensibilidad comn, pero acaban creando una mentalidad que trivializa el aborto provocado hasta convertirlo en un hecho socialmente aceptable que se realiza por motivos cada vez mas insignificantes. Con la eutanasia no tiene por que ocurrir algo distinto: la legislacin permisiva se nos presentara como una solucin para casos limites de vida vegetativa, encarnizamiento teraputico y otros extremos pero acabara siendo una opcin normal ante casos de enfermedad o declive biolgico mas o menos irreversible.El proceso descrito responde a la ms elemental psicologa humana cuando algo prohibido se permite y empieza a practicarse, se va considerando cada vez ms como normal, mxime si resulta un buen negocio para algunos, ayuda a eliminar situaciones engorrosas a otros y adems es defendido por algunas corrientes ideolgicas.En Holanda se esta viviendo desde hace aos una triste experiencia de admisibilidad prctica de la eutanasia, ya que al ao se realiza la eutanasia activa voluntaria a unos 5000 pacientes y se ha llegado a mencionar un total de casos de eutanasia de 20000 al ao, el 81 % de los mdicos de cabecera holandeses a realizado eutanasia. Un gran numero de personas en holanda lleva consigo un testamento en el que pide que se le realice la eutanasia y recientemente estos testamentos se han reemplazado por tarjetas de crdito para una muerte fcil, el numero de personas que porta este carnet se calcula en mas de 40000. As mismo, muchas personas aceptan que se debe negar el tratamiento a personas con minusvalia seria, a personas mayores e incluso a individuos sin familia e incluso abogan por la eutanasia activa involuntaria. Los mdicos holandeses al ao dejan morir al menos a 300 bebes minusvalidos recin nacidos, deniegan operaciones de enfermedades congnitas de corazn a nios con sndrome de Down, negndose a anesteciarlos y se niegan a implantar marcapasos a pacientes mayores a 75 aos o a tratar de edema pulmonar a pacientes ancianos que carezcan de familiares cercanos.Por la experiencia en holanda y en la legalizacin del aborto en algunos pases se puede visualizar que con la legalizacin o aceptacin practica de la eutanasia, se abrirn las puertas a practicas siniestras pues la compasin podra ser utilizada para justificar la eliminacin de los dbiles, los deficientes y los terminales. Se haran comprensibles presuntos intereses pblicos en la eliminacin de los que representan una carga para la sociedad sin aportar utilidad material alguna como los indigentes; hasta llegar a crear la presin psicolgica suficiente para que se sientan casi obligados a pedir su eliminacin quienes, por su edad o estado, se sientan carga insoportable para los dems.Tambin tendran efectos muy impactantes para el paciente terminal ya que nacera el miedo a que los que le rodean puedan diagnosticar que es acreedor a la eutanasia, miedo a los profesionales de la sanidad, miedo a los familiares y miedo a las instituciones asistenciales.En efecto, una sociedad en la que la eutanasia es delito transmite el mensaje de que toda vida tiene valor, que el enfermo terminal puede tener la tranquilidad de que los mdicos y sus familiares se empearan en apoyar su vida y su muerte dignas, y en las mejores condiciones. Por el contrario, una sociedad en que la eutanasia no se persigue ni se castiga por los poderes pblicos, est diciendo a sus miembros que no importa gran cosa que sean eliminados si ya no se les ve futuro o utilidad. En una sociedad con la eutanasia legalizada, el anciano o el enfermo grave tendran un muy justificado miedo a que el profesional de la sanidad o cualquier persona de la que dependieran por una u otra razn, no fueran una ayuda para su vida, sino unos ejecutores de su muerte.As tambin la clula fundamental de la sociedad que es la familia, se vera afectada ya que todos los ordenamientos jurdicos reconocen el derecho de los familiares mas cercanos a decidir por el enfermo o incapaz no posibilitado de expresar por si mismo su voluntad, la posibilidad terica de que los familiares decidan que procede la eutanasia introduce en las relaciones familiares un sentimiento de inseguridad, confrontacin y miedo, ya que se abrira la puerta para que motivos egostas como herencia, supresin de cargas e incomodidades, ahorros en gastos, etc., se acepte o solicite la eutanasia para el familiar enfermo. Pudiera suceder tambin que la tensin psicolgica y afectiva que se crea en una familia donde se toma la decisin de la eutanasia sea fuente de problemas e inestabilidades emocionales.X. UN POSIBLE CAMINOAnte la realidad de la reaparicn del tema de eutanasia, nuestra cultura tiene ante s el reto de asumir el hecho de la muerte y no tabuizarlo, es decir, es necesario reintroducir la muerte en nuestros esquemas mentales, sin negarla ni reprimirla ya que su represin origina en el ser humano sentimientos de angustia y bloquea nuestra relacin con las personas que estn prximas al fin de su existencia. La sociedad actual debe encarar con naturalidad el hecho de la muerte con su sentido verdadero y con la conciencia de nuestra mortalidad y la necesidad de llenar el trance de la muerte de humanidad y compasin.Cabe mencionar tambin que la argumentacin utilizada por los movimientos pro-eutanasia no son aceptables debido a que el sacrificio de seres humanos enfermos, ancianos o impedidos, para que no resulten gravosos a los familiares, o para mejorar las condiciones econmicas de la colectividad, es una manifestacin de totalitarismo, es decir, de prevalencia de la colectividad sobre los individuos hasta el extremo de despreciar el derecho de estos incluso a vivir si son un estorbo para aquella. En este tema aparece la perversin profunda de los valores humanos y sociales, y queda enmascarada bajo una presunta solidaridad, que consiste en la eliminacin fsica de los conciudadanos gravosos, molestos e intiles. No estamos pues, aqu, solo ante una tergiversacin del sentido de la frase muerte digna, sino ante su completa vuelta al revs.Es cierto tambin que el ser humano huye por instinto del dolor y cuanto cause sufrimiento y esta actitud es adecuada a la constitucin natural del hombre y por tanto reacciona con aversin a todo lo que significa sufrimiento, estas ideas son especialmente patentes en el caso de la agona, de los dolores, que eventualmente pueden preceder a la muerte. Ello puede hacer que el paciente o sus familiares caigan en la desesperacin.En una entrevista efectuada por Elisabeth Kuber-Ross (una doctora Rusa) a enfermos prximos a la muerte se percibi que la mayora del personal sanitario no sabe ayudar al enfermo terminal ni es capaz de relacionarse abiertamente con el, los mismo capellanes religiosos en general tampoco se relacionan con el enfermo, acuden al ser llamados, pero con mucha frecuencia no tiene relacin con el. La propia familia no sabe si es capaz de prestar la ayuda necesaria al enfermo y comnmente suelen ocultarse su proximidad a la muerte, ello lleva a la creacin de una cortina de mentiras que no hace sino intensificar la incomunicacin con el enfermo, a ello se suma la frialdad con la que los pacientes son tratados en la mayora de los hospitales.Independiente de lo que cada uno opine o diga sobre la eutanasia, al final lo mas importante es buscar cuales son los mejores medios para atender a estos enfermos ya que si los enfermos son bien atendidos tanto mdicamente, afectivamente y religiosamente nunca pediran la eutanasia.Por consiguiente, lo que se debe hacer es humanizar el proceso de muerte y dentro de las alternativas para ello se encuentran los llamados hospicios que son instituciones que adems de combatir el dolor de los enfermos terminales, se pone gran nfasis en la ayuda personal (espiritual, afectiva, psicolgica) que se puede prestar con el fin de que el enfermo acepte su destino tenga una muerte digna y en paz sin tener que llegar a la eutanasia.La discusin social sobre la eutanasia va a ser previsiblemente muy intensa en los prximos aos, en el tiempo presente las personas y los grupos que apoyan esta practica son y su legislacin constituyen una minora pequea en relacin al conjunto de la sociedad. Pero esto no quiere decir que en un futuro no pueda aumentar esa proporcin, por que es perceptible que estn en marcha campaas de influencia sobre la opinin publica las que generalmente muestran la eutanasia solapada y desde la imagen de misericordia ocultando el lado del homicidio o suicidio que en la realidad es.

XI. CONCLUSIONPara la persona que no cree en la existencia de la vida despus de la muerte ni de un Dios de quien ha recibido la vida y que es el quien en ultimo lugar la puede valorar, la muerte y el sufrimiento fsico o psquico que la acompaan se convierte en un sin sentido, desde una comprensin materialista de la vida y desde la afirmacin de la libertad como supremo valor humano, no es fcil negar al hombre la capacidad de decidir morir.Las instituciones pro-eutanasia ponen como bandera de batalla la compasin hacia los enfermos y el derecho del enfermo a decidir, as como la muerte digna, sin embargo el asesinato o el homicidio no es la solucin. La muerte digna para el enfermo solo ser posible si adems de los medios tcnicos para aliviar legtimamente el dolor fsico se crea un ambiente humano con la cercana de los seres queridos, con la ayuda espiritual y afectiva que necesita el enfermo, la verdadera piedad y compasin no es la que quita la vida sino la que la cuida hasta su final natural.Solo si se refuerza el respeto a cada persona y a la humanidad, solo si vivimos la solidaridad hasta las ltimas consecuencias con los dbiles y los postergados de la tierra podremos evitar que el modo de vida de los fuertes se convierta en ruina y condena a muerte por eutanasia social utilitarista para los dbiles.En el prefacio de un libro dedicado a los hospitales se narraba la muerte de un paciente, al que la enfermera de turno haba encontrado muerto en la Unidad de Cuidados Intensivos, despus de que el mismo se haba desconectados los tubos, el haba dejado una nota:Doctor, el enemigo no es la muerte, el enemigo es la inhumanidad

XII. BIBLIOGRAFIA Diccionario de la lengua espaola, 11va. Edicin, Editorial Espaa Calpe, 1992. Diccionario enciclopdico de teologa moral. 3ra. Edicin. Ediciones Paulinas. La Eutanasia, 100 cuestiones y respuestas. 2da Edicin. Ediciones Palabra S.A. La Eutanasia, El derecho a una muerte humana. Javier Gafo. Ediciones Temas de hoy. Eutanasia. Brian Pollard. Ediciones Rialp. S.A. CAPTULO I: Conceptos y definiciones fundamentales I.1.-Concepto, etimologa,historiay clasificacin de la eutanasia I.1.1.- Etimologa.-La palabraeutanasiaetimolgicamente deriva de los trminos griegoseuythanatos que significansignifica buenamuerte, dulce muerte o libre de sufrimientos. I.1.2.- Concepto.-Es todo acto u omisin cuyaresponsabilidadrecae enpersonalmdico o en individuos cercanos al enfermo, y que ocasionala muerteinmediata de ste con el fin de evitarle sufrimientos insoportables o la prolongacin artificial de su vida. En general, eutanasia significa el hecho de provocar una muerte fcil y sin dolores a un paciente que est prximo a morir por causa de una enfermedad terminal. Fue Francisco Bacn en el siglo XVII quien loempleopor primera vez. La prctica consistente en administrarlas drogas, frmacos u otras sustancias que alivien el dolor, aunque con ello se abrevie su vida I.1.2.1.-Otros conceptos relacionados son: Suicidio asistido: Significa proporcionar en forma intencional y conconocimientoa unapersonalosmediosoprocedimientoso ambos necesarios para suicidarse, incluidos el asesoramiento sobre dosis letales de medicamentos, la prescripcin de dichos medicamentos letales o su suministro. Se plantea como deseo de extincin de muerte inminente, porque la vida ha perdido razn de ser o se ha hecho dolorosamente desesperanzada. Cacotanasia: Es la eutanasia que se impone sin el consentimiento del afectado. La palabra apunta hacia una mala muerte (kaks: malo)1 Ortotanasia: Consiste en dejar morir atiemposin emplear medios desproporcionados y extraordinarios. Se ha sustituido en la terminologa prctica por muerte digna, para centrar el concepto en la condicin ("dignidad") del enfermo terminal y no en la voluntad de morir. Distanasia: Consiste en el "encarnizamiento o ensaamiento teraputico", mediante el cual se procura posponer el momento de la muerte recurriendo a cualquier medio artificial, pese a que hayaseguridadque no hay opcin alguna de regreso a la vida, con el fin de prolongar su vida a toda costa, llegando a la muerte en condiciones inhumanas, aqu se buscan ventajas para los dems, ajenas al verdaderointersdel paciente. I.1.3.-Historia "Quedan autorizados para disponer cuanto sea necesario, a fin de que los enfermos considerables incurables, a tenor de los conocimientos actuales, se los pueda eliminar fsicamente para poner fin a sus sufrimientos." Adolf Hitler La eutanasia es un problema persistente en la historia de la humanidad en el que se enfrentan ideologas diversas. La eutanasia no planteabaproblemasmorales en la antiguaGrecia: la concepcin de la vida era diferente. Una mala vida no era digna de ser vivida y por tanto ni el eugenismo, ni la eutanasia complicaban a las personas. Hipcrates representa una notable excepcin: l prohbe a los mdicos la eutanasia activa y la ayuda para cometersuicidio. Durante laEdad Mediase produjeron cambios frente la muerte y al acto de morir. La eutanasia, el suicidio yel abortoson considerados comopecado, puesto queel hombreno puede disponer libremente sobre la vida, que le fue dada por Dios. La llegada de lamodernidadrompe con elpensamientomedieval , la perspectiva cristiana deja de ser la nica y se conocen y se discuten las ideas de la Antigedad clsica. Lasaludpuede ser alcanzada con el apoyo de la tcnica, de lascienciasnaturales y de lamedicina. Desde fines del siglo XIX, diversos enfoques, que sealan una nueva orientacin, comienzan a exteriorizarse entre los mdicos y pacientes, entre las personas y lasociedad. El darwinismo social y la eugenesia son temas que tambin comienzan a debatirse. En numerosos pases europeos se fundan, a comienzos del siglo XX,sociedadespara la eutanasia y se promulganinformespara una legalizacin de la eutanasia activa. En las discusiones toman parte mdicos, abogados,filsofosy telogos.

Leer ms:http://www.monografias.com/trabajos70/eutanasia-peru/eutanasia-peru.shtml#ixzz3beLGbUuXEldebatesobre la licitudmoralde laeutanasiaha llegado a exacerbarse tanto que incluso se crearon asociaciones que claman por el reconocimiento de un legtimo derecho a morir condignidad. Elmovimientopara la legalizacin de estas prcticas comenz enInglaterraen 1935, con la creacin de la Asociacin por la Legislacin de la Eutanasia Voluntaria, que despus se denominara Asociacin para la Eutanasia. Aos despus se fund otra asociacin con el mismo objeto en Estados Unidos. EnEspaaha cobrado pujanza la Asociacin Pro Derecho a Morir Dignamente, presidida por el filsofo Salvador Pniker..Laescasezeconmica en tiempos de la primeraguerramundial sustenta la matanza de lisiados y enfermos mentales. El trmino eutanasia ha sido muchas veces separado de su sentido real. Por ejemplo, los nazis hablaban de eutanasia para referirse a la eliminacin de los minusvlidos y dbiles (Aktion T-4). En los Juicios de Nuremberg (1946 1947) se juzg como ilegal e inmoral toda forma de eutanasia activa sin aclaracin y consentimiento o en contra de la voluntad de los afectados.En el presente, se sustentan diferentes opiniones sobre la eutanasia y son variadas las prcticas mdicas y las legalidades en los distintos pases del mundo. Muchas prcticas de los hospicios u hogares, lamedicinapaliativa y losgruposde autoayuda, trabajan por la humanizacin en el trato con los moribundos y quieren contribuir a superar la distancia entre la vida,la muertey las prcticas mdicas.Enel estadode Oregn (EEUU) los ciudadanos aprobaron por referndum en 1994 elsuicidioasistido por mdicos para enfermos terminales. Hubo iniciativas similares en otros lugares, algunas de las cuales fueron revocadas pocotiempodespus. Elcambioms importante tuvo lugar en abril de 2002, cuando los Pases Bajos legalizaron la eutanasia, con una serie de garantas, convirtindose as en el primerEstadodel mundo que daba este paso. Blgica, en septiembre del mismo ao, fue el segundo.Estos son hitos histricos producidos en el espacio pblico. Poco investigadas y mucho menos conocidas son las diferentes prcticas reales de las personas frente al acto de morir. Se sabe que hasta fines del siglo XIX enAmricadel Sur exista lapersonadel "despenador" o "despenadora" encargada de hacer morir a los moribundos desahuciados a peticin de los parientes.I.1.4.-Clasificaciones de eutanasiaExiste mucha confusin en cuanto a la forma de calificar la eutanasia actualmente. En el medio hispanohablante se han introducido conceptos provenientes de laevaluacinticade la eutanasia y se la califica de directa o indirecta en cuanto existe o no la intencin de provocar primariamente lamuerteen lasaccionesque se realizan sobre el enfermo terminal. En el contexto anglosajn, se distingue entre la eutanasia comoacciny la eutanasia como omisin (dejar morir). Su equivalente sera eutanasia activa y eutanasia pasiva, respectivamente. Tambin se utilizan, en forma casi sinnima, las calificaciones de positiva y negativa respectivamente.I.1.4.1.-Eutanasia directa:Adelantar la hora de la muerte en caso de una enfermedad incurable, esta a su vez posee dos formas:I.1.4.1.1.-Activa:Consiste en provocar una muerte indolora a peticin del afectado cuando se es vctima deenfermedadesincurables muy penosas o progresivas y gravemente invalidantes; el caso ms frecuentemente mostrado esel cncer, pero pueden ser tambin enfermedades incurables como, la migraa, laobesidado ladepresincrnica. Se recurre, como se comprende, a substancias especiales mortferas o a sobredosis de morfina.I.1.4.1.2.-Pasiva:Se deja de tratar una complicacin, por ejemplo una bronconeumona, o de alimentar por va parenteral u otra al enfermo, con lo cual se precipita el trmino de la vida; es una muerte por omisin. De acuerdo con Prez Varela "la eutanasia pasiva puede revestir dos formas: la abstencin teraputica y la suspensin teraputica. En el primer caso no se inicia el tratamiento y en el segundo se suspende el ya iniciado ya que se considera que ms que prolongar el vivir, prolonga el morir" Debe resaltarse que en este tipo de eutanasia no se abandona en ningn momento al enfermo.I.1.4.2.-Eutanasia indirecta:Consiste en efectuarprocedimientosteraputicos que tienen como efecto secundario la muerte, por ejemplo la sobredosis de analgsicos, como es el caso de la morfina para calmar los dolores, cuyo efecto agregado, como se sabe, es la disminucin de laconcienciay casi siempre una abreviacin de la vida. Aqu la intencin, sin duda, no es acortar la vida sino aliviar el sufrimiento, y lo otro es una consecuencia no deseada.CAPTULO II:La eutanasia vista desde diversos aspectosII.1.- La eutanasia vista desde la medicinaEl juramento hipocrtico dice:"() establecer el rgimen de los enfermos, de manera que les sea ms provechoso, segn mis facultades y mi entender, abstenindome de cometer todo mal e injusticia. A nadie dar veneno y si alguno me propone semejante cosa no tomar en cuenta la iniciativa de tal sugestin; igualmente me abstendr de aplicar a las mujeres pesarios abortivos. Pasar mi vida y ejercer mi profesin con inocencia y pureza ()"Este juramento todava esta vigente en nuestros das, siendo entonces que lo prctica de la eutanasia se considerar, contradictoria con losprincipiosde la tica mdica.La deontologa mdica impone, los deberes de aliviar el sufrimiento fsico y moral del moribundo, de mantener en lo posible lacalidadde la vida que declina de ser guardin delrespetoa la dignidad de todo ser humano.Hay varias razones por las cuales la eutanasia no puede ser aceptada:Primero porque se minara la confianza paciente mdico, si el profesional de la medicina que se ocupan de susaludpueden decidir si su caso es digno de curacin o susceptible de eutanasia.Segundo, el diagnostico y el llamado pronstico hecho por los mdicos nos ofrece garantas. En definitiva enla cienciamdica no habra una certeza. Siendo aceptable el aforismo. "mientras hay vida hay esperanza".As es que el trmino incurabilidad no es sino unconceptorelativo. Pues lanaturalezadecuerpo humanoes a veces sorprendente, pudiendo salir muchas veces las personas que se encuentran en coma irreversible de estos.Esta posicin mdica al igual que la posicin de lareliginestara de acuerdo con la ortotanasia, al estar a favor de utilizar medicinas paliativas ymediosproporcionados, solamente, para prolongar la vida.Actualmente, se ha delimitado bien, que son medios proporcionados para la prolongacin de la vida por parte de los mdicos. As es que se entiende como medios ordinarios o proporcionados los "que estn a la mano y no imponen esfuerzos, sufrimientos ogastosmayores de los que las personas consideran prudentes", para la conservacin de la vida.A diferencia de los medios desproporcionados o que usando medios artificiales, se haga seguir viviendo a una persona, no siendo esta una ayuda de la naturaleza (como pasa en los medios ordinarios por los cuales se utilizar tambin medios artificiales pero como ayuda a la naturaleza para que el enfermo se recupere o no sufra) siendo artificial, considerando estaclasede conservacin de la vida antinatural.II.1.1.-La cuestin de la eutanasia, Es un problema mdico?La eutanasia, tal y como la plantean los defensores de su legalizacin, afecta de lleno al mundo de la Medicina, puesto que las propuestas de sus patrocinadores siempre hacen intervenir al mdico o alpersonalsanitario. Pero la cuestin de la eutanasia no es, propiamente hablando, un problema mdico, o no tendra que serlo.La eutanasia merece la misma calificacin tica si la practica un mdico o una enfermera en el tcnicoambientede un hospital que si la practica, por otro medio cualquiera, un familiar o un amigo de la vctima. En ambos casos se trata de unhombreque da muerte a otro.La eutanasia no es una forma de Medicina, sino una forma dehomicidio; y si la practica un mdico, ste estar negando la Medicina.II.1.2.-Por qu la eutanasia es la negacin de la Medicina?Porque la razn de ser de la Medicina es la curacin del enfermo en cualquier fase de su dolencia, la mitigacin de sus dolores, y la ayuda a sobrellevar el trance supremo de la muerte cuando la curacin no es posible. La eutanasia, por el contrario, no slo es la renuncia a esa razn de ser, sino que consiste en la deliberada decisin de practicar justamente lo opuesto a la Medicina, ya que es dar muerte a otro, aunque sea en virtud de una presunta compasin. Cualquiera es perfectamente capaz de advertir la diferencia sustancial que existe entre ayudar a un enfermo a morir dignamente y provocarle la muerte. La eutanasia no es una tcnica, un recurso de la Medicina: la eutanasia expulsa a la Medicina, la sustituye. La eutanasia, adems, precisamente por ser la negacin de la Medicina, se vuelve contra el mdico que la practique.II.2.- La eutanasia vista desde la dignidad humana.La dignidad humana se invoca tanto para defender la eutanasia como para rechazarla.Para sus defensores, la dignidad humana del enfermo consistira en el derecho a elegir libremente el momento de la propia muerte. Para sus detractores, la dignidad humana sera oponerse a este derecho, por considerarlo una arbitrariedad humana frente a un asunto exclusivamente divino.Evidentemente, tras este uso equvoco del trmino dignidad subyacen distintas concepciones del ser humano, de lalibertad, de lacienciamdica y del conjunto de losderechoshumanos.II.2.1.-Concepto de Dignidad HumanaInviolabilidad de cada persona, reconocimiento de que no puede ser utilizada o sacrificada por los dems como un mero instrumento para la realizacin de fines generales. Es adems el reconocimiento de la autonoma de cada cual para trazar sus propios planes en la vida y sus propios baremos de excelencia sin otro lmite que el derecho semejante de los otros a la misma autonoma y el reconocimiento de que cada cual debe ser tratado socialmente con suconducta, mrito o demrito personales, y no segn aquellos factores aleatorios que no son esenciales a su humanidad: raza,etnia,sexo, clase social, etc.La dignidad propia del hombre es unvalorsingular que fcilmente puede reconocerse. Lo podemos descubrir en nosotros o podemos verlo en los dems. Pero ni podemos otorgarlo ni est en nuestra mano retirrselo a alguien. Es algo que nos viene dado. Es anterior a nuestra voluntad y reclama de nosotros unaactitudproporcionada, adecuada: reconocerlo y aceptarlo como un valor supremo (actitud de respeto) o bien ignorarlo o rechazarlo. Este valor singular que es la dignidad humana se nos presenta como una llamada al respeto incondicionado y absoluto. Un respeto que, como se ha dicho, debe extenderse a todos los que lo poseen: a todos los seres humanos. Por eso mismo, an en el caso de que toda lasociedaddecidiera por consenso dejar de respetar la dignidad humana, sta seguira siendo una realidad presente en cada ciudadano. An cuando algunos fueran relegados a un trato indigno, perseguidos, encerrados en campos de concentracin o eliminados, este desprecio no cambiaria en nada su valor inconmensurable en tanto que seres humanos.Por su misma naturaleza, por la mismafuerzade pertenecer a la especie humana, por su particular potencial gentico - que la enfermedad slo es capaz de esconder pero que resurgir de nuevo si elindividuorecibe la teraputica oportuna -, todo ser humano es en s mismo digno y merecedor de respeto.La preocupacin por la dignidad de la persona humana es hoy universal: las declaraciones de losDerechos Humanosla reconocen, y tratan de protegerla e implantar el respeto que merece a lo largo y ancho del mundo. Los errores que pueda haber en la formulacin de esos derechos no invalidan la aspiracin fundamental que contienen: el reconocimiento de una verdad palmaria, la de que todo ser humano es digno por s mismo, y debe ser reconocido como tal. El ordenamiento jurdico y laorganizacineconmica,polticay social deben garantizar ese reconocimiento. Cuanto ms fijamos la mirada en la singular dignidad de la persona, ms descubrimos elcarcterirrepetible, incomunicable y subsistente de ese ser personal, un ser con nombre propio, dueo de una intimidad que slo l conoce, capaz de crear, soar y vivir una vida propia, un ser dotado del bien precioso de la libertad, deinteligencia, de capacidad de amar, de rer, de perdonar, de soar y de crear una infinidad sorprendente deciencias, artes,tcnicas,smbolosy narraciones.Por eso, dignidad, en general y en el caso del hombre, es una palabra que significa valor intrnseco, no dependiente de factores externos. Algo es digno cuando es valioso de por s, y no slo ni principalmente por suutilidadpara esto o para lo otro. Esa utilidad es algo que se le aade a lo que ya es. Lo digno, porque tiene valor, debe ser siempre respetado y bien tratado. En el caso del hombre su dignidad reside en el hecho de que es, no un qu, sino un quin, un ser nico, insustituible, dotado de intimidad, de inteligencia, voluntad, libertad, capacidad de amar y de abrirse a los dems. De esta dignidad se derivan varios principios:Principio de respeto.La primera actitud que sugiere la consideracin de la dignidad de todo ser humano es la de respeto y rechazo de toda manipulacin: frente a l no podemos comportarnos como nos conducimos ante un objeto, como si se tratara de una "cosa", como un medio para lograr nuestros fines personales.Principios de no-maleficencia y de beneficencia.En todas y en cada una de tus acciones, evita daar a los otros y procura siempre el bienestar de los dems.Principio de doble efecto:Busca primero el efecto beneficioso. Dando por supuesto que tanto en tu actuacin como en tu intencin tratas a la gente con respeto, asegrate de que no son previsibles efectos secundarios malos desproporcionados respecto al bien que se sigue del efecto principal.Principio de Integridad.Comprtate en todo momento con lahonestidadde un autntico profesional, tomando todas tus decisiones con el respeto que te debes a ti mismo, de tal modo que te hagas as merecedor de vivir con plenitud tu profesin. Ser profesional no es nicamente ejercer una profesin sino que implica realizarlo con profesionalidad, es decir: conconocimientoprofundo delarte, con absoluta lealtad a lasnormasdeontolgicas y buscando elservicioa las personas y a la sociedad por encima de los intereses egostas.Principio deJusticia.Trata a los otros tal como les corresponde como seres humanos; s justo, tratando a la gente de forma igual. Es decir: tratando a cada uno de forma similar en circunstancias similares.Principio de Utilidad. Dando por supuesto que tanto en tu actuacin como en tu intencin tratas a la gente con respeto, elige siempre aquella actuacin que produzca el mayor beneficio para el mayor nmero de personas.II.2.2.- Dignidad y derechos fundamentalesLa dignidad est estrechamente vinculada a los derechos fundamentales, en tanto, razn de ser, fin y limite de los mismos. Comparte con ellos el doble carcter de los derechos fundamentales: como derechos de la persona y como un orden constitucional; de modo que, "los derechos individuales son la vezinstitucionesjurdicas objetivas y derechos subjetivos". En este sentido, la dignidad opera no slo como un derecho individual, sino tambin como un limite de los derechos; lo cual se traduce en un deber general de respetar los derechos ajenos y propios.Para que se configure el carcter de derechoobjetivo, requiere de la actuacin del Estado para la proteccin y eldesarrollodel mismo. A partir de esta concepcin de dignidad se desarrolla la categora de los limites del legislador en relacin a la dignidad, subordinando la viejatesisde la reserva deleypor la nueva tesis central de contenido esencial (Wesensgehaltgarantie" de la dignidad, como frmula sinttica que encierra el concepto de valor que se encuentra en la dignidad humana.La dignidad incide, pues, directa o indirectamente en lasfuncionesde los derechos fundamentales establecidos y no slo en la abstracta norma constitucional. En ese sentido, "eldominioy loslmitesde los derechos fundamentales deben determinarse partiendo de la totalidad delsistemaconstitucional delos valoresal que hace en su esencia, referencia a todo derecho fundamental".La dignidad tambin puede ser analizada desde una perspectiva. Esta busca superar la unilateralidad de unateorasobre la dignidad humana valorativa, liberal, social, procesal, etc. -, dada la pluralidad de fines de intereses sociales que abarca el Estado Constitucional. As las demandas para democratizar la sociedad sobre la base de laparticipacin ciudadana, as como para cumplir con losobjetivosdel Estado social de derecho, delimitando la libertad con las fronteras de laigualdad, son factibles de realizar mediante una articulacin prctica de las distintas funciones de los derechos fundamentales.As diremos que la diversidad de funciones constitucionales de la dignidad est en relacin directa con las funciones de la propiaConstitucinque, las doctrinas constitucionales alemanas y suizas han aportado al desarrollo constitucional. En ese sentido se puede sealar no slo la Constitucin, sino tambin la dignidad participa de las funciones: racionalizadota, ordenadora, estabilizadora, unificadora, controladora delpoder, as como, del aseguramiento de la libertad, la autodeterminacin y la proteccin jurdica de la persona, el establecimiento de laestructuraorganizativa bsica del Estado y del desarrollo de los contenidosmaterialesbsicos del Estado.II.3 .- La eutanasia vista desde la religin.Juan Pablo II, en su encclica "El Evangelio de la Vida"define la Eutanasia como: "Aduearse de la muerte, procurndola de modo anticipado y poniendo as fin "dulcemente" a la propia vida o a la de otro". Y se considera esto como una "culturade la muerte" que se ve en lassociedadesdel bienestar, caracterizadas por una mentalidad eficientista, que va en contra de los ancianos y los ms dbiles, caracterizadas como algo gravoso e insoportable, aisladas porla familiay la sociedad, segn lo cual una vida inhbil no tiene ya valor alguno. Y vuelve a definir la Eutanasia como una "accin o una omisin que por su naturaleza y en la intencin causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor "situada en la intencin y losmtodosusados".Posicin de laIglesiaCatlicaApndice IISAGRADA CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FEDECLARACION SOBRE LA EUTANASIAINTRODUCCIONLos derechos yvaloresinherentes a la persona humana ocupan un puesto importante en la problemtica contempornea. A este respecto, el Concilio Ecumnico Vaticano 11 ha reafirmado solemnemente la dignidad excelente de la persona humana y de modo particular su derecho a la vida. Por ello ha denunciado los crmenes contra la vida, como h/font>dios de cualquier clase, genocidios,aborto, eutanasia y el mismo suicidio deliberado (Cons. Past. Gaudium et spes, n. 27).La S. Congregacin para la Doctrina de la Fe, que recientemente ha recordado la doctrina catlica acerca del aborto procurado juzga oportuno proponer ahora laenseanzade la Iglesia sobre el problema de la eutanasia.En efecto, aunque continen siendo siempre vlidos los principios enunciados en este terreno por los ltimos Pontfices, los progresos de la medicina han hecho aparecer, en los recientes aos, nuevos aspectos M problema de la eutanasia que deben ser precisados ulteriormente en su contenido tico.En la sociedad actual, en la que no raramente son cuestionados 1os mismos valores fundamentales de la vida humana, la modificacin de cultura influye en el modo de considerar el sufrimiento y la muerte; medicina ha aumentado su capacidad de curar y de prolongar la vida en determinadas condiciones que a veces ponenproblemasde carcter moral. Por ello los hombres que viven en tal ambiente se interrogan con angustia acerca del significado de la ancianidad prolongada y de muerte, preguntndose consiguientemente si tienen el derecho de procurarse a s mismos o a sus semejantes la muerte dulce, que servira para abreviar el dolor y sera, segn ellos, ms conforme con la dignidad humana.Diversas Conferencias Episcopales han preguntando al respecto esta S. Congregacin para la Doctrina de la Fe, la cual, tras haber pedido el parecer de personas expertas acerca de los varios aspectos de eutanasia, quiere responder con esta Declaracin a las peticiones de k obispos, para ayudarles a orientar rectamente a los fieles y ofrecerles elementos de reflexin que puedan presentar a las autoridades civiles propsito de este gravsimo problema.Lamateriapropuesta en este documento concierne ante todo a k que ponen su fe y esperanza en Cristo, el cual mediante su vida, muerte resurreccin ha dado un nuevo significado a la existencia y sobre todo la muerte del cristiano, segn las palabras de San Pablo: pues si vivimos para el Seor vivimos; y si morimos, morimos para el Seor. En fin, se que vivamos, sea que muramos, del Seor somos (Rom. 14, 8; Fil 1, 20).Por lo que se refiere a quienes profesan otrasreligiones, mucho admitirn con nosotros que la fe - si la condividen - en un Dios creador Providente y Seor de la vida confiere un valor eminente a toda persona humana y garantiza su respeto.Confiamos, sin embargo, en que esta Declaracin recoger el consenso de tantos hombres de buena voluntad los cuales, por encima do diferencias filosficas o ideolgicas, tienen una viva conciencia de la derechos de la persona humana. Tales derechos, por lo dems, han sido proclamados frecuentemente en el curso de los ltimos aos en declaraciones de Congresos Internacionales(a); y tratndose de derechos fundamentales de cada persona humana, es evidente que no se puede recurrir 2 argumentos sacados del pluralismo poltico o de la libertad religiosa para negarles valor universal..(a)Recurdese en particular la recomendacin 779 (1976). referentes a los derechos de los enfermos y de los moribundos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo deEuropaen su XXVII sesin ordinaria. CL SIPECA. 1977, pp. 14-.VALOR DE LA VIDA HUMANALa vida humana es el fundamento de todos losbienes, la fuente y condicin necesaria de toda actividad humana y de toda convivencia social. Si la mayor parte de los hombres creen que la vida tiene un carcter sacro y que nadie puede disponer de ella a capricho, los creyentes ven a la vez en ella un don delamorde Dios, que son llamados a conservar y hacer fructificar. De esta ltima consideracin brotan las siguientes consecuencias:1. Nadie puede atentar contra la vida de un hombre inocente sin oponerse al amor de Dios hacia l, sin violar un derecho fundamental, irrenunciable e inalienable, sin cometer, por ello, un crimen de extrema gravedad.(b)2. Todo hombre tiene el deber de conformar su vida con el designio de Dios. Esta le ha sido encomendada como un bien que debe dar sus frutos ya aqu enla tierra, pero que encuentra su plena perfeccin solamente en la vida eterna.3. La muerte voluntaria o sea el suicidio es, por consiguiente, tan inaceptable como el homicidio; semejante accin constituye en efecto, por parte del hombre, el rechazo de lasoberanade Dios y de su designio de amor. Adems, el suicidio es a menudo un rechazo del amor hacia s mismo, una negacin de la natural aspiracin a la vida, una renuncia frente a los deberes de justicia y caridad hacia el prjimo, hacia las diversas comunidades y hacia la sociedad entera, aunque a veces intervengan, como se sabe, factores psicolgicos que, pueden atenuar o incluso quitar laresponsabilidad.Se deber, sin embargo, distinguir bien del suicidio aquel sacrificio con el que, por una causa superior -como la gloria de Dios, la salvacin de las almas o el servicio a los hermanos - se ofrece o se pone en peligro la propia vida.LA EUTANASIAPara tratar de manera adecuada el problema de la eutanasia, conviene ante todo precisar el vocabulario..(b). Se dejan completamente de lado las cuestiones de lapena de muertey de la guerra que exigiran consideraciones especificas, ajenas al tema de esta Declaracin.Etimolgicamente la palabraeutanasiasignificaba en la antigedad una muerte dulce sin sufrimientos atroces. Hoy no nos referimos tanto al significado original de trmino, cuanto ms bien a la intervencin de la medicina encaminada a atenuar los dolores de la enfermedad y de la agona, a veces incluso con elriesgode suprimir prematuramente la vida.Adems el trmino es usado, en sentido ms estricto, con el significado de causar la muerte por piedad, con el fin de eliminar radicalmente los ltimos sufrimientos o de evitar a losniossubnormales, a los enfermos mentales o a los incurables i la prolongacin de una vida desdichada, quizs por muchos aos que podra imponer cargas demasiado pesadas a las familias o a la sociedad.Es pues necesario decir claramente en qu sentido se toma el trmino en este documento.Por eutanasia se entiende una accin o una omisin que por su naturaleza, o en la intencin, causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor. La eutanasia se sita pues en el nivel de las intenciones o de los mtodos usados.Ahora bien, es necesario reafirmar con toda firmeza que nada ni nadie puede autorizar la muerte de un ser humano inocente, seafetoo embrin, nio o adulto, anciano, enfermo incurable o agonizante. Nadie adems puede pedir este gesto homicida para s mismo o para otros confiados a su responsabilidad, ni puede consentirlo explcita o implcitamente. Ningunaautoridadpuede legtimamente imponerlo ni permitirlo. Se trata en efecto de una violacin de la ley divina, de una ofensa a la dignidad de la persona humana, de un crimen contra la vida, de un atentado contra la humanidad.Podra tambin verificarse que el dolor prolongado e insoportable, razones de tipo afectivo u otros motivos diversos, induzcan a alguien a pensar que puede legtimamente pedir la muerte o procurarla k otros. Aunque en casos de esegnerola responsabilidad personal pueda estar disminuida o incluso no existir, sin embargo el error de juicio de la conciencia -aunque fuera incluso de buena fe - no modifica la naturaleza de acto homicida, que en s sigue siendo siempre inadmisible. Las splicas de los enfermos muy graves que alguna vez invocan la muerte no deben ser entendidas como expresin de una verdadera voluntad de eutanasia; estas en efecto son casi siempre peticiones angustiadas de asistencia y de afecto. Adems de los cuidados mdicos, lo que necesita el enfermo esel amor, elcalorhumano y sobrenatural, con el que pueden y deben rodearlo todos aquellos que estn cercanos, padres e hijos, mdicos y enfermeros.El cristiano ante el sufrimiento y el uso de los analgsicosLa muerte no sobreviene siempre en condiciones dramticas, al final de sufrimientos insoportables. No debe pensarse nicamente en los casos extremos. Numerosos testimonios concordes hacen pensar que la misma naturaleza facilita en el momento de la muerte una separacin que sera terriblemente dolorosa para un hombre en plena salud. Por lo cual una enfermedad prolongada, una ancianidad avanzada, una situacin de soledad y de abandono, pueden determinar tales condiciones psicolgicas que faciliten la aceptacin de la muerte.Sin embargo se debe reconocer que la muerte precedida o acompaada a menudo de sufrimientos atroces y prolongados es un acontecimiento que naturalmente angustia elcorazndel hombre.El dolor fsico es ciertamente un elemento inevitable de la condicin humana; a nivel biolgico, constituye un signo cuya utilidad es innegable; pero puesto que atae a la vida psicolgica de hombre, a menudo supera su utilidad biolgica y por ello puede asumir una dimensin tal que suscite el deseo de eliminarlo a cualquierprecio.Sin embargo, segn la doctrina cristiana, el dolor, sobre todo el de los ltimos momentos de la vida, asume un significado particular en elplansalvfico de Dios; en efecto, es una participacin en la Pasin de Cristo y una unin con el sacrificio redentor que El ha ofrecido en obediencia a la voluntad del Padre. No debe pues maravillar si algunos cristianos desean moderar el uso de los analgsicos, para aceptar voluntariamente al menos una parte de sus sufrimientos y asociarse as de modo consciente a los sufrimientos de Cristo crucificado (ef Mi 27, 34). No sera sin embargo prudente imponer como norma general uncomportamientoheroico determinado. Al contrario, la prudencia humana y cristiana sugiere para la mayor parte de los enfermos el uso de las medicinas que sean adecuadas para aliviar o suprimir el dolor, aunque de ello se deriven, como efectos secundarios, entorpecimiento o menor lucidez. En cuanto a las personas que no estn en condiciones de expresarse, se podr razonablemente presumir que desean tomar tales calmantes y suministrrseles segn los consejos del mdico.Pero el uso intensivo de analgsicos no est exento de dificultades, ya que el fenmeno de acostumbrarse a ellos obliga generalmente a aumentar la dosis para mantener sueficacia. Es conveniente recordar una declaracin de Po XII que conserva an toda su validez. Ungrupode mdicos le haba planteado esta pregunta: La supresin de dolor y de la conciencia por medio de narcticos--- est permitida al mdico y al paciente por la religin yla moral(incluso cuando la muerte se aproxima o cuando se prev que el uso de narcticos abreviar la vida)?. El Papa respondi: Si no hay otros medios y si, en tales circunstancias, ello no impide el cumplimiento de otros deberes religiosos y morales: S. En este caso, en efecto, est claro que la muerte no es querida o buscada de ningn modo, por ms que se corra el riesgo por una causa razonable: simplemente se intenta mitigar el dolor de manera eficaz, usando a tal fin los analgsicos a disposicin de la medicina.Los analgsicos que producen la prdida de la conciencia en los enfermos, merecen en cambio una consideracin particular. Es sumamente importante, en efecto, que los hombres no slo puedan satisfacer sus deberes morales y susobligacionesfamiliares, sino tambin y sobre todo que puedan prepararse con plena conciencia al encuentro con Cristo. Por esto, Po XII advierte que no es lcito privar al moribundo de la conciencia propia sin grave motivo.El uso proporcionado de los medios teraputicosEs muy importante hoy da proteger, en el momento de la muerte, la dignidad de la persona humana y la concepcin cristiana de la vida contra un tecnicismo que corre el riesgo de hacerse abusivo. De hecho algunos hablan de derecho a morir expresin que no designa el derecho de procurarse o hacerse procurar la muerte como se quiere, sino el derecho de morir con toda serenidad, con dignidad humana y cristiana. Desde este punto de vista, el uso de los medios teraputicos puede plantear a veces algunos problemas.En muchos casos, la complejidad de las situaciones puede ser tal que haga surgir dudas sobre el modo de aplicar los principios de la moral. Tomar decisiones corresponder en ltimoanlisisa la conciencia M enfermo o de las personas cualificadas para hablar en su nombre, o incluso de los mdicos, a laluzde las obligaciones morales y de los distintos aspectos M caso.Cada uno tiene el deber de curarse y de hacerse curar. Los que tienen a su cuidado los enfermos deben prestarles su servicio con toda diligencia y suministrarles los remedios que consideren necesarios o tiles.Pero se deber recurrir, en todas las circunstancias, a toda clase de remedios posibles?Hasta ahora los moralistas respondan que no se est obligado nunca al uso de los medios extraordinarios. Hoy en cambio, tal respuesta, siempre vlida en principio, puede parecer tal vez menos clara tanto por la imprecisin M trmino como por los rpidos progresos de la terapia. Debido a esto, algunos prefieren hablar de medios proporcionados y desproporcionados. En cada caso, se podrn valorar bien los medios poniendo en comparacin el tipo de terapia, el grado de dificultad y de riesgo que comporta, los gastos necesarios y las posibilidades de aplicacin con el resultado que se puede esperar de todo ello, teniendo en cuenta las condiciones del enfermo y sus fuerzas fsicas y morales.Para facilitar la aplicacin de estos principios generales se pueden aadir las siguientes puntualizaciones:- A falta de otros remedios, es lcito recurrir, con el consentimiento de enfermo, a los medios puestos a disposicin por la medicina ms avanzada, aunque estn todava en fase experimenta y no estn libres de todo riesgo. Aceptndolos, el enfermo podr dar as ejemplo de generosidad para el bien de la humanidad.- Es tambin lcito interrumpir la aplicacin de tales medios, cuando les resultados defraudan las esperanzas puestas en ellos. Pero, al tomar una tal decisin, deber tenerse en cuenta el justo deseo M enfermo y de sus familiares, as como el parecer de mdicos verdaderamente competentes; estos podrn sin duda juzgar mejor que otra persona si elempleode instrumentos y personal es desproporcionado a los resultados previsibles, y si las tcnicas empleadas imponen al paciente sufrimientos y molestias mayores que los beneficios que se pueden obtener de los mismos.Es siempre lcito contentarse con los medios normales que la medicina puede ofrecer. No se puede, por lo tanto, imponer a nadie la obligacin de recurrir a un tipo de cura que, aunque ya est en uso, todava no est libre de peligro o es demasiado costosa. Su rechazo no equivale al suicidio: significa ms bien o simple aceptacin de la condicin humana, o deseo de evitar la puesta en prctica de un dispositivo mdico desproporcionado a los resultados que se podran esperar, o bien una voluntad de no imponer gastos excesivamente pesados a lafamiliao la colectividad. Ante la inminencia de una muerte inevitable, a pesar de los medios empleados, es lcito en conciencia tomar la decisin de renunciar a unos tratamientos que procuraran nicamente una prolongacin precaria y penosa de la existencia, sin interrumpir sin embargo las curas normales debidas al enfermo en casos similares. Por esto, el mdico no tiene motivo de angustia, como si no hubiera prestado asistencia a una persona en peligro. Aspectos morales y religiosos de la eutanasiaDesde la perspectiva religiosa se considera que lapropiedadde la vida humana le corresponde a un ser superior y el individuo es un mero usufructuario, incapacitado por definicin para disponer de su vida de acuerdo con su voluntad.Quienes creemos en un Dios personal, en especial los catlicos, tenemos un motivo ms para rechazar la eutanasia. Pues lo que as pensamos, estamos convencidos que la eutanasia implica matar a un ser querido por Dios, quien vela por su vida y su muerte. Por ello, la iglesia catlica la ha considerado un grave crimen.Para la Iglesia Catlica y su doctrina dicen sobre la eutanasia que no es lcito matar a un paciente, ni siquiera para no verlo o hacerle sufrir, as se lo hayan pedido al mdico el enfermo, sus familiares o terceros, pues no est en sus manos, solo en las de Dios, las vidas de las seres personas. Comprendiendo ello, el no hacer acciones que produzcan intencionalmente la muerte del paciente y como es lgico tampoco es permisible omitir una prestacin debida al paciente con la cual salvara su vida.Para la iglesia no es lcito que se deje u omita los tratamientos disponibles para la posible recuperacin del paciente, con el lmite que no tenga una muerte cerebral, lo cual ocasiona dejar de aplicar los tratamientos siendo esto lo ms adecuado, actitud concordante con la recta razn. La cual trata de evitar las medidas desproporcionadas que no sera una medida razonable, sino no ms bien prcticas distansicas.La iglesia esta de acuerdo con la ortotanasia, entendida como la entiende Romero y NIo, llamada eutanasia solutiva, por la cual, se le suministra narcticos y analgsicos que aliviarn el dolor, aunque atenen la conciencia y provoquen de modo secundario un acortamiento de la vida del paciente.Este acto no se considera ilcito, pues en este sentido se expresaba Pablo VI cuando deca que:"El deber del mdico consista ms bien en intentar calmar los sufrimientos, en vez de prolongar todo lo que pueda con cualquier medio y a cualquier condicin una vida que no es ya plenamente humana y que va naturalmente hacia la conclusin"En laconferenciaepiscopal espaola se hablo tambin que en el momento de la muerte se tena que tomar en cuenta la dignidad de la persona humana y la concepcin cristiana de la vida. Pues a nadie se le puede imponer la obligacin de recurrir a cualquier tipo de cura.Podemos concluir por ello que la religin y la iglesia catlica no estn de acuerdo con la eutanasia, pero tampoco con la distanasia que se presenta en los medios desproporcionados que se utilizan para que el paciente siga vivo sea esta una vida con aparatos con los cuales no podra vivir. Pero aceptan la ortotanasia, la cual se utilizaran paliativos para el dolor los cuales permitir a las personas que no quieran recibir un tratamiento morir progresivamente y naturalmente sin sufrimientos ayudado pordrogas. Nio llama a esto "Eutanasia solutiva", claro que la iglesia no la llama as, esta clase de eutanasia no slo carece de relevancia atpica sino que encarna un deber moral y jurdico.OPINION DE LA IGLESIALa eutanasia es una consecuencia de una mentalidad materialista y utilitarista sobre la existencia humana. Existe una prdida del sentido de la existencia humana debido a unacrisismoral y religiosa.El respeto de la vida humana presupone admitir la existencia de Dios, de un Dios amoroso autor de la vida. Nadie puede atentar contra la vida de un ser humano sin apoyarse al amor de Dios hacia l, sin violar un derecho fundamental y sin cometer un crimen.La eutanasia es una grave ofensa a Dios, autor de la vida, en cuanto viola su ley. No es lcito matar a un paciente para no verle sufrir o no hacerle sufrir, aunque aqul lo pida. Ni el paciente, ni los mdicos, ni los familiares tienen la facultad de decidir o provocar la muerte de una persona. No tiene derecho a la eleccin del lugar y del momento de la muerte, porqueel hombreno tiene el poder absoluto sobre su persona y su vivir, con mayor razn, sobre su muerte.Es necesario reafirmar que nadie ni nada puede autorizar la muerte de un ser humano, sea feto o embrin, nio o adulto, anciano, enfermo incurable o agonizante. Ninguna autoridad puede legtimamente imponerlo o permitirlo.No se puede decir que una vida es mas o menos plena dependiendo del estado de la salud o si es til o no. Toda vida merece ser vivida.Etimolgicamente, eutanasia, viene del griego y significa principalmente buena muerte, muerte apacible, sin sufrimiento. Segn la tradicin cristiana, a la buena muerte se llega cuando se prepara espiritualmente al encuentro con Dios. Slo dentro de la perspectiva cristiana de la redencin, el sufrimiento alcanza su valor pleno. El dolor puede ser un instrumento de salvacin , cuando es vivido cristianamente e iluminado por la Palabra de Dios.Todo hombre tiene el deber de vivir su vida conforme al designio de Dios. Esta le ha sido dada para dar frutos en latierra, y no para ser destruida a su antojo.Juan Pablo II ha hecho grandes labores para evitar que se siga permitiendo la eutanasia y se proclama sobre el tema en la encclicaEvangelium Vitae(Cartasobre el valor y el carcter inviolable de la vida humana). En esta carta declara tambin la opinin de la Iglesia Catlica sobre el tema de la eutanasia:"Amenazas no menos graves afectan tambin a los enfermos incurables y a los terminales, en un contexto social y cultural que, haciendo mas difcil afrontar y soportar el sufrimiento, agudiza la tentacin de resolver el problema del sufrimiento eliminndolo en su raz, anticipando la muerte al momento considerado mas oportuno.En una decisin as, confluyen con frecuencia elementos diversos, lamentablemente convergentes en este terrible final.II.4.- La eutanasia vista desde la doctrina penal.Muchos pases buscan el reconocimiento legal de esta prctica. Son diversos los argumentos que defienden los partidarios de la eutanasia para que pueda ser legalizada, algunos de esos argumentos son: si una persona tiene "sufrimientos intolerables" y pide la muerte, las dems personas obedecen debido a la compasin que les embarga.Otros manifiestan que si un paciente se encuentra en fase terminal de una enfermedad incurable, sucede lo mismo que el caso anterior, configurando el llamado homicidio por compasin.Para otros es un argumento slido la falta decontrolsobre los excesos y abusos que pueden producirse al practicarse la eutanasia de manera clandestina. En muchos casos sealan que la prctica de la eutanasia es un asunto privado, es decir, entre el paciente y su mdico (este argumento es muy utilizado).Los dos primeros argumentos mencionados se refieren a casos dramticos pero a mi parecer no son argumentos razonables para legalizar la eutanasia, pues las personas deben comprender que el dolor puede disminuir con determinados medicamentos pudiendo mejorar en cierta forma nuestra vida, adems no podemos disponer de nuestra vida, pues es una falta de respeto hacia uno mismo, y mucho menos podemos disponer de la vida de los dems.Cuando los partidarios de la eutanasia quieren evitar "excesos o abusos" dan a entender que en determinadas circunstancias, la prctica de la eutanasia no es un exceso o un abuso, pero lo que realmente solicitan es una legislacin permisiva y no restrictiva.Algunos pases estn a favor de la eutanasia, pases como Holanda, Blgica, ya han legalizado la eutanasia, de igual forma lo realiz el Estado de Oregon en E.E.U.U.Suiza yColombiatienen legislado que la eutanasia no es undelito, pues ayuda a las personas en fase terminal a morir, siempre que se haya realizado una autorizacin clara y precisa.Para ser precisos la legislacin suiza acepta la eutanasia pero no todos sus tipos, pues esta prohibida la eutanasia activa. Y en Colombia la Corte Constitucional de ese pas resolvi que el reconocimiento del respeto a la dignidad humana, y la autonoma en su Constitucin, obliga a interpretar que elCdigoPenal Colombiano no castiga la eutanasia realizada con el consentimiento del paciente; limitando la aplicacin del artculo 236, que pena el homicidio por piedad con prisin menor al homicidio simple ( de seis meses a tres aos), a los casos donde no exista voluntad de la victima.Holanda es el primer pas donde la eutanasia se practica abiertamente, la ley holandesa permite terminar con la vida de otra persona, ya sea por un doctor o por el deseo expreso de un paciente teniendo en cuenta que "lademandaal doctor debe ser voluntaria, explcita y cuidadosamente considerada y se debe de haber hecho repetidamente."Para la realizacin de la eutanasia activa deben realizarse las siguientes condiciones: debe existir solicitudes del paciente, y estas deben ser repetidas y bien informadas. La enfermedad debe ser mental ofsicaincurable. Se debe haber agotado todas las dems opciones asistenciales. Debe existir la aprobacin de otro mdico a dems del que va a realizar la eutanasia. Y debe existirdocumentacinde los hechos.No se considera como condicin para la aplicacin de la eutanasia activa a la evaluacin de un psiquiatra o psiclogo, lo cual dificulta determinar si existe un cuadro depresivo.La legislacin holandesa considera que la eutanasia no es considerado un delito si el mdico respeta una serie de cdigos estrictos, es decir: el enfermo debe estar sometido a un sufrimiento insoportable, no debe existir ninguna perspectiva de mejora, debe expresar repetidamente su voluntad de morir, el mdico debe consultar por lo menos a otro colega antes de tomar la decisin, el mdico est obligado a informar inmediatamente a un juez, un especialista en tica y a otra autoridad medica.En Blgica la mayora esta de acuerdo con la aprobacin legal de la eutanasia, as podemos ver en diversosinformesque el 72% de los belgas estn a favor de la eutanasia; y por ello existe una norma aprobada subdividida en 16 artculos, entre ello destacan:El mdico deber asegurarse de que el paciente sea mayor de edad y se encuentre en plenas facultades mentales. El mdico debe verificar que la enfermedad sea incurable y provoque un sufrimiento fsico o psquico constante e insoportable.

Leer ms:http://www.monografias.com/trabajos70/eutanasia-peru/eutanasia-peru2.shtml#ixzz3beLRkJWP

La Organizacin Mundial de la Salud (OMS) define la eutanasia como aquella "accin del mdico que provoca deliberadamente la muerte del paciente".Esta definicin resalta la intencin del acto mdico, es decir, el querer provocar voluntariamente la muerte del otro. La eutanasia se puede realizar por accin directa: proporcionando una inyeccin letal al enfermo, o por accin indirecta: no proporcionando el soporte bsico para la supervivencia del mismo. En ambos casos, la finalidad es la misma: acabar con una vida enferma.Esta accin sobre el enfermo, con intencin de quitarle la vida, se llamaba, se llama y debera seguir llamndose homicidio. La informacin y conocimiento del paciente sobre su enfermedad y su demanda libre y voluntaria de poner fin a su vida, el llamado suicidio asistido, no modifica que sea un homicidio, ya que lo que se propone entra en grave conflicto con los principios rectores del Derecho y de la Medicina hasta nuestros das.

Debe consultar a otro mdico independiente para valorar la gravedad de la patologa. La peticin debe ser reiterada en cualquier momento y exige que el mdicoinformeal paciente de las diversas posibilidades de cuidados paliativos existentes para su caso. La peticin del paciente debe contar con un testigo capaz de entender y traducir su voluntad.Cada caso deeutanasiadeber ser notificado a una comisin federal de diecisiete miembros (profesores de Derecho, abogados, expertos) que ser la encargada de verificar si se han respetado todas las condiciones exigidas por laley. En caso contrario los expedientes sern enviados a laautoridadjudicial.Si bien es cierto la eutanasia es legal en varios pases, pero en el Per la eutanasia es legal?, pues no lo es, debido aqu se respeta el derecho a la vida que es el "derecho bsico para materializar los demsderechoshumanos".En laConstitucinPolticadelEstado, en el captulo I, artculo 2 seala: "Todapersonatiene derecho a: 1)A la vida,. Y en elCdigoCivil en el artculo 1 se define al nasciturus, y de esta forma se evita atentar su vida.Para evitar la aplicacin de la eutanasia se ha creado una serie denormasque regulan la pena demuerte, el genocidio, y la misma eutanasia.Debido a ello, lapena de muerteest en principio prohibida y no puede restablecerse en los pases en que ha sido abolida (ejm. Per). Por ello se establece un rgimen de transicin que comprende reglas de prohibicin aplicables a todo caso y reglas de aplicacin en los pases que no han abolido a pena de muerte.Lasleyesde prohibicin a todo caso son: No se aplica la pena de muerte a personas menores de dieciocho aos, no se aplica la pena de muerte a mujeres en estado de gravidez, no se aplica la pena de muerte a personas mayores de setenta aos, no se aplica la pena de muerte pordelitospolticos ni comunes conexos con los polticos, y no se aplica la pena de muerte en los pases que han abolido la pena de muerte.En el caso del genocidio, su prohibicin se debe al cumplimiento del Tratado Internacional sobre Prevencin y sancin deldelitodel genocidio, el cual fue aprobado por el Per, por Resolucin Legislativa N 13288.La prohibicin del genocidio implica la prohibicin de privar a miembros de ungrupotnico, social, nacional, o religioso, o someterlos a condiciones de existencia que produzcan su destruccinfsicade manera total o parcial, y las medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seo del grupo.En cuanto a la prohibicin de la eutanasia, por ser una forma especfica de la privacin arbitraria de la vida, aunque ni lostratadosinternacionales, ni la Constitucin establezca su prohibicin expresa, se puede encontrar su prohibicin en el Cdigo Penal Peruano, en el capitulo de Delitos contra la vida.Ante la legislacin permisiva de la eutanasia, laIglesiase opone a esta, pues considera que a travs de la prctica de la eutanasia se esta eliminando una vida humana inocente, por ser portadora de unadignidadque debe ser respetada absolutamente. Debemos recordar que para la iglesia la eliminacin de la vida es una violacin de la ley divina, es una ofensa a la dignidad de la persona, un atentado contra la vida, lo cual atenta contra la humanidad; pero este acertijo religioso en lo concerniente al punto de vista de la iglesia lo veremos ms adelante en un siguiente artculo un poco ms detallado.Pero si hablamos de lalegitimacinde algo que tiene que ver con la vida tendramos que hablar de la tan famosa mentalidad antivida que ha generado la aceptacin legal delaborto, en la que podemos encontrar que la base de la legislacin del aborto, tambin es la misma para la aceptacin de la eutanasia, por ende esta en cada uno de las personas eliminar la mentalidad antivida, pues nosotros somos seres con vida; ya que estaramos yendo en contra de lo que ms cuidamos: "la vida".La eutanasia es aceptada legalmente debido a que los tribunales no entienden la sencilla diferencia entre elhomicidioy la suspensin de tratamientos desproporcionados, pues el desconectar los aparatos de reanimacin artificial a una persona, luego de pasado untiempoprudencial, no es homicidio, sino que se le est dejando morir naturalmente ( de esta forma se evita practicar la distanasia).Al hablar sobre la legislacin de la eutanasia, es interesante conocer que enEspaa, se viene utilizando la figura del testamento vital, el cul es considerado vlido jurdica y ticamente si esproductode la "expresin de la voluntad de una persona de enunciar a que le sean aplicadosmediosdesproporcionados para alargarle artificialmente la vida o mecnicamente la agona cuando ya no sea posible salvarle la vida." Pero si la persona lo realiza para eliminarse producto de una enfermedad, pero sin antes haber consultado sobre los posibles cuidados para su recuperacin , este testamento ser invlido.La legislacin de la eutanasia es un tema muy complicado y muy controversial para que surja una estricta conformidad universal, pero lo que si se debe dejar en claro que en algunos lugares ya es aceptada por diversos motivos,